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“Año del diálogo y la reconciliación nacional”

CIENCIAS DE LA SALUD
ESPECIALIDAD DE PSICOLOGÍA

ABUSO SEXUAL EN NIÑOS,


NIÑAS Y ADOLESCENTES

DOCENTE : MG. FLOR POMA SANTIVAÑEZ

CATEDRA : METODOLOGÍA DEL ESTUDIO UNIVERSITARIO

INTEGRANTES : TINEO RUA JUDITH


BALDEÓN MANDUJANO YULIZA
YALICO MENDOZA NELY

CICLO :I

HAUNCAYO - 2018
A nuestras madres con mucho amor y cariño

le dedicamos todo nuestro esfuerzo y trabajo

puesto para la realización de esta monografía.

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INDICE

INTRODUCCIÓN..............................................................................................................................5

ABUSO SEXCUAL EN NIÑOS, NIÑAS YADOLESCENTES....................................................................6

DEFINICIONES.................................................................................................................................6

Comité de Derechos del niño.........................................................................................................6

El Consejo de Europa......................................................................................................................6

Concepto generalizado...................................................................................................................7

EL ABUSADOR.................................................................................................................................7

Características generales................................................................................................................7

Tipos...............................................................................................................................................8

FASES DEL ABUSO SEXUAL.............................................................................................................9

TIPOLOGÍA DE ACTOS ABUSIVOS..................................................................................................10

LOS ABUSOS SEXUALES EN EL ÁMBITO DOMÉSTICO....................................................................11

CONSECUENCIAS DE LOS ABUSOS SEXUALES A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES........................12

Los indicios de posibles abusos....................................................................................................12

Las consecuencias de los abusos..................................................................................................13

Efectos a corto plazo....................................................................................................................14

Efectos a largo plazo....................................................................................................................15

La amnesia como consecuencia del abuso...................................................................................16

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TRATAMIENTO DE VÍCTIMAS Y AGRESORES.................................................................................18

Las víctimas..................................................................................................................................18

Los agresores................................................................................................................................20

PEDERASTIA E INTERNET..............................................................................................................22

Medidas de control del abuso sexual infantil por Internet...........................................................23

CONCLUSIÓN................................................................................................................................25

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS......................................................................................................26

ANEXOS........................................................................................................................................27

2
INTRODUCCIÓN

El abuso sexual en niños, niñas y adolescentes es una de las formas más graves

de violencia contra la infancia y conlleva efectos devastadores en la vida de los

niños y las niñas que lo sufren. Sin embargo, estas prácticas, que se han

presentado siempre en la historia de la humanidad, sólo han empezado a

considerarse como un problema que transgrede las normas sociales cuando por

un lado se ha reconocido su impacto y las consecuencias negativas que tienen en

la vida y el desarrollo de los niños o niñas víctimas y por otro lado se ha

reconocido al niño como sujeto de derechos.

El abuso sexual infantil implica la transgresión de los límites íntimos y personales

del niño o la niña. Supone la imposición de comportamientos de contenido sexual

por parte de una persona (un adulto u otro menor de edad) hacia un niño o una

niña, realizado en un contexto de desigualdad o asimetría de poder, habitualmente

a través del engaño, la fuerza, la men0074ira o la manipulación.

El abuso sexual infantil puede incluir contacto sexual, aunque también actividades

sin contacto directo como el exhibicionismo, la exposición de niños o niñas a

material pornográfico, el grooming o la utilización o manipulación de niños o niñas

para la producción de material visual de contenido sexual.

