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SINDICALES Y DE ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA DE LA FSTSE
6º. CUATRIMESTRE
TEMAS DESARROLLADOS
(MODALIDAD MIXTA)
JUNIO 26/20
TEMA I.
NORMA PROCESAL.
Teorías privatistas:
Consideran que el proceso es una institución integrada dentro del Derecho
privado. Hoy en día no se puede mantener esta tesis, habida cuenta del monopolio
estatal sobre la jurisdicción, que impide considerar al proceso como algo propio
del ámbito privado. Para estos autores, proceso puede identificarse con contrato,
de forma que lo definen como el acuerdo de voluntad de las partes en virtud del
cual deciden someterse a la decisión de un juez. Por tanto, la jurisdicción es
asimilada a una especie de convenio arbitral de las partes, denominado litis
contestatio. El consentimiento, objeto y causa de este contrato serían los
elementos que conceden la fuerza de cosa juzgada a la sentencia dictada por el
juez. Esta litis contestatio tiene que ver más con el arbitraje que con la jurisdicción,
y es totalmente inadmisible en cuanto al proceso penal, en el cual no es necesaria
la voluntad del procesado de someterse a la decisión del juez, quien dicta
sentencia en virtud de su imperium o potestad, y no por compromiso o contrato
alguno. Otro sector considera que el proceso debe explicarse a través del
cuasicontrato, de forma que el consentimiento de las partes de someterse a la
decisión del juez es tácito y no expreso; así se salvaba una de las críticas a la
teoría contractualista. Sin embargo, se mostró también inútil, ya que la sentencia
del juez no tiene nada que ver con el consentimiento de las partes.
Teorías publicistas:
Estos autores creen que el proceso no puede explicarse a través de las relaciones
jurídico-privadas, y por ello acuden al Derecho público. Las teorías más relevantes
son las siguientes:
El proceso como relación jurídica
El alemán Von Büllow concebía al proceso como una relación jurídica que se
caracteriza por su autonomía o independencia de la relación jurídica material que
se deducía dentro del mismo. Características de esta relación: Se trata de una
relación jurídica compleja, ya que engloba todos los derechos y deberes que se
producen en las distintas fases del procedimiento. Es una relación de Derecho
público, que tiene su origen en una litis contestatio de naturaleza pública. Por
tanto, el proceso es la relación jurídica formada por derechos y deberes recíprocos
entre el juez y las partes, que se perfecciona a través de la litis contestatio, de la
que surgen dos obligaciones básicas: Por un lado, a que el órgano jurisdiccional
asuma la tarea de decidir la contienda. Por otro lado, a que las partes queden
sometidas a la resolución dada por el juez. Se trata de obligaciones puramente
procesales, y para que éstas se produzcan, es necesario que se cumplan
determinados requisitos, denominados presupuestos procesales, que son los
requisitos de admisibilidad y condiciones previas a la tramitación de cualquier
relación procesal. Las aportaciones fundamentales de la doctrina de la relación
jurídica son dos:
Nacimiento, con carácter autónomo, del Derecho procesal, que deja de ser
un instrumento del Derecho material para pasar a ser una ciencia autónoma.
Por tanto, se está diferenciando entre la relación jurídica material deducida en
el proceso y la relación jurídica procesal.
Por primera vez se explica la naturaleza del proceso a través del Derecho
público.
Pero esta teoría sufrió críticas; no se admitió que se fundamentase el proceso en
la litis contestatio, aunque tenga una naturaleza pública, ya que debe recurrirse a
conceptos propios del Derecho procesal. Por otro lado, se criticó su concepto de
relación jurídica, ya que se consideraba que no existe una relación entre el juez y
las partes, sino que la relación existe; bien entre las propias partes, o bien entre el
juez y cada parte por separado. En España, la teoría fue seguida por autores
como Prieto Castro, Gómez Orbaneja, etc. Para éste, el proceso es una relación
jurídica o nexo entre dos sujetos que existe en virtud del Derecho objetivo, y que
es regulado por éste. El contenido de dicha relación será una serie de
obligaciones y derechos procesales.
El proceso como situación jurídica
Su artífice fue Goldschmidt, que critica a la anterior teoría desde una triple
vertiente: Los presupuestos procesales no pueden ser la condición de existencia
del proceso, ya que estos presupuestos deben ser discutidos dentro del proceso
en sí, que finalizará, si no concurren éstos, con una sentencia absolutoria en la
instancia. El contenido del proceso no lo constituyen derechos y obligaciones; es
verdad que el juez tiene la obligación de dictar sentencia, pero dicha obligación no
deriva de una relación jurídica procesal, sino de la obligación del Estado de
administrar la Justicia, y, por tanto, nace del propio Derecho público. Asimismo, las
partes no tienen en puridad obligaciones procesales, ya que la sujeción del
ciudadano al poder del Estado es natural y no deriva de ninguna relación jurídica.
