Está en la página 1de 17

DEMOCRACIA Y

CIUDADANÍA EN EL
CONTEXTO PERUANO
SEMANA 7

REALIDAD NACIONAL, CONSTITUCIÓN Y DERECHOS HUMANOS


INTRODUCCIÓN
Según Max Weber (citado por Clarke, 1996) define al “Estado como un cuerpo autónomo que
tiene jurisdicción territorial y monopolio sobre el uso coercitivo de la fuerza dentro de su
jurisdicción” (p. 792). Esta definición contiene los elementos más importantes del Estado
entre ellos el territorio, la población y la autoridad coercitiva el ideal de derecho circunscrito
por la jurisdicción, el gobierno y la autonomía.

La importancia del Estado es que en ella se concentra la autoridad, la legislación y el orden


de un determinado país, esto es, es una persona jurídica con facultad del máximo poder,
tiene a su cargo a las instituciones públicas como el Comando Conjunto de la Fuerzas
Armadas, las instituciones de la administración pública, los tribunales y la policía nacional,
siendo su rol la defensa, gobernación, justicia y seguridad y otras como las relaciones
exteriores. Asimismo, tiene como estructura la división de poderes como el Poder Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, así como también los organismos autónomos.

1. ESTADO DE DERECHO

Definición
De acuerdo a Kelsen (1960) señala que por Estado de Derecho, debe entenderse un cierto
tipo de Estado: aquel que responde a las exigencias de la democracia y de la certeza del
derecho. En este sentido debe entenderse por Estado de Derecho aquel que posee un
ordenamiento jurídico relativamente centralizado en base al cual la jurisdicción y la
administración están vinculadas por leyes, esto es, por normas generales emanadas de un
parlamento elegido por el pueblo, cuyos miembros del gobierno responden de sus actos;
cuyos tribunales son independientes; y donde se garantizan determinadas libertades a los
ciudadanos especialmente la libertad de religión, de conciencia y de expresión (p. 314-315).

Zagrebelsky (1997, p. 21) señala que, el Estado de Derecho indica un valor y alude sólo a
una de las direcciones de desarrollo de la organización del Estado. El valor es la eliminación
de la arbitrariedad en el ámbito de la actividad estatal que afecta a los ciudadanos. La
dirección es la inversión de la relación entre el poder y derecho.

Para Vanossi (2008) el Estado de derecho es el Estado constitucional, que no es otra cosa
que el tipo de Estado basado en la democracia y en el pluralismo, que supone la soberanía
popular, creación del derecho por intervención o representación de los gobernados,
predominio del consenso sobre la coerción en la gestión de las decisiones políticas
fundamentales, separación y distribución de poderes, limitación y control del poder,
independencia del controlante respecto del controlado, libertades individuales y derechos
sociales, pluralismo de partidos y de grupos, posibilidad permanente de alternancia en el
acceso al poder, responsabilidad de los gobernantes, régimen de garantías (p. 22).
2. ELEMENTOS DEL ESTADO DE DERECHO

Cuatro son los elementos del Estado de Derecho: la libertad individual, la igualdad, la división
de poderes y el control de la constitucionalidad de las leyes.

1. La libertad personal, fue Montesquieu, quien definió la libertad como el derecho de hacer
todo aquello que las leyes permitan, principio que quedó incorporado a la Declaración del
hombre y el ciudadano, donde se declara que, la libertad consiste en poder hacer todo
aquello que no daña a otro; por lo tanto, el ejercicio de los derechos naturales de cada
hombre no tiene más límites que aquellos que aseguran a los demás miembros de la
sociedad el goce de los mismos derechos. Estos límites sólo pueden ser determinados por la
ley.

2. Igualdad ante la ley, quiere decir aplicación objetiva de las normas, sin distingos de
posición. La igualdad consiste en dar a todos las mismas oportunidades, no consiste en
distribuir equitativamente los bienes sino en posibilitar su justa distribución.

3. La separación de poderes, está destinada a dar la seguridad de cada Órgano del Estado
se halla contrapesado por los otros. La idea del equilibrio de poderes, destinado a impedir
que los gobernantes y las autoridades se excedan del ámbito legal. Para impedir el abuso del
poder, el Estado de Derecho ha multiplicado las autoridades públicas, en forma tal que las
atribuciones de cada uno estén limitadas por una autoridad conexa. Un sistema de
competencias garantiza el cumplimiento de las normas y obliga a cada autoridad u organismo
estatal a ceñirse a la órbita que le es específica. Sin pretender que exista una división del
poder, los Órganos del Estado no pueden exigir algo sino en virtud de normas
preestablecidas.

4. El control de la constitucionalidad de las leyes, se ha impuesto en muchos países por


extensión de una construcción doctrinaria y judicial elaborada en los Estados Unidos de Norte
América. La protección judicial de la constitucionalidad no constituye un gobierno de jueces
sobre los gobernantes. Tal súper legalidad de la norma constitucional es tutelada solamente
al juzgarse casos concretos y la declaración judicial surte efectos, estrictamente, para el litigio
en que recae; a efectos de controlar en forma efectiva el Estado de Derecho.

