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Vivir por Fe no por vista - (1 R 17:8-16)

“Todos queremos las bendiciones de Dios, pero no todos estamos


preparados para recibirlas”

En las ultimas predicas hemos visto como los personajes de la Biblia


hablan a nuestras vidas, donde nos enseñan y nos desafían a un cambio.
Hoy quiero compartirte una historia más.

Nuestra protagonista es una mujer en una sociedad dominada por los


hombres. Es una viuda que tiene un hijo que mantener. Al perder a su
marido, quedó sumida en la más absoluta pobreza y soledad. Además,
nadie puede ayudarla, debido a que toda la nación atraviesa una profunda
crisis económica y una larga sequía. Esta es la historia de la viuda de
sarepta.
Dios llama al profeta Elías para que vaya a un lugar específico Sarepta de
Sidón, una ciudad fenicia situada entre Sidón y Tiro, y busque a una
mujer viuda quien será la que le sustentará, dará alimento, casa.

En esta historia tanto Elías como la viuda fueron probados por Dios, de
qué manera. Dios tiene planeado un gran milagro, pero requiere la
obediencia de Elías y la acción obediente de la viuda, ambos oyen a Dios,
y ambos deben obedecer a Dios: Elías debe ir a Sarepta de Sidón en
busca de la viuda y la viuda debe alimentarlo a Elías. Si los dos
obedecen entonces se produce el milagro.

PRIMER ACONTECIMIENTO: IR A LA CIUDAD SAREPTA


1 Reyes 17:7-9 " Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no
había llovido sobre la tierra. Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo:
Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden
allí a una mujer viuda que te sustente".

Sarepta viene de tsaraph ", que significa fundir, refinar. El verbo se utiliza
metafóricamente con el sentido de "perfeccionar a través del sufrimiento."
Sarepta podemos decir que es "un lugar de fundición, un lugar de prueba”

Lo interesante es que Dios lo manda a Sarepta, era una ciudad conocida,


pero no por su importancia económica, o por su desarrollo cultural,
Sarepta era un centro de idolatría a Baal, en ese lugar, su dios era el dios
de la fertilidad, tenía una serie de fiestas que provocaban en toda la
ciudad, perdición, orgías, pasiones desenfrenadas.

Piense por un momento: el último lugar a donde uno hubiese


querido ir. A donde no te gustaría ir, ese lugar es tu Sarepta, un
lugar no agradable, es como pensar qué circunstancia no quisieras
atravesar, qué problema de la vida tú no quisieras enfrentar, qué
enfermedad te causaría tanto temor, que ni siquiera quieres pensarla.
Esa circunstancia es tu Sarepta. A Elías, el varón de Dios, esforzado y
valiente, Dios mismo lo envió a ese lugar tan terrible.
SEGUNDO ACONTECIMIENTO: BUSCAR A LA MUJER VIUDA
1 Reyes 17:10 "Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando
llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí
recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco
de agua en un vaso, para que beba”.

En aquella época, una viuda era fácilmente reconocible por sus ropas.
Felizmente, esta señora era muy amable y cumplía con las normas de
cortesía de aquellos tiempos. En muchas partes del mundo la respuesta
hubiera sido: "¿Yo a usted no lo conozco? Si quiere agua, vaya a buscar
usted mismo".

La mujer viuda muy gentilmente va a ver agua, pero en ese momento


Elías le solicita que también le traiga pan. 1 Reyes 17:11— “Y yendo ella
para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas
también un bocado de pan en tu mano”.
Nosotros dijéramos “Que cara dura” La realidad es que Elías nunca le
hubiera pedido pan si ella no hubiera aceptado darle agua. Parecería que
el profeta estuviera probando hasta qué punto la mujer podía soportar
sus pedidos sin perder la paciencia.

Los pedidos de Elías eran parte de la prueba a la que se estaba


sometiendo a esta mujer. 1 Reyes 17:12 — “Y ella respondió: Vive
Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina
tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos
leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo
comamos, y nos dejemos morir”

Sin duda alguna nuestra fe es exhibida realmente en los tiempos de


prueba, en los momentos cuando no se puede, cuando no es posible,
cuando no hay, cuando no hay más fuerzas.

Es interesante que ella comienza sus palabras exclamando: "¡Vive el


Señor, tu Dios!". De alguna manera, ella percibe que Elías es un siervo
de Dios, pero que el Dios de Elías no era su Dios.

La viuda le ha revelado al profeta Elías en forma clara la situación en que


se encuentra. Esta mujer ha llegado al final total y absoluto de sus
recursos. Por lo visto, no cree ni espera que alguien le proporcione
provisiones en préstamo ni siquiera por piedad. Ella cree que este es el fin
para ella y su hijo. Podemos decir que Elías llego justo a Tiempo, SI,
porque ella está resignada a morir de hambre. Y a pesar de su situación
en este dialogo con Elías, la viuda no se queja a Dios por su situación.

