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INSTITUTO NACIONAL DE ESTUDIOS

SINDICALES Y DE ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA DE LA FSTSE

LICENCIATURA EN DERECHO BUROCRÁTICO


11ª. GENERACIÓN

DERECHO PROCESAL CIVIL

6º. CUATRIMESTRE

TEMAS DESARROLLADOS

(MODALIDAD MIXTA)

ASESORA: LIC. CIRIA IVETTE BARRÓN TALAMANTES

ALUMNO: JUAN DANIEL VARGAS CASTAÑEDA

JUNIO 26/20
TEMA I.

NORMA PROCESAL.

1.1 DERECHO ADJETIVO Y DERECHO SUBJETIVO.


Antes de empezar el análisis de nuestra materia, debemos hacer algunas
precisiones prácticas:
La norma está contenida en la ley; la ley es la declaración de la voluntad
soberana, que manifestada en forma prescrita por la Constitución de la Republica,
manda prohíbe o permite. Aquí es importante hacer una separación de elementos
para dar una mejor explicación del tema:
Declaración de la voluntad soberana: la voluntad soberana se expresa a través de
un órgano de representación popular, la Asamblea Nacional, la cual, mediante una
labor legislativa reglamenta las necesidades ciudadanas, con una finalidad, orden
y armonía (código penal, código civil; señalar su finalidad).
La ley nace por la necesidad ciudadana de encontrar un orden y, tiene como
objetivo definir una reglamentación por medio de las leyes, que no son otra cosa,
que el conjunto de enunciados normativos que prohíben o permiten un
determinado acto.
Separando aún más los elementos aquí planteados; los enunciados normativos,
son las disposiciones contenidas en una ley, la norma es el significado de ese
enunciado normativo; ejemplo, Los ecuatorianos no pueden ser extraditados para
ser juzgado en un país extranjero, esta prohibición de extraditar ecuatorianos es la
norma, ósea la finalidad del enunciado normativo expuesto en la ley, porque,
aunque suene redundante esa prohibición es la que normativiza la conducta
social. Entonces, la norma no es una simple disposición expuesta en una ley, sino
más bien, es el significado de estos enunciados que mandan, prohíben o permiten,
los actos en la sociedad, creando así el marco jurídico, con normas impositivas o
descriptivas.
Habiendo expuesto en líneas anteriores la diferenciación entre enunciado
normativo y norma; podemos tener una idea precisa de la finalidad del marco
jurídico, pero esto no es suficiente, por lo tanto, pasaremos analizar el contendió
de las normas, tomando criterios básicos de los derechos.
DERECHO POSITIVO:    Es el derecho escrito en la norma jurídica.
DERECHO OBJETIVO:   Establece una condición particular
 Se puede definir como las normas que rigen el actuar del hombre dentro de la
sociedad, y a ella misma; a su vez se dividen en dos grupos: Público y Privado
Derecho Público: Es el que se refiere a la organización de las cosas públicas, o
sea que regula las relaciones del Estado con: los demás Estados, Organizaciones
Públicas, Los Individuos, y a su vez el que regula las relaciones de los Individuos
con la Sociedad a la que pertenece y las relaciones de la misma entre sí. Se
puede dividir en varias clasificaciones basadas en su relación con otras ciencias y
por su objetividad: Derecho Penal, Derecho Constitucional, Derecho Electoral,
Derecho Administrativo, Derecho Fiscal, Derecho Tributario, Derecho Agrario,
Militar, etc.
Derecho Privado:
Es el que se refiere o actúa al interés de los sujetos entre sí y concierne a las
relaciones del individuo con sus semejantes para satisfacer sus necesidades
personales. Se puede dividir en varias clasificaciones basadas en su relación con
otras ciencias y por su objetividad: Derecho Civil, Comercial, Marítimo,
Internacional, Derecho de Trabajo, Etc.
Aterrizando en la clasificación que más nos interesa esta es, el
derecho: SUSTANTIVO Y ADJETIVO
• El Derecho sustantivo: se refiere al conjunto de normas que establecen
derechos y obligaciones a los sujetos que están vinculados por el orden jurídico
establecido por el estado (Código Civil).
 • El Derecho adjetivo: por su parte lo integran aquellas normas también dictadas
por el órgano competente del estado, y permiten el ejercicio de los derechos  y
el cumplimiento de los deberes que se establecen con el derecho
sustantivo (Código General de Procesos).
DERECHO SUSTANTIVO:
Desde otro punto de vista, el Derecho sustantivo regula y fundamenta
directamente el contenido de los deberes y facultades: el Derecho civil, el Derecho
penal, el Derecho mercantil etc.. Así pues, el Art. 185 del código civil consagra
cuales son las causas de divorcios. Se tiene que este dispositivo es simplemente
sustantivo.
Ejemplos de derecho sustantivo:
• Normas que declaran la mayoría de edad.
• Derechos del acreedor.
• Obligaciones de deudor.
El Derecho sustantivo es el conjunto de normas que pueden ser reconocidas y
admitidas a través de diferentes sistemas jurídicos dando seguridad y certeza a
los sujetos.
El Derecho sustantivo es el que trata sobre el fondo de la cuestión, reconociendo
derechos, obligaciones etc. Es aquel que se encuentra en la norma que da vida a
una determinada figura jurídica, acto jurídico o figura típica, impone los
comportamientos que deben seguir los individuos en la sociedad, también está
relacionado con el Derecho procesal, las normas procésales, plazos sustantivos
etc. Por ejemplo, en materia penal podemos ver que el derecho sustantivo penal
dice “aquel que prive de la vida a otro se le aplicara como sanción una pena”.
Este regula el deber ser, el que impone los comportamientos que deben seguir los
individuos en la sociedad.
 Por ejemplo:
 La norma según la cual aquel que cause un daño a otro, debe repararlo, es una
típica norma de Derecho sustantivo o material, porque impone una obligación
jurídica de reparación o indemnización a favor de la víctima, por parte de aquel
que realizo contra ella el hecho ilícito.
DERECHO ADJETIVO:
Son las normas destinadas a garantizar el ejercicio de los derechos y el
cumplimiento de las obligaciones consagradas por el derecho sustantivo.
Por ejemplo:
 • Derecho a seguro social.
• Derecho a la salud.
 • Derecho a la educación.
• Derecho al voto.
 • Derecho a la autoría.
• Acceso a la justicia.
 • Libertad sindical.
 Estos son, Derechos civiles… Podemos destacar que se señala la forma en la
que se hacen valer los derechos contenidos en el Derecho sustantivo, y ambos
crean un cuerpo de leyes que se complementan, pues sin uno el otro no tendría
vida. Este establece el procedimiento para ejecutar o hacer valer tales derechos
y que la doctrina universalmente ha consagrado como el Derecho
procedimental como es el caso de Derecho procesal civil, penal o laboral.
Está conformado por las normas que regulan el proceso, que es, a su vez, el
mecanismo para realizar al Derecho sustantivo (Código Civil).
Para explicar esto se usará este ejemplo:
 Pedro insulta a Rodrigo en una entrevista que concede en un periódico, donde lo
tilda como una persona de malas costumbres, embustero y mal padre. Rodrigo le
reclama a pedro el pago de una indemnización por ese hecho ofensivo y que se
retracte públicamente, pero pedro no lo hace. Surge en ese momento la
posibilidad para Rodrigo de demandar a Pedro para obtener las indemnizaciones
correspondientes; las normas adjetivas regulan en este caso, los requisitos y
formas que debe cumplir Rodrigo para demandarlo, el juez competente para
conocer de la demanda, las condiciones de admisibilidad de la acción, el
emplazamiento y citación del demandado, las defensas que puede oponer, como
se realizara la actividad probatoria, los requisitos de la sentencia y los recursos
que pueden interponerse contra ella, entre otras múltiples materias.

¿En que se diferencian el Derecho sustantivo del Derecho adjetivo?


 El sustantivo es la norma consagratoria de un derecho. En cambio, el Derecho
adjetivo lo constituye el mecanismo procedimental que permite hacer valer ese
derecho o darle efectividad a esa relación.
 ¿Cuál es más importante, el Derecho Penal Sustantivo o el Adjetivo Penal?
Ambos son caras de una misma moneda, pues el Derecho Sustantivo regula el
delito y por lo tanto manda que se persiga; Y el Adjetivo, establece el
procedimiento para perseguir el delito. El uno no se puede aplicar sin el otro, no se
pueden separar. Así, si se comete un homicidio (hecho regulado por el
Sustantivo), se perseguirá en el juicio correspondiente (procedimiento regulado
por el Adjetivo).

El Derecho Adjetivo está integrado por un “conjunto de leyes que posibilitan


y hacen efectivo el ejercicio regular de las relaciones jurídicas, al poner en
actividad el organismo judicial del estado. No determina lo que es justo, sino
como ha de pedirse la justicia”
1.2 NORMA JURÍDICA, ACCIÓN Y PROCESO.
El procedimiento consiste en el conjunto de normas para llevar a cabo el juicio.
Son las normas jurídicas generales que regulan los trámites, actos y resoluciones
a través de los cuales los jueces y tribunales ejercitan su potestad jurisdiccional
juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado.
El concepto de proceso es más complejo que el de procedimiento. Todo proceso
implica la existencia de un procedimiento, pero no siempre que hay procedimiento
existe un proceso.
El término procedimiento:

 No es exclusivo del derecho procesal, ni tampoco del ámbito jurídico.


 Sólo alude a un aspecto formal o actividad externa, como es la mera
sucesión de actos procesales.
Por contra, el término proceso engloba una realidad más amplia: además del
procedimiento legalmente previsto, incluye también las relaciones entre los sujetos
intervinientes, las relaciones entre estos y el objeto del proceso, etc. El proceso,
además, aspira a una finalidad, que es la terminación o justa composición del
litigio, y para llegar a ella emplea el procedimiento como medio. El derecho
procesal se ocupa del proceso y no del procedimiento.

Juicio y actos de jurisdicción voluntaria


En cuanto al término juicio, se emplea muy a menudo en la legislación procesal, y
ello se debe a la tradición histórica, ya que en el derecho medieval juicio equivalía
a sentencia. Hoy en día, juicio y proceso aluden al mismo fenómeno, pero
mientras que el juicio se refiere a la acción de juzgar, el proceso se refiere al
medio empleado para ello. Dentro del proceso existe un juicio, pero no todo juicio
puede identificarse con el proceso. Solamente son ambos términos equivalentes
cuando la acción de juzgar la desarrollan órganos investidos de potestad
jurisdiccional.
Una tercera categoría es la de actos de jurisdicción voluntaria (actos de
conciliación, declaración de herederos ab intestato, etc.), que se caracterizan por
la ausencia de contradicción y , por tanto, el carácter no litigioso de los
expedientes. Engloba distintos procedimientos en los que el órgano jurisdiccional
no emite un pronunciamiento sobre el fondo de un asunto ni ejercita potestad
jurisdiccional, por ello la resolución que se dicte no produce efectos de "cosa
juzgada".
La distinción entre estas dos últimas categorías, si bien viene manifestada
externamente por la autoridad de la cosa juzgada, desde el punto de vista de
fondo, vienen separadas no por la idea de presencia o ausencia de  conflicto, sino
por la idea de actuación del derecho en el caso particular, ante la imposibilidad de
dar solución al problema por los particulares o involucrados directamente, frente a
la actuación judicial tendiente a completar o perfeccionar una relación imperfecta o
incompleta.

Naturaleza jurídica del proceso[editar]

Se ha sugerido que este artículo o sección


sea fusionado con Naturaleza jurídica del proceso. Para
más información, véase la discusión.
Una vez que hayas realizado la fusión de contenidos, pide la
fusión de historiales aquí.
Este aviso fue puesto el 6 de septiembre de 2016.

Artículo principal: Naturaleza jurídica del proceso


Parte de la comunidad jurídica actual afirma que el proceso constituye una
relación jurídica que se denomina relación jurídica procesal, la cual explica la
unidad del proceso y su estructura. A pesar de eso algunos dicen que no es una
relación sino una situación jurídica, siendo para muchos una relación jurídica
pública, entre ellos Chiovenda, Rocco, Bulow y otros. Carnelutti, por su parte, dice
que no es propiamente una relación jurídica, algunos le dan otra denominación,
establecimiento, fundación, etc. Es una cuestión importante, en la medida en que
determina la normativa supletoria a aplicar en los casos de lagunas legales. En
torno a la naturaleza jurídica, han existido dos corrientes contrapuestas; las
privatistas y las publicistas.

 Teorías privatistas:
Consideran que el proceso es una institución integrada dentro del Derecho
privado. Hoy en día no se puede mantener esta tesis, habida cuenta del monopolio
estatal sobre la jurisdicción, que impide considerar al proceso como algo propio
del ámbito privado. Para estos autores, proceso puede identificarse con contrato,
de forma que lo definen como el acuerdo de voluntad de las partes en virtud del
cual deciden someterse a la decisión de un juez. Por tanto, la jurisdicción es
asimilada a una especie de convenio arbitral de las partes, denominado litis
contestatio. El consentimiento, objeto y causa de este contrato serían los
elementos que conceden la fuerza de cosa juzgada a la sentencia dictada por el
juez. Esta litis contestatio tiene que ver más con el arbitraje que con la jurisdicción,
y es totalmente inadmisible en cuanto al proceso penal, en el cual no es necesaria
la voluntad del procesado de someterse a la decisión del juez, quien dicta
sentencia en virtud de su imperium o potestad, y no por compromiso o contrato
alguno. Otro sector considera que el proceso debe explicarse a través del
cuasicontrato, de forma que el consentimiento de las partes de someterse a la
decisión del juez es tácito y no expreso; así se salvaba una de las críticas a la
teoría contractualista. Sin embargo, se mostró también inútil, ya que la sentencia
del juez no tiene nada que ver con el consentimiento de las partes.

