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Lógica 1 - Lógica Formal (2016)
Lógica 1 - Lógica Formal (2016)
LÓGICA FORMAL
2016
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Presentación
Este apunte está destinado exclusivamente a su uso en las materias Lógica
I y Lógica Formal de la Escuela de Filosofía de la Facultad de Filosofía y
Humanidades de la U.N.C. Constituye el material de estudio preparado por
docentes de la Cátedra de Lógica I y Lógica Formal, con la finalidad de que
los estudiantes cuenten con un texto de apoyo para el curso impartido en la
Escuela de Filosofía.
El texto cubre los puntos del programa de las asignaturas arriba referidas
e incluye algunos ejercicios para afianzar los conocimientos expuestos en cada
parte.
El material sobre el que se basa este apunte procede fundamentalmente
del texto de J. Barwise y J. Etchemendy, The Language of First Order Logic,
cuya traducción también para uso en la Cátedra de Lógica I de la Escuela de
Filosofía, El Lenguaje de la Lógica de Primer Orden, fuera realizada por el
Dr. Horacio Faas y un grupo de colaboradores, años atrás. Los dos primeros
capítulos proceden de una traducción con algunas modificaciones del capítu-
lo 1 del libro de N. Smith, Logic: The laws of Truth. Así mismo, en el texto
procedente del libro El Lenguaje de la Lógica de Primer Orden, se introdu-
jeron diversos cambios, con el fin de adaptarlo al contenido del programa de
la asignatura y a la perspectiva del curso.
En la preparación de este material han intervenido los docentes de la
Cátedra de Lógica I / Lógica Formal: Dra. Alba Massolo y Lic. Sebastián
Ferrando (Profesores Asistentes), el Dr. Diego Letzen (Profesor Adjunto),
Agustina Maini, Sara Gismondi y Andrés Ilcic (Ayudantes Alumnos) y el
Dr. Luis A. Urtubey (Profesor Titular). La preparación de la versión LATEX-
PDF, estuvo a cargo especialmente de Andrés Ilcic.
Una advertencia final respecto al carácter preliminar de este texto. La ver-
sión que se entrega aquí como apunte ha pasado por las primeras correcciones
y se ha ido ajustando de acuerdo con experiencias previas y sugerencias del
equipo de la Cátedra. No obstante, debe tenerse en cuenta que algunos ajus-
tes aún deben realizarse sobre este material. Es de esperar que tales mejoras
se irán produciendo en adelante.
3. Elementos de LPO 35
3.1. Constantes individuales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
3.2. Símbolos de Predicado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
3.3. Oraciones atómicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
3.4. La isla de los caballeros y bribones . . . . . . . . . . . . . . . 41
3.5. El lenguaje de primer orden de la
aritmética . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
3.6. Lenguajes generales de primer orden . . . . . . . . . . . . . . 46
4. Conectivas lógicas 50
4.1. Símbolo de Negación (¬) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
4.1.1. Semántica y la regla de juego para la negación . . . . . 51
4.2. Símbolo de conjunción (∧) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
4.3. Símbolo de Disyunción (∨) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
4.4. Símbolo del Condicional Material (→) . . . . . . . . . . . . . 56
4.4.1. Semántica y regla de juego para el condicional . . . . . 56
4.4.2. Formas españolas del condicional material . . . . . . . 57
4.5. Símbolo del Bicondicional (↔) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
4.5.1. La semántica para ↔ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
4.6. Uso de las tablas de verdad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
4.7. Ambigüedad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
4.8. Traducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
4.9. Implicatura conversacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
6. Métodos de demostración 86
6.1. Métodos de demostración que involucran conectivas . . . . . . 87
Cuestiones de estilo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
6.2. Método de demostración por casos . . . . . . . . . . . . . . . 91
6.3. Método de demostración por contradicción . . . . . . . . . . . 95
6.3.1. Premisas inconsistentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
6.4. Método de demostración condicional . . . . . . . . . . . . . . 100
6.4.1. Probar bicondicionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
Lógica Proposicional
1
Capítulo 1
Lógica y argumentos
2
Capítulo 1 3
Recordar
1.2. Proposiciones
Aceptamos entonces que la lógica se ocupa de las leyes de la verdad. El
objeto de estudio central en lógica lo constituye entonces aquello que puede
ser verdadero o falso. Por ello será conveniente contar con un nombre para
estas entidades. Usaremos el término “proposición” con este propósito. Es
decir, que una proposición es algo que puede ser verdadero o falso. Ahora bien,
¿qué clase de cosas son las proposiciones? ¿Y qué hace que una proposición
sea verdadera o falsa? La idea fundamental resulta ser esta: una proposición
es una afirmación sobre cómo son las cosas. Representa alguna forma en que
es el mundo; y es verdadera si el mundo es de este modo, en caso contrario
es falsa. Esta idea se remonta al menos a Platón (360 a.c.) y a Aristóteles
(350 a.c). En el diálogo de Platón Cratilo (o del lenguaje), se encuentra el
siguiente pasaje:
1. La nieve es blanca.
3. La nieve es verde.
6. Tengo hambre.
Observe que no es necesario que una proposición sea verdadera (3); que
una proposición puede ser obviamente verdadera, de modo que nunca nos
preocuparemos en decir que lo sea (4); y que puede ser que no tengamos
modo de saber si una proposición es verdadera o falsa (5). Lo que estos
ejemplos tienen en común, es que en ellos se hacen afirmaciones sobre el
Capítulo 1 7
modo en que son las cosas: representan un modo en que es el mundo. Por lo
tanto, tiene sentido decir de cada una de ellas, que es verdadera (es decir,
que el mundo es de la forma que lo representa) o falsa (las cosas no son de
este modo) –incluso si no tenemos modo de saber cómo son realmente.
Ejemplos en los que no tenemos proposiciones, son los siguientes:
7. ¡Ouch!
8. ¿Dónde estás?
9. ¡Deténte!
11. Hola.
Recordar
Ejercicios y Problemas
Atendiendo a lo visto hasta ahora, responda a los siguientes problemas.
En todos los casos procure justificar la respuesta.
-David: Yo no.
1.3. Argumentos
Como vimos antes, se puede decir que las leyes de la verdad sustentan
los principios del buen razonamiento. Ahora bien, el razonamiento se pre-
senta bajo distintas formas en el habla cotidiana, en la lengua escrita, y en
el pensamiento. A fin de facilitar la discusión del razonamiento, resulta útil
introducir una manera estándar en la cual representarlo. Con este propósito
nos valdremos aquí del concepto de “argumento”. Como es el caso con el uso
del término “proposición”, este uso del término “argumento” es de carácter
técnico, lo que constituye una abstracción del significado usual de este tér-
mino.5 En este sentido, un argumento será una secuencia de proposiciones. A
la última proposición del argumento, la denominaremos conclusión. Intuiti-
vamente la consideramos como la afirmación, cuya verdad se está tratando de
establecer a través del proceso de razonamiento. Las restantes proposiciones,
son las premisas. Intuitivamente las pensamos formando la base sobre la cual
se intenta establecer la conclusión. El número de premisas es finito (puede
ser cero). Los argumentos pueden representarse de la siguiente forma:
Premisa 1
Premisa 2
5 Debemos advertir que no todos los autores siguen esta distinción. El uso del término
“argumento” es por ello diferente y algunas veces inclusive se denomina argumento a lo
aquí estamos llamando razonamiento. La distinción que seguimos es a los fines de facilitar
el análisis lógico.
Capítulo 1 10
Conclusión
En este caso usamos una línea horizontal para separar la conclusión de las
premisas.
Premisa 1
Premisa 2
Premisa 3
∴ Conclusión
La nieve es verde
El invierno fue húmedo
Ejercicios y Problemas
Problema 1.4. Represente como argumentos los siguientes razonamientos.
1. Si la bolsa cae, miles de inversores perderían todas sus inversiones. Por
ello, la bolsa no caerá.
Capítulo 1 13
No hay modo de que las premisas sean verdaderas sin que lo sea la
conclusión.
PERROS
Beagles
• Snoopy
Hay algo más respecto al primer argumento, además de que sea PNV.
Consideremos la siguiente serie de argumentos:
pyq
q
(Aquí las letras p y q representan proposiciones).
7 Alfred Tarski, “On the concept of logical consequence”, 1936. La verdad puede decirse
Capítulo 1 19
Todo C es B
Ningún B es A
Por lo tanto, ningún C es A.
Recordar
Ejercicios y Problemas:
Problema 1.5. Relea la cita de Tarski y considere si en alguna parte de la
misma se alude a la idea de que un argumento válido debe tener la propiedad
PNV y si debe tener esta propiedad en virtud de su forma. Considere si
Tarski asigna alguna importancia a estas ideas con respecto al concepto de
consecuencia.
Capítulo 2
21
Capítulo 2 22
Ejercicios y Problemas:
Problema 2.1. Considere cuáles argumentos son válidos y cuáles no.
2.2. Solidez
Considere el argumento (4) del ejercicio anterior. Este argumento es vá-
lido, pero hay algo incorrecto en este argumento: no establece la verdad de
la conclusión, dado que las premisas no son verdaderas. Tiene la propiedad
de que si las premisas fuesen verdaderas, entonces la conclusión debería serlo
–es decir, es PNV– pero las premisas no son de hecho verdaderas, y por ello
el argumento no establece la verdad de la conclusión.
Decimos que un argumento es sólido si es válido y además tiene premisas
que son de hecho verdaderas:
Recordar
Ejercicios y Problemas
Problema 2.2.
1. Establezca cuáles argumentos del ejercicio anterior son sólidos.
al argumento (5) del primer capítulo. Podría verse como una combinación en-
tre los dos. Podríamos formularlo a través de un argumento como el siguiente:
Recordar
Ejercicios y Problemas
Problema 2.3.
1. Considere el siguiente razonamiento de manera semejante al análisis
que hicimos en (12): Todo filósofo es un pensador. Por lo tanto, la obra
de un filósofo es la obra de un pensador.
Capítulo 2 29
rentes es que las leyes de la lógica son una cuestión de convención. Si esto es
así, presumiblemente podríamos decidir cambiar las convenciones, y adoptar
así diferentes principios de lógica, de la misma manera en que decidimos en
qué carril de la ruta tenemos que conducir los automóviles. Pero hay una
acendrada intuición de que las leyes de la lógica son más irrefutables que las
leyes que rigen un país, ¡incluso que las leyes de la física!
La importancia de la lógica ha sido reconocida desde la antigüedad. Des-
pués de todo, ninguna ciencia puede tener una certeza mayor que el más
débil de sus eslabones. Si hay algo arbitrario acerca de lo lógica, entonces lo
mismo debe ocurrir con toda la indagación racional. Por eso se vuelve crucial
entender qué son las leyes de la lógica (las leyes de la verdad) y aún más
importante, por qué son estas sus leyes. Éstas son las preguntas que uno se
hace cuando estudia la lógica misma. Estudiar lógica es usar los métodos
de indagación racional en la racionalidad misma. Durante el siglo XIX el
estudio de la lógica desarrolló avances rápidos e importantes. Espoleada por
problemas lógicos en la más deductiva de las disciplinas, la matemática, se
desarrolló como disciplina por propio derecho, con sus conceptos, métodos,
técnicas y lenguaje propios. La Enciclopedia Británica, al dividir el conoci-
miento, nombra a la lógica como una de las siete ramas del conocimiento.
Más recientemente, el estudio de la lógica ha jugado un rol destacado en
el desarrollo de las modernas computadoras y lenguajes de programación.
Como ya señalamos, la lógica tiene un rol importante en las ciencias de la
computación; en verdad, se ha dicho que la ciencia de la computación es
lógica más electrónica.
Este texto pretende introducirlo en algunos de los más importantes con-
ceptos y herramientas de la lógica moderna. El principal objetivo es propor-
cionar respuestas detalladas y sistemáticas a las preguntas que se plantearon
arriba. Procuraremos que comprenda de qué manera las leyes de la lógica
(las leyes de la verdad) se siguen inevitablemente de los significados que
asociamos con el lenguaje que usamos para hacer afirmaciones. Las conven-
ciones son cruciales para establecer el significado de un lenguaje, no obstante,
una vez que se ha establecido el significado, las leyes de la lógica se siguen
inevitablemente. De modo más particular, el texto se propone dos objetivos
principales. El primero es ayudarlo a aprender el lenguaje de la lógica de
primer orden. El segundo objetivo es ayudarlo a aprender algo acerca de la
noción de consecuencia lógica, y acerca de cómo se determina si alguna pro-
posición es, o no, una consecuencia lógica de otras premisas aceptadas. Ya
Capítulo 2 31
que hay mucho más en lógica de lo que se puede referir en este texto, o de lo
que una persona puede aprender en toda su vida, se trata al menos de cubrir
estas cuestiones más básicas.
Recordar
Ejercicios y Problemas
Problema 2.4. Un argumento algo desopilante.
Bertand Russell fue uno de los más influyentes lógicos y filósofos del siglo
pasado. Su fama se debe a sus numerosas contribuciones, ensayos, libros, y
su monumental obra con Alfred North Whitehead, Principia Mathematica
(1910-13). La historia cuenta que Russell estaba cenando con un grupo de
Capítulo 2 34
Elementos de LPO
Los lenguajes de primer orden pueden emplearse para referirse a domi-
nios de objetos diferentes pero comparten una gramática y sobre todo ciertos
ítems importantes de su vocabulario conocidos como conectivas y cuantifica-
dores. Se diferencian entonces en los nombres y predicados que utilizan, que
corresponden a los nombres de los objetos en el dominio de referencia, como
Pedro, Juan, María si el lenguaje se refiere a personas o tal vez Cosa1 , Cosa2
si se refiere a objetos de determinación un tanto más imprecisa. Los predi-
cados que a dichos nombres pueden aplicarse pueden ser también diversos
como quiere en Pedro quiere a Juan o llora en María llora o cubo en Cosa1
es un cubo. Que estos lenguajes puedan diferir en el vocabulario específico
usado para formar sus oraciones más básicas (las oraciones atómicas) permite
que se formen distintas oraciones complejas utilizando las mismas operacio-
nes lógicas. Un lenguaje de primer orden es un tipo de lenguaje formal. En
oposición a los lenguajes llamados naturales que son productos sociales, his-
tóricos, estos lenguajes son artificiales y como tales son construidos sobre
elementos bien definidos de manera rigurosa y explícita.
Estos lenguajes son construidos principalmente por comodidad, pues el
proceso de formalización, aquel que consiste en escribir mediante símbolos
especiales las expresiones con las que queremos trabajar, tiene por finalidad
asistir nuestro trabajo, haciéndolo más riguroso o transparente, pero no deja
de ser un recurso.
Una vez que tenemos una idea del dominio sobre el que versará nuestra
teoría (de qué cosas queremos hablar) hay ciertas reglas de cómo construir
nuestro lenguaje, llamadas reglas de formación. Estas reglas nos dicen exac-
35
Capítulo 3 36
propios. Por ejemplo, podríamos usar Max como una constante individual
para denotar una persona particular, o 1 como una constante individual para
denotar un número particular. En ambos casos, funcionan exactamente como
los nombres funcionan en español.
La principal diferencia entre los nombres en español y las constantes in-
dividuales en LPO es que se exige que las constantes individuales hagan
referencia exactamente a un objeto particular. Obviamente, el nombre Max
en español puede ser usado para hacer referencia a personas diferentes, y po-
dría ser usado dos veces en una oración para hacer referencia a dos personas
diferentes. Tal conducta aviesa es desaprobada en LPO.