3. PRINCIPIO DEL ESTADO DE DERECHO

Para Abendroth, W. (1986, p. 22-25) los principios del Estado de Derecho son:

a. Todas las disposiciones jurídicas deben ser prospectivas, abiertas y claras. Uno no
puede ser guiado por una disposición retroactiva. Algunas veces, en consecuencia, es
tenida por sabido que puede legislarse una disposición retroactiva. Cuando esto
ocurre la retroactividad no entra en conflicto con el Estado Derecho. El Derecho tiene
que ser abierto y publicitado adecuadamente. Si está hecho para guiar a los
individuos, estos tienen que estar en posibilidad de encontrar lo que el derecho es.

b. Las disposiciones jurídicas deben ser relativamente estables. Las disposiciones


jurídicas no deben ser cambiadas con mucha frecuencia, si cambian frecuentemente
la gente encontrará dificultad en saber lo que el Derecho es determinados momento y
estará siempre temeroso de que el Derecho haya cambiado desde que él supo lo que
el derecho era. Pero, aún más importantes es el hecho de que la gente necesita
conocer el derecho no únicamente para tomar decisiones de corto plazo, sino, para
planes de largo alcance.

c. El establecimiento de disposiciones jurídicas particulares debe ser guiado por


disposiciones jurídicas abiertas, estables, claras y generales. Algunas ocasiones se
supone que los requerimientos de generalidad constituyen la esencia del Estado de
Derecho. Esta noción deriva, como observamos anteriormente, de la interpretación de
Estado de Derecho son Derecho es interpretado en sus connotaciones ordinarias al
restringirse al derecho general, estable y abierto. Esto es reforzado, también, por la
creencia de que el Estado de Derecho es particularmente relevante para la
producción de la igualdad y que la igualdad está relacionada con la generalidad del
Derecho.

d. La independencia del Poder Judicial tiene que ser garantizada. Es de la esencia de


los sistemas jurídicos nacionales instituir órganos judiciales encargados, entre otras
cosas, del deber de aplicar el Derecho a los casos sometidos a su conocimiento y
cuyas sentencias y resoluciones sobre los méritos de tales casos son finales. Como
poco más o menos cualquier cuestión que surja bajo cualquier derecho puede ser
objeto de una sentencia concluyente, es obvio que sería vano guiar la acción de uno
con base en el derecho si los tribunales, cuando la cuestión llegue a juicio, no aplican
el derecho y actúan con base en otras razones.

e. Los principios de la justicia natural tienen que ser observados. Juicios públicos y
justos, ausencia de prejuicios y cuestiones de este tipo son, obviamente, esenciales
para la correcta aplicación del Derecho, e igualmente, a través de las mismas
consideraciones antes mencionadas, para su aptitud de guiar la acción.

f. Los tribunales deben tener poderes de revisión sobre la implementación de los otros
principios. Esto incluye la posibilidad de revisar tanto la legislación ordinaria y
parlamentaria, así como la acción administrativa; pero en sí misma, constituye una
muy limitada revisión.

g. Los tribunales deben ser fácilmente accesibles. Dada la disposición central de los
tribunales en el aseguramiento del Estado de Derecho, es obvio que su accesibilidad
es de mayor importancia.

h. A los órganos de prevención criminal dotados de discrecionalidad no se les debe


permitir pervertir el derecho. No únicamente los tribunales, sino, también, las acciones
de la policía y de las autoridades encargadas de la persecución pueden subvertir el
Derecho.

4. EL ESTADO DE DERECHO Y SU RELACIÓN CON LA DEMOCRACIA

El concepto de Estado de derecho nos da una reflexión integral, tanto del terreno de la
política, como de los valores y principios jurídicos, así como primordialmente en la estructura
básica de la sociedad, es decir, en el sistema de instituciones fundamentales que permiten
calificar de democrática a una determinada sociedad. Y lo cierto es que existen sociedades
democráticas y legales donde el reparto de la riqueza es más limitado que en otras o donde
los criterios para establecer penas podrían ser considerados excesivamente severos; pero no
se trata de la distancia que media entre el autoritarismo y la democracia, sino una distancia
dentro del propio modelo de Estado de derecho. Existen, así, enormes diferencias entre los
sistemas sociales de los distintos países democráticos, aunque estas diferencias tengan más
que ver con las instituciones de justicia distributiva y los servicios sociales que con la
legitimidad de la ley. Algunos se nos antojan más justos, otros más restrictivos, pero todos
comparten una estructura legal similar que nos permite clasificarlos dentro del mismo terreno.
Por ello, es necesario recalcar que el Estado de derecho no es equivalente a la justicia social,
pero, y esto es esencial, ningún modelo de justicia social razonable puede ser alcanzado sino
a través de los cauces del Estado de derecho. Del mismo modo, la democracia no es
equivalente a una distribución equitativa de la riqueza; pero sólo mediante los poderes
democráticos es posible distribuir la riqueza social sin graves injusticias ni derramamiento de
sangre. En todo caso, el Estado de derecho propicia un amplio espacio para la reforma de las
instituciones existentes y para la búsqueda de los proyectos sociales legítimos que se
sostienen desde la pluralidad de la vida colectiva.

El Estado de derecho choca con los sistemas totalitarios y autoritarios, es decir, con los
sistemas donde no existe control efectivo sobre el gobierno y los derechos elementales de los
ciudadanos no son respetados. Su principio básico es que no toda legalidad es deseable,
aunque sea efectiva. La historia ha registrado sistemas legales que no pueden ser
considerados genuinos Estados de derecho. La legalidad establecida por el gobierno nazi
(Nationalsozialstischen Rechsstaat), la legalidad del franquismo (las Leyes Fundamentales
del Estado) y la legalidad de los países comunistas organizados política y jurídicamente a
partir del supuesto de la supremacía del partido revolucionario son ejemplos de sistemas
legales, todos ellos con buen funcionamiento y prolongada aplicación, que no podrían
calificarse como Estados de derecho.

