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Prof.

Juan Bautista Duhau

Seminario
Reforma de la Iglesia y conversión ministerial.

Reforma de las estructuras de poder


y desarrollo de una diversidad
de servicios y ministerios
en la Iglesia servidora
Marco de reflexión y
contexto

Reforma de la Iglesia y conversió n ministerial:


nueva conversió n de la Iglesia,
Pueblo de Dios misionero y sinodal,
al Reino de Dios
como respuesta a los signos de los tiempos
distintas visiones del proyecto de Iglesia que presenta
el magisterio y las acciones pastorales del Papa
Francisco

 un simple aggiornamento pastoral de la Iglesia,


 promotor de un proceso de renovación de la cultura eclesial mediante las reformas
que cambiarán el modo de operar de la Institución eclesiástica

Francisco propone una hermenéutica evangélica de la cultura en


clave profética, a partir de la praxis de Jesús. El proyecto del
Reino de Dios, predicado y puesto en obra por Jesús, se vuelve
“referente principal de todo quehacer teológico-pastoral y
buena nueva para la generación de procesos de cambio en la
mentalidad global”.
Recuperació n del Reino de Dios como clave eclesioló gica

“…el tema clásico «Iglesia y Reino de Dios» es un


tema central para la autocomprensión de la
Iglesia y de su misión, así como para su
transformación permanente.”

Ignacio Ellacuría (1930-1989)


“Es peligro de toda institució n, que, una vez establecida, cobra
cuerpo, se autoconserva y sigue la inercia de sus dinamismos; se
llega así a la absolutizació n del medio y, en el caso de la Iglesia, a la
falsa sacralizació n de todo lo relacionado con ella”

asumir radicalmente la perspectiva del Reino de Dios


El Reino de Dios presenta características que debemos conocer si queremos
asumir y concretar la renovada conversión de la Iglesia al Reino de Dios:

a) el anuncio del Reino de Dios realizado por Jesús no es un anuncio de la


Iglesia y tampoco es un anuncio sobre Dios separado de los hombres y
mujeres y su vida concreta y actual;

b) el Reino es una realidad dinámica, es un reinado como acción


permanente sobre la realidad histórica, y por ello es «acción de Dios en
los hombres y en las relaciones humanas»;

c) el Reino es la presencia activa de Dios en la historia y la presencia de la


historia en Dios; y esta característica es superadora de los dualismos
inmanencia-trascendencia, horizontalidad-verticalidad, profano-sagrado;

d) el Reino de Dios es un Reino «de» los pobres y marginados, de aquellos


que sufren realmente sobre sí los efectos del pecado del mundo;

e) el Reino de Dios integra la fe y las obras superando el dualismo entre


ética individual y social.
“Al ser un dinamismo divino que irrumpe en la historia, el Reino constituye la
causa o el horizonte que sostiene y guía la vida; este horizonte de sentido nos
moviliza permanentemente hacia adelante en nuestra historia y hacia la
trascendencia. De ello se concluye que la búsqueda del Reino de Dios y el
servicio a él nunca terminan y que, por tanto, la dinámica de conversión y
liberación que él implica no tiene fin.” (Escalante Molina, 2020, p. 50)
La renovación de la eclesiología
conciliar centrada en la noción
del Pueblo de Dios misionero y
sinodal
Kuzma, Cesar, “La eclesiología del Papa Francisco: el rescate de
la agenda inacabada del Vaticano II y su recepción en la
Exhortación Evangelii Gaudium” Medellín 168 (2017) 333-346

… la Iglesia camina en nuevas direcciones y se abre a


nuevas perspectivas, tejiendo nuevos
direccionamientos eclesiales.
… agenda inacabada del Concilio…
 la reforma de la curia romana como paradigma de otras
Nuevos
direccionamientos reformas;
eclesiales
 gestos de simplicidad;

 la acogida de todos aquellos que quieren servir;

 una crítica severa a la “carrera” eclesiá stica y al


clericalismo;

 un rescate del espíritu y de la letra del Vaticano II;


[una Iglesia Pueblo de Dios ]

 una llamada para la hora de los laicos.

“«Es la hora de los laicos» pero pareciera que el reloj se ha


parado.” [27 de abril de 2016]
Juan Carlos Scannone (1931-2019)

…una agenda inacabada del Concilio Vaticano II, que ahora,


Francisco parece colocar en curso.