Hay también nombres en español que tampoco hacen referencia a nin-
gún objeto existente. Por ejemplo Pegaso, Zeus y Santa Claus son nombres
perfectamente claros en español, sólo que no refieren a algo o a alguien. No
permitimos tales nombres en LPO.1 Lo que permitimos, no obstante, es que
un objeto tenga más que un nombre, por ejemplo los nombres Matías y Mati
podrían hacer referencia al mismo objeto individual. También permitimos
objetos sin nombres, objetos que no tienen ningún nombre.
Recordar
En LPO,
Todo nombre debe nombrar un objeto.
Ningún nombre puede nombrar más que un objeto.
Un objeto puede tener más de un nombre, o ningún nombre.
Lenguaje de bloques
Aridad 3: EsEntre.
Capítulo 3 39
Recordar
En LPO,
Todo símbolo de predicado tiene una “aridad” única y fija, un nú-
mero que le dice cuántos nombres necesita para formar una oración
atómica.
Todo predicado es interpretado por una propiedad o relación deter-
minadas de la misma aridad que el predicado.
Recordar
En LPO,
Las oraciones atómicas se forman colocando un predicado de aridad
n al frente de n nombres (encerrados entre paréntesis y separados por
comas)
El orden de los nombres es relevante cuando se forman oraciones
atómicas.
Ejercicios y Problemas
Problema 3.1 (Construcción de mundos) Construya un mundo en el que
todas las proposiciones sean simultáneamente verdaderas.
1. Tet(a)
2. Median(a)
3. Dodec(b)
4. Cubo(c)
5. DelanDe(a, b)
6. EsEntre(a, b, c)
7. MayorQ(a, b)
8. MenorQu(a, c)
Capítulo 3 41
9. lzqdDe(b, c)
2. b es menor que a.
3. c está entre a y d.
4. d es grande.
5. e es mayor que a.
6. b es un tetraedro.
7. e es un dodecaedro.
8. e está a la derecha de b.
9. a es menor que e.
Tabla 3.1
LPO Español Comentario
Nombres:
Og Og
Bog Bog
Ark Ark
Snark Snark Nombres de nativos de
Tak Tak la isla
Bark Bark
Jal Jal
.. ..
. .
Predicados:
Caballero(x) es un caballero Todos estos predicados
Bribón(x) es un bribón son monádicos o de ari-
Mujer(x) es mujer dad 1 y forman pa-
Hombre(x) es hombre res excluyentes. Nin-
Soltero(x) es soltero gún individuo en la is-
Casado(x) es casado la puede ser al mismo
.. .. tiempo caballero y bri-
. .
bón, ni mujer y hombre
y tampoco soltero y ca-
sado.
Ejercicios y Problemas
Problema 3.3: Si un nativo de la isla afirma que es caballero y bribón, ¿se
trata de un bribón o un caballero?
Problema 3.4: ¿Podría un nativo de la isla afirmar de si mismo que es
caballero? ¿Y Bribón? En caso afirmativo, ¿quiénes podrían hacer tales afir-
maciones?
se sigue que hay alguien que gusta del pururú sin manteca, mientras que
no se sigue de esto.
Los que intuitivamente se refieren a un individuo, son llamados “térmi-
nos” y se comportan como las constantes individuales que ya hemos discuti-
do. De hecho, las constantes individuales son los términos más simples y los
términos más complejos se construyen a partir de ellos usando símbolos de
función. Frases nominales como Nadie que conoce a Clara son tratadas con
mecanismos muy diferentes, conocidos como cuantificadores, que discutire-
mos posteriormente.
El análogo LPO de la frase nominal el padre de Max es el término
padre(Max). Se forma colocando un símbolo de función, padre, al frente del
nombre Max. El resultado es un término complejo que usamos para hacer
referencia al padre de la persona referida por el nombre Max. Similarmente,
podemos colocar el símbolo de función madre junto con el nombre Clara y for-
mar el término madre(Clara), que funciona muy parecido al término español
madre de Clara.
Podemos repetir esta construcción tanta veces como se nos ocurra, for-
mando términos cada vez más complejos:
padre(padre(Max))
Capítulo 3 45
madre(padre(Clara))
madre(madre(madre(Clara)))
La primera hace referencia al abuelo paterno de Max, la segunda a la
abuela paterna de Clara y así sucesivamente.
Estos símbolos de función son llamados funciones unarias, debido a que,
como los predicados unarios, toman un argumento. Los términos resultantes
funcionan como nombres y pueden ser usados para formar oraciones atómicas.
Por ejemplo, la oración LPO
MasAlt(padre(Max), Max))
dice que el padre de Max es más alto que Max.
Los estudiantes algunas veces confunden los símbolos de función con pre-
dicados, porque ambos toman términos como argumentos. Pero hay una gran
diferencia. Cuando combinamos un símbolo de función unario con un término
lo que logramos no es una oración sino otro término: algo que refiere (o po-
dría referir) a un objeto de alguna clase. Es por esta razón que los símbolos
de función pueden ser aplicados varias veces.
Aparte de funciones unarias, LPO permite símbolos de función de cual-
quier aridad. Así, por ejemplo, podemos tener símbolos de funciones binarias.
Es muy difícil lograr ejemplos simples en español de símbolos de funciones
binarias, pero esto es muy común en matemáticas. Por ejemplo, podríamos
tener un símbolo de función suma que se combina con dos términos t1 y t2
para dar un nuevo término suma(t1 , t2 ) que hace referencia a la suma de los
números referidos t1 y t2 . Por lo tanto, el término complejo suma(3, 5) nos
daría otra manera de referirse a 8. El lenguaje de bloques no tiene símbolos
de funciones pero podría incorporarlos.
El lenguaje de primer orden de la aritmética usa las funciones extensa-
mente. En este lenguaje hay un número infinito de términos (por ejemplo, 0,
1, (1+1), ((l+1)+l), (((1+1)+1)+1), ... y por consiguiente un número infinito
de oraciones atómicas. Nuestro ejemplo también muestra que todo número
natural es nombrado por algún término del lenguaje. Esto da lugar al pro-
blema de cómo se puede hacer para especificar el conjunto de términos de
un modo preciso. No podemos listar a todos los términos, puesto que son
demasiados. El modo de atacar este problema es usando lo que es conocido
Capítulo 3 46
(1 × 1) < (1 + 1).
Ejercicios y Problemas
Problema 3.5: Muestre que las siguientes expresiones son términos en el
lenguaje de primer orden de la aritmética. ¿A qué números refieren? 1. (0 +
0) 2. (0 + (1 x 0)) 3. ((1 + 1) + (0 + 1) x (1 + 1))) 4. (((1 x 1) x 1) x 1).
Problema 3.6: Encuentre un modo de expresar el hecho de que tres es
menor que cuatro.
Problema 3.7*4 : Muestre que hay infinitos términos que refieren al número
1.
pero nunca otros predicados o nombres comunes. Dado que por ahora no con-
tamos con una mejor alternativa, recurriremos a representar tales oraciones
mediante el recurso antes explicado de las letras sentenciales.
Ejercicios y Problemas
Problema 3.8: Para cada oración en la lista siguiente, sugiera una traduc-
ción a una oración atómica del LPO. Además, al dar la traducción explique
a qué clase de objetos se refieren sus nombres y el significado que intenta
dar al predicado que usa. Si usa símbolos de función, explique también su
significado.
1. Juan es albañil.
Conectivas lógicas
Para formar afirmaciones complejas en los lenguajes de primer orden po-
demos recurrir a cuantificadores y conectivas. En esta sección expondremos
algunos aspectos de las disyunciones, negaciones, condicionales y bicondicio-
nales. Estas son conectivas veritativo funcionales. Que sea veritativo funcio-
nal significa que el valor de verdad de una proposición compleja, que consta
de estas conectivas, depende solamente de los valores de verdad de las pro-
posiciones más simples que la componen.
Podemos explicar el significado de una conectiva veritativo funcional de
varios modos. Quizás el modo más simple es construyendo una tabla de ver-
dad, una tabla que muestre cómo el valor de verdad de una proposición con
esta conectiva, depende de los valores de verdad de las partes más elementa-
les. Daremos tales tablas para cada una de las conectivas que introduzcamos.
Una forma más interesante, sin embargo, es por medio de un juego, algunas
veces llamado el juego Henkin-Hintikka, por los nombres de los lógicos Leon
Henkin y Jaakko Hintikka. Lo llamaremos simplemente “el juego”.
Imaginemos que dos personas, digamos Max y Clara, están en desacuerdo
sobre el valores de verdad de una proposición compleja. Max afirma que es
verdadera, Clara afirma que es falsa. La idea del juego es que los dos jugadores
mantienen un permanente desafío mutuo para justificar sus afirmaciones en
términos de afirmaciones más simples, hasta que finalmente su desacuerdo se
reduce a una simple afirmación atómica, que involucra una oración atómica.
Estos sucesivos desafíos pueden ser pensados como los de un juego donde
un jugador ganará, y el otro perderá. Los movimientos legales en cualquier
momento dependen de la forma de la oración.
50
Capítulo 4 51
P ¬P
VERDADERO FALSO
FALSO VERDADERO
EnCasa(Juan) ∧ EnCasa(Mary)
temporal, es decir, que Max se fue a su casa antes de que Clara se fuera a
dormir. De manera similar si revirtiéramos el orden y aseguráramos Clara se
fue a dormir y Max se fue a su casa, ello sugeriría un tipo de situación muy
diferente. Por contraste, no se pretende ninguna implicación tal, implícita o
explícita, cuando se usa la conjunción ∧ de LPO. Tenemos que
SeFueACasa(Max) ∧ SeFueADormir(Clara)
se aplica exactamente en las mismas circunstancias que
SeFueADormir(Clara) ∧ SeFueACasa(Max).
Tal como en el caso de la negación, podemos unir tanto oraciones com-
plejas como simples con ∧. P ∧ Q es verdadera si y sólo si tanto P como Q son
verdaderas. P ∧ Q es falsa si ambas o alguna de ellas son falsas. Esto puede
resumirse en la siguiente tabla de verdad:
P Q P∧Q
VERDADERO VERDADERO VERDADERO
VERDADERO FALSO FALSO
FALSO VERDADERO FALSO
FALSO FALSO FALSO
EnCasa(Juan) ∨ EnCasa(Mary)
A pesar que en español “o” se usa a veces en un sentido excluyente, para
decir que exactamente una de dos oraciones disyuntas es verdadera, el sím-
bolo “∨” de la lógica de primer orden siempre se usa en una interpretación
incluyente –significa que por lo menos una de las dos oraciones disyuntas es
verdadera, pero también posiblemente ambas. Así la proposición del ejemplo
es verdadera si Juan está en casa pero Mary no lo está, si Mary está en casa
pero Juan no lo está, o si ambos, Juan y Mary, están en casa.
Si quisiéramos expresar el sentido excluyente de o en el ejemplo anterior,
podríamos hacer como sigue:
Como puede verse, esta oración dice que Juan está en casa o Mary lo está,
pero no ambos.
Muchos estudiantes tienden a decir que la expresión española o bien ...o
bien expresa la disyunción excluyente. Si bien algunas veces efectivamente
es así (y en verdad el simple “o” es usado a veces de manera excluyente), no
siempre lo es. Por ejemplo, supóngase que Clara y Max están jugando en la
otra habitación y de repente se oye un sonido de lucha. Si decimos O bien
Max golpeó a Clara o Clara golpeó a Max no estaríamos equivocados si cada
uno hubiese golpeado al otro. Así, esto debería traducirse como
¬EnCasa(Juan) ∧ ¬EnCasa(Mary)
Pero también podría hacerse alternativamente como:
¬(EnCasa(Juan) ∨ EnCasa(Mary))
Esto dice que no es el caso que al menos uno de ellos esté en casa, es decir,
que ninguno de ellos está en casa.
Dadas dos oraciones P y Q de LPO, atómicas o no, podemos combinarlas
usando “∨” para formar una nueva oración P ∨ Q. La proposición correspon-
diente es verdadera si al menos una de las proposiciones es verdadera. De
otro modo, es falsa. Ésta es la tabla de verdad.
P Q P∨Q
VERDADERO VERDADERO VERDADERO
VERDADERO FALSO VERDADERO
FALSO VERDADERO VERDADERO
FALSO FALSO FALSO
Las reglas de juego para ∨ son “duales” de las reglas para ∧. De este modo,
si usted se compromete con la verdad de P ∨ Q, entonces debe comprome-
terse con la verdad de una de ellas al menos. Si usted se compromete con la
falsedad de P ∨ Q, entonces usted está implícitamente comprometiéndose con
la falsedad de cada una de ellas, de las dos.
Hay alguna aclaración algo sutil que debe hacerse acerca de nuestra ma-
nera de describir el juego. Hemos dicho, por ejemplo, que cuando usted se ha
comprometido con la verdad de una disyunción P ∨ Q, se compromete con
la verdad de uno de los disyuntos. Esto, por supuesto, es cierto, pero ello
no significa que necesariamente sepa cuál de ellos, P o Q, es verdadero. Por
ejemplo, si usted tiene P ∨ ¬P , entonces sabe que la proposición es verda-
dera, sin que importe cómo es el mundo. Pero si P es muy compleja, o si
tiene información imperfecta acerca del mundo, podría no saber cuál de las
dos proposiciones, la de P o la de ¬P es verdadera. Supongamos que P es
la Conjetura de Goldbach o que Hay una ballena nadando bajo el puente del
“Golden Gate” exactamente ahora. En tales casos se comprometería con la
verdad de la disyunción sin que le interese saber cómo jugar el juego y ganar.
Capítulo 4 56
Usted sabe que hay una estrategia ganadora para el juego pero no sabe cuál
es.
Ya que hay un imperativo moral de fidelidad con los propios compromisos,
el uso del término “compromiso” para describir el juego es un poco equívoco.
Estaría perfectamente justificado que afirme la verdad de P ∨ ¬P, aún si no
conoce su estrategia ganadora para jugar el juego.
Resumamos lo que hemos aprendido acerca de las tres conectivas que
hemos introducido.
Recordar
P Q P→Q
VERDADERO VERDADERO VERDADERO
VERDADERO FALSO FALSO
FALSO VERDADERO VERDADERO
FALSO FALSO VERDADERO
Recordar
El mejor modo de pensar P → Q es teniendo en cuenta que este con-
dicional es falso sólo en un caso: cuando el antecedente P es verdadero
y el consecuente Q es falso.
EnCasa(Max) → EnBiblioteca(Clara)
Otras expresiones españolas que pueden traducise con frecuencia usando
el condicional material P → Q son: P sólo si Q, Q dado P, y Q cuando P.
También usamos “→” en combinación con “¬” para traducir oraciones de la
forma A menos que P, Q o Q a menos que P. Éstos significan lo mismo que
Q si no P, y son también traducidos como ¬P → Q.
P → Q. ¬P → Q.
