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Historia la \-.
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Historia de la

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i[osofia
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Lorenzo Vallmajó Riera


Profesor de Baclrillerato

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Edi cloord lar
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1

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Presentacion RI
lo que tros rodea con sorpresa y cu-
Desde tiempos remotos, ¡os seres hurnanos nos hemos vuelto hacia
de proporcionarnos los recufsos ne-
riosidad. [.a naturaleza' el cielo y laS estreilas, los ctros...' aclenlás
cesar¡osparal:supervivencia,conlplacernosconsubellezayofrecorcolnpañíayafecto,l¡alls¡do
resultado fuente
t"-Uien árig"n dé t,enibles amenazas, de sorpresa y misterio. Por ello, el entorno ha
de inspiración y estímulo, a la vez que causa de inquietud'
y hasta el miedo nos han llevado a pre-
La admiració¡r, pe6r tamb¡én la incornprensión, la ignoiarrcia
t¡ene lo que nos roclea?, ¿de §óndeprocede
luhtarno§: ¿cJal es erorigen de-todo esto?, ¿qué senticlo
cómo tenemos que reiacioilan¡os coñ ellÓs?, ¿qJé hPmos
el orden cj¿l-up¡verso?, ¿quiénes son los otros, r-)i
dehaceryqué'podemosesperaf?,¿esposiblelajustic¡aenestemun(lo?.¿debemoscreereftlaex¡S. l-Jl!
es[uerzos se verán
tencia de otio?, ¿cómo podemos reiponder a todas estas preguntas?' ¿nueslrob
recompensados?-...Muchasdeestaspreguntas,dehecholantayoría,noscontinúanirrquietando.Han
los misterios del Universo,
cambiado las condiciones soc¡ales y políticas, hemos desvelado muchos de
han canrbiado las modas,
he¡nos inventaco artefactos que, aparentemente, nos ttacetr la vida lnás fác¡1,
losgustos,losinteresesylas¡nquietudes...Pero,apesardeior'lo,estaspreguntasnossi(iuenest¡mu-
lando y, de momento, no parece que vayan a deiar de hacerlo'
que hall seguido estas cuestiones: ras-
una Histor¡a de la Filosofía debe exploraf el origen y la evolución
problenlas' ia aparlc¡ón de nuevas perspec-
trear los camb¡os de planteamienlo, la reforr¡ulación de los
tiVaS y, en def¡nitiva, las diferentes respuestas a Una
problelnátiCa que se mant¡ene eserlc¡almenie pare.
y comprender el sentido de las pregun-
cida. Esta tarea nos ayudará a entender nuestra cosmovisión a
tasquenoshacemosydelasrespuestasquedamos.Enelfondo,nosserviráparaconocernosmeior.
YesquelaHistor¡adelaF¡losofíaqueaquínosproponemosnopretendeserunaarqueología,sinoun dl
rastfo que ha dejado en noso-
enr¡quecimiento de nuestro presente, al hacer explícito y consciente el
tros el p¿rsado.

En este contrxto, ha s¡do volutltad de todos los que lran


part¡cipado en este libfo destacar la intefrela'
la leflexión de los grandes
ción que hay entre la h¡storia del pensamier¡to y nuestra actualidacl, acercar
p"n""ior"" nr"slros problemas cotidianos, ayudar a razortar críticamer¡te, fomentar la apertura la to-
y
"
lerancia intelectuales, reconocei'las diversas facetas dc toda fealidad, valorar el pcder de los argunren-
que lray en cada uno de no-
tos, estimular la bÚsqueda personat... En definitiva, hacer crecer eI Íilósofo
y hacerlo con r¡gurosidad, claridacJ y anrenidarl. l-i3sta qué punto lo lremos conseguido deberé¡s
sotros;
juzgarlo vosotros m¡smos, lectores.
\- l

lndice

Bloque I ffi-
IT Filosofía antigu
1 Los albores de! pen'samiento o

2 El ldealismo platónico 28
J El Realismo aristotélico 54
4 El pensamiento helenístico 7B

Blcque ll Filosofía med¡eval y renacent¡s


5. Confluencia cle filosofía yfreligión 102
..,-L
6. La Edad lvledia:
!,1
Un milenio de culturas diferentes 122
tc\-
7 Renacir¡ientc y la revolución científica 150

:l)-
L)f

':
;it'
Bloqt-re illffim Filosofía modern
a[t 8. El Racionalismo 182
9. El Empirismo 206
10. La llustración 230,
11 . El criticismo kantiano 2it2
ls- 12. El ldealismo !'ománt¡co 274
¡c
re-

ior.
Filósofía contemporán
.

Bloc¡ue I
io-
13. El Positivismo, el Utilitarismo y el Maxismo 292
14. El Vitalismo 318
les
'15. El Psicoanálisis y el Existencialismo 340
?n- 16. La preocupación analitica por el lenguaje 366
tt- La Filosofía de la ciencia .388-

18. Panorama de la filosofía actuál 408

*)
Bloque tpt,,osofía ant¡ gua-- I

__-..-._1_
gOOa'C' SOOa'C' TAOa'C, ÑOa'C' fiOa.C.
4AAOa.C.30OOa.C. frOOa'C. IOOOa'C'
. crec¡a clá
. Grecia Arcaica (Boo-6oc a. c.) 'Gr€ciá clásica
. sumer (3700-2too a. c.) . Babiton¡a (2100-600 a. c.) 'filü:rff::E, . P()hs: Atenas. Esrrat1a, Milet(t
(600'323 a C')
liralriü en Alenas
'Gilgamesh' . Entrada de pueblos ¡ndoeuropeos en (561-526 a. C') . nebe¡^ór
reY de uruk Grecia (aqueos...)
. Espata: L¡ga del {¡99 a. !.).
-.. ¡as gue-ls

fi*
1 ' Eg¡Pto (3200-350 a. C ) Pcloporreso
(ssl) a. C.) . Guerreu (:c
. Sequnda
cc Lo§ dorios incendian t'licena§ (l 150
. lleÍormas de sas (4:lA{¡ i
o colonización y ,tBO/ ) ?
F . Creta a. C.). I'os micénbos em¡gral a Anatol¡a: (750 a. C.) Clislenes
a Civ. cicládica en
Primsa colon¡zacid Eieg6
(510 a. c.) . Muere\¡.
I
.,,'r . Civ. micén¡ca (1600- l'l50 a- C.) lvlicerÉs, P¡los' Argos"' . Der¡locracia
n¡ense:
ate_
isorrorrá
bierna. .ie:
l,lB6 fl. c.)

I'á,,i . Ci.,
. c¡v. rnino¡ca en Creta(2500-1450
heládica 'Destrucción volcán¡ca
a. C.)
del rnundo ¡n¡no¡co (1500 a C')
:i
. Persas {547-333 a.

@ . . Civ. indoaria o véd¡ca ('1650-600 a. C )

. Hebreos (1400 a. C.-135 d. C ) ' Re¡no de lsrael (926 a' C')

. Los Upar¡ls/Éd (lextos


. Anaxirnandro (611-546 a. (.r
. Escn[rra sagrados en la lndia)
c¡rne¡forn¡e (3300 a. C.)
. Buda (566-486 a. C.)
' Poemade ' Cód¡go de Hamñlrab¡ . Los griegos
.s G¡tgamesh (1700 a' C ) adoptan el al- . Anaxínrenes (586-525
II
o (2650 a- C.) . Textos Vedas en sánscr¡to fabeto fenicio
o
o ' . H¡nduismo . Pr ¡meros jue-
.
¿ gos en Ol¡m-
P¡lágoras (580-500.¿
. DernL
t¡.
. Crela: Escritura lineal A Y rnitos .ó
p¡a . S(icr
l¡,1
F
ct :. 'l,4¡cerlas: Escrilura lineal B Y C/76 a. C.). . Talcs de ['li- . Hérá.|¡lo (550-480 r
*"tot
arislocracia . Homero: Ia leto (630-
7t¡--,¡¡¿:ffi . Pamónides (10-47
iada y la 546 a, C.)
tr
f . Pirálnides: Keops, Kefrófl:.. .-odisea--
b
3 Ubr¿rs de to§ muertos
ffitr . Hesiodo: La
o . Akealín Himno a Atón
. Jeroglil¡cos (3000 a. c.) Y leogonía y
Los lrabaios
y los dlás
. Esc¡uilo (525-456
E3c¡

¿Et pensli
nidad? SiJq í
.l Los albores del pensam¡ento nos rode.., d
Unidad rece que{.t
aproxima, se
rniento C^\'r
Uirirjad 2 El ldealismo Platónico lenidos que
bién recñt¡
lilósofos de r
Unidad 3 El Realismo aristotélico mano er.1 ,,
¡rara enk;¡4le
ira lonIlí. ! l
Unioad 4 El pensam¡ento helenístico y los rnoflql,"r
anái¡sis, 1.. iil
.

teniCos cÉ\c

4
I:t
5AOa.C. 4OOa.C. 3OOa.C. 2OOa.C. lOA a. C. td.C. lNd.C. 2(n d. C.
Cl laa . Grécia clásica (600-323 a. C.) . Victoria do
13 §-¿.) . Guenas enlre Alenas y samotra¿ia . Adriano
Esparta (395-371 a. C.) (190a-C) eslablece
. Per¡cles peÍñane- las IÉnteras
. Rebel¡ón jónica . Guenas del Peloponeso ce en el podel rcmanas
: l-ili. {iel (499 a C.). ln¡c¡o de (431-404 a. C.) . La parte eúropea del lm- (462 a. C.) hasta
las gueras médicas per¡o (el re¡no de Macedo-
en Brilan¡a v a
':.) .
su muérle !o laroo del h¡n
. Gueras greco-per- Los macedon¡os donr¡nan n¡a y Grecia) se conv¡erte (429 a.c-) y et Dlanr.¡bio
sas (490 a. C.
Grecia: batalla de Oueronee en pr,rv¡ncia rcmana
(338 a. C.) (148 a. C.)
. perictes introduce il 17r138 d. C-)
§ y 4$l4l9 a. C.l
refomas demo-
. . Reinado de /rleiandro de . Una parte asiál¡ca del lm-
Muére Darío y go-- - cráticas
biérna .leries Macedonia (336-323 a. C.) per¡o (reino de Pérgamo),
(186 a. C-) . provi¡c¡a lomana
Muerlé de Aleiandro y Ces-

W
(133 a. C.)
composición del lmperio
i:-ii13¡( (323 a. C.) . La otra parte as¡át¡ca (S¡ria y Fen¡cia),
prov¡nc¡a romana (64 a. C.)

i.d;a:
. Co.,stíucció¡ Cel partc-ón . Alejandria: Fr¡ndac¡ón del ¡ruseo y .lncend¡o de la Bibilioteca . Marco Aurel¡o
(447-{32 a. C.) la B¡bl¡oteca (290 a. c.) de Alejandría (48 a. C.)
(r21-180 d. C.)
. Jenolonte: 4rábasr§, ltelénicas . C¡ce¡.ón
. Sóíoclcs: Arlli?oaa (4.12 a. C.) 1106-43 a. C.)
/425 a. (.i ) . Séneca
Y Ld\a, ¡eY ' Polibio
. Er,ripides: Medeá (491 a. C-) (200,120 a. C.) (4-6s d. c.)
' . Prdxiteles (-a92-330 a. C.) . plauto (25S_lB4 a C.) . Ep¡cteto
. tloláooras l4¿0 4lC a. C.)
. D¿mbcr¡ro (-16(i.370 a (:.) i. i' .,lnicio de iá iradur:c¡ón de ¡a (s0-138 d. c.)
. Socrates (470-399 a_ C.) Bib¿,a (Ant¡guo Testarnento)
(5s0',180 . Ftatón $ZA/421-g4t a. C.\ al grjego (250 a. C.)
. Fur¡dac¡ón de b Acaclem¡a (387 a. C.) . Sexto Empírico
i;:\-,0-1 . tuistóteles (384-322 a. d (?-200 d. c.)
C.) \ . Claudio Ptoloméo
Ep¡crtreísrno (138-180 d. C.):
Escrrclahedonisla Esto¡c¡smo Nmagesto
{525-456
Escuelámegárica Escepticismo
Escuela cinica Hetenismo cientítico
. Galénc (130-200 d- C.)

¿El pensamiento fiiosófico t¡ene fecha de origen o, por el contrar¡o, es tan antiguo como la huma-
nidad? s¡ la filosofía consiste en una forma de pensar y acercarse, r¿vonada y crÍticamente, a lo que
nos rodea, debe de ser algo consustanc¡al a todas las culturas y civ¡l¡zaciones. sin embargo, pa-
rece que en Grecia, hacia el siglo Vl a. c., se produ.io un camb¡o tan sign¡ficat¡vo en la foima de
aproximarse a la naturaleza y exolicarla, qr-re muchos historiadores lo han identificado con el naci-
míento de la f¡losofía en occidente. Esta cuestión, que en absoluto est á zanjada, es uno de los con-
tenidos que se abordarán en este primer bloque: ¿cómo surge el pensamiento filosófico? Tam-
bién reconstnliremos la formulación de algLrnas de las cuestiones filosóf¡cas que interesaron a los
E
tilósofos de esta época y que aún siguen vigentes: el origen del universo, la situación del ser hu-
mano en el mundo, el bien, la vioa buena o la felicidad, la sociedad y su organización... Además,
para entender el desanollo de la f¡losofía posterio¡ incluso para comprender nuestro mundo y
nues-
tra forma de pensarlo, será conveniente analizar el contraste entre las concepciones orefilosóficas
y los modelos f¡losóficos de cornprensión de la realidad. Este recorrido se efectuará a través
del
análisis, la interpretación y el conrentario de textos; de manera que no sólo se adquieran estDs con-
lenidos conceptuales, sinr: que, además, se logre Lln auténtico cliálogo con el pasado.

5
Y/

Filosofía antigua:
Los albores del Pensamiento I

.']

Esquema
§/
1. Albores en Mesopotamia y Oriente
1 .1 . Reítexión sobre la condición huna¡u
1 .2. Primer ¡ntento de ordenaciÓn soctal
1.3. Et nacim¡entc de grandesteligiones.

2. Origen de los mitos griegos


2.1. Los nlino¡cos
2.2. Los micénicos lnfL;
2.3, Los ant¡gLtos milos gdcgos Las l'í1a
r¿rs n telcr
3. Explicación racional de la naturaleza filósq-\ ¡r

3.1 . Púnera cuna: la escuela de M¡leto


las ali¡ras
(;UETP,\
3.2. Segunda cuna: los PttagoÍtcos
: 3.3. Et cafitb¡o: Herá¿lito versus Parmé¡ttdes
l)anzalrclú
locarñri
3.4. lntentos de concitiación: los pluralistas lan grandr
pcrscátrJr
4. Racionalidad en los asuntos l¡umanos una serpie
,1.1 . La denwcracia, cortfirntada por los dioses Orfeq^j(

I 4.2. SoIis¿as, /os prolL'sores de /a dentocracia


4 .3 . Sócrates: "sólo sé que no sé
nada"
sus ¿ll',-c¡,
estosAn'r
sola ¡.-.iü'
nrundqle
r¡letlt,- ír¡
Obietivos oat a sielll!
sus prinleras preguntas'
o Explor¡i[ el contexto en el cual ha surgido la filosoFía, identificando Si¡ttierr.io
y que gres<-'z{itrr
. Diferen ciar la lilosofía de otras manifestac¡ ones intelectuales, como los m¡tos, ccnstalar
cdndición hu- lencia,-..s.
parecidas (sobre el origen del mundo'.la
ambas quieren respqndei a cuestiones saba q{) I
mana...).
por conseguir una concepción de sí
cia: kr ,i:
o Ailalizar y valorar los diferentes esfuerzos del hombre tll ¡ ccr rerd.
mismo y dé su vida social. r!rqU¡L )e
o comprender y utilizar correctamente los conceptos
filosóficos: idealiza¡ principio' felat¡vls- del nru¡iqjc
mo. natural, convencional.
¡ral¡ra,apr
f{)o no puc
ercamb¡o en ta naturateza) se re pue-
. ;;;; necno de que a una cuestión (por.e¡enrpro,
jrná oá ellas condicionada por diversos fac-
r rrontcl v
de dar mutt¡tud oe respuestas iliá'náüáu,'[áo sus ansr¿¡¡j
t,fres. sierr¡p'1
. Comcntar determ¡nados aspectos de'd¡versos textos'

7
IIII lll I

.\\
ñ

Cnosos xV a. C.).
dcl

L lnvitación a la unidad- L
f
Las Musas hebÍart enseñado a Orleo a creal seducto-
E

ras melodías con stl l¡ra. Adernás de músico' era


de
1¡ósofo; intro¡lrrio la creencia en la trá' tsm¡gración
i.,. otrná. y un lá srrperioricia<l de ésta por enc¡ma de¡
cuerpo.

Danzanc¡o al son de su lira, la n¡nfa Euríclice se


enamoró lntroducción
tt.r"nt" ou Orfeo, y él de la ninfa Su felicidad era Vamos a ¡n¡ciar nuestro camino e;'ploran-
rán-lrrnoe qu" no poclía duta'. Un día, Ínientras hrría do los orimeros momentos de la r¿flexión
oeráuiOa oor nristco, furíd¡ce cayó y ltte mordida
por filosófióa: los albores del pensamiento Ve-
irna tárp¡eniu qru re provocó la muerte El desd¡chado remos que, mucho antes del nacimiento de
Orteo baió a los infiernos y expresó con su lira
todas nuestra filosof¡a occ¡dental en la Grecia del
sL¡s aÍl¡céiones; la ¡nlernal Perséfone, emoc¡onada por siqlo Vl a. C., los humanos ya buscaban la
estos lamentos, rest¡luyó a OÍfeo su arnada con
una resouesta a cuestiones que han preocupa-
cono¡c¡on'.auranté todo el cam¡no de retolrlo al do desde s¡empre; así, de una forma casi
nurndo rie los v¡vos, no podria girarse en ningÚn mo-
"áiá testimonial, descubriremos algunas de las
*ánü pura *iraao; s¡ lo hiciera, ella se desvanecería creac¡ones de Mesopotamia y de la lnd¡a'
para siemPre. Los mitos de los gr¡egos son la cuna de la
oue suroió la luz rac¡onal. En pr¡mer lugar
S¡ntiendo su prcscncia. Orfeo ¡n¡c¡Ó el camino
de re-
análizarémos los d¡ferentes inlentos, Ios de
.,iá.Á. srrgi"i"n las primeras dtrdas, pero fueron si- los Dresocrálicos, de aplicación de la ra-
Érrc¡a¿as. Á m¡la¿ ai cami¡o volvieron a ¡perecer'
Pen-
cionalidad a cuestiones físicas y cosmo-
presen-
saba que Euridice le seguía, pero no sentia su lóg¡cas; segu¡damente, en un contexlo de-
i¡ale invno¡eton ta ¡nce;tidumbre y la inseguridad; sólo mácrático, veremos ta preocu!ación por
e!ácuerCo de las palabras de Perséfone enteíraba sus cuestiones antropológ¡cas' co,1ro la 'ie los
,nouietudcs. Prrr fin, ctt¿t¡Co ya se inltlí3 ei resplandor sofistas. La unidad terminará esttldiando a
ái mundo oe los rivos, la necesidad de segtlridad' de
Sócrates, el hombre que prefirió la muerte
oáioai to oru.tn.¡a de la amada era tan grande que or- a tra¡c¡onar sus ideas.
i"o no oú.lo resist¡r la tentación de girarse- Y' cierla-
rnente, ia vio; pero fue sÓlo un instante y
por últ¡ma vez:
sus ans¡as de segur¡dad hicieron qrre la perdiera para
siempre.
Mito de Oúeo Y ELttídice'

C
B
Urrr, l.rrl 1

¿Dónde vas Grigamesh? l. Albores en Mesopotam¡a I .2.


La vida que tú buscas
¡amás la encontrarás.
y Oriente MEF\)c
(tabl¡lla x, columna 1) perios.
¿Cuándo empieza el hombre a formularse preguntas fi¡osóficas? Sue-
(

le af¡rmarse que la f¡losofía se ¡nicia en el siglo Vl a. C., en Grecia' ius- rey.ani


Cuando los dioses crearon a los tamente con lo que se l]a llamado el .miiagro griego» o, con más pre- 1 750 c.
humanos cisión, el -paso del mrto al /ogos", el paso de respueslas i¡naginat¡- es r1¡i
les d¡eron por dest¡no la muerte,
vas y arbitrarias a rospuestas abstractas que obedecen it una io de lel
guardando la v¡da para ellos croi 'c
mismos. neces¡dad lógica. Pero, s¡ bien es c¡erto que los griegos protagon¡-
zaron esta elevación racional, también lo es que tenemos, con ante- conl!{t(
Tú, G¡lganrcsh, llena lu vientre,
disfruta de dia y de noche. r¡oridad a ellos, testirnon¡os de un pensatnietrto //osóÍ¡co arca¡co. tale. .ei
Celebra cada día una alegre
pensa-
lurí4\a
f¡esta' ¿Cuáles eran las preguntas que se formulaban los primeros
Ba¡la y juega día y noche. dores? Eran las mismas que los alltiguos mitos griegos ¡ntentaban El códig
Ponte vestidos flameantes, responder. lncluso nlás allá en el l¡enlpo, en la lndia, en Egipto, en casl ld
lava tu cabeza y báñate. Mesopotamia, Ios humatlos se planteaban cuestiones que son una la iust¡c¡.
Atiende al n¡ño que te coge de la El C. is,
mano y alégrate.
constante en la histor¡a ciel pensam¡ento.
leriof¡{,,
Alégrate cúand,) abraces a
' tu muiet clav¡.- J,
pues éste es el destino
del hombre.
1.1. Reflexión sobre la condición humana ducict§ ;

Oabl¡lla X, columna 3) Dos mil años antes del «paso del mito al /ogos", paso que marca el
nacimiento otic¡al de la filosofía, se escribió, en Mesopotalnia, el Poe- 4. Cr¡.¡l
ma de Gilgatnesh.
jur llo
El poema tiene una doble relevancia. Por un lado, inicia la l¡teratura
conocida de la hurnanirlad: las tabl¡llas conservadas son los frag- loú s¡
mentos de escritura --escritura cune¡fonne- rnás antiguos del mun-
do. Por otro lado, es una ¡r'olunda y sabia, antigua y actual, reflexión
sobre quá sonros y cómo tenemos que v¡v¡r los humanos. 8. Si ase
¡9, Ull uslro
l. El poema ¡ncluye una reflex¡ón
badolrdc
sobre Ia cor'Jición humana. una Gilgamesh fue rey rJe la ciuclad sulneria de Uruk, en Mesopotamia,
leodr- r:g
determinad¡ v¡s¡ó¡ del hombre. hacia el 2600 a. C. El poema, dividido en once tabl¡llas, es una ide- valoc si r,e
Atlora ¡nt,:nta s¡nletizar esta con- alización de este personaje. Lás se¡s primeras tablillas narran la bús- tituir ast,
cepciór 'iir'r olv¡dar lo que se dice queda de la gloria por parte de Gilgamesh y su am¡go Enkidu; pero, t¡ene con (l
en los dos f¿,gmentos.
una vez ha obtenido gloria y farna, Enkidu t¡uere.
2. Los humanos hemos elaborado 128. S u¡¡ s
multitud de ideales de vida: unas En las cinco tabl¡llas restantes, Gilgai,resh llora a su am¡go' ya no
personas se afi¡¡an a mov¡m¡en- busca la efímera gloria s¡no la inmortal¡dad. Sin embargo, la bús- mu,or r ,r, es
tos pacifistas; otras, como algu- Stnr
queda de una vida inmortal también se manif¡esta insensata: el hom- 120.
nos jóvenes Palest¡nos, aceptan dida e¡...¿m
morir atentando con cargas ex- bre no puede huir de la muerte.
r& atar\s !
plos¡vas atadas a su cueIpo. Pre-
Uno de los momentos nrás brillantes del poema se encuentra en la §elÉ. -rs(
senta lres ideales de vida Y ar- 3 SU CSi:OS3
gumenta cuál es el ntás valioso. tablilla X, donde se explica que la tabernera Siduri, que acoge a i¡ién l\¡n
3. El poen¡a es una ¡dealización de
Gilgamesh en su búsqueda de la inmortalidad, quiere convencerlo 130. S¡ un ul
un pe6.tlaje histórico. Piensa; de lo absurdo de sus ansias y, como alternativa, Ie propoáe su filo- ¡pron',]ü
. sofía de v¡da: v¡ve el momento presente. conoc:do v¡
LQoé sigr\ilica ¡deal¡zan lac¡sJ.t sr
. ¿Qué o a q ién tene¡nos ac- Al final del poema, Gilgameslt, desengañado, relluncia a sus sueños y krh¡r. ¡¡¡ f
tualm?nte idealizado? h n{Jerre{
de inmortalidad y acepta la real¡dad de la muerte. Serenamente, mues- ¡

. ¿Es necesario tener enlidades tra la ún¡ca cosa de la que está orgulloso: la sólida muralla de Uruk, 106. S¡¡s
(cosas o personas) ideal¡zadas? a olro soño¡.
la muralla que protege stl ciudad.

I
C 1

(- 1.2. Primer ¡ntento de ordenación social


e Mesopotamia, tierra entre ríos, ha acogido multitud de pueblos e im-
ir tL
perios. Cayó el Sumer de Gilgamesh y strrgió Babilonia. Uno de sus
jus: reyes más reconocidos fue Han]murab¡, que dura!.lte su reinado (1792-
pf(- 1750 a. C.) promtiigó el cód¡go que lleva su nombre. Este código
)ati: es el primer intento legal de orCenación de la vida social. El conjun-
to de leyes (282 artículos) que lo conslituye es la selección, innova-
on!- ción y oidenación det hetercgéneo grtipo de leyes de stl liempo; el
ni§- ccnjunto fue esculpido en estelas de piedra y repartido por las capi-
o. tales del imperio. El Cód¡go de Hammurab¡ es la pr¡mera gran obra
iurídica elaboracJa de una manera Iógica y cohennlte.

l;.r- El Código establecc r¡ue los malhochores dellen ser juzgados y


,, ¡,:{ castigados por la soc¡edad no por la víct¡ma o stt familia, ya que
y
la jr¡siicia cle éstos es una nueva ¡rtjtlslic¡a, a mcnudo una venganza.
El Código, que ejerció una gran influencia en las ordenaciones pos-
teriores, tegisla sobre las diferentes clases sociales, incluida la es-
clavitud, sobre la propiedad, la familia, los daños y crímenes pro-
duc¡dos a terceros, los salarios y los honorarios.
:14
::iY
4. Cualquier corrjunto de leyes tiene unos princip¡os en los que se inspira;
las constitr¡ciorles de los países democrát¡cos son un ejemplo del con-
junto de princ¡pios (de igualdad, de l¡bertad...) de los que emanan lcs
leyes o los decretos más concrelos. ¿Otlé pr¡nc¡p¡os crees que inspiran
:': I - lcs s¡gulente:i artículos clel Cócligo?
::ltil- Algunos artículos del Cócligo de Hammurabi

B. Si !¡n señor roba un buey, un corde- 198. Si ha quebrado el hueso de un ple'


ro, un asno, un celdo o una vaca, s¡ lo ro_ beyo, pesará lpagará] una mina de plata
rmE bado perte¡ece a ta relig¡ón o al Estado, [50o sl.
leniirá que rcst¡lu¡r hasia ireinta vecés su 199. Si ha reventado el oio de un escla-
ir'
valcr; si pertenece a ún plebeyo, lo res_
vo de un particular o ha quebrado el hue_
bLis- litu¡rá hasta diez veces. Si el ladrón no
- so de un esclavo de un particular, pe_
:)a liene con qué restituirlo, será castigado
sara [pagará al dueñol la mitad de sú fxe-
con la muerte-
cio [precio del esclavo].
mujef pero
128. Si un señor adqu¡ere una
¡a 218. Si un rnédico ha operado a un se-
).lú no extiende los contratos por ella, esia
-' ñor con una lanceta de bronce Y Ie ha
bÍ . mujer no es su esposa.
causado ¡a mueñe o s¡ le ha abierto la
-rOlll- . 129. Si la mujer de un señor es sorpren-
cuenca del ojo a un señor con la lance-
Cida encamánrlose con otro hombre, se-
ta de brcnce y le ha Cestruidci el o¡o, se
án alados urto al otro y anoFCos al agt:a.
le ampulará la mano.
enh Sielesposo de Ia muierde*a perdonar
a su esposa, errtonces el rey pocrá t.rm- 282. S¡ un esclavo d¡ce a su propiela_
'g¡á hién perdon¡r ¿ su súMito. r¡o: "Tú no eres rri p«,pietatio", el pro_
co\ 130. Siun sgñor ha dol¡inado a la muiea
pietario prchará que es su esclavo y le
I ír)tl- cortará láorqa.
[cromclida] de otro señor, que no había
conocido varón y que todavía vivía en Epílogo- [...] Para que eltuerte no oprima
la casa de su padre, y se acosló col I ella al débil, para hacer iusticia al huérfano y
:eñ --s y lo han sorprendido, este señor reaibirá a la viuda, en Babi¡onia, la c¡rrdad de la
!a muedg, y la mujerquedira en libertad.
rutl¡ que Anún y Enl¡! ensalzaron la dignidad

Jr\ 196. Si urt señor le ha reventado elojo


a olro señcr, se ie reventará el $ryo.
[..J, fÉ escritc mis prec¡osas palabras en
miestela [...].
Parte super¡or de la estela del cód¡go de
leyés de Hammurabi.

a
l.h rtlit, I 1

1.3. El nacimiento de grandes religiones A.,


dominante L¿¡ cir
El sustrato más prof unclo del hinduismo, actualmentc
védica (1650-
en la lnd¡a, se encuenlra err la civiiización indoaria o
Áoo u. c.1..e",u es frutode¡ cruce de la antigua c¡viliza- c.{fi!
"ivilización Así fr,..';ril
ción del indo y de tos invasores arios, un pueblo ¡ndoeuropeo'
gr¡egos del si-
pues, los tunoadores del hinduismc¡ y los pensadores
glo Vl a. C. tienen raíces comunes: todos ellos son intloeuropeos'
un lenguaje'
óompartían divinidades' un s¡stema de clases sociales'
el catallo cot¡o t¡ledio de transporte"' Con el desplazamiento
de los "\'t
arios hac¡a el Ganges se inició una época de mayor
reflexiórr ¡n"erior' cAa
de las prácticas rituales ex- no¡ca
Buda de búsqueda de autentic¡dad lnás.allá
(a pañir del rr
teriores: es la época de los textos iagrados UpanisÍ'ad :iS
a d¡scípulo' 5 i{ur
tás Cuaüo Nobles Vedades siglo lX a. C.), doctr¡na secreta transmititla de macstto
que podetnos resum¡r de esta nlanela: lL
1.' Toda existencia está ¡mPreg- ta¡+u
nada de sufrimiento, de Pena, de Todos los llumanos tenemos utt destino (samsar+ trazado'
par-
- b....¿ t
frustrac¡ón ante la caducidad de de reencarna-
un mundo en constante cambio;
tic¡panlos de una rueda inac;bable e inalterable n e{ér

todo es esirlcialmente fugaz. ciones. Sll¡,DO


2.' El origen del sufrimiento se en- El yo o atrnán (al¡cnlo, respiración) busca la
ruptura de este ci- y\t¡€
cuentr¡ en las ans¡as de v¡vir, en - que sólo llega cuan- vinida
ractuac¡Ón, de Placer, clá eterno; una ruptura o liberación (rnoksa)
el deseo d del uni-
de poses¡ón. do el yo se identifica plenamente col.¡ la esenc¡a últiñra
de que rada
verso, o Eral¡mán, es decir' cuanclo el yo se da cuellta
c
3." El sufr¡miento se suprime an¡- con lo
qu¡lancjo la sed de v¡v¡r' de gozar. es una chispa del gran fuego del universo y se identifica Esra. c
de actuar; la extirpación rad¡cal de Absoluto. t21e
los deseos Y Pasiones nos con- pensarn¡en- norre¡
duce a una seren¡dad Y una tran- En la lndia, en el siglo Vl a. C., el siglo en el que nació el
qu¡lidad absolutas, al nirvana. to rac¡onal, un joven inquieto, llijo de una rica e itllluyente familia'
de unos años
4." El 6m¡no que conduce al n¡r- llarnado Sidclhartha Gautarna (566-486 a' C'), después
vana es el camino de las ocho una vida de asceta
de goce, pero también de insatistacción, comenzó
pero
sendas; aquel que lo s¡ga se acer-
ca a la iluminaclón. Las ocho sen-
errJnte. óonoció profundalnente la doctrina de los Upanishad'
un camino
?-2
como no consigu¡ó con ella la l¡beración anhelada, iniciÓ
das son: Palabra correcta, con- después de estar inmóvil al pie
ducta conecta, modo de v¡da co- de nuevas búsquedas. A los 35 años,
liberación' el
rrecto (moral budista); esfuerzo de un árbol durante 49 dÍas, descubrió el lnisterio de la int-¡oet
an-
nirvana. De esta forlna se convlrtió en Buda, el ¡luminado'
Pero
correcto, recuerdo correcto, me- <l^1o:
ditación correcta (Yoga); oP¡n¡ón propagar el df'arma o verdad bu-
tes de entrar en el n¡rvana' dec¡dió mrlaro
correcta, ¡ntenc¡ón corecta. lo condensa' Murió
dista; el Sermón de las Cuatro Nobtes Verdades
el
a los 80 años, habiendo conseguido prlmero el nirvana' es decir' tura ñ
el par¡-
cese o neutralizac¡ór' del deseo y cle la acc¡ón' y' lina¡lllente' e1 rp
y
nirvana, la extinc¡ón completa def¡nit¡va del deseo' I'.F§ t-¡i'
h..,
Piensa c'í¡ no
Los sisu¡entes pánaro§ describea lal veT de rnalera
sirnplilr'ad"
5. TpT]::-l* ::"". T*,iT::""""3"':*
Á *nc¡encia, la v¡tla-,. ¿esdc la perspecliva de la cultura
occ¡dental L- Ill
cotrcebimos, en general, !
tre n](
"f "ono"¡,¡¡"r1ro,
: oriente Occidente I
tr r¿
I
esencia det úni-
I .- e,,i lr" c¡nr¡iantes aoariencias, el múrrdo l¡ene unr realidad pelm anenret el BrahnÉn,la 1rÉ(rr
sienrpre rernr¡na fracasando.
i ;i;. il;;;;I, Jon nu""tro" lu"¡tu¿as capacidades ¡nre¡ecluates, i C¡ ).
yo, mi conciencia. ño es L¡na ¡eali'lad a¡slada si¡¡o u¡1a parle de uI¡ todo eterlro
c
l. El¿hár¡. es decir, mi
\'alor orsullo a la propia v¡da' CÉQ,
l-;-.:il:i:';-';;.i.í"nio o. da srandeza' v
""t" 'ni¿ad v¡da La rruerte i¡rd¡vidual no es más que el paso hacia olta
I
(l( Jx
i . No caminamos hacia la muerte, sino hacia ¡a
i,
acu¡nulando vida' aAi{}
' ioÁa o" u¡¿u; un proceso de transmigrac¡ón de la vid¡' v¡virnos I

"l

10
1

2. Origen de los mitos griegos


La civ¡t¡zación rninoica y la civilización micénica constituyen la cuna
más antigua cle nuestra cultura occiclental; en su mundo se fueron
conligurando las respueslas míticas que preceden a las respuestas
filosóficas.

i
2.1. los minoicos
I

Creta, con su capital Cnosos. fue el centro de la civilización mi-


no¡ca (2500-1450 a. C.). El legenclario rey Minos fue su fundador' Los
restos encontrados dan testimol!io de una cultura naturalista; sus
pinturas no representan armas, gtlerreros o batallas' como es habi-
El mito griego del Minolauro t¡ene su
tual, s¡no iard¡tres, fiestas, llomllres ágil-^s y muieres estil¡zadas sal- origen en la cultura minoica.
tando sob!'e ttn toro. En sus gustos pledominaba el color negro, sím-
bolo de la vida, por lo oscuro de la tie-
na lértil y húmeda; y el color blanco, que -L-
s¡mbolizaba la mtterte, como los huesos I
o
y la tiena ár¡cla y desért¡ca. La mayor d¡-
'\\l <)
(:

vin¡dad era la D¡osa-Mad:'e, diosa rle la


1\
rnl
lierra, de la vida y (le la fertilirJad, vene-
rada en toda la zotla mediterránea. \
Esta civ¡l¡zación tan pacífica y naturalis- FOCTDA

ta fue ciestntic¡a bl uscamente por un le- \


nómcno r'talural: una lenorifica explosiótr
d\
álld¡
'iolcánica
(hacia el 1500 a. C.). §

)
2.2. Losmicénicos
A partir del 2000 a. C. grandes masas de [,rvAsróN AoUEA
I ¡ndoeuropeos, princ¡palmente las tribus (S. XV a. c.)
de los aqueos, ¡nvad¡eron Grecia. As¡- CFEfA

milaron elementos de la cultura nativa,


5
rec¡bieron ¡nfluencia de la floreciente cul-
por
tura minoica, pero mantuv¡eron muchos rasgos propios como'
)l

eiemplo, su lengua, una forma prim¡t¡va del griego' De este encuen-


tro surqió la civitización m¡cén¡ca, en esplendor desde el 1600 a
C'
hasta el 1150 a. C.; Micenas fue la polis más relevante'

Esta fus¡ón de culturas provocó confl¡ctos entre d¡vinidades, en-


lre modelos cle vida, entre valores dominantes. La mino¡ca y ma-
k¡arcal Diosa-Madre, que habita en el interior de la lédil tierra, en-
tró en confl¡cto con el patr¡arcal y dominanle Zeus, que habita en el )._ -.
cielo. Así, el modelo de vida pasó a ser el del lrotnbre guerrero y
culto, que ccnstruye palacios fortificados y crea mitos con gran Po-
der expl¡cat¡.,o. Los valores proclamaclos serán los valores de la
aristocracia. Máscaaa de Aqamenón
I lrtlr l; i, I 1
por las invasiolres de las kibus el ue
La civ¡lizac¡ón micénica fue arrasada
vez Üestrui-
A mí me engendró H¡Póloco -de más militarizadas de los indoeuropeos: los dorios' Una
éste, pues, soy h¡io- Y envióme a
do su mundo, los descendientes de los rnicénicos q'- sobrev¡vie-
Troya, recomendiándome muy mu- no quedó nrás
|.on fueron colonizando Jonia; de lá cultura micénica Lr.iS I
cho que descollara ) sobresaliera
entre todos Y no deshonrase el l¡- que un belto recuerdo, y Grecia pasó por una época de oscuridad' f¡§ €
!ia
naje de m¡s antePasados, que fue-
¿Qué mundo reconstrüye
Homero en sus epopeyas la llhda y laOdi Iqrr
ron los h.-rmbres más val¡enles de iet
Honle-
Éfira y la extLlllsa Üc¡a. Tal alcur- fea? Unos 600 años después de la destrucción de Micenas' que
pasado y' poét¡camente'
nia y tal sangre me glor¡o de tener. ro recoge los recuerdos de aquel glor¡oso
Homero. La fri?da, Vl, 208-2'10' relata cámo los vieios n¡¡cénicos ased¡aron la ciudad de Troya con la clava
nos narra e¡ re-
ayuda cle sus dioses l¡lít¡cos; en la segunda obra' 2atrl
nos ex-
iárno ¿el astuto Od¡seo (Ulises) a si¡ isla de itac¿ l-lornero ¡,..rS(
y cultos r¡1!
plica los mitos e ideales de vida de estos hombres valientes irc
que querian ser siempre los mejores en todo, los arislos'
d¡os.
6. Este fragmerto de Homero es
que compar
una muestra de lo que has leido. El ideal ar¡slocrático de ser el nlejor en todo (aristos)' Yde
. valor princi-
¿Con qué titulo lo encabeza- tían Aquiles, Hóctor, Agamenón, Ulises .', tenía como ir
por
rias? pal el ánsia de excelencia. El ar¡stócrata era aquel que era noble at uni
. Expresa con tus Palabras el lutrr"tu.r, pero toda su vida tellía que ser una ratificación de esta ?-ri'
'el mejor' C,.
sign¡licado de esla afirmac¡ón: nobleza. La palab ra arislocrac¡a proviene del griego aristos
P
.L? naturaleza espec¡al de los la misma
y kratos 'poáer'; arrstos y areté 'excelencia, vidud't¡enen
nobles ¡ustifEa su Primacia PG' forma' el propio HesÍor
lítica." íuí, ,r, quu ,n superlat¡vo de distinción' De esta
""
lenguaje ya ind¡caba que unos hombres, los a'llstos' eran
los que po-
. Aporta una razón a lavor o en únicos
s"ián áret;, la excelenc¡a: consecuentemente, ellos eran los rra. Cr
contrá de la expresión anterior.
que podían gozar de pocle¡ hono¡ éxito y fama' trar
na. Cr
dl- i€\

2.3. Los antiguos m¡tos griegos


dg¡¡q«
gu. .Jc

En la segunda mitad del siglo Vlll a' C', la Grecia


Arcaica era un mo-
R 1;r
saico de-pequeñas comun¡dades polít¡cas, las pol's' S¡n embargo' a h¡Ac
pesar !e'esa aparenle dispersión, los griegos se sentían diferentes nc Jr
ie los'otros pueblos: se llamaban a sÍ m¡smos fie"eno'; tenían una d¡91. t
y tenían la con-
lengua propia, una cultul'a, unos juegos olímp¡cos ' ef,...)n
cieiciai¡fusa de un origen colnún. Esta concienc¡a se expresaba en
micénica pero que rn¡\oi
unos m¡tos y leyendas que procedÍan de la época
que se ocu-
habían surg¡do en épocas anteriotes Los poetas eran
los
paOan de Ls rnitos; tanto Homero (todavía un homL'é de
la Grec¡3
Arcaica) afirman que las Mu-
ó""rr") n.síodo (ya de la Grecia
"oro
sas les han transmit¡do su saber.

rvp.!."-i . t
El m¡to es un relato metnorable y tradicional
que expl¡ca la actuación
y
ejemplar de unos personajes extraord¡narios (dioses héloes)
tLmpo prestigioso y leiano. Así pues, se trata de una narración
en un
que
L ¡,¡
lel

perdlra algo inrportante- en la lnemoria colectiva de una co-


-como pasado; que cuen-
mun¡dad; que no se invenla, sil¡o que se hereda del
(cómo se
ta actuac¡ones y hectlos extraoldinar¡os y sign¡l¡cativos
cónlo se obiiene el
hizo el mundo, córrro apareció ia primera mujer,
Dioses
fuego, si habrá ulra letlibuciórt iusta después de la Inuerte"')'
J
; h;;es están hechos a semeianza hurnarra y actúan y siellten igual
que los hombres; perc perteuecerl a Lln t¡empo pasado y excepcional:
Gea.

12

L
I
¡¡-fl

del mundo. El siguiente texto expone un mito que


el de los orígenes
responde a-la cuest¡ón del or¡gen y formac¡ón del mundo:

Dec¡dme, ioh [¡ur3s de las estan' no), para que la cubriera totalmen-
S
c¡as delOlimpo!, cuál de los dioses te, y siempre fuera segura Para los
fue el primero. Anterior a todas la§ d¡vinos y dichosos dioses.
cosas fue Caos, Y después Gea (la Después h¡zo las grandes Monta-
T¡erra), de ancho pecho, mansión ñas [...]. Más tarde Gea, uniéndose
perenne y sólida de los lnmortales
amcrosamente con el C¡elo Estre-
que habitan la cima del ventoso
llado, engenclró al Océano, de Pro-
Olimpo, y eltenebroso Tártaro, en-
1l fundos remol¡nos [...]. Posterior-
clavado en las profundidades de la
mente nac¡ó el astuto Cronos, que
ampl¡a tierra. Y Eros, el más her-
fue el más terr¡ble de los h¡jos del
moso de enlre los dioses inmorta-
les, que libera de todas las preocu-
Cielo (Urano) y qtÉ od¡ó desde un
paciones y domestica, (le todos los princ¡pio a su prdíf¡co padro [...].
dioses y de todos los hombres, la La NJche d¡o a luz a la od¡osa Thá-
mente y la prudente volunlad. nalos (Mlrerte) y al Deslino. También
t-
Y de Caos n3ciero,n Ércbe it¡n¡eblas) dio a luz a Hipnos (Sueno) y a la mu¡-
y la negra Noche; y de la Noche, titud de llusiones o Fantasías, sin
'I al unirse amorosamente con Erelle, que esta diosa, la tenebrosa Noche,
nacieron Éter y el f)ía, Gea engen- se acostar¿l co¡ na(lie; y, posterior-
dró primero al C¡elo Eslrellado (Ura- nrente, a la dolorosa Aflicción [...]. .,!
\
l¿t

t,l llesiodo r¡os explica ei nacimiento de! cosmos y de los dioses: Cro-
:)- nos, el l¡empo, era hijo de Urano, el c¡elo estrellado, y de Gea, la Tie-
rra. Cronos cdió tanto a su padre que acabó luchando con él y des-
trcnándolo del Olinrpo. Seguidamente, se casó con Rea, su herma-
na. Cuando Rea !e puso a su piimer hiio en los hrazos, temió que su
dcscendencia rep¡tiera lo que él hizo con su padre y, para evitarlo,
alcvoró a su primer hijo. Los temores aparecieron de rtuevo con el se-
gunCo hijo y, suces¡vamente, fue devorando a todos sus lliios.
Fanes-Eros.
Rea, atormentada, urdió un engaño para conservar a escondidas un
.a
h¡jo: cr¡ando Zeus nac¡ó, lo llevó a la isla de Creta y entregó a Cro-

ní: nos una piedra envuelta en pañales, p¡edra que fue tJevorada por el
,nv dios. Posteriormente, Zeus, ya adulto, hizo lo que era inevitable: se
LáI
enfrentó a su padre, lo deslronó e hizo que vomitara a todos sus her-
UE
manos devorados.

:ta 7. ¿Cuál de las s¡gu¡entes interpretac¡ones del mito de Cronos (o Saturno) te parece mejor
y por qué?
. Los padrcs no quieren que sus hiios se hagan mayores y los tratan siemprc como s¡ lueran pequeños.
. Es ine\titable un conll¡cto entre padres e hi¡os; es el confl¡cto generac¡onal.
. Et t¡empo lo devoa todo: ncsotros somos sus h¡ios y nos devoratá.
on 8. piensa acerca de los m¡tos. Sólo una de las expresiones de cada pareja se aiusta al conocim¡ento q(le actualmenle
tenemos de tos mitos antiguos. Espec¡fica cuál es la expresión corecta y aporla una razón que lo fundamente.
iue . Los personaies m¡totóg¡cos son s,iTbolos de etementos como la Tterra, el c¡elo, elt¡empo.-. De esta forma, los mi-
tos ¡n¡c¡an en le histo a del pensamiento una elevac¡ón hacía lo conceptual. / Los relatos m¡tológ¡cc§ sólo son
)n- historias d^,etlidas y soerendentes para paiar el rato.
S§, . El mito es una teoda h¡slóñca que expone y expl¡ca diversos modelos de v¡da del pasado. I El m¡to es un relato que
nos muestÍa actúaciones eiemplares-
. En el pensarn¡ento ¡nitico, et pesarlo o momento or¡g¡nal se expl¡ca rec,uniendo a lo que actualmente obsevamos
les, y sabemos. I En el pensamiento mít¡co, la exper¡encia y las v¡vencias col¡d¡anas se expl¡can recuniendo a una si-
r-l: ¡
tuación remola u oiginal.
rir::-

13 I
I Jn rr l¡,.1 1
¿,O,rarl¡

3. Explicación racional de la ric-; Í


se pro
naturaleza
En el siglo Vl a. C., en Grecia, un coniunto
de holnbres' lla-
las expl¡- 4ei
madosictualmente presocráticos' cuestiotran .el¿
pr<lblemas y
caciones míticas que teciben detenninados
esta
buscan explicaciones mas seguras, más lóg¡cas'.De
piulalidad dc
fonl]a, empiezan a investigar si detrás de la 40t
incluida nues-
cambios que obselvanlos en la naturaleza' .,tí¡r
una realidad
tra prop¡a viCa' existe una reatidad básica'
que no canlblÍt ianlás. Cel,

l¡¡ilt
3.1. Primera cuna: la escuela
Ademé
de Mileto ca )n
griego' ocupaba
En el siglo Vl a. C', la Hélade, o mundo hereda
Asia
[u*u pl,t" ¿u lu. costas clel Meditenáneo' Jon¡a' ense ha- deo
,no de sus centros más activos' Aquí
frrf"not,
"ra (huyendo de la arra-
bían establecido los antiguos aqueos
y
fr¡i""nu") uqui había escr¡to Hornero sus obras Esla 32,
"uJu
será la primera cuna de la fllosofía' ranP¡é
que con Tales' astr9nol:to y mlte-
Es una convención histórica decir Pil..Jor
l-e¡"o á" U griega de Mileto' se inicia la filosofía' El y sus.d¡s- m?.11t,
"oronia v A-naxinrenes' empezaron a buestionarse el va-
;;;J;;;"drJ arbi- Pitáqo
Iolá" iát mít¡cas: las consideraban explicac¡ones
"rpli"u"iones buscaban ló: bl'
9. El pr¡ncip¡o tád<hé) es la realidad tiarias y eltos, los primeros que filosofaron' "i'l':-i::: litiqqs r
bás¡ca, la fuente de todo, aque- lógica; así pues, fueron los primeros en protagonrzar
llo que está en todo. En las si- "o^ ""á""iouo responder a las pre- nlt.. _.e
;i;r";;;i mitoil togos' Y es que i¡rtentaron de h(cir
ou¡entes exPre§iones también la
üü" sin recunir a las Musas' buscando en
áparece este concepto Busca nlli"" y procu- lanr., a
un s¡nónimo Para oada caso Y nrooia naturaleza las causas necesar¡as de los fenómenos
'"quietában
rac¡o- relriQft
di cuáles crees que son lgs más ;il;;"it;; rna lev a partir de la cual se pudiera explicar
la realidad' biér¡ la
cercanos al sent¡do del térm¡no nalmente, y no de forma arbitraria'
según los nl¡lesios. Lo,,;cr
Así, pensaban que baio el mr'rncJo
observacional de los selltidos' baio
. Este inclividuo no t¡ene Prin' rial4fl .
naturales' ex¡ste una Íealidad
c¡P¡os. el mundo cambiante de las apariencias o fü, rna
. Eslamos al Pinc¡P¡o de cur' ti¡a y Oásica, un sustralo, un
principio' una naturaleza'
af¡¡\í1;
so. todo es el agua; lrabía€ons-
. Según Tales, el principio del que suri¡e reducirs
Agua, üeÍa, a¡rc Y fuego son
cuatro PrinciP¡os. i"*áJo qu" el agua o la humedad es fuente
de vida' Para A¡ax¡-
lo it¡deter-
en as
,rnár",'"n era algo lnás abstracto' elapeiron o dos los
. M¡ madre d¡ce que lo Pinc¡' "rrLio, era una detcrminac¡ón' Para Anaxínre- do'nd
Pal es que con¡a. -inooo; el agua de Talesprimera e|a el aire; algo palec¡co al al¡ento'
10. Consulta un libro de Fisica; ,"t, J"t"uá h matcria óstas, ¿

conslatarás que ulÉ de las in-


""
Jiroianoo.u y tutif¡cándose consiituía el princ¡p¡o vilal' tor1s.
vestir¡aciones más actuales es por las respuestas concretas que tos del r

la qué giraren torno a cuáles i-lablanros de estos pensadorcs, no qr-g,


que se fornrularon y por la forma en
son las Panrculas lnás elemen- J¡"ion. ,ino por las preguntas nrcr&i l:
Lo nrás fecunclo de ellos es el estilo de
tales de la materla- Relaciona ;;;;";;;;""pondJrlas' único' des- PO¡. Jll,
esta Problemát¡ca de hoy con p"".á",i""a, lá búsqueda racional de un princ¡pio
ra d{ c,
la de los miles¡os'
vintulándose cle las representaciolres miticas'
"",

14

T
{1

¿Cuáles fueron las circunslancias que h¡cieron posible que en las


r¡cas ciudades o polis marít¡mas de Jonia, én concreto en M¡leto,
se produjera el milagro griego del nacimiento de la rac¡onalidad?

- Eran soc¡edades relativamente abiertas; tuvieron que adaplar-


se a cambios frecuentes a consecuencia de la dependencia o lu-
tela que sufrían del rey persa y de sus gobernadores.

- Manlenían contactos, grac¡as a sus múltiples v¡ajes, con pueblos


dotados de brillantes civ¡l¡zaciones (Babilonia, Eg¡pto...) que te-
nÍan d¡ferenles mitos y visiones de las cosas.

- Su religión, sus m¡tos, no estaban controlados porCogmas nisa-


cerriotes que de forma activa rechazasen la var¡edad de opinio-
nes: en aquella época, eran los poetas quienes erpresaban los
mitos.

Además. podemos decir que los griegos tenían una actitud de críti-
ca constante, como si cada generación tuviera que criticar la vis¡ón
heredada y ofrecer una explicación racional alternativa; es decir, un
deseo de mejora permanente.

3.2, Segunda cuna: los pitagóricos


También en el sif;lo t/l a- C., pero en al sur de llal¡a (la l,,lagna Grec¡a),
Pitágoras y su comun¡dad protagonizaban el nac¡miento de una for-
ma alternat¡va.de pensam¡ento rac¡onal. 11. Para los p¡tagóricos, pesan más
los elementos formales que ios
Pitágoras, que según parece íue el primero en ¿f¡¡¡¡¿¡; "¡§oy un fi- materiales. Para ellos. lo fun-
lósofo!., nació en la isla jónica de Sarnos (570 a- C.); por razones po- damental es la proporc¡ón, la
organización y la estn¡clura. Por
Iít¡cas em¡gró ai sur de lta!¡a, donde fundó un rnov¡miento no sola-
eiemplo, si t¡enes una obra de
nrente ¡ntelectual sino tamb¡én religioso, mora! y político: una secta arte (una escultura, un cuadro,
de ¡niciados con un claro objetivo primordial, la purificación del alma un conjunto de notas musica-
tanto a n¡vel ccrporal ccmo intelectual. La secta h¡zo una reflexión les...), lo que vale, aquello que
religiosa sobre el alrna; y defendió no sólo su ¡nmortal¡dad sino tam- le da belleza, es su organ¡za-
bién I: doctr¡na órfica do su tronsmigrac¡ón. c¡ón. su estructura formal.
¿Cuál es tu opin¡ón? Def¡ende
Los pensadores de ia escuela de lJ¡leto buscaban el principio mate- tu punto de v¡sta apoyándote
en un ejemplo.
r¡al del que todo emergía; Pitágoras, en cambio, busca la estructura
o forma del cosmos, no los elementos materiales que lo integran. Muy 12. Escribe sobre el tema: .¿Todo
es matematizable?". Pautas
aficionados a la música, los p¡tagór¡cos descubrieron que ésta puede
para tu respuesta:
reducirse a proporciones numéricas, c números:
en un segundo paso, considenron que to- - Anal¡za los térm¡nos de la
pregunta. Está fofmulada de
dos los objetos del mundo también pue-
den reducirse a figuras geométricas, y
éstas, a expresiones numéricas. En-
ffi forma muy genér¡ca y de-
beria concrétarse en aiistin-
tos ámbitos del conoci-
tonces, s¡ quiero escrutar los secrÉ- m¡ento.
t
tos del universo, del cosrnos, palabra - lnd¡ca s¡en cada ámbito es
que significa 'orden, organ¡zación, ar- o no apl¡cable el método
matemát¡co.
I
monia, belleza', neces¡to estud¡ar las pro-
porciones numéricas, porque la estructu- - Finalmente, ¿qué s¡gnifica
matemat¡zable?
ra del cosmos es matemát¡ca.

15
C
&
lllrirl,,, l 1
En c¡ert
3.3. El cambio: Heráclito versus nef'^er
Parménides cos no
o rln
pensam¡ento' con frecuenc¡a se han senüdo
A lo largo de toda la historia del
;;Jo;o* ;""cepciones del mundo modelos antagón¡cas y enÍrenladas: por r¿
dominantes de re- razooaf
.i, i*"ituoleÁente' hubiese clos
""lo
Il*iát¡i1..¿r¡*. Herácl¡to y Parménides son los
fundadores d¿ es- pre. J
'
son estas dos
iu1'Jo" ,¡"¡on"" del mundo arquetíp¡cas' ¿cuáles Parnn
ntundo?
constantes y opuestas visiones del verdad
y sobre el cosmos que reali- SET :IS
,IAEITtr' Por un larJo, la observac¡ól¡ la reflexión
pensadores de Mileto' le conducen a afir- oieza a
za Heráclito, cercano a los
*,á en constante proceso de cambio' :':,1"-T"- gaL .r (
D»I O' ,"r'ü*i"i. ét, que en su pol¡s de Efeso
ha- unarqet,
i"üi,¡ááo u" ,"v ¿u vida. ciertamenre, b¡en que
muy
,rJ*.
L,r'r'"a" trastornos políticos y sociales' sabía Ser ... ia
Heráclito. especulación lilosólica que lle- sa o¡\ e
;;;;;;;Á!e. Por otro lado' la
y rnentalmente al rn-'ld:,ln* atir¡ ,ic
va a cabo Parménides, cercano local
,

Aquírienes ¿os afor¡smos de


I
I t3.
'* los datos sensoriales' ciorn\ d
! ill'á"i,i". o u"o de erros I ül ,*, or" consecuentemente' cuestionavisibles son una aparien-
"ada in- lfir-", que los cambios
I iál"árp"¡* dos Posibles
I
ontrgoni"amente,
profunda'
Un l§ci
I terpretaciones ;Cuálcrees
que I que e"conde una permanencia más lenr- qL
I es la más aPoPiada? I "ia
de familia ar¡stocrática, obser- e in¡(ni
:-;;;;;';, tran en tos mis' Heráclito de Éfeso (550-480 a' C')'
i enig-
oscu ro por su estllo aforístico Y inn:,-¡ilrr
It mos nbs, cada vez se bañan
\
vador y especulativo, llamado el
un P roceso conl¡nuo <.le carnbios
I
la lt,a!'tg
en aguas di¡e¡entes' mático, concibe el mulldo como
la afirma ción del PerPetuo fluir
de
t
'
", bia'
El techo det río no cam' Su tesis fundamental raclica ett
todas las cosas: lodo Pasa, todo corre;
los humaltos sol]los un Pro-
joven,
*{i
nac¡do' l) iño, adclesce nL(] ,
ceso que consiste en ser recién

d
I ¡, No haY dos instan'es
i : vegetal (sem illa, tallo, flo( fru-
ibuater adulto, vieloi lgu alnrente el mutldo
t. . El ugr, áel mar es la más to...) y todo el m undo fís¡co
(dÍa Y noche, estac iones...). He-
' PUra Y la más conlaminada:
universal
ráclito afirma el d ¡nanrismo o la movilidad
- Para los P)ces es Polable Y to-
satudable: Para los hombrcs El fuego es la metáfora
qu e expresa su Pensanliento:
es imr,otable Y morlifea' clas las cosas sol.l llamas de
un gran fuego. Las llamas'
a: fodo es relal¡vo' o momentos;
siempre en movimiento' son Procesos
ó. Todo e$ su contraio' pero el fuego, el atkhé o P rincipio de todo, Perdura' De
contrarios en lu-
la mismá forma, bajo los elementos
ley, un orden, un /ogos'
cha constante, se esconde una (hombre,
que es iusticia; si no hay I ucha de oPuestos

a
hay ¡njust¡cia' Porque
mule r; rico, Pobre; joven, vle¡o ..),
re el otro. Y la justicia
un elem ento se ha impuesto sob
gue rra; por eiemPlo, en la
es enfrentamiento, Polémica'
habrá just¡cia cuando las
¡
relación entre dos personas sólo
qu¡eren ser ellas misrnas' Y' con-
dos ge afirman, se imPonen,
f,. secÚen temetlte, la relación
justa ha de ser tensa Y Polémica
14.-.Ou
a C ) nació y vivió en la c¡'9i9
Parménides de Elea (540-470 -E:" !-" pLre:
es visto enpolé-
ilññ;r, ; ta üagna Grecia"su pensam¡ento
en forma ^s,tit
rno" o]á"ü de Hiráclito Escrib¡ó una obra filosófica
"t, "l
¿"'J""lnr, inr,u¿" Sobrc la naturaleza'
en la que proclama-la inmuta-
que alirnÉ Herá-
iu'i"J áot., o" la reaiLlacl; es decir' los cambios negarlos'
;ffi; ;i;;r"tiencias sensoriales' la razón nos lleva a
Parménides.

16

tl¡
l- lrI, lil( l 1
En cierto sent¡do, los pitagór¡cos ya menosprec¡aban las apodac¡o_
Es necesario que el decir y el pen-
nes sensoriales; afirmaban que para descubrir teoremas matemáti-
sar sean alguna cosa; porque el ser
cos no se necesita observar el mundo, sólo se t¡ene que esoecular es, pero la nada no os. Te ordeno
'
o razbñar lógicamenté. parménicles ásume ebta concepeitrl; si los ; que lo cons¡deres. De esta primera
sent¡dos nos dicen una cosa y la razón olra, debemos guiarnos más vfa de invest¡gación te mantengo
por la razón; los sentidos muchas voces nos engañan, en cambio alejado, pero tamb¡én de aquella
un
razonamiento lóg¡co nunca engaña. En consecrienci3, aquello qUe otra en ¡a que los mortales, que no
entienden nada, se extravían, bic+
pienso con rigor lógico 1¡ene que ser real.
falos. La incapac¡dad de su coraje
P¡rménides, en su poema, afirma que Una cliosa lc ha revelaclo una dirige su pensamiento inconscien-
te. Son arraslrados como sordos y
re.'dad incuest¡onai¡le: "el ser es y ol no ser no es., es clecir, e!
ciegos, desconcertados, estirpa sin
ser existe y la nada no ex¡ste. partiendo cie aquí, parnténicles em_ ju¡c¡o, a qu¡enes ha parec¡do que el
pieza a extraer consecuenc¡as lógicas, y la nrás impo!-tante es la ne_ ser y el no-ser es lo mismo y no lo
gación clel cambio. ¿,Qr.ré sería un cambio? pues sería el paso de ser mismo, y que en todas las cosas
r,na determinada cosa a no ser esa cosa, o bien el paso de no ser a hay una doble d¡recc¡ón.
parmén¡des, Fr 6.
ser una determinada cosa; pero la verdad ¡ncuest¡onable cle la dio_
v se es: el ser es y el no ser no es. De esta forma, llegamos a que la
Una tortuga desafia a Aquiles, el
al¡rmación del camltio es absurcla; no hay ninguna pos¡b¡lidad ra-
de los p¡es alados, a compet¡r en
cional de enlendefr:, ya que es pura itusión. una canera y le d¡ce que, si Aqu¡-
les le da un poco de ventaja, no la
Un discípulo de Parménides, Zenón, también de la pol¡s de Elea, ¡n_ podrá alcanzar. Aquiles acepta y la
tentó que las ideas de su maeslro pudieran aceptarse con facitidad tortuga, muy arrogante, reaf¡rma
e ingenió un conjunto de paradojas en las que, si no se acepta la que éljamás podrá ganar la carre-
inmov¡l¡dad universal, uno queda atrapado- La paradoja de Aquiles y
ra. ¿Por qué? Sigue el razona-
miento de la tortuga y observa si
la toftuga es una de las más famosas. comete algún enor lógico.
Aqu¡les está en e¡ punto de salida,
que podemos llamar AO; Ia tortu-
ga, que ha conseguido la veniaja,
está en el punto T1. Empieza la ca:
rrera, Aquiles va del punto AO al
punto 41, a la attura de la sat¡da de
.\ la tortuga, pero, mientras, l¿ tortu-
ga ha pasado de su in¡cial punto
T1 al punto T2; Aqu¡les todavía no
la ha alcanzado. A contj¡uación,
Aquiles va de su puntoAl alpun-
to A2. Y, m¡entras tanto, la tortuga
I ha ido del punto T2 at T3; y Aqu¡- t
les todavia no la ha alcanzado, t¡e-
ne que ir del punto... Podemos se-
guir así ¡nfinitamente, de la misma
\ forma que infinitamente podemos
dividir un segmento finito. Conclu-
sión: Aqu¡les iamás alcanzará a la
tortuga; el camb¡o o mov¡m¡enlo
es una ¡lus¡ón.

¿Cambio o pennanenc¡a?
'!4' ¿QuÉ dices al re§pecro? ¿Estás n¡ás cerca de las ¡deas de Herácl¡to o de las de parménides? para fac¡litar
tu res--
puesta,1eo,rc'cemoStmas.ueslionesqt'epuedes¡{i|izafa|e|aborar|a.
' s¡ ¿odos,los dás le crcce el pelo' s¡ cada loe te crecei les uñas, s¡cada minlúo
varian tus células..., ¿en qué seo-
!¡do puedes decir que cont¡núas siendo tú m¡smo o tLi n¡sma?
. Sj yas carlbriardc.lcs componentes de rn odenaalat (e! cj¡sco duro, la C¡sqüetera...),
¿en qué momento podtás
dec que t¡enes una r¡áqulne nteva?
: r,,1. 1

3.4. lntentos de conciliación: los pluralistas


1:r. E

¿Heráclito o Parménides? ¿Qu¡én t¡ene razón? Empédocles, Anaxa-


+- -- goras y los atomistas Leucipo y Demócr¡to protagonizaron el primer ¡n-
^¡l¡tx

tento de concil¡ación. No se quedan con su part¡cular "punto de vista', ¡Ql


sino que pretenden sumar perspectivas; así, aceptan de los jonios (He-
rácl¡to) que la plrysrs es un proceso de cambios constantes; acep-
t' tan de Parmén¡des que lo que es no puede ven¡r de lo que no es'
Ciertas coincidenc¡as en sus respect¡vos pensamientos nos permiten
agruparlos bajo el nombre de p/uralistas. T¡enen en común:

- Lo existente no ha surgido de un solo y ún¡co pr¡nc¡p¡o (colno


f defendían sus predecesores)' sino de diferentes elementos pri-
'i migerrios, de una plural¡dad de elementos originales, de aquí el
nombre de .plural¡stas".
¡ - Los camb¡os que observalrros son combinaciones y recomb¡na-
ciones de los elementos prin¡genios, tro transfonnaciones de éstos'
Empédocles (494-432 a. C.), de Agrrgento (S¡cil¡a)' am¡go de Par.
mén¡des, recoge la consicleración del agua como prinnipio que for-
muló Tales, la c.lel aire rle Anaxí¡nenes y la del luego uniflcador de l-le-
ráclito, y establece ta fanlosa teoría de los cuatro principios tro re-
ducibles unos a otros -agua, aire, fuego y tierra-; ésta sería la
realidad que nunca camb¡a. Las cosas naturales son comb¡nac¡ones
en proporción matemática de estos elementos. Y estas combina-
c¡ones y recomb¡nac¡ones están regidas por dos fuerzas: el Amor
(que atrae, une) y el Odio o Discotdia (que d¡vide)'

Anaxágoras (5OO-428 a. C.) nació en Claxónrenes, pequeño puerto de .l

I lVous: transcripción de un térm¡- Jonia, pero, a consecuencia de lá represión persa, em¡gró a Atenas'
'
no gr¡ego que se ut¡l¡za en va-
Con é1, por primera vez, la lilosofía se ejercita en Atenas' Sin embar-
r¡os sentidos: (1) facultad de go, al f¡nal de su vida fue acusado de ateísmo, ya que afirmaba que el
pensat intl:rgencia, espíritu; ; éol no era una divinidad sirro una piedra ¡ncandescente, y tuvo que exi- 5
(2) pensam¡ento objetivo; (3) l¡arse. Para Anaxágoras, no existen sólo cuatro principios o elementos,
entidad que rige el un¡verso. sino muchos más, tantos elementos Prim¡gen¡os como üpos de co-
sa§; en cada cosa está la simiente, sem¡lla o porción de 'odas las co-
sas que ella puede llegar a ser. El hecho que predomine un elemento
u otro depende de la intervención de una fuerza a la que llama nous, es
decir, depende de una mente o intelecto.

Los atomistas Leucipo de Mileto (450-? a. C.) y Denrócrito de Ab-


dera (460-370 a. C.) -de quienes se ha llegado a decir que son los
6

precursores de la visión actual de la mater¡a-, consideran que la


realidad bás¡ca está integrada por una ¡nf¡n¡dad de pequeños ob- 7
jetos duros, inv¡s¡bles, eternos e inalterables: los átornos, que se
mueven libremetrte por acción del azar.

Todas las cosas de nuestro mundo, nosotros mismos, no son más


que
un conglomerado de átomos. Y los cambios que observamos en el
mundo, y en nosotros mismos, tro seríall nada nrás oue reconfigura-
ciones de este conglomerado. Los calnbios o recoltf¡gurac¡ones de áto-
mos son posibles gracias al vocío, al cspac¡o entre átomo y átomo'

18

!;
g

\. Establece conex¡ones
15. En la columna de la ¡zquierda aparecen textos de d¡lerentes h¡stor¡adores o pensadores que hablan de las doctri- |

nas de los pluratistas; en la cotumna de la derecha te oirecemos ideas, teorías o actualizaciones que, de una ma-
t- nera u otra, eslán conectadas con los puntos de vista de los pluralistas. Establece cüál es esta conexión: ¡ndica con I

qué texto (o textos) pluratista se coresponde cada una de las v¡siones o actualizac¡ones de la derecha. I

Sobre Empédocles de Agrigento A. Freud: Eros (las fuezas delamo4


y Thanatos (las fuezas de la
l. "Empálocles postula cualro elenrentos maleriales, fuego,
airc, agua y
muerte o de la destrucción) de_
tieúa, lodos ellos eternos, qLle aumentan y decrecen mediante la mez
teminan la evolución de la v¡da
cla y la separación. f...1 A partir de estos elemenlos nac¡eron todos los
5eres que han exist¡do y exi:itirán. los árboles, los machos y las hem- personal y de la vida social.
a
bms, las heslias, las avcs, los pece3 gue sa nlrllen '.iel agua i' también B. Modelo atóm¡co actual: nueslros
lo5,lios.s dc laroa vida." S¡mltcro, F,!¡a.
átomos no soñ atóm¡cos (ind¡v¡-
2. "Los arlá'licos primeros prirlcipios. lcs
qúe transm¡len el rnoüm¡ento
sibles): el choque entre determi
a aquéllos ifucgo, 3ire, aqua y tierra), sc,r¡ elArnory la Discordia. Los ele-
nadas particulas puede produ-
menlog eslán constanlemente sometidos a un carnbio alternante. unas
veces íne¡cl¿ndose por obra del Amor y olras separánclose por la ac_ cir ef ectos cataslróf ¡cos.
c¡ón de Ia Discord¡a." Sin¡plicio, Fís¿ca. C. távo¡sier (s¡glo Xvlll) se dio cuen-
3. .Brctaron Sobre la t¡era numerosas cabszas s¡n cuello, descansaban ta de que los elemenlos clásicos
brazos suettos carentes de hombros y eñaban oios sol¡larios s¡n frente. ahora ya no son elementos; Por
Y continuamente iban uñ¡éndose al ázar-.. Nac¡eron cr¡atllras con dos
cabezar y dos pechos. bueyes con cabeza de hombre y hombres con
eiemplo, el agua ya no es ele- I

cabeTa de buey... Los seres const¡tu¡dos de forma apta, a pesar de ser_ mento siño una comb¡nación
lo por azar, sobrev¡vieron.. Aristóteles, De caero. +rim¡ca de hidrógeno y oxígeno.
tl D. Darwin (s¡glo XIX): en el Proceso
de aeproducc¡ón se Producen
modificaciones espontáneas, los
¡nd¡v¡duos dotados de carnbios
Sobre Anaxágoras de Claxómenes o modificac¡ones favorables t¡e-
nen, en ¡a lucha Por la vida, más
a 4. "Siendo así las cosas, hemos
de suponer que hay muchas cosas de posibilidades de sobrev¡vir.
cada tipo en cada cosa que se eslá uniendo, simientes de todas las co-
sas baio toda clase de formas, colores y gustos... S¡ no, ¿cómo podría E. Mendeleiev: sus ¡nvest¡qacioñes
f- nacer pelo de algo que no es pelo y carne de algo que no es carne? perm¡tieron Ponér en orden, en
.l \- En cada cosa hay partículas de cada cosa". Simplicio, F,s/ca. tablas, la var¡edad de elementos
i. 5. y
"El nous es, en efecto, la más sut¡l la más
pura de todas; t¡ene el co- bás¡cos de la naturateza que fue-
S, \- noc¡miento todo sobre cada cosa y el máximo poder. Gobierna todas
ron emergiendo ráp¡damente a lo
)- las cosas que tienen v¡da, tañto las más grandes como tas más pe_
largo del s¡glo XIX-
queñas." Simplicio, F¡'srbá.
F- B¡olooía: se oroducen
'I mutacio-
:o nes y pensamos que sólo se ex'
plican a través dél a2a( después,
descubdmos el orden en las es'
Sobre los atomistas: Leuc¡po y Demócrilo tr¡ctas leyes de Mendel.
)-
6. -Leucipo y su compañero Demócrito af¡rmaron que los elementos son G. Fisica: eñtre el núclea del álomo
el lleno y el vacío, los llamaron ser 7 no-sel El ser es llenc y sólido: el v los eleckones oue o¡ran a su al-
a no-ser es v¿cio y sulil." Arislóteles, Melaf¡3ica. rededor hay un inmenso vacío.
)-v 7. -..-estos átomos se mueven en el vacío infiñiio' sÉpandos unos de otros, H. Laplace afirma en 1e12: si exis-
e y dislintos entre síen l¡guras, dimensiones, pos¡ción y ordar: al sor-
tiera una m€nte que conoc¡era to-
pre¡derse únos a otros, chocan y algunos son exp¡lsadoli..." S¡mplicio,
De coela. das las variables del un¡verso Y la
pos¡c¡ón de todas las particutas.
B. "Alribúyen ai azir la causa no sólo del firmamento sino
de todos los
ll mLrndos; pues del a:ar nace el remolino y el movimiento que, median- podria predecir el más pequeño I

te la separación, Ilevó al un¡verso a!orden aclual." Ari5tóteles, F¡§ica' ' acontecim¡ento con el máximo . :

r¡gor.

'10
ll¡rrri 1

4. Racionalidad en los asuntos 4a


humanos
En ¡a s«
En la segunda m¡tad del siglo V a. C., en un lugar privilegiado
-Ate- inc'iet
nas-, se inicia una nueva búsqueda intelectual, ya no celttrada en
ha cladr
cuestiones físicas y cosmológ¡cas, sino en el propio hombre y su or-
gan¡zación social. Será un nuevo resplandor racional, de temática an-
tos-s(
Atenas.
ilmil[itrifil tropo¡ógica, que dará paso al gran esplendor del período clásico.
El 9 -rpr
luaf:¡Qn
4.1. La democracia, confirmada por los sofu. a¡
dioses tas,{icl
Desde la época arca¡ca, las cinco m¡l polis o ciudacles-Estado que una ¡ 3s¡
se
conf¡guraban la l-iélade ovolucionaron unas hacia regímenes delno-
cráticos, otras hacia regímelres aristc'cráticos, o Itacia sistemas rnás
^p
reCtaí nc

militar¡stas, hacia tiranías... Emergielon dos po¡¡s (l¡.lc fueron pun-


o a.-, r
El Parlenón. en Alenas ron a At(
tos de referencia y admiración: Atena§, abr¡éndose cam¡no hac¡a un
s¡stema político democrát¡co, y Esparta, al sudesie del Pelopo;re-
car,ft5
directan
so, estableciendo poco a poco un régimen m¡¡¡tarista. Dos ntodelos
de organización social con valores muy diferenc¡ados: Atenas pro- ¡:rrot )e
clamaba, preferenc¡almente, la igualdad de lodos los c¡udadanos (los Los-tfi:
varones y libres) 3nte la ley; por otro lado, Esparta proclamaba el or- ct acta: €
den y la disciplina, la eficacia, la res¡stencia física. bilir\ r
a sus all
Él a la democracia por parle de Atenas y cle olras polis fue la viA
"cceso a
un cam¡no largo y conflict¡vo. En la época arcaica, la aristocrac¡a te- pacital:a
nía un poder absoluto. El prinrer paso cons¡stió en poner por escri- que. rn
to las leyes; así, en el siglo Vll a. C. las leyes de Dracón (¡busca qué cueg(n,
signiftca ley draconianal) comenzaron a poner límites a la ar¡stocra-
cia, por lo menos evitando que las leyes cambiasen en función de
las conveniencias del momento. La Const¡tuc¡ón de Solón, .iusto al
com¡enzo del siglo Vl a. C., que atendía tanto a los intereses del pue-
16. La democrac¡a de Atenas era blo como a los de la aristocracia, fue otro paso hacia ¡a democracia.
efect¡va y ( ¡ecta, proclamaba Pero, a menudo, después de un avance se producía un retorno tem- r
la igualdad (,so) en cuatro ám- poral a la tiranía. Podemos decir que la democracia aleniense se ini-
b¡tos: cia con las reformas de Clístenes (510 a. C.)y se hace efect¡va y di- do
. lsonomá: igualdad ante la recta por obra de Pericles (sig¡o V a. C.). Con Pericles, todos ¡os ciu- tos
ley. dadanos libres (en Atenas, menos de una cuarta parte de la población)
. lsogorá: igualdad en el ágo- t¡enen los mismos derechos, todos éstán convocados a la Asamblea
ra, es decir, igualdad de de-
Popular semanal, todos, ya fuera por elección o b¡en por sorteo, po-
recho a hablar.
dían formar parte de cualqu¡era de los órganos de poder,
. lsoleleia: ¡gualdad de ¡m-
puesto. La victoria griega contra los persas etl dos guerras significó para
. /socracra: igl¡aldad de acce- los griegos la ratificación divina del orden democrático: el ar¡stó-
so a los cargos públ¡cos. crata persa Jerjes, buscando un poder exces¡vo, fue cast¡gado; la
- Compara. ahora, con un excelencia o a,eté ya no cra una cualídad exclusiva cre la ar¡stocra-
conrpariero/a, sigu¡endo los cia sino que, democráticai ente, era acces¡b¡e a cualquier c¡uda-
cuatro árnb¡tos de igualdad,
' nuestra democEciá con la
dano. Durante la lucha. Jerjes destt.uyó Ios templos de Atenas, pefo
17.. t. ,tig
democracia ateniense. después de la victoria, Pericles ordenó ta edif¡cac¡ón de la obra más
18. A¿.i tr,
bella de¡ rnundo helénico: cl Parlcnórr.

20
I
4.2. Sofistas, los profesores
de la democracia
En la segunda m¡tad del siglo V a. C., se d¡o en Atenas una situación de
inquietud, preocupación y difusión culturales como pocas veces se
ha dado en la historia. Hombres inquietos de toda la Hélade (arquitec-
tos, escultores, drarnaturgos, filósofos...) viaiaban a ia v¡ctor¡osa y rica
Atenas.
El grupo de f¡lósofos que en este momento h¡stórico expresó esta si-
Pizana escolar, siolo V a- C-
tuación cultural es el de los sofistas. El centro de ¡nterés de los f¡ló-
sofos anteriores era la naturaleza; los nuevos protagonistas, los sof¡s-
tas, rechazan esla temática cosmológica ante la ¡mposibilidad de dar
La palabra es un poderoso sobe-
una respuesta un¡lar¡a al problema de la physr's. Los nuevos filósofos rano que con un cuerpo pequeñi-
se ocupan de problemas más cercanos, de cuestiones que giran di- s¡mo y totalmente ¡nv¡s¡ble lleva a
rectamente en torno al hombre, su educación para v¡v¡r en demo- cabo obras realmente d¡v¡nas, ya
crac¡a, su organización social. Fueron muchos los sofistas que llega- que es capaz de d¡sipar el m¡edo,
ron a Atenas: a pesa!. de las diferencias que ex¡stían entre ellos, remar- elim¡nar el dolor, generar alegría e
inspirar compasión.
caremo: aquísólo algunos de los punlos más comunes y hablaremos
directamente de dos de estos f¡lósofos: protágoras (490-410 a. C.), Gorgias

procedente de Abdera, y Gorgias (485-389 a. C.), de Leontini.

l-os sof¡stas sat¡sficieron una necesidad h¡stór¡ca ligada a la demo_ 19. Gorgias escrib¡ó un l¡brito t¡tu-
lado Elog¡o de Helena, ú1el qúe
cracia: enseñaban aquello que todo hombre tibre anhelaba, la ha_
habla de la capacidad persua-
b¡lidad retórica o capacidad polÍtica. Ellos educahan y preparaban siva del lenguaje. Setecciona
a sus aluarnos, cobrando la cantidad que habÍa s¡clo pactada, para I una ¡dea de cada uno de los
la vida activa cle la polis; enseñaban la excelencia o areté que ca- pánafos s¡guienles y expresa
pacitaba en el dominto Ce¡ lenguaje, la habilidacl retórica y política tu acuerdo o desacueldo apo-
yándote en un ejemplo.
quc pernritía argurnentar, persuaciir y mostrar las dos caras de toda
. El podet de la palabra t¡ene la
cr€stión. Veaní:os un cienlp!o dc esta hab¡lidad:
m¡sma relac¡ón con la d¡spo-
s¡ción del alma que la reguta-
La paradoia de Frotágoras
c¡ón de las med¡c¡nas con ta
Un estudiantc, Euattr, quería as¡stir . naturaleza Cel cuerpo. pues,
a las le.c¡iones de retórica de Prolá- -l.lo es
juicio,
neaesario que vayamos a
Protágoras; s¡ lo gano yo, s¡" así como los tármacos et¡m¡-
goras para poder ejercer de aboga- gu¡endo el mandalo judicial, no ten- . nan del cuerpo d¡st¡ntos hu-
do, pefo no disponía de recuGos eco- dré que pagarte; s¡ lo pierdo, ccmo mores, y algunos hacen que
nómicos. Prolágoras lo aceptó en sus no habré ganado m¡ pr¡mer pleito, y cese la enfemledad, y olros la
clases con la clndición de que cuan- ésle era nueslra cond¡ción, tampo- vida, ale la misma manera los
do ganase elprirner ple¡to, le pagara co tendré que pagarte. Así pues, discursos, unos producen do-
todos ¡os honorarios. Euaío, encan- Protágoras, no vayámos a juic¡o: se- lor, otros alegia, ottos tefior,
tado, acefitó el trato y asi$ó a las téc- guro que lo perderás. otros disponen a los oyentes
ciones de Protágoras hasta f¡nalizar
Pero Protágoras, experto en ver las a la osadia, otros envenenan
su formac¡ón; más tarde decidió no
ded:carse.a la aboqacfa y, consÉ. dos caras de toda cuest¡ón, argu- . y embru¡an el ahna con algú-
mentaba: na persuasión malvada.
cuentemente, no pagó a su maeslro.
Prolágorás 16 reclamó loi tnnor¿rios, vamos a ju¡c¡o,
Euatlo, y gano
. La persuas¡ón mediante el
peio el osludiante no se veía en la -Sitendrás
yo, que pagarme por man- discurso equivale d¡ secues-
obli(ladón de pagarle: ¡todavía no ha- dato jud¡cial; s¡ lo pierdo, lu habrás tro ÍoÍzado, de loma que elh
bfa gánado sú primer caso! Ante la ganado tu primer pleito y por nues- (Helena) se vio obligada a
amenázá de un ple¡toiudic¡al, et as- tro ant¡guo pacto, tendrás que pa- aceptar todo lo que se decia i

tuto Euallo argumentaba: garme- y a consenti en el hecho. En


este caso fue el seductor, y no
17. Aver¡gua por qué es una paradoja. Helena, quien cometió el
agrav¡o y, pot ello, t¡ene que
18. A tu parecer, ¿qué so[rción t¡ene el caso planteado en esta paradoja?
' ser culpado_

2i
:
I

I ir¡trl,t, I 1¿
Los sofistas cuestionaron la capacidad humana de alcanzar un cono- 4.3
c¡m¡ento seguro y un¡versal. Eran llombres que habían visitado d¡feren-
tes pol¡s y constataban las dificultades que se presentan en la conse-
Pr{er
cución de un conocimiento fiable. En esta línea, Protágoras defendía
Socra
posturas claramente relativislas: existe una verdad para ti y una verdad
para mí. Así, Platón, en su d¡álog o Teeteto, recuerda y critica la célebre
de él
sentencia de Protágoras: "El hombre es la med¡da de todas las
1

COS¿IS."
dnit
su ma
Otros sofistas, cotno Gorg¡as, tenían aclitudes todavía más radica- r¿ :et
les. Pensaban que no se puede estar seguro de nada o de casi nada; senta
esta postura rec¡be el nombre de escepticismo' del verbo gdego c, ;er
skeptomai, que signil¡ca 'examinar atentamente'; su mirada exalni- Nl{st
nadora le lleva a decir que si algo existe no podemos conocerlo, y s¡ P,-. ór
llegáramos a conocerlo, no podríamos comunicarlo; consecuenle-
mente, la postura más sensata es la de la duda permanente' Srrcr
Una de las temáticas preferentes de los sof¡stas gira en torno a la pre- S. .,úr
gunta sobre qué tipo de fundamento -natural o convenc¡onal- tie- él¡s s
nen nuestras costumbres y creaciones. Tomemos, por ejemplo' la rela- el ..:la
c¡ón existente entre el s¡gn¡ficante trrreme y su significado 'nave de gue- eras li
Fr Oor¡loro, de Policleto.
ra gr¡ega con tres hileras de remos'. ¿Crees que eltámino se ha elegido S<rcrat
por convención o b¡en porque la naturaleza del trirreme demanda un g?-'r L:l
El hombre es la med¡da de todas nombre de este t¡po? Vayamos más allá: ¿el lenguaje se basa en co- como
¡as cosas.
nexiones naturales @hysr.s) o solo en acueldos convencionales (romos)? siñd¿
Protágoras
Y las leyes y uonstituc¡ones, ¿t¡enen uná base natural? La oposición Sfrr{al
o contrapos¡c¡ón physis-nornos (es decir' naturaleza-iotrvenclón) cir-,rr ¡ clr
motivó muchas discus¡ones y lue arralizada en distintos niveles: lin- oc1¡a,
güístico, Iegal, educacional... Los sof ¡stas, mayoritar¡amente, opta- to. !-as
ron por el convenc¡onal¡snlo; Sócrates y Platón adoptaron L)osturas teÓer
20. Hace tiernpo, un hombre que iuertemente anticol.]vencional¡stas. inrposi
viaiaba en tren hac¡a Plovd¡v gt )¡l
(ciudad búlgara) preguntó, con A nivel educac¡onal, los s'Jflstas suelen afirmar que la excelencia o are-
los hur
el lenguaie de los gestos, si la té no es algo que nobles o aristÓcrat¿ls posean pcr natúraleza, slno
et. -¡1¿
nróxima ciudad era Plovdiv. Los algo qu() se adquiere a ltavés de la educación. Con esfuerzo y prác-
demás via,erJs le respondieron
tica, ún hombre puede adqu¡r¡r corno una segunda naturalcza, una ex-
decid¡daTente con un movi- E¡..rd
m¡ento ./.?rtical de la cabeza Y
celencia, la exceletlcia propia Cel c¡udadano de Llna democracia'
el hombre sqpreparó Para ba- lrlan
iar del tren; pero el tren se de- Iraj¡(r
¿Naturaleza o convención?
r'
tuvo y el lugar no era Plovdiv. cá ..: I
21. lntroduce la palabra adecuada en los espacios vacíos de las frases 5i-
Muy sorprendido se enteró de
que, en Bulgar¡a, el nlovim¡en- gu¡entes: toA-
. por '. "' gó .r la
to vertical de cabeza signif¡ca Por........ es imposible que una mujer tenga rnás de 500 hijos:
"no" y el mov¡miento horizon-
tal significa "sí,,.
es imposible casarse con más de una nruier en nuestro país, pero síes
pos¡ble hacerlo en Arab¡a Saudita-
pl¿
del diri
- Este lenguaje geslual, ¿es . El territor¡o peninsular español está unido al portugués por "" y
natural o convencional? S¡ separado por ......, además, está separado pot........ de las islas Cana- dir Js
creo que es natural, ¿Pue- rias y unido por ...,..... seP\ac
do afinnar que no neces¡to . Las leyes de la cienc¡a reg¡stran ñeces¡dades ........, las del Estado ne-
tio-. Je
estud¡ar idiomas, que me ces¡dades ........ ble{at
basta con el lenguaje de los En .,str
gestos? ¿Qué op¡nas? (Ejemplos extraídos de J. fúosteriñ: Grandes temas de la Filosofía actual
cur-§s:

i
É 22
ll
t. I
I L l,l:rrl 1
na
erlr
. 4.3. Sócrates: "só/o sé que no sé nada,
ISF
rcra Podemos dec¡r con seguridad, y no en un sentido irónico, que sobre
r1- Sócrates (470-399 a. C.) "¡sólo sabemos qlre no sabemos nada!".
Y es que Sócrates no escribió n¡nguna obra; todo lo que se sabe
'C*-§ *t
.bre
de él prov¡ene de cuatro fuentes que, además, están en desacuer- tt
do. Sús discÍpulos Jenofonte y Platón escribieron mucho acerca de ,I
su maestro, pero dieron imágenes distintas. Aristófanes, una terce- I
L_a- ra fuente, ridiculiza a nuestro personaie. Por su parte, Ar¡stóteles pre-
senta un Sócrates preocupado sólo por temas de teorÍa del cono-
)go cimiento. Esta dif¡cultad constituye el llamado problema socrático.
Nuestro Sócrates será el que aparece en los pr¡meros escritos de
)' s¡ Platón, en concreto el cle la Apología de Sócrates.
te\,
Sócrates y los sofistas Sócrates ha marcado prolundamente la
historia del pensamiento occidental: su
Según Platón, Sócrates se diferencia radicalmente de los sofistas; escandalosa condena a muerte -lal vez
lo único que se sabe de él con segufl-
él es su crítico y polemizador: rechaza tanlo el escepticismo como dad- ha ayudado a crear la imagen ve-
Iia- el relalivismo. El opt¡mismo hacia la razón humana lo conduce a cre- nerada de este hombre que pref¡rió la
muerte a lraic¡onar sus conv¡cciones-
er en la ex¡stenc¡a de leyes estables, leyes que se pueden descubrir.
,di-.
Sócrates afirma, ¡rónicamente, .sólo sé que no sé ¡¿d¿-; pgro no nie-
ga la posibilidad de acceso al conocim¡ento por pade del hombre. Es
)Q- como si quisiera decir: sólo quien se reconoce ignorante tiene la po-
s¡bil¡dad de in¡ciar un camino raciorral hacia el conocimiento-

Sócrates comparte con los sof¡stas la preocupación por la educa-.


)n) ción de los: jóvenes y por alcanzar la excelencia o arefé. Pero su pre-
in\' ocupación es distinta; para é1, la excelencia o areté es conocimien-
¿l- to. Las prelensiones de los sofistas, argumentaba, son absurdas: pre-
aY tenden enseñar la excelenc¡a pero af¡rman que el conocimiento es
¡nlposible. La adquis¡c¡ón de una hab¡lidad o excelencia, seguía ar-
'e. gumentando, depende del conocim¡ento; s¡ no hay conocimiento, si
los humanos no conocemos el areté general de la vida, no podemos
enseñar: los sofistas, cr¡t¡caba, no saben nada y pretenden enseñar.

El método socrático
Platón nos explica que la pitia del oráculo de Delfos afirmó que no
había nad¡e más sabio que Scrates. Al saberlo, Sócrates fue en bus-
S¡n embargo, soy más sab¡o que
ca de hombres que eran considerados sabios y
-util¡zando su mé- este hombre; porque n¡nguno de
todo- habló con ellos: pclíticos, poetas y artesanos. Y siempre lle- los dos sabemos nada: pero m¡en-
gó a la nrisnra conclusión: só/o él sabía que no sabía nada. tras que él piensa que sabe algu-
na cosa, sin saber nada, yo, como
Pero, ¿en qué consiste el método socrático? lnic¡almente era el arte no sé nada, no p¡enso que sé. Pa-
del diálogo, el arte de hacer las preguntas adecuadas llevando la rece, pues, que yo soy más sab¡o
d¡scus¡ón hacia un objet¡vo determinado. Aparentemente daba la que él en este poco que, lo que no
sensación de ser una invest¡gación conjunta pero, como en una par- sé, tampoco p¡enso que lo sé.

tida de ajedrez llevada por un experto, el interlocutor, con insupera- Se aflma ql¡e Sócrates pronun-
c¡ó estas palai)ias al entérarse
ble habilidad, era conducido al reconocimiento de su ignorancia.
de que, según elorác¡rlo de Del-
En este proceso, Sócrates utilizó dos potentes herram¡entas o re-
fos, él era el hombre más sab¡o.
cursos: la ironía y la contradicción. -.

E^
l-.lrrir lilrJ 1

Sócrates ¡roniza contra todo aquel que eslá seguro de su saber. Con Con su
un aire ¡ngenuo e ¡nocente pregunta simulando o fing¡endo que no cr¿ i
F sabe; el interlocutor empieza a resPonder sin complejos; seguida-
mente, Sócrates hace más pteguntas para aclarar aquellas respuestas,
y poco a poco lo conduce a contrad¡cc¡ones lóg¡cas. Los sof¡stas
sac,Iqd
be,
rgn0(en
er

asumían la existencia de la contradicción su relat¡vismo hacía de- pre,-.,ci


fend¡bles los razonamientos opuestos; pero, en cambio, para Só- estalr
crates, llegar a una conltad¡cción ¡mplicaba rechazar la tes¡s ¡nic¡al, m¡eúÉ
punto de partida de la discusión. Resumiendo: el interlocutor se cre- coP.trt
ía muy sabio, pero era una sab¡duría llena de contradicciones, un sa- ayuoar
bio que cree saber pero que no sabe. mts D
concle (
I Actuando de esta manera, Sócrates se iba ganando muchos enemi- tic¿^Cr
gos. Estos sab¡os interrogados y ridiculizados en público no tarda- o 'dar a
ron en acusar¡o y denunciarlo. Asi, en el año 399 a. C., un tribunal ore, .re
democrático lo condenó a beber c¡cuta, «por no creer en los d¡oses rna e(Pr
de la polis y por corromper a la juventud.. t)az. _.¡ l

El arte de hacer preguntas


22. Sóc.ates, que s€ def¡ende a símismo lrente a los jueces que t¡enen que d¡ctar senlencia, ¡llt€noga a uno de sus d4- La éti<
nunc¡antes, Meletos, que le ha acusado de conomper a los ¡óvenes. Como verás, Scrates quiere que Meletos re-
conozca que, en el fondo, nunca se ha pre@upado por esta cuest¡ón. Tamliór
den educar a los jóveñes y hacerlos -ioué fatalidad me at buyes!Y bien,
dan \tr
-Ven aquí, Meletos, y respóndeme: respóndeme: ¿Crees que con los ca_ lidafixi
¿Es c¡erto que por encima de todo meiores?
quieres que los jó\,enes lleguen a ser ba¡los pasa lo nrismo? .llos que los ha- lidaL ia
mejores?
-Sí. cen rnejores soñ todos los hornbres y
malo.so
c¡erto que sí. -¿Pero todos, o más bien unos síY qu¡en los eskopea es uno sólo? ¿O l^
-Muy otros no? veidad es todo lo confar¡o, que un so¡o ni lar ¡ rp(
-Pues, entonces, d¡ a estos hombres
qu¡én puede hacerlo:j mejores. Porque -Todos.
honrbre, o poa lo merios muy pocos, los voltrfl
búenos caball¡slas, tienen capacidad
es ev¡dente que, s¡ te ocupas de esto, -Esto es hablar bien, por Hera. Bue- para hacer que sean meiores, m¡entras
la rnotali
lo sabes. Ya que has encontrado al que
rEs educadorcs no nos faltatián. Y b¡eñ,
que la mayoría de los hombres, si se pro¡]c
los corrompía, que, según dices, soy éstos que nos escuchan, ¿pueden vol-
les acercan y los utilizan, los estrope_
yo, y me ¡levas ant€ td justicia y me acu- verlos mejores o no?
an? ¿,No te parecc que esto es así, por La r;r4it
sas; d¡nos, pues, quién es el que los -Estos tamb¡én pueden. lo que respecta a los caballos y a los Permr'.e Í
hace mejores, nómbÉ¡o públicameñ- los miembros del Consejo? demás animales? Pues asíes, en efec-
-¿Y es lcÁue
te. ¿Ves, Meletos? Callas y ño sabes to. tanto si tú y Anitos lo aceptás como
qué decir. ¿No te parece vergonzoso y -También los miembros dA Conseio. si no. En camb¡o, ¡qué lelicidad para qu¡en ra:
al m¡smo tiempo una prueba suf¡c¡en_ -¿Y los hombres de ¡a asamblea
po- los jóvenes, s¡ un solo hombre los es_ defir.tor
te de lo que yo iigo que iamás te has pular, los eclesiastes, conompen qui- tropease, y en cámtio todos los demás ner Una I

@upado de estas cosas? Dt, buen ami- zá a los jóvenes? ¿O bien todos ellos los hicieran rfleiores! Pero ¡a verdad es,
go, ¿qu¡én bÉ Írace mejores? también los hacen mejores? Meletos, que estás demostrando que
teng]
jamás has pensado en los jóvenes y bueno, te
-Las leyes. q -También los hacen meiores. man¡f¡estas rnuy claramente tu ind¡fe- aqr.lu
-No te pregunto esto, excelente ami- -Todos los aten¡eos€s,
por lo que veo, rencia por ellos, y que nada de aquello
ser vi(tc
go, sino qué hombre es el que los hace ¡Ecen pelecta ala gente, a excepc¡ón por lo que rne llevas ante eltr¡bunalte
meiores, conociendol¡imero las Ieyes. de yo mismo, que soy el ún¡co corruP- ha preocupado jamás. noci, .irr
-Éstos, Sócrates, los jueces. tor. ¿Es esto ¡o que dices? cibe 9l¡<
-¿Qué dices, Meletos, los iueces
pue- -Por supuesto que digo esto. Plalót , Ag)log¡a de Sócretes, 244-25c-

Ponle lítulo al iexto. El título debe expresar, brevemente, la temática dominante.


r 23. sr sc
Sócrates, €xperto en el arte de hacer preguntas, ¡ntenta d€b¡litar lc pos¡ción de Meletos. ¿Cómo résum¡rias lo
d¡álogo?
que se dice en la parte linal del
| \,rr
,
i e.-1UC
En su arguntentación, Sócrales hace referenc¡a a la naturaleza, a los caballos: sólo pocos hombres los mejo-
ran y la mayoría los estropea. ¿Crees que es adecuado aplicar a ios humanos situac¡ones como ¡a doma o la
x..,
.,I
' .¡c
educác¡ón de los caballos? lo hir

24
1

Con su arte de hacer preguntas, Só-


crates llevaba a contradicciones de-
sacreditadoras a quienes creían sa-
ber. Pero, una vez aceptada la prop¡a _lt
ignorancia, una vez abandonados los
preju¡cios y los saberes infundados,
este arte se convertía en una herra-
mienta de acceso al conocimiento, se
convertía en mayéutica, en el arte de
¡ryudar al ir,terlocutor a buscar por sí
:¡ rismo la verdad, verCad que se es-

conde en su propio inler¡or. "Mayéu-


tica", del verbo g!'iegc maieuo,'pari('
o 'dar a luz'. Así, al igual que su ma-
dre, que era ccmadrona, Sócrates aflr-
La ñuefe de Sócrates, de J. L. David
rna ejercer el arte de ayudar a que
nazcan las ideas.

La ética socrát¡ca

También según Platón, la actividad socrática tenía una finalidad profun-


darnente ét¡ca. Para Sócrates, la excelencia o virtud (areté)no es una cua-
lidad exclus¡va de la nobleza de sangre o de la posic¡ón social; es una cua-
lidaci basadaen valores intelectuales y morales. El hombre es bueno o es
malo por criterios internos, no por el reconoc¡miento público que tenga,
ni tampoco lo es por los bienes mater¡ales que haya conseguido. La re-
voluc¡ón ét¡ca de Sócrates radica en el hecho de dar la última palabra de
la moralidad no a la opinión pública sino a la
p:'op¡a conciencia. t...1 Estoy plenamente convencido de que ningún hombre ¡n-
La razón no es sólo el ¡nstrumento oue nos leligente cree que alguien falte adrede o haga expresamenle
permireaccecreraraverdad. r-"'-¿ii,.o,¿" ;::T",f"?l#X;áH:::ilfXt;:ff:Xi,1ru,I::T
es la fuente y fundamento de la Etica: sólo se cuenta.
qrtien razona puede ser bueno. Es necesario bien yo-, s¡ lo agradabte es bueno. nadie que
-pues -dije
def¡nir los conceptos morales si quercmos te- sepa, o que p¡ense saber, que una cosa es meior que la que
ner una conducta moral: si qu¡ero ser justo, hace, y que además es posible, después no hará la que hace,
tengo que saber qué es la just¡cia; s¡ quieroser pud¡endo hacer una cosa meior; y deiarse vencer por uno m¡s-
mientras que superarse a sí m¡smo
bueno, tengo que saber qué es la bonáad. sólo
I
aquel que investigue usando su razón podrá l"":ffiilf
--
'n"-"ncia'
sor virluoso: la doctr¡na que considera el co- Todos estuvieron de acuerdo'
nocimiento como base y tuente de la morat re- ---Y-"1:1,:l:]1fl?is ¡gnorancia a lener una o2iniórr equ¡vo-
c¡beernombrede¡nte¡ecruar¡smoiorJ.
;:A:f:T;::]1",::::1I:::H";,."
-¿No es c¡erto -continué- que nadie tiende gustosamen-
23. si somos consecuentes con er ¡,,rerectua- li"::T[:Xfi:,ffi9:"ffffifl::?;:.X;t1Xi3l1T;
rismo moral, tendremos que afirmar que que es un mal con prelerencia a algo que es un bien; y que,
aquellos clue no razonan no pueden llegar a cuando se ve obligado a eleg¡r un mal entre dos, nad¡e va a
ser virtuosos. ¿Qué opinas? ¿Tenemos que eleg¡r el mal mayor, pud¡endo decid¡rse por el menor?
conclu¡r, lambién, que el que hace el mal
lo hace sóto porque es ignorante? Platón, Ptolágoras, 345e-358c'

25

¡
-t-
il
Comentario de tex to
[...] Yo os d¡ria: "Yo, aten¡enses, os respeto y os amo, Análisis del contenado
pero prefero creer al d¡os antes que a vosotros, y m¡en_
tras resp¡re y me sea pos¡ble, estad seguros que no de- - lndica las ideas principales que expone Sócrates
jaré de f¡losofa( ni de daros recomendac¡ones, n¡ de en este discurso ante el tribunal que ¡c juzga:
ense-naros, n¡ de hablar con aquel de vosotos que evfi_ . Las ocupaciones pr¡or¡tarias y super¡ores de
tualmenle me encuenlre, diciéndole, como es mi cos- todo ciudadano contrapuestas a ocupac¡ones
tumbre: "Eh, tú, buen arn¡go, tú que eres ateniense, ciu_
e ¡ntereses de orden inferior; así, intentar ser
dadano de la ciudad más grande y más famosa por su
mejor es una ocupación super¡or o pr¡or¡taria
sab¡duría y por su fuerza, ¿no te avergüenzas cje ocu-
parte de la l,J¡tuna, pend¡ente de cómo hacela lo nlás 4...
grande pos¡ble, y de la glor¡a y del hono( y, por el con- . Sócrates cree tener una m¡sión educadora que
trario, de la razón y de la verdad del alma, de ver cótno ¡e ha sido as¡gnada por un d¡os. Explica SU arte
mejorarlas ni te ocupas ni piensas?". y s¡ alguno de vo- de hacer preguntas y de examinar constante-
sotros lo n¡ega y me d¡ce que se ocupa de ello, no voy :
rnente, apl¡cado a ¡a poses¡ón o no posesón de
a d€rjar que se vaya en seguida y luego voy a mar-
la ürtud. Su objetivo es persuad¡r a tcdo el mun_
charme, sino que voy a hacerle preguntas y lo exaní-
naré y lo investigaré, y s¡ creo que no está en poses¡ón do de que ¡a virtud es lo más valioso.
de la v¡rtud, pero d¡ce poseerla, le reprocharé que atri-
buya tan poco valor a las cosas que t¡enen tanlo va-
- Aclara conceptos del texto:
. Vinud (arete), rclacionado con ser excelente.
lor y prefiera las cosas que t¡enen tan poco. Así lo haré
con jóvencs y con viejos, con aquel que encuentre, ex- . Alma (en relación a la conc¡encia). ..*
lranjero o de Ia ciudad, pero más con los de la c¡udad,
porque por una cuestión de sangre me sois más cer- - Pon un título altexto. Puedes eleg¡r entre uno de
ü
éstos:
canos. Pero, sabed tr¡en que me lo manda el dios: y :

pienso que para la ciudad no existe un bien más gran- . Busca siempre ser me¡o| no las r¡quezas ¿C
i
de que este servicio que hago aldios. pues no hago . Defensa de Sócrates ante el tr¡bunat -tiJ
más que ií de un lado a otro para persuad¡ros, jóvenes I ,llk
. Las ,ireas étitas de Sócrates
o v¡eios, de que no os ocutÉis del cuerpo ni de¡ dine-
I
¡¡c
ro antes.n¡ con más celo que del alma, para hacer que
CoFterto ¡nmed¡ato det texto I De
ésta sea lo mejor posible, diciéndoos que la v¡rtud no ,.ici
v¡ene de las riquezas, sino que las riquezas y todos los
- La época en que v¡vió Sócrates marca su pen- i
I ¡ef
b¡enes hur¿nos en el orden part¡cular y en la v¡da pú- sam¡ento. Habla de esa época. I

bl¡ca v¡enen de la virtud. S¡ d¡c¡endo esto, pues, co- I *ur


nompo a la juventud, m¡ activ¡dad debe ser perjudicial; - Los valores ¡ntelectuales y morales son super¡o- 'xl
pero s¡ algu¡en af¡rma que digo otras cosas que las que res, según Sócrates, a otros valores. Ejempl¡fí-
os he d¡cho, no d¡ce nada bueno. En fin, yo d¡n'a, ate- calo. r¿l C
n¡enses, tanto si creé¡s en An¡tos como s¡ no, me ab-
- Elconcepto v,i'tud es decir, 'excelenc¡a', implica, dd
solvás o no nte absolváis, que no puedo obrar de otra según Sócrates, conoc¡miento. Explica qué sig- sol'
forma por nrás veces que me condenéis a muerte,,
nifica ¡ntelectual¡smo mora,/ y quién lo defendía. 40r
¿l-
Ptalóñ, Apologia de Sócrales, 29d-30b.
- Conlrasta el interés de Sócrales por Ia educacón
Are
de los jóvenes con los ¡ntereses de los sofistas. )(l
Un lexto puede comentarse de diferenles forñas. pero s¡empre
6lor
convier¡4 que en el comentaio de un texio filosólico se clarifiquen
las idas deltexlo, se contextual¡ce ei texto y se dé una op¡¡1¡ón per_
Mirando más allá del texto
les
sonal. Así pues, seguiremos estos pasos: - ¿Qué pr-;«les decir del conceplo a/ma? ¿Ou¡én
. Anál¡s¡s del conte¡¡dot.Clarif¡ca conceptos; ind¡ca las ¡deas prin-
ha hablado de ella y qué es lo que ha dicho? -ot
(P¡ensa, por ejemplo, en ¡os p¡tagór¡cos.) rf)a(
cipales y la ¡.irarquía; ¡nd¡ca cómo se relacíonan entre ellas; pon
un titulo al texto. ,s
. Conte¡to ¡nmed¡ato del te¡to: pon el lexlo en re¡ación con la Opinión perconal apo
problg ná¡:.a del autor; apórta ¡deas del autor que ayuden a
esclarecer ) Dnriquecer el texto; jnd¡ca cuáles eran ¡as cuest¡o_ - Selecc¡ona las ideas deltexto que creas ¡nte-
más
resantcs y defléndelas con buenas razones o
nes de ¡a época y tas d¡slintas corientes de pensam¡ento, las ¡ñ-
fluenc¡as qug haya podido récib¡r-.. argumenta en contra de ellas: por eiemplo,
1a(
! M¡rando más allá del texto: lnd¡ca córno se ha lratado la pro-
oa. I
puedes oscrib¡r sobre la persona a quien ad-
blerftit¡ca de¡ texto en otros momentos; conoeta en qué l¡nea miras más; la persona que sólo piensa en ga-
de peñsamiento se inserla el autor.. !,'al
. nar dinero y se despreocupa de los clemás, o o{d(
Op¡n¡ón personal: Atrévete a indicar, de lotma rczonaday ar
gumenlada, lJs pref erencias.. la que se cuestiona las cosas y busca per-
leucionarse día a dia. !¡ d,

Cr ¡O.

E
l

Recuerda lo que has visto


. lndica algllnos de lós primeros temas y proble- o ¿Qué afirmabala tesis fundamental de Heráclito?
;

mas que fueron objeto de reflexión en Mesopo- .


. Los plural¡stái intentaron conc¡liar las pos¡cio-
tamia.
nes de Heráclito y Parménides. ¿eué conservan
. ¿Cuáles scn las Cuatrc Nobles yel.dades del bu- de ellos? ¿Cómo'explicaron el camb¡o?
dismo?
o . ¿Quiénes fueron'los sof¡stas? ¿Qué les preocu-
¿Cómo valoras el ideal aristocrático de los mi- paba?
cén¡cos?
. o ¿Quién fue Sócrates? ¿Qué es el llamado pro-
¿Qué es un mito? ¿Puedes poner algún ejem-
plo? ¿Qué intenta explicar? blema socrát¡co?
o ¿Qué se quiere decir óon la expresión . Expl¡ca la finalidad y los rasgos del método so-
"e¡ paso
. del mito al logos"? ¿A qué cambio hace refe- crático. ¿Qué te parece este arte de ¡nvest¡gar
. réncia? la verdad?
r ¿cuál cia el interós principal de los piiagóricos? ' . según sócrates, ¿qué papel t¡ene la razón en ta
. ¿Cuál lra sido sLr legado? ética? ¿eué se nécesita para poder ser virtuoso?

I t a a ¡¡
¿Cuáles son las repercusiones históricas, las influen- dadanos podríamos ejercer d¡rectamenle nuestro
cias o el legado que nos han dejado las creaciones voto incluso en las cuestiones más n¡m¡as. La iso-
intelectuales estudiadas en esta primera unidad? De- gor,:? o 'igualdad de derecho a hablar en el ágora' de
mos una breve m¡rada más allá de esta época. la democrac¡a gr¡ega es hoy día una aspiración rea-
Dejando a un lado que actua!menle tenemos miti- lizable. Recordemos, no obstante, que la democra-
ficadas (es dec¡r, idealizadas sin seguir n¡ngún cr¡- cia aten¡ense desapareció y que ha costado muchos
ter¡o racional) tanlo personas como cosas, consta- esfuerzos y vidas llegar a las democrac¡as actuales.
tamos que los mitos, como modelos o arquetipos
explicativos, en c¡erta manem perduran.
¿Y los pensadores presocrát¡cos? lnnegablemente,
la orientación de su búsqueda cle un principio o re-
alidad básica y escond¡da es la misma que prota-
gonizan hoy en día nuestros fís¡c -s. ¿Cuáles son los
componentes más elementales de la materia? por
clebajo de |as céllllas están las moléculas; y des-
pués, los átomos, con prolones y neutrones en su
I
núcleo, y éstos, yendo a una realidad lodavía más
I
elemental, están formados por quarks. Stephen
I
llarvking, en su Hr§toria del tiempo, prcgu¡¡¿; .¿Cuá-
'l les son las verdaderas partículas elementales, los
I bloques const¡tuyentes bás¡cos de los que se ha for- Después de muchos siglos de olvido, y en un mun-
I mado todo?" do tan cambiante como el nuestro, en el que se van
,l reafirmando diversas civil¡zaciones, el debate con-
Las invest¡gaciones actuales son herederas de las
temporáneo sobre relativ¡smo y valores absolu-
aportac¡ones presocráticas. Recuerda que el pen-
tos, o entre fundamento convencional o fundamen-
sador gr¡ego Demócr¡to ya ¡ntuyó que la explicac¡ón
to natural de las costumbres y de las leyes, pare-
más potente de la naturaleza debe recunir a dos en-
ce una répl¡ca del que se sostuvo en la Grecia de
tidades: los elementos básicos y el vacío. y recuer-
la segunda mitad del siglo V a. C., en la que br¡lla-
da, tamb¡én, que la teoría atómica contemporánea
ron los sofistas y Sócrates.
ocupa el lugar que anteriormente ocupaba otra te-
oría presocrática, la de los cuatro elementos de Em- Y Sócrates, con su anhelo de autentic¡dad, de po-
pédocles. ner la conciencia y la moral por encima de elemen-
tos externos como el éx¡to, la riqueza o la pos¡c¡ón
La democracia griega, aunque ¡nsufic¡ente, era efec- social, y defendiendo eslas ¡deas con su propia vida,
tiva y directa. De ella todavia podemos aprender mu- será una lt¡z que iluminará la aventura de la filoso-
clro. Hoy, en el ágora que es lnternet, todos los ciu- fÍa occidental.
El ldealismo platónico

I Esquema
l. Platón, entre Atenas y EsParta
1 .1 . Contexto históricoj Atenas versus Es@rta
1,2. Vajes y nuevos conlacfos
1.3. La lundación de la Academh

It t .4 . Nuevos viales, nuevas dudas y nuevas críticas


ñ

a 2. La teoría de las ideas


2.1 . Hac¡a una vis¡ón integradora
2.2. E mundo de las ideas y el mundo de las cosas
2.3. El mito delDemiurgo

3. El conocimiento: acceso a las ¡deas I I. J¡


3.1 . El n¡ito de la cavema
3.2. Los segmentos del conocimiento dir¡giar
3.3. Rem¡niscencia: conocer es recordar lasns
avanza
4. Antropología pratónica
má¡{it
quedc
4.1 . E tnito del carro alado y laa,¡nt
4.2. Alma tripart¡ta y vitludes éticas enL ..itr
lasjt¡tc,
4.3. E dualismo alma y cuerpo se . .i'l
4.4. A la búsqueda de qué es el anor p¡r3be I
te¡l hr
5. El Estado utópico o ideal para a¡i¿

5.1 . E sueño de PlatÓn


no vtr
córno s
5.2. Llna sociedad estructurada en clases socales poitol
COyL¡rltU
5.3. Educación y selección de los melores
resPtpt
5.4. Jeratquía de regtmenes políticos

@"
s¡n -,..c(
bjetivos 1"u{es
Constatai el hecho de que los distintos temas que trata Platón están interrelacionados for- na . .or
plaD¡Arli
mando un sistema.
la r, )a
. Comprender la ¡nfluéncia de las c¡rcunstancias sociales y polít¡cas en la creác¡ón filosóf¡ca. una visk
. ldentificar los grandes ámbitos de Ia reflexión filosófica y los conceptos propios de cada uno. terr^o
. en sus r
Eiercitarse en la redacción de pequeños ensayos en los que Se trata un problema cotidíano
desdc un punto de vista filosófico.
bl¡cos, (
. Meiorar en la elaboración de esquemas o mapas conceptuales. llegFrfr,
. Eiercitarse en la lectura de textos filosóf¡cos de extensión med¡a y descubrir sú s¡gnificado. aute,,r¡c
. Analizar textos en relac¡ón COn el pensam¡ento del autor y con la época y ser capaz de valo-
rar algún aspecto.
. Analizar posicionqs polít¡cas opuestds' §¡lorando aquéllas que no son excluyentes'
'

28

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ts-
Ceramica giegá de la época clás¡ca

lnvitación a la unidad-
Yo observaba todo esto y quiénes eran los hombres que
dirigían la política, y tamb¡én cuáles eran las leyes y
las coslumbres: y cuanto más lo consideraba, y más
avanzaba en madurez, más me parecía que era de lo a
nrás d¡fíc¡l administrar b¡en los asuntos públicos... Por-
que la ciudad ya no estaba reg¡da según las costumbres
y las instituciones de nuestros padres, y era ¡mpos¡ble
lntroducción
encontrar fácilmente otras nuevas. La letra y el cariz de En el corazón de la ¡lustrada segunda m¡-
las leyes, que se mult¡pl¡caban de manera espectacular, tad del s¡glo V a. C., en la creativa, inquie-
se ¡ban conomp¡endo. Así, yo, que ¡nic¡almente sólo sus- ta y dominante Atenas, nació el hombre
piraba por lanzarme totalmente a la polít¡ca, por con- que, para muchos, será el filósofo más br¡-
templar la.manera como todas las cosás iban de aquí llante y sugerente de todos los tiempos.
para allá, acatÉ con una especie de vért¡go. Ciertamente Este pensador, Platón, reproduciendo el es-
no abandoné mi lugar de observador, para vislumbrar t¡lo intenogativo y d¡alogante de su maes-
cómo se podría hacer una mejora general del sistema tro Sócrates, invest¡gará en todos los ám-
político: pero para la acc¡ón esperaba tener una mejor b¡tos de la preocupac¡ón humana y, como
coyuntura. Term¡né por adqu¡rir el convenc¡miento, con nunca, est¡mulará med¡ante preguntas, res-
respecto a todos los Estados actuales, de que están, puestas y dudas la reflex¡ón en todos los
sin excepción, mal gobernados; en electo, lo referente r¡ncones de interés humano.
a su legislación no tiene remedio s¡n una extraordina-
Ahora bien, como su Atenas, que gozaba
ria reforma, acomFañada además de suerte para ¡m-
del nuevo y esplendoroso Partenón, pero
plantarla. Y me v¡ obl¡gado a reconocer, en alabanza de
sufría las desoracias de la guena contra Es-
ia verdadera filcsofia, que de ella depende el obtener parta, la obra platónica ofrece dos vertien-
una visión perfecla y total de lo que es justo, tanto en el
tes. Por un lado, una profunda y creativa
lerreno polít¡co como en el pr¡vado, y que no cesará reflex¡ón sobre la realidad y las apariencias,
en sus males el géne!'o humano hasta que los que son
sobre el acceso al conoc¡miento y sobre el
recta y verdaderamente f¡lósofos ocupen los cargos pú-
ser humano y lo que lo const¡tuye (la an-
bl¡cos, o bien los que ejercen el poder en los Estados tropología platónica). lgualmente, ofrece
lleguen, po!'especial favor d¡vino, a ser filósofos en el
una v¡s¡ón soc¡al y política que se conden-
autónt¡co sentido de la palabra.
sa en su Estado utóp¡co o ¡deal y que pre-
Plalóo, Carta Vll. tende reforzar y estimular la iustic¡a y la fe-
licidad social-

29

I
Llrr,1,r,l2
Drsci
l. Platón, entre Atenas Y Esparta ArvSt
Platón nac¡ó hacia el año 428 Ó 427 a. C. en Atenas y murió en el
g47 a. C., a la edad de 80 años. Su pensamiento evolucionó cons- Muy p
,. +J¿
,ii .-
+J tantemente a lo largo de su dilatada vida. Nuevas búsquedas, nue-
vos contactos, nuevas dudas dan testimon¡o de su v¡tal¡dad intelec- DL.. Jt¿

tual. Así, la teoría propuesta y defendida en un momento de su vida Ioeler


'<$ Ó' es cuestionada a consecuencia de nuevas vivencias y reflex¡ones.
Platón, que nació y fue educado en la culta Atenas, se inspiró en
gou¡er
dorpz
algunas de las ntedidas del austero y d¡sciplinado mode¡o esparta- .jusrarr
no. Por eso, podemos decir que su pensamiento se encuenlra en El -¿sr
tensión entre dos formas opuestas de ..:oncebir la vida. al e1b,
esru re
g¿¡!
1¡1. Contexto histórico: desas
)

Atenas versus EsParta c(^l ,

Platón formaba parte de una familia aristocrática con notatJle inte- teres l:
rés por la política de Atenás. Su padré, Aristón, era descend¡ente de jur-iz
reyes y su madre pertenecía a la fam¡lia de Solón (antiguo gober- cLrest¡(
nante). El nombre originario de Platón era Aristocles; el nombre Pla-
[-a , ¡err
tón es un sobrenombre que significa 'el de anchas espaldas'.
m'-1c
Plafó¡1.
Las guerras del Peloponeso (431-404 a. C.) marcarr.rn Ia vida de los rnás e'.
ciudadanos atenienses. Estas guerras fueron mucho más clue t¡na
lucha entre Atenas y Esparta; representaban, en c¡erta manero, ull dac¡. Ri
conflicto entre dos maneras diferentes de enlender la vida y la so- ct: 1€

ciedad. Constituían, en el fondo, un confliclo entre den';ocrac¡a y nroAIa


aristocracia. Y los aristócmtas de Atenas -como toda la farlilia dr-¡ tét .'cr
Platón- no escondÍan sus simpatias por el orden, la cduoación y co\e|
la eficacia espartanos. da',as
Dos modclos de v¡da enfrentados
Atenas y Esparta const¡tuyeron dos vida pública: el arte de Ia Palabra L al ri
est¡los de sociedad, dos modelos y la persuas¡ón.
de vida en constanle rival¡dad. Ate- Los espartanos, descet'ldientes de
' , uf3 ?r
nas, más allá de las diferencias fÍs¡- los dorios que incend¡aron h4¡cenas '
y que habían reducido a la escla-': . r't,-. o
cas e ¡ntelectuales, apostó Por las '' bre,lrni
semejanzas y estableció la ¡sono- v¡tud a la poblac¡ón nativa, €cibian,
en camb¡o, una eficiente Prepara-
.'.1¿. ,ni
mía o igualdad ante la ¡ey. En cam-
ción para la guerra. En escuelas de oorr
- b¡o, Esparta proclamó un órden '
mil¡tar¡zadas, se fomentaban la d¡s- fT SL
aristocrát¡co basado en la jerarquía ,
.
ciplina, los ejercic¡os físicos, Iafor.,. de Sóc
militat es decir, en la d¡sc¡plina, la
taleza y Ia res¡stencia del cuerpo.
' 3/-iiá
eficac¡a y la f¡rmeza o temple físicos. :
. --D Gozar dé.comodidades o. llevar cor¡set
1 Atenas, desde princ¡pios del400 a- abrigo en invierno estaba ma¡ v¡sto
C., constituía una sociedad carac- y era degradante. También Io era .
terizada por el comercio, el ¡nter-
;on
trabajar la tiena, comerciar o pose-
culturalismo, el desanollo artíst¡co er oro y plata. El resultado eran ciu-
. o.qd¿

. y cultural.... pero, sobre todo, por un daclanos austeros, resistentes, so- r-,sic
' sistema polítlco en el cual todos los ' '' q¡.as
ber9ios, consorvador6s y con poca I
' c¡udadanos tenían derecho a voz Y o nula preocupac¡ón por la cultura,
el
pero preparados pára la guerra y clón.
. a voto. En este s¡stema, cobró re-
lieve especial el entrenamiento en con capacidad para sopo¡13r las
tas habilidades necesarias para la condiciones más adversas.

30
llt¡,1.t'12

Discípulo de Sócrates
l\- La dialéctica
A los veinte años, y con el f¡n de prepararse para el ob¡et¡vo de su
So puede definir como
vida, la act¡v¡dad política, comenzó sus contactos con Sócrates. "arte del
diálogo" en el que dos posiciones
Muv pronto se conv¡rtió en uno de sus segLt¡dores más entusiastas. opuestas van cambiando, suces¡-
vamente, por la ¡nfluenc¡a que se
Denotada Atenas en el año 404 a. C., justo ctnndo Platón tenía 24 años,
ejercen mutu:arnente.
los vencedores espartanos impus¡eron un régimen no Cemocrático: el
Platón defendió encarnizadamen-
gouerno de los Tre¡nta 'l-iranos. Este gobierno, en e! cual participaban
te la dialéctica como el camino as-
t dos parientes de Platón, fue incapaz de establecer el orden y actuar cendente haiia la verdad y, ade-
I
iustamente. El mismo Platón quedó bastante desencantado. más, cons¡deró que se trataba del
I
método prop¡o y caracteísüco de
I El descontenlo general y diversos conflictos populares condujeron, la activ¡dad f¡losófi ca.
¡
al cabo de un año. al restablecimiento de la democrac¡a. Y fue en Por otra parte, sus d¡álogos cons-
!
esta reslablGcida democracia donde el admirado maestro fue juz- tituyen un verdadero ejemplo de
Ii gado y condenado a muerte (399 a. C.). Parece que este segundo arte dialéct¡c6. Los interlocutores
desastre político alteró las profundas inqu¡etudes Ce Platón. Si, argumentan; defienden y oponen
como Va hemos v¡sto, en su juventud Platón mostraba un firme in- op¡nlones contrarias sobre un
¡ .

t tema, pposición de la que surge


terés por ios asuntos públicos y la polít¡ca, la inestabilidad y las in-
I una sólución superadora;
I iusticias que vivió de cerca le hicieron desist¡r y preocuparse por
¡ cuest¡ones más teór¡cas.
a- { l-a herencia de Sócrates no se limita a la influenc¡a que tendrá su
I muerte en el camb¡o de orienlación. Uno de los aspectos donde es
I
I
más evidente esta influenc¡a es la concepción de la filosofía como
¡ una activ¡dad dinám¡ca en que de la mutua interacción surge la ver-
¡
I dad. Becuerda que Sócrates no escribió ninguna obra filosófica, pre-
I
c¡samente porque consideraba la escritura ,/efra mue¡la incapaz de
I mostrar el camino de la verdad y, por lo tanto, prefería el diálogo au-
tént¡co con sus conciudadanos. En cambio, Platón sÍ escrib¡ó, y se
conseryan muchas de sus obras. F.itora bien, cur¡osamente, casi to-
das las obras que nos han llegado son
-fíjate bien- diálogos.
Et d¡átoso
Los diálogos de Platón const¡tuyen . Periodo de transicíón. Las obras
La escúela de Platón es un mosa¡co
I una auténtica muestra literaria en la de esta época ya muestran una pompeyano que reproduce una obra
que varios personajes conversan,
aulonomía mayor respecto al helenitica del s¡glo lla. C. donde se veia
I más o menos dislendidamente, so- ,.^- :,^^^-^:,..^ _. a Platón dialogando con oiros f¡lósofos.
. bre una cuestión rrosofica. Mediante
la contrastación y la argumentación
-Platón
: " - -- T,ffi::'i"jilJ¿:
}ffiXir: i -.. -
Destacan: Gorg¡as' Menón, cn'
de opiniones divérsas, trans-
mite su prop¡a concepción por boca t¡\o. .
I
de Sócrates. Poclemos clas¡ficar los . periodo de madurez. Lo consti-
I
I 36 diálogos que actualmente se tuyen los diálogos donde se de_
I
conservan en las s¡guientes etapas: sarrollan sus principales teorías.
¡ . Período de ¡uventud o socrático. Éstos son: E/b¿nq,/ete, Fedro, Fe-
Son obras todavía muy ¡nfluen- .dón, La R¿púbtica.
ciad3s por el maestro. Nohayun
posicionamidnto propio craro, 'mu- ' ^.,
Período crítico y de ve¡ez' Són
I chas veces los diálágos quedan uña mueslra de lás dudas y las
ab¡ertos, sin que se dé una solu- críticas de Platón respecto a su
i ción. Destacan; Apología de Só- propia obra. Destacan: Ieeteto,
i ' c,afes, Ptotágoras, Eutifrón... 'limeo, Las Leyes..,
.Parménidés,
I
I
I

31
ltil,l.t,l2
En¡a)
Así fue, oh, Equécrates, el fin de 1.2. Via¡es y nuevos contactos s€^rid
nueslro amigo, de un varón que, los so
como podríamos af¡rmar, fue el La muerte de Sócrates supuso para su d¡scípulo más avanzado una
meior además de ser el más sen- profunda crisis v¡tal, po¡ítica y f¡losóf¡ca. Ésta es una de las razones
ciler
sato y justo de los hombres de su nadas
que lo llevaron a emprender algunos viajes. Parece que en Egipto co-
tiempo.
noció a Cratilo, d¡scípulo de Heráclito, y también a Hermógenes' d¡s-
drle
P:atón, Fedón, 118d.
cípulo de Parménides. En la cercana Megara, donde sc refugiaron Er*.t I
los segu¡dores de Sócrates después de la muerte del maestlo, co- musici
nectó con diferentes matentát¡cos. Pero fue su primer viaie a Sici- d¡as
l¡a, cuando tenia 40 años y con el objetivo de relacionarse co¡l ma- tica. E
temát¡cos p¡tagóricos, el que comportó la superación de la crisis que erli
arrastraba.
Pr-\t
El est¡lo de vida de la comun¡dad pitagórica de Tarento y ¡a mate- NA:J SU
mática del reconocido Arquitas le entusiasmaron; le mostraron que Pr.1
es posible un conoci¡n¡ento sólido e ind¡scut¡b¡e: el de los ma¡- fu¡rtla¡
ternata. De ellos heredó la idea de inmortalidad y trallsmigraciÓn de
las almas, la explicación del mundo serlsible mediante entidades ma- solistar
temát¡cas, la concepc¡ón comun¡lar¡a del modo de vida filcsóf ico. lat,^s;
Este viaje fue como una b¡sagra iusto en el centro de su vida: la oríark
herencia socrática se amplía con el saber matemát¡co de los p¡- el ( .)l¡
tagóricos; Platón comienza a ser propiamente "platónico".
Platórr visitó el volcán Etna y la llcrreciente ciudad de S¡racusa, doll-
de conoció a Dion, par¡ente del lirano de S¡racusa. El bello e ¡nteli- 1 -{,.
genle Dion se cpnvirtió err un discípulc prcdilecto y quer¡do que, como
verenros, arrastró al maestro a a.rr¡esgadas aventuras políticas.
A los §(
r:b,^rr
iooo La
1.3. La fundación ,e ¿ ::ll
de la Academia casAA
cilii- ¿s
De nuevo en Atenas, clespués de
ait\U
su enriqucceclor viale a Sicilia, Pla-
tólr .. la
tó¡¡ fundó, al lado del santuario de'
rlarpl1t
dicado al lréroe Academo, una es- que, cu
cuela que se convertirá en centro bar=§u
de la vida inteiectual durante mu- riquecer
chos siglos: la Academia. La Aca- ce i^eg
demia estaba ¡nsp¡rada en las co- terloculr
munidades p¡tagór¡cas, pero, a d¡-
s' ferencia de éstas. gozaba de una En e, J6
gran libertad intelectual. horaTii
dudd, u
Plah,
A lo¡QG
Rafael, artisla dcl nenac¡nr¡ento, qu¡so llarr-.,a
representar en la obra La escuela de Ale- co ¡r\9,
¡rJs el espírilu y el talante de los plincipa-
contr¡ rUi
les protagonistas de la f¡losolia griega clá-
sica, SU l-!_rCf
I 2
I En la Academia se estudiaba qran d¡vers¡dad de materias. En este
sentido, constituÍa la antítesis de la educac¡ón sofista. Recuerda que
los sofistas fueron grandes pedagogos e instructores' pero prácti-
I ii
camente lim¡taban su enseña¡za a cuestiones direclamente relacio-
nadas con u, u¡¿ de hablar y de convencer, es decir, a las habilida-
I des necesarias pa' a tener éxito en los asuntos ptiblicos.
-l f En la Acaden)ia platón¡ca, en c¿ln]i)io, se estud¡aban maternát¡cas,
música, astronomía..., materias todas ellas considera(las ¡mprescin-
I dibles para formar a hombres vercl¿, leramerlte válidos para la polí-
t lica. Eso sí, como colofón de los estudios acadénricos siempre se
i cncontraba la filosofía.

Por l,r qlr.r respeltt¿lla Academia, asla época de ll]adurez er] Ate-
¿r

nas supuso un allténtico oasis de paz y estabil¡dad qr're permitió a


it Platón desarrol!ar su filosofía ¡nás emblemática. FI olljetivo era el de
fnndamentar la posibilidad de alcanzar la verdad absoluta. Y es
It (Ire consiclera!rx irrsc'ste;rlbles el relativ¡smo y el escept¡cismo de los
t.
L
sofislas. Los,./alores ét¡cos y polít¡cos c!e Sócrales no podian ser re-
t& lativosi ¿cómo poclrían, entonces, convert¡rse en absolutos? Su te-
oría del conocim¡ento, liga(la a su teoría de las ideas, mostrará
¡
I el caminc.
I
t
I
1.4. Nuer,,os viajes, nuevas dudas y nuevas
I críticas
I A los 60 años, a instanc¡as de su amigo Dion y con el
objet¡vo de ¡mplanta!'el ¡deal político descrito en el diá-
I ?
I logo La República, Platón emprende un segundo via-
ie a ltalia. El viaie fue, políticamente hablando, un
fra-
I caso. A consecuenc¡a de diferentes conspiraciones si-
cilianas, fue recluido, casi encarcelado, durante dos
§
años. Un t¡empo y unas vivenc¡as que llevaron a Pla- 0
tón a largas med¡taciones sobre su filosofía y su fun- ú I

damento teór¡co: la original teoría de las ideas. Y es


que, cuanto más reflexionaba, más dudas le asalta-
ban. Su obra de este período está llena de dudas en-
riquecedoras, incluso el personaie de Sócrates apare-
ce inseguro e inca',- az de superar las obiec¡ones del in- \_
I
terlocutor. Mapa del Med¡terráneo donde se puede
ver el amplio ámbito de influencia cullu-
I
[n el 367 a. C. ingresó cn la Acaciemia un alumno que pasó largas ral griega en la épocá en la que Platón rea-
tizó sus v¡aies a S¡racusa.
horas dialogando con el maeslro; este alumno, Ar¡stóteles, fue, sin
I
riuda. uno .le los mayores estímul'.¡s intelectualcs recibitJos por
I t'latón.
I
A los 06 años v¡ajó por tercera Vez a Sic¡lia, como respuesta a la
i
, Itamada del gobernante de Siracusa y pres¡onado por el matemáti-
co p¡tagór¡co Arquitas. De vuelta a Atenas, sin los éx¡tos esperados,
continuó escrib!enco y revisañdo sus teorías hasta el momento de
su muerte.

t3
I
l)ttt i.¡,12'

-¿Quieres
que
empecemos
tras investigaciones s¡guiendo el
nues- 2. La teoría de las ideas
rosh
^c
ren(
método acostumbrado? Tenemos Para facil¡tar su comprensión, expondremos e¡ petrsamiento dc Platon t

por costumbre aplicar una idea ge' estructurado en lenras: prinrero, la teoía de las ideas, que es su vis¡ón
neral a Ia mult¡tud de seres que, si
-,¡ tt
de la realidad: después, la teoría del conocimiento, donde nos expl¡ca \ia
b¡en t¡enen una ex¡stenc¡a d¡fe-
cómo podemos acceder a las ideas: a conti¡tuac¡Ón, veremos su con- tus
rente, designamos con el mismo C

nombre. ¿Comprendes? cepción clel ser hunrano; y cn último lugar, la ordenación polílica de su
entiendo. Estado pedecto. Ahora bien, Platón no estructuró sistemáticarnente el pjant
-Lo conjunto de su pensamiento, sino que, de una matrera sugererrte y en
-Befirámonos ahora a la mult¡tud constante diálogo, fue leiiendo.su filosofía. A pesar de ello. su teflexion
que tú quieras Por ejemplo, si te f,ero
parece b¡en, a la mull¡lud de ca- abrió y definió Iíneas de pensámiento c¡ue conct¡ciouaron pr.ofundarrrcn-
mas y a la mullitud de mesas. te la activ¡dad f¡losófica lutura. La teoria de las ideas cs una de ellas. Lüati.
l,^.ci
-Muy bien. hr, i,:l
-Pero eslas dos espec¡es de
muebles están comprend¡das,
una, ba,l la idea de cama y, la
2.1. Hacia una v¡s¡ón integraclora 1. U,

otra, bajo la idea de mesa. Aunque no pociemos olvidar que el olr.ielivo de Platótr es fundamen-
_Sí. f'í
talnlente práctico o político, tarnbién es conscielite de quc este o[]-
jet¡vo requ¡ere primero el análisis de otras cuestiones.
-Tamb¡én tenemos la costumbre
de afirmar rrue el artesano de cada
uno de estos n,uebles no l]ace la Así, para Platón, la búsqueda de la olganizac¡ón jtista c ¡deal dc la vida
cama o ia mesa de la que nos ser- social y politica exige, antes, hablar de cucstic.,nes [ilosó;'cas basicas,
v¡mos sino conformándose a la como establecer cón]o es Ia real¡dacl y cónro se ¡t.rede accedo¡ a elia.
¡dea que de ellos tiene, pues no es
En esta tarea, recoge de la lradició¡r lilosófica anteljor tartlo la claÍidad 2¡l,i¡
la idea misma lo que labr¡ca el ar-
tesano; eso es ¡mposit¡le.
rac¡onal sobre Ia naturaleza (presocráticos) como Ia cl¿tri,la(l racional
sobre el ser hu¡nano (sotistas y Sócrates), y crea una sírtles¡s filosÓfi- l,/^qi;
Plaión, ¿" Beplibrc?, X, 496.
ca que tiene cLl,ro parte fundamental la teoría de las ideas.

La teoría de las ideas reúne, por una parte, la concepción de Par-


-Aer
.Jer
ménides según la cual la auténtica realidad es eterna e inamov¡ble y,
4ri
por otra, la afirnración de Herácl¡to sobre el perpetuo fluir de las !r¡ C,
cosas. Platón ofrece una solución conciliadora a la opos¡ción per-
rnanencia-cambio. Al nisr¡o tiempo ofrece tarnbién, una alternat¡-
oo -o va al relativismo o al escepticismo de los sofistas. y da consislen-
colrl
-i}.
cia teór¡ca al optim¡smo socrático sobre las capacidades llumanas
1 de conocimiento. Y, como trasfondo de todas las conc¡liac¡ones o -Ett
t síntes¡s, las certezas matemáticas de los pitagóricos, ev¡denles ejem-
EQU
.S¿

! plos de verdades eternas.


I xcal
., r'ib
/ 2.2, El mundo de las ideas y el mundo
^tic
/
de las cosas trrat6

Cuando observo el mundo que me rodea, constato ur) rl]urldo como


- Exisl
el que describe Heráci¡to: veo temporalidad, es decir, vco cosas que
camb¡an y fluyen constantemente, cosas que no perdutitn.
La palabra ¡dea .]eriva de ¡a palabra
ll4ir
¡ndoeuropea véidos. qu€ s¡gnificabá 'v¡- Pero, ¿qué pasa si miro cotr los ojos de la mente? Ver cott los ojos l. -.i,
sión con los ^!os de la mente'. En Plalóñ, de /a men¿e quiere decir ver, por ejerrplo, nrás allá (le est,i f cio cott- r ll{;l
su sign¡tlcadc tene matic€s diferentes aun-
que eñpareatados, como esencia, un¡- creto de valentía de un hén¡e, y ver lo que es pro¡-rio tlel v;.to¡'de lcs ¡..-rlc
versal, real;.lad idea¡. arquetipo o causa. héroes. O tamb¡én, corl oho cjernplo. ver más allá de ostc bcllq t.-r íJ

34
.!
I
i 2
I
¡
I róslro¡ la ltedecta belleza. En tesumen, ver con los ojos de la mente
S¡endo las cosas así, es necesa-
I es conocer los modelos, las formas, la esencia de las cosas, lo que
r¡o adm¡t¡r que existe una primera
tiensn on (:omún todos lcs objetos Cet mismo tipo; captar su idea.
real¡dad: todo lo que tiene una for-
ma ¡nmutable, que de ninguna ma-
La teoña dé las ¡deas afirma la ex¡stencia de unas entidades inma-
nera nace y muere, que nunca
teriales. absolutas, inmutables, pelectas, universales e jndependien_
adm¡te en sí ningún elemento ve-
r tes delmundofí§co. Estas realidades son las ¡deas clel mundo inteligi- n¡do de fuera, que nunca se lrans-
ble. Los objetos y lenómenos que nos rodean (m¡ casa, el árbol que he forma en otra cosa, lo q.re no es
I
plantado, la lristeza por tu despedida) son cambiantes y conlingentes. percept¡ble n¡ por la vista ni por
La casa puede hundjrse, el árbol march¡tarse, la tr¡steza clesvanecerse. ningún otro sentido, que sólo el
I entend¡miento ¡nteligencial pue-
I Pero es que sólo son copias o intitac¡ones cie Ia verdarlera realidad. f

I de comprender. Hay una segunda


I Consecuentemente. po(lemos decir que la teoría postula la ex¡s- realidad que lleva el m¡smo nom-
bre: es parec¡da a la primera, pero
t tencia de dos mundos: por un lado, el mundo excelso y perenne de
cae bajo la experienc¡a de los sen-
las ideas y, por otro, el imperfecto y fugaz mundo de las cosas. tidos, es engendrada, siernpre está
I en movim¡ento. nace en un sitio
L ne(lada la segunda pade del sigr¡iente texto, la que hace referencia al mun determ¡nado y seguidamente de-
do de las ideas. Fíjate en que prácticamente sólo es necesario sustituir las saparece, es acces¡ble a la opinión
palabras sL¡brayadas por las simétricas opltestas correspondientes: un¡da a la sensac¡ón.
. -El rnundo de las qosas es et mu,rdo Se!§iDte, el mundo sequndalle o de tas , Platón, f¡meo,S2.
apatie0e¡as. Nuestros ojos iísic.s nos permiten acceder a st ¡ conocimiento.
¿Crráles sor't las cualidades o caracteristicas de los objetos.le este n.tLlndo?
Pues éstas: son obielos Cngenelrade§ ,y' nr!¡tQbles, que son peroepliltlcs por
los senli.los, y qr¡e todos ellos son i!]]itAejOo de otra realidad
S(tpqlq."
..El r¡-rr¡ndo de las r./e¡s cs el mr¡ndo intqligible...
2. Ahora, lr¡z un esaluen)a.llle rnllestre, sinléiricatmenle. los dos mundos.

Matizando algunos aspectos cle la teoría


-- T¡one dos yertientes: lógica y metafÍs¡ca. La vert¡ente lóg¡ca
r,ler]tific¡ las ideas, formas o .universales. ccn los conceplos ge-
nerales. Así. yo puedo recoqer L¡na qran pluralidad de flores, pero
ei co:rcepto ¡1or es único, nc signif¡ca esta c aquella ilor concre_
la. sir'to algo más universal. Por otro ¡ado, la vertiente metafísica.
constiiuyc Ii pí¡!-tc rnás platónica de la teoría. Afirma la existenc¡a
rcal da la ílor irleal, pcrtecta, inmtrtabte...
-- Establecc una jerarquía de ideas. En nuestro mundo sensible, las
cos¡rs no tiei.ten,a misrna impottanc¡a: el Sol que nDs ¡tumina ocu_ I ¡¿eas J

pa un luear mís relevante que la lagarlija que se calienta gracias a


é1. Según Platón, la jeratquÍa natural es una réplica de la jerarquia Flor
ideal. Podríamos construir un mapa jerárqu¡co de todas las ¡deas: Modelo
arriba, la idea de Bien o la ¡dea de Belleza; desprrés, la ¡dea de
just¡cia; de valentia, de ordan...; más abajo, las ideas o conceptos Copia
matemát¡cos; subordinadas a éstas, las ideas de cosas naturales,
como la idea de llor, caballo, árbol, piedra, casa y tantas otras. .'r ) ^
- Ex¡ste una relación entre las ¡deas y las cosas. ¿Orré relación .9' ¿
hey entre la idea y su cor!.espondiente cosa, entre la idea de Be-
lleza y esta bella flor? La respuesta de platón es doble. por un
lado, una flor es bella precisamente porque part¡c¡pa de la idea
de Belleza; posee alguna cosa de la iclea. por otro, la iclea es un
Cos
nrodelo que la cosa particular imita o copia. Con el t¡empo, esta
teorÍa de Ia pa¡'tic¡pación en fa idea se volverá problemática.