Francisco es el primer Papa fruto de una Iglesia que hace una


recepció n profética y creativa del Concilio, de una manera bien
propia y con una teología propia y contextualizada, que marcó
un continente (América Latina) y que hoy penetró y marcó
toda la Iglesia, principalmente en la cuestió n referente a la
opció n por los pobres.
una Iglesia en salida donde los pobres, los
destinatarios del Reino y del Evangelio, son
sujetos importantes del proceso de
transformación social, de liberación y de
renovación de la Iglesia.
Aggiornamiento

una Iglesia que camina


siempre como
peregrina, fiel al
anuncio del Evangelio,
a la práctica del Reino
y en el camino del
resucitado-crucificado

Diálogo
Galli, Carlos María, “Revolución de la ternura y reforma de la
Iglesia” Medellín 170 (2018) 73-108

… pensar la ternura
de Dios y su vínculo
fundante con la
reforma de la Iglesia
a partir del Evangelio
actualizado por el
Concilio Vaticano II
y trasmitido por el
magisterio CONCILIO de REFORMA
kerigmá tico de
Francisco. En un primer paso analiza el Vaticano II como un Concilio de
renovación y de reforma de la Iglesia, inserto en la tradición de
los concilios que han reformado la Iglesia, recordando que ya el
Concilio de Trento (cf. DV 1) ofreció una reforma general que
hizo creíble la Iglesia durante siglos.
Galli, Carlos María, “Revolución de la ternura y reforma de la
Iglesia” Medellín 170 (2018) 73-108

“Sí, el Concilio tiende a


una nueva reforma…No
es… un cambio radical de
la vida presente de la
Iglesia, o bien una
ruptura con la tradición
en lo que ésta tiene de
esencial y digno de
veneración, sino que más
bien en esta reforma
rinde homenaje a esta CONCILIO de REFORMA
tradición al querer
despojarla de toda
caduca y defectuosa “…deberíamos ansiar la Iglesia de la caridad si
manifestación para queremos que esté en disposición de renovarse
hacerla genuina y
fecunda… “ profundamente y de renovar el mundo a su
alrededor.”
“Es evidente que la Iglesia debe permanecer fiel a su propia esencia y —entendiéndolo bien— también a su pasado. No
todo va a cambiar y mejorar desde mañana. La santa Iglesia será también en el futuro la Iglesia de los pobres pecadores,
como somos todos. La Ecclesia semper reformanda in capite et in membris. Todavía pasará mucho tiempo hasta que la
Iglesia, agraciada por Dios con un Concilio Vaticano II, sea la Iglesia del Concilio Vaticano II. Análogamente, pasaron
algunas generaciones después del Concilio de Trento hasta que la Iglesia fue la Iglesia de la reforma tridentina. Pero esto
no quita nada de la enorme y tremenda responsabilidad que con este Concilio nos hemos impuesto todos los que
constituimos la Iglesia… Para ello, el Concilio sólo ha podido poner el inicio del inicio (Anfang des Anfangs). Es
incalculable el significado de esta realidad. Pero pesaría una rigurosa sentencia sobre pastores y grey, sobre todos
nosotros, si con fundiéramos palabras y hechos, comienzo y fin…”

Nueva fase del acontecimiento conciliar

Karl Rahner (1904-1984)


“En mi exhortació n Evangelii Gaudium escribí a los
miembros de la Iglesia en orden a movilizar un proceso de
reforma misionera todavía pendiente” (LS 3).

Reforma misionera
“La imagen de la Iglesia que má s me gusta es la del santo
Pueblo fiel de Dios. Es la definició n que uso má s y está
tomada del nú mero 12 de la Lumen gentium. La pertenencia
a un pueblo tiene un fuerte valor teoló gico. Dios, en la
historia de la salvació n, ha salvado un pueblo. No existe una
identidad plena sin pertenencia a un pueblo... El pueblo es
sujeto. La Iglesia es el Pueblo de Dios en camino a través de
la historia, con alegrías y dolores.”

la Iglesia es el santo Pueblo fiel de Dios


pirá mide invertida de la sinodalidad

Este orden invertido mira el


ministerio jerárquico —colegial y
primacial— como servicio a la
comunión del Pueblo de Dios
una reforma
sinodal
en la Iglesia es un proceso de conversió n
misionera —personal, comunitaria,
pastoral, institucional—
de todo el Pueblo de Dios
y todos en el Pueblo de Dios.
una reforma
sinodal del
Pueblo de Dios
institucionalizar mejor los vínculos fraternos de los
ministros ordenados con todos los fieles porque “los
laicos son, simplemente, la inmensa mayoría del
Pueblo de Dios. A su servicio está la minoría de los
ministros ordenados” (EG 102).

