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La AUTORREGULACIÓN
NO CONSISTE EN CONTENER O REPRIMIR LA EMOCIÓN,
SINO QUE IMPLICA PERCIBIR QUÉ SENTIMOS,
Y EXPRESARLO DEL MODO ADECUADO
La TEORIA de la AUTORREGULACIÓN
El cuerpo humano, está “programado” para expresar, y buscar satisfacer sus necesidades.
En base a ello, se rige según 2 ritmos: de la tensión y la relajación. El de “relajación” surge
cuando nuestras necesidades han sido satisfechas; la “tensión” indica que hay una señal que
nos activa y nos pone en movimiento en busca de eso que necesitamos, y sigue estando activa
hasta el momento de ser satisfecha -la necesidad-.
En ocasiones esa necesidad no es atendida en el momento en el que surge, y es desviada o
queda oculta entre otros estímulos.
Lo ilustramos con un sencillo ejemplo: mi organismo necesita agua para funcionar, y si ésta
escasea, emitirá una sensación a modo de sed, para hacerme saber que he de beber agua.
Yo siento sed, y en mi organismo se activa, siente una energía o estado de tensión; me
movilizo en busca algo qué beber, y lo selecciono, agua o algo refrescante
para saciar esa sed. Una vez cubierta mi necesidad, mi organismo vuelve al estado de
relajación, y vuelvo a estar disponible para otros asuntos.
2.SENSACIÓN
7. NECESIDAD CUBIERTA
1.REPOSO
8. REPOSO
Maite es una mujer que siempre ha sido considerada como “fuerte”, a pesar de todas las
contrariedades a las que ha tenido que hacer frente. Hoy va al cine con 2 de sus amigas
y su hermana. Es un drama en el que un momento de gran intensidad, Maite comienza a
sentir deseos de llorar; se ajusta las botas a su pantalón para mirar de reojo si alguna de
sus acompañantes muestra un mínimo indicio de llanto, pero no es así. Ella decide
contenerse, y siente un picor en su nariz, cierto temblor en su barbilla, y presión en la
garganta. Pero recuerda que se supone que “los adultos no lloran por cualquier tontería”,
y menos aún cuando las demás no parecen inmutarse y ella “es tan fuerte”.
Lo que ha sucedido es que Maite no ha permitido a su cuerpo sentir lo que estaba sintiendo, aún
sabiendo qué placentero le hubiera resultado llorar cuando lo necesitaba.
Cuando sucede algo así -seguro que tod@s lo hemos experimentado en alguna ocasión-, es
seguro que nos quedaríamos mejor expresándolo libremente, pero por alguna razón, frenamos
la emoción. ¿Qué sucede?.¿Qué hace que vayamos contra nuestra sensación y necesidades?
Llevamos una armadura a cuestas, como tortugas que llevan su caparazón. Esa coraza nos
ayuda a protegernos de las heridas o amenazas psicológicas; por ello hemos de reconocerles
su función positiva.
Las corazas son ajustes creativos que nos ayudan a poder responder mejor en situaciones
significativamente importantes para nosotr@s; hay algo esencial en cuestión, y es saludable
no querer exponernos “al desnudo” en cualquier contexto.
El problema surge cuando esa coraza es empleada permanentemente, y la vivencia de sentirse
emocionalmente amenazad@s se generaliza a todos los contextos; entonces la persona se
cierra sobre sí misma.
Y sucede también que las corazas emocionales crean a su vez otras corazas físicas; las
experimentamos en nuestro cuerpo externamente, o a veces en nuestro organismo interno;
son acumulaciones de energía que quedan sin canalizar.
Cuando sentimos una activación emocional, eso genera una energía extra necesaria para
abordar la situación. Por su parte, si decidimos contener esa emoción, incluso no sólo no
expresarla sino evitar sentirla, estamos destinando la energía activada a inhibir la vivencia
emocional.
Eso debe de ser, además de agotador, sumamente contradictorio. Es algo similar a estar
acelerando un coche y a la vez frenándolo; el vehículo quizá avance un poco, pero será con
mucho esfuerzo y tensión, y cierta indecisión.