35
U
llrr 2
Tearit
2.3. El mito del Demiurgo
EnsuI
relato r:n el que explica de fornla.lnuy pliAt
EnTimeo,Platón nos ofrece un y el mundo de
existente entre el munob sen s¡ble
**'¿"
;;il; tura\n
Ias ideas.
Platón !
se hallaban:'
El mito se refiere a que en el origen T'nt'-"-d::" má1¡r
Demiurgo (supremo artesano o hacedor)' y una masa
ü."", requlai
;il; "r ¡ntorrne. r"t" mater¡a desordenada' como posee por na-
dec1d,
perpetuo v azaroso' es imperfec-
;;;;;;;,ilencia al cambio tomando el mundo
t,o Br{l
;.;;;"ilr, cuenta el mito que el Demiurgo' igual que un escultor so- ra, at
;; ;r;;;. ";r" modelo, fue traba¡ando orden y la armonía
las elai
ir" ,*" *¿t¡ca, introduciendá en ella lael estructura del mun- de e. re
""i" ;';áigibie' Fue introcluciendo
il;;;; ideales en esta materia informe' de ño, n(rv
do de los arquetipos eternos e mundo fácilrle¡
;; ;;^;; ;;" rue generando lo que ahora denominamos el c^o
sensible. rrespon(
que'nuestro mundo no es otracosa
Se deriva del mito el hecho de por el
;"";;:;;i" *perrecta del mundo de las ideas' efectuada
caos (desorden)' sino
ó;;i;t¿". Ñuestio mundo sensible no es un según 11
í"
"."ñ""
t"a"n), pues se halla organizado
este modo'.cabe en- 1T:lll-t"-
i".iiü, tuir.n,e en el plano intel¡g¡ble' De
materialización particular de una
tender cada obieto físico como una
en materia de una
io"" eterna e inmutable' como la réplica
,"¡*ti.'
¡dea inmaterial.
¡ntroduce en las cosas una finali-
Ahora bien, el Dem¡urgo platónico
;_
apetito que lleva a éstas a bus-
¿'"i, ,"ál"i*r.sía, uña asplración o
propia perfección' su propio bien' Pode-
car su pleno desarrollo, su
los seres por alcanzar su
¡
ñ"*iiJo1"|. "sta aspiración de todos má\ima ¡dea
,á",.J""iü¿. bien con el hecho de que sitúe cotno
¡dea de Bien o Belleza Este ape-
¿" i" iitJ"ri" o" lo irrteligible a la
1i platón denor¡inó como irnpulso amoroso
,ii" ná"i" Bien es lo que
el plano intelectuel
"1
Jáog" de rnadurez Banquete, y que en El douec¡

* *. "" ", ,"i"ráñ"¡. la dialéctica, en cuanto proceso racional,que per-


i"* tura r,'t C
')'- " el conocimiento de las ideas decae(lro
rnite elevarse progres¡varnellte hacia
I superiores
ur¡a c \:t'
do su env
I
ernpr.^rd
]3.Platóndiceenestenrismotnitoqueellienlpocorl]ienzaaexistiralaVez
elementos de orden' en
que el Demiurgo itltroduce en la materra caótica
sl . i
'
;;;; ,J,""1":
medido el antes Y
f#;"X:"# 3:i1i""ffi,"#fi :::
T"1'-T,
cl dcspues
Debe¡'rgs
hay qr,e e
un alr\ ¡
- 0".,",i"',..*i",t::.,^t-",,il:1";l"Jl,':;1t::J::,::i:Ll:$il3: PorlSaúle
que en exlr
ble Gonsiste, más
i;l'Lstion a' q'e pasaha un mrnuto anres::-1,I"noo sentic'\d(
II :::";;;;;,
áñlé<.le oue cl o",r,,ul.go o'dlnuá ra rnateria es una oegunla
sin senti
do en v¡rtL
idicha ordertüciór' no:xistía el:iej::::^ es un4¡
I ;;:;; Ñ;.rente manela ^-en la ac-
, ()sta concepcióll del t¡empo con la que se ordenó el ,
'Co,r,pa,a de que pa-
nal (r1 ,
preguntarse acerca
I Iá ü¡. o"tbig bang ¿T¡ene senrido que tuviese lusar
I ;;;;; ; ¿"ñs uri'ninuto o un sesundo antes de mónico- a
i ¿Por qué?
la gran .'Plo"¡ón? ldeas. l

36

,
I
2
feo¡ia del arché
Aunque hable de partículas, la teo-
En su teoría, Platón muestra una clara influenc¡a p¡tagórica, pues ex- ' rÍa platón¡ca no es atomlsta, pues
plica su comprensión de la realidad mater¡al en términos de las partículas de las que habla sí
estruc_
turas matemáticas. pueden div¡d¡rse en formas aún
más s¡mples. Las superficies de
I Platón señalará como arché no un único princ¡p¡o, sino varios, y
ade- tres de los cuatro pol¡edros que él
I más vinculará éstos con la existencia de los cinco únicos poliedros
.ha aslgnado a algún olemento son
regulares que existen: tetraedro, cubo, octaedro, icosaedro y do_ de forma triangular y, en conse-
cuencia, se pueden ver como dis-
I decaedro. Asoc¡ando matemát¡cas y realidad, entenderá que los cua_
. tintas combinaciones de peque-
) tro primeros poliedros corresponden al modo de ser del fuego,la tie_
I rra, el aire y el agua respect¡vamente. La as¡gnación liene que ver con
ños tr¡ángulos.
Este iecurso a la t¡gura tr¡angular
¡ las cualidades físicas de los elementos. AsÍ, alfuego le correspon- como autént¡co sustrato de los
de el tetraedro, por e.jemplo, por ser este poliedro el más peque_ elementos permite a Platón de-
ño, móvil y agudo de los c¡nco, de manera que puede penetrar más fender la pos¡bilidad de que un ele.
, ¡ fácilmente en todas las cosas y provocar su alterac¡ón. En cambio, mento pueda transformarse en
el cubo presenta mayor estab¡l¡dad que ninguno y, por tanto, co_ otro. Si una partícula de a¡re, que
posee la forma de un pol¡edro re-
rresponde a la tierra, principio menos act¡vo.
.l gular de ve¡nte caras, p¡erde su
I configurac¡ón y se descompone
I en lc triángulos que lo confoman,
) ¡ y algunos de ellos se organ¡zan
I
formando un octaedro, la des-
composición de una partícula de
t a¡re habrá permit¡do que se gene-
re una partícula de agua. Unas
! . partículas pueden dar lugar a
I otras, unos elementos pueden
, convertirse en otros (aire, agua y
fuego.pueden proceder unos de
I
otros).
I
I
l I

,i a- El dodecaedro le sirve a platón para describirnos cuál es la estruc_


tura del Cosmos, cons¡derado en su totalidacl. Se asociaba el do-
decaedro con la esfera, de manera que el Cosmos será para platón
una esfera que gira de modo que las partÍculas no pueden escapar
de su envoltura, sino que se vuelven sobre sí mismas, chocando y
empu!ándose mutuamente s¡n cesar.
Debemos considerar que el Universo total al que se refiere platón
hay que entenderlo como una real¡dad v¡v¡ente, El Cosmos posee
un alma, además de un cuerpo material, una mente, que es ¡a res-
ponsable de su mov¡m¡ento circular. Este movimiento establece el
sent¡do de todos los demás mov¡mientos, gobernando así el mun_
do en virtud de su ¡nteligencia y sabiduría, para platón el Cosmos
es un ¡nmenso organismo v¡viente e inteligente. El alma cósmica
ordenó el movim¡ento azaroso propio de Ia mater¡a caótica origi_
nal (mito del Demiurgo), convirtiéndolo en un movimiento ar-
mónico, en tanto que imita la pefección propia del mundo de las
I
ldeas.
a-'-¡r;--u*..--.. -:.t:: -t::'.:-'
r
at
llt¡¡l.t i Z

3. El conocimiento: acceso a las


deaa
car.rina
so^ts
ideas -Pcr Z
más evidentes de la posibili-
Platón constituye una de las muestras
Para trans-
aI o" y enseñar filosofía de manera atractiva' constde

á,* "*pri"ri o" t"s teorías más conrplejas a menudo recurT :]11* de¡lo
rnás fa-
;;t;:;",gr",sim¡l o .l mito' Ahora veremos uno de sus mitos -,¿r-r¡ dt

mosos: e, mito de la caverna' -Flnr


tos r,o;n
rara.i€ I

fue¡.. oL

3,1. El mito de la caverna mingly


mle is
r

de toda la historia del pen- incaoaz,


Éste es, quizá, el relato más expresivo hab\is
las ideas y' lam-
o""iO"ntal: es una alegoría de la teoría de alguien
""rent t
iln,-rn *rao antropológ¡co de la confl¡ct¡va situación
humana' l,

las p¡ezas bás¡cas del


Ñ.""u.", p"n""oo oát mitá' descubriremos dad y qu
qu" tt"r" Platón para acceder al conocim¡ento' con.o.ian
"arnino una \.r lA
garai{e:
Sócrates: lmagínaie, Pues, a unos
atór). y
era ¡tás \
hombres eñ un antío sublenáneo
como una ca.,erna -Con la en- -Al i;.
trada que |]e abre hac¡a la luz-, -As{re
dond€ se encuentran desde la in- go, ¿ .o
fancia y atados de Piernas Y cue- vez ltacia
llo. de manera (lue deben mirar gutn¿ rel
siempre hacia delante, sin Poder que las ctt
oirar la cabeza a causa de las ca- -s¡rnd
áenas. SuPón que, detrÉrs de ellos' -Y -pro
a cierta distanc¡a y a c¡erta altura, anasña
hav un fuego que les da claridad soltatat a¡l
y un canlino entre este fuego Y los E cierto^\:
cautivos. Admite que un muro ro- qUC, 1¡,,J Y
dea el camino, como los Parape- ,l no ¡.ro;{u r

tos que los charlatanes de feria 'Cln¡O!,.¡e


ponen entre ei'os Y lcs esPecta-
-No gqdr
dores Para esconder las trampas --Nec,.ttJ
y mantengr en secreto las maravl- cosas¡Q a
llas que t,iuestran. las so. _4'a
lc ¡magino -diio' de las cosa
-Me jetos rln,
ahora, a lo largo de esta
-Fioúrate de los astr(
tapiá, unos hombres que llevan
toda clase de obietos que son mu-
const.lic
ouede ser de otra manera si están obligados
a
ctro mas attos óue el muro, unos con
lorma humana' -No vida' c¡lmenre qL
de piedra' de nla- mantener sus cabezas inmóv¡les toda la
átrá" tortnu o" hechos - ClarÉrrr(
"nimales, es natural' qué hay de los objeto^s transportados? ¿No
o"r, áá ,.0á c*e de
"on materiales; y' como -¿Y que -Final,nent
" los obietos' unos se paran a con- cress sucede esto mlsmo / imagep.{l€
los oúe kansportan
versar y otros pasan sin decir nada' -Sin duda.
qug Serk¡ Ce
!
la escena que describes' y son No crees oue si los obietos tuvieran la capac¡dad
de conterrA?rl
! -Es extraña -d¡io- -; prisioneros creerian que las som-
extraños los Pris¡oneros. h;lar ;ntre eilos, los -Nece-dri¿
,l
I -Se Darecen ¿ nosotrosy de-diie yo-: en efecto'que lra-
éstos' bras que ven son ob¡etos reales? -Y deslé:
los otros ¿crees el Sol eu ..¡ui
I a"Iá,IJ. J".i mismos por -Claro. y es quirq g
üiaí rlio urgo .a. que las sombras proyecladas pasaria si la prisión tuv¡era un eco en la pared
liir"gá hr;á a tugai de la cueva que tienen delante? -¿Y qué

3B
I 2
) de delante de los prisioneros? Gada vez que
uno de los ble, y que
e_s, en cierta manera, la causa de todo
caminantes hablara, ¿no crees que ellos pensarían que lo que
sus compañeros contemplaban en la caverna.
son las sombras las que hablan?
-PorZeus, yo asílo creo
-Es ev¡dente -diio- que llegaría a estas cosas des-
rili- -d¡jo. pues de aquellas otras.
n§, -Ciertamente -seguíyo_, estos hombres no pueden
considerar otra cosa como verdadera que las sombras -Y entonces, ¿qué? El, al acordarse de su estado an-
ne: lerior y de la sabiduría de allá y de los qr.
de los ob,etos. u"-
taban-encadenados, ¿no crees que se sentiría "nton"u"
raL, feliz del
-Así debe ser. cambto y compadecería a los otros?
I -Examina ahora -seguí yo-, qué les pasaria a es-
¡ los hombres si se les l¡t rara de las cadenas y
-Ciertamente.
I se les crr_ crees que envid¡aría los honores, las alabanzas
rara de.su error. S¡ alguno fuera l¡berado y
án seguida
-¿Y y
T las recompensas que allá aba.io daban a qu¡en
fuera obligado a levantarse y a girar el m"io, oU'-
cuelfo, y á ca_ servaba e¡ paso de las sombras, a quien
t m¡nar y a mirar hacia la luz, al hacer todos
estoé movj_
con mas segu_
r;dad recordaba tas que acostumbiaban a oesfifaifio,
mienlos erperitnentaría dolor, y a causa
de la luz seria
lr-¡- Í rncapaz de mirar los objetos, las sombras
cle los cuales
delante, por detrás o al lado de otras, y que, por
este mo_
tivo, era capaz de adivinar de una manera
;n llabía',,isto. ¿Qué crees que responderia más exacta lo
-rit. f atguien le dijera que lo que veía antes no
el prisionero si que.v€ndría? ¿Tú crees que desearía
lodo esto y que
tenia ningún tendría env¡dia de los ant¡guos compañuro" qr"
Ii v¿¡or, pero que ahora, que está
más próx¡mo a la áti de poder o son más honrados, o bien preferiría,
§oran
dad y que está g¡rado hacia cosas más reales, como el
ve más Aqujles de Homero,
conectamente? ¿y si, finalmente, haciéndole "pasar la vida al servicio de un cam-
mirar cada pes¡no y trabajar para un hombre
una de las cosas que le pasan por delante. sin bienes,, y sopor-
I gara.a responder qué ve?
se le obli_ tar cualquier mal antes de volver al antiguo
estáOoi
¿No crees que permaneceía
alónito y que le parecería que lo que habia
visto antes
-Yo to creo así -d¡¡o-, que más prefer¡ría cualou¡er
era mas verdadero que las cosas mostradas sufnmtento antes que volver a vivir.de aquella
ahora? manera.
-Y p¡ensa también esto que te diré.
-Así es -diio. S¡ este hombre vol_
vrera otra vez a la cueva y se sentara en
-Asípues, si. a éste mismo, le obligaran a m¡rar el fue- su anl¡guo si_
lro,,¿no se encontraría como c¡ego, al llegar
go, ¿los.ojos le dolerían y desobedecería,
g¡rándose otra de iepen_
re de la luz del Sol a la oscur¡dad?
vez hacia aquellas cosas que le
era posible m¡rar, y se_
-Si, ciertamente
I gurna creyendo que, en real¡dad,
éstas son más ciaras -dio.
si hubiera de volver a dar su op¡nión sobre las
I
que las que le muestran? -Y
oras para
som_
competir con aquellos hombres encadena_
I -Sin duda sería así
-düo. oos, mtenlras lodavía ve confusamente
antes de que los
-Y -proseguí-, s¡ entonces algu¡en, a la fuerza, lo o.¡os se le hab¡túen a la oscuridad _y
anaslrafa por la pendiente abrupta y escarpada, y el liempo para n¿-
no lo b¡tuarse sefía largo-, ¿no es cierto que harÍa
sortara antes de haber llegado a la luz reír y que
del Sol, ¿no es dirían de él que, por haber querido subir, volvia
cierto que sufriía y que se rebelaría al ser áhára
trataáJ asi,y con ros ojos dañados, y que no valia la pena ni
que, una vez ll€ado a la luz del tan sólo
Sol, se destumbraria y rntentar la ascensión?
no podría mirar ninguna de las cosas que ¿y que a qu¡en intenlara desa_
nosotros de_ tar,os y hacerlos subir, si lo pud¡eran coger
c¡mos que son verdaderas? con sus pro_
pras manos y lo pudieran matar,
no lo matarÍan?
-No podría -dijo-, al menos no de golpe.
-Sí, c¡ertamente -dijo.
-Necesitaría acostumbrarse, si quisiera contemplar las
cosas de an¡ba. pr¡mero, observaría con más platón, La Repilblica, V[,
facil¡dad 5t4a-S17a.
las.sombras; después, las imágenes de los
hombres y
de las cosas refleiadas en elagua; y, finalmente, 4. Eit un m¡to las cosas que se explican, los persona-
: los oú
ietos m¡smos. Después, levantando la vista hacia la luz jes que aparecen y los acontec¡mientos
que se dan
I acostumbran a ser s¡mbolos o metáforas de otras
de los astros y de la Luna, contemplaria, de noche,
las
a constelaciones y el f¡rmamento mismo, mucho real¡dades. En este mito de platón pasa exaclamente
más fá_
c¡lmente que no, durante el día, el Sol y la luz esto. Establece las relaciones adecuadas entre
clel Sol. Ios I

simbolos y lo que representan; es dec¡r, entre los


c -Claro que sí.
elementos de la pr¡mera lista y los de la segunda.
-Finalmente. pienso que podría mjrar el Sol, no sólo su
magenreflejada en las aguas ni en ningún otro Cave¡na ldeas
s¡tio, sino
que seria cap¿z de m¡rarlo ta! como Sol, obletos, flores
es en sí m¡smc y de Cosas del mundo sensibté
e contemplalo a,iá donde terdaderamente está.
Sombras Seres humanos
-¡lecesariamenle -düo, Prisioneros
después de estc ya podría comenzar a razonar que F¡lósofo
-Y Prisionero liberado
elSol es quien hacc posiblas Ias eslac¡ones y tos Mundo de las cosas
arlos.
y es quien gob¡erna todo lo que hay en Exler¡or de la caverna I Mundo de las ¡deas
I el espacio visi_

39
lIrrl,rrl2
Como has podido leer' Platón narra
en este 34
oión del conocim¡ento, la idea del co-
-Esta imagen, Pues,
querl- m¡to el doloroso y escarpado camino Para I
áel bien es la última Y la más en el in-
do Glaucón, es apl¡cable nocimiento. El hombre encadenado Tí .O
difícil de ver; Pro, una vez es
exactamente a la condic¡ón
v¡sta, se comPrende que es t"ttt O" la oscuridad simboliza la condición Yah el
humana, equiParando' Por un El mun-
la causa de todas las cosas humana inicial, ignorante y engañada' qL
lado, el riundo visible con el de n(
hab¡táculo de la Prisión Y, Por
rectas Y bellas: en la región do del interior de la caverna es el mundo bl5Pr
el otro, la luz de aquel fuego
de lo visible engendra la luz Á El camino de sal¡da representa el
y el astro que la Posee, Y' en "o""..de conocimiento' Así' los dos mun- C¿¡..
con el Poder del Sol. Y si es- Droceso 'lel
la región de lo intelig¡ble' es
áos del mito se corresponden con los
kbleces que la subida Y la v¡- dos e¡1 ti
la soberana ún¡ca que Pro-
s¡ón de las cosas de arriba .undo" do ."tafísica, y el escarpado
y di- nea D¿
duce la verdad Y el entend¡- ",
son la ascensión del alma ha- nos muestra el di- A:
miento; Y es necesario que la ficultoso camino de salida tis
cia la reu¡ón ¡ntelig¡ble, no (¿quién ¡gnora que
quedarás Privado de conocer contemple aquel que se d¡s- fícil acceso al conocimierrto reA¡§a
ponga a actuar sensatamen- abrupto y
cuál es mi esperanza, Ya
que el cam¡no del estudio es un cam¡no de -rc
te lanto en la vida Prlvaoa teoría
deseas que hable Dios sabe
como en la Púb¡ica'
c,rtitf¡. Co.o podemos comprobar' la . lr€
si me encuentfo m lo c¡erlo' de las ideas y la del conocim'ento
están en-
Platón, La FePúbl'.c4, 517bc'
como
pero a irrilas cosas me Pare-
trelazadas.
cen de esta manela: en la re-
bre el
encadenados? e¡.{rc
Actua lidad del mito de la caverna: ¿Estalnos pretación ePisterlrológica
es. llentos analizado la inter I YrOC
mito de la caverna ha Posibi litado dilerentes interpretac¡on Enl¡ lio Lledó', ur¡a interpreta- c¡.i
5. El de la nrano del Profesor ¡.tr

de la ma¡ro de textos
('t I mism o Platón. Desarrollamos alrora' encadenad o. Lee atentanlente la ta
I
tL.. ilir
en la qu e tú mismo Puedes verte como Prisionero
c ¡ón de orden antropológico esta actualización del nrito lor{c (
sob re lo que te ha ido sug¡riendo
bla y redacta un Pequeño ensayo L.))
lnle¡Pretación
Fases del ¡nito -z\{¡s
cierto sentido' una
del mito, ¿ño es nueslra vida. en
El engáio
< Como la de los Pr¡s ioneros
Nacernos en una sociedad no elegida,
con una estructu_ -üo(
c-{a(

#<
existencia encadenada? costur¡bres.. La te-
ideologias' un lenguaie' r.¡nas
Lo ryás Profun_ ra social estabiecida. con unas bras cle la caverna? Eslos gL.¡¡et
son como las som
do de la caver- lev¡sión, elcine, la publicidad ¿no Ios confundimos con la rU¡Qta
bÁn y, a menudo .
na. con ios en- modelos Y tipos de vida nos deslum que lo rormal es lener e, ,¿l
ha cre¡do en algÚn momeito I
cadeñados mi_ auténtica realidad ¿Ouién no bl\v
rando las som- modelos los actores?
el cuerpo Perlecto corno los
Y

bras. ! la rcaltdad y no
prisione'os conlunden las sombras con D",siu,
En el mito platónico, los
La l¡beracíón
son consc¡entes del engaño' re¿r..Ja
de descubri la publicidadeñ-
Uno de los Pri- , Nos oasa a nosolros lo mismo? ¿Somos capaces SóApt
sioneros consi_
gue l¡berarse Y á"'i,H]ü ;ñ;;';;, ra ricción' ios monr4esi
vec€s' rc@i"'"i,#"i."
]:,j|,"fl:1?:.T::l'3:';:i,t"".5 el scgr
iorsionada... qr.re nos okecen' a u"
descubrir la s¡- ,./ que es posible que' como en E ca\ "r""i "" "ro"- o[--(or
mulac¡ón Y el ¿Crees
enoaño- nas? jetus n
1
loñfl
La ascens¡ón
I en eraion. er
:y_"T-i"-::::H:jili1,ÉTl?,ilJlfl,iljiii Í#.
p,isone,:
I tida de Ia cueva. Es, además' un camlno I
esta di
La salida de la I
I
dos a la luz solar se ciegan
llr"." or" .n
y se deslumbran'

sociedad pasa un poco lo mismo? ¿crees


.,"t"a
que es rnás có'
dema'
f-
osc,Jridad es la correnle y no pleocuparse
Io' I iroao deiarse manrpular y enganar' seguir su veroao'
r)esada Y dolo- ini"Áan iiega' at to"ao de las cosas v encontrar
Ho"or;|.,;";il la pena s€r coheren- 7
..
I
'' ii'"-iá""'-]. i¿iu . más complicádo? En rodo caso' ¿vale
cualquier cosa?
Ei | Í" * o.o.t ldtales' a costa de
i """
IE
retorno
¿'


Elrlulnrrl..do Por
rlilitrlili'l*iltri:irilvri1',Hl#ü;.*1ff;¡I':1*x
I el Bien Y la Ver- -"ÍÍÍ^:iü;iI[ld,""fl
rlr Cad debe volver :lff ',Jlrffi
I derrlro? anlrgl lili#**]j'"i1ru:ls:l
¿Del¡enros liberar a
los
I para ccmPartil ver errcad:nar? sus Todo l¡en¿
',, |i I sJ conocim¡en- Irlr""o"l"i, i "iti". t""ran por locos y r)os vuelverr a
ll .
riesqos. iEs un3 di;Yunhva moral!
á
.Ae3ptaciónapartifdelarticulodeEm¡l¡ol]ecó.Leclurasdeunrn¡tofilosóíico,,publicadoenlafevistaResu4gimielllo.

40
;lt2
te
3.2. Los segmentos del conocimiento
n- Para Platón, el conocim¡snto e
inv rando ra isnorañci".r ;i ;;;;;;1T:':rH', J:'..iiÍ"'!lÍÍliJL;
n- Ya hemos visto que, por oposic¡ón al rñundo
c¡ue nos rodea, la verdad se
ar.O,r"iá',
encuentra en et munOo iOeat o"""1r""
inteiigi-
ble. Por eso, el conocim¡ento se
entiende como un p-"""o-¿" ui.r-
cam¡ento y contemplación de las ¡deas.

En el l¡bro V! de La Repúbl¡ca, platón


-[ nea parlida en segmentos, los
expone, sirv¡éndose de una Ií_
i-. diferentes niveles ¿e cono.;;;.
Asimismo, a estos momentos les
ccresponclen diferentes n¡veles de
realidad. Vamos a centrarnos
en ello tenienao comotras-i-o-no;;;a
f de la ca\,erna.
t
-Pues b¡en. dije. observa que, la oscuridad de cada uno_
I como deciamos, son dos /el Bien v en el vi_
sible un primer segmento: las ¡má_
elSof), y que $ientr¡s unoie¡na
so'_ genes. Llamo lmágenes antes
bre el género y ta reg¡ón intelig¡ble. oue
nada a tas sombras, después
er otro, en cambiD, sobre la visible: a ias
vlslones que se forman en las aguas
y no digo quc sobre el c¡elo, para
I q.]e no te parezca que juego
term¡no.
con e¡
En todo caso, ,,ttienes de_
y en aquellas cosas que
son sól¡das,
xsas.y brilantes, y todo lo que
es pa-
recrdo a eslo, si me entiendes
I lante estos dos conceptos,
el de vi-
sible y et de ¡ntetig:bte? -Sí te entiendo.
I -En el otro segmento, pues, pon
¡ -Los tengo. lo
que se parece a esto: tanto
los ani_
-Coge, pues, una línea que esté males que nos rodean como lo
cortada en dos segmentos desi_ oue
I guales, y corta otra vez
cada seo_
está plantado y el género entero ie
las cosas elaboradas.
mento según la m¡sma prooorció"n-
el del género v¡s¡bte y el ¿ei ¡ntel¡o¡_ -Lo pongo, diio. [...1
ble, y tendrás ctaridajy
-según ta
Platón, La Repúbtica, Vl, S09d_5.tOb.

I Después de dividir er segmenlo que


representa er n¡ver v¡sibre de ra
realidad en imágenes y objetos
Sócrates nos exptica cómo debe
físicos, el texto pl";;";;;;;"
div¡Oirse, tam¡¡¿n ei d;;;;r.",
I el segmento co,espond¡ente
ar mundo interigibre: er ámbito
de ros
objetos matemát¡cos y et de tas ideas,
I po, al""¡," ol qi,"lJ"".o-
ietos m-atemáticos son imágenes de las ideas,
,:: *ll"l?: to son de tos obietos tisicos. ir.-.orÁi* y
pooenrás;";";;#;.,
"oro
esta división de la realidad:

l\,4undo visible o
I A D
ble

c
M und lelig ¡ble
6. Aqui lienes dos analoqias que
se
E B desprenclen de lo que has leído,
t- -l F--------l perc en c€da uña hay un ellor.
Des-
I cúbrelos y haz la coñección:

g
lmágenes An¡males, aosá; oo¡eros máemiG6i
. Los oios fisicos son a los obie_
lOslrslbles to que tos o¡oiOe
la mente son a tos qbjEtQs
! §btes.
sen-
t . El sol es la cima del munCo
I ¡as cosas, como la ¡dea!el!:
de

bertad lo es del mundo c,€ las


¡deas.

f
4i
r1-¡::!¡¡r¿ti=üÉEr4:r:-4-::e :

t, ,,2
dos sens¡bles y dos ¡n- O.r:
A las cuatro clases de ob¡etos resultantes'
mental o vía de cono-
t"iigiOl"s, Platón les atribuye una operación
sombras de
ott.r""te. Respecto a las imágenes' que son Et cat
"¡,iJ"i.
las cosas, sólo podemos tener suposiciones
o conieturas; fiate en c\tj:
cosas que son' tarse.
qr" fá" iragun"" (en gr¡ego elkones) son sombras de nuestro co- r- I:
a
; .; ;;r, siiples copias' ¿Y qué nombre pondremos que son copias o apa- Una r'
iJm-ie-na ¿ los animales y de las cosas'
realiclacl? Greencia o fe' Así'
ptles' tanto las l( ¡,¿
,i""","" O" ," *tOadera
son más que opin¡ones' no g.^ael
luposi"ion"s como las creencias no
I

autént¡co conocim¡ento' prq h,


nuestra vía de conocl-
Con respecto a los obietos nratemát¡cos' t¿-- id,
o razón d¡scursiva' La hena-
miento es el pensam¡ento razonado para Plalón'
cr^er
#;;;;;J;",m¡ento más alto' el de las idcas' es' du., c
puede acceder a
i;';i;g*"t; p*a <r razón intuit¡va' la única que
y alcanzar la vercladera realidad' El co- L r(
la v¡sión de las ideas c formas
;;;';* ;; i; tazón discuriiva v el de la razórr intuit¡va constitu- lc,Á Ia
lL.tol
gr¡ego episleme'
f"n conocimiento, ciencia, en ta,rQr,
es:
El esquema conrplelo resultante itl,u,Ja
l sria:
i E*t"rior de la caverna ,J
t@l-- lnter¡or de la caverna
Mundo intel¡gible
Iirr,-r li r.r

p^rc

lsl
t-- Mu¡do vis¡ble o sensible

i obietos matemát¡cos i.
I
ldeas
Et¡el
hi,, et
(

*! Alfltlále§, Óo§es 11,a llz


§

D c E --------- B
e(IUCA¡
ci4e
clrardc
Bazón discursiva l, Razón intuitiva i

pc'
lor'roitL
Conocim¡ento o ciencia lepisteme' I
p!
l§l representados los
cu;§rr
Ir

Hagamos ciencia En este esquema no sólo vemos CI. JI


y Iriveles de la realidad'
qué es la valent¡a y nos con- Jiferentes tipos de obletos gP¡erá
7.
'' Si orequntamos a alguien de conoc¡miento que
iuJtu-'irur"ntiu l; act¡tud de Aquiles ante los tro- iurno¡¿n to" Oifet"ntes grados qu.- 11¿

"s
,r"""" a ."" a"'.o de la agente Scully cuando in-
ü, opinión (doxa) y ciencia (ep¡steme)' t I ti-,e tt

",
il.tiou t" .rp"Oi"ntes X'' ¿crees que nuestro inter- "orr".pono*' geulTl(
propio del mundo
to=*ür l" idea de valentia' o sólo liene una La oDinión setra el conocimiento
"u,,o"a, que es el valor a párt¡r de casos con- ;;;";;"r. del mundo sensible' Por
cambiantes
visión vaga de lo Soural
cretos Y Part¡culares? ;;;;0"", se basa en la experiencia o sensibilidad
de según PlatÓn, no const¡tuye auténtico
co- s(43
:-1
!ri¡ . Phfón Dlantea que Ia ciencla es conocim¡ento' noque y, pol.
a la "ao,
..1o" ion","tot' tino de la idea universal nocimiento, sólo creencta'
,.. po|.
iiián. t"n"r conocimiento cienlilico sobre
"ro, tons¡stirá en conocer orá¡ esh
saber' porque
;i ,;;j";á_te'ttl" La ciencia es, ell cambio' el auténtico 9..Ln
áJáG "aq
o'é hace que digamos
comporlado
que Aqui-
valerosa-
i¡rteligi-
I "L...i-,"." racional del mundo ideal oeterrras'
il" u iu S",tty se han
bie. nl ser las ideas realidades
Úniversales' na'
)' "r"nt" por eiemplo' decir que 13
.1"Át" ián.ritri,a se co.lvieden' también' en ;(,:
& "cncia' pero sopodar con ente-
val >rrtia cons¡ste en temer'
f,".=,io"t", u i.ronuptibles iiv
It ¡.to" o. univer.sal y seguro Utl tipo
¡i Gza lo que sea necesario' "ono.inliento sólo po§een los
t,l . Media,'te eiemplos' distingue lo que serian op¡nión Ili"l,o"r,,,"ntt' rlo ollst¿lnlc'
'luc ie.
il más doctos Y sabios'
y cienc¡a de la just¡cia'
É

42
2
;1-
3.3. Reminiscenc¡a: conocer es recordar
le
Elcaballo manón que veo trotar va un poco cojo, el triángulo que
he
dibujado es bastante inegular, esta rosa tan bonita emp¡eza
rn. a marchi_
larse. Enlre las cosas sens¡bles y su conespond¡ente
¡dea hay un abis-
mo: la idea cle caballo, de triángulo, de bel¡eza tiene
a- un "plus", tinne
una r€alidad que no está en la conc¡eta cosa sensiblé. pero
si la
¡dea, a diferencia de la cosa, es universal, pedecta y
to eterna, ¿cómo lle-
9a el hornbre a estas ideas tan d¡ferentes y alejadas de las cosas? La
respuesta de Platón es que en nosolros, en nuestra
alma, desde siem_
! pre, hay, como dormidas o en estado latente,
huellas o señales de es_
r l:ls ideas. Por lo tanto, lo único que debe hacerse
l es despertar, ha_ {
I r,cr errrerger !o que ya está en nosotros.
n I (ler, conocer no es nada
Consecuentemente, aplen:
más que evocar o recordar estas ideas-
f( Esta concepc¡ón platónica imptica una
I vis¡ón muy posit¡va respec_
1 io a las posibilidades humanas de conocimiento.
Sitpone que los hu_
I rnanos, como el prisioneró ,Je la caverna,
tenemos la capacidad
El doble de una superficie
in_
ter¡or suf¡cienl para Dado un cuadrado, ¿cómo se pue-
I e deshace,rnos de las cadenas cle la iinoran"iu
de encontrar el lado de un segun_
§
t iniciar el camino de ascenso hacia el conocimiento.
esta áoncepciOn " do cuadrado el área del cual sea el
se basa en un optim¡smo ep¡stemológico,
en una te. en tas posiOi doble que la del primero?
¡idades humanas, sustentado en la confianza
en que intelectualmente En el pr¡mer intento, el esclavo
poscemos todo lo que necesitamos.
mult¡plica por dos el lado del pri-
I En el diálogo platón trata de demostrar mer cuadrado.
t ^,renón,
hay enseñanza,
su af¡rmac¡ón (ltol
sino remin¡scencia». Así, Sócrates piOe a üenon B G

I que llame a uno de sus esclavos; es decir,


un hombre pr¡vado de la
tt I
¡
oducación y la enseñanza más elementales.
Sócrates, aunque es cons_
ciente de que el esclavo no sabe nada de
Í matemáticas, dibuja uncua-
drado y pide al esclavo que encuentre un segundo
cuadrado de su_ c D
perficie doble. En un primer intento, el esclavo
multiplica por Oos la
I
I long¡tud de un lado y, partiendo de éste, genera
el nuevo cuadrado;
pero muy pronto se da cuenta de que
su cuadrado es de superficie
I cuádruple y no cloble. Gu¡ado por la ¡nterrogación
socráüca, el es_
clavo rápidamente descubre que el cuadradá
t, ¡- de superficie dáble se E
I genera a partir de ia diagonal del primer
cuadrado. "Sabe, pues, sin
I que nadie le haya enseñado, sólo interrogándolo, La segúnda respuesta: el lado del
I y recupera de él
mismo su ciencia.. (Menón, g6a). y ya que nadie segundo cuadrado es la djagonal
) le ha enseñado del pr¡mero.
geometría, debe deducirse que poseía
esta ci enc¡a desde s¡empre
y que no la ha adquir¡do en esta vida. plató
J
I Sócrates, afirmando que el esclavo seria .capav
n acaba, por boca de G

de h r lo mismo
sobre toda la geometría y sobre todas las
I otras disci

) I lratemática y remin¡scenc¡a
C
8. La rnate¡láii(.a es la.iencia ql|!: Utiiiza pl.ttón para demostrar la reminis_
cenc¡a. Alrora b,en, ¿podríantos hacer lo mismr,
con cLralquier ctiscipli-
na? Por ejernplo, peñsemos en la idea de
igualda(j. Si no pruijni_
cos y afirm?mos que hemos ad(luir¡do esta ioea "omo.
ae pequenos a üase áe
ir vlcodo cosas jCual.:9, entonces deb_ómo; explcar, ¡ustamen¿,
es pos¡ble reconocer ccrno iguales dos ;;;
cosas si no se tiene, p*;;;;_

I
E
le. la ideá de igualdad?

43
F'-* lJlrlrl;r, l2
4.2
4. AntroPologíaPlatónica
la concepción ptatón¡ca de.la
El rnik
El mito de la caverna enlazaba urlr
del conocirniento'
*ri,o"o, teorÍa de las ideas' colr su teor¡a del conocimierrto tiva, la
" enlaza la teorÍa
"'*" '*,rooo,"g,a alado, rlel ser humano Ésta se caracte-
5t];;;,";;i;"i"arro la:1r
o visión esla di
a la re¿'i-
;; ;;,a;' ñun decidido dual¡smo si respecto cc .sl
respecto al hombre habla-
dad hablábamos de ideas cosas
y
y ra+'
remos de alma Y cuerpo'

4.1, EImito delcarro alado


de Piatórr, et poder de acer-
Los mitos tienen, en el Pe nsanriet]to
cuestión compleja y cJe difícil
acce- f^-
oarnos al corazólr de ut.l a todaví3 hoy un
so. Y, ciertanlente, la cue stión
tema comPle¡o Y dif ícil de
del resulia
alma
estudiar. El mito del carro alado'
que ?:r;
a él
madu rez Fedro, nos acercará
aparece en el dláogo.de
lmaoinenl)s, Puas, que [el alma]
fuer-
oárece a la conjunción de ito com para er alma h u mana aaul
"e
rai oue haY entre un tronco de
Pues
Er m
van rtaturallnente unidos uÍ)
aurl! fiffá:'.: ;'ff :í:: :i:."":11
por urla pareia dc ca-
alados corceles Y un auriga' conduce ín tarro tirado Fin¡\ne
dioses' los fFe(lt o.246a).El auriga feo
bien. en el caso de los bello y bueno: el otro' negro' adu -u¿
caballos v los aur¡gas todos son h,allos uno de los cuales es blanco' del holn-
sirnb,."'llza las tendellcias
posrtivas bri.rtnl
', -,ln Fl caballo blanco
m¡entras
buenos Y de buena raza'
oue en el de los demás seres
una mezcla. En el nuestro' está
hay
en ilü' ;".;;; J' no ot'o'"¡" o "']?,''1 li'. 9-"-'lli
alrna Y esta ruu¿rrr¿ovu v" " r--
111?;"1?i§-
41.
que lle- le llanlar pade irasc¡ble del homble' los de-
Drimer lugar el conductor negativas del
va las riendasde un tiro de dos ca- Jriti ."ü- .,,ooliza las tendeícias la sexualiclad; se sr-rele
entre seos más bajos. el instinto
d"
ballos, Y luegü los caballos' "on""'uu"]Ón' cn cl \'icn- do que
v cstá localrzada
los que tiene uno bello' bueno Y ñ;; ;",;;"upisc¡ble del lronrbre intelectual del hon]bie o
pensa- tTrL t:i
que de na-
de una r¿za tal, Y olro tre. El auriga simboliza la capacidad ell Ia cabeza. dan{r¡
lo contrano oe raciollal y eStá localizada
luraleza Y raz a es miento: Se SUele llamar pade
áste. De ahi que Por neceslÓao
t11:" O" caL.c
y se mueve ei
s€a dif¡cil y sdversa la conduccion EI :rlrna. simbolizadaen el carto alado' vive 1 el (:r¡(rll
;;;;;, srioy ái,fu.];:JH:::if5l:
he-
de nucstro car:o. Pero ahora su un. -Jl¿
mos de il,tentar decir la razón Por
ásrees su
gractar
H?:.:: dót4'¿
la oue un seí v¡viente es llamado
caballos, le será Posible' si' por
cle las ideas Ahora bien'
moital e inri,ortal Toda alma se bien arriba y gozar tle ta contemotaciÓn lo terrdrá tan
rllG¡,.C
re- caballos se le rel"lun y no taOe etevarlos'
cuida de un ser inanimado Y el contrario, los
ia conducciÓn' Altr 7 r

corre todo el''cielo' aunque to- ideas como rnepto sea en


ditic¡l para contemplar las les. l{ c
mando cada vez una apariencla hace perder
y ala' de la pareja de caballos y d, prt
distinta. Mientras es perfecta A veces. utra falta de dominio 1

áá. l^r¡n, Po' rut ulturas rige al feclles


t- Y
que l,'"'o*"uon.-r"i,,T1l"ii:¿;:.'ffi il"1X'11';i,iilH#:
universo entero; pero aquella cho -e
las cosas. AIIí, "se co9e a
ar9 <

§ ha oerd¡do las alas es arrastrada


hasta alcanzar algc sólido en
don- fi;"p" i;; ;".i ro' (Éedro,2a6a)
5ill lfli lil?];l! fl:'."'#::
blerh(
ide¿¡: et,
t€

de se instala, tomando un cuerPo s¡otlada en un cuerpo terrestr origilral'


g""á" ut retornar a su mundo intr'^ibl
terrenal que da la:mpres¡Ón de elernento. Su arthelo 'nat
a su t¡uc es
moverse a si mismo' gracias Ou ir
rratrrral requ¡ero 1:":t "-1::t
virtud. Uámese ser viviento al con- El retorno del a|¡3 a su ¡¡]uttdo lo Pe¡
de llucvo t)ero ¿quó es e:
iunto C€ este aiuste entre alma Y alas. Sólo éstas lc P3rtflitirán "'""ott" de-
la de- riomo velenlos adelante' elat¡¡or queArc
tuerpo, que recibe además oue hace rellacer las alas? 'rás es olla cosa que an- rn¡1.-.,¿i
nominación de mortal'
:ffi;r;;"i liircarr renlal enello ¡;tres no
qLle llo tel.lernos' llcto que
lrc'l¡i<¡s tetlido' rnur{ I
Plal6n. Fedrc' 246a-d' helo y deseo dc a(l-ello

44

E[
-I

2
4.2" Almatripartita y tirtudes éticas
El mito del carro alado nos muestra el alma como una fuerza, como
una entidad d¡nám¡ca que integra tres partes: la racional o intelec-
tiva, la irascible o de las tendencias positivas y la concupiscible o de cuando su parte
blanco de¡ mito,
las tendencias negativas. Pues bien, la ética platón¡ca se basa en .

la capac¡ta para
esta d¡vjsión tr¡part¡ta del alma. Platón habla cle tres v¡rtudes que se situaciones -
corresponden con las tres partes del alma: la sabíduría, láfortaleza . alma tiene Iá vi
y la templanza

Pensamiento pedurba al hombre-


Rac¡onal
Sabiduría
(All!.¡ga)
Pas¡ones nobles
lrascible Virtudes
AIma
*--E-- Fortaleza
iíiarro alaclo) (Cabirlo l-rlanco)
lnstintos Equilibrio Jr¡st¡cia
Coocupiscible
Templanza
(Cab.tllo negro)

f:inalmente, s¡ cada parte hace con excelencia c vidlrl lo que le es


adecuado, entonces ltay armcnía en cl ajnra; esla ármonÍa o equili-
brio entre ¡as partes del alnte es lo que platón llarna just¡c¡a.

4,3. El dualismo alma y cuerpo


PoCernos resumir la co¡tcepción ptatónica clel ser hurnano afirman-
do que el hombre es, fundamentalmente, su alma. pero, como he-
nrós v¡sto, el alma hu.rnana está unida accidentatmente e incómo-
damente al cuerpo. Alma y cuerpo conviven como el caballero y su
caballo, comc el pi¡oto y la nave que gobierna_ .Cuanrlo el alma y
el cuerpo están jllntos, la naturaleza dispone que el uno sirva como
El desprecio del cuerpo
tun esclavo y sea mandado, y que la otra mande y haga de amo. (Fe_
dón,79e). Ésta es una visión dual¡sta, en la cual el alma es alta- 9. Las sigu¡entes expres¡ones son
de est¡lo platónico, pero es ne-
mente valorada y el cuerpo, infravalorado.
cesario matizarlas. En primer lu-
Alma y cuerpo son dos ent¡dades totalmente distinguibles y desigua- gar, haz explícito su sentido y, en

les. El cüerpo es fís¡co y mortal, sens¡ble e imperfecto, materia caduca segundo lugar, indica qué p¡en-
sas de su signif¡cado.
y desprec¡able. EI a!ma, por otro lado, es inmortal; es inteligible y per_
"' La ciencia es posible sin la co-
fecta; es lo que define alicmbre y le permite realizar lo más elevado. Di-
laboración del cuerpo.
cho de otra manera, d cr:erpo pertenece al mundo de las cosas sensi_
. La información sensorial es de-
des v temporales. m¡entras que el alma es originar¡a del mundo de las ficiente.
ideas eternas: .lc que nrás se parece a lo divino, a la inmortal¡dad, a lo . Puedo mandar a paseo al cuer-
inleligible, a lo que liene forma única y no se puede descomponer, a lo po y quedarme yo mismo.
que es inmutable e idántico a él mismo es el alma,, (Fedón, 80b). . El hombre es básicamente su
Pero, es precisamente este dual¡smo y el noble origen del alma lo alma.
que hace posible el cor.rocimiento de las ideas. Las abstractas e in_ . No es el cuerpo el que debe
rnílleria¡es ¡deas son alcanzables porque el alma forma parte de este controlar al alma, sino el alma la
que debe controlar al cuerpo.
.rnirr¡(la) perfecto Cel rrue, sólo tempcralntenle, lta sia!o expulsada.

45
r2
a
4.4. Ala búsqueda de qué es el amor
o eros' Y.es
En la antropología platón¡ca destaca el tema del amor
anhelo de belleza es Io que
que, como hemos apuntado, el amor o
para que vuelva a su estado
pueie restituir las alas a nuestra alma
a elo-
lriginrrio. Et banquete es un diálogo básicamente dedicado
giai el amor. Los se¡s invitados-protagonistas exponen suces¡vamente
su visión del amor o ercs A continllación tienes
una pequena mues-
\.
--¿ tra de lo que se dice en el diálogo'

lnvitado Concepción del amor

Elog¡a la ligura del amante ¡nás que la dol amado El


anrante
-4 E.
,f Fedro
está poseido por una fuer¿a d¡vina que le hace capaz
lizar proezas; consecuentemente, el amor es la lue'24
de rea_
¡nspi-
rfa
-ú. radora de grandes gestas. El <ilalor
que el rlre
Es elsiguisrte en hablar' concibe el amor como una fuerza posic¡ór
pet§onal¡dad' enamorado se s¡ente
translorma la propia El
Pausan¡as
estimulado a desanollar, guiado por elamado su
persona' cle -r[
au noue
poder o res,
Desde una pe6pectiva méd¡ca y biológ¡ca, elogia el Je
Eros. naturaleza' dice' está im-
Eriximaco fi¡erza generadora del amo( loda la
pregnada de amor. El Elcl
plo y mc
ve elamorcomo el deseo de encontrar to que nos falta' Se- tidc^l l
gún é1, el amor nace de la carencia y de la nostalgia' nos
ve-
y al otro: somog un fragmen_ oún luoz
mos incompletos necesalamos
to que aspira a su totalidad' llustra su vis¡ón con el 'n'lo
de títu; ,a
de amol1 Al pr¡ncipio' dice, exist¡an
tas t¡es ctases
tres tipos de si so{re
humanos de constitución dobie a la de los actuales
humanos: licic J c
muieres (dos muieres) y an-
Aristófanes honrbres (dos hombres actuales),
y una muier actuales)' Su pote¡cia y atre-
dróginos (uIr hornbre
¿Oué es cl amoi? vimi-ento eran tales que, pronto, el potente Zeus se
eniurec¡ó
5.1.
y. como castigo, los debil¡tó partiéndolos en dos Por
eso' de§-
lO. Reflexiona sobre el amor: es
de enloñces, cada tnitad busca su olra mitád' E¡ amor Sabemo
- De las concepciones del yo sólo seré fel¡z
amor que expcne Platón, ¡n-
el deseo de volver a nri s¡tuación or¡g¡naria;
que me falta'
alro
si encuertko mi auténtica mitad, la mitad "o
dif¡cultac
dic.r cuál se aiusta más a tu
¡dea de lo que es el amor. Habla del amor desde la perspect¡va pasiva del amado;
el ban- tido, a
amor co-
Explica en f,ocas líneas, no
y
quete o encuentro se celebraba en su honor él ve el ble. P.Qr
- '
Agatón personas que se creen
más de cinco, tu v¡s¡ón del I
mo el deseo de recib¡( prop¡o de las
tribu,..r! [
amor. dignas de ser amadas. deso¡(ar
11. La expresión 'amor Platónico' c¡mo ya sabes, en los diálogos platón¡-
Es el último eñ hablar y, En u2qc;
es ut¡l¡zada, todavía hoy, hasta '
Piatón Al¡r-
cos acostumba a exp@sar el per¡sam¡ento del ador'
por aquellos que no saben de lo que no se lierie y es anhe_ Dion, .r c
ma que el amor eG un de§€o
nada de Platón. Esta Perdura- bellq dice' un impuho hacia la por l¡po
lado como b más suH¡.ne y es,
b¡lidad es un e¡emplo de la ¡m- que d€s- sible .n.
la pl€na real¡zebn hur¡ana. B anlor que nace cq rlo d€seo
portanüia Y criginalidad de ' prinEra y
piertan los cuerpos bel¡os que me íodeall e§ sólo una cial d¡res
idea platónica del amor. Sócrates se eñnoblece y so transfor-
primitiva forma de arnor. Después, paciu.rd r
- OesPués de lo que hemos rna en anhelo hacia las almas iustas y bell¿§ Y asi' progresiva-
visto, exPlica qué entende- que so gente hacia
para,{n
: ment€. hasta d auténlrco y perlecto amor' cl
mos hoy en dia por "amor ; y
lá< ideas. sobre lodo la de tsi€n Belleza Esl" lonn3 sup€nior y
Todo,L¡ c¡
Platónico- Y conéctalo c!'n
la (amor platónico) puede ltacer renacer las alas
subtime de amor
¡dea que tenía el m¡smo Pla- I p*didas ,.lel al.a pata que se eleve hasta el rnundo de las ideas
ría dL ;ot
tÓn dol amor' __) algune¡ ci

46
t
EI E
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i
2
'l'. - i

es
ue
l.
o-
It€\,

Ruinas de Ampurias.
l

5. El Estado utópico o ideal


El d¡álogo de madurez La República, en griego Pollte,a, y que tiene
c
el sobrenombre de Sobre la Just¡cia, es la más clara y s¡ntét¡ca ex-
posición del pensam¡ento platón¡co. El tema central del d¡álogo es el
de la búsqueCa de ¡a organ¡zación sociopolítica justa y modél¡ca,
aunque también encontramos en él aportaciones fundamentales del
resto de las temáticas.
I
El Estado que d¡seña Platón es un Estado ¡deal que debería ser ejem-
I
plo y modelo de todos los Estados históricos concretos. En este sen-
tido, la Flepública de Platón no se encuentra ni se encontrará en nin-
gún luga¡ es una utopía (u-, 'no': topos, 'lugar'). Sin embargo, cons-
t¡hiye la soc¡edad ideal y, por tanto, el modelo que debe seguirse,
si se pretende conseguir el bien y la justicia de la sociedad y la fe-
i licidad de sus miembros.

l
5.1. El sueñc de Platón
I

Sabemos que, desde muy joven, Platón quería dedicarse a la polít¡-


z
:
ca activa, pero diferentes acontecimientos le mostraron las graves
dificultades que obstacul¡zan una buena conv¡vencia social. Su par-
I
tido, el aristocrático, había sido incapaz de instaurar un orden esta-
,t
'l
ble. Por otra parte, en nombre de la restablec¡da democracia, un
l
tr¡bunal popular había juzgado y condenado a Sócrates. Todo eso lo
desencantó prof undamente. \
En una carta biográf¡ca que Platón d¡rige a los par¡entes y amigos de
I
l
Dion, la conocida Caña V , expresa claramente tanto su des¡lus¡ón
por la política activa como su afán por encontrar lo que hará po- [...] Los males del género humano
sible una vida iusta y feliz,la recta filosofía (recúe(da el texto in¡- no se acabarán hasta que los au-
v cial de esta un¡dad). Ahora bien, esto ¡mpl¡ca que, para tener la ca- tént¡cos y verdaderos f¡lósofos
ocupen los cargos políticos, o bien
pacidad de eiercer el poder político, son necesarios una larga pre-
hasla que, por una espec¡e de gra-
a paración y haber accedido al conocimiento más elevado. cia div¡na, los que tienen el poder
i
en Ias c¡udades lleguen a ser ver-
Todo lo que hemos visto hasta ahora, la teoría de las ideas, la teo-
daderos filósofos.
:
ría del conocimiento, la antropología, la concepción del amor..., son
Platón, Ca¡la V ,324d-326b.
algunas de las cosas que necesita saber el buen gobernante.

47 I
I
r I l: ti¡ l; l, I 2

Mito de los metales


5.2. Una sociedad estructurada
En
'
truo\r¿
,atr

en clases sociales de ras t


-[...] escucha ei resio del.mito' me^e,
Por lo tanto, todos los que vlvls en El origen de la polis ra-
Los hombres no son seres autosuficientes bros de
la c¡udad so¡s hermanos -así los propias nece-
i átc" la impotencia individual para satisfacer las piaatr
llamaremos mitolog¡zando- Pero "n la responsable de la
el dios, al formaros, mezcló oro en
sidades. Para el griego antiguo, la sociedad es
srperv¡vencia y á felicidad de los ciudadanos'
Ahora bien' la socie- Aqrdir
I
el linaje de aquellos de vosotros
que están destinados a gobernar' de individuos organizados y ie- polrs o
áái no nuoá rnás que el conjunto
I
razón por la cual son los mas va- ""
rarquizados en clases. A partir de aquí, Platón
habla de la conve-
liosos: en el de IGS auxil¡ares' pla- la de los mi-
ta: v hierro Y br','rce en el de los niencia de tres clases sociales: la de los trabajadores'
campesinos Y los otros menestra- litares y la de los gobernantes'
les. Cierlamente, como todos sois
de un mismo or¡gen, la mayoía de Clase Función L...,3¡!
las veces engendrá¡s h¡jos simila-
res a vosotros mismos, pero es No ejerce n¡nguna act¡vidad polít¡ca: no es ésta
su función Los traba-
pos¡ble que a veces de un Padre la polis, a la tolal¡dad de sus miembros'
¡adoies tienen que ofrecer a
de oro nazca un hijo le Plata, Y Traba- io" ,".ur*" inoi"p.nsables sulicientes para sat¡sfacer
y las ñecesida-
que de un Padre de Plata nazca un iadores des básicas. Su comportamiento debe estar caracterizado por la tem-
h¡jo de oro, Y que de manera sr- planza en la Producción.
La ü§l
milar se c.imbinen los casos res- aü). .Ii
tantes. Por lo tanto, la Primera Será la que protegerá y defenderá la ciudad
tañto de cualqu¡er ene- indi¡¡\dr
cosa Y más importante que el d¡os M¡I¡. m¡go exlerño como de cualquier conflicto o alboroto interno; su va_
ordena a los que gobiernan es que protección'
dep-,rd
tares leniía y excelencia personal harán posible esta
de nada seall lan buenos 9uar- ber{d(
dianes ni vigiler r con tanto cuida- será la única Que ejercerá el poder polit¡co de tomar
deci§one§ ta cons- libnu re
do como de sus hiios, observan- p€rsonas quc han acce- d^:a
tituirá la clase de las personas sabias' de las Y
do qué m¡xtura hay en sus almas; cspec¡a¡mente de
dido al conocirniento y contemplac¡ón de las ¡deas'
y s¡ el hiio Propio es de bronce o Gober-
Esta clase se nutrirá de ¡a cla-
la ¡dea de just¡c¡a, de orden. de Estado
de h¡erro, de n¡nguna manera se
ha de compadecer de é1, sino que
nantes
se de los ¡n¡litares, de aquellos militares meiores' de los que hayan su-
I
5. i.
,n" targ" selección. Es la ctase de los gobernantes-filósofos'
lo deben integrar en la categoria I oerudo .l Auñ¡e
que segL¡n su naturaleza le co- neunp
fresponde, sea de campes¡no o de pertenece cada indi-
menestrat, y si. por el contlario' de Pero, ¿quién y cómo determinará a qué clase du, vJ;
personal nos
este último nac.e un h¡jo de oro o y
viduoiSegún Platón, la propia naturaleza el carácter cerrEs
de plata, después de valorarlos' t¡po
predisponán y hacen especialmente aptos para un determinado Platon (
oue eleven los unos a la categor¡a pero esta desigualdad no
de tareas. Los ¡ndiv¡duos no son iguales, me^os
ie guardianes Y los otros a la d€ económica' sino
avudantes, alegando que ün ora- se basa en cr¡terios externos, como la capacidad
y' especialmen-
culo ha anunciado que la ciudad en criterios más naturales como la capacidad fís¡ca ¿Có{no
def¡ende
ouedará destru¡da cuando sea te, la intelectual. Con otro mito, el de los metales' Platón tr¡crú9 i
ástodiada Por un guardián de hie- individuo: hay indiv¡duos formados
rro o de bronce. Ahora bien, ¿se á naturaleza diferente de cada seFlr.rt
de bron-
te ocurre a;guna estrateg¡a Para de oro, otros de plata y otros que tienen una compos¡ción goberni
de ind¡vi-
hacerlos creer este mito? o r,i"ro. Corresponde a cada una de estas l¡pologías c¡sl^rel
Para con-
""
duos una lunción d¡ferente. En esto, el Estado o soc¡edad
debe se- marcha
-No, ninguna -diio-
vencerlos a ellos m¡smos; Pero guir a la naturaleza. lec'a:
ouizá si a sus hiios, a los descen- más, lo
iientes de éstos. todavía a los
que vienen desPués.
Y
tro, h¡
el ejqrc
Plalón, La Repúbl¡ca, lll' 414d-415d
Los gu¿
a<J,1á:
\\
Artesanos, campes¡nos' cocineros,
comerciañl€s, omprosários' navegantos;
v lambién, poetás. músicos y precepto'
res... conslituyen la clase soclal de los
\rt I

I
¡
do. Aus
cor rr
rant¡zar
trabaiadores.

4B
I t,2
En Platón, esta estntctura lripart¡ta del Estado es paralela a la es-
tructura tripartita del alma. En el alma hay justicia cuando caCa una
de las partes que la componen realiza lo que le es propio. Análoga-
mente, en la pol,b hay just¡cia cuando cada clase realiza, como miem-
ra-
bros de un solo cuerpo, lo que le corresponde en función de su pro-
p¡a naluraleza. Sólo entonces habrá en la pol¡s orden y armonía.
rla
:ie\,, Aquí tienes el esquema de la analogía entre el alma humana y la
je- polis o ciudad-Estado.

r.ri- htwenmil¡ca Localizac¡ón Paftes Excelehcia o v¡ttud C/ases


Func¡ón Raza ñít¡ca
del alma anatóm¡ca del alrna ét¡ca y polít¡ca soc,a/e5

Auriga Cabeza Racional Sabiduía Gobernantes Dir¡g¡r De oro

I
Caballo blanco Pecho lrascible Fortaleza M¡l¡tares Proteger De plata

Caballo negro De bronce o h¡erro


^t Vientre concupiscible femplanza Trabajadores Proveer

Justic¡a
,-|
La just¡c¡a, máxima virtud, está directamente relacionada con la
armonía y el equi!¡brio de cada una de las partes que componen el
:-' ind¡v¡duo y la sociedad. En el caso concreto del Estado, la justic¡a Lá iustic¡a es hacer lo que toca

dependerá de que los gobernantes gobiernen sabiamente y los go- 12. Platón dice textualmente que
l
bemados se dejen conduc¡r por los pr¡meros. En esta armonía y equi- "la just¡cia consiste en hacer
cada uno lo que le es propio sin
librio reside la justicia y, por lo tanto, la fel¡c¡dad y bondad de todos
inmiscuirse en los asunlos de
I y de cada uno de los indiv¡duos.
los demás. (La República,
t- ¡ 433d)- Ahora bien, el concepto
¡
5.3. Educacidn y selección de los mejores justicia no siempre ha sign¡fi-
cado lo m¡smo..Busca en un
I Aunque la justicia depende del equilibr¡o total, parece que en eso tie- dicciona.io el sentido actual de
ne un peso espec¡al la clase gobernante. De ella depende una con- la palabra just¡cia y, por pare-
J!
-Js
I ducción sab¡a y prudente. ¿Cómo podemos asegurar que los diri-
jas, comentad su signif¡cado y
la relacióñ que mant¡ene con la
I genles serán suf¡c¡enlemente ef¡cientes? Mediante la educación.
)o concepc¡ón platónica.
I
10 Platón es el primero en reivind¡car la educac¡ón como uno de los ele-
'to mentos bás¡cos para ,omentar una sociedad mejor.
i"l-
I
¿Cómo educar a los ,uluros guardianes de la polis? Todas las es-
ie
trictas medidas que presenta Platón sólo deben aplicarse a las cla-
i ses super¡ores, a la de los m¡lilares y, especialmente, a la de los
1-
gobernantes, ya que éstos son los que directamente toman las de-
cisiones políticas y, por lo lanto, de su prudencia depende la buena
3-
marcha de la soc¡edad. Su selectiva educac¡ón ex¡ge el control de
lecturas y de cantos, y la práctica de la gimnasia y la música. Ade-
I
más, los mejores en estas actividades estudiarán matemát¡cas y as-
I tronomía: y los mejores de todos serán preparados para gobernar en
I el ejerc¡cio de la d¡aléct¡ca.
I
Los guardianes no sólo gozarán de una educac¡ón larga y especial,
I además su régimen de vida estará bastante controlado por el Esta-
do. Ausencia de propiedad privada, vida comunitaria, matrimonios
concertados... serán algunas de las med¡das necesarias para ga-
rant¡zar la honestidad e incorruptitrilidad de los gobernantes.

49
¡.t
¿

lecciona un título y evalúa 5.+.


13. Aquí tiefles u¡os fragmentos donde Platón va caracler¡zando aspeclos de su modelo educatl¡o. Analízalos hacien-
do un doble ejercicio: El Esrddo
ta d€^q t
- lndicacJál de los títulos adjuntos te parece que 6 el mejor para cada fragmento (también puedes proponer otros).
bra aísto,
- Selecc¡ona una afirmación del texlo platónico y evalúala, es dec¡r, def¡éndela o recházala aportando una razón
a favor o en conlra. aretÓ:x
En el,/iQ«
-Bien razonao¿mente puede decirse que la multiplicidad de com¡das es res-
que son {
pecto a la gimnasia lo que para la música es una melodía en la que entran to-
dos los tonos y lodos los ritmos. cionr^d€
-Esta comparación es muy exacta.
-Aqui la variedad produce el desorden, allá engendra la enferñedad. En la mú- f
sica, la sencillez hace al a¡ma sabia; en ¡a gimnasia, hace al cucrpo sano. I-..1 En
un Estado donde reinañ e¡ desorden y ¡as enfemedades no lardarán en hacer-
se necesarios los tñbunales y los hospitales. [...] ¿Hay en un Estado señal más I
de Esrado
segura de una mala educac¡ón que la neces¡dad de málicos y jueces hábiles
no sólo para los trabajadores y pueblo bajo, sino tamb¡én para ¡os que han re-
Tirno-
c¡b¡do uná educación prop¡a de hombres l¡bres? ¿No es una cosa vergonzosa y
prueba ¡¡signe de ignorancia ve6e lozado a recurr¡r a una jústicia o(kaña por crac
no ser uno m¡smo iusto y convertir a los demás en amos y júeces de su de- - ¿Título?
recho? . ¿Tribunales y hospitales? No,
grac¡as
Le Repúbl¡ca, 404.
. o g.'^.¡
Es necesaria una educación
estricla
'-\i r
N (\ i
t: E i '.:. . Gimnas¡a y música
rl ó ¡\¡ T t.. .\
Í¡t l^,: ¿Qué al¡rmación evalúas?
I
-
De no-
rac
-Ya ves, querido amigo, que en el Es- -Considera s¡ e¡ rég¡me¡ de vida y la clase de hab¡tación que pro;Jngo a los
tado no hay popiamente profesión que guardianes es el adecuado- Quierc, en prin¡er lugar, que ninguno de ellos ten- I
corresponda al nombre o a la mujer por ga nada prop¡o que no sea lo absolutamente trecesario; que no tengan ni casa
razón de su sexo, sino que habiendo do- ni despensa donde no pueda entror todo el mundo- Respecto al alimento, se
I
tado la naturaleza de las m¡smas facul- ordenará que reciban del resto de los ciudadanos una retribuc¡ón adecuada, ni
tades a ambos sexos. todos los ofic¡os más grande n¡ más pequeña que la que necesiten anualmente unos gue¡reros
peatenecen a ambos. Pero ¡a mujer es en fuertes, sobrios y val¡enles. Oue co¡rlan seniados en mesas conrunci y que vi-
I
todo más déb¡l que el hombre. 1...1 Se de van juntos como deben v¡vir los guereros en campaña. Se les hará entender tl t-¿n¡í¡
I
berá escoger mujeres de la misma clase que los dioses han puesto en su alrf¡a oro y plata d¡v¡nos.r, que, por Io tanto, no
i
como compañeras de los hombres des- lienen ninguna ñeces¡dad de oro y plata de los hombres: que no les está per- I
I
linados ara vigilancia oel Estado c¡udad, mitado manchar la poses¡ón de este oro ¡nmortal con la mezcla de oro terre-
ya que son capaces de hacerlo y han re- nal; que el oro que ellos t¡enen es puro, ñientras que el de los hombres ha sido I
cibido de la naturaleza las m¡smas d¡s- s¡empre or¡gen de muchos crírrenes; que a ellos, a d¡ljrenc¡a de los otros
pos¡ciones [...1. Tendremos que confesar ciúdadanos, les eslá prohibido nranejar y tocar oro y plata, guardarlos para el¡os,
de nuevo que ¡o es contErio a la nalu- adornar con ellos sus veslidos, beber en copas de estos metales. Sólo asi
raleza que nueSlras muieres se ejerciten podrán salvarse a símismos y salvar la ciudad; frorque si adquierer¡ t¡ena, casú
en la música y la g¡mnasia. y dinero tendrán que llamarse empresarios y labradores más que guardianes,
t-a República, 455, 456a. y de defensores de los otros c¡udadanos pasarian a ser tiranos y elem¡gos.

La Repúblice, 417 -418.

- ¿lítullt? - ¿Titulo?
. ftoles¡o,r$ dela mu¡er . i@iñ@ de ricla cle los sua¡ -
.lguakLd sotual y natual : I !'¡ dar¡es
. pa.tu arro¡rye
. lguaklad de predkÉ)§ciJ¡nes e¡ re
e El

-
lrptnbre y rr.r¡q
¿Af¡rmaciór¡ que evalúas? 'rf.,# -
. Co¡nulistño pa¡a ks nlillarw
¿Afirmacón quo ovalúas?

50

f, I

E
2
5.4. Jerarquía de regímenes políticos
El Estado pelecto que Platón sugiere es un Estado utóp¡co. Se tra-
ta de un Estado aristocrático en el sentido más original de la pala-
Ora ar¡stocrático: de aristos,''los mejores' (palabra emparentada con
areti, 'excelenc¡a') y de krafós,'poder, fuerza'.

En el libro Vlll de La Bepública hab¡a de otros regímenes políticos

o que son cuatro posibles enfermedades del Estado o degenera-


ciones del Estado perfecto o aristocracia.

Enfermedades del Estado Salvo que los f¡lósofos gob¡ernen


Fomas en los Estados, o los que ahora
de Eslado
Or¡gen Gobemantes Camcteríst¡cas son llamados reyes y gobernantes
filosofen de manera genu¡na y
lr§ homhres Se caracteriza por la ambición de la cla-
I
adecuada, y que co¡nc¡dan en una
fimo- ?:S"1"t1' ;0" accióñ. ta , se m¡litar, que no mira por el b¡enyla
clon oe la misma persona el poder político y
por la prospe-
crac¡a clase de los mi- . felicidad comuñes, sino
anstocracla,l.tares'ridadp€rsonal. la filosofía, y que se prohíba rigu-
rosamente que marchen separa-
damente por cada uno de estos
Desenera. , La c'as" * ." cam¡nos Ias múltiples naturalezas
Oligafquía c¡ón de la l¡- r poderosos y "":fi[::::]i3j!liffill'ixl,,1l-
cerse. Esta clase se coñv¡erte en ex- que actualmente lo hacen así, no
mocracia aalinerados ploladora de las olras habrá, querido Glaucón, fin de los
males para los Estados n¡ tampo-
Se caracteriza por la Iibertad y Ia igual-
co, me parece, para el género hu-
dad- Esto no es posil¡vo, como podria-
mano; tampoco antes de esto se
mos pensar, ya que todo el mundo hace
Degencra- produc¡rá, en la medida de lo po-
Demo- y djce lo que quiere. ¡.demás, los pob,res
ción de la:Elpueblo sible, n¡ verá la luz del Sol, la or-
cracia se ¡gr¡alan a los ñcos, los ¡gnorantes a
oligarquía gan¡zac¡ón política que ahora aca-
' los sabios, tos corruptos a los v¡rtuosos.
bamos de describir verbalmente.
La dirección del Estado no se réserua
i
Esto es lo que desde hace un rato
a las manos más preparadas y mEores.
vac¡lo en decir, porque preveía que
Es la degenerac¡ón polÍt¡ca extrema, m¡ pensar chocaría con el de los
I
consecuencia de las peleas y gúerras otros; y es difícil de advertir que
Degenera- Un lider ambi. iciviles fruto de la democracia. En esle no hay ninguna manera más de
Tirania ción de la cioso y caris- clima de ineslabilidad sealzaun"sal- ser feliz, lanto en la v¡da pr¡vada
democracia máttco vadiJr" que acaba convid¡éndose en como en la pública. r.
, omnipotente, conompiendo y atemori_ Platón, La Fepúb,ca, V, 473d-e.
2ando a los olros.
I

A
.)
n
,i--, ¡!-
/
i
ll
I
i 'i
i
¡l ( (

51
Comentar¡o de tex -- tle
-¿Qué diremos ahora de la efectiva adquisic¡ón del Análisis del conten¡do
conocim¡ento? ¿El cuerpo será un obstáculo o no, El texto pertenece a un d¡álogo ded¡cado al co-
s¡ uno lo asoc¡a a esta búsqueda? Quiero decir más -
noc¡miento y al papel que e¡ cuerpo desempeña
o menos eslo: ¿puede ser que olrezcan alguna cer-
en éste. Demuestra con lrases del texto las s¡-
teza a los hombres |tv¡sta y el oido? ¿O b¡en pasa lo
que los poetas no se cansan lo suficiente de repetir, guientes ideas:
que n¡ sent¡mos ni vemos nada con prec¡sión? S¡, . El cuerpo es un obstáculo que d¡f¡culta el ac-
! pues, -.e entre los senlidos corporales éstos no son ceso del alma a la verdad. ¿(
I prec¡sos n¡ seguros, difícilmente lo serán los olros, . El dma reflexiona mejor si no la perturba el cuer-
que les son, creo, ¡nferiores. ¿O no te lo parecen?
llo, si se aleja de é1.
,i
-Bastante -contestó é1. . E cuerpo es la causa de molestias y males, tan-
-¿Cu¿indo, entonces -dijo Sócrates-, capta el alma to ñ§cos (neces¡dad de alirnentacion), como psí-
la verdad? Porque s¡empre que la ¡ntenta percib¡r aso- quicos (deseos), como de orden soc¡al (guerras)
c¡ada al cuerDo, es evidente que queda engañada por y, lo nrás grave de todo, ¡ntelectuales. Provoca
I
ét.
I
confusión y desv¡ac¡ón.
-T¡enes razón. - Pon un título al texto. ¿Cuá escoges o propones?
-¿No es cuando razona que llega a adquirir, si algu- . E cueryo obstaculiza el conocim¡ento
na vez llega a é1, un conoc¡miento de las cosas que
. El conocimiento de la verdad
son?

-sí.
. Acotomia alma y cuerpo
Contexto ¡nmed¡ato del texto
HI
El^rl
-¿Y no es c¡erto que razona mejor que nunca cuan-
do nada de eso la turba, n¡ el oído, ni la v¡sta, n¡ e¡ do- Desarolla lo que sabes de estos puntos: tuo de
lor, n¡ n¡ngún placer, sino que se recoge en ella m¡s- - ra'Ég fl
. La ¡dea del cuerpo comoobstáculo para el co-
ma tanto como puede dejando estar el cuerpo y, abs- añ<t 52
teniéndose de asociarse a él o de rec¡bir su contacto,
nocimiento nos muestra que el texto está in-
sertado dentro de dos tentáticas: la antropoló-
d(-{ul
aspira hacia lo que es?
g¡ca y la ep¡stemológica. Pense;
-Es así.
. El autor, mn su optimismo ep¡stemológ¡co, cree uí, lr
-¿Y no es taÍnb¡én en esta ocasión, pues, que el alma
del filósofo trene el más grande desprec¡o para su
posible llegar a conocim¡eritos seguros (la re- urx.r
cuerpo, lo esquiva y procura quedar recog¡da en ella m¡niscencia es el medio). c(. et.
misma? . Platón fundarnenta, d€sgÉs de los pitagffis, la dental
d¡cotomía alrna y cuerpo: m¡enlras que el cuerpo tia r. t
-Bien lo parece. [...] influidc
es visto negativamente, el alnra es muy valorada.
-[-..] El cuerpo, en electo, nos produce ¡nrinitas ¡n- ciL .tá
mmodidades por su indispensable nutrim¡enlo; y más Mirando más allá del terto
aún s¡ se añaden enfermedades, que obslacul¡zan cllo- lo
nueslra búsqueda de lo que es real. Nos llena de amo- - lndica cómo se ha tratado en otros momentos rel )r
res, de deseos, de lemores, de quimeras de todo iipo, la problemát¡ca del texto; por eiemplo: ba ¡¡tal
y de n'iicha tontería, de tal manera que, de hecho, . ¿Cóno se ha entend¡do en otras épocas el po-
como re suele dec¡r, m¡enlras estamos ba¡o su do- ¿I quc
ceso de conocimiento? (Becuerda que no todo
¡d<¡-lis
minio, no nos es pos¡ble ejercitar en ninguna cosa el mundo ¿omparte este desprecio por los sen-
nuestro pensamiento. Porque de las guerras, de de ¡1af¿
t¡dos y el cuerpo.)
las sediciones, de las batallas nad¡e más que el cuer- o ¿C,omo se ha valorado en otras épocas el cuer-
un+a
po y sr§ p;§¡ones sor¡a causa. Ya que todas las gue' torr-, tc
rras se producen por adquirir riquezas, y si nos ve-
po? ¿Hoy se t¡ene una concepc¡ón negat¡va o do{ r
mos obl¡gados a adquir¡rlas es por razón de nuestro bien está, en algunos aspeclos, sobrevalorado? Rer,r¡ E
cuerpc, el aual debemos serv¡r como unos esclavos; Op¡n¡ón personal c¡o..lt¡:
él es también el motivo de que no tengamos tiempo Hegcl h
l¡bre de cu¡t¡var la Í¡losofía. Y lo peor de todo es que - ¿Crees que el planteamiento ep¡stemológ¡co del
si alguna vez nos deja tiempo libre y nos giramos a autor es válido para todas las ciencias? Quizá es Lalti
exam¡nar alguna cosa, ¡ntgrltere cont¡nuamente nues- muy bueno para ciertos estud¡os mal.emáticos: lvéase
tra búiqueda, la perturba, la confunde y de tai ma- pero, ¿cómo estudiaremos la naturaleza que nos COJ ]aI
nera nos aturde que, por culpa de é1, somos incapa- rodea sin cuerpo, sin experienc¡a sensor¡al? chos hc
ces de percib¡r la verdadera realidad.
- Platón tiene una üs6n negativa del cuerpo. ¿Cuál Pt^
Platón. Feddn. 65a-66b. tienes tú? [lano, (

cidlr-
E§Th I

:f, Recuerda lo que has vis


I
I
:I relac¡ón mantienen?
sobre ¡a sociedad,
en la obra La República? ¿Cuál fue
.

ít¡co de Platón?
. Explic¿r brevemente la estructu ración en clases
sociales que plantea Platón en su Estado ideá|. .
. ¿Qué cuatro enferm edades puede sufrir el Esta- .
do ideal?
. Haz una breve redacci
qué crees sido
cado det mitá del carro ala calific ado x

t a a ¡t
El pensam¡ento de Platón ha.repercutido en mult¡- mentalmente de cuestiones de cosmología y de
tud de ámb¡tos y épocas. Su Academ¡a influyó du- cómo están hechas las cosas del mundo, y el ges-
rante mucho t¡empo y permanec¡ó abierta hasta el to platón¡co señala hacia el cielo, hacia el origen
año 529 después de Cristo, año en que el empera- y causa de todo.
dor Justin¡ano ordenó su cierre.
La valoración platónica de las matemáticas, aun-
Pensemos en su concepción dualista del hombre, que r vidada durante muchos siglos, renació con el
un ser d¡vidido en un alma que mira hacia arriba y gran Galileo Galilei, uno de los protagonistas de la
un cuerpo atrapado en el mundo de las cosas. Esta revoluclón cientfica de los siglos XVI y XVll. Se pue-
concepción ha marcado todo el pensam¡ento occi- de dec¡r que Gal¡leo se define platón¡co al afirmar
dental y, muy espec¡almente, la antropología cr¡s- que .el l¡bro de la naturaleza está escrito en lenguaje
tiana. Pero, sobre todo, a un nivel más general ha matemát¡co". La ciencia de hoy s¡gue el cam¡no que
influ¡do en la concepción y visión que el hombre oc- Platón había establecido: al conoc¡m¡ento se llega
cidental ha ten¡do de él m¡smo. Hasla no hace mu- pasando por Ias matemáticas.
cho, todo lo que se relacionaba con el cuerpo (inte-
rés por la belleza fís¡ca, el deporte, el sexo...) esta- La propuesta política de Platón, a pesar de las loa-
ba mal v¡sto, frente a ocupaciones más esp¡r¡luales. bles intenc¡ones a las que respondía (d¡señar una
soc¡edad perfecta, capaz de garantizar la felicidad
¿Y qué ha pasado con respecto a Ia concepc¡ón y el bien de sus miembros), ha sido'modelo de pro-
ideal¡sta de Platón, tan blen expresada en el fresco yectos menos loables. Algunas de las med¡das que
de Bafael de Urbino? El ¡deal¡smo de Platón ha sido Platón imaginó han sido llevadas a la práctica, des-
un ideal¡smo prototíp¡co que a lo largo de toda la h¡s- graciadamente con unas ¡ntenciones muy diferen-
toria, tomando una forma u otra, se ha ido rep¡tien- tes. El s¡glo XX ha sido test¡monio de la apar¡c¡ón de
do. El matemático y f¡lósofo francés del siglo XVll órdenes políticos totalitar¡os donde el bien común
Bené Descartes lo reprodujo bajo la forma de ra- es entendido, paradój¡camente, como el bien del
c¡onal¡smo. Poster¡ormente, en el Romant¡cismo, Todo por enc¡ma de la fe¡¡c¡dad y los ¡ntereses ¡n-
Hegel !o rccreó en la forma de ideal¡smo absoluto. div¡duales. Hablamos, efectivamente, de los regÉ
La actitud idealista platónica pintada por Bafael menes total¡tarios, de los cuales el nazismo es el
(véase la página 32) expresa una act¡tud humana e¡emplo más aterrador.
constante ante la vida, una actitud en la cual mu- Pero, sobre todo, Platón empezó y trabajó con ri-
chos hombres se han encontrado e ¡dentificado. El gurosidad prácticamente todas las cuest¡ones que
Plalón de la pintura de Rafael lleva un l¡bro en la lran nutrido la act¡v¡dad filosóf¡ca. por eso, algunos
-T mano, el nmeo, d¡álogo de vejez y el único cono- autores consideran que la f¡losofía todavía hoy es un
-t c¡do durante la Edad Med¡a. El libro trata funda- diálogo con Plalón.

-II
-ii
El Realismo aristotélico

I Esquema
1. Aristóteles y su mundo
1.1. Conbrto político y fomÁción especial
1.2. Aristóteles en la Academia de PlatÓn
1.3. Alejamiüto de Platón: viaie.s y observación

L4. A Liceo

2. Metafísica, más allá de la Física


. 2.1 . El problema del cambio
2.2. La realidad sustancial
2.3. Potencia y dcto
2.4. Las cuatro causas
2.5. De h Cosmología a la Teologia
lflvt.á
Entre lcla
3. Conoc¡m¡ento y lóg¡ca go Arcluíioc(
cnas cc .|j,
3.1. Todos los lombres desean saber
te-. El dichc
3.2. Tmia del conocimiento .le l)cr)^lü
3.3. Lógica: la argumentación deductiva partes, corn(
mos, coio
4. Antropología y Ética curiosit'.,.i ir
feria cl,l,\s ,

4.1. E ho¡nbre, un ser animado capaciL J (


4.2. Ét¡ca: a ta búsqueda de la {elicidad tro, r.lo¡i¡q 1,
radrca É. .: f
4.3. Virtudes diatoéticas tóteles se ¡nl
4.4. Las vi¡tudes ét¡cas y eltérmino medb la ticrr¡lu
todo, perú :ii
5. La organización política dolo en- c
del Corpus a
5.1. El hombre, un animal Político
acabarr^ci,
5.2. Los regímenes politrcos tra, por lu ¡n(

@" bjet rvos


Entender e I complejo pensamiento de Aristot"le"
tema c¡entíf ico-f ilosóf ico. "omo
,n todo iltegrado que forma u¡t sis-
fuerzo qlq s
durarltc - :,lo
s¡deradg{or
lo. Esta, inr
. Comparar actitudes diferentes a la hora de interpretar la realidad; en este casÓ, la actitud máS Partía del he
realista de Ar¡stóteles frente al idealismo característico de Platón' taba un¡A¡re
r Conocer e interiorizar herramientas y conceptos básicos de los procedim¡entos deductivos' mogeneidad
en cuenla
. Analizar conceptos filosóficos y elaborar defin¡ciones atend¡endo a la evolución que han Su- esta vision, e
frido a lo largo del tiempo. una larg-lar
. Reconocer el seiitido y el valor de propuestas ét¡cas como la defensa de la moderación y la
prudencia. ' '.

. Valorar algunas pos¡ciones teóricas del autor como respuestas novedosas a viejos proble-)
mas que,ádemás, han tenido repercusiones importantes en la filosolía posterior'
;
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nÉc¡on (
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lnvitación a Ia unidad_
Entre los fragmentos que se conservan del poela gr¡e- ..-..1
go Arquíloco, hay uno que reza así:
"El zorro sabe mu-
chas cosas, pero el er¡zo sabe sólo una muy importan-
te". El dicho puede servir para d¡ferenc¡ar dos clases
de pensadores: los que meten las narices por todas
partes, como el zono, y los que se enrollan sobre sí mis_
mos, como el er¡zo. Los pr¡meros son centrífugos: su lntroducción
curiosidad les lleva a aleiarse del centro hacia la per¡- En pleno siglo lV a. C., cuando las polis clá-
feria de las cosas. Los segundos son cenlrípetos: su s¡cas de Grecia ¡ban perdiendo v¡talidad v
capacidad de visión hace que giren en torno al cen- Macedonia adquiría hegemonía mil¡tar y po-
tro, donde todo converge. La grandeza de Ar¡stóteles lít¡ca, Aristóteles, arraigado tanto en Ma-
rad¡ca en el hecho de que era a la vez zono y er¡zo. Aris- cedonia como en Atenas, realizó una in-
tóteles se interesaba por todas las cosas del cielo y de mensa obra intelectual, de orden cientÍfico
la t¡erra. Su pensam¡ento lo curioseaba y lo revolvía y f¡losófico. Esta obra s¡stemática hará que
lodo, pero s¡n perderse en la d¡versidad, sino integrán- se le conozca como una de las mentes más
dolo en un conjunto coherente. El ¡mponente edlf¡cio productivas e influyentes de la historia del
del Corpus aristote/¡cum es una nueva prueba de lo que pensamiento.
acabamos de menc¡onar. Lo que este ed¡fic¡o no mues- Analizaremos, en primer lugar, sus vínculos
tra, por lo menos en un pr¡mer momento, es el largo es-
o raices en Macedonia y Atenas, una cir-
_: fuerzo que su autor ¡nv¡rtió en construirlo. De hecho,
cunstanc¡a que no podemos desatender.
Nos acercaremos al núcleo de su pensa-
durante s¡glos el pensamiento de Aristóteles se ha con-
m¡ento v¡endo su alternat¡va real¡sta a la
s¡derado como una especie de monolito caido del cie-
i concepción idealista de platón: una me-
lo. Esta manera de pensar no era puramente arbitrar¡a. tafísica o interpretación integrada de la re-
I Partía del hecho de que la obra del estagir¡ta man¡fes- alidad que emerge de su fÍsica o cosmolo-
I taba una ¡nnegable un¡dad de fondo, una admirable ho- gía. En otra secc¡ón, s¡guiendo ei m¡smo
I mogeneidad especulat¡va y sistemát¡ca. pero no tenía esquema d¡dáctico de Platón, veremos
en cuenla la otra cara de la realidad, el hecho de que cómo traza el cam¡no hacia el conoc¡m¡ento.
esta v¡sión, a la vez dispersa y un¡laria, era el fruto de Habrá que estudia( tamb¡én, cómo conci-
una larga cani¡nata. be al ser humano (antropología), y cuál es
la tarea fundamental que éste ha de desa- ,
Colomer, E., rrollar, objéto de estud¡o de Ia ét¡ca aristo-
.lntroducción a Aflstóteles" en psico/ogra. télica. Finalmente, veremos la organizac¡ón
polít¡ca óptima, pensada a part¡r de la ob-
servac¡ón de diferentes real¡dades políticas
y alejada de la utopía de su maestro.
g
55
T
¡
lll ll, 1,,i3

I I Aristóteles y su mundo En Alcnas


mia: la11
(

En el siglo lV a. C., el reino de Macedonia constituía una pequeña chos politic


pero ambiciosa potenc¡a, cuyos monarcas guerreros soñaban con yor habla
extender su lerritorio y obtener un reconocimiento que no poseían. sición ce Ari
Atenas, civilizada y denlocrática, cons¡deraba Macedonia como u¡ra qt¡a a¡¡l : (
tierra de sem¡bárbaros y recelaba de ella. La vida de Ar¡stóteles trans- ca ilencl§
currió entre estos dos r¡:Ltndos er1 conslante conf¡icto: era un hom- PIOlr:Su.rC
bre que se hallaba rnuy cercano all pocler rnacedon¡o, pero, como bri- cialnren\dr
llante intelectual, gustaba del ambiente de la culta y ref¡nada Atenas- ésto3 fr.¡,, cr
sólico, e1n
f .1 . Contexto político y formación especial Sin ernha\q(
Aristóteles nació alrededor del 384 a. C. en Estagira, una pequeña obligar,. a
I
ciudad en la península de Calcídica- La península, en la costa noro- mente ryq'
'.'§ riental de Grec¡a, se hallaba ocupada por macedonics y trac¡os; Ma- tulacedr,, ,,a,
/, cedonia y Tracia formaban reinos que los civilizados gr¡egos del sur dado e¡r-l tr

cons¡deraban primit¡vos y analfabetos. En Calcídica, lugar de gran lutas car,lpÍ


importancia eslratég¡ca, se encontraban también pequeñas pol¡s vaton a^¡a
fundadas y colon¡zadas por griegos del sur, que se consideraban a blernenie, er

sí mismos más grégos que los macedonios. Estas polis (entre ellas contra lno
Aristóteles €44-322 a. C.), el ,¡ltsofo grie-
go de mayor imporlancia iunto con Pla- Estagira) se habían unido en una federac¡ón con el objetivo de pro- el gran orad
tón.
tegerse de la prepotente y poco culta Macedonia. tidr) an: 'ir{
lico. Ar¡stót(
El padre de Aristóteles, N¡cómaco, a pesar de ser un griego puro, se
eran bi,. b<
relacionó con el rey Am¡ntas de Macedonia, y se convirtió en médi-
rida.
co oficial de la familia real, además de amigo y consejero. Por este
motivo, Nicómaco se lrasladó de Estagira a Pela, sede de la corte
^
Adenrás, ac
macedonia. En esta corte, Ar¡stóteles conoció y trabó amistad con bnno L u-
Filipo, hijo de Amintas y futuro rey.
Aristóte¡es, que lamb¡én por parte de madre procedía de una familia
de médicos, recib¡ó, además de la lorrtrac¡ón general que se daba 1.3.^q
a los griegos acomodados. la formac¡ón especial de los descen-
dientes de médicos. Esta fonnac¡ón tenía un elevado con]ponente _y
práctico y enrpilico que marcó la actividad filosófica de Aristóteles: Los acor.rtc
su interés por la b¡ología tiene su or¡gen en esta fornración médica. regrinrA p
rro de Ai.an
En estl n:,-
1.2. Aristóteles en la Academia de Platón de la Ac¿rdt
Sab€mos que en el año 367 a. C., huérfano de padre y madre, y muer- Ereso. 'rl
to el rey Amintas, am¡go y protector de la familia, Aristóteles se tras:a- donú. I§i
t dó a Atenas e ingresó en la Acadenria de Platón. A pesar tlc quc cuan- e¡; Mii,i,-..:c
do se ¡ncorporó a la Acadern¡a, Plalón acababa de ¡niciar su segun- 1di
L<¡s arl
Arislóteles leía, él misnro, todo lipo de
do v¡aje a Sicilia y lrabía des¡gnado corno d¡rector prov¡s¡onal il Eudoxo
raGterístir;o
l¡bros; hecho que so¡ prendia a los denrás de Cr¡ido, la influencia platónica [Lre decisiva en los años siür]ientes.
maembros de la Academia. La costumbre
po obsla,
de Ia épocá éra que un esclavo lcye€ eñ Ar¡stóteles fue m¡ernbro activo de la Academia durante veinle años, nórror'¡os rr
voz alta y que los á¡umnos escucha¡án. desde los 17 hasta los il7; prin¡ero como alumno y dcspués como zó ¡mf),1in
Por eso. el er.t.,nces ¡nusual hábito aris- profesor. El anrbiente de Cebate y retlexiórr le seducía. Adenlás, alli
totélico de lee' personalmenle los libros de.sus l-lri¡r-
hizo que le ad¡ud¡caran el sobrenombre pudo convivir y d¡scutiI corl Platón, quien pronto advirtió la excep- v¡da na]al
de "leclor.. c¡onal inteligenc¡a de su discípulo. las pos\io

56

u
E

1rl, .,.r3

En Atenas existía una escuela r¡val de la Acade-


mia: la escuela de retór¡ca de lsócrates, donde mu- fgnqlGg{Js¡ePolÉ¡'»f
-lÉfu-beF.Fn
-)r--
ffiÍ,-****¡-r"M
t chos políticos se formaban, buscando una ma-
I
yor habilidad persuas¡va con el lenguaje. La opo- II-l r(
s¡ción de Aristóteles a la retórica superficial y vacía
que allí se enseñaba, y su ¡nterés por una retóri-
,l)
o -¡'_.
ca llena de contenido lo conv¡rt¡eron en el primer
profesor de retór¡ca de la Academ¡a, materia ini- Qf
cialmente despreciada por los Platónicos. Aun así,
éslos fueron años de importante aprend¡za¡e filo-
sófico, de manos de Platón.

Sin embargo, los avatares políticos de Macedon¡a


obligaron a Aristóteles a abandonar precipitada-
mente su quer¡da Academia y Atenas. Filipo ll de rl
Macedonia, amigo de Aristóteles, una vez consoli- r)
dado en eltrono (358 a. C.), había iniciado unas as-
Esta era la situac¡ón gr¡ega en liempos
tutas campañas diplomát¡cas y militares que lo lle- de F¡l¡po ll. i
varon a una posición de hegemonía sobre toda Grecia- comprensi-
blemente, este proceso provocÓ profundos odios entre los atenienses
contra todo aquel que fuera macedon¡o. Así, en Atenas, por ejemplo,
el gran orador Demóstenes, convert¡do en polít¡co, encabezó el par-
t¡do antimacedonio, un part¡do que propugnaba la guerra contra Fi-
lipo. Aristóteles, cuyas excelentes relac¡ones con el pcder macedonio
eran bien canocidas, tuvo que abandonar Atenas, su polis más que-
rida.

Adernás, aquel rnismo año, el 347 a. C., había muerto Platón. Su so-
brino Esp--usipo fue reconocido como direclcr de la Academia.

1,3. Alejamiento de Platón: viaies


y observac¡ón
Los acontecimientos políticos Ilevaron a Aristóteles a un duro pe-
regrinaje por tierras griegas. Pr¡mero, aceptó la ¡nvitación del tira-
no de Atarneo, Hermias, amigo de la famil¡a, y se instaló en Aso.
: En esta pequeña c¡udad de Anatolia establec¡ó una especie de fil¡al
de la Academia, y reunió a alumnos y colaboradores. Teofrasto de
Ereso, su d¡scípulo pred¡lecto, se le unió aquí y ya nunca le aban-
donó. Muerto Hermias a manos de los persas, Ar¡stóteles se instaló
en Mitilene, en la ¡sla de Lesbos.

Los años de Aso y Mitilene fueron años en qtte emergió lo más ca-
raclerístico de Aristóteles. Sabemos que pasaba gran parte del tiem-
po observanclo, catalogando y describ¡endo animales, plantas y fe-
nómenos meteorológicos. Es dec¡r, en este segundo período, reali-
zó importantes estudios de c¡encias naturales: la formac¡ón méd¡ca
de sus pr¡meros años se fue imponiendo en forma de interés por la
vida natural. Simultáneamente, se fue d¡stanc¡ando de muclras de
las posiciones platónicas.

57
a

En el año 342 a. C., el rey F¡l¡po p¡d¡ó a Ar¡stóteles que se en- lvlientras I
cargara de la educación de su h¡jo Ale¡andro, el futuro Alelan- soci¡:aol
dro Magno Aristóteles aceptó y, junto con sus colaboradores, se da. La he(
trasladó a Macedonia. De este modo, pudo real¡zar aquello que ma dlol
tanto había deseado Platón: formar intelectualmente a un futuro c¡a. Aderr
rey, un¡r poder intelectual y poder político. Aiejandro conlaba en- Aleja.ao
tonces trece años. Hasta los dieciséis, Aristótele$ fue su edu- cas v hitcí
cador. nal C. -'st
con {lq(arr
Sin embargo, no parece que Ar¡stóteles pud¡era ¡nfluir demasiado en divini.--tJ '
la formación del pensam¡ento político de Alejandro. poster¡orntente
escribió: "Eljoven no es un oyente adecuado para lecciones <Je po- Poco ltt
Ale.jandro Magno. lít¡ca, ya que le falta exper¡enc¡a de la v¡da, put¡to de parlida de la re- cedonio e
flexión política.. asoct o I

tamb[¡( c
La educac¡ón del joven príncipe se vio interrump¡da cuando éste tuvo Alejar. -ro
que hacerse cargo de la regencia (F¡l¡po se encontraba ausente por evitarAqr
act¡v¡dades bélicas). Es el momento de volver a Estag¡ra. Alli v¡vió lTl€fo ¡.¡9 I
unos años de concentración intelectual en los que sistemat¡zó sus t¡ró a¡\¡sl
observac¡ones y sus rerlexiones. Su disur¡rr-
ceo y^e s
. . Los peripatét¡cos La ambic¡ón de Fil¡po de poseer la hegemonía en Grecia pareció con-
: El recinto del Uceo tenía un paseo solidarse en la batalla de Queronea (338 a. C.), en la que el rey y su
- port¡cado, un peípafos, donde, general Alejandro derrolaron a la alianza de Atenas y Tebas. pero El Ccls
i a rnenudo, Aristóteles impaftía sus m¡entras el rey F¡lipo preparaba el eiérc¡to para marchar sobrc per- Gran F{rl.(
clases m¡entras paseaba. Por eso,
sia, en el año 336 a. C., fue asesinado, mister¡osamente, por un miem- obra supo
los m¡embros de¡ Liceo y los se-
guidores de las doctrinas ar¡sto- bro de su guard¡a personal. Las polls gr¡egas bajo donrinación ma- te de ¡ia f
télicas con fiecuencia han s¡do lla- cedonia pensaron que éste era el momento de revelarse, pero fra- director d€
, mados
"peripaléiicos.. casaron. Alejandro, con habilidad, sc impuso como nuevo monarca, toteiita.
el¡nr¡nando a los posibles rivales. Las exitosas conqu¡stas m¡litares pt áct;-§rr
que llevó a cabo fueron realizadas en nombre de los griegos, no vadas p€n-
solamente en nombre de Macedonia. esotó ro

1.4. el t¡ceo It""r"."


.a
i_ t4'"
lvlientras Ale.¡andro se preparaba para las famosas canrpañas milila-
res contra Persia, Egipto y el lndo, Aristóteles volvió a le sometida
i
I
Atenas. C;.-§ri
N¡,.¡ra
Sin embargo, no se sabe ciertantente por qué, prefirió fundar una
nueva escuela (335 a. C.) a volver a la A.cademia. Probablemenle, sus Ps..,.rlú
investigac¡ones le habían clistanciado demasiadc de las ¡.rosiciones I

del maestro. De este modo, elr los jnrdirres del santuario ded¡cado al ;Ci
I
dios Apolo Like¡s establec¡ó un centro alternativo a la Academia
que se conoció con el nombre de Llceo. ¡,llis
Durante trece años, Ar¡stóteles enseñó en el L¡ceo; fueron años cle Í1,
gran actividad cientíí;ca y teór¡ca: de observación empírica y de Polític
'-!{:; especulac¡ón a part¡r de ella. Esta írenél.ica acl.ividad ¡ntelectual ca- Estél¡(
Ternplo de Apolo. en Corinto racteriza el tercer y último período de su vida. i

58
!r!,,3

ln
¡,lienlras Aristóteles enseñaba en el Liceo, la situación
soc¡o-política gr¡ega era cada vez más comprometi- /
!
da. La hegemonia macedon¡a había deshecho el s¡ste- (
(,e ma de polis o ciudades-Estado característico de Gre-
)
cia. Además, las victor¡as y conqu¡stas or¡entales de ,-l]I,-,i
u- Ale.iandro alimentaban sus incl¡naciones más despóti- ,d'if-. f\., tl
T
cas y hacían crecer sus pretensiones de divinidad- Al fi- -=! 6
tI )
nal de esta época se rompió la am¡stad de Ar¡stóteles
,*.:* - )
con Alejandro. El maestro cr¡ticaba sus pretensiones de
-.t) d¡vinidad y la destrucc¡ón del modelo gr¡ego de pol¡s. L
l- Poco antes de la muerte de Alejandro, el partido ma-
,t: r
cedonio era odiado por el pueblo griego. Aristóteles, \+ f-l ,"tbé^rryú"
asociado con Alejandro y con el poder macedonio, fue \ I¡I E¡¡ b6c-.rndd5ea¡€Fúo
- l.lioer 6 d.¡¡q¡'do
también odiado. Cuando, en el año 323 a. C., murió t'
,o
Alejandro, Aristóteles fue acusado de impío, y para Las v¡ctor¡as y conquistas de Aleiandro §
pronto se coñsideraron legendarias y ffo-
evitar lo que él denominó un segundo cimen contra la filosofih (el pr¡-
movieron una ¡magen sem¡d¡vina del em-
o mero fue contra Sócrates), abandonó la ciudad de Atenas y se re-
s t¡ró a la ¡sla de Eubea. Murió al año siguiente, 322 a. C., a los 62 años.
perador
t
Su discÍplrlo Teofrasto fue el nuevo director y el cont¡nuador del L¡- Escritos esotér¡cos: son trans-
ceo y de su selecta bibl¡oteca. . cripciones o apuntes de las
t
lecc¡ones que Aristóteles ¡m-
partfa a los estud¡antes del L¡-
El Co rp us Aristotet ic um ceo. Son, por tanto, escritos
:)
Gran parte de la obra ar¡stotél¡ca se ha perdido. Su biblioteca y su d¡fíc¡les, sólo asequibles para
obra soportaron d¡versas vic¡situdes. Sabemos que una buena par-
los iniciados.- t
te de ella fue a parar a Boma y que Andrón¡co de Rodas, undécimo Escr¡tos exotér¡cos: se supone
que son d¡álogos de carácter
director del Liceo, la ordenó y publicó con el nombre de Corpus ans-
, lúd¡co y'divulgativo que Aris-
totel¡cum. tóteles bscr¡bía para e¡ gran
público. De todas formas, no
Prácticamente la totalidad de las obras de Aristóteles hoy conser- podemos afirmar nada con
I '
vadas pertenece a su tercer período o años del Liceo y son escritos . certeza acerca de ellos, dado '
esotéricos, Los podemos clasificar de la siguiente forma: que no se han conservado. ¡

Escritos de-.- Principales obras

Rerni¿o" noaOre de Organon o ¡nstrumenlo para el conocimienlo: Categorás, Sobre la inteqreta'


Lógica "on "t
c¡ón, Pimeros y Segundos analit¡cos, Tópicos y Refulaciones solts¿rbas.

C¡encias H¡sloia de los anirnales, Sob.e ta marcha de los aninales, Genemc¡ón de los an¡males, Las pa¡1es de los an¡-
Naturales ñales... La mayor parte de la obra aristolélica se enmarca en el campo de la zoologia

Psicología Sobrc el alña, Sobrc la rnemoria, SobÍe la percepc¡ón, El sueño, La v¡da y la muerle...

Física FÁ,ca (un total de ocho librcs), Sobre e/ cielo, Meteorcs...

Metafís¡ca ¡tletafisica llotmado por 14 l¡bros).

Ética y E¡¡ca a N¡cómaco, Ét¡ca a Eudemo, GÍan morcl, Por?ica, una colección de coñstiluciones de 158 Esta-
Politica dos...

Estética Retórica, Poél¡ca...

I 59

)
tl¡t,t¡, i3
Crítica a la teoría de las ideas
EI contacto entre Platón y Aristóteles es innegable, y también lo es
2. -¡,t
l¿
la ¡nfluenc¡a que el prirnero ejerció sobre el segundo. A pesar de ello,
fíjate en el fragmento del cuadro La escuela de Atenas. Platón seña- Una de ,as
la hacia arriba; en cambio, Aristóteles apunta hac¡a abajo. Esta acti- anál¡s¡-e
tud opuesta simboliza las diferentes posiciones, inclinac¡ones y con- de este est
cepciones entre los dos filósofos. M¡entras Platón cerrtra su interés la Metñcic
en el abstracto e ¡nmutable mundo ideal, Ar¡stóteles, se acerca y an- dio, pues n
cla en el mundo sensib¡e y pa¡pable que nos rodea. canrbiÓil
Recordemos que, para Platón, la auténtica realidad es el mundo ¡n-
mutable y perfecto de las ideas. Lo quc nos rodea sólo es una copia 2.1?r
impelecta y corruptible de éstas: de modo que ún¡camente si lle- Cr.¡rnoÓ..rt
Fragmento de la escr¿ra de Alenas. de
gamos a conocerlas, podernos tarnbién entender lo que venros. Para fos lue e¡rcr
Ralael. Platón, las ideas son aquello que hace ¡nte¡¡gible el ntundc fÍs¡cc, Una c.'i:a
porque constiluyen la esencia de las cosas.
Este ¡r,^is
Como discípulo de Platón, Arislóteles se educó en esta concep- scibre .i,.uf
c¡ón de la real¡dad; aunque pronto le surg¡eron dujas, que se coir- do natr.(. I
virtieron, con el paso del tiempo y la nraduración intelectual del pen- nOS foutj.Ír C

sador, en crítica abierta y rechazo. Algunos de los ¡nconven¡entes lla e¡r ¡n\it¡
que Ar¡stóteles advertía en la teoría platóriica son los siguientes: cedLrD, la rx
vivo ¿rlñ"¡ r
- Si el mundo sensible y nraterial que nos rodea sólo se explica como arnontonan
una copia ¡mperfecta de las ideas, es lógico suponer que todo lo
Los prí. .:rc
que ex¡ste tiene un nrodelo perfecto en el mundo ideal. Enton-
que enAnti
ces surge la pregunta: ¿ex¡ste una idea de cualquier cosa, de ba- de otoru..riÉ
rro, de broza, de maldad, de crimen?, ¿existe la idea de rnaldad
pelecta? Para Aristóteles es inadmisible la existencia de ideas Cor¡o ñ¡r
perfectas de todo lo malo y negat¡vo que hay en el mundo. tidos y la elÉ
Compara acl¡tudes y transÓn.
f. Ahora ya sibes algo acerca de
- Otra. S¡ todo lo que existe en el mundo es lo que es: un caballo, des, al co¡rtr
Aristóleles y bastante sobre Pla- un hombre, un árbol... porque participa de la correspondiente idea cionaclÓc
tón. Comoara sus act¡tudes, es de caballo, hombre o árbol, es natural considerar que la esencia miento es i¡
decir, haz corresponder a las s¡-
I
gu¡entes caractefist¡cas o pos¡-
de cada cosa es la idea de la que part¡cipa. Ahora bien, ¿cómo es la inveri d
c¡ones de Aristóteles la act¡tud
posible que la esencia de una cosa, aquello que la hace ser Io que ser no exist(
paralela de Platón. es, esté separada de esla cosa? Para Aristóteles, la esencia de no6 enE ,ar
I . Aristóteles tieno un gran inte- una cosa, su causa, no puede existir separada de esa ¡¡isma La teor\lll
rés por las ciencias empíricas, cosa. concepciot
pero escaso por las cienc¡as
Otro grave ¡nconven¡ente que Ar¡stóteles descubre en la teo¡'ía ide- caract6^a(
matemáticas. - decía Herác
. Aristóteles bas; todo conoc¡- al de Platón radica en que ésla no consigue explicar ni dar ra-
rn¡enlo en Ia observac¡ón y en zones de aquello que es más característico del mundo mater¡al ideas, rnc
la recogida de datos enrpíricos. y sensible: el mov¡m¡ento y el cambio. ¿Cómo puede el rnundo
maba Parrn.
Por tantc', otorga a la expe- perfecto, inconuptible. inmulable y eterno ser causa y explicación Sin emL.rr!l(
riencia un úestacado papel en
de un mundo carnb¡ante, inrperfecto, donde todo es mortal y prc- cepcict-¡, ¡
el proceso de conocin¡ierrto.
. Para Ar¡sióteles, postular visional? puesta r,ria i
la
ex¡stenc¡a de uñ mundo ¡deal Como verenros en c¡ siguienl.e apartado, el problema del canilrio y Para ve. ,.ri
t¡ene más ¡nconven¡entes que
el mov¡miento, y la impos¡b¡lidad de la leorÍa piatón¡ca de ofrecer aderrIraj\-)s
ventajas a la hora de explicar la
realidad. una explicaciórr convincen[s constituirárr el acicaie dc la teorÍa aiis- líetafis..i¡,
totélica. ciso ¡.rir1.-:c

60
--¡E--

llr ,,1.,, l3

2. Metafísica, más allá de


lloes
eh, la Física
scñ.1- Una de las grandes pasiones de Aristóteles fue la observación y el
rhí- anális¡s de la naturaleza. La mayor parte de su obra es el resultado
Ni Platón ni Aristóteles ulil¡zaron
I v-1- de este estud¡o empírico. lncluso una d¡sciplina tan abstracta como
nünca ia palabra metaÍ'sica. Fue
te)-es la iiletafísica se encuentra unida de forma ¡nseparable a este estu-
; Andrónico de Rodas (l a. C.), el
I

dio, pues no se puede entender su expl¡cación de Ia naturaleza y el editor'dél Colpus ahs totet¡cum , el
cambio sin conocer su concepción de la rea,¡dad y del ser. qu6lituló ¿oó de des¡ ués de la f-
, s¡ca (Metá ta t¡s¡cá) elconjunto de .
,Ñr- I libros que hoy denominamos me-
2.1.
.

lo-'.1 El problema delcambio , ta,t3ica. Estos 14 libros versan, en -

;ilE- terminología ar¡stotélica, sobre la


Como recordarás, una de las primeras preocupac¡ones de los filóso- f¡losofía primera o la c¡encja uni-
F.r fos fue encontrar una explicac¡ón racional para lo que les rodeaba. versal.
stcG, Una explicación que les hic¡era comorensible y clara la naturaleza.

Este interés por la naturaleza pronto se tradujo en una investigación


c€^- sobre el cambio y el movim¡ento, verdaderos protagonistas del mun-
cch. do natural. Desde un principio, los físicos se percataron de que lo que
nos rodea es una realidad diversa y múlliple, y qUe, además, se ha-
I;< lla en continrra y perpetua transformac¡ón. Las estaciones se su-
ceden, la noche sigue al dÍa, el sol a la lluvia; lo que antes era verde
vivo ahora es amaríllo marchito; allí donde había una casa ahora se
amonlonan los escombros; Ios niños de ayer ahora son ancianos...
l¿V
Los primeros filósofos, entre ellos Heráclito y Parménides, tuvieron
to
que enfrentarse con este confuso e imprevisible mundo, para tratar
blr de otorgarle un orden y un sentido que lo hiciera comprensible.

eas Como recordar¿ls, Henácl¡to recogía esta constatación de nuestros sen-


5- lidos y la elevaba a razón universal: todo se halla en perpetuo cambio
y transformación; el movim¡ento es la ley del un¡verso. Parmén¡-
rll. des, al contrario, cuestionaba en su famoso poema los datos propor-
d}l cionados por los sent¡dos y se afenaba a la ev¡denc¡a lógica:lel movi-
)c miento es ¡mposible, pues el cambio es el paso del ser al no ser; o a
)es la inversa, del no ser al ser. Ello es del todo inaceptable, ya que el no
:l\- ser no existe y nada puede surg¡r de é1. Por tanto, nuestros sentidos
de nos engañan y las transformaciones que vemos son sólo una ilusión¡
La teoría platónica supone una especie de síntesis de estas dos
concepciones opuestas. Por un lado, tenemos el mundo sens¡ble,
le- caracterizado por un proceso constante de transformación (como
ta decía Herácl¡to); por el otro, el mundo abstracto y perfecto de las
r¡al ¡deas, caracterizado por la incorruptib¡lidad y eternidad (como afir-
maba Parménides).
ón Sin embargo, según Ar¡stóteles, Platón sólo yuxtapuso las dos con-
cepc¡ones, pero no llegó a integrarlas. Por ello, no consideró su res-
puesta una auténtica expl¡cación de la naturaleza y el camb¡o.
ly Para ver cuál es la concepción que def¡endeAristóteles, deberemos
adentrarnos tanto en su Fís¡ca (ciencia del ente móv¡l) como en la
is- Metafísica, pues para entender su explicación del cambio es pre-
ciso primero conocer su concepción de la realidad.

61
2.2. La realidad sustanc¡al 2.3.
Mundo
Ya hei , ,JS
ideal La concepc¡ón metafísica de la realidad que sost¡ene Ar¡stóteles es
lo que,.$¡s
ldeas Forrna
muy sencilla. La realidad, aquello que es y existe, es lo que Aristó-
tancias se
teles denomina sustancia.
Sus- merar,\nt
lancia nos que ro-
Las sustanc¡as no son sino los individuos concretos el resto d€
Cosas-... . Maleria como auténtica la
dean. A diferenc¡a de Ptatón, que sólo reconocía
Segúr . .,a
real¡dad ideal y consideraba los obietos sens¡bles ilusión engaño'
y
Mutrdo de la pldá
sensible para Ar¡stóteles todo lo que nos rodea: este gato, esta casa' el veci-
no..., son sustanc¡as y constituyen la única y autént¡ca realidad'
mació:, ! t

ñistóteles trata de superar la teoria de las


etern^E:
Toda sustancia es algo concreto y, por tanto, se encuentra en
un de la posil
ideas, Los dos mundos plalón¡cos se
mundo sen-
convierten en dos dimensiones presentes lugar y momento determ¡nados; es decir, forma parte del para,lst
en lodo ser sensible, dos caras (mater¡a y no por ello debemos pellsar que esta
forma) de una misrna realidad: lá sustan-
siúle y mater¡al. No obstante,
sensible de Platón' La el adqE¡(¡a
cia. Por e¡emplo, Platón hablaba de la idea realidad sustancial se ident¡f¡ca con el mundo
mundos pla- pio d6 .oc
de caballo y de un caballo concrelo como realidad sustanc¡al const¡tuye una síntesis de los dos
cosas d¡ferentes. Aristóteles. en camb¡o. rad¡cr{tl '
ve la idea de caballo denlro de cada uno tónicos. Veámoslo.
neras (le :
de los caballos concretos exislentes'
pero f^Qd
El hilemorfismo gar a serlc
Toda sustancia es un compuesto de materia forma'
y De todo mane^ r
Sustancia Primera
' y sustanc¡a segunda ¡ndiv¡duo concreto, por eiemplo de la mesa sobre la
que escribes' se terior es u,

Aristóte¡es habla de dos clases puede dist¡nguir la mater¡a de la que está formado (madera' si es el es unlal
que es' en este
de sustanc¡á. sustancia Prime- taso), y la eslncia o [orma, aquello que la hace ser lo niño, Di lo
cosas' es-
ra y sustanc¡a segunda. Por un caso una mesa y no una silla o una cuchara (entre otras no se
: lado, tenemos ¡ndiv¡duos con- por cuatro patas)'
tar formada por una base plana sustentada Esta Aüir
cretos, por ejemplo todos Y
. cada uno c.e los caballos: Bu- En otras palabras, en lc¡s irldividuos concretos' en
las sustancias' pue- to nos llev
céfalo, 3ab¡eca, Rocinan1e...
I Const¡tuYen sustancias Pri- do encontrar dos dimensiones que se corresponderr con las dos rea- tenciiaat
lidades que postulaba Platón. Por una parte, la materia'
componen- lo es etr pr
meras. Por otro lado, aquello
específicas de ler)ci¿ Uf
que tieneñ en común Buéfalo, te ,ísico; y por otra, la lorma, coniunto de cual¡dades
Bab¡e(.'y Rocinante Y todos una cosa que llacen que sea aquello que es Estos dos
colrponentes rnos l{is
los caL;llos: es deci( la esen- En
sólo son escindibles teÓr¡camente, cn un proceso de abstracción PotDn.
. cia o forma de caballo, es tam-
la realidad, materia y fornla consl¡ttl)en un compuesto ¡nseparable -
bién sustanc¡al, Porque es Pre- te:nL
cisamente aquello que nos Per- (synolon) y no, conlo ltlalltenía Platón, dos nlundog ii'recot rciliables' ma c¡ill
mire hablai de la sustancia
caballo. En este sentido, la por decirlo así' bidimen-
te¡1¡ r
En otras palabras, el nrundo de Aristóteles es, r:i: la (::
' loma de los indiv¡-
esencia o que lo integran
sional. Cacla uno de los seres o sustanc¡as ¡ndiv¡duales
duos es también sustanc¡a, o",nuteria y forma Mater¡a y lorma son las dos caras.de
. sustanc¡a segunda. r"
"á-pon"real¡AaA, tan inseparables una de otra, como un indiv¡duo cha- "o1.
una m¡sma
to respeclo de su nariz.
- Ati (t
sustan,
Colomer, E., 'lntroducción a Aristóteles"' en Ps¡cología'
2. ¿Cuáles de estas afirmaciones ta1lt,
son compatibles con lo que aca- cuencii
de toda
bas de estudia¿ Hectifica las que Esta teoría que defiende la composición mater¡al y formal
no ¡o gean. (materia) y Este L,no
sustancia se denom¡na h¡lemorl¡smo, del griego ¡)"te
. Júan es sustanc¡a P¡imera Y c¡u-
morphé (forrna\. La mater¡a es el soporte o sustrato de la forma (la la exl¡rqa
I dadano. sustancia seq¡r nda. hay sustancia (sin oir, de ta a
. La forma es sustanc¡a Pimeru. madera es el sustrato de la mesa), sin materia no
por sí sola la ma-ia
I . La sustancia segunda es un madera, o h¡erro o márlnol, no hay mesa)' Pero la materia
(ha- ne difercn
comquesto de mateda Y forma. tampoco es nada. Sin forma, sin esenc¡a, la madera o el máImol
¡

. La matería ya ¡lando Oe una mesa) no constituyen ninguna sustancia:


la forma es regul-{ r
..
nos dice gué es
un arca' carnbio c(
una cosa dete¡m¡nada. lo que hará de ella una mesa, una silla o

62

I
l;,, l.i3
2.3. Potencia y acto
Ya hemos visto cuál es la concepción aristotél¡ca de la realidad. Todo
lo que
Al ser la Naturaleza principio de
existe, todo lo que es, es una sustancia. No obstante, esas sus_
mov¡m¡onto y cambio, y al haber-
tanc¡as se transforrnan, aparecen y desaparecen. El caballo fue pri_
nos propueslo nosotros estud¡ar
meramente un potro, pero envejecerá y morirá. Lo m¡smo sucede con precisamente la Naturaleza, no po-
el resto de las sustancias: ninguna es inmune al paso del tiempo_ demos ¡gnorar qué es e¡ mov¡-
miento. Pues, desconociendo qué
SegLin Parménicles, esto era imposible. Lo que es no puede surgir es el mov¡miento, desconoceremos
de la nada, n¡ tampoco puede acabar así. La generación, transfor- también qué es la Naturaleza [...].
mac¡ón y destrucción de las cosas es aparente, el ser es perfecto y Aristóleles, F/'sr'ca, lll
eterno. Este razonamiento conduce inevitablemente a la negación
de la posib¡lidad de camb¡o y mov¡miento.

Para Aristóteles, el tratantiento que parmén¡des hace del ser no es


el adecuado y tampoco lo es su negación del cambio natural pro_
p¡o de todas las cosas. Según el estagir¡ta, el error
de parménides
radica en el hecho de no darse cuenta de que existen d¡versas ma-
neras de ser o no ser. Fijémonos en ello. Una sem¡lla no es un árbol,
pero puede llegar a serlo. Un árbol no es un armario, pero puede
lle_
gar a serlo. En otras palabras, todas estas maneras
son
-1 maneras relativas de no ser. El no ser del ejemplo an-
I terior es un no ser d¡ferente de este otro: una semilla no
es una gallina ni llegará a serlo nunca, un árbol no es un
-l niño, n¡ lo podrá ser. Ésta es una manera absoluta de
-! no ser.
Acto
Y
.t
Esta distinc¡ón entre no ser relat¡vo y no ser absolu-
to nos lleva a una distinc¡ón típicamente aristotélica: po_
1r

jFtfo
: tencia y acto. La semilla no es un árbol en acto, pero sí
I lo es en potencia. El árlcol es árbol en acto, pero en po-
-1 tencia puede ser una mesa, un armario, una silla... Vea-
mos la distinción: I

I .... Potencia (dynamis). Capacldad que posee la ma- I


j teria de una sustancia de asumir o recib¡r una for-
rna d¡ferente de la que t¡ene. La madera es en po- a¡ I
lenc¡a una mesa, un banco, una cuchara, porque t¡e_
I
ne la capac¡dad de adquirir la forma de todas estas
(
'r cosas. Potencia

I
- Acto (enérgeia). Es la realidad actual de cualquier
sustancia y es la forrna particular que haya recibido
3. Completa las s¡guientes frases de manera que re_
la materia; en olras palabras, s¡empre es conse_
I sulten verdadéras
cuenc¡a de la actual¡zac¡ón de una potenc¡a. . Un bloque de máfmdes u¡a estatua en..........,....
I Este binomio acto y potenc¡a es lo que hace pos¡ble . Un niño1a es en potencia ......... ...
la expl¡cación del fenómeno físico del cambio, es de- . Una bellota es un roble en cierto sent¡do y, en
Y cir, de la adquisición de una nueva forma por parte de otro, rD. Una bellota es un roble en ....... . .., pero
i

la materia. Todo ser está en acto de alguna cosa y tie- no lo es en ......_.........


I
ne d¡ferentes potencias. Esto expl¡ca el dinamismo que . Un soltero es un casado en ...... . .... y es un rnozo
.T regLrla el mundo. ¿Oué es el en ...... ..
cambio o el devenir? Todo
cambio consiste en la actual¡zación de una potenc¡a. . Esto es. .......... en acto y es ........... en potencia.

Y
63
llrl,l;¡, l3
2.4. Las cuatro causas 2.5- |

Ya hemos ,
La explicación del camb¡o se completa con la teoría de las cuatro
se halñ e
causas. El concepto de causa que emplea Aristóteles es diferente
es sino un,
del que util¡zamos en la actual¡dad. Para el filósofo clásico' todo aque-
Unive:4. {
llo que es necesario para que se produzca un fenómeno es su
eterno en c
causa. Así pues, aquello de lo que está hecho (materia), sus cual¡-
dades esenciales (forma), el eiecutor (causa ef¡c¡ente) y el obielivo
dos: € 'dt
que persigue (firralidad) son considerados sus causas'
que
Veámoslo más claramente con un ejemplo' Las cuatro causas
se pueden atribuir a una escullura de zeus son: el mármol de la
que está hecha (causa mater¡al), la idea o modelo con que ha tra-
(cau-
bajado el artista (causa lormal), el art¡sta o productor de la obra
que ha motivado al artista' por
saefic¡ente), y el móvil u objetivo
eiemplo honrar a los dioses (causa finau'

ldentil¡ca causas ,ü
establece las re-
4. Con el ñil de gieroitarte en el planteamiento aristotélico de la causalidad'
^e;
.N
lac¡ones adecuadas.

- Causas explicativas de la construcción de una casa:


. Causa mater¡al equipo de albañiles
'
IE X
. Causa lormal mortero, 'b¡gas, ladr¡llos
. Causa ef¡c¡ente cob¡iar a una lam¡lia
'
. Causa final Plano de la vivieDda
' Dibu¡o exl¡A(do

Causas del nac¡m¡ento de una ternera:


- mater¡al
. Causa ' perPtuar la especie Tanto si es
. Causa fo[nral ' Progenitores neces ,,:
. Causa eficiente ' cachoro la espec¡e bovina Ahora !§n
. Causa l¡nal ' rasgos de dera lc ,.:a
teles d&ur
El teleologismo mueve ...¡dr
posiblelnente la
Todavia más: qu¡en siga Poco a De las cuatro causas establecidas, la causa f¡nal es
poco esta observac¡ón acabará que impl¡ca más repercusiones. Af¡rmar que todo fenómeno o suceso El Pri,.,ci
propio pen-
por darse cuenta de que también ásponde a un objet¡vo supone delender, en palabras del EstaS lar
en las plantas se verifican cosas saior que.la naturaleza llo hace nada en vano" (De caelo' 271a33| Puro. ¡Qór
que tienen una clara orientación
que el Jv
teleológica, que las hoias nacen Si respondemos a la pregunta "¿por qué llueve?' diciendo "porque
formando go-
con la finalidad de cubr¡r Y Prote- el vaptr de agua de las nubes se enlría y se condensa des, er-,41 p
ger los frutos. Por tanto, si la go- que
tas de agua que caen al suelo", Aristóteles replicaria afirmando tanc¡a. . or
londrina construYe su n¡do de una plantas .5r¡¡ ¡»rPe
esto no ás suficiente, que aÚn hay más: "llueve porque las
forma natural Y teleolÓg¡ca, Y la poder crecer y vivir'' b¡én for ¡na
araña hila su Prop¡a telaraña tam- y los animales neces¡tan agua para
bién de manera natural Y teleolÓ- que se auto-
comp..a f
g¡ca, e igualmenle las Plantas ha- Al igual que el hombre actÚa en pos de unos obiet¡vos
El Primg\lvl
cen crece[ las hojas para proteger p.-pon", toO" t, naturaleza está an¡mada de tendencias hacia fines
determinados. Un canal, obra humana, se construye
para poder re- ya que -d<
sus trutos, l?s r'aíces no crecen
hac¡a aniba, sirlo hac¡a abajo, para gar; un río, obra natural, tamb¡én t¡ene una f¡nalidad parecida' Para deseo Cq a
buscar alimento, es ev¡dente que y
Áristóteles, todo ell la naturaleza tiende a un f¡n: me¡orar Per- Este Pr¡nrer
exisle una teleología Y una causa fruto' el ca-
final en los setes que Produce la
feccionarse, actual¡zando sus potenc¡as (el árbol dando t,n¡ver r a

Naturaleza Y que ex¡sten natural- chono crecierrdo ..). sonal v crc


mente. en Cosmc gi
Esta concepción teleológica o finalista de la naturaleza se convert¡rá
Aristóteles, F¡srba, ll. AntigÜedad y la Edad Media' ha cony'1ci,
la concepciórr predorninante durante la

64

EI
#
llr,r, l.: l3
2.5. De la Cosmología a la Teología
Ya hemos visto que la naiuraleza está compuesta por sustanc¡as que
se hallan en constante movimiento y camb¡o. S¡n embargo, esto no
es sino una pequeña mueslra de la vis¡ón que Ar¡stóteles tenÍa del
Un¡verso. Según é1, el Un¡verso es un cosmos f¡nito en el espacio y
eterno en cuanlo al tiempo, y que se encuentra div¡d¡do en dos mun-
dos: el sublunar o terrestre y el supralunar o celeste.

Mundo sublunar Mundo supralunar


Es Mundo terrestre. Mundo celesle.

La T¡ena, que es esfé- El resto de los planeias y


íca y se encuenlra s¡- las esferas que explican su
For¡nado
tuada én el centro del mov¡m¡ento. Al final se si-
pcr
lJniverso túa la esfera de las estre-
llas fijas.

Cañcte- lmperfecto y corrupti- Perfecto e incorrupt¡ble.


rt'sficas ble.

Los cuálro elernerioG de Éter, quinto elemento in-


Eleñentos EmpáJocles: a¡re, agua, corruptible.
tiena y tuego.
I
Tpos de Bectilíneo, es ¡mper- I C¡rcula( perfecto e ¡nalte-
mov¡ñiento fecto. ] rable.
Dibujo extraído de P Apio, Cosnographia (1539)-
t
Tanto si es rectilíneo como circula¡ en ambos mundos, el mov¡m¡ento t
I
neces¡ta, según la Física aristotélica, un motor que lo produzca.
Ahora bien, como no podemos retroceder hasta el infinito (lo consi-
;
dera lógicamente imposible) en busca de un motor anterior, Aristó-
teles deduce Ia ex¡stenc¡a de un Primer Motor lnmóvil. Este motor
mueve todo el Universo a través de la esfera de las estrellas f¡jas.

El Primer Motor lnmóvil


Esta Sustancia lnmóvil, que es la causa pr¡mera del Universo, es acto
puro. ¿Cómo si no podría ser inmóvil? Becuerda que hemos d¡cho
que el movim¡ento consiste en la actualización de las potencial¡da-
des, en el perfeccionamiento de las posib¡l¡dades que t¡ene toda sus-
tancia. Portanto, potencia es sinónimo de movimiento, y el Motor ln-
¡Define!
móvil ha de estar exento de é1. Asimismo, el pr¡mer motor será tam-
bién forma pura sin mater¡a, pues, como hemos visto, la materia 5. Teología y teleología son dos pa-
labras que te pueden confund¡r,
compofta potenc¡al¡dad y movim¡ento.
pues a pesar de su semeianza
El Primer Motor mueve como causa final, y no como causa ef¡ciente, t¡enen significados muy d¡feren-
ya que todo el Universo se mueve y transforma por la atracc¡ón y el tes.

deseo de aproximarse a esla perfección. - Busca en un buen diccionar¡o


el significado de estas dos raí-
Esle Primer Motor es Dios en el sent¡do que es causa suprema del ces gr¡egas: ¿eo- y teleo-.
Universo, a pesar de que no se pueda identif¡car con un dios per- Repasa lo que hemos d¡cho
-
sonal y creador del mundo. En defin¡tiva, podemos afirmar que la en los dos últimos puntos y
Cosmología nos ha llevado a hablar de la d¡v¡nidad; es dec¡r, nos define de manera personal es-
tos dos conceptos.
ha conducido hasta la Teología.

l 65
_i
llrul,r, l3

3. Conocimiento Y lógica 32
Platón y AÍistÓteles co¡nc¡den al considerar que la cienc¡a es cono- Si¡4pa
cimiento universal; es deci( conocimiento no de casos particulares' mL. qr
s¡no de aquello común que éstos comparten' Ahora bien, mientras proqes
para PIatón los universales (ideas) pertenecen a otro mundo, diferen- SeL, r'lO

te del sensible, para Aristóteles, los universales (formas) se encuen- cer§ie


tran en las propias cosas- Este canrbio de perspectiva supondrá evi- ncld,5l
dentemente un canlbio en la concepc¡ón del conocimiento' ter-rla
COrl all'

3.1. todos los hombres desean saber El . r¡r


ide4s.
pre-
Uno de los textos de Aristóteles más conocidos y optim¡stas es,
"t¿r-.,lla
Debate c¡samente, el primer párrafo de su famosa Metaf'slca' En ella af¡r- co,¡{cr
6. Segúr: Aristóteles, todos los ma decididamente: "Todos los llol¡bres por naturaleza desean sa- toü,, a(
hombres desean saber. Para Pla- be,- (Metafís¡ca g80b 20). Parece, pues, que para el estagirita la cu- diaAe I
tón, en cambio, como se des- rios¡dad y el ansia de conocer son característicos de la naturaleza faGu¡ta(
prendía del mito de la caverna,
humana. Los seres humanos son como niños que todo lo qu¡eren
los hombres se acomodan Y son A ¡-^ar
felices en su ignoranc¡a, rehu-
saber y no dejan de hacerse preguntas. En Grecia, en tiempos de
human;
yendo el esfuerzo Y el sacrific¡o Ar¡stóteles, la búsqueda del saber era un vator dominante al que todo
Pc¡. rn
I que supone saber. ¿Cuál de las hombre libre asPiraba.
dos posic¡ones te Parece más Esr\p
i acertada? Es verdad que los n¡- Sin embargo, ¿qué es lo que mot¡va este afán de saber? Según A:'is-
que im- ción del
ños, a menudo, son muy curio- tóteles, la adm¡ración, el maravillarse ante las cosas es lo gic^!e
sos, qu¡eren saber; Pero tÚ, aho- pulsa al conocimiento. También Ia duda, inseparablemente un¡da a
ra, ¿haces pregunlas?, ¿conti- co- sible, pr
la sorpresa y la admiración. Si urro se halla muy ligado a las cosas
núas interrogando a los olros que no le asaltan las dudas, ni
tidianas, si está tan seguro de todq En , ,¡is]
comc, cuando eras un niño? Y s¡
se cuestiona nada, entonces m¡rará lo que le rodea con tanta con- he¡,rs,
ahora ho cieseas sabe( ¿a qué
es debido? fianza que nada le inquietará y, por tanto, nada alimentará su deseo do, srnc
Defended argumentadamen- de saber. En otras palabras, su vida estará tan repleta de monotonía t¡c(^.lr
- que d¡fícilmente se marav¡llará ante la realidad y rararnente filosofará' al rn¡sn-
te vuestra opinión durante la
realización de un debate. es
Este deseo de saber que nace de ta ignorallc¡a y la admiraciÓn es un
^ic
plo, vec
deseo desinteresado que no busca ninguna reconlpensa más allá ex¡^irr
del propio saber. Es, como dice Aristóteles, un saber contemplativo' la fo¡n¡¿
Ahora bien, Aristóteles habla también de otros tpos de saber' Veá' qu( .j€
moslo a cont¡nuación.
El saber

T¡po Teórico Práct¡co Técn¡co

Es un saber especula deslina- Este t¡po de ;aber se de-


Es el saber
tivo o conlemplalivo doaor¡entary guiar nomiira tarnbién Produc-
que no busca producir laacciónyel conr-itivoo po¿t¡co Se ocupa
nada ni res|pnde a nin- portafil¡ento ind¡v¡- i del e§tud¡o de las
pro-
Caracte- o
nbticas
guna utilidad, sino que , dual o colect¡vo ducc¡ones creac¡ones
*
surge como deseo de ' humanas, es decir, aque'
contemplar ente¡der' llas actividades real¡zadas
Y
la real¡dad. sus causas según unas reglas, unos

i
y su sentido. i
pincipros y unas técnicas.

Física, Metafísi.a, Ma- Élica, Politica. Retór ica, Poética, Econo-


;
Ramas mía, Arquitectula.
ténráticas, Teologia-

. 66
j

ll ,r l,r, l3
l

3.2. Teoría del conocimiento


Si repasamos lo que estudiamos en la un¡dad
anterior,comprobare- '
mos que para platón el conocimiento cons¡stía Opt¡m¡smoep¡stemológico
S
básicr."rt" un ,n
proceso de recuerdo. Las ideas o universales A diferenc¡a de otr; conientes an_
de los que sólo po-
seemos una copia imperfecta y engañosa en teriores, caraclerizadas por el es-
este mundo son ac-
cesibles.a los seres humanos porque éstos ya cept¡cismo o e¡ relat¡v¡smo, platón
t¡enen, Oe atguna ma- y Ar¡stóteles coinc¡den en el opti_
nera, su huella. EI alma, afín a las esencias
¡nmutables, ya
lal ha con_ mismo ep¡stemológico. Ambos
templado antes de encarnarse y ahora sólo precisa
retordar lo que confían plenaménte en la capaci_
con anterior¡dad ha visto. dad del ser humano para alcanzar
un conoc¡miento objetivo y un¡-
El empírico Aristóteles no acepta esta
ex¡stenc¡a innata de las versal. Esta f¡rme conf¡anza en la
ideas- En un símil muy ¡lustrativo, habla del alma capac¡dad humana para desve_
como s¡ freia ,na
,,tablilla de cera. (Del alma,43Oa1l, lar los secretos y dar sentido a la
es decir, como una
co" donde no hay nada escrito. Al nacer, nuestra "tro¡a en Llan_
realidad no se tambaleará hasta
ment" ástá rác¡a,
todo aquello que lleguemos a conocer lo ¡remos mucho después.
adqu¡riendo
me_
diante la ¡nformación que nos proporcionen
los sentidos y tas Jemas
facultades humanas.
A pesar de las difererrcias,
ambos filósofos confÍan en la posibilidad
t
humana para alcanzar un conocimiento seguro,
Por tanto, no es osado afirmar que coinciden
estaOfe y universaf. [-.
en optimLmo. I
Este oplimismo en la capacidad humana $
se concrela en una concep- 7. Repasa las un¡dades anter¡ores
c¡ón del proceso de conocimiento harto diferente. gl e indica qué pensadores han
Ouat¡smo onárc-
gico de Platón comporta un alejamiento
y una infravalorac¡¿n Oeiá sen_ mantenido una pos¡ción ep¡ste_ t
sible, pues en la epistemología platónica mológica relativ¡sta o escépt¡ca.
es sinónimo O" ,purán"á.
En Ar¡stóteles, las cosas son bastante diferentes. No solamente no - Exp¡ica y compara estas ties
posturas: relalivismo, escep-
hemos de alejarnos de las cosas sensibles y
materiales de esle mun- tic¡smo y optimismo episte_
do, sino que éstas son las únicas que nos pueden mológ¡co.
acercar al autén_
tico conoc¡m¡ento. En este aspecto, los
sent¡dos se rerrf,:rn, p"a,
a¡ m¡smo t¡empo, hay que afirmar que el conocimiento
sens¡bie no
es sufic¡ente. Con los sentidos capto el
objeto concreto, poi
plo, veo un templo ded¡cado a Zeus; pero
no es sufic¡ente. "¡", Hayque
explicar de qué manera a partir de estas ¡mágenes
concretas ltágo a La abstracc¡én
la forma, a la ¡clea, al concepto universal
de iemplo, qr" l" Jii. El proceso de conocimiento con-
que puede proporcionar conocimiento ".
objetivo y universal. siste en un proceso de abslrac-
ción exclus¡vo dél conocimiento
Proceso de conoc¡miento ¡ntelectual. Esta capac¡dad propia
del ser humano le perm¡te oblener
color lmagen del la idea o concepto un¡versal de un
vista
----) obieto cualqu¡era a part¡r de este
o lf,t objeto conc¡.eto. Esto es debido a
,*a;:--:'il
-7*;=*;7.._ r ..,-." E 7"; que nuestra razón es capaz de se_
parar de un obieto individual, por
E l$
6¿l»
ejemplo una pequeña flor, aquello
,do oido que la define o caracter¡za, es de_
Ob¡eto
-+ por
captado
a] Y'
c¡l su esencía o forma. Esta esen_
cia que comparte con el resto de
.""r,o"" =:Xpbj los ind¡v¡duos de la misma espe-
cie (flores) es la que proporciona
el conocim¡ento universal.
Mundo I Ser humanol

67
l JltI l;r, t 3
Co¡ ,cre
3.3. Lógica: la argumentación deductiva en,'\qt
Aristóteles ¡nf¡ere (
Una de las partes más conocidas del pensamiento de plc^{e
. que la lÓgica
Las propos¡ciones es la lógica. Todavia a pr¡ncipios dei s¡glo XIX se decía
proposición es una oración ¡nmejorable' En la actual¡dad' con la dos los
Una de Arisióteles era completa e
en la que se hace un iuicio, en el
'
que la lógica aristotélica cons- raa --ra
progres¡va matematización, sabemos
que se atribuye un Predicado a un
sujeto. En este sentido, una Pro-
iitry" ,n" parte ¡mportante, pero sólo una parte, de la lógica' 5S
de co'
pos¡ción es siemPre una oración Aristóteles concibe Ia lógica cot.no trn i¡lstrutnelrto lorgan<sn)
en la que se establece la relación infor-
nocimiento, estr¡ctalnellte lrablando, la lógica no nos aporta
entre suieto y predicirdo. Por ejeni- herramiellta Todos
plo, "¡os jóvenes son atentos" o nración sobre el r¡undo y la leal¡dad, l)ero constituye una
que nos proporcionan in[ormación
hiPócritas' muy elicaz para otras ciencias sí
"los niños no son
sobre éste.
que ler)emos Lg¡
Así pues, según Aristóteles, la Iógica explora la manera Tái!{IO
Ios humanoi cle obtener conocim¡ento a partir de otros
conocimien-
de razonar
tos. En otras palabras, la lógica trata de la manera válida gurAerl
Aristóteles constata que existen
y de los razonamientos correclos' liza -Jrl
ios tipos básicos de razonamielrto: la inducc¡ón y la deducción'
figLt¡aer
partir del cono-
En el primero, establecemos una verdad general a bol,-d c
por el contrar¡o' par-
cimiento de casos pañiculares. En la deducción, ¡nir,<, e
a afirmacio-
tiendo de afirmaciones generales aceptadas, pasamos sas cnl¿
nes menos generales pero, a menudo, desconocidas'
pues a pesar
Aristóteles se centra básicamente en la deducción' D&s
ni por aso-
de la ¡mportancia científica de la inducción, ésla no
es
de lógica tra- Sesl
mo tan fiable como la deducción. Por ello, sus estudios
en grie-
tan, sobre todo, de la argumentación deductiva Deducción
,S

go es sy//ogismós, cle aquí que el modelo ar¡stotél¡co de ¡nferencia


se denomine silogismo. per¡r lii€

El silogismo está constituido por tres


propos¡ciones' Éstas se pue- zorlii
y la cantidad'
8. Señala a cuál de los cuatro t¡pos l den dividir o clasif¡car segÚn dos criterios: la cualidad trL:Diut.¿
depertdien-
pertenecen las siguientes lrases: Por la cualidad se d¡viden en afirmativas o negativas: Bás,car
universal afirmativa, ulriversal ne- predicaclo, es decir' según si el pre-
do de si el suieto ¡ncluye o no al pe'-(3í
gativa, particular af¡rmat¡va y par- páiaos son
dicado es efecl.ivamente atr¡buible al sujeto o no Así: "los
t¡cular negativa. Recuerda que sas- Vei
plumíteros" sería afirmativa y "los peces no son plumíferos"'
negati-
nue$:ro lenguaje nos Permite lor- particu¡ares: se-
va. Por la cantidad se dividen en universales o
mular un mismo tipo de enuncia- T¡J4
o sólo a
do de maneras muy diferentes. gJn si el suieto ¡ncluye a todos los indivir'luos de la especie
sería un¡-
. Cualquier niño es esponláneo. üna parte ie ellos. Asi: 'todos los páiaros son ovíparos' P¡i¡ncra
particular
. Todo norteamericano es Pa- versal, m¡entras.lue *algunos pájaros son calltores" sería figA
triota.
. Universal
Ningún submarino es un avión.
§
ts
. Muchas personas son ¡mpun-
tuales.
t Ei.: Iodas las rosas son flores
canticlad
[:i.: N;rlguna losa vuela'
Sq]l¡\l¡
f igL
. Pocos n¡ños no son lrav¡escs
ü . rodos menos uno de los gatos fipos de cuali ativa
Afirnrativa cLlalidad p ¡o ¡ct
purdo".
]¡@
E I . "on
\iuy pocos Piratas no son le- figurt
r:rerarios. l-)
H I canLidad Ei.: Algunas rosas no
I Ej.: Algunas ¡osas son
sorl ololosas.
i . No lodos los ióvenes son eco- I
roias.
rooistaslQ I
n
l

t.-
,,., ,,,3
Concrctando, un silog¡smo es, pues, un razonamiento deductivo
en el que a partir de dos proposic¡ones denominadas premisas se
S ¡nfiere o deduce, con neces¡dad lógica, una conclusión, por ejem-
a plo, de las dos prem¡sas: .todos los hombres son racionales" y .to-
a dos los griegos son hombres", podemos concluir: .los gr¡egos son
rac¡onales..

Todos los hombres son p,€n.s. mayor Para profundizar en


rac¡onales. 9. Señala en los siguientes silog¡s-
Támim med¡o (M) la estructura del si- mos las premisas, la conclus¡ón
logismo debería- y los términos menor, mayor y
1 Todos los griegos son hombres. mos decir que con- med¡o.
Term¡no medro (M) tiene tres térmi- . "Los griegos son sensatos".
nos: menor, mayor "Aristóteles era griego". Enton-
Los griegos son rac¡onales. Conclusión y med¡o. El término ces, "Aristóleles era sensato..
fen¡ino menof (S) TermirE mayor (pl menor es sujeto de . "N¡ngún lóg¡co es un lunát¡co".
f la conclusión y fi- "los lógicos son sabios.. En-
gura en una premisa denom¡nada, por ello, premisa menor: tonces, "algún sabio no es lu-
se simbo_
nático"-
liza con la letra S. El término mayor es predicado de la conclusión y
figura en la otra premisa denom¡nada, por ello, premisa mayor; se sim-
boliza con la ,etra P. Los términos menor y mayor se denominan fér_

-r- m¡nos extremos. El término med¡o es el que f¡gura en ambas premi-


sas enlazándolas o comparándolas, se s¡mboliza con la letra M.

r- La simbolización de los térm¡nos que forman el silo-


MesP gismo hace que la estructura clel mzonamiento quede
SesM representada como vemos en este cuadro. En este
sentido, Ia lógica aristotél¡ca es una lógioa formal, en
SesP
it la que cada uno de los símbolos S, p y I\4 son var¡a-
bles que pueden sustitu¡[ diferentes contenidos. Esto
permite a Aristóteles no l¡mitarse a clar ejemplos concretos de ra_
zonamiento, sino poder hacer una clasificación general de las es_
tructuras lóg¡cas válidas.