A lo sumo, pueden existir cargas para las partes, pero no obligaciones. La teoría
de la relación jurídica es estática, y no aporta nada nuevo al proceso, el cual se
caracteriza por su dinamismo, ya que se desarrolla de acto en acto hasta
desembocar en la resolución dictada por el juez. Para Goldschmidt, situación
jurídica es el estado en el que se encuentra una persona, desde el punto de vista
de la sentencia que espera, conforme a las normas jurídicas. El proceso progresa
por medio de los actos procesales, cuya meta será el logro de una sentencia
favorable a las pretensiones de las partes, y cada acto procesal crea una situación
en que las partes examinan cuáles son sus posibilidades de obtener esa sentencia
favorable. Cada una de estas situaciones es válida en tanto en cuanto es
condición de la siguiente y tiene como presupuesto la anterior; así, el proceso se
define como un conjunto de situaciones transitorias, que van transcurriendo hasta
llegar a una situación definitiva, cual es la sentencia. En el proceso, todos los
derechos se encuentran en situación de espera, mientras no se produzca la
sentencia. Por eso, lo que caracteriza al proceso es la incertidumbre, tanto por
parte del actor, como por parte del demandado y también por parte del juez. Así,
en el proceso no puede haber derechos, sino expectativas de derechos; de la
situación de incertidumbre solamente derivan cargas y expectativas. En cuanto a
las obligaciones, éstas no existen, propiamente, en el ámbito procesal, sino que
sólo hay cargas; la carga se diferencia de la obligación en que, mientras que ésta
es un imperativo nacido del interés de un tercero o del interés del Estado, la carga
es un imperativo del propio interés, de ahí que no haya sanción para quien decide
no asumir una carga. Desde el punto de vista de la teoría de la situación jurídica,
el proceso puede definirse como el fenómeno jurídicamente reglamentado que se
desenvuelve de situación en situación, produciendo determinadas cargas y
expectativas, con el fin de obtener una decisión judicial.
El proceso como institución jurídica
Según Jaime Guasp, el proceso debe ser considerado como una institución
jurídica. Este autor desecha la teoría de la relación jurídica por considerar que,
dentro del proceso existen varias correlaciones de derechos y deberes, y por lo
tanto no se produce una sola relación jurídica, sino múltiples, que son susceptibles
de ser reconducidas a la unidad a través de la idea de institución. El proceso para
Guasp se define como el conjunto de actividades relacionadas por el vínculo de
una idea común y objetiva, a la que están adheridas las diversas voluntades
particulares de los sujetos de los que procede aquella actividad. La institución
procesal la configuran dos elementos fundamentales:
TEMA II
JURISDICCIÓN.
Es además un monopolio del Estado.
Aunque han sido los administrativistas franceses quienes primero advirtieron que
la función jurisdiccional formaba parte de la función administrativa del estado (Ver
Gr., Berth lemy, Hauriou), ha sido Kelsen, teoría general del derecho y del estado,
quien ha dado los fundamentos jusfilosoficos de esta corriente de opinión: "la
usual tricotomía se basa en realidad en una dicotomía. La función legislativa suele
oponerse a un mismo tiempo a las funciones ejecutivas y judicial, que, de manera
obvia, tienen entre si una relación mayor que la que guardan con la primera.
Visitaduría Judicial
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS.
Por ello, es conveniente que las normas jurídicas se actualicen para lograr su plena eficacia en
el alcance de las metas o resultados que con ellas se propone el Estado.
Las normas que, en cumplimiento a lo que dispone el artículo 100 constitucional, ha expedido
el Consejo de la Judicatura Federal pueden y deben ser modificadas cuando las circunstancias
fácticas así lo requieran o cuando la legislación con ellas vinculadas sufre modificaciones o
reformas, con el propósito de que la institución cumpla con los cometidos que le ha señalado el
Constituyente Permanente, con el fin de lograr una Justicia Federal pronta, completa y gratuita,
en la que la excelencia, la objetividad, la imparcialidad, el profesionalismo y la independencia,
sean las virtudes rectoras de la actuación de los juzgadores federales.
Para tal efecto se propone al Honorable Pleno del Consejo de la Judicatura Federal la
expedición de un nuevo acuerdo general que reglamente la carrera judicial y las condiciones de
los funcionarios judiciales, en el que se regule, exclusivamente, lo referente a la carrera judicial,
que se compone de temas tales como el ingreso a la carrera judicial, ascensos, adscripciones,
nombramientos, licencias, sustituciones, vacaciones, retiro y demás temas que incumben a los
servidores públicos del Poder Judicial de la Federación.