Para poder desarrollar la capacidad de Autorregulación, es importante implica conveniente
recordar lo que implica una actitud proactiva para el cambio:
Tomarse un espacio para reflexionar y organizarse hacia los objetivos.
Hacernos responsables de nuestra implicación para que los planes sigan en marcha.
Conectar con nuestras creencias y valores personales y funcionando según éstas.
Mostrar apertura hacia nuevas ideas y oportunidades que se presenten siempre que sean
válidas para ayudarnos a avanzar.
Comprometerse a valorar las situaciones desde el principio de realidad.
Anteriormente, hemos comentado que TODAS las emociones son necesarias, las positivas y
las negativas; también los pensamientos pueden ser positivos y negativos; la diferencia está
en que los pensamientos negativos pueden volverse fácilmente en limitantes, y por ello
volverse contra nosotr@s.
Cuando la emoción es intensa no hay razonamiento que valga en ese preciso instante; por
muy bien argumentada que esté. A su vez, los diferentes sentimientos que se nos crean están
basados en nuestra forma de pensar
De todo lo que interpretamos de la realidad, y lo que sentimos depende lo que seguidamente
pensaremos, y finalmente decidiremos hacer.
En ocasiones sufrimos innecesariamente por las ideas que nos creamos sobre la realidad, con
cosas que quizá ni siquiera llegarán a suceder.
Joseba era un paciente que acudía a consulta mensualmente, por presentar un trastorno
depresivo que, si bien había remontado, hasta el punto de reanudar ya a su ocupación laboral,
sus atribuciones internas aún seguían hundiendo ánimo. Era hijo único, acostumbrado a una
infancia solitaria, por lo que su familia actual, su mujer y sus 2 hijas de 10 y 12 años
constituían su motor de vida. En una sesión clínica de terapia manifestó lo siguiente:
- (Joseba)Ayer me sentí muy mal, acabé encerrado en mi habitación llorando toda la tarde.
- (Terapeuta)¿Qué pasó?
- Al llegar a casa, mis hijas estaban en el sofá viendo la televisión; mientras me quitaba el
abrigo me acerqué a ellas esperando que se abalanzaran sobre mí para darme un beso de
bienvenida; pero no me hicieron ni caso. Casi ni contestaron a mis palabras.
- Y eso hizo que te sintieras mal …
- Sí, me sentí profundamente triste, ignorado, despreciado en mi intento de encontrar el
afecto que esperaba. Pensé que yo debía de importarles poco si preferían seguir viendo la
televisión.
- ¿Y no crees que pudo suceder que si no te respondieron fue por que en ese momento
estaban más interesadas en lo que emitía el televisor en ese momento?
Por desgracia, Joseba “no sabía” pensar así; podía creerlo como hipótesis, pero su
sentimiento real era otro; él partía del convencimiento de que “si alguien te quiere mucho -
y suponía que sus hijas sí- debe mostrarlo en todo momento”. Para él era como una
competición: “si prefieren la televisión no me quieren lo suficiente”.
Al igual que la escala de creencias del ejemplo citado, existen muchas atribuciones y
valoraciones que realizamos día a día, y que complican mucho nuestras relaciones y vivencias
emocionales.
Si las creencias son erróneas, limitantes o irracionales, las cogniciones y sentimientos que
generarán, provocarán situaciones de bloqueo y sufrimiento.
En casi todos los momentos de nuestro día a día consciente estamos conversando con
nosotr@s mism@s; es lo que solemos denominar “Diálogo interno”: lo que nos decimos, cómo
nos hablamos, lo que reflexionamos …
Cuando el diálogo se ajusta a la realidad y no resulta limitante no supone ningún problema.
Cuando en cambio se trata de ideas, pensamientos y visiones distorsionadas que nos hacen
bloquearnos, que limitan nuestra capacidad de respuesta y de avanzar, estas situaciones
pueden ser motivo de estrés y de otras situaciones patológicas.
“Si mi objetivo de plan de ventas óptimo -vender todos los productos- no se ha cumplido, es
que no es bueno, tendré que cambiar de producto /o de estrategia”.
