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CFA – Aristóteles
2020 – 2
Segunda Unidad
Las cosas nobles y justas que son objeto de la política presentan tantas diferencias y
desviaciones, que parecen existir sólo por convención y no por naturaleza. 1094b 15
Hablando, pues, de tales cosas y partiendo de tales premisas, hemos de contentarnos con
mostrar la verdad de un modo tosco y esquemático. 1994b 20
porque es propio del hombre instruido buscar la exactitud en cada materia en la medida
en que la admite la naturaleza del asunto; evidentemente, tan absurdo sería aceptar que un
matemático empleara persuasión como exigir de un retórico demostraciones.
Queda pues establecido el carácter práctico de este estudio y sus más ostensibles
características
Todo arte y toda investigación e, igualmente, toda acción y libre elección parecen tender a
algún bien; por esto se ha manifestado, con razón, que el bien es aquello hacia lo que
todas las cosas tienden 1094 a
La política aparece en primera instancia como la ciencia a la que corresponde este estudio
Pues, aunque sea el mismo el bien del individuo y el de la ciudad, es evidente que es
mucho más grande y más perfecto alcanzar y salvaguardar el de la ciudad; porque
procurar el bien de una persona es algo deseable, pero es más hermoso y divino
conseguirlo para un pueblo y para ciudades. 1094b 5
cuál es el bien supremo entre todos los que pueden realizarse. Sobre su nombre, casi todo
el mundo está de acuerdo, pues tanto el vulgo como los cultos dicen que es la felicidad, y
piensan que vivir bien y obrar bien es lo mismo que ser feliz. Pero sobre lo que es la
felicidad discuten y no lo explican del mismo modo el vulgo y los sabios. 1095ª 15
No es sin razón el que los hombres parecen entender el bien y la felicidad partiendo de los
diversos géneros de vida. Así el vulgo y los más groseros los identifican con el placer, y,
por eso, aman la vida voluptuosa -los principales modos de vida son, en efecto, tres: la que
acabamos de decir, la política y, en tercer lugar, la contemplativa- 1095b 15.
Así pues, no hay en esto, al menos en principio, una opinión generalmente válida o
indiscutible. Aristóteles indica en esto la importancia que tienen las costumbres.
Por otra parte, la palabra bien se dice en muchos sentidos tanto como ser y según las
categorías así no hay una noción común. Abundan en esto los matices, hay unos bienes
queridos por sí mismos, otros tendiendo al logro de otros y es habitual que tengan ya uno ya
otro carácter.
Pero aún así es del caso investigar acerca del bien si hay alguno que pueda ser llamado sin
restricción supremo
Por consiguiente, si hay sólo un bien perfecto, ése será el que buscamos, y 30 si hay
varios, el más perfecto de ellos. 1097ª 25. Tal parece ser, sobre todo, la felicidad, pues la
elegimos por ella misma y nunca por otra cosa1097b 1
Decimos suficiente no en relación con uno mismo, con el ser que vive una vida solitaria,
sino también en relación con los padres, hijos y mujer, y, en general, con los amigos y
conciudadanos, puesto que el hombre es por naturaleza un ser social". 1097b7
Un bien supremo, suficiente, que se busque por sí mismo que elimine el deseo y que no
sea de naturaleza ideal constituye un auténtico desafío
Consideramos suficiente lo que por sí solo hace deseable la vida y no necesita nada, y
creemos que tal es la felicidad. Es lo más deseable de todo, sin necesidad de añadirle
nada; 1097b 14
Hasta aquí contamos con una denominación general y una serie de requisitos que se deben
cumplir. Pero pasar de los requisitos a los hechos, mostrar un camino para lograrlo. Es una
tarea gigantesca que Aristóteles asume a lo largo de toda la obra.
¿Cuál es pues la función del hombre, así como el citarista tiene la suya?
Resta, pues, cierta actividad propia del ser que tiene razón..
Si, decimos que esta función es específicamente propia del hombre y del hombre bueno,
como el tocar la cítara es propio de un citarista y de un buen citarista tocarla bien. Y así
en todo añadiéndose a la obra la excelencia queda la virtud. 1098ª 3
Lo propio del ser humano es entonces actuar conforme a la razón, pero tal acción, en la
medida en que se logre plenamente, en que sea excelente, cumplirá la finalidad buscada y
así podemos decir que el fin perseguido es la vida virtuosa. Aquí, vale la pena considerar la
manera como se concibe lo racional, pues sin duda el campo de la virtud que es en principio
el cumplimiento de las funciones propias de manera excelente parece al menos para
nosotros ser más amplio que el de la razón.
si esto es así, resulta que el bien del hombre es una actividad del alma de acuerdo con la
virtud, y si las virtudes son varias, de acuerdo con la mejor y más perfecta, y además en
una vida entera. Porque una golondrina no hace verano, ni un 20 solo día, y así tampoco
ni un solo día ni un instante (bastan) para hacer venturoso y feliz 1098ª 17.
Ciertamente el ser humano posee razón, pero su acción se despliega en muchos campos y
de muchas maneras, a lo largo de la vida la excelencia de la acción, es lo que se entiende
por virtud. Y esta lograda de manera integral. ‘Una sola golondrina no hace verano’ una
sola acción virtuosa no es suficiente para el logro de la vida, sino que la vida se ha de lograr
siempre en la medida en que siempre actuamos
Pero quizás hay no pequeña diferencia en poner el bien supremo en una posesión o en un
uso, en un modo de ser o en una actividad.1098b 30
No se trata entonces de una simple abstracción. Es en la acción efectiva que podemos ser
virtuosos y felices y esto requiere además, bienes exteriores
pues es imposible o no es fácil hacer el bien cuando no se cuenta con recursos. 1099b 1
A esto añade Aristóteles cosas como la familia y la amistad. Todo con el signo de la bondad
como característica.