Las propuestas más importantes que se recogen y plasman en esta iniciativa de acuerdo
general son las siguientes:
Así, para efectos de la antigüedad en la carrera judicial se propone que se tome en cuenta, no
sólo la obtenida del ejercicio de las categorías referidas en el artículo 110 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial de la Federación, sino también el tiempo transcurrido en el desempeño de
los siguientes cargos: secretario general de acuerdos del Tribunal Electoral; secretario de
estudio y cuenta del Tribunal Electoral; secretario instructor del Tribunal Electoral; secretario
técnico del consejo y de los órganos auxiliares; secretario de estudio y cuenta de la Comisión
Substanciadora Única del Poder Judicial de la Federación; secretario particular de Ministro;
defensor público y asesor jurídico del Instituto Federal de la Defensoría Pública; así como el de
secretario ejecutivo, director general o aquellos que desempeñen funciones de asesoría jurídica
directa para los mandos superiores.
Se considera pertinente establecer que el expediente personal de los servidores públicos será
el instrumento idóneo para la comprobación de los diversos requisitos relativos a los trámites
concernientes a la carrera judicial, por lo que cada funcionario deberá remitir la documentación
que le sea requerida a efecto de que la Dirección General de Recursos Humanos pueda
integrarlos debidamente.
Por otro lado, es importante señalar, debido a los múltiples conflictos que se han dado al
respecto, que se determine que compete únicamente al consejo la asignación de las áreas o
locales destinados a los órganos jurisdiccionales, con lo que se evitará la práctica de ocupar
áreas que, aunque desocupadas momentáneamente, el consejo deberá asignar a otros
tribunales.
El establecimiento de este tipo de prácticas es con la finalidad de buscar una manera de poder
seleccionar a los mejores candidatos, logrando un equilibrio entre las habilidades teóricas y
prácticas de los aspirantes; así como proporcionar mayores elementos de práctica a aquellas
personas que hubieran resultado vencedoras en los concursos de oposición para que al
momento en que empiecen a desempeñarse en el cargo puedan desenvolverse con mayor
facilidad en todas las áreas que involucran el manejo de un órgano jurisdiccional.
Lo anterior, atendiendo a que en ocasiones personas con una vasta experiencia se ven
obligadas o deciden separarse del Poder Judicial de la Federación, sin que tal circunstancia
implique necesariamente que ya no puedan en un futuro volver a aspirar al cargo de juzgadores
federales, por lo que se estima que debe hacerse una valoración de cada caso en particular y
el Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, determine si es conveniente su reincorporación
para el Poder Judicial de la Federación.
Se incorpora en esta iniciativa, el Acuerdo General 25/1998, del Pleno del Consejo de la
Judicatura Federal, que establece los criterios para la adscripción y readscripción de
Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito, modificado mediante el diverso Acuerdo General
58/1999, así como las disposiciones existentes en el Acuerdo General 48/1998.
Debido a que la evaluación que haga el Consejo de la Judicatura Federal debe ser el criterio a
seguir para otorgar adscripciones, se elimina la prohibición general de destinar a un Juez de
Distrito o a un Magistrado de Circuito, en su primera adscripción, a un juzgado o tribunal,
respectivamente, de nueva creación, dejando la posibilidad de hacerlo cuando, a juicio del
consejo, existan causas justificadas para tal efecto.
Igualmente, se realiza una ponderación detallada de los elementos previstos en los artículos
119 y 120 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, señalando la manera en que
se evalúa cada uno de ellos, con la finalidad de dar mayor transparencia a las determinaciones
que en materia de adscripciones y readscripciones emita el Consejo de la Judicatura Federal.
EN MATERIA DE RATIFICACIÓN.
Se propone computar para efectos del periodo de seis años que se requiere para la ratificación
de un juzgado federal, el tiempo que se hubiera desempeñado como Juez de Distrito, como
Magistrado de Circuito o en ambos cargos.
Lo anterior se estima así, pues el artículo 97, párrafo primero, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos dispone, en su parte conducente, que los Magistrados de Circuito y
los Jueces de Distrito durarán seis años en el ejercicio de su encargo, al término de los cuales,
si fueran ratificados o promovidos a cargos superiores, sólo podrán ser privados de sus puestos
en los casos y conforme a los procedimientos que establezca la ley; es decir, se refiere a las
condiciones para adquirir la estabilidad en el cargo público que detentan Jueces de Distrito y
Magistrados de Circuito, sin que, para ello, se haga en la norma una distinción entre los dos
cargos, de forma que se puedan englobar en el concepto "juzgadores federales".