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¿FRANCAMENTE, SI NO ES “BLANCO” O “NEGRO”, TODO LO DEMÁS ES INUTIL?
”Si voy a cena con mis amigas, luego se esperan heladas, y si el coche no arrancara al volver,
no tendré medio de transporte; probablemente no haya taxis libres y se hará tarde, y mi marido
se preocupará y estará desvelado toda la noche”
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¿QUÉ POSIBILIDADES REALES Y OBJETIVAS HAY DE QUE PUEDA SUCEDER TODO ESO?
¿REALMENTE HAS CONTROLODO TODOS Y CADA UNO DE LOS FACTORES POSIBLES?
5. PERSONALIZACION: La persona cree que toda alusión es fruto de sus acciones o decisiones,
aún cuando sea un elemento relacionado con el ambiente, interpretándolo como un comentario
crítico. Todo comentario realizado por las personas de alrededor está relacionado con un@
mism@, y se utilizan estas expresiones para infravalorarse un@ mism@.
(El marido) “Ha bajado mucho la temperatura, y esta calefacción no calienta la casa todo lo que
debiera, habrá que subir un grado el termostato” (La esposa) “Si quizá sí, yo lo bajé para no
gastar tanto, pero quizá me pasé … como estoy siempre tan abrigada no me doy cuenta de si
hace frío … ahora lo subo”. (Pensamiento de la esposa: “hemos puesto la calefacción para tener
la casa caliente, y aún así no consigo ponerlo bien”).
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¿HAY OTROS FACTORES INVOLUCRADOS EN ESE HECHO? ¿HASTA QUE PUNTO CREES QUE
PUEDEN HABER INFLUIDO?
“Mi jefe ha llegado tarde a una cita -claro anoche tuvo una cena y se acostaría tarde …-, y ha
perdido el cliente; si le hubiera puesto la reunión a media mañana no se hubiera dormido y estaría
preparado para la cita, se ganaría al cliente …”
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¿QUIEN ES RESPONSABLE DE QUE TU JEFE SE HAYA DORMIDO? ¿Y DE QUE EL GESTIONARA
SU AGENDA ELIGIENDO LAS MEJORES HORAS PARA LAS REUNIONES Y LAS CENAS?
7. “DEBERIA …”: A ese verbo le sigue habitualmente una radicalización de las actitudes o
creencias. Hay unas reglas o sentencias pre-establecidas que dictaminan cómo deben de ser las
cosas. La persona es a la vez, juez, fiscal y verdugo.
¿Qué queremos decir con esto? Que si nuestro temor o tendencia ronda sobre unos
pensamientos y actitudes concretas, los estímulos que captarán nuestra atención
principalmente serán los que estén relacionados con nuestros temores.
Supongamos que Lucía está preocupada por un viaje que su hija de 27 años quiere realizar por su
cuenta, para conocer por dentro las tierras amazónicas. Su madre escuchará esos días con más
atención que nunca las noticias relacionadas con accidentes aéreos transoceánicos, o personas que
han desaparecido en tierras desconocidas o cualquier otra desgracia, que en otras circunstancias no
captaría su atención. Su conclusión, por otra parte, será que sorprendentemente “hay más accidentes
y sucesos semejantes que nunca”.
El verdadero trabajo se centra ahora en trabajar los aspectos positivos, y los pensamientos
constructivos que nos ayuden a avanzar, justamente en esas situaciones complicadas de las
cuales hemos de ser capaces de extraer alguna enseñanza.
Los denominados “Pensamientos Constructivos”, ofrecen una actitud, forma de pensar y de
actuar destinada a reconducir esa situación limitante que se nos ha atascado.
El desarrollo de esta actitud requiere un compromiso en la actitud por nuestra parte.
El nuevo pensamiento es creado, se busca el planteamiento de los diferentes factores que
influyen en la situación, la valoración personal de éstos, y la toma de contacto para con la
situación desde una actitud comprometida.
Hazte un favor: Cada hora, cada cierto tiempo, según tu actividad te permita,
fíjate en qué estas pensando, cómo te estás hablando …
¿Es una forma de pensar positiva, que te ayuda a avanzar, o más bien te
bloquea? ¿Cómo te gustaría que te hablaran para decirte “X” cosa?