 Teorías publicistas:
Estos autores creen que el proceso no puede explicarse a través de las relaciones
jurídico-privadas, y por ello acuden al Derecho público. Las teorías más relevantes
son las siguientes:
El proceso como relación jurídica
El alemán Von Büllow concebía al proceso como una relación jurídica que se
caracteriza por su autonomía o independencia de la relación jurídica material que
se deducía dentro del mismo. Características de esta relación: Se trata de una
relación jurídica compleja, ya que engloba todos los derechos y deberes que se
producen en las distintas fases del procedimiento. Es una relación de Derecho
público, que tiene su origen en una litis contestatio de naturaleza pública. Por
tanto, el proceso es la relación jurídica formada por derechos y deberes recíprocos
entre el juez y las partes, que se perfecciona a través de la litis contestatio, de la
que surgen dos obligaciones básicas: Por un lado, a que el órgano jurisdiccional
asuma la tarea de decidir la contienda. Por otro lado, a que las partes queden
sometidas a la resolución dada por el juez. Se trata de obligaciones puramente
procesales, y para que éstas se produzcan, es necesario que se cumplan
determinados requisitos, denominados presupuestos procesales, que son los
requisitos de admisibilidad y condiciones previas a la tramitación de cualquier
relación procesal. Las aportaciones fundamentales de la doctrina de la relación
jurídica son dos:

 Nacimiento, con carácter autónomo, del Derecho procesal, que deja de ser
un instrumento del Derecho material para pasar a ser una ciencia autónoma.
Por tanto, se está diferenciando entre la relación jurídica material deducida en
el proceso y la relación jurídica procesal.
 Por primera vez se explica la naturaleza del proceso a través del Derecho
público.
Pero esta teoría sufrió críticas; no se admitió que se fundamentase el proceso en
la litis contestatio, aunque tenga una naturaleza pública, ya que debe recurrirse a
conceptos propios del Derecho procesal. Por otro lado, se criticó su concepto de
relación jurídica, ya que se consideraba que no existe una relación entre el juez y
las partes, sino que la relación existe; bien entre las propias partes, o bien entre el
juez y cada parte por separado. En España, la teoría fue seguida por autores
como Prieto Castro, Gómez Orbaneja, etc. Para éste, el proceso es una relación
jurídica o nexo entre dos sujetos que existe en virtud del Derecho objetivo, y que
es regulado por éste. El contenido de dicha relación será una serie de
obligaciones y derechos procesales.
El proceso como situación jurídica
Su artífice fue Goldschmidt, que critica a la anterior teoría desde una triple
vertiente: Los presupuestos procesales no pueden ser la condición de existencia
del proceso, ya que estos presupuestos deben ser discutidos dentro del proceso
en sí, que finalizará, si no concurren éstos, con una sentencia absolutoria en la
instancia. El contenido del proceso no lo constituyen derechos y obligaciones; es
verdad que el juez tiene la obligación de dictar sentencia, pero dicha obligación no
deriva de una relación jurídica procesal, sino de la obligación del Estado de
administrar la Justicia, y, por tanto, nace del propio Derecho público. Asimismo, las
partes no tienen en puridad obligaciones procesales, ya que la sujeción del
ciudadano al poder del Estado es natural y no deriva de ninguna relación jurídica.
A lo sumo, pueden existir cargas para las partes, pero no obligaciones. La teoría
de la relación jurídica es estática, y no aporta nada nuevo al proceso, el cual se
caracteriza por su dinamismo, ya que se desarrolla de acto en acto hasta
desembocar en la resolución dictada por el juez. Para Goldschmidt, situación
jurídica es el estado en el que se encuentra una persona, desde el punto de vista
de la sentencia que espera, conforme a las normas jurídicas. El proceso progresa
por medio de los actos procesales, cuya meta será el logro de una sentencia
favorable a las pretensiones de las partes, y cada acto procesal crea una situación
en que las partes examinan cuáles son sus posibilidades de obtener esa sentencia
favorable. Cada una de estas situaciones es válida en tanto en cuanto es
condición de la siguiente y tiene como presupuesto la anterior; así, el proceso se
define como un conjunto de situaciones transitorias, que van transcurriendo hasta
llegar a una situación definitiva, cual es la sentencia. En el proceso, todos los
derechos se encuentran en situación de espera, mientras no se produzca la
sentencia. Por eso, lo que caracteriza al proceso es la incertidumbre, tanto por
parte del actor, como por parte del demandado y también por parte del juez. Así,
en el proceso no puede haber derechos, sino expectativas de derechos; de la
situación de incertidumbre solamente derivan cargas y expectativas. En cuanto a
las obligaciones, éstas no existen, propiamente, en el ámbito procesal, sino que
sólo hay cargas; la carga se diferencia de la obligación en que, mientras que ésta
es un imperativo nacido del interés de un tercero o del interés del Estado, la carga
es un imperativo del propio interés, de ahí que no haya sanción para quien decide
no asumir una carga. Desde el punto de vista de la teoría de la situación jurídica,
el proceso puede definirse como el fenómeno jurídicamente reglamentado que se
desenvuelve de situación en situación, produciendo determinadas cargas y
expectativas, con el fin de obtener una decisión judicial.
El proceso como institución jurídica
Según Jaime Guasp, el proceso debe ser considerado como una institución
jurídica. Este autor desecha la teoría de la relación jurídica por considerar que,
dentro del proceso existen varias correlaciones de derechos y deberes, y por lo
tanto no se produce una sola relación jurídica, sino múltiples, que son susceptibles
de ser reconducidas a la unidad a través de la idea de institución. El proceso para
Guasp se define como el conjunto de actividades relacionadas por el vínculo de
una idea común y objetiva, a la que están adheridas las diversas voluntades
particulares de los sujetos de los que procede aquella actividad. La institución
procesal la configuran dos elementos fundamentales:

 La idea común y objetiva: la satisfacción de la pretensión.


 Las voluntades particulares que se adhieren a ella.
Los caracteres fundamentales del proceso serán los siguientes:
1. Jerarquía entre las personas que intervienen.
2. Universalidad, ya que el proceso no reconoce particularidades territoriales
dentro de los límites de una misma soberanía.
3. Permanencia, porque el proceso no se agota en el momento de producirse,
sino que perdura a lo largo del tiempo, a través de la sentencia.
4. Elasticidad formal, para adaptarse a las vicisitudes de cada caso concreto.
Esta teoría es muy poco práctica, ya que la elaboración del concepto de institución
es muy compleja.
El proceso como servicio público
La teoría del proceso como servicio público fue promovida por los
administrativistas franceses. Parten de la calificación de la actividad jurisdiccional
como actividad administrativa, a los efectos de explicar el proceso como un
servicio público. La función jurisdiccional es una actividad técnica puesta al
servicio de los particulares, para ayudarles en la consecución del fin que
persiguen; la composición del litigio. De esta forma, las normas que regulan este
servicio público no serían normas jurídicas, sino técnicas, porque no tienden a
crear relaciones jurídicas, sino a satisfacer fines que persiguen los particulares.
Esta teoría es inadmisible en opinión de la doctrina más autorizada que cita varias
razones: en primer lugar, no es compatible con el proceso penal, en el cual no
existen fines propios de los particulares. En segundo lugar, es absurdo comparar
la función jurisdiccional con otros servicios públicos, ya que el proceso deriva de
una actividad estatal: lo que un día es un servicio postal, o de salud, etc., al día
siguiente puede ser un servicio privado. Pero la actividad jurisdiccional es algo
consustancial al propio Estado de Derecho, desde el momento en el que el Estado
asume el monopolio de la tutela jurisdiccional, obligándose a crear órganos
adecuados y a poner los medios necesarios para acceder a ellos. La función
jurisdiccional no puede concebirse como servicio público, porque el cumplimiento
del deber de administrar Justicia por parte del Estado no es discrecional, sino
consustancial al Estado de Derecho, y además debe administrarla en la forma
constitucionalmente señalada, es decir: a través del debido proceso.

Características del proceso

 La fase de prueba es, en un proceso jurisdiccional, aquella fase procesal


en que, por resolución judicial, se declara abierto o comenzado el período en
que deben proponerse y practicarse aquellas pruebas que convengan al
derecho de las partes.
 Objeto. El proceso judicial es unitario, en el sentido de que se dirige a
resolver una cuestión, pero que admite la discusión de cuestiones secundarias
al interior del mismo (véase incidente). En este caso, cada cuestión secundaria
dará origen a un procedimiento distinto al procedimiento principal. Por esto, el
proceso judicial puede envolver dentro de sí uno o varios procedimientos
distintos.
 Fundamentos. En un proceso se pueden discutir cuestiones de hecho o
cuestiones de derecho, o ambas simultáneamente. En el primer caso se
discuten los antecedentes de los cuales derivan los derechos reclamados por
las partes, mientras que en el segundo caso ambas partes están de acuerdo
en los hechos, pero discuten la interpretación jurídica que debe darse a los
mismos.

 Iniciación y resolución. El proceso puede abrirse cuando


el demandante ejerza su acción, o bien de oficio, por iniciativa del propio
tribunal. Y usualmente terminará en una sentencia judicial de término, aunque
también puede acabar por vía de auto. (Véase también recurso judicial).
En este aspecto resulta importante la distinción entre proceso civil y penal,
incluyéndose en el civil los procesos laborales y contencioso administrativo, por
cuanto en el primero de ellos rige el principio dispositivo o de justicia rogada y en
el segundo el impulso procesal recae en el juez.
1.3 CARACTERES DE LA RELACIÓN JURÍDICA.
Es el vínculo jurídico entre dos o más sujetos, en virtud del cual, uno de ellos tiene
la facultad de exigir algo que el otro debe cumplir.

La relación jurídica, según se expresa en la definición, se establece siempre entre


los sujetos el derecho (activo y pasivo) y no entre el sujeto y la cosa, como
sostiene erróneamente la doctrina
tradicional. Entre los sujetos y las cosas, existen relaciones de hecho, pero
no vínculos jurídicos.

Con lo dicho se comprende que en virtud de una relación jurídica, una persona


tiene la facultad de exigir algo (derecho subjetivo), que otra debe cumplir (deber
jurídico a cargo del sujeto pasivo de la relación).
Según una opinión muy corriente, la relación jurídica no es otra cosa que
el derecho en sentido subjetivo, es decir, la realidad de las consecuencias
jurídicas(derechos y deberes) para los sujetos activo y pasivo, consecuencias que
surgen una vez realizado el supuesto normativo.
Según legaz y Lacambra, "el concepto de relación jurídica es uno de
aquellos conceptos jurídicos puros que son dados con la idea misma del derecho,
así como la existencia de relaciones jurídicas
concretas es una simple implicancia de la realidad de un orden jurídico dado".

No consisten en un simple estar (situación), sino en un estar con respecto a otro,


bajo la sujeción de alguien o en la expectativa de la prestación que alguien debe
satisfacer. Es lo que denota la terminología relación jurídica que resulta
especialmente apropiada para revelar la esencia de la obligación.

Por lo demás la locución situación jurídica tiene un significado de diferenciación de


la mera relación jurídica, en materia de efectos de la ley con relación al tiempo.
Clasificación de las relaciones jurídicas.
Las relaciones jurídicas, así llamadas cuando se las considera objetivamente,
reciben el nombre de derechos subjetivos cuando se las encara desde el punto de
vista del titular o sujeto, o sea como facultades o poderes suyos.

Los derechos subjetivos se dividen en políticos y civiles.


Los derechos políticos son los que cuadran al titular en razón de su calidad
de ciudadano o miembro de una cierta comunidad política.
Los derechos civiles son los que pertenecen al titular en razón de ser
simplemente habitante, Ver Gr., El derecho de entrar, permanecer y transitar
libremente en el país, de usar y disponer de la propiedad, de asociarse con fines
útiles, etcétera.
Subdivisión de los derechos civiles.
Suelen dividirse los derechos civiles en tres categorías diferentes:
a) los derechos de la personalidad son lo que se refieren a la persona en sí
misma, tales como el derecho al nombre, las acciones de estado, etcétera.

B) los derechos de familia son los que se confieren al titular en razón de su


carácter de miembro de la familia.
Tales son los derechos conyugales, los referentes a la patria potestad,
los derechos alimentarios entre parientes, etcétera.

C) los derechos patrimoniales son los que tienen un valor pecuniario y, como tales,


integran el patrimonio de las personas. Pueden todavía subdividirse en tres
subcategorías: 1) los derechos reales, como el dominio, el usufructo o la hipoteca;
2) los derechos personales, también
denominados derechos de crédito u obligaciones, como la obligación de pagar una
suma de dinero:

la persona a quien se debe la suma de dinero se llama acreedor y la persona


constreñida a satisfacer el pago de dicha suma se denomina deudor; 3)
los derechos intelectuales.

De modo poco claro, para De Castro, la "situación jurídica en que se encuentran


las personas, organizadas unitariamente dentro del orden jurídico total por un
especial principio jurídico".

1.4 PRESUPUESTOS PROCESALES


Requisitos formales que necesariamente deben concurrir para poder constituir
válidamente un determinado proceso y que el Juez pueda dictar una sentencia
que resuelva sobre el fondo del asunto. Cuando se aprecie, en cualquier
momento, la ausencia de un presupuesto procesal que resulte insubsanable, se
dictará resolución que impedirá continuar con el procedimiento, sin que se entre a
conocer sobre el fondo del asunto. Clases: 1. Del órgano jurisdiccional: - la
jurisdicción - la competencia objetiva - la competencia funcional - la competencia
territorial 2. De las partes: - la capacidad para ser parte - la capacidad procesal - la
legitimación - la postulación 3. Del objeto procesal: - la litispendencia - la cosa
juzgada 4. Del procedimiento: - inadecuado por razón de la cuantía o de la materia

TEMA II

JURISDICCIÓN.

2. 1.- LA JURISDICCIÓN COMO ACTIVIDAD SOBERANA.


La jurisdicción (en latín: iuris dictio, ‘decir o declarar el derecho a su propio
gobierno’)? es la potestad, derivada de la soberanía del Estado, de aplicar
el derecho en el caso concreto, resolviendo de modo definitivo e irrevocable una
controversia, que es ejercida en forma exclusiva por los tribunales de
justicia integrados por jueces autónomos e independientes.1
Uno de los principales rasgos de la potestad jurisdiccional es su carácter
irrevocable y definitivo, capaz de producir en la actuación del derecho lo que
técnicamente se denomina cosa juzgada.
En sentido coloquial, la palabra "jurisdicción" es utilizada para designar el territorio
(Estado, provincia, municipio, región, país, etc.) sobre el cual esta potestad es
ejercida. Del mismo modo, por extensión, es utilizada para designar el área
geográfica de ejercicio de las atribuciones y facultades de una autoridad o las
materias que se encuentran dentro de su competencia; y, en general, para
designar el territorio sobre el cual un Estado ejerce su soberanía.
En palabras del distinguido profesor Eduardo Couture: "Es la función pública,
realizada por los órganos competentes del Estado, con las formas requeridas por
la ley, en virtud de la cual, por acto de juicio, se determinan los derechos de las
partes, con el objeto de dirimir sus conflictos y controversias de relevancia jurídica,
mediante decisiones bajo autoridad de cosa juzgada, eventualmente factibles de
ejecución".
De manera más simplificada, la jurisdicción, es el poder de administrar justicia en
un territorio, es la potestad pública de conocer y sentenciar los casos judiciales,
dentro de su capacidad territorial.
El Diccionario Jurídico-Rafael de Pina Vara indica que es la "Potestad para
administrar justicia atribuida a los jueces, quienes la ejercen aplicando las normas
jurídicas generales y abstractas a los casos concretos que deben decir"
En Chile es posible definir jurisdicción siguiendo al abogado y profesor Mario
Mosquera como el poder deber del Estado radicado preferentemente en los
tribunales de justicia para que estos como órganos imparciales, resuelvan de
manera definitiva e inalterable con posibilidad de ejecución, los conflictos de
intereses de relevancia jurídica suscitados entre las partes o que surjan de una
violación del ordenamiento jurídico social.2

2. 2.- LA JURISDICCIÓN Y LAS OTRAS FUNCIONES DEL ESTADO.


La función jurisdiccional es el poder- deber del estado político moderno, emanado
de su soberanía, para dirimir, mediante organismos adecuados, los conflictos
de intereses que se susciten entre los particulares y entre éstos y el estado, con
la finalidad de proteger el orden jurídico.