Además, los dictámenes que se elaboran con motivo del procedimiento de ratificación tienen
por objeto reflejar el conocimiento cierto de la actuación ética y profesional de los juzgadores
federales, con independencia de que se trate de un Juez de Distrito, o bien, de un Magistrado
de Circuito, para poder determinar si continúan con la capacidad de llevar a cabo las tareas
jurisdiccionales bajo los principios de independencia, profesionalismo y excelencia, con lo que
se garantiza la adecuada calificación de las personas que desarrollan la función jurisdiccional.
Este acto administrativo es de orden público, en la medida en que la sociedad está interesada
en conocer a ciencia cierta que quienes asumen la función pública de impartir justicia, actúen
ética y profesionalmente.
Se incorpora en el proyecto, el Acuerdo General 26/2004 que reglamenta los cursos del
Instituto de la Judicatura Federal, fija las bases para celebrar y organizar exámenes de aptitud
y establece el procedimiento para la expedición de nombramientos de secretarios y actuarios.
Así, se divide este título en cuatro capítulos, en el primero, de disposiciones generales, se
señalan los requisitos para ser designado actuario o secretario de un Tribunal Colegiado o de
un Juzgado de Distrito; en el segundo se reglamentan los cursos del Instituto de la Judicatura
Federal; el tercero se refiere a los exámenes de aptitud y, finalmente, en el cuarto se establece
el procedimiento a seguir para la expedición de nombramientos de secretarios, actuarios y
demás personal adscrito a los órganos jurisdiccionales.
En relación con los requisitos para poder ser designado secretario, se señala que el haber
aprobado el examen de aptitud para esa categoría se equipara a haber acreditado el Curso de
Especialidad en Secretaría de Juzgado de Distrito y Tribunal de Circuito o el Curso Básico de
Formación y Preparación de Secretarios del Poder Judicial de la Federación, es decir, si se
actualiza cualquiera de los tres supuestos mencionados anteriormente, es suficiente para
considerar satisfecho este requerimiento.
Asimismo, por lo que hace a los actuarios, se estima que haber aprobado el examen de aptitud
para esa categoría, se equipara a haber obtenido calificación aprobatoria en el examen de
aptitud para la categoría de secretario, o a haber acreditado el Curso de Especialidad en
Secretaría de Juzgado de Distrito y Tribunal de Circuito o el Curso Básico de Formación y
Preparación de Secretarios del Poder Judicial de la Federación, es decir, si se actualiza
cualquiera de los cuatro supuestos mencionados anteriormente, es suficiente para considerar
satisfecho este requerimiento.
También se determinó que una vez acreditado el examen de aptitud no hay necesidad de
volverlo a presentar, pues su vigencia es indefinida, es decir, no importa el tiempo que haya
transcurrido a partir de la fecha de aprobación del examen, en cualquier momento puede ser
nombrado en la categoría respectiva.
En relación con los nombramientos, el artículo 97 constitucional estableció como una atribución
de los titulares de órganos jurisdiccionales la de nombrar y remover a su personal, por lo que
se propone sustituir el término "autorizar", como función del Consejo de la Judicatura Federal,
utilizado en el Acuerdo General 48/1998, por el de "verificar", tratándose de los nombramientos
que expidan los Jueces y Magistrados respecto de su personal.
Se determina expresamente que el secretario que sea designado para suplir a un Magistrado
de Tribunal Colegiado de Circuito no podrá ejercer las facultades como presidente del órgano,
debido a la naturaleza misma de la función.
Se recopilan y agrupan las normas relativas al tema de licencias, para tener una visión más
integral y completa del tema. Así, en esta propuesta se incorporó el Acuerdo General 2/1995
que regula esta materia en general y el diverso 54/2001 que fija las bases para acceder a
eventos académicos nacionales o extranjeros.
Tomando en cuenta la distribución del personal entre los Magistrados que integran un Tribunal
Colegiado, se considera necesario que las licencias se otorguen con el conocimiento del titular
a quien esté adscrito el solicitante, por lo que se deberá contar con el visto bueno de este
último. También se precisan reglas sobre quiénes pueden otorgar licencias a los servidores
públicos de los Tribunales Unitarios de Circuito y Juzgados de Distrito, dependiendo del tiempo
de la licencia; así como sobre la intervención que corresponda a la Dirección General de
Recursos Humanos y a la Comisión de Carrera Judicial.
Se precisa que las licencias sin goce de sueldo no se computarán como tiempo de servicios
prestados al Poder Judicial de la Federación, con excepción de los casos en que el Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado conceda licencia por
enfermedad, de conformidad con el artículo 111, antepenúltimo párrafo, de la Ley Federal de
los Trabajadores al Servicio del Estado.
