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Presentacion RI
lo que tros rodea con sorpresa y cu-
Desde tiempos remotos, ¡os seres hurnanos nos hemos vuelto hacia
de proporcionarnos los recufsos ne-
riosidad. [.a naturaleza' el cielo y laS estreilas, los ctros...' aclenlás
cesar¡osparal:supervivencia,conlplacernosconsubellezayofrecorcolnpañíayafecto,l¡alls¡do
resultado fuente
t"-Uien árig"n dé t,enibles amenazas, de sorpresa y misterio. Por ello, el entorno ha
de inspiración y estímulo, a la vez que causa de inquietud'
y hasta el miedo nos han llevado a pre-
La admiració¡r, pe6r tamb¡én la incornprensión, la ignoiarrcia
t¡ene lo que nos roclea?, ¿de §óndeprocede
luhtarno§: ¿cJal es erorigen de-todo esto?, ¿qué senticlo
cómo tenemos que reiacioilan¡os coñ ellÓs?, ¿qJé hPmos
el orden cj¿l-up¡verso?, ¿quiénes son los otros, r-)i
dehaceryqué'podemosesperaf?,¿esposiblelajustic¡aenestemun(lo?.¿debemoscreereftlaex¡S. l-Jl!
es[uerzos se verán
tencia de otio?, ¿cómo podemos reiponder a todas estas preguntas?' ¿nueslrob
recompensados?-...Muchasdeestaspreguntas,dehecholantayoría,noscontinúanirrquietando.Han
los misterios del Universo,
cambiado las condiciones soc¡ales y políticas, hemos desvelado muchos de
han canrbiado las modas,
he¡nos inventaco artefactos que, aparentemente, nos ttacetr la vida lnás fác¡1,
losgustos,losinteresesylas¡nquietudes...Pero,apesardeior'lo,estaspreguntasnossi(iuenest¡mu-
lando y, de momento, no parece que vayan a deiar de hacerlo'
que hall seguido estas cuestiones: ras-
una Histor¡a de la Filosofía debe exploraf el origen y la evolución
problenlas' ia aparlc¡ón de nuevas perspec-
trear los camb¡os de planteamienlo, la reforr¡ulación de los
tiVaS y, en def¡nitiva, las diferentes respuestas a Una
problelnátiCa que se mant¡ene eserlc¡almenie pare.
y comprender el sentido de las pregun-
cida. Esta tarea nos ayudará a entender nuestra cosmovisión a
tasquenoshacemosydelasrespuestasquedamos.Enelfondo,nosserviráparaconocernosmeior.
YesquelaHistor¡adelaF¡losofíaqueaquínosproponemosnopretendeserunaarqueología,sinoun dl
rastfo que ha dejado en noso-
enr¡quecimiento de nuestro presente, al hacer explícito y consciente el
tros el p¿rsado.
lndice
Bloque I ffi-
IT Filosofía antigu
1 Los albores de! pen'samiento o
2 El ldealismo platónico 28
J El Realismo aristotélico 54
4 El pensamiento helenístico 7B
:l)-
L)f
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;it'
Bloqt-re illffim Filosofía modern
a[t 8. El Racionalismo 182
9. El Empirismo 206
10. La llustración 230,
11 . El criticismo kantiano 2it2
ls- 12. El ldealismo !'ománt¡co 274
¡c
re-
ior.
Filósofía contemporán
.
Bloc¡ue I
io-
13. El Positivismo, el Utilitarismo y el Maxismo 292
14. El Vitalismo 318
les
'15. El Psicoanálisis y el Existencialismo 340
?n- 16. La preocupación analitica por el lenguaje 366
tt- La Filosofía de la ciencia .388-
*)
Bloque tpt,,osofía ant¡ gua-- I
__-..-._1_
gOOa'C' SOOa'C' TAOa'C, ÑOa'C' fiOa.C.
4AAOa.C.30OOa.C. frOOa'C. IOOOa'C'
. crec¡a clá
. Grecia Arcaica (Boo-6oc a. c.) 'Gr€ciá clásica
. sumer (3700-2too a. c.) . Babiton¡a (2100-600 a. c.) 'filü:rff::E, . P()hs: Atenas. Esrrat1a, Milet(t
(600'323 a C')
liralriü en Alenas
'Gilgamesh' . Entrada de pueblos ¡ndoeuropeos en (561-526 a. C') . nebe¡^ór
reY de uruk Grecia (aqueos...)
. Espata: L¡ga del {¡99 a. !.).
-.. ¡as gue-ls
fi*
1 ' Eg¡Pto (3200-350 a. C ) Pcloporreso
(ssl) a. C.) . Guerreu (:c
. Sequnda
cc Lo§ dorios incendian t'licena§ (l 150
. lleÍormas de sas (4:lA{¡ i
o colonización y ,tBO/ ) ?
F . Creta a. C.). I'os micénbos em¡gral a Anatol¡a: (750 a. C.) Clislenes
a Civ. cicládica en
Primsa colon¡zacid Eieg6
(510 a. c.) . Muere\¡.
I
.,,'r . Civ. micén¡ca (1600- l'l50 a- C.) lvlicerÉs, P¡los' Argos"' . Der¡locracia
n¡ense:
ate_
isorrorrá
bierna. .ie:
l,lB6 fl. c.)
I'á,,i . Ci.,
. c¡v. rnino¡ca en Creta(2500-1450
heládica 'Destrucción volcán¡ca
a. C.)
del rnundo ¡n¡no¡co (1500 a C')
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. Persas {547-333 a.
¿Et pensli
nidad? SiJq í
.l Los albores del pensam¡ento nos rode.., d
Unidad rece que{.t
aproxima, se
rniento C^\'r
Uirirjad 2 El ldealismo Platónico lenidos que
bién recñt¡
lilósofos de r
Unidad 3 El Realismo aristotélico mano er.1 ,,
¡rara enk;¡4le
ira lonIlí. ! l
Unioad 4 El pensam¡ento helenístico y los rnoflql,"r
anái¡sis, 1.. iil
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teniCos cÉ\c
4
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5AOa.C. 4OOa.C. 3OOa.C. 2OOa.C. lOA a. C. td.C. lNd.C. 2(n d. C.
Cl laa . Grécia clásica (600-323 a. C.) . Victoria do
13 §-¿.) . Guenas enlre Alenas y samotra¿ia . Adriano
Esparta (395-371 a. C.) (190a-C) eslablece
. Per¡cles peÍñane- las IÉnteras
. Rebel¡ón jónica . Guenas del Peloponeso ce en el podel rcmanas
: l-ili. {iel (499 a C.). ln¡c¡o de (431-404 a. C.) . La parte eúropea del lm- (462 a. C.) hasta
las gueras médicas per¡o (el re¡no de Macedo-
en Brilan¡a v a
':.) .
su muérle !o laroo del h¡n
. Gueras greco-per- Los macedon¡os donr¡nan n¡a y Grecia) se conv¡erte (429 a.c-) y et Dlanr.¡bio
sas (490 a. C.
Grecia: batalla de Oueronee en pr,rv¡ncia rcmana
(338 a. C.) (148 a. C.)
. perictes introduce il 17r138 d. C-)
§ y 4$l4l9 a. C.l
refomas demo-
. . Reinado de /rleiandro de . Una parte asiál¡ca del lm-
Muére Darío y go-- - cráticas
biérna .leries Macedonia (336-323 a. C.) per¡o (reino de Pérgamo),
(186 a. C-) . provi¡c¡a lomana
Muerlé de Aleiandro y Ces-
W
(133 a. C.)
composición del lmperio
i:-ii13¡( (323 a. C.) . La otra parte as¡át¡ca (S¡ria y Fen¡cia),
prov¡nc¡a romana (64 a. C.)
i.d;a:
. Co.,stíucció¡ Cel partc-ón . Alejandria: Fr¡ndac¡ón del ¡ruseo y .lncend¡o de la Bibilioteca . Marco Aurel¡o
(447-{32 a. C.) la B¡bl¡oteca (290 a. c.) de Alejandría (48 a. C.)
(r21-180 d. C.)
. Jenolonte: 4rábasr§, ltelénicas . C¡ce¡.ón
. Sóíoclcs: Arlli?oaa (4.12 a. C.) 1106-43 a. C.)
/425 a. (.i ) . Séneca
Y Ld\a, ¡eY ' Polibio
. Er,ripides: Medeá (491 a. C-) (200,120 a. C.) (4-6s d. c.)
' . Prdxiteles (-a92-330 a. C.) . plauto (25S_lB4 a C.) . Ep¡cteto
. tloláooras l4¿0 4lC a. C.)
. D¿mbcr¡ro (-16(i.370 a (:.) i. i' .,lnicio de iá iradur:c¡ón de ¡a (s0-138 d. c.)
. Socrates (470-399 a_ C.) Bib¿,a (Ant¡guo Testarnento)
(5s0',180 . Ftatón $ZA/421-g4t a. C.\ al grjego (250 a. C.)
. Fur¡dac¡ón de b Acaclem¡a (387 a. C.) . Sexto Empírico
i;:\-,0-1 . tuistóteles (384-322 a. d (?-200 d. c.)
C.) \ . Claudio Ptoloméo
Ep¡crtreísrno (138-180 d. C.):
Escrrclahedonisla Esto¡c¡smo Nmagesto
{525-456
Escuelámegárica Escepticismo
Escuela cinica Hetenismo cientítico
. Galénc (130-200 d- C.)
¿El pensamiento fiiosófico t¡ene fecha de origen o, por el contrar¡o, es tan antiguo como la huma-
nidad? s¡ la filosofía consiste en una forma de pensar y acercarse, r¿vonada y crÍticamente, a lo que
nos rodea, debe de ser algo consustanc¡al a todas las culturas y civ¡l¡zaciones. sin embargo, pa-
rece que en Grecia, hacia el siglo Vl a. c., se produ.io un camb¡o tan sign¡ficat¡vo en la foima de
aproximarse a la naturaleza y exolicarla, qr-re muchos historiadores lo han identificado con el naci-
míento de la f¡losofía en occidente. Esta cuestión, que en absoluto est á zanjada, es uno de los con-
tenidos que se abordarán en este primer bloque: ¿cómo surge el pensamiento filosófico? Tam-
bién reconstnliremos la formulación de algLrnas de las cuestiones filosóf¡cas que interesaron a los
E
tilósofos de esta época y que aún siguen vigentes: el origen del universo, la situación del ser hu-
mano en el mundo, el bien, la vioa buena o la felicidad, la sociedad y su organización... Además,
para entender el desanollo de la f¡losofía posterio¡ incluso para comprender nuestro mundo y
nues-
tra forma de pensarlo, será conveniente analizar el contraste entre las concepciones orefilosóficas
y los modelos f¡losóficos de cornprensión de la realidad. Este recorrido se efectuará a través
del
análisis, la interpretación y el conrentario de textos; de manera que no sólo se adquieran estDs con-
lenidos conceptuales, sinr: que, además, se logre Lln auténtico cliálogo con el pasado.
5
Y/
Filosofía antigua:
Los albores del Pensamiento I
.']
Esquema
§/
1. Albores en Mesopotamia y Oriente
1 .1 . Reítexión sobre la condición huna¡u
1 .2. Primer ¡ntento de ordenaciÓn soctal
1.3. Et nacim¡entc de grandesteligiones.
7
IIII lll I
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Cnosos xV a. C.).
dcl
L lnvitación a la unidad- L
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Las Musas hebÍart enseñado a Orleo a creal seducto-
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Urrr, l.rrl 1
Oabl¡lla X, columna 3) Dos mil años antes del «paso del mito al /ogos", paso que marca el
nacimiento otic¡al de la filosofía, se escribió, en Mesopotalnia, el Poe- 4. Cr¡.¡l
ma de Gilgatnesh.
jur llo
El poema tiene una doble relevancia. Por un lado, inicia la l¡teratura
conocida de la hurnanirlad: las tabl¡llas conservadas son los frag- loú s¡
mentos de escritura --escritura cune¡fonne- rnás antiguos del mun-
do. Por otro lado, es una ¡r'olunda y sabia, antigua y actual, reflexión
sobre quá sonros y cómo tenemos que v¡v¡r los humanos. 8. Si ase
¡9, Ull uslro
l. El poema ¡ncluye una reflex¡ón
badolrdc
sobre Ia cor'Jición humana. una Gilgamesh fue rey rJe la ciuclad sulneria de Uruk, en Mesopotamia,
leodr- r:g
determinad¡ v¡s¡ó¡ del hombre. hacia el 2600 a. C. El poema, dividido en once tabl¡llas, es una ide- valoc si r,e
Atlora ¡nt,:nta s¡nletizar esta con- alización de este personaje. Lás se¡s primeras tablillas narran la bús- tituir ast,
cepciór 'iir'r olv¡dar lo que se dice queda de la gloria por parte de Gilgamesh y su am¡go Enkidu; pero, t¡ene con (l
en los dos f¿,gmentos.
una vez ha obtenido gloria y farna, Enkidu t¡uere.
2. Los humanos hemos elaborado 128. S u¡¡ s
multitud de ideales de vida: unas En las cinco tabl¡llas restantes, Gilgai,resh llora a su am¡go' ya no
personas se afi¡¡an a mov¡m¡en- busca la efímera gloria s¡no la inmortal¡dad. Sin embargo, la bús- mu,or r ,r, es
tos pacifistas; otras, como algu- Stnr
queda de una vida inmortal también se manif¡esta insensata: el hom- 120.
nos jóvenes Palest¡nos, aceptan dida e¡...¿m
morir atentando con cargas ex- bre no puede huir de la muerte.
r& atar\s !
plos¡vas atadas a su cueIpo. Pre-
Uno de los momentos nrás brillantes del poema se encuentra en la §elÉ. -rs(
senta lres ideales de vida Y ar- 3 SU CSi:OS3
gumenta cuál es el ntás valioso. tablilla X, donde se explica que la tabernera Siduri, que acoge a i¡ién l\¡n
3. El poen¡a es una ¡dealización de
Gilgamesh en su búsqueda de la inmortalidad, quiere convencerlo 130. S¡ un ul
un pe6.tlaje histórico. Piensa; de lo absurdo de sus ansias y, como alternativa, Ie propoáe su filo- ¡pron',]ü
. sofía de v¡da: v¡ve el momento presente. conoc:do v¡
LQoé sigr\ilica ¡deal¡zan lac¡sJ.t sr
. ¿Qué o a q ién tene¡nos ac- Al final del poema, Gilgameslt, desengañado, relluncia a sus sueños y krh¡r. ¡¡¡ f
tualm?nte idealizado? h n{Jerre{
de inmortalidad y acepta la real¡dad de la muerte. Serenamente, mues- ¡
. ¿Es necesario tener enlidades tra la ún¡ca cosa de la que está orgulloso: la sólida muralla de Uruk, 106. S¡¡s
(cosas o personas) ideal¡zadas? a olro soño¡.
la muralla que protege stl ciudad.
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l.h rtlit, I 1
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2.1. los minoicos
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)
2.2. Losmicénicos
A partir del 2000 a. C. grandes masas de [,rvAsróN AoUEA
I ¡ndoeuropeos, princ¡palmente las tribus (S. XV a. c.)
de los aqueos, ¡nvad¡eron Grecia. As¡- CFEfA
rvp.!."-i . t
El m¡to es un relato metnorable y tradicional
que expl¡ca la actuación
y
ejemplar de unos personajes extraord¡narios (dioses héloes)
tLmpo prestigioso y leiano. Así pues, se trata de una narración
en un
que
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12
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Dec¡dme, ioh [¡ur3s de las estan' no), para que la cubriera totalmen-
S
c¡as delOlimpo!, cuál de los dioses te, y siempre fuera segura Para los
fue el primero. Anterior a todas la§ d¡vinos y dichosos dioses.
cosas fue Caos, Y después Gea (la Después h¡zo las grandes Monta-
T¡erra), de ancho pecho, mansión ñas [...]. Más tarde Gea, uniéndose
perenne y sólida de los lnmortales
amcrosamente con el C¡elo Estre-
que habitan la cima del ventoso
llado, engenclró al Océano, de Pro-
Olimpo, y eltenebroso Tártaro, en-
1l fundos remol¡nos [...]. Posterior-
clavado en las profundidades de la
mente nac¡ó el astuto Cronos, que
ampl¡a tierra. Y Eros, el más her-
fue el más terr¡ble de los h¡jos del
moso de enlre los dioses inmorta-
les, que libera de todas las preocu-
Cielo (Urano) y qtÉ od¡ó desde un
paciones y domestica, (le todos los princ¡pio a su prdíf¡co padro [...].
dioses y de todos los hombres, la La NJche d¡o a luz a la od¡osa Thá-
mente y la prudente volunlad. nalos (Mlrerte) y al Deslino. También
t-
Y de Caos n3ciero,n Ércbe it¡n¡eblas) dio a luz a Hipnos (Sueno) y a la mu¡-
y la negra Noche; y de la Noche, titud de llusiones o Fantasías, sin
'I al unirse amorosamente con Erelle, que esta diosa, la tenebrosa Noche,
nacieron Éter y el f)ía, Gea engen- se acostar¿l co¡ na(lie; y, posterior-
dró primero al C¡elo Eslrellado (Ura- nrente, a la dolorosa Aflicción [...]. .,!
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t,l llesiodo r¡os explica ei nacimiento de! cosmos y de los dioses: Cro-
:)- nos, el l¡empo, era hijo de Urano, el c¡elo estrellado, y de Gea, la Tie-
rra. Cronos cdió tanto a su padre que acabó luchando con él y des-
trcnándolo del Olinrpo. Seguidamente, se casó con Rea, su herma-
na. Cuando Rea !e puso a su piimer hiio en los hrazos, temió que su
dcscendencia rep¡tiera lo que él hizo con su padre y, para evitarlo,
alcvoró a su primer hijo. Los temores aparecieron de rtuevo con el se-
gunCo hijo y, suces¡vamente, fue devorando a todos sus lliios.
Fanes-Eros.
Rea, atormentada, urdió un engaño para conservar a escondidas un
.a
h¡jo: cr¡ando Zeus nac¡ó, lo llevó a la isla de Creta y entregó a Cro-
ní: nos una piedra envuelta en pañales, p¡edra que fue tJevorada por el
,nv dios. Posteriormente, Zeus, ya adulto, hizo lo que era inevitable: se
LáI
enfrentó a su padre, lo deslronó e hizo que vomitara a todos sus her-
UE
manos devorados.
:ta 7. ¿Cuál de las s¡gu¡entes interpretac¡ones del mito de Cronos (o Saturno) te parece mejor
y por qué?
. Los padrcs no quieren que sus hiios se hagan mayores y los tratan siemprc como s¡ lueran pequeños.
. Es ine\titable un conll¡cto entre padres e hi¡os; es el confl¡cto generac¡onal.
. Et t¡empo lo devoa todo: ncsotros somos sus h¡ios y nos devoratá.
on 8. piensa acerca de los m¡tos. Sólo una de las expresiones de cada pareja se aiusta al conocim¡ento q(le actualmenle
tenemos de tos mitos antiguos. Espec¡fica cuál es la expresión corecta y aporla una razón que lo fundamente.
iue . Los personaies m¡totóg¡cos son s,iTbolos de etementos como la Tterra, el c¡elo, elt¡empo.-. De esta forma, los mi-
tos ¡n¡c¡an en le histo a del pensamiento una elevac¡ón hacía lo conceptual. / Los relatos m¡tológ¡cc§ sólo son
)n- historias d^,etlidas y soerendentes para paiar el rato.
S§, . El mito es una teoda h¡slóñca que expone y expl¡ca diversos modelos de v¡da del pasado. I El m¡to es un relato que
nos muestÍa actúaciones eiemplares-
. En el pensarn¡ento ¡nitico, et pesarlo o momento or¡g¡nal se expl¡ca rec,uniendo a lo que actualmente obsevamos
les, y sabemos. I En el pensamiento mít¡co, la exper¡encia y las v¡vencias col¡d¡anas se expl¡can recuniendo a una si-
r-l: ¡
tuación remola u oiginal.
rir::-
13 I
I Jn rr l¡,.1 1
¿,O,rarl¡
l¡¡ilt
3.1. Primera cuna: la escuela
Ademé
de Mileto ca )n
griego' ocupaba
En el siglo Vl a. C', la Hélade, o mundo hereda
Asia
[u*u pl,t" ¿u lu. costas clel Meditenáneo' Jon¡a' ense ha- deo
,no de sus centros más activos' Aquí
frrf"not,
"ra (huyendo de la arra-
bían establecido los antiguos aqueos
y
fr¡i""nu") uqui había escr¡to Hornero sus obras Esla 32,
"uJu
será la primera cuna de la fllosofía' ranP¡é
que con Tales' astr9nol:to y mlte-
Es una convención histórica decir Pil..Jor
l-e¡"o á" U griega de Mileto' se inicia la filosofía' El y sus.d¡s- m?.11t,
"oronia v A-naxinrenes' empezaron a buestionarse el va-
;;;J;;;"drJ arbi- Pitáqo
Iolá" iát mít¡cas: las consideraban explicac¡ones
"rpli"u"iones buscaban ló: bl'
9. El pr¡ncip¡o tád<hé) es la realidad tiarias y eltos, los primeros que filosofaron' "i'l':-i::: litiqqs r
bás¡ca, la fuente de todo, aque- lógica; así pues, fueron los primeros en protagonrzar
llo que está en todo. En las si- "o^ ""á""iouo responder a las pre- nlt.. _.e
;i;r";;;i mitoil togos' Y es que i¡rtentaron de h(cir
ou¡entes exPre§iones también la
üü" sin recunir a las Musas' buscando en
áparece este concepto Busca nlli"" y procu- lanr., a
un s¡nónimo Para oada caso Y nrooia naturaleza las causas necesar¡as de los fenómenos
'"quietában
rac¡o- relriQft
di cuáles crees que son lgs más ;il;;"it;; rna lev a partir de la cual se pudiera explicar
la realidad' biér¡ la
cercanos al sent¡do del térm¡no nalmente, y no de forma arbitraria'
según los nl¡lesios. Lo,,;cr
Así, pensaban que baio el mr'rncJo
observacional de los selltidos' baio
. Este inclividuo no t¡ene Prin' rial4fl .
naturales' ex¡ste una Íealidad
c¡P¡os. el mundo cambiante de las apariencias o fü, rna
. Eslamos al Pinc¡P¡o de cur' ti¡a y Oásica, un sustralo, un
principio' una naturaleza'
af¡¡\í1;
so. todo es el agua; lrabía€ons-
. Según Tales, el principio del que suri¡e reducirs
Agua, üeÍa, a¡rc Y fuego son
cuatro PrinciP¡os. i"*áJo qu" el agua o la humedad es fuente
de vida' Para A¡ax¡-
lo it¡deter-
en as
,rnár",'"n era algo lnás abstracto' elapeiron o dos los
. M¡ madre d¡ce que lo Pinc¡' "rrLio, era una detcrminac¡ón' Para Anaxínre- do'nd
Pal es que con¡a. -inooo; el agua de Talesprimera e|a el aire; algo palec¡co al al¡ento'
10. Consulta un libro de Fisica; ,"t, J"t"uá h matcria óstas, ¿
14
T
{1
Además. podemos decir que los griegos tenían una actitud de críti-
ca constante, como si cada generación tuviera que criticar la vis¡ón
heredada y ofrecer una explicación racional alternativa; es decir, un
deseo de mejora permanente.
15
C
&
lllrirl,,, l 1
En c¡ert
3.3. El cambio: Heráclito versus nef'^er
Parménides cos no
o rln
pensam¡ento' con frecuenc¡a se han senüdo
A lo largo de toda la historia del
;;Jo;o* ;""cepciones del mundo modelos antagón¡cas y enÍrenladas: por r¿
dominantes de re- razooaf
.i, i*"ituoleÁente' hubiese clos
""lo
Il*iát¡i1..¿r¡*. Herácl¡to y Parménides son los
fundadores d¿ es- pre. J
'
son estas dos
iu1'Jo" ,¡"¡on"" del mundo arquetíp¡cas' ¿cuáles Parnn
ntundo?
constantes y opuestas visiones del verdad
y sobre el cosmos que reali- SET :IS
,IAEITtr' Por un larJo, la observac¡ól¡ la reflexión
pensadores de Mileto' le conducen a afir- oieza a
za Heráclito, cercano a los
*,á en constante proceso de cambio' :':,1"-T"- gaL .r (
D»I O' ,"r'ü*i"i. ét, que en su pol¡s de Efeso
ha- unarqet,
i"üi,¡ááo u" ,"v ¿u vida. ciertamenre, b¡en que
muy
,rJ*.
L,r'r'"a" trastornos políticos y sociales' sabía Ser ... ia
Heráclito. especulación lilosólica que lle- sa o¡\ e
;;;;;;;Á!e. Por otro lado' la
y rnentalmente al rn-'ld:,ln* atir¡ ,ic
va a cabo Parménides, cercano local
,
d
I ¡, No haY dos instan'es
i : vegetal (sem illa, tallo, flo( fru-
ibuater adulto, vieloi lgu alnrente el mutldo
t. . El ugr, áel mar es la más to...) y todo el m undo fís¡co
(dÍa Y noche, estac iones...). He-
' PUra Y la más conlaminada:
universal
ráclito afirma el d ¡nanrismo o la movilidad
- Para los P)ces es Polable Y to-
satudable: Para los hombrcs El fuego es la metáfora
qu e expresa su Pensanliento:
es imr,otable Y morlifea' clas las cosas sol.l llamas de
un gran fuego. Las llamas'
a: fodo es relal¡vo' o momentos;
siempre en movimiento' son Procesos
ó. Todo e$ su contraio' pero el fuego, el atkhé o P rincipio de todo, Perdura' De
contrarios en lu-
la mismá forma, bajo los elementos
ley, un orden, un /ogos'
cha constante, se esconde una (hombre,
que es iusticia; si no hay I ucha de oPuestos
a
hay ¡njust¡cia' Porque
mule r; rico, Pobre; joven, vle¡o ..),
re el otro. Y la justicia
un elem ento se ha impuesto sob
gue rra; por eiemPlo, en la
es enfrentamiento, Polémica'
habrá just¡cia cuando las
¡
relación entre dos personas sólo
qu¡eren ser ellas misrnas' Y' con-
dos ge afirman, se imPonen,
f,. secÚen temetlte, la relación
justa ha de ser tensa Y Polémica
14.-.Ou
a C ) nació y vivió en la c¡'9i9
Parménides de Elea (540-470 -E:" !-" pLre:
es visto enpolé-
ilññ;r, ; ta üagna Grecia"su pensam¡ento
en forma ^s,tit
rno" o]á"ü de Hiráclito Escrib¡ó una obra filosófica
"t, "l
¿"'J""lnr, inr,u¿" Sobrc la naturaleza'
en la que proclama-la inmuta-
que alirnÉ Herá-
iu'i"J áot., o" la reaiLlacl; es decir' los cambios negarlos'
;ffi; ;i;;r"tiencias sensoriales' la razón nos lleva a
Parménides.
16
tl¡
l- lrI, lil( l 1
En cierto sent¡do, los pitagór¡cos ya menosprec¡aban las apodac¡o_
Es necesario que el decir y el pen-
nes sensoriales; afirmaban que para descubrir teoremas matemáti-
sar sean alguna cosa; porque el ser
cos no se necesita observar el mundo, sólo se t¡ene que esoecular es, pero la nada no os. Te ordeno
'
o razbñar lógicamenté. parménicles ásume ebta concepeitrl; si los ; que lo cons¡deres. De esta primera
sent¡dos nos dicen una cosa y la razón olra, debemos guiarnos más vfa de invest¡gación te mantengo
por la razón; los sentidos muchas voces nos engañan, en cambio alejado, pero tamb¡én de aquella
un
razonamiento lóg¡co nunca engaña. En consecrienci3, aquello qUe otra en ¡a que los mortales, que no
entienden nada, se extravían, bic+
pienso con rigor lógico 1¡ene que ser real.
falos. La incapac¡dad de su coraje
P¡rménides, en su poema, afirma que Una cliosa lc ha revelaclo una dirige su pensamiento inconscien-
te. Son arraslrados como sordos y
re.'dad incuest¡onai¡le: "el ser es y ol no ser no es., es clecir, e!
ciegos, desconcertados, estirpa sin
ser existe y la nada no ex¡ste. partiendo cie aquí, parnténicles em_ ju¡c¡o, a qu¡enes ha parec¡do que el
pieza a extraer consecuenc¡as lógicas, y la nrás impo!-tante es la ne_ ser y el no-ser es lo mismo y no lo
gación clel cambio. ¿,Qr.ré sería un cambio? pues sería el paso de ser mismo, y que en todas las cosas
r,na determinada cosa a no ser esa cosa, o bien el paso de no ser a hay una doble d¡recc¡ón.
parmén¡des, Fr 6.
ser una determinada cosa; pero la verdad ¡ncuest¡onable cle la dio_
v se es: el ser es y el no ser no es. De esta forma, llegamos a que la
Una tortuga desafia a Aquiles, el
al¡rmación del camltio es absurcla; no hay ninguna pos¡b¡lidad ra-
de los p¡es alados, a compet¡r en
cional de enlendefr:, ya que es pura itusión. una canera y le d¡ce que, si Aqu¡-
les le da un poco de ventaja, no la
Un discípulo de Parménides, Zenón, también de la pol¡s de Elea, ¡n_ podrá alcanzar. Aquiles acepta y la
tentó que las ideas de su maeslro pudieran aceptarse con facitidad tortuga, muy arrogante, reaf¡rma
e ingenió un conjunto de paradojas en las que, si no se acepta la que éljamás podrá ganar la carre-
inmov¡l¡dad universal, uno queda atrapado- La paradoja de Aquiles y
ra. ¿Por qué? Sigue el razona-
miento de la tortuga y observa si
la toftuga es una de las más famosas. comete algún enor lógico.
Aqu¡les está en e¡ punto de salida,
que podemos llamar AO; Ia tortu-
ga, que ha conseguido la veniaja,
está en el punto T1. Empieza la ca:
rrera, Aquiles va del punto AO al
punto 41, a la attura de la sat¡da de
.\ la tortuga, pero, mientras, l¿ tortu-
ga ha pasado de su in¡cial punto
T1 al punto T2; Aqu¡les todavía no
la ha alcanzado. A contj¡uación,
Aquiles va de su puntoAl alpun-
to A2. Y, m¡entras tanto, la tortuga
I ha ido del punto T2 at T3; y Aqu¡- t
les todavia no la ha alcanzado, t¡e-
ne que ir del punto... Podemos se-
guir así ¡nfinitamente, de la misma
\ forma que infinitamente podemos
dividir un segmento finito. Conclu-
sión: Aqu¡les iamás alcanzará a la
tortuga; el camb¡o o mov¡m¡enlo
es una ¡lus¡ón.
¿Cambio o pennanenc¡a?
'!4' ¿QuÉ dices al re§pecro? ¿Estás n¡ás cerca de las ¡deas de Herácl¡to o de las de parménides? para fac¡litar
tu res--
puesta,1eo,rc'cemoStmas.ueslionesqt'epuedes¡{i|izafa|e|aborar|a.
' s¡ ¿odos,los dás le crcce el pelo' s¡ cada loe te crecei les uñas, s¡cada minlúo
varian tus células..., ¿en qué seo-
!¡do puedes decir que cont¡núas siendo tú m¡smo o tLi n¡sma?
. Sj yas carlbriardc.lcs componentes de rn odenaalat (e! cj¡sco duro, la C¡sqüetera...),
¿en qué momento podtás
dec que t¡enes una r¡áqulne nteva?
: r,,1. 1
I lVous: transcripción de un térm¡- Jonia, pero, a consecuencia de lá represión persa, em¡gró a Atenas'
'
no gr¡ego que se ut¡l¡za en va-
Con é1, por primera vez, la lilosofía se ejercita en Atenas' Sin embar-
r¡os sentidos: (1) facultad de go, al f¡nal de su vida fue acusado de ateísmo, ya que afirmaba que el
pensat intl:rgencia, espíritu; ; éol no era una divinidad sirro una piedra ¡ncandescente, y tuvo que exi- 5
(2) pensam¡ento objetivo; (3) l¡arse. Para Anaxágoras, no existen sólo cuatro principios o elementos,
entidad que rige el un¡verso. sino muchos más, tantos elementos Prim¡gen¡os como üpos de co-
sa§; en cada cosa está la simiente, sem¡lla o porción de 'odas las co-
sas que ella puede llegar a ser. El hecho que predomine un elemento
u otro depende de la intervención de una fuerza a la que llama nous, es
decir, depende de una mente o intelecto.
18
!;
g
\. Establece conex¡ones
15. En la columna de la ¡zquierda aparecen textos de d¡lerentes h¡stor¡adores o pensadores que hablan de las doctri- |
nas de los pluratistas; en la cotumna de la derecha te oirecemos ideas, teorías o actualizaciones que, de una ma-
t- nera u otra, eslán conectadas con los puntos de vista de los pluralistas. Establece cüál es esta conexión: ¡ndica con I
qué texto (o textos) pluratista se coresponde cada una de las v¡siones o actualizac¡ones de la derecha. I
cabeTa de buey... Los seres const¡tu¡dos de forma apta, a pesar de ser_ mento siño una comb¡nación
lo por azar, sobrev¡vieron.. Aristóteles, De caero. +rim¡ca de hidrógeno y oxígeno.
tl D. Darwin (s¡glo XIX): en el Proceso
de aeproducc¡ón se Producen
modificaciones espontáneas, los
¡nd¡v¡duos dotados de carnbios
Sobre Anaxágoras de Claxómenes o modificac¡ones favorables t¡e-
nen, en ¡a lucha Por la vida, más
a 4. "Siendo así las cosas, hemos
de suponer que hay muchas cosas de posibilidades de sobrev¡vir.
cada tipo en cada cosa que se eslá uniendo, simientes de todas las co-
sas baio toda clase de formas, colores y gustos... S¡ no, ¿cómo podría E. Mendeleiev: sus ¡nvest¡qacioñes
f- nacer pelo de algo que no es pelo y carne de algo que no es carne? perm¡tieron Ponér en orden, en
.l \- En cada cosa hay partículas de cada cosa". Simplicio, F,s/ca. tablas, la var¡edad de elementos
i. 5. y
"El nous es, en efecto, la más sut¡l la más
pura de todas; t¡ene el co- bás¡cos de la naturateza que fue-
S, \- noc¡miento todo sobre cada cosa y el máximo poder. Gobierna todas
ron emergiendo ráp¡damente a lo
)- las cosas que tienen v¡da, tañto las más grandes como tas más pe_
largo del s¡glo XIX-
queñas." Simplicio, F¡'srbá.
F- B¡olooía: se oroducen
'I mutacio-
:o nes y pensamos que sólo se ex'
plican a través dél a2a( después,
descubdmos el orden en las es'
Sobre los atomistas: Leuc¡po y Demócrilo tr¡ctas leyes de Mendel.
)-
6. -Leucipo y su compañero Demócrito af¡rmaron que los elementos son G. Fisica: eñtre el núclea del álomo
el lleno y el vacío, los llamaron ser 7 no-sel El ser es llenc y sólido: el v los eleckones oue o¡ran a su al-
a no-ser es v¿cio y sulil." Arislóteles, Melaf¡3ica. rededor hay un inmenso vacío.
)-v 7. -..-estos átomos se mueven en el vacío infiñiio' sÉpandos unos de otros, H. Laplace afirma en 1e12: si exis-
e y dislintos entre síen l¡guras, dimensiones, pos¡ción y ordar: al sor-
tiera una m€nte que conoc¡era to-
pre¡derse únos a otros, chocan y algunos son exp¡lsadoli..." S¡mplicio,
De coela. das las variables del un¡verso Y la
pos¡c¡ón de todas las particutas.
B. "Alribúyen ai azir la causa no sólo del firmamento sino
de todos los
ll mLrndos; pues del a:ar nace el remolino y el movimiento que, median- podria predecir el más pequeño I
te la separación, Ilevó al un¡verso a!orden aclual." Ari5tóteles, F¡§ica' ' acontecim¡ento con el máximo . :
r¡gor.
'10
ll¡rrri 1
20
I
4.2. Sofistas, los profesores
de la democracia
En la segunda m¡tad del siglo V a. C., se d¡o en Atenas una situación de
inquietud, preocupación y difusión culturales como pocas veces se
ha dado en la historia. Hombres inquietos de toda la Hélade (arquitec-
tos, escultores, drarnaturgos, filósofos...) viaiaban a ia v¡ctor¡osa y rica
Atenas.
El grupo de f¡lósofos que en este momento h¡stórico expresó esta si-
Pizana escolar, siolo V a- C-
tuación cultural es el de los sofistas. El centro de ¡nterés de los f¡ló-
sofos anteriores era la naturaleza; los nuevos protagonistas, los sof¡s-
tas, rechazan esla temática cosmológica ante la ¡mposibilidad de dar
La palabra es un poderoso sobe-
una respuesta un¡lar¡a al problema de la physr's. Los nuevos filósofos rano que con un cuerpo pequeñi-
se ocupan de problemas más cercanos, de cuestiones que giran di- s¡mo y totalmente ¡nv¡s¡ble lleva a
rectamente en torno al hombre, su educación para v¡v¡r en demo- cabo obras realmente d¡v¡nas, ya
crac¡a, su organización social. Fueron muchos los sofistas que llega- que es capaz de d¡sipar el m¡edo,
ron a Atenas: a pesa!. de las diferencias que ex¡stían entre ellos, remar- elim¡nar el dolor, generar alegría e
inspirar compasión.
caremo: aquísólo algunos de los punlos más comunes y hablaremos
directamente de dos de estos f¡lósofos: protágoras (490-410 a. C.), Gorgias
l-os sof¡stas sat¡sficieron una necesidad h¡stór¡ca ligada a la demo_ 19. Gorgias escrib¡ó un l¡brito t¡tu-
lado Elog¡o de Helena, ú1el qúe
cracia: enseñaban aquello que todo hombre tibre anhelaba, la ha_
habla de la capacidad persua-
b¡lidad retórica o capacidad polÍtica. Ellos educahan y preparaban siva del lenguaje. Setecciona
a sus aluarnos, cobrando la cantidad que habÍa s¡clo pactada, para I una ¡dea de cada uno de los
la vida activa cle la polis; enseñaban la excelencia o areté que ca- pánafos s¡guienles y expresa
pacitaba en el dominto Ce¡ lenguaje, la habilidacl retórica y política tu acuerdo o desacueldo apo-
yándote en un ejemplo.
quc pernritía argurnentar, persuaciir y mostrar las dos caras de toda
. El podet de la palabra t¡ene la
cr€stión. Veaní:os un cienlp!o dc esta hab¡lidad:
m¡sma relac¡ón con la d¡spo-
s¡ción del alma que la reguta-
La paradoia de Frotágoras
c¡ón de las med¡c¡nas con ta
Un estudiantc, Euattr, quería as¡stir . naturaleza Cel cuerpo. pues,
a las le.c¡iones de retórica de Prolá- -l.lo es
juicio,
neaesario que vayamos a
Protágoras; s¡ lo gano yo, s¡" así como los tármacos et¡m¡-
goras para poder ejercer de aboga- gu¡endo el mandalo judicial, no ten- . nan del cuerpo d¡st¡ntos hu-
do, pefo no disponía de recuGos eco- dré que pagarte; s¡ lo pierdo, ccmo mores, y algunos hacen que
nómicos. Prolágoras lo aceptó en sus no habré ganado m¡ pr¡mer pleito, y cese la enfemledad, y olros la
clases con la clndición de que cuan- ésle era nueslra cond¡ción, tampo- vida, ale la misma manera los
do ganase elprirner ple¡to, le pagara co tendré que pagarte. Así pues, discursos, unos producen do-
todos ¡os honorarios. Euaío, encan- Protágoras, no vayámos a juic¡o: se- lor, otros alegia, ottos tefior,
tado, acefitó el trato y asi$ó a las téc- guro que lo perderás. otros disponen a los oyentes
ciones de Protágoras hasta f¡nalizar
Pero Protágoras, experto en ver las a la osadia, otros envenenan
su formac¡ón; más tarde decidió no
ded:carse.a la aboqacfa y, consÉ. dos caras de toda cuest¡ón, argu- . y embru¡an el ahna con algú-
mentaba: na persuasión malvada.
cuentemente, no pagó a su maeslro.
Prolágorás 16 reclamó loi tnnor¿rios, vamos a ju¡c¡o,
Euatlo, y gano
. La persuas¡ón mediante el
peio el osludiante no se veía en la -Sitendrás
yo, que pagarme por man- discurso equivale d¡ secues-
obli(ladón de pagarle: ¡todavía no ha- dato jud¡cial; s¡ lo pierdo, lu habrás tro ÍoÍzado, de loma que elh
bfa gánado sú primer caso! Ante la ganado tu primer pleito y por nues- (Helena) se vio obligada a
amenázá de un ple¡toiudic¡al, et as- tro ant¡guo pacto, tendrás que pa- aceptar todo lo que se decia i
2i
:
I
I ir¡trl,t, I 1¿
Los sofistas cuestionaron la capacidad humana de alcanzar un cono- 4.3
c¡m¡ento seguro y un¡versal. Eran llombres que habían visitado d¡feren-
tes pol¡s y constataban las dificultades que se presentan en la conse-
Pr{er
cución de un conocimiento fiable. En esta línea, Protágoras defendía
Socra
posturas claramente relativislas: existe una verdad para ti y una verdad
para mí. Así, Platón, en su d¡álog o Teeteto, recuerda y critica la célebre
de él
sentencia de Protágoras: "El hombre es la med¡da de todas las
1
COS¿IS."
dnit
su ma
Otros sofistas, cotno Gorg¡as, tenían aclitudes todavía más radica- r¿ :et
les. Pensaban que no se puede estar seguro de nada o de casi nada; senta
esta postura rec¡be el nombre de escepticismo' del verbo gdego c, ;er
skeptomai, que signil¡ca 'examinar atentamente'; su mirada exalni- Nl{st
nadora le lleva a decir que si algo existe no podemos conocerlo, y s¡ P,-. ór
llegáramos a conocerlo, no podríamos comunicarlo; consecuenle-
mente, la postura más sensata es la de la duda permanente' Srrcr
Una de las temáticas preferentes de los sof¡stas gira en torno a la pre- S. .,úr
gunta sobre qué tipo de fundamento -natural o convenc¡onal- tie- él¡s s
nen nuestras costumbres y creaciones. Tomemos, por ejemplo' la rela- el ..:la
c¡ón existente entre el s¡gn¡ficante trrreme y su significado 'nave de gue- eras li
Fr Oor¡loro, de Policleto.
ra gr¡ega con tres hileras de remos'. ¿Crees que eltámino se ha elegido S<rcrat
por convención o b¡en porque la naturaleza del trirreme demanda un g?-'r L:l
El hombre es la med¡da de todas nombre de este t¡po? Vayamos más allá: ¿el lenguaje se basa en co- como
¡as cosas.
nexiones naturales @hysr.s) o solo en acueldos convencionales (romos)? siñd¿
Protágoras
Y las leyes y uonstituc¡ones, ¿t¡enen uná base natural? La oposición Sfrr{al
o contrapos¡c¡ón physis-nornos (es decir' naturaleza-iotrvenclón) cir-,rr ¡ clr
motivó muchas discus¡ones y lue arralizada en distintos niveles: lin- oc1¡a,
güístico, Iegal, educacional... Los sof ¡stas, mayoritar¡amente, opta- to. !-as
ron por el convenc¡onal¡snlo; Sócrates y Platón adoptaron L)osturas teÓer
20. Hace tiernpo, un hombre que iuertemente anticol.]vencional¡stas. inrposi
viaiaba en tren hac¡a Plovd¡v gt )¡l
(ciudad búlgara) preguntó, con A nivel educac¡onal, los s'Jflstas suelen afirmar que la excelencia o are-
los hur
el lenguaie de los gestos, si la té no es algo que nobles o aristÓcrat¿ls posean pcr natúraleza, slno
et. -¡1¿
nróxima ciudad era Plovdiv. Los algo qu() se adquiere a ltavés de la educación. Con esfuerzo y prác-
demás via,erJs le respondieron
tica, ún hombre puede adqu¡r¡r corno una segunda naturalcza, una ex-
decid¡daTente con un movi- E¡..rd
m¡ento ./.?rtical de la cabeza Y
celencia, la exceletlcia propia Cel c¡udadano de Llna democracia'
el hombre sqpreparó Para ba- lrlan
iar del tren; pero el tren se de- Iraj¡(r
¿Naturaleza o convención?
r'
tuvo y el lugar no era Plovdiv. cá ..: I
21. lntroduce la palabra adecuada en los espacios vacíos de las frases 5i-
Muy sorprendido se enteró de
que, en Bulgar¡a, el nlovim¡en- gu¡entes: toA-
. por '. "' gó .r la
to vertical de cabeza signif¡ca Por........ es imposible que una mujer tenga rnás de 500 hijos:
"no" y el mov¡miento horizon-
tal significa "sí,,.
es imposible casarse con más de una nruier en nuestro país, pero síes
pos¡ble hacerlo en Arab¡a Saudita-
pl¿
del diri
- Este lenguaje geslual, ¿es . El territor¡o peninsular español está unido al portugués por "" y
natural o convencional? S¡ separado por ......, además, está separado pot........ de las islas Cana- dir Js
creo que es natural, ¿Pue- rias y unido por ...,..... seP\ac
do afinnar que no neces¡to . Las leyes de la cienc¡a reg¡stran ñeces¡dades ........, las del Estado ne-
tio-. Je
estud¡ar idiomas, que me ces¡dades ........ ble{at
basta con el lenguaje de los En .,str
gestos? ¿Qué op¡nas? (Ejemplos extraídos de J. fúosteriñ: Grandes temas de la Filosofía actual
cur-§s:
i
É 22
ll
t. I
I L l,l:rrl 1
na
erlr
. 4.3. Sócrates: "só/o sé que no sé nada,
ISF
rcra Podemos dec¡r con seguridad, y no en un sentido irónico, que sobre
r1- Sócrates (470-399 a. C.) "¡sólo sabemos qlre no sabemos nada!".
Y es que Sócrates no escribió n¡nguna obra; todo lo que se sabe
'C*-§ *t
.bre
de él prov¡ene de cuatro fuentes que, además, están en desacuer- tt
do. Sús discÍpulos Jenofonte y Platón escribieron mucho acerca de ,I
su maestro, pero dieron imágenes distintas. Aristófanes, una terce- I
L_a- ra fuente, ridiculiza a nuestro personaie. Por su parte, Ar¡stóteles pre-
senta un Sócrates preocupado sólo por temas de teorÍa del cono-
)go cimiento. Esta dif¡cultad constituye el llamado problema socrático.
Nuestro Sócrates será el que aparece en los pr¡meros escritos de
)' s¡ Platón, en concreto el cle la Apología de Sócrates.
te\,
Sócrates y los sofistas Sócrates ha marcado prolundamente la
historia del pensamiento occidental: su
Según Platón, Sócrates se diferencia radicalmente de los sofistas; escandalosa condena a muerte -lal vez
lo único que se sabe de él con segufl-
él es su crítico y polemizador: rechaza tanlo el escepticismo como dad- ha ayudado a crear la imagen ve-
Iia- el relalivismo. El opt¡mismo hacia la razón humana lo conduce a cre- nerada de este hombre que pref¡rió la
muerte a lraic¡onar sus conv¡cciones-
er en la ex¡stenc¡a de leyes estables, leyes que se pueden descubrir.
,di-.
Sócrates afirma, ¡rónicamente, .sólo sé que no sé ¡¿d¿-; pgro no nie-
ga la posibilidad de acceso al conocim¡ento por pade del hombre. Es
)Q- como si quisiera decir: sólo quien se reconoce ignorante tiene la po-
s¡bil¡dad de in¡ciar un camino raciorral hacia el conocimiento-
El método socrático
Platón nos explica que la pitia del oráculo de Delfos afirmó que no
había nad¡e más sabio que Scrates. Al saberlo, Sócrates fue en bus-
S¡n embargo, soy más sab¡o que
ca de hombres que eran considerados sabios y
-util¡zando su mé- este hombre; porque n¡nguno de
todo- habló con ellos: pclíticos, poetas y artesanos. Y siempre lle- los dos sabemos nada: pero m¡en-
gó a la nrisnra conclusión: só/o él sabía que no sabía nada. tras que él piensa que sabe algu-
na cosa, sin saber nada, yo, como
Pero, ¿en qué consiste el método socrático? lnic¡almente era el arte no sé nada, no p¡enso que sé. Pa-
del diálogo, el arte de hacer las preguntas adecuadas llevando la rece, pues, que yo soy más sab¡o
d¡scus¡ón hacia un objet¡vo determinado. Aparentemente daba la que él en este poco que, lo que no
sensación de ser una invest¡gación conjunta pero, como en una par- sé, tampoco p¡enso que lo sé.
tida de ajedrez llevada por un experto, el interlocutor, con insupera- Se aflma ql¡e Sócrates pronun-
c¡ó estas palai)ias al entérarse
ble habilidad, era conducido al reconocimiento de su ignorancia.
de que, según elorác¡rlo de Del-
En este proceso, Sócrates utilizó dos potentes herram¡entas o re-
fos, él era el hombre más sab¡o.
cursos: la ironía y la contradicción. -.
E^
l-.lrrir lilrJ 1
Sócrates ¡roniza contra todo aquel que eslá seguro de su saber. Con Con su
un aire ¡ngenuo e ¡nocente pregunta simulando o fing¡endo que no cr¿ i
F sabe; el interlocutor empieza a resPonder sin complejos; seguida-
mente, Sócrates hace más pteguntas para aclarar aquellas respuestas,
y poco a poco lo conduce a contrad¡cc¡ones lóg¡cas. Los sof¡stas
sac,Iqd
be,
rgn0(en
er
@upado de estas cosas? Dt, buen ami- zá a los jóvenes? ¿O bien todos ellos los hicieran rfleiores! Pero ¡a verdad es,
go, ¿qu¡én bÉ Írace mejores? también los hacen mejores? Meletos, que estás demostrando que
teng]
jamás has pensado en los jóvenes y bueno, te
-Las leyes. q -También los hacen meiores. man¡f¡estas rnuy claramente tu ind¡fe- aqr.lu
-No te pregunto esto, excelente ami- -Todos los aten¡eos€s,
por lo que veo, rencia por ellos, y que nada de aquello
ser vi(tc
go, sino qué hombre es el que los hace ¡Ecen pelecta ala gente, a excepc¡ón por lo que rne llevas ante eltr¡bunalte
meiores, conociendol¡imero las Ieyes. de yo mismo, que soy el ún¡co corruP- ha preocupado jamás. noci, .irr
-Éstos, Sócrates, los jueces. tor. ¿Es esto ¡o que dices? cibe 9l¡<
-¿Qué dices, Meletos, los iueces
pue- -Por supuesto que digo esto. Plalót , Ag)log¡a de Sócretes, 244-25c-
24
1
La ética socrát¡ca
25
¡
-t-
il
Comentario de tex to
[...] Yo os d¡ria: "Yo, aten¡enses, os respeto y os amo, Análisis del contenado
pero prefero creer al d¡os antes que a vosotros, y m¡en_
tras resp¡re y me sea pos¡ble, estad seguros que no de- - lndica las ideas principales que expone Sócrates
jaré de f¡losofa( ni de daros recomendac¡ones, n¡ de en este discurso ante el tribunal que ¡c juzga:
ense-naros, n¡ de hablar con aquel de vosotos que evfi_ . Las ocupaciones pr¡or¡tarias y super¡ores de
tualmenle me encuenlre, diciéndole, como es mi cos- todo ciudadano contrapuestas a ocupac¡ones
tumbre: "Eh, tú, buen arn¡go, tú que eres ateniense, ciu_
e ¡ntereses de orden inferior; así, intentar ser
dadano de la ciudad más grande y más famosa por su
mejor es una ocupación super¡or o pr¡or¡taria
sab¡duría y por su fuerza, ¿no te avergüenzas cje ocu-
parte de la l,J¡tuna, pend¡ente de cómo hacela lo nlás 4...
grande pos¡ble, y de la glor¡a y del hono( y, por el con- . Sócrates cree tener una m¡sión educadora que
trario, de la razón y de la verdad del alma, de ver cótno ¡e ha sido as¡gnada por un d¡os. Explica SU arte
mejorarlas ni te ocupas ni piensas?". y s¡ alguno de vo- de hacer preguntas y de examinar constante-
sotros lo n¡ega y me d¡ce que se ocupa de ello, no voy :
rnente, apl¡cado a ¡a poses¡ón o no posesón de
a d€rjar que se vaya en seguida y luego voy a mar-
la ürtud. Su objetivo es persuad¡r a tcdo el mun_
charme, sino que voy a hacerle preguntas y lo exaní-
naré y lo investigaré, y s¡ creo que no está en poses¡ón do de que ¡a virtud es lo más valioso.
de la v¡rtud, pero d¡ce poseerla, le reprocharé que atri-
buya tan poco valor a las cosas que t¡enen tanlo va-
- Aclara conceptos del texto:
. Vinud (arete), rclacionado con ser excelente.
lor y prefiera las cosas que t¡enen tan poco. Así lo haré
con jóvencs y con viejos, con aquel que encuentre, ex- . Alma (en relación a la conc¡encia). ..*
lranjero o de Ia ciudad, pero más con los de la c¡udad,
porque por una cuestión de sangre me sois más cer- - Pon un título altexto. Puedes eleg¡r entre uno de
ü
éstos:
canos. Pero, sabed tr¡en que me lo manda el dios: y :
pienso que para la ciudad no existe un bien más gran- . Busca siempre ser me¡o| no las r¡quezas ¿C
i
de que este servicio que hago aldios. pues no hago . Defensa de Sócrates ante el tr¡bunat -tiJ
más que ií de un lado a otro para persuad¡ros, jóvenes I ,llk
. Las ,ireas étitas de Sócrates
o v¡eios, de que no os ocutÉis del cuerpo ni de¡ dine-
I
¡¡c
ro antes.n¡ con más celo que del alma, para hacer que
CoFterto ¡nmed¡ato det texto I De
ésta sea lo mejor posible, diciéndoos que la v¡rtud no ,.ici
v¡ene de las riquezas, sino que las riquezas y todos los
- La época en que v¡vió Sócrates marca su pen- i
I ¡ef
b¡enes hur¿nos en el orden part¡cular y en la v¡da pú- sam¡ento. Habla de esa época. I
Cr ¡O.
E
l
I t a a ¡¡
¿Cuáles son las repercusiones históricas, las influen- dadanos podríamos ejercer d¡rectamenle nuestro
cias o el legado que nos han dejado las creaciones voto incluso en las cuestiones más n¡m¡as. La iso-
intelectuales estudiadas en esta primera unidad? De- gor,:? o 'igualdad de derecho a hablar en el ágora' de
mos una breve m¡rada más allá de esta época. la democrac¡a gr¡ega es hoy día una aspiración rea-
Dejando a un lado que actua!menle tenemos miti- lizable. Recordemos, no obstante, que la democra-
ficadas (es dec¡r, idealizadas sin seguir n¡ngún cr¡- cia aten¡ense desapareció y que ha costado muchos
ter¡o racional) tanlo personas como cosas, consta- esfuerzos y vidas llegar a las democrac¡as actuales.
tamos que los mitos, como modelos o arquetipos
explicativos, en c¡erta manem perduran.
¿Y los pensadores presocrát¡cos? lnnegablemente,
la orientación de su búsqueda cle un principio o re-
alidad básica y escond¡da es la misma que prota-
gonizan hoy en día nuestros fís¡c -s. ¿Cuáles son los
componentes más elementales de la materia? por
clebajo de |as céllllas están las moléculas; y des-
pués, los átomos, con prolones y neutrones en su
I
núcleo, y éstos, yendo a una realidad lodavía más
I
elemental, están formados por quarks. Stephen
I
llarvking, en su Hr§toria del tiempo, prcgu¡¡¿; .¿Cuá-
'l les son las verdaderas partículas elementales, los
I bloques const¡tuyentes bás¡cos de los que se ha for- Después de muchos siglos de olvido, y en un mun-
I mado todo?" do tan cambiante como el nuestro, en el que se van
,l reafirmando diversas civil¡zaciones, el debate con-
Las invest¡gaciones actuales son herederas de las
temporáneo sobre relativ¡smo y valores absolu-
aportac¡ones presocráticas. Recuerda que el pen-
tos, o entre fundamento convencional o fundamen-
sador gr¡ego Demócr¡to ya ¡ntuyó que la explicac¡ón
to natural de las costumbres y de las leyes, pare-
más potente de la naturaleza debe recunir a dos en-
ce una répl¡ca del que se sostuvo en la Grecia de
tidades: los elementos básicos y el vacío. y recuer-
la segunda mitad del siglo V a. C., en la que br¡lla-
da, tamb¡én, que la teoría atómica contemporánea
ron los sofistas y Sócrates.
ocupa el lugar que anteriormente ocupaba otra te-
oría presocrática, la de los cuatro elementos de Em- Y Sócrates, con su anhelo de autentic¡dad, de po-
pédocles. ner la conciencia y la moral por encima de elemen-
tos externos como el éx¡to, la riqueza o la pos¡c¡ón
La democracia griega, aunque ¡nsufic¡ente, era efec- social, y defendiendo eslas ¡deas con su propia vida,
tiva y directa. De ella todavia podemos aprender mu- será una lt¡z que iluminará la aventura de la filoso-
clro. Hoy, en el ágora que es lnternet, todos los ciu- fÍa occidental.
El ldealismo platónico
I Esquema
l. Platón, entre Atenas y EsParta
1 .1 . Contexto históricoj Atenas versus Es@rta
1,2. Vajes y nuevos conlacfos
1.3. La lundación de la Academh
@"
s¡n -,..c(
bjetivos 1"u{es
Constatai el hecho de que los distintos temas que trata Platón están interrelacionados for- na . .or
plaD¡Arli
mando un sistema.
la r, )a
. Comprender la ¡nfluéncia de las c¡rcunstancias sociales y polít¡cas en la creác¡ón filosóf¡ca. una visk
. ldentificar los grandes ámbitos de Ia reflexión filosófica y los conceptos propios de cada uno. terr^o
. en sus r
Eiercitarse en la redacción de pequeños ensayos en los que Se trata un problema cotidíano
desdc un punto de vista filosófico.
bl¡cos, (
. Meiorar en la elaboración de esquemas o mapas conceptuales. llegFrfr,
. Eiercitarse en la lectura de textos filosóf¡cos de extensión med¡a y descubrir sú s¡gnificado. aute,,r¡c
. Analizar textos en relac¡ón COn el pensam¡ento del autor y con la época y ser capaz de valo-
rar algún aspecto.
. Analizar posicionqs polít¡cas opuestds' §¡lorando aquéllas que no son excluyentes'
'
28
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ts-
Ceramica giegá de la época clás¡ca
lnvitación a la unidad-
Yo observaba todo esto y quiénes eran los hombres que
dirigían la política, y tamb¡én cuáles eran las leyes y
las coslumbres: y cuanto más lo consideraba, y más
avanzaba en madurez, más me parecía que era de lo a
nrás d¡fíc¡l administrar b¡en los asuntos públicos... Por-
que la ciudad ya no estaba reg¡da según las costumbres
y las instituciones de nuestros padres, y era ¡mpos¡ble
lntroducción
encontrar fácilmente otras nuevas. La letra y el cariz de En el corazón de la ¡lustrada segunda m¡-
las leyes, que se mult¡pl¡caban de manera espectacular, tad del s¡glo V a. C., en la creativa, inquie-
se ¡ban conomp¡endo. Así, yo, que ¡nic¡almente sólo sus- ta y dominante Atenas, nació el hombre
piraba por lanzarme totalmente a la polít¡ca, por con- que, para muchos, será el filósofo más br¡-
templar la.manera como todas las cosás iban de aquí llante y sugerente de todos los tiempos.
para allá, acatÉ con una especie de vért¡go. Ciertamente Este pensador, Platón, reproduciendo el es-
no abandoné mi lugar de observador, para vislumbrar t¡lo intenogativo y d¡alogante de su maes-
cómo se podría hacer una mejora general del sistema tro Sócrates, invest¡gará en todos los ám-
político: pero para la acc¡ón esperaba tener una mejor b¡tos de la preocupac¡ón humana y, como
coyuntura. Term¡né por adqu¡rir el convenc¡miento, con nunca, est¡mulará med¡ante preguntas, res-
respecto a todos los Estados actuales, de que están, puestas y dudas la reflex¡ón en todos los
sin excepción, mal gobernados; en electo, lo referente r¡ncones de interés humano.
a su legislación no tiene remedio s¡n una extraordina-
Ahora bien, como su Atenas, que gozaba
ria reforma, acomFañada además de suerte para ¡m-
del nuevo y esplendoroso Partenón, pero
plantarla. Y me v¡ obl¡gado a reconocer, en alabanza de
sufría las desoracias de la guena contra Es-
ia verdadera filcsofia, que de ella depende el obtener parta, la obra platónica ofrece dos vertien-
una visión perfecla y total de lo que es justo, tanto en el
tes. Por un lado, una profunda y creativa
lerreno polít¡co como en el pr¡vado, y que no cesará reflex¡ón sobre la realidad y las apariencias,
en sus males el géne!'o humano hasta que los que son
sobre el acceso al conoc¡miento y sobre el
recta y verdaderamente f¡lósofos ocupen los cargos pú-
ser humano y lo que lo const¡tuye (la an-
bl¡cos, o bien los que ejercen el poder en los Estados tropología platónica). lgualmente, ofrece
lleguen, po!'especial favor d¡vino, a ser filósofos en el
una v¡s¡ón soc¡al y política que se conden-
autónt¡co sentido de la palabra.
sa en su Estado utóp¡co o ¡deal y que pre-
Plalóo, Carta Vll. tende reforzar y estimular la iustic¡a y la fe-
licidad social-
29
I
Llrr,1,r,l2
Drsci
l. Platón, entre Atenas Y Esparta ArvSt
Platón nac¡ó hacia el año 428 Ó 427 a. C. en Atenas y murió en el
g47 a. C., a la edad de 80 años. Su pensamiento evolucionó cons- Muy p
,. +J¿
,ii .-
+J tantemente a lo largo de su dilatada vida. Nuevas búsquedas, nue-
vos contactos, nuevas dudas dan testimon¡o de su v¡tal¡dad intelec- DL.. Jt¿
Platón formaba parte de una familia aristocrática con notatJle inte- teres l:
rés por la política de Atenás. Su padré, Aristón, era descend¡ente de jur-iz
reyes y su madre pertenecía a la fam¡lia de Solón (antiguo gober- cLrest¡(
nante). El nombre originario de Platón era Aristocles; el nombre Pla-
[-a , ¡err
tón es un sobrenombre que significa 'el de anchas espaldas'.
m'-1c
Plafó¡1.
Las guerras del Peloponeso (431-404 a. C.) marcarr.rn Ia vida de los rnás e'.
ciudadanos atenienses. Estas guerras fueron mucho más clue t¡na
lucha entre Atenas y Esparta; representaban, en c¡erta manero, ull dac¡. Ri
conflicto entre dos maneras diferentes de enlender la vida y la so- ct: 1€
. y cultural.... pero, sobre todo, por un daclanos austeros, resistentes, so- r-,sic
' sistema polítlco en el cual todos los ' '' q¡.as
ber9ios, consorvador6s y con poca I
' c¡udadanos tenían derecho a voz Y o nula preocupac¡ón por la cultura,
el
pero preparados pára la guerra y clón.
. a voto. En este s¡stema, cobró re-
lieve especial el entrenamiento en con capacidad para sopo¡13r las
tas habilidades necesarias para la condiciones más adversas.
30
llt¡,1.t'12
Discípulo de Sócrates
l\- La dialéctica
A los veinte años, y con el f¡n de prepararse para el ob¡et¡vo de su
So puede definir como
vida, la act¡v¡dad política, comenzó sus contactos con Sócrates. "arte del
diálogo" en el que dos posiciones
Muv pronto se conv¡rtió en uno de sus segLt¡dores más entusiastas. opuestas van cambiando, suces¡-
vamente, por la ¡nfluenc¡a que se
Denotada Atenas en el año 404 a. C., justo ctnndo Platón tenía 24 años,
ejercen mutu:arnente.
los vencedores espartanos impus¡eron un régimen no Cemocrático: el
Platón defendió encarnizadamen-
gouerno de los Tre¡nta 'l-iranos. Este gobierno, en e! cual participaban
te la dialéctica como el camino as-
t dos parientes de Platón, fue incapaz de establecer el orden y actuar cendente haiia la verdad y, ade-
I
iustamente. El mismo Platón quedó bastante desencantado. más, cons¡deró que se trataba del
I
método prop¡o y caracteísüco de
I El descontenlo general y diversos conflictos populares condujeron, la activ¡dad f¡losófi ca.
¡
al cabo de un año. al restablecimiento de la democrac¡a. Y fue en Por otra parte, sus d¡álogos cons-
!
esta reslablGcida democracia donde el admirado maestro fue juz- tituyen un verdadero ejemplo de
Ii gado y condenado a muerte (399 a. C.). Parece que este segundo arte dialéct¡c6. Los interlocutores
desastre político alteró las profundas inqu¡etudes Ce Platón. Si, argumentan; defienden y oponen
como Va hemos v¡sto, en su juventud Platón mostraba un firme in- op¡nlones contrarias sobre un
¡ .
31
ltil,l.t,l2
En¡a)
Así fue, oh, Equécrates, el fin de 1.2. Via¡es y nuevos contactos s€^rid
nueslro amigo, de un varón que, los so
como podríamos af¡rmar, fue el La muerte de Sócrates supuso para su d¡scípulo más avanzado una
meior además de ser el más sen- profunda crisis v¡tal, po¡ítica y f¡losóf¡ca. Ésta es una de las razones
ciler
sato y justo de los hombres de su nadas
que lo llevaron a emprender algunos viajes. Parece que en Egipto co-
tiempo.
noció a Cratilo, d¡scípulo de Heráclito, y también a Hermógenes' d¡s-
drle
P:atón, Fedón, 118d.
cípulo de Parménides. En la cercana Megara, donde sc refugiaron Er*.t I
los segu¡dores de Sócrates después de la muerte del maestlo, co- musici
nectó con diferentes matentát¡cos. Pero fue su primer viaie a Sici- d¡as
l¡a, cuando tenia 40 años y con el objetivo de relacionarse co¡l ma- tica. E
temát¡cos p¡tagóricos, el que comportó la superación de la crisis que erli
arrastraba.
Pr-\t
El est¡lo de vida de la comun¡dad pitagórica de Tarento y ¡a mate- NA:J SU
mática del reconocido Arquitas le entusiasmaron; le mostraron que Pr.1
es posible un conoci¡n¡ento sólido e ind¡scut¡b¡e: el de los ma¡- fu¡rtla¡
ternata. De ellos heredó la idea de inmortalidad y trallsmigraciÓn de
las almas, la explicación del mundo serlsible mediante entidades ma- solistar
temát¡cas, la concepc¡ón comun¡lar¡a del modo de vida filcsóf ico. lat,^s;
Este viaje fue como una b¡sagra iusto en el centro de su vida: la oríark
herencia socrática se amplía con el saber matemát¡co de los p¡- el ( .)l¡
tagóricos; Platón comienza a ser propiamente "platónico".
Platórr visitó el volcán Etna y la llcrreciente ciudad de S¡racusa, doll-
de conoció a Dion, par¡ente del lirano de S¡racusa. El bello e ¡nteli- 1 -{,.
genle Dion se cpnvirtió err un discípulc prcdilecto y quer¡do que, como
verenros, arrastró al maestro a a.rr¡esgadas aventuras políticas.
A los §(
r:b,^rr
iooo La
1.3. La fundación ,e ¿ ::ll
de la Academia casAA
cilii- ¿s
De nuevo en Atenas, clespués de
ait\U
su enriqucceclor viale a Sicilia, Pla-
tólr .. la
tó¡¡ fundó, al lado del santuario de'
rlarpl1t
dicado al lréroe Academo, una es- que, cu
cuela que se convertirá en centro bar=§u
de la vida inteiectual durante mu- riquecer
chos siglos: la Academia. La Aca- ce i^eg
demia estaba ¡nsp¡rada en las co- terloculr
munidades p¡tagór¡cas, pero, a d¡-
s' ferencia de éstas. gozaba de una En e, J6
gran libertad intelectual. horaTii
dudd, u
Plah,
A lo¡QG
Rafael, artisla dcl nenac¡nr¡ento, qu¡so llarr-.,a
representar en la obra La escuela de Ale- co ¡r\9,
¡rJs el espírilu y el talante de los plincipa-
contr¡ rUi
les protagonistas de la f¡losolia griega clá-
sica, SU l-!_rCf
I 2
I En la Academia se estudiaba qran d¡vers¡dad de materias. En este
sentido, constituÍa la antítesis de la educac¡ón sofista. Recuerda que
los sofistas fueron grandes pedagogos e instructores' pero prácti-
I ii
camente lim¡taban su enseña¡za a cuestiones direclamente relacio-
nadas con u, u¡¿ de hablar y de convencer, es decir, a las habilida-
I des necesarias pa' a tener éxito en los asuntos ptiblicos.
-l f En la Acaden)ia platón¡ca, en c¿ln]i)io, se estud¡aban maternát¡cas,
música, astronomía..., materias todas ellas considera(las ¡mprescin-
I dibles para formar a hombres vercl¿, leramerlte válidos para la polí-
t lica. Eso sí, como colofón de los estudios acadénricos siempre se
i cncontraba la filosofía.
Por l,r qlr.r respeltt¿lla Academia, asla época de ll]adurez er] Ate-
¿r
t3
I
l)ttt i.¡,12'
-¿Quieres
que
empecemos
tras investigaciones s¡guiendo el
nues- 2. La teoría de las ideas
rosh
^c
ren(
método acostumbrado? Tenemos Para facil¡tar su comprensión, expondremos e¡ petrsamiento dc Platon t
por costumbre aplicar una idea ge' estructurado en lenras: prinrero, la teoía de las ideas, que es su vis¡ón
neral a Ia mult¡tud de seres que, si
-,¡ tt
de la realidad: después, la teoría del conocimiento, donde nos expl¡ca \ia
b¡en t¡enen una ex¡stenc¡a d¡fe-
cómo podemos acceder a las ideas: a conti¡tuac¡Ón, veremos su con- tus
rente, designamos con el mismo C
nombre. ¿Comprendes? cepción clel ser hunrano; y cn último lugar, la ordenación polílica de su
entiendo. Estado pedecto. Ahora bien, Platón no estructuró sistemáticarnente el pjant
-Lo conjunto de su pensamiento, sino que, de una matrera sugererrte y en
-Befirámonos ahora a la mult¡tud constante diálogo, fue leiiendo.su filosofía. A pesar de ello. su teflexion
que tú quieras Por ejemplo, si te f,ero
parece b¡en, a la mull¡lud de ca- abrió y definió Iíneas de pensámiento c¡ue conct¡ciouaron pr.ofundarrrcn-
mas y a la mullitud de mesas. te la activ¡dad f¡losófica lutura. La teoria de las ideas cs una de ellas. Lüati.
l,^.ci
-Muy bien. hr, i,:l
-Pero eslas dos espec¡es de
muebles están comprend¡das,
una, ba,l la idea de cama y, la
2.1. Hacia una v¡s¡ón integraclora 1. U,
otra, bajo la idea de mesa. Aunque no pociemos olvidar que el olr.ielivo de Platótr es fundamen-
_Sí. f'í
talnlente práctico o político, tarnbién es conscielite de quc este o[]-
jet¡vo requ¡ere primero el análisis de otras cuestiones.
-Tamb¡én tenemos la costumbre
de afirmar rrue el artesano de cada
uno de estos n,uebles no l]ace la Así, para Platón, la búsqueda de la olganizac¡ón jtista c ¡deal dc la vida
cama o ia mesa de la que nos ser- social y politica exige, antes, hablar de cucstic.,nes [ilosó;'cas basicas,
v¡mos sino conformándose a la como establecer cón]o es Ia real¡dacl y cónro se ¡t.rede accedo¡ a elia.
¡dea que de ellos tiene, pues no es
En esta tarea, recoge de la lradició¡r lilosófica anteljor tartlo la claÍidad 2¡l,i¡
la idea misma lo que labr¡ca el ar-
tesano; eso es ¡mposit¡le.
rac¡onal sobre Ia naturaleza (presocráticos) como Ia cl¿tri,la(l racional
sobre el ser hu¡nano (sotistas y Sócrates), y crea una sírtles¡s filosÓfi- l,/^qi;
Plaión, ¿" Beplibrc?, X, 496.
ca que tiene cLl,ro parte fundamental la teoría de las ideas.
34
.!
I
i 2
I
¡
I róslro¡ la ltedecta belleza. En tesumen, ver con los ojos de la mente
S¡endo las cosas así, es necesa-
I es conocer los modelos, las formas, la esencia de las cosas, lo que
r¡o adm¡t¡r que existe una primera
tiensn on (:omún todos lcs objetos Cet mismo tipo; captar su idea.
real¡dad: todo lo que tiene una for-
ma ¡nmutable, que de ninguna ma-
La teoña dé las ¡deas afirma la ex¡stencia de unas entidades inma-
nera nace y muere, que nunca
teriales. absolutas, inmutables, pelectas, universales e jndependien_
adm¡te en sí ningún elemento ve-
r tes delmundofí§co. Estas realidades son las ¡deas clel mundo inteligi- n¡do de fuera, que nunca se lrans-
ble. Los objetos y lenómenos que nos rodean (m¡ casa, el árbol que he forma en otra cosa, lo q.re no es
I
plantado, la lristeza por tu despedida) son cambiantes y conlingentes. percept¡ble n¡ por la vista ni por
La casa puede hundjrse, el árbol march¡tarse, la tr¡steza clesvanecerse. ningún otro sentido, que sólo el
I entend¡miento ¡nteligencial pue-
I Pero es que sólo son copias o intitac¡ones cie Ia verdarlera realidad. f
35
U
llrr 2
Tearit
2.3. El mito del Demiurgo
EnsuI
relato r:n el que explica de fornla.lnuy pliAt
EnTimeo,Platón nos ofrece un y el mundo de
existente entre el munob sen s¡ble
**'¿"
;;il; tura\n
Ias ideas.
Platón !
se hallaban:'
El mito se refiere a que en el origen T'nt'-"-d::" má1¡r
Demiurgo (supremo artesano o hacedor)' y una masa
ü."", requlai
;il; "r ¡ntorrne. r"t" mater¡a desordenada' como posee por na-
dec1d,
perpetuo v azaroso' es imperfec-
;;;;;;;,ilencia al cambio tomando el mundo
t,o Br{l
;.;;;"ilr, cuenta el mito que el Demiurgo' igual que un escultor so- ra, at
;; ;r;;;. ";r" modelo, fue traba¡ando orden y la armonía
las elai
ir" ,*" *¿t¡ca, introduciendá en ella lael estructura del mun- de e. re
""i" ;';áigibie' Fue introcluciendo
il;;;; ideales en esta materia informe' de ño, n(rv
do de los arquetipos eternos e mundo fácilrle¡
;; ;;^;; ;;" rue generando lo que ahora denominamos el c^o
sensible. rrespon(
que'nuestro mundo no es otracosa
Se deriva del mito el hecho de por el
;"";;:;;i" *perrecta del mundo de las ideas' efectuada
caos (desorden)' sino
ó;;i;t¿". Ñuestio mundo sensible no es un según 11
í"
"."ñ""
t"a"n), pues se halla organizado
este modo'.cabe en- 1T:lll-t"-
i".iiü, tuir.n,e en el plano intel¡g¡ble' De
materialización particular de una
tender cada obieto físico como una
en materia de una
io"" eterna e inmutable' como la réplica
,"¡*ti.'
¡dea inmaterial.
¡ntroduce en las cosas una finali-
Ahora bien, el Dem¡urgo platónico
;_
apetito que lleva a éstas a bus-
¿'"i, ,"ál"i*r.sía, uña asplración o
propia perfección' su propio bien' Pode-
car su pleno desarrollo, su
los seres por alcanzar su
¡
ñ"*iiJo1"|. "sta aspiración de todos má\ima ¡dea
,á",.J""iü¿. bien con el hecho de que sitúe cotno
¡dea de Bien o Belleza Este ape-
¿" i" iitJ"ri" o" lo irrteligible a la
1i platón denor¡inó como irnpulso amoroso
,ii" ná"i" Bien es lo que
el plano intelectuel
"1
Jáog" de rnadurez Banquete, y que en El douec¡
36
,
I
2
feo¡ia del arché
Aunque hable de partículas, la teo-
En su teoría, Platón muestra una clara influenc¡a p¡tagórica, pues ex- ' rÍa platón¡ca no es atomlsta, pues
plica su comprensión de la realidad mater¡al en términos de las partículas de las que habla sí
estruc_
turas matemáticas. pueden div¡d¡rse en formas aún
más s¡mples. Las superficies de
I Platón señalará como arché no un único princ¡p¡o, sino varios, y
ade- tres de los cuatro pol¡edros que él
I más vinculará éstos con la existencia de los cinco únicos poliedros
.ha aslgnado a algún olemento son
regulares que existen: tetraedro, cubo, octaedro, icosaedro y do_ de forma triangular y, en conse-
cuencia, se pueden ver como dis-
I decaedro. Asoc¡ando matemát¡cas y realidad, entenderá que los cua_
. tintas combinaciones de peque-
) tro primeros poliedros corresponden al modo de ser del fuego,la tie_
I rra, el aire y el agua respect¡vamente. La as¡gnación liene que ver con
ños tr¡ángulos.
Este iecurso a la t¡gura tr¡angular
¡ las cualidades físicas de los elementos. AsÍ, alfuego le correspon- como autént¡co sustrato de los
de el tetraedro, por e.jemplo, por ser este poliedro el más peque_ elementos permite a Platón de-
ño, móvil y agudo de los c¡nco, de manera que puede penetrar más fender la pos¡bilidad de que un ele.
, ¡ fácilmente en todas las cosas y provocar su alterac¡ón. En cambio, mento pueda transformarse en
el cubo presenta mayor estab¡l¡dad que ninguno y, por tanto, co_ otro. Si una partícula de a¡re, que
posee la forma de un pol¡edro re-
rresponde a la tierra, principio menos act¡vo.
.l gular de ve¡nte caras, p¡erde su
I configurac¡ón y se descompone
I en lc triángulos que lo confoman,
) ¡ y algunos de ellos se organ¡zan
I
formando un octaedro, la des-
composición de una partícula de
t a¡re habrá permit¡do que se gene-
re una partícula de agua. Unas
! . partículas pueden dar lugar a
I otras, unos elementos pueden
, convertirse en otros (aire, agua y
fuego.pueden proceder unos de
I
otros).
I
I
l I
á,* "*pri"ri o" t"s teorías más conrplejas a menudo recurT :]11* de¡lo
rnás fa-
;;t;:;",gr",sim¡l o .l mito' Ahora veremos uno de sus mitos -,¿r-r¡ dt
fue¡.. oL
3B
I 2
) de delante de los prisioneros? Gada vez que
uno de los ble, y que
e_s, en cierta manera, la causa de todo
caminantes hablara, ¿no crees que ellos pensarían que lo que
sus compañeros contemplaban en la caverna.
son las sombras las que hablan?
-PorZeus, yo asílo creo
-Es ev¡dente -diio- que llegaría a estas cosas des-
rili- -d¡jo. pues de aquellas otras.
n§, -Ciertamente -seguíyo_, estos hombres no pueden
considerar otra cosa como verdadera que las sombras -Y entonces, ¿qué? El, al acordarse de su estado an-
ne: lerior y de la sabiduría de allá y de los qr.
de los ob,etos. u"-
taban-encadenados, ¿no crees que se sentiría "nton"u"
raL, feliz del
-Así debe ser. cambto y compadecería a los otros?
I -Examina ahora -seguí yo-, qué les pasaria a es-
¡ los hombres si se les l¡t rara de las cadenas y
-Ciertamente.
I se les crr_ crees que envid¡aría los honores, las alabanzas
rara de.su error. S¡ alguno fuera l¡berado y
án seguida
-¿Y y
T las recompensas que allá aba.io daban a qu¡en
fuera obligado a levantarse y a girar el m"io, oU'-
cuelfo, y á ca_ servaba e¡ paso de las sombras, a quien
t m¡nar y a mirar hacia la luz, al hacer todos
estoé movj_
con mas segu_
r;dad recordaba tas que acostumbiaban a oesfifaifio,
mienlos erperitnentaría dolor, y a causa
de la luz seria
lr-¡- Í rncapaz de mirar los objetos, las sombras
cle los cuales
delante, por detrás o al lado de otras, y que, por
este mo_
tivo, era capaz de adivinar de una manera
;n llabía',,isto. ¿Qué crees que responderia más exacta lo
-rit. f atguien le dijera que lo que veía antes no
el prisionero si que.v€ndría? ¿Tú crees que desearía
lodo esto y que
tenia ningún tendría env¡dia de los ant¡guos compañuro" qr"
Ii v¿¡or, pero que ahora, que está
más próx¡mo a la áti de poder o son más honrados, o bien preferiría,
§oran
dad y que está g¡rado hacia cosas más reales, como el
ve más Aqujles de Homero,
conectamente? ¿y si, finalmente, haciéndole "pasar la vida al servicio de un cam-
mirar cada pes¡no y trabajar para un hombre
una de las cosas que le pasan por delante. sin bienes,, y sopor-
I gara.a responder qué ve?
se le obli_ tar cualquier mal antes de volver al antiguo
estáOoi
¿No crees que permaneceía
alónito y que le parecería que lo que habia
visto antes
-Yo to creo así -d¡¡o-, que más prefer¡ría cualou¡er
era mas verdadero que las cosas mostradas sufnmtento antes que volver a vivir.de aquella
ahora? manera.
-Y p¡ensa también esto que te diré.
-Así es -diio. S¡ este hombre vol_
vrera otra vez a la cueva y se sentara en
-Asípues, si. a éste mismo, le obligaran a m¡rar el fue- su anl¡guo si_
lro,,¿no se encontraría como c¡ego, al llegar
go, ¿los.ojos le dolerían y desobedecería,
g¡rándose otra de iepen_
re de la luz del Sol a la oscur¡dad?
vez hacia aquellas cosas que le
era posible m¡rar, y se_
-Si, ciertamente
I gurna creyendo que, en real¡dad,
éstas son más ciaras -dio.
si hubiera de volver a dar su op¡nión sobre las
I
que las que le muestran? -Y
oras para
som_
competir con aquellos hombres encadena_
I -Sin duda sería así
-düo. oos, mtenlras lodavía ve confusamente
antes de que los
-Y -proseguí-, s¡ entonces algu¡en, a la fuerza, lo o.¡os se le hab¡túen a la oscuridad _y
anaslrafa por la pendiente abrupta y escarpada, y el liempo para n¿-
no lo b¡tuarse sefía largo-, ¿no es cierto que harÍa
sortara antes de haber llegado a la luz reír y que
del Sol, ¿no es dirían de él que, por haber querido subir, volvia
cierto que sufriía y que se rebelaría al ser áhára
trataáJ asi,y con ros ojos dañados, y que no valia la pena ni
que, una vez ll€ado a la luz del tan sólo
Sol, se destumbraria y rntentar la ascensión?
no podría mirar ninguna de las cosas que ¿y que a qu¡en intenlara desa_
nosotros de_ tar,os y hacerlos subir, si lo pud¡eran coger
c¡mos que son verdaderas? con sus pro_
pras manos y lo pudieran matar,
no lo matarÍan?
-No podría -dijo-, al menos no de golpe.
-Sí, c¡ertamente -dijo.
-Necesitaría acostumbrarse, si quisiera contemplar las
cosas de an¡ba. pr¡mero, observaría con más platón, La Repilblica, V[,
facil¡dad 5t4a-S17a.
las.sombras; después, las imágenes de los
hombres y
de las cosas refleiadas en elagua; y, finalmente, 4. Eit un m¡to las cosas que se explican, los persona-
: los oú
ietos m¡smos. Después, levantando la vista hacia la luz jes que aparecen y los acontec¡mientos
que se dan
I acostumbran a ser s¡mbolos o metáforas de otras
de los astros y de la Luna, contemplaria, de noche,
las
a constelaciones y el f¡rmamento mismo, mucho real¡dades. En este mito de platón pasa exaclamente
más fá_
c¡lmente que no, durante el día, el Sol y la luz esto. Establece las relaciones adecuadas entre
clel Sol. Ios I
39
lIrrl,rrl2
Como has podido leer' Platón narra
en este 34
oión del conocim¡ento, la idea del co-
-Esta imagen, Pues,
querl- m¡to el doloroso y escarpado camino Para I
áel bien es la última Y la más en el in-
do Glaucón, es apl¡cable nocimiento. El hombre encadenado Tí .O
difícil de ver; Pro, una vez es
exactamente a la condic¡ón
v¡sta, se comPrende que es t"ttt O" la oscuridad simboliza la condición Yah el
humana, equiParando' Por un El mun-
la causa de todas las cosas humana inicial, ignorante y engañada' qL
lado, el riundo visible con el de n(
hab¡táculo de la Prisión Y, Por
rectas Y bellas: en la región do del interior de la caverna es el mundo bl5Pr
el otro, la luz de aquel fuego
de lo visible engendra la luz Á El camino de sal¡da representa el
y el astro que la Posee, Y' en "o""..de conocimiento' Así' los dos mun- C¿¡..
con el Poder del Sol. Y si es- Droceso 'lel
la región de lo intelig¡ble' es
áos del mito se corresponden con los
kbleces que la subida Y la v¡- dos e¡1 ti
la soberana ún¡ca que Pro-
s¡ón de las cosas de arriba .undo" do ."tafísica, y el escarpado
y di- nea D¿
duce la verdad Y el entend¡- ",
son la ascensión del alma ha- nos muestra el di- A:
miento; Y es necesario que la ficultoso camino de salida tis
cia la reu¡ón ¡ntelig¡ble, no (¿quién ¡gnora que
quedarás Privado de conocer contemple aquel que se d¡s- fícil acceso al conocimierrto reA¡§a
ponga a actuar sensatamen- abrupto y
cuál es mi esperanza, Ya
que el cam¡no del estudio es un cam¡no de -rc
te lanto en la vida Prlvaoa teoría
deseas que hable Dios sabe
como en la Púb¡ica'
c,rtitf¡. Co.o podemos comprobar' la . lr€
si me encuentfo m lo c¡erlo' de las ideas y la del conocim'ento
están en-
Platón, La FePúbl'.c4, 517bc'
como
pero a irrilas cosas me Pare-
trelazadas.
cen de esta manela: en la re-
bre el
encadenados? e¡.{rc
Actua lidad del mito de la caverna: ¿Estalnos pretación ePisterlrológica
es. llentos analizado la inter I YrOC
mito de la caverna ha Posibi litado dilerentes interpretac¡on Enl¡ lio Lledó', ur¡a interpreta- c¡.i
5. El de la nrano del Profesor ¡.tr
de la ma¡ro de textos
('t I mism o Platón. Desarrollamos alrora' encadenad o. Lee atentanlente la ta
I
tL.. ilir
en la qu e tú mismo Puedes verte como Prisionero
c ¡ón de orden antropológico esta actualización del nrito lor{c (
sob re lo que te ha ido sug¡riendo
bla y redacta un Pequeño ensayo L.))
lnle¡Pretación
Fases del ¡nito -z\{¡s
cierto sentido' una
del mito, ¿ño es nueslra vida. en
El engáio
< Como la de los Pr¡s ioneros
Nacernos en una sociedad no elegida,
con una estructu_ -üo(
c-{a(
#<
existencia encadenada? costur¡bres.. La te-
ideologias' un lenguaie' r.¡nas
Lo ryás Profun_ ra social estabiecida. con unas bras cle la caverna? Eslos gL.¡¡et
son como las som
do de la caver- lev¡sión, elcine, la publicidad ¿no Ios confundimos con la rU¡Qta
bÁn y, a menudo .
na. con ios en- modelos Y tipos de vida nos deslum que lo rormal es lener e, ,¿l
ha cre¡do en algÚn momeito I
cadeñados mi_ auténtica realidad ¿Ouién no bl\v
rando las som- modelos los actores?
el cuerpo Perlecto corno los
Y
bras. ! la rcaltdad y no
prisione'os conlunden las sombras con D",siu,
En el mito platónico, los
La l¡beracíón
son consc¡entes del engaño' re¿r..Ja
de descubri la publicidadeñ-
Uno de los Pri- , Nos oasa a nosolros lo mismo? ¿Somos capaces SóApt
sioneros consi_
gue l¡berarse Y á"'i,H]ü ;ñ;;';;, ra ricción' ios monr4esi
vec€s' rc@i"'"i,#"i."
]:,j|,"fl:1?:.T::l'3:';:i,t"".5 el scgr
iorsionada... qr.re nos okecen' a u"
descubrir la s¡- ,./ que es posible que' como en E ca\ "r""i "" "ro"- o[--(or
mulac¡ón Y el ¿Crees
enoaño- nas? jetus n
1
loñfl
La ascens¡ón
I en eraion. er
:y_"T-i"-::::H:jili1,ÉTl?,ilJlfl,iljiii Í#.
p,isone,:
I tida de Ia cueva. Es, además' un camlno I
esta di
La salida de la I
I
dos a la luz solar se ciegan
llr"." or" .n
y se deslumbran'
40
;lt2
te
3.2. Los segmentos del conocimiento
n- Para Platón, el conocim¡snto e
inv rando ra isnorañci".r ;i ;;;;;;1T:':rH', J:'..iiÍ"'!lÍÍliJL;
n- Ya hemos visto que, por oposic¡ón al rñundo
c¡ue nos rodea, la verdad se
ar.O,r"iá',
encuentra en et munOo iOeat o"""1r""
inteiigi-
ble. Por eso, el conocim¡ento se
entiende como un p-"""o-¿" ui.r-
cam¡ento y contemplación de las ¡deas.
l\,4undo visible o
I A D
ble
c
M und lelig ¡ble
6. Aqui lienes dos analoqias que
se
E B desprenclen de lo que has leído,
t- -l F--------l perc en c€da uña hay un ellor.
Des-
I cúbrelos y haz la coñección:
g
lmágenes An¡males, aosá; oo¡eros máemiG6i
. Los oios fisicos son a los obie_
lOslrslbles to que tos o¡oiOe
la mente son a tos qbjEtQs
! §btes.
sen-
t . El sol es la cima del munCo
I ¡as cosas, como la ¡dea!el!:
de
f
4i
r1-¡::!¡¡r¿ti=üÉEr4:r:-4-::e :
t, ,,2
dos sens¡bles y dos ¡n- O.r:
A las cuatro clases de ob¡etos resultantes'
mental o vía de cono-
t"iigiOl"s, Platón les atribuye una operación
sombras de
ott.r""te. Respecto a las imágenes' que son Et cat
"¡,iJ"i.
las cosas, sólo podemos tener suposiciones
o conieturas; fiate en c\tj:
cosas que son' tarse.
qr" fá" iragun"" (en gr¡ego elkones) son sombras de nuestro co- r- I:
a
; .; ;;r, siiples copias' ¿Y qué nombre pondremos que son copias o apa- Una r'
iJm-ie-na ¿ los animales y de las cosas'
realiclacl? Greencia o fe' Así'
ptles' tanto las l( ¡,¿
,i""","" O" ," *tOadera
son más que opin¡ones' no g.^ael
luposi"ion"s como las creencias no
I
p^rc
lsl
t-- Mu¡do vis¡ble o sensible
i obietos matemát¡cos i.
I
ldeas
Et¡el
hi,, et
(
D c E --------- B
e(IUCA¡
ci4e
clrardc
Bazón discursiva l, Razón intuitiva i
pc'
lor'roitL
Conocim¡ento o ciencia lepisteme' I
p!
l§l representados los
cu;§rr
Ir
"s
,r"""" a ."" a"'.o de la agente Scully cuando in-
ü, opinión (doxa) y ciencia (ep¡steme)' t I ti-,e tt
",
il.tiou t" .rp"Oi"ntes X'' ¿crees que nuestro inter- "orr".pono*' geulTl(
propio del mundo
to=*ür l" idea de valentia' o sólo liene una La oDinión setra el conocimiento
"u,,o"a, que es el valor a párt¡r de casos con- ;;;";;"r. del mundo sensible' Por
cambiantes
visión vaga de lo Soural
cretos Y Part¡culares? ;;;;0"", se basa en la experiencia o sensibilidad
de según PlatÓn, no const¡tuye auténtico
co- s(43
:-1
!ri¡ . Phfón Dlantea que Ia ciencla es conocim¡ento' noque y, pol.
a la "ao,
..1o" ion","tot' tino de la idea universal nocimiento, sólo creencta'
,.. po|.
iiián. t"n"r conocimiento cienlilico sobre
"ro, tons¡stirá en conocer orá¡ esh
saber' porque
;i ,;;j";á_te'ttl" La ciencia es, ell cambio' el auténtico 9..Ln
áJáG "aq
o'é hace que digamos
comporlado
que Aqui-
valerosa-
i¡rteligi-
I "L...i-,"." racional del mundo ideal oeterrras'
il" u iu S",tty se han
bie. nl ser las ideas realidades
Úniversales' na'
)' "r"nt" por eiemplo' decir que 13
.1"Át" ián.ritri,a se co.lvieden' también' en ;(,:
& "cncia' pero sopodar con ente-
val >rrtia cons¡ste en temer'
f,".=,io"t", u i.ronuptibles iiv
It ¡.to" o. univer.sal y seguro Utl tipo
¡i Gza lo que sea necesario' "ono.inliento sólo po§een los
t,l . Media,'te eiemplos' distingue lo que serian op¡nión Ili"l,o"r,,,"ntt' rlo ollst¿lnlc'
'luc ie.
il más doctos Y sabios'
y cienc¡a de la just¡cia'
É
42
2
;1-
3.3. Reminiscenc¡a: conocer es recordar
le
Elcaballo manón que veo trotar va un poco cojo, el triángulo que
he
dibujado es bastante inegular, esta rosa tan bonita emp¡eza
rn. a marchi_
larse. Enlre las cosas sens¡bles y su conespond¡ente
¡dea hay un abis-
mo: la idea cle caballo, de triángulo, de bel¡eza tiene
a- un "plus", tinne
una r€alidad que no está en la conc¡eta cosa sensiblé. pero
si la
¡dea, a diferencia de la cosa, es universal, pedecta y
to eterna, ¿cómo lle-
9a el hornbre a estas ideas tan d¡ferentes y alejadas de las cosas? La
respuesta de Platón es que en nosolros, en nuestra
alma, desde siem_
! pre, hay, como dormidas o en estado latente,
huellas o señales de es_
r l:ls ideas. Por lo tanto, lo único que debe hacerse
l es despertar, ha_ {
I r,cr errrerger !o que ya está en nosotros.
n I (ler, conocer no es nada
Consecuentemente, aplen:
más que evocar o recordar estas ideas-
f( Esta concepc¡ón platónica imptica una
I vis¡ón muy posit¡va respec_
1 io a las posibilidades humanas de conocimiento.
Sitpone que los hu_
I rnanos, como el prisioneró ,Je la caverna,
tenemos la capacidad
El doble de una superficie
in_
ter¡or suf¡cienl para Dado un cuadrado, ¿cómo se pue-
I e deshace,rnos de las cadenas cle la iinoran"iu
de encontrar el lado de un segun_
§
t iniciar el camino de ascenso hacia el conocimiento.
esta áoncepciOn " do cuadrado el área del cual sea el
se basa en un optim¡smo ep¡stemológico,
en una te. en tas posiOi doble que la del primero?
¡idades humanas, sustentado en la confianza
en que intelectualmente En el pr¡mer intento, el esclavo
poscemos todo lo que necesitamos.
mult¡plica por dos el lado del pri-
I En el diálogo platón trata de demostrar mer cuadrado.
t ^,renón,
hay enseñanza,
su af¡rmac¡ón (ltol
sino remin¡scencia». Así, Sócrates piOe a üenon B G
de h r lo mismo
sobre toda la geometría y sobre todas las
I otras disci
) I lratemática y remin¡scenc¡a
C
8. La rnate¡láii(.a es la.iencia ql|!: Utiiiza pl.ttón para demostrar la reminis_
cenc¡a. Alrora b,en, ¿podríantos hacer lo mismr,
con cLralquier ctiscipli-
na? Por ejernplo, peñsemos en la idea de
igualda(j. Si no pruijni_
cos y afirm?mos que hemos ad(luir¡do esta ioea "omo.
ae pequenos a üase áe
ir vlcodo cosas jCual.:9, entonces deb_ómo; explcar, ¡ustamen¿,
es pos¡ble reconocer ccrno iguales dos ;;;
cosas si no se tiene, p*;;;;_
I
E
le. la ideá de igualdad?
43
F'-* lJlrlrl;r, l2
4.2
4. AntroPologíaPlatónica
la concepción ptatón¡ca de.la
El rnik
El mito de la caverna enlazaba urlr
del conocirniento'
*ri,o"o, teorÍa de las ideas' colr su teor¡a del conocimierrto tiva, la
" enlaza la teorÍa
"'*" '*,rooo,"g,a alado, rlel ser humano Ésta se caracte-
5t];;;,";;i;"i"arro la:1r
o visión esla di
a la re¿'i-
;; ;;,a;' ñun decidido dual¡smo si respecto cc .sl
respecto al hombre habla-
dad hablábamos de ideas cosas
y
y ra+'
remos de alma Y cuerpo'
44
E[
-I
2
4.2" Almatripartita y tirtudes éticas
El mito del carro alado nos muestra el alma como una fuerza, como
una entidad d¡nám¡ca que integra tres partes: la racional o intelec-
tiva, la irascible o de las tendencias positivas y la concupiscible o de cuando su parte
blanco de¡ mito,
las tendencias negativas. Pues bien, la ética platón¡ca se basa en .
la capac¡ta para
esta d¡vjsión tr¡part¡ta del alma. Platón habla cle tres v¡rtudes que se situaciones -
corresponden con las tres partes del alma: la sabíduría, láfortaleza . alma tiene Iá vi
y la templanza
les. El cüerpo es fís¡co y mortal, sens¡ble e imperfecto, materia caduca segundo lugar, indica qué p¡en-
sas de su signif¡cado.
y desprec¡able. EI a!ma, por otro lado, es inmortal; es inteligible y per_
"' La ciencia es posible sin la co-
fecta; es lo que define alicmbre y le permite realizar lo más elevado. Di-
laboración del cuerpo.
cho de otra manera, d cr:erpo pertenece al mundo de las cosas sensi_
. La información sensorial es de-
des v temporales. m¡entras que el alma es originar¡a del mundo de las ficiente.
ideas eternas: .lc que nrás se parece a lo divino, a la inmortal¡dad, a lo . Puedo mandar a paseo al cuer-
inleligible, a lo que liene forma única y no se puede descomponer, a lo po y quedarme yo mismo.
que es inmutable e idántico a él mismo es el alma,, (Fedón, 80b). . El hombre es básicamente su
Pero, es precisamente este dual¡smo y el noble origen del alma lo alma.
que hace posible el cor.rocimiento de las ideas. Las abstractas e in_ . No es el cuerpo el que debe
rnílleria¡es ¡deas son alcanzables porque el alma forma parte de este controlar al alma, sino el alma la
que debe controlar al cuerpo.
.rnirr¡(la) perfecto Cel rrue, sólo tempcralntenle, lta sia!o expulsada.
45
r2
a
4.4. Ala búsqueda de qué es el amor
o eros' Y.es
En la antropología platón¡ca destaca el tema del amor
anhelo de belleza es Io que
que, como hemos apuntado, el amor o
para que vuelva a su estado
pueie restituir las alas a nuestra alma
a elo-
lriginrrio. Et banquete es un diálogo básicamente dedicado
giai el amor. Los se¡s invitados-protagonistas exponen suces¡vamente
su visión del amor o ercs A continllación tienes
una pequena mues-
\.
--¿ tra de lo que se dice en el diálogo'
46
t
EI E
\
i
2
'l'. - i
es
ue
l.
o-
It€\,
Ruinas de Ampurias.
l
l
5.1. El sueñc de Platón
I
47 I
I
r I l: ti¡ l; l, I 2
I
¡
do. Aus
cor rr
rant¡zar
trabaiadores.
4B
I t,2
En Platón, esta estntctura lripart¡ta del Estado es paralela a la es-
tructura tripartita del alma. En el alma hay justicia cuando caCa una
de las partes que la componen realiza lo que le es propio. Análoga-
mente, en la pol,b hay just¡cia cuando cada clase realiza, como miem-
ra-
bros de un solo cuerpo, lo que le corresponde en función de su pro-
p¡a naluraleza. Sólo entonces habrá en la pol¡s orden y armonía.
rla
:ie\,, Aquí tienes el esquema de la analogía entre el alma humana y la
je- polis o ciudad-Estado.
I
Caballo blanco Pecho lrascible Fortaleza M¡l¡tares Proteger De plata
Justic¡a
,-|
La just¡c¡a, máxima virtud, está directamente relacionada con la
armonía y el equi!¡brio de cada una de las partes que componen el
:-' ind¡v¡duo y la sociedad. En el caso concreto del Estado, la justic¡a Lá iustic¡a es hacer lo que toca
dependerá de que los gobernantes gobiernen sabiamente y los go- 12. Platón dice textualmente que
l
bemados se dejen conduc¡r por los pr¡meros. En esta armonía y equi- "la just¡cia consiste en hacer
cada uno lo que le es propio sin
librio reside la justicia y, por lo tanto, la fel¡c¡dad y bondad de todos
inmiscuirse en los asunlos de
I y de cada uno de los indiv¡duos.
los demás. (La República,
t- ¡ 433d)- Ahora bien, el concepto
¡
5.3. Educacidn y selección de los mejores justicia no siempre ha sign¡fi-
cado lo m¡smo..Busca en un
I Aunque la justicia depende del equilibr¡o total, parece que en eso tie- dicciona.io el sentido actual de
ne un peso espec¡al la clase gobernante. De ella depende una con- la palabra just¡cia y, por pare-
J!
-Js
I ducción sab¡a y prudente. ¿Cómo podemos asegurar que los diri-
jas, comentad su signif¡cado y
la relacióñ que mant¡ene con la
I genles serán suf¡c¡enlemente ef¡cientes? Mediante la educación.
)o concepc¡ón platónica.
I
10 Platón es el primero en reivind¡car la educac¡ón como uno de los ele-
'to mentos bás¡cos para ,omentar una sociedad mejor.
i"l-
I
¿Cómo educar a los ,uluros guardianes de la polis? Todas las es-
ie
trictas medidas que presenta Platón sólo deben aplicarse a las cla-
i ses super¡ores, a la de los m¡lilares y, especialmente, a la de los
1-
gobernantes, ya que éstos son los que directamente toman las de-
cisiones políticas y, por lo lanto, de su prudencia depende la buena
3-
marcha de la soc¡edad. Su selectiva educac¡ón ex¡ge el control de
lecturas y de cantos, y la práctica de la gimnasia y la música. Ade-
I
más, los mejores en estas actividades estudiarán matemát¡cas y as-
I tronomía: y los mejores de todos serán preparados para gobernar en
I el ejerc¡cio de la d¡aléct¡ca.
I
Los guardianes no sólo gozarán de una educac¡ón larga y especial,
I además su régimen de vida estará bastante controlado por el Esta-
do. Ausencia de propiedad privada, vida comunitaria, matrimonios
concertados... serán algunas de las med¡das necesarias para ga-
rant¡zar la honestidad e incorruptitrilidad de los gobernantes.
49
¡.t
¿
- ¿lítullt? - ¿Titulo?
. ftoles¡o,r$ dela mu¡er . i@iñ@ de ricla cle los sua¡ -
.lguakLd sotual y natual : I !'¡ dar¡es
. pa.tu arro¡rye
. lguaklad de predkÉ)§ciJ¡nes e¡ re
e El
-
lrptnbre y rr.r¡q
¿Af¡rmaciór¡ que evalúas? 'rf.,# -
. Co¡nulistño pa¡a ks nlillarw
¿Afirmacón quo ovalúas?
50
f, I
E
2
5.4. Jerarquía de regímenes políticos
El Estado pelecto que Platón sugiere es un Estado utóp¡co. Se tra-
ta de un Estado aristocrático en el sentido más original de la pala-
Ora ar¡stocrático: de aristos,''los mejores' (palabra emparentada con
areti, 'excelenc¡a') y de krafós,'poder, fuerza'.
A
.)
n
,i--, ¡!-
/
i
ll
I
i 'i
i
¡l ( (
51
Comentar¡o de tex -- tle
-¿Qué diremos ahora de la efectiva adquisic¡ón del Análisis del conten¡do
conocim¡ento? ¿El cuerpo será un obstáculo o no, El texto pertenece a un d¡álogo ded¡cado al co-
s¡ uno lo asoc¡a a esta búsqueda? Quiero decir más -
noc¡miento y al papel que e¡ cuerpo desempeña
o menos eslo: ¿puede ser que olrezcan alguna cer-
en éste. Demuestra con lrases del texto las s¡-
teza a los hombres |tv¡sta y el oido? ¿O b¡en pasa lo
que los poetas no se cansan lo suficiente de repetir, guientes ideas:
que n¡ sent¡mos ni vemos nada con prec¡sión? S¡, . El cuerpo es un obstáculo que d¡f¡culta el ac-
! pues, -.e entre los senlidos corporales éstos no son ceso del alma a la verdad. ¿(
I prec¡sos n¡ seguros, difícilmente lo serán los olros, . El dma reflexiona mejor si no la perturba el cuer-
que les son, creo, ¡nferiores. ¿O no te lo parecen?
llo, si se aleja de é1.
,i
-Bastante -contestó é1. . E cuerpo es la causa de molestias y males, tan-
-¿Cu¿indo, entonces -dijo Sócrates-, capta el alma to ñ§cos (neces¡dad de alirnentacion), como psí-
la verdad? Porque s¡empre que la ¡ntenta percib¡r aso- quicos (deseos), como de orden soc¡al (guerras)
c¡ada al cuerDo, es evidente que queda engañada por y, lo nrás grave de todo, ¡ntelectuales. Provoca
I
ét.
I
confusión y desv¡ac¡ón.
-T¡enes razón. - Pon un título al texto. ¿Cuá escoges o propones?
-¿No es cuando razona que llega a adquirir, si algu- . E cueryo obstaculiza el conocim¡ento
na vez llega a é1, un conoc¡miento de las cosas que
. El conocimiento de la verdad
son?
-sí.
. Acotomia alma y cuerpo
Contexto ¡nmed¡ato del texto
HI
El^rl
-¿Y no es c¡erto que razona mejor que nunca cuan-
do nada de eso la turba, n¡ el oído, ni la v¡sta, n¡ e¡ do- Desarolla lo que sabes de estos puntos: tuo de
lor, n¡ n¡ngún placer, sino que se recoge en ella m¡s- - ra'Ég fl
. La ¡dea del cuerpo comoobstáculo para el co-
ma tanto como puede dejando estar el cuerpo y, abs- añ<t 52
teniéndose de asociarse a él o de rec¡bir su contacto,
nocimiento nos muestra que el texto está in-
sertado dentro de dos tentáticas: la antropoló-
d(-{ul
aspira hacia lo que es?
g¡ca y la ep¡stemológica. Pense;
-Es así.
. El autor, mn su optimismo ep¡stemológ¡co, cree uí, lr
-¿Y no es taÍnb¡én en esta ocasión, pues, que el alma
del filósofo trene el más grande desprec¡o para su
posible llegar a conocim¡eritos seguros (la re- urx.r
cuerpo, lo esquiva y procura quedar recog¡da en ella m¡niscencia es el medio). c(. et.
misma? . Platón fundarnenta, d€sgÉs de los pitagffis, la dental
d¡cotomía alrna y cuerpo: m¡enlras que el cuerpo tia r. t
-Bien lo parece. [...] influidc
es visto negativamente, el alnra es muy valorada.
-[-..] El cuerpo, en electo, nos produce ¡nrinitas ¡n- ciL .tá
mmodidades por su indispensable nutrim¡enlo; y más Mirando más allá del terto
aún s¡ se añaden enfermedades, que obslacul¡zan cllo- lo
nueslra búsqueda de lo que es real. Nos llena de amo- - lndica cómo se ha tratado en otros momentos rel )r
res, de deseos, de lemores, de quimeras de todo iipo, la problemát¡ca del texto; por eiemplo: ba ¡¡tal
y de n'iicha tontería, de tal manera que, de hecho, . ¿Cóno se ha entend¡do en otras épocas el po-
como re suele dec¡r, m¡enlras estamos ba¡o su do- ¿I quc
ceso de conocimiento? (Becuerda que no todo
¡d<¡-lis
minio, no nos es pos¡ble ejercitar en ninguna cosa el mundo ¿omparte este desprecio por los sen-
nuestro pensamiento. Porque de las guerras, de de ¡1af¿
t¡dos y el cuerpo.)
las sediciones, de las batallas nad¡e más que el cuer- o ¿C,omo se ha valorado en otras épocas el cuer-
un+a
po y sr§ p;§¡ones sor¡a causa. Ya que todas las gue' torr-, tc
rras se producen por adquirir riquezas, y si nos ve-
po? ¿Hoy se t¡ene una concepc¡ón negat¡va o do{ r
mos obl¡gados a adquir¡rlas es por razón de nuestro bien está, en algunos aspeclos, sobrevalorado? Rer,r¡ E
cuerpc, el aual debemos serv¡r como unos esclavos; Op¡n¡ón personal c¡o..lt¡:
él es también el motivo de que no tengamos tiempo Hegcl h
l¡bre de cu¡t¡var la Í¡losofía. Y lo peor de todo es que - ¿Crees que el planteamiento ep¡stemológ¡co del
si alguna vez nos deja tiempo libre y nos giramos a autor es válido para todas las ciencias? Quizá es Lalti
exam¡nar alguna cosa, ¡ntgrltere cont¡nuamente nues- muy bueno para ciertos estud¡os mal.emáticos: lvéase
tra búiqueda, la perturba, la confunde y de tai ma- pero, ¿cómo estudiaremos la naturaleza que nos COJ ]aI
nera nos aturde que, por culpa de é1, somos incapa- rodea sin cuerpo, sin experienc¡a sensor¡al? chos hc
ces de percib¡r la verdadera realidad.
- Platón tiene una üs6n negativa del cuerpo. ¿Cuál Pt^
Platón. Feddn. 65a-66b. tienes tú? [lano, (
cidlr-
E§Th I
ít¡co de Platón?
. Explic¿r brevemente la estructu ración en clases
sociales que plantea Platón en su Estado ideá|. .
. ¿Qué cuatro enferm edades puede sufrir el Esta- .
do ideal?
. Haz una breve redacci
qué crees sido
cado det mitá del carro ala calific ado x
t a a ¡t
El pensam¡ento de Platón ha.repercutido en mult¡- mentalmente de cuestiones de cosmología y de
tud de ámb¡tos y épocas. Su Academ¡a influyó du- cómo están hechas las cosas del mundo, y el ges-
rante mucho t¡empo y permanec¡ó abierta hasta el to platón¡co señala hacia el cielo, hacia el origen
año 529 después de Cristo, año en que el empera- y causa de todo.
dor Justin¡ano ordenó su cierre.
La valoración platónica de las matemáticas, aun-
Pensemos en su concepción dualista del hombre, que r vidada durante muchos siglos, renació con el
un ser d¡vidido en un alma que mira hacia arriba y gran Galileo Galilei, uno de los protagonistas de la
un cuerpo atrapado en el mundo de las cosas. Esta revoluclón cientfica de los siglos XVI y XVll. Se pue-
concepción ha marcado todo el pensam¡ento occi- de dec¡r que Gal¡leo se define platón¡co al afirmar
dental y, muy espec¡almente, la antropología cr¡s- que .el l¡bro de la naturaleza está escrito en lenguaje
tiana. Pero, sobre todo, a un nivel más general ha matemát¡co". La ciencia de hoy s¡gue el cam¡no que
influ¡do en la concepción y visión que el hombre oc- Platón había establecido: al conoc¡m¡ento se llega
cidental ha ten¡do de él m¡smo. Hasla no hace mu- pasando por Ias matemáticas.
cho, todo lo que se relacionaba con el cuerpo (inte-
rés por la belleza fís¡ca, el deporte, el sexo...) esta- La propuesta política de Platón, a pesar de las loa-
ba mal v¡sto, frente a ocupaciones más esp¡r¡luales. bles intenc¡ones a las que respondía (d¡señar una
soc¡edad perfecta, capaz de garantizar la felicidad
¿Y qué ha pasado con respecto a Ia concepc¡ón y el bien de sus miembros), ha sido'modelo de pro-
ideal¡sta de Platón, tan blen expresada en el fresco yectos menos loables. Algunas de las med¡das que
de Bafael de Urbino? El ¡deal¡smo de Platón ha sido Platón imaginó han sido llevadas a la práctica, des-
un ideal¡smo prototíp¡co que a lo largo de toda la h¡s- graciadamente con unas ¡ntenciones muy diferen-
toria, tomando una forma u otra, se ha ido rep¡tien- tes. El s¡glo XX ha sido test¡monio de la apar¡c¡ón de
do. El matemático y f¡lósofo francés del siglo XVll órdenes políticos totalitar¡os donde el bien común
Bené Descartes lo reprodujo bajo la forma de ra- es entendido, paradój¡camente, como el bien del
c¡onal¡smo. Poster¡ormente, en el Romant¡cismo, Todo por enc¡ma de la fe¡¡c¡dad y los ¡ntereses ¡n-
Hegel !o rccreó en la forma de ideal¡smo absoluto. div¡duales. Hablamos, efectivamente, de los regÉ
La actitud idealista platónica pintada por Bafael menes total¡tarios, de los cuales el nazismo es el
(véase la página 32) expresa una act¡tud humana e¡emplo más aterrador.
constante ante la vida, una actitud en la cual mu- Pero, sobre todo, Platón empezó y trabajó con ri-
chos hombres se han encontrado e ¡dentificado. El gurosidad prácticamente todas las cuest¡ones que
Plalón de la pintura de Rafael lleva un l¡bro en la lran nutrido la act¡v¡dad filosóf¡ca. por eso, algunos
-T mano, el nmeo, d¡álogo de vejez y el único cono- autores consideran que la f¡losofía todavía hoy es un
-t c¡do durante la Edad Med¡a. El libro trata funda- diálogo con Plalón.
-II
-ii
El Realismo aristotélico
I Esquema
1. Aristóteles y su mundo
1.1. Conbrto político y fomÁción especial
1.2. Aristóteles en la Academia de PlatÓn
1.3. Alejamiüto de Platón: viaie.s y observación
L4. A Liceo
. Valorar algunas pos¡ciones teóricas del autor como respuestas novedosas a viejos proble-)
mas que,ádemás, han tenido repercusiones importantes en la filosolía posterior'
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lnvitación a Ia unidad_
Entre los fragmentos que se conservan del poela gr¡e- ..-..1
go Arquíloco, hay uno que reza así:
"El zorro sabe mu-
chas cosas, pero el er¡zo sabe sólo una muy importan-
te". El dicho puede servir para d¡ferenc¡ar dos clases
de pensadores: los que meten las narices por todas
partes, como el zono, y los que se enrollan sobre sí mis_
mos, como el er¡zo. Los pr¡meros son centrífugos: su lntroducción
curiosidad les lleva a aleiarse del centro hacia la per¡- En pleno siglo lV a. C., cuando las polis clá-
feria de las cosas. Los segundos son cenlrípetos: su s¡cas de Grecia ¡ban perdiendo v¡talidad v
capacidad de visión hace que giren en torno al cen- Macedonia adquiría hegemonía mil¡tar y po-
tro, donde todo converge. La grandeza de Ar¡stóteles lít¡ca, Aristóteles, arraigado tanto en Ma-
rad¡ca en el hecho de que era a la vez zono y er¡zo. Aris- cedonia como en Atenas, realizó una in-
tóteles se interesaba por todas las cosas del cielo y de mensa obra intelectual, de orden cientÍfico
la t¡erra. Su pensam¡ento lo curioseaba y lo revolvía y f¡losófico. Esta obra s¡stemática hará que
lodo, pero s¡n perderse en la d¡versidad, sino integrán- se le conozca como una de las mentes más
dolo en un conjunto coherente. El ¡mponente edlf¡cio productivas e influyentes de la historia del
del Corpus aristote/¡cum es una nueva prueba de lo que pensamiento.
acabamos de menc¡onar. Lo que este ed¡fic¡o no mues- Analizaremos, en primer lugar, sus vínculos
tra, por lo menos en un pr¡mer momento, es el largo es-
o raices en Macedonia y Atenas, una cir-
_: fuerzo que su autor ¡nv¡rtió en construirlo. De hecho,
cunstanc¡a que no podemos desatender.
Nos acercaremos al núcleo de su pensa-
durante s¡glos el pensamiento de Aristóteles se ha con-
m¡ento v¡endo su alternat¡va real¡sta a la
s¡derado como una especie de monolito caido del cie-
i concepción idealista de platón: una me-
lo. Esta manera de pensar no era puramente arbitrar¡a. tafísica o interpretación integrada de la re-
I Partía del hecho de que la obra del estagir¡ta man¡fes- alidad que emerge de su fÍsica o cosmolo-
I taba una ¡nnegable un¡dad de fondo, una admirable ho- gía. En otra secc¡ón, s¡guiendo ei m¡smo
I mogeneidad especulat¡va y sistemát¡ca. pero no tenía esquema d¡dáctico de Platón, veremos
en cuenla la otra cara de la realidad, el hecho de que cómo traza el cam¡no hacia el conoc¡m¡ento.
esta v¡sión, a la vez dispersa y un¡laria, era el fruto de Habrá que estudia( tamb¡én, cómo conci-
una larga cani¡nata. be al ser humano (antropología), y cuál es
la tarea fundamental que éste ha de desa- ,
Colomer, E., rrollar, objéto de estud¡o de Ia ét¡ca aristo-
.lntroducción a Aflstóteles" en psico/ogra. télica. Finalmente, veremos la organizac¡ón
polít¡ca óptima, pensada a part¡r de la ob-
servac¡ón de diferentes real¡dades políticas
y alejada de la utopía de su maestro.
g
55
T
¡
lll ll, 1,,i3
sí mismos más grégos que los macedonios. Estas polis (entre ellas contra lno
Aristóteles €44-322 a. C.), el ,¡ltsofo grie-
go de mayor imporlancia iunto con Pla- Estagira) se habían unido en una federac¡ón con el objetivo de pro- el gran orad
tón.
tegerse de la prepotente y poco culta Macedonia. tidr) an: 'ir{
lico. Ar¡stót(
El padre de Aristóteles, N¡cómaco, a pesar de ser un griego puro, se
eran bi,. b<
relacionó con el rey Am¡ntas de Macedonia, y se convirtió en médi-
rida.
co oficial de la familia real, además de amigo y consejero. Por este
motivo, Nicómaco se lrasladó de Estagira a Pela, sede de la corte
^
Adenrás, ac
macedonia. En esta corte, Ar¡stóteles conoció y trabó amistad con bnno L u-
Filipo, hijo de Amintas y futuro rey.
Aristóte¡es, que lamb¡én por parte de madre procedía de una familia
de médicos, recib¡ó, además de la lorrtrac¡ón general que se daba 1.3.^q
a los griegos acomodados. la formac¡ón especial de los descen-
dientes de médicos. Esta fonnac¡ón tenía un elevado con]ponente _y
práctico y enrpilico que marcó la actividad filosófica de Aristóteles: Los acor.rtc
su interés por la b¡ología tiene su or¡gen en esta fornración médica. regrinrA p
rro de Ai.an
En estl n:,-
1.2. Aristóteles en la Academia de Platón de la Ac¿rdt
Sab€mos que en el año 367 a. C., huérfano de padre y madre, y muer- Ereso. 'rl
to el rey Amintas, am¡go y protector de la familia, Aristóteles se tras:a- donú. I§i
t dó a Atenas e ingresó en la Acadenria de Platón. A pesar tlc quc cuan- e¡; Mii,i,-..:c
do se ¡ncorporó a la Acadern¡a, Plalón acababa de ¡niciar su segun- 1di
L<¡s arl
Arislóteles leía, él misnro, todo lipo de
do v¡aje a Sicilia y lrabía des¡gnado corno d¡rector prov¡s¡onal il Eudoxo
raGterístir;o
l¡bros; hecho que so¡ prendia a los denrás de Cr¡ido, la influencia platónica [Lre decisiva en los años siür]ientes.
maembros de la Academia. La costumbre
po obsla,
de Ia épocá éra que un esclavo lcye€ eñ Ar¡stóteles fue m¡ernbro activo de la Academia durante veinle años, nórror'¡os rr
voz alta y que los á¡umnos escucha¡án. desde los 17 hasta los il7; prin¡ero como alumno y dcspués como zó ¡mf),1in
Por eso. el er.t.,nces ¡nusual hábito aris- profesor. El anrbiente de Cebate y retlexiórr le seducía. Adenlás, alli
totélico de lee' personalmenle los libros de.sus l-lri¡r-
hizo que le ad¡ud¡caran el sobrenombre pudo convivir y d¡scutiI corl Platón, quien pronto advirtió la excep- v¡da na]al
de "leclor.. c¡onal inteligenc¡a de su discípulo. las pos\io
56
u
E
1rl, .,.r3
Adernás, aquel rnismo año, el 347 a. C., había muerto Platón. Su so-
brino Esp--usipo fue reconocido como direclcr de la Academia.
Los años de Aso y Mitilene fueron años en qtte emergió lo más ca-
raclerístico de Aristóteles. Sabemos que pasaba gran parte del tiem-
po observanclo, catalogando y describ¡endo animales, plantas y fe-
nómenos meteorológicos. Es dec¡r, en este segundo período, reali-
zó importantes estudios de c¡encias naturales: la formac¡ón méd¡ca
de sus pr¡meros años se fue imponiendo en forma de interés por la
vida natural. Simultáneamente, se fue d¡stanc¡ando de muclras de
las posiciones platónicas.
57
a
En el año 342 a. C., el rey F¡l¡po p¡d¡ó a Ar¡stóteles que se en- lvlientras I
cargara de la educación de su h¡jo Ale¡andro, el futuro Alelan- soci¡:aol
dro Magno Aristóteles aceptó y, junto con sus colaboradores, se da. La he(
trasladó a Macedonia. De este modo, pudo real¡zar aquello que ma dlol
tanto había deseado Platón: formar intelectualmente a un futuro c¡a. Aderr
rey, un¡r poder intelectual y poder político. Aiejandro conlaba en- Aleja.ao
tonces trece años. Hasta los dieciséis, Aristótele$ fue su edu- cas v hitcí
cador. nal C. -'st
con {lq(arr
Sin embargo, no parece que Ar¡stóteles pud¡era ¡nfluir demasiado en divini.--tJ '
la formación del pensam¡ento político de Alejandro. poster¡orntente
escribió: "Eljoven no es un oyente adecuado para lecciones <Je po- Poco ltt
Ale.jandro Magno. lít¡ca, ya que le falta exper¡enc¡a de la v¡da, put¡to de parlida de la re- cedonio e
flexión política.. asoct o I
tamb[¡( c
La educac¡ón del joven príncipe se vio interrump¡da cuando éste tuvo Alejar. -ro
que hacerse cargo de la regencia (F¡l¡po se encontraba ausente por evitarAqr
act¡v¡dades bélicas). Es el momento de volver a Estag¡ra. Alli v¡vió lTl€fo ¡.¡9 I
unos años de concentración intelectual en los que sistemat¡zó sus t¡ró a¡\¡sl
observac¡ones y sus rerlexiones. Su disur¡rr-
ceo y^e s
. . Los peripatét¡cos La ambic¡ón de Fil¡po de poseer la hegemonía en Grecia pareció con-
: El recinto del Uceo tenía un paseo solidarse en la batalla de Queronea (338 a. C.), en la que el rey y su
- port¡cado, un peípafos, donde, general Alejandro derrolaron a la alianza de Atenas y Tebas. pero El Ccls
i a rnenudo, Aristóteles impaftía sus m¡entras el rey F¡lipo preparaba el eiérc¡to para marchar sobrc per- Gran F{rl.(
clases m¡entras paseaba. Por eso,
sia, en el año 336 a. C., fue asesinado, mister¡osamente, por un miem- obra supo
los m¡embros de¡ Liceo y los se-
guidores de las doctrinas ar¡sto- bro de su guard¡a personal. Las polls gr¡egas bajo donrinación ma- te de ¡ia f
télicas con fiecuencia han s¡do lla- cedonia pensaron que éste era el momento de revelarse, pero fra- director d€
, mados
"peripaléiicos.. casaron. Alejandro, con habilidad, sc impuso como nuevo monarca, toteiita.
el¡nr¡nando a los posibles rivales. Las exitosas conqu¡stas m¡litares pt áct;-§rr
que llevó a cabo fueron realizadas en nombre de los griegos, no vadas p€n-
solamente en nombre de Macedonia. esotó ro
del maestro. De este modo, elr los jnrdirres del santuario ded¡cado al ;Ci
I
dios Apolo Like¡s establec¡ó un centro alternativo a la Academia
que se conoció con el nombre de Llceo. ¡,llis
Durante trece años, Ar¡stóteles enseñó en el L¡ceo; fueron años cle Í1,
gran actividad cientíí;ca y teór¡ca: de observación empírica y de Polític
'-!{:; especulac¡ón a part¡r de ella. Esta írenél.ica acl.ividad ¡ntelectual ca- Estél¡(
Ternplo de Apolo. en Corinto racteriza el tercer y último período de su vida. i
58
!r!,,3
ln
¡,lienlras Aristóteles enseñaba en el Liceo, la situación
soc¡o-política gr¡ega era cada vez más comprometi- /
!
da. La hegemonia macedon¡a había deshecho el s¡ste- (
(,e ma de polis o ciudades-Estado característico de Gre-
)
cia. Además, las victor¡as y conqu¡stas or¡entales de ,-l]I,-,i
u- Ale.iandro alimentaban sus incl¡naciones más despóti- ,d'if-. f\., tl
T
cas y hacían crecer sus pretensiones de divinidad- Al fi- -=! 6
tI )
nal de esta época se rompió la am¡stad de Ar¡stóteles
,*.:* - )
con Alejandro. El maestro cr¡ticaba sus pretensiones de
-.t) d¡vinidad y la destrucc¡ón del modelo gr¡ego de pol¡s. L
l- Poco antes de la muerte de Alejandro, el partido ma-
,t: r
cedonio era odiado por el pueblo griego. Aristóteles, \+ f-l ,"tbé^rryú"
asociado con Alejandro y con el poder macedonio, fue \ I¡I E¡¡ b6c-.rndd5ea¡€Fúo
- l.lioer 6 d.¡¡q¡'do
también odiado. Cuando, en el año 323 a. C., murió t'
,o
Alejandro, Aristóteles fue acusado de impío, y para Las v¡ctor¡as y conquistas de Aleiandro §
pronto se coñsideraron legendarias y ffo-
evitar lo que él denominó un segundo cimen contra la filosofih (el pr¡-
movieron una ¡magen sem¡d¡vina del em-
o mero fue contra Sócrates), abandonó la ciudad de Atenas y se re-
s t¡ró a la ¡sla de Eubea. Murió al año siguiente, 322 a. C., a los 62 años.
perador
t
Su discÍplrlo Teofrasto fue el nuevo director y el cont¡nuador del L¡- Escritos esotér¡cos: son trans-
ceo y de su selecta bibl¡oteca. . cripciones o apuntes de las
t
lecc¡ones que Aristóteles ¡m-
partfa a los estud¡antes del L¡-
El Co rp us Aristotet ic um ceo. Son, por tanto, escritos
:)
Gran parte de la obra ar¡stotél¡ca se ha perdido. Su biblioteca y su d¡fíc¡les, sólo asequibles para
obra soportaron d¡versas vic¡situdes. Sabemos que una buena par-
los iniciados.- t
te de ella fue a parar a Boma y que Andrón¡co de Rodas, undécimo Escr¡tos exotér¡cos: se supone
que son d¡álogos de carácter
director del Liceo, la ordenó y publicó con el nombre de Corpus ans-
, lúd¡co y'divulgativo que Aris-
totel¡cum. tóteles bscr¡bía para e¡ gran
público. De todas formas, no
Prácticamente la totalidad de las obras de Aristóteles hoy conser- podemos afirmar nada con
I '
vadas pertenece a su tercer período o años del Liceo y son escritos . certeza acerca de ellos, dado '
esotéricos, Los podemos clasificar de la siguiente forma: que no se han conservado. ¡
C¡encias H¡sloia de los anirnales, Sob.e ta marcha de los aninales, Genemc¡ón de los an¡males, Las pa¡1es de los an¡-
Naturales ñales... La mayor parte de la obra aristolélica se enmarca en el campo de la zoologia
Psicología Sobrc el alña, Sobrc la rnemoria, SobÍe la percepc¡ón, El sueño, La v¡da y la muerle...