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ABUSO SEXCUAL EN NIÑOS, NIÑAS YADOLESCENTES

DEFINICIONES

En la conceptualización del abuso y la explotación sexual infantil se encuentran

diversas definiciones de tipo psicológico, jurídico, médico y social que ponen el

énfasis en diferentes aspectos de esta realidad, por ejemplo:

Comité de Derechos del niño

EDUCANDO CON AMOR. Revista de Educación Inicial N° 02-12-1994:

“Constituye abuso sexual toda actividad sexual impuesta por un adulto a un niño

contra la que este tiene derecho a la protección del derecho penal. También se

consideran abuso las actividades sexuales impuestas por un niño a otro si el

primero es considerablemente mayor que la víctima o utiliza la fuerza, amenazas y

otros medios de presión. Las actividades sexuales entre niños no se consideran

abuso sexual cuando los niños superan el límite de edad establecido por el Estado

parte para las relaciones consentidas”

El Consejo de Europa

Realizar actividades sexuales con un niño que de conformidad con las

disposiciones aplicables del derecho nacional, no haya alcanzado la edad legal

2
para realizar dichas actividades a) recurriendo a la coacción, la fuerza o la

amenaza; b) abusando de una posición reconocida de confianza, autoridad o

influencia sobre el niño, incluso en el seno de la familia; y/o c) abusando de una

situación de especial vulnerabilidad del niño, en particular debido a una

discapacidad psíquica o mental o una situación de dependencia.

Concepto generalizado

De manera genérica, se considera abuso sexual infantil a toda conducta en la que

un menor es utilizado1 como objeto sexual por parte de otra persona con la que

mantiene una relación de desigualdad, ya sea en cuanto a la edad, la madurez o

el poder. Se trata de un problema universal que está presente, de una u otra

manera, en todas las culturas y sociedades y que constituye un complejo

fenómeno resultante de una combinación de factores individuales, familiares y

sociales. Supone una interferencia en el desarrollo evolutivo del niño y puede dejar

unas secuelas que no siempre remiten con el paso del tiempo.

EL ABUSADOR

Características generales

Los abusadores sexuales de menores son, mayoritariamente, hombres

(aproximadamente, un 87 %, y de más edad que los agresores de mujeres

2
adultas, respecto de los que desempeñan profesiones más cualificadas y

mantienen trabajos más estables) casados y familiares o allegados del menor, por

lo que tienen una relación previa de confianza con este (solo entre el 15 y el 35 %

de los agresores sexuales son completos desconocidos para el menor); cometen

el abuso en la etapa media de su vida (entre los 30 y los 50 años), aunque la

mitad de ellos manifestaron conductas tendentes al abuso cuando tenían menos

de 16 años (recuérdese que entre un 20 y un 30 % de las agresiones sexuales a

menores son cometidas por otros menores). Las mujeres abusadoras suelen ser

mujeres maduras que cometen el abuso sobre adolescentes.

Tipos

Se pueden distinguir dos grandes tipos de abusadores: los primarios y los

secundarios o situacionales.

 Los primarios muestran una inclinación sexual casi exclusiva por los niños y

su conducta compulsiva es independiente de su situación personal. Se

trata, clínicamente, de «pedófilos» en un sentido estricto del término, que

presentan unas distorsiones cognitivas específicas: consideran su conducta

sexual como apropiada (no se siente culpables ni avergonzados), planifican

sus acciones, pueden llegar a atribuir su conducta a un efecto de la

seducción por parte del menor o pueden justificarla como un modo de

educación sexual para este.

2
 En cuanto a los secundarios o situacionales, estos se caracterizan por que

su conducta viene inducida por una situación de soledad o estrés: el abuso

suele ser un medio de compensar la baja autoestima o de liberarse de

cierta hostilidad. No son estrictamente pedófilos, en tanto que su inclinación

natural es hacia los adultos, con los que mantienen normalmente relaciones

problemáticas (impotencia ocasional, tensión de pareja...); solo recurren

excepcionalmente a los niños y lo hacen de forma compulsiva, percibiendo

su conducta como anómala y sintiendo posteriormente culpa y vergüenza.

FASES DEL ABUSO SEXUAL

El abuso sexual de un menor es un proceso que consta generalmente de varias

etapas o fases:

 Fase de seducción: el futuro abusador manipula la dependencia y la

confianza del menor, y prepara el lugar y momento del abuso. Es en esta

etapa donde se incita la participación del niño o adolescente por medio de

regalos o juegos.