Básicamente, Aristóteles habla de tres figuras de silogismo, de_


pendiendo de la posición que ocupa el término medio en las premi_
sas. Veámoslo:

l- Características
.:

I f¡po E squema Haz de Aristótéles, el lógico

Primera El término medio (M) es 10. A continuac¡ón, te presentamos algunos s¡logismos que un Ar¡s-
MesP
fioura el suieto de la premisa tóteles actual debería ser cap¿z de anal¡zar. Fomalízalos; es decir,
mayory elpredicado de
SesM susl¡tuye los téminos por la letra conespond¡ente. Una vez que ten_
I
la premisa menor
gas la eslructura formalizada, señala a qué ligura conesponde cada
SesP silogismo.
Seorrh E¡ término medio (M) es PesM . "Todos los fumadores de pipa son tranquilos,
,igLrra pred¡cado de las dos algunos lóg¡cos no son tranquilos,
prem¡sas.
SesM enlonces algunos lógicos no son ,umadores de p¡pa-.
. "No todos
I SesP los canarios son amarillos, i
lodos los canarios son pájaros, A
Terc e El térm¡no medio (M) es MesP entonces algún páiaro no €s amarillo."
O
fiqura sujeto de las dos prem¡-
MesS . .N¡ngún f¡l¡ántropo es un ases¡no,
sas. todos los médicos son f¡tántropos,
SesP entonces ningún médico es un asesino."
l__--
--

6C
li¡, iuJ
Ca<Ia úl
4. Antropología Y Etica leca)
humanc
La visión ar¡stotélica de la naturaleza es inseparable de su visión
rne-
guía y referellte de todos plolfL
talisica. Así como la teoría de las ideas era
y forma'
los proyectos platónicos, los b¡nom¡os metafísicos de materia
aris-
de acto y potencia, deternl¡narán, en primer lugar, la concepción
totélica del ser llurnano, un ser natural compuesto de mater¡a y forma'
que defenderá ve9
de cuerpo y alma, y, en segundo luga( una ética en la liva
la aspirac¡ón a actualizar las más profundas
potencialidades humanas'

4.1. El hombre, un ser animado s¡t¡!-

El ser humano, al igual que el resto de los seres


vivos, es un ser ani-
mado, es decir, t¡eNre akna- La misma palabra an¡mal está emparenta-
lati-
da con animado yalma. Además, el término a/ma es la traducción ¡nte,
primigen¡o signif¡caba l¡va
na del nombre grieg o psykhe, que en un sentido
y prácticamente
'aliento, v¡da'. Alrna y üda son dos conceptos cercános
y' por ello'
sinónimos. El alma es lo que da vida a la materia o cuerpo Corvlvr
inertes'
su posesión distingue a los seres v¡vientes de los seres ser hum.
está consti-
I
Como uno más de los seres animados, el ser humano
por un alma' Como Pla-
tuido, aunque no sea de manera exclusiva,
tón, Ar¡stóteles malltiene una postura dualista hac¡a el
hombre' El 4.^"
y ma-
ser humano es un compuesto de alma y cuerpo' de forma La ile,
I
teria, de acto Y Potenc¡a. niza: su
Ahora bien, en contra de la teoria anr; -::
que Platón leyera ahora esle lrag- platónica, el dualismo ar¡stotélico
11. Aunque sea un anacron¡smo, ¡magínate leflnina
mento de su discíPulo Ar¡stóteles: no pretende establecer una oposi-
que rechazaría y marcaria' cliticanlenle' en
ertc. .it)
- ¿Qué expres¡ones crees c¡ón entre cuerpo Y alma como si y deg¡¡?ir
rqo? se tratara de realidades de natula-
modificar el texto para evitar que Plalón ut¡l¡zara ca tr-. ¡e
- ¿Cómo deberíamos leza contraria. Alnrír y cuerpo son' guiar<¡i r
su corrector rojo? según el estagií¡ta, comPlemen-
puede existir sin el tarios y no opuestos. De la rnisma loual :ru;
oD¡nar roctamente aquellos que ostentan que el alma no
c,i"rpo, poto qre ¿sta no e§' en ningún senlido' un cuerpo
No es un cuetpo' forma que nlateria y forrna consti- log¡. . r

slnoiue so +ntuent a unida a un cuerpo y, por tanto' res¡de en un cuerpo' y en


tuyen toda sustancia, alma Y cuer- labr\a
un cuetpo de una delerm¡nada especie po lorntan un individuo seParable quilc- .r ,
Aristóleles' De, a''¡a ll, I Y 2'
únicamente en leoría. Así Pues, a
DetrAcr
pesar de que et alnla cs el Pr¡nci-
que ésta' nes o sor
pio v¡tal que mueve y da v¡da al cuerpo' podemos concluir bien ie
o la son-
para exisiir, depende tanto del cuerpo como la vista del oio
risa de la boca. Seg,1A
deseable
Poseer alma, como hemos dicho, es propio de todo ser
an¡mado:
plantas y animales la tienen' al ¡gual que el ser humano' En todos nos, gr
que da vida y ener- oue cada
Llto", et álma e. principio vital, es dec¡r, aquello
gía al cuerpo. Ahora bien, la naturaleza y el rango d¡ferente
que os- ferer. . I
y seres humanos hacen que su alma sea radicAen
ientan plantas, animales
de alma o poter - ,as
también diferente. Así, nos encontramos con tres tipos
(propia de ias plan- creceÉl' a
i tfes funciones que ésta cumple: alma vegetat¡va
y
tas), alma sensitiva (propia de los an¡males) alma
intelect¡va o ra- es la ,.1ci,
culta.\És
cional (exclusiva del ser humano).

70

E
t

fl, tt,,l3
I Cada una de estas func¡ones anímicas (vegetativa, sens¡tiva e inte-
lectiva) es característica de una espec¡e (plantas, animales y seres
'is¡ón me- humanos). S¡n embargo, no lo es en exclus¡vidad, ya que, por ejem- rac¡gnal
d\rJdos plo, la función superior del alma, la intelectiva, supone las otras dos.
t y fonna, sensitiva
c!,\¿ris-
I T¡po Función I Prop¡a de...
§
l'1,tatma, Alma Ilutr¡i¡va. Está .elacionaca con la b'-isqueda, ltoOos fos seres vivos,
afbalerá I i
vegeta- la asim¡lac¡ón y el aprovechamiento de los rc- , aunque es especirica de
Plantas

)3r"'rnas.
It I tava cursos vitales. Su obietivo es la coñservac¡ón las plantas.
Alma vegetat¡va

f
a
I
de la espec¡e.

Ahna sen- Apetit¡va y motora. Está relacionada con ta per- Todos los animales, ¡n-
I sit¡va cepción señs¡ble y la capacidad de trasladar- cluso e, ser humano.
se. modificar e lnteracluar con el entorno.
Sr. ln¡-
parenta- I Alma I Conccimiento, reflex¡ón, deliberac¡ón y elec- Et ser humano en exclu-
c¡Uati-
,nircaba
I inlelec-

I
c¡ón. PeÍn¡te conocer el mundo y a uno m¡s. siv¡dad.
I mo, asicomo llevar a término la acción mejor. I E

c Ldnte I I

Dnr ello, ir
Como veremos más adelante, esta concepc¡ón antropológ¡ca del
ser humano tendrá sus repercusicnes en la teoría ética ar¡stotél¡ca.
r- ,;ii
,_ rrl I

,'
:r 4.2. Ética: a la búsqueda de la felicidad
',/ Ína-
La.-.i¡ca, un saber práctico, trata de la manera como han de orga-
a t^orí¡ nizar su vida los humanos para poder vivir bien y ser felices. En los
to\z¡co animales, según Aristóteles, el ethos, carácter o manera de ser, de-
r rPns¡- termina su comportamiento y su forma de actuar. El ser humano,.
;¡Il. en cambio, está dotado de alma racional, puede pensar, reflexionar ¿Qué es la fel¡cidad?
si
.. fa- y decidir más allá del condic¡onamiento de su etf,os. por ello, la ét¡- 12. lnic¡almente, Ar¡stóteles ar¡rma
lr.r
ca tiene sent¡do, ya que es una disciplina encargada de gr¡entar y no saber qué es la ,el¡c¡dad, y
,o son,
sólo se atreve a determ¡nar lo
er n- gu¡ar el comportamiento.
que no es. Considera que no
mistna lgual que su Física, su Ética tiene una importante dimensión teleo- puede tratarse de una pas¡v¡- t
c\,ti- lógica. Toda acción responde a un objetivo o finalidad; en otras pa- dad. sino ¡a consecuenc¡a de
y cuer- una actividad. Tampoco se pue-
labras, actuamos buscando un b¡en, ya sea ganar dinero, viv¡r tran-
larr-,,1e de identificar plenamente con
quilos u obtener fama y reconocim¡ento. el placer, a pesar de que, a me.
)ues,:1
nudo, se encuentre acompa-
pr\-.-'¡- Detrás de todos estos obietivos que, o sólo tienen apar¡encia de bie-
ñada de cierto grado de placer.
e é.tii, nes o son en realidad un medio para alcanzar otro obielivo, existe un Tampoco puede tratarse de
ra !gn- bien que se busca por él mismo: la felicidad. algo leiano, como el amor pla-
tónico. Asi pues, ¿qué es?
Según Ar¡stóteles, la felicidad (eudaimon¡a) es el bien supremo,
n)ado: deseable por él m¡srno y que no se subordina a ningún otro. pero s¡ -lnd¡vidualmente, deline
aquello que es paia t¡ la te-
t\.s nos preguntamos en qué cons¡ste la felicidad, nos damos cl¡enta de licidad. lnlenta ser lo más
, en_er- qrle cada uno encuentra la fel¡cidad, si la encuentra, en urr lugar di- concrelo y claro posible.
uq/- f¿rente. A pesar de esto, para Ar¡stóteles, la f¡nalidad de cada cosa
- Poned vuestras def¡n¡c¡ones
ra iea radica en aquello que le es propio, en actualizar sus pos¡bilidades o en común y confecc¡onad
tlrtvo potenc¡as. Así, para un cuchillo lo más propio es cortar, para un árbol una lista-
t Rt"n- Discutid, argumentadamen-
crecer y dar fruto. Para el ser humano, lo más caracterísico y natural -
rü¿- es la racional¡dad, por ello la ielicidad consistirá en ejercer esta fa- te, cuál os parece la defin¡-
c¡ón más aceriada.
cultad, es de€i! en llevar una vida contemplat¡ya ded¡cada al saber.

71
11,,, i r 3
4.3. v¡rtudesdianoéticas 4. 4.
r* Según Ar
Como acabamos de decir, la actividad más específica del hombre acuc ) (
será aquella que le proporc¡one mayor felicidad. Aristóteles la dedu- tico v oer
ce a part¡r de su concepc¡ón antropológ¡ca. Aquello que es propio feiici. )r
y característico del hombre no es su dimensión vegetativa, ni su
d¡mensión sensit¡va, s¡no su d¡mensiórr ¡nteléct¡va. En la aclividad Sin e1>a
racional, en la actualización de sus potencialidades ¡ntelectu3les, ei rnano forr
"':l. t I ac:
hombre encuentra la más conrlJleta felicidad. tiene
sólo c¡¡;ri
La buena ejercitación de la actividad intelectual o racional, en to- Va y \ .jel
dos sus aspectos, nos dota de excelencias o ef¡ciencias teó;icas qut: ¡rianorkvi
I
son denorninadas vidudes dianoét¡cas. Dianoético proviene, en grie- talnb, -. ¡ s
go, de d¡áno¡a, que s¡gnif¡ca 'pensamiento' o razón d¡scursiva'. Por
ir ello, las virtudes d¡anoéticas son lodas aquellas que están relacio-
Si laslu
¡ f¡exionat v
nadas con la capacidad de reflexión y deliberación i,, por tanlo,
con la capacidad para entender cómo es el mundo y saber cómo
nera \ at
tros clg\ec
aplicar aquello que se reconoce como correcto en la elecc¡ón más
I acertada. Aristóteles habla de las sicu¡entes virtudes d¡anoét¡cas:
sus dc- .,o:
cionali+d
La p[udené¡a (phrónesis): consiste en la razón práctica o .¡u¡c¡o, d¡o ófJ.,,l¡c
¡
:
-
entendida como la capac¡dad de aplicar los princ¡p¡cs generales Ante l1,ar
I
a las situaciones cambiantes. En concreto, la pruderrcia es la cle dic!4 ri
virtud que.nos hace reconocer cuáles son los nredios que nos lidas c. , cL
A. acercan al bien y, al mismo tiempo, nos indica la manera en que car sio¡0p
.¿- se pueden llevar a la práct¡ca. tos de, üor
respue-{a I
La prudenc¡a, pues, es necesariamente una manera de ser racional, ver-
Por e,eApt
La muchacha de Anliun. dadero y práctico, en relación con los b¡enes humanos.
portan. -nt'
Aristóteles, Etica a Nrcótnaco, Vl 5c.
hacer f¡eqte

¿Ser humano a med¡as?


El arte (techné): capacidad de saber hacer o produc¡r de mane- f5. SiFion
13, ¿[h ser humano que no eierci- - i d¡!- cn
ra racional.
te sus capac¡dades inleleclua- virys(
les as un ser humano incom- le. Js
pleto en relación con otro que - La sab¡duría (soflaJ: comprcns¡ón teór¡ca de la realidad median-
sí lo haga? ¿Es, por tanto, me-
nos feliz?
Antes de responder hay que preci-
te la razón contemplativa.

._ La cienc¡a (ep¡stéme): conoc¡m¡enlo objetivo de aquello que es


@
sar lo siguiente: a) ¿Oué s¡gnilica universal y necesario y que, por tanto, es demostrable.
"ejercer capacidades intelectuales"? @'r*-
¿Ou¡ere decir exclusivamente "es- La ¡nteligenc¡a ¡ntu¡t¡va lnous)- la habilidad de captar los prilrci-
tud¡ar y rec¡b¡r ¡ntormac¡ón., o ind¡- -
pios más generales o axiomas de la ciencia.
ca mucho nrás?; b) S¡ lo que def¡ne
al ser humano es sólo la rac¡onal¡-
\--9s'--,
dad, ¿qué sucede con los sent¡- Las virtudes d¡anoéticas o ¡nteiectuales son leóricas y IienEn un va-
mientos, qué lugar ocupan?; c/ Una lor por sí m¡smas; y as prec¡sanrente en su ejerc¡cio don(lc rad;ca Arislótciru c
vez hayas pensado o defin¡do lo que el ¡deal de v¡da y Ia posibil¡dad de máx¡nra íel¡c¡dad. Uite persi.rna que junto ci -.;
es propio dei ser hunrano, desde tu no ejerc¡te estas capacidades deja de ¡ea¡¡zar la nrás gen;,ina aclivi- la ¡ustic; .... :
perspectiva, indica qué sucede si
dad humana. Po[ tanto, está como incornpleta y ca pocc/ probab¡c y.1,
no real¡zas aquello que te es prop¡o.
que pueda ser realmente feliz. "Áo
de cada{rct

72

'D
I

iii r,.,, l3
4.4. Las virtudes éticas y eltérmino medio
Según Ar¡stóteles, el ser humano es feliz cuando actúa y vive de
acuerdo con aquello que le es prop¡o; por tanto, como lo caraclerís-
¿Moderación en todo?
l\- tico y peculiar de los humanos es la rac¡onalidad, el máx¡mo bien y 14. Si la v¡rtud es entendida como
)i(t, felicidad consistirá en la actividad intelectual. la moderación en todas las co-
5r.r sas, ¿podemos af¡rmar que el
Sin embargo, el ser humano no es solamente ¡ntelecto, el ser hu- buen estudiante es el que no
mano forma parte del re¡no an¡mal y, como el resto de los animales, estudia ni mucho ni poco?
er
tiene necesidades, deseos, etc. Recordemos que el alma humana no ¿Oué cre€s que d¡ria Aristóte-
les al respeclo? ¿Qué opinas
sólo cumple una función rac¡onal, también t¡ene una función sens¡ti- lú?
o va y vegetat¡va. Por esta razón, las v¡rtudes que pos¡b¡litan al ser hu-
U€ mano llevar una vida de acuerdo con el b¡en no son sólo d¡anoéticas,
tamb¡én son necesar¡as las v¡rtudes ét¡cas_
'jo
Si las virtudes d¡anoéticas tenían que ver con nuestra manera de re-
o-
flex¡onar y conoce( las v¡rtudes ét¡cas están relac¡onadas con la ma-
t\- nera de actuar en el mundo, controlando nuestras pasiones y nues-
t']c-
tros deseos. El ser humano actuará corectamente y será virtuoso si
sus deseos y costumbres se encuentran dentro de lo racional, una ra-
s:
cionalidad que en cada circunstancia escoge según un térm¡no me-
io, d¡o ópt¡mo entre dos extremos de conducta, ambos negat¡vos.

Ante la var¡edad de factores y c¡rcunstancias, y de la impos¡bil¡dad El ideal d€i vida aristotél¡co l


l¿.!
de dictar reglas para cada momento o reglas generales que sean vá- Aristóteies sábe muy b¡en que at-
o§-
I

lidas en cualquier s¡tuac¡ón, la pauta ética más adecuada es bus- canzar lalél¡cldad no es larea fá-
ue car ¡iempre el término medio, la moderac¡ón en todos los aspec- c¡1.'Además, §é da cuenta de que
tos del comportamiento. Cuando me pregunto qué he de hacer, la "la felicidad no puede presc¡nd¡r
respuesta es .ev¡tar tanto el exceso como el detecto". de los b¡enes externos. Es as¡-
inismo imposible,_o por lo menos
Por ejemplo, una persona pcseerá la virtud de la valentía si su com- difÍc¡|, hacer el bien s¡ se está fal-
I
portam:ento es un término medio entre la cobardía (incapacidad para to de iecursos, ya que podemos
.realizar muchas cosas s¡ tenemos,
hacer frente a situac¡ones difíc¡les) y la temeridad (falta de comprensión
como. instrumentos, amigos, d¡-
y evaluación de las difi- nero.o_¡nfluenc¡a política. Y por
t5. Siguiendo el e¡emplo qÚe se propone, in-I cultades y pos¡bles con- otra parte, haly''quien ve quebran-
dica en qué cons¡stirá el comportam¡ento tada su foñuna si le faltan algunas
Secuenc¡as de la acción).
virt,..jso o término medio en los siouien- satisfaccióneó, como proVenir de
t..;¡sos: - tt nomore que stemprg una búéna fam¡lia, tener hijos edu-
I._ está de iuerga no lleva cados o gozar de buena presen-
valenlia una v¡da virtuosa, pero cia" . lEt¡ca a Nicómaco, Ogga 30-
'1

tampoco lo hace aquel 1099b 5.). ,: j:.


e§, que no se permite ningún Por ello,.su ¡deal de v¡da fel¡z im-
avariciá tipo de placer: la tem- . plica, entre otras cosas, tener
planza o el dom¡nio de : solucionados los problemas ¡n-
ai-
- uno mismo sería el térmi-
mediatos y, disfrutando del ocio,
poder ded¡carse a la act¡vidad
g¿eflza no medio entre estos dos c¡entíf¡ca, a la búsqueda teórica,
extremos. a la contemplación de lo universal
y necesario. La felic¡dad suprema,
)a Aristóteles continúá aplicando la norma del térm¡no medio a un con-
aquella que nos hace semejantes
¡unto de virtudes como la amabilidad, la veracidad, el buen humor, a la d¡v¡n¡dad, sólo la genera la
.,i- la justicia... Consc¡ente de que este térm¡no med¡o dependerá de cada vida contemplativa.
rle caso y de cada situac¡ón, considera que sólo la prudenc¡a y la razón
de cada uno garantizan la elecc¡ón correcta del término med¡o.


llrr, lr, l3

5. La organización Política 5.2. Lq"


Aristóteles const
Ét¡ca y polít¡ca, tanto en Platón como en Ar'stóteles, son ámb¡tos
¡nseparables: la él¡ca conduce a la política y la politica vehicula el es conscienile
y potenc¡an pRr
ideal ético. Si la ética se ocupa de organizar y orientar el comporta-
i

m¡ento individual en pos del b¡en y la felic¡dad, la func¡ón de la polí- Ar¡stóteles, f¡el a s
tica es organizar la vida y el comportam¡ento colectivo para asegu- tiempo. A ra^rle
rar el bien comÚn. En def¡nitiva, ética y política tienen el m¡snlo ob- perfecto, al cont
jetivo: el bienestar y la lelicidad humanos. vive unas cirls
cen imoos¡ble est
No obstante, la ética está subord¡nada o depende de alguna mane-
comunidad . Je
ra de la polit¡ca, Pues, por un lado' es prefer¡ble el bien de la comu-
sus necesidq¡§s
nidad a la felicidad de un solo ind¡v¡duo y, por otro, el ¡ndiv¡duo, en
blecer algun. di
tanto que ser social, sólo puede desarrollarse y ser feliz en el mar-
pro-
co de la pol¡s o sociedad. Ésta liene la obligación y el deber de '17. En este ' 'o
porcionar las bases y las henamientas necesar¡as para que sus miem- res: en Prilnr.,'r
que se p^ig(
bros satisfagan sus necesidades e intereses'
En este relieve Atenea y Hera (d¡osas
protectoras de Alenas Y Samcs, res- Puesto que fÉqim
pectivamente) se estrechan la mano @mo lomismo,y Jlí
simbolo de la hermandad y la conv¡ven_
cia eñtre las dos c¡udades.
5.1. El hombre, un animal Polít¡co beÍano en las ciu(
solo, o bien
A.rs
y
Para Aristóteles, él ser humano es, por su naturaleza condición' uno solo o bien la
do al interée-ml
un ser esencialmente polít¡co (polr$, es decir' social' Esto signif¡- amente reoros: P
puede rea-
ca que es en el seno de la comunidad donde el hombre terés particu\o I
lizaÁe óomo tal y desarrollar todas sus posib¡lidades' Aristóteles ius- do ta mayor, , so
til¡ca este carácter inherentenlente social de la siguienle manera: bros de unalipd¡
conviene qL :rr
nos unipe6onaies
Por ello es ev¡dente que el hombre es un an¡mal
político' mu- narquia a ac

cho más que las abeias o que cualqu¡er otro animal


gregario' En pocos, pcro^ql
Je rT
efecto, tal como dec¡mos' la naturaleza no hace nada en vano y' b¡er.lar¡ los ¡-ior(
que posee el don de la ciudad y p."J lo
entre los animales, el hombre es el ún¡co 16. Lee atentamente el texto y l€suelve las si- i

voz, en efecto, es una señal de dolor y de placer' do gobi¿ma l¡{tal


la palabra. La guientes cuestiones:
y ior este motivo también se encuenlra en los otros animales' . llunlana es
¿Qué facuitad exclusivam-'nte DJsnués cle leo
páro su naturaleza sólo les perm¡te man¡feslarse recíprocamen- la que prueba el carácier naturalmcnle sr)-
-
l¿. ':
,tuiente
ie las sensaciones dolorosas o agradables que experimentan' En cial del ser t¡ulnano? ¿Por qué?
que es col'¡vel'¡¡ente
camb¡o, la palabra es capaz de expresar lo . ¿Qué tunción cumple el lenguaj" en
justo y lo que lo:r
y lo que es digno de reproche, y también lo que es er¡ste ^
seres humanos? ¿Qué difetenci¿
L injusto. EJe hecho, por tanto, es esp€cílico de los hombres enlre ésle y la forma de comunicarse de¡
respácto drl resto de los animales, pues el hombre es el único
reslo dc los animales?
quá tiene la sensac¡ón del bien y del mal, de lo iusto y de lo in- ¿Oli&, es
justo, y de todo el resto, y es prec¡samente el compartir esle . ¿O.á tc parece que es el mot¡vo
que ltace i

valor lo que lorma la familia y la ciudad del lengua¡e una facultad imprescind¡ble
Aristótetes, Pol'?ca, 125b 27-1253a 29' I

Aunque unos reg


^.
personas ne- para Aristót1s
Este carácter soc¡al de la espec¡e humana lrace que las
El in-
cesiten el marco.de la c¡udad para desarrollarse como tales sea satisfactor¡a
dividuo no es como la mano, una parte dei cuerpo que pierde su
li- tando los e¡.1¡r
nal¡dad si se separa de él; una persona ya es, por sí tnisma' una uni- munidad sef\la
dad con sentido. A pesar de ello' ha de convivir con los demás
para no sean nl n. / rl
completarse. El hombre a¡slado' en soledad, llo
puede realizarse taria sea la cAre
de-
completamente, pues no es una isla (la palabra que en griego que posible:,..jnl
signa a un indiv¡duo que no se relaciona con los otros es id'ótes)' entre la oligarltí,

74

.i'.,.
é w¡iá
lrr r, l,r, l3
5.2" Los regímenes políticos
it\, Aristóteles constata que el ser humano se realiza en sociedad, péro
la el es consciente de que no todas las organizaciones soc¡ales favorecen
y potencian por ¡gual el desanollo y la felicidad de sus miembros.
¡r¡lí-
Arilóteles, fiel a su talante observadol estudia la realidad po!Ítica de su
!cltl,
t¡empo. A raíz de estos estudios, n¡ega la posibil¡dad de un Estado
ü1,
p€lecto, al contrario cle lo que había defend¡do Ptatón. Cada pueblo
v¡ve unas circunstancias geográficas, climát¡cas, culturales... que ha-
ce:t imposible establecer un orden general válido para todos. AsÍ, cada
tlll- comunidad deberá encontrar la organización que se adapte me¡or a
sus necesidades y recursos. Ahora bien, ciertamente se pueden esta-
)ar- blecer algunas diferenc¡as entre unos regímenes y otros. Veámoslo:
rrd- 17. En este texto de la Potitica, Aristóteles establece seis t¡pos de regimenes basándose en dos criterios clasif¡cado-
)fT'
res: en primer lugar, según el número de gobernantes y, segundo, en func¡ón de la bondad del réll¡men o el interés
que se persigue.

Pucsto que régimen político y forma de gobierrro s¡gnif¡cañ bre común a todos los regíménes politicos: c¡udadan¡a fre-
lo mismo, y que la lorma de gob¡erno es aquello que es so-
bqano en las ciudades, es necesario que sea soberano uno
públical. (Esto está bien lundamentado: porque es pos¡ble
que uno o algunos se dist¡ngan por la v¡rtud, pero es d¡líc¡l
r
solo, o b¡en unos pocos, o la mayoía; c¡ertamente, cuando qúe un número mayor sea cumpl¡dor exacto de toda v¡rlud,
T
ón uno solo o b¡en la minoría o la mayo.ia gob¡ernan atendien- s¡no que lo será en todo caso de la v¡rtud guerera, porque I
I¡I I- do al interés común, estos regímenes políticos son necesa- t
ésla se da en la masa; por ello precisamente en esla ciuda-
f,14 ñamerile rectosi pero aquellos que lo hacen alend¡endo al in-
dania el máximo poder es el de los defeñsores del país y par-
terés parlicular o b¡en al de uno solo, o al de la minoría, no al I
de la mayoría, son desv¡aciones. Porque, o b¡en los miem-
ticipan en ella los que poseen las armas.)
Las desviaciones de los regí,rnefles mencionados son: de la
l,
bros de una ciudad no deben llamarse c¡udadanos, o b¡en
conv¡ene que tomen parte en las ventajas. Entre los gobier- monarquía, la tiranía; de la aristocrac¡a, Ia oligarqula; de la
tt
nos un¡personales, estamos acostumbrados a denominar mo- c¡udadania, la democrec¡a ldernagog¡a]. En efecto, la t¡ranía II
narquía a aquel que vela por el interés común; el gobierno de es una monarquía que busca el ¡nterés del monarca, la oli- I
pocos, pero de más de uno, a stocrac¡a, b¡en porque go- garquía, el de los b¡enestantes: la democrac¡a ldemagog¡a],
biernan los mejores, b¡en porque busca lo que es mejor para el iriterés de los pobres; pero ninguna de ellas busca el pro-
ri la c¡udad y paaa los que partic¡pan en sus asunlos; pero cuan- vecho dé la comun¡dad.
do gobiema la masa atendiendo al bien común, recibe el nom- Aristóteles. Porl,ba. 1279a 25-1219b 10

- Después de leer detenidamente el texto, completa la s¡- . Ut¡lizando la información que has obtenido en la tabla, l
luiente tabla: def¡ne los s¡gu¡entes conceplos.. monarquía, atistocracia, .

,.J ciudadania o rcpúbt¡ca, tirunía, ol¡garquia y democ¡acia o


demagog¡a.
I

te.- Comúñ | PantcLtlet


I --',_.- -T - ¿Te parece que la clas¡ficación aristotélica continr]a sien- ]

I luro sofc do válida en nuestros dias? ¿Por qué?


l¡o,t:a es. i.. . Apl¡ca i
l- u4os pcaos la clas¡f¡cacióñ aristotélica a los s¡quienles re-
¡e' I el soDera/D? I gimenes: Repúbl¡ca F.ancesa, Fleino Unido, Estados
I tbñayoia
Unidos, Repúbl¡ca Popular China.'
]

Aunque unos regímenes sean mejores que otros, lo que sí está claro
e- para Ar¡stóteles es que lo más importante para que la vida social
lt- sea satisfactoria es la
estabilidad. Ésta sólo se puede conseguir evi-
I- tar:do Ios extremos. Por ello, Ar¡stóteles defiende que la me¡or co-
munidad será la más moderada, aquélla en la que los ciudadanos
aa no sean n¡ muy r¡cos ni muy pobres, es dec¡r, donde la clase mayori-
taria sea la clase med¡a. Por tanto, Aristóteles se atreve a profetizar
que pos¡blemente el mejor rég¡men se encontraría a medio cam¡no
entre la oligarquía y la democrac¡a-

75
Comentario de tex to
Denomino término med¡o de una cosa a aquello que - ¿Qué título escoges?
está en ¡gual medida ale¡ado de cada uno de sus ex- . La ética de h moderación
tremos: por eso es uno y el mismo para todos. Sin em-
. Med¡a ar¡lmét¡ca
bargo, respecto a nosotros, aquello que ni es excesi-
vo ni demas¡ado poco no es uno ni el mismo para to- . Un término med¡o para todos
dos. Por ejemplo, si diez es mucho y dos es poco, . De nada nunca dema§ado
respecto a la cosa en sí, se toma el se¡s como térmi-
no med¡o, porque supera y es superado en una can- Conterto ¡n¡ned¡ato del terto
t¡dad igual; ahora b¡en, esto es el término med¡o se-
Hay que §tuar el texlo en un marco teór¡co e his-
gún la med¡a antmética. En cuanto a nosotros, en cam- -
tórico más amplio. En este caso, la teoría del tér
bio, no se ha de tomar así, porque si para alguien
m¡no med¡o ocupa un lugar central en la ét¡ca aris-
comer diez m¡nas es mucho pero comer dos es poco,
el entrenador no le ordenará se¡s m¡nas porque esto totélica. Pero tamb¡én puede relac¡onarse con la
tamb¡én es, para quien lo ha de tomar, ¡gualmente mu- polít¡ca y la antropología.
cho o poco; es poco para Milón, pero mucho para el . E térm¡no rnedio es adi:ado solo a ur¡as detenn¡-
gimnasta novel. Ocune de manera similar en la cane- nadas viludes, pero no a todas. lrdca a oáhs no.
ra y en la lucha. Así pues, cualqu¡er entendim¡ento evi-
. La valentía, la generosidad, y olras, son ejem-
ta tanto el exceso como el defecto, busca el térm¡no
plos de v¡rtudes éticas a las que aplica Ia pau-
medio y lo el¡ge, pero no el térm¡no medio de la cosa,
s¡no el relalivo a nosotros. Entonces, si todo conoci-
m¡ento realiza su función de este modo, dirige la mi- .
ta del térm¡no med¡o. Explicalo.
La ét¡ca es la encargada de orientar el compor-
fME
rada hac¡a el térm¡no med¡o y guía sus obras hacia é1. tam¡ento y la acc¡ón hacia un objet¡vo. ¿Cuá? Uno deJqs ¡
De aqui que se acostumbre a decir que a las obras vil¡zacil .--{.
. La ética de AristÓteles especif¡ca dónde se en-
b¡en hechas no se les puede quilar n¡ añad¡r nada, a allá de la rnl
A;rs
no ser que tanlo el exceso como el defecto deslruyan cuentra la felicidad; ¡ndícalo y recuerda cuál es cer los
el bien, pero qtle el término medio lo conserva' y que la argumentaciÓn aristotélica. la lilosof ía g
los bue..cs artesanos -como dec¡mos- trabajan con . SU ética se fundamenta en otras partes de su Aristó1,1,
la mirada puesta hacia é1. Si, por otro lado, la virtud - filosofía; ¿cuáles son? c¡ón cultur
como t¿,nbién la naturaleza- es más exacta y más pares c^lo
excelente que cualqu¡er arte, deberá tender directa- Mirando más allá del texto ps¡cologra, c
mente hacia el término medio. Hablo de Ia virtud éti- pe;o Platón. ¡c u
- ¿Qué f¡uedes decir relac¡onado con el texto
ca. porque ella se refiere a pasiones y acciones, y en que vaya más allá de él Y del autor?
tótcles, .,n t
éstas hay exceso y defecto y término medio. si(lo rno¡¡€l(
. EI excelencia ha s¡do 'trata-
tema de la virtud o qLre ira,. -o :
Aristóteles, Élicá a Nicórnaco, ll, 6 l1106a 24- 1 106b 1 7)'
do po[ autores conlo SÓcrates o PlatÓn. Hepa- tericr a lréf
sa lo que dijirlos ai respecto en las unidades (le l)ági (l
Análisis del contenido
con espondientes.
En este texto, Ar¡stÓteles desarrolla su doctrina del En el c;-' c
. La pauta ética de moderac¡Ón o doctrirla del tér rnática,,.i,'¡r
término med¡o, como virtud ética que debe acercar
m¡no ntecl¡o procede de la medicina de l-l¡pÓ- terior. Es<e r
nueslras acriones al bien y a la lelic¡dad.
crates: la salud se halla en la moderac¡Ón. pensadL. / n
- Para captar las ¡deas principales del texto, ¡ndi- dia. DeqE(¡ér
ca s¡ son conectas o no las siguientes afirmacio- Opinión persona¡ aportac. l c
nes. En caso de que no se ajusten a lo que d¡ce Para algunos pensadores, la moderaciÓn es el único reencontrad(
el texto, rectifícalas criter¡o general que cada uno ha de aplicar si desea tales cc1 I
. Término medio, aquello alejado en igual med¡- llevar una v¡da v¡rtuosa y cercana al bien. Sin em- do en Occidr
da de los dos extremos, el exceso y el defecto
pos por'1 fi
bargo, no todo el mundo p¡ensa lo misnto; en algu-
realizará una
o carencia. nas act¡üdades y situaciones parece que la pas¡ón y
vertirá padc
. El término medio es como una media ar¡tmét¡- el entus¡asmo son lacloreE muy pos¡t¡vos, por eiem- tionable clur
ca vál¡da para todos. plo, en las activ¡dades creativas. Esto pueds ser ex-
entrado^\R,
. Como toda actividad b¡en hecha, a Ia que no le tensivo a todos los ámb¡tos de la vida, es decir, al- cuencia- qu,
falta ni le sobra nada, el comportamiento ético guien puede pensar que la mejor fon¡a de compor- tórica), Dqh¡
virtuoso es aquel que, guiado por el conoci- tarse es, precisamente, mostrar entusiasmo. ¿Cuál les, grar. -.ni
m¡ento, t¡ende hacia el término medio. de las clos opciones te parece mejor y por qué, la t¡smo irtelec
. que profjone moderación o la que defiende el com-
[a virtud diancét¡ca, aquelia que se refiere a hs
portamiento pas¡onal en todo momento?
acc¡ones, consisle en el término medio.

::
¡
r&---¡ ÉÉ-É-

his

2fts-

r¡cr

)r)\,
aU-

CT \ t a a t¡
Uno de los pilares fundamen
tales y que def¡ne la c¡- I a obra y el pensamiento
vilizac¡ón occidental es el pensam¡ento ari stotélicos fueron tan
griego. Más sistemáticos, tan exh aust¡vos,
allá de la influencia conc reta que abarcaron tant OS
han podjdo e.Jer- ámbitos, tantas ramas del saber
cer los pensadores griegos que, al convert tr-
en filósofos poster¡o res,
la filosofía gri ega, y de manera deslacada platón se su obra en verdad i ncuesl¡onable,
st.¡
Aristóteles, h a estado presente y tuvieron forzosament e que oponerselas ciencias
en to da la evolu a las ide-
ción cultura I de Occ¡dente, as ar¡stotél¡cas para poder- progresar y
en ámb itos tan dis- ampl¡ar sus
pares como I a l¡teratur
a, la política, la economía, L logros. En muchos casos, éstas
fueron sostenidas
psicología, el arte... Est por."d¡scípulos" p oco originales
-o o es porque, alternat¡vamente que conv¡rt¡eron
Platón, en una línea idealista y en deber primordial la tarea
rac¡onalista, y Aris- de p roteger de toda he_
tóteles, en una fínea mas empi¡.ista re.iía y oposición.l AS ENS enanzas
y realista, han aristotél¡cas Así,
t- sido rnodelos y re ferentes obiigados numerosas disciplinas (fÍ srca,
Tanto es así, astronomía, biolo_
que ¡ncluso se ha llegado gía...) avanzaron a fue rza
t- a decir que la filosofía pos- de rebatir las opiniones
lerior a la Antigüe dad no es del estagirita
s más que u na nota a pie
de página de los clásicos
A pesar de ello, la poster¡oridad
ha sab¡do reco_
En el ca.,so_de Ar¡stóteles, su luz realista y s¡ste_ n_o-cer.su mérito en palabras
como tas Oe RusseJt:
m-a_uca ¡iuminará gran parte del.pensamienio pos_ dos mil años antes de que el
reflor. Es de deslacar el predominto :pasaron
du,era mundo oro_
un fitósofo de su
pe_nsador
que tendrá como
ymaestro ind¡scut¡ble durante gOaj que tuv¡eron que oponerse f*rr.-o
""t"gori"l,.
a;us doctrinas paiá
or1 Después de unos años de oscuriOao
n iriJ der desarrollar su propia obra
"',it5ru""
iál
en qué L valoraron l" ;p;;;
aportación.ciásica se había perdido, cron del filósofo. Darw¡n escr¡be: ,.f-¡nne
er¡stOteülel
I reencontrado gracias al lrabaj;
tales como Averroes y Avicéna.
de pensadores orien- srdo mis dioses, pero comparados
no fueron más que unos niÁos,
V Cuulr-na-n
Ár;.i¿iJ;;
do en Occ¡dente, será adaptado
ún, ,",
,""rpáir_ "oí
a lo. nr"ro" i¡".i_ Para acabar, sería imperdonable
r"
f^:,f_?i un€
fitósofo de ta talta de santo Tomás.
Ésie
no
portancia que ha tenido Afistóteles recordar la ¡m-
reat¡zará cristian¡zación del estagirita que en ámbitos como
con_ para atsunos, hasta etsisto
y.eñn?.s, doctr¡na en autoridad y verdad incues- XtX sui
tionable durante toda la Escolástica expr¡cacrones serán sólo matizadas,
^111,s]11:l-*,
y trasta O-ie-n V po"t"rüi_
Renac¡miento. Esto tendrá únr.
:l:,:9:
cxenc¡as"tque, posiblemente (es Silli;3trñL,i"J,;:1"J:',,::,.r*"norebatidas
"on"u_
una hipótesis hli_
tor¡ca), no habrían gustado en
le_s, gran am¡go de la verdad
usmo tntelectual-
aOsolutó a er¡sjáie_
y enemigo Oel crolmá- ü:'tri¿i'¿";y:1i:t"§"i[#§,:,ffi
varuo ra experiencia y los sentidos
en próJes-o
iilj
de aprendizaje. "f
t.
r
a'
I
E
& El pensam¡ento helenístico o
tw
.f
v Esquema
1. De las polis a los reinos helenísticos
1 .1 . Alenas, pieza de un ímpera
1
a

1 .2. Las monarquías helenislrcas


1 .3. Consxuencias de la cjecadencía Ce h polis

2. Raíces de la filosofía helenística


2.1. Escuela de Megara r{
2.2. Escuela hedonista
2.3. Escuela cinica

3. El helen¡smo f¡losóf¡co
lnrli;
3.1 . Epicureismo loioEn:s
Aunque és
3.2. Estoicismo die e^u
SeVeri¡rlC¡,
3.3. Escepttbismo
contr¡(l (
fr. d¡jo: .,.-e§
4. El helenismo c¡entíf¡co
! apartF{e
4.1. Eucl¡des de Nejandia, el sistematizador te". L -d€
4.2. Arquímedes: matemático, físbo e ingeniero do quAlr¿

4.3. Aristarco de Samo§ ei astrónomo [...] Fue ei


4.4. Eratóstenes, d múidor
r)os, ,^ü
de un , ',c'll
4.5 Claudio Ptolomeo, d astrónomo comp¡ladü lizar gallq
Inir, c" ,¡ct
5. [á f¡losofía heienística en Roma tico d<cr
dano:- i I
5.1. La l¡elenizacion l¡losof¡ca allí.
5.2. Séneca

@" bjetivos
Descubr¡r una concepción de la actiüdad filosófica propia de los momentos de confl¡cto y ci¡s¡s como
fue el helenismó.
[...] [ D,og€
cavarz\nj¿
nesto. -e s
desgrfr¡as
. Comprender las distintas i¡isiones del mundo que se pueden adoptar desde sisteinas filosóficos di- desgr. .ia:
ferentes. cuerd2qde
. Evaluar la fuer¿a de determinadas propuestas éticas, las propuestas.helenísticas' ' . -i
etma- :
ran el Sol y
. Ejercilarse en la conexión de actitudes filosóficas del pásado con comportamientos y actitudes filoJ tidiann
sóficas del presenle.
. Constatar el camino que toma una cienc¡a separada de la especulación filosófica como tüe la cieni'
cia ale.iandrina. ¡
. Valorar el papel de.la observación y la experimentación en los avances c¡entíficos. ]
. Captar la vigenc¡a y actualidad tanto de ideas flqsóf¡cas como de aciertos científiccs Prop¡os de la epoca.'
t
78
I1t r-t -. I

1 'a.
T
II
u
t I
E- {

:I

Gran¡ero con uña vaca (siglo I a. C.).

lnvitación a Ia unidad- I
I
lDiógenes] al llegar a Atenas contactó con Antístenes. I
Aunque éste ¡ntentó rechazarlo porque no adm¡tía a na- I
die en su compañía, lo obl¡gó a adm¡t¡rlo con su per-
severancia. Asi que una vez que [Antístenes] levantó t
contra él el bastón, Diógenes le presentó la cabeza y ,J- I
d¡jo: "iPega! No encontrarás un palo tan duro que me
I
aparte de t¡ m¡entras yo crea que dices algo ¡mporlan- I
te". Desde entonces fue discípulo suyo, y como exil¡a-
do que era, adoptó un t¡po de vida frugal.
.
lntroducción I
I
[..,] Fue el primero en doblarse el vestido, según algu- El pensamiento de la época llamada hele-
I
nos, para así poder ¡ncluso dormir en é1. Y se proveyó n¡smo contiene dos grandes vertientes o
I
de un morrai, donde llevaba sus prov¡s¡ones, y solía utF frentes de actividad que dan p¡e a hablar
lizar cualquier lugar para cualqu¡er cosa, ya fuera dor- de un helenismo filosóf¡co y de un helen¡s-
1,
mi¡ comer o dialogar. A veces decía, señalando el Pór- mo c¡entífico. En esta un¡dad esludiaremos |,
'
ú l¡co de Zeus y la aven¡da de los desf¡les, que los c¡uda- el contexto h¡stór¡co del helen¡smo y lo que l:_
danos dé Atenas los habían decorado para que él v¡v¡era supuso para el pensam¡ento; veremos, tam- i:r
allí. b¡én, las filosofÍas anteriores a él y que, en I:
ii-'
c¡erta manera, lo cond¡c¡onaron, las f¡loso-
I...1 [ Diógenes] Decía que los hombres compiten para fías prehelenísticas. Un importante aparta-
cavar zanjas y dar puntap¡és, pero n¡nguno para ser ho- do de la unidad se dedica al estudio de las
mo; nesto. Le sorprendian los erud¡tos que ¡nvest¡gaban las tres filosofías preponderantes del helen¡s-
desgracias de Od¡seo, mientras ignoraban sus prop¡as mo: el epicureísmo, el esto¡cismo y el es-
desgracias. Y también los músicos, que afinaban las cept¡cismo. El último apartado está dedi-
cuerdas de la lira, y tenían desat¡nados los ¡mpulsos del cado al estud¡o de las aportac¡ones c¡ent¡
alma- Se extrañaba de que los matemát¡cos estudia- f¡cas de la época, el helen¡smo científ¡co.
ran el Sol y ¡a Luna.y desatendieran sus quehaceres co-
lo!t tidianos.

D¡ógenes Laerc¡o,
Vidas de los f¡lósolos, Vl,

79

I
l lni,l.r, l 4
El aférn dr

l. De las Polis a los re¡nos tad^lr


entre of¡,
helenísticos mo
^oj
esta Doli
Elhelenismoesunperiododecivilizacióngriegaquese.in¡ciaconla
fAleiandrol preparó el terreno
para
;uerte de Aleiandro Magno, en el año
323 a C'' y finaliza' conven- seL n
una e*oans¡On sin Paralelo de la en el 31 a c'' cuando el se- las p¡sl
cultura gr¡ega. Aleiandria en Egip-
;;;];;;i" i;;cientos-años después' flota de Marco Au-
O"avio, después de derrotar a la corlL -Jc
to v Antioquia en Siria eran lun- ^"rJr"á"". provincia romana'
daáiones griegas, cap¡tales de
los relio y Cleopatra. proclama a Egipto Perrllr
,l: reinos Ptolemaico Y seléucida' 323 a. C.
tl oroteqidas Por dos generales de ¡nter-p
: Á1"i"ñ¿ro. Los soldados, los fun- 1.1. Atenas' Pieza de un imPerio de sj¿t, c
cionarios admin¡strat¡vos y los co- de
era obtener el reconocimiento ñOh- -¡á)
merc¡antes que se instalaban
en El sueño de Filipo de Macedonia En
y
Asia EgiPto transPlantaron las
il;i;.;egos pero este sueño requería la hegemonía Política geng¡{e:
de scr
inst¡tuciones de la Grec¡a contl- ñ"ffi;ñ;;'on"'' el año 338 a c ' dos años anLes ñerot,., nl
modi- "n en[re Atenas podñ
:
nental. Una cultura común'
*"n*i", , ",
U, hijo Alejandro derrotaron a la al¡anza
licada oor diferentes influencias que respetar el.poder.m¿ce-
en luqares d¡lerentes Y' sobre ri*r"l iá" *',. de Grecia tuvieron
por deshacerse de la domlnación Esia
r(rrl
todo, Jn lenguaie común' les
daba á""áliir"ni t,,'po' los esluerzos desp s
más sumisión: Tebas f
re-asaltada (

un sentido de unidad' macedónica todavía comportaron cl 335 a' C ' nuev¡cor


y Atenas accptó lo inevitable: err
Long, A., La flosofía helenist¡ca v brutalmente anasaCa;
i-- de ser ciudades-Estado independietl-
^^t¡c rle Gricia deiaban
;;tt;;;"; ;".. sobernadas por senerales macedonios 1
Aristóteles,amigodelosmacedonios,pudoregresaraAtenas,don. cien- fvlue 'A
Aristóteles desarrollaba su obra
de lundó su Liceo' Y nl¡entras cersc dcl
de iefe militar de la Liga de
a. C . en tsos (en la aclual
tífica v teóÍica, Alejandro' en calidad Uas I .€
En el año 33i
Turouia cerca de la frontera con §lrla' ;;ni": ; en cat¡oao de serreral de la expedición oTl-'"n'-
por la pro- tiemp¡l it
atei;n--ro consiguió la primera vlctona ";i"J
;, H;;;;;;r,sta de Persia La excusa era vensarse
co;tra el rey Dario lll Después de ase- griegos llevada a cabo por lo: !::T.:.:" Los oene
diár v orupar lto (en el aclual Ubanolse
fanación de los templos '*un
la clu- lla"",, t so En pocos años' Aleiandro consiguió ,ou.]1 c
ores;ntó en Egiplo donde fundo
nombre' Ale¡andrla y
,r"rr* "ná"' que fuera gobernado por macedonios
queria que g¡qlr
iad lleva su
ür"n i.pur¡o' q,e él
qr.¡e
donde fue coronado faraón En el ''r I
adoptó una estrateg¡a de liaci-. I ;
a. C. derotó definitivamenle al
gran rey y persas por lo que, cotrsecuentemente'
y otros' Esta polit¡ca d"'"-":1T'"n'o rneo,4ra
Dersa Oario lll, y continuó el cam¡no na_
fomento de fusiones entre unos que se con-
ti" E"t., h""t" ul ,¡o Indo Y si no con- por los griegos de las polis sometidas' neral-- lL
"t el Ganges' tal como queria' tue o+
ouistó
üido a la presión conlraria de sus
gene- "tr'i""pá"i"0"
sideraban muy superiores a
los persas' se reeqrti
rales o .compañeros''
Pero Elte
Ser Cu, .,n¿
cabaAc¿
\ antes .re I
l,:::
\ niahrale
ri. ció. Por 01

- !,1
., -:l i
les si-\or
do y nruri.

F¡rralr:;J.:'
lós sl¡-rsl
nerales: A
,ri,;,
La fa¡,..,,a
,I Alejan{r,',
t.. 1..

f'

80
'ld*_._.

I
,4
El afán de fusión de pueblos fue tan grande que, de vuel-
ta de la lndia, Alejandro promovió diez m¡t matrimonios
enlre ofic¡ales macedon¡os y mujeres persas; él mis-
tl
t!. :
I

mo d¡o ejemplo casándose con una hija de Darío lll. Con


co- la
esta polit¡ca de fusión, la cultura y la lengua griegas
n\)!1,-
se ¡ban extend¡endo y, al mismo tiempo, se abrían
e!.T las puertas para la entrada en Grecia de relig¡ones y
o}ti- concepciones orientales.

Pero Alejandro mur¡ó ¡nesperadamente en el año


323 a. C.; su suces¡ón era un problema no resuelto. Se
intentó preservar la unidad del lmper¡o, pero cada uno
icñÉ de sus dos hijos (uno era un niño y el otro todavía
:a. Ert ...) había nacido) tenía part¡darios diferentes entre sus

lo lcr 0enerales. Por otra parte, eslos generales o .compa- f,

te:--s ñeros. no renunciaron a sus propias aspiraciones de


poder.
,uEá-
lCl Esta confl¡ctiva situación hizo que hasta cuarenta años
riaYa después de la muerte de Aleiandro no se consolidara una

Jien-
nueva configuración política más o menos estable.
I H
¿' s
d-' f .2. las monarquías helenísticas
i!4uerto Aleiandro, en Grecia rebrotaron las esperanzas de desha- La formación y poster¡or desintegrac¡ón §
ce¡se del yugo macedon¡o: pero todas las revueltas fueron domina_ del lmperio de Ale,andro constjluyeron
rll l j- d3s nor el gobernador Antípater, general macedonio que, al m¡smo uña fuente constante de luchas.

t¡empo, iba asum¡endo poder en el inmenso ¡mperio.


n las
Los generales que se hic¡eron cargo inmed¡atamente del imperio,
ade¡nás de Antlpater, fueron pérdicas, nombrado regente; AntÍgono,
nios
que aspiraba a mantener la unidad; L¡símaco, que pronto controló
aüt
Tracia y Asia Menor; Seleuco, que se quedó en Babilonia, y ptolo_
eil,1
meo, que se adueñó de la satrapía más rica, la de Eg¡pto. Estos ge-
:o)7
nerales fueron los verdaderos sucesores de Alejandro y entre ellos
se repartieron el lmperio.
-J
Pero este reparto comportó nuevas luchas. pérd¡cas, que asp¡raba a
I sercoronado rey, murió en Egipto a manos de ptolomeo, mientras bus-
caba el cadáver de Alejandro. y es que, según la trad¡c¡ón macedonia,
1 antes de ser coronado un suceso¡ ésle tenía que enterrar ceremo_
nialmente a su antecesor; pero el cuerpo de Alejandro nunca apare-
)í c¡ó. Por otra parte, Antígono murió enfrentaclo con los demás genera_
;¡t : [Los generales] real¡zaron el repar-
les s¡n consegu¡r cumplir su sueño de un¡dad. y L¡sÍmaco fue venc¡_ to ldel lmperio] sin consultar a los
ri.,l do y murió luchando contra Seleuco, qu¡en se anex¡cnó su parte. Estados griegos en nombre de los
cuales Alejandro había realizado su
)],| F¡nalmente, al cabo de unos 40 años, habiendo muerto ya todos conqu¡sta y que, además, le habían
proporcionado un cont¡ngente de
los sucesores, el imperio estaba dividido entre las fam¡l¡as de tres ge_
soldados. Esto demostraba qué
=T r-:ra¡es: Antígono, Seleuco y ptolomeo. poco contaban, ya entonces, aque-
V
')l La farn¡lia dÉ Antígono obtu.ro la parte europea de las posesiones
llos Estados.
de Moñtanel¡¡, 1., Histoía de los gr¡egos.
Alejandro, y constituyó la d¡nastía de los ant¡gónidas.

B1
I
i
I
ll¡rr, 1.,, l4
I
La parte asiát¡ca fue para ¡os sucesotes de Seleuco, La potític
I
quienés const¡tuyeron la dinastía seléucida; m¡entras t¡vas^n(
que la parte africana, Egipto, continuó en manos de la su muert
I

¡
fam¡lia de Rolomeo. Resumiremos su evoluc¡ón. llen( }1c

w
l¡noües v
La familia de Antígono, la d¡nastía macedon¡a de g
I
-É <t
- los .g(
I los antigónidas, tuvo muchas y constantes d¡f¡- ciongifu
ñ Eif ;l- cultades a la hora de gobernar Grecia. Al pr¡nci- c¡ale- ire
'Éio¡# pio eran muy frecuentes las l¡gas y revueltas de
de rc¡snl
i
-f las antiguas pol¡s. Más tarde, en plena deca-
dencia politica y económica, las polis se debil¡ta- El interc.
, sÉLÉucro¡

ron. Sólo Atenas mantenía un cierto prestigio de hicie '. d


l
orden cultural. Ya entrado el s¡glo ll a. C., Mace- tales, mál
donia pactó con los cartag¡neses, en lucha con- la tm. it¿
tnrn tra Boma: derrotada Cartago, los romanos decla- tambjqr s

nron la guerra a Macedon¡a y, en el año 148 a. C., nren[. ., d,


junto con el resto de Grec¡a, fue proclamada pro- se el t{lor
A lo ¡ar(;o de los siglos ll y I a. C., el lm-
perio Alejandrino fue absorbido por e¡ v¡nc¡a romana. La ruptur¿
lmper¡o Romano.
Los sucesores de Seleuco, la d¡nastía seléucida, gobernaron los
packnr
- en la soci
exlensos domin¡os del antiguo lmperio Persa. Controlaron' con
no er Jn
frecuentes iuchas, todas sus fronteras hasta que se inició la pe-
decisjqne
netración romana en el s¡glo ll a. C. Así, en el 133 a. C., la costa
Aristc -ie:
de Anatol¡a, que formaba el reino de Pérgamo, se convirtió en la
provinc¡a romana de Asia; en el 64 a. C., Sir¡a y Fenicia pasaron
segúnk t'
.
mero, .jn t
a pedenecer a Roma.
neraletp
- La familia de Ptolomeo, que dominó Eg¡pto, formó la d¡nastía
Las oroar
lágida, nombre que proviene de Lagos, el padre del general Pto-
las qr lo
lomeo. Fue el más estable, duradero y rico de todos los reinos he-
leníst¡cos. Y fue en la ciudad de Alejandría donde se originó el lla-
sofía 9{e
mado helen¡smo científico. Los lágidas mantuv¡eron siempre bue-
elabo, -i c
das l¿h1c
nas relac¡ones con la emergente Roma. A pesar de ello, el reino
se cer¡ró,
fue convertido en prov¡nc¡a romana en el año 31 a. C., después
qu¡liza-\ al
de que Octavio derrotara a Marco Aurelio y Cleopatra en la bata-
c¡ón o nor
lla de Act¡um.
mism^§ir
ceso a la fr

1.3. Consecuenc¡as de la decadencia


de la polis C¡¡tsr
(.J
A medida que las pretensiones de hegemonía política de Macedonia d.
se iban haciendo realidad, la polis o ciudad-Estado independiente,
Mayor erie
es decir, la organizac¡ón política tradicional de la Grecia clásica, per- tura g^lirs
dió esplendor y autonomía. La muerte de Alejandro, en el 323 a. C.'
marca el inicio del helenismo, pero ya años antes, Atenas había per- h,lás rí§l¡d¿
dido su poder político. Ciertamente, las polis podían c.iecidir de- n¡utic--,(xr,
terminados aspectos de su v¡da polít¡ca, pero en cuanto a las gran- el hectj¡§e
des cuestiones, ellas no tornaban la decisión f¡nal' lo hacían los ge-
Aportacró'l
nerales macedonios. El c¡udadano griego, cuya actitud pÓlíl¡ca se -ls
eiabor
basaba en la participac¡ón y la autonomía, tuvo que someterse a konomía.
las normas macedonias.

82

¡-_
llrr 4 ;

La política de fusión cultural de Alejandro


tuvo consecuencias posi_
t¡vas y negativas. El proceso de helen¡zación, que lDurante el helenismo] La metafF
no se detuvá con
su muerte, extendió la lengua griega sica pasó a un segundo plano y la
a todos los territorios del lm-
perio, incluso los más aleiados; algunos ética, converl¡da en ¡ndiv¡dual, ad-
de éstos pasaron a ser Oi quiere una importanc¡a suprema.
lingües y después a hablar sólo griego.
Así, el mundo , La filosof¡a ya no es una anlorcha
los griegos se h¡zo mucho más ampl¡o,
los via.ies y tr""""""¡¡t. con la cual se iluminan unos cuan_
ciones fueron mucho más fáciles, los "oruni"r-
horizontes ctrlrurul"ai, tos ¡ntrépidos que buscan la ver-
de la poli"fá"á"á."t,
ciales crecieron en gran mecl¡cla. El ciudadano dad, s¡no la ambulancia que sigue
(ie repente, un á
Oa mrráo¡."",
cosmopolita (es decir, un la ruta de la [tcha por Ia existen_
"irO"O"ná c¡a y recoge a los déb¡les v a los
El intercambio cultural fue mutuo; heridos-
los pueblos orientales fambién
hic¡eron diversas aportaciones a la
cultura griega. f_as religioies orien_ Bertrand Russell
lales, más etaboradas que et potiteísmo
oe loi g.iegos, isiÁ"üou"
laimaginación de éstos. Los babilonios
,porturon"
también su astrotogÍa y su magia, que
transmitieron a "r'á"itno;;,;"r"
Or"üLl"_
n:entos de superstic¡ón. Los filósofos
helenísticos debieron plantear-
se el valor intelectual de estos supuestos
conocimientos.
La ruptura del marco tradic¡onalde la pol¡s y la pérdida de partici-
pac¡ón polít¡ca de los ciucladanos generaron
un profundo malestar
en la sociedad griega, especialmente
en Atenas. El ser humano ya
no era un c¡udadano que efegía a sus gobernantes,
que tomaba
decisiones relevantes, ya no era un
-l I
an¡mal políf ico como teorizaOa
Aristóteles, más b¡en em una pieza, un
seqrin la tefm¡nología ar¡stotélica. Este
individuo aislaAo, ,n árL",
ser a¡slado se ,"."üpr,-
I
me!'o, en un inmenso imperio, y,
después, ""
,no" ,"inos
aorales o re¡rs5 imponían su voluntad. ", "ryos
!"_
! l-¡s organizac¡oneb políticas helenísticas
eran muy d¡ferentes de
-1 las que los fitósofos habían teorizado. y en este _nr"*,á,. áJ¡,"_
sofía emergente cambió de d¡rección y
-f elaborar creaciones teóricas integradoras
temática: V" ," p"-.iOl"
"r" O" io-
y sistematizaOor""

l
das ras act¡vidades- A partir de ese
momento ra reflexión fírosófica
se.centró, fundamentalmente, en la búsqueda
quilizara at desorientado y trastornado
de una téc";;;;;"_ Sacñírc¡o cte tfigenÉ, ños¿ico cle épocá tardia
encontrado en Ampur¡as.
individuo, ,n" grA iá
:I :::"^ "-ltli
o" que permitiera at sabio ase-gr.Á", ""iJ"-
:onducra p"r'"i
mrsmo, srn recurrir a n¡ngún elemento externo
a su p"iron", ,n r"-
J ceso a la felic¡dad.

Y Consecuenc¡as posit¡vas Consecuencias negativas


de la política aleiandr¡na de la política alejandr¡na
I de fusión cultural
de fusión cultural

Y Mayor extens¡ón de la lengua y la cul-


luÉ griegas.
Las pors pierden su identidad y su po_
der
I Más racilidad en los viaies y en tas
co_ Et c¡udadano pierde su relGvanc¡a poli_
[run¡caciones: nace el cosmopol¡tismo, I
F lica y su autonomia, y
elhecho de
I "ser c¡udadano delmundo". un indiv¡duo a¡slado. "" "onri*i ",
I
Aportac¡ón oriental de religiones muy
Se intoducen elementos de srrpersli- I
elaboradas y de bonoc¡m¡entos de
as_ ción a través de la astrotogia y la mag¡a
I i tronomia_ apofadas por ¡a cultura oriental.
I

I
B3
n
il ll, rr'i,r l4
li 2. Raíces de la filosofía
Parecü .i
la brhqr
r¡atural i
helenística el sat r

ilri El pensamiento heleníst¡co comPrende dos grandes vertientes'


la

sófica, vinculada a Atenas, y la científ¡ca, vinculada a Alejandría'


flo-
Fue
podernot
a nc t¡'c

la vertiente o frente filosófico, denominada helenismo


[ilosófco' Ia que
por la destrucciórl
La fi§ol
dio testimon¡o de la profunda alterac¡ón producida ESCL¡';.AS
del sistema de las polis y por la creación de un gran imperio de esca-
griega' tlo,rLrrgs.
..1
la desmesurada o excesiva desde la Derspectiva democrát¡ca
v¡sión y.una
: Así, epicúreos, estoicos y escépt¡cos buscaron una 2
gr¡ego, que habia perciiCo su antiguo
solución ét¡ca para el hombre
más cercanas a Entrñoe
modelo po¡ítico. Para lograrlo, abtazaron filosofías
que fu'Jron funda- un aicnie
.,.,r pr"ocrpaciones, filosofías de unas escuelas
das por discíputcs de Sócrates y que rechazaban la ¡nterpi.elación perlño
socráticas o prehele- cir c¡ue cr
que dio Platón de su lnaestro. Estas escuelas
la Academia c el ven€ )et
9t*. .-. nísticas, marginales y menores (en comparación a
Liceo), están en la base del helenismo t¡vó a Só
Diógenes. ge- cle la v.
En la primera unidad vimos que Platórr se constituyó en el lnás
persotraje del maestro en cesit¡\,.
nuino heredero de Sócrates, al introducir al ráctc.. ,a
sus diálogos. Ahora bien' otros Ciscipulos de Sócrates' como Eu-
de la propia Ate- matgrigle
cliO"s O"i"gara, Ar¡stipo de Cirene o Antístenes todo, ou
filosóficas y alternativas a la Acad-em¡a pla- ,

nu", trnO"toñ
"t"t¡elas illfluencia y' tr¡ueA
tónica. Estas escuelas menores ejercieron una notable S

poOemos considerarlas como las raices y el fer¡nellto de las


froy Oia,
que llevó
La parado¡a del mentiroso
esáu"la, pt"narente heleníst¡cas' Nos hace falta saber
algo de ellas' .n..1¿
Un discíPUlo de Euclides, EubÚli- nlisrrAs€
des de lüileto (siqlo lV a C.)' con-
tinuó su preocuPación Por la Iógi- 2.1. Escuela de Megara po ft. .lar

ca y el lenguaie Y ProPUSo varias cipio¡,4e


Fue iniciada por Eucl¡des de Megara (450-380 a'
C')' uno de los más
paradojas que mostraban las de- sino tnr
condenado' mu- ',
bilidades de nuestras Pretensro- antiguos discípulos de Sócrates Cuando éste fue las nrsps
Aterlas y se
nes de afirmar con seguridad La chol de sus discípulos, entre ellos Platón, se aleiaron de plena. C(
más conocida de éstas es la Pa- prccedía Euclides
refugiaron en la cercana MeEara, de donde .Este socia\F,
radoja del mentiroso. SuPonga- y remarcaba la ¡n-
I
' mos que Yo aflrmo "miento"' Y se- i¡rO"áto ,""nr."b. la teoría de las ¡deas de Platón lls
¡lo de
del colroc¡miento'
'guidamente me Pregunto Por la sistencia de Sócrates en nuestras limitac¡ones racoñd
del maeslro' En esta línea' Eu-
verdad o mentira de mi afirmac¡ón' l.ro"o -sólo sé que no sé nada' n¡ la í:!nii
.
"t pensaba que podemos afirmar muy poco con seguridad y lo
¿Oué obtengo? Dos Posibilidades ctides ligac^a
paradójicas:' ! árgur"nt"na estud¡ando los ¡ím¡tes y las posib¡l¡dades de la
lógica'
En estq ó
a/ S¡ cuando lo afirmo, miento. en-. rc-
La preocupación de los megáricos por el lenguaie y la lógicalue 1413--¿7
tonces no miento, -ogiO" una de las es-
poi los filósofos fundadores del estoicismo' Oiógl.rps
b) Si cuando lo afirmo, no m¡enlo,
entonces miento. cuelas del helenismo. laba corr
vierr.^si
2.2. Escuela hedonista t u

este 1r
rai(.:::i -

C en Atenas La
Fue fundada por Aristipo de Cirene (435-356 a' ) clras d:.;:
consi-
llamó cirenaica o hedonista dependiendo de si 5e
"""rut" "" origen, Cirene (en la actual Libia)' o su ¡nterés por el pla- hamn, i
á"ruO" tos, lle ar
I ",
gr¡"go ¡"¿orré. Sabemos que Arist¡po fue discípulo de
Só-
""r, "n su lnaestro por iodo lo rra- minile
.rri." y-qr. retorlló la preocupación de lle(¡ó a la
tural y no convencional.

84
I r,,,i, l4
Parece que fue esla preocupación la que llevó a Aristipo a defender que
la búsqueda del placer, tanto fís¡co como esp¡ritual, es el fin más
natural del ser humano. Ahora bien, Sócrates tamb¡én aseguraba que
el sab¡o debe ser el dueño de sí mismo, por ello Aristipo afirmaba que
I f
lr- pod.rmos poseer los placeres, pero que ellos nunca nos deben poseer
rtlG
a nosotros, ni nunca un placer debe estropear nuestro cuerpo.
l(f .
)c¡ot't extendidas
La filosofía ética de Epicuro, fundador de una de las más
escuelas helenísticas, establec¡ó sus raíces en las propuestas he-
:"L
rogí¡. donistas.

lgLr4 2.3. Escuela cínica


a§r Entre los discÍpulos de Sócrates, Antístenes (450-365 a. C.), hiio de
-rd-
un aten¡ense pobre y de una esclava tracia, era uno de los pocos que
ci§t t.
liertenecían a la clase soc¡al más despreciada. lncluso podemos de- ¡
(;ir 4Lie conlfastaba entre la estela de discípulos socráicos, todos jó- r
co, venes pertenecientes a reconocidas y r¡cas fam¡l¡as- Se dice que cau-
tI
Sócrates cuando un dÍa, en el ágora, delante cle un puesto
t¡.,ó a
ü
ge- de venta lleno de objetos, af¡rmó feli2; .¡Cuántas cosas que no ne- ¡
c§7 cesito!.. Antístenes veneraba de Sócrates la independencia de ca-
:
[:r'- rácte( la indiferencia por el qué d¡rán, la falta de ambic¡ón de bienes
¡,lF rnateriales y la preocupación por la propia alma. Veneraba, sobre I
rrl- todo, sLr autodominio y su autosufic¡encia. ,
i¡Y L,lLrcrto Sócrates, Antístenes intentó imitarlo y defenderlo, para lo I
(lue llevó al extremo algunas de sus pautas y act¡tudes. Sea porque
',':,a I
enseñaba en el g¡mnasio del C,,nosarges ('perro ágil') o sea porque él
mismo se comparaba a los perros @errog en griego, es k,hos), su gru-
po fue llamado el de los c,?)icos ('caninos'). Eran guardianes de los prin-
cipios de una filosofía que defendía, no los placeres de los c¡rena¡cos,
xas
sino el máximo control de uno mismo, la capac¡dad de suprimir todas I
las necesidades y la fortaleza de volver a una vida natural, sencilla y l. Hoy día, la palabra crhico no tie- t
/se ne el mismo significado que en t
plena. Consecuentemente, desprec¡aban todas las convenciones
ts-- liempos de Diógenes. La pala-
sociales, aceptando sólo lo que es natural. Por ello se reían del orgu-
rin---
llo de los atenienses puros, considerando que los saltamontes y ca-
bra ha evoluc¡onado mod¡f¡can- i
rt§r do su s¡gnificado.
racoles del Ática compartían este honor geográfico. Para los cínicos,
Eu.- - Consulta un d¡ccionario e ¡n-
yh- ni la familia ni la polls eran instituc¡ones naturales, y así, no se sentían dica lo que hoy caracter¡za a
ligados a ellas; preferían considerarse ciudadanos del múndo. un cínico-
a¿)
emblemático fue D¡ógenes de Sinope
En esta época, el cínico más - Busca un persona¡e actual
re- que Parezca ¡deot¡ficable con
1413-327 a. C.), para muchos, el protot¡po de ¡deal cínico de vida.
la caracterización que has
D¡ógenes rad¡cal¡zó las ideas de su maestro Antístenes y se presen-
hecho de cínico.
taba como un hombre sin patria, sin casa, pobre, vagabundo, vi-
- Los cínicos de hoy son muy
viendo s¡empre al día. De esta manera vivía de acuerdo con la na- dlerentes de los cín¡cos grie-
turaleza. Pero D¡ógenes sabía, como muchos griegos, que alcanzar gos. Haz una comparación
La este t¡po de vida, este ldeal, implica un gran esfuerzo y superar mu- presentando las diferencias
chas dificultades: es necesario endurecer el cuerpo (padecer frío, y las s¡m¡l¡tudes.
rla- hambre, dolor), es necesario endurecer el carácter (aguantar insul- - S¡ ercs atrevido, haz una con-
jetura o suposición que ex-
tos, no ambicionar). Para alcanzar este lin, es necesar¡o un gran do-
pl¡que la evoluc¡ón del s¡g-
m¡nio de uno mismo; sólo hay que oensar qrre Alejandro, cuanCo
nificado de la palabra c,hico.
llegó a la lndia. creyó que los ascetas hindúes eran cinicos.

85
I

I lt rt, lr 4
, .l Epicurc

3. El helenismo filosófico
tres filosofías que el he-
/isi'^y
do ¿i la
I Epicureísmo, estoic¡smo y escepticismo son .c
üni".o propon" "omo soluc¡ones (de orden fundamentalmente
éti- -
Constituyen la ver- ir¡oir
l, s¡tración de pérdida de ¡dentidad'
"á)á "titica l-as ires suponen
t ti"nt" ,á" característica del helenismo filosófico' {l ,
filosólica' las lres ofrecen
un cambio de direcc¡ón de la problemática iOI
( caminos individuales de accesÚ a la fellcidad'
Ui
i
{
As;
(,
SAS I
.4r
\ 3.1. Epicureísmo
-fi
l helenística que rec¡be su
El ep¡cureísnlo es una escuela filosófica r;]§c,
padre era un ate-
I
I r" O" fprcrro de San¡os (341 -27O a'C'l' Su . ,¿1,
""rit
nle;;;;ñ". É1, a los dieciocho años' deió sar¡ros v
se trasladó
i de ciudadano y para frecuentar É{r
i a Aterras paia restablecer su condición !,df
polÍi¡cas eran
ás mas áconoci¿as escuelas; pero las conmociones
I
i
,l-n gán¿"" tnuuia muerto Alejandro)
que pronto tuvo que abando- -p(
y qu
Ñ" puio volver hasta el año 307 a C ' a la edad de 34 años' -{e.
""rrl. jardín adjunto' forlnó su es-
En ese momento, en una casa con un cer, I
la refle-
un lugar doncle eran posibles el descanso' 'o
"r.Á,.l,lrrO¡n,
xión y los d¡álogos'o conversaciones con el maestro'
Nof
de conocinrientos' sino
Epicuro El Jardlh no era sólo un centro de transm¡sión ,c(
de vida a la bús-
un centro de aprendiza¡e de un estilo
'
,ran,"n
que¿a Oe la fet¡cidad. El epicureísmo tiene sus raÍces
en la escue- -Lsé
de Demócrito' quc'
áprehelenística hedonista y recupera el atomismo
era un muchacho' so-
Algunos autores afirman que cuando Epicuro ota I
madre cuando iba por las casas a recita¡
ora-
ii"'á"orp"nu, ^ct
" "u y que esta experiencia marcó su filo-sofia Lo
purificadoras,
ciones de €

qr1 es'qul muy pronto sintió un profundo odio hacia llr


üOo"i""
la lucha con-
tipo "¡".to
de superstic¡ones y creencias infundadas: bre r

ir"-tá" los miedos y las inquietudes de los humanos ,t'l


"rp"t"ti"iones, pensamiento'
la característica dominante de su
"" "ánr¡rt¡O "n Ahc
Los tetrafamakon de hoy Podríamos afirmar que, para Epicuro' la filosofía tiene una lun- rdi
es- la pa- jqrs,
2. Epicuro, atend¡endo a lo§ proble- ción f undamentalmente práct¡ca; dice textualmente: 'Vana
del hombre'' Así pues' ,dc
mas € inquietudes de su tiempo, üom J"r ¡l¿*to quá no cura los sufrimientos
que le ¡nquietan y'
diagnosticó unas enlermedades Jrá"r. J"uu l,u"rar al hombre de las turbaciones El primer ^la
otemo€s Y, Para su curacbn, rc' i""rrá., o"u" conducirlo a la conqu¡sta de la felicidad o cuatro re'
cetó cuatro remedios. Actualiza pásá s" ooti"n" con la fórmula llafiada letrafarmalíon
tú los larmakon de EP¡curo'
medios del ePicureísmo: i
- Considera si hoy están vivos
o no los m¡edos que diag-
nosticó Ep¡curo. S¡ los consi- Lo que ¡nspira Los cuatro remed¡os del epicureísmo
delas vivos, di qué remedios miedo
te Parecen más adecuados
hoy para su curac¡ón' I Los dioses i Sierisren, no se ocupan de los asuntos humanos'
ella e6tá
i Mienlras estamos vivos, ella no ex¡ste' cualrdo
y
Enum€ra aqueltos ln¡edos que
- La muerte pro""nlo, ,o"oho" ya no eslámos'
te Parezcan Propios de la L

I
éPoca actual (el miedo al
Eldestino i Su ex¡slenc¡a es muY dudosa'
paro, Por eielnplo). ¿Oué re- I
I
y los segundos son
medios Propones Para los Las neces¡dades natu- Las primeras son láciles de satisfacer
miedos de hoy en dia? I rales y los nrales r fáciles de
evitar

I
B6

:l
,b
tti
sLa-.¡¡,

llrrl, 1,, l4
Epicuro d¡v¡dia su reflex¡ón filosóf¡ca en tres partes: la canónica, la
Oue nadie porque es ioven s€ ds-
fisicay laética; esta últ¡ma es el punto de llegada y el que da senti-
more en f¡losofal n¡ porque es vie-
do a la total¡dad. jo se canse de filosofar. Porque na-
die es n¡ poco n¡ demasiado ma-
t- - La canónica. Hace referencia a las normas o los cánones del co-
duro para lo que proporciona la I
nocimiento. Todo conocimiento asp¡ra a hacer pos¡ble el acceso
salud del alma. Qu¡en dica que to-
n a la fel¡c¡dad; por ejemplo, el conocimiento nos hace ver la val¡-
davía no es tiempo de f¡losofar o
dez de los cuatro remed¡os que propone Epicuro. Son muchos los que el t¡empo ya ha pasado, se pa-
errores y engaños que generan temores y nos hacen desgracia- rece a quien d¡ce que no es el mo-
dos: la canónica nós avisa de los peligros de las opiniones fal- mento de la felicidad o que ya ha
sas o carentes de fundamento racional. pasado. Es necesar¡o, pues, que
se apliquen a la t¡losolía tanto elio-
U - La fís¡ca. Trata del funcionamiento de la naturaleza y del hombre. ven como el v¡ejo, éste para que,
Recupera la eclipsada tradición atom¡sta de Demócrito, según la mientras va enveieciendo, se man-
J cual, átomos y vacío explican los cambios de nuestro mundo. pero tenga joven med¡ante el buen re-
va más allá: los mov¡mientos de los átomos hacen superfluo ha- cuerdo del pasado, y el primero
para que sea ioven y viejo a la vez,
1 blar de los dioses y de sus inlervenciones; son unos mov¡mientos
l¡berado ya del miedo al deven¡r.
espontáneos que excluyen hablar de dest¡no o predeterminación Es necesario practicar, pues, lo que
y que, por tanlo, permiten defender la l¡bertad humana. Epicuro, proporciona la felicidad, ya que, s¡
y c,spués Lucrecio, p¡ensa en un atomismo que permita estable- ella está presente, todo lo posee-
cer, en unos mundos llenos de superstición y astrología, que el fu- mos, y s¡ está ausente, lo hacemos
turo se encuentra, en parte, en las manos de los propios humanos.
iodo para conseguirla.
No hay que esperar el devenir como si fuera una real¡dad, n¡ tam- Epicrro, Caña a Meneceo.
poco hay q'Je desesperar corno si no tuv¡era que real¡zarse nunca.
I
- La ética. Es la parle más importante del epicureísmo. La bús-
queda del placer es el fin fundamental de la v¡da, en el placer Ataraxia: es el estado físico y
§e enc¡.ientra la fel¡c¡dad. La felic¡dad o el placer de que nos ha- mental que quieren alcanzar los
bla Epicuro consiste en la satisfacc¡ón medida y equil¡brada de las epiiúráos. Consiste, no sólo en la
ausencia del dolor y de perturba-
necesidades naturales (beber, comer, dormir...) y en la seren¡dad
ciones, sino tamb¡én en alcanzar
de espíritu conseguida a través de la filosofía y de los .cuatro la fel¡cidad y el b¡enestar, conse-
remedios.. La falta de un dest¡no predetermanado p€rmite al hom-. gu¡dos a través de la satisfacc¡ón
*dd
bre segu¡r el camino que le llevará a la fel¡cidad más estable, que los placeies indiópensabtes y
Donsiste en la ataraxia (ausencia de dolor y de perturbaciones). !a compañía de un círculo escogi-
do de amigos. .
Ahola bien, para llegar a la atarax¡a, es importante haber alcan- i,,,,.en . .

zado antes la autarquá o autosuficiencia. Epicuro recomienda ale- Autarqula: con!¡ste la autosu-

jerse de todo lo que perturba al espÍritu (por ejemplo, la política)


ficiencia o cápácidad de gober.
narse y abastecerse po? uno mis-
y ded¡carse a aquello que proporc¡ona felic¡dad, como la am¡stad, mo. .
; a la cual los epicureístas conceden una gran importancia.
I

I
Para Ep¡curo, la am¡stad es uno de los
mayores placeres de la existenc¡a.

B7
-
lll ,i, lrrrl4
Al igul r
a
3.2. Estoicismo part,-: fi
ide n'rCa(
A diíerencia del epicureíslno,
que F,-irr
que quedó bien de[inido con
su fundador, el estoicisnto es
lisy'<6
obra de d¡ferenles autores' - L¿ físi
t. y la doctrina de su fundador fi._ i,
T no es idéntica a la formulad¿t
por estoicos Posteriores de ia
ca-^,La
CL ¡O
,F Roma imPerial. El estoicismo si.r1y t
tiene, PUes, un Primer mo- es ,¡¡a
mento o Período fundac¡o- ,or.as
nal, con Zenón de Cit¡o' d¿ et
Cleantes o CrisiPo, los cua- Les
les establecen las bases cle o¿lntci
I la doctrina esloica; un se- tL J(
gundo Período, el de intro- c9qse
ducc¡ón de éste en Roma; Y n,, i e
,I
un tercer Período, el del es- fecl.o,
toic¡smo nuevo o ¡mperial, dL,, to
---.- un resurgim¡ento en Pleno lm- rr!-§rc
perio Romano Protagonizado que cr
-# por Pensadores como Séne-
--{ ca, Epicteto o Marco Aurelio' -L. is
es,-(Ir
Citio' Chipre' está cons¡derado el CL,O
Pórtico o stoa. :¿en6n l3g2-262a. C.), nacido en
cuya fam¡lia se quqti(
tr"Jlo., a"f estoicismo' Era un fenicio helenizado
que a los 22 ó 23 años' cuando por un fd ¿of
dedicaba al comercio. Parece
quedó fuertemenle imprestonad-o al 1r¡,
asunto comercial vis¡tó Atenas, de - L
;;:;;;;;tes que afirmaban ser los auténticos discípulos aconl(
crates'.le mostra- e, Il
éá"r"ü., ut"n los cínicos' Éstos' especialmenteideal esto¡co; los es-
io"n?áJ"i"t"" que encaiaba totalmente con el el aut":t1llt,"*
estü (
ao*
i"i"." J" ,ás t¡empos siempre admirarori
la ¡nmediata
q ,e
.Ji.. "ii" tribunal que lo iuzgaba' la calma ante brA:',c
"l padecer una iniustic¡a a
/- ,*rtu, ,, afirmación de que es prefer¡ble Cr- -, rli
cometerla. 1s{iir
nL ün
enseñar el ideal de vida que ha-
Hacia el 300 a. C.' Zenón comenzó a
con cínicos' nlegáriccs
Zenón de Cit¡o. ¡á-iJo .uAur"nao a partir de sus contactos
bellamente pintado en el L.r v,t1
i Itro". S, rrgu, Oe reunión era un pórtico sus
El destino nos conduce Y desde ár.á¿It-i,r""' pórtico p¡ntado en griego es sfoa por'kr'le' así'
lo prorl-
el nacimiento Ya eslá d¡spuesto
il;;il;; llarnadcs los det póttico' los esto¡cos'.1Úuv' A l:,cs
que ha de durar nuestra v¡da Una y' a d¡íerencia de ¡os cínicos' l( .lc
to, Zenón adquirió trna gran reputación
causa depende de otra causa' Y todas las clases sociales' incluso algunos s4af
p-"n"necíai a
el c,den eterno de las cosas de-
termina el curso ds los asuntos
"rt
il "vL.i* poderosos Tamb¡én a diferencia de los ePicÚreos'
ore"É;";;;;ry
política' lcs estoicos acogieron .ai tl
priv -.dos Y Públicos Poresoes l."ct,aza¡an toda implicación
necesario soportarlo todo con co- su e.cuela a poliiicos y gobernalrtes'
n l¡CO;
raie, ya que no es Por az a( como "n | ,1L
I creemos, sino Por orden Por lo Muertozenón,SudiscípulocleantesdeAsofueeljefedelaescÚc.
I
que acontecen las cosas' Crisipo ordenÓ y estructuró el coniunto
de las t/qa
:
i", ,"","t,"rn*"e, ¡r . ,eI
Séneca, De ta Providenc¡a ' ideas estoicas.

88
lll r. l;,'14

TT
Al igual que los epicúreos, los esto¡cos d¡viden la filosofía en tres
Apaü¡eia; sign¡f¡ca la aúsencia de
partes: fís¡ca, lógica y ética. Como hombres ¡nmersos en la crisis de
toda pasión y es el ideal de vida
identidad del helenismo, también buscaron una guía de salvación qué quieren alcanzar los estoicos.
I COn que permit¡era superar el malestar producido por la pérd¡da de la po- Se parebe a la atarax¡a o ausencia
;l{] ; lis y los conflictos posteriores. de turbac¡oñes de los epicúreos, ff.
pero mientás ésta implica un goce
ores, La física. La concepción que los esto¡cos tienen del Universo, su
- modérado y equ¡librado de los pla- E.
física, configura el conjunto de su filosofía, espec¡almente su éti- ceres, la apafhela estoica rechaza
rlaria ca. La fÍs¡ca cosmológ¡ca de los esto¡cos concibe el Un¡verso todo t¡po de deseo.
d.\¿ como un ser vivo integrado por dos principios: una materia pa-
isrno
siva y un alma act¡va que le da fueza, vida y sent¡do. Este ser vivo
es materia e inteligencia, una ¡ntel¡gencia o racionalidad, un
rc;^- ,ogos que lo rige y determina (aquí podemos ver la influenc¡a
)i t\rrf de Heráclito en la fís¡ca estoica).
C t'
Los estoicos ¡dentif¡can el universo con Dios; es, pues, una fís¡ca
S oe
panteísta: el cosmos está ordenado por una inteligencia divina,
§
rtro- todo está previamente determinado, ningún acontecimiento es
.,? consecuencia del azar- La presencia de la divinidad en las mis-
mas entrañas del cosmos exige que éste, globalmente, sea per-
I es-
fecto. Todo lo que acontece en el Universo rosponde a un senti-
r hI- do, todo lo que le pasa al hombre, un microcosmos dentro del
macrocosmos, también tiene una racionalidad- El sabio es aquel
que comprende lo que acontece y lo acepta.
lnc-
eiñ? - La lóg¡ca. El logos es el pr¡nc¡p¡o activo que rige el cosmos, pero
es también lenguaje y razón: la lógica estoica estud¡a nuestro dis-
_.
curso o lenguaje. Furidamentalmente es una lógica proposicicnal La imperturbabilidad
{;e rlue tiene sus raíces en la preocupac¡ón de la escuela de Mega-
3. Ante los posibles obstáculos
ra por el lenguaje y lo que se puede dec¡r s¡n paradoia. para la real¡zac¡ón de nuestros
r) ¡l
La ét¡ca. Los esto¡cos basan su ética en la aceptación de lo que deseos, los estoicos proponen
iCl7 - la supresión del deseo, de todo
tr3 acontece y la ausencia de deseo. Creen que todo Io quesucede
lo que nos puede trastornat
cs\.- -.n el mundo está r€gido por el logos y que la aceptac¡ón de Piensa en diversas cosas que se
:a r-
este dest¡no es la mejor pauta ética. La ética eslo¡ca establece puedan desear (una buena co-
ati que, en un'Universo determinado por un orden racional, el hom- mida, un coche nuevo, unas va-

a lxe sólo puede encontrar la fel¡c¡dad en la aceptac¡ón del orden caciones...) y responde a las s¡-
guientes preguntas:
cósmico. La libertad humana radica en la aceptación de la de-
terminación, en la aceptación de lo que es necesario e inevitable; - Ante las dificuttades palz¡ con-
ha\- segu¡r Io que se desea, ¿la re.
no en la sublevación ante lo inevitable. Si razonamos correcta-
nrrncia esloica a todo deseo
;o mente, concluiremos que lo mejor es aceplar el orden natural. es la mejor solución?
ler La v¡rtud o excelencia es v¡vir de acuerdo con la naturaleza, y ésta
;t-l sigue un orden ¡nflexible, un destino. - ¿La renuncia esto¡ca te pare-
ce positiva o negat¡va de- l
)rr pendiendo de lo que se de-
A pesar de este destino, de esta conexión que encadena todos
ls see, o bien piensas que de-
los acontecimientos, los estoicos hablan de libertad. Parece como
roS
si para ellos, la l¡bertad no fuera nada más que conocer lo que va
berÍa aplicarse a cualquier
deseo?
t
a suceder y aceptarlo. El hombre l¡bre es aquel que no perm¡te
on - ¿En qué casos crees que el
que ninguna pasión o deseo perturbe la aceptaciÓn del orden cós- retraso o la obstacul¡zación Ir
mico; esta ¡mperturbab¡lidad es la virtud de los fuertes. del deseo puede tener efec-

AsÍ pues, el estoicismo ¡dentif¡ca Ia perfección humana con la apa-


tos negativos? ¿En qué casos i
¿S iheia (ausenc¡a de pas¡ones o deseos); el ideal es el del hombre
te parece que este retraso
puede ser posit¡vo?
It'
imperturbable que sigue inmutable ante los ¡nfortunios. l
I
B9
llrl,t,, I{

Tropo! 3.3. Escepticismo ^.(


Son las razones en qúá se tunOa-
mentan los escépticos pafa ádop- El escept¡cismo es otra respuesta filosófica a la s¡tuac¡ón de pér_
r tar la epokhé o
abstención delju¡- dida de referentes. Su nomble pruviene del griego skepfomar, que
c¡o. Gene"dlrnente. el nornbre ile ,D-
signif¡ca 'examinar ater¡lamente'. Después del examen cuidadoso
' pos se limita a los cinm si§uientes:,
'l) La relativ¡dad de lasbp¡niones, de la realidad que le rodea, el escépt¡co considera que nada se
que hace dudoso todo princi- puede conocer con exact¡tud y ce¡leza. podríanros descubrir
.
p¡o. Cada p€rsona t¡ene su op¡- actitudes escépticas en nluchos pensadotes que han cuestiona_
t nión sobre un mismo lema, y
cada uno piensa que su opinión
do la pos¡bilidad de alcanzar verdades firmes.
¡
es acertada y las do los demás Hoy, la palabra escépfico está bien arraigada en nuestro lenguaje co_
: . son fa¡sas. ,. ..
:
tidiano; es un cal¡ficativo que a menudo aplicamcs a las valoracio-
2) La necesidad de buscar hasta nes que implican falta de confianza en las posib¡lidades humanas de
el infinito si queremos encontrar
un primer princ¡p¡o en que se
conoc¡mienlo. Por ejemplo: si algu¡en comenta que una teoría sobre
basen los otros pr¡ncip¡os. el cosmos (como saber si es finito o infinito) le es ¡ndiferente por_
Cuando encontramos la res- que nunca se podrá saber si es verdadera o falsa, podemos tachar_
puesta a un porqué, nos en- lo de escéptico.
contramos con otro porqué al
que no sabemos responder. El fundador del esceptic¡smo helenístico fue pirrón (360_275 a. C.). Cat .- pe
3) La relat¡v¡dad de las pércepc¡o- Fue discípulo del megárico Euclides, pero cuando Alejandro prepa- mo ¡Qe'
nes, que hace que caira ser hU- DO leI
ró su guerra contra los persas, se alistó en el eiército y lo acompañó
mano emita un juicio diferente.
Por eierplo, uru p€rsona a qu¡en en todas sus campañas hasta la lndia. Hemos de suponer que esta m,aat
no le guste baila. dirá que la dan- larga exped¡ción, observando pueblos y costumbres muy diferentes, da <le l¡
. za es una d¡ven ión absurda.
:
lo llevó a pensar que no hay n¡ngún fundamento racional para pre- dí¡1r
4) El carácter hipot itico de o.ralquier ferir una pauta de conducta o una acción moral a otra. Así, pen_
premisa, ya qu sólo podemos
conocir
só que era obligado aceptar las coslumbres del país en que se en- nt :at
basala en juicio i relalivos.
contraba s¡n emitir ningún juiclo valorativo. un éxit,
5) Lá neces¡dad d. aceirtar (antes
de demostrar n€d4 lo que precÉ
Tanto P¡rrón como su discípulo Timón (320-235 a. C.) defend¡eron
du. d
samente se prel(flde demostrar,
que la razón humana no puede penetrar hasta el corazón de las co_ Dt.1t,
. ya que para adr ritir que se pue.
de demostrar a!o, pr¡mero de- sas; de ellas sólo podemos captar las apariencias. Como no pode_ oerial. {

t :mos aceptar qtle es pos¡bb de- mos conocer las cosas tal como son, no podemos asegurar nada por Ii
'
mostrar algo. Es'e fropos es co-
no¡klo como "el círculo vicioso".
ni tener certeza sobre ningún tema; por tanto, no podemos emit¡r los dcs§i
ju¡cios sigu¡entes: «esto es cierto., -aquello es falso,, -esta las ,al
cosa
es así,,..., y, si lo hacemos, no hay forma cte saber si estamos af¡r- esqEPti
mando la verdad. Una vez que se llega a esla conclusión, el escép_ Sóu. ¡te
¿Es posible la certeza? tico considera que es mejor abstenerse de em¡tir.¡u¡cios, ya que nun- s¡ghs r
4. Organizad un debate sobre el ca se tendrá la seguridad de su validez. palcció
tema. Formad dos grupos: uno
defenderá el escept¡c¡smo y e¡ Consecuentemente, la postura más sensata, la postura del sab¡o, es
bie¡rc:
otro defenderá la posib¡lidad de c¡a" cor
la de abstetrción del ju¡cio, en gr¡ego epokhé. La epokf,é sign¡fica
la certeza en el conocim¡ento,
' la renunc¡a total a saber algo con certeza y a opínar con seguridad corau
lnfórmate sobre la cuestión,
- p¡ensa sobre tema alguno. El escéptico que practica esta abstención o sus- Cuar¡lo
y organiza tus argu-
mentos, y apóyalos con ejem- pens¡ón del juicio cree que v¡ve en un mundo de apariencias cuya den ra ¡
ptos. real¡dad nunca podrá conocer, y iustifica esta actitud de duda srs- enllas
- lntenia ¡maginar los argumen-
los de la É,arte corfad.a y córno
temática con los c¡nco frDpos (véase cuadro al margen), razones que, lererrcia
rebátirlosrac¡ona¡ménle.
]
l
según el escepticismo, fundamentan la desconfianza ante el cono- en r^\ s
cim¡ento. La epoihé es mucho rnás que un princip¡o lógico defensor que n¡n(
- Respeta los turnos de palaOra
y escucha comprens¡vamen-
I
de la duda como actitud más razonable, es un pr¡ncipio ético que te, l^.c
te a tus interlocutores. propone como actitud vital la renuncia a decidir, la parada o sus- desaoar
pensión de todo tipo de.¡uic¡o. rno Jr

90

t
E
I I

) tl, ,,i., 4 I

\-
qqe
d !"
Ahora bien, para poder
vivir dentro de la so-
ciedad, los escépticos
solÍan aceptar los cono-
J\. cimientos "más proba- I
;
ase 5¡ss- y las normas éti-
.¡t¡r cas de la comunidad en
{ que vivían, aun creyen-
)rv-
do que era ¡mposible sa-
ber con certeza si estos
conocim¡entos y normas
c¡o- eran o no válidos.
S()r' ¡ A nivel más popular, en
¡b'^ I
:o)= un momenlo de des-
'le conc¡erto como el que
vivía Atenas, cuando di- El objeto del ataque p¡rrón¡co lde
versas y opuestas es- P¡rón de Elisl no son las actitudes
cr Cada persona tiene una percepción d¡stinta det mis- cuelas filosóf¡cas r¡vali-
mo objeto; este hecho d¡f¡culta la segur¡dad en el co-
del sentido común ante el mundo,
zaban, el eSCeptiCiSmO sino los postulados filosóficos del
D? noc¡miento conocimiento. El conocimiento
rñE resultaba una opción
postula la certeza, lanto si trata-
tst muy atracüva, ya que se ¡nterpretó como el f¡nal de la difícil búsque-
mos sobre la natualeza de los ob-
Ies, da de la verdad. Si la verdad era imposible de encontrar, e incluso po- jetos materiales, como de la es-
rrc dÍa ser que no existiera, no tenÍa sentido continuar el difícil camino del tructura del un¡verso, de los va-
en- conoc¡miento; los propios sabios aconsejaban no afirmai ni negar nada, lores morales, o de la ex¡stencia
ni lratar de emitir juicios sobre tema alguno. Así, el escepticismo tuvo de D¡os. [...] Pero las experienc¡as
un éxilo popular muy considerable: se conv¡rt¡ó en la filosofÍa de la
de percepción que tenemos no
.
nos legit¡man, argumenta é1, para
duda dogmática.
ron
decir nada acerca de las entida-
des, cuya ex¡stencia suponemos
Durante la etapa del helen¡smo y con posterioridad, en la Roma im-
con ¡ndependencia de aquellas ex-
I t,l' perial, el escepticismo manluvo su vigencia e ¡ncluso fue asumido per¡encias. Con la süspensión del
por m¡embros em¡nentes de la Academia platónica, como Carnéa- ju¡cio, nos l¡bramos de la confu-
bs des. Si bien Platón proclamaba la capacidad humana de acceder a s¡ón que puede producirse s¡ es-
,S¡, las realidades más elévadas (las ideas), también soslenía un c¡erto cuchamos ¡nformac¡ones contra-
dictorias sobre los d¡oses, la na-
fn.-- escepticismo sensorial; y, por otro lado, ya sabemos que el propio
turaleza del bien, etc.
)p\- Sócrates repetía que no sabía nada. AsÍ, cuando la Academ¡a de los
Long, k, La f¡losotía helenist¡ca.
tn- siglos helenísticos se fue inclinando hacia posturas escépticas, les
pareció que retornaban al auténtico pensamiento socrático. Ahora
bien, es necesar¡o recordar que Sócrates cons¡deraba su.¡gnoran-
esv cia. como un punto de part¡da en el camino del conocimiento, y no
5. Expl¡ca lo que entiendes por ac-
como una imposib¡l¡dad de seguir avanzando por este camino. titud escéptica ante las pos¡bili-
rF dades de conoc¡m¡ento.
s- Cuando, a mediados deisiglo ll a. C., Carnéades, director de la Aca-
ya dem¡a platónica, v¡sitó Roma en m¡sión diplomática expuso con - ¿Crees que hof en día, esta
actilud es frecuente? Pon
s- enl'Js¡asmo las filosofías de Platón y Aristóteles en una primera con- eiemplos de posibles act¡tu-
le, ferencia a los jóvenes deseosos de conocer la cultura gr¡ega; pero des actuales que ¡mpl¡quen
en una segunda conferencia las refutó, con el objetivo de demostrar escepticismo (por e¡emplo, la
or que ninguna conclus¡ón es firme y totalmente válida. Posteriormen- indiferenc¡a ante ur¡a gran can-
te, la Academ¡a abandonó las tendencias escépt¡cas, pero éstas no tidad de ¡ntomáción al no po-
der comprobar si es verdade-
l- desaparec¡eron. AsÍ, por ejemplo, en el s¡glo lll d. C., el escept¡c¡s- ra o falsa).
mo seguÍa vivo en la persona del médico y filósofo Sexto Empírico.

9'r
l irl1, 1.,,1 4
El helenir

,,
4, El helenisrno tico. ',rr
mos coff
científico lomr 'L;
Los filósofos llegaban a Atenas y allí ofrecÍan con- el prgq¡o
cepciones ét¡cas que respondían a las inquietu- de v,,-orl
,'.i}+¿ des de sus ciudadanos. Esta actividad f¡losófica ciuctix$.
constituía una pr¡mera vert¡ente del pensamiento PoStc, 'or
_-!
helenístico. Al otro lado del Mediterráneo, en Ale- tos (hlli
Atenas rl ñÉr¡¡obe m¡hoo¡o
,F - " jandría, unos hombres llenos de espiritu científico Son rnuc
isos a. c.)
i
protagonizaron el otro lrente de pensam¡ento he- rectfl I
leníst¡co, ellos realizaron sus invesligaciones con
I
t el apoyo de unos gobernantes que trans[ormaron
la ciudad en un centro de act¡vidad c¡entíf¡ca' 4 ¡ ¡¡
?r,ro Como hemos visto, tras la muerte de Alejandro' su
general Ptolomeo se constituyó en señor de Egip-
i
EucliAs
io y fundó la dinastía de los Ptolomeos' Alejandría' tón, f ue e

la áiudad fundada por el propio Alejandro en el


año seo. nv
332 a. C., gozaba de una situación geográfica ex- los pitagt
judÍos' el pr^-.r
celente. Se pobló de griegos, egipcios y
\ Muy pronto se convirtió en un importante núcleo ha sido r,
comercial del Mediterráneo; en su isla de Faros se er sif x
El re¡nado de los Ptolomeos lavoreció el la finalidad de guiar la
instaló una enorme hoguera permanente con En stE,
desarrollo de la act¡v¡dad c¡enlif¡ca' (tánto los faros marítimos como nuestros faros
áuu"g""¡On nocturna geometrí.
O" y tnotocicletas han rec¡bitio su nombre de esta ¡sla)' didol;
"án"a
la cultura griega'
Alejandría se conv¡rtió en el nuevo centro de mundo a,
,n-""n* qr" "" ocupó más de cuestiones científicas que de las
de- Los lc,
batidas cuestiones filosóficas' las ciErc
llam¿",,os
pr¡mera ¡nst¡tución
Ptolomeo fundó el Museo o Casa de las musas' yor otrq l¿
prr""iOu unu univers¡dad' No era url museo en el selrtido actual' Puecrs dr
"
sino una innlensa biblioteca, con cómodas salas
de estudio' labora-
zooló-
|.¡6s\pi,
torios de disección de anilnales, jard¡nes botánicos' iardines vía nu de
de cuatro departa-
gicos, observatorio astrollónr¡co, etc' D¡sponía guieá{e
La destrucción del Mu§eo .,no de l¡teratura, otro cle matemát¡cas' un
tcícero de a5-
á"ntá", l¡brc, le p,
La lamosa Biblioteca de| Mu- ir"^"rf" V otro de medicina.
§: bien más adelante hubo activ¡dad
do cltig
seo, que contaba con más de filosófica, inicialmente quedó excluido un departamento
de f¡losofía:
700 000 l¡bros, se Perdió en un ¡n- cctno
mosira( (
filosólicas
cend¡o en el año 48 a. C., cuando '
los Ptolomeos obstacul¡zaron tanto las discusiones gun :L
dependían
Julio César sitió Aleiandrla Si bien
' los debates políticos. El Museo y todas sus aclividades i parte4n
se reconstruYó, nunca recúPeró el económicamente del gobierno' I tradc ,re
ant¡guo esplendor. Los s¡glos pos- del Liceo I
teriores del Museo fueron más de La actividad intelectual del Museo seguía la orientación I Los 1cr
como
recop¡lación que de-dieacióh cien- aristotélico; de modo que el Museo fue incluso considerado I
son P{)p
actuaron baio
tifica. En el 390 d. C., Por orden de fa rama eg¡pc¡a ael Liceo ateniense' Sus fundadores I ción. 5f
un obisoo fanático, fue destruida ¡nsp¡ración: así' en lugar de
insfiraciO"n urittotélicai pero sÓlo baio I axior!¡it¡(
una buena Parte de sus l¡bros; fi- preferido Aristóte-
i;;firi;r; departamento de lógica, como habría .,m
nalmenté, en el 641, los musul- y se le ad- I otras
manes anasaón lo que quedaba
: iur, ¡n"t¡tuy"ton ,no de matemáticas' Se leía a Aristóteles senta¡{e
o
I de la qloriosa bibl¡oteca. ' ,ir"¡", páto "n su vert¡ente empírica más que en la(esespeculativa
decir' la idea formi,, (sr
rn"i"fi"i""; del maestro abandonaron la teleología
i
a una f¡nalidad)' Part¡É'b
Je que toOo cambio y todo acontecimiento sirven I
I

92
llr ri, 1,,, l4
El helen¡smo c¡entíflco
contó con muchos e importantes matemá-
l¡cos como Euclides, Arquímedes y otros. Tenía grancles astróno-
mos como Aristarco de Samos, Eratóstenes, Hiparco o Claudio pto-
lomeo. Las invenc¡ones técnicas de sus físicos o ingenieros, como
:ln con-
el propio A.rquímedes, o Herón (que parece que inventó una turbina
qñáu-
de vapor), no se apl¡caron: los esclavos eran máquinas bastante pro-
)sÁ,¡ca I
duct¡vas. Sus hombres centrados en la medicina, como Herófilo y, t, tt
nllEflto
-re- posteriormente, Galeno, que disponían de los antiguos conoc¡mien- ,\
-.n
tos de Hipócrates, efectuaron muchas d¡secc¡ones y vivisecciones.
,nlltl"o
Son muchos los científicos ligados directamente o de manera ind¡-
ttc ' -.-
recta al Museo, nosotros sólo nos centraremos en algunos de ellos.
95 COn
IT n
4.1. Euclides de Atejandría,
,fi,
'-l-
i el sistematizador
' [:
Euclides (330-270 a. C.), matemático educado en la Academia de pla_ Serapis, dios helenist¡co de ¡a medicana_
rndr¡a.
tón, fue el pr¡mer director del departamento de matemáticas del Mu- La med¡c¡na fue una de las c¡eñcias que
el\rc seo. Llevó a cabo una gran tarea: recogió el mater¡al matemático de
experiménló un gr¿n avance en la época
ta ex- helenistica.
los pitagóricos y lo organizó lógica y deduct¡vamente para const¡tu¡r
r(/. el pr¡mer sistema formal axiomático. Su E/emenfos de Geometría
úcleo 6. A part¡r del qu¡nto priñcip¡o co-
ha sido uno de los libros más influyentes de toda la historia y, hasta
o§J el siglo XlX, fue un libro de texto de escuelas y univers¡dades.
mún de Euclides, exptica:
riarla Qué ent¡endes por mostrar.
-
fAirs En sus E/ernentos, Euclides establece que todos los teoremas de la
geometría se deducen a part¡r de 10 axiomas. Un ax¡oma era enten_
- Qué ent¡endes por demostrar.

dido en aquella época como una proposic¡ón evidente que todo el


- Cuál crees que es la principal
diferenc¡a entre ambos cón-
iega,
mu0do admite, sin demostrac¡ón, como principio o punto de partida. ceplos.
t.
Los clnco primeros ax¡omas son cinco principios comunes a todas
las ciencias, los otros cinco son específicos de la geometría y los
Durante el periodo renacent¡sta, el inte-
llama postu/aclos. Un principio común, elquintc, dice:..Eltodo es ma- rés por los pensadores clás¡cos av¡vó el
que la parte.; es una proposición ev¡clente pero ¡ndemostrable: se aprecio por los avances matemát¡cos de
!,or
Euclides.
puede demostrar que el todo es tnayor, pero todo intento de
de- Geo/r¡err¡á, d€ Poltaiotic.
:nostración implicaría hacer uso del mismo principio toda- .-:
'ria rio detnostrado. Por ejemplo, si quieres convencer a al- i¡ü,.
guien de que una colección de libros es más grande que un
libro. le podrás enseñar tos dos elementos y estará de acuer-
do contigo, pero de manera intuitiva; si se lo quieres de-
mostrar, deberás ut¡l¡zar en tu argumentación el pr¡ncipio s€-
gún el cual el todo (la colección de libros) es mayor que la
parte (un libro solo), lo que signif¡ca que ya das por demos-
trado precisamente el princ¡p¡o que te proponÍas demostrar.

Los cinco axiomas o postulados de la geometría también


son proposiciones evidentes que se aceptan s¡n demostra_
ción. La presentación de la geometría como sislema formal
axiomático ha tenido muchas repercusiones. poco a poco,
otras ramas de las matemát¡cas han procurado también pre-
sentarse como s¡stema (conjunto de elementos conectados)
formal (somet¡do a una estricta s¡mbolización) axiomático (a
partir de propos¡c¡ones ev¡dentes e indemostrables).

I
93
tt,,t. 4

4.2. Arquímedes: matemático, físico 4.4^ t

e ¡ngeniero Eratósten€
seo. A n(
Arquímedes (287 -212 a. C.) era matemático, fís¡co e ¡ngeniero; se
El concepto de poso puede decir que fue el primer científ¡co preocupado por la apl¡cación
lérica,!§r(
' especlfico práctica de la ciencia. Como matemát¡co se dedicó sobre todo a
y se c! .úlr
El tirano de S¡racusa encomendó Tierra.¡\9€
la geometria, y midió las liguras lim¡tadas por lÍneas curvas y su-
a Arqulmedes que investigara s¡ la sultadc-. S
perficies curvas. Su método de .d¡visión. indefinida de áreas influyó
. corona moldeada por su joyero el solsr\io
contenía todo el oro que él le ha- en la ciencia matemática hasta la Edad Moderna, época en que pro-
indicaba qt
bía dado o s¡ había sust¡tuido, pició el desarrollo del método de los inf initesimales.
rrido l(,\is
como sospechaba, oro por plata.
Como físico, se le atribuye la teor¡zación de la palanca y el llamado dudaba. N(
Arquímedes encontró la.soluc¡ón
.pr¡ncipio de Arquímedes", según el cual un cuerpo sólido sumergi- tuar elalc
del problema m¡enlras se estaba
bañando, .Eureka, eureka" (Lo.he . do en un líquido experimenta una fuerza (que lo empuja verticalmen- y, teniend(
. encontrado) exclamó. Sumergió la te hacia arriba) ¡gual al peso del líquido que desplaza. También le de- dría. ll 'r ¿

corona dento del agua, luego hizo bemos el concepto de peso especÍfico, según el cual cada cuerpo des- 39 375 km
, lo mismo con una cantidad.de,ofo '
ptaza una cant¡dad proporcional al propio peso (por ejemplo' un objeto rn¡de..1C
i ¡gual a la que debfa formar la co-
de plata desplaza más líquido que si el mismo objeto fuera de oro).
rona y después una canüdad igual .
Pero latpr
de plata. iA igual p€so, el volumen Como ingen¡ero, se atribuye a Arquímedes la invención de las ca-
de conocin
del oro, el volumen de la Plata Y el tapultas, ut¡lizadas contra las naves romanas que asediaban Siracu-
volumen de la corona eran dife- mrco c ' 11
sa, y también la invención de unos espejos cóncavos que concen-
rentes! Acababa de descubrir el ' c¡ón del an,
concepto de peso especifico. traban los rayos solares y, según parece, se dirigieron contra las un poc ;nr
' velas romanas y las incendiaron. También invenló la hélice para ex-
El oro, sumerg¡do en el agua, ex-
pulsa menos agua que la Plata. L-a traer agua de los ríos. La investigación de principios mecánicos re-
corona expulsaba más agua que alizada por Arquímedes ¡nfluyó en el Renacimiento y en el desanollo 4.5. (
. su propio peso en oro: Por tanto, de la c¡encia moderna.
'
la óorona no podía estar hecha
toda de oro. ¡ta ¡nvestigación cien-
tífica le jugó una mala pasada al
4.3. Ar¡starco de Salnos, elastrónomo Claudi )t,
lviv¡ó del 1

loyerol Aristarco de Samos (310-230 a. C.), a veces llamado el Copérnico del tulado ai
mundo antiguo, no vivió en Alejandría, pero recibió su influencia. rnageslq (
Fue el primer astrónorno que delendió el heliocentrismo, es decir, que
La síntu-¡s
es la Tierra la que gira alredeclor del Sol. Estimó que el Sol era mucho innróvi{e
mayor que la Tierra y que la Luna; por tanto, le parecía lógico que cl planet¿,- M
Sol no g¡rara alrededor de la lierra, un cuerpo más pcqueño quc é1.
to de l{^pl
que la T¡erra?
¿Oué le llevó a afirmar que el Sol era mucho mayor nalrnerrre, t
Ar¡starco calculó que el diámetro del Sol era ve¡nte veces mayor que ne unaiar
el de la'l-ierra y que el de la Luna era !a mitad del de la T¡elra. Obtu- nómica dur
vo estos datos observando las relaciones de estos astros cuando el la de A^ta
disco lunar está medio ilumitrado, es decir, en cuarto crec¡ente o en
cuarto menguante. En esta situación, midió el ángulo Sol-Luna-Tie-
rra; a continuación calculó el ángulo Luna-T¡erra-Sol. Los pasos si-
guientes fueron deducir el valor deltercer ángulo, el formado por Luna-
Sol-Tierra y las distanc¡as correspondientes, y calculó que la distan-
cia entre la Tierra y el Sol es ve¡nte veces la distancia entre la Tierra
y la Luna. De las distancias dedujo los correspondientes tamaños.
Hoy sabemos que el Sol l¡ene un lamaño mucho mayor de lo que él
calculó; pero a pesar de ello, Ar¡starco fue quien por primera vez de-
fendió, a contracorriente, la h¡pótesis heliocéntrica. Los c¡entíficos no
volv¡eron a sostener la teoría del heliocentrismo hasta Copánico (s. Xr'l)'

94

3 i.
l lrr, 1.,, r 4

4.4. Eratóstenes, el medidor Orlgen del calondarlo actuel


[a medida del tíempo, hoy tan ob-
Eí¿tóstenes (275-194 a. C.) fue uno de los b¡bliotecarios del Mu-
via, ha sldo a lo largo de la histo-
ercj se seo. Afirmó, como ya había hecho Aristóteles, que la Tierra era es- ria un difícil problema; los griegos,
ic;¡.ón férica, ¡:ero aportó un dato de gran valor, calculó su c¡rcunferencia por eiomplo, oEanizaban el t¡em-
lo.do a y se convirtió, dando muestra de su genial¡dad, en el med¡dor de la po en ¿iclos debcho años. Pien-
T¡era. lngen¡ó unas observaciones que lo llevaron a muy buenos re- sa que nuestro septiembre nos rs.
¡ y=r¡-
sultados. Sabía que en Siena existía un profundo pozo que el Sol, en m¡tó a un antiguo mes séptimo, y
¡¡¡t,,yó dlcismbre, al.mes décimo y último
te\r,o- el solstic¡o de verano (el 21 de junio), ¡lum¡naba hasta el fondo: ello
de los romanoó.'Eso nos indica
ind¡caba que la vert¡cal coinc¡día con los rayos solares. ¿Habría ocu- que, in¡c¡almente, los años roma-
rr¡do lo mismo en Alejandría con un pozo parecido? Eratóstenes lo . nos eran ds diez riieses, que eran
¡mado
dudaba. No habÍa un pozo así, pero sí obeliscos que permitían efec- diez lunas: po§teriormente se ¡n-
tuar el cálculo: midió la diferencia entre la vert¡cal y los rayos solares crementó en dos lunas más. Pero
rlmen- doce lunas quiere decir años de
y, teniendo en cuenta la distancia que había de Siena a Aleian-
lu- dría, llegó a la conclusión de que la c¡rcunferencia de la T¡erra mide
. 954.ó 355 días;el desajuste entre
o de§- el t¡empo medido y el año solar
39 375 km. Su error fue muy pequeño, ya que hoy sabemos que (calculado por la pos¡ción de las
o§r.o
m¡de 40 008 km. estrellas) obligaba a añadir a me-
rro\
nudo días al calendario. Para ev¡-
,s ca- Pero las aportaciones de este astrónomo no se acaban aquí. En su afán tar estas inegularidades, Julio Cé-
¡tt\.- de conoc¡miento, de invesligar y de medir, realizó un cálculo astronó- sar convocó en Roma a sab¡os
mico que ha marcado nuestros días y nuestros años: precisó la dura- alejandr¡nos. Sosígenes; que co-
,rcen-
ción del año solar, es decir, que el solsticio de verano tarda 365 dias y nocía los cálculos de Eratóstenes,
ra\,s informó de la conven¡encia de me-
? e¡- un poco menos de una cuarta parte de día en volver a producirse.
d¡r el tiempo no a part¡r de los c¡-
)\f clos lunares, sino del Sol, y afirmó
rrrollo
4.5. Ctaudio Ptolomeo, et astrónomo
qua el año solar duraba 365 días
y un poco menos de una cuarta
compilador parte de día. Así pues, el año 47
a. C., Jul¡o César decretó una re-
Claud¡o Ptolomeo, mucho más allá del período llamado helenisrno forma rad¡cal del calendario: un
(vivió del 138 al 180 d. C.), llevó a cabo una síntesis, en un libro tF año solar con doce meses hasta
tulado Gran slntaxrs matemática, posteriormente conocido como AF sumar 365 días y cada cuatro
t.rci¡. áños, al final de febrero. el mes en
magesto, de todos los conocim¡entos astronómicos de Alejandría.
el que siemprP se aplicaban los
La síntesis astronómica de Ptolomeo consideraba la T¡erra el centro
ircho ajustas, habría un cih bls. En agra-
Lt(-t inmóvil del Universo. A su alrededor giraban la Luna, después los dec¡miento a esta reforma, un mes
-" planetas Mercurio y Venus, a continLlación el Sol y, después, el res- fue dedicado a Julio César, es .
re
to de los planetas conocidos entonces, Marte, Júpiter y Saturno. FF nuestro,/u/,b.
¡?\- r
nalmente, existía la esfera de la mullitud de estrellas f¡jas. El libro t¡e-
ne 'rna gran importanc¡a histórica, ya que determinó la visión astro-
rb!-u-
nómica durante más de mil años, una visión geocéntr¡ca, contrar¡a a
io\, la de Ar¡starco y basada en el orden aristotél¡co.
oFn
.fñz
Ptolomeo también dio una expl¡cación de t¡po aristotél¡co al
s S,.. ) mo,/¡miento de los planetas. Si observamos el movim¡ento de -t1
,n!, los planetas, vemos que normalmente se van despla2ando ha.
tar cia el Este. pero que en cierlos pedodos cambran de dirg¿éíon
ü y se dirigen hacia el Oesle, para relornar posteriormen(e a su
erff movimienlo regular hacia el Este. Este mov¡miento nomal ha-
c¡a el Este y ocasional hac¡a el Oeste (denominado retrograda-
'S-
ción del pla¡eta) es ¡nierpretado por Ptolomeo establec¡endo un
reá movim¡ento circular del planela alrededor de la Tierra, movi-
d§- m¡enlo a lo largo de la deferente, y apl¡ca¡do al movimienlo por
la delerenle un segundo movimiento (también circular) que se
;no llama epiciclo. La comb¡nación de deferente y epiciclo explica
(V}¡z el movimiento aparente de cualquier planeta.

95
)
lh,r,lr l4

5, La filosofía helenística 5.A=


en Roma Luc^Ar
de la filo
Roma siempre fue recept¡va ante la cultura griega' Con
anter¡ori- vid¿1 I
ll a C"
dad a la conquista romana de Grecia de mediados del siglo t¡erro qu
los romanos los
las pol¡s griegas de la Magna Grec¡a transmit¡eron a del ' ,:e
elementos de su filosofía. Gra^rc
Tiber¡o y
t tar tA s
5.1. La helenización filosófica alma, De
¡En qué tin¡eblas de la vida Y
en oct( )e
en Floma
qué grandes Peligros transcurre Las filosofías heleníst¡cas se implantaron con fuerza l¡ovlao
este liempo tan escaso! ¿Nad¡e ve
repu-
cómo la naturaleza no reclama a - Continu¡dad del epicureísmo. Hacia el final de la Roma SénYca
gritos para ella nada más sino que ya había arra¡gado en un
I bl¡cana, en el s¡glo I a. C., el ep¡cureísmo y dÉon
es el
el dolor se sePare Y se aleje del sector importante de la sociedad romana' De esta época samrent
cuerpo Y que el espir¡tu' despro- por Lucrecio (95-51 a' C')' tÉ
visto de inqu¡etudes Y de temores'
lrandioso poema filosófico escr¡to curñ s
y la física y la
goce de un sentimiento de Placer? íulado De rerum natura, donde presenta defiende
Lejo¡, d
ét¡ca de Epicuro.
UJ(Jecio, De la naturaleza, ll, 15' del u'Sc
dedicadas a
El poema se divide en tres partes, respectivamente cerr.ls
La primera tra-
la metafísica, a la antropología y a la cosmologia caractc
y los cuer-
. ta de los principios de la realidad, lamaleria, el espac¡o
y la terce- ' Sé¡1a
o te- pos ."n"ibt"". L" segunda se cenlra en el hombre; en
¿Qr"-i prefieres, tenel mucho
ner lo suf¡ciente? Quien tiene mu- lue edita- rigieqd(
ra, habla del Universo y Ios fenómenos físicos' La obra
cho 3nhela más, lo que demues- ció,., sir
da por Cicerón, después de la muerte de Lucrecio'
tra que todavía no tiene lo sufi- puot\ll(
de Lucrecio'
c¡ente; quien tiene suficiente ha
- Continuidad del escept¡c¡smo' En el m¡smo siglo siderab
conseguido lo que no tiene nunca ecléct¡ca (es de-
. las posiciones escépt¡cas, si bien de una manera do-ror
el rico, su objet¡vo. fueron adop-
cir, combinadas con posiciones de otras escuelas)' dao l¡u
que apor-
tadas por Cicerón (106-43 a C'), el conocido orador'
Séneca
las1.t
pensadores helenís-
tá a los romanos el lenguaje f¡losófico de los derecht
ticos adaPtado al latín. citli
El escepticismo fue leforrnulado, a finales del
siglo ll' pcr Scxto
Hay cosas que c¡ertamente de- M¿¡str,
penden de nosotros, mientras que emdr¡co. Sexto, dedicado a la actividad médica' fue conocido ver qu€
hay otras que no dePnden de nG' de los mÓ-
con el sobrenomb re de Empírico, porque, a diferencia
I
sicFl c
sotros- la tradic¡ón dog-
dicos de su tiempo, que basaban su c¡encia en no pro(
Eqiclelo, Enqui¡d¡ón' mática, él quería fundamentarla en la observación
de hechos
cu^{r<
y, a partir de ahí, emitir sólo h¡pólesis sobre la enfermedad'
Nos in'
Continuidad del estoicismo' Del coniunto de escuelas
helenísti- n€ )ur
- momentos turalm(
cas, fue la que anaigó más profundamente en Roma
que ar- Los
iArmoniza conm¡go lodo lo yr
mon¡za b¡en cont¡go, Universo! más brillantes de este pensamiento se produjeron
en la Roma c(
Nada es prematuro ni tardío Para que veremos en la
¡mperial, primero en la persona de Séneca, Al^nz
mí si es algo oPortuno Para l¡. ¡Es p¿qina sigu¡ente' y posteriormente con Epicteto y Marco Aurel¡o'
la natu
un fruto para mí todo lo que llevan
tus estaciones, Naturaleza! De t¡ Fue precisamente un esclavo, Epicteto (a
quien su amo concedió drlis
provienen todas las cosas, en ti propugnó más decididamente cial pa
ta liuertad) quien, después de Sérreca'
I
permanecen todas las cosas, ha-
el pensamiento esto¡co. A su vez, el enlperador
Malco Aure¡¡o es- bLla:
i c¡a t¡ van todas las cosas.
crit¡ó una serie de rellex¡ones que proclamaban' entre
muchas otras s:!{a'
Marco Aurel¡o, Peflexio,es lV 23'
cosas, la identificación estoica del hombre con
la naturaleza' vr\ c(
I

96
4 i

5.2" Séneca
Lucio Anneo Séneca representa una referencia fundamental dentro

)r:
de la f¡losotíaesto¡ca, Natural de Córdoba, pasó gran parte de su F-l
v¡da en Roma. Únicamente un prolongado viaie a Egipto y el des-
t
lo
tierro que sufr¡ó a Córcega lo aleiaron temporalmente de la capital Ár.'
del lmper¡o.

Gran orado¡ escritol f¡lósofo y polít¡co (fue senador en tiempos de I

Tiberio y ministro bajo el reinado de Nerón), de sus obras cabe resal-


tar las siguientes: De la brevedad de la vida, De la tranquilidad del
alma, De la constancia del sab¡o, De la fel¡cidad, De la clemenc¡a, Del Lucio Añneo Séneca (4 a. C.- 65 d. C.) fue
obtgado a suic¡darse por orden de Nerón,
ocio, De los benef¡cios, el famoso coniunto de sus Epístolas a Luc¡-
acusado de part¡c¡par en una con¡ura en
obra donde recoge sus escritos fís¡cos, Cuesfiones naturales.
Iro y la su contra.

in Séneca destaca por mantener un esto¡c¡smo, no obstante, ecléctico


yde i)ndo rel¡gioso. Capaz de dialogar con otras corr¡entes de pen-
ti- samiento, se muestra adm¡rador también de las enseñanzas de Ep¡-
la\- curo y su visión práct¡ca de la f¡losofía, la cual adoptará.

Lejos de presentarnos una teoría que intente una estructuración


Así me muera s¡ el silenc¡o es tan
e del discurso ét¡co, lo que hace Séneca a través de sus obras es ofre-
necesario como parece al hombre
cernos una guía moral para obtener una adecuada formac¡ón del retirado en sus estud¡os. Heme
r- carácter. aquí rodeado de una abigarrada
gritería; v¡vo enc¡ma de unos ba-
Séneca concibe al filósofo como educador del género humano, di-
ños. [.-.1 Pero, yo, ipor Hércules!,
¡- rigiéndose principalmente no al hombre sabio camino de la perfec- haqo tan poco caso de ese albo-
ción, sino al hombre corriente, al colectivo humano en su global¡dad, roto como del oleaje de la playa,
pues nosotros somos miembros todos de un mismo cuerpo. Con- ode la lluv¡a, por más que he oído
sideraba que todos somos fragmentos del gran fuego cósm¡co, to- dec¡r que cierta nación camb¡ó su
c¡udad de s¡tio porque no podÍan
dos somos fragmentos de Dios. Dentro de esa defensa de la igual-
resistir el ruido del N¡lo al caer.
dad humana, mantendrá una postura crítica con la esclavitud y con Creo que la voz humana d¡strae I
las sangrientas luchas de glad¡adores, a ia vez que defenderá el más que el ruido, porque aquélla
Cerecho de las mujeres a tener acceso a la misma educación que re- reclama la atención del espír¡lu,
cibían los hombres. mientras un ruido no llena ni hiere
) más que los oídos. [...] Por otra
Maest:'o de la filosofía moral, se dirige a los hombres para hacernos parte, los sonidos intermitentes
ver que la amb¡c¡ón, el poder, la persecución de la r¡queza o Ia nece- me molestan más que los conti-
sidad constante de ¡ntroducir novedades o cambios en nuestra v¡da nuos. Pero heme endurec¡do ya
no procuran la felic¡dad. Nos enseña que la felic¡dad se halla en el en- de tal manera para todas estas co-
sas, que llego a poder res¡stir el
cuentro personal e ínt¡mo con uno m¡smo, con la prop¡a conc¡encia.
cóm¡tre marcando el compás de
¡los inv¡ta a la serenidad, esa serenidad que nos libra de las pas¡o- los remeros con voz estentórea-
nes que nos esclavizan, impidiéndonos ser auténticamente l¡bres. Na- Fuerzo al espíritu a estar atento a
turalmente, no es un camino fácil, pero sólo es fel¡z aquel que es l¡bre, mí mismo, s¡n distraerme en las
y sólo es libre quien vive sab¡amente, siendo dueño de su propia v¡da. cosas externas, aunque fuera de
mi resuene todo, con tal que en m¡
Alcanzar d¡cha sabiduría de la vida, saber v¡v¡r de manera conforme a interior no haya ningún tumulto,
la naturaleza y a través de la razón, requiere fueza de voluntad. Se ha con sólo que la avar¡cia y la lu¡u-
de adecuar el viv¡r con el obrar, y el cultivo de la filosofía resulta cru- ria no armen alboroto ni se mal-
traten entre sí. Porque, ¿de qué
cial para tener éxito en semejante empresa, así como el cultivo de las
s¡rve el silencio en derredor s¡ las
buenas am¡stades. Ser sab¡o no es entregarse a la contemplac¡ón ab- pasiones rugen?
soluta. Séneca entenderá que hay que tener contacto con el mundo y
Séñeca, Car¿as mo¡ales a Lucilio-
vivlr con un espíritu cosmopolita, como rezaba el idear¡o estoico.
Comentario de tex to
Es por ello por lo que af¡rmamos que el placer es el la noc¡ón de placer (bien primario, ausencia de do-
pr¡ncip¡o y el fin de la v¡da feliz. Efect¡vamente, noso- lot ausencia de desasos¡ego. ..).
lfos sabemos que es un bien pr¡mario y congén¡to; es .¿En qué consiste el dolor? ¿Cuál es la noción
el punto de partida de toda elección o de todo rechazo
de autarquía? ¿Por qué se cons¡dera un bien?
y corremos hacia éljuzgando todo bien según ia nor-
ma del placer y del dolor. Y como un b¡en como éste - ¿Cuá es el título más adecuado para el texto?
es primario y connatural, no eleg¡mos cualquier pla- . Elección de placeres
cer, sino que, en ciertas ocasiones, cuando de ellos . La autarqu¡a leva al phcer
se deriva para nosotros el desasosiego, renunciamos
a muchos placeres. Y consideramos muchos dolores . Vda ldiz: ausencia dc dolor t¡sico y an¡mbo
+'. como superiores a los placeres, cuando el placer que
Contexto ¡nmed¡ato del texto
se sigue de ellos, después de haber soportado mu-
cho tiempo los dolores, es más grande para nosotros. - Relaciona el texto con las ¡deas del autor; indica
Así pues, todo t¡po de placer, por su propia natura- cuáles eran las cuestiones de la época y las di-
leza, es un b¡en: sin embargo, no cualqu¡era es elegi- ferentes conientes de pensam¡ento; menc¡on3 ¡n-
ble; de la m¡sma manera, el dolor siempre es un mal, fluencias que haya podido recib¡r el autor. Puedes
s¡n embargo no s¡empre debe ev¡tarse. Por tanlo, con- desanollar los puntos sigu¡entes:
viene determ¡nar todas estas cosas con la med¡da y . La filosofa de Epicuro es fundamentalrnente de
cons¡derac¡ón de las venta¡as y desventajas, ya que
i nos serv¡mos del bien, en algunas c¡rcunstanc¡as,
como de un mal, y viceversa, del mal como de un bien.
orden ét¡co. ¿Qué propone su ética aderná,s de
lo que indica el texto? ¿En qué se basa su ética?
f,t
I
Aprec¡amos la autarquia como un gran bien, no por- . Busca una filosolía que cure, por e,so habla de A1 (
que s¡empre debamos v¡vir con el poco, sino porque, cuatro remedios para evitar toda clase de lras- - -uf
i en caso de no lener el mucho. nos conlentamos con tornos y áns¡edades. Las supersticiones y los I{fri'
el poco, absolutamente convenc¡dos de que gozan prejuic¡os son causa de ¡nquietudes. ,o(
de la abundancia con más placer aquellos que tienen mái
I . Epicuro fundamenta su ética en una física s¡-
I menos neces¡dad de ella y que todo lo que es nalu- milar a la de Demócrito, con ella qu¡ere funda-
)gr
,l ral s¡empre es más fácil de alcanzar, y más difícil lo tual
mentar la l¡bertad humana. Tamb¡én elabora una
superfluo... Entonces, cuando alirmamos que el pla-
canón¡ca. don
cer es el fin, no nos reterimos a los placeres de los l¡-
bertinos ni a los que se encuentran en el desenfreno,
. La filosofía ep¡cúrea apareció en una s¡tuac¡ón
socirpolÍt¡rra detenn¡nada; su pensamiento arai- sen
como algunos creen por ignorancia, o ¡torque no es-
ga en esta c¡rcunstancia.
tán de acuerdo o lo interpretan mal, sino a la ausen- ^flr
,Js
cia de dolor en el cuerpo y de desasosiego en el alma.
lirando más allá del terto AQA
Epicuro, Cada a Meneceo, 129-130. lndica cómo se ha tralado en otros momenlos ,lr1
- mer
la problemática del texto.
Análisis del conten¡do :s
. Conocemos bien las ¡nd¡cac¡ones de Arislóte- níst
- M€mos empezar concretando las ideas más re- les, anterior al helenismo, sobre h felic¡dad y el
levantes de la Carta a Meneceo. EI texto avanza camino hacia ella. Muestra los puntos paralelos
,,Jt-
precisando el sent¡do epicúreo del placer. lndica de las dos ét¡cas. 4ri
,1a
la jerarquía en que las ¡deas aparecen en eltexto, . Puedes explicar la búsqueda de la felic¡dad o el clu(
y |os vinculos que se establecen entre ellas. Por placer en nuestra sociedad. ¿De qué rnanera se 1¡
cris
eiemplo, el texto: presenta hoy?
. Establece que el dace( un bien pr¡mario y na- Opinión personal (lue
tural, está en la base de la vida feliz. rivi,
- Atrévete a ¡nd¡car, de forma razonada y argu-
. ln¡c¡almente, todo placer es un b¡en y toclo dolor
mentada, tus preferencias. .¡da
es un mal; pero no todo placer es elegible n¡ todo
. Errcuentra un tema de rellexión personal cerca- ^va
mal eütable. Es nsúesario evaluar las ventajas y .¡lU(
no al contenido del texto. Para el autor, la üda
los inconvenientes de cada situaciÓn.
feliz es la del hombre o mujer que no sufre do-
Anr
- Clar¡f¡ca conceptos del texto: lor fís¡co ni desaso§ego rnental. ¿Tendias oas-
i
i
. ¿,Cuál es la defin¡c¡ón de placer? Señala todas lante con eso o crees que la felic¡dad ¡mplica
i las precisiones que aparecen en el texto sobre algo más? ¿Oué más?
I

ec
UM

-.t

dé vida

t1 L ndela

cuatro remedios epicú reos.


La c¡encia alejandrina ha repercut¡do en el pen- t¡cas recobraron su v¡talidad y, en la ltalia renacen-
samiento poster¡or. Nuestra cienc¡a incorpora prin- tista, reaparec¡eron delensores del epicureísmo, del
c¡p¡os y teoremas de Arquímedes; las matemát¡cas esto¡c¡smo y del escept¡cismo.
modernas aspiran al rigor del sistema formal axio-
mático de Euclides; med¡mos nuestros días y años La tendencia al escept¡c¡smo ha sido una constan-
según los cálculos de Eratóstenes; la astronomía ac- te en la h¡storia del pensam¡ento. Aún en nuestros
tual, después de un milenio y med¡o de astronomía días, son muchas las personas que, por diferentes
invertida, volv¡ó a poner la Tierra en el m¡smo lugar raz ones, cons¡deran la actitud de duda como la más
donde la situó Ar¡starco. La act¡lud científica de es- sensata ante el alud de conoc¡mientos y de ¡nfor-
tos hombres, concretada en la capacidad de ob- maciones que nos llegan.
servación cuidadosa y rigurosa de aislar y selecc¡o-
En cuanto al epicureísmo, entendido como pro-
nar aspectos determ¡nados de problemas comple-
guesta hedonista, y el estoic¡smo, entendido como
jos y de buscar con audac¡a hipótes¡s teóricas, es
propuesta de autodominio y de no permitir que la si-
una actitud que, después de s¡glos de olv¡do, forma
parte de nuestra manera de hacer ciencia. Cierta- tuac¡ón pueda más que uno mismo, ¿cuál de los dos
está más vivo? Los valores de nuestro mundo occi-
mente, la c¡enc¡a ale¡andrina es una de las creac¡o-
nes más eminentes y notables de la época hele- dental se dir¡gen hacia el hedon¡smo (es dec¡r, bus-
nística. can el placer en un sent¡do que no es estrictamen-
te ep¡cúreo), pero los valores de otras civ¡l¡zac¡ones
¿Cuáles han sido las repercusiones o ¡nfluenc¡as de cercanas, como la ¡slámica, no miran hacia el he-
la f¡losofía helenística? Sabemos que Atenas vivía don¡smo; incluso, en la Edad Media, nuestro mun-
una s¡tuac¡ón muy diferente a la de Alejandría, una do occidental veÍa la v¡da como un espac¡o de tiem-
c¡udad nueva. Atenas, y con ella muchas antiguas po donde el dolor y el sulrim¡ento eran ¡nev¡tables
pol¡s griegas, vivía una situación de malestar y de y la fel¡cidad, una eventualidad para muy pocos. Y
cr¡s¡s. Podríamos afirmar que las filosofías del hele- en una vida en que las condiciones materiales eran
n¡smo son las f¡losofías propias de las soc¡edades muy duras, el ideal esto¡co de aguantar y manlenerse
que viven profundas transformac¡ones o, a nivel ¡n-
fuerle e íntegro era un potente estímulo.
dividual, de los hombres que sufren pérd¡da de iden-
tidad y de valores. En otro momento de la h¡stor¡a, En el mundo actual también reencontramos otra ca-
cuando las seguridades medievales caducaron para racterÍst¡ca propia del pensam¡ento heleníst¡co: el
muchos hombres y una nueva visión de las cosas cosmopol¡tismo, la apertura de fronteras y la plu-
empezó a nace( las f¡losofías de salvac¡ón helenís- ral¡dad de culturas en un mismo espacio.
loque ll
-& Filosofía medievY rend
C' 6Au d.
|AAO a. C. 8OO a. C. @O a. C. 4OO a. C. NO a. C. 1 d' C. 2@ d' 4AO d' C'

. Fundación do Roma . Octav¡o César Augusto: Fundac¡ón del lmperio . Just¡fi\ro


(753 a. c.) . Alto lmperio Romano 127 a. C-235 d. C.) hnpo, Ro
. Bepública romana (509-27 a. C ) Oriente {52
. Ba,o lmpei¡o y caida del lmpcrio Rom¡
. Primera guerra PÚn¡ca: anexión de de occ¡denre (235-476 d. C.)
la Magna Grec¡a (2&-241 a. C.)
. Segunda gueña Pún¡ca: Med¡tená- . Coñstant¡no tolé-
É. neo occ¡dental (219-201 a. C.) ra el cr¡stian¡smo
o
F (313 d. c.)
. Tercera guerra Ún¡ca: Grec¡a. pro_
9. . rlr1¡ (
I v¡ncia romana (149-146 a. C.)
I . Cristianisnlo como hL ¿¡C
' Asia, Prov¡nc¡a ronlana religión ofic¡al del Med¡na
(1s3 a. C.) lmperio (380 d. C.)

. Escuelas f¡losóficas clásicas: . Neoplaton¡smo


Platonismo/ Arisiotel¡smo
' Gnoslicismo
. Judaismo
' Man¡queismo
u.
o . Crislian¡smo. Nuevo Tes- . San Agustin
o tame¡to (8ib¿ia): Evange- (354-430 d. C.)
o
J l¡os, Hechos de los APós-
É
toles, Cartas, Apocal¡Ps¡s
t¡¡
F . Patrística
tc
lalino-occidental
lr . Patr¡sticá
l I
l'
5 greco-oriental I
f
o
. Polibio, historiador
(200 120 a. C.) ^{
La fil^ol
menos o
corrc.al
Unidad 5 Gonftuencia de filosofía y religión quierqpl
La e\.rlt¡
table^er
Unidad 6'La Edad Media: cuado et
Esc("1st
una etapa de culturas diferentes El nacinl
lunt( . ¡a
do de-qu
Unidad 7 Renacim¡ento y revolución científica En er pla
clavr'rfi
escuelas
rantí1: F

100

§+*_, _ t
! '!

I
t [r renacentista
J

M)d.c. gÚd.c. lmd.c. |md.c. 14Nd.c. 1ffid.c.


. Carta Magna: dere- . 1339-1453 Gúéñe
. lnicios del feudal¡smo
l3 . Just¡niano I en el chos de los ¡ngleses de los Cien Años
con la coronación de
lmperio Romano de 0 215)
enlre Francia e r
Carlomaqno (800)
Or¡ente (527) lnglatera I

. Gran C¡sma de Occi-


. Los francos derrotan . C¡sña entre la lglesia occi- dente (1378-1417)
a los árabes eñ la ba- dental y la oriental (1054) . 1453 Conslantiñopla es ocupáda
lalla de Poitiers. ln- por los turcos
cremenlo del poder . Primera cruzada de
de los francos (732) I . '1492 Descubrimiento
los cr¡stianos contra
. H'r¡da (Hégira de l'ra- de América
los musulmanes
homa de La Meca a (1096)
Medina (622)
. Fundación del emi
rato de Córdoba
c/56)

. Arte román¡co . Renacim¡ento


. Lutero
. Renacimiento carol¡ng¡o {1483-1546) I
. Arte gótico
.1440 lmprenta de
. Esplendor de Gutenberg ffi
¡

.
la Escolástica

. Sanlo Tomás
11225-12741
.
. 1445 Se impr¡-
me la Biblia

Maqu¡avelo
I
t.I I

Roger Bacon
(1210-1294) (1469¡ 527)
. Guillermó . Thomas More
(1480-1 535)
. San Ben¡to funda la or: de Occam
(1285-1349) . Erasmo de Rotterdam I
den de los bened¡cl¡nos (1469-1536)
(520)

La filoso{ía medieval recoge el período más amplio de la historia de la filosofía: nada más y nada
menos que mil años. Un milenio en el que se producirá la confluencia entre el pensam¡ento gre-
corromano y las rel¡g¡ones orientales, y que verá cómo, a partir del siglo lV, el cristianismo ad-
quiere plena hegemonía en la cultura occidental.

I La evolución del pensam¡ento filosófico med¡eval nos mostrará el constanle esfuerzo por es-
tablecer un diálogo fructífero entre razón y revelación, así como por encontrar el marco ade-
-1 cuado en el que fijar las relaciones entre el poder c¡v¡l y el poder eclesiástico. La PatrÍstica, la

l Escolástica y el Nom¡nal¡smo supondrán diversas formas de entender todas estas cuestiones.


El nacimiento de una nueva forma de ver la naturaleza, menos especulativa y más experimental,
I
junto a la renovada admiración que sentirá el hombre humanista por la cultura clásica, serán el caF
¡ do rle cultivo para la aparición de la filosofía renacentista, que preparará elteneno a la modernidad.
En el plano científico, sin duda, el paso del geocentrismo al hel¡ocentr¡smo marcará un momento
clave en la visión de la ciencia y del lugar del hombre en el mundo. En el plano f¡losófico, las viejas
'1 escuelas del pensam¡ento griego cobrarán de nuevo actualidad, a la vez que veremos gestarse du-
rante el Renacimiento profr-rndas reflexiones polít¡cas tanto de carácter práct¡co como utópico.
I

i 101
Gonfluencia
de filosofía y religión

{,
i

v Esquema
1, El mundo romano: contexto histórico
1

1
.1 . De la ciudad Estado al lmperb
.2. La caída del lmperio Romano

2. Las rel¡g¡ones or¡entales en Roma


2.1 . La religión romana primitiva
2.2. La llegada de las reli$ones orientales
2. 3. P oliteísmo grecorronÉno
y religiones monoteístas l¡.'rl
2.4. lntentos de concil¡ación Sdr
por la
3. El pensam¡ento cristiano v')\
foifar
3.1 . El surgimiento del cr,sf,'bn,srno
pc'ten
3.2. Apoñaciones ci!¿ar
3.3. La Pátristica gr',n !a

4. San Agustin unit c{


4.1 . Un hombre enlre dos épocas olr( n
4.2. Demarcación entre neoplalon¡smo dr,r't,
cibdai
y cr¡stianismo un^ ff
4.3. tuzón y fe fiuer
busca
4.4. Dos y el mundo
4.5. Vtsión del ser humano enofg
4.6. Concepción de la historia
aquéll
b r€

@":*,:,":":: mportancia del lmperio Romano y su d¡latada influencia en el conjunto del


,nVr,
Cs
pensamiento occ¡dental. ( .,t
sVp,
. ñ.- p
óaptar cómoJas ieligiones de pueblos diferentes enriquecieron la culturá romana. ' Bt o:
. Descubr¡r las aportaciones del pensamiento cr¡stiano. l q,,c l(
I . conocer el pensamiento de san Agustín y captar su impolangia
dieror
r iul
reció.
I

102

5
a

Mosaico de tema agricola (siglo lll a. C.)

lnvitación a la unidad-
Siendo tantos y tan grandes los pueblos d¡seminados
por la Tierra. tan diferentes en sus r¡tos y costumbres
y tan var¡a.ios en lenguas, en armas y en vest¡dos, no
lorman más que dos géneros de sociedad humana, que
podemos denom¡nar, siguiendo nuestras Escrituras, dos
crudades. Una es la de los hombres que qu¡eren vivir se-
gún la carne y la otra, la de los que quieren v¡v¡r según lntro uccton
elespír¡tu, cada una en su propia paz. Y la paz de cada El mundo romano, desde su fundac¡ón has-
una cons¡ste en ver satisfechos todos sus anhelos. [...] ta su caída en Occ¡dente, perduró duran-
- _- te trece s¡glos: es una creac¡ón de gran im-
Dos amores han fundado estas dos ciudades: el amor poifahciá para la historia de Occidente. Em-
de uno mismo hasta el desprec¡o de Dios construyó la pezaremos esta un¡dad estud¡ando algunas
ciudad terrenal; el amor de D¡os hasta el desprec¡o de de las vicisitudes de los últimos tiempos del
uno mismo construyó la ciudad celestial. Una se glor¡- lmperio Romano. A continuación, analiza-
fica en ella misma, la otra en el Señor, porque aquélla remos la ¡nfluencia que Roma recib¡ó del
busca la gloria entre los hombres y ésla t¡ene como má- . mundo helenístico y cómo se produjo la fu-
xima a Dios, test¡monio de su consciencia. Aqué!la se sión o alianza entre dos mundos: él filosó-
enorgullece en su gloria y ésta dice a su Dios: I¿,eres fico y el religioso. Con elt¡empo, una de las
m¡ glor¡a y qu¡en me hace ¡r con la cabeza b¡en alta. En rel¡g¡ones que penetró con fueza y entu-
aquélla, los prínc¡pes y sus nac¡ones dominadas están siasmo fue el crist¡anismo; así pues, eslu-
baio el yugo de la concup¡scenc¡a; y en ésta sirven en d¡aremos algunas de las aportaciones del
mutua car¡dad: los gobernanles aconsejando y los súb- pensamiento cristiano. San Aguslín ¡nten-
ditos obedec¡endo. Aquélla aprec¡a la prop¡a fuerza en tó llevar a cabo una alianza, al servicio de
sus potentados y ésta dice a su Dios: Te he de amar, Se- la fe, entre filosofía y cristianismo.
ior, porque tú eres mi fuerza. Por ello, en aquélla, sus
iabios, que \,¡ven según el hombre, no han buscado más
qlre li5 bienes del cuerpo o del alma, o los de ambos,
y los que lleqaron a conocer a Dios no lo honraron n¡ le
digron grac'as como a D¡os, s¡no que se desvanec¡eron
en sus pensamientos, y su corazón insensato se oscu-
reció.