P sólo si Q A menos que P, Q
Q dado P Q a menos que P
Q cuando P Q si no P
puede ser falsa aun si Max no estuvo de hecho en su casa. Pero la proposición
de primer orden
EnCasa(Max) → EnCasa(José)
Capítulo 4 58
EnCasa(Max) ↔ EnCasa(José)
La oración matemática n es par sólo en caso de que n2 es par sería
traducida como:
Par(n) ↔ Par(n2 )
P Q P↔Q
VERDADERO VERDADERO VERDADERO
VERDADERO FALSO FALSO
FALSO VERDADERO FALSO
FALSO FALSO VERDADERO
Advierta que la columna final de esta tabla de verdad es la misma que para
(P → Q) ∧ (Q → P). (Ver Problema 4.2 abajo). Por esta razón, los lógicos
Capítulo 4 59
A B C
V V V
V V F
V F V
V F F
F V V
F V F
F F V
F F F
En una tabla de verdad las columnas bajo las oraciones atómicas se lla-
man “columnas de referencia”. En ellas colocamos por filas todas las posibles
combinaciones de valores de verdad asignados a las oraciones atómicas de
la oración compleja a evaluar. Una vez que se han llenado las columnas de
referencia estamos listos para llenar el resto de la tabla. Para hacerlo, cons-
truimos columnas de V y F debajo de cada conectiva de S. Estas columnas
se llenan una por una, usando las tablas de verdad de las distintas conecti-
vas. Comenzamos trabajando en las conectivas que se aplican únicamente a
proposiciones atómicas. Una vez hecho esto, trabajamos en conectivas que se
aplican a oraciones cuya conectiva principal ya tiene su columna llena. Con-
tinuamos este proceso hasta llenar la columna de la conectiva principal de S.
Esta es la columna que muestra cómo depende la verdad de esta proposición
de la verdad de sus componentes atómicos.
Realicemos el primer paso de este proceso para la tabla de abajo. Ya
que dos de las conectivas en la oración en cuestión se aplican a oraciones
atómicas, podemos llenar dos columnas usando las tablas de verdad para ∧
y ¬ dadas anteriormente.
A B C (A ∧ B) ∨ ¬C
V V V V F
V V F V V
V F V F F
V F F F V
F V V F F
F V F F V
F F V F F
F F F F V
Capítulo 4 61
A B C (A ∧ B) ∨ ¬C
V V V V V F
V V F V V V
V F V F F F
V F F F V V
F V V F F F
F V F F V V
F F V F F F
F F F F V V
Recordar
Sea S una oración de LPO construida a partir de oraciones atómi-
cas sólo por medio de conectivas veritativo-funcionales. Una tabla de
verdad para la proposición que expresa S muestra cómo la verdad de
esta proposición depende de la verdad de sus partes atómicas.
Ejercicios y Problemas
Problema 4.1. Suponga que A, B, y C son oraciones atómicas. ¿Cuáles de
las siguientes son tautologías?
1. (A ∧ B) ∨ (¬A ∨ ¬B)
2. (A ∧ B) ∨ (A ∧ ¬B)
3. A → (A ∨ C)
4. (¬A ∨ B) ↔ (A → B)
5. ¬(A ∧ B) ∨ C
6. (A ∨ B) ∨ ¬(A ∨ (B ∧ C))
4.7. Ambigüedad
Cuando describimos la primera vez LPO, remarcamos la falta de ambi-
güedad de este lenguaje a diferencia del lenguaje ordinario. Por ejemplo, el
español nos permite decir cosas como Max está en casa o Clara está en casa
y José es feliz. Esta oración puede entenderse de dos maneras muy diferentes.
Una lectura afirma que o bien Clara está en casa y José es feliz, o Max está
en casa. En esta lectura lo expresado allí sería verdadero si Max estuviera
en casa, aún si José fuese infeliz. La otra lectura afirma a la vez que Max o
Clara están en casa y que José es feliz.
LPO evita este tipo de ambigüedad requiriendo el uso de paréntesis del
mismo modo en que se usan en álgebra. Así, por ejemplo, LPO no tendría
una oración correspondiente a la oración española ambigua, sino dos:
¬EnCasa(Clara) ∧ EnCasa(Max)
¬(EnCasa(Clara) ∧ EnCasa(Max))
significan cosas muy diferentes. La primera es una conjunción de literales,
la primera de las cuales dice que Clara no está en casa, y la segunda dice que
Max está en casa. Por contraste, la segunda oración es una negación de una
oración que es ella misma una conjunción: dice que no están ambos en casa.
Ya hemos encontrado este uso de paréntesis en ejercicios anteriores.
Un párrafo aparte merece la expresión “O bien”, que ayuda a aclarar el
alcance de “o”, indicando cuán lejos se extiende su alcance hacia la izquierda;
de manera similar, la expresión “tanto” indica cuánto hacia la izquierda se
extiende el alcance de “como”, que suele ir a continuación. Por ejemplo, O
bien Max está en casa y Clara está en casa o José es feliz no es ambiguo,
mientras que sería ambiguo sin “o bien”. Lo que significa es que
4.8. Traducción
Una importante habilidad que usted querrá dominar es la de traducir
del español al lenguaje formal y viceversa. Pero antes de que pueda hacerlo
necesita saber cómo expresarse en ambos lenguajes. Los problemas que siguen
han sido diseñados para ayudarlo a aprender estas habilidades. Cabe decir,
que la traducción del lenguaje común al Lenguaje de Primer Orden no puede
Capítulo 4 64
¬(EnCasa(CIara) ∧ EnCasa(Max))
Esto es lógicamente equivalente a la siguiente oración en forma normal
con negación, de modo tal que también tenemos que considerarlo como una
buena traducción.1
¬EnCasa(Clara) ∨ ¬EnCasa(Max)
Pero hay un claro sentido estilístico por el cual la primera es una mejor
traducción, puesto que conserva en mayor medida la forma de la original. No
obstante, no hay reglas rápidas y sólidas para determinar cuál de entre varias
oraciones equivalentes es la mejor traducción de una oración dada.
Ejercicios y Problemas
Problema 4.3. Siguiendo las indicaciones dadas en 1-9 abajo, formule ora-
ciones que describan características de este mundo. Asegúrese que cada una
de sus oraciones es en efecto una oración en LPO y que expresa una propo-
sición verdadera en este mundo.
6. Luego, exprese el hecho que si a y d son ambos cubos, entonces uno está
a la izquierda del otro. Tenga en cuenta: necesitará usar una disyunción
para expresar el hecho que uno está a la izquierda del otro.
9. Por último, exprese el hecho que b y c son del mismo tamaño si y sólo
si uno es un tetraedro y el otro es un dodecaedro.
2. c es un tetraedro si b lo es.
1. Note que f (el dodecaedro grande que está atrás) no está delante de a.
Use su primera oración para decir esto.
3. Use su tercera oración para decir que f está o bien detrás de, o es más
chico que a.
Capítulo 4 69
5. Note que ni e ni d son más grandes que c. Use su quinta oración para
decir esto.
6. Note que e no es más grande ni más chico que d. Use su sexta oración
para decir esto.
7. Note que c es más chico que a pero más grande que e. Enuncie este
hecho.
8. Note que c está delante de f; además, es más chico que f. Use su octava
oración para establecer estas cosas.
9. Ni d ni c están delante de c o b.
¬EnCasa(Clara) → EnCasa(Max)
Estos estudiantes piensan que el significado de las oraciones en español
seria más adecuadamente captado por la afirmación bicondicional:
¬EnCasa(Clara) ↔ EnCasa(Max)
La razón por lo cual esto último parece natural radica en que cuando
afirmamos la oración en español, hay alguna implicación de que si Clara está
en casa, entonces Max no lo está.
Para resolver estos casos problemáticos, es a veces conveniente distinguir
entre condiciones de verdad de una oración por un lado, y por otro lado,
otras cosas que en algún sentido se siguen de la afirmación de la oración.
Tomemos un caso obvio, supongamos que alguien afirma la oración Es un
día agradable. Algo que podríamos concluir es que el hablante comprende
español. Sin embargo, esto no es parte de lo que el hablante dice, sino parte
de lo que puede ser inferido de lo dicho. La verdad o falsedad de la afirmación
no tiene nada que ver con sus habilidades lingüísticas.
El filósofo H. P. Grice desarrolló una teoría de 1o que él llamó impli-
caturas conversacionales para ayudar a separar las genuinas condiciones de
verdad de una oración de otras conclusiones que podrían extraerse a partir
de su afirmación. Estas otras conclusiones son las que Grice llamó “impli-
caturas”. No nos adentraremos en los detalles de la teoría, pero conocer un
poco de ella puede ser de ayuda para la traducción, así que presentaremos
una introducción a la teoría de Grice.
Supongamos que tenemos una oración en español S que alguien afirma,
y tratamos de decidir si una conclusión particular que extraemos es parte
del significado de S o, en su lugar, una de sus implicaturas. Grice señaló que
si esa conclusión particular es parte del significado, entonces no puede ser
“cancelada” por alguna otra elaboración posterior del hablante sin contrade-
cirse. Así, por ejemplo, la conclusión de que Max está en casa es parte del
significado de la afirmación de que Max y Clara están en casa; no podemos
Capítulo 4 71
entonces cancelar esta conclusión diciendo Max y Clara están en casa, pero
Max no está en casa. Simplemente nos contradiríamos a nosotros mismos.
Compare esto con el hablante que dijo Es un día agradable. En este caso,
sí hubiese continuado diciendo (quizás leyendo un diccionario) ¿Habla usted
francés? entonces la sugerencia de que el hablante comprende español sería
efectivamente cancelada.
Un uso más esclarecedor del test de cancelabilidad de Grice tiene relación
con las expresiones o bien... o. Reiteramos que esto debería ser traducido
en LPO como una disyunción inclusiva, usando ∨. Ahora podemos ver que
la sugerencia de que esta frase expresa disyunción exclusiva es generalmente
sólo una implicatura conversacional. Por ejemplo, si el mozo dice Puede pedir
o bien sopa o ensalada, hay una fuerte implicatura de que no puede tener
ambas. Pero es claro que es sólo una implicatura, debido a que el mozo podría
decir además, sin contradecirse a sí mismo, si usted quiere puede ordenar
ambas. Si la oración original hubiera expresado la disyunción exclusiva, esto
sería como decir Puede pedir sopa o ensalada pero no ambas, y puede pedir
ambas si lo quiere.
Volvamos a nuestro primer ejemplo que involucra la oración Max está
en casa a menos que Clara esté en casa. Dijimos que no era correcta la
traducción:
¬EnCasa(Clara) ↔ EnCasa(Max)
que es equivalente a la conjunción de:
EnCasa(Clara) → ¬EnCasa(Max)
¿Es esta segunda afirmación parte del significado de la oración en español
original, o es simplemente implicatura conversacional? El test de cancelabi-
lidad de Grice muestra que es sólo una implicatura. Después de todo, tiene
sentido que el hablante diga: Por otro lado, si Clara está en su casa, yo no
tengo idea de dónde está Max. Esta elaboración elimina de algún modo la
sugerencia de que si Clara está en casa entonces Max no lo está.
Capítulo 4 72
Ejercicios y Problemas
Problema 4.9. Supongamos que Clara afirma la oración Max se las arre-
gló para mantener a José en casa. ¿Implica esto lógicamente que es difícil
mantener a José en casa o se trata de una simple implicatura? Justifique su
respuesta.
Problema 4.10. Supongamos que Max afirma la oración Podemos ir al cine
caminando o podemos ir en auto. ¿Esta afirmación implica lógicamente que
no podamos tanto caminar como ir en auto, o se trata de una simple impli-
catura? ¿En qué medida difiere esto del ejemplo de la sopa y la ensalada?2
73
Capítulo 5 74
Feliz(Clara) ∨ Feliz(Max)
Capítulo 5 75
¬Feliz(Clara)
¬Feliz(Max)
Una oración de LPO en nuestro lenguaje de bloques es satisfactible si
podemos construir un mundo en el cual es verdadera.
La segunda noción, es la de oración lógicamente verdadera. Un oración es
lógicamente verdadera si debe serlo sin que importe cómo es el mundo. Las
siguientes oraciones (proposiciones) cumplen esta propiedad:
EnCasa(Clara) ∨ ¬EnCasa(Clara)
¬[(Feliz(Carl) ∧ ¬Feliz(Carl)]
Recordar
Sea S una oración de LPO construida a partir de oraciones atómicas
sólo por medio de conectivas veritativo-funcionales.
Recordar
Ejercicios y Problemas
Problema 5.1: Muestre que todo caso de consecuencia tautológica, es un
caso de consecuencia lógica, pero que la inversa no se da.
Problema 5.2. Use el método de tablas de verdad para responder las si-
guientes cuestiones:
1. ¿Es Cubo(b) una consecuencia tautológica de (Cubo(a) ∨ Cubo(b)) ∧
Tet(a)? ¿Y consecuencia lógica?
Problema 5.3. Para cada uno de los argumentos que siguen a continuación
use el método de las tablas de verdad para determinar si la conclusión es una
consecuencia lógica de las premisas.
1.MasAltQ(Clara, Max) ∨ MasAltQ(Max, Clara)
MasAltQ(Clara, Max)
∴ ¬MasAltQ(Max, Clara)
2.Grand(a)
Cubo(a) ∨ Dodec(a)
∴ (Cubo(a) ∧ Grand(a)) ∨ (Dodec(a) ∧ Grand(a))
Capítulo 5 79
3.A ∨ ¬B 4.¬A ∨ B ∨ C
B∨C ¬C ∨ D
C∨D ¬(B ∧ ¬E)
∴ A ∨ ¬D ∴ D ∨ ¬A ∨ E
1. EnCasa(Max) ∨ EnCasa(Clara)
2. ¬EnCasa(Max)
3. ¬EnCasa(Clara)
sea falsa. Otro modo de decir esto es que es imposible que la conjunción
(P1 , ∧ . . . ∧, Pn ) sea verdadera y que Q sea falsa.
Dado el significado de “→”, vemos que Q es una consecuencia de P1 , . . . , Pn
si y sólo si es imposible que
(P1 , ∧ . . . ∧, Pn ) → Q
sea falso, esto es, sólo en el caso que este condicional sea lógicamente ver-
dadero. Así, un modo de chequear la validez de un argumento en LPO, es
construir una tabla de verdad como esta y ver si la columna final contiene
solamente VERDADERO. En la práctica, este método no es muy eficiente,
puesto que las tablas de verdad para unas pocas oraciones se hacen ya de-
masiado largas como para tener un manejo adecuado. No obstante, se trata
de un método efectivo, en tanto mecanizable, ya que una computadora lo
puede hacer siempre en un tiempo finito –de hecho muy breve– por grande
que fuese la tabla.
P⇔Q
Si P y Q son lógicamente equivalentes, entonces por supuesto, los mismos
mundos harán verdaderas a las proposiciones correspondientes. Si hay un
mundo donde una proposición es verdadera y la otra no, entonces no son
equivalentes.
Capítulo 5 81
Recordar
Sean S y S0 oraciones de LPO construidas a partir de oraciones atómi-
cas sólo por medio de las conectivas veritativo funcionales. Construya
la tabla de verdad correspondiente a las proposiciones tomadas en su
conjunto y observe que:
¬(P ∧ Q) ⇔ ¬P ∨ ¬Q
¬(P ∨ Q) ⇔ ¬P ∧ ¬Q
Cuando dos oraciones son lógicamente equivalentes, entonces cada una
de ellas es una consecuencia lógica de la otra. Como resultado, al dar una
demostración informal, uno puede siempre pasar de cualquier oración a otra
que sea lógicamente equivalente a ella. Esto hace que cuestiones tales como
las leyes de DeMorgan sean tan útiles en demostraciones informales.