TERCER ACONTECIMIENTO: AMBOS FUERON PROBADOS DURANTE


EL TIEMPO DE SEQUIA

La sequía era en toda la tierra y fue para todos. Cuando Dios determinó
enviar un juicio contra aquella región, los creyentes fieles no fueron
excluidos de esa prueba. Cuando pensamos en un juicio de Dios,
inmediatamente creemos que nosotros no vamos a pasar esas pruebas
porque somos el pueblo elegido por Dios, podemos ver que la pandemia
del corona virus no solo es para los injustos sino también para los justos.

Muchas veces la expectativa que tenemos, choca con la realidad que


vivimos. Debemos confiar que aunque la sequía nos toque a nosotros, así
también Dios nos ha prometido sostenernos, cuidarnos y protegernos, El
enviara las ayudas necesarias, para que podamos pasar los tiempos de
crisis, como lo ha hecho y lo está haciendo en estos momentos.

Debemos entender que la sequía es para todos, pero la fidelidad de Dios


es para nosotros los hijos de Dios.

CUARTO ACONTECIMIENTO: LOGRAR QUE LA VIUDA CREA EN


DIOS Y OBEDEZCA

1 Reyes 17:13-16 “Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has
dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo
de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. 14 Porque
Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni
el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover
sobre la faz de la tierra”

¿Por qué diría eso Elías? Porque él sabía que Dios no iba a abandonar a
esta mujer y su hijo. Él sabía que mientras ella obedeciera a Dios y
bendijera a otros a través de lo poco que tenía, ella misma sería
bendecida. Cuanto más daba de lo poco que había, Dios aumentaba aún
más lo que tenía.

Observemos a la viuda de Sarepta. Porque cree que Dios escogió a esta


mujer: viuda, pobre, pecadora, pagana, sin trabajo y sin esperanzas. Sin
embargo Dios la eligió a ella.
Nosotros siempre miramos lo externo, pero Dios estaba mirando el
corazón de esa mujer, y la mujer de Sarepta, tenía todos los defectos que
te puedes imaginar, pero ella tenía una sola virtud que quizás muchos de
nosotros no tenemos, ella tenía la capacidad de obedecer a un dios que
no era su dios y la capacidad de creer en un Dios todo poderoso. Y
nosotros siendo hijos de Dios muchas veces no creemos peor
obedecemos.
Podemos decir entonces que “la obediencia es una tierra fértil para
alcanzar las bendiciones”.

QUINTO ACONTECIMIENTO: LA RECOMPENSA A SU OBEDIENCIA

1 Reyes 17:15-16 “Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió
él, y ella, y su casa, muchos días. 16 Y la harina de la tinaja no escaseó,
ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había
dicho por Elías”.

El relato, nos cuenta que Elías hizo dos cosas a favor de esta mujer.
Primero, oro por provisión, para que la harina y el aceite nunca se
terminaran, y segundo, intercedió delante de Dios a favor de su hijo
muerto. 1 Reyes 17:17-23

Dios hace maravillas en medio de la escasez y la necesidad

Ahora se nos habla aquí de su casa. En otras versiones dice: "y su


familia". Es probable que aparte de su hijo haya otros familiares cercanos
que aparecen cuando se enteran de que ella tiene comida. Cuando el
creyente es obediente al Señor, no solamente tiene bendiciones para sí
mismo, sino para las personas a su alrededor.

En la lógica del reino de Dios, es más bienaventurado dar que recibir.


Fíjese que en el texto de 1 Reyes, el relato sugiere que la viuda alimenta
a Elías.

Las bendiciones del Señor son tan abundantes que siempre multiplican
nuestros escasos. El apóstol Pablo expresa en Fil 4:19 "Mi Dios, pues,
suplirá toda necesidad vuestra, conforme a sus riquezas en gloria en
Cristo Jesús".

Yo quiero decirles en esta mañana, que si ustedes tienen la fe para


creerle a Dios, tienen la fe para obedecerle y tiene fe para esperar en
Dios, porque esta mujer viuda no solo creyó, sino que obedeció y espero
en Dios, entonces nosotros seremos bendecidos y al ser cada uno de
nosotros bendecidos, nuestra iglesia y nuestra ciudad también serán
bendecidos. Porque Dios no miente, porque lo que él dice, se cumple, así
que el asunto no está, en si Dios se acuerda o no de nosotros, Dios está
pendiente de ustedes, los ángeles allá en el cielo solo esperan recibir la
orden para que abran las ventanas del cielo, y derramen abundantes
bendiciones sobre nuestras vidas, pero la orden solo vendrá cuando Dios
diga, allá en la Iglesia Centro Cristiano de Milagro, allá en la ciudad de
Milagro hay personas que tienen un corazón obediente.

CONCLUSION
Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que
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la palabra de Jehová es verdad en tu boca.

La sequía duró tres años y medio, y en la casa de la viuda, Elías estuvo


dos años aprox. Cada mañana cuando ella llegaba a la cocina, allí estaba
el aceite y la harina, allí estaba Dios cuidando de su siervo Elías, y
también cuidando de la viuda y de su hijo.

No importa si hay sequía, si la economía mundial se balancea de un lado


a otro, miremos a Cristo, nuestro proveedor, él es quien nos sustenta,
caminemos en su palabra, en sus principios, pero hay una condición
dale a Dios el lugar que le corresponde, y él actuará a tu favor, como lo
hizo con Elías y la viuda de sarepta de Sidón.

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