Se desarrollan con mayor detalle las disposiciones que establecen un sistema de pensiones
complementarias a las otorgadas por la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de
los Trabajadores del Estado, mediante la constitución de un fondo. Asimismo, se establecen los
casos en que los Jueces de Distrito y Magistrados de Circuito se pueden beneficiar de este
sistema y el monto que les corresponderá conforme a las bases generales previstas en el título
respectivo.
Anteriormente, como es el caso del Acuerdo 48/1998, cada vez que era reformado se emitía un
nuevo acuerdo con un número diferente, lo que generaba confusión, ya que aparentemente se
trataba de varios acuerdos, cuando en realidad era el mismo cuerpo normativo pero reformado
y, además, esta forma de proceder hacía más complicada la consulta de acuerdos, sobre todo
tratándose de la normativa fundamental.
Por lo anterior, se estimó pertinente proponer un sistema mediante el cual los acuerdos que
modifiquen a este Acuerdo General que reglamenta la carrera judicial y las condiciones de los
funcionarios judiciales no se les asigne número alguno, bastando para su identificación la fecha
de su publicación en el Diario Oficial de la Federación y, además, se contempla que la
Secretaría Ejecutiva de Vigilancia, Información y Evaluación incorpore al texto de aquél las
modificaciones acordadas a efecto de que se sustituyan, adicionen o supriman en el articulado
y, así, facilitar su consulta.
El presente Acuerdo General del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, que reglamenta la
carrera judicial y las condiciones de los funcionarios judiciales fue publicado en el Diario Oficial
de la Federación el tres de octubre de dos mil seis, y a partir de su entrada en vigor, dieciséis
de octubre siguiente, su aplicación práctica propició la adopción de algunas aclaraciones y
reformas.
CONSIDERANDO
PRIMERO. Las normas que, en cumplimiento a lo que dispone el artículo 100 constitucional, ha
expedido el Consejo de la Judicatura Federal pueden y deben ser modificadas cuando las
circunstancias fácticas así lo requieran o cuando la legislación con ellas vinculada sufra
modificaciones o reformas, con el propósito de que la institución cumpla con los fines que le ha
señalado el Constituyente Permanente, a saber, lograr una Justicia Federal pronta, completa
imparcial y gratuita, en la que la excelencia, la objetividad, la imparcialidad, el profesionalismo y
la independencia sean las virtudes rectoras de la actuación de los juzgadores federales;
TERCERO. El Acuerdo General 48/1998 del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal ha
sufrido un buen número de modificaciones, adecuaciones y reformas que se han plasmado en
otros tantos acuerdos generales y que, desgraciadamente, no han sido compilados y recogidos
con sistema y oportunidad. Tal circunstancia ha resultado en una normatividad dispersa y,
consecuentemente, ha ocasionado que existan diversas disposiciones aplicables para
situaciones similares de las cuales es difícil distinguir las que están en vigor de las que han sido
derogadas;
a) la Jurisdicción Ordinaria
La Jurisdicción Ordinaria es aquella ejercida con exclusividad por el Órgano
Judicial.
c) Jurisdicción Arbitral, la Jurisdicción Indígena,
La Jurisdicción Indígena es la potestad que tienen las naciones indígenas de
administrar justicia de acuerdo a su sistema de justicia propio y se ejerce por
medio de sus autoridades, en el marco de lo establecido en la Constitución Política
del Estado y la Ley.
d) Jurisdicción Constitucional,
La jurisdicción constitucional es la función pública, realizada por el Tribunal
Constitucional, con las formas requeridas por ley, en virtud de la cual, por acto de
juicio, se determina el derecho del recurrente, con el objeto de dirimir una
controversia de relevancia jurídica constitucional, mediante decisiones con
autoridad de cosa juzgada para precautelar el respeto y vigencia de los derechos y
libertades constitucionales.
e) Jurisdicción Electoral.
La jurisdicción electoral es la función pública, realizada por el Tribunal Electoral,
con las formas requeridas por ley, en virtud de la cual, por acto de juicio, se
determina el derecho del recurrente, con el objeto de dirimir una controversia de
relevancia jurídica electoral, mediante decisiones para precautelar el respeto y
vigencia de los derechos políticos.
En el Perú las resoluciones del Jurado Electoral son dictadas en instancia final,
definitiva y no son revisables (CPE peruano Art. 181).
f) Jurisdicción Agroambiental
TEMA III
COMPETENCIA
JURISDICCIÓN
Es una función pública encomendada a órganos del estado, puede definirse como
la actividad del estado encaminada a la actuación del derecho objetivo mediante la
aplicación de la norma general al caso concreto. De la aplicación de la norma
general al caso concreto puede deducirse a veces, la necesidad de ejecutar el
contenido de la declaración formulada por el Juez, y entonces, la actividad
jurisdiccional es no solo declaratoria sino ejecutiva también.
