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AUTOESTIMA EN EL ADULTO MAYOR

La autoestima es la valoración que tiene uno de sí mismo. Este aprecio,


generalmente positivo, determina nuestro comportamiento en el entorno social y
laboral. Las personas con una alta estimación afrontan los obstáculos y los
desafíos con mayor confianza.

El quererse a uno mismo sirve a cualquier edad y circunstancia, pero a medida


que envejecemos se pierde esta autoconfianza, ya sea por soledad o abandono.
Por este y otros motivos, es importante incrementar la autoestima de las personas
mayores. Los familiares, cuidadoras y cuidadores responsables del cuidado de
ancianos deben contribuir a reforzar esos sentimientos de vínculo con la vida.

Objetivo general

Desarrollar la autoestima positiva en el adulto mayor institucionalizado a través de


la potenciación de cualidades y habilidades propias de la misma.

Objetivos específicos

1. Ofrecer informaciones sobre la tercera edad, la institucionalización, el bienestar


subjetivo y la autoestima positiva para posibilitar a los senescentes tomar
conciencia de la importancia de esta última para mejorar su calidad de vida.

2. Potenciar el desarrollo de cualidades y habilidades propias de la autoestima


positiva.

Características generales de la estrategia.

Los principales destinatarios de esta estrategia son los adultos mayores.

La estrategia consta de actividades, las que pueden realizarse en nuestra visita

Los temas a tratar en las actividades pueden ser los siguientes:

La Tercera edad y la autoestima.

Encontrar el lado positivo.

Autoestima positiva y negativa.


Mitos sobre el envejecimiento.

Frases sobre la autoestima.

Comportamientos de la autoestima positiva.

Consejos para desarrollar la autoestima positiva.

Crear satisfactores.

La autoestima está relacionada con la autoimagen, que es el concepto que se


tiene de uno propio, y con la auto aceptación, que se trata del reconocimiento
propio de las cualidades y los defectos.

La forma en que una persona se valora está influenciada en muchas ocasiones


por los agentes externos o el contexto en el que se encuentra el individuo, por ello
puede cambiar a lo largo del tiempo.

En este sentido, la autoestima puede aumentar o disminuir a partir de situaciones


emocionales, familiares, sociales o laborales, incluso, por nuestra autocrítica
positiva o negativa.

Autoestima en adultos mayores

El autoconocimiento, la madurez personal, las vivencias y la experiencia que se va


sumando durante las diferentes etapas de la vida son elementos imprescindibles y
determinantes para fortalecer la autoestima de las personas mayores. Por esta
razón suele ser coincidente un aumento de la autoestima con el incremento de la
edad, sin embargo, esto no ocurre así en todas las personas y tampoco se
mantiene estable en todas las etapas de la vida.

Es muy frecuente que, al llegar a la tercera edad, muchas personas encuentren


varios motivos para ver decaer su bienestar y autoestima, trayendo consigo
otras consecuencias que pueden afectar su estado de salud.

Son muchas las posibles causas que pueden llevar al mayor a sentirse que ya no
son tan útiles o importantes como lo eran antaño. Se pierden capacidades físicas,
energía, movilidad, que les impiden llevar un ritmo de vida al que estaban
acostumbrados anteriormente. La falta de actividades de interés para ellos es
como un gran peso que les hace pensar que resultan inútiles.

Sin embargo, algunos motivos suelen repetirse de forma constante y se presentan


como los principales factores de riesgo para que las personas de edad
avanzada pierdan su confianza de forma gradual.

La soledad es uno de los mencionados motivos fundamentales. Cuando los


ancianos ven que sus amigos fallecen, sus familiares ya no están cerca y solo
quedan con ellos unos descendientes que suelen estar demasiado ocupados para
prestarles atención, comienzan a sentirse poco valorados y ser una molestia que
no aporta al conjunto de la familia.

Es frecuente encontrar a personas activas y seguras que decaen y se sienten


inseguras y poco valiosas para la sociedad después de situaciones particulares
que les impiden llevar el ritmo de vida que tenían con anterioridad. Un accidente o
una enfermedad, así como la pérdida natural de capacidades físicas hacen que los
ancianos no puedan entretenerse con las actividades que hacían antes. Si los
mayores no encuentran otras ocupaciones que les resulten atractivas, quedan
atrapadas en un ciclo de aburrimiento y desánimo que puede ser
altamente perjudicial para su estado de salud físico y mental.

Sean cuales sean las causas de una baja autoestima en las personas mayores es
fundamental detectarlo a tiempo o, si es posible, evitarlo antes de que se
produzca. De este modo se facilita una calidad de vida notablemente mejor y se
reduce el riesgo de padecimiento de procesos depresivos que les lleven al
descuido, al desinterés por la vida y, en casos extremos, incluso a la muerte.

¿Cómo favorecer la autoestima de los ancianos?

Una de las formas más efectivas para que la autoestima de una persona mayor
mejore, es hacerle saber que es una persona de enorme valía a pesar de no tener
las mismas capacidades de antes.
Fomenta su autonomía en la medida de lo posible y pídeles directamente que
te ayuden en tareas que se encuentren dentro de sus posibilidades, de esta forma
se sentirán imprescindibles y valorados.