 Fase de interacción sexual abusiva: es un proceso gradual y progresivo,

que puede incluir comportamientos exhibicionistas, voyeurismo, caricias

con intenciones eróticas, masturbación, etc. En este momento ya se puede

hablar de «abusos sexuales».

2
 Instauración del secreto: el abusador, generalmente por medio de

amenazas, impone el silencio en el menor, a quien no le queda más

remedio que adaptarse.

 Fase de divulgación: esta fase puede o no llegar (muchos abusos quedan

por siempre en el silencio por cuestiones sociales), y, en el caso del

incesto, implica una quiebra en el sistema familiar, hasta ese momento en

equilibrio. Puede ser accidental o premeditada, esta última a causa del

dolor causado a los niños pequeños o cuando llega la adolescencia del

abusado.

 Fase represiva: generalmente, después de la divulgación, en el caso del

incesto la familia busca desesperadamente un reequilibrio para mantener a

cualquier precio la cohesión familiar, por lo que tiende a negar, a restarle

importancia o a justificar el abuso, en un intento por seguir como si nada

hubiese sucedido.

TIPOLOGÍA DE ACTOS ABUSIVOS

Dentro de los abusos sexuales, es importante distinguir aquellos que van

acompañados de violencia de aquellos que no.

La violencia puede provocar dolor físico y, por tanto, determinar las reacciones de

rechazo, miedo o de terror. Las segundas pueden ser de distinto tipo, hasta el

2
punto de que algunos niños ni se percatan de que un adulto los ha tocado o

tratado de manera impropia.

LOS ABUSOS SEXUALES EN EL ÁMBITO DOMÉSTICO

El abuso sexual de menores en el ámbito familiar es una realidad compleja en la

que los factores que pueden configurar un contexto favorable a los mismos son

variados y diversos. En principio, el factor crítico no es tanto la consanguinidad

entre los participantes, sino el papel parental que desempeña el adulto respecto

del menor. Los casos más frecuentes (70-80 %) entre los denunciados son los de

padrastro-hija y padre-hija. La edad media del menor está entre los 6 años y los

12, y la relación se remonta a un tiempo bastante anterior a su descubrimiento con

una duración de unos dos años. Si la familia cuenta con más de un hijo, es normal

que los abusos afecten también a más de uno de ellos.

A menudo (cerca del 50 % de los casos), además del abuso sexual hay también

abuso físico (maltrato) y negligencia respecto del menor. En muchos casos, pero

no siempre, se encuentran historias de incesto en la anamnesis de uno o ambos

padres, que han crecido en ambientes degradados o faltos de afecto. En muchas

situaciones se ha verificado la presencia de un padre alcohólico o de una

patología psiquiátrica en uno o ambos padres.

2
CONSECUENCIAS DE LOS ABUSOS SEXUALES A NIÑAS, NIÑOS Y

ADOLESCENTES

Las consecuencias del abuso sexual a corto plazo son, en general, devastadoras

para el funcionamiento psicológico de la víctima, sobre todo cuando el agresor es

un miembro de la misma familia. Las consecuencias a largo plazo son más

inciertas, si bien hay una cierta correlación entre el abuso sexual sufrido en la

infancia y la aparición de alteraciones emocionales o de comportamientos

sexuales inadaptativos en la vida adulta. No deja de ser significativo que un 25 %

de los niños abusados sexualmente se conviertan ellos mismos en abusadores

cuando llegan a ser adultos.

Los indicios de posibles abusos

Existen dos grandes tipos de indicios que pueden sugerir la existencia de abusos

sexuales sobre un menor: los problemas conductuales y las dificultades

emocionales.

En el primer tipo se incluyen, entre otros, problemas como el fracaso escolar, la

negativa a hablar o a interrelacionarse afectivamente con los demás, la tendencia

a la mentira, la promiscuidad y excesiva reactividad sexual, los ataques de ira, las

conductas autolesivas, la tendencia a la fuga y el vagabundeo, etc.