Capítulo 5 82
Recordar
(Doble negación y Leyes de DeMorgan). Para cualesquiera oraciones
P y Q:
2. DeMorgan : ¬(P ∧ Q) ⇔ ¬P ∨ ¬Q
3. DeMorgan : ¬(P ∨ Q) ⇔ ¬P ∧ ¬Q
¬(P ∧ Q) ↔ ¬P ∨ ¬Q
Esta observación tienta a confundir los símbolos ↔ y ⇔. Esta tentación
debe ser resistida. La primera es una conectiva veritativo funcional de LPO,
mientras que la última es una forma abreviada de “es lógicamente equivalente
a”, que ya no es extensional.
Usando estas tres leyes, uno puede tomar cualquier oración construida con
∧ , ∨ y ¬ y transformarla en una donde ¬ se aplica sólo a oraciones atómicas.
Otro modo de expresar esto es que cualquier oración construida a partir de
oraciones atómicas, usando las tres conectivas ∧ , ∨ y ¬ es lógicamente
equivalente a una construida a partir de literales usando sólo ∧ y ∨. Para
obtener una oración tal, simplemente se lleva ¬ hacia adentro de la oración,
cambiando ∧ por ∨ , ∨ por ∧ y cancelando cualquier par de negaciones que
están inmediatamente al lado de otra, que no esten separadas por paréntesis.
Una oración tal, se dice que está en forma normal con negación. Damos
a continuación un ejemplo de derivación de una oración en forma normal
con negación. Usamos A, B y C como oraciones atómicas cualesquiera del
lenguaje.
Capítulo 5 83
P ∧ Q ⇔ P ∧ (P ∧ Q)
2. (Idempotencia de ∨) Si una disyunción tiene un disyunto repetido,
entonces la disyunción es lógicamente equivalente al resultado de quitar todas
las ocurrencias de ese disyunto, menos una. Por ejemplo,
(P ∨ Q) ∨ P ⇔ P ∨ Q
3. (Conmutatividad de ∧) Cualquier reacomodamiento de los elementos
de una conjunción en una oración de LPO es lógicamente equivalente al
original. Por ejemplo,
(P ∧ Q) ∧ R ⇔ (Q ∧ P) ∧ R
4. (Conmutatividad de ∨) Cualquier reacomodamiento de los disyuntos
de una oración de LPO es lógicamente equivalente al original. Por ejemplo,
(P ∨ Q) ∨ R ⇔ (Q ∨ P) ∨ R
Damos a continuación un ejemplo donde usamos algunas de estas leyes
para mostrar que la primera oración en la lista siguiente es lógicamente equi-
valente a la última. Otra vez (como en lo que sigue) usamos A, B y C en
lugar de oraciones atómicas arbitrarias de LPO. De tal manera, el resultado
Capítulo 5 84
En esta lista el primer paso se justifica por una de las leyes de DeMorgan.
El segundo paso necesita dos aplicaciones de la Doble Negación. En el paso
siguiente usamos la asociación para remover los paréntesis innecesarios. En el
cuarto paso, usamos la Idempotencia de la ∨. Para el último paso, usamos la
Conmutatividad de ∨, mientras que para el paso final usamos la Idempotencia
de ∧.
Ejercicios y problemas
Problema 5.4. (forma normal con negación) Notará que hay espacios en
blanco. En cada espacio escriba la forma normal con negación de la oración de
arriba. Luego construya un mundo de bloques donde use todos los nombres.
Si ha logrado las formas normales con negación correctas, cada proposición
correspondiente a un número par de la lista de oraciones, tendrá el mismo
valor en su mundo que la proposición de arriba. Verifique que esto es así en
su mundo de bloques.
1. ¬(Cubo(a) ∧ MayorQ(a, b))
2.
4.
6.
8.
10.
2. (B ∧ (A ∨ B ∧ C))
3. (A ∨ B) ∨ (C ∧ D) ∨ A
4. (¬A ∨ B) ∨ (B ∨ C)
5. (A ∧ B) ∨ C ∨ (B ∧ A) ∨ A
Problema 5.6. (Forma normal con negación) Use Doble Negación y las leyes
de DeMorgan para colocar estas oraciones en formas normales con negación.
1. ¬(EnCasa(Carl) ∧ ¬EnCasa(Clara))
Métodos de demostración
Las tablas de verdad nos ofrecen técnicas muy poderosas para investigar
la lógica de las conectivas. Pero de ninguna manera constituyen el punto final
de este asunto. Las tablas de verdad son adecuadas para mostrar la validez
de los argumentos simples que dependen sólo de las conectivas veritativo-
funcionales, pero este método tiene dos limitaciones significativas. En primer
lugar, las tablas de verdad se hacen extremadamente largas a medida que
aumenta el número de oraciones atómicas. Es bastante común encontrarse
con un argumento que involucra siete oraciones atómicas, pero chequear su
validez requeriría una tabla de verdad de 128 filas. Chequear un argumento
con catorce oraciones atómicas, justo el doble, requeriría una tabla de 16.384
filas. Este crecimiento exponencial limita severamente el valor práctico del
método de las tablas de verdad.
La segunda limitación es mucho más significativa. Los métodos de las
tablas de verdad no pueden extenderse fácilmente a razonamientos cuya va-
lidez depende de algo más que las conectivas veritativo-funcionales. Como se
podría advertir, a partir de la artificialidad de los argumentos tratados en
los capítulos anteriores, esto excluye a la mayoría de los razonamientos que
pueden encontrarse en la vida cotidiana. El razonamiento cotidiano se basa
fuertemente en la lógica de las conectivas veritativo-funcionales, pero tam-
bién se basa en la lógica de otro tipo de expresiones. Dado que las tablas de
verdad detectan solamente consecuencia tautológica, necesitamos otro méto-
do de aplicación de las conectivas que funcione con otros principios válidos
de razonamiento.
Los métodos de demostración, formales e informales, aportan la extensión
86
Capítulo 6 87
Recordar
¬(P ∧ Q) ⇔ ¬P ∨ ¬Q
¬(P ∨ Q) ⇔ ¬P ∧ ¬Q
P→Q ⇔ ¬Q → ¬P
P→Q ⇔ ¬P ∨ Q
¬(P → Q) ⇔ P ∧ ¬Q
P↔Q ⇔ (P → Q) ∧ (Q → P)
P↔Q ⇔ (P ∧ Q) ∨ (¬P ∧ ¬Q)
Estos no son de ninguna manera los únicos pasos válidos, ni siquiera los
únicos importantes. Sin embargo se puede percibir la naturaleza simple de
tales pasos. Presentamos algunos otros en los siguientes problemas.
Ejercicios y Problemas
Problema 6.1 (Pasos válidos adicionales) En lo que sigue listamos un con-
junto de pasos de inferencia, sólo algunos de los cuales son válidos. Para cada
uno, determinar si es válido. Si lo es, explicar por qué es válido, apelando
a las tablas de verdad para las conectivas involucradas. Si no lo es, dar un
ejemplo de cómo el paso podría ser usado para ir desde premisas verdaderas
a una conclusión falsa.
Cuestiones de estilo
Las demostraciones informales sirven para dos propósitos. Por un lado,
son un método de descubrimiento; permiten extraer nueva información a par-
tir de la información ya disponible. Por otro lado, son un método de comu-
nicación; permiten compartir nuestros descubrimientos con otras personas.
Como todas las formas de comunicación, esto se puede hacer bien o mal.
Cuando se aprende a escribir, se aprenden ciertas reglas básicas de pun-
tuación, uso de mayúsculas, estructuración de párrafos, etc. Pero más allá de
estas reglas básicas hay cuestiones de estilo. Los diferentes escritores tienen
diferentes estilos. Y esto es algo bueno ya que sería bastante aburrido leer si
todo el mundo escribiese con el mismo estilo. Esto también sucede al hacer
demostraciones. Si usted continúa estudiando matemática, leerá una gran
cantidad de demostraciones y descubrirá que cada escritora (o escritor) tiene
su propio estilo. Incluso usted mismo desarrollará su propio estilo.
Cada paso en una “buena” demostración, además de ser correcto, deberá
tener dos propiedades. Deberá ser fácilmente entendido y significativo. Por
“fácilmente entendido” se quiere decir que otras personas deberían ser capaces
de seguir los pasos sin dificultades injustificadas; deberían ser capaces de
ver que el paso es válido sin necesidad de involucrarse ellos mismos en un
razonamiento complejo. Por “significativo” se quiere decir que el paso debería
ser informativo y no una pérdida de tiempo para el lector de la demostración.
Estos dos criterios apuntan en direcciones opuestas. Típicamente, mien-
tras más significativo sea el paso, más difícil será de seguir. Un buen estilo
requiere un balance razonable entre las dos direcciones. Y esto, a la vez, re-
quiere alguna idea sobre a quién está dirigida la demostración. Por ejemplo,
si usted y su audiencia han estado trabajando en lógica desde hace algún
tiempo, reconocerán una gran cantidad de equivalencias y pretenderán uti-
lizarlas en sus demostraciones sin demostrarlas también. Pero si usted o su
audiencia son principiantes, la misma inferencia requerirá mucho más pasos.
√ √2
√ 2
bc = 2
√ (√2·√2)
= 2
√ 2
= 2
= 2
Lo que nos interesa aquí no es el resultado en sí, sino la estructura general del
argumento. Comenzamos con un objetivo deseado que queremos demostrar,
digamos S, y una disyunción que ya conocemos, digamos P ∨ Q. Entonces
mostramos dos cosas: que S se sigue si suponemos que P es el caso, y que S
se sigue si suponemos que Q es el caso. A partir de que conocemos que uno
de estos debe darse, concluimos entonces que S debe ser el caso. Este patrón
de razonamiento es llamado “eliminación de la disyunción” o “demostración
por casos.”
1 Un n para n y m enteros.
número es racional si puede ser expresado como una fracción m
2
√
Así, 2 es racional (2 = 1 ), pero 2 es irracional, como pronto demostraremos.
Capítulo 6 93
Esto es, por supuesto, más que obvio, pero la demostración involucra di-
vidirla en casos, como lo advertirá si piensa cuidadosamente cómo haría para
reconocerlo. Para su registro, así es como transcribiríamos la demostración.
Veamos otro ejemplo, uno que muestre cómo el raro paso particular de la in-
troducción de la disyunción puede ser usado provechosamente con la demos-
tración por casos. Supongamos que conocemos que o bien Og es un caballero
y Ark es sano, o Bog es un caballero y Jal es sano, es decir:
Sano(Ark) ∨ Sano(Jal)
Una demostración, más tediosa que otra cosa pero paso por paso, sería
algo como esto:
Capítulo 6 94
Entonces o bien
Caballero(Og) ∧ (Sano(Ark)
Caballero(Bog) ∧ (Sano(Jal)
Sano(Ark) ∨ Sano(Jal)
Sano(Ark) ∨ Sano(Jal)
Recordar
(Demostración por casos) Para demostrar S a partir de P1 ∨ . . . ∨ Pn ,
demuestre S a partir de cada uno de los P1 , . . . , Pn
Capítulo 6 95
Ejercicios y Problemas
Problema 6.2. En nuestra demostración de que existen números irracionales
√
b y c donde bc es racional, uno de nuestros pasos fue afirmar que 2 es
racional o irracional. ¿Qué justifica la introducción de esta afirmación en
nuestra demostración?
p2
q2
=2
Recordar
(Demostración por contradicción) Para demostrar ¬S usando este
método, suponga S y demuestre algún tipo de contradicción.
Bribón(Tak) ∨ Sano(Bog)
¬Bribón(Tak)
¬Sano(Bog)
∴ Bribón(Tak) ∧ Caballero(Snark)
Mientras que es verdadero que la conclusión es consecuencia lógica de las
premisas, su reacción no debería ser creer la conclusión. De hecho, usando la
demostración por casos se puede mostrar que las premisas son inconsistentes
y por lo tanto que el argumento no es sólido. No hay razón para ser convencido
de la conclusión de un argumento que no es sólido.
Capítulo 6 100
Par(n2 ) → Par(n)
n2 = (2m + 1)2
= 4m2 + 4m + 1
= 2(2m2 + 2m) + 1
¬Par(n) → ¬Par(n2 )
n2 = (2m + 1)2
= 4m2 + 4m + 1
= 2(2m2 + 2m) + 1
Q1 ↔ Q2
Q2 ↔ Q3
Q1 ↔ Q3
Q1 → Q2
Q2 → Q3
Q3 → Q1
1. n es par
2. n2 es par
3. n2 es divisible por 4.
Recordar
1. El método de la demostración condicional: Para demostrar P → Q
, suponga P y demuestre Q.
2. Para probar un número de bicondicionales intente acomodarlos en
un ciclo de condicionales.
Ejercicios y Problemas
En estos problemas le pedimos que demuestre varios resultados. Sus de-
mostraciones deben ser expresadas en oraciones españolas bien formadas,
haciendo uso de oraciones de primer orden en tanto sea conveniente, siguien-
do fundamentalmente el estilo que hemos usado arriba. Siempre que use uno
de los dos métodos ya discutidos, dígalo. No debe ser explícito en el uso de
Capítulo 6 105
2. Juez(Jal) ∨ Jefe(Ark)
3. Juez(Og) ∨ Jefe(Ark)
2. DetrDe(a, b) ∨ IzqdDe(a, b)
3. DelanDe(b, a) ∨ ¬DerecDe(a, b)
4. Grand(c)
¿Es DetrDe(a, b) una consecuencia lógica de estas premisas? Si lo es, dé una
demostración. Si no, dibuje un mundo en el que todas las premisas son ver-
daderas pero la conclusión es falsa.
4. Snark no es soltero.
Capítulo 6 106
¿Se sigue (3) a partir de (1) y (2)? ¿Se sigue (2) a partir de (1) y (3)? ¿Se
sigue (1) a partir de (2) y (3)? En cada caso, dar o bien una demostración de
la consecuencia, o describir una situación que hace las premisas verdaderas
y la conclusión falsa.
Problema 6.9 En este problema le pedimos que demuestre tres hechos sim-
ples acerca de los números naturales. No esperamos que formule las demos-
traciones en LPO. Necesitará apelar a hechos básicos de la aritmética más las
definiciones de número par e impar.2 Aunque sea elemental, haga explícitas
estas apelaciones. Le será útil la demostración por contradicción.
1. Supongamos que n2 es impar. Demuestre que n es impar.
Problema 6.18. Demostrar que las siguientes condiciones sobre los números
naturales n son todas equivalentes. Use el menor número de demostraciones
condicionales que le sea posible.
1. n es divisible por 3.
2. n2 es divisible por 3.
3. n2 es divisible por 9.
4. n3 es divisible por 3.
5. n3 es divisible por 9.
Demostraciones Formales
En esta sección introduciremos un sistema particular para presentar de-
mostraciones formales, que es conocido como un “sistema deductivo”. Hay
muchos estilos diferentes de sistemas deductivos. El sistema que presentamos
ahora y que llamaremos F, es el que es conocido como un sistema “estilo-
Fitch”, nombrado así en honor al lógico Frederic Fitch, quien fue el primero
que introdujo este tipo de sistema.