 Hacerles saber que son necesarios y que son capaces de aportar algo de
utilidad es importante para que estas personas se sientan cómodas consigo
mismas.

En este sentido hay que tener en cuenta que las actividades útiles no tienen por
qué ser físicas, si tu ser querido aún puede tejer se le puede pedir que realice
alguna prenda, si es capaz de leer podrá contar un cuento a los nietos, pero
también es útil simplemente sentarse a hablar con ellos y pedirles consejo de
forma sincera escuchando y valorando su opinión.

Además, el ejercicio físico, especialmente si se puede llevar a cabo en


exteriores, aumenta la segregación de endorfinas y consigue un aumento
instantáneo de la sensación de bienestar.

Es altamente aconsejable tomar el ejercicio físico como una rutina atractiva


con actividades que les apetezca hacer y disfruten realmente. En este sentido se
puede hablar de pasear, bailar, hacer algún deporte adecuado a sus condiciones o
simplemente jugar con los nietos.

No hay que olvidar nunca que los ancianos son personas adultas con
preocupaciones y sentimientos de adulto. Esto puede parecer evidente, pero
son muchas las familias que deciden por sus ancianos tratándolos como si fuesen
niños o con discapacidad intelectual.

Siempre ofreciendo el apoyo y el consejo propio, es importante permitir que las


personas mayores tomen decisiones propias en los asuntos que les afectan de
forma directa.

El respeto hacia la vida propia de las personas mayores también se extiende


al ámbito de la intimidad. Es imprescindible mostrar consideración hacia
cuestiones íntimas como el aseo o el deseo de estar solo en ciertos
momentos. Este respeto será detectado y agradecido por la persona mayor
de forma natural.

El respeto y el cuidado como forma de vida

Se puede comprobar que las formas de potenciar la autoestima en personas


mayores son realmente sencillas de aplicar y no se presentan como un tratamiento
que hay que aplicar en un momento dado si notamos que un padre o abuelo se
encuentra decaído.
Más bien, se trata de una forma de vida basada en el respeto y el cuidado de
nuestros ancianos otorgándoles un sitio merecido en la familia y la sociedad.

Siempre es posible que, de forma puntual, una persona se encuentre baja de


ánimo o su autoestima sufra por una situación particular. En estos momentos hay
que acercarse al anciano y preguntar para saber qué le ocurre, ofrecer nuestro
apoyo y plantear posibles soluciones.

Sin embargo, para mantener la autoestima alta solo hace falta sentir la propia
valía, disfrutar de la vida y compartirla con los seres queridos. Estas premisas son
válidas para las personas de cualquier edad y por eso resulta tan sencillo
aplicarlas para mantener viva la autoestima de las personas de edad avanzada.
Solo es cuestión de estar con ellos cuando lo necesitan, dejarles su espacio
personal cuando lo requieren respetando su intimidad, valorar sus capacidades
tanto físicas como mentales por elevadas o limitadas que sean y encontrar
aquellas actividades que puedan resultarles atractivas para que disfruten de ellas
cuando ya no pueden dedicarse a lo que les interesaba en tiempos pasados.

Tipos de autoestima

De un modo general, se puede hablar de dos tipos de autoestima, aunque no son


ideas excluyentes, ya que pueden referirse a distintos aspectos del ser humano.

Es decir, una persona puede tener, por ejemplo, una alta autoestima en términos
de capacidades intelectuales soy muy listo en matemáticas, pero una baja
autoestima en otros ámbitos como, por ejemplo, soy muy torpe en los deportes
Alta autoestima
Las personas con una alta autoestima se caracterizan por tener mucha confianza
en sus capacidades. De este modo, pueden tomar decisiones, asumir riesgos y
enfrentarse a tareas con una alta expectativa de éxito, esto se debe a que se ven
a sí mismas de un modo positivo.

A medida que nuestra alta autoestima sea mayor nos sentiremos mejor
preparados, con mayor capacidad y disposición para realizar diversas actividades,
tendremos mayor entusiasmo y ganas de compartir con los demás.

Baja autoestima

Las personas con baja autoestima se pueden sentir inseguras, insatisfechas y


sensibles a las críticas. Otra característica de las personas con baja autoestima
puede ser la dificultad de mostrarse asertivas, es decir, de reclamar sus derechos
de una manera adecuada.

La baja autoestima puede derivar por diversas razones como, por ejemplo, la
valorización que hacemos hacia nosotros mismos, la opinión que tenemos de
nuestra personalidad, nuestras creencias, entre otros.

Del mismo modo, en ocasiones pueden tratar de agradar a los demás para recibir
un refuerzo positivo y, de esta manera, aumentar su autoestima.

No se trata únicamente del valor que se le da a la apariencia física, sino también a


las propias capacidades y habilidades, como, por ejemplo, deportivas,
intelectuales, sociales, entre otras.

Las expectativas de los demás, las comparaciones y los referentes personales


pueden ejercer una fuerte presión y generar inseguridades en el adolescente en
esta época de cambios. La anorexia y la bulimia, por ejemplo, están relacionadas
con la imagen y al valor que una persona se da.