2
En el segundo tipo se encuentran dificultades como la depresión, la ansiedad, la

baja autoestima, los sentimientos de impotencia, la dificultad para confiar en los

demás, determinados síntomas psicosomáticos (dolores en diversas partes del

cuerpo, por ejemplo), trastornos del sueño o, por el contrario, deseo constante de

refugiarse en él, etc.

Las consecuencias de los abusos

Una gran cantidad de estudios indican que la mayoría de las víctimas infantiles de

abusos sexuales sufren daños como consecuencia de los mismos tienen

dificultades para sentirse personas y para crecer con autonomía. Los excesos de

estimulación debidos a manipulaciones brutales y a emociones perturbadoras o

frustrantes los dejan en un estado sensorial confuso y evanescente: entienden que

son prisioneros de la voluntad ajena, se sienten amenazados pero no pueden

responder o sustraerse a ella. Todas las referencias sensoriales, afectivas y

representativas se confunden cuando un niño es víctima de un abuso sensorial o

afectivo que no puede integrar. Cuando un adulto abusa de la propia fuerza y del

propio poder, el niño no puede oponerse en un plano de igualdad: no posee el

lenguaje, aún no es autónomo, su vida depende de los mayores. Sirviéndose del

niño como objeto sexual, asustándolo y sobreexcitándolo cuando aún no es libre

de elegir o sustraerse, cuando aún no está en condiciones de simbolizar las

experiencias a nivel cognitivo, de expresarlas en palabras y de valorarlas por lo

que son, el que abusa de él, con sus intervenciones irrespetuosas en relación con

los ritmos de crecimiento y las exigencias del pequeño, puede interrumpir su

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proceso de humanización, «petrificarlo», con consecuencias cuyos efectos pueden

hacerse sentir a muchos años de distancia.

Efectos a corto plazo

Entre el 70 y el 80 % de las víctimas quedan emocionalmente alteradas después

de la agresión (efectos a corto plazo). Las niñas suelen presentar reacciones

ansioso-depresivas (muy graves en los casos de las adolescentes) y los niños

problemas de fracaso escolar y de socialización, siendo más proclives a presentar

alteraciones de la conducta en forma de agresiones sexuales y conductas de tipo

violento.

Desde un punto de vista más teórico, el «modelo del trastorno de estrés

postraumático» considera que los efectos son los propios de cualquier «trauma»:

pensamientos intrusivos, rechazo de estímulos relacionados con la agresión,

alteraciones del sueño, irritabilidad, dificultades de concentración, miedo,

ansiedad, depresión, sentimientos de culpabilidad, etc. (efectos que pueden

materializarse físicamente en síntomas como dolor de estómago, de cabeza,

pesadillas...).

Por su parte, otro modelo teórico, el traumatogénico, centra su atención en cuatro

variables como causas principales del trauma:

 sexualización traumática: el abuso sexual es una interferencia en el

desarrollo sexual normal del niño, por cuanto aprende una vivencia de la

2
sexualidad deformada (especialmente, cuando la agresión se ha producido

en el hogar);

 pérdida de confianza: no solo con el agresor sino con el resto de personas

cercanas que no fueron capaces de impedir los abusos;

 indefensión: el haber sufrido los abusos lleva a la víctima a considerarse

incapaz de defenderse ante los avatares de la vida en general, provocando

en él actitudes pasivas y de retraimiento;

 estigmatización: sentimientos de culpa, vergüenza, etcétera, que minan su

autoestima.

Efectos a largo plazo

A largo plazo, aunque los efectos son comparativamente menos frecuentes que a

corto plazo, el trauma no solo no se resuelve sino que suele transitar de una

sintomatología a otra. Con todo, no es posible señalar un síndrome característico

de la adultos que fueron objeto de abusos sexuales en la infancia o adolescencia.