En el análisis de esta definición, se destaca lo siguiente:

a) la actividad jurisdiccional es un poder-deber del estado. Una de las formas


de manifestación del poder del estado es mediante el poder jurisdiccional, no
solamente porque el constituyente haya seguido la orientación de la teoría de
la separación e independencia de los poderes del estado, atribuyendo
la función jurisdiccional al Poder judicial, sino porque la función jurisdiccional es el
único medio que tiene el estado para ejercitar el control de legalidad y
de legitimidad para la legislación y de la administración.

Es además un monopolio del Estado.

Salvo casos excepcionales en que el ordenamiento legal tolera la autotutela de


los derechos, el estado concibe su propia subsistencia mediante la prohibición de
la defensa particular o por mano propia de los derechos, y ello impone al estado el
poder-deber de establecer una organización adecuada para sustituir
la defensa privada por la tutela del estado.

B) es un poder-deber que emana de la soberanía. Esta alusión a la soberanía del


estado político moderno contribuye a depurar
el concepto de función jurisdiccional y de jurisdicción, de otras actividades que
concretándose finalmente en un juicio, no son expresión de la jurisdicción, por
ejemplo, la llamada jurisdicción internacional, la llamada jurisdicción eclesiástica y
la función arbitral.

C) el poder-deber del estado se ejercita mediante la actividad de


un organismo apropiado, la llamada Administración de justicia del estado,
estructurado más o menos complejamente para cumplir con la misión de juzgar: el
órgano judicial, que por su complejidad da nacimiento a la pluralidad de
órganos juzgadores y a la determinación de la competencia de cada uno de ellos
para no producir superfetaciones de poder (conflictos de competencia).

D) el ámbito de la actuación de estos organismos jurisdiccionales son los conflicto-


expresión más amplia que la de controversia- que se producen entre
los particulares y entre éstos y el estado, pero solamente los conflictos
de intereses o sea aquellos que afectan solamente la aplicación y actuación de
una norma preexistente; el órgano jurisdiccional no puede emitir declaraciones
abstractas; ni dictar decisiones normativas relativas a conflictos de derecho.

E) los sujetos de los conflictos de intereses que resuelve el


órgano jurisdiccional son los de cualquier particular, sea ciudadano o extranjero.

F) la télesis de la función jurisdiccional del estado consiste en proteger el orden


jurídico establecido. El órgano jurisdiccional decide con la ley por la ley,
respetando la jerarquía de las normas vigentes.

Aunque han sido los administrativistas franceses quienes primero advirtieron que
la función jurisdiccional formaba parte de la función administrativa del estado (Ver
Gr., Berth lemy, Hauriou), ha sido Kelsen, teoría general del derecho y del estado,
quien ha dado los fundamentos jusfilosoficos de esta corriente de opinión: "la
usual tricotomía se basa en realidad en una dicotomía. La función legislativa suele
oponerse a un mismo tiempo a las funciones ejecutivas y judicial, que, de manera
obvia, tienen entre si una relación mayor que la que guardan con la primera.

La legislación (legis latio del derecho romano) es la creación de leyes (leges). Si


hablamos de ejecución, tenemos que preguntarnos que es lo que se ejecuta. La
respuesta no puede ser otra sino la de que lo que se ejecuta son las normas
generales, es decir, la constitución y las leyes creadas por el Poder legislativo.

Sin embargo, la ejecución de leyes es también función del llamado Poder judicial.


Este último no se distingue del denominado Poder ejecutivo en el hecho de que
solamente los órganos del segundo ejecuten normas. En tal respecto,
la función de ambas es realmente la misma. Las normas jurídicas generales son
ejecutadas tanto por el Poder ejecutivo como por el Poder Judicial; el diferencia
estriba solamente en que, en un caso, la ejecución de las normas
generales es confiada a los tribunales, y en el otro a los llamados
órganos ejecutivos o administrativos.

La tricotomía usual es, pues, en el fondo, una dicotomía, es decir, la distinción


fundamental entre legis latio y legis executio. La última es subdividida en las
funciones judicial y ejecutiva en sentido estricto... " Caracteres de jurisdicción.
Hasta ahora se ha hablado de la
función jurisdiccional del estado como sinónimo de la actividad de un poder
del estado:

el Poder judicial. La función jurisdiccional es, sin embargo, más comprensiva,


porque el estado ejercita actividades jurisdiccionales que no incumben al
órgano judicial; pero donde ambas expresiones encuentran el punto de
confluencia es en la jurisdicción, que tautológicamente podría definirse
como función jurisdiccional ejercida por el Poder judicial.

Por consiguiente, los caracteres de la jurisdicción son: su inderogabilidad, su


inderogabilidad y su unidad.
2. 3.- ORIGEN CONSTITUCIONAL DE LA INTEGRACIÓN DE LOS ÓRGANOS
JURISDICCIONALES.
Son los entes que desarrollan la función de atender las reclamaciones dirigidas a
la realización del derecho; es decir, los entes en los que se plantean, desarrollan y
deciden los procesos civiles. En sentido genérico, se denominan
también tribunales, aunque este nombre sirve para designar, más
específicamente, los órganos jurisdiccionales colegiados; cuando se trata de
órganos jurisdiccionales unipersonales, se denominan juzgados. Aquéllos están
compuestos por más de un juez que, en tal caso, se denomina magistrado;
los juzgados son órganos jurisdiccionales integrados por un solo juez. En todo
caso, los órganos jurisdiccionales son sedentarios, permanentes y solemnes.
A efectos judiciales, el Estado se organiza territorialmente en municipios,
partidos, provincias y comunidades Autónomas.

En la organización jurisdiccional civil confluyen los criterios del ámbito territorial y


de la índole y cuantía de los asuntos planteados.

Además del término tribunal, se utiliza también el de corte o corte de justicia para


referirse a los órganos jurisdiccionales encargados de conocer, decidir
y ejecutar las causas judiciales.

Ley orgánica del Poder judicial, artículos 26 a 34.

2. 4.- JERARQUIZACIÓN DEL PODER JUDICIAL Y AUXILIARES NO


JERARQUIZADOS.
El Poder Judicial de la Federación es uno de los tres poderes de la Unión en los
que divide el ejercicio del gobierno en México. Está integrado por la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación, el Consejo de la Judicatura Federal, los Juzgados de Distrito, los
Tribunales Colegiados de Circuito y los Tribunales Unitarios de Circuito. Sus
fundamentos se encuentran en el Título III, Capítulo IV (abarcando catorce
artículos) de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación. El Jurado Federal de Ciudadanos y
los tribunales de los Estados y de la Ciudad de México, pueden actuar en auxilio
de la Justicia Federal, en los casos previstos por la Constitución y las leyes. La
administración, vigilancia y disciplina del Poder Judicial de la Federación, con
excepción de la Suprema Corte de Justicia y el Tribunal Electoral, está a cargo
del Consejo de la Judicatura Federal. En este poder y su conjunto de órganos, se
deposita la facultad de impartir justicia en todos los aspectos institucionales del
estado mexicano; la aplicación de las normas y principios jurídicos en la resolución
de conflictos; y en todos los ámbitos de la aplicación del Derecho y la
interpretación de las leyes en la sociedad (civil, penal, constitucional, mercantil,
laboral, administrativo, fiscal, procesal, etc.)
Órganos Auxiliares

 Instituto de la Judicatura Federal


 Instituto Federal de Defensoría Pública

 Instituto Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles

 Visitaduría Judicial

 Contraloría del Poder Judicial de la Federación

2. 5.- REQUISITOS SUBJETIVOS PARA SER DESIGNADO TITULAR DE LOS


ÓRGANOS JURISDICCIONALES.
ACUERDO GENERAL DEL PLENO DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA FEDERAL, QUE
REGLAMENTA LA CARRERA JUDICIAL Y LAS CONDICIONES DE LOS FUNCIONARIOS
JUDICIALES. (1)
El suscrito Magistrado consejero de la Judicatura Federal, Luis María Aguilar Morales, me
permito someter a la consideración del Honorable Pleno el siguiente proyecto de Acuerdo
General del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal que reglamenta la carrera judicial y las
condiciones de los funcionarios judiciales, conforme a la siguiente:

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS.

El derecho como ciencia humana que regula la actuación de la sociedad en su conjunto y de


los individuos en particular, está sometido a los cambios a que obligan las circunstancias del
devenir histórico, y que constituyen el avance y perfeccionamiento de la convivencia y de las
relaciones entre gobernantes y gobernados.

Por ello, es conveniente que las normas jurídicas se actualicen para lograr su plena eficacia en
el alcance de las metas o resultados que con ellas se propone el Estado.

Las normas que, en cumplimiento a lo que dispone el artículo 100 constitucional, ha expedido
el Consejo de la Judicatura Federal pueden y deben ser modificadas cuando las circunstancias
fácticas así lo requieran o cuando la legislación con ellas vinculadas sufre modificaciones o
reformas, con el propósito de que la institución cumpla con los cometidos que le ha señalado el
Constituyente Permanente, con el fin de lograr una Justicia Federal pronta, completa y gratuita,
en la que la excelencia, la objetividad, la imparcialidad, el profesionalismo y la independencia,
sean las virtudes rectoras de la actuación de los juzgadores federales.

Desde su creación, en 1995, el Consejo de la Judicatura Federal ha expedido diversas normas


que constituyen la referencia obligada para quienes se desempeñan en él como servidores
públicos. De entre esas diversas normas o acuerdos generales, destaca el designado con el
número 48/1998, que regula el funcionamiento y organización del Consejo de la Judicatura
Federal, y que contiene las bases fundamentales de la actividad particular de cada uno de sus
órganos internos y se señalan las atribuciones, procedimientos y criterios a seguir para la toma
de decisiones y para la organización de la institución.

Es importante destacar que el mencionado acuerdo general ha sufrido un buen número de


modificaciones, adecuaciones y reformas que se han plasmado en otros tantos acuerdos
generales del consejo y que, desgraciadamente, no han sido compilados y recogidos con
sistema y oportunidad. Tal circunstancia ha resultado en una normatividad dispersa y,
consecuentemente, ha ocasionado que existan diversas disposiciones aplicables para
situaciones similares de las cuales es difícil distinguir las que están en vigor de las que han sido
derogadas.

Asimismo, es de señalar que la regulación de la carrera judicial se encuentra inserta


principalmente en el citado Acuerdo General 48/1998, además de en algunos otros que regulan
temas específicos de ésta, siendo que las disposiciones referentes a los Jueces de Distrito y
Magistrados de Circuito, no tiene relación alguna con la organización y funcionamiento del
consejo, ya que constitucional y legalmente éstos no son parte de él, sino depositarios del
Poder Judicial de la Federación.

Para tal efecto se propone al Honorable Pleno del Consejo de la Judicatura Federal la
expedición de un nuevo acuerdo general que reglamente la carrera judicial y las condiciones de
los funcionarios judiciales, en el que se regule, exclusivamente, lo referente a la carrera judicial,
que se compone de temas tales como el ingreso a la carrera judicial, ascensos, adscripciones,
nombramientos, licencias, sustituciones, vacaciones, retiro y demás temas que incumben a los
servidores públicos del Poder Judicial de la Federación.

Las propuestas más importantes que se recogen y plasman en esta iniciativa de acuerdo
general son las siguientes:

EN MATERIA DE DISPOSICIONES GENERALES.


Debido a que desde hace tiempo se consideró que el cargo de secretario técnico desempeñado
en el Consejo de la Judicatura Federal debe considerarse como tiempo a computar para la
carrera judicial, de una reflexión al respecto se estimó que existen otros cargos, además de
ese, que también deberían tomarse en cuenta para tal fin.

Así, para efectos de la antigüedad en la carrera judicial se propone que se tome en cuenta, no
sólo la obtenida del ejercicio de las categorías referidas en el artículo 110 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial de la Federación, sino también el tiempo transcurrido en el desempeño de
los siguientes cargos: secretario general de acuerdos del Tribunal Electoral; secretario de
estudio y cuenta del Tribunal Electoral; secretario instructor del Tribunal Electoral; secretario
técnico del consejo y de los órganos auxiliares; secretario de estudio y cuenta de la Comisión
Substanciadora Única del Poder Judicial de la Federación; secretario particular de Ministro;
defensor público y asesor jurídico del Instituto Federal de la Defensoría Pública; así como el de
secretario ejecutivo, director general o aquellos que desempeñen funciones de asesoría jurídica
directa para los mandos superiores.

Se considera pertinente establecer que el expediente personal de los servidores públicos será
el instrumento idóneo para la comprobación de los diversos requisitos relativos a los trámites
concernientes a la carrera judicial, por lo que cada funcionario deberá remitir la documentación
que le sea requerida a efecto de que la Dirección General de Recursos Humanos pueda
integrarlos debidamente.

Por otro lado, es importante señalar, debido a los múltiples conflictos que se han dado al
respecto, que se determine que compete únicamente al consejo la asignación de las áreas o
locales destinados a los órganos jurisdiccionales, con lo que se evitará la práctica de ocupar
áreas que, aunque desocupadas momentáneamente, el consejo deberá asignar a otros
tribunales.

EN MATERIA DE INGRESO A LA CARRERA JUDICIAL.


Se establece la asistencia a prácticas forenses para los aspirantes a ocupar los cargos de
Jueces de Distrito o Magistrados de Circuito para evaluar su desempeño al enfrentarse a la
diversas tareas que implican la titularidad de un órgano jurisdiccional; así como para los
concursantes que hayan resultado vencedores en los concursos de oposición que se realicen,
con la finalidad de coadyuvar a su formación y prepararlos para que una vez que asuman
formalmente el cargo su desempeño sea lo más eficiente y eficaz posible.

El establecimiento de este tipo de prácticas es con la finalidad de buscar una manera de poder
seleccionar a los mejores candidatos, logrando un equilibrio entre las habilidades teóricas y
prácticas de los aspirantes; así como proporcionar mayores elementos de práctica a aquellas
personas que hubieran resultado vencedoras en los concursos de oposición para que al
momento en que empiecen a desempeñarse en el cargo puedan desenvolverse con mayor
facilidad en todas las áreas que involucran el manejo de un órgano jurisdiccional.

En otro aspecto, se prevé la posibilidad de solicitar al Pleno del Consejo de la Judicatura


Federal, por única vez, la reincorporación al Poder Judicial de la Federación para aquellas
personas que habiéndose desempeñado como juzgadores federales, por alguna razón se
hayan separado del cargo, siempre que no exista un impedimento insalvable para tal efecto.

Lo anterior, atendiendo a que en ocasiones personas con una vasta experiencia se ven
obligadas o deciden separarse del Poder Judicial de la Federación, sin que tal circunstancia
implique necesariamente que ya no puedan en un futuro volver a aspirar al cargo de juzgadores
federales, por lo que se estima que debe hacerse una valoración de cada caso en particular y
el Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, determine si es conveniente su reincorporación
para el Poder Judicial de la Federación.