En general, una demostración de una conclusión S, en el sistema F a
partir de las premisas P, Q y R y de las conclusiones intermedias S1 . . . Sn ,
toma la siguiente forma:
P
Q
R
S1 Justificación 1
.. ..
. .
Sn Justificación n
S Justificación n+1
Hay dos mecanismos gráficos que deben ser tenidos en cuenta, las líneas
verticales y horizontales. La línea vertical dirige nuestra atención al hecho que
tenemos una única pretendida demostración que consiste de varios pasos. La
línea horizontal, conocida como la barra de Fitch, indica una división entre
109
Capítulo 7 110
Eliminación de la Conjunción
P1 ∧ . . . ∧ Pi ∧ . . . ∧ Pn
..
.
Pi
Al establecer reglas usamos el símbolo . para indicar qué paso está siendo
permitido por la regla que estamos introduciendo.
P1
⇓
Pn
..
.
P1 ∧ . . . ∧ Pn
P1
⇓
Pn
1 A∧B∧C
2 B ∧ Elim 1
3 C ∧ Elim 1
4 C∧B ∧ Intro 3,2
1 A∧B
Correcta: 2 C
3 (A ∧ B) ∧ C ∧ Intro 1,2
1 A∧B
Correcta: 2 C
3 A∧B∧C ∧ Intro 1,2
1 A∨B
Correcta: 2 C
3 (A ∨ B) ∧ C ∧ Intro 1,2
Capítulo 7 113
1 A∨B
Incorrecta: 2 C
3 A∨B∧C ∧ Intro 1,2
Reiteración
Reiteración (Reit)
P
..
.
P
Pi
..
.
P1 ∨ . . . ∨ Pi ∨ . . . ∨ Pn
Eliminación de la Disyunción
1 (A ∧ B) ∨ (C ∧ D)
2 A∧B
3 B ∧ Elim: 2
4 B∨D ∨ Intro: 3
5 C∧D
6 D ∧ Elim: 5
7 B∨D ∨ Intro: 6
P1 ∨ . . . ∨ Pn
..
.
P1
..
.
S
⇓
Pn
..
.
S
..
.
S
1 (B ∧ A) ∨ (A ∧ C)
2 B∧A
3 A ∧ Elim: 2
4 A∧C
5 A ∧ Elim: 4
La cita para el paso 6 muestra la forma de citar que usamos para referir-
nos a las subdemostraciones. La cita “n-m” es nuestro modo de referir a la
subdexnostración que comienza en la línea n y finaliza en la línea m.
Algunas veces, usando esta regla, encontrará natural usar la regla de reite-
ración introducida anteriormente. Por ejemplo, supongamos que modificamos
la demostración de arriba para mostrar que A se sigue de (B ∧ A) ∨ A.
1 (B ∧ A) ∨ A
2 B∧A
3 A ∧ Elim: 2
4 A
5 A Reit: 4
6 A ∨ Elim: 1,2-3,4-5
Ejercicios y Problemas
1 P ∨ (Q ∧ R)
2 P
3 P∨Q Intro: 2
4 P∨R ∨ Intro: [. . .]
5 ...... ∧ Intro: 3, 4
6 Q∧R
7 Q ∧ Elim: [. . .]
8 P∨Q ∨ Intro: 7
9 R Elim: 6
10 ...... ∨ Intro: 9
11 (P ∨ Q) ∧ (P ∨ R) ∧ Intro: 8, 10
2. C ∨ B a partir de la premisa (A ∧ B) ∨ C
¬¬P
..
.
P
Capítulo 7 119
Introducción de la negación
P
..
.
Q
..
.
¬Q
¬P
1 A
2 ¬A
3 A ∧ ¬A ∧ Intro: 1,2
4 ¬¬A ¬ Intro: 2-3
1 P
2 ¬P
3 ¬Q
4 P ∧ ¬P ∧ Intro: 1,2
5 ¬¬Q ¬ Intro: 3-4
6 Q ¬ Elim: 5
1 (A ∧ B) ∨ (A ∧ C)
2 A∧B
3 A ∧ Elim: 2
4 B ∧ Elim: 2
5 A∧C
6 A ∧ Elim: 5
7 A ∨ Elim: 1, 2-4, 5-6
8 A∧B ∧ Intro: 7,3
P
..
.
Q
R
..
.
S
T
..
.
Capítulo 7 122
1 ¬(P ∧ Q)
2 ¬(¬P ∨ ¬Q)
3 ¬P
4 ¬P ∨ ¬Q ∨ Intro: 3
7 P ¬ Elim: 6
8 ¬Q
9 ¬P ∨ ¬Q ∨ Intro: 8
12 Q ¬ Elim: 11
13 P∧Q ∧ Intro: 7, 12
14 ¬(P ∧ Q) Reit: 1
17 ¬P ∨ ¬Q ¬ Elim: 16
Por ejemplo, si reemplazamos la justificación del paso 10 con “Reit: 5”, en-
tonces nuestra demostración ya no será correcta.
Recordar
1 ¬P ∨ ¬Q
..
.
¬(P ∧ Q)
1 ¬P ∨ ¬Q
2 P∧Q
..
.
Alguna contradicción
¬(P ∧ Q)
1 ¬P ∨ ¬Q
2 P∧Q
3 ¬P
..
.
Alguna contradicción
¬Q
..
.
Alguna contradicción
Alguna contradicción ∨ Elim: 1, 3-?, ?-?
¬(P ∧ Q) ¬ Intro: 2-?
1 ¬P ∨ ¬Q
2 P∧Q
3 ¬P
4 P ∧ Elim: 2
5 P ∧ ¬P ∧ Intro: 4, 3
6 ¬Q
7 Q ∧ Elim: 2
8 Q ∧ ¬Q ∧ Intro: 7, 6
9 Alguna contradicción ∨ Elim: 1, 3-5, 6-8
10 ¬(P ∧ Q) ¬ Intro: 2-?
1 ¬P ∨ ¬Q
2 P∧Q
3 ¬P
4 P ∧ Elim: 2
5 P ∧ ¬P ∧ Intro: 4, 3
6 ¬Q
7 Q ∧ Elim: 2
..
.
P ∧ ¬P
P ∧ ¬P ∨ Elim: 1, 3-5, 6-?
¬(P ∧ Q) ¬ Intro: 2-?
1 ¬P ∨ ¬Q
2 P∧Q
3 ¬P
4 P ∧ Elim: 2
5 P ∧ ¬P ∧ Intro: 4, 3
6 ¬Q
7 Q ∧ Elim: 2
8 ¬(P ∧ ¬P)
9 Q ∧ ¬Q) ∧ Intro: 7, 6
10 ¬¬(P ∧ ¬P) ¬ Intro: 8-9
11 P ∧ ¬P ¬ Elim: 10
12 P ∧ ¬P ∨ Elim: 1, 3-5, 6-11
13 ¬(P ∧ Q) ¬ Intro: 2-12
Ejercicios y Problemas
1 P∨Q
2 ¬P
3 ...
4 ¬Q
5 P ∧ ¬P ∧ Intro: [. . .]
7 ... ¬ Elim: 6
8 Q
9 Q Reit: 8
que usamos nuestro sistema deductivo para mostrar que un enunciado es una
verdad lógica. Un enunciado que puede ser demostrado sin premisa alguna es
necesariamente verdadero. Abajo, tenemos una demostración de esta clase,
una demostración que muestra que (¬P ∧ Q ∧ ¬P) es derivable en F sin el
uso de premisas.
1 P ∧ Q ∧ ¬P
2 P ∧ Elim: 1
3 ¬P ∧ Elim: 1
4 P ∧ ¬P ∧ Intro: 2,3
5 ¬(P ∧ Q ∧ ¬P) ¬ Intro: 1-4
Recordar
Ejercicios y Problemas
1 ¬(P ∨ ¬P)
2 P
3 ... ∨ Intro: 2
5 ¬P ¬ Intro: 2-4
6 ...
7 P ∨ ¬P ∧ Intro: 6
10 ¬P ∧ ¬¬P ∧ Intro: 5, 9
12 P ∨ ¬P [. . .]
1 ¬(P ∧ Q)
2 P
3 ¬P ∨ ¬Q Teorema Previo (DeMorgan): 1
4 ¬¬P Teorema Previo Ej. Sección 7.3: 2
5 ¬Q Teorema Previo (Silogismo Disyuntivo): 3, 4
P→Q
..
.
P
Q
Capítulo 7 133
P
..
.
Q
P→Q
Aquí tenemos un ejemplo simple que involucra ambas de estas reglas, una
demostración de A → C a partir de (A ∨ B) → C.
1 (A ∨ B) → C
2 A
3 A∨B ∨ Intro: 2
4 C → Elim: 1, 3
1 A
2 ¬A
3 A ∧ ¬A ∧ Intro: 1, 2
4 ¬¬A ¬ Intro: 2-3
5 A → ¬¬A → Intro: 1-4
P↔Q
..
.
Q
..
.
P
Esto significa que uno puede concluir Q si uno puede establecer P y alguno
de los bicondicionales indicados. La regla de introducción para el bicondicio-
nal P ↔ Q requiere que realice dos subdemostraciones, una mostrando que
Q se sigue de P. y otra mostrando que P se sigue de Q.
Capítulo 7 135
P
..
.
Q
Q
..
.
P
P↔Q
Ejercicios y Problemas.
Problema 7.9 Demuestre formalmente:
1. A → (B → A) sin premisas.
4. A → (A ∨ B) sin premisas.
2. ¬(P → Q) ↔ (P ∧ ¬Q)
Capítulo 7 136
1 (A ↔ B) ∧ (A ↔ C)
1 ¬A ∧ ¬B 2 A
2 A 3 A↔B
3 ¬B 4 B
4 ¬A 5 ... ∨ Intro . . .
5 ... 6 B∨C
6 ... 7 B
7 B 8 A↔B
8 ¬A 9 ...
9 B 10 C
10 ... 11 A↔C
11 A 12 A
14 A ↔ (B ∨ C)
Cuantificadores
137
Capítulo 8
Introducción a la
cuantificación
En español y en otros lenguajes naturales, las oraciones básicas se forman
combinando frases nominales con frases verbales. Las frases nominales más
simples son nombres, como Max y Clara, que corresponden a los símbolos de
constantes de LPO. Las frases nominales más complejas se forman a partir de
la combinación de nombres comunes con otras palabras denominadas deter-
minantes, tales como todos, algunos, la mayoría, el, tres y ninguno, dándonos
frases nominales como todos los cubos, algún hombre de Indiana, la mayoría
de los niños en la clase, el dodecaedro en el rincón, tres ratones ciegos y
ningún estudiante de lógica.
Los lógicos denominan a las frases nominales de este tipo expresiones
cuantificadas y a las oraciones que las contienen oraciones cuantificadas. Estas
expresiones se denominan de esta manera porque nos permiten hablar sobre
cantidades de cosas – todo cubo, la mayoría de los niños y demás.
Las propiedades lógicas de las oraciones cuantificadas dependen fuerte-
mente del determinante usado. Compare, por ejemplo, los siguientes argu-
mentos:
Todo actor rico es un buen actor.
Brad Pitt es un actor rico.
∴Brad Pitt es un buen actor.
138
Capítulo 8 139
8.1. Variables
Antes de mostrar cómo funcionan los símbolos de los cuantificadores,
necesitamos introducir un nuevo tipo de término denominado variable. Las
variables son una especie de símbolo auxiliar. De algún modo, se comportan
como constantes individuales, ya que pueden aparecer en la lista de argumen-
tos que sigue inmediatamente a un predicado. Pero de otros modos, son muy
diferentes de las constantes individuales. En particular, su función semánti-
ca no consiste en referirse a objetos. Más bien, son señaladores que indican
relaciones entre cuantificadores y las posiciones de argumento de distintos
predicados. Esto se hará más claro en nuestra discusión de los cuantificado-
res.
La lógica de primer orden asume una lista infinita de variables, de modo
tal que nunca podemos acusar carencia de ellas por complejo que pueda
hacerse un enunciado. Estas variables son cualquiera de las letras u, v, w, x,
y, y z con o sin subíndices. Así, por ejemplo, x, u23 y z6 son todas variables
en el lenguaje de LPO. Pero el lenguaje de bloques usa sólo seis variables, es
decir, u, v, w, x, y, y z. Esto impone una limitación expresiva en el lenguaje
usado en el lenguaje de bloques, pero en la práctica raramente se recurre a
más de cuatro o cinco variables.
Agregar variables expande el conjunto de términos del lenguaje. Hasta
ahora, las constantes individuales (nombres) fueron los únicos términos bá-
sicos. Si el lenguaje contiene símbolos de función, los términos adicionales se
Capítulo 8 141
Recordar
8.3. Cuantificadores
Nuestro lenguaje contiene dos símbolos cuantificadores, ∀ y ∃. Se llaman
“cuantificadores” porque pueden usarse para expresar ciertas afirmaciones
rudimentarias acerca del número (o la cantidad) de cosas que satisfacen al-
guna condición. Específicamente, nos permiten decir que todos los objetos
satisfacen alguna condición, o que por lo menos un objeto satisface alguna
condición. Cuando se usan en conjunción con la identidad (=) y las distintas
Capítulo 8 142
∀xEnCasa(x)
Esto dice que todo objeto x cumple la siguiente condición: x está en casa. O,
para decirlo más naturalmente, que toda cosa cualquiera está en casa.
Por supuesto que raramente hacemos tales afirmaciones incondicionales
acerca de absolutamente todas las cosas. Son más comunes las afirmaciones
universales restringidas, como Todo doctor es inteligente. Esta oración se
traduciría como:
∀x(Doctor(x) → Inteligente(x))
Esta oración dice que dado un objeto cualquiera –llamémosle x– si x es un
doctor, entonces x es inteligente. Para decirlo de otra manera, la oración dice
que si se elige una cosa cualquiera, se encontrará que o bien no es un doctor,
o que es inteligente (o quizás ambos).
∃xEncasa(x)
Esto dice que algún objeto x cumple la siguiente condición: x está en casa.
Si bien es posible hacer tales afirmaciones, es más común decir que algo
de una clase particular cumple cierta condición, digamos, Algún doctor es
inteligente. Esta oración debería traducirse como:
∃x(Doctor(x) ∧ Inteligente(x))
Esta oración dice que algún objeto, digamos, x, cumple la condición compleja:
x es a la vez un doctor y es inteligente. O, más coloquialmente, dice que hay
por lo menos un doctor inteligente.
Doctor(x) ∧ Inteligente(x)
que contenía variables no ligadas por ningún cuantificador. Así, para des-
cribir sistemáticamente todas las oraciones de la lógica de primer orden, es
conveniente describir antes una clase más grande, las así llamadas fórmulas
bien formadas, o fbfs.
Ya hemos explicado lo que es una expresión atómica: cualquier predicado
n-ario seguido de n variables o constantes individuales. Usándolas como ob-
jetos atómicos de construcción, podemos construir fbfs más complicadas por
aplicación repetida de las siguientes reglas:
Por convención, permitimos descartar los paréntesis más externos de una fbf,
escribiendo P ∧ Q en lugar de (P ∧ Q), pero sólo si el paréntesis encierra una
fbf completa.
