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Neftali León Cruz

Análisis del Discurso Histórico 27 de enero de 2020

Aleida Assmann, La larga sombra del pasado. Cultura


del recuerdo y política de la historia. (Múnich: Beck, 2006)

En esta transformación de vencedores y vencidos a criminales y victimas, después de la


Segunda Guerra Mundial, los testigos toman relevancia para la identificación de ellos
fungiendo como una valoración externa. La autora los clasifica en cuatro grupos:

 El testigo frente al tribunal: aquel que esta escuchando y viendo los hechos, su
testimonio significa evidencia en la formación de la sentencia para la búsqueda de la
verdad. Debe cumplir con los siguientes puntos: imparcialidad, percepción sensorial
en el lugar de la violencia, almacenamiento confiable de la memoria, el performativo
bajo juramento de la verdad.
 El testigo histórico: Es la pinza (mensajero) entre el lugar de la catástrofe y el lugar
alejado del que no sabe lo que ocurrió. Tendría que ser una declaración sin añadiduras
ni omisiones. Su facultad de deber-informar tras haber-sobrevivido. Su testimonio
significa una influencia en la escritura de la historia reconstructiva. Cobra fuerza la
historia oral como dimensión de la experiencia.
 El testigo religioso: El martirio es el primer informe de su muerte, significa un acto
superior del testigo, su testimonio y la de testigos secundarios. Es victima de la
violencia política bajo la que físicamente sucumbe mientras triunfa simbólicamente.
Destaca la superioridad religiosa
 El testigo moral: Testigo a través de su supervivencia (histórico y religioso), reúne los
roles de testigo y victima (religioso). Cercanía con la muerte y los muertos, su
testimonio encierra también el silencio como un no poder hablar de ello. Revela un
crimen colosal y narra lo que vivió su cuerpo. Sin recepción del mensaje del testigo
moral, su supervivencia sería absurda. Una comunidad moral reconoce su estatus de
víctima.
Esta herida psicológica de larga duración se concibe como un trauma. Para liberar esta
experiencia de extrema violencia, se debe dar a través de un marco del recuerdo (entornos
sociales y políticos), en el que estos recuerdos escindidos y depresivos puedan ser incluidos
con empatía y obtener un nuevo logar en la memoria social.
Es la victima quien se enfrenta a un acontecimiento amenazante, incomprensible y se
muestra indefenso en su integridad física como su identidad personal. Estas son condiciones
del trauma. En tanto que el sufrimiento de este grupo inferior sea contado y reconocido, en
cuanto sea tomado en la imagen nacional, puede ser superado, significando una
compensación a partir de su comprensión. A través del silencio y del olvido es como el
criminal borra sus huellas, mientras que las víctimas son aquellas huellas que intentan
persistir a pesar de cargar con dicho trauma.

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