Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Material Informativo 7-2020-1
Material Informativo 7-2020-1
CIUDADANÍA EN EL
CONTEXTO PERUANO
SEMANA 7
1. ESTADO DE DERECHO
Definición
De acuerdo a Kelsen (1960) señala que por Estado de Derecho, debe entenderse un cierto
tipo de Estado: aquel que responde a las exigencias de la democracia y de la certeza del
derecho. En este sentido debe entenderse por Estado de Derecho aquel que posee un
ordenamiento jurídico relativamente centralizado en base al cual la jurisdicción y la
administración están vinculadas por leyes, esto es, por normas generales emanadas de un
parlamento elegido por el pueblo, cuyos miembros del gobierno responden de sus actos;
cuyos tribunales son independientes; y donde se garantizan determinadas libertades a los
ciudadanos especialmente la libertad de religión, de conciencia y de expresión (p. 314-315).
Zagrebelsky (1997, p. 21) señala que, el Estado de Derecho indica un valor y alude sólo a
una de las direcciones de desarrollo de la organización del Estado. El valor es la eliminación
de la arbitrariedad en el ámbito de la actividad estatal que afecta a los ciudadanos. La
dirección es la inversión de la relación entre el poder y derecho.
Para Vanossi (2008) el Estado de derecho es el Estado constitucional, que no es otra cosa
que el tipo de Estado basado en la democracia y en el pluralismo, que supone la soberanía
popular, creación del derecho por intervención o representación de los gobernados,
predominio del consenso sobre la coerción en la gestión de las decisiones políticas
fundamentales, separación y distribución de poderes, limitación y control del poder,
independencia del controlante respecto del controlado, libertades individuales y derechos
sociales, pluralismo de partidos y de grupos, posibilidad permanente de alternancia en el
acceso al poder, responsabilidad de los gobernantes, régimen de garantías (p. 22).
2. ELEMENTOS DEL ESTADO DE DERECHO
Cuatro son los elementos del Estado de Derecho: la libertad individual, la igualdad, la división
de poderes y el control de la constitucionalidad de las leyes.
1. La libertad personal, fue Montesquieu, quien definió la libertad como el derecho de hacer
todo aquello que las leyes permitan, principio que quedó incorporado a la Declaración del
hombre y el ciudadano, donde se declara que, la libertad consiste en poder hacer todo
aquello que no daña a otro; por lo tanto, el ejercicio de los derechos naturales de cada
hombre no tiene más límites que aquellos que aseguran a los demás miembros de la
sociedad el goce de los mismos derechos. Estos límites sólo pueden ser determinados por la
ley.
2. Igualdad ante la ley, quiere decir aplicación objetiva de las normas, sin distingos de
posición. La igualdad consiste en dar a todos las mismas oportunidades, no consiste en
distribuir equitativamente los bienes sino en posibilitar su justa distribución.
3. La separación de poderes, está destinada a dar la seguridad de cada Órgano del Estado
se halla contrapesado por los otros. La idea del equilibrio de poderes, destinado a impedir
que los gobernantes y las autoridades se excedan del ámbito legal. Para impedir el abuso del
poder, el Estado de Derecho ha multiplicado las autoridades públicas, en forma tal que las
atribuciones de cada uno estén limitadas por una autoridad conexa. Un sistema de
competencias garantiza el cumplimiento de las normas y obliga a cada autoridad u organismo
estatal a ceñirse a la órbita que le es específica. Sin pretender que exista una división del
poder, los Órganos del Estado no pueden exigir algo sino en virtud de normas
preestablecidas.
Para Abendroth, W. (1986, p. 22-25) los principios del Estado de Derecho son:
a. Todas las disposiciones jurídicas deben ser prospectivas, abiertas y claras. Uno no
puede ser guiado por una disposición retroactiva. Algunas veces, en consecuencia, es
tenida por sabido que puede legislarse una disposición retroactiva. Cuando esto
ocurre la retroactividad no entra en conflicto con el Estado Derecho. El Derecho tiene
que ser abierto y publicitado adecuadamente. Si está hecho para guiar a los
individuos, estos tienen que estar en posibilidad de encontrar lo que el derecho es.
e. Los principios de la justicia natural tienen que ser observados. Juicios públicos y
justos, ausencia de prejuicios y cuestiones de este tipo son, obviamente, esenciales
para la correcta aplicación del Derecho, e igualmente, a través de las mismas
consideraciones antes mencionadas, para su aptitud de guiar la acción.
f. Los tribunales deben tener poderes de revisión sobre la implementación de los otros
principios. Esto incluye la posibilidad de revisar tanto la legislación ordinaria y
parlamentaria, así como la acción administrativa; pero en sí misma, constituye una
muy limitada revisión.
g. Los tribunales deben ser fácilmente accesibles. Dada la disposición central de los
tribunales en el aseguramiento del Estado de Derecho, es obvio que su accesibilidad
es de mayor importancia.