Pues la felicidad requiere, como dijimos, una virtud perfecta y una vida entera, ya que
muchos cambios y azares de todo género ocurren a lo largo de la vida, y es posible que el
más próspero sufra grandes calamidades en su vejez, como se cuenta de Príamo en los
poemas troyano, y nadie considera feliz al que ha sido víctima de tales percances y ha
acabado miserablemente. 1100ª 5
Lo que buscamos, entonces, pertenecerá al hombre feliz, y será feliz toda su vida; pues
siempre o preferentemente hará y 20 contemplará lo que es conforme a la virtud, y
soportará las vicisitudes de la vida lo más noblemente y con moderación en toda
circunstancia el que es verdaderamente bueno y sin tacha 1100b 18
Es interesante preguntarse por qué se consideran más propias y superiores las virtudes del
alma. Digamos de momento que al menos en el campo en el que se ejercen hay una muy
amplia proyección y por otra parte que es a ese nivel que se percibe o se tiene consciencia
del tiempo y la identidad personal.
También la virtud se divide de acuerdo con esta diferencia, pues decimos que unas son
dianoéticas y otras éticas, y, así, la sabiduría, la inteligencia y la prudencia son
dianoéticas, mientras que la liberalidad y la moderación son éticas. De este modo, cuando
hablamos del carácter de un hombre, no decimos que es sabio o inteligente, sino que es
manso o moderado; y también elogiamos al sabio por su modo de ser, y llamamos virtudes
a los modos de ser elogiables1102b 33
La diferencia más significativa entre las virtudes Dianoéticas y las Éticas, se pone de
manifiesto a propósito del modo en que se adquieren. Las primeras son objeto de
enseñanza, las segundas se alcanzan por costumbre
Así las cosas, es preciso reconocer que las virtudes éticas no son naturales en nosotros,
pues como dice Aristóteles: resulta claro que ninguna de las virtudes éticas se produce en
nosotros por naturaleza, puesto que ninguna cosa que existe por naturaleza se modifica
por costumbre1003ª 15 La piedra no se acostumbra ni aprende a ir hacia arriba.
Las virtudes Éticas tienen que ver con acciones efectivas es actuando como nos podemos
volver generosos o tacaños, no se aprende eso en la universidad. Es la costumbre, la
reiteración de los actos el escenario en donde nuestro carácter se define. como una segunda
naturaleza, practicando la justicia nos hacemos justos; practicando la moderación,
moderados 1103ª 33
Así pues, puesto que el presente estudio no es teórico como los otros (pues investigamos no
para saber qué es la virtud, sino para ser buenos, ya que de otro modo ningún beneficio
sacaríamos de ella), debemos examinar lo relativo a las acciones, cómo hay que
realizarlas, pues ellas son las principales causas de la formación de los diversos modos de
ser, como hemos dicho1003b 26
Solo se puede valorar lo Ético en la acción efectiva de manera que el que huye de todo 20 y
tiene miedo y no resiste nada se vuelve cobarde; el que no teme absolutamente a nada y se
lanza a todos los peligros, temerario; … Así pues, la moderación y la valentía se destruyen
por el exceso y por el defecto, pero se conservan por el término medio1104ª 19
Llegamos con esto a uno de los más conocidos tópicos de Aristóteles. El Término medio y
a la manera de procurarlo, esto es mediante la acción.
Hay una especie de circularidad práctica: ‘hago actos valientes, me hago valiente y hago
actos valientes’. Una especie de ‘alimentación’ constante, o constante fortalecimiento Así,
las virtudes son modos de ser formados desde la juventud y que a lo largo del tiempo se
integran en nuestra conducta como costumbres.
Como parte de la actividad real, las virtudes están sometidas a test a lo largo de la
vida, se relacionan con propósitos, se acompañan de placer y dolor. Él placer y el
dolor mismo no son cosas estáticas o que se manifiesten mecánicamente.
La virtud moral, en efecto, se relaciona con los placeres y dolores, pues hacemos lo malo a
causa del placer, y nos apartamos del bien a causa del dolor. Por ello, debemos haber sido
educados en cierto modo desde jóvenes, como dice Platón, para podernos alegrar y
dolernos como es debido, pues en esto radica la buena educación. 1104b10
La cuestión del placer y el dolor está íntimamente relacionada con el motor de las
acciones, esto es el deseo y justamente en eso puede incidir la educación. Lo que se
educa en últimas son los sentimientos de agrado o desagrado, alegrarse por lo justo o
debido, dolerse por lo justo o debido
Estas cuestiones se nos pueden aclarar por lo que sigue. 30 En efecto, siendo tres los
objetos de preferencia y tres los de aversión -lo bello, lo conveniente y lo agradable, y sus
contrarios, lo vergonzoso, lo perjudicial y lo penoso, el hombre bueno acierta en todas
estas cosas, mientras el malo yerra, especialmente respecto del placer; pues éste es común
35 también a los animales y acompaña a todos los objetos de elección, pues también lo
bello y lo conveniente parecen agradables. Además, desde la infancia todos nos hemos
nutrido de el placer y por eso es difícil eliminar esta afección arraigada en nuestra
vida1104b30
las acciones, de acuerdo con las virtudes, no están hechas justa o sobriamente si ellas
mismas son son de cierta manera, sino si también el que las hace está en cierta disposición
al hacerlas, es decir, en primer lugar, si sabe lo que hace; luego, si las elige, y las elige
por ellas mismas; y, en tercer lugar, si las hace con firmeza e inquebrantablemente 1105ª2