COMPETENCIA
Es la media del poder o facultad otorgada a un órgano jurisdiccional para atender
de un determinado asunto, el primer problema que se presenta después de fijada
y delimitada la cuestión que se pretende plantear ante un órgano judicial es el del
dilucidar cual es el competente para resolverla, todas las demandas deben
formularse ante un juez competente.
TEMA IV
LOS SUJETOS PROCESALES.
SENTIDO REAL
Es aquella para la cual la acción es su acción, el proceso su proceso y la
sentencia su sentencia, de manera que directamente va a favor o en contra de la
parte el efecto declarativo, constitutivo o de condena del fallo: mientras que la
parte en sentido procesal puede ser un simple representante.
SENTIDO FORMAL
Pueden ser las propias partes en sentido material, en cuanto estén capacitadas,
por si, para actuar en el proceso persiguiendo una resolución jurisdiccional, la cual
podrá afectarlas concretamente y de forma particular en su esfera jurídica.
Una persona que no tiene sus facultades mentales en perfecto estado y que así
está declarado como tal mediante una sentencia puede ser titular de un patrimonio
y por eso puede ser parte en un proceso, es decir tiene capacidad para ser parte
pero sin embargo no puede actuar ni comprender en su propio nombre, porque no
está en pleno uso de sus derechos civiles, es decir no tiene capacidad procesal y
para acudir a juicio y que este sea válido necesita un representante que actúe por
él.
"LEGITIMATIO AD CAUSAM"
La facultad en virtud de la cual una acción o derecho pueden y deben ser
ejercitados por o en contra de una persona en nombre propio se llama legitimación
en causa, o facultad de llevar, gestionar, o conducir el proceso, activa para aquel
que pueda perseguir judicialmente el derecho, y pasiva para encontrar el cual este
se ha de hacer valer, existe falta de legitimación cundo no se acredite el carácter o
representación con que se reclama o cuando no se tiene el carácter o
representación con que a alguien se le demanda
Supuesto más común en el que la legitimación tanto activa como pasiva coinciden
con la titularidad en la relación jurídica-material debatida, es decir, tiene
legitimación directa la persona que aparece como titular y obligada del derecho
subjetivo.
LA SUBSTITUCIÓN PROCESAL
Este cambio o sucesión de parte se produce, además de en el caso de la llamada
del poseedor mediato, al fallecimiento o extinción del titular de la acción según se
trate de una persona física o de una persona moral, y cuando se enajene el objeto
litigioso, todo en el curso del proceso, puede tener su origen en cambio de partes
en una disposición de la ley, o en un acto de voluntad de ellas, en cualquier caso,
este cambio no extingue la realización jurídica procesal preexistente.
Es el mecanismo que permite la existencia de una parte procesal que, obrando en
nombre de interés propio en proceso, ejercita u derecho material ajeno. Tal es
caso del acreedor que ejerce la acción subrogatoria para evitar que la inactividad
de su deudor le perjudique.
TEMA V ACCIÓN.
5. 1.-LA DEMANDA.
La demanda se puede presentar por escrito o de manera verbal, caso este último
en el cual es necesario que el actor se presente personalmente en el local del
juzgado. En su demanda, debe ofrecer las Pruebas que considere oportunas para
demostrar los hechos que afirma; debe agregar los documentos que tenga en su
poder y que sirvan para basar las pretensiones que demanda, así como el
documento con el cual demuestra que tiene la personalidad necesaria para
demandar, si es necesario, y las copias respectivas. En el acto de admisión de la
demanda, en caso de que el demandante no cuente con Un abogado, el juez debe
hacer saber a la parte actora que, si es su deseo, puede contar con los servicios de
un defensor de oficio, para lo cual ordena se informe a la institución de defensoría
de oficio.
Además de los requisitos que menciona el citado Art. 255 CPCDF Becerra
Bautista menciona estos tres siguientes, que, aunque no se exigen en forma
explícita en dicho artículo, se hallan implícitos en el propio ordenamiento
procesal.
Vía procesal.
Este consiste en la indicación de la clase de juicio, ordinario, hipotecario,
ejecutivo, etc., que se trata de iniciar con la demanda. Cuando opte por la vía
hipotecaria o la ejecutiva, el actor deberá de acompañar el respectivo título
hipotecario o ejecutivo.
Puntos petitorios
Estos son la síntesis de las peticiones que se hacen al juez en relación con la
admisión de la demanda y con los trámites que se deben de seguir para
prosecución del juicio. Razones lógicas y prácticas indican la necesidad de
expresar, en forma sintética, las peticiones concretas que se hacen al juzgador.
Protesto lo necesario.
Por último, este uso forense de carácter formal cerrar el escrito de la demanda
con la fórmula Protesto lo necesario. Equivale al juramento de mancuadra
español y que es una declaración de jurada de litigar de buena fe. Este puede
ser suprimido sin que afecte para nada la admisibilidad de la demanda.