EN MATERIA DE ADSCRIPCIONES Y READSCRIPCIONES.

Se incorpora en esta iniciativa, el Acuerdo General 25/1998, del Pleno del Consejo de la
Judicatura Federal, que establece los criterios para la adscripción y readscripción de
Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito, modificado mediante el diverso Acuerdo General
58/1999, así como las disposiciones existentes en el Acuerdo General 48/1998.

Debido a que la evaluación que haga el Consejo de la Judicatura Federal debe ser el criterio a
seguir para otorgar adscripciones, se elimina la prohibición general de destinar a un Juez de
Distrito o a un Magistrado de Circuito, en su primera adscripción, a un juzgado o tribunal,
respectivamente, de nueva creación, dejando la posibilidad de hacerlo cuando, a juicio del
consejo, existan causas justificadas para tal efecto.

Se propone modificar los porcentajes de valoración para determinar las adscripciones de


Jueces de Distrito, dándole mayor énfasis al elemento relativo a la antigüedad en el Poder
Judicial de la Federación en relación con los cursos realizados en el Instituto de la Judicatura
Federal. De igual manera se considera necesario dar nuevos valores a los elementos de la
readscripción, otorgando mayor puntuación a la antigüedad en el Poder Judicial, a los
resultados de las inspecciones y al desarrollo profesional, pues son los valores
internacionalmente reconocidos para la evaluación del desempeño de los juzgadores.

Asimismo, es importante dar valor a la experiencia en la materia en que el servidor público se


haya desempeñado para determinar sobre las solicitudes de adscripción o readscripciones en
órganos especializados, por lo que se incorpora una disposición expresa en ese sentido.

Igualmente, se realiza una ponderación detallada de los elementos previstos en los artículos
119 y 120 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, señalando la manera en que
se evalúa cada uno de ellos, con la finalidad de dar mayor transparencia a las determinaciones
que en materia de adscripciones y readscripciones emita el Consejo de la Judicatura Federal.

EN MATERIA DE RATIFICACIÓN.

Se propone computar para efectos del periodo de seis años que se requiere para la ratificación
de un juzgado federal, el tiempo que se hubiera desempeñado como Juez de Distrito, como
Magistrado de Circuito o en ambos cargos.

Lo anterior se estima así, pues el artículo 97, párrafo primero, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos dispone, en su parte conducente, que los Magistrados de Circuito y
los Jueces de Distrito durarán seis años en el ejercicio de su encargo, al término de los cuales,
si fueran ratificados o promovidos a cargos superiores, sólo podrán ser privados de sus puestos
en los casos y conforme a los procedimientos que establezca la ley; es decir, se refiere a las
condiciones para adquirir la estabilidad en el cargo público que detentan Jueces de Distrito y
Magistrados de Circuito, sin que, para ello, se haga en la norma una distinción entre los dos
cargos, de forma que se puedan englobar en el concepto "juzgadores federales".

Además, los dictámenes que se elaboran con motivo del procedimiento de ratificación tienen
por objeto reflejar el conocimiento cierto de la actuación ética y profesional de los juzgadores
federales, con independencia de que se trate de un Juez de Distrito, o bien, de un Magistrado
de Circuito, para poder determinar si continúan con la capacidad de llevar a cabo las tareas
jurisdiccionales bajo los principios de independencia, profesionalismo y excelencia, con lo que
se garantiza la adecuada calificación de las personas que desarrollan la función jurisdiccional.
Este acto administrativo es de orden público, en la medida en que la sociedad está interesada
en conocer a ciencia cierta que quienes asumen la función pública de impartir justicia, actúen
ética y profesionalmente.

EN LO REFERENTE A LOS SECRETARIOS Y ACTUARIOS.

Se incorpora en el proyecto, el Acuerdo General 26/2004 que reglamenta los cursos del
Instituto de la Judicatura Federal, fija las bases para celebrar y organizar exámenes de aptitud
y establece el procedimiento para la expedición de nombramientos de secretarios y actuarios.
Así, se divide este título en cuatro capítulos, en el primero, de disposiciones generales, se
señalan los requisitos para ser designado actuario o secretario de un Tribunal Colegiado o de
un Juzgado de Distrito; en el segundo se reglamentan los cursos del Instituto de la Judicatura
Federal; el tercero se refiere a los exámenes de aptitud y, finalmente, en el cuarto se establece
el procedimiento a seguir para la expedición de nombramientos de secretarios, actuarios y
demás personal adscrito a los órganos jurisdiccionales.

En relación con los requisitos para poder ser designado secretario, se señala que el haber
aprobado el examen de aptitud para esa categoría se equipara a haber acreditado el Curso de
Especialidad en Secretaría de Juzgado de Distrito y Tribunal de Circuito o el Curso Básico de
Formación y Preparación de Secretarios del Poder Judicial de la Federación, es decir, si se
actualiza cualquiera de los tres supuestos mencionados anteriormente, es suficiente para
considerar satisfecho este requerimiento.

Asimismo, por lo que hace a los actuarios, se estima que haber aprobado el examen de aptitud
para esa categoría, se equipara a haber obtenido calificación aprobatoria en el examen de
aptitud para la categoría de secretario, o a haber acreditado el Curso de Especialidad en
Secretaría de Juzgado de Distrito y Tribunal de Circuito o el Curso Básico de Formación y
Preparación de Secretarios del Poder Judicial de la Federación, es decir, si se actualiza
cualquiera de los cuatro supuestos mencionados anteriormente, es suficiente para considerar
satisfecho este requerimiento.

También se determinó que una vez acreditado el examen de aptitud no hay necesidad de
volverlo a presentar, pues su vigencia es indefinida, es decir, no importa el tiempo que haya
transcurrido a partir de la fecha de aprobación del examen, en cualquier momento puede ser
nombrado en la categoría respectiva.

Para que el Instituto de la Judicatura Federal pueda practicar un examen de aptitud se ha


previsto que a la propuesta correspondiente se deben anexar los documentos que acrediten
que el aspirante cumple con todos los requisitos legales para ocupar el cargo respectivo, de
esta forma sólo se examinará a quien efectivamente los reúna.

En otro aspecto, no puede soslayarse la continua generación de conflictos entre los


Magistrados integrantes de los Tribunales Colegiados de Circuito con motivo del nombramiento
del personal y de su remoción; por ello, también se propone regular de manera específica la
forma en que se han de repartir las plazas del órgano colegiado, para que exista un mismo
número de empleados asignados a cada Magistrado. Con excepción de aquellos que, por su
número y funciones, deban ser nombrados por el tribunal en Pleno.

En relación con los nombramientos, el artículo 97 constitucional estableció como una atribución
de los titulares de órganos jurisdiccionales la de nombrar y remover a su personal, por lo que
se propone sustituir el término "autorizar", como función del Consejo de la Judicatura Federal,
utilizado en el Acuerdo General 48/1998, por el de "verificar", tratándose de los nombramientos
que expidan los Jueces y Magistrados respecto de su personal.

Se prevé la posibilidad de otorgar nombramientos provisionales para ocupar los cargos de


secretarios o actuarios, hasta por seis meses, aun sin contar con el requisito de haber
aprobado el examen de aptitud para la categoría correspondiente. Lo anterior, tomando en
consideración que en ocasiones es difícil cubrir las plazas vacantes por ausencias temporales o
licencias de maternidad o enfermedad de los servidores públicos titulares, o bien, cuando se
crean órganos nuevos, por lo que si el titular del órgano respectivo considera apta a
determinada persona para ocupar el cargo, se estima prudente conceder un periodo de seis
meses para que ocupe la plaza sin satisfacer el requisito de referencia, tiempo que se estima
suficiente para realizar los trámites necesarios y cubrir el multicitado requisito.

Se establecen reglas para el otorgamiento de nombramientos de base a los servidores


públicos, con el objeto de dar mayor certeza en cuanto al tiempo y a los requisitos que se
deben tomar en consideración para que el o los titulares se pronuncien al respecto.

Finalmente, en cuanto a la disposición que impide a los Magistrados de Tribunales Unitarios de


Circuito o a los Jueces de Distrito ausentarse, se adiciona con la prevención que se encuentra
en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales.

EN MATERIA DE IMPEDIMENTOS, SUSTITUCIONES Y LICENCIAS.


Se incorpora un título que regula la sustitución de los titulares de los órganos jurisdiccionales
en casos de impedimento, pues el Acuerdo General 48/1998, únicamente se ocupaba de los
impedimentos de los consejeros. Para tal efecto se tomó en consideración el Acuerdo General
63/2003, que establece algunas disposiciones al respecto.

Se determina expresamente que el secretario que sea designado para suplir a un Magistrado
de Tribunal Colegiado de Circuito no podrá ejercer las facultades como presidente del órgano,
debido a la naturaleza misma de la función.

Se recopilan y agrupan las normas relativas al tema de licencias, para tener una visión más
integral y completa del tema. Así, en esta propuesta se incorporó el Acuerdo General 2/1995
que regula esta materia en general y el diverso 54/2001 que fija las bases para acceder a
eventos académicos nacionales o extranjeros.

Tomando en cuenta la distribución del personal entre los Magistrados que integran un Tribunal
Colegiado, se considera necesario que las licencias se otorguen con el conocimiento del titular
a quien esté adscrito el solicitante, por lo que se deberá contar con el visto bueno de este
último. También se precisan reglas sobre quiénes pueden otorgar licencias a los servidores
públicos de los Tribunales Unitarios de Circuito y Juzgados de Distrito, dependiendo del tiempo
de la licencia; así como sobre la intervención que corresponda a la Dirección General de
Recursos Humanos y a la Comisión de Carrera Judicial.

Se abre la posibilidad de que, en casos especiales y a criterio de la Comisión de


Administración, se podrán autorizar sustituciones de servidores públicos que disfruten de
licencia prejubilatoria, siempre atendiendo de manera fundamental a las disponibilidades
presupuestales y necesidades del servicio.

Se precisa que las licencias sin goce de sueldo no se computarán como tiempo de servicios
prestados al Poder Judicial de la Federación, con excepción de los casos en que el Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado conceda licencia por
enfermedad, de conformidad con el artículo 111, antepenúltimo párrafo, de la Ley Federal de
los Trabajadores al Servicio del Estado.

EN LO REFERENTE AL RETIRO DE JUECES Y MAGISTRADOS.

Se desarrollan con mayor detalle las disposiciones que establecen un sistema de pensiones
complementarias a las otorgadas por la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de
los Trabajadores del Estado, mediante la constitución de un fondo. Asimismo, se establecen los
casos en que los Jueces de Distrito y Magistrados de Circuito se pueden beneficiar de este
sistema y el monto que les corresponderá conforme a las bases generales previstas en el título
respectivo.

EN LO REFERENTE A LAS REFORMAS DEL ACUERDO.

Anteriormente, como es el caso del Acuerdo 48/1998, cada vez que era reformado se emitía un
nuevo acuerdo con un número diferente, lo que generaba confusión, ya que aparentemente se
trataba de varios acuerdos, cuando en realidad era el mismo cuerpo normativo pero reformado
y, además, esta forma de proceder hacía más complicada la consulta de acuerdos, sobre todo
tratándose de la normativa fundamental.

Por lo anterior, se estimó pertinente proponer un sistema mediante el cual los acuerdos que
modifiquen a este Acuerdo General que reglamenta la carrera judicial y las condiciones de los
funcionarios judiciales no se les asigne número alguno, bastando para su identificación la fecha
de su publicación en el Diario Oficial de la Federación y, además, se contempla que la
Secretaría Ejecutiva de Vigilancia, Información y Evaluación incorpore al texto de aquél las
modificaciones acordadas a efecto de que se sustituyan, adicionen o supriman en el articulado
y, así, facilitar su consulta.

NOTA FINAL A LA PUBLICACIÓN EN EL SEMANARIO JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN Y SU


GACETA DEL PRESENTE ACUERDO

El presente Acuerdo General del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, que reglamenta la
carrera judicial y las condiciones de los funcionarios judiciales fue publicado en el Diario Oficial
de la Federación el tres de octubre de dos mil seis, y a partir de su entrada en vigor, dieciséis
de octubre siguiente, su aplicación práctica propició la adopción de algunas aclaraciones y
reformas.

Es importante destacar que para efectos de su publicación en el Semanario Judicial de la


Federación y su Gaceta, se consideró pertinente incluir estas modificaciones, con el objeto de
que la difusión que se dé en esta fecha al referido ordenamiento sea la de la versión vigente al
31 de diciembre de 2007. Los textos de las aclaraciones y reformas que ha sufrido desde su
publicación en el Diario Oficial de la Federación se resaltan en negrita, señalando en nota al pie
de página las fechas en que fueron publicadas en el citado diario.

ACUERDO GENERAL DEL PLENO DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA FEDERAL, QUE


REGLAMENTA LA CARRERA JUDICIAL Y LAS CONDICIONES DE LOS FUNCIONARIOS
JUDICIALES.

CONSIDERANDO

PRIMERO. Las normas que, en cumplimiento a lo que dispone el artículo 100 constitucional, ha
expedido el Consejo de la Judicatura Federal pueden y deben ser modificadas cuando las
circunstancias fácticas así lo requieran o cuando la legislación con ellas vinculada sufra
modificaciones o reformas, con el propósito de que la institución cumpla con los fines que le ha
señalado el Constituyente Permanente, a saber, lograr una Justicia Federal pronta, completa
imparcial y gratuita, en la que la excelencia, la objetividad, la imparcialidad, el profesionalismo y
la independencia sean las virtudes rectoras de la actuación de los juzgadores federales;

SEGUNDO. Desde su creación en mil novecientos noventa y cinco, el Consejo de la Judicatura


Federal ha expedido diversas normas que constituyen la referencia obligada para quienes se
desempeñan en él como servidores públicos. De entre esas diversas normas o acuerdos
generales, destaca el designado con el número 48/1998 que regula el funcionamiento y
organización del Consejo de la Judicatura Federal, y que contiene las bases fundamentales de
la actividad particular de cada uno de sus órganos internos y se señalan las atribuciones,
procedimientos y criterios a seguir para la toma de decisiones y para la organización de la
institución, regulándose en él, entre otras materias, la relativa a la carrera judicial;

TERCERO. El Acuerdo General 48/1998 del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal ha
sufrido un buen número de modificaciones, adecuaciones y reformas que se han plasmado en
otros tantos acuerdos generales y que, desgraciadamente, no han sido compilados y recogidos
con sistema y oportunidad. Tal circunstancia ha resultado en una normatividad dispersa y,
consecuentemente, ha ocasionado que existan diversas disposiciones aplicables para
situaciones similares de las cuales es difícil distinguir las que están en vigor de las que han sido
derogadas;

CUARTO. La regulación en materia de carrera judicial se encuentra establecida en diversos


acuerdos generales del Consejo de la Judicatura Federal, siendo de suma importancia que las
disposiciones relativas a actividades tales como el ingreso a la carrera judicial, adscripciones y
readscripciones, ratificaciones, nombramientos, licencias, sustituciones, vacaciones, retiro y
demás que incumben a los funcionarios jurisdiccionales sean codificadas de manera integral;

QUINTO. Por lo anterior, y atendiendo a la necesidad de que los servidores públicos de la


carrera judicial requieren contar con los mejores instrumentos para el desarrollo de sus
actividades en beneficio de una óptima administración de justicia y, además, para facilitar el
acatamiento y respeto puntuales a las condiciones establecidas al respecto, se estima
indispensable emitir un acuerdo general que se ocupe de normar lo inherente a la carrera
judicial y a las condiciones de los servidores públicos del Poder Judicial de la Federación, para
propiciar un marco normativo idóneo, orientado a la creación de un sistema de carrera judicial
que permita la permanencia y desarrollo de sus miembros.