Estas reglas trabajan de manera bastante simple. Por ejemplo, comenzan-
do por las fórmulas atómicas Cubo(x) y Chico(x), podemos aplicar la regla 2
para obtener la fbf:
(Cubo(x) ∧ Chico(x))
De manera similar, comenzando por la fbf atómica IzqdDe(x, y) podemos
aplicar la regla 7 para obtener la fbf:
∃xy IzqdDe(x, y)
En esta fórmula la variable y ha sido ligada por el cuantificador ∃y. La variable
x, por otra parte, no ha sido ligada, todavía está “libre”.
Las reglas también pueden aplicarse a fbfs complejas, de modo tal de que
a partir de las dos fbfs de arriba y la regla 4 podemos generar la siguiente
fbf:
((Cubo(x) ∧ Chico(x)) → ∃y IzqdDe(x, y))
Una oración es una fbf sin variables no ligadas (libres). Ninguna de las fbfs
anteriores es una oración, ya que todas contienen variables no ligadas. Para
lograr una oración desde la última de ellas, podemos aplicar simplemente la
regla 6 para producir:
¬EnCasa(Juan)
¬¬EnCasa(Juan)
¬¬¬EnCasa(Juan)
..
.
∃x(Doctor(x) ∧ Inteligente(x))
Sin embargo, hay una variable libre en la fbf de aspecto muy similar:
∃xDoctor(x) ∧ Inteligente(x)
Aquí la última ocurrencia de la variable x aún está libre. Podemos darnos
cuenta de por qué ocurre esto pensando cuándo se aplicó el cuantificador
existencial al construir estas dos fórmulas. En la primera, el paréntesis mues-
tra que el cuantificador se aplicó a la conjunción (Doctor(x) ∧ Inteligente(x)).
Como consecuencia, todas las ocurrencias de x en la conjunción fueron liga-
das por este cuantificador. En contraste, la falta de paréntesis muestra que
al construir la segunda fórmula el cuantificador existencial se aplicó para for-
mar ∃xDoctor(x), ligando de tal forma sólo la ocurrencia de x en Doctor(x).
Esta fórmula fue luego unida en conjunción con Inteligente(x), y, así, la última
ocurrencia de x no quedó ligada.
Los paréntesis, como se puede ver en este ejemplo, marcan grandes dife-
Capítulo 8 146
Recordar
Algunos P son Q
Ningún P es Q
Algunos P no son Q
∀x(P(x) → Q(x))
mientras que la forma Algunos P son Q se traduce como:
Capítulo 8 147
∃x(P(x) ∧ Q(x))
Los estudiantes principiantes se tientan a menudo en traducir la última por
algo más parecido a la primera, es decir como:
∃x(P(x) → Q(x))
En realidad, este es un enunciado extremadamente antinatural de la lógica
de primer orden. Es significativo, pero no quiere decir lo que usted quizás
esperaría. Es verdadero exactamente en el caso de que haya un objeto que o
bien no es P o es Q, que es algo muy diferente de decir que algunos P son Q.
Las otras dos fórmulas aristotélicas se traducen de manera similar, pero
usando una negación. En particular, Ningún P es Q se traduce:
∀x(P(x) → ¬Q(x))
Muchos estudiantes encuentran más natural usar el siguiente enunciado ló-
gicamente equivalente:
¬∃x(P(x) ∧ Q(x))
Ambos afirman que nada que sea P es también Q.
La última de las cuatro formas, Algunos P no son Q, se traduce por:
∃x(P(x) ∧ ¬Q(x))
que dice que hay algo que es P pero no es Q.
Hay una serie de temas tradicionalmente vinculados con el estudio de la
lógica asociada a estas fórmulas. No los discutiremos explícitamente aquí.
Más bien, nuestro uso de estas fórmulas se limitará simplemente a su utili-
zación como ejemplos de las clases más simples de enunciados construidos
con cuantificadores. No obstante, dada su importancia en la historia de la
lógica, sí vale la pena detenerse en el llamado “Cuadrado de Oposición”, que
involucra a estas fórmulas y proposiciones, lo consideraremos brevemente en
la siguiente sección.
Capítulo 8 148
Recordar
Las cuatro formas aristotélicas se traducen de la siguiente manera:
Ejercicios y Problemas
Problema 8.1. Suponga que estamos trabajando en una extensión del len-
guaje de primer orden de la aritmética con los predicados adicionales Par(x)
y Primo(x) que significan, respectivamente “x es un número par” y “x es un
número primo”. Exprese lo siguiente en este lenguaje:
1. Ningún número par es primo.
A contrarios E
subalternos
subalternos
contradictorios
I subcontrarios O
Las tesis que encarna el diagrama, a las que podemos llamar “CUADRA-
DO”, son las siguientes:
Lo que queda, obviamente tiene muy poca estructura lógica como para
ser de alguna utilidad, razón por la cual no se lo usa generalmente en LPO.
Según el lógico norteamericano Alonso Church, esta nueva perspectiva se
debió originar hacia fines del siglo XIX.
La representación de las formas aristotélicas en LPO, que ya vimos ante-
riormente, es bastante aceptada en la actualidad, excepto por ciertas reservas
en lo que tiene que ver con la pérdida de la subalternación en la parte iz-
quierda del diagrama. En el lenguaje común, la mayor parte de los hablantes
tienden a entender que “Todo S es P” exige para ser verdadera que haya algún
S y, si se impone este requisito, entonces debe darse la subalternación para las
proposiciones afirmativas. Todos los textos de lógica actuales, deben enfren-
tar la aparente implausibilidad de permitir que “Todo S es P” sea verdadera
cuando no hay Ss. La defensa más común contra esto, consiste generalmente
en señalar que se trata de una notación lógica, diseñada con propósitos ló-
gicos, que no pretende por ello capturar cada aspecto del lenguaje común a
la que sus signos puedan asemejarse. De modo que, quizás ‘∀x(S(x) → P(x))’
no haga justicia plenamente del uso común de “Todo S es P”, pero esto no
constituye un problema en sí para la lógica. Si uno cree que “Todo S es P”
requiere para ser verdadero que haya Ss, puede obtener este resultado de un
modo simple y fácil: basta representar el uso recalcitrante de “Todo S es P”
en notación simbólica, agregando otra conjunción a la simbolización tal como
está, de este modo se tendría como su nueva representación: ∀x(S(x) → P(x))
∧ ∃xS(x).
Este argumento deja intacta a la lógica y también da cuenta de la ob-
jeción, que no es una objeción lógica, sino meramente una reserva sobre la
representación del lenguaje corriente. Por lo general, los autores continúan
explicando que a menudo en la ciencia se busca hacer generalizaciones cuando
no se está seguro sobre si estas tienen o no instancias particulares, e inclusive
en algunos casos, aun a sabiendas que no las tienen. Esto cuenta como un
argumento a favor de simbolizar la forma A de modo que permita que ella
sea vacuamente verdadera. Es un argumento basado en la conveniencia de la
notación y no se relaciona con la coherencia lógica.
No obstante, ¿por qué debería ser revisado el cuadrado tradicional? El
argumento es simple:
Supongamos que “S” es un término vacío; no es verdad de
nada. Entonces, la forma I: “Algún S es P” es falsa. Pero entonces
su contradictoria, la forma E: “Ningún S es P” debe ser verdadera.
Capítulo 8 152
modo que ya conocemos la pauta general aquí: las frases nominales univer-
sales se traducen habitualmente utilizando ∀, a menudo junto con →.
Consideremos la oración Todo perro chico que está en casa es feliz. Esto
dice que toda cosa con una propiedad compleja, la de ser un perro chico que
está en casa, tiene otra propiedad, la de ser feliz. Esto sugiere que todo el
enunciado tiene la forma Todos los A son B. Pero en este caso, para expresar
la propiedad compleja que va en la posición de “A”, usaremos una conjunción.
De tal modo, se traduciría así:
Recordar
∀x(P(x) → Q(x))
en mundos donde no hay objetos que satisfagan P(x). Si piensa en ello, verá
que en tal mundo la oración es verdadera simplemente porque no hay objetos
que satisfagan el antecedente. Esto se llama una generalización vacuamente
verdadera. Ya vimos cómo se planteaba este problema en relación con el
cuadrado de oposición.
Considere, por ejemplo, el enunciado
∀y(Tet(y) → Chico(y))
que dice que todo tetraedro es chico. Pero imagínese que esto ha sido afirma-
do acerca de un mundo en el que no hay tetraedros. En ese mundo, la oración
es verdadera simplemente porque no hay en absoluto tetraedros, chicos, me-
dianos, o grandes. Por consiguiente, es imposible encontrar un contraejemplo,
un tetraedro que no sea chico.
Lo que impacta a los estudiantes como especialmente extraño son ejem-
plos como:
∀y(Tet(y) → Cubo(y))
Al mirarla, tal oración parece contradictoria. Pero vemos que si es afirmado de
un mundo en el que no hay tetraedros entonces, de hecho es verdadera. Pero
ésa es la única manera en que puede ser verdadera: si no hay tetraedros. En
otras palabras, la única manera en que esta oración puede ser verdadera es si
es vacuamente verdadera. Llamemos a las generalizaciones con esta propiedad
“inherentemente vacuas”. Así, una oración de la forma ∀x(P(x) → Q(x)) es
inherentemente vacua si cualquier universo en el que es verdadera es también
un mundo en el que ∀x¬P(x) es verdadera.
En la conversación cotidiana, es difícil encontrar una generalización va-
cuamente verdadera. Cuando ocurre, tenemos la sensación de que el inter-
Capítulo 8 156
locutor nos ha engañado. Por ejemplo, supongamos que una profesora dice
“Todo ingresante que participó de la clase obtuvo un diez”, cuando en reali-
dad no ha habido ingresantes en su clase. Aquí no diríamos que ha mentido,
pero sí diríamos que de alguna manera nos ha engañado. Su oración invo-
lucra claramente la implicatura conversacional de que había ingresantes en
su clase. Si no había ingresantes, entonces eso es lo que debería haber dicho
directamente. Es por eso que las afirmaciones inherentemente vacuas nos im-
pactan como anti intuitivas: percibimos que no pueden ser verdaderas sin ser
engañosas.
Otra fuente de perplejidad se refiere a la relación entre los dos enunciados
aristotélicos siguientes:
Algunos P son Q
Recordar
Ejercicios y Problemas
Problema 8.3. (Traducción de frases nominales existenciales)
Traducir las siguientes oraciones del español a LPO. Cada una utilizará el
símbolo ∃ una sola vez. Ninguna utilizará el símbolo ∀. A medida que avance,
compruebe que sus oraciones estén bien formadas. Advertirá que muchas de
las oraciones españolas se traducen por la misma oración de primer orden.
1. Algo es grande.
2. Algo es un cubo.
∀x MejorQ(padre(padre(x), padre(x))
Esta oración dice que todos los abuelos paternos son mejores que los padres,
una falsa creencia sostenida por muchos niños.
Observe que aun si nuestro lenguaje tuviese constantes individuales para
nombrar a los padres de todos (y a los padres de sus padres y así sucesiva-
mente), no podríamos expresar la afirmación anterior en una única oración
sin usar el símbolo de función padre. Es verdad que si agregamos el predicado
binario PadreDe, podríamos expresar lo mismo, pero la oración sería consi-
derablemente más compleja. Requeriría tres cuantificadores universales, algo
de lo que todavía no hemos hablado:
Par(n2 ) → Par(n)
Esta oración está sólo parcialmente en nuestro lenguaje de primer orden ofi-
cial de la aritmética. Si hubiéramos tenido cuantificadores en aquel momento,
habríamos podido expresar la afirmación deseada usando un cuantificador
universal y un símbolo de función binario ×:
∀y(Par(y × y) → Par(y))
El lenguaje de bloques no tiene símbolos de función, a pesar de que po-
dríamos haber introducido algunos. Por ejemplo, el bloque de más adelante
de (fm), el bloque más atrás de (bm), el bloque más a la derecha de (rm), el
bloque más a la izquierda de (lm). Donde, el término complejo lm(b) referiría
al bloque más a la izquierda en la misma fila de b. Así, una fórmula como:
lm(x) = x
es satisfecha por un bloque b si y sólo si b es el bloque más a la izquierda de esa
fila. Si agregamos un cuantificador universal a esta fbf atómica, obtenemos
la oración:
∀x(lm(x) = x)
Que es verdadera en exactamente aquellos mundos que tienen como máximo
un bloque en cada fila. Esta afirmación podría expresarse en el lenguaje de
bloques sin símbolos de función, pero nuevamente esto requeriría una oración
con más de un cuantificador. Para chequear si entendió estos símbolos de
función, vea si puede decir cuál de las dos siguientes oraciones es verdadera
en todos los mundos y cuál hace una afirmación sustantiva, verdadera en
algunos y falsa en otros:
∀x(lm(lm(x)) = lm(x))
∀x(fm(lm(x)) = lm(x))
Capítulo 8 161
Ejercicios y Problemas
Problema 8.6. Traduzca lo siguiente a LPO introduciendo nombres, predi-
cados y símbolos de función a medida que hagan falta. Como habitualmente,
explique sus predicados y símbolos de función, y cualquier recurso de traduc-
ción. Si asume algún dominio del discurso particular, menciónelo también.
1. Sólo los valientes saben cómo perdonar.
Verdad y falsedad de
oraciones con cuantificadores
162
Capítulo 9 163
Recordar
Reemplace ¬P por P y
¬P cualquiera –
cambie el compromiso
Reemplace P → Q por
P→Q cualquiera – ¬P ∨ Q y mantenga el
compromiso
Reemplace P ↔ Q por
(P → Q) ∧ (Q → P) y
P↔Q cualquiera –
mantenga el
compromiso
Ejercicios y problemas
Problema 9.1. (Evaluación de oraciones).
Trabaje con las siguientes oraciones, evaluando su verdad en el mundo y
simulando el juego en algunos casos.
1. ∀x¬Cubo(x)
2. ∀xDodec(x)
3. ∀x¬Chico(x)
4. ¬∀x¬Chico(x)
5. ∃yTet(y)
6. ∃x(Median(x) ∧ Tet(x))
Capítulo 9 167
7. ∀x(Cubo(x) ∨ Tet(x))
8. ∀x(Chico(x) → Tet(x))
9. ¬∀xCubo(x) ↔ ∃x¬Cubo(x)
Recordar
(Leyes de DeMorgan para cuantificadores) Para toda fbf P(x):
1. ¬∀xP(x) ⇔ ∃x¬P(x)
2. ¬∃xP(x) ⇔ ∀x¬P(x)
LPO, cuando se encuentra una frase nominal cuantificada se debe elegir una
variable para usar en su traducción, y no se ha indicado cuál es la “correcta”
Ello se debe a que no importa cuál sea la que usa, en tanto ella no haya sido
usada ya. Registramos esto por medio de las siguientes equivalencias:
Recordar
(Principio de Reemplazo de Variables Ligadas) Para cualesquiera fbf
P(x) y variable y que no ocurre en P(x) (es decir, en la fórmula en
que aparece x):
1. ∀xP(x) ⇔ ∀yP(y)
2. ∃xP(x) ⇔ ∃yP(y)
es lógicamente equivalente a
Ejercicios y Problemas
Problema 9.2. Use leyes de DeMorgan para mostrar que la negación de
Ningún P es Q es equivalente lógicamente a Algunos P son Q.