Admisión de la demanda.
El juez, puede en primer término, admitir la demanda, en virtud de que
considere que reúne los requisitos señalados, y que se ha hecho acompañar
de los documentos y las copias necesarias, por lo que ordena el
emplazamiento del demandado, aquí el juicio sigue su curso normal; aquí solo
ha resuelto sobre su admisibilidad t no sobre su fundamento o eficacia esto
debe de hacerlo cuando dicte sentencia.
Prevención.
En este segundo término el juez también puede prevenir al demandante,
cuando la demanda sea oscura o irregular, para que la aclare o corrija o
complete confirme a las reglas contenidas en los Arts. 95, 96 y 255 CPCDF
dentro del plazo de 5 días, se realiza la aclaración o corrección el juez debe de
admitir la demanda. En el mismo auto que ordena la prevención, el juez debe
señalar en concreto los defectos de la demanda.
Desechamiento.
Por último, el juez también puede desechar la demanda cuando considere que
no reúne los requisitos legales y que los defectos son insubsanables; ejem que
el juzgado sea incompetente, vía procesal inadecuada, Igualmente el juez debe
desechar la demanda cuando habiendo prevenido al actor para que aclare,
corrija o complete su demanda, éste no lo haga dentro del plazo señalado para
tal fin.
Emplazamiento.
Emplazar en términos generales significa conceder un plazo para la realización de
determinada actividad procesal.
1. Una notificación por medio de la cual se le hace saber al demandado que
se ha presentado una demanda en su contra y que ésta ha sido admitida
por el juez.
2. un emplazamiento en sentido estricto, el cual otorga a demandado un plazo
para que conteste la demanda.
Efectos.
El Art. 259 señala los efectos del emplazamiento.
1. Prevenir el juicio a favor del juez que lo hace. Este efecto se concreta con
la determinación de la competencia, cuando haya varios jueces que tengan
competencia en relación con el mismo asunto, entonces es competente el
que primero que haya realizado el emplazamiento.
2. sujetar al demandado a seguir juicio ante el juez que lo emplazó siendo
competente al tiempo de la notificación, aunque después deje de serlo en
relación con el demandado porque éste cambie de domicilio o por algún
otro motivo legal.
3. Imponer la carga de contestar la demanda, al demandado ante el juez que
lo emplazó, dejando a salvo el derecho de promover la incompetencia.
4. Producir todas las consecuencias de la interpelación judicial, si por otros
medios no se hubiere constituido ya en mora el obligado.
5. Originar el interés legal en las obligaciones pecuniarias sin causa se
réditos.
Nulidad.
De acuerdo con el Art. 76 CPCDF las comunicaciones procesales en forma
distinta de la prevista en los arts. 110 a 128 del propio ordenamiento procesal
serán nulas, pero si la persona a quien iba destinada la comunicación procesal
irregularmente realizada comparece ante el juicio y se muestra enterada de la
resolución objeto de la comunicación procesal, está surtirá desde entonces sus
efectos y se convalidará.
La reclamación de la nulidad, puede solicitarse en in incidente cuya tramitación
impide la continuación del procedimiento, el cual no podrá reanudarse hasta que el
propio juez resuelva sobre la nulidad reclamada. Art. 78
Si en el juicio en el cual el emplazada no comparece, el juez, a pesar de este
defecto, emite sentencia definitiva, la parte afectada podrá reclamar la nulidad del
emplazamiento irregular y los actos procesales subsecuentes, incluyendo la propia
sentencia definitiva a través de los siguientes medios, la apelación, la llamada
apelación extraordinaria y el juicio de amparo.
TEMA VI
EXCEPCIÓN.
6. 3.- LA RECONVENCION.
No es una excepción, es la petición que deduce el demandado contra el
demandante, en el mismo juicio, al contestar a la demanda ejercitando cualquier
acción ordinaria que contra este le competa, se llama también mutua petición por
razón de que ambas partes se demandan mutuamente en un mismo juicio, tanto
que cada una de ellas reúne el doble carácter de demandante y demandado, y
están obligadas a contestar mutuamente ante el juez que tome conocimiento de la
primera demanda.
La reconvención no es otra cosa que una demanda formulada en la contestación
y, por lo tanto, queda sujeta a las reglas establecidas por la Ley como requisitos
de este criterio.
TEMA VII
SENTENCIAS.
TEMA VIII
RECURSOS.
8. 1.- LOS PROCESOS IMPUGNATIVOS.