En consecuencia, con fundamento en los artículos 100 de la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos y 81, fracción II, 131, 132, 133, fracciones III y IV, 134 y demás
relativos de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, se expide el siguiente
2. 6.- DIVERSAS CLASES DE JURISDICCIONES.
Las clases de Jurisdicción son:

a) la Jurisdicción Ordinaria
La Jurisdicción Ordinaria es aquella ejercida con exclusividad por el Órgano
Judicial.

Sus principios son la unidad, la exclusividad y el principio de independencia (CPE


peruano Art. 139 incisos 1 y 2).

b) las jurisdicciones especiales como la Jurisdicción Militar,


Esta jurisdicción especial es a iniciativa de las partes en conflicto, las cuales
recurren a los componedores que son los árbitros, quienes dirimen en las causas
puestas en su conocimiento y sus laudos equivalen a sentencias, que deben ser
acatados por quienes se someten a ellos.

En el Perú las sentencias de estas dos jurisdicciones especiales pueden apelarse


a la jurisdicción ordinaria, en Bolivia no.

c) Jurisdicción Arbitral, la Jurisdicción Indígena,
La Jurisdicción Indígena es la potestad que tienen las naciones indígenas de
administrar justicia de acuerdo a su sistema de justicia propio y se ejerce por
medio de sus autoridades, en el marco de lo establecido en la Constitución Política
del Estado y la Ley.

La Jurisdicción indígena es aquella que administra justicia en materia de


conductas reprobadas [1] de los individuos pertenecientes a alguna de las
naciones indígenas de un Estado

La aplicación del Derecho Consuetudinario por las autoridades indígenas no debe


vulnerar los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución política del
Estado (CPE peruano Art. 149).

En Bolivia la sentencia de esta clase de jurisdicción no es apelable a la jurisdicción


ordinaria (Ley N.º 73 “Ley de Deslinde Jurisdiccional” Art. 12 numeral II).

d) Jurisdicción Constitucional,
La jurisdicción constitucional es la función pública, realizada por el Tribunal
Constitucional, con las formas requeridas por ley, en virtud de la cual, por acto de
juicio, se determina el derecho del recurrente, con el objeto de dirimir una
controversia de relevancia jurídica constitucional, mediante decisiones con
autoridad de cosa juzgada para precautelar el respeto y vigencia de los derechos y
libertades constitucionales.

Precautela la supremacía de la Constitución y realizar un adecuado control


constitucional de tipo jurisdiccional.

e) Jurisdicción Electoral.
La jurisdicción electoral es la función pública, realizada por el Tribunal Electoral,
con las formas requeridas por ley, en virtud de la cual, por acto de juicio, se
determina el derecho del recurrente, con el objeto de dirimir una controversia de
relevancia jurídica electoral, mediante decisiones para precautelar el respeto y
vigencia de los derechos políticos.

En Bolivia la sentencia Tribunal Electoral es recurrible a la jurisdicción ordinaria.

En el Perú las resoluciones del Jurado Electoral son dictadas en instancia final,
definitiva y no son revisables (CPE peruano Art. 181).

En el Perú en la práctica el Jurado Electoral, no es un organismo jurisdiccional por


excelencia, sino más bien un organismo ejecutivo. Sin embargo, dada la
trascendencia de su función, la propia constitución le reconoce competencia para
resolver los numerosos conflictos y reclamaciones que se deriven del proceso
electoral, por lo cual se entiende que cumple una labor jurisdiccional.

f) Jurisdicción Agroambiental

2. 7.- LÍMITES OBJETIVOS DE LA JURISDICCIÓN.


La jurisdicción agroambiental es la función pública, realizada por el Tribunal
Agroambiental, con las formas requeridas por ley, en virtud de la cual, por acto de
juicio, se determina el derecho de las partes, con el objeto de dirimir sus conflictos
y controversias de relevancia jurídica agroambiental, mediante decisiones con
autoridad de cosa juzgada, eventualmente factibles de ejecución.

En Bolivia las resoluciones del Tribunal Agroambiental son dictadas en instancia


final, definitiva y no son revisables.

2. 8.- LÍMITES SUBJETIVOS DE LOS ÓRGANOS JURISDICCIONALES.


La función jurisdiccional suele tener dos tipos de límites: 1) los objetivos, que se
determinan por el tipo de litigios de los que pueden conocer los juzgadores de
acuerdo con su competencia, tema al que nos referiremos en los apartados
siguientes; y 2) los subjetivos, que derivan de la situación jurídica en que se
encuentran determinadas personas. Los límites subjetivos de la jurisdicción se
manifiestan, en forma preponderante, aunque no exclusiva, en el derecho procesal
penal, a través de la institución conocida como inmunidad. Ésta es sólo un
obstáculo transitorio para el ejercicio de la jurisdicción, establecido en favor de
determinadas personas por la función que desempeñan, el cual puede dejar de
existir al término del encargo, o bien puede ser removido antes de éste por el
órgano competente para ello. Así, por ejemplo, el Presidente de la República,
durante el tiempo de su encargo, sólo podrá ser acusado por traición a la patria y
delitos graves del orden común, a través del juicio político al que hemos hecho
referencia anteriormente (supra 2.7.4, numeral 4.), con la variante de que en este
juicio las sanciones aplicables no son las medidas políticas que prevé el art. 110,
párr. tercero, de la Constitución, sino las que establece la legislación penal
aplicable (arts. 108, párr. segundo, y 111, párr. cuarto, de la Constitución). Esto
significa que, durante el tiempo de su encargo, el presidente sólo puede ser
acusado, a través de un juicio político con posible sanción penal, por traición a la
patria y delitos graves del orden común; y que, respecto de todos los demás
delitos, la Constitución establece una inmunidad que termina al finalizar el
encargo. Al concluir la inmunidad con el cargo, queda removido el obstáculo para
que la jurisdicción pueda conocer y juzgar los demás hechos probablemente
delictuosos en que hubiere podido incurrir la persona que fungió como presidente.
Esta inmunidad temporal establecida en favor del presidente de la República se
refiere exclusivamente a la jurisdicción penal. Por otro lado, la Constitución prevé
otro tipo de inmunidad para los funcionarios públicos que se señalan, en forma
limitativa, en el primer y quinto párr. del art. 111. Para que se pueda ejercer la
jurisdicción penal contra estos funcionarios, el precepto citado exige que
previamente la Cámara de Diputados declare, por mayoría absoluta de los
miembros presentes en sesión, si hay o no lugar a proceder contra el inculpado. Si
la Cámara declara que "ha lugar a proceder", significará que retira la inmunidad al
funcionario, por lo que éste podrá ser enjuiciado por la jurisdicción penal ordinaria,
previo el ejercicio de la acción por el Ministerio Público. Cuando se trate de
funcionarios estatales se deberán satisfacer, además, los requisitos que
establezcan las constituciones y leyes locales. Si la Cámara declara que "no ha
lugar proceder", significará que mantiene la inmunidad al funcionario, el cual sólo
podrá ser enjuiciado, si procede, al término de su encargo. El llamado
procedimiento para la declaración de procedencia se encuentra regulado en la
LFRSP (arts. 25-29). La institución de la inmunidad también protege a los
miembros de las misiones diplomáticas y consulares. La inmunidad de los
primeros se encuentra prevista en la Convención sobre Relaciones Diplomáticas
de Viena de 1961; la de los segundos, en la Convención sobre Relaciones
Consulares, también de Viena, de 1963. Ambas convenciones otorgan al personal
diplomático y consular, y a sus familiares y empleados (en este último caso, bajo
ciertas condiciones), inmunidad no sólo respecto de la jurisdicción penal, sino
también de las jurisdicciones civil (en sentido amplio) y administrativa, aunque en
el caso de la jurisdicción civil con varias salvedades. Tomando en cuenta el
contenido de esta obra, así como la complejidad del tema de las inmunidades
diplomáticas y consulares, nos circunscribimos a señalarlas como un límite
subjetivo al ejercicio de la jurisdicción del Estado receptor, remitiendo al lector,
mediante nota, a las obras de derecho internacional público en las que se analiza,
con mayor extensión y profundidad, este tema.

2. 9.- SUBSTITUTIVOS DE LA JURISDICCIÓN.


Además, como contenido de la jurisdicción se ha señalado su
carácter sustitutivo que se produce de dos maneras: a) En la fase de
conocimiento, el juez sustituye con su voluntad, la voluntad de las partes y los
terceros, b) En la fase de ejecución el funcionario del Estado, coactivamente,
realiza los actos que debió.

TEMA III
COMPETENCIA

3. 1.- CONCEPTO DE COMPETENCIA.

Es en realidad la medid del poder o facultad otorgada a un órgano jurisdiccional


para entender de un determinado asunto en otros términos y puede decir que la
competencia es aquella parte de la potestad jurisdiccional que está legalmente
atribuida a un órgano judicial determinado frente a una cuestión determinada

3. 2.- CRITERIOS PARA DETERMINAR LA COMPETENCIA.

Criterio objetivo, territorial o funcional

La competencia de los Tribunales se determina por la materia, la cuantía, el grado


y el territorio, el criterio objetivo toma como base el valor de lo litigado o la materia,
la competencia por razón del territorio es una consecuencia de la distribución de
los juzgados y tribunales por el territorio nacional

En virtud de este principio se señala las demarcaciones judiciales y, dentro de


ellas, la competencia correspondiente a los juzgados y tribunales que
comprenden, la competencia por razón de la función responde a que si bien el
juez o tribunal objetivo y territorialmente competente resuelve, por lo general todo
el proceso, a veces, está limitado a una determinada función, o a un grado de
jurisdicción, pues esta clase de competencia se relaciona también con la
diversidad de instancias y recursos judiciales, basada, actualmente, en una
organización jerárquica de los tribunales.

3. 3.- LA CUESTIÓN DE COMPETENCIA. INHIBITORIA Y DECLINATORIA.

Se llama cuestión de competencia a la controversia que surge cuando dos


órganos jurisdiccionales del mismo orden y jurisdicción, tratan de conocer de un
negocio determinado o pretenden inhibirse de su conocimiento.

El código de procedimientos civiles para el Distrito Federal señala dos formas o


maneras, incompatibles entre sí, de promover las cuestiones de competencia, que
son:

INHIBITORIA: Ante el juez a quien se considera competente, dentro del término de


nueve días contados a partir de la fecha del emplazamiento, pidiéndole que dirija
oficio al que se estima no serlo, para que remita testimonio de las actuaciones
respectivas al superior, para que este decida la situación de competencia.
DECLINATORIA: Ante el juez a quien se considera incompetente pidiéndole que
se abstenga del conocimiento del negocio y remita los autos al considerado
competente.

3. 4.- DISTINCIÓN ENTRE JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA.

JURISDICCIÓN
Es una función pública encomendada a órganos del estado, puede definirse como
la actividad del estado encaminada a la actuación del derecho objetivo mediante la
aplicación de la norma general al caso concreto. De la aplicación de la norma
general al caso concreto puede deducirse a veces, la necesidad de ejecutar el
contenido de la declaración formulada por el Juez, y entonces, la actividad
jurisdiccional es no solo declaratoria sino ejecutiva también.

COMPETENCIA
Es la media del poder o facultad otorgada a un órgano jurisdiccional para atender
de un determinado asunto, el primer problema que se presenta después de fijada
y delimitada la cuestión que se pretende plantear ante un órgano judicial es el del
dilucidar cual es el competente para resolverla, todas las demandas deben
formularse ante un juez competente.

En consecuencia, se tiene que la jurisdicción es la potestad de todo órgano


jurisdiccional de administrar justicia; la competencia es la distribución de esa
potestad de administrar justicia entre los diferentes jueces.

TEMA IV
LOS SUJETOS PROCESALES.

4. 1.- DEFINICIÓN DE PARTE.


La determinación del concepto de parte tiene un doble interés, teórico y práctico,
entre los sujetos procesales, las partes aparecen como defensoras del interés
privado: no actúan por obligación, sino por interés, si bien el estado aprovecha
este estimulo privado para dar satisfacción al fin público que el proceso debe
cumplir, se define al litigante diciendo que es el que disputa con otro en juicio
sobre alguna cosa, ya sea como actor o demandante, ya sea como reo o
demandado, es parte el que demanda en nombre propio o en cuyo nombre es
demandada una actuación de ley.

4. 2.- PARTE EN EL SENTIDO REAL Y PARTE EN EL SENTIDO FORMAL.

SENTIDO REAL
Es aquella para la cual la acción es su acción, el proceso su proceso y la
sentencia su sentencia, de manera que directamente va a favor o en contra de la
parte el efecto declarativo, constitutivo o de condena del fallo: mientras que la
parte en sentido procesal puede ser un simple representante.
SENTIDO FORMAL
Pueden ser las propias partes en sentido material, en cuanto estén capacitadas,
por si, para actuar en el proceso persiguiendo una resolución jurisdiccional, la cual
podrá afectarlas concretamente y de forma particular en su esfera jurídica.

4. 3.- LA CAPACIDAD DE SER PARTE: CAPACIDAD DE ESTAR EN JUICIO Y


LA
"LEGITIMATIO AD PROCESUM".
Tiene capacidad para ser parte toda persona física o moral que tenga capacidad
jurídica. La capacidad para ser parte es, sencillamente, la capacidad jurídica
llevada al proceso, la capacidad para ser sujeto de una relación procesal. El Juez
puede examinar de oficio la capacidad para ser parte.

Una persona que no tiene sus facultades mentales en perfecto estado y que así
está declarado como tal mediante una sentencia puede ser titular de un patrimonio
y por eso puede ser parte en un proceso, es decir tiene capacidad para ser parte
pero sin embargo no puede actuar ni comprender en su propio nombre, porque no
está en pleno uso de sus derechos civiles, es decir no tiene capacidad procesal y
para acudir a juicio y que este sea válido necesita un representante que actúe por
él.

4. 4.- LA "LEGITIMATIO AD CAUSAM" Y LA SUBSTITUCIÓN PROCESAL

"LEGITIMATIO AD CAUSAM"
La facultad en virtud de la cual una acción o derecho pueden y deben ser
ejercitados por o en contra de una persona en nombre propio se llama legitimación
en causa, o facultad de llevar, gestionar, o conducir el proceso, activa para aquel
que pueda perseguir judicialmente el derecho, y pasiva para encontrar el cual este
se ha de hacer valer, existe falta de legitimación cundo no se acredite el carácter o
representación con que se reclama o cuando no se tiene el carácter o
representación con que a alguien se le demanda

Supuesto más común en el que la legitimación tanto activa como pasiva coinciden
con la titularidad en la relación jurídica-material debatida, es decir, tiene
legitimación directa la persona que aparece como titular y obligada del derecho
subjetivo.

