Está en la página 1de 5

UNIVERSIDAD INDOAMÉRICA

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y DE LA SALUD

CARRERA DE PSICOLOGÍA

CÁTEDRA DE PSICOTERAPIA DE INTERGRACIÓN

Integrantes: Ximena Cedeño, Antonella Yerovi, Priscila Matheus

Ensayo sobre la desensibilización sistemático

Introducción

La desensibilización sistemática es una técnica dirigida a reducir las respuestas


de ansiedad y las conductas motoras de evitación ante determinados estímulos. Se trata
de una de las técnicas pioneras en modificación de conducta, propuesta por Wolpe en
los años cincuenta. El supuesto de este procedimiento es que existen determinados
estímulos que generan, de forma automática, respuestas de ansiedad en la persona, y
pretende que esos mismos estímulos provoquen, también de manera automática,
respuestas incompatibles con la ansiedad. De esta forma se impide el desarrollo de la
ansiedad y la puesta en marcha de la evitación. (Oviedo, 2014)

Desarrollo

La desensibilización sistémica surge a partir, Según Koenig (2005) de la primera


pregunta que suele plantearse un investigador a la hora de evaluar un tratamiento, qué
es: ¿este tratamiento es eficaz? La evidencia respecto de la eficacia de un tratamiento
suele provenir de dos fuentes: las historias de casos proporcionadas por los terapeutas
que lo utilizan y las investigaciones experimentales que siguen la estrategia denominada
por Koenig (2005) ((paquete de tratamiento)), que suele consistir en la comparación de
los resultados obtenidos en dos grupos, a uno de los cuales se aplica el tratamiento
considerado como un todo y al otro no. Al igual que otros tratamientos, la
desensibilización sistemática tuvo su apoyo inicial en las historias de casos aportadas
por sus promotores y primeros practicantes (Wolpe, 1958). Sin embargo, por las
insuficientes metodologías que presentan -falta de una medición objetiva de la mejoría,
imposibilidad de determinar los factores que la producen-, las historias de casos no
pueden tomarse nunca como prueba definitiva de la eficacia del tratamiento.

En este sentido, Labrador (2008) menciona que Wolpe basándose en los trabajos
de Watson y Rayner en 1958 llevó a cabo una serie de investigaciones sobre neurosis
inducida en gatos. Siguiendo los mismos principios Wolpe utilizó con éxito, la ingestión
de comida (como respuesta antagónica de la ansiedad) mientras acercaba
progresivamente al gato a los estímulos temidos. Al momento de trasladar el
procedimiento a los seres humanos, Wolpe se encontró con dos problemas: por un lado,
la elección de la respuesta antagónica con la ansiedad y, por otro, los problemas
prácticos que suponía pedir a las personas con fobias que se expusieras directamente a
los estímulos temidos. Para resolver el primer problema, Wolpe, inspirándose en los
trabajos de Jacobson en 1938 sobre la relajación muscular, optó por la aplicación de esta
como respuesta fisiológicamente incompatible con la ansiedad. Para afrontar el segundo
problema, optó por presentar a los pacientes los estímulos ansiógenos en imaginación,
quedando así definido el procedimiento estándar de aplicación de la técnica, cuyos
componentes básicos son la utilización de la relajación como respuesta incompatible
con la ansiedad y la exposición graduada (en imaginación) al estímulo provocador del
miedo (Labrador 2008).

De modo que la desensibilización sistémica (DS) tal y como fue propuesta y


desarrollada por Wolpe está basada en los principios del condicionamiento clásico, de
tal forma que la intensidad de una respuesta condicionada como la ansiedad podía ser
reducida estableciendo una respuesta incompatible con la misma, frente al estímulo
condicionado por ejemplo una serpiente; es decir, la presentación de un estímulo
ansiogénico (EC) cuando no puede producirse la respuesta de ansiedad (RC) facilitaría
la ruptura de la asociación estímulo-ansiedad (Ángeles, Díaz & Villalobos, 2012). Lo
anterior nos hace referencia a la forma de revertir el condicionamiento clásico y fue
denominada contra-condicionamiento por inhibición recíproca. Este concepto de
inhibición recíproca procedía del concepto fisiológico de Sherrington propuesto en
1961, donde establecía que no pueden darse simultáneamente dos estados fisiológicos
incompatibles: relajación y ansiedad (Ángeles et al., 2012).

