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La retórica de la anécdota

Caso Aló Presidente


Ensayo final Epistemología de la comunicación
Profesor: Mgtr. Hernán Reyes Aguinaga

Esteban Lema

La relación entre la política y comunicación ha sido el tema de análisis de distintos


autores, separar a los medios de la política, hoy en día, continua siendo una estéril disputa.
Como sujetos inevitablemente transformados al ritmo vertiginoso de la contemporaneidad,
es difícil sustraernos por completo al clima de opinión creado por los medios de
comunicación, principalmente cuando la política incide como un escenario inagotable,
donde asuntos económicos, sociales, morales y hasta religiosos también terminan
engranándose.

Esta interrelación entre comunicación y política cumple una función global que
paradójicamente proyecta la opinión, organiza acontecimientos y configura en cierto grado
el actuar de las relaciones intersubjetivas en palabras de Sodré (2014).

La construcción del poder se entiende como la imposición de una perspectiva y una


manera de relacionarse entre los hombres, la misma ha evolucionado para encontrar
mecanismos de dominación no relacionados con la violencia, que logran el cambio de
parecer de los hombres, de formas menos evidentes. Como lo dice Byung (2014) el poder
ya no representa un mecanismo de coacción, tampoco se ocupa en imponer la obediencia,
es flexible y por ello es más resistente. En cambio el poder que se ejerce desde la violencia
es más débil debido a que sólo necesita que una de sus voluntades se oponga para poner de
manifiesto la debilidad de su poder.

Adentrándose en estos mecanismos referimos al poder de las emociones como


valiosos catalizadores de este proceso de adulamiento colectivo, según Byung (2014) en su
libro Psicopolítica, se refiere al capital de las emociones como un fundamento energético,
que al estar regulado por el sistema límbico obedece en gran medida a los impulsos y por
ende es un vector a la acción, pero desde un nivel prerreflexivo o semiinconsiente, es un
medio para llegar la esencia del individuo: “la emoción representa un medio muy eficiente
para el control psicopolítico del individuo”.

Así mismo, esta dimensión del poder actúa de manera silenciosa como lo afirma
Han, la cual ha encontrado un nicho en la masificación de las comunicaciones y está
estrechamente relacionada, “Comunicación y control coinciden totalmente. Cada uno es el
panóptico de sí mismo”. Esta nueva forma entonces, representa un control más sofisticado e
inteligente, el cual se adapta a la psique antes que dominarla o imponerle prohibiciones, la
alienta a seguir comunicando y participando necesidades, deseos y aspiraciones (Byung
2014).

Por su parte Romero (2005) se refiere al discurso del poder como un ente
fundamental en este modelado de valores sociales, considera que el discurso influye desde
tres dominios de la vida social: a) las representaciones del mundo; b) las relaciones sociales
entre las personas y c) las identidades individuales y sociales de las personas. Por
consiguiente este lugar de enunciación cuando proviene desde el poder lo convierte en un
medio privilegiado por donde poco a poco se van infundado nociones en la cultura y la
sociedad de las naciones.

De esta forma, la relación entre comunicación y poder cumple un papel


fundamental, en el caso de las personalidades gubernamentales, la legitimación y la
difusión de cual sea que sean sus estrategias de marketing deberán ceñirse a esta irreparable
relación. Citando a Follari (2017), es imposible omitir como los medios toman partida en
la construcción de significados y subjetividades en la sociedad contemporánea y como su
papel es vital dentro de los conflictos políticos, por ser entes propietarios de la libertad de
prensa.

Narrativa de las emociones en el gobierno venezolano

En este contexto buscamos analizar la desmedida presencia en los medios de


comunicación del gobierno de Hugo Chávez, específicamente en su programa dominical
Aló Ciudadano, el cuál sumo un aproximado de 1.656 horas al aire durante 13 años de
gobierno. Partiendo de esto nos aproximaremos a describir el discurso imperante del
chavismo y su lógica-narrativa cómo una constante exaltación de las emociones y la
venezolanidad.

Para Romero (2005) existió una “transformación de un discurso antipoder a un


discurso de poder” esta apelación se refiere al momento histórico en donde Chávez entra
con más fuerza en el plató político con una bandera de antisistema, entre los años 1994
cuando sucedió el golpe de estado hasta su llegada al poder en 1998, hasta ese momento el
clima de caos funcionó como un terreno abonado para una nueva versión del discurso
populista.

El discurso de Hugo Chávez se basa en la deslegitimación y el señalamiento


sistemático al modelo pseudo democrático comprendido entre (1958-1998) o también
llamado como el Punto Fijismo, cuándo existía un estado de caos en el quehacer político,
desde la degradación de las instituciones, los tomadores de decisiones y la calidad de vida,
lo cual sería un terreno ideal para la llegada de alguien con un semblante populista de
salvador quien encontró en el discurso su lugar ideal para ejercer el poder.

