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MARÍN GUTIÉRREZ CHRISTOPHER

Ensayo de Fouché
Genio Tenebroso; Influencia que tienen los hombres en los gobiernos.

“El ministro de policía es un hombre que se ocupa, en primer lugar, de todas las
cosas que le incumben; y en segundo lugar, de todas las que no le incumben”. Pues
así Joseph Fouche, el genio político, el maquiavélico hombre, religioso a sus inicios,
que terminaría siendo Duque de Otranto, nos introduce con esa pequeña frase
célebre, donde lo sabe todo y nada, donde determina detalladamente cada plan de
acción, pues este es mayor conocido como un hombre envuelto y desarrollador de
muchos panoramas, un hombre intrépido. El autor Stefan Z, nos enseña cómo el
poder y la ambición política no tienen límites, como puede sobrepasar esta adición
a la dirigencia de mandos, por más suspicaces que son la mayoría de los integrantes
de este contexto histórico-político, Fouché escapa y desarrollado su determinado
papel que bien acomodado lo maneja con verdadera facilidad, cálculos específicos
del maestro religioso físico- matemático.

Uno de los hombres más poderosos, traidor de nacimiento, miserable, intrigante de


naturaleza escurridiza, amoral, alma baja sobre las pasiones legítimas de una
nación, inclinado sobre la posición ganadora, no se le escatiman las injurias. Quien
diría que el hombre proveniente de familia de pescadores, cierto hombre religioso,
fuera personaje importante, en un momento en el que se transformaba al mundo,
dominó todos los partidos, al igual que fue el único en sobrevivirles.

Pues bien, si hablamos en la actualidad, en el campo teórico de la administración


pública, es conocido por sus orígenes en Francia, en la revolución francesa, por el
pensador político y social Charles-Jean Baptiste “Bonnin”. Para BONNIN "los
principios de la administración deben ser fijos y debidamente determinados", y que
"la administración puede y debe estar regida por leyes positivas, por principios fijos,
y ser sumisa a una marcha uniforme invariable.”. En cuanto la influencia de los
hombres, en el campo administrativo y los sistemas de gobiernos en la actualidad,
presentan un carácter diferente al campo teórico. Fouché es un político ambivalente,
traidor, corrupto, político, funcionario público, ministro de policía, jefe de dirigencia
política. En todas sus áreas, estas son presentadas como Fouché en la actualidad
con los sistemas de gobierno.

Sí, nos preguntáramos ahora, ¿Dónde se despliega este carácter político? La


respuesta en atención a lo citado anteriormente, la tendríamos en que este tipo de
criminalidad despliega sus efectos en medios políticos, judiciales y económicos. En
el mundo con las graves consecuencias que conlleva, debido a la generalización de
éste fenómeno que se da en países tanto ricos como pobres.

Los sistemas burocráticos y las influencias de los hombres en el gobierno, son


resultado de ambición política y administrativa. Posteriormente estos actores se
fueron modificando por intereses legítimos, entre esta estructura se puede apreciar
la toma de cierto poder. Ya que dicho esto, entra el juego de la política, el conflicto
cotidiano, en que la arrogancia y la asambleas corruptelas por grupos políticos son
el orden del día.

Stefan Zweig, nos exhibe esta cuestión con Focuhé, que existe en la actualidad,
que se modifica y se desarrolla con los sistemas de gobierno y la influencia de los
hombres. Pues las configuraciones de poder en México, tanto en los sistemas
burocráticos como administrativos públicos, presentan transformaciones. Pero la
influencia de los hombres son el resultado de estas, puesto que la revolución
mexicana, la toma por la presidencia y los ideales revolucionarios fueron ciertas
ideologías para retomar las influencias y controlar la política mexicana. La
constitución, las institucionalizaciones, las legislaciones y los aparatos
administrativos son producto de esta influencia de los hombres. Esta que además
de traer el “progreso” nacional, son partícipes de la desigualdad social y otros
factores que someten al país.

La política Mexicana cuenta con varios Fouché, varios funcionarios públicos, varios
burócratas y actores políticos, que buscan el partido del mayoreo, que pasan
administraciones, sexenios y no son retirados de importantes cargos de gobierno.
Hay que pensar que éste problema erosiona la credibilidad y legitimidad de los
gobiernos, reduce los ingresos en las áreas públicas y genera una cultura de la
corrupción, contribuyendo a su proliferación.

Esto se debe al desempeño del actor político, puesto que el poder político está
hecho de tres componentes; la fuerza, influencia y autoridad. En este caso la
influencia de los hombres recurre a la persuasión y a la confianza. Hablamos de
influencia cuando el poder político se basa en la capacidad para persuadir a otros,
adaptar cierta confianza y determinar ciertas conductas. Esta depende mucho del
manejo de datos y argumentos, en el reforzamiento de opinión y en últimas
instancias el carisma y el despertar de las emociones. La influencia se desarrolla
mediante acciones de propaganda y organización, con estas mismas se difunden
las ideas y se da el reforzamiento de las relaciones de los hombres en un sistema
de gobierno.

En conclusión, es como el poder te modifica, modifica cada característica de los


seres humanos, eso da resultado a la exigencia de más y más poder. Fouché, que
primero fue un maestro religioso, conociendo el sentido político y aplicándolo a la
vida, lo llevó a influenciarse con la republica francesa, conocer amistades que
terminaron por ser enemistades y jugarse la vida en el conflicto político. Puesto que
esta influencia lo llevó a ser Duque de Otranto y de cierto modo el único personaje
histórico, que sobrevivió de la gran revolución. Las influencias políticas son buenas,
para ciertos actores o personajes que se acomodan en un campo laboral, en
mayoría de casos la influencia de los hombres en el gobierno es por la búsqueda
de autoridad política, económica y social.
Guerrero, Omar (1986), “La revolución francesa y la ciencia de la administración”,
en La teoría de la administración pública, México, Harla, pp. 51-55.

Pérez, D. A. F. (2015). La corrupción como ejemplo de anomia. DA Fernández, con


la colaboración de SIP-AN.

Valles, J. (2007, septiembre). Ciencia política: Una introducción (6 ed., Vol. 1). Ariel.
Pp. 35-38

Quijano, M. y Torres, E. (2020) Configuración y reconfiguración del poder en México,


Mexico, CDMX.

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