Por tanto, La idea básica de la Desensibilización Sistemática consiste en enseñar


al paciente a relajar los músculos voluntarios durante una confrontación imaginaria con
el estímulo del miedo (Wolitzky-Taylor, Horowitz, Powers & Telch, 2010). El
tratamiento consta de tres componentes distintos: a) entrenamiento en la relajación
progresiva de la musculatura; b) construcción de una jerarquía de miedos; y c) la
desensibilización propiamente dicha que consistirá en repetidas presentaciones
imaginarias del estímulo de miedo de forma gradual mientras el paciente se encuentra
en una relajación muscular progresiva (Wolitzky-Taylor et al., 2010).

Comentario personal

La desensibilización sistemática es muy útil en el tratamiento de los miedos


fóbicos, sin embargo, resulta contraproducente en ciertos Trastornos de Ansiedad como
la agorafobia, el TOC y la fobia social, ya que los miedos son excesivos y están
sustentados en las creencias del individuo que lo padece; por otra parte, considero que
animar al paciente a afrontar una terapia eficaz y efectiva pero muy aversiva en los
primeros momentos, se logra a través de un buen entrenamiento en relajación y
capacidad imaginativa, lo cual es indispensable para que funcione la técnica.

Conclusiones

 La Desensibilización Sistemática es una técnica eficaz para la reducción de respuestas


condicionadas de ansiedad que ofrece ciertas ventajas respecto de otros procedimientos.
A pesar de las críticas que ha recibido, indican la Desensibilización Sistemática ha sido
mejor recibida que otras técnicas de exposición para la extinción de fobias
condicionadas y ansiedades inadaptadas.
 La desensibilización sistemática proporciona nueva información sobre una situación,
objeto o emoción temidos, información que se procesa en las áreas cognitivas,
fisiológica y conductual y sirve para inhibir la experiencia de la ansiedad y de la
evitación
Bibliografía

Oviedo Neria M. (2014). Desesibilización sistemática y su aplicación para


reducir la ansiedad.  Profesor Investigador de la Universidad Autónoma del Estado de
Hidalgo.

Ángeles, Ma.; Díaz, M. & Villalobos, A. (2012). Desensibilización Sistemática y


Técnicas de Relajación. En Ángeles, Ma.; Díaz, M. & Villalobos, A. (Ed.), Manual de
Técnicas de Intervención Cognitivo Conductuales (pp. 239-273). Bilbao: Desclée De
Brouwer.

García., Burgos, Ma., Paz, J., Santa Cruz, J., Echeverría, A y Muñoz, F. (2011).
Estudio controlado de utilidad de la intervención grupal mediante técnicas de relajación
en la reducción de la ansiedad. Medicina de Familia Andalucía, 12, (2), 19-24.

Labrador, F. (2008) Técnicas de modificación de conducta. Recuperado de:


https://mmhaler.files.wordpress.com/2012/08/labrador-tc3a9cnicas-de-modificacion-de-
conducta.pdf

Ward, C.M., Brinkman, T., Slifer, K.J. y Paranjape, S.M. (2010). Using
behavioral interventions to assit with routine procedures in children with cystic fibrosis.
Journal of Cystic Fibrosis, 9, 150-153.

Wolitzky-Taylor, K., Horowitz, J., Powers, M., y Telch, M. (2010). Estrategias


psicológicas en el tratamiento de fobias específicas: Un metanálisis. Revista de
Toxicomanías, (61), 3-7.

Wolpe, J. (1978). Psicoterapia por inhibición recíproca. Bilbao, España: Desclée


de Brouwer (Original 1958).

Labrador, F. J. y Crespo M. (2008). Desensibilización sistemática. En F. J.


Labrador (Coord.), Técnicas de modificación de conducta (pp. 243-259). Madrid,
España: Pirámide.
Koenig, K. P. y Henriksen, K. (2005). Cognitive manipulation of GSR
extinction: analogues for conditioning therapies. Integrative Physiological & Behavioral
Science, 40(3), 129-135.

También podría gustarte