San Agustin, La Ciudad de D¡os, Xiv,1 y 28

103
I lr ¡r, l,l, I 5
Fornras
l. El mundo romano:
contexto histórico En la h¡st
n"rqa, t,
y' por tan-
Con la hegemonía del lmperio Romano, el centro cultural
i
ü tamO¡é"n el t¡tosófico, se desplazó hacia Occidente'
y los filósofos - L-!r(
hasta
I
se trasladaron hacia el
i;¡¡¡fli\Ytj mis emolemáticos de la Grec¡a heleníst¡ca n\a
oeste del Mediterráneo.
ma dt
estos he-
Veremos ahora el marco histór¡co donde se desarrollaron
I

+ i .¡i.
'
cnos y analirar"mos la caída del lmperio Romano'
pues con ella.ter- - Con l¿

Media Esta contextual¡za- rñIa


m¡na ia fOaO Antigua y se inicia la Edad
de las.reli- diado
ción h¡stór¡ca nos ayudará a comprender la expansión
I
I éián"" ori"nt"l"" en Roma, la aportación
del cr¡st¡anismo a la cultura F^y
rritorir
r.-ornunu y la obra de san Agustín,
que sentó las bases del pensa-
miento f ilosófico medieval. -- La cris
La loba capitolina (siglo V a. C.)-
eñi 2

La levenda dice que fue una loba quien 1.1. De la ciudad Estado al lmPerio soluto
(hla
amaáantó a los fundadores de Roma El
deRomaenel año735a C'
lobo era el animal consagrado al dios de La leyenda y la tradición sitúan el or¡gen olo lll.
la guerra, Marte, y sirnbolizaba elesp¡ritu pastores' entre
é"ta una aldea formada por pueblos de
luchador de los gúerreros romanos' "u"nio "r" los samnitas y los latinos'
loa qr" O""t""un los etruscos, los sabinos'

Durante el siglo Vl a' C., los etruscos transformaron


esta aldea en una
I A.

en una ciu-
auténtica c¡udacl. Poco a poco, ésta fue convirtiéndose Elsi )l
poblac¡ón'
dad Estado independiente y pasó a ser una ¡mportante pten\r,
En el transcurso de los siglos V lV y lll a' C ' Roma deió de ser.una ciu- don,.¡n
y' tnás tarde' en un d¡ó iApit
dad Estado para corrstituii'se en un fuerle Estado
su pr¡nci- lnict...,nt
poderoso lmperio. Tras largos años cle luchas con Cartago'
se convirfió en la potenc¡a más importante
del Meditenáneo' tnarr¡ta
ial rival,
hablt¿ntt
políticas' se inició la etapa al fi^l (
Con la consolidaciÓn de las eslructuras
su máxima expre-
Je expansión del lmperio Romano, que alcanzó a. C.), se
las tierras que rodeaban
sión en el sigto Il a. C., cuando ocupó todas librc^dr
lras conseguir su
el Meditenáneo' al que llarnaron 'Mare Nostrum" conced¡r
lueron romaniza-
áomin¡o absotuto. Los pueblos que las hab¡taban detlr
dos y adoptaron las formas de vida de sus colonizadores' bancon
extr lí¿
I ( t
giosÁso

*K"
L,'
\
En este
per- Jn
cierqtq r
I

I ca L- sL
clar1r )
a ca¡ ¡lbi
PriV;t'g¡
lroso l)¿
dac^ie
I rnanefrt
i hat, ^i.:t
El emperador Constantino

't
0i (

E
tllr, 1.,, i5

Formas de gobierno y periodización I

En la historia de Boma distinguimos tres grandes períodos: Mo-


'a
narquía, la RePÚblica Y el lm7eio.
an
La Monarquía etrusca comprende desde la fundación
de Roma
,I"S
- ro-
1t hasta el año 510 a. C., cuando miembros de la ar¡stccracia
¡nstauraron la nueva lor-
mana destronaron al último rey etrusco e
ma de poder, la RePública. t -1,
l':e!
Con la Repúb!¡ca se dio plenos poderes al Senado'
institución for-
er - Entre me-
zaY mada por miembros de las principales familias romanas'
perÍodos de
rliados del siglo ll y el I a. C. se alternaron cortos
paz y de enfrenlam¡entos, tanto extemos (conquista de nuevos te-

iritorios¡ como internos (guenas civiles y revueltas sociales)'


Balalla enlrc romanos y bárbaros kelieve de
La cr¡sis de la Pep ública tuvo lugar en el año 30
a' C' y dio paso
- tenía el poder ab-
mármol, siglo lll a- C.).

en el 27 a. C. al lmperio, en el que el emperador El poder de Roma se basaba pr¡nc¡pal-


soluto. D¡vididc e
Atto tmperio (hasta el siglo lll\ y Bajo lmperio mente en su fuefza mil¡tar.
(hasta la caída de Roma), en esta etapa se
produio la cris¡s del si-
c
glo lli, que desembocó en la fragmentación del lmperio Romano'

_rs.

na 1.2. tacaída del lmPerio Romano (


U
d. C. es el momento en el que se inicia el declive del
es-
t. El siglo lll
ptenáor del lmperio. La corrupción y la ¡nestabilidad fueron las notas
u- dominantes en este período. Paradói¡camente' en
e!212 se conce-
los hombres l¡bres del lmper¡o'
UT dió la biudadanía romana a todos
-i lnicialmente, la ciudadanía ro- El cr¡st¡anismó en el mundo romano I
mana había sido restr¡ngida a los
sBdsano¡ló en-et lmperio Romano' S¡n. embargo'
habitantes libres de Roma, Pero Ei cristianismo surgió y
)a ojos una re-
en un o¡nc¡oio; las-aiiíoridades romanas no v¡eron con buenos
al final de la República (s¡glo I la dignidad humana de todas las Personas' incluso
e-
a. C.), se extend¡ó a los hombres
r¡giá" iú" pro"l"r"ba
tr.
iu libres de ltalia, Y después fue Perceguida y martiriiada desde los tiempos de Nerón'
la rel¡g¡ón cristia-
concedida a todos aquellos que n, óáp"gó una velocidad sorprendente Además do.satis'acer las an-
de una manera u otra colabora- "" " de muchos ¡nlelectuales, la nueva rel¡g¡ón comportaba

l
ban con Roma. A med¡da que se
"¡rS:iáá!"á"r,t"l*
;t;J"dp*","uphos depáuÉrados, a los que n¡ el Estado n¡ las reli-
o un senl¡¿'o a su existenc¡a'
exlendía, se Perdían los Pr¡vile- áion"s pág",iu. oft*ian una solución
se-
gios asociados a ella. , gn ei anó Sl S, et emperador Constant¡no proclamó el Edicto de.Milán'
; libertad de culto' El cris-
." s"-niizaba para todo el mundo la
"J" "i"rafá"io i" ."r una religión persegu¡da' Poco después' en el€ño 380'
üán¡.r*
En este clima de confusión Y dis- ofic¡al
otro emDerador, Teodosio, reconoc¡ó el cril¡anisriro coEo fel¡g¡ón
persión. el ejérc¡to se ¡ba ha- otro el de constant¡-
ciendo más conscienle que nun-
álirfui,i. Edicto:de Tesalónica con ed¡cto'
nopla, comenzó """ la"r per§ecución de las rel¡giones pagana§'
ca de su pode¡ Y emPezó a Pro- poder politico y
Paiecfa que, a finales del lmperio, las relaciones entre el
clamar y dePoner emPeradores ;i";.ti;¿;, pocían sei mejores, pero esto es sólo un esPeiismo En
a cambio de comPensaciones Y ..ááoo."..b.Ouio "o el primer conflicto entre el Estado y la rel¡gión ofi-
privilegios. El siglo lll fue desas- ;i;i. É"t; ir";, páblemá que se repitió a lo largo de la Edad Med¡a: la
troso para la Paz Y la Prosper¡- ü"-t á po, di ta máxima autorida4 la del emperadol prín-
"it""onLimiento
cipe o autoridad polit¡ca, o de la lglesia o autoridad religiosa'
la
dád. Se in¡ció un Período de Per- o
manente anarquía mil¡tar. Roma
l había perdido su esPlendor.

105
rl' t,i5
T
i
I

li
Durante el siglo lll d. C., las fronleras fueron constantemente viola_
das por los pueblos germánicos. La situación del lmperio llegó a
arl
I ser tan incierta que, en el siglo lV se procjuio una primera fragmen_
I
t, fr tación, en este caso deb¡da a factores ¡nternos. Los dos hiros del
/ ) ,:
a), lnici¿
emperador Teodosio se repartieron el lmperio: Honorio se quedó la
ti parte occidental y Arcadio, la or¡ental. Nunca más se volvieron a uni_ .ro
I ficar. El lmper¡o Romano de Occ¡dente, con Roma como capital, crec
¡-- -t.l
y el lmperio Bomano de Oriente, con capital en Constant¡nopla, tu- ,a
vieron futuros diferentes y además, se intensif¡caron las d¡ferenc¡as
+'. culturales que el lmperio había conseguido minirnizar. 1.
En el año 410 se produjo la conmoción defin¡tiva. Los visigodos, con L-. rc
Alarico al frente, saquearon la c¡udad de Roma. San AgustÍn fue d.0c
el gran testigo intelectual del fin del lmperio cle Occ¡dente vic
)... al tnis_ 1..
Díplico de márlil (hacia et¿70).
mo liempo, el crist¡ano que estableció unos nuevos fundamentos de ¡\té
Esle dipt¡co representa ¡as capitales del pensamiento para los siguientes mal años. En el siglo V, el lntperio ttllo (
lmperio Bomano de Occidente (Roma) y
el lmperio Bomano de Oraeñte (Coñstan-
Romano de Occidente quedó reducido a los línlites del actual terr¡_
,t, tinopla). torio italiano. F¡nalmente, en el año 476, el bárbaro Odoacro dest¡-
tuyó al últ¡mo emperador romano y así acabó el poder de Rorna.
rnien
t^c,
No obstante, el lmperio Romano de Oriente, el llamado Imperio bi_
zant¡no, perduró aún mil años más. [¡s r
terio
El legado romano
[orm¿
Muchos de ¡os rasgos soc¡ales y culturales de nuestra civ¡¡¡zación tie_
nen su origen en el lmpcrio Romano. La herenc¡a romana de la que
d¡s- do er
trutamos no se l¡mita a los magníficos monumentos que con'servamos
aque¡la época (acueductos, arcos de triunfo, esculturas...). Lá huella
de
la-
thl
tina se puede encontrar en ámbitos tan diferentes como ei de la agricul_ n¡¡[o
tura, las comun¡caciones, elcomerc¡o, el urbanismo... Sin embargo]s¡
tu_
viéramos que destacar dos aspectos fundamentales, s¡n OuOa ñaOtár¡a_
7,i
Actualmente, en nuestra civil¡zac¡ón occidental, todos aceptamos la su_
premacía de ¡a ley y ello se lo debemos a los romanos. Muchos pueblbs Ce{-t
har desconfiado de las leyes escriias y han preferidó et criterio y t.-to
Ou
determ¡nadas perconas. Los romanos, a pesar de sus emperádores.om- "rLitriá tB§e !
nipotentes, tenían una legis¡ac¡ón completa y elaborada. Lbs ciudadanos F,.,mi
H¡storia de Roma podían hacer denuncias, iniciar un iudic¡um
ouicio), tener un aclyocátus tarn_ (F{Ol
,. Desde su fundación hasta su caí- bién un accusatof.. Los romanos entendían muy b¡en que es
oreferibie de_
pender de las leyes que de los cambjantes criterios de los gobernantes. prrrrri
da en el s¡glo V la historia de
Boma es muy d¡latada. Debes ser Los romanos se dist¡ngu¡eron por su hab¡¡¡dad para establecer óóncer,-
l-\ar
capaz de elaborar un buen tra- tos e instrumentos jurÍdlcos idóneos para regular las relac¡ones humanas- divini
baio de s¡ntesis siguiendo estas .El Derecho romano ha marcado toda la hisioria del Derecho occidental.
pautas: Todavía hoy, algunas facultades de Derecho tienen como lema: L-s c
hom¡ne sed sub deo ef /ege", es dec¡r, "Non sub f"-ro
- lnd¡ca los grandes momentos "No eslamos gobemados por hom-
y épocas que van desde su bres, sino por Dios y por la ley". Y; s¡ consultamos ui manual de Oerecho lig¡ón
romano, descubriremos muchas de las raíces de nuestro Derecho actuai.
fundación a su caída. s\or
Posiblemente, el ámbito lingüÍstico sea donde quedá más patente. Las
- Relaciona eslos momentos
lenguas románicas, como el castellano, el catálán, el gallego o elfrancés. CrEn
con lo que ocurría Iuera del
son ñrlbs del latín. Debido a ello, podemos encontrar en ioivocablos oue rcr¡ta
mundo romano, por ejemplo,
utilizamos en [a actual¡dad para comun¡carnos el rastro de las palabias
en el mundo gr¡ego. que los propios romanos empleaban. y aún más, el latín clásico én ti-iór
el oue
y
- Muestra en un mapa el sól¡- escribían Cicerón, César o plauto constjtuye lodavía una fuente inagoia- I r¿l ¿
I
do proceso de expansión geo- bledc térm¡nos quo nos sirven para referirnos a nuevos con""ofo" ü oU- s-tI
gráfica de Roma. , ie¡os: renta per cápita, curr¡culum vitae o fax lde fác s¡mit).. irrquk
:
r^Ql

106

I
É

lr,t,5
e yr4la-
ll¿!ó a 2. Las religiones or¡entales Un griego en Roma
2, A un griego que a principios del
rgr'qn- en Roma lmperio se trasladara a Roma,
ijoVdet ¿qué aspectos de la v¡da roma-
ln¡cialmente, los romanos adaptaron sus dioses a los dioses gr¡egos;
-¡Qla la na le parecerían fam¡liares y cuá-
'l a unr- pero en la época final de la República se produjo una penetración les extraños? Responde tenien-
creciente de las religiones orientales que habían ¡mpregnado Ia cul- do en cuenta los s¡gu¡entes as-
)ai ?1.
pectos de la v¡da:
pla, tu- tura griega a raÍz de las conqu¡stas de Alejandro.
. Organ¡zación sociopolÍtica. ¿Le
?\,?S parecería diferente de la de su
2.1. ta religión romana prim¡tiva mundo helenístico?
,sVon La relig¡os¡dad pr¡mit¡va de los romanos se caracterizaba por la ten- . Pensam¡ento filosóf¡co. ¿Re-
tír ' re dencia a creer que los más pequeños acontecim¡entos o acciones de conocería mov¡mientos y es-
cuelas filosóf¡cas?
tl mrs- la v¡da estaban presididos por una fuer¿a o voluntad d¡u¡na a la que
. Obras artísticas. ¿Se sorpren-
t\-le llamaban numen. Una div¡nidad o nurnen presidía y hacÍa posible cada
dería ante las obras artísticas?
nperio uno de los trabajos del campo o cada uno de los momentos de la vida
. Creencias rel¡g¡osas. ¿Llegaría
,l '\" i- de una persona. La más insign¡ficante act¡vidad humana o aconteci-
a la conclusión de que cada
dqsti- rniento cósm¡co tenía una d¡vin¡dad asoc¡ada: consecuentemente, se pueblo tiene sus dioses?
lor-¿. produjo una fragmentac¡ón inf¡n¡ta del mundo d¡v¡no.
rio,b¡-
Los romanos s¡empre se mostraron receptivos a las div¡nidades ex-
te cres. Así, con la ocupac¡ón de Grecia, Zeus pronlo se transfor-
mó en Júo¡ter. El resto de las divinidades griegas sufrió una trans-
formac¡ón similar. El hombre romano ut¡lizaba todos los med¡os para
I
tener a su lado a las potenc¡as sobrehumanas. En su v¡s¡ón del mun-
, dis- do era fundamenlal alcanzar la paz con los d¡oses. En cambio, el
IS
hombre gr¡ego, impregnado de tendencias racionallstas, había te-
a la.
nido una relación más crítica con la divinidad. .
ritlF t
at,,-
2.2, ta llegada de las religiones orientales
I S!!- Con las rápidas conquistas de la República, Boma entró en con-
ir.\- tacto con las religiones or¡entales que habían penetrado en la cul-
ode t
oa
tura griega a partir de las conquistas de Alejandro. A raíz de ello,
rncs noma se pobló de miles de esclavos procedentes de Oriente que lle- I
av' garon con sus religiones, a menudo mucho más complejas que la
ceY prirnitiva rel¡giosidad romana. Los prop¡os legionarios, después de
,S..-
larqas estanc¡as en las fronteras orientales, volvían adorando nuevas
jedv
divinidades que sat¡sfacían sus ¡nquietudes.
tas
rtal- Las clases sociales bajas, más expuestas que otras al sufrimiento,
SUD
fueron rnuy receptivas a estas religiones or¡entales. Y no sólo la re-
l¡g¡ón, también la astrología y las superst¡c¡ones or¡entales se impu- I
lho
uaf- sieron cada vez más. J
I
-as
Cuando Octavio César Augusto (siglo I a. C.), al organizar el lmperio, \r $
>é. q
ieü revitalizó la religión, no pensaba en este tipo de cultos, sino en una re-
{qr
¡ú*
ta-
lig¡ón ofac¡al del Estado, arraigada en la religiosidad primitiva roma-
na y adaptada a los dioses de la m¡tología griega. Pero esta rel¡gión re.
I
¡b¡, sultaba demasiado oficial, fría e insat¡sfactor¡a para las personas con
¡nquietudes intelectuales. En este conlexto, la efervescenc¡a rel¡giosa
de Oriente se apoderó de trna gran parte de la población. Eldios l\4ilra.
I
107
lir ,: l, l5
Ya en el Bajo lmper¡o romano, incluso un emperador, lleliogábalo (si- El ludaísmcr^
glo lll), fue supremo sacerdote del Sol e introdujo en Roma prácticas
religiosas procedentes de S¡ria. En el m¡smo s¡glo lll, la rel¡g¡ón de
El ¡udríslno e. ..n¿

terráneo. Su libq s
Mitra, de origen persa, penetró en Roma y llegó a tener numerosos
tiguú Testame,..J d
adeptos.
ción del mundryc
Los soldados de las legiones romanas se sintieron atraídos por el venciones de -t. t
culto a Mitra, un culto que exallaba las virtudes viriles, por lo que era entienden que,1r¡
muy apropiado para la mentalidad m¡l¡tar. Los e¡¡pe¡'adores, al in- querido y prefcridr
tenlar controlar el ejérc¡to, adoptaban las rel¡g¡ones que les propor- Moisés, la Leyaii
cionaban estab¡lidad. tablec¡ó una alianz
Estas religiones orientales, como la de Mitra o la de ls¡s (prcccden-
urr ser extlaolla
ría b¡enestar tene
te de Egipto), eran rel¡giones m¡stéricas, rel¡giones en las que el dios
muere y renace de la ¡nisma manera que rTluefe y renace la natura' "n
un nld,
"reen
su ex¡stenc¡a gKa
leza a lo largo de las estac¡ones. En sus ritos, los fieles se ¡dent¡fica-
ban, mediante diferentes sufrimientos, con el d¡os que moría y, una Veamos algunos d
ls¡s, diosa eg¡pcia vez puriflcados, renacían con é1. El iniciado, en griego ,nys¿es, se con- mítico y lo opnn
vertía en un hombre renovado, profundamente cohes¡onado con los
otros fieles, y con la promesa de una salvac¡ón futura.
lndoe-,of
Los nuevos cultos mistéricos se dirigían al individuo concreto, aisla-
do y sufriente, lo colocaban ante una div¡nidad muy próxin]a, que ex¡- Son politeista. ^-
gía purificac¡ón pero daba segur¡dad, que inspiraba temor pero sal-
Zeus, hecho ¿. :ae
vaba, que generaba entusiasmo y ofrecía una ¡nterpretación del mun- mo oue mant¡ene el
do. Olreclan a sus fieles un fervor y una nobleza moral que no aportaba
'^
la religios¡dad oficial. Pintan imágenes y
/a
Personas de culturas Muy pronto, estas religiones m¡stéricas fueron aceptadas y ut¡l¡za- El mundo es etern
d¡ferentes das por los prop¡os emperadores. Pero no ocurrió lo mismo con las
3. En un mundo como el nuestro, religiones monoteístas que también había entrado en contacto con li
V¡sión cÍcl¡ca !¡el
en el que las comunicaciones la poblac¡ón rcmana: el ¡udaísmo y posteriormente, el císt anr.smo. rueda o ciclorlyo
son más frecuentes que nunca,
Una antropolqc(l c
a menudo se encuentran perso-
nas de mundos cullurales dile- 2.3. Politeísmo grecorromano alrnas.
rentes y entablan arnistad. Su- y rel¡g¡ones monoteístas
pongamos que dos personas asi
A ¡nenucl,.l. la rr¡afu
dec¡den compart¡r sus vidas. El judaísmo y el cr¡st¡anismo representaron una gran novedad tanto
¿Cuál crees que será el resulta- en lo que respecta a la prim¡tiva religión romana conro respecto a los
do de esta relación? Elige algu- La procreación ro
na de las sigu¡entes posib¡l¡da-
cultos mistéricos, y s¡gnif¡caron para el pueblo romano el descubri- .,-^,
des y juslif¡ca tu elecc¡ón. m¡ento de una civilizacióll muy diferente de la propia.
. Compart¡rán las ideas y creen- El encuentro entre dos culturas no siempre compoda una integrac¡ór1
cias de ambas culturas.
rápida; también impl¡ca momentos conflictivos. Sin enibargo, en niu-
. tá percona pertenec¡ente a una
chos casos sirve para constatar que muchas formas de vida y cos-
de las c,,'turas absorberá a la
de la otra.
tumbres, que se tienen como nalurales, no son las ún¡cas posibles.
. Se creará 'Jn confl¡clo que hará El judaísmo, tal como sucedió más tarde con el cr¡st¡an¡srno, fue
impos¡ble la convivencia (ex- tolerado en un momento inicial, peio muy pronto fue mal v¡sto, proh¡-
pl¡ca por qué y en qué condi-
bido y reprimido con violencia. La repres¡ón de los emperadores
ciones).
. romanos contra eljudaísmo y el cr¡stianismo se produjc deb¡do a que
Surg¡rá entre ellas una nueva
v¡sión m¡xta con elementos de
el monoteísnro era incompatible ccn un Estado err el que lo d¡v¡[o
una y otra. estaba infinitamente fragmentado y donde incluso se daba culto,
como si luera un d¡os, a un ser humano: el emperador.

r08
¡¿*,"

5
lar-/si- El judaísmo '.

ácVcas I
Eljudaísmo es una de las rel¡giones más ant¡guas del mundo med¡- :
¡id Ce
terráneo. Su libro sagrado, la Biblia Hebrca, que coinclde con el An-
lerosos
tiquo Testamento de la B¡bl,a crist¡ana, com¡enza expl¡cando la crea- l,
ción del mundo por Dios, y narra la historia de las constantes inter-
j P^' el t
I-Jlll
venciones de É1, el Único, en la vida de los humanos. Los judíos
1uEéra ent¡enden que son el pequeño sector de la humanidad especialmente /'
;, ¡.' in- querido y preferido por Dios: son el Pueblo Escogido. A través de ,.
l.l
,r§lo.- Moisés, la Ley D¡v¡na o Decálogo fue revelada a este pueblo, que es-
tableció una alianza con Dios. Sus profelas predicaron la venida de :l a\
leclcn- un ser extraord¡nario, el Mesías, el enviado de Dios que les aporta-
1

el!0s ría bienestar terrenal y la v¡ctoria sobre sus enemigos. Los judíos
creen en un mundo futuro, el Re¡no de lcs c¡elos, donde continuaría
ral"-a-
su existencia gozando de un b¡enestar eterno-
.T
Itii-,a- Por med¡o de Mobés, Dios estableció una
)" -ra Veamos algunos de los rasgos que caracterizan el monoteísmo se- alianza con el pueblo de lsrael en el mon'
u td'n- te S¡naí. Los crist¡anos la conocen como
mítico y lo oponen a la cultura indoeuropea (griegos y romanos): la Antigua Al¡anza.
or \s !

t
lndoeuropeos (griegoq y romanos) Monoteísmo semítico
ai!É-
Je .-i- Son politeistas Son monoteístas.
'o §1t-
Zer¡s, hecho a imagen del ser humano, es el dios supre- Es D¡os quien se d¡rige al ser humano y el¡ge a su pue-
n¡.- mo que mantiene el orden. blo.
¡rtEa
Pintan imágenes y tallan escultwas de sus dioses. fienen proh¡bidas ¡mágenes y esculturas.
i iliza- El mundo es creado, tiene princip¡o y tendrá f¡n-
El mundo es eterno, sin principio ni f¡n. li
)n\rs rl
il
or") Visión cíclica del t¡empo, un t¡empo ¡nf¡n¡to, como una V¡s¡ón lineal deltiempo, que es finito. En esta v¡s¡ón h¡s-
;r;)ií rueda o c¡clo cuyos rnomentos se repiten. tór¡ca del tiempo hay momentos priv¡leg¡ados.

Una antropologia que habla de la transmigrac¡ón de las Una antropología que habla del ser humano global, no
almas. sólo de las almas.

La mater¡a forma parte del universo, que es intrinseca-


A n'renudo, la mater¡a es vista negativamente
tañ? mente bueno, ya que es obra de Dios.
a lñs
La procreación no es enaltecida La procreac¡ón es un deber sagrado
'ub*

rcíón

cos-.
le§z

rohi-
Cr-
9t''
rri v
.i¡t.

109
tlni, Lr, l 5
2.4. lntentos de conciliación 3, El ne
Cuando ya se había deb¡l¡tado la actividad científica que caracteri- La emergente relig
zaba a la Alejandría helenística, F¡lón de Alejandría (13 a. C.-50 cendencia de1
d. C.), miembro de la comun¡dad judía e influido por el pensamien- vaciones tanlo der
to filosófico griego, inició la asociación de la religión judía y la filo- de la perspec^a ,
sofía griega, especialmente la platónica. Este pensador ¡ntentó, por pensadores qlJq r(
r'.,"''.tl primera vez, conciliar el mundo del conoc¡miento y el mundo de las
creenc¡as, un ¡ntento que, tomando una forma u otra, fue más allá 3.1. Elaur
del mundo romano hasta llegar al mundo medieval e incluso a épo-
cas poster¡ores. El mensaie o^u(
como un intenro c
Uno de los intentos de conc¡l¡ación de filosofÍa y religión que tuvo bíblica de un lAsí¿
I
gran ¡nfluencia h¡stór¡ca se debe a un egipcio del s¡glo lll que, debi- te y crucif¡x¡ón d€
do a su intensa admiración por la doctrina de Platón, adoptó el nom- nas querían -r.a
bre de Plotino (205-270't. Recogiendo elementos de las religiones consciente de la f

Dentro de la lÍnea de pensamiento inic¡a-


mistéricas y del platonismo, creó una filosofía coherente y v¡goro- los esclavos as
sa, llamada neoplatonismo, que se convirtió en punto de rcferenc¡a na monoteista qu
da por Platón, el f¡lósofo Plotino conside-
raba que no era necesario real¡zar esta- y soporte de la filosofía cristiana de san Agustín. intelecluales avi
tuas ni .etralos de la parte material {el
cuerpo) de la gente, y por esla razón se La Roma de Plotino era la Roma que había perdido el esplendor C¡ncuenla añ.^6.1€
negaba a posar para su retrato. La leyen- del Alto lmper¡o y vivía el turbulento período de anarquía ¡¡ilitar. Qui- d¡o todavía no dis
da af¡rma que este busto de Plot¡nc fue
zá por ello, Plotino aleió su mirada de ese mundo terrenal de rui- captó la difer^ci:
real¡zado de memoria por el art¡sta.
na y miseria, no escribió nada acerca de éi; su obra sólo,:ontempla tru¡do buena Part
y habla de ún mundo de bondad y belleza, de Un mundo eterno lle- rninr-¡ría inden¿
no de luz más allá del nuestro. El mundo práctico y cotidiano no ofre- Las rciac¡on9\d€
cía esperanza alguna; consideraba que incluso las propuestas de sal- las mismas l,-.ita
vación de las filosofías helenísticas, como el estoicismo, no eran ga- tes con cllosi lra
rantía de felic¡dad y resultaban insuf¡cientes. creyentes. A lr red
litar, se prod^ro
En su obra Las Enéadas, Plotino presenta la teoría de las emana-
c¡ones. D¡os es el Uno, lo absolutamente trascendente. Él es lafuetl- A medida quxa:
te desde donde todo emana o brota. Del Utto emana el Nous o ltr- Cristo, sus ,r'l(cl
teligencia, una Realidad que contiene todas las Formas o ldeas cr¡st¡anos sgqPc
del Universo. De esta lnteligencia brota el Alma, una realidad bifronle, tribuían a co'..rgt
con una cara que rnira hacia arr¡ba, hac¡a la lnteligencia de la cual ban las caterqtrí
brota, y una cara que mira hacia abajo, hacia la Naturaleza. Todas ser humano t'-re)
las almas individuales serán emanaciones de esta Alma cósmica. En los sercs ltun'{lo
el otro extremo del Uno se encuentra la últ¡ma emanación, lo opues- cias cristianas ct
to al Uno, lo negat¡vo, la materia, el elemento más bajo del cos- ba gran Pad^de
mos: el mal, la privación de la luz. bélicas Y en el trz
la seguridacl I
En este conlexto, el hombre debe iniciar un cam¡no de retorno ha-
lacilitaton la Prol
cia el or¡gen de todo, hacia el Uno; debe segu¡r un proceso de pu-
rificación (en gr¡ego katarsis) que, si se alcanza, permite el éxtasis, la ^
Los Pnnr(
[D¡os] solo, ¡ncontaminado, sim-
ple y puro, de qu¡en todas las co- unión con Dios. La teoría de las emanaciones quiere conciliar la idea Celso [...] Ctqu
sas dependen, a qu¡en todas las religiosa de creación con la idea griega de eternidad del mundo; todo negarse a sornel€
cosas m¡ran, por quien existen y emana o emerge del Uno como la luz emerge de un foco. Más cer- más que un^§trt
v¡ven y piensan, ya que es causa enc¡ma del udsa
ca del foco hay más luz y más realidad; más lejos de é1, menos luz
de v¡da, de inteligenc¡a y de ser. na, que hacAde
y menos realidad. El alma humana sigue un carnino desde la oscuri-
Plotino. Enéadas, l, 6, 7.
dad hacia el máximo esplendor: la v¡s¡ón del foco.

110
L

t
I
t lli,l:r, l 5

3, El pensamiento cristiano t
tcteri- La emergente rel¡gión crisl¡ana representó una novedad de gran
tras-
cL,o cendenc¡a dentro de la cultura romana. El cristianismo aportó
¡nno-
mipr- vaciones tanto desde el punto de vista de la religión judía como
des_
¡ üá- de la perspect¡va de la cultura grecorromana. Muy pronto
surgieron
i, ¡,,tr pensadores que reflexionaron acerca de! cr¡stianismo.
le\É
i."i
ét- 3,1. El surgimiento dei cristianismo
El rnensaje o .buena nueva" de Jesús cle Nazaret
fue ¡nterpretado
como un ¡ntento de fundar una secta y de cumpfir
ir.r..., iudía la promesa
bibl¡ca de un lt4esÍas que salvase a su pueblo.
teliz Con la condena a muer_
te y crucif¡x¡ón de Jesús, el Cr¡sto, las autoridades judías
ot- y roma-
nas querían evitar problemas rel¡g¡osos y políticos.
,nÉS Nadieiarecía
consc¡ente de la tuerza interna de un mensa¡e
o,: emancipador para
los esclavos y los pobres y que, por otra parte, :

contenÍa una doctri_


na monoteÍsta que hacía reflex¡onar a los hombres I
de aspiraciones
¡nlelectuales elevadas.
dc Cincuenta años después del nacimiento de Cristo,
el emperador Clau_
)ui:t' dio todavía no distinguía entre judíos y cristianos. El milagro de los panes y los peces (sigto tV).
'u, Fue Nerón quien
captó la d¡ferenc¡a y, en el año 64, acusó del incendio que Las primeras comun¡dac,es cr¡st¡anas va
pla habíaies_
truido buena parte de la c¡udad de Roma, no a los jujÍos, util¡zaban elarte como un medio para ei-
le- sino a la presar sus creencias y recordar las ense-
m¡noría indefensa de los cristianos. nanzas bíbl¡cas.
re-
Las relaciones de los cr¡stianos con el poder
no sigu¡eron s¡empre
las m¡smas pautas. Muchas veces ios emperadores
]a- fueron toleran_
tes con ellos; otras veces, su rel¡gión fue prohibida y
condenados los
seyentes. A medíados del siglo lll, durante la época
de anarquía mi-
a I¡tar, se produieron persecuciones generalizadas.
n
A medida que pasaba el tiempo y crecía el número
n de seguiáores de
Cristo, sus creencias comenzaron a ¡nquietar a los
is empeádores. Los
-, crist¡anos se oponían a muchos de los rasgos cultuiales
que con_
1r¡buían a conf¡gurar el apogeo de Roma. por
¡l ejemplo, Aesprecia_
b-rn las categorías sociates (un esclavo era
considerado como un
ser humano libre), rechazaban la vida militar y
afirmaban que todos
los seres humanos han de amarse los unos
a los otros. Estas cÁn-
cias cristianas chocaban frontalmente con una sociedad que basa_
ba gran parte de su poder polít¡co y económico
en las cánquistas
bél¡cas y en el trabajo no remunerado de los
esclavos. Sin emtargo,
la seguridad de las comunicac¡ones romanas y
la falta de fronferas
fe.ril¡taron la propagación del cristianismo.

Los primaros cristianos y el Doder de los emperadores


Celso [...] (lijo que la negativa a adorar al emperador
era, eÍ sustancia
n€3arse a someferse a! Estádo, del cuai la religión
no constitriu, * norá,
más que un ¡nsti.umento. Descubr¡ó que los cristianos ponían E
aCr¡sü Áo,
enc¡ma del César y que su mcral no co¡nc¡aia
en a¡sátuto
serv¡dores";r-,";;;
na, q!¡e hacía de sus propios dioses los primeros
Oa e"iáJá_
t!,tontanelli, 1., H¡stot¡a de Boña.

I
111
I
r':. ,§

Elenrentos del pensam¡ento


cr¡st¡ano
3.2. nportaciones 3.3. A¿
En la segunda u¡ridad hemos estu- Los pensadores cristianos, a partir del mensaje evangélico, aporta- Una de laFv¡r
diado a Platón y hemos analizado ron nuevos conceptos e ¡deas sobre temas que ya habían preocu- los Evangetio§
su pensam¡ento, espec¡almente en pado a numerosos filósofos. Así, el cristian¡sno aportó una visión del vo Testarr^rtc
los cuatro puntos siguierles:
mundo o cosmo/ogá, una nueva visión de la divinidad o teologia, una de otros pens¿
. Teo.A de hs ideas, que sa uñ¿r leo- los textos ali(
vis¡ón del hombre o anfropologá, una nueva reflexión sobre la moral
ía sobl'e la totalidad del universo. rios para expre
o éflca... Veamos algunos rasgos de estas aportac¡ones.
. leoría del conocim¡ento, que nos lo propio t1a
decía cómo acceder a la verdad,
- Cosmología. El cristianismo rechaza la concepción cíclica de los interpretacj{e
. Concepción del horrbrc con sus griegos y la leoría de Parménides según ¡a cual es ¡mposible el tipo de h€ ría
v¡rtudes éticas. paso del no-ser al ser. En efecto, los cr¡stianos creen que el mun- estas tareq\sc
. Estado utóp¡co o teoria polit¡ca. do ha s¡do creado por Dios a partir dc la nada y que tendrá un varon a ca-J s(
4. Apl¡ca ahora eslos puiltos al cris- final en el tiempo. En esta línea, se aleian de la concepción cícli-
tianismo, es decir; rclaciona cada
Los Padr€Q €
ca y c¡rcular del tiempo y aceptan un tiempo lineal, en el quc cada
uno de los elementos del cristia- nrarse apotogi
acontecim¡ento se produce u¡ra sola vez.
n¡sr() que te presentiarros con uno era[r intek^ia
de los puntos del pensamiento de En cuanto a la visión de la Tierra, podemos observar en algunos gurnentos con'
Platóñ que acabamos de señalar. de los primeros pensadores cr¡st¡anos una cierta influencia pla- ter prctabilr
. El cristiano accede a las ver- tónica que les lleva a considerar las realidades terrenas conro scctas rnás exl
dades reveladas a través de la cosas perecederas, que no lienen la permanencia de lo divino. gnosticisr.^c
fe, de la lectura de la Biblia...
n)iento'; laAlc
. Creación del mundo a part¡r de - Teología. El cristianismo introduce novedades en el monoteísmo.
samicrrto ¡ Jg,
la nada. Afarma la existencia de un único Dios que, sin embargo, es trinitario:
D¡os Padre, D¡os H¡jo y D¡os Espír¡tu Sanl.o; es el denominado nro- ciispensab\le
. lnstaurac¡ón de Lrn orden mun-
noteísmo trin¡tar¡o. Esta concepción se aleja tanto del pol¡teismo cimieni.o q-.i :¿
dial en el que todos los seres
hunlanos v¡van f raternalmen- griego y romano como del monoteísnro propio de la rel¡gión judía. cent-aron al,¡a
le en paz. La ficlura nr¿¡s b
. El ser li.rmano es l¡ijo de Dios. - Anlropología. Desde la perspectiva cristiana, el hombre y la nru- norteafrice^ s
jer son cons¡derados h¡¡os de D¡os, dotados de alma inmortal el pensam¡ento
y creados a imagen y semejanza de Dios.
La novedad del perdón tlentro de la
Aunque el mensaje evangélico promete una resurrección com-
, La pensadora Hannah Arendt - Patristi o.,rla
pleta de cuerpo y alma, la ¡nfluenc¡a platónica que impregnaba
(1906-1975) considera que la no- Itnperio, er e
ción de perdón propugnada por a algunos pensadores cristianos los llevó a defender un dual¡s-
negativarac
. los crislianos es una aportación mo antropológico, en el que el alma quedaba asoc¡ada a la es- erroL mientri
. nusva en la h¡stor¡a del pensa- piritualidad y el cuerpo quedaba asociado al mundo de las cosas
nriento ¡¡ATe
. mlento. y a Ia rnater¡a. S¡guiendo el relato bíbl¡co, veían la materia como
absurdum:'c
I "El descubridor del papel del per- obra de D¡os, pero el alma era considerada como la parte más prensibll<
dón en la esfera de los asuntos
hurnanos fue Jesús de Nazaret. [..1
noble y elevada del ser humano. pel de la raz(
En contraste con la venganza, que
- Et¡ca. El cristianismo afirma el deber de amarse los unos a los - PatrístiL- gt
es la reacción natural y automát¡-
'.
: ca a la lransgresión [...] perdonar
otros, sin excepción. La defensa de esta act¡tud conduce a rei- filosofía. Aqn
: es la única reacción que no re-ac- vindicar el amor fraterno entre lodos los seres humanos. Esta ac- escritos ue lc
I túa simplemente, sino que actúa tilud enlazaba con el planteamiento ét¡co del esto¡cismo, que bus- los granAs
, de nuevo y de forma inesperáda,
caba un entendimiento universal enlre todos los humanos. Pero evangélica. E
I no condic¡onada por el acto que
: la prcvocó y,,por tanto, Iibre de sus
la idea de amar y perdonar a todos, ¡ncluso a los enemigos, re- de los qr^rnt
' cérisecuencias presentaba una novedad y chocó profundamente con la cultura do religioso,
[...]. La libertad
conlenida en la doctrina de Jesús romana, que otorgaba un gran valor a las v¡rtudes del guerrero. y, conseárrl
sobre el perdón es liberarse de la ,
Esta concepc¡ón cristiana del hombre se reflejó en la forma de vida po de decad€
'venganza.'
' Arendt, H., La co ndic¡ón humana.
de los crcyentes. Así, por ejemplo, en algunas comunidades cris- mascenli¡
l¡anas se ponían en común todos los bienes y se intentaba llevar lilosofía de ut
a cabo una convivencia armoniosa y pacíf¡ca. /a f/osofia

112
llr,r,i:r¡15 ,l
rl

3.3, La patrística
aporta- Una de las primeras tareas de los pensadores cristianos fue, a partir
de
prv:u- los Evangelíos (pertenec¡entes a la p afte de la Biblia denominada
Nue.
sión del vo Testamento), hacer entender el mensaje cris¡ano y diferenciarlo
q/l\¡na de otros pensam¡entos. La propagáción de la fe exigÍa interpretar
b¡en
a fnora! los textos bíblicos, adoptar los conceptos de la filosofia griaga necesa-
rios pa,'a expl.esar adecuadamente el nuevo pensarn¡ento, y distingu¡r
lo propio de la razón y lo prop¡o de la fe. También era necesario
1'\ros ev¡tar
interpretaciones erróneas del mensaie evangélico, es dec¡t ev¡tar todo
srble el
tipo dc here,jías. Los pensadores cristianos que desarrollaron todas
eslas tereas son los Padres de la lglesia. El períoclo en el que
clrá un las lle-
varon a cabo se llamapatrística, y va desde el siglo ll hasta et siglo Vlll.
n llvli-
' os Padres y escr¡tores cr¡stianos de los primeros
siglos suelen lla_
marse apolog¡stas o defensores del cristianismo. Muchos de
ellos
eran ¡ntelectuales convert¡dos al cristianismo que luchaban con ar_
g' 's gumentos contra los paganos o contra tendencias o sectas que in_
'a pla-
terp¡'etaban de forma heterodoxa el mensaje cr¡stiano. Una de las
."r.n
lvrno.
seclas más extendicla y contra la cual tuv¡eron que debat¡r fue la del
gnoslicismo o gnosls. La palabra griega gnosis significa ,conoci_
'ísi!16. .niento'; la secta, formada por creyentes que ii
conocían bien el pen-
il¡ .: samiento gr¡ego, defendía que el conocim¡ento era una condic¡ón in_
r mo- dispensable para la salvación, es dec¡r, era más importante el cono-
''í' t cimiento que la propia fe. En un segundo momento, los padres se San Pablo coo un tibro (ca. s¡gto l ).

ñía. centraron en la formulac¡ón doctr¡na¡ de las creencias cristianas. Ya en los pr¡meros s¡glos del cristian¡smo,
La figura más brillante de este momento y de toda la palrística fue se produjqon nunerosos inlentos de con-
,nV- el
c¡liar las creenc¡as rel¡giosas coñ la ra-
norteafricano san Agustín (354-430); su filosofía cristiana determinó
to', ¡
el pensam¡ento medieval.
cional¡dad filosótica.

Dentro de la patrística podemos d¡st¡nguir dos vert¡entes:

raba - Patríst¡ca latino-occ¡dental. Un padre de la parte ocóidentál del .

lmperio, el escritor Tertuliano (siglos ll-lll), mantenía una actitud


allv
negat¡va hacia la filosofía, afirmando que el filósofo es el am¡go del
te!.
error, mientras que el cr¡stiano es el enemigo del error. El pensa_
)s§l
miento de Terlul¡ano se condensa en la célebre frase Credo quia
)rr'-
absurdum:'creo porque es absurdo', el mundo de la fe es incom_
"k prensible racionalmente. San Agustín (s¡glo lV) revalor¡zó el pa-
'pel de la razón y creó las bases de la filosofía cr¡stiana
med¡eval.
lo- - Patrística greco-oriental. Mantenía una actitud pos¡tiva ante la
reP filosofía. San Justino (siglo ), por ejemplo, afirmaba que algunos
ac. escritos de los filósofos eslán llenos de verdades cr¡stianas y que
t¡s\z Ios grandes filósofos, escogidos por Dios, intuyeron la verdad
eÍ. evangélica. El escritor Orígenes de Alejandría (siglos ll-lll) fue uno I
re- de los que más aniesgó para conciliar el mundo filcsóf¡co y el mun_
rl'l do religioso, pero su síntesis da más relevancia al conocimiento E
ra. y, consecuentemenle, fue acusado de herelía gnóstica.
En el tiem-
po de decadenc¡a de la patrÍst¡ca, un padre oriental, san Juan Da-
ts- :nasceno (siglo Vlll), expresó Ia relación Entre al cristianismo v la
t¡losofía de una manera qLte en la Eclacl lvled¡a fue muy repetáa:
le filosofía es /a sl^/ienta de ta teologia-

't't3
llrrr, l.i, l§

4. San Agustín 4.2. Der


Hacia el f¡n del lmper¡o Romano de Occ¡dente, cuando ese mundo
yct
m¡lenario se hundía y los pueblos germán¡cos lo invadían, san Agus- ^
En la constr'ic¡r
tín se convirt¡ó en testlgo e intérprete de este hundimiento y, al m¡s- tín utilizó la trn
mo tiempo, establec¡ó las bases para la creación de un mundo di- bargo, se preoc
ferente cimentado sólidamenle en el pensam¡ento cr¡st¡ano. De he- doclrina cr,1ar
cho, san Agustín desarrolló la pr¡mera gran conc¡liación enlre con ella a caus¿
cristian¡smo y l¡losofía. platonismt.t\
En su obra Asn
4.1. Un hombre entre dos épocas lón,ca antes de
Agustín nac¡ó en el 354 en Tagaste, en el Áfdca romana; era hijo dc un cesidad de ^\c(
pequeño propietario pagano y de madle crist¡ana, la futura santa Mó- hay entre el trec
nica. Se puede decir, pues, que el pequeño Agustín v¡vió en su propio aunque, si ñsr
hogar los dos mundos que en to«lo e¡ lmperio se estaban entrelazando. den patecer por

A los d¡ec¡nueve años se hizó adepto al maniqueísmo: Maniy sus se' Explica san ,.gn
guidores defendían dos prirrcipios igualmente fuertes y en lucha cons- habla de Dirld
tante, el principio del bien y el principio del mal. Defendían, pues, un rí- reerlconh-arse c
Sen ¡€ustin.
gido dualismo. Posteriormente, abandonó el man¡queísmo (aurlque la ta la ualura^a
Sabemos baslantes cosas acerca de la
influencia mahiquea estará latenle en todo el pensam¡ento agustin¡a- necesar io y si; r
vida de san Agustin gracias a sus Confe-
siones, uñ libro donde, dirig¡éndose a no) y aceptó una opción bastante extend¡da en el mundo en decl¡ve en 1
Dios, conf¡esa Ia desordenada v¡da que el que vivió: el escept¡c¡smo. Una vez especializado en gramática y
San Aguslin .Íiir
l¡evó anles de converiirse alcrisl¡anismo. do desde l.^1c
retórióa, ejerció como profesor en su ciudad, después erl Cartago, y en
más, considel a
el 383 se trasladó a Roma, donde abrió una escuela. Ese mismo año
,

nal¡sta, es l^u
comenzó a leer obras de Plotino. Pero el camb¡o más radical en su
caridad, rri de l¿
v¡da se produ¡o en el año 387, cuando después de escuchar atenta-
la salvación^ri
mente diferentes sermones de san Ambrosio en la catedral de Milán'
se convirtió al crist¡an¡smo. Más adelante fue consagrado sacerdote y, De una man^o 1

poster¡ormente, obispo de Hipona, ciudad del norte de Álrica. Murió t¡anos a menud(
en el año 430, cuando los vándalos asediaron la ciudad de H¡pona. de que hay 1a
La obra de san Agustín es el puente entre un mundo agon¡zante y mino que existe
un mundo (el medieval) cuyas bases fueron establecidas por é1. Esta
obra es, a su vez, resultado de la confluencia de cuatro factores: La lectura dAo:
ble de Dios, rs
- El proceso de degeneración de las filosofías procedentes del he-
Maniqueísmo cierto de qug€x
lenismo. Por un lado, el pensamiento dominante era el escepl¡- que eres Tú q
5. El maniqueísmo es una rel¡gión cismo; por el otro, abundaban las filosofías con numerosos ele- y no puedes ser
persa fundada por Mani (216-
mentos mistér¡cos, poco apreciadas por los intelectuales riguro- .¡-
277). Esta rel¡g¡ón tuvo una gran Pues empe: ,a
difusión e influencia lanio en Oc-
sos. Al m¡smo tiempo, el interés por la c¡encia era muy escaso, so tenía yo gqye
c¡dente como en Or¡ente. por no decir nulo. rar yo que n.a
Escrituras para c
- Busca informac¡ón sobre esta
- La aparición de una filosofía de gran calidad y rigor, la de Plotino, berme ama:Adr
rel¡gión e indica qué relación un sistema filosófico que incluia una visión sobrenatural del mun- entrs la presunci,
puede tener con las liloso-
,Ías de la época.
do y de la v¡da. m¡nan n¡ el /\i
La apar¡ción del nuevo pensamiento cr¡st¡ano, un pensam¡erlto io- Nada de esto se
- A menudo, por ejemplo en la - c¡ón de las tan
prensa, se lilda o acusa a una ven y lleno de v¡talidad, con un metlsaje de salvac¡ón para todos
Tampoco habtaÍ)
persona de .maniquea.. ¿Oué los hombres. r¡tu Santo o
se quiere denunc¡ar con esta ^{ c

expresión? - El rápido proceso de hund¡miento moral y político de un mundo


que era rnás que tn¡lenar¡o: el mundo romano.

114

t
I

Itr ,r,t, l5
4.2. Demarcación entre neoplaton¡smo
nUE4o y cristianismo
A0üS-
En la construccion de un sistema de pensamiento
r¡ r'r- utitizó la terminología propia de tas
tín
cr¡stiano, san Agus-
d&li- bargo, se preocupó mucho por
f¡nsofias Oeimoi""i",i
)e. '- lr" o¡t r.i"i"l Jntr""_-
dejar claras lu
doctrina cristiana y aquellas otras que
en t i-e podían ll"ga.a
con ella a causa de su aparente
s¡m¡litrd, a "onfrniir""
o"ii"r-
plalonismo. "oro "á "r*
En su obra Corfesrbnes nos rjice que él pensaba
en clave neopla_
lóaca antes de convertirse al cristianismo y quáO*r"U. ,,. ,;
3:¡-r cesidad de hacer entenáer a todo *_
et mrnoá tá grantii.*""i,
1 ¡.4ó- hecho de ser neoptatónico y er o*
,Írtr) lll-"nno.n, rreio ;; ;;;"r.,
a,"¡'" ¿o"i'¡n"J,' p,"-
¡n.Jo. Íllikilil;§,"ilX|*il,ycuidadosamente
l:;
E)o¡ca san Agustín que, a pesar de que
)o ra f¡rosofía neopratónica nos
habla de Dios, de que rodo procede
un ft- reencontrarse con Dios, el proceso
de Ety det d;se;;;;..ir" o" San Agustín def¡ende que D¡os
creó él
ta la naturaleza es descr¡to por
de emanación d""d; ó;;; ;" mundo desde la nacla en un aclo l¡bre v
Iirria- necesario y s¡n que intervenga
los neoplatón¡"o"
"áro
*lr*no amotoso.
la voluntad de D¡os.

ic¿-t v SanAgustÍn af¡rma que Dios no se


désborda, sino que crea el mun-
do desde la nada en un acto absolutamente
fiOre y amoÁo. eie_
añ. más, cons¡dera que el m¡sticismo plotino
de es un Á¡st¡"¡.r*iri
nS:r nalista,.es la razón la que lleva hac¡a
Int-
Dios, pero no nos náoL
car¡a:ld, n¡ de la fe, ni de la Encarnación
"_
¡, l"
del Verbo,
itá'lí la salvación obrada por
Jesús, el Cristo. "¡i";;;"
te
De una manera generar, san Agustín afirma que
l
urlo ros firósofos no cris-
lianos a menudo, con sus razonamientos,
il. consiguen Orra"
n", una Cima gloriosa, pero que están ciegos
tev 1:-1r: ante"u"nr"
et ca_
mrno que existe para sub¡r a
ella.
:Sñr
La lectufa de ros ribros pratónicos
me dispuso a buscar ra verdad como argo
he- bre de Dios' desde ra creación der incorpóreo y entendÍ que ro invrs¡-
mundo, se deja vef a r" ,n,",iffii"'r r"vés
pL cierto de que existias y de que eras ¡nf¡nito de sus obras. [...]Ahora estaba
oá"p"rr#li"'pl"r'"'"'p1"¡o" r¡n¡tos ni infin¡ros. Estaba
ex¡st"., "in sequro de
rle-
;::"J:.,lll::?:ilerdaderamente
p,"" J""
"i
,l..Ii,i"írs,"" ,.,i-1"ñ'",",i1["","
",,",á"iá",
Pues empezaba a queref pasar por
so_ sabio, lleno de mi pena, que no lloraba y
so tenía yo aque'a car¡dad que edifica sobre se desvanecja con la c¡encia.
er tunoamenü áál" ir,n,ü"0 q* l.Aca_
rar yo que me la enseñaran los
libros platon¡cost p.es cieo-q*
cristoz ¿v como poáiá !"p"_
Escrituras para que retuviera en mi
""
iri"'"" qr" ,r"pezara con ellos ante" d" 1"", tr"
il C. memor¡a ros qreri-e;;;;;r"" y
berme amansado con tus l¡bros v haber.cerrado "re"tos también para que después de ha_
Jn- nris heriáa" supiese hacer diferenc¡a y distingurr
e¡tre ra presunc¡ón y ra confesióá- entre "on'trr-JL-áo",
ros que ven hacia JJno-" aJi"-ü
'l]inan ni el camino que lleva no sólo a contemplar y ros que no veñ por dónde
la petr¡a "ur¡r"r ca_
b¡"n"r"nturJor, sino a v¡vir en ella.
jo- Nada de esto se halla en los l¡bros nlatón¡cos. [...1
sus pág¡nas no tienen el pálpito de esta piedad.
c¡ón de ras :áqrimas de ra confesión No hacen men-
ni del,"r"r¡¡Já,'"i?"i".pir,il riio"r,"oo,
n¡ der corazón contr¡to y hum¡r¡ado.

do
]ils:"",""T::.1:Í; ilflJ::i:l,::y*n," "iá"',, ",,áli'j'iJ.il'á"u,lo,,o,nu no,ia, nide,as arás de,Espí_

San Agustin, Conlesio,es

c I
I lr,r, l. ¡ 5
La ilum¡nación
4,3. Razón Y fe
ser humano al cono-clmiento de
Ahora déiame que, en el t¡emPo San Agustín se preguntó cómo llega el
que tenemos, te enseñe algo de en el maniquelsmo'
á" rná protrnOa" verdades' Buscó la resPuesta
Dios por analogia con el conocl- ,"ér,u: ,^*,isfactoria' Durante un tiempo adoptó el escepticis-
miento sensible. lnteligible es Dios'
J". se autosupe-
Lo, p.to J"tpr¿" considerÓ que éste en cierta manera
e ¡nteligibles son lambién las ver- Esta capacidad de
dades que contemplan las cien- ,r, pr"" qr¡"" duda, al menos sabe que duda la exis-
mínimas: la certeza de
cias, pero con una diferencia fun- dudar nos lleva a aceptar unas verdades
damental. Tamb¡én la f ¡erra Y la y de que este yo o sujeto. exis-
tun"¡" O" un Vo, Oe un suieto que duda'
luz son v¡sibles' pero h fiena solo ;¿;i f"il; ;r.", afirmé san Asustin: si me eq.uivoc'o' !1'"^'11..-"^1'"
es visible si la luz la ilumina' De la yo que se equNoca'
que me equivoque, tengo una certeza' la de mi
m¡sma forma, aquellos enuncia-
dos de la c¡encia que todo el que reflexionando sobre las posi-
Siendo ya cr¡stiano, san Agustín siouió
Ios ent¡ende adm¡te s¡n ninguna posibiliclad de ac-
duda que son absolutamente ver-
Iiui"JÑ,o",,t"ites del conocinriá )to' Creía en lasobre las cosas del
]"1"* ,á sens¡ble' de nivel inlerio(
daderos, debemos Pensar que "1"*'miento gracias a los sentidos' 4..-.
sólo son inteligibles s¡ un tiPo de mundo; sobre éstas, obtenemos información
sol propio los ilumina. Y asi como Á"rá É¡"", ¿cómo llegamos a las real¡dades fundamentales? la fe
¿Exigen
del cre- TodL- 13:
en el Sol Podemos distingu¡r tres ,^, rr"ri de rrivel super¡or o es suf¡c¡ente
cor raapo
J.r,t. our,"i"**ctuál
piensa' que
cosas: que es, que tuce Y que ilu- ,t""n.rllas? San AgustÍn es un creyente
que
mina, asitambién el Dios ocultísi- com- t'lico/. r1I
mo que quieres conocer liene tres
;;;;f ,;.;f r", un hombre inquieto que tiene conro objetivo-la do €'¡'§t¡
que la razón y la fe.perte-
prop¡edades: que es, que es inte- nrensión de la verdad cr¡stiana' Reconoce
contr¡buyen Írás oc l.
a ámbitos d¡ferentes; pero ambas
I
I
ligible Y que todo lo hace intelr- ;;;1;;.""te que ana apasio-
g¡ble. A gran objetivo del hombre' ser un¡tario Sein , ,¡¡.-r
" ","rt""t ta'ueroai divina' La razón avuda al hombre a obtener la
Mi orelensión es llevarte al cono- ;;;;;r" es incompaiible cotr la lei
fnurdQ c
i ci;ienlo de ti m¡smo Y de Dios Di' fe, lo prepara; de ninguna manera la razón do eu cn
¿qué Piensas de todo lo
que he
esta colaborac¡ón la expresa con la m
áxima 'lntett¡ge ut credas': 'en- ra bhr, (
expuesto, lo admites como Pro- y guía la razón; esto lo expresa de
t¡"n0" prr" Lafe or¡enta sas crea
bable o como cierto? "r""f''. *Crede
r"'"ü¡!"," t"tt", ut intetl¡gas-: 'cree para entender'' tien^sr
San Agustín, So,iloquios' l, Vlll' 15'
la le es la vía más segura' la cuanto e
Ahora bien, considera que el camino de
Este texto de san Agustin so- vía' inteligenc¡a
6. o"o" o"á pr"o" oar una satisfacción plena; en esta La vrs¡ón
bre la iluminación incluye no- Para san Agustín'
v fe confluven en el amor apasionado a la verdad' lacinc
I tables referencias a elemen- son inseparables; elhom-
tos Platónicos. lntenta des- !,'"ráiá"íor"pi"nsa y el lilósolo creyente lán las a
todo corazón'
cubrirlos- ;;; ;*st; il";" deábrir la verdad v amaf a de quiÓ8,
conocimiento super¡or' el de las los cuer
Para san Agustín, el cam¡no hacia el
donde confluyen razón y fe se inicia con
la expe- oro( 'n(
""rJ"J"" "i"tnt" En el inter¡or de uno mismo es don-
Y aouí sl
r.ián"i" ¡nt"rio, o
"utoconciencia'
fa verdad y la máxima realidad' D¡os'
Mediante este tent in
iá." humano t¡e- mal!§ n
"n"r"nttun
O" t"r"Oa hacia el interior de uno mismo'
el ser
No quieras asomarte al exterior; It"*"" sólo le es po- de r,
,.r
enira dentro de t¡ mismo' Porque I" u""""o " l"a rnás elevadas verdades; aunqueelesto y hace corn¡§ó
en el inter¡or del hombre reside la ,""¡¡" ,n" ¡luminación d¡vina' Así como Sol ilum¡na
verdad; y si encuentras que tu na- "¡¡1"! una iluminación d¡vina
v¡s¡bles al ojo las cosas corpóreas' tan sólo Junto cc
turaleza es mudable, trasciéndete eternas'
a t¡ m¡smo. Pero no olvides
que, perm¡te descubrir y hace visibles las verdades tes la
cuando te trasc¡endes, es tu alma para acceder al más eleva- sisnjl§a
La iluminación d¡vina es imprescindible
dotada de razón la que te tras- real,- -d
san Agustín llama sabiduría a este conocimiento
I

ciende. Encamina, PUes, tus Pasos Jo que.ten


I
"ono"¡rn¡"nto; hasta que no
hac¡a donde se enciende la luz de y afirma que el alma no se s¡ente satisfecha
i
"rp"rlor, gran anhelo' su gran amor' merr-,Ja
I la razón. ¿A dónde llega todo buen Ou"".n"á esta sabiduría' que es su
i
pensador si no es a lavetdad? Á;i; ;;"t"n mueve el alrna lracia las verdades eternas; recorde-
en la
conS¡(er,
¡nsta,,(e)
San Agu§tin'
,o" á* oL era lamb¡én un eiemento c'e Eran inlportancia
La vercadera rcligión' 39 ' "ro, te q,1¡o
teoría platón¡ca del conoc¡mienlo'

116
llr ,,i, r5

Ábside de Santa Pudenciana (siglo v).

4"4. Dios y el mundo


-rodas las cosas del mundo t¡enen en Dios, desde la eternidad, sus
conespondientes ideas e¡emplares (entend¡cas en un sentido plató-
n¡co). A partir de estas ideas eternas ex¡stentes en Dios, ha sido crea-
dc el mundo. En esta teoría de san Agustín encontramos un aspecto
más de la crist¡anización de Platón y, no lo clr,iCemos, de Plot¡no.

San AgustÍn busca conciliar la cultura ¡ndoeuropea, según la cual el


múndo es eterno, con la cultura sem¡ta ojudía, según la cual el mun- El t¡empo
do es creado. Así, las ¡deas ejemplares o modelos son eternas; aho-
¿Qué es, pues, el tiempo? S¡ na-
ra b¡en, el mundo mater¡al y corpóreo ha sido creado, y todas las co- die me lo pregunta, lo sé; si he de
sas creadas son cosas contingentes (es dec¡r, no necesarias), que expl¡Carlo a qu¡en me lo pregunta,
tienen su causa en Dios. Las cosas del mundo son importantes en no lo sé; con los ojos cenados, sin
embargo, afirmo que sé que, si no
cuanlo encarnan el modelo existente en la mente div¡na.
pasara nada, no habría un tiempo
La vis¡ón de la real¡dad en san Agustín tiene un orden ¡erárquico. En pasado, y que, s¡ nada pasara, no
habría un t¡empo futuro, y que, s¡
lacima de la realidad se encuentra Dios, causa de todo. Después es-
nada existiera, no habría un tiem-
tán las almas que, sin ocupar espac¡o pero sítiempo, buscan, ¡n- po presente-
quietas, la verdad eterna en su ¡nterior. En un n¡vel inferior, se hallan
Estos dos t¡empos, pues, el pa-
los cuerpos y todas las cosas materiales. Ahora bien, en este gran sado y el futuro, ¿cómo son, des-
orden, no falta un escalón de oscuridad: la innegable realidad del mal, de el momento en que el pasado
Y aquÍsurge un problema: ¿Dios es también el creador del mal ex¡s- ya no es y el fuluro todavía no es?
lenle en el mundo? San Agustín, partiendo de Plotino, af¡rma que el En cuanto al presente mismo, s¡
mal es negativ¡dad, privación, falta de ser; no una luz impregnada
fuera siempre presente y no hu-
yera en el pasado, ya no sefÍa
de mal, sino falta de luz u oscur¡dad: prop¡amente el mal no es ser y,
t¡empo s¡no eternidad. Si, pues, el
como so.o el ser ha sido creado por D¡os, el mal no proviene de Dios. pfesente, para ser tiempo, debe
perderse en el pasado, ¿cómo po-
Junto con la creac¡ón mater¡al del mundo fue creado el t¡empo. An- demos decir que también él ex¡s-
tes de la creac¡ón no había tiempo, sólo el Dios eterno, y ser eterno te, cuando su ún¡ca cond¡ción de
sign¡fica estar fuera del tiempo, no tener un antes ni un después. La ser es la de cesar de ser, de ma-
realidad del tiempo es un problema; son muchos los momentos en nera que, b¡en enlend¡do, no le-
que san Agustín se presenta como un hombre perplejo ante la ¡n- nemos el derecho de decir que el
t¡empo es s¡no en cuanto t¡ende a
mensida.l de los problemas que se plantea- A pesar de todo, llega a
no ser?
considerar que ni el pasado ni el futuro ex¡sten, sólo el presente (este
San Agustín, Col,/ésiones,
instante)existe realmente, ya que el pasado sólo ex¡ste en el presen-
le que lo recuerda, y el futuro, sólo en el presenle que lo imagina.
11, XIV 17.
'l
l
117
1
llr,i'lr'15

El térm¡no libertad 4.5. vis¡0n del ser humano 4.6^,


Ha sido en el ámbito del Pensa- El sag¡go
miento cristiano donde se ha dis-
A la hora de entender al ser humano' san Agustín sigue el modelo ganos -JI
y
inicialmente y con más pro- dualista platón¡co: el hombre es un alma inmortal que ocupa se
1 crrt¡do - abandala(
] frndidrd- t"."
de la liberlad. En sirve de un cuerpo mortal. Esta alrha, sin embargo, no ha existido neradc, ar
"l
' cierta manera ha sido una discusión eternamente, sino que ha sido creada por D¡os; no obstante' como
que ha determinado toda la refte- por el cuer- do losrg¡
I herencia clel pecado orig¡nal, esta alma está dominada
x¡ón posterio( hasta las concepcio- años oesF
po. Todo hombre tiene la marca del pecado orig¡nal, el pecado co-
nes actuales. ex- de Diñq
metido en el origen de la creación por Adán y Eva; esta herencia
7. Eo los siguientes párrafos se ut¡- ei mal Para sal- de las viej
plica la tendencia col'lstanle del hombre a cometer
l¡zan las palabras ,rbre Y libertad dice, A;c
en sentidos diferentes. lndica el varse, el hombre necesita una ayuda exterior: la gracia divina'
das por lol
sentido del vocablo l¡bedad en
San Agustín apl¡ca al alma humana la concepc¡ón trinitaria
de Dios:
cada caso Y busca un sinónimo A mer -a
de la palabra en cada uso. oios padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo El alma entiende' es in- l¡bro, lx'iltr
] (así'
. Lu¡s es drogad¡cto desde hace tel¡gente; el alma qu¡ere (tiene voluntad para querer) y recuerda h¡ston.., d(
su identiclad perdura en el tiernpo). El alma está ligada, pues' a la
I años; dice que cada uno es li- la hisl^da
y (tie-
bre de olganizarse la vida temporalidad, ella vincula el pasado (tiene menroria) el futuro ta a la .on
¡ Como quiere. ne expectativa) con el Presente' gos. L-§¿
I . Pedro af¡rma: .Estoy muy ena- durani.e io
lra-
I morado, quizá he Perd¡do la li- Uno de los temas que todos los pensadores cr¡stiallos deberán
habla de un pre- poder ¡-l
]I b".trd, p"ro ¡.e siento tan fe- tar es el tema de la libertad humana. El cr¡stianismo
liz...!" m¡o o de un castigo en un más allá, y parece que tanto el uno
como el Toda Ia hi:
. Ros¡ practica deportes de atto otro exigen que el hombre sea responsable de su actuación' Si no
soy la de lu:
i riesgp (alp¡n¡smo, Puetli¡t]g, F- libre, si no soy autor y responsable de lo que hago, parece que es dad o,lqrn
racaid¡smo...) Y no qu¡ere re- por otra parte'
absurdo hablar de auténtico comportam¡ento moral; do, la -.r.¡c
I nunciar a ellos; cuando la av¡-
porque el hombre está corrompi- gu¡do¡.§ (
san del Pel¡gro, d¡ce que es s¡ la gracia d¡vina es ¡mpresc¡ndible
' puedo ser responsable de mis ac- Ven el ¡
consciente de él Y que es Iibre do pár el pecado original, ¿cómo 'tJC
I de asumirlo. tos? San Agustín trata esta temática en su l¡bro De /lbero arbitr¡o' so' por Di^§ e
abier-
I . Marta ha decidido que estud¡a- bre el l¡bre;lbedrío; a part¡r de é1, este tema será una cuest¡ón elegidos o
I rá Filosofía en la Universidad, ta y constante en toda la historia del pensam¡ento occidental' conc.- ¿

pero sus fam¡liares Y amigos la da desput


I quieren disuad¡r hablándole del Para entender bien la concepción de san Agustín sobre la libertad' fre, er^or
I incierto futuro laboral. En nom- y
es necesario tener presente que dist¡ngue entre /lbertas l¡berum
ar'
i a Dios v el
bre de su liMad, Marla se n¡e'
I ga a cambiar de Planes.
b¡trium: lo cor )tr

- Libertas o máxima l¡bertad. Es el anhelo de amar el supremo Cierta¡\er


bien y de satisfacer así la búsqueda humana de la felicidad En su saba u, , lt
Discusiones sobre la libertad perio\n
visión cristiana, D¡os es el bien supremo: con É1, el hombre lo t¡e-
La tesis de san Agustín según la ne todo y alcanza la máx¡ma fel¡cidad. Cuando el hombre anhela ciudao cr
cual el hombre es ¡ncapaz de evi- Así'
a Dios y ama a Dios es cuando hace pleno uso de su libertad' de ell^d,
tar el md y hacer el b¡en sin la ayu- que más nece-
el hombre más libre es aquel que real¡za lo le es abstract:
da de la grac¡a d¡v¡na fue cuestio- '

nada por otros creyentes de.su sario para su supremo bien. realeÓs
üempo. Así, Pelag¡o (360425) de' sia, pero :
fendía que cuando los lígmbres - L¡berum arbitrium o libre albedrío. Consiste en la capac¡dad de tenecAa
aclúan b¡€n, se dobe á su ProP¡o decidir libremente; pero es una capacidad frágil y debil¡tada como
esfuer¿o Y no a la gracia, Y que, consecuencia del peca«lo original. Adán, antes del pecado ori-
En aq¡slk
. actuando asf, Pu€den salvar§€' g¡nal, podría no haber pecado; su culpa se ha transmitido a tcda ras cic, E§
[-as afirmaclones de Pelagio fue-
á humanidad. Asi, el ttolnbre, a causa de su naturaleza caida y este tj\o
ron cond€nadas Por el hecho de y dades qu
cortompida, a menudo t¡ende al mal sólo podrá elegir hacer
el
negar que la humanidad, como ,
gratuito sus elegi- forma¡sa
bien si lecibe la gracia divina, don de Dios a
consecuencia del Pecado original,
las cuest¡
estaba corromPida. dos. Con la gracia, el l¡bre albedrío o liberum arb¡tr¡um se trans-
tiende al bien'
princño
forma en ,,bertas Y

118

t!
5 I

4.6. Concepción de la historia


El saqueo y Ia caída de Roma (410) fueron vistos por muchos pa-
)' se ganos ccmo un castigo de los antiguos d¡oses romanos por haber
abandonado las vieias trad¡ciones relig¡osas. M¡entras Júpiter era ve_
)tfto nerado, arguméntaban, Roma se mantenía poderosa y fuerte; cuan_
do los emperadores se apartaron de é1, Roma cayó. San Agustín, tres
CO años después del saqueo, comenzó a escribir una obra, La C¡udad
de Dios, que es una crítica contra los que argumentaban a favor
s¡l de las vieias divinidades. Durante los días del saqueo de Roma,
dice, fueron muchos los que se refugiaron en las ¡glesias, respeta-
das por los invaso:.es bárbaros
t{)5,
A med¡da que oscribía, san Agustín iba ampl¡ando la temática del
in.
libro, hasta convert¡rto en una completa concepc¡ón cristiana de la
asF.
histor¡a, de la histor¡a pasada, presente y futura; una v¡sión l¡neal
r ¡- de
la histor¡a, con la muerte de Cristo como gran momento, y opues_
tiÑ,
ta a la concepción cícl¡ca del tiempo propia de los pensadores gr¡e_
gcs. La Ciudad de Dios fue uno de los libros que tuvo
mayor influencia
ra- Curante toda la Edad Media, ya que define las relaciones entre los
por-'ilres de la lglesia y del Estado.
tel Toda la h¡storia de la humanidad es la lucha entre dos ciudades:
ioi- la de la luzo celestial, simbolizada por Jerusalén, y la de la oscuri- El lriunlo de ta cfuz (sigto v).
dad o terrenal, s¡mbol¡zada por gabilon¡a o Roma. En nuestro mun_
En esta obra vemos representado eltriun-
te, do, la c¡udad celest¡al y la ciudad terrenal están mezcladas; los
se_ fo de la cruz en época de san Agustín.
Pir- guidores de Abel (el b¡en) y tos seguidores de Caín (el mal) Esle af¡rma que la ciudad celésl¡at, que se
conv¡_
lc- ven en lucha. Pero la auténtica ciudad o comun¡dad de los
fundamenta en elamor a D¡os. f¡natmen-
elegidos te tr¡unfará sobre la c¡udad tenenal.
por Dios es inv¡sible, en esta v¡da no podemos saber quiénes
son los
elegidos o quiénes los condenados. Si no fuera por la gracia que
Dios
concede a algunos escogidos, toda la humanidad estaría condena-
da después del pecado de Adán. El conflicto que cada individuo
su-
:tr- fre, es decir, su lucha ¡nlerna entre el bien y el mal, entre
el amor
a Dios y el amor a las cosas del mundo, es una reproducc¡ón del
v¡e_
jo conflicto, que aparece testimoniado en
la B¡bl¡a, enlr.e Abel y Caín.
10 I
Ciertamente, cuando Agustín escribía sobte la c¡udad terrenal pen_ I

SU I
saba en los imperios históricos como el de Babilonia, el propio lm-
e- I
perio Ronrano o cualqu¡er Estado pagano; cuando escribía sobre
rla la l
ciudad celestial, la ciudad de Dios, pensaba en la lglesia. A pesar I

de ello, debemos cons¡derar que las dos ciudades son dos ideas I

3-
abstractas que no necesariamente co¡nc¡den con organizaciones l
i

reales; es deci( un hombre puede ser cristiano y pertenecer a la I


lgle-
!e s¡a, pero a causa del amor que se tiene a sí mismo y no a Dios, per_
to tenecer a la c¡udad terrenal.
'i- En aquellos momentos históricos de deb¡litamiento de las estructu_
la ras del Estado y el fortalecim¡ento de las estructuras de la lglesia,
este libro se interpretó como si lgles¡a y Estado fueran dos ciu_
el dades que, aunque separadas, son tales que el Estado sólo puede
formar parte de la ciudad de D¡os s¡ se somete a la lgles¡a en todas
las cuestiones fundamentales. Así pues, el Estado debe seguir
los
princ¡pios de la lglesia-

'l 19
-
i

Comentario de tex to o ¿Qué noción de ser humano le parece que se


B
I S¡ no es falto de razón que reclames con ins¡slen-
cia, de mí o de cualqu¡er otro doctor, razones para en- encuentra en el texto?
tender lo que crees, entonces corrige tu conclusión:
Pon un título al texto. De los tÍtulos que aparecen
no se trata de que rechaces la fe, sino de que con- -
a cont¡nuac¡ón, ¿elegirias alguno?
,l temples tamb¡én con la luz de la razón aquello que ya
posees con la f¡rmeza de la fe. . Fe y razon
Lejos de nosotros, pues. pensar que D¡os odia en no- . H hombre, ser creYente Y racional
sotros aquello en Io que El nos ha creado superiores
a los otros an¡males. Lejos de nosotros, d¡go, pensar . G@ Para qúender -. le-cul
que creemos para ev¡tar aceptar o pedir razones, por-
que no podríamos ni creer s¡ no tuv¡éramos almas ra- 'LIPIi
cionales. Gontexto ¡nmed¡ato del texto
Uno"
C¡ertamente, pues, es de razón, en algunas cuestio- Relaciona el texto con la poblenrática del autor'
nes que perlenecen a la doctrina de la salvac¡ón -y
- .. L Jii(
que Aporta ideas del autor que ayuden a aclarar y en-
oue todavía no podemos captar por la razón. pero
jodremos captar algún día-, que la fe preceda la ra- riquecer el texto.
zón; por la fe es purificado el corazÓn, a f¡n de que . Puedes relac¡onar el texto con diferentos as-
capte y soporte la luz de la gran razón Y por eso, ra- pectos del pensam¡ento de san AgÚstín' como
zonadamente, dijo el profeta: "S¡ no creé¡s, no en- la teoría de la ilum¡naciÓn, su visión del ser hu-
tenderéit' (ls 7, 9). Aquí éldistingu¡ó, sin ninguna duda'
eslas dos cosas y d¡o el conseio de empezar cre-
yendo, a fin de que podamos entender lo que cree-
-
mano..,
lndica las diferenles corrientes de pensam¡enlo
ftlil
mos. Así pues, parece racional que la fe preceda a la de la época y las cuestiones que trataban' Men-
razón. Porque si este pr¡ncip¡o no es rac¡onal, será Sólo^r p
c¡ona y explica brevemente las influencias que
irrac¡onal, y D¡os nos libre de pensarlo Por lanto, si des P.rra t
haya podido recib¡r el autor.
es rac¡onal que, respecto a algunas grandes cuestio- l'lisp?-¡a.
nes que lodavia no pueden ser comprénd¡das, la fe quite-.ó1
preceda a la razón, no hay ninguna duda de que la ra- rnaneAp r
zón que persuade de eso, ella m¡sma, por poca
que M¡rando más allá del texto lerritL..oS.
sea, va delante de la fe. nuinaAcr
- Concreta en qué línea de pensamiento se inserta
San Agustín, Lef'a
'120' 2-3' pios , ist
el autor.
presigqes
. Ya sabes que san Agustín recibió una fuerte in- ; dubit lo
Análisis del contenido
fluenc¡a platÓn¡ca. Relac¡ona su teorÍa con la ce al acu!
- Enumera los conceptos más relevantes del tex- teoía platÓnica, señalando d¡ferenc¡as y seme- vtncL ,; I

lo y acláralos. Te sugerimos que empieces por es- janzas. senlenc¡a


coger los conceptos siguientes:
. Fe: Aparece a menudo. Explica la nociÓn que . lntenta también relacionar el pensam¡ento de No oN,Je;
san Agustín con el pensam¡ento de otros l¡lÓ-
guasAn¡
de ella se da en el texto. ma pL,,..r!¿
. Razón: Fambién es tratada extensamente' solos (además de PlatÓn) que ya hayas estu-
labrag¡ies
diado. Sus teorías, ¿son parecidas o diferentes
¿Cómo la valora san Aguslín? Una l¡.-ler
de las agustinianas? ¿En qué aspectos?
- lndica las ¡deas Pincipales del texto y su ierarquia' "noru\0r
. c¡all . en
Explica las valoraciones hechas por san Agus-
dirigíaoial
tin sobre la nociÓn de ser humano como se,r do- Opinión personal un m\ te
tado de [e Y de razón. labra "Doc
- lndica tus preferencias de manera razonada y ar-
. Menciona tamb¡én las relaciones entre [e y ra- gumentada.
zón y describe la valoración hecha por san ¿Qué vern,
Agustín de estos vínculos. . ¿Piensas que la fe y la razÓn
pueden mantener cr¡sti¿r{Ftr
una relaciÓn equilibrada' o b¡en opnas que una relig¡orr c
- Muestra el vínculo entre las ¡deas del texto' dos lolsiÉ
predom¡na sobre la otra de manera inevitable?
. En el texto, san Agustín establece la lelaciÓn se da la §ituación de rio y r,- gt
Just¡íica tu respuesta. S¡
entre le y razón. Explica detalladamente cuál es que superio-
desfig,{Qd,
predom¡nio, ¿cuá crees tendrá la
' esta relaciÓn y de qué manera quedan vincu-
ladas.
ridad? ¿Por qdé razones?
ie)Y

,.ñ:

]S
.1lo
'lt

\ a o tt
)ñ.
rl§- Sólo es preciso recorrer nuestros pueblos y
c¡uda-
des para descubrir vestigios del pasado
romano en ]:\
¡flspanra. pero más allá de eslos testimonios
ar_ ..' ,:i .:

I
qu¡tectónicos, de las vías de comun¡cación
ro-
manas o de la división territorial en provinc¡as
(los
teritor¡os vencidos), tenemos su ner"nca
le mas iá-
nuina y creativa en el mundo del Oeracno.
los pio-
pios.jur¡stas actuales utilizan, incluso a
en latín,'ex-
presiones del Derecho romano. por
ejemplo, ,,in
dubio pro reo". es decii en caso de duda,
la iaváre-
ce alacusado; .pacta sunt servanda», los pactos
vinculan: o.res iudicata pro veritate habetui.,
I
una
sentenc¡a pone punto final a la cuest¡ón
en litióio.
1e
No olv¡demos tampoco la deuda que l¡enen samiento expresado y viv¡do por los primeros
las len- cr¡s-
guas romances con la lengua latina. tianos.
Tanto en for-
U- ma popular como en forma culta, muchas
de ¡as pa- La interpretación del mensaje evangél¡co
Iabras castellanas proceden del latín. para
hablar de
impulsada
por san Agust¡n ha determinado la
una mujer joven o la mujer del propio v¡sión med¡e-
hijo, decian val del mundo. Un mundo terrenat Oet que
"norus, (nuera): cuando hablaban de recordar, de_ demos esperar más que sufrimienlo: fa materiá y
noló-
fa
:i11.:t"ryr1r9" (memoria); para expresar que se
orngran af pueblo, decían
came giran en torno al pecado. eropone ,ná
_í.1
"popula.: y para nombrar oa nacta las alturas y un despfrcio de lo terrenal.
un monte o pequeño promontorio utiiizaban
la pa- Lo mas no es entender, s¡no que m¡ Volun_
labra "podiu.. -val¡oso
tad, me lleve.a amar profundamente lo que es su_
¿Qué vemos si m¡ramos más allá del nacim¡ento del qra.ten:na,t. Hasta b¡en entrado el siglo Xlli este Áá_
cristianismo? Vemos veinte s¡glos en los le-19-nl.atO¡¡co, ptotínico y agustiniáno
cuales la rigió oftciat_
a. rehgtón cristiana es un eje vertebrador: en to_
m€nte la vida de los humanos de Europa
óccidental.
dos los s¡glos ha ten¡do una ¡nfluencia
Anora Dten, hacia el siglo Xlll, el mensaje
de mag¡ste- evangéli_
co comenzó a ¡nterprelarse en clave aristotélica
o rio y de guía. Sin embargo, no pocas ("me_
veces se ha nos mística y más racional), por obra de santo'fá_
(lesl:gurado o bonado
el mensaje innovador del pen- mas de Aqu¡no.
i

Edad Media: un milenio t.

de culturas diferentes
¡; Esquema
§, l. Un milenio multicultural
1 .1 . ¿IJna targa noche
de mil años?
1.2. La Problunálica dominante

2. Raíces de la Edad Med¡a


2.1 . Occidenle versus Or¡ente
2.2. Los primeros sigtos de la Edad Media
2.3. lnicio de la Escolástlca

( :l 3. El islam: una nueva cultura tnvii


3.1. La religan musulmana Por lo c^
re
Oios únicarr
3.2. Avenoes ha sidoacr
Tomás velac¡ór d¡vi
4. El esplendor escolást¡co: santo se hubir^p,
4.1 . La cistian¡zac¡Ón de AristÓteles Zón hUrr r.¡it3
pués delur
4.2. RazÓn Y le res; y, s¡,, er
¿3. Ética dependg.(o(
Dios. Pc .rr
género l¡¡¿m
5. Los franc¡scanos del siglo Xtll irstruye, )n
5.1. El nlovim¡ento franciscano divina. Asi t)r
5.2. Ratnón Llull
ciencia:1s
hub¡era una
revelac¡d-{..
6. Decadenc¡a de la Escolástica bién utilza l¿

6. l. La crisis del srg/o XIV mostrar,id(


sino para cla
6.2. Guillermo de Occam trina.
6.3. Desarrottos c¡entíiicos del siglo XV

@Obietivos
. Adquirir una vlsl ón panorámica de
ferentes
la Ed
"O
t t"Oi" y comprender que incluye
cultúras y filo

cuest¡ones pa-rqcldas por resolver'


. Constatar que intelec tuales de d¡stintas culturas tlenen
entre lilosofías dist¡ntas'
. Ejercitarse en la capacidad de cap tar semeianzas y diferencias
y las filosof¡as que se h
. Perc¡b¡r las conexiones existentes entre la situación Polít¡co-social
rado
la época como' por eiemplg' santo
. Conocer algunos de los P ensadores representativos de
nluy cercanas a'nueslras il:':i
. Darse cuenta de que los filósofos medievales trataban cuestiones
pac¡ones.

122
()ff) 4li
)o!ü .{r \
rtl: -1

Á
l(. 6 ü

|!

I
I

4e'"" I
r ' El rey y su arquileclo visitando la consln,cción
ct€ una caledrat (sagto X t).

lnvitación a la unidad_
Por lo que respecta a aquello que podemos conocer de
l)ros unicamente a través de la razón humana, tamb¡én
ha.s¡do ne-cesar¡o que el hombre fuera ¡nstruido por
re_
lr: velación divina; porque la noc¡ón verdadera de
dios no
se hub¡era pod¡do adquir¡r ún¡camente a través
de la ra- a-rE
zón humana, sino sólo por parte de uncs pocos,
des_
pues de mucho t¡empo de trabaio y con
muchos erro_
res; y, sin embargo, del conocimiento de esta
(iepende toda la salvac¡ón del hombre,
verdad lntroducción
la cual está en En esta unidad estud¡aremos los m¡l años
Dios. Por tanto, para asegurar y facil¡tar la salvac¡ón
del
* pósteriores a la caída del lmperio Boma_
genero humano, ha s¡do necesario que
el hombre se no de Occ¡dente. Llamamos Edad Media a
instruyera en las cosas de Dios med¡ante una revelación
este m¡lenio, pero en muchos aspectos no
divina. Así pues, ha sido necesar¡o que, además
de las fue una época de paso, sino un período de
c¡encias filosóficas, que son obra de la raz ón humana,
t¡empo con momentos de esplendor ¡nte_
hub¡era una doctrina sagrada, conocida a través lectual. En el pr¡mer apartado tendremos
de lá
revelación [...]Y s¡n embargo, la doctrina sagrada
tam_ una visión general de la Edad Med¡a. En
bién utiliza la razón humana, c¡ertamente no para
de- el segundo, veremos cómo van constru-
moslrar el dogma, lo que suprjmiría el mérito de la yéndose nuevos marcos culturales duran_
fe,
sino para clarificar otras cosas que enseña esta docj te los pr¡meros s¡glos medievales, y anali_
lrina
V zaremos el intento de san Anselmo de de-
,
mostrar racionalmenle la existencia de Dios.
Santo Tornás de Aqu¡no,
En el tercer apartado analizaremos una ci_
Summa teológ¡ca t, q. l, a. I y g.
Y fi!c561¡"a v¡l¡zación emergente: el islam. Seguida-
mente estudiaremos la época de esplendor
de Ia Escolást¡ca y el pensamiento de uno
de los escolást¡cos más eminentes, santo
,"Y Tomás. Después veremos el mov¡miento
s. an el franciscano, conced¡endo una atenc¡ón es_
Í pecial a la obra del f¡lósofo mallorqu¡n Ra-
sa.,r Tom món Llull. El últ¡mo apartado se centrará en
a la decadenc¡a de la Escolást¡ca y la reno_
)st'-s p vac¡ón del pensam¡ento llevada a cabo por
Occam.

123
ll¡r'lrl6
1.4
i
I
L Un milenio multicultural
vamos a rear;th:':"j[1"J::.9.,j"ffi1;
En la Eurr
vo d( )t
En este primer apartado
en otros r
la Edad Media Y nos daremos
c
caída del lmperio Romano apa-
;";;;;;"dias, va que tras la m¡- Reraci,
:;fi";;;'i';" ii"t¡ni""' oespués det esuozo histór¡codel - deas
que mas ocu-
ffi;,;;;;"a oieada a la problemática f¡losófica dÉ af¡rmar
y) apartados posteriores estudiaremos
pó a sus intelectuales' En tos crn,
cha Problemática' zón. rn
vr c¿
lasA)lr
l.l. de mil años?
¿Una larga noQhe que esta-
la , .ac
:
La exoresión Eda d Med¡a'
de eñlrada' pone de manifiesto en ¡e lí
o" o"* Ao" épocas' A menudo
I
mos hablando de un período "nu" y' lntent(
larga noche de m¡l anos
ftüffi; se ha lescrito to'o 'nu - d¿ .i(
I

€ 'ff ü;;;;ói,"*f ,;"*1",,ffi;T:'j:


Pero sr nos
:n'iffi:il?:
".t'':i1':l:::;I^i.-"
cosa a la que se aplica'
mg§(ra
los momentos ae
de alta te; ,
de descubr¡r muchos de
-'r1
;ffiñ;ñ;"s que tuvieron lugar en aquel
tiempo' saAre
'' ir"""ual
L"r"üi
sólo una noche' sino todo
un perío-
morfra
Bealme¡rte, la Edad M*i" :" "il;r"""iü
's lá" ,", onica et¡que- M. .d«
Media la gran do muy heteroséne" -
A lo largo de toda la Edad 9lt',:'Til;;;i.;X.""-Á ".r"
rncruven
tos inmed¡a- mi§ic
mayor¡a de la poblackjn
formaba Pade del
ta. En estos mil años se "y':: :::"*::^;i^"
pero tambián hay momentos
ae crei
de creación Pet vce
¡
camPes¡nado tos a la caida de Roma'
y en las escuelas' rre-rl,
lñ'r"ü. i"" lo rnás
'niversitlades
"" slT::1:
De hecho, no podemos hablar de una única Edad Y*t1 que vr- zeA e
Así' las vicisitudes
HJ;;;;;;J'1tar tres edades med¡as' riendo
dí^pr
que se
f¡*üüti*lpíf ;gi[lilti:''$;ffi
inició el ¡slam, que vivió un PI
ur. )e

Cr^Gt¡
vertirse en una nueva cultura' - preocu
en absoluto
edades medias que convivieron en este milenio plA c
Las tres
ouá"' irrtercamb¡os coTl¡
y t-o-s::stimo-
estaban aisladas unu" O" §glos' la
versall
primeros
nian las relacione"
q'" rn"ntJJlion-' En sus ocho ¿ui; r

'iJ"o'i,Jiá*",*"11"*j:*",ffi labra u
de un Platón Pr¡mero asumlc
[:T:,[X$:::T::lii,] muy ¡nl -ra
p"n'tu*iento de Aristóteles' conservó sef(ar
nizado por san Ag"tlnl O"r lasobras de
p'""""'¿ gran parte de
ooco. La Edad Media bizani"' salvó
l¡2..,ro.
L musu]1a1a
ciiitizaclón
v meno" o" r'"
Áristóteles
o"'pl"loi.r PalaQr¿
heredó la val¡osa ciencia aleiancr¡na' Yo ..rn(
muchas obras de Aristótetes'y
utihO r

AlfinaldelaEdadMediaseprodujounmaravillosoreencuentrode
mát o menos a¡slados du- fetl¡os
elementos cultur"lt= aa"¡"J"i"lienido'
;;".,'"o;;¿,""*::::#il'l:ff .J':':[f:llXT,',J,::'.1 -La 5€
al Pensamle fue4tlt
fue ¡ncorporado llesarol
ro" iu'"o= invadieron Consta¡1loi:l' rel ri-l(
la Edad Media, Fue como st'
"u"nOo fuentes de autores clátsicos' l'\o
a ltalia nuevas y autént¡cas r.ui""t orígenes griegos'
A lo
uoivi"ido '
siglo a siglo, Eu'opa luera " ""

124
ll r,l, l6
1.2, La problemática dominante
d- En la Europa medieval los s¡gu¡entes temas fueron constante mot¡-
vo de debate. En algunos momentos se crearon respuestas
)lar nuevas,
pñ, en otros se limitaron a repet¡r concepc¡ones anter¡ores.

mi-
cÑ/ - Relación entre la le y la razón. Es el gran tema dominante.
¿Cuál
de las dos tenía la úllima palabra? A grandes rasgos podríámos
di af¡rmar que de un predom¡nio in¡c¡al de la fe se
fue pasando a una
creciente valorac¡ón de la razón. pero cuando se valoraba
la ra-
zón, muchos pensadores cr¡stianos crit¡caban
esta posición rei-
vind¡cando la primacía de la fe. y es que, asociada
á
las relaciones entre fe y razón, existia la cuestión
de
la- la r¿iación entre el poder religioso y el poder político,

r.lü, entre la lglesia y el Estado.


jy
lntento de demostrar racionalmente la existencia
t
atr -
de Dios. San Agustín nunca se preocupó por
j's - de-
mostrar la existencia de Dios, que le parecía eviden_
rltav
te; pero conforme crecían las exigencias de los pen-
sadcres medievales, empezaron a interesarse por
de_
'tc mostrarla_
ie!-
3 - Mundo celest¡al y mundo terrenal. A comienzos
del
m¡lenio, las cosas del mundo eran vistas como
on cosas
perecederas y predominaba el rechazo
de todo lo te_
nenal, que era interpretado como un obstáculo para
UP lo más elevado y celestial. pero a medida que
avan-
zaba el milenio, las cosas del mundo fueron
adqui-
Bi riendo relieve, ya que si se sabía observarlas,
se po_
In- día aprender de ellas. De esta forma podemos
dácir
Tt.: que se iba pasando de una perspect¡va platón¡ca
a
)t'!- una perspecl¡va más ar¡stotél¡ca.

- Cuesl¡ón de los universales. Éste fue un tema que


preocupo mucho a los filósofos med¡evales. La religión era un elemento de gran im_
rt( Es un problema com_ portancia en la vida del hombre med¡eval.
ro- plejo del q ue es preciso saber algunas cosas.
yersa/? Es un término con ¿Qué es un un,-
li el que designamos a muchos ¡ndivi_
)ñ,_ duos; las palabras perro, hombre o á/ibol son un¡versales.
La pa-
labta universal viene del latín -un¡versalia. es
, decir, de uno que
uy integra a muchos. La controversia med¡eva I sobre
los un¡versales
se planteaba determinar a qué realidad nos refer¡mos
cuando uti-
vó- lizamos estos términos universales. por ejemplo:
cuando uso la
palaóra hombre,
¿me refiero a la esencia humana, al concepto que
yo tengo dentro de mi mente de lo que
c\- es humano, o s¡mplemente
util¡zo una palabra que no tiene ninguna realidad
lu- detrás? Lo ve-
remos más adelante.
¡,v
de,- . - La libertad humana, La problemática sobre la libertad
fue otro de los temas que ocuparon las mentes
humana I
criv de los pensado-
si. res que filosofaban en la Edad Media.

A lo largo de la un¡dad trataremos estos temas extensamente. u


l

125 il
Il u, I 6

2. Raíces de la Edad Media 2.2^1


En el s-{o
Después de recordar la ruplura entre Or¡ente y Occidente, presen- cidente. C
taremos los primeros siglos del milenio. Nos referiremos a las luces perduñar
que podemos encontrar después del desastre, como lo fue Boecio' sonas de s
y más tarde, todavía en los pr¡meros s¡glos de la Edad Media, el griegc^r h
Renac¡miento carolingio, que ha fundamentado la formación de Eu- diálogos de
qtle con
ropa. Acabaremos el apartado con el estudio del siglo Xll, cafon ¡nl
de recuperación y de
Pedro Abelardo y san Anselmo es un siglo sus traduc
el problema l^di¡
ii ascenso cultural: se consolida la Escolástica, se debate Eclad
de de-
de los universales y se lleva a cabo el primer ¡ntento cr¡stiano de un g!(ci
mostrar rac¡onalmente la ex¡stencia de D¡os' drede.-lg
En eslrli(
llenaba el g
2.1. Occidente versus Oriente sia esl: 'rl¿
Generslmente, el hombre med¡eval co- res donde u
mún solia ser analfabeto; sin embargo. la y Occidente' ya que
Es importante recordar la ruptura entre Or¡ente gloVl) , .u
Edad Media conoció periodos de alta que en el año
creación intelectual. todavÍa eslamos viviendo sus consecuenc¡as' Ya vimos del morpqur
en el lmper¡o
395, Honorio y Arcadio div¡dieron el lmperio Romano Sé con!. -ró
occ¡dental Así fue como
oriental lllamaáo lmperio Bizantino) e lmper¡o una b¡bhte
Romano'
se produjo la primera gran ruptura del viejo lmperio antiguos rn¿
diferencias entre la par' tiguos, l.s ú
A medida que fue avanzando el milenio, las
fueron aumen- terios bene(
I
te or¡ental y la parte occ¡dental del antiguo lmperio
diferencladas: rol¡ng¡o
^d
tando. Se constituyeron dos c¡vilizaciones claramente
la civilización ofiental ortodoxa y la civilizac¡ón
occidental crisüana' El siglo}/{fr
romanas tenían una cul- pado. L-an
Los germánicos que ocuparon las provincias
pero fueron integrándose poco a poc,o' el Grand<" r
tura iundamentalmente tÉlica,
Pero' por que CaS¡ rOC
princ¡palmente a través de la convers¡ón al crist¡anismo'
pautas '-.61'
supuesto, tenían valores propios, que transm¡tieron a Roma'
de comport¿
s¡do la capital del
A pesar de que durante muchos siglos Roma había la relig¡a^cr
en Or¡en-
lmperio, los focos de mayor creatividad intelectual estaban
fi-
te.'De Oriente provenían tanto las más vigorosas especulaciones ElRe¡air
se
losóficas como las nuevas sectas religiosas' Así' Or¡ente
sentía
Hasta c\r,r
muy superior a Occidente lay fractura entre ambas c¡vil¡zac¡ones
so produ,.j e
fue creciendo. portanci^cl
miento fr,ú C
los franc^r. I

degenerado
i lomagnc^cu
nado por su:
chei.luer1e
"noo
coronó enl:e
l)
psr¡o C. )l¡
6n la autorid¿
l, t' depende .ia
dor si norla
Ellmperio Romano de Occidente y el lm- lnflufan er, el
perio Ronrano de Orienle en el año 395'
_l_-

'126

3-.i-. -
I hi

11,,1, 1,,, l6
2.2. Los primeros siglos de la Edad Media La derin¡c¡ón do persona
En el s¡glo Vl, Boecio (480-525) fue el único filósofo relevante de Oc- Boec¡o tradujo y adapló at latín
,, ü*sen- muchos conceptos griegos. Uno
c¡dente. Colaboró en mantener los restos culturales que todavía
lae-luces perduraban después de la caÍda de Occidente. Cuando pocas per- : deéllos fu6 eldepa¡sona. Su de-
e §úecio, ' f¡nición ha sido conslderada una
sonas de su entorno conocían el gr¡ego, Boecio no sólo tradujo
vi '¡a, el del deinic¡ón clás¡ca, en la que se ha-
gr¡ego al latín algunas obras de Aristóteles y buena parte bla de persóna en un sentido lle-
de los
inYe eu- diálogos de Platón, s¡no que también introdujo comentarios que no de dignidad. Persona es una
c con mar-
caron la interpretación de estos autores. precisamente fue una de "sustancia lndfuidual de naturale- ';
:ron y cle sus traducc¡ones la za rac¡onal".'
que avivó el problema de los universales en la
:rl-'ema Edad ¡,1edia. Se puede decir que Boecio fue un caso singular
ro de de- dentro
de un crec¡ente empobrec¡miento cultural. A pesar de no ser pa_ un
\. dre de la lglesia, fue leído y admirado a lo larqo de la Edad Media.
En estos siglos de decadencia occidental, la lglesia, en cierto modo,
llenaba el gran vacío creado por la desaparición del lmperio.
La lgle_
sia est¡muló la construcc¡ón de monaster¡os, uno de los pocos lu!a_
f,, uq que rcs donde una persona podía vivir más o menos segura. San Benito (i-
glo Vl) fue uno de los personajes más ¡mportantes
enV año dentro del mundo
IlP rs¡i6 del,'nonaquismo occ¡dental. Fundó el monasterio de Montecas¡no, que
'r"Yo,.no se convirtió en el centro de la orden benedictina. Este
monasterio tenía
ro. una biblioteca donde eran posibles la conservación y la copia rl
de los
antigucs manuscritos. Durante siglos, todos los conocimientos
-e ta an_
par- tiguos, los únicos existentes, estaban confinados en distintos monas-
at*:en- lerios hened¡ctinos. Sin su labor conservadora, ni el Renacimiento
ca-
nr-.las: rollngio ni el poster¡or proceso de resurgimiento hubieran sido posibles.
'.ikana. Vl fue también el siglo de consolidación del poder del pa-
El siglo
iil\rcul- pado. Cuando los lombardos desbarataban ltal¡a, el papa
Gregorio
)a ñoco, el Grande, un benedict¡no, reafirmó la autor¡dad papal y
consiguió
'chl por que casi todo Occ¡dente y buena parte de Oriente cumplieran
sus
pautas pastorales. Al final del s¡glo, Gregor¡o habia
dictado norrnas
de comportam¡ento a todos los gobernantes terrenales que seguían
rpital del
la ieligiórr cristiana.
rn \*ren-
¡oP-s fÉ
El Renacimiento carotingio
;e\lntía
acr-nes Hasla después de casi tresc¡entos años de la caída de Boma, no
se produjo en Occidente un cierto cambio político y cultural de ¡m-
portanc¡a: el Renacimiento carolingio. El impulsor de este resurg¡-
miento fue Carlomagno (768-814), que había heredado el reino
de
los francos. En la época de Carlomagno, la elección del papa
había
degenerado en luchas entre facciones políticas. En el año 79g, Car-
ü
lomagno acudió a Roma a socorrer al papa, que había sido aprisio-
nado por sus enemigos locales, le otorgó su prolección y, en
la No-
chebuena del año 800, hizo revivir el lmper¡o Occidental: el papa lo
coronó emperador y quedó fundado el Sacro lmperio Bomano, Los monjes eran cas¡ las úñ¡cas personas
o lm-
per¡o Carol¡ngio. Así, Carlomagno fundamentaba su legitimidad que sabian leer y escr¡b¡r durante la Alta
Edad Med¡a y, cons€cueñtemeñte, fueron
en la autoridad suprema del papa. De este modo se creó una
inler- e¡ puente éntre el mundo antiguo y un fu-
dependencia entre el Papado y el imper¡o: nadie podía ser empera- luro mundo ilustrado, lodavía ¡elano; re_

5 dor si no era coronado por el papa, mientras que los emperadores


influían en el nombram¡ento de los papas.
fugiados en sus monasterios, eran los co-
pistas l¡terales de las obras no perdidas
de la Ant¡güedad.

127
llr 6
Carlomagno, como muchos
hombles de su tiempo' era
analfab€to'
un
2'3^
su reino v proprcro ,o (
rl,o ;;;;;;" de la necesidarl de culturizar En el ¿r¡

cia, e-{ng
H;J;;;,;;i"currurar,yreheoso,XlT,lff il|ffi ::::".11i: mano), la I
la nueva capital) al monje anglosalc
C)

escueladelacatedraldeYork,yleencomendólalaborpropiad.eUn
En el 1te
no-
t""uelas para culturizar a sus la protecc
i¿
c, ffi,"=*; ;;;;iánt "on't"i' estudio de la Antigüedad
que
su tra-jo
r-
(, ;i"";;;"' .ú'iendo los modelos deimptantó las s¡ete artes l¡bera- des del s(
H;;;#"n tos monasrerios,
y Ouadri-
retórica y oiatéctica) el que c ln
'1. les: el fivium o letras (gramátrca'
y
ir]"- O"o'"iii"' aritmética' astronomia música)' nómic¡¿ :
"'",e""ü" En esLe ct
Juan Escoto Er¡gena ca, qltl
Juan Escoto Erigena
(810-877)quien to carolin{
Posteriomlente, fue un ¡rlandés' colásn<
ffi ffi ;;;;";miento medievar
i5:"":):"":f::i::' l:: ,l[.
effi;;;. fl partía en I
pulso inicial del pensamienlo naulrag¡o cuttu- comc
Juan Escoto Erigena expresó
su pen-
nicas; estas islas no quedaron
*;et *
:r€
sámiento en forma de diálogo Aqur.ve- clue los P:
oeiimperio Romano v.la ry"]li:::^
ll" iápt"""ntuo" ¿ispula con el abad ral que traic consiso ta caioa mas vrva'
"' en ellas la cultura se mantuvo l)rola- .rr;
Teodoro. i:.;ü;";ffi;icos: sibte ra§o
a la Gal¡a v enseñó en la
corte de Carlos el
Juan Escoto se trasladó razónlfe plan' Los esuol¿
de Carlornaono' En el conllicto
Calvo, uno de los nietos y asÍ, s^'bj
p"n"aáo'"-t medievales' Escoto defiende
teado a menudo po' to" pero rn- tas inlclec
las verdades reveladas'
,"t"tJ oá0"' de la razón; creeaentravés de su sistema f ilosótico' ella: (.^la
;eü caban era
";;il;; '"cionalmente
libro con un c¡erto cariz neoplatóllico s¿n)r( :
Escoto escribió un valioso está
Su v¡sión de la naturaleza cn el gqrrr
sobre la natura[ez" y
"' "'"u"¡¿i' :;iste¡, iiz
;ff#;l;;;'Ú:{":lli3[1i;,]'"]1ffi
naturaleza como un cltuuru
il,?j:::[ll#tfi
Err sr Yuv métodq fi
leza; ve la
Niveles de ser en Escoto
sólict -. ra:
y todo vuelve a Él
Escoto distingue en la naturaleza
tra es^v.
cuatro niveles de se( que constl- Estos obje
tuyen una sola unidad: dc de 'nr
na-
-- En Primer tugar. impera una todo dc c,
turaieza creadora Y no creaoa (,
contr¿ 3
(Dios).
plicabA(ar
Después, una naturaleza
crea-
- gume, ..¿d,
dora v creada (las ideas' ar-
quetipos o universales)'
expresi,lr ,
presió, , qu
Seouidamente, una naturale-
- za áreada Y no creadora
(las co- un esr{ás
sas los ieres vivos del mun-
Y Pero, ¿en
do). -;\
tos de1,
Una naturaleza no creada
n¡ .t" /.
:.
corresDon(
- (D¡os como fin Y re-
creadora prator .), .

torno de todo)'
turas, Js tr

termir,-.¡a
Erige- dos deJe c
Fn oensam¡ento de Juan Escoto
Pl
como creador es lun- abiertc,, sir'
,r^ ta idea de Dios
naluraETa sr' obtn d
aamental. Los niveles de la en
la crea-
guen el orden de los niveles de
tión.

128
tl, i, 1,, 6
analfabeto,
2.3. ¡nic¡o de la Escolástica
'ta,rició un
,qulsgrán (la En el año 989 se instauró la Paz de Dios y asÍse inst¡tuc¡onalizó en Fran-
cia, en lnglaterra y en todo el lmperio Carolingio (o Sacro lmperio Ro-
uLJo en la
¡roQia de un mano), la formación sociopolÍtica que recibe el nombre de feudal¡smo.

tr r*us En elsistema feudal, e¡ señor de un territor¡o garanliza la segur¡dad y


no-
protección de sus vasallos y éstos, a cambio, proporcionaban con
la
iir-ie4rO Ol-,u
su trabajo un excedente de bienes que pe!.m¡tía atender las neces¡da_
ɧí¡bera-
' e' ,.luadri- des del señor feudal y de su séquito_ El feudal¡smo fue un s¡stema
que durante los s¡glos medievales configuró la estructura jurídica,
eco-
nómica y social de la mayor parte de los países de Occidente.

En este contexto de ascenso del feudal¡smo apareció la Escolásti_


ca, que tuvo su origen en las escuelas fundadas en el Renacim¡en_
-dlzl quren to carol¡ngio y se desarrolló plenamente a part¡r del siglo Xl. La Es_
A. el im- colástica es la filosofía que crecló a padir de la enseñanza que se ¡m_
¡sl!i6 erita- partía en las escuelas monásticas; una filosofía cristiana que
tenía
a.* cultu- como tarea ordenar de forma comprensible el conjunto de dogmas
En la sociedad feudal, los señores de la
nobleza const¡tuían un estamento pr¡v¡le-
3trac¡ón de que los Padres de la lgles¡a ya habían elaborado. Lcs escolásticos giádo, cuya func¡ón cons¡stía en defender
ás.- n. protagon¡zaron la cristianización del centro de Europa e h¡cieron po_ su teñitor¡o o luchar para consegu¡r el de
otros señores.
e P"rlos el sible la configuración de la actual Europa occidental.
ón)iÉ ptan- Los escolásticos estaban convenc¡dos de que ya poseían la verdad;
de' .nCe v así, su objetivo no era buscar la verdad con las mejores herramien-
ls, pero tn- tas intelectuales. La verdad ya se poseÍa y cualqu¡era tenía acceso a
ls lo- ella: era la verdad sagrada de la revelac¡ón divina. Lo que ellos bus_
caban era fundamentar esta verdad e interpretarla a través del pen_
¡Pl-'ónico
samiento rac¡onal. El propósito de los escolásticos era profundizar
¡lé7a está
en el conocimiento de las verdades de la fe a través de la razón,
le rtura -
s¡stematizando los contenidos de la verdad sagrada mediante un
le oe Dros
método f¡losófico. También ¡ntentaban rebatir con argumentos filo- Durante la Edad Media, el método esco-
sóficos las objeciones que podían resultar de la propia razón con_ lásl¡co fue ut¡lizado en todos los niveles
de enseñanza y en todas las ramas del
tra esta verdad sagrada.
saber
Estos objetivos se pusieron en práctica s¡guien-
do de.term¡nadcs métodos, especielmente el mé-
todo de contraponer argumentos a favor y en
contra de una determinada cuest¡ón, lo que im-
plicaba largas discus¡ones cuidadosamente ar-
gumentadas. Este método se designaba con la
¡
expresión ..pro et conúra- o bien -slc el non., ex-
pres¡ón que coincidía con el titulo de la obra de
un escolástco eminente, Pedro Abelardo.

Pero, ¿en qué se fundamentaban los argumen-


los cje las discusiones escolásticas? Tal y como
cr.:rresponde a un contexto cultural de trasfondo
platónico, agustiniano, y con la mirada en las al-
turas, los pros y los contras respecto a una de-
teiminada cuest¡ón no eran argumentos deriva-
dos de la observac¡ón empÍr¡ca o de un anál¡sis
ab¡erto, sino argumentos basados en la B¡btia o
en obras de pensadores cr¡stianos anteriores.

129
1ltL,. l. to
La cuestión de los universales El argur
La cuestión de los universales fue uno de los temas centrales de la El prr,-;er
preocupación med¡eval. Pero se trata de una cuestión mucho más sóahse
ant¡gua, es la cuestión de Platón y Aristóteles sobre el tipo de reali- sible t en.r
dad que tienen las ¡deas: de C^le
Pedro Abelardo (1079-1142) lástica, fu,
Platón les atr¡buía una existencia independiente de las cosas, de
El escolást¡cofrancés Pedro Abe- - las que eran la causa.
cesid^t d
lardo desanolló un método de ra-
En el ,(Yn
zonamiento d¡aléct¡co consisten- Aristóteles afiímaba que las ideas existían prec¡samente en las
te en contraponer los argumentos - mismas cosas, eran su forma.
razón.eníi
a favor y en contra de una deter- ' pensa¡ar€
minada tesis antes de pronun- Cabalto, árbol, hombre son noc¡ones genéricas, son un¡versal,a, tér- la razoit y
, ciarse ante ella. , .. r. :
minos abstractos que designan a muchos ¡ndiv¡duos concretos. En racior-tnr
Gon este método, la d¡aléctica la vida cotidiana, vemos los ind¡v¡duos concrelos des¡gnados por los ambas cor
acercaía la razón nátural humana
a la d¡vina, por lo que su util¡dad términos abstractos o un¡versales, pero no vemos los universales; esto erens -e/
pr¡ncipal es el estudio de los dog- hace que nos planteemos en qué consisten, cuál es su realidad. de una fc
mas de fe para hacerlos más ¡n- Zaf O(
l¿
tel¡qibles. S¡n embargo, recoñilcía Así, la cuestión de los universales es la pregunta sobre el t¡po de rea- credo auia
que la razón d¡aléctica sólo pildría lidad que existe detrás de una expres¡ón universal como leÓn,
proporcionar un conoc¡miento San Arrsqi
hombre o círculo. Los escolásticos reconocían distintas posibilida-
aproximativo: la comprens¡ón to- gume^r s
des a la hora de responder a esta pregunta:
tal, así como la salvación, sólo gumenlo í
puede venir por medio de la reve- La primera respuesta corresponde a una posición de t¡po plató- reali<.1t cl,
lación. - nico, según la cual el un¡versal es una esenc¡a o sustancia sepa- de la idea
Parajustif¡car la validez del cono- ' rada del ind¡v¡duo singula¡ que existe independientemenle de la deal )o
'cimiento proporcionado por la dia-
experienc¡a humana. A esta respuesta se le ha llamado real¡smo, Esle esaqu
léct¡ca, Pedro Abelardo tenía que
porque afirma la ex¡stenc¡a real de las ideas
dar una respuesta al problema de
los un¡versales, pues es mediante
CualCq e
AsÍ pues, cuando af¡rmo algo propio del universal hombre, lo que hace ,a
éstos como se expresa dicho co-
noc¡m¡ento. Propuso una solución af¡rmo se dará en todo padicuiar existente; y si, según la 8,'bra, aloo Dor *
-lr(
fue la humanidad la que cometió el pecado or¡g¡nal, entonces todo sar €
conceptual¡sta, ¡ntermedia entre
más gran<
el realismo y el nominal¡smo: los hombre concreto participa de esta tara inherente a la naturaleza
universales t¡enen existencia real, humana. Así es como la postura realista expl¡caba que todo hom- Allor.,ie
pero no del mismo t¡po que las co- en la rea:¡,
bre nace afectado por el pecado orig¡nal.
sas sens¡bles. Son categorías ló- es "t.1ás
gico-l¡ngüisticas abstraídas por el :
Los universales tienen una existencia extranlental; es decir, t¡e- existiera, r

entendimiento que expresan un nen existencia propia fuera de la mente humana que los piensa,
estatus, o manera de ser, comÚn
ya sea en las cosas concretas o ett la mente de Dios. San Ar§glr
a ur,a pluralidad de sujetos.
Su realidad ún¡camente puede ser,.' La segunda se conoce con el nombre de conceptual¡smo; afir-
n'-s g
eS lo
pues, la del lenguaje hablado o - ma que, ciertamente, los universales existen, pero como ideas
más gFsd,
: se,7no, que en sí mismo §ólo tie- ..
abstractas dentro de nuestras mentes. Son conceptos que sólo
existir reair
ne ex¡stencia intel¡gible, ilero que ya no Ac<
ex¡sten dentro de la mente que los piensa.
. se expresa en PalabrAs Y s¡gnifica
particulares, con ex¡stencia §ensi- Fijém.¡.Ss
La lercera corresponde a la posición nom¡nal¡sta, defendida por
ble. En c¡erto modo,.esta solución - Roscelino de Compiégne en el siglo Xl. El nominalismo afirma
ri, es o,ú¡r,
ant¡cipó Ia solu.c¡ón que propuso secuel,a¡as
aanto Tomás en el s¡glo Xlll, afir- que sólo ex¡sten las cosas s¡ngulares e individuales. Los uni'
mando que el universal exl§te en ' versales son s¡mples nombres que los hombres ¡nventan para Con este a
Dios y ex¡ste en cada uno de los des¡gnar una plural¡dad de cosas individuales con cualidades pa- mano .e
eparticulares. recidas. No existe la humanidad, que sólo es una palabra; úni- D¡os er.{o
camente ex¡sten seres humanos concretos. Son s¡mples palabras voca. , -gú
sin ninguna realidad detrás. duce a-\ce

130

t'..
tlr rl i., r6
El argumento ontológico Señor.. deseo entender algo de tu
de la verdad en la que mi corazón cree
El problema de los universales no fue la única cuestión que intere-
y a la que m¡ corazón quiere. No
só a los escolásticos; también se esforzaron en discernir si era po- pido, pues, entender para creer,
reali- sible Jemostrar rac¡onalmente la existencia de Dios. San Anselmo s¡no que creo para enlender.
de Canterbury 0033-1109), en la época de formación de la Esco- San Anselmo, Prosloglbn.
lástica, fue el primero de los pensadores creyentes que s¡nt¡ó la ne-
cesiriad de demostrar racionalmente la existenc¡a de Dios.

En el tiernpo de san .qnselmo, algunos pensadores afirmaban que la


IE rizón tenía que subordinarse totalmente a la fe. Por otra parte, otros
Crítica del argumento
Ya en tiempos de san Ansetmo, et
i pensadores, siguiendo a Juan Escoto Erigena, valoraban positivamente fra¡le Gaün¡ld recha,ó el argumen-
té- la razón y afirmaban que los contenidos de la fe deben ser probados to ontológ¡co, af¡rmando que san
. F:í rac¡onalmenle. San Anselmo presenta una posición intermedia entre Anselmb pasá del ámbito lóg¡co
(donde ex¡ste la idea de Dios) al
:lr ambas corrientes, que puede sintetizarse con la expresión f¡des qua-
ámbito real (donde se af¡rma que
]SIO erens ¡ntellectum (la fe busca comprender). Así, parte de la fe, pero
Dios ex¡ste) s¡n justificar este paso.
de una fe que busca comprender. Acentúa la neces¡dad de empe- Según Gaunilo; el hecho de ima-
zar desde la fe, pero se opone a una fe ciega; rechaza claramente el ginar algo perfecto no implica que
€r' credo qula absurdum que todavía en su siglo tenía defensores. este algo e{ista; yo puedo imagi-
ólt nar unas iglas parad¡síacas que
r)¡ San Anselmo se conoce sobre todo por su lamoso y polémico ar- tengan todas las perfecciones (las i
gumento sobre la ex¡stencia de D¡os, conocido con el nombre de ar- islas Afortunadas) pero, aunque yo
ir
gumento ontológ¡co. Qu¡ere demostrar la existencia de Dios, la las imag¡ne, las ¡slas Afortunadas
rtü, realidad de Dios, y considera que la realidad de D¡os se desprende no ex¡sten.
pa de la idea misma de D¡os; de esta forma, su argumento correspon-
t:- de a la posición realista respecto a la cuest¡ón de los universales.
nr Éste es su razonamiento: i

Cuando el ¡ncrédulo niega la ex¡stencia de D¡os, hemos de pensar que se


luEz hace una ¡dea de lo que esta palabra significa y, por tanto, que entiende
t¡? algo por "D¡os.. Ent¡ende que Dios es «un ser tal que es impos¡ble pen-
)oo sar en olro mayor que É1". Pero, seguidamente, el ¡ncrédulo piensa: es /o-
>2. más grande pensable, pero sólo ex¡ste en la mente.
m- Ahora bien, si "lo más grande pensable" sólo ex¡ste en mi mente y no
en la real¡dad, entonces podríamos pensar en otro mayor que éste que Un anacronismo
es "lo más grande pensable"; ciertamente, podríamos pensar en otro que '1, Un anacronismo es el error que
re. ex¡st¡era, no sólo en nuestra mente, sino también en la real¡dad. cons¡ste en as¡gnar a un aconte- '
c¡m¡ento un tiempo que de n¡n-
guna manera le corresponde, un
San Anselmc qulere mostrar que el incrédulo, cuando afirma que D¡os
error de cronología. Vamos a
rir- es !o más grande pensable pero niega su existencia, se contradice. Lo crear uno.
asv más Eiande pensable, además de exist¡r en el pensamiento, liene que
Recuerda la teoria de las
)lc existir realmente; si le falta la perfección de la existencia, su grandeza - ideas de Platón (en la que
ya no es completa, ya no es lo más grande que podemos pensar. las ideas tenían realidad pro-
pia) y la teoría del conoci-
fij¿moncs en que el argumento ontológico es un argumento a prio- miento de Aristóteles. A tu pa-
1a í, es dccir, pa!'te d3l conceptc de Dios y extrae deduct¡\,amente con- recer, ¿cuáles serian las reac-
!!" secuencias lógicas. c¡ones de los dos filósofos
griegos al conocer el argu-
ia Con ESte argu!'nento, san Anselmo qu¡ere demostrar que el ser hu- mento de san Anse¡mo? S¡
mano que no tiene fe es un insensato, porque cuando afirma que consideras que lo aceptarían,
ri- D¡os es lo más grande pensable pero n¡ega su existenc¡a, se equ¡- di por qué razón; si cons¡de-
ls ras que no lo aceptarían, ex
voca. Según san AnselmD, su argumentac¡ón lóg¡ca deductiva con-
pl¡ca también el porqué.
duce a aceptar como ev¡dente la existencia real de Dios. I

1 3't
l!, 6
3.2. Av,.:,t,:
3. El islam: una nueva cultura
que cotlstitttye utta rle
I I lili,'.r¡i, , r, tt'. ¡,.
En este apartado presenlaremos una cultura .\,{'ti, "'-i i i
,l¡ )i)r-':,
tas fres edacle. niedias: el islam, la religión
musulllana l:studiale-
cr) i'l)rrlllir o i!,1;rl
aspectos de esta religión monoteísta y su tá¡rida y.sor-
nros algunos
(lue sus int(j M;¡r¡r¡¡r,¡.r lr:t 1¡:,
prend;te expansión. Seguidamente constataremos l;¡r f;I| .
i , || | |, ' r I I r ' I'I ,la
luvietotl que ett
lectuales, cleyentes y filósolos al mismo lietllpo'
frentalse a tenras sinilares a los que trató'una
parte de los intelectuak's ll;¡ r,'r ¡i,t,L, r,i , .lr
fe y razón o la detnostracirjtt ra I ,'trrl ¡rlill rr-r{l
crislianos, como las relaciones entre {10 ¡

rJe la existerrcia de Dios' l{),; t,,¡ ¡,'i,lt,r:: ( ,'


ciottal
rrr..,.r,Ir, I; ¡ lli Aír:
l!r rr i( ) l:r;t(:tllii.,.i,,rt
3"1. l-a religión musulmana ,-'Ir r li¡tiet;t 1,, l^1t
v¡elle scñala(l;1 l)oI i(!l(,, li!¡l !.tr l:r !,!l{
l-a feclra rrrás tele',/ante del calendario ¡lusuhnán
ttttrst¡lttt;ttt¿r)
i"lráu,,", la huida de Mahoma (furldador de la religiórr r)slrt
,ioa.l" f, fut".n a tvler'Jina en el año 622' Para los ¡1¡1¡51¡l¡r¡e¡r"r' lri¡,r ¡;r ,lr: llNlt¡
tiempo'
leclra es el inicic de su córnputo propio del ;i )rr.,,,r |litr: :.1, l
la penítts'ula Ariib¡ga yil r)!'
Cualrdo Maltoma murió, en el 632, toda I .i r,' .r, r i.r lf. t
¡slaln desdeArab¡a ell
taba ¡sla,¡¡zacla. La acelerada expansión del krrll,' rI l.¡' llirt,l;l¡
y en «Jirección al Oeste-por
J¡recc¡ón al Este, pasando por Persia' Ir'¡:IIrrr.,rI¿r riio . ,. I
poco trtenos de cierr años'
t-ooo ir no.t" ¿" Áfiica, se llevó a cabo
en r¡r rr l:r, rtal rt>5lr't
( )r riu i;!o ii.ls ul . ,r. t
ernparelrtada cotr elju-
Con el islam entró no sólo una nueva religión
de v¡- ri;r , h) la dobllr{er
;il;; cristianismo; con él penetró una lortna diferente
sagrado' el Corán El islam lotts,lttlerl!e r" r,!z
vir, otra cultura, otra lengua y otro libro
r

div¡dió horizontalnrente la cuenca mediterránea' A¡ rll llllr'l Il.l /\t (.(


una gran labor cul- r¡iosa. r,ir ;r li ¡(ilir
Hacia el año mil' los musulmanes desarrollaron
,.:t;¿h;-' La Córdoba rnusulmana era v(,rsai I elellr,, .-:ll
iuraf en nl-nnclatus (la actual Andalucía)'
y en sus bibliÓte-
,n de gran iefinamiento civico y cultural' sr) Ir¡ ¡.:vdilalQá\ro:
""ntto oe obras: muchas más en esta ciuclad de Al-Anda' t,tir I) lta,tia lil ! i,ri!i
;"ió¿ r!ü'Ed\ri!i r ÉEk
lrJ"iiu ,¡lÁ Agrl
rlel set lra rlc
¡ÉfóÉr lus que en toda Francia.
- - 4lÉi'rré\,),;,¡
6r+i&i6¡t\+
b!4.
^1r
Pur ello, itttn'q¡q tl
Creencias co y ei cienli¡, li
Musulmán proviene de la palabra muslrn
y signif¡ca 'creyente" cre- rentes sólo ellAl,
,."i" niá. lstam designa el acto de sometim¡ento completo del acercalnienlo - :a'
"n r" *luntad á¡vina El corán' el libro sagrado
cle los mu- lienda prop¡¿l'.lút
lá"r"t,io.
"es un con¡unto de suras o capítulos que describen la ex- sótica. Sólo haY '-
srlm"n"s,
por un comerc¡ant9-át?9". d" tnosttación ll-rPSi
0"r,"""i" de revelación divina vivida
$ [láto"tá ",ro"cl de La Meca llamado Mahoma (571-632)' Maho- dición que emanr
ma es el profeta de Alá (Dios)' Ent¡ende que^,ia ,
se encuentra la idea de la un¡- detlte y otra (r1 n
En la base de toda la moral coránica
de la urr¡- rllientras ?ue lij se(
i Iia"o üóil". n"í pues, el corán recupera la idea semitica pero' a la
Los árabes que escuchaban el Corán' cristiana de que Dios es uno obl¡gado a e¡.nd
áJJá" ó'"t , la idea
deslinado a ser rec¡tado rnás que le¡do ""haza Padre, Hijo y Espiritu Santo' lacr'cnes, Ya lo-§ s
iñrlividúalmenlc' queclabá¡l tascinados por
vez, son tre§personas:
nació urra filosofía rlrigo su inte 1et
ljr ¡l|lensa esDir¡hralidad y la l,elleza lite- al ioual (tue nació trna lilosofía cristiana' tambiélr
raria oue dcsl)re¡l.lí¡¡l l¡s sulas o capitu_ guno en interprel¿
lo<- | i,c etperlo§ alirll|arr ql¡e es un libro ;;;J;".;inrras destacadas sorr Al-Kindi' Al-Farabi' Avicena' que se ct¡ent
dc (lfi.il tra.irrci\r, va rlre a nre¡ludo se Áig"r"t, Ar"ntpr"e y Avenoes, que illterpretan
e1 nretlsaje
-colánico
^ol
rectairrelrte
la exlr¡ordi|3rit ¡irl¡4za y la Il¡er tJe la filosolia aristotélica'
D¡er(lo
7á se,f rck¡ra (lcl lexl'r:i,rl-¡c' o'in f, rit.olíá, especialrrrerrte
rrr'.i" ^

lil).
6

IH 3.2. Averroes
t/\r-ra de Et lilósofo musulmán más importante de la Edad Media es el cor-
.:stud¡are- dobés Averroes (1 126-1 198). Fue, además, iuez, méd¡co, matemáti-
riv,sor- co y polftico. Ouranto alg[rn t¡empo estuvo al serv¡cio del califa de .i*
r sus inte- Marruecos hasta que perclió su am¡stad al ser acusado de interpre-
rl \r¿ en- tar lalsamente el dogma.
,l \.

elecluales
Ua rec¡bido el sofrrenombre de comentator por su inmensa labor
.ii\¿n ra-
I de comentar e interpretar la obra de Aristóteles. Averroes fue uno de
los pocos que se enfrentaron al problema de establecer las relacio-
E
nes entre la filosofía y la rel¡gión; pero su flrmeza en el debate le com-
portó la acusac¡ón de cult¡var más la filosofía de los ant¡guos que la
:l
verrladera fe. Esta acusación implicó la privación de su actividad in-
ali r oor telectLral en la corte y el destierro de Córdoba.
sulmana)
r r( (-.sta
Teoría rle la cloble verdad
Averoes fue uno ¡lo los filorxlos r¡rtsLrl
ra!7r es- loué ocrrrre, se pregunta Averroes, cuando la razÓn rne da una res- ma¡rcs rlrás relevañles d¿ l¿ l:(, (l Mc(l¡ir
puesla y la fe me da olra sobre la misma cuestión? Pues que el li-
e:)lÉ o,rr lósofo debe hablar como filósoro y el creyenle como creyente. Esla
resprresta dio pie, posteriormente, a la teoría de la cloble verdad, se-
e'' - "]os
,3rin la cual existen la verdad del creyenle y la verdad del filósofo.
Esto supuesto, clran(l() el razona'
;Clr !l ii! Cuan,lo las obras de Averroes llegaron a la Europa crisliana, la teo- miento l¡losófico nos conduce a
I
ria de la doble verdacl fue asumida por algunos intelectuales e in- establecer una tesis cr¡aklüieta so-
El ;^litm rerlsamente rechazada por otros. bre cualqu¡er categoria ontológ¡-
ca, no cabe más que Una de es-
Arg,Jrnenta Averroes que existen dos n¡veles de sabiduría: una reli- tas do6 hiÉtes¡s: o que acerca de
qrosa, otra científico-filosólica. Dios es, asimismo, Ser único, uni- la tal tesis no diga nada la reve-
,an¡ era lación o que en la revelac¡ón esté
versal y eterno, causa primera y cuya ley natural rige el cosmos. Éste
conten¡da- En el Pr¡mer caso, es
'llvJte se ha revelarlo a los hombres, de modo que nos ha alumbrado el ca-
J /urda ev¡dente que no Puede haber con-
rnino hacia la verdad. Además, como todo procede de É1, el mundo tradicc¡ón alguna entre la razón y
.lel ser ha de obedecer a una estructura racional. la revelación: además, eso mismo
sucede cuando el alfaqui (doctor
\- l'or ello, aunque cl¡st¡nga dos n¡veles de conoc¡m¡ento, el teológi o sab¡o de la Ley, entre los mu-
t:t y el científico-filosófico, éstos deben ser concebidos como dile- sulmanes) formula decis¡ones ,u-
,,J,,, r,,ntes sólo en el plano formal, en función de su intención o modo de rídicas sobre casos de los cuales
lr.-t rl.lel acercam¡ento a la verdad. De este modo, no cabe entender que de- nada dice la revelación, ¡nducién-
dolas de otros casos consignados
iienda prop¡anrente una verdad religiosa distinta de la verdad f¡lo-
en el texto, med¡ante el argumen-
sólica. Sólo hay una verclad: el f¡lósofo la busca med¡ante la de- to llamado de analogía. En la se-
.ltti) a,e rnt¡stración necesaria, trienlras que el creyente la recibe de la tra- gunda h¡pótesis, o sea, ctBndo la
W "o- {lrción que ernana del Corán. revelación contiene algún texto re'
lativo a dicha tes¡s filosólica, hay
Int¡ende r¡ue "la revelación divina cont¡ene dos partes: una evi- que ver si el sentido literal del tex-
l¿tr!.fr¡-
denle I otra que neces¡ta interpretación: la pr¡mera obliga a todos, lo se conforma con ella o la con-
l;r ,'¡ trad¡ce. Si se conforma, no hay
rt
iientras que la seg/./:r:la ()bl¡ga sol2nente a los sab¡os; el vulgo está
,, F¡ l,i
obligado a entenderla ei1 su sentido literal, de¡ándose de ¡nterpre' cuesliÓn; mas si la contradice,
debe entonces buscarse la inter-
taciones, y a /os sabios no les eslá perm¡t¡do tampoco explicar al pretación alegórica del texto re-
asr)fía vulgo su interpretacíón.. Averroes Cefiende que no hay peligro al- velado.
Ur¡no on interpretar lilosóf icatnente los dcgmas religiosos, siempre Avefioes, De la concord¡a ente la
(lue se cuenle cDn la formación adecuada y se sepa usar la razón rcvelaciótl y la c¡encia.
i
recliinler¡le

133
I
6
El rnundo: ¿eterno o creado? Provrcl
lie$.
Sostiene que es compatible afirnlar que el mulrdo es elerllo'
;r l;r . ,,\

vez que creado por D¡os. El mundo ha sido creaclo l)or Dios' cle cia.{I
cotllo realitlad O Sl r.rlS
modo que el mundo existe desde toda la eterll¡dad
cat l-.{r¡,
que emana del propio pri;lcipio creador. Y el nrutrdo, eli lanlo que
a, :I
.-¿
material, se collvierte en realidacl que contielre en potencia ttx
Esle
las r,ul¿lr
rlivil'rl
cs.

las formas que la misma mater¡a puede llegar a adquiljr' Plall-


team¡ento permilió a Averroes afirmar que los seres naturales, elr lan-
e ler)d€
to que seres compuestos cle nlatelia y forma (siguiendo la teoria
lr¡ ,la.1r
a poterlcia-acto)' rro se do¡]c
lemórfica de Aristóteles, a ia par que su b¡nonl¡o
obtienen la lorma como algo que se introduce etl la materia desde As¡r,..;rf
(le
fuera, sino como algo que se hallaba de tnodo strbyacerrle erl ella lab\e
Para Avenoés. el mundo e§ eterno y crea_
(lo a ¡a vez, manera polencial. Sellu¡¿l (
ten^rl
Entendimiento agente y entend¡miento paciente existen r

ciórior
La cuestión de la relac¡ón entre entendilniento ager¡te y ente¡kl¡
m¡ento pac¡ente, y cuál es la real¡dad de cada uno, era uno de los Ave4¡c:
puntos menos claros de la filosofía ar¡stotél¡ca' Ell su obra De ar)l- cal;. -ir(
rrroyi¡tie
ma, en el libro lll, Aristóteles presentaba la ex¡slencia de ambos en-
tendimientos o intelectos señalanclo que el primero era'separable' S0l,.ltlE
sin mezcla e impas¡ble, siendo como es acto por su
propia entidad ' estz,ior
Lo describe con respecto al paciente como una disposición naltrral todo el r

semejante en su papel al de la luz en relación a los colores: ¡gual que es ^l¡¡


la luz hace que los colores en potencia pasen a colores en acto el Cc,slnr.¡,.

entend¡m¡ento agente hace que el paciente pase de poder cot.tot;et


a t¡lb
la lorma de los objetos a conocerla efectivamente' Tan{é,
l!a 1..,; 'j
Este entendimiento agente, 'una vez separado es sólo aquello qoe
[¡e.l"r"'i.
en real¡dad es y Ún¡camente esto es ¡nmorlal y eterno' Nosollos' srl
crl l:dl l(
embargo, no somos capaces de recorda o, porque tal princ¡p¡o es (l€,t+r
¡mpas¡bte, m¡enlras que el entendimiento pac¡ettte es corruptible y
hu- gar slr í:
sin ét nada intelíge". Averroes interpreta que toda intelección
mana es mera part¡cipación en un solo y único entendimiento
ceslo
plarse lí
agente. Rechaza, por tanto, la ¡nmortal¡dad personal en términos de
contemplación individual del entendimiento agente. Tras la muerle
fati-r:
corporal el entendimiento ¡ndividual pasa a fusionarse en el entendi-
m¡ento agente y queda integrado en
é1. Santo Tomás de Aquino destaca-
t rá posteriormente por ofrecer una in-
terpretaciótl dist¡nta del iexto aristo-
télico tanto en lo que se refiere a l¿-
eternidad de la materia como en lo
que se rcfiere a la complensión de los
.tr entendimientos agente y pacientc

i-:
l'
La cultura musulmana alcanzó un gran reli
ñarn¡ento.

134
6
Providencia y sabicluría de Dios
o,vla SelJUn Averroes, Dlos gobierna el mundo con su ciencia, pero Ia cien-
)s 1e cia de D¡os es dist¡nta de la ciencia humana. Dios sólo se enl¡ende
atllád a si mismo, pero la comprensión de su propio ser le permile abar-
carlo tjdo. No obstante, su cienc¡a no es acerca de los seres parti-
:U"
tooas crrlares. Ahora bien, el hecho de que O¡os no conozca las cosas in-
(-'- (iividuales de este mundo en su particularidad ¡ndiv¡dual no debe
n tan- entenderse como un clefecto del conocimiento divino, ya que razo-
tí\.- 'la Averroes qlle no es defecto no conocer imperfectarnente lo que
(r, no se conoce de modo rnás perfecto.
Jo.--l'
Asinrisrno, dado que Dios no conoce las cosas individuales, no es-
,lla de
lablece su dest¡no particular. Prueba de ello la tenemos en la pre-
sencia cle la injusl¡cia y el rnal que reinan en el murrdo. De su exis- Mezquita de Córdoba. S¡glo Vlll.
rehcia no cabe responsabilizar a Dios, pUes si el mal y la injusticia
existen .is a causa de la actllación de los seres particulares, cuya ac- E
iri,',,r cL i.rareta sol:re el nrunc]o no viene gobernada por la d¡/inidad.

c los ;'Werroes entiende que D¡os r¡ge el mundo como realidad a gran es-
í illa. Dios regula los acontecintientos del mundo sublunar a partir del
Úrovir¡iento de los ouerpos celestes, y, a través del movimiento del
'n,- , sjol, que determina la sltcesión de días y noches y la sucesión de las
cstaciones, regula la vida vegetal y animal. De este modo, Dios rige
rtilTrl todo el ¡nundo mediante rrn orden necesario e infalible. Pero lo que
¡.' , r-'s irrdividual o casual, lo que no pertenece al orden necesario del'
l(), el Cosnros conto realidad global, escapa tanto a la providencia como
ou ¡ la saL¡iduría de l)ios.
1¿rnbió , la voluntad humana está sometida a la necesidad que ema-
qbE llir del gobien.lo de Dios sobre todas las cosas creadas, pero igual-
rll(nrte afirnra Averroes que nuestras acciones dependen, al Í]enos
i) es rr [)arte, de r]Ueslro librg albedrío. El hombre es libre, no obstante
,,/i- riel)e eDten(lerse que la volLlntad humana se ve obligada a desple-
lru- ,lirr sll actividad en el r]lirndo, el cual está regrlado por el orclen ne-
,'r:sar io y eterno de Dios. Desde este punto de vista debe contem-
s!b fllarse la afirmación expresada en el Corán cuando se refiere a la in-
falible predestinación del hombre.
nrli.
Presentaiio§ a cont¡nuac¡ón los cargos que se imputaron contra el ave-
tc2 nofsÍno y;que dieron tugar a las cond-ena! dictadas en earis, en rzTo y a
r ii'!7 1277i36Jo acusó de defender que:
r.:1r;',
st.' 1. El intélecto de todos los hombres es numéricamente uno e idéntico.
:,llí 2. El'riiúhdo es eterno. ' :
2. Las acusac¡ones que aquí se
' t'si recogen sintel¡zan algunos de
3, El,alma, que es la forma del hombre án cuanto hombre, se corrompe los elementos más caracteris,
, lc..;
al córromperse dl iuerpo. ticos de la filosofia averroísta.
+
4. DióS no;onobe las coias ¡ndiv¡duales. -. Bepasa el apartado y señala
dónde aparece la relerenc¡a a
úna potencia pasiva,
S. et l¡O¡e,átóio7lo es i no act¡va, mov¡da necesa-
cada una de las acusac¡ones
riamente por el objeto apelecido.
a que fue sometido Averroes.
6.La voluntad humana elige por necesidad.