Ética y E¡¡ca a N¡cómaco, Ét¡ca a Eudemo, GÍan morcl, Por?ica, una colección de coñstiluciones de 158 Esta-
Politica dos...
I 59
)
tl¡t,t¡, i3
Crítica a la teoría de las ideas
EI contacto entre Platón y Aristóteles es innegable, y también lo es
2. -¡,t
l¿
la ¡nfluenc¡a que el prirnero ejerció sobre el segundo. A pesar de ello,
fíjate en el fragmento del cuadro La escuela de Atenas. Platón seña- Una de ,as
la hacia arriba; en cambio, Aristóteles apunta hac¡a abajo. Esta acti- anál¡s¡-e
tud opuesta simboliza las diferentes posiciones, inclinac¡ones y con- de este est
cepciones entre los dos filósofos. M¡entras Platón cerrtra su interés la Metñcic
en el abstracto e ¡nmutable mundo ideal, Ar¡stóteles, se acerca y an- dio, pues n
cla en el mundo sensib¡e y pa¡pable que nos rodea. canrbiÓil
Recordemos que, para Platón, la auténtica realidad es el mundo ¡n-
mutable y perfecto de las ideas. Lo quc nos rodea sólo es una copia 2.1?r
impelecta y corruptible de éstas: de modo que ún¡camente si lle- Cr.¡rnoÓ..rt
Fragmento de la escr¿ra de Alenas. de
gamos a conocerlas, podernos tarnbién entender lo que venros. Para fos lue e¡rcr
Ralael. Platón, las ideas son aquello que hace ¡nte¡¡gible el ntundc fÍs¡cc, Una c.'i:a
porque constiluyen la esencia de las cosas.
Este ¡r,^is
Como discípulo de Platón, Arislóteles se educó en esta concep- scibre .i,.uf
c¡ón de la real¡dad; aunque pronto le surg¡eron dujas, que se coir- do natr.(. I
virtieron, con el paso del tiempo y la nraduración intelectual del pen- nOS foutj.Ír C
sador, en crítica abierta y rechazo. Algunos de los ¡nconven¡entes lla e¡r ¡n\it¡
que Ar¡stóteles advertía en la teoría platóriica son los siguientes: cedLrD, la rx
vivo ¿rlñ"¡ r
- Si el mundo sensible y nraterial que nos rodea sólo se explica como arnontonan
una copia ¡mperfecta de las ideas, es lógico suponer que todo lo
Los prí. .:rc
que ex¡ste tiene un nrodelo perfecto en el mundo ideal. Enton-
que enAnti
ces surge la pregunta: ¿ex¡ste una idea de cualquier cosa, de ba- de otoru..riÉ
rro, de broza, de maldad, de crimen?, ¿existe la idea de rnaldad
pelecta? Para Aristóteles es inadmisible la existencia de ideas Cor¡o ñ¡r
perfectas de todo lo malo y negat¡vo que hay en el mundo. tidos y la elÉ
Compara acl¡tudes y transÓn.
f. Ahora ya sibes algo acerca de
- Otra. S¡ todo lo que existe en el mundo es lo que es: un caballo, des, al co¡rtr
Aristóleles y bastante sobre Pla- un hombre, un árbol... porque participa de la correspondiente idea cionaclÓc
tón. Comoara sus act¡tudes, es de caballo, hombre o árbol, es natural considerar que la esencia miento es i¡
decir, haz corresponder a las s¡-
I
gu¡entes caractefist¡cas o pos¡-
de cada cosa es la idea de la que part¡cipa. Ahora bien, ¿cómo es la inveri d
c¡ones de Aristóteles la act¡tud
posible que la esencia de una cosa, aquello que la hace ser Io que ser no exist(
paralela de Platón. es, esté separada de esla cosa? Para Aristóteles, la esencia de no6 enE ,ar
I . Aristóteles tieno un gran inte- una cosa, su causa, no puede existir separada de esa ¡¡isma La teor\lll
rés por las ciencias empíricas, cosa. concepciot
pero escaso por las cienc¡as
Otro grave ¡nconven¡ente que Ar¡stóteles descubre en la teo¡'ía ide- caract6^a(
matemáticas. - decía Herác
. Aristóteles bas; todo conoc¡- al de Platón radica en que ésla no consigue explicar ni dar ra-
rn¡enlo en Ia observac¡ón y en zones de aquello que es más característico del mundo mater¡al ideas, rnc
la recogida de datos enrpíricos. y sensible: el mov¡m¡ento y el cambio. ¿Cómo puede el rnundo
maba Parrn.
Por tantc', otorga a la expe- perfecto, inconuptible. inmulable y eterno ser causa y explicación Sin emL.rr!l(
riencia un úestacado papel en
de un mundo carnb¡ante, inrperfecto, donde todo es mortal y prc- cepcict-¡, ¡
el proceso de conocin¡ierrto.
. Para Ar¡sióteles, postular visional? puesta r,ria i
la
ex¡stenc¡a de uñ mundo ¡deal Como verenros en c¡ siguienl.e apartado, el problema del canilrio y Para ve. ,.ri
t¡ene más ¡nconven¡entes que
el mov¡miento, y la impos¡b¡lidad de la leorÍa piatón¡ca de ofrecer aderrIraj\-)s
ventajas a la hora de explicar la
realidad. una explicaciórr convincen[s constituirárr el acicaie dc la teorÍa aiis- líetafis..i¡,
totélica. ciso ¡.rir1.-:c
60
--¡E--
llr ,,1.,, l3
dio, pues no se puede entender su expl¡cación de Ia naturaleza y el editor'dél Colpus ahs totet¡cum , el
cambio sin conocer su concepción de la rea,¡dad y del ser. qu6lituló ¿oó de des¡ ués de la f-
, s¡ca (Metá ta t¡s¡cá) elconjunto de .
,Ñr- I libros que hoy denominamos me-
2.1.
.
61
2.2. La realidad sustanc¡al 2.3.
Mundo
Ya hei , ,JS
ideal La concepc¡ón metafísica de la realidad que sost¡ene Ar¡stóteles es
lo que,.$¡s
ldeas Forrna
muy sencilla. La realidad, aquello que es y existe, es lo que Aristó-
tancias se
teles denomina sustancia.
Sus- merar,\nt
lancia nos que ro-
Las sustanc¡as no son sino los individuos concretos el resto d€
Cosas-... . Maleria como auténtica la
dean. A diferenc¡a de Ptatón, que sólo reconocía
Segúr . .,a
real¡dad ideal y consideraba los obietos sens¡bles ilusión engaño'
y
Mutrdo de la pldá
sensible para Ar¡stóteles todo lo que nos rodea: este gato, esta casa' el veci-
no..., son sustanc¡as y constituyen la única y autént¡ca realidad'
mació:, ! t
Aristóte¡es habla de dos clases puede dist¡nguir la mater¡a de la que está formado (madera' si es el es unlal
que es' en este
de sustanc¡á. sustancia Prime- taso), y la eslncia o [orma, aquello que la hace ser lo niño, Di lo
cosas' es-
ra y sustanc¡a segunda. Por un caso una mesa y no una silla o una cuchara (entre otras no se
: lado, tenemos ¡ndiv¡duos con- por cuatro patas)'
tar formada por una base plana sustentada Esta Aüir
cretos, por ejemplo todos Y
. cada uno c.e los caballos: Bu- En otras palabras, en lc¡s irldividuos concretos' en
las sustancias' pue- to nos llev
céfalo, 3ab¡eca, Rocinan1e...
I Const¡tuYen sustancias Pri- do encontrar dos dimensiones que se corresponderr con las dos rea- tenciiaat
lidades que postulaba Platón. Por una parte, la materia'
componen- lo es etr pr
meras. Por otro lado, aquello
específicas de ler)ci¿ Uf
que tieneñ en común Buéfalo, te ,ísico; y por otra, la lorma, coniunto de cual¡dades
Bab¡e(.'y Rocinante Y todos una cosa que llacen que sea aquello que es Estos dos
colrponentes rnos l{is
los caL;llos: es deci( la esen- En
sólo son escindibles teÓr¡camente, cn un proceso de abstracción PotDn.
. cia o forma de caballo, es tam-
la realidad, materia y fornla consl¡ttl)en un compuesto ¡nseparable -
bién sustanc¡al, Porque es Pre- te:nL
cisamente aquello que nos Per- (synolon) y no, conlo ltlalltenía Platón, dos nlundog ii'recot rciliables' ma c¡ill
mire hablai de la sustancia
caballo. En este sentido, la por decirlo así' bidimen-
te¡1¡ r
En otras palabras, el nrundo de Aristóteles es, r:i: la (::
' loma de los indiv¡-
esencia o que lo integran
sional. Cacla uno de los seres o sustanc¡as ¡ndiv¡duales
duos es también sustanc¡a, o",nuteria y forma Mater¡a y lorma son las dos caras.de
. sustanc¡a segunda. r"
"á-pon"real¡AaA, tan inseparables una de otra, como un indiv¡duo cha- "o1.
una m¡sma
to respeclo de su nariz.
- Ati (t
sustan,
Colomer, E., 'lntroducción a Aristóteles"' en Ps¡cología'
2. ¿Cuáles de estas afirmaciones ta1lt,
son compatibles con lo que aca- cuencii
de toda
bas de estudia¿ Hectifica las que Esta teoría que defiende la composición mater¡al y formal
no ¡o gean. (materia) y Este L,no
sustancia se denom¡na h¡lemorl¡smo, del griego ¡)"te
. Júan es sustanc¡a P¡imera Y c¡u-
morphé (forrna\. La mater¡a es el soporte o sustrato de la forma (la la exl¡rqa
I dadano. sustancia seq¡r nda. hay sustancia (sin oir, de ta a
. La forma es sustanc¡a Pimeru. madera es el sustrato de la mesa), sin materia no
por sí sola la ma-ia
I . La sustancia segunda es un madera, o h¡erro o márlnol, no hay mesa)' Pero la materia
(ha- ne difercn
comquesto de mateda Y forma. tampoco es nada. Sin forma, sin esenc¡a, la madera o el máImol
¡
62
I
l;,, l.i3
2.3. Potencia y acto
Ya hemos visto cuál es la concepción aristotél¡ca de la realidad. Todo
lo que
Al ser la Naturaleza principio de
existe, todo lo que es, es una sustancia. No obstante, esas sus_
mov¡m¡onto y cambio, y al haber-
tanc¡as se transforrnan, aparecen y desaparecen. El caballo fue pri_
nos propueslo nosotros estud¡ar
meramente un potro, pero envejecerá y morirá. Lo m¡smo sucede con precisamente la Naturaleza, no po-
el resto de las sustancias: ninguna es inmune al paso del tiempo_ demos ¡gnorar qué es e¡ mov¡-
miento. Pues, desconociendo qué
SegLin Parménicles, esto era imposible. Lo que es no puede surgir es el mov¡miento, desconoceremos
de la nada, n¡ tampoco puede acabar así. La generación, transfor- también qué es la Naturaleza [...].
mac¡ón y destrucción de las cosas es aparente, el ser es perfecto y Aristóleles, F/'sr'ca, lll
eterno. Este razonamiento conduce inevitablemente a la negación
de la posib¡lidad de camb¡o y mov¡miento.
jFtfo
: tencia y acto. La semilla no es un árbol en acto, pero sí
I lo es en potencia. El árlcol es árbol en acto, pero en po-
-1 tencia puede ser una mesa, un armario, una silla... Vea-
mos la distinción: I
I
- Acto (enérgeia). Es la realidad actual de cualquier
sustancia y es la forrna particular que haya recibido
3. Completa las s¡guientes frases de manera que re_
la materia; en olras palabras, s¡empre es conse_
I sulten verdadéras
cuenc¡a de la actual¡zac¡ón de una potenc¡a. . Un bloque de máfmdes u¡a estatua en..........,....
I Este binomio acto y potenc¡a es lo que hace pos¡ble . Un niño1a es en potencia ......... ...
la expl¡cación del fenómeno físico del cambio, es de- . Una bellota es un roble en cierto sent¡do y, en
Y cir, de la adquisición de una nueva forma por parte de otro, rD. Una bellota es un roble en ....... . .., pero
i
Y
63
llrl,l;¡, l3
2.4. Las cuatro causas 2.5- |
Ya hemos ,
La explicación del camb¡o se completa con la teoría de las cuatro
se halñ e
causas. El concepto de causa que emplea Aristóteles es diferente
es sino un,
del que util¡zamos en la actual¡dad. Para el filósofo clásico' todo aque-
Unive:4. {
llo que es necesario para que se produzca un fenómeno es su
eterno en c
causa. Así pues, aquello de lo que está hecho (materia), sus cual¡-
dades esenciales (forma), el eiecutor (causa ef¡c¡ente) y el obielivo
dos: € 'dt
que persigue (firralidad) son considerados sus causas'
que
Veámoslo más claramente con un ejemplo' Las cuatro causas
se pueden atribuir a una escullura de zeus son: el mármol de la
que está hecha (causa mater¡al), la idea o modelo con que ha tra-
(cau-
bajado el artista (causa lormal), el art¡sta o productor de la obra
que ha motivado al artista' por
saefic¡ente), y el móvil u objetivo
eiemplo honrar a los dioses (causa finau'
ldentil¡ca causas ,ü
establece las re-
4. Con el ñil de gieroitarte en el planteamiento aristotélico de la causalidad'
^e;
.N
lac¡ones adecuadas.
64
EI
#
llr,r, l.: l3
2.5. De la Cosmología a la Teología
Ya hemos visto que la naiuraleza está compuesta por sustanc¡as que
se hallan en constante movimiento y camb¡o. S¡n embargo, esto no
es sino una pequeña mueslra de la vis¡ón que Ar¡stóteles tenÍa del
Un¡verso. Según é1, el Un¡verso es un cosmos f¡nito en el espacio y
eterno en cuanlo al tiempo, y que se encuentra div¡d¡do en dos mun-
dos: el sublunar o terrestre y el supralunar o celeste.
l 65
_i
llrul,r, l3
3. Conocimiento Y lógica 32
Platón y AÍistÓteles co¡nc¡den al considerar que la cienc¡a es cono- Si¡4pa
cimiento universal; es deci( conocimiento no de casos particulares' mL. qr
s¡no de aquello común que éstos comparten' Ahora bien, mientras proqes
para PIatón los universales (ideas) pertenecen a otro mundo, diferen- SeL, r'lO
i
y su sentido. i
pincipros y unas técnicas.
. 66
j
r¡
ll ,r l,r, l3
l
67
l JltI l;r, t 3
Co¡ ,cre
3.3. Lógica: la argumentación deductiva en,'\qt
Aristóteles ¡nf¡ere (
Una de las partes más conocidas del pensamiento de plc^{e
. que la lÓgica
Las propos¡ciones es la lógica. Todavia a pr¡ncipios dei s¡glo XIX se decía
proposición es una oración ¡nmejorable' En la actual¡dad' con la dos los
Una de Arisióteles era completa e
en la que se hace un iuicio, en el
'
que la lógica aristotélica cons- raa --ra
progres¡va matematización, sabemos
que se atribuye un Predicado a un
sujeto. En este sentido, una Pro-
iitry" ,n" parte ¡mportante, pero sólo una parte, de la lógica' 5S
de co'
pos¡ción es siemPre una oración Aristóteles concibe Ia lógica cot.no trn i¡lstrutnelrto lorgan<sn)
en la que se establece la relación infor-
nocimiento, estr¡ctalnellte lrablando, la lógica no nos aporta
entre suieto y predicirdo. Por ejeni- herramiellta Todos
plo, "¡os jóvenes son atentos" o nración sobre el r¡undo y la leal¡dad, l)ero constituye una
que nos proporcionan in[ormación
hiPócritas' muy elicaz para otras ciencias sí
"los niños no son
sobre éste.
que ler)emos Lg¡
Así pues, según Aristóteles, la Iógica explora la manera Tái!{IO
Ios humanoi cle obtener conocim¡ento a partir de otros
conocimien-
de razonar
tos. En otras palabras, la lógica trata de la manera válida gurAerl
Aristóteles constata que existen
y de los razonamientos correclos' liza -Jrl
ios tipos básicos de razonamielrto: la inducc¡ón y la deducción'
figLt¡aer
partir del cono-
En el primero, establecemos una verdad general a bol,-d c
por el contrar¡o' par-
cimiento de casos pañiculares. En la deducción, ¡nir,<, e
a afirmacio-
tiendo de afirmaciones generales aceptadas, pasamos sas cnl¿
nes menos generales pero, a menudo, desconocidas'
pues a pesar
Aristóteles se centra básicamente en la deducción' D&s
ni por aso-
de la ¡mportancia científica de la inducción, ésla no
es
de lógica tra- Sesl
mo tan fiable como la deducción. Por ello, sus estudios
en grie-
tan, sobre todo, de la argumentación deductiva Deducción
,S
bó
t.-
,,., ,,,3
Concrctando, un silog¡smo es, pues, un razonamiento deductivo
en el que a partir de dos proposic¡ones denominadas premisas se
S ¡nfiere o deduce, con neces¡dad lógica, una conclusión, por ejem-
a plo, de las dos prem¡sas: .todos los hombres son racionales" y .to-
a dos los griegos son hombres", podemos concluir: .los gr¡egos son
rac¡onales..
l- Características
.:
Primera El término medio (M) es 10. A continuac¡ón, te presentamos algunos s¡logismos que un Ar¡s-
MesP
fioura el suieto de la premisa tóteles actual debería ser cap¿z de anal¡zar. Fomalízalos; es decir,
mayory elpredicado de
SesM susl¡tuye los téminos por la letra conespond¡ente. Una vez que ten_
I
la premisa menor
gas la eslructura formalizada, señala a qué ligura conesponde cada
SesP silogismo.
Seorrh E¡ término medio (M) es PesM . "Todos los fumadores de pipa son tranquilos,
,igLrra pred¡cado de las dos algunos lóg¡cos no son tranquilos,
prem¡sas.
SesM enlonces algunos lógicos no son ,umadores de p¡pa-.
. "No todos
I SesP los canarios son amarillos, i
lodos los canarios son pájaros, A
Terc e El térm¡no medio (M) es MesP entonces algún páiaro no €s amarillo."
O
fiqura sujeto de las dos prem¡-
MesS . .N¡ngún f¡l¡ántropo es un ases¡no,
sas. todos los médicos son f¡tántropos,
SesP entonces ningún médico es un asesino."
l__--
--
6C
li¡, iuJ
Ca<Ia úl
4. Antropología Y Etica leca)
humanc
La visión ar¡stotélica de la naturaleza es inseparable de su visión
rne-
guía y referellte de todos plolfL
talisica. Así como la teoría de las ideas era
y forma'
los proyectos platónicos, los b¡nom¡os metafísicos de materia
aris-
de acto y potencia, deternl¡narán, en primer lugar, la concepción
totélica del ser llurnano, un ser natural compuesto de mater¡a y forma'
que defenderá ve9
de cuerpo y alma, y, en segundo luga( una ética en la liva
la aspirac¡ón a actualizar las más profundas
potencialidades humanas'
70
E
t
fl, tt,,l3
I Cada una de estas func¡ones anímicas (vegetativa, sens¡tiva e inte-
lectiva) es característica de una espec¡e (plantas, animales y seres
'is¡ón me- humanos). S¡n embargo, no lo es en exclus¡vidad, ya que, por ejem- rac¡gnal
d\rJdos plo, la función superior del alma, la intelectiva, supone las otras dos.
t y fonna, sensitiva
c!,\¿ris-
I T¡po Función I Prop¡a de...
§
l'1,tatma, Alma Ilutr¡i¡va. Está .elacionaca con la b'-isqueda, ltoOos fos seres vivos,
afbalerá I i
vegeta- la asim¡lac¡ón y el aprovechamiento de los rc- , aunque es especirica de
Plantas
)3r"'rnas.
It I tava cursos vitales. Su obietivo es la coñservac¡ón las plantas.
Alma vegetat¡va
f
a
I
de la espec¡e.
Ahna sen- Apetit¡va y motora. Está relacionada con ta per- Todos los animales, ¡n-
I sit¡va cepción señs¡ble y la capacidad de trasladar- cluso e, ser humano.
se. modificar e lnteracluar con el entorno.
Sr. ln¡-
parenta- I Alma I Conccimiento, reflex¡ón, deliberac¡ón y elec- Et ser humano en exclu-
c¡Uati-
,nircaba
I inlelec-
v¡
I
c¡ón. PeÍn¡te conocer el mundo y a uno m¡s. siv¡dad.
I mo, asicomo llevar a término la acción mejor. I E
c Ldnte I I
Dnr ello, ir
Como veremos más adelante, esta concepc¡ón antropológ¡ca del
ser humano tendrá sus repercusicnes en la teoría ética ar¡stotél¡ca.
r- ,;ii
,_ rrl I
,'
:r 4.2. Ética: a la búsqueda de la felicidad
',/ Ína-
La.-.i¡ca, un saber práctico, trata de la manera como han de orga-
a t^orí¡ nizar su vida los humanos para poder vivir bien y ser felices. En los
to\z¡co animales, según Aristóteles, el ethos, carácter o manera de ser, de-
r rPns¡- termina su comportamiento y su forma de actuar. El ser humano,.
;¡Il. en cambio, está dotado de alma racional, puede pensar, reflexionar ¿Qué es la fel¡cidad?
si
.. fa- y decidir más allá del condic¡onamiento de su etf,os. por ello, la ét¡- 12. lnic¡almente, Ar¡stóteles ar¡rma
lr.r
ca tiene sent¡do, ya que es una disciplina encargada de gr¡entar y no saber qué es la ,el¡c¡dad, y
,o son,
sólo se atreve a determ¡nar lo
er n- gu¡ar el comportamiento.
que no es. Considera que no
mistna lgual que su Física, su Ética tiene una importante dimensión teleo- puede tratarse de una pas¡v¡- t
c\,ti- lógica. Toda acción responde a un objetivo o finalidad; en otras pa- dad. sino ¡a consecuenc¡a de
y cuer- una actividad. Tampoco se pue-
labras, actuamos buscando un b¡en, ya sea ganar dinero, viv¡r tran-
larr-,,1e de identificar plenamente con
quilos u obtener fama y reconocim¡ento. el placer, a pesar de que, a me.
)ues,:1
nudo, se encuentre acompa-
pr\-.-'¡- Detrás de todos estos obietivos que, o sólo tienen apar¡encia de bie-
ñada de cierto grado de placer.
e é.tii, nes o son en realidad un medio para alcanzar otro obielivo, existe un Tampoco puede tratarse de
ra !gn- bien que se busca por él mismo: la felicidad. algo leiano, como el amor pla-
tónico. Asi pues, ¿qué es?
Según Ar¡stóteles, la felicidad (eudaimon¡a) es el bien supremo,
n)ado: deseable por él m¡srno y que no se subordina a ningún otro. pero s¡ -lnd¡vidualmente, deline
aquello que es paia t¡ la te-
t\.s nos preguntamos en qué cons¡ste la felicidad, nos damos cl¡enta de licidad. lnlenta ser lo más
, en_er- qrle cada uno encuentra la fel¡cidad, si la encuentra, en urr lugar di- concrelo y claro posible.
uq/- f¿rente. A pesar de esto, para Ar¡stóteles, la f¡nalidad de cada cosa
- Poned vuestras def¡n¡c¡ones
ra iea radica en aquello que le es propio, en actualizar sus pos¡bilidades o en común y confecc¡onad
tlrtvo potenc¡as. Así, para un cuchillo lo más propio es cortar, para un árbol una lista-
t Rt"n- Discutid, argumentadamen-
crecer y dar fruto. Para el ser humano, lo más caracterísico y natural -
rü¿- es la racional¡dad, por ello la ielicidad consistirá en ejercer esta fa- te, cuál os parece la defin¡-
c¡ón más aceriada.
cultad, es de€i! en llevar una vida contemplat¡ya ded¡cada al saber.
71
11,,, i r 3
4.3. v¡rtudesdianoéticas 4. 4.
r* Según Ar
Como acabamos de decir, la actividad más específica del hombre acuc ) (
será aquella que le proporc¡one mayor felicidad. Aristóteles la dedu- tico v oer
ce a part¡r de su concepc¡ón antropológ¡ca. Aquello que es propio feiici. )r
y característico del hombre no es su dimensión vegetativa, ni su
d¡mensión sensit¡va, s¡no su d¡mensiórr ¡nteléct¡va. En la aclividad Sin e1>a
racional, en la actualización de sus potencialidades ¡ntelectu3les, ei rnano forr
"':l. t I ac:
hombre encuentra la más conrlJleta felicidad. tiene
sólo c¡¡;ri
La buena ejercitación de la actividad intelectual o racional, en to- Va y \ .jel
dos sus aspectos, nos dota de excelencias o ef¡ciencias teó;icas qut: ¡rianorkvi
I
son denorninadas vidudes dianoét¡cas. Dianoético proviene, en grie- talnb, -. ¡ s
go, de d¡áno¡a, que s¡gnif¡ca 'pensamiento' o razón d¡scursiva'. Por
ir ello, las virtudes d¡anoéticas son lodas aquellas que están relacio-
Si laslu
¡ f¡exionat v
nadas con la capacidad de reflexión y deliberación i,, por tanlo,
con la capacidad para entender cómo es el mundo y saber cómo
nera \ at
tros clg\ec
aplicar aquello que se reconoce como correcto en la elecc¡ón más
I acertada. Aristóteles habla de las sicu¡entes virtudes d¡anoét¡cas:
sus dc- .,o:
cionali+d
La p[udené¡a (phrónesis): consiste en la razón práctica o .¡u¡c¡o, d¡o ófJ.,,l¡c
¡
:
-
entendida como la capac¡dad de aplicar los princ¡p¡cs generales Ante l1,ar
I
a las situaciones cambiantes. En concreto, la pruderrcia es la cle dic!4 ri
virtud que.nos hace reconocer cuáles son los nredios que nos lidas c. , cL
A. acercan al bien y, al mismo tiempo, nos indica la manera en que car sio¡0p
.¿- se pueden llevar a la práct¡ca. tos de, üor
respue-{a I
La prudenc¡a, pues, es necesariamente una manera de ser racional, ver-
Por e,eApt
La muchacha de Anliun. dadero y práctico, en relación con los b¡enes humanos.
portan. -nt'
Aristóteles, Etica a Nrcótnaco, Vl 5c.
hacer f¡eqte
72
'D
I
iii r,.,, l3
4.4. Las virtudes éticas y eltérmino medio
Según Ar¡stóteles, el ser humano es feliz cuando actúa y vive de
acuerdo con aquello que le es prop¡o; por tanto, como lo caraclerís-
¿Moderación en todo?
l\- tico y peculiar de los humanos es la rac¡onalidad, el máx¡mo bien y 14. Si la v¡rtud es entendida como
)i(t, felicidad consistirá en la actividad intelectual. la moderación en todas las co-
5r.r sas, ¿podemos af¡rmar que el
Sin embargo, el ser humano no es solamente ¡ntelecto, el ser hu- buen estudiante es el que no
mano forma parte del re¡no an¡mal y, como el resto de los animales, estudia ni mucho ni poco?
er
tiene necesidades, deseos, etc. Recordemos que el alma humana no ¿Oué cre€s que d¡ria Aristóte-
les al respeclo? ¿Qué opinas
sólo cumple una función rac¡onal, también t¡ene una función sens¡ti- lú?
o va y vegetat¡va. Por esta razón, las v¡rtudes que pos¡b¡litan al ser hu-
U€ mano llevar una vida de acuerdo con el b¡en no son sólo d¡anoéticas,
tamb¡én son necesar¡as las v¡rtudes ét¡cas_
'jo
Si las virtudes d¡anoéticas tenían que ver con nuestra manera de re-
o-
flex¡onar y conoce( las v¡rtudes ét¡cas están relac¡onadas con la ma-
t\- nera de actuar en el mundo, controlando nuestras pasiones y nues-
t']c-
tros deseos. El ser humano actuará corectamente y será virtuoso si
sus deseos y costumbres se encuentran dentro de lo racional, una ra-
s:
cionalidad que en cada circunstancia escoge según un térm¡no me-
io, d¡o ópt¡mo entre dos extremos de conducta, ambos negat¡vos.
lidas en cualquier s¡tuac¡ón, la pauta ética más adecuada es bus- canzar lalél¡cldad no es larea fá-
ue car ¡iempre el término medio, la moderac¡ón en todos los aspec- c¡1.'Además, §é da cuenta de que
tos del comportamiento. Cuando me pregunto qué he de hacer, la "la felicidad no puede presc¡nd¡r
respuesta es .ev¡tar tanto el exceso como el detecto". de los b¡enes externos. Es as¡-
inismo imposible,_o por lo menos
Por ejemplo, una persona pcseerá la virtud de la valentía si su com- difÍc¡|, hacer el bien s¡ se está fal-
I
portam:ento es un término medio entre la cobardía (incapacidad para to de iecursos, ya que podemos
.realizar muchas cosas s¡ tenemos,
hacer frente a situac¡ones difíc¡les) y la temeridad (falta de comprensión
como. instrumentos, amigos, d¡-
y evaluación de las difi- nero.o_¡nfluenc¡a política. Y por
t5. Siguiendo el e¡emplo qÚe se propone, in-I cultades y pos¡bles con- otra parte, haly''quien ve quebran-
dica en qué cons¡stirá el comportam¡ento tada su foñuna si le faltan algunas
Secuenc¡as de la acción).
virt,..jso o término medio en los siouien- satisfaccióneó, como proVenir de
t..;¡sos: - tt nomore que stemprg una búéna fam¡lia, tener hijos edu-
I._ está de iuerga no lleva cados o gozar de buena presen-
valenlia una v¡da virtuosa, pero cia" . lEt¡ca a Nicómaco, Ogga 30-
'1
ló
llrr, lr, l3
m¡ento individual en pos del b¡en y la felic¡dad, la func¡ón de la polí- Ar¡stóteles, f¡el a s
tica es organizar la vida y el comportam¡ento colectivo para asegu- tiempo. A ra^rle
rar el bien comÚn. En def¡nitiva, ética y política tienen el m¡snlo ob- perfecto, al cont
jetivo: el bienestar y la lelicidad humanos. vive unas cirls
cen imoos¡ble est
No obstante, la ética está subord¡nada o depende de alguna mane-
comunidad . Je
ra de la polit¡ca, Pues, por un lado' es prefer¡ble el bien de la comu-
sus necesidq¡§s
nidad a la felicidad de un solo ind¡v¡duo y, por otro, el ¡ndiv¡duo, en
blecer algun. di
tanto que ser social, sólo puede desarrollarse y ser feliz en el mar-
pro-
co de la pol¡s o sociedad. Ésta liene la obligación y el deber de '17. En este ' 'o
porcionar las bases y las henamientas necesar¡as para que sus miem- res: en Prilnr.,'r
que se p^ig(
bros satisfagan sus necesidades e intereses'
En este relieve Atenea y Hera (d¡osas
protectoras de Alenas Y Samcs, res- Puesto que fÉqim
pectivamente) se estrechan la mano @mo lomismo,y Jlí
simbolo de la hermandad y la conv¡ven_
cia eñtre las dos c¡udades.
5.1. El hombre, un animal Polít¡co beÍano en las ciu(
solo, o bien
A.rs
y
Para Aristóteles, él ser humano es, por su naturaleza condición' uno solo o bien la
do al interée-ml
un ser esencialmente polít¡co (polr$, es decir' social' Esto signif¡- amente reoros: P
puede rea-
ca que es en el seno de la comunidad donde el hombre terés particu\o I
lizaÁe óomo tal y desarrollar todas sus posib¡lidades' Aristóteles ius- do ta mayor, , so
til¡ca este carácter inherentenlente social de la siguienle manera: bros de unalipd¡
conviene qL :rr
nos unipe6onaies
Por ello es ev¡dente que el hombre es un an¡mal
político' mu- narquia a ac
valor lo que lorma la familia y la ciudad del lengua¡e una facultad imprescind¡ble
Aristótetes, Pol'?ca, 125b 27-1253a 29' I
74
.i'.,.
é w¡iá
lrr r, l,r, l3
5.2" Los regímenes políticos
it\, Aristóteles constata que el ser humano se realiza en sociedad, péro
la el es consciente de que no todas las organizaciones soc¡ales favorecen
y potencian por ¡gual el desanollo y la felicidad de sus miembros.
¡r¡lí-
Arilóteles, fiel a su talante observadol estudia la realidad po!Ítica de su
!cltl,
t¡empo. A raíz de estos estudios, n¡ega la posibil¡dad de un Estado
ü1,
p€lecto, al contrario cle lo que había defend¡do Ptatón. Cada pueblo
v¡ve unas circunstancias geográficas, climát¡cas, culturales... que ha-
ce:t imposible establecer un orden general válido para todos. AsÍ, cada
tlll- comunidad deberá encontrar la organización que se adapte me¡or a
sus necesidades y recursos. Ahora bien, ciertamente se pueden esta-
)ar- blecer algunas diferenc¡as entre unos regímenes y otros. Veámoslo:
rrd- 17. En este texto de la Potitica, Aristóteles establece seis t¡pos de regimenes basándose en dos criterios clasif¡cado-
)fT'
res: en primer lugar, según el número de gobernantes y, segundo, en func¡ón de la bondad del réll¡men o el interés
que se persigue.
Pucsto que régimen político y forma de gobierrro s¡gnif¡cañ bre común a todos los regíménes politicos: c¡udadan¡a fre-
lo mismo, y que la lorma de gob¡erno es aquello que es so-
bqano en las ciudades, es necesario que sea soberano uno
públical. (Esto está bien lundamentado: porque es pos¡ble
que uno o algunos se dist¡ngan por la v¡rtud, pero es d¡líc¡l
r
solo, o b¡en unos pocos, o la mayoía; c¡ertamente, cuando qúe un número mayor sea cumpl¡dor exacto de toda v¡rlud,
T
ón uno solo o b¡en la minoría o la mayo.ia gob¡ernan atendien- s¡no que lo será en todo caso de la v¡rtud guerera, porque I
I¡I I- do al interés común, estos regímenes políticos son necesa- t
ésla se da en la masa; por ello precisamente en esla ciuda-
f,14 ñamerile rectosi pero aquellos que lo hacen alend¡endo al in-
dania el máximo poder es el de los defeñsores del país y par-
terés parlicular o b¡en al de uno solo, o al de la minoría, no al I
de la mayoría, son desv¡aciones. Porque, o b¡en los miem-
ticipan en ella los que poseen las armas.)
Las desviaciones de los regí,rnefles mencionados son: de la
l,
bros de una ciudad no deben llamarse c¡udadanos, o b¡en
conv¡ene que tomen parte en las ventajas. Entre los gobier- monarquía, la tiranía; de la aristocrac¡a, Ia oligarqula; de la
tt
nos un¡personales, estamos acostumbrados a denominar mo- c¡udadania, la democrec¡a ldernagog¡a]. En efecto, la t¡ranía II
narquía a aquel que vela por el interés común; el gobierno de es una monarquía que busca el ¡nterés del monarca, la oli- I
pocos, pero de más de uno, a stocrac¡a, b¡en porque go- garquía, el de los b¡enestantes: la democrac¡a ldemagog¡a],
biernan los mejores, b¡en porque busca lo que es mejor para el iriterés de los pobres; pero ninguna de ellas busca el pro-
ri la c¡udad y paaa los que partic¡pan en sus asunlos; pero cuan- vecho dé la comun¡dad.
do gobiema la masa atendiendo al bien común, recibe el nom- Aristóteles. Porl,ba. 1279a 25-1219b 10
- Después de leer detenidamente el texto, completa la s¡- . Ut¡lizando la información que has obtenido en la tabla, l
luiente tabla: def¡ne los s¡gu¡entes conceplos.. monarquía, atistocracia, .
Aunque unos regímenes sean mejores que otros, lo que sí está claro
e- para Ar¡stóteles es que lo más importante para que la vida social
lt- sea satisfactoria es la
estabilidad. Ésta sólo se puede conseguir evi-
I- tar:do Ios extremos. Por ello, Ar¡stóteles defiende que la me¡or co-
munidad será la más moderada, aquélla en la que los ciudadanos
aa no sean n¡ muy r¡cos ni muy pobres, es dec¡r, donde la clase mayori-
taria sea la clase med¡a. Por tanto, Aristóteles se atreve a profetizar
que pos¡blemente el mejor rég¡men se encontraría a medio cam¡no
entre la oligarquía y la democrac¡a-
75
Comentario de tex to
Denomino término med¡o de una cosa a aquello que - ¿Qué título escoges?
está en ¡gual medida ale¡ado de cada uno de sus ex- . La ética de h moderación
tremos: por eso es uno y el mismo para todos. Sin em-
. Med¡a ar¡lmét¡ca
bargo, respecto a nosotros, aquello que ni es excesi-
vo ni demas¡ado poco no es uno ni el mismo para to- . Un término med¡o para todos
dos. Por ejemplo, si diez es mucho y dos es poco, . De nada nunca dema§ado
respecto a la cosa en sí, se toma el se¡s como térmi-
no med¡o, porque supera y es superado en una can- Conterto ¡n¡ned¡ato del terto
t¡dad igual; ahora b¡en, esto es el término med¡o se-
Hay que §tuar el texlo en un marco teór¡co e his-
gún la med¡a antmética. En cuanto a nosotros, en cam- -
tórico más amplio. En este caso, la teoría del tér
bio, no se ha de tomar así, porque si para alguien
m¡no med¡o ocupa un lugar central en la ét¡ca aris-
comer diez m¡nas es mucho pero comer dos es poco,
el entrenador no le ordenará se¡s m¡nas porque esto totélica. Pero tamb¡én puede relac¡onarse con la
tamb¡én es, para quien lo ha de tomar, ¡gualmente mu- polít¡ca y la antropología.
cho o poco; es poco para Milón, pero mucho para el . E térm¡no rnedio es adi:ado solo a ur¡as detenn¡-
gimnasta novel. Ocune de manera similar en la cane- nadas viludes, pero no a todas. lrdca a oáhs no.
ra y en la lucha. Así pues, cualqu¡er entendim¡ento evi-
. La valentía, la generosidad, y olras, son ejem-
ta tanto el exceso como el defecto, busca el térm¡no
plos de v¡rtudes éticas a las que aplica Ia pau-
medio y lo el¡ge, pero no el térm¡no medio de la cosa,
s¡no el relalivo a nosotros. Entonces, si todo conoci-
m¡ento realiza su función de este modo, dirige la mi- .
ta del térm¡no med¡o. Explicalo.
La ét¡ca es la encargada de orientar el compor-
fME
rada hac¡a el térm¡no med¡o y guía sus obras hacia é1. tam¡ento y la acc¡ón hacia un objet¡vo. ¿Cuá? Uno deJqs ¡
De aqui que se acostumbre a decir que a las obras vil¡zacil .--{.
. La ética de AristÓteles especif¡ca dónde se en-
b¡en hechas no se les puede quilar n¡ añad¡r nada, a allá de la rnl
A;rs
no ser que tanlo el exceso como el defecto deslruyan cuentra la felicidad; ¡ndícalo y recuerda cuál es cer los
el bien, pero qtle el término medio lo conserva' y que la argumentaciÓn aristotélica. la lilosof ía g
los bue..cs artesanos -como dec¡mos- trabajan con . SU ética se fundamenta en otras partes de su Aristó1,1,
la mirada puesta hacia é1. Si, por otro lado, la virtud - filosofía; ¿cuáles son? c¡ón cultur
como t¿,nbién la naturaleza- es más exacta y más pares c^lo
excelente que cualqu¡er arte, deberá tender directa- Mirando más allá del texto ps¡cologra, c
mente hacia el término medio. Hablo de Ia virtud éti- pe;o Platón. ¡c u
- ¿Qué f¡uedes decir relac¡onado con el texto
ca. porque ella se refiere a pasiones y acciones, y en que vaya más allá de él Y del autor?
tótcles, .,n t
éstas hay exceso y defecto y término medio. si(lo rno¡¡€l(
. EI excelencia ha s¡do 'trata-
tema de la virtud o qLre ira,. -o :
Aristóteles, Élicá a Nicórnaco, ll, 6 l1106a 24- 1 106b 1 7)'
do po[ autores conlo SÓcrates o PlatÓn. Hepa- tericr a lréf
sa lo que dijirlos ai respecto en las unidades (le l)ági (l
Análisis del contenido
con espondientes.
En este texto, Ar¡stÓteles desarrolla su doctrina del En el c;-' c
. La pauta ética de moderac¡Ón o doctrirla del tér rnática,,.i,'¡r
término med¡o, como virtud ética que debe acercar
m¡no ntecl¡o procede de la medicina de l-l¡pÓ- terior. Es<e r
nueslras acriones al bien y a la lelic¡dad.
crates: la salud se halla en la moderac¡Ón. pensadL. / n
- Para captar las ¡deas principales del texto, ¡ndi- dia. DeqE(¡ér
ca s¡ son conectas o no las siguientes afirmacio- Opinión persona¡ aportac. l c
nes. En caso de que no se ajusten a lo que d¡ce Para algunos pensadores, la moderaciÓn es el único reencontrad(
el texto, rectifícalas criter¡o general que cada uno ha de aplicar si desea tales cc1 I
. Término medio, aquello alejado en igual med¡- llevar una v¡da v¡rtuosa y cercana al bien. Sin em- do en Occidr
da de los dos extremos, el exceso y el defecto
pos por'1 fi
bargo, no todo el mundo p¡ensa lo misnto; en algu-
realizará una
o carencia. nas act¡üdades y situaciones parece que la pas¡ón y
vertirá padc
. El término medio es como una media ar¡tmét¡- el entus¡asmo son lacloreE muy pos¡t¡vos, por eiem- tionable clur
ca vál¡da para todos. plo, en las activ¡dades creativas. Esto pueds ser ex-
entrado^\R,
. Como toda actividad b¡en hecha, a Ia que no le tensivo a todos los ámb¡tos de la vida, es decir, al- cuencia- qu,
falta ni le sobra nada, el comportamiento ético guien puede pensar que la mejor fon¡a de compor- tórica), Dqh¡
virtuoso es aquel que, guiado por el conoci- tarse es, precisamente, mostrar entusiasmo. ¿Cuál les, grar. -.ni
m¡ento, t¡ende hacia el término medio. de las clos opciones te parece mejor y por qué, la t¡smo irtelec
. que profjone moderación o la que defiende el com-
[a virtud diancét¡ca, aquelia que se refiere a hs
portamiento pas¡onal en todo momento?
acc¡ones, consisle en el término medio.
::
¡
r&---¡ ÉÉ-É-
his
2fts-
r¡cr
)r)\,
aU-
CT \ t a a t¡
Uno de los pilares fundamen
tales y que def¡ne la c¡- I a obra y el pensamiento
vilizac¡ón occidental es el pensam¡ento ari stotélicos fueron tan
griego. Más sistemáticos, tan exh aust¡vos,
allá de la influencia conc reta que abarcaron tant OS
han podjdo e.Jer- ámbitos, tantas ramas del saber
cer los pensadores griegos que, al convert tr-
en filósofos poster¡o res,
la filosofía gri ega, y de manera deslacada platón se su obra en verdad i ncuesl¡onable,
st.¡
Aristóteles, h a estado presente y tuvieron forzosament e que oponerselas ciencias
en to da la evolu a las ide-
ción cultura I de Occ¡dente, as ar¡stotél¡cas para poder- progresar y
en ámb itos tan dis- ampl¡ar sus
pares como I a l¡teratur
a, la política, la economía, L logros. En muchos casos, éstas
fueron sostenidas
psicología, el arte... Est por."d¡scípulos" p oco originales
-o o es porque, alternat¡vamente que conv¡rt¡eron
Platón, en una línea idealista y en deber primordial la tarea
rac¡onalista, y Aris- de p roteger de toda he_
tóteles, en una fínea mas empi¡.ista re.iía y oposición.l AS ENS enanzas
y realista, han aristotél¡cas Así,
t- sido rnodelos y re ferentes obiigados numerosas disciplinas (fÍ srca,
Tanto es así, astronomía, biolo_
que ¡ncluso se ha llegado gía...) avanzaron a fue rza
t- a decir que la filosofía pos- de rebatir las opiniones
lerior a la Antigüe dad no es del estagirita
s más que u na nota a pie
de página de los clásicos
A pesar de ello, la poster¡oridad
ha sab¡do reco_
En el ca.,so_de Ar¡stóteles, su luz realista y s¡ste_ n_o-cer.su mérito en palabras
como tas Oe RusseJt:
m-a_uca ¡iuminará gran parte del.pensamienio pos_ dos mil años antes de que el
reflor. Es de deslacar el predominto :pasaron
du,era mundo oro_
un fitósofo de su
pe_nsador
que tendrá como
ymaestro ind¡scut¡ble durante gOaj que tuv¡eron que oponerse f*rr.-o
""t"gori"l,.
a;us doctrinas paiá
or1 Después de unos años de oscuriOao
n iriJ der desarrollar su propia obra
"',it5ru""
iál
en qué L valoraron l" ;p;;;
aportación.ciásica se había perdido, cron del filósofo. Darw¡n escr¡be: ,.f-¡nne
er¡stOteülel
I reencontrado gracias al lrabaj;
tales como Averroes y Avicéna.
de pensadores orien- srdo mis dioses, pero comparados
no fueron más que unos niÁos,
V Cuulr-na-n
Ár;.i¿iJ;;
do en Occ¡dente, será adaptado
ún, ,",
,""rpáir_ "oí
a lo. nr"ro" i¡".i_ Para acabar, sería imperdonable
r"
f^:,f_?i un€
fitósofo de ta talta de santo Tomás.
Ésie
no
portancia que ha tenido Afistóteles recordar la ¡m-
reat¡zará cristian¡zación del estagirita que en ámbitos como
con_ para atsunos, hasta etsisto
y.eñn?.s, doctr¡na en autoridad y verdad incues- XtX sui
tionable durante toda la Escolástica expr¡cacrones serán sólo matizadas,
^111,s]11:l-*,
y trasta O-ie-n V po"t"rüi_
Renac¡miento. Esto tendrá únr.
:l:,:9:
cxenc¡as"tque, posiblemente (es Silli;3trñL,i"J,;:1"J:',,::,.r*"norebatidas
"on"u_
una hipótesis hli_
tor¡ca), no habrían gustado en
le_s, gran am¡go de la verdad
usmo tntelectual-
aOsolutó a er¡sjáie_
y enemigo Oel crolmá- ü:'tri¿i'¿";y:1i:t"§"i[#§,:,ffi
varuo ra experiencia y los sentidos
en próJes-o
iilj
de aprendizaje. "f
t.
r
a'
I
E
& El pensam¡ento helenístico o
tw
.f
v Esquema
1. De las polis a los reinos helenísticos
1 .1 . Alenas, pieza de un ímpera
1
a
3. El helen¡smo f¡losóf¡co
lnrli;
3.1 . Epicureismo loioEn:s
Aunque és
3.2. Estoicismo die e^u
SeVeri¡rlC¡,
3.3. Escepttbismo
contr¡(l (
fr. d¡jo: .,.-e§
4. El helenismo c¡entíf¡co
! apartF{e
4.1. Eucl¡des de Nejandia, el sistematizador te". L -d€
4.2. Arquímedes: matemático, físbo e ingeniero do quAlr¿
@" bjetivos
Descubr¡r una concepción de la actiüdad filosófica propia de los momentos de confl¡cto y ci¡s¡s como
fue el helenismó.
[...] [ D,og€
cavarz\nj¿
nesto. -e s
desgrfr¡as
. Comprender las distintas i¡isiones del mundo que se pueden adoptar desde sisteinas filosóficos di- desgr. .ia:
ferentes. cuerd2qde
. Evaluar la fuer¿a de determinadas propuestas éticas, las propuestas.helenísticas' ' . -i
etma- :
ran el Sol y
. Ejercilarse en la conexión de actitudes filosóficas del pásado con comportamientos y actitudes filoJ tidiann
sóficas del presenle.
. Constatar el camino que toma una cienc¡a separada de la especulación filosófica como tüe la cieni'
cia ale.iandrina. ¡
. Valorar el papel de.la observación y la experimentación en los avances c¡entíficos. ]
. Captar la vigenc¡a y actualidad tanto de ideas flqsóf¡cas como de aciertos científiccs Prop¡os de la epoca.'
t
78
I1t r-t -. I
1 'a.
T
II
u
t I
E- {
:I
lnvitación a Ia unidad- I
I
lDiógenes] al llegar a Atenas contactó con Antístenes. I
Aunque éste ¡ntentó rechazarlo porque no adm¡tía a na- I
die en su compañía, lo obl¡gó a adm¡t¡rlo con su per-
severancia. Asi que una vez que [Antístenes] levantó t
contra él el bastón, Diógenes le presentó la cabeza y ,J- I
d¡jo: "iPega! No encontrarás un palo tan duro que me
I
aparte de t¡ m¡entras yo crea que dices algo ¡mporlan- I
te". Desde entonces fue discípulo suyo, y como exil¡a-
do que era, adoptó un t¡po de vida frugal.
.
lntroducción I
I
[..,] Fue el primero en doblarse el vestido, según algu- El pensamiento de la época llamada hele-
I
nos, para así poder ¡ncluso dormir en é1. Y se proveyó n¡smo contiene dos grandes vertientes o
I
de un morrai, donde llevaba sus prov¡s¡ones, y solía utF frentes de actividad que dan p¡e a hablar
lizar cualquier lugar para cualqu¡er cosa, ya fuera dor- de un helenismo filosóf¡co y de un helen¡s-
1,
mi¡ comer o dialogar. A veces decía, señalando el Pór- mo c¡entífico. En esta un¡dad esludiaremos |,
'
ú l¡co de Zeus y la aven¡da de los desf¡les, que los c¡uda- el contexto h¡stór¡co del helen¡smo y lo que l:_
danos dé Atenas los habían decorado para que él v¡v¡era supuso para el pensam¡ento; veremos, tam- i:r
allí. b¡én, las filosofÍas anteriores a él y que, en I:
ii-'
c¡erta manera, lo cond¡c¡onaron, las f¡loso-
I...1 [ Diógenes] Decía que los hombres compiten para fías prehelenísticas. Un importante aparta-
cavar zanjas y dar puntap¡és, pero n¡nguno para ser ho- do de la unidad se dedica al estudio de las
mo; nesto. Le sorprendian los erud¡tos que ¡nvest¡gaban las tres filosofías preponderantes del helen¡s-
desgracias de Od¡seo, mientras ignoraban sus prop¡as mo: el epicureísmo, el esto¡cismo y el es-
desgracias. Y también los músicos, que afinaban las cept¡cismo. El último apartado está dedi-
cuerdas de la lira, y tenían desat¡nados los ¡mpulsos del cado al estud¡o de las aportac¡ones c¡ent¡
alma- Se extrañaba de que los matemát¡cos estudia- f¡cas de la época, el helen¡smo científ¡co.
ran el Sol y ¡a Luna.y desatendieran sus quehaceres co-
lo!t tidianos.
D¡ógenes Laerc¡o,
Vidas de los f¡lósolos, Vl,
79
I
l lni,l.r, l 4
El aférn dr
- !,1
., -:l i
les si-\or
do y nruri.
F¡rralr:;J.:'
lós sl¡-rsl
nerales: A
,ri,;,
La fa¡,..,,a
,I Alejan{r,',
t.. 1..
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80
'ld*_._.
I
,4
El afán de fusión de pueblos fue tan grande que, de vuel-
ta de la lndia, Alejandro promovió diez m¡t matrimonios
enlre ofic¡ales macedon¡os y mujeres persas; él mis-
tl
t!. :
I
Jien-
nueva configuración política más o menos estable.
I H
¿' s
d-' f .2. las monarquías helenísticas
i!4uerto Aleiandro, en Grecia rebrotaron las esperanzas de desha- La formación y poster¡or desintegrac¡ón §
ce¡se del yugo macedon¡o: pero todas las revueltas fueron domina_ del lmperio de Ale,andro constjluyeron
rll l j- d3s nor el gobernador Antípater, general macedonio que, al m¡smo uña fuente constante de luchas.
B1
I
i
I
ll¡rr, 1.,, l4
I
La parte asiát¡ca fue para ¡os sucesotes de Seleuco, La potític
I
quienés const¡tuyeron la dinastía seléucida; m¡entras t¡vas^n(
que la parte africana, Egipto, continuó en manos de la su muert
I
¡
fam¡lia de Rolomeo. Resumiremos su evoluc¡ón. llen( }1c
w
l¡noües v
La familia de Antígono, la d¡nastía macedon¡a de g
I
-É <t
- los .g(
I los antigónidas, tuvo muchas y constantes d¡f¡- ciongifu
ñ Eif ;l- cultades a la hora de gobernar Grecia. Al pr¡nci- c¡ale- ire
'Éio¡# pio eran muy frecuentes las l¡gas y revueltas de
de rc¡snl
i
-f las antiguas pol¡s. Más tarde, en plena deca-
dencia politica y económica, las polis se debil¡ta- El interc.
, sÉLÉucro¡
82
¡-_
llrr 4 ;
l
das ras act¡vidades- A partir de ese
momento ra reflexión fírosófica
se.centró, fundamentalmente, en la búsqueda
quilizara at desorientado y trastornado
de una téc";;;;;"_ Sacñírc¡o cte tfigenÉ, ños¿ico cle épocá tardia
encontrado en Ampur¡as.
individuo, ,n" grA iá
:I :::"^ "-ltli
o" que permitiera at sabio ase-gr.Á", ""iJ"-
:onducra p"r'"i
mrsmo, srn recurrir a n¡ngún elemento externo
a su p"iron", ,n r"-
J ceso a la felic¡dad.
I
B3
n
il ll, rr'i,r l4
li 2. Raíces de la filosofía
Parecü .i
la brhqr
r¡atural i
helenística el sat r
nu", trnO"toñ
"t"t¡elas illfluencia y' tr¡ueA
tónica. Estas escuelas menores ejercieron una notable S
este 1r
rai(.:::i -
C en Atenas La
Fue fundada por Aristipo de Cirene (435-356 a' ) clras d:.;:
consi-
llamó cirenaica o hedonista dependiendo de si 5e
"""rut" "" origen, Cirene (en la actual Libia)' o su ¡nterés por el pla- hamn, i
á"ruO" tos, lle ar
I ",
gr¡"go ¡"¿orré. Sabemos que Arist¡po fue discípulo de
Só-
""r, "n su lnaestro por iodo lo rra- minile
.rri." y-qr. retorlló la preocupación de lle(¡ó a la
tural y no convencional.
84
I r,,,i, l4
Parece que fue esla preocupación la que llevó a Aristipo a defender que
la búsqueda del placer, tanto fís¡co como esp¡ritual, es el fin más
natural del ser humano. Ahora bien, Sócrates tamb¡én aseguraba que
el sab¡o debe ser el dueño de sí mismo, por ello Aristipo afirmaba que
I f
lr- pod.rmos poseer los placeres, pero que ellos nunca nos deben poseer
rtlG
a nosotros, ni nunca un placer debe estropear nuestro cuerpo.
l(f .
)c¡ot't extendidas
La filosofía ética de Epicuro, fundador de una de las más
escuelas helenísticas, establec¡ó sus raíces en las propuestas he-
:"L
rogí¡. donistas.
85
I
I lt rt, lr 4
, .l Epicurc
3. El helenismo filosófico
tres filosofías que el he-
/isi'^y
do ¿i la
I Epicureísmo, estoic¡smo y escepticismo son .c
üni".o propon" "omo soluc¡ones (de orden fundamentalmente
éti- -
Constituyen la ver- ir¡oir
l, s¡tración de pérdida de ¡dentidad'
"á)á "titica l-as ires suponen
t ti"nt" ,á" característica del helenismo filosófico' {l ,
filosólica' las lres ofrecen
un cambio de direcc¡ón de la problemática iOI
( caminos individuales de accesÚ a la fellcidad'
Ui
i
{
As;
(,
SAS I
.4r
\ 3.1. Epicureísmo
-fi
l helenística que rec¡be su
El ep¡cureísnlo es una escuela filosófica r;]§c,
padre era un ate-
I
I r" O" fprcrro de San¡os (341 -27O a'C'l' Su . ,¿1,
""rit
nle;;;;ñ". É1, a los dieciocho años' deió sar¡ros v
se trasladó
i de ciudadano y para frecuentar É{r
i a Aterras paia restablecer su condición !,df
polÍi¡cas eran
ás mas áconoci¿as escuelas; pero las conmociones
I
i
,l-n gán¿"" tnuuia muerto Alejandro)
que pronto tuvo que abando- -p(
y qu
Ñ" puio volver hasta el año 307 a C ' a la edad de 34 años' -{e.
""rrl. jardín adjunto' forlnó su es-
En ese momento, en una casa con un cer, I
la refle-
un lugar doncle eran posibles el descanso' 'o
"r.Á,.l,lrrO¡n,
xión y los d¡álogos'o conversaciones con el maestro'
Nof
de conocinrientos' sino
Epicuro El Jardlh no era sólo un centro de transm¡sión ,c(
de vida a la bús-
un centro de aprendiza¡e de un estilo
'
,ran,"n
que¿a Oe la fet¡cidad. El epicureísmo tiene sus raÍces
en la escue- -Lsé
de Demócrito' quc'
áprehelenística hedonista y recupera el atomismo
era un muchacho' so-
Algunos autores afirman que cuando Epicuro ota I
madre cuando iba por las casas a recita¡
ora-
ii"'á"orp"nu, ^ct
" "u y que esta experiencia marcó su filo-sofia Lo
purificadoras,
ciones de €
I
éPoca actual (el miedo al
Eldestino i Su ex¡slenc¡a es muY dudosa'
paro, Por eielnplo). ¿Oué re- I
I
y los segundos son
medios Propones Para los Las neces¡dades natu- Las primeras son láciles de satisfacer
miedos de hoy en dia? I rales y los nrales r fáciles de
evitar
I
B6
:l
,b
tti
sLa-.¡¡,
llrrl, 1,, l4
Epicuro d¡v¡dia su reflex¡ón filosóf¡ca en tres partes: la canónica, la
Oue nadie porque es ioven s€ ds-
fisicay laética; esta últ¡ma es el punto de llegada y el que da senti-
more en f¡losofal n¡ porque es vie-
do a la total¡dad. jo se canse de filosofar. Porque na-
die es n¡ poco n¡ demasiado ma-
t- - La canónica. Hace referencia a las normas o los cánones del co-
duro para lo que proporciona la I
nocimiento. Todo conocimiento asp¡ra a hacer pos¡ble el acceso
salud del alma. Qu¡en dica que to-
n a la fel¡c¡dad; por ejemplo, el conocimiento nos hace ver la val¡-
davía no es tiempo de f¡losofar o
dez de los cuatro remed¡os que propone Epicuro. Son muchos los que el t¡empo ya ha pasado, se pa-
errores y engaños que generan temores y nos hacen desgracia- rece a quien d¡ce que no es el mo-
dos: la canónica nós avisa de los peligros de las opiniones fal- mento de la felicidad o que ya ha
sas o carentes de fundamento racional. pasado. Es necesar¡o, pues, que
se apliquen a la t¡losolía tanto elio-
U - La fís¡ca. Trata del funcionamiento de la naturaleza y del hombre. ven como el v¡ejo, éste para que,
Recupera la eclipsada tradición atom¡sta de Demócrito, según la mientras va enveieciendo, se man-
J cual, átomos y vacío explican los cambios de nuestro mundo. pero tenga joven med¡ante el buen re-
va más allá: los mov¡mientos de los átomos hacen superfluo ha- cuerdo del pasado, y el primero
para que sea ioven y viejo a la vez,
1 blar de los dioses y de sus inlervenciones; son unos mov¡mientos
l¡berado ya del miedo al deven¡r.
espontáneos que excluyen hablar de dest¡no o predeterminación Es necesario practicar, pues, lo que
y que, por tanlo, permiten defender la l¡bertad humana. Epicuro, proporciona la felicidad, ya que, s¡
y c,spués Lucrecio, p¡ensa en un atomismo que permita estable- ella está presente, todo lo posee-
cer, en unos mundos llenos de superstición y astrología, que el fu- mos, y s¡ está ausente, lo hacemos
turo se encuentra, en parte, en las manos de los propios humanos.
iodo para conseguirla.
No hay que esperar el devenir como si fuera una real¡dad, n¡ tam- Epicrro, Caña a Meneceo.
poco hay q'Je desesperar corno si no tuv¡era que real¡zarse nunca.
I
- La ética. Es la parle más importante del epicureísmo. La bús-
queda del placer es el fin fundamental de la v¡da, en el placer Ataraxia: es el estado físico y
§e enc¡.ientra la fel¡c¡dad. La felic¡dad o el placer de que nos ha- mental que quieren alcanzar los
bla Epicuro consiste en la satisfacc¡ón medida y equil¡brada de las epiiúráos. Consiste, no sólo en la
ausencia del dolor y de perturba-
necesidades naturales (beber, comer, dormir...) y en la seren¡dad
ciones, sino tamb¡én en alcanzar
de espíritu conseguida a través de la filosofía y de los .cuatro la fel¡cidad y el b¡enestar, conse-
remedios.. La falta de un dest¡no predetermanado p€rmite al hom-. gu¡dos a través de la satisfacc¡ón
*dd
bre segu¡r el camino que le llevará a la fel¡cidad más estable, que los placeies indiópensabtes y
Donsiste en la ataraxia (ausencia de dolor y de perturbaciones). !a compañía de un círculo escogi-
do de amigos. .
Ahola bien, para llegar a la atarax¡a, es importante haber alcan- i,,,,.en . .
zado antes la autarquá o autosuficiencia. Epicuro recomienda ale- Autarqula: con!¡ste la autosu-
I
Para Ep¡curo, la am¡stad es uno de los
mayores placeres de la existenc¡a.
B7
-
lll ,i, lrrrl4
Al igul r
a
3.2. Estoicismo part,-: fi
ide n'rCa(
A diíerencia del epicureíslno,
que F,-irr
que quedó bien de[inido con
su fundador, el estoicisnto es
lisy'<6
obra de d¡ferenles autores' - L¿ físi
t. y la doctrina de su fundador fi._ i,
T no es idéntica a la formulad¿t
por estoicos Posteriores de ia
ca-^,La
CL ¡O
,F Roma imPerial. El estoicismo si.r1y t
tiene, PUes, un Primer mo- es ,¡¡a
mento o Período fundac¡o- ,or.as
nal, con Zenón de Cit¡o' d¿ et
Cleantes o CrisiPo, los cua- Les
les establecen las bases cle o¿lntci
I la doctrina esloica; un se- tL J(
gundo Período, el de intro- c9qse
ducc¡ón de éste en Roma; Y n,, i e
,I
un tercer Período, el del es- fecl.o,
toic¡smo nuevo o ¡mperial, dL,, to
---.- un resurgim¡ento en Pleno lm- rr!-§rc
perio Romano Protagonizado que cr
-# por Pensadores como Séne-
--{ ca, Epicteto o Marco Aurelio' -L. is
es,-(Ir
Citio' Chipre' está cons¡derado el CL,O
Pórtico o stoa. :¿en6n l3g2-262a. C.), nacido en
cuya fam¡lia se quqti(
tr"Jlo., a"f estoicismo' Era un fenicio helenizado
que a los 22 ó 23 años' cuando por un fd ¿of
dedicaba al comercio. Parece
quedó fuertemenle imprestonad-o al 1r¡,
asunto comercial vis¡tó Atenas, de - L
;;:;;;;;tes que afirmaban ser los auténticos discípulos aconl(
crates'.le mostra- e, Il
éá"r"ü., ut"n los cínicos' Éstos' especialmenteideal esto¡co; los es-
io"n?áJ"i"t"" que encaiaba totalmente con el el aut":t1llt,"*
estü (
ao*
i"i"." J" ,ás t¡empos siempre admirarori
la ¡nmediata
q ,e
.Ji.. "ii" tribunal que lo iuzgaba' la calma ante brA:',c
"l padecer una iniustic¡a a
/- ,*rtu, ,, afirmación de que es prefer¡ble Cr- -, rli
cometerla. 1s{iir
nL ün
enseñar el ideal de vida que ha-
Hacia el 300 a. C.' Zenón comenzó a
con cínicos' nlegáriccs
Zenón de Cit¡o. ¡á-iJo .uAur"nao a partir de sus contactos
bellamente pintado en el L.r v,t1
i Itro". S, rrgu, Oe reunión era un pórtico sus
El destino nos conduce Y desde ár.á¿It-i,r""' pórtico p¡ntado en griego es sfoa por'kr'le' así'
lo prorl-
el nacimiento Ya eslá d¡spuesto
il;;il;; llarnadcs los det póttico' los esto¡cos'.1Úuv' A l:,cs
que ha de durar nuestra v¡da Una y' a d¡íerencia de ¡os cínicos' l( .lc
to, Zenón adquirió trna gran reputación
causa depende de otra causa' Y todas las clases sociales' incluso algunos s4af
p-"n"necíai a
el c,den eterno de las cosas de-
termina el curso ds los asuntos
"rt
il "vL.i* poderosos Tamb¡én a diferencia de los ePicÚreos'
ore"É;";;;;ry
política' lcs estoicos acogieron .ai tl
priv -.dos Y Públicos Poresoes l."ct,aza¡an toda implicación
necesario soportarlo todo con co- su e.cuela a poliiicos y gobernalrtes'
n l¡CO;
raie, ya que no es Por az a( como "n | ,1L
I creemos, sino Por orden Por lo Muertozenón,SudiscípulocleantesdeAsofueeljefedelaescÚc.
I
que acontecen las cosas' Crisipo ordenÓ y estructuró el coniunto
de las t/qa
:
i", ,"","t,"rn*"e, ¡r . ,eI
Séneca, De ta Providenc¡a ' ideas estoicas.
88
lll r. l;,'14
TT
Al igual que los epicúreos, los esto¡cos d¡viden la filosofía en tres
Apaü¡eia; sign¡f¡ca la aúsencia de
partes: fís¡ca, lógica y ética. Como hombres ¡nmersos en la crisis de
toda pasión y es el ideal de vida
identidad del helenismo, también buscaron una guía de salvación qué quieren alcanzar los estoicos.
I COn que permit¡era superar el malestar producido por la pérd¡da de la po- Se parebe a la atarax¡a o ausencia
;l{] ; lis y los conflictos posteriores. de turbac¡oñes de los epicúreos, ff.
pero mientás ésta implica un goce
ores, La física. La concepción que los esto¡cos tienen del Universo, su
- modérado y equ¡librado de los pla- E.
física, configura el conjunto de su filosofía, espec¡almente su éti- ceres, la apafhela estoica rechaza
rlaria ca. La fÍs¡ca cosmológ¡ca de los esto¡cos concibe el Un¡verso todo t¡po de deseo.
d.\¿ como un ser vivo integrado por dos principios: una materia pa-
isrno
siva y un alma act¡va que le da fueza, vida y sent¡do. Este ser vivo
es materia e inteligencia, una ¡ntel¡gencia o racionalidad, un
rc;^- ,ogos que lo rige y determina (aquí podemos ver la influenc¡a
)i t\rrf de Heráclito en la fís¡ca estoica).
C t'
Los estoicos ¡dentif¡can el universo con Dios; es, pues, una fís¡ca
S oe
panteísta: el cosmos está ordenado por una inteligencia divina,
§
rtro- todo está previamente determinado, ningún acontecimiento es
.,? consecuencia del azar- La presencia de la divinidad en las mis-
mas entrañas del cosmos exige que éste, globalmente, sea per-
I es-
fecto. Todo lo que acontece en el Universo rosponde a un senti-
r hI- do, todo lo que le pasa al hombre, un microcosmos dentro del
macrocosmos, también tiene una racionalidad- El sabio es aquel
que comprende lo que acontece y lo acepta.
lnc-
eiñ? - La lóg¡ca. El logos es el pr¡nc¡p¡o activo que rige el cosmos, pero
es también lenguaje y razón: la lógica estoica estud¡a nuestro dis-
_.
curso o lenguaje. Furidamentalmente es una lógica proposicicnal La imperturbabilidad
{;e rlue tiene sus raíces en la preocupac¡ón de la escuela de Mega-
3. Ante los posibles obstáculos
ra por el lenguaje y lo que se puede dec¡r s¡n paradoia. para la real¡zac¡ón de nuestros
r) ¡l
La ét¡ca. Los esto¡cos basan su ética en la aceptación de lo que deseos, los estoicos proponen
iCl7 - la supresión del deseo, de todo
tr3 acontece y la ausencia de deseo. Creen que todo Io quesucede
lo que nos puede trastornat
cs\.- -.n el mundo está r€gido por el logos y que la aceptac¡ón de Piensa en diversas cosas que se
:a r-
este dest¡no es la mejor pauta ética. La ética eslo¡ca establece puedan desear (una buena co-
ati que, en un'Universo determinado por un orden racional, el hom- mida, un coche nuevo, unas va-
a lxe sólo puede encontrar la fel¡c¡dad en la aceptac¡ón del orden caciones...) y responde a las s¡-
guientes preguntas:
cósmico. La libertad humana radica en la aceptación de la de-
terminación, en la aceptación de lo que es necesario e inevitable; - Ante las dificuttades palz¡ con-
ha\- segu¡r Io que se desea, ¿la re.
no en la sublevación ante lo inevitable. Si razonamos correcta-
nrrncia esloica a todo deseo
;o mente, concluiremos que lo mejor es aceplar el orden natural. es la mejor solución?
ler La v¡rtud o excelencia es v¡vir de acuerdo con la naturaleza, y ésta
;t-l sigue un orden ¡nflexible, un destino. - ¿La renuncia esto¡ca te pare-
ce positiva o negat¡va de- l
)rr pendiendo de lo que se de-
A pesar de este destino, de esta conexión que encadena todos
ls see, o bien piensas que de-
los acontecimientos, los estoicos hablan de libertad. Parece como
roS
si para ellos, la l¡bertad no fuera nada más que conocer lo que va
berÍa aplicarse a cualquier
deseo?
t
a suceder y aceptarlo. El hombre l¡bre es aquel que no perm¡te
on - ¿En qué casos crees que el
que ninguna pasión o deseo perturbe la aceptaciÓn del orden cós- retraso o la obstacul¡zación Ir
mico; esta ¡mperturbab¡lidad es la virtud de los fuertes. del deseo puede tener efec-
t :mos aceptar qtle es pos¡bb de- mos conocer las cosas tal como son, no podemos asegurar nada por Ii
'
mostrar algo. Es'e fropos es co-
no¡klo como "el círculo vicioso".
ni tener certeza sobre ningún tema; por tanto, no podemos emit¡r los dcs§i
ju¡cios sigu¡entes: «esto es cierto., -aquello es falso,, -esta las ,al
cosa
es así,,..., y, si lo hacemos, no hay forma cte saber si estamos af¡r- esqEPti
mando la verdad. Una vez que se llega a esla conclusión, el escép_ Sóu. ¡te
¿Es posible la certeza? tico considera que es mejor abstenerse de em¡tir.¡u¡cios, ya que nun- s¡ghs r
4. Organizad un debate sobre el ca se tendrá la seguridad de su validez. palcció
tema. Formad dos grupos: uno
defenderá el escept¡c¡smo y e¡ Consecuentemente, la postura más sensata, la postura del sab¡o, es
bie¡rc:
otro defenderá la posib¡lidad de c¡a" cor
la de abstetrción del ju¡cio, en gr¡ego epokhé. La epokf,é sign¡fica
la certeza en el conocim¡ento,
' la renunc¡a total a saber algo con certeza y a opínar con seguridad corau
lnfórmate sobre la cuestión,
- p¡ensa sobre tema alguno. El escéptico que practica esta abstención o sus- Cuar¡lo
y organiza tus argu-
mentos, y apóyalos con ejem- pens¡ón del juicio cree que v¡ve en un mundo de apariencias cuya den ra ¡
ptos. real¡dad nunca podrá conocer, y iustifica esta actitud de duda srs- enllas
- lntenia ¡maginar los argumen-
los de la É,arte corfad.a y córno
temática con los c¡nco frDpos (véase cuadro al margen), razones que, lererrcia
rebátirlosrac¡ona¡ménle.
]
l
según el escepticismo, fundamentan la desconfianza ante el cono- en r^\ s
cim¡ento. La epoihé es mucho rnás que un princip¡o lógico defensor que n¡n(
- Respeta los turnos de palaOra
y escucha comprens¡vamen-
I
de la duda como actitud más razonable, es un pr¡ncipio ético que te, l^.c
te a tus interlocutores. propone como actitud vital la renuncia a decidir, la parada o sus- desaoar
pensión de todo tipo de.¡uic¡o. rno Jr
90
t
E
I I
) tl, ,,i., 4 I
\-
qqe
d !"
Ahora bien, para poder
vivir dentro de la so-
ciedad, los escépticos
solÍan aceptar los cono-
J\. cimientos "más proba- I
;
ase 5¡ss- y las normas éti-
.¡t¡r cas de la comunidad en
{ que vivían, aun creyen-
)rv-
do que era ¡mposible sa-
ber con certeza si estos
conocim¡entos y normas
c¡o- eran o no válidos.
S()r' ¡ A nivel más popular, en
¡b'^ I
:o)= un momenlo de des-
'le conc¡erto como el que
vivía Atenas, cuando di- El objeto del ataque p¡rrón¡co lde
versas y opuestas es- P¡rón de Elisl no son las actitudes
cr Cada persona tiene una percepción d¡stinta det mis- cuelas filosóf¡cas r¡vali-
mo objeto; este hecho d¡f¡culta la segur¡dad en el co-
del sentido común ante el mundo,
zaban, el eSCeptiCiSmO sino los postulados filosóficos del
D? noc¡miento conocimiento. El conocimiento
rñE resultaba una opción
postula la certeza, lanto si trata-
tst muy atracüva, ya que se ¡nterpretó como el f¡nal de la difícil búsque-
mos sobre la natualeza de los ob-
Ies, da de la verdad. Si la verdad era imposible de encontrar, e incluso po- jetos materiales, como de la es-
rrc dÍa ser que no existiera, no tenÍa sentido continuar el difícil camino del tructura del un¡verso, de los va-
en- conoc¡miento; los propios sabios aconsejaban no afirmai ni negar nada, lores morales, o de la ex¡stencia
ni lratar de emitir juicios sobre tema alguno. Así, el escepticismo tuvo de D¡os. [...] Pero las experienc¡as
un éxilo popular muy considerable: se conv¡rt¡ó en la filosofÍa de la
de percepción que tenemos no
.
nos legit¡man, argumenta é1, para
duda dogmática.
ron
decir nada acerca de las entida-
des, cuya ex¡stencia suponemos
Durante la etapa del helen¡smo y con posterioridad, en la Roma im-
con ¡ndependencia de aquellas ex-
I t,l' perial, el escepticismo manluvo su vigencia e ¡ncluso fue asumido per¡encias. Con la süspensión del
por m¡embros em¡nentes de la Academia platónica, como Carnéa- ju¡cio, nos l¡bramos de la confu-
bs des. Si bien Platón proclamaba la capacidad humana de acceder a s¡ón que puede producirse s¡ es-
,S¡, las realidades más elévadas (las ideas), también soslenía un c¡erto cuchamos ¡nformac¡ones contra-
dictorias sobre los d¡oses, la na-
fn.-- escepticismo sensorial; y, por otro lado, ya sabemos que el propio
turaleza del bien, etc.
)p\- Sócrates repetía que no sabía nada. AsÍ, cuando la Academ¡a de los
Long, k, La f¡losotía helenist¡ca.
tn- siglos helenísticos se fue inclinando hacia posturas escépticas, les
pareció que retornaban al auténtico pensamiento socrático. Ahora
bien, es necesar¡o recordar que Sócrates cons¡deraba su.¡gnoran-
esv cia. como un punto de part¡da en el camino del conocimiento, y no
5. Expl¡ca lo que entiendes por ac-
como una imposib¡l¡dad de seguir avanzando por este camino. titud escéptica ante las pos¡bili-
rF dades de conoc¡m¡ento.
s- Cuando, a mediados deisiglo ll a. C., Carnéades, director de la Aca-
ya dem¡a platónica, v¡sitó Roma en m¡sión diplomática expuso con - ¿Crees que hof en día, esta
actilud es frecuente? Pon
s- enl'Js¡asmo las filosofías de Platón y Aristóteles en una primera con- eiemplos de posibles act¡tu-
le, ferencia a los jóvenes deseosos de conocer la cultura gr¡ega; pero des actuales que ¡mpl¡quen
en una segunda conferencia las refutó, con el objetivo de demostrar escepticismo (por e¡emplo, la
or que ninguna conclus¡ón es firme y totalmente válida. Posteriormen- indiferenc¡a ante ur¡a gran can-
te, la Academ¡a abandonó las tendencias escépt¡cas, pero éstas no tidad de ¡ntomáción al no po-
der comprobar si es verdade-
l- desaparec¡eron. AsÍ, por ejemplo, en el s¡glo lll d. C., el escept¡c¡s- ra o falsa).
mo seguÍa vivo en la persona del médico y filósofo Sexto Empírico.
9'r
l irl1, 1.,,1 4
El helenir
,,
4, El helenisrno tico. ',rr
mos coff
científico lomr 'L;
Los filósofos llegaban a Atenas y allí ofrecÍan con- el prgq¡o
cepciones ét¡cas que respondían a las inquietu- de v,,-orl
,'.i}+¿ des de sus ciudadanos. Esta actividad f¡losófica ciuctix$.
constituía una pr¡mera vert¡ente del pensamiento PoStc, 'or
_-!
helenístico. Al otro lado del Mediterráneo, en Ale- tos (hlli
Atenas rl ñÉr¡¡obe m¡hoo¡o
,F - " jandría, unos hombres llenos de espiritu científico Son rnuc
isos a. c.)
i
protagonizaron el otro lrente de pensam¡ento he- rectfl I
leníst¡co, ellos realizaron sus invesligaciones con
I
t el apoyo de unos gobernantes que trans[ormaron
la ciudad en un centro de act¡vidad c¡entíf¡ca' 4 ¡ ¡¡
?r,ro Como hemos visto, tras la muerte de Alejandro' su
general Ptolomeo se constituyó en señor de Egip-
i
EucliAs
io y fundó la dinastía de los Ptolomeos' Alejandría' tón, f ue e
92
llr ri, 1,,, l4
El helen¡smo c¡entíflco
contó con muchos e importantes matemá-
l¡cos como Euclides, Arquímedes y otros. Tenía grancles astróno-
mos como Aristarco de Samos, Eratóstenes, Hiparco o Claudio pto-
lomeo. Las invenc¡ones técnicas de sus físicos o ingenieros, como
:ln con-
el propio A.rquímedes, o Herón (que parece que inventó una turbina
qñáu-
de vapor), no se apl¡caron: los esclavos eran máquinas bastante pro-
)sÁ,¡ca I
duct¡vas. Sus hombres centrados en la medicina, como Herófilo y, t, tt
nllEflto
-re- posteriormente, Galeno, que disponían de los antiguos conoc¡mien- ,\
-.n
tos de Hipócrates, efectuaron muchas d¡secc¡ones y vivisecciones.
,nlltl"o
Son muchos los científicos ligados directamente o de manera ind¡-
ttc ' -.-
recta al Museo, nosotros sólo nos centraremos en algunos de ellos.
95 COn
IT n
4.1. Euclides de Atejandría,
,fi,
'-l-
i el sistematizador
' [:
Euclides (330-270 a. C.), matemático educado en la Academia de pla_ Serapis, dios helenist¡co de ¡a medicana_
rndr¡a.
tón, fue el pr¡mer director del departamento de matemáticas del Mu- La med¡c¡na fue una de las c¡eñcias que
el\rc seo. Llevó a cabo una gran tarea: recogió el mater¡al matemático de
experiménló un gr¿n avance en la época
ta ex- helenistica.
los pitagóricos y lo organizó lógica y deduct¡vamente para const¡tu¡r
r(/. el pr¡mer sistema formal axiomático. Su E/emenfos de Geometría
úcleo 6. A part¡r del qu¡nto priñcip¡o co-
ha sido uno de los libros más influyentes de toda la historia y, hasta
o§J el siglo XlX, fue un libro de texto de escuelas y univers¡dades.
mún de Euclides, exptica:
riarla Qué ent¡endes por mostrar.
-
fAirs En sus E/ernentos, Euclides establece que todos los teoremas de la
geometría se deducen a part¡r de 10 axiomas. Un ax¡oma era enten_
- Qué ent¡endes por demostrar.
I
93
tt,,t. 4
e ¡ngeniero Eratósten€
seo. A n(
Arquímedes (287 -212 a. C.) era matemático, fís¡co e ¡ngeniero; se
El concepto de poso puede decir que fue el primer científ¡co preocupado por la apl¡cación
lérica,!§r(
' especlfico práctica de la ciencia. Como matemát¡co se dedicó sobre todo a
y se c! .úlr
El tirano de S¡racusa encomendó Tierra.¡\9€
la geometria, y midió las liguras lim¡tadas por lÍneas curvas y su-
a Arqulmedes que investigara s¡ la sultadc-. S
perficies curvas. Su método de .d¡visión. indefinida de áreas influyó
. corona moldeada por su joyero el solsr\io
contenía todo el oro que él le ha- en la ciencia matemática hasta la Edad Moderna, época en que pro-
indicaba qt
bía dado o s¡ había sust¡tuido, pició el desarrollo del método de los inf initesimales.
rrido l(,\is
como sospechaba, oro por plata.
Como físico, se le atribuye la teor¡zación de la palanca y el llamado dudaba. N(
Arquímedes encontró la.soluc¡ón
.pr¡ncipio de Arquímedes", según el cual un cuerpo sólido sumergi- tuar elalc
del problema m¡enlras se estaba
bañando, .Eureka, eureka" (Lo.he . do en un líquido experimenta una fuerza (que lo empuja verticalmen- y, teniend(
. encontrado) exclamó. Sumergió la te hacia arriba) ¡gual al peso del líquido que desplaza. También le de- dría. ll 'r ¿
corona dento del agua, luego hizo bemos el concepto de peso especÍfico, según el cual cada cuerpo des- 39 375 km
, lo mismo con una cantidad.de,ofo '
ptaza una cant¡dad proporcional al propio peso (por ejemplo' un objeto rn¡de..1C
i ¡gual a la que debfa formar la co-
de plata desplaza más líquido que si el mismo objeto fuera de oro).
rona y después una canüdad igual .
Pero latpr
de plata. iA igual p€so, el volumen Como ingen¡ero, se atribuye a Arquímedes la invención de las ca-
de conocin
del oro, el volumen de la Plata Y el tapultas, ut¡lizadas contra las naves romanas que asediaban Siracu-
volumen de la corona eran dife- mrco c ' 11
sa, y también la invención de unos espejos cóncavos que concen-
rentes! Acababa de descubrir el ' c¡ón del an,
concepto de peso especifico. traban los rayos solares y, según parece, se dirigieron contra las un poc ;nr
' velas romanas y las incendiaron. También invenló la hélice para ex-
El oro, sumerg¡do en el agua, ex-
pulsa menos agua que la Plata. L-a traer agua de los ríos. La investigación de principios mecánicos re-
corona expulsaba más agua que alizada por Arquímedes ¡nfluyó en el Renacimiento y en el desanollo 4.5. (
. su propio peso en oro: Por tanto, de la c¡encia moderna.
'
la óorona no podía estar hecha
toda de oro. ¡ta ¡nvestigación cien-
tífica le jugó una mala pasada al
4.3. Ar¡starco de Salnos, elastrónomo Claudi )t,
lviv¡ó del 1
loyerol Aristarco de Samos (310-230 a. C.), a veces llamado el Copérnico del tulado ai
mundo antiguo, no vivió en Alejandría, pero recibió su influencia. rnageslq (
Fue el primer astrónorno que delendió el heliocentrismo, es decir, que
La síntu-¡s
es la Tierra la que gira alredeclor del Sol. Estimó que el Sol era mucho innróvi{e
mayor que la Tierra y que la Luna; por tanto, le parecía lógico que cl planet¿,- M
Sol no g¡rara alrededor de la lierra, un cuerpo más pcqueño quc é1.
to de l{^pl
que la T¡erra?
¿Oué le llevó a afirmar que el Sol era mucho mayor nalrnerrre, t
Ar¡starco calculó que el diámetro del Sol era ve¡nte veces mayor que ne unaiar
el de la'l-ierra y que el de la Luna era !a mitad del de la T¡elra. Obtu- nómica dur
vo estos datos observando las relaciones de estos astros cuando el la de A^ta
disco lunar está medio ilumitrado, es decir, en cuarto crec¡ente o en
cuarto menguante. En esta situación, midió el ángulo Sol-Luna-Tie-
rra; a continuación calculó el ángulo Luna-T¡erra-Sol. Los pasos si-
guientes fueron deducir el valor deltercer ángulo, el formado por Luna-
Sol-Tierra y las distanc¡as correspondientes, y calculó que la distan-
cia entre la Tierra y el Sol es ve¡nte veces la distancia entre la Tierra
y la Luna. De las distancias dedujo los correspondientes tamaños.
Hoy sabemos que el Sol l¡ene un lamaño mucho mayor de lo que él
calculó; pero a pesar de ello, Ar¡starco fue quien por primera vez de-
fendió, a contracorriente, la h¡pótesis heliocéntrica. Los c¡entíficos no
volv¡eron a sostener la teoría del heliocentrismo hasta Copánico (s. Xr'l)'
94
3 i.
l lrr, 1.,, r 4
95
)
lh,r,lr l4
96
4 i
5.2" Séneca
Lucio Anneo Séneca representa una referencia fundamental dentro
)r:
de la f¡losotíaesto¡ca, Natural de Córdoba, pasó gran parte de su F-l
v¡da en Roma. Únicamente un prolongado viaie a Egipto y el des-
t
lo
tierro que sufr¡ó a Córcega lo aleiaron temporalmente de la capital Ár.'
del lmper¡o.
ec
UM
-.t
dé vida
t1 L ndela
fü
La c¡encia alejandrina ha repercut¡do en el pen- t¡cas recobraron su v¡talidad y, en la ltalia renacen-
samiento poster¡or. Nuestra cienc¡a incorpora prin- tista, reaparec¡eron delensores del epicureísmo, del
c¡p¡os y teoremas de Arquímedes; las matemát¡cas esto¡c¡smo y del escept¡cismo.
modernas aspiran al rigor del sistema formal axio-
mático de Euclides; med¡mos nuestros días y años La tendencia al escept¡c¡smo ha sido una constan-
según los cálculos de Eratóstenes; la astronomía ac- te en la h¡storia del pensam¡ento. Aún en nuestros
tual, después de un milenio y med¡o de astronomía días, son muchas las personas que, por diferentes
invertida, volv¡ó a poner la Tierra en el m¡smo lugar raz ones, cons¡deran la actitud de duda como la más
donde la situó Ar¡starco. La act¡lud científica de es- sensata ante el alud de conoc¡mientos y de ¡nfor-
tos hombres, concretada en la capacidad de ob- maciones que nos llegan.
servación cuidadosa y rigurosa de aislar y selecc¡o-
En cuanto al epicureísmo, entendido como pro-
nar aspectos determ¡nados de problemas comple-
guesta hedonista, y el estoic¡smo, entendido como
jos y de buscar con audac¡a hipótes¡s teóricas, es
propuesta de autodominio y de no permitir que la si-
una actitud que, después de s¡glos de olv¡do, forma
parte de nuestra manera de hacer ciencia. Cierta- tuac¡ón pueda más que uno mismo, ¿cuál de los dos
está más vivo? Los valores de nuestro mundo occi-
mente, la c¡enc¡a ale¡andrina es una de las creac¡o-
nes más eminentes y notables de la época hele- dental se dir¡gen hacia el hedon¡smo (es dec¡r, bus-
nística. can el placer en un sent¡do que no es estrictamen-
te ep¡cúreo), pero los valores de otras civ¡l¡zac¡ones
¿Cuáles han sido las repercusiones o ¡nfluenc¡as de cercanas, como la ¡slámica, no miran hacia el he-
la f¡losofía helenística? Sabemos que Atenas vivía don¡smo; incluso, en la Edad Media, nuestro mun-
una s¡tuac¡ón muy diferente a la de Alejandría, una do occidental veÍa la v¡da como un espac¡o de tiem-
c¡udad nueva. Atenas, y con ella muchas antiguas po donde el dolor y el sulrim¡ento eran ¡nev¡tables
pol¡s griegas, vivía una situación de malestar y de y la fel¡cidad, una eventualidad para muy pocos. Y
cr¡s¡s. Podríamos afirmar que las filosofías del hele- en una vida en que las condiciones materiales eran
n¡smo son las f¡losofías propias de las soc¡edades muy duras, el ideal esto¡co de aguantar y manlenerse
que viven profundas transformac¡ones o, a nivel ¡n-
fuerle e íntegro era un potente estímulo.
dividual, de los hombres que sufren pérd¡da de iden-
tidad y de valores. En otro momento de la h¡stor¡a, En el mundo actual también reencontramos otra ca-
cuando las seguridades medievales caducaron para racterÍst¡ca propia del pensam¡ento heleníst¡co: el
muchos hombres y una nueva visión de las cosas cosmopol¡tismo, la apertura de fronteras y la plu-
empezó a nace( las f¡losofías de salvac¡ón helenís- ral¡dad de culturas en un mismo espacio.
loque ll
-& Filosofía medievY rend
C' 6Au d.
|AAO a. C. 8OO a. C. @O a. C. 4OO a. C. NO a. C. 1 d' C. 2@ d' 4AO d' C'
100
§+*_, _ t
! '!
I
t [r renacentista
J
.
la Escolástica
. Sanlo Tomás
11225-12741
.
. 1445 Se impr¡-
me la Biblia
Maqu¡avelo
I
t.I I
Roger Bacon
(1210-1294) (1469¡ 527)
. Guillermó . Thomas More
(1480-1 535)
. San Ben¡to funda la or: de Occam
(1285-1349) . Erasmo de Rotterdam I
den de los bened¡cl¡nos (1469-1536)
(520)
La filoso{ía medieval recoge el período más amplio de la historia de la filosofía: nada más y nada
menos que mil años. Un milenio en el que se producirá la confluencia entre el pensam¡ento gre-
corromano y las rel¡g¡ones orientales, y que verá cómo, a partir del siglo lV, el cristianismo ad-
quiere plena hegemonía en la cultura occidental.
I La evolución del pensam¡ento filosófico med¡eval nos mostrará el constanle esfuerzo por es-
tablecer un diálogo fructífero entre razón y revelación, así como por encontrar el marco ade-
-1 cuado en el que fijar las relaciones entre el poder c¡v¡l y el poder eclesiástico. La PatrÍstica, la
i 101
Gonfluencia
de filosofía y religión
{,
i
v Esquema
1, El mundo romano: contexto histórico
1
1
.1 . De la ciudad Estado al lmperb
.2. La caída del lmperio Romano
102
5
a
lnvitación a la unidad-
Siendo tantos y tan grandes los pueblos d¡seminados
por la Tierra. tan diferentes en sus r¡tos y costumbres
y tan var¡a.ios en lenguas, en armas y en vest¡dos, no
lorman más que dos géneros de sociedad humana, que
podemos denom¡nar, siguiendo nuestras Escrituras, dos
crudades. Una es la de los hombres que qu¡eren vivir se-
gún la carne y la otra, la de los que quieren v¡v¡r según lntro uccton
elespír¡tu, cada una en su propia paz. Y la paz de cada El mundo romano, desde su fundac¡ón has-
una cons¡ste en ver satisfechos todos sus anhelos. [...] ta su caída en Occ¡dente, perduró duran-
- _- te trece s¡glos: es una creac¡ón de gran im-
Dos amores han fundado estas dos ciudades: el amor poifahciá para la historia de Occidente. Em-
de uno mismo hasta el desprec¡o de Dios construyó la pezaremos esta un¡dad estud¡ando algunas
ciudad terrenal; el amor de D¡os hasta el desprec¡o de de las vicisitudes de los últimos tiempos del
uno mismo construyó la ciudad celestial. Una se glor¡- lmperio Romano. A continuación, analiza-
fica en ella misma, la otra en el Señor, porque aquélla remos la ¡nfluencia que Roma recib¡ó del
busca la gloria entre los hombres y ésla t¡ene como má- . mundo helenístico y cómo se produjo la fu-
xima a Dios, test¡monio de su consciencia. Aqué!la se sión o alianza entre dos mundos: él filosó-
enorgullece en su gloria y ésta dice a su Dios: I¿,eres fico y el religioso. Con elt¡empo, una de las
m¡ glor¡a y qu¡en me hace ¡r con la cabeza b¡en alta. En rel¡g¡ones que penetró con fueza y entu-
aquélla, los prínc¡pes y sus nac¡ones dominadas están siasmo fue el crist¡anismo; así pues, eslu-
baio el yugo de la concup¡scenc¡a; y en ésta sirven en d¡aremos algunas de las aportaciones del
mutua car¡dad: los gobernanles aconsejando y los súb- pensamiento cristiano. San Aguslín ¡nten-
ditos obedec¡endo. Aquélla aprec¡a la prop¡a fuerza en tó llevar a cabo una alianza, al servicio de
sus potentados y ésta dice a su Dios: Te he de amar, Se- la fe, entre filosofía y cristianismo.
ior, porque tú eres mi fuerza. Por ello, en aquélla, sus
iabios, que \,¡ven según el hombre, no han buscado más
qlre li5 bienes del cuerpo o del alma, o los de ambos,
y los que lleqaron a conocer a Dios no lo honraron n¡ le
digron grac'as como a D¡os, s¡no que se desvanec¡eron
en sus pensamientos, y su corazón insensato se oscu-
reció.
103
I lr ¡r, l,l, I 5
Fornras
l. El mundo romano:
contexto histórico En la h¡st
n"rqa, t,
y' por tan-
Con la hegemonía del lmperio Romano, el centro cultural
i
ü tamO¡é"n el t¡tosófico, se desplazó hacia Occidente'
y los filósofos - L-!r(
hasta
I
se trasladaron hacia el
i;¡¡¡fli\Ytj mis emolemáticos de la Grec¡a heleníst¡ca n\a
oeste del Mediterráneo.
ma dt
estos he-
Veremos ahora el marco histór¡co donde se desarrollaron
I
+ i .¡i.
'
cnos y analirar"mos la caída del lmperio Romano'
pues con ella.ter- - Con l¿
La levenda dice que fue una loba quien 1.1. De la ciudad Estado al lmPerio soluto
(hla
amaáantó a los fundadores de Roma El
deRomaenel año735a C'
lobo era el animal consagrado al dios de La leyenda y la tradición sitúan el or¡gen olo lll.
la guerra, Marte, y sirnbolizaba elesp¡ritu pastores' entre
é"ta una aldea formada por pueblos de
luchador de los gúerreros romanos' "u"nio "r" los samnitas y los latinos'
loa qr" O""t""un los etruscos, los sabinos'
en una ciu-
auténtica c¡udacl. Poco a poco, ésta fue convirtiéndose Elsi )l
poblac¡ón'
dad Estado independiente y pasó a ser una ¡mportante pten\r,
En el transcurso de los siglos V lV y lll a' C ' Roma deió de ser.una ciu- don,.¡n
y' tnás tarde' en un d¡ó iApit
dad Estado para corrstituii'se en un fuerle Estado
su pr¡nci- lnict...,nt
poderoso lmperio. Tras largos años cle luchas con Cartago'
se convirfió en la potenc¡a más importante
del Meditenáneo' tnarr¡ta
ial rival,
hablt¿ntt
políticas' se inició la etapa al fi^l (
Con la consolidaciÓn de las eslructuras
su máxima expre-
Je expansión del lmperio Romano, que alcanzó a. C.), se
las tierras que rodeaban
sión en el sigto Il a. C., cuando ocupó todas librc^dr
lras conseguir su
el Meditenáneo' al que llarnaron 'Mare Nostrum" conced¡r
lueron romaniza-
áomin¡o absotuto. Los pueblos que las hab¡taban detlr
dos y adoptaron las formas de vida de sus colonizadores' bancon
extr lí¿
I ( t
giosÁso
*K"
L,'
\
En este
per- Jn
cierqtq r
I
I ca L- sL
clar1r )
a ca¡ ¡lbi
PriV;t'g¡
lroso l)¿
dac^ie
I rnanefrt
i hat, ^i.:t
El emperador Constantino
't
0i (
E
tllr, 1.,, i5
_rs.
l
ban con Roma. A med¡da que se
"¡rS:iáá!"á"r,t"l*
;t;J"dp*","uphos depáuÉrados, a los que n¡ el Estado n¡ las reli-
o un senl¡¿'o a su existenc¡a'
exlendía, se Perdían los Pr¡vile- áion"s pág",iu. oft*ian una solución
se-
gios asociados a ella. , gn ei anó Sl S, et emperador Constant¡no proclamó el Edicto de.Milán'
; libertad de culto' El cris-
." s"-niizaba para todo el mundo la
"J" "i"rafá"io i" ."r una religión persegu¡da' Poco después' en el€ño 380'
üán¡.r*
En este clima de confusión Y dis- ofic¡al
otro emDerador, Teodosio, reconoc¡ó el cril¡anisriro coEo fel¡g¡ón
persión. el ejérc¡to se ¡ba ha- otro el de constant¡-
ciendo más conscienle que nun-
álirfui,i. Edicto:de Tesalónica con ed¡cto'
nopla, comenzó """ la"r per§ecución de las rel¡giones pagana§'
ca de su pode¡ Y emPezó a Pro- poder politico y
Paiecfa que, a finales del lmperio, las relaciones entre el
clamar y dePoner emPeradores ;i";.ti;¿;, pocían sei mejores, pero esto es sólo un esPeiismo En
a cambio de comPensaciones Y ..ááoo."..b.Ouio "o el primer conflicto entre el Estado y la rel¡gión ofi-
privilegios. El siglo lll fue desas- ;i;i. É"t; ir";, páblemá que se repitió a lo largo de la Edad Med¡a: la
troso para la Paz Y la Prosper¡- ü"-t á po, di ta máxima autorida4 la del emperadol prín-
"it""onLimiento
cipe o autoridad polit¡ca, o de la lglesia o autoridad religiosa'
la
dád. Se in¡ció un Período de Per- o
manente anarquía mil¡tar. Roma
l había perdido su esPlendor.
105
rl' t,i5
T
i
I
li
Durante el siglo lll d. C., las fronleras fueron constantemente viola_
das por los pueblos germánicos. La situación del lmperio llegó a
arl
I ser tan incierta que, en el siglo lV se procjuio una primera fragmen_
I
t, fr tación, en este caso deb¡da a factores ¡nternos. Los dos hiros del
/ ) ,:
a), lnici¿
emperador Teodosio se repartieron el lmperio: Honorio se quedó la
ti parte occidental y Arcadio, la or¡ental. Nunca más se volvieron a uni_ .ro
I ficar. El lmper¡o Romano de Occ¡dente, con Roma como capital, crec
¡-- -t.l
y el lmperio Bomano de Oriente, con capital en Constant¡nopla, tu- ,a
vieron futuros diferentes y además, se intensif¡caron las d¡ferenc¡as
+'. culturales que el lmperio había conseguido minirnizar. 1.
En el año 410 se produjo la conmoción defin¡tiva. Los visigodos, con L-. rc
Alarico al frente, saquearon la c¡udad de Roma. San AgustÍn fue d.0c
el gran testigo intelectual del fin del lmperio cle Occ¡dente vic
)... al tnis_ 1..
Díplico de márlil (hacia et¿70).
mo liempo, el crist¡ano que estableció unos nuevos fundamentos de ¡\té
Esle dipt¡co representa ¡as capitales del pensamiento para los siguientes mal años. En el siglo V, el lntperio ttllo (
lmperio Bomano de Occidente (Roma) y
el lmperio Bomano de Oraeñte (Coñstan-
Romano de Occidente quedó reducido a los línlites del actual terr¡_
,t, tinopla). torio italiano. F¡nalmente, en el año 476, el bárbaro Odoacro dest¡-
tuyó al últ¡mo emperador romano y así acabó el poder de Rorna.
rnien
t^c,
No obstante, el lmperio Romano de Oriente, el llamado Imperio bi_
zant¡no, perduró aún mil años más. [¡s r
terio
El legado romano
[orm¿
Muchos de ¡os rasgos soc¡ales y culturales de nuestra civ¡¡¡zación tie_
nen su origen en el lmpcrio Romano. La herenc¡a romana de la que
d¡s- do er
trutamos no se l¡mita a los magníficos monumentos que con'servamos
aque¡la época (acueductos, arcos de triunfo, esculturas...). Lá huella
de
la-
thl
tina se puede encontrar en ámbitos tan diferentes como ei de la agricul_ n¡¡[o
tura, las comun¡caciones, elcomerc¡o, el urbanismo... Sin embargo]s¡
tu_
viéramos que destacar dos aspectos fundamentales, s¡n OuOa ñaOtár¡a_
7,i
Actualmente, en nuestra civil¡zac¡ón occidental, todos aceptamos la su_
premacía de ¡a ley y ello se lo debemos a los romanos. Muchos pueblbs Ce{-t
har desconfiado de las leyes escriias y han preferidó et criterio y t.-to
Ou
determ¡nadas perconas. Los romanos, a pesar de sus emperádores.om- "rLitriá tB§e !
nipotentes, tenían una legis¡ac¡ón completa y elaborada. Lbs ciudadanos F,.,mi
H¡storia de Roma podían hacer denuncias, iniciar un iudic¡um
ouicio), tener un aclyocátus tarn_ (F{Ol
,. Desde su fundación hasta su caí- bién un accusatof.. Los romanos entendían muy b¡en que es
oreferibie de_
pender de las leyes que de los cambjantes criterios de los gobernantes. prrrrri
da en el s¡glo V la historia de
Boma es muy d¡latada. Debes ser Los romanos se dist¡ngu¡eron por su hab¡¡¡dad para establecer óóncer,-
l-\ar
capaz de elaborar un buen tra- tos e instrumentos jurÍdlcos idóneos para regular las relac¡ones humanas- divini
baio de s¡ntesis siguiendo estas .El Derecho romano ha marcado toda la hisioria del Derecho occidental.
pautas: Todavía hoy, algunas facultades de Derecho tienen como lema: L-s c
hom¡ne sed sub deo ef /ege", es dec¡r, "Non sub f"-ro
- lnd¡ca los grandes momentos "No eslamos gobemados por hom-
y épocas que van desde su bres, sino por Dios y por la ley". Y; s¡ consultamos ui manual de Oerecho lig¡ón
romano, descubriremos muchas de las raíces de nuestro Derecho actuai.
fundación a su caída. s\or
Posiblemente, el ámbito lingüÍstico sea donde quedá más patente. Las
- Relaciona eslos momentos
lenguas románicas, como el castellano, el catálán, el gallego o elfrancés. CrEn
con lo que ocurría Iuera del
son ñrlbs del latín. Debido a ello, podemos encontrar en ioivocablos oue rcr¡ta
mundo romano, por ejemplo,
utilizamos en [a actual¡dad para comun¡carnos el rastro de las palabias
en el mundo gr¡ego. que los propios romanos empleaban. y aún más, el latín clásico én ti-iór
el oue
y
- Muestra en un mapa el sól¡- escribían Cicerón, César o plauto constjtuye lodavía una fuente inagoia- I r¿l ¿
I
do proceso de expansión geo- bledc térm¡nos quo nos sirven para referirnos a nuevos con""ofo" ü oU- s-tI
gráfica de Roma. , ie¡os: renta per cápita, curr¡culum vitae o fax lde fác s¡mit).. irrquk
:
r^Ql
106
I
É
lr,t,5
e yr4la-
ll¿!ó a 2. Las religiones or¡entales Un griego en Roma
2, A un griego que a principios del
rgr'qn- en Roma lmperio se trasladara a Roma,
ijoVdet ¿qué aspectos de la v¡da roma-
ln¡cialmente, los romanos adaptaron sus dioses a los dioses gr¡egos;
-¡Qla la na le parecerían fam¡liares y cuá-
'l a unr- pero en la época final de la República se produjo una penetración les extraños? Responde tenien-
creciente de las religiones orientales que habían ¡mpregnado Ia cul- do en cuenta los s¡gu¡entes as-
)ai ?1.
pectos de la v¡da:
pla, tu- tura griega a raÍz de las conqu¡stas de Alejandro.
. Organ¡zación sociopolÍtica. ¿Le
?\,?S parecería diferente de la de su
2.1. ta religión romana prim¡tiva mundo helenístico?
,sVon La relig¡os¡dad pr¡mit¡va de los romanos se caracterizaba por la ten- . Pensam¡ento filosóf¡co. ¿Re-
tír ' re dencia a creer que los más pequeños acontecim¡entos o acciones de conocería mov¡mientos y es-
cuelas filosóf¡cas?
tl mrs- la v¡da estaban presididos por una fuer¿a o voluntad d¡u¡na a la que
. Obras artísticas. ¿Se sorpren-
t\-le llamaban numen. Una div¡nidad o nurnen presidía y hacÍa posible cada
dería ante las obras artísticas?
nperio uno de los trabajos del campo o cada uno de los momentos de la vida
. Creencias rel¡g¡osas. ¿Llegaría
,l '\" i- de una persona. La más insign¡ficante act¡vidad humana o aconteci-
a la conclusión de que cada
dqsti- rniento cósm¡co tenía una d¡vin¡dad asoc¡ada: consecuentemente, se pueblo tiene sus dioses?
lor-¿. produjo una fragmentac¡ón inf¡n¡ta del mundo d¡v¡no.
rio,b¡-
Los romanos s¡empre se mostraron receptivos a las div¡nidades ex-
te cres. Así, con la ocupac¡ón de Grecia, Zeus pronlo se transfor-
mó en Júo¡ter. El resto de las divinidades griegas sufrió una trans-
formac¡ón similar. El hombre romano ut¡lizaba todos los med¡os para
I
tener a su lado a las potenc¡as sobrehumanas. En su v¡s¡ón del mun-
, dis- do era fundamenlal alcanzar la paz con los d¡oses. En cambio, el
IS
hombre gr¡ego, impregnado de tendencias racionallstas, había te-
a la.
nido una relación más crítica con la divinidad. .
ritlF t
at,,-
2.2, ta llegada de las religiones orientales
I S!!- Con las rápidas conquistas de la República, Boma entró en con-
ir.\- tacto con las religiones or¡entales que habían penetrado en la cul-
ode t
oa
tura griega a partir de las conquistas de Alejandro. A raíz de ello,
rncs noma se pobló de miles de esclavos procedentes de Oriente que lle- I
av' garon con sus religiones, a menudo mucho más complejas que la
ceY prirnitiva rel¡giosidad romana. Los prop¡os legionarios, después de
,S..-
larqas estanc¡as en las fronteras orientales, volvían adorando nuevas
jedv
divinidades que sat¡sfacían sus ¡nquietudes.
tas
rtal- Las clases sociales bajas, más expuestas que otras al sufrimiento,
SUD
fueron rnuy receptivas a estas religiones or¡entales. Y no sólo la re-
l¡g¡ón, también la astrología y las superst¡c¡ones or¡entales se impu- I
lho
uaf- sieron cada vez más. J
I
-as
Cuando Octavio César Augusto (siglo I a. C.), al organizar el lmperio, \r $
>é. q
ieü revitalizó la religión, no pensaba en este tipo de cultos, sino en una re-
{qr
¡ú*
ta-
lig¡ón ofac¡al del Estado, arraigada en la religiosidad primitiva roma-
na y adaptada a los dioses de la m¡tología griega. Pero esta rel¡gión re.
I
¡b¡, sultaba demasiado oficial, fría e insat¡sfactor¡a para las personas con
¡nquietudes intelectuales. En este conlexto, la efervescenc¡a rel¡giosa
de Oriente se apoderó de trna gran parte de la población. Eldios l\4ilra.
I
107
lir ,: l, l5
Ya en el Bajo lmper¡o romano, incluso un emperador, lleliogábalo (si- El ludaísmcr^
glo lll), fue supremo sacerdote del Sol e introdujo en Roma prácticas
religiosas procedentes de S¡ria. En el m¡smo s¡glo lll, la rel¡g¡ón de
El ¡udríslno e. ..n¿
terráneo. Su libq s
Mitra, de origen persa, penetró en Roma y llegó a tener numerosos
tiguú Testame,..J d
adeptos.
ción del mundryc
Los soldados de las legiones romanas se sintieron atraídos por el venciones de -t. t
culto a Mitra, un culto que exallaba las virtudes viriles, por lo que era entienden que,1r¡
muy apropiado para la mentalidad m¡l¡tar. Los e¡¡pe¡'adores, al in- querido y prefcridr
tenlar controlar el ejérc¡to, adoptaban las rel¡g¡ones que les propor- Moisés, la Leyaii
cionaban estab¡lidad. tablec¡ó una alianz
Estas religiones orientales, como la de Mitra o la de ls¡s (prcccden-
urr ser extlaolla
ría b¡enestar tene
te de Egipto), eran rel¡giones m¡stéricas, rel¡giones en las que el dios
muere y renace de la ¡nisma manera que rTluefe y renace la natura' "n
un nld,
"reen
su ex¡stenc¡a gKa
leza a lo largo de las estac¡ones. En sus ritos, los fieles se ¡dent¡fica-
ban, mediante diferentes sufrimientos, con el d¡os que moría y, una Veamos algunos d
ls¡s, diosa eg¡pcia vez puriflcados, renacían con é1. El iniciado, en griego ,nys¿es, se con- mítico y lo opnn
vertía en un hombre renovado, profundamente cohes¡onado con los
otros fieles, y con la promesa de una salvac¡ón futura.
lndoe-,of
Los nuevos cultos mistéricos se dirigían al individuo concreto, aisla-
do y sufriente, lo colocaban ante una div¡nidad muy próxin]a, que ex¡- Son politeista. ^-
gía purificac¡ón pero daba segur¡dad, que inspiraba temor pero sal-
Zeus, hecho ¿. :ae
vaba, que generaba entusiasmo y ofrecía una ¡nterpretación del mun- mo oue mant¡ene el
do. Olreclan a sus fieles un fervor y una nobleza moral que no aportaba
'^
la religios¡dad oficial. Pintan imágenes y
/a
Personas de culturas Muy pronto, estas religiones m¡stéricas fueron aceptadas y ut¡l¡za- El mundo es etern
d¡ferentes das por los prop¡os emperadores. Pero no ocurrió lo mismo con las
3. En un mundo como el nuestro, religiones monoteístas que también había entrado en contacto con li
V¡sión cÍcl¡ca !¡el
en el que las comunicaciones la poblac¡ón rcmana: el ¡udaísmo y posteriormente, el císt anr.smo. rueda o ciclorlyo
son más frecuentes que nunca,
Una antropolqc(l c
a menudo se encuentran perso-
nas de mundos cullurales dile- 2.3. Politeísmo grecorromano alrnas.
rentes y entablan arnistad. Su- y rel¡g¡ones monoteístas
pongamos que dos personas asi
A ¡nenucl,.l. la rr¡afu
dec¡den compart¡r sus vidas. El judaísmo y el cr¡st¡anismo representaron una gran novedad tanto
¿Cuál crees que será el resulta- en lo que respecta a la prim¡tiva religión romana conro respecto a los
do de esta relación? Elige algu- La procreación ro
na de las sigu¡entes posib¡l¡da-
cultos mistéricos, y s¡gnif¡caron para el pueblo romano el descubri- .,-^,
des y juslif¡ca tu elecc¡ón. m¡ento de una civilizacióll muy diferente de la propia.
. Compart¡rán las ideas y creen- El encuentro entre dos culturas no siempre compoda una integrac¡ór1
cias de ambas culturas.
rápida; también impl¡ca momentos conflictivos. Sin enibargo, en niu-
. tá percona pertenec¡ente a una
chos casos sirve para constatar que muchas formas de vida y cos-
de las c,,'turas absorberá a la
de la otra.
tumbres, que se tienen como nalurales, no son las ún¡cas posibles.
. Se creará 'Jn confl¡clo que hará El judaísmo, tal como sucedió más tarde con el cr¡st¡an¡srno, fue
impos¡ble la convivencia (ex- tolerado en un momento inicial, peio muy pronto fue mal v¡sto, proh¡-
pl¡ca por qué y en qué condi-
bido y reprimido con violencia. La repres¡ón de los emperadores
ciones).
. romanos contra eljudaísmo y el cr¡stianismo se produjc deb¡do a que
Surg¡rá entre ellas una nueva
v¡sión m¡xta con elementos de
el monoteísnro era incompatible ccn un Estado err el que lo d¡v¡[o
una y otra. estaba infinitamente fragmentado y donde incluso se daba culto,
como si luera un d¡os, a un ser humano: el emperador.
r08
¡¿*,"
5
lar-/si- El judaísmo '.
ácVcas I
Eljudaísmo es una de las rel¡giones más ant¡guas del mundo med¡- :
¡id Ce
terráneo. Su libro sagrado, la Biblia Hebrca, que coinclde con el An-
lerosos
tiquo Testamento de la B¡bl,a crist¡ana, com¡enza expl¡cando la crea- l,
ción del mundo por Dios, y narra la historia de las constantes inter-
j P^' el t
I-Jlll
venciones de É1, el Único, en la vida de los humanos. Los judíos
1uEéra ent¡enden que son el pequeño sector de la humanidad especialmente /'
;, ¡.' in- querido y preferido por Dios: son el Pueblo Escogido. A través de ,.
l.l
,r§lo.- Moisés, la Ley D¡v¡na o Decálogo fue revelada a este pueblo, que es-
tableció una alianza con Dios. Sus profelas predicaron la venida de :l a\
leclcn- un ser extraord¡nario, el Mesías, el enviado de Dios que les aporta-
1
el!0s ría bienestar terrenal y la v¡ctoria sobre sus enemigos. Los judíos
creen en un mundo futuro, el Re¡no de lcs c¡elos, donde continuaría
ral"-a-
su existencia gozando de un b¡enestar eterno-
.T
Itii-,a- Por med¡o de Mobés, Dios estableció una
)" -ra Veamos algunos de los rasgos que caracterizan el monoteísmo se- alianza con el pueblo de lsrael en el mon'
u td'n- te S¡naí. Los crist¡anos la conocen como
mítico y lo oponen a la cultura indoeuropea (griegos y romanos): la Antigua Al¡anza.
or \s !
t
lndoeuropeos (griegoq y romanos) Monoteísmo semítico
ai!É-
Je .-i- Son politeistas Son monoteístas.
'o §1t-
Zer¡s, hecho a imagen del ser humano, es el dios supre- Es D¡os quien se d¡rige al ser humano y el¡ge a su pue-
n¡.- mo que mantiene el orden. blo.
¡rtEa
Pintan imágenes y tallan escultwas de sus dioses. fienen proh¡bidas ¡mágenes y esculturas.
i iliza- El mundo es creado, tiene princip¡o y tendrá f¡n-
El mundo es eterno, sin principio ni f¡n. li
)n\rs rl
il
or") Visión cíclica del t¡empo, un t¡empo ¡nf¡n¡to, como una V¡s¡ón lineal deltiempo, que es finito. En esta v¡s¡ón h¡s-
;r;)ií rueda o c¡clo cuyos rnomentos se repiten. tór¡ca del tiempo hay momentos priv¡leg¡ados.
Una antropologia que habla de la transmigrac¡ón de las Una antropología que habla del ser humano global, no
almas. sólo de las almas.
rcíón
cos-.
le§z
rohi-
Cr-
9t''
rri v
.i¡t.
109
tlni, Lr, l 5
2.4. lntentos de conciliación 3, El ne
Cuando ya se había deb¡l¡tado la actividad científica que caracteri- La emergente relig
zaba a la Alejandría helenística, F¡lón de Alejandría (13 a. C.-50 cendencia de1
d. C.), miembro de la comun¡dad judía e influido por el pensamien- vaciones tanlo der
to filosófico griego, inició la asociación de la religión judía y la filo- de la perspec^a ,
sofía griega, especialmente la platónica. Este pensador ¡ntentó, por pensadores qlJq r(
r'.,"''.tl primera vez, conciliar el mundo del conoc¡miento y el mundo de las
creenc¡as, un ¡ntento que, tomando una forma u otra, fue más allá 3.1. Elaur
del mundo romano hasta llegar al mundo medieval e incluso a épo-
cas poster¡ores. El mensaie o^u(
como un intenro c
Uno de los intentos de conc¡l¡ación de filosofÍa y religión que tuvo bíblica de un lAsí¿
I
gran ¡nfluencia h¡stór¡ca se debe a un egipcio del s¡glo lll que, debi- te y crucif¡x¡ón d€
do a su intensa admiración por la doctrina de Platón, adoptó el nom- nas querían -r.a
bre de Plotino (205-270't. Recogiendo elementos de las religiones consciente de la f
110
L
t
I
t lli,l:r, l 5
3, El pensamiento cristiano t
tcteri- La emergente rel¡gión crisl¡ana representó una novedad de gran
tras-
cL,o cendenc¡a dentro de la cultura romana. El cristianismo aportó
¡nno-
mipr- vaciones tanto desde el punto de vista de la religión judía como
des_
¡ üá- de la perspect¡va de la cultura grecorromana. Muy pronto
surgieron
i, ¡,,tr pensadores que reflexionaron acerca de! cr¡stianismo.
le\É
i."i
ét- 3,1. El surgimiento dei cristianismo
El rnensaje o .buena nueva" de Jesús cle Nazaret
fue ¡nterpretado
como un ¡ntento de fundar una secta y de cumpfir
ir.r..., iudía la promesa
bibl¡ca de un lt4esÍas que salvase a su pueblo.
teliz Con la condena a muer_
te y crucif¡x¡ón de Jesús, el Cr¡sto, las autoridades judías
ot- y roma-
nas querían evitar problemas rel¡g¡osos y políticos.
,nÉS Nadieiarecía
consc¡ente de la tuerza interna de un mensa¡e
o,: emancipador para
los esclavos y los pobres y que, por otra parte, :
I
111
I
r':. ,§
112
llr,r,i:r¡15 ,l
rl
3.3, La patrística
aporta- Una de las primeras tareas de los pensadores cristianos fue, a partir
de
prv:u- los Evangelíos (pertenec¡entes a la p afte de la Biblia denominada
Nue.
sión del vo Testamento), hacer entender el mensaje cris¡ano y diferenciarlo
q/l\¡na de otros pensam¡entos. La propagáción de la fe exigÍa interpretar
b¡en
a fnora! los textos bíblicos, adoptar los conceptos de la filosofia griaga necesa-
rios pa,'a expl.esar adecuadamente el nuevo pensarn¡ento, y distingu¡r
lo propio de la razón y lo prop¡o de la fe. También era necesario
1'\ros ev¡tar
interpretaciones erróneas del mensaie evangélico, es dec¡t ev¡tar todo
srble el
tipo dc here,jías. Los pensadores cristianos que desarrollaron todas
eslas tereas son los Padres de la lglesia. El períoclo en el que
clrá un las lle-
varon a cabo se llamapatrística, y va desde el siglo ll hasta et siglo Vlll.
n llvli-
' os Padres y escr¡tores cr¡stianos de los primeros
siglos suelen lla_
marse apolog¡stas o defensores del cristianismo. Muchos de
ellos
eran ¡ntelectuales convert¡dos al cristianismo que luchaban con ar_
g' 's gumentos contra los paganos o contra tendencias o sectas que in_
'a pla-
terp¡'etaban de forma heterodoxa el mensaje cr¡stiano. Una de las
."r.n
lvrno.
seclas más extendicla y contra la cual tuv¡eron que debat¡r fue la del
gnoslicismo o gnosls. La palabra griega gnosis significa ,conoci_
'ísi!16. .niento'; la secta, formada por creyentes que ii
conocían bien el pen-
il¡ .: samiento gr¡ego, defendía que el conocim¡ento era una condic¡ón in_
r mo- dispensable para la salvación, es dec¡r, era más importante el cono-
''í' t cimiento que la propia fe. En un segundo momento, los padres se San Pablo coo un tibro (ca. s¡gto l ).
ñía. centraron en la formulac¡ón doctr¡na¡ de las creencias cristianas. Ya en los pr¡meros s¡glos del cristian¡smo,
La figura más brillante de este momento y de toda la palrística fue se produjqon nunerosos inlentos de con-
,nV- el
c¡liar las creenc¡as rel¡giosas coñ la ra-
norteafricano san Agustín (354-430); su filosofía cristiana determinó
to', ¡
el pensam¡ento medieval.
cional¡dad filosótica.