El modelo Punto Fijista fundó un culto a los partidos políticos y una serie de
símbolos como la exaltación de la religiosidad y el patriotismo, donde el pueblo asumía una
cierta pasividad y expectación a las acciones de los partidos quienes deberían garantizar las
necesidades con el manejo de la cuantiosa renta petrolera que mantenía un estatus quo. En
contraste con esto, el discurso chavista otorga al pueblo una posición distinta, una postura
de empatía y cercanía que no existía en los gobiernos personalistas de la cuarta república,
una nueva distribución del poder sostenida desde la palabra.

Por supuesto este nuevo remolino ideológico trajo consigo una nueva percepción del
mundo, una renovación de símbolos y retóricas que se oponían a la desgastada tradición
que se había erigido sobre un modelo de vida democrático, no obstante, como afirma
Pasquali (2018) el gobierno chavista fue el primero que dio importancia y aprovechó la
enorme difusión de las telecomunicaciones para modelar la sociedad “es una lástima que
haya aplicado esa compresión a la causa equivocada”.
Este reconocimiento del potencial comunicativo, se tradujo en la implementación de
un marco legal que poco a poco fue excluyendo los medios de comunicación privados o
alternativos que manifestaran oposición a su versión de socialismo del siglo XXI, así
mismo, aumentaba su control y presencia en los medios estatales, en especial en la
televisión, el medio más de mayor consumo en Venezuela. El programa Aló presidente
según información del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la
Información, contabilizó un total de 1656 horas y 44 minutos, durante 13 años de gobierno.

Tal como señala Cañizalez y Visbál (2018) el excesivo uso de estas alocuciones
funcionó para diversos propósitos: proselitismo político, instrumento electoral, mercadeo
de política pública, agresión a los grupos opositores y como medio de ideologización.
Como denominaría Byung (2014) el «Ministerio de la Verdad», que en realidad se trata de
un ministerio de la mentira, el pasado se somete a control y se lo adecúa a la ideología.
Donde la transparencia y la información sustituyen a la verdad. En el caso de la sobre
exposición del discurso del gobierno se convertía en una sistemática vacuidad de promesas
y el alimento de un enemigo común para justificar su ineptitud.

La saturación del discurso a través de la anécdota

Las constantes alocuciones de Chávez fueron un rasgo determinante en su dinámica


de gobierno, una estrategia poco usual en los discursos políticos. En su modalidad
discursiva establecía un nexo emocional, constantes referencias a sus anécdotas, temáticas
costumbristas y propias de la vida cotidiana, el beisbol, las telenovelas, los primos, las
navidades, etc. Lo que Byung (2014) consideraría como management emocional un
equivalente a un entrenador emocional, libre de todo comportamiento racional.

Tal como señala Romero (2015) “la relación entre el líder/gobierno- en un nexo
íntimo con el ciudadano/ pueblo”. Este vínculo fue construido como una relación
interpersonal, con una comunicación permanente entre gobernante y gobernado, en su
programa dominical recibía llamadas de personas a quienes llamaba hermanos, amigos,
compatriotas. Esta dinámica de reconocimiento del líder estimulaba la emocionalidad y las
esperanzas de lo prometido dentro de su retórica de persuasión..
Así mismo, abordaba temáticas en cierta forma subalternizadas tales como la
redistribución de tierras, el acceso a la educación, la interculturalidad, el feminismo, la
comunidad LGTIBQ+, desde una perspectiva que podríamos asociar con el vitalismo
propuesto por Perniola (2006) de “derribar toda lógica y racionalidad en nombre de la
inmediatez, de la espontaneidad y de la creación desde cero”. Muchos de estos aspectos
resultaron solo románticos discursos que nunca se llevarían a las políticas públicas ni a las
legislaciones.

Finalmente, utilizaría como recurso alegórico una visión de pueblo como un sujeto
histórico, en una constante referencia a la oda independentista, a los padres de la patria y
una cierta continuidad histórica con el “ejército Libertador del siglo XIX, y este ejército del
siglo XXI”, sustituyendo a Simón Bolívar con la presencia de Hugo Chávez, Romero
(2015)

Cabe decir que el programa Aló presidente y las habituales cadenas presidenciales
fueron estipuladas como trasmisiones de carácter obligatorio en todos y cada uno de los
canales televisivos y radiofónicos del país, lo que conllevó a una dura muestra de dominio y
poder desde la comunicación.
Bibliografia

Byung-Chul, Han. En el enjambre. 1.a ed. Herder, 2014.


———. Psicopolítica : neoliberalismo y nuevas técnicas de poder. 1.a ed. Barcelona:
Herder, 2014.
Cañizález, Andrés, y Gloria Carrasco. El periodismo en Venezuela: los años duros.
abediciones, 2018.
Follari, Roberto. «¡Que Vuelva la Política al Análisis Comunicológico! (consecuencias
operativas de la Epistemología aplicada)». Chasqui: Revista Latinoamericana de
Comunicación, n.o 141 (2019): 17-30. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?
codigo=7320754.
Jiménez, Juan Eduardo Romero. «Discurso político, comunicación política e historia en
Hugo Chávez». Ámbitos. Revista Internacional de Comunicación, n.o 13-14 (2005).
Sodré, Muniz. A ciência do comum: Notas para o método comunicacional. Editora Vozes
Limitada, 2014.

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