La democracia está conformada, entonces, como un modelo con cuatro dimensiones, cada
una de ellas correspondiente con los cuatro tipos de derechos fundamentales. Los derechos
políticos, los derechos civiles, los derechos de libertad y los derechos sociales. Los dos
primeros tipos de derechos, llamados derechos secundarios, formales o instrumentales,
fundamentan la legitimidad en la esfera de la política y de la economía, y por lo tanto, la
dimensión formal, política y civil, de la democracia. Los otros dos tipos de derechos (de
libertad y sociales) llamados primarios, sustanciales o finales, marcan lo que está prohibido
hacer a la autonomía política y económica de las personas, fundamentando la legitimidad de
la sustancia de las decisiones y, por lo tanto, la dimensión sustancial de la democracia. El
paradigma de la democracia constitucional se impuso luego de la Segunda Guerra Mundial
para evitar que se produjeran en lo sucesivo experiencias del tipo nazi o fascista. Las
consecuencias de este modelo es que los ciudadanos se convierten en titulares de los
derechos fundamentales. Por ello, las personas adquieren una ubicación sobre-ordenada al
conjunto.

5. MODALIDADES DE ORGANIZACIÓN DEL ESTADO DE DERECHO

A. Estado Liberal de Derecho


Carbonell, M. y Vásquez R. (2009, p. 95-98), establecen como un paradigma inicial del
proceso con todo lo que todavía puede alegarse en su contra, esto es, baja participación
democrática y en su favor principalmente, la básica organización del cuadro jurídico e
institucional para una identificación legal-racional del Estado y para el reconocimiento y
garantía de, hasta entonces, muy desprotegidos derechos y libertades.

B. Estado Social de Derecho


Carbonell, M. y Vásquez R. (2009, p. 99-103), sostienen como alternativa dual y gradual ante
la grave crisis y las insostenibles carencias e insuficiencias del modelo liberal. La necesidad y
posibilidad de tal alternativa se muestra ya con toda claridad desde, al menos, los años de la
primera guerra mundial, 1914-1918.

C. Estado Democrático de Derecho


Carbonell, M. y Vásquez R. (2009, p. 106-111), sostienen el Estado democrático de Derecho,
caracterización por tanto a tomar en consideración en cada una de sus específicas
dimensiones, como posibles vías de solución de futuro, y actual, ante las dificultades y
problemas que han ido localizándose en el imprescindible Estado Social y, especialmente, en
la reducción neoliberal del Estado de bienestar.

D. Estado Constitucional del Derecho


El Estado Constitucional del Derecho, es aquella perspectiva en la que el poder se encuentra
sometido a la Constitución, instrumento normativo que se encuentra más allá del manejo que
pudieran hacer no sólo los gobernantes de turno, sino además de los grupos de poder
dominante. El Poder, en suma, ya no se encuentra solo sometido a la ley, como pudiera
pensarse lo estuvo en el Estado de Derecho originario y liberal, sino que es la máxima norma
la que lo somete y con ello, también auspicia el cuestionamiento del positivismo del siglo XIX,
así como lo que se denomina principio de la legalidad.

6.DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS O DERECHOS CÍVICOS

Los derechos políticos constituyen la primera porción de la Declaración Universal de


Derechos Humanos de 1948 (así como los derechos económicos, sociales y culturales
comprenden la segunda parte). La teoría de las tres generaciones de derechos
humanos considera a este grupo de
derechos como los "derechos de
primera generación". El Pacto
Internacional de Derechos Civiles y
Políticos de 1966 incluye el "derecho
de libre determinación" de "todos los
pueblos” los llamados "derechos
colectivos", por oposición a los
"derechos individuales", están entre
los "derechos de tercera generación"
según la teoría de las tres
generaciones de derechos. La
participación política, no se limita a
participar en los procesos electorales.
Los partidos políticos son parte de la política, así como otras organizaciones sociales,
grupos, movimientos e instituciones de las que surgen leyes y normas de cumplimiento
obligatorio para todos los ciudadanos.

Participar políticamente es participar activa, consciente y democráticamente en la toma


de decisiones que tienen que ver con todos aquellos asuntos que afectan nuestras
vidas como personas y como grupo. Desde el momento en que nos involucramos con
una organización comunal que lucha por el acceso de toda la población a los servicios
de agua, electricidad, transporte y vivienda digna, estamos participando políticamente,
aunque no militemos en un partido político. La participación política es muy importante
si queremos influir en las decisiones que se toman en el gobierno, el congreso y el
municipio. Estas decisiones afectan nuestra calidad de vida, la posibilidad de vivir en
democracia y de ejercer nuestros derechos. En otras palabras, el poder político es
expresión de la soberanía que reside en el pueblo. Y el pueblo somos todas las
personas que residen en un país, sin importar su sexo, su edad, estado civil, si son
ricas o pobres, indígenas, afrodescendientes, del campo o de la ciudad. Esta
soberanía es, a su vez, el sustento básico, el pilar en el que descansa la democracia.
Es importante reflexionar sobre este punto. La actuación conjunta, organizada y
planeada de todas las personas que forman parte de una comunidad, municipio,
provincia o nación, dará mejores resultados que aquellas acciones que realicen
personas individuales. Tal vez, al principio, podamos equivocarnos; pero con el
tiempo, aprenderemos de nuestros errores y los corregiremos. Es así como se
construye la cultura política de los pueblos.