Este proceso implica superar tantas formas de


clericalismo y de centralismo propias de la imagen
piramidal de la Iglesia.
Agenor Brighenti es presbítero de la Diócesis de Tubarão,
Brasil; doctor en Ciencias Teológicas y Religiosas por
l’Université Catholique de Louvain, Bélgica; profesor-
investigador en la Pontificia Universidade Católica do Paraná
(PUCPR), Curitiba/Brasil; profesor invitado en el CEBITEPAL y
miembro del Equipo de Reflexión Teológica del CELAM.

Brighenti, Agenor, “La conversión


pastoral de la Iglesia. Concepto e
indicaciones programáticas” Medellín 170
(2018) 11-38
Signos de los tiempos
y reforma estructural
Signos de los
tiempos
Son fenómenos con amplios procesos de consenso y con un
carácter histórico determinante e irrefutable que la Iglesia en
su discernimiento descubre como signos eficaces de la
acción de Dios en la historia de la humanidad (Hünermann,
2014).

"En los acontecimientos, exigencias y deseos" (GS 11) de


los hombres y mujeres, de los cuales participa la comunidad
creyente, "se anuncia y atestigua la presencia y acción del
Espíritu Santo"(Hünermann, 2020, p. 22) que orienta con
estos signos el discernimiento del Pueblo de Dios.
Signos de los
tiempos
Leer los signos de los tiempos es una dinámica de
interpretación de las "grandes aspiraciones humanas en la
historia y la cuestión acerca de cómo esas aspiraciones han
sigo guiadas por el Espíritu, en el pasado y, sobre todo, en el
presente" (Hünermann, 2020, p. 23).

Los signos de los tiempos no son algo evidente, sino que


deben ser puestos a la luz por el discernimiento y
conducidos a la realidad plena de signos eficaces de la
acción histórica de Dios mediante la acción pastoral
concreta de la Iglesia que se apropia el signo en el efectivo
actuar creyente.
Signos de los
tiempos
Dos fenómenos de diversa procedencia son leídos hoy como
claros signos de los tiempos: el lugar social y eclesial de las
mujeres y la crisis de los abusos de poder y sexuales en la
comunidad eclesial (Hünermann, 2020).
Signos de los
tiempos
La crisis producida por las continuas revelaciones de abusos
sexuales es uno de los mayores desafíos que debe enfrentar
la Iglesia en el presente y hacia el futuro. Resulta
imprescindible asumir que los problemas desnudados por la
crisis de abusos es un signo de los tiempos con los cuales
debemos dialogar teológicamente (Faggioli, 2019),
acuñando visiones eclesiológicas que puedan ser un aporte a
respuestas institucionales de remediación y reforma en la
comunidad eclesial (Schickendantz, 2019).
4.1 Las mujeres “hacen lugar”: las denuncias aguafiestas del feminismo
https://www.saranahmed.com/
Desde que publicó “La promesa de la felicidad”
(Caja Negra, 2019), se ha interesado por explorar
cómo las reclamaciones feministas, antirracistas y
LGTBI, al hacerse públicas, se transforman en
interrupciones del bienestar colectivo.