't't3
llrrr, l.i, l§
A los d¡ec¡nueve años se hizó adepto al maniqueísmo: Maniy sus se' Explica san ,.gn
guidores defendían dos prirrcipios igualmente fuertes y en lucha cons- habla de Dirld
tante, el principio del bien y el principio del mal. Defendían, pues, un rí- reerlconh-arse c
Sen ¡€ustin.
gido dualismo. Posteriormente, abandonó el man¡queísmo (aurlque la ta la ualura^a
Sabemos baslantes cosas acerca de la
influencia mahiquea estará latenle en todo el pensam¡ento agustin¡a- necesar io y si; r
vida de san Agustin gracias a sus Confe-
siones, uñ libro donde, dirig¡éndose a no) y aceptó una opción bastante extend¡da en el mundo en decl¡ve en 1
Dios, conf¡esa Ia desordenada v¡da que el que vivió: el escept¡c¡smo. Una vez especializado en gramática y
San Aguslin .Íiir
l¡evó anles de converiirse alcrisl¡anismo. do desde l.^1c
retórióa, ejerció como profesor en su ciudad, después erl Cartago, y en
más, considel a
el 383 se trasladó a Roma, donde abrió una escuela. Ese mismo año
,
nal¡sta, es l^u
comenzó a leer obras de Plotino. Pero el camb¡o más radical en su
caridad, rri de l¿
v¡da se produ¡o en el año 387, cuando después de escuchar atenta-
la salvación^ri
mente diferentes sermones de san Ambrosio en la catedral de Milán'
se convirtió al crist¡an¡smo. Más adelante fue consagrado sacerdote y, De una man^o 1
poster¡ormente, obispo de Hipona, ciudad del norte de Álrica. Murió t¡anos a menud(
en el año 430, cuando los vándalos asediaron la ciudad de H¡pona. de que hay 1a
La obra de san Agustín es el puente entre un mundo agon¡zante y mino que existe
un mundo (el medieval) cuyas bases fueron establecidas por é1. Esta
obra es, a su vez, resultado de la confluencia de cuatro factores: La lectura dAo:
ble de Dios, rs
- El proceso de degeneración de las filosofías procedentes del he-
Maniqueísmo cierto de qug€x
lenismo. Por un lado, el pensamiento dominante era el escepl¡- que eres Tú q
5. El maniqueísmo es una rel¡gión cismo; por el otro, abundaban las filosofías con numerosos ele- y no puedes ser
persa fundada por Mani (216-
mentos mistér¡cos, poco apreciadas por los intelectuales riguro- .¡-
277). Esta rel¡g¡ón tuvo una gran Pues empe: ,a
difusión e influencia lanio en Oc-
sos. Al m¡smo tiempo, el interés por la c¡encia era muy escaso, so tenía yo gqye
c¡dente como en Or¡ente. por no decir nulo. rar yo que n.a
Escrituras para c
- Busca informac¡ón sobre esta
- La aparición de una filosofía de gran calidad y rigor, la de Plotino, berme ama:Adr
rel¡gión e indica qué relación un sistema filosófico que incluia una visión sobrenatural del mun- entrs la presunci,
puede tener con las liloso-
,Ías de la época.
do y de la v¡da. m¡nan n¡ el /\i
La apar¡ción del nuevo pensamiento cr¡st¡ano, un pensam¡erlto io- Nada de esto se
- A menudo, por ejemplo en la - c¡ón de las tan
prensa, se lilda o acusa a una ven y lleno de v¡talidad, con un metlsaje de salvac¡ón para todos
Tampoco habtaÍ)
persona de .maniquea.. ¿Oué los hombres. r¡tu Santo o
se quiere denunc¡ar con esta ^{ c
114
t
I
Itr ,r,t, l5
4.2. Demarcación entre neoplaton¡smo
nUE4o y cristianismo
A0üS-
En la construccion de un sistema de pensamiento
r¡ r'r- utitizó la terminología propia de tas
tín
cr¡stiano, san Agus-
d&li- bargo, se preocupó mucho por
f¡nsofias Oeimoi""i",i
)e. '- lr" o¡t r.i"i"l Jntr""_-
dejar claras lu
doctrina cristiana y aquellas otras que
en t i-e podían ll"ga.a
con ella a causa de su aparente
s¡m¡litrd, a "onfrniir""
o"ii"r-
plalonismo. "oro "á "r*
En su obra Corfesrbnes nos rjice que él pensaba
en clave neopla_
lóaca antes de convertirse al cristianismo y quáO*r"U. ,,. ,;
3:¡-r cesidad de hacer entenáer a todo *_
et mrnoá tá grantii.*""i,
1 ¡.4ó- hecho de ser neoptatónico y er o*
,Írtr) lll-"nno.n, rreio ;; ;;;"r.,
a,"¡'" ¿o"i'¡n"J,' p,"-
¡n.Jo. Íllikilil;§,"ilX|*il,ycuidadosamente
l:;
E)o¡ca san Agustín que, a pesar de que
)o ra f¡rosofía neopratónica nos
habla de Dios, de que rodo procede
un ft- reencontrarse con Dios, el proceso
de Ety det d;se;;;;..ir" o" San Agustín def¡ende que D¡os
creó él
ta la naturaleza es descr¡to por
de emanación d""d; ó;;; ;" mundo desde la nacla en un aclo l¡bre v
Iirria- necesario y s¡n que intervenga
los neoplatón¡"o"
"áro
*lr*no amotoso.
la voluntad de D¡os.
do
]ils:"",""T::.1:Í; ilflJ::i:l,::y*n," "iá"',, ",,áli'j'iJ.il'á"u,lo,,o,nu no,ia, nide,as arás de,Espí_
c I
I lr,r, l. ¡ 5
La ilum¡nación
4,3. Razón Y fe
ser humano al cono-clmiento de
Ahora déiame que, en el t¡emPo San Agustín se preguntó cómo llega el
que tenemos, te enseñe algo de en el maniquelsmo'
á" rná protrnOa" verdades' Buscó la resPuesta
Dios por analogia con el conocl- ,"ér,u: ,^*,isfactoria' Durante un tiempo adoptó el escepticis-
miento sensible. lnteligible es Dios'
J". se autosupe-
Lo, p.to J"tpr¿" considerÓ que éste en cierta manera
e ¡nteligibles son lambién las ver- Esta capacidad de
dades que contemplan las cien- ,r, pr"" qr¡"" duda, al menos sabe que duda la exis-
mínimas: la certeza de
cias, pero con una diferencia fun- dudar nos lleva a aceptar unas verdades
damental. Tamb¡én la f ¡erra Y la y de que este yo o sujeto. exis-
tun"¡" O" un Vo, Oe un suieto que duda'
luz son v¡sibles' pero h fiena solo ;¿;i f"il; ;r.", afirmé san Asustin: si me eq.uivoc'o' !1'"^'11..-"^1'"
es visible si la luz la ilumina' De la yo que se equNoca'
que me equivoque, tengo una certeza' la de mi
m¡sma forma, aquellos enuncia-
dos de la c¡encia que todo el que reflexionando sobre las posi-
Siendo ya cr¡stiano, san Agustín siouió
Ios ent¡ende adm¡te s¡n ninguna posibiliclad de ac-
duda que son absolutamente ver-
Iiui"JÑ,o",,t"ites del conocinriá )to' Creía en lasobre las cosas del
]"1"* ,á sens¡ble' de nivel inlerio(
daderos, debemos Pensar que "1"*'miento gracias a los sentidos' 4..-.
sólo son inteligibles s¡ un tiPo de mundo; sobre éstas, obtenemos información
sol propio los ilumina. Y asi como Á"rá É¡"", ¿cómo llegamos a las real¡dades fundamentales? la fe
¿Exigen
del cre- TodL- 13:
en el Sol Podemos distingu¡r tres ,^, rr"ri de rrivel super¡or o es suf¡c¡ente
cor raapo
J.r,t. our,"i"**ctuál
piensa' que
cosas: que es, que tuce Y que ilu- ,t""n.rllas? San AgustÍn es un creyente
que
mina, asitambién el Dios ocultísi- com- t'lico/. r1I
mo que quieres conocer liene tres
;;;;f ,;.;f r", un hombre inquieto que tiene conro objetivo-la do €'¡'§t¡
que la razón y la fe.perte-
prop¡edades: que es, que es inte- nrensión de la verdad cr¡stiana' Reconoce
contr¡buyen Írás oc l.
a ámbitos d¡ferentes; pero ambas
I
I
ligible Y que todo lo hace intelr- ;;;1;;.""te que ana apasio-
g¡ble. A gran objetivo del hombre' ser un¡tario Sein , ,¡¡.-r
" ","rt""t ta'ueroai divina' La razón avuda al hombre a obtener la
Mi orelensión es llevarte al cono- ;;;;;r" es incompaiible cotr la lei
fnurdQ c
i ci;ienlo de ti m¡smo Y de Dios Di' fe, lo prepara; de ninguna manera la razón do eu cn
¿qué Piensas de todo lo
que he
esta colaborac¡ón la expresa con la m
áxima 'lntett¡ge ut credas': 'en- ra bhr, (
expuesto, lo admites como Pro- y guía la razón; esto lo expresa de
t¡"n0" prr" Lafe or¡enta sas crea
bable o como cierto? "r""f''. *Crede
r"'"ü¡!"," t"tt", ut intetl¡gas-: 'cree para entender'' tien^sr
San Agustín, So,iloquios' l, Vlll' 15'
la le es la vía más segura' la cuanto e
Ahora bien, considera que el camino de
Este texto de san Agustin so- vía' inteligenc¡a
6. o"o" o"á pr"o" oar una satisfacción plena; en esta La vrs¡ón
bre la iluminación incluye no- Para san Agustín'
v fe confluven en el amor apasionado a la verdad' lacinc
I tables referencias a elemen- son inseparables; elhom-
tos Platónicos. lntenta des- !,'"ráiá"íor"pi"nsa y el lilósolo creyente lán las a
todo corazón'
cubrirlos- ;;; ;*st; il";" deábrir la verdad v amaf a de quiÓ8,
conocimiento super¡or' el de las los cuer
Para san Agustín, el cam¡no hacia el
donde confluyen razón y fe se inicia con
la expe- oro( 'n(
""rJ"J"" "i"tnt" En el inter¡or de uno mismo es don-
Y aouí sl
r.ián"i" ¡nt"rio, o
"utoconciencia'
fa verdad y la máxima realidad' D¡os'
Mediante este tent in
iá." humano t¡e- mal!§ n
"n"r"nttun
O" t"r"Oa hacia el interior de uno mismo'
el ser
No quieras asomarte al exterior; It"*"" sólo le es po- de r,
,.r
enira dentro de t¡ mismo' Porque I" u""""o " l"a rnás elevadas verdades; aunqueelesto y hace corn¡§ó
en el inter¡or del hombre reside la ,""¡¡" ,n" ¡luminación d¡vina' Así como Sol ilum¡na
verdad; y si encuentras que tu na- "¡¡1"! una iluminación d¡vina
v¡s¡bles al ojo las cosas corpóreas' tan sólo Junto cc
turaleza es mudable, trasciéndete eternas'
a t¡ m¡smo. Pero no olvides
que, perm¡te descubrir y hace visibles las verdades tes la
cuando te trasc¡endes, es tu alma para acceder al más eleva- sisnjl§a
La iluminación d¡vina es imprescindible
dotada de razón la que te tras- real,- -d
san Agustín llama sabiduría a este conocimiento
I
116
llr ,,i, r5
nada por otros creyentes de.su sario para su supremo bien. realeÓs
üempo. Así, Pelag¡o (360425) de' sia, pero :
fendía que cuando los lígmbres - L¡berum arbitrium o libre albedrío. Consiste en la capac¡dad de tenecAa
aclúan b¡€n, se dobe á su ProP¡o decidir libremente; pero es una capacidad frágil y debil¡tada como
esfuer¿o Y no a la gracia, Y que, consecuencia del peca«lo original. Adán, antes del pecado ori-
En aq¡slk
. actuando asf, Pu€den salvar§€' g¡nal, podría no haber pecado; su culpa se ha transmitido a tcda ras cic, E§
[-as afirmaclones de Pelagio fue-
á humanidad. Asi, el ttolnbre, a causa de su naturaleza caida y este tj\o
ron cond€nadas Por el hecho de y dades qu
cortompida, a menudo t¡ende al mal sólo podrá elegir hacer
el
negar que la humanidad, como ,
gratuito sus elegi- forma¡sa
bien si lecibe la gracia divina, don de Dios a
consecuencia del Pecado original,
las cuest¡
estaba corromPida. dos. Con la gracia, el l¡bre albedrío o liberum arb¡tr¡um se trans-
tiende al bien'
princño
forma en ,,bertas Y
118
t!
5 I
SU I
saba en los imperios históricos como el de Babilonia, el propio lm-
e- I
perio Ronrano o cualqu¡er Estado pagano; cuando escribía sobre
rla la l
ciudad celestial, la ciudad de Dios, pensaba en la lglesia. A pesar I
de ello, debemos cons¡derar que las dos ciudades son dos ideas I
3-
abstractas que no necesariamente co¡nc¡den con organizaciones l
i
'l 19
-
i
,.ñ:
]S
.1lo
'lt
\ a o tt
)ñ.
rl§- Sólo es preciso recorrer nuestros pueblos y
c¡uda-
des para descubrir vestigios del pasado
romano en ]:\
¡flspanra. pero más allá de eslos testimonios
ar_ ..' ,:i .:
I
qu¡tectónicos, de las vías de comun¡cación
ro-
manas o de la división territorial en provinc¡as
(los
teritor¡os vencidos), tenemos su ner"nca
le mas iá-
nuina y creativa en el mundo del Oeracno.
los pio-
pios.jur¡stas actuales utilizan, incluso a
en latín,'ex-
presiones del Derecho romano. por
ejemplo, ,,in
dubio pro reo". es decii en caso de duda,
la iaváre-
ce alacusado; .pacta sunt servanda», los pactos
vinculan: o.res iudicata pro veritate habetui.,
I
una
sentenc¡a pone punto final a la cuest¡ón
en litióio.
1e
No olv¡demos tampoco la deuda que l¡enen samiento expresado y viv¡do por los primeros
las len- cr¡s-
guas romances con la lengua latina. tianos.
Tanto en for-
U- ma popular como en forma culta, muchas
de ¡as pa- La interpretación del mensaje evangél¡co
Iabras castellanas proceden del latín. para
hablar de
impulsada
por san Agust¡n ha determinado la
una mujer joven o la mujer del propio v¡sión med¡e-
hijo, decian val del mundo. Un mundo terrenat Oet que
"norus, (nuera): cuando hablaban de recordar, de_ demos esperar más que sufrimienlo: fa materiá y
noló-
fa
:i11.:t"ryr1r9" (memoria); para expresar que se
orngran af pueblo, decían
came giran en torno al pecado. eropone ,ná
_í.1
"popula.: y para nombrar oa nacta las alturas y un despfrcio de lo terrenal.
un monte o pequeño promontorio utiiizaban
la pa- Lo mas no es entender, s¡no que m¡ Volun_
labra "podiu.. -val¡oso
tad, me lleve.a amar profundamente lo que es su_
¿Qué vemos si m¡ramos más allá del nacim¡ento del qra.ten:na,t. Hasta b¡en entrado el siglo Xlli este Áá_
cristianismo? Vemos veinte s¡glos en los le-19-nl.atO¡¡co, ptotínico y agustiniáno
cuales la rigió oftciat_
a. rehgtón cristiana es un eje vertebrador: en to_
m€nte la vida de los humanos de Europa
óccidental.
dos los s¡glos ha ten¡do una ¡nfluencia
Anora Dten, hacia el siglo Xlll, el mensaje
de mag¡ste- evangéli_
co comenzó a ¡nterprelarse en clave aristotélica
o rio y de guía. Sin embargo, no pocas ("me_
veces se ha nos mística y más racional), por obra de santo'fá_
(lesl:gurado o bonado
el mensaje innovador del pen- mas de Aqu¡no.
i
de culturas diferentes
¡; Esquema
§, l. Un milenio multicultural
1 .1 . ¿IJna targa noche
de mil años?
1.2. La Problunálica dominante
@Obietivos
. Adquirir una vlsl ón panorámica de
ferentes
la Ed
"O
t t"Oi" y comprender que incluye
cultúras y filo
122
()ff) 4li
)o!ü .{r \
rtl: -1
Á
l(. 6 ü
|!
I
I
4e'"" I
r ' El rey y su arquileclo visitando la consln,cción
ct€ una caledrat (sagto X t).
lnvitación a la unidad_
Por lo que respecta a aquello que podemos conocer de
l)ros unicamente a través de la razón humana, tamb¡én
ha.s¡do ne-cesar¡o que el hombre fuera ¡nstruido por
re_
lr: velación divina; porque la noc¡ón verdadera de
dios no
se hub¡era pod¡do adquir¡r ún¡camente a través
de la ra- a-rE
zón humana, sino sólo por parte de uncs pocos,
des_
pues de mucho t¡empo de trabaio y con
muchos erro_
res; y, sin embargo, del conocimiento de esta
(iepende toda la salvac¡ón del hombre,
verdad lntroducción
la cual está en En esta unidad estud¡aremos los m¡l años
Dios. Por tanto, para asegurar y facil¡tar la salvac¡ón
del
* pósteriores a la caída del lmperio Boma_
genero humano, ha s¡do necesario que
el hombre se no de Occ¡dente. Llamamos Edad Media a
instruyera en las cosas de Dios med¡ante una revelación
este m¡lenio, pero en muchos aspectos no
divina. Así pues, ha sido necesar¡o que, además
de las fue una época de paso, sino un período de
c¡encias filosóficas, que son obra de la raz ón humana,
t¡empo con momentos de esplendor ¡nte_
hub¡era una doctrina sagrada, conocida a través lectual. En el pr¡mer apartado tendremos
de lá
revelación [...]Y s¡n embargo, la doctrina sagrada
tam_ una visión general de la Edad Med¡a. En
bién utiliza la razón humana, c¡ertamente no para
de- el segundo, veremos cómo van constru-
moslrar el dogma, lo que suprjmiría el mérito de la yéndose nuevos marcos culturales duran_
fe,
sino para clarificar otras cosas que enseña esta docj te los pr¡meros s¡glos medievales, y anali_
lrina
V zaremos el intento de san Anselmo de de-
,
mostrar racionalmenle la existencia de Dios.
Santo Tornás de Aqu¡no,
En el tercer apartado analizaremos una ci_
Summa teológ¡ca t, q. l, a. I y g.
Y fi!c561¡"a v¡l¡zación emergente: el islam. Seguida-
mente estudiaremos la época de esplendor
de Ia Escolást¡ca y el pensamiento de uno
de los escolást¡cos más eminentes, santo
,"Y Tomás. Después veremos el mov¡miento
s. an el franciscano, conced¡endo una atenc¡ón es_
Í pecial a la obra del f¡lósofo mallorqu¡n Ra-
sa.,r Tom món Llull. El últ¡mo apartado se centrará en
a la decadenc¡a de la Escolást¡ca y la reno_
)st'-s p vac¡ón del pensam¡ento llevada a cabo por
Occam.
123
ll¡r'lrl6
1.4
i
I
L Un milenio multicultural
vamos a rear;th:':"j[1"J::.9.,j"ffi1;
En la Eurr
vo d( )t
En este primer apartado
en otros r
la Edad Media Y nos daremos
c
caída del lmperio Romano apa-
;";;;;;"dias, va que tras la m¡- Reraci,
:;fi";;;'i';" ii"t¡ni""' oespués det esuozo histór¡codel - deas
que mas ocu-
ffi;,;;;;"a oieada a la problemática f¡losófica dÉ af¡rmar
y) apartados posteriores estudiaremos
pó a sus intelectuales' En tos crn,
cha Problemática' zón. rn
vr c¿
lasA)lr
l.l. de mil años?
¿Una larga noQhe que esta-
la , .ac
:
La exoresión Eda d Med¡a'
de eñlrada' pone de manifiesto en ¡e lí
o" o"* Ao" épocas' A menudo
I
mos hablando de un período "nu" y' lntent(
larga noche de m¡l anos
ftüffi; se ha lescrito to'o 'nu - d¿ .i(
I
Cr^Gt¡
vertirse en una nueva cultura' - preocu
en absoluto
edades medias que convivieron en este milenio plA c
Las tres
ouá"' irrtercamb¡os coTl¡
y t-o-s::stimo-
estaban aisladas unu" O" §glos' la
versall
primeros
nian las relacione"
q'" rn"ntJJlion-' En sus ocho ¿ui; r
'iJ"o'i,Jiá*",*"11"*j:*",ffi labra u
de un Platón Pr¡mero asumlc
[:T:,[X$:::T::lii,] muy ¡nl -ra
p"n'tu*iento de Aristóteles' conservó sef(ar
nizado por san Ag"tlnl O"r lasobras de
p'""""'¿ gran parte de
ooco. La Edad Media bizani"' salvó
l¡2..,ro.
L musu]1a1a
ciiitizaclón
v meno" o" r'"
Áristóteles
o"'pl"loi.r PalaQr¿
heredó la val¡osa ciencia aleiancr¡na' Yo ..rn(
muchas obras de Aristótetes'y
utihO r
AlfinaldelaEdadMediaseprodujounmaravillosoreencuentrode
mát o menos a¡slados du- fetl¡os
elementos cultur"lt= aa"¡"J"i"lienido'
;;".,'"o;;¿,""*::::#il'l:ff .J':':[f:llXT,',J,::'.1 -La 5€
al Pensamle fue4tlt
fue ¡ncorporado llesarol
ro" iu'"o= invadieron Consta¡1loi:l' rel ri-l(
la Edad Media, Fue como st'
"u"nOo fuentes de autores clátsicos' l'\o
a ltalia nuevas y autént¡cas r.ui""t orígenes griegos'
A lo
uoivi"ido '
siglo a siglo, Eu'opa luera " ""
124
ll r,l, l6
1.2, La problemática dominante
d- En la Europa medieval los s¡gu¡entes temas fueron constante mot¡-
vo de debate. En algunos momentos se crearon respuestas
)lar nuevas,
pñ, en otros se limitaron a repet¡r concepc¡ones anter¡ores.
mi-
cÑ/ - Relación entre la le y la razón. Es el gran tema dominante.
¿Cuál
de las dos tenía la úllima palabra? A grandes rasgos podríámos
di af¡rmar que de un predom¡nio in¡c¡al de la fe se
fue pasando a una
creciente valorac¡ón de la razón. pero cuando se valoraba
la ra-
zón, muchos pensadores cr¡stianos crit¡caban
esta posición rei-
vind¡cando la primacía de la fe. y es que, asociada
á
las relaciones entre fe y razón, existia la cuestión
de
la- la r¿iación entre el poder religioso y el poder político,
125 il
Il u, I 6
degenerado
i lomagnc^cu
nado por su:
chei.luer1e
"noo
coronó enl:e
l)
psr¡o C. )l¡
6n la autorid¿
l, t' depende .ia
dor si norla
Ellmperio Romano de Occidente y el lm- lnflufan er, el
perio Ronrano de Orienle en el año 395'
_l_-
'126
3-.i-. -
I hi
11,,1, 1,,, l6
2.2. Los primeros siglos de la Edad Media La derin¡c¡ón do persona
En el s¡glo Vl, Boecio (480-525) fue el único filósofo relevante de Oc- Boec¡o tradujo y adapló at latín
,, ü*sen- muchos conceptos griegos. Uno
c¡dente. Colaboró en mantener los restos culturales que todavía
lae-luces perduraban después de la caÍda de Occidente. Cuando pocas per- : deéllos fu6 eldepa¡sona. Su de-
e §úecio, ' f¡nición ha sido conslderada una
sonas de su entorno conocían el gr¡ego, Boecio no sólo tradujo
vi '¡a, el del deinic¡ón clás¡ca, en la que se ha-
gr¡ego al latín algunas obras de Aristóteles y buena parte bla de persóna en un sentido lle-
de los
inYe eu- diálogos de Platón, s¡no que también introdujo comentarios que no de dignidad. Persona es una
c con mar-
caron la interpretación de estos autores. precisamente fue una de "sustancia lndfuidual de naturale- ';
:ron y cle sus traducc¡ones la za rac¡onal".'
que avivó el problema de los universales en la
:rl-'ema Edad ¡,1edia. Se puede decir que Boecio fue un caso singular
ro de de- dentro
de un crec¡ente empobrec¡miento cultural. A pesar de no ser pa_ un
\. dre de la lglesia, fue leído y admirado a lo larqo de la Edad Media.
En estos siglos de decadencia occidental, la lglesia, en cierto modo,
llenaba el gran vacío creado por la desaparición del lmperio.
La lgle_
sia est¡muló la construcc¡ón de monaster¡os, uno de los pocos lu!a_
f,, uq que rcs donde una persona podía vivir más o menos segura. San Benito (i-
glo Vl) fue uno de los personajes más ¡mportantes
enV año dentro del mundo
IlP rs¡i6 del,'nonaquismo occ¡dental. Fundó el monasterio de Montecas¡no, que
'r"Yo,.no se convirtió en el centro de la orden benedictina. Este
monasterio tenía
ro. una biblioteca donde eran posibles la conservación y la copia rl
de los
antigucs manuscritos. Durante siglos, todos los conocimientos
-e ta an_
par- tiguos, los únicos existentes, estaban confinados en distintos monas-
at*:en- lerios hened¡ctinos. Sin su labor conservadora, ni el Renacimiento
ca-
nr-.las: rollngio ni el poster¡or proceso de resurgimiento hubieran sido posibles.
'.ikana. Vl fue también el siglo de consolidación del poder del pa-
El siglo
iil\rcul- pado. Cuando los lombardos desbarataban ltal¡a, el papa
Gregorio
)a ñoco, el Grande, un benedict¡no, reafirmó la autor¡dad papal y
consiguió
'chl por que casi todo Occ¡dente y buena parte de Oriente cumplieran
sus
pautas pastorales. Al final del s¡glo, Gregor¡o habia
dictado norrnas
de comportam¡ento a todos los gobernantes terrenales que seguían
rpital del
la ieligiórr cristiana.
rn \*ren-
¡oP-s fÉ
El Renacimiento carotingio
;e\lntía
acr-nes Hasla después de casi tresc¡entos años de la caída de Boma, no
se produjo en Occidente un cierto cambio político y cultural de ¡m-
portanc¡a: el Renacimiento carolingio. El impulsor de este resurg¡-
miento fue Carlomagno (768-814), que había heredado el reino
de
los francos. En la época de Carlomagno, la elección del papa
había
degenerado en luchas entre facciones políticas. En el año 79g, Car-
ü
lomagno acudió a Roma a socorrer al papa, que había sido aprisio-
nado por sus enemigos locales, le otorgó su prolección y, en
la No-
chebuena del año 800, hizo revivir el lmper¡o Occidental: el papa lo
coronó emperador y quedó fundado el Sacro lmperio Bomano, Los monjes eran cas¡ las úñ¡cas personas
o lm-
per¡o Carol¡ngio. Así, Carlomagno fundamentaba su legitimidad que sabian leer y escr¡b¡r durante la Alta
Edad Med¡a y, cons€cueñtemeñte, fueron
en la autoridad suprema del papa. De este modo se creó una
inler- e¡ puente éntre el mundo antiguo y un fu-
dependencia entre el Papado y el imper¡o: nadie podía ser empera- luro mundo ilustrado, lodavía ¡elano; re_
127
llr 6
Carlomagno, como muchos
hombles de su tiempo' era
analfab€to'
un
2'3^
su reino v proprcro ,o (
rl,o ;;;;;;" de la necesidarl de culturizar En el ¿r¡
cia, e-{ng
H;J;;;,;;i"currurar,yreheoso,XlT,lff il|ffi ::::".11i: mano), la I
la nueva capital) al monje anglosalc
C)
escueladelacatedraldeYork,yleencomendólalaborpropiad.eUn
En el 1te
no-
t""uelas para culturizar a sus la protecc
i¿
c, ffi,"=*; ;;;;iánt "on't"i' estudio de la Antigüedad
que
su tra-jo
r-
(, ;i"";;;"' .ú'iendo los modelos deimptantó las s¡ete artes l¡bera- des del s(
H;;;#"n tos monasrerios,
y Ouadri-
retórica y oiatéctica) el que c ln
'1. les: el fivium o letras (gramátrca'
y
ir]"- O"o'"iii"' aritmética' astronomia música)' nómic¡¿ :
"'",e""ü" En esLe ct
Juan Escoto Er¡gena ca, qltl
Juan Escoto Erigena
(810-877)quien to carolin{
Posteriomlente, fue un ¡rlandés' colásn<
ffi ffi ;;;;";miento medievar
i5:"":):"":f::i::' l:: ,l[.
effi;;;. fl partía en I
pulso inicial del pensamienlo naulrag¡o cuttu- comc
Juan Escoto Erigena expresó
su pen-
nicas; estas islas no quedaron
*;et *
:r€
sámiento en forma de diálogo Aqur.ve- clue los P:
oeiimperio Romano v.la ry"]li:::^
ll" iápt"""ntuo" ¿ispula con el abad ral que traic consiso ta caioa mas vrva'
"' en ellas la cultura se mantuvo l)rola- .rr;
Teodoro. i:.;ü;";ffi;icos: sibte ra§o
a la Gal¡a v enseñó en la
corte de Carlos el
Juan Escoto se trasladó razónlfe plan' Los esuol¿
de Carlornaono' En el conllicto
Calvo, uno de los nietos y asÍ, s^'bj
p"n"aáo'"-t medievales' Escoto defiende
teado a menudo po' to" pero rn- tas inlclec
las verdades reveladas'
,"t"tJ oá0"' de la razón; creeaentravés de su sistema f ilosótico' ella: (.^la
;eü caban era
";;il;; '"cionalmente
libro con un c¡erto cariz neoplatóllico s¿n)r( :
Escoto escribió un valioso está
Su v¡sión de la naturaleza cn el gqrrr
sobre la natura[ez" y
"' "'"u"¡¿i' :;iste¡, iiz
;ff#;l;;;'Ú:{":lli3[1i;,]'"]1ffi
naturaleza como un cltuuru
il,?j:::[ll#tfi
Err sr Yuv métodq fi
leza; ve la
Niveles de ser en Escoto
sólict -. ra:
y todo vuelve a Él
Escoto distingue en la naturaleza
tra es^v.
cuatro niveles de se( que constl- Estos obje
tuyen una sola unidad: dc de 'nr
na-
-- En Primer tugar. impera una todo dc c,
turaieza creadora Y no creaoa (,
contr¿ 3
(Dios).
plicabA(ar
Después, una naturaleza
crea-
- gume, ..¿d,
dora v creada (las ideas' ar-
quetipos o universales)'
expresi,lr ,
presió, , qu
Seouidamente, una naturale-
- za áreada Y no creadora
(las co- un esr{ás
sas los ieres vivos del mun-
Y Pero, ¿en
do). -;\
tos de1,
Una naturaleza no creada
n¡ .t" /.
:.
corresDon(
- (D¡os como fin Y re-
creadora prator .), .
torno de todo)'
turas, Js tr
termir,-.¡a
Erige- dos deJe c
Fn oensam¡ento de Juan Escoto
Pl
como creador es lun- abiertc,, sir'
,r^ ta idea de Dios
naluraETa sr' obtn d
aamental. Los niveles de la en
la crea-
guen el orden de los niveles de
tión.
128
tl, i, 1,, 6
analfabeto,
2.3. ¡nic¡o de la Escolástica
'ta,rició un
,qulsgrán (la En el año 989 se instauró la Paz de Dios y asÍse inst¡tuc¡onalizó en Fran-
cia, en lnglaterra y en todo el lmperio Carolingio (o Sacro lmperio Ro-
uLJo en la
¡roQia de un mano), la formación sociopolÍtica que recibe el nombre de feudal¡smo.
129
1ltL,. l. to
La cuestión de los universales El argur
La cuestión de los universales fue uno de los temas centrales de la El prr,-;er
preocupación med¡eval. Pero se trata de una cuestión mucho más sóahse
ant¡gua, es la cuestión de Platón y Aristóteles sobre el tipo de reali- sible t en.r
dad que tienen las ¡deas: de C^le
Pedro Abelardo (1079-1142) lástica, fu,
Platón les atr¡buía una existencia independiente de las cosas, de
El escolást¡cofrancés Pedro Abe- - las que eran la causa.
cesid^t d
lardo desanolló un método de ra-
En el ,(Yn
zonamiento d¡aléct¡co consisten- Aristóteles afiímaba que las ideas existían prec¡samente en las
te en contraponer los argumentos - mismas cosas, eran su forma.
razón.eníi
a favor y en contra de una deter- ' pensa¡ar€
minada tesis antes de pronun- Cabalto, árbol, hombre son noc¡ones genéricas, son un¡versal,a, tér- la razoit y
, ciarse ante ella. , .. r. :
minos abstractos que designan a muchos ¡ndiv¡duos concretos. En racior-tnr
Gon este método, la d¡aléctica la vida cotidiana, vemos los ind¡v¡duos concrelos des¡gnados por los ambas cor
acercaía la razón nátural humana
a la d¡vina, por lo que su util¡dad términos abstractos o un¡versales, pero no vemos los universales; esto erens -e/
pr¡ncipal es el estudio de los dog- hace que nos planteemos en qué consisten, cuál es su realidad. de una fc
mas de fe para hacerlos más ¡n- Zaf O(
l¿
tel¡qibles. S¡n embargo, recoñilcía Así, la cuestión de los universales es la pregunta sobre el t¡po de rea- credo auia
que la razón d¡aléctica sólo pildría lidad que existe detrás de una expres¡ón universal como leÓn,
proporcionar un conoc¡miento San Arrsqi
hombre o círculo. Los escolásticos reconocían distintas posibilida-
aproximativo: la comprens¡ón to- gume^r s
des a la hora de responder a esta pregunta:
tal, así como la salvación, sólo gumenlo í
puede venir por medio de la reve- La primera respuesta corresponde a una posición de t¡po plató- reali<.1t cl,
lación. - nico, según la cual el un¡versal es una esenc¡a o sustancia sepa- de la idea
Parajustif¡car la validez del cono- ' rada del ind¡v¡duo singula¡ que existe independientemenle de la deal )o
'cimiento proporcionado por la dia-
experienc¡a humana. A esta respuesta se le ha llamado real¡smo, Esle esaqu
léct¡ca, Pedro Abelardo tenía que
porque afirma la ex¡stenc¡a real de las ideas
dar una respuesta al problema de
los un¡versales, pues es mediante
CualCq e
AsÍ pues, cuando af¡rmo algo propio del universal hombre, lo que hace ,a
éstos como se expresa dicho co-
noc¡m¡ento. Propuso una solución af¡rmo se dará en todo padicuiar existente; y si, según la 8,'bra, aloo Dor *
-lr(
fue la humanidad la que cometió el pecado or¡g¡nal, entonces todo sar €
conceptual¡sta, ¡ntermedia entre
más gran<
el realismo y el nominal¡smo: los hombre concreto participa de esta tara inherente a la naturaleza
universales t¡enen existencia real, humana. Así es como la postura realista expl¡caba que todo hom- Allor.,ie
pero no del mismo t¡po que las co- en la rea:¡,
bre nace afectado por el pecado orig¡nal.
sas sens¡bles. Son categorías ló- es "t.1ás
gico-l¡ngüisticas abstraídas por el :
Los universales tienen una existencia extranlental; es decir, t¡e- existiera, r
entendimiento que expresan un nen existencia propia fuera de la mente humana que los piensa,
estatus, o manera de ser, comÚn
ya sea en las cosas concretas o ett la mente de Dios. San Ar§glr
a ur,a pluralidad de sujetos.
Su realidad ún¡camente puede ser,.' La segunda se conoce con el nombre de conceptual¡smo; afir-
n'-s g
eS lo
pues, la del lenguaje hablado o - ma que, ciertamente, los universales existen, pero como ideas
más gFsd,
: se,7no, que en sí mismo §ólo tie- ..
abstractas dentro de nuestras mentes. Son conceptos que sólo
existir reair
ne ex¡stencia intel¡gible, ilero que ya no Ac<
ex¡sten dentro de la mente que los piensa.
. se expresa en PalabrAs Y s¡gnifica
particulares, con ex¡stencia §ensi- Fijém.¡.Ss
La lercera corresponde a la posición nom¡nal¡sta, defendida por
ble. En c¡erto modo,.esta solución - Roscelino de Compiégne en el siglo Xl. El nominalismo afirma
ri, es o,ú¡r,
ant¡cipó Ia solu.c¡ón que propuso secuel,a¡as
aanto Tomás en el s¡glo Xlll, afir- que sólo ex¡sten las cosas s¡ngulares e individuales. Los uni'
mando que el universal exl§te en ' versales son s¡mples nombres que los hombres ¡nventan para Con este a
Dios y ex¡ste en cada uno de los des¡gnar una plural¡dad de cosas individuales con cualidades pa- mano .e
eparticulares. recidas. No existe la humanidad, que sólo es una palabra; úni- D¡os er.{o
camente ex¡sten seres humanos concretos. Son s¡mples palabras voca. , -gú
sin ninguna realidad detrás. duce a-\ce
130
t'..
tlr rl i., r6
El argumento ontológico Señor.. deseo entender algo de tu
de la verdad en la que mi corazón cree
El problema de los universales no fue la única cuestión que intere-
y a la que m¡ corazón quiere. No
só a los escolásticos; también se esforzaron en discernir si era po- pido, pues, entender para creer,
reali- sible Jemostrar rac¡onalmente la existencia de Dios. San Anselmo s¡no que creo para enlender.
de Canterbury 0033-1109), en la época de formación de la Esco- San Anselmo, Prosloglbn.
lástica, fue el primero de los pensadores creyentes que s¡nt¡ó la ne-
cesiriad de demostrar racionalmente la existenc¡a de Dios.
1 3't
l!, 6
3.2. Av,.:,t,:
3. El islam: una nueva cultura
que cotlstitttye utta rle
I I lili,'.r¡i, , r, tt'. ¡,.
En este apartado presenlaremos una cultura .\,{'ti, "'-i i i
,l¡ )i)r-':,
tas fres edacle. niedias: el islam, la religión
musulllana l:studiale-
cr) i'l)rrlllir o i!,1;rl
aspectos de esta religión monoteísta y su tá¡rida y.sor-
nros algunos
(lue sus int(j M;¡r¡r¡¡r,¡.r lr:t 1¡:,
prend;te expansión. Seguidamente constataremos l;¡r f;I| .
i , || | |, ' r I I r ' I'I ,la
luvietotl que ett
lectuales, cleyentes y filósolos al mismo lietllpo'
frentalse a tenras sinilares a los que trató'una
parte de los intelectuak's ll;¡ r,'r ¡i,t,L, r,i , .lr
fe y razón o la detnostracirjtt ra I ,'trrl ¡rlill rr-r{l
crislianos, como las relaciones entre {10 ¡
lil).
6
IH 3.2. Averroes
t/\r-ra de Et lilósofo musulmán más importante de la Edad Media es el cor-
.:stud¡are- dobés Averroes (1 126-1 198). Fue, además, iuez, méd¡co, matemáti-
riv,sor- co y polftico. Ouranto alg[rn t¡empo estuvo al serv¡cio del califa de .i*
r sus inte- Marruecos hasta que perclió su am¡stad al ser acusado de interpre-
rl \r¿ en- tar lalsamente el dogma.
,l \.
elecluales
Ua rec¡bido el sofrrenombre de comentator por su inmensa labor
.ii\¿n ra-
I de comentar e interpretar la obra de Aristóteles. Averroes fue uno de
los pocos que se enfrentaron al problema de establecer las relacio-
E
nes entre la filosofía y la rel¡gión; pero su flrmeza en el debate le com-
portó la acusac¡ón de cult¡var más la filosofía de los ant¡guos que la
:l
verrladera fe. Esta acusación implicó la privación de su actividad in-
ali r oor telectLral en la corte y el destierro de Córdoba.
sulmana)
r r( (-.sta
Teoría rle la cloble verdad
Averoes fue uno ¡lo los filorxlos r¡rtsLrl
ra!7r es- loué ocrrrre, se pregunta Averroes, cuando la razÓn rne da una res- ma¡rcs rlrás relevañles d¿ l¿ l:(, (l Mc(l¡ir
puesla y la fe me da olra sobre la misma cuestión? Pues que el li-
e:)lÉ o,rr lósofo debe hablar como filósoro y el creyenle como creyente. Esla
resprresta dio pie, posteriormente, a la teoría de la cloble verdad, se-
e'' - "]os
,3rin la cual existen la verdad del creyenle y la verdad del filósofo.
Esto supuesto, clran(l() el razona'
;Clr !l ii! Cuan,lo las obras de Averroes llegaron a la Europa crisliana, la teo- miento l¡losófico nos conduce a
I
ria de la doble verdacl fue asumida por algunos intelectuales e in- establecer una tesis cr¡aklüieta so-
El ;^litm rerlsamente rechazada por otros. bre cualqu¡er categoria ontológ¡-
ca, no cabe más que Una de es-
Arg,Jrnenta Averroes que existen dos n¡veles de sabiduría: una reli- tas do6 hiÉtes¡s: o que acerca de
qrosa, otra científico-filosólica. Dios es, asimismo, Ser único, uni- la tal tesis no diga nada la reve-
,an¡ era lación o que en la revelac¡ón esté
versal y eterno, causa primera y cuya ley natural rige el cosmos. Éste
conten¡da- En el Pr¡mer caso, es
'llvJte se ha revelarlo a los hombres, de modo que nos ha alumbrado el ca-
J /urda ev¡dente que no Puede haber con-
rnino hacia la verdad. Además, como todo procede de É1, el mundo tradicc¡ón alguna entre la razón y
.lel ser ha de obedecer a una estructura racional. la revelación: además, eso mismo
sucede cuando el alfaqui (doctor
\- l'or ello, aunque cl¡st¡nga dos n¡veles de conoc¡m¡ento, el teológi o sab¡o de la Ley, entre los mu-
t:t y el científico-filosófico, éstos deben ser concebidos como dile- sulmanes) formula decis¡ones ,u-
,,J,,, r,,ntes sólo en el plano formal, en función de su intención o modo de rídicas sobre casos de los cuales
lr.-t rl.lel acercam¡ento a la verdad. De este modo, no cabe entender que de- nada dice la revelación, ¡nducién-
dolas de otros casos consignados
iienda prop¡anrente una verdad religiosa distinta de la verdad f¡lo-
en el texto, med¡ante el argumen-
sólica. Sólo hay una verclad: el f¡lósofo la busca med¡ante la de- to llamado de analogía. En la se-
.ltti) a,e rnt¡stración necesaria, trienlras que el creyente la recibe de la tra- gunda h¡pótesis, o sea, ctBndo la
W "o- {lrción que ernana del Corán. revelación contiene algún texto re'
lativo a dicha tes¡s filosólica, hay
Int¡ende r¡ue "la revelación divina cont¡ene dos partes: una evi- que ver si el sentido literal del tex-
l¿tr!.fr¡-
denle I otra que neces¡ta interpretación: la pr¡mera obliga a todos, lo se conforma con ella o la con-
l;r ,'¡ trad¡ce. Si se conforma, no hay
rt
iientras que la seg/./:r:la ()bl¡ga sol2nente a los sab¡os; el vulgo está
,, F¡ l,i
obligado a entenderla ei1 su sentido literal, de¡ándose de ¡nterpre' cuesliÓn; mas si la contradice,
debe entonces buscarse la inter-
taciones, y a /os sabios no les eslá perm¡t¡do tampoco explicar al pretación alegórica del texto re-
asr)fía vulgo su interpretacíón.. Averroes Cefiende que no hay peligro al- velado.
Ur¡no on interpretar lilosóf icatnente los dcgmas religiosos, siempre Avefioes, De la concord¡a ente la
(lue se cuenle cDn la formación adecuada y se sepa usar la razón rcvelaciótl y la c¡encia.
i
recliinler¡le
133
I
6
El rnundo: ¿eterno o creado? Provrcl
lie$.
Sostiene que es compatible afirnlar que el mulrdo es elerllo'
;r l;r . ,,\
vez que creado por D¡os. El mundo ha sido creaclo l)or Dios' cle cia.{I
cotllo realitlad O Sl r.rlS
modo que el mundo existe desde toda la eterll¡dad
cat l-.{r¡,
que emana del propio pri;lcipio creador. Y el nrutrdo, eli lanlo que
a, :I
.-¿
material, se collvierte en realidacl que contielre en potencia ttx
Esle
las r,ul¿lr
rlivil'rl
cs.
ciórior
La cuestión de la relac¡ón entre entendilniento ager¡te y ente¡kl¡
m¡ento pac¡ente, y cuál es la real¡dad de cada uno, era uno de los Ave4¡c:
puntos menos claros de la filosofía ar¡stotél¡ca' Ell su obra De ar)l- cal;. -ir(
rrroyi¡tie
ma, en el libro lll, Aristóteles presentaba la ex¡slencia de ambos en-
tendimientos o intelectos señalanclo que el primero era'separable' S0l,.ltlE
sin mezcla e impas¡ble, siendo como es acto por su
propia entidad ' estz,ior
Lo describe con respecto al paciente como una disposición naltrral todo el r
i-:
l'
La cultura musulmana alcanzó un gran reli
ñarn¡ento.
134
6
Providencia y sabicluría de Dios
o,vla SelJUn Averroes, Dlos gobierna el mundo con su ciencia, pero Ia cien-
)s 1e cia de D¡os es dist¡nta de la ciencia humana. Dios sólo se enl¡ende
atllád a si mismo, pero la comprensión de su propio ser le permile abar-
carlo tjdo. No obstante, su cienc¡a no es acerca de los seres parti-
:U"
tooas crrlares. Ahora bien, el hecho de que O¡os no conozca las cosas in-
(-'- (iividuales de este mundo en su particularidad ¡ndiv¡dual no debe
n tan- entenderse como un clefecto del conocimiento divino, ya que razo-
tí\.- 'la Averroes qlle no es defecto no conocer imperfectarnente lo que
(r, no se conoce de modo rnás perfecto.
Jo.--l'
Asinrisrno, dado que Dios no conoce las cosas individuales, no es-
,lla de
lablece su dest¡no particular. Prueba de ello la tenemos en la pre-
sencia cle la injusl¡cia y el rnal que reinan en el murrdo. De su exis- Mezquita de Córdoba. S¡glo Vlll.
rehcia no cabe responsabilizar a Dios, pUes si el mal y la injusticia
existen .is a causa de la actllación de los seres particulares, cuya ac- E
iri,',,r cL i.rareta sol:re el nrunc]o no viene gobernada por la d¡/inidad.
c los ;'Werroes entiende que D¡os r¡ge el mundo como realidad a gran es-
í illa. Dios regula los acontecintientos del mundo sublunar a partir del
Úrovir¡iento de los ouerpos celestes, y, a través del movimiento del
'n,- , sjol, que determina la sltcesión de días y noches y la sucesión de las
cstaciones, regula la vida vegetal y animal. De este modo, Dios rige
rtilTrl todo el ¡nundo mediante rrn orden necesario e infalible. Pero lo que
¡.' , r-'s irrdividual o casual, lo que no pertenece al orden necesario del'
l(), el Cosnros conto realidad global, escapa tanto a la providencia como
ou ¡ la saL¡iduría de l)ios.
1¿rnbió , la voluntad humana está sometida a la necesidad que ema-
qbE llir del gobien.lo de Dios sobre todas las cosas creadas, pero igual-
rll(nrte afirnra Averroes que nuestras acciones dependen, al Í]enos
i) es rr [)arte, de r]Ueslro librg albedrío. El hombre es libre, no obstante
,,/i- riel)e eDten(lerse que la volLlntad humana se ve obligada a desple-
lru- ,lirr sll actividad en el r]lirndo, el cual está regrlado por el orclen ne-
,'r:sar io y eterno de Dios. Desde este punto de vista debe contem-
s!b fllarse la afirmación expresada en el Corán cuando se refiere a la in-
falible predestinación del hombre.
nrli.
Presentaiio§ a cont¡nuac¡ón los cargos que se imputaron contra el ave-
tc2 nofsÍno y;que dieron tugar a las cond-ena! dictadas en earis, en rzTo y a
r ii'!7 1277i36Jo acusó de defender que:
r.:1r;',
st.' 1. El intélecto de todos los hombres es numéricamente uno e idéntico.
:,llí 2. El'riiúhdo es eterno. ' :
2. Las acusac¡ones que aquí se
' t'si recogen sintel¡zan algunos de
3, El,alma, que es la forma del hombre án cuanto hombre, se corrompe los elementos más caracteris,
, lc..;
al córromperse dl iuerpo. ticos de la filosofia averroísta.
+
4. DióS no;onobe las coias ¡ndiv¡duales. -. Bepasa el apartado y señala
dónde aparece la relerenc¡a a
úna potencia pasiva,
S. et l¡O¡e,átóio7lo es i no act¡va, mov¡da necesa-
cada una de las acusac¡ones
riamente por el objeto apelecido.
a que fue sometido Averroes.
6.La voluntad humana elige por necesidad.
135
!
I
ill, ' 6
4. El esplendor escolástico:
4.2.1,
[:ll r]t¡an\a
santo Tomás es innov.rdor
En Ia Europa occ¡dental, el siglo Xlll es el rnás brillarlte y cleativo de ta(las ta.,^9 t
Las uniYersidades toda la Edad Media, y el dom¡n¡co santo Tomás de Aquino es el pen Considera qr
en el s¡glo Xltl sador más relevante del siglo. En este apartado allalizarel]los algunos amhras ñer
El slglo Xlll es el momento de cÉa- punlos del pensamiento tomista: el esfuezo innovador por incorporar conro (los Gá
-? r. I I
r6
4.2. Raz6ny te
En cuanto a las relaciones entre razón y fe, la posición de santo Tomás La razón y los universales
es innovadora y armonizadora: piensa que muchas verdades son tra- Santo Toinás responde asf a la
rl¡v- de ladas tanto por la fe como por la razón, pero lo son de forma diferente' cuostlón de los universales: gra-
eñÉn- Considera que, s¡ b¡en los caminos y el punto de partida no coinciden, cias a la capacidad de abstracclón
llc, .os ambas tienen que llegar a las mismas conclusiones. Ve la razón y la fe que tiene la.rü6n humana, se
puede llegú al universal o ¡dea ge.
orporar camo dos caminos que, a pesar de estar muy diferenciados y part¡r de
r¡¡\, fe neral partiendq de lo que tiene de
luqares opueslos, llegan a un m¡smo punto de encuentro: la verdad.
universal cada ccisa sensible y par-
itica. ticular. El universal ex¡ste prime-
Santo Tomás nos recuerda que los filósofos ut¡lizan pril]cip¡os conoc¡dos
ramente en Dios y en Él está fun-
¡]r la razón humana; sus conclusiones resullan de un proceso de razo-
damentado, lo que asegura nues-
namiento humano en el que tiene lugar un proceso de abstracción' La tro conocimiento; en las cosas
tc,oía del conocimiento tomista ¡ncorpora plenamente la perspectiva aris- sens¡bles se halla la marca o hue-
l)i: ír- totélica: habla de conocim¡ento sensible (todo conocimiento se ¡n¡cia a lla del un¡vérsal; en la mente hu-
:; lulrn- f.':,rlir cle los sertidos), y de conocimiento intelectual,
que cuenta con la mana se genera, a través de la
grar henamienla mental a la que Aristóteles llamaba abstracc¡ón. abstracción, el concepto basado
en el universal que ex¡ste en la
irú) ia
Taito f¡lósofos como teólogos util¡zan la razón; pero los teólogos, a cosa.
cliferencia de los filósofos, aceptan los principios de la autor¡dad, de
la fe y .le la revelación divina. Para santo Tomás, es necesario que la
:;a Es- teologia y la filosofía coincidan en sus conclusiones, no pueden con-
tradec¡rse, pues lodas las verdades provienen de Dios. La razón
rtar.:;o- ofrecc un s¡slema, un método, pero la fe es el principal criterio dq
i(\.re verdad, es dec¡r, que cuando la razón llega a una conclusión dis-
ie r: la tinta de la fe, la garantía y última palabra la t¡ene la fe, la razón
i:, a debe haber comet¡do un error en su proceder. Santo Tomás p¡ensa
ató.,. que un conflicto real y definitivo entre fe y razón es impos¡ble, ya que
la verdad es ún¡ca y se fundamenta en Dios.
e Arrs-
¡.Puede la razón humana llegar a demostrar la existenc¡a de D¡os? En
'tualis- Razón y fe
primer lugar, santo Tomás afirma que no es una verdad inmed¡ataménte
ev¡dente, si lo fuera nad¡e la negaría. En segundo lugar, distingue en- Te adv¡erto que, cuando disputes
fiiL¿o
con los infieles, no intentes de-
ke verdades teológicas naturales, verdades a las que e! hombre pue-
moslrar las verdades de la fe con
de acceder a través de la luz de la razón natural, y vefdades teológi-
argumentos necesar¡os de la ra-
cas reveladas, accesibles a través de la luz de la revelación divina. La zón, esto ofendeía la sublimidad
ex¡stenc¡a de D¡os es una verdad revelada, pero también es una verdad de la fe [...1. Nuestra fe es supra-
a la que el hombre puede acceder utilizando todas sus capacidades ra- rracional, y no puede demostrar-
cionales. Por otra parte, a algunas verdades, como la de la Trinidad se con afgumentos necesar¡os de
la razón; pero porque es verdade-
divina o Ia encarnac¡ón de Dios, nunca podremos llegar §n la lúz de la
ra y, por tanto, no es ant¡rracional,
revelación. En aquella época, la revelación era cons¡derada necesaria tampoco puede ser de ninguna
oara la salvación del lrombre; una cuest¡ón tan ¡mportante no pcdía que- manera refutada mediante arqu-
d¿r reducida sólo a las fr.rerzas de la razón humana. mentos necesar¡os d e la razón. El
esfuerzo del apologista cr¡sliano
¿Se pLrede conocer y creer al nr¡smo tiempo? Santo Tontás rcsponde no t¡ene que centrarse en demos-
ne4ativamente: es ¡mpos¡l)le que haya fe ) conocimiento sobre una mis- trar filosóficamente la verdad de
nla cuestión, pues no se puede creer en las cuestiones demostradas; la fe, s¡no en desarmar las obie-
ciones de los rivales, y mostrar así
si ya se tiene el conocimienlo, la fe no es posible. La fe impl¡ca un ries-
que la fe católica no es falsa.
go: una fe demostrada ya no es fe. Entonces, si dernuestro la exis-
Santo Tomás de AqLr¡no,
tencra rle D¡os, ¿ya no pudo creer en ella? Santo Tomás soluciona esta
De la tundañentac¡ón de la Íe
¡cultad cons¡derandc que las verdades demostradas racionalmente
(lif
contta Iós sarracenos.
rro son doc¡nras, sino s(')lo una espec¡e de ¡ntroducción a los dogmas-
137 ii
:l
6
Pruebas de la existencia de Dios 4.3^ I
Estas
tc¡télir;1;c
qre llevan a D¡os: son las cinco vías tomistas en esla vid
,no" par-
"uaino"
vias son demostraciones a posteriori, es deci¡ argumentos que vrrla fr. ia
t"i d. ob""*r"iones empíricas de los fenÓmenos sensibles coii- la visigldr
llega a un determinado as- la el rl,--irs
dianos. Partiendo de los seres creados' se
a la causa'
pecto de su creador; partiendo del efecto llegamos srrrrecFi§ri
parecida: sustat,.ial
En las cinco vías se argumenta de una forma
a) Se parte de un determinado dato
del rnundo empírico' La noÍ)r,
ética tr¡{is
b) Se aplica el principio de causalidad' s¡ste e, r¡]
.
138
6 I
4.3. Ét¡ca
3 rdea
En su teorÍa ética, santo Tomás ¡ncorpora conceptos de la ét¡ca aris-
:iLlto totélica, como el de fin último o el de felicidad, pero cons¡dera que
El libre albedrío
L-s"rs 4. A veces es difícil evaluar las dis-
en esta v¡da la felic¡dad perfecta no se puede conseguir: sólo en una
c ü'1- vida futura podemos llegar a la fel¡cidad perfecta y ésta cons¡ste €n t¡ntas opcionos que se nos pre-
i c^'i- sentan y a msnudo también te-
la v¡sión de Dios. Cuando habla del hombre, santo Tomás no acep-
.loY¡s- nemos que eleg¡r el cr¡ter¡o con
ta el dual¡smo platónico, sino que asume la teorÍa cr¡stiana de la re- que eva¡uamos. ¿Cómo podrías
surrección de la carne y cons¡dera al ser humano como una unión ayudar a un compañero o com-
sustancial de cuerpo y alma. pañera a la hora de realizar Ias
siquientes ref lex¡ones?
La noción de ley natural es otro de los conceptos ¡mportantes en la .He recogido el d¡nero necesa-
evidenté, un¡versal e ¡nmutable, y con-
ética tom¡sta. La ley natural es r¡o para salisfacer m¡ sueño: ad-
siste en un conjunto de fnandam¡entos morales que tienen como fun- qu¡r¡r un equ¡po de mirsica de
ro..r-
damento la prop¡a naturaleza humana y que son descub¡ertos y dic- alta l¡del¡dad- Pero tengo tres op-
tados por la razón. Esta ley natural t¡ene su origen y su fuente en la c¡ories, tres modelos y müchas
dudas; todos lienen sus ventaias
ley eterna divina, de la que forma parte. La ley eterna existe en la in-
y sus inconven¡entes- Casi po-
-e¿v1o leligenc¡a d¡vina desde la etern¡dad, y rige la tolalidad del universo. día afirmar que la opción A la he
r t\*e valorado con un 7; la B, con la
En la teoría tomista, lo que pos¡bilita al hombre descubr¡r la ley natural
nc|r'. - misma puntuación, e igualcon la
(es deci( la parte de la ley eterna que hace referencia a su conducta éti- C. No sé qué hacer- Tal vez lo
nrl!l-
irt ca) es elhecho de que la ley eterna provenga de la razón divina. En efec- mejor sea no estudiarlo tanto y
'r
to: af¡rmar que la ley eterna tiene su ofigen en la razón d¡v¡na explica comprar el primero qr¡e se me
que el ser humano, que rec¡be su capacidad racional de Dios, puede. presente. Pero quiero actuar l¡-
(lescubrir una parte de la rac¡onalidad divina: la ley natural. bre y racionalmente.. I
.r r,or
La ex¡stencia de la ley eterna y de la ley natural (accesible alhombre
a .¡'ar,és de su razón) no anula la l¡bertad humana. El hombre, como
Dil= es libre, puede no sequir la ley natural inrnutable. En su reflexión so-
bre la l¡berta(|, sanlo Tomás d¡stingue entre el l¡bre albedrío o la li-
trdtad o espont3neida(l de la voluntad. El libre albedrío es el pr¡n-
'i ¡.1,.)-
(.¡pio .cn e! que el hombre, antes de la elección de la ,/óluntad, iuz-
ga ias ventajas y los inconvettientes de las dist¡ntas opciones que
.,rlc:;,
se le presenlan. Cuando evalúo una opción, estoy realizando un acto
irirelt-.ctrral de valorac¡ón, que precede a la elección de la voluntad.
Ante un bien o una opción que se me presenta y que me atrae, soy Razón yfel Estado e lglesia
J,:br;-
libie sólo si puedo eleg¡r entre seguirlo o no seguirlo. El criterio de santo Tomás respecto
a la relac¡ón lglesia y Estado es pa-
le!'(-rs Si nri intel¡genc¡a es capaz cle evaluar una opción iomo absoluta- ralelo y similar a su cr¡terio sobre
rnente preferenc¡al porque en ella encontraré el bien y la fel¡cidad (y la rolación entre fe y razón. Con-
s¡dera que el Estado es una ¡nstF
c¿rl¡. cl h¡en y la fel¡c¡dad máximos están en Dios), mi naturaleza y mi vo-
tuc¡ón qus deba buscar el b¡en de
Inrlád t¡enden hacia esta opción. Así pues, la voluntad t¡ene una es- la comunidad y presevar la paz y
I)io¡ l)ontaneidad o incl¡nac¡ón natural que la lleva a optar por aquello el bienestar; por tanto, al igual que
que la hace máximamente feliz. Pero como el entendim¡ento hu- la filosofía, tiene su prop¡o ámbi-
rnano es l¡mitado, algunas veces puede ocurrir que el hombre elija to. Pero por lo que respecta a las
]lt cuestiones rererentes a lo más va-
r4rciones que lo alejen de Dios, creyendo equ¡vocadamente que en
,rs lr. lioso o sobrenatural, el Estado
cllas enconlrará la felicidad.
debe subord¡narse a la lglesia, al
¡gual que la filosolía tiene que es-
¡ln la l.os fines últimos de la v¡da humana son de orden sobrenatural, es
(lec¡r, lo más importante para el hombre es conseguir la salvación . tar al servicio de la teologia.
,rr l¡l:r eterna, y ésta es una labor de la lglesia. Consecuentemente, la fi-
rralrrlarl de la lglesia es más elevada que la del Estado.
139
6
5.2.
UrElri
de desarrollo dc tlos órdetres Har , ,i]
El siglo Xlll fue el nlomento culrninante
a cont¡nuación) y los domi- l{a
relioiosas: los lranciscanos (que veremos en
;::ilñ";J;;Jn"n""i" romás) En este apartado estud¡a- lll()1', t Of
"'*o
escolástico de la ordert cle los
franciscanos' f,Ta
Hili;;il¡ento
,
t,a
que a me-
o;;;;" i;;rJ" por san Francisco de Asís (1181-1226) v lic¿1.
después
IJJo a la vertiente tomista' lnlt redialamellle
disputa entre sus Llu,.. Jc
"" "on,rro,so
;l; ;;;" dá santo Tor¡ás' se inició una fuerte
de san Malk{c,
que exigian un retorno a los plattteatnientos
irn"r*,los los lranciscanos' con lenv.¡r t
iorrtin. t-u opo"¡"ión más intensa provenia de verernos prf¡¡p¿
i.".ar" a*iá,"rnás ya habia disputado segu¡dallrelrte. del siglo xlll' ligiosas
franciscanos rnás relevantes
:
i;; ü;;;;;" ""coláiticos Bacon' Duns Escoto y RamÓn Lltlll' de^on
como san Buenaventura, Boger [)e o er
deaa
5.1. El movimiento franciscano Ran§n
pobre de Asis'' ft¡ndó la orden de loslran-
San Francisco de Asís' 'el de Agtrstít'
adinerada que' etr un ¡tonlento
ciscanos. Fue un hombre de laln¡lia y vivir trai¡t
a predicar a
,ior, todos sus bienes Y se dedicó cionali
un¡'
", pobreza' con este testimonio de v¡da'
;¿;;;;; *"0""0"^ó
sol' se convir- ent fi
o.l.rár"t "xtrema
r"'ersal a plantas' animales y al rnismo ra la fe
oá ," ,á¿a. de sant¡dad muy auténtico y atractivo
"" a su fundador san Francisco
de Asís' ""1t
p"R.r
la vuel- Los franciscanos, siguiendo To-
San Franclsco de As¡s propugnó o"t corazón que las razones lógicas. pi. Ja
ta a un ideal de pureza evangélica
vlvloo ;;;;;; ia,
'"2ántt del amor y de los ele' to:.(o
erl plena llaturaleza (que es cleaclon oe
á". ii"" o".i"""ron el papel de la voluntad' franciscanos
D¡os).
;""'.;;";;ii;.". Veamos algunos de los pensadores l llr- -if¿
más relevantes:
c\c(
la tladicióll agustinia- drt,, Di
.._ San Buenaven Úra (1221-12741' siguienclo m,-12:
¿Dios tiene limitaciones? posee una luz illtelectual que es la que
na, afirmó que el hombre lonris scÍ ¡lfl
5. Uno (le los te¡nas que Preocupó pl.[ i Esta teoria rechaza la doctrir]a
abs-
es lrulo de la
a los inlelectuales de los siglos " "r'"onocimierrto'
la-aristotélica' segÚn la cual el corrocirnienlo St. -.¡iit'
Xlll Y XIV fue el de la omnipoten- de la experenc'3 ur)¡§ t
il""ián' v uo"tracción parte necesariamente
ci¡ divina. Aquellos que' como ""t" gú,,rsl
-lomás' veian a Dios colno de los sentidos'
saI¡to
inteligellcia inlillita, tendian a
po- la tradición r)c la U^niversi' si¡tis
Dios Los que' Hoger Bacon (1210-1 294)' siguiendr:
ner I¡mitaciones a
a
- dad de Oxford, se centrÓ en eiestutllo
de las ciencias naturales' touo €
140
,,l}:,
¡ -
,nr
Un franc¡scano destacado y de difícil clasificación fue el mallorquín -5
¡:. A
A !
Ramón Llull (1233-1315), interesado, entre muchas otras cuestiones, I'
E
)mi--
en una lógica matemática o simbólica (Ars Magna), capaz de de- t
,9
...e
rc¡a
Scgún la teoría de Llúll, existen
Lrnos principios generales (cate-
gorias) que resultan evidentes por
!sl sí mismos y que fundamentan
es, todo el saber. Sin estos princ¡pios.
ró, no sería posible ninguna cienc¡a,
i l.:npoco la l¡losofía. Una vez co-
r rocidos eslos pr¡nctpios genera-
141
6
142
-
I lr ,r I 6
t a 6.2. Guillermo de Occam
ls 1i9m- Siguiendo Ia tradición franciscana, Guillermo de Occam (1285-1349)
ie)\g te- defiende la libertad absoluta de Dios: no hay nada absolutamente
Sr. )¿t- imposible para D¡os, no hay nada que lo limite, ninguna esenc¡a ni
¿r,\tLrl- necesidad intrínseca. Afirmar sobre cualquier cosa "la razón me dice
O:-ie que t¡ene que ser así,, es limitar a Dios, que puede transfoi.mar esta
gar, es- cosa en el momento que qu¡era.
G ¿r-
El objetivo de Occam es eliminar de la teologÍa y la filosofía cristia-
nas las marcas del racionalismo griego, de la neces¡dad lógica. Para
Occam, la omnipotencia y la libertad div¡nas eran ¡ncuestionables,
aunque ello suponga la destrucc¡ón de la metafísica escolástica. Por
cle cr¡- ejemplo: si Dios quisiera que se le odiara, el odio a D¡os no sería malo,
ta\yiel sino bueno. Lo que es malo no lo es por su propia naturaleza, sino
diPval, porque Dios quiere que sea malo. La bondad o maldad de los ac-
n*rlU- tos depende de la voluntad de Dios, no de lo que decide el hombre
r¡;'\n- con la razón.
orltén-
Esta voluntar¡edad divina implica que no existe una ley natural eter-
na, ningún mandamiento nos viene dado por la ley natural. Y si la vo-
, el cle luntad de Dios no es accesible racionalmente, sólo la podemos co-
nocer si nos es dada por revelación div¡na; el ún¡co camino que lte-
I IJ.,:al. va a D¡os es la fe.
r Añt-
i.rí. le l.a crítica de Occam a la f¡losofía racionalista tom¡sla se fundamen-
d§los ta en dos princ¡pios complementarios de orden lógico y epistemoló-
)s1 gico:
;ur) e
--'Recurso a la experienc¡a. EI fundador de la orden de los
J'. O
fr¿lnciscanos, san Francisco de Asís, ya valoraba la observa-
cir..rnde las cosas pequeñas de nuestro mgndo inmediato;
.it¿n i)oi otra pilrtc, los franciscanos de O;<ford tendían a cultivar
r.,n"!píricanrente las cienc¡as naturales; Occam avanza en esla
direcci¡Il aÍirntando que el couocimiento está en la exper¡enc¡a
,l ( --¡ (i.rl part¡cular, individual y concreto, no en el un¡versal. Ra-
:ro el cionalmente sólo podemos hablar de las cosas concretas de
las que tenemos exper¡encia, pues son las únicas que cono-
-.n. I '
cemos.
at-tl Guillermó de Oócam (1285-'1349), fÉnciscano inglés co-
Principio de economía o «navaia de Occam". noc¡do con el sobrenombre de Doctor Supersutil, enten-
p.) El Íecurso a la experiencia se complementa con dió que el peor error de la filosofía había sido el de otor-
.JY gar realidad a los universales fuera de la mente humana.
lo que se ha llamado principio de economía,
,í1
Gran figura de la f¡losofía nominal¡sta y lóg¡co eminente,
basado en ahorrar el uso de conceptos abs-
r¿ se tomó la deci§ión de refugiarse en la corte de Lu¡s de Ba-
tractos ¡nnecesarios y de todos los concep- v¡era, tras ser excomulgado por el papa Juan XXll por
tos melafisicos que no tienen referencia empi- defender Ia pobreza franciscana a ultranza, la cual pen-
r in-
r¡ca. No es necesario admitir más entidades saba que debia extenderse a todos los ámb¡tos de la lgle-
conceptuales que las estrictamente necesa- sia, asf como la separación de poderes entre la lglesia y
rias: en cuanlo a las no necesar¡as, se coge el Estado.
lrl la "navaja" y se las elimina de las discus¡ones
y teorias filosóficas.
143
6
El nominalismo de Occam Contin
La respuesta que Occam dio a Ia cuestiÓn de los ulriversales t'aque- Occiln,
llo que siendo uno se predica de muchos" segúrr la definiciÓn aris salt^u I
't44
ll
f*"
l,.
llt' 6 lr
-1nl--
Nuestra experiencia de la relación entre el entendimiento y la vo-
[rntad nos permite afirmar que somos libres: la voluntad puede que-
rer cosas que el entendimiento no le recom¡enda, y al revés. No obs-
tante, incluso en nuestros actos libres dependemos de Dios: el
so ser humano está moralmente obligado a querer lo que
Dios le obliga a querer, y a no querer lo que Dios le obli-
\le1
Ua a no querer, de modo
que .el mal no es otra cosa que
iracer algo cuando se está bajo la obligación de hacer lo
itlÉ' of )uesto,. Únicamente Dios mismo no está obl¡gado a
,jev narlr y podría cambiar la valoración de las cosas segÚn
su r,,oluntad, aunque de hecho no lo haga.
145
6
El conocimiento científico 6. 3^
Para Occam la cienc¡a es conocimiento de una serie de proposi- I os fisico:
Aportación a la lóg¡ca c¡ones acerca de la rea¡idad, y no conocim¡ento de la real¡dad rn;s-
Gu¡llermo de Occam destacó
r.lad cla
ma. Destaca la dimensión lingÜíst¡ca del pensam¡ento humano: el 13e0)IlNi
como uno de los pr¡nc¡Pales lóg¡-
pensar es propiamente un decir. No contactamos directamente con tica rr- ,-¡e
cos del s¡glo XlV. En dicho camPo
destacan sus obras Log¡ca maior el mundo, sino que nuestra relación con las cosas viene mediati- bien nase
o Summa log¡cae, Logica m¡nor o zada por los signos que empleamos para denotarlas. idea tr, tlLr
Logica med¡a,y Comentario a los Dtos n\nt
lV l¡bros de las Sentenc,ás. Será Cada c¡encia es contemplada como un con¡unto ordenado de co-
'espec¡almente recoñocida su teo- nocimientos que quardan entre sí una relación, y su finalidad viene Una Serle (
ría de la suposición, en lá que tra- marcada por los obietivos que trazan los propios cientÍficos. Las cien
plica<<n
ta de especif¡car los distintos mo- cias suponen, pues, el ¡ntento de sistematización teórica de nues-
dos en los que puede aparccer un En la §ci
tras propos¡ciones sobre c¡erto ámb¡to de la realidad' el cual Iecor- se n)U,,/e
signo en una proposic¡ón. Estos
lamos o separamos del resto Porque nos interesa Occarn deslnar-
serían: ¡rrincir.t c
. ca completamente el concepto de ciencia del viejo concepto de nroverse d
Supos¡c¡ón material: Garo l/e-
va g. sab¡duia. vil. E-§^sr
. Supos¡ción simple: El galo es Además, la ciencia se basa fundamentalmente en la exper¡encia de un nlol
una especie. por elf 'pl
concreta más que en la silogística deduct¡va. Y s¡ bien la experien-
. Suposición personal: E/ garo tinta del ol
cia sensorial parecería reducirnos a un conoc¡rn¡ento subjetivo, en-
está sobrc el sofá. tJicho
tiende Occam que no t¡ene por qué ser así. ^¡e
. Suposición impropia (metafóri-
ca:): Le estás buscando los tres Cuando captamos un objeto en condiciones óptimas (buena ilumi- i,a esrlla
p¡es al gato. nación,{},stamos bien de salud, etc.) de manera que sentimos plena ca del mov
En latín no hay articulo, lo cual d¡- cohfianza en lo observado, y aplicamos el pr¡nc¡pio de: 'no hay mo' lerenc lr
ficultaba en ocasiones apreciar si t¡vo para atribuir a un ¡ndiv¡duo determinado un pred¡cado y negár- lt)s Drovecl
se estaba bajo un t¡po de suPo-
se/o a /os /'estante s de la especie', podemos afirmar la propos¡ción Vll (el r lo
s¡ción u otro. Según Occam mu- sobre É\si
chos problemas filosóf¡cos venían universal.
provotados precisamente Po( esta La orooue,.
confusión, de ahí que incida en la Filosofía natural oenor, ;lc
d¡stinción de los t¡pos de suPosi-
ción en su teoría lóg¡ca Y trata de S¡gu¡enclo la tradición, Occam piensa que la física tiene por objeto [-o c¡Lrg.qo:
llamar la atenc¡ón sobre este ás- de estudio el movinriento, pero distingue entre movim¡enio repen- (lúe la . ru
', pecto. tino o instantáneo, y movimiento sucesivo o local, para afirmar que rrróvil ulin
la fÍs¡ca se debe ocupar sólo de este último. Excluye el pr¡mero (que cual a -¿ 'r
era precisarnente el más ¡mportante para Aristóteles)' porque consi- :ra map§n
dera que no es un problema físico. til en mt¡vil-
bien rer¡a.
En cuanto al movim¡ento local, Occam ent¡ende que la expresión triz haya dr
exclus¡vamente la sucesi-
"el objeto x se está moviendo. significa teextñr
Cambiar repent¡namente un suje-
va verificación de proposiciones que ubican el objeto x en lugares petus actl
to no es otra cosa que tener el
nt¡smo sujelo una forma que Pri-
distintos de forma continua, es decir, s¡n pausas hasta el término del movrr), iu
mero no lenia, o carecer de una movim¡ento. Nos ofrece, por tanto, una descripción extríllseca del cesidad rir
lorma que pr¡mero tuvo, Pero no movimiento. rante ña
por partes, de manera que tenga
Naturalmente, el movimiento requiere de un espacio y un tiempo, tras du(r ,
una parte de la forma primero que
otra, ni carezca Primero de una de modo que también ambos conceptos serán considerados en la esla ra--,n
parte que de otra, sino que si- fisica occam¡sta. Ambos adquieren carácter puramente relacional. teoría !,§l ,
multáneamente reciba toda la for- tnulacr-, r d
No serán para Occam cosas o realidades que ex¡stan propiamente
ma, o simultáneatnenle Pierda cia, el et{pl
toda la forma.
fuera de la mente humana, pues el mundo deja de ser v¡sto en su
filosofía como una realidad Única, para ser concebido como un mero que se- for
Guillermo de Occam, ¿os sucesiYos. y Descr,{e:
agregado de entidades absolutamente singulares.
146
6
6.3. Desarrollos científicos del siglo XIV
propos¡-
Los fisicos del siglo XIV y, en particular, los maestros de la Universi-
d.{ nis-
dad de París: Juan Buridán (1300-1358), Alberto de Saion¡a (1316-
mar-¡o: e¡
1390) y Nicolás de Oresme (¿-1382), llevaron a cabo una labor crí-
el\r,con
tica respecto a algunos de los aspectos de la fis¡ca ar¡stotél¡ca. Si
nqdiati-
bien no se cuest¡onaron su modelo g eneral del Mundo, basaCo en la
rdea de que la Tierra permanece inmóvil ocupando el centro del Cos- it¿n¡,,.
o (- ,nos m¡entras qLre lodos los astros giran en torno a ella montados en
ad viene
"o- una serie de esferas concéntricas, sí miraron con o¡o crítico la ex-
-aL,,ien- plicación aristotél¡ca del mov¡miento.
.le_nUes-
En la física de Ar¡stóteles es básico el axioma de que todo /o que
¿ri\¡cor-
se mueve es movido por olro. Así, nada puede darse a sí mismo el
dc.,nar- ir,l_ , .,.
princ¡pio del cambio, sino que el agente que induce a un cuerpo a
eüto t1e
moverse debe entenderse siempre como algo distinto al propio mó-
Miniatura del siglo XIV N¡colás de Oresme ofre-
,./il. Esto suponía, con respecto al mov¡miento local, que en el caso
ce su labro a Cados V
,rir¡cia de un mov¡miento continuo (el de un carro tirado por un caballo,
(dtÉen- por ejemplo), la causa del movimiento, en tanlo que siempre es dis-
iivr'en- t¡nta del objeto motriz, ha de mantener una acción constante sobre
d¡cho ob¡eto, y estar en todo instante en contacto con é1.
147
il
Comentar¡o de texto
La p|¡nrera y la más man¡fiesta de las vías es la que se . Relac,ón del movtn¡eltfo caD l¿1 e\:lstenc¡¿i de
toma del movim¡ento. Efect¡vamente, es cierto, y cons- Dlos
ta a los sent¡dos, que en este mundo algunas cosas . Noc¡ón de mov¡enle no tttovitlo conlo ptueba
se mueven. Pero todo lo que se mueve es movido por
otra cosa, ya que nada se mueve sino en tanto que es de la ex¡stencia de Dios
en potenc¡a respecto de aquello hacia lo que se mue-
Contexto inmed¡ato del texto
ve, En calllb¡o, una cosa mueve en tanto que es un
aclo; ya que mover no es más que reduc¡r algo de la Relac¡ona el texto con la problemática del autor.
potencia al acto. Pero ese algo no puede ser reduci- - Aporta ¡deas o pensamientos del auiol (ltle ayu
do de la potencia al acto si no es por un ente en acto: den a clarificar y enriquecer el texto,
así lo caliente en acto, como el luego, es lo que hace
que la madera, que es calienle efl potenc¡a, sea ca-
. Te sugerimos que relaciones el texto cor) la pos
liente en acto, y con esto la altera y la mueve- Sin em- tura de santo TonÉs ante el lenla tazón,/le.
bargo, no es posible que ur¡a m¡sma cosa sea al m¡s- Indica cuáles eran las cuest¡ones de la épo:a y
mo liempo en aclo y en polencia segÚn un m¡smo as - ¡as dislintas corrientes de pensat iento. fulencio
pecto, sino sólo en aspectos diferentes. Por ejemp¡o,
na también las influent:ias qtre lraya podirio ter-:i
lo que es caliente en acto no puede ser al mismo tiem-
po caliente en potencia, sino que es frío en potencia. t ir el autor.
Por tanto. es imposible que. respecto a lo mismo y de . El intento de den]oslrar racionalmenle ¡a exis
la nrisma rnanera, algo sea moviente lmolor] y rnov¡-
,lo, es dec¡l que se mueva a sÍ mismo. Por tanto, todo
lo que se mueve tiene que ser movido por otra ccsa.
Pues bien, s¡ aquello que es movido se moviera, ten-
.
lencia de Dios no es original de santo Tornás
Di qu¡én Io ¡ntentó antes que él y cónlo lo lrizo.
tanrbién son términos clave en el texto? ¿Por . Una vez más, sigue el razonamiento del texto y
anl, .3:
qUé? responde: ¿eslás de acuerdo en que santc To- El ie\
más pueda infer¡r esta conclusión de su razo' hoy (jia r
Re
:
eba
:OI,
lio
rcl!, ff"
(is-
t
Hemos llevado a cabo un estudio panorámico de la Tomás de Aqu¡no incorporó al mensaje cr¡stiano el
:er. Edad Med¡a, remarcando algunos de sus momen- pensam¡ento ar¡stotélico. lnmed¡atamente después
tos más creativos. ¿Cómo han influido estos diez si- de su muerte, algunas tesis tom¡stas fueron con-
glos en Ios seis s¡glos posteriores? denadas; pero en el año 1325 fue canonizado y se l
convirtió en santo Tomás de Aquino. En el s¡glo XlX,
llen ios aprendido que Carlomagno, el ¡mpulsor del en 1879, el tomismo fue asumido como doctr¡na :
i:t uenacimiento carolingio, defendió la unión de la es- ofic¡al de la lglesia católica y hoy se mantiene con
;
pada y la cruz, del poder político y del poder reli- el nombre de neotom¡smo. La polémica que sos-
gioso. El Papa, en el año 800, Io coronó empera- tuvo santo Tomás qonlra Ios franciscanos respecto
dor del Sacro lmperio Romano (también llamado lm- al papel que ocupan la fe y la razón no es en abso-
perio Caroling¡o). Este imperio supuso la fundación tuto una cuestión cerrada. Por una parte son mu-
t'
de nuestra ELtropa, la Europa que hoy const¡tuye la chos los creyentes que hoy en día quieren dar razón
Unión Europea. Este lmper¡o, de una forma o de de su fe, pero, al mismo tiempo, son conscientes de
-li. otra, perdurará durante siglos. Mil años después de
.1802, que una fe segura y sin r¡esgo no liene mucho valor. I
li; la cororlación de Carlomagno, en el año el Por otra, la polém¡ca felrazón tomará nuevas for-
papa PÍo Vll, en Paris, consagró a Napoleón como mas y generará apasionadas d¡scusiones: será una
IS
eorpera.lor del imperio. lucha entre los defensores de lo que afirma literal-
mente la Biblia y los defensores de las ¡nnovaciones
t:l inrpe|io no ha sobrevivido hasta nuestros días,
pero la Llnión Europea persigue aspiraciones sim¡- de la ciencia, la batalla que tanto hizo sufrir a Gali-
leo y a Darwin.
l¿res, como las bt¡enas relaciones entre todas la co-
rIrrrridades europeas. La institución del Papado sí
que ha perclurado; es una de las ¡nstituciones más
)\ ar]liqüas y arra¡gadas de la humanidad.
:
¡
t
C
Renacimiento a,
y revolución científica a
v Esquema
l. Hacia un mundo nuevo
1 .l . El Humanismo renacentisla
a
I
o
1 .2. Característ¡cas del nuevo pensamiento
@q bjetivos
Obtener una visión panorámica de las diferentes actividades artÍsticas, filosóficas, religiosas
y c¡entíf¡cas del Renacimienio y captar la viva unidad que las integraba.
plazca. En
le bai^dc
lu proprat c
. Reconoeer el Humanismo renacent¡sta como una corriente cultural que dignifica y revalori- vina.4.r
za al ser.humano
león?.... E
das cO.{ el
. Valorar la actitud crítica ante las injusticias soc¡ales y el espíritu de renovación que or¡entan mane, _ qr
algunos planteamientos políticos como el utópico. mamg\de
. Comprobar la estrecha relación que a menudo se establece entre diferentes ámbitos del sa- mos ¿.. .tn;
bet como pueden ser el filosófico y el cientifico. nerlas.
. Conocer el or¡gen de nuestra manera de entender la naturaleza y el universo.
. Reflex¡Onar sobre las imÉlicaciones actuales de innovaciones o descubr¡mientos hechos du,
rante la época estudiada.
. Profundizar en el estudio de la revolución científ¡ca adv¡rt¡endo-que ésta será la base de una
nueva filosofíá.'
. Comprender el problema existente en lo que Ilamamos sent¡do común y captar diferentes
t¡pos de preju¡cios a ¡a hora de adquirir conocim¡entos y formar opiniones.
. Ser capaz de hacerse preguntas ante t%tos relac¡onados con la temát¡ca estudiada.
150
üa*""-
i t
I
t
:,-¡ I
?iñ
I
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rt\,
t Fix '.; I
'."It.,-..
1
'7;.'o
n- /¿
lnvitación a la unidad-
Dice Dios al hombre: "No te hemos dado semblante ni
capacidaci propiamente tuyos, de manera que cualquier
sitio, forma o don que dec¡das adoptar, después de de-
liberarlo, lo puedes tener y guardar med¡ante tu propio
luicio y tu propia dec¡sión. Todas las criaturas
tienen su
nalrrraleza delin¡da y limilada por leyes establecidas:
sólo tú, desligado de estas lim¡taciones, puedes, me-
lntro ccton
En nlnguna época se produjo un fenóme-
(iiirnte tu libre albedrío, establecer las ca!'acterísticas de
no tan plural y tan un¡tario al mismo tiem-
tU propia naturaleza. Te he situado en el centro del mun-
po como en el Renacimiento. Esle período t
(lo para que, desde esta posición, puedas indagar a tu
sétarácterizó por un desarrollo de las ac-
alrededor con más facilidad todo lo que contiene. Te he-
tiv¡dades l¡terar¡as, artíst¡casr f ¡losóf ¡cas,
nros hecho una criatura que no es del cielo ni de la tie-
políticas, rel¡giosas, cientificas y técnicas
ra, ni mortal ni inmortal, para que puedas, libremente y pero, también, por la presencia de ele-
orgullosamente, modetañe tú mismo de la forma que te
mentos comunes en todas estas activida-
plázca. En tus manos tienes la posibilidad de ensuciar-
por des que hacen que hablemos de una m¡s-
te bajanclo a formas infer¡ores de vida, o de elevarte
AS ma ¡nsp¡ración u orientación. Comenzare-
tu própia cJecisión a los n¡veles superiores de la v¡da d¡-
mos la unidad señalando el camino y los
vina. ¿,Quién no admirará a este marav¡lloso cama- factores que condujeron al humanismo y
ft-
león?..." Entendamos, pues, que somos criaturas naci-
describiendo las características que defi-
ilas con el don de llegar a ser lo que elegimos ser, de
nen a este plural Renac¡miento. Continua-
3i) Drar'rera qLre, desprec¡ando la mediocr¡dad. nos infla-
remos anal¡zando el retorno que se dio en I
ll\arnos clel deseo de cosas superiores y, ya que pode-
diferentes ámbitos (filosófico, político, reli-
¿l- r¡ros ¿rlcarzarlas, dirigimos todas llljeslras energías a te-
gioso y c¡entífico), que se convertirán en el
rerlas.
verdadero motor de este mov¡miento. El Úl-
Picco della [4iranclola, G. t¡mo apartado de la un¡dad se centrará en
el estudio de la nueva c¡encia o revoluc¡Ón
Oiacióli scbre la cl¡gn¡dad del honbre.
c¡entífica, que es, sin duda, Ia aportaciÓn
más relevante de la actitud renacentista;
primero veremos el paso del geocentrismo
al hel¡ocentrismo, y después profundizare-
mos en la genial obra de Galileo Gal¡le¡.
151
lJlr, lr l7
oscuridad y la barbarie medieva- Ahora bien. s¡ f¡losóficamente fuera necesario remarcar una orien- colc
les. tación propia de este periodo, estaríamos de acuerdo en que la len' loxt¡t
denc¡a rnás ernblemát¡ca, y que a menudo se ¡derrtifica con el Be- es. J¡c
nac¡miento, es el human¡smo. s¡cAl.
152
I
t
tt,' r.,,7
El humanismo se ¡nició en ltalia en el s¡glo XIV como un programa
educativo que lenía como objetivo la formación de intelectuales en
T.
lót poesía, retórica, historia y f¡losofía. Para que esta formación fuera ín-
n!-te- legra se consideraba necesario recurr¡r a los clás¡cos, prescindien-
do Ce la interpretación y traducción que de ellos se había hecho en
que la época medieval. Como estos estudios de nueva or¡entac¡ón se lla-
maron, recog¡endo una expresión ciceroniana, "humanae litterae"
(por oposición a los
Viás "d¡vinae litterae" medievales), el concepto de hu-
manrsmo se asoció con el retorno y la recuperac¡ón de la l¡teratu-
dart ra y el pensamiento grecolatinos.
153
E
7
- De orden soc¡opolitico. La consolidación de la 1.2^c
burguesía como clase social fue, posiblemente'
el hecho soc¡opolítico más destacáble, pues su'
l l per)sílmi
,,(l A) l rlas c 'l?-,
puso una revalorizac¡ón del trabaio, ull imptllso
del comercio, un aumento de las riquezas y, so-
Ldad Med¡¡
bre todo, una rev¡tal¡zación de la v¡da urbana - Retornc
Todo esto se convirtió en la causa principal del lue-3r':
I hundimiento definitivo del sistema feudal y el
nacinrie,
¿ ( punto final del aislam¡ento que éste comporta- cláG,
ba. En cuanto a la situación geográfica v politi-
t
nl<.¡visió¡
ca, se produjo la consolidación de los Estados
ct! nacionales y las monarquías absolutas (los 1Ú' Antopo
- rritjñde
dor en lnglatena, los Austria en Alemania )' Es'
tos primeros Estados europeos se convirtieron Artigüe(
en la semilla de los Estados lnodernos tal y corno
ta¡:-ia
los conocemos actualmente. se convi
El caso Ce ltalia es políticamente espe-
cial. En el siglo XV estaba formada, pr¡n-
lndivrdu
De orden científico-técnico. Ya durante la Edad Media
c¡Dalmente, por pequeños Estados ¡nde- se ¡n-
pándientes: el Ducado de Milán. la Re- - que
- moa'( i(
técnicos modifica-
públ¡ca de Venecra y la de Florencia. los corporaron a la vida cotid¡ana inventos
y el cristal' r¡alizar e
Estados Porlifrc¡os. Eslos eslaban a ron las costumbres y las tareas más triviales (el vidrio
rnenudo, apoyados por la clase burgue- diferencia' un n'¡oAl¿
las gafas, el reloi'.'). Ahora bien, el siglo XV fue' con
sa y gobemados por princ¡pes o señores innovaciones técnicas' nifica la
que poleñc¡arorl como mecenas el arte y siglá más prolífico en descubrimientos e
(se, )1!
lá cultura. Es el caso de la famil¡a de los LJ pólvora revolucionó las armas La brújula mejoró la cartografia
Medic¡ en Florencia- y las técnicas de navegación (recordemos que es la éPoca de
los va,¡\}te
.
las an
grandes descubrimientos geográficos) Y la imprenta' Va c91oci- "
el 1440' dad¡(p,,
áa en China, fue perfeccionada por Gutenberg hacia
menc¡onado
1 La mayoria de los inventos y descubrimientos que hemos
en la manera como ha evoluc¡onado nuestra for- 2. Lee ate,
han siáo lundamentales
ma de vivk y de entender el mundo. Por eiemplo' el v¡dr¡o ¿Te ¡maginas tan(t
que ex¡stiera el vidrio?' ¿tendrían recr ra; I
lJrno O"oi"n ¿" tas casas antes de
""t que llevamos sin el aux¡lio ell¡rgff
ventanas? O el reloj: ¿podriamos llevar la v¡da
ya no digamos idL/s q
o, depende de cómo se mire, sin la esclav¡tud del reloi? ¡Y
la c¡encia, la técnica, la l¡teratura ¿se habria'r log el'
ta imprental Sin su ayuda,
como lo han hecho?
D. iud
desarrollado
crelenid
Haz una lista de c¡nco inventos o descubrimientos recieÍltes
Señala
- ell nuestra v¡da cot¡diana'
!
¡
qia¡
de qué manera han ¡nllu¡do sión prc
E
en repercus¡o-
P¡ensa en algun ¡nvento técnico que sea equ¡parable ! E.aM
- nes y consec-uencias a la aplicac¡ón de la imprenta ¿Hay algún invento respon
det siglo XX que haya revolucionado el mr¡ndo de la cultura poten- I m !o.
ciandá su difusión y alcance como lo hizo la ¡mprenta en el siglo XV? t lilica tu
¿Cuál o cuáles? a
154
7
ir de la
1.2. Característ¡cas del nuevo pensamiento .-'i'-.
tes §LI- Elpensam¡ento del Renac¡m¡ento, en especial el human¡smo, tiene
" i1{" -r.i'
"*ii
1ñ
rplt6o unas característ¡cas que, a pesar de que ya despuntaban en la Baja
i y, 'o- Edad Media, ahora se consol¡dan y se hacen generales:
-b!!lra. .,.L
)aL'11 - Retorno a la Antigüedad clásica. Como ya hemos comentado,
fue el qran motor tanto del humanismo inicial como de todo el Re-
jr.
alyel
nac¡miento. Bepresenta un reencuentro con la l¡teratura y el arte
i)t !-
pf)til t-
clásico, y también una revitalización de su pensamiento y cos-
movis¡ón.
ta- s I
)
:,J TU. Antropocentrismo. Consiste en la reivind¡cación del valor y la dig-
- I
nidad del hombre- En este sent¡do, conecta con el optimismo de la
lieron Antigüedad: la razón humana es suficiente para d¡señar y organ¡zar i'l
rfu/ la propia existenc¡a. Todo eso provocó, sobre todo, que el hombre
se conv¡rt¡era en el centro del interés y la reflexión ¡ntelectuales.
las cuatro de la otra tabh. Existe una verdad absoluta trascendente a EI ser humano no es infalible, pero liene en sí
Después de anal¡zarlas ' este mundo. Y es lirea del hombre buscarla mismo la capacidad para conocer y dominar '
deten¡damente, señala toda la v¡da. la naluraleza. :
qL¡é tabla muestra la vi- Fl hombre no debe preocuparse por la fama En general, la vida después de la muerte ño i
si6n predominante en la iy
el éx¡to mundanos sino por la eternidad y su ¡nteresa tanto como el éxilo y el d¡sfrute de ,
l
l
lt
155
I
7
EL¡c
2. Retorno a distintos orígenes Ést¡ e
i
1
centista que sea caracterÍstica del período y común a los pensado-
res más destacables. Las diferencias entre unos y otros son' a
ces, tan grandes que es preferible estudiar los principales
v?-
pensado-
r
res de manera individual, sin ¡ntentar enmarcarlos en un sistema o
movim¡ento general.
La docta ¡gnoranc¡a
y la Modern¡dad, Ya que, a Pesar
Nicolás de Cusa, Pensador de tratar temas todavía medieva- Una de las cuestiones más conocidas
puente les (et conoc¡m¡ento de Dios, la re- del pensamiento cusano es la teoría ( '
lación de Éste con el mundo Y el la docta ignorancia. Según Nicolás de 1
Nicolás de Cusa (1401-1464) na-
ser humano...), les da un trata- Cusa, al ser humallo le es ¡mpos¡ble te-
ció en Cusa, cerca de Tréveris (Ale- i.
miento o solución comPietamen- ner un conocin¡iento FDsitivo de Dios (no
man¡a). Fue ordenado sacerdote
te diferente al.de sus Predeceso- puede saber cómo es. sólo qué no es)
en 1426 y desarrolló un PaPelfun-
res, tratamienlo que PFI'a muchos porque eso excede su capacida(l racio-
damental en las conversaciones
puede considerarse.lnoderno. nal- Por eso. el hotnbre sabio será aquel
Dara acercar la lglesia griega a la
romana. Con motivo de estas con . Nicotás de Cusa es Plenamente que reconozca su ignoranc¡a. Con esta
versaciones viajó a Constantino- moderno en la dignificación que. afimración, no prelende defender que Ia
pla, donde, prec¡samente, esta- propone del hombre al conside- ¡ncultura y la des¡dia sean muestras de
bleció contacto con Ia culta tradi' rarlo un n1¡crocosmos, es decir, un sabiduria, srno que, en materia de co-
c¡ón bizantina. Este viaje suPuso; sei donde se enéuentra compren. nocimiento. quien reconoce sus limlta_
el encuentro más sign¡f¡cativo des- dido todo el universo o macro- ciones y su ignorancia es un sab¡o.
de el punto de vista f¡losóf¡co Y el cosmos. En otras Palabras' con-
que te abrió las puertas del huma:
3. ¿Becuerdas qué otro f¡lósofo de la
sidera al hombre una esPecie de '
Antigüedad valoraba como sabiduría
nismo renacent¡sta. mundo en Pequeño, Ya que todas
el reconocinl¡ento de su ignorancia?
El cusano es considerado un Pen- las fuezas que mueven el univer-
sador puente entre la Edad Media §o tienen su refleio en el hombre. - ¿Oué sabiduría imPulsa el reco-
nocimienlo de las ProPias limita- L-.J o
c¡ones? lo¡{elr
156
t¡tt,7
,t
f
a-
157
7
La Academ¡a florent¡na
Destacaremos a continuación la importanle influenc¡a que sripusie-
ron el platonismo, el aristotelismo y la tilosoÍía helenística en la ollla
2'2^
En 1462 Cosme de ¡/ed¡ci ofreció
de algunos de los principales pensadores del Renac¡m¡ento: Con el fr¿r
una casa a Mars¡lio Ficino en Ca-
reggi, cerca de Florenc¡a, para que llo a ,n(
El platonismo. Después de siglos de olvido, Platón (o como nrr-
pLrd¡era fundar la Academiq Pla- - n¡mo la interpretación que de él habían hecho los neoplatón¡cos)
dad rAPr!
tónica de Florenc¡a, a la vez que l)ias r. -rdi
le fac¡litó una serie de manuscri- fue reconoc¡do como el gran maestro. Tanto es así que hasla en
rlolasÁ4rn
tos griegos para que sus ¡nte- Florencia se inauguró una Academ¡a Platón¡ca, de la cual Mar-
grantes se encargasen de su tra- Mont-,gn
silio Ficino (1433-1499) y P¡co della M¡randola (1463-1494) fue'
ducción y comentar¡o. La Aca- ron los dos personajes más destacados. Ambos pensadores. ade- Yo?")/\u
demia florentina surgirá como cepticrsnr
más de su tarea de traducción y comentario de obras antiguas,
consecuencia de la huella que ha- un cril,o
bía dejado la llegada del filósofo despuntaron por su propio pensamiento, en el cual t¡enen un pa-
s¡ble cues
bizant¡no Georqios Gemisthos Ple- pel fundamental las ideas platón¡cas. Eso sí, su interés priorita-
tón (1389-1464) a la corte de Cos- rio se centra, sobre todo, en el estudio del hornbre: ser que ocu-
Montinr
me de Medic¡. Pletón (quien había
torno al sl
pa un lugar privilegiado en el universo al ser entendido corno
adoptado este nombre en refe- una síntesis o compend¡o de los dos mundos platórricos.
no se 'c(
renc¡a a Platón, para rendirle ho- dose así e
menaje y mostrar su adm¡ración El aristotelismo. Durante el Benacim¡ento se d¡o un rechazo de
por él) impulsará la af¡ción por la - la autoridad ar¡stotélica, indiscutida durante la Baja Edad lvledia,
Ell sus En
filosofía del ateniense en Floren- lracia
c¡a, aunque a dec¡r verdad su filo-
pues el humanismo de esta época tuvo una orientación básica- ^ ¡
experiencr
sofía era una mezcla de elemen- mente neoplatónica, A pesar de todo. continuó vigente (bajo una
tos platón¡cos, neoplatónicos y interpretación bastante d¡ferente a la que era tradicional) en las Dichas rne
neopitagóricos. Lorenzo de Med¡- universidades de Padua y Bolonia, donde destacó P¡etro Pom- ligios^6ir
ci se encargará posteriormente de ponazzi (1462-.1525). Este pensador hizo una interpretación del tanto oe a
la protección de esta nueva Aca-
demia. Miembros destacados de
' estag¡rita completamente alejada de la tomista, de manera que in- lados^a
ella, además de Pletón y Fic¡no, cluso llegó a negar cualquier tipo de inmortalidad del alma hu- sino r¡na s
serán el cárdenal Bessarion y Pico mana. Esta ¡dea le habría pod¡do ocasionar bastanles problemas timasl e
della Mirañdola. si no se hubiera protegido con la teoría de la doble verdad, según lidad. Cor¡
la cual filósofos y teólogos no pueden enfrentarse porque se ocu- dela, ¡a
pan de ámbitos diferentes e independientes.
El filo^¿r:
Pomponazz¡ La filosofía helenística. También las filo- sí rnisrno,
- sofías helenÍsticas reviven durante este pe- 3St rn C
De las obras de Pomponazzi, sólo unas cuantas se publica-
ron durante su vida. La más conocida es su tratado De ln- ríodo. El neoestoicisrno encontrará un re- suncrorr tr
mortal¡tate an¡mae (1516), la cual provocó una gran contro- presentante destacado en el humanista y 5U ES J ti
versia, y fue atacada públ¡camente por varios filósofos y teó- arqu¡tecto Leon Battista Albert¡ (1404- yas ag{¡s
logos.
1472\, utl cristiano que adm¡rará el coraje lrli exaltar.l
Pomponazzi la continuó con dos defensas que eran nrás gran- y la voluntad enérgica de Séneca. Loren-
des que la obra original. A causa de esta experiencia, Pom- mitad ) r
ponazzi no publ¡có e,r v¡da nada más, salvo algunos textos de
zo Valla (1407-1457), como se ha indica- hontbre. Y
naturaleza menor. do en la página anterior, es uno de los ex- y la fi[ ifi
ponentes más importantes del neoep¡cu-
Sus tratados De lncantat¡on¡bus y De fato, ambos cornpues- de. la txqp
tos alrededor de 1520, serían publicados de forma póstuma reísmo, pucs defenderá de nuevo que cl asl CO,,,ú €
en '1 556 y 1557. respeclivamente. móvil de las acciones humanas siempre es cobra 11 l;
Se han conservado otrás obras en manuscr¡to, pero su eslu- el placer, el cual concebirá no como puro te. De -,la
dio y publicación apenas ha comenzado. Los más importan- h-.dcnismo, s¡no sigu¡ei.)do los enfoques to con-t¡tL
tes de estos escritos inéditos son cuestiones sobre problemas caracteristicos de la escuela del JardÍn. En
aristotélicos. vida soro c
cuanto al neoescepticismo, sin duda su conoca¡er
Otro gran grupo de textos que nos han quedado correspon- figura más emblemát¡ca en el período
den a los apunles que sus alumnos tomaban de las confe-
renacentista es el francés M¡chel de j Nos oln4:e
rencias de Pomponazzi acerca de d¡ferentes obras de Aris-
Montaigne (1533-1592), el cual tratarenros piracic,r, , pc
tóteles.
más en detalle en el apartado siguiente. méto!4e
158
rl 7
SiE?
)it,
2.2. Micfrel de Montaigne
Con el francés Michel de Monta¡gne 0533-1592) las tes¡s en tor- ,
n'lF
no a la ¡ncapacidad del ser humano para conocer nada con seguri-
dad cobran vigor. En sus Ensayos Montaigne nos explica sus pro-
t§ j
pias med¡taciones sobre diversos aspectos de la v¡da, contrastán-
I elr
dolas con relatos de autores antiguos. A menudo, enconlramos en
la'
Montaigne una actitud escépt¡ca (hace célebre la frase:
ue- "¿gué sé
yo?"). Su rechazo a toda forma de dogmatismo nos recuerda al es_
cepl¡cismo de Sexto Empírico. por ejemplo, a la hora de establecer
as, Michel de
un criter¡o para alcanzar la verdad, razona con él que s¡empre es po-
De familia nobli,'irai recibir una
sible cuest¡onarse la val¡dez del mismo criterio. El escepticismo de cuidadosa educábión en las hu-
la
Montaigne se presenta más como una reivindicación humanista en manidades giecolalinas, estudiar
torno al srrlfetirzism o indiv¡dual que un pesim¡smo ep¡stemológ!co: leyes, ejercer de.juez y consejero
n(,
no se pregunta de la Corta, dimitió de sus cargos
"qué es el hombre,', sino «qué soy yo», convirtién_ y se retiró a su castillo para ded¡-
Ccse así en un precedente de la filosofÍa moderna.
carse al estúd¡o y la lectura.
En sus Eirsayos, Montaigne lleva a cabo una serie de med¡taciones De este aislámiento voiuntario sur-
iii-r.
iracia su prcpio inleriol contrastando constantemente sus propias gira su principal obr4 Ensayos cu-
experiencias con las de los pensadores clásicos y modefnos. yos dos primeros libros aparecie,
nat ron en 1580.
Dichas meditaciones suponen una ¡ntrospecc¡ón no de carácter re_
!-l - lgioso, s¡no más bien de espíritu la¡co y filosóf¡co. En ellas trata
lel- lar¡to de aspectos espir¡tuales como de cuestiones y asuntos vincu_
la(ios a la v¡da cot¡diana. No ofrece Montaigne un sistema f¡losóf¡co,
u- s¡no una serie de reflexiones absolutamente personales, pero tan ín- El más fructífero y natural ejerc¡-
ts l¡n]as en el fondo, que acaban adquiriendo pretensión de un¡versa- cio del espírilu, es, a mi parecer la
in lidad. Como d¡rá el mismo auto¡ Cada hombre lleva entera la forma conversac¡ón. Hallo su práctica
de la condición humana. más dulce que la de cualquier otra
acción de nuestra vida; y éste es
El filosofar se convierte en Montaigne en una experimentación de el motivo por el cual, si me v¡era
)- si mismo, en un yo que intenta dialogar consigo m¡smo y qhora rorzado a eleg¡( creo que
aclararse -
a sí mismo. Yo no enseño en absoluto, yo relato. Huye de toda pre_ consent¡ría antes en perder la vis-
ta que el oído o el habla. Los ate-
sLrnción, tan corriente por lo demás en la mayoría de los hombres.
nienses y tamb¡én los romanos
Su escepticismo se baña en el mar de la modestia intelectual, en cu_
honraban mucho este ejercicio en
i- yas aguas descubre Monta¡gne al mejor Sócrates. sus academ¡as. En nuesta época
conservan los ¡talianos algunos
lli exa:l,rdo n¡ resignado, el tono de los Ensayos es más bien algo a vest¡g¡os, como podemos ver s¡
t-
nritad de cam¡no: El hombre no puede ni debe ¡ntentar ser más que comparamos sus enlend¡m¡entos
hombre. Y el hombre debe aceptarse tal como es- Ecos de Séneca con los nuestros. El estud¡o de los
\, y la filosofía estoica nos recuerdan en Montaigne que la aceptacaón l¡bros es un movimiento lánguido
y déb¡lque no enardece: mienlras
de la propia condición finita y limitada son esenciales para la vida,
rl que la conversación enseña y ejef-
asi como el asum¡r nuestra condic¡ón mortal. part¡cular importancia
c¡ta a un tiempo. S¡ converso con
cobra en la filosofía de Monta¡gne su reflexión en torno a la muer- un alma fuerle y un duro adversa-
)
te. fle alla dirá Monta¡gne que hay que entenderla como un elemen- r¡o, me ataca por los flancos, me
i
k¡ constilutivo de nuestra propia existencia, de modo que nuestra espolea por un lado y por otro; sus
I ideas impulsan a las mias; los ce,
virl¿ sólo cobra verdadera autenticidad y profundidad desde el re-
,:¡rrri>¡;in rienlo de dicha cond¡c¡ón.
los, la gloria, la emulación, me em-
, pujan y me elevan por encima de
mí mismo, y la unanim¡dad es cosa ;
¡los ¿rÍece Mqntaigne una filosofia autobiográfica, que servirá de ins- I
muy ted¡osa en la conversación_ t
pirirción por ejemplo a los pensarn,en¿os de pascal o al Disc¿,rso del
Michel de Montaigne, Ensayos.
l}lelor /o (k) Descartes.
a
159
7
2.3. Nicolás Maquiavelo Tend
La reg
El pensador polít¡co más destacado del Renacimiento fue Maquia'
¡n^ita
velo: inauguró la cienc¡a políüca moderna al ocuparse'Je los asttlr-
titucio
,as tos de Estado desde una nueva perspectiva y con un método r¡ás
científ¡co.
clñ:
cha te
$ Maqu¡avelo era un político práctico, al que le illteresaba ¡nterven¡r er)
Esto s
el gobierno de su Estado más que teor¡zar. Pero era consciente de
que toda acción orientada a un fin debe ser guiada por unos princi- urn¡r
pios teóricos, de los que se der¡van las reglas práct¡cas que permi- natura
ten alcanzar dicho lin.
cil I
egoíst
Expuso los principios de la acc¡ón política en sus <los obras más y. i'Í
Nicolás Maquiavelo ('i469-1527) fue famosas, El princ¡pe y D¡scursos sobre la primera década de Tito
secretario cle la efinera Repúbl¡ca floren- Llv¡o, para que s¡rviesen de guía a los gobernantes. Adopta cll ellas t,1s
l¡ra, que se dio e¡tre 1498 y 1512. Es-
tos aaros representaron uñ intervalo entre una act¡tud muy pragmática: no trata de desclibir Estados ideales y rrrrlacl.
las dos épocas más importañtes de he- perfectos, modelos que imitar en los cuales no llay problemas' s¡rn)
genrooía de la fatnilia Medicien la direc_ al bie¡r
ción de Florencta. Esto hlzo de él un ob-
Estados reales, const¡tu¡dos por persollas con viltudes y vicios, c¡ttt:
servador p¡¡vi¡egiado de la§ teñsiones y tienden a corromperse y, colno collserjLlenc¡a, a desaparecer' Baiu c;. li
los avatares politicos de su ciudad na- este enfoque, Maquiavelo entenderá que el fin de la polít¡ca es con' kr¡\s
tal, motivo que. segurarñente, iñfluyó en
servar la u¡¡idad e ittentidad de la comun:dad. le .-lh
su toma de posición en favor de la unif¡-
cac¡ór¡ ilal¡a¡¡¡.
ri,){Bs
Para que la rellexión teórica sea úti¡ en la práctica, sus prirtci¡rios de' dr,l ¡, c
rt ben estar fundados en la experiencia, y sus reglas conoboradas por
ella. Por eso, Maquiavelo extrae las tlormas que deben guiar la ac'
Es se
I
ciór'r polÍt¡ca a part¡r del estudio de la historia. Con'
cretamente, se f¡ja en la h¡storia antigua de Roma. elt rr¡ism
la que se encuentran los oÍígenes del pueblo ltalia¡lo
y de la aspirac¡ón a una ltalia unida. el ¡ lo:
(F{ h
Este método histor¡ográfico l)resuP(}ne aceptar urla o. tal
cierta regularidad en la natt¡raleza dei scr hutnano y §h{d
en la sucesión de los acontecimielltos, pues de lo c,-e
vj¡ire
contrario no podrían extraese, de la observación del I j)
funcionamiento de los asuntos humanos, leyes o nor-
rnas lo sufic¡entenrente universales como para sel ,-.
útiles. Por eso es pos¡ble una cienc¡a de la po¡ít¡ca
encargada de obtet¡er dichas reglas, que rigen la me-
oánica del poder y por tanto han de sei-vir para orien-
tar al gobernante. E^n
L:-va
car la
lít1,
nlunid
En este fragrnento podemos ver el retralo de Lorqlzo el Magnífi-
co rnor ardo a caballo. Lorenzo. nieto de Lorenzo de Med¡ci. lant e:1cl
b¡én llama¡o el Magnificó. es el prírrc¡pe a quien Maquiavdo do' resum
dica su manual de polflica. Las ¡nalas lenguas sost¡eDell quc l¡ p,a¡
verdadera intención de Maqt¡iav^elo al dedicarle esla obra flle cor¡-
qraciárce con el nuevo ptincipe, con quien las relac¡ones deb¡an caj§ €
¿e ser bastante terrsas- Maquiavelo había prestado sus servi_ di rs
cios a la Repúbl¡ca llorenlirla. insiaur¿da (lcspués de la expulsiÓrl
de la tarn¡¡'a Medici. u¡d\,
160
7
Tendencia al desorden Digo pues que todos los modos
menc¡onados son pestíferos, por
Jia- La regla general es que toda c¡udad tiende, con el paso del t¡empo, la brevedad de la vida en los tres
inevitablemente hac¡a la degeneración y la corrupción de sus ins- buenos (monarquía, ar¡stocracia,
nás t¡tuc¡ones y habitantes, por lo que el fin de todo buen gobernante democracia) y por la malignidad
debe ser el de esforzarse por mantener el orden, en contra de d¡- de los tres malos (t¡ranía, oligar-
quía, demagogia). De tal forma
cha tendencia nalural.
que, hab¡endo conoc¡do este de-
,ecto quienes prudentemente or-
de Esto se debe a la naturaleza del ser humano, que le hace obrar de
denan las leyes y ev¡tando cada
una manera bastante prev¡sible aunque goce de l¡bre albedrío. Esta
uno de estos modos por si mis-
r-¡ i- naturaleza se puede descubr¡r a partir de la experienc¡a y observa- mo, eligieron uno que part¡cipa-
ción, v Maqu¡avelo constata que el ser humano es esencialmente ra de todos, juzgándolo más fir-
egoísia: obra por miedo cuando no tiene cubiertas sus necesidades, me y más estable porque el uno
y por arnbición cuando las tiene cub¡ertas. v¡gila al otro, al haber en una mis-
'lkr ma ciudad princ¡pado, ar¡stócra-
Por eso, para garantizar Ia segur¡dad de los mtembros de la comu- tas y gob¡erno popular, esto es,
dictarse una constitución m¡xta.
::; \, nidad, que es e! fin por el que ésta se const¡tuye, deberán
Nicolás Maquiavelo, Dlscursos so-
unas leyes que obliguen a todos los ciudadanos a actuar en vistas
brc la pr¡mera década de T¡to L¡v¡o.
I|le al b¡en común. Siendo éste el objetlvo de las leyes, el legislador debe
ajF elabo,arlas como si todos los seres humanos fueran malos, pues si '
)lr lodos fuesen buenos no serian necesarias las leyes, y el gobernan-
te debe v¡gilar su cumplim¡ento. De lo contrar¡o, la ambición origina-
ria desigualdades políticas, que conducen a Ia corrupción del Esta-
do y, con ello, a su des¡ntegración. r
)or
]C\,
-rn
e).
Es sentencia de los antiguos escr¡tores que Ios hombres suelen dolerse
en el mal y aburrirse en el bien y que de estas dos pasiones nacen los
m¡smos efectos. Porque siempre que los hombres se ven impedidos de
/-tt
.nI.
combat¡r por necesidad io hacen por ambición, la cual es tan poderosa
en los pechos humanos que jamás los abandona por muy alto que pue-
dan haber subido. La causa es que la naturaleza ha creado a los hombres
de tal manera que pueden desearlo todo, pero no conseguirla..Así que, --. -
)\, siendo s¡empre mayor el deseo que la capacidad de adquirir, resulta de
lcv ello el descontento con lo que se posee y la poca satisfaccíón. De aquí t
:ir.' v¡ene ta mutación de su fortuna, porque deseando unos hombres tener
:t,r- Írás y temiendo los otros perder lo consegu¡do surgen las enem¡stades
y las guerras y de éstas la ru¡na de aquel pais y el encumbramiento de
éste.
CA Nicolás Maquiavelo, Discursos sobre la primera década de fíto L¡v¡o.
re
)il-
El fin iustifica tos medios
La g¡ran innovación que ¡ntrodujo Maqu¡avelo en la forma de enfo- fs
car la política fue afirmar que en vistas a conseguir elf¡n de la po-
htir-'a, es dec¡r, asegurar la supervivenc¡a y el bienestar de la co-
I
rnunidad, pueden utilizarse medios inmorales, siempre que sea
r,strictamente necesario y que sean efectivos, ¡dea que se suele
,i::;ur,.ir sn !a amb¡gua máxima.el fin justifica los medios.-
l'(jr sicmplc, aquel qr.te qu¡era consolidar un régimen republi-
r...r¡rrr cn una antigua tiranía déberá ejecutar al t¡rano y a sus part¡- i
t
¡ i.r ir) jj,
IUes (le lo contrar¡o -constitui!'á un Estado cie múy corta Campes¡nos flamencos, Pieter Brueghel. el
"l,i¡t.
,li
161
L
7
Está justificado usar medios illmorales porque son los resultados
lo [)ara evita¡
4. La máJ/jtna H lin iustitica los ñe' Vll.
que cuenta y lo que iuzga el pueblo: cualesquiera lnedios usados eS rS(
drbs ha sido una de las que más
polémica ha generado en el mar- para ello serán aceptados si han sido efectivos (a no ser que los nris- cas sgq pr
co de la teoría Polít¡ca. Bazona mos resultados se pudiesen haber obtenido con unos medios meio- a mer, .Jo
argumentos en pro y en contra- res). Naturalmente, sólo será necesar¡o recurr¡r a esos métodos en s¡ ap¿¡¡c{rt
s¡tuaciones extraordinarias. El rrrincint:
Esta perspectiva signif¡ca af¡rmar la autonomÍa de la polÍtica respecto llas p. .ft
de la ética bajo ciertas condiciones: hay situac¡ones en las que la ac- públicE(el
ción política no debe tener en cuenta la moral, por lo que la políti- tlas a .-. r.li
ca no está subord¡nada a la ética- Pero tampoco está subordina- Esto lo
da la ética a la política, pues el fin de esta última es precisalnente ouiavelo: I
que
mantener una comunidad en la que sea posible una vida ética' Itrmb. ) y
es lo que humaniza a sus habitantes. tado ¡rqe,
El politico debe poner el b¡enestar de la comunidad fior
encin]a del
de cualqu¡era de sus individuos (¡ncluido él mismo)' Fuera de una co-
munidad libre e igual¡taria no puedc existir la moralidad,
pues éfrta
2.4.
deÍiva precisamente de las reglas que hay que seguir para nlantener
la libertad e igualdad de sus m¡embros. [']¿¡stallre
cer frente a los reveses cje la Foduna cuando éstos se presen- bios
^;i¡
ten. Pero sólo será un gobernante digno de g¡oria y no de ¡nfamia nos habla
después cle su mLierte si se lrata de una virtud política, rlei r-.,1rt
que es
sign¡fique hacerse enem¡go de todos por ganarse fama de crud ras sc rer
y iirano. El príncipe debe saber usar de su parte de best¡a, usan- equ¡l¡iv¿
áo de la crueldad del león y de Ia astucia del zorro cuando sea biente do
Maqu¡avelo fue secretario de la repúbl¡ca
necesario. ranci n.'li
de Florencia entre 1498 Y 1512.
1'n2
*rÉá+.-
7
los l¡) Para ev¡lar la mala fama en la medida de lo pos¡ble, debe simular que Maquiavelismo
¡drá ss virtuoso, pero no serlo, pues según Maquiavelo las v¡rtudes ét¡-
, B¡:-- 5- Por ¡naqu¡avel¡smo se ent¡ende el
cas son periudiciales para un príncipe si las observa siempre, ya que
comportam¡ento polÍt¡co que des-
re.v a menudo debe actuar contra ellas para conservar su Estado, pero, cr¡b6 Maqu¡avelo y que se asoc¡a
ls -'r s¡ aparenta tenerlas, son útiles. a la astucia y a la falta de escrú-
pulos. Manteniendo este sent¡do,
Elpríncipe también debe ser capaz de crear las cond¡ciones necesa- se ha hecho popular calificar de
)eüÉ rias para restaurar la libertad de la ciudad, es decir, de instaurar una re- maquiavélico cualquier compor-
aa.- pública (elim¡nar las des¡gualdades c¡viles, dictar nuevas leyes adapta- lamienlo que se sirva de los me-
olhr das a la nueva s¡tuac¡ón, etc.), pues en caso cottrario será un tirano. dios más deshonestos (ment¡r, ex-
iin- tors¡onar, amenazar...) para con-
erl:z Esto es lo que neces¡taba ta ltal¡a renacent¡sta, en opin¡ón de Ma- seguir sus objet¡vos. í
_ quiavelo: un prínc¡pe capaz de un¡rla y dotarla de unas nuevas cos- ¿Oué te parece la máx¡ma: .El I
a! - i
hrmbres y leyes que eliminen la corrupción y la conviertan en un Es- fin just¡lica los med¡os.? Por I
ejemplo, ¿serías capaz de ha-
tado l¡bre, recuperando el esplendor de sus orígenes.
I Llr cer cualqu¡er cosa para apro-
ba/? ¿Po( qué?
¿Crees que Maquiavelo era
ésE
2.4. Las utopías del Renacimiento - maqu¡avélico, o b¡en, su méri-
ct- to se reduce a sacar a la luz y
uastante alejada del realismo y pesimismo político que acabamos poner de manifiesto el ma-
quiavel¡smo ex¡stente en la rs.
3r¡r rie ver se encuentra la tendencia utópica, que florec¡ó durante el
al¡dad? ¿Maquiavelo es el cre-
Renacimiento. Pensadores conlemporáneos de Maquiavelo, como
f)e" ador o el descubridor del ma-
iCaY lho¡nas More o Francis Bacon, recuperaron la iniciativa platónica de qu¡avelismo?
ri. imaginar una sociedad me¡or, más justa e igualitaria.
ie)í Cr¡ticar la sociedad conlemporánea imag¡nando un modelo que la su-
nere y evite los males que ésta sufre es tan antiguo como Platón. S¡n
.,mhar6¡o, debemos a Thomas More la acuñación del término uto- ;i
¡,r'a Así lituló este humanista inglés su novela, y así se rererÍa a la il
islr il}laginaria que constiluía el escenario de
-r-le- r¡Ia soc¡ealad pelecta.
Thomas More nac¡ó
9,\- ¡,lors, l)rofundamenle descontento con las in- -F y murió en Londres
lra I Nl:ts consecuencias que habían ten¡do los cam-
(1480-1535). Fue el
t)()s sociales y económ¡cos del Renacimiento, humanista ¡nglés
l|ria ¡ más destacado del
i¡s habla de una leiana isla, perdida en medio
momento. Su carre-
(lel océano. En esta isla, baut¡zada Utopá (que ra polÍtica culminó
-.t,.
siqnif¡ca 'en n¡ngún sitio', de U- 'no' y topos 'si- en 1529 cuando lle- I
r,o'en qr¡ego), sus hab¡tantes han construido un gó a canciller del re¡-
,lr._ Eslado pedecto, caracter¡zado por la conv¡- no. Sin embargo, I
163
7
La inlluenc¡a de esta obra fue tan grande que, desde su publicac¡ón
O
en 1516, s¡rvió para referirse a todas las obras que, basárrdose en el
*;
optimismo en la capacidad reformadora del ser humano, reiviudican
formas de organizac¡ón social nrás racionales y justas. De la m¡srna
fr
época pueden destacarse La c¡udad del Sol, de Tomrnaso Carnfra-
nella (15ffi-1639), y La Nueva Atlántida, de Franc¡s Bacon (1561-1626).
Este último, como verás en el último apartado, además de destacar
las medidas polít¡cas, económicas y soc¡ales necesarias para conse-
to
guir una sociedad iusta, pone de man¡f¡esto la necesidad de apro-
vechar los avances científ¡cos y técnicos para mejorar las condicio- a
nes de v¡da de los seres humanos.
o
Actual¡dad de las utopías I
L .er
6. Todas las utopías del Reñac¡miento coinciden en proponer sociedades de
4¡[sr
seables por el b¡enestar soc¡al que presenlan. En cambio, en el s¡glo )« se
b*, rq
han d¡seriado pocas utopias, más bien se han escrito antiulopias, es decir.
obras que describen mundos indeseables pero posibles, sobre todo el| el ta{A r
caso de cont¡nuar ciertas tendenc¡as de la sociedad real. Por elemplo, son SrrCa
anl¡utopias: U, mundo ,e/iz, de Aldous Huxley (1894-1963), o Mll rovecier-
tos ochenta y cualro, escr¡ta por George Orwell ( 1903- 1950). Sin ernbargo,
¡'lerd(
E tamb¡én es c¡erto que el siglo XX ha sido protagonisla del proyecto utóuico
I
-más ambic¡oso de la historia: ta Declaración Un¡versalde los Dereclios Hu'
manos, aprobada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones
des €
d Unidas en '1948-
) - lnfórmale sobre la Declaración Un¡versal de los Derechos Hunranos. dalo r
ri¡,,
2.5. Reformas religiosas Lr¡let(
164
7
ción
La Reforma protestante
)nv
¡cP^ Martín Lutero 11483- 1546), un alemán de ori-
sn\V gen campesino, que después de estud¡ar De-
io' recho sorprendió a todos sus conoc¡dos in-
t¿ol. gresando en el convento de los agust¡nos de
lC' Erfurt, fue el princ¡pal protagon¡sta de la
rse- Reforma protestante. A pesar de que a los
i
veintilrés años su mayor deseo era v¡vir como
:io- un autént¡co cristiano, e! viaje a Roma que
real¡zó en 1510 le ¡mpactó de tal manera que
tuvo que enfrentarse a la cruda realidad.
I
p¡o autor.
NC zaba el poco reconocim¡ento que le merecÍan las autoridades ecle-
siásticas. Este hecho supuso un nuevo cisma dentro de la lgtesia.
n--. l.os seguidores de Lutero y otros relormadores crearon la lglesia pro-
testante, que se separó de la lglesia católica.
a
Aralizaremos a cont¡nuación dos de las 95 tesis de Wittenberg, que
const¡tuyen puntos cenlrales del nuevo ideario protestante.
tt-
16s
I
:-}
e
7
a
Algunas de las ideas que acabamos de ver: el relorno a las Sagra-
das Escr¡turas, la recuperación de su mensaje autélltico, el rechazo t
de la corrupción ecles¡ástica, que tenía en el escándalo de las in-
dulgencias su manifestación más evidente..., las adopta Lutero del
f
humanista Erasmo de Rotterdam. Tanta fue la ¡nfluenc¡a de Eras-
mo, que Lutero, una vez empezados la Reforma y el cisma con Roma,
o o
le pidió su anexión. Erasmo se negÓ; creía en la necesidad de re-
formar la lglesia, pero sin que estc supusiera una nueva d¡v¡s¡ón re-
d
I O
5
lig¡osa. Además, entre Lutero y Erasmo había ideas que los sepa-
raban de manera insalvable, sobre todo en lo concernienle a la con-
ñ
*
f,
cepc¡ón de la naluraleza y la l¡bertad humanas. Veamos esta polém¡ca'
E
8
t
I
Pensador Obra Concepc¡ón delhombre Problema de la libertad ü *
humalo no es libre, sil¡o todo lo
El ser
El hombre es un ser contrario. Su conrportamiento y sus 2.ó,
De sevo añ¡tio marcado por el pecado obras están determinados por el pe-
Martín Lutero (1525), que tra- y la maldad. Está, Por Adr.r rlá
cado. Por eso, la salvación elerna, coll
(1483-1546) ducido seria: De, tanto. falto.de libertad Y secuencia de la le, sólo se expl¡ca por tarP\¡é
s¡eruo albedio. debe a Dios todo lo que la gracia, con la cual Dios dec¡de do- c¡eru¡ár
hay de bueno en é1.
lar a algunas Personas. enlte
EIser lrumano es libre para escoger y doydr
decidir, por tanlo, es respollsable de s.§ talnc
De l¡be'o ahitrio Del¡ende el valor Y la obras. con las que se acerca o a'eja de defa ur
q¡.le
Erasmo de . (1526), que tra- d¡gn¡dad hurnanos,
,t
I
1
Rotterdam ducido sería: sé manifiestan en su li-
Dios. Así pues, la rede|lc¡ón de los pe qt¡ :e'
I cados y la salvacion se explican por dos
I (1469-1s36) Del tibre atbe- bertad y capacidad Pa- factores: la qracia conced¡da por D¡os Es]- (
drío. ra acercarse a Dios. y la l¡bertad que pos¡bilita que se actÚe se dro
de acuerdo con los propios preceptos.
ot( -ar
des ali¡
La Contrarreforma fra . r¿
su\r
La renovación interna deseada por Erasmo, el relorno a los Evange- pr¿. rc
l¡os y la renovac¡ón de la illstituc¡ón, como medio para acabar con la
corrupción y la ignorarrcia ilnperantes en- Erl F
t Es.- cr
Ante el aumento de pos¡c¡ones protestan- ¡mE{s(
tes en Europa, la lgles¡a de Roma no tuvo licas q
más remedio que poner en marcha un pro- el *na
il Í.
a. ceso que pusiera f¡n a un panorama cada
tl
vez más desolador. La Reforma de la lgle- Es§c
!
sia romana se inic¡ó dos meses antes de litL.,.rr(
t¡
I mor¡r Lutero, en el Concilio de Trento la l¡ed
(1545-1563). En esle Concilio se lrató tan- los ,st
to de reformar moralmente la lglesia como ría,¡(ol
de fijar el dogma católico ante las tesis pro- tas drt(
I
testantes. ¡ntÉÉs
Et Concilio de Trenlo, de ¡tziar}o.
166
.i¡xr"-..-
tt,).1 .t7
:o
't-
I
s
a
e, o
}'
É La cúr¡os¡dad de los hombres del Rena-
c¡m¡ento no tenia lím¡tes. Esto, un¡do a la
E
I d renovada confianza en las posib¡lidades
humanas, impulsó el crecimiento y difu-
t s¡ón de la mag¡a y de otras práciicas eso-
:1, t: téricas que tenían como linalidad cono-
§
I cer los secrelos de la naturaleza y, por
II tanto, dominarla en benefic¡o de los hu-
manos-
ü
o i
2.6. Renovación científica
Además de todo lo que hemos visto hasta ahora, el Renacimiento
tamb¡én constituye un punto de inflexión por lo que se refiere a la
ciencia. Como comprobaremos en el próximo apartado, los éxitos
en este terreno mcd¡ficaron la imagen que el hombre tenía del mun-
do y de sí mismo y, además, inauguraron definitivamente la ciencia
s lei y como la entendemos actualmente. Tanto es así, que se consi-
dera un fruto primord¡al de este período la revolución científica
que llevaron a cabo hombres como Copérnico, Kepler o Galileo' Paracelso
S
' Durante el Renacim¡ento se v¡vió
S Estos descubrimientos fueron pos¡bles porque en el Renac¡miento
un incremento espe€tacular de las
I se dio una serie de condiciones que eran ¡dóneas. El nuevo valor
i. práct¡cas mágicas Y esotéÍicas.
otorgado al hombre y ta confianza en sus posibilidades y capacida- Esto, por paradójico que nos Pue-
{les al¡mentaron la curiosidad de los renacentistas, que se volvieron da parecer en la actualidad, favo-
hacia la naturaleza confiando en descubrir sus misterios ocultos 'Re- ..feció.considerablemente la con-
sulta, por eso, una época en la que abundan los experimentos, las solidación de la c¡encia moderna
prácticas y las invest¡gaciones de todo tipo. La mag¡a natural¡sta del Renaci-
a m¡ento se convirtió en un cono-
En el Renac¡miento predominÓ una visión an¡m¡sta de la natura- c¡miento y una Práctica Precien-
tíficos porque ¡mpulsó la manipu-
e leza. Según ésta, el universo se encuentra constituido y unido por
lación y experimentación como un
's tuerzas o energías espirituales que, de manera parecida a como lo proced¡miento habitual en el Pro-
hace el alma humana, animan y explican su funcionamiento Cono- ceso de conocimiento de la natu-
)l cer estas luerzas esp¡rituales ocultas permite manipularlas y, por lo raleza.
tanto, Cominar y poner al servicio del ser humano todo ei universo' Entre los numérosos magos de
[sta c;eencia tuvo un papel fundamental, pues, junto con otlas, esta época, destaca el ilustre Teo-
inrpulsó y promov¡ó el ¡nterés por la magia, la alquimia y otras prác- phraslus Bombasi von Hohen-
) licas que tenÍan como obietivo descubrir los vínculos secretos enlre heim, conoc¡do como Paracelso
(1493-1541). Cultivó Y dom¡nó nu-
el alma natural y el alma humana.
a merosas d¡sciPl¡nas: astronomía,
f ilosof ía, magia, medicina, alqu¡-
Istas ciencias o .pseudociencias. (depende de cómo se m¡re) cons-
m¡a, astrologí-a... Pero, de todas
e tituyeron un precedente de Ia futura ciencia moderna (en especial,
ellas; la que consideraba más ex-
la nredicina, la quím¡ca, la farmacia...), ya que con sus procedimien- celsa era la med¡cina, Porque te-
t- tos es'.able.ieron las bases del experimental¡smo que más tarde ha- nía como objetivo la armonía Y el
ria progresar las ciencias naturales. En otros casos, en cambio, es- r b¡enestar humano.
)- - las artes no pasaron de ser práct¡cas esotér¡cas sin ningún tipo de
li rler és o valor científ¡co.
