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SABEMOS POR LO QUE ESTÁS PASANDO…
Pablo acude a consulta, porque desde hace unos meses no se encuentra bien. «¿Y qué es no
pacientes que cada año buscan ayuda psicológica, desesperados, porque el su médico de
cabecera no es capaz de dar una explicación a esos dolores de estómago tan incómodos, a esas
palpitaciones que no menos te hacen pensar que estás a punto de sufrir un infarto, o a ese
Pablo viene porque su pareja le ha dejado caer que «quizá sea psicológico», pero no parece
Es entendible, que, al tener dolencias físicas, sea difícil relacionarlo con un trastorno del estado
de ánimo, porque el ánimo «no se ve», no tiene forma ni color, como no lo tienen las distintas
patologías psicológicas. Entonces «¿Cómo puede ser que algo que no puedo ver me provoque
síntomas físicos?»
Entonces, después de unas horas de sesiones, le comparto mi hipótesis: «Pablo, tus síntomas
El caso de Pablo, como comento, no es el único, también hace años pasó Margarita por
consulta, que sentía en todo momento que algo malo iba a pasarle y ya no sentía ilusión por
nada, Lucas, que se pasaba la mayor parte del día cansado, y por la noche era capaz de
dormir más de tres horas, Olga, que pasó tres años haciéndose infinidad de pruebas y dieta
blanda porque sentía que no podía tragar bien, o Alba, que ante la desrealización estaba
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Si te has sentido identificado o identificada con Pablo, Margarita o Lucas, continúa leyendo,
porque para tu felicidad, déjame decirte que no estás loco o loca, ni vas a sufrir un infarto
de un momento a otro.
psicoeducarte) lo máximo posible, para que entiendas que las cosas que te pasan tienen
nombre y apellidos.
«Una ansiedad grave, acompañada de depresión de intensidad más leve hace que deba
utilizarse cualquiera de las categorías de trastorno de ansiedad o de ansiedad fóbica. Cuando
ambas series de síntomas, depresivos y ansiosos, estén presentes y sean tan graves como para
justificar un diagnóstico individual deben recogerse ambos trastornos y no debería usarse esta
categoría.»
Te lo puedo intentar explicar de una manera un poco más simple: las personas con este
trastorno tienen elevados niveles de ansiedad, y algo de depresión. Si, ya sé que es una
definición bastante «cutre», pero estoy segura de que la entiendes mucho mejor ¿verdad?
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ESTO TIENE SOLUCIÓN
La experiencia nos dice, que la gran mayoría de pacientes acaban superando las crisis de
depresión y de ansiedad, aunque para ello, va a ser necesario que nos equipemos con un
pasa, que mis pacientes acaban el proceso terapéutico siendo unos auténticos expertos en
ansiedad y en depresión).
Ahora que has dado el primer paso (el más difícil, con lo que te felicito por ello), encontrarás
en las siguientes secciones algunas técnicas, ejercicios y pautas que te ayudarán a sentirte
Esta guía no pretende sustituir a las sesiones terapéuticas que puedas llevar a cabo con un
psicólogo, pero si te va a dar unas pautas muy valiosas para que comiences a tener el control
de tus emociones.
Algunas personas, buscan ayuda cuando el nivel de malestar es muy alto o inaguantable, pero
si lo piensas bien, es algo que no tiene mucho sentido. Seguramente, te habrá pasado, que un
día de la nada, te despiertas con gripe y toda la panda de síntomas correspondientes (dolor de
cabeza, fiebre, malestar general…), e inmediatamente tomas medidas para que no vaya a peor
¿cierto?, entonces estas unos días tomando sopas, analgésicos, abrigándote bien y te quedas
en casa reposando. ¿Qué pasaría, si en vez de tomar estas medidas, siguieras haciendo vida
lo harías con mucha dificultad y cansancio, y acabarías una semana después en urgencias con
Entonces ¿por qué no tomamos medidas cuando notamos que nuestro ánimo está bien? ¿Por
qué seguimos haciendo nuestra vida normal con el peso de una ansiedad y una depresión? Lo
A continuación, te propongo un plan de cinco días para que puedas poner en práctica algunas
con alguien.