135
!
I

ill, ' 6

4. El esplendor escolástico:
4.2.1,
[:ll r]t¡an\a
santo Tomás es innov.rdor
En Ia Europa occ¡dental, el siglo Xlll es el rnás brillarlte y cleativo de ta(las ta.,^9 t
Las uniYersidades toda la Edad Media, y el dom¡n¡co santo Tomás de Aquino es el pen Considera qr
en el s¡glo Xltl sador más relevante del siglo. En este apartado allalizarel]los algunos amhras ñer
El slglo Xlll es el momento de cÉa- punlos del pensamiento tomista: el esfuezo innovador por incorporar conro (los Gá

ción de la grandes un¡vers¡dades, a Aristóteles en el pensamiento cristiano, el interós por arntonizar


fe IlqAte:i l le
surgidas a Partir de las escuelas y razón, las cinco pruebas de la existencia de Dios y la teoria ét¡3a'
catedral¡cias o los monasterios. La Sarrkr lilis
de París, una de las más recono- ¡rur la rw-orr I

cidas, se conv¡rtió en núcleo de lranrierlñ:u


grandes rnnovaciones filosÓficas
y teológicas; a esta uh¡versidad lle
4.1. ta cristian¡zación de Aristóteles ler)ría del ()ol
perlsa' l()!.!lica:-lrl
garon tas traducciones Y los co- Santo Tomás de Aquino (1225-1274\ asumió gratl parte del
mentarics que Avenoes h¡zo de la miento de Aristóteles, al que tuvo acceso a través de diversas fuen- ¡r;llir dc los
obra ar¡stotélica. La un¡versidad tes.En contraposición con la tradic¡ón agust¡llialla de carácter
pla- qralr lle, rrl
de Bolonia, en ltal¡a, se destacó tónico, santo Tomás expresó el pensamiento crist¡ano adoptando
ia
por sus aportaciones en el ámbi- [anto li!+¡,!
to del derecho; la de Oxlord se es-
filosofía ar¡stotélica; de esta forma, la ñbra ton]¡sta une cristianis- d¡ferencla rir
pecial¡zó en c¡encias naturales. rno y ar¡stotel¡smo, la fe y la ¡az6n. lateycnr
leoloqía v la
La creación filosófica y teológica de santo Tomás es nluy extensa
Es

tudia y comenta la mayor parte de las obras de Aristóteles; en Gonse- tra(leci :,

cuenc¡a, tiene escritos metafísicos, escr¡tos sobre el conocimiento' so-


ohece gqs,
t bre ét¡ca, política... Pero santo Tomás era un crisliano convencido
que verdad,.s
para expresar la fe y la tinta dé.-R t,
utilizaba el lenguaie y la filosotia aristolélicos
crist¡anas. Podemos decir que santo lbtnás cristianizó a dehe h¡-.,er
perspectiva
Aristótgles de la misma manera que san Agustír] crisiianizó a PlatÓn'
r¡rre un r¡nf
la verda.t e
Santo Tomás fue un innovador que, cautivado por la lilosofía de Aris-
in-
tóteles, rompió con la línea agustiniana domina¡te en su t¡empo e ¿Ptrede . rz
Santo Tonrás ha sldo considerado cotno
corporó al mundo de la fe no sÓlo la rac¡onal¡dad o el ¡ntelectual¡s- primer h¡¡lr
el petlsador rlrás Uillante de la Escolasli_
mo gr¡ego, sino tamb¡én el carácler real¡sta, concreto y empírico
evident,- , si
ca- Aquí veñ¡os una irragen posterior a la
Ldad Media. donde este pensador apa de la obra aristotél¡ca.
tre verd{e:
rece rodeado de prolelas, evangelistas Ce acce.,er
y f¡lósolos.
cas rev-r9d
existencla dr
a la queahr
cionales. P(
drvrna ( 'e
revelación. I
parala.. ra
dar redg§{d¿

t/ ¿Se puede <


.T negativler
o{ ma cuesl¡ór
b-
rl Sl!á S6 :n{
.''1 go: un4;(r c
U1 h tenc¡a c- J¡(
dif¡cuttad{or
É :l:i nO Son Qügr

-? r. I I
r6

4.2. Raz6ny te
En cuanto a las relaciones entre razón y fe, la posición de santo Tomás La razón y los universales
es innovadora y armonizadora: piensa que muchas verdades son tra- Santo Toinás responde asf a la
rl¡v- de ladas tanto por la fe como por la razón, pero lo son de forma diferente' cuostlón de los universales: gra-
eñÉn- Considera que, s¡ b¡en los caminos y el punto de partida no coinciden, cias a la capacidad de abstracclón
llc, .os ambas tienen que llegar a las mismas conclusiones. Ve la razón y la fe que tiene la.rü6n humana, se
puede llegú al universal o ¡dea ge.
orporar camo dos caminos que, a pesar de estar muy diferenciados y part¡r de
r¡¡\, fe neral partiendq de lo que tiene de
luqares opueslos, llegan a un m¡smo punto de encuentro: la verdad.
universal cada ccisa sensible y par-
itica. ticular. El universal ex¡ste prime-
Santo Tomás nos recuerda que los filósofos ut¡lizan pril]cip¡os conoc¡dos
ramente en Dios y en Él está fun-
¡]r la razón humana; sus conclusiones resullan de un proceso de razo-
damentado, lo que asegura nues-
namiento humano en el que tiene lugar un proceso de abstracción' La tro conocimiento; en las cosas
tc,oía del conocimiento tomista ¡ncorpora plenamente la perspectiva aris- sens¡bles se halla la marca o hue-
l)i: ír- totélica: habla de conocim¡ento sensible (todo conocimiento se ¡n¡cia a lla del un¡vérsal; en la mente hu-
:; lulrn- f.':,rlir cle los sertidos), y de conocimiento intelectual,
que cuenta con la mana se genera, a través de la
grar henamienla mental a la que Aristóteles llamaba abstracc¡ón. abstracción, el concepto basado
en el universal que ex¡ste en la
irú) ia
Taito f¡lósofos como teólogos util¡zan la razón; pero los teólogos, a cosa.
cliferencia de los filósofos, aceptan los principios de la autor¡dad, de
la fe y .le la revelación divina. Para santo Tomás, es necesario que la
:;a Es- teologia y la filosofía coincidan en sus conclusiones, no pueden con-
tradec¡rse, pues lodas las verdades provienen de Dios. La razón
rtar.:;o- ofrecc un s¡slema, un método, pero la fe es el principal criterio dq
i(\.re verdad, es dec¡r, que cuando la razón llega a una conclusión dis-
ie r: la tinta de la fe, la garantía y última palabra la t¡ene la fe, la razón
i:, a debe haber comet¡do un error en su proceder. Santo Tomás p¡ensa
ató.,. que un conflicto real y definitivo entre fe y razón es impos¡ble, ya que
la verdad es ún¡ca y se fundamenta en Dios.
e Arrs-
¡.Puede la razón humana llegar a demostrar la existenc¡a de D¡os? En
'tualis- Razón y fe
primer lugar, santo Tomás afirma que no es una verdad inmed¡ataménte
ev¡dente, si lo fuera nad¡e la negaría. En segundo lugar, distingue en- Te adv¡erto que, cuando disputes
fiiL¿o
con los infieles, no intentes de-
ke verdades teológicas naturales, verdades a las que e! hombre pue-
moslrar las verdades de la fe con
de acceder a través de la luz de la razón natural, y vefdades teológi-
argumentos necesar¡os de la ra-
cas reveladas, accesibles a través de la luz de la revelación divina. La zón, esto ofendeía la sublimidad
ex¡stenc¡a de D¡os es una verdad revelada, pero también es una verdad de la fe [...1. Nuestra fe es supra-
a la que el hombre puede acceder utilizando todas sus capacidades ra- rracional, y no puede demostrar-
cionales. Por otra parte, a algunas verdades, como la de la Trinidad se con afgumentos necesar¡os de
la razón; pero porque es verdade-
divina o Ia encarnac¡ón de Dios, nunca podremos llegar §n la lúz de la
ra y, por tanto, no es ant¡rracional,
revelación. En aquella época, la revelación era cons¡derada necesaria tampoco puede ser de ninguna
oara la salvación del lrombre; una cuest¡ón tan ¡mportante no pcdía que- manera refutada mediante arqu-
d¿r reducida sólo a las fr.rerzas de la razón humana. mentos necesar¡os d e la razón. El
esfuerzo del apologista cr¡sliano
¿Se pLrede conocer y creer al nr¡smo tiempo? Santo Tontás rcsponde no t¡ene que centrarse en demos-
ne4ativamente: es ¡mpos¡l)le que haya fe ) conocimiento sobre una mis- trar filosóficamente la verdad de
nla cuestión, pues no se puede creer en las cuestiones demostradas; la fe, s¡no en desarmar las obie-
ciones de los rivales, y mostrar así
si ya se tiene el conocimienlo, la fe no es posible. La fe impl¡ca un ries-
que la fe católica no es falsa.
go: una fe demostrada ya no es fe. Entonces, si dernuestro la exis-
Santo Tomás de AqLr¡no,
tencra rle D¡os, ¿ya no pudo creer en ella? Santo Tomás soluciona esta
De la tundañentac¡ón de la Íe
¡cultad cons¡derandc que las verdades demostradas racionalmente
(lif
contta Iós sarracenos.
rro son doc¡nras, sino s(')lo una espec¡e de ¡ntroducción a los dogmas-

137 ii

:l
6
Pruebas de la existencia de Dios 4.3^ I

y la ausenc¡a de una klea


La falta de evidencia de Ia existencia de Dios En srr let-rri¡
,""i, o. Dios llevaón'a santo Tomás a desarrollar unos indicios <r

Estas
tc¡télir;1;c
qre llevan a D¡os: son las cinco vías tomistas en esla vid
,no" par-
"uaino"
vias son demostraciones a posteriori, es deci¡ argumentos que vrrla fr. ia
t"i d. ob""*r"iones empíricas de los fenÓmenos sensibles coii- la visigldr
llega a un determinado as- la el rl,--irs
dianos. Partiendo de los seres creados' se
a la causa'
pecto de su creador; partiendo del efecto llegamos srrrrecFi§ri
parecida: sustat,.ial
En las cinco vías se argumenta de una forma
a) Se parte de un determinado dato
del rnundo empírico' La noÍ)r,
ética tr¡{is
b) Se aplica el principio de causalidad' s¡ste e, r¡]
.

el recutrir a ul'r ploce'


c) Siquiendo la teoría aristotélica, se rechaza danlcrAl !:
so inlin¡to. laJos yJt
cl) Se llega a Dios como causa del dato elnpírico observado' ley ete-§Í!
ieligerr.ra c
I .u vÍa: Argumento del motor no
movido' En el ntundo creado
La idea de D¡os es cenlral en el pensa- - existe movimiento. Tal y como afirmaba
Aristóteles' todo lo que t,n la tlj¿
nr¡ento de sanlo Tonlás.
infinita de lnoto-
es movido se mueve por algo; pero la sucesiótl (es deo\ la
res es imposible; entonces, tenemos
que llegar a un seI quemue- ca) es u- ne
lleganlos a afirmar
ue a los iemás s¡n ser movido De esta forma' io: a[ir;r¡r
a Dios como Primer Motor lnmóvil' que el ser
los setes del.mun desc,r-^i¡
2.' vía' Argumento de la causa primera' Todos
L

- do creado tienen una causa, es deci¡ son el efecto producido por


[ ír ex¡rrQn
D¡os ayer Y hoy ¡mposible' Por otla
una causa. No pueden ser su propia causa' es a [tavt," dr
En el mundo griego, Aristóteles ha- de cau-
bía hablado de una divinidad p".t", no podemos aplicar hasta el inf;nito la sucesión es libra ¡;
=i que sería Dios.
como Pr¡mer Motor, Y la idea del !r'=, ti"g"ro" a una Causa Primera e lrlcausada' bre Ia IDe
era una realidad di- Torias las cosas y lodos
B¡en de PlatÓn
3.4 vía: Argumento del ser necesar¡o' beda^ c
vina. En el lrñPerio Romano, la di- - y posibles' es de-
vinidad estaba muy Presente tan- los acontecimiento del mundo son contingentes cipio corr ,

c¡r, tan pronto pueden estar como no


estar' ya que sol¡ perece- ga la:1r
to p?ra los Politeistas como Para a ellos'
los mono- teistas (judíos Y crls- dels. por tanto, su existenc¡a depende de algo exterior uno de- se le pres(
tianos). A lo largo de toda la Edad Jepende de otro ser. Es impensable
que todos los seres' intele aa
Media, D¡os ocupó un lugar fun- tá de otro, sean contingentes; ha de ex¡stir una realidad que ten- Ante un b
damental en la v¡da de los hom- Nece- : o
gu tniaru fu tazón de su ex¡stencia' ha de existir un Ser libre
bres. En cuanto a la éPoca Poste- "n "i
rior a la Edad Media, los Pensa- sario, que seria Dios.
Si milel
dores de los siglos )Cy'|, Xr'tly Xvlll 4.a vía: Argumento del ser perfecto'
En el mundo existe¡ seres
rnente orÉ
seguirán introduciendo a D¡os en - más o menos perfectos, seres con dist¡ntos
grados de perfección'
sus filosofias. Es dec¡ri durante
el b¡e. ) lr
máxima' cau-
más de dos milenios' Dios ha s¡do Esta gradación exige un términc de comparac¡ón luntad.lier
sante-de todo grado de perfección' Es
necesario que haya un pun-
un punto de referencia vital en la pont¿,,.iic
y es Dios'
vida de infinidad de seres huma- to de relerencia perfectísimo que nos perm¡ta comparal que l{r?
nos. Y hoy en día, ¿qué'Papel ocu- el Ser Perfecto. mano :S I
pa Dios en la soc¡edad? mun-
Argumento del ser inteligente' Todos los seresdel
5.a vía: opcic'..ss
- áo carentJs de razón aclúan persigu¡endo unas determinadas
li- ella:i er¡cc
prbpósito' un obietivo
nalidades; en su comportamiento hay un Los l,1s
leleología o finalidad en la
perseguido en su conducta: existe una
en decir.{ n
3. Formula de nuevo las c¡nco vias natrrá..u. Estas tendencias hacia determinadas f¡nal¡dades' eieni.., y
que han sido dictadas
y expónlas con la fórmula Pre- te..s de capacidades timitadas' revelan ¡talid;¡\tl,
misa-conclusión. por un Ser lnleligente y D¡rector del universo: Dios'
.

138
6 I

4.3. Ét¡ca
3 rdea
En su teorÍa ética, santo Tomás ¡ncorpora conceptos de la ét¡ca aris-
:iLlto totélica, como el de fin último o el de felicidad, pero cons¡dera que
El libre albedrío
L-s"rs 4. A veces es difícil evaluar las dis-
en esta v¡da la felic¡dad perfecta no se puede conseguir: sólo en una
c ü'1- vida futura podemos llegar a la fel¡cidad perfecta y ésta cons¡ste €n t¡ntas opcionos que se nos pre-
i c^'i- sentan y a msnudo también te-
la v¡sión de Dios. Cuando habla del hombre, santo Tomás no acep-
.loY¡s- nemos que eleg¡r el cr¡ter¡o con
ta el dual¡smo platónico, sino que asume la teorÍa cr¡stiana de la re- que eva¡uamos. ¿Cómo podrías
surrección de la carne y cons¡dera al ser humano como una unión ayudar a un compañero o com-
sustancial de cuerpo y alma. pañera a la hora de realizar Ias
siquientes ref lex¡ones?
La noción de ley natural es otro de los conceptos ¡mportantes en la .He recogido el d¡nero necesa-
evidenté, un¡versal e ¡nmutable, y con-
ética tom¡sta. La ley natural es r¡o para salisfacer m¡ sueño: ad-
siste en un conjunto de fnandam¡entos morales que tienen como fun- qu¡r¡r un equ¡po de mirsica de
ro..r-
damento la prop¡a naturaleza humana y que son descub¡ertos y dic- alta l¡del¡dad- Pero tengo tres op-

tados por la razón. Esta ley natural t¡ene su origen y su fuente en la c¡ories, tres modelos y müchas
dudas; todos lienen sus ventaias
ley eterna divina, de la que forma parte. La ley eterna existe en la in-
y sus inconven¡entes- Casi po-
-e¿v1o leligenc¡a d¡vina desde la etern¡dad, y rige la tolalidad del universo. día afirmar que la opción A la he
r t\*e valorado con un 7; la B, con la
En la teoría tomista, lo que pos¡bilita al hombre descubr¡r la ley natural
nc|r'. - misma puntuación, e igualcon la
(es deci( la parte de la ley eterna que hace referencia a su conducta éti- C. No sé qué hacer- Tal vez lo
nrl!l-
irt ca) es elhecho de que la ley eterna provenga de la razón divina. En efec- mejor sea no estudiarlo tanto y
'r
to: af¡rmar que la ley eterna tiene su ofigen en la razón d¡v¡na explica comprar el primero qr¡e se me
que el ser humano, que rec¡be su capacidad racional de Dios, puede. presente. Pero quiero actuar l¡-
(lescubrir una parte de la rac¡onalidad divina: la ley natural. bre y racionalmente.. I

.r r,or
La ex¡stencia de la ley eterna y de la ley natural (accesible alhombre
a .¡'ar,és de su razón) no anula la l¡bertad humana. El hombre, como
Dil= es libre, puede no sequir la ley natural inrnutable. En su reflexión so-
bre la l¡berta(|, sanlo Tomás d¡stingue entre el l¡bre albedrío o la li-
trdtad o espont3neida(l de la voluntad. El libre albedrío es el pr¡n-
'i ¡.1,.)-
(.¡pio .cn e! que el hombre, antes de la elección de la ,/óluntad, iuz-
ga ias ventajas y los inconvettientes de las dist¡ntas opciones que
.,rlc:;,
se le presenlan. Cuando evalúo una opción, estoy realizando un acto
irirelt-.ctrral de valorac¡ón, que precede a la elección de la voluntad.
Ante un bien o una opción que se me presenta y que me atrae, soy Razón yfel Estado e lglesia
J,:br;-
libie sólo si puedo eleg¡r entre seguirlo o no seguirlo. El criterio de santo Tomás respecto
a la relac¡ón lglesia y Estado es pa-

le!'(-rs Si nri intel¡genc¡a es capaz cle evaluar una opción iomo absoluta- ralelo y similar a su cr¡terio sobre
rnente preferenc¡al porque en ella encontraré el bien y la fel¡cidad (y la rolación entre fe y razón. Con-
s¡dera que el Estado es una ¡nstF
c¿rl¡. cl h¡en y la fel¡c¡dad máximos están en Dios), mi naturaleza y mi vo-
tuc¡ón qus deba buscar el b¡en de
Inrlád t¡enden hacia esta opción. Así pues, la voluntad t¡ene una es- la comunidad y presevar la paz y
I)io¡ l)ontaneidad o incl¡nac¡ón natural que la lleva a optar por aquello el bienestar; por tanto, al igual que
que la hace máximamente feliz. Pero como el entendim¡ento hu- la filosofía, tiene su prop¡o ámbi-
rnano es l¡mitado, algunas veces puede ocurrir que el hombre elija to. Pero por lo que respecta a las
]lt cuestiones rererentes a lo más va-
r4rciones que lo alejen de Dios, creyendo equ¡vocadamente que en
,rs lr. lioso o sobrenatural, el Estado
cllas enconlrará la felicidad.
debe subord¡narse a la lglesia, al
¡gual que la filosolía tiene que es-
¡ln la l.os fines últimos de la v¡da humana son de orden sobrenatural, es
(lec¡r, lo más importante para el hombre es conseguir la salvación . tar al servicio de la teologia.
,rr l¡l:r eterna, y ésta es una labor de la lglesia. Consecuentemente, la fi-
rralrrlarl de la lglesia es más elevada que la del Estado.

139
6
5.2.
UrElri
de desarrollo dc tlos órdetres Har , ,i]
El siglo Xlll fue el nlomento culrninante
a cont¡nuación) y los domi- l{a
relioiosas: los lranciscanos (que veremos en
;::ilñ";J;;Jn"n""i" romás) En este apartado estud¡a- lll()1', t Of
"'*o
escolástico de la ordert cle los
franciscanos' f,Ta
Hili;;il¡ento
,
t,a
que a me-
o;;;;" i;;rJ" por san Francisco de Asís (1181-1226) v lic¿1.
después
IJJo a la vertiente tomista' lnlt redialamellle
disputa entre sus Llu,.. Jc
"" "on,rro,so
;l; ;;;" dá santo Tor¡ás' se inició una fuerte
de san Malk{c,
que exigian un retorno a los plattteatnientos
irn"r*,los los lranciscanos' con lenv.¡r t
iorrtin. t-u opo"¡"ión más intensa provenia de verernos prf¡¡p¿
i.".ar" a*iá,"rnás ya habia disputado segu¡dallrelrte. del siglo xlll' ligiosas
franciscanos rnás relevantes
:
i;; ü;;;;;" ""coláiticos Bacon' Duns Escoto y RamÓn Lltlll' de^on
como san Buenaventura, Boger [)e o er
deaa
5.1. El movimiento franciscano Ran§n
pobre de Asis'' ft¡ndó la orden de loslran-
San Francisco de Asís' 'el de Agtrstít'
adinerada que' etr un ¡tonlento
ciscanos. Fue un hombre de laln¡lia y vivir trai¡t
a predicar a
,ior, todos sus bienes Y se dedicó cionali
un¡'
", pobreza' con este testimonio de v¡da'
;¿;;;;; *"0""0"^ó
sol' se convir- ent fi
o.l.rár"t "xtrema
r"'ersal a plantas' animales y al rnismo ra la fe
oá ," ,á¿a. de sant¡dad muy auténtico y atractivo
"" a su fundador san Francisco
de Asís' ""1t
p"R.r
la vuel- Los franciscanos, siguiendo To-
San Franclsco de As¡s propugnó o"t corazón que las razones lógicas. pi. Ja
ta a un ideal de pureza evangélica
vlvloo ;;;;;; ia,
'"2ántt del amor y de los ele' to:.(o
erl plena llaturaleza (que es cleaclon oe
á". ii"" o".i"""ron el papel de la voluntad' franciscanos
D¡os).
;""'.;;";;ii;.". Veamos algunos de los pensadores l llr- -if¿
más relevantes:
c\c(
la tladicióll agustinia- drt,, Di
.._ San Buenaven Úra (1221-12741' siguienclo m,-12:
¿Dios tiene limitaciones? posee una luz illtelectual que es la que
na, afirmó que el hombre lonris scÍ ¡lfl
5. Uno (le los te¡nas que Preocupó pl.[ i Esta teoria rechaza la doctrir]a
abs-
es lrulo de la
a los inlelectuales de los siglos " "r'"onocimierrto'
la-aristotélica' segÚn la cual el corrocirnienlo St. -.¡iit'
Xlll Y XIV fue el de la omnipoten- de la experenc'3 ur)¡§ t
il""ián' v uo"tracción parte necesariamente
ci¡ divina. Aquellos que' como ""t" gú,,rsl
-lomás' veian a Dios colno de los sentidos'
saI¡to
inteligellcia inlillita, tendian a
po- la tradición r)c la U^niversi' si¡tis
Dios Los que' Hoger Bacon (1210-1 294)' siguiendr:
ner I¡mitaciones a
a
- dad de Oxford, se centrÓ en eiestutllo
de las ciencias naturales' touo €

como los franciscanos' veian rl4\el


observación y experimentación
:

Dios como libertad absoluta' ar- afirmando la importanc¡a de la ni tarm


un lugar privilegiado al saber
matemático'
gumentaban a lavor de la total v
"on""¿i"noo n'\0,
omn¡Potencia de Dios' de los franciscanos que no acep-
ouns Escoto (1266-1308) lue uno les so
-
Ahora, Ponte en el lugar de
es-
- taron ni el intelectualis¡¡o ni ei racionalisnlo tomistas'. Segin san-
a^p
un creyente del siglo xlll Y a
i:d'y razÓn infinita: el h:m:r:'-ftecho
cribe diez lineas argumen- ' to Tomás, Dios era inteligenc
y razón lin¡ta; conse-
ouede
lal xlo una respue§ta a la Prc- ,árn". r'*."ptza de Dios' era inteligencia algo de la ley eler- .1 l,
ounta: "¿T¡6ne limilaciones lá razón hunrana podía descubrir
li- n)§.
óros?.. Para inspirar tu refle- "r"ñ"í*t", pár el contrario' ent¡ende a D¡oscor'o n. . L
na y divina. Duns Escoto espon-
xión te ofrecemos una Para_ o esta
doia relacionada con eltema:
ilá.J irf-tt" incondicional; ante esta libertad
t cÉqnt

¿Puede Dios crear


una Pledra táneavoluntaddivina'larazÓnesimpotente:larazón.nopuede
ley eterna. Esla Este e!
tl de Dios ni ninguna
tan qrañdo Y Pesada que nr ningon
"1"á", " "onocilniento con el nombre de volunlarismo'
mismo la Pueda levanlar? teoría de Duns Escoto se conoce

140

,,l}:,
¡ -

ll* 5.2. Ramón Llull t"


,¿
a E,
E !,i::
é
.B
at
s f;.¿ a

,nr
Un franc¡scano destacado y de difícil clasificación fue el mallorquín -5
¡:. A
A !
Ramón Llull (1233-1315), interesado, entre muchas otras cuestiones, I'
E
)mi--
en una lógica matemática o simbólica (Ars Magna), capaz de de- t
,9
...e

-ios. mostrar a musulmanes y iudÍos la verdad de los dogmas teológicos'


¿
La obra de Llull navega entre filosofía y literatura, entre poesía y mís- .s
-E
,L¡éq tica. ra
I
sü-- t Llull, después de pasar una juventud cortesana y frívola en la isla de I a,
Mallorca, vivió una iluminación que lo convirt¡ó en un apasionado de-
san A e
¡i
co)l t lensor de la fe cristiana. Llevó una v¡da ag¡tada, llena de viaies, de g
ltc pre(iicaciones en lierra de int¡eles y de todo tipo de campañas re- É E
x t. ligiosas. Paralelamente llevó una v¡da de reflexión y estudio que
pone
á Et,

Lrl! de manifiesto su extensa obra, escrita tanto en catalán como en ára-


be o en latín (el hecho de que Llull escribiera en tantas lenguas se
debe a su propósito de llegar a todos los lectores).
I
Ramón Llull afirmó que las verdades de
la fe puéden llegar a ser comprendidas ra_
Ramón Llull se basa en la tradición que parte de Platón, pasa por san cionalmente.
,, de Agustín y que en su siglo era defendida por san Buenaventura Una
tradición de tendenc¡as místicas, a ta que él incorpora un cierto ra-
lni- cionalismo. En su obra dist¡ngue
entre f¡losofía y teología, comPa-
ra Ia fe con el aceite que descan-
sa sobre el agua sin mezclarse;
s ts,
pero, por otra parte, afirma la ca-
pacidad de la razón Para aceptar
)le-
los dogmas de la fe. Ouiere de-
mostrar que los dogmas teológi-
c(,s, como la Trinidad de Dios Pa-
ila- dre, Dios Hijo y Dios Espír¡ttr, ar-
lll nron¡zen con la razón y no Pueden
ris- ser impugnados por ella.

rc¡a
Scgún la teoría de Llúll, existen
Lrnos principios generales (cate-
gorias) que resultan evidentes por
!sl sí mismos y que fundamentan
es, todo el saber. Sin estos princ¡pios.
ró, no sería posible ninguna cienc¡a,
i l.:npoco la l¡losofía. Una vez co-
r rocidos eslos pr¡nctpios genera-

tn- lÉs sobre los que toda la humani-


dad puede estar de acuerdo, se
;É)
ptreclen cleducir nuevos principios,
r:orr los que se ctean nuevas ra-
,t¡ nrirs del conocirnrento. hasta for-
)n- ,lld, un -árbol. en el que se en-
r;rrerrtre todo el saber humano. i
.ta f5te cs ei árbol del saber ¡deado por Ra_

141
6

6. Decadencia de la Escolástica 6-?"


En el último apaftado de esta unidad presentaremos los últirnos tiem- Sig¡*el
pos de la Edad Media, el siglo XIV y parte del siglo XV Conviene te- del¡-rr(l
ner presente que una época no se acaba de repente, como se aca- im¡-ri;it
ba un año o un siglo, sino que es un proceso. En primer luqar con- nec€si{,1
crelaremos algunos aspecto:; sociales, políticos. relig¡osos e quÉlpt
ideológicos de este final del nlundo med¡eval. En segundo luga( es- cos,l erl
tudiaremos el pensador más representativo de este período, Guiller-
mo de Occam, el gran crítico de la Escolástica. El t.rqet

6.1. ta cr¡sis del siglo XIV Occarn,


aur :ic
Al final de la Edad Media, el feudalismo entró en un período de cri- ejemplo
sis, una crisis que alectó a todo el siglo XIV y a la primera rn¡tad del Sln iu!
XV En estos siglos fue desapareciendo la forma feudal nredieval, t)oroue
pero no la organizac¡ón señorial de la sociedadi es decir, se mantu- tos :p,
vo una monarquía centralizada, un Estado en el que todos sus miem- con{ rr

bros eran súbditos a merced del monarca de turno. Fue el momen


Esta vol
to de la formación de las nac¡onalidades.
na, ,l.t,
El siglo XIV iue el siglo de la caída de un ideal casi milenario, el de lunl4 d
En el siglo XlV, aumentó considerable- la cr¡stiandad como sociedad perfecta: Papa y emperador con- lroL.-, si
mente el número de habitantes de las c¡u- juntamente preocupados por el bien tanto espiritual como temporal. va ¡Q¡(
dades o burgueses (ciudad se denomi- Se iniciaron graves confliclos entre el mundo religioso o poder ecle-
I
naba burgo). Este hecho favoreció un La g¡(ic
ca¡nbio hacia una mental¡dad más indiv¡- siást¡co y el mundo secular o poder político: se perdió la armonía de
dual¡sta, porque en las ciudades, los ha- poderes del siglo XIll. EI papa Bonifacio Vlll reiv¡ndicó la teoría de los ta e,. do
bitantes ya no estaban ligados a un señor
dos.poderes, el espiritual y el temporal, afirmando que arnbos ha- g¡c^
feudal, ni dependian totalmente de los la-
zos fanliliares, como era costumbre en el bían sido confer¡dos a la lglesia por Dios: la lg¡esia tiene la supre-
régimen de vida agrícola. macía. Por otro lado, Felipe lV el Hermoso, rey de Francia. apoyado -l\cr
l,.,r1c
por la Universidad de París, pretendía desautorizar al Papa.
.1309,
En el año debido a la influenc¡a del rey Felipe lV el papa Juan l)ut (
XXll trasladó la corte papal de Roma a Aviñón, en el sur de [-rancia. r^l¡í
Esta dec¡sión desencadenó el gran Cisma de Occ¡dente, en el r¡ue (lt (jc
la cristiandad dividida llegó a tener lres Papas s¡rnuitánearnenle. El
C¡sma se superó finalmente con el Concilic de Constanza, pero el cio,rÍ
efecto del confl¡cto fue la debil¡tac¡ón del poder del Papado. rq
ce ['] c
I El siglo XIV fue también el siglo de un c¡erto despertar de la conciencia
que
"democrática", El mismo C¡sma de Occidente fue un factor la es-
t¡muló: los concilios o reun¡ones de cardenales se multiplicaron para - Pr¡nc
Ia:c
hacer frente al Cisma y, en consecuencia, la autoridad del Papa dis- lo qu
minuyó. Por otra parte, los parlamentos empezaban a oponerse a la L¡r
autoridad del rey y a stt poder absoluto, en unos momentos en que se lractr
I
hundía el sistema feudal y en las ciudades crecía el número de habi- t. , tI:
tantes. Tarnbién se inició un proceso de afirmac¡ón de la prop¡a ¡n- r rcq.
dividualidad, que empezó a tener más peso que el linaje famil¡ar L-,]CI
En el fondo de la cr¡s¡s política, soc¡al, económ¡ca y religiosa se ri-s; ,
agitaba una profurrda crisis ideológica. En pocas palabras: había lle- la "nl
gado el f¡nal de la Edad Media. Y-o¡

142
-

I lr ,r I 6
t a 6.2. Guillermo de Occam
ls 1i9m- Siguiendo Ia tradición franciscana, Guillermo de Occam (1285-1349)
ie)\g te- defiende la libertad absoluta de Dios: no hay nada absolutamente
Sr. )¿t- imposible para D¡os, no hay nada que lo limite, ninguna esenc¡a ni
¿r,\tLrl- necesidad intrínseca. Afirmar sobre cualquier cosa "la razón me dice
O:-ie que t¡ene que ser así,, es limitar a Dios, que puede transfoi.mar esta
gar, es- cosa en el momento que qu¡era.
G ¿r-
El objetivo de Occam es eliminar de la teologÍa y la filosofía cristia-
nas las marcas del racionalismo griego, de la neces¡dad lógica. Para
Occam, la omnipotencia y la libertad div¡nas eran ¡ncuestionables,
aunque ello suponga la destrucc¡ón de la metafísica escolástica. Por
cle cr¡- ejemplo: si Dios quisiera que se le odiara, el odio a D¡os no sería malo,
ta\yiel sino bueno. Lo que es malo no lo es por su propia naturaleza, sino
diPval, porque Dios quiere que sea malo. La bondad o maldad de los ac-
n*rlU- tos depende de la voluntad de Dios, no de lo que decide el hombre
r¡;'\n- con la razón.
orltén-
Esta voluntar¡edad divina implica que no existe una ley natural eter-
na, ningún mandamiento nos viene dado por la ley natural. Y si la vo-
, el cle luntad de Dios no es accesible racionalmente, sólo la podemos co-
nocer si nos es dada por revelación div¡na; el ún¡co camino que lte-
I IJ.,:al. va a D¡os es la fe.
r Añt-
i.rí. le l.a crítica de Occam a la f¡losofía racionalista tom¡sla se fundamen-
d§los ta en dos princ¡pios complementarios de orden lógico y epistemoló-
)s1 gico:
;ur) e
--'Recurso a la experienc¡a. EI fundador de la orden de los
J'. O
fr¿lnciscanos, san Francisco de Asís, ya valoraba la observa-
cir..rnde las cosas pequeñas de nuestro mgndo inmediato;
.it¿n i)oi otra pilrtc, los franciscanos de O;<ford tendían a cultivar
r.,n"!píricanrente las cienc¡as naturales; Occam avanza en esla
direcci¡Il aÍirntando que el couocimiento está en la exper¡enc¡a
,l ( --¡ (i.rl part¡cular, individual y concreto, no en el un¡versal. Ra-
:ro el cionalmente sólo podemos hablar de las cosas concretas de
las que tenemos exper¡encia, pues son las únicas que cono-
-.n. I '
cemos.
at-tl Guillermó de Oócam (1285-'1349), fÉnciscano inglés co-
Principio de economía o «navaia de Occam". noc¡do con el sobrenombre de Doctor Supersutil, enten-
p.) El Íecurso a la experiencia se complementa con dió que el peor error de la filosofía había sido el de otor-
.JY gar realidad a los universales fuera de la mente humana.
lo que se ha llamado principio de economía,
,í1
Gran figura de la f¡losofía nominal¡sta y lóg¡co eminente,
basado en ahorrar el uso de conceptos abs-
r¿ se tomó la deci§ión de refugiarse en la corte de Lu¡s de Ba-
tractos ¡nnecesarios y de todos los concep- v¡era, tras ser excomulgado por el papa Juan XXll por
tos melafisicos que no tienen referencia empi- defender Ia pobreza franciscana a ultranza, la cual pen-
r in-
r¡ca. No es necesario admitir más entidades saba que debia extenderse a todos los ámb¡tos de la lgle-
conceptuales que las estrictamente necesa- sia, asf como la separación de poderes entre la lglesia y
rias: en cuanlo a las no necesar¡as, se coge el Estado.
lrl la "navaja" y se las elimina de las discus¡ones
y teorias filosóficas.

143
6
El nominalismo de Occam Contin
La respuesta que Occam dio a Ia cuestiÓn de los ulriversales t'aque- Occiln,
llo que siendo uno se predica de muchos" segúrr la definiciÓn aris salt^u I

totélica) rec¡be el nombre de nominalismo y se desprende de los dos prÉlxle (

princip¡os anteriores. Los universales sólo son creaciones de Ia pla/1,


mente humana para designar una multitud de obietos concretos: l)e a{e
son signos de las cosas, nombres que las sustituyen. cont¡ng
Para Occam, los universales iomo hombre o caballo son [érln¡nos parl^le
que s¡gnifican seres individuales y que los representan en nuestras cle hacer
proposiciones. Así pues, los universales no tienen realidad extra- sto€ :t(
mental, no existen fuera de la mente humana que los ha creado. télica. fr
bilici i-'r:
De este modo, los nominal¡stas consideran que los universales tto deu!(r
Si ves algo de lejos, sin compren-
existen en n¡ngún mundo de las ideas (a modo platónico), ni elr la
der de qué se trata, te contenta-
rás con defin¡rlo como un cuerpo
mente de Dios (según defiende el agustinismo), lli er1 las mismas co- Filc¡¡¿rl
extenso. Cuando estés un Poco sas (solución que había dado Aristóteles), n¡ lan sólo en el plan crea-
más cerca, lo defin¡rás como un dor de Dios refleiado después en las cosas del mundo (Santo Tonlás ram§n
animal, aunque todavía no sepas de Aquino). I ¡lal r- -, l¿
si se trata de un caballo o de un luncrÁ¡ r
asno. Si te sigues acercando, Po-
hrnl¿,- (l
drás decir que es un caballo, aun- ¿Cómo construye los universales el ser humano?
que aún no sepas si se trata de lllue ,ra
Brunello o de Favello. Por último, A partir de la experiencia sens¡ble. Pero, si nuestra experiencia siem-
lunt¿JlLrx
cuando estés a la d¡stancia ade- pre es de objetos particulares (pues vemos este árbol' y no el áltol
rer c- Jat
cuada verás que es Brunello (o en sentido universal), ¿cómo logramos crear los universales?
bien, ese caballo y no otro, cual- tantAirl
;l quiera que sea el nombre que Según Occarn, creamos los un¡versales siguiendo este proceso: Ser I '.,fn
quieras darle). Éste será el cono- Dios¡t
cuando vemos un part¡cular, formamos una imagen de éste en Ia c
cimiento pleno, la ¡ntuic¡ón de lo gaallo(
mente y Ie damos un nombre cieterminado. Cuando más tarde ve-
l s¡ngular. Asi, hace una hora, Yo es-
taba dispuesto a pensar en todos mos otro objeto que nos parece s¡milar, la contenlplación de este hachir
los caballos, pero no por la vaste- nuevo objeto nos remite al recuerdo del anteriol de tal manera que Opu(}stct
dad de mi inleleclo, s¡no Por la es- lo llamamos con el m¡smo nomhre que habíanlos dedicarlo al obje- nad a l:
lrechez de mi intu¡c¡ón. Y el ham- to anterior. Así, el nombre se llos acaba de convertir en url universal. su volLrn
bre de mi intelecto sólo pudo sa-
porque ya se pred¡ca de más cle un objeto.
ciarse cuando v¡ al caballo Alror¡r l:i
individual que los monies llevaban brc,^1lc
Si nuestra mente fuese inf¡n¡ta e ¡limitada como la de Dios, para cada
por el freno. Sólo entonces suPe
realmente que m¡ razonamiento
objeto forn]aríamos una inragen mental diferente y llo tendríamos Él lo revr
prev¡o me había llevado cerca de la necesidad de formar universales. S¡ los formamos es por la pe- deb- \o
la verdad. De modo que las ideas, queñez de nuestra razón. Por este nlotivo, en la mente de D¡os tra con(
que antes había ut¡l¡zado para ima- no es preciso que existan universates y, como no es necesario, apli- entc .e
g¡nar un caballo que aún no había
cando la navaja o pr¡nc¡pio de economía de Occam decide que no bien,^
v¡sto, eran puros signos, como
están allí.
eran signos de la idea de caballo P<¡r eso,
las huellas sobre la n¡eve: cuando
no l,oseemos las cosas, usamos
Aunque el conoc¡miento es la respuesta a la experiencia sensible de n""1t,
signos y s¡gnos de s¡gnos. un individuo que posee una estructura mental determinada, el co- lac¡gi\y
un ,5erto Eco. E/ rrom bre de la rcsa.
noc¡miento no ha de ser necesariamente relativo, ya que los univer- no r,.- p(
sales que se forman en nuestra mente tienen un origetl tlatural, son que ,Aac
signos naturales: las reacciones de nuestra mente a determinados Cer oun (
6, ¿A qué puntos del pensa-
'niento de Occam llace refe- estímulos sensibles son las mismas en todos los seres humanos, y este^or
rencia este texto? por tanto la vinculación entre el s¡gno y lo que denota no es con- encinra c

vencional sino tlatural, luego objet¡va. zón. ^la

't44
ll

f*"
l,.
llt' 6 lr

Contingencia del mundo


lu- Occam acepta en tanto que verdad revelada que Dios existe, y re-
ariy salta su omnipotenc¡a y l¡bertad absoluta. De esta il¡mitación se des-
C.^ prende que Dios puede ¡nterven¡r en el mundo cuando y como le
e)á plazca, es decir, puede hacer milagros-
rtc
De este modo, según Occam, el orden del mundo es totalmente
cont¡ngente, y por tanto no se puede conocer a priorí, sino sólo a
inoY partir de la exper¡encia. Por eso, el ún¡co tipo de ciencia que se pue-
tr¡ - de hacer es probable y descr¡ptiva, preferiblemente basada en con-
tra'7 sideraciones cuantitativas. De ahí que cr¡l¡que la cosmología aristo-
télica, f undamentalmente cualitativa, y que introduzca como posi-
bilidades la inf¡nitud del cosmos y la existencia del vacío o la existencia
i t1^
de una piuralidad de mundos.
n!Í
o.
Filosofía y verdad revelada
lli' También es una verdad revelada que poseemos un alma o forma in-
rnanlerial e inmortal del cuerpo, origen de todos nuestros actos. En
Ít¡nción de dichos actos podemos conocer el entendimiento y la vo-
luntad que no constituyen facultades realmente distintas.

-1nl--
Nuestra experiencia de la relación entre el entendimiento y la vo-
[rntad nos permite afirmar que somos libres: la voluntad puede que-
rer cosas que el entendimiento no le recom¡enda, y al revés. No obs-
tante, incluso en nuestros actos libres dependemos de Dios: el
so ser humano está moralmente obligado a querer lo que
Dios le obliga a querer, y a no querer lo que Dios le obli-
\le1
Ua a no querer, de modo
que .el mal no es otra cosa que
iracer algo cuando se está bajo la obligación de hacer lo
itlÉ' of )uesto,. Únicamente Dios mismo no está obl¡gado a
,jev narlr y podría cambiar la valoración de las cosas segÚn
su r,,oluntad, aunque de hecho no lo haga.

Ahora bien, s¡ la votunlad de D¡os es absolutamente l¡- i


d3 lrre, sólo podremos saber cómo quiere que obremos s¡
o9 Él lo revela. Cuando la revelación no nos aclare lo que
debemos hacer, hemos de segu¡r los dictados de nues-
tra concienc¡a y hacer lo que creemos correcto, pero
¡lr eni'inces no podemos estar seguros de estar obrando
ita tlren-
I
P(,r eso, no podemos salvarnos por nosotros mismos:
ue necesitamos la ayuda de D¡os, es decir, la fe, la reve-
o lac¡ón y la gracia. De hecho, sin esa ayuda, el ser huma-
)t' no no podria ni siquiera virrir por sí mismo, incapacidad Frescos de Giotlo en la iglesia de San Fraflcisco de Asis
lr qrre Occam atribuye, así como la ¡ncapacidad de cono-
San Frañcisco de Asis (1181 1286) amaba la pobreza como
uer con certeza la realidad objetiva, al pecado original. De
expresión de amor a D¡os y a los hombres, y la naturaleza
este modo, puesto que los designios de Dios están por como cr¡atura de Dios. Sus discípulos, conocidos como
il txrcima de nuestra l¡mitada razón, la fe es super¡or a la ra- franciscanos, sigu¡endo su eiemplo, cooperaron en gran I
zón, y la filosofía debe someterse a la revelación. medida en la renovac¡ón cristiana de su tiempo

145
6
El conocimiento científico 6. 3^
Para Occam la cienc¡a es conocimiento de una serie de proposi- I os fisico:
Aportación a la lóg¡ca c¡ones acerca de la rea¡idad, y no conocim¡ento de la real¡dad rn;s-
Gu¡llermo de Occam destacó
r.lad cla
ma. Destaca la dimensión lingÜíst¡ca del pensam¡ento humano: el 13e0)IlNi
como uno de los pr¡nc¡Pales lóg¡-
pensar es propiamente un decir. No contactamos directamente con tica rr- ,-¡e
cos del s¡glo XlV. En dicho camPo
destacan sus obras Log¡ca maior el mundo, sino que nuestra relación con las cosas viene mediati- bien nase
o Summa log¡cae, Logica m¡nor o zada por los signos que empleamos para denotarlas. idea tr, tlLr
Logica med¡a,y Comentario a los Dtos n\nt
lV l¡bros de las Sentenc,ás. Será Cada c¡encia es contemplada como un con¡unto ordenado de co-
'espec¡almente recoñocida su teo- nocimientos que quardan entre sí una relación, y su finalidad viene Una Serle (
ría de la suposición, en lá que tra- marcada por los obietivos que trazan los propios cientÍficos. Las cien
plica<<n
ta de especif¡car los distintos mo- cias suponen, pues, el ¡ntento de sistematización teórica de nues-
dos en los que puede aparccer un En la §ci
tras propos¡ciones sobre c¡erto ámb¡to de la realidad' el cual Iecor- se n)U,,/e
signo en una proposic¡ón. Estos
lamos o separamos del resto Porque nos interesa Occarn deslnar-
serían: ¡rrincir.t c
. ca completamente el concepto de ciencia del viejo concepto de nroverse d
Supos¡c¡ón material: Garo l/e-
va g. sab¡duia. vil. E-§^sr
. Supos¡ción simple: El galo es Además, la ciencia se basa fundamentalmente en la exper¡encia de un nlol
una especie. por elf 'pl
concreta más que en la silogística deduct¡va. Y s¡ bien la experien-
. Suposición personal: E/ garo tinta del ol
cia sensorial parecería reducirnos a un conoc¡rn¡ento subjetivo, en-
está sobrc el sofá. tJicho
tiende Occam que no t¡ene por qué ser así. ^¡e
. Suposición impropia (metafóri-
ca:): Le estás buscando los tres Cuando captamos un objeto en condiciones óptimas (buena ilumi- i,a esrlla
p¡es al gato. nación,{},stamos bien de salud, etc.) de manera que sentimos plena ca del mov
En latín no hay articulo, lo cual d¡- cohfianza en lo observado, y aplicamos el pr¡nc¡pio de: 'no hay mo' lerenc lr
ficultaba en ocasiones apreciar si t¡vo para atribuir a un ¡ndiv¡duo determinado un pred¡cado y negár- lt)s Drovecl
se estaba bajo un t¡po de suPo-
se/o a /os /'estante s de la especie', podemos afirmar la propos¡ción Vll (el r lo
s¡ción u otro. Según Occam mu- sobre É\si
chos problemas filosóf¡cos venían universal.
provotados precisamente Po( esta La orooue,.
confusión, de ahí que incida en la Filosofía natural oenor, ;lc
d¡stinción de los t¡pos de suPosi-
ción en su teoría lóg¡ca Y trata de S¡gu¡enclo la tradición, Occam piensa que la física tiene por objeto [-o c¡Lrg.qo:
llamar la atenc¡ón sobre este ás- de estudio el movinriento, pero distingue entre movim¡enio repen- (lúe la . ru
', pecto. tino o instantáneo, y movimiento sucesivo o local, para afirmar que rrróvil ulin
la fÍs¡ca se debe ocupar sólo de este último. Excluye el pr¡mero (que cual a -¿ 'r
era precisarnente el más ¡mportante para Aristóteles)' porque consi- :ra map§n
dera que no es un problema físico. til en mt¡vil-
bien rer¡a.
En cuanto al movim¡ento local, Occam ent¡ende que la expresión triz haya dr
exclus¡vamente la sucesi-
"el objeto x se está moviendo. significa teextñr
Cambiar repent¡namente un suje-
va verificación de proposiciones que ubican el objeto x en lugares petus actl
to no es otra cosa que tener el
nt¡smo sujelo una forma que Pri-
distintos de forma continua, es decir, s¡n pausas hasta el término del movrr), iu
mero no lenia, o carecer de una movim¡ento. Nos ofrece, por tanto, una descripción extríllseca del cesidad rir
lorma que pr¡mero tuvo, Pero no movimiento. rante ña
por partes, de manera que tenga
Naturalmente, el movimiento requiere de un espacio y un tiempo, tras du(r ,
una parte de la forma primero que
otra, ni carezca Primero de una de modo que también ambos conceptos serán considerados en la esla ra--,n
parte que de otra, sino que si- fisica occam¡sta. Ambos adquieren carácter puramente relacional. teoría !,§l ,
multáneamente reciba toda la for- tnulacr-, r d
No serán para Occam cosas o realidades que ex¡stan propiamente
ma, o simultáneatnenle Pierda cia, el et{pl
toda la forma.
fuera de la mente humana, pues el mundo deja de ser v¡sto en su
filosofía como una realidad Única, para ser concebido como un mero que se- for
Guillermo de Occam, ¿os sucesiYos. y Descr,{e:
agregado de entidades absolutamente singulares.

146
6
6.3. Desarrollos científicos del siglo XIV
propos¡-
Los fisicos del siglo XIV y, en particular, los maestros de la Universi-
d.{ nis-
dad de París: Juan Buridán (1300-1358), Alberto de Saion¡a (1316-
mar-¡o: e¡
1390) y Nicolás de Oresme (¿-1382), llevaron a cabo una labor crí-
el\r,con
tica respecto a algunos de los aspectos de la fis¡ca ar¡stotél¡ca. Si
nqdiati-
bien no se cuest¡onaron su modelo g eneral del Mundo, basaCo en la
rdea de que la Tierra permanece inmóvil ocupando el centro del Cos- it¿n¡,,.
o (- ,nos m¡entras qLre lodos los astros giran en torno a ella montados en
ad viene
"o- una serie de esferas concéntricas, sí miraron con o¡o crítico la ex-
-aL,,ien- plicación aristotél¡ca del mov¡miento.
.le_nUes-
En la física de Ar¡stóteles es básico el axioma de que todo /o que
¿ri\¡cor-
se mueve es movido por olro. Así, nada puede darse a sí mismo el
dc.,nar- ir,l_ , .,.
princ¡pio del cambio, sino que el agente que induce a un cuerpo a
eüto t1e
moverse debe entenderse siempre como algo distinto al propio mó-
Miniatura del siglo XIV N¡colás de Oresme ofre-
,./il. Esto suponía, con respecto al mov¡miento local, que en el caso
ce su labro a Cados V
,rir¡cia de un mov¡miento continuo (el de un carro tirado por un caballo,
(dtÉen- por ejemplo), la causa del movimiento, en tanlo que siempre es dis-
iivr'en- t¡nta del objeto motriz, ha de mantener una acción constante sobre
d¡cho ob¡eto, y estar en todo instante en contacto con é1.

l-a escuela nominalista d¡screpará de la explicación aristotél¡ca acer-


rs olena ca del mov¡m¡ento, por cuanto parecía poco creíble en lo que hace re-
'la)YnC- ferencia al movimiento de los proyect¡les. En efecto, en el caso de
,,:.tár- los proyectiles la causa del movimiento no parece acompañar al mó-
;crYiór: vil (el cañón no sigue al proyectil), n¡ mant¡ene una acción constante
sobre é1, sino que éste desplazándose una vez se despega de é1.

La propuesta que ofrecerá será


denominada teorá del impetus. El impetus y el movimiento uniformemente acelerado
- OtlietO Lo que nos dice esta teoría es Debemos concluir que un motor, al mover un cuerpo, imprime en él un cier-
r§rÉn- que la causa motriz ¡mpr¡me al to ¡mpetus, una c¡erta fuerza capaz de mover este cuerpo en la direcc¡ón
l¡:-l- _liIe rnóvil un impulso o impetus, el en la que lo lanzó el motot sea hac¡a arriba o hac¡a abajo, hacia un lado
,o (qlre o en círculo. Cuanto más rápidamente el motor mueve al mismo cuerpo,
crral a su vez actúa como cau-
tanto más poderoso es el ,rnpetus impreso en é1. Es por este /mpefus por
;ti'si- sa manteniendo así el proyec- io que la p¡edra es mov¡da después de que el lanzador deja de moverla;
til en movimiento. Esta teoría, s¡ pero, a causa de la res¡stencia del aire y también a causa de la gravedad
b¡en rechaza que la causa mo- de la piedra, que la ¡nclina a moverse en una d¡rección opuesta a la que
¡:.üíón
triz haya de ser necesariamen- el impetus tiende a moverla, este /'mpefus se debil¡ta cont¡nuamente. Por
iu's¡- lanto, el mov¡miento de la p¡edra se hará continuamente más lento, y a la
te exterior al móvil (pues el im-
lu0ares larga el mpefus está tan disminuido o destruido que la gravedad de la pie-
- pefus actúa desde el propio dra prevalece sobre él y mueve la p¡edra hacia abajo, hac¡a su lugar na-
rir. 1el
rróvil), sigue manten¡endo la ne- tural.
lca .lel
(iesldad de una acción cons- Ésta me parece también ser la causa que expl¡ca por qué la caída natural
tante de la causa rnotr¡z m¡en- de los cuerpos pesados se acelera continuamente. AI pr¡ncipio de esta caí-
éi ro, lras dura el movimiento. Por da, la gravedad sola movía el cuerpo: caía entonces más lentamente; pe!.o,
senla esta razón no cabe confundir la al moverse, esta gravedad imprimía en el cuerpo un,'mpetus, el cual mue-
ci al- teoría del rmpelus con la for- \€ a! cuerpo al mismo tiempo que la gravedad. El movim¡ento se hace, por
tanto, más rápiclo, y en la med¡da en que se hace más rápido, en esa m¡s,
rI iGnle rnulación del princ¡p¡o de ¡nerr ma medida se hace el ¡mpetus más ¡ntenso. Es evidente así que el movi
) l\r:t¡ c¡a, al cual no aparecerá hasta miento ¡rá acelerándose cont¡nuamente.
r¡ue sea formulado por Galileo
Juan Buridán, Qaaestrones super octo ph¡s¡cotum l¡bÍos Ar¡stote s.
y Descartes- i

147

il
Comentar¡o de texto
La p|¡nrera y la más man¡fiesta de las vías es la que se . Relac,ón del movtn¡eltfo caD l¿1 e\:lstenc¡¿i de
toma del movim¡ento. Efect¡vamente, es cierto, y cons- Dlos
ta a los sent¡dos, que en este mundo algunas cosas . Noc¡ón de mov¡enle no tttovitlo conlo ptueba
se mueven. Pero todo lo que se mueve es movido por
otra cosa, ya que nada se mueve sino en tanto que es de la ex¡stencia de Dios
en potenc¡a respecto de aquello hacia lo que se mue-
Contexto inmed¡ato del texto
ve, En calllb¡o, una cosa mueve en tanto que es un
aclo; ya que mover no es más que reduc¡r algo de la Relac¡ona el texto con la problemática del autor.
potencia al acto. Pero ese algo no puede ser reduci- - Aporta ¡deas o pensamientos del auiol (ltle ayu
do de la potencia al acto si no es por un ente en acto: den a clarificar y enriquecer el texto,
así lo caliente en acto, como el luego, es lo que hace
que la madera, que es calienle efl potenc¡a, sea ca-
. Te sugerimos que relaciones el texto cor) la pos
liente en acto, y con esto la altera y la mueve- Sin em- tura de santo TonÉs ante el lenla tazón,/le.
bargo, no es posible que ur¡a m¡sma cosa sea al m¡s- Indica cuáles eran las cuest¡ones de la épo:a y
mo liempo en aclo y en polencia segÚn un m¡smo as - ¡as dislintas corrientes de pensat iento. fulencio
pecto, sino sólo en aspectos diferentes. Por ejemp¡o,
na también las influent:ias qtre lraya podirio ter-:i
lo que es caliente en acto no puede ser al mismo tiem-
po caliente en potencia, sino que es frío en potencia. t ir el autor.
Por tanto. es imposible que. respecto a lo mismo y de . El intento de den]oslrar racionalmenle ¡a exis
la nrisma rnanera, algo sea moviente lmolor] y rnov¡-
,lo, es dec¡l que se mueva a sÍ mismo. Por tanto, todo
lo que se mueve tiene que ser movido por otra ccsa.
Pues bien, s¡ aquello que es movido se moviera, ten-
.
lencia de Dios no es original de santo Tornás
Di qu¡én Io ¡ntentó antes que él y cónlo lo lrizo.

Extrae del texto todos los elentenlos (concep


m
dría que ser movido, a su vez, por otra cósa, y ésta tos, tipo de razonant¡ento...) que, a lu parecer, Edad ¡,
por otra. Pero aquí no se puede proceder al infinito, ya santo Tomás lta heredado de Aristótelcs. tos ri;
que enlonces no exist¡ria un primer moviente, y en con- gl(,r, ()rr
secuencia tampoco habría ningún moviente. Ya que M¡rando más allá del texto
1s
fle
los segundos movientes sólo mueven por el hecho de lndica cómo se ha tratado. en otros tiempos, la Fena¡;il
ser movidos por el primer moviente, de la misma ma- problemática del texto. pe^y
nera que el bastón nrueve por el hecho de que es mo- gi{rso.
. ¿Cómo se enfrentó el reslo de ¡os per]sadores
I

v¡do por la mano. Por tanto, debemos llegar a un pri-


mer rnoviente, que no es movido por nada; y todos mecl;evales a la relación entre razón y fe?
peru C
enlenderemos que es Dios. Corrcr()ta e¡r qué linea de per]sarn¡ento se itrclt¡ye
- el autor.
t,g /¿iie{
Santo Tomás, Summa teológica l, q.2, a 3. Un,-,¡ i
.fomás
. Puedes relac¡onar a sanio con Ia línea oiiai¡1,;
de pensarniento que proviene de Aristóteles. Te la t -.,¡¡
Anál¡sis del conten¡do sugerimos que intentes conlparar la iínea aris'
papi\r-'í
totél¡ca rnu:iulmana con la línea aislotélica cis-
eB: :3
Enumera y aclara los conceptos más relevantes
- del texto.
t¡ana. F.i i,-sr:
Opin¡ón personal Peiu ra
. ¿Qué crees que ent¡ende santo Tomás por mo- lareh{:(
vim¡ento, acto, potencia yproceder (o proceso) Atrévete a ¡ndicar, de manera razonada y argu- mU¡,.-lar
- menlada, tus preferenc¡as. que_l\a
al infinito? ¿Crees que los conceptos vía y D,bs I

tanrbién son términos clave en el texto? ¿Por . Una vez más, sigue el razonamiento del texto y
anl, .3:
qUé? responde: ¿eslás de acuerdo en que santc To- El ie\
más pueda infer¡r esta conclusión de su razo' hoy (jia r

lnd¡ca las ideas principales y su jerarquía. Mues-


- tra la relación entre las ideas.
nam¡ento? Da tus propias razones para defen- Y fUF\Ct
der tu respuesla. §uÍ..rn
. Explica el proceso de moviniento descrito por tos D¡{s
. Es pos¡ble que, en su argumentac¡Ón, santo To- infIr.ic
santo Tomás, en relac¡ón con la teoría del acto más acepte algún presupuesto sh haberlo exa- mury{ar
y la potencia, y la relación de ambos con la con- minado detenidamente, quizá porque Io cree NUL :O
clusión a la que llega el texto. autor¡zado fror la autor¡clad ar¡stolélica. S¡ en e] dido los
Ponle un t¡tulo al texto. Puedes inventarlo o elegir texlo ex¡ste este presupueslo, ¿cuál crees que unalci
- uno cle los sigu¡entes:
podria ser?
t.

Re
:
eba

:OI,

lio
rcl!, ff"
(is-

t
Hemos llevado a cabo un estudio panorámico de la Tomás de Aqu¡no incorporó al mensaje cr¡stiano el
:er. Edad Med¡a, remarcando algunos de sus momen- pensam¡ento ar¡stotélico. lnmed¡atamente después
tos más creativos. ¿Cómo han influido estos diez si- de su muerte, algunas tesis tom¡stas fueron con-
glos en Ios seis s¡glos posteriores? denadas; pero en el año 1325 fue canonizado y se l
convirtió en santo Tomás de Aquino. En el s¡glo XlX,
llen ios aprendido que Carlomagno, el ¡mpulsor del en 1879, el tomismo fue asumido como doctr¡na :
i:t uenacimiento carolingio, defendió la unión de la es- ofic¡al de la lglesia católica y hoy se mantiene con
;
pada y la cruz, del poder político y del poder reli- el nombre de neotom¡smo. La polémica que sos-
gioso. El Papa, en el año 800, Io coronó empera- tuvo santo Tomás qonlra Ios franciscanos respecto
dor del Sacro lmperio Romano (también llamado lm- al papel que ocupan la fe y la razón no es en abso-
perio Caroling¡o). Este imperio supuso la fundación tuto una cuestión cerrada. Por una parte son mu-
t'
de nuestra ELtropa, la Europa que hoy const¡tuye la chos los creyentes que hoy en día quieren dar razón
Unión Europea. Este lmper¡o, de una forma o de de su fe, pero, al mismo tiempo, son conscientes de
-li. otra, perdurará durante siglos. Mil años después de
.1802, que una fe segura y sin r¡esgo no liene mucho valor. I
li; la cororlación de Carlomagno, en el año el Por otra, la polém¡ca felrazón tomará nuevas for-
papa PÍo Vll, en Paris, consagró a Napoleón como mas y generará apasionadas d¡scusiones: será una
IS
eorpera.lor del imperio. lucha entre los defensores de lo que afirma literal-
mente la Biblia y los defensores de las ¡nnovaciones
t:l inrpe|io no ha sobrevivido hasta nuestros días,
pero la Llnión Europea persigue aspiraciones sim¡- de la ciencia, la batalla que tanto hizo sufrir a Gali-
leo y a Darwin.
l¿res, como las bt¡enas relaciones entre todas la co-
rIrrrridades europeas. La institución del Papado sí
que ha perclurado; es una de las ¡nstituciones más
)\ ar]liqüas y arra¡gadas de la humanidad.

El islam, vinculado al judaísmo y al cristianismo, es


hoy (lía una herencia muy viva del mundo medieva!.
Y fue durante este período cuando el mundo mu-
sulmán vivió, cultllralmente hablando, sus momen-
tos n]ás br¡llantes. Todos conocemos el impulso y la
iDlluencia que aclualmente va recuperando Ia co-
r¡runidad musulmana en ciertos Estados, que a me-
nr¡do corsideran que los occidentales hemos per-
rrl (iido los valores firás fundamentales y const¡tuimos
rr¡ra sociedad corrompida y cc¡nsumista-
I
'$, rl
t

:
¡
t
C
Renacimiento a,
y revolución científica a
v Esquema
l. Hacia un mundo nuevo
1 .l . El Humanismo renacentisla
a
I
o
1 .2. Característ¡cas del nuevo pensamiento

2. Retorno a d¡stintos orígenes


?
2.1 . Renac¡miento f¡losóf¡co
O
2.2. l,/lichel de lrlontaigne t
2. 3. N¡colás I\l aquiavelo
2.4. Las utopias del Renaciniento
2. 5. Reformas reli$osas lnuli
2. 6. Renov ación cientifica Dice 1s
capaci(lac
3. La revoluc¡ón c¡entífica silio. 1n
l¡l)erarlo, i
3.1 . Copém:ao: ta belleza del heliocetúrismo iLticio-rr,r
rlalut a¡|zí
3.2. Francis Bacon: filósofo de la cict¡cia
x sólo tAdr
3.3. Bruno o el u¡Nerso inf¡ntto d¡antc .u li
lu pro¡+ I
3.4. Keplu: la renurlcia a ia cicular¡dad do pi.. rlr
;,\,i 1 3.5. Galileo, un científico moderno alrederlf,,r ,
\1 nros I lllr
rra,,ti ¡r]oi-
orgul: }lrr

@q bjetivos
Obtener una visión panorámica de las diferentes actividades artÍsticas, filosóficas, religiosas
y c¡entíf¡cas del Renacimienio y captar la viva unidad que las integraba.
plazca. En
le bai^dc
lu proprat c
. Reconoeer el Humanismo renacent¡sta como una corriente cultural que dignifica y revalori- vina.4.r
za al ser.humano
león?.... E
das cO.{ el
. Valorar la actitud crítica ante las injusticias soc¡ales y el espíritu de renovación que or¡entan mane, _ qr
algunos planteamientos políticos como el utópico. mamg\de
. Comprobar la estrecha relación que a menudo se establece entre diferentes ámbitos del sa- mos ¿.. .tn;
bet como pueden ser el filosófico y el cientifico. nerlas.
. Conocer el or¡gen de nuestra manera de entender la naturaleza y el universo.
. Reflex¡Onar sobre las imÉlicaciones actuales de innovaciones o descubr¡mientos hechos du,
rante la época estudiada.
. Profundizar en el estudio de la revolución científ¡ca adv¡rt¡endo-que ésta será la base de una
nueva filosofíá.'
. Comprender el problema existente en lo que Ilamamos sent¡do común y captar diferentes
t¡pos de preju¡cios a ¡a hora de adquirir conocim¡entos y formar opiniones.
. Ser capaz de hacerse preguntas ante t%tos relac¡onados con la temát¡ca estudiada.

150

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La caida de icaro, de Btueghel-

lnvitación a la unidad-
Dice Dios al hombre: "No te hemos dado semblante ni
capacidaci propiamente tuyos, de manera que cualquier
sitio, forma o don que dec¡das adoptar, después de de-
liberarlo, lo puedes tener y guardar med¡ante tu propio
luicio y tu propia dec¡sión. Todas las criaturas
tienen su
nalrrraleza delin¡da y limilada por leyes establecidas:
sólo tú, desligado de estas lim¡taciones, puedes, me-
lntro ccton
En nlnguna época se produjo un fenóme-
(iiirnte tu libre albedrío, establecer las ca!'acterísticas de
no tan plural y tan un¡tario al mismo tiem-
tU propia naturaleza. Te he situado en el centro del mun-
po como en el Renacimiento. Esle período t
(lo para que, desde esta posición, puedas indagar a tu
sétarácterizó por un desarrollo de las ac-
alrededor con más facilidad todo lo que contiene. Te he-
tiv¡dades l¡terar¡as, artíst¡casr f ¡losóf ¡cas,
nros hecho una criatura que no es del cielo ni de la tie-
políticas, rel¡giosas, cientificas y técnicas
ra, ni mortal ni inmortal, para que puedas, libremente y pero, también, por la presencia de ele-
orgullosamente, modetañe tú mismo de la forma que te
mentos comunes en todas estas activida-
plázca. En tus manos tienes la posibilidad de ensuciar-
por des que hacen que hablemos de una m¡s-
te bajanclo a formas infer¡ores de vida, o de elevarte
AS ma ¡nsp¡ración u orientación. Comenzare-
tu própia cJecisión a los n¡veles superiores de la v¡da d¡-
mos la unidad señalando el camino y los
vina. ¿,Quién no admirará a este marav¡lloso cama- factores que condujeron al humanismo y
ft-
león?..." Entendamos, pues, que somos criaturas naci-
describiendo las características que defi-
ilas con el don de llegar a ser lo que elegimos ser, de
nen a este plural Renac¡miento. Continua-
3i) Drar'rera qLre, desprec¡ando la mediocr¡dad. nos infla-
remos anal¡zando el retorno que se dio en I
ll\arnos clel deseo de cosas superiores y, ya que pode-
diferentes ámbitos (filosófico, político, reli-
¿l- r¡ros ¿rlcarzarlas, dirigimos todas llljeslras energías a te-
gioso y c¡entífico), que se convertirán en el
rerlas.
verdadero motor de este mov¡miento. El Úl-
Picco della [4iranclola, G. t¡mo apartado de la un¡dad se centrará en
el estudio de la nueva c¡encia o revoluc¡Ón
Oiacióli scbre la cl¡gn¡dad del honbre.
c¡entífica, que es, sin duda, Ia aportaciÓn
más relevante de la actitud renacentista;
primero veremos el paso del geocentrismo
al hel¡ocentrismo, y después profundizare-
mos en la genial obra de Galileo Gal¡le¡.

151
lJlr, lr l7

l. Hacia un mundo nuevo


f .l llr¡r¡¡¿r
educ4uo
poesííI, rel
¡i

Hacia el siglo XIV se vivió en ltalia un momento de renovación y


tegrá c
cambio, que pronto se contagió a gran parte de Europa. Esta nue- ^
do de Ia ir
va inspiración comportó un soplo de aire fresco que reavivó la lite-
la épt1 n
ratura, el arte, la política, la relig¡ón... del momento. Tanto es así, que
nlaton. fer
hasta sus protagonistas, conscientes de estar viviendo una época
"u
de transformac¡ones, cal¡ficaron de mundo nuevo a su tiempo. Más
(pof ( . sl
rna/xsr(o r
, tarde, este mundo nuevo será conocido como el Renacimiento, pe-
ra y e. ¡rel
rÍodo histórico y filosófico que acabó definitivamente con la Edad
Media e inauguró la Modernidad. Asi, a^.1r-
nra e(lucal
S¡n embargo, no hemos de interpretar esta reilovación como una
ruptura radical respecto a la Edad Media. Aurrque muchas de las
anrplil !
temas (e
nuevas ideas reclamaban el retorno a Ia luz de la Antigüedad, pres-
tL¡ir. l¿. ,üii
cindiendo de las oscuridades t¡ed¡evales, seguramente la actitud
hurnaE§rr
más jusla es atribu¡r a esla época la función de puente entre la
hunra,,.r y
Delalle delNácimienÍo de yerus, de Bot- Edad Media y la Modernidad. Y es que muchos elementos me-
ticell¡. dievales, como el nac¡miento de las ciudades, la creciente menta-
Factt , el
lidad comercial y mercantil, la afirmación de la individualidad...,
supus¡eron tendenc¡as cuya consolidación caracterizó el Benaci- [n la ..,.,ar
miento. ur)os a{pn
Para L| I nl
4 Partaa¡rl. \
I 1 1 El Humanismo renacentista maciór r re

Algunos historiadores hacen coinc¡dir el inicio de este mundo nuevo De ord


o Renacimiertto con la caída de Constantinopla, en el año 1453, a
- (erter,
manos de los turcos otomanos y la consiguiente migración hac¡a Oc- ticidad
cidente de intelectuales bizantinos. Sin embargo, la mayoría de los le¡t:l
estudiosos considera que a med¡ados del siglo XIV ya se daban al- naS qr-ri
gunas de las características fundamentales (conlo el interés y la re- ter, r {

cuperación de los clásicos) que nus permiten hablar de urla nueva


época. Así, históricamente podríamos dec¡r que el Renacimiento co- oe^r'u
menzó en ltalia en et siglo XIV y perduró hasta más allá del siglo XVl,
-
La palabra Re n aci miento
'n(X\¡nr
po., ¿s
extendido, ya, por loda Europa.
Los protagon¡stas del Renaci- daA(e
m¡ento no se cons¡deraban perte- Además de la dificultad que comporta la delimitación temporal y ge- v¡oador
nec¡entes al Fenacim¡ento sino a ográf ica del Renacimiento, también su cons¡deración como «co-
car\o,
lo que ellos concebían como un rriente. o "mov¡miento- f¡losófico ha hecho pensar a los h¡storiado- rorr a l¡
mundo nuevo. El térm¡no Rena- res. Y es que de una cosa podemos estar seguros: el Renacimiento
cimiento se consolidó más tarde, m-1ar
se caracteriza, culturalmente hablando, por ser un mov¡m¡ento muy
con la obra de Jakob Burckhardt
La cultura del Renacimiento en ltá'
heterogéneo y, en aparienc¡a, falto de Ia unidad y la cohesión que Deird
/,a, de '1860. Con este témino pre- parecen predominar en otras épocas. La multiplicidad de ideas, la - cercan(
tendía reforzar la asociac¡ón de variedad de creencias e intereses es, posiblemente, lo que todo el raltc
esla época con la claridad y la luz l mundo está de acuerdo en destacar.
de la Antigüedad, y alejarla de la . c¡sivo: l

oscuridad y la barbarie medieva- Ahora bien. s¡ f¡losóficamente fuera necesario remarcar una orien- colc
les. tación propia de este periodo, estaríamos de acuerdo en que la len' loxt¡t
denc¡a rnás ernblemát¡ca, y que a menudo se ¡derrtifica con el Be- es. J¡c
nac¡miento, es el human¡smo. s¡cAl.

152
I
t
tt,' r.,,7
El humanismo se ¡nició en ltalia en el s¡glo XIV como un programa
educativo que lenía como objetivo la formación de intelectuales en
T.
lót poesía, retórica, historia y f¡losofía. Para que esta formación fuera ín-
n!-te- legra se consideraba necesario recurr¡r a los clás¡cos, prescindien-
do Ce la interpretación y traducción que de ellos se había hecho en
que la época medieval. Como estos estudios de nueva or¡entac¡ón se lla-
maron, recog¡endo una expresión ciceroniana, "humanae litterae"
(por oposición a los
Viás "d¡vinae litterae" medievales), el concepto de hu-
manrsmo se asoció con el retorno y la recuperac¡ón de la l¡teratu-
dart ra y el pensamiento grecolatinos.

Así, aunque el humanismo comenzó siendo básicamente un progra-


)
ma educativo y filológ¡co, se convirt¡ó en un movimiento mucho más
fi§
.las amplio y general. D¡o a conocer y difundió las ideas clásicas sobre
temas de gran alcance: ét¡ca, arte, polít¡ca..., y acabó por consti-
tucl- hrir, también, un r..rov¡m¡ento filosóf¡co. Actualmente se ent¡ende por
hurnanismo una corriente filosófica que destaca y dignifica al ser
.13 humano y todo lo que con él se relaciona.

i.. Factores de cambio


lct'
En la aparición del Renac¡mienlo y el humanismo fueron decis¡vos
l
r¡nos acontec¡mientos que, desde Ia Edad Media, pusieron las bases
.rn nuevo pensam¡ento (lo anal¡zaremos en el próxi..no suba-
,)ar¿l Petrarca (1304-1374) es cons¡rlerado e/
pimer human¡sta y el p¡¡ñet hoñbre mo ¡
0artado). Veamos cuáles son los factores principales de la transfor- derno. Destaca por sú exigenc¡a de re-
nración renacentista: novac¡ón y de Gtorno a la Antigüedad clá,
s¡ca rechazando las.tinieblas contempo
,vo ráneas". Dice-. "Me entregué por enc¡rna
De orden religioso. Las desavenencias entre el poder potítico t
de todo al estud¡o de la Ant¡gúedad, por
(e!'nperador) y el poder rel¡g¡oso (Papa), junto a la falta de auten- que siemprc me ha desagtudado esta
C- l¡cidad relig¡osa de algunos clérigos, hicieron que los intelectua- edad en la que v¡vo".
o les del momento tuvieran más ¡nterés por las cuestiones huma-
ri nas que por las cuestiones religiosas o teológicas predominan-
e les en el pasado.

D- De orden l¡terar¡o. El humanismo comenzó siendo un


I. I
mov¡miento principalmente filológico impulsado por ^J
poetas como Petrarca, que reiv¡ndicaron la necesi- r\ú¡
dad de dar a conocer la obra de autores griegos ol-
vidados o perdidos durante la Edad Media. Por eso,
casi toCos los ¡ntelectuales de la época se ded¡ca-
,) r()n a la tarea de interpretación, traducción y co-
menlario de obras clás¡cas.
v
e t,
De orden cultural. Los contactos entre Oriente (más
í.1 -
cercano a los clás¡cos gr¡egos) y Occidente se dieron du-
)
rante toda la Edad Media, pero un acontecimiento fue de-
cisivc: la caída del lmperio Bizantino. Este hecho históri-
co tuvo una enorme repercusión cultural, pues obl¡gó a Homo quadratus, de Leonardo da Vinc¡.
los eruditos or¡entales a emigrar a ltalia, donde difund¡eron sus El humanismo renacenltsla quedo bella-
estudios, impulsando el ¡nterés por el gr¡ego y los textos clá- mente expresado en esta kase de I eo
nardo da Vinci: "El hombre es el modelo
s¡c.rs. delcosmos".

153

E
7
- De orden soc¡opolitico. La consolidación de la 1.2^c
burguesía como clase social fue, posiblemente'
el hecho soc¡opolítico más destacáble, pues su'
l l per)sílmi
,,(l A) l rlas c 'l?-,
puso una revalorizac¡ón del trabaio, ull imptllso
del comercio, un aumento de las riquezas y, so-
Ldad Med¡¡
bre todo, una rev¡tal¡zación de la v¡da urbana - Retornc
Todo esto se convirtió en la causa principal del lue-3r':
I hundimiento definitivo del sistema feudal y el
nacinrie,
¿ ( punto final del aislam¡ento que éste comporta- cláG,
ba. En cuanto a la situación geográfica v politi-

t
nl<.¡visió¡
ca, se produjo la consolidación de los Estados
ct! nacionales y las monarquías absolutas (los 1Ú' Antopo
- rritjñde
dor en lnglatena, los Austria en Alemania )' Es'
tos primeros Estados europeos se convirtieron Artigüe(
en la semilla de los Estados lnodernos tal y corno
ta¡:-ia
los conocemos actualmente. se convi
El caso Ce ltalia es políticamente espe-
cial. En el siglo XV estaba formada, pr¡n-
lndivrdu
De orden científico-técnico. Ya durante la Edad Media
c¡Dalmente, por pequeños Estados ¡nde- se ¡n-
pándientes: el Ducado de Milán. la Re- - que
- moa'( i(
técnicos modifica-
públ¡ca de Venecra y la de Florencia. los corporaron a la vida cotid¡ana inventos
y el cristal' r¡alizar e
Estados Porlifrc¡os. Eslos eslaban a ron las costumbres y las tareas más triviales (el vidrio
rnenudo, apoyados por la clase burgue- diferencia' un n'¡oAl¿
las gafas, el reloi'.'). Ahora bien, el siglo XV fue' con
sa y gobemados por princ¡pes o señores innovaciones técnicas' nifica la
que poleñc¡arorl como mecenas el arte y siglá más prolífico en descubrimientos e
(se, )1!
lá cultura. Es el caso de la famil¡a de los LJ pólvora revolucionó las armas La brújula mejoró la cartografia
Medic¡ en Florencia- y las técnicas de navegación (recordemos que es la éPoca de
los va,¡\}te
.
las an
grandes descubrimientos geográficos) Y la imprenta' Va c91oci- "
el 1440' dad¡(p,,
áa en China, fue perfeccionada por Gutenberg hacia

La ¡mprenta es s¡n duda el gran logro del Benacimiento'


ya que -- Curiosir
la repioducción de textos a gran escala permitió
la d¡fusión de c,te nt
elltoncos' :jat)o\'!i
obras e ideas como nunca habia sido posible hasta
todo tipo de obrils' caL. .i(.)
Además, propic¡ó el acceso directo y personal a
de las que en el pasado sólo se disponía de escasas cop¡as
nra- irrcflii
(rnir,.., ie
nuscritas. Esto suPuso un
gran impulso Para la cultu-
to(l¡s ic
Leor ralt
ra y el conocimiento.

menc¡onado
1 La mayoria de los inventos y descubrimientos que hemos
en la manera como ha evoluc¡onado nuestra for- 2. Lee ate,
han siáo lundamentales
ma de vivk y de entender el mundo. Por eiemplo' el v¡dr¡o ¿Te ¡maginas tan(t
que ex¡stiera el vidrio?' ¿tendrían recr ra; I
lJrno O"oi"n ¿" tas casas antes de
""t que llevamos sin el aux¡lio ell¡rgff
ventanas? O el reloj: ¿podriamos llevar la v¡da
ya no digamos idL/s q
o, depende de cómo se mire, sin la esclav¡tud del reloi? ¡Y
la c¡encia, la técnica, la l¡teratura ¿se habria'r log el'
ta imprental Sin su ayuda,
como lo han hecho?
D. iud
desarrollado
crelenid
Haz una lista de c¡nco inventos o descubrimientos recieÍltes
Señala
- ell nuestra v¡da cot¡diana'
!
¡
qia¡
de qué manera han ¡nllu¡do sión prc
E
en repercus¡o-
P¡ensa en algun ¡nvento técnico que sea equ¡parable ! E.aM
- nes y consec-uencias a la aplicac¡ón de la imprenta ¿Hay algún invento respon
det siglo XX que haya revolucionado el mr¡ndo de la cultura poten- I m !o.
ciandá su difusión y alcance como lo hizo la ¡mprenta en el siglo XV? t lilica tu
¿Cuál o cuáles? a

154
7
ir de la
1.2. Característ¡cas del nuevo pensamiento .-'i'-.
tes §LI- Elpensam¡ento del Renac¡m¡ento, en especial el human¡smo, tiene
" i1{" -r.i'
"*ii

rplt6o unas característ¡cas que, a pesar de que ya despuntaban en la Baja
i y, 'o- Edad Media, ahora se consol¡dan y se hacen generales:
-b!!lra. .,.L
)aL'11 - Retorno a la Antigüedad clásica. Como ya hemos comentado,
fue el qran motor tanto del humanismo inicial como de todo el Re-
jr.
alyel
nac¡miento. Bepresenta un reencuentro con la l¡teratura y el arte
i)t !-
pf)til t-
clásico, y también una revitalización de su pensamiento y cos-
movis¡ón.
ta- s I
)
:,J TU. Antropocentrismo. Consiste en la reivind¡cación del valor y la dig-
- I
nidad del hombre- En este sent¡do, conecta con el optimismo de la
lieron Antigüedad: la razón humana es suficiente para d¡señar y organ¡zar i'l
rfu/ la propia existenc¡a. Todo eso provocó, sobre todo, que el hombre
se conv¡rt¡era en el centro del interés y la reflexión ¡ntelectuales.

e in- lndividualismo. El hombre renacentista aspira a realiza¡ en sí mis-


-
mo, el ideal de humanidad; es dec¡r, pretende desplegar y mate-
¡st1l, nalizar en resultados todas las capacidades creat¡vas que atr¡bui-
mos a la humanidad en general. Por otra parte, se potencia y dig-
ca§. nifica la expresión de la propia subjetividad, en todos sus aspectos
(sent¡mienlos, emociones, opin¡ones, experiencias...). En defin¡ti-
,ra, el Renacimiento es una época que permite el afloramiento de
roH las grandes indiv¡dualidades, pues se respeta y valcra la or¡ginali-
t. dad y peculiaridad de cada artista y de cada hcmbre en particular.
Leonardo da Vinci (1452-'1519)es el pro-
Curiosidad y anhelo de saber. Éste es un periodo optim¡sta que
- tolipo del hombre creador del Renaci
cree firmemente en las capacidades humanas y en el progreso del miento. Fue un art¡sta de una curiosidad
cer- s :oer. Todo esto se manifiesla en una intensa actividad que abar- insac¡able y con un afán un¡versal de sa-
ber: sobresal¡ó en p¡ntura, en ingen¡eda,
,r-Y ca todcs los ámbitos. Y es que la curiosidad y el anhelo de saber en anatomía y en todo lo que se propuso.
rlt_ inc¡tan al hombre renacenlista, y esto hace que no se limile a un
único térreno de eslud¡o, s¡no que explore y busque respuestas en
to(los los frentes. El ejemplo paradigmático y excepcional es el de
Leonardo da Vinci, artista renacentista por excelencia.

Renacim¡ento versus Edad Media


2. Lr)e atentamente las dos
lablas que tienes a la de-
récha en cáda lrna de [Jna persona de categoria no debe deqradar- S¡ quieres ser alguien, debes ser activo; no re l
ellas encontramos cualro se trabaiando. El traba¡o es para los subordi crearle en el ocro, sino esfoearle para con '

ideas que se oponen a nados. segu¡r lo que qu¡eres. i

las cuatro de la otra tabh. Existe una verdad absoluta trascendente a EI ser humano no es infalible, pero liene en sí
Después de anal¡zarlas ' este mundo. Y es lirea del hombre buscarla mismo la capacidad para conocer y dominar '
deten¡damente, señala toda la v¡da. la naluraleza. :

qL¡é tabla muestra la vi- Fl hombre no debe preocuparse por la fama En general, la vida después de la muerte ño i
si6n predominante en la iy
el éx¡to mundanos sino por la eternidad y su ¡nteresa tanto como el éxilo y el d¡sfrute de ,

Edad Media y cuá se co- salvación. esta v¡da. I

rresponde coñ el Renaci- Cada indiv¡duo concreto tiene valor y digni


En la obra del artista no importa tanlo su ex-
m¡erlto. Sobre todo, jus- periencia s¡rbjetiva, sino la verdad de las dad por sí mismo, y su obligación es expre-
lifrrra Ir respuesta- ¡cleas que transmite. sarlo en su obra personal.

l
l

lt
155
I

7
EL¡c
2. Retorno a distintos orígenes Ést¡ e

Hemos hecho mención del retorno de los humanistas a la Ant¡güe- sla


dad clásica. Ahora veremos cÓmo este retorno supuso la recupera- dAlor
de
c¡ón de inquietudes y de ideas que representaron la renovaciÓn n ;Tli
otros ámb¡tos. En primer luga( hablaremos del renacimiento filosó sl{g¡r
fico. A continuac¡ón, anal¡zaremos el neoesceplicisno de Montaig- e, lla
ne,los replanteamientos políticos de Maquiavelo y los sueños utó- ta.{o
picos de algunos pensadores renacent¡stas También trataremos bre- Y uSCr
vemente los problemas relig¡osos de estos siglos, en especial, el afán
de reforma protagonizado por Lutero. Acabaremos el apartado con
Lto
el tema de la renovación cíentífica.
s¡¡[:r
c,,t(
2.1. Renacimiento filosÓfico dAés
P;uS I
Estudtantes de Bolonia. Relieve de J. dal¡e Ma
Muchas veces se ha dicho que Ia filosofía del Renacimiento es aque-
segne.
lla filosofía menor que se hizo entre Nicolás de Cusa (1401 1464)
y | ,p
I la fi- dglet
I Descartes (1596-1650). Y es que, para muchos h¡storiadores'
losofía renacentista no tiene la orig¡nalidad ni la solidez de la filoso-
er .)¿./

fía medieval anterior ni de la moderna posterior' A menudo, sólo se


rl¡{ it

le ieconoce el mér¡to de haber recuperado planteamientos de la Arr'


s¡ ¡dr
t¡x{lc
t¡güedad renovando el panorama filosólico general, pero sin apodal
urrrat,
un s¡stema orig¡nal.
Ciertamente, resulta dlfícil hablar de una corriente filosófica rena

i
1
centista que sea caracterÍstica del período y común a los pensado-
res más destacables. Las diferencias entre unos y otros son' a
ces, tan grandes que es preferible estudiar los principales
v?-
pensado-
r
res de manera individual, sin ¡ntentar enmarcarlos en un sistema o
movim¡ento general.

La docta ¡gnoranc¡a
y la Modern¡dad, Ya que, a Pesar
Nicolás de Cusa, Pensador de tratar temas todavía medieva- Una de las cuestiones más conocidas
puente les (et conoc¡m¡ento de Dios, la re- del pensamiento cusano es la teoría ( '
lación de Éste con el mundo Y el la docta ignorancia. Según Nicolás de 1
Nicolás de Cusa (1401-1464) na-
ser humano...), les da un trata- Cusa, al ser humallo le es ¡mpos¡ble te-
ció en Cusa, cerca de Tréveris (Ale- i.
miento o solución comPietamen- ner un conocin¡iento FDsitivo de Dios (no
man¡a). Fue ordenado sacerdote
te diferente al.de sus Predeceso- puede saber cómo es. sólo qué no es)
en 1426 y desarrolló un PaPelfun-
res, tratamienlo que PFI'a muchos porque eso excede su capacida(l racio-
damental en las conversaciones
puede considerarse.lnoderno. nal- Por eso. el hotnbre sabio será aquel
Dara acercar la lglesia griega a la
romana. Con motivo de estas con . Nicotás de Cusa es Plenamente que reconozca su ignoranc¡a. Con esta
versaciones viajó a Constantino- moderno en la dignificación que. afimración, no prelende defender que Ia
pla, donde, prec¡samente, esta- propone del hombre al conside- ¡ncultura y la des¡dia sean muestras de
bleció contacto con Ia culta tradi' rarlo un n1¡crocosmos, es decir, un sabiduria, srno que, en materia de co-
c¡ón bizantina. Este viaje suPuso; sei donde se enéuentra compren. nocimiento. quien reconoce sus limlta_
el encuentro más sign¡f¡cativo des- dido todo el universo o macro- ciones y su ignorancia es un sab¡o.
de el punto de vista f¡losóf¡co Y el cosmos. En otras Palabras' con-
que te abrió las puertas del huma:
3. ¿Becuerdas qué otro f¡lósofo de la
sidera al hombre una esPecie de '
Antigüedad valoraba como sabiduría
nismo renacent¡sta. mundo en Pequeño, Ya que todas
el reconocinl¡ento de su ignorancia?
El cusano es considerado un Pen- las fuezas que mueven el univer-
sador puente entre la Edad Media §o tienen su refleio en el hombre. - ¿Oué sabiduría imPulsa el reco-
nocimienlo de las ProPias limita- L-.J o
c¡ones? lo¡{elr

156
t¡tt,7

El retorno a los pensadores clásicos


Ésta es una de las pocas tendencias
identificativas de la filosofía que
e! ¡nterés y estudio
.u t]u"u.lrrunt" ei Renacimiento' En efecto'
una de las pocas constantes dél
da lo" p"naudor"a grecolat¡nos es
van a re-
*or"nro. Las grandes corrientes de la filosofía clásica que tanto
surg¡r Ce iruevo con fuerza en esta
época' de tal manera
r, ojrrrr¡"rn, como el aristore/lsmo
cobrarán un nuevo auge otro
- epicureismo
t"nto sucederá con las filosofías helenísticas: estoicismo '
y escepticismo.
t'lil
De toclos mocjos, se ha de tener en
cuenta que el retorno a los pen-
.\
]acloás ctásicos no supone en los f¡lósofos renacentistas la adop- ,.
ción cie formas de pensamiento anteriores'
s¡no una actualización I
I
princi-
pur" mantenerlas en diálogo constante con los
,t"
pios"rt""
fundamentales de la teología y la f¡losofía cristianas'
(1407-1457)' en su obra De /o ver-
lli )\ -.

Así, por ejemplo' Lorenzo Valla


e/ estoicismo con el
daderamente bueno, destaca por contrastar
para revitalizar a este último No obstante' entiende
"pi"rr"ir^o,
qi," iu ruoti"
jur placer que defendía Epicuro sóto puede aceptarse
l rorn¡,*o" qr" auténtico placer al que puede aspirar el ser hu-
"l
mano es el placer que nos espera en la felicidad futura de la vida
!rltraterrena.

,t
f

a-

grecola$nos durante esta éPoca. Entre


Fsta obra del Pintor Rafael (1483- 15201
mueslra lá importancia alnbuida a los pensadores
4' Diógenes' 5 Euclides' 6 Plolomeo, 7. Zaratustra, 8. Ave-
his relratados podemos idenlificar ,'i. ñí"i.",á ntit"t"'"s,3. Heráclito'
Pitágoras
¡ro¿s.9. Sócrales, 10. Epicuro, 11 Jenofonte, 12.

157
7
La Academ¡a florent¡na
Destacaremos a continuación la importanle influenc¡a que sripusie-
ron el platonismo, el aristotelismo y la tilosoÍía helenística en la ollla
2'2^
En 1462 Cosme de ¡/ed¡ci ofreció
de algunos de los principales pensadores del Renac¡m¡ento: Con el fr¿r
una casa a Mars¡lio Ficino en Ca-
reggi, cerca de Florenc¡a, para que llo a ,n(
El platonismo. Después de siglos de olvido, Platón (o como nrr-
pLrd¡era fundar la Academiq Pla- - n¡mo la interpretación que de él habían hecho los neoplatón¡cos)
dad rAPr!
tónica de Florenc¡a, a la vez que l)ias r. -rdi
le fac¡litó una serie de manuscri- fue reconoc¡do como el gran maestro. Tanto es así que hasla en
rlolasÁ4rn
tos griegos para que sus ¡nte- Florencia se inauguró una Academ¡a Platón¡ca, de la cual Mar-
grantes se encargasen de su tra- Mont-,gn
silio Ficino (1433-1499) y P¡co della M¡randola (1463-1494) fue'
ducción y comentar¡o. La Aca- ron los dos personajes más destacados. Ambos pensadores. ade- Yo?")/\u
demia florentina surgirá como cepticrsnr
más de su tarea de traducción y comentario de obras antiguas,
consecuencia de la huella que ha- un cril,o
bía dejado la llegada del filósofo despuntaron por su propio pensamiento, en el cual t¡enen un pa-
s¡ble cues
bizant¡no Georqios Gemisthos Ple- pel fundamental las ideas platón¡cas. Eso sí, su interés priorita-
tón (1389-1464) a la corte de Cos- rio se centra, sobre todo, en el estudio del hornbre: ser que ocu-
Montinr
me de Medic¡. Pletón (quien había
torno al sl
pa un lugar privilegiado en el universo al ser entendido corno
adoptado este nombre en refe- una síntesis o compend¡o de los dos mundos platórricos.
no se 'c(
renc¡a a Platón, para rendirle ho- dose así e
menaje y mostrar su adm¡ración El aristotelismo. Durante el Benacim¡ento se d¡o un rechazo de
por él) impulsará la af¡ción por la - la autoridad ar¡stotélica, indiscutida durante la Baja Edad lvledia,
Ell sus En
filosofía del ateniense en Floren- lracia
c¡a, aunque a dec¡r verdad su filo-
pues el humanismo de esta época tuvo una orientación básica- ^ ¡
experiencr
sofía era una mezcla de elemen- mente neoplatónica, A pesar de todo. continuó vigente (bajo una
tos platón¡cos, neoplatónicos y interpretación bastante d¡ferente a la que era tradicional) en las Dichas rne
neopitagóricos. Lorenzo de Med¡- universidades de Padua y Bolonia, donde destacó P¡etro Pom- ligios^6ir
ci se encargará posteriormente de ponazzi (1462-.1525). Este pensador hizo una interpretación del tanto oe a
la protección de esta nueva Aca-
demia. Miembros destacados de
' estag¡rita completamente alejada de la tomista, de manera que in- lados^a
ella, además de Pletón y Fic¡no, cluso llegó a negar cualquier tipo de inmortalidad del alma hu- sino r¡na s
serán el cárdenal Bessarion y Pico mana. Esta ¡dea le habría pod¡do ocasionar bastanles problemas timasl e
della Mirañdola. si no se hubiera protegido con la teoría de la doble verdad, según lidad. Cor¡
la cual filósofos y teólogos no pueden enfrentarse porque se ocu- dela, ¡a
pan de ámbitos diferentes e independientes.
El filo^¿r:
Pomponazz¡ La filosofía helenística. También las filo- sí rnisrno,
- sofías helenÍsticas reviven durante este pe- 3St rn C
De las obras de Pomponazzi, sólo unas cuantas se publica-
ron durante su vida. La más conocida es su tratado De ln- ríodo. El neoestoicisrno encontrará un re- suncrorr tr

mortal¡tate an¡mae (1516), la cual provocó una gran contro- presentante destacado en el humanista y 5U ES J ti
versia, y fue atacada públ¡camente por varios filósofos y teó- arqu¡tecto Leon Battista Albert¡ (1404- yas ag{¡s
logos.
1472\, utl cristiano que adm¡rará el coraje lrli exaltar.l
Pomponazzi la continuó con dos defensas que eran nrás gran- y la voluntad enérgica de Séneca. Loren-
des que la obra original. A causa de esta experiencia, Pom- mitad ) r
ponazzi no publ¡có e,r v¡da nada más, salvo algunos textos de
zo Valla (1407-1457), como se ha indica- hontbre. Y
naturaleza menor. do en la página anterior, es uno de los ex- y la fi[ ifi
ponentes más importantes del neoep¡cu-
Sus tratados De lncantat¡on¡bus y De fato, ambos cornpues- de. la txqp
tos alrededor de 1520, serían publicados de forma póstuma reísmo, pucs defenderá de nuevo que cl asl CO,,,ú €
en '1 556 y 1557. respeclivamente. móvil de las acciones humanas siempre es cobra 11 l;
Se han conservado otrás obras en manuscr¡to, pero su eslu- el placer, el cual concebirá no como puro te. De -,la
dio y publicación apenas ha comenzado. Los más importan- h-.dcnismo, s¡no sigu¡ei.)do los enfoques to con-t¡tL
tes de estos escritos inéditos son cuestiones sobre problemas caracteristicos de la escuela del JardÍn. En
aristotélicos. vida soro c
cuanto al neoescepticismo, sin duda su conoca¡er
Otro gran grupo de textos que nos han quedado correspon- figura más emblemát¡ca en el período
den a los apunles que sus alumnos tomaban de las confe-
renacentista es el francés M¡chel de j Nos oln4:e
rencias de Pomponazzi acerca de d¡ferentes obras de Aris-
Montaigne (1533-1592), el cual tratarenros piracic,r, , pc
tóteles.
más en detalle en el apartado siguiente. méto!4e

158
rl 7
SiE?
)it,
2.2. Micfrel de Montaigne
Con el francés Michel de Monta¡gne 0533-1592) las tes¡s en tor- ,
n'lF
no a la ¡ncapacidad del ser humano para conocer nada con seguri-
dad cobran vigor. En sus Ensayos Montaigne nos explica sus pro-
t§ j
pias med¡taciones sobre diversos aspectos de la v¡da, contrastán-
I elr
dolas con relatos de autores antiguos. A menudo, enconlramos en
la'
Montaigne una actitud escépt¡ca (hace célebre la frase:
ue- "¿gué sé
yo?"). Su rechazo a toda forma de dogmatismo nos recuerda al es_
cepl¡cismo de Sexto Empírico. por ejemplo, a la hora de establecer
as, Michel de
un criter¡o para alcanzar la verdad, razona con él que s¡empre es po-
De familia nobli,'irai recibir una
sible cuest¡onarse la val¡dez del mismo criterio. El escepticismo de cuidadosa educábión en las hu-
la
Montaigne se presenta más como una reivindicación humanista en manidades giecolalinas, estudiar
torno al srrlfetirzism o indiv¡dual que un pesim¡smo ep¡stemológ!co: leyes, ejercer de.juez y consejero
n(,
no se pregunta de la Corta, dimitió de sus cargos
"qué es el hombre,', sino «qué soy yo», convirtién_ y se retiró a su castillo para ded¡-
Ccse así en un precedente de la filosofÍa moderna.
carse al estúd¡o y la lectura.
En sus Eirsayos, Montaigne lleva a cabo una serie de med¡taciones De este aislámiento voiuntario sur-
iii-r.
iracia su prcpio inleriol contrastando constantemente sus propias gira su principal obr4 Ensayos cu-
experiencias con las de los pensadores clásicos y modefnos. yos dos primeros libros aparecie,
nat ron en 1580.
Dichas meditaciones suponen una ¡ntrospecc¡ón no de carácter re_
!-l - lgioso, s¡no más bien de espíritu la¡co y filosóf¡co. En ellas trata
lel- lar¡to de aspectos espir¡tuales como de cuestiones y asuntos vincu_
la(ios a la v¡da cot¡diana. No ofrece Montaigne un sistema f¡losóf¡co,
u- s¡no una serie de reflexiones absolutamente personales, pero tan ín- El más fructífero y natural ejerc¡-
ts l¡n]as en el fondo, que acaban adquiriendo pretensión de un¡versa- cio del espírilu, es, a mi parecer la
in lidad. Como d¡rá el mismo auto¡ Cada hombre lleva entera la forma conversac¡ón. Hallo su práctica
de la condición humana. más dulce que la de cualquier otra
acción de nuestra vida; y éste es
El filosofar se convierte en Montaigne en una experimentación de el motivo por el cual, si me v¡era
)- si mismo, en un yo que intenta dialogar consigo m¡smo y qhora rorzado a eleg¡( creo que
aclararse -
a sí mismo. Yo no enseño en absoluto, yo relato. Huye de toda pre_ consent¡ría antes en perder la vis-
ta que el oído o el habla. Los ate-
sLrnción, tan corriente por lo demás en la mayoría de los hombres.
nienses y tamb¡én los romanos
Su escepticismo se baña en el mar de la modestia intelectual, en cu_
honraban mucho este ejercicio en
i- yas aguas descubre Monta¡gne al mejor Sócrates. sus academ¡as. En nuesta época
conservan los ¡talianos algunos
lli exa:l,rdo n¡ resignado, el tono de los Ensayos es más bien algo a vest¡g¡os, como podemos ver s¡
t-
nritad de cam¡no: El hombre no puede ni debe ¡ntentar ser más que comparamos sus enlend¡m¡entos
hombre. Y el hombre debe aceptarse tal como es- Ecos de Séneca con los nuestros. El estud¡o de los
\, y la filosofía estoica nos recuerdan en Montaigne que la aceptacaón l¡bros es un movimiento lánguido
y déb¡lque no enardece: mienlras
de la propia condición finita y limitada son esenciales para la vida,
rl que la conversación enseña y ejef-
asi como el asum¡r nuestra condic¡ón mortal. part¡cular importancia
c¡ta a un tiempo. S¡ converso con
cobra en la filosofía de Monta¡gne su reflexión en torno a la muer- un alma fuerle y un duro adversa-
)
te. fle alla dirá Monta¡gne que hay que entenderla como un elemen- r¡o, me ataca por los flancos, me
i
k¡ constilutivo de nuestra propia existencia, de modo que nuestra espolea por un lado y por otro; sus
I ideas impulsan a las mias; los ce,
virl¿ sólo cobra verdadera autenticidad y profundidad desde el re-
,:¡rrri>¡;in rienlo de dicha cond¡c¡ón.
los, la gloria, la emulación, me em-
, pujan y me elevan por encima de
mí mismo, y la unanim¡dad es cosa ;
¡los ¿rÍece Mqntaigne una filosofia autobiográfica, que servirá de ins- I
muy ted¡osa en la conversación_ t
pirirción por ejemplo a los pensarn,en¿os de pascal o al Disc¿,rso del
Michel de Montaigne, Ensayos.
l}lelor /o (k) Descartes.
a

159
7
2.3. Nicolás Maquiavelo Tend
La reg
El pensador polít¡co más destacado del Renacimiento fue Maquia'
¡n^ita
velo: inauguró la cienc¡a políüca moderna al ocuparse'Je los asttlr-
titucio
,as tos de Estado desde una nueva perspectiva y con un método r¡ás
científ¡co.
clñ:
cha te
$ Maqu¡avelo era un político práctico, al que le illteresaba ¡nterven¡r er)
Esto s
el gobierno de su Estado más que teor¡zar. Pero era consciente de
que toda acción orientada a un fin debe ser guiada por unos princi- urn¡r
pios teóricos, de los que se der¡van las reglas práct¡cas que permi- natura
ten alcanzar dicho lin.
cil I
egoíst
Expuso los principios de la acc¡ón política en sus <los obras más y. i'Í
Nicolás Maquiavelo ('i469-1527) fue famosas, El princ¡pe y D¡scursos sobre la primera década de Tito
secretario cle la efinera Repúbl¡ca floren- Llv¡o, para que s¡rviesen de guía a los gobernantes. Adopta cll ellas t,1s
l¡ra, que se dio e¡tre 1498 y 1512. Es-
tos aaros representaron uñ intervalo entre una act¡tud muy pragmática: no trata de desclibir Estados ideales y rrrrlacl.
las dos épocas más importañtes de he- perfectos, modelos que imitar en los cuales no llay problemas' s¡rn)
genrooía de la fatnilia Medicien la direc_ al bie¡r
ción de Florencta. Esto hlzo de él un ob-
Estados reales, const¡tu¡dos por persollas con viltudes y vicios, c¡ttt:
servador p¡¡vi¡egiado de la§ teñsiones y tienden a corromperse y, colno collserjLlenc¡a, a desaparecer' Baiu c;. li
los avatares politicos de su ciudad na- este enfoque, Maquiavelo entenderá que el fin de la polít¡ca es con' kr¡\s
tal, motivo que. segurarñente, iñfluyó en
servar la u¡¡idad e ittentidad de la comun:dad. le .-lh
su toma de posición en favor de la unif¡-
cac¡ór¡ ilal¡a¡¡¡.
ri,){Bs
Para que la rellexión teórica sea úti¡ en la práctica, sus prirtci¡rios de' dr,l ¡, c
rt ben estar fundados en la experiencia, y sus reglas conoboradas por
ella. Por eso, Maquiavelo extrae las tlormas que deben guiar la ac'
Es se
I
ciór'r polÍt¡ca a part¡r del estudio de la historia. Con'
cretamente, se f¡ja en la h¡storia antigua de Roma. elt rr¡ism
la que se encuentran los oÍígenes del pueblo ltalia¡lo
y de la aspirac¡ón a una ltalia unida. el ¡ lo:
(F{ h
Este método histor¡ográfico l)resuP(}ne aceptar urla o. tal
cierta regularidad en la natt¡raleza dei scr hutnano y §h{d
en la sucesión de los acontecimielltos, pues de lo c,-e
vj¡ire
contrario no podrían extraese, de la observación del I j)
funcionamiento de los asuntos humanos, leyes o nor-
rnas lo sufic¡entenrente universales como para sel ,-.
útiles. Por eso es pos¡ble una cienc¡a de la po¡ít¡ca
encargada de obtet¡er dichas reglas, que rigen la me-
oánica del poder y por tanto han de sei-vir para orien-
tar al gobernante. E^n
L:-va
car la
lít1,
nlunid
En este fragrnento podemos ver el retralo de Lorqlzo el Magnífi-
co rnor ardo a caballo. Lorenzo. nieto de Lorenzo de Med¡ci. lant e:1cl
b¡én llama¡o el Magnificó. es el prírrc¡pe a quien Maquiavdo do' resum
dica su manual de polflica. Las ¡nalas lenguas sost¡eDell quc l¡ p,a¡
verdadera intención de Maqt¡iav^elo al dedicarle esla obra flle cor¡-
qraciárce con el nuevo ptincipe, con quien las relac¡ones deb¡an caj§ €
¿e ser bastante terrsas- Maquiavelo había prestado sus servi_ di rs
cios a la Repúbl¡ca llorenlirla. insiaur¿da (lcspués de la expulsiÓrl
de la tarn¡¡'a Medici. u¡d\,

160
7
Tendencia al desorden Digo pues que todos los modos
menc¡onados son pestíferos, por
Jia- La regla general es que toda c¡udad tiende, con el paso del t¡empo, la brevedad de la vida en los tres
inevitablemente hac¡a la degeneración y la corrupción de sus ins- buenos (monarquía, ar¡stocracia,
nás t¡tuc¡ones y habitantes, por lo que el fin de todo buen gobernante democracia) y por la malignidad
debe ser el de esforzarse por mantener el orden, en contra de d¡- de los tres malos (t¡ranía, oligar-
quía, demagogia). De tal forma
cha tendencia nalural.
que, hab¡endo conoc¡do este de-
,ecto quienes prudentemente or-
de Esto se debe a la naturaleza del ser humano, que le hace obrar de
denan las leyes y ev¡tando cada
una manera bastante prev¡sible aunque goce de l¡bre albedrío. Esta
uno de estos modos por si mis-
r-¡ i- naturaleza se puede descubr¡r a partir de la experienc¡a y observa- mo, eligieron uno que part¡cipa-
ción, v Maqu¡avelo constata que el ser humano es esencialmente ra de todos, juzgándolo más fir-
egoísia: obra por miedo cuando no tiene cubiertas sus necesidades, me y más estable porque el uno
y por arnbición cuando las tiene cub¡ertas. v¡gila al otro, al haber en una mis-
'lkr ma ciudad princ¡pado, ar¡stócra-
Por eso, para garantizar Ia segur¡dad de los mtembros de la comu- tas y gob¡erno popular, esto es,
dictarse una constitución m¡xta.
::; \, nidad, que es e! fin por el que ésta se const¡tuye, deberán
Nicolás Maquiavelo, Dlscursos so-
unas leyes que obliguen a todos los ciudadanos a actuar en vistas
brc la pr¡mera década de T¡to L¡v¡o.
I|le al b¡en común. Siendo éste el objetlvo de las leyes, el legislador debe
ajF elabo,arlas como si todos los seres humanos fueran malos, pues si '
)lr lodos fuesen buenos no serian necesarias las leyes, y el gobernan-
te debe v¡gilar su cumplim¡ento. De lo contrar¡o, la ambición origina-
ria desigualdades políticas, que conducen a Ia corrupción del Esta-
do y, con ello, a su des¡ntegración. r
)or
]C\,
-rn
e).
Es sentencia de los antiguos escr¡tores que Ios hombres suelen dolerse
en el mal y aburrirse en el bien y que de estas dos pasiones nacen los
m¡smos efectos. Porque siempre que los hombres se ven impedidos de
/-tt
.nI.
combat¡r por necesidad io hacen por ambición, la cual es tan poderosa
en los pechos humanos que jamás los abandona por muy alto que pue-
dan haber subido. La causa es que la naturaleza ha creado a los hombres
de tal manera que pueden desearlo todo, pero no conseguirla..Así que, --. -
)\, siendo s¡empre mayor el deseo que la capacidad de adquirir, resulta de
lcv ello el descontento con lo que se posee y la poca satisfaccíón. De aquí t
:ir.' v¡ene ta mutación de su fortuna, porque deseando unos hombres tener
:t,r- Írás y temiendo los otros perder lo consegu¡do surgen las enem¡stades
y las guerras y de éstas la ru¡na de aquel pais y el encumbramiento de
éste.
CA Nicolás Maquiavelo, Discursos sobre la primera década de fíto L¡v¡o.
re
)il-
El fin iustifica tos medios
La g¡ran innovación que ¡ntrodujo Maqu¡avelo en la forma de enfo- fs
car la política fue afirmar que en vistas a conseguir elf¡n de la po-
htir-'a, es dec¡r, asegurar la supervivenc¡a y el bienestar de la co-
I
rnunidad, pueden utilizarse medios inmorales, siempre que sea
r,strictamente necesario y que sean efectivos, ¡dea que se suele
,i::;ur,.ir sn !a amb¡gua máxima.el fin justifica los medios.-
l'(jr sicmplc, aquel qr.te qu¡era consolidar un régimen republi-
r...r¡rrr cn una antigua tiranía déberá ejecutar al t¡rano y a sus part¡- i
t
¡ i.r ir) jj,
IUes (le lo contrar¡o -constitui!'á un Estado cie múy corta Campes¡nos flamencos, Pieter Brueghel. el

"l,i¡t.
,li
161

L
7
Está justificado usar medios illmorales porque son los resultados
lo [)ara evita¡
4. La máJ/jtna H lin iustitica los ñe' Vll.
que cuenta y lo que iuzga el pueblo: cualesquiera lnedios usados eS rS(
drbs ha sido una de las que más
polémica ha generado en el mar- para ello serán aceptados si han sido efectivos (a no ser que los nris- cas sgq pr
co de la teoría Polít¡ca. Bazona mos resultados se pudiesen haber obtenido con unos medios meio- a mer, .Jo
argumentos en pro y en contra- res). Naturalmente, sólo será necesar¡o recurr¡r a esos métodos en s¡ ap¿¡¡c{rt
s¡tuaciones extraordinarias. El rrrincint:
Esta perspectiva signif¡ca af¡rmar la autonomÍa de la polÍtica respecto llas p. .ft
de la ética bajo ciertas condiciones: hay situac¡ones en las que la ac- públicE(el
ción política no debe tener en cuenta la moral, por lo que la políti- tlas a .-. r.li
ca no está subord¡nada a la ética- Pero tampoco está subordina- Esto lo
da la ética a la política, pues el fin de esta última es precisalnente ouiavelo: I
que
mantener una comunidad en la que sea posible una vida ética' Itrmb. ) y
es lo que humaniza a sus habitantes. tado ¡rqe,
El politico debe poner el b¡enestar de la comunidad fior
encin]a del
de cualqu¡era de sus individuos (¡ncluido él mismo)' Fuera de una co-
munidad libre e igual¡taria no puedc existir la moralidad,
pues éfrta
2.4.
deÍiva precisamente de las reglas que hay que seguir para nlantener
la libertad e igualdad de sus m¡embros. [']¿¡stallre

l¡Iora- cle vele


Pero juslo porque fuera de la república no puede ex¡stir la f.lenacir'ni(
lidad, en las s¡tuaciones excepcionales en las que peligra la super
I horl Iv
i
vivencia de la comunidad, el gobernante puede recurrir a med¡das imaginar
extraordinarias y no está somet¡do a rlinguna norma moral Más
b¡en
¡
que considete
I
debe instaurar nuevas costurnbres y norntas nrorales Criticar ia
necesar¡as para garantizar la supervivencia de la comun¡dad' ¡;ere'^,'"il
elrbargo,
pra. r^ti
La figura del PrínciPe ¡sla irr raoi
tllla s re
La virtud del gobernante consiste en ser capaz de tomar las l'¡rc-
didas adecuadas para mantenerse en el poder, y con ello ga- Il'toreair
rantizar la conlinuidad de la comunidad, preparándose para fra- jLrslas con.

cer frente a los reveses cje la Foduna cuando éstos se presen- bios
^;i¡
ten. Pero sólo será un gobernante digno de g¡oria y no de ¡nfamia nos habla
después cle su mLierte si se lrata de una virtud política, rlei r-.,1rt
que es

la anterior cuando está dir¡g¡da a conseguir el b¡enestar de la s¡gnifij< '(


comunidad, o sea, un régimen que garanüce la libertad e igual- lio' cr. -iie
dad civilesentre sus ciudadanos: una república gobernada por Estadq p
!
una const¡tución, a imaqen de la antigua República romana venc:.- pa
disffl.\c(
Sólo un príncipe de gran virtud política será capaz de salvar una
c¡udad corrompida, pues es necesario llevar a cabo un cambio Esta h!¡ci
radical en su ordenación y costumbres para ev¡tar su des¡nte- contr ,o
grac¡ón. El príncipe debe ser capaz de adoptar las medidas ex- los Tu(gr,
iraordinarias necesarias para eliminar la corrupción: recurrir
a do, l¿., .cc
la crueldad, a la bestialidad, al engaño, etc' a pesar de que eso pera \ s,

sign¡fique hacerse enem¡go de todos por ganarse fama de crud ras sc rer
y iirano. El príncipe debe saber usar de su parte de best¡a, usan- equ¡l¡iv¿
áo de la crueldad del león y de Ia astucia del zorro cuando sea biente do
Maqu¡avelo fue secretario de la repúbl¡ca
necesario. ranci n.'li
de Florencia entre 1498 Y 1512.

1'n2

*rÉá+.-
7
los l¡) Para ev¡lar la mala fama en la medida de lo pos¡ble, debe simular que Maquiavelismo
¡drá ss virtuoso, pero no serlo, pues según Maquiavelo las v¡rtudes ét¡-
, B¡:-- 5- Por ¡naqu¡avel¡smo se ent¡ende el
cas son periudiciales para un príncipe si las observa siempre, ya que
comportam¡ento polÍt¡co que des-
re.v a menudo debe actuar contra ellas para conservar su Estado, pero, cr¡b6 Maqu¡avelo y que se asoc¡a
ls -'r s¡ aparenta tenerlas, son útiles. a la astucia y a la falta de escrú-
pulos. Manteniendo este sent¡do,
Elpríncipe también debe ser capaz de crear las cond¡ciones necesa- se ha hecho popular calificar de
)eüÉ rias para restaurar la libertad de la ciudad, es decir, de instaurar una re- maquiavélico cualquier compor-
aa.- pública (elim¡nar las des¡gualdades c¡viles, dictar nuevas leyes adapta- lamienlo que se sirva de los me-
olhr das a la nueva s¡tuac¡ón, etc.), pues en caso cottrario será un tirano. dios más deshonestos (ment¡r, ex-
iin- tors¡onar, amenazar...) para con-
erl:z Esto es lo que neces¡taba ta ltal¡a renacent¡sta, en opin¡ón de Ma- seguir sus objet¡vos. í
_ quiavelo: un prínc¡pe capaz de un¡rla y dotarla de unas nuevas cos- ¿Oué te parece la máx¡ma: .El I
a! - i
hrmbres y leyes que eliminen la corrupción y la conviertan en un Es- fin just¡lica los med¡os.? Por I
ejemplo, ¿serías capaz de ha-
tado l¡bre, recuperando el esplendor de sus orígenes.
I Llr cer cualqu¡er cosa para apro-
ba/? ¿Po( qué?
¿Crees que Maquiavelo era
ésE
2.4. Las utopías del Renacimiento - maqu¡avélico, o b¡en, su méri-
ct- to se reduce a sacar a la luz y
uastante alejada del realismo y pesimismo político que acabamos poner de manifiesto el ma-
quiavel¡smo ex¡stente en la rs.
3r¡r rie ver se encuentra la tendencia utópica, que florec¡ó durante el
al¡dad? ¿Maquiavelo es el cre-
Renacimiento. Pensadores conlemporáneos de Maquiavelo, como
f)e" ador o el descubridor del ma-
iCaY lho¡nas More o Francis Bacon, recuperaron la iniciativa platónica de qu¡avelismo?
ri. imaginar una sociedad me¡or, más justa e igualitaria.
ie)í Cr¡ticar la sociedad conlemporánea imag¡nando un modelo que la su-
nere y evite los males que ésta sufre es tan antiguo como Platón. S¡n
.,mhar6¡o, debemos a Thomas More la acuñación del término uto- ;i
¡,r'a Así lituló este humanista inglés su novela, y así se rererÍa a la il
islr il}laginaria que constiluía el escenario de
-r-le- r¡Ia soc¡ealad pelecta.
Thomas More nac¡ó
9,\- ¡,lors, l)rofundamenle descontento con las in- -F y murió en Londres
lra I Nl:ts consecuencias que habían ten¡do los cam-
(1480-1535). Fue el
t)()s sociales y económ¡cos del Renacimiento, humanista ¡nglés
l|ria ¡ más destacado del
i¡s habla de una leiana isla, perdida en medio
momento. Su carre-
(lel océano. En esta isla, baut¡zada Utopá (que ra polÍtica culminó
-.t,.
siqnif¡ca 'en n¡ngún sitio', de U- 'no' y topos 'si- en 1529 cuando lle- I
r,o'en qr¡ego), sus hab¡tantes han construido un gó a canciller del re¡-
,lr._ Eslado pedecto, caracter¡zado por la conv¡- no. Sin embargo, I

tres años después I

'iencia pacífica, el bienestar físico y moral, y el


t.
se vio forzado a di-
disfrute cornún de los bienes.
mit¡r a causa de su
t)i. - Ista felicidad es posible en Utopía porque, al rcchazo del Acla de
Supremacía, por la
r:onlrario de lo que pasaba en la lnglatena de
cual Enrique Vlll s6 declaraba jefe supremo de la lglesia de
':X- k's ludor, la propiedad pr¡vada se ha suprimi- lnglaterra. Poco después fue cons¡derado tra¡dor por ne-
rkr, la economía es colectiva, el trabajo no su- garse a aceptar la nulidad del matrimonio del monarca con
,SC
¡rera las seis horas diar¡as y las tareas más du- Catal¡na de Aragóri y la boda con Ana Bolena. More, que pre-
,,uP ras se reparten por lurnos de manera justa y fir¡ó ser fiel a sus convicc¡ones religiosas, afirmó: "No veo
ln que n¡nguna autor¡dad tenga el dérecho a lorzar a nad¡e a
equitaf¡va. Y todo esto, además, en un am-
(li i camb¡ar de op¡n¡ón y a hacer que su conc¡enc¡a pase de un
lliente donde polít¡camente dominan la tole- lado a otro". Esto le llevó al cadalso en 1535.
rancia relig¡osa y el espíritu pacitista.

163
7
La inlluenc¡a de esta obra fue tan grande que, desde su publicac¡ón
O
en 1516, s¡rvió para referirse a todas las obras que, basárrdose en el
*;
optimismo en la capacidad reformadora del ser humano, reiviudican
formas de organizac¡ón social nrás racionales y justas. De la m¡srna
fr
época pueden destacarse La c¡udad del Sol, de Tomrnaso Carnfra-
nella (15ffi-1639), y La Nueva Atlántida, de Franc¡s Bacon (1561-1626).
Este último, como verás en el último apartado, además de destacar
las medidas polít¡cas, económicas y soc¡ales necesarias para conse-
to
guir una sociedad iusta, pone de man¡f¡esto la necesidad de apro-
vechar los avances científ¡cos y técnicos para mejorar las condicio- a
nes de v¡da de los seres humanos.
o
Actual¡dad de las utopías I
L .er
6. Todas las utopías del Reñac¡miento coinciden en proponer sociedades de
4¡[sr
seables por el b¡enestar soc¡al que presenlan. En cambio, en el s¡glo )« se
b*, rq
han d¡seriado pocas utopias, más bien se han escrito antiulopias, es decir.
obras que describen mundos indeseables pero posibles, sobre todo el| el ta{A r

caso de cont¡nuar ciertas tendenc¡as de la sociedad real. Por elemplo, son SrrCa
anl¡utopias: U, mundo ,e/iz, de Aldous Huxley (1894-1963), o Mll rovecier-
tos ochenta y cualro, escr¡ta por George Orwell ( 1903- 1950). Sin ernbargo,
¡'lerd(
E tamb¡én es c¡erto que el siglo XX ha sido protagonisla del proyecto utóuico
I
-más ambic¡oso de la historia: ta Declaración Un¡versalde los Dereclios Hu'
manos, aprobada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones
des €
d Unidas en '1948-
) - lnfórmale sobre la Declaración Un¡versal de los Derechos Hunranos. dalo r

Aunque los derechos humanos se cons¡deren inherentes e inalienables 17


- a todo ser humano, todavia hay nruchos lugares en el mundo donde no lqcu
se respelan. Nombra c¡nco derechos l¡umanos que consideres bás¡cos. E...CC

ri¡,,
2.5. Reformas religiosas Lr¡let(

El Renacimiento constitL¡ye un per¡odo de turbulencia y cor)fusiorr. rr¡\t:r


no sólo en el ámbito politico, sinc también 11] otros ámbitos conro ?i...¡,
el rel¡g¡oso. Se dio toda una serie de factorcs que ex- sAti(
Erasmo de Rotterdam pl¡can esta sitl¡ación; podenros destacar los siguien Lu., S(
Erasmo de Rotterdam (1469-1536) constituye uño tes: el alejamiento de la lglesia del rnensaje original cris tr-{ar
de los ejemplos paradigmáticos del erud¡to hu- :tiano, la corrupcrón y faita de autentic¡dad y de prepa, Ar4iz
manista, ¡nteresado también en temas 1::tó.9l"?:
ración cle muchos cterigos, pero sobre todo la
o religiosos. Además de su ¡nterés lilolóoico de , . ,. . .
desvirtualiTaciorl
.
del paPel otorgado a laS all ts jerar-
ce .sli
áes-
lraduóción e interpretac¡On Oe textos ctasilás,
taca su actitud crít¡ca respecto a ta s¡tuación re- quias eclesiásticas derrtro de lacomunidad. Los f a-
'
l¡giosa de su t¡empo. Fue espocialmente duro con pas, lejos de ser los grandes líderes espir¡tuales de los i T(
las injust¡c¡as, la ¡nmoralidad.yel negoc¡o de las , cristianos, se habían convertido en eficienles gober- I ,)r(
indulgenc¡as pract¡cado por muchos rel¡giosos. nanles, más preocupados por los asuntos políticos que de ¡as
En este aspecto; influyó en Martín Lutero v es c.on-
i
oor los relrotosos. r 'Es
srderado un rnsprrador de la Herorma protestan- '
te. A pesar de eso, desde el princip¡o deió cons-.
tancja de su rechazo ae atgunás Oe tás1;slute-
Todo esto creó un clima de descontento general, tanto
ranas, y se mantuvo fiel a la lgles¡a romana y entre los intelectuales como en el pueblo sencillo, a'le Lr,sa
contrario a cualqu¡er reforma rupturista en el seno : ¡nevilablernente tenía que conducir a las pro[undas re- SL gan
de ésta. :,' . . formas religiosas que en esta época se dieron. En este le¡\no
o,-
. . panorama emergió el hunlanista Erasmo de Rotterdam, -rS

impulsor e iÍrspirador de estas refornlas.

164
7
ción
La Reforma protestante
)nv
¡cP^ Martín Lutero 11483- 1546), un alemán de ori-
sn\V gen campesino, que después de estud¡ar De-
io' recho sorprendió a todos sus conoc¡dos in-
t¿ol. gresando en el convento de los agust¡nos de
lC' Erfurt, fue el princ¡pal protagon¡sta de la
rse- Reforma protestante. A pesar de que a los
i
veintilrés años su mayor deseo era v¡vir como
:io- un autént¡co cristiano, e! viaje a Roma que
real¡zó en 1510 le ¡mpactó de tal manera que
tuvo que enfrentarse a la cruda realidad.

Lulero vivió, con indignación y sorpresa, la campaña de las in-


e-
dulgencias del arzobispo de Maguncia (endeudado con el
fJanquero alemán Fugged y de la misma Roma, necesi-
tada de recursos para pagar la construcción de la ba- T
)n sÍlica de San Pedro- La campaña cons¡stía en ven-
der indulgenc¡as a los fieles, que así obtenían el
o, perdón por sus pecados y se aseguraban el cie- ¡
)o ü
lo. Lutero, escandal¡zado, adv¡rtió a las autor¡da-
des eclesiásticas. Éstas respondieron con el si- '

lencio. Entonces, decidió denunciar este escán- .\',! - al I

dalo que alejaba a la lglesia del Evangelio. En el año


1517 redactó e hizo públicas las famosas 95 tesis, en
.t
:S
las cuales proclamaba un retorno al auténtico espíritu evan- E
gélico y al mensaje bÍblico.
Como era coslumbre a la hora de hacer
tlesp, '§5 6" ¡u publicación de las 95 tes¡s, la lnquisición denunció a públ¡co un documento, Lute.o fró sus 95
l.utero y éste fue llamado a Roma para defenderse. Su negat¡va a re- tesis en la ¡qlesia del cast¡llo de Witten-
lractarse fue el mot¡vo de su excomunión. Lutero, s¡n embargo, que- berg. Éslas tuvieron una repercus¡ón y re-
sónancia ¡nesperadas hasta para el pro-
mó públicamente la bula de excomunión, en un acto que simboli-

I
p¡o autor.
NC zaba el poco reconocim¡ento que le merecÍan las autoridades ecle-
siásticas. Este hecho supuso un nuevo cisma dentro de la lgtesia.
n--. l.os seguidores de Lutero y otros relormadores crearon la lglesia pro-
testante, que se separó de la lglesia católica.
a
Aralizaremos a cont¡nuación dos de las 95 tesis de Wittenberg, que
const¡tuyen puntos cenlrales del nuevo ideario protestante.
tt-

)S Teltas Erpl¡cac¡ón i Rep€rcus¡onss i


Supremacía Es necesar¡o rerornar a tas sagradas EiciitJ i eitát"sis pror.r."e á accd i ra ¡ntdó.it""¡* ¿¡r*r, a" u" I
¡C de las Sagra- ras para recobrar su auténtico mensaie. Es- sagradas Escrituras, y rechaza el papeldd sacerdote como in- I
.
das Escr¡turas. tas constituyen la máxima autoridad en ma- | termeaiario que posee las chves de la palabra de Dios. Hecnos
]
ter¡a teológ¡ca, y n¡ siqu¡era el Papa tiene una como la traducción de ta B,lr,ia (realizada por el m¡smo Lutero)
autoridad super¡or a ellas. I
I
y su ditusión medianre la imprenta pos¡b¡lit".n ot"
i
i
"""u*.
t:¡ salvación El ser humano, a causa del pecado original, I La creenc¡a en la naturaleza humana pecadora y carente de li- j
:)- se gana por la tiene una naturaleza corrompida y deprava-
ibertad está en la base de esta tesis, qre atáa qu. ,ot ay i
lc y no por las da. Por eso, no esrá en sus manos ganarse b nada que er hombre pueda hacer para ganarse la sarvación.
I
salvación. Ésta sólo puede venir de D¡os, que consecuentemente, la promesa de salvac¡ón supuesta en ras
I
dota a los elegi.los con la grac¡a de la le. indulgenc¡as será cons¡derada, además de ¡nmoral, un Iraude.

16s
I
:-}
e
7
a
Algunas de las ideas que acabamos de ver: el relorno a las Sagra-
das Escr¡turas, la recuperación de su mensaje autélltico, el rechazo t
de la corrupción ecles¡ástica, que tenía en el escándalo de las in-
dulgencias su manifestación más evidente..., las adopta Lutero del
f
humanista Erasmo de Rotterdam. Tanta fue la ¡nfluenc¡a de Eras-
mo, que Lutero, una vez empezados la Reforma y el cisma con Roma,
o o
le pidió su anexión. Erasmo se negÓ; creía en la necesidad de re-
formar la lglesia, pero sin que estc supusiera una nueva d¡v¡s¡ón re-
d
I O
5
lig¡osa. Además, entre Lutero y Erasmo había ideas que los sepa-
raban de manera insalvable, sobre todo en lo concernienle a la con-
ñ
*
f,
cepc¡ón de la naluraleza y la l¡bertad humanas. Veamos esta polém¡ca'
E
8
t
I
Pensador Obra Concepc¡ón delhombre Problema de la libertad ü *
humalo no es libre, sil¡o todo lo
El ser
El hombre es un ser contrario. Su conrportamiento y sus 2.ó,
De sevo añ¡tio marcado por el pecado obras están determinados por el pe-
Martín Lutero (1525), que tra- y la maldad. Está, Por Adr.r rlá
cado. Por eso, la salvación elerna, coll
(1483-1546) ducido seria: De, tanto. falto.de libertad Y secuencia de la le, sólo se expl¡ca por tarP\¡é
s¡eruo albedio. debe a Dios todo lo que la gracia, con la cual Dios dec¡de do- c¡eru¡ár
hay de bueno en é1.
lar a algunas Personas. enlte
EIser lrumano es libre para escoger y doydr
decidir, por tanlo, es respollsable de s.§ talnc
De l¡be'o ahitrio Del¡ende el valor Y la obras. con las que se acerca o a'eja de defa ur
q¡.le
Erasmo de . (1526), que tra- d¡gn¡dad hurnanos,
,t
I
1
Rotterdam ducido sería: sé manifiestan en su li-
Dios. Así pues, la rede|lc¡ón de los pe qt¡ :e'
I cados y la salvacion se explican por dos
I (1469-1s36) Del tibre atbe- bertad y capacidad Pa- factores: la qracia conced¡da por D¡os Es]- (
drío. ra acercarse a Dios. y la l¡bertad que pos¡bilita que se actÚe se dro
de acuerdo con los propios preceptos.
ot( -ar

des ali¡
La Contrarreforma fra . r¿

su\r
La renovación interna deseada por Erasmo, el relorno a los Evange- pr¿. rc
l¡os y la renovac¡ón de la illstituc¡ón, como medio para acabar con la
corrupción y la ignorarrcia ilnperantes en- Erl F

tre los clérigos, llegÓ bastante más tardc leza. S


con lo que se llarnó Contrarreforma. Y es futns
que los Papas no estaban demasiado in- hag(e
teresados en una renovación rel¡giosa, por ce, -st
lo que ésta iba posPoniéndose. tarylq, I

t Es.- cr
Ante el aumento de pos¡c¡ones protestan- ¡mE{s(
tes en Europa, la lgles¡a de Roma no tuvo licas q
más remedio que poner en marcha un pro- el *na
il Í.
a. ceso que pusiera f¡n a un panorama cada
tl
vez más desolador. La Reforma de la lgle- Es§c
!
sia romana se inic¡ó dos meses antes de litL.,.rr(

I mor¡r Lutero, en el Concilio de Trento la l¡ed
(1545-1563). En esle Concilio se lrató tan- los ,st
to de reformar moralmente la lglesia como ría,¡(ol
de fijar el dogma católico ante las tesis pro- tas drt(
I
testantes. ¡ntÉÉs
Et Concilio de Trenlo, de ¡tziar}o.

166

.i¡xr"-..-
tt,).1 .t7

:o
't-

I
s
a
e, o
}'
É La cúr¡os¡dad de los hombres del Rena-
c¡m¡ento no tenia lím¡tes. Esto, un¡do a la
E
I d renovada confianza en las posib¡lidades
humanas, impulsó el crecimiento y difu-
t s¡ón de la mag¡a y de otras práciicas eso-
:1, t: téricas que tenían como linalidad cono-
§
I cer los secrelos de la naturaleza y, por
II tanto, dominarla en benefic¡o de los hu-
manos-
ü

o i
2.6. Renovación científica
Además de todo lo que hemos visto hasta ahora, el Renacimiento
tamb¡én constituye un punto de inflexión por lo que se refiere a la
ciencia. Como comprobaremos en el próximo apartado, los éxitos
en este terreno mcd¡ficaron la imagen que el hombre tenía del mun-
do y de sí mismo y, además, inauguraron definitivamente la ciencia
s lei y como la entendemos actualmente. Tanto es así, que se consi-
dera un fruto primord¡al de este período la revolución científica
que llevaron a cabo hombres como Copérnico, Kepler o Galileo' Paracelso
S
' Durante el Renacim¡ento se v¡vió
S Estos descubrimientos fueron pos¡bles porque en el Renac¡miento
un incremento espe€tacular de las
I se dio una serie de condiciones que eran ¡dóneas. El nuevo valor
i. práct¡cas mágicas Y esotéÍicas.
otorgado al hombre y ta confianza en sus posibilidades y capacida- Esto, por paradójico que nos Pue-
{les al¡mentaron la curiosidad de los renacentistas, que se volvieron da parecer en la actualidad, favo-
hacia la naturaleza confiando en descubrir sus misterios ocultos 'Re- ..feció.considerablemente la con-
sulta, por eso, una época en la que abundan los experimentos, las solidación de la c¡encia moderna
prácticas y las invest¡gaciones de todo tipo. La mag¡a natural¡sta del Renaci-
a m¡ento se convirtió en un cono-
En el Renac¡miento predominÓ una visión an¡m¡sta de la natura- c¡miento y una Práctica Precien-
tíficos porque ¡mpulsó la manipu-
e leza. Según ésta, el universo se encuentra constituido y unido por
lación y experimentación como un
's tuerzas o energías espirituales que, de manera parecida a como lo proced¡miento habitual en el Pro-
hace el alma humana, animan y explican su funcionamiento Cono- ceso de conocimiento de la natu-
)l cer estas luerzas esp¡rituales ocultas permite manipularlas y, por lo raleza.
tanto, Cominar y poner al servicio del ser humano todo ei universo' Entre los numérosos magos de
[sta c;eencia tuvo un papel fundamental, pues, junto con otlas, esta época, destaca el ilustre Teo-
inrpulsó y promov¡ó el ¡nterés por la magia, la alquimia y otras prác- phraslus Bombasi von Hohen-
) licas que tenÍan como obietivo descubrir los vínculos secretos enlre heim, conoc¡do como Paracelso
(1493-1541). Cultivó Y dom¡nó nu-
el alma natural y el alma humana.
a merosas d¡sciPl¡nas: astronomía,
f ilosof ía, magia, medicina, alqu¡-
Istas ciencias o .pseudociencias. (depende de cómo se m¡re) cons-
m¡a, astrologí-a... Pero, de todas
e tituyeron un precedente de Ia futura ciencia moderna (en especial,
ellas; la que consideraba más ex-
la nredicina, la quím¡ca, la farmacia...), ya que con sus procedimien- celsa era la med¡cina, Porque te-
t- tos es'.able.ieron las bases del experimental¡smo que más tarde ha- nía como objetivo la armonía Y el
ria progresar las ciencias naturales. En otros casos, en cambio, es- r b¡enestar humano.
)- - las artes no pasaron de ser práct¡cas esotér¡cas sin ningún tipo de
li rler és o valor científ¡co.
I

167
7
I

3, La revolución científica ALy.iu,


de r.,o¡
La revolución científica puede considerarse el fruto más precioso de lle-1r¿
la aclilud renacentista. Estudiaremos esta profunda transformac¡ón en al srste
este apartado. Veremos cómo astrónomos, físicos y matemáticos, re- ciñI ¡

cuperando ideas de la Antigüedad clásica, revolucionaron la c¡encia. poco a

rI
CU IA
3.1 . Copérnico: la belleza del heliocentrismo
observ¿

Por otr(
Hasta el año 1530 Copérnico no ex!ruso por escrito, en el famoso De se ní¿
Revolutionibus Orbium Coelest¡um,la revolucionaria tdoría del he- tos físic
liocentrismo, a pesar de que la habia ideado mucho antes, Aden¡ás, lasle,
la obra no se publicó hasta el '1543, año de su muette. trar¡as,
La revolución que Copérnico comenzó no fue consecuencia de sor- des ,c
N¡colás Copérn¡co (1473-1543), de origen
polaco, muy pronto moshó gran interés
prendentes descubrimientos, ni tan sólo respondía a la necesidad cie :'s{p
,ec,.¡e
adaptarse a nuevas observaciones astronórnicas. Al contrario, el he-
por la astronornia y por la actrvtdad tnle- liocentrismo nació de una nueva orientac¡ón teórica, de la certeza de
lectual de ltalia. donde enlró en conlaclo
con los human¡slas renacenlistas- que los mismos hechos podían ser expl¡cados según modelos teór¡cos -¡^o
Sol cl
diferentes. Contribuyó a este cambio de perspectiva la int¡uencia de los
c .dr
pensadores.griegos. Entre éstos cabe destacar la ¡nfluencia del plato-
ie¡q,,
nismo; pero, sobre todo, la lectura del helen¡sta Ar¡starco de Samos. ¡,..,rnt
eJ<iá
"J
Copérnico estudió en Bolon¡a con el platónico Novara. y su ¡dea de situar ouJor
7. Comprobamos en este texto la influen-
I en el cenlrc del univeÍso el Sol, en lugar de la Tierra, no lue el resultado de
cia que luvo elneoplalonismo en elgito d¡{¿rs
nuevas observaciones, sino de una nueva interpretación de hechos viejos
y bien conoc¡dos a la luz de ¡deas semirreligiosas platónicas y ñeoplatón¡,
copernicano. Y es que, s¡ platónica- slarJo
cas. Podemos raslrear la ¡dea fundamental en el l¡bro Vl de la Rep¿blica de
mente el Sol simboliza la ¡dea central (el clro
B¡en), ¿qué lugar deberia ocupar el Sol
Platón, donde leemos que el Sol tieñe e¡ mismo papel en el ámbito de las
cosas v¡sibles que la idea de bien en el ámb¡lo de las cosas inv¡s¡bles. Con- en el cosmos? DApr
secuentenrente, el Sol, que da a las cosas su v¡s¡b¡lidad, su vita¡idad, su de-
- Bepasa lo que dijimos sobre Atistar- clull¡l
sanollo y progreso, ocupa el lugar más alto en la ¡erarquia de cosas visibles co de Samos en la undad 4 y seña-
P^r c
de la naturaleza. la cómo las ideas de esle pensador
el rnor
Popp6. K-, El desaftollo del conoc¡m¡ento cbntil¡co. pudieron influ¡r en Copérnico.

para F
La gran motivac¡ón de Copérnico, sin enlbargo. era encontrar una oici
explicación más sencilla y racional para el movimiento observado de
los astros. Y es que el geocentr¡smo arrastraba desde hacía siglos
D-rn
- B¡blia,
una ser¡e de problemas de difíc¡l solución. La comple¡¡dad era lo que
Deferenle licAnl
más preocupaba a Copérnico. En el sistema geocéntrico ptolemai-
lidad c
co, para hacer cuadrar las observac¡ones del
-en apariencia- ca-
ót¡co movimiento de los planetas debía recurrirse a un complicadó
el1¡v
¡\ \ ricame
sisterna de esferas: una esfera inmóvil en el centro, donde se situa-
,.|. te, Jar
ba la Tierra, una esfera en el extremo (la esfera de las estrellas fijas)
llaA)o
a y en medio cada una de las esferas (deferentes) concéntricas a la
\I 7t Á fó¡,.,a t
Tierra donde se situaban los planetás. Éstos, además, giraban atre-
dedor de un punto ¡mag¡nario (ep¡centro) dibuiando otra esfera (epi- )d
a
ciclo). Para armon¡zar este s¡stema con las observac¡ones astronó-
-Dtar¡slote
micas, cada vez más precisas, se llegó, en tiempo de Copérn¡co, a ce ib
Sisloma geocénlnco ptolemaico que Co- hablar de más de 70 esferas. Esta comple¡idad no ligaba con e¡ m^n(r¿
pérn¡co rechaza. ideal de sencillez renacenlista que lanto habia seducido al astrónorno. co- .,o'

168
L-, v*

tlt,t L t7
Aunque el s¡stema heliocéntrico
de Copérnico contenía una senci-
(!e llez y racionalidad muy super¡ores
al sistema geocéntrico, la simpli-
re - "-4.,..
re- c¡dad y sol¡dez matemát¡ca fue
poco apreciada, ya que tampoco
cuadraba perfectamente con las .,
observac¡ones astronómicas.
1d- ¡,
Por olro lado, la cosmov¡s¡ón que
D* se tenía y la falta de conoclm¡en-
re- .
tos fís¡cos necesarios hicieron que
ásY las nuevas ¡deas resultasen con_
trarias al sent¡do común. Todo esto, unido a las La explos¡va teoria heliocénlr¡ca, que su.
objeciones hechas peraba mag¡stra¡mente la compte,rdad e
desde divcrsos ámb¡tos, provocó que el
..r- sistema copárnicano no fue_ rnel¡cac¡a del geocenlísmo. no se publt_
'le! ra aceptado hasta mucho más tarde.
Veamcs algurras de estas ob-
co hasta el 1543. Lo h¡zo pocos meses
jeciones: anles de la muene de su autor, que la de-
dicó al papa pabto t, y apareció prece
lev De orden geométrico. El mcvimiento cia la T¡erra alrededor drda de un prólogo anónmo q.¡e, para evi
- del lar problemas, la preseñlata como r¡na
Sol debería modificar nuestra visión Ce las simple hipótesis.
estrellas fijas.
Á"i"orno
desde lugares distanles tenemos perspectivas
:r- diferer¡tes de un ob-
jeto, esto mismo debería pasar
con las estrellas a causa del movi-
miento de la Tierra. Copérnico soluc¡onó la
objec¡ón afirmanOo que
el diámeko de la órbita que d¡bujaba
la trayector¡a terrestÁ-aire_
dedor del Sol era insignif¡cante en relación
á la distan"i" l.e"p""to
de las eslrellas. Esta respuesta, s¡n embargo,
no resultaba jema_
siado convincente, ya que tan sorprendente
era el heliocentrismo
como la defensa de d¡stanc¡as ¡nconmensurables
del universo.
De orden mecánico. Si la Tiena se mueve,
- ¿cómo es que no per-
cib¡mos su movimiento?, es que los
¿cómo cuer_
pos caen verticalmente y no son desviados
por 8. El sistema copernicano resultó explosivo y
el r¡ovimiento de la T¡erra? Fue necesario sus ¡nno-
esperar vaciones revolucionaron la cosmovisión del
momento.
a las investigaciones físicas de Galileo y
Newton lnnovaciongs
para poder dar una respuesta sat¡sfactoria .
a esta La Tiena no es el ce¡ko, lo es el Sol.
1 objeción. . L6 plar¡das g¡ran en esferas cmcáúicas
alEdedor del Sol.
. La Tierra no es inmóv¡1, te alectan
De orden religioso. Si se ¡nterpreta literalmente tres l¡pos de mov¡-
;_ - la
B¡blia, ésla resulta incompatible con la teoría
he- Ahora b¡en, Copérn¡co, seguramente por la falta
liocénlrica. Diversos pasajes hablan de la inmov¡- de
observac¡ones más precisas y de conoc¡mientos
lís¡_
l¡dad de la Tiena y de su ub¡cación privilegiada cos más avanzados, todavía conservaba caracteristi_
en
el universo. Estos pasajes, ¡nterpretados metafó_ cas del sistema antiguo.
r¡camente, no constituian ningún problema y no
al_ ldeás consewadas
teraban en nada et mensaie cristiano, pero
en aque_ . Existenc¡a de la esfera de las estrellas fiias.
lla época todavía no se aceptaba la lectura
meta_ .
fó¡ica cle la Biblia. I Movimiento c¡rcutar y uniforme de los
dan€tas.
I . Si§ema formado por los s¡gurentes
planelas: MercuÍo,
-- De orden cultural. Desp[és de s¡glos de tradic¡ón venus, lrena. Mañe, Júpiter y Saturno.

aristotélica-ptolemaica, el s¡stema copernicano ne_ Señala cuáles de las ideas que Copáñ¡co conser-
ces¡taba t¡empo para que la sociedad cambiara
- vó del sistcma antjglro se mod¡l¡caron posteíor-
la
ntanera dc entender el universo. ya que la ant¡qua mente hasta llegar a la visión que tenemos actual-
r:osntovisión estaba f¡rmemente asimilada. mente del un¡verso.