7.LA IMPORTANCIA DE DEMOCRATIZAR LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA

La participación política debe ser promovida a partir de la realidad social y política que
viven nuestros países. Sin embargo, hay elementos constantes que hacen
particularmente importante la participación política y que deben tomarse en cuenta:

a) La debilidad de las instituciones que son necesarias para mantener y desarrollar la


democracia en nuestros países.
b) La necesidad de fortalecer la sociedad civil ante los partidos políticos, los medios
de comunicación, las propias organizaciones no gubernamentales que dicen
representarla y las instituciones del Estado.
c) La necesidad de promover la participación política por medio de mecanismos de
democracia directa, que permitan a la población participar en el gobierno y
controlar a las autoridades, es fundamental para el desarrollo democrático de
nuestros países.

Las democracias en las que las personas delegan la participación y las decisiones en
otras, desatendiendo los asuntos públicos, rápidamente dejan de ser democráticas.
Esto es aún más grave si la población no se preocupa por institucionalizar formas de
control y participación directa de todos. Institucionalizar significa contar con normas o
leyes que garanticen que podemos elegir directamente a las personas que nos
representarán, así como el derecho a fiscalizar y reclamar lo que hacen, cómo lo
hacen y si nos representan de acuerdo a nuestros intereses y necesidades. La
participación política debe ser promovida a partir de la realidad social y política que
viven nuestros países. Hay que recordar que, aunque hablemos de Latinoamérica
como un todo, cada país tiene características que lo diferencian de los demás. La
democracia "delegativa" se limita al derecho de todo ciudadano a elegir y a ser
elegido, y a delegar las funciones del gobierno a las autoridades electas. Así, las
personas se olvidan de los asuntos públicos hasta que termina el período de gobierno
y tienen que elegir nuevamente. Esto contradice totalmente los objetivos principales de
la participación política y los principios de una democracia plena. La participación
política, en cuanto a las relaciones entre el pueblo y el gobierno, ya sea central o local,
implica siempre una negociación. Es decir, un proceso que culmina en una
concertación, en un acuerdo de voluntades. Así, los principios de la negociación que
se plantean en el Modulo de Resolución Pacífica de Conflictos son aplicables en este
caso.

8.REGÍMENES DE EXCEPCIÓN EN EL PERÚ

Partiendo del contenido normativo señalado en el Art. 37, de la Constitución Política de


Estado de 1993 podemos definir como una restricción o suspensión del ejercicio de algunos
derechos humanos de la persona humana, concediéndole facultades especiales al Poder
Ejecutivo con la finalidad de asumir el control de la paz y del orden interno ante una
eventualidad de circunstancias de conflictos internos, catástrofes naturales y alteraciones de
la tranquilidad pública.

Clases
A) Estado de Emergencia
El Poder Ejecutivo dentro de las facultades constitucionales señaladas por la Constitución, a
través de un decreto supremo puede declarar este estado de excepción cuando la vida de la
nación se encuentra en grave peligro, esto es, cuando hay perturbación de la paz o del orden
interno, desastres naturales, en consecuencia, decretará la restricción o suspensión de los
derechos fundamentales tales como el derecho a la libertad y a la seguridad personal, la
inviolabilidad de domicilio, la libertad de reunión y de tránsito.

B) Estado de Sitio
El Estado peruano en uso de sus facultades constitucionales decreta el estado de sitio en
situaciones muy graves que atenten la vida de la nación, esto es, invasión y guerra exterior o
guerra civil, por tanto, se suprimen o suspenden derechos fundamentales instituidos en la
Constitución concordante con el contenido normativo de la Declaración Universal de
Derechos Humanos.

REGÍMENES DE EXCEPCIÓN EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE 1993


TÍTULO IV 
DE LA ESTRUCTURA DEL ESTADO 
CAPÍTULO VII 
RÉGIMEN DE EXCEPCIÓN

Artículo 137.- Estados de excepción. Estado de Emergencia y Estado de Sitio


El Presidente de la República, con acuerdo del Consejo de Ministros, puede decretar, por plazo determinado,
en todo el territorio nacional, o en parte de él, y dando cuenta al Congreso o a la Comisión Permanente, los
estados de excepción que en este artículo se contemplan: 
1. Estado de emergencia, en caso de perturbación de la paz o del orden interno, de catástrofe o de graves
circunstancias que afecten la vida de la Nación. En esta eventualidad, puede restringirse o suspenderse el
ejercicio de los derechos constitucionales relativos a la libertad y la seguridad personales, la inviolabilidad
del domicilio, y la libertad de reunión y de tránsito en el territorio comprendidos en los incisos 9, 11 y 12
del artículo 2 y en el inciso 24, apartado f del mismo artículo. En ninguna circunstancia se puede desterrar
a nadie.
El plazo del estado de emergencia no excede de sesenta días. Su prórroga requiere nuevo decreto. En
estado de emergencia las Fuerzas Armadas asumen el control del orden interno si así lo dispone el
Presidente de la República. 
2. Estado de sitio, en caso de invasión, guerra exterior, guerra civil, o peligro inminente de que se
produzcan, con mención de los derechos fundamentales cuyo ejercicio no se restringe o suspende. El
plazo correspondiente no excede de cuarenta y cinco días. Al decretarse el estado de sitio, el
Congreso se reúne de pleno derecho. La prórroga requiere aprobación del Congreso.

