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Reflexiones sobre el evangelio de Juan 6

capítulo 6, versículos del 29 al 35.

¨Jesús les dijo: -la única obra que Dios quiere que hagan es que crean en quien él ha
enviado.
-si quieres que creamos en ti- le respondieron- muéstranos una señal milagrosa. ¿Qué
puedes hacer? Después de todo ¡nuestros antepasados comieron Maná mientras
andaban por el desierto¡ Las escrituras dicen: ¨Moisés les dio de comer pan del cielo¨
Jesús le respondió: -les digo la verdad, no fue Moisés quién les dio el pan del cielo, fue
mi Padre. Y ahora él les ofrece el verdadero pan del cielo, Pues el verdadero pan de
Dios es el que desciende del cielo y da vida al mundo.
-Señor -le dijeron- danos ese pan todos los días¨

Quienes están pidiendo al Señor Jesús que les muestre señales son los mismos
que en versículos anteriores fueron alimentados de una manera milagrosa.

Y son esos participantes, beneficiarios y testigos directos del milagro quienes, al


volver a encontrarse con el Señor Jesús, le están pidiendo que les muestre
señales milagrosas. La multiplicación de los panes y los peces no es suficiente.

Ellos están buscando a ese Mesías que traiga un orden jurídico, social y político
en Israel. Que restablezca el esplendor de otras épocas, que los haga un pueblo
superior a los otros pueblos, más importante, más próspero, más poderoso.

Están tan enceguecidos con la fama, el reconocimiento y la solución de todas


sus necesidades materiales que no han entendido el mensaje de fe que
representa Jesucristo.
Hoy en día cuántos aún seguimos buscando al Dios de los milagros
espectaculares, al Jesucristo que supla necesidades de alimento, de vestido, de
bebida, de posición social, y olvidamos al verdadero Pan de Vida que Cristo nos
mostró: La total confianza en el Padre que nos habilita para ir mucho más allá
de las cosas materiales.

El pan de vida que, por fe, incluye y dignifica a la mujer samaritana, que obra
milagros en los ciegos solo para que puedan ver, sino para que crean en aquel
que Dios envío y que es su reflejo en la tierra.

El Pan de Vida camina a nuestro lado, es solidario con quienes, por su condición
socio-económica son menospreciados y explotados. El Pan de Vida que, al
compartir la mesa con el recaudador de impuestos, al caminar con pecadores y
leprosos muestra su amor por todos.

Creer en quien Dios ha enviado es allanar el camino para que los niños lleguen
a él. Es disponer nuestro corazón para hacerlo como el de un niño que mira a su
padre y a su madre como sus héroes, dignos de toda su confianza, por lo que
puede vivir tranquilo, seguro de que ellos suplen todas sus carencias, están
atentos a todas sus necesidades y le brindan amor, seguridad y gozo.

El pan de vida que Jesucristo nos ofrece va mucho más allá de unas necesidades
egoístas. El Pan De Vida que es Cristo es el alimento que da la vida por los demás,
El Pan de Vida que se mueve entre la gente y por medio de esa solidaridad se
manifiesta.
Hoy mi oración es para que cada día vayamos a la mesa y nos alimentemos de
ese Pan De Vida eterna que es Cristo, autor y consumador de la fe en el Dios de
Amor.

Que se manifiesta en su pueblo cuando es solidario con los débiles, los


perseguidos, los emigrantes, los necesitados, las viudas, los huérfanos, etc.

Dios paciente y bondadoso, que no se envanece de su dignidad

Que invita a conocerlo, pero no lo impone.

Que no se enoja para castigar, pero se encarga de transformar a su creación


para bien.

Que no se alegra de la injusticia, sino que se goza en la verdad.

Oro hoy para que nuestra fe esté puesta en el Dios que no se da por vencido,
que jamás deja de creer en sus hijos, que siempre los espera con los brazos
abiertos y que nunca cambia porque él es el Amor que fue, es y será para
siempre.

Dios les continúe bendiciendo.

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