I
167
7
I
rI
CU IA
3.1 . Copérnico: la belleza del heliocentrismo
observ¿
Por otr(
Hasta el año 1530 Copérnico no ex!ruso por escrito, en el famoso De se ní¿
Revolutionibus Orbium Coelest¡um,la revolucionaria tdoría del he- tos físic
liocentrismo, a pesar de que la habia ideado mucho antes, Aden¡ás, lasle,
la obra no se publicó hasta el '1543, año de su muette. trar¡as,
La revolución que Copérnico comenzó no fue consecuencia de sor- des ,c
N¡colás Copérn¡co (1473-1543), de origen
polaco, muy pronto moshó gran interés
prendentes descubrimientos, ni tan sólo respondía a la necesidad cie :'s{p
,ec,.¡e
adaptarse a nuevas observaciones astronórnicas. Al contrario, el he-
por la astronornia y por la actrvtdad tnle- liocentrismo nació de una nueva orientac¡ón teórica, de la certeza de
lectual de ltalia. donde enlró en conlaclo
con los human¡slas renacenlistas- que los mismos hechos podían ser expl¡cados según modelos teór¡cos -¡^o
Sol cl
diferentes. Contribuyó a este cambio de perspectiva la int¡uencia de los
c .dr
pensadores.griegos. Entre éstos cabe destacar la ¡nfluencia del plato-
ie¡q,,
nismo; pero, sobre todo, la lectura del helen¡sta Ar¡starco de Samos. ¡,..,rnt
eJ<iá
"J
Copérnico estudió en Bolon¡a con el platónico Novara. y su ¡dea de situar ouJor
7. Comprobamos en este texto la influen-
I en el cenlrc del univeÍso el Sol, en lugar de la Tierra, no lue el resultado de
cia que luvo elneoplalonismo en elgito d¡{¿rs
nuevas observaciones, sino de una nueva interpretación de hechos viejos
y bien conoc¡dos a la luz de ¡deas semirreligiosas platónicas y ñeoplatón¡,
copernicano. Y es que, s¡ platónica- slarJo
cas. Podemos raslrear la ¡dea fundamental en el l¡bro Vl de la Rep¿blica de
mente el Sol simboliza la ¡dea central (el clro
B¡en), ¿qué lugar deberia ocupar el Sol
Platón, donde leemos que el Sol tieñe e¡ mismo papel en el ámbito de las
cosas v¡sibles que la idea de bien en el ámb¡lo de las cosas inv¡s¡bles. Con- en el cosmos? DApr
secuentenrente, el Sol, que da a las cosas su v¡s¡b¡lidad, su vita¡idad, su de-
- Bepasa lo que dijimos sobre Atistar- clull¡l
sanollo y progreso, ocupa el lugar más alto en la ¡erarquia de cosas visibles co de Samos en la undad 4 y seña-
P^r c
de la naturaleza. la cómo las ideas de esle pensador
el rnor
Popp6. K-, El desaftollo del conoc¡m¡ento cbntil¡co. pudieron influ¡r en Copérnico.
para F
La gran motivac¡ón de Copérnico, sin enlbargo. era encontrar una oici
explicación más sencilla y racional para el movimiento observado de
los astros. Y es que el geocentr¡smo arrastraba desde hacía siglos
D-rn
- B¡blia,
una ser¡e de problemas de difíc¡l solución. La comple¡¡dad era lo que
Deferenle licAnl
más preocupaba a Copérnico. En el sistema geocéntrico ptolemai-
lidad c
co, para hacer cuadrar las observac¡ones del
-en apariencia- ca-
ót¡co movimiento de los planetas debía recurrirse a un complicadó
el1¡v
¡\ \ ricame
sisterna de esferas: una esfera inmóvil en el centro, donde se situa-
,.|. te, Jar
ba la Tierra, una esfera en el extremo (la esfera de las estrellas fijas)
llaA)o
a y en medio cada una de las esferas (deferentes) concéntricas a la
\I 7t Á fó¡,.,a t
Tierra donde se situaban los planetás. Éstos, además, giraban atre-
dedor de un punto ¡mag¡nario (ep¡centro) dibuiando otra esfera (epi- )d
a
ciclo). Para armon¡zar este s¡stema con las observac¡ones astronó-
-Dtar¡slote
micas, cada vez más precisas, se llegó, en tiempo de Copérn¡co, a ce ib
Sisloma geocénlnco ptolemaico que Co- hablar de más de 70 esferas. Esta comple¡idad no ligaba con e¡ m^n(r¿
pérn¡co rechaza. ideal de sencillez renacenlista que lanto habia seducido al astrónorno. co- .,o'
168
L-, v*
tlt,t L t7
Aunque el s¡stema heliocéntrico
de Copérnico contenía una senci-
(!e llez y racionalidad muy super¡ores
al sistema geocéntrico, la simpli-
re - "-4.,..
re- c¡dad y sol¡dez matemát¡ca fue
poco apreciada, ya que tampoco
cuadraba perfectamente con las .,
observac¡ones astronómicas.
1d- ¡,
Por olro lado, la cosmov¡s¡ón que
D* se tenía y la falta de conoclm¡en-
re- .
tos fís¡cos necesarios hicieron que
ásY las nuevas ¡deas resultasen con_
trarias al sent¡do común. Todo esto, unido a las La explos¡va teoria heliocénlr¡ca, que su.
objeciones hechas peraba mag¡stra¡mente la compte,rdad e
desde divcrsos ámb¡tos, provocó que el
..r- sistema copárnicano no fue_ rnel¡cac¡a del geocenlísmo. no se publt_
'le! ra aceptado hasta mucho más tarde.
Veamcs algurras de estas ob-
co hasta el 1543. Lo h¡zo pocos meses
jeciones: anles de la muene de su autor, que la de-
dicó al papa pabto t, y apareció prece
lev De orden geométrico. El mcvimiento cia la T¡erra alrededor drda de un prólogo anónmo q.¡e, para evi
- del lar problemas, la preseñlata como r¡na
Sol debería modificar nuestra visión Ce las simple hipótesis.
estrellas fijas.
Á"i"orno
desde lugares distanles tenemos perspectivas
:r- diferer¡tes de un ob-
jeto, esto mismo debería pasar
con las estrellas a causa del movi-
miento de la Tierra. Copérnico soluc¡onó la
objec¡ón afirmanOo que
el diámeko de la órbita que d¡bujaba
la trayector¡a terrestÁ-aire_
dedor del Sol era insignif¡cante en relación
á la distan"i" l.e"p""to
de las eslrellas. Esta respuesta, s¡n embargo,
no resultaba jema_
siado convincente, ya que tan sorprendente
era el heliocentrismo
como la defensa de d¡stanc¡as ¡nconmensurables
del universo.
De orden mecánico. Si la Tiena se mueve,
- ¿cómo es que no per-
cib¡mos su movimiento?, es que los
¿cómo cuer_
pos caen verticalmente y no son desviados
por 8. El sistema copernicano resultó explosivo y
el r¡ovimiento de la T¡erra? Fue necesario sus ¡nno-
esperar vaciones revolucionaron la cosmovisión del
momento.
a las investigaciones físicas de Galileo y
Newton lnnovaciongs
para poder dar una respuesta sat¡sfactoria .
a esta La Tiena no es el ce¡ko, lo es el Sol.
1 objeción. . L6 plar¡das g¡ran en esferas cmcáúicas
alEdedor del Sol.
. La Tierra no es inmóv¡1, te alectan
De orden religioso. Si se ¡nterpreta literalmente tres l¡pos de mov¡-
;_ - la
B¡blia, ésla resulta incompatible con la teoría
he- Ahora b¡en, Copérn¡co, seguramente por la falta
liocénlrica. Diversos pasajes hablan de la inmov¡- de
observac¡ones más precisas y de conoc¡mientos
lís¡_
l¡dad de la Tiena y de su ub¡cación privilegiada cos más avanzados, todavía conservaba caracteristi_
en
el universo. Estos pasajes, ¡nterpretados metafó_ cas del sistema antiguo.
r¡camente, no constituian ningún problema y no
al_ ldeás consewadas
teraban en nada et mensaie cristiano, pero
en aque_ . Existenc¡a de la esfera de las estrellas fiias.
lla época todavía no se aceptaba la lectura
meta_ .
fó¡ica cle la Biblia. I Movimiento c¡rcutar y uniforme de los
dan€tas.
I . Si§ema formado por los s¡gurentes
planelas: MercuÍo,
-- De orden cultural. Desp[és de s¡glos de tradic¡ón venus, lrena. Mañe, Júpiter y Saturno.
aristotélica-ptolemaica, el s¡stema copernicano ne_ Señala cuáles de las ideas que Copáñ¡co conser-
ces¡taba t¡empo para que la sociedad cambiara
- vó del sistcma antjglro se mod¡l¡caron posteíor-
la
ntanera dc entender el universo. ya que la ant¡qua mente hasta llegar a la visión que tenemos actual-
r:osntovisión estaba f¡rmemente asimilada. mente del un¡verso.
160
ü
7
L.'ti
g.2. Francis Bacon, filósofo de la ciencia L1¡É
Franc¡s Bacon representa sin duda alguna uno
de los pensadores ,Aq,
más ¡mportantes de su tiempo Natural de Londres' es- ¿ Jr,
"ipiti"tr"
tuJL en Camor¡¿ge y en Francia, para después
ejercer la abogacia s\cr
pátitica. ttomore oe espíritu ambicioso' mostrará L*¿o
v ."guit de-
'rüürrn-inqr¡"trd
""tr"tu ¡ntelectual que se manifestará tanto en sus lé.rlic
tiempo como en la
]loJo" ,"ná"", "n profundidad la ciencia de su
I
¡
valiosa.
I
cibe la ciencia como verdadero t¡". Értri se corresponden con las tres lacultades presenta sus
de ellas
fundainento de la l¡losofia' a la rnlá ¡*"g¡n""¡o ny razón' Después cada una
vez que contemPla su capacidad prop¡as ramif icac¡ones'
para convertirse en inslrumento
de la naturaleza' c¡e¡cia
de poder del hombre Para domi- La f¡losofía aparecerá dividida en: ciencia
nar el mundo. Pero nos avisa todo esto en su-obra oe
i. ái.i v .¡L^"¡" del horll're' Explica publicada
/a
lectura crees que desde la ac- que [)enciona' s¡no que se dedica
Bacon no desarrolla las ciencias
lual¡dad Podemos dar a d¡cha que deben
a nu"", sobre su importanc¡a' los temas
af¡r¡l¡aciólr?
<lel¡en valorar en su campo el saber
"ons¡du,rc¡olles heredado'
Inr"it¡ga v
"¿nto
170
7
Crítica al saber tradic¡onal: los ídolos del conoc¡m¡ento
)ir lcia
El método baconiano presenta una faceta deconstructora o negat¡-
rilr- ldores
va, que consiste en la denuncia de todas las posibles causas de
)!1('1CS, eS-
error, como !a falsa fl/osofí? y los prejLric¡os o ídolos del conocimiento.
¡ - rflaai¡
Su crítica a la falsa f¡tosofía se ref¡ere a tres formas de filosofía que
). nlosl rará
Bacon considera igualmente indeseables: la íilosofía sofística-d¡a-
.r\, ¡s (rE- léc!¡ca, la empírica y la sLtperst¡c¡osa.
l.Jiro elt la
Lá sofist¡ca-d¡aléct¡ca peca por tratar de imponer a la naturaleza prin-
- cipios que establece a prior¡, de modo que determ¡na la manera pre-
suntarnente correcta de interpretar la realidad, violentando a los he-
chos para que se ajusten a sus planteam¡entos. Así por ejemplo ac-
:1r\, COn-
tuaría Aristóteles.
no, Segarn
La f¡losofla empfrica merece tamb¡éri severa crítica, pues apoyándo-
ni\i aleza - se en un número reducido de observaciones, consigñadas s¡n ningún
?i:ítnte la sistema n¡ rigor, se permite aventurar rápidamente h¡pótesis y ax¡omas La ¡nocenc¡a del niño
:iñ7.)ino o generales. Pecan de ello muchas veces los físicos y los quím¡cos.
Hemos hablado de cada una de las
PHflr¡](lí) La filosofla superst¡ciosa comete su error al mezclar la física con la
ilr¡ri:rla
- teología y las creenc¡as basadas en la trad¡ción y la fe. Bacon reclama
especies de ídolos y de su vano frri-
llo; conviene por lormal y f¡rme re-
asÍ la autonomía de la ciencia frente a la religión. Ejemplo de dicho enor solución, proscribirlos todos, y l¡-
son, en la época griega, las teorías de Pitágoras y Platón. bertar y purgar definitivamente de
ellos al espí.itu humano, de tal suer-
te que no haya otro acceso al rei-
no del homt¡re, que está fundado
lgualmente, Bacon insiste en qüe hemos de l¡berarnos de los prejui-
en las ciencias, como no lo hay al
riios y las ¡deas preconceb¡das que obstaculizan y distorsionan nues-
re¡no de los cielos, en el cual nadie
.'i¡--clltr:ir' tra visión da la realidad. Estos prejuic¡os, que son el verdadero ene- es dado entrar sino en figura de
.ri+¡. rl tr:r migo del conocim¡ento, Bacon los llama ídolos del conoc¡miento. niño.
i:t \-, lx,r . ílisiingrre lo; siguientes t¡pos: Francis Bacon, Novtm Orgaron.
r ;ri r . r! iirt
limitac¡ones) y a personalizar tendencias o pred¡spos¡- nos illipiclen sr¡ cofiecta ir- contradicen nlreslro sen-
§c.
c¡ones de cada uñLr d¡s- lerpretaciórr, ya sea porqLre t¡do común.'
torsionan su v¡s¡ón. desigrra cosas que no exis'
ten o porque las expresa (le
I ri'ar i.\-. /.i fornra confusa. I
(iree¡ que una planta se ha Creer que la acup¡rntura La palabra l¡bertad puede te- Creer que ltacer deporte
o
i llrarclritado porque está tris- nc es un buen mélodo cu- ner diferente senlido según la es periudic¡al porque lo
E
l(: rativo porque hemos tenr- persona que la pronuncia o herros leído en r¡n l¡bro.
' iii)i^ill
i o
I do una mala experiencia. escribe-
t I
I
I 1,
¡
1,,
i 171
I
l i
7
Meláfora de la abe¡a El nrétodo inductivo 3.G^
Las cienc¡as han sido tratadas o La faceta positiva del método baconl3no corresponde ¿rl desarrollo
por los empír¡cos o por los dog- ( iiol(¡ntx)
de una metodología a.lecuada para conseguir la restauración de las
mát¡cos. Los empír¡cos, semejan- r;k¡iciSr r
c¡encias. D¡clra metodología debia nundarse, en lugar de la lóg¡ca de-
les a las horm¡gas, sólo deben re-
ductiva del silog¡smo y los principios establecidos especulativanrente
corti\a(
coger y gastar; los rac¡onalistas, (latr€, -l (
semejantes a las arañas, forman a priori, en la lógica exper¡mental e ¡nduct¡va, que sólo un¡versali-
telas que sacan de sí mismos; el
secugrtia
za a posterior¡, a partir de una exhaustiva y conc¡enzuda valoración
procedimiento de la abe¡a ocupa
de la experiencia y la suma de casos particulares- El prol-rien'
el término med¡o entre los dos; la
lactor !¡(
abeja recoge sus materiales en las PartiÍnos de la observación de los hechos part¡culares, pero nc
flores de los jard¡nes y los cam- Él v, en cr.r
una observación arbitrar¡a, s¡no exhaust¡va y metód¡ca. Si quere-
pos, pero los transforma y los des- r¡cá, s1¡¡
rnos estud¡ar un fenómeno cualquiera, nos planteafiros cn qué si-
lila por una v¡rtud que le es pro- sr¡ tr)ag(es
pia. Ésta es la imagen del verda- tuaciones se puede presentar, en cuáles está ausente, con qué ¡n
dero lrabajo de la fllosofÍa, que no tensidad aparece en cada caso e que tiene lugar, elc. Y vamos re Si Dios y ir
se fía exclusivarnente de las fuer- cogiendo los datos obten¡dos a partir de la confecc¡ón de tablas turaklt¡
zas de la humana inteligencia y ni (presencia, ausencia, grados). ba en la te
siquiera hace de ella su principal suratl )t¡
apoyo; que r)o se contenla tanr- Una vez obtenidas las tablas y analizados sus resultados, nos ele- rtera vez. f
poco con depositar en la memo- vamos lenta y progresivarnente hacia proposiciones más genera-
ria. sin cambiarlos, Ios rnateriales
infiniii la
les. Bacon considera que este método nunca se l'ra probado de esta (lenteEqnt
recogidos en la historia natural y
en las artes nrecánicas, sino que
rnanera, y que es el único camino para asegurar el conoc¡m¡ento ): lede. or
los lleva hasta la iÍ¡teligencia mo lonrular no yá hipótesis sino verdaderas leyes sobre la naturaleza. rlra. y ¡\r' f
dif¡cados y trar¡sformados. Por un luq p;
esto lodo debe esperarse una La Nueva Atlántida "
aliarrza íntir)ra y sagrada de esas
cie dr;¡ll: .
172
7
rH rles, por tanto no es extraño que sus ¡deas no coincidan); pero fue
9-
ixr !ano. La negaliva a retractarse le llevó a la hoguera en el año 1600.
Aclo de ¡e de Giolamo Sayor¡iyora, aronül().
,
ldeas peligrosas
er 10. A causa de sus ideas,.Bruno fue juzgadb por la lnquisi-
tl- ción y condenado a la hoouera. Fue quemado vivo el '17
') ilc febrero de 16C0. El hel¡ocentrismo, que de entrada no
parecia peligroso, pasó a serlo cuando se util¡zó como
ir¡ndan¡ento de la concepción inf¡nita del un¡verso y de su
(lentificac¡ón con D¡os. Este pante¡smo tue cons¡derado
r¡ra doctr¡na herética y peligrosa. Organizaos en grupos
r ¡ntentaC poneros de acuerdo sobre eslas cuesliones.
(,.Gué es una ¡dea peligrosa? ¿Por qué mot¡vos pue-
,-le co[verlirse ur¡a ¡dea o teor¡a en pel¡grosa?
v Étít
¿fJor qué le parece (lue err l¡empos de Copérnico y
Iiftrno la concepción infin¡ta del un¡verso resultaba tan ltr I
exlraña? ¿Crees que aclualrnenle sucede lo mismo,
e! (lec¡( nos cÚesta aceplar la ex¡stenc¡a en el espa-
irir, {lu distancias ¡rrlrnilas o, por lc menos, gigantes- ill fT' \
,...s? ¿Por qué?
174
t) )\'17
de la intrans¡genc¡a inquisitorial.
,I
¡- I produjo con la publ¡cación del Diálogo sobre los dos máx¡- se mueve') que, pretendidamente, afirmó des-
t pués de su abjuración del heliocenlrismo. Y lo tl
! rnos sisfe¡nas del mllndo, obra en que se contraponían las
t es, también, el experimento de la torre de Pisa
, dcs grandes concepc¡onss astronómicas: el geocentrismo que se le atribuye.
1
',, el lreliocentr¡snro. Después
de un largo y penoso proce-
I Según la tradición,
;l so, G¡:lileo, a la edad de setenla años, fue obligado a ab- Gal¡leo pretendía refu-
I
t ¡rrar de las tesis copernicanas y a retirarse de la actividad tar a los fís¡cos ar¡sto-
, rlrr',,,r1e. y también le fue prohibido hacer públicas sus teo- télicos que defendían
que la velocidad de
rl:j. A pesar de lodo, Galileo aprovechó esta reclusión para
It caída de un cuerpo
(;(nrlrnuar sus investigaciones, ahora orientadas a renovar
depende de su peso.
I el ¡r lodelo físico-mecánico. Nuestro c¡entifico t¡ró
I
I desde lo alto de la to-
t- t Aportaciones astronómicas ñe dos bolas de hieno
de diferente peso,
!-l :lr.ro móvi! de las investigac¡ones y los estLrdios cien- conf¡ando en que és-
iif icos cir¡ Galileo fue encontrar una manera de demostrar tas llegarían al mismo
tiempo al suelo.
y ll-r(lslrar al resto de los científicos de su tiempo la validez
del lreliocerrtr¡smo. Gracias a la fabricac¡Ón de un teles-
ll. l-Qué crees que
hubiera pasado
collio de vcinte aunrenios (ridículo en comparaciótr con los de ser rea! el ex-
r)lerrtes telescopios actuales, pero .revolucionario para la perimento? ¿Ha-
I f
I 175
{ 1
,,:á
7
Descubrim¡entos astronómicos gracias al teles-
cop¡o:
176
I ll rl, l;r, I 7l
ia§Él teles- ("
-.tr §
el Sol refu-
o*íundos itr [' ,'
)¡al ,iiferen- i I
1í\,s inmu-
,l
'j
§ {r ;
,i{ I
_!)
r c,omo una Gal¡leo Galile¡ ha pasado a la h¡storia
5
rl! i
t j
como uno de ¡os cient¡f¡cos más impor-
lantes de todos los tiempos, no sólo por
-. sus descubrimientos, sino también por la
d, Luna. i ,§
§ f¡¡ac¡ón del método experimental. Méto-
ntnsmo_ do que, en parte, conl¡núa vigente en
nueslros dias.
;rÑr7 como
ni!l^.¡es de ldeas epistemológ¡cas: el método experimental
¡lbüa idea
Ca ''or los Galileo no hizo un tratado de ep¡stemología, pero, en sus obras, son
frecuentes las referenc¡as al método que el c¡entífico debe seguir para
obtener la verdadera expl¡cación de la real¡dad. Galileo expuso e hizo
público el método experimental (que reivindica la matematización La f¡losolía está escrita en este li-
y la experimentación) en el l¡bro /l sagg,atore, Ia más f¡losófica de sus bro tan grande que tenemos cons-
r¡l,Vse,e, obras. Este método se divide en los s¡gu¡entes pasos:
tanlemente ab¡erto ante los oios,
r¡€ refiero al universo, pero no pue-
trc imico de ser leído s¡ antes no hemos
La matematización de la naturaleza. La naluraleza está reg¡da
eltsfísico
-
- por una auténtica armonía matemática. El lenguaje ordinario (de
aprend¡do a entender ¡a lengua, a
;tí I mcF conocet los caracteres en los cua-
¿ó en lle- orden cual¡tativo: frío, tib¡o, caliente; muy rápido, rápido, lento) no les está escrlo. Eslá escrilo en len-
es el adecuado para hablar de la naturaleza; es necesario un len- guaie matemático, y sr¡s caracle-
guaje matemático (de orden cuantitat¡vo: grados de temperatura, res son triángulos, circulos y otras
:o: ,cómo kilómetroVhora). ¿De qué sirve hablar de aceleración, de veloci-
f¡guras geomélricas sin las cuales
es ¡mposible enlender ni una sola
,ol.ú mo- dad, s¡ no son expresables numéricamente? Todos los fenóme- palabra. Prescindir de estos ca-
v¡' '¡ento nos naturales han de corresponder a números si queremos tener ractercs es como g¡rar vanamente
rerfo sólo un conocimienlo fiable. La matemática se conv¡erté, asf, en una en un oscuro laberiñlo.
+1 COn- poderosa e imprescindible herramienta de investigación. Galileo Galilei, ,, saggálore.
drversos
rv( ,¡¡e. - La formulación de hipótesis. ta antigua cienc¡a tenía suf¡ciente con 13. Uno de los grandes mér¡tos de
nstante y simples observaciones. La nueva metodología re¡v¡ndica no la ob- Ga¡ileo es la reivindicac¡ón de
I tiv. nos servación gratuita y espontánea de la naturaleza, s¡no una observa- la matemática como el lengua-
c¡ón cuidadosamente preparada y controlada. Así, antes de aso- je de la naturaleza.
r laJísica
marnos a la realidad es necesario formular y expresar matemát¡ca- ¿CIe€§ que esta ilea aún t¡e-
- ne v¡genc¡a? ¿tás malemáti-
mente h¡pótesis que traten de expl¡car los acontec¡mientos naturales.
a\r1es, A cont¡nuac¡ón, se deducen las consecuenc¡as que tendría esta hi-
cas todavía son consileradas
una henamienta imfxesc¡ndi-
pólesis en el caso de confirmarse. Es por eso que el método de Ga- ble para poder expl¡car c¡en-
rvlyre et lileo se ha llamado muchas veces método h¡potéüco-deductivo. tificamenle la real¡dad?
3Lr'1 los Algunos pensadores defien-
.rsi?irle - Prueba o resolución experimental. Se trata de contrasiar en la - den que esla idea se ha exa-
rea-lidad las consecuenc¡as que se han deduc¡do de la hipótesis. gerado hasta considerar qr¡e
¿1(¡-i n(,
I)ara hacerlo, se debe planear y llevar a la práctica un experimento sólo tiene validez lo qr¡e p(¡e-
qrre reproduzca, o lrate de acercarse, dentro de lo posible, a las de ser expresado matemáti-
,nj,u," condiciones ¡deales desde un punto de vista matemático. En pr¡n- camente. ¿Estás de acltef-
) lrÉt ¡Lre cipio, si las pruebas tienen rcslrltado positivo, nos indican que la do? ¿Oué ocurre, entonces,
rtÉrrrOS con la poesía, la ps¡cologia
i1¡pótesis es verdadera; si los resultados son negat¡vos, que la
o la h¡stor¡a?
hipótes¡s es falsa.
177
.- ¡
\.,J
r#
Comentar¡o de texto Reir
Me parece que cuando estudiarnos los problemas .
de La c¡enc¡a ha de basarse en las Escr¡luras a la
la naturaleza, no deberíamos partir de la autoridad
de hora de expl¡car la real¡dad. . Explic
los lextos de las Escrituras, sino de la experienc¡a
los sentidos y de las demoslraciones necesarias. por-
de
. Ciencia y teología son opuestas y están en cons
cc tc
que las Sagradas Escr¡turas y la naturaleza proceden tante disputa. Renáá
igualmente de la palabra de Dios, aquélla como ¡ns- ¡ Sel rala
pirac¡ón del Esfiiitu Santo, ésta como ejecutora Contexto inmediato det terto
l¡_
delisima de las órdenes de D¡os: y además, hab¡en-
do corlvenido que las Escrjturas. a fin de acomodar- La época en que vivió Galileo Galilei lue especia¡-
se a las pos¡b¡lidades de comprens¡ón de todos los mente difÍcil por lo que se refiere a las relaciones : Ex nlqa
hornbres, digan, aparenlemente. y nos atenemos al entre c¡encia y rel¡gión. El nuevo paradigma cienti_ ¿Cual ;
s¡gnificado literal de las palabras, muchas cosas dis- fico chocó con baslanles obstáculos para abrirse cia
t¡ntas de la verdad absoluta; y, contrariamenle, sien_
^fv'
cam¡no y ser aceptado como la nueva cosrnov¡_ mientol
do la naturaleza inexorable e ¡nmutable, y s¡n sobre_ s¡ón. Describe este contexto hislórico,religioso. Haz
pasar trunca los límites de las leyes que le han sido especial mención de los problemas que tuvieron '99,, ,r"
asignadas, al no preocuparse de si sus ocultas ra_ con la lnquisición Copánico, Bruno y el tnisrÍto Ga- .níaD41q
zorres y tnaDela de operar están o no dentro de la ca-
lileo.
pacidad del hornbre para entenderlas, parece, pues,
evidente que estas cosas relativas a los electos na- lndica cuáles son, según tu opinión. las causas
turales, que o la experienc¡a de nuestros sentidos pone
- de la res¡stencia, no sólo relig¡osa, s¡no también
ante nuestros oios o las demostraciones necesarias
nos prueban, no han de ser puestas en duda por n¡n_
gún motivo y tampoco condenadas basándose
cultural, científica..., que encor]lró el heliocentris
nto antes de ser reconocido. tüna 'rn
en los El hum¿
textos de las Escr¡turas, que pueden, por las pálabras
fVlarando más allá del texto bio de clircc(
ulilizadas. parecer s¡gn¡ficar algo diferente. porque
r;identaln n
ras expresto es de las Escrituras no están ligadas El argumenlo que ut¡liza Gal¡leo en este texto para
a to: filosófico
condiciones estriclas como lo está cada hecho de defenderse de los ataques de los teólogos puede in_ científic¡a
la naturaleza; y Dios no se revela a Sí mismo menos clu¡rse en lo que hemos llamado leoria de la doble
adnr¡rablemente en los efectos de la naturaleza que La preerU¡eer
verdad.
en las palabras sagradas de las Escr¡turas. dor per<J. ,rá
Explica en qué consisle esta teoría. enlrado el sir
Gal¡leo Galilei, Cárla a C¡¡stina de Lotena. - nos funr- -le
gan duquesa de Íoscana. Señala otros autores que, en circunstanc¡as pa-
- rec¡das, recurrieron al m¡sn)o argumento.
en el suielo r¿
plo. en elrr
Análisis del conten¡do ¿Serias capaz de expl¡car otro caso en que un ra del artista i
- original,
El argumento que sigue Gal¡leo Galile¡ en esle lexto
avance o descubrimienlo científico haya topado -rn.
grupo soctal,
es más o menos el siguiente: con tanta resistenc¡a soc¡al, cultural..., hecho que
bargo, a l,rsle
haya retardado considerablemente su defin¡tiva
. Elestudio í1e la naturaleza no debe basarse en las consol¡dación?
s¡glo XX, u, sc
quedará a,l¡er¿
Sagradas Escrituras.
rr¡fica rea,. -ir
. Las SagEdas Escrituras y la naturaleza provienen Opinión personal tegrado y genr
iguahnente de D¡os: las primeras como revelación lrario, se. '¡s
En la aclualidad las relaciones entre ciencia y rel¡_
del Espíritu Santo, la segunda como tnaterializa- que, en muchr
g¡ón no son, n¡ mucho menos, tan confliclivas y
ción de las órdenes divinas. duce en t'..\g
polem¡cas como en t¡empos de Ga¡ileo. Ahora
bien, ¡nsolidaridacl s
. Las Sagradas Escrituras se han adaplado a la l¡_ la c¡eocia, por la importancia de sus repercusio_
n' tada compreñsón humana, la naturaleza no. por nes, se ha enconlrado con otros obstáculos que, Por lo quc -e I
a veces, han inteferido en su desárrollo. por ejem_ político y eAet
lanlo, aunque ambas provengan de Dios, no es ex_
plo, a menudo la ¡n./est¡gación científica está con_ I tacentrslr-
traño si no coinciden siempre.
dic¡onada por inlereses económioos o políticos Ei Estádo
Señala cuál es la conclusión que extrae Gal¡leo. que estatrlecen las pr¡oridades y los objetivos ^oo
- Escoge una entre las siguientes que le propo-
cien- acluahitenru e¡
tíficos. vél¡ca. No o\cl
nemos: lee, de fall. .Jo
. Beflexiona y argumet¡ta de manera personal y ra_
La expl¡cac¡ón de la naluraleza no ha de eva- - zonada sobrc la pos¡bil¡dad o no de neutral¡ciad
luarse y coregirse según las Escrituras.
cienlíf¡ca.
Recuerda Io que has v
'itt--s a ¡a ' J Éxplica por qué la c"aída de
cons¡dera un factor dec¡sivo
1L )ons-
e¡,acial-
elaaionés . E¡umera algunos.de los descubrimientos astro-
. ¿Cuál es la carácterÍstica principal que diferen-
¡\éntí- nóm¡cos de Gal¡leo Galilei que consolidaron el
ra abr¡rse ciá á Maquiavelo de los utópicos del Renaci- heliocentrismo copeinióáno.
:O\r¡ovi- . miento?
. lndica y expl¡ca brevemente cuáles son ics pa-
iosq Haz ..Compara la concepc¡ón del hombre que soste- sos que comporien el método experimental de
t\r.lron . . nÍan Madín Lulero y Erasmo de Rotteidam. Galileo.
¡smo Ga-
i: (.- IS¿¡S
rlñbién
oahlris
I a a ¡t
El humanismo y el Flenac¡m¡ento in¡c¡an un cam- te de los políticos, sino en la creencia en una orga-
bio de d¡rección del punto de mira del hombre oc- nización polÍtica soberana, tal y como Maquiavelo la
cidental en muchos aspeclos, como ya hemos vis- imaginó.
(1. .rri, tc: filosóf¡co, literario, art¡stico, político, religioso,
r, rt,cl¡; rn cientif¡co... Por otro lado, la otra téndencia que hemos visto, la
utópica, también ha ten¡do sus repercus¡ones- Al-
La preem¡nenc¡a y exaltación del ¡ndividuo crea- gunas de las conquistas soc¡ales de las demo-
dor perdurará durante toda la Modernidad hasta b¡en crac¡as actuales ya fueron demandadas por los utó-
entrado el siglo )«: cas¡ todos los f¡lósofos moder- picos: reducción de la jornada laboral, igúaldad eco-
l nos fundamentarán su f¡losofía en e! yo pensante, nóm¡ca y social, toleranc¡a rel¡giosa, respeto por las
{)li rir en el sujeto rac¡onal. Lo mismo sucederá, por ejem- libertades ¡n¡ividuales.
plo, en el terreno artístico. Progres¡vamente la figu-
ra del artista individual, creador genial, innovador y En cuanto a la influenc¡a que tuvieron los camhrios
rfVrrrr or¡ginal, además de aieno a las convenc¡ones de su religiesos acontec¡dos durante este periodo, sólo es
to¡)a(lo grupo social, cobrará más protagon¡smo. S¡n em- necesar¡o dec¡r que la d¡v¡sión del mundo occi-
:Jr§ue bargo, a linales del s¡glo XIX y, pr¡nc¡palmente, en el dental crist¡ano entre catol¡c¡smo, protestant¡smo
rriPüiva siElo XX, el sent¡do de esta preeminencia indiv¡dual y angl¡can¡smo se mantendrá viva hasta nuestros
quedará alterado. El individualismo de hoy no s¡g- días. A pesar de la un¡ón polílica y económ¡ca de Eu-
nifica real¡zar en cada uno de nosotros un ¡deal ¡n- ropa, ésta s¡gue rel¡g¡osamente div¡d¡da.
tegrado y complelo de human¡dad, s¡no que, al con-
Sin ninguna duda, la aportación del Benac¡m¡ento
trar¡o, se reviste de connotac¡ones negativas. Y es
:l, li
de más repercusión h¡stór¡ca ha sido la revolución
que, en muchos casos, este indiv¡dual¡smo se tra-
'1r\ias y c¡entífica. L¿ nueva ¡magen del mundo que sus pro-
duce en un egoísmo exacerbado, que tendrá en la
tagonistas modelaron ha res¡st¡do con bastante for-
insolidar¡dad social su máxima expresión.
tuna el paso del t¡empo. La nueva c¡enc¡a mostraba
-cu5l( r
Por lo que se ref¡ere a olros ámbilos, en el terreno que los hombres, a Io largo de loda su histor¡a, ha-
rs.l.,, polít¡co y en el relig¡oso todavía se perciben ecos re- bían estado equivocados: ingenuamente creían que
nacentistas. su T¡erra era el cenlro del universo. lnvertía, por tan-
áL, to, la concepc¡ón del mundo y de él mismo que te-
)líli( io s fl Estado moderno en la forma en que se entiende nía el hombre del Renacimiento. Ahora b¡en, tam-
acrualmenle es una herencia de la políl¡ca maqu¡a- bién es cierto que la nueva ciencia renovó el opti-
vel¡ca. No en el sent¡do, que quizá a alguien se plan- mismo y la confianza en las capac¡dades intelectuales
tee, de lalta de princip¡os y de escrúpulos por par- del ser humano.
,lX,
.llz--. I
Bloque lll -&, Filosofía moder
1500 d. c. 1s50 d. c. lffid. c. 1d50 d. c. t7(
. Prinrera circun- . Abdicac¡ón de Ca¡los V: heren- . F¡n de la guerra de los
naveflación del cia austríaca para Fernando ll y Treinta Años (1648) . l /r)0 ¡,i§re
n¡undo (1519- herenc¡a española y bo¡goñona rki¡a 1..
1522) . 1642-1648 GuerE C¡vi¡
ar
Jl¡o
para Felipe ll (1556) . l/rll l¡{e'
á inglesa i
'i
,
,A
ílr . 1653- 1658 D¡ctadura
rir Prt¡...,
.lsabel I de lnglaterra (1558-1603) de Oliver Crolr¡well . 1707
. Lu¡s XlV, rey de Frarrcia
-it
ff l-1
o
F . Batalla de Lepanto (1571) (t661-r715)
t!)
I . 1588 Fracaso de la Gran Armada española . Paz de los Pir¡neos entre
contra lnglaterra Frañc¡a y Esparla ( t659)
. nubens (1577-1640)
. Cervantes {1547-1616)
. Vel&quez (1 599- 1 660)
. Shakespeare (1564-1616) . Rembrandt (t 606-1 669)
t! . R. Descartes . Henry Pu¡cel
o . Gregorio Xlll refon¡a (1s96 1650)
o trosri.ar
el calendario (1582) .liár|delí16B1
¿
E
. Thon¡as Hobbes
. Tycho Brahe (1546-1601) (1588-1679) . aaotras
u¡
F . lsaac Newlon . Mo¡.I{qu
q, . Ga¡¡leo Galile¡ (1564-1642)
. Nicolás CotrÉrn¡co (1473-1543) 116/.2-17271
. Harvey: la circulación de . B. de Spi¡oza
CC
l la sangre (1578-1654 (1632 1677l. '\H'r
5 . Rou
l . John Locke
o . Johannes Keple.
(1571-1630)
(1632 1704)
(
. G. W. Leibñiz
T (f M6-1716)
Es tradic,-¡ la
Unidad B E! Racional¡smo t¡ca, abie¡s )
en la ar¡tentir
can str ¡nel
Unidad 9 El Empirismo I
defiende su ;
giosa. Pcltk
t
t a la reflexión
Unidad 10 La llustración planteanltt
zón tanto r¡r i
el méloo, . 'l¡r
Unidad 11 El criticismo kantiano "¡ "r¡¡¡6¡sng
lación
i
co, . la
estud¡ar 2{c! f
Francia (1830)
illlll
''it . Revoh/crón en Franc¡a
que se ext¡ende por
4
gran partc de Europa
,úfit $¿ (1818)
.lhrslrac¡órr
. Neoclasicismo
..1,¡,res Watt (1736-1819),
. Mozad (1756 1791) ' tv4dr¡ llti18 1883,
. , ru,¡i l1¡i --ll fir¡(F¡ina de v¡pr)r (1/6S)
. Romant¡cismo
rlirl'l'l('11')l .
.(rirrvonLiñné{l7ul!//8) . Beethovcll (1770 1827)
,¡r r:.nt ¡lr,il:, I /1,!tr
.l¡n|lrirrruelhirlll (l /2J l BoJ,
. ¡t,¡ L fl{;$5 l/l'll) . Schiller (1759 1805) . DarwÍ, (trJl]3-181):¿,
ri rril,:rr:ri¿rt t(|rxrtrlt(:irr l¿r fitosofla con un c¡ertó t¡po de actividad caracterizada por la acl¡tud crÉ
; ¡ .ilri')rtil y t.ir( t.ntal [j¡n embargo, si en algún !'no.fnento de [a historia la razón se ha convertido
l.r rr rltintir:a ¡rrolrrrprrista, es precisamente clLlrañte ia tvloderniclacl. En esta éPoca, se relvindi-
¡,¡ .,r prri.¡el y r;rr hrrriórr (,ómo guía de la acción, tanto indiv¡dtlal como colectiva; y, a(lemás, se
'tr.'ti(lL. st!;¡rrl¡llrrr-rría e inclepenr-lencia respeclo a cualquier autoricla.l, ya sea trad¡c¡onal o reli-
.-, i '()! r-'lk ), r;sle lrk:r¡ re ' licláCtico ¿lsrrme, conro uno cle k)s objelivos principales, el acetcamienlo
I r,,,i!r:¡:rt',!l n¡orlerrr¿i en lorno a la razón, y proporre un recorr¡do ¡tor algttttos de los pxrhbrnas y
. r:r1.,;rlritl rtr'¡:; (:er'¡tralles en esle rltortler'lto: la razórr cot.¡'to guía, la capac¡dacl liberadora de la ra-
,! ! i ¡nL ) ti i las relaciones llilmanas como en las relac¡ones con la naturaleza, la preoottpación por
,,:.i¡,rr i:r leqilirrrnr;itirr ¡'nlítica y el surgimiento de los ¡deales ét¡co-políticos, sin los ctlales d¡fÍc¡l-
.r,i,. x lr lru l ros r;r)t'l rpretider nueslra propia organizac¡ón democrát¡ca. Cuestiones prácticas como
l,r
'I,..rl.r,i !íIrt¡rr¡llIIuI. la aspiración a una moral racional, el derecho natural, la leg¡t¡mación políti-
' ,.- rl¡.i r rr trirl(,r¡¡r:i;rl . serán temas nucleares en filosofía a part¡r de este motrtento-
lBr
E
O
o El Racionalismo ft
o§/ Esquema
l. La filosofía moderna
i.l L¿t ctisis ,lel ::t,th, XVll
2. Descartes
2.1. Rct¡é Descarlt::;. n¡;tlt-lttt¿ilitt y tiltj:;ith t
F :
2.2. El elodc
2.3. l-a t rla y la pltD(tn veftlitd It¡r,i¡
2.4. Las lres susfancias il
¡
('r r' i¡l ,
ixltl,lllt, , lr'
@
,l
. rat;15 i..:r
lntroducir al alumno en la novedad que supuso la filosofía ntoderna.
---_l
¡
de rr¡iAr¡r
' conocer la corriente filo§ófica del siglo XVll llamada Racionalismo y perc¡bir su'conexión o cr.rtrriir, ,rlr
vínculo con la revolución científ¡ca del Renac¡m¡ento. esl;rl);A¡¡1
Profundizar lllilcs, l.
' foque que
en uno de los autores más emblenráticos del Bao¡onalismo y captar el nuevo en-
(:ientr.v lar
implica su pensam¡ento.
. Cornprender qué es un sistema filosófico y constatar que todos sus elementos están ¡nter- i){)ttjr I (1. l
namente ligados.
. Reconocer y valorar las venta.¡as que se desprerrden de una búsqueda o actividad hecha si- ¡a lai r;t,r¡ rr
gu¡endo un método.
. Valorar críticamente ideas clave de los autores presentados.
. Conocer algunos de los térm¡nos clave del pensamiento racional¡sta.
182
Eq
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{ 'rfl
4
.d
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.:¡,rL--
1:
I
-:;i.
t I
Motino en w¡k, de Jacob van Ruysdael srglo xvll
tnvitación a la unidad-
I lr, :,i¡ l, r ,:t iatlo e¡r las letras desde nli infanc¡a; y, como
r,,. lrinrarn t;reer que con ellas se Podía adqu¡r¡r un co-
, r, ¡ r! r.r rlo claro y segtlro de todo
lo que es útil para la
nl.r !.'r lrii !lr I gralt cleseo de apfenderlas. s¡n embargo.
i rr, ¡.r,, rtr r r:r rtio acabé todo este ciclo de estudios al f ¡-
:
lI,t
.
,rr;ll rrno Acoslumbra a ser adlnlt¡do en la cate-
;r,,1
j,,rr.!,ki l.,s iloclos, camb¡é enteramente m¡ opinión'
lntroducción
', entorpecido por tantas dudas La revolución científica del Benacimiento
I ,r lr ¡c n re
"nconlraba provocó un profundo trastorno en la f¡lo-
,,.,,,,,,,'r.¡,,, ,,,,, ¡,arecía qtte no habi¿r obten¡do ningún sofia tradicional. De esta conmoc¡ón st¡r-
..r,.;,,rrlrrr rlt: l)ftx)urar ¡nstru¡rme, aparte de haber des- o¡rá una nueüa filosofía, la f¡losof ia moder-
, rl r¡,,r l, i r riii ¡a vez más rl'!i ignorallcia. Y
eso qt¡e estaba
ña. En el pr¡mer apartado de esta unidad
,, ,r¡ r., , t,i lilli esct¡elas más famosas de Europa, donde
obtendremos una v¡sión panorám¡ca del
. r, , ri,. r r ¡r te tl,:ltia de haber holllbres sabios, s¡ esque
todo impacto de la nueva ciencia y de las reac-
,. rr :, | ,,r r irlg(tti lug¿lr (le la T¡ena. Habia aprendido
,, r(.ri, l¡ re
, los olros apreodiall; e, ¡ncluso, no conten- c¡ones que generó en el ámb¡to f¡losÓf¡- li
,L
. . ,,, ' l.i, ;:tettcias tltte nos enseñaban, consulté to- co. En el segundo apartado profundizare- tit1
I t,, Iilx,)S alllr-' lne cayeron en las manos, referen' mos en el estud¡o del rac¡onalista más em-
reni--i¿rs (;()t)sideradas nrás ctlr¡osas y más blemát¡co, René Descartes; estudiaremos
su nuevo método y la primera verdad que
, , . riis, (xnloc¡a el ¡uic¡o qtle los otros se hacian
'.,1,,¡r
éste permite alcanzar. Después analizare-
I r, Lr ., r u, vr,ia tlue se nre considerara inferior a m¡s mos su concepción de la realidad. Final-
, , i! ., ri¡t¡k)!i allrlqtle entre ellos ya había algunos que
r.,i .r ,1.:lilxrinlos a ocupar los Ptleslos de nuestros mente, presentaremos el pensamiento de
err litr, nuestlo siglo me parecia tan flore-
Pascal, que en algunos puntos se opuso ili
, ,rr, r | ,ir fÉrtil en talentos conlo lo hay¿r podido ser al de Descartes, y también veremos algu-
. , ,i. Esto me hacia tomar la li- nos aspectos de dos pensadores racionS-
r, ¡ll,r. r , hr lo:r anteriores.
:, , . i, tlliga" por rní misnro a lodos los otros y pen- listas, cont¡nuadores de la obra carte§ia-
na, pero crít¡cos hacia sus respuestas: Spi-
,,, ,,.,l,rtltirtettel ttlllrl.lo nillotlna doctr¡na que ftle-
..,x. rrl!-s itlt-'ltabiatl hecllo esÍ)erar noza y Le¡bniz.
183
lii
a
I I¡ ¡I, i: I B
doles. además. rln fudamenlo mebtisaco. En el siglo XVll, las seguridades antiguas. corrro el geocenlrisllxr. r.l
aristotelismo y el tomismo. se exponían todavía en las ullivel siriat l,:s.
pero éstas ya no conslituían la vanguardia del cor¡ol;imiento, sillo r ¡rr
museo de los viejos y cuesl¡onados saberes. Los intelectualrxi ill
quietos vivían una exper¡enc¡a de confusión, de rnalestat y llasl;l
1t,.,
de fracaso. ¿Cuáles eran las causas que provocaron esta s¡luacrór!
184
¿t
t:j
:.'ri iit:rlr.,,..: rrti ¡rrl,.rlr.r¡r i \/ atr¡buye Un Oran poder a la ra-
I I . Ir I I | !i ; t I I ¡t ¡ I( )|
lx!t¡) Iel¿l(.t()n-tr h-,.-. y út I
c¡onalidad humana: se cons¡(,e-
: ,; ;trrl,, r ¡ rIr -r |¡ ,I¡ |¡ ¡
.
, , -I I rrI r r;i:;1.)¡r;r r.r¡lrt:¡ul¡lÚ Altrltil l)irr|t, t ¡ur-,(lu
ra que puede ll¿gar a resolver
. i.I ;,:,l
,: r¡¡tlltrux¡ ( i,. l. fjli)l:t{j{)l[t]t,i:i.I: l¡ ri:vi)lt¡r trittciitrtl¡fl¡;.t
'1, cualqu¡er cr€sl¡ón, por comple-
r,r,'!,,.,lrilIl.ltrhrltli¡¡,lllli,ri()ltcítala)1;¡¡,,,j.r11r,¡¡rlt;l t¡rl|l¡rlo
l\:;i la que sea.
|, i.¡t,.I rll, [,.i liL,.;,,1(,.,,,r,1¡r:iir.;lir! (l(j li, nlt.jv:l r]¡et¡ci.r ijtr-,tra¡rrrt::;,
L¡||.r . S¡stema deducl¡vo matemát¡-
, , , ¡I,, I , . , , .t,.,1.,, l(x trjti, U:lri1t rtiit y lt
'
I | ,
I
r ¡, iI , ,¡ . tit{liltrte li|l.¡(.)tr co como fundametrto y mode-
lo de saber. Se buscan propo,
I I r.,r -rr.¡ r, rltr;r ll¡ ,.
lr rt, ril, li, l), rt el fr.,,rr.ó:; I)e:¡:l¡r l.j.j. y el rn
ltl ,tr ¡ril, t(), ¡l,¡ s¡ciones indudables, corr]o l()
¡¡ rf r.l ir r, ¡1,,,- ll,,lrl,,:r, ltrrl.r¡ll¡t:, ri¡;¡:; r.r,r¡ i.j, tlcri fil()tjr;f¡( its (
r.r(Ji)
son las de la ntatenlat¡ca. I las-
Il trl
irl,,.l:lt,, .,illt.,t.l¡ixl¡r:;.it¡tetil¡ri_,:;¡)l)¡i1ltv{)i;. l\t¡ll}íis.i(,t¡ir¡¡tlesr:r¡t ta se ¡ntenta apl¡car el ntélo(lo
' , ,ll.lll lrt¡l¡,r l,I r, ¡.t.rl t, il(f ll, ¡¡¡,llL,rrt;rlir;(, y it l.t l)lr.;erv:ti.i,i|l, ¿¡l matemálico en lii ,¡k)sr)f¡a; y es
l¡¡r
.,, I,,, iir¡.r',,i¡),.rlt,.rl",l ,lij I.r t:ilJirkI¡rj¡.1 qt¡e, como la lisica lra pro(lresa_
/\lrr¡t:rIriúrr I)(t|it l¡,:jtd (lo y avanzado la to ¿rl apl¡(jar-
I l.¡li ;1.¡ , l.r r¡llr¡rr,r 1,,¡l,rl¡.r ltr lt.,t,r.r :,t,,lt¡1,r,, l,r r.¡/ti¡r;
lr.¡r¡ kr:; t ¡ le el métod(, tnatelláli()o, se es-
. r',irr.: ,,rr,,I||lr¡,r, l,r, -1,.,¡rr:r¡r;ia. lrr.; i.t,.iülr.ilj:;l¡I;
l,U:nj(ü({¡ lll¡i¡ pera que sltce(la lo rrri5¡¡¡,r rr.r,,
.r,:l,tt , ¡ll.rr I(,|IIIr.IirII. t¡ .t¡|r: l:t rj¡rr! i.l r , r r la fik)sof¡a
r t .-; I i l; ln, (j(jr
¡ ¡lr ilr | | l , t , r r i i r
"l.rr,rlr'l ,11,1 ,:{r¡t(}, ¡¡rri( r.lr,,xrr(li¡ ti,,llr r4t l.¡ r)^l)!xl¡rn¡.t-l. l:lli:.:l.l
,,, i.r,l r" ,.r,1, r I . r r ¡ . : , , r r , I rr:,ltri llt ¡ rl,:l
titr ILI IiI||I;I I I(, y, (rr l.l in¡l
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'l,ir lle
,
r!rr¡r'trl(,, 1,".¡lt .',1,,,.1 ll;¡lrir /\:it, I¡:;¡::;l,i¡iosr¡r,,,,,.seltr.rli-,;r
,, l. r', ¡r ll ¡ ¡r-,. rr lr ,r ll lrr, r,,¡ r l-¡¡rlr,.ilr I l(,lirrI l,.r y
fiirgrrrr:n
I I /\l( )llI t, ,I
1,i1rt1tji: lir
',
.,l,..lr,.tr¡.r,t,,,i,.lrrr::i,lV(lt!l:t, l/l',), lriUtr.¡¿t (;()trtt ü.¡ s
,r r, i.r I lr..¡,rlr,,rrt.r tl ¡, _lr t.,, ) l)¡)¡ r,r¡r:it¡rit r[rl l¡r¡rerittalerrriirr. Iir ._4¡
',r.1¡r,,1,rIllt.;¡.1V....lrIl,t,:t:rj|llíÍ1r,.;i,t|lt¡u0crirtrOtl¡irl)lr,li¡r,r
Ii : r . I r r r t ' I i¡l)t)trlt¡lil- | lt { r.J.r llpa) ( lr)
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I
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l t(}¡ li rf,ll¡¡al, i.l t(}V i lrjiil)ilr il
i.. .,,,i r,..,......1 !ir,)r,¡,k,r.llll ,,¡ r. lr,r !.¡x t ti¡r;,: !(.,i\, !rl I I r., / I r¡is ilv ( t,j L., x l.¡ rlki ll.r¡r.¡h, .r,l
l[']/ ;,,1., ] r-., ¡,,r¡., l,ri,'j.' til t{,,1, ¡t¡l ¡,
'il'..¡.'.1¡:lrl,, ,1. i,¡irn(i¡.¡l/,,)l,rr,
lllr,
C
I lr,i, I
B
La paz de Westfal¡a
!f\. r
- Holanda obtuvo la indepen-
dencia. ,
I a' surze \ - I !
.§srFlA
-tFrancia ganó te ritor¡os e inició HUNGnia
-
su supremacía.
España quedó ( :bit¡tada al per-
v , rr ¡.1 .
El E rroco lr itii). ,
rB6
-..-
1
"*rdfi
B
I
2, Descartes
v ,
El pr¡mer punto de este apartado nos dará a conocer la vida
Jei padre del racionalismo, René Descartes' Exploraremos
una
y la obra
de sus
bÚsque-
lrerencias nrás relevantes: la necesidad de fealizar cualquier
(la siguiendo un método adecuado' También esludiaremos el
punto
I
l
2,f . René Descartes: matemát¡co y filósofo
I
francesa'
nené Descartes (o Des Cartes) nac¡ó en La Haye' c¡udad
pertenec¡ente a la pequeña no-
i en el año 1596. Hiio de una familia
de La Fléche' dirigido
bteza, a los ocho años fue enviado al colegio
pirr los jesuitas; sin duda era uno de los meiores centros de la épo- rll
clásica y científica orientada se- ftené Descartes (1 596-1 650), que vemos
,:.r, ,londe se recibía una educac¡ón
a causa aquíen un retralo pintado por Frans Hals,
r i)l En el colegio'
¡ún los principios rle la fitosofía escolástica' por
¡nició un nuevo per¡odo en la histor¡a de
,i, srr ijelicacla salud, gozó de un régimen de vida muy tolerante: la f¡losofia: el racionalismo, y, con é1, la
187
_-á.
lF-------<
8
La expresión rnás esmerada de la filosofía de Descarles se encuenll;r
i D¡SCOVR§
I LA METHOD
tovR o¡EN coNov[,s sl RAroN,
en las Meditaciones metafísicas- At)tes ce ser publicada, la obra llatrirr
comenzado a circular en forma de cop¡as enlre teólogos, filósoíos y l!
¡ f crrÉrol.r t¡ ir¡rrl' t¡Lrl rat rc¡fr{art científicos para recoger objeciones; fue publicada en el año 16.11 , c(,ll r ;ll
PLVS seis series diferentes de objec¡ones (de Hobbes, de Gassend¡...) jull( ) i
LA DIOPTRIqyE con las respuestas del mismo Descartes. El libro. incluso en la lol{,
ET LES METEORES, rante Holanda, sufrió ataques muy violentos tanto de católicos cor¡r()
4.i f t, 4.' ),trt $.or.
¿. dh.
de protestantes; según los profesoi.¿s de la Universidad de Utrechl. sus
¡AR RENE'DE§CAI.fE'.
2\d.!n ,c.oÍit¿. 6 .eÁcnis. E¿it,ot-
ideas, tan apartadas de la escolástica, eran peligrosas y conducían al
ateísmo. S¡ no hubieran interced¡do el embajador francés y el príncipe
de Orange, Descarles habría sido perseguido.
1BB
I
B
.G- lruenlla La respuesla c,e Descartes es la siguiente: la ciencia t¡ene un méto
r ü,., a habia do que le permite la segur¡dad en el conocim¡ento, pero a la filoso-
,, f sofos v fía le falta un método adecuado. Para superar esta carenc¡a, Des-
o\tr,.o" cartes propone Lrn mélodo ef¡caz y que él ya habia comprobado, el
.¡ .) iunro mi-.todo utilizado por los geómetras. Así, Descartes ¡ntroduce un mé-
, e¡ r iir ta,le- iodo matemállco en la lllosofla, para dotar a la razón humana de un
;l! : co¡t rr¡ criterio de verdad definitivo e inapelable.
[Jlrccl]t. sr rs
Galileo ya había establecido la necesidad de matemat¡zar los datos
i¡i\r,Cían al
de la observac¡ón. Descartes, de acuerdo con Galileo, ve la male-
ei orincipe i
rnál¡ca como la c¡enc¡a racional que pone orden en el caos de datos
que nos proporc¡ona la exper¡enc¡a. Tanto uno como el otro partici- {i
,-', i,r lri;r pan de la veneraciórr qrre Platón tenÍa por las rnatemáticas. \
iiri.r )
:;rr lo l,l
l)escartes está convencido de que, tal como los geómetras reali-
|: r, iil,::, l(iía
zan las más sencillas operac¡ones o las más cotnplejas de!'nostra- tl
ciorres sin ningún error, igualmente puede comportarse el hombre en
cualqu¡er área del conocimiento, siempre que ut¡lice el m¡smo mé- Dibujo ds lá D,óptí¿a, de Descanes.
todo. Esta conlianza de Descartes en el buen resultado del método Descartes estaba muy interésado en to,
, t li':, dos los avances cientificos (astronómi-
i se basa, no sólo en la perfección de éste, sino también en su con-
cos, fbicos...) de su l¡empo; creía que este
cepción de la razón humana como una facultad que puede formu- progreso de la ciencia se debia a la
lar las cuesl¡ones rrrás cornplejas y darles respuestas. apl¡cac¡ón del método matemático, y por
eso quiso aplicarlo tamh¡én a la filosof¡a.
fll el Drscrirso del nÉtodo de 1637, Descartes establece las cuatro
re0lirs fundamentales de su método: la de la ev¡denc¡a (intuición),
la del análisis, la de la síntesis y la de la enumeración. Veamos
rllora el fragmento en qUe expone las famosas cuatro reglas:
189
f* 1
B fr
AI
Las cuatro ¡eglas
2 3'^
2. Las cualro reglas consl¡luyen el núclco del mélodo dc Des(:¡rrlrili; lr l)'r
sesión de un mélodo permite a esle filósolo seguir un ciello (;artrirx, l)ar¡
obtener un detem¡nado obietivo. Adáltrate ahora ell el esttl(]¡o de las (.ua- .¡rr,,l.'
tro reglas cartesianas. En primer lugar verás qué venla¡as tielle el uso dc
in:
un método. Después segu¡rás paso a paso cada rellla del ttÉlcrlo. real¡
zando la actividad que correspondc a cada una.
Las cuatro reglas del método Per- spna esle rrÉ1,)(,o y (lC (l,le n¡s¡ r:i r.'"rql n r'l
miten a Descartes in¡c¡ar una aven-
tura ir'¡telectual: cuest¡onarse to-
Yo llego a tener ev¡deflcra de,lrla cosa, ft) lxl(Ire r¡{) la h¡ ,lri
dos los conocirrrielttos recibidos. yan expl¡cado ni Forque la haya dedtll]id,o, silo txt'{r ¡') l.rr
Pero mientras los cuestiona, debe g() una intuición. ts evi€lenle lodo lo illlo vorllo:j lxn illlli
segu¡r viv¡endo, y por tanto rlo croi. lntuir es la mtn|]lelrsi5n d¡recta e irnir¿{rial¿r llc t¡rti¡ vc{
puede permanecer indeciso en Regla dad. Sólo dos de los sigu¡entes entll]ciados son evi(iel¡les v
sus acciones; es por eso que Pro- de ellos tenemos una ¡trtuic¡ón. l.Cuáles son? I rr t,..tr.
de lá evi.
pone una moral prov¡s¡onal con- denc¡a . (lu! ltiánqukrs re(
Una d¡agonal divide rn cuadrado err
sistente er'r tres o cuatro máxilnas táUulos.. l-,
que le permitan v¡v¡r lel¡zn'lente.
. La Tierra gira ake&{ol dd Sol.
Atlrev¡arldo sus palabras. dice lo ,.¡,¡.i,:
. i
s¡guienle: Un cüerp() esfáao sók) I'rrrc tlna stq)f)lacic.
190
lLlrrril.r, l8
.,,pon" L de un 'genlo maligno' astuto edonces haya alguno que sea ver-
"ri.t"ncia cosas que no lo son' que todas las co-
,lue le lleva a considerar comi evidentes dad. decidífingir
hab¡an en-
Pero su duda sas que ha$a entonces
Así pues, nada escapa a la
duda metód¡ca de Descartes' trado en mi espiritu no eran mas
de encontrar despGs una
ver-
.* ,n, oá.o qu" da con la esperanza verdaderas que las ¡lusiones de
"" canesiana lleva más alláde la
mis sueños. Pero inmediatamen-
f
i",i,]u'r0""üL. c¡ertamente' la duda dudod te me di cuenta de que, mientras
'
,trrd,- se autosup"'u v""'ot "J" *tosuperación: cuando
de un ser quepien- oueria oensar que todo ela lalso'
rrienso, y la acción de pensar implica la existencia necesario que Yo, que lo Pen-
t"bién estcv existiendo¡Fbrt
';-il; ;ñ";¿o, "nto'ic"s ésta será la primefa verdad in-
"r"
saba, fuera alguna cosa Y adv¡r-
!o' ftrégp.x*tto G"ogtto, t'g" *"tl' absoluta- tiendo que esla verdad' "P¡enso'
il,'iáirn," ,, DesJártes' Es una intuición: lueqo ex¡sto', era tan firme Y tan
,,;i. " ",aia"c"dt
;;J, o;r*ite cludar de ella' es ev¡dente' clara y d¡stinta' segura que ni todas las mas ex-
travaoantes suposiciones de los
funciones bien determinadas: ha-
l l riogito. etgo sumcumple dos escéót¡cos eran capaces de
de un yo pensante d¡ferenciado :-el-^cuer- cerla tambalear, iuzgué que la Po-
,r) -hrst¡fica la existencia el
los sentidos' se encuenlra baio áÍa admitir s¡n escruPulos como
po. El cuerpo, percinioo meáiante primer principio de la filosofía
que
¡.r i ll rda lncló:lica' buscaba.
evl-
l,) lji' convierte ell ul¡ princip¡o
modélico' Así' todo lo que sea Descartes, D'scurso de' método'
4 ' Parte
(|{.tIle,(;laroydiSt¡nto(jomoesteprimefprincipioseráaceptado
, r)trr() 'i/erdad- -"
5) &16. e ls
@n(toyrn ¿k PMr\b I
191
qr, jloU
lLr, l.r l8
ro) l
Sustanc¡a 2.4. Las tres sustanc¡as fl¡
IU.
"lsustancia es] una realidad que Med¡ante su método, Descartes llegó a distinguir cuáles son las tres ilir
existe de tal manera que no ne-
sustancias que componen la tolalidad de lo que es real: el yo rÉ/Éat e.
cesita de n¡nguna otra real¡dad Artvr;r
para existir." Dios y el mundo. En primer lt¡gar, estudiaremos la sustancia llanrada
yo pensante, que p¡ensa diferentes i¡pos de ideas. En segundo lugar, i !i ,
Descartes
esta sustanc¡a pensante nos posibilitará hablar de una sustanc¡a más
allá de ella, que es Dios. En teroer lugar, constatarerrir-:s cónrr¡ Dios .lt i;
se conv¡erle en garantÍa de r'ruestro cot)oc¡rniento del t,lundo.
llr,, \
t
., BS**ñ¡ña
tr i¡i' rr: t;
La duda metód¡ca y universal nos lla llevado a una realidad incues-
tionable: la existencia de un yo pensante, es decir, de una s$tsI rlr l
t h$t
ffififfi¡f una res cogitans, Descartes concluye que
puedo dudar de la ex¡stenc¡a de mi cuerpo y del rnundo que nre rr-r'
l¡¡,^la
I cel,(,¡C
dea, porque tengo ¡nformación a través de los sent¡dos y los senti-
dos no son fiables, pdffittfmH§Xhrtr El¡i¡#* uftas,!
parffittoe,¡lc ri#l¡hü de mi sub¡etividad. ll r( "-,
la nrás
¿Qué es mi subjetiv¡dad? Es el con¡unto de pensam¡entos, ideas,
t-- ca :l.
"rjf representaciones,., que fluyen en mi yo. Ahora bien, no teitemos la
seguridad de que estas representac¡ones subjetivas (es decir, de la
.a9 I ?, *or propia mente) se conespondan necesariamente con hechos del mun-
l'
.o do exterior; por ejemplo, ¿la idea que yo tengo de m¡ cuerpo se co-
rresponde con la real¡dad? No lo sé con certeza, ya que toda la ¡n- 4
La pensát¡ya, de Nicolaes Maes, siglo XVll. formación que tengo de mi cuerpo proviene de los sentidos y Des- A'n¡t
La exis:encia del yo pensante es la pr¡- cartes ha decidido dudar de ellos. Así, pues, el gran reto que debe ,.le lo:
mera verdad indudable que encuentra superar Descartes es encontrar la manera de saber que mis ideas
Descartes. cari
sobre el mundo no son sueños ni ¡lusiones; es decir, saber si hay co-
sas objet¡vas y cómo son eslas cosas.
fomemos
magnrhril
¿El yo que piensa o el yo que s¡ente? sas^e x
3. Ya has leido el texlo de Descartes en el que expresa su célebre .pienso, luego ex¡sto". Contrapongamos el texto s¡- dab.- -ie :
guiente: do,
puc\cdú'r
"Pienso, luego existo" es la frase de un intelectua¡ que subestima eldolor de muelas. "S¡ento, luego existo" es una ver- cqncccm
dad de una validez mucho más general y se refiere a todo Io que v¡ve. Mi yo no dillere sustanc¡almenle del vuostro por lo
que piensa. Hay mucha gente y pocas ideas: todos pensamos aproximadar¡Ente lo mismo y nos comunicamos las
diar 'os
sl oido, y,
ideas, nos las dejamos, las robamos. Sin embargo, si alguien me p¡sa un pie, sólo yo sienlo aquel dolor. No e el pen-
samiento, sino en el sulr¡miento, es donde está Ia esencia del yo; el sufr¡m;e to es el más bás¡co de todos los sent¡.
poc. .¡nti
mientos. Sufriendo, n¡ uñ gato puede dudar de su yo ún¡co e ¡nemplazable. Cuando sufr¡mos, el ntundo desaparec€ y
prLD{r c
cada uno de nosotros se queda solo consigo mismo. El sufr¡mienio es la universidad del egocentÍsmo.
- r-oa
- ¿Cuál de las dos opc¡ones del¡endes? S¡ quieres Drec¡sai rnás la o¡.reslión, pregúntate: ¿qqó es lo que r¡lás cot13,
i
i
t¡tuye ini yo, mis pensamientos o m¡s sentimienios'¡
- La ¡ntu¡ción "pienso, luego existo. ha dado pie a un gran conjunto rle var¡antes, que ¡rcluso cañib¡an et sentido -- l)atl
I
que le dio Descartes. Por e¡emplo, en el siglo XX a menudo se corsidera lo que es o lo que hace el yo, no corno
fundamento del sabe( s¡no como lo que da sentido a la ex¡stencia. Kundera estableció la variante "s¡ento, luego -üt I
existo"; un escrilor ¡ncansable al¡rmaría .escribo, luego ex¡sto,! un personaje nruy crítico, .protesto, luego ex¡s-
to.... Desde la perspect¡va de hoy, ¿te parece que se ajusta a nueslro mundo la var¡ante "salgo eñ la televisión, I
qu(
luego ex¡sto.? Justifica tu respuesta. z..Qos
1 92
r
llr, 1., LB
¿I
Ya hemos visto que el yo p¡ensa diferentes ideas. Ahora bien, ¿en
qué corlsisten exactamente estas ideas? Descartes las estud¡a y cla-
sifiaa, ordenándolas de la manera siguienle:
entie
- Adventicias o adquiridas. Son las ideas que provienen de fuera,
de la experiencia sens¡ble, de mi percepción del mundo o de la
enseñanza. Estas ideas fác¡lmente pueden resultar erróneas, ya
movr-
que muchas veces tenemos ideas d¡ferentes sobre un m¡smo ob-
jelo externo: el Sol aparece como un pequeño disco luminoso,
pero en la mente de un astrónomo résulta algo muy diferente.
n)memos como eiemplo este trozo de cera que acaba de ser sacado de la colmena, y que aún no ha perd¡do la dulzura de
la rniel qne contenía; conseNa todavía un poco del olor de las flores de las cuales ha sldo recog¡da; su colo( su figura, su
n¡agniiud son aparentes; es duro, trio, maneiable, y si lo golpeá¡s, producirá algún son¡do. En fin, se encuenkan todas las co-
s,rs qlle perm¡tgn conocer dist¡ntamente un cuerpo- Pero mientras estoy hablando, algu¡en lo acerca alfuego. Lo que le que-
rr¡b. de I rbor se exhala, ei olor se evapora, el cotor camb¡a, la llgura se pierde, el lamaño aumenta, se convierte en líqui-
r1.,, se cairenta, casi no se le púede manejar y, si lo golpcamos, ya ¡o producirá ningrln sonido. ¿Tenemos la m¡sma cera des-
l,r,ói de eslos cambios? Hemos de reconoc€r que si: nadie lo duda, nadie op¡na de otra manera. ¿Qué es, pues, lo que
r ooocernos cor tanta d¡stinc¡ón en aquel trozo de cela? C¡ertamenle, no puede ser nada de todo lo que he obseNado me-
,tiañte los seotidos, ya que han cambiado todas las cosas que se hacen evidentes por el gusto, el olfato, la vista, el tacto y
cl {;í(lo, .l 3in embargo, la cera cont¡núa siendo la misma. Quizá, tal como ahora p¡enso, esla cera no era ni €sta dulzura de
rniel, ni este agradable olor de flores, n¡ esta blancura, ni esta figura, n¡ este sonido, s¡no ún¡camente un cuerpo que un
poco antes se me manifestaba bajo estas rormas y, aho.a, bajo otras. [...] Es oecesario, pues, acordar que no pu€do com-
\, prender con la imag¡nación qué es este trozo de cera, y que sólo lo pu€de comprender m¡ entend¡miento-
Descarles, M€dif ac¡bnes melaii3icat
Los datos sensodales han cambiado pero tenemos la m¡sma cosa; los sent¡dos perc¡ben la aparienc¡a de la cera,
pero no la cera. ¿Oué es lo que ar.anca los vestidos de la ce.a y nos pemite ver mentalmente la cera desnuda?
DéfiDe cada uno de los siguientes conceptos (si es necesario, busca su s¡gnificado en una enc¡clopedia): suble-
l¡v¡dad, sensibil¡dad, rac¡onal¡dad.
Si los sent¡dos s¡guen cuest¡onados, ¿cómo puedo superar m¡ subjetividad, es dec¡r, cómo puedo estar seguro
(le que detrás de las escenas de m¡ pensam¡ento hay una real¡dad obiet¡va? ¿Será capaz Descartes (recuerda
(t're además de filósolo y matemático, también lue físico) de alcanzar verdades científicas sin utilizar los senti-
(ios? Antes de responde( reflexiona sobre el papel de la exper¡mentación en el campo de la c¡enc¡a.
193
llr rr l.r'lB
¡
m y que la mis-
El mtiqcl
la
Descartes cons¡dera que el yo pensante no es perfecto' rlrtrl;r h
I
Dios, garantía del para corregir sus errores' ilu- rnerir \l¡
conocimiento ma duda metód¡ca se ha establecido
s¡ones e ¡mprecis¡ones; pero' a pesar de eso, el
yo pensante posee la rnra \7{r]
Porque, primeramente, lo mismo naturaleza im- ellas 1,. ei
que antes he tomado como una ¡dea de perfecc¡ón. Si tenemos conciencia de nuestra
qué cons¡ste una naturaleza perfec- rlo lrnl.A¡r
regla, a saber, que las cosas que perfectaes porque sabemos en
tu y no" con ella. Así, la idea de perfecc¡ón ¡nnata en
conceb¡mos muy claramente Y
Mt yrt l4tt
muy distintamente son todas ver- "o*p"t"mos
nosotros es la idea de un ser perfecto: es la idea de Dios' Según
Des-
provenir de
daderas, sólo es seguro Porque cartes, esta ¡dea de perfección o de Dios no puede y,, p",¡rq,,
Dios es o existe, Porque es un ser que haber s¡do una
nosotros, seres ¡mperfectos; por lo tanto, tiene
perfecto Y Porque todo lo que hay linta ú - (;i
en nosotros prov¡ene de é1. De realidad div¡na la que la ha hecho surg¡r en nuestras mentes'
dudar;{el
donde se sigue que, s¡endo nues- Así, del conjunto de ideas que posee el yo pensante, sobresale
una
nti ct¡(,r,1)
tras ¡deas o nociones cosas rea- la propia
idea muy piivilegiada, una ¡dea que permite ¡r más allá de rxe hí^tl
les y que provienen de Dios en permite clara y dist¡ntamen-
subief¡vidad. Una idea que me afirmar, llaqrt t ¡l,r ¡
todo aquello en que son claras Y ¡
dist¡ntas, no Pueden en eso ser te, que fuera de mí mismo, fuera de mi mente, ex¡ste una realidad' liza (t^t¿
que descubro
sino verdaderas. una iealidad extramenlal. Y esta ¡dea tan privilegiada r:teet er r la
dentro de mí, y que a la vez me permite ir más leios de mÍmismo'
e§
Descartes, Discurso del método'
4'' Parte' Así, au.,ttt
la idea innata de Dios.
O,tto t¡,4úlr
La demostración.de la existenc¡a de D¡os es una
pieza fundamental
con uI¡ atl'l
que permite superar
en la metalís¡ca canesiana. D¡os es la realidad
yo hay otra real¡dad'
(es de n ,:
m¡ subjetiv¡dad. Ahora ya sé que fuera de m¡ t¡tuye la ter
que m¡s ideas
la sustancia perfecta, un ser que no puede permitir la de ];r
El Dios medieval claras y dist¡ntas sean un engaño. Así, Descartes da un pq:glnás:
nada r r¡ás r
y el Dios cartes¡ano
tensa.. iu(
5. El Dios de los Pensadores me- l
dievales era la gran realidad que
-l¡-#matemáticas que descubrimos están en
Oad-es D¡os; las leyes de la
necenAórr
la real, -rci
que un rey
¿aba sefltido a la vida, que cum- naturaleza son decretadas por Dios de la m¡sma manera cida ¿r¡ir r
plía la lunción de Iinal¡dad lun- decreta leyes en sus reinos.
damental a la cual todo estaba i
incor-
subordinado. En la filosofía car- l En sus argumentos a favor de la existencia de Dios, Descartes
tesiana, si bien D¡os es una sus- pora el anliguo argumento ontológico de san Anselmo' si bien.refor- i,
., tanc¡a pelecta, también es un i ,aOo, ya qre para Descartes las ideas tienen una realidad indiscutÉ
nred¡o Para suPerar la subiet¡vi- propiedades
Ole. Asícomo'la iOea de triángulo es inseparable de sus
dad y para legitimar m¡ conocÉ la esen-
miento del mundo. (por eiemplo, que la suma de sus ángulos es igual a 180")' Sust. la
A este
cia deD¡os es inseparable de su gran propiedad, la existenc¡a' una razón
- ¿Por qué crees que la imagen fecta '
de o¡os cambia tanto desde ! ser perfecto no le puede faltar una pelección como es la existencia'
t
l la Edad Media hasta Descar I SustE¡{a
t, tes? ¿Te Parece que en una I
- Ahor¿1r
I o¡osl
r.\,, I
tancias ¡n(
t pensrl ,
é sustaDqias
,1 I I teada- .ror
I un puP¡Q (
La íncBj-liúd de salto fonɧ, de Caravaggio.
194
ll¡1, t,,iB
*
La duda ha permit¡do a Descartes afirmar la ex¡slencia de una pr¡-
rla
mera sustancia, el yo pensante. A su vez, el yo pensante descubre
una segunda sustancia, Dios, ser con todas las perfecciones, entre
ellas la veracidad. ¿Y el mundo exter¡or, y mi propio cuerpo? ¿Pue-
\\ l.l,
h
do hablar de él con certeza? Veámoslo.
- ¿Cómo responderías tú a la
cuest¡ón planteada por el nor-
Ahora bien, s¡ el yo pensante y la máteria son dos realidades o sus- teámer¡cano William Jartles?
lancias independ¡entes, ¿cómo se expl¡ca, por eiemplo, que m¡ yo i
I
,18
2.5. Libertad y mecanicismo 3. -g'
el dualismo antopológico (cuer-
¿Por qué razones Descartes reactiva ( ;r)r | | )+j ll,
a la visión más uni-
óoialma), que abre müchos problemas, renuncia
y
la de- losóticáa§.
taria del ser humano, la de Aristóteles? La razón princ¡pal sería
Pala Ol i, li
fensa de la libertad humana. El cuerpo, como toda cosa exlensa' como
que no ,a\rl
toda la mater¡a, está gobernado por leyes mecánicas que lo deter-
za y t.e¡t,.,¡r'
minan, de la misma manera que está gobernada una tnáquina como
pero (xr-{ i
el reloj. Así, el comportamiento de todos los cuerpos, de toda la
natu-
blerras r,, ¡r
raleza, es expresable mediante leyes mecán¡cas y deterministas'
ejelllt)l(Al
Si el yo pensante no fuera una sustanc¡a completamente separada sar {llré'er, :,
7. Descartes resolvió el enlrenta- y desligada del cuerpo, no habría lugar para la libertad' el compor- Pasr:al ñ,r-
miento entre libertad Y determi- ia.¡enio humano sería como el de una máquina, cosa que de n¡n-
nismo af¡rmando que el alma era guna manera quería aceptar Descartes. La libertad es un bietr que
libre, pero elcuerpo-máqu¡na se óescartes proclamó, sólo porque era libre ha podido dudar de todo' 3.1.-..F
encontraba determinado Por le- puede someter
El alma es una sustancia que de ninguna manera se
yes Iis¡cas. que el cuerpo'
a las leyes mecán¡cas y determ¡nistas r¡gen Pascai va¡or
- ¿;rees que es Pos¡ble que en rnas pol ir
(se-
el ser humano haya dimen- El mecanicismo que se desprende del dualismo antropológico t¡nuas cA(l
siones libres Y dimensiones gún ,el cual el alma es libre y el cuerpo se encuentra determinado por lricr.¡ es , ,rr
Puramente mecán¡cas? Jusli- y
fica tu respuesta Y da e,em-
leyes máCánicas¡ tuvo implicaciones de todo tipo, pos¡tivas nega- cotlo(:ir¡Ailll
y
plos que la aPoyen. tivas. Por un lado, estimuló la búsqueda b¡ológ¡ca, fis¡ológica mé- tnático. , .i¡¡
diqa. Las máquinas se pueden desmontar, y si el cuerpo es simple-
- El ser humano sufre cuando tico y t;r{rr
su cuerpo está enfermo, bus- mente una máquina, puedo llevar a cabo todo tipo de disecciones pír¡tu de tin
cá com¡da cuando su orga- en cuerpos humanos: esta idea favorec¡ó el avance de la medicina' nrano y l.
nismo tiene hambre... ¿Crees
que estos hechos Prueban la Por otro lado, si tocla la tnateria y toda la naturaleza son cotlsidera- «f-l cq¡¡7il¡ r
teoria dualista cartesiana, o das una máquina, una realidad rte orden inler¡or al pensam¡ento' en- ciado err , ';:¡:
b¡en muestran la un¡ón de to- tonces, la naturaleza queda a disposición y al servicio dei trombre' q¡re la r;tn
das las dimens¡ones de la Per-
El hombre puede hacer lo que quiera tanto dc la materia colno
de lo'i
sona? ¿El hecho de tener que irrtuir la sl;rra(
animales, él es su amo y señor; una poslura alejacja del ecologistrc
buscar comida cuando el e infinit,^,-.1
de nuestros días. En cierta manera, el mecatticismo de Descartes
irt'l-
cuerpo l¡ene hambre repre- seria. P¿r¡r P¡
senta una disminuc¡ón de la li- pulsó una actitud poco respetuosa hac¡a la naturaleza' tar '.:n
Pero
bertad del ser humano?
gil que !:)ued,
verso lo
aa
de su ¡nq§(te
Para Pascal,
frío; el Dl c
factor de rlet
qlJe sierl a
da. La razón.
pecto a 1x
dos inciatas
cionalrnr.,,.e
pefo es E lcc
Dib.t¡o esq,renátko del oio y el cereÜo hurne' gir es ya una
nos, de R, Descartes.
probabil?.idr
Et mecan¡c¡smo cartesiano favoreció la
¡nvestigación c¡entilica y el ¡nterés por la de tener re r
anatomia, tanlo la humana como la ani- tura má:1te
mal.
196
irr,r t, r8
3. 0tros pensadorcs racionalistas
i-. Con Descartes, la f¡losofía in¡ció una nueva navegación;
su obra f¡_
losóf¡ca, matemát¡ca y.física se convirtió en un punto
de referenc¡a
para otros racional¡stas, otros científicos y
también para pensadores
que no compartían la perspectiva racionalista.
Los f¡lósofos Sp¡no_
1¡ za y Leibniz mantuv¡eron las características típicas del racionalismo,
pero conslruyeron sistemas d¡ferentes intenlando
solucionar los pro-
blemas que Descartes no fue capaz de resolver plenamente
ipor
e¡emplo, el de la relación de la mente con el cuerpo,
o el de preci_
sar qué es lo que hay de innato en nosotros). En cambio,
el fiÉsofo
Pascal aportó una perspectiva ant¡cartesiana.
Pascal
3.1. Pascat
Pascal valora el espír¡tu geométrico cartesiano como la
expresión
más potente de la racionalidad humana, capaz de llevarnos a con_ Bla¡se Pascal (i623-1662) fue un
l¡nuas conquistas. Ahora bien, considera que este espíritu geomé- matemát¡co y fís¡co eminente. En
lrico es ¡nsuficienle e incapaz a la hora de acceder al más piofundo el campo de las matemát¡cas se
conocimiento del hombre y de sus v¡cisitudes. pascal, el gran ocupó del cálculo de probabil¡da-
mate- des; en el campo de la Íísica de-
rrálico, exige a Descartes reconocer los lím¡tes del podei
matemá_ lend¡ó la ex¡stencia del vacío v
lico y racional. Por eso, contrapone al espíritu geométrico descubrió un priniipio sobre lá
un es_
pír¡lu de f¡nura, capaz de captar aspectos y matices . transmis¡ón de la presión;
tamb¡én
del ser hu-
nrano y de la vida que escapan a la razón, es conoc¡do por haber diseñado
una máquina dé calcular precur-
.,El corazón t¡ene razones que la razón desconoce,: el corazón, aso- sora de los actuales ordénadores.
ciado en Pascat al espíritu de f¡nura, nos lleva a intuir con@im¡entos Des'pués de una grave enferme-
que la razón no puede concebir. Es este espíritu dad y de profundas v¡vencias, sus
lo que nos permite lntereses se ¡nv¡rtieron hacia cues-
ilttlir la situación paradój¡ca del hombre: un ser inf¡n¡tamente grande
t¡ones'de orAen'más iilosófico o
d inf¡n¡tamente pegueño, inmerso a la vez -Tellglo§ó. En su libro más conoci-
en la grandeza y en Ia mi_ I
se[¡ir. Par,. Pascal, el ser humano es la nada comparado do, Pensamlenfos, did testimonio I
con el infinito,
¡ rcrrr lanlbién es un todo de su preocupación porelser hu-
s¡ lo comparamos con la nada; es un ser frá-
ltil (lr;e puede mor¡r de un momento a otro, pero aunque lodo el uni_ mano.
vdso lo aplaste, es más noble que lo que le mata, porque es consc¡ente
rle sr¡ n)uerte, y el un¡verso, en camb¡o, no es
consc¡ente de que le mata.
Para Pascal, el Dios cartesiano de los filósofos es un Dios
racional y
frío; el Dios de la fe es el Dios del corazón, un Dios que comporta
un
Íactor de riesgo, ya que no ha sido demostrado. Es el corazón
el
qu(-, siente a Dios y no la razón; pero la razón no queda descalifica_
i!¡r [.a razó|, creadora del cálculo de probab¡lidades, ve que
@n res-_
r)€(:lo a la ex¡stencia de Dios se dan dos pos¡b¡lidades para
elegir, las ."f.S K"¿.rra,
lb
rl(¡s xrriierlas como c¿ira y cruz: .D¡os existe. y *Dios
de a"*.
r:rr¡rrirhrrenle no pr¡ede denrostrárse ninguna
no ex¡ste.. Ra-
de las clos pos¡b¡liclades;
lr'xtr r)s necesar¡o elegir, es necesario hacer una apuesla, el no ele-
I '*t
Es el corazón quien sienle a Dios
(tr ya una delerminada elecc¡ón. Según las reglas del cálculo y l1o la razón. He aquí lo que es la
'r.5 de
i)Í)l)al)il¡dades y considerando la magnitud, pasbal apuesta a favor fe. Dios sens¡ble al corazón. no a
,k) tener fe en la existencia de D¡os, ya que la razón-
ésta le parece la pos-
x \o
,ó. -,1-Y. > ¡ l?.¿l
?a. 197
K
llr,r lr lB
El mon)¡n
3.2. Spinoza Natura
de
nació en Amsterdam en el seno
Baruch de Spinoza (1632-1677) Spi¡roz;t t,.t¡l
de Portugal' los cua-
JI"?rir" ¡r¿¡u Oe comerciantes procedentes (Burgos) De ahi
que. ¡r;r'\tt
ü"1", i""n^ sus raíces en Villa de los Monterosy el portugués'-su
InanFt it . lUe
"",
r"nnru" maternas fueran el castellano
14 o",]"
;;;;
.*
;#,*:;;Ü;i;sialaoo a Hotanoa para huir de la lrrquisición'
en las enseñanzas tradicionales
judias' pero poco a
Fue
poco
cr¡s'
[tl tes l)tr.
existe u¡l r
ria extgl... r I
. ;,
lol a i¿ ci(dan 4- i.ir, ""ta en primer lugar unas deñn¡ciones, fija a continuación
".1rtl*"
*.ramas
"atructurada
lenunciados que el autor
cree que no requie-
Por lan. -,
le de l¿¡(.rt:
:i
,"1"-"r,"
Roorn É que son evidentes)' y a partir de cenden,- y I
ren demostración porque considera pro-
a ir obteniendo distintas trario,9*l(
ias definiciones y tos axionlas se ded¡ca la ló-
aplicando
posiciorEs o teofefias' cuya verdad se demuestra les se-
Por otrapa
proposiciones que vaya demostrancio gue un. ie'
áicá ¿eAr"t¡ra. A las
Ji.i¡",* o conclusiones que podemos extraer lancia ¡d¡n¡1
ürn,a" "otoi"'io"
de ellas. pesar L . c(
trata de constituir un verdadero co- ello no F{pc
El orden expositivo de Splnoza
por causas'S¡gue un orden lógico' que libremc'¡te
no"iai"nto, rn
"onocim¡ento a su discurso una co-
,á J" lt ,niu"r"rl a lo más particular' dando defini-
Spinozln
i"*"ii" ,"a_,*". la impresión de que si se aceptan sus
Da do uno se '
;;;" ;;;*' va sólo queda el ir dic¡endo
í una y otra vez a cada I tud de, cl
se van derivando' puesto-que
;;iu!;6;;tiones que después forma perfecta y por un
rio a sgAafr
i"L" * olt'.i* de las anter¡ores de una de la exios¡c¡ón de Sp¡-
de la c, Jc
.". O" fa razón' De ahí la luerza cia de Bqs
"l"t"oi" que no deji:-1,i:^1¡: t'
n""t ¿e que fuese un pensador
"ir" vi,
ái.iJni., ,"nto" .ás aún si consideramos que dicha
exposic¡on con- Por tarlto, D
ten carns
y el mundo'
,¡-ü^" afirmac¡ones sobre Dios' el hombre
"o"iár"n'Oas
198
I
lEi
-{ llr r,i,,l8
recordemos
{ .lpinoza pan- de la definición cartesiana de sustanc¡a;
que. para Descartes, la sustancia era una realidad que existe de tal
*an"r" qu" no neces¡ta de ninguna otra real¡dad para ex¡stir'
E
I
I P'Jes llien, a partir de esta defin¡ción, Spinoza concluye
existe una sustancia, no t'res: lanto el yo pensante ccmo
existen
que sólo
por
la mate-
obra de
.*iifeú
ll
ffi
sustanci¡¡ ¡lnica, e§ dccir, Dios, es uato¡t¿¿
que ¡FlÚÜl-
Esta
I
i{ üfic, con le nttltralezt; tal como expresa la fórmula de Spinoza
sive Natura (Dios o naturaleza)'
Deus
es infinita y con- ,d'
T Esla real¡dad que podemos llamar Dios o naturaleza
liene ¡nfinitos atributos. Cada uno de estos atributos le corres'
-,{ pDnrien de manera esencial y pertenecen a su esencia
eterna e in-
Maine con barcos, de A. Bákhuyzen.
Spinoza ident¡fica a Dios con la naturale-
linita, a,rttqtte nosotros sólo conocemos dos de ellcs:
el pensamiento za; por e§la razón, a m€nudo ha sido con- I
DZo. ')'5
.?
-i SpnoTa, tlislingtre enlre natura naturans y natura
naturata' )
,44. J)Yno tu
f - l-anattrra nattÍans es la naturaleza creadora' es decir' Dios
corno sustanc¡a infinita y causa de todo'
DioJ I
-! - I a naltra naturata es la naturaleza creada, el coniunto de to- ' » 22
indiv¡duales existentes'
-"ndr»ya .httuf?nJ/ I
das las realidades
--i hotula h?¡rf?r¿'l i
Y (!iclr rrlf¡ntdad de las cosas creadas no es sino mo-
que es en
-1 Dios Las reali-
dos dc la única sustancia existente, Definic¡ón lll: Ent¡endo por sustancia lo
sí y se concibe por sí; es decir, aquello cuyo con-
dades individuales son modalidades de Dios, ex- del concepto de otra cosa para
cepto np necgs¡ta
I pres¡ones finitas de la infinitud de Dios' formáEe.
Pci lanto, Spinoza propone una expl¡cación diferen- Definición lV: Entiendo por atributo lo que el enten-
{ !e de la doctrina cristiana según la cual Dios es tras- dim¡ento percibe de una sustanc¡a como const¡tu-
fa.1r¿l:n..,
3
)'r: - f¿-r(2':-.?
-D)¿
cl 19e
flrr,'f,,i8
25' «_ La clave para un vida feliz radicará en disponer nueslro entend¡' Ecoi
€hra SalOc; ana m¡ento de ideas adecuadas. La fel¡c¡dad queda vinculada al en-
tendimiento, pues éste es el que nos puede liberar del peso de H S
las pasiones que tratan de dominarnos y someternos, intentando di-
r¡girnos hacia puertos equ¡vocados. Al pensar la unidad que envuel- F] ok. - .l
ve lo real y ver el mundo como expresión de la eternidad e infinitud
Z cv-Qen J/n €\ y,+ de Dios (sub specie aeternitatis), que Spinoza denomirta beatitud o Derr-,
200
F
t- tlr r 1., lB
¡t
.t 3.3. Leibniz
J Gottfr¡ed W. Leibn¡z (1646-17'16) fue uno de los pensadores racio-
nalistas con más universalidad de intereses; poseÍa una mente po-
ET l¡facética y creadora, y en sus obras trató prácticamente todos los
t feo log ta
Just¡f¡cación de Dios y de su providenc¡a ante el mal que hay €n
Universalidad de ¡ntereses
el mundo; inlento de unir las lglesias crist¡anas separadas.
I 9- Leibniz se ¡nteresó por una gran
Matemá- i ']scubrimiento. al mismo tiempo que Newton, delcálculo infin¡te pluralidad de cuestiones; no es
{ lica sinral (cálculo de derivadas e ¡ñtegrales). común tener un ¡nterés tan pro-
lundo por un número tan grande
Forlnulación de la ley de conseNación de la anergia. Af¡rmac¡ón de
I Fis¡)a
que ta maleria no es sólo extens¡ón, sino lamb¡én energia.
de temas.
,l lhsloria
Retorno al estudio de tos documentos originales (es deci( retorno
{F
a las lue¡les de ¡nformación).
Lógica matemática
I'lelúgia ArÉlisis de la ant¡gua lengua alemana y la antigua lengua celta. Toda'su vldá, Leibáiz procüró des-
t [)ere,tl¡t Aoálisi. de cuesliones iur¡d¡cas (Leibn¡z era doclor en Oerecho).
t hri.¡at¡vas politico-rel¡g¡osas en favor de la un¡ón de Alemania; tra-
l)1:ltir(.¿r baios como d¡plomálico, hombre de corte y conseiero del empe-
.,
rador del Sacro lmperio Romano Cermánico.
{ rrrol er r el r:r ¡al no ll:.y nada esoulpido, pero en el que no faltan las ve-
t¿ls r[-.1 r¡r:rr¡¡rol mismo; cuando el escultor trabaje el mármol, estas
l- v(,-t¿ls I r!rirlAf; se mostrarán.
,-i;-
n l(ri)!¡¡1 ir¡:el)ta la ex¡stencia de elemontos innatos, como la idea de
Dios, l,r:.; ¡rrirrr;ipios prácticos de orden moral, los primeros princi-
+
- ¡rrrs lógicos y matemáticos, déterminados impulsos y tendenc¡as...;
ril hr!r) i.{lnsi(lerA innala la persistente ¡nquietud humana que nos lle-
,t r.r ,¡ l,r ttr:livir-l¡lr l.
t- 201
tl, B La arn
de dos
muy viva todavia hoy es la distinción
Una aportación cle Leibniz humano
Dos tipos de verdad il;:;;;"";e verdades' Para él' toclo el conocimiento Ya 1,. ,ll(
0".:110:t^,'"'
fO. La dist¡nción entre verdades
de l
;";;;;#;.t dos tipos de verclad: las vetdades un¿¡5ltl
hacemos actualmey 1:^:1"" des uxif
razón Y verdades de hecho ha í*á** *-nJ",i,.' [a diierencia quetiene sus raices en esla distincron' das-f(
sido una de las geniales aPor-
taciones de Le¡bniz: de ella
se ffffiil; ;"ncias empk¡cas
laci(rll ¿
a
deduce que Para acceder Ver<lades de l¡echo nró-pr
Verdades de razón
cada una son necesarios mé-
aquéllas en tuarar s
todos diferentes, no un único Son lali ve(lades síltéthls'
So¡ las verdades a¡al¡ticas' es deci' lra 1,,
método como alirmaba Des-
cartes.
ü,[" ; ;;;;, ;u¡eto contiene cr,
cuarrdo. por eienrplo' drgo: .1'
oe ;;;""1
tJ:tJ:i$:i:
drErErJ vu^*i::^ ::"::"ii::f
urr
I
la llall'¡ar
oredicado; .,-
t'dos"' to q'u
I ',"r^" enr"
sruacrón de ros hecr'os o de daros "^r.. '
Cada una de las caracter¡s- :i::'ñ;;;Jt'"s
i
- de un piricos Cuanoo digol"t'""]'1-u]11"^': i Se-r¡r-,t t I
t¡cas que te Presentamos I
afima elpredicado se desprende ' nueva n'
hace referencia a uno de los nada cuerpos-' el prcdicodo es rna uniisr
#tl'#J;;;il "'ieto'
no hav
' ;;;;;t;;" tt t'.'e al suieto: podria I
de iirs
dos tipos de verdad' Di a
ruevo v no es posible un predicado
con- t:
qué tipo Pertenece cada ca- lrário. Las verdades de razón se basan serque^etcato'nottilataraloscuel'l
racterística:
. Su conirario es imPosible' [i*:*;im#xr*ffi *:;*:;;x,'.,,.' ::]iii I 1
cia. Partes"
eiemplo: 'Los vestidos son nrás
largos
Le¡ t.:
. Son cont¡ngentes. (- Periq'jt
"|p"'*rtjlff,,; ¿o,¡rf .,yc,
. Son verdades ¡ndudables' inri.-gal
e in-
Para Leibn¡z, el mundo de la
coherencia lógica es diferente trar.¡¡ r
formales' como
;;";ili;;"; ¡nundo de las cosas' Las c¡encias har , tle,
de las cien-
"l son de un orclen clifercnte al
v ) 3 la lógica o las matemáticas'
a o, ciasempíricas,comolaríS¡caolab¡ología,yaquelasverdadesde
cort[ingenles' Pa{r(
v¿{-dd¿l e-
*+uo IJi^-"J" y las verdades de hecho'
"-o*,rtas, r ., , ,V
Mónadas Y átomos ra{l r
flex¡ones Y anál¡sis.
";iil;-;";;"pción
,r,"r]" *r"n. más que extensión. El mayorestá b:-. I
"" il;;ividar que toda la naturaleza poseída de mo.
Leibniz Jffi, ;
"lr""i"-or" F-s nccesario
conce
n* d¡namismo balo cualquiei real¡dad estáticr conro Pt;r o,
Leibniz creía que los átomos olvitlo de Descartes: su visión era
1
";;;¿;;.iJ lo que no era claro y d¡stinto
(es c¡{tr
debian de ser divisibles, Pero consecuencia de rechazar todo rned¡r el dinan'is- co clI
bs mónadas (energia PUra) no'
de estos tres Iilóso-
;;;, ;;Ñ' i su geometría analítica no podía rl^trr
- i Cuálqriegos defend¡a los mo presente en la realidad'
I ios que extensnn: es l)or
la realidad es tnuctrc más
átomos como elementos
básicos de la realidad: Pla-
Para Le¡bn¡z, lo qLle compone
pura extensiÓn' exlsten nlc
ir-rr"r",,""aa, energía Por debaio de la mund
tón, Aristóteles o Epicuro? los llalna-
""
,""" rr"il" O" A estos puntos de energía Leibniz ,3"
- Pensando en el álomo tal "nergía Oer griego rtd'as' 'm¡ddd')'
como io conocemos ac- ba ¡rri¡adas 0a palabra 'n¿r'aaa ñ*r¡e s.R,
tualmente, compáraio con de que se compone la re-ali:'ad' r,.
la mónada de Leibniz ¿En Las mónadas son los elemeltos id.
energía' son sustan-
qué s€ difor€flcian? ¿crÉes ñ"; ;;;d;" puntos inextensos clotaclos de (l¡§ n
que tienen alguna seme' cias simpies e indivisibles'
q'" fo'n't'n parte de los compueslos (es
baio
iañzd? ¿Caál'l i
;;il;¡;; .o."t t'' como las percibinlos)' v se encuentran
- Ahora compara la mónada
de Le¡bniz con las Particu- cualquier realidad'
tas elomentales tal corno rrna es
Hay ufl (ie otras mónadas Lerbni:
las conocemos aulÚal_
ind¡vis¡ble, r,,-{"
mente. i
decir, autónoma). I
t+ zl.
202 rn ¿t-
"D
3z (_,
';.., t ¡, r tr,i¡ ri:rír alu¡; I L:sr l.: r t ln ir lc¡pio llil llrcqfiltna(¡O C¿trlít |na elevados y no podrían ser expti-
cados por la mera cant¡dad ni por
,,r,I ,r ¡:), it:,¡, {l ¡lt(, i;irj I rl¡i¡ ri!,tlii:i ;lUO I ilntl)o cl1 Cl Itni\,,--fSO hrly
cons¡deraciones geométricas. Ál
!,.t rri¡ ilf ti)llia. contrario, estos princ¡pios in, pl¡-
can algo de orden tnetafís¡co, ¡ t,
dependiente de las noc¡ones que
! iirrr-,ir!¡:¡.¡;¡ tlel ¡trl¡l nos da la imag¡nación, y han rttr
ser atr¡buidos a tlna suslancia s¡tr
l¿tbn,¿,,, ,,. (lli.,tjril,,j t¡r ! ll¡o..; ¡r.itit1i:1,r, i¡tre lto cre.rrlJ Ufr ttnivers(.)
extens¡ón, ya qUe, además de la
.' jii , , ¡,:i. rrlrr r)¡il.tlt,;:.1(lo. flI,,rrr;.;s, exJ)l¡car la ¿arLjll]o [x)rlcn-ios extens¡ón y sus modificaciones.
,.,,,t,i,i, . . , ; r I i it i ,rri,il r_.tr r:l t!¡ ¡rrlo,,rn rrrirl r¡r rt; Se ttl¡trjf¡É)Sla ¿t
¡ .
r ií I , I hay, inherente a la materia, la fuer
',.. . i,, :..ririllrtrihtt)s. t:l¡f,rrrr,,l.r,itts, CrílTlet rr]:; -'? Algrrrros arrtOreS ?a misma de act¡ar, que per¡rite
'' ,r il ,jr,l,, ,r.tli,ln:tr qtii-- lit i,.':i:,ti,t¡(:ia rlel rrr¿¡i u¡-r el nItndO es ¡n- el.paso de la melafisica a la natU
, . j : : | . . , :¡¡r l:l r:ti:.1:lr,;tl¡ rIr lli, r:,.
: , , ! | r , I
raléza y de las cosas materiales a
las inmater¡ales. Esta fuerza obc
, ,,,r.1. r I tr,!¡i ,:.:t.-tr,;r: | ,,il,rti: llr:rli¿ri
ctr (llé consiste el dece sus propias leyes, (le las cll¿i
les no derivan rinicamente pritnii
,1.' li, )!inrjrlir tt()s Illl{,b rle rr)¿rl: tetafÍsittfr, lisjCi) y nto
pios dr,, necesidad al)soItta y, s¡
l irrctaiisirf ..,r ¡, i.,rriIII{-iI, (,rI l¡l: ll¡ | r¡titci{)neS rlc to.l¿ rt il.
se nos l)er0rite [Llecirlol, c¡eU().,,
:' , . ,:t lit. ) ¡,.- l,r ¿Ilse¡¡ci.r rle la perfer;ció[ tlivitt¿r. l:l como las leyes tlater)tálioas, e¡th)
il
f r,r, i ji,r ,.,rl,,irn¡:,.llrri.:, ..) .,'rr:;isle dn llt f.rlta (iu lii,:ncs larrtliéll ¡rrincipios rle la razón p(-'r
rl.rr riü, I l ,r{ lt(t r: r'.: rltr l, tr l ¡rr ¡_ri;i, :;ílo e:; arts¿rrr:iá tlel lecta.
r ,r Úrori¡i, P,-r;l,i() t,r1,vtr,Ii, i[, : ]nA ati:rli(1.lrlO I eihliz. Obsen€.rionLs s.,6,¿ /.,
¡rertt;i,it-rr1.
. , r 1 ,.... ..,..r,,., t,¡,: l:t lilrr,rli¡¡I. l'ittlc Aettc¡¿l Jc h)s t\ t1L4)Dr uc
I,ú!..,¡rlr,
.r ,-t ,i,rir: ,. . 1 I,..r , ¡:r¡rr, J;irrir,li: I,¡lt.r,l,j l,lL!t_ ll(¡!
i.': t. .i, |, r r ,L :, i., , !, rI|r [, -.]( tl.r,;:,lit t,rll¡.,i¿il,rri¡
, .I r,, r,r.: l.¡, r.:.¡, I ,|l tlr;l ut¡tvt)lsr) l)ioS l[r r;it.:gi
' ir' ,,r ,,!,1,r!,,.
,rste.:s cl trreirlr rle lorlos los
.: .¡,,!,,', trDStí,;leS: iLIr it r: ri,i riri,t JI
-l ,: i ri:'r\ i,i,l,.i I
, r'ii!,1¡,',, l,,rr-
.,rr.rr' ,'rir I. l.r,l.i .'{$
Tñ
I
¡i Comentar¡o de texta
Sin embargo, así que hube adqu¡rido algunas nocio- .
lr
El aulor se sicjrle -cbligit,lo. lror rill.¡ l{r,
nes generales sobre física, y que hube observado.
al comenzar a poner¡as a prueba en dif¡cultades par_ ¿Crees ilrrc Sc tl¿il;r (l{. l lit leV Il(rt],1., .,.i ,,,l
c¡r,ré?
t¡culares, hasta dónde pueden llevar y cómo difieren
de los princ¡p¡os ut¡l¡zados hasta ahora, pensé que no . Descr¡be el resto de¡ ¡troceso ex¡rlit:;rrfir ¡xrr , i
las pod¡a mantener escondidas sin fJecar gravemen_ aLrtt-r( señal¿n(l(, l¿ls r-iivers.ts p¡rtles
te contra la ley que nos ob¡iqa a procurar. en la tne_
rl¡ I r l t¡ r.,,
uctllra el texl1, y elpl¡ri¿
e-ctr lat.i i l i,nJt tsioirt:. , r
d¡da que depende de nosotros. el bien general de lo_
las (lue llega l]escartu.s.
dos ¡os hontbres. Porque tales nociones nre hicie_
ron ver que es posible llegar a tener conocirnientos P()n t¡tl¡lo al textu. .;.frlLrgiría:, illilr ,(_, iIr t: )r: : r
5
autor. Apcrla ideas del autor clue a},r l(l(_.¡ I ¡ (Jin I
todos los usos para los cuales son aprop¡ados y así
hacernos como amos y poseedores de la naluraleza- ficar y a enriquecer e¡ texto.
Cosa que no sólo es deseable con vista a la inveñ- . Puedes relac¡onar el texlo coll la lporiit rlel c()
ción de una infin¡dad de arlific¡os que nos permitirían nocimienlo.le Descarles (el nrélrxlo, la rJud;r.
gozar sin ningún esfuerzo de los frutos de ¡a tierra y
las verdades a que poderrrr)s lleqar...). Te str
de todas las ccmodidades que se encuentran, s¡ño gerimos que tarnbién lo vincules con sL1 leorí;t .i,
tamb¡én. y pr¡ncipalmente, con vistá á la conserva_
antropológ¡ca dualisla ((xrerl)o/ahna), así C{ )l}r, ) r,
ción de la salud, que es, s¡n duda, el b¡en primero y '¡{
el fundamento de lodos los otros bienes de esta vida; con su te¡ría nlecan¡c¡sta.
ya que el espíritu m¡smo depende tanto del tempera_ ir.rr i, i
EI Empirismo k t
v
ó
,]
Esquema t,
1. La filosofia modema inglesa a
1
1
.1. La lnglatena enq¡rista
.2. La resPuesta emPrrisla ft
2. La moderna teoría Política
a
2.1 . El contractualsmo social a
2.2. Hobbes: et ntiedo nos civiliza
2.3. Locke: el libe¡alismo Polilho
Er
3. La epistemología empir¡sta -l¡
3.1 . Locke: la experienc¡a tik los lím¡les
l
3.2. Berketey: el reclnz-o del tnale¡ialisnr¡ ir
206
J
lt
* .!.
a
IJ
,
¡
1
l
$
t I
lnvitación a la unidad_ lt
Pongo an tus manos lo que ha s¡do entretenimiento
I
(le algrx,as d! m¡s horas oc¡osas y libres. S¡ t¡ené la suer-
le de entretener las tuyas y s¡, al leerlo, obtienes só¡o la
i
llrilad del glacer que yo al escrit¡irlo, considerarás tan
l¡r,ill gastado tu dinero como yo mis desvelos. No con- l
irl'-:i,
207
9
.n.'
tación, que es comÚn al continente y a las islas BritáÍ¡icas, adqt¡ie-
re una nueva perspectlva en estas últimas. Por este rnotivo, h¿l|)lír
mos de dos corrientes: el tacionalismo, en el colltillerrte curopeo, y
IRLANDA
- r7--: el empir¡smo, en las islas Br¡tánicas. ¡¡l»;olt
GAL
fia ¡-lrr
\. F^b:
nt'.:nli
,..: r)[
, ,ru to
Ol¡ver Cromwell (1599-165{ , líder desta- fror er
ti cado de los pur¡tanos ingl( ies, encabe-
¿ó, con la ayuda de §us,ro¡ J&s' la opo-
'é. b o Iteir
sic¡ón a la moflarquÍa absolt isia- Este en- ferenr
f¡..ntamiento acabó coñ la liecuc¡ón de rl()
Carlos l. No obstante, la B pÚb¡¡ca que
él ayudó a instaurar se cot ':rtió en una
lie
',§ .. orocc
dicladura personal, en la c le Croñwell 1,. ,ut
d?tentaba un poder absolul ,bajoelcar_ t.2{'I
go vitalicio de Lord Prolecf ¡i
Oliver Cromwell. Carlos I de lnqlaterra
208
I
r¡
u
I
[rr 1600, dos años después de la muerte de Cromwell, la República se
:t- Iallrbaleaba irremgd¡ablemente, por lo que hubo que restaurar la mo-
Oué pasaba cuando...
narquía de los Estuardo. Las tens¡ones entre las tendencias absolutis- l. En '1688 lnglat€rra viv¡ó su Re-
( tas y las parlamentarias continuaron produciéndose, incluso con ma- volucim Gloriosa, una de las po-
cas que no comportarcn derra-
na! y,or intensidad. Una vez más, la firme oposición a los Estuardo obl¡gó a
mamiento de sangre, pero que
Ja¡me ll de lnglaterra a exiliarse, mientras que los liberales protestan- sí traio grandos meioras politi-
r¡ri_ les Il3matran a ocupar su p esto a Guillermo lll de Orange, un holan- cas. En estos años, gobernaba
(lés edlrcado en un ambiente l¡beral. La llegada de este monarca es
co- en España Carlos ll, el último
¡lC-. ¡pcirla como la Revolución Gloriosa (1688), ya que supuso un giro to- monarca de la d¡nasl¡a de los
Austr¡as.
,la\, lrl de la situación política s¡n derramamienlo alguno de sangre.
* Averigua qué pasaba en Es-
I
la flevolución Gloriosa tuvo como efecto el paso de una monarquía paña durante el s¡glo XVll; ten-
ahsoluta a otra parlamentaria y constitucionel. La Declaration of drías que ¡nvest¡gar especial- I
,¿
4
4f'
§t f,i\ t
I
e t.
''t? - '. .',
.:
Empirismo
El térm¡no empir,§mo prov¡ene de
empe¡ia, palabra griega que sig-
1-2. La respuesta empirista n¡f¡ca 'experienc¡a' o, más exac-
tamente,'conocimiento obten¡do
r r rrllirlerra no tan sólo el panorama soc¡opolítico era dist¡nto res-
lr
a partir de la exper¡encia'. Ahora
t\ri:l() a lrr (lrre srrce(lia en las demás monarquías, tarnbién la filoso- b¡en, este término puede em-
ri.r lrrcsentaba un s¡gno diferente al del continente. Frente a unos plearse de dos maneras diferen-
prohlemas e ¡ntereses seme¡antes (sobre todo iustificar y funda- tes: en un sentido ampl¡o, des¡g-
rir,,rrl,ll.el conocimiento l]unlano), los filósofos ingleses ofrecían una na una actitud (defensa de la
importanc¡a y la validez de la ex-
,¡ir,,)(csta clifcrenle:r la r.u;iotalista, una rcspuesla que se cono- periencia) común a muchas ten-
. ' , , r .l n,¡rnbre de ernolrÁmc¡.
': dencias tilosóf¡cas, como el ar¡s-
,,, . r¡,r,4/:;/,,() dirl{}¡r(iemos la conientr! filosóf ica que sc desarrolló en
totel¡smo, el ep¡cureísmo o el
,. r, y'r r:; X\rll y )(l,lil cn las ¡slas Flritánicas. /:t¡lrqua lraya r¡t¡chas di- nominalismg; en un sentido eil-
tricto, se restringe a una corr¡ente
r,.ir. rii1, Llnlr,J r¡nr,s Í.gpreserf atltes y otros, !-Jodemos considerar que filosófica concreta: la que se de-
¡ ¡r' .,,ir ri¿¡nlo se cari,jt3r¡zó básicatnenle por defender que, en el sarrolla en lnglaterra entre los s¡-
,,r i:-i, rj.r (:onoc¡nti(rtlo, la razón no es omn¡potente. A Ciferenc¡a de glos XVll y Xvlll.
,irr ) r leiil ilíarn lor r írr)ionllistas, para los empirlstas estaba supedi-
rtla y lnrrilada por l(ri rlalos sensoriales, es dec¡r, pof la experiencia.
209
I
,§naÉ"*-- I
rl I
Un hecho determinante en la aparición clel empirisnto el) llrglatelr'r
fue la inlluencia cle una larga trad¡c¡ón que re¡vindicaba la ol¡serva
2,-,
c¡ón y el estudio de la naluraleza. En este selltido, llay que señala¡ í:¡lir: r.l
como precedentes remarcables: Guillernro de Occatll. un frarrcis
cano nom¡nalista que en el s¡glo XIV establecia el recurso a la ex
periencia como procedimienlo indispensable en Gualquier investiga
c¡ón, y Francis Bacon, que definía, en el Novutn Organon (1620)' el i¡r,'{:ir
método inductivo basado en la exper¡encia y la razÓn.
A pesar de las diferenc¡as que pueda haber entre los pensadores elrr
piristas, es posible destacar como características comunes:
seJJ¡{ri(
Un esquema comparativo
Cdt€rii de coñpa-aciort Rac¡onal¡smo Empirismo I
ht. ..:t
2. S¡guiendo los e¡emplos propuestos laAs,
Opli¡nismo. La ra2ón tiene Ctitica. La razón esta hn¡i
cofilpleta esta tabla, de manera que: Corrcepción de la razón
ilimitadas. tada por la experiencia.
capac¡dades I SL. ,rll¡
I
segun diversos cr¡terios, se compa-
'
ren los rasgos lundamenla¡es de las Concepc¡ón de la expe Cuesliona su va¡¡dez
riencia
A. íl
dos lendencias bás¡cas de la filoso-
fia r¡¡odenra: rac¡onalismo y empi_
<le¡rit
r¡smo-
nnatismo fir ir
ta¡P
ra, -'r'
to{la
210
B
rL.;*S;
I t, I
,:T 2. La moderna teoiía política
Coincrdiendo con el empirismo se produce en lnglaterra un giro del
acontecimientos históricos como las guerras y los El conkactualismo social cons¡dera el ori_
I rr el si1¡lo XVll,
gen y constitución del Estado semejan-
r:orrflictos religiosos hacían d¡fícil iustilicar la concepción divina le a la lundac¡ón de asoc¡aciones comer-
dcl poder. Además, el crecimiento de una nueva clase social, la bur- ciales, gremios o cooperativas; es decir,
por rnedio del pacto y el consentimiento
r¡iresra, jtrnto a sus reivindicaciones de igualdad hicieron tambalear
de todos los miembros.
¡ visión i ar rovib!e e incontestable de la autoridad po-
I
\.l
I ¡ i ,,!:{e contexto apareció lateoría del contrato social,
:,r,¡rri la cual el Estado y el poder son fnrto de un pac-
il'
,.
lo () (x)ntrato entre todos los miembros racionales y libres
,¡.¡,: l¡r![]¡ln l.r com,,¡niclad. Éstos, conscientes de la ¡n- fr
.,t:r rr ir i.,ii I y rrecarie(lad que tendrían sus derecllos si no l+ *
¡ i
,¡ r!)iura |..:ye!; n! autor¡dades capaces de obl¡gar a respe- xl fi,.
' if,s. r,,)r:i(len l¡t'rernente crear y construir un Estado y
,,
211
(-
I
I
1
9
2.2. ¡loo¡es: el miedo nos civiliza
I
a nlrr)i(]](
,i "üánt"-igr"t"s,
y no han tracido predetertt'tillados pala
á¡"Á o¡"r"át"" "n función de aptitudes también diferetltes'
llevar
posibilida-
:
a (¡ .)t-!
r¡tt¡{ v
- ll-J"no u" qr" ,odos los hombres gozan de parecitlas en capírci-
""U.
EÉ á"", no un el sentido de que sean estrictanlente
¡nlel¡gentes o
iguales
igual de ágiles",)' sino
u áááL"i'gr.l o" frertes' igu.'l de
;;;iAh" * tienen similares pos¡bilidades de con- 4. Seu'
I"gr.,n el que cstá rnenos dotado de astucia consi-
""njuntoiodos 1ái
l¡tu "r".Uf.ai"os: intel¡gencia vierl
guÉ por ta tuerza to que otlo alcanza con su r
...
212
4rrm*-.,
I
- El estado de naturaleza. Sería la s¡tuación anter¡or al pacto. El
hombre viv¡ría en completa l¡bertad e igualdad, no existirían las le-
:.¿
yes n¡ la aulor¡dad, por lo que todo el mundo iendria derecho a
n)ir todo o, lo que es lo mismo, a nada, porque no habría forma de ha-
,( cerse respelar. A causa del egoísmo y de la falta de l¡mitaciones,
el i .rlnbre se convertiría en un lobo para el m¡smo hombre Este pacto o contrato se produce
lhomo
I(tn ni lupus), y el estado de naturaleza se transformaría en un es- como consecuencia del acuerdo
de cada hombre con cada hom-
tado de guerra general¡zada y constante. Esta situac¡ón ¡mpe-
bre, como s¡ cada uno d¡jera a
,.rIt- d¡ría cualquier avance o progreso humano: no existiría agricultu- cada uno de los olros: autor¡zo y
ra, ni industria, ni c¡enc¡a, ni cullura... Ahora b¡en, el inst¡nto de au- renuncio a mi derecho a gober-
)er- toconservación, junlamenle con el deseo natural de seguridad, name a mí mismo $ Íavor de este
l)ará que los hombres busquen la.manera de sal¡r de esta situa- hombre o de esta asamblea de
hombres, con la condición de que
ció1: de peligro constante.
t.; tú, al m¡smo tiempo, cedas tu de-
iir)- l
' El nacto. La prilpia razón humana y el deseo de vivir en unas con- recho y lo autorices a actuar de la
(liciclnes más propicias impulsaron a los hombres a renunciar a m¡sma manera. Una vez hecho
ril-
esto, la mutt¡tud, unida en una per-
:xt- la libertad ), a pactar una forma de vida más represiva pero más
sona, se llama Esfado, Civ¡tas efl
segura. Así, de manera voluntaria, los hombres pactan con los latÍn. Y asíes cómo surge el gran
se otros horrbres un conlrato por med¡o del cual se traspasa todo el Leviatán o. hablando con más re-
I poder a un tercero, que se convertirá en el soberano al que todos verencia, el "d¡os mortal. a qu¡en
t¿t. se someterán a cambio de protección. El miedo a los demás hace debemos por debajo del .Dios ¡n-
que (, hombre abandone el estado de naturaleza y se civilice. mortal,, nueslra paz y defensa.
Hobbes, T_, Lev¡átán.
El Estado o Lev¡atán. Este pacto, que de manera ¡nteresada y
lir \/ohrntaria realizan lodos Ios hombres, const¡tuye el origen del Es- 3. Después de leer con atención
-1
larllr. Del conlrato surge un soberano que acapara todo el po- este fragmento del Leyratán,
r ler. Iln realidad, el soberano rro tiene que ser necesariamente
resuelve las cuestiones si-
guientes:
r rr t¡¡onarca personal (puede ser, también, una
asamblea), pero su
- ¿Ouién hace el pacto?
¡rotler ha de ser absoluto. Ningún hombre, organizac¡ón o ¡nsti-
, ¿A qué se renuncia en el
tÚción alguna puede estar por enc¡ma de él o quitarle una parte -
contrato social?
&j s Po(ler; es decir, su poder es incuestionable. Sólo en el caso
de qtle el soberano sea incapaz de cumpl¡r la func¡ón para la cual - ¿Qué se espera consegu¡r
con esle contralo?
t.r ltarl sido dados lodos los poderes (mantener !a seguridadi, los
.nilxlih,s lendrán derecho a rornper el pactc y derrocarle. - ¿Oué es el Estado? ¿Por
qué se puede considerar
/, t¡irsAr d. ,,1¡e la concepción del origen det Estado de Hobbes es un d¡os mortal?
rru',, nrrriicrna, slr visión pes¡fir¡sta de la naturaleza humana le lleva
I
.r rl:lrjn(ler y justific:rr [rn Estado absolutista capaz de mantener el
ú.¡lur¡ y la Sequr'(iad.
213
I o I t{rl
2.3. Locke: el liberalisnro político
Locke nac¡ó en 1632 en Wrington, cerca de Bristol. l-liio de url hürr
bre de leyes, vivió en un ambiente crítico y poco conservador que itt
fluyó en su educación. En la Universidad de Oxford estud¡ó filosoli¡
y también ciencias naturales como física, quínrica o lned¡cina.
Un pacto liberal
I l-a u¡vi
La teoría política de Locke se ltrllia, ¡lot
E
'-,i.1,,,, &
'{:
oa ..\,''.' un lado, muy cercana a la de l-loblres, pero. l-a(- .',r{
: Ii: ¡!d
!it ffiE
r''1 E
por otro, en las arrtípodas tlel absolu- bes,-f I
l¡sn¡o de éste. sirvt pr;t
I
I r:, .i :
gutlr:
Para Locke, el or¡gen y ln legilintación del (lue rr ur'
it l,f+tt+tt I Estado lanrb¡én sor, lruto de un pacto en-
o
\a[!' ' C tre los indivirluos qt¡e tonnatl ¡a soL:¡ecia'-j.
De hecho, la convivenc!a en socicrlad trr-r
Utlr.
Lor\
,,'l
I
+=f
§ se ent¡ende si no hay un consent¡rniento tlna) illl
por parte de sLrs mienrbros. Ahora b¡elr, at\n y
I este contralo, mediartte el cual se leg¡l¡- lítict pit
§ rÑ
I ma el Estadc, tro comporta la renuncia a de adr
los derechos personales n¡ la justi[¡ca-
c¡ón del absolutismo.
ñ
irI l Con su teoría del conlrato, Locke preten'
Locke fue un ferviente defensor de la le- de precisamente justif¡car la legitimiCad de
g¡tirnidad y autoridad del Parlamenlo en
la dirección .lel Eslado.
derechos personales, colno el derecho a Ia subsistencia o el derecho
a la prop¡edad pr¡vada. D¡cho en otras palabras. segtirl Locl(e la su'
misión al poder polít¡co en ningún caso puede sigrrificar una renuncia
r!ü
a los derechos individuales. El Estado, desde una perspectiva lil-)e
ral, se subord¡na a los ¡ntereses individualcs.
214
.!rtr§-- -
.9
"
' El Gstado de naturaleza. La concepción del estado de naturale- 5- Compl€ta la tabla siguientg do
za de Locke se aparta sign¡ficat¡vamente de la ¡dea de guerra cons- manera que queden reflejadas
t-_ tanle que tenía Hobbes. Para Locke, en este estado, además de las difereflcias entre la teoria con-
d¡slnrtar de lib€rtad y de ¡gualdad, los hombres poseen derechos tractualista de Hobbes y la de
'ír _ naturales (se t¡enen po!'el s¡mple hecho de pertenecer a la espe- Locke.
La rJivisión de poderes
Un poco de política
i ii (rile.encia más ev¡dente enlre el planteamiento político de Hob-
6. Estudia este esquema que re-
I'r;s y trl rle Locke es que en el primero la teorÍa del contrato soc¡al -presenta la teoría de la d¡vis¡ón
:irr\,c ¡rírra legitimar el absolut¡smo político, m¡entras que en el se- de poderes de Locke. Después,
rt',rnk) rl ,--ontractualismo cs una defensa rlel l¡beralismo y un ala- ilformate sobre la diüsiin de po-
rIk, lr(n¡irl y explícito al aulor¡tar¡smo real. deres tal como está regulada en
nuestro país. Deberias averiguar I
ll¡rrr rlr: los ll[nlos clave para ev¡tar el absolutismo roal es, según qué @eres hay, quiénes los de- I
I Ll{rke, la rjivisión de poderes. El poder no puede concenlrarse en tentan y qué competencias tie-
nen.
r¡rr,rs rinir;as manos, porque éste sería el cam¡no más ráp¡do para el i
,¡l), r,ii ) y l¿r con'upc¡ón. Locke sostiene que en cualquier sisteína po-
bl! r ¡ | n x,( len clistirrl¡uirse, y de hecho se han de distinguir, tres t¡pos
r!.' ¡;rrrler: legislati'ro, eiecutivo y federativo.
I
l
El Parlamento elabora
l-eg¡slat¡vo las leyes
I
1'
o
El monarca aplica la" i"y"" v *n"io* incumprimienro
I
É liller a]l ! Ejecutivo de éstas "l
I
-o
'.4
215
,)
9
Racionalismoy Empirismo 3. La epistemología empirista
La concepción de la experienc¡a La contribución más importante de los l¡lósofos de esta época se da
puede ser cons¡derada la llnea di-
en el ámb¡to de la epistemologÍa. ¿Qué podemos conocer? ¿,Hay lí
, visor¡a entre racional¡smo y emp¡-
rismo. Creer o no que la expe- mites para el conoc¡miento? ¿Cómo podenros estar seguros de k,
riencia const¡tuye el principal so- que averiguamos? Éstos son algunos de los retos que estilnulan
porte de la razón diferencia las dos a estos pensadores. A continuación verernos lo que resporrrJierorr
cc,rientes de pensamiento de la Locke y Berkeley.
Modernidad.