Cuando comunicamos a alguien nuestra intención de llevar algo a cabo, nuestro compromiso
con ese «algo» crece exponencialmente. Imagínate que has decidido que vas a estudiar unas
oposiciones, estás emocionado, porque es algo que llevas tiempo pensando y por fin de te has
decidido. Quedas con unos amigos, y les comentas tu plan. No te gustaría que al cabo de un
par de meses, te preguntasen cómo lo llevas y no hayas ni empezado ¿cierto?, entonces es una
Bien, entonces, vas a hablar con alguien, sobre tu intención de generar un cambio que te
Ahora bien, seguramente habrás oído la frase «mal de muchos, consuelo de tontos», y esto,
aparte de ser un dicho popular, tiene una verdad enorme: nos sentimos mejor cuando
sabemosque no estamos solos, que hay más personas que sufren y padecen como nosotros.
No gusta oír que es normal sentirnos así, porque a más personas les pasa, nos da calidez, y
esperanza.
Por otra parte, el convivir con este trastorno nos absorbe en una vorágine de pensamientos y dudas
sobre nosotros, nuestro estado de salud, nuestras relaciones con los demás, y nuestra vida en general.
Sé lo que puedes estar pensando: si hablo de ello, si lo verbalizo, lo estoy haciendo real ¡es que es real!
Ojalá fuese cierto que hablar menos de algunos tema hiciera que éstos se apacigüen o desaparezcan,
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pero realmente, y lo sabes, no es así.
Por eso, hablar con alguien querido, un amigo, nuestra pareja, nuestros padres o hermanos, puede
brindarnos un espacio para sacar de nuestra cabeza todos aquellos sentimientos que tenemos
confianza tengas, y con la que te sientas más cómodo, y explícales que tienes un problema, y
Recuerda el mensaje que quieres transmitirle: estoy atravesando una mala racha, una época
difícil…
podamos explicar a nuestra persona de confianza cómo deseamos que nos reconforten, por
ejemplo, igual solo necesitamos hablar y hablar sin que intenten darnos una solución o igual
no queremos oír frases del tipo ‘’no te rayes’’, ‘’no estás poniendo el foco en lo positivo’’ o
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Día 2. Autorregistro
¿Alguna vez te ha pasado, que aun sabiendo que la bombilla de tu cuarto está fundida, igual le
sigues pulsando el interruptor porque lo has automatizado. Igual pasa con los pensamientos
situaciones n deseables, pero cuando ciertas vivencias nos hacen automatizarlos, pueden
aparecer sin motivo ni función, es decir, estamos pulsando el interruptor y seguimos a oscuras.
¿Para qué sirve este ejercicio? Vamos a identificar los pensamientos negativos que no nos
«Insoportable…».
«Ningunos».
acerca de cómo debería ser uno o los demás. Este tipo de pensamientos tienden
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están dirigidas hacia los demás suelen favorecer hacia la rabia y la
agresividad. Palabras clave: “Debo de..”, “No debo de…”, “Tengo que….”, “No
real es mala. Palabras clave: “Si me siento así entonces es cierto que…”.
éxitos de los demás, y minimizar los éxitos y propios y los errores de los otros.
aunque no exista evidencia real por ello. Las dos principales serían: adivinación
personas sin prueba alguna. Palabras clave: «Eso lo dice por…», «Eso se debe
a…».
• Falacia de recompensa divina: esperar que los problemas cambien por si solo,
presente. Palabras clave: “El día de mañana, esto cambiará”, “El día de mañana
tendré mi recompensa”.
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EJERCICIO: Completa la siguiente tabla, con los pensamientos negativos que más suelen
rondarte, y clasifícalos según lo anterior. En la última columna, propón una alternativa más
realista.
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EJERCICIO: Poniendo horas a los pensamientos negativos.
Este ejercicio debes realizarlo cuando comiences a notar que te abordan pensamientos
negativos. Éstos, son como niños pequeños, que te llaman, te reclaman atención, te tiran
del pantalón para que les hagas caso, para que mires como se tiran a la piscina o como dan
una voltereta.
Pues bien, igual que con éstos, vamos a mirarlos en su hazaña y después a seguir con lo
nuestro.
comentado, tienen una función, y hay veces que tiene sentido que aparezcan (por ejemplo
es normal cuando fallece un ser querido), pero debemos ‘’educarlos’’, ponerles un tiempo
3. Deja el teléfono, busca un lugar en el que estar tranquilo y deja que esos
4. Apunta los pensamientos que tienes, cómo te hacen sentir, con qué intensidad lo
estás viviendo, y cualquier cosa que se te ocurra respecto a la experiencia que estás
viviendo.
