Está en la página 1de 2

CASO CLINICO KAROLINE

Una paciente de sexo femenino de 18 años llega a la consulta y refiere que sus
problemas comenzaron a partir de la muerte de su padre, que era no vidente por lo cual ella
sentía vergüenza. Explica que empezó a ver en su celular películas y dejó de ir al colegio,
se encerraba en su cuarto, prácticamente estaba sola en su casa y no tenía control. Asegura
que las cosas que vio en el celular es lo que más le afectado en su vida, porque todo lo que
miró, se vuelven ideas que le vienen a la cabeza, porque son cosas que una niña de 15 años
no debería haber visto.

Explica que cuando murió su papá, no lloró mucho y cuando era el entierro, estaba
como si nada hubiera ocurrido, estaba tranquila y su madre le reprochaba por no sentir nada
sobre la muerte de su padre. Relata que al principio, por ver su celular ya no comía bien y
no dormía bien y que por ello empezó a ver ideas en su cabeza sobre lo que veía y leía.
Aquello que veía en su cabeza eran escenas de violaciones y afirma que cuando esta triste o
enojada aparecen esas ideas. Cuando su madre la descubre le propone bautizarla y la
paciente al respecto dice: “un día escuche en la radio que aquellas personas que veían
mucho internet y pornografía se iban a ir al infierno y me dio miedo y me bautice”. Pero un
tiempo después de su bautizo, nuevamente vuelve a ver esas ideas en su cabeza, ella dice:
“todo lo que yo miraba y lloraba, volvían esas ideas que yo leía en revistas de animales que
se juntan con personas”.

Explica por ejemplo que cuando veía un animal, le venían a su cabeza esas cosas que leía y
tenía mucho miedo de agarrarle al animal y hacerle esas cosas que leí en las revistas, así
también respecto a los niños, tenía temor de hacerles daño. Cuando miraba un cuchillo
quería hacerle daño a alguien. Por todo ello su madre le decía que era hija de Satanás y a
partir de ahí empezó a escuchar voces que le decían: tú eres mi hija; especialmente cuando
está sola o triste y empieza a imaginarse relaciones sexuales. Comenta que lo que se
imagina no son relaciones normales entre un hombre y una mujer, sino entre madres e hijas,
padres e hijas o entre varón y varón. Explica que estas ideas surgieron cuando era pequeña,
porque sus padres vendían revistas y ella revisaba esas revistas donde veía chicas desnudas,
y anécdotas de personas contando sus relaciones sexuales. Además relata que a sus 9 años a
una amiga le pidió que se quitara la ropa y lo mismo le ocurrió con un amigo, al que le
tocaba sus partes íntimas y con el que en el baño hacían muchas cosas, así también cuando
tenía 10 años, su hermanastra le llevó a su casa por un año y ahí empezó hacer las mismas
cosas a su sobrino de 8 años. Agrega también que robaba dinero para comprarse videos
pornográficos.

Después del bautizo, empieza asistir a una iglesia y a leer la biblia, y sus ideas empiezan a
atormentarla. Explica que cuando va por la calle, ve videos de los Avengers y empieza a
imaginarse desde un lado sexual, incluso con cualquier persona que se le acerque. Comenta
que hay un chico que es hermano que vendía libros y trabajaba con su mamá y “ese joven
parecía celoso, porque un día le dije a mi mamá me tengo que ir, y el parecía celoso” y con
él también empezó a imaginar hacer “cosas de familia”, es decir: abrazarse, besarse, tener
relaciones sexuales, y le viene una ansiedad de tocarle su parte íntima. La paciente afirma
que nunca tuvo ningún encuentro sexual de manera física, solo se masturbaba cuando tenía
16 a 17 años porque tenía curiosidad, pero que lo dejó de hacer porque está mal, porque así
dice la biblia. Explica que no sabe si la biblia le está ayudando o lastimando, porque se
siente culpable, “tanto que siento que satanás me está atacando con estas ideas”.

Refiere también que cuando era niña hablaba sola, pero ahora ocurre algo diferente, como
si alguien le digiera que no tiene que hacer ciertas cosas o como debe hacer tales cosas, y
que ella interpreta que es Dios el que le está hablando: “no hagas tal cosa”, pero por eso
ella se siente culpable. Porque en la iglesia ella ve a dos niños jugando y de inmediato
aparecen sus ideas en la que los dos niños van a tener relaciones sexuales, explica que lo
único que quiere es cambiar, poder estar en la calle y no imaginarse las cosas que se
imagina, al ver a un niño, un perro, una persona. “Quisiera comportarme como una joven
normal y que todo lo que hago quisiera hacerlo de forma voluntaria y no juzgar, pero no
puedo cambiar”

También podría gustarte