Autoestima y valoración
La autoestima se basa en el valor que una persona se otorga a sí misma, la cual
puede ser modificada a través del tiempo y requiere de un conocimiento adecuado
y aceptación personal.

Una motivación positiva al enfrentarse a una determinada tarea, haciendo hincapié


en las cualidades propias, aumenta las posibilidades de éxito y, por lo tanto, la
autoestima.

Frases sobre la autoestima

“Todo el mundo es un genio. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar


árboles, pasará la vida pensando que es estúpido.” Albert Einstein

“La autoestima no es tan vil pecado como la desestimación de uno mismo.”


William Shakespeare

“El amarse a sí mismo es el comienzo de un romance para toda la vida.” Oscar


Wilde

“Todos sabemos que la autoestima viene de lo que tú piensas de tí mismo, no de


lo que los demás piensen de ti.” Gloria Gaynor

“Hay algo peor que la muerte, peor que el sufrimiento… y es cuando uno pierde el
amor propio.” Sandor Márai

“No vivas para que tu presencia se note, sino para que tu ausencia se sienta.” Bob
Marley.

La importancia de la autoestima radica entonces en que dará pauta a nuestras


conductas en el andar cotidiano. Para algunos investigadores, la autoestima en el
adulto mayor puede ser alta o positiva cuando la persona se reconoce como
importante para sí y los demás, tiene deseos propios, los expresa y defiende;
cuando enfrenta las crisis, los cambios y las pérdidas, cuando reflexiona, busca
apoyo e información y cuando busca autonomía y la disfruta. Pero también puede
presentase una autoestima baja o negativa, como cuando el adulto mayor tiene
una poca aceptación de sí mismo, cuando cree que por su edad no sirve o es un
estorbo, cuando no acepta los cambios en su cuerpo y se deprime, cuando es
negativo, cascarrabias, pesimista y le cuesta dar y recibir afecto.

Otro punto a tener en cuenta es que la baja autoestima no permite el control de


nuestros propios pensamientos, sentimientos y emociones, por lo que
constantemente se recurre a la aceptación de todo aquello que nos sugieren los
demás para nosotros mismos, perdiendo la guía de nuestras propias ideas y
pensamientos. Cuando se tiene baja autoestima es común sentir una gama de
sentimientos negativos como: miedo vergüenza, abandono, rabia, resentimiento,
desconfianza, falta de respeto, falta de valía, falta de poder, soledad, aislamiento y
pérdida del respeto por sí mismos.

A continuación, veremos cuáles son algunas de las técnicas más recomendadas


por especialistas para recuperar la autoestima:

1.-Reconocer sus cualidades antes que las de los demás.

2.-Aceptarse tal y como es, esto brinda seguridad, confianza y amor.

3.-Aceptar sus sentimientos más comunes, es importante conocer qué situaciones


nos hacen sentir incómodos y qué sentimos ante la incomodidad, así como
reconocer las actividades, momentos y situaciones que nos hacen sentir de
manera agradable.

4.-Cuidarse a sí mismo, aprender a ser independiente y a no depender de los


demás.

5.-Aprender y atender sus propias necesidades. Con ello nos referimos no


únicamente a las necesidades físicas, sino también a las necesidades de
descanso y de diversión.

6.-Alimentas su cuerpo y espíritu. La salud mental y física caminan de la mano. Lo


más importante es reconocer cómo es nuestro estilo de vida, cómo éste influye en
nuestras actividades diarias y en nuestras actitudes.

7.- Practicar ejercicio de acuerdo a nuestras posibilidades físicas. El aumento de


las endorfinas modifica también nuestra actitud.
8.- Cuide el consumo de destenso res paliativos como pueden ser el alcohol y las
drogas, así como sustancias para dormir.

9.-Examine cómo es su toma de decisiones, ¿las toma por usted mismo?, ¿las
comparte con los demás?, ¿decide lo que los demás piensan, aunque no esté de
acuerdo?

10.- La vergüenza es un sentimiento profundo que inmoviliza, conoce cuáles son


las cosas que más le provocan este sentimiento y cómo lo puede evitar. Este
sentimiento está muy ligado con ideas de fracaso. Es necesario procurar la
realización de actividades donde el “equivocarse” sea incluso motivo de diversión
y aprendizaje.

11.- Amarse a sí mismo es vital. La felicidad nace de uno mismo, es cuestión de


sentir las pequeñas cosas que suceden entorno a uno.

12.- Dese la oportunidad de pensar que las cosas no son “blancas” o “negras”
únicamente.

13.- Disminuir la tensión de su vida diaria a través del ejercicio, cambio de actitud,
organización de horarios y mejora del uso del tiempo libre.

14: - Aceptar que no se puede cambiar a los demás, esto elimina sensaciones de
frustración y enojo. cada persona es muy distinta.

Esperamos que todo lo anterior sea de utilidad para reconocer la importancia de


esta palabra en la guía de nuestra vida, así como empezar a fomentar otro tipo de
relaciones con los demás donde pondere la creatividad y la búsqueda del respeto
individual.

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