¿Cómo podrías elaborar ese pensamiento o ese diálogo interno, de forma que
te ayude a avanzar?
Muchas personas encuentran este ejercicio tan sencillo sumamente difícil, simplemente por
que no están entrenadas en “hablarse en positivo” o en enfocar la situación desde una
perspectiva constructiva.
La RESPIRACION
Todo depende del hábito y entrenamiento de la persona, en cualquier, la técnica más efectiva
y beneficiosa para trabajar la respiración debe basarse en lo siguiente:
Esta vez se te pide que selecciones de entre tus experiencias dos situaciones, una agradable
y otra no agradable, o todo lo desagradable que tú prefieras. Una vez seleccionadas,
desconecta de ellas, contando en sentido descendente, del 15 al 1, y nombrando solamente
las cifras impares.
Ahora recuerda y visualiza la imagen agradable, estando tú en ella. ¿Cómo te visualizas, cómo
si lo vivieras en directo, estando tú dentro de tu cuerpo, o como si la vieras desde fuera, desde
las butacas del cine y viendo tu propio cuerpo desde el exterior? Sintoniza con la sensación
agradable que te produce esa imagen y ese momento (Del 1 al 10).
Estando aún en conexión con la sensación agradable, si veías la imagen estando tú dentro -
es decir de forma que veías el contorno de tu nariz, tu pecho o abdomen-, vamos a suponer
que por un efecto de magia eres capaz de atravesar la pantalla y sales de la escena. Ahora,
una vez en el patio de butacas ves las escena dónde tú eres representado por “otro tú”, y te
ves desde fuera. ¿Cómo es ahora tu sensación agradable? (Valórala del 1 al 10)
¿Qué es lo que nos lleva a motivarnos y hacer un esfuerzo para emprender ese nuevo
objetivo? Son 3 las principales fuentes de motivación que plantean las teorías acerca de
ese fenómeno:
PLANTEAMIENTO de OBJETIVOS
CONDICION DESCRIPCIÓN
En POSITIVO El objetivo en sí debe de ser lo que queremos conseguir, no lo que
queremos evitar -recordar el elefante amarillo-. Además el
planteamiento del objetivo ha de ser lo más concreto posible, para
que la idea sea captada con mayor precisión.
LA INTERDEPENDENCIA AFECTIVA
Los hombres hacen planes para exterminar los mosquitos porque les molestan, pero
no se dan cuenta de que al exterminarlos hacen imposible la vida de las golondrinas,
que se alimentan de mosquitos, y a su vez tienen su función en la globalidad del
ecosistema.
La escucha es una de las habilidades clave para comprender a la otra persona. Muchas
veces, cuando hablamos con alguien, estamos más atent@s a lo que vamos a
responderle, que a lo que dice en sí.
La Escucha Activa implica que por esos minutos toda nuestra atención estará dirigida a
la otra persona; si además cuidamos nuestro lenguaje no verbal y atendemos al de la
otra persona captaremos el mensaje de forma más plena: los gestos, las modulaciones
de la voz, los movimientos corporales …
“El buen oyente” permite que quien habla se sienta acogid@ y valorad@; siente que no
se está juzgando lo que dice, y por lo tanto supone una invitación a seguir expresando
sus sentimientos e ideas. Una buena escucha exige llevar a cabo pasos como:
1. Devolver a la otra persona lo que ha dicho o repetirlo -para asegurarnos de que hemos
comprendido-: de esa forma confirmamos que hemos recibido el mensaje, y si hay que
modificar algo se lleva a cabo; además le anima a seguir hablando.
5. Sonreír o mostrar cercanía: cuando mostramos cercanía o una atención positiva respecto
a la otra persona, crea un efecto agradable en el contacto y en la relación. Subrayar que
estas expresiones han de ser sinceras y auténticas, no tanto como técnicas automáticas
que suponemos efectivas.
7. Emplear gestos afirmativos en el lenguaje no-verbal: asintiendo con la cabeza o con otro
gesto similar; transmitimos que seguimos su discurso, que nos importa lo que dice.