Existen numerosos condicionantes de la pervivencia de efectos a largo plazo,

como puede ser, entre otros, la existencia en el momento de los abusos de otro

tipo de problemas en la vida del niño (maltratos, divorcio de los padres, etc.) e,

incluso, en muchos casos los efectos aparecen provocados por circunstancias

negativas en la vida adulta (problemas de pareja, en el trabajo, etc.).

2
Los fenómenos más regulares son las alteraciones en el ámbito sexual, como

inhibición erótica, disfunciones sexuales y menor capacidad de disfrute, depresión,

falta de control sobre la ira, hipervigilancia en el caso de tener hijos o adopción de

conductas de abuso o de consentimiento del mismo, y síntomas característicos de

cualquier trastorno de estrés postraumático.

La amnesia como consecuencia del abuso

Un informe de 1994 de la American Psychological Association (Asociación

Psicológica Estadounidense) estableció cuatro ideas básicas en relación al asunto

de los recuerdos diferidos de abusos en los niños:

 la mayoría de las personas que sufrieron abusos sexuales en la infancia

recuerdan todo o parte de lo ocurrido;

 una agresión sexual que se llegase a olvidar durante mucho tiempo puede

recordarse (se desconoce el cómo);

 son posibles los pseudorrecuerdos de hechos no ocurrido (se desconoce el

cómo);

 existe un conocimiento insuficiente de los procesos que llevan a un

recuerdo exacto o inexacto del abuso sexual en la infancia.

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Con todo, el fenómeno del olvido de las agresiones sexuales está muy extendido y

bien documentado, aunque no se comprenden con exactitud sus causas y

mecanismos. Por otro lado, también existen una teoría que sostiene que existen

"Falsos recuerdos"o recuerdos fabricados (sobre todo, en presencia de un

individuo persuasivo en posición de autoridad: terapeuta, progenitor, etc.); muchas

víctimas expresan, de hecho, grandes dudas acerca de la realidad de sus propios

recuerdos de la agresión, independientemente de la frecuencia de sus recuerdos.

Esta teoría, sostenida por unas pocas personas, no aparece en el DSM-V ni en el

CIE-10 y es rechazada por la comunidad académica.

En este sentido, se cree que las dudas acerca de los hechos están directamente

vinculadas a la naturaleza del abuso; esto es, el hecho de que en la infancia las

personas tiendan a subordinar nuestras percepciones de la realidad a las de un

tercero implica para el caso de las agresiones sexuales que luego haya una serie

de consecuencias distorsionadoras en la capacidad de conocimiento de la realidad

para el adulto que las ha sufrido.

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TRATAMIENTO DE VÍCTIMAS Y AGRESORES

Las víctimas

El principal problema que hay con los abusos sexuales a menores es que, tanto si

se trata de un simple acoso como si hay penetración, no suele dejar pruebas física

duraderas en los niños. Por otro lado, ni el agredido ni los agresores, unos por la

edad y otros por su problema, suelen ser capaces de explicar con precisión lo que

ha ocurrido. Además, la confirmación de los hechos es complicada porque no

suele haber más testigos oculares que la víctima y el agresor, el cual suele negar

la acusación.

La valoración psicológica de un caso de abusos se aborda, fundamentalmente, a

través de la entrevista psicológica al menor y la observación. Básicamente, son

dos los tipos de entrevistas que se programan con la víctima: por un lado, aquellas

que están encaminadas a investigar lo que ha ocurrido, y por otro las que están

orientadas a la intervención sobre el niño como víctima del abuso.

La consecuencia inmediata que se extrae de los primeros contactos con la víctima

es si la intervención terapéutica es necesaria o conveniente, pues no todos los

menores víctimas de abusos presentan síntomas psicopatológicos que obligan a

un tratamiento. Normalmente, determinadas características individuales del menor

y de su contexto sociofamiliar pueden ser suficientes como para proteger al menor

del impacto negativo del abuso.