160

ü
7
L.'ti
g.2. Francis Bacon, filósofo de la ciencia L1¡É
Franc¡s Bacon representa sin duda alguna uno
de los pensadores ,Aq,
más ¡mportantes de su tiempo Natural de Londres' es- ¿ Jr,
"ipiti"tr"
tuJL en Camor¡¿ge y en Francia, para después
ejercer la abogacia s\cr
pátitica. ttomore oe espíritu ambicioso' mostrará L*¿o
v ."guit de-
'rüürrn-inqr¡"trd
""tr"tu ¡ntelectual que se manifestará tanto en sus lé.rlic
tiempo como en la
]loJo" ,"ná"", "n profundidad la ciencia de su

fJ*uf -*,On de una nueva utopía politica' La Nueva Atlántida'


cl

El poder del conocimiento ^s¡


cl
y esoléricas la con- ati
Bacon comparte con las práct¡cas mág¡cas
según
;;;;;;^ las capacidades dominadoras del ser humano'
de la naturaleza
á1""", ¡" r¡"a,,1ád del conocimiento es el dominio Medianle la
vi- Ji, irrn"ror*".¡ón dt' ésta en benef ¡c¡o clel hot¡bre SJ

Bacon, barón de Verulam (1561-1626)' rerno o --. g


sobre la tien'¿r 'su
Mó una rápida y corta cárrera
politica: ac_
l¡encia, et hombre ha de poder ¡nstaurar
cedió ál cárqo de Canciller de lnglatera' requ¡ere primero un profundo -LtÉ
Dero. acusado de corrupción, two
que re 0..i"¡.,,. Ahora b¡en, este dom¡11¡o En pal''-
¡\
Iono"i-¡"rto de la naturaleza y de sus mecanismos' es nece'
!
iirarse de la aclividad polít¡ca' Entonces al
I cornenzó una vida de total ded'cación a Or". ¿u 4""o", «se vence a la naturaleza
obedec¡éndola";
la crencia y a la fllosolia Bacon no
perle- a la téc-
pero ;;;, ;r;;, la naturaleza y sus leyes para acceder
al Renacimiento
nece ttqurosatnente
y "";"cer
nica que nos Permila domarla'
sulnó proft¡lldameltle su influencla sus
temas son los pfopros de esta época' t lgualr

Clasificación de las ciencias


tra vi
proyecto que nos habría de condt* ir
Bacon se propuso un gigantesco I rJO
Obedecer a la naturaleza que puede acceder el ser
,i"á¿qr¡"c¡bn oe toáo el conocimiento al I
9¡qt¡
La cienc¡a del hombre es la med¡- Áumaná: h ,nstau ratio magna o
gran restauració"
!l"i:.d' 1"lf:
da de su Potencia, Porque ignorar poseia Adán en el lar- I
qr" t""uperar el conoc¡miento que
la causa es no Poder Producir el del paraíso)'
efecto. No se triunfa sobre la na-
io¿n "n la naturaleza, antes de su expulsión
"on"¡"tiu
iin o" I I
lo "oot"
turaleza sino obedeciéndola, Y seis parles' aunque úni-
El plan de la ,nsla urat¡o ñagnacomprendía I
que en la especulac¡ón lleva el primeras:
nombre de causa conv¡értese en camente deló acabadas las dos i
!
regla en la Práct¡ca. I
1- Clasif¡cac¡ón de las c¡encias'
FÁncis Bacor, Novu¡n Otganon' del
t¡losófico' Consiste en una explicación I

'2. Presentación del método


#*il;;",¡t y sus procedim¡entos' Es sin duda su aportación más I

I
¡
valiosa.
I

9. Bacon mueslra buena Parte de humanos' de forma ra- I


Se trata de una división de los conoc¡m¡entos
la original¡dad de su Pensam¡en- historia' poesía y filoso-
to en el Presente texlo, PU€s con- zonada, partiendo de tres ramas bás¡cas: I
del alma: me- I

cibe la ciencia como verdadero t¡". Értri se corresponden con las tres lacultades presenta sus
de ellas
fundainento de la l¡losofia' a la rnlá ¡*"g¡n""¡o ny razón' Después cada una
vez que contemPla su capacidad prop¡as ramif icac¡ones'
para convertirse en inslrumento
de la naturaleza' c¡e¡cia
de poder del hombre Para domi- La f¡losofía aparecerá dividida en: ciencia
nar el mundo. Pero nos avisa todo esto en su-obra oe
i. ái.i v .¡L^"¡" del horll're' Explica publicada
/a

ioualnrente de que Para some- en 1623'


tárla hay que obedecerla' ¿Oué
á,grii¿'y da p*sreso de las c¡encias'

lectura crees que desde la ac- que [)enciona' s¡no que se dedica
Bacon no desarrolla las ciencias
lual¡dad Podemos dar a d¡cha que deben
a nu"", sobre su importanc¡a' los temas
af¡r¡l¡aciólr?
<lel¡en valorar en su campo el saber
"ons¡du,rc¡olles heredado'
Inr"it¡ga v
"¿nto

170
7
Crítica al saber tradic¡onal: los ídolos del conoc¡m¡ento
)ir lcia
El método baconiano presenta una faceta deconstructora o negat¡-
rilr- ldores
va, que consiste en la denuncia de todas las posibles causas de
)!1('1CS, eS-
error, como !a falsa fl/osofí? y los prejLric¡os o ídolos del conocimiento.
¡ - rflaai¡
Su crítica a la falsa f¡tosofía se ref¡ere a tres formas de filosofía que
). nlosl rará
Bacon considera igualmente indeseables: la íilosofía sofística-d¡a-
.r\, ¡s (rE- léc!¡ca, la empírica y la sLtperst¡c¡osa.
l.Jiro elt la
Lá sofist¡ca-d¡aléct¡ca peca por tratar de imponer a la naturaleza prin-
- cipios que establece a prior¡, de modo que determ¡na la manera pre-
suntarnente correcta de interpretar la realidad, violentando a los he-
chos para que se ajusten a sus planteam¡entos. Así por ejemplo ac-
:1r\, COn-
tuaría Aristóteles.
no, Segarn
La f¡losofla empfrica merece tamb¡éri severa crítica, pues apoyándo-
ni\i aleza - se en un número reducido de observaciones, consigñadas s¡n ningún
?i:ítnte la sistema n¡ rigor, se permite aventurar rápidamente h¡pótesis y ax¡omas La ¡nocenc¡a del niño
:iñ7.)ino o generales. Pecan de ello muchas veces los físicos y los quím¡cos.
Hemos hablado de cada una de las
PHflr¡](lí) La filosofla superst¡ciosa comete su error al mezclar la física con la
ilr¡ri:rla
- teología y las creenc¡as basadas en la trad¡ción y la fe. Bacon reclama
especies de ídolos y de su vano frri-
llo; conviene por lormal y f¡rme re-
asÍ la autonomía de la ciencia frente a la religión. Ejemplo de dicho enor solución, proscribirlos todos, y l¡-
son, en la época griega, las teorías de Pitágoras y Platón. bertar y purgar definitivamente de
ellos al espí.itu humano, de tal suer-
te que no haya otro acceso al rei-
no del homt¡re, que está fundado
lgualmente, Bacon insiste en qüe hemos de l¡berarnos de los prejui-
en las ciencias, como no lo hay al
riios y las ¡deas preconceb¡das que obstaculizan y distorsionan nues-
re¡no de los cielos, en el cual nadie
.'i¡--clltr:ir' tra visión da la realidad. Estos prejuic¡os, que son el verdadero ene- es dado entrar sino en figura de
.ri+¡. rl tr:r migo del conocim¡ento, Bacon los llama ídolos del conoc¡miento. niño.
i:t \-, lx,r . ílisiingrre lo; siguientes t¡pos: Francis Bacon, Novtm Orgaron.
r ;ri r . r! iirt

TDo ldolos de la trlbu ídolos de la ca,/erna Ídolos de la plaza ldolos delteatro


rr:\r: L:lli- El e3pir¡tu humano r'ro recabe Todo hombre, indepen- Los hombres creen que su Cuantas filosofias hay
cor siErei(l¿¡{lla co- dienlerñenle.le los erro- razón manda en las palabras;
k¡z de las hasta la fecha iriveniadas
,o sas, s¡no que mezcla en eila res cornrrnes a todo el gé- pero las palabras ejercen a y acreditadas son, según
sú voluntad y sus pas¡ones; nero humano, lleva en si ntenudo a su vez una in- nosotros, otras tantas l
T as¡ es coüo se hace una c¡en- cierta caveina en que la flLrencia poderosa sobre la in- piezas creadas y repre-
I
(ji.¡ ! srr guslo, pues l¿ verdad hrz .le la 0atrrraleza se teligencia. qúe hace la filoso- sentadas cada una de las l
:,iarl l-rl¡1,
iIr{i r!r.is iácik¡¡nile a(lni¡le el qrricDra y es corromp¡oa. fia y las ciencias sof¡slicadas crlales conliene l¡n rntln-
lr,¡i,l,re es l¡ .lr¡e desea. y ociosas do ¡mao¡nario y te¿ltral.
I
So¡ prol)¡os de la especie hu- Son propios de cada honr Son aquellos que teflale-
El sent¡clo de las palabras, es-
:
I ),jll,)sr l mana. que tienale a entender bre, que irterprela elmun lablecido s¡n rioor en el tra- mos a aceplar porqr¡e los
§
'o ¡o que le rodea según sus pa- Co segúr su personal¡alad kr entre lars seres hurnanos, mantiene la aütor¡dad, irl
(,, rámetros (gustos, prejuicios, o cosmovisión. Así, las impone r¡Das dist¡nciones q(le ckrso cuando estas ideats :

limitac¡ones) y a personalizar tendencias o pred¡spos¡- nos illipiclen sr¡ cofiecta ir- contradicen nlreslro sen-
§c.
c¡ones de cada uñLr d¡s- lerpretaciórr, ya sea porqLre t¡do común.'
torsionan su v¡s¡ón. desigrra cosas que no exis'
ten o porque las expresa (le
I ri'ar i.\-. /.i fornra confusa. I
(iree¡ que una planta se ha Creer que la acup¡rntura La palabra l¡bertad puede te- Creer que ltacer deporte
o
i llrarclritado porque está tris- nc es un buen mélodo cu- ner diferente senlido según la es periudic¡al porque lo
E
l(: rativo porque hemos tenr- persona que la pronuncia o herros leído en r¡n l¡bro.
' iii)i^ill
i o
I do una mala experiencia. escribe-
t I

I
I 1,
¡
1,,
i 171
I

l i
7
Meláfora de la abe¡a El nrétodo inductivo 3.G^
Las cienc¡as han sido tratadas o La faceta positiva del método baconl3no corresponde ¿rl desarrollo
por los empír¡cos o por los dog- ( iiol(¡ntx)
de una metodología a.lecuada para conseguir la restauración de las
mát¡cos. Los empír¡cos, semejan- r;k¡iciSr r
c¡encias. D¡clra metodología debia nundarse, en lugar de la lóg¡ca de-
les a las horm¡gas, sólo deben re-
ductiva del silog¡smo y los principios establecidos especulativanrente
corti\a(
coger y gastar; los rac¡onalistas, (latr€, -l (
semejantes a las arañas, forman a priori, en la lógica exper¡mental e ¡nduct¡va, que sólo un¡versali-
telas que sacan de sí mismos; el
secugrtia
za a posterior¡, a partir de una exhaustiva y conc¡enzuda valoración
procedimiento de la abe¡a ocupa
de la experiencia y la suma de casos particulares- El prol-rien'
el término med¡o entre los dos; la
lactor !¡(
abeja recoge sus materiales en las PartiÍnos de la observación de los hechos part¡culares, pero nc
flores de los jard¡nes y los cam- Él v, en cr.r
una observación arbitrar¡a, s¡no exhaust¡va y metód¡ca. Si quere-
pos, pero los transforma y los des- r¡cá, s1¡¡
rnos estud¡ar un fenómeno cualquiera, nos planteafiros cn qué si-
lila por una v¡rtud que le es pro- sr¡ tr)ag(es
pia. Ésta es la imagen del verda- tuaciones se puede presentar, en cuáles está ausente, con qué ¡n
dero lrabajo de la fllosofÍa, que no tensidad aparece en cada caso e que tiene lugar, elc. Y vamos re Si Dios y ir
se fía exclusivarnente de las fuer- cogiendo los datos obten¡dos a partir de la confecc¡ón de tablas turaklt¡
zas de la humana inteligencia y ni (presencia, ausencia, grados). ba en la te
siquiera hace de ella su principal suratl )t¡
apoyo; que r)o se contenla tanr- Una vez obtenidas las tablas y analizados sus resultados, nos ele- rtera vez. f
poco con depositar en la memo- vamos lenta y progresivarnente hacia proposiciones más genera-
ria. sin cambiarlos, Ios rnateriales
infiniii la
les. Bacon considera que este método nunca se l'ra probado de esta (lenteEqnt
recogidos en la historia natural y
en las artes nrecánicas, sino que
rnanera, y que es el único camino para asegurar el conoc¡m¡ento ): lede. or
los lleva hasta la iÍ¡teligencia mo lonrular no yá hipótesis sino verdaderas leyes sobre la naturaleza. rlra. y ¡\r' f
dif¡cados y trar¡sformados. Por un luq p;
esto lodo debe esperarse una La Nueva Atlántida "
aliarrza íntir)ra y sagrada de esas
cie dr;¡ll: .

dos lacultades experimental y ra- r:ettlrr.r y,


Fratlc¡s Bacon, corno ya hetnos cotnenlado frreviar¡rente, adenr¿is ¡rr
c¡onal, alianza que aún no se ha
ver¡f¡cado.
de dedicarse al estud¡o del nréiodo científico y la fu¡ldarnentacióil lirrrr,r Ja
lilosófica tamb¡én realizó uria utopía política, s¡gu¡endo lOs ejenr- sL;steryqti,
Franc¡s Bacon. Noyum O,.gánon. plos de olros pensadores corno Thomas More o Tomrnaso Carn- {luisrc¡r.. r. I
panella. rJ<;ble »rldi
!er)tes, iror
Bacon ilustra la sociedad que p¡edica en su nr¡vela [alltásiica I-a Nuc-
en van-{-a
va Atlántida. Se lrata de una sociedad rernota qúe encuentran unce
navegantes en los nlares del Su¡r En esta sociedad hay una instit -
ción que se ocupa de asegurar el pÍogreso del conoc¡nrieflto y de
su aplicación para producir todas aquellas cosas que ayuden al ser 10. A r\(ls
humano a dom¡r¡ar la naturaleza. Esto lo hace nrediarlte la orgarl¡- {i ¡, } (

zación de la ¡nvestigac¡ón científica: gestlcin de los fottdos, man- tkl§br


p. Jr¿
tenim¡ento de las ¡nlraest,ucturas, etc. fuirrl;t¡
Pero sobre todo se ocupa del reparto de las tareas, pues la com-
un¡ d(r,
plejidad de la naturaleza requiere la div¡s¡ón del trabajo en la ¡nvesti-
gac¡ón científica, y por tanto la colaboración entre los individuos. y
gracias al método bacoÍriano. que las hace puramente mecánicas. - ',Qtr

todos están capacitados para cualquiera de ellas: desde ¡os que


recogen observaciones y hacen experimentos, pasando por los que ,a¡¡n
elaboran ¡as teorías científ¡cas, hasta los que se ocuparl de ingen¡ar i lri
aplicac¡ones técnicas de d¡chas teorias.

A medida que se plodujese dichc progreso, la sociedad iría avan-


Bacon corfia en la ciencia para conslruir zando hac¡a una ordenac¡ón social basada en la ciencia, qL¡e lle- osi
lJf
la sociedad perlecta. gará a constiluir una especie de religión.

172
7

I 3,3. Bruno o el universo infinito


ollc,
G¡ordano Bruno no es propiamente un científ¡co, pero lo hemos in- )
b I cluido en esle apartado porque su filosofía puede cons¡derarse una
cle-
ccnt¡nuación filosólica del sistema copernicano. Bruno, profun-
'n lt-- (iamenle convencido del nuevo paradigma, Cesprendió de él con-
uli-
secuencias que n¡ el propio Copérnico llegó a imaginar. *
El l)roblema central que trata de resolver la teoría de Bruno es la re-
lación Dios-mundo. S¡ D¡os es infin¡to, nada puede estar fuera de
no
El y, en consecuencia, el mundo forma parte de D¡os. Esto no signi-
fica, s¡mplemente, que el mundo esté comprendido en Dios o que sea
tt- su n:r:nifestación, sino que el Mundo es D¡os, se ident¡f¡ca con Dios,
I
t-e- Si D¡os y Naturaleza quedan identif¡cados, y D¡os es infin¡to, la Na-
luraleza también lo será. De esto encuentra una convincente prue-
ba en la teoría heliocéntrica de Copérnico. La distancia ¡nconmen-
srrrable entre la Tierra y el resto de las estrellas, de la que, por pr¡-
!e- mera vez, habló el astrónomo, se transforma en Bruno en una distancia I
irf¡n¡ta. La concepción del universo que subyace resultará sorpren-
-ta (lentemente actual, ya que imaginó el Sistema Solar como una par- G¡ordano Brúno (1548-1600) n¿ció en
le de olro sistema todavía más amplio, y éste, dentro de otro siste- Nola, cerca de Nápoles. A los (l¡ecioclr)
iJ. años entró en la ordefl de los dor¡ir¡¡rios.
. Ira, y así hasta el ¡nf¡nito. En este sistema ninguna estrella ocupa pero al cabo de diez años ya h.il)ia {J¡o-
Ún hrgar pr¡vilegiado, cada una constituye, a su manera, una espe- cado con las autoridades de la or{len, ra
zón por la que la abandonó e inrció lrna
cie de sol. Así, cualquier punto del cosmos puede ser v¡sto como su
vida de constañte peregrinac¡ón p(n Eu-
centro y, fior tanto, estrictamente ninguno lo es. ropa. Alaño de haber vuello a llalia Ír¡e
acusado de hereje. En '1600, desBrés de
Iirnt,: cl panteísmo como la concepción ¡nf¡n¡ta del universo que un iúicio que duró siete años, h¡e con
t)- s.)srenía Bruno resultaban ideas demasiado peligrosas para la ln- denado a morir qr¡emado.
,¡Lrr:rit:ión. Éste trató cle protegerse escudándose en la teorÍa de la
, k;l¡le verdad (teólogos y filósofos tienen funciones y objetivos dife-

rH rles, por tanto no es extraño que sus ¡deas no coincidan); pero fue
9-
ixr !ano. La negaliva a retractarse le llevó a la hoguera en el año 1600.
Aclo de ¡e de Giolamo Sayor¡iyora, aronül().
,
ldeas peligrosas
er 10. A causa de sus ideas,.Bruno fue juzgadb por la lnquisi-
tl- ción y condenado a la hoouera. Fue quemado vivo el '17
') ilc febrero de 16C0. El hel¡ocentrismo, que de entrada no
parecia peligroso, pasó a serlo cuando se util¡zó como
ir¡ndan¡ento de la concepción inf¡nita del un¡verso y de su
(lentificac¡ón con D¡os. Este pante¡smo tue cons¡derado
r¡ra doctr¡na herética y peligrosa. Organizaos en grupos
r ¡ntentaC poneros de acuerdo sobre eslas cuesliones.
(,.Gué es una ¡dea peligrosa? ¿Por qué mot¡vos pue-
,-le co[verlirse ur¡a ¡dea o teor¡a en pel¡grosa?
v Étít
¿fJor qué le parece (lue err l¡empos de Copérnico y
Iiftrno la concepción infin¡ta del un¡verso resultaba tan ltr I
exlraña? ¿Crees que aclualrnenle sucede lo mismo,
e! (lec¡( nos cÚesta aceplar la ex¡stenc¡a en el espa-
irir, {lu distancias ¡rrlrnilas o, por lc menos, gigantes- ill fT' \
,...s? ¿Por qué?

¿(ht¿ ideas l)t¡ede rlecirse qlre aclualmente son pel¡-


llrclas? ¿() er.I¡() hoy yar no l¡ay ideas qúe lo sean? iY ]ffi
t73
7
3.4. Kepler: la renuncia a la circularidad 3.5. c:

La aceptación de la nueva imagen heliocénlrica del trtutttlo artargó


despacio y en med¡o de muchas dificultades- Tuvieton un papel de-
cisivo dos astrónomos del momento: Brahe y Kepler, Ambos, a stl
manera, contribuyeron a confirmar el heliocentrismo copernicano'

Uno de los grandes observadores astronÓmicos de toda la historia


lue Tycho Brahe (1546-1601). Sus registros, las Tablas Rudolfinas
I
(costeadas por Rodolfo ll), constituyen las ob-
servac¡ones astronóm¡cas más r¡guro- I

ii sas hechas sin instrumentos ópticos.


La carrera de Brahe comenzÓ a los
catorce años, cuando un eclipse so-
lar le impresionó Profundamente Y
le despertó un gran ¡nterés Por la
astronomía. Pero Brahe, un exce-
Johannes Kepler ('l 571 -1630) consiguió lente observador. no fue tan buen
del maestro Tycho Brahe los minuciosos
fal¡¡¿ac t
L¿r
teórico. Para eVitar los confl¡ctos
y precisos dalos astronómicos que h¡cie' Medici (le F
ron posibles sus descubr¡mientos.
que ¡mplicaba el heliocentrismo, pro-
puso un modelo astronónrico geo-
la Corta\ilr
en la Heoúb
hel¡océntr¡co, En este modelo, la Tie-
poder ( -\ c
rra se mantenía como centro del universo fycho Brahe nüdo ere{el
y a su alrededor giraban el Sol y la Luna. El
sobre l¿ )lir
resto de los planetas, en cambio, g¡raba en torno al Sol. Esta era una
su llam¡{a i
solución de compromiso para evitar las objeciones y los problemas
que rodeaban al hel¡ocentr¡smo. El recrur.leci
Contrariamente a Brahe, Johannes Kepler no destacó como ob-
produt( )n
servador, pero fue un genial teórico. Gracias a urr prolesor de la Uni- mossxlr¿
versidad de Tubinga, que pronto reconoc¡ó su talla inlelectual' le fue- dos gr; ,et
¡Oopérnico estaba equivocado! N¡ las y el lreliaqer
órb¡tes son circulares ni el mov¡miento de ron reveladas las ideas copern¡canas. Este s¡stema le atraio prolun-
los planelas alrededor del Sol es un¡for- damente por rnotivos estéticos, matemát¡cos y teológicos: Dios ha so, GaI .,..,..
nle: cuando un planela está cercá del Sol' jurar tlg{1;
creado el universo con arlnonia y belleza matemát¡cas.
se mueve más rápidamente que cuando docentu, y t
está leios de él Marav¡llado por la bclleza y armonía del universo, vien- rias. A ñal
do en D¡os un Gran Geómetra capaz de diseñar un continual' si
cosmos matemát¡camenle perfecto, Kepler se pro- el nrocli fí
puso clescubrir el tnodelo geométrico en que se ha-
bía basado. Prouto se s¡ntió lrustrado: no había ma- Apor!-vi<
nera de hacer co¡ncid¡r los dalos observac¡onales de
Brahe (los meiores que n¡ngún astrónomo había ob- El grar),r¡ól
tificos r,,,: íL
ten¡do antes) con su modelo teórico. Decepciona-
do, luvo que renunciar a su modelo, es dec¡l a la c¡r'
yrnoslf\ al
cularidad celeste. Desde siempre se había asegura- del het.¡cc
do y cert¡ficado que todos los movimientos del mundo c<.rpio rArt':
potentes tei
celeste eran perfectos, o sea, circulares y unifot mes;
ahora, se demostraba lo contrar¡o. Kepler se lamen- época)-r r

ló de haber descub¡erto que no es así, que el Gran


Geómetra había diseñado un Sistema Solar con ó¡-
I cielo, Galil(.)r
se con l;c
b¡tas planetar¡as no circulares, sino elípticas. ües¡taba oa

174
t) )\'17

3.5. Galileo, un científico moderno


ó Gal¡leo Galile¡ (1564-1642) nació en
Pisa, hijo de una famil¡a Próxima
.r-i a la cultura humanística. En la uni-
) versidad de esta m¡sma c¡udad co-
menzó sus estudios de medic¡na,
hr aunque en seguida los abandonó
por la investigac¡ón matemática.
En el año 1592, dejó su c¡udad na-
tal y se trasladó a la Un¡versidad
de Padua, donde trabajó dieciocho
años, de 1592 a 1610. Ésta fue la
mejor época de su vida, ya que se
movía en un ambiente de toleran-
c¡a y apertura intelectual, aleiado t,

de la intrans¡genc¡a inquisitorial.

La fama tle Galileo aumentaba y, posiblemente por eso, en 15.10, los


l',4edici (l¿ Florcncia le ofrecieron el cargode pr¡mer matemát¡co de
laCofie y f¡lósofo del Gran Duque. Galileo aceptó, aunque sabía que
en ta República de Florencia la lnquisic¡ón tenía mucho más
poder que en Venecia. El apoyo al heliocentrismo, conde- Galileo, un personaie legendario
:).
nado expresamente en 1610, y la publicac¡ón de sus ideas
Como acostumbra a pasar con las figuras que
i-l sollro la relac¡ón entre teología y c¡encia hicieron inevitable gran
han tenido una histórica, la
trascendencia
srrllanada a Ro.'na. vida y la obra de Gal¡leo Galilei están llenas de
anácdotas legendarias. Lo es, por ejemplo, la fa-
El i¿orudecirn¡ento del conflicto entre Galileo y la lglesia se mosa frase "¡Eppur si muove!,, ('a pesar de todo,
I

,I
¡- I produjo con la publ¡cación del Diálogo sobre los dos máx¡- se mueve') que, pretendidamente, afirmó des-
t pués de su abjuración del heliocenlrismo. Y lo tl
! rnos sisfe¡nas del mllndo, obra en que se contraponían las
t es, también, el experimento de la torre de Pisa
, dcs grandes concepc¡onss astronómicas: el geocentrismo que se le atribuye.
1
',, el lreliocentr¡snro. Después
de un largo y penoso proce-
I Según la tradición,
;l so, G¡:lileo, a la edad de setenla años, fue obligado a ab- Gal¡leo pretendía refu-
I
t ¡rrar de las tesis copernicanas y a retirarse de la actividad tar a los fís¡cos ar¡sto-
, rlrr',,,r1e. y también le fue prohibido hacer públicas sus teo- télicos que defendían
que la velocidad de
rl:j. A pesar de lodo, Galileo aprovechó esta reclusión para
It caída de un cuerpo
(;(nrlrnuar sus investigaciones, ahora orientadas a renovar
depende de su peso.
I el ¡r lodelo físico-mecánico. Nuestro c¡entifico t¡ró
I
I desde lo alto de la to-
t- t Aportaciones astronómicas ñe dos bolas de hieno
de diferente peso,
!-l :lr.ro móvi! de las investigac¡ones y los estLrdios cien- conf¡ando en que és-
iif icos cir¡ Galileo fue encontrar una manera de demostrar tas llegarían al mismo
tiempo al suelo.
y ll-r(lslrar al resto de los científicos de su tiempo la validez
del lreliocerrtr¡smo. Gracias a la fabricac¡Ón de un teles-
ll. l-Qué crees que
hubiera pasado
collio de vcinte aunrenios (ridículo en comparaciótr con los de ser rea! el ex-
r)lerrtes telescopios actuales, pero .revolucionario para la perimento? ¿Ha-
I f

et,(xri0 y ¿l su uti!ización en la observación y el estudio del brían llegado al


r;relo, Galileo pui lo hacer una serie de descutlrimientos que
suelo al mismo
!l tiempo Ias dos
:ii, rrr)rlvirtieron en las pruebas qtie el heliocentrismo ne- bolas o no?
I { ii:,¡l1rha para ser aceptado-
I I
I ,l

I 175
{ 1

,,:á
7
Descubrim¡entos astronómicos gracias al teles-
cop¡o:

Las imperfecc¡ones de la Luna y el Sol refu


:
- taban la teoría ar¡stotél¡ca de los dos tnundos
(sublunar y supralunar). Nada esencial d¡feren-
cia el mundo celeste del nuestro, n¡ es inmu-
table n¡ perfecto.
e
,
Los cuatro satél¡tes de Júpiter eran conro una
- muestra en pequeño del Sistema Solar.
I
:.-:
t
.

Las fases de Venus, parecidas a las de la Luna,


(- - no eran explicables desde el geocentrismo.
La Vía Láctea no era una nube continua, cotno
- se creía, sino una congregación de millorres de ¡dÉre$
estre¡las. Este hecho hacía más inteligible la ¡dea
Galilco
de un mundo infinito, idea rechazada por los
aristotélicos.
[re :-'r

Gracias al lelescopio, Galileo pudo ob- otrlq¡re


servár con firás delalle los astros. hecho f)t¡L.jc
qúe le perril¡(i l¡acer algunos descubri Una nueva física
y la+xl
r¡ientos irnporlantes. No obstante, mu-
chos de sus contemporáneos se negaron A pesar de.estos desct¡br¡nr¡entos, muchos cientificos lodavía se re'
a acef)lar sus r;oDcluslones, alegando que sislían a aceptar el heliocentrismo. Rechazar el modelo asttonórnico
lo que veían e¡a un fenómeno óptico s¡n -- ¡tl
reiación con Ia perfecta realidad celesté.
ar¡stotélico-ptolemaico suponía refutar también el modelo f ís¡co
J{)r
ar¡stotélico, Esto hundía la tradición científica v¡gente hasta el mo-
... ( lt
mento y de¡aba un vacío teórico que Galileo se esforzó en lle-
nar con un nuevo modelo fis¡co.
¡{ r)

Una de ¡as objeciones más ins¡stentes era de orden nrecánico: ¿cÓnto


¡ El sentido común 'Hir
I es que los cuerpos caen verticalmente y no son desviados por el nto- ,rad
i 12, Recorderrtos (lue el argumetlto
vimiento de la T¡erra? El principio de relat¡vidad del movimiento
¡nás qeneral contra Copérnico
I será la respuesta. Beposo y rnov¡miento son relativos: ull cuerpo sÓlo t,ll c
:l era que sus ideas iban en con-
t; tra del senlido común. Hoy to- puede considerarse en mov¡ntiento por re[erencia a olro que se con-
davia dec¡mos que e/ So/ sa/e o sidera en reposo. Cuando un m¡smo mov¡rniento afecta a diversos
que e/ So/ se pore. El principio objetos, entre ellcs todo acontece como si no existiera tal movimiento- -\Í(srlnf
de inerc¡a de Galileo tamb¡ér ¡ba Si viajamos dentro de un tren que se mueve a velocidad constante y
corrtra elsenlido común, y tam-
en línea recta, n¡ngún t¡po de experimento en el ¡nlerior del tren nos
bién la alirmac¡ón de que la c.aí- crón
perm¡tirá demostrar que el tren está en nrovimiento. Según la fisica
da de los cuerpos no depende
de su peso. ¿Qué pasa con el de Galiieo, nuestra Tierra sería como este tren en mov¡m¡ento.
men
sentido común? ¿No se dice A:o
El modelo lís¡co-matemático galileano contenía otras innovaciones,
rnuchas veces qua es necesa_
rio tener sentido común? como el movimiento de caida l¡bre o el principio de inerc¡a. nót.:
lntenta explicar qué enten- Para Galileo, en el mov¡miento de caída libre no interviene ei .o
- den'¡os por sentido común. - peso del cuerpo que cae. Contrariamente a lo que alirmaban los
- ¿Crees que en algunas c¡r- ar¡stotélicos contemporáneos a Galileo, todos los cuerpos (inde- rea-!
cunstancias (por eiemplo, pend¡entemente de su peso) caerían a la misma velocidad si no
cuando se contradice lo que ta
hubiera res¡stencia del aire. ílrre
la cienc¡a afirma) debe re-
clEzarse el sent¡do comÚn? El principio de ¡nerc¡a fue sugerido por Galileo y def¡n¡t¡vamente ¡]r
¿Crees, en cambio, que ha - formulado por Newton. Según este principio, todo cuerpo t¡ende !¡Qi'l
de seguirse siempre? Razo-
a mantenerse en su estado, de movimignto o de reposo, a menori . ,tit
na lu resprresta.
que alguna fuerza actúe sobre ¿l modificándolo. iri¡io

176
I ll rl, l;r, I 7l
ia§Él teles- ("
-.tr §
el Sol refu-
o*íundos itr [' ,'
)¡al ,iiferen- i I
1í\,s inmu-
,l
'j
§ {r ;

,i{ I
_!)
r c,omo una Gal¡leo Galile¡ ha pasado a la h¡storia
5
rl! i
t j
como uno de ¡os cient¡f¡cos más impor-
lantes de todos los tiempos, no sólo por
-. sus descubrimientos, sino también por la
d, Luna. i ,§
§ f¡¡ac¡ón del método experimental. Méto-
ntnsmo_ do que, en parte, conl¡núa vigente en
nueslros dias.
;rÑr7 como
ni!l^.¡es de ldeas epistemológ¡cas: el método experimental
¡lbüa idea
Ca ''or los Galileo no hizo un tratado de ep¡stemología, pero, en sus obras, son
frecuentes las referenc¡as al método que el c¡entífico debe seguir para
obtener la verdadera expl¡cación de la real¡dad. Galileo expuso e hizo
público el método experimental (que reivindica la matematización La f¡losolía está escrita en este li-
y la experimentación) en el l¡bro /l sagg,atore, Ia más f¡losófica de sus bro tan grande que tenemos cons-
r¡l,Vse,e, obras. Este método se divide en los s¡gu¡entes pasos:
tanlemente ab¡erto ante los oios,
r¡€ refiero al universo, pero no pue-
trc imico de ser leído s¡ antes no hemos
La matematización de la naturaleza. La naluraleza está reg¡da
eltsfísico
-
- por una auténtica armonía matemática. El lenguaje ordinario (de
aprend¡do a entender ¡a lengua, a
;tí I mcF conocet los caracteres en los cua-
¿ó en lle- orden cual¡tativo: frío, tib¡o, caliente; muy rápido, rápido, lento) no les está escrlo. Eslá escrilo en len-
es el adecuado para hablar de la naturaleza; es necesario un len- guaie matemático, y sr¡s caracle-
guaje matemático (de orden cuantitat¡vo: grados de temperatura, res son triángulos, circulos y otras
:o: ,cómo kilómetroVhora). ¿De qué sirve hablar de aceleración, de veloci-
f¡guras geomélricas sin las cuales
es ¡mposible enlender ni una sola
,ol.ú mo- dad, s¡ no son expresables numéricamente? Todos los fenóme- palabra. Prescindir de estos ca-
v¡' '¡ento nos naturales han de corresponder a números si queremos tener ractercs es como g¡rar vanamente
rerfo sólo un conocimienlo fiable. La matemática se conv¡erté, asf, en una en un oscuro laberiñlo.
+1 COn- poderosa e imprescindible herramienta de investigación. Galileo Galilei, ,, saggálore.
drversos
rv( ,¡¡e. - La formulación de hipótesis. ta antigua cienc¡a tenía suf¡ciente con 13. Uno de los grandes mér¡tos de
nstante y simples observaciones. La nueva metodología re¡v¡ndica no la ob- Ga¡ileo es la reivindicac¡ón de
I tiv. nos servación gratuita y espontánea de la naturaleza, s¡no una observa- la matemática como el lengua-
c¡ón cuidadosamente preparada y controlada. Así, antes de aso- je de la naturaleza.
r laJísica
marnos a la realidad es necesario formular y expresar matemát¡ca- ¿CIe€§ que esta ilea aún t¡e-
- ne v¡genc¡a? ¿tás malemáti-
mente h¡pótesis que traten de expl¡car los acontec¡mientos naturales.
a\r1es, A cont¡nuac¡ón, se deducen las consecuenc¡as que tendría esta hi-
cas todavía son consileradas
una henamienta imfxesc¡ndi-
pólesis en el caso de confirmarse. Es por eso que el método de Ga- ble para poder expl¡car c¡en-
rvlyre et lileo se ha llamado muchas veces método h¡potéüco-deductivo. tificamenle la real¡dad?
3Lr'1 los Algunos pensadores defien-
.rsi?irle - Prueba o resolución experimental. Se trata de contrasiar en la - den que esla idea se ha exa-
rea-lidad las consecuenc¡as que se han deduc¡do de la hipótesis. gerado hasta considerar qr¡e
¿1(¡-i n(,
I)ara hacerlo, se debe planear y llevar a la práctica un experimento sólo tiene validez lo qr¡e p(¡e-
qrre reproduzca, o lrate de acercarse, dentro de lo posible, a las de ser expresado matemáti-
,nj,u," condiciones ¡deales desde un punto de vista matemático. En pr¡n- camente. ¿Estás de acltef-
) lrÉt ¡Lre cipio, si las pruebas tienen rcslrltado positivo, nos indican que la do? ¿Oué ocurre, entonces,
rtÉrrrOS con la poesía, la ps¡cologia
i1¡pótesis es verdadera; si los resultados son negat¡vos, que la
o la h¡stor¡a?
hipótes¡s es falsa.

177
.- ¡
\.,J
r#
Comentar¡o de texto Reir
Me parece que cuando estudiarnos los problemas .
de La c¡enc¡a ha de basarse en las Escr¡luras a la
la naturaleza, no deberíamos partir de la autoridad
de hora de expl¡car la real¡dad. . Explic
los lextos de las Escrituras, sino de la experienc¡a
los sentidos y de las demoslraciones necesarias. por-
de
. Ciencia y teología son opuestas y están en cons
cc tc
que las Sagradas Escr¡turas y la naturaleza proceden tante disputa. Renáá
igualmente de la palabra de Dios, aquélla como ¡ns- ¡ Sel rala
pirac¡ón del Esfiiitu Santo, ésta como ejecutora Contexto inmediato det terto
l¡_
delisima de las órdenes de D¡os: y además, hab¡en-
do corlvenido que las Escrjturas. a fin de acomodar- La época en que vivió Galileo Galilei lue especia¡-
se a las pos¡b¡lidades de comprens¡ón de todos los mente difÍcil por lo que se refiere a las relaciones : Ex nlqa
hornbres, digan, aparenlemente. y nos atenemos al entre c¡encia y rel¡gión. El nuevo paradigma cienti_ ¿Cual ;
s¡gnificado literal de las palabras, muchas cosas dis- fico chocó con baslanles obstáculos para abrirse cia
t¡ntas de la verdad absoluta; y, contrariamenle, sien_
^fv'
cam¡no y ser aceptado como la nueva cosrnov¡_ mientol
do la naturaleza inexorable e ¡nmutable, y s¡n sobre_ s¡ón. Describe este contexto hislórico,religioso. Haz
pasar trunca los límites de las leyes que le han sido especial mención de los problemas que tuvieron '99,, ,r"
asignadas, al no preocuparse de si sus ocultas ra_ con la lnquisición Copánico, Bruno y el tnisrÍto Ga- .níaD41q
zorres y tnaDela de operar están o no dentro de la ca-
lileo.
pacidad del hornbre para entenderlas, parece, pues,
evidente que estas cosas relativas a los electos na- lndica cuáles son, según tu opinión. las causas
turales, que o la experienc¡a de nuestros sentidos pone
- de la res¡stencia, no sólo relig¡osa, s¡no también
ante nuestros oios o las demostraciones necesarias
nos prueban, no han de ser puestas en duda por n¡n_
gún motivo y tampoco condenadas basándose
cultural, científica..., que encor]lró el heliocentris
nto antes de ser reconocido. tüna 'rn
en los El hum¿
textos de las Escr¡turas, que pueden, por las pálabras
fVlarando más allá del texto bio de clircc(
ulilizadas. parecer s¡gn¡ficar algo diferente. porque
r;identaln n
ras expresto es de las Escrituras no están ligadas El argumenlo que ut¡liza Gal¡leo en este texto para
a to: filosófico
condiciones estriclas como lo está cada hecho de defenderse de los ataques de los teólogos puede in_ científic¡a
la naturaleza; y Dios no se revela a Sí mismo menos clu¡rse en lo que hemos llamado leoria de la doble
adnr¡rablemente en los efectos de la naturaleza que La preerU¡eer
verdad.
en las palabras sagradas de las Escr¡turas. dor per<J. ,rá
Explica en qué consisle esta teoría. enlrado el sir
Gal¡leo Galilei, Cárla a C¡¡stina de Lotena. - nos funr- -le
gan duquesa de Íoscana. Señala otros autores que, en circunstanc¡as pa-
- rec¡das, recurrieron al m¡sn)o argumento.
en el suielo r¿
plo. en elrr
Análisis del conten¡do ¿Serias capaz de expl¡car otro caso en que un ra del artista i
- original,
El argumento que sigue Gal¡leo Galile¡ en esle lexto
avance o descubrimienlo científico haya topado -rn.
grupo soctal,
es más o menos el siguiente: con tanta resistenc¡a soc¡al, cultural..., hecho que
bargo, a l,rsle
haya retardado considerablemente su defin¡tiva
. Elestudio í1e la naturaleza no debe basarse en las consol¡dación?
s¡glo XX, u, sc
quedará a,l¡er¿
Sagradas Escrituras.
rr¡fica rea,. -ir
. Las SagEdas Escrituras y la naturaleza provienen Opinión personal tegrado y genr
iguahnente de D¡os: las primeras como revelación lrario, se. '¡s
En la aclualidad las relaciones entre ciencia y rel¡_
del Espíritu Santo, la segunda como tnaterializa- que, en muchr
g¡ón no son, n¡ mucho menos, tan confliclivas y
ción de las órdenes divinas. duce en t'..\g
polem¡cas como en t¡empos de Ga¡ileo. Ahora
bien, ¡nsolidaridacl s
. Las Sagradas Escrituras se han adaplado a la l¡_ la c¡eocia, por la importancia de sus repercusio_
n' tada compreñsón humana, la naturaleza no. por nes, se ha enconlrado con otros obstáculos que, Por lo quc -e I
a veces, han inteferido en su desárrollo. por ejem_ político y eAet
lanlo, aunque ambas provengan de Dios, no es ex_
plo, a menudo la ¡n./est¡gación científica está con_ I tacentrslr-
traño si no coinciden siempre.
dic¡onada por inlereses económioos o políticos Ei Estádo
Señala cuál es la conclusión que extrae Gal¡leo. que estatrlecen las pr¡oridades y los objetivos ^oo
- Escoge una entre las siguientes que le propo-
cien- acluahitenru e¡
tíficos. vél¡ca. No o\cl
nemos: lee, de fall. .Jo
. Beflexiona y argumet¡ta de manera personal y ra_
La expl¡cac¡ón de la naluraleza no ha de eva- - zonada sobrc la pos¡bil¡dad o no de neutral¡ciad
luarse y coregirse según las Escrituras.
cienlíf¡ca.
Recuerda Io que has v
'itt--s a ¡a ' J Éxplica por qué la c"aída de
cons¡dera un factor dec¡sivo
1L )ons-

e¡,acial-
elaaionés . E¡umera algunos.de los descubrimientos astro-
. ¿Cuál es la carácterÍstica principal que diferen-
¡\éntí- nóm¡cos de Gal¡leo Galilei que consolidaron el
ra abr¡rse ciá á Maquiavelo de los utópicos del Renaci- heliocentrismo copeinióáno.
:O\r¡ovi- . miento?
. lndica y expl¡ca brevemente cuáles son ics pa-
iosq Haz ..Compara la concepc¡ón del hombre que soste- sos que comporien el método experimental de
t\r.lron . . nÍan Madín Lulero y Erasmo de Rotteidam. Galileo.
¡smo Ga-

i: (.- IS¿¡S

rlñbién
oahlris
I a a ¡t
El humanismo y el Flenac¡m¡ento in¡c¡an un cam- te de los políticos, sino en la creencia en una orga-
bio de d¡rección del punto de mira del hombre oc- nización polÍtica soberana, tal y como Maquiavelo la
cidental en muchos aspeclos, como ya hemos vis- imaginó.
(1. .rri, tc: filosóf¡co, literario, art¡stico, político, religioso,
r, rt,cl¡; rn cientif¡co... Por otro lado, la otra téndencia que hemos visto, la
utópica, también ha ten¡do sus repercus¡ones- Al-
La preem¡nenc¡a y exaltación del ¡ndividuo crea- gunas de las conquistas soc¡ales de las demo-
dor perdurará durante toda la Modernidad hasta b¡en crac¡as actuales ya fueron demandadas por los utó-
entrado el siglo )«: cas¡ todos los f¡lósofos moder- picos: reducción de la jornada laboral, igúaldad eco-
l nos fundamentarán su f¡losofía en e! yo pensante, nóm¡ca y social, toleranc¡a rel¡giosa, respeto por las
{)li rir en el sujeto rac¡onal. Lo mismo sucederá, por ejem- libertades ¡n¡ividuales.
plo, en el terreno artístico. Progres¡vamente la figu-
ra del artista individual, creador genial, innovador y En cuanto a la influenc¡a que tuvieron los camhrios
rfVrrrr or¡ginal, además de aieno a las convenc¡ones de su religiesos acontec¡dos durante este periodo, sólo es
to¡)a(lo grupo social, cobrará más protagon¡smo. S¡n em- necesar¡o dec¡r que la d¡v¡sión del mundo occi-
:Jr§ue bargo, a linales del s¡glo XIX y, pr¡nc¡palmente, en el dental crist¡ano entre catol¡c¡smo, protestant¡smo
rriPüiva siElo XX, el sent¡do de esta preeminencia indiv¡dual y angl¡can¡smo se mantendrá viva hasta nuestros
quedará alterado. El individualismo de hoy no s¡g- días. A pesar de la un¡ón polílica y económ¡ca de Eu-
nifica real¡zar en cada uno de nosotros un ¡deal ¡n- ropa, ésta s¡gue rel¡g¡osamente div¡d¡da.
tegrado y complelo de human¡dad, s¡no que, al con-
Sin ninguna duda, la aportación del Benac¡m¡ento
trar¡o, se reviste de connotac¡ones negativas. Y es
:l, li
de más repercusión h¡stór¡ca ha sido la revolución
que, en muchos casos, este indiv¡dual¡smo se tra-
'1r\ias y c¡entífica. L¿ nueva ¡magen del mundo que sus pro-
duce en un egoísmo exacerbado, que tendrá en la
tagonistas modelaron ha res¡st¡do con bastante for-
insolidar¡dad social su máxima expresión.
tuna el paso del t¡empo. La nueva c¡enc¡a mostraba
-cu5l( r
Por lo que se ref¡ere a olros ámbilos, en el terreno que los hombres, a Io largo de loda su histor¡a, ha-
rs.l.,, polít¡co y en el relig¡oso todavía se perciben ecos re- bían estado equivocados: ingenuamente creían que
nacentistas. su T¡erra era el cenlro del universo. lnvertía, por tan-
áL, to, la concepc¡ón del mundo y de él mismo que te-
)líli( io s fl Estado moderno en la forma en que se entiende nía el hombre del Renacimiento. Ahora b¡en, tam-
acrualmenle es una herencia de la políl¡ca maqu¡a- bién es cierto que la nueva ciencia renovó el opti-
vel¡ca. No en el sent¡do, que quizá a alguien se plan- mismo y la confianza en las capac¡dades intelectuales
tee, de lalta de princip¡os y de escrúpulos por par- del ser humano.
,lX,
.llz--. I
Bloque lll -&, Filosofía moder
1500 d. c. 1s50 d. c. lffid. c. 1d50 d. c. t7(
. Prinrera circun- . Abdicac¡ón de Ca¡los V: heren- . F¡n de la guerra de los
naveflación del cia austríaca para Fernando ll y Treinta Años (1648) . l /r)0 ¡,i§re
n¡undo (1519- herenc¡a española y bo¡goñona rki¡a 1..
1522) . 1642-1648 GuerE C¡vi¡
ar
Jl¡o
para Felipe ll (1556) . l/rll l¡{e'
á inglesa i

'i
,
,A
ílr . 1653- 1658 D¡ctadura
rir Prt¡...,
.lsabel I de lnglaterra (1558-1603) de Oliver Crolr¡well . 1707
. Lu¡s XlV, rey de Frarrcia
-it
ff l-1
o
F . Batalla de Lepanto (1571) (t661-r715)
t!)
I . 1588 Fracaso de la Gran Armada española . Paz de los Pir¡neos entre
contra lnglaterra Frañc¡a y Esparla ( t659)

. Los lurcos s¡lian Viena


. Buptura de Lulero con Roma (1519) (1683)
. Concil¡o de Trento (1545-1563)

. nubens (1577-1640)
. Cervantes {1547-1616)
. Vel&quez (1 599- 1 660)
. Shakespeare (1564-1616) . Rembrandt (t 606-1 669)
t! . R. Descartes . Henry Pu¡cel
o . Gregorio Xlll refon¡a (1s96 1650)
o trosri.ar
el calendario (1582) .liár|delí16B1
¿
E
. Thon¡as Hobbes
. Tycho Brahe (1546-1601) (1588-1679) . aaotras

F . lsaac Newlon . Mo¡.I{qu
q, . Ga¡¡leo Galile¡ (1564-1642)
. Nicolás CotrÉrn¡co (1473-1543) 116/.2-17271
. Harvey: la circulación de . B. de Spi¡oza
CC
l la sangre (1578-1654 (1632 1677l. '\H'r
5 . Rou
l . John Locke
o . Johannes Keple.
(1571-1630)
(1632 1704)
(
. G. W. Leibñiz
T (f M6-1716)

Es tradic,-¡ la
Unidad B E! Racional¡smo t¡ca, abie¡s )
en la ar¡tentir
can str ¡nel
Unidad 9 El Empirismo I
defiende su ;
giosa. Pcltk
t
t a la reflexión
Unidad 10 La llustración planteanltt
zón tanto r¡r i
el méloo, . 'l¡r
Unidad 11 El criticismo kantiano "¡ "r¡¡¡6¡sng
lación
i
co, . la
estud¡ar 2{c! f

rJnidad 12 El ldealismo románt¡co mente pooríar


¡ la libertar^e i
,3
ca a través d¡
180
ü er
\,
17OO rl. C. 1750 tt. C. 1BN d. C. 1850 d. C.

. Proclarnación de la independerrc¡a de Estados Unidos (1776)


. i /(,fj ltltrrit4 l]¡itrrs lr (lE t 5!r¡ni, \' sr!
o'","nu"'
,ri :r l¡ lltrerra (l¿ S'¡( is¡or¡ . const¡rrrcrii de Esrados un¡dos (1 767) '
fltifli; ' '"'
. 1:!l I c¡li-.ri1r(,I ir¡,nr;til(j pllIr'N r¿v . Asalto a la Baslilla. inicio cle la Revolucaón Francesa; Dedaración de
los Dereclros del Hombre y del Ciudadano (17agl
. 1707 (r[¡on (le h)Olaterra y Es(f,rra . catat¡na lt de Rusia ' NaPoleón cofonado emperador (1804) I
(r762-1796)
. I 81 4 Abdlcación d,é Napoleón

i')\ . 1815 Congreso (le Vrena ,l


. Revohrciór de lLrlio en I

Francia (1830)
illlll
''it . Revoh/crón en Franc¡a
que se ext¡ende por
4
gran partc de Europa

,úfit $¿ (1818)

.lhrslrac¡órr

. Neoclasicismo
..1,¡,res Watt (1736-1819),
. Mozad (1756 1791) ' tv4dr¡ llti18 1883,
. , ru,¡i l1¡i --ll fir¡(F¡ina de v¡pr)r (1/6S)
. Romant¡cismo
rlirl'l'l('11')l .
.(rirrvonLiñné{l7ul!//8) . Beethovcll (1770 1827)
,¡r r:.nt ¡lr,il:, I /1,!tr
.l¡n|lrirrruelhirlll (l /2J l BoJ,
. ¡t,¡ L fl{;$5 l/l'll) . Schiller (1759 1805) . DarwÍ, (trJl]3-181):¿,

. l'l.rrl,).rtri(xr t llnll) I /51, . Fichle (! 762 1B1.ll


' \1, tlli ¡ rr ii lll¡ll L'1llr . . ' llcg-'l (17;'(, 1831)
.lr t|ln'(:il¡ri l, /l¡¡ ll
{ ¡r
. ll ,l|r .,1Í, 1! , I l/,/t . Scl,ell¡ng (1775 185.1)
. ¡\¡l,r'r:nrrilr I . /88.1860)
Schopenhar¡er (1
Il'-'I l"¡rí'¡
.l ord Byron (1788 182.1)

ri rril,:rr:ri¿rt t(|rxrtrlt(:irr l¿r fitosofla con un c¡ertó t¡po de actividad caracterizada por la acl¡tud crÉ
; ¡ .ilri')rtil y t.ir( t.ntal [j¡n embargo, si en algún !'no.fnento de [a historia la razón se ha convertido
l.r rr rltintir:a ¡rrolrrrprrista, es precisamente clLlrañte ia tvloderniclacl. En esta éPoca, se relvindi-
¡,¡ .,r prri.¡el y r;rr hrrriórr (,ómo guía de la acción, tanto indiv¡dtlal como colectiva; y, a(lemás, se
'tr.'ti(lL. st!;¡rrl¡llrrr-rría e inclepenr-lencia respeclo a cualquier autoricla.l, ya sea trad¡c¡onal o reli-
.-, i '()! r-'lk ), r;sle lrk:r¡ re ' licláCtico ¿lsrrme, conro uno cle k)s objelivos principales, el acetcamienlo
I r,,,i!r:¡:rt',!l n¡orlerrr¿i en lorno a la razón, y proporre un recorr¡do ¡tor algttttos de los pxrhbrnas y
. r:r1.,;rlritl rtr'¡:; (:er'¡tralles en esle rltortler'lto: la razórr cot.¡'to guía, la capac¡dacl liberadora de la ra-

,! ! i ¡nL ) ti i las relaciones llilmanas como en las relac¡ones con la naturaleza, la preoottpación por

r lir x I ,, l;r rli:;ptrta errlre racronalistas y eml)¡r¡stas en to'no a la ooncepción de la racionalirlad,


, ,i[r]r:inro kírnliarro, el problema del alcance y los límites de la razón... En íntima y estrecha re-
,, ,, i , (r r l,r prol)lelIlatica cle la racionalidad, el acercamiento a la Modernidad ha de llevarnos a

,,:.i¡,rr i:r leqilirrrnr;itirr ¡'nlítica y el surgimiento de los ¡deales ét¡co-políticos, sin los ctlales d¡fÍc¡l-
.r,i,. x lr lru l ros r;r)t'l rpretider nueslra propia organizac¡ón democrát¡ca. Cuestiones prácticas como
l,r
'I,..rl.r,i !íIrt¡rr¡llIIuI. la aspiración a una moral racional, el derecho natural, la leg¡t¡mación políti-
' ,.- rl¡.i r rr trirl(,r¡¡r:i;rl . serán temas nucleares en filosofía a part¡r de este motrtento-
lBr
E
O
o El Racionalismo ft
o§/ Esquema
l. La filosofía moderna
i.l L¿t ctisis ,lel ::t,th, XVll

1.2. Raitt:cione:;.. li¿tt,icnali:;tnt ¡ \, { n¡lt)t¡:;i¡¡,


1.3. La Eun¡ta Lh:l/iar;rrr r¿¡ilyr¡ I

2. Descartes
2.1. Rct¡é Descarlt::;. n¡;tlt-lttt¿ilitt y tiltj:;ith t
F :

2.2. El elodc
2.3. l-a t rla y la pltD(tn veftlitd It¡r,i¡
2.4. Las lres susfancias il

2.5. Lilxiacl y trteuylcisnl¡¡


,tll:
3. Otros pensadores racionalistas liri ri
i,l fl
3. I . Pascal
3.2. S¡:.inoza

3.3. Leil¡níz ll1. ) r'1


I 'rl't,¡{ .

¡
('r r' i¡l ,

ixltl,lllt, , lr'

ob clos k,:; iil

@
,l

. rat;15 i..:r
lntroducir al alumno en la novedad que supuso la filosofía ntoderna.
---_l
¡

de rr¡iAr¡r
' conocer la corriente filo§ófica del siglo XVll llamada Racionalismo y perc¡bir su'conexión o cr.rtrriir, ,rlr
vínculo con la revolución científ¡ca del Renac¡m¡ento. esl;rl);A¡¡1
Profundizar lllilcs, l.
' foque que
en uno de los autores más emblenráticos del Bao¡onalismo y captar el nuevo en-
(:ientr.v lar
implica su pensam¡ento.
. Cornprender qué es un sistema filosófico y constatar que todos sus elementos están ¡nter- i){)ttjr I (1. l
namente ligados.
. Reconocer y valorar las venta.¡as que se desprerrden de una búsqueda o actividad hecha si- ¡a lai r;t,r¡ rr
gu¡endo un método.
. Valorar críticamente ideas clave de los autores presentados.
. Conocer algunos de los térm¡nos clave del pensamiento racional¡sta.

182
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.:¡,rL--
1:
I
-:;i.
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Motino en w¡k, de Jacob van Ruysdael srglo xvll

tnvitación a la unidad-
I lr, :,i¡ l, r ,:t iatlo e¡r las letras desde nli infanc¡a; y, como
r,,. lrinrarn t;reer que con ellas se Podía adqu¡r¡r un co-
, r, ¡ r! r.r rlo claro y segtlro de todo
lo que es útil para la
nl.r !.'r lrii !lr I gralt cleseo de apfenderlas. s¡n embargo.
i rr, ¡.r,, rtr r r:r rtio acabé todo este ciclo de estudios al f ¡-
:
lI,t
.
,rr;ll rrno Acoslumbra a ser adlnlt¡do en la cate-
;r,,1
j,,rr.!,ki l.,s iloclos, camb¡é enteramente m¡ opinión'
lntroducción
', entorpecido por tantas dudas La revolución científica del Benacimiento
I ,r lr ¡c n re
"nconlraba provocó un profundo trastorno en la f¡lo-
,,.,,,,,,,'r.¡,,, ,,,,, ¡,arecía qtte no habi¿r obten¡do ningún sofia tradicional. De esta conmoc¡ón st¡r-
..r,.;,,rrlrrr rlt: l)ftx)urar ¡nstru¡rme, aparte de haber des- o¡rá una nueüa filosofía, la f¡losof ia moder-
, rl r¡,,r l, i r riii ¡a vez más rl'!i ignorallcia. Y
eso qt¡e estaba
ña. En el pr¡mer apartado de esta unidad
,, ,r¡ r., , t,i lilli esct¡elas más famosas de Europa, donde
obtendremos una v¡sión panorám¡ca del
. r, , ri,. r r ¡r te tl,:ltia de haber holllbres sabios, s¡ esque
todo impacto de la nueva ciencia y de las reac-
,. rr :, | ,,r r irlg(tti lug¿lr (le la T¡ena. Habia aprendido
,, r(.ri, l¡ re
, los olros apreodiall; e, ¡ncluso, no conten- c¡ones que generó en el ámb¡to f¡losÓf¡- li
,L

. . ,,, ' l.i, ;:tettcias tltte nos enseñaban, consulté to- co. En el segundo apartado profundizare- tit1
I t,, Iilx,)S alllr-' lne cayeron en las manos, referen' mos en el estud¡o del rac¡onalista más em-
reni--i¿rs (;()t)sideradas nrás ctlr¡osas y más blemát¡co, René Descartes; estudiaremos
su nuevo método y la primera verdad que
, , . riis, (xnloc¡a el ¡uic¡o qtle los otros se hacian
'.,1,,¡r
éste permite alcanzar. Después analizare-
I r, Lr ., r u, vr,ia tlue se nre considerara inferior a m¡s mos su concepción de la realidad. Final-
, , i! ., ri¡t¡k)!i allrlqtle entre ellos ya había algunos que
r.,i .r ,1.:lilxrinlos a ocupar los Ptleslos de nuestros mente, presentaremos el pensamiento de
err litr, nuestlo siglo me parecia tan flore-
Pascal, que en algunos puntos se opuso ili
, ,rr, r | ,ir fÉrtil en talentos conlo lo hay¿r podido ser al de Descartes, y también veremos algu-
. , ,i. Esto me hacia tomar la li- nos aspectos de dos pensadores racionS-
r, ¡ll,r. r , hr lo:r anteriores.
:, , . i, tlliga" por rní misnro a lodos los otros y pen- listas, cont¡nuadores de la obra carte§ia-
na, pero crít¡cos hacia sus respuestas: Spi-
,,, ,,.,l,rtltirtettel ttlllrl.lo nillotlna doctr¡na que ftle-
..,x. rrl!-s itlt-'ltabiatl hecllo esÍ)erar noza y Le¡bniz.

l),,sr-_:1r1ds flscrxso rral nlelodo, 1.' Ítatle

183

lii
a

I I¡ ¡I, i: I B

1 La filosofía moderna l-?


ln¡ciaren]os el apanado constatat'tdo el i¡npactc ),la ssrsació ¡Je r.rr
¡
sis que los hombres del siglo XVll sufrieron a consecuencia <]e la r¡,
voluc¡ón cientifica y de la división rel¡g¡osa. Hubo dos teacctones (lr¡{!
\ pretendían superar la crisis y que const¡tuyeron la filosotía rro(let rr;r t,'
§: el racionalismo y ei empirismo. ljos centrarernos eo el estutlio rI,
las caraclerísl¡cas generales que tlefinerr el raciolralisnro. Ar;abart I

mos el apartado presentando el contexto h¡stórico del raciorralisn]rr r


el arle tan profundanlenle v¡t)culado a esta época: el Barroco.
En 1642. Pascalya había diseñ¿do una
máquina para calcular. Duranle el racio-
nalismo, se ¡nlenló desarrollar la filoso, I .1 . t-a cr¡s¡s del siglo XVtl
fia iunto con la ciencia y la lécnica. dán- t,

doles. además. rln fudamenlo mebtisaco. En el siglo XVll, las seguridades antiguas. corrro el geocenlrisllxr. r.l
aristotelismo y el tomismo. se exponían todavía en las ullivel siriat l,:s.
pero éstas ya no conslituían la vanguardia del cor¡ol;imiento, sillo r ¡rr
museo de los viejos y cuesl¡onados saberes. Los intelectualrxi ill
quietos vivían una exper¡enc¡a de confusión, de rnalestat y llasl;l
1t,.,
de fracaso. ¿Cuáles eran las causas que provocaron esta s¡luacrór!

I de maleslar? Veántoslas a continuaciólr:

- La ravolr¡ción cicr¡tiñce.$sta rev<.¡tución había gol¡reado en treri


I
ámb¡tos d¡ferentes el orgullo intelectual hutnano. E¡t el ánlbik.r ¡ i,,¡ ri

de la astronomía, se negaba que la Tiena fuera cl centro del u¡ti


verso y se rechazaba la antigua sabiduria según la cual todús i¡ ¡r i; r,
',
los movimientos celesles eran circulares. En el ánrb¡to de la lísi-
ca, se d¡scutía todo lo que defendían el sentido común y la fisi trrrtr l¡¡ I ¡

ca rilenaria de Aristóteles. En el átnbito de Ia mstodología, se xlt I

consideraban ineIicaces para alcar]zar coitoc¡mientos vercladeros


1 l l r¡\cl
los métodos escolásticos, lan apreciados en las urriver§;idades.
¿o)¿ imP§ch2 hg$e0 Q,fi e es la ra
b nuop rfi¿Ilt$rdd - Desbuccién de la unidd |r5gfr¡d!. L¿¡ cr¡sis tenia raíces ntás
allá del mundo de la ciencia. La pérdicla de valotes religiosos du-
rJistl,.,r
sal¡er l.
\o p¿vo[¡¡6n crerr¡'tica rante el Benacint¡ento y la lloca atenc¡ón dada a Ias exigencias de de 1r,
) lo &§ttuc¿iór de
jn . renovación esp¡ritual condujeron a la grarr clivisiún de Ia Europa collto l¿,,
stci
*dad Éetgio5a' crist¡ana occ¡dental en tres lgles¡as (y. por tanto, en tres verclades
religiosas): católica, protestante y angl¡cana. Mutuas acusacio- I
lÍa l¡lur
.c

nes y apasionados conflictos def¡nieron las relac¡ones entre las


lglesias; uno de estos confl¡(ros fue la guerla de los Tre¡nta Aitos
(1 618- 1648) entre cató¡icos y protestantes.
1,4.
La Fro¡
Esta crisis mostraba que la sabiduría humana era muy dilícil rJe al-
nactrllter
canzar y que la posibilidad de error era inlterente a la activ¡dad lru-
rcn/'is ir
mana. A.fortunadamente. Ia revolución científica constiluía una luz,
tarla Ak)
un éxito. Tenía ntuchos <lpositores y llabía recibido rJifererrtcs cr.¡n-
denas en ltal¡a, pero algunos br¡liantes pensadores intuyeron su fuei- Dui .. itr)
za y quedaron fascinados por su capacidad demostrat¡va. supl¡{ná
mor.-., qi
Así. en Francia, Holanda e lnglaterra, diferentes intelectuales corr i¡l-
de rrlni
tereses c¡entíficos iniciaron una nueva l¡losofía que tenía en cuenta
tod<,-, lor
el rrétodo y los descubr¡nt¡entos de la nueva ciencia. que,4§ t1

184
¿t

,,2. t ic.rr:r;iorri::;: lli¡cion;rlisnto y Ern¡.riri:;rrtri


Cataclcrisl¡(:as
rr ill ,,,¡lr.r ii (.ill)i) ¡rr!¡est¡ga¡.rirriré^1r ¡r r,r,
t¡¡11il;:ü.i,i l¡rr¡t,I Ulii lJeV.rr del flacio¡¡alisr¡¡o
'.rl ( , r¡r,, lr) llil{)tan lii\ ( l,i l,i ( ¡(x tc:¡it, ¿ih rl r, litr r,rr: rrr tr:l lilfll]|l() (lil lil (.r )l I. Las dos características más bási,
. ¡ ., , ¡ ¡
I I i | , , I . I I rrr¡ r'ir rirI, r r(.r1 r,,,,. r. r r el lirrrr¡r
I, r r
I
'
.' ' ' -i : I , .
¡ I |
.
I cas son las s¡guientes:
, r.-., I.l lri,,.,,,rL r ,lr:, rl.l liit.lti.,.lr t,. , I , i I ( , i I I I I , I r ¡ I . I I r ¡,¡t| r lrlt, I j
J
I I I r r : I r ir_
. Autosüticiencia de la razón. La
. , l , . r r r . t , , r , . : ri li.i¡r:i,i ll,:,¡,, ¡¡ l¡.¡¡¡1.1¡ razón és considereja la fuent¿
1 l , i : l
rII.IL.III.IIi,;,IIILrIILj
r r

i , tri riilr,|r '-,.ltL.r. fundamental de todo conoc¡


miento; todo lo que pertenece a
Lr r ¡r tdvit r i,,r l, i,r ¡ ¡,,, ( :,tli tl,i I Utllt lri ¡t¡lia (;x lr;rrii¡ y ¡;1¡¡)_-I¡()t I la experiencia (le los sentidos
lue fl¡tl
, I . r r r r ,, : ¡ . ¡ i r l.r ,.,. r¡ r i.rr I ,1.,i | [ti]Vr) r lil¡tirrrl
1 I
irrlr:i¡, h i: i ll()li tt t-tr1|l le, rn
quedaGn un segundo plano Se
Iii¡
r

t:j
:.'ri iit:rlr.,,..: rrti ¡rrl,.rlr.r¡r i \/ atr¡buye Un Oran poder a la ra-
I I . Ir I I | !i ; t I I ¡t ¡ I( )|
lx!t¡) Iel¿l(.t()n-tr h-,.-. y út I
c¡onalidad humana: se cons¡(,e-
: ,; ;trrl,, r ¡ rIr -r |¡ ,I¡ |¡ ¡
.
, , -I I rrI r r;i:;1.)¡r;r r.r¡lrt:¡ul¡lÚ Altrltil l)irr|t, t ¡ur-,(lu
ra que puede ll¿gar a resolver
. i.I ;,:,l
,: r¡¡tlltrux¡ ( i,. l. fjli)l:t{j{)l[t]t,i:i.I: l¡ ri:vi)lt¡r trittciitrtl¡fl¡;.t
'1, cualqu¡er cr€sl¡ón, por comple-
r,r,'!,,.,lrilIl.ltrhrltli¡¡,lllli,ri()ltcítala)1;¡¡,,,j.r11r,¡¡rlt;l t¡rl|l¡rlo
l\:;i la que sea.
|, i.¡t,.I rll, [,.i liL,.;,,1(,.,,,r,1¡r:iir.;lir! (l(j li, nlt.jv:l r]¡et¡ci.r ijtr-,tra¡rrrt::;,
L¡||.r . S¡stema deducl¡vo matemát¡-
, , , ¡I,, I , . , , .t,.,1.,, l(x trjti, U:lri1t rtiit y lt
'
I | ,
I
r ¡, iI , ,¡ . tit{liltrte li|l.¡(.)tr co como fundametrto y mode-
lo de saber. Se buscan propo,
I I r.,r -rr.¡ r, rltr;r ll¡ ,.
lr rt, ril, li, l), rt el fr.,,rr.ó:; I)e:¡:l¡r l.j.j. y el rn
ltl ,tr ¡ril, t(), ¡l,¡ s¡ciones indudables, corr]o l()
¡¡ rf r.l ir r, ¡1,,,- ll,,lrl,,:r, ltrrl.r¡ll¡t:, ri¡;¡:; r.r,r¡ i.j, tlcri fil()tjr;f¡( its (
r.r(Ji)
son las de la ntatenlat¡ca. I las-
Il trl
irl,,.l:lt,, .,illt.,t.l¡ixl¡r:;.it¡tetil¡ri_,:;¡)l)¡i1ltv{)i;. l\t¡ll}íis.i(,t¡ir¡¡tlesr:r¡t ta se ¡ntenta apl¡car el ntélo(lo
' , ,ll.lll lrt¡l¡,r l,I r, ¡.t.rl t, il(f ll, ¡¡¡,llL,rrt;rlir;(, y it l.t l)lr.;erv:ti.i,i|l, ¿¡l matemálico en lii ,¡k)sr)f¡a; y es
l¡¡r
.,, I,,, iir¡.r',,i¡),.rlt,.rl",l ,lij I.r t:ilJirkI¡rj¡.1 qt¡e, como la lisica lra pro(lresa_
/\lrr¡t:rIriúrr I)(t|it l¡,:jtd (lo y avanzado la to ¿rl apl¡(jar-
I l.¡li ;1.¡ , l.r r¡llr¡rr,r 1,,¡l,rl¡.r ltr lt.,t,r.r :,t,,lt¡1,r,, l,r r.¡/ti¡r;
lr.¡r¡ kr:; t ¡ le el métod(, tnatelláli()o, se es-
. r',irr.: ,,rr,,I||lr¡,r, l,r, -1,.,¡rr:r¡r;ia. lrr.; i.t,.iülr.ilj:;l¡I;
l,U:nj(ü({¡ lll¡i¡ pera que sltce(la lo rrri5¡¡¡,r rr.r,,
.r,:l,tt , ¡ll.rr I(,|IIIr.IirII. t¡ .t¡|r: l:t rj¡rr! i.l r , r r la fik)sof¡a
r t .-; I i l; ln, (j(jr
¡ ¡lr ilr | | l , t , r r i i r

"l.rr,rlr'l ,11,1 ,:{r¡t(}, ¡¡rri( r.lr,,xrr(li¡ ti,,llr r4t l.¡ r)^l)!xl¡rn¡.t-l. l:lli:.:l.l
,,, i.r,l r" ,.r,1, r I . r r ¡ . : , , r r , I rr:,ltri llt ¡ rl,:l
titr ILI IiI||I;I I I(, y, (rr l.l in¡l
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r!rr¡r'trl(,, 1,".¡lt .',1,,,.1 ll;¡lrir /\:it, I¡:;¡::;l,i¡iosr¡r,,,,,.seltr.rli-,;r
,, l. r', ¡r ll ¡ ¡r-,. rr lr ,r ll lrr, r,,¡ r l-¡¡rlr,.ilr I l(,lirrI l,.r y
fiirgrrrr:n
I I /\l( )llI t, ,I
1,i1rt1tji: lir
',
.,l,..lr,.tr¡.r,t,,,i,.lrrr::i,lV(lt!l:t, l/l',), lriUtr.¡¿t (;()trtt ü.¡ s
,r r, i.r I lr..¡,rlr,,rrt.r tl ¡, _lr t.,, ) l)¡)¡ r,r¡r:it¡rit r[rl l¡r¡rerittalerrriirr. Iir ._4¡

',r.1¡r,,1,rIllt.;¡.1V....lrIl,t,:t:rj|llíÍ1r,.;i,t|lt¡u0crirtrOtl¡irl)lr,li¡r,r
Ii : r . I r r r t ' I i¡l)t)trlt¡lil- | lt { r.J.r llpa) ( lr)
,t
i t |
I
t
l t(}¡ li rf,ll¡¡al, i.l t(}V i lrjiil)ilr il
i.. .,,,i r,..,......1 !ir,)r,¡,k,r.llll ,,¡ r. lr,r !.¡x t ti¡r;,: !(.,i\, !rl I I r., / I r¡is ilv ( t,j L., x l.¡ rlki ll.r¡r.¡h, .r,l
l[']/ ;,,1., ] r-., ¡,,r¡., l,ri,'j.' til t{,,1, ¡t¡l ¡,
'il'..¡.'.1¡:lrl,, ,1. i,¡irn(i¡.¡l/,,)l,rr,

lllr,
C
I lr,i, I
B

La paz de Westfal¡a

La guerra de los Treinta Años


2 C
(16'18-1648) fue la úhima gran gue.
na de religión en Europa entre pro-
testantes y catól¡cos. La paz de I 1,,,i
l4restfalia de 1 648 canib¡ó un büen talo"oa I
número de situaciones polÍt¡cas:
-J .1.¡.¡r.
PAisÉS BAI()s
- Los lím¡tes geográficos y el po-
. der polít¡co del antiguo Sacro . ¡l¡. r I

lmperio Bomano Germánico \,!PEBtO GEFtú^ñtCO \,1


dism¡nuyeron al quedar dividi-
do en muchos Estados.
'r,] )

!f\. r
- Holanda obtuvo la indepen-
dencia. ,
I a' surze \ - I !
.§srFlA
-tFrancia ganó te ritor¡os e inició HUNGnia

-
su supremacía.
España quedó ( :bit¡tada al per-
v , rr ¡.1 .

der t¡enas de la lorona de Ara- l,r,',


gón y de los Pí íses Bajos.
1,'r 1,"

Con la paz de Westfalia se reconoció la incrependenc¡a


0especto al
rllrrt l,r',. ir
lmperió español) de las Provinc¡as Unidas, es decit. de l lolanda.

Durante els¡glo XVll, Holanda aumentó su prosper¡dad gracias al co, .rl.ll rl ,i


4-) [¿\ac 3n BJtoro meroio marít¡mo y la industria. También se convirtio er) un país tole-
ranté,'donde re¡naban la libertad d'e pensamiento y la espáculaciórr i¿, ¡r..;i, r,¡.r
{puovralsrro ¡ntelectual, y por este mot¡vo fue el refugio de numerosos filósofr)s.
r

q como Descartes, Spinoza, Hobbes, Locke...

El E rroco lr itii). ,

Desde un punt( de vista artístico y lil rrti¡¡l '


cultural, la Euro a de los racional¡s- r:'ll
l)i eCisi li r
tas se caracter¡ a por una conienle t;lli1¡ lt'iL '1.
que se llama B: roco y que rechaza
¡as¡metrfa, el oñ -.n y el equilibr¡o del
elltusi¿I;r;rr,
Renaclm¡ento. E estilo banoco t¡ene It;zrl tlc,^rl,
multiplicidad.d( intenc¡ones; es un este ltrr:'ii¡,lr
arte exuberante, )ero tamb¡én de pe-
simismo ante la ¡gac¡dad de la vida. D.rs¡lter; tle
Así,.|a v¡da es , ontempláda éomo r¡rilitar tl I

tiempo que se v r. Sll pl ¡l et-¿t ()


Rembrandt es I no de los pintores el primrlrt,
más representati os del Baroco, tan- año 1624 D
to por los contrá {es d€ luz y sombra anos, l- 1r (
que ¡mprimió a i us obras, como por.
Comen4tla
los temas y la ¡n' msidad bmotiva que
encontramos et ellas. do la ol. . e:
El teatro tambié r es uno dé los gran-
Por parla(lel
des slmbolos epresentat¡vos del caciór¡ u,.r tr'.
J

Barroco; muct )s aulores teatralés I


I
sica oficnar
del slgio XVll, r omo'Calderón'de la pués de su rr
Barca (160C16 1), en ¿a ylda es sue- l Lrublicarn.i
ño, qui;r6n mol trar que todo es apa-
so ciel mtitorl
r¡encia y sueñc
Lecc¡ón d€ anatomta, ab eernbrendt, i632.
i alcanza¡ 1cr
i
fik¡sólicr¡s r.tr

rB6
-..-
1

"*rdfi
B

I
2, Descartes
v ,
El pr¡mer punto de este apartado nos dará a conocer la vida
Jei padre del racionalismo, René Descartes' Exploraremos
una
y la obra
de sus
bÚsque-
lrerencias nrás relevantes: la necesidad de fealizar cualquier
(la siguiendo un método adecuado' También esludiaremos el
punto
I

q'Je la duda nos lleva más


más Áuclear de su lilosofía, la intuición de
primera verdad F¡nal-
¡ilá rie la ducla, que la duda nos lleva a una
1

rnente, ana!izaremos las tres sustancias


que, según Descartes' com-
ponen tolalidad de la realiCad: el yo peásante' Dios el
y mundo'
la

l
2,f . René Descartes: matemát¡co y filósofo
I

francesa'
nené Descartes (o Des Cartes) nac¡ó en La Haye' c¡udad
pertenec¡ente a la pequeña no-
i en el año 1596. Hiio de una familia
de La Fléche' dirigido
bteza, a los ocho años fue enviado al colegio
pirr los jesuitas; sin duda era uno de los meiores centros de la épo- rll
clásica y científica orientada se- ftené Descartes (1 596-1 650), que vemos
,:.r, ,londe se recibía una educac¡ón
a causa aquíen un retralo pintado por Frans Hals,
r i)l En el colegio'
¡ún los principios rle la fitosofía escolástica' por
¡nició un nuevo per¡odo en la histor¡a de
,i, srr ijelicacla salud, gozó de un régimen de vida muy tolerante: la f¡losofia: el racionalismo, y, con é1, la

ejurnplo, se levantaba tarcle, costumbre que manluvo


toda su vida Moder¡idad-
obras más importanies
!r. {tr"áu qr" fue en la cama donde icleó sus
de los estud¡os en La Fléche'
ilr-- matemálicas y filosofía). Después
posteriormente aban-
.u:'só Derecho en la Universidad de Poitiers;
d()no ¿jsla materia, cautivado por la geometría'
a la carre-
I ¡l 1616, c,lando tenía veintidós años, decidió dedicarse
r¡: nr¡l¡tar; y llegó a participar en la guerra de los
TreintaAños- Fue
de 1619, ret¡rado el ejército a los
¡,,ecisamente ál 10 de noviembre
lleno de
,.,ra,teles de invierno en Neuburg, iunto al Danub¡o' cuando'
{i!rt..rsiasmo, llegó a intu:r el ftrndamento del saber' Esta iluminación
lrr-,r r rlescubrir a Descartes un rnétodo un¡versal,
el de la geometría;
c¡encia y una filosofia sól¡das'
':::l] .nétodo permitiría desarrollar una
la v¡da
I?:;f nrés de combatir en Bchemia y en Hungría' abandonó
(en el año 1628) donde escribió
r il;lar y se trasladÓ a París. Fue allí
srr prinrera obra importante, las Reglas
para ta diección del
-e^spír¡tu'
.l ¡rrinrer intento de formular por escrito la intuición de 1619' En el
,,,, , I oZg. Desr:arles se trasladó a Holanda'
donde residió veinte
persecuc¡ón ideológica'
.rl, ):i, para escapar cle posibles riesgos de
, :, ¡rrertzó la redacción de un tratado de lísica: en el
año 1633' cuan-
. !1) lir ofjra estaba casi acabada, se
produio la condella de Gal¡leo
renunció a la publi-
r.,, t¡arte clel Santo Oficio. Erltorlces, Descartes
a la doctrina de la fí-
, ,u.i¿,t clet lratado, ya qt¡e éste no se ajystaba
.¡,.ir r )ficial.aceplada por la lglesia: la otra no se imprimió
hasta des-
ln órmate
,r rés rle su tnrlerte. En 1637, ya cumpl¡dos
los 40 años' se decidió a
¡
precedidos por el famoso D'scur- l. Haz una l¡sta bibliográl¡ca com-
;r,t,h, .ni tres engaycs científicos pleta de la obra de Descartes;
.r, t!-l trrctoclo. En el Discrrrso expone su método (teoría sobre cómo puedes buscar la ¡nrormación en f.

rl, ¡rrr¿at el conocim¡ento) y un primer esbozo de los


conoc¡mientos una encicloPed¡a f ilosóf ica.
r!l , n,ficos que eslte método le ha perm¡tido alcanzar (metafísica)'

187

_-á.
lF-------<

8
La expresión rnás esmerada de la filosofía de Descarles se encuenll;r
i D¡SCOVR§
I LA METHOD
tovR o¡EN coNov[,s sl RAroN,
en las Meditaciones metafísicas- At)tes ce ser publicada, la obra llatrirr
comenzado a circular en forma de cop¡as enlre teólogos, filósoíos y l!
¡ f crrÉrol.r t¡ ir¡rrl' t¡Lrl rat rc¡fr{art científicos para recoger objeciones; fue publicada en el año 16.11 , c(,ll r ;ll
PLVS seis series diferentes de objec¡ones (de Hobbes, de Gassend¡...) jull( ) i

LA DIOPTRIqyE con las respuestas del mismo Descartes. El libro. incluso en la lol{,
ET LES METEORES, rante Holanda, sufrió ataques muy violentos tanto de católicos cor¡r()
4.i f t, 4.' ),trt $.or.
¿. dh.
de protestantes; según los profesoi.¿s de la Universidad de Utrechl. sus
¡AR RENE'DE§CAI.fE'.
2\d.!n ,c.oÍit¿. 6 .eÁcnis. E¿it,ot-
ideas, tan apartadas de la escolástica, eran peligrosas y conducían al
ateísmo. S¡ no hubieran interced¡do el embajador francés y el príncipe
de Orange, Descarles habría sido perseguido.

Nuestro matemático y filósofo no se casó nunca, pero luvo una lti.t


que murió a la edad de cinco años; esta muerte, decía, había siCo l0
pena más grande de su vida. Qu¡zá prefería iugar con la niña a leer
fi l P^Rt§.
¡,. At, o. ¿ú It C,r.éa,lk ¿'
l¡bros; de hecho, sabemos que, una vez acabados los estud¡os, leiir
escasamente. Por ejemplo, cuando se trasladó a llol¿nda se llcvr¡
^. q,tarr,i(.¿!.cí¿.t t¡'i|l¡t-
h C, pocos libros, entre éstos, la Bibl¡a y las obras de santo Tomás.
trq ¿ AJ).r tlla^i.
',rr&
lt.¡t i
¡t, Dc Lt v¡tL
.lYEC ?AIYILEGE DI' TI,OY Durante un t¡empo, Descartes mantuvo correspondencia cor r la rer.
na Crist¡na de Suec¡a; ella ins¡stía para que Descartes se traslac,ara
El Discurso del ñétodo es la obra más
conocida de Descartes: en ella expone su
a Estocolmo, donde no sería molestado ni acusado, y adentás po.
teoria del conocimienlo. dría hablar con ella de temas filosóficos. En el año 1649, Descartas
l:rt r.r\;' '.
aceptó la invitaclón. La única responsabilidad del filósofo era dar. a
¡(rrJ,. , i
la reina cada dia su clase part¡cular de filosofía. A consecuencía de
las muchas obligaciones de la soberana, la hora de clase era a las la r.H ;r
cinco de la madrugada. El filósoío, hombre cle salud delicada. no itl'r,, ¡,,
pudo soportar elfrío hab¡tual de Suecia durante el amanecer; a prin,
cipios de Íebrero de 1650, enfermó de pulmonía y el día 1 .l del nl¡s- P(\,:
mo mes mur¡ó. Tenía 54 años. Los rcstos del f¡lósofo, mutilados para
obtener rei¡qu¡as, no fueton devueltos a Francia hasta el añc 166¡ ilL¡r,qi..i

Duranle un tiempo clespués de su Inuerte, sus obras formaron par-


tal nrar
te de la lista delibros prollib¡dos, el lndice. rÉ.1i
Cel)tor-i
Su gran contribuc¡ón malemática fue la invención de la geometría ana
Método escolásüco tr(',.igr
lítica (las coordenadas cartesianas son las coordenadas de Descar- no .Jej¿
y método cartes¡ano
tes). En el ámbito del pensamiento, creó una fllosofia estrechatnente
Er, el siglo XVll, el saber escolás- E!-§rr
ligada a la ciencia, una nueva filosolia en la cual sus mismos errores denretr
tico que todavía se impartía.en las
' universidades se convirtieron en fuente de inspirac¡ón para los filósofos posteriores.
había,.quedado
qu- ss
comp¡etamente obsoleto, y el mé-
viel ¡¡
todo de discusión escolástica se
habia compl¡cádo tanto que a me- 2.2. Etmétodo El segr
nudo servía ún¡carñente páa per- Paɧs
derse en divagac¡ones inútiles que '
El problema que muy pronto prec:upó a Descartes era el de la fun-
El rerc
l
, no llevaban a ninguna conclusión. damentación del conoc¡miento: ¿cómo puedo avanzar con seguridad
oliAios
El intento s¡flplif¡cador de Des. . en el camino del cot'locim¡ento? Beconocía los muchos errores que a gr¡...¡tla
cártes se proponía acabai con el l lo largo de los siglos habían sido presentados y defendidos coíto ver- dc¡¡r{t (
saber sin ,undamento racional y ' dades incuestionables. Ahora bien, dado que la razón humana es u¡. ra
con los métodos artilic¡alm€nte ,

complicados que imiedfan el ac- ,


una herramienta valiosa y ef¡caz (ccmo demostraban los avances Y Aúf
i ne..,ea
ceso a la verdad. c¡entÍficos de la época), entonces, ¿cuál había sido el mot¡vo de los
errores filosóficos anteriores? Si la razón humana es la mistna, ¿por
t
qué puede hacer progresar a la ciencia y no a la filosofía?

1BB
I

B
.G- lruenlla La respuesla c,e Descartes es la siguiente: la ciencia t¡ene un méto
r ü,., a habia do que le permite la segur¡dad en el conocim¡ento, pero a la filoso-
,, f sofos v fía le falta un método adecuado. Para superar esta carenc¡a, Des-
o\tr,.o" cartes propone Lrn mélodo ef¡caz y que él ya habia comprobado, el
.¡ .) iunro mi-.todo utilizado por los geómetras. Así, Descartes ¡ntroduce un mé-
, e¡ r iir ta,le- iodo matemállco en la lllosofla, para dotar a la razón humana de un
;l! : co¡t rr¡ criterio de verdad definitivo e inapelable.
[Jlrccl]t. sr rs
Galileo ya había establecido la necesidad de matemat¡zar los datos
i¡i\r,Cían al
de la observac¡ón. Descartes, de acuerdo con Galileo, ve la male-
ei orincipe i
rnál¡ca como la c¡enc¡a racional que pone orden en el caos de datos
que nos proporc¡ona la exper¡enc¡a. Tanto uno como el otro partici- {i
,-', i,r lri;r pan de la veneraciórr qrre Platón tenÍa por las rnatemáticas. \
iiri.r )
:;rr lo l,l
l)escartes está convencido de que, tal como los geómetras reali-
|: r, iil,::, l(iía
zan las más sencillas operac¡ones o las más cotnplejas de!'nostra- tl
ciorres sin ningún error, igualmente puede comportarse el hombre en
cualqu¡er área del conocimiento, siempre que ut¡lice el m¡smo mé- Dibujo ds lá D,óptí¿a, de Descanes.

todo. Esta conlianza de Descartes en el buen resultado del método Descartes estaba muy interésado en to,
, t li':, dos los avances cientificos (astronómi-
i se basa, no sólo en la perfección de éste, sino también en su con-
cos, fbicos...) de su l¡empo; creía que este
cepción de la razón humana como una facultad que puede formu- progreso de la ciencia se debia a la
lar las cuesl¡ones rrrás cornplejas y darles respuestas. apl¡cac¡ón del método matemático, y por
eso quiso aplicarlo tamh¡én a la filosof¡a.
fll el Drscrirso del nÉtodo de 1637, Descartes establece las cuatro
re0lirs fundamentales de su método: la de la ev¡denc¡a (intuición),
la del análisis, la de la síntesis y la de la enumeración. Veamos
rllora el fragmento en qUe expone las famosas cuatro reglas:

frero, como un hombre que cam¡na solo y en la oscur¡dad, resolví ¡r tan


lentamente y proceder con tanta c¡rcunspección en todas las cosas que,
ill '
aunque no avanzara mucho, al menos me guardaría de caer. [..,] Y como
la multitud de las leyes proporciona a menudo excusas a los viéios. de
tal mane{a que un Estado está mejor reg¡do cuando t¡ene pocas pero es-
lán estriclamente observadas; así, en lugar de este gran número de pre-
Íief)los de que corsta la lóg¡ca, pcnsé que tendría bastante con los cua-
lro sigu¡entes, s¡empre que tomara la firme y constante resolución de
rr.¡ rlejar de observark)s t1i una sola vez.
El prinrero rrrii no acúpla[ nunca nada como verdadero s¡n conocer evi-
(leniernenle ([te lo fuera; es decir, evitar cu¡dadosamente la prec¡pitación
\ :1 prever)cióo lpreiu¡ciosl, y no incluir en m¡s ju¡cios nada más que lo
.ll!e se presentara a mi espíritu tan clara y d¡stintamente que yo no tu-
viera n¡ngi:n motivo para ponerlo en duda.
El segundo, dividir cada una de las d¡ñcultades que exam¡nara en la¡rtas
partes como fuera pos¡ble y como fuera necesario para resolverla mejor
El tercero, conducir por orden m¡s pensam¡entos, comenzando por los
objetos nrás s¡mples y más lác¡les de conocer, para ascender despac¡cJ,
qradualmente, lÉsta el conocimiento de los más compleios, y suponien-
.lo un orden hasta entre aquellos que no se preceden por naturaleza los
llnos a los otros.
7 el último, hacer err lodo recuentos tan complelos y rev¡siones tan ge-
nerales que llegara a eslar segura de no om¡t¡r nada.
Descartes, Disc.r/so de/ mélodo, 2.a paíe.

189
f* 1

B fr
AI
Las cuatro ¡eglas
2 3'^
2. Las cualro reglas consl¡luyen el núclco del mélodo dc Des(:¡rrlrili; lr l)'r
sesión de un mélodo permite a esle filósolo seguir un ciello (;artrirx, l)ar¡
obtener un detem¡nado obietivo. Adáltrate ahora ell el esttl(]¡o de las (.ua- .¡rr,,l.'
tro reglas cartesianas. En primer lugar verás qué venla¡as tielle el uso dc
in:
un método. Después segu¡rás paso a paso cada rellla del ttÉlcrlo. real¡
zando la actividad que correspondc a cada una.

lrnagÍúle que lc l)a!l er¡cornertla,l() l¡ rilr.l¡ ¡ns;¡¡Íl[l¡(l { l¡'


cortlar los á¡lrilcs rfl tlrl tx)s(ltro,, r Ir rnr l,;nr I l- hrl¡ ir
.,í:rlnYr lrilt,t:'r"ila !r¡l)¡[¡.|r r(tr|,n, rir" 'l" r'r'r" i '
Mélo(lo ,l{lLll. sirr rrr(ltrr ,l()r.,,ux'r.t ,'l'!¡ r'1. r, , i :
iJlca¡lzar un ¡)¡¡eli\,r?
La nroral provis¡onal . ¿cónlo r
lÉrias.eslÉ l¡aba¡,) sr¡ ll rrerr,,i, inr rrxrl' ',1, '
I tr ' rr rl

Las cuatro reglas del método Per- spna esle rrÉ1,)(,o y (lC (l,le n¡s¡ r:i r.'"rql n r'l
miten a Descartes in¡c¡ar una aven-
tura ir'¡telectual: cuest¡onarse to-
Yo llego a tener ev¡deflcra de,lrla cosa, ft) lxl(Ire r¡{) la h¡ ,lri
dos los conocirrrielttos recibidos. yan expl¡cado ni Forque la haya dedtll]id,o, silo txt'{r ¡') l.rr
Pero mientras los cuestiona, debe g() una intuición. ts evi€lenle lodo lo illlo vorllo:j lxn illlli
segu¡r viv¡endo, y por tanto rlo croi. lntuir es la mtn|]lelrsi5n d¡recta e irnir¿{rial¿r llc t¡rti¡ vc{
puede permanecer indeciso en Regla dad. Sólo dos de los sigu¡entes entll]ciados son evi(iel¡les v
sus acciones; es por eso que Pro- de ellos tenemos una ¡trtuic¡ón. l.Cuáles son? I rr t,..tr.
de lá evi.
pone una moral prov¡s¡onal con- denc¡a . (lu! ltiánqukrs re(
Una d¡agonal divide rn cuadrado err
sistente er'r tres o cuatro máxilnas táUulos.. l-,
que le permitan v¡v¡r lel¡zn'lente.
. La Tierra gira ake&{ol dd Sol.
Atlrev¡arldo sus palabras. dice lo ,.¡,¡.i,:
. i
s¡guienle: Un cüerp() esfáao sók) I'rrrc tlna stq)f)lacic.

"La primertr a obedecer las le-


¡ l' ' . ' il
yes y las costumtlres oe ml Pals. hiagirate quc lienes url plolJqrÉ o trra rJili(ii tarl ¿,uar''.llti

manteniendo constantemente la Begla del circunslancias se podrá decit que analiTas cstc polrl(nrlat [.4
reliqión en que Dios me ha hecho análisis o dificultad? ¿Oué es analizar? Alrévele a consht¡ir r¡l1¡ (k) ' ,rc
la grac¡a de ser educado desde la linición.
infancia y guiándome en toda otra
l: ¡.. ' , r¡
cosa por las opin¡ones más mo- La palabra srirtes,! deriva del griego svrtlhes,s sl¡ si!,I¡ili-i
deradas y más ale¡adas del exce- cado prirurio es d de 'conposiixl ; d térmiÉ srüfc§¡§ ctlÚ'
r ¡ttc rtt l'
so [...1. l\,'li seguxf n']áxima era ser vale a la un¡ál o irtegrac¡ri de di'/ersos elel'€nlos. fs ¡la
tan firme y decidido como Pudie recido a la compo§obn de las piezas de un lüzle. ¿,Por '.ltlo
ra en mis acciones, y segu¡r has- crees que esta lercera regla se lla:rla reqla de la sillesis'l
i?rlrnrl¡{S('
ta las op¡niones más dudosas, una ¿Sabcs qué es un s¡nteli¿ador (le rr isca? r l;irl ir , ,,J
Regla
vez me hubiera determinado por de la sir- En el enunaiado de h regla afJararce '.los v€'cps la nalal-tr, Lv' rIrrJa:.4;
ellas [...]. lvr terceratra procurar tesis dcr¡. ,va qrle en Delcarlcs el (xdafl va ligado a la de{lt¡aci(irl: ¡riunr;,,. .,' ii
s¡empre vencerme a mimismo an- a partir de verdades intu¡das. inicia un orale¡rado froccso de
Sil. :ji^l r.)
tes q,Je a la fortuna. y cambiar m¡s deducciór La lógica y la rnaternálicá avarPa r ul¡lizardo cl
,rÉtodo deductño. del q¡al hablaba el r¡isrr) Gal¡leo Bus- so, tu¿,Jo
deseos más pronto que el orden
del n:,indo [...]. En I¡n, como con- ca eo una enc¡dopedia el sllnificado de dedl,ccii, c ¡llen
la cffisln r rrna defn(ión con tr¡s l,alahlas. ttiotilr' t¡ri[
clusión de esta moral, se me ocu-
rrió hacer una revis¡ón de todas las
I I i(il):
d¡versas ocupaciones que tienen
La regla inrgJne ltacf rr,Juenl¡rs, e§ ai..}]ir. colllrct¡Ü cl arH_
los hombres en esta v¡da Para Pro-
negla l;sis, y hacer levi:iiorles, es oeci( co¡ n¡rl ol)ar lil sntlesls l-6le
l'ri(Ci
íl) Jr
curar elegir la mejor: [...] dedicar de la proceso s¡gnl¡(:a rosorror lqias las ve¡darkrs ilrji\4(luí.iles Y lro' i:l C
toda mi vida a cultivar la razón Y enumera- alcáv,arlús erl una sola nri¡¿ldd ¿O!,c ver rlaj'rs .ircÉ's i ll:'l i.r I
avanzar tanto como pud¡era en el ció¡¡ desprc¡xkr r de rel¡rsar l(¡s lraba¡os o tus o.ár)rciús cuar I
conocimiento de la verdad.- (b los has acát ado? r,, se lq"'
Descartes. Discu¡so del mélodo de
3-'Parle. c() rAl
I

190
lLlrrril.r, l8

2.g. La duda Y la Primera verdad Cogito, orgo gum


cuestionar- Ya hacía t¡empo que había obser-
Ya hemus visto que, según
Descartes' lo más sensato es lo que se refiere a
que,
conoc¡mientos rec¡bidos ir a.la bús-
e vado Por
se absolutamente todos los las costumbres, es necesano a vs-
:- *aáo"s ¡ndudables: hace una crítica rad¡cal
de todo el sa-
ces segu¡r oP¡niones que uno sabe
"r"a1-á"
;ffi ffiñ#;;Ñ:::.'"rffi que se lunc :f ll':"i;"'J,':il:ñl"11'
bien oue son Poco seguras como
si lueian inctudables, como Ya
he
il

universal Y lnetódica. antes; ahora bien, dado que


que' d¡cho
sensor¡ales' Recordemos
- La incert¡dumbre de los datos afirmaban
entonces deseaba dedicarme sólo
i
milenios los hombres a la búsqueda de la verdad' Pen-
iJ'áiá" 0"i,." ""ntidos' durante del universo' Los sentidos nos
i'lrt" inmóvil era el centro sé que necesitaba hacer Preclsa-
ürl" Descartes duda de mente lo contrario Y rechazar
'"
han engañado muchas veces; por esla razón'
en los sentidos' duda de su
mano' como absolutamente falso todo
iJlo"'i. o"a. o'e se orig¡nan aquello en que Pudiera imaginar
la
material del mundo'
O-"-., lr"rpo V ¿" toda la realidad más Pequeña duda, Para ver sl
a me- desoués de eso quedaba en ml
El ser humano los comete
- Los errores de razonamiento' se {un- alguna cosa que fuera
tradic¡onal escolástico convicción
;;".';;;;,"^" parte del sarler poder d¡scursivo' pero.en la él:ca comPletamente indudable Asi'
rlarnellta en la razÓn y en su .r)mo lcs sentidos a vec€s nos en-
vuelto confuso e incierto: enton- oa¡an. qu¡se suPoner que no ha-
de Descartes este saber se ha que se han teni- ellos
rl'iJ" o.-roar de todos los razonam¡entos Éía nada que fuera tal como
""", ""
rlo por demcstrat¡vos' nos lo hacen imaginar' Y como
ra-
pen- hav hombres que se conlunden
La tlificultad Para distinguir
el sueño de la vigilia' ¿M¡s zonando, hasta en las mater¡as
- tener l; misma categoría
que mis sueñ'os' es
más simples de la geornetria'
of
.""l"ri"t t"irían ser Únicarnente ilusioñes? Al
des-
Y

meten Paralog¡smos, Pensando


il';#;;,"ientos podríanel sueño como sueño' no mientras oue vo eslaba lan expuesto a
peltar es cuanclo reconozco
'.",*.io, áulr,'ocarm. como cualqu¡er otro'
Descartes' existe la posibilidatj 9.".qY:'
sue- ,Jhacé como falsos todos los ra-
del estado de vi§i!ia sean en realidad
""o,.egún
,a,; i". p"^t",i"nios zonamientos que antes habia te-
.' §
tales lin'
i,n,t quo no reconozcamos como ' n¡do Por demoslraciones Y' en
duda sea universal' considerando que todos los Pen-
que su
. - La hipótesis del genio maligno' Para
matemi']-"::"("" samientos que tenemos estando
a las proposiciones
lrasta el punto de extenderse deso¡ertos nos Pueden venir
tam-
errores a lo largo de ta historla)' que
las cuales también ha habido y engañador" bién cuando dormimos' s¡n

.,,pon" L de un 'genlo maligno' astuto edonces haya alguno que sea ver-
"ri.t"ncia cosas que no lo son' que todas las co-
,lue le lleva a considerar comi evidentes dad. decidífingir
hab¡an en-
Pero su duda sas que ha$a entonces
Así pues, nada escapa a la
duda metód¡ca de Descartes' trado en mi espiritu no eran mas
de encontrar despGs una
ver-
.* ,n, oá.o qu" da con la esperanza verdaderas que las ¡lusiones de
"" canesiana lleva más alláde la
mis sueños. Pero inmediatamen-
f
i",i,]u'r0""üL. c¡ertamente' la duda dudod te me di cuenta de que, mientras
'
,trrd,- se autosup"'u v""'ot "J" *tosuperación: cuando
de un ser quepien- oueria oensar que todo ela lalso'
rrienso, y la acción de pensar implica la existencia necesario que Yo, que lo Pen-
t"bién estcv existiendo¡Fbrt
';-il; ;ñ";¿o, "nto'ic"s ésta será la primefa verdad in-
"r"
saba, fuera alguna cosa Y adv¡r-
!o' ftrégp.x*tto G"ogtto, t'g" *"tl' absoluta- tiendo que esla verdad' "P¡enso'
il,'iáirn," ,, DesJártes' Es una intuición: lueqo ex¡sto', era tan firme Y tan
,,;i. " ",aia"c"dt
;;J, o;r*ite cludar de ella' es ev¡dente' clara y d¡stinta' segura que ni todas las mas ex-
travaoantes suposiciones de los
funciones bien determinadas: ha-
l l riogito. etgo sumcumple dos escéót¡cos eran capaces de
de un yo pensante d¡ferenciado :-el-^cuer- cerla tambalear, iuzgué que la Po-
,r) -hrst¡fica la existencia el
los sentidos' se encuenlra baio áÍa admitir s¡n escruPulos como
po. El cuerpo, percinioo meáiante primer principio de la filosofía
que
¡.r i ll rda lncló:lica' buscaba.
evl-
l,) lji' convierte ell ul¡ princip¡o
modélico' Así' todo lo que sea Descartes, D'scurso de' método'
4 ' Parte
(|{.tIle,(;laroydiSt¡nto(jomoesteprimefprincipioseráaceptado
, r)trr() 'i/erdad- -"
5) &16. e ls
@n(toyrn ¿k PMr\b I
191
qr, jloU
lLr, l.r l8
ro) l
Sustanc¡a 2.4. Las tres sustanc¡as fl¡
IU.
"lsustancia es] una realidad que Med¡ante su método, Descartes llegó a distinguir cuáles son las tres ilir
existe de tal manera que no ne-
sustancias que componen la tolalidad de lo que es real: el yo rÉ/Éat e.
cesita de n¡nguna otra real¡dad Artvr;r
para existir." Dios y el mundo. En primer lt¡gar, estudiaremos la sustancia llanrada
yo pensante, que p¡ensa diferentes i¡pos de ideas. En segundo lugar, i !i ,

Descartes
esta sustanc¡a pensante nos posibilitará hablar de una sustanc¡a más
allá de ella, que es Dios. En teroer lugar, constatarerrir-:s cónrr¡ Dios .lt i;
se conv¡erle en garantÍa de r'ruestro cot)oc¡rniento del t,lundo.
llr,, \

t
., BS**ñ¡ña
tr i¡i' rr: t;
La duda metód¡ca y universal nos lla llevado a una realidad incues-
tionable: la existencia de un yo pensante, es decir, de una s$tsI rlr l
t h$t
ffififfi¡f una res cogitans, Descartes concluye que
puedo dudar de la ex¡stenc¡a de mi cuerpo y del rnundo que nre rr-r'
l¡¡,^la
I cel,(,¡C
dea, porque tengo ¡nformación a través de los sent¡dos y los senti-
dos no son fiables, pdffittfmH§Xhrtr El¡i¡#* uftas,!
parffittoe,¡lc ri#l¡hü de mi sub¡etividad. ll r( "-,

la nrás
¿Qué es mi subjetiv¡dad? Es el con¡unto de pensam¡entos, ideas,
t-- ca :l.
"rjf representaciones,., que fluyen en mi yo. Ahora bien, no teitemos la
seguridad de que estas representac¡ones subjetivas (es decir, de la
.a9 I ?, *or propia mente) se conespondan necesariamente con hechos del mun-

l'
.o do exterior; por ejemplo, ¿la idea que yo tengo de m¡ cuerpo se co-
rresponde con la real¡dad? No lo sé con certeza, ya que toda la ¡n- 4
La pensát¡ya, de Nicolaes Maes, siglo XVll. formación que tengo de mi cuerpo proviene de los sentidos y Des- A'n¡t
La exis:encia del yo pensante es la pr¡- cartes ha decidido dudar de ellos. Así, pues, el gran reto que debe ,.le lo:
mera verdad indudable que encuentra superar Descartes es encontrar la manera de saber que mis ideas
Descartes. cari
sobre el mundo no son sueños ni ¡lusiones; es decir, saber si hay co-
sas objet¡vas y cómo son eslas cosas.
fomemos

magnrhril
¿El yo que piensa o el yo que s¡ente? sas^e x
3. Ya has leido el texlo de Descartes en el que expresa su célebre .pienso, luego ex¡sto". Contrapongamos el texto s¡- dab.- -ie :
guiente: do,
puc\cdú'r
"Pienso, luego existo" es la frase de un intelectua¡ que subestima eldolor de muelas. "S¡ento, luego existo" es una ver- cqncccm
dad de una validez mucho más general y se refiere a todo Io que v¡ve. Mi yo no dillere sustanc¡almenle del vuostro por lo
que piensa. Hay mucha gente y pocas ideas: todos pensamos aproximadar¡Ente lo mismo y nos comunicamos las
diar 'os
sl oido, y,
ideas, nos las dejamos, las robamos. Sin embargo, si alguien me p¡sa un pie, sólo yo sienlo aquel dolor. No e el pen-
samiento, sino en el sulr¡miento, es donde está Ia esencia del yo; el sufr¡m;e to es el más bás¡co de todos los sent¡.
poc. .¡nti
mientos. Sufriendo, n¡ uñ gato puede dudar de su yo ún¡co e ¡nemplazable. Cuando sufr¡mos, el ntundo desaparec€ y
prLD{r c
cada uno de nosotros se queda solo consigo mismo. El sufr¡mienio es la universidad del egocentÍsmo.

Kündela, M..Ia ¡n'norl?l o¿.

- r-oa
- ¿Cuál de las dos opc¡ones del¡endes? S¡ quieres Drec¡sai rnás la o¡.reslión, pregúntate: ¿qqó es lo que r¡lás cot13,
i
i
t¡tuye ini yo, mis pensamientos o m¡s sentimienios'¡

- La ¡ntu¡ción "pienso, luego existo. ha dado pie a un gran conjunto rle var¡antes, que ¡rcluso cañib¡an et sentido -- l)atl
I
que le dio Descartes. Por e¡emplo, en el siglo XX a menudo se corsidera lo que es o lo que hace el yo, no corno
fundamento del sabe( s¡no como lo que da sentido a la ex¡stencia. Kundera estableció la variante "s¡ento, luego -üt I

existo"; un escrilor ¡ncansable al¡rmaría .escribo, luego ex¡sto,! un personaje nruy crítico, .protesto, luego ex¡s-
to.... Desde la perspect¡va de hoy, ¿te parece que se ajusta a nueslro mundo la var¡ante "salgo eñ la televisión, I
qu(
luego ex¡sto.? Justifica tu respuesta. z..Qos

1 92
r

llr, 1., LB
¿I
Ya hemos visto que el yo p¡ensa diferentes ideas. Ahora bien, ¿en
qué corlsisten exactamente estas ideas? Descartes las estud¡a y cla-
sifiaa, ordenándolas de la manera siguienle:
entie
- Adventicias o adquiridas. Son las ideas que provienen de fuera,
de la experiencia sens¡ble, de mi percepción del mundo o de la
enseñanza. Estas ideas fác¡lmente pueden resultar erróneas, ya
movr-
que muchas veces tenemos ideas d¡ferentes sobre un m¡smo ob-
jelo externo: el Sol aparece como un pequeño disco luminoso,
pero en la mente de un astrónomo résulta algo muy diferente.

- Factic¡as o añificiales. Son las ¡deas que ¡nventamos o fabrica-


rnos arbitrariamente nosotros m¡smos. Así, por ejemplo, la ¡dea
crel animal m¡tológico llamado centauro, idea que es ¡lusoria.

- lnnatas o naturales. Son las ideas que no proceden de la per-


cepc¡ón de los obietos exteriores n¡ han s¡do constru¡das por
nosotros, sino que emergen de la propia facultad de pensar. Son
unas ideas que nuestra mente capta y ha de aceptar necesaria-
mente sin poder modificar nada. Veremos que la idea de Dios es
la más eminente ¡dea innata; tamb¡én son ideas innatas la idea de
causa, de sustanc¡a o de número. +
rl
f
Primacía del pqrsamiento: el o¡smplo de un tfozo de c€ra en lia colmona
4. Lr¡ la segunda meditación de las Meditac¡ones metafísicas, Descartes nos ejempl¡fica que la realidad prop¡a de la
(icra r¡o puede ser conocida sensor¡almente, sólo la podemos alcanzar med¡ante el pensam¡ento. El conocimiento
(le los sentidos es confuso. Por eso, Descartes quiere reconstru¡r todo el edificio del conoc¡miento sin dar n¡ngún
tipo de prirnacía a los sent¡dos; sólo la razón nos dará una garantía. Después de leer elsiguiente ejemplo de Des-
cartes, piensa en las ¡nd¡caciones que se proponen.

n)memos como eiemplo este trozo de cera que acaba de ser sacado de la colmena, y que aún no ha perd¡do la dulzura de
la rniel qne contenía; conseNa todavía un poco del olor de las flores de las cuales ha sldo recog¡da; su colo( su figura, su
n¡agniiud son aparentes; es duro, trio, maneiable, y si lo golpeá¡s, producirá algún son¡do. En fin, se encuenkan todas las co-
s,rs qlle perm¡tgn conocer dist¡ntamente un cuerpo- Pero mientras estoy hablando, algu¡en lo acerca alfuego. Lo que le que-
rr¡b. de I rbor se exhala, ei olor se evapora, el cotor camb¡a, la llgura se pierde, el lamaño aumenta, se convierte en líqui-
r1.,, se cairenta, casi no se le púede manejar y, si lo golpcamos, ya ¡o producirá ningrln sonido. ¿Tenemos la m¡sma cera des-
l,r,ói de eslos cambios? Hemos de reconoc€r que si: nadie lo duda, nadie op¡na de otra manera. ¿Qué es, pues, lo que
r ooocernos cor tanta d¡stinc¡ón en aquel trozo de cela? C¡ertamenle, no puede ser nada de todo lo que he obseNado me-
,tiañte los seotidos, ya que han cambiado todas las cosas que se hacen evidentes por el gusto, el olfato, la vista, el tacto y
cl {;í(lo, .l 3in embargo, la cera cont¡núa siendo la misma. Quizá, tal como ahora p¡enso, esla cera no era ni €sta dulzura de
rniel, ni este agradable olor de flores, n¡ esta blancura, ni esta figura, n¡ este sonido, s¡no ún¡camente un cuerpo que un
poco antes se me manifestaba bajo estas rormas y, aho.a, bajo otras. [...] Es oecesario, pues, acordar que no pu€do com-
\, prender con la imag¡nación qué es este trozo de cera, y que sólo lo pu€de comprender m¡ entend¡miento-
Descarles, M€dif ac¡bnes melaii3icat

Los datos sensodales han cambiado pero tenemos la m¡sma cosa; los sent¡dos perc¡ben la aparienc¡a de la cera,
pero no la cera. ¿Oué es lo que ar.anca los vestidos de la ce.a y nos pemite ver mentalmente la cera desnuda?
DéfiDe cada uno de los siguientes conceptos (si es necesario, busca su s¡gnificado en una enc¡clopedia): suble-
l¡v¡dad, sensibil¡dad, rac¡onal¡dad.
Si los sent¡dos s¡guen cuest¡onados, ¿cómo puedo superar m¡ subjetividad, es dec¡r, cómo puedo estar seguro
(le que detrás de las escenas de m¡ pensam¡ento hay una real¡dad obiet¡va? ¿Será capaz Descartes (recuerda
(t're además de filósolo y matemático, también lue físico) de alcanzar verdades científicas sin utilizar los senti-
(ios? Antes de responde( reflexiona sobre el papel de la exper¡mentación en el campo de la c¡enc¡a.

193
llr rr l.r'lB

¡
m y que la mis-
El mtiqcl
la
Descartes cons¡dera que el yo pensante no es perfecto' rlrtrl;r h
I

Dios, garantía del para corregir sus errores' ilu- rnerir \l¡
conocimiento ma duda metód¡ca se ha establecido
s¡ones e ¡mprecis¡ones; pero' a pesar de eso, el
yo pensante posee la rnra \7{r]
Porque, primeramente, lo mismo naturaleza im- ellas 1,. ei
que antes he tomado como una ¡dea de perfecc¡ón. Si tenemos conciencia de nuestra
qué cons¡ste una naturaleza perfec- rlo lrnl.A¡r
regla, a saber, que las cosas que perfectaes porque sabemos en
tu y no" con ella. Así, la idea de perfecc¡ón ¡nnata en
conceb¡mos muy claramente Y
Mt yrt l4tt
muy distintamente son todas ver- "o*p"t"mos
nosotros es la idea de un ser perfecto: es la idea de Dios' Según
Des-
provenir de
daderas, sólo es seguro Porque cartes, esta ¡dea de perfección o de Dios no puede y,, p",¡rq,,
Dios es o existe, Porque es un ser que haber s¡do una
nosotros, seres ¡mperfectos; por lo tanto, tiene
perfecto Y Porque todo lo que hay linta ú - (;i
en nosotros prov¡ene de é1. De realidad div¡na la que la ha hecho surg¡r en nuestras mentes'
dudar;{el
donde se sigue que, s¡endo nues- Así, del conjunto de ideas que posee el yo pensante, sobresale
una
nti ct¡(,r,1)
tras ¡deas o nociones cosas rea- la propia
idea muy piivilegiada, una ¡dea que permite ¡r más allá de rxe hí^tl
les y que provienen de Dios en permite clara y dist¡ntamen-
subief¡vidad. Una idea que me afirmar, llaqrt t ¡l,r ¡
todo aquello en que son claras Y ¡

dist¡ntas, no Pueden en eso ser te, que fuera de mí mismo, fuera de mi mente, ex¡ste una realidad' liza (t^t¿
que descubro
sino verdaderas. una iealidad extramenlal. Y esta ¡dea tan privilegiada r:teet er r la
dentro de mí, y que a la vez me permite ir más leios de mÍmismo'

Descartes, Discurso del método'
4'' Parte' Así, au.,ttt
la idea innata de Dios.
O,tto t¡,4úlr
La demostración.de la existenc¡a de D¡os es una
pieza fundamental
con uI¡ atl'l
que permite superar
en la metalís¡ca canesiana. D¡os es la realidad
yo hay otra real¡dad'
(es de n ,:
m¡ subjetiv¡dad. Ahora ya sé que fuera de m¡ t¡tuye la ter
que m¡s ideas
la sustancia perfecta, un ser que no puede permitir la de ];r
El Dios medieval claras y dist¡ntas sean un engaño. Así, Descartes da un pq:glnás:
nada r r¡ás r
y el Dios cartes¡ano
tensa.. iu(
5. El Dios de los Pensadores me- l
dievales era la gran realidad que
-l¡-#matemáticas que descubrimos están en
Oad-es D¡os; las leyes de la
necenAórr
la real, -rci
que un rey
¿aba sefltido a la vida, que cum- naturaleza son decretadas por Dios de la m¡sma manera cida ¿r¡ir r
plía la lunción de Iinal¡dad lun- decreta leyes en sus reinos.
damental a la cual todo estaba i
incor-
subordinado. En la filosofía car- l En sus argumentos a favor de la existencia de Dios, Descartes
tesiana, si bien D¡os es una sus- pora el anliguo argumento ontológico de san Anselmo' si bien.refor- i,
., tanc¡a pelecta, también es un i ,aOo, ya qre para Descartes las ideas tienen una realidad indiscutÉ
nred¡o Para suPerar la subiet¡vi- propiedades
Ole. Asícomo'la iOea de triángulo es inseparable de sus
dad y para legitimar m¡ conocÉ la esen-
miento del mundo. (por eiemplo, que la suma de sus ángulos es igual a 180")' Sust. la
A este
cia deD¡os es inseparable de su gran propiedad, la existenc¡a' una razón
- ¿Por qué crees que la imagen fecta '
de o¡os cambia tanto desde ! ser perfecto no le puede faltar una pelección como es la existencia'

t
l la Edad Media hasta Descar I SustE¡{a
t, tes? ¿Te Parece que en una I

I misma época Pueden coexis-


'1.
I tir diferentes imáqenes de
]

- Ahor¿1r
I o¡osl
r.\,, I
tancias ¡n(
t pensrl ,

t,' lice la dec


il t en un- tc¡
r

é sustaDqias
,1 I I teada- .ror
I un puP¡Q (
La íncBj-liúd de salto fonɧ, de Caravaggio.

En le o¡nlura roli§iosa d. le ápoca t.r¡_


en meuro I

bién se refleia el espir¡tu de comproba_ concc\c.


l c¡ón.

194
ll¡1, t,,iB

*
La duda ha permit¡do a Descartes afirmar la ex¡slencia de una pr¡-

rla
mera sustancia, el yo pensante. A su vez, el yo pensante descubre
una segunda sustancia, Dios, ser con todas las perfecciones, entre
ellas la veracidad. ¿Y el mundo exter¡or, y mi propio cuerpo? ¿Pue-
\\ l.l,
h
do hablar de él con certeza? Veámoslo.

Mi yo t¡ene plena conciencia de la diferenc¡a entre la idea de yo pen-


¿,.it
!01, tL\
drt- sante y la idea de cuerpo extenso. Tiene la idea clara y distinta del
yo pensante y no extenso y, por otro lado, posee la idea clara y dis-
tinta d-rl cuerpo extenso y no pensante. Del yo pensante no puedo
dudar; del cuerpo, sí. Pero, si yo tengo una idea clara y distinta de
mi cuerpo extenso y ex¡ste un D¡os perfecto y veraz, esle D¡os, que Dual¡smo alma./cuefpo
;ia
me ha creado rac¡onal, no puede permitir que me engañe cuando 6. Descarles da nueva vida aldua-
hago uso adecuado de mi razón. AsÍ, la bondad de Dios me garan- l¡smo antropológico de Platón,
ld tiza que la grandÍsima incl¡nación o tendencia natural humana a react¡va la separación entre el yo
)r§7 pensante o aima (la mente e¡ ter-
creer en la ex¡stencia de las cosas exlensas no es engañadora.
;
minología actual) y la materia o
cuerpo. Esta teoría es un pro-
Asi, además de la sustancia pensante (es decir, de mi yo), existe
blema a la hora de concretar las
otro tipo de sustanc¡a finita y creada: la de los cuerp8s, todos ellos relaciones entre los actos psí-
con un atribulo fundamental, la extens¡ón. [a materl o res extensa quicos y los actos lís¡cos. El psi
l.l{
(es decir, cualquier realidaC rnaterial, inclu¡do mi propio cuerpo) cons- cólogo y f¡lósofo norteamer¡ca-
tituye ta tercera sustancia de la metafís¡ca cartesiana. Cualquier vida, no W¡ll¡am James (1843-1916)
as I
formuló la significativa pregun-
la de mi prop¡o cuerpo, la de los animales o la de las plantas no es I
ta que muestra la v¡gencia del
nada más que un mecanismo, un conjunto de piezas articuladas y ex- problema cartes¡ano: "¿Uoramos I t
en
rensas que fabrican movimiento. El yo pensante y la materia perte- I
porque estamos tr¡stes o esta-
necen a órdenes diferentes, el pensam¡ento no tiene nada que ver con mos tristes porque lloramos?"
t;
la realidad material, y la vida de estas realidades materiales es pare- .Lloramos porque estamos tris-
e\./
r;irla a un reloj. Veamos cómo se direrencian las tres sustanc¡as: tes" siqnif¡ca que la causa de mi
llanto (un acto lís¡co) es la triste-
za (un acto psíquico). .Estamos
!l- Las tres sustanc¡as
tristes porque lloramos. sign¡f¡-
)t
ca que nuestra tr¡steza, un acto
MATEBIA (cuerpo ex-
,

rii DIOS YO PENSANTE (alma) psíquico, t¡ene como causa el l


tenso y mundo extenso)
e §- i
l
hecho de llora( un acto de orden
,n físico. La pregunta de James es
Sustanc¡a perfecta, con Sustancia ¡mperfecta, Sustancia ¡mperfecta.
¡mportante porque planlea, Para
.le: . rna razón iambién per- . pero dotada de razón. I
Cualidades pr¡marias y los ps¡cólogos actuales, las rela-
ia tleola.
I

secundar¡as. ciones entre el mundo psíquico


Slrstancia infin¡ta.
l y el mundo fisico.

- ¿Cómo responderías tú a la
cuest¡ón planteada por el nor-
Ahora bien, s¡ el yo pensante y la máteria son dos realidades o sus- teámer¡cano William Jartles?
lancias independ¡entes, ¿cómo se expl¡ca, por eiemplo, que m¡ yo i

Densante decida ¡r a dar una vuelta y mi cuerpo a continuación rea- i


- El dual¡smo anfopológico Psi-
qu¡co/fisico, ¿es comparable
lice la dec¡sión? ¿De qué manera una ldea (hecho mental) ¡nfluye I
al dualismo inlormático hard-
en una acción (hecho físico)? ¿Cómo se comunican entre sí estas ware o maquinanolsoftware o
sustarcias tan diferentes? Descarles resolvió estas cuestiones plan- programario? lndica las dire-
tearlas por su s¡stema f¡losóf¡co dando la explicación siguiente: hay renc¡as y semejanzas de esta
comparación y señala si en-
Unpllntoennuestrocuerpo,laffi}ueSeencuentra cuentras más d¡ferencias o
en medio del cerebro, y en esta glándula se aloia el alma; desde allí más semeianzas.
rr()necta con el cuerpo y modifica los movimientos de éste.
b
\t $&dob oi,,"g3)
195

I
,18
2.5. Libertad y mecanicismo 3. -g'
el dualismo antopológico (cuer-
¿Por qué razones Descartes reactiva ( ;r)r | | )+j ll,
a la visión más uni-
óoialma), que abre müchos problemas, renuncia
y
la de- losóticáa§.
taria del ser humano, la de Aristóteles? La razón princ¡pal sería
Pala Ol i, li
fensa de la libertad humana. El cuerpo, como toda cosa exlensa' como
que no ,a\rl
toda la mater¡a, está gobernado por leyes mecánicas que lo deter-
za y t.e¡t,.,¡r'
minan, de la misma manera que está gobernada una tnáquina como
pero (xr-{ i
el reloj. Así, el comportamiento de todos los cuerpos, de toda la
natu-
blerras r,, ¡r
raleza, es expresable mediante leyes mecán¡cas y deterministas'
ejelllt)l(Al
Si el yo pensante no fuera una sustanc¡a completamente separada sar {llré'er, :,
7. Descartes resolvió el enlrenta- y desligada del cuerpo, no habría lugar para la libertad' el compor- Pasr:al ñ,r-
miento entre libertad Y determi- ia.¡enio humano sería como el de una máquina, cosa que de n¡n-
nismo af¡rmando que el alma era guna manera quería aceptar Descartes. La libertad es un bietr que
libre, pero elcuerpo-máqu¡na se óescartes proclamó, sólo porque era libre ha podido dudar de todo' 3.1.-..F
encontraba determinado Por le- puede someter
El alma es una sustancia que de ninguna manera se
yes Iis¡cas. que el cuerpo'
a las leyes mecán¡cas y determ¡nistas r¡gen Pascai va¡or
- ¿;rees que es Pos¡ble que en rnas pol ir
(se-
el ser humano haya dimen- El mecanicismo que se desprende del dualismo antropológico t¡nuas cA(l
siones libres Y dimensiones gún ,el cual el alma es libre y el cuerpo se encuentra determinado por lricr.¡ es , ,rr
Puramente mecán¡cas? Jusli- y
fica tu respuesta Y da e,em-
leyes máCánicas¡ tuvo implicaciones de todo tipo, pos¡tivas nega- cotlo(:ir¡Ailll
y
plos que la aPoyen. tivas. Por un lado, estimuló la búsqueda b¡ológ¡ca, fis¡ológica mé- tnático. , .i¡¡
diqa. Las máquinas se pueden desmontar, y si el cuerpo es simple-
- El ser humano sufre cuando tico y t;r{rr
su cuerpo está enfermo, bus- mente una máquina, puedo llevar a cabo todo tipo de disecciones pír¡tu de tin
cá com¡da cuando su orga- en cuerpos humanos: esta idea favorec¡ó el avance de la medicina' nrano y l.
nismo tiene hambre... ¿Crees
que estos hechos Prueban la Por otro lado, si tocla la tnateria y toda la naturaleza son cotlsidera- «f-l cq¡¡7il¡ r

teoria dualista cartesiana, o das una máquina, una realidad rte orden inler¡or al pensam¡ento' en- ciado err , ';:¡:
b¡en muestran la un¡ón de to- tonces, la naturaleza queda a disposición y al servicio dei trombre' q¡re la r;tn
das las dimens¡ones de la Per-
El hombre puede hacer lo que quiera tanto dc la materia colno
de lo'i
sona? ¿El hecho de tener que irrtuir la sl;rra(
animales, él es su amo y señor; una poslura alejacja del ecologistrc
buscar comida cuando el e infinit,^,-.1
de nuestros días. En cierta manera, el mecatticismo de Descartes
irt'l-
cuerpo l¡ene hambre repre- seria. P¿r¡r P¡
senta una disminuc¡ón de la li- pulsó una actitud poco respetuosa hac¡a la naturaleza' tar '.:n
Pero
bertad del ser humano?
gil que !:)ued,
verso lo
aa
de su ¡nq§(te

Para Pascal,
frío; el Dl c
factor de rlet
qlJe sierl a
da. La razón.
pecto a 1x
dos inciatas
cionalrnr.,,.e
pefo es E lcc
Dib.t¡o esq,renátko del oio y el cereÜo hurne' gir es ya una
nos, de R, Descartes.
probabil?.idr
Et mecan¡c¡smo cartesiano favoreció la
¡nvestigación c¡entilica y el ¡nterés por la de tener re r
anatomia, tanlo la humana como la ani- tura má:1te
mal.

196
irr,r t, r8
3. 0tros pensadorcs racionalistas
i-. Con Descartes, la f¡losofía in¡ció una nueva navegación;
su obra f¡_
losóf¡ca, matemát¡ca y.física se convirtió en un punto
de referenc¡a
para otros racional¡stas, otros científicos y
también para pensadores
que no compartían la perspectiva racionalista.
Los f¡lósofos Sp¡no_
1¡ za y Leibniz mantuv¡eron las características típicas del racionalismo,
pero conslruyeron sistemas d¡ferentes intenlando
solucionar los pro-
blemas que Descartes no fue capaz de resolver plenamente
ipor
e¡emplo, el de la relación de la mente con el cuerpo,
o el de preci_
sar qué es lo que hay de innato en nosotros). En cambio,
el fiÉsofo
Pascal aportó una perspectiva ant¡cartesiana.

Pascal

3.1. Pascat
Pascal valora el espír¡tu geométrico cartesiano como la
expresión
más potente de la racionalidad humana, capaz de llevarnos a con_ Bla¡se Pascal (i623-1662) fue un
l¡nuas conquistas. Ahora bien, considera que este espíritu geomé- matemát¡co y fís¡co eminente. En
lrico es ¡nsuficienle e incapaz a la hora de acceder al más piofundo el campo de las matemát¡cas se
conocimiento del hombre y de sus v¡cisitudes. pascal, el gran ocupó del cálculo de probabil¡da-
mate- des; en el campo de la Íísica de-
rrálico, exige a Descartes reconocer los lím¡tes del podei
matemá_ lend¡ó la ex¡stencia del vacío v
lico y racional. Por eso, contrapone al espíritu geométrico descubrió un priniipio sobre lá
un es_
pír¡lu de f¡nura, capaz de captar aspectos y matices . transmis¡ón de la presión;
tamb¡én
del ser hu-
nrano y de la vida que escapan a la razón, es conoc¡do por haber diseñado
una máquina dé calcular precur-
.,El corazón t¡ene razones que la razón desconoce,: el corazón, aso- sora de los actuales ordénadores.
ciado en Pascat al espíritu de f¡nura, nos lleva a intuir con@im¡entos Des'pués de una grave enferme-
que la razón no puede concebir. Es este espíritu dad y de profundas v¡vencias, sus
lo que nos permite lntereses se ¡nv¡rtieron hacia cues-
ilttlir la situación paradój¡ca del hombre: un ser inf¡n¡tamente grande
t¡ones'de orAen'más iilosófico o
d inf¡n¡tamente pegueño, inmerso a la vez -Tellglo§ó. En su libro más conoci-
en la grandeza y en Ia mi_ I
se[¡ir. Par,. Pascal, el ser humano es la nada comparado do, Pensamlenfos, did testimonio I
con el infinito,
¡ rcrrr lanlbién es un todo de su preocupación porelser hu-
s¡ lo comparamos con la nada; es un ser frá-
ltil (lr;e puede mor¡r de un momento a otro, pero aunque lodo el uni_ mano.
vdso lo aplaste, es más noble que lo que le mata, porque es consc¡ente
rle sr¡ n)uerte, y el un¡verso, en camb¡o, no es
consc¡ente de que le mata.
Para Pascal, el Dios cartesiano de los filósofos es un Dios
racional y
frío; el Dios de la fe es el Dios del corazón, un Dios que comporta
un
Íactor de riesgo, ya que no ha sido demostrado. Es el corazón
el
qu(-, siente a Dios y no la razón; pero la razón no queda descalifica_
i!¡r [.a razó|, creadora del cálculo de probab¡lidades, ve que
@n res-_
r)€(:lo a la ex¡stencia de Dios se dan dos pos¡b¡lidades para
elegir, las ."f.S K"¿.rra,
lb
rl(¡s xrriierlas como c¿ira y cruz: .D¡os existe. y *Dios
de a"*.
r:rr¡rrirhrrenle no pr¡ede denrostrárse ninguna
no ex¡ste.. Ra-
de las clos pos¡b¡liclades;
lr'xtr r)s necesar¡o elegir, es necesario hacer una apuesla, el no ele-
I '*t
Es el corazón quien sienle a Dios
(tr ya una delerminada elecc¡ón. Según las reglas del cálculo y l1o la razón. He aquí lo que es la
'r.5 de
i)Í)l)al)il¡dades y considerando la magnitud, pasbal apuesta a favor fe. Dios sens¡ble al corazón. no a
,k) tener fe en la existencia de D¡os, ya que la razón-
ésta le parece la pos-

x 'rr,r ¡ I ras x tlel¡gente: todo Se puede ganar y nada se puede perder.


v
Pascal, Pensamlentos J2¡

x \o
,ó. -,1-Y. > ¡ l?.¿l
?a. 197
K
llr,r lr lB
El mon)¡n
3.2. Spinoza Natura
de
nació en Amsterdam en el seno
Baruch de Spinoza (1632-1677) Spi¡roz;t t,.t¡l
de Portugal' los cua-
JI"?rir" ¡r¿¡u Oe comerciantes procedentes (Burgos) De ahi
que. ¡r;r'\tt
ü"1", i""n^ sus raíces en Villa de los Monterosy el portugués'-su
InanFt it . lUe
"",
r"nnru" maternas fueran el castellano
14 o",]"

;;;;
.*
;#,*:;;Ü;i;sialaoo a Hotanoa para huir de la lrrquisición'
en las enseñanzas tradicionales
judias' pero poco a
Fue
poco
cr¡s'
[tl tes l)tr.
existe u¡l r
ria extgl... r I
. ;,

se fueron abr¡endo a las tendenc¡as


;§ ,",elecluales
D¡()s: Flo^lr
"J"i.nr""i"= y a la c¡encia y a ia filosofia modernas'
u iáiu"-, r."nu""nti.tas
Esta sustan
aleiando de la reiigión iudia ortodo-
Su evolución intelectual lo fue tifica c3l¿
declarado no-
ü i".iá de que en 1656 fue excomulgado v
i "irr",",rs igLsias cristianas lo aceptaron' surrió ¡sualmen- Deus siv¡.¡fV;
i;;.;;;;.;" Estas c¡rcÚnstancias provocaron
que Spi-
Esta rea[(lac
il en diversos puntos de
I
","onoá*,jermanentemente
n"ol-a;;;r" "xpulsión' exiliado tiene in^it,
l pudiera participar en.l:: n:S:cios ponrJerr tle r
Holanda, lo que supuso que no
¡
a pul¡r lentes' ofr-
I r ;;;i";;; Para ganarse la vida' spinoza aprendió
mo-
linita. at.\u,
qr" t" p"rritió ll"'"' una vida tranquila y contemplatlva' y la extg¡¡ic
"io reducidos de pensadores l¡berales'
Sl)inoza (!isl
alcanza el
"iii*"Li "n*los
SDinoza p¡ensá que el hombre I -la.rt. -rr,
máximo bien a través del conoclmlento' Espíritu racionalista
un conoc¡m¡ento que es unión o
lazo es_ comgiLr§
decl( con
oiritual con todo el universo, e§
La fllosofÍa de Spinoza se inspira
en el rac¡onal¡smo moderno Al.igual
bios. Y para que este conocimiento
amo-
para elaborar I - La ,Éluri
roso no tenga elror alguno, es necesarD or" ó"*án*, spinoza abraza el método matemático das ñrt
de lodos: el deducción ma-
.áuit a ;;;;;;;". or" .; despliega de r:rodo deductivo La
"rñlino.¿"
de
"aguro especlal-
las matemáticas' Es la y dic¡rr:{irr
ca_mino
I".aii"" u" "on.iclerada la torma nlás elevada de racionalidad-'
ñente el método geométr¡co' a la realidad'
tá"r,r,'OrO que nos permite acceder con más rigor dos der r¿ ür
dades ^d¡i
b Elica cr,Íffted€séglin 6/ or#l 9e''
Así, su obra más importante,
'á*Hü, pres¡oncs I¡j
como cualquier otto tratado de geome-

lol a i¿ ci(dan 4- i.ir, ""ta en primer lugar unas deñn¡ciones, fija a continuación
".1rtl*"
*.ramas
"atructurada
lenunciados que el autor
cree que no requie-
Por lan. -,
le de l¿¡(.rt:
:i
,"1"-"r,"
Roorn É que son evidentes)' y a partir de cenden,- y I
ren demostración porque considera pro-
a ir obteniendo distintas trario,9*l(
ias definiciones y tos axionlas se ded¡ca la ló-
aplicando
posiciorEs o teofefias' cuya verdad se demuestra les se-
Por otrapa
proposiciones que vaya demostrancio gue un. ie'
áicá ¿eAr"t¡ra. A las
Ji.i¡",* o conclusiones que podemos extraer lancia ¡d¡n¡1
ürn,a" "otoi"'io"
de ellas. pesar L . c(
trata de constituir un verdadero co- ello no F{pc
El orden expositivo de Splnoza
por causas'S¡gue un orden lógico' que libremc'¡te
no"iai"nto, rn
"onocim¡ento a su discurso una co-
,á J" lt ,niu"r"rl a lo más particular' dando defini-
Spinozln
i"*"ii" ,"a_,*". la impresión de que si se aceptan sus
Da do uno se '
;;;" ;;;*' va sólo queda el ir dic¡endo
í una y otra vez a cada I tud de, cl
se van derivando' puesto-que
;;iu!;6;;tiones que después forma perfecta y por un
rio a sgAafr
i"L" * olt'.i* de las anter¡ores de una de la exios¡c¡ón de Sp¡-
de la c, Jc
.". O" fa razón' De ahí la luerza cia de Bqs
"l"t"oi" que no deji:-1,i:^1¡: t'
n""t ¿e que fuese un pensador
"ir" vi,
ái.iJni., ,"nto" .ás aún si consideramos que dicha
exposic¡on con- Por tarlto, D
ten carns
y el mundo'
,¡-ü^" afirmac¡ones sobre Dios' el hombre
"o"iár"n'Oas

198

I
lEi

-{ llr r,i,,l8

n El monismo sustanc¡al: Deus sive Substantra sive


I Natura

recordemos
{ .lpinoza pan- de la definición cartesiana de sustanc¡a;
que. para Descartes, la sustancia era una realidad que existe de tal
*an"r" qu" no neces¡ta de ninguna otra real¡dad para ex¡stir'
E
I
I P'Jes llien, a partir de esta defin¡ción, Spinoza concluye
existe una sustancia, no t'res: lanto el yo pensante ccmo
existen
que sólo

por
la mate-
obra de
.*iifeú

r¡a extensa neces¡tan de la sustancia ¡nf¡n¡ta:


f, oios; por tanto, sólo Dios corresponde a la noción
de sustancia'

ll
ffi
sustanci¡¡ ¡lnica, e§ dccir, Dios, es uato¡t¿¿
que ¡FlÚÜl-
Esta
I
i{ üfic, con le nttltralezt; tal como expresa la fórmula de Spinoza
sive Natura (Dios o naturaleza)'
Deus
es infinita y con- ,d'
T Esla real¡dad que podemos llamar Dios o naturaleza
liene ¡nfinitos atributos. Cada uno de estos atributos le corres'
-,{ pDnrien de manera esencial y pertenecen a su esencia
eterna e in-
Maine con barcos, de A. Bákhuyzen.
Spinoza ident¡fica a Dios con la naturale-
linita, a,rttqtte nosotros sólo conocemos dos de ellcs:
el pensamiento za; por e§la razón, a m€nudo ha sido con- I

y ld exlensi(in. a causa Ce nuestra propia naturaleza'


1 srrerado Panteista.

DZo. ')'5
.?
-i SpnoTa, tlislingtre enlre natura naturans y natura
naturata' )

,44. J)Yno tu
f - l-anattrra nattÍans es la naturaleza creadora' es decir' Dios
corno sustanc¡a infinita y causa de todo'
DioJ I
-! - I a naltra naturata es la naturaleza creada, el coniunto de to- ' » 22
indiv¡duales existentes'
-"ndr»ya .httuf?nJ/ I
das las realidades
--i hotula h?¡rf?r¿'l i
Y (!iclr rrlf¡ntdad de las cosas creadas no es sino mo-
que es en
-1 Dios Las reali-
dos dc la única sustancia existente, Definic¡ón lll: Ent¡endo por sustancia lo
sí y se concibe por sí; es decir, aquello cuyo con-
dades individuales son modalidades de Dios, ex- del concepto de otra cosa para
cepto np necgs¡ta
I pres¡ones finitas de la infinitud de Dios' formáEe.
Pci lanto, Spinoza propone una expl¡cación diferen- Definición lV: Entiendo por atributo lo que el enten-
{ !e de la doctrina cristiana según la cual Dios es tras- dim¡ento percibe de una sustanc¡a como const¡tu-

I-t cendente y la creac¡ón es distinta de D¡os' Por el con-


trario. Sp¡noz.a identifica Dios y naturaleza'
yendo su esencia.
Definic¡ón V: Entiendo Por modo las afecciones
una sustanc¡a; dicho de otra manera: lo que
de
ex¡ste
il Por (¡lra parte, Spinoza aclara que la
sl- en otra cosa por med¡o de la cual es también con-
gric r rna necesidad natural , en tanto UC cebido.
--i lrnr,,i.i I r[irtili], se creando la Pero a Def¡niciÓn Vl: Entiendo por Dios un ser absoluta-
re.:irr rle conslittlir la creac¡ón un mente infin¡to, es decir, una sustancia const¡tuida
I t!l¡ ' tlt, li tllot-1ar Q'.le ño sea un ser libre: Dios cr€a oor una infinidad de alributos de los que cada
uno
áxpresa rna esencia eterna e ¡nfinita ["]
1 6zs crg.aa6v', Oef¡nición Vll: Se llama likrre aquella cosa
que exis-
Spirroz.r entiende que cxiste falta.le libertad cuan- te por la sola necesidad de su naturaleza y es de-
Co uno se're ttbligado a hacer lo que hace, en
v!r- terminada a obrar por sí sola; será necesaria' más
por
!lri (¡tll rl¡ctamen de otro que le impone algo contra- b¡en fozosa, aquella cosa que es determinada
otra a existlr y a producir algún efecto en una con-
rio a su naturaleza, pero eso no ocurre así en el caso
d¡ción cierta Y determinada. [...]
rfi: l.r,rrc¿tción, l)ues ésta obedece a la prop¡a e§en-
Ax¡oma l: Todo lo que es, es, o bien en sí, o bien en
r;i.r rlL: | )ir'ls.
otra cosa.
l', n r.ll llt). Dios se detemlina a sí misnro, pues no ex¡s- Spinoza, Etica Cemos tnda según el oden geoñético'
ir:r ! LrÚsAS externas qtle Provoqtlen su actividad'

fa.1r¿l:n..,
3
)'r: - f¿-r(2':-.?
-D)¿
cl 19e
flrr,'f,,i8

Etica y felicidad 3.3^


tir rtlln¡¡l \
Spinoza revisa el dualismo antropológico. Sornos alma y cuerpo, y
nalist¿. J;c
por ello sólo podemos conocer estos dos atributos de Dios, porque
lifacét§ r
son los únicos de los que participamos. De todos modos, el dualis-
COñ0C¡,,,it)
mo tal como lo expresaba Descartes en Spinoza queda superado,
tosofíí!-f(
pues nos d¡ce que el ahna y el cuerpo son una sola y misma cosa (el
logia, { rcr€
hombre), ya bajo el atributo del pensamiento, ya baio el de la ex-
( tronur^. i
tensión.
qunas r iLr :
El hombre, al ¡gual que todos los seres creados, t¡ende por natula
leza a perseverar en el ser. Es lo que llamará la ley del cona¿us, la I
I
Ámb*o

a. cual gobierna los esfuerzos de cada una de las modal¡dades de Dios.


No obstante, dicho conatus en el hombre no se nranifiesta única-
É f:ilosoA
mente como deseo o esfuerzo de segu¡r ex¡st¡endo, sino que al-
canza una condición mayor: el hombre se esfuerza no sólo por so-
brevivir, sino por conseguir la tranquilidad del espir¡tu med¡ante el léok, ,

Murillo, N¡ños ¡tgando e los dactos- conoc¡miento adecuado.


Al hombre no le basta con sobrev¡vir, ni : Mak,.
s¡qú¡era con poseer poder o imaginarsé La virtud consiste precisamente en vivir ba¡o la guía de la razótt,
que lo posee. Necesila el reconoc¡m¡en es decir, del conoc¡miento, superando nUestras propias pasiones
to de los den¡ás. pues en este reconoci_
miento adqu¡ere alegría.
con el lin de oblener lo que nos es más út¡l para real¡zar nuestro co- .

natus (conseruarnos y perfeccionarnos, aumentando así nuestro po-


der de actuar), es decir, lo gue más conviene a nuestra natura-
leza. )(,

25' «_ La clave para un vida feliz radicará en disponer nueslro entend¡' Ecoi
€hra SalOc; ana m¡ento de ideas adecuadas. La fel¡c¡dad queda vinculada al en-
tendimiento, pues éste es el que nos puede liberar del peso de H S
las pasiones que tratan de dominarnos y someternos, intentando di-
r¡girnos hacia puertos equ¡vocados. Al pensar la unidad que envuel- F] ok. - .l
ve lo real y ver el mundo como expresión de la eternidad e infinitud
Z cv-Qen J/n €\ y,+ de Dios (sub specie aeternitatis), que Spinoza denomirta beatitud o Derr-,

amor intelectual de D,os, es entonces cuando está dirigiendo su áni-


hDYItro - A'l¡ mo ba¡o las ideas adecuadas. Po tí C¿I
En la med¡da en que el áma en-
tiende todas las cosas como ne-
De las afecciones y las pasiones tristes no nos podemos librar, asi
cesarias, tiene un mayor poder so- que nuestra v¡ctoria sobre ellas no puede provenir de su el¡m¡nac¡ón,
bre los afectos, o sea, padece me- sino que vendrá de su deb¡l¡tamiento, neutral¡zación y sustitución Teor- d
nos por causa de ellos. por otras afecc¡ones de carácter contrario. Se trata de advertir que
Sp¡noza, Ér'cá- no tiene sentido lamentarse por lo inevitable, y que todo lo que juz- , Le¡bn1c
gamos tiene su razón de ser, es deci( no es contingente sino ne- noc¡mAlk
L Spinoza expresa en su f¡loso-
cesar¡o, pudiendo inclu¡r bajo esta cons¡derac¡ón buena parte de las tas m- ca:
lia qlre el camino hac¡a la fe-
l¡cidad requ¡ere saber dirig¡r conductas humanas. mol es.§l (
rectanlente el entendirn¡ento las de, ,ná
para dotarse de ¡deas ade- La libertad velaS-lla
cuadas y gobernar las pasio-
nes. Repasa las concepcio- a l-eibni<rc
Sp¡noza, por tanto, l¡ga la l¡bertad con la necesidad de la propia na-
nes éticas estoicas y ep¡cú- Dios, . .s I
turaleza; una postura muy cercana a determ¡nismo. Para Spinoza, el
reas y examina los puntos de p¡os l,á(lic
contacto que pueda tener hombre es l¡bre cuando comprende la naturaleza de las cosas y
inclust, co
Spinoza con ellos. la acepta; la libertad entendida conro capac¡dad de elegir entre di-
va a lz-rot
ferentes posib¡lidades es un autoengaño.

200

F
t- tlr r 1., lB
¡t
.t 3.3. Leibniz
J Gottfr¡ed W. Leibn¡z (1646-17'16) fue uno de los pensadores racio-
nalistas con más universalidad de intereses; poseÍa una mente po-
ET l¡facética y creadora, y en sus obras trató prácticamente todos los

r conoc¡mientos humanos. No sólo invastigó en los ámb¡tos de la l¡-


losofía, teologÍa, matemát¡ca, física, lógica, economÍa, historia, filo-
logía, derecho y política, sino también en muchos otros, como as-
{ tronornía, historia natural, geología, farmacia, alquimia... Veamos al-
gunas de sus aportac¡ones más relevántes:
',t
Ambito Aportaciones
i Sistema raciona!¡sla con: dislinción entre verdades de razón y de
Leibniz.
os ofia hecho; cosmovis¡óñ que ¡ncluye la monadologia y la armonía pre-
3 F
establecida: reftexiones sobG ei mal

t feo log ta
Just¡f¡cación de Dios y de su providenc¡a ante el mal que hay €n
Universalidad de ¡ntereses
el mundo; inlento de unir las lglesias crist¡anas separadas.
I 9- Leibniz se ¡nteresó por una gran
Matemá- i ']scubrimiento. al mismo tiempo que Newton, delcálculo infin¡te pluralidad de cuestiones; no es
{ lica sinral (cálculo de derivadas e ¡ñtegrales). común tener un ¡nterés tan pro-
lundo por un número tan grande
Forlnulación de la ley de conseNación de la anergia. Af¡rmac¡ón de
I Fis¡)a
que ta maleria no es sólo extens¡ón, sino lamb¡én energia.
de temas.

- ¿Cuáles son tus intereses en


§ Ap'icación de su s¡mbolismo algebraico a su lógica formal (Le¡b- cada uno de los ámbitos que
Lcg t(
n¡z fue u¡o de los fundadores de la lógica matemát¡cá). trató Le¡bniz? Haz una l¡sta de I
todos ellos y después ordéna-
t- , Er;rx¡omia I iseño de proyeclos de explotación de minas los según tu prelerenc¡a.