8. Mostrar aceptación, sin juzgar acogiendo lo que hay, incluso a nivel emocional. (Está
totalmente prohibido emplear expresiones similares a “no es para tanto”).
Cuando Aristóteles dijo que el ser humano es un “animal social”, quería afirmar
necesitamos desarrollar relaciones e interacciones para constituirnos como personas;
aprendemos y crecemos como personas gracias a la información que recibimos y
emitimos en las relaciones.
El proceso de comunicación está compuesto por 3 procesos o habilidades
fundamentales:
La ESCUCHA de lo que nos han transmitido, que va más allá de “simplemente oír”.
La habilidad para las relaciones sociales se desarrolla gracias a cualidades como el auto-
control y la empatía; primero, para ser conscientes de “cómo estamos” y transmitirlo de
esa forma; además para poder conectar con las demás personas, estableciendo vínculos
enriquecedores.
En función de cómo desarrollemos estas 2 habilidades, nuestras relaciones e
interacciones serán más o menos fructíferas y positivas. En definitiva, las personas con
escasa capacidad empática acostumbran desarrollar relaciones y vínculos más
inestables, ya que no ofrecen una suficiente confianza para profundizar en las
interacciones.
Los últimos estudios en torno al empleo e importancia del lenguaje verbal y no-verbal
determinan que el poder de éste último alcanza alrededor del 93%; se trata de un
porcentaje alto sin lugar a dudas.
El denominado “lenguaje no-verbal” o corporal, incluye: además de los movimientos del
cuerpo y rostro, otros factores significativos respecto al empleo de la voz, como la
tonalidad, las pausas, el ritmo o intensidad concreta según las palabras …
Si observamos a un grupo de personas que está interactuando durante unos minutos y
hay un buen clima entre ellos, probablemente percibiremos una especie de sintonía
corporal o “danza gestual” y de expresión entre ellos.
Lo que queremos decir es que se establece una especie de mecanismo de sincronía entre
ellos, parece que uno imita al otro y viceversa.
En este sentido, habría que subrayar dos puntualizaciones: que no se trata de una
imitación establecida en sí, creada conscientemente; y que se crea espontáneamente
en retro-alimentación, muchas veces es difícil especificar quien “comienza la danza y
quien la está siguiendo”.
La sintonía corporal surge cuando estamos coordinados con la persona con la que
interaccionamos, independientemente de que sea conocida o no. Lógicamente es más
fácil que se establezca una buena sintonía con personas con las que intimamos o
establecemos relaciones más profundas.
Se trata de una actitud de armonía consistente en responder y reaccionar según estamos
recibiendo, a modo de danza equilibrada y fluida. El contacto y la respuesta sincronizada
se establece “per sé”, gracias a la habilidad de apertura y respeto mostrada.
En este sentido, cuanta mayor sea la actitud y disposición de sintonía, mayor es también
la probabilidad de que se cree un mensaje e interacción influyentes.
El establecimiento de una buena actitud de sintonía corporal puede desarrollarse
mediante:
ESTILOS de COMUNICACIÓN
En cuanto a la actitud y la forma de expresar los mensajes, consideramos que hay 3 estilos
de comunicación: el estilo pasivo, el estilo agresivo y el estilo asertivo -el más
recomendable-.
Estilo PASIVO
CARACTERISTICAS
- Personas que no saben decir “no”.
- Huyen de las dificultades por no hacerles frente.
- Se dejan avasallar por no saber defender sus límites
- Cuando expresan algo lo hacen desde una visión derrotista, disculpándose o con
engaños.
CONSECUENCIAS
- No logrará satisfacer sus necesidades, ni que sus intereses sean comprendidos,
debido a la comunicación incompleta o interrumpida.
- Puede sentirse a menudo incomprendid@s, no valorada@s o manipulad@s.
- Pueden mostrar labilidad emocional como consecuencia de la retención de
sentimientos que lleva a cabo.
Además, el interlocutor experimenta …
-Que tiene que inferir o deducir lo que la persona de estilo pasivo está sintiendo o
intentando transmitir.
