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Bástate mi gracia.

Al parecer Pablo está hablando de un método que Dios usó para impedir que se
volviera soberbio. Hace tiempo escuche un dicho que dice que los tres problemas de
los siervos de Dios son:
La lana.
La dama, y
La fama.

Creo que el tema aquí, es la fama, o soberbia.

7. Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me


fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para
que no me enaltezca sobremanera; 8 respecto a lo cual tres veces he rogado al
Señor, que lo quite de mí. 9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se
perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis
debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10 Por lo cual, por amor
a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones,
en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. RVA 60.

1. «Me fue dado, dice (v. 7b), una espina hincada en mi cuerpo, un emisario de
Satanás, para que me atormente» (NVI).

Se han dado muchas interpretaciones de esta «espina», de las que mencionaremos


las tres principales:
A. Algunos autores, sobre todo antiguos, pensaban que el apóstol se refería a
tentaciones de la concupiscencia, las cuales le molestaban incluso físicamente.
Los Reformadores se opusieron enérgicamente a esta opinión, ya que, aparte de ser
algo común, decía poco a favor del elevado estado espiritual del apóstol.

B. Hay quienes piensan que se refiere a las constantes persecuciones que Pablo
sufría, sobre todo, de parte de los judíos.
Se hace una especie de vinculación de la fraseología de Pablo aquí y, sobre todo, lo
del «aguijón en la carne» con los aguijones y espinas de que se habla en Números
33:55. Piensan que el versículo 9 corrobora esta interpretación.

C. Mi opinión (David Almanza), que sustento con Hechos 9:18, Gálatas 4:15 y 6:11,
es que se trata de una enfermedad corporal, probablemente de los ojos, como
consecuencia del deslumbramiento sufrido en el camino de Damasco.

DAVID ALMANZA 1
Creo que es la interpretación que mejor encaja con la petición que hace Pablo al
Señor.

En cuanto a lo de “el mnsajero de Satanás” (Job 2:5, Lucas 13:16):

1. El apóstol oró insistentemente al Señor (8) para que quitase de él el aguijón.


Esto pudiera ser que Pablo lo consideraba como obstáculo a la eficacia de sus
labores apostólicas.

2. Pero el Señor, a pesar de la insistencia con que se lo pidió, no le quitó la espina,


sino que le dijo (9): «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la
debilidad». NTV.
Creo que Dios usó a Pablo para darnos a todos los ministros de Dios, una enseñanza
ya que, es un gran consuelo saber que la gracia poderosa del Señor puede
contrarrestar todas nuestras debilidades físicas; es también muy conveniente para
que los oyentes no se dejen llevar por la oratoria y la apariencia exterior del
predicador, sino por la eficacia de la Palabra de Dios mediante el poder del Espíritu.

3. 9b-10: Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de
Cristo pueda actuar a través de mí. 10 Es por esto que me deleito en mis debilidades,
y en los insultos, en privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo.
Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte. (NTV).

Aquí no se habla de debilidades pecaminosas, sino de debilidades físicas o incluso,


emocionales, como Moisés cuando dice que es tartamudo, que en realidad lo que le
preocupaba era cómo le iba a ir en Egipto; o Jeremías que se considera niño para
hablar de parte de Dios; o los apóstoles que eran hombres “del vulgo”, etcétera.

Cuando estamos más incapacitados para servir, adorar y predicar a Dios, entonces es
cuando es cuando la fuerza de Dios, no nuestra, interviene, para investirnos de su
gracia.

David Almanza.

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