El concepto de Estado de derecho nos da una reflexión integral, tanto del terreno de la
política, como de los valores y principios jurídicos, así como primordialmente en la estructura
básica de la sociedad, es decir, en el sistema de instituciones fundamentales que permiten
calificar de democrática a una determinada sociedad. Y lo cierto es que existen sociedades
democráticas y legales donde el reparto de la riqueza es más limitado que en otras o donde
los criterios para establecer penas podrían ser considerados excesivamente severos; pero no
se trata de la distancia que media entre el autoritarismo y la democracia, sino una distancia
dentro del propio modelo de Estado de derecho. Existen, así, enormes diferencias entre los
sistemas sociales de los distintos países democráticos, aunque estas diferencias tengan más
que ver con las instituciones de justicia distributiva y los servicios sociales que con la
legitimidad de la ley. Algunos se nos antojan más justos, otros más restrictivos, pero todos
comparten una estructura legal similar que nos permite clasificarlos dentro del mismo terreno.
Por ello, es necesario recalcar que el Estado de derecho no es equivalente a la justicia social,
pero, y esto es esencial, ningún modelo de justicia social razonable puede ser alcanzado sino
a través de los cauces del Estado de derecho. Del mismo modo, la democracia no es
equivalente a una distribución equitativa de la riqueza; pero sólo mediante los poderes
democráticos es posible distribuir la riqueza social sin graves injusticias ni derramamiento de
sangre. En todo caso, el Estado de derecho propicia un amplio espacio para la reforma de las
instituciones existentes y para la búsqueda de los proyectos sociales legítimos que se
sostienen desde la pluralidad de la vida colectiva.
El Estado de derecho choca con los sistemas totalitarios y autoritarios, es decir, con los
sistemas donde no existe control efectivo sobre el gobierno y los derechos elementales de los
ciudadanos no son respetados. Su principio básico es que no toda legalidad es deseable,
aunque sea efectiva. La historia ha registrado sistemas legales que no pueden ser
considerados genuinos Estados de derecho. La legalidad establecida por el gobierno nazi
(Nationalsozialstischen Rechsstaat), la legalidad del franquismo (las Leyes Fundamentales
del Estado) y la legalidad de los países comunistas organizados política y jurídicamente a
partir del supuesto de la supremacía del partido revolucionario son ejemplos de sistemas
legales, todos ellos con buen funcionamiento y prolongada aplicación, que no podrían
calificarse como Estados de derecho.
La democracia está conformada, entonces, como un modelo con cuatro dimensiones, cada
una de ellas correspondiente con los cuatro tipos de derechos fundamentales. Los derechos
políticos, los derechos civiles, los derechos de libertad y los derechos sociales. Los dos
primeros tipos de derechos, llamados derechos secundarios, formales o instrumentales,
fundamentan la legitimidad en la esfera de la política y de la economía, y por lo tanto, la
dimensión formal, política y civil, de la democracia. Los otros dos tipos de derechos (de
libertad y sociales) llamados primarios, sustanciales o finales, marcan lo que está prohibido
hacer a la autonomía política y económica de las personas, fundamentando la legitimidad de
la sustancia de las decisiones y, por lo tanto, la dimensión sustancial de la democracia. El
paradigma de la democracia constitucional se impuso luego de la Segunda Guerra Mundial
para evitar que se produjeran en lo sucesivo experiencias del tipo nazi o fascista. Las
consecuencias de este modelo es que los ciudadanos se convierten en titulares de los
derechos fundamentales. Por ello, las personas adquieren una ubicación sobre-ordenada al
conjunto.