-La necesidad de tener que “interpretar”puede llevar a conflictos o dificultades en la
comunicación -resulta cansado-.
Lo utilizan personas que, frecuentemente violan los derechos o límites de los demás en las
relaciones, para incidir en beneficio propio. Están acostumbradas a expresar sentimientos y
creencias pero lo hacen desde una actitud impositiva, sin tener en cuenta las consecuencias o
los derechos de quienes les rodean.
Estilo AGRESIVO
CARACTERISTICAS
- Se caracterizan por emplear ofensas verbales, tono amenazante, con
expresiones humillantes o sarcásticas.
- Parece que buscan o “necesitan” el enfrentamiento.
- Necesitan reafirmarse por medio de la imposición, de ubicarse por encima de
los otros.
- Parecen no afectarse con los sentimientos de los demás.
- Buscan lograr sus objetivos aunque sea de cualquier forma.
CONSECUENCIAS
- Sus interlocutores les evitan para no sentirse agredidos.
- Aunque hay exteriorización de sentimientos, a medio plazo puede generar
consecuencias como culpa o falta de autorregulación.
- Dificultades para crear vínculos afectivos con quienes le rodean.
Es el empleado por las personas que comunican de forma clara y decidida sus sentimientos,
necesidades y deseos propios, siempre cuidándose de hacerlo de forma que se respete y no
se agreda a los demás.
La asertividad supone hacer valer los propios derechos, por que se cree que la propia persona
lo merece; esto supone una notable disminución de la ansiedad ya que no hay temor a expresar
lo que sentimos, ni la inseguridad de sentirnos rechazad@s.
Estilo ASERTIVO
CARACTERISTICAS
- Se siente más libertad para expresarse abiertamente, lo que es, lo que piensa
y siente.
- Es empleado por personas con confianza en sí mismas, honestas y que saben
regular sus propias emociones.
- Se expresan en primera persona, comprometiéndose desde su propio
sentimiento.
- Se rigen por el principio de respeto y honestidad para consigo mismo, siempre
con la condición de respetar a los demás.
- Saben pedir favores cuando es necesario, y poner límites, argumentándolo,
cuando creen que pueden ser sobrepasados.
- Son personas enérgicas y críticas, y buscan alternativas para canalizar sus
tensiones o agresividad.
- La asertividad, es en definitiva una muestra de autoestima de la propia persona.
CONSECUENCIAS
- Piensan las consecuencias que puede generar lo que va a expresar, por eso se
cuida que sea de forma que no perjudique a los demás, pero siempre teniendo
en cuenta sus propias necesidades.
- Puede generar situaciones de conflicto -por no ser aceptado su mensaje-, pero
sabe encaminar las consecuencias.
- Saben aceptar los propios errores a través de las críticas de los demás.
MENSAJES en 1ª PERSONA.
MENSAJES en 2ª PERSONA.
De esta forma, nuestro interlocutor se asegura de que le hemos comprendido bien, por
lo que la comunicación es más eficaz y se siente recogida, la relación mejora; es, al igual
que en la escucha activa, una invitación a continuar hablando.
Hay que buscar que responda a esa pregunta con una afirmación clara; si parece
que duda, es que no hemos captado bien lo que quiere decir. Una vez
obtengamos el sí, seguramente, supondrá una invitación a seguir hablando o
expresando lo que siente.
1.- “A” expone a “B” su mensaje o discurso con contenido emocional acerca de ese tema
que le esté afectando -mensaje en 1ª persona, diciendo cómo me siento yo respecto a ese
tema concreto-:
“me siento...” o “”estoy harto de...
2.- “B” recoge la afirmación de “A” en actitud de sintonía y aceptándola sin juzgar; se centra
en la emoción que transmite o intenta ayudarle a identificarla, siempre según la
interpretación de “A” tal y como lo vive la persona afectada:
4.- Ante cada nueva respuesta de “A”, “B” sigue centrándose en la emoción que percibe, -
como en el punto 2- y se la transmite, como en el punto 3.
5.- Es importante que “B” evite totalmente posicionarse en tema en cuestión, ni haga
intentos por encontrar una salida a la situación.