Los recursos son los medios más frecuentes por virtud de los cuales se procede a
la impugnación de las resoluciones judiciales, existen además el amparo directo,
son medios técnicos mediante los cuales el estado atiende a asegurar el más
perfecto ejercicio de la función jurisdiccional, los jueces y tribunales de sujetarse al
estricto cumplimiento de sus deberes, pueden incurrir en equivocaciones,
aplicando indebidamente la ley.
8. 2.- LA APELACIÓN.
ARTÍCULO 624. El recurso de apelación tiene por objeto que el tribunal de
segunda instancia examine si en la resolución apelada se aplicó inexactamente la
ley, si se violaron los principios reguladores de la prueba, o si se alteraron los
hechos; y, en vista de ello, confirme, revoque o modifique la resolución apelada.
Las sentencias que fueren recurribles conforme al primer párrafo de este artículo,
serán apelables en efecto suspensivo.
8. 3.- LA QUEJA.
Es un recurso de impugnación que puede interponerse en contra de
resoluciones, actos u omisiones del juez, del ejecutor y del secretario. El recurso
se interpone ante el tribunal superior de aquél contra el cual se presenta la
queja.
TEMA IX
JUICIO ORDINARIO CIVIL.
9. 1.- DEMANDA Y EMPLAZAMIENTO.
LA DEMANDA.
Es el acto procesal por el cual una persona que se constituye por el mismo o en
parte actora o demandante, inicia el ejercicio de la acción y formula su pretensión
ante el órgano jurisdiccional.
Conviene distinguir con claridad entre acción; como facultad o poder que tienen
las personas para provocar la actividad de los órganos jurisdiccionales a fin de que
resuelvan sobre una pretensión litigiosa;
Pretensión, o reclamación específica que el demandante formula contra el
demandad, y
9. 3.- LA PRUEBA.
La palabra prueba se emplea para designar los medios de prueba, es decir, los
instrumentos con los que se pretende lograr el cerciora miento del juzgador acerca
de los hechos distinguidos en el proceso. Así se habla de ofrecer pruebas, de la
prueba confesional, la prueba testimonial, etc.
También se utiliza la palabra prueba para demostrar a la actividad tendiente al
cerciora miento, independientemente que este se logre o no, aquí la palabra
prueba se designa a la actividad probatoria, cuando se dice que al actor le
incumbe probar los hechos constitutivos de su acción
Y por último la palabra prueba se hace regencia al resultado positivo obtenido de
la actividad probatoria.
Objeto de la prueba.
Se ha definido la prueba con la obtención del cerciora miento del juzgador acerca
de los hechos necesarios para que pueda solucionar el conflicto sometido a
proceso.
9. 5.- ALEGATOS.
Son argumentaciones que expresan las partes, para tratar de demostrar al
juzgador que las pruebas practicadas han demostrado los hechos afirmados y que
son aplicables los fundamentos de derecho aludidos en cada una de ellas, con la
finalidad que el estime fundadas sus respectivas pretensiones y excepciones al
pronunciar la sentencia definitiva.
Alegatos escritos.
Antes de la reforma de 1973 se concedía a las partes un plazo de cinco días para
presentar sus alegatos por escrito a partir de la citada reforma los alegatos son
orales, aunque también permite los escritos sin que especifique el momento
procesal en que deban de hacerlo.
9. 6.- SENTENCIA.
la palabra sentencia como acto jurídico y como documentos.
Como acto jurídico emana de los agentes de la jurisdicción y mediante la cual
deciden la causa sometida a su conocimiento.
Como documento la sentencia es la pieza escrita. Emanada del tribunal.
Requisitos de la sentencia.
Externos o formales, son las exigencias que establecen las leyes sobre la
forma que deben revestir la sentencia, se refieren a la sentencia como
documento.
Prescribe que hay cosa juzgada cuando las sentencias causan ejecutoria.
Las sentencias causan por ministro de ley:
1. Las sentencias dictadas en los juicios de mínima cuantía
2. las sentencias de segunda instancia.
3. las que resuelvan una queja.
4. las que resuelvan una cuestión de competencia.
5. las demás que sean irrecurribles por disposición expresa de la ley, así
como aquellas de las que se dispone que contra ellas no concede más
recurso que la responsabilidad.
9.7.- LA APELACIÓN
Considerada como ejemplo por excelencia de los medios impugnativos, reiteramos
que la apelación es un recurso ordinario, sustantivo y vertical que abre la segunda
instancia mediante la cual un tribunal, diferente del juzgador que emite la
resolución que se combate, toma conocimiento de la impugnación y es quien
deberá resolver sobre el recurso interpuesto.
Contra resoluciones que declaren inadmisible la apelación, procede el recurso de
denegada apelación, que en todo caso el juzgado la admitirá.
El recurso se interpondrá por escrito, dentro de tres días desde la fecha en que
surtió efectos la notificación del auto que negó la admisión de la apelación.