La participación política debe ser promovida a partir de la realidad social y política que
viven nuestros países. Sin embargo, hay elementos constantes que hacen
particularmente importante la participación política y que deben tomarse en cuenta:
Las democracias en las que las personas delegan la participación y las decisiones en
otras, desatendiendo los asuntos públicos, rápidamente dejan de ser democráticas.
Esto es aún más grave si la población no se preocupa por institucionalizar formas de
control y participación directa de todos. Institucionalizar significa contar con normas o
leyes que garanticen que podemos elegir directamente a las personas que nos
representarán, así como el derecho a fiscalizar y reclamar lo que hacen, cómo lo
hacen y si nos representan de acuerdo a nuestros intereses y necesidades. La
participación política debe ser promovida a partir de la realidad social y política que
viven nuestros países. Hay que recordar que, aunque hablemos de Latinoamérica
como un todo, cada país tiene características que lo diferencian de los demás. La
democracia "delegativa" se limita al derecho de todo ciudadano a elegir y a ser
elegido, y a delegar las funciones del gobierno a las autoridades electas. Así, las
personas se olvidan de los asuntos públicos hasta que termina el período de gobierno
y tienen que elegir nuevamente. Esto contradice totalmente los objetivos principales de
la participación política y los principios de una democracia plena. La participación
política, en cuanto a las relaciones entre el pueblo y el gobierno, ya sea central o local,
implica siempre una negociación. Es decir, un proceso que culmina en una
concertación, en un acuerdo de voluntades. Así, los principios de la negociación que
se plantean en el Modulo de Resolución Pacífica de Conflictos son aplicables en este
caso.
Clases
A) Estado de Emergencia
El Poder Ejecutivo dentro de las facultades constitucionales señaladas por la Constitución, a
través de un decreto supremo puede declarar este estado de excepción cuando la vida de la
nación se encuentra en grave peligro, esto es, cuando hay perturbación de la paz o del orden
interno, desastres naturales, en consecuencia, decretará la restricción o suspensión de los
derechos fundamentales tales como el derecho a la libertad y a la seguridad personal, la
inviolabilidad de domicilio, la libertad de reunión y de tránsito.
B) Estado de Sitio
El Estado peruano en uso de sus facultades constitucionales decreta el estado de sitio en
situaciones muy graves que atenten la vida de la nación, esto es, invasión y guerra exterior o
guerra civil, por tanto, se suprimen o suspenden derechos fundamentales instituidos en la
Constitución concordante con el contenido normativo de la Declaración Universal de
Derechos Humanos.
A. REFORMA CONSTITUCIONAL
B. INICIATIVA LEGISLATIVA
La iniciativa legislativa de uno o más proyectos de ley, acompañada por las firmas
comprobadas de no menos del cero punto tres por ciento (0.3%) de la población
electoral nacional, recibe preferencia en el trámite del Congreso. El Congreso
ordena su publicación en el diario oficial.
El derecho de iniciativa en la formación de leyes comprende todas las materias
con las mismas limitaciones que sobre temas tributarios o presupuestarios tienen
los congresistas de la República. La iniciativa se redacta en forma de proyecto
articulado.
El Congreso dictamina y vota el proyecto en el plazo de 120 días calendario.
Vigencia restablecida por el Artículo 2º de la Ley 27520, publicada el 26-09-2001.
Quienes presentan la iniciativa pueden nombrar a dos representantes para la
sustentación y defensa en la o las comisiones dictaminadoras del congreso y en
su caso en el proceso de reconsideración. Texto modificado por el Artículo 1º de
la Ley Nº 26592, publicada el 18-04-96.
Si existiese uno o más proyectos de ley que versen sobre lo mismo que el
presentado por la ciudadanía, se procede a la acumulación de éstos, sin que ello
signifique que las facultades de los promotores de la Iniciativa o de quien lo
represente queden sin efecto. Vigencia restablecida por el Artículo 2º de la Ley Nº
27520, publicada el 26-09-2001.
El Proyecto de ley rechazado en el Congreso puede ser sometido a referéndum
conforme a esta Ley. Asimismo, cuando los promotores juzguen que al aprobarla
se le han introducido modificaciones sustanciales que desvirtúan su finalidad
primigenia podrán solicitar referéndum para consultar a la ciudadanía sobre su
aprobación. Vigencia restablecida por el Artículo 2º de la Ley Nº 27520, publicada
el 26-09-2001.
