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Material complementario.
Tema 4.2: Sistemas sensoriales especiales.
Título: Origen y desarrollo embrionario de los órganos de la visión y la audición
Sumario: Desarrollo embrionario del órgano de la visión.
Elementos que participan en su formación. Vesícula y cúpula óptica.
Evolución del ectodermo superficial y del mesénquima cefálica.
Desarrollo embrionario del órgano de la audición.
Oído interno, oído medio y oído externo. Componentes.
Origen embriológico y estructuras que se forman.
Defectos congénitos de los órganos de la visión y audición.
Objetivos.
Describir desde la concepción científica del mundo las características
morfofuncionales de los órganos sensoriales especiales de la visión y la audición,
enfatizando en su origen, desarrollo, estructuras embrionarias que participan en su
formación, los derivados de las mismas y sus alteraciones, así como las medidas
de prevención y promoción, haciendo uso de la bibliografía básica y
complementaria en función de la formación del médico general.
El desarrollo temprano del ojo aparece en el embrión de 22 días como resultado
de una serie de signos inductivos o cadena de inductores a partir de 4 orígenes:
• Neuroectodermo del Prosencéfalo.
• Ectodermo superficial de la región cefálica.
• Mesodermo entre ambos.
• Células de las crestas Neurales.
Oído Interno
La primera manifestación del desarrollo del oído comienza en los inicios de la
tercera semana del desarrollo en forma de unos engrosamientos del ectodermo
superficial a cada lado del Rombencéfalo. Estos engrosamientos denominados
placodas óticas o auditivas, se invaginan rápidamente y forman las vesículas
óticas o auditivas (otocistos) que se separa del ectodermo y se dispone cerca de
la pared del Rombencéfalo.
Un pequeño grupo de células de la vesícula ótica se desprenden uniéndose a
células provenientes de las crestas neurales y forman el ganglio estatoacústico.
Posteriormente en la quinta semana del desarrollo cada vesícula se divide en dos
porciones:
a) una porción ventral que da origen al sáculo, al caracol y al órgano de Corti
(órgano espiral o coclear formado por la membrana tectoria y las células sensitivas
del sistema auditivo, el cual recibe los impulsos, los transmite al ganglio espiral y
luego al SNC por fibras del VIII par craneal).
b) una porción dorsal que forma el utrículo, los conductos semicirculares y el
conducto endolinfático.
Todas estas estructuras que derivan de la vesícula auditiva forman el laberinto
membranoso, rodeado por el mesénquima que se diferencia primeramente en
cartílago, luego se reabsorbe y forma los espacios perilinfático alrededor del
laberinto membranoso.
El resto del cartílago se osifica y origina el laberinto óseo, donde queda incluido
el laberinto membranoso, separados ambos por el espacio perilinfático.
En las paredes de los utrículos y el sáculo aparecen áreas sensitivas llamadas
manchas acústicas donde están los receptores del equilibrio, los cuales si se
afectan pueden provocarle al paciente vértigo ,por lo que ante esta situación se
debe estudiar primeramente este órgano .
El oído interno tiene origen ectodérmico y mesodérmico
Oído Medio
Debemos recordar, que, en la formación de esta parte del oído, tiene gran
importancia los arcos faríngeos ó branquiales, los cuales comienzan a
desarrollarse en la cuarta semana, cuando las células de las crestas neurales
migran hacia las futuras regiones de la cabeza y el cuello.
Cada arco faríngeo está formado por un núcleo central de tejido mesénquimatico,
por su lado externo (hendiduras faríngeas) está cubierto por ectodermo
superficial y revestido en su interior (bolsas faríngeas) por un epitelio de origen
endodérmico. Cada arco posee sus propios componentes musculares,arterial y
nervioso.
Por lo que, podemos resumir, que los arcos faríngeos tienen un origen
mesodérmico, las hendiduras branquiales tienen un origen ectodérmico y las
bolsas faríngeas un origen ectodérmico.
La primera bolsa faríngea que se origina de la hoja germinativa endodérmica,
crece rápidamente en dirección lateral y en su porción distal llamada receso
tubotimpánico se ensancha y forma la caja del tímpano o cavidad timpánica y la
porción proximal permanece estrecha formando la trompa de Eustaquio,
faringotimpanica o tuba auditiva.
Esta última comunica la cavidad timpánica con la nasofaringe.
De la hoja germinativa Mesodérmica se forma la cadena de huesecillos que está
formada por el martillo, el yunque (i arco faríngeo ó branquial) y el estribo (II arco
faríngeo ó branquial).
El oído medio tiene origen endodérmico y mesodérmico
Oído Externo
El conducto auditivo externo se desarrolla a partir de la porción dorsal de la
primera hendidura faríngea la cual se origina de la hoja germinativa Ectodérmica:
El pabellón de la oreja se desarrolla a partir de seis proliferaciones
mesenquimáticas (Mesodérmica) situadas en los extremos dorsales del primero y
del segundo arcos faríngeos y rodeando la primera hendidura faríngea.
Estas prominencias auriculares tres a cada lado del conducto auditivo externo se
fusionan y se convierten en la oreja definitiva.
Las orejas en una etapa inicial están situadas en la región inferior del cuello, pero
al desarrollarse el maxilar inferior ascienden hasta situarse a los lados de la
cabeza, a nivel de los ojos, cuando no ocurre este ascenso aparece una alteración
de la morfología llamada implantación baja de las orejas
Membrana timpánica o tímpano: Está formada por tres capas en las cuales
participan las tres hojas germinativas.
Capa Externa: Proveniente del revestimiento epitelial ectodérmico del
conducto auditivo externo. (Ectodérmico)
Capa Intermedia: Una capa intermedia de tejido conectivo. (Mesodérmico)
Capa Interna: Proveniente del revestimiento epitelial endodérmico de la
cavidad timpánica. (Endodérmico)
El oído externo tiene origen endodérmico, ectodérmico y mesodérmico.
Malformaciones congénitas del oído.
Sordera congénita: Se acompaña por lo general de mudez, puede ser causada por
desarrollo anormal del laberinto membranoso y el óseo, así como por
malformaciones de los huesecillos del oído y el tímpano. La mayor parte de esta
anomalía se debe a factores genéticos, aunque pueden ser ocasionadas por
factores ambientales, por ejemplo, una infección causada por el virus la rubéola
entre la sétima y octava semana del desarrollo, otras infecciones como la
poliomielitis, la toxoplasmosis, enfermedades de la madre como la diabetes, el
hipotiroidismo.
Fositas y apéndices preauriculares: Son acrocordones y depresiones poco
profundas, respectivamente, que se observan por delante de la oreja.
Las fositas representan el desarrollo anormal de los promontorios preauriculares o
prominencias auriculares y los apéndices pueden deberse a la presencia de
apéndices accesorios o prominencias supernumerarias.
Disostosis mandibulofacial (Síndrome de Treacher Collins): Es atribuida a
inhibición del primer arco faríngeo. Y con frecuencia autosómico dominante.
Incluye fisuras palpebrales, hipoplasia mandibular y cigomática, defectos del
meato acústico externo, orejas malformadas y sorderas conductivas.
Otosclerosis: Es un trastorno hereditario, autosómico dominante de la pared ósea
del laberinto. El estribo queda fijado por tejido fibroso u óseo, lo que provoca
interferencia en la conducción de las vibraciones sonoras a los elementos
neurosensoriales, y que provoca la pérdida progresiva de la audición.
Synotus: Consiste en la fusión de los oídos que se sitúan cerca de la línea medio
ventral y se asocia con agnatia o falta de desarrollo de la mandíbula.
Microtia: Presencia de orejas pequeñas, pero bien formadas.
Anotia: Ausencia total del pabellón auricular.
Agenesia del conducto auditivo externo: Ausencia del conducto auditivo externo
Defectos del oído externo: Este defecto es común, comprende anomalías
menores y graves y lo más importante es el trauma psicológico y emocional que
pueden ocasionar, además de estar relacionados con otras anomalías.
Implantación baja de las orejas (lo vimos anteriormente).
Conclusiones
1)En la formación del órgano de la visión participan el neuroectodermo del
Prosencéfalo, el ectodermo superficial, el mesénquima cefálica y las células de las
crestas neurales.
2) En la formación del órgano de la audición participan las tres hojas germinativas