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UNIDAD 1 - El Chile en La Cocina Mexicana PDF
UNIDAD 1 - El Chile en La Cocina Mexicana PDF
Entre los productos que los europeos hallaron en el Nuevo Mundo, los chiles llamaron
mucho su atención y suscitaron diversas reacciones. Gonzalo Fernández de Oviedo en su
Historia General y natural de las Indias declara que "el axi (o sea, el chile) es mejor con la
carne o con el pescado, que la muy buena pimienta" Fray Bernardino de Sahagún menciona
docenas de salsas, moles y pipianes en su colosal Historia general de las cosas de la Nueva
España. En general, cronistas y viajeros, inicialmente se asustaron por el picor de los chiles,
pero paulatinamente se acostumbraron a ellos y apreciaron sus muchas virtudes, no
solamente gastronómicas.
En la medicina prehispánica, los chiles se usaban para curar la tos, enfermedades del
aparato digestivo y de los oídos y la tisis, amén de para facilitar los partos; y estas creencias
perduran hasta hoy, aunque en nuestros días la máxima coincidencia de opiniones se
encuentra acerca de los efectos casi milagrosos de una buena dosis de chile para curar la
enfermedad que en México se llama cruda y en España resaca.
Los chiles pertenecen a la gran familia americana de las solanáceas, que incluye la
papa, el tabaco y el jitomate. El género que les corresponde es el Capsicum que a su vez se
divide en cuatro o cinco especies domesticadas y muchas más espontáneas. La mayoría de
los chiles de México pertenecen a la especie Capsicum annuum. Y capsicina se llama la
sustancia que los hace picantes.
Para el cocinero, los chiles tienen dos cualidades: sabor y picor. El exceso del segundo
elemento puede, a veces, ocultar el primero. Exagerando un poco, puede afirmarse que el
secreto de la cocina mexicana consiste en el dominio y control de los chiles, en dosificar su
picor y equilibrarlo con el sabor. La sustancia que hace picantes a los chiles - la capsicina -
se concentra en la placenta, las venas y las semillas. De esto deriva que para controlar el
picor de los chiles hay que observar las normas siguientes:
o Si se desea conservar el picante en toda su fuerza se usan los chiles, ya sea frescos o
secos, enteros.
o Si se desea reducir parcialmente el picor los chiles se hierven o se tuestan, después de
lo cual se abren y se les quitan venas y semillas.
o Si se desea reducir al mínimo el picor los chiles se abren y se limpian de venas y
semillas, antes de utilizarlas.
Para tratar chiles picantes recomendamos el uso de guantes y tijeras. Hay que evitar
tocarse los ajos con los dedos que hayan tocado chiles.