2
La fase terapéutica aborda la situación en que ha quedado el niño tras el abuso y

pone en práctica determinadas técnicas para que pueda superar el trauma y evite

recaídas en la edad adulta. Entre las técnicas que se pueden utilizar están:

 el desahogo emocional del menor, con el objeto de romper el secreto y el

correspondiente sentimiento de aislamiento, que en ocasiones puede llevar

a que el niño cree sus propios y errados mecanismos de defensa;

 la revaluación cognitiva, con el objeto de evitar la disociación o la negación

de la experiencia, de forma que el niño reconozca que sus sentimientos son

legítimos y normales tras una experiencia como la que ha vivido;

 técnicas que permitan cambiar las alteraciones cognitivas, afectivas,

sexuales y conductuales (habilidades sociales y asertividad; entrenamiento

en relajación y control de la ira; autoexploración...).

 terapias basada en el «juego dramático» (para crear con la imaginación

situaciones y personajes que permitan al menor regresar al hecho

perturbador pero desde una posición analítica, externa y controladora); los

cuentos infantiles (para explicar y analizar los hechos metafóricamente); el

dibujo (con una función diagnóstica y terapéutica, a la vez).

2
Los agresores

El abusador de niños es una persona razonablemente integrada en la sociedad,

en cualquier caso siempre mucho más que un violador. Suelen carecer de historial

delictivo. En consecuencia, su actitud habitual ante el problema es negarlo o

minimizarlo, con el objeto de no ser identificado como tal por la sociedad, en la

que el abuso sexual a menores genera un gran rechazo y es objeto de sanciones

penales.

El pederasta puede aprender a controlar su conducta, pero no la inclinación

pedófila, la cual es causa de sufrimiento en una parte de los pederastas

(conscientes de su proclividad a los abusos sexuales) pero no en todos. Por lo

demás, no todos los pederastas son pedófilos, pues en muchos casos solo están

usando a los niños como sustitutos de adultos a los que no pueden acceder para

mantener relaciones sexuales con ellos.

Se han señalado cuatro categorías principales de negación por parte de los

abusadores sexuales, las cuales implican sendos tipos de dificultades a la hora del

tratamiento.

 negación de los hechos: se trata de la categoría que implica la forma más

difícil de tratar y superar el problema;

2
 negación de conciencia: el abusador echa la culpa a distintos aspectos no

controlables por él, como el alcohol, impulsos irrefrenables, etc.

 negación de responsabilidades: el abusador atribuye la culpa a la víctima;

 negación del impacto: el agresor acepta su responsabilidad, pero minimiza

sus consecuencias.

El tratamiento psicológico para los abusadores que aceptan someterse al mismo, y

para el que deben haberse resuelto previamente esas formas de negación, es muy

parecido al utilizado para adicciones como el alcohol se suele centrar en las

siguientes líneas de actuación:

 la prevención de nuevos episodios de abuso;

 la modificación de las ideas distorsionadas en relación con el abuso sexual;

 la supresión o reducción de los impulsos sexuales inadecuados;

 el aumento de la excitación heterosexual adecuada y de las habilidades

sociales requeridas;

 el entrenamiento en autocontrol y solución de problemas;

 mejora de la autoestima;

 las estrategias de prevención de recaídas.

2
PEDERASTIA E INTERNET

Los pederastas suelen intercambiar información sobre cómo engañar a los padres

de un niño, cómo intercambiar pornografía de manera privada y cómo evitar ser

descubiertos. Los foros en los que operan son cada vez más cerrados. Los que

tienen conocimientos sobre seguridad en Internet los comparten con los demás,

de modo que cada vez son más difíciles de localizar, si bien los métodos de la

policía son, también, cada vez más sofisticados.

Las imágenes que se suelen ver por Internet proceden de lo que la policía llama

«intercambio altruista». Normalmente no son colocadas por organizaciones, sino

por los propios pederastas, que muchas veces las obtienen de su entorno familiar

(hijos, sobrinos, hijos de vecinos).

