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Japón, reconocido por su calidad en el sistema de educación, es uno de los países en que su
gobierno invierte de manera significativa materiales académicos, infraestructura para el desarrollo
de actividades y, algo característico que fracasan en la mayoría de países en cuanto al sistema de
educación, este es el impulso de la investigación desde la educación básica.
Uno de los aspectos por las cuales se caracteriza Japón es su disciplina en el campo laboral, esto
no excluye en el trabajo que cumplen los directores en una escuela. El horario oficial que cumple
tanto del director de básica primaria como el de básica secundaria, son aprovechados de manera
que incluso en los dos tipos de directores, su entrada y salida dependen de las actividades del día y
no tanto por la hora establecida, por lo tanto, en reiteradas ocasiones la entrada en la escuela de
los directores son cercanas a una media hora antes de la que se debe y su hora de salida son de
una media hora más de lo establecido.
En cuanto a sus trabajos en el día, estos se preocupan de las relaciones que se tienen de profesor-
alumno, de tal modo en que ambas partes se sientan a gusto. En cuanto a la mejora de la gestión
académica, tanto directores de primaria como de secundaria, no siguen una teoría de aprendizaje,
sin embargo, aconsejan a los profesores de acuerdo a sus experiencias y de lo que han leído,
mejoras para la educación académica.
Sobre el concepto de educación que tienen los directores se observó la tendencia de educar para
el KOKORO2 (corazón), es decir, una educación centrada en el afecto, el talento, el ánimo y crear
en el alumno el sueño de la esperanza; si éste la llega a tener, es seguro que obtendrá la
posibilidad de aumentar sus expectativas de vida (Vázquez, p.4).
Entre la definición que establecen los directores en cuanto a la gestión escolar existen grandes
diferencias, pero se encontraron en común su relación con la experiencia. Algunos mencionaron
que es un trabajo en equipo y por lo tanto un directo solo no puede hacer nada; También, hay que
saber los anhelos de los maestros, es primordial establecer qué debe hacer cada quien, es esto lo
que podrá mejorar la educación como organización ideal. “Juntar el pensamiento de todos los
maestros es difícil, pero el director lo debe intentar para saber a dónde quieren llegar”.
Mencionan que una escuela pequeña puede sin organización funcionar, pero en una escuela
grande, se debe llevar una organización ideal.
Los aspectos que se consideran en el plan de trabajo anual en la escuela primaria son: elaborar un
programa general de trabajo donde están incluidas las ideas de los maestros; de ahí que contenga
una planeación anual de actividades y los objetivos a lograr en cada actividad; en el caso de
secundaria, los aspectos más importantes incluyen los objetivos de la educación y el programa de
aprendizaje en el primer apartado y en el segundo, están las actividades de administración escolar,
que abarca la regulación de la actividades escolares y el desarrollo del currículo o programas de
estudio (Vázquez, p.6).
Las edades de los directores del nivel primario y secundario, están entre los 46 y 50 (en su
menoría) y por encima de los 56 años (en su mayoría).
Reflexiones:
CONCLUSIONES
La escuela japonesa refleja un trabajo serio de acuerdo a las actividades que desempeña el
director; en primer término vemos una escuela organizada y trabajadora; las bases para lograr
esto se encuentran en el papel responsable y honesto del director, quien está obligado a actuar
con orden y disciplina.
Consideramos que existen líneas generales de organización y funcionamiento de las escuelas ante
las cuales a los protagonistas sólo les toca la ejecución; por ejemplo, un profesor desempeña sus
actividades de forma excelente; sin embargo, cundo se le cuestiona acerca de su brillante
participación en el aula, contesta que no le gusta ser maestro pero que tiene que hacerlo y ya
Una característica que define el puesto del directivo, es sin duda la experiencia; es importante
reflexionar acerca de la doble definición de experiencia que se puede entender; una, en la visión
simplista, cuando ésta es considerada como la cantidad de años acumulados en el servicio, la otra,
en el sentido amplio de contemplar un análisis de su participación como profesor en toda su
trayectoria académica.
Finalmente, aunque este no es un trabajo de género, cabe destacar que existe una
preponderancia del género masculino sobre aspectos directivos y de organización; el género
femenino a pesar de su cantidad, en el ámbito educativo, está relegado a trabajos o funciones
más sustantivas de la educación, como lo es la enseñanza.