LA SUBSTITUCIÓN PROCESAL
Este cambio o sucesión de parte se produce, además de en el caso de la llamada
del poseedor mediato, al fallecimiento o extinción del titular de la acción según se
trate de una persona física o de una persona moral, y cuando se enajene el objeto
litigioso, todo en el curso del proceso, puede tener su origen en cambio de partes
en una disposición de la ley, o en un acto de voluntad de ellas, en cualquier caso,
este cambio no extingue la realización jurídica procesal preexistente.
Es el mecanismo que permite la existencia de una parte procesal que, obrando en
nombre de interés propio en proceso, ejercita u derecho material ajeno. Tal es
caso del acreedor que ejerce la acción subrogatoria para evitar que la inactividad
de su deudor le perjudique.

4. 5.- LAS PARTES COMPLEJAS Y EL "LITIS-CONSORTIO".


Es un proceso con pluralidad de partes, este caso se produce siempre que en un
proceso figuren varios actores contra un demandado(activo), un actor contra
varios demandados(pasivo) o varios actores contra varios demandados(mixto).

4. 6.- LOS TERCERISTAS Y LA INTERVENCIÓN "AD EXCLUDENDUM ET AD


ADJUVANDUM".
En el proceso, además del actor y el demandado partes principales, pueden
aparecer otras personas que, ocupando posición diferente, tengan, no obstante,
también la consideración de parte, aunque con carácter de accesorio, en un
supuesto semejante, el tercero puede hacer valer su derecho contra las otras
partes, mientras el proceso indicado por las mismas este pendiente, por medio de
la presentación de una demanda ordinaria al tribunal ante el que el proceso pende
en primera instancia

4. 7.- LOS ABOGADOS.


los abogados, los cuales, idealmente, deben ser verdaderos auxiliares del
juzgador, aunque en muchas ocasiones, el abogado más que ser un auxiliar
de dicha función, es un entorpecedor de la misma.
Los abogados. Son profesionales del derecho que brindan asesoría y
representación a sus clientes en cuestiones jurídicas. Su función principal es
la de asistirlos para emprender acciones legales, defenderlos ante los
tribunales y asesorarlos en todo tipo de negociaciones. En los juicios civiles
resulta indispensable la participación de estos profesionistas, ya sean
particulares o defensores de oficio, en virtud de que en esta materia las
formalidades pueden ser determinantes y el juez no puede suplir deficiencias,
salvo en materia familiar.

4. 8.- LOS GESTORES JUDICIALES.


La forma de representación, valida tanto para el actor como para el demandado,
de carácter excepcional, que ha de decirse rara vez en la pértica.
El gestor debe sujetarse a las disposiciones de los artículos 1896 y 1909 del
código civil para el distrito federal, y gozara de los derechos y facultades de los
procuradores, debiendo dar fianza de que el interesado pasara por lo que el haga,
y de pagar lo juzgado y sentenciado e indemnizar los perjuicios y gastos que se
causen

4. 9.- EL MINISTERIO PÚBLICO.


Es una institución judicial, aunque la legislación le atribuya, a veces, actividades
que merezcan ser calificadas de administrativas.
Tiene una misión esencial que cumplir; la de valer porque la ley sea generalmente
respetada. Esta esta función autónoma.
El interés social que demanda la exigencia de la misma de todo autoridad y
particulares al derecho, tiene su garantía más firme en el ministerio público. En
esta función ninguna otra autoridad puede inmiscuirse.
La organización que se dé a este servicio ha de tener en cuenta este principio de
la autoridad de la autonomía de la misión del ministerio público, sin la cual no
podía cumplir de manera satisfactorio. Históricamente, e. ministerio público,
apérese como una institución puesta al servicio del jefe del Estado.

Una administración de justicia libre y eficaz, requiere, como supuesto indeclinable,


un ministerio publico independiente, puesto a cubierto de injerencia extrañas,
sometido solo a los mandatos de la ley y a los dictados de los funcionarios que lo
representan.

TEMA V ACCIÓN.
5. 1.-LA DEMANDA.

La demanda se puede presentar por escrito o de manera verbal, caso este último
en el cual es necesario que el actor se presente personalmente en el local del
juzgado. En su demanda, debe ofrecer las Pruebas que considere oportunas para
demostrar los hechos que afirma; debe agregar los documentos que tenga en su
poder y que sirvan para basar las pretensiones que demanda, así como el
documento con el cual demuestra que tiene la personalidad necesaria para
demandar, si es necesario, y las copias respectivas. En el acto de admisión de la
demanda, en caso de que el demandante no cuente con Un abogado, el juez debe
hacer saber a la parte actora que, si es su deseo, puede contar con los servicios de
un defensor de oficio, para lo cual ordena se informe a la institución de defensoría
de oficio.

5. 2.- INTEGRACIÓN DE LA DEMANDA.


 Tribunal ante el que promueve.
Toda demanda debe formularse ante el juez competente para determinar cuál
es el juez competente deben de tener en cuenta criterios que determinan la
competencia, materia, cuantía, grado, territorio, prevención, turno.

Este requisito se cumple aludiendo al órgano jurisdiccional competente


Juez…, CC. Magistrados. Sin referirse al nombre de la persona que ocupa este
cargo, cuando se trate de demandas de la competencia de los juzgados civiles,
de lo familiar o del arrendamiento inmobiliario o aquellas deberán dirigirse al
juez respectivo en turno y presentarse en oficialía de Partes común,
 Nombre y apellidos del actor y domicilio que señale para oír notificaciones.
La persona la posición de parte actora debe de tener capacidad procesal, las
personas sin capacidad procesal solo pueden comparecer a juicio a través de
sus representantes legítimos, las personas colectivas morales o jurídicas
también lo hacen por medio de sus órganos de representación o de sus
apoderados.
Las personas físicas con capacidad procesal, pueden comparecer a través de
mandatarios judiciales o procuradores, aquí la representación procesal es
voluntaria o convencional,
El domicilio que señale para oír notificaciones debe de estar ubicado en el
lugar del juicio. En caso de que el actor no designe domicilio para oír
notificaciones, éstas se harán por
Boletín Judicial, aun las que deban hacerse personalmente.
El CPCDF. Autoriza para oír notificaciones a personas con cédula profesional
de licenciados en derecho o carta de pasante.

 Nombre del Demandado y sus apellidos.


Es explicable que exija que el actor precise le nombre del demandado y su
domicilio, con objeto de que se le haga saber la existencia de la demanda y
pueda contestarla.
En caso de que el actor omita señalar el domicilio del demandado, no se hará
notificación alguna hasta que el actor subsane.
Puede ocurrir el caso de que el actor desconozca el domicilio o que este sea
una persona incierta. En tales supuestos la primera notificación se deberá
hacer por edictos, que se publicarán tres veces de tres en tres días, en el
boletín judicial y en el periódico que indique el juez, en los que se concederán
al demandado un plazo para que conteste la demanda, que no sea inferior a 15
días, ni excederá de 60.
La suprema Corte de Justicia de la Nación sostuvo que no basta con la
afirmación del actor sobre la ignorancia del domicilio del demandado sino que
es indispensable buscar con las personas que pudieran dar información, haga
posible la localización del demandado, Este es un precedente de la suprema
corte como medio para probar que la ignorancia del domicilio del demandado
es general, la búsqueda de éste por parte de la policía del lugar donde tuvo su
último domicilio y puede solicitarlo también a Tránsito y Vialidad, IFE, RFC,
IMSS, ISSSTE que puede contar con información más precisa y actualizada.

 Objeto u Objetos que se reclamen con sus accesorios.


Aquí se debe de precisar la pretensión del actor; de dar, hacer o no hacer que
reclame el demandado (objeto inmediato); así como el bien sobre el cual recae
la conducta pretendida (objeto mediato).
En la demanda debe de determinarse el bien que se exige del demandado, de
acuerdo con su naturaleza específica los inmuebles por su ubicación,
superficie, linderos, los muebles por su naturaleza específica e identificándolos
en lo posible, los créditos expresando el nombre del acreedor y del deudor, su
cuantía, título del que procede, es conveniente que el actor determine con
precisión cada una de las prestaciones que reclame.

 Hechos en que el actor funde su petición.


Estos hechos se deben de enumerar y narras sucintamente, con claridad y
precisión, de tal manera que el demandado pueda preparar su contestación a
la demanda.
Es necesario primero seleccionar los hechos, de tal modo que los que se
expongan en la demanda sean solo los que han dado motivo directamente en
el litigio y en las cuales el demandante intente justificar su pretensión. Los
hechos deben de relatarse en forma enumerada, comprendiendo un solo
hecho por número. Esta exigencia tiene una doble finalidad, primero que el
demandado pueda referirse en forma individualizada a cada uno de los hechos
afirmados en la demanda al contestarla, y segundo que el propio actor pueda
ofrecer los medios de prueba que estime conducentes, pueda relacionarlos de
manera precisa con cada uno de los hechos que pretenda probar.
Al describir los hechos en su demanda, el actor debe de precisar los
documentos públicos o privados que tengan relación con cada hecho, así como
los tienen o no a su disposición, igualmente los den de proporcionar, los
nombres y apellidos de los testigos que hayan presenciado los hechos
relativos, la reforma no indica expresamente, pero es muy probable que al
precluir el derecho para designar a testigos en un momento posterior conforme
a lo dispuesto en el Art. 133 CPCDF no se deba admitir la prueba testimonial
que se llegue a ofrecer en base a testigos omitidos.
Se debe de recordar que, de acuerdo con el principio dispositivo, los hechos
controvertidos que serán objeto de prueba, solo son aquellos que las partes
hayan afirmado en los escritos de la demanda y contestación a la
reconvención, que son los escritos con los que se fija la litis; por lo que solo se
podrán ofrecer y aportar pruebas sobre tales hechos.

 Fundamento de derecho y clase de acción.


En la demanda deben de citar los preceptos legales o los principios jurídicos
aplicables.
Este requisito suele concretarse en la práctica procesal, considerando los artículos
que se consideren aplicables al caso, tanto el código civil en lo concerniente al
derecho procesal como CPCDF en lo referente a la regulación procesal.
 Valor de lo demandado.
Este requisito se debe de expresar si en el valor de lo demandado depende la
competencia del juez. Por, regla, en materia civil, por su carácter
fundamentalmente patrimonial, debe de considerarse esta exigencia para
determinar la competencia por cuantía.
 Firma del actor.
La demanda debe de contener la firma del actor o su representante legítimo y
si no pudieren firmar usar la huella digital firmando otra persona en su nombre
y ruego, indicando estas circunstancias.
En el sentido más estricto éste no es un requisito exclusivo de la demanda sino
de todos los actos jurídicos que deban constar por escrito, pues la firma es el
signo manuscrito que acredita la voluntad de la o las personas que intervienen
en el acto y asumir las obligaciones que se deriven de éste. La falta de
enumeración de este requisito no significaba que no fuera exigible el mismo.

Además de los requisitos que menciona el citado Art. 255 CPCDF Becerra
Bautista menciona estos tres siguientes, que, aunque no se exigen en forma
explícita en dicho artículo, se hallan implícitos en el propio ordenamiento
procesal.

 Vía procesal.
Este consiste en la indicación de la clase de juicio, ordinario, hipotecario,
ejecutivo, etc., que se trata de iniciar con la demanda. Cuando opte por la vía
hipotecaria o la ejecutiva, el actor deberá de acompañar el respectivo título
hipotecario o ejecutivo.

 Puntos petitorios
Estos son la síntesis de las peticiones que se hacen al juez en relación con la
admisión de la demanda y con los trámites que se deben de seguir para
prosecución del juicio. Razones lógicas y prácticas indican la necesidad de
expresar, en forma sintética, las peticiones concretas que se hacen al juzgador.

 Protesto lo necesario.
Por último, este uso forense de carácter formal cerrar el escrito de la demanda
con la fórmula Protesto lo necesario. Equivale al juramento de mancuadra
español y que es una declaración de jurada de litigar de buena fe. Este puede
ser suprimido sin que afecte para nada la admisibilidad de la demanda.

Documentos que se deben acompañar a la demanda.


1. Los que fundan la demanda.
2. los que prueben los hechos afirmados en la demanda.
3. los que acreditan la personería jurídica de quien comparece a nombre
de otro, como el representante legal o convencional.
4. las copias del escrito de la demanda y de los anexos que servirán para
el emplazamiento del demandado y que pueden ser simples o
fotostáticas.

Estructura formal de la demanda.


1. El Proemio: que contiene los datos de identificación del juicio: tribunal ante
el cual se promueve, el nombre del actor, y la casa que señale para oír
notificaciones, el nombre del demandado y su domicilio, la vía procesal en
la que se promueve; el objeto u objetos que se reclamen con sus
accesorios, y el valor del demandado.
2. los hechos. O parte en la que estos se enumerar y narrar sucintamente con
claridad y precisión.
3. El derecho, en donde se indican los preceptos legales o principios jurídicos
que el promoverte considere aplicables.
4. los puntos petitorios o petitum, es la parte en que se sintetizan las
peticiones concretas que se hacen al juzgador en relación con la admisión
de la demanda y con el trámite que se propone para la prosecución del
juicio.

El juez frente a la demanda


Una vez que ha sido presentada la demanda en el juzgado, con los
documentos a que hemos hecho referencia el juez debe de dictar un auto en el
que determine si admite o no la demanda, si previene al actor para que la
aclare o corrija o si la desecha.

Admisión de la demanda.
El juez, puede en primer término, admitir la demanda, en virtud de que
considere que reúne los requisitos señalados, y que se ha hecho acompañar
de los documentos y las copias necesarias, por lo que ordena el
emplazamiento del demandado, aquí el juicio sigue su curso normal; aquí solo
ha resuelto sobre su admisibilidad t no sobre su fundamento o eficacia esto
debe de hacerlo cuando dicte sentencia.

Prevención.
En este segundo término el juez también puede prevenir al demandante,
cuando la demanda sea oscura o irregular, para que la aclare o corrija o
complete confirme a las reglas contenidas en los Arts. 95, 96 y 255 CPCDF
dentro del plazo de 5 días, se realiza la aclaración o corrección el juez debe de
admitir la demanda. En el mismo auto que ordena la prevención, el juez debe
señalar en concreto los defectos de la demanda.

Desechamiento.
Por último, el juez también puede desechar la demanda cuando considere que
no reúne los requisitos legales y que los defectos son insubsanables; ejem que
el juzgado sea incompetente, vía procesal inadecuada, Igualmente el juez debe
desechar la demanda cuando habiendo prevenido al actor para que aclare,
corrija o complete su demanda, éste no lo haga dentro del plazo señalado para
tal fin.

Efectos de la presentación de la demanda.