Problema 9.3. (Uso de las leyes de DeMorgan)
1. ∀x(Cubo(x) → Chico(x))
2. ¬∃x(Cubo(x) ∧ Grande(x))
3. ¬∀x(Grand(x) ↔ Dodec(x))
4. ∀x(¬Grand(x) ∨ ¬Cubo(x))
5. ∃x(¬Chico(x) ∧ Cubo(x))
Esto a su vez es una afirmación universal, y de este modo debe ser verdadera
del objeto b. Pero cuando sustituimos y por b llegamos a
Ejercicios y Problemas
Problema 9.4. Analice este supuesto argumento:1
Las premisas son:
1. ∀x∀y∀z[(Outgrabe(x, y) ∧ Outgrabe(y, z)) → Outgrabe(x, z)].
3. ∃x∃yOutgrabe(x, y).
La conclusión pretendida es ∀x Outgrabe(x, x). La demostración es como si-
gue: Por la tercera premisa, sean b y c objetos arbitrarios en el dominio del
discurso tales que Outgrabe(b, c). Por la segunda premisa, tenemos también
Outgrabe(c, b). Aplicando la primera premisa (con x = z = b e y = c) obte-
nemos Outgrabe(b, b). Pero b era arbitrario, de tal manera podemos afirmar,
∀xOutgrabe(x, x).
La primera versión es más natural como traducción del español: “Todo cu-
bo está a la izquierda de algún tetraedro”, pero la segunda tiene la ventaja de
estar en la llamada forma prenexa, en la cual todos los cuantificadores están
al frente de la fórmula. Esto tiene sus ventajas. Cuando tenemos una oración
con una cadena de cuantificadores mezclados, como en la última oración, el
orden de los cuantificadores es muy importante. Esto es algo que no tuvimos
que tener en cuenta antes, con oraciones que contenían sólo cuantificadores
universales o sólo existenciales. Claramente, la oración ∀x∀y GustaDe(x, y)
es lógicamente equivalente la oración donde el orden de los cuantificadores
es invertido: ∀y∀x GustaDe(x, y). Ambos son verdaderos sólo en el caso de
que toda cosa en el dominio del discurso guste de toda cosa en el dominio
del discurso. De igual modo, ∃x∃y GustaDe(x, y) es lógicamente equivalente
a ∃y∃x GustaDe(x, y). Sin embargo, éste no es el caso cuando los cuantifica-
dores son de ambos tipos. ∀x∃y GustaDe(x, y) dice que cualquiera gusta de
alguien, mientras que ∃y∀x GustaDe(x, y) dice que hay alguien del que todos
gustan. Esta última es una afirmación más fuerte. Así, cuando se trata con
cuantificadores mezclados, debemos ser sensibles al orden de los cuantifica-
dores. Aprenderemos más acerca de cómo alcanzar el orden correcto de los
cuantificadores en las secciones que siguen.
Recordar
Cuando esté tratando con cuantificadores mezclados, el orden es muy
importante. ∀x∃yR(x, y) no implica lógicamente ∃y∀xR(x, y).
Ejercicios y Problemas
Problema 9.5. Traduzca las siguientes oraciones y construya un mundo en
el que todas sus proposiciones sean verdaderas.
1. No hay cubos.
∀x(Cubo(x) → x está-a-la-izquierda-de-un-tetraedro)
Por supuesto, esta no es una oración de nuestro lenguaje, por lo cual
debemos traducir la expresión “x está-a-la-izquierda-de-un-tetraedro”. Pero
podemos pensar a esta expresión como una oración con una sola cuantifica-
cíón, al menos si pretendemos que x sea un nombre. Tiene la misma forma
general que la oración “b está a la izquierda de un tetraedro”, y sería traduci-
da como: ∃y(Tet(y) ∧ IzqdDe(x, y)). Introduciendo esto arriba en sustitución
de la frase, lograríamos la traducción de la oración española original:
Ejercicios y Problemas
Problema 9.6. (Más oraciones con cuantificadores múltiples) Ahora, tra-
temos de traducir desde la situación inicial algunos enunciados con cuan-
tificadores múltiples. Podría intentar el uso del procedimiento paso-a-paso.
Traduzca las siguientes oraciones españolas.
1. Todo tetraedro está delante de todo dodecaedro.
Ejercicios y Problemas
Problema 9.7. (Oraciones que necesitan parafrasearse antes de traducirse).
Traduzca las siguientes oraciones dando primero una adecuada paráfrasis en
español.
1. Sólo los objetos grandes no tienen nada delante.
6. Todo dodecaedro es al menos tan grande como todo cubo. [Ayuda: De-
bido a que no tenemos en nuestro lenguaje algo que corresponda a
tan grande como, necesitará primero parafrasearla usando mayor que o
menor que.]
9.3.5. Ambigüedad
Hay un par de cosas que hacen dificultosa la tarea de traducir del español
a la lógica de primer orden, y viceversa. Una de ellas es la escasez de concep-
tos primitivos de LPO. Mientras que esta limitación hace al lenguaje fácil de
aprender, también significa que no hay un modo muy natural de decir lo que
se quiera decir. Tiene que tratar de encontrar circunloquios disponibles con
los recursos existentes. Mientras esto es posible en el discurso matemático,
frecuentemente es imposible en el lenguaje ordinario. (Retornaremos luego
a este problema). La otra cosa que hace a esto dificultoso es que el español
es rico en ambigüedades, mientras que las expresiones de la lógica de pri-
mer orden no son ambiguas (al menos si los predicados que se usan no son
ambiguos). De este modo, confrontados con una oración en español, a ve-
ces tenemos que elegir una interpretación entre muchas posibles para decidir
sobre una traducción apropiada. Qué sea lo apropiado depende usualmente
del contexto. Las ambigüedades se hacen especialmente irritantes con frases
nominales cuantificadas. Considere, por ejemplo, este chiste del célebre pro-
grama de TV Saturday Night Live (precedente indudable de los venáculos
“shows” de MT):
Ejercicios y Problemas
Problema 9.8. (Ambigüedad e inferencia) Que un argumento sea válido o
no, muchas veces depende de cómo se toma una afirmación ambigua. Aquí
tenemos algunas premisas y una supuesta conclusión:
1. Todos admiran a alguien que tiene cabello rojo.
∀x MásEdadQue(madre(x), x)
Esto expresa la afirmación de que la madre de una persona es siempre mayor
que esa persona. Para expresar lo mismo con el símbolo de relación, podría-
mos escribir
mundo tiene al menos una madre que tiene más edad que él (o ella). Uno
podría preferir algo como:
Esto dice que toda madre de cualquier persona tiene más edad que esa perso-
na. Pero esto también parece ser en algún sentido deficiente. Una traducción
todavía mejor sería unir en conjunción una de las oracioness de arriba con
las siguientes dos oraciones, las cuales conjuntamente afirman que la relación
de ser madre de alguien es funcional. Todo el mundo tiene al menos una, y
todo el mundo tiene a lo sumo una.
∀x∃y MadreDe(y, x)
y
Ahora quedará claro por qué los símbolos de función son tan útiles. Ten-
gamos en cuenta todas las conectivas y cuantificadores adicionales que se
necesitaron para traducir esta oración tan simple
∀x MásEdadQue(madre(x), x)
Recordar
Todo lo que puede expresarse usando un símbolo de función n–ario
puede ser también expresado usando un símbolo de relación n+1 –
ario, más el predicado de identidad, pero a un costo considerable en
términos de la complejidad de la oración usada.
Capítulo 9 181
Ejercicios y Problemas
Problema 9.10. Traduzca las siguientes oraciones a LPO dos veces, una
usando el símbolo de función madre, otro usando el símbolo de relación
MadreDe.
1. La madre de Clara tiene más edad que la madre de Max.
Demostraciones con
cuantificadores
En los capítulos precedentes presentamos esquemas válidos de argumentos
que surgen de las distintas conectivas veritativo-funcionales de LPO. Ahora
bien, la investigación de los esquemas de inferencia válidos se vuelve mucho
más interesante e importante (si es que no un tanto más complicada) ahora
que hemos agregado a nuestro lenguaje los cuantificadores ∀ y ∃. En la pri-
mera sección presentaremos los esquemas de inferencia informales y luego,
en la sección 10.2, introduciremos los análogos formales de estos métodos.
182
Capítulo 10 183
Eliminación universal
Supongamos que se nos ha dado como premisa, o se ha establecido de
alguna otra manera, que toda cosa en el dominio de discurso es o bien un
cubo o un tetraedro. Y supongamos que también sabemos que c está en el
dominio de discurso. Se sigue, por supuesto, que c es un cubo o un tetraedro,
ya que todo lo es.
Más generalmente, si hemos establecido ∀xS(x), y sabemos que c nombra
un objeto en el dominio de discurso, entonces podemos legítimamente inferir
S(c). Después de todo, no hay modo en que la afirmación universal sea verda-
dera sin que lo sea también la afirmación específica. Este paso de inferencia
es llamado instanciación universal o eliminación del universal. Nótese que
permite moverse de un resultado conocido que comienza con el cuantificador
∀x(. . . x . . .) a uno (. . . c . . .) donde el cuantificador ha sido eliminado.
Introducción existencial
Hay un paso simple similar para ∃, pero lo que permite es la introducción
del cuantificador. Supongamos, por ejemplo, que hemos establecido que c es
un tetraedro pequeño. Se sigue, por supuesto, que hay un tetraedro peque-
ño. No hay modo de que la afirmación específica acerca de c sea verdadera
sin que lo sea también la afirmación existencial. Más generalmente, si he-
mos establecido S(c) entonces podemos inferir ∃xS(x). Este paso es llamado
generalización existencial o introducción del existencial.
En las demostraciones matemáticas, la manera preferida de demostrar la
verdad de una afirmación existencial es encontrar (o construir) un ejemplo
específico que satisfaga el requerimiento, y luego aplicar la generalización
existencial. Por ejemplo, si quisiéramos demostrar que hay números x, y, y z
para los cuales x 2 + y 2 = z 2 , podríamos simplemente ver que 32 + 42 = 52 y
aplicar generalización existencial (tres veces).
La validez de ambos pasos de inferencia no es incondicional en español.
Son válidos siempre y cuando cualquier nombre que se use denote algún
objeto en el dominio de discurso. Esto se da en LPO por convención, como
ya hemos señalado, pero el español es algo más sutil en esto. Considérese,
por ejemplo, el nombre Papá Noel. La proposición
∀x [Cubo(x) → Grande(x)]
Cubo(d)
Cubo(d) → Grand(d)
Grand(d) → IzqdDe(d, b)
Grande(d) ∧ IzqrDe(d, b)
Recordar
∀x [Cubo(x) → Grande(x)]
∃x(Cubo(x))
Las dos primeras son los mismas de antes, pero la tercera es más débil ya que
no nos dice cuál de los bloques es un cubo, sólo que hay uno. Nos gustaría
eliminar el ∃ en nuestra tercera premisa, ya que entonces volveríamos al caso
que ya hemos examinado. ¿Cómo procederíamos? La demostración tomaría
la forma siguiente:
n2
p=
m2
Capítulo 10 189
y por consiguiente
pm2 = n2
Pero entonces se sigue que p divide a n2 , y entonces, como hemos
visto, p divide a n y p2 divide a n2 . Pero de esto último se sigue
que p2 divide a pm2 de modo tal que p divide a m2 Pero entonces
p divide a m. Asi, hemos mostrado que p divide a la vez a n y a
m, contradiciendo nuestra elección de n y m. Esta contradicción
√
muestra que p es en verdad irracional.
Generalización universal
En los sistemas de deducción formales con demostración condicional gene-
ral, el método de demostración condicional general, se separa en dos partes,
una demostración condicional, y un método de demostrar afirmaciones com-
pletamente generales, afirmaciones de la forma ∀xS(x). El último método
se llama generalización universal o introducción universal. Nos dice que si
podemos introducir un nuevo nombre c para referirnos a un miembro comple-
tamente arbitrario del domimo de discurso y llegar a demostrar el enunciado
S(c), entonces podemos concluir ∀xS(x).
Veamos ahora un ejemplo muy simple. Supongamos que damos una prue-
ba informal de que el siguiente argumento es válido.
∀x(Cubo(x) → Chico(x))
∀x Cubo(x)
∀x Chico(x)
1.Cubo(d) → Chico(d)
2.Cubo(d)
Recordar
Sean S(x), P(x) y Q(x) fbfs.
Ejercicios y problemas.
Problema 10.1. Realice las demostraciones en los problemas 9.8 y 9.9 para
las traducciones en que la conclusión sí se sigue de las premisas.
manera.
∀xS(x)
..
.
S(c)
c P(c)
..
.
Donde c no ocurre fuera de la sub-
Q(c) demostración en la que fue intro-
∀x(P(x) → Q(x)) ducido.
c
..
.
Donde c no ocurre fuera de la sub-
P(c) demostración en la que fue intro-
∀xP(x) ducido.
1 ∀x [R(x) → S(x)]
2 ∀xR(x)
3 d
4 R(d) → S(d) ∀ Elim: 1
5 R(d) ∀ Elim: 2
6 S(d) → Elim: 3,4
7 ∀xS(x) ∀ Intro: 3-6
Recordar
Ejercicios y problemas.
Problema 10.2. Para cada uno de los siguientes argumentos, decida si es
válido o no. Si lo es, dé una demostración formal. Si no lo es, construya un
mundo como contraejemplo.
¬∀x(Cubo(x)
3.
¬∀x(Cubo(x) ∧ Chico(x))
Capítulo 10 195
S(c)
..
.
∃S(x)
∃S(x)
..
.
c S(c)
.. Donde c no ocurre fuera de la sub-
. demostración en la que fue intro-
Q ducido.
Q
1 ∀x [Cubo(x) → Grand(x)]
3 ∃xCubo(x)
4 e Cubo(e)
Recordar
Ejercicios y problemas
Problema 10.3. Para cada uno de los siguientes argumentos, decida si es
válido o no. Si lo es, dé una demostración formal Si no lo es, construya un
mundo como contraejemplo.
Un ejemplo trabajado
Vamos a trabajar en una demostración moderadamente difícil, paso a pa-
so. Considere el siguiente argumento:
1 ¬∀xP(x)
2 ∃x¬P(x)
Ésta es una de cuatro inferencias parecidas asociadas con las reglas de De-
Morgan para los cuantificadores. Antes de embarcarnos en la demostración,
mencionamos que esta inferencia es uno de los hitos de la lógica de primer
orden. Notará que nos permite afirmar la existencia de algo que tiene una
propiedad a partir de un hecho negativo: que no todo tiene la propiedad
opuesta.
La validez de esta clase de inferencia fue acaloradamente discutida en los
círculos matemáticos de finales de siglo XIX y principios del XX. Si bien
ahora nos parece obvio, esto se debe a que entendemos las afirmaciones de
existencia de una manera un tanto difrente a como algunos –los llamados
“intuicionistas”– las entendían. Mientras que en LPO entendemos ∃xQ(x) sos-
tiene que algún Q existe, los intuicionistas consideraban que lo que se sostenía
era un poco más fuerte: que quien lo afirmaba había realmente encontrado
Capítulo 10 198
1 ¬∀xP(x)
2 ¬∃¬P(x)
..
.
Alguna contradicción
¬¬∃x¬P(x) ¬ Intro: 2-?
∃x¬P(x) ¬ Elim: ?
1 ¬∀xP(x)
2 ¬∃¬P(x)
3 c
..
.
P(c)
∀xP(x) ∀ Intro: 3-?
∀xP(x) ∧ ¬∀xP(x) ∧ Intro: ?,1
¬¬∃x¬P(x) ¬ Intro: 2-?