De iodos modos, no es lícito con-
traponer empir¡smo y racional¡s- 3.1. Locke: la experiencia fija los límites
mo como s¡ ,ueran dos movi- Locke ¡ntuyó que puede avanzarse muy poco en la cierrcia y err crral,
mientos anlagónicos. Ambas !en-
quier investigación humana si antes no se aclaran cuáles son real,
dencias filosóficas comparten no
sólo el interés por los lemas del nrente las posib¡lidades y capacidades del entendirnienlo hr¡rna-
conocimiento, s¡no también con- no. Sólo cuando hayamos establecido con precisión ta naturaleza y t"
sideracionos y presupuestos. De el alcance de las facultades cogn¡tivas, podremos estai seguros rle i
ello es una prueba el pgnsamien-
to de Locke.
la verdad de la información que nos propot'cionan. P¡ecisar¡ente esin
será lo que hará en su obra más famosa: E¡)sayo sobre el entetrcfi
l!l^l
Si bien se aleja del racionalismo m¡ento humano (16901. L.;t
en su opos¡ción a¡ innatismo, re-
cibió una gran ¡nf¡uenc¡a de Des- Este libro ha sido considerado la obra iniciática Cel ernpirisrno, ya que
cartes. Esta puede rastrearse en eri él ié establec'en las bases fundalnentales a partir de las .¡ie Dmpi- nleil¡- r.
la ¡mportancia y validez que Loc-
r¡stas posteriores, como Berke¡ey o Hume, construyeron su sislenla. En lertr i,l
ke reserva a la deducc¡ón mate-
mática y en el papel qu€ recono-
pocas palabras, pcdemos decir que su valor consiste en haber f¡ado pa lx:
ce a la intuición en el proceso de el princ¡pio del empirismo: la razón ni es inlalible rri completamente lt¡tt !. , ¡l¡
conocimiento. autónorna, sino que trabaja r:on el mater¡al do la experiencia. PoI ¡cory..;
lo tanto, ésla constituye la ga!'antía y el línlite del éxito racional. clesr, ,r t
C(rl'A:¡
Origen de nuestras ¡deas (lli:r ¿!r ri¡
.l
La trcven instiluliz, de Cha.din Según Locke, sólo podentos acceder al mun(lo que nos rodea y co-
I )í.rs i lt¡€l
nocerlo mediante las representac¡ones que nos ltacemos de é1, ya que
estas ideas const¡tuyen los contenidos b¿isicos con que trabaja el en-
(lr rc '¡i
tend¡miento, Por lo tanto, a la hora de investigar sus posib¡lidades de cia ct¡nr
acierto, será impresc¡nd¡ble cstablecer el origen de estas ideas. Apat ,e rI
Para ello, lo prinrero es constatar que no hay ideas innalas, quc r:n- lorr^q
guna idea es connatura¡ al entenditn¡ento y que, por lo tanto, tro hay nelT)os ¿
216
Étqr'.. ,
I
lr'r el fragrnento del Errsayo que reproducirnos y
Todas las ideas proceden de la sensación o la re-
t L\7r-'a se da en el siguiente esquema, podemos repasar las d¡s- flexión. Supongamos, pu6s, que la mente sea, tal
)c^-', t¡nc¡ones que acabamos de ver: como acostumbramos a dec¡r, una ho,a de papel
¿l lay li_
;efi,,s <je lo en blanco, vacía de cualquier signo, sin ideas. ¿De
l(leas
qué manera se llega a proveer? ¿De dónde ob-
j, tirnr¡l¡,,
.
tiene aquel vasto almacén que la ilimitada y activa
' .!i ¡. j ,, trlt(,t ( r-¡ ¡mag¡nac¡ón humana ha plntado allí con una va-
riedad práct¡camente ¡nfin¡ta? ¿De dónde provie-
nen, pues, todos los mater¡ales de la razón y del
''vli,i,.'.
-r É..
S¡mple;
t ComDleias
conocimiento? Flespondo a todo esto con una pa-
labra: de la experiencia, en la cual se fundatTlen-
ia lodo nuestro conoc¡miento, y de la cual cleriva
l
I
It, en últ¡ma instancia. Nuestra observac¡ón
C(rt¡l)tna Pr(rvi"!¡en de -ocu-
pada b¡en en objetos sensibles externos, b¡en en
l I
1'
Sensi¡c;ó¡ ónl
operaciones internas de nuestra mente, perc¡b¡-
(las y reflex¡onadas por nosotros nt¡smos- es la
c¡ue provee nueslros entendim¡entos de todos los
i !
r))eriencia ettÉt iriiern¡ materiales del pensamiento. Estas dos son las fuen-
E tes del conocimiento, de donde proceden todas
las ¡deas que tenemos o que podemos tener na-
l-a idea rfe sustanc¡a 1u[almer]te. I
I
La ¡dea de SUStanCia eS, Según tOCke, Una idea COm- Locke, J.' Fnset'o sobre el entend¡rn¡ento hurnano.
,,\,ir! ltl i,r-, las i)u¿llir ltrLlus y los accidet¡tes, como el co- ,l
l r rojtr qr te ver rrtis o (il ar(x a s[ave ql te captatlos, ¿le-
rrurrrrs alr.-¡tirrir st'¡¡slciór¡ o ex¡rerierrcia (le la rosa que ..-.i
(rr,r;c en {-,liiilflit, es (lec¡r, (iel sopode nraterial que pro-
v{x:il estas sensít(;tones en nosotros? Locke dirá que
rru I ;r strslitrtr;ia, (.,,llti) S sl,.rto, pennaneCe inapre- * rt-
hcnsil¡le c irrcognoscilrle. I
, i,rl r, r¡s¡ro lixl'!¿n,, .. ,' ¡.,r.)¡{:Er rie, tie si eriste u¡'¡a realidad
211
TF-É'¡-i-¡.*¡---
i t,
I
3.1 . Berkeley: el rechazo del materialisrno
mudas, con el objetivo de formar
George Berkeley es un ponsador qr¡c. :
4. t
y educar a los hijos de los colo- partiendo de ideas empiristas, dedu- I
(
nos ingleses en America. Sin em- ce cor'clusiones sorl)rende les v crr
bargo, este proyecto fracasó y aparienc¡a, nada en¡-riristas: la no-exis-
r kr I i.ti,rr I I
tuvo que volver a lnglaterra. Tras tencia de la real¡dad ¡nale¡ial. Li.:s lli:;
su regreso, permaneció cn Lcn-
toriadores ¡ran qu(xido vcr cn tiu lcr¡ i
dres durante una temporada an-
ría filosóficu r:l rlasoo rlc mat¡ar ¡;,rrr ,,1 I
ies ds ser nombrado ob¡spo. Mu-
rió en el año.1753 en Oxford. materialismo y e! deísrnot
Berkeley es uno de los fitósofos El deísrno defendlr la existe¡lcia t_I: r¡rr .
nrodernos de clasiÍ¡cación más D¡os que, cies¡ruás de crear y {Jílt inr -rll;y:dr¡l
George Berkeley, aunque de fa- delicada. Aunque pertenece a la
pulso al nrurrdo, se r.jesente r lí¿¡ rle s|l
tradición briránica, las conclu-
m¡l¡a ¡nglesa, nació en 1685 en lr-
landa. Estud¡ó en el T,ririis Colte.
ge y poco después fué prolesor
s¡ones a las que llega lo alejan del
emp¡rismo ortodoxo. Su filosofía
creación, ya qur.i ésla seguilt sir ctrrso
riatural. Betkeley. err carrrbit:, rro pcriia :
4.hi
en esta misma ¡nst¡tución. ha s¡do calif¡cada como empiris- cor,cebir rrrás r¡ue urr Dios quc nl:,.t; ; i.);tviriAri
En
1710 fue ordenado sacerdote de mo espir¡tual¡sta, ya que, par- saf iameilte inten gni;.i y llari¡ilipaDa co|,
la rel¡g¡ón angl¡cana. Durante un t¡endo Ce princ¡pios empiristas, lirrrrame¡lte et::iu c¡eaLióti. t)cr (]li(.
tiempo, proyectó la creación de llega a defender la exclusiva exis-
una escuela en la isla de las Ber-
¡aüo, cl maler¡alts to. ,.luc cada vo/ es
tencia de ent¡dades espir¡tuales.
latla más divulga:1,), lo idenl¡[icalJ¡ k,il,)
ccin la maleria; tserkeley recltazará f¡r i.iri;r: , ¡, ,t r
:
Dios, conto causa de nuestras ¡deas, es,jl responsable <jc su t¡¡.- ias difcftrc
den y su rgqu¡ar;dad. fos. N, i )r, r
218
I II
r{ l\*i -r
i-:
4,. Hunte, cul nñ inacáéa"¡ I
lo(hl mornenlo de ser f¡el y coherente con las tesis empiristas, aun-
¡lr,l esto le suptls¡era ser acusado de escéptico. Su obra, a pesar de
r,r rtcil)ir ert su flr(lrnerilo el recoÍtocimiento qtle se tnerecía, ha re-
I r,l .'irlLrdl furul¿urre11l¿rl err'l¿r evolUción posterior de la filosofía.
: ( li, :it ¡
i- " ' .,. r' ) r rii ,'r:,¡,:tli-l.1, l, ,r r ',r 'ir1-. ,'os p!rlill )(rs ¡:/í-'
'r,,.,, /l , ,,tr,, x r, ¡,,r¡;¡ 1,, ¡,rt f,t;,..'utff .i)¡lii.l;.
:.11 I v.rl!.t rl,: !lrtrr¡¡,,, ¡ru¡rtli,¡, l,trttlriétt fttt¡tolr ia
. r r.r. r , h] l¡1, (ir rlii:¿r; r I; rr rr ¡t:l¡ r:; ¡nleledtlales.
I
4.2. lnvestiganclo el conocimiento §:r,...rr r,
lrli'¿¡,,. i,rr,:' l.A,t
¡; ^ .¡
Tanto del ernpir¡stno como de la llustración, Hume hetedó el irrlerés :ilt lrt,x ¡( lai-- i.
t'
por fundamentar y legitimar el conoc¡miento humano. y es que él mis-
mo era muy consciente de las dificultades que implica la búsqueda de Percep<. ac
un conocim¡enlo seguro: sobre todo en el ámb¡to c.le la filosofía, don srl riill' r': ll',r
.tirir,l' ¡:
de las contradicc¡ones y los replanteamientos son constantes. por eslc ^ i.
- Las ideas, en cambio, son imáqencs o copias difr,tsas de las inr- ' rl_Llr,rl ril L
¿L as i,lealrr
mo que podemos decir de ellas, inc¡uso cuando operan con el ntayor vi- . El pensamiento. por tnuy v¡vo que sea.
gor. es que 'epregenlan su objeto de una manera tan v¡va que prácticamenle
podriamos dec¡r que lo sentimos o lo vemos; lo cierto es que, deiando a
sienrpre es inlerior a ¡a..... ..... n¡ás d¿, plejas? Asrytjr
bil. la irit¡:tesi<.';tr
un lado que la enfemedad o Ia locura trastornen la mente, nunca pueden
alcanzar un grado tal de viveza que hagan estas percepciones completa-
. La distir¡ción entre impresiones e ¡deas rle ideas cu.q l¡
menle iñdistinguibles. Todos los colores de la poesía, por muy espléndi- se da según el grado de ............-. jas. Por e¡-n¡:
dos que sean, en ningún caso pueden pintar objetos ñaturales de tal modo . Tanio las inrpresiones conro las ideas son
que provoquen que la descripc¡ón sea tomada por un pais¿je real. ¡ncluso habla, ¿dc t¿-tó
el pensamiento más vivo es inferior a la sensación más desmayada. este caso,vcn
. la ....
Hume. D., ,rv€s¡igacú) sob.e el e1tendim¡enlo lunano.
La memoria y
que fonnan las ideas-
son las facultades
de la co¡r\a
con las itnFies
220
I I
I
Nuestras percepciones, además de distinguirse en impresiones e
¡deas, pueden ser clasificadas s¡gu¡endo otros cr¡terios. Así, según
!r,r^rés su procedencia. las percepciones pueden se:':
éH1¡s-
er'^ de - Porcepciones de sensación: soll aquéllae que provienen de los
,,Vun- sentidos. Por eiemplo, lc serían la visión del color rojo o el olor de
o, )te atircar rluemado.
; ¡h/u¡s-
- Porcepciones de reflexión: son estados exclusivamente menta-
3' se
l(s. como el aburr¡miento qtle nos prod(lce esperar el autobús o
Int¡cr't-
la salisfacción que nos proporciona aprender cosas nuevas.
il''rá
le ()lf¿ Segrin su composición, las percepciones se dividen en:
ií r-
-. S¡mples: no preden dividirse en otras menores. Por ejemplo, el La contemplac¡óo de un ramo de flores es
,lSoh:'l una percep¿¡ón compleia, ya que pode-
rlrlce aroma de un perfume o el tacto del terciopelo.-. mos separar la visión de cada uña de las
llores que compoñen el ramo- As¡m¡smo,
:1. - Compleias: pueden dist¡ngu¡rse y dividirse en otras más s¡mples.
aunque nos cuesle más aceplarlo, cada
Por ejemplo, la percepción de una rosa roia se descompone en úna de eslas pequeñas flores constiluye,
rrl¡ aG miis sinrples: el olor, el color, el tacto... a su vez, una percepción comple¡a. De
uoa nrinúscula flor podemos distingu¡r el
JIl, . !'(r.[)rr]i)s rei)rescntar estas clistinciones en la tabla siguiente: colot el olor...
,lil,l.1. PercePciones
Criterio de Tipo Expl¡cac¡ón E¡emplo
,-'lasif¡cación
lmprcs¡cnes Sensaciones intensas y nít¡das Sensación de frío
:i(,riun la intensidad
:ti ldeas Percepciones menos rlitidas que las impresiones Recuerdo del frío qtle pasé
221
I
La imag¡nación es la facultad encargada de colnb¡nar inlplesiolre:i
Una p¡ntura conduce naturalmen-
simplei y formar ideas conrplejas. A veces lo llace de matlera fatt
te todos nuestros Pensam¡entos etr
al orig¡nal (semeianza); la menc¡ón
tasiosa, tal como sucede en los relatos fantásticos Sin ernbargo'
de un piso de un edific¡o ¡ntrodu- la mayoría de los casos, la imaginación crea ideas compleias si-
ce naturalmente una Pregunta o gu¡endo ciertas leyes y regular¡dades. Y es que determina(l¡'i
una conversación sobre los dem¿is id""a p"r"""n conducir de moclo natural a otras ideas Por ejctrr
pisos (cont¡güidad); Y, si Pensa-
mos en una herida, ditícilmente
plo, el humo nos hace pensar en el luego, o el retrato de una per
sona en la persona m¡sma. Estas tendencias son lo que Hunlo llatttr:
o
podemos ev¡tar pensar en el do-
lor que provoca (causa Y efecto). leyes de asociac¡ón de idL'as. Vearnos en qué consisten: 3
Semelanza: Hay algo en nuestra lllellte que la impulsa a astr;i'tt
Hume, D., tnvesltgacióñ sob/e e/
entendim¡ento humano
-
ideas entre las cuales hay algÚn grado de sinril¡tud' Pr'rr eie:tt¡tlir'
G
una fotografía fácilmente nos hará pensar ell su nrodelo' ,a
- Cont¡güidad en el esPacio y en el t¡enlpo: Una idea nos ctrlt
duce naturalmente a olla cuanclo entre ellas existe urla rclaci{irr
de proxim¡dad, ya sea espacial o temporal. De este nlodo' si
ve ¿t-3
mos el arco de un violín, casi irrelned¡ablemente nos pregunia
remos dónde está el violín, una barca lros llará pensar en el ttlat l.:yai,
o una Pantalla en el ordenador.
r,1..
- Relación causa-efecto: Ante los fenÓntencs qtle se acostulnl)rarl
a suóeder temporalmente, nuestro entendiln¡ento crea una
ex' I rt'-';¡i
pectativa de futuro: espera que ciertos lteclros sigan a olrc's;rl
te'
igual que ha strcedido en el pasaclo. Por ejelnplo, ei humcr al lt rr r;tlii;.
go o la lluvia c las nubes.
(;rAi)
pensamienlo colno uno las da a Inarlos llt
iS¡ alguien pudiera dar órdenes al ¡ r
que af¡lran es asiáhora, Pelo podria ilo serio: de hecl]o lla' vir, !
es el rnundo y no surgen de la experiencia, sino del ra-
r
zonam¡ento. Son, pues, af¡rmac¡ones un¡versales y ne_ iio no" oa"grr" qra en el futuro §earl colno alrcl a son Su r*¡ : )ll
gaciórt cs pe.íectarnellte posible. no irt-1pl:ca nirrgún absuldo' una i
cesarias, es decir, válidas en cualquie. c¡rcunstancia Su
:
negación implica una contradicción y un absurdo r lll
222
ti,rr,'.,19
_i ron es á.
an-
go^ en
'ladaS
I
u l-<tr- ,tl
ll¡¿ó
Mv¡mos y actuamos convencidos de que los
.
^-..-, l
acontecimientos que nos rodean tienen una
ioc. tar causa que es posible ident¡fica. DLldar de
ilr 7ñiiíi+-Í :;1 ','rr ',
ello -y, sobre todo, negalo- puede con-
t . verlrr nuestto erllorno en trn escenar¡o caó_
tico y sin sent¡do.
La ave¡¡cla rl¿ l,l¡dLielk¿Í¡r§ de M. Hobber¡a.
lc-' 'l
Causal¡dad
ll-
4.3, El problema de la causalidad 1 o. La causalidad es un proceso en
rIAr el que se d¡slinguen una causa
la conexión causa-efecto, aclecrás de una ley de asociación de
y un efecto.
rileas, cs una relación que atribu¡mos a los acontec¡mientos que
almis-
En este proceso se dan,
i¡r,*t srx;eden en el ntundo. mo tiempo, dos fenómenos:
La v;¡lidez de esta relac¡ón ha sido aceptada acríticamenle durante poner la mano en el fuego y
l: quemarrne; una prioridad en el
-.1 rrirclro tiernpo. Hunre, que desconfía siempre de las posic¡ones dog-
tiempo: primero el fuego, des-
rl)irtir;a:;, quiere examinar la leg¡t¡midad de esta idea. Lo hace apli- pués la mano que se quema; y
canrlo el principio empirista: para toda idea o creencia se ha de una unión constante: siemPre
; conrprohar de qué ¡mp:'esión es cop¡a; en el caso de que no se ha- sucede así- Es dec¡( la expe
¡(: -- r¡encia me d¡ce: A va seguido
,
lle el original, ésta tendría que ser rechazada en tanto que ¡legítima.
de B, pero con la causalidad se
1.Qur.i errtendemos por relación causal? Analicemos una cuestión de afirma más: A ha deirsegui-
r¡¡r--lro.onro -el fuego calienta el agua.. Pensamos que entre elfue- do de B- Hume qt¡¡ere mostrar
,' i^ que, con mucha facilidad, atri-
,J , j/,,r1 caleDtamiento clel agua se produce una relación causal: elfue-
bu¡mos causas a c¡ertos fenó-
r;! si:ría el responsatlle de un determinado efecto, el calentamiento menos.
a¡ua. llume observa que esta relación se conc¡be como si se tra- Analiza las relaciones cau-
'!:i -
tir:¡ rlo r.¡na conexión necesaria, esto es, como si ambos fenóme- sales siguientes:
,rrs:;e hallaran inev¡tablemente unidos, ya que la aparición de uno . Estaba enfermo y he to-
mado una med¡cina que
'r¡rporrrirÍa necesariamente la aparición
del otro.
me ha curado. ¿Puedo af¡r-
Alxrr¿r t,ien, Hume recurre a la experienc¡a para dar validez a este su- mar con rigor que la medi-
.- fruesto conocimiento, y no encuentra n¡nguna impresión de ne- c¡na es la causa de mi cu-
)1,
Irll; cesidad entre el fenómeno A, que consideramos causa, y el fenó- ración''l
rr'e¡ro Ll, que llamamos efecto- Lo ún¡co que observamos en este pro-
. El río se ha desbordado
debido a las intensas llu
i:'rr;(r.)s que un hecho va seguido de otro fenómeno, pero no
vias y ha ocas¡onado des-
,,1,:,ervamos coDexion necesaria entre ambos. grac¡as en la ciudad. ¿Sólo :l
lirrrc. después de este análisis, concluye que la idea de conexión hay una causa que expli-
que el desbor.lamiento del
llecesaria es fruto de la imaginación- Al observar en innumerables rio?
. i¡sr)s cór¡lo un fenómeno va seguido de otio, tendemos a consi-
. M¡ tío murió de cáncer, fu-
,rúrilr. llevaalos por ta costumbre o hábito, que siempre sucederá así. maba mucho. ¿Cómo mo-
I :rla t)royección del pasado hacia el futuro resulta muy útil para vi- d¡ficarías esta relac¡ón cau
vir, yir (lue, sin ella, el munclo se volvería caótico e imprevis¡ble. Aho- sal s¡ recordaras qae tu
abuelo, que fumaba mu-
;r ni.rrr, a pesar de la rrtiliCad que Hurne le reconoce, constata qlle
cho, murió a los noventa
r r r;r r-r,:;lumbre sólo puede plopofcionar creenc¡as, pero nunca co-
años?
:,i,t rll,r,inlrl unive¡sal y lref-'esaf¡o.
223
I
I
La probabílidad de la ciencia Ctitr<¡
La inducc¡ón ir;r1,r..,'
Hume fue tamb¡én muy crítico y La duda sobre la val¡dez de la relación de causal¡dad supone un cues
escéptico con la ¡nducción como tionamiento de la ciencia. Muchas de las explicac¡ones y descril)- (lilr l( I lil !
método c¡entífico válido. Y es que,
ciones de la naturaleza que realizan las ciencias, como también las
si todo conocim¡ento se funda-
menta y legit¡ma en la experiencia,
predicciones que se les exigen, se basan en la relación de cau- ,", t., , trl
en concreto en alguna de nuestras salidad. En consecuencia, al ser cuestionado su fundamento, el edi- [,' r. i:
impres¡ones, el conocimiento hu- ficio científico qLreda a[ectado. S¡ la relación de causalidad no es una rlr arsio! r
mano no puede ¡r más allá de las ley universal, sino más bien une costumbre de nuest[o enter]d¡rn¡en' \;liri ':
afirmac¡ones particulares. La ¡n- to, que t¡ende hab¡tualrnente a relacionar ideas de una deteíninada ,l:r¡
durción, en cambio, lo que hace
es extraer princip¡os generales de
rnanera, loda disciplina que se base en esta costumbre no superará r[. I
la r.petición de casos particulares. el eslatus de creencia. qUii,\. I
según el cual el Sol sale cada ma: cias, y que Jas creencias no son n¡ universales ni necesarias; conro
ñana. mucho, son probables. Ade^yir
Venl¡ eS
put4-rl
4.4. Cr¡¡ica a la metafísica (lespué
224
I
lrr¡t,l I
- Crítica a la iclea de sustancia extensa' Locke
había constatado el carácter incognosc¡ble de
la
I sustancia; Berkeley había ido más allá: había ne-
)--'la
'rienc
de ninguna intpresión, esta idea ni se halla :
l ¡odarnentada ni puede ser considerada vál¡da'
l:s rrna ilusión, una invención de lluestra imagi- E
il
,,,"n,¡ro ,i iardil se des\/anece, los vuelvo a abrir y aquÍ tras percepc¡ones como una creencia sin
fundamentos sól¡dos- Sin embargo' re-
I "r"." "n
li! encuentro de nuevo...: esto me hace pensar en la existenc¡a conoce la oecesidad de esta creencia para
y estable de la rosa- Sin embargo, ¿qué impres¡Ón lo
fun- vivir normalmente. ¿Cómo podriamos, si
Iti r onli!n:l
que atri- no, dar un solo paso? Si htlbiéramos de
,.1,¡rnentai Ninguna impresión tiene la continuidad
que suponer estar dudando de la permanencia de lo
buimos a la suslancia. No nos queda lnás remedio que nos rodea: las casás, las p€rsonas,
I rl:re se trala de ttlra creaciórl de nuestra imaginación
que agru- la calle.. , ¿qué clase de vida llevariamos'i
I (rosa) diversas impresiones puntuales
it !,,, lr,,l,, ,,,r mismo nonll)le
r,;t ,,tri¡. la f:3ura, al color...)- A pesar cle esto'
la ¡dea de sustan-
para nues-
,:i:r r,:: una invenciÓn o creencia exlremadarnente út¡l
lr ir ljLri Iervivencia.
t 225
d
¡!l I
- Crítica a la idea de sustanc¡a pensante. La iLlea de yo io(l;lvt¡ r r(,
había sido cuest¡onada por ningún filósofo. ¿Cónto podriantos (tu 4 .j'
dar de la validez de la ¡dea que tenemos de tlosotrcs rnisnlos? Sr
embargo, Hume anemete lamb¡én contra esta ¡dea. Tradiciorlalmetile.
6 Itit1¡!,
en filosofía se ha entendido el yo como el sujeto que t¡ene per-
l)c
cepc¡ones, pero que es diferente de éstas. Ahota bien, ¿,cómo po
demos conocer la existencia de este yo? ¿De qué impresióu cleriva'¿
rll t,. , .
De ninguna. Aunque el al¡¡a sea el sujeto de las itrpresiones, no rrs
I: ninguna impíesión. Por otro lado, ¿de qué t¡po de irnpresión seria
copia? Lás impresiones e ideas se suceden y carnbian: ahora scil It,¡,t1'
timos frío, después imag¡namos la ceua que nos tornarcnlrrs, irl da. :r
't mediatamente recordanros el examen del dia sigu¡ente y la desazri
nos invade... Bajo todas estas percepc¡ones cambianles, se su-
Iru¡l¡rr
t)lt¡-..,t,
pone que el yo perrnanece estable e idéntico, conro nticleo dc (:a!¡-l I
La ¡denl¡dad personal
I 1. A pesar del convencim¡enlo que tenemos de nuestra propia exislencia cofi¡o seres pensantes con ir-]enlid¡d y conti
nuidad, Hume consigue despertar en nosáirós la sospecha. ¿Realn]ente solnos algo más que la sucesión de tecuer l¡¡lrlenl
dos, creenc¡as, opiniones y sent¡m¡entos cambiantes? ¿Existe alguna cosa en mí que per¡nanezca ¡nalterable con et
paso del tiempo y que se pueda cons¡derar miesenc¡a, aquel¡o que ¡ne hace set quien soy? Reflex¡onenros s()tne t-'lk'. lor , rt
¡r
- Ésta es urra actividad que resulla conveniente resolver en equipo; para hacerlo, seguid las pautas siguientes: (.4 l.-q
I et:lulz;
l . Formad Fgqueñgs grupos de c¡nco personas.
. Comenza I por el cuadro A, y no pasás al B hasia que lrayáis acabado el pr¡mero. Los ser
. Después le leer atentamente las preguntas, contestadlas en grupo una por una. rle ;,
. Sólo cual Jo las hayá¡s contestado todas, dad una respuesta consensuada de equipo a la pregunta que l¡ene la ca- ¡rlace-
tegorla d, conclu§¡ón. (lo li
. (le
Un m¡em ro del grupo que haga de secretario-porlavoz debe recoger por escrilo ¡as conclusionc,s. lri.
s il,
ctirAiri
A . ¿Sobre c ré cuest¡ón tienes ahora unos senl¡- B . ¿Oué hace que seas lú? ¿Es tu trcnt)re, tu cara, tu estik) úe el r;. _.¡.:
m¡enlos . gradables y hace años tenias otros r veslir, tu mente, tus f»nsan¡ie¡los?
muy difer ,rtes? rllá,4{r¿
. ¡ . Si, por algrrm razón, no pud¡eras dispotrcr de tu cuctpo, ¿se- flOiil,if().
¿Oué cos deteslabas cuando eras pequeño y
I Ouirías siendo lú?
I
hoy te ap¡ i¡ona? I Polt\ei
. ¿Sne qu teÍ¡a antes pensabas de um rBnera
| . S¡no pr¡dreras usar lu n¡enle. l_lodavi¿ sqías lú?
este ll1i,
y actualrn€ [e estás eñ contra de aqudh oF!¡nim? . Si tú y tu mejor a¡nigo pud¡erais intercambiar las ¡nentes, de ístiñer
. ¿Te parec !s a la persona que eras hace diez manera que lú conc¡b¡eras todos sus pensam¡enlos y él líc¡e-
tud y la
años? ¿Y I n¡ño que fu¡ste un díá? ra lo propio co¡ todos los tuyos, ¿todavíá serías tú?
. .
taralr
¿Seras la. ,¡sñ¡a pérsona cuando seas nuy vie- Si cu¡ndo eras rñuy pequerio te hul,cran ¡levado a olro p¡is,
io? ¿Vesti s de la m¡sma manera, harii§ las rnis,
un benÉ
de m.rnera qr¡e l¡ubiéses crec(lo eñ (,lra culturc y l|ablado lltr¿
mas cosa: le intercsarán los m¡st¡os temas...? lenguaconrp¡elarnetrtediterenté. ¿Seguitiassiendo tú? tln lrt
c¡olEJi,-
Conclusi. -r:
¿Cre€s que lras camb¡ado mu- Concftrsión: ¿Oué es exactanteñle nquello que ie hace ser tfa( it '
cho coñ el paso del tiempo? quien eres, a pesar dc li)s c¿rnb¡os qle exper ¡-
Asi4u.
¿En qué aspectos? rentas?
tná,. . flc
nle,¡.{p[
- Finalnlon e, s€la conveñienle que os ÉUnio ais toda l¡ clase y que. dospuós de (tr re ol l)ofavoz de r:arJa gr upo lraya PrO!..rcl'
transm¡l¡, o las conclus¡ones a las que ha llegado su giupo, entablarais una (liscusió¡t sot)re la identidad pe$onal. do, ,-ta
lo que p
226
lr'r.i i9
Los sentimientos cleplacer y dolor están, por este mol¡vo, en la base Según Hume, la solidaridad y trcompa-
de tos ¡uic¡os morales; el bien no es otra cosa que lo que nos com- s¡ón son consuslanciales a la naluraleza
place, rnientras r¡ue el mal consiste en el d¡sgusto y el dolor que humána. Y 6 que la §mpatía que conecta
a todos los seres humanos y que pos¡b¡_
ileienr¡¡nadas acciones nos provocan. Ahora bien, este sentimiento lita que nos hagamos cargo de sús su_
,l.i plaoer no se ha de entender en un sent¡do egoísta. Para Hume, la frimientos hace que nos solidaricemos y
que rechacemos las ¡n¡ust¡c¡as y las cruel-
sirnpalía es propia de la naluraleza humana, y ésta es la incl¡na- dades, ¡ncluso cuando no nos afectan di-
(;ión o lelrrlencia que los hombres sienlen a part¡c¡par y reviv¡r las aectamente.
emcriones de los rlemils. Esta ¡tlclinac¡ón, ade-
rr'¡¡is, lrar:e naturales los senl¡mientos que en
¡";:Ulrog desplertlrl las desgracias aienas, como
¡xrr i:iernplo la compasión y la solidaridad' Por
r.l¿ rrr¡livo, el placer no ha de entenderse ego- í
r:;tit!rente; la iustic¡a, la benevolencia, la grati-
h r,l y la amab¡lidad son aclitudes que me gus- I
1.r . .lrrnque de ellas no obtenga directamente
U¡r benelicio personal. En este contexto, t¡ene ?
ull l)apel ftlndamental la educación, ya que ra-
). i
.l
(:rL)nali,,íi y encarr¡la los sent¡m¡entos de apro-
baciór) y rechazo ante cleterrninadas acciones. .I
Asi (xrando el placer y la felicidad afectan al \
ulix¡r:o núr¡rero de personas, me complacen y \
r,.H lnoporcionar' tanto placer colno m¡ propio l¡
¡rrovr.:ctro. l-a élica de l lume es, en este senti-
, i, ,. i r rit éticfl ut¡l¡tarisla qlte oottcibe corno bien
227
!t
Comentar¡o de texto -- - . Atrilluilllos los rllislnos efectos a a(:')rrl(nri
Eslamos determinados, por la costumbre, a suponer l¿t tk
l¡Tlenlos semejatlles t'rtLt";a de
elfuturo de acuerdo con el pasado Cuando veo una
¿¡
c<¡nsi<.leiarlos en abstracto, no hay nada más' inde' l(f nli, ;x-l;-r rllAllrx,l.
pendi,rntetnen(e de la expef¡encia, que nos conduz
ha- . l¿r Ia t ¡tttl cltti;l l¡uelltr a vi(la Íirl n )
ca a urta conclusión semejante; y, aun después de No es
muchos efectos de esta la coslúllbre.
ber tenido la experienc¡a de
que nos
c¡ase repet¡dos, no hay ningún argumento . ( r'Í
Lit razÓr1 I ltlllca sgl ia ( :átl )a ¡ f-lÉ-' eslablocer
I x )
t.
cios de las s¡gu¡entes flases: r ía vál¡da? ¿Y de !a ct ítica a ma-\-ir
. Cons¡deramos que elr el futu[o los aool]teci- es hcito con§derar un coniunto de ocEnc¡as cc¡rlo <1er 9ec
mientos sucsclerán de manera semejanle a frutc, (le la ooslulnblc y con valor cje probabilidarl? on ldin(
Razona ia resPuesta. en L. :Jr;
como lo han hecho en el .
r
1{
{
Recuerda 1o que has vis to
{
fl
,q
."Señala los rasgos básicos del empirisri-ro con-
dóld con el rabionalismo
os hech cos q ue preas q ue han
.
.
Comenta cómq4oncibe Berkeley la materia y se-
ñala cómo llegá á esta conclusión. .:
;.'?bsolutió1lg.yporliberalismgpolítico',).,nesdehecho'.
mienÍó llamados: relaciones de ideas y cuestió-
I
{ . i ¿Qué consideración les merece a los empiristas el - . Relaciona Ia concepción de.la sustancia que de- l
'innatlsnio?
-. ¿Qué vatiOez le danT ¿Y qué piensan fendieron Locke, Berkeley y Hume.
5
l
"'de lá razón y la expeiiencia? Según ellos,
¿i¡ué pa-
. pel.desempeñan en el proceso de coilocimiento? . ¿Qué destacarías del emotiv¡smo moral?
Del emp¡rismo inglés o, tal vez mejo¡ británico (en porlante recordar que las democrac¡as actuales lie-
esta época se ller,ó a cabo la un¡ón entre ¡ngleses nen sus raíces en estos teóricos de los siglos XVll
y escoceses), tenemos una doble herencia: la polí- y XVlll.
l¡(:¡ y l¿r ePistemológica.
El emp¡rismo moderado de Locke tuvo una gran ¡n-
t tlc la filosofía
,)s leóric()s Íluenc¡a, en primel lugar sobre los pensadores pos-
p olíticd dier(:n un gran leriores de esta misma corriente f¡losófica, como Ber-
SI¿lk)en el carnino hacia keley y Hr¡me, que partieron de los principios que
l¡rs demccrac¡as ac- aquél había establec¡do; pero también sobre la f¡-
Irnles- Hól)l)es, asu- losofía poster¡or, especialmente por su afán acla-
niiendo l¿ ifea de ralorio, que se traducía en un ataque frontal a cual-
Descitrles scqúr' la
quier actitud dogmática o ingenua-
(¡r¿l I¿t r¿rzón está
trrrrversal e igual- El empirismo rad¡cál de Hume y el escepl¡c¡smo al
r!r3lllc reParlida cual le condujo fueron duramente criticados y re-
uriri,lis lrornbres, chazados. De todas maneras, tuvo sus efectos po-
',r;latr!c(;¡ó
el pr¡n- sitivos: ayudó a tener una pos¡c¡ón más crítica y
ri¡p¡o dé igualdad
coherente respecto a las supuestas capacidades
r:r¡r¡ro ll¡ fr¡ente de la
y posibilidades humanas de conocimiento. El gran
r¡ re errrarra el poder.
lmmanuel Kant, formado en la tradic¡Ón rac¡onalis-
l,rc esta manera dio
ta, afirmará que Hume consiguió despertarlo de su
turr giro complelo a la
conce¡rción clel Estado, sueño dogmát¡co. Es dec¡( del ¡lusor¡o mundo de la
hacién(ldo depender de la verdad absoluta en el que habían ido a parar los he-
vohr¡llarl de los propios hom rederos del rac¡onalismo. Será precisamente Kant
lr¡es. I ocke dará un paso más: el princ¡pio de igual- qu¡en logrará real¡zar una extraord¡nar¡a síntesis de
racional¡smo y empir¡smo-
E rtixl !c llevará a la crítica del absolulismo y a la de-
tcrsa {lel l¡beralismo polít¡co. Su pensam¡ento ten-
Más allá de Kant, la crítica a la metafís¡ca que llevó
4 (Ií u¡¿rs repercus¡ones prácticamente dec¡sivas en
l(¡j lnrr:;adores ilustrados del siglo XVlll. Montes-
r¡rrr,rr ¡rr:rtilará la teoría de la d¡vis¡ón de poderes y
a cabo Hume ha const¡tuido el trasfondo tanto del
pos¡tivismo del s¡glo XIX como de las actitudes neo-
llt¡rá los q(|e todavía hoy en día se conservan en la pos¡t¡vistas del s¡glo XX. Positiv¡smo y neopos¡t¡-
rrrrryt¡i¡l r.le las democracias: pocler legislativo, po- v¡smo rechazarán los planleamientos metafís¡cos y
,,{ tle! e¡.tcLtt¡w, y pocler judicial. Rousseau, siguienclo defenderán que nuestro conoc¡m¡ento parte de la
experiencia y la observación, o sea, de los datos po-
q r,.n l¡r lr e¡r (lol contractualismo socia!, se convertirá
,rrri rti¡u¡ <lilttsor de la politica .iemocrática. Es im- sit¡vos o conslatables.
i{
''%
.10 La llustración (,
Esquema
\, 1. V¡sión general de la llustración
6
l .l . H Siglo de las Luces
1.2. Grandes temas de la lluslración
3. La llustrac¡ón trancesa
3.1 . Raíces históicas lnvit#i
3.2. Pensadores ilustrados lhr;t¡aciór¡ l¿
(,.ll Qrte. aul(n-,1
4. Rousseau e,latl es tai-¡
(iin)iento sin la
4.1 . Un ilustrado que no confía et¡ la t¿uón lo es esta 1r)
f t:,at
'ereza y
t' tc de los liurll
aLrsrrelto l-f:
I
ca'¡ gtlstol;,r,I]íi
y del hcch¡.{r:
Iulores. iE', .arl
r rr, libro qLrt\;n
tilr¡y'a ini c{ .r¡,j
s-o .
bjetivos
Conseguir una visión general de la llustración e identificar en ella la corrfianza que duraote esta
11,3'i;"il4l.
otro ocupará nl
ya se nan r).í
ca se tenía en la razón humana y en el prcgreso. bre sus es¡rald
. haber atur¡\o
Reconocer la importancia que tiene para la llustración la ob[a científica rcalizada por Newton. plicaron los r¡e.,
. lnvest¡gar qué ha representado para Francia, desde ef Dunio de vista h¡stó¡co. asumir buena parte andar soloF$a
los ideales iluslrados. qrande, p\r¡ /.I¡
. Contrastar y comparar textos legales del s¡glo XVlll co¡r ohos del s¡glo Xx, y ser consciente de, apre¡rdidoAfa
raíces de los textos actuales en los textos ilustrados.
. Constatar que Bousseau, un pensador del s¡glo XVIll, es capaz de crit¡car y rechazar idcas iluslr
. Discernir la idea o ideas dominantes en fragmentos breves y representativos de obras f¡losóf¡cas
. Reflexionar sobre las relaciones entre cienc¡a y4lilosofía.
230
ffiffi
r
I
tf
lnvitación a la unidad_
llustrac¡ón es la salida del hotnbre de Ia minoría de edad
err que, autoculpablernente, se hallaba. M¡noría de
e(lad es la incapac¡dad de disponer del prop¡o enten_
(lrrriento sin la dirección de olro. Autoculpabtemente,
lo es esta minoria de edad porque su causa Io radica
:rr rrrra carencia del entend¡miento. sino en una caren-
i:ra d,J decisión y coraje para d¡sponer de uno mismo
j;r) la Ci!ecciÓn de otro.
¡Atrévele a saberl ¡Ten coraje
r,am disl)o¡ter Ce tu propio entendimiento! Éste es, pues,
tr lerna rie la lhrslración [...1. lntroducción
Ené§tá'un¡dad aclararemos el s¡gnificado
[',:K'z¿ :r coh¿üdía sún las causas de que una l]uena par- y las raíces de la llustración. También ana-
t,i (ie lqs homDres, a pesal de que la naturaleza los ha lizaremos la obra de NeMon. que estimu-
,rr»,rrr¡llo har.e tientoo de una trllela a¡ena, permanez_ ,ó todo el progreso c¡entífico det siglo XVII.
(.r,¡ oi¡stosetnente menores de edad por toda su vida,
A cont¡nuación éstudiaremos la lluslrac¡ón
),,iel ite(il)o Ce qtle resulte tan fác¡l a otros erigirse en francesa, descubriendo sus rasgos carac-
I
I
trr¡,)res. iE.; tan cómodo ser menor de edad! S¡ téngo terísticos, por ejemplo, la conf¡anza en la
rnr libro que p¡ense por mi, un padre espir¡tual que sus- razón y la fe en el progreso constante de la
lrlr¡Va lll¡ conc¡encia, un m&ico que me prescriba la d¡e- humanidad. Acabaremos la unidad explo-
lrr ütc., no ten(lté necesidad del propio esfuerzo. por el rando algunos aspectos del pensam¡enlo
I
I l¡ 10
Descartes se atrev¡ó al menos a
enseñar a las buenas ¡ntel¡genc¡as
1. Visión general de 1.'¡\"
,,',2(,,
a revolverse contra el YUgo de la la Ilustración
escpláslica, de la opinión, de la au-
toridad, en una palab,ra, de los Pre lnic¡aremos el estudio de esta unidad con una v¡s¡Ón panorámica
iuic¡os y de la barbarie; y con esta de la época en que tiene ¡ugal la llustración (siglo Xvlll); velernos por Ccnfi
revuelta, cuyos frutos recogemos qué recibe este nomble y rros acercaremos a algunos de los tenras
hoy, ha prestado a la filosofía un que traló la rnayoría de los pensadores ilustrados.
serv¡cio más esencial quiá que to-
Irir:¡;
dos los que ella debe a sus ilustres l,:l
sucesores. Se le puede cons¡de-
rar como un cabecilla de los con-
1.1. EI Siglo de las Luces |l\'
,.',i
¡urados, que ha tenido el coraie de A lo largo del siglo XVlll, diversos países europeos disfrutaron do
ser el primero en levantarse con- un gran opt¡mismo y de una total confianza en los podeles y ca-
tra una potencia despática Y ar- pacidades humanas como pocas veces ha ocurrido en la historia f:c er
b¡trar¡a y que, preparar do una re-
volución resplandecienl ?, ha pues- de Occ¡dente. En todas partes, la gran impulsora de este optilnismo
to los cim¡entos de ut gobierno fue la burguesía. S¡n embargo, la formación de la llustración ftle un
más justo y más Ieliz que no ha Po- proceso largo y lleno de d¡ficu¡tades; tuvo sus raíces en la eufor¡a in- f, ,t
dido ver establec¡do. S acabó Por
telectual del Benacim¡ento, en el racionalismo de Descarles y en el l.r¡iitl
creer que lo podía expl r)ar todo, al
menos comenzó pot dudar de pensamiento empirista ¡nglés. l:, .rii
todo; y las armas que mPleamos En todos los países donde br¡lló el pensamiento ilustrado se eln'
para esla lucha no le )erlenecen
plearoir expresiones simból¡cas pala referirse a la época; lue corrienle
lr, r;
menos por el hecho d que las to-
memos contra é1. la metálora de la luz para indicar que las tin¡eblas de la ignorancia ñ et
D Alembert, D/scu ,o Prel¡minar habian quedado atrás y que, a partir de aquel momento, la razón trri- rA Ut
/. de la :nc¡cloqedia. llaría en todas partes. En Franc¡a, donde el movimiellto tenía a sus s te
difusores más apas¡onados, se hablaba del Sigro de las Luces. Es- !a1 (
l
l. Lee atentamentr el anterior tas luces, a lines de siglo, condujeron al mayor resultado l)olilico t¡,.-r i¡
fragmento del ik rtrado D'A- I
- Eltextodic, que Descartes gaciones basándose etl el allál¡s¡s cie la naturalcza trumana. -.-Auk
es un cab€ illa de los con-
jurados. U ra conjuraciórr En Alemania, Kanl, atraigado tanto en el raciortalisl¡o como err cl erlr
p¡rismo, habló de Aufklárung t'|4áren,'esclal¿'cer, haccr evidente y lratrs- r9{ ¡¿l
es una liga )ara cambiar el
orden de n estado o de parente'). De hecllo, Kartt veia !a llustrac¡ón conro la sal¡da del llonr Noce
una deten rinada disposi- bre de la edad infantil, enterldiendo por esta eCad aquella época etl que
-
ción de c, sas. ¿Oué pre-
I'
el ser humano es incapaz de utrlizar la razón sln la direcciótr de otrc-r.
'ji
tendia car .biar Descarles?
m,:llllr
(- tf
Las herr¿ nientas o armas En otros países europeos, como ltalia o España, la Luz del siglo
- que sirvi ron a Descartes brilló con muy poca intensidad. ltalia, la gran ltalia del Rellacimien' 9n'lrt¡
para coo iruir su rnetañsica to, despuás de ias cottdenas de Galileo y de la Coriirarrelorma, pre- e. ..ei
son las rf smas que, en ma-
nos de l( ¡ ilustrados, deni-
sentaba una s¡tuac¡ón ,le decadencia tanto on el campo de la filo- IPaicl
sofía como en el de la ciencia. o(. l)rr
ban su istema. ¿Cuáles
son esl s armas o he- Por lo que respecta a España, err el siglo XVlll. deb¡do al aislamien'
rrarnieni rs intelecluales? -ñ-ic
¿Cons¡c lras que Pueden
to cultural que había si(lo ¡rnpuesto por Fel¡pe ll y sus sucesores, no DU
relac¡on rse con la duda se manlenia una situac¡órr de oscur¡dad que contrastaba con el es- l. le
metódic , la necesidad de plendor intelectual que florecía más allá de los Pirineos. Las apor- nAL(
cuestion r los conocimier-
tac¡ones ¡ntelectuales de Cadalso o Jovellanos, o de c¡entíficos como [- ,ar
tos anlig los y la confianza
en el po( -'r de la razón?
Elhúyar, no llegaron a alcanzar su objet¡vo de ¡educir el atraso filo- @tr.
sófico y c¡entifico que se vivía en España. a .,,.]e
232
C
I i[r i 10
1.2. Grandes temas de la llustración
¿Cuáles son los grandes temas en que se centraron los pensado-
res ¡lustrados? A modo de ¡ntroducc¡ón, podemos enunciar los si-
!rn -t
guientes:
's DOr
- Cmñanza en el poder de la razón. [-a razón es considerada como
,-1¡
233
10
i.t¡
2. Newton y la ciencia l,.r
I t r;¡.[ttt
del siglo Xvlll la ¡...,rri
Newton escribió sus obras más ¡mportantes durante el siglo XVll, perr-r s( )t,¡a{l
su influencia es una de las raíces que al¡mentan toda la ciencia del si f()l rr r,tllr
glo XVlll, e incluso, los temas propiamente filosóficos de este siglo.
En el pr¡mer punto del apartado veremos algunos de los aspeclos de rlos;rtr¡
la obra newtoniana; a continuación, estudiarernos la situación, el
Nc, , rr
nacimiento y el crec¡miento de d¡versas activ¡dades c¡entificas.
dellrr
ll la,, ()
2.1. lsaac Newton rlr¡ ¡\ :r
(:(n r. ()¡t
Newton nació en Wollsthorpe, un pequeño pueblo de lnglalerra, en
'1642. Después de una escolaridad poco brillante, entró a los dieci- krsl<r
nueve años en el Trinity College de Cambr¡dge; ingresó mediante la Iatt)x:(x
modal¡dad más barata de malrícula, la que obligaba a actuar de delrtr
s¡rviente de los estudiantes de pago. Durante los dos prirneros años nuevo:i
estud¡ó con desinterés las nralerias medievales que todavÍa donr- rlíant
naban en Cambridge.
La !c
Cuando el maternático Barrow lo exanrinó para una beca, Newlor)
mostró que sus conocimientos sobre geometría eran rnuy leducido:i; llir tt¡.
avergonzado, decidió esludiar por su cuenta toda la rnaternát¡ca c(r- gravita
nocida en su tiernpo, incluida la ot¡ra de Descartes y los trabajos ma- la ! ',|
temát¡cos y astronómicos de Kepler. Las observac¡ones y los expe- de una
r¡mentos de física y quínrica pronto despertaron en él una gran pa- ti r -vr
sión; al mismo t¡empo, constató la necesidad de idear instrurnentos laTAr;
para afinar sus observaciones y experirnentac¡ones.
Así, cst
La peste que devastó lnglaterra a partir de 1665 obl¡gó a cerrar la los^t:jr
Newlon (1642-1727). úna de las luces un¡vers¡dad y Newlon se refug¡ó en su casa de Wollsthorpe. Fueron (órbitas
más brillantes de la historia de¡ peñsa-
miento. completó e integró la obra co-
ailos de a¡slam¡ento involuntar¡o muy favorables para sus invesli-
gaciones. En esle tiempo elaboró el núcleo de sus apodac¡ones más
se 1c
menzada durante la revoluc¡ón cieñtifica. veía lo(
En su tumba puede leerse el siguiente ed relevantes en matemática y en lísica: el c'álculo ¡nfinitesimal y la teo- f : t;
tafio: "Es tr¡ l,or¡orpa¡a h ,urñankid q,E ría de la atracción gravitatoria universal. De vuelta a Cambridge, ,
un in nbre así lnya exislido..
f¡cáJi§ e
matemát¡co Barrow quedó ¡nrpres¡onado cuando vio los trabajos de se¿. . e
su antiguo alumno: había descubierto el teorema del b¡nomio, el m&
cua{a(
todo de las series infinitas, el método de las tangentes... A sus vein-
titrés años era el mejor matemático del mundo. Cuando Barrow se Pero, ¿;r
234
C
ll,r¡ 10
En 1703, Newton fue nombrado pres¡dente de la Royal Soc¡ety de
La ine¡c¡a intelectual
Londres y miembro de numerosas academias científicas europeas. I
Fue durante esta época cuando se inició una dura controversia sobre 3. En el s¡glo Xvlll, Ia mayor parte
de las un¡versidades sólo trans-
la priorldad de Newton o de Le¡bn¡z en cuanto a las invest¡gac¡ones
m¡tía conocim¡entos que habí-
Vll rero sobre el cálculo infin¡tesimal, debate que paulatinamente se fue trans-
an qu€dado casiobsoletos y nin-
la Oel sr- formando en una rivalidad entre lnglaterra y Alemania. La discusión guna efa pionera en la acliv¡dad
rL)lo. ; re cerrada por el rey Jorge I de lnglatena, que desatendió los sól¡- lilosófica n¡ en la ¡nvesl¡gac¡ón
;,iios de dos argumentos de Leibniz y se pronunció a favor de Newton. científ¡ca; en cambio, sÍeran p¡o- I
'I
.r:i¡-, el neras de todo ello las Acade- {
¡lewton pasó los últimos días de su vidl presidiendo la Royal Soc¡ety mias, centros docentes alterna- I
ts.
de Londres e ¡nvestigando sobre temas muy diferentes de los mate- t¡vos que surg¡eron porloda Eu- I
nrático-c¡entíficos. Por eiemplo, escr¡bió sobre teología, interpretan- ropa desde el Renacimiento. Sin
embargo, no siempre ha sido as¡:
do en sentido literal muchos textos de la Bibl,a; en este campo, es
en algunos momentos h¡stóricos,
effa. en conocida su Cronologlra, en la que armon¡za la narración bíbl¡ca con la vanguard¡a ha estado en las
S IUC¡. ;cs acontecimientos registrados por los antiguos pueblos mesopo- univers¡dades.
ia!irr) la támicos, eg¡pcios y gr¡egos. Con esta interpretación bíbl¡ca, NeMon, lnvestiga, a part¡r de lo que
t¡.¡l¡rie de profunda fe religiosa, se oponía al creciente espíritu deísta de los
- hemos v¡sto en lo que lleva-
',: .-tos nuevos tiempos ilustrados. Nlur¡ó en 1727 y fúe enlerrado en la aba- mos de curso, cuáles eran los
día de Westm¡nster, como s¡ hubiera s¡do un rey. centros culturales en los que
r üulrri- I
235
10
Teoría corPuscu¡ar de la luz 2":
il r llt
Uno de los primeros experimentos de Newton giró ett lottto
al lt:ttur
Los logros más célebres de New-
de la lúz y su naturaleza. Consigu¡ó descomponer la luz blanca y' i' l¡{ '
lon han sido Ios siguientes: di'¡ersos rx¡
la inversa, recomponer la luz blanca a partir de rayos de
¡ . Aportar prec¡sión a muchos con-
I lores. Partiendo de estos y otros experimentos, defendió la céleble
ceptos que antes de él no la te-
teoría corpuscular de la luz' en que se afirnla que la luz, del
nristtttr
nían (el concepto de espacio, de
tiempo, de masa, de mov¡mien- modo que loda la lnater¡a, está corlstrtuida por pequeños cor-
to, de fueza, de fueza centrifu- púsculos emiüdos por las sustanc¡as luminosas; estos corpÚsculos
ga, de fuer¿a centríPeta...). luminosos viajarían gracias a un med¡o aclecuaclo que era
llatrrado {e
r¡rln
. Establecer conexiones entre fe' éter. A lo largo del siglo Xvlll, esta teoría entrÓ en confl¡cto coll la le-
,-\rs
nómenos antes desconectados (1ti29-1095)
oría ondulatoria cle la luz que había defendido l'luygens l¡trcl
(celeste Y terrestre; ¡nerc¡a Y
atracción...).
lr . Llevar a cabo grandes avances El método de la filosofía de la naturaleza la tl
ll en el campo matemát¡co (Por
En la obra P,litc,p¡o s matenlát¡cos de la lilosoíía de la naluraleza' Nt'w
ejemplo. el teorema dd b¡nom¡o). lllet
ton expuso el método cierrtífico que le l'labía pettrlitir'lo collstruit
st¡
ffi
236
r
'*t- *.
10
t a-
t'lf )ór
ir bTrno I
t¿i.l- na-
r rtl.Lfgo,
,: f ' ¡lli I ,t
I !
,rlv,ir
,?., ¡t)t\
óVex-
I l.
t
l- .rril
\ I
La pred¡cción de la llegada del cometa
ir¡ll¡ )§ Halley para el 13 de abrilde 1758 repre-
I
sento una pn eba conlundéñte a favor de
la atracción gravitatoria y del valor del cál-
culo matemático. El planeta Uraoo, des-
.l[..,-.r'; A fines de s¡glo, S¡mon l-aplace (1749-1827) explicó en su obra Ex- cubrerlo por Herschel en 178t i tamblén
posiciórt del sistema del mLndo (1797) una cosmovisión que influyó cumplía con lodas las previsiones y exi-
,';¡l ,k r genc¡as de las leyes de Newtol¡.
nlrcho en la epoca:
i.
Se da a con.cer la gtír¡r ¡nmeisidad del universo y, por vez primera' se ha-
!ra de evoluc¡ón cósmica.
r l' ¡
'tt
I
I
llay una v¡sión raclicalmente determ¡n¡sta de todos los acontecim¡enlos' se- i
,lún la cual seria pos¡ble predecir con exact¡tL¡d cada acontec¡miento del
Lrniverso si clispusiéramos cte la totalidad de los datos astrofís¡cos ex¡slentes'
237
10
Ciencias nuevas
C¡encias sociales Aparte de las investigaciones correspond¡entes a las ciencias clási- s I
Denlro de las c¡encias humanas y cas (por ejemp¡o, la matemát¡ca, la física o la astronomía), durante el [ ¿t llrrslt i
sociales hay que tener presentes siglo XVf ll se desarrollaron nuevas ciencias, como la electrología, la
los estudios económicos del es- quimica o la biología. It a¡ctt r, rr
cocés Adam Smith (1723- l 790)
Electrología: Con este nombre se hace referencia a la contribu-
y su Ensayo sobre /a ríqueza de las - c¡ón del norteantericano Benjamin Franklin (1 206- l 790) y su de- ca, t¡rt¡:l
naciones. La obra de Sm¡th es
considerada el primer tratado de mostración de la ¡dentidad enlre las chispas eléctricas y los ra ihrsl1l,
economía política. Siguiendo las yos; a la aplicación que hizo Charles A. Coulomb (1 /36-1806) cte r to!l;u i¡ /c
pautas de los l¡siócratas france- ntui. gl
la ley de gravitación de Newton a las atracciones y repulsio[os
ses (flsócrafas, de phys,s, 'natu- estu¡¿¡.
raleza', y kratós, 'poder': los que eléctricas y magnéticas; y tambián a Ias aportaciones rje Ales- I
defendían el poder o gob¡erno de sandro Volta (1745-1827), descubridor de la célebre pila en 1u00. hrs rt ,:;l¡
238
?!n*
llt¡ 10
:ii()nec rrililares, la coí)na de España para sri nieto Felipe <Je Anjou, quó
,1,.
',:ik: i r.do se (-'ollviítió err Felipe V el primer rey Borbón de España.
239
10
/\'ir. iir lr r'l'l,lll
l¡1,-'s. kr.-rlrr
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nr)l)lef íll Dr)
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li r t;ia. A P¡t{tt
{, I irnpara, I ¡
rle i i t|!l
i
rri,,,1¡
Aquí vemos representada la apertura de lrn'i 3ur{
la Academia de las Cienc¡as en Francia. La ex¡gencaa de una sola le, una fe intoleranle, llevó a Luis XIV a la
revocación del Edicto de Nantes. Esta re,/ocación obligó a ntedio Asalro ¡
millón de activos y emprendedo¡'es calvinistas a marcharse de Fran- l,¿n.^qr
I
cia. Esta medida or¡ginó las pr¡meras cril¡cas al absolut¡smo, criti- I ú:i cl ( li.
cas que se agudizaron en 1710 a causa de oira t¡luestra de intole
Declaraciones de derechos I
Al.iu,,cir
rancia: la persecución del jansenismo. Ellansentsttto era un lnovi-
6. La célebre Declarac¡ón de los nriento relig¡oso, ¡n¡ciado por Jansen a principiss del siglo XVil, qlre
I
I Duryl
I ¡6¡, r.l;,
Derechos del Hombre y del Ciu-
propugnaba una renovación del crist¡an¡smo según el espír¡tu de sarl
dadano (1789) ¡nicia un camino
de rechazo de las d¡ferencias en Agustín. El matemático y lilósofo Blaise Pascal, que ya hemos es'
luÍ¡ción del nacim¡ento, de la pro- tudiado, fue uno de los más destacados jansenislas. El r¿y absoh.r' t:rrÁ\rir
piedad o del sexo. to consideró que el aleianliento de la rel¡gión ltlás ortodoxa y tradi- lr¿r .a¡
Consulta la Declarac¡ón Uni- cional significaba el rechazo de lo que estaba establecido. l'ra¡tFií
- versal de los Derechos Hu-
manos de 1948 y aver¡gua sa La revolución contra la monarquía que v¡vió la Francia de fines
tiene algún paralelismo con la de siglo tuvo sus sem¡llas en estas críticas conlra la desmesura y la
mrt:
del s¡glo xvlll, de la cual le intolerancia del poder absolul¡sta. Luis XIV mur¡ó en 1 715, y el trono
presenlamos tres articulos: francés recayó en la persona de Lu¡s (1710-1774\. Durante su rei- El a^ ql
' én la rjra
. Art. 1: Los llombres nacen y per-
^l
nado, Francia vivió un debilitamiento y una descomposición del ab- XVI\,TA
manecen libres e iguales en de- solulismo: la escasa capac¡dad del rey y los fracasos en política có; -.r a
rechos. Las d¡st¡nciones sociales exter¡or contribuyeron al desprest¡gio de la Corona y a una crecien- en l{rar
sólo pueden fundamentarse en la le intervención del Parlamento. Se produjeron enfrentam¡entos en- ' qus -lcl
ut¡lidad común.
tre las clases priv¡legiadas (nobleza y clero) y la burguesía, cada vez gra\cel
. Art. 3: El pr¡ncipio de toda sobe- mL )S.
más rica. oue cx
ranía reside esencialmenle en la
nación. Ningún cuerpo ni ind¡vi- En efecto, nobleza y clero, el 5 o/o de la población, consl¡tuían unos se )i:l
duo puede erercer autoridad que ca Y rcíi
estanrentos pr¡vilegiados con grarrdes prop¡edades y rentas. El 95 %
lr no emañe directamenle de ella.
restante lo formaba el tercer estado, ¡ntegrado por: la burguesía,
.óé- e
. Art. 9: Todo hombre ha de ser .Alernar
consideiado ¡nocgtte hasta que con muchas expectativas económicas: el artesanado, con los anti- p?A(d(
-
s6a d€clárado culpsbl., y s¡ so cuados y debil¡tados gremios; y los campesinos, q¡¡e en su mayo- ,lra -,en
iuzga iñdispensable detenerlo, ría vivían sometidos a url rég¡nten todav¡a feudal. Y era este tercer , flo& m
t.
cualqu¡er rigor que no sea nece-
estado el qúe asumía la l¡ayor parle de los im¡:uestos que tenían que :. bi- ca
sa o para prolegerse de su per- có\atí
I
sona ha de ser seve¡amente re- cubrir los gastos públicos y el déf¡cit crótrico de la Corona; los no- ill ac
rt
pri iado por la ley. bles dislrutaban de numerosas exettciones fiscales y el clero sólo tr¡-
butaba voluntariamente.
i
240
-¡:-lrt-IFE;.:¿:---!:},-'_'=j--'-
I I lr ,i, 1.,, I 10
l
t
lilr,¡ Erreinadocreffi
E
II
(especialmente
traron a Francia hacia la Hevolución de 1789'
"l:l?J,T:X1,.,:,::.;:":"*H:-
plebqto§ o tgEer estado) eran lla-
madad eir Fráncia Estados Gene-
rales. Éstos únicamente se con-
'vocaban cuando se
Producían
a't pio por insurrecciones que segu
l.-i
It ^l micas promulgaoas por los sucesivos m¡nistros
de Hac¡enda' La ban- s¡tuaciones de verdadera emer-
genc¡a.
| número de re-
nn"io-n"t de 1788 obl¡gó al rey a aumentar el
l-i
t^t pi"..n,rnr". del lercer estado en los Estados Generales' y estos
"rrrofu
lr ,ofÁnnt"nt". part¡c¡pación en la dirección polÍtica de Fran-
l\-l
It "rigieron pfoceso revolucionario
cia. A partir de este momento, se inició un
l'1
l-i .-.t
irnparahle'-,sangriento:
_t
*-i¡ Arte rococó
-l
v!
que expresaba una.
sensibilidad Princ¡Pes-
ca y ref¡nada. El roco-
I
3l
_t
có se €v'tend¡ó hac¡a
Aleman¡a Y Austria a
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241
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l-iarrA!:
L i ctitrr, ;t:
I
En este grabado de Hubert podemos ver M¡:¡..es
alqunos de los pensadores ilustrados más
relevanles: Voltaire (que parece pedlr la
3.2. Pensadores ilustrados (.lrar
a C' atrajo y es' ,(l
palabra). Diderot (junto albrazo alzado de Así como la Atenas de la segunda mitad del siglo V
Voltaire). v lambién Adam. Condorcet (ie ia demo tócr¿riii,
cuchó a un gran número de sofistas (los educadores
(de espaldas), D'AIembert. Maury y La en una monarquía llo ¿l¡. ]!i¡
crac¡a), la Francia del siglo XVlll -aunque vivía
.r
Harpe.
nada democrática- atrajo, creó y escuchó a numerosos f¡lósoÍos En sAr,:
o pensadores que tenían en común un gran afátr de conocim¡en- tullrbres
to y la opinión de que la única luz proviene de la razón humana' Y pars ar
de la misma manera que en la Atenas del siglo V a C sólo los
hom-
e i!r.:l!,¡l,)
bres l¡bres gozaban del conocimiento y padicipaball de Ia democra- do.9 . ll,
cia, en la Francia del siglo XVlll, las luces de la llustraciól.r iluminaban {)st¿rr*()
la vida de un porcentaje muy reducido de la pobtación: la burguesia ftinc,. , ¡ t-
:.
y una pequeña parte de la nobleza.
Laolc
lu de las ,
t¡metafísico.
242
10
I
243
10
La naturaleza no ha f¡jado n¡ngún
Gondorcet la idea de progreso HeEst
l lirite af perfeccionam¡ento de las La ¡dea de progreso es, desde el siglo XVlll, una idea dorlinante eI fr:¡lr¡:, i¡
facultades humanas; la perfect¡bi-
la historia de la civ¡lizac¡ón occ¡dental. Jean Caritat, marqués de Con'
l¡cad del hombre es realmente
inf¡nita; los progresos de esla per- dorcet (1734-.1794), fue uno de los iluslrados que la concibieron. insctl.tr;t
fect¡b¡lidad, independ¡entes des- (llll{ ir)
Condorcet, m¡embro de la nobleza y educado de manera muy tradi
de ahora de todo poder que tra-
cional y conlrar¡a a los ideales ¡lustrados, se convirtió en un e¡rlinen
,"1i,{l
tara de delenerlos. no tiene otro lí- nitlr,.ic
mite que la duración del globo al le defensor de los ideales de la llustración. Reivindicó los derechos
que la naturaleza nos ha lanzado: políticos de los ciudadanos, crit¡co el racismo y afirmó la igualdad re.d tri+rt\s.
podrán segu¡r una marcha más o de la muier y su derecho al voto y a ocupar cargos públicos. S¡r enr- Ycll '.,r.t
menos rápida, pero nunca s€rá re- bargo, después de la Revoluc¡ón de 1789, pasó a ser cons¡derado
trógrada. Voltair,
sospechoso a los ojos de los revoluc¡onarios más radicales y violen
Condotcet. Esbozo de un cuadro .1793
tos. Después de la ejecución de Luis XVl, en le fue impuesto
Fran..,li:i
h¡sló¡¡co de los p¡og¡esos
arresto domic¡l¡ario y sus documentos fueron prec¡ntados. Finalmen profr^t li
del esp¡rilu humano.
te, Condorcet fue acusado, detenido y encarcelado.
st¡ I r,-l r;r
Según el pensamiento de Condorcet, el progreso consiste elr el per- la liSo
¿Un progreso s¡n limite?
feccionamíento de nueslras facultades físicas, ¡ntelecfuales y rnc r)lu{;lrr)s
8. Un progreso es un proceso que rales, y en la meiora indefinida y sin vuelta atrás de las condicio
incorpora valores pos¡tivos- Los La v, lr
nes de vida humana-
¡¡uslrados, especialmente Con- na I i.;¡¡i c
dorcet, hablaban de un progre- En ÉSta defensa del progreso llevada a cabo por los ilustrado:i, po- y lle¡. .r(l
so constante hacia una mejora
demos constalar cómo algunas nuevas ¡deas aparecieron en la so- r-I t09.{-)i
tanlo de las condic¡ones de vida
como del perfeccionamiento de ciedad, se impusieron, y otras fueron rrarginadas. En el clistianismo Inesr-:-- t!
nuestras lacultades. En la obra medieval, la providencia represenlaba la presenc¡a constante de Dios vr)rsl¡rl
Esbozo de un cuadro hislór¡co en los acontecimientos del rnundo, la preocupación que liene vor dc ¿ri
de los progBsos del espiitu hu-
Dios por los hombres. Pues b¡en, la ¡dea iluslrada de p«rgreso, de 1,,e5, r.l
rr¡ano. escrita en '1793. Condor-
cet habla de progreso c¡entífico, confianza ilimitada en la capacidad humana de rnejorar, sustituyó sofia4e
a la id6a medieval de providenc¡a.
de progreso técnico, de progre- cl()r (. la
so moral y de progreso Político.
De todos modos, no se llegó a un acuerdo cornpleto sobre la idea len(b.$)(
* Selecciona un ejemplo de
cada uno de eslos cuatro ti-
de progreso. Por un lado, había un grupo de ilustrados que afirma la ttla.,zii
pos de progreso menciona- ban la ex¡stencia del progreso constante en la hisloria; éstos daban v¡tar-AC
dos (c¡entílico, técn¡co, moral como prueba de su convicciór¡ el éxito modélico de la física de New- divulgtrci
y polit¡co); recuerda que pro- ton en la explicación de los movim¡enlos de lodo el universo, el de
gresar es un proceso que ¡m- Su71c
pl¡ca una sucesión de lenó-
sarrollo técnico que mejora la vida de los humanos, o la educac¡ón toler?X!i
il
menos. En cada caso tienes como ur] excelente medio para Ínejorar (todavía ahora, cuando un SUS i /fl
que hrd¡car dos momentos de alumno alcanza el n¡vel que le está programado, decimos que "pro defea..lpr
su desarrollo: por eiemplo, el gresa.). Ahora bien, por otro lado, había pensadores, como es el caso
progreso de una siluación ¡n¡- 5tJ ¡,,¡.., rió
de Rousseau, que exponían la cara negativa del progreso: af¡rmabar)
dr cial de desigualdad humana a Volt¿'1e
una situación de defensa Ie-
que las c¡enc¡as y las artes no perfeccionan al hombre, sino que
gal de la igualdad (caso de aumentan su degradac¡ón y lo ale¡an de la felicidad. tantes fu(
progreso moral). ooyl¡r
Partiendo de tus eiemplos. ¡n- sianos- or
- La Mettrie: el mater¡alismo nrecarricista Ies o
)e
dica en cuáles de los cuatro
ámbitos es más indiscut¡ble o
Julien di-. La Metliie (1703-1751) .lefendió una conce¡:ciórr nrateria' Cua¡A s
manifiesta la preserEia de pro-
greso y en cuáles menos. lista del lronrbre, afimando que el ser l¡umano es u¡ra nráqu¡na au- ¡nnegaDle
En cada uno de los cuatro-ám-
tosuf¡c¡errte s¡n rr¡ngún tipo de alma. En su obra El hombre má- mo i¡á(r¿
- bitos (c¡entifico, lécnico, rno- qu¡na, Le N4ettr¡e nos dice que nuestros pensarn¡entos y representa- tro rnur'rd
t.'
ral y polit¡co) busca venlajas e ciones mentales no son más que rnodificaciones nrecánicas de la Volta^.-rr
inconven¡entes de tu ejemplo mater¡a: todos los ferrónrenos psic¡uicos se rcducen y se explican por nía de op
i: concreto de progrcso. ''t1
íenómenos fís¡cos. el Cá
244
t lirl 10
Helvetius: la necesidad de la educación
e ñ,r Tcrdos los ilustrados hacen referencia a la necesidad y urgencia de la
-)d:7 cducación: llustración y educación se convierten en dos real¡dades
t. inseparables. La educación es vista como un derecho que tiene cual-
'ac!i- quier hombre, nunca como un privilegio. El pensador ilustrado Hel-
vetius (171 5-1771) afirmaba que todos los hombres son iguales por
:l¡,¡s raturaleza y que sus diferencias provienen ún¡camente de los am- ir
bientes en los que nacen y crecen, y de cómo estos factores influ-
ern yen en sLrs capacidades personales-
arV
ler ' Voltaire, la voz del siglo XVlll
I
;SlV
Franqois-Marie Arouet, llamado \bltaire (1694-172g), fue un hombre
rg i_
prcfundamente compromet¡do con los ideales de la llustración, en
su hrcha polÍtica y en la divulgación tanto de la ciencia como de La paradoja de la tol€rancia
la fllosofía; sus trabajos Ce difus¡ón ft-reron tan influyentes que para
El primeifitgsofo qú; defend¡ó de
rtO- nruchos el siglo XVlll es el siglo de Voltaire. I
una manera fundamentada la to-
riav La \,'ida de este pensador fue una apasionada cruzadá contra el fa- lerancia fue John Locke, y ¡a de-
fendió en 6l ámb¡to donde impe-
natismo y la intolerancia, y, en consecuencia. no le faltaron exilios
raba más la ¡ntolerancia, en el ám- l
)o- y persecuciones. En 1716 emprendió el camino del ex¡l¡o
a causa de bito religioso: decía que ninguna I
unos versos contra el Regente; cuando regresó a Francia pasó once creenc¡a felig¡osa puede imponer-
no mes€s encerrado en Ia Bastilla por haber vuelto a componer unos se. Volta¡re sigu¡ó de un modo muy
versos injuriosos- Sin embargo, en muchas ocasiones se ganó radicalesta defensa de la toleran-
elfa- cia. Desde ese momento hasta
l]e vor de algunos monarcas, y en Prusia ilustró al déspota Federico ll. nuestros días, las discus¡ones so-
Despuás de tres años en lnglaterra, donde estud¡ó a fondo la filo- bre este tema han sido constan-
ti sof¡a de Locke y la ciencia de Newton, se convirtió en un propaga- tes; en el siglo XX, Kaf popper
(1902-'1994) formuló Io que ét a-
dor de las ¡deas de ambos pensadores. La ciencia newtoniana se ex-
()á ma paradoja de la tolerancia. La
ierrdió por Francia precisamente gracjas a él; la célebre leyenda de
toleranc¡a es un bien que so ha de
la rnanzana que, al caer del árbol, sugirió a Newton la teoría de la gra- proteger; si eidendernos una tole-
v¡tación universal parece ser que la inventó Voltaire en su labor de ranc¡a il¡m¡tada hac¡a los que son
,lvulgac¡ón. intolerantes, puede llegar el mo-
mento en que éstos destruyan a
Su lratacro sobre /a tolerancia tien¿ corno trasfondo la Ca ¡ia sobre la los tolerantes y, iuntamente con
,¡!
lolerancn de Locke. Ciertamente, Voltaire no compartÍa las ideas de ellos, la propia tolerancia. popper
süs adversar;os ideológicos; ahora bien, se proclamaba d¡spuesto a proclama el derecho a proh¡bir las
ili:ferrder c,,,n su sangre el derecho de estos adversar¡os a proclamar concepciones extremamente in-
tolerantes, s¡ es necesario por Ia
srr opinión.
tit fuerza, con el fin de preservar la
V(tltaire escr¡bió más de un centenar de obras. Una de las más ¡mpor- tolerancia; s¡ no se actúa así, pue-
lantes f,Je Cartas f,7osóficas, en la que, además de mostrarse dec¡di_ de pasar que los intolerantes re-
rio y radical partidario de Locke y chacen todo razonamienlo lildán-
NeMon, combatió a todos los carte-
dolo de engañoso y que enseñen
s;rrrrs, ¡rucs opinaba que Descartes, si bien había descubierto los ero_
a responder a los argumentos me-
rei; (!61 pensamiento antiguo, los había sust¡tu¡do por sus propios enores. diante el uso del puño y de las ar-
i:ri..ndo se produjo el devastador terremoto cle Lisboa el año 1255, la mas.
¡)¡ecahle realidad de la desgracia h¡zc que Voltaire frenara su optimis- 9- ¿Qué te parece, se ha de ser
rno ihrstraCo y pasara a criticar la teoría de Leibniz según la cual nues- tolerante incluso con los que
lro rrru]do .,s el mejor de los mundos pos¡bles. En sU obra Cánditlo, no aceptan la toleranc¡a? Jus-
v(rl¡ire presentó el opt¡mismo corno r¡na espec¡e de obcecación o ma_ t¡fica tu respuesta.
oia de opinar que todo está bien ¡ncluso cuando todo está mal. Con
,,r r .r/ r./i1o de Vollaire, el opt¡mismo ilustrado comenzó a decaer.
245
!l:,i 10
4. Rousseau t?\1
En este úl1imo apartaclc estudieremos algurios aspectc's rle la v¡l¡r v
la obra de Jean-Jacques Rousseau, un pensador que pone en dtl(l¡ Ii,.r :
muchas de las ideas caracteristicas del Siglo de las Luces En Rot¡s ¡ l,:
seau comienzan a etnerger valores que serán prop¡os de la époc¡ l¡¡c rr
246
10
1
!
t
I
.l:! ,{ Rousseau cons¡dera que. en su estadio
I
prim¡t¡vo o "natural", el ser humano era
mr¡cho más feliz qoe en la soc¡edad il¡s
trada.
247
1
ll', 10
4.3. g contrato social
Bousseau consideraba qLre resuita inÚtil soñar (x)11 un retorno al esla Ir-()'ti I
El pr¡mero que, hab¡endo cerrado f':rl. l,:
un teneno, se alrevió a dec¡r: .Esto do natural de borrdaci e ¡nocencia. pero cleia que hay una posibilidad
es mío., y halló gente suf¡c¡ente- de regeneración moral del hombre. pos¡bil¡dad que se halla en el cotr r.r;ttr.{",
mente ¡lusa para creele, fue el ver- trato o pacto social. El contrato es el interlto de armonizar individuo y
dadero fundador de la soc¡edad soc¡edad, de legitimar el orden social conseryar¡(lo la libertad politica
civ¡|. Cuántos crirnenes, guerras, ¡¡tr r l,,r:i:
rnuertes, cuálltas miserias Y ho- Perdido el estado de naturalez3, el Ilt¡lrrl¡ro. f)irl.l srl suJ)nivlv'jl)ciil.
rrrlres habría ahorrado al género se ve irnpulsacio a constituif asoc¡aciones qtlo l)loleja¡l no ta¡l sólt¡
humano quien, arrancando las es-
lacas o llenando el foso, hub¡era
sus persortas y plopiedades, sinr-¡ tatnbiótr su Iibertad Holnlrres aso- 4.A"
gritado a sus semejantes: .icuar- ciados que, con su pacto, posibilitan la voluntad general. Lo eser'¡
cial en el pacto social es el ¡ntercambio siguierlte: cada ser humano
l'ari'{,',
daos de escuchar a este ¡mpos-
pone en común su persona y todo su poder bajo la direcc¡ón .ie ln l)rr: , . .r:¡
tor; estáis perdidos si olvidá¡s que
los lrutos son de todos y que la voluntad general y, a cambio, cada miembro de la sociedad es aco'
lanr\t
t¡erra no es de nadie!" Sin embar- g¡do como parte ind¡visible del todo.
go, parece muy claro que enton-
ces las cosas habían llegado al El paclo representa el reconocimiFnto de lo que es ulliversal por en- livit i I ri
punto de no Poder durar más cima de lo que es part¡cular, cle la lusticia sobre el inslinto, tlc lo
como estaban.
soc¡al sobre lo natural. Después del pacto' obedecer y son)eterse a
Rousseau. Discurso sobre elorigen y l- ¿t rz¡.1,:
la ley d¡ctada por la voluntad general es ser libre, e3 obedecerl¡os a
los lundañentos de la desqualdad li¡trl(r, 1,i
entte los hoñbres.
nosotios mismos- De esta manera. Rousseau realiza una valora.
ción positiva del estado c¡vil surgido del pacto y de sus leves, f¡ut(l
de la volunlad gerreral. Si el hombre histórico era tln set clepravado
nliel|torj
y v¡|, el hombre civ¡l' aunque no pueda retorrrar al estado de naitr-
tno(l(, ai
raleza or¡ginal, puede recuperar y regenerar parte del bien, de la
felicidad y de las libertades pasadas.
l;r l;lJ¡
Veanros ahora las difet€ncii']s existerltes entre el estadc nalural {se'
[irf t
gún Rousseau, el meior que ll.r l'labido) y el estarJo civil (el lneior (llle
rrtr¡rlr¿rnt
ckl'^\er
l-ruede haber para el lrombre civ¡lizado):
condi;i(
Estado rralural Estado c¡vil es¡r1
Libertad natural, linr¡tada por la fuer Libotad c¡vil. limilada por la \.'oiLr:ltaC
incluso, unán¡me.
^.
248
I
4
rrr'r,1, I í0
Si cada c¡udadano vota con plena ¡ndependencia, las diferencias Hemos de transformar las sensa-
ex¡slentes entre etlos quedarán compensadas y el resultado sí
ex- c¡ones en ¡deas, Pero no hemos
pr€sará la voluntad genoral. Es necesario, pues, que los c¡udadanos de saltar de golpe de los obietos
-.sta-
sens¡bles a los obietos ¡ntelectua-
idv ;stén debidamente ¡nformados y que se supriman las sociedades
les. Tenemos que llegar a los se-
con- parciales dentro del Estado; entonces' el voto Ce la mayoría expre- gundos a Partir de los Primeros
sará la voluntad general. La voluntad general es la de
los ciudada-
Las pr¡meras operac¡ones del es-
reunidos en asamblea: una democrac¡a directa, no una de- pir¡tu han de ser s¡emPre gu¡adas
tic¡ nos
por los sent¡dos: no hemos de te-
mocracia representativa como la nuestra'
rcia, ner otro libro que no sea el mun-
do n¡ otra fuente de instrucción li
que los hechos. El niño Pequeño
_]so: 4.4. Teoría de la educación que lee no P¡ensa, sólo lee; no ¡n-
i
r,l
, Oué tenemos que Pensar, Pu¿s, de
;sta educación bárbara qtte sacrifica el
pfqsente pof un porvenir incierto, que
suleta d un n¡ño con cadenas de todo
tipo y comienza por hacerlo infeliz con
eifinde prepararle para el futuro no sé
qué supuesta fel¡cidad de la cual pro- (l tr.
I
bablemente no disfrutará nunca? Por ,ó
más que pensara que esta educación
t¡ene un obretivo razonable, ¡cómo po-
to: - dría contemplar sin ¡ndignación a estos
.*€- -ál'
pobres desafortunados somel¡dos a un
yugo insoportatrle y condenados a tra-
baios constantes como galeoies, sin es- .s: G
s
lar sÉ0Ltro de que todos estos esltler- .t.1:,
zos iengan que serles út¡les alguns'/ez!
La edad de la alegria tlanscurre enlre
llDros, castigos, amenazas, esclavitud'
l¡otr:l"earr. fft,il.o o sobre h -Jttcir'ttitt Et mi»Jslro d¿ escúe¡a, de /\ van Ostade
249
Comentario de tex R e-c
Supongo ahora que los hombres han llegado ya a . En el últ¡mo párafo, el aulor for¡rula ol rxmtra-
aquel punto en que los obstáculos que periudican su lo que permilirá a los seres humanos asociar. . ¿.Pnt
consewac¡ón en el estado de naturaleza tr¡unfan, por
se sin peligro. Explica en qué cons¡ste exacta- 9,, d,
su resistenc¡a, sobre las fuerzas que cada ind¡viduo
puede emplear para mantenerse en d¡cho estado. En- menle este pacto y por qué garantiza las liber- . E^ l't
tades ind¡viduales.
lonces, este estado primit¡vo ya no puede subsistir, y
el género humano se extingu¡ría si no camb¡ara de
tr{o
Pon tÍtulo al texto. ¿Elegirías algr¡no de éstos?
manera de ser. - .
r E,..-ilc
H cotltrato social
Ahora b¡en, como los hombres no pueden engendrar v.a- 3
. Del de naturaleza al estado civil
luerzas nuevas, sino tan só¡o un¡r y dirig¡r las que exis- "-stado
ten, no tienen otro med¡o para conservarse más que . Defensa de las l¡bertades irlividuaie.s
Iormal por agrupamiento, una suma de fuerzas que
puedan tr¡unfar sotrre la resislenc¡a, ponerlas en jue-
; Contexto ¡nmed¡ato del texto
go para un solo móv¡l y hacerlas actuar conjuntarnente.
I
Pon el texto en relación con las conccpciones
I
i
Esla suma de fuerzas no puede nacer s¡no del con- - filosóf¡cas del autor. Aporta kleas dL'l aUtor que
I
curso de muchas; pero s¡ la fuerza y la libertad de
ayuden a aclarar y a enriquecer el senticlo clel I
I cada hombre son los pr¡meros ¡nslrumentos de su ¡
conservac¡ón, ¿cómo las comprometerá s¡n dañar- texto-
se y s¡n abandonar el cu¡dado que ha de tener de sí . Puedes relacionar el texto con la teoría antrc,
mismo? Esta d¡ficultad, aplicada a mi tema, puede
enunc¡arse en eslos lérm¡nos:
-!t \I I a a ll
Para ta mayorÍa de los científicos de los siglos XVlll mismos y se mataban empleando los avances tec-
y Xlx, la síntesis creada por NeMon representaba la nológicos que una parte de la razón, la razón cien-
tiencia perfecta e insuperable, sólo era necesario tífica, había producido. El posmodernismo de fines
contirmarla aümentando el número de observacio- del siglo XX recoge la deb¡l¡dad y la impotenc¡a cre- l
G
1.1. El Estado prusiano
,;ro
1 .2. Enalt&imiento de ta culttra germánica
1.3. Kant, un hombre itusirado
t¡, a
:"fgt
.r!
2. El uso teórico de la razón: el conocimiento
2.1 . Una cuestión pend¡ente e
?F 2.2. E gio copemicano de Kant
!' 2.3. La pos¡b¡lidad de ta ciatcia
lnvita^ir
2.4. Crittca a las facultad4.5 de conocimiento
f )os cosas lj4{)rr
2.5. La posibit¡dad de la netalisica sretnpre nue i !
srstentetnc!rlo ¡.rl
3. El uso práctico de Ia razón: la ética trellado sol-i,¡,
cosas que lnl lre
3.1. E valor de la humatidad cornr¡ si esiar
3.2. La ética tndic¡cnal lrase er lo t¡ ajj
$lrDonct las A.(
3.3. La mayoria cle eCarl ciel ho¡¡bte (,¡alarn€nte i, re i
ra sur.t¡e rleláq1,:
3.4. Pcslulcdas de la rczú1
extenro y n rr, - l¿
con rnrrrrdog.,iqrr r
nras. l-a seg .di
sonalidad. v rr+1 ,
¡lera irrf¡nitulr¡
una manera acci,
universal y :e
junto ¡nl'lunr(-'ra[,
@oo,"tivos
.qT.sistemática
¡mportanci¡^relr
al planela (sr-'ro
' 1t-"19:r
mas li
que cons¡dera.
de Kant y descubrir ra interconexíón ex¡stente entre pruraridad
ra do la qre está lrch
r.
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1H,.i;
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uL f. 'J ,.1
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If .f
'¡" il i!
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ro-\iento I
j-f.-ri ,, i-!
lnvitación a la unidad_
Dos cosas llenan el án¡mo de adm¡rac¡ón y respeto,
sernpre nuevas y crecientes cuanto más reiteíaOa y
peil
srstenlemente se ocupa de ellas la reflexión:
el c¡eío es-
trellado sobre mi y la ley moral dentro cle
¿! mi. Son dos
cosas que no he de buscar más allá
de mi círculo visual,
como s¡ estuvieran envueltas por tinieblas
o se encon_
rasen en fo lrascendenle; tampoco estoy
suponertas: las veo delante de mÍ y las
obligado a
vinculo-inme-
lntroducción I
¡
253
il'- ,, ,., 11
:
254
't
,,,, , ,11
La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (17 89),
la proclamación de la República Francesá ('1792) y la eiecución de
Luis xvi (1 793) levanlaron vientos de guera en Europa. Austria y
lne§,
Prusia hicieron un llamam¡ento a las monarquías europeas para.res-
fu.,
tablecer el orden en Fnncia", a lo qLle este pais respondió decla-
is rle
r ndo la rlr¡erra- Así con enzó una nueva tart(la (le enfréntamientos
oüt
enlre Franc¡a y diversas coalic¡ones de Eslados.
icc'
trctier:o Guillermo lli 737 184C) no pudo evitsr la invas¡ón de Pru-
11
lñi
to, r. ¿mwa?
LblF,l A pesar de los ideales de rac¡onalidad y l¡bertad de la Si es necesario el consentim¡ento de los Gfudadtroq para
le' llustrac¡ón, el sigb nal const¡tuye h¡stór¡camente una dec¡dir si ha de haber gue(a o no, nada es más natural
que el hecho de que lo piensen muy deten¡damenle a
rdv G*n$aG#lre. Lee la solución que Pro-
puso Kant en su l¡bro Para la paz perpetua (1795J.. la hora de comenzar un iuego tan maligno, ya que ellos
habrían de decldlr por sl misorG toda lo8 sttirúrlaos
Señala qué ¡nconvenientes encuentra Kaot a las
)nal - guenas. ¿Podrías añad¡r alguno más?
de lr glEara aomo combatir, pagar los costes de la gue_
te; na con el propio patr¡monio, reconsttu¡r peñosamente la
Después de lo que has leído, ¿quién crees que diria devastación que deia la guena y, finalmente y como súm-
Kant que ha de dec¡d¡r la guerra? ¿Por qué? mum de males, cargar con las deudas que se transfie_
ren altiempo de paz y que no desaparecerán nunca a
lra,
1.2. Enaltecimiento de la cultura
germán¡ca
.si' - I rr ausencia de conciencia nacional qtte caracterizó el panorama
¡roli'ico alemírn del siglo XVlll fue tamtJién r"arPcterística en el ám-
bito r .ltural. No Existí¿r lod-'r'.,ía urra corlciencia del Talor de !a pro-
rl¡Y ¡,rii ldrtltn ni de las tradiciones autóctonas. Lil sl¡preÍnací¡l del fran-
,,,.i y cl latin corro lengLras de ct¡ltura constiiuye na muestra sig-
rrlr,..rtiva de este rrenosprecio. Leibniz y Wolff, los máximos
t t)r (rser]lantes clel racionalismo alemán, escribían en latÍrr )/ Federi-
, .) ll, I)or lrcr]er otro ejenrplo, hahrlaba y escribÍa en francés. También
,.rr l,r ¡\r.adernia que undó este rnonarca en Berlín, el franúés era la
f
255
11
Ahora bien, a med¡ados del s¡glo XVlll, colllenzarott a oitse las voces
(i\¡r'
de itÑles que f,Imñf y la categoría dtD (1. t)
EEÉ¡frBeclamaban una vuelta a las raíces en Ér{i,
diversos sent¡dos: retorno a la lengua que Lutero habia consagmdo
en la traducción dela Biblia, recuperación de la poesía popula¡ de
fensa de los valores ancestrales de la historia alenlana, redesctlhi-
m¡ento de las leyendas y los héroes germátricos.'. El lilósofo t.essing
(1729-1781]ly el roniániico Flerder (1 744-1803) fueron pensadores
que, de manera ir.tdividtlal, encabezaron estas rc¡vindicaciones. C¡lts
t¡luyeron, por ello, imponantes precedentes del movimierrto rom¿in élt¡;; r t
tico. Frente a la llustración, que prontovía la indiferencia hacia las ¡le- l)t '.i
l-rlrr;r , l,
culiaridades nacionales amparándose en el ¡cieal de univetsalidad. el
EEñkilrá ya un md¡ñttElñtrunitar¡o ddttF*r{h lr; ,.
I
256
i
I
i¡ ti, l. r 11
lft- Con la publicación de la primera edic¡ón de la g§üaldn rr e
)n- {1781), comenzaron los años más productivos y br¡llantes de Kant.
WfrÉreqFñil¡h€
En 1783 publ¡có
id. paffie{He'??, donde se exponían los mismos conten¡-
te- dos, pero de manera más accesible y ágil. De estos años también es
)ri Respuesia a la pregunta: ¿1ffi)*1? (,Was ist die Aufklá- Y l
ng rung?.), uno de los manifiestos programát¡cos más famosos de esle
movimiento cultural. Durante esta época, se dedicó asimismo al tema
lr
ts- que se Frrcuentra en el trasfondo de toda su producción filosófica::¡l
*
ilblo trató en ia ry r¡t,Git§lr,,T-
.:,
lrC- t*a de 1785 y en la G{¡e*ñrflqnsldfr de 1788. En 1790 pu-
rl¡có la última de sus crít¡cas, la ffib, con la que aspira- "t
(le ba a eslablecer una síntesis o superación de las crít¡cas anterlores.
Á r-
M¡entras se concentraba en sus clases y en la redacción de sus obras,
se produjo la ffiñ#aft. Kant fue un verdadero entu- i
e siasta de este acontec¡miento. Por fin asistía a la material¡zación de Detale del Jurañento del tuego de la pelota. de
David
los ideales de racional¡dad y emancipación que veneraba. Ni siquie-
Kant fue uno de los admiradores más co
Lli- ra los trág¡cos hechos que comportó la época del terror cons¡gu¡e-
herentes y entusiastas de la Revoluc¡ón
ron confundirle; vio en la üfHón no tan sólo las reivindicac¡ones Ffancesa.
le de la bLrrguesía, sino tamb¡én el inicio irreversible de una rí!Kpú.
@fércia. i
,-l
,l
la\7 I Kant rmA$Éirrk*ef$.er 1ml'. Aunque llevó una vida monótona y
..! rcgular, slr enterramiento se convirtió en una sorprendente y espeefa-
.€{ii}cHtdmd6l.F.*{ñ6EffiaF tlonbre pnlo naa de H- Flañdrit
cular manifeslación popular: ¡oven al
;:l
-t
rleal de la llustración: la posibil¡dad de emancipación presente en cada
Inrrbre.Además,elWc*qtra,ffiiÉfúcE¿{úiilGd'fé§ iáuta
-l
Ya
bre completamente dedicado a la reflexión mología, la ética o la relig¡ón se
filoiól¡ca, pero ello no s¡gn¡f¡ca que viviera al podía sat¡sfacer si se respondía a
:: I .
. ¿Oué puedo saber?
comprender la real¡dad y la naturaleza
humanas permitiría resolver todas nuestras
dudas. El ser humano se convierte en Kant
\-l I
¿Qué debo hacer?
en el centro de todo interés y reflexión de ca-
¡ " ¿Qué puedo esperar si hago lo que debo? Écter filosófico-
\,¡
i
257
-¡
11
ll¡lQnl ú. Poreste Kant, ¡nsatisfecho tanto con el Cogmatismo de los racionalistas como
motivo, o que vemos no dePende
con el escepticismo de algunos emp¡r¡stas, adoptó como suya
la
tanto d( lo que hay como de lo que l.-nI
nosotro inlerpretamos. cuestión pend¡ente de la Modernidad: ¿cómo es posible el conoci'
miento? Encontró la solución en una J* que aceptaba, en par- t¡.§a
2. Obs rva eldibuio. q(¡iel
te, lo que decían una y otra corriente. La idea es la s¡gu¡ente:
sal y
#. Kanl,l., Ctíl¡ca de la razón pura' 38' mod
S
Los emp¡ristas tenían razón: # conl
to¡Ahora bien, los racional¡stas tampoco estaban completanlente , ít(
equivocados: no{.dñAicnff¡É0É¡Ei el suieto que corroce apoda ryá2
. E) una venlana a lravés de la algo imprescindible para que sea posible este conocimiento El ser c,
( lal veo una nube' t¡ts¡¡lc nos,lir*aaatiri¡Úo*nalién;*pe*s#nü*rylr} 8tr(
. I s un teatro con un decorado. marq irulsf€ttlrurtD. Ponganros un eiemplo' El hombre llo es Est¡r
por la luz
. s una tienda de campaña. como un negativo que, pasivamente, se deja impresionar
)r
sino que es más b:erl conlo utla cálriara foiográf¡ca: la fornta en
qLre ¡
- ¿Crees que sólo una opción velocidad del ob1urador...) condiciotlará la repíoducción que lleve a
es la correcta? ¿No es c¡erto cabo de la realidad. Ell defirlitiva, #-
,§ C
il
11
259
11
t
trarse la manera de val¡dar y legitimar los progresos que, en su épo'
ca, la ciencia estaba experimenlando. Éste será uno de los obietivos
de su obra magna: la Cñ;Dl'iillF¡ü
Las alllffi56 son relaciones entre e]*Eiñ¡s. Por
ello, para poder determinar cuándo son un¡versales y necesarias (es
decir, científicas), es preciso anal¡zar primero si sus juicios lo sott.
Para llevarlo a cabo, Kant elaboró, enlaCrítíca de la razón pura,ua
#ffi
Ka¡t no two ún¡camente un ¡nterás teó-
r¡c. por la cienc¡a. En su iuveotud se de-
d¡có seriamente a ella: formuló una hipó-
W Jr
Kant cons;dera que un juicio (.El Sol es el centro del S¡stema Solar" o
les¡s cosmológ¡ca que, más larde, La-
placeconfirñaría. .El todo es mayor que las partes.) es un enunciado en el que se tela-
E-¡IIISna c¡ona un sujeto (..e1 Sol", .el todo,, con un predicado (,,cenlro del Siste-
r llElademás. el Sislema
Solar no formaria un univeGo ü ,co v a¡s-
lado,sinoqucc#
ma Slar., -mayor que las partes,r. Es decir, unFo constituye la atri'
bución db las ecüd¡s aorcf¡ied¡dcmrtt#o. Si'
24
,l tr-I-lh
-fna además, pretendemos que sea ffb, debe cumplir l-{ La l¡ar
.¡rü§f:ffi lic.. Je
máso
's!f{¡ü M:aIt- ¡o- log," k.
¡ñb. tar^d
CoIige los errores Según el filósofo prusiano, los fflseríau ios s¡gu¡elltes: y fos li
il
a l1¡r
3. En el si luienle texto se l]an in-
Cr¡ter¡o t-!ü¡ lr rrrü.aór¡ 3üÜe bnlde- nocillri,
troducir o lres eíores. Si has en-
tendidc la clas¡ficación de los jui T¡po ,-irs ffii:.6 .rtrlir¡ Aür(¡¡ ta 1,
cios qr l Kant realizó, te resulta-
c¡encia
No sori extensivosr Son extens¡- Su verdad I Su verdad Cñ
rá lácil Jescubrirlos. no amfiían nuestro vos:arFr depere de la Éü de la Dc nec
conoc¡m¡enlo. Ei aEi- '-i
eüIf¡rcf pr^í)f
Los iuici s pueden clas¡ficarse se-
gún dos :riterios: la c{nprqldóg y
pred¡cado se halia G.a¡t podemos sa- helnos de que an
la valide:. Según la exteñsión, los Carac-
conrprend¡do eñ el t:b aporla ber que son comprobarlos
juicios l reden dividirse en:85tál- suieto, especifrca ¡nformación ciertos s¡n re- en ella. Por
teríst¡- una de sus carac- nueva. que- currir a ella. eso ¡r tienen l- D¡v¡si
cG y a allticaG. Unos Y olros au- cas teristrc¡s Es decit Por ciso tbnen lttfpY' l¿n:l
mentar nuestro conocim¡ento del
mundo. Según la validez se d¡viden no nos comun¡ca .-*i
rrada que no supiá
d {son düt'
tb.
,azo
en:ap ori y a poster¡or¡. Los Pr¡- .¡a
ramos
meros r )n válidos en cualquier cir_ -F. --. tacu
ll
I cunstar :ia y momento; los segun- i -Los solteros son --
.La rccta es la -El todo es -Migato duer-
dos, er cañbio, son un¡versales.
Eiem- i no casados." d¡stanc¡a más mayor que las
:' parles.. 'r" - "l*lá." BEur
plos ccrta e¡rtre dos ,,f
punlos-"
260
H
I
:¡
f,kae*---
-l
I lrtr 11
Kant se basó en Leibniz y Hume para establecer las comb¡naciones
posibles entre ¡uicios:
!,)
l;' Verdades Cuestiones
Hume Relaciones de ideas Verdades de Leibniz
iz
de hecho de hecho
:is
s-
sintét¡cos a Ju¡c¡os analíticos a
')s
Juicios exiens¡vos que Son ju¡cios que t¡ene,¡ váñdca udt gral y necesidad
¡i-
mient(), pero que se lógica, porque núprovienen de la erFdLna. Sin
en la experienc¡a y que, por lo tanto, tienen un #
embargo, por esta misma razón, ta{e
Li. carácter contingente crrñÉBBiE{r§do
't-
f-
.iS ¿Es posible que ex¡stan if,lñ§, es decir' que 4tr{*ffi¡f,*rÚo d.'qn-
.olperodelosquelengamoscerlezaagltl,estoes,quesffir
qLlrgr*ÉlHltÉS¡Kantsehubieralimitado.aloquelastradicionesfacionalista
.)r v hubiera tenido que responder que no. Kant acabó siendo autént¡camen-
)s te"rlffi-üáán,
innovador al cons¡derar que existia una tercera pos¡b¡l¡dad: los iuic¡os s¡ntéticos a priori, ,l
1
plían nuestro conocim¡ento) y, por ser *lI¡¡,
gozan de
!l|¡IÉ-1. -OS
Son los juicios propios de la c¡encia.
Jr !.:ios sintéticos a Priori Según Kant, son asi los paüG#ac de las m¡ll¡k}
ir É{ffia..
I.
2.4.
t.a gran obra de Kant dedicada al conocimiento y la ciencia es la t¡'f
ffi. Este titulo puede parecernos un poco enig-
tnático; para entenderlo, hay que conocer mínimamente la term¡no-
logía kant¡ana. Cuando Kant habla de criticar la razón se refiere a la
ffir,
taiea de crÍticamente, cuáles son F'-rr'G
l¡I.¡-'I,llÉ5n. Ésta es, ciertamente, una labor fundamental
a lil llora de establecer y fijar las posibilidades reales de oblener co-
noc¡rniento c¡entífico. Sólo si sabemos cómo funciona la razón y has-
ta dónde puede llegar, podremos establecer por qué es posible la
ciencia y cómo son pos¡bles los iuicios sintél¡cos a pr¡or¡'
[re l¡echo, para ver lo que Kant dijo segu¡remos, muy de cerca' sus
propios pasos, es decir, avanzaremos por cada una de las partes en
que analizó las facultades que intervienen en el conoc¡miento'
Div¡siones de
Estélica trascen
la Ct¡t¡ca de la
denlal
razón pura
la pregunlá l-¡l+f-iii
t-
-a-.--
26'l
11
L¡ ¡¡lúüc¡*Úi } üúalllfÜ'*rñÉnr*l L2.Qt'
F#lüpl-
En la estética trascendental, Kant analiza la Irrl:r,
El termino sffiD Prov¡ene del vo- @to: s-Lld' Esta repe-
la :v ril
cablo gr¡ego f,É, que s¡gn¡-
senta la capacidad de abrirnos al mundo, es decir' #l
la rri\s
fica'8.trrifu ' y'qn*tlhd'. necesaria para podernos constru¡r una representación
de la realida(l' l;i .l( l
Poster¡ormente, Por extensión, se '
con I l, ;l
fín? Nuestros conocimientos actuales nos permiten contestar
aparato sen' sÍr'()
cierta segur¡dad. Sabemos que cada especie Posee un It '¡
part¡cular' Así por
sorial qu; le hace perciúir el mundo de una forma
ejemplo, mientras que los fÑ vemos las a-aÜias' las lírA¡rrl
I
\tre' Cómo son en realidad las S( r)r
I
iitág'en camo¡o, las perciben l¡úlqd.
I amápolas no puede ser captado ni por el hombre ni por las abeias'
l
Kani lue uno de los primeros en intuirlo: lrtEa!ñ¡ltio- Co
i
*tqel
ffi. (le
ta
La'!51Ód v Xt§ElF*edSSD' pero
es como una
-Qa
que, al mismo tiempo, nñdr*§*3#l6álo$FriÉe¡q ,el{
I._,ó Y es que esta facultad está constiluida por unast
a lecibirlas impresiones
#tirüln 'et''
de una manera determ¡na-
da. Para Kant, Eñffifrl :lel
qr¡r*bsno
afecta tan sólo a l]uestra ;il
,*nfffi,* necesario
percepción de los cololes,
ffibffiroürlÉá¿ide-
tñrÑü¿P¿¡65¡*
l
I
I
Cra
¡tit¡Jtrl
ü,- J li
El c!ñio*rr.uniYpad Y fifel espac¡o tiempo.
Y el (q) lt
que ha de tener cualquier a¡Ülci L
(para serlo pop¡amente) es un ras-
ES*.t fbrpo son las o
l¿, -e¡
qo que ún¡camente P.¡addr'ü* f6ffi de la sen-
pffiterlÉ e*r¡cfi ,ra¡&Éf ior' sibilidad, porque son árltü-
Str r §(
va áue éstas no'PÉfÉncrf üQ lar r¡or-cb€.Fbria de-Y
l{r.rr(G*t6qt¡6Erüdehto- terminan la manera en que
[er]drj
r¡I{e¡ " podemos tenerla. Y es que
tás qE¡'rüic-FFÉnestecü basta que nos Pongamos a
rffiiF.lor¡ .'de tfin¡Üdüá+ pensar un poco para que rf
porqua tanto h e mf¡ca como la
nos demos cuenta de que
q.¡fñilfa §rrlEPrt do las f&
,5 ryüd'de hráqlsibliüd. La es imPosible rePresentar-
gGüría seria la c¡encia que es- nos alguna cosa si no la sF
tudia las fdat¡(ru aspecÉs (las luamos en un lugar Y un
condiciones que ha da cumPlir momento concretos. Goelhe asontado a ta ventána, de W fischbein
cualquier obieto en él espac¡o). La
fttñil, Por su Parte' 3e ocupa Cualquier representación es urra impresión situada 6n el
espacio y el
d&hF, Ya que la sab.n¡n& -
t t¡empo. Por eso podemos Cecir que las intuiciones
o impres¡ones
rior es, para Kant' una s#l6h sensor¡al y de las cs-
t.rrf.rát. del mundo son una síntssis dél mater¡al
trucluras intemás (espacio y iiempo) del flrot:'io suieto.
262
T
llrir 11
lc¡- 1 La analítica trascendental: un análisis del entend¡m¡ento
Er la estética, Kant trata de la primera facultad de conoc¡rniento: la
'3-
li
ifttis que aporta, s¡ bien resultan imprescin- {nl@
El térm¡no hace referen-
provienen de la e**ria'
el
- CtEáeomÚits:
de observar y compara( se extraen las c^-e-t
Después
,ll-
I
**&reflo. I
Sensibilidad I
l ll
rnt".ra¡.i.nto I
Rec¡be Estructum
rmpresiones
Esto es lo qve PoPicia la ex¡sten-
i-¡t
¡
I
t__
l-rl
c¡a de los juic¡os sint&io6 a Prio-
ri d€ la'lfsiñ:.sus PrlnclPlos str-
gen.do 16:catoEprías qu€, colrlo
I ya hemos v¡sto, sonBürróturs a
I Eslructuras a priorr Realidad priorl ddisffiimiúto.
para mí ,'
I
263
11
La de la
En la tercera parte de la CrÍica de la razórt ¡tuta. K¿nlt analiza la taee'
El término diarócüaá es muy ant¡- ra de las lacultades cognitivas. Una vez qrte cl entetrdimiento lu stlt¡ l tirl
guo y ha s¡do usado en muchos sumido 16 ¡mpresiones bEo cor¡cept6 y los ha asoc¡ado forntando ¡ui
sent¡dos. Kant, sigu¡endo una lár-
ga trad¡c¡ón, lo emplea eh ún seh-
cioq la razón entra en escerlA relaconando estos ¡uicios ett atguttut
t¡do negativo, pués lo:asoc¡a a la taciones o razonam¡entos que trat¿lrl (le proporciollar corrocirl.lielllr)r;
lóg¡ca de la Scie¡qá, klli.6ón. cada vez nt:is getlerales. La razón es, por lo l¡llto. so(illll l(ant, la fa- r Ir 1
rázón, porque ésta ca en enga- Sin esta labor de la razón, el conocimielrlo scrra fragmentario. Grac'as :!
ños e ilusiones cuando traspasa a los razonamientos. englobamos los iuicios y las leyes del entelrdr
los límh€s del conocimiento en lrl miento en principios cada vez más generales. (lue nos pernriterl exl)li :íi
hfEqueda & prtxrp¡os g€n€ral€§.
car una mayor cantidad de lenómerlos. Esla terrderlcia está rllaloir(l¡
por las lormas a pfiori de la razón: Ias tres ¡deas trascendentaleg. \i;
l ,)l
I It I lt:;
Existe un uso corfacto y Lltil de estas ¡deas cuartdr-r se las trala col¡x)
r.l lf
principios reguladoes que orientan a la razÓn en su búsqueda de pnn
'II cip¡os generales. Eit este serltido. la ¡ azón l.to collstitt riría una la': ¡l-
l/lOS
tad de conocimiento, pero facil¡tarE lus e^llos err esle ler¡eno. siem'
pre que se limitara a entender las ¡deas tlascelrderttales como ob¡e
I r¡roti
tivos ¡deales que es impos¡ble alcanzar. Sirl embargo. exisie un uso
lraudulento que no contribuye al avance del col]oclnliento, -§ino (ltr'l
Alror
aboca a contradicciones. Este uso resulta de considerar el Yo. el Mun- irt
do y Dios como realidades objetivas. es decir. considerdr que es[as
{AIr r
ideas tienen un referente o correlato en la real¡dad. Considerar el
rlt
Alma, el Mundo y Ctios como realidades conduce a la razón a inten-
l.qta
tar conocer estas ideas: entolrces es cuando traspasa los limites de
iferenc¡a lo que es posible conocer, y es víctima de ilusiones y de elrgaños.
eñ las
tica de la razón
Ordena lo que has aprend¡do
tica Kant -{.
4. Después de analizar las tres facultades cogn¡tivas que Kant. ¡nvestiga en la
i,
Cil¡ca de ta razón puru; estás en condic¡ones de complelar la s¡guiente tabla:
Elerneñtos a D¡sc¡plina
Facultades
pr¡ori relacionada
Estét¡ca
I Sensibilida,-i
lrascendental
Ara¡rtica
Categoiias
sí la tie- trascendental
nen las o la lísica. Dialéclica lvlolnfisica
trasceridenlal
264
k
I l, rt 11
:li
estas ideas y trata de conocerlas,
Preciiamente estas conlradicciones y engaños
ú#iffifat'y tx'tfd*9c*x!é¡
alsfiIÉüf) ü*¡
lo ftnoyneh¡¿.r
po¡ialcp 5*dn fmü}l* tE ffidorit*s. ) R€lo h tlo
I 4r¡¡ÉEH$m(Filftstiir, que
Kant ve en esta práctica la
s *ri'Eis.ffi úhffffid dl §F
do baúsrÉrn€noo y €ooad.r
I mFásfrs ilqíainel rÉm.crimibl para
el ser humano, constituye el lÍnite de aqlDllo que puede ffiHlLa
llú
-rr. hle¿IñlltFgtpefar é§té llmiD. Precisamente eslo es lo que la
o condena. De todas maneras, para Kant, a*s'lalffifhfoa it§tt
#ebs pe»¡ür¡¡daCnedc€omitrbto' Ecaeá{naim-
rfñtfrMúñrúser,turano: ar¡añzef ?iáda i*lñ¿ÍJÜs'cada v&
|qtclE.r
to La lazó[ la facullad humana nras cfalle
¡-
Lanc.nd¡sc.ffi ¡¡r,rirri ni llegará nunca a serlo. Cuestiones cida. sób nos oraeot¡ v nos qrua cuaodo
I
I
¿Estás de acuerdo?
(,
5. Según Kanl, la .eal¡dad en sí, el r- permanece L-'
. Cuest¡ones como la l¡bertad, la in-
tl¡ortal¡dacl del alma o la existenc¡a de Dios rest¡ltan ñ
I;r De lodos modos. Kant de¡a un II-, y
re.¡noce qrle. segrrramente, {Illts¡-- E
'-
¿,Estés de acuerdo con que estas ideas son incognosciblé.s,
ris (lecir, inacces¡bles para el ser humano?
S¡es a§, ¿tamb¡én estarías de acuerdo cofl el hecho de qu€, §
-. ar¡rque no sean demosJrables, ocupan un lugar central en
la ex¡slencia hrxraña? ¿Oiró tipo (le papel desarrollarian en
ella?
ü
265
:
11
3.1.ffi ¡.{",
)¡qu
y se
Muy a menudo se valora la aportación epistemológ¡ca de Kant
I olv¡da, en cambio, la no menos revoluc¡onaria qlI¡ñ¡HA' e()ll
posterior' I
No sólo asentó las bases de la filosofía del conocilniento
sino que tamb¡én dio un giro completo a los plantean¡¡entos de la
palabras del
filosofia moral. Y esto último, si tenemos en cuenta las ll ltlli
propio autor, todavía tiene más valor: 'Yo soy un estudioso y siento
pa-
ioda la sed de conocimiento que puede sentir un hombre' En un
enton-
sado creía que esto constituía todo el valor de la hurnanidad:
ces menospreciaba al pueblo en tanto que gente ignorante
Bous- ..ll!¡
¡
seau me desengañó. Esta superior¡dad engañosa se ha desvaneci'
para que
do; he aprendido que la c¡encia en sí es inÚtil si no sirve ta, I
se valore la humanidad'' #
: ¡"s,$e$ -@'¿-tn*# lac
- -,--'A§-= 3, l o#. Y ello, ciertamente, ya no es responsabilidad de la
I -.-Jn
t)ricLrr'{.iiloiÁ;i razón teórica. sino de la razón práctica.
^- ;!y,.'s)
t,
I
lllef
Et, según nos confiesa Kant' ffimT
§.
-\le
:'r -"ñ!,s>: -ft#m Una de las anécdotas que se explican sobre
Kant puecle servir para imaginarncs la intluencia
que luvo el ilÚstra- l¡c i!-l
266
#ffi=' :
,rLr 11
3,2. t-a ética tradicional
Después de reconocer que, por encima de las cuestiones leóricas, lo
ué que realmente nos inquieta y nos interesa son las de orden práctico,
Kant intentará responder a la pregunta .¿Oué h€ de hac¿r?". Kant,
el a¡rles o'e ofrecer su propia respuesta, hará L'n anál¡s¡s exhaustivo de
lo que i]asta entonces se habia propuesto en la reflexión ética.
;o
Cuanclo anal¡za las ét¡cas anteriores, Kant llega a la conclusión de
que, a pesar de la enorme var¡edad de normat¡\,as ét¡cas, todas pre-
SI'
sentan un denominador común: se trata de éticas materiales. Vea-
.a\-
mos en qué cons¡slen.
in
'ol
U(
Co
r-
Kanl consldera materiales aquellas r- que acaban s¡endo una l¡s-
la de n-s. Según elfilósofo prusiano, muchas de las
5n áicas tradic¡onales lo son y, por ello, adolecen de d6 IE¡I I
ry¡|¡n
Son éticas que -
(la felic¡dad, la salud...)
lr, lf¡-.
"rrgbesunryrIi€r.Setra-
sólo nos obliga si hemos aceptado que
por
ta, .Si quieres
lo tanto, de un ¡mperat¡vo condicional: con-
lrl servar la salud, no bebas en exceso". lih--
lffio.
rylgEl' Porque arÚa-E se halla *
l-l
%LasE- ,tl
t
rtffin Lrna serie FrrGr(la
de fe-
lir:idad, la salud, la perfección...) áf-F;IÉf-bs
I
I
t,
dos características
t stas hacenffi
rl
-tPara Kant, una ética auténticamente humana ha de ser t hr-
't'-"^-'
-(,/fEr-r ry ün
't
!
(basada en la üt¡, y la c-r
a). Estas dos pro-
.-iF
-fiD ,,,,,,,.,-f
,i
J
267 I
¡
11
3.3, I-a mayoría de edad del hombre
Kant rechaza las éticas rlla[eí¡ales (empiricas y heteróllon]as) l¡rt(lij''
) r rlr
considera rlue ¡)o son propias cle un ser lnayor de edad ccllrr ' "l
t ser hulnano. Cotno ya villlos en la u¡id¿¡tl antel i.)t la llustraciÓ I r"'
sotlre todo, utta relvrtttitc¿crÓn de la libertad y de l.remanciPación ¡\..
) respecto a cualquier sujeción o def)enderlcia. Karlt rlolllflarle oll¡ il( I
idea, cree qUe ha llegado la hola en la qtte el llotttirtc st: llaqa cirr <ii!
go de su vida y decida por si rltstrro. [sta enralrcil)ac¡Órr exigo rrrr;r
ética autóno¡na, en la que sea el propio lrolllbre quien delerl¡¡irrc {(
I ¡
la ley moral. y ello es inconlpatiLlle corr trrra ólica tnatt:ri;tl; pot ost'
l(;
? Kant defiende la necesidad de una éllcn /orrlral. -{.,
!.,4
'lt i
a't i
.,(- átr*rrn¡ r va
Kant cons¡dera éticas formales aquellas que ffiao'
es decir, que rrre{de§,{¡.Álútm€.dÉtl¡ear' sino que sólo tttts ha
\ iÉl dñlro.{o¡mslmffl¡raáffi, Son, por lo lanto, éticas de la
forma:-nos orñ..haz
esto o haz aquello", sino que d-a el'
Ésbozo del Juramenlo del iuego cle la pelola,
de Davrd.
ñla l-¡ en que hemos de actuar. -)
Sll
Los imperat¡vos de esta ética no son hi-
¿Cómo actuarías? potéticos, §no que son categóricos: obli-
6. Después de forotular el imperativo categórico en el principio de uni- gan y exigen cumplimiento s¡n condicio'
versalidad. Kant lo ejempl¡I¡có de la siguiente manera: nes n¡ excepciones. Kant foflnula el'h
Un ind¡viduo se ve obl¡gado por la neces¡dad a ped¡r que le presten l-_o del siguietrle nrxlo:
dinero. Él sabe muy bien qúe no podrá devolverlo pero tambié¡ ve .Actúa sólo según aquella máxitlta por
que no le deiarán nada si no promete l¡rmemente que lo devolverá
la cual puedas al m¡smo tiempo quercr
en un liempo determinado. La máxima de su acc¡ón se expresaia
asi: "Cuando crea que neces¡to dinero, pediré un préstamo y nre que se convierta en ley universal.. i;o-
comprometeré a devolverlo, aunque sepa que no lo haré nunca". nocido también con el nombre df
¿Es justo?... ¿Oué pasaría s¡ m¡ máxima se conv¡rliera en
una ley
l-,<Drosdicef
universal? Aquí veo de ¡nmediato que nunca podrá valer como
ley uñive6al.
ItI-(bebero no en ex<:eso),
do un ¡nsuficiente, pero se lrata de un alumno qúe ha mostrado de refornrulación de la ar¡t¡gua ley de oro:
I
trabajar mucho en clase. El profesor se pregunta: "¿lle de apro-
barle?". y quiere soluc¡onar su conll¡cto aplicando el principio de
S
I
un¡versal¡dad. P¡ensa: .A todo aquel alumno que obtenga ¡nsufr - Recoge una alltigua
c¡ente pero muestre que ha trabajado en clase hay que apro- consideración del hecho moral: creer que
barlo". Sin embargo, a cont¡nuación se pregunta: "¿Es iusto?", ffii
I
l .¿no es el deber de cualquier alumno traba¡ar?'. Y n¡ant¡ene el
insuficiente.
6
r'--r§.
i
.
I tllDs.
264
{T
l
11
Actuar de modo que tratemos a los demás como fines y no como
JlÚr¡¡.ü-,,
¡nstrumentos sign¡fica rea. Por ejem-
Todo ser humano goza de dignidad
,rque plo, si elogio a los demás porque deseo obtener un favor de ellos, no
como Persona. Por esta razón,S
obro de una manera moral, sino ¡nteresada y egoístamente. corrÉ*ahle¡(lo,rá mofü
lriÍ.'6 d lú pr€*lFr!ñ.r"¡¡mi
c;l- re&Eiáagflgca
Para Kanl, a*lÚFb esdec¡r, *tr€Gácbre
c§,.
Ges decir, por Íespeto y amor al Esto signif¡ca algo más cornrf-úiñffiñtrffi? no,
-r.
que actua!' externamente en conformidad con el deber; es impres- egffi,ffi*lElo.
C}F cindible que haya un convenc¡miento y un respeto interno hacia é1. 7. Completa la tabla siguienle con
t.,. otros ejemplos de los dos tipos
!llte Con un ejemplo entenderemos me.¡or esta distinción kantiana entre de comportamieoto: aquel que
c .--ffiFrmobjÉ,t&lefdprepddlbe (tHd g{¡- valora a los demás como l¡nes y
É-úru'r- t-ñryf r*üe{¡rseÉ).Supon- aquelque únicamente los valora
como medios.
gamos dos tenderos que se comportan de una manera honrada y le-
Valora a los -
gal, sin alterar los pesos y cobrando aquello que corresponde al . HéOUCe a tOS
seres numa- seres humá_
valor de los productos. Uno lo hace porque sabe que, si no, a la nos como ños a medios
ido, ¡tnes
larga perdería la cl¡entela (¡rian a comprar a otra tienda); el otro lo
i'i( hace simplemente porque cons¡dera que ése es su deber. A pesar
. Reconocer . Hacer la pe-
ela los méritos lola al pro-
de que externamente los dos se porten de un mismo modo, sólo de los de- fesor para
en el caso del segundo tendero podemos hablar de comportam¡en- más. que nos a- I
to auténticamenle moral. SÉEa{,ffi pruebe. I
Iri- eceL§e'' I
rir I
::ic 8. Una vez que nos hemos acoslumbrado a su terminología, la teoría ética de Kant no es tan complicada como parece.
A partir de un texto del famoso libro E mundo de Sor,b, de Gaardet ¡ntenlaremos trabalar el vocabular¡o ético de Kant.
,.!r) -- Coloca cada uno de los s¡guientes términos en el lugar del texto que le corresponda: ffi, razéñpráatica, pe-
cepliva, f¡n, nledio, ca+egórico, ffi¡ver€dl.
i
.-Kant parlia ya del punto de v¡sta do que la diferenc¡a enlre el b¡en verqaderameflte real. En e§o estaba de
y él mal es algo
¡cuerdo con los racional¡stas, qu¡enes habian señalado que es ¡nherente a la €zón del hombte el saber distinguir entre el
i¡r bien y el mal. Todos los seres humanos sabemos lo que está b¡en y lo que está mal, y lo sabemos no sólo porqug lo hemos
aprendido, sino pcrque es ¡nherente a nueslra mente. Según Kant, lodos los seres humanos tenemos una .t?1.111...., es ae'
Ir ta: P( ¿C{r;
cir una capac¡cad de razonar que en cada momento nos d¡rá lo que es bu'eno yloque es malo moralmente.
iol .-¿Entonces es algo ¡nnato?
-Lit capacided de distingü¡r ent.e el b¡en y el mal es tan innata como las demás cual¡dades de la razón. De la misma ma-
ela que todos los s€res humanos l¡enen las m¡smas formas de razón, por ejemplo el que perc¡bamos todo como algo de-
lerminado causalmente, todos tenemos también acceso a la m¡sma ley moral un¡versal. Esta ley moral tiene la m¡sma val¡-
Cez absoluta que las ¡eyes fís¡cas de la naturaleza- Tan fundamental es para nuestra v¡da moral que todo lenga una causa
conro para nueslra vida rac¡onalque 7 r 5 = 12.
t¡ r
qué dice esa ley moral?
-¿Y
que es anterior a cualquier expedencia, es '.'L.D i, e. ¿eci , no eslá relacionada con determ¡nadas situaciones de elec_
-Dado
c¡ón moral. Es vál¡da para todas las personas en lodas las sociedades y en cualqu¡er época. No le d¡ce, por tanto, que no
rielres hacer esto o aquello si te encuentras en esta o aquella situación. Te d¡ce cómo debes actuar en todas las s¡luac¡ones.
l -¿Pero d9 qué nos sirJe tener denko una "le), moral" s¡ no nos d¡ce nada sobre cómo debemos actuar en situac¡ones cle-
tsrn'iñádas? n v..rrlr....
-lGnt formutó ta tey tnoral como un imperativol.l..li(i, con lo cuat quiso dec¡r que la ley morales "categórica", es decir, váli- t
rl¿ en lodas las s¡trlaciooes. Además es un -¡mperaliío., es dec¡r, es r. . . o, en otras palabras. completarneñte.ineludible.
-Vate... Y( ri\\é t ¡rg'a' .'7|'¡>';¡,¡ )
l(,
--.No obstante, Kant formula este .imperat¡vo calegórico" de varias maneras. En pimer lugar dice qúá "s¡empre dnles ?c-
luarde modo que alm¡smo tiempo deseés que la regla según la cualactúas pueda conven¡Ge er una ley l/nirq\
)Cl
.)'
dec¡r que cuando yo hago algo tengo que asegurañne de que desearÍa que lodos los demás h¡cieran lo m¡smo s¡
-Oi¡iere
se encontrasen en la m¡sma situación. ¿Es eso?
I ,,Exactamente. Sólo asi actúas de acúerdo con ta ley moral que tienes dentro. Kañt lamb¡én fofiñuló el ¡mperat¡vo categó-
rioo dic¡endo que "siempre debes tratar a las personas como s¡ fueran un .. u .... en sí y ño sólo un .. ... ..... . para otra cosa.
r,h tlyd, o
269
11 5e éCf mir( S,n ?R,rq 6¿5,
4 B¿K ( vla
c{ro> ¡2¿ 7r¡remi{vrlrrl
3.4. Postulados de larazón
Sólo cuando lo que nos mueve es la voluntad de cutllpli con tntos
tro deber, podemos decir qr¡e somos morales. Ahora l-¡icn, l.¿1.:lar rl,,
moralidad p¡'esupone aceptar que sotnos seres cotr capac;dad pata
decidir nuestra actuación. Si no pudiéran ros escoltet entre hacel clii(,
o aquello. entre actuar de lllanera altruista y llacerlo, ell can]bl(,.
egoistanrente. ¿qué sentido tendria hablar de |toral¡dad?
Primer poslulado:
la l¡bertad humana inmortalidad del
A pesar aie que los fenómenos natu- Aunque no podamos lraijlar (lel Alrtra. aceptar su ñi como el Ahna, es una reali-
rales estén deierminados por las le- ¡nmortalidad se hace impresc¡ndible para que ten- dad de la cualátpodernos lener
,es de la naluraleza. y aunqLre el ser ga sentrdo la ex¡g€ncia de moral¡dad. flesulta ev¡ ¡inguila exper*ncEJ/. ¡ror lo larl
hL¡I]lano for,re parte de ella. hay que dentequeel comporlanliel]to correclo pocas ve to. rringún crrrocin*fiú. Sin err
presuporÉr ¡a ¡¡bertad humana. Ésla ces se reco¡nfjcnsa: hacer lo que delremos suele bargo.
implica la capacidad de escaparse I)rotegernos de las injusticias y pesadumbres pr.r rrecesa la cor ¡ro úlhria garantía del
del determrnismo que las leyes tísi- pias de la exisler¡c¡a humana. l]n¡camente st su- seiitiCu de la exlsleocia humana
'i
cas inrponén a la naluraleza y poder ponemos la mmortalidad de ¡r¡lesl¡¿ altna, la su Sólo D¡os. en quien la virlud y ¡
decid¡r la propta accón. Y. por mu l]us íelicijá.i se k entiflcan. p rcdc a,r¡r
cho que eslo saa ndenrostrable, es a 1¡r que los que sc han heclro d
necesarto preuponedo § queremo§ nos de felic¡dad la alcancen.
-rl
270
t-fl Ii
I rl,, 11
¡ 271
1
I
Comentario de tex
Cuando me entero de que una cabeza muy poco co- Contexto ¡nmed¡ato det texto
mún pretende haber demostrado que no hay ¡¡bertad
de la voluntad humana, que no hay esperanza de una BíisicanEnle podeinos te$llrr el conlel¡ido r kl lr:x
v¡da lutura, que no ex¡ste D¡os, siento cur¡osidad por to d¡ckxdc que lo que Kanl Uelende es justificat (
lr¡o,
leer su l¡bro, ya que espero que su talento haga pro- scbre determinados conten¡dos (l¡bertac¡ l.lur¡un¿t. ill
gresar mis conoc¡mientos. Sé perfectamente, antes mortal¡dad del Alma y exislencla de Dios), rro
¡rrrr E
de empezar, que no demuestra nada de todo aque_ de af¡nnarse nada con segur¡dad, porque son coI
llo, no porque crea que yo posea pruebas ¡ncontes-
lenidos de los (lue no lenemos exl)et¡encra y (lt¡fl. rgl
lables sobre eslas ¡mportantes propos¡ciones, s¡no
porque la crít¡ca trascendental, que me ha revelado
por lo tanlo, están ntás allá de los linites de uojr ^3,.,
todo lo que la razón pura almacena, me ha conven- tro conocim¡ento. Esta conclusión se sustent.: ur jt
c¡do de que, del m¡smo modo que ésta es del lodo loda una teoría ep¡stemológica_ Relaciona el lexk)
,1d
¡nsufic¡ente para efecluar afirmac¡ones sobre ello, to- con estos olros aspeclos de la filosofía kant¡ala: ,tj
davía lo es más en cuanto a la poses¡ón de conoc¡_ . El proceso de conoc¡tr¡ento y el papel qt¡e ric ¿;t:
m¡entos que le perm¡tan efectuar negac¡ones sobre
tales asuntos. En efecto, ¿de dónde quiere el presunto
sempeña la experienc¡a en éste.