5. Una vez suele la alarma, ocúpate en otra actividad. Trabajo hecho, ya has
cumplido, ya les has hecho caso, y ahora, aunque sigan ahí, es momento de centrar
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Día 3. Aprendiendo a relajarnos.
Relajarnos nos ayuda a rebajar la ansiedad y mejorar el sueño. Es una habilidad que requiere práctica,
al principio llegar a la relajación te llevará más tiempo que tras un par de semanas. Cuando agarres ‘’el
Las personas tenemos distintas maneras de relajarnos: vemos la televisión, tomamos un baño caliente,
nos tumbamos al sol con un buen libro o escuchamos música; sin embargo, para poder alcanzar un
óptimo estado de relajación, es necesario seguir unos ejercicios específicos como el que te presento a
continuación.
Ni que decir tiene, que la base para manejar la ansiedad es aprender técnicas de relajación.
práctica en cualquier momento, y tras unos minutos, notarás como tu cuerpo se relaja y
desactiva.
EJERCICIO: Puedes estar tumbado, o sentado con las manos reposando en las rodillas.
1. Busca un lugar tranquilo, donde no haya ruido y estés solo/a.
2. Estira el brazo derecho, cierra el puño y ténsalo tanto como puedas, mientras coges
4. Tensa la pierna derecha. Ejerce la máxima tensión (glúteos, muslo, rodilla, gemelos,
gradualmente los músculos, tira el cuerpo hacia atrás y busca la posición inicial.
6. Cierra los ojos con fuerza. Relaja los músculos de los ojos lentamente y vuelve a la
posición inicial.
8. Inclina el cuerpo hacia adelante. Levanta los brazos, pon los codos hacia atrás y hacia
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arriba hasta llegar a la espalda, y arquea la espalda hacia adelante. Relaja
Practica el ejercicio durante 10-20 minutos. Cuando todos los grupos musculares estén
Otra técnica de relajación, en la que no necesitas estar en un lugar específico, y que puedes llevar a cabo en
Es necesario, que con cada respiración, puedas relajar los hombros. La idea es que puedas respirar
desde el diafragma. Coloca tu mano debajo del esternón, en la parte superior del abdomen, debes sentir
Respira lenta y profundamente por la nariz, y suelta el aire por la boca a un ritmo lo más constante
posible.
Si te es posible, visualiza una imagen agradable mientras realizas las respiraciones, por ejemplo, piensa
en la paz que se siente al estar tomando el sol en la playa, o cuando flotas boca arriba sobre el agua.
Esto son solo ejemplos, cada persona imaginamos el placer y la paz de maneras distintas, encuentra la
tuya, y guárdatela, porque necesitarás recurrir a ella cada vez que hagas este ejercicio.
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Día 4. Autocuidado: recuperando pequeños placeres.
Cuando tenemos dificultad en sentir ilusión o placer por aquellas actividades que antes si nos
resultaban placenteras. Llega incluso un momento, que estamos tan centrados en aquello que
ya no nos ilusiona, que no somos capaces de apreciar las pequeñas cosas que nos reconfortan
y nos hacen felices (pedir pizza para cenar, ver una serie, tumbarnos al sol…).
- Ejercicio físico.
- Alimentación.
- Control de la salud.
Es probable que, ahora mismo estés cansado/a, agotado/a, y harto/a de toda esta situación.
EJERCICIO: en la siguiente tabla, has de ingeniártelas para apuntar 12 cosas en las que
encuentras placer. De este modo, las tendrás en mente cuando necesites evadirte y
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Día 5. Higiene del sueño.
Durmiendo nuestro cuerpo se repara, se recarga, y es fundamental que podamos darle ese
espacio. Dormir le da al cuerpo y al cerebro tiempo para recuperarse del estrés del día a día.
La cantidad de sueño que necesitamos para poder dormir puede variar considerablemente en
función de la persona. Los recién nacidos se pasan el día durmiendo, y las personas de
avanzada edad necesitan menos horas de sueño. El promedio suele ser de 6-8 horas, pero no
solo influye la edad, si no también la cantidad de actividad que realizamos durante el día.
Entonces, lo que debemos tener como referencia, es la cantidad de horas de sueño a que
Aquí te dejo unas pautas sencillas, para que puedas poner en práctica, aunque en el ejercicio
lo vamos a hacer un poco más sencillo, para que puedas comenzar hoy mismo.