∃x¬P(x) ¬ Elim: ?
Recuerde cómo hicimos para probar P(c). Habíamos dicho que si P(c) no
fuese el caso, entonces tendríamos ¬P(c) y, en consecuencia, ∃¬P(x). Pero
esto contradice nuestro supuesto en el paso 2. Esta idea es la que usamos
para rellenar lo faltante.
Capítulo 10 200
1 ¬∀xP(x)
2 ¬∃¬P(x)
3 c
4 ¬P(c)
5 ∃x¬P(x) ∃ Intro: 4
8 P(c) ¬ Elim: 7
12 ∃x¬P(x) ¬ Elim: 11
Ejercicios y Problemas
Problema 10.4. Algunas de las inferencias siguientes son válidas, otras no
lo son. Para cada una de ellas, o bien dé una demostración formal de la
inferencia, o construya un mundo como contraejemplo, esto es, uno en el que
la premisa sea verdadera y la conclusión falsa.
∀y [Cubo(y) ∧ Dodec(y)]
∀x [Cubo(x) → Grande(x)] ∃x(Cubo(x) ∧ Chico(x))
1. 2.
∃x¬Grand(x) ∃xCubo(x) ∧ ∃xChico(x)
∃xDodec(x)
∃xCubo(x) ∧ ∃xChico(x)
3.
∃x(Cubo(x) ∧ Chico(x))
Capítulo 10 201
Alex Clara
Eric Raquel
Max Laura
Brad Betty
Tom Sara
Teorema de Euclides
Recuerde que un número primo es un número entero mayor a 1 que no
es divisible por ningún otro número entero distinto a 1 y a él mismo. Los
primeros diez primos son 2, 3, 5, 7, 11, 13, 17, 19, 23 y 29. A medida que los
números aumentan, los primos se vuelven cada vez más escasos. La pregunta
que surge es si existe un último primo, el mayor de todos los primos, o si estos
siempre continuan apareciendo. El Teorema de Euclides es la afirmación de
que son infinitos, esto es, de que no hay un primo mayor a cualquier otro
primo. En LPO lo podemos expresar de esta forma:
∀x∃y [y ≥ x ∧ Primo(y)]
Aquí por supuesto, nuestro dominio del discurso es eí de los números natu-
rales.
El conflicto entre nuestra intuición de que podría existir un pueblo así por
un lado y por otro la prueba de que no puede haberlo ha causado que este
resultado sea conocido como la paradoja del barbero.
En realidad hay un sutil detalle sexista en esta prueba. ¿Pudo observarlo?
Proviene de nuestro uso del nombre “Pedro”. Al nombrar Pedro al barbero,
Capítulo 10 207
Hay muchas variantes de este ejemplo que puede usar para divertir, con-
fundir y hasta hacer enojar a sus familiares y amigos.
Ejercicios y Problemas
Problema 10.8. Los siguientes argumentos incluyen una demostración pre-
tendida para cada uno. Diga si es correcta. Si no lo es, explique qué es lo que
sucede con ella de acuerdo a lo discutido en este capítulo.
∃y DaA(b, y, c)
Pero esto se sigue directamente a partir de nuestra premisa,
ya que hay algo que b da a todos.
Premisas:
∀x∀y [IzqdDe(x, y) → MayorQ(x, y)]
∀x [Cubo(x) → Chico(x)]
∀x [Tet(x) → Grande(x)]
∀x∀y [(Chico(x) ∧ Chico(y)) → ¬MayorQ(x, y)]
Conclusiones:
(1)¬∃x∃y [Cubo(x) ∧ Cubo(y) ∧ DerecDe(x, y)]
(2) ∀z [Mediano(z) → Tet(z)]
(3) ∀z∀w [(Tet(z) ∧ Cubo(w)) → IzqdDe(z, w)]
Premisas:
∀x [Cubo(x) → ∃y IzqdDe(x, y)]
¬∃x∃z [Cubo(x) ∧ Cubo(z) ∧ IzqdDe(x, z)]
Capítulo 10 209
∃x [Cubo(x) → ∀yCubo(y)]
Soluciones a ejercicios seleccionados
Capítulo 1
Problema 1.1
La dificultad para que expresaran la misma proposición es que lo expre-
sado por uno puede ser verdadero mientras que lo expresado por el otro podría
ser falso. La referencia de los pronombres personales, como ’yo’ en este caso,
es muy particular, dado que cambia en cada caso. En este problema, cabe
considerar inclusive, la posibilidad de que alguno estuviera mientiendo, en
cuyo caso la afirmación sería falsa. Por ello, cabe sostener que una misma
afirmación refiere a hechos diferentes en el mundo.
Problema 1.4
Si la bolsa cae, miles de inversores perderían todas sus inversiones.
∴ La bolsa no caerá.
Capítulo 2
Problema 2.1
(1) es válido. Se puede ver que se da necesariamente la conclusión elabo-
rando un esquema como en la página 25.
Problema 2.2
Un caso es (2) del problema indicado. Se puede ver que no se da nece-
sariamente la conclusión, nuevamente con un esquema como en la página 25.
Capítulo 3
Problema 3.7
La prueba será por contradicción o “reducción al absurdo”. En 6.3 puede
ver más acerca de este tipo de demostración. Para probar que hay infinitos
términos que refieren al número 1 asumiremos –en búsqueda de una con-
tradicción o un absurdo– lo opuesto. Esto es, que sólo hay una cantidad
210
finita n de términos que refieren al 1. Advirtamos que por la cláusula 2 de la
Definición 1, a partir de cualquier término de estos n términos que refieren
al número 1, hay dos maneras de construir un nuevo término que refiere a
este mismo número. A saber, sumándole 0 a este témino o multiplicándolo
por 1. Por lo tanto, para cualquier cantidad n de términos que refieren al
número 1, siempre habrá un término más que refiera también a este número.
Por lo tanto, no tenemos una cantidad finita n de términos para referirnos
al número 1. Pero esto contradice lo que antes asumimos, esto es, que sólo
hay una cantidad finita de términos que refieren a este número. Por lo tanto,
nuestro supuesto nos lleva a un absurdo y debemos concluir que hay infinitos
términos que refieren al número 1 tal como queríamos probar.
Problema 3.8
1. Nombre: Juan: j ; Predicado unario Albañil: A. Traducción: A(j)
2. Para responder tome en cuenta la ambigüedad o vaguedad del predi-
cado “ganar menos”.
4. “Miseria” y “Compañía” no pueden considerarse nombres de objetos.
Capítulo 4
Problema 4.1
Hay 4 tautologías. La primera es una de ellas.
Problema 4.8
1.Chico (a) ∨ (Grand (c) ∧ Grand (d))
2. DetrDe (d, b) ∧ DetrDe (e, b)
8. (Tet (a) ∧ Tet (e)) ∨ (Tet (a) ∧ Tet (f))
Capítulo 5
Problema 5.2
Para resolver este ejercicio debemos en primer lugar diseñar una tabla
de verdad. Como tenemos en total 3 oraciones atómicas (Cubo(a), Cubo(b) y
Tet(a)), nuestra tabla contará con 8 filas. Dibujamos a continuación la tabla
211
de verdad respetando el siguiente orden: (1) Primero asignamos los valores de
verdad a cada una de las oraciones atómicas. Como debemos garantizar que la
tabla refleje todas las combinaciones posibles de valores de verdad de las tres
oraciones atómicas, una buena estrategia para garantizar esto es asignar a la
primera oración (Cubo(a)) V en las primeras 4 filas y F en las 4 filas restantes.
Asignamos a la segunda oración atómica (Cubo(b)), V en las 2 primeras filas,
luego F en las 2 filas siguientes, nuevamente V, en las filas 5 y 6, y F en
los dos últimas. Para la tercera oración atómica (Tet(a)), asignamos V en la
primera fila, F en la segunda, y así seguimos intercalando los valores V y F
en cada fila hasta completar todas las filas. Finalmente, volvemos a repetir
la asignación aplicada a Cubo(b). (2) A continuación, debemos combinar los
valores de verdad de las oraciones atómicas a partir de las tablas de verdad de
las conectivas. La forma como está construida la oración indica que primero
debemos completar la columna de la disyunción. Una vez resuelto el caso
de la disyunción, combinamos estos valores de verdad con los de la oración
Tet(a) y completamos la columna debajo de la conjunción. Obtenemos así la
siguiente tabla de verdad:
212
Cubo(b) no es consecuencia tautológica de (Cubo(a)∨Cubo(b))∧Tet(a), pues-
to que hay al menos un caso donde la oración (Cubo(a) ∨ Cubo(b)) ∧ Tet(a)
es V y Cubo(b) es F.
Además, queremos saber si Cubo(b) es consecuencia lógica de (Cubo(a) ∨
Cubo(b)) ∧ Tet(a). Para esto también vamos a utilizar la tabla que acaba-
mos de construir. Pero primero necesitamos descartar aquellas asignaciones
imposibles o insostenibles de la tabla. Recordemos que, aplicando la defini-
ción de consecuencia lógica, Cubo(b) sería consecuencia lógica de (Cubo(a) ∨
Cubo(b)) ∧ Tet(a) si quitando las asignaciones imposibles o insostenibles, no
existe en la tabla de verdad ninguna fila donde (Cubo(a) ∨ Cubo(b)) ∧ Tet(a)
tenga valor V yCubo(b) tenga valor F. Procedemos, entonces a marcar las
asignaciones no genuinas de la tabla de verdad. Por la interpretación de
los predicados en el lenguaje de bloques, sabemos que toda asignación que
otorgue a la vez el valor verdadero a Cubo(a) y a Tet(a) es una asignación
imposible. En el mundo de bloques, un objeto, en este caso a, sólo puede
tener una forma: o bien ser cubo o bien ser tetraedro, pero no puede ser
un cubo y un tetraedro a la vez. Esto nos indica que las filas 1 y 3 son
imposibles o insostenibles. Desestimando, entonces, estas dos filas debemos
verificar ahora si en el resto de las filas, a saber, la fila 2 y las filas 4 a 8,
siempre que (Cubo(a) ∨ Cubo(b)) ∧ Tet(a) tiene valor V, Cubo(b) también es
V. Si observamos nuevamente la tabla, vemos que nos queda un solo caso
por considerar: la fila 5, que es la única asignación no imposible que asigna
valor V a (Cubo(a) ∨ Cubo(b)) ∧ Tet(a). En esa misma fila Cubo(b) también es
V. Esto muestra que todas las asignaciones no imposibles que asignan valor
verdadero a la oración compleja, también asignan valor verdadero a Cubo(b).
Por lo tanto, Cubo(b) es consecuencia lógica de (Cubo(a) ∨ Cubo(b)) ∧ Tet(a).
Problema 5.5
1. En este caso, los paréntesis son innecesarios. Así, aplicando la ley de
idempotencia, la fórmula simplificada equivalente sería la siguiente: A ∧ B.
Problema 5.6
1.
213
¬EnCasa(Carl) ∨ ¬¬EnCasa(Clara) Por Ley de De Morgan
¬EnCasa(Carl) ∨ EnCasa(Clara) Por Ley de Doble Negación
2.
Capítulo 6
Problema 6.1
1. A partir de P ∨ Q y ¬P, inferir Q.
Primero construimos una tabla de verdad para chequear si el paso es o
no válido.
(P ∨ Q) ∧ ¬ P Q
V V V F F V V
V V F F F V F
F V V V V F V
F F F F V F F
2. A partir de P ∨ Q y Q, inferir ¬P
214
(P ∨ Q) ∧ Q ¬ P
V V V F F F V
V V F F F F V
F V V V V V F
F F F F V V F
Problema 6.2
La introducción de esta afirmación se justifica porque es un hecho
√ nece-
sario que todo número es o bien racional o bien irracional. Como 2 es un
número, necesariamente es racional o irracional.
Problema 6.4
En el siguiente mundo se ilustra que puede darse el caso de que las pre-
misas sean todas verdaderas y la conclusión falsa, por esto, DetrDe(a, b) no
es consecuencia lógica del conjunto de premisas 1-4.
215
Problema 6.9.1
Emplearemos el método de demostración condicional. Sin embargo, en
lugar de demostrar directamente que si n2 es impar, entonces n es impar, lo
haremos a partir de su contrapositiva, a saber, que si n no es impar (es decir,
si n es par), entonces n2 no es impar (n2 es par). La contrapositiva de una
fórmula A → B, es la fórmula equivalente ¬B → ¬A. La demostración de que
si n es par, entonces n2 es par, se encuentra en la página 101.
Capítulo 7
Problema 7.7
1 ¬(A ∨ B)
2 A
1. 3 A∨B ∨ Intro 2
5 ¬A ¬ Intro 2-4
2.
216
1 ¬(¬A ∧ B)
2 ¬(¬B ∨ C)
3 ¬B
4 ¬B ∨ C ∨ Intro 3
7 B ¬ Elim 6
8 ¬A
9 ¬A ∧ B ∧ Intro 8,7
12 A ¬ Elim 11
Capítulo 8
Problema 8.3
(5) ∃x (Cubo (x) ∧ Grande (x) ∧ IzqdDe (x, b))
(13) ∃x ¬ (Dodec (x) ∧ Grand (x))
Problema 8.4
(6) ∀x (Cubo (x) → (DelanDe(x, b) ∨ DetrDe (x, a))
Capítulo 9
Problema 9.1
(8) Es verdadero, ya que sólo hay tetraedros chicos.
Problema 9.6
1. ∀x ∀y ((Tet (x) ∧ Dodec (y)) → (DelanDe(x, y))
217
Capítulo 10
Problema 3
2.
1 ∀x(Cubo(x) ∨ Tet(x))
2 ∃x¬Cubo(x)
3 a ¬Cubo(a)
5 Cubo(a)
6 ¬Tet(a)
9 Tet(a) ¬ Elim 8
10 Tet(a)
11 Tet(a) Reit 10
13 ∃xTet(x) ∃ Intro 12
Problema 7
3.
1 ¬∃xP(x)
2 a
3 P(a)
4 ∃XP(x) ∃ Intro 3
218
Resumen de Reglas
Reglas Proposicionales
P1 ∧ . . . ∧ Pi ∧ . . . ∧ Pn
P1 ..
.
⇓
Pi
Pn
..
.
P1 ∧ . . . ∧ Pn
Pi P1 ∨ . . . ∨ Pn
.. ..
. .
P1 ∨ . . . ∨ Pi ∨ . . . ∨ Pn P1
..
.
Pn
..
.
S
..
.
S
219
Introducción de la negación Eliminación de la negación
(¬Intro) (¬Elim)
P ¬¬P
.. ..
. .
Q P
..
.
¬Q
¬P
P P→Q
.. ..
. .
Q P
P→Q Q
P P↔Q
.. ..
. .
Q Q
..
Q .
..
. P
P↔Q
220
Reiteración
(Reit)
P
..
.
P
c ∀xS(x)
.. ..
. .
P(c) S(c)
∀xP(x)
c P(c)
..
.
Q(c)
∀x(P(x) → Q(x))
donde c no ocurre fuera de la subde-
mostración en la que fue introducido.
221
Introducción del Existencial Eliminación del Existencial
(∃Intro) (∃Elim)
S(c) ∃S(x)
.. ..
. .
∃S(x) c S(c)
..
.
Q
donde c no ocurre fuera de la subde-
mostración en la que fue introducido.
222