1{
l¡brepensador extraer el conocim¡ento de que, por . Los lim¡tes del conocim¡ento: la realidad f¿,nornái 'lt
ejemplo, no existe un ser supremo? Esta proposic¡ón ca frente a la real¡dad noumén¡ca.
1¡
.ir
se halla fuera del campo de la experiencia posibte y,
en consecuencia, también de los límiles de todo co_ . El uso fraudulento que la razón hace cle las icleas
¡
I{
,
nocimiento humano.
Crít¡ca trascendental razón pura, conoc¡m¡ento, . por qué podíantos cons¡derar el critic¡snlo
F-j(plic.r
ser gt Nqnq expenenc¡a. ¡lor
kantiano una síntesis o superación de estas d()s
rl-l
Responde a las preguntas que t¡enes a continua- tendencias filosóf¡cas anteriores.
- ción: ctls
. ¿Cuál era la posición de Descarles a propóslo (h
. ¿Oué actitud mantiene Kant frente a qu¡enes cuesl¡ones como la ¡nmortal¡dacl clel Alma o h ex¡s_ p¡o,
preteÍrden tener conocimiento sobre el Alma o tencia de D¡os? ¿y la de l-lune?
¿Cómo pueden re_
sobr€ Dios? laciomrse con la que nlantiene Kant en este lexto? L
1u€
. Según Kant, ¿es posible dentostrar la existen_ Opinión personat I ¿|;
I
E
\ a ot II
La filosofía de Kant no es tan sólo un punto de lle- actitud que predom¡na es regresar a la dicotomía an- I
gada donde convergen ¡as grandes ¡deas cientif¡cas
ter¡or. Los matemáticos consideran sus juicios ana- ¡
y filosóficas anter¡ores, s¡no que además es un pun-
líticos: y los fís¡cos cons¡deran que loj suyos son I
to de partida o, como mínimo, un gran punto de re-
sintét¡cos a posterior¡. S¡n embargo, la d¡stinción kan-
ferencia. La histor¡a de la f¡losofá del siglo XIX es,
t¡ana entre c¡encia y metafísica es asum¡da por una
en gran parte, la h¡storia de la aceptación y Ia difu-
buena parte de los pensadores contempoiáneos,
s¡ón, del combate y el rechazo, cte la evolirción de
las ideas de Kant.
aunque esto no ha supuesto acabar derin¡t¡vamen_
le con la metafís¡ca. A pesar de la crÍtica kantiana
r liJl7
llemos comprobado que Kant entendía la filosofía a la metafís¡ca, ésta ha pers¡sl¡do.
segÍm kes grandes pregunlas:
¿qué p uedo saber./,
¿qué..debo hacer? y ¿qué puedo esperar si hago ¿Qué repercusiones han tenido las respuestas kan_
t¡anas a las preguntas
aquello que debo hacer? fres preguntas que se ie_ "¿qué debo hacer?" y.¿qué
r¡ercr) a una sola: ¿qrc es el hombre? puedo esperar?"]|/a hemos visto que el hombre, ma_
¿Oué reper_ yor de edad, habe imponerse una actuación sólo
cr¡s ones ha len¡do su respuesta a la pregunla so-
hre lo que puedo saber? por amor al deber, sin ¡nterés egoista alguno de por
¿eué queda, por e¡em_
l¡lo, (le su apriorismo? Kant marcó el camino hacia med¡o. La admiración ante la ley moral lleva a Kant
el reconocim¡ento rigurcso de estructuras innalas a los postulados de la razón práct¡ca: a la defensa
que nos permiten abr¡rnos al mundo y entenderlo. de la l¡bertad, a esperar un más allá y a creer en la
Diversos neurofisiólogos, espec¡almen¡e Konrad Lo_ ex¡stencia de Dios. Estos postulados de la razón
renz (1903-1989), en el marco de ta teoría evolutiva práct¡ca serán el punto de partida del Romant¡cis_
.,el conocim¡enlo y part¡endo de la f¡losofía kantia_ mo del s¡glo XIX y de su expres¡ón en el idealismo
na, hablan dé unas estructuras a pr¡ori biológicas. filosófico de Hegel. Los pensadores alemanes em_
Todos los seres vivos están dolados de determina- prenderán su reflex¡ón f¡losóf¡ca desde el
(ias estrucluras innalas. Ningún "yo ético.
kant¡ano que es capaz de intuir o de posiular
ser vivo es, en el una
nrr)rnenlo de su nacim¡enlo, un real¡dad absoluta o nouménica.
"recipiente vacío",
r¡¡¡a l¿lbr¡la €sa, sino que viene equ¡pado con
"dls- "¿Qué es e¡ hombre?- En esta pregunla se condensa
¡xtsiciones" específicas que posibilitan su aprendi-
.,.r,e individual- toda la filosofía de Kant: su respuesla, pnmordial-
mente de orden ético, continúa siendo un reto, un
Por lo que respecta a la teoría según la cual la exis_ ¡dea¡, una utopía para nuestra soc¡edad, El hombre,
Ienr:iu (¡e la c¡encia depende de la pos¡b¡l¡dad de ju¡- dice, no es un medio, es un fin por sí mismo. Será
cros srntettcos a priori. los epistemólogos o f¡lósofos Marx quien denunciará más vivamente la conside_
rie lír ciencia acluales t¡enden a rechaiar la creencia
ración del hombre como una p¡eza del s¡stema pro_
trr eslos iuic¡os sintéticos a pr¡ori. Actualmente, la duct¡vo y no como un fin lleno de d¡gnidad.
TI
h El ldealismo romántico
l
v Esquema
1. De la Revolución a la Restauración
1 .1 . H lmperio napoleonico
1 .2. La Restauraciótl alemana
2. El Romant¡cismo a
2.1 . Rasgos caracterist¡cos
2.2. Veñiente lilosófica: el ldealisnto
.e.
;
3. Hegel
3.1.Vidayobra lnvit
r,, 3.2. Supaación y dialécüca (--or¡. i¡r
3.3. ldealismo absoluto I
: ll$:§:
3.4. E/ s,sferna po f isni
cree1lt
. preserrte
a
expln c
ile0¿r uen
f-
surg-1.)
plidt-r -,r ¡
tJo lrt{or
ya e. Jj:
neci(A rj
va r¡. l r
@ty*,*":"?: conexión interna que existe entre la realidad política y el desanollo de las
ideas en este momento h¡stórico.
. Adquirir una vis¡ón panorám¡ca del Romanticismo.
. Diferenciar la perspectiva ilustrada de la perspectiva romántica.
. Advert¡r la importancia de la aportac¡ón de Hegel a la h¡storia del pensamiento'
. Entender en qué cons¡ste la presentac¡ón de una filosofia en fornra de sistema cerrado.
. Acercarse a la mente hege!¡ana constatando la Pluralidad de conexiones ex¡stenles entre
realidades aparentemente aisladas.,'
. Explorar el sign¡ficado de conceptos que aparecen en la un¡dad, como superación, dialéctica.'.
?.
274
I t--l
-t
:
.l
';
-;l
Invitación a la unidad-
Corrprender lo que es, ésta es Ia labor de la f¡losofía;
porqr¡e lo que es, es la razón. En cuanto al individuo,
oada uno es hijo de su t¡empo, y la filosofía es el t¡em-
po rnismo aprehendido en su concepto. Es ¡nsensato
creer que alguna f¡losofía se pLrede anticipar al mundo lntroducción
Dreserrte. Cuando dice una palabra sobre la teoría que Hegel es el filósofo que más prop¡amente
explica cómo ha de ser el mundo, la filosofía siempre representa la vert¡ente filosófica del Ro-
llega demas¡ado tarde: como pensar sobre el mundo, manticismo: el ¡dealismo. En el primer apar-
sr¡rue en el tiempo, después de que la realidad ha cum- tado vamos a-mostrar el contexto h¡stórico
frr(io su proceso de formación y se halla realizada. Cuan- en el que se fue configurando el pensa-
,lo l¡r filosofía p¡nta al claroscuro un aspecto de la v¡da, miento de Hegel, desde la Bevolución Fran-
ya ertvejecido y en la penumbra, no puede seÍ rejuve- cesa a la Restaurac¡ón de ¡a monarquÍa. A
lcciilo, sino tan sólo reconocido; la lechuza de ¡,4iner- continuación, obtendremos una v¡sión pa-
!ii irlrc¡a su vuelo al caer el crepúsculo. norámica del movim¡ento románt¡co y re-
conoceremos su expresión filosóf¡ca en el
Hegel, F¡losolia del Derecho, Prólogo.
¡deal¡smo, espec¡almente en los pensado-
res Fichte, Shelling y Hegel. En el último
apartado vamos a adentrarnos en el aná-
lisis de los grandes conceptos y las líneas
maestras del pensamiento hegeliano; fi-
nalmente, veremos su concreción dinámi-
ca en el gran s/ste¡na creado por Hegel.
275
I
12
1 I De la Revolución I I rl)li
a la Restaurac¡ón
tót.¡ic
En este apartado vamos a estudiar el contexto h¡stór¡co ell el que se
[-, ¡ 1f
desarrollaron el Romant¡c¡smo y la filosofía idealista alenrana, por r,ipl
lo que vamos a recordar los acontec¡m¡enlos que se ¡n¡ciaron con rope¿
la Revolución Francesa. Seguidamente, comentaremos la Restaura
ción monárquica y sus efectos en el ámbito cultural europeo.
t4 I 1 El Imperio napoleón¡co
pioleó
la(
só ile
276
12
l¿.i ccnstanlrs v¡(,rorias r¡¿¡poleó¡t¡cas fueron posillles grac¡as a la
inr¡iantacrórr üÉl serv¡aio ntilitar übligátorio, las movilizaciones en
rn::s¡, lii ¿lqil¡rlad dt: movin¡ienro rle su ei,:rc¡lo y la hab¡lidad estra-
l¿ilica de ¡litpdccn.
i (|; s\ s(¡
tn vigoiosa y (lef¡nit¡/a rehelión de Eüropa con-
l{} 13 se inició unit
ir¡ür,)¡ l'' qlan lrnperio nafrole(it¡¡co. Los eiér(r¡tos de las nlonarqúíars eu-
el
rol)eas, Írl¡ados por sr,)xla vez, empozarot't á obtencr victol¡as con-
.thí,,., l.¡ llírooleón .y', en marTD (h? ll] 14, entraron tr¡Unfantes cn Paris. Na-
Ir.;lcorr abrJicó y se res!írlre'iió la monarquía: Luis XVlll ((le la d¡nastía
i).;rbór]i.a) ft¡r.: non¡lrr.rrLr r.ey rle Francii-.. En 18'15, l.lapoleón rogre-
só de su confinant¡enlo y conttlnzó una nueva campaña militar, pero
.:rr Waterloó, (:erca (le l-]rrrsel¿ls, fue derrotado de manera def¡nitiva.
rr§.rias I
ar r;,l-r
:,.,.F,lle:¡.
1,2. ta Restaumción alemana ll
l
ri lt I
(lr¡i'rt.lr) err I789 se prrrrirrjÜ la Reyolución Francesa, filósofo ale-
'jl
..
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Inlln lleqel (1770-1t]31) tertÍa 19 años, la misma erlad que el poeta h I
r. r,
,i
,1,
r¡)]lánti(;o Hól(lerlin y e¡ Uran comfios¡lor Beethoven. Para Heoel,
ii,,r¡r() I).rrA otros nrLrclxts ióvenes irlernarres, la Revohtc¡ón Francesa
,i I
!
I
I
r,rpri,senllba el l.,t-)ro (le s s asf)¡taciones, el triunfo cle la l¡bertad, la
r,r¡li?ar'ún dÉ) ¡a (lerrtrlr;t¿t<;i¿t. L()s t(leales revoluc¡onar¡os cle l¡bertad, y' i
y frirlrrrrirlld erirn vistos como un resultado de la razón ihls-
r,Jl|;lhrli]d '3-
lritrlil. v Je (:rr-ri¿t {lric con]p(n1arÍan el surg¡inriento de un mundo jus-
l,) Ahora lli()n. la realir-lad alerr¡ariil era la anlilesis de la Revolución: Servicio mililar ohlirratorio
r¡r' rnrntk¡ l(nlrvi¡ con ilrilnt(:lItr¿rs de li¡ro ferrrlal, trolíl¡cantc,nte (ii-
1. Uno de los factotes (lltc üyltrl¿Ir
',r,liilo y cor¡ rura religiilt ¿11 seiv¡.io de¡ Estaclo. No ex¡stía una clase a er'¡lender las conlitltl.t! vi(:l()
rr r,r h.r ¡xrlíticlmerrle e( h t, .i¡(la y capaz de el rt--altezar una lucha con-
rias nafDleónicas y ld t.ll)i( l.r frn
lr.r ,ri at¡solutis¡Ro; lir lrtrlrk:za gobentaba sir't oposición. oraciór (le su imfieri(, e5 (;lesta
blec¡nr¡ento del servicio tn¡ltlat
l.rAlnrl¡ltia <lt; fi¡rr-.s rltl sri¡kl XVlll continuaha const¡tuyendo
el de- ohligatorio. Cuan(lo, er l¿rl:], el
irl¡tird() l)acro lrtperiú l l(}l nlnc,(rernlánico, un intperio €liv¡d¡do en nu- rey de Prus¡a declaró Lr gt¡crra a
rx(,sir- E:ta.lr)s oon n cntl)erít(lor clegido por diversos prínc¡pes. A NaDoleón, decretó el strrvicr) ¡lli
ir¡¡¡u:i,l r,5 tl.d:;tqk; \lX, cor¡rr r:rursecuenc¡a de la if*étwrcion na- lilar olrligator¡o para k,:, l)rusia
'; r¡os.
pc¡laól{ca,.,r: ll¡¡rti ¡-r citlto un¡t reordenación de los EstJdog alema-
r:':r:':l:;í, ct¡ I tl{)tj, .l¡ec¡sé¡s f)r¡ticif¡es alcln¿rntls se separaton del ¡m- -- lmaoÍrate que t¡enes lii olúr
tr¡n¡(lad de defen(ler (, re{ilra
,. r! r(¡ y (:()r r..t¡lr l\,tjrorr lil Gonlechrrac*llrde{ R¡n, baio iá prolección rle
lar ante el Parlar¡eÍt,) la .,lrr
il.!¡,i,kr(,r! i¡i!r¡i¡-'ot]ltill.¡r¡¡i)lll (le Ptu3ia ( l7i-i7 'l tirl0), al ot)o etse a galoriÉdad (lel servx i¡r, || nhlar-
. ,l.r r,"¡¡rl,lrirr:iólr, l)r,v,¡:,-r llt cuarta guerra (lú (x)al¡ción (:ottlt'a i,la- ¡.Cuales serian los tcs ¡t$r¡
,^,1," rr I ir irllinz¿r lr l. ..i¡r¡ rr¡l¿¡da en Jet¡a, la que l.leoel eS- r rrenlos ¡nás i[rp(¡llalll¿s (ttle
't¡r:(la(l efl
l ':. ¡ rrr,liit:l;utdo rntJ ¡c s'ts: olxaaj más emhletnátims, y el ejército na- elgrlnir¡as en ht (f:,,xr s(,'.,
'
irJ,r¡¡ir:or¡r;u[>rr!Jerlíft lir ( .]or feilerac¡ón del ll¡n fuela bíise sot)re la ¡
*tlÁ*"*,"r-****
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rl.
I
E-.
4
L
.\-- ,t,
lás tropas napoleónicas, que duratlle
nrucho tiempo habian parecido ilver]ci' En l8'15. después de la derrota de Napoteólr t'tt W¿rtcrlor,. l.r'. tr,'
lf.s.l¡nalnÉnle fúeron detrctadas.rr W¡ narquías aliadas vencedoras ¡ttr;cerlir..«rlt, qtI r'l C¡¡rg¡eso de Vit-'l¡,t
a una nueva reparticiÓn y a utra restaurac¡ón de los valoro.:,¡ris
tocrát¡cos. El Congreso l)act(i Lrtt tlllev() olrlctt¿l¡lietrto tlo AL't¡r rt'r¡r
no se restauró el vieio il¡ll)erio lreltllíilli(;t,.'lil)o quc::r- {:tor ' l,r I i'r.
i federac¡ón Alenrana (lBl5-'18§0). rutt,rl crlrietivo do I||;l tI'IIrt): I 'i!
dependenc¡a de bs Estados aletnattt':i y litttilar ia litot;¡ ¡.l,rl ¡:t¡ r'i:'r,r'
nacional¡srrro.
za, ¡llst¡tuc¡ór] que sc srrr;argíIla rio r¡r:l;tt |lr¡t cl retorllr) il k)s anti-
guos valores eUlol)eos y lnol¡álqlticos y l ,or stl tl l¡t ll{'r rilr ¡11-'r-li "r
el orden sGc¡al. ccor(¡¡lir:o y l)olil(r)
2¡A
á
lli Í '42
2. El Romanticismo
Elmovimiento romántico, centrado ¡nicialmente en Alemania, inclu-
ye expresiones artísticas y filosóf¡cas no siempre homogéneas Va-
mos a comenzar el apartado exponiendo las características funda-
mentales del Bomanticismo y, a continuación, analizaremos la ex-
presión filosófica caracleríst¡ca de la época romántica: el idealismo'
y
ElBomantic¡smo es un movimiento artísl¡co y filosófico complejo
de dificil definición que, a part¡r de un primer núcleo en Alemania,
se
. 13,1 nto- extendió por Europa a fines del siglo XVlll y perduró hasta mediados
lc'\rcna, del XlX. Con é1, Europa comparte una actitud común ante la
vida'
res aris- Esta actitud se manifiesta en diversos lenguaies: la expresan la obra
,ld¡árria: p(Étlca y literaria de Schiller y Hólderl¡n, la obra musical de Beet-
: !^ 1on- hov6n, la pintura de Friedrich..., y también la expresan, de una
ma-
¡n- nera conceptual, los filósofos Fitche, Schell¡ng y Hegel' Enunciare-
""Ho
l! ( r]le mos algunos de los rasgos característicos del Romantic¡smo:
I
. Act¡tud psicológica de inquietud, de ag¡tac¡ón, un sent¡m¡ento *r:
:tr!t y fue tle aflicción o de angustia. Acaso la palabra que más se aiuste a
'
€ 'mi- ests vivencia es desazón, un desasos¡ego impaciente hacia algo
rpYirica iirdefiniclo, una aspiración ¡rrealizable porque no se sabe exacla-
.i oue mente qué se desea. Los P¿os de Europa. de C. de Haes.
r, r,:: a l¿
Para los romáñlicos, la fuer¿a de la natu_
-. Sed rle infinito. Su desazón consiste sobre todo en un deseo inea-
i¿i an- €leza es Ia fus-¿a m¡sma de la d¡vin¡dad.
lizahle de alcanzar la realidad infin¡ta' La obra de arte es con- Esta lendencia a ident¡ficar la naluraleza
:.:¡ ¿¡l rti- que la
sirlerada una manifeslación del infin¡to en lo fin¡to y se cree con la d¡vin¡dad vincula el Romantic¡s-
mo con la trad¡ciix! paf¡ldsta' para la cual
filosof¡a ha de exponer cómo lo finito se vincula con el infinito-' las tuerzas fis¡cas son manifestac¡ones de
una ún¡ca fuetza d¡vina que rige lodo el
..t,1!. l
- Anlrelo de libertad. La realidad más constituyenle de cada ser cosmos. Según los romántacos y el f¡ló-
es la libertad. Aún asi, s¡guiendo la trad¡ción luterana, es un solo idealista Hegel, elTodo queda re-
fleiado, de algún modo, en el hombre: la
anhelo de libertad de pensamiento antes que de acción; es una filosofia idealista será una f¡losolia de la
libertad icleatisla que se opone a la un¡versalidad y al cosmopol¡- Totalidad.
rismo de los ¡lustrados. De hecho, los románlicos, anclados en su
, t fi )l il(l
pasado. estimulan la h¡storia de su propio pueblo, especialmente
del pasado med¡eval.
il, ,lo il
- Frenle a la visión mecan¡cista ¡lustrada, la naluraleza es consi-
' ,, ¡., deracla vida; el reloi ya no es la metáfora que expiésa la natura-
leza, sino que ésta será identificada con un árbol lleno de v¡da-
Dentro de esta m¡srna linea, la naltlraleza es ¡ncluso d¡v¡n¡zada:
irsi, los poetas a menudo hablan de la 'sagrada naturaleza''
279
I 12 ]?r; J«N;P," &' .o* , Lt' nnoro<-
.
il
2.2.
1
r;ua|2¡qrr
2. Ahora ya sabes que el Romanli por sí mismas no tienen sent¡do, sino que es el hombre qu¡en
slónz§ ;
si( u¡e[tes e ¡n Iica si t¡enden a la que Kant defendió una ét¡ca autónoma y fornral, una ét¡ca ptopia del
vi! ¡ón ilustrad , o bien a la v¡sión hombre mayor de edad que p¡etrsa y decide por sí rnismo; cada horn-
ro t¡ántica: bre, leg¡slando racionalntente paía sí, tegisla un¡versalntente. La
La libertad !s una exigencia o
I
l
postulado lue se desprende
del tlecho r roral; no tenenros
a partir del hecho moral (la ley moral dentro de n¡0, postula la ex¡s- t
tencia de la libertad, la inmortalidad del ahna y la existencia de Dios.
I
conoc¡mier to de ella.
I
lor del escrito era Kant. Una vez aclarada la conlusión, F¡chte oblu.
vinidad. vo un gran reconoc¡miento y le fue ofroc¡da una cátedra en la unr.
La verdad es una creac¡ón
- subjet¡va y libre; los hechos,
versidad de Jena. Paulat¡namente se fue desl¡gando de! kantismo.
creó su propia concepción ¡deal¡sta y desanolló teorías políticas na-
en símism s, no son ninguna
autoridad.
c¡onalistas. Cuando en 1810 se fundó la Universidad de BerlÍn, élfue
uno de sus profesores.
ro",p€sl¡¡l (¡
2BO
t lrrl, I 12
EIF¡chte teór¡co del idealismo romániico dio primacÍa a la razón prác_
lica por enc¡ma de larazón pura. Una conoc¡da frase del propio Fich- Nacional¡smo románt¡co
dlr le nos ayuda a comprender la perspect¡va idealista: -El tipo de filo_ El Fichte pensador polítim es el qtle
sofia que se realiza depende del t¡po de hombre que se es,. Un hom- apela al pueblo alemán en defen-
ren- bre de mentalidad servil y de carácter apocado producirá una fi,osofia
sa de la patria vürcidá y a punto de
desaparecek Aguinenta que la his-
realista, ajustada y suieta a las cosas; para é1, las cosas ya están
con- tor¡a universal ha pasado por d¡-
flqrrradas. Un hombré de mentalidad libre y noble parte de sí m¡smo, versa's fases, y cree que ha llega-
de su Yo, un Yo o Esphitu que da valor, finalidad y razón de do el moménto del pueblo alemán.
ser al
mundo; este hombre crea una filosofía idealista, su yo es fuente de Para-Fichte; la nabión alámana es
un.l orig¡nalidad creadora. la má3'-aAtiñtica encárnación det
tfa-
Yo o Esplrihi y, por tanto, ya no ha
'a' El Yo de Fichte está s¡tuado frente a un No-yo (la Naturaleza o mun- de s{¡uii siándo bbieto de ta h¡s-
'{)r- toiia; 'sino sd.ieto y protagon¡sta de
I
do), que se puede definir en la medida en que no forma parte del
Yo originario, sino que t¡ene el valor que ésle le atribuye, es una pro- ella; cree que todos lós pueblos
sa germ¡hicos s€ hari de mnstituir en
rJucción suya. Esta filosofía que pone en el Sujeto o yo el in¡c¡o
de un Estado ún¡co.
cualqu¡er realidad es conocida como idealismo subjetivo.
nt-
Schelling
[:f el sistema filosófico de Schelling (1715-1854). el ideal¡smo sub-
lá
Jetrvo se transforma en ideal¡smo ob¡etivo; la naturaleza, el mundo,
llr
¡a no es una proCucción del Yo absoluto, sino que uno y olro forman
e-
LrI:i t¡nirlad. Bechaza la separación entre el yo y el No-yo o Natura_
le:;r, rranifestando qLre todo es despl¡egue del Absoluto, y
este Ab_
n s(r1(¡ro es la r¡n¡dad or¡g¡naria del yo (o Espíritu) y
la Naturaleza.
a
S(l€llno conto genu¡no rcn]ántico, pone el niyel estético por enct_
'l
nr¡ de iodo; para é1, sólo desde la intu¡clón estét¡ca
se puede com_
orÉn(ler el Allsoluto. El arte es la más vercla.Jera y profunda expre-
s¡ón il.j a(lriello eÍt que consiste el Absoluto (es decir, la
rt un¡dad
',nlrc,:spír¡tu y Naluraleza). El artista, en el subl¡me momento crea_
Irlo, s,Dlo err parte es e! eutént¡co creador de su obra, ya que
se en- I
,,., irl'.¡ ¡rnpulsado por r¡n soplo divino superior a su voluntad. por
Schell¡n9
r..,r,,rl inte o:i la gran via de acceso a la realidad
absotutá, y la filo_
:; )r,lrir lra rle ser. [ut-]dantentalmer.tte, filosofía dBl arte.
l
La creac¡ón artíst¡ca
241
12
3.?
3. Hegel ll|r¡r,l
En este apartado, después de ofrecer tttlas ¡littceladls sobre l¿¡ vxli'
de Hegel y la influencia que dejÓ en etla la é¡:oca err qtle viv¡ó, va'rr(ui ,tillt, i
sión que fue condenada Por las caron los apuntes de las lecciones clel maestro en la univers¡dad
de ry'(:
autor¡dades Políticas Y académi- deslacan las Lecciones sobre {ilosÜlia de
cas de Berlín.
Berlín. Entre eslos textos
la h¡stor¡a universal.
292
T
12
:l \, fu-
Las ideas se superan sin cesar, y en la propia naturaleza no existen
. Ar¡stóteles criticó dete.mina-
.r3\ de dos aspectos del Pensamien-
entidades estáticas, s¡no un carnb¡o cont¡nuo, lucha y muerte' La mis- to de su rnaestro (Platón), aun-
sál.¿;on-
ma historia es otra muestra de la superación; ya hemos visto que la
que conseryó su huella o in_
irt-i. al-
Revolución Francesa el propio Hegel había venerado- fue ne-
fluio.
i
-que . Del capullo sale la flor, Y de la '
gada. Tanto las cosas como las ¡deas ex¡sten hasta el momenlo en flor, el fruto.
I
que son negacias; de hecho, tienden a ser negadas (por ejemplo, el . ¡Cuántas veces se ha visto qúe
r n¡; re- capullo tiende a convertirse en otra realidad: la flor). Asi' toda ¡dea
(y se formaba uñ imperio, que ,
283
12
3.3. ldealismo absoluto -
Hegel prelende superar el ¡dealismo subietivo de Fir;lrte y el ¡dea{s- r,iA,l,.l
mo obietivo de Schelling; no rehúsa ios elemenlcs que apa¡ecen en h,,.J¡,
uno y otro, sino que se propone alcanzar el ¡dealismo absoluto err r¡re
suieto y objeto queden ¡ntegradcs hasta formar una tercera realidad. tltrilf!l
En el sistema hegeliano, hay una Razón que lo rige todo y que se en-
cuenlra en el or¡gen (y en el final. como ya verenlos) de este todo. El
dinamismo universal sigue un modelo, un pro)./ecto rac¡onal, una ldea
Todo lo racional, proclama Hege¡, pasa a ser real. La ldea. el Lo
: gos, se convierte en mater¡a y naturaleza y, consecLrenternente, toúr L
todo lo que es real es rac¡onal,,. Ya hemos visto qué significa.tcCo Err ,.- L
lo racional pasa a ser real": qu¡ere dec¡r que al Lrr¡ncip¡o ex¡stía la llj:a
y que todo lo real es el curnplimiento de ella. ¿Y qué qu¡ere decir SCr r ¡, ¡ll
.todo lo real es racional.? Que todo Io real está iitrpreonado de ra-
zón; el proceso histórico no es absurdo ni contingente, sino que res- el Lspír
ponde a un orden necesario, está guiado por la Razón. pk ^,J,
La Razón en Hegel
Ahora b¡en, la mente del indiv¡duo ha de seguir un cam¡no de su. La ,,les
5. Anota todas las referenc¡a ala
Flazón o ldea que aparec nen
peración constante ltasta verse en cond¡ciones de comprender la klc. cr
esta pág¡na. A continuació , ex- Razón absoluta, en condiciones de reconstruir el s¡stema o visión dciAl¿r
traé de estas a¡rolac¡onr i los ¡ntegral de lo(lo lo ex¡stenie. ¿Qu¡én de nosotros no ha sufrido cris¡s n¡e¡r../¿J
rasgos caracteristicos de I Ra- que le han llecho r¡)adurar y creccr? Estas el@as en confl¡cto y en entl
zón o ldea. Finalmente, a 'artir superac¡ón que sigue el yo o conciencia componetr el camino que el La natu
de los rasgos que has recc t¡do,
intenta delinir la noción he el¡a-
Espftitu, ianto en mi yo parlk;ular como en el géne;o humano, hate. tos r(1
na de Bazón o ldea. nido que reconer para identilicarse como Espíritu, con el fin de su- ac(;!{r(
perar la f¡n¡tud e intu¡r ¡a infin¡tud. pet ri¿
284
ll
---.
¡
12
3.4. Eisistema
úir, El idealismo absoluto de Hegel puede ser visto como el despliegue
ren Concepto de D¡oB en Hegel
l¡iádico (es decir, despliegue en tres fases) del contenido de la ldea. I
luv El gran sistema heg eliano o Enciclopedia de las ciencias fllosóficas es
La Razón o ldea-es una real¡dad
dlv¡na, es el Dlos hogellano, Aho-
d. una expos¡ción de este despliegue tr¡ád¡co, el desarrollo de la div¡na
ra bien, esta d¡v¡nidad no es está-
i0laiidad, la ldea absoluta, pasando por sus tres momentos: Lóg¡ca, liqa, sino que se despliega d¡ná-
¡!e-
!,latlrraleza y, finalmente, Espír¡tu en autoconcienc¡a.
st\. micamente pasando por diversos
momentos. El d¡namismo de toda
Lóg¡ca Fi,osof¡a dé la Naturateza F¡losolía del Esptuitu la real¡dad es obra da Dios, es un
rz\, despl¡egue de la Razóñ d¡v¡na.
Mome to de la alir- L4omento de la neqac¡ón, Momenlo de la negación de la
s !¡' mación de la ldea,
de la Razón. Es el
de la aliénac¡ón de
ldea. En esie momento
la negación, de la reconc¡liación.
La ldea retorna o renace des-
rilomento de la ldea de ¡a negación de la ldea, pués de haber pasado por su
)n- frura, del
pensa- ésta sale de sí m¡sma y se exleior¡zación o al¡enación. Es I
286
I lt,t, I 12
Los tres momentos del Espíritu absoluto
1. En F¡losoria¡ Es la reconcil¡ac¡ón def¡n¡t¡va y per-
: Arle: E, Absoluto se Rel¡g¡ón¡ El Espirilu abso¡uto pasa de la repre-
sentación estét¡ca exterior a la ¡nterioridad del su- fecta, en la que el Esp¡rilu absolt,to se pie¡sa a si
; oranifissta en forma
latL '- ' s¿ns¡ble e inmed¡ata. ieto y, de esle modo, entra en la cor¡ciencia reli- m¡smo, con lo qL¡e alcan2a la autoconc¡€ncia- La
tn el arte se revela 6l giosa. lnicialmente aparece la f€l¡g¡ón natural, las filosofia es la forma suprema que toma la Razón,
-rrl-. I eq*itu coectivo ¿e tos rs¡{¡¡on€§ primit¡vas, como es el caso del h¡nduis- difer€nta en cada época, pero en conlinuo pro-
mo; en un segundo momento, la rEligión de la in' greso medianto e, prop¡a $¡p€ración No es un
)a§f I poetf(E- En un pdmer
' mofi'.nto, el añe (xien- d¡virual¡dad, en la que Dios es co¡cepto en forma ,
coniunto de opinioñes, s¡no la h¡storia d€ las es-
ür tal o a¡tiguo, con su de persona o pelsonas, como ocure con el mo- lrategias de la Ra2ón para ll€gar a su cima; las da-
barbara belieza; rles- noleisrno iu(lio o el pohleisrno oricao y rcmano; fi_ ferentes f¡¡osolias no son errores pasados, s¡no
pués, el aale clási:o, en nalmente, tiene lugar la rel¡gión absoluta, el eris- expres¡ones coñceptuales de los d¡stintos mo_
el que reina la crmonia; ttanismo, sintesis de lodas las (lemás lehg;ones, ¡nentos hislóicos: la antigüedad griega, su ne-
rln¡a{j qación con el crastianismo medieval y la sintesis
por a o ro-
úll¡mc el an la que la Tri¡idad muesira, Cialéciic¿mente, el
flúotico, aon la poE§ia Flerño del Padre, el lleino del Hi¡o y ei Re¡no del final con la modernidad germánica.
pe^ como suf-'rema exrrle- Espiritu.
'l
I
i
I
t\.Él
LóOi - Antropologia
\"\ñ
I lb) Fenomenología
:1 I
-! Espíritu subjetivo
! i
ii ii'
9 Psicología
! Filosofia de la l{aturaleza
,,i
5
o
Io Legalidad .!$ ¡
r) S o
Filosofía del Espíritu Espk¡tu ob¡et¡vo Moralidad (1\\\0f
I
r ri"*.
Etic¡dad
rl §r i
D r 1J'
ifl ra
¡rO
Eq Arte
¡i- )i \fr
ii¿ ha:richo q!¡e llegel llcga.r
a- rrrlmiñar toda la l¡losof¡a anter¡ol Espirilu absoh¡to Hel¡g¡ón
)
i¡ ilr r: (rnlslruyendo ,1or¡ ella una ¡n_
rnensa caledral. Reflexiona so- Filosofía
lre csta cpinión y.r¡qtÉ sentido
¡,reDs qr¡¿ puc(le lerret:
287
i---
Comentar¡o de texto_
Que aquello que es sustancial valga ahora en el obrar lrrdim las ideas ¡rrcit¿rle:t y ltr r jotarr ¡ ri;r. Mr r,,r,
HI
real de los hombres y en su ánimo, que ex¡sla y se - ¡)i
lra la relac¡ón e)¡stente e¡rlte ellas.
conserve a sí mismo, éste es el objetivo del Estado.
Es el ¡nterés absoluto de la razón que este todo ético . El autor nos descr¡be su coltcepr_:iót (lel ljslíl
ex¡sta; y aquí rad¡ca el derecho y el mérito de tos hé-
roes que han fundado Estados, por muy prim¡tivos
do. Esta descripc¡ón siguc un ¡:lnx;cso oslrrr,
turado en diversas panes. ldentific;l oa,.lír urir
^r
'.¿
que hayan sido. En la histor¡a universal tan sólo se de estas par(es y resúmelas breve tenle.
puede hablar de pueblos que forman un Estado. por- ^1.,
que hay que saber que un Estado es la realizac¡ón de
. Señala los conceptos clave r¡re a¡larecerr cl eE
la libertad, es decir, del f¡n úttimo absoluto, que él mis- cada una de las pades que llas resum¡do.
L
mo es el mot¡vo de su ex¡slencia; además. hay que Busca un titulo para ellexlo. ¿Esoogerías algLlro
saber que todo el valor que tiene el hombre, toda la - de Iós siguientes? ^ti
realidad esp¡ritual, él sólo lo tiene a través del Esta-
. El Estado 'a
do. Porque su realidad esp¡ritual cons¡ste en el hecho
de que a él (como sap¡ente) su esenc¡a (aquello que . f¡nal¡dad de la histor¡a ul¡vas¿1\ ^!e
eEr
es racional) le sea objetiva, que tenga una ex¡sten-
. Real¡zación del Espl'ilu et¡ ot Esl¿td(,
c¡a obiet¡va. ¡nmediata para él; sólo así él es con-
ciencia, sólo así está en la eticidad, en la vida legal
Conterto ¡nmed¡ato del terto
tü
y ét¡ca del Eslado. Porque lo verdadero es la unidad
de la volur¡tad general y subjetiva; y lo que es gene- Relac¡ona el texto con la filosofía clel autor. Aprx
ral se halla en el Estado, en las ¡eyes, en dispos¡cio-
- ta ¡d,)as cle Hegel que ayuden a aclaiar y e ri
t fr
nes generales y rac¡onales. El Estado es la ¡dea div¡- quecer el sentido del texto.
na, tal como ésta ex¡ste en Ia tierra. Asiél es, abso_ tlr
lutamenle, el objeto más determinado en la h¡stor¡a
. Puedes relac¡onar el texto con los conceptos :i"t
mund¡al, donde la libertad obtiene su objetividad y de supeEc¡ón y de d¡aléctica, y la:nb¡én cor) et e,1 IAI
vive en el d¡sfrute de esla objetiv¡dad. porque la ley desarrol¡o del Espír¡tu según figrrra en el s¡sre
es la obiet¡vidad del espír¡tu y es la voluntad en su ver- ma hegel¡ano. ést¿: ¿
: . Flasume el proceso histórico que va desde la Re- . Define con tus propias palabras los conceptos he-
'".. volución Francesa habta la formación del lmperio gelianos de supbia ción y d¡aléctica.
*r\a
. napoleó'rico.
lc- " . ¿Qué signiflca el conceito de idealismo absoluto
: . ¿Cuáles eran los'valores defendidos por ra Res- en el pensamiento de Hegel? .
'',.-
:.
táuración alemana?
o ¿Cuál es el primer despl¡eque tr¡ádico de la ldea?
l. . Enunera tos rasoos caracterÍsticos del RonEnl;cismo.
. Enumera los tres moméntos del EspÍritu subjetivo.
.: .-Describe el proceso que lléVa del pensariiiento kan-
. Enumeia los ties momentos det Fspiiitu objetivo.
,,oV 'tiano hasta el ldealismo románlico.
...1.-l
:'r ¿Por qué el idealismo dé F'chte es llamado "sub- . Deflne el concepto de Estado en Hegel.
. ,elNo" / . Describe brevemente iada uno de los tres momen-
,li.Explica en qué consiste el idealisrno de Schelling. tos del despliegue triádico del Espír¡tu absoluto.
..
I'
I a a lt
Las repercusionés del pensamiento hegeliano, El ideal¡smo de Hegel tuvo opos¡tores en su propio
posit¡ras y negat¡vas, fueron enormes en todos los t¡empo, si bien eclipsados por la protecc¡ón que el
ánlb¡tos culturales. Cuando Hegel murió en Berlin pensam¡ento hegel¡ano recibia por parte de las au-
en 1831, sus discípulos intentaron perpetuar la obra toridades pol¡ticas. Un devastador crítico de He-
de su maestro y aclarar los aspectos confusos Ce gel fue Schopenhauer, que veía en la obra hegel¡a-
ésta; ahora bien, en este ¡ntento clarificador, emer- na una traición al rigor y al respeto por la ciencia.
gieron rlos ¡nterpretaciones opuestas: !a derecha y Para Schcpenhauer, el éxito de Hegel representaba I
-:
!
Bloque lV t@t,,osofía cont E&
1800 1850 t900
. 1815 La Santa Alianza derrota a Napoleón. . Mctor¡a, re¡na de lnglaterra (,l837-1901). lntperio colonial
Congreso de Viena con Metternich: se in¡cia la . Victor Manuel ll, rey de ltalia (186i)
Restauración del Ant¡guo Rég¡men . 186¿t I lnternac¡or¡al Comunista
. Confederación Alemaña ('1815-1866) . Abolic¡ón de la esclavilud en !:stados Lrn¡dos (I 86ll
. 1820 Pr¡meras revoluc¡ones . Nobel inventa la dinam¡ta (1867)
l¡berales en Europa
. Guillermo I de Prus¡a (1861-1888) será
g . 830 Revolución de Julio en Francia
'f
ká¡ser de Alemañ¡a desde 1871.
É. 2.' oleada de revoluc¡ones l¡berales .Guena franco-prus¡ana (l870-1871).
o
F
o . 1848 Revolución en Franc¡a Denota de Napoleón lll y proclamaciÓ! del
I y d¡versos países europeos. ¡l Re¡ch alernán por Bisrnalck
3.' oleada revolucionana. . 1871 lnsunección de la Corr¡¡unede Pal¡s
. El or¡gen de las espcc,es (1859),
il de Darwin (1809-1882)
. Concilio Vat¡cano I (1869-1870)
. 1884-l BB5 Conferenc¡a de Berlin
. 1830 Pr¡mer trayecto de donde se decide el reparto colonia¡
lerrocairil (Livérpool-Manchester) . Enc¡clica Rerum novarum, del papa Leórr xlll (1891)
. Adam Sm¡th (1723-1790) . Herbert Spencer (1820-1903) . Em¡le Zols (1840-1S02), escritor
<
'F . David Ricardo ('1772-1823) .
nalural¡sta
He¡nrich Heine (i797-1856)
. John Stuaa U¡ll(1806-1873) .Withelm Dithey (1833-lg1.t)
j B
=!
I
. F¡chte (1762-'1814)
. schell¡ns (1775-181) Ludwig Feuerbach ($04-18721 ' Friedr¡ch Nietzsche ll844-1900)
t¡¡
'
I
E . HeSel (1770-1831) . Sóren K¡erkeSaard (i 813- l B55)
I <.
I I . Arthur Schooenhauer 11788-1860)
I 5 . Arjguste Comte (1798-r857)
t- ,t8251 Miiafl Bakun¡n (1814-'1876)
3 . Henri de saint-s¡mon (1760- '
(' . Kari Marx (1818-1883)
. Charles Fourier ( 1 772-1837)
. HoM owen (1771-1458) Frieddch Ensels (1820-1895)
' . ,848 Marx y Ehgels, Manilieslo c<rnunisla
^lL
ql
Unidad 14 El Vitalismo
te
'Enrñanuerf\ro¡niefils05-1eso).ca1:us]:1,-J_uñg(lsru-,ru,,.n¡",il[lllj::".1JJ"t"t;t*'
. Lukács (1885-.t971)
' JÚgen Habemas (1919)
. Arbeft camus (1913_1960)
. Jaspers (1883-f969) ' Noam Chomskv ('1928)
I
I
I
El Positivismo, el Utilitarismo
y el Marxismo ü
Esquema
'1-§" '1. Las revoluc¡ones del siglo XIX
'.-t 1 .l . La Revolución htduslrial
1.2. Las revoluciones l¡beral.)s
2. Evolucionismo y Positivismo
2.1 . EfeNescencia científ¡ca
c
2.2. Darwh: el Evclucionigno
2.3. Comte: el Positívismo
lnvlfe
3. El Liberalismo util¡tarista de Stuart Mill
¿,1-r r r¡V<:c
. Asim¡lar las nocione§ clave tanto del Evolucionismo como'del Marx¡smo y reconocer las co-
nexiones entre ambos.
. Percib¡r el peso que en el siglo XIX tienen tanto la cienc¡a como la m¡sma perspect¡va c¡entí-
f¡ca o positivismo
. Obtener una v¡sión panorámica del variado y rico conjunto de propuestas de reforrrla sociá
lormuladas durante el s¡glo XlX.
. Darse cuenta de las implicaciones filosóficas y humanas que pueden tener teoiías c¡entíf¡cas
como el Evolucionismo.
. Reflexionar y cuest¡onarse la conf¡anza en el progreso mqdiante la práct¡ca del debate.
I
292
t
,il
f
'!3 qsi &
rl
t
¡
I
i.. '
¡
Uia física y.espir¡tual, s¡no que mortif¡ca .,
rr:r.su
libre ener_
rtífr,'as
l
:
I lr¡ 13
i Itrr.tn este sentido, alteró los gru¡ros y las relaciones sociales: en a.t
^{ri
La co
(l rll
c\rr
1 .1 . La Revolución lndustrial
di.$1,
,l Los h¡storiadores entienden por Bevolución lndustrial la tra¡rsfor- di. ,'rtt
ll mación económica que supuso el ¡-ratFll¡fffikñ#e- cri¡t¡
I rñffifreEÉfeittü . Esta transformación en el s¡ste¡na de
:
T
el r,oe
I
producc¡ón comenzó a desarrollarse a part¡r de las postr¡merías del
siglo XVlll en Gran Bretaña, aunque se expandió rápidamente a otros cia¡nlr
puntos de Europa. Así, de una economía basada en la agric[ltura
y en la manufacturación doméstica, se pasó a la producción rnecá. al.¡r-lu¡
n¡ca en grandes fábr¡cas, donde se concentraban los trabajadores
lr La con(,ntraoon en fábr'aG y la
introducr ón de maquinaria fueron dos y los Inedios de producción (maqu¡naria, herram¡cntas, nraterias pt
de los li:tores delerminanles en las mas). Esto comportó un ¿Eúo.*Jr*m.lmi¡iñüdllÑiñ-
tra¡¡slcrr ¡aciones e€onómicas que se
conocer como Revoluc¡ón lndustrial.
Arletg¡¡aÉ!¡aED
*tffia,
Si la inriustrialización se irrició en fue
it¡ porque allá se dieron las r¡5r que los his-
iil toriadores han señalado como necesarias para ello:
l:, un reFliho sufic¡entemente abiedo y 11*
I
elun er¡#rde{*f¡#*r!rtr que dotó de la maro
I de obra necesar¡a a las fái¡ricas, innovacio¡res t:¡c-
n¡cas (explotación y aplicaciórr de nuevas fuentes de
il
energia, intrcduoción de nraquinar¡a especializada,
il rruevos ¡neCios de lransporte...) y cx¡stencia de un
I
I
I
294
i
1 r¡ ,t, 13
* lIIEl basado en una política no ¡ntervencionista del Es-
tado, favoreció la industrialización porque no entorpec¡ó
las ini-
cialivas particulares de la burguesía.
La convergencia
<lttstrial y la
de todos estos factores propició la Revolución
'a1ld¡l¡¡-{.t=,t''r¡i-*.
ln_
É"t" a"ano si"nJo ,r_
r.-a--ry
La máqu¡na de vapor (perfecc¡ona-
chomás que rin modelo de producción ecánómica,
a" da por Watt en 1784) const¡tuye el
,.,i'tió
en un nuevo l¡ñrÍt¡lega* ""to "", "on-
Económicamente, fo_ ¡nvento emblemáiico de la Flevolu_
I
(¡riamcs caraclerizarlo
constatando el carácÉr privado du 1"" rn-J." ción lnduskial. Diseriada para E_ I
,¡rY,u,,
'l ' o-
rie producción (maquinaria, fábricas...) y
la r.láq;rrhtÉ¡¡,* @frnrd¡gt.
cañuFüaü!É![üttalas. por otra parre, .n uop""to-pJiti"o, revolucionó el mundo de la maqui_
'l,lil í1,, ellilrh) "f
fue su gran ¡deologÍa, que se plasmaba'"n
nar¡a y el transporte y, con el,o, con_
tribuyó a potenciar la ¡ndustrializa-
I
C 295
r
I l¡ r¡ i 13
! El A¡rt¡Suo Régim€ñ
1.2. Las revoluc¡ones liberales
)íl¡,,r,.
Ancien Régime era la expres¡ón
que utilizaron los revoluc¡onarios
Con e¡Cqm,dc Y¡¡l en ltrÍ se rú.[ÑñrrfÑllÜl*Ü6])'
h! , aproximadamente, como estaban atlExffKíióitfñn- r:ir:t t r¡ rt, '
franceses para referirse al sistema
que oretendían derrocar. Se trata- (-t*b€@islelrupdgírpas. La ffil§t¡, que es co¡llo
geográfica que po l; r tt ¡ion li
ba de un s¡ststra que Política- se conoce esta época h¡stórica, fue más factible
menle se basaba en el ábsoluüs- lítica y soc¡almente. LCdo.Ús üa tr¡li¡o Rég¡rE sóao GotEip¡ml
mo d podor reC Y, soc¡almente,
co&¡ta**G§t
en una organ¡zac¡ón Y ieratqúza-
c¡ón estamental muy rigida. Entre
nfutf -,.)- t¡ ¡(r tl.
los estamentos (a los que se Per- -.aa después de (l *
tenecía por nac¡miento) hatia gran- vencer las resis- I r-ril(-r
des diferencias y desigualdades en tencias que ofre-
cuanto a cargas Y Privilegios cían las nuevas r:i(,t!,1
ideas liberales.
Rcvo
296
I
13
A l)esar de ser d¡r¡g¡das por la burguesÍa, las l-I¡Es-del siglo
XIX fueron raclicalizámlose y @ I-IÚI
La revoluc¡ón de 1848 5e exterxlió
ar l,' ) !nEl prolelariado también tenía sus asp¡raciones, y éstas no
inmediatamente por el resto (le El¡-
;
tr',¡V.rrr siempre coinci(lían con las rle la burguesía. En las revoluc¡ones que
ropa. En la Conle.leraciólr Alct ¡¡alÉ
el ) to vamos a comentar a continuación, obseflr'aremos un progresivo ale- y en Prusia tuvo una especial re I
i ll r(i fx)' jamiento entre las clos clases (btlrgtlesía y proletariádo) que comen- percusión. Ante una monarqtlia t¡l
¡
(j¡onario tuvo conro (;onsecuenc¡a la abdicación del monarca y su - ¿Pár qué crees rl!¡e es tan i
¡mpoftanle para (nr pais?
s¡¡E-ilFEüÜÉÚliá I (l¿ttlEiE ,)trn rey conslituc¡onal que
encarnaba nteior los ttttevos i.leales liberales de la burguesía. I
t
- §II:fiEff. También se orig¡nó en ftil6ia y tuvo como
d¿ton¿rntc i¿r ffilh que condenaba a losfu#
tm, y ocasional)a
aconlor.larla trurguesía-
prüfi
Fue
¡Érdidas económicas ¡ncluso enlre la
una revolución más radical, ya que el
no se lirnitÓ a secundar las reivindicac¡ones de la bur-
m
r¡resía, sino que cornenzó a nfl HllÉFH!*§:ih
@. Esta revolución fue la respon-
salre de la @la Procla-;
r RilAÉrEy
|ración de lá eli-lhdeffi 7
Éláludunarevuelta
@
(l-. Apr(,vecllanrkl ei vacío que se había producido en el go-
bierno f rancés'&r¡rrtsa de la'capitulaa¡ón dePárís ante los pru-
siAnori, se rr¡:;tar¡ró el t Sólo duró t
[anlln¿ el movÍnlenio lerninista
r-Fy, arrrcl(re lue (iuramente repr¡lnido, s FiUl
rl.¡¡.9e ¿J]
y la igualdad de salari)
.*, ,l
13
tft
:
El siglo XIX constituyó otra de las épocas de gran etnpuje cientifi'
co: aparecieron nuevas ciencias, tuvo lugar un gran número de des
I dicir.¡r'
l tl cubrimientos, se estimularon las invest¡gaciones técn¡cas... Dentro
L¡ de este contexto, surgieron dos teorías que tanto se pueden ¡nclu¡r
ll,¡r l;r"
en el ámb¡to científ¡co como en el filosófico. l{os refer¡nros alñ
Ia¡C) y alÉrñ¡¡lgl¡9. La primera, a pesar de ser una
,,.: . .,.'. teoría b¡ológica sobre el origen de las especies, mod¡í¡có la concel)' "lX¡ri
ción que el ser humano lenía de sí misrno; la segunda, el pos¡tivisrno.
ad;¡¡, ir
aCemás de s¡gn¡f¡car la inaugurac¡ón de la sociología, se conv¡rlió
tamb¡én en una teoría i¡losóf¡ca sobre el ser hunrano, la h¡storia y la
cienc¡a.
ar, . rl)i
Lri¡¡;
2.1. Efervescencia científica ti, tl
rl
t k>Jqir.l
I
_ Uno de los
factores que contribuyeron al dinamismo de la ciencia del l)i., -y r
A!ttt(.ffi$
¡mpulsoalaffir inevi- t)os drf
!¡*{rhIE ak
tablemente un¡das Eboesde enlonces, y cada vez ct. -?
298
I I
1
13
slo 2,2. Darwin: el Evolucionismo l
. entif¡- En el siglo Xvlll la obra de biólogos como Cart von Linné (11\7-1llg,
o\ú" o.r- o George Cuvier 769-1 832) todavia confirmaba la
(1 cryhb
- )entro {h-|¡I¡ del acontecer natural. Según el-), ta lf¡¡
:en incluir y las
es deci( seres inalterables que permanecen para siempre tal
:g:ldar- -L,
como fueron diseñados desde principio. El fijismo a menudo iba
?-^er una r_rn
emparejado al c-ro, por lo que se explicaba el origen de
'\r^TceP-
s' /ismo, las especies apelando a un cr¡i..ts¡lte responsable de su ri
'il
adaptabilidad. Los parec¡dos y proxim¡dades entre especies (como la ,l
[¡rvirtió
;. íayla que pueda haber entre un caballo y un asno, o enlre un tigre y un león) l
299
I
lr 13
i
La teoría evolutiva fue aplicada a la expl¡cación del Gl: -{
(li'
ll
l-. Para Darwin, el hombre no constituia un ser especial y
ti
ferente a los demás- Como el resto de los seres vivos, habia suftitlo
un proceso de transformación (-) que lo había hecho llr¡s
apto para la supervivenc¡a. La proximidad con otros seres v¡vos se
debía a que, c¡ertamente, constituía una Él-I¡tl)
l f soble toclo con los III con los que compartía ;, ¡t.]
un rn¡smo antepasado ya extirrgui<Jo. Esla teoría resultó irlaceptablc
para muchos de sus contemporáneos, que la c<lnsideraron un insultr)
clro
contra la especie humana.
I
§tÉdffi¿adr*¡lIrD
I lfr'É'*ñ.
Según el evolucion¡smo de Darwin, el
I .áUl*r, sino una É5}¡e}tXú*ih. Por
I it)
I esle mot¡vo. af¡rmar que mantiene un parentesco bioló-
gico con otras especies como el gorila o el ch¡mpancé es
I
¡
2.3.ffi
técni-
En un contexto de industrialización en el que las ¡nnovac¡ones
cas llegaban a insospechadas cotas de eficacia, la situación social'
a
no era tan prometedora. Como hemos comentado' en el
"n ""rib¡o.
siglo XIX se produ¡eron cambios económicos profundos
que trasto-
tr
ca=ron la estructura y las relaciones sociales provocando una s¡tuac¡ón
y de-
no demasiado alentadora. Las des¡gualdades' las injusticias los
sequ¡librios fueron hab¡tuales durante el primer capitalismo' ¿-¡
CIn, test¡monio d¡recto de este triste panorama, se propuso como L..-l
o¡lñI. Ahora b¡en, para transformar la soc¡edad
y acercarla a un estadio posit¡vo, en el que la humanidad disfrutar¡a
á" p", y era necesario, en pr¡mer lugar, conocerla y t( rer It,,:
""tuOitiOad, su seno
claro cuál era su estructura, qué relaciones se producían en
AGift (1798- 1857) 6s conside'
y qué mecanismos internos la movian. Por este molivo, aunque el pro' ¡)t'
r¿do el ittt de last¡l!¡l elfunda-
yecto de Comte es primordialmente práctico, se fundalrenta en una
dor del Ü¡|¡o. corr¡enle t¡losólica y
xx'
que lendrá un inleñso eco en el siglo sólida base teór¡ca, en una concepc¡ón de la sociedad la h¡storia
el *ld¡*¡oto'
sobe todo en que ét m¡smo denominó ¡frh*.
tffiiq¡
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r ElFffiiliUÜCmrrancó de la -
fiñíffidtrñFo, delarCEh t',
f ffiftrd*lrp¡súD y de lac{ftC
a la.matditk¡44*üt¡Ér.¡Étrü. Se concretó
3 enunHúdqpffi'@ I
tn-¡ia¡¡ll¡¡s, que en su vuelo metafí- §-\
1
sico únicamente conseguían abFlÉÉfiüD- I
añl¡¡ En opos¡c¡ón a esto, el frffi
) reivind¡caba una lffis4c¿§+ \
cffiffitr*;, de los que podemos
Iener experiencia y que pueden ser explicados Eü
med¡ante leyes. Y es que, según Comte, sólo
una filosolÍa con esta orientación podía con-
tr¡buir al proofe€o,trññ. 'ti=
E lr '-
El@ l.r
dFlrÉÚ, en la creenc¡a de que la tiatai
a.{-{¡.q{r}{ruürrtGi&y ¡ffit La priñc¡pal motivación de Comle no era
i¡5l*, que llevará al hombre a un estadio en que sus necesida- leórica, s¡ño práctica, y consrslia e¡r r¡na lI
l refoma de la soc¡edád. Es fanrosa la
des se solucionarán racionalmente y donde imperará un orden mo- rnáxrma qr.¡e resLrñle sLr cona:efxrron I
ral¡rsto y pacífico. Para Comte, la culminac¡ón de este proceso se sociologica: "El amor como frrincipio, el I
ordeo como base, el progreso corno f¡n-.
dará cuando la c¡enc¡a ¡mpregne todos los ámbitos humanos. Esto §
seproduciráen unaffi!¡- I
-.¡*ñc ¿(T¡!FF!EU?
Los ilustrados y, como hemos vis-
¡
(lul que todas las (lenras disciprinas se sirven). La socio- En conlra. Eeta evolución 7
i logía, t,rr r:í.rIhic. sería la nrás reciente iel croqio Conrle t-'s consr
- mejora es sr¡perficial, basada
I :,r¡ iilr ) >r r Ir ,ndaclr.-r1 pero r¿sL¡ la a r-nás esPecia¡izada y coilple¡a, en vak es cuestixEbles (con-
t sumismo, comod¡dades,..). y,
r,uÉs Ir¿la ae los f'on]bres y las relaciones que éstos establecen en
{ además, no la v¡ve ni una ter-
l ':l
se o de l..i socierlatl A:lünrás, sri impoftancia sobrepasa la de cera p¿rte de la Población
) r.; rlernás ciencias. ya que es la que pefmttirá la refonna social que mundial.
f , , rl(i ;lfeconizaha.
I
t
,
i 3c1
T
I
I
13
I
I
3. El Liberalismo utilitarista \)
v¡tl t,:¡
Durante la primera mitad del s¡glo XIX nace
en lnglatena una conienle
de p€nsamiento que defiende un
y que se cono- 4,.
ce con el nombre oe
¡¡ro.-Eoñ[arte con po"¡t¡r¡",no,iu
Dd promover la reforma de la soc¡edad por "¡
nreOio Oe ftante_
amientos c¡entif¡cos. Aunque Jeremy Bentham (1
748- l g32) es con_
s¡derado el fundador del Ut¡l¡tarismo moderno ¡nglés, quienás
lo anr-
plían_y desanoflan son su am¡go y L¿
d isciputo ,lanes Miil záligol,
y, sobre todo, Joñn Stuañ Mi (1806_1873),-l tl
hijo det anür¡or, et cual
I
3.1.- I
i
302
\, 1 ,, 13
I
I
3.2. Jeremy Bentham (r7l$-1832)
Es el fundador del ut¡-
Para mejorar el sistema iuríd¡co inglés, en el cual encontraba muchos
Desta-
defectos, y otorgarle una mayor racionalidad, Jeremy Bentham se en el
-.Ple pfanteó como objet¡vo elaborar una serie de princ¡pios que permitie-
ran def¡n¡r una leg¡slación c¡entÍfica. Le animaba un e{a|;Érr?a*
i
cada caso, la acción que proporcione mayor placer. El iuicio moral
se convierte así en un ctElñññb, que asigna a cada acto la
I
Proveniente deltrato con los demás [,4ala consideración social del presiciiar¡o
303
,"ir&4.* f
13
Defensa del Estado minimo
Sr)gl¡n los deótogos de la Bevolu,
ción FrarEesa, a todo hombre, por
3Á
Para Bentham, dado que
t--; en cierta manera u ít
, la con el Principio de
Utilidad ex¡ge que el legislador comprenda que nu debe ¡mpotrcr san rll r 1,.1,
ciones políticas sobre aquellos aspectos de la vida que no lo requieran li, r.
l!* tachará de lict¡cios tales
necesa amento. px¡¡(:r
derechos naturales, pues col¡ -
rFtr¡r-r Debe evitarse que los ciudadanos sientan un excesivo control sobte t;t
fllErfparaetrl ¡-.xr,
sus r.¡iclas, pues esto les provocaría ¡nfe¡¡c¡dad. Asi, el legrslador lra
isólo cabe hablar de d-¡t
cffior de abstenerse de estabiecer leyes sobre cuestiones coDro, por ejerrr, r reslr ¡
§. Detodosmodos, D plo, la nroralrdad sexual. Cabe señalar clue para Ben rarn esto delle
t--b apllcarse igualmente a la hora de fijar cuál es la conducta moral so pr¡e:{
ffilA
rú-I¡-r- ciahnente adnritida, pues ella es tantb¡én fuente de sanciones que ol)r.
l
!I
.*t*iffih cfrps
para poblaciones grandes, ya que los corú{r
ll s.álets€§an, de manera natural, qdbr+E#tt}t*irÉl cier,-.,-¡
il
iñtñrsffil. Debe haber, pues, un súryrüniñr8*, en el que pucA..'
il
quedarán irG*E§ rúr{orÉl Una,¡¡!;
, qUC^
,l il,
ii' Sigtrn¡,'
I ili *llri;;;-ióó6, rá q., .
I Fue amigo personal de Bentham y e¡ principal seguidor de su filosofía. De.digó su vida a difunoir y tiOeraret
m-o--:
rl
I
liii
lii;
vimiento ut¡litarista. l. . - ., -. ,:l
lla por s
Dotó al mismo de un €-ÉItllltli amparándose en las ¡deas asociacionistas de Hume: nuestra ments-l
,l
i.: del
I il
,
enlaza ospontáneambnte aquellos contenidos que se presentan habitualmente próximos o cont¡gro""n
üárl ^:
visic;r(
OC C S¡ escacio. ds lc crral cxi ráArá .lárr:pc tl{ill.¿--E:a "i
rl, r¡ot,
I
.i . fyesrra iaea ae-¡¡*r=** asoc¡ada a ra der p¡acer de ras personas que queremos, de manera que en eii
,
I
,] I?;-F-m
ttjn punto de vista puramente IIIÉ:
ffi(E
bu§cando el bien de stras personas estamos. buscanclo tamb¡án el.l
Par zric
utilil-' ¡s
I
i¡' Ul¡i,^i
I
ililIm --."--_*-::":r yera ai I
i quirl:
-------
304
-1
I
i, 13
ií,ra
3.3.-n
li re John.stuart Mi[ supone er punto árgido de ra
firosofa utiritarista. A
r san- éldebemos la formulación más madura y completa
¿e ¿¡ctra iiloso-
J,N fia, v.ez que es el autor en quien encontramo"
: 1?
erplicita los pr¡nc¡pios en los que se apoyan.
O" rn"no" i,a"
cidad?
§ garant¡zar su ,eli-
oY
No ollstante, años más larde ra5áffi Su acerca_
rnrerrto a ta poesia lírica y la música lo arrancarán
(;ro¡lalismo
de s; r;;"rd";..
y despertarán su lado más
)s corrlianza en la posibilidad de uña
O"roi;;;;;" ,"
uro"¡on"t,'fog_
eiedad iusta perm¡t¡ría crear
vida pfenr. ff d" ,iá l*
las cond¡c¡on"" prr" qr.i. to. nárOL"
¡,udierarr ser feiices, pero serian et clktlit El prooio úaf .lehe sel, oa¡a
v a a""rái. o"
i
ttrta f¡¡¡n ftliacia la belleza y los sent¡m¡entos humanos
et individuo, un f¡ini*;im_
lo plemente porque la ex¡stencia de
que permitiría elevar al hombre
y dota¿o Oe una _iñ] esta nobleza ideal de carácter, o
!;iUuiendo con esta ¡dea, en un acercamienlo aprox¡mado a la I
Sobre la l¡bertad, Stuart M¡ll rectama_ misma, en cualqu¡er grado, ü-
ra c¡rre hemos de considerar trffif , ñic+Sr¡-k d;
G¡,a.ffiFrüfra
rln l)ersonal, l;ln .Jrrcja, trrE;§¡tanlo en el senr¡do
lr,l l)cnsam jenlo aje ¡,4r ll oG;l§aÉ comparativamente modesto del
de manera im portanle en su re- placer y la liberación det dolor,
. r\ió't (ie la estrechez y rig¡dez del
utilitarismo de filósofos añte- como en el sent¡do más elevadc
Otes.
de convertir la vida no en lo que
l)or ello, rnuchas de las críticas es ahora casi un¡varsalmente. noe_
que se han hecho habitualmente al
ul¡l¡tarisnto (
ril e ¡nsignifi cante,.-¡it¡e
e frrylercflr¡Jb
rlm**&.hre
¡rí irl bien de la comun¡dad) no son apl¡cables
a la teoria de M¡ll, *s.
r ¡(ltlliliría nLlnca d,cha lectura del nombrado princip¡o.
, I I rirr
John Stua.t M¡ll, SslE r¡a de b qlrica
t
i
305
t!
13
i
El pr¡nc¡p¡o de
tüap I LAS
3ütj
13
,a 'o como
k
Para poder determinar qué es
,s trtvestigar I lo correcto moralmente, Mill
establecer un criterio único y trata de
;\, -.p¡sto- I mas de
det que d;;"¡bb;i;;;; ;"';.r-
"""" est" crit"rio,
conducta que deban promoverlos.
stgrma de la sus planteamientos util¡taristas,
sigJlnoo
será precisamente ef Ciincipio
de Ut¡tidad o de la Máxima Felic¡dad.
, '!dia las Mill.no defiende un util¡tarismo
del acto, sino un utilitarismo de la
r eso, es la regla o de la norma. Examina qué
: aráctet des con ta búsqueda de ta
normas d. ;.rd;;; ;;;;.r-
niento sólo cuáles no:
máx¡ma fericioao para er
dect la verdad, ser sol¡dar¡os,
iayJr;;r"; y
t- glas o normas de conducta, puesto que "t"., "up*Jrán
O;;;;
,"_
nad¡e qr"rri, ,iri,
!r-9rá que dades donde ta norma de conducta
hab¡trul "n "1""i"_
,i"rÉ.l"fir"-
,r!Éiamen- se el mentir, no ayudarse
nunca unos a otros. "ntr" "r"
I do por d A[que determinadas normas se revelen
lra como adecuadas y su cum-
zac¡o- deba ser et que guíe nuestra
limlel: conducta, Mit;á;ir;;r"
puede haber casos en ros que sea preferibre, por
-. razones utiritarias,
el-asum¡r una excepción. Así, podemos ment¡r
n"{emáti- a algu¡en si vemos que
'llra pro- se d¡spone a hacer atgún mat. Como
d¡ce en s,s tárrl" d. a-iiiil.' j
c '?mos-
eYe cum- Exjsten muchas acc¡ones Oefensa de la mujer
[.-.] por las cuales se sacr¡fica la fel¡c¡dad en
caso particutar, produciéndose un Denuncia Mill que hay casos
más dolo,
conduclas de las que puede afimarl
qr"-;;;;;:é;;ffiTi;:,,:l en
los que se produce una v¡olac¡óñ
nc,-ls que den ser justificadal-",'"r*" ."",L"j^"sto-últ¡mo con verdad sólo pue- de la t¡borta4 aunque el agenre
*-t, Mill mas rer¡c¡¿aoen J m-uffi; #ü,iJ:: ['"";."L,lill,,ilj;ii,,l?Ílli3 crea que son asuntos que sólo
le
genle, en casos determ¡nados, tncumben a él: cuando ent¡ende
s - Dart¡-
¡a
desest¡me la felicida.l
que se le han conced¡do poderes
rV;iones sobre otros. EI caso más imoor-
.^.re su lgualmenle, en la búsqueda
de la mayor felicidad para el mayor . tante es elde las relaciones fámi_
mero, a diferencia de Bentham, nú-
,et vaoos. el ut¡titar¡smo o" ¡¡¡rirnuiirlrj'qr" l¡ares: el padro de familia no debe
no todos los placeres son del ten€r un poder ilimitado sobre la
,!.)enO- mismo l¡po, ¡órrñ""* o*
"",,^.^*"one^ ,i:::l;]1"
:,eados por las personas medianamé*" ", mujer y los hüos. para evitarlo.
ilustradas, sino hav
rr.¡ades (r.e unos son qué naonocar a la muier
bá
i\rJene- "r"ri,",ir"."",:T;:';.1::das
flcr¡ter¡o para decid¡r cuándo
m¡s¡¡ro¡ dcftchoa qr¡e al horrl_
,.- 1t¡es- un placer es superior a otro procede brs-
la vatorac¡ón que de
' lrnlra- hagan los lamados expen
L]J.r:" n.
l.¡s pe,sur ¡as que han probado ", "r""oá',á
,1r€ otro, éste será
dec,d;;;;;;';;;r"
dos placeres loda la h¡storia de las mejoras so_
c¡ales ha consislido en u¡a serie
de mayor cuatidad. v es un necnl-q;;" de
(
}1¡! tf) l- nns qLIe nan probado distintos
tioos rlp atr¡o,--
;;"-
;.,;- i:'
transic¡ones med¡ante ¡as cuales
-^^.._
,",,,y",;,J;;;;;;;""ffi;Jff;i"rStrilii"iill?#1,*J::- una costumbre o ¡nstituc¡ón tras
otra, de ser una supuesta neces¡_
,HUra- c¡ados a las facultades que nos def¡n"n dad primaria d€ la existelrc¡a social
{Y, )o lo
--?ce F ra porÍt¡ca y er paper der Estado,
"olno ".r.J;r-;;; ha llegado a alcanza, el rango de
,cuantoa
(l¿he, MrI considera que éste una ¡njust¡c¡a o firanía geneE¡men_
mediante sanciones externas, ¡mponer te repudiada. Asi ha ocurddo con
,¡\úa¿.
r:¡rn la máxima feliciclad.
norrr" q,," áu-oi"._ la distinción €nlre esclavos y hom-
No obstante, defenderá unt
lad del ind¡v¡duo. Mill enl¡enrle qr,re
toOo ¡" t¡¡..- bres l¡br€s, nóbtes y siervos,
fa-
.la rltnica f¡nrf ¡.f"J porlr'"r',u1 lricios y pl6b€yos. y lo misnro oc¡¡_
:.l:{, iA, Ellxxler p,ede, co, i
l)leno cierecho, ser ejerc¡do
rlc.rna conrL¡n¡dad c¡vit¡zada ..,". il rr,enri- rirá, y en parlg gstá ya ocurrie,¡(io, I
-!1)a contra su votuntad, á"¡ia oiá p", con las aristocfacias de color, rata I
307
13
I
4. Marxismo: la revolución social
gran motivación filosófir:¡ ri¡
Como pasaba con Comte y Stuart Mill, la
tvt"n lrro ,n caracter práctico: tffi limar las tl
Este noble obiet'vo se hxxl¡
sFby fiffi'
,""ntááu. ai"t"ma filosófico riguroso que se conoce como l¡¡E#
a. El marxismo es un proyecto f¡losófico
que' por la incidencia qtte
I
ha tenido, supera lo estrictamente filosÓfico' Sus
repercusionesq
perduran en rlueslt;r
otaditpaffis todavía hoy en día
cultura y sociedad'
t-r'
y colabo-
radores
mrsmoanoruvo qu"CE- I
r\l de demócratas y s0'
La relaclón En ParÍs se relacionó con grupos clandestinos
de pensadores como Saint'
de amistad Y c¡al¡stas. Durante esta época, leyó obras I
ir
colaboracifl de áin,on y Forr¡"r, que reiv¡nd¡caban la necesidad
de r"É
il l,tarx y Engels se a l.ls anarquistas Protldhon v Bakunin' de
qtrie'
I ,lE. Rd"".=",
I
lnició en 1344 Y se "onació
t¡
prolongó toda la v¡da. De hecho,.la
nes, por discrepancias ¡deológ¡cas, se iria aleiando'
I
:
-
leoria qije conoc€mos @,11o InarxEF
Expulsado de Paris a causa de las presiones
del gobierno.prusta'
mo es una obra coniunla de ambos' donde intensificó su actividad política lne'
Friedrich Engels (1820-1895), que ,",* ¡m,
I ilr
i.áo po, ,n" ..ociación obrera, redactó' juntamente con Engels' d
l. también habia formado Parte de los qó tráráha ¡p r In lexto sencillo v bás'
i jóvenes hegel¡anos fevolucionarios,
'iextil de
furo.,qr
era hüo de un rico industial ;;;ññ;6ñ'"'-helideariocomunistalundamental' (
Manchester, lo que le permit¡ó cono-
a viaiar por Etr'
cer de primsra maño las infrahuma- Los avatares de la Revolución de 1848 le obligaron
vivir¡a hasla
nas condiciof€s de vida del pfol6ta' Iopr, hr",, or", err 1849, se instalÓ en Londres' donde t
riádo en las fábdcas. Poderxos d€c¡r de granx'
a, ,o"r',... Los primeros años de v¡da londinense fueron
queluoqrtiÉ#En- década de lcs sesenla §r (
inboduio a Marx en d an+
casez econónrica, penuria y hambre' En la
úquie¡ y
esposa' pudo o+
lisis de !a estiJctura cápital¡ste situac¡ón meioró gracil!,a una herensia de su
oi.oo" u .u itrn á0t", i*u amigo Eílgels completó los dos É
ull¡mos lib|os. ;a que Marx murió en 1883'
.1ú3
t li it 13
4.2" Las fuentes del Marxismo De'€chaf lzguig,rÍi htsgliatl
El grueso de lós discfpulos de He-
:l (sr El marxismo es una corr¡ente compleja que no es lícito limitar a la gel se escindió al poco tiempo en
de- obra de Marx. Tanto es así que, además de ser, como ya hemos dds grupos: laldsrocha,y,la lz-
dl, comentado, una obra realizada conjuntamente con Engels, en su con- quiida h€elianásÉMientras que
la dei*ha se mantenía más fiel al
'xie lección se aprovecharon muchas de las tendencias de !a época. Vea-
ideallsmo h€gellaao, la izqirlerda
qJY mos algunas de ellas.
se mostraba crltice: Los jóvenes
sf
stta ltwll§.se§{ hegelianos de ¡zquierdas trasto-
caron, sobre todo, el idealismo del
Marx no llegó nunca a ser alumno de Hegel, pero, cuando ingresó en maestio. Le dieron una orientación
más mater¡alista y atea, al tiempo i
la Universidad de Berlín, sus doctrinas todavía estaban muy v¡vas.
que cuestionaban su apología del I
De hecho, una de las tendencias que era heredera de éstas, la,b
Estado. Con todo, estos últimos
*ldo¡egffir, predom¡naba entre los jóvenes estudiantes. En- mantuvieron el método dialécti-
I
fe ellos, sobresal¡ó Ludw¡g Feuerbach 0 804-1872), uno de sus se- co del maestro. i
ctonsr un aÉma#*h**a
,eP Por olra parte, sus profundas inquietudes relig¡osas le llevaron a anali- :
glrsl*@€¡ét lr
I
:i¡'
r.lci
zar la rel¡g¡ón y la figura de Dios. Para Feuerbach,
ññrn El hombre se niega a sí mismo sus propias excelencias (amor,
. -.-
i
sabir[rría. bondad...) y las atribuye a un ser supe!'ior pero ilusorio. EÉ6 ,zi - -J. I
;(l
*hI€6}@ffilfeSinem- Tejedor en el tekt, deva¡ Gogh. l
l)argo, al ser proyectados, el hombre queda desposeído de ellos y pier-
.j. rl,j lo ill i-, es prop¡o de su naturaleza. Por eso, la invención de D¡os, a
rurritgen clel hombre, dffiel@fiiso. Lgd¡Él&
7. Saint-S¡mon creia que el desa-
te-
nollo técn¡co (comenzaba a des-
El socialismo titópico tacar justo por entonces) Y la
I
\? A rrrediados del siglo XlX, y en oposición a las ¡deas conservadoras aplicación de la maqu¡naria en la ,
300
j
13
ffitküt 4Á.
El anarquismo es oira de las corrientes filosól¡cas y sociales
que ler
v¡ndican una transformación rad¡cal de la sr.¡ciedad' El nombre que
ca, sllx
recibe s¡gnifica, etimológicamente,'.-lññri!¡d" Para los I
ga'A t
anarquisüs, la única manera de lrl# es
ióvenc:
toda forma de FlcI, pues éste es s¡empre ¡¡¡Itrllffi
-X dirl¡r
Los principales ideólogos anarquistas, Miiaíl Bakun¡n (1814- 1876)
y
urr frro(
Piene-Joseph Proudhon (1809-1865), estaban convencidos de
que el
en r€
de qu¡en los detente, generan
F.a.¡iafxhdo, independ¡entemente o¡r9qie
Esto motivó que propugnaran laffi
"t*t
frcomo único medio para conseguir que el ser humano fue-
:
listo nr
ra auténticamente libre, bueno y solidario.
i
santerl
Aunque et obietivo del anarqu¡smo y el del marx¡smo co¡ncid¡eran Sc 'r,.
A linales del siglo XIX el anarquis-
(transformar y reformar la soc¡edad)' los medios oportunos para lle'
,
: rjo
mo contaba etr la Península lbér¡ca ¡,1¡r-rt
varlo a cabo propuestos por unos y otros divergían enormemenle
En
con nurnerosos seguidores Y acti- la r .¡i
vistas. La represión estalal contra la I lnternacional (congreso donde los pr¡nc¡pales representanles del i
este nrovimiento, espec¡alnlenle proletariado buscaban una línea de acción común), el enlrenlalll¡en' ftl^",
to entre Bakunin y Marx evidenció el aleiamiento que, poco después'
después de las bombas en el Liceo IrrVr.l l¿,
de Barcelona, Prop¡ció que e¡ mo- produciría la pr¡mera esc¡sión dentro del mov¡m¡ento obrero' r jr ) c
vimiento anarquista rebrotara con sirxl;
mayor virulencia. En 1911 fue fun-
dada Ia CNf, que Propugnaba la ac-
q*ffi@ÉoH l cx..¡i,
rliffl6l
ción directa y la huelga general, Y
en 1927 se const¡tuyó una asocia-
Como has v¡sto anteriormente, durante el s¡glo XVlll, coinc¡diendo ter,v.r l
ción todavía más radical, la FAl, que con la Revolución lndustrial y el auge del capitalismo, apareció en tut^r¡
tenia como obietivo tomar el Poder lnglaterra una serie de pensadores que se propus¡eron lqffid de t,ro(
y destruir el Estado. Hasta Ia gue- liffiñffb tÑtlrlailo. Aclam smith (1723-1790],v i<Jr^\:tr
rra civil, el único lugar del mundo David Ricardo (1772-1823) lueron los más desiacados represenlan'
donde el anarquismo era el movi- lq¡ül
tes de esta línea de pensamiento. Según eslos autores' las
miento obrero mayoritario, Por en-
I cima del socialismo Y el comunis- c#rü*€F§ Edrrr¡*.*§s*¡k.!Frü3rB*to:S los ho
mo. era España. y#, Por eso, políticas como la ley de la oferta y la demanda'
y las consecuencias que se desprenden de su aplicación' comc la les. l-:
8. Documéntate sobre eslas orga- fr^§a
n¡zaciones: tendenc¡a Polít¡ca, inseguridad y la precariedad que comporta entre los obreros, se con
c,.. dc
representantes más destacados' s¡deraban, además de inevitables, r{lHrffiFib. Como
dr{flrl
proyectos que delendian...
veremos, lñfmÚt'#*,ste anál¡sis de! capitalismo y ¡¡r
.t
l'cT
co{o
M.-xe
liqle, ¡
II tó..¿o
trr.{cc
It
I
Porqu(
¡ 3i-n
I nes m;
Los teóricos del liberalismo económrco
legilimaban y iustilicaban el capitalismo teñli,
t
v. con é1, las diferencias sociales y tsnsio
económ¡cas enlre burguesia y prole_ ¡ I¡ If( á(
tariado.
ji
310 I
-.\
l
13 I
I
lll' i'.,.r illr: , ,'. r;rnc, dinámica y canrb¡ante, llcna (le conlr¿x licr-;¡ones qr¡e la oDl¡- t
,l¡ll a lfanstoll))¿ sÉ) y súDerarlas. Alrt;lir ltil]rr. l¡ ir]flut]n.iit ale l¿)s
.'i,'lle:i lr{'(liillirlrl,, rlc i:r¡trtt--r.lir C()rt-ti)r)rlo illle |lo (-.ntúll(liera este
rrrr¡ni:,|1rr¡ t:olr,,r frr¡lo,lt,l ,lrr:lflltegua) rlt: llt r;r',rtr--ielrr;ia, sino c;oltrr¡
¡);r 1- l;;.. I
. ) Drodrroto de las fuer¿as y lirs ¡€laGiones mater¡ales clue se dan
rrl lir r¿allr(iitd. ¡,l.1ir :;,r ilI l\', i].,r l,) 1atltl{) (lL,l Uri t ntaeslt(t lli)alel,
'lll -. ú. ii rr 1.,r ,
ri¡ ,l| ,:rl{ i( , l i si l rr lel rlt.I l r¡, lÍ i C()nvi)t(]i( lo m¡tlr jr laliStllo. li
i .. ¡ll¿ite!tírit::l:¡,,i,,L,|lriL .?iali;tr,r:'it , llr,l ( l,jt,'naler r¡ttenOSOnl,t:; Gntpode persc as cor¡ie¡.ro , Elalas. (lc V¿rl
!, ¡x)l¡lgrar¡ l. r.: ,
¡r,,, r I,,t, r,rIlIIt Lrr¡;r ir,:]l ii, i( I ai( ir l( frtlil, S¡nO (lt trt, I)r!j.:t Gollh.
.'r1,, rric i.i i.r i(i-:lhl¡¡(l rrraterial la t¡rre prodrrce SLI propia tdeologn. Engels resur ia el (lelerr¡¡ir snx) e(to
'¡ n r I¡:r r (.1;r rn ,r,,,., y l,r:i lt,¡ ti,¡()i ¡ur ci.r-)ttor t-lic¿ti. el parlicl ¡lar nómico de st ¡m¡go con ertas [)al¡l)ras:
Sistema .MaÍx descu ¡¡ó el sit4>le ¡rec.lro (hdst.t
,i,'¡lrOCltr;rrrlrr ,1.; u¡r,r r;o¡¡rr¡rrIrI.,rI, a(Flell() qtle rjot¡(ltci(Jtta la Ctlllura, erforces esc ¡tL!i(k) ha¡o r¿^:¡l,iü¡c¡tt¡!
' r('lqifnr l¿rS (x).Ju!Il)rr\ y l,l rnotal cle esia mtst)la comunidad- ¡deológicos) le qr/e /r,s I¡-
:ott¡:{) rr, Lr r l)t()(;(:S(, rl¡alléCt¡cir rt!t,' lt,-1,,- ir)l¡) lt,,t,,r lir.-; r,rrI'
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nrenle por lb el segundo se la sitrtcs¡s. al ser nrslatlt-ílrl r:{rr];., ii ,:tr,. \rl¡. h,. ii.iinx':¡r' i,,r.. . :.
debe a E!¡&t quien creía reco-
ceso: tesis. ar)tílCSiS y, rrrf]v¡trrr)rio. :iinlilriit-i. ,:
ger una concepc¡ón implíc¡ta en el
rrarx¡smo. Con el ftf€Í), se alu- Esta corEelrciórl (le la histona. cl |IIII¡I¡¡II¡I:r¡ 1 rD,7i ;i
de al método cientifico que em- en ur mélodo(leanl¡s¡sde lir rft
pleaMarxEürui§t.a -,.
(- Segúrr l<-rs r¡.raÍ¡i ;tir1, lr;¡ (le sLrrv¡r l;rrrkr par,, r1.", ,rl,r,
Cal¡S+.#aát. Método que re-
las leyes y los niecanisnlofi (lrx) [ij;rrr cl desarrolk r lrilrlrlt it:r¡ r:r ¡ r ro ¡ ,, r,,
conocelaso'.t.l{i'iilG'ldl
c#{¡ra*ü*tb¡úftaa prever el futurc soc¡al. Aplir;a(k) a la hislol¡¿r r¡¡;tn rcci0ntc \/ li 4lt.,lt,r
t&. Con el concepto de mate- el capitali$rlo corno tes¡s, el nrater¡alislro ll¡sl(ilir:o dcsculrrr'¡ llrll,"
r¡alismo ü3lltr,
en camb¡o, se son las eGue se (letletanall§ r-lIh
--THtfüO
produce una ldVl¡ *Estas relaci<¡nes de fl¡¡-I¡)¡ ñi,r:; rtr ¡ r t, ",,,,¡'
dái{¡.¡fÉüdWa!EffiflFe los medios de prcducc¡iin FF) y lu:; que sol¿ltr ríri rlr' I x ,t;4c.
tdlEECffrt¡a.#, su propia fuerza cle trabaio
iñ?úr5¡mbrsF lrovoc¿'lll srr I r ' ¡ ¡ ¡ r; r y'.ll
'r
r i I ¡
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.r t)
13
4.4. La denuncia social El concepto de alienación fue uti-
lizado por primera vez por Hegel,
Elmarxismo no es sólo una teoría de la h¡stor¡a y de la sociedad, es, quien lo empleó para referirse a la
t tanlbién, una voluntad de transformación soc¡al. para que esta sea extrañac¡ón y el al€iamierto de l¡
J posible, es necesario denunciar las injusticias y las incoherencias del comisngia respeclo de si misma,
6 sistema. Así lo hizo Marx, quien consideró que el miserable estado causados por su desdoblam¡ento
insosten¡ble y doloroso. Más tar-
T de gran parte de Ia humanidad se debía a las relac¡ones de produc-
I
de, Feuerbach volvió a usar este
ción propias del capital¡smo, en él que el hombre no se realiza, sino
concepto para refer¡rse a la ds-
É que se alien*.
I humanizaclór que, según ét, pa-
dece el hombre a causa de la re-
¡alismo mar-
i
313
:
I
{
13
Esta alienación econólrica se concret¿¡ en la Fm,ñÉ¡lo
Elsalario se delermina por la luclta que, según Marx, está en la base dllllElln de la ctas¿ tr¡
antagónica entre cap¡tal¡sta y obre- baiadora (de los que sólo poseen la fuerza de su trabajo) por parte
ro. Triunfa necesariamente el capi- de los burgueses (propietarics de los med¡os de proclucción).
lal¡sta. El cap¡talista puede sosle- r!§ql
nerse más liempo sin elobaero que La acumulación de capital sólo es posible s¡ unos pocos acaparan los
éste s¡n aqué¡. Las agrupaciones de medios de producción y se aprovechan de ello. Esta acumulación (j0 :¡A{n
capitalistas son hab¡tuales y efecti-
que disfrutan los propietarios proviene del itcremenlo que se da en. lir,,l;¡
I vas: las coal¡ciones de obreros es- r
lán proh¡bidas y |e§ slJporlerl daños. tre el cap¡tal ¡nvert¡do en la producción y el capilal obten¡do en la ven.
Adenrás, el teÍateniente y el capi- ta de la mercancia. Dicho de otra manera, se produce un
talista pueden añadir a sus rentas .E¡¡|ID, una dilerencia que únicamenre flnt§#l -eel ,i¡\u
los benefic¡os industriales: en cam-
b¡o, elobrero no complemmta con
'!!ññYaqueMiñno
renlas de la tierra ni con interes¿'s se le retribuye
Sñt l-:b, en tanto que et prec¡o at que so
vende una s¡lla, por ejemplo, no conesponde a lo que se paga al obe
sra\cr
,
del capital aquello que gana con su
trabajo en la industr¡a. Por eso es ro por hacerla. El propietario justiflca esta desproporción alegando r¡n
tan grande h comp€tencia entre los
en el valor del producto no sólo se ha de contar el valor del trabajo det b;, r ri
obreros. Por lo tanto. só¡o para el
obrero es necesar¡a, es€nc¡al y per-
obrero, sino que además hay que sumarle el valor cle los medios do
producc¡ón (maquinaria, instalac;ones...). Como éstos pertenecen ¿l r-'1;l¡ t'
¡udic¡al lá separ acbn de c4)ital, pro-
piedad teñilorial y t.abajo. propietario, es justo que sea él quien se beneficie de ellos. Sirr enr. (i I
Marr. K., bargo, Marx denuncia esta práctica conro una ¿Il-hütñr Ct()t) (l
Manu scilos econotnico - Ii¡osóhc os_
rn-*rry.É-'.ñC
La h-f,rírf -tfirf,f.dft¡6- t¿1¡r
12. Es cierto que en tiempos de q@Tm-tÉr'Lhr
Marx los obreros no disponían histor
de recursos para et¡frentarse.
a los abusos de los capitalistas.
Lá plusvalía es ¡nherente al capitalisrno, donde
§)se corrviede en t!1;
Este l]echo comportaba que se
y queda supedilado a las leye§ cle la ofer ta ¡, la rjenlan. dc loi
vieran obl¡gados a lrabajar en da, Effifri¡tm{úirfrünDl ertdemabobn
Et rtc
condiciones ¡nfrahumanas a
calnbio de sueldos m¡serables.
termina que el traba.jo del obrero se valore muy por detraj<.r'cJe su va
lor real. Esto se traduce en unos iüt¡llt!ühs que lindan con el
:xl
l-1, ._rit
Menciona algunos de los me- nivel de subsistencia, o sea, el nhiú€s¡srfle par¡ que el ttrbñ s(x{)n
dios de que d¡sponen, hoy en
d¡a, los trabaiadores para re- i*¡.;erxrgb$,olffirüEÜlEfñ. lt,. , ¡:
si§irse a pos¡bles ¡negu¡ar¡da- (t"¡\l I
des laborales. 4h*r'I'nthr ",'De'A)Ir¡n"?'cd;r ( l(,, (;t li
I
ner¡ a las desigualdades e injustic¡as fea¡es. La l)rotncsa de
un rnás allá ntejor atenúa las ansias de transfornlación so,
cial y hace aceptables situaciones intolerables. Marx llegó a
\. decir: .La relig¡ón es el opio del ptreblo., ya que adorm@e
6,l /a c¿sá de D,bs, de G. Melchers. sus reivindicaciones.
-t
3r4 ¡:
¡re
G-
13
,'4y;smo
'cl4se tra- 4.5. Eicomunismo
[ás cris¡s comerciales, además de
p§.a-rarte
in)^ Et materiatismo h¡stór¡co oe rfit dü&a Hf¡llet*f¡ destruir una gran parte de los pro_
ductos elaborados, aniqu¡lan una
p"kn §l,rn nuevo oroen social i^eclnó;";;; ;ffi¡5fl"- parte cons¡dorable d6 las ,uerzas
ia!\
tos
de
tffiEffih. A pesar de que durante et sffiñ-tos product¡vas existentes. En estas
acontecimientos históricos hayan moslrado al comunismo y crisis se desata una epidemia so-
se da al capi-
en- taiis¡6 dos sistemas opuestos, Marx consideró el áomunis_ cial que a cualqu¡era de las épocas
:r (y.,en-
Irrs qn el
nrom.
"oro anteriores hub¡era parec¡do absur_
da e ¡nconceb¡ble: la ep¡dem¡a de
;elem- Según lüarx, el cap¡talismo era insostenible, porque
las crisis, cau_
la superproducción. La sociedad
sadas por la saturación del mercado, serían se ve retrotraída repent¡namente
l glre no cada vez mayores. Su a un estado de barbarie momentá_
rt .p! se superación era, pues, inevitable y seguirÍa el proceso que
explica- neo; diíase que una plaga de ham_
al ^bre- mos a continuac¡ón. La
!¡fie
producción cCtIá
será inexora_ bre o una gran guera an¡quiladora
nJYque blemente srnérada p6r una fase trans¡toria. de la han dejado esquilmada y s¡n re-
negación, en la que ha-
b? del lra un (lor¡inio o dictadura del proletariado Entonces
el Estado ya cursos para subs¡stir; la ¡ndustria,
,oitl de no será un Estado burgués, sino un Estado pr el comercio están a punto de pe-
oletar¡o. Sin embargo,
recer.
re, -'¡ al esta organización soc¡al¡sta será sólo una etapa
transitoria de prepara-
:,:n et¡- ción para la llegada del comunismo. El comunismo, Marx, K. y Engets, E,
fase final, nega-
El man¡tiesto comun¡sta.
,rL-,a. ción de la negación o sintes¡s, supond rá la desaparic¡ón
del Estado v
lc. s¡no l.r r¡lliIra y Cefir¡tti,",a etap¿t de la h¡storia.
315
Comentario de text o I
El material¡smo moderno ve en la historia el proceso fendía y las nuevas leorías de las c¡c,)c¡as natulakxj.
de desarrollo de la human¡dad, cuyas leyes d¡nám¡- es decir, el darwin¡smo o evolucionismo.
cas es m¡sión suya descubrir. Contrariamente a la idea qué
de la naturaleza que ¡mperaba en los franceses del si - .Expl¡ca en consiste el materia¡¡snrc marxisl;r.
glo Xvlll, al igual que en Hegel. y en el que la nalu- Distingue entre materialismo hiitórico y lrrale
raleza se concebia como un lodo permanente e ¡n- r¡alismo dialéclico.
var¡able, que se movía dentro de ciclos cortos, con . Cornenta cómo concibe el devenir llislóri(¡l el
cuerpos celestes elernos, tal y como se los reple- maler¡al¡smo. ¿Cónlo cotrs¡dera que ¿lv¿llt.':a lir
sentaba Newton, y con especies ¡nvar¡ables de seres
h¡sloria?
orgárricos, como enseñaba Unné, el material¡smo mo-
derno resurne y compendia los nuevos progresos de Explica en qué cons¡ste el darwiDisrllo o evolr
las ciencias naturales, seqún los cuales la naturale-
- cionismo.
za t¡ene tamb¡én su historia en eltiempo, asícomo las . Especifica cuál con§dera que es el origen de l¡ri
espec¡es orgán¡cas. que habitan el mundo, aparecen
y desaparecen, y los ciclos, en el grado en el que son
especies vivas, cuáles son los rrrccanismos se
adm¡s¡bles, rev¡sten dimensiones más grand¡osas. gún los cuales evolucionan y (lué lugar ocupa
Tanto en uno como en otro caso, el mater¡alismo mo- ría en este panorama el ser humano.
derno es sustanc¡almente dialéct¡co ), no neces¡ta ya ¿Cuáles la relacón que establece Marx onlte es
de una lilosofía superior a las demás ciencias. - i:
tas dos corrientes?
Marx, K.. Del sociar,srno ulópico al social¡smo c¡enliÍico.
Mirando más allá del texto l,'i
Anál¡s¡s del contenido
En otras unidades (en esta n]¡snta latnbién), hcttxtr; nio-,'
Para comprender y ahondar en las ¡deas funda-
- nrentales del texto, responde a las §gu¡entes pre-
visto otras concepciones del proceso histórico. Se
gún Marx, la h¡stor¡a es un desarrollo que avanT¡ ponier
guntas:
dialécticamente ¡mpulsado por el enfrenlam¡enlo dr)
. ¿,Cónro se concibe la h¡storia desde el mate- clases, pero que conducirá en últinlo término al cres I
rial¡smo moderno?
comun¡smo, o la soc¡edad sin clases ni desigLtttl
o ¿Cuál es la función que se atribuye a este ma- Curr l[)
dades. tFal,
terialismo? i
Cor]rpara Ia concepción histór¡ca n]arx¡sla con 1r... , c,
. ¿Cuál es la idea de la naturaleza que predonli- - la de otros pensadores. Te proponenlos los si c\lc
naba en el siglo )0 ll? clc
guientes: los oplimistas ilustrados, Hegel y su dia
. ¿Ouién fue NeMon? ¿Por qué razón se le re-
cuerda?
léctrca, Comte y su positivisrno... "l{,
5!
r ¿Quién era Unné? ¿Qué concepción del origen Op¡n¡ón personal
nr¡sn-.
.
rt( . es ¡
ta!ta.
y r-.te-
lv
L)r. el
'íln.ua la
EVJ,U-
r rl r.ts
(r§sé-
Ji'
I t0 ta
A pesar de que se tardó en aceptar el darwinis- lnmediatamente después de la muerte de Marx,
mo, ya que tuvo que vencer numerosas ret¡cencias el
"T marxismo sufrió un proceso de esc¡sión que <lio lu_
de doclos y profanos, el evolucionismo
se fue ¡m_ garados interpretac¡ones opueslas. por un lado,
poniendo en el ámbito de las c¡encias naturales Ios
como revrston¡stas evoluc¡onaron hac¡a inlerpretaciones
ra explicac¡ón más plausjb¡e
del origen de las espe_ menos mater¡alistas. para ellos, ya no será eviden_
c¡es. La teoría de Darwin, según la Cual
las espeiies te, como se desprendía de las leyes dialéct¡cas, que
¡' se transforman, lenta pero imparablemente,
Jt ha sido el capital¡smo avanzaría inexorablemente hacia'su
completada por una gran cantidad de estud¡os pos_
superación. Constataron que el capitalismo moi_
leriores..
-En
han contribuido
espec¡al, la paleontología y la genática traba una ¡nsospechada capacidad de superación ilti
a hacer del evolucionismo u-na c¡en_ de sus propias crisis. por ello, los revisionistas de_
,5i: cia de innumerables éxilos. Grac¡as a estas
aporta_ lenderán la vía democrática, en lugar de la dictá_
ciones c¡entÍf¡cas, el ser humano ha avanzaio
en dura del prgletar¡ado, como el cam¡no de acceso
el conoc¡miento de los mecan¡smos naturales, pero
at soc¡alismo. Esta pr¡mera interpretac¡ón recibe
sobre todo ha avanzado en el conocimiento el
áe si nombre de socialdemocracia y es la que dom¡na
nrisrno, y ha tomado conc¡enc¡a de que
es una es_ en ta turopa occ¡dental.
pecie emparentada y relacionada con
!as demás y
que, por lo tanto, no puede desentenderse Conlra los revis¡on¡stas, se impondrá la interpre_
del futul
ro de la naturaleza. tacton ortodoxa del pensamiento marxista. Lá or_
lodox¡a no querrá renunciar a ninguna de las tesis
t a obra de Comte fue fundamental
en dos aspec_ de Marx y reafirmará la caída del capitalismo y
la fun_
l9:, i.ngrg.y.ró una de tas discipt¡nas protagonistas c¡ón histórica de la dictadura del prolelariado.
Ll rlel siglo XX, ta soc¡ologia. y dro un giro po-"itiri.tu No re_
nuncraran, por lo tanto, a la acción revolucionaria
r la lilosofía. SuS reiv¡ndicac¡ones positiv¡stas serian v¡olenta- para acceder al soc¡al¡smo. Será
,l
recogidas por las corrienles neoempjristas del s¡_ -¡ncluso
prec¡samente en.Rus¡a, que no tenÍa
XX, como el Círculo cle Viena, que rechazaron las
un capltatiimo
'Jlo avanzado pero sí un proletariado concentrado y re_
(Jrva(ractones metafisicas y propusieron una filoso_
lra ctlnlrada en el r,ato
y?lr:i9l:19, 9^ol9e se produjo en 1or 7, suiaáa pár
concrelo y contraStable. Len¡n (1870-'1924), la primera gran revoiución
io_
s¡n embargo, de las corrientes f¡losófjcas crattsta. Oon todo, a pesar de las diferencias, lanlo
que he_ el marx¡smo occidental como el marxismo de
rnos visto, el marx¡smo, a pesar de las la Eu_
escisiones ropa oriental buscarán combatir con mayor o menor
y reinterpretaciones a que ha s¡do
I
somet¡do. es la acierto la alienación y la miseria humanas. Sin n¡n_
, ¡rre h.l marcado más profltndamente
la evoluc¡ón gún t¡po.de dudas, el marx¡smo, en cualquiera
ri{) l)s acontec¡mierttos polílicos, soc¡ales y cultr¡ra_ rle
Ius I)osteriores.
sus manifestaciones, permanecerá prof unáamer tte
lrgado a la historia del siglo XX.
317
?'
% C
a.
ii
El Vitalismo
#
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" "i".
i
v Esquema
1. Marco histórico
1
1
.1 .
Y cultural
La Europa en la que viv¡ó l\¡elzsde
.2. Actitud cte de¡tuncia y sospecha
*
Q.
3i
1 .3. Nuevas corrientes {ilosÓficas o
2. Schopenhauer: influencia en
Nietzsche
a
ñ
2.1 . La voluntad de vivir
2.2. Pesimismo Y renuncia
l¡
L'l
3. Nietzsche: la af¡rmación vital
cri
3.1 . lJna vida atormentada
3.2. Apolo y Dionisio r;ti
ler
4.1 . Ortega y Gasset
4.2. Diltlrcy CO
nir
ss
rl
cÓ
..(c
@" bjetivosConstalar las caracterísl¡cas culturales qu e definen el s¡glo
nario de una gran pluralidad de corienles'
XlX, época que ha sido el esce-
,lLl
-(l(Ja
mí
. Explorar las ideas más relevanles del pensamiento de Schopenhauer
. Adentrarse en el estud¡o de la filcsofÍa vitalista de Nietzsche' tct
. Conocer las corrientes de pensamiento raciovitalista e h¡stor¡c¡sta' 1S
lar
. Reflexionar con lalante crítico sobre textos f¡losóf¡cos'
compieiidad
^Ju
. Eierc¡tarse en la expresión escrita de la propia opin¡ón sobre ternas de una cierta r:c
;.
3r8
I
t j
1
c,.lilnrrar
r\, L,'ri,ró fJ¡elzsclte §
:,
\, .i).;l);\ l).)
t,
:; ¡f r:.,iii.r.-
,-re¡riia en
lnvitación a la unidad
Conozco la suerte que me espera. M¡ nombre algún día
¡r-i¡Árr
,.V,
vilal estará ligado al recuerdo de algo g¡gantesco, de una
crisis como nunca la ha habido en la' T¡eÍa, de la más
proíunda col¡s¡ón de conciencia, de una decisión to-
-
n)ada, rnedianle un conjuro, contra todo aquello que
hasta el rnomento se lrabia creÍdo, exig¡do o sant¡fica-
ro. Yo no soy un hombre, yo soy dinamita... La verdad
habla en mÍ. Pero m¡ verrlad es terrible: ya que hasta
al\oe a la ment¡ra se la ha llamado yerdad... M¡ dest¡-
lntroducc!ón
no íletermina que yo haya de ser el pimer hombie - Vamos a comerzar la un¡dad mostrando el
ir>ri: i:;rnr, c./é:
marco h¡stórico y cultural del pensamiento
cente. qüe vo esté en contradicción con la ment¡ra mi-
lenaria.-. Yo soy el primero que ha descubierfo la ver-
de N¡eEsche, remarcando la actitud de ios-
pecha tan propia de su s¡glo. A continua-
-en oler- la mentira
riad, he s¡do el primero en sentir
com,r rnentira... Mi genio está en mi nariz... Yo contra-
ción exploraremos los rasgos fundamenta-
(ligo como nunca nad¡e ha contradicho y, a pesar de les de la filosofÍa de Schopenhauer, tanto
por su valor ¡ntrínseco como por las mu-
eslo, sóy !a antítes¡s del espír¡lu que dice no. Yo soy un
legre mensa¡ero como ninguno lo ha habiCr, conoz- chas repercusiones que tendrá. En el ter-
r(, ta¡eas lan elevadas que hasta ahora no ex¡stía el con- cer apartado, conoceremos diferentes as-
pectos de la vida y del pensamiento de
cepto para üomprenderlas; sólo a part¡r de mí ex¡sten
i:V;!r i,' 1! ,i51;a- N¡etzsche; analizaremos con espec¡al aten-
llueyas esperanzas- Sin ernbargo, yo soy, necesar¡a-
ntente, 6l hombre Ce la faiel¡clad. Puas, c,.¡anílo le ver-
ción los cualro grandes temas que f¡guran
¡iad cnlat¡le !t¡cl,a con la mci¡tira rnilenaria, padecerc- en su obra. Acabaremos la unidad esbo-
rrtos coninocionesr, lenrtilores de liefra conio nunca se
zando el v¡taf¡smo poslerior y el histor¡cis-
hal)ian soñadc. Fl concefilo d¿ po!Ítica sc halla ahora
mo, movimientos filosóf¡cos entrelazados
y que comparten el reconocim¡ento n;etzs-
lolalrner-rte f,umiCo en l:r:.i rl(¡efr3 enlre espír¡tus, lcdas
lirs !0mas ce dotn¡r]ación de la v:eia soc¡edac¡ han sal- cheano de la vida.
la(lo por los .?¡res, todas se apoyan en la ment¡ra; habrá
o¡np¡ejiriarl grrerras como nunca las ha habido sobre la faz dei la
lierr¿1.
I í::-ifj(1.,i,
1.1.
;
oe i1,).¡.lri,
Alemania e ltalia, junto con Suiza, fueron los países en los que Nielzs- l¡Lle l, r.
che pasó la mayor parte de su v¡da.
j.L]t r,
320
i lr¡i, i 14.
i,, \r, i rla ' tagon¡stas de una sospecha de carácler denuncio.. El ensayo tendrá
i ,'.' .1e le ¡ nc'cenros su denunc¡a: el esplendoroso sistema
capital¡sta subsiste que estar correctamente es_
, ,ilY,.na- graclas at sutrimiento, la al¡enación y la explotación
del proletariado' hucturado e ¡ncluir, de una ma-
¡ -''':n ia - nera u otra, los siguienie§ as-
que ¡nspiran la reli-
Err cuanto a Feuerbach, sospecha de los móviles pectos:
.
"Y'.,.',c
-.nin!. gios¡rlad. Y, tal corno veremos en la prÓxima un¡dad' Freud sospecha
.
, ya que aquello
Presenlación de la s¡tuac¡óñ
ie Ias mas nonles ideas y de los buenos sentimientos' que denuncias.
r l'i.-1'q- qr¡-. los or¡0ina son oscuras e irracionales
fuer¿as inconscientes' . Búsqueda d-' las causas que
como pare- producen esta s¡tuación.
¿Que cs sospccllar? Es ¡ntuir que las cosas no son tal .
a buscar elfon- Molivos Por los que se man-
len. La sospecha lleva a trascender las apar¡encias' tiene así la s¡tllación Y no se
y Nietzsche se- ii
l,: .: r,l,l;i do escondiio y soterraclo de las cosas' ['Iarx' Freud corige.
i.-\-, t. rr rárr tl¡tmados /cs /f/ósofos de la sospecha'
La sospecha de Nietzsche . Propuesta de tlna soluc¡ón'
occ¡dental; denuncia que los
, ' i;!J' áf)Lrnt?. rl corazón de la misma cultura
de Nietzsche es una ii
'.¡¿t,r.:s cie esta cultura ya no s¡rven La filosofía
que defiende'
o cr¡tica radical de nuestra cuttura y de los valores
t¡\,idades humanas. I
bien Scho-
Ll nrás impoñante f¡lósofo v¡tal¡sta ha sido Nietzsche' si
. - i./!i p,rnhauer fue precursor de estas ideas- Después
de Nietzsche' el vi-
ialismc continuÓ en diversos pensadores, como sería el caso del es-
más relevante dentro de la co-
Ir¡rlol Ortega y Gasset. El pensador
rr* ntr¡ historicista fue el alemán Dilthe¡'
321
---.1'
I lr rr I 14
2. Schopenhauer: influencia 2
en Nietzsche l¡¡¡l\r..¡ti:l
l-,1 fr !irr-¡ l
Ya sabernos que el idealisnro alenrán a[¡nnaba que toda la realidad
cons¡ste en el despliegue de la Razón Absoluta. Schopenhauer rerlti"-a fllctri¿til(.
Arlhur Schopenhauer (1788-1860) es
esta teoría ideal¡sta, cons¡derándola una charlataneria sin fundantetr ellir '::t
cons¡derado un pensador ¡rracionalista
y un pr@ursor del v¡lal¡smo. Por otro lado. to. Él deÍ¡ende que la herram¡enta inlelectuai más elevada es la ¡nlui- IrontLl,u !
fue el primer occidental que, además dé ción, y no el entendim¡ento o la razón. La intuición es un saber d¡recto,
incorporar a su obra ideas or¡entales, slr] I ¿tr
inlroduio en Occdenle el pensamEnlo de una caplac¡ón profunda del corazón de !a realidad. A Schoper¡haucr. ticid¿J¡,iQ, ,
tl
i Buda. esta intu¡ción le muestra que la realidad más elemental de sí m¡smo.
la reaiidad lundamenlal de todo hombre, es la volunlad de vivir. ,\i tll) r.l I
sión o en el rayo de luz que qu¡ere perdurar. Todo está al servicro pOÍil. . ¡lit I
rable cantidad de cosas que se devoran muluamente para vivir y para COrl:. lr.--
sobrevivir, como pasa con los lobos que devoran a los gatos o los irtrli.rp§nl
gatos que devoran a los ratones. La v¡da cons¡sle en esta lucha gS i ¡r :iit
constante que se repite desde hace milenios. rJecir,{r¡:
lt
AsÍ, Schopenirauer constata que la voluntad de vivir impone muerle. Apo¡¡ignr
dolor y guerra eterna. Tal co¡rro muestra el título de su libro, El nun. 2. be ai
do como voluntad y como representac¡ón, la voluntad es Ia realid¿,d r.ÉÉ!;
en sí nrisma, y las luchas que velnos por todas partes son I¿i repre.
Schopenhauer considera que el mundo senlac¡ón de esta voluntad, transfonnada en realidades concrelas.
es la representac¡ón de una ¡nmensa,
t rll I,l¡5(¡J
fur¡osa y c¡ega voluntad.
c¡5- ..(r'r
vct¡\.r: i.
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I , aho;a.p:r
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,r{, , r¡ l{asia e:¡l
Dic
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llr¡ 14
a\, 2.2, Pesímismo y renuncia
, Voluntad y Fazón
La voluntad de vivir no es una realidad ¡ndiv¡dual, sino un princip¡o f-a teoriá ¿a Scnopenhauer que ha
universal, un impulso ilimitado to!'turado y en conflicto, una realidad tenido mayor trascendencia h¡s-
nunca salisfecha. La lucha entre sí de todos los seres concretos se tór¡ca'no ha sldo su pesimismo,
rf¡ñ-rrcio- s¡no la doctr¡na de primacía d6 la
vir --c¡ue oroduce porque en este mundo la voluntad aparece d¡vidida en mu-
r voluntad, que afirma que la vo-
chas voluntades particulares. Comu en todo ser concreto, también en
rU¡lrll. l' luntad és buperior al conoc¡mien-
elhombrc la voluntad está presente, oero el hombre es el ser que se . to; el hombre lleva a cabo múlti-
da cuenta de que esta voluntad nunca podrá ser satisfecha, ya que ples rellei¡oneb inteligentes con el
!a muerle siempre acaba por destruir las aspiraciones humanas. fin de gu¡ar su üda (reflexiones que
producen la ápar¡encia de liber-
La felirjidad humana es impos¡ble, poroue el deseo ¡nsatisfecho cau- ta{, péro inatmente, a ta hora de
r., ^'idad la acción, las decisiones racion:-
sa dclo¡ y el cleseo salisfecho o placer no es más que un cese mo-
r r!-.rraza les queden derotadas ante el ¡m-
rnentáneo del matestar; si uno disfruta cuando come, se debe a que
¡ll -ten- pulso incohstiente de la voluntad.
antes ha sufr¡do hambre. Aunque vive in,nerso en esta realidad, el
:',r ¡r tl tt! - Schopenhduer considera que la
..omtxe pesigue constanlernente fines absLrrdos y vacíos, se esfuetz a
- 'r' r;to, sin pnrar por alcanzar ol,jet¡vos que, o bien son inalcanzables (la fe-
luerza c¡ega de la volunlad se im-
pone del mismo modo que se
¿itl)iI ret,
ircidaC), o bren acabarán por ser ¡mpone la gravedad física.
dcstruidos (los bienes materiales).
mo,
Ante el pesinrismo, Schopenhauer rechaza
-casi sorprendente-
rnente- una sal¡da ccmo el suicidio. En camb¡o, propone caminos
toYa l¡ de l¡beración del dolor. Uno de estos carninos puede ser el arte,
FCro la vía de l¡beración más elevada de todas es la del ascelísmo
o renunc¡a raclical de la voluntad de t/ivir, ei camino que, según Scho-
.,, ,: i,; penharre¡ toman hindu¡stas y budistas.
r-rs r'lit-
fl as.ietismo es la negac!ón de las vanas ilusiones de la v¡da y de los
ceseos y satisfacciones corporales; con el menosprec¡o de la vida se
consigue la r/¡ctoria sobre la volirntad fragmenlada en las exislencias
iftl[irJuales. A causa de todo lo que comporta, la vida es un crimen,
i:!--:hir es nuestro pecado or¡g¡nal que sólo ei:piamos con la renqncia (es
decir, t:on el nirvatn que pred¡caba Bucla), el sufr¡miento y la muerte.
2. Lee atentamente el siguiente lragmento de Schopenhauer. lndica cuáles son las ¡deas defendidas en el texto y di s¡ I
r.¿tli:ri estás de acuerdo con ellas o b¡en las rechazas. Juslifica tu respuesta.
I
r lV,,,rt¡' i
'Iet'r'. lmag¡némonos a un hombre en la calle que se d¡ce a si m¡s.no: jomada d€ trabajo; puedo dar
"Soo las se¡s de la tarde; he acabado mi I
:
ú pas€o; pJedo ü al club: puedo sub¡r a la tore para ver la presta de sol: puedo ir al teatro, o üsitar a este o a aquel otro am&o: pue
do ir campo a través y no volver. Puedo hacer todo esto, en plena l¡berlad; s¡n embargo, no hago nada de esto, s¡no que me voy a
casa con mi muier, porque eso és lo que qu¡ero". Es como § el ag¡ja düera: "Puedo formr olas hrn€nsas (lya lo caeo!, el fmr err ra-
vecUo); puedo desl¡zarr¡á con rapidez (por el lecho del lonente)t o prredo prec¡pitarñi€ lle¡a de esB¡ma (en la cascada); sahar librs por
il I el aire (41 r.rta ñg$el B¡€do herv¡r y desaparec€r (a los c¡€n grados ceñtígrados); s¡n eñbargo, a la postrg, prefiero qu€darm€ ta¡qu¡.
la y ckrc en estB riachu€lo'. De la misrna manera que el agua puéde tEcer estas cosas solamenle cuando coocuneri las ca6as de-
leminañtes d9 cada uña de 6llas, asi, el hornbre de antes m puede realizar náda de lo que s€ ha propuesto si no coocl¡¡ren ,as co-
ü ¡respordienles cáusas. Le es impos¡t le l,evar a cabo cuálqu¡er accbn mientras no se le p@senten las causas; sin ernbargo, tendrá
r3 qLre iEcerlo cuando se enc!¡enue en las circunslancias correspo{dientes, como l8 ocune al agua. Í...1 De aquitarü¡é¡ que, Uatándose
rle una decisión dificil, nueslra resoltlció¡ cont¡núe s¡gndo un mislerio, como s¡ fu€ra la de otra persona, hasta qu€ haya §do lofi¡ad4
q a
ahora pe¡sa6'¡os que r,os deckl¡remos por este !¿dc, o por el oko, sÉgrn tal o cual mot¡vo presente d cooocimbfo a la vdoniad coo
L¡na mayor proximidad, y ¡a,ll el inleoto de fcealá, que es cuando este
"pueCo hacei lo que qu¡e.o" poduce la apariencia de ¡¡bertad.
I lá3ta el mo{xenlo en que la n¡oiivación más fuerle hace val€r fiialrn€f¡te su poder sobrs la voluntad, la elecc¡ón es crn fiecueñc¡a com-
I Iietrn lente dlerente de ta +¡e €sperábamos [-..]Un horntre p(cde I'acer o no aq!€llo qile quiere, pero no puede querer su querer.
ü
S.hopcnhaner, A., Sobre ra l¡¡Enád de h vohJnt¿d hunana.
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323
,' 14
lr
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3. Nietzsche: la afirmación vital
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r I' , l.
lrrr;r ¡.,
r
324
lllr 14
Hacia 1876, a los 32 años, Nietzsche inició una crítica despiadada
vrtal de todo lo que se suele cons¡derar virtud: en todo aquello que la cul- . La ¡rlfluencia de Wagner
,
tura proclama v¡rtuoso, él descubría hipocresía y corrupc¡ón. i Nietzsché rebónoció dos influen- ' I
c¡as de gran importancia en su
En 1879, se jubiló '/oluntariamente de la Universidad de Basilea a Éensamiei'rto; el filósofo Scho-
causa de sus graves problernas de salud. A partir de enlonces co- penhauer y el compos¡tor Wagner.
' Nietzsche veía en el drama musi-
rnenzó, con escasos med¡os económicos, una Vida de viajes cons-
r cal de Wagner la expresión artís-
tantes por la Europa mediterránea y la alpina, buscando un clima que
. t¡ca de su propio pensamiento;
nrejorase su deticada saluC. En Roma, en 1882, N¡etzsche conoció
Wagner, uniéhdo poesía y mús¡ca,
a Lcu Andreas Salomé, una mujer de origen r'.tso dB inteligenc¡a y expresaba la fuerza desatada y Ia
¡ belleza extraord¡nar¡as, amiga de Freud, Rilke y otros inteleciuales ' voluntad de vida del héroe. S¡n
europeos. Dos veces N¡etzsche se declaró y por dos veces ella lo re- ' embargo; Wagner fue un perso-
chazó, aullque le admiraba mucho como pensador. naje contradictor¡o, que pasó de
anarqúista convencido a ser pro-
donde se anuncia la muerte de
En 1882 se pLrblicó La gaya clencra, : tegido del rey Lu¡s I¡ de Bav¡era,
. de compos¡tor de óperas en las
Dios, y, entre 1883 1885, Nietzsche escribió una obra de ¡mpor-
y
que se enaltecía al héroe v¡tal a
iancia capital: As/habló Zaratustra. Loscuatic grandes lernas del !i- crear óperas donde se exaltaba al
bío son: e¡ anuncio cle la muerie de D¡os, Ia aparición del super- crisliano arrepentido de sus pe-
hombre, la vo!untad de poder y la intr¡ición del elerno retorno. Los cados, de.una visión absoluta-
grandes enemigos del superhombrc, del hcrmbre nilevo, son los pre- mente negat¡\,a a una v¡sión que
lr l,:lia dicadores de la ig'.ralCad, tanto el emergente socialismo como el mi- encontraba en la raza germán¡ca
, Ia¡rli- la semilla para renovar a la huma-
l,x'rírrio cristi3:rismo qu(: loa y protege a Ios débiles.
n¡dad. Así, el final de Ia am¡stad
entre Nielzsche y Wagner fue :ne-
A part¡r de los 38 años, Nietzsche inició una etapa en que formuló
vitable: la ruptura se produjo cuan-
criienadamcnt-o su pensarniento. La primera obra de esta última eta- do el compositor creó su ópera
ga es lt/!ás allá dei bien y del mal, una nueva crítica a la filosofía, la Parsilal, en la que emergen los va-
rnora! y Ia rel¡gión, qLre no l]an entenCiclo el valor primcrd¡al cle la vida. lores considerados tÍp¡camente
[n 1887, escrab¡ó ia genealogía Ce la moral, donde acllsa a la reli-' cristianos, como el de la renuncia.
En ese momento N¡etzsche acu-
r¡ión ludía ie haber in¡pueslo una ntoral de esclavos, la moral de los só a Wagne¿de haberse converti-
hr:ml¡res inferic¡res, opuesta a la moral aristocrática de los señores. do en un "alemán»; creía que, don-
Ahora b¡en éste es uno de los muclros elementos paradójicos en de predominaban los valores de la
-y
f'iietzsche-, en otras ocasiones apareció como defensor del pueblo nueva Alemania nac¡onalista, se
H',,, ,,,
jrtrlío. corrompía la cultura.
I
,Q,ir,,Lril
.',r. .l888;
i,lt Dr,i Su últ¡mo año de vida intelectual lúcida fue después, cayó en
J\r':rnr:i- un progresivo hundimiento. Escril¡ió E/ ocaso de /os ,'dolos, donde
' '7!i;i: rlt Ii declara que todo lo que hasta ahcra se ha llamado verdad no es más
ii,lrj p¡r il que un ídolo que hay que derrocar. Del mismo afro son El anticr¡sto,
, r;l-1t.¡r,r otra crít¡ca a la moral crist¡ana, y la provocativa autobiografía titula-
! da Ecce hotno.
325
14
ravillosa!", .iEles tnuy felizl,,... En la realidad hay dolo:. y destrucción; ahora ilos flr5ul
bierr, el cam¡no supe- toCo 1ic
Presta tnucha alenc¡ón a su rior para enfrentarse a esta realidad no es la renuncia
I
respuesta. ¿lntefpretan lu ex-
ni el ascet¡s- iior a -.:i't;
mo, siño ei artei ur] arte que al¡rme la v¡da en r{is
I
c¡an¡ac¡ón como un ¡rlsulto o su plenitutl. ya he- más
como un elog¡o? Si la anter-
mos visto que este arte se habia manifeslaclo
en la traged¡a gr¡ega: maq s€
pues bien, el drarna rus¡cal de ,rVagner époce. Est
pretan como un ¡nsulto, pue_ ocupa. según ñ¡"r."it u. e los hr-^\r-i
lugar que la tragedia clás¡ca ocupaba
des suponer que Nietzsche ,rrJo grl.go páo- vaclo ¡ ,a¡
I
Ies criticaria duranlente. "i
"n Oioni"iaio.-Wa[ne,
crático: expt.esa el sí a la v¡da cjel espíritu la ),, 5l*r,
et
prototipo de artista trágico. "s
326
I
t
IEIE.-.É
llr¡i,i 14
3.3. Cuatro grandes temas
En este punto desarrollaremos los temas fundamentales p:.egonados
t
por Nietzsclte: la muerte de D¡os, la aparic¡ón del superhombre, la
.roluntad de poder y la teoría del eterno relorno.
,rlF
La r,¡uerte cle Dios
ir t rt:.
(ív La exp:.esión Dios ha muerto significa mucho más que la af¡rmación
q li,)
de algún tipo de ateísmo; es la gran metáfora que expresa la muer-
!.L;!, te de las verclades absolutas y de las ideas inmutables, la muer-
t;
le de los ¡deales que guiaban !a vida humana. Dios représentaba todo
L
aquello que es suprasensible: el mundo de las ¡deas de Platón, to-
dos los ¡dealismos, todas las grandes creenc¡as o verdades que atra-
viesan el curso completo de la historia de Occ¡dente, todo Io que da
senlido a la vida apoyándose en un más allá. Y ailora, nos d¡ce tlietzs-
che, todo eso está muerto: los ¡deales ya no impulsan las \,¡das de
Itrs pcrsonas, el mundL-\ suprasens¡ble ha petd¡do toda la fuerza. A./rnas e, ¡/, c/austro, de Sleue^{aldt
N¡etzsche nos anuncia la muerte de D¡os,
Para |Jietzsche, con !a muerte de D¡os se desmorona nuestra civili- la muerlé de la cr¡stiandad, la muerte de
todos los vieios ideales.
t,,,! rac¡ón, ya que todos los valores de ésla se fundamentan en la creen-
cia de que el sent¡do del mundo está fuera clel mundo. Dios perso-
rrifrca rrsla creencia. Ahora vivimos el fin de nuestra civ!llzación, los
valore: suDremos ya no tienen val¡dez. el sent¡do del mUndo ya no
se bu:;c¿r fuera del mundc.
v
lhl 14
t n ii:;: i
Aparición del superhombre
El último hombre
N¡etzsche nos anunc¡a que f)ii.¡s lta ¡nuerto: l¡o es que lló ex¡st¡era. si:;,ir ! . ,
cisión; sin embargo, nos d¡ce que será rln espír¡tu ,ibre que no ce' pir¡tor no
y
derá ante nada, pero que partic¡pará de ia ¡nocencia espontanei' lo a( v:
dad propias del niño. l, Yo\:t:
poder rsa
El superhombre sig'J;-1aa
Yo os pfed¡co at superhombre. El hombre es algo (lue ha de ser supcrado. i,Qué ter,éis que hacer pa;a supcfarlc? Sualciad.
Hasla ahora lodos bs seres han creado alguna cosa que les superabs: ¿y vosotros queréis ser el rellujo de esta tas bne:
gran marea y retroceder hasta ¡a bestia en vez de superar al hombre? §nar torl¿
precisamrflte esto lla de ser d florn' rc1¿i
l ¿eué es el s¡mio para el hombre? Una carcajada o una veígüenz¡ dolorosa. Y de
bre para el superhombÍe: una carcajada o una vergÜen:a dolo¡osa. [...]
I
I
Niet¿r¡rt¡r
l ¡Mirad, yo os predico al superhombre!
I El superhombre es el sentido de la tierra. Que vuestra volunlad diga: ¡sea el sup€rl¡ombre el sent¡do de la tÉra! enüuc¡1tr.
I
y que no creáis a aquellos que hablan de CeSa-11
iyo os conjuro, hermanos míos, a que permanezcáis fielgs a ¡a tierra a
esperanzas sobrenaturales! son gente que envenena, tanto si lo saben como s¡ no.. tnoctacia
I
NreEsct€, F, Ae: h¡b&i Zaralusra mOS 13
SEil
V
14
t¡Asi lnbló ZaratLrsrra, Nietzsche desl.ribe las tres lransforrnac¡ones
\, metamorfos¡s Cel hombre que va cam¡no del superhombre. La géne-
o Vie¡os y nuevos
ei r tie!.a, sis dol superhombre pasa por tres fomas: el momento en que el hom- superhombres I
,,i!U,,ru- tre toma la forma de! carnello, el momento en que toma forma de león 5. Nietzsche proclama: .Eslán I I
eti- y, finalmenle, el momento én que el hombre se transforma en niño. muertos todos los d¡oses, aho-
rt¡Ei os? ra queremos que v¡va el super-
irr,arm- -.El camello: Es el animal cuyas iorobas soportan pesadas cargas; hombre.. La muerte de D¡os es
representa al hombre capaz de soportar el peso de la ley moral, ,a condición ¡ndispensable para
-, Uel su- la v¡da del superhombre, Dios es
el peso de la trascendenc¡a. Simboliza al espír¡tu que se inclina
v ante lo sublime de la ley moral; su máxima es el deber kantiano.
el gran peligro d€ los hombres
superiores, porque la gente vl¡¡-
. ,¡l I ront, S¡n embargo, el camello se transformará en león. gar d¡ce: «no hay ningún hombre
ilitlr)nti- superior, lodos Somos iguales,
:. i . cai- - El león: Es el animal que se deshace de cargas opresoras y an-
el hombre es hombre, ante D¡os
',rk.lel tinaturales; lucha contra su último d¡os: la moral y ¡os valores.
todos somos ¡guales..
Es el hombre que crea su l¡bertad diciendo .no-, que se libera de i,
En la más antigúa Grecia, los
sus yugos, que después de la lucha dice
"yo qu¡ero..... Sin em-
- aristócratas se consideraban
1i
pintor no fuerza a nad¡s a fijarse en é1, pero eso no imp¡de que la gen-
le acabe conociéndole y admirándole. I
Y he aquí el m¡sterio que me ha
La volunlad de poder se opone a la voluntad de igualdad. Cuanto más confiado la vida m¡sma: .Mira
Y yo soy aquello que se ha
poderosa y creadora sea una vida, más impondrá la jerarquía y la de- -d¡jo-,
de superar siempre a sí mismo.
srgualdacl; cuanto más débil e ¡mpotente, más tralará de imponer la
raflo',, igr¡aldad. Los predicadores de la igualdad son aquellos que, como cier- Sólo donde hay vida, también hay
'i(!, las beslezuelas, están llenos de veneno, de un veneno que qu¡ere ase-
voluntad; pero no voluntad de
v¡da, ¡sino le lo enseño
sinar toda vida noble y superior. La voluntad de igualdad es el intento yo- -esto
voluntad de poder!
:1.
!t de reducir todo lo que es orig¡nal y excepcional a ordinario y mediocre.
Muchas son las cosas que el ser
Nietzsche lucha contra la ident¡f¡cac¡ón de igualdad con iusticia; él viviente valora como más eleva-
v
t,llI d! encuentra esta identificación en los ideales de la Revolución Fran- das que la v¡da m¡sma; pero en el
valorar mismo habla volun-
cesa, en las propueslas soc¡al¡stas y comun¡stas, en todas las de- -¡la
tad de poder!.
rrrocracias, y en e! prop¡o cristian¡smo, que afirma que todos so-
Nietzsche. F.. As/t¡abló Zaahstra-
ros ¡guales ante D¡os.
329
a
14
^
3.+.
El eterno retorno
Todo se va, todo vuelve; eterna- I cel
mente gira la rueda del ser. Todo En la obra Asi háb¡ó Zrrattrstra' N¡elzsche nos habla de su inluiciÓt
qu¡ere dec¡r que los
muere, todo vuelve a florece( eter- eterno retorno. ¿Qué s!¡trifca esta ir'tu¡cion? Pues ,1r.,,.
namente cone el año del ser. c¡clos temporales, que ccm¡enzan y acaban constantemente' se repi
Todo se romPe, todo se vuelve a ten de manera inlinita; cada persona, condenada a desaparecer del
juntar de nuevo: eternamente la mundo, volverá a él en el póximo c¡clo, y volverá a'rivir la rrisrlla vlda'
I misma casa del ser se conslruYe en los mismos lugales, en la ln¡sma época. y con los t¡lislnos acon
ella misma. Todo se despide, todo
tecim¡entos: y este retorno o repet¡c¡ón de cada ser humano' de ca(h lrrr,r _
: se vuelve a saludar: eternamente
rl r
permanece f¡el a sí mismo el ani- hecho e incluso de cada cosa se pro«Jucirá etemamenle'
tl llo del ser.
t' N¡etzsche afirma que la ¡ntu¡ción del eterno retorno le llena de con' ll¡r¡1, i
En cada ¡nstante com¡enza el ser; suelo y alegría. ¿Por qué el eterno retorno alegra y consuela
a N¡etzs'
en torno de cada -aguó gira la es-
che? Porque en el mundo donde todo pasa, donde todo se trans-
t,
I
una repet¡c¡ón ¡nf¡nita.
i.É I
t
no ¡-
l¿ 6ieqci
--:o
330
14
3.4. Transmutación de los valores
¿Me gusta o no me gusta?
Ya sabemos que Nietzsche proclama la !mportancia de los valores No me gusta Nietzsche porque le I
Iermo. feo,
6. A ti, ¿Nietzsche te gusla o no te
gusta? Escribe, como h¡zo Rus- I
Según N¡etzsche, la primera morat que hubo fue la moral del s'eñor, sell, un texto en el que expreses I
I
qire alaba la luerza y la independenc¡a y que se halla en el origen tu simpatía o ant¡patia hacia las
ideas de este pensador tan pro-
de toda cultura. Ahora bien, una rebelión Ce los esclavos, obra de los
vocador y donde expliques los
judios y del crisl¡an¡smo, produjo la inversión de los valores morales: motivos que te han llevado a dar
el r€rsentimiento acumulado por los antigrtos oprimidos pasó a ser una determinada respuesta.
,ra.
creador y generó unos valores que alaban a los débiles, como es
l_
et crso dc la docil¡dad. la compasión, la httmildad...
331
J
14
Es, sin duda, uno de los filósofos esfrañoles rlrás ¡lllportarrles y co-
nocidos del siglo XX. En su juventud le tocÓ vivir los acontecimietl' varr, l: i,
tos que marcaron a la Generac¡Ón del 98, una época espec¡almenle f)( -i ': I
,l
l
I ;-.:¡
''
En su juventud viajó a Alemania a estudiar la filosofía que;rlii sc
efaboraba: neokantismo, fenomenolog¡a, Heidegger.. para introdu-
cirla en España y rev¡talizar asi la cultura española, equiparándola a
rcA1l.
'i¡lrr.(l
crAll
de l¿r r
José Ortega y Gasset nac¡ó en Madnd ef| varla de la Érd¡da de su autenl¡cidad o identidad conu pueblo ante
dou !i.
'1883. donde se docloró en Filosofía y el auge de lá cultura de masas. Esta un¡dad se alcanzaría conjugan'
llegó a ser catedrátrco de Metafrsrca. ltr4::
do la cultura germánica, en la que preponderan la racionalidad y la jr:t(,. y
Abandonó su cáledra como polesla pol
la politica de Primo de Bivera y tuvo que universalidad de la cultura, con la latina, centrada en los aspecl)s
IJA r;
exiliarse al ernpezar la guefia c¡ü|, auñque sens¡bles de la v¡da, cc;np€nsa,'ldo cada una los defeclos de la otra.
nunca abandonó su act¡v¡dad intelectual ví.rdaa
\' pedagógica. dando conferencias y
cur§o6 ef¡ numerosd ciudades de Eurom El raciovitalismo Ce O¡tega i-¡,-ii..
y América. Regresó a Madnd en 1945.
donde murió al cabo de 10 años. Esta un¡ón entre las culturas germánica y latina e9 una realiza(:lón ijal rr r
I
práctica del objetivo cenbal de la filosofia de Ortega: consegu¡r una
síntes¡s equilibrada entre cultura y espontane¡dad, entre razón y
Obras destacadas vida, de ahí que su posic¡ón filosólica se conozca con el nombre
Meditaciones del Qürote (1914), de rac¡ovitalismo, el sisten¡a de la razón Y¡tal. Esta doctr¡na re¡'
España ¡nve¡lebada 119211, La rc- vindica la experienc¡a v¡tat e histór¡ca del ind¡v¡cluo frente a la abs'
bel¡ón de tas masas (1930), Me- tracción e impersonalidad de la cultura, sin qu¡tar en ningún ¡nomenlo
ditaciones de /a fécnica (1939), el esencial valor que tiene la cultura en la vida humana.
ldeas y creencias (1940), Histora
como sistema (1941). lgualñente El m¡smo problema se presenta en el ámb¡to f¡losófico entre la li
cabe citar E/ especfador, obra que losofía dogmática (racionalista o idealista) y la f¡lcsofia escéptica o
consta de ocho volúmenes, de los relativ¡sta, entre lo rac¡onal y lo ¡rrac¡onal.
cuales el primelo apareció en 1 91 6
y el úllimo en 1934. Os la§ obras La f¡losofía dogmática cons¡dera que existe una verdad o real'
I que se pub[fcaron póstúmafnen- ,
- dad fija y permanente que sólo se puede alcanzar por medio d€
to, destacaá E/ hom oie.y ta gen-
la razón, ya sea porque capta la estructura obiet¡va de las cosas
,e (1957), Qué es filosofb.( 1958), ;
ldea del leatro ('1958) o Unas /ec-- .
(real¡smo) o porque la Cola de eslructura (idealismo), olvidando
cionas de meta,t'sr'ca (1966). con ello todos aquellos factores c¡rcunstanciales de la v¡da, que
I escapan a la razón: vivencias, sent¡mientos conclefos, emoc,'ores
individuales, elc.
332
sa
.fl )
14
l-a filosofía escéptica o relativ¡sta sólo t¡ene en cúenta los as-
Sx!O -
pectos ¡rracionales de la v¡da como aquello que la hace real y au-
a téntica. Cuando hablamos de vida, nos refer¡mos a la v¡da de al-
gún ¡ndividuo concreto; con ello, pierde la universalidad y la ob-
el 4esa-
jetividad propia de la razón, puesto que estos aspectos sólo son
,¡ílú,irno
nmante, accesibles por rjedio de !as facultades subietivas de cada uno,
conduc¡endo a posturas escépt¡cas (uo hay una vercja(l absoluta)
y relat¡vistas {cada uno 1¡ene su propia verdad).
Perspectivismo
Para resolver este confticto f¡losóf¡co, Orteqa se pÍegunta qué es la
erdad, es decir, qué es la realidad, qtté son las cosas. La real¡dad
no es ni (rnicamente objetiva ni lotalmente sttbjetiva. sino un3 sínte-
sis entre objetividad y s¡5¡"i¡r¡6ud: la perspectiva que un sujeto Aro ñtn<lo ll, deEscher-
rrn desvelarse algo que está oculto, que sólo puede hacerse a un su- I
darl y la
jeto, y por tanto desde una perspectiva determ¡nada: únicamente
ri\,tos
_,,i.li,tt. trios puecle contemplar la real¡dad desde todas las perspectivas, la
,,¡rr.lad absoluta, pues no está somet¡do a ninguna l¡m¡tación.
'.i4.¡ Cada ind¡v¡duo es un punto de v¡sta sobte el ultiverso. En rigol los que ella ve no lo puede ver otra. Cada indiTi-
duo puetlto, época- es un órgano insustituible pam !a conqu¡sta de la verdad. He aqui cómo ésta,
-persona,
que por sí misma es ajena a las variaciones históricas, ádqu¡ere una dimens¡ón vitar. S¡n el desanollo, el camb¡o
!, perpetuc y la inagotable aventura que constitu:'/en la vida, el universo, la omnímoda verdad, quedaría ¡gnorado.
;¡
vIlr; 'ri¡-Ic
r Elerror ¡n,,,eterado consistía en suponer que le realidad tenía por sí mlsma, e independ¡entemente del punto de
r. \U;ttS visla que sobre ella se tomara, una f¡sonomía prop¡a. Pensando así, claro está, toda vis¡ón de ella desde un pun-
l; to de visia determ¡nado no coiÍcidiria con ese su aspecto absoluto y, por tanto, sería falsa. Pero es el caso que
. i: ¡r t,-lo
la rcalidad, como un paisaje, t¡ene infinitas perspectivas, todas ellas igualmente verídicas y autént¡cas. La sola
,lvi,;¡ perspectiva falsa es que pretende ser la única-
Odega y Gasset, J., E/ tema de nuestro t¡empo.
,Jü
14
Ahora bien, la vicla no es algo estático. srno un proceso: la vicla es
Ll¡ ^
r.;¡ t:.t
La vida que nos es dada tiene sus quehacer. Por eso, no puede comprenderse med¡anle la razórl iógi Y(). ¡i;i,
minutos contados y, además, nos tClai:¡,-.r:r
co-matemática que construye teorías abstractas y elerrra-s. ui¡lizada
es dada vacía. Queramos o no te' la: l;
por Ia cienc¡a. Sólo con una razón histórica, Y¡tal, que llarre en kr-
nemos que llenarla por nuestra
cuenta; esto es, tenemos que ocu-
gar de describir, como la utilizada por el arte, se puede captar la irr El.yF|ti,
parla de este o del otro modo. Por dividual¡dad y, con ello, una perspectiva auténtica de la realidad. Vl{rl'y.¡i)11:
ello la sustanc¡a de cada vida re-
Y pueslo que toda concePtual¡zación es abstracta e ;deal. para que
culr{:,r
s¡de en sus ocupac¡ones. Al ani- la reiir,;ir
el anális¡s filosófico no pierda el aspecto concreto y real de la vida
¡
334
llr¡ 14
, victa es La circunstanc¡a (el mundo externo) es todo aquello que rodea al
cosas con las que el yo establece su sistema de 8. Expl¡ca la sentenc¡a de Ortega
7a ód- yo, todas aquellas
El hombre no tiene naturaleza,
irtii¡zada relaciones: desde las más inmediatas, como ei alma y el cuerpo, a
lo que tiene es h¡stoda a la luz I
las más genéricas, como su paÍs o la humanidad.
de lo explicado en la unidad.
)lar la ¡¡r- Elyo intenta realizar su vocación en su circunstanc¡a concreta, s¡r- 9- Establece un parale,ismo enire
:iit i.
viéndose de los obietos que ésta le presenta y superanclo los obstá-
creencias/¡deas y contar con/
reparar en. ¿,Qué sucederá en i
l¿. oue cr¡los que le opone, conformándose en este proceso el yo real. Por eso,
los momentos de cr¡s¡s de una
r la vida, la relación primaria que el yo establece con el mundo es de utilidad: el cultura, en que sus creenc¡as t;
rü\r-:r el yocuenta con l¿s cosas del mundo pa!'a real¡zarse. Slo cuando sur- se ponen eñ dúda? ¿Oué papel
t'
xt e!"1 los ge alguna dif¡cultad, el yo cambia de actittld ante el mundo y, tratan- tiene la razón en Ia vida?
do de solucionar los prcblenras, rqpara en las cosas del mundo: pien- 10. Ortega resume todo esto en la
sa en ellas y se pregunta por su ser para resolver el problema. famosa sentencia yo soy yo y
r:l ile- mi circunstanc¡a, y s¡ no la sal
,' Crln el vo a ella no me salvo yo.
ldeas y creencias i:
¿Es la circunstancia la s¡tuac¡ón
!(-::rtlrn- l-as soluc¡ones que las diferentes generac;ones dan a los problemas eñ que se encuenlra un ser hu- I
mano en el mundo? ¿O es el
(
V t:lS. con los qrre se encuentran en su relación con el mundo constituyen la
coniunto de objetos que se en-
lrad¡c¡ón o cultura. Ésta ofrece a las nuevas generaciones un s¡ste- cuentra a su alrededor? Expli-
ma de creencr?s o interpretac¡ón del mundo sobre la que cada yo ca el significado del térm¡no cri
dehe crear su propio sistema de rueas o reflox¡ones que le permitan cunslanc¡á en Ortega.
.l-v3lr- realizar su proyecto vital. Ahora bien, si el yo se queda en las creen- Anal¡za el signif¡cado de las
rlnentes - dos apar¡ciones del pro-
cias o usos cie su sociedad, deiándose llevar por ellos, no llevará una
v¡da auténl¡ca y por tanto conlempla!'á una realidad inauténtica. nombre yo, aclarando el i
circunslancia, una realidad sólo será aulént¡ca s¡ está s¡endo vi- ¿O(É añade la segunda par-
:i:v;(;s iida por algún yo como parte de su proyecto vital: una realidad
- le de la lrase a la primera? I
De una excesiva espontaneidad. que sólo tiene en cuenta la Oon Juan, el persoña¡e creado por Zonilla
y protagon¡sta de la ob(a Don Juan
rnnrediatez de la victa y la obtenr)ión de !a felicidad, como la acti-
Ienor¡o, es, para Orlega, el protolipo de
lr r(l cle Don Juan. uña exces¡va espontane¡dad-
335
A
I ¡r tr
14
Frente al racionalismo ético socrático y la excesiva espcntaneidad. frr,ri
t:
Ortega defiende una actitud ¡tltermed¡a para conseguir Ia felicidao i;t:ir¡A:
indiv¡dual. que cons¡ste prec¡samente en la real¡zac¡ón del proyec- ¿ór¡ i
to ideal del tro, ten¡endo 9n cuenta los criter¡os morales proporc¡o- iottt;a.r
nados por la razón ante lo real de la c¡rcunslanc¡a. tnt., rll
guslar (r
Los imperal¡vos morales resultan se( pues, clos: ( ll)1,
"' r¡
El de objetividad, predicado por el racional¡srno ét¡co i)1r0,^ ir
- I
(li,r;l{ l,', I
El héroe y el hombre-masa
El h,é[oe es aquel que, asurn¡endo su radical libertad, trata de vivir
I ico i,r;
una v¡da plena creando sus reglas de acción en función de la ciI'
cunstanc¡a en la que se encuentra, adaptando los ideales éticos de .t"i
su soc¡edad a las situaciones de la vida cotidiana. _
:
A la figura del héroe se opone la del ñombre-masa u hombre nre'
1. I ^
11. ¿Se pueden cons¡derar estas dio, que no es una clase social o natural, §no una aclitud ante la vi&
actitudes corno dos tender¡c¡as que puede ser l¡bremente adoptada por todo el mundo.
dentro de cada vida indiv¡dual?
La aclitud del ñombre-rnasa es deiarse lleyar por su c¡rcunstancB.
renunciando a su punto de v¡sta part¡cular y verídico de la reai¡dád
para adoptar uno común, que por no ser de nadie es falso.
t-
El héroe se caracteriza por exig¡rse a sí mismo cc)n el Fin de rcá'
- l¡zar su proyectc vital.
I 336
', .O-,;
;i;;J
' lrr, 1,,, 1 14
v
e:r¡orrtaneid^d, Finalrnente, para que se comPlele
el cual ha eleg¡do en-
(jrUa feiic¡clad ia armonia entre razón 1'vida, la ra- [...] Este orograma vital es el yo de cada hombre,
irjoiversas posinitidades de ser que en cada instante se abren ante é1 "
ón del proyec- zón tamb¡én debe ocuparse de los
Sobre estas pos¡bilidades de ser importa dec¡r lo siguiente: 1) Que tam-
¡r.vproporoio- lemas más asociados a esta últi-
poco me son regaladas, sino que tengo que lnventármelás, §ea original-
ma, como los sentimientos Y los
menle, sea por recepción de los demás hombres incluidos en m¡ vida ln-
guslus estéticos, Para crear Prin- vento proyectos de tlacer y de ser en vista de las circunstanc¡as Eslo
cipios estéticos universales que es lo ún¡co que encuentro y que me es dado: la circunstancia'
,,t;!f puedan traducirse en ohras de arte Ortega y Gasset' J., H/storia como s¡stema-
duraderas.
!
>oliávisro pue-
o- 'e de cada
¿""2\11ás en mis
4,2. Ditthey
r y.. ¡rn pos¡ble
¡Efo impera- La palabra fiistoricismo se aplica. en un s3ntido ampl¡o, a todos
aquellos pensam¡entos que, al ¡gual que el de Hegel o el de Ma!'x,
ú!.!a y Gasset
aceptan que la historia es co,¡o Lrn organlsrno que se desarrolla
segirn deterrninaclas le)'es y persigtliendo unas determinadas f¡nali-
v dades. Er1 un sent¡do restringido, y éste es el sentido que le otorga-
rcn el alemán Wilhelm Dilthey (1e33-1911)y olros pensadores, es un
rt rnovimienlo que busca estúd¡ar al ser humano en su marco histó-
I l! rit {le v¡vit
rico-social, es decir, s? quiere cnterlcer a cada homl)re )'a cada mu-
.L(i.: la cir- jel que y lucha, compren<iien<io y profundizandc en todos los
).i¡.-.; {--ticos de '.,ive
aspectos de la experiencia hurnana.
337
¡
lr
Comentario de text o Ftr
Nada de lo que se ha hecho en la tierra contra "los hdba las deos pnncifE¡es y su iera¡quia. Mues
,l nobles., "los poderosos", .los señores.. .los poten-
- tra h rdacim que se entabb er¡te elhs.
tados. vale la pena tralarlo en comparación con aqué- . E a-lq rc desoibe m proceso de iT,€rsih de
llo que han hecho contra el¡os losludós. Los judíos, vakrcs. lndca h eslnrhra de €sta exp¡cdt
aquel pueblo sacerdotal que en relación con sus ene- y resú¡e tra/ernente cada ma de Sljs pates.
m¡gos y subyugadores sólo supo darse por sátisfe-
cho, con una inversión rad¡cal de sus valores, es de-
. S€nala bs conceploG da\e qÉ liJral sr cada
ll una dü las partes que tras resulnido.
c]f, car un aclo de venganza del tipo más esp¡t ¡lual.
Ésla es la única cosa que resullaba adecuada a un Por un titulo al texto. ¿Big¡rias aEuno de los §'
pueblo sacerdolal, al pueblo que tenía la obsesion - gui€ntes?
nrás reacc¡onaria de vengarse sacerdotallle¡¡te llan , rlC
. lnvers :Y¡ & ralores
sido tos ¡udios aquellos que corl ul¡,1 c<)llscuuer'¡cia
aterradora y con ¡os colmillos del odio más abismal . El biJn t' ei mal . Cor-
(el od¡o de la irnpotenc¡a) se han atrevido a estable- . La ¡ebdór? oe ro,s escbvos
cer y mantener la ¡nvers¡ón de la equ¡valelrcia aris
tocrática de los valores (bueno = noble = podetost-' = Contexto ¡nrned¡ato del t€xto
bello = lel¡z = quer¡do por D¡os), a saber: .Los bue-
nos sólo son los desgraciados. Los buenos sólo son Belaciona el texto c¡n h prcblemática del autor'
los pobres, los débi¡es, los humildes. Los p¡adosos
- Aporta ideas de Nietzsche que ayuden a aclarar
y los bendecidos por Dios tamb¡én son sólo los que
padecen, ios desposeidos, los enfermos, los feos.
Únicamenle ellos obtendrán la felicidad eterna. Por
y a erriqt €cer el sent¡do d€l texlo.
. fuedes asociar el texto con el terrE de la tral§- nq
mutebn de vak'res. Er un marco más an@,
el conlrario, vosotros que sois nob¡es y podero$s se- ' tan'b*h tr Edes vilq¡arb cotl hs teqías dd sll
ré¡s por siempre los perversos, Ios crÚeles,-los cod¡-
pedprnbre y de h vduntad de poder.
c¡osos. los insac¡ables. los ateos. Vosotros serds lam-
b¡én eternamente los desdichados, los mald¡tos, los lnd¡ca cuáles eran las cuestiones de la éE)ca y
condenados...". Ya se sabe qu,én ha heredado este
- las diferentes corrientes de pensamiento. Nlen-
sistema de invers¡ón de valores iudio.,- A propÓsito cima tarntien hs inl¡Jencias que tEya po(kjc re-
de la ¡niciativa monstruosa y funesta fuera de toda c¡bir el autor.
medida que lomaron los iudíos con esta declaración . Te sr.¡ger¡nos qLterdacires d pensarni:nto de
de guerra que es la más fundamental de lodas, re-
N¡elzsche con h actitud de denúicia y sospe
cuerdo una Irase a la que llegué en olra ocas¡ón (en
Más a á del bien y del maD referente al hecho de que ct'a proÉia de sr s¡glo, actitud que se riaifiesla
con los ¡udios comienza la rebel¡ón de ios esc/avos de manera diferente a través de diversos peri-
en lo que respecta a /a morat, aquella rebel¡ón que tie- sadores (po eiempb, Marx, Feuerbaclr. Sctn-
ne detrás una historia de dos m¡l años y que actual- pentnr¡er...). -
mente hemos perdido de vista por la simple razón de
que tr¡unfó... M¡ranJo nrás allá del texto
Nietzsche, F. La genealogía de la moral
I
x, ffi
-as repercus¡onés del pensarn¡ento de Schopen- idolo establecido, ¡ncluida su prop¡a obra. Así, para
hauer son Ce larga duración. La teoría de la vo- Jaspers, Nietzsche pasa a ser el pensador que im-
luntad de vivir tiene Lrn gren peso en la obra de pulsa a superarse y a buscar nuevos caminos.
N¡ctzsche, y la noción de una volunta(i ciega e in-
La f¡!osofia de la v¡da de Nietzsche eslará presen-
consciente aparece en Ia base del pensan:iento
de Freud, creador del t)s¡coanál¡sis. Las ideas de
te y est¡mulará una de las corr¡entes filosóficas más
Schopenhauer infiuven tarnb¡én en la f¡lcsofía relevanles del s¡glo XX, el existencialismo. La f ¡lo-
sofía ex¡stencial¡sta, que da primacía a la realidad
v de W¡ttgenste¡n. Durante su juvgnr.ur! este f¡lósofo
rec¡bió un fuerte impacto de Sohopenhaue[ impac-
v¡tal concreta, a la existencia viva por enc¡ma de la
to que se muestra en la valoración positiva del esencia peñsada, replanteará temas nietzscheanos,
:v j ix:
sr¡frimiento: sólo aquel que li-'ne corltacto con el entre ellos el de la muerte de Dios o el de la exis-
Ir¡
'.-n
Ltl. i. lit tencia allsurda, como forma de vida del hombre que
sufrim¡ento y ia mueñe ), se enfrenta a ellos tlu€de
!7 ^rll i
acceder a Ia comprensión de lo más ¡mportante y lucha por una existenc¡a autént¡ca y emanc¡pa-
, l, :;ll.) dora.-
aLrtónticc de la vida.
Sclrcperlhauer tambión ha influ¡do en la novela con- Los afor¡smos de N¡etzsche contra los movim¡entos
temporánea. Su eco puede raconocerse en la obra igualatorios y social¡stas de su tiempo serán con-
v literaria de Tolsto¡, de f.afka y de Thomas I'lann. lestados con dureza por pensadores marx¡stas como
Lukács, que eñ El asalto a la razón ve en el super-
En cürnlo al pensam¡ento de Nielzsche, estará v¡vo hombre y en las metáforas de Nietzsche un últ¡mo
durante todo el siglo XX, para bien o para mal. Ya y v¡olento intento por recuperar un imperialismo y
I hemos v¡sto cómo repercutía y tenía cont¡nu¡dad en unas monarquías de signo contrario al human¡smo
el vitalismo de la primera mitad del siglo XX. soc¡alista.
v Ahora b¡en, las rnetáforas del pensamiento de I'l¡etzs- Cien años después del anuncio de la muerte de D¡os,
che a menudo fueron ut¡l¡zadas y manipuladas con la pregunta sobre Dios y la importancia de lo que
oportun¡smo polít¡co, a favor de un régimen total¡- significa en la vida de los humanos siguen vivas y
tario, el nazismo, que pos¡blemente habría hecho abiertas. Después de los años de la guerra fria en
callar al filósofo como hizo callar a tantos otros pen- que el mundo era bipolar, el planeta muestra una len-
sadores. Después de la Segunda Guerra Mund¡al, dencia a ser multipolar y mullicultural, s¡endo la re
fueron muchos los f¡lósofos que inic¡aron el proce- l¡gión uno de los elementos ¡dentificadores de cada
vl' so de rescatar a Nietzsche de su vinct¡lación con una de las culturas. lncluso parece que la religión se
el nazismo; uno de ellos fue el existencialista ale- convierta en la característica que sirve para def¡nir
Vr, mán Jaspers. Para éste, sólo se puede ser f¡el a y reconocer una cultura en un mundo donde se acen-
N¡etzsche enfrentándose a él cont¡nuamente. por- túa un choque de civ¡lizaciones: islam, iudaísmo, hin-
J qr¡e l.lietzsche an¡mó siempre a superar a cttalquier duismo, crist¡anismo...
ty
I' 330
ffi*_
& I
;
Psicoanálisis
,
y Existencialismo
v Esquema
1. El mundo en gu€rra
1 .1. La Gran Gusra
1.2. El @rído entrque,ras
de
1.3. La Squnda Grcna Mundial
t
340
\
reE
v D
'{rÁ^
Pefio clufinienclo a la so¡¡tbra rlel núi de Dali
" '!t )
v lnvitación a la unidad
El hombre, en el transcurso de los siglos modernos,
lra
-
vislo casligados su orgullo y su amor propio por tres
,lraves heridas procedentes de la investigación científ¡-
ca. La prinrera. de orden cosmológ¡co, fue causada por
Oopérn¡co cuando afirmó que la Tierra era de menores
C¡,nensiones que el Sol y que se movía circularmente al-
rÉrl¿dor de ésle: la Tierra ya no era el centro del univer-
$. [.¡ segunda, de orden b¡ológ¡co, fue provocada por
l)arwrn y Wallace, que el¡minaron el abismo entre los an¡-
lntroducción
El pensam¡ento f¡losófico del siglo XX está
rn:ries y el homb,re: constataron la cont¡nuidad entfe las
marcado por los v¡olentos acontec¡m¡enlos
::rpe(;ies ¡nfer¡ores y el propio ser humano; éste deja- '- ^qüé cáracter¡zan la historia
tra de considerarse un ser en el mundo y pasaba a va-
de la pr¡mera
brars r, conro uñ ser del mundo. La herida más profun-
mitad del siglo. Las guerras y los totalita-
I
lv"
!t :
E
15
l¿ r r'r:
¡
I l.l . La Gran Guerra
|.
ei{r;
- .tl
342
T
t, 15
1.2. El período de entreguerras
rsherras. Éstas La victor¡a de la Triple Entente y sus al¡ados se selló con un conjun-
rCLlos árnbilo§ lc de tratados; el más conocido fLte el tratado de Versalles, firma-
s @tf¡o nunca lo do en el mes de junio de 1919. Como consecuenc¡a de estos acuer-
'[xcutiarida- dos, el poderoso ¡mperio austrohúngaro se des¡ntegró en un gran nú-
'n el mundo- mero de pequeños Estados. Alemania fue declarada la culpable de
cont¡enda y, además de sufr¡r ¡mportantes amputaciones en los te-
la
nitorios Íronterizos, fue humillada y obligada a pagar fuertes tr¡butos
en concepto de reparación por los desastres de la guerra. El ¡mpe-
.r.-., rio turco, aliado de Alemania y Austria, fue duramente sancionado y
1.,,,,,,o
perdió una buena parte de sus terr¡torios. Así pues, el tratado de Ver-
r:tüias capita-
salles dividía el mundo en vencedores y vencidos y sometía a los paí-
ses derrolados a unas humillaciones y unos agrav¡os que, lejos cle
ar a, 't:jiot-la).{en- sa¡dar las tens¡ones que habían hecho eslallar la Primera Guerra Mun-
:'ri!?,e colnpc- dial, fomentaron nuevos resentimientos.
.!-'-,¡i¡íia(! Ce
v
,{:i.i,.tolortfál
'' , .,,1 ores- La Soc¡edad de Naciones
Tanto en el fiñal de la Primera como de la Segunda Guerra Mund¡al, tuvo un papel fundamental la intervenc¡ón de Es-
I t.;r lt,,l¿rl tir:. l¿
lados l.Jnidos. El pres¡d€nte norleamer¡canc Wilson habia aprobado la ¡ncurs¡ón de sus ejérc¡tos en la conflagración de
. l.,r- nrr: ¡i
la Gran Guerra. Era il¡sto, oor lo ta!-¡to, que participara también en los tratados de paz. En el marco de la politica paci-
il.ri,.tr,:t lrt!rto íista qtle apoyaba, se ¡ncluía la creac¡ón de una liga de naciones destinada a arbitrar futuros conflictos ¡nternacionales.
_ f .: Seria Ia Sociedad Ce Naciones (19'19).
.,. :i...- La Sociedad de Nac¡ones estaba formada por ¿5 Estados 132 de los Estados l¡rmantes del lratado de Versalles y 13 Es-
lados neutrales) y establecia su sede en G¡riebra. La rntención con que nacía era garantizar ta paz ¡nternacional y tratar
dc soluc¡onar por \,ía diplomática los posibles conflicios que surg¡eran. A pesar de tan loables objetivos, lo cierto es que,
en la práct¡ca, sirvió más para proteger los intereses de las grandes potenc¡as que para otra cosa.
1. lnfórrnate sobre la Sociedad de Naciones y argumenta en qué medida hub¡era podido const¡tuir un lreno at estallido
de la Segunda Guerra ¡,¡undial.
' r,,,ri,, i, ,l iri.
i Como mín¡mo en los paÍses vencedores. sobre todo en Es-
r.!.,:)_lat!tfrs I lrdos Unidos (donde los desastres de Ia guerra no habían
t sido tan ¡mportantes cotno en Europa), los años ¡nmediata-
| ,"i (ii)Urr., : rnente posleriores a la guerra (los lelices años veintel fueron
vl,, lr l,r,; : un t¡empo de prosperidad, de desenfreno y de un incons-
l -- r,, r l:ios ciente optimismo. No obstante. la ¡rosguena fue sólo un cor-
]
! lo interstic¡o de frágil paz, un breve período entre las dos
llle ¡lrs j glerras, salpicado de acontec¡mientos que resquebraiaron
I rir,: rllrtlrtl ' este ingenuo optimisrno. Durante dicho período estalló la re- \ b
,r ,1,.1
Y j, "'.', i volución social¡sta soviél¡ca, seguida de una terrible gue- ,9
,,, ¡,
v
j..1j{
a-i. t l):lt,
,ti!7rr¡a rte
l(li I
¡
I
,
na civil que modificaría el sislema soc¡al y político del país y
que tendría enormes repercusiones inlernacionaies. En es-
tos años, se produjo también el crac económico del 29, que,
si bien se inició en Estados Unidos, se expandió rápidamente
m \
E
Las ideologías total¡tarias Sostienen como punto clave la subordi trut-.c i0; i
nac¡ón de los ¡ndiv¡duos a los interes€s eslatales. para llevarlo a cabo. : Srl ,r'
el Estado se convierte en un todo que invade cualquier ámbito, pu. Btr¡l¡¡i.r.
- blico o. privado, y que exlaende por todas partes su conlrol: medios En est,; r;r
de comun¡cación, sistema educativo, religión, cultura..- En este con-
l¡co. '-\irr
texto, las libertades y los derechos lundamentales de l<¡s individr.¡os
2. Repasa lo que hemos dicho sq,
. quedan suped¡tados al b¡en común, que a menudo se identifica con
de itr:r¡r iu
I
bre los totalitarismos. Señala sus
los intereses de una clase pr¡v¡legiada o elite. El ciucladano comun
; virtr,rl r.
rasgos caracterisl¡cos y comÉ- sei:; n riilL,i
por (,A l
ralos con los de la democracia se halla desamparado, pues en el ámbito polit¡co se suprime el par-
I
en la que vives. lamento y se silenc¡a cualquier t¡po de oposic¡ón al régimen. La vida
política se reduce a un único part¡do, encabezado por un lider ca_ Adcr'^,. i
u4
I
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' Europa ideo-
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¿a guena, de O. O¡x
' ,. !(,i.Jil- (llI nónr¡ca en favor de Estaclos Un¡dos. Asimismo, Alemania, Europá y
r !,lenci¿r y una gran parte del planeta quedaron divididos en dos bloques: por
,.rdio. j lt rlrr un lado, el bloque del Oeste, integrado por Europa y
rLtilcrrclir Alemania occidentales y liderado por Estadds Uni-
dos: por el otro, el bloque del Este, formado por las
llamadas democra cias poptilaresy Alemania oriental
y capitaneado por la Un¡ón Soviét¡ca. Serán los pro-
rrL,:rlare- tagonistas y responsables de la guerra fría y del equi-
su C?techo
ul libr¡o del terror nuclear. Como símbolo de este mun-
airec-
do d¡v¡dido, en la ciudad de Ber!ín, se levantaba un
sólido muro, el muro de la vergÚenza; testimonio del
-r. ¡",nenZO
:i -q-ue la po- fracaso de la convivencia humana.
Y.
v)ditos,
;rcó.1y, por
,;.h 'onsti- Una bfizna de esperanza
sl ¡lllbrioies 3. Hemos sido afortunados, pues no hace demasiados
o?-espe- años pudimos sertestigos de hechos h¡stóricos tras-
idL), s¡no cendentales, como la caída del muro de Berlin.
¡ ¡ ¡¡tridoS. Aunque pueda parecer anecdólico, simbolizó lodo
, :-,evóa - un oafibio. ¿Cuál'l
u(!ia, eufe-
.ra Formad grupos, proponed y conrentad otros he-
:1 ani. - chos históricos que consiCeré¡s que hañ tenido
ú,ra lrascendencia s¡milat
345
1
15 :
i
latir rrr¡r'
. a\.
rlO:: .l:
2.1. Freud, padre del psicoanálisis
Ir,¡rl¡,
Sigmund Freud nació en 1850 en Freiberg, urra pequeña ciudad,lc
llic¡i,r) I
Sigmund Freud (t85G1939) lue el padre Moravia, integr3da, entonces, en el imperio austrohúngaro. Su fantt'
(lurlArl
y el lundador de una de las teorias con lia se trasladó a Viena cuando él contaba con pocos años de edad.
mayor ¡nfluenc¡a en la vida cultúral y tIl¿ltlrti )-l
Estudió en el Gymnas¡um de esta ciudad y en la Facultad de Medi'
artistica del siglo )«, e{ psicoanálisis. riosA,,¡r
c¡na. Fue un joven inqu¡eto, con muchos y variados
riarr lt-.s t
intereses ¡ntelectuales: as¡stió a cursos de lilosofía.
r10l
_-.
i !;7
leyó a los clásicos grecolatinos y a genios literarios
[:tr t¡(:
corno Shakespeare, Cervantes o Goethe. Tanto de los
ant¡guos como de los modernos aCm¡ró la capacidad [:'il(':1r
para conocer las auténticas molivaciones dol c0nl' ¡xrliA':.
F portam¡ento humano. eXl ),r¡ rr':
.1885, :i():.- - l-
i:\ Acabados los estud¡os de medicita, hacia acep'
t{lÍr;4.:.
.llr t
.t
tó una beca para ir a estudiar a Paris,
que
Allí conoc¡ó al ..§
st:t. (
neuró,logo Charcot Los métodos usaba para tra'
jicl¡¡5:tt
I tar la hister¡a (una enlermedad nerviosa t¡p¡ca de ¡a
esle
J
I
I
I época) le mostraron cómo los síntomas h¡stér¡cos po'
dían ser desplazados por sugest¡ón hipnót¡ca, es de-
lt:
347
Itri,l 15
i
¿Qué te mueve a acluar? 2.3. Teoría psicoanalítica de la mente ^
La e:;u
Podemos actuar de manera espon_
lánea o bien reflexivamente. En una de fas preocupaciones fundamentares ctr'-. , '.
de ra teoría ps¡coanaritica
aquellas circunslancias que pare_ tiene que ver con la reflexión sobre la moüyación
cen más lriviales tomamos dec¡sio_ humrnr, J"a,, ¿lV(l¡ l(i r ¡i¡r
con la búsqueda de los faclores que determ¡_ ".
nes sin pensárnoslo demasiado.
Otras veces, en cantbio, valoramos
nan la conducta. Como ya hernos conren_
y sofresamos nuestros motivos, in- tado, Freud acabó de una vez por todas lalir ;¡ ., r
ET
rcft
---E
15
La estructura de la mente Yo: lnstanc¡a a cargo de la autoconseivac¡ón
. Parte consciente (pr¡ncip¡o de realidad)
v Hemos visto que, para Freud, la vida mental es rica y compleia. Por ,, . Parle preconsciente
.;u 'ítica
voeclt
cs,
eso. el padre del psicoanálisis tuvo que dar muchos rodeos hasta
averiguar cómo se producen los fenómenos psíquicos y el proceso Superyó: '
(conten¡dos Iatentes)
. Parte ¡ñconscieñle
v
15
I
350
-:¡
'*:-.!
Y l
v
b El malestar en la cultura
¡rrgto de .No nos sentimos cómodos en nuestra c¡vilización del presente'" Es-
tas palab!'as de Freud expresan el desencanto
que le producía el he-
,hora bien,
que
rrrll) psi- chode que ia cultura fuera incapaz de contribu¡r a la felic¡dad
no ha
'raramenle todo ser humano busca. La cultura, inc¡uyendo ahí la lécnica'
un
rtLpreta- incrementado el bienestar de !a human¡dad' Ha D!'oporc¡onado
gran número de objetos. pero no la ha hecho feliz ¿En qué consis-
halla en su li-
v
onaclo de
L este malesta, y cuál es su origen? La respuesta se
hro El malestar en la cLrltura, publicado en 1930'
rr¡vcllr- valor cultural" o, como diríamos nosotros' la
lu !.;i¡l' SUS "La felicidad no es un
proporcionar fe-
,ji,.3-.¡¡1r"- sociedacl y la cultura no se l)roponen como obietivo
licidad a ius miernbros. Y es que es inherente a la
cultura sust¡tuir
r. ii nece- real¡dad' Esta sustitLlción
el princ¡p¡o de placer por el princ¡pio de
:aVírcio- pr¡mar¡os'
genera malesiar, pues se reprimen los impulsos más
., rr.rlidar'j, es-
óorno ya hemos comentado, s¡ tcdos diéramos rienda suelta a
,- Y,¡rria d¡fícilmente
tas necesidades, se produciría un estado de inestab¡lidad
t,*.tlí)f ¡- a reprimir tanto la
,,¡l'!1.:tar,, soportaOle. Por eso la sociedad se ve obligada
El puente de h¡eno, deMax Beckmann
agresividad de sus miembros como a canalizar' convenientemente'
srrs pulsiones sexuales Activida-
des culturales como el deporte, el Técn¡ca y fel¡cidad
baile o la creación artistica son me- I
a cubr¡r. S¡ no exist¡era el fenocarril,
can¡smos sublimadores rle estas Porque podríamos ob¡etar: ¿acaso no
constituye uñ logro pos¡tivo de placer, que permite superar las distancias, el I
,;!rorltr- pulsiones, o sea, formas social- n¡ño nunca tendr¡a que abandonar la
un innegable aumento de la sensación L
rr-iiene del h¡jo que vive a centenarcs de ki- cuchar su voz Por teléfono. Y s¡ no
Así pues, resulta inherente a la cul- ex¡stiera la navegación transoceánica,
lómetros de m¡ lugar de res¡dencia? ¿O
lura sustitu¡r la satisfacción inme- que m¡ amigo me comunique, inme- el am¡go tampoco habr¡a emprend¡-
rt¡iri;lrl d¡atamente después de haber desem- do el viaie marilimo y yo no necesita
diata por una satisfacción retardada
rii¡, 1 , ri li barcado, que Fra sobél¡evátfo bien el ría eltelegrama para apac¡guar m¡ste_
,llrrii-'l v encub¡erta. Ahora b¡en' cuando mores. ¿De qué me siNe Ia reduc'ión
largo y penoso v¡aie? ¿Acaso no tiene
esto se exagera Y una determinada importanc¡a que la medicina haya con- de la mortalidad ¡nfantil si, precisa-
:
l -: !r :, r,
c¡v¡l¡zación se vuelve represiva en
I
segúido reducir tanto la mortalidad ¡n- m€nte por culPa de ello, nos hemos de
r'V,¡ue fantily et riesgo de ¡ntecc¡ón de las par- reprim¡r a Ia hora de engendrar crialu-
exceso y no aporta suficientes me-
I
turientas y que se lleg'Je a prolongar la ras, do modo que, a fin de cueñlas, no
canismos sustitutorios, se erirarece
media de la lcngev¡dad humana en un criamos más n¡ños que en la éPocas
r:' l.r lcr - y entra en crisis. Entonces, sLls número cons¡derable de años? Y to- anteriores al dom¡n¡o de la h¡giene,
:ii.t,Ción miembros no se sienten satisfechos, davia podríamos añadir una larga lista pero sí que nuestra vida sexual eñ el
se vuelven críticos y subversivos' de esios beneficios que hemos de matr¡mon¡o se halla sometida a dilici-
agradecer a la lan menospreciada era les cond¡c¡ones y probablemente ac-
Frerrd vivió en ttna Viena efenres- del progreso técnico y cieñtÍf¡co; sin túa en contra de ta benéf¡ca selección
firr¡ ernbargo, ya oimos la voz de la cíti-
v
¡:r' iri ' (,,
cente en iniciativas culturales y ar-
lísticas, pero mrly represiva y Ptlri-
ca pesim¡sta qt¡e nos recuerda que la
natural? Y f¡nalmenté, ¿para qué esta
larga vida, si acaba re§ultando lan pé-
mayoría de estas satisfacciones sería nosa, carente de alegrías y tan lleoa de
,iclr1"¡ tana. De todos modos, a Pesar de como aquella bar¿ta» que
"d¡stÉcción sufr¡m¡entos que sólo podemos dar la
ic carr: su análisis pesimista, fue un parti- recomendaba cierta anécdola Y que bienvenida a la muerle como una l¡-
lrtv'ars consistia en sacar en las frias noches
dario convenc¡do de la neces¡dad berac¡ón?
de invierno la p¡erna desnuda de de-
de la cultura Y la sociedad. Tal vez F@)cl, S-, El matsstar e!1la culnÍa'
baio de la manla Y, después, volveda
' r:V¡! )' to necesarlo era hallar el modo de
.:::tc",l¡.
c¿Jncil¡ar los naturales ¡mpLrlsos hu- que confirmen la idea del texto' pero también ca-
i irvar ' ' Busca otros ejemplos
7.
r',rl^a e,i manos con las exigencias Y,los con- qr" p"t" rebatir Ia idea de que la técnica ún¡camente salisfa-
vencionalismos soc¡ales. Este era'
"o" "i*.n
ce necesidades creadas por ella misma'
¡ara Frettd, el qran reto del futuro-
351
15
3. La respuesta existencialista
H'¡ss
lir l'rr:i
El ex¡stencial¡smo es un mov¡nl¡ento f¡losófico que nació en el nrarco It ¡ ,r'
de una Europa desgarrada por la vivenc¡a, repet¡da, de la guerra. [rr f le¡,qri r
a
to, afectado por situaciones absurCas, pero, a pesar de to(lo, lih{,. los¡{i(
al:)..1'
3.1. Los precedentes
la e:;c¡
El mov¡miento existencialista puede cons¡derarse Una confluencia
de factores díferentes. El contexto h¡stór¡co, marcaclo por una Eu-
ropa destrozada, tiñó de pesimismo la reflexión filosófica. l_a des. \
confianza hacia las filosofías abstractas prcpició el surgirnienlr¡ de
planteamaentos que se acercan a lo concrelo, como la obra de Nielzs.
Sóren Kierkegaard (1813-1855) tuvo úna
v¡da atorrientada y d¡ficil que no se debe che, que ya hen)os v¡sto, o la del danés Kierke€taard. a la que aten.
desl¡gar de su pensarn¡ato filGófico. para deremos seguidamente. Tarnb¡ái fue decis¡vo el desarrollo de ull nÉ-
é1, la ex¡stenc¡a auténtica se da en la
v¡veñcia de ¡a atsurdidad y en la angustia
todo adecuado a las nuevas inquietudes.
que provoca la n¡h¡lidad humana ante la
incerl¡dumbre de la existenc¡a de Dios. Kierkegaard, la existencia individual uir¡:i
- Só€n Kierkegaard meditó sobre una sene de lemas que, posterior, l i t, r,
mente, fueron fuente de re[lexión para los pensadcres existencia-
l¡slas. De entrada, se al¡ó, l¡losóf¡ca y v¡talmente, en contra de tú(jo ¡,i lr,,.llr
lo que fuera especulación y abstracción y, por lo tanlo, olvidar¿ la
existenc¡a real del ind¡viduo concreto. S¡n enrbargo, constató que nc l¡rrr it
8. Después de ¡eer el texto. indica
todas las persorias v¡ven uira existencia aulé¡ttica; t UCllos se lrar
la ¡dea que comparten Ulamu-
cionan a sí misl os buscando la co,nodidad y la feliciclad, huyerr.:..r
l).
no y K¡erkegaard. prrfqr r
de cualquier preocupac:ón. únicamenle aquellos que se enlrentan a l(,c :.i,,
la angust¡a y el sin-sentidc de la prop¡a vida viven valetosa;nenhi
Hotno sum: nih¡l hu¡nani a me al¡e- ! lir;r,lr1i.
num puto, diio el córnico lat¡no. Y tienen una existencia auténtica. Sobre esta exper¡encia vale la pena ne!,.11;'
yo dina rnásbteni. nultum hoilinem med¡tar, y sobre esto tendría que tratai la f¡losofía. golar
ane al¡eflJm p)toi gy un homt¡re. :
352
I
i
n
\r
v I
I lr tr 15
Husserl, el método fenomenológico
:ii;ta Si K¡erkegaard proporcionó a los existenc¡alistas las princ¡pales ¡n-
tu¡ciones teóricas que or¡entaron la d¡recc¡ón y el sentido de su re-
flexión, Husserl Ies proporcionó un complejo y fructífero aparato teó-
ri3o. El alemán Edmund Husserl (1859-1938) elaboró un método fi-
losófico que mostraba el camino ¡rara saltar de la vivencia ¡ndividual
a su formul¿¡ción filosófica.
para los escépt¡cos, la act¡tud más honesta que podía mantener el sa-
I
t¡io. Husserl adoptó el término y lo empleó para referirse a la sus- Al hablar de los escépticos ya nos
referimos a la noc¡ón de epokhé.
pensión del .iuicio anle los fenómenos de la consc¡enc¡a. Para i
-, ,; j. poder captar su esenc¡a, es imprescindible aplazar toda valoración, 9, A pesar de que el senl¡do es-
céptico y el fenomenológico
toda discusión sobre su naturaleza y su relación con la realidad- En de-
sean similares, se desprenden
-rr,,,ltrr \_
tiniliva, la actitud apropiada es poner la real¡dad entre paréntes¡s: ni consecuenc¡as muy dife.entes
negarla ni rechazarla; s¡mplemente, dejar a un lado la preoc-gpac¡ón de uno y otro. Expl¡ca a cuáles
sobre s¡ los fenómenos de la consciencia tienen o no algún t¡po de se llega en cada caso.
correspondencia con la realidad. Ésta es la manera de acercarnos a .
353
lr 15
I mente. S¡n duda, los más conoc¡- Cuando constru¡rnos o labricarnG cosas (una mesa, ull jetse¡, rlc latu
dos y populares son Martin Hei- eiii
o una cabaña sobre un árbol). antes d¡señamos aqttello que qur:te ,l¡ l
degger (1889-1976) y Jean-Paul
Sartre (1905-1980), pero tamb¡én mos hacer, rellex¡onan ros sobre la función que le datelttos y solrtt-'l;i:
hay que destacar al alemán Karl características que ha de tener ei obieto. Después, ierriendD et' 1 ¡^¡ r
Jaspers (1883- 1969), a menudo ta todo esto, construimos io que nos hemos propueslo. En esios t-:¡trit, ,
opuesto tanto a tas ¡deas como a podenros decir que el concepio o la idea de lo que serán (una mllsr. rrt,
¡as act¡tudes de He¡degger. El gru-
po de los ex¡stenc¡al¡stas france- ierse),...) es ar¡terior (precede) a la ex¡stencia reai del objeto. Etr téttni'
ses es el más numeroso: Gabriel
nos filosóficos, podríamc-r dec¡r que la esencia precede a la cxistencr¡
Marcel (1877-1973), Simone de
Beauvo¡r (1908-1986), ñlaurice ¿Pasa lo m¡smo con los seres hur¡anos? ¿Cualr¡r.riet persorra es la
Mefleau-Ponty (1 908-1 96 1 ) y¡F-. realizaciórr concretü dc una esencia que le precede y le deleínir)i¡'¡
bert Camus (1913-1960), quien, Según los existencial¡stas, no. En ¡os seres humanos, el proces,-¡ s?
mag¡stralmente, supo transmitir en da completamente a la inve¡sa. El ser huÍnano, en principio, es, exrs
sus novelas la angustia y la ab- te y, después, ya veremos qué es. No ex¡ste un modelo de l¡ombro
surdidad de la existencia. I
anier¡or a los hombres concretos y del que searnos s¡mples e¡eni'
iTL ¡
plares. Cuando un ser humano llega al mundo, todavía no es na(l¡.
sólo alguna cosa que existe. La existencia es su única eseñc¡a; qui a,
I-(l
dirección seguirá, qué sent¡do y orienlación dará a esta existencra
A;:r
(dedicación a la act¡vidad médica, a la lucha política, v¡da dis¡pada.v
delictiva...) es cosa de cada uno. Para eslos pensadores, ia exis-
tenc¡a humana es pura pos¡b¡ladad, un proyecto ab¡erto que cada
uno habrá de ir construyendo. Cada persona tiene la obligac¡ón \
la responsab¡l¡dad cie etegir su propio modeio de l¡ornbre.
354
15
¡o Valor del sujeto s¡ngular
rogénea que La esencia, que precede a las cosas naturales o fabricadas, hace que
t.
ridlr.liversos éstas sean s¡mples ejemplares de una clase o espec¡e. Para los exis-
rellos aspec- lencial¡stas, esto no es apl¡cable a los seres humanos. Un ser huma-
::..hi y que, no no es un indiv¡duo más dentro de un posible grupo o especie, s¡no
i)!./r.,riento. que es ¡r€pet¡ble y único. Ante una cosa desconoc¡da preguntamos:
Y "¿qué es esto?., y la respuesta es una especie (un estetoscopio, una
frula lropical); ante un ser humano desconoc¡do preguntamos: .¿quién
v es éste?., y la respuesta no puede consistir en contestar que se trata
--i'sPV Cle lana de un ser humano; lo que nos ¡nteresa saber es aquello específico, co-
r i!E, cluere' nocer !a s¡ngularidad de aquel sujeto concreto.
|"'',il¡?las
El existenc¡al¡smo ha sido una filosofía de lo concreto que ha in- La reproducción prohibida, de Magr¡tte
Iilllf r i;rJsn-
tentado captar y recoger la experienc¡a personal y exclus¡va de
c- .:; casos
cada individuo. Para los pensadores de tal tendencia filosófica, esta
¡, i llL-S¡. Un Max Scheler (1874- 1928)
',i experiencia acostumbra a ser una vivencia angust¡osa, ya que nace
i ¡r:nrmi-
del descubrimiento del carácter absurdo de la existencia humana.
r,r,.,sle¡cia
La exislencia es elección
Las cosas y los animales s¡mplemenle son. Y son de acuerdo a su
esencia, según su naturaleza: el melocotonero da melocotones, la
mcsa es y s¡rve como mesa. El ser humano no tiene una esencia, una
naturaleza. Po:'esta razón, es él mismo quien ha de defin¡rse y cons-
,r r r ':t tl:¡iia.
iruirse. Como ya hemos dicho, la ex¡stencia humana es posibilidad,
y esto es sinónimo de libertad, l¡bertad para iiegar a se!'cualqu¡er
'l.Va!:l: ail rC
. i ,; ,::
!.]ii:iá cosa, para escoger nuestra v¡da. Dicho de otra manera, la exis-
. ,V¡,irda ! tencia nos obl¡ga a escooer, a decidir qué queremcs ser-
...- t:r exis. Esta libedarl cle qus goza el ser humano l¡ene dos caras. Es c¡erto que
. ,!r,: r;il la
f)c{lcnr(rs ser lo que queramos, pero aquello que escoiamos será res- _ Nac¡do en Mun¡ct y profesor en di-
itl,--.1,-ir-)r ¡ ./
ponsai)¡l¡dad exclusivarnenle nuestra. Ya no valen excusas, n¡ just¡fi- versas univers¡dades alemanas, §js
v cac¡ones... Pese a los cond¡cionamierltos, nos hemos hecho como aporlaciones principales son la ét¡-
hemos querido. En esta elección, no obstante, el hombre se enfrenta a ca ax¡ológ¡ca o de los valores y la
'.
Y rrn lenible inconven¡ente: está solo, no pr¡ede recurri!'a nomtas, ni a pre.
antropología filosóf¡ca, disc¡pl¡na
).lrtilica de la que se le considera fundador.
\lxlo, y
: c€ptos... Esta falta de orientac¡ón y de razones propic¡a que la vida
r5le cialis- humana parezca absurda y carente de sentido, y eso produce angustia.
), i des-
:fl+li.a hu-
Max Scheler propone una ¡erarquía de las modalidades de valores y unos criterios de organizac¡ón que determ¡-
rt nan la posición de un valor determ¡nado en la jerarquía:
Jeramula de las modalidades de valores Criterios de organización
v 1. Beligiosos (sagrado-profano) . La durab¡lidad del valor. Se pref¡eren los bienes durables a los
r r:ivirlrli
efímeros o cambiantes'
ilr:jt: ?li 2. Espir¡tuales:
La mayor o menor d¡vis¡b¡lidad que posee' Los valores su-
' pr¡ores,
1..-;er lttl; 2.1. Lógicos (verdadero-falso)
como la just¡cia, la l¡bertad, la belleza..., son ampl¡os
¡J i't ¡,:t 2.2. Jurídicos (iusto-iniusto) e indiv¡s¡bles; los ¡nfer¡ores, como el d¡nero o el éxito, se pue-
2.g. Estéticos (b;lloJeo) den diluir y sat¡sfacer en vaios ¡ntereses concretos.
#, r.r¡,,, . Lá fundamentac¡ón qr¡€ s€ l€ da. Muchos valoles personales se
3. Mtales (noble-vulgar)
.- .. , ',11:;
. fundamentan en ¡deales supremos que pov¡enen de la religión.
al 4. Sensibles (agradable-desagradable)
La satisfacc¡ón que da su cumpl¡m¡enlo.
a
J 355
15
i
:
3.3. Heidegger: el hombre, t¡
ser-para-la-muerte
I lvlart¡n HeiCegger, nacido er, 1889 illessl(iic.ll, en la Selva NegÍa ale-
mana, estuvo profesionalruente ligado a la Universidad de Fribtttl¡o.
Allírec¡bió una sólida [onnac¡ór) ¡ntelcctual, b¿jo la d¡rección y arrrir..
I tad de Edmund l-iusserl- l,lo fue mo\i¡iz¿¡do lrasta m.Jd¡ada Ia a-irarr
Guerra, lo que le perm¡tio acabar sus estudios. En 1927 ¡.Irblir;ü l:1
sery e, lÉmpo (.,Sein und Zeit.), que, it pesar de estar inacabrda. sl:
cons¡dera su obra más impodante. E¡ ario siguientc fut' no¡¡rl¡ratkr
profesor ord¡nario de la Unrversidatj de Friburgo, jusio cuanrjo sc ¡r
R
bilaba el fundador de la fenomenologia.
En 1933, tres meses después de que Hitler luera elegido canciller di'l
Reich, el rector de la Univers¡Cad de Fr¡burgo fue ob¡igado a d¡tnilir y
Martin Heidegger. S¡ b¡eñ él nunca se
Heidegger lo sustituyó. Despuls de ser rector durante ,¡n año, dirn,ul,
consideró un pensador ex¡stencialisla. la lr{'.,
trad¡c¡ón filosóf¡ca ha convenido en del cargo y se mantuvo apartado de la üda ¡ntelectual y acadéntica.
lituarlo déntro de dicha corrieflle. (.), rl!ll
Desde el punto de vista político, esta elapa de su vida acabó sicnCrr
muy polémica. Y e€ que, a pesar del poco tiempo que Heidegger es-
tuvo alfrente de la universidad, su comportam¡ento fue. como nlini¡lxr. A
!L .(:
aiñbiguo respecto al nazismo y nunca se retractó n¡ se justificó por no
el¡¡rt
haberse enfrentado a las directrices lascistas y rac¡stas de los nazis.
l'(] rl'lr
Lengua¡e, pensam¡ento y ser Acabada la Segunda Guena Múndial, cuancio Fr¡burgo luc ocupado
ErQrl
El ser t¡ene su casa (vive) en d len- por el eiército aliado, fue acusado cle nazi y se le prohib¡ó ejercer
?frzat
guaje, porque es aquí donde ob- su canera docente, pero en I951 fue levantada la prohibición y se tr
Ua:,;
t¡ene el sentido. Sólo cuando pen- rehabílitó como proÍesor. la Íazón fue la gran influenc¡a y el reco-
rir¡ cie
, samos en él y rellex¡onamos se noc¡miento que su pensam¡ento lenía entre los filósofos europeos.
nos muestra su ser. Pensar el ser Sl ,S
He¡degger murió en 1976 en su b,oa¡idad natal.
es acercarnos a é1, captarlo, en- r:l9q r
356
q
15
La cuestión del ser, sin er¡bargc, nir puede abordarse directamente,
iratandc al ser como s¡ ésie fuera un objeto más, si¡]o que, para cap-
tar el sentido del ser, nos vemos obligados a er(am¡nar los entes,
rJ§ra ale- pues es en ellos donde se man¡r¡esta el ser.
:, !- "turoo.
U.: Alcanzar la verdad del ser consiste lara He¡degger eh des -ocultar o
on y alnrs-
des-velar el ser que hab¡ta en los entes, reclrperendo así el sentido
i:' Gran
U que tenía el concepto de verdad (aletheia) en e! mundo griego, y
puhlicri F:/
del tlue se habría olvidado la tradición metafís¡ca occ¡dentál al
:;L]a. se interpretar la verdad como mera adecuación entre nuestras repre-
¡
-rofi]brado
sef rtaciones rnentales y nuestras percepciones-
r:r9se jr-r'
Acusa He¡degger a la f¡losofía de caer en el olvido del ser, pues la
v, verdad ya no se ocupa de é1, sino que adqu¡ere un carácter sub./et:
,t)LIleI del
vo, al apoyarse todo en las apar¡enc¡as. La trad¡c¡ón metafísica
1v rit'r v
habría caído en el error de abso/utzar los entes, deiando de adver- La conquista cbt l¡lósoto. Melal's,bá, de Giorgio
cl;ft riliÓ
'rr. tir el ser que se oculta tras éstos. de Chir¡co.
ri\-. i,:a.
La pregunta metafis¡ca por el ser coos-
Ouien eslá llamado a la búsqueda de la '/erdad or¡ginaria, es decit liluirá la preocupación fundámental de la
ta -rr)n(l'-l al desocultamiento del ser, es el hombre, qtle es un ente gue se en- fitosofía heideggeriana, como se refleia en
slrs obras Sery tiempo 11927\, Kant y el
cLanlñ en medio c¡e entes, en la medida en que es consciente de problerna de la rnetalis¡ca ll929l o
,lt¡110.
su propia existencia. De hecho, señala Heidegger que el hombre es lnt@dt¡cción a la melar3,ca ('1935)-
YtÍ úO
el único sei tlue poclemos decir que ex¡ste, pues exist¡r requiere el
reconoc¡miE\)to de la propia condición come ente.
, .,¡qi,_
En def¡nit¡va, para entender el sentido del se4 el fiiósofo habrá de em-
pezírr pi)r nual¡zar la propia existencia humana. \', ¿cómo lo hará?
Utilizañüó el n:ilotJo fenomenológico. tleiCe(lget como buen alum-
no C¿ tlusse¡! irá :'echa:3ndo y despreciando todo aquello que re-
srrlta sr rperf!ciai .rn l¿: exislúncia hLlmana, hasta llLrar al auténtico nú:
cleo de! as,-rrto.
J
357
ll 15
Sin embargo, este ser-ar¡, que es el hoinbre descubte iantbién q '
ElAo
existen otros entes capaces de convenir los ob¡etos en útiles Des itn{,
cubre que no está solo, s¡no ql¡e hay otros Dásein- \' éstos fornlall :t.
Autenticidad de la existencia
En la apertura del Dasein hac¡a el mundo y los hombres, éste en todtr
momento se encuentra anle la posibilidad de ser de un modo o de
L ,tr
otro. Es en la éx¡stencia m¡sma donde el hombre va establecielrdo
''\"''
su ser: la v¡da humana es un cont¡nuo proyectarse hac¡a e¡ futuro.
El hombre, consciente de sí, vive ant¡cipándose a lo que será. Su ser ierer¡r
consiste en un pre-ocuparse, a través del cual divisa su pura terl- l
poralidad. ir¡lar:
358
E
a I
15
El hombre como ser-para-la-muerte
E! reconoc¡mienlo de que nuestra vida es una vida que cam¡na ha-
cia un dejar-de-ser causa angustia. En su obra Pensarn,entos ya de-
cía e! racional¡sla francés Pascal: "No hab¡endo pod¡do los hombres
crrrar la muerte, la m¡ser¡a, la ignoranc¡a, han imaginado, para vol-
verse d¡chosos, no pensar en ello".
)
ci (lel hombrc, al reconocerse ccmo un proyecto hacia la muerte y an-
lxriparse a ella al asum¡r su posibilidad, se encuentra en condiciones de
(lolarla cle sent¡do, uniÍicando presente, pasado y.fLrturo en un tod-o.
359
ldd¡-<
,,
El alemán Er nst Kapp fue uno de El particular punto de vista de Heidegger se malriíiesta en su oL¡ra: cr¡ ¡)¡\er
los primero ; en dedicarse a una La pregunta por la fécnica (1954), donde relac¡ona la iemática de ofi (,, )|
med¡tación :n profundidad sobre la técnica con lü cuestión ontológica del ser. La lécn¡ca y la tec' A
la técn¡ca. C e orientación.hegel¡a- noiogia ofrecen un género de verdad o desocultainienlo del ser. Nos
,..na, rechaz;¡rá el idealismo abs-
aprox¡man a la realidad del ser, pero tanibién 3 la../ez nos io oculia¡r.
1
tracto en f¿vor de una lectura de , il,
lá h¡stoda como ra§ultado de los Dicho ocultam¡ento es nrayor en la era tocnológica que en la pre.
¡nlentos humanos de vencer las A
tecnológica. Antes de nuestra etapa lecnocientíf¡co, los invcnlo: !iÍ¡rir.i I
dificultades a ¡as que le sonete la
r
naturaleza. El hombre t¡ene que re. humanos (n¡olino de viento) se hallabarr aú;¡ muy próximos a la na- nó ír-,,
solver problemas con el espacio turaleza y su diseño armon¡zaba con cl pa¡saje. Las l,-:cnicas n,-r at:. l¡r'' l,lt (ir
(por ejemplo, lugar para viyir, des- tuaban agres¡vanrente sobre el mundo, s¡no que sinl,o¡ri¿aban con iil. ¡rtC,At
. plazamiento, etc.) y con el üem-
I, r:, ar rül
po (§stemas de comun¡cación, ra-
pidez en los traslados, etc.). En Fi-
La era tecnológica
losofía de ta técnica, de'1977, El ¡rr rt:..
En la era tecnológica lcs ir¡ven¡os se ubican en lur¡ciór. de las rig'
Kapp entiende los instrumentos
cesidades urbanas y rara vez an.¡ronizan con el entorno. Seiiala lici. ['r:c,: <i'';
como dist¡ntas proyeccionos de
lc-§ órganos. La idea no era nue- degger: descubir, translormaL acumular, repartir y cambiar son nio- gu¿f 111
v4 pero Kapp la s¡sternaüza y de- dos característ¡cos de la tecnología moderna. Se produce una rup- ddr¿lnie
sarolla: un gancho es como un tura o un d¡stanc¡am¡ento con la real¡dad ¡n.:¡edaata, pues los desñ'
dedo doblado, un plato el hueco intereses industriales rna¡rdan sobre los requer¡r¡¡entos estéticos o de la rru¡
de la mano.,, La red de fenocarril fele,A.,
ambientales.
sería una exteriorización de nues-
lras venas y arterias. Ei telqTrafo Además, la tecno¡ogia moderna fabrica en serie, pues produce co-
doe§r
lo sería del sistema norv¡oso: e: sas cuyo ser posee la fornra de oólelo dc con3urrD d¡sponible. Elob- En la de
lenguaje una exlensión del pen- jelo de consumo carece del carácter de cosa ú¡ica. La industria
samienlo; y la naturaleza del Es- esla^,r
tado una extens¡ón de.la natura- genera obietos cuyo valor sólo puede ser el valor dc uso que le pue- a las ien
leza humana ¡nd¡v¡dual. da dar el ser huma¡:o. Hay una despersonal¡¿ac¡ón d€l objeto que c4.., r_
360
EITE?
I
,15
¡11 reclama l-leidegger una vuelta al pasado, pues el regreso a la
€ra pretecnclógica no le parece n¡ deseable n¡ posible: "La tecno-
C:i -'
...- logía no será derribada y seguramente tampoco será destru¡da'. Así
l
e!es, el Dlanteamiento con respecto a la era de la tecnología debe-
ra ser; no el rje er.rfrentarse a ella, s¡no el de encontrar las condicio-
nc,s q,-re hagan posible s¡tuarla en el marco aprop¡ado.
- f.l_.r¡f'
r l;rsl E¡desencuentro que se produce entre el mundo humano y el mun-
(ro lecnológico, en la medida en que el segundo parece abocarnos
a una realidad adif¡c¡al, ha de ser superado. Para l-'le¡dege( hemos
: Orte-
de ser capaces de trascender la artific¡osidad a la que nos conduce
:
la visión tecnológica de la realidad, cuestionando stt propio ser. Por
i ello se hace imper¡osa la pregunta por la técnica: la ¡ntenogación por
¡IgUe;'r ella ha de permitirnos penetrar en el desvelam¡ento del ser. El pre-
grntar es la clevoc¡ón clel pensar, afirma Heidegger.
rü§ l.
Debemos, pues, asumir la condición tecnológ¡ca y v¡vir conforme a
10. He¡degger llama la atenc¡ón so-
|,jl .. :1 ella. Elpeligro re:iide en apl¡car este punto de vista. que tiende a ha- bre el hecho de que en la era
cer det objeto algo impersonal, sustituible, reemp!azable, pues sólo pretecnológ¡ca las construc-
ir:'|¿li dcstaca por su valor de uso, a todos los demás seres. olv¡dando que ciones humanas tendian a ar-
ira!'otros nrodos de revelación y que no todos los seres pueden re- mon¡zar con el medio, algo que
| ':
{le l¿r gr¡erra !./ cle las dos tlombas atómicas, pronunció la famosa con- i
v f,]rencia titulada E/ ex,stercla/lsmo es un humanismo, que acabó sien-
rler e¡ escrilo filosóf¡co más popular y más leído del existenc¡al¡smo-
l-, ( ,1, .
En la clécada de los años cincuenta, se aproximó al tf¡arxismo. Con a
Sarlre, por todas sus novelas y obras ¡:
I lil esra coriente nrantuvo i:na cDmpleja relación de amor-od¡o, debido
v lea|Úalés (El muro, Las moscas, Lá puta L
i
r I)t ¡L. ¿i las tendencias total¡tarias que ¡ba adqu¡r¡endo en la Un¡ón Soviét¡- resqÉfuo§a" A puetla cefiada, Los caninos
de la l¡be¡tad, Las ñanos suc,as, E/ d,bblo ¡.
ca. Jean-Paul Sartre murió en París en 1980; sil popularidad quedó
y el b@n Dios...) y W todos sus ensayos,
demostrada en la manifestación general de duelo por el fallecimien- recibió, eñ '196.1. el premlo Nobel de
t() del filósofo. Literatura. Sin embargo, lo rechazó.
361
I
I
I Irrr, l 15
I
II Las expresiones memorables
li Estoy anojado en el mundo, no en
el sentido de que permanezca Sartre supo hallar expres¡ones inolvidables para las ideas ex¡slen-
abandonado y pas¡vo en un uni- cial¡stas. .El hombre es una pasión inÚtih,, 'estamos condenados a
verso host¡|, como la tabla que flG' la libertad. o .el ¡nfierno son los otrcs- son una muestra de ello.
ta sobre el agua, sino, al contra-
rio, en el sentido de que me en- es una pasión inúü|.. Esta afirnlación conecla coll ¡a
- "El hombre
cuentro de pronto solo, sin ayuda, concepción sartriana de la consc¡encia. La consciencia es un re-
compromet¡do en un mundo del ¡C
c¡nio interior l¡eno de imágenes de las r.ealidades exleriores (de los
que soy enteramente responsable,
compañeros, del colcr del mar...). S¡empre es 'consc¡encia de", un
s¡n pode( por mucho que haga,
arrancarme n¡ Por un instante de darse cuenta de alguna cosa. Filosóficatnente dirÍamos que aque- {''
esa responsabilidad, pues soy res- llo que caracteriza a la consc¡encia es la ¡ntoncionalidad, el ten-
ponsable hasta de m¡ ProPio de- der o referirse a alguna cosa difetenle de si misma. Si alrancalnos
seo de rehuir las responsab¡lida- de la consc¡encia estas imágen€s o contenilos, no nos queda nada.
des. Hacerme pas¡vo en el mun-
Sadre lc expresa de esta manera: lnientras que las cosas del nlun
do, negarme a acluar sobre las
cosas sobre los Otros, es lam- do son ser-en-sr, la consciencia es s er-para-si. Es decir, en sí mis-
Y
b¡én elegirme. ma la conscienc¡a no es nada, es un Yacío que necesita de las de-
El segundo sexo
S¡mone de Beau- En E/ segundo sexo (1949), su novela más conocida;l
vo¡r ('1908-1986), reivindrca ia íalacia intelecfi-¡al que ha jusüficádo y cof};
compañera l¡lo- denado a la mu¡er a ser el otro, el compt*Í"t ;.j
sóf¡ca'y sent¡- Si, como afirma el ex¡stencialismo, no hay üna natura'.i
mental de Jean- leza humana preexistente que determine la forma dof,
Paul Sartre, ha .
ser humano, enlonces tampoco hay una naturaleza ftq
sido una de ias menina innata que justifiqu€ la s¡tuación in¡usta &.|aq¡
novelistas y filó- rru¡ees er' la sodsid dd rprnelto. La tradcixtd crtaf}¡
sotas.ex¡stenc¡a- cia de que existe-una femir'idad caracterizada po^r-EI
l¡stas más cono- sensibilidad, la dependenc¡a; la falta oe amt¡ióóh)ifl
cidas del s¡glo. instinto protscto(.. es falsa S¡ hombrss y muier§ soq!
'
Destacan sus no- d¡ferentes cs por una razón cuttural. La €ducac¡(,rt y §l
converrcionalignos soc¡ales han cond€nado a lgin'Jrl
I
tt t 15
Segúrr Sartre, no hay normas ni valores absolutos' Cada ser hu-
,nno qru r" como hornbre, que realiza su proyeclo de
"onotruye
-:(;le!r- vida, crea sus propios valores. El hombre, además de ser un va-
por la
lír!,S a cío, una nada que ansía ser-en-sí, está rodeado también
rjlll Dada. No hay en su hor¡zonte norma ni precepto
que sus
alqunos Conde poder suietarse. Esto hace
ir ¿7-{r lá y vivan como
dec¡siones carezcan de sentido se
actos gratlitos que le producen una dolorosa
an- (
,, 1tríros
^ gustia, pues, a pesar de todo, él será el único res- ;r{¿
rl
v l rrt
ponsabte de lo que realice Esta falta de normas
liJ
i9 aqlle- está permitido' que todo
l,
iarece implicar que todo
iyjn- vale; sin embargo, ello no impidió el
compromt-
rcal¡os las injustic¡as y
vital y político de Sartre contra ¡
r
so
1a¡.da.
desigualdades.
E! trlun-
r:¡rlis- son los otros"' Cada uno de noso-
- *El inf¡erno
es un su¡eto, una persona irepetible
que tcma
: l¡'- Ce' tros
subietivi-
,:r&lser inicialivas. Pero ¿qué pasa con nuestra
los demás' /
sr^ (te' cad cuando nos encontramos con
En la mira-
,rrl7pa- c uando cruramos nuestras miradas? ni
de unos EI hecho de que no ex¡stan valores
da se manifiesta el intento de dominación normas oue iuslil¡quen nueslras dec¡sio_
al otro a o bieto. Por
respecto a los otros, el intento de reducir nes no siqnifica. para Sartre, que todo
!
o en un autohús do s sujetos comportamiento sea igual de valido
su
eie!'nplo, cuando en un ascensor sll apoyo a los
ésta se mant ¡ene has- comoromiso potitico,
mantiencn la n]irada, comienza la tensiÓn; movimie¡tos estr.¡diantiles que rcclamaban
el otro se alza como ga-
la que urlo d e los dos la baia. Entonces, su-
más libertad e igualdad social son una
nador, ha imPuesto su sub¡ etiviclacj. lnicialmente los dos eran muestra de que, m reatidad no todo está
,,_.,ti- transformado en permitido.
jetos, pero el que lra baja do la rnirada se ha
rebajado su dignidad Por eso
objeto, ha Perdido su libertad ha
y
cerrada dice: 'El infierno son
rrno rle los Personajes de A ,cu erta
los otros".
:
,,,!.j, i
363
r-.
Comentario de text o !.v
Dosto¡evski escr¡be: -S¡ D¡os no ex¡st¡era, todo es- . B la¡núe [...]esld conddktdo a cÍtda itutíttt'
taria perm¡tido-. Éste es el punto de partida del ex¡s- te a ¡nvsltar al l]€,nbre.
tencial¡smo. En efecto, lodo está p€rmit¡do si D¡os no Una ve: qi.E hay6 deñrúro bs ternr¡nos clav€ cltl
existe y en consecuenc¡a el hombre está abandona- - lexto y hayas exp¡i:ado abur¡as de las afirnacio
do, porque no encuentra n¡ en sí n¡ fuera de si una po- nes contenidas en é1, s¡ntetiza las ideas princ¡
s¡b¡lidad de aferrarse. No encuentra ante todo excu- pales en ur, resunen b,,eve y chfo. I
sas. Si en efecto la ex¡stenc¡a precede a ia esenc¡a.
no se podrá iamás explicar por referencia a una na- Coñterto ¡nmcdiato dcl terto
turaleza humana dada y fija; d¡cho de otro modo, no
hay determinismo. el hombre es l¡bre. el hombre es ¡i- Este fragrne.nto perlenece a uno de los lextos ers
bertad. S¡, por olra parte, Dios no existe, no encon- tencial¡stas m'ás conoc¡dos, la co,rlerencia E/ exrs-
tramos frente a nosotros valores u órdenes que legi- te,l€idis,ino 6ú fr,manivlb. En el hallalrrcs las kJe-
:imen nuestra conducta. Asi, no tenemos n¡ detrás ni as clave de este movimiento: pr¡oridad de la ex¡s. cú
delante de nosotros, en el domin¡o ¡um¡noso de los tencia, rechazo de la creencia en una naluraleza
!¿lores, just¡f¡caciones o excusas. Estamos solos, s¡n
hurnana, reMndbacion de h libertad, ¡neludible res
excusas. Es lo que expresaré d¡c¡endo que el hombre
ponsabil¡dad del hombre...
está condenado a ser l¡bre. Condenado, porque no
Argurnenta § crees que h temática y É:l lorrc ex¡s,
se ha creado a sí mismo, y s¡n embargo, por otro lado, - lencialistas tbrm alguna relación mn los trágicc
libre, porque una vez arrojado al mundo es respon-
sable de todo lo que hace. El existencialista no cree
en el poder de la pas¡ón. No pensará nunca que una
bella pas¡ón es un tonenle devastador que conduce
-
acontecimbrtos de las primeras déc¿das del §-
Sb )C(.
Lá frase que 3r¡cabeza d texlo: "Si Dios no ex¡s-
m:^l
fatalmente al hombre a c¡ertos aclos y qu€ por con- t¡era, todo estarh fiermitilo", parece señalar quo
secuencia es una excusa: p¡ensa que el hombre es no hay n¡arEra de iuzgar o \rabrar bs acciorEs hU-
responsable de su pas¡ón. El existenc¡alista tampoco
manas. que todas son váidas (o invál¡das) cte b
pensará que el hombre puede encontrar socorro en
m¡s¡Ta n¡anera. Por lo que conoces de la vida dc
un signo dado sobre la tierra que lo oriente; porque
p¡ensa que e¡ hombre desc¡fra el signo conto prefie- Sartre, ¿consi(bras que se comporiaba conr¡ s
re. Piensa. pues. que el hombre. sin ningún apoyo ni esto fuera as¡, ccrno § todo estwi*¿ pcmi¡¡h?
socorro, está condenado a cada instante a inventar Bdaci¡rn las ileas cle Sarlre mn las ctio gan
al hombre.
- ex¡stencial¡sta, Heidegger.
u{r1
I
L
I -l'f
\/ I
a a It
El psicoanálisis de Freud fue una respuesta a un Carl G. Jung, siguieron nuevas reinterpretaciones.
v lUr ccnjunto de cuesliones que la psicología oficial de
f¡nes clel siglo XIX no sabia resolver. Hoy en dia, nu-
En el ámbito filosóf¡co, el pensam¡ento freudiano ha
ab¡erto vías de reflexión d¡versas y var¡adas. De ellas,
merosos conceptos de esta corriente, como los de destacamos aquí el freudomarxismo de Herbert Mar-
!f impulsc sexual, inconsc¡ente, represión o mecan,s- cuse (1898-1980) y Erich Fromm (1900-1980), que
i¡to de defensa, han pasad oa trató de conc¡l¡ar las asp¡raciones de ambas co-
x formar parte de la visión y
comprensión populares
rrientes con el f¡n de posibilitar un hombre plena-
mente emancipado. Así, reconocerán el r¡esgo tan-
qrre et hombre tiene de si .l
':
to de a¡¡enac¡ón soc¡al y económica como Cel olv¡-
rnismo. hrcluso cl arle, la do de la d¡mensión sexual e ¡nconsciente-
literatura y el c¡ne se
h¡n sentido estimula- En cuanto al ex¡stenc¡alismo, tenemos que señalar
Cos ar,te la posibilidad que, acabada la Segunda Guerra Mund¡al, el presti-
de hacer hablar al in- gio y.la influencia de Heidegger, espec¡almente en
consc¡ente. Como el Francia, no se detuvo, s¡no que creció de un modo
psicoanális¡s, el arte extraordinario. lndependientemente del trasfondo
surrealista buscó la li- heideggeriano presente en la obra de Sartre, exis-
U
1,,
bre expíesión de las es
truGturas más profundas 7 tencialistas y no existencialistas aceptarán su auto-
ridad intelectual. De Heidegger parte la hermenéu-
de la mente. El a:.te, según tica o arte de la ¡nterpretación med¡ante el lenguaje,
defendía André Breton en su §..' pero tamb¡én pensadores de or¡gen marxisla como
Man¡f¡esto surreal¡sta de 1924, ha los de la Escuela de Frankfurt se sent¡rán estimula-
,I de surgir del ¡nconsciente. En las obras de Salvador dos por el d¡scurso heidegger¡ano. Más allá, la lista
Dalí c de René Magritte, por eiemplo, se disuelven de pensadores ¡nsp¡rados y seduc¡dos por las ide-
las fronlcras entre süeno y realidad; esto que las as de Heidegger es exlensa: Emmanuel Lév¡nas
hace parecer irracionales e ilóqicas les da una luer. (1906-1995), Jacques Derrida (nacido en 1930), Jean-
zit rnuV sueer¡dora. Franqois Lyotard (1924) o c¡anni Van¡mo (1936).
365
lr
I
1,
,1 L a preocupac¡on analítica
p or el lenguaie
Esquema
E/ 1. Marco cultural
1.1 . Constante interés por el lenguaie
T
g& I
I .2. La Viena de Wittgenslein
2. El primer Wittgenstein
a
*
2.1 . Reflexiones en el frente
2.2. E atomismo lÓgico
I
2.3. E/ Tractatus logico-philosophicus
l4'
3. Russell
t
3.1 . Aportaciones lógicas
3. 2. Aportaci c nes efrbosocia/es f)l(l
'I
1., 4. El Círculo de Viena lrfi.
11
4.1. La visión científica del ntutdct
4.2. Proposic¡oncs anaiiticas y Dtopost ,'1.)i,
s
ú Objetivos
. y
Reconocer la importanc¡a que tiene concienciarse de las nosibil¡d ades los lím¡tes
gua¡e.
del len-
366
I
(
- r-r
i
I 7
[,.' r
1
G.
L
¡t! Bllrs,nlor
^-.r/re.
lnvitación a la unidad
\ tnenrrdo ak)rien otlserva que en realidari la filosolia
,!,) ,)ro(l,c.l¿r, que todavia nos preocupan los mismos
l¡r,l¡ier¡ri-s qr:e preocuparon a los griegos. Los que di-
-- T H
'.rrr cr;lo rlo comprenden la razÓn por la que ha de ser
.rr. [:sla r¡¡zón es que nuestro lenguaie ha persistido É
'.¡r:rl ,r sinrismo y mls desvía siempre hacia las mismas
f ,r L\ I flrtíts M¡entras ex¡sla un verbo ser
que parezca fun-
(:i(nrar como corr¡er y lreber: m¡entras existan adiet¡- lntroducción
'rr¡s crrmo iddnllco, vercladero, falso, pos,b/e; m¡entras En el siglo XX se ha manifestado una con
lrirl)k-'r'1os (le [hri() temtx'raly de ¡Jna expansión del es-
cienciac¡ón como nunca la ha habido del
¡rircio, etc.. l():; h.r¡lhres tropezarán siempre corr las mis- poder del lenguaie en lodos los ámb¡tos hrF
r!r s; rlificr¡llí|(kis: )/ r]|irarán bo(luiabierlos riosas que nin-
mános. La doble reflex¡ón de Witlgenstein
(¡nfl aCl:rri(iit)n J);rr¿{;P que l)tle(la disipar.
sobre el lenguaie ha determ¡naclo la f¡loso-
l'i,r oiro lit.lo, esto sat¡sface rna necesidad de trascen- fía contemporánea. Comenzaremos Ia un¡-
,lrr¡rirr, Vtr rltre 3l creer que ven el .límite del entendi- dad tratando de averiguar de dónde parte
Ilrr{r¡rt(, l¡l¡iiloo., c''een natufalmente que pueden vef la preocupac¡ón por el lenguaje y el mar-
r¡ r¡i:; rrll;i tk-. éi. co en que se desanollaron los estudios so-
bre el tema que han resultado más rele-
Witlgenstein, L., rlforismos vantes durante el siglo )«. En el segundo
apartado, estudiaremos las teorías clel "pr¡-
mer W¡ttgenste¡n". A cont¡nuac¡ón, anal¡-
zaremos algunas aportac¡ones de Russell
a la lóg¡ca malemát¡ca y al campo ético.
Después, s¡guiendo los aconlecimientos
h¡stóricos, conoceremos al0unas de las
aportac¡ones del pos¡tivismo lógico. El apar-
tado f¡nal está ded¡cado al .úll¡mo Witt-
genste¡n".
I
16
(0
I ¡nterés de nurnerosos filósofos. Los sofist¿¡s comenzarcn a darse cuen-
ta de las múltiples pos¡bil¡dades lingüíst¡cas y del or¡gen convencio_
nal de las palabras; Aristóteles vio en el lenguaie la gran peculiari_
,il;,',
.l¡
ll(
El ¡ncremento en el siglo XX de
preocupación por el ¡enguaje lamb¡én
ta dad humana; y, tal como vimos al tratar la Edad Media, el problema
de los un¡versales giraba alrededor de cuest¡ones sobre el lenguaje.
rt
queda de man¡fieslo en las obras de árte, iO:(
en las que comienzan a aparecer signos Ahora bien, las reflexiones más rigurosas seguramenle se produ_ ¡rc I
lingüist¡cos.
cen en el siglo )«. Estas reflex¡ones han pasado por diversos cami_ rtr)11
t
368
I
a.IEI,--mr
fl, lfr, i16
gran imperio' aun-
La ideologÍa oficial vienesa mantenía la ficción de un
que éste;e estuviera desmembrando. Por otro lado, las coslumbres
en sociedad adolecían de un gran puritanismo; como denunc¡ó
Freud'
ios rígidos principios morales que se defendían en
público eran muy
Ciferentes de los pr¡ncipios que se seguían en la vida
pr¡vada'
A tinales del sigto XIX y cornienzos del XX, el nuevo espíritu cultural
reaccionó contra la h¡poc!'esía del viejo irnperio exigiendo autentici-
dad e integr¡.lad; las formas que tanto tiernpo se habían mantenidÓ
ya no valían. Veamos cómo, en diversas esferas de actividad crea-
y
tiva, pensadcres y artislas rompieícn con la tradic¡ón recibida re-
i)
chazaron todo lo que aparecía como degradac¡ón moral:
,rt¡\fo el
tE a!t- Periodisrno: El per¡od¡sta y escritor Karl Kraus fue el impulsor más
- destacado de esta nueva exigencia de moralidad; con un riguroso
r1lellCIO-
:C. lri- tenguaje periodístico crit¡caba el ellgañoso y corrupto lenguaie de
ilblema !os políticos del momento. Estas aspiraciones de integr¡dad ¡nflu-
yeron en el joven Wittgenstein; cuando se preguntaba: "¿Qué ten-
go que hacer para mejorar el mundo?", hallaba la respuesta en los
libros de Kraus: "Simplemente, mejórate a ti m¡smo"'
369
r, 16
2. E! primer Wittgenstein
La filosofía de W¡ttgenstein está muy vinculada a su v¡da. De
he
cho, defendió dos visiones filosóficas diferentes que han permitido
hablar de un pr¡mer Wittgenste¡n y un último W¡ttgenste¡n.
En este
apartado exploraremos la primera parte de su v¡da y su obra, la
del Wittgenstein que compartió y desarrolló el atomismo lóg¡co de
Russell y escribió el Tractatus log¡co-ph¡losophicus.
i
2.1. Reflexiones en el frente
I Ludwig Wittgenstein, hiio menor de una de las lamilias más ricas
de la V¡ena ¡mper¡al, nació el 26 de abril de 1gg9. Sus raíces fatni-
liares eran judÍas, pero tanto él como sus hermanos fueron baut¡za,
I LudwigWittgenstein(1889-1951). dos en la fe catól¡ca y educados como miembros de la alta bu€ue- (lt i¿tr r,
I
sía austriaca. Su padre era uno de los ¡ndustriales más poderosos
del ¡mperio austrohúngaro, que en lggg se retiró de los negocios y f¡t,iil,lt
transfirió todas sus inversiones a valores extranjeros, especialrren-
te norteamericanos; su fortuna no hizo más que incremenlarse. f iriur;r
.Por otro lado, la mansión de los W¡ügenstein lt. ). :.
Principia Mathematica Ludwig fue nratriculado en ia Á'ea/sct uie de Linz, una escuela téc,
n¡ca en la que destacaba la í9tmac:ón en matemátrcas y física. Fue-
Este es el lílulo de la obra que es-
cribieron conjuntamente Bertrand ron ar'ics de estudios en los que se sint¡ó fjrofundarrlente desgr¿cta_ :§:
, Russell y Alfred Whitehead, en la do. El suicidio siempre fue una tentacióir en su virla; tres de sus he, tefirx
q,Je intentarcn demosb-¿r que todo manos se suic¡claron, y también se habia suicidado el pensador O[o O'-,,J3
el corpus lóg¡co y la matemát¡ca Weininge¡ uno de los autores más valorados por Wittgenste¡n. torryr.
p.ira pueden deducirse a partir de
Una vez acabados los estudios en Linz. y nrovido por el sentido del ca íie I
unas premisas lóg¡cas básicas. La
validez de estas premisas básicas deber hacia su padre, W¡ttgenstein aceptó rnatr¡cularse en la Escuela tlA¡¡
tenía que ser evidente e incuestio- Técnica Súper¡or de Berlín para estudiar ¡ngeniería; después de dos puede
nable. Para real¡zar este intento de cursos se volcó en el estudió de la aeronáutica, pero no tardó en dar- qr'lgt
demostración, se utilizó el s¡stema
se cuenta de que lo que prefería de estos estudios eran los plantea, Pryr
simból¡co ideado por páo, crea-
dor de un sistema de signos ---los m¡entos matemáticos. En 1909, cuando tenía ve¡nte años, conoctó anlcs (
: signos de la lógica-.que nos per- el traba.¡o del matemát¡co y lilósofo Bertrand Russell. (y{ttr
miten fomular cualquier proposi-
La lectura de la obra de Russell fue un h¡to decisivo en la vlda de largos
c¡ón lóg¡ca o matemática sn tener
que emplear el lenguaje común, Wittgenstein; le ale¡i de la aeronáutica y le decid¡ó a ded¡carse a ta a ''lr;
. que contiene ¡mprec¡siones, ex- filosofía. En I g.l I ya había visitado en Jena al filósofo y matemát¡co donar l
presiones ambiguas... . ., Gottlob Frege y tamb¡én había ¡naciado su amistad con Russeli, que to1í¿
Wittgenstein asumióla búsqueda acababa de redactar, .¡untamente con Wh¡tehead, su g ¡an obra pnn- .A co
oue
de unas proposic¡ones lóg¡cas de c¡pia Mathematica. q(. ra
validez irrefutable y también acep- coRo t
El estímulo de Bussell fue determinante para W¡ttgenstein- Agotado
tó la simbológía que DermitÍa ex-
I
presar propos¡c¡ones sin recunir al por el esfuer¿o que le había supuesto la redacción de los princip{ Por «ii'.
I
lenguaie ordinario (por ejemplo, la Mathematica, Bussell indicó a Wittgenste¡n que quedaba balo su res- m\a
s¡mbdogia l€¡ca de la propcxíqión : ponsab¡lidad dar el .s¡gu¡ente gran pa$ en filosofía.. Este
reto re en una
.s¡ quiefo, lo haré, es p+4. presentó un grado mayor de ex¡genc¡a para W¡ttgenste¡n, que,
en (al iár
1 contacto con Frege, Russell y Moore, buscaba propos¡c¡ones cqa tor. en
val¡dez resultara incuestionable. r¡o.clr
I
I 370
m
'n
|, r 116
15 de septiembre de 1914
litIse. figurativa del lenguaje, por la que se considera que representación y tector no me abandone...! ¡Dios
realidad comparten una misma estructura. Al mismo tiempo, llegó a está conmigo! Ahora se me Pre-
-r ivpala- la conclusión de que las verdades éticas y rellg¡osas no pueden ser
sentaría la oportunidad de ser un
r las añes hombre muy firme, porque me ha-
expresadas en un lenguaje que se dirige al mundo, sino que ún¡ca- llo cam a cara ante la muerte. ¡Que
rnente pueden manifestarse med¡ante los actos tle la propia vida. el espíritu me ilumine!
371
2.2, Elatomismo lógico 2" q
En su primera época, W¡ttgenstein aceptÓ y desarrolló la concepc¡Ón L l 7r. ¡r l.il
de Russell llamada alomismo ldgico- Por su parte, Russell la había fluitl,l¡',-
creado ba¡o el impulso de George E- Moore (1873-1958). Moore s¡m- c¡t¡ra, ci a
patizaba con las tesis empiristas y acostumbraba a analizar las pro- tid<¡1tr
posiciones ¡dealistas intentando demostrar no tan sólo su lalta de
sent¡do, s¡no también que a menudo ¡ban contra el sentido común' rI:i\::
Así, puede dec¡rse que Moore acercó a Russell al análisis del len- ello,
¡'.r
guaje como forma de resoluc¡ón de los problemas filosóficos. As¡. iír lai
Por otro lado, los intentos de Gottlob Frege (1848-1925) de reducir la
nionn,r
te, (itlr: /
matemática a lógica condujeron a Russell a continuar tales invest¡ga-
p",t...,
ciones y acabar convirtiálclose en uno de los fundadores de la lógica
matemática actual. Wittgenstein aceptó las tesis de su maestro Russell
."1",{:
Composición en amaillo, to¡o y azul. Óe
aPlrr...io
y, posteriormente, fue Russell quien resultÓ inlluido por Wittgensteirl'
El atom¡smo lóg¡co pretende llegar hasta Russell consideró que los ele- Teo' ,;l
los dement6 rlis simptes que componen mentos más primarios que ccns- de $Je mi doctrina se lh-
[á razú¡
la reaüdad.
tituyen el mundo son unos ele- me atomismo lÓg¡co es que los >eg. 'l
átornos a los que trato de llegal reprg¡pi
mentos separados, unos átomos
corm último res¡duo en el aná¡sis,
proL . jir-
que hay que denominar /ógicos son átomos bg¡cos, no lis¡cos' Al-
porque se llega a ellos med¡ante gunos de ellos serán lo que llemo ducl¡(iilr
el anális¡s lóg¡co y no a Part¡r del . part¡culares. ---cosas como, lrcr cot] rr,il¡ I
372
16
v Estructura
4.1. l-á propos¡ción es una ¡ma-
gen de la real¡dad.
lógica común
.i Wittgenstein, L..
Trac ta t u s Io g ¡ co - ph ¡I o so p h ¡ c u s.
373
I lrr¡' I 16
Se af¡rma, pues, una correspondencia o ¡sornol¡stno entre los ele-
mentos de la proposic¡ón y la s¡tuación descrita. y en este marco, p(.)
(r¡,,i ¡iI
demos decir que las proposic¡ones son como flechas que apunlan
,l¡,Arri
a los hechos. Las flechas l¡3nen senldo u orientación cuando habla,
Llr¡ I |l I
de los hechos reales o posibles; y, en esle caso, pueden hacer diana.
ofreciéndonos una proposición verdadera, o lallar, ofrec¡éndonos una
<-ir proposición falsa. En camb¡o, si las proposiciones no apuntan
a he_
¡rrr rnr i,
I
2 lnd¡ca a cuá dé los tres tipos de proposiciorEs ---]lenas de
sent¡do. va-
cías de senlido o s¡n sentiro- perlenecen las s€is s¡gu¡entes: (.l l('r ¡( lr ¡
Fu-ir
Lo que se dice y lo que se muestra 5¡r{¡r,
En el fracta¿us, W¡ttgenstein limita las posibit¡da<les ne:J -¡J
del lenguaje para
expresar con pleno senl¡do c¡ertas real¡dades, real¡dades que
¿Qué te mueslra? pue_
den ser exper¡mentadas, v¡virjas, sent¡das..., pero no drbhas. rar ¡,)g¡
3. Las propos¡ciones con sentido No nre-
mueslran
ga lo que hay más ajlá Cel nlunclo v del conespondienle qtliil,
mayor o menot lenguaje des-
-en
n¡ed¡da- algo más de lo que cript¡vo que lenemos para ltablar al respeclo; de hecho, i¡¡sr'¡¡ ¡.sal
d¡_ aifirma que
cen. lnd¡ca cosas que te mues_ este ámbito inexpresable existe y es el más importante. tra*s.
Sin embar-
tran las propos¡ciones siguientes: go, cons¡dera que las realidades fundamentales, ticabie r
las más radicales.
. En ciedos pa¡ses un elevado son aquéllas sobre las cuales no se puede, con fundamento, Uni 3r
porcentaie de ta poblac¡ón ¡n- decr;r
nada. Ahola bien, esto no sign¡fica que no las podamos rrrosarar
lant¡l real¡za trabdos de adulto. a ¿L.r\rr'
los demás y que éstos no las puedan entender-
. Los norleamericanos de raza prol)osi
blanca tienen nayor poder ad- Para el primer Wittgenstein, decir algo equivale
a descrbi L:nos irccho€:
esll¡:r
qudt¡vo que los no¡leameica- por eso las propos¡c¡ones de las cienc¡as nalurales tro ler'1;r
nos de nza flegra. tienen un senlrd()
muy claro. En cambio, las proposic¡ones de la ¡ógica están vacías Lli r ¡('.
. En tal país, hañ reservado el de
qr/(4:¡i
sent¡do, porque no d¡cén trada concreto sobre el mundo;
25Eo de los caryos potiticos no descnben
para las mujeres. la realidad. A pesar de ello, estas prcposicbnes nos
ofrecen las nonnas
l)¿tt (1,
necesarias para que la realidad pueda ser descrita conectamente. le L,¡{il:
ted,rJ..
374
la; I
Función de la filosofía
Fn conclusión, la filosofía no debe ofrecer f¡guras
o representac¡o-
natural; la filosofÍa no
nes de la realidad, eso ya lo realiza la cienc¡a 6.54. Mis proposic¡ones son ¡lu-
rjrlr;rrt nos proporciona verdades. ¿Cuál es, entonces, su finalidad?
Acla- minadoras cuando aquel
a
rar lóg¡camente los pensamientos' El lractatus ha de mostrar' que me entiende las reco-
tl¡i ¡rtt,' que sus proposlclones son noce, al f¡nal, como ¡nsen-
quien pretende decir alEo metafís¡co,
rirtrt-s de satas, una vez que é1, gra-
,..n"rfrr. Sin embargo, para Wittgenste¡n, el intento f¡losófico cri- cias a ellas a
r:r,''lLre traspasar los lím¡tes del lenguaje merece respelo; únicamente
es -sub¡éndose
ellas-, ha acabado enca-
.,,!!i¡,, ricaLle que los resultados de este intento sean oresenlados como ramándose Por encima de
ir1,le.. rrna ciencia. éstas. (Por así decirlo, ha de
., i7c¡' tirar la escalera después de
y filosóficas del Tractatus son también haber ascend¡do Por ella.)
¿Las proposic¡ones lÓgicas
> [ropo.i"ion"" vacías de sentido y sin sentido?
Sí' El conten¡do de Ha de superar estas Propo-
pensamientos y ordenar nues- sic¡ones, entonces verá el
esta obra sirve para aclarar nuestros
ya no será necesario mundo correctamente.
tro lenguaie; cuando esto se haya conseguido,
un cartel Sobre lo que no se Puede
un Iracta¿us. Sus ordenadas proposiciones serían como 7.
o como una frase escrita en la hablar, hay que guardar si-
que dijera "prohibido fijar carteles",
ya no se pin- lencio.
paruO que Oi¡era .no escribáis en las paredes'' Cuando
Wittgenste¡n, L-,
escribáis en las pa-
te en las paredes, no habrá que exclamar: 'No TÍactatus I o g¡ c o' ph i I o so P h ¡ cu s.
redes..
I
375
llrri,Ll116
3. Russell
lii l; t ¡r;1,;
ult tr ¡r. r,
exietctr
Bertrand Russell creó ia teoria dei atom¡smo lóg¡co, que el p¡nler Witt,
)
genstein aceptó y desanolló; como ya hemos visto esle aspecto de ;r si rnisr¡ t¡r
I su p€nsamiento, ahora anal¡zaremos otras aportac¡ones de su obra,
otras iAre
II rllas (l)rtr c
algunas pertenecientes también al orden lógico y otras al ét¡co.
altot,,A¡,
t, (licilt)ki1 1;
:
3.1. Aportaciones lógicas ¡ralat,r1s
liete tl¡1er
Gottlob Frege (1848-1925) había ¡levado a cabo una reducción de ta
aritmética a la lógica, fundamentando las matemáticas en tal ctisci- lfusscil (I',1
plina fllosóf¡ca y construyendo así una lógica matemát¡ca o /ogic¡s- liqrr¡ l:1ti,
mo en que las leyes matemáticas del número quedaban ínt¡ntatnen- clusiri¡ r rle
te v¡nculadas y subordinadas a las leyes lóg¡cas del pensamiento. lefarq lc
E En este sistema log¡cista, la c,lase era concebida como la exlensron
irfcricr¡¡¡:r
qun(ft t rjrj
Bertrand Russell (1872-1 970). de una prop¡edad cualqu¡era, es dec¡r, como el conjunto de unas en-
de las ¡r1,¡;
tidades o miembros que comparten uno o más rasgos comunes. Asi (ltollcs .
ii 'l
ex¡ste, por e¡emplo, la clase de todos los gatos, de la que son m¡em-
I bros todos los gatos del mundo, o la clase de los s¡barilas, con to- tn clei.¡v
dos loi hiémbros correspondientes. (lirecl.rrrLr
.^ .e::
l).JSlC¡
Med¡ante el anál¡sis lógico, Russell descubrió las paradojas que
urra r:i{ar
originaba la lógica formal de Frege. Después de examinar su teoria,
llegó a la conclusión de que no era vál¡da, ya que generaba una pa-
radoja, la célebre paradoja de las clases. Ahora b¡en, si el s¡stema A
de Frege daba lugar a paradojas, la lundamentación lógica de la rna- 3.2,
temática no era válida y cualqu¡er intenlo logic¡sta quedaba des-
El lengua¡e y la matemát¡ca truido. lmpúlsado por el propósito de alcanzar la reducción de la ma.
^
Olra íi,..'rtÍ
sus rrá ¿r
Todos los pensam¡entos b¡en ela- temática a la lóg¡ca, Russeil analizó detalladamente cuál había sido ntostt ils¿t i
borados exigen palabras. Puedo el error de Frege y se propuso superarlo.
saber, en un cierto sent¡do, que
siórr <lAlLr
lengo c¡nco dedos sin conocer la De entrada, Russell nos d¡ce que constatamos clases que son miem, sos qu(! ar
palabra cinco, pero no puedo sa- bros de sí m¡smas y clases que no son m¡embros de si m¡smas. por rrer prAn
ber que la población de Londres de ¡nrpuls(
e.¡emplo, todos los gatos del mundo se pueden incluir en una clase,
es de unos ocho m¡llones s¡ no coercir\ ¡
que es la clase de todos los gatos. Cualqu¡er gato es miembro de
hubiera adqu¡rido el lenguaje de la
aritmérrca: no puedo lener n¡ngún esta clase, pero la clase de todos los gatos es una clase, un con- Pac¡fiAc(
pensam¡ento que se corresponda cepto abslracto, y no un gato; por lo tanto, la clase de todos los cluso luo c
exaclarrrente con lo se afirma en gatos no es miembro de si misma.
ró injr'tlr
la frase .el cociente entre la lon-
g¡tud de la c¡rcunferenc¡a y el En cambio, la clase de todos los conceptos abstractos sí que es m¡ern- fuera s¡em'
diámetro es aproximadamente bro de sí misrna, ya que es un conceplo abstracto. Tenemos, pues, dos porejp
3,141592". Una vez desanollado, clases: la clas€ de las clases que son m¡embros de sí m¡s¡Tt¿¡s, colro es si se dese
el lengua.¡e adquiere una cierta au-
el caso de los conceplos abstractos, y la clase de las clases que no so;l
tonomía; podemos saber, espe- Dtxantc la
c¡almente en matemática, que una
m¡embros de sí mismas, como ocune cJn la clase de todos lc gatos.
tradñm
trase af¡rma algo verdadero, aun- Consideremos ahora la clase de las clases que no son m¡et]¡bros de de cabcz:
que aquello que postule sea de-
mas¡ado complejo para ser en-
sí mismas y preguntémonos: ¿es esta clase miemko de sí misí.na o tribu4 ir
tend¡do ni s¡quiera por las me,o- no? Tanto si respondemos af¡rmat¡vamente como s¡ lo negamos, nos ría de Vie
res inteligencias. encontramos con una paradoja. S¡ lo es, l la de tener la pt opiedad que tlenO I¡1,
376
¡
E
16
Si la paradoja de las clases nos parece difícil, podemos considerar
otra más comprens¡ble y de similares !'esultados. Constatamos la Jerarquía de proposiciones
ex¡stencia de palabras pred¡cables, aquéllas que se pueden atribu¡r 4. La teoría de los tipos de lengua-
,1,,i¡¡al l¿Vitt- je es una propuesta similar a la
a sí mismas (por ejemplo, el término corfo es una palabra corta), y
rsÑcto de de los metalenguajes, teorÍa que
otras impredicables, las que no se pueden atr¡buir o aplicar a sí mis-
l-. .., obra, no es de Russell, s¡no del lógico
mas (por ejemplo , largo no es una palabra larga). Preguntémonos TaBki. tás propos¡c¡ones del pri-
éiiH.
ahora'.la palabra ¡mpred¡cable, ¿es ella misma predicable o impre- mer nivel se ref¡eren a los he-
d¡cable? S¡ respondemos que es predicable, hay que concluir que la chos: las del segundo n¡vel o
palabra es impredicable. Si contestamos que es impred¡cable, se ¡n- metalenguaje hablan de las del
primer nivel; las deltercero o me-
liere que es predicable, ya que le hemos atribuido la misma palabra.
tametalenguare al¡enden al nivel
rción de la
anter¡or, y asi suces¡vamenle.
r \disc¡- Russell decidió hallar una solución para esta paradoia que ponía en pe-
ligro la fundamentación lógica de la matemát¡ca. Así, llegó a la con- lnd¡ca tos n¡veles de lenguaie en
o !.9¡cts-
los sigu¡entes casos:
rtil}¡nren- clusión de que las parado¡as lóg¡cas se evitan s¡ se mantiene una
. Mó es un pronombre posesivo.
rni.nlo. ierarquía de los tipos lógicos o diverscs niveles de lenguaje. El nivel
¡nfer¡or o primer tipo es el de las que implican a ind¡viduos. Las del se-
. El abedul es un árbol.
-rx lensión gundo nivel son las que se aplican al primer tipo, es decir, que hablan . Abedul es un vocablo caste-
, rYs en- de las prooosiciones del primer tipo. Las del tercero se ocupan de fun-
llano.
it¡nea. Así . "Abedul es un vocablo caste-
c¡cnes del segundo tipo, y así sucesivamente, de manera indefinida.
o¡-.lienl- llano" es verdad.
.,. ; r¡l lO- En def¡nitiva, es imprescindible distinguir entre las proposic¡ones que . La oración .Abedul es un vo-
directamente se refieren a los hechos y las que atañen a otras pro- cablo castellano. cont¡ene cin-
posiciones. A,sí, es muy d¡ferente, por ejemplo, decir "Barcelona es co palabras.
una ciudad,, que afirmar .Barcelona es polisílaba".
. La oración "la orac¡ón "abedul
es un vocablo castellano" con-
tiene c¡rco palabras. es verdad.
!'ra cle Vietnam; encabezó manifestaciones contra esta larga con- chas prohibiciones y miedos.que
tienda rn¡lilar cualldo ya tenía ochenta y nueve años. lnsistió siem- h::ían resultado muy perjudic¡ales.
pre en e! hecho cle que, para ev¡tar la guena, es ¡nd¡spensable la exis-
tercia de un solo gobierno en ¿l planeta-
377
tX*J-*'*'
f lrri'f ,, 16
378 I
I
16 i
i
I
- El análisis lógico: Asumen las expectativas puestas en la lógica
formal de Frege y en el análisis lógico desanollado por Russell.
)fico de Por ello, el Tractatus logico-phrTosophicus de Wittgenste¡n pasó a
rl§-ns- ser su obra de referencia.
adñres
l-a primera exposición formal de las doctrinas del Círculo de Viena
ielmo- corresponde a su manifiesto de 1929, titulado La concepción cien-
c r^'itt-
tifica del mundo, firmado por Carnap, Neurath y Hahn. En este es-
Cñúuto
crito se afima que más allá de la experienc¡a no hay camino que per-
rk ¡n-
rnita obtener conocimientos; es preciso partir de los datos inme-
naüión
diatos de la exper¡enc¡a y, med¡ante el método del análisis lóg¡co,
1'\re- mostrar que los conceptos teóricos que usan las ciencias provie-
¡itivis- nen de estas experiencias inmediatas,
El acceso al poder de Hitler en 1933 comportó el exilio para los pen- El triunfo del nazlsmo s¡gn¡ficó la dis-
persión del Círculo de Meña y elasesinato
sadores neopos¡t¡vistas. En 1938, cuando Alemania se anexlonó Aus-
de su fúndador, Moritz Schlick.
tria, cas¡ todos los perseguidos del Círculo huyeron a Estados Un¡-
dos, donde fueron muy b¡en acog¡dos. Los exiliados neoposit¡v¡stas
transmitieron a las un¡vers¡dades norteamericanas su ¡nquietud y
su r¡queza intelectuales, pero, al mismo t¡empo, fueron influidos
por la cultura amer¡cana-
sigu¡ente criterio para distinguir unas de otras: cuando la val¡dez de 5. Sigu¡endo las nomas del Círcu- i
runa proposición viene determinada por las def¡nic¡ones de los sím- lo de Mena, intentaremos aclarar :
bolos que contiene, esta proposición es analítica; en el caso de que una propos¡cón cualquiera a tra-
su val¡dez se compruebe por los hechos de la experiencia, la pro- vés de los datos observaciona-
prsición es sintét¡ca o empírica. les, es decir, empír¡cos. Supon-
gamos que tratamos de sabe.
¡,Cuáles son las proposiciones analít¡cas? las de la lógica y la mate- qué qu¡ere decir alguien cuan-
rnát¡ca. No nos informan sobfe nada del mundo; simplemente, nos mues- do exclama: "¡Tengo calor!". A
partir de la observación de datos
tran la estructura formal mediante la cual pensamos y hablamos. Las
¡nmediatos, podemos aclararlo:
l,,v propos¡c¡ones analíticas se d¡viden en: tautologías y contrad¡cc¡ones.
. Tiene las meiillas rojas.
379
(l¡ ¡ir I 16
Las propos¡ciones empír¡cas son las que nos proporcionan ¡nfor-
maciones nuevas sobre el mundo y se basan en la experiencia, err
nuestros datos sens¡bles; por eiemplo: .Hoy llueve,,. Las proposi,
5:
ciones de este t¡po pueden ser verdaCeras o fa¡sas; veremos ntásade_ 1,,,1 ,
¡tifir :¡ir,
(lr)trA,
lante el criter¡o empleado para distinguir s¡ son una cosa
o bien la olra.
:
380
i
I
,16 1
v.
)r'lilrt tntor-
:r¡(rria, en
!s proposi-
5. EI último Wittgenstein
l
381
?
16
escribo. Nuestra civilizac¡ón se ca- za, fue capturada por los naz¡s. En el úllino montento, la farnilia cor)-
i
racteriza por la palabra progreso. siguió salvarse sobornando a los nazis con su fortuna: las autorida
El progreso es su forma, el hecho des linnaron un certificado que daba le de que los Wttgenstein teniatl
de progresar no es una de sus sangre judía pero no eran iudios, y los dejaron huir.
cualidades. Es tipicamente cons-
tructiva. Conslru¡r una estructura
Pl¡^:l
Una vez in¡c¡ada ia Segunda Gilena Mund¡al. lv¡ttgenstain palticipi
cada vez más complicada es su t
como enfermero voluntario eri un hospital inglés; consideraba ¡nso
act¡v¡dad. Y tamb¡én la clar¡dad
portable enseñar íiiosofía rnientras el mundo eslaba en guerra. Pos.
está, cierlamente, sólo al serv¡- !
cio de este fin y no es un fin en sí teriormente formó parte de un equipo que estud¡ó los efectos de las
m¡sma. Para mi, en cambio, la cla- conmociones traumát¡cas en los heridos de guerra. En esl.a época tlazat., I
ridad, la transparencia, es un fin llegó a la conclusión de que, por adversas que fuemn las c¡rcuns- I ln.
en sí m¡sma. tanc¡as, era me¡or enfrentarse a ellas que relruirlas. I la r;o¡r'r;
No me interesa construar un edi- It¡r ¡ -.r
'
fic¡o, s¡no tene( ante mí, transpa- Acabada la guerra, se reincorporó a la cátedra de l¡losofía en Cam
ctasr(s
rentes, los c¡mientos de los ed¡f¡- bridge, pero quedó profundamente afectado por lo que llamaba ,4e-
cios posibles.
tiilr, ,1,.
nebrosidad de esta época.. La guena había provocado escenas de
<ie\¡r
W¡ttgenste¡n, L, sal_vaj¡smo y de ¡nhumanidad a un nivel antes inimaginable. Witt-
visi,-.,r ri
Observaciores d/ye¡sas. genste¡n consideró que había sido la adoración del falso ídolo de la
fíl¿¿^lr;
cienc¡a lo que había propiciado todas aquellas atrocidades, hasta lle- f¡et roe ,.¡
gar a la apocalíptica bomba atómica. Llegó a suponer que la era de
la ciencia y la tecnología es el princ¡pio del lin de la huntan¡dadl El s.Jnil
que la ¡dea del gran progreso es una ¡lus¡ón; que nunca llegaremos nartal('
El embru¡o del lengua¡e a alcanzar la verdad, y que el ser humano, pers¡guiendo únicamen- es q.rL¡.
Una de las expr6¡on6 más cono- te el conocimienlo cient¡fico y s¡n preocuparse de cuest¡ones éti- es^r:i
c¡das de las /nyes¿igacrb,es lrrosó- cas o rel¡g¡osas, ha caÍdo en una lrampa. co¡r rn ¡.,
,¡cas es la s¡guiente:
En definitiva, Wittgenste¡n se lamenta de la creciente sustituc¡ón del
"La filosofía es una lu(.la contra el [),llir | íir
ernbruio de nuestro entend¡miento espíritu por la máquina, del cada vez mayor olv¡do de todo lo que es
real¡zado a través de ¡os medios de sublime. Se podría decir que aspiraba a una nueva vis¡ón del mundo,
nuestro lenguaje."
a una cultura en la que se trataran la música, la po€sía, el arte y la re'
Hay palabras que embruian o en-
ligión con el mismo respeto y seriedad con que se trata la c¡enc¡a.
cántan nu€strc entsrdimis oyque
obstaculizan la m¡rada acertada de
En 1947 renunció a su cátedra en Cambridge y se marchó a lrlan- I
las cosas¡ ss el caso de la palaha
' da, donde redactó la segurrda parte de las lnyest¡gac¡ones filosótí-
A¿Wre§o. Pa.a Wrttgerdeh, esta pa-
labra embruia, seduce;.lie¡e unas cas. Escribió sobre el ansia de generalizac¡ón por parte de los filó- I
connotaciories pos¡tiv᧠e ilusorias
- que d¡ficuftan advert¡. la vcrdadefa sofos y su aclitud despectiva hacia los casos particulares. Consi..i¿-
rÉal¡dad d6l prpgr6o. raba que las generalidades crean conlusión; en cambio. i¡s
part¡cularidades y d¡ferencias enriquecen.
7. Descubr€ la capac¡dad emb.uia-
En 1949, se le diagnosticó un cáncer; la not¡cia no le afecló excesr-
do.a de las palabras entre com¡-
lhs d€ hs sil¡rientes alinnacirr€s: vamente, ya que pensó que Ie quedaba suficiente tiempo paia fina-
. a Evo- es bE- lizar su obra. En 1951 mur¡ó en Can:bridge, en casa de str amigo Be
Todo b q¡Jees
no. van, a quien d¡r¡g¡ó sus úil.irnas paiabras: .¡Digales que m¡ v¡ds ha
. La -c¡encia. soluc¡onará todos sido maravillosa!,,- Wittgenstdn fue enterrado según el rilo de la re-
nuestros problemas. ligión católica en Cambridge; sus amigos creyeron epropiado r€li-
. Con este coche v¡viré la .liber- zar una ceremonia religiosa. En 1953 fueron publicadas póstuma-
tad-. mente las /nvestigaciones l¡losélicas. Recogían la nueva concepcrón
filosófica que antes había ido elaborando.
382
E
-
Llrl,, 116
:.!ür. auslriacos
. rr!: ,cfr se
aplicó
5.2. Las Investrgaciones filosóficas
alYánte, cuan- Según d¡versos ¡ntérpretes, las lnvest¡gac¡ones fllosó/¡cas del últ¡-
¡r r- nsutral Sui- mo W¡ttgenstein no representan una negac¡ón total del Tactatus, s¡no
una nueva v¡sión de las mismas cuest¡ones que aparecían en la pri-
').tttamil¡a con-
1A '',:S autorirla- mera obra. Ahora veremos cuáles son las propuestas f¡losóficas del
I t<!!ñsrein ten;a¡ último Wittgenstein.
383
1', 16
Seguir una regla es una práctica, una costumbte, un uso: impl¡ca ulil
[rt¡
Lo que se ha de aceptaf, lo que es soc¡edad y, en defin¡tiva, una forma de vrda. Las reglas son pÚbli ','V rl I ,
dado, son decirse- for- cas y debe ser posible, para todo el mundo, aprenderlas. Por esta
-podría
mas de vida-
razón, tamb¡én habría de ser posible ccnstatar si se ha seguido o rx)
¿Tiene sent¡do dec¡r que los hom- una regla, si se ha comet¡do algún error o no. Con)prerlder un len- i
bres concuerdan, en general, en gua¡e, pues, s¡gnifica dominar una técnica. es decir, s¡gnif ica dollli
cuanto a sus ju¡c¡os sobre Golo-
res? ¿Corno seria, si no luera as¡?
nar un conjunlo complejo de técn¡cas, ya que el lenguaje es una pÉc-
entonces, a las Palabras üca compleja, compuesta de d¡vervls prácticas. los d¡versos iue
-Pero,
rojo y azul de eslas Personas, gos de lenguaie.
¿con qué derecho Podriamos lla-
marlas nuesfras para los Ahora Wittgenste¡n ya no se preocupa de ia esenc¡a del lenguaie,
"palab,ras
y no se preocupa de ello porque constata que no hay nada en co- llr
cslores.?
¿Cómo aprenderían ellos a em-
mún en la plural¡dad de juegos del lenguaje; en corrclusión, en él t¡;
prrJi
plear aquellas palabras? Y el jue- no hay una esencia; únicamente hay relaciones, y son estas rela-
g[) de lenguaie que ellos aprenden. ciones las que permiten denominar el con¡untc de todas las prác' uer
I
¿es todavía aquello que nosotros ticas como /enguale. El lenguaje es como un juego y, colno todos 4r:
llamamos el uso de.nornbres Para los ¡uegos, los iuegos de lenguaje comparten un c¡erto "aire de
los colores"? Obv¡amente, aqui
fam¡lia-, es decir, un c¡erto parecido. La precisión exigicia en el Irac-
hay d¡ferencias de grado.
falus era una ¡lusión; la vaguedad del lenguaie ha dG ser acepta- l-r f¡i
W¡ttgenstein. L..
I nvest¡ gaciones filosól¡cás. da en toda su realidad. El lenguaje tiene mÚlt¡ples lunciones, y las ñ,r
-palabras
tienen s¡gnificado en las situac¡ones o los contexlos so- lioll,.
I ciales concretos. 1 :lr
384
_n
t
I ,,
',,f 16
Función descriptiva y terapéutica de ta filosofía
':
Wittgenstein consideraba que su aportación filosóf¡ca consistía en rl lil ,''
I ,t,
un auxil¡o para los que estaban perplejos. Tanto en el Tactafus como I rl
1 r'll
. !c ¡-.
en las /nyestigaclones bien de maneras diferentes_ se opone a
-si
11.
t,
'1,,'- los intentos metafísicos de expresar ciertas cosas fundamentales
de
fcr'.na empirica. Una proposición metafísica viene a ser una simula_
,ll
lt) ir
ción del uso del lenguaje. Ahora bien, Wittgenstein critica la metafí- ¡'
srca porque se preset'tta en forma empírica, pero no porque le pa_ I
\
rr l n co- 11 1. Los problemas que surgen de una mala interpretación de
,l en él nuestras
^f:, formas de lenguaje tienen el carácler de la profundidad. Son
inquietuOes
profundas; arraigan tan profundamente en nosotros
como las fórmas de j:/l
nuestro lenguaie, y su s¡gnif¡cación es tan grande como la importanc¡a
de nuestro lenguaje.
¿pár qué nos pare"" profrnJo
un chiste gramatical?-preguntémonos:
(y esto es, de hecho, la profundijad filosófica.)
i'¡l l., I
I
Wittgenstein, L., lnvest¡gaciones !¡tosóf¡cas. t'i I I
¿Ruptura o evoluc¡ón?
t:i. .
Las son entendidas pof argunos ¡ntérpretes como una ruptura
con er rracfafus,. pafa otros, en cam-
bio, 'lnvest'gac'bnes
ccnst¡tuyen una evorución de fas-resis presentaáas en ra p¡."i"
i., i.ri lrr vo que te ayudará a tener una opinión propia sobre el
tema.
.
.
..
Jfu"a. nqrf tienes un esquema comparati_
385
Comentar¡o de text o tl.)
6.5. Si una respuesta no se puede expresar, la prc- recen en d texto (pol'efrTnplo, duda, ,hsen§a
gunla que le corresponde tampoco se puede to...) larnbén desernpeñan en él un papel rele
expresaf. vante, erunÉalos y iustiñca tu eleccion.
El en,gma no ex¡ste. lnd¡ca las ideas prirrcipales y su jerarquia. Mues A
S¡ unapregunta se pired€ llegar a formular' tarn-
- lra la rdac¡on que exble enlre dlas.
bién puede ser contestada. . El autor nos nuestra sus tesis el) una eslr(t(;-
6.51. El escepticismo no es irrefutable, s¡no obvia- lura de EÉ,rralos ¡erarqxz¿dos. Expl¡ca con lus
I
menle ¡nsensato, cuando pretende dudar allá proúas pahbras. parralo por párrafo, las id&§
t
donde no se Puede Preguntar. . que expresa el autor.
Porque la duda sólo puede existir donde ex¡s- . Señala los conceptos clave que aparecen en
te una lxegunt¿ una pregunta' úni:amente don- ca@ uno de bs Énafos que has explicado.
de existe una respuesta, y ésta, solo donde algo alguno de és
un titulo al texto. ¿Escogerias
puede *r dicho. - Pon
tc?
6.52. Tenemos la sensac¡ón de que. incluso cuan- . Lo elgúts- y tJ irlP;xg€sable
do lodas ,as posibtes preguntas cientílicas se
han contestado. todav¡a no se han abordado . Los limit§ de la ñlosofu
en abso¡uto nuestros problemas vitales- . Lo,s kn¡tes del le,lguate
S¡n duda, ontonces no queda, justamfite, n¡n-
.f"
guna otra pregunta; y prec¡samenle esto es la Contelo lnmed¡ato del terto Cr
respuesta.
- Relaciona d texto con h ñklsolia dd autor' Apor 4,,
6.521.Se nota la solución del problemade la vida en ta ¡deas de este que ayuden a aclalar y enriquc'
el desvanec¡m¡ento de este problema. cer el ser¡tido del tedo.
(¿No debe ser éste el mot¡vo por el que hom- . Puedes relacbnar el texto con las teonas oe wit
bres a los que se les aclaró el sentido de la v¡da' sarrolhdas por el .prirner Wittgensteir¡" : el alo' A,
tras largas dudas, no pud¡eron decir después m¡smo lógico. h teoria de la repesentaciÓn, la a; t.
en qué cons¡stia este sent¡do?) clifer€ncia enue b q.E se clce y lc q.rc se rnues' ¡.t
tra, h funciln de h fi¡cofh'..
,: it
6.522. Lo inexpresable, de todos modos' existe' Se
mueslra, es lo mistico. á,,,;¡
lnd¡ca cuáles eran las cueshones ce la época y
6.53. El método corecto de la filosol¡a seria prop¡a- - las cfversas conÉntes ñlosoficas.
''ll,
mente el de no dec¡r ún¡camente aquello que
A'rl
. A phciftrs dd sdo )0( h¡r¡tfdon lnrchas lq
se puede decir, o sea, propos¡ciones de la cien- rías ¡nnovadoras, corYlo por eiemplo el psico-
c¡a natural por lo tanto, que no t¡ene lt ,I:i¡
-algo, añál¡§s. ¿Crees que la teoria de Wittgensteirr
nada que ver con la filosofia-, y después.
tarrtuén es innc\rddora? Juslifr:a lu respuesta' A
i lr.'-
cuando algu¡en qu¡siera decir algo metafisico.
demostrarle siempre que en sus ploposic¡ones L¡I:
no había dado ningún sent¡do a c¡ertos s¡gnos'
arardo más allá de¡ t Ito
-a1t,
Este método seria insat¡sfactorio para el otto lnd¡ca cómo se ha tratado en otros momentos .ic¡
---flo tendría la sensación de que le estábamos - el terna clel texto. isr
enseñando I¡losolía-, pero éste sería el úni- . p¿tl
Rjedes cúr¡]arar h teoria dd lenguare de Wlt-
co método estrictamenle coreclo. .tc
genstein con b cuestiqr nominal¡sta med¡eval
Wttgenstein, L.' fractalus logico-ph¡losophicus- (repasa h unidad 6 del l lro). t)a
^(e
.!C(
O¡inió¡r pe¡¡onal nl t¡
Análisis del conten¡do
Atrévete a ¡ndltar. de una rnanera razonada y ar' ,ei
Enumera y aclara los corrceptos más relevantes - gurnenlacla, tus Prefererlcias. [i;¡
- del texto. .