9.DERECHOS PARA LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA

El Estado tiene la obligación de crear los mecanismos y brindar un ambiente adecuado


para facilitar la participación política de todos los ciudadanos. Por ejemplo, para que
las personas podamos ejercer el derecho al voto, el Estado debe brindar las
condiciones materiales adecuadas, un proceso electoral transparente y la libertad de
que se presente una variedad de opciones y candidatos. Así, el voto o el sufragio
siempre aparecen como el mecanismo básico de participación de los ciudadanos en la
vida política de su nación. Entre más libres y transparentes sean las consultas de
elección popular, más se fortalece la Democracia. Entre más amplia sea la
participación ciudadana en la escogencia de los hombres y mujeres que integraran los
órganos del poder, más se consolida la democracia y la soberanía popular (Patiño,
Agudelo, Murillo y Echeverry, 1994). La participación de la ciudadanía en las elecciones
debe ser efectiva, tanto en la selección de las personas que ocuparan los cargos de
dirección al interior de los partidos, como en la escogencia de quienes integraran las
candidaturas y los cargos de elección popular. Pero los derechos políticos no se
reducen al sufragio. Por ello también deben existir mecanismos por medio de los
cuales las personas puedan participar directamente. Son derechos de participación de
los ciudadanos los siguientes:

 Iniciativa de Reforma Constitucional;


 Iniciativa en la formación de las leyes;
 Referéndum;
 Iniciativa en la formación de dispositivos municipales y regionales; y,
 Otros mecanismos de participación establecidos por la presente ley para el ámbito
de los gobiernos municipales y regionales.

A. REFORMA CONSTITUCIONAL

El derecho de la iniciativa para la Reforma parcial o


total de la Constitución requiere la adhesión de un
número de ciudadanos equivalente al cero punto tres
por ciento (0.3%) de la población electoral nacional. CONCORDANCIA:
Constitución Política, Art. 206°. R.J. Nº 086-2002-J-ONPE
 Las iniciativas de Reforma Constitucional provenientes de la ciudadanía se
tramitan con arreglo a las mismas previsiones dispuestas para las iniciativas de
los congresistas.
 Es improcedente toda iniciativa de reforma constitucional que recorte los
derechos ciudadanos consagrados en el Artículo 2° de la constitución Política
del Perú.

B. INICIATIVA LEGISLATIVA
La iniciativa legislativa de uno o más proyectos de ley, acompañada por las firmas
comprobadas de no menos del cero punto tres por ciento (0.3%) de la población
electoral nacional, recibe preferencia en el trámite del Congreso. El Congreso
ordena su publicación en el diario oficial.
 El derecho de iniciativa en la formación de leyes comprende todas las materias
con las mismas limitaciones que sobre temas tributarios o presupuestarios tienen
los congresistas de la República. La iniciativa se redacta en forma de proyecto
articulado.
 El Congreso dictamina y vota el proyecto en el plazo de 120 días calendario.
Vigencia restablecida por el Artículo 2º de la Ley 27520, publicada el 26-09-2001.
 Quienes presentan la iniciativa pueden nombrar a dos representantes para la
sustentación y defensa en la o las comisiones dictaminadoras del congreso y en
su caso en el proceso de reconsideración. Texto modificado por el Artículo 1º de
la Ley Nº 26592, publicada el 18-04-96.
 Si existiese uno o más proyectos de ley que versen sobre lo mismo que el
presentado por la ciudadanía, se procede a la acumulación de éstos, sin que ello
signifique que las facultades de los promotores de la Iniciativa o de quien lo
represente queden sin efecto. Vigencia restablecida por el Artículo 2º de la Ley Nº
27520, publicada el 26-09-2001.
 El Proyecto de ley rechazado en el Congreso puede ser sometido a referéndum
conforme a esta Ley. Asimismo, cuando los promotores juzguen que al aprobarla
se le han introducido modificaciones sustanciales que desvirtúan su finalidad
primigenia podrán solicitar referéndum para consultar a la ciudadanía sobre su
aprobación. Vigencia restablecida por el Artículo 2º de la Ley Nº 27520, publicada
el 26-09-2001.

C. REFERÉNDUM Y DE LAS CONSULTAS POPULARES

El Referéndum es el derecho de los ciudadanos para pronunciarse conforme a la


Constitución en los temas normativos que se le consultan. CONCORDANCIA: Ley
N° 26859, Art. 26°.
 El referéndum puede ser solicitado por
un número de ciudadanos no menor al
10 por ciento del electorado nacional.
CONCORDANCIA: R.J. N° 085-2002-J-
ONPE
 Procede el Referéndum en los
siguientes casos:
- La reforma total o parcial de la Constitución, de acuerdo al Artículo 206°
de la misma.
- Para la aprobación de leyes, normas regionales de carácter general y
ordenanzas municipales.
- Para la desaprobación de leyes, decretos legislativos y decretos de
urgencia, así como de las normas a que se refiere el inciso anterior.
Vigencia restablecida por el Artículo 2 de la Ley Nº 27520, publicada el
26-09-2001.
- En las materias a que se refiere el Artículo 190° de la Constitución, según
ley especial.