Es importante saber encajar las críticas de la mejor forma posible, para que podamos extraer
algún aprendizaje de ellas, en lugar de únicamente provocar heridas. Tanto criticar como
aceptar la crítica, ambas son tareas complicadas; la forma en la que son expresadas influye
mucho en cómo son recibidas.
Inicialmente hay que destacar que hay una gran diferencia entre criticar una conducta o
situación concreta y criticar a la persona en sí. Cuando se critica el comportamiento concreto
se ofrece la perspectiva de poder modificar eso en concreto, sin anular o eliminar a la totalidad
de la persona.
Como decimos, es diferente hacer una alusión a la otra persona como una totalidad, o una
observación subjetiva acerca de lo que sugiere a la persona que emite el mensaje. Es decir,
se trata de que quien va a expresar el comentario lo haga desde el efecto que le produce eso
que se va a valorar. Es algo equivalente a dar la opinión de qué me sugiere determinado punto,
o cómo etiqueto a la persona a quien estoy criticando.
a) “Te has pasado, me parece que eres una persona muy agresiva y no me extraña
que se haya creado ese clima”.
La diferencia entre ambos comentarios está en el punto en el que se hace énfasis: en etiquetar
a la persona, sugiriendo ser la responsable del conflicto, o invitando a utilizar otras formas con
el objetivo de encauzar el conflicto creado.
AL RECIBIR CRITICAS …
Es conveniente no responder seguidamente a las críticas, mejor hacer una pausa y
valorar lo que nos ha llegado, lo que hemos aprendido, respondiendo con más control.
Evitar expresar culpabilidad o sentimientos negativos; es importante permitirse a un@
mism@ cometer errores.
Si la crítica es demasiado general pero tiene base sólida, es conveniente pedir que lo
aclaren para comprender mejor de qué se trata.
Hay que cortar o no permitir la agresividad verbal; si la crítica es agresiva o destructiva
tenemos derecho a pedir respeto.
Si consideramos que la crítica es injusta hay que rechazarla, pero con tranquilidad y
aplomo, argumentando nuestra valoración.
Hacer favores, complacer a los otros, a quien queremos son cualidades que nos definen como
personas con afectos, refuerzan nuestros vínculos y desarrollan nuestra “humanidad” y calidad
personal. El problema surge cuando no está tan claro dónde o cómo establecer el límite sin
herir a quienes queremos.
El criterio indiscutible ha de ser que digamos que “no” a las propuestas no apetecibles o incluso
no deseadas, ya que de lo contrario puede generarnos estrés o ansiedad. Es cierto que el
negarnos a determinadas personas o situaciones puede provocar la acumulación de
resentimiento o frustración ante personas que estimamos, e incluso afectar negativamente a
la relación. Pero si ha de quedar claro un punto es nuestra propia valoración personal. Esa es
la que puede darnos seguridad y fortalecer nuestra autoestima.
La mayoría de las veces nos cuesta decir “no”, `por que tememos que podamos herir a la otra
persona, o por perder su estima, que pueda rechazarnos.
¿Cuándo fue la última vez que emitiste un elogio? ¿Y la última vez que te elogiaron?
¿Mereció la pena?
- Acudes a una escuela de baile con tu pareja; estáis muy bien compenetrados,
y ciertamente, los dos disfrutáis en las clases. El profesor de baile - o un/a
compañero/a- se os ha acercado y os ha comentado “que es una maravilla
veros bailar, que lo hacéis muy bien”. ¿Qué responderíais?
Ahora es el momento de las críticas; recordar que se trata de hacer una observación acerca
del comportamiento concreto, y no de “etiquetar” a la persona.
- Acostumbras quedar en tu tiempo libre con una persona con la que te une una
gran amistad; únicamente te crispa una mala costumbre suya: sabes que es
muy impuntual. Por más que se lo dices y lo reconoce, sucede frecuentemente.
Hoy vais al cine y está a punto de comenzar la película; probablemente os
perderéis los primeros minutos. Ves que está llegando ya. ¿Cómo le dirías que
ese hábito suyo te disgusta y no te gusta que te veas afectad@?