A. La democracia representativa
La democracia representativa es una forma indirecta de participar en el gobierno.
El sufragio es la institución más importante de la democracia representativa. Al
depositarlo, estamos eligiendo a las personas que conformarán el gobierno y,
junto con ellas, decidimos por un programa de gobierno que creemos es el que
mejor responderá a nuestros intereses. No gobernamos, pero sí elegimos a
nuestros gobernantes. En Latinoamérica elegimos a nuestros gobernantes de
manera directa: cada uno de nosotros vota por un candidato presidencial y un
partido político. En otros países, como Estados Unidos, la elección se realiza por
vía indirecta, a través de colegios electorales que representan a todos los Estados
de la Unión. Cada Colegio Electoral organiza su votación y obtiene un ganador;
luego el o los representantes de los colegios electorales eligen al Presidente de la
Republica votando por el candidato que ganó en su respectivo lugar. En muchos
países de Latinoamérica, la autoridad del gobierno local se elige por la vía directa.
Todo ello forma parte de los mecanismos de la democracia representativa:
elegimos a nuestros representantes ante el gobierno, a las personas que nos van
a gobernar. Sin embargo, esto no significa que estemos ejerciendo el gobierno o
tomando decisiones gubernamentales. La democracia directa sí permite que
participemos directamente en el gobierno, tal como lo veremos a continuación.
B. La democracia directa
a) Revocatoria de Autoridades,
b) Remoción de Autoridades;
c) Demanda de Rendición de Cuentas;
d) Otros mecanismos de control establecidos por la presente ley para el ámbito de
los gobiernos municipales y regionales.
A. LA REVOCATORIA
De acuerdo a lo señalado en la
Ley N° 26300, la revocatoria es
el derecho que tenemos todos
los ciudadanos para dejar sin
efecto el cargo de
determinadas autoridades.
La finalidad que se persigue al solicitar la consulta popular de revocatoria es poner
fin al mandato de determinadas autoridades. Es importante precisar que no
siempre el pedido de revocatoria de determinada autoridad pone fin a su mandato.
Pueden ser sometidas a consulta popular de revocatoria:
Los ciudadanos que aspiren a revocar una autoridad deberán registrarse ante el
Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
El pedido de consulta será a partir del tercer año de mandato de la autoridad
La revocatoria deberá sustentarse ante la Oficina Nacional de Procesos
Electorales (ONPE) y, de ser denegada, podrá apelarse ante el JNE. Si el ente
electoral deniega la apelación, el proceso queda totalmente anulado.
En caso sea admitido el pedido de revocatoria, el interesado tendrá que reunir el
25% de firmas de los electores de su circunscripción. Si la consulta fuera
favorable, quien acceda al cargo del revocado será el accesitario y en ningún caso
se convocarán a nuevas elecciones.
La ley obliga a los promotores a rendir cuentas de los fondos empleados.
B. LA REMOCIÓN DE AUTORIDADES:
Es un mecanismo de control ciudadano que se refiere a destituir de sus cargos
a aquellas autoridades cuya elección no se ha dado directamente en una votación
popular, sino que han sido nombradas por instituciones intermedias.
Basta que el Jurado Nacional de Elecciones compruebe que más del 50% de los
ciudadanos de una jurisdicción electoral o judicial hayan presentado la solicitud de
remoción. No hay necesidad de convocar a un referéndum como para la
revocatoria. Se requiere la adhesión de más del 50% de los electores de la
jurisdicción electoral.
C. LA RENDICIÓN DE CUENTAS
• Permite que la población conozca cuáles son los logros y resultados que va
consiguiendo la gestión nacional, regional y local,
• Favorece el diálogo entre población y autoridades, y constituye un espacio
• de proximidad y fortalecimiento de la democracia.
• Posibilita que las autoridades, trabajadores/as y la población se preocupen por
el manejo eficiente de los recursos
• Fortalece o promueve la recuperación de la confianza de la población en sus
autoridades.
• Incentiva el cumplimiento de responsabilidades por parte de la población.
• Fortalece el liderazgo de las autoridades de los tres niveles de gobierno
(Presidente de la República, ministros, alcaldes/as, presidente/a regional, el
concejo municipal y el consejo regional.
Recuperado de http://elcomercio.pe/lima/ciudad/san-isidro-vs-magdalena-referendum-podria-acabar-
conflicto-noticia-182
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS