Está en la página 1de 2

Tema: La clave del fortalecimiento espiritual

Texto: Isaías 40:27-31

Introducción: Hay ocasiones en la vida en que la desilusión, el agotamiento y la


desesperanza se apoderan de nosotros y sentimos una pesada carga que no nos deja
seguir hacia adelante. Cada uno de nosotros conoce de estos momentos, momentos en
que nos sentimos sin fuerza para enfrentar los problemas de la vida cristiana. Son
momentos en los cuales podemos decir como el salmista: " Abatida hasta el polvo esta mi
alma"; o como el profeta Elías sentarnos bajo el enebro y decirle el Señor: " basta ya, oh
Jehová, quítame la vida". Realmente hay momentos en la vida en los cuales Dios nos
parece remoto, desinteresado y la Biblia no tiene sentido para nosotros. La generación de
Isaías se enfrentó a días devastadores. Serían llevados cautivos. Vivirían en el exilio. En
dicha experiencia se hundirían emocional y espiritualmente. Cuando miraban el largo
camino de vuelta a casa se quejaban de no tener la fortaleza para hacerlo. Pensaban que
Dios le estaba pidiendo que hicieran algo imposible. En este pasaje el profeta señala un
camino para salir de este vacío.

Está compuesta de tres elementos: un conocimiento renovado de Dios, un reconocimiento


de nuestra condición y una apropiación personal de Dios.

I. El fortalecimiento espiritual demanda un reconocimiento renovado de Dios. vs. 28

Hoy nuestra forma de ver a Dios es mayormente, de acuerdo con nuestra preferencia. El
problema del pueblo de Israel radicaba en que habían quitado su vista de Dios y se
centraron en ellos mismos.

vs.27 La razón por la cual el profeta nos presenta a Dios en su majestad es para que
entendamos que tenemos un Dios Todopoderoso y suficiente para socorrernos en nuestra
debilidad. En el versículo 28 hay cuatro atributos de Dios que son piedras fundamentales
para esta vida.

Dios es eterno. “no habéis oído que el Dios eterno es Jehová" Por ser eterno no conoce el
cambio, ni la decadencia. Porque es intemporal puede ayudarme en mi corto tiempo.

Dios es infinito. "que creo los confines de la tierra" Cuando decimos que Dios es infinito
queremos decir que EL no conoce limite. Dios es inconmensurable, o sea, no se puede
medir. No hay límites a su presencia. No hay lugar donde El no pueda ser hallado. Porque
es ilimitado puede ayudarme en mi poco espacio.

Dios es inagotable. "no desfallece ni se fatiga con cansancio" Dios es incapaz de fatiga o
de debilidad. Porque Dios es inagotable, puede ayudarme en mi agotamiento.

Dios es inescrutable. "y su entendimiento no hay quien lo alcance".

La mente y el entendimiento de Dios son inescrutables y están más allá de todo escrutinio.
Por ser inescrutable su inteligencia, no hay quien pueda frustrar sus designios. Hermanos,
¿qué tanto meditamos en el carácter de Dios? ¿Dedicas tiempo para meditar en su
grandeza? ¿Acaso no se debe tu debilidad a que le has echado a un lado y Dios ha venido
a ser un extraño para ti?

II. El fortalecimiento espiritual demanda un reconocimiento de nuestra condición. vs.


28,30

Hay una verdad que sala a relucir en estos versículos y es que Dios otorga su poder a
hombres y mujeres agotados. Dios demanda de nosotros que reconozcamos nuestra
incapacidad, El suplir nuestra necesidad. Este es el modo especial en que Dios obra.
Envió un aguijón a Pablo que lo abofeteaba, lo avergonzaba y humillaba. Pablo rogó a
Dios tres veces que lo quite de el, pero el Señor le contesto: "bástate mi gracia porque mi
poder se perfecciona en la debilidad". El aprendió a gozarse en la debilidad porque como
dijo: "cuando soy fuerte, entonces soy fuerte". Este es el mismo Pablo que aprendió a
decir: "todo lo puedo en Cristo que me fortalece" Lo más selecto y fuerte de nosotros
necesitamos de ese poder. Desfalleceremos alguna vez en la lucha de la vida. Aún queda
un tercer elemento:

III. El fortalecimiento espiritual demanda una apropiación de Dios. vs. 31

La condición para aquellos que quieren tener nuevas fuerzas es "esperar en Jehová".
Todo el capítulo ha enseñado la locura de confiar en la "carne" o en los ídolos, haciendo
ver al pueblo que su sabiduría consiste en volver a Jehová de todo corazón. Los que
esperan en Jehová son los que creen que EL le puede liberar y esperan que dé
cumplimiento a sus promesas. Esperar no es pasivo, sino un ejercicio activo y vigilante que
absorbe el poder de Dios. "Esperar" no sugiere que nos sentemos ahí a esperar sin hacer
nada. Significa "tener esperanza", acudir a Dios para todo lo que necesitamos. Es como un
niño que viene donde su padre con un juguete desinflado, esperando que su aliento lo
llene de nuevo. La expresión "nuevas fuerzas" se refiere a un "intercambio", como quitarse
una ropa vieja y ponerse una nueva. Nosotros cambiamos nuestra debilidad por su poder.
Cuando esperamos delante de Él, Dios nos capacita para levantar alas cuando hay una
crisis, para correr cuando los desafíos son abundantes, y caminar fielmente en medio de
las exigencias de la vida diaria. El no ata las águilas al suelo, ni hace a otros volar más alto
de lo que pueden.

Conclusión:

Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el señor esta la fortaleza de


los siglos. Isaías 26:4

También podría gustarte