,l lhsloria
Retorno al estudio de tos documentos originales (es deci( retorno

{F
a las lue¡les de ¡nformación).
Lógica matemática
I'lelúgia ArÉlisis de la ant¡gua lengua alemana y la antigua lengua celta. Toda'su vldá, Leibáiz procüró des-
t [)ere,tl¡t Aoálisi. de cuesliones iur¡d¡cas (Leibn¡z era doclor en Oerecho).
t hri.¡at¡vas politico-rel¡g¡osas en favor de la un¡ón de Alemania; tra-
l)1:ltir(.¿r baios como d¡plomálico, hombre de corte y conseiero del empe-
.,
rador del Sacro lmperio Romano Cermánico.

I fet¡ria tlel conocimiento


t I eil)niz acepla la importancia de los sentidos en el proceso del co-
l- rrtx:ir¡rie¡rto. Ahora b¡en, también considera que la mente impone cier-
t¿ts marcas hlnatas, como si nuestra mente fuefa un bloque de már-

{ rrrol er r el r:r ¡al no ll:.y nada esoulpido, pero en el que no faltan las ve-
t¿ls r[-.1 r¡r:rr¡¡rol mismo; cuando el escultor trabaje el mármol, estas
l- v(,-t¿ls I r!rirlAf; se mostrarán.

,-i;-
n l(ri)!¡¡1 ir¡:el)ta la ex¡stencia de elemontos innatos, como la idea de
Dios, l,r:.; ¡rrirrr;ipios prácticos de orden moral, los primeros princi-
+
- ¡rrrs lógicos y matemáticos, déterminados impulsos y tendenc¡as...;
ril hr!r) i.{lnsi(lerA innala la persistente ¡nquietud humana que nos lle-
,t r.r ,¡ l,r ttr:livir-l¡lr l.

t- 201
tl, B La arn
de dos
muy viva todavia hoy es la distinción
Una aportación cle Leibniz humano
Dos tipos de verdad il;:;;;"";e verdades' Para él' toclo el conocimiento Ya 1,. ,ll(
0".:110:t^,'"'
fO. La dist¡nción entre verdades
de l
;";;;;#;.t dos tipos de verclad: las vetdades un¿¡5ltl
hacemos actualmey 1:^:1"" des uxif
razón Y verdades de hecho ha í*á** *-nJ",i,.' [a diierencia quetiene sus raices en esla distincron' das-f(
sido una de las geniales aPor-
taciones de Le¡bniz: de ella
se ffffiil; ;"ncias empk¡cas
laci(rll ¿
a
deduce que Para acceder Ver<lades de l¡echo nró-pr
Verdades de razón
cada una son necesarios mé-
aquéllas en tuarar s
todos diferentes, no un único Son lali ve(lades síltéthls'
So¡ las verdades a¡al¡ticas' es deci' lra 1,,
método como alirmaba Des-
cartes.
ü,[" ; ;;;;, ;u¡eto contiene cr,
cuarrdo. por eienrplo' drgo: .1'
oe ;;;""1
tJ:tJ:i$:i:
drErErJ vu^*i::^ ::"::"ii::f
urr
I
la llall'¡ar
oredicado; .,-
t'dos"' to q'u
I ',"r^" enr"
sruacrón de ros hecr'os o de daros "^r.. '
Cada una de las caracter¡s- :i::'ñ;;;Jt'"s
i
- de un piricos Cuanoo digol"t'""]'1-u]11"^': i Se-r¡r-,t t I
t¡cas que te Presentamos I
afima elpredicado se desprende ' nueva n'
hace referencia a uno de los nada cuerpos-' el prcdicodo es rna uniisr
#tl'#J;;;il "'ieto'
no hav
' ;;;;;t;;" tt t'.'e al suieto: podria I
de iirs
dos tipos de verdad' Di a
ruevo v no es posible un predicado
con- t:
qué tipo Pertenece cada ca- lrário. Las verdades de razón se basan serque^etcato'nottilataraloscuel'l
racterística:
. Su conirario es imPosible' [i*:*;im#xr*ffi *:;*:;;x,'.,,.' ::]iii I 1

:¡"#;, "il;;;.ás ras irande que El ¡.rto


. Provienen de la exPerien- ffi;::[ ::"j:'Jl"'11llj,1L#l ;

cia. Partes"
eiemplo: 'Los vestidos son nrás
largos
Le¡ t.:
. Son cont¡ngentes. (- Periq'jt
"|p"'*rtjlff,,; ¿o,¡rf .,yc,
. Son verdades ¡ndudables' inri.-gal
e in-
Para Leibn¡z, el mundo de la
coherencia lógica es diferente trar.¡¡ r

formales' como
;;";ili;;"; ¡nundo de las cosas' Las c¡encias har , tle,
de las cien-
"l son de un orclen clifercnte al
v ) 3 la lógica o las matemáticas'
a o, ciasempíricas,comolaríS¡caolab¡ología,yaquelasverdadesde
cort[ingenles' Pa{r(
v¿{-dd¿l e-
*+uo IJi^-"J" y las verdades de hecho'
"-o*,rtas, r ., , ,V
Mónadas Y átomos ra{l r

Los álomos no son sino el efecto Las mónadaai litl.rtl c


pron-
de la debilidad de nuestra imag¡- la metafisica de Descartes' lnuy
Leibniz, buen conocedor de para-Leibniz' la
rr'^gí:
nación, que' Para descansar' Pala que éste tenía de la materia;
en un punto determinado sus
re- o error de Descartes,
(pros¡r

flex¡ones Y anál¡sis.
";iil;-;";;"pción
,r,"r]" *r"n. más que extensión. El mayorestá b:-. I
"" il;;ividar que toda la naturaleza poseída de mo.
Leibniz Jffi, ;
"lr""i"-or" F-s nccesario
conce
n* d¡namismo balo cualquiei real¡dad estáticr conro Pt;r o,
Leibniz creía que los átomos olvitlo de Descartes: su visión era
1
";;;¿;;.iJ lo que no era claro y d¡stinto
(es c¡{tr
debian de ser divisibles, Pero consecuencia de rechazar todo rned¡r el dinan'is- co clI
bs mónadas (energia PUra) no'
de estos tres Iilóso-
;;;, ;;Ñ' i su geometría analítica no podía rl^trr
- i Cuálqriegos defend¡a los mo presente en la realidad'
I ios que extensnn: es l)or
la realidad es tnuctrc más
átomos como elementos
básicos de la realidad: Pla-
Para Le¡bn¡z, lo qLle compone
pura extensiÓn' exlsten nlc
ir-rr"r",,""aa, energía Por debaio de la mund
tón, Aristóteles o Epicuro? los llalna-
""
,""" rr"il" O" A estos puntos de energía Leibniz ,3"
- Pensando en el álomo tal "nergía Oer griego rtd'as' 'm¡ddd')'
como io conocemos ac- ba ¡rri¡adas 0a palabra 'n¿r'aaa ñ*r¡e s.R,
tualmente, compáraio con de que se compone la re-ali:'ad' r,.
la mónada de Leibniz ¿En Las mónadas son los elemeltos id.
energía' son sustan-
qué s€ difor€flcian? ¿crÉes ñ"; ;;;d;" puntos inextensos clotaclos de (l¡§ n
que tienen alguna seme' cias simpies e indivisibles'
q'" fo'n't'n parte de los compueslos (es
baio
iañzd? ¿Caál'l i
;;il;¡;; .o."t t'' como las percibinlos)' v se encuentran
- Ahora compara la mónada
de Le¡bniz con las Particu- cualquier realidad'
tas elomentales tal corno rrna es
Hay ufl (ie otras mónadas Lerbni:
las conocemos aulÚal_
ind¡vis¡ble, r,,-{"
mente. i
decir, autónoma). I
t+ zl.
202 rn ¿t-
"D
3z (_,

i ¡¡ ;rr ¡nr>ní¿¡ ,)t?est¿tlrleci(lit


Coincido plenamente con él [)es
I ,,:r .., 'r,l.r ilti.t, l)i,riil,,lrlr .r:;i|li)!ri!(!l:,si)trlrta!¿flelt,ll¿nles cartes] en que lodos los fenórne
!rrri!. ,lt.,,li(lri i]l1ióri(i(,i:t l.i:i,I|r,¡:tir rttllti;iollailtlas (l¡versas elttirl¿l nos part¡culares de la natrtraleza
,1,,-.. r ,1,,¡ti.-. :tO rl,llr rrt;1. rlri (,liúrlrnlr-! e tcO,it{lni{tiillleS ntóna- podrian ser expl¡cados desde la
, i,, i .1,.!r iilO. .Jt,,r,t. ( I i i . , I i i, )r I ral,-r itl mecán¡ca si hubieran sido sllfi-
l,r.¡l;!¿ltit rlit 1;t re
j .
I I I ,I I I
I
cientemente explorados, y que no
..: !,,r,i:ir t. it ti),,..,:,lirrr,,!urllI:,:,li[ l:]alltr.: Di()s, a¡ cre¡n.cada hay olro med¡o para conocer lits
rrrl'ir;r.l;¡ 1¡¡¡¡g¡.¡l¡¡, le otorgú s ley ilrlerra (k rt¿¡neta qrr{.. toíJas a( - causas de las cosas materiales.
ir. i¡.r¡ r :¡i,lr'[t la ilÚfx]ttiíl que:ie er)aiL¡rJnl¡ü eft t()(lü el cosfn(,S y que Pero lo qrre creo qrre se ha de te
lr^¡ .:,r!, ¡ i;;tirblecrrla l)!e,riarnirtlu i)r)r Dio., (por',j ner s¡empre presente es que los
l,r
t. \ t!lttt:|¡.) I )re¿a-:i;ibiech l.:)
tlÉ, t!t()li\rr) !cll)rru
princip¡os mecánicos misnros, es
decir, las leyes generales de la ná
liri
i .:jl,tii-, llr),iellOr(.!,t¡::i{1,;t.¡!.rl)lrrsc0rtrrirlr¡rartr.eloj.:r(]11el turaleza, nacen de principios ntás i

';.., t ¡, r tr,i¡ ri:rír alu¡; I L:sr l.: r t ln ir lc¡pio llil llrcqfiltna(¡O C¿trlít |na elevados y no podrían ser expti-
cados por la mera cant¡dad ni por
,,r,I ,r ¡:), it:,¡, {l ¡lt(, i;irj I rl¡i¡ ri!,tlii:i ;lUO I ilntl)o cl1 Cl Itni\,,--fSO hrly
cons¡deraciones geométricas. Ál
!,.t rri¡ ilf ti)llia. contrario, estos princ¡pios in, pl¡-
can algo de orden tnetafís¡co, ¡ t,
dependiente de las noc¡ones que
! iirrr-,ir!¡:¡.¡;¡ tlel ¡trl¡l nos da la imag¡nación, y han rttr
ser atr¡buidos a tlna suslancia s¡tr
l¿tbn,¿,,, ,,. (lli.,tjril,,j t¡r ! ll¡o..; ¡r.itit1i:1,r, i¡tre lto cre.rrlJ Ufr ttnivers(.)
extens¡ón, ya qUe, además de la
.' jii , , ¡,:i. rrlrr r)¡il.tlt,;:.1(lo. flI,,rrr;.;s, exJ)l¡car la ¿arLjll]o [x)rlcn-ios extens¡ón y sus modificaciones.
,.,,,t,i,i, . . , ; r I i it i ,rri,il r_.tr r:l t!¡ ¡rrlo,,rn rrrirl r¡r rt; Se ttl¡trjf¡É)Sla ¿t
¡ .
r ií I , I hay, inherente a la materia, la fuer
',.. . i,, :..ririllrtrihtt)s. t:l¡f,rrrr,,l.r,itts, CrílTlet rr]:; -'? Algrrrros arrtOreS ?a misma de act¡ar, que per¡rite
'' ,r il ,jr,l,, ,r.tli,ln:tr qtii-- lit i,.':i:,ti,t¡(:ia rlel rrr¿¡i u¡-r el nItndO es ¡n- el.paso de la melafisica a la natU
, . j : : | . . , :¡¡r l:l r:ti:.1:lr,;tl¡ rIr lli, r:,.
: , , ! | r , I
raléza y de las cosas materiales a
las inmater¡ales. Esta fuerza obc
, ,,,r.1. r I tr,!¡i ,:.:t.-tr,;r: | ,,il,rti: llr:rli¿ri
ctr (llé consiste el dece sus propias leyes, (le las cll¿i
les no derivan rinicamente pritnii
,1.' li, )!inrjrlir tt()s Illl{,b rle rr)¿rl: tetafÍsittfr, lisjCi) y nto
pios dr,, necesidad al)soItta y, s¡
l irrctaiisirf ..,r ¡, i.,rriIII{-iI, (,rI l¡l: ll¡ | r¡titci{)neS rlc to.l¿ rt il.
se nos l)er0rite [Llecirlol, c¡eU().,,
:' , . ,:t lit. ) ¡,.- l,r ¿Ilse¡¡ci.r rle la perfer;ció[ tlivitt¿r. l:l como las leyes tlater)tálioas, e¡th)
il
f r,r, i ji,r ,.,rl,,irn¡:,.llrri.:, ..) .,'rr:;isle dn llt f.rlta (iu lii,:ncs larrtliéll ¡rrincipios rle la razón p(-'r
rl.rr riü, I l ,r{ lt(t r: r'.: rltr l, tr l ¡rr ¡_ri;i, :;ílo e:; arts¿rrr:iá tlel lecta.
r ,r Úrori¡i, P,-r;l,i() t,r1,vtr,Ii, i[, : ]nA ati:rli(1.lrlO I eihliz. Obsen€.rionLs s.,6,¿ /.,
¡rertt;i,it-rr1.
. , r 1 ,.... ..,..r,,., t,¡,: l:t lilrr,rli¡¡I. l'ittlc Aettc¡¿l Jc h)s t\ t1L4)Dr uc
I,ú!..,¡rlr,
.r ,-t ,i,rir: ,. . 1 I,..r , ¡:r¡rr, J;irrir,li: I,¡lt.r,l,j l,lL!t_ ll(¡!
i.': t. .i, |, r r ,L :, i., , !, rI|r [, -.]( tl.r,;:,lit t,rll¡.,i¿il,rri¡
, .I r,, r,r.: l.¡, r.:.¡, I ,|l tlr;l ut¡tvt)lsr) l)ioS l[r r;it.:gi
' ir' ,,r ,,!,1,r!,,.
,rste.:s cl trreirlr rle lorlos los
.: .¡,,!,,', trDStí,;leS: iLIr it r: ri,i riri,t JI
-l ,: i ri:'r\ i,i,l,.i I

1 ' lr, i 1.,¡ :.,.; r r ..r,1 ..

, r'ii!,1¡,',, l,,rr-
.,rr.rr' ,'rir I. l.r,l.i .'{$

>Esrc a-l Yhe¡11 d¿ 'il


(o¡i3t¿!
)'\ m i ,ttr I. t.:'r ¡,
, ,¡rl. ,,r,,r..t,¡,i',.: ,t¡r¡;


I

¡i Comentar¡o de texta
Sin embargo, así que hube adqu¡rido algunas nocio- .
lr
El aulor se sicjrle -cbligit,lo. lror rill.¡ l{r,
nes generales sobre física, y que hube observado.
al comenzar a poner¡as a prueba en dif¡cultades par_ ¿Crees ilrrc Sc tl¿il;r (l{. l lit leV Il(rt],1., .,.i ,,,l
c¡r,ré?
t¡culares, hasta dónde pueden llevar y cómo difieren
de los princ¡p¡os ut¡l¡zados hasta ahora, pensé que no . Descr¡be el resto de¡ ¡troceso ex¡rlit:;rrfir ¡xrr , i
las pod¡a mantener escondidas sin fJecar gravemen_ aLrtt-r( señal¿n(l(, l¿ls r-iivers.ts p¡rtles
te contra la ley que nos ob¡iqa a procurar. en la tne_
rl¡ I r l t¡ r.,,
uctllra el texl1, y elpl¡ri¿
e-ctr lat.i i l i,nJt tsioirt:. , r
d¡da que depende de nosotros. el bien general de lo_
las (lue llega l]escartu.s.
dos ¡os hontbres. Porque tales nociones nre hicie_
ron ver que es posible llegar a tener conocirnientos P()n t¡tl¡lo al textu. .;.frlLrgiría:, illilr ,(_, iIr t: )r: : r

utilísinos para la vida y que, en vez de este f¡losofía guientes'¿


especulaliva que se enseña en las escuelas, se pue_ t l l t ¡ t¡)c¡¡li :i:;t ¡ tt ¡ t :¡lt l¡t::it lt ¡
de descubrir una práct¡ca, con la cual, conociendo Ia
fuerza y las acc¡ones del fuego, delagua, delaire, de . Los Cot)ocln¡et os (íriir.?i(/ils rÍi /.,¡ ,ri/, ;¡
I
los astros, de los cielos y de todos los otros cuer_
pos que nos rodean, con tanla precisión como co_ Contexto ¡nmed¡ato de¡ texto
nocemos los diversos oficios de nuestros artesanos,
los podriantos aprovechar de la m¡sma manera para - Pon el texto en relaci(rt con la problelrálic¡¡ ii,l

5
autor. Apcrla ideas del autor clue a},r l(l(_.¡ I ¡ (Jin I
todos los usos para los cuales son aprop¡ados y así
hacernos como amos y poseedores de la naluraleza- ficar y a enriquecer e¡ texto.
Cosa que no sólo es deseable con vista a la inveñ- . Puedes relac¡onar el texlo coll la lporiit rlel c()
ción de una infin¡dad de arlific¡os que nos permitirían nocimienlo.le Descarles (el nrélrxlo, la rJud;r.
gozar sin ningún esfuerzo de los frutos de ¡a tierra y
las verdades a que poderrrr)s lleqar...). Te str
de todas las ccmodidades que se encuentran, s¡ño gerimos que tarnbién lo vincules con sL1 leorí;t .i,
tamb¡én. y pr¡ncipalmente, con vistá á la conserva_
antropológ¡ca dualisla ((xrerl)o/ahna), así C{ )l}r, ) r,
ción de la salud, que es, s¡n duda, el b¡en primero y '¡{
el fundamento de lodos los otros bienes de esta vida; con su te¡ría nlecan¡c¡sta.
ya que el espíritu m¡smo depende tanto del tempera_ ir.rr i, i

ment:, y de la disposición de los órganos del cuerpo


- lndica cuáles eran las cr¡esliones de la ú¡rrrra y
las diferentes corrientes de pensamiento. Men
que, si es pos¡ble encontrar algún med¡o que haga
ciona tarnbién las ¡nfluerrcias qlle haya Lrod¡Jo re
comúnmente a los homh¡res más sabios y más hábi-
cib¡r el autor.
les de lo que lo han sido hasta ahora, pienso que es
er la n¡edicina donde hay que buscarlo. . Descartes fue un per rsador i¡¡novaclor. Relacio
t^' l
. tr.
Descarles. Discurso del nétodo, Cr.. patle. r'ra e¡ nuevo sislelta f¡losófico (lue cteó coll l¡¡ rill(i
r)ueva ciencia (luc lraslonló su,ilx,ca.
Anál¡s¡s del conten¡do l)rri:.!.
Mirando más allá del texto
-. E¡runrerit y clarifica los conceptos nrás relevantes
.lel lext{). - lr.¡d¡ca có[]o se ha trataLio en olros i.notrerrioli
. la probl€rnálica del texlo, Conüeta en qllé líneíl
¿Qr re silln¡ficado se desprencjc de¡ texto con ll: I li:i
refrirellCia a los conceptos sigu¡entes: l/sica, de pensarnienlo se i¡xruvc ej aL¡loi-.
'l pflt1tl-)to. ley, conoc¡rn¡enlo, fibsoÍia, espir¡tu, . A llc$r del caráCler ¡nr ro'/itr-lor cle la obra L:,lr t...::..
cucrpol les¡ana, podemos etrc(rnlrar e¡ementos Ce tilo
. solías anieriotes. lé srr:-lerintos que relac!(:rÉs 'r(s
f. .:.)-:
Dale cLEnta de que el autor dislingue enlre .fi
su teoría antropo¡ógica con la .Je ptatón. y su bió;r I
losofra especulat¡va" y
"filosofía práct¡ca". A par leoría del conocim¡ento con la de san Aguslín. ,^, r
tir de¡ texto, da el signif¡cado c¡e cada una. quedt
. Si co sideras qlle olros concel)los que dpa- Op¡nión personal
rece¡r er I el texto {collto na¿ura leza, art¡l¡cio...) cieÍ le(
- Alrevete a indicar. de ut)a nl¿t¡teta¡ ri¡zona(la ) ar-
tanrbién tienen un papel relevante, enurnéralos
9unrentada, trJS ptefetenLrias. L isi
y juslifica tu elección. !lre¡)ic
. Vuelve a segúir ol tazorrantiento del texlo v dr si
lndica las ideas principales deltexto y su jeraquía.
- estás de a(luerdo con las conc[rsionr]s a (l rr,) r¡to l)c
Mr¡estra la relación gnlre las ideas. llega o¡ autor. Jl,slilicít trIl.r:rln¡esta. t¡1br
. El al¡tor nos explica un razonamiento, un pro- . Si c¡ees que. en algun ntolnello de sU razo cr ie r) ci
ceso de pensamiento. ¿A raÍz de qué hecho se namiento, el autor lla c()ntelido U¡t e¡ ror. irtrii.
in¡cia este proceso? ¿Por qué motivos? calo.
fat.;i;;
Recuerda lo que has vis to
o Enurnc:: las causas de la s¡tuación de malestar vi- . Describe Ia teolÍq mecanicista de Descarles. . ,
vida-por los intelectuales del siglo XVll. ¡ Explica breveiriente-la noción ds h'ombre en pascal. -. . _

.: ¿Cuál es el modelo de saber racionalista?' . Besume la noción de sustaricia que da Spinoza. ,,


i: J '¿Roi que creá Deücártes que es tan necesario en-
¿Crees que su sistéma filosófico se puede calificar'
' icntrár un buen mátodo filosófico? de panteísla?
; Enl.lirlefa las cúatro ieglas tundamentales del mé- . t\4encibna los d;ferentes ámbitos del conocimiento
I
- todo cártesiáno. en que trabajó Leibniz.
. Menció¡a la's razónes en que Descartes fundamenta . ExplDa el slgriif'cado del término mónada. ¿Qr.ré
la neces¡dad de su duda metódica. caracteríslicas contribuyen a def inirlo?
I. Describe brevemente cada Wa de las tres.sustan- . E.ru^rerá y descrrbe los tres tipbs de mal analiza-
cias cartesianas. dos por Le'bniz.
:¡'I :
1J
\ I a a ¡l
Cuanrlo Descartes ¡rrump¡ó en el ámbito de la filo- Hemos visto cómo ha perdurado el mecanicismo
stlia, ésla sufría el ¡mpacto produc¡do por la trans- que Descartes desprende de esle dual¡smo: el mis-
lr¡,r,¡u;rórrr|c una vieja visión cieulífica del mundo, mo Leibn¡z veÍa el mundo como un reloj creado por
vr:iro¡¡ (lUc la antigua f¡losofÍa fundamentaba. Des- un relojero perfecto; un mecanicismo que, a lo largo
r;¿r le: fue el valienle ¡nnovador que, part¡endo de
de los s¡glos, ha tenido impl¡caciones positivas, pero
las rrrrt,vas conquistas c¡entíÍicas, restableció la con- también otras negat¡vas. El culto a la máquina, pro-
liin11n en las capac¡dades humanas de conocimiento p¡o de la Revolución lndustrial, t¡ene como trasfon-
y olro lado, construyó un sislema f¡losóli-
'l(tc, l)or do este mecan¡c¡smo.
,,¡ r.,rll futxlamenlación melafisica qUe eierc¡ó una
r n an ir¡f h ¡encia histórica. El ¡nd¡vidual¡smo que se af¡rmó durante el Renac¡
miento tuvo su conlinu¡dad en el yo pensante del
fl reslal)lecuniento de la confianza en las capaci-
sistema de Descartes. El yo pensante y sus ¡deas,
(larles iltelectuales, espec¡almente en la razón, será
la subjet¡vidad, son la base del edif¡c¡o cartes¡ano.
rrra r:¡¡nvicción de toda la Modern¡dad y llegará has-
Esta af¡rmac¡ón de la subjetiv¡dad o yo perdura a lo
i;r rrr:cslros rlías. Cierlamente, los pensadores em-
largo del mundo moderno; en el Romanticismo, el
l)iri.itirs r{rnarcarán el peso de la experiencia en el yo es el gen¡o creador e intérprete de la realidad.
¡,rrx:t-.srr rle conocimiento; pero, a finales del s¡glo
xvlll. l(iirrt crcará la gran síntesis qr-re establecerá Hoy, el yo, el individuo, ha de intentar conquislar sLr
i,rrl,, .rl l¡rsr¡ r:le la razón como el peso de la expe- ¡dent¡dad en un mundo donde predom¡na lo que es
I,,llr r.r Illlleslros dias, !a racional¡dad es una exi- ¡mpersonal: vest¡dos hechos en serie, motos muy ti-
pificadas, una publ¡cidad que quiere hacer que me
!i,,rr ¡ ¡ rxl nrucltos ámbitos, no sólo en el campo de
l.r l,l,",r,lr.r, .:iru¡ lantbién en el de las cier)c¡as nalu- guste lo que gusta a todos...
, rli.r, y :r)riií es: se exige, por ejemplo, racionalidad El pensam¡enlo de Pascal, con su preocupac¡ón por
,,r ior; pl¿tr¡teamientos económicos y polit¡cos. Tam- las razones del corazón, ha llegado hasta el pen-
!,¡r1r lrir ll(rUado hasla hoy la necesidad de un mé- samiento contemporáneo; actualmente, el autor Da-
rrxt¡, t..|l¡r (it¡e nuestra razón avance en SuS bilS- niel Goleman nos habla de la ¡mportancia de la in-
1i,rrxl.r, r) ilct¡vidades_ La conven¡enc¡a de un mé-
teligenc¡a emoc¡onal, es dec¡r, del papel tan val¡o-
torl(,, {:r } r'n¿l programación prev¡a, forma parle viva
so de los senlim¡entos en la existencia humana.
rn.! l.r¡.r |l: inleleclual de Descartes.
La ident¡f¡cac¡ón de Dios y naturaleza hecha por Spi-
I Lr..r,.rrir l¡losóf¡co cattes¡ano Ceduce rac¡onal-
noza ha sido t¡ldada de panteísta: el panteísmo es
rrr, rrlr, l,r re.rlitiad del mundo e ¡mpl¡ca [¡n dual¡smo
,1rlt,j lr{:r¡r,ilIienlo y mater¡a extensa. Este dual¡s- una tendencia fi¡osóf¡ca (y, a menudo, también reli-
giosa) muy extendida y frecuente, tanto en la cul-
,r,, ¡',,r,lrrrtrr;i l)asta Newton, pero su apl¡cac¡ón al
' tura occidental como en la oriental.
¡ r, r rl r r:,i r
k rirlisrno entre alma y cuerpo, entre con-
, r,,r,.r.r y ¡r,rr)l,t{). perctrtrará y, s¡glo tras s¡glo, se En cuanto al legado de Le¡bniz, su interés por la ló-
1,u.., ,rirr l)o1iil)les respuestas para explicar la inte- gica matemática y por los ¡ngenios calculadores
r.rr, ror r ¡rtrlr e ¡tntllos. continúa vivo en el pensamiento actual.
r---E

EI Empirismo k t

v
ó
,]

Esquema t,
1. La filosofia modema inglesa a
1

1
.1. La lnglatena enq¡rista
.2. La resPuesta emPrrisla ft
2. La moderna teoría Política
a
2.1 . El contractualsmo social a
2.2. Hobbes: et ntiedo nos civiliza
2.3. Locke: el libe¡alismo Polilho
Er
3. La epistemología empir¡sta -l¡
3.1 . Locke: la experienc¡a tik los lím¡les
l
3.2. Berketey: el reclnz-o del tnale¡ialisnr¡ ir

4. Hume, culminación del EmPirismo rl

4.1 . lJn ilus ado escocés


4 .2. lnvestigandc el cottocim¡enlo
43. A Problena de la causalidad
4.4. Crílica a la n'ei3[ísica

4.5. F] ernolwismt-¡ moral r1l
(lr
r.l
,rrl
cfl
b'l
vrd
q,]
V;c,
@"**y*.r ñ
ra de una respuestá';ii;-r;;i;át; miimas preguntas que estimularon al Racionalisrnb.
y Locke como precedentes de las futuras
. Valorar las aportaciones cántractualistas de Hobbes
mocracias.
I nsl0n.
.Meiorarlacapacidaddecomprensióneinterpreta'¡óndetextosfilosóficosdemedianaexte
dif
. Ser capaces de constru¡r esquemas comparativos que muestren con claridad los rasgos
dores de lo que se comPara.
. Valorar la actitud crítica y antidogmálica de un pensador como Hume'
los demás y'
. Saber part¡c¡par en un debate aprendiendo a escuchar y a respetar las opiniones de
¡
cipalmente, a buscar el Consenso'
grupo al t¡empo que se procede a aclarar i
-. Eierc¡tarse en el trabajo colectivo y en la reflexión en
: :ffi".;ü"ffi; #;6;;i;";ómplejos coño el d¿ la ¡dentidad personal'

206
J
lt

* .!.
a

IJ
,
¡
1

l
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t I

Parera co, camraÉ, de c. Slubrrs.

lnvitación a la unidad_ lt
Pongo an tus manos lo que ha s¡do entretenimiento

I
(le algrx,as d! m¡s horas oc¡osas y libres. S¡ t¡ené la suer-
le de entretener las tuyas y s¡, al leerlo, obtienes só¡o la
i
llrilad del glacer que yo al escrit¡irlo, considerarás tan
l¡r,ill gastado tu dinero como yo mis desvelos. No con- l

ll|ll, i.rs Iú que te d¡gc con una recomendación de mi


i)l)r¡¡. nar concluyas que la sobrestimo, ahora que está
.x:al)a(la, po!. haberme resullado agradable el trabaio. lntroducción
ur¡iErl excita al perro para que vaya tras las alondras y Racional¡smo y emp¡rismo const¡tuyen las
lo:, qorriorres no obt¡ene menos placer, aunque la pre- dos grandes filosofías de la Modernidad.
.;ir:;e¡ nlás vi!, que quien los lanza a la caza de un an¡- La iiiriente rac¡onal¡sta ha sido anal¡zada
,rt:.il ríás noble. Del tema cle este Iratado, el en la un¡dad anter¡or; de la emp¡r¡sta nos
entend¡-
¡,iiorl(). sal)c rnuy poco qu¡en ignora que, siendo la fa- ocuparemos en ésta. En el pr¡mer aparta-
' rltar! ntas elevada clel alrna, se la uliliza con más do presentaremos el marco histór¡co y cuF
i,)r !rert ii'¡ y trusto que cualquiera de las otras. Sus pa- tural inglés, que es donde se desarro¡la, y
.,,,. i.ri l)Llsc:r cie la verdad son una espec¡e de caza también los rasgos fundamentales que ca-
,,ll l.r , ¡r¡e la persecuc¡ón m¡sma de la presa constituye racterizan este movim¡ento f¡losófico. En el
l,ü{r r.r l)ade del placer. En cada paso que avanza la men- apartado siguiente, conoceremos la refle-
l,) rrr slr camino hacia el conoc¡m¡ento, descubre algo xión que en el campo de la f¡losofía polít¡-
,¡rr,.rro tan sólo es nuevo, sino que además es lo me- ca desarrollaron Hobbes y Locke; una re-
'x .¡l irrenos hasta ese momento. flexión que, por c¡erto, tuvo ¡mportantes
) :r¿- repercus¡ones en la teoría y los aconteci-
I ocke, J., Ca¡ta al leclof, üe\ia al Ensayo sobre el m¡entos polit¡cos posteriores. El tercer apar-
: da. entendim¡eh@ humano. tado está ded¡cado al campo específ¡co y
caracterísl¡co del empirismo: la teoría del
conoc¡miento o ep¡stemología. En concre-
')n, to, la aportac¡ón de dos grandes pensado-
res: Locke y Berkeley. Finalmente, anal¡za-
remos la obra y el pensamienlo dél autor
que const¡tuye la culm¡nación de esta co-
tjirt- rriente: David Hume.

irl'-:i,

207
9

l. La filosofía moderna inglesa


irrlr r"
La filosofia morJertla, que se ¡rlicia er-r 'rl ';irll" )(Vll li' t¡r'¡rrr
espec¡al por las cuestiones relacio¡ladas coll el collocll¡lirlrrl() Y r"
que, antes de comenzar cualqu¡er ¡nvestigación, l)ay que delcmlir)¡r
,: EECOCIA qué posibilidades reales llay de llevarla a buell puerto' Irsl)irados y
maravillados por los éxitos de la nueva ciencia. los lilósofos aspi
1
ran a crear una filosofía que goce de logros semejantes' Esta orielr'
lir )¡

.n.'
tación, que es comÚn al continente y a las islas BritáÍ¡icas, adqt¡ie-
re una nueva perspectlva en estas últimas. Por este rnotivo, h¿l|)lír
mos de dos corrientes: el tacionalismo, en el colltillerrte curopeo, y
IRLANDA
- r7--: el empir¡smo, en las islas Br¡tánicas. ¡¡l»;olt
GAL

Ll. La lnglaterra emp¡rista


I
iir'l¡
tA :.,
La lnqlaterra del s¡glo XVll fue, politicamente, muy pecttliar. Mien[t:tr t)r{;i
ln p.-"*&beÉ-d' *;;l que en el continente las monarquías se iban haciendo fuertes y cada S,. )ll
ti__1^f-.&k,tub4¡h
vez más poderosas, en lnglatera aparecieron las fendencias ant¡ab'
La Guerra Civ¡l enfrentó, ntre los años solutistas y l¡berales que, durante el siglo XVlll, se extendieron por el
resto de Europa. El incremento comercial lav(lreció y potenció a la
,16.
1642 y B, a los partidi ios del Parla-
---
mento y a lJs fieles a la Cc lna, llamados
claseburguesa; ésta, harta de los priv¡legios de la nobleza, al)oy(';r
caballeros
un Parlamento que reclan]aba nlás influencia y autoridatl. La o¡-to-
s¡c¡ón del Parlarnento al absolutismo tnonátquico convirtiÓ a lrrqla'
terra en la abanderada del Iiberalismo eu¡opeo.
Con Jaime lde lnglaterra (1603-1625)' tr¡jo de María l(le [:scocia' 5']
i
inició el dominio de ios Estuardo en lng¡alcrra. Durarlte esle ¡rj¡nado
cornenzó la oposic¡ól¡ l.rarian¡etllaria, itrtegratla pot la l¡ritc,ttesÍa riu¡t
f.
y la nobleza catt)p3s¡lla. La pol¡t¡ca de s[¡ ritrccsor, Ca¡.los I ( 1625'
1649), acentuó y agravó el aklilmiellto erllre el Parlatltr:ttto y i:t tnir E
.1628,
narquía. En cuando el l)arlanlento plesentÓ la qifi óf Ri{this Pc !
tición de Derechos), en que se pedía prr)lecc¡ón üolrtra las dclclrcio
nes y ejecuciones arbitrarias, el tey hizo utra rJemostración (b fuelza
abol¡endo el Parlamentc y pelsiguiendo a sus parlidarlos. En 1642 es-
tos hecllos provocaron la Guerra Civil, que acabó cn 1gg cotl Ia eje'
i
cución del rey Carlos y la proclamac¡ón de la Hepública' L2
Ll¡, rt:,

fia ¡-lrr

\. F^b:
nt'.:nli
,..: r)[
, ,ru to
Ol¡ver Cromwell (1599-165{ , líder desta- fror er
ti cado de los pur¡tanos ingl( ies, encabe-
¿ó, con la ayuda de §us,ro¡ J&s' la opo-
'é. b o Iteir
sic¡ón a la moflarquÍa absolt isia- Este en- ferenr
f¡..ntamiento acabó coñ la liecuc¡ón de rl()
Carlos l. No obstante, la B pÚb¡¡ca que
él ayudó a instaurar se cot ':rtió en una
lie
',§ .. orocc
dicladura personal, en la c le Croñwell 1,. ,ut
d?tentaba un poder absolul ,bajoelcar_ t.2{'I
go vitalicio de Lord Prolecf ¡i
Oliver Cromwell. Carlos I de lnqlaterra

208
I


u
I
[rr 1600, dos años después de la muerte de Cromwell, la República se
:t- Iallrbaleaba irremgd¡ablemente, por lo que hubo que restaurar la mo-
Oué pasaba cuando...
narquía de los Estuardo. Las tens¡ones entre las tendencias absolutis- l. En '1688 lnglat€rra viv¡ó su Re-
( tas y las parlamentarias continuaron produciéndose, incluso con ma- volucim Gloriosa, una de las po-
cas que no comportarcn derra-
na! y,or intensidad. Una vez más, la firme oposición a los Estuardo obl¡gó a
mamiento de sangre, pero que
Ja¡me ll de lnglaterra a exiliarse, mientras que los liberales protestan- sí traio grandos meioras politi-
r¡ri_ les Il3matran a ocupar su p esto a Guillermo lll de Orange, un holan- cas. En estos años, gobernaba
(lés edlrcado en un ambiente l¡beral. La llegada de este monarca es
co- en España Carlos ll, el último
¡lC-. ¡pcirla como la Revolución Gloriosa (1688), ya que supuso un giro to- monarca de la d¡nasl¡a de los
Austr¡as.
,la\, lrl de la situación política s¡n derramamienlo alguno de sangre.
* Averigua qué pasaba en Es-
I
la flevolución Gloriosa tuvo como efecto el paso de una monarquía paña durante el s¡glo XVll; ten-
ahsoluta a otra parlamentaria y constitucionel. La Declaration of drías que ¡nvest¡gar especial- I

/l/(,ri )ts (Declaración de Derechos) de 1689 establece la superioridad mente s¡ se produ¡o o no al


guna revoluclón o rebelión de
rle las le¡re5 por encima de la voluntad del rey, es deci¡ el triunfo de
importanc¡a.
la libertad individual, de la propiedad privada, de la l¡bertad de ¡m-
¡S
prenta y (lc la (l¡\,¡sión de pocleres. Después cle la Gloriosa, lnglaterra
(I
se conv¡rtió en la primera potencia comerc¡al y cap¡talista del mundo.
D

,¿
4
4f'
§t f,i\ t
I

e t.
''t? - '. .',
.:
Empirismo
El térm¡no empir,§mo prov¡ene de
empe¡ia, palabra griega que sig-
1-2. La respuesta empirista n¡f¡ca 'experienc¡a' o, más exac-
tamente,'conocimiento obten¡do
r r rrllirlerra no tan sólo el panorama soc¡opolítico era dist¡nto res-
lr
a partir de la exper¡encia'. Ahora
t\ri:l() a lrr (lrre srrce(lia en las demás monarquías, tarnbién la filoso- b¡en, este término puede em-
ri.r lrrcsentaba un s¡gno diferente al del continente. Frente a unos plearse de dos maneras diferen-
prohlemas e ¡ntereses seme¡antes (sobre todo iustificar y funda- tes: en un sentido ampl¡o, des¡g-
rir,,rrl,ll.el conocimiento l]unlano), los filósofos ingleses ofrecían una na una actitud (defensa de la
importanc¡a y la validez de la ex-
,¡ir,,)(csta clifcrenle:r la r.u;iotalista, una rcspuesla que se cono- periencia) común a muchas ten-
. ' , , r .l n,¡rnbre de ernolrÁmc¡.
': dencias tilosóf¡cas, como el ar¡s-
,,, . r¡,r,4/:;/,,() dirl{}¡r(iemos la conientr! filosóf ica que sc desarrolló en
totel¡smo, el ep¡cureísmo o el
,. r, y'r r:; X\rll y )(l,lil cn las ¡slas Flritánicas. /:t¡lrqua lraya r¡t¡chas di- nominalismg; en un sentido eil-
tricto, se restringe a una corr¡ente
r,.ir. rii1, Llnlr,J r¡nr,s Í.gpreserf atltes y otros, !-Jodemos considerar que filosófica concreta: la que se de-
¡ ¡r' .,,ir ri¿¡nlo se cari,jt3r¡zó básicatnenle por defender que, en el sarrolla en lnglaterra entre los s¡-
,,r i:-i, rj.r (:onoc¡nti(rtlo, la razón no es omn¡potente. A Ciferenc¡a de glos XVll y Xvlll.
,irr ) r leiil ilíarn lor r írr)ionllistas, para los empirlstas estaba supedi-
rtla y lnrrilada por l(ri rlalos sensoriales, es dec¡r, pof la experiencia.

209
I

,§naÉ"*-- I
rl I
Un hecho determinante en la aparición clel empirisnto el) llrglatelr'r
fue la inlluencia cle una larga trad¡c¡ón que re¡vindicaba la ol¡serva
2,-,
c¡ón y el estudio de la naluraleza. En este selltido, llay que señala¡ í:¡lir: r.l
como precedentes remarcables: Guillernro de Occatll. un frarrcis
cano nom¡nalista que en el s¡glo XIV establecia el recurso a la ex
periencia como procedimienlo indispensable en Gualquier investiga
c¡ón, y Francis Bacon, que definía, en el Novutn Organon (1620)' el i¡r,'{:ir
método inductivo basado en la exper¡encia y la razÓn.
A pesar de las diferenc¡as que pueda haber entre los pensadores elrr
piristas, es posible destacar como características comunes:

- Supremacía de la erperiencia. La experiencia es la ltrente funda- l,¡r:,..1,


mental de conocinriento, todo lo que podemos conooer prov¡ene
de ella. Pasa a ser, por lo tanto, el criterio para establece[ la veff,ad
y el límile hasta el que puede acceder la razórl hunlalla. Más allá dc 2J--
los dalos y la información qtie los sent¡dos llos Prol)orcionan, la r¿¡
El rnétodo inductivo. estadecido po¡ Fran- I l;r
c¡s Bacon co¡lo orgaror, o instrumento zón no tiene nada que hacer. Por este lnL-'t¡vo. aunque se valolarr l¡
básico para la investigación de la natt¡-
l)''
función y la ¡mportancia cie la razón ell el proceso de conocin)ierr- nírl ll{,1
raleza, reprdsentó uno de Ios preceden-
tes más claros del emp¡rismo. Como ya to, se suped¡ta su capaciclacl a la experienc¡a. Esla consideraciótr tllr.
sabemos. la inducc¡ón consiste ell hacer habría lesultado impensable en el racicllalismo, que vcia ell la ra
generalizaciones a partir de los casos zón una facultad para la que no hay línrites lri obstáctrlos.
concretos que nos aporta la exper¡encia. rlir, . rr

- Negaciól¡ de la existetlcia de ¡deas it¡natas. La lrleille lltlll'lana


está ¡n¡cia¡mente vacía, es colno una lroja en blanco donde no hay lr¡r r rc
I nada escrito. Para lletlalla, tJe¡lendentos cotrlplelÍnllellte do la irr-
I formación proporcionada por los setltidos. El irnalisrni', [rct lo lalr' l..irjri,
I to, es falso: todo conocim¡ento es adquir¡do. llii lí
¡! ij
- lnterés por el estudio del conocinliefrto hur¡Ia¡lo. Con¡(¡ <;c¡rs'':-
ll,
cuencia c¡el ¡tnpacto de lá nueva cicncia y dc la fragili'iad de r¡tuclrtrs
razonamientos f¡losóíiccs, estos pensadores 9e ocui)all de clrllo tri
ll i posible nuestro corlocimicnto, cuál es su or¡gen' st§ l;m¡tcs... i.r )r illt(i
Dificultad r¡ in¡posib¡l¡dad de una metalis¡ca. A diferencia de kr'
-
rac¡onalistas, los empiristas constatan las d¡f¡cultades para otr- rliJo'-.j, i
tener un conocimiento metafís¡co válido. Aigunos pensadores, ill- la iri
cluso, niegan la posibilidad de conseguirlo. líti¡1
- Ciencias experimentales como modelo. Mientras que los ra- l Ell É]sl(
cionalistas tomaban como modelo las deducciones matemát¡cas, stl
los emp¡r¡stas se fijan sobre todo en el recurso a la observación y to r) r;r;
la experimentación de ciencias conlo la fís¡ca. (ir 1)

seJJ¡{ri(
Un esquema comparativo
Cdt€rii de coñpa-aciort Rac¡onal¡smo Empirismo I
ht. ..:t
2. S¡guiendo los e¡emplos propuestos laAs,
Opli¡nismo. La ra2ón tiene Ctitica. La razón esta hn¡i
cofilpleta esta tabla, de manera que: Corrcepción de la razón
ilimitadas. tada por la experiencia.
capac¡dades I SL. ,rll¡
I
segun diversos cr¡terios, se compa-
'
ren los rasgos lundamenla¡es de las Concepc¡ón de la expe Cuesliona su va¡¡dez
riencia
A. íl
dos lendencias bás¡cas de la filoso-
fia r¡¡odenra: rac¡onalismo y empi_
<le¡rit
r¡smo-
nnatismo fir ir
ta¡P
ra, -'r'
to{la

210
B
rL.;*S;
I t, I
,:T 2. La moderna teoiía política
Coincrdiendo con el empirismo se produce en lnglaterra un giro del

l:: { planteamiento polít¡co: de una concepción que ve el poder como un


(l.nccho divino se pasa a otra que lo considera convencional. Según
.:l r:1) treol,.lxl¡soto socill, rri el [:ritado ni el poder se fundamentan ett
el Dros, srx) que son una creación humana, fruto de un hiootético pac-
tc. fal (.Jmo vererncs en las trnidades sigtl¡entes, esta concepción
,\. ccr:sliluirá una de las l¡ases teóricas funCarnentales para las de-
rnoct?cias rnodernas. En este apartado, además de ana!izarla, vere-
nros ki qrtc dicen al respecto dos empiristas ingleses: Thomas llob-
l)r):r ,,, Jolln Locke.
'r9.

2.1, El contractualismo social


i.r
llasl.l este rnomento, el carácter social del ser humano no había des-
l)erla¡lo derras¡ado inlerés porque se valoraba como un fenómeno
¡tl
¡r;¡illral, que s¡mplemente era así y que no se podía modificar. Tra-
dicionahnerrle se cons¡cleraba que, por su nacim¡ento, los seres hu-
1-
nranos ()cupaban en la sociedad una posición a la que iban asocia-
dos u.ros deberes. Unos eran responsables de proteger y amparar a
krs (lenrás (le las agresiones internas y externas, y otros tenían el de-
l,{,r (ie yelar por el tr¡enestar espir¡tual de la ccmunidad; pero la ma-
yr.ri,r car,laba corl las lat-.ores nrás pesadas y desagradec¡das: tra-
l),rl.rr v Froveer cle todo lo necesario para la subsistencia de la co-
:rrrrri¡lacl. lJnos pocos escogidos gozaban del derecho divino de
r¡r.rIl¡Jar y ser obedecidos, eran los que detentaban en su persona
r, r l, , ul
l)oder nolít¡co del Fstado. Los s,lnd¡cos. de Remtrandt.

acontecimientos históricos como las guerras y los El conkactualismo social cons¡dera el ori_
I rr el si1¡lo XVll,
gen y constitución del Estado semejan-
r:orrflictos religiosos hacían d¡fícil iustilicar la concepción divina le a la lundac¡ón de asoc¡aciones comer-
dcl poder. Además, el crecimiento de una nueva clase social, la bur- ciales, gremios o cooperativas; es decir,
por rnedio del pacto y el consentimiento
r¡iresra, jtrnto a sus reivindicaciones de igualdad hicieron tambalear
de todos los miembros.
¡ visión i ar rovib!e e incontestable de la autoridad po-
I
\.l
I ¡ i ,,!:{e contexto apareció lateoría del contrato social,
:,r,¡rri la cual el Estado y el poder son fnrto de un pac-
il'
,.
lo () (x)ntrato entre todos los miembros racionales y libres
,¡.¡,: l¡r![]¡ln l.r com,,¡niclad. Éstos, conscientes de la ¡n- fr
.,t:r rr ir i.,ii I y rrecarie(lad que tendrían sus derecllos si no l+ *
¡ i
,¡ r!)iura |..:ye!; n! autor¡dades capaces de obl¡gar a respe- xl fi,.
' if,s. r,,)r:i(len l¡t'rernente crear y construir un Estado y
,,

.¡;rr(.il¡r:re, a uan'lbio (le p!'olección, a su autoridad. \!t ",.{¡


presellte que este pacto que
r\1,(
'r
ir lrcn, , ray que tene[
,l,. n.r rlx: á.,i or¡gen dcl poder y Ce la soa¡edad no se re-
F
i ,:,!. 1r r¡ aconiec;íI¡er¡lo h¡stórico reel. sino q'Je se lra-
I , , i¡r r r
'
ril rnelálora filosófica para remarcar el ca- t
iir,ite¡ 1:r)rlvenc¡onal y hLtrnano rle la sociedad y la au-
l'.r l(li!(1.

211

(-
I
I

1
9
2.2. ¡loo¡es: el miedo nos civiliza
I

de lnglaterra Despuós r ltr


Thomas Hobbes nació en 1588 en el sur
del lru.
u"rersidad de oxlord' eierc¡ó como preceptor
".iroJ "in
á-" ñJ cár"no¡"r', futuro conde de
Devonshire' A esta casa corrdal
ella en el año 1679'
estuvo un¡Oo toOa la vida e incluso mul.¡ó en
Larelac¡ónconeliovencavendishfuedeunagrattittrpc,rtanciail
eurolreo' lo que lo
* ro*r*g" O; * ,iOr. Con él viajó por el cont¡nelrte
* ,rrooárcionó contactos diversos y enriqttecedores
Así' [)or Úlelll
I.. de cotlocer personalinente trl gr¡lr
, tuvo la oportunidacl
Li""""l*",,
árril"o, mientras que en Francia se re!acionÓ
colr círculos cet

canos al pensamiento de Descartes'


EncUantoalcontextosoc¡opolitico'HobbesviviÓtrrtrydeCerCí]k]lilit: l-: lli
7 ]uriur"a polit¡"o" de los que ya hemos halllado
alltes' Err los collf
part¡(lo deci(lidalllerrlt)
ü, rey Ca os ly el Parlamento' tomó ia iil;
",,tr" "f rey, por lo que se uio obligacto a huir tle lnglatena y aexi
, fl"iJ"r
i para el lnolrarca 1652'
Thomas Hobbes l¡rÁu puri" frrndo la sltuación empeorÓ .En .,1¡r',
" a lnglatena Y se
a páar Oe ta e¡ecución cle Carlos l, llobbes
regresÓ
i
err 1660' frF.)
¡niá¿.n casa de la faln;lia Devonshire' Poco cles¡rués'quietl Hobbes ha
.r"li"u.o" ,u .o"arqüía en la f¡gura de Carlos ll'en<JeFlaltcia'
o¡álioo maestro ¿urante el exilio del n¡onarca
De todas su obras' la lnás recollocida
se titula Lev¡atá¡l' o la ttrult:-
civil (.1651)' ert la
lá,'a].Á" v a poder de un Estado ecles']ástíco ypacto social Vrx! t,
qr" ,"oría política más famosa' la clel Llt:¡
"*p.*i"
mosla más detalladamente'
li{i..
El contrato social
un giro de la perspecfiv¡
La teoría política de Hobbes compolla
sino que prov¡et¡e de ( . ( il
tradicionai: et poder no tiene un origelr d¡vino'
la voluntad de los hombres'

Este replanteamiento polít¡co es cottsecuencia de una nue)¿aigl!: :

-üñ esetr- i /.. ¡ ri


áegún Hcbbes' los seres lrunranos son
I

a nlrr)i(]](
,i "üánt"-igr"t"s,
y no han tracido predetertt'tillados pala
á¡"Á o¡"r"át"" "n función de aptitudes también diferetltes'
llevar

posibilida-
:

a (¡ .)t-!
r¡tt¡{ v
- ll-J"no u" qr" ,odos los hombres gozan de parecitlas en capírci-
""U.
EÉ á"", no un el sentido de que sean estrictanlente
¡nlel¡gentes o
iguales
igual de ágiles",)' sino
u áááL"i'gr.l o" frertes' igu.'l de
;;;iAh" * tienen similares pos¡bilidades de con- 4. Seu'
I"gr.,n el que cstá rnenos dotado de astucia consi-
""njuntoiodos 1ái
l¡tu "r".Uf.ai"os: intel¡gencia vierl
guÉ por ta tuerza to que otlo alcanza con su r

humano (todos buscatt


Esta igualdad, unida at natural egoistno
¡

Lev¡atán es el monstruo marino que apa_ k's


detr¡lnellto d-e
rece eñ el Librc de Job de la B'blia
Hob- L Jtáp" 0,"^*,ar y su I)lovecho' aunque sea en ulra autoridad [¡lrne
."r l,
bes escoqió este ten¡ble lnonskuo
para
Eslado'
á".j.1, ftura perrsar a Hobbes que la vitla sh¡
, ,".¡á, selia un auténlico illf¡erno, ya q"e todos se cor)vellii;alr
simboliza; et poder ábsoluto del :
,.¡i€'
En la porlada de su libro, se le reptesen-
cleriva de esto' iunta-
ta con una espada en una mano
(slmDo_
á" ,r, pá,g- para todos' La situaciÓll que se
poder y la fuerza civ¡l) y con un en paz y con segur¡dad'
lo del mente.ro,iel deseo de viv¡r lranquilamente
J¡"uto un tu oitu (sitnoolo del poder reli cuál es este ptoceso'
lr g¡oso). inrpulsará a krs hotttblcs a paciai Vear¡os

...
212

4rrm*-.,
I
- El estado de naturaleza. Sería la s¡tuación anter¡or al pacto. El
hombre viv¡ría en completa l¡bertad e igualdad, no existirían las le-
:.¿
yes n¡ la aulor¡dad, por lo que todo el mundo iendria derecho a
n)ir todo o, lo que es lo mismo, a nada, porque no habría forma de ha-
,( cerse respelar. A causa del egoísmo y de la falta de l¡mitaciones,
el i .rlnbre se convertiría en un lobo para el m¡smo hombre Este pacto o contrato se produce
lhomo
I(tn ni lupus), y el estado de naturaleza se transformaría en un es- como consecuencia del acuerdo
de cada hombre con cada hom-
tado de guerra general¡zada y constante. Esta situac¡ón ¡mpe-
bre, como s¡ cada uno d¡jera a
,.rIt- d¡ría cualquier avance o progreso humano: no existiría agricultu- cada uno de los olros: autor¡zo y
ra, ni industria, ni c¡enc¡a, ni cullura... Ahora b¡en, el inst¡nto de au- renuncio a mi derecho a gober-
)er- toconservación, junlamenle con el deseo natural de seguridad, name a mí mismo $ Íavor de este
l)ará que los hombres busquen la.manera de sal¡r de esta situa- hombre o de esta asamblea de
hombres, con la condición de que
ció1: de peligro constante.
t.; tú, al m¡smo tiempo, cedas tu de-
iir)- l
' El nacto. La prilpia razón humana y el deseo de vivir en unas con- recho y lo autorices a actuar de la
(liciclnes más propicias impulsaron a los hombres a renunciar a m¡sma manera. Una vez hecho
ril-
esto, la mutt¡tud, unida en una per-
:xt- la libertad ), a pactar una forma de vida más represiva pero más
sona, se llama Esfado, Civ¡tas efl
segura. Así, de manera voluntaria, los hombres pactan con los latÍn. Y asíes cómo surge el gran
se otros horrbres un conlrato por med¡o del cual se traspasa todo el Leviatán o. hablando con más re-
I poder a un tercero, que se convertirá en el soberano al que todos verencia, el "d¡os mortal. a qu¡en
t¿t. se someterán a cambio de protección. El miedo a los demás hace debemos por debajo del .Dios ¡n-
que (, hombre abandone el estado de naturaleza y se civilice. mortal,, nueslra paz y defensa.
Hobbes, T_, Lev¡átán.
El Estado o Lev¡atán. Este pacto, que de manera ¡nteresada y
lir \/ohrntaria realizan lodos Ios hombres, const¡tuye el origen del Es- 3. Después de leer con atención

-1
larllr. Del conlrato surge un soberano que acapara todo el po- este fragmento del Leyratán,
r ler. Iln realidad, el soberano rro tiene que ser necesariamente
resuelve las cuestiones si-
guientes:
r rr t¡¡onarca personal (puede ser, también, una
asamblea), pero su
- ¿Ouién hace el pacto?
¡rotler ha de ser absoluto. Ningún hombre, organizac¡ón o ¡nsti-
, ¿A qué se renuncia en el
tÚción alguna puede estar por enc¡ma de él o quitarle una parte -
contrato social?
&j s Po(ler; es decir, su poder es incuestionable. Sólo en el caso
de qtle el soberano sea incapaz de cumpl¡r la func¡ón para la cual - ¿Qué se espera consegu¡r
con esle contralo?
t.r ltarl sido dados lodos los poderes (mantener !a seguridadi, los
.nilxlih,s lendrán derecho a rornper el pactc y derrocarle. - ¿Oué es el Estado? ¿Por
qué se puede considerar
/, t¡irsAr d. ,,1¡e la concepción del origen det Estado de Hobbes es un d¡os mortal?
rru',, nrrriicrna, slr visión pes¡fir¡sta de la naturaleza humana le lleva
I
.r rl:lrjn(ler y justific:rr [rn Estado absolutista capaz de mantener el
ú.¡lur¡ y la Sequr'(iad.

Un debatq violencia y soc¡edad . En los med¡os de comuñ¡cac¡ón hay frecuentes refe-


: i'rrrujr I lcbbes, el hornbre es como un lobo, un ser rencias a la violencia; ¿esto refleia la realidad o sim-
,:!Jois;la y \,¡olento. Por este mot¡vo. la gueía Se co..¡-
plemente responde a criterios comerciales de au-
.Jr.{1. (:o !¡riñ s¡luac¡órr nalulal; sólo la sociedad pue.Je d¡enc¡a?
r¡ir.¡ rliTi¡r la l)az y cjvilizar a los seres humanos_ Orga- . S¡ en los medios de comun¡cac¡ón, especialmenle en
r,,'.r I rr¡ (lebate y tratad de esfablecer hasta qué pun- la telev¡s¡ón, no se hic¡era menc¡ón alguna a la violen-
r,, lir violeDc¡a es nalural en el hombre y en qué medi- c¡a, ¿crees que los niños ser¡an violefltos? ¿Córno lo
,l.t lir liocrcdad cot rige o lroterrc¡a esla lendencia. para argumentas? ¿Cuáles pueden ser las causas de la v¡o-
i.r r.iirl¡¿ación de esla actividad, deberé¡s tratar ¡os si- lencia humana?
,t¡t,t:rl,'s puntos: . Ante la violeñcia, ¿las medidas coercitivas o el control
. r Lr vroiena¡¡ y lJ ¡ sq)(r¡dad conl[¡iran s¡endo un pro- pol¡c¡al son la mejor solución, o b¡en consideras qrle
ll, tlIr en nt¡a)slra socie(lad? hay olras maneras de paliar¡a?

213
I o I t{rl
2.3. Locke: el liberalisnro político
Locke nac¡ó en 1632 en Wrington, cerca de Bristol. l-liio de url hürr
bre de leyes, vivió en un ambiente crítico y poco conservador que itt
fluyó en su educación. En la Universidad de Oxford estud¡ó filosoli¡
y también ciencias naturales como física, quínrica o lned¡cina.

En 1667 Locke trabó am¡stad ccn lord Ashley, conde de Sllaftesbuly,


una amistad y colaboración que perduraron hasla st¡ tlluerle en 170'1
La elevada posición social del conde (llegó a ser Cattciller de ltrgla
terra) le abrió las puertas de los arnbientes socialcs, políticos e itt
telectuales tnás ptesligiosos de lnglaterra. Ahora bien. esla ¡el¿t
ción que tantos benefic¡os le comportó talnbién Ie ocasionÓ ¡leritti
c¡os cuando lord Ashley cayó en desgracia a causa de sus ideas ,l, r'.
políticas. La oposición al absolut¡smo real de los Esluardo y el al)e
yo a un Parlamento tuerte y con competellc¡as lo llevarcn al exilto. l,t, ". '
!i
En 1688, con la caída definitrva de los Estuardo y la llegada dc Gui
llermo de Orange, que encarnaba unos ¡deales y p!anteanticntr.)s po
John Locke (1632-1704) no sólo es elpa-
líticos mucho más liberales, Locke regresó a lnglaterra. La Ilevoltr
,\
dre del eñp¡ris¡no moderiro. sino que tam_
b¡én se le puede considerar un precuGor
de la llustración, grac¡as a obras como la
ción Gloriosa, nombre con el que se conoce este acontecim¡ento his- I1;¡
CatTa sobre la lolercnc¡a.
tór¡co; s¡gnificó un revés para el poder absoluto de los inonarcas y lririr,
supuso un lodalec¡miento definitivo del Parlalnento. La obra políticr
de Locke, sobre todo su Ens ayo sobre el gobierno civl puede irlter ,,i{,,
pretarse como una justificación o legitinlac¡ón de estc cambio lib'r | .,:
ral que se había cobrado el trono de un monarca.

Un pacto liberal
I l-a u¡vi
La teoría política de Locke se ltrllia, ¡lot
E
'-,i.1,,,, &
'{:
oa ..\,''.' un lado, muy cercana a la de l-loblres, pero. l-a(- .',r{
: Ii: ¡!d
!it ffiE
r''1 E
por otro, en las arrtípodas tlel absolu- bes,-f I
l¡sn¡o de éste. sirvt pr;t
I
I r:, .i :
gutlr:
Para Locke, el or¡gen y ln legilintación del (lue rr ur'
it l,f+tt+tt I Estado lanrb¡én sor, lruto de un pacto en-

o
\a[!' ' C tre los indivirluos qt¡e tonnatl ¡a soL:¡ecia'-j.
De hecho, la convivenc!a en socicrlad trr-r
Utlr.
Lor\
,,'l

I
+=f
§ se ent¡ende si no hay un consent¡rniento tlna) illl
por parte de sLrs mienrbros. Ahora b¡elr, at\n y
I este contralo, mediartte el cual se leg¡l¡- lítict pit
§ rÑ
I ma el Estadc, tro comporta la renuncia a de adr
los derechos personales n¡ la justi[¡ca-
c¡ón del absolutismo.
ñ
irI l Con su teoría del conlrato, Locke preten'
Locke fue un ferviente defensor de la le- de precisamente justif¡car la legitimiCad de
g¡tirnidad y autoridad del Parlamenlo en
la dirección .lel Eslado.
derechos personales, colno el derecho a Ia subsistencia o el derecho
a la prop¡edad pr¡vada. D¡cho en otras palabras. segtirl Locl(e la su'
misión al poder polít¡co en ningún caso puede sigrrificar una renuncia
r!ü
a los derechos individuales. El Estado, desde una perspectiva lil-)e
ral, se subord¡na a los ¡ntereses individualcs.

214

.!rtr§-- -
.9
"
' El Gstado de naturaleza. La concepción del estado de naturale- 5- Compl€ta la tabla siguientg do
za de Locke se aparta sign¡ficat¡vamente de la ¡dea de guerra cons- manera que queden reflejadas
t-_ tanle que tenía Hobbes. Para Locke, en este estado, además de las difereflcias entre la teoria con-
d¡slnrtar de lib€rtad y de ¡gualdad, los hombres poseen derechos tractualista de Hobbes y la de
'ír _ naturales (se t¡enen po!'el s¡mple hecho de pertenecer a la espe- Locke.

..ie lrrrrnana, aunque no se viva en soc¡edad): derecho a la sub- Hobbes Locke


s¡ster)cia, dereclú a la propiedad, a la salud, a la integriciad... Aho- I
v, Estado
l. ra bien, tencr .lereclro a todo esto no qttiere decir que en la real¡- de natu-
,lr(l to(los estos dereclms sc respeten, y máss¡ tenemos en cuenta raleza
r¡r.rc,en el estado de naturaleza, no hay ninguna fuer¿a que tenga
Pacto .!0..¡nn$w lu,,
srrfi.¡ente poder como para ol)ligar a que se cumplan. ofiF, ¡co)
social
El pacto. Con la intención de asegurar el cumpl¡m¡ento de estos
T¡po de
dereclros, los homtves libres pactan su ¡ncorporación a la socie- qbil.tlü Rf{¿$Í}oLo
Estado --"--t---"-l
da(l y la creación de la autoridad. Según Locke, cuando los hom-
l)res se clec¡den a constituir la sociedad, no renuncian a sus de-
- ¿Cuál crees que es la causa
ret:l¡os trasfiriéndolos al soberano; en realidad, lo qtle hacen es, de que se obtengan conclu-
l,r¿c¡sarrente, otorgar a los Eobernantes el poder necesario para siones conlrar¡as a part¡r de
,tue l.,r protejan. premisas y supuestos apa-
rentemente s¡m¡lares, como,
El Estado liberal. De este pactc, pues, surge el Estado, pero, al con- por ejemplo, la ex¡stencia de
lt¡xio dr,.lo que sucedía según Hobbes, el poder del Estado no pasa un estado de naturaleza o la
, a ser absoluto, sino representativo. En otras palabras, los gober- constitución del Eslado me-
diante un pacto?
[antes están al seruicio de los ind¡viduos, ya que éstos renunc¡an a
parle de su libertad para que la autoridad proteja sus derechos. En
e¡ caso de que el soberano no cumpla esta función el pueblo tiene
itereciro a la insunección y a la anulación del pacto.

La rJivisión de poderes
Un poco de política
i ii (rile.encia más ev¡dente enlre el planteamiento político de Hob-
6. Estudia este esquema que re-
I'r;s y trl rle Locke es que en el primero la teorÍa del contrato soc¡al -presenta la teoría de la d¡vis¡ón
:irr\,c ¡rírra legitimar el absolut¡smo político, m¡entras que en el se- de poderes de Locke. Después,
rt',rnk) rl ,--ontractualismo cs una defensa rlel l¡beralismo y un ala- ilformate sobre la diüsiin de po-
rIk, lr(n¡irl y explícito al aulor¡tar¡smo real. deres tal como está regulada en
nuestro país. Deberias averiguar I

ll¡rrr rlr: los ll[nlos clave para ev¡tar el absolutismo roal es, según qué @eres hay, quiénes los de- I

I Ll{rke, la rjivisión de poderes. El poder no puede concenlrarse en tentan y qué competencias tie-
nen.
r¡rr,rs rinir;as manos, porque éste sería el cam¡no más ráp¡do para el i

,¡l), r,ii ) y l¿r con'upc¡ón. Locke sostiene que en cualquier sisteína po-
bl! r ¡ | n x,( len clistirrl¡uirse, y de hecho se han de distinguir, tres t¡pos
r!.' ¡;rrrler: legislati'ro, eiecutivo y federativo.
I
l
El Parlamento elabora
l-eg¡slat¡vo las leyes
I
1'
o
El monarca aplica la" i"y"" v *n"io* incumprimienro
I
É liller a]l ! Ejecutivo de éstas "l
I
-o
'.4

ó Federativo Se establecen las alianzas y su ruplura

215
,)
9
Racionalismoy Empirismo 3. La epistemología empirista
La concepción de la experienc¡a La contribución más importante de los l¡lósofos de esta época se da
puede ser cons¡derada la llnea di-
en el ámb¡to de la epistemologÍa. ¿Qué podemos conocer? ¿,Hay lí
, visor¡a entre racional¡smo y emp¡-
rismo. Creer o no que la expe- mites para el conoc¡miento? ¿Cómo podenros estar seguros de k,
riencia const¡tuye el principal so- que averiguamos? Éstos son algunos de los retos que estilnulan
porte de la razón diferencia las dos a estos pensadores. A continuación verernos lo que resporrrJierorr
cc,rientes de pensamiento de la Locke y Berkeley.
Modernidad.
De iodos modos, no es lícito con-
traponer empir¡smo y racional¡s- 3.1. Locke: la experiencia fija los límites
mo como s¡ ,ueran dos movi- Locke ¡ntuyó que puede avanzarse muy poco en la cierrcia y err crral,
mientos anlagónicos. Ambas !en-
quier investigación humana si antes no se aclaran cuáles son real,
dencias filosóficas comparten no
sólo el interés por los lemas del nrente las posib¡lidades y capacidades del entendirnienlo hr¡rna-
conocimiento, s¡no también con- no. Sólo cuando hayamos establecido con precisión ta naturaleza y t"
sideracionos y presupuestos. De el alcance de las facultades cogn¡tivas, podremos estai seguros rle i
ello es una prueba el pgnsamien-
to de Locke.
la verdad de la información que nos propot'cionan. P¡ecisar¡ente esin
será lo que hará en su obra más famosa: E¡)sayo sobre el entetrcfi
l!l^l
Si bien se aleja del racionalismo m¡ento humano (16901. L.;t
en su opos¡ción a¡ innatismo, re-
cibió una gran ¡nf¡uenc¡a de Des- Este libro ha sido considerado la obra iniciática Cel ernpirisrno, ya que
cartes. Esta puede rastrearse en eri él ié establec'en las bases fundalnentales a partir de las .¡ie Dmpi- nleil¡- r.
la ¡mportancia y validez que Loc-
r¡stas posteriores, como Berke¡ey o Hume, construyeron su sislenla. En lertr i,l
ke reserva a la deducc¡ón mate-
mática y en el papel qu€ recono-
pocas palabras, pcdemos decir que su valor consiste en haber f¡ado pa lx:
ce a la intuición en el proceso de el princ¡pio del empirismo: la razón ni es inlalible rri completamente lt¡tt !. , ¡l¡
conocimiento. autónorna, sino que trabaja r:on el mater¡al do la experiencia. PoI ¡cory..;
lo tanto, ésla constituye la ga!'antía y el línlite del éxito racional. clesr, ,r t
C(rl'A:¡
Origen de nuestras ¡deas (lli:r ¿!r ri¡
.l
La trcven instiluliz, de Cha.din Según Locke, sólo podentos acceder al mun(lo que nos rodea y co-
I )í.rs i lt¡€l
nocerlo mediante las representac¡ones que nos ltacemos de é1, ya que
estas ideas const¡tuyen los contenidos b¿isicos con que trabaja el en-
(lr rc '¡i
tend¡miento, Por lo tanto, a la hora de investigar sus posib¡lidades de cia ct¡nr
acierto, será impresc¡nd¡ble cstablecer el origen de estas ideas. Apat ,e rI

Para ello, lo prinrero es constatar que no hay ideas innalas, quc r:n- lorr^q
guna idea es connatura¡ al entenditn¡ento y que, por lo tanto, tro hay nelT)os ¿

n¡ngún t¡po de conten¡do mental anterior a la experiencia. D¡cho de clel ln


olra manera, cuando nacemos la mente que tenemos es un whlte voca csl
paper, un papel en blanco o una tabula rasa que, poco a poco, se no. 'st
va llenando de información. Todo lo que hay en nuestra tnente, es hen¡¡Ple
decir, cualquier idea, sea simple o sea cornpleja, proviene de la ex- Aun(lue
¡^
I
perienc¡a, ya sea de un nrodo directo o ¡nd¡recto. ciasloc
Las ideas simples son las que no puederr dividirse en partes y de éstas
- quc
l
que provienen de la experiencia: de la se¡rsaciór¡ o experiencia €(
externa (la idea de color rolo), o bien de la rellexión o experien- caust d
cia interna (por ejemplo, el deseo de verte). exf,, Jrl
El ¡llnalismo €s fa¡so. Cuando nacemos
nueslra mente eslá vacia, no posee niñ- pcrq¡{ór
- Las ¡deas complejas (como sería el caso de la ¡dea de arco ir¡s)
qun contenido: a medida que vamos cre- delr. inr
son fruto de la labor de combinación y un¡ón que retliza el en-
ciendo, la vamos llenando gracias a Ia ex-
periencia. la observac¡ón y el estudio.
cbi0\a
i tendimiento con las ideas simples. rie¡rr-..rs r

216

Étqr'.. ,
I
lr'r el fragrnento del Errsayo que reproducirnos y
Todas las ideas proceden de la sensación o la re-
t L\7r-'a se da en el siguiente esquema, podemos repasar las d¡s- flexión. Supongamos, pu6s, que la mente sea, tal
)c^-', t¡nc¡ones que acabamos de ver: como acostumbramos a dec¡r, una ho,a de papel
¿l lay li_
;efi,,s <je lo en blanco, vacía de cualquier signo, sin ideas. ¿De
l(leas
qué manera se llega a proveer? ¿De dónde ob-
j, tirnr¡l¡,,
.
tiene aquel vasto almacén que la ilimitada y activa
' .!i ¡. j ,, trlt(,t ( r-¡ ¡mag¡nac¡ón humana ha plntado allí con una va-
riedad práct¡camente ¡nfin¡ta? ¿De dónde provie-
nen, pues, todos los mater¡ales de la razón y del

''vli,i,.'.
-r É..
S¡mple;
t ComDleias
conocimiento? Flespondo a todo esto con una pa-
labra: de la experiencia, en la cual se fundatTlen-
ia lodo nuestro conoc¡miento, y de la cual cleriva
l

I
It, en últ¡ma instancia. Nuestra observac¡ón
C(rt¡l)tna Pr(rvi"!¡en de -ocu-
pada b¡en en objetos sensibles externos, b¡en en
l I

1'
Sensi¡c;ó¡ ónl
operaciones internas de nuestra mente, perc¡b¡-
(las y reflex¡onadas por nosotros nt¡smos- es la
c¡ue provee nueslros entendim¡entos de todos los
i !

r))eriencia ettÉt iriiern¡ materiales del pensamiento. Estas dos son las fuen-
E tes del conocimiento, de donde proceden todas
las ¡deas que tenemos o que podemos tener na-
l-a idea rfe sustanc¡a 1u[almer]te. I

I
La ¡dea de SUStanCia eS, Según tOCke, Una idea COm- Locke, J.' Fnset'o sobre el entend¡rn¡ento hurnano.

plera, proclucto de la Unión y cornbinación que el en-


rei(lilrriento lleva a cabo con las ideas simples. El entendimiento agru-
pir baio una misrna idea las cualidarles o icleas simples que acos-
1., lrxnl)rarnos a fierc¡b¡r iuntas. Asi, el gusto áciclo que habitualmente
irrrompañ¿l a la ser¡sación carnosa y acuosa de la pulpa que se noS
(lcshace en la boca motiva que el entend¡miento una estas ¡deas
w corno s¡ proviniesen rle una rnisma cosa, a la cual damos un nombre I

inaranja). Alrr¡ra lrien, acostumbramos a daf un paso más y consi.


(-leramos esla idea dc sustanc¡a no como el coniunlo de sensació- En ejila obra errcortra¡nos rcfresentados
nes que srreten pro.r.c¡rse ¡rntas, s¡no como una reaticract materát :'[r;ffi:i15.1";l]:i]fl:i::l':"*
rltle penllilnece cor rro s{)l)orte y causa (le éStas. La ¡dea-de sustan- cuales perc¡t ¡mos las cualidades o acc¡-
c¡a cúmo soporte e:; la q e Locke discrrrirá. denles de la "súpuesti¡" st¡slancia'

,,\,ir! ltl i,r-, las i)u¿llir ltrLlus y los accidet¡tes, como el co- ,l
l r rojtr qr te ver rrtis o (il ar(x a s[ave ql te captatlos, ¿le-
rrurrrrs alr.-¡tirrir st'¡¡slciór¡ o ex¡rerierrcia (le la rosa que ..-.i
(rr,r;c en {-,liiilflit, es (lec¡r, (iel sopode nraterial que pro-
v{x:il estas sensít(;tones en nosotros? Locke dirá que
rru I ;r strslitrtr;ia, (.,,llti) S sl,.rto, pennaneCe inapre- * rt-
hcnsil¡le c irrcognoscilrle. I

,\rrrrqtre n() podatnos tencr exper¡enc¡a de las sustan-


. ias. [,,i:l\r] llo llr;rr¡i a fecllazat lot¿lrr,ente la existencia
, !,¡ t'rsl¿.s l\,
sct!l¡(lo.:rxl|i¡n y por rrecesidail, tenemos
r¡rt: creer en la er¡ster¡cia de real¡dades que searr la
.
c¡us¡¡ rlo nufrt,l:als ex¡reriencias, ¿De r¡uó lrrotlo se
,,xl)¡¡oítr¡i¡, cnlonr;cs, (lue ante la n.l¡snla !.osa todos la
r ),rl i¡l)iéri:¡ntos rle rn.'lrrera sctnejante, clel rlislrro color,
I

, i,rl r, r¡s¡ro lixl'!¿n,, .. ,' ¡.,r.)¡{:Er rie, tie si eriste u¡'¡a realidad

, r)lí li\,,a l)..1r¿t l.l ri¡:¡ [¡r,llr':niOS exF,l¡carnos laS expe-


r t,;¡ rr :ias r:r,irir;idur rte-- dntr¿ suieh)s diferenl¿s;. I
[^

Los cir¿_o séntidos. de t . 8r!!ri'i

211
TF-É'¡-i-¡.*¡---

i t,
I
3.1 . Berkeley: el rechazo del materialisrno
mudas, con el objetivo de formar
George Berkeley es un ponsador qr¡c. :
4. t
y educar a los hijos de los colo- partiendo de ideas empiristas, dedu- I
(
nos ingleses en America. Sin em- ce cor'clusiones sorl)rende les v crr
bargo, este proyecto fracasó y aparienc¡a, nada en¡-riristas: la no-exis-
r kr I i.ti,rr I I
tuvo que volver a lnglaterra. Tras tencia de la real¡dad ¡nale¡ial. Li.:s lli:;
su regreso, permaneció cn Lcn-
toriadores ¡ran qu(xido vcr cn tiu lcr¡ i
dres durante una temporada an-
ría filosóficu r:l rlasoo rlc mat¡ar ¡;,rrr ,,1 I
ies ds ser nombrado ob¡spo. Mu-
rió en el año.1753 en Oxford. materialismo y e! deísrnot
Berkeley es uno de los fitósofos El deísrno defendlr la existe¡lcia t_I: r¡rr .
nrodernos de clasiÍ¡cación más D¡os que, cies¡ruás de crear y {Jílt inr -rll;y:dr¡l
George Berkeley, aunque de fa- delicada. Aunque pertenece a la
pulso al nrurrdo, se r.jesente r lí¿¡ rle s|l
tradición briránica, las conclu-
m¡l¡a ¡nglesa, nació en 1685 en lr-
landa. Estud¡ó en el T,ririis Colte.
ge y poco después fué prolesor
s¡ones a las que llega lo alejan del
emp¡rismo ortodoxo. Su filosofía
creación, ya qur.i ésla seguilt sir ctrrso
riatural. Betkeley. err carrrbit:, rro pcriia :
4.hi
en esta misma ¡nst¡tución. ha s¡do calif¡cada como empiris- cor,cebir rrrás r¡ue urr Dios quc nl:,.t; ; i.);tviriAri
En
1710 fue ordenado sacerdote de mo espir¡tual¡sta, ya que, par- saf iameilte inten gni;.i y llari¡ilipaDa co|,
la rel¡g¡ón angl¡cana. Durante un t¡endo Ce princ¡pios empiristas, lirrrrame¡lte et::iu c¡eaLióti. t)cr (]li(.
tiempo, proyectó la creación de llega a defender la exclusiva exis-
una escuela en la isla de las Ber-
¡aüo, cl maler¡alts to. ,.luc cada vo/ es
tencia de ent¡dades espir¡tuales.
latla más divulga:1,), lo idenl¡[icalJ¡ k,il,)
ccin la maleria; tserkeley recltazará f¡r i.iri;r: , ¡, ,t r

memente esta cleerrcia.


ir , ;lirltir( j:;
Berkeley hace suyas las teorías más impodantes de Lockc: sól<.r po, , l¡i i
demos tener certeza de nuestras ideas o percepcio¡tes. Si sollros 'rll
coherentes con el emp¡r¡smo, hemos de aceptar quo rnás aliá cle lo
que percibo todo es con[uso y dudoso; ni siquiera de la realidad ¡¡r¿trclr,, , ¡ i
eue
supueslamente origina y causa las percepc¡ones puedo estar se_ gio t:t-, -i..
guro. Y es que las percepciones (los conten¡dos de tni conocirnicrrtc) \Itl(j { l(' 'it.-,
son enteramente subjeüvas, es dec¡r, prop¡as del sujeio que corro-
Guerra conlra el materialismo ce y no, como algunos afirman, accidentes o cuaiidades cle una lea_ fl()l ¡).lillr¡
lidad externa e ¡ndependlenle de mí. Explicándolo con un ejern¡;lo:
Berkeley, en un intento de combat¡r ln ¡ . .r,.. (;l
y l¡mitar el ntaterialisrno, extrae de en este mornento tengo una percepción intensa de calor sofocan,
las lesis empirislas unas conclusio- le; este calor, que desaparecetá si me siento a ¡a sombra de un ár_
ol¡r¡r sil,,r:ir.
nes que todavia ahora nos resultan bol, pensamos que eslá causado por una sustanc¡a tnaterial eslablc.
sorprendentes:_por ,Jn lado. n¡ega la el Sol, cuya exislencia no depende en absoluto cle mi. Sin enlbar_
i exislenc¡a de ¡a realidad materiat
i
lkr()..r. c()t1:(
I go, dirá Berkeley, nada nos legit¡nta a creerlo. Esta creenc¡a en ia
como causa de nuestras ideas: por i

I otro, defiendelaexistenc¡aexc¡usi- existencia de la materia va más ailá de las percepciones nlismas.


] ra Ia valta (.
I va de las realidades espirituales: d Para Berkeley, sólo podemos af¡rmar cort rotund¡dad la existenc¡a cat¡s¡ l;t
: alma humana (realidad esp¡rilual I

de contenidos mentales, percepciones o ideas, y, por desconlado,


donde se hallan las ideas) y D¡os (re- S'r tat¡J c
al¡dad espiritr¡al que es causa y e¡-
la existencia de sujetos espirituales (tnentes) que los pcseen.
tereza sus I
pl¡cación de eslas ¡deas). Alrora bien. si no ex¡sle la realidad mater¡al, ¿cónro se expl¡ca la re_ tedra I
al
I 7. Define con tus propias patabras gularidad y con(inuidad de nuestras sensaciones?
¿Córno es que és_ se traslarki
en qué consisieñ el rnaterialismo las no son atb¡l¡.arias y caóticas? Es decir, ¿por qué no sot) en un
i y el espir¡tual¡sno. ernbajfr:.
mornenlo de una nta¡¡era y en el montento sigu¡ente de otra tnane, trados ('y'oll¡
I - Nuestra sociedad a n¡enudo
i
[a completamente (l¡ferente? Y todavía una cosa lltás: ¿córno es c¡uc arnigo 1R
es acusarla de orater¡al¡sla.
los d¡ferenies sujelos t¡er)eri ta.'nijiéri lrercepcior¡es serr¡ejarrtes si ós_ sas perier;,
¿Oué p¡ensas de ello? ¿Oué
cres que diría B€rkeley al res- las son subietivas'!'La tespuesta que Beikek)y da a tocio elir; es Dios. J)erO lL )ll|
peclo? ,

:
Dios, conto causa de nuestras ¡deas, es,jl responsable <jc su t¡¡.- ias difcftrc
den y su rgqu¡ar;dad. fos. N, i )r, r

218
I II
r{ l\*i -r
i-:
4,. Hunte, cul nñ inacáéa"¡ I

rs, rlerltr- del Em piri s m o


llen'ros llel;aclo al (rltirtro aparlarlo de la unidad, en el qrre hablaremos
n!! i(] Xiti- rlr: I,;ivrri i[rrrre, el pi:nsailrr qtte ller.'Ó el empirismo lrasta sus tiltimas
¡ ,,r ¡r;iits. E:ile iiló5(fo escocés, contenlporálleo de la llustra-
r:rcr'jLrer
r ii'rrr, fur-, segur:rmente el etllp¡risla más consecuenle, el que lratÓ en

lo(hl mornenlo de ser f¡el y coherente con las tesis empiristas, aun-
¡lr,l esto le suptls¡era ser acusado de escéptico. Su obra, a pesar de
r,r rtcil)ir ert su flr(lrnerilo el recoÍtocimiento qtle se tnerecía, ha re-
I r,l .'irlLrdl furul¿urre11l¿rl err'l¿r evolUción posterior de la filosofía.
: ( li, :it ¡

4.1, Un ilustrado escocés


't,,.li: 1 , tln año antes
.l7l
I)trvirl I lrrrrre ració err E(lirnhur6¡o, Escocia, en
riu¡i ril i!¡ 's,lrado t:lousse¿¡ll y l]ocos antes que Kant. De hecho, Hulne
\rrvr'., eri cl cora.¿(irr (l.-, la llttslración (es el representante br¡tán¡co
,,i:¡.-, r:¿!'lcteríslicu dc cse lreríodo). Así pues, aunque haya qtle en- David Hllme-
i ilriirrio (k)ntro rlc la t:¡rtriente et.¡)p¡rista (culminó las tes¡s estable-
i.¡ l¿rs oo¡ I oclíe), perterreoe con todo derecho a la llustrac¡Ón. Y es
rll¡ú. ildcnrás (le (:oill(;idir lenlporaknente con este movinliento, adop-
ii) i,lgulros rle srrs ¡rrirx;i¡rios l)ásicos, como por ejemplo, el afán de
¡iei'rir¿r¡ i:l corx)cintiento de totlo pEuicio y superstición.

rill¡.;,' t-.sh¡tlios ¿n la Un¡vtn.sidad cie EdinrbtrrJ¡o, pero en 1734 se


nr¡,¡¡-irri r¡,[:ririltii¡r, rir¡ncle se i¡lsláló en,l-a FleclÉ,'eln el m{strro oole.r
j,iÚ,.,r ¡ i te l ratli¿¡,rulr ¡r iilt li¡ lieí,carles. l)l rrante eslos años escril;ió
I
,¡,rr, rli] :¡r¡s iilrros r¡¡i::; it rt¡tbr larttes: Talado sobre la l)aturaleza tlr
i ,.r,rir ! ,., ¡[¡lllí'lrj'a, ir í,i!irir.:.n .)l] 1739, ¡reitl recitrirl pr)ca atención i :'
,...r ¡... i. rir l¡,: lrrl,,t....itl.rtrj5 ¡lu l¡r ófr¡¡ca.
A ije-s¡r,rle los r¡r¿ril!,', y .¡( ical,irr ri.
lI¡i¡iii, i1im.a !e la r,i,-r:rr(¡-{.) a{:?itl¡rlrr
,..r!,,.r¡1.r l:l tdli.r lrrtp-lr( t¡rrl d.r I'r (,1¡r
r:. i/'is,(.¡rí¡r¡i,,iailli.!lri,lr¡lí¡ysit:lt:itrirrs, l)i;o la pnr)lefa veÍsióll(l¿ l-1,x,., :l'r ir.1l,Er rj(nijcllt¡r{l,r,,l,l-,r,, Lrr¡.t
rr i.ly(r,li!r.r,.¡iiir riÍ ,/ )r ¿' r',' r, ,h:r l(JiII !¡iiito lxntt¿Ittat. l:ll ¿sla c()flool(la , .rl.,l,.r c¡r l¡ r¡lltvcr5i,l,r, \ k, ..rr | ,,,r¡
.in r,iir:, ll.'.i : Í,,r r i r.rr lrr rl,, l;l:: l' Itil'; tjxllil(r.ilil:i
I r.i l/ ¡Ji!' /,, I,r l'::Ltr',rr7.,i i,'tt',' Olliis (il )l :l: I I l-'-
,

i- " ' .,. r' ) r rii ,'r:,¡,:tli-l.1, l, ,r r ',r 'ir1-. ,'os p!rlill )(rs ¡:/í-'
'r,,.,, /l , ,,tr,, x r, ¡,,r¡;¡ 1,, ¡,rt f,t;,..'utff .i)¡lii.l;.
:.11 I v.rl!.t rl,: !lrtrr¡¡,,, ¡ru¡rtli,¡, l,trttlriétt fttt¡tolr ia
. r r.r. r , h] l¡1, (ir rlii:¿r; r I; rr rr ¡t:l¡ r:; ¡nleledtlales.

| :,11.nil,, ()fllill!l: tlr le,'r' rr ir, :t ;.¡r )in l.ii (:(»] en


,,,.-., (r:, l¡¡¡,,¡,l,,. 1 lrrl,'r,l,rr .)l)lulkir llll.lr:i'
, ,hlrr,rII¡rI]l¡i,.,,rr.;¡l.¡,t ,k, I illrrllllr¡Io l:r'' 1Tfji:i
, ltitsli¡rki it l,iIi:, y iiiÉrr:t.) (]orto secretafio del
r ri ¡¡tir « k ¡. /\lli :re rel;u;loltri r;o¡ r li¡s iilc¡st¡fos llus-
,,, l( )1, (V )llilirr), llitler ot, l)'AlLrr rl.¡et t-.,) y se hizo
L
r,rrÍl() rl(, l i{)Lrsscirtl. (iill¡lrrll).iste,sufriÓ cliver-
, t)..r.,i,r ur't()rr:: i. l lr¡ntr. [, r)lrcc¡o 5t¡ irr,ovo,
,r 'r, , lr lt l1nil iilt¡l:jli¡{ l l)t arvi:
1
-ceqt¡rSfllenle l)Of
r., , , ( r i r ( ; l I !(: r i:r.¡r:i(--l tr Ilr.-' ios r los lilóso_
it I , ) r : I 1 a

i ., I lr l,):Jli) irlrlar ll¡lll('i i1 r I ( li tl)utoo e¡ 1 /76.


E

I
4.2. lnvestiganclo el conocimiento §:r,...rr r,
lrli'¿¡,,. i,rr,:' l.A,t
¡; ^ .¡

Tanto del ernpir¡stno como de la llustración, Hume hetedó el irrlerés :ilt lrt,x ¡( lai-- i.
t'
por fundamentar y legitimar el conoc¡miento humano. y es que él mis-
mo era muy consciente de las dificultades que implica la búsqueda de Percep<. ac
un conocim¡enlo seguro: sobre todo en el ámb¡to c.le la filosofía, don srl riill' r': ll',r
.tirir,l' ¡:
de las contradicc¡ones y los replanteamientos son constantes. por eslc ^ i.

motivo, considera que, antes de iniciar cualquier indagación, es indis-


pensable investigar el conoc¡miento mismo para estableca ulra base
lr"i .,.llr.',I
firme que lo sostenga. Ahora bien, dado que el sujeto cle ccrnocir¡lien
to es siempre el ser hurnano, la investigación del conoc¡nt¡enlo tendÉ
como paso previo el estudio de la naturateza humana. Dicho de o|a Srr¡irrrrrcg¡qr¡'
manera, todas las c¡encias son productos humanos, obras que de
,t Sit tt¡rles: r,,,
penden de la capacidad mental humana. Por consiguie te, la filoscfia
, lul¡ 'r, i ri
ha de esludiar en pr¡mer lugar al hombre y sus facultacles: sólo de esta
manera puede saberse si sus producc¡ones t¡eneÍ) o no garantía. Cornl)lei,r.: i
l-1ot ,: ir, ¡ rr¡.r, '.
El origen de nuestras ideas
Eslud¡oso medllando. de Rembrandl
Para Hume todos nuestros conlen¡dos mentales son percepo¡ones. f \ rr !,rtrro. tt¡t:r
Y todas las percepciones provienen de la experielcia, ya que no exis-
ten ideas ni representaciones mentales que sean previas a aquélla.
El innatismo, tal como sostuvo Locke, es falso. , Cl¡ter* dc
clasifiÉ,(ió
Hurne, siguiendo a Berkeley, no quiere dar por hecho que nuestras
percepciones (sensaciones, pensamientos y emociones) sean re- li.(jrir l inAri
presentaciones del mundo. Por este molivo las clasifica, según e¡
. grado de v¡vacidad, en dos t¡pos: flrip,esiones e rdeas.
I Seur:t¡ cl **
- Las impres¡ones so¡r las sensaciones inmedialas de ¡a expe-
riencia: imágenes, pasiorres y emociones.

- Las ideas, en cambio, son imáqencs o copias difr,tsas de las inr- ' rl_Llr,rl ril L

pres¡ones. Son productos de la irnaginación y cie la ntemoria que


no oonsiguen imitar el grado de intcnsiclad de los o¡'i!,inales. Ula
cosa es sentir un frío ¡ntenso (irnpresiórr) y oLIa nruy dilereitte rc-
cordar aquel frío que Lrasé ur'] dia (¡dea). La osocizqi(
,;.lx+ clóttclg.qrt.r
lodo el mundo admiti[á sin miramientos que hay una ccnsiderable CiÍe- ¿lé parece claro ]lulie? prov¡enet.-.-!
rencia entre las percepciones de la mente, cuando un hombre sienie las L Si es asi, serás capaz de colocar l. pala- representa¡{rxl
molestias Je un calor excesivo o el bienestar de una temperatura tnode- bra adecuada en los espac¡os vacíos de
rada, y cuando después vuelve a recordar esta sensación o la anticipa por copias de '- ¿sl
estas afirmac¡ones:
medio de s,r imaginac¡ón. Estas facultades pueden imitar o copiar las per- verenros ltA: ¡
cepciones de los sentidos, pero nunca pueden l¡egar a alcanzar totalmen- . La d¡ferencia entre y recordarjusti- r lt ¡e.¡eb
te Ia fuerza y la viveza de la exper¡enc¡a o sentim¡ento original. Lo máxi f¡ca la dist¡r rc¡ón enlr .: inpres¡otÉs e ideas. '¡alidez

¿L as i,lealrr
mo que podemos decir de ellas, inc¡uso cuando operan con el ntayor vi- . El pensamiento. por tnuy v¡vo que sea.
gor. es que 'epregenlan su objeto de una manera tan v¡va que prácticamenle
podriamos dec¡r que lo sentimos o lo vemos; lo cierto es que, deiando a
sienrpre es inlerior a ¡a..... ..... n¡ás d¿, plejas? Asrytjr
bil. la irit¡:tesi<.';tr
un lado que la enfemedad o Ia locura trastornen la mente, nunca pueden
alcanzar un grado tal de viveza que hagan estas percepciones completa-
. La distir¡ción entre impresiones e ¡deas rle ideas cu.q l¡
menle iñdistinguibles. Todos los colores de la poesía, por muy espléndi- se da según el grado de ............-. jas. Por e¡-n¡:
dos que sean, en ningún caso pueden pintar objetos ñaturales de tal modo . Tanio las inrpresiones conro las ideas son
que provoquen que la descripc¡ón sea tomada por un pais¿je real. ¡ncluso habla, ¿dc t¿-tó
el pensamiento más vivo es inferior a la sensación más desmayada. este caso,vcn
. la ....
Hume. D., ,rv€s¡igacú) sob.e el e1tendim¡enlo lunano.
La memoria y
que fonnan las ideas-
son las facultades
de la co¡r\a
con las itnFies

220
I I

I
Nuestras percepciones, además de distinguirse en impresiones e
¡deas, pueden ser clasificadas s¡gu¡endo otros cr¡terios. Así, según
!r,r^rés su procedencia. las percepciones pueden se:':
éH1¡s-
er'^ de - Porcepciones de sensación: soll aquéllae que provienen de los
,,Vun- sentidos. Por eiemplo, lc serían la visión del color rojo o el olor de
o, )te atircar rluemado.
; ¡h/u¡s-
- Porcepciones de reflexión: son estados exclusivamente menta-
3' se
l(s. como el aburr¡miento qtle nos prod(lce esperar el autobús o
Int¡cr't-
la salisfacción que nos proporciona aprender cosas nuevas.
il''rá
le ()lf¿ Segrin su composición, las percepciones se dividen en:
ií r-
-. S¡mples: no preden dividirse en otras menores. Por ejemplo, el La contemplac¡óo de un ramo de flores es
,lSoh:'l una percep¿¡ón compleia, ya que pode-
rlrlce aroma de un perfume o el tacto del terciopelo.-. mos separar la visión de cada uña de las
llores que compoñen el ramo- As¡m¡smo,
:1. - Compleias: pueden dist¡ngu¡rse y dividirse en otras más s¡mples.
aunque nos cuesle más aceplarlo, cada
Por ejemplo, la percepción de una rosa roia se descompone en úna de eslas pequeñas flores constiluye,
rrl¡ aG miis sinrples: el olor, el color, el tacto... a su vez, una percepción comple¡a. De
uoa nrinúscula flor podemos distingu¡r el
JIl, . !'(r.[)rr]i)s rei)rescntar estas clistinciones en la tabla siguiente: colot el olor...

,lil,l.1. PercePciones
Criterio de Tipo Expl¡cac¡ón E¡emplo
,-'lasif¡cación
lmprcs¡cnes Sensaciones intensas y nít¡das Sensación de frío
:i(,riun la intensidad
:ti ldeas Percepciones menos rlitidas que las impresiones Recuerdo del frío qtle pasé

Dé sensariión Procedentes de los sentidos El olorde un pastel


:;trjr rn el origen
De reflexiórr Est¿dos exclusivatnente mentales Miedo a la oscuridad

Sirnllles No aCmiteu separación ni distinción Sabor de la naranja


l r- l;(jrlr,rr l1 compr)stcion sf-'nueden descomPoner en percepciones más Percepción de unanafania
rl,rrrr)leias
srmples

l-a asociación tle idens


,,.1
las ideas simples
)e rlónde provienen las icleas s¡mples? Todas
lrrovienen de sus correspondientes impresiones simples. Las
r,,lrosentaciones lnentales con qtle argumentamos o razonamos son ¡ :?/4A
g
, r,f¡¡;rs de nr¡eslras im¡lresiones o percepciones más v¡\'as. Tal como
:l'( i/ r¡.'t
r ¡ r | ' ¡ l.i [tiis aclelalte, i]stt', nt incipio s¿ {;ollvertirá en el criterio
,,, :
,
I ,
de :?-
v¡ll¡r l,:.' ¡lr re Cel¡cri-. ctrl¡tlir torJii irlea con plelensión de conocim¡ento. I
\'
¡,1 ir:i rrleas complejas son lambién una copia de impresiones conl- //
¡:1,:i.!ri/ Asicculre en alg'Jnos casos: la idea de manzana llroviene
de
Ir rrrr¡rresión cotrt¡:leia de n,anzarla. Sin emba€c, ex¡sten otros tipos
,l,r i(le¿ls que rto son estriclamellte oopias de ¡mpres¡ones comple- -(
¡,,,. Por t-.jentplo, si pensamos etr tln unicornio o erl un sapo qtle
rr,rl¡lir, ¿cte (tué impres¡ón d¡ríamos que provianen? De ninguna- En ;. -¡
,::il(i caso, conre) en olros muchos, las ideas compleias son fruto
,lu la corirbinación y unión tarrtasiosa que réal¡za la imaginación ':"--..
t.
. -

, ,ar lir:; irttpresiones siünles.

221
I
La imag¡nación es la facultad encargada de colnb¡nar inlplesiolre:i
Una p¡ntura conduce naturalmen-
simplei y formar ideas conrplejas. A veces lo llace de matlera fatt
te todos nuestros Pensam¡entos etr
al orig¡nal (semeianza); la menc¡ón
tasiosa, tal como sucede en los relatos fantásticos Sin ernbargo'
de un piso de un edific¡o ¡ntrodu- la mayoría de los casos, la imaginación crea ideas compleias si-
ce naturalmente una Pregunta o gu¡endo ciertas leyes y regular¡dades. Y es que determina(l¡'i
una conversación sobre los dem¿is id""a p"r"""n conducir de moclo natural a otras ideas Por ejctrr
pisos (cont¡güidad); Y, si Pensa-
mos en una herida, ditícilmente
plo, el humo nos hace pensar en el luego, o el retrato de una per
sona en la persona m¡sma. Estas tendencias son lo que Hunlo llatttr:
o
podemos ev¡tar pensar en el do-
lor que provoca (causa Y efecto). leyes de asociac¡ón de idL'as. Vearnos en qué consisten: 3
Semelanza: Hay algo en nuestra lllellte que la impulsa a astr;i'tt
Hume, D., tnvesltgacióñ sob/e e/
entendim¡ento humano
-
ideas entre las cuales hay algÚn grado de sinril¡tud' Pr'rr eie:tt¡tlir'
G
una fotografía fácilmente nos hará pensar ell su nrodelo' ,a
- Cont¡güidad en el esPacio y en el t¡enlpo: Una idea nos ctrlt
duce naturalmente a olla cuanclo entre ellas existe urla rclaci{irr
de proxim¡dad, ya sea espacial o temporal. De este nlodo' si
ve ¿t-3
mos el arco de un violín, casi irrelned¡ablemente nos pregunia
remos dónde está el violín, una barca lros llará pensar en el ttlat l.:yai,
o una Pantalla en el ordenador.
r,1..
- Relación causa-efecto: Ante los fenÓntencs qtle se acostulnl)rarl
a suóeder temporalmente, nuestro entendiln¡ento crea una
ex' I rt'-';¡i
pectativa de futuro: espera que ciertos lteclros sigan a olrc's;rl
te'
igual que ha strcedido en el pasaclo. Por ejelnplo, ei humcr al lt rr r;tlii;.
go o la lluvia c las nubes.
(;rAi)
pensamienlo colno uno las da a Inarlos llt
iS¡ alguien pudiera dar órdenes al ¡ r

y piÑ ea"ia pare pala que' deFndo caer el pincel


9. ¿Qué te sugiere esta metáfora qu",et que la mano se
del pensamiento como un mol¡- á eltenedor, quede lnuerta sobre el co¡in. Sin embargo, el pensanl¡ento
Mien-
no de viento? es un molino de viento que la voluntad sola es incapaz de detener' Irer;i¡r
y g¡ran, unas'/eccs lnás depri-
. ¿Estás de acuerdo? ¿Real- tras corre un soplo de aire, las aspas giran
prop¡a xlercla'
mente nuestro Pensamiento sa, otras más despacio, obedeciendo r;uando menos a su al(\ sc
es tan ingobernable como Pre- X. Roca-Ferrd' (: l!
tende el autor? lflr ¿¡ (

Belaciones de ideas y cuestiones de hecho lAó


su
Ya hemos 'Jisto cólno para Hume llueslros contenidos me¡rtalesi t\.1f-i!-i
reducen a impresiones o ideas. Ahora bien, con estos pellsal¡los (,
y
razonamos, es decir, constru¡nlos iuicios y af¡rnlac¡olles' est;lble'
juicios ces¡(
cemos relac¡ones enlre nuestras percepciones' Todos estos
I

que conforman el edificio del conoc¡m¡ento puedell clasi{¡carse erl


l ceso
dos tipos: relaciones de ideas y cuestio:tes ¡Je l¡echo'
:
(,,c
I

Cuestiones de hecllo l\ri


Relaciones de ¡deas i ti,t€
riu-
Serian afinnaciones del tipo "la suma de los ángulos de Son af¡mlaciones clel t¡po "Ma a hace gill¡ltas¡a' o "las i

bes lraen lluvia". Es déc¡r. alhr¡aciones en que se establecen


I un triángulo es s¡empre 180" o "todos los solleros son rlerol
entre l]echos qtre hemus de comprobar liled¡ante la I

no casados". En estos luicios se establecen relaciones relaciones


I
i
lo
I entre ideas y conceptos; por tanto, no describen cómo observac¡ón y la expcriencia. Son colltillgenles y probables: I

que af¡lran es asiáhora, Pelo podria ilo serio: de hecl]o lla' vir, !
es el rnundo y no surgen de la experiencia, sino del ra-
r

zonam¡ento. Son, pues, af¡rmac¡ones un¡versales y ne_ iio no" oa"grr" qra en el futuro §earl colno alrcl a son Su r*¡ : )ll
gaciórt cs pe.íectarnellte posible. no irt-1pl:ca nirrgún absuldo' una i
cesarias, es decir, válidas en cualquie. c¡rcunstancia Su
:
negación implica una contradicción y un absurdo r lll

222
ti,rr,'.,19

_i ron es á.
an-
go^ en

'ladaS

I
u l-<tr- ,tl

ll¡¿ó
Mv¡mos y actuamos convencidos de que los
.
^-..-, l
acontecimientos que nos rodean tienen una
ioc. tar causa que es posible ident¡fica. DLldar de
ilr 7ñiiíi+-Í :;1 ','rr ',
ello -y, sobre todo, negalo- puede con-
t . verlrr nuestto erllorno en trn escenar¡o caó_
tico y sin sent¡do.
La ave¡¡cla rl¿ l,l¡dLielk¿Í¡r§ de M. Hobber¡a.

lc-' 'l
Causal¡dad
ll-
4.3, El problema de la causalidad 1 o. La causalidad es un proceso en
rIAr el que se d¡slinguen una causa
la conexión causa-efecto, aclecrás de una ley de asociación de
y un efecto.
rileas, cs una relación que atribu¡mos a los acontec¡mientos que
almis-
En este proceso se dan,
i¡r,*t srx;eden en el ntundo. mo tiempo, dos fenómenos:
La v;¡lidez de esta relac¡ón ha sido aceptada acríticamenle durante poner la mano en el fuego y
l: quemarrne; una prioridad en el
-.1 rrirclro tiernpo. Hunre, que desconfía siempre de las posic¡ones dog-
tiempo: primero el fuego, des-
rl)irtir;a:;, quiere examinar la leg¡t¡midad de esta idea. Lo hace apli- pués la mano que se quema; y
canrlo el principio empirista: para toda idea o creencia se ha de una unión constante: siemPre
; conrprohar de qué ¡mp:'esión es cop¡a; en el caso de que no se ha- sucede así- Es dec¡( la expe
¡(: -- r¡encia me d¡ce: A va seguido
,

lle el original, ésta tendría que ser rechazada en tanto que ¡legítima.
de B, pero con la causalidad se
1.Qur.i errtendemos por relación causal? Analicemos una cuestión de afirma más: A ha deirsegui-
r¡¡r--lro.onro -el fuego calienta el agua.. Pensamos que entre elfue- do de B- Hume qt¡¡ere mostrar
,' i^ que, con mucha facilidad, atri-
,J , j/,,r1 caleDtamiento clel agua se produce una relación causal: elfue-
bu¡mos causas a c¡ertos fenó-
r;! si:ría el responsatlle de un determinado efecto, el calentamiento menos.
a¡ua. llume observa que esta relación se conc¡be como si se tra- Analiza las relaciones cau-
'!:i -
tir:¡ rlo r.¡na conexión necesaria, esto es, como si ambos fenóme- sales siguientes:
,rrs:;e hallaran inev¡tablemente unidos, ya que la aparición de uno . Estaba enfermo y he to-
mado una med¡cina que
'r¡rporrrirÍa necesariamente la aparición
del otro.
me ha curado. ¿Puedo af¡r-
Alxrr¿r t,ien, Hume recurre a la experienc¡a para dar validez a este su- mar con rigor que la medi-
.- fruesto conocimiento, y no encuentra n¡nguna impresión de ne- c¡na es la causa de mi cu-
)1,
Irll; cesidad entre el fenómeno A, que consideramos causa, y el fenó- ración''l

rr'e¡ro Ll, que llamamos efecto- Lo ún¡co que observamos en este pro-
. El río se ha desbordado
debido a las intensas llu
i:'rr;(r.)s que un hecho va seguido de otro fenómeno, pero no
vias y ha ocas¡onado des-
,,1,:,ervamos coDexion necesaria entre ambos. grac¡as en la ciudad. ¿Sólo :l
lirrrc. después de este análisis, concluye que la idea de conexión hay una causa que expli-
que el desbor.lamiento del
llecesaria es fruto de la imaginación- Al observar en innumerables rio?
. i¡sr)s cór¡lo un fenómeno va seguido de otio, tendemos a consi-
. M¡ tío murió de cáncer, fu-
,rúrilr. llevaalos por ta costumbre o hábito, que siempre sucederá así. maba mucho. ¿Cómo mo-
I :rla t)royección del pasado hacia el futuro resulta muy útil para vi- d¡ficarías esta relac¡ón cau
vir, yir (lue, sin ella, el munclo se volvería caótico e imprevis¡ble. Aho- sal s¡ recordaras qae tu
abuelo, que fumaba mu-
;r ni.rrr, a pesar de la rrtiliCad que Hurne le reconoce, constata qlle
cho, murió a los noventa
r r r;r r-r,:;lumbre sólo puede plopofcionar creenc¡as, pero nunca co-
años?
:,i,t rll,r,inlrl unive¡sal y lref-'esaf¡o.

223
I
I
La probabílidad de la ciencia Ctitr<¡
La inducc¡ón ir;r1,r..,'
Hume fue tamb¡én muy crítico y La duda sobre la val¡dez de la relación de causal¡dad supone un cues
escéptico con la ¡nducción como tionamiento de la ciencia. Muchas de las explicac¡ones y descril)- (lilr l( I lil !
método c¡entífico válido. Y es que,
ciones de la naturaleza que realizan las ciencias, como también las
si todo conocim¡ento se funda-
menta y legit¡ma en la experiencia,
predicciones que se les exigen, se basan en la relación de cau- ,", t., , trl
en concreto en alguna de nuestras salidad. En consecuencia, al ser cuestionado su fundamento, el edi- [,' r. i:
impres¡ones, el conocimiento hu- ficio científico qLreda a[ectado. S¡ la relación de causalidad no es una rlr arsio! r

mano no puede ¡r más allá de las ley universal, sino más bien une costumbre de nuest[o enter]d¡rn¡en' \;liri ':
afirmac¡ones particulares. La ¡n- to, que t¡ende hab¡tualrnente a relacionar ideas de una deteíninada ,l:r¡
durción, en cambio, lo que hace
es extraer princip¡os generales de
rnanera, loda disciplina que se base en esta costumbre no superará r[. I
la r.petición de casos particulares. el eslatus de creencia. qUii,\. I

Efectúa, por lo tanto, un salto qtie, l;t r.)i ., ii


Según Hume, los enunciados científicos no pueden identificarse
según Hume, no está en absoluto
jü§tificado. Con un ejemplo que- con Ieyes universales, válidas en cualquier nromr-'nto y en cualquier
Ier: ¡ .,i r
dará más claro: la experiencia nos c¡rcunstanc¡a. En realidad, estas supuestas leyes sorl sinlplen.renlc
muestra que, hasta ahora, cada creencias apoyadas en la costumbre y ell la tradición. La cr]m'
mañana ha salido el Sol, pero de probación repetida de urr fenómeno proporciona a nuestra razón la
vt('r¡a. r lf
ninguna manera demueslra que
confianza para creer en la infalibilidad de estos principios. Sin ern
siempre haya de ser así; es decir, l-s r¡nir i
no legit¡ma el pr¡nc¡p¡o universal bargo, no debe olvidarse que efectivamente sólo se trata de creen-
¡ la(: -.

según el cual el Sol sale cada ma: cias, y que Jas creencias no son n¡ universales ni necesarias; conro
ñana. mucho, son probables. Ade^yir
Venl¡ eS
put4-rl
4.4. Cr¡¡ica a la metafísica (lespué

El princip¡o emp¡r¡sta según el cual loda ¡dea que pre-


tab[-. er
tenda tener carta de validez ha de provenir de una inr-
presión problemat¡zará la val¡dez de la ciencia y su-
t-():i ¡u¡
la 9§'¡
pondrá un rcchazo de la metalís¡ca.
(:Ol ¡Ui
La ¡netafís¡ca, o sea, aque¡la disc¡plina que pretende (¡a¡,§ll1
investigar y descubrir la naturaleza últirna de la reaii- bul..)j
dad, no parece ennrarcarse en n¡nguna de las clos ca- qua..(J
tegorías en que Hume ha clasificado el cor'rocimien- Da r .uit:
lo: relaciones de ¡deas o cuesl/ones de hecl?o. La ii're- (c¡ atr,
tafísica ni trata de relao¡ones entre ideas o conceptos. cia 0i U
n¡, en un sentido estr¡cio, podemos dec¡r que trate de rlalr
hechos o fenómenos que se pueden observar o conr- _- CriRa
probar en Ia experienc¡a. Por lo tanto, tal como af¡r-
l
de L.Js
ma claramente en e¡ texto del margen, nc es prop¡a
or)r^ci
mente conocim¡ento, s¡no opiniones sin consislencia
rio cc v
n¡ fundamento.
S¡, convencidos de estos principios, pasamos revis- pre{n
ta a las bibliotecas, ¿qué estragos será necesario que es evidr
hagamos? S¡ cogemos, por ejemplo, un volumen de
Crítica a la idea de sustanc¡a cre^, I
leolcgía o de metafisica esoo¡ástica, preguntémonos:
VA CUE (
¿es que contiene algún razonamienlo absfracto so- La nletafísica, sobre lodo desde Descartes, se ocrtpa
bre :l catitidad o el núnero? No. ¿Es que contiene al bás¡camenle de la idea de sustancia, ya sea la sus¡a,r-
ide le
gún Bzonam¡ento empíico sobre los hecllos y la ex¡s- qr9,t{].
cia exfensa (rnundoi,la sustanc¡a í¡tÍinifa lDios) o la su-s-
lencria? No. Conf¡adlo entonces a las llanras, ya que nOL 'le
no puede contener más que sofistería e ilusión.
tancia pensante (alma). Hurle volverá a aplicar su cri-
ter¡o de validez para revolucionar el panorama filosó-
obs\nt
Hume, D.. ,ñvesl,gác,on sobre elenlendim¡enlo hunlano- len! -¡ C
fico tradicional. Veamos cónro Io hace.

224
I
lrr¡t,l I
- Crítica a la iclea de sustancia extensa' Locke
había constatado el carácter incognosc¡ble de
la
I sustancia; Berkeley había ido más allá: había ne-
)--'la

garto la existenc¡a de la materia. ¿Qué dice Hume


sohre ello? La idea que tenemos de sustancia §
es la de una realidad ob¡etiva que es el sopor-
te de las cualidades que causan nuéstras im-
presiones. Ahora b¡en, ¿de qué impresión pro-
viene esta idea? Después de analizarlo deten¡-
damente, nos damos cuenta de que' al margen
:l de las impresiones particulares de olor, color, fi-
gura.... no contamos con ninguna impresión de
la entidad qt¡e se supone que permanece como
soporte de estas cual¡dades. Si somos coheren-
que
les cott los principios empiristas, tenemos
corrclttir que, como la idea de sustancia no pro-

'rienc
de ninguna intpresión, esta idea ni se halla :
l ¡odarnentada ni puede ser considerada vál¡da'
l:s rrna ilusión, una invención de lluestra imagi- E

nación, dirá t1ume.


T I
A.lcn]ás, ¿de qué tipo de impresiÓn podiia pro- :- d

verrir esla icie¿r? Todas nuestras impresiones


son
I ¡rrrrttttales y rJiscontinuas, duran
un mcmento y
I (lesl),-¡és desaparecen para dar paso a otfas' En Después de aplicar los princ¡pios empr-
y es- nslas. Hume no tiene oko remedio qtle
I , arr.rliio. rle la stlstancia tenemos una concepción cont¡nua considerar núeslra conf¡anza en la exis-
que tenía de la
liil)le en el tienlpo. Cierro los oios y la ¡mpres¡ón tencia de un mund,o reál dilereñte de nues-

il
,,,"n,¡ro ,i iardil se des\/anece, los vuelvo a abrir y aquÍ tras percepc¡ones como una creencia sin
fundamentos sól¡dos- Sin embargo' re-
I "r"." "n
li! encuentro de nuevo...: esto me hace pensar en la existenc¡a conoce la oecesidad de esta creencia para
y estable de la rosa- Sin embargo, ¿qué impres¡Ón lo
fun- vivir normalmente. ¿Cómo podriamos, si
Iti r onli!n:l
que atri- no, dar un solo paso? Si htlbiéramos de
,.1,¡rnentai Ninguna impresión tiene la continuidad
que suponer estar dudando de la permanencia de lo
buimos a la suslancia. No nos queda lnás remedio que nos rodea: las casás, las p€rsonas,
I rl:re se trala de ttlra creaciórl de nuestra imaginación
que agru- la calle.. , ¿qué clase de vida llevariamos'i
I (rosa) diversas impresiones puntuales
it !,,, lr,,l,, ,,,r mismo nonll)le
r,;t ,,tri¡. la f:3ura, al color...)- A pesar cle esto'
la ¡dea de sustan-
para nues-
,:i:r r,:: una invenciÓn o creencia exlremadarnente út¡l
lr ir ljLri Iervivencia.

crir¡ca de la iclea de sustanc¡a inf¡nita' La ¡dea que tenemos


perfecciones:
,1,, Dios es la de una sustancia infinita con todas las
el crite-
,rr¡urisciencia, omnipresencia..- Ahora bien, si aplicamos
que preguatar de qué im-
rrr¡ rlu valitlez de lltrme, nos tenemos
Según Hume'
r.,r'r:sión ptede cler¡var esla idea de perfecc¡ón infinita'
puntuales y con-
L.s evidente que, sienrlo nuestras impresiones
,:nrt¿rr;. resulta difícil que poclamos tener una imPresiÓn
de ¡nfinito'
yir (lue ella m¡sma habria cle ser asim¡smo ¡nf¡n¡ta' Por lo tanto' la
l(lea íle sustancia ¡nfinitamente perfecta se queda sin impresión
qtte no exisle ningún t¡po de co-
I ,
¡l(: iir legitinte, y hay qtte conclttir
,,,u irrrieirto, ni teológico rli metaÍísico' de Dios Cie!'tamente'
no
.,1,.;lir)te, Ht,nle r,:rronoct que la religiÓn y la creencia en la exis-
t.rrr,.i;r ¡le lliús s()n naturales y neces?'rias elltre los
hornl)res'

t 225

d
¡!l I
- Crítica a la idea de sustanc¡a pensante. La iLlea de yo io(l;lvt¡ r r(,
había sido cuest¡onada por ningún filósofo. ¿Cónto podriantos (tu 4 .j'
dar de la validez de la ¡dea que tenemos de tlosotrcs rnisnlos? Sr
embargo, Hume anemete lamb¡én contra esta ¡dea. Tradiciorlalmetile.
6 Itit1¡!,
en filosofía se ha entendido el yo como el sujeto que t¡ene per-
l)c
cepc¡ones, pero que es diferente de éstas. Ahota bien, ¿,cómo po
demos conocer la existencia de este yo? ¿De qué impresióu cleriva'¿
rll t,. , .
De ninguna. Aunque el al¡¡a sea el sujeto de las itrpresiones, no rrs
I: ninguna impíesión. Por otro lado, ¿de qué t¡po de irnpresión seria
copia? Lás impresiones e ideas se suceden y carnbian: ahora scil It,¡,t1'
timos frío, después imag¡namos la ceua que nos tornarcnlrrs, irl da. :r
't mediatamente recordanros el examen del dia sigu¡ente y la desazri
nos invade... Bajo todas estas percepc¡ones cambianles, se su-
Iru¡l¡rr
t)lt¡-..,t,
pone que el yo perrnanece estable e idéntico, conro nticleo dc (:a!¡-l I

nuestra personal¡dad. Hume Io cuestionatá, el yo es corrro cualquier l¿lzu)¡l


Delalle de lGr¡Js ,r,rrárdosé e, e/ esÉq), de Ru
idea de sustancia: una creenc¡a fnrto de nuestra irnaEinación que r1a
cont¡nu¡dad y permanenc¡a a aquello que no la tiene. lo rrrelt

La ¡denl¡dad personal
I 1. A pesar del convencim¡enlo que tenemos de nuestra propia exislencia cofi¡o seres pensantes con ir-]enlid¡d y conti
nuidad, Hume consigue despertar en nosáirós la sospecha. ¿Realn]ente solnos algo más que la sucesión de tecuer l¡¡lrlenl
dos, creenc¡as, opiniones y sent¡m¡entos cambiantes? ¿Existe alguna cosa en mí que per¡nanezca ¡nalterable con et
paso del tiempo y que se pueda cons¡derar miesenc¡a, aquel¡o que ¡ne hace set quien soy? Reflex¡onenros s()tne t-'lk'. lor , rt
¡r

- Ésta es urra actividad que resulla conveniente resolver en equipo; para hacerlo, seguid las pautas siguientes: (.4 l.-q

I et:lulz;
l . Formad Fgqueñgs grupos de c¡nco personas.
. Comenza I por el cuadro A, y no pasás al B hasia que lrayáis acabado el pr¡mero. Los ser
. Después le leer atentamente las preguntas, contestadlas en grupo una por una. rle ;,
. Sólo cual Jo las hayá¡s contestado todas, dad una respuesta consensuada de equipo a la pregunta que l¡ene la ca- ¡rlace-
tegorla d, conclu§¡ón. (lo li
. (le
Un m¡em ro del grupo que haga de secretario-porlavoz debe recoger por escrilo ¡as conclusionc,s. lri.
s il,
ctirAiri
A . ¿Sobre c ré cuest¡ón tienes ahora unos senl¡- B . ¿Oué hace que seas lú? ¿Es tu trcnt)re, tu cara, tu estik) úe el r;. _.¡.:
m¡enlos . gradables y hace años tenias otros r veslir, tu mente, tus f»nsan¡ie¡los?
muy difer ,rtes? rllá,4{r¿
. ¡ . Si, por algrrm razón, no pud¡eras dispotrcr de tu cuctpo, ¿se- flOiil,if().
¿Oué cos deteslabas cuando eras pequeño y
I Ouirías siendo lú?
I
hoy te ap¡ i¡ona? I Polt\ei
. ¿Sne qu teÍ¡a antes pensabas de um rBnera
| . S¡no pr¡dreras usar lu n¡enle. l_lodavi¿ sqías lú?
este ll1i,
y actualrn€ [e estás eñ contra de aqudh oF!¡nim? . Si tú y tu mejor a¡nigo pud¡erais intercambiar las ¡nentes, de ístiñer
. ¿Te parec !s a la persona que eras hace diez manera que lú conc¡b¡eras todos sus pensam¡enlos y él líc¡e-
tud y la
años? ¿Y I n¡ño que fu¡ste un díá? ra lo propio co¡ todos los tuyos, ¿todavíá serías tú?
. .
taralr
¿Seras la. ,¡sñ¡a pérsona cuando seas nuy vie- Si cu¡ndo eras rñuy pequerio te hul,cran ¡levado a olro p¡is,
io? ¿Vesti s de la m¡sma manera, harii§ las rnis,
un benÉ
de m.rnera qr¡e l¡ubiéses crec(lo eñ (,lra culturc y l|ablado lltr¿
mas cosa: le intercsarán los m¡st¡os temas...? lenguaconrp¡elarnetrtediterenté. ¿Seguitiassiendo tú? tln lrt
c¡olEJi,-
Conclusi. -r:
¿Cre€s que lras camb¡ado mu- Concftrsión: ¿Oué es exactanteñle nquello que ie hace ser tfa( it '
cho coñ el paso del tiempo? quien eres, a pesar dc li)s c¿rnb¡os qle exper ¡-
Asi4u.
¿En qué aspectos? rentas?
tná,. . flc
nle,¡.{p[
- Finalnlon e, s€la conveñienle que os ÉUnio ais toda l¡ clase y que. dospuós de (tr re ol l)ofavoz de r:arJa gr upo lraya PrO!..rcl'
transm¡l¡, o las conclus¡ones a las que ha llegado su giupo, entablarais una (liscusió¡t sot)re la identidad pe$onal. do, ,-ta
lo que p

226
lr'r.i i9

rJrr- 4.5, El e¡notivismo moral


$r A David Hume se le reconoce sobre todo su contr¡bución en el ám-
flt^ Considerar que los sent¡m¡enlos
bilo de la epistemología y su análisis de los conceptos metafísicos. están en la base de nuestras ac-
,.V De todas formas, sus aciertos no se limitan a este ámbito; le debe- ciones y de nuéstros iuicios mora-
p
nros tanrb¡én vatiosas contribuc¡ones en ámbitos como la polÍt¡ca, la les se ha llamado emot¡vismo mo-
\¡¿r :'
ét¡ca o la historia. Ahora, s¡n embargo, nos tendremos que confor- ral. Este'sa bpone frontalmente a
uha larga trad¡ción ética que co- \
mar con realizar un breve esbozo de su teoría ét¡ca.
eÍta menzó con Sócrates. El emot¡v¡s-
I
I'hme flre uno de los primeros pensadores en reivindicar el papel fun- mo estaría en el reverso de las teo-
rías intelectualistas qüé consideran
in- damental de las emociones y los sentimientos en el comportamiento
que la acc¡ón correcta o buena I
humano. Frenle a los que consideran la razón como la responsable de pasa por un conocim¡ento Previo
su- nu€slras decis¡ones, Hume sostiene que, en realidad, toda acción des- de la bondad o del bien. Y es que,
cansa en la emoción y los sent¡mientos. Es cierto que reflexiorramos y según estas concepciones, el co-
r,i-. razonanrog antes ce tomar decis¡ones, es cierto que no actuarnos alo- nccimiento rácional de la bondad
y el bien sori requisilos imprescin-
r:3.lamenle. de una manera inconsciente ¿ irresponsable; Hume no
d¡bles de la accion ürtlosa B emo-
io rlicAa, pero lo matiza: estos razonamientos están motivados por
tivismo, en cambio, sostiene Prin-
ireenc¡as en las cuales ticnetl un peso lundamental las emociones. cipios ét¡cos muy dist¡ntos.

¡Itestras acciones están en últ¡ma instanc¡a motivaclas por los sen-


:r
t¡mienlos de atracc¡ón o avers¡ón que nos producen ciertos com-
pirtamienios. Esta atrac...¡iórl o aversión surge del placel o del clo-
o lJr qtte deternlinadas acc¡ones tlos provocan. Según Hume, bus-
clnros y apreciamos lo que nos causa placer, y aborrecemos y
re(;h:tzamos lo que nos ocasiona dolor-

Los sentimientos cleplacer y dolor están, por este mol¡vo, en la base Según Hume, la solidaridad y trcompa-
de tos ¡uic¡os morales; el bien no es otra cosa que lo que nos com- s¡ón son consuslanciales a la naluraleza
place, rnientras r¡ue el mal consiste en el d¡sgusto y el dolor que humána. Y 6 que la §mpatía que conecta
a todos los seres humanos y que pos¡b¡_
ileienr¡¡nadas acciones nos provocan. Ahora bien, este sentimiento lita que nos hagamos cargo de sús su_
,l.i plaoer no se ha de entender en un sent¡do egoísta. Para Hume, la frimientos hace que nos solidaricemos y
que rechacemos las ¡n¡ust¡c¡as y las cruel-
sirnpalía es propia de la naluraleza humana, y ésta es la incl¡na- dades, ¡ncluso cuando no nos afectan di-
(;ión o lelrrlencia que los hombres sienlen a part¡c¡par y reviv¡r las aectamente.
emcriones de los rlemils. Esta ¡tlclinac¡ón, ade-
rr'¡¡is, lrar:e naturales los senl¡mientos que en
¡";:Ulrog desplertlrl las desgracias aienas, como
¡xrr i:iernplo la compasión y la solidaridad' Por
r.l¿ rrr¡livo, el placer no ha de entenderse ego- í
r:;tit!rente; la iustic¡a, la benevolencia, la grati-
h r,l y la amab¡lidad son aclitudes que me gus- I
1.r . .lrrnque de ellas no obtenga directamente
U¡r benelicio personal. En este contexto, t¡ene ?
ull l)apel ftlndamental la educación, ya que ra-
). i
.l
(:rL)nali,,íi y encarr¡la los sent¡m¡entos de apro-
baciór) y rechazo ante cleterrninadas acciones. .I
Asi (xrando el placer y la felicidad afectan al \
ulix¡r:o núr¡rero de personas, me complacen y \
r,.H lnoporcionar' tanto placer colno m¡ propio l¡
¡rrovr.:ctro. l-a élica de l lume es, en este senti-
, i, ,. i r rit éticfl ut¡l¡tarisla qlte oottcibe corno bien

!,, ( tr x,; l)roporciona placer y t'ls út¡l a la nlayorÍa.


La e¡ecución de lady Jané Grey de Pa'rl Delaroche

227

!t
Comentar¡o de texto -- - . Atrilluilllos los rllislnos efectos a a(:')rrl(nri
Eslamos determinados, por la costumbre, a suponer l¿t tk
l¡Tlenlos semejatlles t'rtLt";a de
elfuturo de acuerdo con el pasado Cuando veo una
¿¡

bola de t ¡llar que se mueve hac¡a olra' mi mente


es llal;erlo observ¡do a:lt (lr¡ i¡lllrllllelal)los oca
por el hábito hac¡a el
mov¡da de manera inmed¡ata s¡otres.
efecto acostumbrado y ant¡cipo m¡ visiÓlr en conce- .hlol)ollertlor; liril!r(lr,'¡ilrltlrr,r;!lirtios
bir la segunda bola en movimienlo En estos obietos' l¡r nenle. llacell ¡(:lt lal í¡ t ls rr tl:,lx':l
( 14 tll lil (k I

c<¡nsi<.leiarlos en abstracto, no hay nada más' inde' l(f nli, ;x-l;-r rllAllrx,l.
pendi,rntetnen(e de la expef¡encia, que nos conduz
ha- . l¿r Ia t ¡tttl cltti;l l¡uelltr a vi(la Íirl n )
ca a urta conclusión semejante; y, aun después de No es
muchos efectos de esta la coslúllbre.
ber tenido la experienc¡a de
que nos
c¡ase repet¡dos, no hay ningún argumento . ( r'Í
Lit razÓr1 I ltlllca sgl ia ( :átl )a ¡ f-lÉ-' eslablocer
I x )

a suponer que el electo co¡nc¡dirá corl la ell


determine han dc (lesanollalse los lr')cll()s el
las cuales .
exoenerrcia pasada Las fuerzas mediatlte ¿oi
áper"n lo" cu"rpos nos son totalmenle desconoci- Conterto inmediato del texto
sen-
das. Nosotros percib¡mos solamente cualidades rl
Expó¡] los collocilllierltoli ( lrre has teniLkr lo rcsca-
'CrCl
razón tene[los pen-
s¡bles. Y si esto es así, ¿qrjé Para
lar de la ¡nenloria pala elltelr(ier el tDxli): {;
sar que las m¡smas fuerzas hayan de estar conecta-
das con las m¡smas cual¡dades sensibles? - Expl¡ia l¿l leoria epislertDlógica de llulre: corrcel'
ci(it1(le l¿rs Ircl(rel¡li(n l)s, (nilf)n (lo l'ls irk-'ar;
lr-'ycr;
la cos-
Asi pues, no es la razÓn la guia de la vida' sino
tumbre. Sólo ésta determina la lnente, en todas
¡nstanc¡as, a suponer que el futuro estará de
las
acuer-
parecer' -
de as«tiación,
En el fonclo. el
iiDos
texto
de c(nÍx.;ilnierllo "
es urra crítica (le la i(loa ( k')
(ll¡ó
nfi
Dt,l rrr¡¡
do con el pasado. Por muy fácil que pueda causa. Expón cÓrl)o se clllendia esta i(kla )'l c:il.
este paso, la razón no podría llevarlo a cabo n¡
aun- al)
cntica realizÓ Htrme al respecto
que se declicara a ello toda la eternidad' Y e:...'rC
- El cuestionamiento de la k.lca de causalida(l ocl lir;í1,\l.l
Hurne. D., (ld
sionará inevitablenlente tnla l)roblematiTact)rl
Resumen del tralado sobrc la naluraleza humana I os tcc
carácter universal y llecesr]rio de la cicllCia' Al
gLn]létTtalo.
lro^j¿
salto ell
M¡rando más allá del texto
las4ri
tuatoi. I
Anát¡s¡s del contenido En la tercera un¡dad dicláclica hablarrr(xi corr
ciert¡
mio-dc
- Una buena manera de comenzar el conlentario extens¡ón de la leoria aristotélica dc las caLrsas' Des.-¡r I
de este texto puede ser aclarar Ios conceptos entendia AristÓteles el con
cua,¡.¡f,
nepasa y explica cÓllo
quc desempeñan un papel central en él' con- - t¡n
cepto de cal¡sa. ¿Se ill)toxill¿l o se l)alccc lllas
r

.ieptos que, por otro lado, ya hemos visto en la tltc ir¡{'"


(lue Ia de Hume a la contlepc ll de oausa rltle
'
(xrl
uni(iad.
Irosolro§ tenenms? esl;il.,ie,
. Costunlbrc. Saiah que entierde Hurne
por cos-
ln ci¡rli
- Dc toclos nrodos, seg'-r I el t§o tlue segtitttttts
trtrnbre y qué valor t¡ene como fundamento del pcll:;íll'I¡LIC co¡io ia
cietrio de l¿r idea rie car.¡aa' ¿p(]dclrl()s
conocirn¡ento. qu(^iii
el alaque tje Flt¡nre ftrc decisivo?
Dc {.rst¿
. Expiencia. El sentido de este térnino es bá-
UN
s¡co para éntender el texto y el empirismo' ''{U
r-JP¡
COI
Opinión personal hacqx,
. Efecto. lnev¡tablemente, para dar una expl¡ca- la r('la-
ción satisfactoria de este texto' deberás ¡ndicar Como ya hem,rs comcntaílo, colBiderar llue vuiL. ..a(
cÓmo concib€ Hurne la ¡dea de causa' c¡ón da ¡JausaliclarI rpe est blecemtrs elltrc los a«)Il-
!l
tecint¡et ias es pioduclo cle la costulnbe
I
y llo de la la ::"5;
. f?azón. ¿Cuáles son la naturaleza' la func¡ón Y zon cotnpona tln cuestionam¡ento importallte de
to- fensa dr
los límites de esta facultad, según los pensa- das los cienc¡as'que se basan en este
plinc¡p¡o' rJrá1ar
dores empiristas y, en concrelo, segú|] Hutne'' que rea'
los penr
causalidad
¿Quó opin¿s de la crilica a
la qui^pr
-
- Cokrá la palabra aclecuada en los espacios \a- izó IlLrrrre? ¿f-,staria ft,n(lamerltada? l,Todavía se fiiara los
la cret rcia? ¿Creos t¡t te
I

t.
cios de las s¡gu¡entes flases: r ía vál¡da? ¿Y de !a ct ítica a ma-\-ir
. Cons¡deramos que elr el futu[o los aool]teci- es hcito con§derar un coniunto de ocEnc¡as cc¡rlo <1er 9ec
mientos sucsclerán de manera semejanle a frutc, (le la ooslulnblc y con valor cje probabilidarl? on ldin(
Razona ia resPuesta. en L. :Jr;
como lo han hecho en el .
r
1{
{
Recuerda 1o que has vis to
{
fl
,q
."Señala los rasgos básicos del empirisri-ro con-
dóld con el rabionalismo
os hech cos q ue preas q ue han
.

.
Comenta cómq4oncibe Berkeley la materia y se-
ñala cómo llegá á esta conclusión. .:

Sebún Hunie, ¿qué tipos de percepción ós pósi-


o.una fepercus ión d'ecisiva én la teoría po- ble distinguir?
de Hobbe s y-de Locke . Enumera y explica las tres leyes de asociaciÓn
I
diférén¿ia las leorías contractualistas de ideas. Pbn e¡emplos para cada una.
r¡ y de. Locke.
. Compa!'a y distingue los dos tipos de conoc¡- l
I

f, Define, de manera perspnal, ué entendemos por

;.'?bsolutió1lg.yporliberalismgpolítico',).,nesdehecho'.
mienÍó llamados: relaciones de ideas y cuestió-
I

{ . i ¿Qué consideración les merece a los empiristas el - . Relaciona Ia concepción de.la sustancia que de- l
'innatlsnio?
-. ¿Qué vatiOez le danT ¿Y qué piensan fendieron Locke, Berkeley y Hume.

5
l
"'de lá razón y la expeiiencia? Según ellos,
¿i¡ué pa-
. pel.desempeñan en el proceso de coilocimiento? . ¿Qué destacarías del emotiv¡smo moral?

Del emp¡rismo inglés o, tal vez mejo¡ británico (en porlante recordar que las democrac¡as actuales lie-
esta época se ller,ó a cabo la un¡ón entre ¡ngleses nen sus raíces en estos teóricos de los siglos XVll
y escoceses), tenemos una doble herencia: la polí- y XVlll.
l¡(:¡ y l¿r ePistemológica.
El emp¡rismo moderado de Locke tuvo una gran ¡n-
t tlc la filosofía
,)s leóric()s Íluenc¡a, en primel lugar sobre los pensadores pos-
p olíticd dier(:n un gran leriores de esta misma corriente f¡losófica, como Ber-
SI¿lk)en el carnino hacia keley y Hr¡me, que partieron de los principios que
l¡rs demccrac¡as ac- aquél había establec¡do; pero también sobre la f¡-
Irnles- Hól)l)es, asu- losofía poster¡or, especialmente por su afán acla-
niiendo l¿ ifea de ralorio, que se traducía en un ataque frontal a cual-
Descitrles scqúr' la
quier actitud dogmática o ingenua-
(¡r¿l I¿t r¿rzón está
trrrrversal e igual- El empirismo rad¡cál de Hume y el escepl¡c¡smo al
r!r3lllc reParlida cual le condujo fueron duramente criticados y re-
uriri,lis lrornbres, chazados. De todas maneras, tuvo sus efectos po-
',r;latr!c(;¡ó
el pr¡n- sitivos: ayudó a tener una pos¡c¡ón más crítica y
ri¡p¡o dé igualdad
coherente respecto a las supuestas capacidades
r:r¡r¡ro ll¡ fr¡ente de la
y posibilidades humanas de conocimiento. El gran
r¡ re errrarra el poder.
lmmanuel Kant, formado en la tradic¡Ón rac¡onalis-
l,rc esta manera dio
ta, afirmará que Hume consiguió despertarlo de su
turr giro complelo a la
conce¡rción clel Estado, sueño dogmát¡co. Es dec¡( del ¡lusor¡o mundo de la
hacién(ldo depender de la verdad absoluta en el que habían ido a parar los he-
vohr¡llarl de los propios hom rederos del rac¡onalismo. Será precisamente Kant
lr¡es. I ocke dará un paso más: el princ¡pio de igual- qu¡en logrará real¡zar una extraord¡nar¡a síntesis de
racional¡smo y empir¡smo-
E rtixl !c llevará a la crítica del absolulismo y a la de-
tcrsa {lel l¡beralismo polít¡co. Su pensam¡ento ten-
Más allá de Kant, la crítica a la metafís¡ca que llevó
4 (Ií u¡¿rs repercus¡ones prácticamente dec¡sivas en
l(¡j lnrr:;adores ilustrados del siglo XVlll. Montes-
r¡rrr,rr ¡rr:rtilará la teoría de la d¡vis¡ón de poderes y
a cabo Hume ha const¡tuido el trasfondo tanto del
pos¡tivismo del s¡glo XIX como de las actitudes neo-
llt¡rá los q(|e todavía hoy en día se conservan en la pos¡t¡vistas del s¡glo XX. Positiv¡smo y neopos¡t¡-
rrrrryt¡i¡l r.le las democracias: pocler legislativo, po- v¡smo rechazarán los planleamientos metafís¡cos y
,,{ tle! e¡.tcLtt¡w, y pocler judicial. Rousseau, siguienclo defenderán que nuestro conoc¡m¡ento parte de la
experiencia y la observación, o sea, de los datos po-
q r,.n l¡r lr e¡r (lol contractualismo socia!, se convertirá
,rrri rti¡u¡ <lilttsor de la politica .iemocrática. Es im- sit¡vos o conslatables.

i{
''%
.10 La llustración (,

Esquema
\, 1. V¡sión general de la llustración
6
l .l . H Siglo de las Luces
1.2. Grandes temas de la lluslración

2. Newton y la c¡enc¡a del siglo XVlll


2.1 . lsaac Newton
2.2. La c¡enc¡a del siglo XVlil

3. La llustrac¡ón trancesa
3.1 . Raíces históicas lnvit#i
3.2. Pensadores ilustrados lhr;t¡aciór¡ l¿
(,.ll Qrte. aul(n-,1
4. Rousseau e,latl es tai-¡
(iin)iento sin la
4.1 . Un ilustrado que no confía et¡ la t¿uón lo es esta 1r)

al 4.2. E hombre natural y el lnntbre histórico


e¡. t¡tta t,'alet ¡;i;
cia de decAgtr
4.3. El contrato s(Éial srn la (J¡re( -,rirr
4.4. Teoria de la educación l)ar'¡ (l¡slr)¡/t\ ( ¡
el lerrra rle . ll'.

f t:,at
'ereza y
t' tc de los liurll
aLrsrrelto l-f:
I
ca'¡ gtlstol;,r,I]íi
y del hcch¡.{r:
Iulores. iE', .arl
r rr, libro qLrt\;n
tilr¡y'a ini c{ .r¡,j

s-o .
bjetivos
Conseguir una visión general de la llustración e identificar en ella la corrfianza que duraote esta
11,3'i;"il4l.
otro ocupará nl
ya se nan r).í
ca se tenía en la razón humana y en el prcgreso. bre sus es¡rald
. haber atur¡\o
Reconocer la importancia que tiene para la llustración la ob[a científica rcalizada por Newton. plicaron los r¡e.,
. lnvest¡gar qué ha representado para Francia, desde ef Dunio de vista h¡stó¡co. asumir buena parte andar soloF$a
los ideales iluslrados. qrande, p\r¡ /.I¡
. Contrastar y comparar textos legales del s¡glo XVlll co¡r ohos del s¡glo Xx, y ser consciente de, apre¡rdidoAfa
raíces de los textos actuales en los textos ilustrados.
. Constatar que Bousseau, un pensador del s¡glo XVIll, es capaz de crit¡car y rechazar idcas iluslr
. Discernir la idea o ideas dominantes en fragmentos breves y representativos de obras f¡losóf¡cas
. Reflexionar sobre las relaciones entre cienc¡a y4lilosofía.

230

ffiffi
r

I
tf

La villa Ludovd, de Ctaude-Jos€ph Vernet

lnvitación a la unidad_
llustrac¡ón es la salida del hotnbre de Ia minoría de edad
err que, autoculpablernente, se hallaba. M¡noría de
e(lad es la incapac¡dad de disponer del prop¡o enten_
(lrrriento sin la dirección de olro. Autoculpabtemente,
lo es esta minoria de edad porque su causa Io radica
:rr rrrra carencia del entend¡miento. sino en una caren-
i:ra d,J decisión y coraje para d¡sponer de uno mismo
j;r) la Ci!ecciÓn de otro.
¡Atrévele a saberl ¡Ten coraje
r,am disl)o¡ter Ce tu propio entendimiento! Éste es, pues,
tr lerna rie la lhrslración [...1. lntroducción
Ené§tá'un¡dad aclararemos el s¡gnificado
[',:K'z¿ :r coh¿üdía sún las causas de que una l]uena par- y las raíces de la llustración. También ana-
t,i (ie lqs homDres, a pesal de que la naturaleza los ha lizaremos la obra de NeMon. que estimu-
,rr»,rrr¡llo har.e tientoo de una trllela a¡ena, permanez_ ,ó todo el progreso c¡entífico det siglo XVII.
(.r,¡ oi¡stosetnente menores de edad por toda su vida,
A cont¡nuación éstudiaremos la lluslrac¡ón
),,iel ite(il)o Ce qtle resulte tan fác¡l a otros erigirse en francesa, descubriendo sus rasgos carac-
I
I
trr¡,)res. iE.; tan cómodo ser menor de edad! S¡ téngo terísticos, por ejemplo, la conf¡anza en la
rnr libro que p¡ense por mi, un padre espir¡tual que sus- razón y la fe en el progreso constante de la
lrlr¡Va lll¡ conc¡encia, un m&ico que me prescriba la d¡e- humanidad. Acabaremos la unidad explo-
lrr ütc., no ten(lté necesidad del propio esfuerzo. por el rando algunos aspectos del pensam¡enlo
I

t¡)kr lreclro de poder pagar, ya no tendré que pensar: de Bousseau.