Así nació la figura de la “feminista aguafiestas”,


que Ahmed utiliza para señalar que el feminismo
no tiene por objetivo arruinar la felicidad de los
demás, como tantas veces se le ha achacado, sino
denunciar que la idea misma de felicidad es un
instrumento ideológico que perpetúa la
desigualdad.
“…busca problematizar el rol que cumplen los afectos y las emociones en el á mbito de la vida
pú blica y su operatividad en la gestió n, reproducció n y continuidad de las estructuras de
poder que organizan las relaciones sociales, desmantelando las jerarquías epistemoló gicas
que organizan la dicotomía entre emociones y razó n, revirtiendo la desvalorizació n de los
afectos entendidos como meros estados psicoló gicos. Aproximació n que nos ha privado de
reconocer su compleja funcionalidad en la articulació n de nuestras vidas subjetivas, los
modos de vida que tramamos en comú n y las políticas de su representació n histó rica.”
(Cuello, 2019)
“Cada escritor es primero un lector, y por ello también
importa lo que leemos. Me considero principalmente una
lectora de teoría feminista, queer y antirracista; esos libros
conforman el horizonte político e intelectual de este libro.
Los describiría como mis libros de filosofía, en el sentido de
que son los que me han ayudado a pensar el modo en que la
felicidad participa de la creación de la forma social. Pero mi
archivo no solo comprende libros y películas. Si una va
detrás de la palabra felicidad, hay que estar dispuesta a
terminar en cualquier parte. Mi archivo es también mi
mundo, mi mundo de vida, es mi pasado y mi presente, en
los que la palabra felicidad resuena de manera muy potente.
Uno de los actos de habla que siempre me ha
fascinado es "lo único que quiero es que seas feliz";
recuerdo haberlo oído muchas veces a lo largo de mi
infancia y adolescencia. Escribir este libro me dio la
oportunidad de reflexionar un poco más acerca de qué
significa expresar que "lo único" que se quiere es la
felicidad del otro. Pero este es tan solo un acto de
habla relacionado con la felicidad. ¡Hay tantos! Entre
otros que saldrán al encuentro del lector a lo largo de
este libro se cuentan "si te hace feliz, me hace feliz",
"no puedo soportar que no seas feliz", "quiero hacerte
feliz", "quiero verte feliz" y "quiero ser la causa de tu
felicidad". Hablamos mucho de la felicidad. Al
imponerme la tarea de seguir el hilo de las palabras,
me doy el objetivo de describir qué tipo de mundo se
constituye al dar por sentado que la felicidad de la que
hablamos es buena.” (Ahmed, 2019, pp. 48-49)
“La pregunta "¿qué hace la felicidad?"
es inseparable de la pregunta respecto de
la distribución de la felicidad y la
infelicidad a lo largo del tiempo y el
espacio. Reconstruir la historia de la
felicidad es reconstruir la historia de su
distribución. La felicidad se distribuye
de muchas y complejas maneras. Sin
duda, ser un sujeto bueno está ligado a
ser percibido como una causa-de-
felicidad, como alguien que hace felices
a otras personas. Por ende, ser malo es
ser un aguafiestas. Este libro es un
intento de devolverle a la aguafiestas su
propia voz y de hablar desde el
reconocimiento de la experiencia de
ocupar ese lugar.” (Ahmed, 2019, p. 49)
“Sé que al presentar la felicidad corno
problema corro el riesgo de dar excesivo
énfasis a los problemas que presenta la
felicidad. Es un riesgo que estoy
dispuesta a correr. Si este libro le arruina
la fiesta a alguien, hace exactamente lo
que plantea que deberíamos hacer. Aguar
la fiesta, como nos enseñan muchos de
los textos que citaré en las páginas que
siguen, supone abrir paso a una vida,
hacer lugar a otra vida, a la posibilidad,
a la oportunidad. El gran propósito de
este libro es hacer lugar.” (Ahmed, 2019,
p. 50)
Lectura personal: Ahmed, S. (2019). La Promesa de
la felicidad: una crítica cultural al imperativo de la
alegría. Buenos Aires: Caja Negra, pp. 178-179.
Resumen
La crisis de los abusos sexuales tiene consecuencias a largo plazo:
no solo en las víctimas y sobrevivientes del abuso, sino también en
la posición teológica y el lugar de la Iglesia Católica en todo el
mundo. Es necesario un replanteamiento teológico a la luz de la
crisis de los abusos: no solo desde el lente de quienes lo han sufrido,
sino también desde el lente de los cambios provocados por esta
crisis global en la historia de toda la comunidad católica. El artículo
examina las consecuencias de la crisis del abuso en diferentes
disciplinas teológicas, con especial atención a la historia de la Iglesia
Católica, la liturgia, la eclesiología de la reforma y las relaciones
Iglesia-Estado.
Palabras clave: relaciones iglesia-estado, eclesiología,
episcopalismo, liturgia, reforma, abuso sexual, teología de la infancia
Resumen
La crisis de los abusos sexuales tiene consecuencias a largo plazo:
no solo en las víctimas y sobrevivientes del abuso, sino también
en la posición teológica y el lugar de la Iglesia Católica en todo el
mundo. Es necesario un replanteamiento teológico a la luz de la
crisis de los abusos: no solo desde el lente de quienes lo han
sufrido, sino también desde el lente de los cambios provocados
por esta crisis global en la historia de toda la comunidad católica.
El artículo examina las consecuencias de la crisis del abuso en