 No pueden someterse a referéndum las materias y normas a que se refiere el


segundo párrafo del Artículo 32° de la Constitución.
 Si la iniciativa legislativa fuera rechazada o modificada sustancialmente por el
Congreso, conforme a esta ley se podrá solicitar iniciación del procedimiento del
Referéndum, adicionando las firmas necesarias para completar el porcentaje de
ley.
 El resultado del referéndum determina la entrada en vigencia de las normas
aprobadas, o la derogación de las desaprobadas, siempre que hayan votado en
sentido favorable a la consulta la mitad más uno de los votantes, sin tener en
cuenta los votos nulos o en blanco. La consulta es válida sólo si fuera aprobada
por no menos del 30% del número total de votantes. Surte efectos a partir del día
siguiente de la publicación de los resultados oficiales por el Jurado Nacional de
Elecciones. Vigencia restablecida por el Artículo 2º de la Ley Nº 27520, publicada
el 26-09-2001.
 Una norma aprobada mediante referéndum no puede ser materia de modificación
dentro de los dos años de su vigencia, salvo nuevo referéndum o acuerdo del
congreso en dos legislaturas con el voto de dos tercios del número legal de
congresistas. Si el resultado del referéndum deviene negativo, no podrá reiterarse
la iniciativa hasta después de dos años.
 La convocatoria a Referéndum corresponde efectuarla a la autoridad electoral en
plazo no mayor de cuatro meses después de acreditadas las respectivas
iniciativas.

10. EL IDEAL DE LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA: COMBINAR LA DEMOCRACIA


REPRESENTATIVA CON LA DEMOCRACIA DIRECTA

La democracia es un sistema de gobierno que pretende lograr un funcionamiento


eficiente y representativo del Estado por medio de la división de poderes y la
participación de la ciudadanía en las decisiones del gobierno. La tesis central de la
democracia es que cada quien conoce mejor que nadie sus necesidades e intereses y
sabe mejor que nadie lo que le conviene. De ahí que la participación de todos es muy
importante para que el Gobierno conozca los verdaderos intereses y necesidades de
la sociedad. Solo así, podrá brindar prosperidad y bienestar. Hay pleno acuerdo en
que la esencia de la democracia reside en la participación real de los ciudadanos en la
conducción del poder.

A. La democracia representativa
La democracia representativa es una forma indirecta de participar en el gobierno.
El sufragio es la institución más importante de la democracia representativa. Al
depositarlo, estamos eligiendo a las personas que conformarán el gobierno y,
junto con ellas, decidimos por un programa de gobierno que creemos es el que
mejor responderá a nuestros intereses. No gobernamos, pero sí elegimos a
nuestros gobernantes. En Latinoamérica elegimos a nuestros gobernantes de
manera directa: cada uno de nosotros vota por un candidato presidencial y un
partido político. En otros países, como Estados Unidos, la elección se realiza por
vía indirecta, a través de colegios electorales que representan a todos los Estados
de la Unión. Cada Colegio Electoral organiza su votación y obtiene un ganador;
luego el o los representantes de los colegios electorales eligen al Presidente de la
Republica votando por el candidato que ganó en su respectivo lugar. En muchos
países de Latinoamérica, la autoridad del gobierno local se elige por la vía directa.
Todo ello forma parte de los mecanismos de la democracia representativa:
elegimos a nuestros representantes ante el gobierno, a las personas que nos van
a gobernar. Sin embargo, esto no significa que estemos ejerciendo el gobierno o
tomando decisiones gubernamentales. La democracia directa sí permite que
participemos directamente en el gobierno, tal como lo veremos a continuación.

B. La democracia directa

Como ya se ha dicho, tener derecho a


elegir nuestros gobernantes cada tantos
años y contar con un sistema de división y
equilibrio de los poderes del Estado, no
garantiza un gobierno eficiente y
representativo. La división y distribución del
poder no debe entonces limitarse al control
y colaboración entre los poderes Ejecutivo.
Legislativo y Judicial, sino que también
debe suponer el control y la colaboración
de toda la ciudadanía frente a esos poderes del Estado. La participación constante
de ciudadanos garantiza que las personas que ejercen el gobierno no se alejaran
de las propuestas y promesas que hicieron al pueblo, defendiendo los intereses
de la sociedad y no sus intereses personales. Un gobierno autoritario, que no
permite la participación de la población, pronto se aleja de los intereses de la
sociedad, ya que no los conoce. Recordemos que nadie mejor que la misma
sociedad para saber cuáles son sus necesidades. En tal sentido, la Constitución
de todo país democrático debe establecer principios y normas que permitan la
participación directa y constante de toda la ciudadanía en los diferentes espacios
de la vida nacional. La mayoría de los Estados latinoamericanos han aprobado
tratados internacionales que reconocen los derechos que ponen en marcha los
mecanismos de la democracia directa y por lo tanto, son parte de su legislación
interna, o tienen valor igual o superior a ella, su deber es reconocer y facilitar la
participación directa de la ciudadanía en los asuntos públicos.

Es de gran importancia reconocer que la existencia de estos derechos genera


también una serie de responsabilidades para la ciudadanía. Los derechos y
mecanismos que la democracia directa ofrece para participar en el Gobierno de un
país han sido diseñadas con un propósito: lograr un Estado eficiente y
representativo. Si los ciudadanos no participamos de las decisiones, es decir, si
no hacemos uso de los mecanismos que la democracia directa nos ofrece, o lo
hacemos de manera irresponsable, el propósito no se cumplirá. No tendremos un
Estado eficiente ni representativo. Será como si tales mecanismos no existieran o,
en otras palabras, será como tener un gobierno que no es legítimo. Los
ciudadanos no sólo somos responsables por las decisiones que tomamos o los
actos que realizamos. También somos responsables por los derechos que no
ejercemos, en cuanto a la elección y fiscalización de las autoridades, participación
en la elaboración de leyes, normas, etc. Es un acto de responsabilidad, por
ejemplo, conocer y analizar los planes de gobierno de cada uno de los grupos
políticos que aspiran llegar al poder. La libertad de elegir, uno de los pilares de la
democracia, así como todos nuestros derechos, deben ejercerse con
responsabilidad. Sin embargo, es un acto de irresponsabilidad, obstaculizar sin
motivo el trabajo de una autoridad o promover su revocación, solo porque no
compartimos sus simpatías políticas o no goza de nuestro aprecio personal. Es
preciso destacar que el derecho a participar directamente en el gobierno de
nuestro país no sólo debe darse a nivel político, sino también en el económico,
social y cultural. Este derecho implica una participación plena en la vida de
nuestra comunidad, de nuestra sociedad, de nuestra nación. Con su ejercicio
estaremos contribuyendo al bienestar de todos.