Los policías expertos en Internet han explicado en reiteradas ocasiones que los

pedófilos se infiltran a menudo en chats de adolescentes, haciéndose pasar por

personas de su misma edad y consiguiendo en algunos casos que lleguen a

desnudarse frente a la webcam. También intentan obtener sus teléfonos para

tratar de lograr un contacto real. Lo más usual es que el pedófilo ingrese en un

chat, se registre con un apodo y abra una sala de usuario en la que, en apenas

media hora, puede intercambiar decenas de fotos y vídeos. Luego la sala

desaparece.

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De acuerdo con diversos informes policiales, los pederastas empiezan con

imágenes más suaves y van derivando hacia imágenes cada vez más duras y con

víctimas más jóvenes, lo que les lleva a desear un contacto real que, en muchos

casos, se acaba satisfaciendo en el denominado «turismo sexual».

Medidas de control del abuso sexual infantil por Internet

En junio de 2008, tres grandes proveedores de Internet en Estados Unidos,

Verizon, Sprint y Time Warner Cable, llegaron a un acuerdo para bloquear los

boletines on line y páginas web a través de las que se distribuyen imágenes de

pornografía infantil. Por su parte, Microsoft desarrolló un sofisticado programa para

rastrear pederastas en la Red, que fue puesto en práctica por la policía de Toronto

(Canadá).

En Reino Unido, la policía creó un portal trampa sobre pedofilia con la intención de

cazar a los que busquen este tipo de contenidos en Internet. La página ofrecía

indicios de contenido ilegal y luego almacenaba los datos de las personas que

intentaban acceder a contenidos más escabrosos. En China, con más de 90

millones de usuarios de Internet, cerca del 50 % de los cuales son menores de 24

años, se ha llegado a restringir el uso de contraseñas para luchar contra las

páginas de contenido pedófilo.

2
En España, en febrero de 2005, Terra, MSN-Microsoft, Yahoo y Wanadoo se

unieron en un proyecto para defender los derechos de los menores en la red, en

colaboración con el Defensor del menor de la Comunidad de Madrid y varias

asociaciones de protección de la infancia. Los proveedores de servicios y

contenidos de Internet se comprometieron a retirar las páginas, foros y

comunidades virtuales en las que se haga apología de la pedofilia y el delito

sexual, o se incite a la anorexia y la bulimia.

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CONCLUSIÓN

 Debemos enseñar a los niños y niñas que su cuerpo es privado y debe

quererlo y cuidarlo y que nadie puede imponerles acciones que no deseen

hacer.

 Es necesario hablar con precisión sobre lo que es abuso sexual. Hay

padres o madres que piensan que hablar sobre este tema puede desatar

temores en sus hijos o impedir un sano desarrollo sexual, al contrario hablar

sobre el tema facilita que no sea víctimas de abuso.

 La difícil situación económica por la que atraviesa el país conduce que los

padres, por satisfacer necesidades de trabajo y sobrevivencia, abandonen

con frecuencia sus menores hijos, situación en que muchos casos es

aprovechada por los agresores que ingresan al domicilio de las víctimas a

consumar delitos.

 La prevención contra agresiones sexuales no sólo es responsabilidad de las

personas involucradas, de los padres y maestros, sino de toda la sociedad

civil organizada y hay que llegar a ella con información adecuada y bien

documentada que permita su participación orientadora y por lo tanto hay

que desarrollar acciones de difusión orientadas en lenguajes apropiados y

sencillos para cada sector social.

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REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS

1.- EDUCANDO CON AMOR. Revista de Educación Inicial N° 02-12-1994.

2. GALDOS SILVA, Susana: “Mi Cuerpo es mi Territorio”. Pautas de Prevención

hacia las niñas y los niños. Movimiento Manuela Ramos, Lima 1996

3.- RODRIGUEZ DE LA CRUZ, Luis. “Abuso Sexual Infantil” UNE “Enrrique

Guzman y Valle” Facultad de Humanidades. Lima Perú 1996.

4.- YAÑEZ DE LA BORDA, Gina: “Huellas de la Impunidad” Movimiento Manuela

Ramos, 1996

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ANEXOS

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