El Art. 258 señala.
1. Interrumpir la prescripción, sino lo está por otros medios, El Art. 1168 C
exige que la demanda haya sido notificada para que se pueda
interrumpir la prescripción. La suprema corte ha sostenido que solo
basta la presentación de la demanda para que este efecto se produzca.
2. Señalar al principio de la instancia. Con la presentación de la demanda
se inicia la primera instancia. Aquí la palabra instancia se emplea para
significar grado de conocimiento dentro del proceso y no como
promoción o gestión ante las autoridades.
3. Determinar el valor de las prestaciones exigidas, cuando no pueda
referirse a otro tiempo.

Emplazamiento.
Emplazar en términos generales significa conceder un plazo para la realización de
determinada actividad procesal.
1. Una notificación por medio de la cual se le hace saber al demandado que
se ha presentado una demanda en su contra y que ésta ha sido admitida
por el juez.
2. un emplazamiento en sentido estricto, el cual otorga a demandado un plazo
para que conteste la demanda.

Efectos.
El Art. 259 señala los efectos del emplazamiento.
1. Prevenir el juicio a favor del juez que lo hace. Este efecto se concreta con
la determinación de la competencia, cuando haya varios jueces que tengan
competencia en relación con el mismo asunto, entonces es competente el
que primero que haya realizado el emplazamiento.
2. sujetar al demandado a seguir juicio ante el juez que lo emplazó siendo
competente al tiempo de la notificación, aunque después deje de serlo en
relación con el demandado porque éste cambie de domicilio o por algún
otro motivo legal.
3. Imponer la carga de contestar la demanda, al demandado ante el juez que
lo emplazó, dejando a salvo el derecho de promover la incompetencia.
4. Producir todas las consecuencias de la interpelación judicial, si por otros
medios no se hubiere constituido ya en mora el obligado.
5. Originar el interés legal en las obligaciones pecuniarias sin causa se
réditos.

Nulidad.
De acuerdo con el Art. 76 CPCDF las comunicaciones procesales en forma
distinta de la prevista en los arts. 110 a 128 del propio ordenamiento procesal
serán nulas, pero si la persona a quien iba destinada la comunicación procesal
irregularmente realizada comparece ante el juicio y se muestra enterada de la
resolución objeto de la comunicación procesal, está surtirá desde entonces sus
efectos y se convalidará.
La reclamación de la nulidad, puede solicitarse en in incidente cuya tramitación
impide la continuación del procedimiento, el cual no podrá reanudarse hasta que el
propio juez resuelva sobre la nulidad reclamada. Art. 78
Si en el juicio en el cual el emplazada no comparece, el juez, a pesar de este
defecto, emite sentencia definitiva, la parte afectada podrá reclamar la nulidad del
emplazamiento irregular y los actos procesales subsecuentes, incluyendo la propia
sentencia definitiva a través de los siguientes medios, la apelación, la llamada
apelación extraordinaria y el juicio de amparo.

La suprema corte de justicia ha sostenido que la falta de emplazamiento legal vicia


el procedimiento y viola, en perjuicio del demandado, las garantías previstas en los
arts. 14 y 16. También ha afirmado que la falta de emplazamiento o su
verificación en forma irregular es la violación procesal de mayor magnitud y de
carácter más grave, puesto que da origen a las omisión de las demás
formalidades esenciales del juicio, motivo por el cual se ha consagrada que el
emplazamiento es de origen público y que los jueces están obligados a investigar
de oficio si se efectúo o no, y si, en caso afirmativo se observarán las leyes de la
materia.
La suprema corte de justicia ha considerado que cuando se promueva el juicio de
amparo indirecto porque una persona no ha sido oída en el juicio por falta de
emplazamiento legal, no se requiere agotar previamente los medios de
impugnación previstos en las leyes procesales.

TEMA VI
EXCEPCIÓN.

6. 1.- FORMA DE LA CONTESTACIÓN.


- La contestación de la demanda, es un acto dentro del procedimiento que
generalmente se presenta por escrito, aunque la ley prevé que también puede
hacerse verbalmente, en el cual el demandado responde a la demanda y
asume una o varias posturas frente a lo que reclama el actor o demandante.
- La demanda debe contestarse negándola, confesándola u oponiendo
excepciones.
- El demandado deberá referirse a todos y cada uno de los hechos
comprendidos en la demanda, afirmándolos, negándolos, expresando los
que ignore por no ser hechos propios, o refiriéndolos como crea que
tuvieron lugar.

6. 2.- DEROGACIÓN DE LA RÉPLICA Y DUPLICA.


Réplica(actor): En el Derecho español, segundo escrito del actor en el juicio de
mayor cuantía para impugnar la contestación y la reconvención, si la hubo, y fijar
los puntos litigiosos.
Dúplica(demandado): Escrito en que el demandado responde a la réplica del actor.
Todo esto fue suplido por la “litis” (controversia).

6. 3.- LA RECONVENCION.
No es una excepción, es la petición que deduce el demandado contra el
demandante, en el mismo juicio, al contestar a la demanda ejercitando cualquier
acción ordinaria que contra este le competa, se llama también mutua petición por
razón de que ambas partes se demandan mutuamente en un mismo juicio, tanto
que cada una de ellas reúne el doble carácter de demandante y demandado, y
están obligadas a contestar mutuamente ante el juez que tome conocimiento de la
primera demanda.
La reconvención no es otra cosa que una demanda formulada en la contestación
y, por lo tanto, queda sujeta a las reglas establecidas por la Ley como requisitos
de este criterio.

TEMA VII
SENTENCIAS.

7. 1.- FACULTADES Y DEBERES DE LOS ÓRGANOS JURISDICCIONALES.


Las facultades del juez son correlativas a deberes que tiene no frente a las partes,
sino frente al ordenamiento jurídico del que emanan.
 Deben resolver el pleito, condenando o absolviendo al demandado.
 No pueden concluir una controversia con una duda.
 Apoyar sus sentencias en preceptos legales y respetar, ante, la
Constitución de la Republica.
 Darle al proceso un desarrollo dinámico.
 Pueden allegarse peritos en la materia para apoyarse.
 Pueden invocar hechos notorios.
 Mantener el orden y respeto debidos.

7. 2.- DERECHOS, OBLIGACIONES Y CARGAS PROCESALES DE LAS


PARTES.
Cuando nos referimos al derecho de acción tenemos que hacer una distinción con
el derecho substancial.
La acción un derecho subjetivo procesal, distinto del derecho substancial hecho
valer, consistente en la facultad de pedir de los órganos jurisdiccionales su
intervención para la aplicación vinculativa de una norma abstracta a un caso
concreto.
Acciones declarativas, son aquellas en virtud de las cuales se pide al juez
determine la voluntad de la ley en relación al objeto deducido en juicio. Esa
declaración puede ser positiva o negativa, según la naturaleza de las relaciones
que son objeto de la declaración.
Derecho de contradicción (por parte del demandado): frente a una acción
declarativa positiva el demandado tiene el derecho subjetivo de pedir la
declaración de inexistencia de la obligación afirmada por el actor; y frente a una
acción declarativa negativa del actor, compete al demandado el derecho subjetivo
de pedir la declaración de la existencia de su derecho.
Importante: esta bilateralidad, entre el derecho de acción y de contradicción,
encuentra su culminación en la sentencia, pues debe haber un paralelismo
absoluto entre acción y sentencia.
Acciones constitutivas: son aquellas que tienden a crear situaciones nuevas
derivadas de la sentencia.
Acciones de condena: son aquellas que tienden a pedir al juez que además de
declarar la voluntad de la ley en un caso concreto, se imponga a la parte
demandada una conducta determinada, actuándose la sanción potencial que
contiene la norma abstracta.
Derecho a excepcionarse: compete al demandado paralizar la acción del
demandante, contraponiendo hechos aptos para modificar, impedir o extinguir la
pretensión del actor.

7. 3.- PRINCIPIOS QUE REGULAN LA ACTIVIDAD DEL JUEZ Y DE LAS


PARTES
EN EL PROCESO.
 Igualdad de las partes ante el juez.
 Contradictorio. Para que haya juicio debe haber un demandado.
 De la economía procesal. Ahorrar tiempo, dinero y esfuerzo.
 De la eficacia procesal. No debe durar tanto el juicio.
 Principio de protección. Anular el proceso si dejan sin defensa a la parte
que la promueva.
 Principio de la eventualidad. Los actos procesales se realizan en el tiempo
que la ley lo establece.
 Principio de publicidad. Las diligencias deben ser públicas, presenciadas
por las partes y terceros.
 Principio de congruencia. Se juzga sobre los hechos alegados.
 Principio de concentración. Todo se resuelve con la sentencia.
 Principio de convalidación. Si el acto nulo no es impugnado se convalida,
se confirma.
 Principio de interés para obrar. Requiere en quien propone la demanda, de
la existencia de un derecho, un estado de hecho lesivo o contrario a ese
derecho, de tal manera que sin la intervención del órgano jurisdiccional su
titular sufriría un daño ajeno.
7. 4.- COSA JUZGADA.
La cosa juzgada (del latín res indicara) es el efecto impeditivo que, en un proceso
judicial, ocasiona la preexistencia de una sentencia judicial firme dictada sobre el
mismo objeto. Es firme una sentencia judicial cuando en derecho no caben contra
ella medios de impugnación que permitan modificarla.
"La impugnación procesal es el poder concedido a las partes y excepcionalmente
a terceros tendiente a lograr la modificación, revocación, anulación o sustitución
de un acto procesal que se considera ilegal o injusto". Se impone considerar el
tema con un doble enfoque: uno referente al sujeto a quien se le atribuye el poder,
y otro, referido al objeto sobre el cual recae el poder de impugnación. Este
dualismo ha contribuido a que suela distinguirse en la doctrina lo que se conoce
por "impugnabilidad subjetiva" de por "impugnabilidad objetiva". La impugnación
como poder tiene origen constitucional y su contenido es abstracto ya que no está
condicionado a la existencia real, efectiva y concreta del defecto o injusticia. En tal
sentido, basta que se invoque la existencia de un agravio, aunque luego, al
momento de su resolución de mérito se deniegue el derecho (como sucede con la
acción), es decir que no obstante la posibilidad de su admisión inicial, luego de su
tramitación puede resultar que la pretensión impugnativa resulte rechazada al
momento de dictar sentencia. La impugnación ampliamente considerada, se
manifiesta como el "poder y actividad reconocido a las partes del proceso y
excepcionalmente también a terceros interesados, tendientes a conseguir la
revocación, anulación, sustitución o modificación de un concreto acto de
procedimiento que se afirma incorrecto o defectuoso (injusto o ilegal), siendo ello
la causa del agravio que el acto produce al interesado. Esta actividad puede
dirigirse tanto contra los actos del tribunal (resoluciones) cumplidos de oficio o a
petición de parte, como de los actos de colaboradores del tribunal (notificaciones),
y también respecto de los actos de las partes, comprendiendo entre estos últimos
de sus representantes legales, mandatarios y defensores en general. El poder de
impugnación como tal se ejercita dentro del proceso y tiende a obtener la
modificación, revocación, anulación, sustitución de un acto procesal ilegal o
injusto: se exhibe como una prolongación de los poderes de acción y excepción.

TEMA VIII
RECURSOS.
8. 1.- LOS PROCESOS IMPUGNATIVOS.
Los recursos son los medios más frecuentes por virtud de los cuales se procede a
la impugnación de las resoluciones judiciales, existen además el amparo directo,
son medios técnicos mediante los cuales el estado atiende a asegurar el más
perfecto ejercicio de la función jurisdiccional, los jueces y tribunales de sujetarse al
estricto cumplimiento de sus deberes, pueden incurrir en equivocaciones,
aplicando indebidamente la ley.

8. 2.- LA APELACIÓN.
ARTÍCULO 624. El recurso de apelación tiene por objeto que el tribunal de
segunda instancia examine si en la resolución apelada se aplicó inexactamente la
ley, si se violaron los principios reguladores de la prueba, o si se alteraron los
hechos; y, en vista de ello, confirme, revoque o modifique la resolución apelada.

ARTÍCULO 625. La apelación puede admitirse en el efecto devolutivo o en el


suspensivo, pudiendo ser el primero de tramitación inmediata o conjunta con la
sentencia, según sea el caso.
Texto reformado mediante decreto LXV/RFCLC/0266/2017 I P.E. publicado en el
P. O. E. el 22 de febrero de 2017, en vigor al día siguiente de su publicación.

ARTÍCULO 626. Cuando el negocio sea estimable pecuniariamente, las


resoluciones judiciales solo serán apelables si el importe de aquel excede de 500
Unidades de Medida y Actualización. Para los efectos de este artículo el importe
del negocio se establecerá de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 168 de este
código.

Las sentencias que fueren recurribles conforme al primer párrafo de este artículo,
serán apelables en efecto suspensivo.

Sólo serán apelables los autos e interlocutorias si la sentencia fuere susceptible de


apelación o lo disponga la ley.

Los asuntos de cuantía indeterminada siempre serán apelables.

8. 3.- LA QUEJA.
Es un recurso de impugnación que puede interponerse en contra de
resoluciones, actos u omisiones del juez, del ejecutor y del secretario. El recurso
se interpone ante el tribunal superior de aquél contra el cual se presenta la
queja.

La finalidad del recurso es sancionar a los funcionarios judiciales citados,


además de corregir y prevenir posibles negligencias, omisiones, excesos o
defectos en sus actuaciones. La legislación procesal no determina con exactitud
cuál es la sanción que se impondrá al funcionario en Caso de que la queja
resulte fundada.

8. 4.- FALSOS PROCESOS IMPUGNATIVOS.


El último sector llamado de procesos impugnativos, son aquellos en los cuales
se combaten actos o resoluciones de autoridad a través de un proceso autónomo,
en el cual se inicia una relación jurídico procesal diversa. Se puede señalar como
claro ejemplo el Juicio de Nulidad seguido ante el TFJFA.

8. 5.- PROCEDIMIENTOS IMPUGNATIVOS.


La diferencia entre objeción e impugnación radica principalmente en la
autenticidad de los documentos presentados como prueba durante un juicio,
estos pueden ser presentados en públicos o privados ,los primeros por ser
considerados fidedignos o eficaces por ser documentos que se encuentran
autorizados por gente investida de fe pública, solo pueden ser
impugnados(atacados) de falsos, o por su dudosa autenticidad, los
segundos, por ser documentos que son formados por las partes o firmados
por las mismas durante un procedimiento, pueden ser objetados, pero solo
en cuanto a su alcance y valor probatorio, ya que para corroborar la
autenticidad se requieren de otros medios como el cotejo ,o la ratificación de
contenido y firma etc., por ello pueden ser objetados.

8.6.- EL PROCESO IMPUGNATIVO FEDERAL DE AMPARO.


