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Tres verdades del perdón de Dios

“…Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de


mí mismo, y no me acordaré de tus pecados; Hazme
recordar, entremos en juicio juntamente; habla tú para
justificarte...” Isaías 43:25-26

Estos versículos proféticos de La Palabra de Dios nos


hablan de 3 importantes verdades:
1. El perdón de Dios, amplio y generoso para
perdonar nuestras rebeliones (pecados) .
2. El verdadero perdón de Dios se fundamenta en que
El se olvida por completo de nuestros pecados.
3. Debemos hablar (confesar) nuestros pecados para
que ese perdón surja efecto.
Hablaremos de los tres aspectos a continuación:
1. VERDAD No. 1
EL PERDÓN DE DIOS FUE SU PROPIA
INICIATIVA:
+Dios tomó la iniciativa; El nos amó primero y envió a
Su Hijo unigénito a morir por nuestros pecados: Juan
3:16;
1 Juan 4:10 En esto consiste el amor: no en que
10

nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos


amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por
nuestros pecados.
Jesús vino a salvar lo que se había perdido (Lucas
19:10) Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a
10

salvar lo que se había perdido.


El perdón de Dios es amplio y generoso; El espera
que todo hombre en todo lugar, se arrepienta,
confiese sus pecados y acepte el Regalo de Dios, que
es Jesucristo.
+ Dios promete que si venimos a Él, nos perdonará y
tendrá misericordia de nosotros;
lea Isaías 1:18 18 Venid luego, dice Jehová, y
estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como
la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si
fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como
blanca lana. y 1 Juan 1:7-9. 7 pero si andamos en
luz, como él está en luz, tenemos comunión unos
con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos
limpia de todo pecado.
8 Si decimos que no tenemos pecado, nos
engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está
en nosotros.
9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo
para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de
toda maldad.

+Vea que el perdón de Dios es por amor, sabiendo


El que ninguno de nosotros lo merece; Romanos
5:6-8; 6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles,
a su tiempo murió por los impíos.
7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo;
con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el
bueno.
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en
que siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros.
Efesios 2:8. Porque por gracia sois salvos por medio
8

de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;

2. VERDAD No. 2:
EL PERDÓN DE DIOS SIGNIFICA QUE EL OLVIDA
LOS PECADOS QUE HEMOS COMETIDO; NUNCA
VA A ESTAR ECHÁNDONOS EN CARA
NUESTROS PECADOS UNA VEZ LOS HEMOS
CONFESADO.
+Miqueas 7: 18-19; ¿Qué Dios como tú, que
18

perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente


de su heredad? No retuvo para siempre su enojo,
porque se deleita en misericordia.
19 El volverá a tener misericordia de nosotros;
sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo
profundo del mar todos nuestros pecados.

+Isaías 43:25 Yo, yo soy el que borro tus rebeliones


25

por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus


pecados.
3. VERDAD No. 3:
DEBEMOS CONFESAR LA SALVACIÓN;
APROPIARNOS DE ELLA:
“habla tú para justificarte”
En varias citas bíblicas se nos habla de la importancia
de lo que hablamos; de nuestra forma correcta de
comunicarnos como cristianos hay muchos versículos
y muchos sermones se han impartido sobre este
tema.
En esta ocasión, estudiaremos la necesidad de
CONFESAR LA SALVACIÓN; al igual que sucede
con un regalo que le ofrecen, el mismo será suyo
hasta que usted lo reclame y diga “esto es mío” y lo
tome en un acto de apropiación.
Romanos 10:8-10 lo dice claramente:
Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca
y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que
predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús
es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le
levantó de los muertos, serás salvo.
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con
la boca se confiesa para salvación.
Mateo 10:32-33; 32 A cualquiera, pues, que me
confiese delante de los hombres, yo también le
confesaré delante de mi Padre que está en los
cielos.
33 Y a cualquiera que me niegue delante de los
hombres, yo también le negaré delante de mi Padre
que está en los cielos.
nos habla de la condición que El Señor establece
de confesarle como nuestro Señor, delante de los
hombres, sin temer de ellos, para asegurar la
salvación; es decir, no pueden existir cristianos
secretos.
Mateo 12:35-37: “por tus palabras serás justificado (si
declaras que Jesús es El Señor de su vida) y por tus
palabras serás condenado (si niega a Jesús).
35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón
saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal
tesoro saca malas cosas.
36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que
hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día
del juicio.
37 Porque por tus palabras serás justificado, y por
tus palab ras serás condenado.

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