C. Participación política local

El municipio, ese espacio físico en el que vivimos, es donde se produce de


manera más clara y directa, la confrontación entre las demandas de la población y
las posibilidades del Estado para resolverlas. De ahí que, para las organizaciones
y grupos comunales, el municipio sea el escenario más cercano y adecuado para
ejercer la participación política. En el municipio podemos articular a la población y
al Estado en las tareas de seguimiento, defensa y educación de los derechos
humanos, de desarrollo de mecanismos para la solución pacífica de conflictos y
de actividades encaminadas a mejorar la vida de las personas. La participación
local o municipal ha cobrado gran importancia en los últimos años. Esto se debe a
los escasos logros que, para el desarrollo, han tenido las políticas de concentrar
todos los recursos y el poder en los gobiernos centrales. En nuestros países ahora
se habla de descentralización municipal, lo que supone trasladar recursos y
funciones a los gobiernos locales o municipalidades, con el propósito de facilitar la
participación de las personas en la solución de sus problemas.

11.EL CONTROL CIUDADANO

El control ciudadano es una forma de relación en virtud de la cual los particulares


influyen lícitamente en las condiciones de modo, tiempo y lugar en que el Estado
desarrolla sus actividades y cumple su fin esencial: el bien común, para que respete
las normas técnicas y jurídicas que rigen su actuación y acoja los intereses
comunitarios compatibles con ellas, sin hacerse ejecutores de tal gestión. Cuando se
ejerce control ciudadano a la gestión pública estatal no se ejecuta lo controlado,
porque el fin del control es que el Estado haga correctamente lo que le corresponde y
que las veedurías no pierdan la objetividad involucrándose en su materialización. Con
el poder se logra el resultado que buscamos. Según el sociólogo alemán Max Weber,
el poder consiste en la capacidad que tiene alguien para que otra persona haga algo
que no haría sin su intervención. Pero, igual que el Estado tiene límites para ejercer su
poder, los particulares los tenemos para ejercer el nuestro. Por eso el control
ciudadano implica que los particulares influyamos lícitamente en las decisiones del
Estado y no por medio de acciones prohibidas como el soborno, las amenazas o la
difamación de sus servidores, que también son los nuestros. Este planteamiento no
significa que debamos ganar poder para luchar contra el Estado, pues ya vimos que
en nuestra democracia debemos actuar en equipo con él, si queremos alcanzar
beneficios colectivos. Lo que significa es que si queremos transformar algo, que en
este caso es la forma de actuar del Estado, debemos tener la capacidad de hacerlo,
del mismo modo que requerimos fuerza para cambiar de sitio algo pesado. El Estado
tiene poder por las siguientes razones:

 Tiene facultades, jurídicamente reconocidas, superiores a las de los particulares,


como el uso de las armas, la administración del sistema carcelario o las cláusulas
exorbitantes en la contratación estatal, en virtud de que representa el interés
general.
 Los servidores públicos deben conocer mejor los temas técnicos de su
responsabilidad (construir un hospital, registrar a los millones de usuarios de los
regímenes de salud, etc.), lo que les permite argumentar con mayor solidez sus
decisiones.
 La actividad estatal está organizada: sus funciones, atribuciones y recursos se
definen y distribuyen con alguna lógica, mientras que habitualmente los
particulares actuamos en desorden, dispersos y con muy pocos recursos.
 El Estado a veces usa lenguajes técnicos, difíciles de entender para los
particulares, pues cada campo de su actividad tiene su propia jerga o terminología
especializada: la salud, la ingeniería, el derecho, las finanzas públicas, etc. Así
pasa que, en los debates que tenemos con él, algunas veces nos quede difícil
saber de qué está hablándonos y no podamos argumentar en contra de lo que
dice, para que acoja nuestras ideas.

Son derechos de control de los ciudadanos los siguientes:

a) Revocatoria de Autoridades,
b) Remoción de Autoridades;
c) Demanda de Rendición de Cuentas;
d) Otros mecanismos de control establecidos por la presente ley para el ámbito de
los gobiernos municipales y regionales.

A. LA REVOCATORIA
De acuerdo a lo señalado en la
Ley N° 26300, la revocatoria es
el derecho que tenemos todos
los ciudadanos para dejar sin
efecto el cargo de
determinadas autoridades.
La finalidad que se persigue al solicitar la consulta popular de revocatoria es poner
fin al mandato de determinadas autoridades. Es importante precisar que no
siempre el pedido de revocatoria de determinada autoridad pone fin a su mandato.
Pueden ser sometidas a consulta popular de revocatoria:

a. Autoridades Regionales: Gobernador, Vicegobernador y Consejeros


Regionales;
b. Autoridades Locales: Alcaldes y Regidores (Provinciales o Distritales).
c. Autoridades Judiciales: Jueces de Paz No Letrados.