El denominado juicio de amparo es un procedimiento jurisdiccional de control
judicial regulado por la Ley de Amparo, Reglamentaria de los artículos 103 y 107
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (México), es un
medio de control de constitucionalidad, convencionalidad, dignidad humana y
derechos humanos, al tenor de la leyenda: "El amparo protege a las personas
frente a normas generales, actos u omisiones por parte de los poderes públicos o
de particulares en los casos señalados en la presente Ley.[1]"que procede en
contra de los actos, omisiones y disposiciones las autoridades estatales
mexicanas, denominadas formalmente "autoridades responsables", que de
acuerdo con la precitada ley, se define como: "La autoridad responsable, teniendo
tal carácter, con independencia de su naturaleza formal, la que dicta, ordena,
ejecuta o trata de ejecutar el acto que crea, modifica o extingue situaciones
jurídicas en forma unilateral y obligatoria; u omita el acto que de realizarse crearía,
modificaría o extinguiría dichas situaciones jurídicas. Para los efectos de esta Ley,
los particulares tendrán la calidad de autoridad responsable cuando realicen actos
equivalentes a los de autoridad, que afecten derechos en los términos de esta
fracción, y cuyas funciones estén determinadas por una norma general." siempre
que estos actos, formalmente llamados "actos reclamados" afecten un interés
jurídico o legítimo de la parte quejosa (demandante), es decir un derecho
individual subjetivo (interés jurídico) o un derecho difuso colectivo (interés legítimo)
y que exista una especial situación de la parte quejosa frente al acto reclamado, y
que no estén listadas en las causales de improcedencia de la ley de amparo

TEMA IX
JUICIO ORDINARIO CIVIL.
9. 1.- DEMANDA Y EMPLAZAMIENTO.
LA DEMANDA.
Es el acto procesal por el cual una persona que se constituye por el mismo o en
parte actora o demandante, inicia el ejercicio de la acción y formula su pretensión
ante el órgano jurisdiccional.

Es un acto procesal porque con ella se va a iniciar la constitución de la relación


jurídica procesal; con ella nace el proceso. Pero también con la demanda se va a
iniciar el ejercicio de la acción, ejercicio que continua a lo largo del proceso, en el
ejercicio de la acción el actor presenta se demanda, pero también en ejercicio de
la acción el actor ofrece y aporta sus pruebas, formula sus alegatos, interpone
medios de impugnación.
En la demanda la parte actora formula su pretensión, es decir su reclamación
concreta frente a la parte demandada que puede consistir en un dar, hacer o no
hacer en relación con un determinado bien jurídico.

La pretensión procesal por su estructura; es una reclamación de voluntad por la


cual una persona reclama de otra, ante un tercero supra ordinado a ambas, un
bien de la vida, formulado en torno al mismo una petición fundada, esto es,
acotada o delimitada según los acaecimientos de hechos que expresamente se
señalen.

Conviene distinguir con claridad entre acción; como facultad o poder que tienen
las personas para provocar la actividad de los órganos jurisdiccionales a fin de que
resuelvan sobre una pretensión litigiosa;
Pretensión, o reclamación específica que el demandante formula contra el
demandad, y

Demanda es el acto concreto con que el actor inicia el ejercicio de la acción y


expresa su pretensión o reclamación contra el demandado,
El acto procesal de la demanda puede ser escrito o de manera verbal, es decir,
por comparecencia ante el órgano jurisdiccional. En materia procesal civil distrital
la demanda puede presentarse por escrito o por comparecencia, cuando se trate
de juicios de mínima cuantía ante los juzgados de paz o bien sobre juicios sobe
algunas controversias familiares ante juzgados de lo familiar. En todos los demás
casos, las demandas solo podrán formularse por escrito y reunir los siguientes
requisitos.

9. 2.- ACTITUDES DEL DEMANDADO.


El demandado puede o no contestar la demanda.
En virtud del emplazamiento al demandado se le concede un plazo fijo para
contestar la demanda y es de nueve días en un juicio ordinario.
Si el demandado en ejercicio de su derecho procesal para defenderse, contesta la
demanda puede asumir muchas actitudes:
1. Aceptar las pretensiones del actor (allanamiento).
2. Reconocer que el hecho relacionado en la demanda es cierto
(confesión).
3. Admitir la aplicabilidad de los preceptos jurídicos invocados como
fundamento en la demanda (reconocimiento).
4. Pedir que el proceso se haga conocimiento de alguna otra persona, para
que también se le dé la oportunidad de defender su derecho
controvertido, y para que, en todo caso, la sentencia que llegue a
dictarse en tal proceso también pueda aplicar (denuncia).
5. Negar que los hechos afirmados por el actor en las demandas sean
ciertos o decir que los ignora por no ser ciertos (negación de los
hechos).
6. Negar que el demandante tenga derecho a las prestaciones que
reclama en su demanda 8negación del derecho).
7. Oponerse al proceso mismo, aduciendo la audiencia o el incumplimiento
de presupuestos procesales (excepciones procesales)
8. Oponerse al reconocimiento, por parte del juez, de los derechos
alegados por la parte actora, afirmando en contra de las pretensiones de
está, la experiencia de hechos extintivos, modificaciones o impeditivos
de la relación jurídica material invocada por el demandante
(excepciones sustanciales).
9. formular nuevas pretensiones en contra de la parte actora,
aprovechando la relación procesal que se haya establecido
(reconvención contrademanda).

9. 3.- LA PRUEBA.
La palabra prueba se emplea para designar los medios de prueba, es decir, los
instrumentos con los que se pretende lograr el cerciora miento del juzgador acerca
de los hechos distinguidos en el proceso. Así se habla de ofrecer pruebas, de la
prueba confesional, la prueba testimonial, etc.
También se utiliza la palabra prueba para demostrar a la actividad tendiente al
cerciora miento, independientemente que este se logre o no, aquí la palabra
prueba se designa a la actividad probatoria, cuando se dice que al actor le
incumbe probar los hechos constitutivos de su acción
Y por último la palabra prueba se hace regencia al resultado positivo obtenido de
la actividad probatoria.

Objeto de la prueba.
Se ha definido la prueba con la obtención del cerciora miento del juzgador acerca
de los hechos necesarios para que pueda solucionar el conflicto sometido a
proceso.

9. 4.- MEDIOS Y PRUEBA.


Son los instrumentos por medio del cual se pretende lograr el cerciora miento del
juzgador sobre los hechos objeto de la prueba.

Estos instrumentos pueden consistir en


 objetos materiales
 documentos públicos o privados
 fotografías
 presunciones o en conductas humanas realizadas en ciertas condiciones.
 Declaración de testigos
 Dictámenes Periciales
 Inspecciones judiciales.
 Confesión
 Testimonios de terceros

9. 5.- ALEGATOS.
Son argumentaciones que expresan las partes, para tratar de demostrar al
juzgador que las pruebas practicadas han demostrado los hechos afirmados y que
son aplicables los fundamentos de derecho aludidos en cada una de ellas, con la
finalidad que el estime fundadas sus respectivas pretensiones y excepciones al
pronunciar la sentencia definitiva.

Contenido de los alegatos.


Los alegatos deben de contener una relación breve y precisa de los hechos
controvertidos y un análisis detallado de las pruebas aportadas para probarlos.

Forma de los alegatos.


Pueden expresarse en forma escrita o verbal
Los alegatos orales se formulan en la mima audiencia de pruebas, no se podrá
hacer uso de la palabra por más de un cuarto de hora en primera instancia y
media hora en segunda instancia. Aunque se prohíbe la práctica de dictar los
alegatos a la hora de la audiencia, se prevé también que en el acta que se levante
de ésta se deben constar las conclusiones de las partes no obstante en la práctica
se acostumbra asentar en el acta solo que “las partes alegaron lo que a su
derecho convino” sin especificar cuales fueron en concreto las conclusiones.

Alegatos escritos.
Antes de la reforma de 1973 se concedía a las partes un plazo de cinco días para
presentar sus alegatos por escrito a partir de la citada reforma los alegatos son
orales, aunque también permite los escritos sin que especifique el momento
procesal en que deban de hacerlo.

Citación para la sentencia.


Una vez formulados los alegatos o concluida la oportunidad procesal para hacerlo,
el juez da por terminada la actividad de las partes en el juicio y les comunica que
se procederá a dictar sentencia.

El plazo para pronunciar y mandar notificación por boletín judicial el fallo es de


quince días a partir de la citación para la sentencia, el cual puede ampliarse ocho
días más si se trata de documentos voluminosos.

9. 6.- SENTENCIA.
la palabra sentencia como acto jurídico y como documentos.
Como acto jurídico emana de los agentes de la jurisdicción y mediante la cual
deciden la causa sometida a su conocimiento.
Como documento la sentencia es la pieza escrita. Emanada del tribunal.

Zamudio considera que la sentencia es la resolución que pronuncia el juez o


tribunal para resolver el fondo del litigio.

Las sentencias pueden ser:


1. los proveídos cuando son simples determinaciones de trámites, sin que
implique impulso u ordenación del procedimiento.
2. los Autos, cuando se trate de resoluciones que orden o impulsen el
procedimiento, o de los que puedan derivar cargas o afectar derechos
procesales.
3. Las sentencias interlocutorias, cuando resuelvan algún incidente, alguna
cuestión previa, o bien decidan algún punto procesal que implique
contradicción en las partes.
4. Las sentencias definitivas., cuando deciden el fondo del negocio o debate.

Sentencia y otros modos de terminación del proceso.

Actitudes compasivas de las partes:


Desistimiento
Allanamiento
Transacción.
Caducidad de las instancias, inactividad procesal por las dos partes por 180
días hábiles reforma 1996 y 120 días de la entrada en vigor de dicha reforma.
Muerte de alguna de las partes.
Suspensión e interrupción del proceso.
Sentencia y derecho. El juez dicta sentencia aplicado estrictamente al derecho
o es necesaria una nueva norma jurídica.

Clasificación de las sentencias.


 Por su finalidad
 Por su resultado
 Por su función en el proceso
 Por su impugnabilidad.

Requisitos de la sentencia.
Externos o formales, son las exigencias que establecen las leyes sobre la
forma que deben revestir la sentencia, se refieren a la sentencia como
documento.

Internos o substanciales. Son aquellos que conciernen ya no al documento,


sino al acto mismo de la sentencia, la congruencia, la motivación y las
exhaustividades.

Estructura formal de la sentencia.


1. Encabezamiento. Deberá expresar los nombres de las partes cuando
sea necesario, la legitimación y representación en virtud de los
cuales actúen, así como los nombres de los abogados y
procuradores y el objeto del juicio.
2. en los antecedentes de los hechos se consignarán, y con claridad y
concisión posible y en párrafos separados y numerados, las
pretensiones de las partes interesadas, los hechos en que las
fundan, que hubieren sido alegados y que tengan relación con las
cuestiones que haya que resolverse, las pruebas que se hubieren
propuesto y practicado y los hechos probados en su caso.
3. En que fundamento de derecho se expresan, en párrafos separados
y numerados los puntos de hecho y de derecho fijados por las partes
y los que ofrezcan las cuestiones controvertidas, dando las razones y
fundamentos legales del fallo que haya de dictarse, con expresión
concreta de las normas jurídicas aplicables al caso.
4. el fallo, que se acomodará en lo previsto en los Arts. 216 y sig.
Contendrá numerados los pronunciamientos correspondientes a las
pretensiones de las partes, aunque la estimación o desestimación de
todas o alguna de dichas pretensiones pudiera deducirse de los
fundamentos jurídicos. Así como el pronunciamiento de las costas.
También determinará en su caso la cantidad objeto de la condena,
sin que pueda reservarse su determinación para la ejecución de la
sentencia sin perjuicio en el art. 219 de esta ley.

Eficacia de la sentencia y la autoridad de la cosa juzgada.

Sentencia definitiva y sentencia firme.


La sentencia firme se convierte en definitiva cuando ya no puede ser impugnada
por ningún medio, entonces adquiere la autoridad de la cosa juzgada, la sentencia
firme es la que ya no puede ser impugnada; es la que posee la autoridad de la
cosa juzgada.

Prescribe que hay cosa juzgada cuando las sentencias causan ejecutoria.
Las sentencias causan por ministro de ley:
1. Las sentencias dictadas en los juicios de mínima cuantía
2. las sentencias de segunda instancia.
3. las que resuelvan una queja.
4. las que resuelvan una cuestión de competencia.
5. las demás que sean irrecurribles por disposición expresa de la ley, así
como aquellas de las que se dispone que contra ellas no concede más
recurso que la responsabilidad.

Por declaración judicial.


1. Las sentencias consentidas expresamente por las partes o por sus
mandatos con poder o cláusula especial.
2. Las sentencias contra las que, hecha notificación en forma, no se interpone
recurso en el plazo señalado por la ley.
3. Sentencias contra las que se interpuso algún recurso, pero no se continuó
en forma y términos legales o la parte recurrente o su mandatario con poder
o cláusula especial desistió de él.

Condena al pago de los gastos y costas procesales.


Las costas procesales son las que comprende los gastos y erogaciones que se
originan con motivo de un proceso tales como el pago de honorarios a los
abogados, los gastos de publicación de edictos, peritos, etc. Y los deben de pagar
la parte que resulte vencida.

9.7.- LA APELACIÓN
Considerada como ejemplo por excelencia de los medios impugnativos, reiteramos
que la apelación es un recurso ordinario, sustantivo y vertical que abre la segunda
instancia mediante la cual un tribunal, diferente del juzgador que emite la
resolución que se combate, toma conocimiento de la impugnación y es quien
deberá resolver sobre el recurso interpuesto.
Contra resoluciones que declaren inadmisible la apelación, procede el recurso de
denegada apelación, que en todo caso el juzgado la admitirá.

El recurso se interpondrá por escrito, dentro de tres días desde la fecha en que
surtió efectos la notificación del auto que negó la admisión de la apelación.

El juzgado, sin substanciación alguna y sin suspender el procedimiento, enviará al


tribunal de alzada testimonio de denegada apelación que deberá contener copia
certificada de la resolución apelada, la que la haya declarado inapelable, el escrito
en que se interpuso la denegada apelación y en el que se interpuso la apelación
desechada, así como las constancias conducentes que el juez o jueza estime
necesarias para justificar su determinación.

Si el juzgado y el tribunal de apelación se ubican en el mismo lugar, el testimonio


se enviará en el término de cinco días. Si el tribunal de alzada se encuentra en
otro distrito, el plazo se ampliará hasta por cinco días.

El tribunal superior, dentro de las veinticuatro horas siguientes a la llegada del


testimonio, sin otro trámite mandará traerlo a la vista; y dentro de los tres días
siguientes, con las constancias insertas en aquél y de las demás que crea
indispensables, que podrá pedir para mejor proveer, revisará si la denegada
apelación se interpuso de conformidad con este código, y en caso de que no lo
hubiere sido, declarará improcedente el recurso.

Si la denegada apelación se interpuso con arreglo a la ley, entrará el tribunal a


decidir sobre la admisión del recurso y calificación del grado.

Admitida la apelación en efecto suspensivo, se expedirá copia certificada del auto


al juzgado, pidiéndole la remisión del expediente. Si la apelación se admite en el
efecto devolutivo de tramitación inmediata, se ordenará al juez o jueza complete el
trámite señalado en el artículo 636 de este código, además de emplazar a las
partes para que ocurran ante el tribunal de apelación.

El tribunal de segunda instancia mandará substanciar la apelación en el mismo


expediente en que se tramitó la denegada.

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