4. Evitar la cafeína 6 horas antes de acostarse. Esto incluye café, té y muchos refrescos,
9. Bloquee todo el ruido que distrae y elimine la mayor cantidad de luz posible.
10. Reserve su cama para dormir y el sexo, evitando su uso para el trabajo o la recreación
general.
EJERCICIO: Durante el día de hoy, vas a seguir las siguientes indicaciones, de cara a que
1. No dormir la siesta.
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SABEMOS QUE NO ES FÁCIL, SI TE ENCUENTRAS CON ESTOS PROBLEMAS, PUEDES
HACER ES LO SIGUIENTE:
«He comenzado alguna de las rutinas propuestas, pero a los pocos días la he dejado.»
No te preocupes, es normal que, llevando días y días, y semanas y semanas con las mismas
que siempre tengas presente, que un proceso de cambio no es lineal, sino que hay subidas y
bajadas.
Los ejercicios propuestos, no tienen como objetivo que puedas «curarte» en cinco días
(¡ojalá!), si no, darte unas pequeñas pautas, fáciles, que puedas ir introduciendo en tu día a
día. La idea, es que sigas con los ejercicios frecuentemente, para que puedas notar una
¡No son deberes! Encuentra el momento y el lugar para hacer los ejercicios. Si en algunos
momentos, no te apetece, porque tienes un mal día, llegas cansado, no te obligues, retómalo
Acude al médico de cabecera, amigo o amiga lector. Si después de un par de semanas no notas una
mejoría, debes acudir a tu médico de cabecera para puedan valorar si necesitas tratamiento
farmacológico. Hay veces, que el cuerpo necesita una ayuda para poder ‘’ponerse a tono’’. Piensa que,
por ejemplo, para correr una maratón tu cuerpo necesita estar descansado y preparado, pues aquí lo
mismo, si notas que no hay mejoría, es posible que tu cuerpo necesite una ayuda de preparación para
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LO ESTÁS CONSIGUIENDO, ENHORABUENA.
Seguramente, tras unos días, o un par de semanas, poniendo en práctica los ejercicios,
empieces a darte cuenta de pequeños detalles, que indicarán que está funcionando:
- Sientes un pequeño momento de felicidad ante algo tan pequeño como comerte una
hamburguesa.
- Eres capaz de estar sin ningún quehacer y te sientes cómo con ello.
Los ejercicios que has encontrado en esta guía, como ya he comentado, son para iniciarte en
tu recuperación, y que puedas tomar control de esta. La idea, no es quedarnos aquí, si no que
puedas seguir con los ejercicios y tenerlos presentes cuando haya situaciones que te
Y hablando de recaídas ¿a qué me refiero?, pues a esos momentos que todos pasamos en la
vida, en la que el estrés del trabajo nos desborda, tenemos un mal momento con nuestra
pareja, o hemos discutido con un familiar o amigo. Aquí es más fácil que uno pueda volver a la
vorágine de ansiedad y depresión (como es lógico). Pero la buena noticia, es que ya tienes un
abanico de herramientas para enfrentarlo, ¡pero ojo!, eso no significa que la idea es que estés
bien cuando todo va mal, si no que, puedas darte a ti mismo un apoyo y un soporte, para que
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salgas airoso de la situación.
Y NUNCA OLVIDES…
Una vez hayas leído esta guía, puede pasar que no quieras llevar nada a cabo (totalmente
válido, quizás ahora no es el momento), que lleves a cabo los ejercicios, o que quieras
Se dice que cada persona somos un mundo. Hay personas a las que nos cuesta más generar un
cambio, o personas que el entorno no se lo pone fácil. La mente enferma cuando no tiene
opciones siempre decía mi tutor de prácticas, y con esta guía, te habrás dado cuenta, de que, si
Por desgracia, millones de personas en el mundo están pasando lo mismo que tu, es por ello
que esto que estás sufriendo tiene nombre y apellidos, pero también tiene una explicación y
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BIBLIOGRAFÍA.
Godoy, D., Eberhard, A., Abarca, F., Acuña, B., & Muñoz, R. (2020). Psicoeducación en salud mental: una
herramienta para pacientes y familiares. Revista Médica Clínica Las Condes, 31(2), 169-173
Guía de Práctica Clínica para el Manejo de Pacientes con Insomnio en Atención Primaria. Guías de
práctica clínica en el SNS Ministerio de sanidad y política social. Salud Madrid 2009.
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