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No hay excusa que valga

Lucas 14:16 al 19

Una excusa es: Motivo o pretexto que se invoca para eludir una obligación o disculpar
una omisión.
Hay muchos malos hábitos que el ser humano aprende con facilidad y una de ellos es
aprender a excusarse desde que los dos primeros seres humanos fallaron a Dios en el
pecado, una de las primeras cosas que ellos sacaron a relucir en su naturaleza caída fue la
excusa.
Gen 3:9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?
Gen 3:10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y
me escondí.
Gen 3:11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol
de que yo te mandé no comieses?
Gen 3:12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera medio del
árbol, y yo comí.
Gen 3:13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la
mujer: La serpiente me engañó,(B) y comí.
Como se lee aquí tanto el hombre como la mujer ambos relucieron con su excusa cada uno
no aceptando así su propio error si no tratando de echar encima de otro el fallo cometido.

Siempre desde el principio las personas tratan de justificar sus fallas a su falta de interés ala
cosas de Dios haciendo relucir algunas excusas como leemos también en:
Lucas 14:16 Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos.
Lucas 14:17 Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que
ya todo está preparado.
Lucas 14:18 Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una
hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses.
Lucas 14:19 Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego
que me excuses.
Lucas 14:20 Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir.

La siguiente parábola nos ilustra el rechazo que hacen muchas personas a lo mejor que el
señor ha preparado, según entendemos en esta ilustración este hombre se esmeró, en
preparar una gran cena el hizo lo mejor con la idea de que se llenara su casa con los que él
esperaba que llegaran a su evento, pero cada uno de ellos fue excusándose mostrando así
que esta invitación no era más importante, que sus asuntos personales.
No se representa a nadie como diciendo: No iré; en efecto, todas las contestaciones dan a entender que si
no fuese por ciertas cosas irían, y cuando estas cosas dejen de estorbar, irán. Así claramente se da a
entender en este caso,
Estos no fueron conscientes de que Dios nunca nos pide dejar algo bueno a menos que planee
reemplazarlo con algo mucho mejor. Y estos convidados al banquete no entendieron que la invitación a
participar en su cena era mucho mejor que seguir en sus labores cotidianas.

El señor quiere que la humanidad deje los afanes y tensiones de este mundo y se prepare para entrar y
participar en las bodas del cordero.
Los negocios, el matrimonio, la riqueza u otra cosa, pueden ser la causa para resistir o postergar la
respuesta a la invitación de Dios. La invitación de Dios es lo más importante, no importa qué inconveniente
tengamos. ¿Se excusa para evitar responder al llamado de Dios? Jesús nos recuerda que el día vendrá en
que Dios dejará de invitarlo y lo hará a otros, entonces será demasiado tarde para entrar al banquete.

Para una fiesta, se acostumbraba enviar dos invitaciones: la primera la anunciaba, la segunda indicaba
que todo estaba listo. Los invitados en la parábola de Jesús ofendieron al anfitrión al excusarse cuando se
les envió la segunda invitación. El hecho de que los invitados habían aceptado la primera invitación hace
que el rechazo fuera más ofensivo para el anfitrión.

En la historia de Israel, la primera invitación de Dios vino a través de Moisés y los profetas; la segunda
vino mediante el Hijo. Los líderes religiosos aceptaron la primera invitación. Creyeron en los profetas, pero
desecharon a Dios al no creer en su Hijo.

En esta época el asunto de la excusa sigue igual, muchos cristianos siguen excusándose para no cumplir
con las invitaciones que la obra de Dios demanda,

Algunos nunca pueden estar en el culto por muy ocupados, no puede diezmar por que se le olvida, o es
muy poco lo que gana, otro no puede evangelizar por que no está fiel, esta frio.
Y así sucesivamente cada quien va sacando su excusa para no cumplir con lo que dice la palabra de Dios.

Mucho amigo siempre se excusa que no está listo, que tiene problemas, que no puede cambiar, que más
después más adelante.
No hay excusas que valga ante Dios el querer es poder. Ven en esta ves y dale tu vida al señor y
comprométete a cumplir con la obre de Dios.

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