Requisitos para la revocatoria de alcaldes y presidentes regionales, prevista en la


Ley de Participación y Control Ciudadano y modificada por la Ley N° 30315 del
Congreso, en marzo de 2015:

 Los ciudadanos que aspiren a revocar una autoridad deberán registrarse ante el
Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
 El pedido de consulta será a partir del tercer año de mandato de la autoridad
 La revocatoria deberá sustentarse ante la Oficina Nacional de Procesos
Electorales (ONPE) y, de ser denegada, podrá apelarse ante el JNE. Si el ente
electoral deniega la apelación, el proceso queda totalmente anulado.
 En caso sea admitido el pedido de revocatoria, el interesado tendrá que reunir el
25% de firmas de los electores de su circunscripción. Si la consulta fuera
favorable, quien acceda al cargo del revocado será el accesitario y en ningún caso
se convocarán a nuevas elecciones.
 La ley obliga a los promotores a rendir cuentas de los fondos empleados.

B. LA REMOCIÓN DE AUTORIDADES:
Es un mecanismo de control ciudadano que se refiere a destituir de sus cargos
a aquellas autoridades cuya elección no se ha dado directamente en una votación
popular, sino que han sido nombradas por instituciones intermedias.

¿Qué autoridades pueden ser sometidas a remoción?


Autoridades designadas por el Gobierno Central o Regional en la jurisdicción
regional, departamental, provincial y distrital.

 No comprende a los Jefes Políticos Militares en las zonas declaradas en estado


de emergencia.

Basta que el Jurado Nacional de Elecciones compruebe que más del 50% de los
ciudadanos de una jurisdicción electoral o judicial hayan presentado la solicitud de
remoción. No hay necesidad de convocar a un referéndum como para la
revocatoria. Se requiere la adhesión de más del 50% de los electores de la
jurisdicción electoral.
C. LA RENDICIÓN DE CUENTAS

La rendición de cuentas es el acto mediante el cual las autoridades y


funcionarios(as) de los tres niveles de gobierno se dirigen a la población para
mostrar los avances, dificultades y resultados de su gestión en el logro de los
objetivos de desarrollo y la mejora de la calidad de vida de las personas. En este
acto se debe dar cuenta del manejo de los recursos del Estado en función al
cumplimiento de los objetivos trazados, y en el marco de los principios de
transparencia, honestidad y legalidad. Para que este proceso sea trascendente y
significativo para la población es necesario que se muestren indicadores de los
logros y resultados conseguidos, y no solamente cuántos recursos se han gastado
y la documentación respectiva.
En este acto de rendición de
cuentas, las autoridades deben
mostrar cuáles son los
resultados inmediatos que han
obtenido con su gestión; es
decir, el cambio en las
condiciones, cualidades,
características o actitudes de la
población que ha recibido los
bienes, servicios u obras del
gobierno.

La rendición de cuentas, además de ser una obligación legal, es una oportunidad


para recuperar o reforzar la confianza de la población en sus autoridades. Es un
espacio que permite mantener la proximidad entre autoridades y ciudadanía.
Precisa del 10% de electores (25 mil firmas). Entre las razones más importantes
podemos señalar las siguientes:

• Permite que la población conozca cuáles son los logros y resultados que va
consiguiendo la gestión nacional, regional y local,
• Favorece el diálogo entre población y autoridades, y constituye un espacio
• de proximidad y fortalecimiento de la democracia.
• Posibilita que las autoridades, trabajadores/as y la población se preocupen por
el manejo eficiente de los recursos
• Fortalece o promueve la recuperación de la confianza de la población en sus
autoridades.
• Incentiva el cumplimiento de responsabilidades por parte de la población.
• Fortalece el liderazgo de las autoridades de los tres niveles de gobierno
(Presidente de la República, ministros, alcaldes/as, presidente/a regional, el
concejo municipal y el consejo regional.

¿Quiénes deben rendir cuentas?


Del Gobierno El Presidente de la República
Nacional
Los y las principales representantes de las organizaciones sociales que
De la Sociedad representan a la ciudadanía.
Civil
E l Gobernador o Gobernadora Regional, funcionarios/as y
Del Gobierno Consejeros/as delegados/as y consejeros/as del Gobierno Regional.
Regional
E l Consejo de Coordinación Regional.

Alcalde o Alcaldesa, regidores/as y funcionarios/as.


Del Gobierno
L o s Consejos de Coordinación Local.
Local

Recuperado de http://elcomercio.pe/lima/ciudad/san-isidro-vs-magdalena-referendum-podria-acabar-
conflicto-noticia-182

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Agudelo-Ramírez, A., Murillo-Saá, L., Echeverry-Restrepo, L. & Patiño-López, J. A.


(2013). Participación ciudadana y prácticas políticas de jóvenes en la
cotidianidad. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y
Juventud, 11 (2), pp. 587-602.

Carpizo, J. (1999). Estudios Constitucionales. . México: Porrúa.

Basadre, J. (1997). Historia del Derecho Peruano. Lima: Rochas.

Eguiguren, F. (1991). La Jurisdicción Constitucional en el Perú: Características,


Problemas y propuestas para su Reforma. Lima: Universidad Pontificia la
Católica del Perú.
Ferrero, R. (2000). Ciencia Política: Teoría del Estado y Derecho Constitucional. Lima:
Universidad de Lima Fondo Editorial.
Rubio, M. (1991). El Sistema Jurídico: Introducción al Derecho. Lima: San Marcos.

Wolfgang, A. (1986). El Estado de Derecho Democrático y Social como proyecto político.


Madrid: Centro de Estudios Constitucionales

Zagrebelsky, G. (1997). El derecho dúctil. Ley, derechos, justicia. Madrid: Trottar

También podría gustarte