diferentes disciplinas teológicas, con especial atención a la
historia de la Iglesia Católica, la liturgia, la eclesiología de la
reforma y las relaciones Iglesia-Estado.
Palabras clave: relaciones iglesia-estado, eclesiología,
episcopalismo, liturgia, reforma, abuso sexual, teología de la
infancia
La amplitud de la crisis deja en claro que la Iglesia Cató lica
necesita desarrollar un enfoque teoló gico de la crisis de abuso
sexual y moverse má s allá de un enfoque meramente jurídico-
criminoló gico. Un enfoque puramente legal no resolverá la
crisis porque las revelaciones de abusos son parte de una
revolució n cultural y social má s amplia. También es cierto que
hay una nueva sensibilidad teoló gica al problema del abuso en
la iglesia: el abuso sexual es tambié n un abuso de poder. El
enfoque legal de la crisis de abuso tiende a simplificar
demasiado una situació n mucho má s compleja en la iglesia
que lidia con la crisis de abuso: siempre que busque a los
abusadores y solo a los facilitadores, permitirá que todos los
demá s piensen que no tienen nada que ver con la crisis o que
este es “un problema de la iglesia".
Ver el abuso dentro de la iglesia de esta manera dejará las
causas fundamentales de esta experiencia sin abordar y sin
resolver, lo que llevará a muchos a considerar a la iglesia y su
jerarquía como completamente corruptas. Un enfoque
teoló gico de la crisis permitirá evitar soluciones simplistas al
abordar las complejas cuestiones planteadas por la crisis. En
otras palabras, la crisis del abuso cató lico ha revelado los
efectos en cadena del escá ndalo en una amplia gama de
cuestiones teoló gicas. Una reflexió n teoló gica sobre los temas
abiertos por la crisis del abuso permitirá a todos los
miembros de la iglesia reflexionar sobre la crisis del abuso
como uno de los signos de nuestro tiempo. También abordará
otro signo de nuestro tiempo, a saber, el hecho de que los
cató licos está n divididos sobre có mo responder a esta crisis,
má s en unos países que en otros.
Los problemas teoló gicos que está n abierta y directamente
conectados con la crisis de los abusos incluyen las
preocupaciones sobre la teología de la ordenació n sacerdotal,
la relació n entre el clero y los laicos, el papel de la mujer en la
iglesia y la enseñ anza sobre la sexualidad. Pero también hay
una lista má s larga de problemas. Este artículo representa el
intento de trazar un mapa inicial de algunas de las cuestiones
teoló gicas que deben abordarse en diferentes disciplinas
teoló gicas.
Un campo que se ve directamente afectado por la crisis de abuso es la
eclesiología histó rica: el escá ndalo de abuso sexual ha desestabilizado
nuestra percepció n tanto de la iglesia como de la historia de la iglesia. Las
historias de sacerdotes que abusan de niñ os y de obispos encubriendo es
un choque moral tanto como historiográ fico. Esto abre una discusió n má s
general sobre los efectos de la crisis del abuso en la historia de la iglesia
como una forma de escribir y pensar sobre la historia de la iglesia con un
compromiso teoló gico. La crisis del abuso interpone un debate
historiográ fico sobre el pasado reciente de la historia de la iglesia,
especialmente la historia del período posterior al Vaticano II, que en
particular en el hemisferio occidental ha demostrado la falta de una
narrativa coherente, no sobre lo que sucedió en el Vaticano II, sino sobre lo
que sucedió después del Vaticano II. Narrativas polarizadas sobre las
raíces de la crisis del abuso católico tienden a superponerse con
narrativas polarizadas sobre los efectos del Vaticano II en la posición
social, cultural y política de la iglesia en la sociedad secularizada y
pluralista.
La crisis de los abusos ha redefinido el concepto de «reforma»
asumido en la Iglesia en las ú ltimas dé cadas, especialmente
las reformas del Vaticano II.
La pará lisis de la iglesia institucional para articular los
cambios estructurales necesarios a la luz de la crisis del abuso
cató lico es un subconjunto de la pará lisis má s general de la
iglesia institucional para implementar cambios estructurales
que ha sido típica de las ú ltimas décadas. En este sentido, el
comportamiento institucional de la iglesia jerá rquica es la
regla y no la excepció n al surgimiento de nuevos temas en la
vida de la iglesia, y a un cierto modelo de implementació n
parcial y reticente del Vaticano II.
La crisis de los abusos ha redefinido el concepto de «reforma»
asumido en la Iglesia en las ú ltimas dé cadas, especialmente
las reformas del Vaticano II.
La pará lisis de la iglesia institucional para articular los
cambios estructurales necesarios a la luz de la crisis del abuso
cató lico es un subconjunto de la pará lisis má s general de la
iglesia institucional para implementar cambios estructurales
que ha sido típica de las ú ltimas décadas. En este sentido, el
comportamiento institucional de la iglesia jerá rquica es la
regla y no la excepció n al surgimiento de nuevos temas en la
vida de la iglesia, y a un cierto modelo de implementació n
parcial y reticente del Vaticano II.
Paradigmas en crisis
 Un paradigma que fue típico de la eclesiología en el período
previo al Vaticano II, del mismo Vaticano II y del primer
período posconciliar fue que la reforma de la iglesia es a
nivel de estructura, y no de corrupció n o pecado.

 Un segundo paradigma de la reforma de la iglesia ahora en


crisis es el paradigma episcopalista. No se trata solo de una
cuestió n de la cultura institucional de las estructuras
eclesiá sticas que se ocupan de la crisis del abuso, sino
también, y má s fundamentalmente, una cuestió n sobre la
teología del episcopado y el papel del episcopado en el
gobierno de la Iglesia.
Paradigmas en crisis
 Otro paradigma de la reforma de la iglesia que está en crisis
es la reforma como proceso en comunió n y confianza. La
crisis del abuso es también una crisis eclesioló gica que va
má s allá del colapso de la autoridad encarnada por ciertos
líderes eclesiá sticos: señ ala un colapso de la autoridad del
Magisterio de una manera comparable a los efectos de la
encíclica Humanae Vitae en términos de tensió n entre la
agencia moral de la conciencia del individuo y las
dimensiones eclesiales y eclesiá sticas necesarias de la vida
cristiana.
Paradigmas en crisis
 El paradigma de la reforma con respecto a una mayor
participació n de los laicos también está en crisis. Existe el
viejo problema de la representació n institucional de los
laicos en la iglesia herida por la crisis, así como el problema
de lidiar con el colapso de la credibilidad del liderazgo
clerical, dejando así un vacío de autoridad en la iglesia: un
vacío que se supone que lo llenan los laicos que también
está n divididos por falta de conversació n o diá logo real. La
historia de la crisis del abuso cató lico es parte del fracaso o
el retraso de la reforma sinodal de la iglesia.
Paradigmas en crisis
 También está surgiendo la cuestió n de la libertad de los
miembros de la Iglesia en las comunidades eclesiales: no en
el sentido del derecho a disentir, sino en el sentido de que
la crisis del abuso clerical debería abrir un debate sobre las
personalidades carismá ticas y sus comunidades en la
Iglesia Cató lica. dadas las condiciones particulares
favorables al abuso creado por este nuevo tipo de grupos
religiosos.
La historia moderna de la crisis del abuso sexual
en la Iglesia Católica ha solidificado una cierta
narrativa eclesiológica: una crisis sistémica La crisis del abuso sexual es también un fracaso teológico y
causada por sacerdotes abusivos y por un fracaso como tal debe ser abordada con una agenda de investigación
catastrófico de la jerarquía episcopal al tratar con que vaya más allá de la emergencia en el corto plazo y más allá
de los necesarios pero insuficientes cambios jurídico-
ellos. Esto es ciertamente cierto y es imposible
institucionales.
deshacer esta narrativa. La iglesia está pagando
un alto precio por la decisión de ignorar la De hecho, existen cuestiones teológicas planteadas por el
necesidad de un cambio en el sistema clerical y abuso sexual en la Iglesia Católica que no pueden reducirse al
centralizado del catolicismo del siglo XX. fracaso sistemático del liderazgo eclesiástico y que los teólogos
no pueden evitar.

El colapso de la autoridad de la iglesia institucional implica


también una medida de nueva libertad y responsabilidad de los
teólogos católicos al abordar esta crisis desde el punto de vista
de un amplio espectro de disciplinas. La teología no puede
hacer lo que ha hecho la jerarquía cuando, frente a la tarea de
lidiar con la historia de abuso sexual y encubrimiento en la
comunidad católica, se subcontrata a expertos laicos externos.

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