..1e
Vuetve a segu¡r d razor¡amier¡to dd texto y se'
o ¿Oué significado da el autor a los s¡guientes ñah s¡ estás de act er(b cori él: iustifica tu re§- 4r .
conceplos: pregunta, resg)esta, cierúil¡co. mis' puesta. § c()f§ijeras q'¡e. en algún punto dd
¿,co? ¿Y qué sent¡do da a las expresiones "pro- texto, el autor fia cornettlo m eÍor. ñdicdo y {a(
blemas v¡tales", "sent¡do de la üda"? expl¡ca por q[É te parece equivocado en e§€
. Si consideras que olros conceptos que apa- PUnto. ró
1
F
. Enumera las tres r,ías por las que ha avanzado el . ¿Cuál es la a de Russell hac¡a la guerra? .
-ctitld
interés por el lenguaje. ¡ Señala los rasdos intelectuales característicos
n Menciona algunos de Ios personajes relevantes
(pensadores, artistas...) de la V¡ena de Wittgens-
. Dbfine'con tus propias palabras: p roposíc¡ón ana-
tein.
lítica y proposic¡ón empírica.
e ¿En qué circunslancias (histór¡cas, psicológ¡cas...)
- escribió Wittgenslein el Tactatus? . ¿Cuál es el principio de verificac¡ón fuerte? ¿Y el
I
I
I
. biplica brevemente la teoría del atomismo lógico. principio de verif icab¡lidad débil?
, ¿Cuá! es la relación qué hay entre lenguaje y rea- . Explica con tus Érop¡as palabras la pluralidad de
lidad en la teoría de la representación? usos del lenguaje. i
. Enumera los tres tipos de p!'oposic¡ones posibles ' ¿Cuál es la función de la f¡losofía para el "Últi-
de que hablá el Tractatus. mo Wittgenstein"?
Movimiento anaritrco es una et¡queta que com- cias, la Escuela de Cambridge y la Escuela de Ox-
prende f¡losofías que tienen un ciertc "aire de fa- ford.
milia" y que giran alrededor de la doble creación de
Wittgenstein. No se trata cle una escuela, sino de La Escuela de Cambridge, l¡derada por W¡sdom il
(1904-1974), asume la función terapéut¡ca del ¡en-
rrn ccnjunto de terldenc¡as que comparten un esti-
qua¡e. Compara el anál¡s¡s del lenguaje al ps¡coa-
lo cte pensamiento. Después de Frege, Iueron est¡-
rruladores de este mov¡miento Russell :" Moore. nálisis: esta terap¡a pretende sanar la enfermedad
Fslos anal¡stas ¡nfluyeron en el Tractatus logico-ph¡- del neurót¡co pon¡endo de manif¡esto sus mot¡va-
losophicus, la obra más típica del rrtovimiento ana- c¡ones ¡nconsc¡entes; los analistas del lenguaie ¡n-
lítico. El pos¡t¡v¡smo lógico o neoposit¡v¡smo, a pe- tentan resolver las perplei¡dades filosóf¡cas explici-
sar de las diferencias que lo distinguen de los plan- tando elsent¡do de las palabras en cada uno de sus
teamientos de Vú¡ttgenstein, adoptó buena parte del USOS.
Tiactatus. Los m¡embros del Círculo de V¡ena, con
Ryle (i9oo-1976), Auslin (191 I -1960) y Strawson
srr análisis del lÉnguaje cientifico, lanrbién perte-
v ne<;en al rnovimiento analítico.
(1919) son los seguidores de W¡ttgenstein que cons-
tituyen la Escuela de Orford. Tratan de continuar la
v t-os trabajos de Frege y Bussell est¡mulalon inves- obra del maestro analizando cualqu¡er t¡po de Ien-
t¡gaciones sobre los fundamentos de la matemá- guaje: el ienguaje de la ética, el de la psicología, el
tica y de la ¡óg¡ca. Hilbert (1862-'1943) reoujo toda religioso, el científico, el metafis¡co...
la matetnálica a un sistema nipotét¡co-deductivo a
partir de un cierto número de axiomas y fundó lo que Ryle ha destacado en el análisis del lengua¡e psi-
se ha denom¡nado metamatemát¡ca, que se ocu-
cológico af¡rmando que Ia vieia dicotomía cartesia-
pa no de las entidades matemáticas concretas, s¡no na entre lo mental y lo fís¡co se basaba en.confu-
v ile l¿t e,valuac¡ón de los grandes s¡stemas matemá- s¡ones categoriales», causadas por el hecho de que
licos. Gódel ('1906-1978) cont¡nuó esta línea y la cul- no se entendía bien lo que se pretendía dec¡r con
rninó ccn el célebre teoíema que lleva su nombre, uno y olro concepto: una vez asumido que «lo men-
seg[rn al cual es impositrle para la matemática pro- tal" se reduce a la manera de acluar frente a unas
tr¡r 13 n¿,trrraleza no contradictor¡a de un s¡stema for- circunstancias determinadas, desaparece la dico-
tnal axiomático. lomía.
lri .tlltintc Wittqenslein" propició una visión del len- Austin nos dice que las palabras son usadas para
qlra¡e en que se analizan sus usos en un determi- produc¡r unos determinados efectos; empleamos
rrírdo conlexlo. Esta perspect¡va, muy aleiada de los el lenguaje para describir, pero también para con-
eslrictos análisis de los positiv¡stas lóg¡cos, gene- vencer, para persuad¡r... De hecho, d¡st¡ngue tres li-
ró lo que más propiamente se ha denom¡nado f¡lo- pos de actos en el lenguaie: el acto locutivo, el acto
i liir rlül lenguaje, que ha der¡vado en dos lenden- ¡locut¡vo y el acto perlocut¡vo.
387
E
f'
tF1
17 Filosofía de la crencra
Esquema I
\) I
1. Ciencia y sociedad -'.1
1.1. La Wunda mitad del siglo XX
1 .2. Replanleamiet fto cientifico
I
2.3. El método cientílico !r
2.4. E problema de la verctad
2.5. La socidad abierta
I
I
. Valorar el esfueÍzo y el gran avance que supone, dentro de un contexto muhd¡al de política
de bloques, la proclamac¡ón y la apr-obac¡ón de la Declaración Universa¡ de los Derechos Ht!'
manos,
. Conciehc¡ars€ de las dos caras implíc¡tas en cualquier cambio científico revolucionario.
o Valolar la importancia de Ia epistemología como disciplina capaz de desvelar actitudes inge-
nuas ante la c"iencia.
. Comprender la contribuc¡ón de Popper en el ámb¡to de la filosofía de la cienc¡a y dejar cons-
tancia de las aportaciones posteriores. i
. Conc¡enciarse de lahecesidad de sociedades ab¡ertas para el libre desarrollo de sus inte-
grantes. '
t
3BB
E
ttr
I
I
I
I
v
I
I
;
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I
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I
¡ $', M¡ Eg,;rro, de Ch. Demulh.
lnvitación a la unidad
El progreso de la cienc¡a requiere una gran dos¡s de au-
-
dacia, imaginaciÓn y creat¡vidad a la hora de formular
hipótesis, y un implacable rigor a la hora de criticarlas y
contrastarlas, El miedo a equ¡vocarnos' a cometer erro-
)l- :: res, puede coartar nuestra ¡mag¡nación y conducirnos
a la tim¡dez teÓrica, pref¡riendo segu¡r el cam¡no seguro
Ce algún mélodo establec¡do. Pero n¡ngún método ga-
rantizi el acierto. Nadie garantiza el acierto. Las buenas lntroducción
ideas pueclen sttrgir por cualquier via: por tradiciÓn' por Esta unidad que iniciamos está básica-
obseóación, por intuiciÓn ¡ntelectual, por un presenti- mente dedicada a cuestiones epistemoló-
rnienlo, por cUalqu¡er mélodo o falta de método' qicas. Como ya debes saber, la epistemo-
loqia es la d¡sciplina encargada de analizar
A Paul Dirac (nac¡do el mismo año que Popper, 1902) se
v aclarar aspectos relac¡onados con el co-
le ocurrió su famosa ecuac¡ón (base de la teoría cuán-
nocimiento y, de modo particular, con la
lrca de cartpos) en mitad de una discusión, sin seguir
ciencia. En esta rama de la lilosofía reciben
nrétodc algunc (rri, por descontado. el mélodo induct¡- una atenc¡Ón y un tratamiento especiales
vo), No toáo e! mundo tiene la suerte (o la genial¡dad)
temas como: ¿Qué Podemos conocer?
de Dirac, pero nadie habría de tener m¡edo a equ¡vo- para
carse. Únicamente corr¡endo el r¡esgo de equivocarnos ¿Cómo conocemos? ¿Existe un lím¡te
áquello que podemos llegar a conocer?
tendremos la oportunidad de acertar. Lo único impor-
tar,te es que las hipótes¡s después sean sometidas a fal-
¿Qué es la ciencia? ¿Oué la distingue de
otras formas de saber?... Todas estas cues-
sacion inrDtacable, a conlrastación'/igorosa'
t¡ones gozarán de un protagon¡smo central
ri:v durantá el siglo )C{, momento en que las in-
iir¡ on,"," o,o,,"roT!itÉ'l!'^' vestigaciones físicas lrastocaron la visión
! trad¡cional del mundo y la real¡dad. En este
contexto, la contr¡buc¡Ón de Karl Popper
y de otros epistemólogos resultará impres-
,;P cindible para determinar el lugar y la fun-
v c¡ón que conesponden a la cienc¡a en nues-
tra sociedad.
r'rl+
v
I
*E
17 #IL'
I¡ Ciencia y sociedad 'ra'
En este pr¡mer apariado, tratarenros de ofrecer una rápida visiórt O
de los acontecim¡entos históricos que enmarcan lo que podríamos
denom¡nar revolución científica del s¡glo XX. El replanteam¡ento cien- a
tifico, característico de esta época, propició que muchos filósofos
reconsideraran su concepc¡ón de la c¡encra y de su desarrollo.
d
nó el estall¡do del conflicto. d
390
I
I
17
La división horizontal
Además d6 la fragmentaclón en dos bloquás, sa evi-
i, ;ón denció otra d¡v¡sión mundial, esta vez horizontal: entre
líitf os I el rico Norte y el Sur empobrecido. oespués de la Se
gunda Guera Mundial, se aceleró el proceso de des- ,
i' rn- colonización. De mangra gradual, los lmperios se fue-
)solo:'; ron desintegrando y las nacionalidades, recuperando
su independenc¡a D€sgraciadamente, en pocos casos
ias metrópolis se habían preocupado úr potenciar es-
I tructuras económ¡cas, polÍticas y sociales que capaci-
á ,
taran a las colon¡as pára aftontrr h hueva ¡ndependencia
La ¡nfraestructura insufic¡ente y una deuda extema (ha-
L cia los países ricos) exorbitante convirt¡eron la emanci-
'
,i ei esluerzo (!e consenso q,te realizaron las dos gran- Der€chos potíticos: aseguran ta part¡cipación det ¡n-
des potenc¡as, Estados Unidos y la Un;ón Sov¡ética. dividuo en las decisiones de gobierno. Por ejemplo. el
derecho al sufrag¡o universal y secrelo.
A los 50 años de su proclamac:ón, 185 Estados del Derechos soc¡ales: garant¡zan unas condiciones de vida
planeta habían reconoc¡do y ratificado la Declaración. digna para todos. Por eiemplo, el derecho al trabaio.
¡\ pesar de ello, se continúan comel¡endo atrocida- 2. Haz memoria y proporc¡ona al menos otros dos eiem-
plos para cada uno de los tipos de derechos de que
(tcs que ../iolan lcs derechos más básicos, como el acabamos de hablar.
(lereclro a la vida o a la l¡bertad.
391
| !rri, I 17
f:
lt' 1.2. Replanteamiento científico
I. 7i A continuación realizaremos un breve recorrido por los descubri-
mientos científicos del s¡qlo )« que revolucionaron el ámb¡to de la fí- l:, ¡ r,'
..A,,
De todas las ramas del saber, la física ha ocupado históricamente un I,r, ril
lugar parad¡gmáüco. Desde Newton, ha sido valorada como un mo-
delo de activ¡dad científ¡ca que las demás disciplinas se esfuerzan en S
im¡tar. Y es que, a pesar del extraordinario desarrollo producido en
i'
otras áreas de conoc¡miento, como la biología o la química, la preci-
sión y el poder de predicc¡ón de la física e¡an todavía in¡gJalables'
ti
\',
L
¡ A f¡nes del siglo XlX, se respiraba, incluso entre lcs físicos, una in-
genua y exagerada confianza en los éx¡tos de la c¡enc¡a' Tanto
era así que la creencia de que quedaban pocos secrelos del uni- i
Albert E¡ñstein (1879-1955)és uno de los verso y de su funcionamiento estaba extendida y asumida Sin eln-
c¡enlificos más importanles de lodos los
tiempos y, sin duda. uno de los más bargo, el nuevo rumbo de los descubrimientos echó por tierra este
conoc¡dos. Su teoria de la relatividad opt¡mismo. De hecho, la conc¡encia del vasto ámbito astrorlÓlrlrco
revolucionó la coñcepc¡ón trad¡c¡onal del y atópigo condujo a que los hombres se d¡eran cuenta de que srr co-
espacio y el liempo. y lambiál contribuyó ¡,.
a establecer que materia y energ¡a forman noc¡miento de la realidad era l¡mitado e insignificante en conlfrara-
un continuo ind¡sociable. Este pr¡nc¡pio ción con lo que todavía les quedaba por descubrir.
quedó trágicámeñte coofirmado al estallat Eillst
las bombas atómicas de 1945. Max Planck (1858-1947) y Albert Einstein (1879-1955) fueron los ge- c, ,:;
n¡ales p¡oneros de este replanteamiento. Sus ¡nvestigaciones revo- l\u'
lucionaron la fís¡ca mostrando que lo ¡nlinitamente pequeño (las par- tr. . ¡;i
tículas subatóm¡cas) y lo inf¡nitamente grande (elementos macrocós- s2li'ir
m¡cos) se comportaban siguiendo unas leyes que no cuadraban con
los pr¡nc¡pios de la fís¡ca clásica. Esta crisis ev¡denció que se nece'
s¡taba una nueva fís¡ca capaz de explicar estos extraños fenónle-
rnr
nos. Los c¡entíficos de todo el mundo s€ pusieron manos a la obra.
:
L-.ru'
AI
'
Los logros en el ámb¡to astronómico han sido trj.¡Jrr
Algunos descubrimientos espectaculares: teorías sobre el origen del uni- .
I
lgol:
de la tís¡ca
Teor¡a de los cuantos de
Max Planck
;:l:".''"'ffi"1"::t'J:' iilf.'.""?: Xl:' y' !¡.-¡rJ
F¡,
f¡srórr
fuente de vida (el Sol), explicac¡ones de
191f: Estructura del átomo, según la naturaleza de los aguieros negros, con- les (l
Rutherford
1913: Teoría general de la relativi-
¡eturas sobre la evolución y el porvenir
del un¡verso- Nuevos procedim¡entos y
I I -, s
dad, de Albert Einstein
aparatos, tecnológicamente muy so-
(,.{o
1925: Mecánica cuánt¡ca Por Hei- f¡sticados, como el telescop¡o Hubble, Opos
senberg, Bohr y Jordan I ¡1¡ri
1929: Mecánica ondulatoria, Por
la fabr¡cación de satélites o los viajes
espaciales, han propiciado inesperados
I ''',1;i* ci..j P¿
De Broglie
hallazgos. Sin embargo, a pesar de ia ..J
1932 Descubr¡m¡ento del Positrón espectacular¡dad de estas exploracio- C¡JIT.
y del neutrón por Anderson,
nes, los descubnnriefltos en el ámbito su-
Chadw¡ck y Lawrence .*.
batómico han resultado más profrrndos, -'
1938: F¡sión nuclear: Fermi, Hahn porque han trastocado la concepción de la
y Starssman
mater¡a y la etrergía, y, en definitiva. han su-
puesto una nueva y revo!ucionaria cosmovisión
392
il 17
A principios del siglo XX, resultaba indiscutible que
el átomo no era atómico, es dec¡r, ya se sabía que no
,\
; t
rt, I
::ubri- era el componente último e ind¡v¡sible de la materia. .j
a^.1
Ernest Rutherford propuso una primera imagen de su il
ncep- estructura: existencia de un núcleo atóm¡co' con car-
ga positiva, !'odeado de electrones de carga negat¡- I
'i[ va. Poco a poco, los sofisticados aparatos experi-
n
mentales (como el acelerador de partículas) íac¡lita-
i-l mo-
rcn el descubrimiento de más y más partículas i
tí:Vn
,io en subatómicas, El rápido y continuo incremento de
partículas elementales, antes desconocidas, dejó la Grupo de cientíl¡cos eminenles en una
lísica en un estado de confusión y desorden que sólo la teoría de coñferencia de 1932. Entre ellos se en-
cuentra Ernesl Rulhel'ford (en el centro,
los quarks (1901) de Gell-Mann pudo ordensr mínirnamente' con p¡pa), primer teórico de la estructura
alómica, y lambién. de pie. delrás de é1.
En 1900, se d¡o a conocer una teorÍa que abrrÍa un campo nuevo de L¡se Meitnery Otto Hahn, los pr¡meros en
investigación y rellexión. Max Planck publicó su teoríe de los cuan- conseguk la f¡sión nuclear.
tos. Según este eminente físico, no sólo la maleria es discont¡nua
(formada por partículas ind¡v¡duales o átomos), sino que también la
, :r l.:
energía (hasta entonces considerada una onda continua) tiene una
estnrctura parecida, pues se compone de paquetes de energía, cor-
p[rsculos o cuantos. Einste¡n, el otro gran pionero de esta revolución
¡;*1 c¡entífica, identificó tos cLlantos de la luz y los denominó fotones'
v Einstein, con su teoría de la !'elatividad, contradiio las intu¡ciones Pñnc¡p¡o de indeterm¡nac¡ón I
r:i ¡ i¡-'
que sobre el espacio y el tiempo se tenían. Éstos ya no disfrutaban Werner Heisenberg (1 901 -1 976),
de un valor absoluto como sostenía la fís¡ca clásica, sino que se mos- uno de ios científicos más or¡g¡-
:l I )ilf nales y polémicos del s¡glo XX,
traban relativos al sistema y, sobre todo, a su velocidad' Y es que,
t¡-, constató que cualquier Proced¡-
seqún Einste¡n, el tiempo se ralentiza a med¡da que se incrementa la ' miento de medida mod¡fica Y al-
velocidad, m¡entras que la masa aumenta cuando ésta hace lo pro- tera aquello que m¡de, aunque sea
.e!é-
p¡o. De esto se desprenden consecuencias sorprendentes, como la mínimamente. Sin embargo, Por
,-:r- -
curvalura del espacio o las alteraciones temporales. muy ínf¡mos que sean estos cam-
,t¡,Y bios, a nivel atóm¡co resultan sig-
La teoría de la relat¡vidad, además de traslocar riuestra coniépción nif¡cativos. Heisenberg demostró
tradicional del espacio y el tiempo, modificó nuestra vis¡ón de la rea- que es impos¡ble determinar el lu-
gar y el momento exactos de un
lidad, al equ¡parar materia y energía en Ia famosa fórmulaE = mc2'
electrón, ya que cualquier técnica
Esta fórmula se convertirÍa en la base para las investigaciones sobre
de observación, incluso un simple
fisión y fusión nucleares que impulsarían la fabricación de las bom- rayo de luz, alteraría su situac¡ón,
bas atómicas y de hidrógeno, así como la obtención de nuevas fuen-
a - tes de energía.
Esto le llevó a defender que en un
n¡vel subatómico sólo se PUede
establecer probabilísticamente la
Por su parte, la mecánica cuánt¡ca (parte de la física que se ocupa posición de los electrones. Esta
de los cuantos) acabaría definitivamente, a n¡vel subatómico, con la teoría há dado pie a interpretac¡o-
opos¡ción entre materia y energía. Y es que iambién la materia posee nes ¡ndeterministas, que af¡rman
que no'exÉten leyes que Pred¡gan
prop¡edades antes reservadas a la energía. Los electrones, además
el comportarir¡ento fís¡co de ma-
de partículas. pueden ser interpretados como ondas (cualidad, has- nera exacta.
ta entonces, específica de la energía). En esta línea de investiga-
ción. un nuevo científico, el revolucionario He¡senberg, sostendría que
3. Explica qué es eldelermin¡s-
es imposible determinar la situación exacta de un electrón, pues in- mo y por qué la fis¡ca clás¡ca
cll;so Ia luz necesaria para "verlo', al eslar forrnada fjor partículas (fo- lo es-
tonesi, chócaria con los electrories, desviándolos de su trayectoria'
Alqúnas ¡nterpretaciones de este principio de indeterminación lo
convierten en una prueba contra el deteÍm¡nismo físico trad¡c¡onal-
l
393
17
394
E
l, rt 17
v Después de sus eslud¡os regulares de física clásica, comenzó a ex-
t))' plorar la obra de Einste¡n. Este estudio supuso la ¡nfluencia acaso
ef, que se más dom¡nante en su pensamiento. En mayo de 1919, una de las
rl^,/ dan- pred¡cc¡ones de E¡nste¡n se conf¡rmaba. Si la luz se compone de par-
llabro del tículas o fotones, como sostenía este científico, había de verse afec-
:er\á por tada por la atracc¡ón grav¡tatoria que ejercerían sobre ella otros cuer-
pos con masa. Así se observó en el desv¡am¡ento de los rayos lu-
minosos procedentes de las estrellas, en el eclipse solar de 1919.
Popper asist¡ó a una conferencia que Einste¡n dio en Viena una vez
confirmadas las predicc¡ones. De aquel acto salió turbado y fasci-
:ls\r)por- nado: turbado porque Einstein cuestionaba la mecánica de Newton,
rl ¡mperio sistema que la educación recib¡da transmitÍa como indudable; fasci-
¡lVrna-, nado porque la físjca relativ¡sta de Einstein implicaba predicciones
a. Su pa- observacionales muy arriesgadas que, s¡ no se cumplían, hacían Popper destacó, en su autobiograf¡a, la
Itítt,libe- insostenible la teoría. Algunas de estas arriesgadas pred¡cc¡ones aca- importancia que tuvo en la odentación y
I eJf )erl¿l evoluc¡ón de su pensam¡ento la act¡tud
ballan de ser contrastadas.
v G[acias a hechos como éste, Popper comenzó a e¡]trever cuál era la
nada dogmática de un cientilico de la
categoría de Einste¡n. Éste, en vez de
delender vehemenlemente la verdad de
auténtica act¡tud científica, actitud que no sostenían n¡ Marx, ni sus leorías, las sometia a rigurosas
pnrebas, como la del eclip6e solar de 1 91 I
Freud ni muchos científicos de la época. Un buen cientÍfico tenÍa que que superó con éxito-
aleiarse del dogmatismo y concienciarse de la pos¡b¡l¡dad de error
¡nherente a tcda teoría. D¡cho con otras pa¡abras, el talante científi-
co comporta que el propio ¡nvestigador ponga en duda y cuestione
r ltl sus teorías, somet¡éndolas a r¡gurosas pruebas antes de aceptarlas
como provisionalmente válidas.
395
,
17
396
re
il t't ,t17
Popper, que mantuvo contactos con el Círculo de Vlena, compart¡ó con
Los enunc¡ados singulares
ellos la creencia de que es la contrastación con ia exper¡enc¡a lo que
rm!-'o de demuestra qué enunciados son c¡entíficos. Sin embargo' rechazó el , La qríticá i verif¡cacionismo de bó .l
#
SOS.
tífico, pero etlo no implica que carezca de sign¡ficadc. Los enuncia-
. Los m¡ércoles siempre llueve.
clos de la metafísica no pueden ser falsados, porque la experiencia
. Todas las sustancias se dilatan
no pLrecle contradec¡rlos. Pero sí t¡enen sentido. Todavía más: mu-
cuando se calientan-
chos problemas filosóficos y metafísicos que, según los neopositi- . Hemos de ser sinceros.
vistas, serían absurdos o sin sentido han sugerido ámbitos de refle-
. Las cond¡ciones económicas
xiórr que, a Ia larga, han dando tugar a teorías científicas. Por ejem-
determ¡nan la cultura de una
plo, el atomismo presocrático o el culto al Sol platón¡co, fuenle de sociedad-
inspiración para el copernicanismo-
397
17
l^
y mira a la realidád de una deierminada manera. confomandc, por lo tan- i* Ir:
to, Ia exper¡encia que tiene de ella. 1A,.,
I .^
I II
La ciencia avanza deduct¡va¡nente y no de manera induct¡va. pro- I
gresa, según Popper, med¡ante el método hipotético-deduct¡vo. l^
Ante un problema o una incógnita. el científico se esfuerza en dar co¡
una explicación factible. Muchas veces a tientas, elabora hipótesrs
I
f t
expl¡cativas que ofrezcan una respuesta a su investigac¡ón. De las
hipótesis que ha avenlurado, se extraen consecuencias o predic- t
ciones que puedan ser contrastadas en la experiencia. Estas h¡pó.
tes¡s deberán someterse a duras pruebas para comprobar si se sos- td
tienen o no. Es el mornento de ia falsac¡ón. En el caso de que tas
398
| ,l i,,117
Método hipotél¡co-deductivo
Vamos a mostrar los pasos del método h¡potét¡co-deductivo propuesto por Popper. Lo llevaremos a cabo ilustrando las
Cifereñtes etapas que s¡guió la resolucióñ de un cas,.J real presentado por el filósofo Hempel. Hablamos del célebre pro-
blema al que lgnaz Semmelweiss se enfrentó: elalto indice de mortal¡dad por f¡ebre puerperalen la Pr¡mera Div¡sión
de la Matern¡dad del Hosp¡tal General de Viena.
ldentificac¡ón de un problema
o n de h¡pótes¡s
E
H¡pótesisr Hipótesis2
Deducción de predicciones
Predicc¡ón"
Si el sacerdote camb¡aba de recon¡do y no pasaba por Si la causa de la muerte era el envenenamiento de la san-
la Pr¡nEra División de la Matern¡dad, las parturientás r¡o gre por maleria cadavefca, Iomando como precaucion
recibirián aquella inf¡uencia psicológica tañ ñefasta y no que los asistéñtes al parto se lavaran las manos con una
moririan eñ ün porcentaie tan elevadc. solúcióñ decalclorurada, elindice de monalidad baiaría.
.,:!lro.
j:L r:
con la experienc¡a
, ,:. ',1 ,
prov¡s¡onal
y señala cada una de las etapas que s¡guió la! y como acaba-
7- lnfórmate sobre algún otro descubrim¡ento científico
mos de hacerlo aqui. Te proponemos un caso: el descubr¡miento del planeta Neptuno.
399
i
17
2.4. El problema de la verdad
§
ó La aplicac¡ón del método h¡potét¡co-deduclivo etl la resoluciórr de
(, problemas acaba o bien en la falsación de la hipótes¡s o bien etr su
conoboración. Ahora bien, esta coroboración no es definitiva, sino
provisional. Todas las leyes y lodas las teorías científicas son. por
esta razón, tentat¡vas conjeturales. Aunque, en algÚn momento, ten-
gamos la sensación de que, por fin, hemos dado con la vcrdad (la
I teoría newtoniana de la gravedad, por eiemplo, puede parecernos
0
incuestionable), el t¡empo y los nuevos datos pueden moslrar que
s estábamos equivocados.
¿
Popper sostiene una concepción de la ¿La imposibilidad de verificar una teoría significa que no existe la ver-
?-5
verdad como correspondenc¡a con los dad objet¡va? ¿Esto comporta que todo es relativo, incluso la cien-
hechos de la experienc¡a. S¡n embargo,
cia? Popper contestaría rotundamente que no. Existe una verdad
LA,i,
el problema es que nunca
@rernos llegar cot ¡t¡il
a comprobarla- Asi que, a pesar de su ob¡et¡va que se da en la concordancia con los hechos. Sin embar-
existencia. la verdad acaba sieñdo go, como eso resulta incomprobable. la verdad acaba siendo inal- rlinl
inalcanzable.
canzable. Nunca podremos llegar a eslar seguros de que nuestras Elt¡rr
teorías se corresponden efectivamente con la realidad. Popper nos tl,r,r¡r
avisa: la certeza no existe, nunca podremos estar seguros de que c{trl
hemosatrapado la verdad. No obstante, la certeza es un estado sub- c;l I it:
Selección natural
jetivo que no puede contradecir la existencia objetiva de la verdad. trAn
y selecc¡ón c¡entÍf¡ca
Lá selecc¡ón natural que propicia !lr ilt l;l
la evoluc¡ón biológica de las es- E! progreso c¡entÍfico rriri
pecies y que hace perdurar Y re- (11
'¡llll
Aunque la verdad sea inalcanzable, es objetivo de la ciencia tralar de
producirse a los ¡ndividuos me¡or c il.
dotados y más adaptados üene su aproximarse a aquélla, meCiante la falsac¡ón. Aunque ésta pueda pa-
ir¡¡¡r lr
paralelo en el ámb¡to c¡entífico. En recernos una contrar¡edad, acaba resultando una ventaia. Cuando
(I,. .:i
el tereno científ¡co ocurre un pro- nuevos dalos nos muestlan que aquello que aceptábamos como
ceso s¡milar: aquellas teorías que c¡erto es falso, avanzamos un paso hacia la verdad. La nueva leo- LAr t
son mejores, porque todavía no
han podido ser talsadas, se con-
ría propuesta evita los prob¡emas y los errores que provocaron la cai- tí\e
da de la otra: ésta es súperada y mejorada. Seguramente contierle i .. -:.!
servan por encima de las demás.
más datos sobre la real¡dad y la expl¡ca meior. Esto nos lleva a ha- lE{l't,
blar de progreso c¡enlíf¡co: existe un continuo y gradual acerca-
I m¡ento a la verdad. Y es que las teorías nunca atraparán del ioCo éit:..
I la veldad, pero cada vez serán más verosímiles.
;;-ii¡i
8. No siempre resu¡ta fácil ¡nterpretar las expres¡ones y af¡rma-
,I
c¡ones de un aulor Siguiendo el modelo que te ofrecemos a 'v{rl
La bas€ ernfÉta de h ciencia otietiva nc tiene, por
continuación, explica algunas de las f.ases del lexto.
con*luieote, nada de -ábcolno.. La c¡€ncia no des-
Al¡rmac¡ón lnterpretac¡ón cansa en wia sól¡da roca La estnEhra aJda2 de s§
teorias se levanta, coÍio § d¡iá"Ítos, erlcin¡a de u.1 t^-
i l-á clsrc¡a no lb1e una base fiÍñe y solira en pa¡lano. Es cqno ur¡ €diñcb cqtslruiro sobre dlc-
porque no puede esta-
"La c¡encia no descansa ¡a que susteñtarse, ies. t6 fibles son l¡¡ncad6 d6de ariba e.| d pañ-
eo uña rcca sólida.. blecer ninguna verdad absoluta sottre h que --Al
lano, p€ro no €n una b6€ .dáda. o r¡atural, y si ño
I alzarsé.
h¡ncar¡os los r¡lot€s rnás paoturdameritc rlo es poa-
1lc
.§J3 Élrirchras só al¿an qu6 }layúc dcan.. b 9.¡6ao trra. SlrlgarrE L po-
sobre un panlano-- rdn6 a¡¡ando nc salisf&o lá ftrñe2e d6 fac paor€3, '-§c
que es sufrci€nte para soportr h eslnrctr¡¡"¿, al ñB_ gv
"Simplemente pararnos r¡06 por d rñomeoto.
I cr-¡ardo ñc saüsf@ la fi-
rnéza d6 h6 ftlotes [,..1, al Pcrff,'. K, Lt lé{i, e b irnúúgÉirl
I
I
rfieno6 por el fiom€nto.-
rel
400
I re
.--
-L--
llll,f,,, I í7
I
I ,
¿ j I
i
ctdtloe 3
t
ut
n gsu j
,a,-.sino o Poppel fue un gran delásor de lá llbertad
individual. Esto quedó patente en su
Oí!rOr 'r] .e¡vindicación de las sociedades abiertas'
1úJen- que, trente a las cerradas (cuyo máximo
a
.d.L1¡a exponente en el siglo xX corespondió a
los totalitar¡smos), fomentan y prolegen
cer40s los derechos ¡ndividuales.
ra§tre )
y, además de to-
ras se basan en el ejelcicio crítico de la razón humana
Son sociedades abier-
lerantes, estimulan la libeñad cle sus ind¡viduos'
a
tas a los cambios, en las que se aprende de los errores' Opuestas ¿El meior de los mundos?
éslas, existen sociedades cerradas, arraigadas en valores ind¡scuti- En una conferencia de 1991 repro-
btes, que rechazan el cambio y se estancan en una organización ie- ducida en la recopilac¡ón de ar-
ránluica. En ellas, la libertad no es un valor' sino una amenaza' tículos La responsabil¡dad de viv¡t'
Popper def¡ende que nueslro mun-
a las so-
Veamos, más a fondo, qué caracteristicas atr¡buye Popper do es el meior de los que se han co- ll
I
I'¡ ciedades abiertas: nocido a lo largo de la historia. Tex-
iv i tualmente dice: "A Pesar de todo lo
de
Mediante la crítica, se produce un continuo perfeccionamiento i malo que tiene, nuestro mundo es
- las instituc¡ones democráticas. I el meior de los mundos h¡stórica-
t,rl,: I mente conocidos; no sólo nos va
A pesar rle ser un sistema basado en la mayoría, se respetan
los j meior económicamente sino que
- derechos e intereses de las minorías' I tamb¡én somos meiores desde el
punto de vista moral."
que
,la5 -- Se l¡mita el Poder del Estado y se instauran mecanismos 9. Ha llegado el momento de tu re-
eviten los abusos de la autor¡dad. flexión. Muestra lu grado de con-
lormidad o d¡sconformidad con
Es Uiia sociedad ¡mperfecta yfrágil' La conc¡enc¡a de este hecho estas palabras; hazlo de una r¡a-
- ev¡ta que se estanque y se vuelva dogmática y cerrada' La
pre- nera razonada Y lundamentada-
lensión dc pedección es el peor peligro para una sociedad abierta'
401
r--¡
lll¡l 17
lur li
heliocénk¡_ I ,
It d,.i
ca de Copánico, por eiemplo, implicaba que las dimens¡o_ lri
nes de la imagen del planeta Venus habían de variar a lo lar- I -
f ait .'tl
A lc go del año en función de su proximidad a la T¡era.
La no ob- It mr{(l¿
servación de esta pred¡cción no provocó el rechazo
de la Siíl rln i
teoría, sino de la observación misn¡a. En el proceso histú¡- I
-o o co de la cienc¡a, defiende Kuhn, las teorías se han manlen¡- I il(
f c,(}A\fr(
do a pesar de las observaciones que las falsaban.
co: .) i!
rL La h¡storia de la c¡enc¡a demuestra que no siempre las fal- Crr].1, S
saciones han s¡do motivo suf¡c¡ente para rechazar una teo-
I Cu:,.,C.
ó ría. Con todo, la historia también demuestra que
c¡ertamente ¡ ge'\. I
l""]:* _
unmo-
En def¡nit¡va, el paradigma
predor'n¡nante en una'époc3 flegq
porla con-
."nü qu" """ en árisis' A estaépo¿a' cqracter¡zada la su§tIuclon
"n
tl.,riOn V fu de d¡versas orientaciones' sigue
',lrl "onulr"ncia ef tiempo' el nuevo pa-
,i"; nntlg,t parad¡gma por otro nuevo Con
rle ciencia norrnat aceptado por la co-
l
)"á,glnJ,r".", *iel modelo
mr¡nidad científica-
esta revolu-
gin e[ll]argo, si no es la falsaciórr' ¿qué factor provoca
los
que llevan a
.a,l ., o" paradigma? Para Ktlhn' los motivos
"1rn0,áabandonar el paradigma que hasta enton""t
cientificos a l"-t-1"-*íu ;l
de lo que podamos
co*o *arco d. ruferencia son menos racionales
y' ocasiones' tan poco científi-
creer. Son motivos tan d¡versos en
alguna necesidad social ur-
comc la simplicidaci, Ia conexión con La teoría de la c¡enc¡a de Kuhn ha
problema '-
"o=
á]*á, i" de resolver algún determinado tipo de sido cril¡cada por relativ¡sta De su
"ro"",i.o descrioc¡ón de la historia de la
Hay otro aspecto importante en la
leoía epistemolÓg¡ca de Kuhn' Para
esto es' ¡n- cienciá se desPrende que ningún
¿.ie-oos parao¡qmas diferentes son inconmensr¡rables' que permita paradignia ei meior que otro, sino
un lenguaje común
comparables, ya que no comparten sólo d¡ferente. En este sentldo, es
se desprende que' a pesar de que la ilegít¡mo cons¡derar, por eiemplo'
á-"olp"ru"ion. De este hecho
V se transforma'
no progresa' No se p-uede consi- que la lísica newtoniana suPera
"¡un.¡, "urt,iu
,:lerar qLre un pafadigma sea mejor
que otro cualqui:11'-:lm,eleTente a la cosmovis¡ón arislotélica'
a olras necesidades !i.O:""-
es diferente: y !oes porque responde
lla supuesto a Kuhn ser criücado por relativ¡sta'
-.r,f" ¡r,rnto ie
"rt"
403
17
404
I
rr, i r,,r 17
:lEgico 3.3. Feyerabend, el anarqu¡smo
ep¡stemológico
UloXX, fue
ieÉa y su Feyerabend es el epistemólogo más or¡ginal y polémico. Su con-
itie^s y las cepción de la ciencia, aunque se inserta en el campo abierto por sus
l,¡ooit¡.¿
-, colegas, es la más radical y atrevlda.
:s .óneo lrno de los puntos principales en los que Feyerabend se aleia de los
e las teo- demás ep¡stemólogos es Ia negativa a ver en ia ciencia una act¡vi-
dad sustanciatmente diferente a otras actividades humanas. La mi-
tificac¡ón y deificación de que ha sido objeto la cienc¡a durante el s¡-
:1C1..'tiSmC
glo XX se debe a un ingenuo optimismo. Para Feyerabend, et mito
iiclaer cn
de la ciencia se sustenta en Ia creencia de que ésta tiene más éxito
,ll'-¡rado
y eficacia que otras actividades. Esta mitificación es consecuencia
, lXatos.
ir¡ ineri- de la fe desmesurada en el nrétodo científico. A menudo, tanto los
,5rr:Ir:lrr,'a hombres de la calle como los científicos confían en que el método
de las ciencias empír'icas es capaz de garantizar una ¡nfal¡bilidad y
un progreso de los que ninguna otra act¡'1idad disfruta.
,,^-, Paul Feyerabend (1924'1994) es consi-
,,lrrl
Sin embargo, según Feyerabend, esto es falso. No existe regla ni pro- de@do l'enfañt tefiible de la ep¡stemologÍa
rirñ',-: rii: científica. Desde muy proñto comenzó a
' 'esti- cedim¡ento, por plausible o f¡rmemente fundamentado que esté, que I
le desarrollar sús ideas enfrenlándose al
no sea infringido por los ¡nvestigadores. Todavía más, estas ¡nfrac- racionalismo y defendiendo un plural¡smo
. rl,-. l.:. rrrn
ciones son útiles y necesarias. Y es que la rigidez en el método l¡- metodológ¡co y teór¡co.
mita y reduce las posibles vias de investigación.
Todas las metodologías, ¡ncluso las más obvias, tienen sus límites. Esto
lleva a Feyerabend a defender un radical pluralismo metodológ¡co.
Dicho con sus palabras: en la investigación científica, "todo vale o sir-
,1tci
ve", si de ello se sique algún progreso. Frente a la sacralizac¡ón del mé-
,,;.,." todo h¡potético-deduct¡vo, Feyerabend sostiene que el científico t¡ene ;
que valerse de lo que tiene más a mano: "sugerenc¡as heurísticas, con-
i
cepciones del mundo, d¡sparates metafís¡cos, restos y fragmentos de 1
405
!--=-
pretar la naturaleza son las ¡deas audaces, las antici- . El avance ci€,lüf[:o
pac¡ones injust¡ficadas y el pensamiento esp€culali_
vo: son nuestto único organon, el único instrumento . Una c¡enc¡a de nesgo
para comprenderla. Y nos es necesario aventurarlos, . El juego de ta cenca
si queremos consegu¡r el premio. Aquél de entre no- a;
sotros que no está dispueslo a exponer sus ideas al Conterto ¡nmedaato d;l texto
riesgo de la refutación no participa en e¡jueEo de la
cienc¡a.
Este peque-no fragmento que alrc:.a anal¡zamos per- AI
tenece a la obra más emblemática y conoc¡(la clel t
Popper, K.. La lóg¡ca de l¿ jnvest¡gación. efistemo¡ogo l«
Popper. por esla razón, podernos
relacionar ca§ todo lo que en é nos d¡ce con ¡a teo,
Anál¡s¡s del contenido ía general de h c¡errcra de este misnD autor. r
Para entender correctamente el texto, es prec¡- Belaciona las ideas principales del lexto coÍt los
- so que antes de nada se comprenda el seniido -. siguientes ñ
que t¡enen los principales concept-os qüé apáie-
puntos de la teoría poppcriana: I l.,el
. Crítica al inductiüsrno ¡ngenuo que cons¡dera la
cen. Despues de leer varias veces este pequeño
observación neutra y pasiva corno el origen y 5i:
fragmento, def¡ne de manera personal ¡as si,
gu¡entes expresiones:
fundamento de la ciencia. 4,,
. . Fldacr3n defendda por Popper entre teoría cien- ¡ los
Exper¡encias sensoiales
. Pensam¡s)lo especulat¡vo
líf ca y obseryacion¡smo. Ad
¡ Falsacionismo: re¡ünd¡cacón de popi
. Retutación la falsación y
h refutacirl como criterb de dernarcacion cien- la e¡t
. Juego de la c¡encia
tífica en opcsicirh al verific€cixtismo neopo§- ta (l
Resolver las cuestiones que proponemos a con- tMsla. l,'dS
- t¡nuación puede ayudar a introduc¡rte en el texto r¡{l(l
. Concepcón Sen€ral de la dencia y (b h \€r@
y a trabajar con más profundidad el contenido te-
de Popper. La a¡
mático de éste.
. ¿El incremento y refinam¡ento de nuestras pe¡.- Mirando rnás alfá del texto cten(
cepciones del mundo es uno de los factores de. ,\t(
c¡sivos para el avance de la ciencia? l¡\.)¡ ¡.
. lá+)í
¿La ciencia se origina y se fundamenta en la re_
a-Pe
cog¡da y la clasif¡cac¡ón de nuestras exper¡en_
cias perceptivas? r ll
. ¿Cuál es, según poppe¡ e¡ único ¡nstrumento Ienta
que poseemos para acceder a la realidad que 1 irlr
nos rodea y conocerla? y ixiJ
. ¿Cuá¡ es el papel que desempenan en el desa-
I rai:
Opinión personal I lo r:ie
nollo científico el riesgo y la aventura?
I r^g!
. ¿Es importante que las teoías científicas se ex_
Aderrxí6 de ctar tu oprnbfl sobre h func¡trrr y d papd l€rcri
ponqan a refutac¡ones? que coflsid€ras que debe lener la cirrch en nueslra ti.e !
. sociedad, convendria que cornentaras la ¡rnportan- liu;ar
¿En qué sentido puede hablarse de la c¡encia
cia y la neceéidad de aniesgarnos no sdo en cien. p.qct
como un juego?
cia, sino tamb¡én en cualquiera de las act¡rdades s..ii:
Conn ya sabes, un título es un buen resumen del que emprerrdemos.
-
Recuerda lo que has vis to l
. Explica por qué las investigaciones cientificas de- . Comenta la concepción popperiana de la verdad I
sarrolladas a principiós del siglo )(x, como la teo- y el progreso iiehtífico.
ría de los cuantos o la de lá relatividad, han sido
. Compara y diferencia las sociedades ab¡ertas y
consideradas revolucionarias.
las sociedades cerradas..
' señala cuál es, s&ún Popper, la act¡tud que ten- ..Explica qué entieñde Thomas Kuh n por parad¡g-
drÍan que mantener'los verdaderos científicos. 'ma y por revolución éientífica.
i ¿Qué es un criterio de demarcación y cuál es el ' iPor qué se considera relativista la teoría de Ia
ciencia de Kuhn?
que propone Popper? .
. Argumentá por qué el falsacionismo de Lakatos
o lnterpreta por qué Popper se opuso al verifica-
puede interpretarso como una síntesis de las teo-
c¡onismo de los neopositiviétas.
rías de Popper y Kuhn.
. Explíca lós diferentes pásos del método hipoté- ' .'comenta el anarquismo epistemológico de Fe-
tico-deductivo propuesto por Popper. yerabend.
I t a t¡
Laefenescencia científica observada a pr¡ncipios se aleie y cuestione alguno de los aspectos de la
: del siglo XX se ha incrementado durante todo el s¡- teoría popperiana, puede considerarse fie¡ al talan-
glo. La neces¡daC de conoc¡mientos especial¡zac,os te crítico de Popper.
y de un sistema matemático completo ha provoca-
do un alejamiento del hombre de la calle respecto A lo largo del s¡glo XX, la ep¡stemología ha sido
a los nuevos descubrimientos. Esto ha acabado por una de las ramas más fructíferas dentro de la filo-
producir una fragmentación entre la cosmov¡s¡ón sofla; han aparecido numerosas perspectivas y
i
popular ,. ia ¡magen del mundo d¡fundida por las orientaciones. Una contr¡buc¡ón s¡gn¡f¡cativa ha
c¡enc¡as. En este contexto, s¡do la del francés Gaslon
la ep¡stemología y la f¡loso- Bachelard (1884-1962),
f¡a de la c¡encia resultan qu¡en defend¡ó la existen-
más impresc¡ndibles que c¡a de un ind¡soluble víncu-
i
nunca.
La aportación de Popper al
I lo entre filosofía y ciencia.
Sens¡bilizado por las revo- l
tico y ant¡dogmát¡co característico de popper le tereses, las interferencias entre c¡encia y sociedad...
llevaría a desconf¡ar de todo aquello que se auto- La respuesta a todas estas cuestiones continúa s¡en-
proclamara "popper¡ano". Por este rnotivo, el pen- do uno de los estímulos fundamentales de la refle-
sam¡ento de Kuhn, Lakatos y Feyerabend, aunque xión f¡losóf¡ca actual.
407
I
l
t - , t
a Panorama
o de la filos otía actual 'C
v Esquema
l. Panorama general
1
1
.1 . Modernidad y psmodernidad
.2. Globalzación y mult¡cutturalidad
!
?
C'
1 .3. El paDel de la tecnologia
2. La Escuela de Frankfurt
2.1 . Rahes maa¡stas
2.2. Teorías básicas
2.3. Habqmas: h segunda generac¡ón
.t 3. La hermenéutica
3.1 . La tradtción hermenéutba
3.2. Hans-Garg Gadamer
l¡ l!
4. El estructural¡smo
4.1. La noción de estructura
4.2. Lévi-Strauss
4.3. Foucault
5. La mujer en la f¡¡osofía
5.1 . Hannah Arendt
I
aY 5.2. María Zambrano
I
6. La función de la filqsofía I
¡
6.1 . La frbsofb amo búsquda de
co¡túimiento
6.2. La filosofía como Nñcupac¡ón ét¡ca
6.3. La frbsofía como act¡v¡dad crít¡ca
t
408
F
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{ ,- .l '-; :-'"-
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It!
P
Museo Guggenheim
lnvitación a la unidad
¿Se puede realmente d¡st¡ngu¡r enlre los med¡os dé co-
municación de masas como instrumentos de ¡nforma-
c¡ón y divers¡ón, y como med¡os de manipulación y adoc-
-
lrinamiento? ¿Entre el coche como molest¡a y corno con-
veniencia? ¿Entre los horrores y las comodidades de la
arquitectura funcional?
De nuevo nos hallamos anle uno de los aspectos más
pgrturbadores de la civilización ¡ndustrial avanzada: e! lntroducción
carácter raciolral de su irracionalidad. Su product¡vidad En e¡ primer apartado de esta un¡dad, ve-
y ef¡c¡encia, su capacidad de incrementar y difundir co' remos algunas de las características del
v modidades, de convertir lo que es superfluo en nece- pensamiento de la segunda mitad del siglo
s¡dad y la destrucc¡ón en construcc:ón, el grado en que )«. Luego estudiaremos la obra de un gru-
esta civ¡l¡zac¡ón transforma el mundo-ob¡eto en exten- po de pensadores de raíces marxistas, co-
sión de la rnente y el cuerpo del l']ombre llevan a cues- nocido con el nombre de Escuela de Frank-
yrrr r
tionar incluso la propia noción cle al!enación. La gente furt. Después, anal¡zaremos un nuevo mo-
se reconoce en sus mercancías; encuentra su alma en vimiento filosóf¡co, el estruclural¡smo, en
el coche. en su equ¡po de alta f¡del¡dad, en su casa, en sus facetas antropológica, soc¡ológica, h¡s-
''l7tl su juego de cocina. El mecanismo que une el ¡ndiv¡- toricista... Sequidamente, veremos la pre-
duo a su soc¡edad ha camb¡ado, y el control soc¡al se senc¡a de la mujer en la histor¡a de la filo-
'r-r,t'fdo lla incrustado en las nuevas necesidades que ha pro- sofía y destacaremos algunas de sus re-
duc¡do. presenlantes más signifcativas. En el úhimo
Marcuse, H., E/ hombre unidímensional. apartado, expondremos las d¡versas ta-
reas que son asum¡das por la filosofía en la
r''¡l co actual¡dad.
ro1- lo
lizt erI
fl
-
,r, i 18
1. Panorama general
En este apartado desplegaretnos una visión panorállica del pelrsa-
m¡ento durante la segunda mitad del s¡glo )«. Estud¡aremos el de-
bale entre modernidad y posmodemidad; cont¡nuaremos con el aná- li
l¡s¡s de dos conceptos que parecen opuestos
-la globa¡¡zación
la mull¡culturalidad- y, finalrnente, veremos el papel
y
de la lecnolo-
gía en el mundo actual.
410
!E
1B
Dssde la perspectiva pos!'noderna, los múltiples conlextos vitales y
culturales de nuestro mundo han desprovisto de todo sentido los cri-
nicYdel pensa- ter¡os universales de verdad, de justicia, de preferencia racional de
l¡l mos el de- una opción frente a otra, de valorac¡ón ética. Las grandes respues-
¡os con el aná- tas a las ¡nquietudes humanas (por ejemplo, el idealismo hegel¡ano
o e! s¡stema comunista) han resultado invalidadas y refutadas en los
o!l rlización y
últimos cincuenta años.
I (ie la tecnolo-
\, Los posmodernos acusan a los modernos de querer ¡mponer los va-
lores, ideales y perspectivas occidentales a otras culturas y civil¡za-
Iat ciones. Los pensadores que aceptan los ideales modernos acusan
a los posmodernos de ser neoconservadores, de ser indiferentes ante
; th*sofos mo- las injusticias que sufren los pueblos del Tercer Mundo y de me-
: l!u- tración. La
¿Moderno o posmoderno?
nosorec¡ar unas mínimas exigencias ét¡cas universales.
rlr§¿c1. ¿e rra- 1. Una de las controversias más vi-
Si comparamos esquemát¡camente modernidad y posmodernidad, vas durante el l¡n del segundo
::,, r Drooreso m¡len¡o es la referente a la pos-
lLe L'slos rdea- éstos podrían ser los rasgos que definen una y otra tendencia.
modemidad. Por un lado, se nos
presenta el proyecto moderno,
Modern¡dad Posmodern¡dad
con sus aspiraciones universa-
Ja/-i.lcntal ini- les; por otro, hay una act¡tud
.rrrVtrtrirto c¡rre Siguiendo la l¡nea trazada por la filosofia Cree que no se puede hablar de una razón
posmoderna, con plural¡dad de
de Kant. acepta el gran poder de la razón un¡versal capaz de decir la última palabra,
:lrr-'ír0rtsado. humana. fiene fe y oplimismo en las po- s¡no ún¡camente de rac¡onalidades parcia_ contextos y rac¡onalidades. Mo-
ty\!,ue,t¡, arir- §bilidades det pensamiento. les, Hay que resignarse ante un pensa- dern¡dad y posmodern¡dad son
ili:' miento débil. dos puntos de referencia en d¡- I
un Oteci()
¡5()
v. At) COl|i recciones opuestas que, en ma- :
Después de la Segunda Gue'ra Mundial, se instauró la política de alrededor de un luego para '
,:y.r,-'iól irr
bloques: el bloque occ¡dental, enGabezado por Estados Un¡dos, y el conseguir que llueva.
rl-.\t-i y clts€--.: i
Sloqúe comunista, liderado por la Unión Sov¡ética. La caída del muro . Esfozarse en llevar a cabo
r,!r, rrliiali¡r
de Berrín en 1989 y la desmembración de la Unión Soviélica en 199.1 una planif ¡cación racional,
significaron el naufragio del bloque comun¡sta e iniciaron una nue- mantener la esperanza de
r
v,),¡ll(,IliitS
)rr va conf¡guración política del planeta. Ello ha dado pie a dos con-
un futuro meior.
.,\/:r{) . Justilicar la situac¡ón de la
iarit ceptos d¡ferentes: et de globalización y el de multiculturalidad.
.' ¡, t,, |[]
muier en algunos paises '
lo(l() musulmanes argumenlando
-,r9r,r,:r lilr, Globalización que se lrata de otra visión
i.:, i'ri t, I llr tll de las cosas.
El désmoronamiento de Ia Unión Soviética ha incrementado el poder
: i,tr c, rlrrlt; . Cr¡s¡s de los grandes siste-
dei bloque occidental, lo que ha llevado a habla¡ por párte de algu-
¡,. ,, r rrr rL Iet I t:r mas que tenian fe en el Pro-
.,\7i.¡ rr¡,;,¡ nos pensadores, de una glollal¡zación del pensam¡ento occidental, greso y en la liberación de
que habría acabo siendo el «Pensamiento único- del planeta. ta humanidad.
v
r!(l(i(,:i i i! t.i Así, sl término 9/o balización se acostumbra a emplear para ¡ndicar la
. Creer que la democracia re-
presentativa es la única for-
!,\,rlt;llr!,r generalización de los valores occ¡dentales, de la democrac¡a libe- ma válida de gob¡erno.
:1..'t.t.l ral y de la economía capitalista por todo el mundo.
4t1
Y
Para muchos anal¡stas, el comun¡srno era un muro de «l r-
tenc¡ón del capitalismo, una especie de amenaza cor¡s-
tante que obl¡gaba a los Estados capitalistas a buscar el
bienestar social de los c¡udadanos hasla crear el Estado ll ¡r: ,
I
1
los ciudadanos, existe la posib¡lidad de liegar a ur,a soc¡eclad
li. i
El avance y ta difusión de tas ¡n- bre y democrática
- novaciones tecnológ¡cas occi- i ,,
i
, dentales por todo el planeta. - lndiferenc¡a ecológica: Ei pensamiento ún¡co, arraigado
en la lra- I
I
dición occidental en que el hombÍe se d¡ferencta d; modo , - Cl,
ta¡an_
te de la naturaleza, concibe el cosmos como una m¡na que
delle
ser explotada y vaciada. Ésta es una actatud de gran ¡ndiferencra co
hacia las consecuencias ecológ¡cas de la acc¡ón del hombre:
Teoría de la ¡ust¡c¡a de Rawls la
economía capitalisla más dura no evalúa n¡ reduce los costes or.
El filósofo norteamericano John am_
bientales de la interacción del hombre con el entorno.
Rawls, en su célebre obra Teoría Contra ta
búsqueda del benef¡cio a cualquier prec¡o, ha ¡do emergiendo
de la just¡c¡a,llega a la sigu¡ente - ^iu
conclus¡ón: el requ¡s¡to ¡ndispen_ en todo el mundo el nuevo valor del .desarrollo sostenibie".
un no
sable para una soc¡edad que as- desarrollo que min¡m¡ce los costes y las alterac¡ones del
s¡sterna
p¡ra a ser justa es la afirmación de ecológico.
la l¡bertad y de la equidad. En- tar
tiende la equ¡dad como igualdad Desigualdad económ¡ca: El pensam¡ento único capital¡sta t¡en-
d6 oportun¡dades y como ten-
- de a incrementar las d¡ferenc¡as económicas, incluso dentro -- An
do Ia
denc¡a a mejorar las expectativas m¡sma civil¡zac¡ón occidental. El sistema económ¡co
de los c¡udadanos menos favo- es indiferenle
hacia los costes sociales de su acción: los ricos se hacen t r-ie¡
recidos. mas
ricos y los pobres, más pobres. La cuestión de la just¡cia
social -- Afr
puede lngu¡etar al poder político, pero no las
corDoraciones in-
ternacionales privadas.
412
rlrrr,Ir, I 18
L¡\7:rrro de con- Multiculturalidad
amenaza cons- Choque de c¡vilizac¡ones
js!¡/a buscar el Conviene señalar que, para muchos pensadores, el domin¡o de la cuF La soc¡edad humana es "univer-
r crear el Estado lura occidental es tan sólo aparente y, en todo caso, no llega a ser efec- sa! porque es humana, part¡cular
) ¿tcidental dis- t¡vo en los aspectos más profundamente v¡tales. Así, con el avance porque es sociedad,,- De la común
de los medios de comun¡cación y la emigración, las diversas culturas condic¡ón humana se deriva una
,rn^ lodo mono-
moralidad mínima, "tenue", y "las
r dlEcontrctado. han contactado mucho más que en otras épocas, de modo que el pla-
disposic¡ones universales. se ha-
-r i"'-r)logia neo- neta ha pasado a ser más plural y podemos hablar de la multicultura- llan en todas las culturas. En lugar
;r §!l berreficio lidad mund¡al. Algunos de los analistas que defienden la existencia no de promover las caracteñsticas su-
iiiJ. Enaltece de una cultura g,obal, sino de una inmensa multicultural¡dad, afirman puestamente un¡versales de una ,
rJ, qlle eS hacia que Occ¡dente continúa yendo a la cabeza en ¡nvestigac¡ón y progre- c¡vil¡zación, los requ¡sitos de la
convivenc¡a cultural ex¡gen ¡nves-
rs-t i.t viria- Al- so cientÍf¡co, flero ha perdido un gran porcentaje del territorio que do-
tigar lo que es común a la mayo-
l:r::l:tittr.J pos, minaba políticamente antes de la Segunda Guerra Mund¡al.
rÍa de las civilizac¡ones. En un
í:viI'ral{)ncs Pcr otro lado, se prcduce un gran resurgim¡ento de culturas no oc-
mundo de múlt¡ples c¡v¡l¡zaciones,
rleraado capi- la vía construct¡va es renunciar al
cidentales o indigenización. En pleno siglo XX, los pueblos no occ¡- universal¡smo, aceptar la diversi-
dentales anhelaban el bienestar, la tecnología y la cohesión política dad y buscar atributos comunes.
de las soc¡edades occidentales, cuyos valores e inst¡tuc¡ones eran Huntington, S.,
el modelo m¡entras diseñaban su crecimiento. En las dos décadas El choqúe de c¡v¡lizac¡ones.
il '- ; lt,r-i .'¡ finales del s¡glo XX se invirt¡ó la s¡tuació!t: los pueblos no occidenta-
.;Clrl.:l ¡--.): jr ir )
I
les vuelven a sus orígenes, ya no pueden esperar que Occ¡dente
.rl-".r, i ¡ i,oti les olorgue poder y riqueza.
,:;i7Í,',\ ,-.stcs.
cc .n rlrji ). Las Veamos cómo se han desarrollado algunas culluras no occidentales:
lillíitt/)eras s()fl
El resurgim¡ento islámico: Es una de las manifestaciones más
,r'\7'' rlto-q ak.,- - ev¡dentes del nuevo mundo multicultural. Un gran número de pa¡ ¡_!
1) reAl, con (ril I /1 II
ses que en las décadas de la guerra fría asumÍan el marxismo- l(
trt\¡;Cas )r (lLla
lenin¡smo o que formaban parte de los países no al¡neados en nin-
l't
rc,fi! llii¡n,:li se 1t-
guno de los dos bloques actualmente encuentran ¡dentidad, I t-
{, tr,._.t1./i1t() ( lf : l'i-
estab¡lidad, legitimidad y esperanza en el ¡slam- La cantidad de lta sl
;:' !l.i(1lir(l ll H I¡I
población mund¡al que pertenece a esta civ¡lización aumenta cons- ¡ I¡
! rt
lantemente. ¡
r,y.... ur1 li I lt¡t I
Culturas asiáticas: Se han ido af¡rmando y han ¡do adqu¡riendo ¡
[j rl()r l() t¿tj¿Il- -
:i!¡,r¡rre debe una conf¡anza en sí mismas asociada a su crecimiento económ¡-
,ir Lrrlifcrencia co. Asia acoge civilizaciones con profundas diferenc¡as entre ellas;
t(-.Ull.lfx a i.r sin embargo, en todas el individual¡smo propio de los ideales
iii i)sles occ¡dentales desaparece en favor de la unión y la s¡mbiosis de
AlTl
' Mujeres afr¡caÍtas en culinas cl¡fercntes, de
iJiTcol]lra lil la comunidad.
Yem¡.
r 'cr
' t..: oicn(l(, Rus¡a: El fin de Ia Unión Soviética ha abierto el camino al retor-
,li.r,ll)l¡t |l,I - no y la reafirmac¡ón de la civ¡lizac¡ón ortodoxa, que tiene las mis-
':: _ r ., t:,lr nli! mas raíces cristianas que la civilización occidental, pero que cuen-
¿Global o mull¡cultural?
ta con unas características que la identifican como or¡ental.
2 ¿Consideras que el mundo tien-
r ,Ff!.:1. ¡ !rcr l de a la global¡zación y el "pen-
Amér¡ca Latina: Es considerada por algunos invest¡gadores com-
, i i:'rilri, (je l¡r - ponente de la c¡v¡lización occ¡dental, pero otros tienden a consi- samiento ún¡co., o que más bien
,;V,l¡fa,:rrtr, se d¡rige hac¡a la multiculturali-
derarla un brote diferenciado de ésta-
,, : -,,t,1 t)ti¡:; dad? ¿,Crees que pueden coe-
xist¡r ambas tendencias? Da ra-
África: Quizá no se puede hablar con prop¡edad de una c¡vilización
- alricana glollal, pero se manif¡esta una afirmac¡ón de las peculiari-
zones que justifiquen tus res-
puestas.
dades de todo el continente afr¡cano frenle a la herencia colonial.
413
¡
delur
sos, d(
Las dos caras de la tecnología zay
El conjunto c¡entífito-tecnológico es una real¡dad con dos caras. Por ejempto: ¡a actividad humana ha periudi-
' cado la capa de ozcino, pero ósto lo sabemos gracias
al conjunto científco{ecno¡ógico; el conoc¡m¡enio ólen-
. tífico es lo que nos hace consc¡entes de los problemas del medio amb¡ente. Por otro lado, rnuchos habitantes bio, co
del planeta podemos alimentarnos gracias al desanol¡o tecnológ¡co en ámb¡tos como la agr¡cultura o la gaña- l¡s1. I
dería, poro hay lertilizantes, pesticidas y otros productos que han trafdo cons¡go nuevas onlermedades. sión, d
4. Reflexiona sobr€ la ambivalencia lecno¡ógica:
Presenta una innovación tecnológica relevante,'no olvides conc,el¿tr srrs dos caras: los aspeclos posrl¡!,-.s; k)s defienc
- negativos. d¿1o
Bazona de qué modo se podrían reducir los efectos de la mo-¡en
- cara €gal¡va
pr' rll
414
1t
irr ,r,t,,i1B
;gt!7elt el mundo
2. La Escuela de Frankfurt
En este apartado veremos las aportac¡ones de la Escuela de Frankfurt.
ncr por lécnica En primer lugar, trataremos sus raíces históricas y f¡losóf¡cas; después,
L
estudiaremos algunas de las teorías más relevantes que se crearon en
a(lr)sil)le, cómo su primer período, y, finalmente, analizaremos la segunda época.
:
'lt,e bUSCa mO-
rr¡Eimiento teó-
;r; L.rsca la utili- 2.1" Raíces marx¡stas
!. r!![ecialnrente Se conoce con el nombre de Escuela de Frankfurt a un grupo de
o' naturaleza. pensadores alemanes asociados al lnstituto para la lnvestigac¡ón
(1.)v.
a fran3lorlTtat Social de la Univers¡dad de Frankfurt. El lnstituto, fundado en 1923,
ir:-rL rrlirrio [ri ii. tenía como ob¡etivo la reflexión crítica sobre el funcionamiento de
)n.'ragrc sictnifi- la soc¡edad industrial.
r,,!l?ls qtre eso, En 1931 , Max Horkheimer (1895- 1973) emprendió un programa de
(!ar" rt1nle, e¡ tÁt
invest¡gación denominado teorre crítica de la soc¡eda4 una teoría
,,,ltll lc , ¡,,e .-.,as
crÍt¡ca que no se l¡mitaba a investigaciones especializadas, sino que
e-. .abe! sobre
tendÍa a explorar, desde una perspectiva global, las relaciones que
l:'n a OrganlZa!'-
enlazan pluralidad de ámbitos: economía, historia, ps¡cología, so-
::r'.-l3icrl. ciología... Esta vinculación de ámbitos tenía sus raíces en la concep-
':r i:,r ¡rr rr la r¡rari ción emancipadora de la razón de Kanl y en el afán totalizador de He-
Los trankfurt¡anos
tr¿lllrirra, , ,rnx, gel; también integraba la teoría freudiana. Sin embargo, la influencia
más poderosa en la Escuela de Frankfurt fue el pensam¡ento de Marx. Aquí te presentamos a algunos
l'o'-r,erf)(r3 El
m¡embós de la Escuela de Frank-
i che¡rar lor ln
En la época en que se fundó el lnstituto, la mayor parte de los inte- furt o "trankfurt¡anos. que han lle.
iri r,l¡) ri,t lt)¿i vado a cabo aportac¡ones rele-
lectuales progres¡stas creia en la ¡dea marxista de la superación del
vantes para la Iilosofía. También te
sistema cap¡tal¡sta y el adven¡miento de la sociedad comun¡sta. ind¡camos algunas de sus obras
r r,l-;¡r ltlu lns Desde el ¡nic¡o de la Revolución Comunista, los pensadores marx¡s- más conocidas.
v).t.r Una lrans tas europeos veían en la Unión Soviética la concreción de las ideas Max Horkhe¡mer (1S95-1973) y
¡..i!?Ír rlc nr¡r:s- de Marx. Lenin, que aplicó y adaptó en Rusia las teorÍas marx¡stas, Theodor Adorno (1901-1969) re-
lrJ lrahitr¡alles conf¡guró una part¡cular v¡s¡ón que fue conocida como marx¡smo-le- dacta¡on conjuntamente lo que fue
!
r'j.:¡r)n. tít ncve n¡nismo y que se convirt¡ó en la ideología of¡c¡al de la Unión Sovié- una de las obras más emblemá-
, -- ,!r l;tr(l¿rl() tica, siendo Stalin uno de sus seguidores. t¡cas y polémicas de la Escuela: la
D¡aléct¡ca de la llustración. Hork-
-
llr;íl l¡t,rlLr rk )s
heimer, as¡mismo, es autor de Ieo.
. ia)o ya tienr Marx y Engels creían en la revolución espontánea de las masas opri-
ría crítica y de Crít¡ca de la razón
,r ta)ilil it)n( )\,/íl
m¡das; Lenin, en cambio, consideró ¡mprescindible la influenc¡a de
instrumental. Adorno, por su par-
una ar¡stocrac¡a intelectual, el partido, que lnspire y guíe la acción
v del pueblo. El proletariado se muestra, en la mayor parte de los ca-
te, escrib¡ó O,a/éctrba negativa y
Teoia estét¡ca, er'fie muchas otftls
sos, desorganizado e ignorante; en cambio, el partido está organ¡- obras. También son franKurt¡anos
zado y es el guard¡án de la pureza de la doctr¡na revolucionaria. importantes el filósofo Herbert
Marcuso (1898-1980), autor del
la ¡rPerjudi- Marx creía ¡nevitable el hund¡m¡ento del cap¡talismo: Len¡n, en cam- célebre Eros y civ¡lización y de El
¡ñiento ci6n-
b¡o, considera que éste perdurará entrando en otra fase, el ¡mperia- hombre un¡d¡monsional; el soció-
js v)itantes
logo y ps¡coanal¡sta Erich.Fromm
,ra o la gana lismo. El partido, constituido por selectos revoluc¡onarios de profe-
(1900-1980),' que escribió El m¡e-
li s¡ón, debe forzar la revoluc¡ón, es dec¡r, el paso del Estado demo-
do a la l¡berlad y El atte de amar;
crático no es más que una d¡ctadura de la burguesía y que y el filósofo Walter Ben¡amln
-que
defiende sus intereses, como el de la propiedad- a una dictadura (1892-1940), autor de Discursos
\ del proletariado, cuyos intereses defenderá el part¡do. Este marxis- interrump¡dos.
mo-len¡nismo de tipo tctal¡tario fue claramente infiel al humanismo
presente en el pensam¡ento de Marx.
415
, 18
Los frankfurtianos no perd¡eron la esperanza en el advenirn¡ento de lla<o
la soc¡edad comun¡sta, p€ro adoptaron una actitud crít¡ca hacia la
versión marx¡sta que había tr¡unfado en la Unión Soviética: conside- t,,
raban que el lenin¡smo no co¡ncidia con el carnino emancipador del rl.
ser humano trazado por Marx. Creían que el comunismo soviético
¿ era un capital¡smo de Estado en que el individuo era una pieza des-
humanizada dentro de un sislema; la Unión Soviética ya no corrsti-
tuía el orden social colectivista soñado y había que buscar nuevas
vías que respetaran el human¡smo marx¡sta.
-t¿
t l,
I ¡
,¡ { 2.2. Teorías básicas
,..(,{j La esperanza frankfurtiana de una sociedad marxista que respeta-
1,,<.iv
Sgqur
instrumento, un ser manipulado ,'§
por un s¡stema de dominio. :¿4 r. tl
ina(ru
,lrr
Los frankfurtianos estud¡aron la n..,ris
configuración de los mecanismos 6rJ;r,
industriales y tecnológicos, con-
¡
f¡guración que se halla tanto cn la
soc¡edad cap¡tal¡sta como en la
comunisla. Uegaron a la conclu-
s¡ón de que el malestar sclc¡al pro. á,
venía de la cr¡sis de la razón ilus-
¡
trada y del poder adquirido por la ¿
i
r
raz ón ¡r)slíumental.
l¿l ¡
t
En la sociedad de entregueras de los aáos vernte y treinla, los mierntÍos de la Escu€la
ta
! un si
de Franklurt constalan un prolundo ma¡estar Consideran que el nacionalsocial¡sr¡o !
¡
sólo empeorará la situación; en cuanto al comunismo. entienden que su re¡li¿ación a \ estal
en la Un¡ón Sov¡ét¡ca ha s¡do equivocada, porque se ha basado en la rigida vers¡ón
lenin¡sta de¡ marx¡smo. I J- n t¡ ^.i.
416
I
v 1B
advenimiento de
Razón ilustrad a y razón instrumental
I \r.ca hacia la
..,iét¡ca; conside-
Los m¡embros de la Escuela de Frankfurt nos recuerdan que la razón
rnLcipadD!. de¡ ilustrada asp¡raba a emancipar al hombre de su minoría de edad y
j]¡ o so_iéti-^ pretenclía ¡nstaurar un orden sociopolítico en el que fuera pos¡ble de-
r lil pieza rJes- sarrollar los ¡deales de libertad, ¡gualdad y fratern¡dad. Según los
'.r I
'q no consli_ I frankfurtianos, estas asp¡rac¡ones han fracasado. Y este fracaso, ¿por
i¡fücar n,.revas I qué se ha produc¡do? Horkheimer nos da la siguiente respuesta: pre-
¡
c¡samente en la civilización occ¡dental, que tanto valora la razón, la
racionalidad humana ha olvidado la originar¡a unión del hombre con
la naturaleza y se ha alejado de ésta para dom¡narla.
417
lirrr,l 18
cede. [...]
comunicación de masas, como el c¡ne, la rad¡o, la televisión, las re-
Los consumidores son los obre-
ros y trabajadores, campes¡nos y
vistas, la múS¡ca, la publicidad y todas las demás aclividades de ocio. Pl¡{lr
Pequeños burgueses. La produc- Con estos med¡os, los amos del mundo, es deci( los magnales que
ción capilalista les encadena en
,lrr
controlan los sectores de la ¡ndustria del petróleo, de la electricidad.
cuerpo y alma de tal modo que se de la química, etc., ¡mponen un monopolio cultural que margrna
somelen sin resislencia a todo lo
que se les ofrece. [.--] cualqu¡er creación que emanc¡pe al individuo y estimule la creativ¡-
E¡ pato Donald en los dibujos ani- dad no controlada por ellos. l. r-¡¡'
mados, como los desgraciados en
Los productos de la industria cultural de la soc¡edad tecnológica es-
la real¡dad, recifre golpes para que
los espectadores aprendan a ha- tán diseñados de tal manera que el espectador no dispone de lier'rl-
bituarse a los suyos. [...] po para pensar; el guión, ejerciendo de director ¡ntelectual, ya le ofle-
En la sociedad competitiva la pu- ce la solución a cualquier cuest¡ón planteada: es un pensam¡ento ad-
blicidad cumplía la lunción soc¡al m¡n¡strado. La industria cultural impone valores, instaura modelos de
de or¡entar al comprador en el cul)
conducta, crea necesidades y establece un lengua¡e determinado.
mercado, facilitaba la elección y
Y todos estos valores, conductas, necesidades y lenguajes son uni.
- ,5(
ayudaba al productor más háb¡¡,
pero todavía desconoc¡do, a que formes, acríticos, iguales para todos. Para esta industria cultural, el
llegara SU producto a los ¡nlere- ¡nd¡viduo es justamente un objeto sustituible, carente de valor.
sados... La publ¡cidad es actual-
mente un principio negat¡vo, un La industria cultural reduce incluso la creat¡v¡dad que, en un pr¡nci- :\. .
d¡spos¡tivo de bloqueo: todo Io
que no lleva su sello es económi- p¡o, sería posible en los momenlos de ocio. La diversión ya no cons- Aai
camenle sospechoso. tituye el momento de la libertad y de los propios intereses, s¡no que ,_.t.
Horkheimer, M. y Adorno, T-. v¡ene fijada tanto en su conlenido como en sus horarios: el .tiemf.o Al:
üalécl¡ca de la lluslrac¡ón. l¡bre" es un tiempo prograrnado por .otros., por los que monopoli-
li '
zan la industr¡a cultural. Af¡rmar la propia l¡bertad y cullivar la crea-
tividad es un sistema de oposición al monopolio cultural alienante. ¡\L¡¡ irl r
l,rt,,:
La telev¡s¡ón . yccto
r Adomo anal¡za muy especilicarnente la teievi§ón y el s¡slerna de cultura co- ,
,1
mercializada que ¡a rodea. Para Adorno, ta tdeüsón trába ssrdo d paradE--
l_¡. t.,
ma de todo lo que implica la industria cuttura¡: es d s¡st€rna rnás eflciente a h :i po¡tP
hora de ¡mponer valocs, ¡nstaurar modelos de corrducta'clear neces¡dades.,. de ,:r ¡
A pesar de que Adorno se propone corno fin prácüco .rneFrar la lderris¡ón,,
recuerda que h ¡deologh de h televislr no r&ica tanto efr tc progl¿mas corF .
crelos que emite corno á €l §stema global de sumisiSn qu€ cornportalnd€-
7J pendientemente de los contenidos condetos; h profra stu&ktfl da los m¡&r- ,.1
bros de.una lam¡lia o de un grupo de a¡nigos sentados ante el reverenciado .
apaEto telovi§vo üene d gran riesgo da ser urn .sitr.ranbn que i1btiza". :
-
6. lndica s¡ estás de acuerdo (o no) con h teoria de Adorno, s€uiendo es-
tos pasos:
( - Conc¡eta quá s¡f¡ñil¡ca .6f€ct6 irbt¡zant6..
1
Evafra § esto6 efectos sé prpdrcen cuar¡do la tel€vb¡ón: 4 .¡c inf,ooe
- vabes: b) ir6ta¡.a moddc (b conducl4 c, r¡G crea nec€*r#.
Valora s¡ €stc electos se dan en la act¡tr¡d de sumisixl profri:iada por
- la televis¡ón-
4't8
1B
e
rnó una segunda generac¡ón de pensadores de la Escuela de Frank-
fud, eñlre los cuales el más brillante es Habermas.
Planteamientos generales
La f¡losofía original de Habermas comienza a part¡r de la década de
los sesenla y, siguiendo el curso de sus obras, podemos dec¡r que
se desarrolla en tres etapas:
;l rlill !.' Aunque su filosofía se clespliega siguiendó una ev;lu¿lóir éñ tos con-
tenidos y en las temát¡cas que aborda, no deja de obedecer a un pro- Obras destacadas
yecto común.
El estud¡ante y la polítba (1961),
É cultura cc- H¡storia y crít¡ca de la op¡n¡ón pú'
Lo que persigue Habermas en su elaborac¡ón filosóf¡ca desde una
fa raradio-
bl¡ca ('19621, La tnnsformación de
é¡crente a la perspectiva crítica es mostrar cómo aún es posible una valoración
la esÍera p(tblica f.1962]-, Teoría y
dc-o;rdades, . . de la razón que permita perfilar unos parámetros de ob¡etiv¡dad tan-
prux¡s (1963\, Log¡ca de las cien-
¿'uvisión", to en el plano teórico como en el plano práctico o moral. clas socla/es (1 964 , Conocimien-
Éramas con-
nf ,vr. Inde- to e,nrorés ('1968), Peiiles políti-
,ie los nriei,'i- La discus¡ón filosófica del marxismo, en tanto que se entienda a sí m¡s- co-filosóÍicos (1971],, El origen de
.e¡,- -nciado las soc,edades de clase precap¡'
ma como marxisla, es s¡empre algo más que una d¡scus¡ón "puramenle'
.j;ú--¡". talistas: Contribución a la cons-
filosóf¡ca. Esta af¡rmación sigue s¡endo vál¡da, dentro de c¡ertos lím¡tes,
incluso allídonde el marxismo es rechazado como lal en su autocom- lrucción de una teone de b evolu-
prens¡ón, allí prec¡samente donde se transforma en una cuestión aca- c^ón sociocultural 119761, La críti-
démica. Aun el .mero" historiador ha de ver en el marx¡smo algo más que
'ca n¡h¡lista del conoc¡m¡ento en
una teoría, más ¡ncluso que las pos¡b¡l¡dades vividas de una filosofía ex¡s- Niezsche ('1977), Taoia de la ac-
tencialmente abrazada. Con tanta mayor razón el crítico f¡losófico se c¡ón comunlcat¡va (1981) y E/ drs-
enfrenta a la tarea de critica( junto con la teoría, tamb¡én la forma prác- curso filosóftco de la modém¡dad
(1984).
tica de la misma y su función en la praxis.
Habermas, J., Teoría y prax¡s.
419
a .{z
llri 1B
Crítica hacia los frankfurtianos de la pr¡mera
generac¡ón Ci,i tt
420 I
I
i
lrr¡r,i,r, 118
2. Ciencias hrstónbo-hermenéuticas.
,
v
¡r; u ll lurlia
¡ijV I)ue!¡il Pero esta constelación de dogmat¡smo, razón y decisión se ha transfor-
Lt, r;r¡tltiel lt, mado profundamente desde el siglo Xvlll, y lo ha hecho en la misma me-
dida en que las ciencias positivas se han convertido en fuerzas produc-
r l,Y¡v¿tcir-.ir
Habermas sitúa el psicoanál¡s¡s tivas del desanollo soc¡at. Pues la d¡mensión en que, en otro t¡empo' la
teoría se orieniaba a la prax¡s se ha visto eslrangulada con la progresiva
de Freud y de sus discípuios, Y los penelración de la ciencia en nuestra civilizac¡ón. Las leyes de la autorre-
,,itl:.;r-[ li lr I lrabaios de la Escuela de Frank' producc¡ón exigen de una sociedad industrialmente avanzada que se
¡iV lll.l 1l(l furt como conoc¡mientos que se mantenga, s¡ pretende sobreviv¡r, en la escala de un dom¡n¡o técn¡co
, ili,r rlr: ,l{l mueven por el interés emanc¡pa- sobre la naturaleza constantemente ampliado y de una adminislración de
dor. El psicoanálisis busca la libe- los hombres y sus relac¡ones mutuas cada vez más refinada en el plano
,,,.,.rl,irr(] de la organ¡zación social. En este sislema, la c¡enc¡a, la técnica, la ¡n-
rac¡ón de la mente humana indivi-
duslr¡a y la adm¡n¡strac¡ón se fus¡onan en un proceso circular. En él la re-
dual, mienlras que la teoría crít¡ca lación entre teoría y prax¡s no conserva otra validez que la utilización ins-
lr" |t, trata de lograr la emanc¡pación del trumental de técn¡cas garantizadas por la ciencia empírica.
hombre con respecto a las formas Habermas, J.. Íeoia Y Praxis.
de dominación colectivas.
421
'l
I L ri, l,r 1B
()l[i¡r
rl
Nl)
más amplia para una adecuada comprens¡ón de la v¡Oá rlr¡r'1,,
soc¡al.
!or; rlr,L
Una de las obras más destacadas de Habermas es Teoría
de la ac- ¡lr:l¡A,,
ción comun¡cat¡va, publicada en 1991. En dicha obra, evoluciona
so-
bre algunas de las tes¡s defend¡das en escritos anteriores,
a raíz del
{rr:¡.:
giro l¡ngüístico con que dota a su f¡losofía a partir lit:,r. ¡t( I ;.
de las discusiones
que mantuvo con Gadamer y la filosofia anal¡tica
sobre el lenguaje_ Lrs {¡;r
i rott ¡l,i r:
Considera Habermas gue, en sus obras anteriores. cometía
de partir en sus reflex¡ones de una imagen del hombre
el error ¡lori^r,,
o «.lel yo contc
su.¡eto particular que trata de inlerpreiar la real¡dad, Sitr,qrl,
sin advlrlir que
nuestra mente se ejerc¡ta en la acción comun¡catiya, y que PScr ¡ ¡: ,.
ésta
sigmpre_tmptica una situación daalóg¡ca e intersubjeüvá. uel r¡1,:.
lltlr'rlr:i,;.
Apartándose de una crítica de la razón pura, al estilo kant¡ano,
pre_ ca, n¡r
lerirá una razón impura.- lo que le ¡nteresa es examina:. cómo zrt¡ rltt;lI
es po-
sible la comunicación efectiva entre personas, es dec¡r, pragmá-
la
[)ara,;,r,
a
tica del lenguaje,
lérr¡l¡¡r
El yo intersubjetivo se const¡tuye ccmo su.¡eto lingüístico, Prillr;llli(,
conside-
rando que la dimens¡ón l¡ngüistica debe siluarse Ln los s:i,c'l¡
actos con_
cretos y cotidianos de la comunicac¡ón interpersonáI. y hatra'¡ s¡-.
en dichos ac. I
tos comunicativos ent¡ende Haber.,iras que no cabe disfingu¡r
entrc piritlr:.
actos en los que expresamos meramenle hechos o descri¡-iciones. I
actos en los que manifestamos iuic¡os de valo¡ pues en
y Nictrl,'
loda cornu- a ut¡;t vi'.
nicación humana hay un ideal de elicacia comunicaüva que
la situación al teneno de la éüca en las relaciones
eieva rlici,Jl
hurna¡¡as. I ¡S(rS SU ,
1B
-l
i
Crítica a los Posmodernos El último presuPuesto ¡mplíc¡to,
con el quo so in¡cia la crftica abs-
)r una c€n- Habermas ¡nterviene también en el debate entre modernidad y pos-
tracta del conocimiento, le hace
a
L educ- modernidad. Desde su defensa de una rac¡onal¡dad comunicat¡va' perder también, con ello, valid6z:
posi-
nes huma- atacará las ideas posmodernas que sólo contemplan ya la nos reler¡mos a la separación en-
re.t e pfG. bilidad de fundamentar la filosofÍa sobre una razón débil' tre razón teórica y razón práct¡ca.
¡icación en Habermas. J.,
:r!-'ctlva ¡lo obstante, aunque Habermas ejerza su crítica contra los pensa- Conochniento e ¡ntetés.
:oc¡al. dores posmodernos, tamb¡én examina crÍticamente a los defenso-
res de la modernidad ilustrada, con la intención de superar las
.1 de la ac- deficiencias de sus presentac¡ones en favor de la razón'
En su rev¡sión de los planteamientos de la modernidad, Habermas
señala a Hegel como el filósofo que llevó a su máxima expres¡ón
!os valores de la modernidad, entendida ésta como liberación
del
ilombre frente a los d¡ctados provenientes de la rel¡gión oficial y del
poder v¡gente, apelando al uso de la razón'
423
lI rt, I 1B
3. La hermenéutica 3,q.
La hermenéut¡ca constituye hoy una de las líneas de invest¡gac¡ón fi-
losófica más relevanles. Hasta la segunda mitad del siglo XIX su rncr¡óu
labor consistió f undamentalmente en destacar ¡a necesidad de sa- kl l,
ber ¡nterpretar los mitos, las obras l¡terarias, las represeutaciones ensriña
artíst¡cas, los relatos históricos, textos religiosios, etc. l¡r,1¡i
e¡rlAirl
$in embargo, la hermenéutica contemporánea va nrucho tnás ieios.
Pl(..:;lr
De la mano de Dilthey, Heidegger y, sobre todo, Gadamer, ha pa-
I sado de ser una disc¡pl¡na restr¡ngida al ámbito de lo simbólico y
fir iltt
tertual, para convertirse en teoría total acerca de la vida hunlana, (iílr l¿lrt
la realidad que nos envuelve e incluso la noción misma de verdad ,,r,l,J
Todas ellas serán vistas tarnbién como puras ¡nterpretaciones. Sil¡qlr
Hermes. el mensajero de los d¡oses. Al tl¡a..,)¡!
principro, la hermefléul¡ca hacia referenc¡a
lut(la
a la exper¡encia de transmitir mensa¡es.
En Grecia aparec¡ó bajo la lorma del arle
3.1. La tradición hermenéutica
r
do ,,r l(
de los poetas y los oráculos. portavo- ob\r,
ces de los dioses.
Hermenéut¡ca deriva del verbo gnego herrrÉ-néuein, que sign¡fica ex-
presar, intetpretar Pero más que a interpretacaón, hacía relerenc¡a a la
La¡rr
teoría o el arte de la interpretación. Durante el Benac¡m¡ento se ler,., ,iir
caiacieñzó por convertirse en el ámbito de investigación ¡nterpretati-
t¡l¡q;r
va de los textos sagrados. En el siglo Xvlll, estudiará ya toda clase de
tt lr(deS
textos: literarios, jurídicos, h¡stóricos, etc. Friedr¡ch Dan¡el Schleier- p¡i.¡
macher (1 768-1834) destacará en la época romántica, al comenzat Notac
a establecer los márgenes en los que se mueve d¡cha discipl¡na. A
['e,., t:
Otro de los autores cuya contribuc¡ón fue decis¡va para el desarrollo
a p{t¡r
de la ciencia hermenéutica fue W¡lhelm D¡lthey (1833-191 1), quien la rualir
recordemos fue el máximo representante del hislonc,smo. Compar- rltrl
si
tiendo la óptica vital¡sta de Nietzsche, Di¡they apuntaba que nuestra gulla rr
aproximación a las cienc¡as del espíritu (h¡storia, sociología, arte, etc.)
taAn
se veía mediatizada ¡nev¡tablemente tanto por el lenguaie que em-
pleamos como por nuestra propia cond¡c¡ón histórica. Lris¡(
lorrqua
Al d¡stinguir Dilthey entre ciencias de la naturaleza y ciencias del espi-
r¡tu, afirma que mientras lo propio de las primeras es la explicac¡ón
i¡r{c:
es,;¡r.Jr
causa/, en las c¡encias del espíritu el proced¡miento es el de la con)-
Y
t.r
prensión. La razón de esta diferenc¡a res¡de en que, en estas Últimas,
encontramos una l¡m¡tac¡ón epistemológica: dado que en las cien- Pc pt'
cias del espíritu, sujeto y objeto se autoimpl¡can --es e/ hoÍnbre quien der rnL
estud¡a al propio hombre-, n¡ la obieüvidad, n¡ la neutral¡dad ni ia re-s
exactitud asumibles en las ciencias naturales son asumibles aqui. guaje,
424
.-
e
, , -.',trr
t.
ll ,l i,, l 18
3.2. Hans-Georg Gadamer El al€mán Hans-Georg Gadamer
(1900-2002), discípulo de Edmund
Gadamer mantendrá la distinción entre saber científico y saber her- Hussel y Man¡n He¡degger, sentó
i!tlo XIX menéutico, apunlando que mientras el pr¡mero tiene carácter me- las bases de la hermenéutica
.l
tódico. el segundo es extrametódico, pues no es susceptible de ser contemporánea,. a partir de la
publ¡cac¡ón de su obrc Verdad y
enseñado de forma completa de principio a fin. Este hecho, que Dilt-
r,érodo (1960). Destacan también:
hey veÍa como una l¡mitación de las ciencias del espíritu, Gadamer Harmenéut¡ca f¡losóf¡ca (1967]l,
) t! i lejos. entenderá que, en realidad, obedece a la mayor r¡queza de la com- Diálogo y d¡aléctica (1980), ¿a
rrer, ha pa-
prensión ¡nterpretativa en comparación con la expl¡cación cientí- razón d, la era de la c¡encia (19821,
fica, pues en la comprensión se vuelve siempre sobre lo andado. Relevanc¡a de la belleza y otros
ir¡,-rlico y ensayos (1986).
la humanJ, Gadamer reflex¡ona sobre cómo funciona la interpretación en el te-
,-l*Erd2td rreno de la experienc¡a estética y la comprensión de la obra de arte.
iol.1 i-'s
Sitúa la contemplac¡ón en el marco de la construcc¡ón y la transfor-
rnacón: el que disfruta la obra dé arte no lo hace pasivamente, sino
que partic¡pa en su construcc¡ón (una narración sólo habla cuan-
do la leemos), y al hacerlo se ve a su vez transformado por dicha I
lllct:rcior¡ hlo es para mi un mero ¡nstrumento del que pueda disponer a vo-
!¡111,... luntad. No gobernamos la lengua que utilizamos, sino que en cierto
modo es ella la que nos gobierna a nosotros. El intento de agotar el El prolela, de Galgallo-
:l i!,t|i¡Jt. languaje, de obtener una completa comprensión de éste se con- Como profeta del giro hermenérd¡co de la
filosolia contemporánea, Gadamerafifma
vierte, pues, en labor ¡nf¡nita, ¡nabarcable, en un autént¡co /ogos so- que el especlador participa en la cons-
crático, como corresponde a la comprensión hermenéutica. trucc¡ón de la obra de arte.
425
r
t
Descubriendo estructuras
8. Elavance en elconocimiento ha
4. El estructuralismo lí¡,
En esle apartado analizaremos las nociones de estructura y estru(;-
s¡do asociado a¡ descubrim¡en-
to o ¡nstauración de estructuras tural¡smo, y veremos algunas de las teorias de dos em¡nentes pen-
en las realidades estudiadas. El sadores de esta teRdenc¡a filosóf¡ca: Lévi-Strauss y Foucault.
primer paso se rduce a la des-
cr¡pc¡ón de comportamienlos,
m¡enlras que el segundo con-
s¡ste en averiguar las leyes es-
4.1.
I
La noción de estructura
tructurales que r¡gen estos mo- Es d¡fíc¡l enconlrar un ámb¡to de conocimiento o de activ¡dad hu-
v¡m¡entos. La b¡ologia avanzó mana en el que no se emplee a menudo la pa¡abra esfruclu,a. Es uti-
mucho cuando descubrió la es- lizada en el ámb¡to lilosófico, en las ciencias naturales, en l¿ls c¡en- , rt 'l
^1l,,
tructura de¡ ADN; la lingú¡st¡ca,
cias formales... Pero ¿en qué consisie exactanrente una estructura'/
cuando investigó las estructuras
Es un s¡stema de relaciones y de transformacio¡res que dota de ^,
;,
delhabla...
sentido y de función a los elementos que la ¡ntegran.
A l, l
4.2. Lévi-strauss
Claude Lév¡-Strauss (.1908) afirma la existenc¡a de estrucluras y nor- I
I
mas que son independ¡entes y autónomas resp€cto a la voluntad hu-
mana. La mente impone leyes o formas estructurales a unos conte- in
nidos, y estas formas o eslructuras son lundamentalmente las mis- I ..1tu
mas para cada uno de los ind¡v¡duos, ant¡guos y rftxjernos, pr¡rnil;vos I JS
I
y civilizados- Veremos cómo llega a qslablecer esta teoria a parti dei I
oU¡!
E
v
1B
\,
Para Lévi-Strauss, hay una razón escond¡da que guía y estructu-
ra el caos de los fenómenos humanos; ccnsidera las reglas del ma- D¡versidad cultural
rra v estruc- trimonio y los sistemas de parentesco como una especie de Ienguaje, La Ant¡güedad confundía todo lo
nár.As pen- un conjunto de operaciones destinadas a asegurar un determinado que no participaba de la cultura
¡ca, dt. tjpo de comun¡cación entre los individuos y los grupos. Ve que los gr¡ega (más tarde grecorromana)
\, primitivos construyen sus relaciones de parentesco evitando que bajo el mismo nombre de bár¿,a-
ro; después, la c¡v¡l¡zación occi-
cada clan familiar se cierre en sí mismo. Las normas de parentesco
dental ha util¡zado el térm¡no sa/-
ob¡igan a los clanes a inst¡tuir relaciones matr¡moniales por las que yalé en el mismo sent¡do. Esta ac-
rti\- ad hu- cada famil¡a ¡ntercambia a sus mujeres con otras fam¡l¡as. Esta cons- titud de pensamiento, en cuyo
'lura- Es uli- tatación le lleva a explicar la ley más universal de todas las leyes: la nombre son rechazados los "sal-
prohibición del incesto. vajes. (o todos los que uno dec¡-
üri¡rs cien- de considerar como tales) fuera de
eslrllCtUra? El tabú o prohib¡ción del incesto representa el paso de la naturaleza la humanidad, es justamente la ac-
Ll¿\rota de a la cultura; aparece en el momento del advenimiento de la cultura. Es titud más característ¡ca y dist¡nti-
va de los propios salvajes.
una síntesis privilegiada de lo que caÍacleriza a la naturaleza y la cul-
tura: es una regla (por lo tanto, es cultural) y es un¡versal (por lo tan- Lévi-Strauss, C., Faza e hislora.
ile -u¡ras re-
lg5.rr ries- to, tamb¡én pertenece al ámbito de la naturateza). Este tabú no tan sólo
I
I
Jna estruc-
prohíbe casarse con la madre, la hermana o la h¡ja, sino que induce a En este texto, Lévi-Strauss I
raa\... esta- dar a otros la hermana o Ia h¡ja; es una regla de donación. La prohibi- nos múestra la tendencia a l
cal¡ficar ¡os clanes o pueblos '
ción del incesto únjcamente resutta comprensible en un contexto de
extraños como "salvajes", lo
intercambio y reciprocidad, de alianza; la prohibición es la regla de la que supone adoptar una
,UrOir en (rl reciprocidad presente en cualquier cultura. Esta regla de reciprocidad, perspecl¡va claramente etno- ,
l;¡:ri¡i¡,'nl¿ un¡versal como el lenguaje, testimonia una estructura natural incons_ centr¡sta. Ni tan sólo las nor- i
; C,llllO l(: ciente, la misma que en nuestras sociedades modernas nos condu- mas de parentesco han con-
'-lttv,-lt-.ter ce al hecho social de los regalos, con la correspondiente reciprocidad. segu¡do que el clan deje de
tr¡ ii ,.; e.' cerrarse sobre si mismo (una j
427
llrl 1B
4.3. Foucault
Michel Foucault (1926-1984) apl¡có el estructuralismo al ámb¡to del t'
sabe( mostrando que no todo es concebible en cualquier época, sino
que sólo puede ser pensado lo que unas estructuras latentes posi I
\,
{i t-
vest¡gac¡ones h¡stóricas sobre el tratamiento de la locura, sobre el a (,
nacimiento de las ¡nst¡tuciones penales (como las prisiories), sobre
El f¡lósofo, psicólogo e historiador Miche¡ el afán del poder por controlar la sexualidad... Esta invest¡gación c¡í
Foucault (1926-1984) ha s¡do uno de los tica tenía como fin la conquista de nuevos ámbiios de libertad; Fou-
¡ntelecluales frañceses más crit¡cos y más
comprornet¡dos. Apoyo la célebre revuelta
caull quería que el ser humano dejara de estar sujeto.
de Mayo del 68, informó sobre la vida
en las pnsiones y organzó acciones contra A(r;
¡as condenás a muerle
Las estructuras epistém¡cas o epistemes
Pot episteme, Foucault entiende todas las relaciones que han exrs-
¡.
tiáo én úná determ¡nada época entre los d¡versos campos de¡ saber.
La muerte del hombre La historia de la cultura está gobernada por sucesivas estructuras
A¡:i
El hombre es un invento; la arqueo- gi
de saber o con¡untos de esquemas de pensam¡ento que, de ma-
logía del pensam¡ento nos muestra
fácilmente la fecha rec¡enle de ello. nera oculta y latente, determinan y al tiempo posibiliian la activr-
Y tal vez, su f¡n próx¡mo. S¡ estas dad científica, artísl¡ca y filosófica. con io que marcan los diferen-
d¡spos¡ciones (las dispos¡ciones tes conocimientos de cada fase cullural.
fundamentales del saber o eplbte-
mes) llegasen a desaparecer tal Las estructuras ep¡stémicas han imperado y se han itnpuesto en los
como han aparecido, s¡ por algún discursos y búsquedas, l¡bres en apar¡encia, de los seres humanos
(:1
mesa- basculasen
-tal comoclá-
lo
h¡zo la base del pensamiento estudia los d¡scursos o saberes de las diversas époc.as excavando
s¡co a f¡nes del siglo XVlll-, en- y descutJriendo las estructuras epistémicas o eprSlemes-
tonces casi se puede apostar que
el hombre se d¡fum¡naría, como un La arqueologia del saber niuestra una suces¡ón d¡scontinua de eprs-
rostro de arena en la línea de mar. temes, la consolidación dc unas y el eclipse de otras en una histo-
Foucault. M. ria s¡n n¡ngún sentido. Una de ias epistemes creadas h¡stóricamen-
¿as pa.rabras y /as cosas te, a finales clel siglo XVlll y a ccmienzos del XlX, es la del concepto
de hombre como ser autónomo y racional; esta noc¡ón ¡mpulsó la
t't-
lO. Según Foucault, láep¡steme j formación de las c¡encias humanas, las c¡enc¡as que t¡enen como
que ha hecfo dd hornb.e ur¡a objeto de estudio al ser humano. Estas ciencias han hecho creer que d
meta ¡mportante del saber p,
puede acabar desaparec¡en-
el hombre es el tema principal del saber humano, pero, para Fou-
do, como lantas otras eprs- cault, la arqueologÍa del saber muestra que sólo rec¡entemente el
temes anleriores, y con ella hombre ha sido obieto de estudio y que puede deiar de serlo en cual-
se desvanecería el concepto quier nueva fase. t(.
de ser humano como ser va- i
l¡oso, autónomo, digno de i Foucault af¡rma que en la actualidad t¡enen más importancia las gran-
que sea estudiado por diver- k¡
sas cienc¡as... lnd¡cas¡estás
l
des estructuras que los indiv¡duos concrelos: la estructura econó-
l (,.i
de acuerdo o no con esta i m¡ca, en que el ¡nd¡v¡duo es un consumidor sust¡tu¡ble; la estruclu-
teoría y justifica tu respuesta. I ra política, en que el ¡nd¡viduo es uno de tanlos votantes; la estruc-
dr
tura social, en que el indiv¡duo es poca cosa más que un número...
424
I
I
18
El poder, una red cle relaciones
A los que roban se les encarcela;
El poder es un térm¡no clave en ¡a obra de. Foucault. No analiza el a los que v¡olan se les encarcela;
.
poder en su forma jurídica o ¡nstituc¡onal, corno una ent¡dad que a los que matan, tamb¡én. ¿De
ordena, regula y prohíbe, sino que lo ent¡ende como una red de re_ dónde viene esta exlraña práct¡ca
laciones en que el hombre se halla inmerso, bien como sujeto (ejer_ y el cur¡oso proyecto de reclu¡r
para correg¡r que comportan los
ciendo el poder) o bien como objeto (padeciéndolo).
códigos penales de la época mo-
Este análisis se centra sobre todo en dos facetas: el e¡erc¡c¡o del derna? ¿Una vieja herencia de las
poder en una pluralidad de situaciones de la .sociedad disciplina- mazmorras de la Edad Media?
Más bien es una tecnología nue-
r¡a. y e¡ ejercic¡o del poder en la configur'ación de Ia sexual¡dadthu-
va: el desarrollo, entre los siglos
mana. Mediante estas investigaóiones, Foucaúit iiafa de descubr¡r XVI y XlX, de un verdadero con-
la procedencia de las inst¡tuc¡ones penitenc¡arias y el origen del junto de proced¡m¡entos para d¡-
orden sexual impuesto en !a histor¡a de Occidente. vidir en zonas, controlar, evaluar,
encaminar a los ¡ndividuos y ha-
El anális¡s parte de las condiciones históricas que a pr¡ncipios del cerlos "dócites y út¡les". Vigilan-
s¡glo XIX posib¡l¡taron, en Occidente, la aparición de la penalidad cia, ejercicios, maniobras, calif¡-
correctora en la ¡nst¡tución de la pris¡ón. En vez del castigo absoluto caciones, rangos y puestos, exá-
(la pena de muerte), se ¡mponía al oreso una conección; no se busca menes, registros, una manera de
someter los cuerpos, de dom¡nar
tanto el hecho de ejercer el poder sobre su cuerpo como sobre su alma.
las multipl¡cidades humanas y de
E! ob¡etivo ya no es elim¡nar al del¡ncuente, s¡no reformar su compor-
r-r eXtS. man¡pular sus fuerzas se ha de-
:i saberI
tamiento, reeducar su personalidad; en las cárceles se apl¡can técn¡- sarrollado a lo largo de los siglos
, i, , ir:r -la "vida sexual sana,- de otro campo considerad,g -anormal y pa-
tológ¡co. Esre tipo de discuiso Éa óondu'ciijo a !á ['"ilJCróiOn je ras
corrductas sexuales que se consideraban fuera de la .,normalidad" y
al re¿hazo de conductas sexuales no estrictamente reproductivas. Sin
ernbárgo, los conceplos de v¡da sexual sana y anormalidad, como los
I ,i
ir'i'i de cordura y locura, son construcc¡ones generadas por unas deter- Foucault cons¡dera que las activjdades
r , lit.,!\, nrinadas condiciones.y circunstanc¡as; cuando camb¡an. estas cir- humanas se coñliguran siguiendo unas
:rvirt|i:tr c,Jnstanc¡as, también varian aquellas construcciones. . , .
estrügturas detdrminadas.
r r,trr c¡rir,
rry,i:,o lit Con Ia f¡losofía analitica del póclea Foui:ault rirüestra los mecanismos
mediánte lói que un súietó es formado, l¡egando a convertirse en in-
dividuo normalizado. Es un prcceso en el que oF,eran los diversos
!,:¡ r
ltl{:
,.u-i i,llr poderes a part¡r del uso dó los variados iieiánismois disciplinarios.
;ttsr,t¡. r.l Contra este proceso de dominac¡ón, Foucault apuesta por ktécnicas
del yo. bue perm.¡tan al ser humaho pérfilarse a sÍ mismo como suje-
t,r, reiniéás'{ue id dotivierten eó dd Iibeñad» y que debe-
"iirácticas
rian tacilitar ia deconstrucción de la individualidad rccibida med¡ante
lds mecanismo§ d¡sciplinariós del podár. S¡ Foucault ¡mpulsa un pro-
ceso de destrucción de una sobjet¡vidad construida artificialmente, es
con el l¡n cle que pueda conformar uno mismo su propia subletiv¡-
dad; la filosofía ha de llevar a cabo esta labor de liberac¡ón. Dueñdad .re paestos de l/'¿bá]o. d€ I Mast€n.
429
\
lit¡i 18 i
430
-l
li
1B
Lírbor:
Vda (Aninal laboransl . Necesaria para manlener la v¡da.
i.a labor garantiza la supérviv€nciá del indi : . Deslinada al consumo: de frutos efímeros, y por tanto c¡cl¡ca
actividades orgánrcas
viduo y de la especie en la naturale2á. Por , . Antipolitica: totalmente subietiva.
(metabo!¡smo)
e-¡emplo, elcampesino. .
. Fertilidad ¡ndefin¡da.
Mundanidad lHomo faber): . Medio para produc¡r un f¡n. que a su vez es instrumento y por tan-
Traba¡o:
co- to ob¡eto de camb¡o (origen d€ la riqueza y la propiedad).
El lrabaio conskr¡ye el mundo artil¡cial
mirn necesario para realizar el mundo hu . Destanada al uso: productos duradercs, reversible y pred¡ctible.
aclrvd¡des cle
mano- Por eiemplo, el arlesano. I a Apomica: producción y uso indiv¡duales, mercado de cambio y pro-
producción
ductos (mundo) colect¡vo.
. Mul¡pricación indef'nida de un modelo únrco.
:¡sunlos soc¡ales
sociedad, la hisloria, el poder,.. Por qem- iré-versible e impred¡ctible.
plo, el pol¡t¡co. . Polilica: totatmente social.
I . Unica, s¡ngular
431
f
l- l i, l 1B
Examen de los totalitarismos ql)
Según Hannah Arendt, las deñciencias de los s¡stemas democrát¡-
cos modernos han produc¡do un desencanto que ha llevado al pri-
mer plano a la labor: sociedades consumistas que buscan la sa- c¡(-r¡ rk
tisfacción de las necesidades más ¡nmediatas s¡n preocupatse por
¡it. .'t,
crear un mundo duradero en el que reg¡strar las acciones dignas de i.r{t.
recuerdo.
l.rirr¡^.r.
Este abandono de la acc¡ón ha permit¡do que, conto consecuencta
de la inseguridad derivada del hund¡m¡ento de los modelos de orga-
n¡zac¡ón social tradic¡onales, apareciesen unos regimenes políticos ,t,1,.
completamente nuevos: los total¡tarismos. En Los orígenes del lo'
tal¡taismo, Arendt los caracteriza como regímenes basados en una :l;ltl
ideología que subordina absolutamente el ¡ndividuo al dest¡no de la rr'§'
colectiv¡dad. También dedicará su obra Eichmann en Jerusarén al es- F:lr.¡¡:
tud¡o crítico de las causas que lavorecieron las atrocidades que se lr€-Ilr'
llevaron a cabo en el rqJimen nazi. f1,,,,,,
Hanna Arendt as¡stió como periodista a¡
¡uic¡o a E¡chmann que tuvo lugar en
Jerusalén, por su colaborac¡ón con la
Este destino obedece a ciertas ¡eyes inalterables de evoluc¡ón, las ;1
causa na2r. De dicha expenenc¡a surgirá cuales son reconocidas por los lideres, que por ello son capaces cir\írl
en l967 la obra E¡¿ámann en Jenrsalén- de condueir al.pueblo de acuerdo con aquéllas para acelerar el ine- l,l
vitable desenlace de la historia, f¡n que leg¡t¡ma el uso de la vio- lr)i¡rr
lenc¡a y el terror para consegu¡rlo. Así, imponen un control total Lo rlivr
sobre el individuo, ¡nd¡cándole incluso cómo debe pensar, ofrec¡én- t,,].,,:
dole a cambio de esa renuncia a la libertad individual (y con ello a no\5,
la responsab¡lidad) una seguridad colectiva absoluta. Il l;, - . Lil
432
ll, ,, 1.,, 118
JC Íl brano se caracteriza sobre todo por una profunda religios¡dad, cer- que su obra fuese olv¡dada durante la
d¡ctadura frañquista. Con la reinsta¡lracón
cana al misticismo en su última época. Lo sagrado es el fundamen- de la democracia se recuperó su obra y
:rill iil illÉj- lo último de la realidad, y se manifiesta a los seres humanos como se la an¡mó a volver a España, doñde
'!991.
residió hasla su muerle en
:i¡.tr..io- lo divino.
rlÍr:! lotill Lo div¡no ha ido evoluc¡onando a lo largo de la h¡storia de Occiden-
,J-cir:,n
te pasando por una serie de etapas dirigidas a mostrar al ser huma-
t:c, r-ll, r it no lo sagrado de manera completa: de una divinidad dominadora e
inaccesible (prehistoria) se pasó a una representable en imágenes (Ho-
't¡r'ilrrt mero), después a una representable en palabras o ideas (f¡losofía),
j:, j\r.i ¡r Il luego a una d¡vinidad que habita entre nosotros hac¡éndose hombre
i r,Val¡a- (cristianismo) y f¡nalmente a una que nos aparece tanlo como el ser
li1 ,¡.ríri(i! t. pleno (tradición med¡eval) o la nada (ateísmo moderno)'
':.V-rcrtl
En el ser de todas las criaturas se
Cadá pueblo de rango en la historia no es otra cosa que la realización o
v encuentra latente la palabra d¡vina,
que determ¡na su esenc¡a dotán- el intento, a veces fracasado, de una manera de ser hombre, de un pro-
yecto de existenc¡a humana, es decir, un aspecto de algo tan universal
tt dola de un sign¡f¡cado captable por iomo es el hombre. A ello es a lo que se ha llamado una cultura Y b¡en,
la razón y expresable en Palabras. muchas deflniciones se han dado de lo que es una cultura, pero a m¡ modo
de ver, una cultura es la realizac¡ón, o inclusive el fracaso, de una mane-
ItlLr La mejor manera de acceder a la
ra de ser hombre. Pues el hombre puede existi( estar en el mundo y en
li ts esencia de lo humano Y lo divino se- la vida de muchas maneras, no de una sola, que iustamente por ello es
ría la poesía, que al exPresar en Pa- hombre y no astro ni Piedra.
ode labÍas los sentimientos proceden- Cada uno de estos ¡ntentos de ser hombre, llamados comúnmente cul-
tes del ser más íntimo crea nuevas turas, t¡ene su hora de esplendor, su centro de irrad¡aciÓn y su muerte o
pe!'spectivas desde las que confi- decadenc¡a. Pero lo más extraord¡nario es que t¡ene también su resu-
gurar el mundo. Por ello, la filosofía rrección y su renac¡m¡ento que no siempre se veril¡ca del mismo modo'
Y es que si todo pasa en la historia humana, todo tamb¡én queda, en c¡er-
de Zarnbrano nqes un s¡stema ce-
lo modo.
rraCo y completo, sino más bien una
La historia como acontecer del espíritu, de un ser espiritual llamado hom-
obra creativa en la que expresa as-
bre, no es la simple permanencia n¡ el simple tráns¡to, sino el dramático
pectos ínt¡rnos de nuestra concien- juego de la v¡da y de la muerle: aurora, madurez, muerte y, por último, re-
c¡a, llamando la atención al lector surrección o renacim¡ento.
sobre ellos y deiándole l¡bertad para Zarnbrano. M., Cuadeños de ta Lln¡vers¡dad de, A¡re (La Habana), n " 7' 1949'
que él mismo los examine.
433
1B
s
6.1. La fitosofía como búsqueda
de conocimiento ,t j¡\.,
6
r1't l,
E Desde sus orígenes, la actividad filosólica ha sido anhelo y afán
de conocimiento, amor al conoc¡miento; ha intentado conse!¡uir
e respuestas razonadas a las grandes cuestiones que preocupatlan y
()
El tipo de cuestiones que se pla¡tea hace
preocupan a la hur¡an¡dad. Y cuando una respuesla se ha impues- 6 I
que la filosofia sea muy val¡osa. to de manera dogmát¡ca, ha tra¡c¡onado el espíritu crítico e ¡nvest¡-
gador característico de la filosofía.
t'
nuestra concepc¡ón de ¡o que es
pos¡ble, enriquecen nuestra ¡ma- A partir de Kant proclamó la mayoria de edad de la humanr-
I
I
C
-que
g¡nac¡ón inlelectual y d¡sm¡nuyen
la seguridad dogmát¡ca que c¡ena
dad-, la asp¡rac¡ón a una ética raciona¡ con unos conten¡dos uni-
versalmente aceptables es uno de los objelivos prioritarios de i¡ :
a
el espíritu a la ¡nvest¡gac¡ón; pero, actividad filosófica. Sin embargo. en un mundo con d¡versas c¡vili-
sobre todo, porque, por la gran- zac¡ones, ¿qué es lo que puede fundamentar una ótica un¡versal'1
deza del universo que la filosolía
conlempla, el espíritu se hace, a Las repercusiones globales de determinadas tecnologias (por ejenr-
su vez, grande, y l¡ega a ser capaz plo, la nuclear) han llevado a sugerir la convenienc¡a de fundamen:3r
de la unión con el un¡verso, que en el pacto o el consenso una ética mínima, es de{ir, unos valores que
constituye su bien supremo.
Bussell, 8., Los probleñas
de la f¡losolia.
puedan ser aceptados a escala mundial. Hab€rmas es uno de los f¡-
lósofos actuales que más se ha centrado en la neces¡dad del d¡álo-
?
.T
go y del consenso como proced¡rniento para obleñer pautas él¡cás.
T
434
t
ó
1E
6.3. t-a filosofía como activicJaci ci-ítica pensar por uno.m¡iT?"
h«h sus origenes griegos, y espec¡ahrente a partir {je K¡nt, la Ír-
^ "x
r.n un ¡:rundc en cJ q'ue muchü se
tmfia se ha ¡do constituyendo cotno activiclad critica. Los g:.:.irrrje s efigeñ en expertos tutore3 de los
maeslros üe la sospecha y la denuncia Nietzqche y Freutl_ cjemás. en que la opinión públ¡ca
lun relozado esta dinrensión -Marx,
crílica. En el siglo XX, los filósofos han puede ilegar a tener una lunción
adoctr¡nadora y en que la pubticF
cril¡cado el aparato techológico revelan¿jo lós deseqü¡litrios y el de-
dad a menudo pretende comprar
saraigo que genera en rélación con la naturaleza y los otros hom-
voluntades ñed¡ante un seduclor
hes, han criticado el poder y sus excesivos alanes controiadores y engañoso lenguaje, es preciso
,. ta¡nbién, han criticado los propios errores y carenc¡as. que cada persona se construF un
pensamiento ), una personal¡dad
l¡ aulocítica de la razón no solatnente permite aceptar el relat¡vismo capaces de fomar las gop¡as opF
d€ nruchas ¡deas, siuo que también cumple la furrción de estimular- niones y de defender con rigor ¡ri-
&s a buscar nuevas maneras de fun<lamentar y salvar valores conrc telectual valores l¡brémente acep-
b rcfad personal, la ¡gualdad entre las personas. la solidaridad... tados (por ejemplo, ta soliCaridad,
la just¡c¡a...).
mismo tiempo, extremadamente dificil tesolvena' Ade- cer el 9'Jnil'Jo lloi t"xtL'.
nras. es muy pcligroso dec¡r que la Razón cs el ene- . iír su(lrlriillls qtlfl li)l:taii-it)?S s¡ larl'r Lnr¡ l'l l'
migc' que háy oue eliminar, lan peligtoso corno clecir i..r, iir ,-le l¡rs eslrll-lLltiri elrisi¿-'rI ti' ¡!i i rlrlil !rliri
que cualquier interrogación cril¡ca respecto a está ra- .o triio. tall rt,léi I tnreLkls ',i lr-:i ti¿ll'¡
t¡ r¿1s ar;
(:i.¡
cionatidarJ comporta el riesgo a caer en Ia ¡traciona- ei anali3is ltiSt(lic(j llÉ.,'(:()'i:l¡iCr ii¿li:' l(¡¡ilti!:¡í lir
lidad. No debe olvidarse --no estoy d¡ciendo esto
paÉ il¡i rt:':¿i
leoilr Jel i-v')cjer. Y i;.iltiilirll (:l.r¡ I ; t
':¡¡':
la ambiva-
criticar ¡a rac¡onalidad, sino para nlostral (lElscril(xl c¡l esia t(lor¡a.
lencia de las cosas- que el racismo se formuló sobre lll ¡ ; r-lr: r:1" ;r
-- llr(lica ()tiálcs criül lau tllx)lltione:i
la base de la emergente racionalidad del daMinismo
so€ial. y llegó a ser uno de los más duraderos
Je,osos ingledientes del nazismo Éste
-era'
y po-
obvia
las iiv.lrsas ccrl ielrlcs
( r L)
l¿rnrl.l¡órl r ltle influ3¡rcia:,
I ra:rlsJl ll¡()1t( )''rll
!
:i l¡t r
san¡et)le aceptar esta espec¡e de espiral' esla espe- cii¡s lo rcl¿lci(nlaria:ii ¿,P()t !-l\vi ¡
de ptrerta giatoria de la rac¡onal¡dad que nos Ie-
cie
rrite a su necesidad, a su ilrd¡spensabilidad y' al mis- Mirando más allá del texto t'.'
rno tiempo, a sus pel¡gros intrínsecos' rir")!|t'!'iri
- lrxlica,jrl'rll,-, sÉr ll¡ lrilitl(Ir) r,'ir ')lr():i
Foucault' M, Espacic" cottoci¡¡lienlo y podet' al ler¡t;t (l{rl texio.
t le sl-llJ() lllros qllc i j(,: ll)tlic:: rrlSrlrllh l, ) I ll ri ' I
I a a lt
Las últ¡nras.iualro unidades nos han llevaclo a re- prraba a una mejor comprensión e ¡ntetpretación
flexion¡r sohre cuesl¡ones planleadas por pensa- de textos, pero a fines de siglo ha acabado cons-
.JJres f!e! siglo XX. l-lcn-ros explora.fo, eri menor o t¡tuyéndose en una tendenc¡a f¡losóf¡ca. Hans-
¡rayor rnÉ-did¿t, las s¡grriontes ccrr¡entes o teritáticas Georg Gadamer (1900) y Paul Bicoeur i1903) han
libsóf¡cas: el psicoartálisis Ce Freud. el v¡tal¡smo hechc de la hermenéutica una de las f¡losolías rie re-
i:rraigadtr en Niet?scllc, el e).istcna!alisn-.o, el amplio ferenc¡a de la actual¡dad.
r,rovin!erto analitico (espec¡almente las aportacio-
r,cs de Witteensiein), la f¡losof¡a de l¿ cienc¡a de Pop- De act¡erdo con Gadamer, todo enunciado, todo tex-
l)er, ia E:icrpia de Frankftrrt, las tenclerlctas eslfttc- to es incomprensible si sólo consideramos el con-
Itrraiista:;. tenido: la comprsns¡ón de un texto éxige descltbr¡r
en é! rnotivac¡ones e inlereses, descubrir a qué pre-
!lr clrania a ¡r,s alrto[gs pDsrnoCe.rr]os, qt'i, parien gunta responde, porque la pregunla ya da utla olien-
(ld i:r cleb¡ii(ia(i c el lracaso ile lal razón ilustrada,
tación o determina la respuesta. La hermenéutica es
llily (iue s¿ñalar a Jean-Frargo¡s Lyotard (1924),
el arte de la ¡nterpfetac¡ón de texlos, textos que con-
v G¡anni Vatt¡mo (1936), Jean Baudrillarcl ('1929) y
tienen un sentido oculto y .herntét¡co-; actualmen-
Gilles Lipovetsky ilS44). Este' riltirno, en el libro EJ
le, este método también es usarlo para interpretar
crepúscrtl,t del deber, de 1992, muestra la actitud
el mundo contemporáneo.
- Dosmodern¿r ante el concepto de dehe( un concepto
orre ,,e crrrlucado. En la filcsofÍa de l(ant, el deber
v r;[r r nr¡:rón de inmensa imporlancia; ahora, cons-
rn¿r
Cualqu¡er exper¡encia es experiencia hermenéUtica,
es dec¡r, un esfr.rerzo de diálogo con la realidad a par-
tirti-r I ¡povetsky, el concepto.deber. se ha reduc¡- tir de un hor¡zonte interpretativo sub¡et¡vo; por esta
( l(, I !irsla n'liniaturizarse.
razón, a la hora cle entender un texlo o una real¡dad,
Aden]ás dc estos planteamientos, el siglo )« ha ofre- ha de haber lo que Gadamer llama "fusión de hori-
cido olras resprrestas filosóficas: se ha desarrolla- zontes", esto es, el acercamiento y la ¡ntegración de
(l(, elpersonalismo de Emmanuel Moun¡er (1905- diversos hor¡zonles.
tl 1950), u!rír filosdia (lue se cenlr¿t et¡ la espec¡f¡cidad
La fus¡ón de hor¡zontes, equ¡valente al hecho de en-
rlcl ser hunrano sin olv¡dar su (limensión soc¡al, y
lender plenamente, se realiza en el .nted¡o. rlel len-
irl persoi)al¡sfl)o le Jacques Maritain (1882-1973.l,
gr¡aje, el medio aue determ¡na toclo lo que prEde ser
(lue pr¡ellí, ser c3lifica(lo de neotomista por su ac-
entendido. En este conlexto, la cienc¡a no dehe ser
lui.rli?ar;ir,n rle algur]os ,lspectos del pensam¡ento de
la vo: de una autoridad intang¡hle y anónima, s¡no
sanlo lonliis.
qr¡e se ha de integrar en la e\per¡enc¡a completa del
Lliis all.i de esla pl¡.tral¡dad cle líneas de pensaftriento, mundo, en el proceso de fusión de hor¡zontes inter-
l¿,r1,¡én lr¿ty rlue referirse a una ¡lUe.;a tendencia: la pretativos (éticos, estét¡cos, politicos..-), con el f¡n
lrermenéut¡ca. lrr¡c¡aknente, la filosc¡f ia herntenéu- de posib¡litar una experiencia rlel mundo más co-
li()¡ era un nrótodo di; las cienc¡as ltumatas qrre as- ffecla-
437
qÉ índice de autores a
a
ET C¡cerón: 96 Fsyeraberd. Fau¡: 405 1
Alberl¡, Leon Ball¡sta: t58 Cleanles de Aso: m Frchle: 28Os, 284
Alberto de Sajonia: t 47 Coolp¡egne, Roscelino de: l3{.t Filón de Aleiandria: 't
t(r
1
Abelardo, Pedro: 130 Cornte. Auguste: Lr00s, 378 Foucault, Miie¡: 428ss
Adorno, Theodo.: 4t5s, 419 Cor'dorcet, marqués de: 244 fuurú, Charles:30J
Aguslín, san: l13ss, 125, 240
Anaxágoras: I Bs
CofÉrnico, N'tqJlás: l68ss, 259. 3Ol Frege, C,ollhb: 370. 3ig 1e
Cusá, t'licclás dc: 156 Freud. Sigmurd: 341, 346ss, 365, 369
Anaxímenes: 1 4s 421
Aristarco de Samos; 94ss Descartes. René: lBss, l87ss, lgis, m2- Gal¡lei, Galileo: l75ss. t8g
Bentham. J€remy: g)3s, 307 Epburo de thnr)s: 86ss, 98 ¡bkheimer. Mar. ¡ltsss
Berkehy, George: 21 8, 220 Erasmo de Rotlerdam: 164ss Hüne, Davir:2lgss, 232. 258. A6t. 3;8.
3S8
BoÉf;io:127 Eralóslenes:95, 99
Hrcsed. Ednun : 353. 356
Buenavenlura, san: 140 Es.rlo Erbena, Juan- t28. 13l
Brahe, Tycho: 174 Espeusipo:57
Bruno. G¡ordano: 173
trl
Camus, Alber[ 3!t ]:I f,R
t
l.ant, lm lan,rel: 252ss. 280..293, 301.
Carnap, Budolf: 3/Bss, 396 Feuerbach. Ludwig: 309
379, 4l t, 426
438
I
.l(;!t
ft
l-akatos, lnr.e.404
Occam, Gu¡llermo ds: t43ss
Séneca:88, 96s
Orígenes de Aleiandría: 113 Sexlo Empírico:91, 96
Lamarck, Chevalter de: 299
:-eibniz, Gollf,rcd 20lss, 235, ?45, 261 Orlega y Gasset, José: 332ss Smilh, Adam:238, 302. 310
!-en;¡:315, .115 Owen, Robert 309 Sócrales:23ss, 31, 47, 84s, 88. 91, 326
Le1[ipo de Mileto: l8s
Spinoza, Baruch de: 186, t 98ss,
Lev,-Str:¡uss, Clarde: 4:16s
rJ
I ¡¡rré,
l
ü¡rl von:233,299
I rl,ovel5ky. Gilles: .l !t)
[{ar¡(,iavch,, N¡r:olás:'!60s3
Plelón. Georoios Gemislhos: 158
ilarce¡, Giibri€i:354
lvlar(xse, Herberl: 363, 415s
Plotino 1i0, 114. 117
f'omponazz¡, P¡elro: 158
M
Maü. Karl: 3otlss. 321, 337, 347, 394s, Valla, Lore'rzo: 15k
Popper, Karl 394ss
Vatt¡mo, G¡ann¡: 365, 410
Mellrie, J¡rl¡e¡¡ de l-a:244 Protágoras: 21s
Vol¡aie:242
['!iti,.l¿rnes 302, 304 Proudhon, Piene-Joseph: 0
31
M¡ll,.J(iln) Skrart: 305ss
PIolomeo, Claud¡o:95
Montrign Michelde: 159
M[
Moolrjsqu¡eu: 242s, 296
¡,l ,ole. George 370, 372
EI Witloenslein, Ludw¡g: 368ss, 378
n
Mue, Thomas: l53s
Rawls, John:412
ilI
Reiche¡bach, Hans: 378s
Ne\rlfl r, hiiraa: ?3i:is, 2-15 Russell, Berlrand: 370, 376ss, 379 Zenón de Elea: l7
439
j
rl -¿
*tl
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1
I
a- 'l ll
a
edebé
ffilüililruffiilililil
bachitterato