I

otr{) ocup;rrá ti s¡tio en esla enc,¡osa tarea. Los tutores


It ya se hart prcocupado muy amablem-.nte de cargar so-
l\¡e srrs espaldas; esta super¡nlendencia. Después de
lral)er ¡tltrcl¡clo al rebaño que han domesticado, les ex-
¡thr,rr()n los riesgos que les amenazaban s¡ intentaban
ra r' . .ie. .r,i¡at sr)los. l_a verdad es que este r¡asgo no resulta tan
t,.inile, porque después de algunas caídas habrían
t:' ,ni .¡l x,, rr ltrlo a Carninar.

l<anl, l,Oué es Ia llustrac¡ón?


tr
,r¿ls.
t',

I l¡ 10
Descartes se atrev¡ó al menos a
enseñar a las buenas ¡ntel¡genc¡as
1. Visión general de 1.'¡\"
,,',2(,,
a revolverse contra el YUgo de la la Ilustración
escpláslica, de la opinión, de la au-
toridad, en una palab,ra, de los Pre lnic¡aremos el estudio de esta unidad con una v¡s¡Ón panorámica
iuic¡os y de la barbarie; y con esta de la época en que tiene ¡ugal la llustración (siglo Xvlll); velernos por Ccnfi
revuelta, cuyos frutos recogemos qué recibe este nomble y rros acercaremos a algunos de los tenras
hoy, ha prestado a la filosofía un que traló la rnayoría de los pensadores ilustrados.
serv¡cio más esencial quiá que to-
Irir:¡;
dos los que ella debe a sus ilustres l,:l
sucesores. Se le puede cons¡de-
rar como un cabecilla de los con-
1.1. EI Siglo de las Luces |l\'
,.',i
¡urados, que ha tenido el coraie de A lo largo del siglo XVlll, diversos países europeos disfrutaron do
ser el primero en levantarse con- un gran opt¡mismo y de una total confianza en los podeles y ca-
tra una potencia despática Y ar- pacidades humanas como pocas veces ha ocurrido en la historia f:c er
b¡trar¡a y que, preparar do una re-
volución resplandecienl ?, ha pues- de Occ¡dente. En todas partes, la gran impulsora de este optilnismo
to los cim¡entos de ut gobierno fue la burguesía. S¡n embargo, la formación de la llustración ftle un
más justo y más Ieliz que no ha Po- proceso largo y lleno de d¡ficu¡tades; tuvo sus raíces en la eufor¡a in- f, ,t
dido ver establec¡do. S acabó Por
telectual del Benacim¡ento, en el racionalismo de Descarles y en el l.r¡iitl
creer que lo podía expl r)ar todo, al
menos comenzó pot dudar de pensamiento empirista ¡nglés. l:, .rii
todo; y las armas que mPleamos En todos los países donde br¡lló el pensamiento ilustrado se eln'
para esla lucha no le )erlenecen
plearoir expresiones simból¡cas pala referirse a la época; lue corrienle
lr, r;
menos por el hecho d que las to-
memos contra é1. la metálora de la luz para indicar que las tin¡eblas de la ignorancia ñ et

D Alembert, D/scu ,o Prel¡minar habian quedado atrás y que, a partir de aquel momento, la razón trri- rA Ut
/. de la :nc¡cloqedia. llaría en todas partes. En Franc¡a, donde el movimiellto tenía a sus s te
difusores más apas¡onados, se hablaba del Sigro de las Luces. Es- !a1 (
l

l. Lee atentamentr el anterior tas luces, a lines de siglo, condujeron al mayor resultado l)olilico t¡,.-r i¡
fragmento del ik rtrado D'A- I

lembert. En ciet o modo re-


de la llustrac¡ón francesa: la Flevolución de 1789. b¡r(]r
conoce que los ustrados, s¡ lu¡ ¿l
La llustrac¡ón francesa s¡guió el cam¡no abiello y traz ado por la llus'
t

bien no acepta determina-


tración ¡nglesa, la Enl¡ghtenment, la htz (light) encclldid¿r ¡lor Lockr;
14,'
das ideas carte ,anas, son l)i- r-J¡¡J ne
jos ¡ntelectual( ¡ de la actitud y llewlon a f¡nes del siglo XVll. En el nlismo siglo XVlli' David Hume
de Descartes. trató de ¡lunrinar las posibil¡dades y garantías de lltrestras ilrvosli

- Eltextodic, que Descartes gaciones basándose etl el allál¡s¡s cie la naturalcza trumana. -.-Auk
es un cab€ illa de los con-
jurados. U ra conjuraciórr En Alemania, Kanl, atraigado tanto en el raciortalisl¡o como err cl erlr
p¡rismo, habló de Aufklárung t'|4áren,'esclal¿'cer, haccr evidente y lratrs- r9{ ¡¿l
es una liga )ara cambiar el
orden de n estado o de parente'). De hecllo, Kartt veia !a llustrac¡ón conro la sal¡da del llonr Noce
una deten rinada disposi- bre de la edad infantil, enterldiendo por esta eCad aquella época etl que
-
ción de c, sas. ¿Oué pre-
I'
el ser humano es incapaz de utrlizar la razón sln la direcciótr de otrc-r.
'ji
tendia car .biar Descarles?
m,:llllr
(- tf
Las herr¿ nientas o armas En otros países europeos, como ltalia o España, la Luz del siglo
- que sirvi ron a Descartes brilló con muy poca intensidad. ltalia, la gran ltalia del Rellacimien' 9n'lrt¡
para coo iruir su rnetañsica to, despuás de ias cottdenas de Galileo y de la Coriirarrelorma, pre- e. ..ei
son las rf smas que, en ma-
nos de l( ¡ ilustrados, deni-
sentaba una s¡tuac¡ón ,le decadencia tanto on el campo de la filo- IPaicl
sofía como en el de la ciencia. o(. l)rr
ban su istema. ¿Cuáles
son esl s armas o he- Por lo que respecta a España, err el siglo XVlll. deb¡do al aislamien'
rrarnieni rs intelecluales? -ñ-ic
¿Cons¡c lras que Pueden
to cultural que había si(lo ¡rnpuesto por Fel¡pe ll y sus sucesores, no DU
relac¡on rse con la duda se manlenia una situac¡órr de oscur¡dad que contrastaba con el es- l. le
metódic , la necesidad de plendor intelectual que florecía más allá de los Pirineos. Las apor- nAL(
cuestion r los conocimier-
tac¡ones ¡ntelectuales de Cadalso o Jovellanos, o de c¡entíficos como [- ,ar
tos anlig los y la confianza
en el po( -'r de la razón?
Elhúyar, no llegaron a alcanzar su objet¡vo de ¡educir el atraso filo- @tr.
sófico y c¡entifico que se vivía en España. a .,,.]e

232
C
I i[r i 10
1.2. Grandes temas de la llustración
¿Cuáles son los grandes temas en que se centraron los pensado-
res ¡lustrados? A modo de ¡ntroducc¡ón, podemos enunciar los si-
!rn -t
guientes:
's DOr
- Cmñanza en el poder de la razón. [-a razón es considerada como
,-1¡

una herrarrlienta eficaz y única para resolver todos los problemas


humanos, un valioso instrumento que p.uede aclarar todo t¡po de
cuestiones, tanlo de orden filosófico como cle orden religioso, po-
líiico o social. La razón es una luz esclarecedora y autosufic¡ente
nde que libera al hombre de los prejuicios, de tas superstic¡ones, de
la iOnorancia y de las tradiciones irrao¡onales.
2. Aquí t¡enes pequeños fragmen-
ioria -.- Fe én el progreso científico. La razón humana (con el doble tos de textos escritos por diver-
auxilio de la matemática y de la experiencia) nos capacita para co- sos iluslrados. lndica a cuál o
.-r I rn
nocer las leyes de la naturaleza y para ¡ntervenir en ella en bene- cuáles de los grandes temas de
la llustrac¡ón pertenece cada uno
ficio prop¡o. De este modo, la act¡vidad científica pos¡bilitará el
de los pasajes.
lr) ó¡ progreso constante en la vida de los humanos y la obtención de
la más alta perfección. Un profundo optimismo late en el coÍazóñ
¿Con qué derecho podría una cria-
.1r de los ilustrados, un optim¡smo que cree en la bondad del hom- tura, creada pa.a decid¡r por simis-
bre y en la posibil¡dad de alcanzar una felicidad general. ma, obliga¡ a otra criatura a pensar
--r)lc
como ella?
-- El deismo. Mr¡chos de los ilustrados son derbtas, es decir, no acep-
Vottaire
l¡ri tan una religión sobrenatural llena de misterios, s¡no una religión
Desde el primer ministro hasta el
somet¡da al criter¡o de la razón. La razón ind¡ca la necesidad de último campes¡no, es n€cesario que
Fs- una Causa Primera explicat¡va del mundo, de un Ser eterno o de todo el mundo sepa escrib¡r, leer
liL\,. rrna lnteligencia creadora y ordenadora del universo; sin em- y hacer cuentas.
bargo, este Ser es un D¡os que no altera el curso de su obra na- Diderot
rs- lL:il ni mueslra un cuidado cotidiano de la vida de los humanos. Nuestras esperanzas sobre el es-
Este Dios es la divin¡dad presente en el fondo de todas las rel¡- tado fuluro de la espec¡e h¡rmana
rne giones; por esto, el deísmo exige tolerancia hacia todas las op- pueden reducirse en tres punlos
importantes: la destrucción de la
ciones religiosas.
desigualdad entre las nac¡ones, el
Apologia de la toleranc¡a. Los ilustrados defienden la neces¡dad Progreso de la ¡gualdad en un mis-
.,,P rle respetar los d¡versos üpos dé ideas (retigiosas, políticas...) y mo pueblo y, en f¡n, el perfeccio-
namiento real del hombre.
,l: Iechazan las condenas dogmáticas.
Conctorcet
In
,,, '
Necesidad de educacién. La educación, instrumento clave del
Llegará e¡ momento en que el Sol
Inogreso, conduce al hombre desde la ignorancia y el vacío de su no ilum¡nará s¡no a hombres libres.
rÉnte hasta la plena realizac¡ón personal y social. Sin embargo, los cuales no reconocerán más se-
¡k\,. este hito lo alcanza una educac¡ón ilustrada que haga del alumno ñora y maestra que la Razón, y en
que los tiranos y los esclavos no
t-l rrn hombre capaz de valerse de su propia razón; se rechaza la
existirán más que en la h¡storia y en
e tlr¡señanza repelitiva y do0mática. La educación tendrá que ser el los leatros.
c rnel{rr nrcd¡o para cl¡fundlr la cultura y para deslruir cualqu¡er t¡po
Condorcet
{le nre,uicios, de intolerancias y de oscurant¡smo.
Su relig¡ón es la más anligua y la
Críüca del poder políüco. [,os hombres-, seres dotados ¡je ¡azón, más exiend¡da, ya que la s¡mpte
rK) puecl:n vivir err urr régirnen politico absolut¡sta. E! poder no es adorac¡ón de un Dios ha preced¡-
urr tler..'cho hereditar¡o, sino que se origina en la nación sobera- do a todos los sistemas del mun-
do. Habla un lenguaie que todos
r¡:r. l-or;ke ya había ¡ustificaclo y leg¡timado la sumisión del rey al los pueblos ent¡enden, ar¡nque no
l',ulinlento y, asintisnro, la separac¡ón dé poderes. Los ¡lustra_ se entiendan entre ellos.
r ll )..; franceses leyeron y asrrrnieron la l¡losofía política
de Locke y, Voltai16
, r lrr¡o.s rlel siglc XVlll, Francia rlerrocó la monarquía.

233
10
i.t¡
2. Newton y la ciencia l,.r
I t r;¡.[ttt
del siglo Xvlll la ¡...,rri
Newton escribió sus obras más ¡mportantes durante el siglo XVll, perr-r s( )t,¡a{l
su influencia es una de las raíces que al¡mentan toda la ciencia del si f()l rr r,tllr
glo XVlll, e incluso, los temas propiamente filosóficos de este siglo.
En el pr¡mer punto del apartado veremos algunos de los aspeclos de rlos;rtr¡
la obra newtoniana; a continuación, estudiarernos la situación, el
Nc, , rr
nacimiento y el crec¡miento de d¡versas activ¡dades c¡entificas.
dellrr
ll la,, ()
2.1. lsaac Newton rlr¡ ¡\ :r

(:(n r. ()¡t
Newton nació en Wollsthorpe, un pequeño pueblo de lnglalerra, en
'1642. Después de una escolaridad poco brillante, entró a los dieci- krsl<r
nueve años en el Trinity College de Cambr¡dge; ingresó mediante la Iatt)x:(x
modal¡dad más barata de malrícula, la que obligaba a actuar de delrtr
s¡rviente de los estudiantes de pago. Durante los dos prirneros años nuevo:i
estud¡ó con desinterés las nralerias medievales que todavÍa donr- rlíant
naban en Cambridge.
La !c
Cuando el maternático Barrow lo exanrinó para una beca, Newlor)
mostró que sus conocimientos sobre geometría eran rnuy leducido:i; llir tt¡.
avergonzado, decidió esludiar por su cuenta toda la rnaternát¡ca c(r- gravita
nocida en su tiernpo, incluida la ot¡ra de Descartes y los trabajos ma- la ! ',|
temát¡cos y astronómicos de Kepler. Las observac¡ones y los expe- de una
r¡mentos de física y quínrica pronto despertaron en él una gran pa- ti r -vr
sión; al mismo t¡empo, constató la necesidad de idear instrurnentos laTAr;
para afinar sus observaciones y experirnentac¡ones.
Así, cst
La peste que devastó lnglaterra a partir de 1665 obl¡gó a cerrar la los^t:jr
Newlon (1642-1727). úna de las luces un¡vers¡dad y Newlon se refug¡ó en su casa de Wollsthorpe. Fueron (órbitas
más brillantes de la historia de¡ peñsa-
miento. completó e integró la obra co-
ailos de a¡slam¡ento involuntar¡o muy favorables para sus invesli-
gaciones. En esle tiempo elaboró el núcleo de sus apodac¡ones más
se 1c
menzada durante la revoluc¡ón cieñtifica. veía lo(
En su tumba puede leerse el siguiente ed relevantes en matemática y en lísica: el c'álculo ¡nfinitesimal y la teo- f : t;
tafio: "Es tr¡ l,or¡orpa¡a h ,urñankid q,E ría de la atracción gravitatoria universal. De vuelta a Cambridge, ,
un in nbre así lnya exislido..
f¡cáJi§ e
matemát¡co Barrow quedó ¡nrpres¡onado cuando vio los trabajos de se¿. . e
su antiguo alumno: había descubierto el teorema del b¡nomio, el m&
cua{a(
todo de las series infinitas, el método de las tangentes... A sus vein-
titrés años era el mejor matemático del mundo. Cuando Barrow se Pero, ¿;r

ret¡ró, Newton ocupó su cátedra de matemát¡cas. sinng


las fuer
En 1687, después de muchas dudas, Newton publicó su obra más
oo, ,c
relevante, Principios matemát¡cos de la filosolía de la natunleza. Esla
tesis d€
obra unifica el moimiento celeste y terestre, y los exdica recuniendo
a una sola fórmula, en la cual se enuncia la ley de la grav¡tación y de
cra ra
terr,,(iv
la cual se d€ducen matemáticamente las leyes de Kepler sobre los
movimientos de los planetas. Herrios
ant-ta
En cuanto al ámb¡to políl¡co, Newton siempre se había opuesto a las
pacro v
pretensiones absolutistas de los Estuardo. Después de ¡a revolución
pañs
de 1688, fue elegido dipuiado para el Padamento. Durante este lie¡n-
¡ngen¡¿lr
po conoció a Locke y trabó amistad con él; uno y otro defendían
las posiciones del part¡do progres¡sta.
gr"1.

234
C
ll,r¡ 10
En 1703, Newton fue nombrado pres¡dente de la Royal Soc¡ety de
La ine¡c¡a intelectual
Londres y miembro de numerosas academias científicas europeas. I

Fue durante esta época cuando se inició una dura controversia sobre 3. En el s¡glo Xvlll, Ia mayor parte
de las un¡versidades sólo trans-
la priorldad de Newton o de Le¡bn¡z en cuanto a las invest¡gac¡ones
m¡tía conocim¡entos que habí-
Vll rero sobre el cálculo infin¡tesimal, debate que paulatinamente se fue trans-
an qu€dado casiobsoletos y nin-
la Oel sr- formando en una rivalidad entre lnglaterra y Alemania. La discusión guna efa pionera en la acliv¡dad
rL)lo. ; re cerrada por el rey Jorge I de lnglatena, que desatendió los sól¡- lilosófica n¡ en la ¡nvesl¡gac¡ón
;,iios de dos argumentos de Leibniz y se pronunció a favor de Newton. científ¡ca; en cambio, sÍeran p¡o- I
'I
.r:i¡-, el neras de todo ello las Acade- {
¡lewton pasó los últimos días de su vidl presidiendo la Royal Soc¡ety mias, centros docentes alterna- I
ts.
de Londres e ¡nvestigando sobre temas muy diferentes de los mate- t¡vos que surg¡eron porloda Eu- I
nrático-c¡entíficos. Por eiemplo, escr¡bió sobre teología, interpretan- ropa desde el Renacimiento. Sin
embargo, no siempre ha sido as¡:
do en sentido literal muchos textos de la Bibl,a; en este campo, es
en algunos momentos h¡stóricos,
effa. en conocida su Cronologlra, en la que armon¡za la narración bíbl¡ca con la vanguard¡a ha estado en las
S IUC¡. ;cs acontecimientos registrados por los antiguos pueblos mesopo- univers¡dades.
ia!irr) la támicos, eg¡pcios y gr¡egos. Con esta interpretación bíbl¡ca, NeMon, lnvestiga, a part¡r de lo que
t¡.¡l¡rie de profunda fe religiosa, se oponía al creciente espíritu deísta de los
- hemos v¡sto en lo que lleva-
',: .-tos nuevos tiempos ilustrados. Nlur¡ó en 1727 y fúe enlerrado en la aba- mos de curso, cuáles eran los
día de Westm¡nster, como s¡ hubiera s¡do un rey. centros culturales en los que
r üulrri- I

se producía la creación ¡nte- I

lectual (escoge la época que


I u!vlO n
La fuerza a distancia: la gravedad prefieras de entre las que ya
has estudiado).
Sin duda alguna, Newton será siempre recordado por la ley de la
ic¡1 cr!- grav¡tac¡ón un¡yet§al Esta ley permite resumir en una sola fórmu- ,

la diversos movimientos y atracciones, como es el caso de la caída


I () r'J )r-r
de una manzana, la trayector¡a de una piedra que ha sido lanzada,
el movimiento de la Luna alrededor de la Tierra y el mov¡m¡ento de
la Tierra alrededor del Sol.
Tendenc¡a a la unif¡cac¡ón
Así, esta única ley expl¡caba tanto los movimientos y las caídas de Desde Aístóteles, el universo, fi-
los objetos del mundo terestre como las órb¡tas de los planetas n¡to en el espacio, eslaba d¡vid¡-
ttÉJ(]ll (órb¡tas que eran deducidas matemát¡camente) y, en el caso de que do en dos mundos: el celeste o
supralunar y el lerrestre o sublu-
se descubr¡eran nuevos planetas ---cosa que en realidad pasó-,.pre-
:s rr tiis nar, Cada uno de estos mundos
veía todos sus mov¡mientos. Esta ley se expresa con la ecuación:
estaba formado por elementos d¡-
F = G mm'/d2. A part¡r de Newton, todo el un¡verso fÍs¡co queda uni- ferentes y reg¡do por leyes tam-
lr¡,: ,tl f¡cado en esta ecuac¡ón: la atracc¡ón entre dos cuerpos, sean los que b¡én distintas. Gal¡leo fue el pri-
sean, es proporcional a sus masas e ¡nversamente proporcional al mero en romper esta concepción
jerárquica: observó que el mundo
ctlarlrado de la distancia que los separa.
supralunar tenía ¡mperfecc¡ones
Pcro, ¿una fuerza a d¡stanc¡a? ¿Una fuerza de atracción que opera similares a las del mundo sublu-
sin ningún tipo de contacto? ¿No era esta h¡pótes¡s un retorno a naf; el sol tenía manchas, y ia
las fuerzas ocultas med¡evales? Así lo consideraban algunos pensa- Luna, inegularidades. Después de
(tores cartesianos. Ciertamente, tenía su sent¡do rechazar la h¡pó- muchos s¡glos, Newton halló la
i'.rl; r gran formula unif¡cadora: tanlo las
lesis de une cual¡dad oculta de los cuerpos segirn la cual se produ- manzanas de nuestros árboles
( ia r¡na atracción a distancia. Ahora b¡en, tampoco se halló una al- como el leJano planeta Júp¡ter se
¡ ,/ ,1,.
l{}rrratit/a convirrcenle a esla formulación. comportan según la ley de la gra-
v¡tac¡ón un¡vbrsal. Desde Newton
il{-'nros de tene!'presente que el m¡smo Newton se sentía ¡nquieto
hasta nuestros días, la tendencia
ante la idea de una fr.rerza que actuaba a d¡slanc¡a a través del es-
,\r pacio vacío; incluso llegó a admitir que no encontraba iust¡f¡cac¡ón
a unificar los fenómgnos bajo una
misma teoría ha sido una cons-
I,ara esla fuerza. Por este motivo, muchos ilustrados se dedicaron a tante en la histor¡a de la ciencia.
irUpniar obser./aciones y exper¡mentcs que probaran la teoría de la
,
¡ravitación rrniversal.

235
10
Teoría corPuscu¡ar de la luz 2":
il r llt
Uno de los primeros experimentos de Newton giró ett lottto
al lt:ttur
Los logros más célebres de New-
de la lúz y su naturaleza. Consigu¡ó descomponer la luz blanca y' i' l¡{ '
lon han sido Ios siguientes: di'¡ersos rx¡
la inversa, recomponer la luz blanca a partir de rayos de
¡ . Aportar prec¡sión a muchos con-
I lores. Partiendo de estos y otros experimentos, defendió la céleble
ceptos que antes de él no la te-
teoría corpuscular de la luz' en que se afirnla que la luz, del
nristtttr
nían (el concepto de espacio, de
tiempo, de masa, de mov¡mien- modo que loda la lnater¡a, está corlstrtuida por pequeños cor-
to, de fueza, de fueza centrifu- púsculos emiüdos por las sustanc¡as luminosas; estos corpÚsculos
ga, de fuer¿a centríPeta...). luminosos viajarían gracias a un med¡o aclecuaclo que era
llatrrado {e
r¡rln
. Establecer conexiones entre fe' éter. A lo largo del siglo Xvlll, esta teoría entrÓ en confl¡cto coll la le-
,-\rs
nómenos antes desconectados (1ti29-1095)
oría ondulatoria cle la luz que había defendido l'luygens l¡trcl
(celeste Y terrestre; ¡nerc¡a Y
atracción...).
lr . Llevar a cabo grandes avances El método de la filosofía de la naturaleza la tl
ll en el campo matemát¡co (Por
En la obra P,litc,p¡o s matenlát¡cos de la lilosoíía de la naluraleza' Nt'w
ejemplo. el teorema dd b¡nom¡o). lllet
ton expuso el método cierrtífico que le l'labía pettrlitir'lo collstruit
st¡

tilosoíía de la naturaleza o filosotia experitnental, es dec¡r' su s¡slerrr¡


fisico. El métoclo rlev/toniarro se ha rociuc¡do lrlucllas veces a la;ttt'
bigua expresión: "rlo supollgo lripótesis" llay r¡ut: ¡rrccisrtr ';t:tr
ObGervac¡on r-'l
y srporimantación
tido que daba al térr¡ino hpótesis, ya (lue éslas no faltarr el.r str cren \,í
qr"e .. r:l I
4. La invest¡gac¡ón cientifica se sir- ciá. I,lewton rechazaba las l'rit)ótesis nretafísicas Ce los filÓltoío'.
ve de la observación Y de la ex- no inician su itrvestigaciórr a padir de la observaciÓn y ¡a med'-ióri
perimentación. La exPerimenta- comporta'
t.Je los fenól¡retros empíricos. Él trataba de descrrib¡r el
ción es como una observación, decir cdmo
I controlada, Pero, a menudo, no miento de la naturaleza con una fórnlula nluy rigurosa'
eran los fenómenos fisicos, pero no buscaba explicarporqué
la rla
I podemos realizar un control o
n¡anipulación de los hechos que turaleza se con]porta de esta o de aquella ¡naneta Sin enrbargo'
observamos. Podemos exPeri- no rechazaba el carácter hipotético de deternlina'ias teorias cierrti'
mentar sobre la caída l¡bre de d¡-
ficas, como en el caso de su visiótr corpuscular de la lttz'
versos cuerpos o su aceleración'
de
pero no Podemos experimentar Newton practicaba y defendia la intlucció¡r: el acceso' a [)3rlir
sobre la lum¡nosidad de las es- genelalización
la observación de leÍlómenos y regular¡dades a urla
trellas, sólo podemos observar-
¡as. La exPerimentación se dile- Ahora bien, a la inducción seguia utta estricta comprobación ex-
rencia de la observación Por el pef¡mental que poCía negar la !¡eneralización Este proceso está irrs
hecho de que en la exPerimen- crito en sus regtas del método cieú¡licqde las cuales destacamcs
tación se mod¡l¡ca o maniPula lres:
del¡beradamente el valor de un
Presuponer siempre la regularidad y uniform¡dad de las leyes físicas'
nfi
lactor o de una var¡able.
,l
-
Analiza cada una de las s¡-
- Tratar de explicar un fenómeno de la lnanera más fácil posible' rnu
gu¡entes situaciones e indica -
s¡ se trata de observaciones o Dar val¡dez universal a cualqu¡er exper¡mento suficientemente
de experimentos. - constatado y no aceptar una hipótesis que no comporte conse-
I

. Anotar la hora de la salida


cuencias mesurables.
del Sol durante toda una se- 'lo
Para Newton, cualquier construcción filosófica lla de errrerger de
mana. las
li
. que defendió principios nrelafi-
I Dejar caer dos bolas, una de oonslrucciones científicas. Es cierto ,\s,
medio kilo Y la otra de dos sicos. pero después de haber observado y teorizaclo el mundo Así' bt
kilos, por una Pend¡ente ob- por ejemplo, afirrnÓ la necesidad de hablar de D¡os colno Causa Pri'
servando Y anotando el
tiempo.
mera dél gran mecanislno del mundo: inclllso. en conlra dei deísmo rH.
I
creciente er'l su soc¡edad, pensaba que este mundo a veces no
frrn
,^\$r
. Ver cómo una manzana cae que
ciona regularmente y quc' en consecuellc¡a, es necesarlo llr
sLl
del árbol. I

Creaclor intervenga pala reslablecel el orden'

ffi
236
r
'*t- *.

10

2,2" Laciencia delsiglo XVlll


al tema Elsiglo XVlll fue un siglo de notables ¡nvestigaciones y avances cien- Un intelecto que en un instante
rrr\ry, a tlicos tanto en el ámb¡to de las c¡encias más clásicas como en el de determ¡nado conociera todas las
ISO!1CO- las nuevas cienc¡as qLle surgieron entonces; este avance
recibía su fuerzas que actúan en la natura-
leza y la pos¡ción de todas las co-
c\, Lrre rrnpirlso de la act¡,./idad c¡entífica del s¡glc XVll'
sas de que se compone el mun-
I r'lúsnro que tal ¡ntelec-
do
.]§ror- Ciencias clás¡cas
-supon¡endo
lo fuera lo bastante Potente como
rúSr:r¡loS para someter todos eslos datos a
con-
lirr el ámbito c¡entíl¡co, el obietivo pr¡nc¡pal del siglo fue el de un anális¡s- comprenderia en la
llaláclo
l¡rmar o comprobar la téoría newtoniana de la grav¡tac¡én uni- m¡sma fórmula los movinienlos
onLr te-
versal. ¿Era la atracc¡ón una fuerza oculta 'med¡eval'' como la ca- de los mayores cuerpos del un¡-
r-\rJS). verso y los de los átomos más in-
lificaban pensadores tan capaces como Leibn¡2, o era una fuena a
significantes; Para él nada sería
(listancia real y mesurable? De la teoría gravitator¡a y del hecho que
¡nc¡erto, y el tuturo, del mismo
la Tierra g¡rara alrededor de un eje imaginar¡o con la correspon- modo que el Pasado, estaría Pre-
d¡ente fuerza centrífuga, se seguÍa que la atracción había de ser
de
l, i{ew- sente ante sus oios.
,l' - sL¡ rnenor magn¡tud en el ecuador que en los dos polos y, en conse- Laplace, S.'
polos
stslema cuenc¡a, la esFera terreslre debía de estar aplanada en los dos Exposic¡ón del s¡steña del mundo.

: I 'rlr- y ser más ancha en el ecuador. Diversas exped¡c¡ones francesas mi-


¡-.l :t.rtl (lieron y contprobaron estas y otras ¡mplicaciones de la nueva teoria
y, paralelamente, se desarrollaron nuevos cálculos matemáticos
que
,1,:)! ltle rambién la conf ¡rmaban.
'

t a-
t'lf )ór
ir bTrno I
t¿i.l- na-
r rtl.Lfgo,
,: f ' ¡lli I ,t

I !
,rlv,ir
,?., ¡t)t\
óVex-
I l.

t
l- .rril
\ I
La pred¡cción de la llegada del cometa
ir¡ll¡ )§ Halley para el 13 de abrilde 1758 repre-
I
sento una pn eba conlundéñte a favor de
la atracción gravitatoria y del valor del cál-
culo matemático. El planeta Uraoo, des-
.l[..,-.r'; A fines de s¡glo, S¡mon l-aplace (1749-1827) explicó en su obra Ex- cubrerlo por Herschel en 178t i tamblén
posiciórt del sistema del mLndo (1797) una cosmovisión que influyó cumplía con lodas las previsiones y exi-
,';¡l ,k r genc¡as de las leyes de Newtol¡.
nlrcho en la epoca:

Síntesis astronómica y física de Laplace

lo(los los nuevos cooocim¡entos astronóIn¡cos y fis¡cos ql,edan estruclua_


(los er,lornc a la leoria gial'¡tatori3. i
I

i.
Se da a con.cer la gtír¡r ¡nmeisidad del universo y, por vez primera' se ha-
!ra de evoluc¡ón cósmica.
r l' ¡
'tt
I
I
llay una v¡sión raclicalmente determ¡n¡sta de todos los acontecim¡enlos' se- i

,lún la cual seria pos¡ble predecir con exact¡tL¡d cada acontec¡miento del
Lrniverso si clispusiéramos cte la totalidad de los datos astrofís¡cos ex¡slentes'

237
10
Ciencias nuevas
C¡encias sociales Aparte de las investigaciones correspond¡entes a las ciencias clási- s I

Denlro de las c¡encias humanas y cas (por ejemp¡o, la matemát¡ca, la física o la astronomía), durante el [ ¿t llrrslt i
sociales hay que tener presentes siglo XVf ll se desarrollaron nuevas ciencias, como la electrología, la
los estudios económicos del es- quimica o la biología. It a¡ctt r, rr
cocés Adam Smith (1723- l 790)
Electrología: Con este nombre se hace referencia a la contribu-
y su Ensayo sobre /a ríqueza de las - c¡ón del norteantericano Benjamin Franklin (1 206- l 790) y su de- ca, t¡rt¡:l
naciones. La obra de Sm¡th es
considerada el primer tratado de mostración de la ¡dentidad enlre las chispas eléctricas y los ra ihrsl1l,
economía política. Siguiendo las yos; a la aplicación que hizo Charles A. Coulomb (1 /36-1806) cte r to!l;u i¡ /c
pautas de los l¡siócratas france- ntui. gl
la ley de gravitación de Newton a las atracciones y repulsio[os
ses (flsócrafas, de phys,s, 'natu- estu¡¿¡.
raleza', y kratós, 'poder': los que eléctricas y magnéticas; y tambián a Ias aportaciones rje Ales- I

defendían el poder o gob¡erno de sandro Volta (1745-1827), descubridor de la célebre pila en 1u00. hrs rt ,:;l¡

la naturaleza), afirma que en el ám- clestA^fll.1


Química: Su tepresentante más relevante fue Antoine Lavoisier,
b¡to de las relac¡ones económicas - nacido en 1 743 y decapitado en 1794 como consecuencia de su
L4ettr,¿. I
debe perm¡tirse que se ¡mpongan
las leyes naturales, de las que se- gran implicación en la Revolución Francesa. Demostró que en las
ría un ejemplo la ley de la oferta transformaciones que se producen et't las reacc¡ones quimicas 3.1"
y la demanda, y en n¡ngún caso el Ia cant¡dad de materia se mant¡ene collstante. A lo lil r¡i r
Estado debe regular ni interven¡r
en la vida económica. B¡ología: Debe rnencionarst-. el gran sisteula clasif icaclor de ani- la priñri:
- malos y plantas llevado a callo por el sueco Cart von Linné (170/ i¡ rirlt! ¡¡lr:
17781 y el ¡ntento de Georges Louis Button (1707-1787) dt: unili d.,s;l;¡.lr¡
car los fenómenos fisicoasironóniicos cot.t los fer¡ónten,-_.¡s bit¡lo, hls ¡r;iisos
g¡cos; este último cientÍfico cons¡deraba la v¡da conro una sirrpie tr¡rrl¡1r:
propiedad- de la mater¡a. i-r' 1,.)R',
l-a ¡elrgu¿r
lnyer¡tos t&n¡cos irrlelel¡l
Al compás de los avances científicos, durante el siglo XVIII se produjeror.l (rrrtro :--stai
inventos técn¡cos s¡n los cuales la Revo¡uc¡ón lndustrial no habría sido po- cr,nplt-^a
sible. El más conocido de todo e¡ siglo seguramente fue la mihg¡aa d.9 va-
¡)et att i¿: (..
porque el escocés Jameswatt (1736-1819) inventó en 1760. La máquina
iostii¡,J;,r
de vapol como cualquier ¡nnovac¡ón tecnológica, repercutió de un modo
ambivalente é? la h¡storia cle los cien años sigu¡entes. Si bien Iás venta- V ¡rs LE\so
jas deÍ invento fueron evidentes, la ¡ntroducc¡ón de la máqu¡rra de vapor
Ell 166 ¡, e
en el mundo laboral tambiál comportó efectos muy negat¡vos, como la
destrucc¡ón del medio ambiente y la degradación del trabajádor, objcto de
t lr¡ ab:1rt
la m¡sma brutalidad con que era tratado y contam¡nado el pa¡saje. el llcv Scl
CalnC lCr
El mundo Estado¡o¡,
de la máquina de vapor
absolu. la
5, La Revoluc¡ón lndustrialtuvo uno ;
signific2r{u
de sus fundamentos más efica-
lra de t(,, riJ¡l
ces en la máquina de vapor de .i.
Walt. lnvestiga sobre el tema I
En cuañ a
consultando d¡versos l¡bros de I. y extender li
hisroria y buscando información
que te permita llevar a cabo la ditos. c1 s
activ¡dad que s¡gue: para sui(nt,
Descr¡be brevemente el tipo
contra L .pa
- de vida (especialmente en el contE l-jA{al
ámb¡to laboral) que giraba en
En la guena r
torno á la nráquina de vapor
siones l.1ar
de este Ílod(

238

?!n*
llt¡ 10

j \,i¡- 3. La llustración francesa


ante el La llustración tuvo su centro propagador en Francia; allí, las ideas vi-
rgrrr la llu! raclón y Revolución
vían unefecto multiplicador y divulgador. Por este motivo, nos cen-
traremos en el estud¡o de la llustración francesa. Lo primero que he- De tódás las ilustraciones eu-
ropeas, la fráricesa fue la que se
mos de hacer es conocer la s¡tuación política de Francia en la épo-
ntril)u- rad¡calizó mas, Justamente porque
.a. una sltuación que in¡cialmente era muy coniraria al espíritu de los en Francia era ¡nuy acusada Ia
sL\r1-
ilustraCos, y que precisamente por este motivo les ¡ncentivó a desa- contradicc¡ón entra las estructu-
lcs ra-
rrollar ¡deas todavía más progresistas. En segundo lugar, conocere- ras políticas, que todavía eran aris-
0L,¡e tocrát¡cas y autoritarias, y una bur-
mos la gran recopilación y ur.lificación de todos los conocimientos,
iiolles guesfa ricá y oulta pero reprim¡da.
esto es, la Encrbropedra, que se llevó a cabo en este paÍs. De entre
Átr¡;- Esta burguesfa se consideraba su-
',8n0. los muchos pensadores ilustrados, analizaremos la aportación más ficientemente cápaz de asum¡r la
destacada de algunos de ellos, como Montesquieu, Condorcet, Lá dirección de una nueva y progre-
ors,ef, fulettrie, Helvetius, Voltaire... s¡sta Franc¡a, y así lo hizo. La Re-
dt-, volución fue el resultado pollt¡co
3n las de este conflicto.
llf\r^; 3.1. Raíces históricas
A lo largo de los siglos XVll y Xvlll, lnglaterra se fue convirtiendo en
Ii t¡-
la primera potenc¡a comercial, pero Francia ejercía el liderato en la
t1' urión intelectual y morai de Europa, ella iluminaba Europa y con
t¡nifi- ésta, a todo el mundo. Francia era la nación dom¡nante que todos
los paÍses qr|e podían se esforzaban en imitar, ella establecia las .cos-

,nf,ie h¡mbres comunes de Europa"; el sueño de una Europa unida nun-


ca lo había tenido lnglaterra, pero sí Francia. I,
:
La lengua que iba sustituyendo al latin en Europa para los asuntos
xrtelechrales y polít¡cos era la francesa: los acuerdos diplomáticos
lii entre Eslados se hacían en francés, el rey Federico ll de Prus¡a sóto
po- empreaba el francés, y tamb¡én éste era el id¡oma que usaba la em-
'.t. psah iz Catalina ll de Rusia en su correspondencia. En el ámbito fi-
losófico. Descartes había escr¡to en francés E/ d,scurso del método,
:á" y las personas cultas de Europa querían leerlo en la versión original. ,
ililv
En 1661 , el rey Luis XIV se hizo con el poder y se consolidó el Esta-
(k).rbsolutista configurado durante el reinado de Luis Xlll. Luis XlV,
9. N
)\
de
el [iey Sol, personificac¡ón de la monarquía de derccho d¡vino, en- rl) ) v
c¿lrr¡ó físicantente el Estado: a él se atribuye la célebre frase:
"el \-J I
Estaclo soy yo". El predicador Jacques Bossuet formuló la doctr¡na ./'I
absolut¡sta con la expresión "un rey, una fe, una ley., e¡p¡ss¡5¡ tra I
1
sillnifica qlre el rey es representante de Dios y que, por lo tanto, no
I
4 lrir (lc rer'¡dir cuentas ni anle la lglesia ni ante el pueblo.
I
I
Lrrr-jrranlo a la polílica exteriot Luis XIV tenía un solo oL¡jelivo: reforzar
'/ extrln.¡et la heg.,rnonía francesa por toda Europa, y todos sus súb- I
EBV
,l¡:os, co!) stls vxlas y riquetas, tenían qtle servir y set instrumenlos i

i¡irra lius intencic,ncs. Asr, en 1667, inició la guerrir de la Devotución


ul)ltra España colt el fin de obtener los Países t3ajos; en .1672 luchó rl l
,:(,r)tra Holanda; en 1681 procedió a la anex¡ón de Estrasburgo... r

Lr lii guella de Sucesiótr española, Luis XIV ¡lcanzó, valiéndose de pre-


I

:ii()nec rrililares, la coí)na de España para sri nieto Felipe <Je Anjou, quó
,1,.
',:ik: i r.do se (-'ollviítió err Felipe V el primer rey Borbón de España.

239
10
/\'ir. iir lr r'l'l,lll
l¡1,-'s. kr.-rlrr
I
nr)l)lef íll Dr)
I

I
lra(l(iri r lX
i
lrín r)r¡ ¡¡Aal
I

I
I lteitt¿uir¡ tl
¡rirr¡rrr1,t
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nri, ¡rs llrt¡tnl
r:a ol,t lc
lIe:ierlEt(
re[{esÉ tn
¡'
li r t;ia. A P¡t{tt
{, I irnpara, I ¡

rle i i t|!l
i
rri,,,1¡
Aquí vemos representada la apertura de lrn'i 3ur{
la Academia de las Cienc¡as en Francia. La ex¡gencaa de una sola le, una fe intoleranle, llevó a Luis XIV a la
revocación del Edicto de Nantes. Esta re,/ocación obligó a ntedio Asalro ¡
millón de activos y emprendedo¡'es calvinistas a marcharse de Fran- l,¿n.^qr
I
cia. Esta medida or¡ginó las pr¡meras cril¡cas al absolut¡smo, criti- I ú:i cl ( li.
cas que se agudizaron en 1710 a causa de oira t¡luestra de intole
Declaraciones de derechos I
Al.iu,,cir
rancia: la persecución del jansenismo. Ellansentsttto era un lnovi-
6. La célebre Declarac¡ón de los nriento relig¡oso, ¡n¡ciado por Jansen a principiss del siglo XVil, qlre
I
I Duryl
I ¡6¡, r.l;,
Derechos del Hombre y del Ciu-
propugnaba una renovación del crist¡an¡smo según el espír¡tu de sarl
dadano (1789) ¡nicia un camino
de rechazo de las d¡ferencias en Agustín. El matemático y lilósofo Blaise Pascal, que ya hemos es'
luÍ¡ción del nacim¡ento, de la pro- tudiado, fue uno de los más destacados jansenislas. El r¿y absoh.r' t:rrÁ\rir
piedad o del sexo. to consideró que el aleianliento de la rel¡gión ltlás ortodoxa y tradi- lr¿r .a¡
Consulta la Declarac¡ón Uni- cional significaba el rechazo de lo que estaba establecido. l'ra¡tFií
- versal de los Derechos Hu-
manos de 1948 y aver¡gua sa La revolución contra la monarquía que v¡vió la Francia de fines
tiene algún paralelismo con la de siglo tuvo sus sem¡llas en estas críticas conlra la desmesura y la
mrt:
del s¡glo xvlll, de la cual le intolerancia del poder absolul¡sta. Luis XIV mur¡ó en 1 715, y el trono
presenlamos tres articulos: francés recayó en la persona de Lu¡s (1710-1774\. Durante su rei- El a^ ql
' én la rjra
. Art. 1: Los llombres nacen y per-
^l
nado, Francia vivió un debilitamiento y una descomposición del ab- XVI\,TA
manecen libres e iguales en de- solulismo: la escasa capac¡dad del rey y los fracasos en política có; -.r a
rechos. Las d¡st¡nciones sociales exter¡or contribuyeron al desprest¡gio de la Corona y a una crecien- en l{rar
sólo pueden fundamentarse en la le intervención del Parlamento. Se produjeron enfrentam¡entos en- ' qus -lcl
ut¡lidad común.
tre las clases priv¡legiadas (nobleza y clero) y la burguesía, cada vez gra\cel
. Art. 3: El pr¡ncipio de toda sobe- mL )S.
más rica. oue cx
ranía reside esencialmenle en la
nación. Ningún cuerpo ni ind¡vi- En efecto, nobleza y clero, el 5 o/o de la población, consl¡tuían unos se )i:l
duo puede erercer autoridad que ca Y rcíi
estanrentos pr¡vilegiados con grarrdes prop¡edades y rentas. El 95 %
lr no emañe directamenle de ella.
restante lo formaba el tercer estado, ¡ntegrado por: la burguesía,
.óé- e
. Art. 9: Todo hombre ha de ser .Alernar
consideiado ¡nocgtte hasta que con muchas expectativas económicas: el artesanado, con los anti- p?A(d(
-
s6a d€clárado culpsbl., y s¡ so cuados y debil¡tados gremios; y los campesinos, q¡¡e en su mayo- ,lra -,en
iuzga iñdispensable detenerlo, ría vivían sometidos a url rég¡nten todav¡a feudal. Y era este tercer , flo& m
t.
cualqu¡er rigor que no sea nece-
estado el qúe asumía la l¡ayor parle de los im¡:uestos que tenían que :. bi- ca
sa o para prolegerse de su per- có\atí
I
sona ha de ser seve¡amente re- cubrir los gastos públicos y el déf¡cit crótrico de la Corona; los no- ill ac
rt
pri iado por la ley. bles dislrutaban de numerosas exettciones fiscales y el clero sólo tr¡-
butaba voluntariamente.
i

240

-¡:-lrt-IFE;.:¿:---!:},-'_'=j--'-
I I lr ,i, 1.,, I 10
l
t

Así, la itreptitud de la Corona para realizar


las reformas imprescindi- Estados GeneráleE
E-i btes, tos jraves Oesequilibrios sociales,
el enfrentamiento de muchos Las agrupac¡ones en las que ha-
nooL. del monarca y la crítica rad¡cal de los ilus- bía representantes de los tres
.

estam'entos (nobleza, clero Y los


táos "ipoa". "usolutode Volta¡re y de los enc¡clopedistas) arras-

lilr,¡ Erreinadocreffi
E
II
(especialmente
traron a Francia hacia la Hevolución de 1789'

"l:l?J,T:X1,.,:,::.;:":"*H:-
plebqto§ o tgEer estado) eran lla-
madad eir Fráncia Estados Gene-
rales. Éstos únicamente se con-
'vocaban cuando se
Producían
a't pio por insurrecciones que segu
l.-i
It ^l micas promulgaoas por los sucesivos m¡nistros
de Hac¡enda' La ban- s¡tuaciones de verdadera emer-
genc¡a.
| número de re-
nn"io-n"t de 1788 obl¡gó al rey a aumentar el
l-i
t^t pi"..n,rnr". del lercer estado en los Estados Generales' y estos
"rrrofu
lr ,ofÁnnt"nt". part¡c¡pación en la dirección polÍtica de Fran-
l\-l
It "rigieron pfoceso revolucionario
cia. A partir de este momento, se inició un
l'1
l-i .-.t
irnparahle'-,sangriento:

-- Cc,nvocatcria en Versalles de los Estados Generales


(5 de mayo
I

-l^l cle 1789), que se conslituyen en Asamblea


G€-'reral (16 de iu-
(9 de iu!¡o)' mien-
iric¡ y ltespués en Asambléa Constituyente
^¡ tras sttrgen lcs pr¡lrefos conflictos militares-
r-Í - Asalto a ¡a Bastilla (la prisión del Estado)
por parte del pueblc de
/-i ¡'o.¡r. quo ti».tn presos y aclquiere armas
(14 de iul¡o' actLtalmente

es el (lia de la liesta nacional francesa)-


.i Declaración de los
. Abolición det rég¡men feudal (4 de agosto)y
"1 Derechos del Hombre y del Ciudadano' donde
se legitiman el
-t
r-i derecho de resistencia a Ia opresión' la igualdacl
j'JrÍdica y la li-
,-1 l)ertad personal (26 de agosto de 1789)'
I l:rr el mes de enero de 1793 fue guillot¡nado el
rey Lu¡s XVI' Mien-
^, y luchaba contra la
lras t¿trlto, la Europa monárquica se oponía
-l_t ¡ [:'.in..;ia revolucionaria.

_t
*-i¡ Arte rococó

;! El arte que Predomiñó


en Ia Francia del siglo
Xvlll era el arte roco-
-l có; un arte arraigado
'.- I iL
\,^i
en la tradic¡ón baroca
que acumulaba una i.
I gran cantidad de ele- /.
cl mentos decorat¡vos Y

-l
v!
que expresaba una.
sensibilidad Princ¡Pes-
ca y ref¡nada. El roco-
I
3l
_t
có se €v'tend¡ó hac¡a
Aleman¡a Y Austria a
,

partir de Francia. Aho- .

r-i ra Éien, con la caída

-i de la monarquia, tam- '


-i i bién cayó el arte roco-
có, atE'.]do Por los
t ilr rstradcs a !-neirud¡J.
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241

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lr t)a li:
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l-iarrA!:
L i ctitrr, ;t:
I
En este grabado de Hubert podemos ver M¡:¡..es
alqunos de los pensadores ilustrados más
relevanles: Voltaire (que parece pedlr la
3.2. Pensadores ilustrados (.lrar
a C' atrajo y es' ,(l
palabra). Diderot (junto albrazo alzado de Así como la Atenas de la segunda mitad del siglo V
Voltaire). v lambién Adam. Condorcet (ie ia demo tócr¿riii,
cuchó a un gran número de sofistas (los educadores
(de espaldas), D'AIembert. Maury y La en una monarquía llo ¿l¡. ]!i¡
crac¡a), la Francia del siglo XVlll -aunque vivía
.r
Harpe.
nada democrática- atrajo, creó y escuchó a numerosos f¡lósoÍos En sAr,:
o pensadores que tenían en común un gran afátr de conocim¡en- tullrbres
to y la opinión de que la única luz proviene de la razón humana' Y pars ar
de la misma manera que en la Atenas del siglo V a C sólo los
hom-
e i!r.:l!,¡l,)
bres l¡bres gozaban del conocimiento y padicipaball de Ia democra- do.9 . ll,
cia, en la Francia del siglo XVlll, las luces de la llustraciól.r iluminaban {)st¿rr*()
la vida de un porcentaje muy reducido de la pobtación: la burguesia ftinc,. , ¡ t-
:.
y una pequeña parte de la nobleza.
Laolc
lu de las ,

Los autores de la EncicloPedia en h. rt(


La mayor contribución de la llustración francesa al canlpo del cono- conoAl i
cimiento lue la Encictopedia. Esia Enciclopedia, o Diccionario razo' ante- -¡e
nado de las ciencias, tas a¡tFs y los oficios, constaba de veintisiéte
vc ideolÁqic
lúmenes, el primero de los cuales aparec¡ó en 1751 y el últ¡lno en 1772 ensaJd e
y
Los ¡mpulsores de la n tagtra obra fueron Denis Diderot (171 5-1784) ejeq.raiv(
Jean D'Alembert (1717-1783), pero en su redacciÓlr trabaiaron
t¡nos dició' , int
politacéti-
ciento tre¡nta colaboradores. juristas como l"lontesquieu'
médicos, acadérnicos, ar1¡stas Todo ¡rar
cos como Voltaire, Inatemáticos, '
o (t-bs
Todos ellos se hallaban cercanos a la btrguesla. pero tan]b¡án llabia leye., cl
ple- parA¡Jl
nobles que compartían los nuevos ideales: to(los ellos confiaban
y
namenle en e¡ poder de ia l'azón y poseían un espíritu utilitario
an-

t¡metafísico.

242
10
I

La palabra encicloped¡a sign¡f¡ca 'encadenamiento de conocimien- ENCYCLOP


to§'; según D'Alembert es una palabra compuesta de la preposición
griega én y los sustantivos k k/os (círculo) y pa,dos (conocimiento). ICTIoNNAIi'E ltAlsoNNÉ
distintos
Así, este término indica la rroluntad de ligar e integrar los DES SCIENCI]S,
saberes. De heclro, los diversos objetivos que querían abarcar los ES AIITS ET DES MNTIF.
autores de la Enciclopedia erañ los siguientes:

Reunir todos los conoc¡mientos repart¡dos por la superficie de


- la Tierra, tanto conocimientos de orden filosófico y c¡entíf¡co como
r¿':..a,&.
r-¿rt*úútbú

de orden técn¡co y manual.


Lv-¡
Exponer estos conocimientos en sistema general.
- ut1

Transmitir el saber a los hombres que vendrán, a los hijos de los


- (iue han pod¡do disfrutar de un siglo de luz.

Crear un estado de opinión críüco y antidogmático, que d¡fun-


-
da la cultura y destruya preiu¡cios y oscurant¡smo-

Los enciclopedistas eran consc¡entes de su audaz y g¡gantesca ta-


€a. No tan sólo recop¡laban saberes y oficios, sino que los evalua-
ban cr;t¡camente; lo examinaban tcdo, se sentían en plena libertad
para buscar la verdad y, por ello, cuestionaban los saberes y las
creencias tradicionales.

Montesquieu: la separación de poderes


j.. ,,, r::; Cl¡arles de Secondat, barón de Montesquieu (1689-1755), fue un aris-
tocrata que se inició en los estudios iurídicos, pero que en poco liem-
,íri 'rrtiI
¡x-r irnplió sus intereses a d¡versos campos. ¿Separación de poderes
en la Const¡tución?
En sus Carfas persas, Montesqu¡eu mostró que en Persia las cos-
iir,'. -
lurnl)res e instituciones -naturales. eran muy diferentes a las de su 7. Talcomo ya sabes, John Locke
ai.!!. r' lue el primero eo defender la teo-
país (t'ranc¡a). Así, defendió la tesis que afirma que las co€tumbres'
il I, ría de la separación de poderes,
e ¡ncluso las instih¡(iones políticas y rel¡giosas dependen de acüer-
teoria cornpletada y reelaborada
dos convencionales; son de una determinada manera porque son
i¡ ¡ 'ur
establec¡das por las diversas comunidades de seres humanos en
por el ilustrado Montesquieu des-
pués de su estudio de la organi-
íl'risi¡ ¡rnción de sus propias conven¡encias y circunslanc¡as. zac¡ón polít¡ca ¡nglesa. ¿Consi-
deras que la Constilución espa-
Ia obra cle mayor !'epercusión h¡stór¡ca de Montesquieu es E/ espíi ñola, aprobada por las Cortes y
tu de hs leyes,libro redactado después de una estanc¡a de tres años ratif¡cada en referéndum el dia 6
en h'rolalerra, país del que estudió la organizac¡Ón políl¡ca y en el que de diciembre de 1 978, es f¡el a la
conoció los escr¡tos de John Locke. El l¡bro, publicado cincuenta años teoria de la separac¡ón de pode-
res de Montesquieu?
anles cie la Revolución Francesa, fue uno de los numerosos factores
l(ieo!ógicos (lue conlrihLryeron a provocarla. La tesis fundamenlal del Consulta un ejemplar de la
- Constituc¡ón española e ¡n-
i)nsayo es la farnosa separación de los trés poderes: legislativo,
vestiga si sus artículos mani-
eiecutivo y iudicial. [:sta separación de los lres poderes es una con- liestan o no la teoria de la se-
(jrción imPresc¡nd¡ble para la conservac¡ón de la liberlad. paración de poderes. Para
ayudafte a soluc¡onarlo, exa-
Todo irá md si el mismo hombre, o el mismo cuerpo de los principales, m¡na lós artículos 56, 66, 97 y
o de lcs nobles, o del pÍcblo, ejerce estos tres poderes: el que hace las 1 17 de aquélla e ind¡ca des-
r.l,t,. leves, el que eiecuia las resoluciones polit¡cas y el que iuzga los litigios pués a cuál de los tres pode-
pan¡culares. res conesponde cada uno de
ellos.
Montesqu¡eu

243
10
La naturaleza no ha f¡jado n¡ngún
Gondorcet la idea de progreso HeEst
l lirite af perfeccionam¡ento de las La ¡dea de progreso es, desde el siglo XVlll, una idea dorlinante eI fr:¡lr¡:, i¡
facultades humanas; la perfect¡bi-
la historia de la civ¡lizac¡ón occ¡dental. Jean Caritat, marqués de Con'
l¡cad del hombre es realmente
inf¡nita; los progresos de esla per- dorcet (1734-.1794), fue uno de los iluslrados que la concibieron. insctl.tr;t
fect¡b¡lidad, independ¡entes des- (llll{ ir)
Condorcet, m¡embro de la nobleza y educado de manera muy tradi
de ahora de todo poder que tra-
cional y conlrar¡a a los ideales ¡lustrados, se convirtió en un e¡rlinen
,"1i,{l
tara de delenerlos. no tiene otro lí- nitlr,.ic
mite que la duración del globo al le defensor de los ideales de la llustración. Reivindicó los derechos
que la naturaleza nos ha lanzado: políticos de los ciudadanos, crit¡co el racismo y afirmó la igualdad re.d tri+rt\s.
podrán segu¡r una marcha más o de la muier y su derecho al voto y a ocupar cargos públicos. S¡r enr- Ycll '.,r.t
menos rápida, pero nunca s€rá re- bargo, después de la Revoluc¡ón de 1789, pasó a ser cons¡derado
trógrada. Voltair,
sospechoso a los ojos de los revoluc¡onarios más radicales y violen
Condotcet. Esbozo de un cuadro .1793
tos. Después de la ejecución de Luis XVl, en le fue impuesto
Fran..,li:i
h¡sló¡¡co de los p¡og¡esos
arresto domic¡l¡ario y sus documentos fueron prec¡ntados. Finalmen profr^t li
del esp¡rilu humano.
te, Condorcet fue acusado, detenido y encarcelado.
st¡ I r,-l r;r
Según el pensamiento de Condorcet, el progreso consiste elr el per- la liSo
¿Un progreso s¡n limite?
feccionamíento de nueslras facultades físicas, ¡ntelecfuales y rnc r)lu{;lrr)s
8. Un progreso es un proceso que rales, y en la meiora indefinida y sin vuelta atrás de las condicio
incorpora valores pos¡tivos- Los La v, lr
nes de vida humana-
¡¡uslrados, especialmente Con- na I i.;¡¡i c
dorcet, hablaban de un progre- En ÉSta defensa del progreso llevada a cabo por los ilustrado:i, po- y lle¡. .r(l
so constante hacia una mejora
demos constalar cómo algunas nuevas ¡deas aparecieron en la so- r-I t09.{-)i
tanlo de las condic¡ones de vida
como del perfeccionamiento de ciedad, se impusieron, y otras fueron rrarginadas. En el clistianismo Inesr-:-- t!
nuestras lacultades. En la obra medieval, la providencia represenlaba la presenc¡a constante de Dios vr)rsl¡rl
Esbozo de un cuadro hislór¡co en los acontecimientos del rnundo, la preocupación que liene vor dc ¿ri
de los progBsos del espiitu hu-
Dios por los hombres. Pues b¡en, la ¡dea iluslrada de p«rgreso, de 1,,e5, r.l
rr¡ano. escrita en '1793. Condor-
cet habla de progreso c¡entífico, confianza ilimitada en la capacidad humana de rnejorar, sustituyó sofia4e
a la id6a medieval de providenc¡a.
de progreso técnico, de progre- cl()r (. la
so moral y de progreso Político.
De todos modos, no se llegó a un acuerdo cornpleto sobre la idea len(b.$)(
* Selecciona un ejemplo de
cada uno de eslos cuatro ti-
de progreso. Por un lado, había un grupo de ilustrados que afirma la ttla.,zii
pos de progreso menciona- ban la ex¡stencia del progreso constante en la hisloria; éstos daban v¡tar-AC
dos (c¡entílico, técn¡co, moral como prueba de su convicciór¡ el éxito modélico de la física de New- divulgtrci
y polit¡co); recuerda que pro- ton en la explicación de los movim¡enlos de lodo el universo, el de
gresar es un proceso que ¡m- Su71c
pl¡ca una sucesión de lenó-
sarrollo técnico que mejora la vida de los humanos, o la educac¡ón toler?X!i
il
menos. En cada caso tienes como ur] excelente medio para Ínejorar (todavía ahora, cuando un SUS i /fl
que hrd¡car dos momentos de alumno alcanza el n¡vel que le está programado, decimos que "pro defea..lpr
su desarrollo: por eiemplo, el gresa.). Ahora bien, por otro lado, había pensadores, como es el caso
progreso de una siluación ¡n¡- 5tJ ¡,,¡.., rió
de Rousseau, que exponían la cara negativa del progreso: af¡rmabar)
dr cial de desigualdad humana a Volt¿'1e
una situación de defensa Ie-
que las c¡enc¡as y las artes no perfeccionan al hombre, sino que
gal de la igualdad (caso de aumentan su degradac¡ón y lo ale¡an de la felicidad. tantes fu(
progreso moral). ooyl¡r
Partiendo de tus eiemplos. ¡n- sianos- or
- La Mettrie: el mater¡alismo nrecarricista Ies o
)e
dica en cuáles de los cuatro
ámbitos es más indiscut¡ble o
Julien di-. La Metliie (1703-1751) .lefendió una conce¡:ciórr nrateria' Cua¡A s
manifiesta la preserEia de pro-
greso y en cuáles menos. lista del lronrbre, afimando que el ser l¡umano es u¡ra nráqu¡na au- ¡nnegaDle
En cada uno de los cuatro-ám-
tosuf¡c¡errte s¡n rr¡ngún tipo de alma. En su obra El hombre má- mo i¡á(r¿
- bitos (c¡entifico, lécnico, rno- qu¡na, Le N4ettr¡e nos dice que nuestros pensarn¡entos y representa- tro rnur'rd
t.'
ral y polit¡co) busca venlajas e ciones mentales no son más que rnodificaciones nrecánicas de la Volta^.-rr
inconven¡entes de tu ejemplo mater¡a: todos los ferrónrenos psic¡uicos se rcducen y se explican por nía de op
i: concreto de progrcso. ''t1
íenómenos fís¡cos. el Cá

244
t lirl 10
Helvetius: la necesidad de la educación
e ñ,r Tcrdos los ilustrados hacen referencia a la necesidad y urgencia de la
-)d:7 cducación: llustración y educación se convierten en dos real¡dades
t. inseparables. La educación es vista como un derecho que tiene cual-
'ac!i- quier hombre, nunca como un privilegio. El pensador ilustrado Hel-
vetius (171 5-1771) afirmaba que todos los hombres son iguales por
:l¡,¡s raturaleza y que sus diferencias provienen ún¡camente de los am- ir
bientes en los que nacen y crecen, y de cómo estos factores influ-
ern yen en sLrs capacidades personales-

arV
ler ' Voltaire, la voz del siglo XVlll
I
;SlV
Franqois-Marie Arouet, llamado \bltaire (1694-172g), fue un hombre
rg i_
prcfundamente compromet¡do con los ideales de la llustración, en
su hrcha polÍtica y en la divulgación tanto de la ciencia como de La paradoja de la tol€rancia
la fllosofía; sus trabajos Ce difus¡ón ft-reron tan influyentes que para
El primeifitgsofo qú; defend¡ó de
rtO- nruchos el siglo XVlll es el siglo de Voltaire. I
una manera fundamentada la to-
riav La \,'ida de este pensador fue una apasionada cruzadá contra el fa- lerancia fue John Locke, y ¡a de-
fendió en 6l ámb¡to donde impe-
natismo y la intolerancia, y, en consecuencia. no le faltaron exilios
raba más la ¡ntolerancia, en el ám- l
)o- y persecuciones. En 1716 emprendió el camino del ex¡l¡o
a causa de bito religioso: decía que ninguna I
unos versos contra el Regente; cuando regresó a Francia pasó once creenc¡a felig¡osa puede imponer-
no mes€s encerrado en Ia Bastilla por haber vuelto a componer unos se. Volta¡re sigu¡ó de un modo muy
versos injuriosos- Sin embargo, en muchas ocasiones se ganó radicalesta defensa de la toleran-
elfa- cia. Desde ese momento hasta
l]e vor de algunos monarcas, y en Prusia ilustró al déspota Federico ll. nuestros días, las discus¡ones so-
Despuás de tres años en lnglaterra, donde estud¡ó a fondo la filo- bre este tema han sido constan-
ti sof¡a de Locke y la ciencia de Newton, se convirtió en un propaga- tes; en el siglo XX, Kaf popper
(1902-'1994) formuló Io que ét a-
dor de las ¡deas de ambos pensadores. La ciencia newtoniana se ex-
()á ma paradoja de la tolerancia. La
ierrdió por Francia precisamente gracjas a él; la célebre leyenda de
toleranc¡a es un bien que so ha de
la rnanzana que, al caer del árbol, sugirió a Newton la teoría de la gra- proteger; si eidendernos una tole-
v¡tación universal parece ser que la inventó Voltaire en su labor de ranc¡a il¡m¡tada hac¡a los que son
,lvulgac¡ón. intolerantes, puede llegar el mo-
mento en que éstos destruyan a
Su lratacro sobre /a tolerancia tien¿ corno trasfondo la Ca ¡ia sobre la los tolerantes y, iuntamente con
,¡!
lolerancn de Locke. Ciertamente, Voltaire no compartÍa las ideas de ellos, la propia tolerancia. popper
süs adversar;os ideológicos; ahora bien, se proclamaba d¡spuesto a proclama el derecho a proh¡bir las
ili:ferrder c,,,n su sangre el derecho de estos adversar¡os a proclamar concepciones extremamente in-
tolerantes, s¡ es necesario por Ia
srr opinión.
tit fuerza, con el fin de preservar la
V(tltaire escr¡bió más de un centenar de obras. Una de las más ¡mpor- tolerancia; s¡ no se actúa así, pue-
lantes f,Je Cartas f,7osóficas, en la que, además de mostrarse dec¡di_ de pasar que los intolerantes re-
rio y radical partidario de Locke y chacen todo razonamienlo lildán-
NeMon, combatió a todos los carte-
dolo de engañoso y que enseñen
s;rrrrs, ¡rucs opinaba que Descartes, si bien había descubierto los ero_
a responder a los argumentos me-
rei; (!61 pensamiento antiguo, los había sust¡tu¡do por sus propios enores. diante el uso del puño y de las ar-
i:ri..ndo se produjo el devastador terremoto cle Lisboa el año 1255, la mas.
¡)¡ecahle realidad de la desgracia h¡zc que Voltaire frenara su optimis- 9- ¿Qué te parece, se ha de ser
rno ihrstraCo y pasara a criticar la teoría de Leibniz según la cual nues- tolerante incluso con los que
lro rrru]do .,s el mejor de los mundos pos¡bles. En sU obra Cánditlo, no aceptan la toleranc¡a? Jus-
v(rl¡ire presentó el opt¡mismo corno r¡na espec¡e de obcecación o ma_ t¡fica tu respuesta.
oia de opinar que todo está bien ¡ncluso cuando todo está mal. Con
,,r r .r/ r./i1o de Vollaire, el opt¡mismo ilustrado comenzó a decaer.

245
!l:,i 10

4. Rousseau t?\1
En este úl1imo apartaclc estudieremos algurios aspectc's rle la v¡l¡r v
la obra de Jean-Jacques Rousseau, un pensador que pone en dtl(l¡ Ii,.r :

muchas de las ideas caracteristicas del Siglo de las Luces En Rot¡s ¡ l,:
seau comienzan a etnerger valores que serán prop¡os de la époc¡ l¡¡c rr

que seguirá a ia ltusl¡'ación: el Romanticismo. Despt¡és de conocet lr


I la v¡da y Ia obra de Rousseau, estudiaremos la crítica a la sociedatl ,l!\
de su tiempo y sus alternat¡vas: el contrato soc¡al y la teor¡a de l¡ i¡,,¡rl
educación, que pretende hacer surgir del ¡l¡ño su bondad innata' irn1.l

4.1. Un ilustrado que no confía en la razón


Jean-Jacques Rousseau (1712-17781nació en G¡nebra, peto
pasi la

mayor parte cle su v¡da en Francia. Si bien colaboró en la t'edaccii'rt lir-¡,, ri

de la Enciclopedia con los filósofos de la llustrac¡ón, lIUy pronto se


Rousseau | ,ro
enemistó con ellos, y llegó a convertirse en el contEpunto al optinl¡s'
(lrre i,-i(lr
mo inlelectual de los pensadores ¡iustrados. Y es que, mientras {ir,.¡ t4r
éstos tenían una fe ilimitada en la razón, él la veía corno una de las
causas de la corrupción humana. La persol)al¡dad de Rousseatl era trt r,i;-,
comple¡a, atormentada y contradictor¡a: se enfrentó ¿il ritciot talistl rtr
No exactan.rente un ilustrado de los ilustrados sirr dejar de ser él mismo un enc¡cioPedista ¡llls¡.a I
tt¡ ¡ ,-.
do; llevó a cabo una g¡'an investigaciórl sobre la educac¡órr de ¡o5 ¡ri' .(l
10. El siqlo Xvlll es el siglo de la
ños, pero abandonó a sus hiios en un hospic¡o; visitaba salot¡es
ri¡:
llustración. Bousseau, a Pesar ;tr ir¡¿l
de ser un Pensador del s¡glo damas ilustradas y, en cambio, se casó con una s¡r"-¡eilta alta¡fabele " {. (],
xvlll, cr¡tica las ideas Propia- qtre obra-
Durante toda su v¡da, dos ideas atormentalon a Rousseau: c!¡{ l;,
mente ilustradas, anticiPándo- profundalnente
se al Romanticismo. ba mal a pesar de ser bueno, y que ia sociedad era S.. f ¡r
Analiza el siguiente lrag- ¡njusta y le perseguía constantemente. Estas clos obsesiones le
lkr- r+i
- mento de Rousseau mues- varon a establecer la :jiguiente teoría'. el lto¡nbre es bueno por t]€lu'
Y .'ílual
lra por qué conslituye una raleza, pero actúa mal forzado por la sociedad, que le conompe'
! (:
crít¡ca a las ideas Propias de
la llustración: En 1762 publicó E/ contrato social y Emitio o sobre la educación' Esle rl{ ¿:lr

m¡smo año ambas obras fueron conclelladas en Paris y en Girlebta' iit


Todo está bien cuando sale de ¡as Emil¡o es una exposiciÓn sobre la bondad tlalural del hombre y so- e,l{oi
manos delAutor de las cosas, todo
bre cómo la sociedad, con su influencia, corrompe esla bondad' e, ,rst
degeneG entre las manos del hom-
bre. El hombre fuetza a unaliena a Rousseau propone un modelo educativo que haga emerger la bon-
dar los productos de otra; a un ár- dad innata latente en cada niño. En El confrato social se analiz¡n
bol á producir los frutos de otro; de manera sistemática los derechos y libertades políticas de los llom'
mezcla y confunde los climas, los
bres y de la soberanía PoPular.
elementos, las §laciones; mutila a
su pero, a su caballo, a su escla-
vo: lo alte¡atodo, lo desf¡gura todo,
Bousseau nunca ellcontrÓ la paz que buscaba Sus princ¡pios y sus
gustos marchaban por caminos diversos; su vida fuc una constanle
3
le qusta la deformidad, los mons-
truos: no quiere nada tal como lo tens¡ón entre lo ideal y lo real, entre lo que habría de ser y lo que C
era. Escribía soble las bondades del pueblo bajo, su auslera pobre-
ha hecho la naturaleza, ni tan sólo
al hombre; lo ha de adaptar a él za, su sencillez y su transparencia, pero no abandollaba su amor
ha- C
misnro como lo hace con el caba_ lado, Rousseau vivió
cia la elegatrcia y la belleza sofisticada. Por otro
llo que doma; lo ha de modelar a ID
su manera como lo hace con el ár-
durante la llustrac¡ón, pero no conespondía plenalllente a esla épo-
I
bol del iardín. ca: su vida y su obra supusieron una antic¡pac¡ón al Ronlantic¡smo (}
Roussoau, Em¡lio' que seguiría a la llustración. Él' tal ccmo harían después los lomán-
ticos, d¡o primacía al sentimiento natura!, no a la razón ilustrada'

246
10
1

4.2. El hombre natural y el hombre


tid? y histórico
M¡entras que el gob¡erno y las le-
Rcusseau, del m¡smo modo que Hobbes, habla de un eslado natu- yes mant¡enen la segur¡dad y el
loLls-
raldel horrrbro, pero, en radical oposición a Hobbes, imagina al hom- b¡enestar ds los hombres que se
I
flre natural como un ser bueno y fel¡z, sin preocuPaciones y sin in- han reunido, las ciencias, las le- I
I C)CnI tras y las artes, quién sabe s¡ me- I
(lu:fria, sir lenguaje y sin hogar. ajeno a toda guerra y a toda ata- 1
nos despóticas y más poderosas,
rlLrra. El lrümbre primitivo qr¡e descr¡be Rousseau, movido por dos i
( 11. r-l ext¡enden guirnaldas de flores so-
rrr¡-trlsos básicos amor a sí mismo y la compasión-, es un ser bre las cadenas de hierro con que
-el
lrocente y generosc como un niño pequeño; en él no hay separación estos hombres están sujetos, les
,.r1,! lo qLre es y, lo c¡ue parece, entre lo que siente, lo que piensa y apagan el sent¡miento de aquella
h qrre hace. La literatura de viajes, abundante en la época de Bous- libertad original para la que pare- i
cían haber nacido, les empuian a I
leau, confirmaba el estado natural del hombre como "buen salva-
amar su esclavitud y conforman lo
só lil je, a (iar¡sa de los relatos recogidos oor diversos exploradores; un que alguno llama pueblos civil¡za-
hombre primitivo que vive en paz y armonía con la naluraleza. dos. Lá neces¡dad alzó los tronos;
i,: r. se: las c¡encias y las artes los han
f.l irombre contemporáneo cle Rousseau, el hombre histórico, ha consolidado. [...].
;lerrli'!o la l)ondad criginal; slr inocencia se ha transformado en de- Nadie se atreve a parecer lo que
,leneración y su sincerida(l se ha conven¡do en hipocresía- El hom- es; y, dentro de esta constr¡cc¡ón
trt lrir;iórico {-s rrn ser vil, egoísta, depravado, lleno de odio. Aho- perpetua, Ios hombres que forman
s¡\i-J r. I l)iürr. este lrori)l)re hislórico no pLrede mostrar públicamente su de- este rebaño que llamamos soc¡e-
r;rrireración: ha de enmascarar su vileza, su egoismo y sus pas¡ones. dad, colocados en las m¡smas c¡r-
lil: cunslancias, harían todos las mis- ,,
i\,r ello, adopla urr contporlar niento ¡lustrado, que incluye la corte-
mas cosas si motivos más pode-
sra, el arte de hablar bien, la técnica de las aparienc¡as, es decir, tocio
.«lrrello de que se pleccupan lírs cienc¡as y las artes. Los lemores,
rosos no les desviaran de ello. ii
'l.r Nunca, pues, se sabrá exacta-
rlorlirr 1, l¿ tra¡ción se esconden cont¡nlranrente bajo esta máscara mente con qu¡én nos las vemos; rii
rl)§r hará falta, por tanlo, para conocer
1uo ll¿rtlanros educación. Así, esta máscara resulta doblemente odio-
al amigo, esperar las grandes oca-
s:r. Iri)r(lre evita tener qlle reconocer la deOradación y, de esta ma-
siones, es dec¡r, esp€rar que ya no
,,r.r.r irnpo:;il;ilita la regenerar--itir, .lel !'toFrhre.
sea el momento porque iusta- il,
mente era para estas ocasiones
-.( t,r,r inicra el cambio descle el estado n¿ilural hasta la degeneración
que hub¡era s¡do esencial cono-
,¡ l,r r lcsigr-i:rlclari? ['ara explicar ul r;allrlrio. [iousseat¡ trabla de una
,,rruación problemát¡ca para el ,,buen salvaje.: los árboles se hic¡e-
cerle. [...] Nuestras almas se han
corrompido a medida que nues-
l,
i¡;' ,, ,¡ltos, los [nrtos insirficienles y los recursos escasos. Entonces, lras c¡enc¡as y nuestras artes han
avanzado hacia la perfección.
l,
:.1lr,)Itbre trrvo miedo, fabricó armas ),, para sobrevivir, abandonó
d estado natura¡; a pa!-t¡r de aquÍ, se abrieron paso la propiedad, la Rousseau, Discurso sob¡e
()t t-
i,ornrnación y la desigualclad social. las cienc¡as y ías artes.
i7'
D'l r
ll. Acabas de ver la op¡nión de
tlousseau; reflex¡ona sobre
ello y responde a la pregun-
ta: desde tu punto de vista,
¿-las ciencias y las artes ayu-
- dañ a hacer mejores a los
il
hombres, o más b¡en alcon-
I
trar¡o? No olv¡des argumen-
tar la respuesta. I

!
t
I
.l:! ,{ Rousseau cons¡dera que. en su estadio
I
prim¡t¡vo o "natural", el ser humano era
mr¡cho más feliz qoe en la soc¡edad il¡s
trada.

247
1
ll', 10
4.3. g contrato social
Bousseau consideraba qLre resuita inÚtil soñar (x)11 un retorno al esla Ir-()'ti I
El pr¡mero que, hab¡endo cerrado f':rl. l,:
un teneno, se alrevió a dec¡r: .Esto do natural de borrdaci e ¡nocencia. pero cleia que hay una posibilidad
es mío., y halló gente suf¡c¡ente- de regeneración moral del hombre. pos¡bil¡dad que se halla en el cotr r.r;ttr.{",
mente ¡lusa para creele, fue el ver- trato o pacto social. El contrato es el interlto de armonizar individuo y
dadero fundador de la soc¡edad soc¡edad, de legitimar el orden social conseryar¡(lo la libertad politica
civ¡|. Cuántos crirnenes, guerras, ¡¡tr r l,,r:i:
rnuertes, cuálltas miserias Y ho- Perdido el estado de naturalez3, el Ilt¡lrrl¡ro. f)irl.l srl suJ)nivlv'jl)ciil.
rrrlres habría ahorrado al género se ve irnpulsacio a constituif asoc¡aciones qtlo l)loleja¡l no ta¡l sólt¡
humano quien, arrancando las es-
lacas o llenando el foso, hub¡era
sus persortas y plopiedades, sinr-¡ tatnbiótr su Iibertad Holnlrres aso- 4.A"
gritado a sus semejantes: .icuar- ciados que, con su pacto, posibilitan la voluntad general. Lo eser'¡
cial en el pacto social es el ¡ntercambio siguierlte: cada ser humano
l'ari'{,',
daos de escuchar a este ¡mpos-
pone en común su persona y todo su poder bajo la direcc¡ón .ie ln l)rr: , . .r:¡
tor; estáis perdidos si olvidá¡s que
los lrutos son de todos y que la voluntad general y, a cambio, cada miembro de la sociedad es aco'
lanr\t
t¡erra no es de nadie!" Sin embar- g¡do como parte ind¡visible del todo.
go, parece muy claro que enton-
ces las cosas habían llegado al El paclo representa el reconocimiFnto de lo que es ulliversal por en- livit i I ri
punto de no Poder durar más cima de lo que es part¡cular, cle la lusticia sobre el inslinto, tlc lo
como estaban.
soc¡al sobre lo natural. Después del pacto' obedecer y son)eterse a
Rousseau. Discurso sobre elorigen y l- ¿t rz¡.1,:
la ley d¡ctada por la voluntad general es ser libre, e3 obedecerl¡os a
los lundañentos de la desqualdad li¡trl(r, 1,i
entte los hoñbres.
nosotios mismos- De esta manera. Rousseau realiza una valora.
ción positiva del estado c¡vil surgido del pacto y de sus leves, f¡ut(l
de la volunlad gerreral. Si el hombre histórico era tln set clepravado
nliel|torj
y v¡|, el hombre civ¡l' aunque no pueda retorrrar al estado de naitr-
tno(l(, ai
raleza or¡ginal, puede recuperar y regenerar parte del bien, de la
felicidad y de las libertades pasadas.
l;r l;lJ¡
Veanros ahora las difet€ncii']s existerltes entre el estadc nalural {se'
[irf t
gún Rousseau, el meior que ll.r l'labido) y el estarJo civil (el lneior (llle
rrtr¡rlr¿rnt
ckl'^\er
l-ruede haber para el lrombre civ¡lizado):
condi;i(
Estado rralural Estado c¡vil es¡r1
Libertad natural, linr¡tada por la fuer Libotad c¡vil. limilada por la \.'oiLr:ltaC

za de cada hoÍ¡bre. genefal. ¿c.t\


¿Naturaleza o soc¡edad? e:tryd.
12. Rousseau veía la posib¡l¡dad de Derecho a la posesión de todo Io que Derecho a la p¡opierlad de lo r-llie se pf . .nl
regenerar a la human¡dad en el se quiere y se puede ierler. tiene. suieta í
estado c¡v¡|, fruto de un contra- tillc
io social. Liberlad moral: obediencaa a la ley el lin d(
Dependerrcia del ¡Étinto y del deseo que se ha prescl¡to ullc misnto conro
¿Crees que es Pos¡ble refor-
- mar (o conomper) a cada ser
m¡embro soberano. bat rén
humano part¡cular med¡ante
tier,;ul
un tipo de sociedad deter- Rousseau distingue entre voluntad general y "voluntad de todos"'
dri{oi
minada? ¿Co¡s¡deras que La voluntad general t¡ene un suieto universal, el pueblo soberano: p3- ¿s
cada individuo depende de y su ob¡eto es el bien comúrl. En calnbio, la'voluntad de todos" n! yu,qin
la sociedad en la que vive
es más que una suma de voluntades particulares. bi., . o
hasta el punto que da a en-
tar,¡KS
telrder Rousseau? Piensa en Si los c¡udadanos forman facciones o pad¡dos con voluntades plo-
diversos ejemplos (como
zc .n
pias, er'rtonces el resultado se aleia de la voluntad gelleral. Así, la vo- La eda
puede ser el caso de alguien
que comete actos delictivos) luntad general no puede identificarse, plenamente, con la suma de llc1, r

y iustil¡ca la respuesta. voluntades part¡culares que se mall¡f¡estan en un voto mayoritar¡o o, Rou

incluso, unán¡me.
^.
248

I
4
rrr'r,1, I í0
Si cada c¡udadano vota con plena ¡ndependencia, las diferencias Hemos de transformar las sensa-
ex¡slentes entre etlos quedarán compensadas y el resultado sí
ex- c¡ones en ¡deas, Pero no hemos
pr€sará la voluntad genoral. Es necesario, pues, que los c¡udadanos de saltar de golpe de los obietos
-.sta-
sens¡bles a los obietos ¡ntelectua-
idv ;stén debidamente ¡nformados y que se supriman las sociedades
les. Tenemos que llegar a los se-
con- parciales dentro del Estado; entonces' el voto Ce la mayoría expre- gundos a Partir de los Primeros
sará la voluntad general. La voluntad general es la de
los ciudada-
Las pr¡meras operac¡ones del es-
reunidos en asamblea: una democrac¡a directa, no una de- pir¡tu han de ser s¡emPre gu¡adas
tic¡ nos
por los sent¡dos: no hemos de te-
mocracia representativa como la nuestra'
rcia, ner otro libro que no sea el mun-
do n¡ otra fuente de instrucción li
que los hechos. El niño Pequeño
_]so: 4.4. Teoría de la educación que lee no P¡ensa, sólo lee; no ¡n-
i

tuye, únicamente aprende Pala-


3:r^ Para Rousseau, la cducación tradicional oprime y destruye: el hom-
bras. Haced que vuestro d¡scíPu-
bre nace libre y btleno, pero la educación
va progresivan)ente anu- I
lo preste atención a los lenóme'
lando su libertad. Rousseau sueña con una nueva educac¡ón que nos de la naturaleza Y en Poco
lc¡'
b3sa- t¡empo lo habréis convertido en
condt ca al desarollo natural del niño' Crit¡ca la educac¡ón
y repet¡- cufioso: Pero, Para est¡mularle la
¿" i,n¡camen'le en libros y más libros, la considera aitilic¡al
aprender a pensar erl curios¡dad, no os aPresuréis nun-
liva. El niño clebería aprender por sí mismo, ca a satisfacerla. Poned las cues-
e lo- contacto clirecto con las cosas y con la naturaleza' t¡ones a su alcance, Y dejad que
-iev lihre y' por las resuelva. Oue no sePa nada
)s^ lir e(,1rcaclón l¡elle como obietivo formar un hombre Porque se lo hayáis dicho, sino
y del sentim¡ento'
lanlo, lra cle favorecer el desarrollo de la intuición porque lo haya comPrendido él
que la moralidad se fundamenla en senti-
r.ii Rousseau considera mismo, que no aplenda la ciencia,
a uno mlsmo y el amor sino que la invente. Si alguna vez
rrlV mientos nafurales, corno pueden ser el amor
de potenc¡ar; de este sust¡tuís en su mente la razón Por
rlr ¡ k s ctemás, sent¡rnientos qtte ta educación ha
sus raíces en la autor¡dad, no r¿Eonará nunca;
'i lY rcdo apalecerá tln verdadero ciudadano que tendrá
siempre será el iuguete de la opi-
lx bonrlad de la naturaleza humana' nión de los demás.
ideas pedagógicas
Emlio, el libro en el qLle Rousseau exPone sus
Rousseau'
una construc- o sobre ta educac¡ón'
rrerliante Ix descripción cle un proceso educativo' es
Em¡lio
r,}/ las
i:ro irleat. Es un r¡odelo utóp¡co, un ideal que aspira a mod¡ficar
y
condic¡ones educalivas del niño (Emilio) de la
niña (Sofía' la futura
esposa de Emil¡o).

r,l
, Oué tenemos que Pensar, Pu¿s, de
;sta educación bárbara qtte sacrifica el
pfqsente pof un porvenir incierto, que
suleta d un n¡ño con cadenas de todo
tipo y comienza por hacerlo infeliz con
eifinde prepararle para el futuro no sé
qué supuesta fel¡cidad de la cual pro- (l tr.
I
bablemente no disfrutará nunca? Por ,ó
más que pensara que esta educación
t¡ene un obretivo razonable, ¡cómo po-
to: - dría contemplar sin ¡ndignación a estos
.*€- -ál'
pobres desafortunados somel¡dos a un
yugo insoportatrle y condenados a tra-
baios constantes como galeoies, sin es- .s: G
s
lar sÉ0Ltro de que todos estos esltler- .t.1:,
zos iengan que serles út¡les alguns'/ez!
La edad de la alegria tlanscurre enlre
llDros, castigos, amenazas, esclavitud'
l¡otr:l"earr. fft,il.o o sobre h -Jttcir'ttitt Et mi»Jslro d¿ escúe¡a, de /\ van Ostade

249
Comentario de tex R e-c
Supongo ahora que los hombres han llegado ya a . En el últ¡mo párafo, el aulor for¡rula ol rxmtra-
aquel punto en que los obstáculos que periudican su lo que permilirá a los seres humanos asociar. . ¿.Pnt
consewac¡ón en el estado de naturaleza tr¡unfan, por
se sin peligro. Explica en qué cons¡ste exacta- 9,, d,
su resistenc¡a, sobre las fuerzas que cada ind¡viduo
puede emplear para mantenerse en d¡cho estado. En- menle este pacto y por qué garantiza las liber- . E^ l't
tades ind¡viduales.
lonces, este estado primit¡vo ya no puede subsistir, y
el género humano se extingu¡ría si no camb¡ara de
tr{o
Pon tÍtulo al texto. ¿Elegirías algr¡no de éstos?
manera de ser. - .
r E,..-ilc
H cotltrato social
Ahora b¡en, como los hombres no pueden engendrar v.a- 3
. Del de naturaleza al estado civil
luerzas nuevas, sino tan só¡o un¡r y dirig¡r las que exis- "-stado
ten, no tienen otro med¡o para conservarse más que . Defensa de las l¡bertades irlividuaie.s
Iormal por agrupamiento, una suma de fuerzas que
puedan tr¡unfar sotrre la resislenc¡a, ponerlas en jue-
; Contexto ¡nmed¡ato del texto
go para un solo móv¡l y hacerlas actuar conjuntarnente.
I
Pon el texto en relación con las conccpciones
I
i
Esla suma de fuerzas no puede nacer s¡no del con- - filosóf¡cas del autor. Aporta kleas dL'l aUtor que
I
curso de muchas; pero s¡ la fuerza y la libertad de
ayuden a aclarar y a enriquecer el senticlo clel I
I cada hombre son los pr¡meros ¡nslrumentos de su ¡
conservac¡ón, ¿cómo las comprometerá s¡n dañar- texto-
se y s¡n abandonar el cu¡dado que ha de tener de sí . Puedes relacionar el texto con la teoría antrc,
mismo? Esta d¡ficultad, aplicada a mi tema, puede
enunc¡arse en eslos lérm¡nos:

"Hallar una forma de asoc¡ac¡ón que def¡enday pro-


pológ¡ca de Bousseau (la borrdarl natural tJul
hombre. el derecho hunlarto a la lillertad...).
lnd¡ca cuáles eran las cuestiones cle la q)oca y
r,rif¡¡
Para 1.. ,
teja con toda la fuerza común a la persona y los bie- - las diversas corrientes de pensamiento. Cotnen- y.XlX,\;rr
nes de cada asocaado, y a través de ella cada uno, al (:tenc¡. l)e
ta tamb¡én las ¡nfluencias que haya podido recibir
unirse todos, sólo se obedezca a si mismo y perma- rnrrfir2¡Er l;
el autor.
nezca tan l¡bre cotno anles-. Éste es e¡ problema tun_ l¡es y l)(
darnental que el ( onfrato sociat soluc¡ona. . Te sugerimos que expliques ¡a act¡tud convertidt)
cil¡ca de
Rousseau, E/ confrafo social Botjsseau hac¡a los @l&sdores ¡luslrados. Ta¡- tuacirle
b¡én puedes relacionar el perÉámiento de Bous_ 1900, Ma,
Análisis del c ¡ntenido seau con los a@ntec¡mientos h¡storimpolít¡cos to y cAél
Enun]era y clí rifica los conceptos más relevantes que se produjeron en su época. con la de I
- del texto.
fectar¡^§t€
SOCOS¡ ¡ rOS
M¡rando ¡nás allá del texto
' ¿Qué signil rado da el autor a ¡os conceptos si- cuánti¡l rl
guientes: € ;lado de naturateza, Íuerza, l¡bertad, lndica cómo se ha lratack¡ en otros ntornenlos rr¡la tr-.,.e
asociac¡ór )
- el tema del texto. ton tap¡eor
I

. Si cons¡d( as que olros conceptos que apa- . to del .rr r


Puedes relacionar la leoría del contrato soc¡al
recen en e texto (como por ejemplo conserva_
bles vcloc
de Rousseau con el pacto social del q,.le habló ex¡:fic1
c¡ón) latnt 5n tienen un papel relevante en é1, Hol.,rbes, cornparando at)tbas conccpciones; que si hac
enuméralo r y iustifica tu elecc¡ón. señala punlos en común y diferenc¡as enlre las fis¡cas1t
hrdica las id€ rs principales y su jerarquía. Mues- dos teorías. (¡ue lint¡lat')
- tra la relaciór enlre las ideas. locidírA6 \

. En primer ugar, el autor nos hab¡a de un esla- Opinión personal Elsisltrlry


do pr¡mit¡vr que ya no puede conlinuar. A par- Atrévete a ind¡car, de una nlalera razonada y ar- ceslv¿ -)n
tir del text, , descr¡be este proceso de trans¡_ - gumentada, tus prcferencias. ta razón. §
ción. . dó e¡rlt'
!'uelve a segu¡r el razonarniento del texto y cli §
o Los en el siglo
seres umanos se ven en la necesiclad de estás de acuerdo con la conclLsión o solución nada ñio
agruparse ¿Por qué? que prosenla el autor. J(6t¡l¡ca la reti¡)ucsta. corazón d.,
. ¿Con qué lif¡cultad se encuentran los seres . Si crees que, en algr¡n rnor¡rento del texto. yó: losr¡sr
humanos ( Jando t¡enen que agruparse? ¿Có- el autor ha contetido algún error (ya sea de intolt¡ri,,,tc:
mo afecta esta agrupación a Ia libertad hU- razonarnienlo, o bien tle tipo histór¡co), ¡ndi-
mana? calo.
Recuerda lo que has vis to
qüé los ilustiadbs llamaban a su siglo el Si- . Enumera las ciencias nuevas que se desarrolla- .

las Luces? ron en el siglo XVlll.


o ¿Cuáles eran los objetivos de los enciclopedistas?
los grandes temas triiados porlos ilus-

Expllca brevemente la teoria de la gravitación uni-


Vei§al de Newton.
. por La Mettrie.
I es la teoriá sobre la luz en el sisléma cien- . ¿Cuát era la ofiinión de Voltaire so6re'el fanatis-
mo y la intolerancia?
J Desir¡Ue el método cientifióo defendido por New- . Compára las nociones de hombre natural y hom-
ton. . bre histórico según Rousseau.
'.Jndicaiós rásgos más característicos de la sín- . Explica lateoría del contrato social que defendía
.tdsisástroriómicayfís¡cadeLaplace-BoUsseau...,

-!t \I I a a ll
Para ta mayorÍa de los científicos de los siglos XVlll mismos y se mataban empleando los avances tec-
y Xlx, la síntesis creada por NeMon representaba la nológicos que una parte de la razón, la razón cien-
tiencia perfecta e insuperable, sólo era necesario tífica, había producido. El posmodernismo de fines
contirmarla aümentando el número de observacio- del siglo XX recoge la deb¡l¡dad y la impotenc¡a cre- l

lles y experirnentos: la física de Newlon se había adora de la razón ilustrada.


ll I
r:on',iertido an la física clásica. Sin embargo, esta s¡-
En cuanto a la ¡dea de progreso, viva y est¡mulante
luación se romp¡ó justo a principios del siglo xx. En I
en el siglo XVlll, se mantuvo en buena parte de los
1900, Max Planck ¡ntrodujo el concepto de cuan-
I
pensadores y tecnólogos del s¡glo XlX, pero, en las
lo y con él se ¡nic¡ó la física cuántica, incompatible
postrimerías del siglo XX, el progreso es cuest¡o-
c¡¡l la ¿j'. ¡lewton: la fís¡ca clásica expl¡caba per- nado y controvertido evaluando los costes ecoló-
lectamente los fenÓmenos de nuestro mundo, el me- gicos y las desigualdades que lo acompañan.
socosmos, pero no expl¡caba el comportamiento
cuánt¡co clel m¡crocosmos y de sus partículas inf¡- Rousseau. el ilustrado que criticaba tanto la exce-
nrtamente pequeñas. Por otro lado, la física de New- s¡va seguridad en la razón como la dogmát¡ca fe
lon tarnpoco servía para explicar el comportam¡en- en el progreso, será el pensador que ¡ndicará un ca-
lo (lel rnundo Ce las inf¡n¡tas d¡stancias y de increi- mino que ha de seguirse en el futuro: el cam¡no de
bles veloc¡Cades como la de la luz, esto es' no la búsqueda de autenticidad y de retorno a la más
exlricaba los fenómenos del macrocosmos, cosa pura y desenmascarada situac¡ón humana.
ore si l)ac¡a la fís¡ca relat¡v¡sta de Einstein. Las
lisr,:as del siglo XX no n¡egan la física clásica, sino Por otro lado, el Rousseau que proclamaba el peso
I
qrre limitan su ámb¡to de aplicación al mundo de ve- del sentim¡ento para con la razÓn será el precursor
locidacles y d¡mensiones de escala humana. de los nuevos t¡empos que se acercan, el t¡empo del
Romantic¡smo alemán, un movimiento que se reve-
fl siglo XVlll fue la época de la confianza (quizá ex- la contra la lógica racional de los ilustrados. Poste-
r:esiva) en la fuerza iluminadora y persuasiva de r¡ormente, su crítica social tendrá en el soc¡al¡smo
la razón, Sirt embargo, esta v¡sión optim¡sta que- revolucionar¡o de Marx a su nuevo profeta.
dó en entredicho ya en el siglo XlX, y sobre todo
en el siglo XX. Después de dos guerras mundiales La opinión de Bousseau sobre la educación y la na-
na(la rac¡onales y del holocausto perpetrado en el turaleza humana ha generado múltiples teorías pe-
:f, r;¡rrazón de Europa, la confianza en la razón deca-
yo: los (lescendientes de los ilustrados del siglo Sr'lll,
dagógicas; utras aprueban a Bousseau y hay otras
que to cr¡t¡can, pero continúa s¡endo un relerente en
illlolerantes unos con otros, no pensaban por ellos los ámbitos antropolÓgico y pedagógico.
El criticismo kantiano
11
)-.
Erquema
V 1. La época de Kant
c
'l-

G
1.1. El Estado prusiano
,;ro
1 .2. Enalt&imiento de ta culttra germánica
1.3. Kant, un hombre itusirado
t¡, a
:"fgt
.r!
2. El uso teórico de la razón: el conocimiento
2.1 . Una cuestión pend¡ente e
?F 2.2. E gio copemicano de Kant
!' 2.3. La pos¡b¡lidad de ta ciatcia
lnvita^ir
2.4. Crittca a las facultad4.5 de conocimiento
f )os cosas lj4{)rr
2.5. La posibit¡dad de la netalisica sretnpre nue i !
srstentetnc!rlo ¡.rl
3. El uso práctico de Ia razón: la ética trellado sol-i,¡,
cosas que lnl lre
3.1. E valor de la humatidad cornr¡ si esiar
3.2. La ética tndic¡cnal lrase er lo t¡ ajj
$lrDonct las A.(
3.3. La mayoria cle eCarl ciel ho¡¡bte (,¡alarn€nte i, re i
ra sur.t¡e rleláq1,:
3.4. Pcslulcdas de la rczú1
extenro y n rr, - l¿
con rnrrrrdog.,iqrr r
nras. l-a seg .di
sonalidad. v rr+1 ,

¡lera irrf¡nitulr¡
una manera acci,
universal y :e
junto ¡nl'lunr(-'ra[,
@oo,"tivos
.qT.sistemática
¡mportanci¡^relr
al planela (sr-'ro
' 1t-"19:r
mas li
que cons¡dera.
de Kant y descubrir ra interconexíón ex¡stente entre pruraridad
ra do la qre está lrch
r.

valorar la aportación kantiana a ra ep¡stemorogía poco tiempo ue e


' como una síntesis y una superacióh dcconi b¡o, eleva i¡)r¡{¡t€
losóflcas anteriores.
virtud de mr . .,rs
'Apreciar ra f¡rosofía de Kant como una re¡vindicación una vida in$qrer
de ros ideares ¡rustrados, sobre todo
libertad y la emancipación humanas. ros
sensrule. u, vll
' Aceptar que son nuestras estructuras,y disposiciones
cond¡cionan nuestro conocimiento dei mun'do. - -'- **
naturares. ras que perm¡ten y ar mismo c¡ones v los linrit
. Kant. r., Ad
' valorar los esfuerzos de Kant para fundamentar y regitimar ra universaridad dá ra ciencia.
o comprender la rigurosidad y
la coherencia der pranteamiento ét¡co kantiano.
' Reconocer ra d¡gn¡dad humana y er derecho inarienabre
de cuarquier.persona a ser lratada como
fin y no como un medio.
l
252
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del Me¡cado NtF.lvo cle Dresden, Oe B. Bellato

lnvitación a la unidad_
Dos cosas llenan el án¡mo de adm¡rac¡ón y respeto,
sernpre nuevas y crecientes cuanto más reiteíaOa y
peil
srstenlemente se ocupa de ellas la reflexión:
el c¡eío es-
trellado sobre mi y la ley moral dentro cle
¿! mi. Son dos
cosas que no he de buscar más allá
de mi círculo visual,
como s¡ estuvieran envueltas por tinieblas
o se encon_
rasen en fo lrascendenle; tampoco estoy
suponertas: las veo delante de mÍ y las
obligado a
vinculo-inme-
lntroducción I
¡

d,;tamente a la conc¡enc¡a de m¡ ei¡stencia_ lmmanuel Kant es una f¡gura de primera li_


f_a primu- nea en la histor¡a de la filosof¡a; supone un
rJ srrrge del lugar que yo ocupo
en el mundo sénsible
u\lerno y me enlaza con magnitudes ¡nconmensurables, -.punto de referenc¡a obligado para loda em_
con mundos y más mundos, con s¡slemas y
presa f¡losófica posterior. En esta unidad,
más siste- lralafemos de aproximamos al pensam¡ento
ES,La segunda srrrge de mi
"yo" invisiblá, de mi pei_ de este filósofo ilustrado, pero sobre todo
sonal¡dad, y me expone en un mundo que tiene
veida_ a su contr¡buc¡ón en áreas como la ep¡ste-
dera ¡nf¡nitud, con el que me reconozco
enlazado no de mología y la ética. En el primer apartado,
r¡na manera acc¡Cental, como en el caso
de aqué|, sino expondremos el contexto cultural y polÍt¡_
lfiiversal y necesaria. La pr¡mera v¡sión _de un
con_ co de la Aleman¡a de Kant, especiálmente
lunto innumerable de mundos_ reduce al mín¡mo mi
\J rnportanc¡a como criatura animal, que ha de
devolver
la formac_¡ón del Estado prusiano, del que
al planeta (sólo un punto en el universo)
era un crítico y a veces un polémico súb_
a,i..,Jde la materia con d¡to. Ded¡caremos el segundo apartado a
la que está hecha, después de haber jido
dorado p;; analizar la síntesis kantiana en uno de los
lruco liempo de energia v¡tal. La segunda visión, en cám_
l-.rr), eleva ¡nfinilamente mi valor como
temas más debat¡dos de la modernidad: el
inteligencra, en problema del conocim¡ento. El tercero, por
vi,1i¡,1. (le m¡ personalidad, en la que
la tey móral revela su parte, tratará sobre el uso práct¡co de la
(flít vrUa tndependiente de Ia animalidad y
del mundo razon, es dec¡t sobre la ética kantiana; una
sens¡ble, una vida cuyo destino ultrapasá
las conJ¡_ ética crít¡ca que valora la autent¡cidad mo_
cion(,s y los lÍmites de ésta.
ral por encima de todo. Acabaremos la un¡_
KaDt, 1.. Adaplaciót¡ de la Cr¡t¡ca de la razóñ ptáctica. dad insinuando algunas ¡deas sobre la ter-
cera crítica, la del iuicio. .

253
il'- ,, ,., 11
:

1 La época de Kant i l; r ¡rtr x.l;ttr,.t,:


I uin XVI ,\'ll
Kant salió de su pueblo natal, ffiíln muy pocas ocas¡ones, i l)tt¡si¡ lllr;lt¡tt ¡

pero esto no llegó a impedir que recibiera la influencia de su época' Fue,


tal)ltlr;ern),
ciertamente, un hombre de su tiempo. En su pensam¡ento' además de
li¡ rclO l;t r.lr ¡rr¡
los ideales culturales de la llustrac¡ón' que reconían Europa, pode- ettlre Ft;1i¡
I mos hallar la huella de dec¡sivos acontecim¡entos sociales y politicos'
I l--¿11¡¡¡ ir:, ':\ttl
A priñcipios del siglo XVlll no exislia úna sia pol las tt
I
conciencia nacionál alemana que asrutil I .1 . El EStadO pruS¡ana t en 1804 ^lc
na¡a los nurnerosos Eslados germánicos-
-----T
t rnigas, r-.r ltre
En el sigloña no ex¡stía la nac¡ón que actualmenta
l-¡4, sino unt* te, estt¡s1t
i /-
conocemos con el nombre de
I a r:,ltr:icrrr:i
A
§ É**) en aproximadamenteS00 Peque-
¡ rrlo rle; 'l¡
¿. ños Estados. La paz de Westfalia, que puso fin a la
guerra de los Tre¡nta Años, habÍa potenciado la he-
t{
gemonía francesa y el desmembram¡ento del territorio
alemán. Aunque los prínc¡pes tenitoriales intentaban
l[rslr. ,rl
modernizar sus Estados sigu¡endo el ejemplo de la
ép(r'irllr.
próspera y potente Francia, la guerra había resultado'
soc¡aly económ¡camente, devastadora. Si a todo ello
'i.!irlii
\ añad¡mos la o r*d.rñ.drú*rf,¡nal
1

capaz de aglutinar esfuezos, acabarenlos de enten- J

der el dÉl,franr-ürf, .{Br&*lrEl-a. i t(.. .il


f)
El Estado prusiano era uno de estos Estados indepen-
dientes. El señor de Brandenburgo, de la falnilia tle los
i
Hohenzollern, en l6l8 había anexionado a sus pose' 1

siones la Prusia or¡ental. un ten¡tor¡o extel¡ür a las fron'


i
teras del lnlpetio. Su hijo, Federico Guillenno' orga¡l¡-
I
zó este nuevo Estado; grac¡as a sus reforma.s, se convillió en el Esta-
do germánico rnás poderoso clespués de Austria. Le sucedió Federico I
que, en 170'l y en KÓnigsberg, fue coronado prinrer rey de Prus¡a, con

F"3 el nombre de Federico l. A partir de este momento' el l¡naje de los Ho-


henzollern fue adquiriendo más y más {uer¿a, aunque la casa austria'
ca de los Habsburgo s¡empre ostentó la autor¡dad ¡mperial.

Cuando Federico I murió, fue sust¡tuido por su hijo Federico Gui-


llermo I (1713-1740), que transformó Prusia en un Estado militarista
y burocrát¡co. Ésta es la razón por la que rec¡bió el sobrenombre
1.2,+
de Bey sargento. Federico ll el Grande (1740-1786) fue su sucesor y ^g'
t
encarnó el prototipo de déspota ilustrado. Desde ioven se interesó l La ausertci¡
por las artes, la filosofÍa y la ciencia, por lo que fomentó su estudio politicc^{er
y su progreso y en su corte acogió a filósofos como Voltaire o Rous- I
bito cultur€
I
seau, además fundó la Academia ilustrada de Berlín. Fue conocido ¡ pia len.^¡ r
con el sobrenombre de Rey f¡lósoto. cés y el ¡ati'
nif icati 'c
@ll(17B6.1797}co¡nc¡d¡Ótemporalmenteconla
fue un lir-
reDresentar
Revóiución Francesa, pero, a diferencia de su antecesor,
FttIGlF¡el Grande fue un eiemplo de co ll, p. ,lc
gobernanl€ ¡luskado preocúpado por pro- me enemigo de los ideales ¡lustrados de libertad y emancipación y,
mover las ciencias y las ártes. Otros ejem- en la A94dc
plos de la época fueron ñfBÜl¡Úats
tem¡endo los efectos negativos que Podían comportar, ¡mpuso una
Ar-i¡rO-r[.¡Ürfiusñ rflrciFffi, lengua . -. (:

254
't

,,,, , ,11
La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (17 89),
la proclamación de la República Francesá ('1792) y la eiecución de
Luis xvi (1 793) levanlaron vientos de guera en Europa. Austria y
lne§,
Prusia hicieron un llamam¡ento a las monarquías europeas para.res-
fu.,
tablecer el orden en Fnncia", a lo qLle este pais respondió decla-
is rle
r ndo la rlr¡erra- Así con enzó una nueva tart(la (le enfréntamientos
oüt
enlre Franc¡a y diversas coalic¡ones de Eslados.
icc'
trctier:o Guillermo lli 737 184C) no pudo evitsr la invas¡ón de Pru-
11

sia por las tropas napoleónicas. t\lapol.'ón. rloronacl() emperadoi


,,| 1304, ii,ició rrna clensiva que le llevó a inva.lir las n:lciones ene-
ol nrEas, entre ellas nLrmerosos Estados germánicos. Paradójicamen-
r im: te, estos ataqLres despertaron el adormec¡do sent¡m¡ento nacional.
i,r r:onciencia ce formar parte de Llna Tnisma tradiciÓn y cultura será
i la Ún,r rle los factores decisivos de la posterior unificación alemana.

lñi
to, r. ¿mwa?
LblF,l A pesar de los ideales de rac¡onalidad y l¡bertad de la Si es necesario el consentim¡ento de los Gfudadtroq para

le' llustrac¡ón, el sigb nal const¡tuye h¡stór¡camente una dec¡dir si ha de haber gue(a o no, nada es más natural
que el hecho de que lo piensen muy deten¡damenle a
rdv G*n$aG#lre. Lee la solución que Pro-
puso Kant en su l¡bro Para la paz perpetua (1795J.. la hora de comenzar un iuego tan maligno, ya que ellos
habrían de decldlr por sl misorG toda lo8 sttirúrlaos
Señala qué ¡nconvenientes encuentra Kaot a las
)nal - guenas. ¿Podrías añad¡r alguno más?
de lr glEara aomo combatir, pagar los costes de la gue_
te; na con el propio patr¡monio, reconsttu¡r peñosamente la
Después de lo que has leído, ¿quién crees que diria devastación que deia la guena y, finalmente y como súm-
Kant que ha de dec¡d¡r la guerra? ¿Por qué? mum de males, cargar con las deudas que se transfie_
ren altiempo de paz y que no desaparecerán nunca a

.l( ) E causa de nuevas y próximas guenas). Por el conlGío,


en una constiluc¡ón en la que el súbdito no es ciudada-
rse- no, en una constituc¡ón que no es, por lo tanto, republi-
o
ot cana, la guera es la cosa más senc¡lla del mundo, por-
j que eli€úo(bEÉtaó no es un m¡embro del Estado, sino
:rnij § su propietar¡o, la guerra no le supone perder lo más mi-
nimo desus banquetes, cacerías, palacios de recreo,
nt,r_ , _§ fiestas éortesáñás, elc., y, de esta manera, púÉc dc(
ú b $¡e[ra, coco una especie de iü€to, por causas ln_
significantes y encomendar indiferentemenie su iustili-
'! ,{ cación, en nombre de la seriedad, als¡empre dispuesto
,? -9 cuerpo diplomát¡co.
6
c o
'_ll-

lra,
1.2. Enaltecimiento de la cultura
germán¡ca
.si' - I rr ausencia de conciencia nacional qtte caracterizó el panorama
¡roli'ico alemírn del siglo XVlll fue tamtJién r"arPcterística en el ám-
bito r .ltural. No Existí¿r lod-'r'.,ía urra corlciencia del Talor de !a pro-
rl¡Y ¡,rii ldrtltn ni de las tradiciones autóctonas. Lil sl¡preÍnací¡l del fran-
,,,.i y cl latin corro lengLras de ct¡ltura constiiuye na muestra sig-
rrlr,..rtiva de este rrenosprecio. Leibniz y Wolff, los máximos
t t)r (rser]lantes clel racionalismo alemán, escribían en latÍrr )/ Federi-
, .) ll, I)or lrcr]er otro ejenrplo, hahrlaba y escribÍa en francés. También
,.rr l,r ¡\r.adernia que undó este rnonarca en Berlín, el franúés era la
f

":rr¡rr i tlo cr'llltunicación.

255
11
Ahora bien, a med¡ados del s¡glo XVlll, colllenzarott a oitse las voces
(i\¡r'
de itÑles que f,Imñf y la categoría dtD (1. t)
EEÉ¡frBeclamaban una vuelta a las raíces en Ér{i,
diversos sent¡dos: retorno a la lengua que Lutero habia consagmdo
en la traducción dela Biblia, recuperación de la poesía popula¡ de
fensa de los valores ancestrales de la historia alenlana, redesctlhi-
m¡ento de las leyendas y los héroes germátricos.'. El lilósofo t.essing
(1729-1781]ly el roniániico Flerder (1 744-1803) fueron pensadores
que, de manera ir.tdividtlal, encabezaron estas rc¡vindicaciones. C¡lts
t¡luyeron, por ello, imponantes precedentes del movimierrto rom¿in élt¡;; r t

tico. Frente a la llustración, que prontovía la indiferencia hacia las ¡le- l)t '.i
l-rlrr;r , l,
culiaridades nacionales amparándose en el ¡cieal de univetsalidad. el
EEñkilrá ya un md¡ñttElñtrunitar¡o ddttF*r{h lr; ,.

gu;ry|-Ér,Úr (1 744- 1 803) tue ffies.


uno de los prccursores más destacados
delÍ¡rffiiñ¡ni{.P lmmanuel Kant (1724-1804), que desde el punto de vista f¡losófico Se l!lr,
i* Yes
si;lt
que destacó por primera vez la iñpor- se halla a medio cam¡no entre la llustración y el Romant¡cislno, fue
lanc¡a de la ¡engua como vehículo natu_ otro de los personaies que contribuyeron decis¡vamente a la expan- los irlr:
ral de expresión de las emociones y vi
vencias de los seres humanos. Por esla sión y el reconocimiento del alemán. En sus obras mostrará la cali-
razón, según Herder, una lengua comÚn dad y la adecuación de su idioma materno para el matiz, la precisión t()t I c()
const¡tuye un elemento imprescindible
para la existenc¡a del sentimiento de ¡deo-
y [as- distinciones filosóficas. Después de Eü, una buena parle de rlrlu
tidad de un pueblo y para el progreso de la fil*e se ha escrito en alemán. Hegel, Schiller, Hólderlin, ca¡l¡-. I

su cultura. Marx, Nietzsche, Freud... así lo harán.


Der';g¡r;
tell ¡

1,3. l«f,t&'r¡n Et*{fffi*l ricr.¡ Gt

lr tlf¡ht nació en tll!) en Kón¡gsberg, en aquellos momentos de,§l


capital de la Prus¡a oriental. Era el cuarto de los once hijos de una fa- SO cr
m¡lia modesta que le educó en la religión piet¡sta (estr¡cta y rigurosa ctrA¡ri
I
rama del pEi.md. En 1740, año de la muerte del Rey sargen-
to y del inicio del reinado de Federico ll el Grande, Kant ¡ngresó en la Kanl I
tffil de ¡Hltl!f,Estud¡ó, entre otras muchas disciplinas, fai
la f¡losofía académica y racionalista de Wolff y la física de Newton. cular lr
llL tC
il Una vez finalizados los estudios un¡versitarios (1746), ejerc¡ó como icle¡\ti,
preceptor de ¡óvenes de la nobleza prus¡ana. Poco después se con-
ho. .¡rr
v¡rt¡ó en profesor de la Universidad de Kónigsberg, actividad que no
noil€ t
abandonó hasta su jub¡lac¡ón, en 1797. Kant demostró una
ya que dio cursos regulares de las rna-
ilr
-iIE#
terias más drversas:
-
lógica, matemál¡ca, antropología, é1ica, peda-
gogía, ciencias naturales, metafísica, teología, geografía...
ill
Desde el año que comenzó su v¡da docente hasta 1769, se fue ale-
iando de¡ sistema í¡losól¡co de Wolff. Este proceso se aceleró cuan-
i*

do leyó las obras de Hume y de Rousseau. En ffiEcr lcr*rr


do de 1766 teslimon¡ó este proceso evo¡utivo: reconocía la Gfr- rJ(
rhl con que pueden clnB¡I.l.FlGñffñEñ Ufas, pero moslró ,

tamb¡én la gran fllfii que hab¡a a la hora dei ftñilFlb-


tos años de docencia culminaron en 177O, cuando fue nombrado
I profesor titular de filosofía en Kónigsberg, gracias a la ¡l
i

I obra en la que antic¡paba algunos de los temas que trataÍa-lBin,


nlás lar-
lmmanuel Kant. deen laGffi rtwa.
i

I
256
i
I
i¡ ti, l. r 11
lft- Con la publicación de la primera edic¡ón de la g§üaldn rr e
)n- {1781), comenzaron los años más productivos y br¡llantes de Kant.
WfrÉreqFñil¡h€
En 1783 publ¡có
id. paffie{He'??, donde se exponían los mismos conten¡-
te- dos, pero de manera más accesible y ágil. De estos años también es
)ri Respuesia a la pregunta: ¿1ffi)*1? (,Was ist die Aufklá- Y l
ng rung?.), uno de los manifiestos programát¡cos más famosos de esle
movimiento cultural. Durante esta época, se dedicó asimismo al tema
lr
ts- que se Frrcuentra en el trasfondo de toda su producción filosófica::¡l
*
ilblo trató en ia ry r¡t,Git§lr,,T-
.:,
lrC- t*a de 1785 y en la G{¡e*ñrflqnsldfr de 1788. En 1790 pu-
rl¡có la última de sus crít¡cas, la ffib, con la que aspira- "t
(le ba a eslablecer una síntesis o superación de las crít¡cas anterlores.

Á r-
M¡entras se concentraba en sus clases y en la redacción de sus obras,
se produjo la ffiñ#aft. Kant fue un verdadero entu- i
e siasta de este acontec¡miento. Por fin asistía a la material¡zación de Detale del Jurañento del tuego de la pelota. de
David
los ideales de racional¡dad y emancipación que veneraba. Ni siquie-
Kant fue uno de los admiradores más co
Lli- ra los trág¡cos hechos que comportó la época del terror cons¡gu¡e-
herentes y entusiastas de la Revoluc¡ón
ron confundirle; vio en la üfHón no tan sólo las reivindicac¡ones Ffancesa.
le de la bLrrguesía, sino tamb¡én el inicio irreversible de una rí!Kpú.
@fércia. i

Desgraciadamente estos camb¡os coincidían, en Prusia, con la muer-


'-{ le (lel monarca ilustrado, Federico ll el Grande, al cual sucedió Fede-
\ri I ¡ico (ffill .\
Quien, recelando de las consecuencias de la Revo- ll
I
,c. l
hrci(,n, se SiD
ab¡ertamente a los ideales de la ff¿illñüig. La obra
I
de Kant chocó contra esta reacc¡ón conservadora; incluso un libro suyo
.- --' l.i
,,,.- I sobre religión fue censurado. A pesar de sus conv¡cciones, trató de
col]linuar su obra sin tener que enfrentarse con la autoridad.
.

,-l
,l
la\7 I Kant rmA$Éirrk*ef$.er 1ml'. Aunque llevó una vida monótona y
..! rcgular, slr enterramiento se convirtió en una sorprendente y espeefa-
.€{ii}cHtdmd6l.F.*{ñ6EffiaF tlonbre pnlo naa de H- Flañdrit
cular manifeslación popular: ¡oven al

,- Í rñúedÍ'ol*t rq,,. Y es que Kant encarnaba en Su propia persona el

;:l
-t
rleal de la llustración: la posibil¡dad de emancipación presente en cada
Inrrbre.Además,elWc*qtra,ffiiÉfúcE¿{úiilGd'fé§ iáuta

\, I La preocupación de Kant: ¿Qué es el hombre?


\, I h6mos comentado que Kant tue un hom- Esta preocupac¡ón por la ep¡ste-

-l
Ya
bre completamente dedicado a la reflexión mología, la ética o la relig¡ón se
filoiól¡ca, pero ello no s¡gn¡f¡ca que viviera al podía sat¡sfacer si se respondía a

*l maryen de la real¡dad humana, alejado de las


pñ)ocupaciones e inqu¡etudes de los demás.
Adaptando sus palabras, podemos decir que
lo quo 16 preocupaba estaba comprendido
una cuestión fundamental que re.
sumía o condensaba las otras tres:
.ffirflhr.e ',J
*i¿

en 6sfas tres preguntas: En definitiva, para Kant, entender y

:: I .
. ¿Oué puedo saber?
comprender la real¡dad y la naturaleza
humanas permitiría resolver todas nuestras
dudas. El ser humano se convierte en Kant
\-l I
¿Qué debo hacer?
en el centro de todo interés y reflexión de ca-
¡ " ¿Qué puedo esperar si hago lo que debo? Écter filosófico-
\,¡
i
257

11

Kant ha entrado en la histor¡a de 2. EI uso teórico de la razoni 42


la filosofía por su contribuc¡ón en I r, rrl

el ámb¡to del conocim¡onto. Fue el conocimiento


revolucionaria su teoría según la se tim¡taba al ámbito del1*
Kant, consideró que la dno ¡it,.a I

cual el ry¡rii€*o Puede ser


s¡no que tamb¡én era extensiva al ánbito de la La
urriv€illd9 r§6átb, Porque se *do, (l()t y
par:t
basa en unas f&*adf+yrdhprl razón const¡tuye, por un lado, el instrulnento del que ttos servitnos
t*lrrs 4¡c 63ñ;¡)n¡tübs los conocer y, por otro, la facultad que guia y dirige nuestra acción' Para LL.'¡,r'
hombres. Eslas d¡sposic¡ones, no cada una de estas lunciones' l(ant reservó un nonlbre especial: l¡tr
obstante,
tf Ú!¡oglFarFar-üqr&,'y'6p*íf i-
5iü (ámb¡to del conocimiento)y r#¡ (áirbito de la ac
vili)¡
c¡ón). En este apartado, nos ocuparenlos de la teoría episten.lolÓgica
lt aa iFrrÉEñ'tltÚ].@, cpaPlle
I
ocü*#ffitge de Kant, es decir, del aná¡isis del uso teórico de la razón' n{,}. ir
I
c€ñs,qrrffiffilffiñ{Gü.
Para comprobar s¡, verdadera-
mente, existe conesPondencia en-
lre lo que conocemos Y la real¡dad
2.1.ffi y qLle
[';lll
l, ;(!
objet¡va, tendríamos que salir de En las universidades alemanas, la filosofía que se enseñaba, la
nosotros m¡smos Y comprobarlo. había recibido Kant, era el racionalismo académico de Wolff Sin em-
rrqui
Posibilidad que, evidentemente, bargo, la lectura de Hume le llevó a cuestionarla' Esto sitúa á Kant Eqp
Kant rechaz ará.
en una encrucijada: la filosofía en la que había sido educado la:;tle
y ...,t!
le había ab¡erto nuevas vías de reflexión eran contradictor¡as' lqJc
-et
Por una parte, los rac¡onali§tas sostenían que la razón, partiendo oecl
',n
de sí misma y de los contenidos ¡nnatos que posee' puede alcan-
luici
8¡r0*dc{ÚF..üie zar un conocimiento universal; por otra, los emp¡ristas defendían
La gran portación dr) Kant fue dar- que la razón sólo opera con el material de la experiencia: como ésle za. Í
se cuen 1 de que el!¡#ltm no es concreto y cambiante, nuestro conocimiento no puede superar
la
es un r€ reptor pas¡ro, sino un* calegoría de Probable. F,t-eS
!rÉ#rrdú, quecc!ñIl@ !

ll¡lQnl ú. Poreste Kant, ¡nsatisfecho tanto con el Cogmatismo de los racionalistas como
motivo, o que vemos no dePende
con el escepticismo de algunos emp¡r¡stas, adoptó como suya
la
tanto d( lo que hay como de lo que l.-nI
nosotro inlerpretamos. cuestión pend¡ente de la Modernidad: ¿cómo es posible el conoci'
miento? Encontró la solución en una J* que aceptaba, en par- t¡.§a
2. Obs rva eldibuio. q(¡iel
te, lo que decían una y otra corriente. La idea es la s¡gu¡ente:

sal y
#. Kanl,l., Ctíl¡ca de la razón pura' 38' mod
S
Los emp¡ristas tenían razón: # conl
to¡Ahora bien, los racional¡stas tampoco estaban completanlente , ít(
equivocados: no{.dñAicnff¡É0É¡Ei el suieto que corroce apoda ryá2
. E) una venlana a lravés de la algo imprescindible para que sea posible este conocimiento El ser c,
( lal veo una nube' t¡ts¡¡lc nos,lir*aaatiri¡Úo*nalién;*pe*s#nü*rylr} 8tr(
. I s un teatro con un decorado. marq irulsf€ttlrurtD. Ponganros un eiemplo' El hombre llo es Est¡r
por la luz
. s una tienda de campaña. como un negativo que, pasivamente, se deja impresionar
)r
sino que es más b:erl conlo utla cálriara foiográf¡ca: la fornta en
qLre ¡

- ¿Cuát de los enunciados te


parece verdadero? ¿Por qué? está diseñada (tipo y profundidad del objelivo' potencia del !:as' q ,l J
C

- ¿Crees que sólo una opción velocidad del ob1urador...) condiciotlará la repíoducción que lleve a
es la correcta? ¿No es c¡erto cabo de la realidad. Ell defirlitiva, #-
,§ C

que depende de la interpreta- 1r*iuma*¡cnp&l*aail¡€e..i*r€É,¡(€fl M


ción que cada uno realice?
@4.
-r#i#-ffi
258

il
11

2.2. A giro copemicano de Kan§


En teorías de Kant fue-
el terreno epistemológ¡co las
ron tan revolucionarias como las de Copérnico en el
ldr¡o- área de la astronomía. La comparac¡ón fue propues-
ión La la por el prop¡o Kant, consciente del carácter innova-
rs§ra (lor y dec¡s¡vo de su planteam¡ento.
r, rr.rra
r)t6n Copérnico, viendo las dificultades para mantener la ex-
plicación de los mov¡m¡entos planetar¡os s¡ conser-
,iolÉa vaba la teoría según la cual el universo giraba en tor-
no a la Tierra (y, por lo tanto, alrededor del ser huma-
no), invirt¡ó la perspectiva. La T¡erra, y juntamente con
ella el ser humano, giran en realidad alrededor del Sol.
Este sencillo giro hizocuadrar de manera más simple
la explicación de los mov¡mientos de los astros.
la\pe f

Aquí pasa lo mismo que con los primeros pensam¡entos de


r Nrht Copérnico, que, después de ver que no conseguía expli-
*,
a',e car los movimientos celestes s¡ aceptaba el hecho de que
todo et ejércilo de astros giraba alrededor del espectado(
intentó obtener meiores resultados haciendo g¡rar al es- Aquiles intenlando asr k soñb'a de Palrcclo.
ici\2.-c pe.tador y dejando los astros en reposo. En la metafísica puede hacerse
rl:-'- elrnismo ensayo por lo que respecta a la intu¡c¡ón de los objetos. Si la ¡n-
nr'liln tu¡c¡ón se tuyiera que guiar por la naturaleza de los objetos, no veo de I
qué manera se pcdría conocer alguna cosa a prjor¡ sobre esta naturale-
ri : za. Si, en camb¡o, es el obieto (en tanto que objeto de los sentidos) lo que I
|.a1i l.I
se rige por la naturaleza de nuestra facultad de intuic¡ón, me puedo re- I
presentar más fác¡lmente esta posibilidad.
KanLl., Crit¡ca de la nzón puta, B-NVI.
lí. ')
ij,ir ta t¡ reálidad fenomén¡ca
tl Kant, v¡endo que resultaba muy difícil iustificar el valor universal y ne- Para Kant, lo que conocemos no
l l)ar cesario de la ciencia en el caso de que supusiera que el q¡faia era es la realidád obietiva, §no aqüe-
llo quo ha pasaclo por fiIestro f¡l-
(tuien sG#aÉtagBfiitiilida* I,aad¡r&r¡"ÉffiS*l§ Ól tro, por nuestra senslbilidad (fe-
Ciic¡', invirtió el planteamiento. El conocimiento puede ser univer-
nónEno). Aún así, suponsmos que
c saly necesario, porque es fruto de la i¡¡iÉl-k*ts (de sus el fenómerio es la reprBsentac¡ón
estructuras o formas a priori) at lÉEstas estructuras, de todos o imagen de la fBalidad externa,
firodos, a menudo se confunden con las propiedades de los obietos. del obieto que la origina. Aunque
En sent¡do metafór¡co, podríamos decir que las formas a prior¡ son
esta creencia proviene del senti-
como unas ffis éfln.A, por eiemplo, ,-!ÜÚl: por una do común, Kant niega la posib¡li-
dad de demostrarla. Esta realidad
parte, nos perm¡ten ver los objetos del mundo, pero, por otra, nos ti- es denom¡nada por Kanl real¡dad
xñ<l ñen la vis¡ón de azul. Por este mot¡vo, es importante recordar que en sí o nóurneno. Para acceder a
s..
I
@¡rffi'ffiffitfrFifFr ella, el suieto tendía que salif de
lFr. exactamente, lo que nos recordará Kant.
Esto es, sí m¡smo y comprobar si el fenó-
meno se coresponde con aque-
,,)í t sta iFrta{pia que Kant reserva al{piÜ
y a las formas a priori en llo de lo qu€s6 supone que es re-
el proceso de conocimiento ha supuesto que su filosofía se conoz- prcsentacióñ. Como este paso es
n
l*D, imposible, el nóumeno se con-
IIA\. c¿l con el nombre de L'Étterñatttl¡ porque
d
i(ffi 6§Üffiffif,!*t{i#iñftÉür srÉt (e#pl
sórr,§s
vierte en el lím¡te conoc¡m¡en-
to, aquello que permanece miste-
l¿ntd-) p€c§0¡l¡ñ.df9fio6¡8it; y tr#ñhl' Porque es- riosamente inaccesible.
lirs ideas son u¡¡¡q*f*ra*qndon{i@€arrerHt\ ya que t¡e-
¡ rdr caiácter a pr¡or¡.

259
11

2.3. t¿ge¡üúXlal deh,**n+S


Dar una respuesta a la controvers¡a enlre racionalismo y entpirisrto
tenía más importancia de lo que podamos imaginar. Pese a que la fi l,
s¡ca de Newtori era aceptada por ambas conientes, en ningutla de las
dos quedaba fundamentada. En el fondo, cada una a su lnanera cues-
I t¡onaba la validez, objetividad y universalidad de la c¡enc¡a. Para los
a racionalistas, los enunc¡ados de la ciencia eran "verdades de l¡e'
cho., es decir, enunc¡ados empíricos y conlingentes. l'ara los enlPi-
r¡stas, lim¡tar el conocim¡ento al dato empírico comportaba negaf e
I
toda universalidad, y concederle Ún¡camente el grado de probaldlidatl. A
Para Kant, un enlusiasta de lá física newtoniana, tenía que encon-

t
trarse la manera de val¡dar y legitimar los progresos que, en su épo'
ca, la ciencia estaba experimenlando. Éste será uno de los obietivos
de su obra magna: la Cñ;Dl'iillF¡ü
Las alllffi56 son relaciones entre e]*Eiñ¡s. Por
ello, para poder determinar cuándo son un¡versales y necesarias (es
decir, científicas), es preciso anal¡zar primero si sus juicios lo sott.
Para llevarlo a cabo, Kant elaboró, enlaCrítíca de la razón pura,ua
#ffi
Ka¡t no two ún¡camente un ¡nterás teó-
r¡c. por la cienc¡a. En su iuveotud se de-
d¡có seriamente a ella: formuló una hipó-
W Jr

Kant cons;dera que un juicio (.El Sol es el centro del S¡stema Solar" o
les¡s cosmológ¡ca que, más larde, La-
placeconfirñaría. .El todo es mayor que las partes.) es un enunciado en el que se tela-
E-¡IIISna c¡ona un sujeto (..e1 Sol", .el todo,, con un predicado (,,cenlro del Siste-
r llElademás. el Sislema
Solar no formaria un univeGo ü ,co v a¡s-
lado,sinoqucc#
ma Slar., -mayor que las partes,r. Es decir, unFo constituye la atri'
bución db las ecüd¡s aorcf¡ied¡dcmrtt#o. Si'
24
,l tr-I-lh
-fna además, pretendemos que sea ffb, debe cumplir l-{ La l¡ar
.¡rü§f:ffi lic.. Je
máso
's!f{¡ü M:aIt- ¡o- log," k.
¡ñb. tar^d
CoIige los errores Según el filósofo prusiano, los fflseríau ios s¡gu¡elltes: y fos li
il
a l1¡r
3. En el si luienle texto se l]an in-
Cr¡ter¡o t-!ü¡ lr rrrü.aór¡ 3üÜe bnlde- nocillri,
troducir o lres eíores. Si has en-
tendidc la clas¡ficación de los jui T¡po ,-irs ffii:.6 .rtrlir¡ Aür(¡¡ ta 1,
cios qr l Kant realizó, te resulta-
c¡encia
No sori extensivosr Son extens¡- Su verdad I Su verdad Cñ
rá lácil Jescubrirlos. no amfiían nuestro vos:arFr depere de la Éü de la Dc nec
conoc¡m¡enlo. Ei aEi- '-i
eüIf¡rcf pr^í)f
Los iuici s pueden clas¡ficarse se-
gún dos :riterios: la c{nprqldóg y
pred¡cado se halia G.a¡t podemos sa- helnos de que an
la valide:. Según la exteñsión, los Carac-
conrprend¡do eñ el t:b aporla ber que son comprobarlos
juicios l reden dividirse en:85tál- suieto, especifrca ¡nformación ciertos s¡n re- en ella. Por
teríst¡- una de sus carac- nueva. que- currir a ella. eso ¡r tienen l- D¡v¡si
cG y a allticaG. Unos Y olros au- cas teristrc¡s Es decit Por ciso tbnen lttfpY' l¿n:l
mentar nuestro conocim¡ento del
mundo. Según la validez se d¡viden no nos comun¡ca .-*i
rrada que no supiá
d {son düt'
tb.
,azo
en:ap ori y a poster¡or¡. Los Pr¡- .¡a
ramos
meros r )n válidos en cualquier cir_ -F. --. tacu
ll
I cunstar :ia y momento; los segun- i -Los solteros son --
.La rccta es la -El todo es -Migato duer-
dos, er cañbio, son un¡versales.
Eiem- i no casados." d¡stanc¡a más mayor que las
:' parles.. 'r" - "l*lá." BEur
plos ccrta e¡rtre dos ,,f
punlos-"

260
H
I

f,kae*---
-l

I lrtr 11
Kant se basó en Leibniz y Hume para establecer las comb¡naciones
posibles entre ¡uicios:
!,)
l;' Verdades Cuestiones
Hume Relaciones de ideas Verdades de Leibniz
iz
de hecho de hecho
:is
s-
sintét¡cos a Ju¡c¡os analíticos a
')s

Juicios exiens¡vos que Son ju¡cios que t¡ene,¡ váñdca udt gral y necesidad
¡i-
mient(), pero que se lógica, porque núprovienen de la erFdLna. Sin
en la experienc¡a y que, por lo tanto, tienen un #
embargo, por esta misma razón, ta{e
Li. carácter contingente crrñÉBBiE{r§do
't-
f-
.iS ¿Es posible que ex¡stan if,lñ§, es decir' que 4tr{*ffi¡f,*rÚo d.'qn-
.olperodelosquelengamoscerlezaagltl,estoes,quesffir
qLlrgr*ÉlHltÉS¡Kantsehubieralimitado.aloquelastradicionesfacionalista
.)r v hubiera tenido que responder que no. Kant acabó siendo autént¡camen-
)s te"rlffi-üáán,
innovador al cons¡derar que existia una tercera pos¡b¡l¡dad: los iuic¡os s¡ntéticos a priori, ,l

'). o se.r luiclcs q|le satisfacen las cond¡ciones cientil¡cas

ia Son juicios que, por ser l&.s, son (am-

1
plían nuestro conocim¡ento) y, por ser *lI¡¡,
gozan de
!l|¡IÉ-1. -OS
Son los juicios propios de la c¡encia.
Jr !.:ios sintéticos a Priori Según Kant, son asi los paüG#ac de las m¡ll¡k}
ir É{ffia..

I.
2.4.
t.a gran obra de Kant dedicada al conocimiento y la ciencia es la t¡'f
ffi. Este titulo puede parecernos un poco enig-
tnático; para entenderlo, hay que conocer mínimamente la term¡no-
logía kant¡ana. Cuando Kant habla de criticar la razón se refiere a la
ffir,
taiea de crÍticamente, cuáles son F'-rr'G
l¡I.¡-'I,llÉ5n. Ésta es, ciertamente, una labor fundamental
a lil llora de establecer y fijar las posibilidades reales de oblener co-
noc¡rniento c¡entífico. Sólo si sabemos cómo funciona la razón y has-
ta dónde puede llegar, podremos establecer por qué es posible la
ciencia y cómo son pos¡bles los iuicios sintél¡cos a pr¡or¡'

[re l¡echo, para ver lo que Kant dijo segu¡remos, muy de cerca' sus
propios pasos, es decir, avanzaremos por cada una de las partes en
que analizó las facultades que intervienen en el conoc¡miento'

Div¡siones de
Estélica trascen
la Ct¡t¡ca de la
denlal
razón pura

Anal¡za la S.lnsil),1(liral [:ntendirnrent(] Razon


f¿cl¡ltad de
¿Cómo son posi- ¿Cómo son posr- ¿Son
posibles loa '
Responde a ;bs bs i-bles los ,-F jr¡LEr i

la pregunlá l-¡l+f-iii
t-
-a-.--
26'l
11
L¡ ¡¡lúüc¡*Úi } üúalllfÜ'*rñÉnr*l L2.Qt'

F#lüpl-
En la estética trascendental, Kant analiza la Irrl:r,
El termino sffiD Prov¡ene del vo- @to: s-Lld' Esta repe-
la :v ril
cablo gr¡ego f,É, que s¡gn¡-
senta la capacidad de abrirnos al mundo, es decir' #l
la rri\s
fica'8.trrifu ' y'qn*tlhd'. necesaria para podernos constru¡r una representación
de la realida(l' l;i .l( l
Poster¡ormente, Por extensión, se '

ut¡lizó para referirse a la üGaPha ya que todas


ellltütf Todas las especies animales poseen esta capac¡dad'
encargada de biel)' est¡
se representan de alguna manera lo que les rodea
Ahora
E§E6..d{lf*,
imagen que nos formamos, ¿es idéntica en toclas las espeoies? ¿Sielr
un del' Lrr r i;¡
tenál.mundo de manera similar un ser humano, una abeia o
,

con I l, ;l
fín? Nuestros conocimientos actuales nos permiten contestar
aparato sen' sÍr'()
cierta segur¡dad. Sabemos que cada especie Posee un It '¡
part¡cular' Así por
sorial qu; le hace perciúir el mundo de una forma
ejemplo, mientras que los fÑ vemos las a-aÜias' las lírA¡rrl
I
\tre' Cómo son en realidad las S( r)r
I
iitág'en camo¡o, las perciben l¡úlqd.
I amápolas no puede ser captado ni por el hombre ni por las abeias'
l
Kani lue uno de los primeros en intuirlo: lrtEa!ñ¡ltio- Co

i
*tqel
ffi. (le
ta
La'!51Ód v Xt§ElF*edSSD' pero
es como una
-Qa
que, al mismo tiempo, nñdr*§*3#l6álo$FriÉe¡q ,el{
I._,ó Y es que esta facultad está constiluida por unast
a lecibirlas impresiones
#tirüln 'et''
de una manera determ¡na-
da. Para Kant, Eñffifrl :lel
qr¡r*bsno
afecta tan sólo a l]uestra ;il

,*nfffi,* necesario
percepción de los cololes,
ffibffiroürlÉá¿ide-
tñrÑü¿P¿¡65¡*
l

I
I

Cra
¡tit¡Jtrl
ü,- J li
El c!ñio*rr.uniYpad Y fifel espac¡o tiempo.
Y el (q) lt
que ha de tener cualquier a¡Ülci L
(para serlo pop¡amente) es un ras-
ES*.t fbrpo son las o
l¿, -e¡
qo que ún¡camente P.¡addr'ü* f6ffi de la sen-
pffiterlÉ e*r¡cfi ,ra¡&Éf ior' sibilidad, porque son árltü-
Str r §(
va áue éstas no'PÉfÉncrf üQ lar r¡or-cb€.Fbria de-Y
l{r.rr(G*t6qt¡6Erüdehto- terminan la manera en que
[er]drj
r¡I{e¡ " podemos tenerla. Y es que
tás qE¡'rüic-FFÉnestecü basta que nos Pongamos a
rffiiF.lor¡ .'de tfin¡Üdüá+ pensar un poco para que rf
porqua tanto h e mf¡ca como la
nos demos cuenta de que
q.¡fñilfa §rrlEPrt do las f&
,5 ryüd'de hráqlsibliüd. La es imPosible rePresentar-
gGüría seria la c¡encia que es- nos alguna cosa si no la sF
tudia las fdat¡(ru aspecÉs (las luamos en un lugar Y un
condiciones que ha da cumPlir momento concretos. Goelhe asontado a ta ventána, de W fischbein
cualquier obieto en él espac¡o). La
fttñil, Por su Parte' 3e ocupa Cualquier representación es urra impresión situada 6n el
espacio y el
d&hF, Ya que la sab.n¡n& -
t t¡empo. Por eso podemos Cecir que las intuiciones
o impres¡ones
rior es, para Kant' una s#l6h sensor¡al y de las cs-
t.rrf.rát. del mundo son una síntssis dél mater¡al
trucluras intemás (espacio y iiempo) del flrot:'io suieto.

262

T
llrir 11
lc¡- 1 La analítica trascendental: un análisis del entend¡m¡ento
Er la estética, Kant trata de la primera facultad de conoc¡rniento: la
'3-
li
ifttis que aporta, s¡ bien resultan imprescin- {nl@
El térm¡no hace referen-

ad- ry6* Las cia a la función que cumPle el en-


r¡qet!§f.'ilfiütilÉnto' S*ir-
di6É-para obtenerlo, todavía Ienolmlenlo:AI ltÉatrr:¡
td prediUÉtÉ*sd§&dñadesa/GFd.'tÜñ*tfÜítpc rmlEflos
pero todavía sailg§§c ú.hlh3ÜflHb. Para que propor- IsÉilru,l|lrEf$ilidrd
¿ts
cionen conocimiento, e.É*rlL#flfflÉ-y-süÚdodc: ésta es,
;t a\-
t)-
prec¡samente, la*tdel *xf§ilú.
En la analítica trascendental, l(ant analiza la ¡qu\& tÜtltrf.t cQ-
ln rüIü (#l.a¡lb. Éste se caracteriza por la flffir¡t'
el
n- -.-.irfffis a partir de las ¡ntuic¡ones de la sens¡bil¡dad. Lo
ot hace mediante los conceptos' Los co#s a!ñqarr*-rl¡n
3S h rffdqtfqdd.ó'tmpñEtunG, dslá¡dQtíHp s€rfido, con lo que
rc convierten en los
-hra,.*..Arl.I¡.¡tf.reFq*if*{9fe-
s.- H¡egún Kant, existen dos tpos de conceptos: 'I

provienen de la e**ria'
el
- CtEáeomÚits:
de observar y compara( se extraen las c^-e-t
Después
,ll-
I

de diversos obietos ye{@rt cqr@to6 emoJos da ca§a' ag- 1

**&reflo. I

Kant las llama también oñÉs Prs, ya que, a di-


.)'
- OtG[ñá]
ferencia de los anteriores, no provienen de la exper¡encia, s¡no que,
]S
muy al contrario, son estructuras aÉ*ül{¡1tt'ütltr!D.
Las ca- son
entendimiento que servi- s¡ntéticos a
tegorías son creaciones espontáneas del la
rán para agrupar y estructurar (o66frt) ln-'ü& La c¡enc¡a llca constituye, según
silttl¡d. Kant deduce, partiendo de los t¡pos deiuicio, doce ca- Kant, un conjunto de liÉd¡p
e&
legorías: tüI&,phl#. trúdad,ñ*ffi' nog*,e,'ib*teüfu ' ' Ciif,n¡cb.rÓnño.@s.
s#x*+€É' GJtÉú5' pffilil rstitilÉrtckylreostdart' Ahora b¡en, aunque estas 5lEs, o

Ca(la una de las doce categorías constituye un @4aju¡jo de


los casos cqncretos subsumidos
en ellas,
conten¡clo; tr, por lo tanto, el mater¡al que aporta la r¡l{¡r - ,no
dúúÉúe@. Lo cierto es que, Para Precisamente
que l'laya coaGÉir ldÉr son imprescind¡bles tanto las inl*lime de en este punto es á el que s€ equ¡-

la sdl&d como las cahf¡¡*?iCal€4t€fxürrÚonp' Lastr*ñ§ los ampiristas: los Pllr


sin es'.rr subsumidas en conceptos, son intuiciones iÜüÜtr¡ t
rÉÜab; las sql*t sillel mater¡al de la set(¡d, se que-
{l¡n '6ütñb. Sólo la cñirrrciindoúEúy€ÑF*lcr'- eJemplo, el princ¡pio de cau-
reffl*itttlr{trraño u úbi6io & @G€eTn* sd¡daa, según el cual entendemos
I
que todo fenómeno o aconteci-
Su¡eto m¡ento

Sensibilidad I
l ll
rnt".ra¡.i.nto I

Rec¡be Estructum
rmpresiones
Esto es lo qve PoPicia la ex¡sten-

i-¡t
¡

I
t__
l-rl
c¡a de los juic¡os sint&io6 a Prio-
ri d€ la'lfsiñ:.sus PrlnclPlos str-
gen.do 16:catoEprías qu€, colrlo
I ya hemos v¡sto, sonBürróturs a
I Eslructuras a priorr Realidad priorl ddisffiimiúto.
para mí ,'
I

263
11
La de la
En la tercera parte de la CrÍica de la razórt ¡tuta. K¿nlt analiza la taee'
El término diarócüaá es muy ant¡- ra de las lacultades cognitivas. Una vez qrte cl entetrdimiento lu stlt¡ l tirl
guo y ha s¡do usado en muchos sumido 16 ¡mpresiones bEo cor¡cept6 y los ha asoc¡ado forntando ¡ui
sent¡dos. Kant, sigu¡endo una lár-
ga trad¡c¡ón, lo emplea eh ún seh-
cioq la razón entra en escerlA relaconando estos ¡uicios ett atguttut
t¡do negativo, pués lo:asoc¡a a la taciones o razonam¡entos que trat¿lrl (le proporciollar corrocirl.lielllr)r;
lóg¡ca de la Scie¡qá, klli.6ón. cada vez nt:is getlerales. La razón es, por lo l¡llto. so(illll l(ant, la fa- r Ir 1

Es comprensible que dé este nom- cultad de razonar o avarlzal


bre a la parté donde se analiza Ia ¡r.(¡r i

rázón, porque ésta ca en enga- Sin esta labor de la razón, el conocimielrlo scrra fragmentario. Grac'as :!
ños e ilusiones cuando traspasa a los razonamientos. englobamos los iuicios y las leyes del entelrdr
los límh€s del conocimiento en lrl miento en principios cada vez más generales. (lue nos pernriterl exl)li :íi
hfEqueda & prtxrp¡os g€n€ral€§.
car una mayor cantidad de lenómerlos. Esla terrderlcia está rllaloir(l¡
por las lormas a pfiori de la razón: Ias tres ¡deas trascendentaleg. \i;
l ,)l

ldea de Atma ldea de Mundo ldea de Dios i¡l


or ¡ic
Balo esta rde¡. a ra Eslir raiea srrva lr¡¡¡ ¡lntft- Eaio esla rdea a(lrt¡ir¿nr,)':
lant() 0s (:q¡tc'rrd(E (lc a ex rd
zón subsunle todos car t trill¡r corlr(, irrr kxI¡)
los fenónrer¡os subio- los fenónrenos de la et- oerie¡lcia ¡rtter¡la como (, i r§e
tlvos procedentes de perienc¡a externa Asr. (]r, te,rl'l()s rle l¡ experre¡rc il r,..:l¿
I la exper¡encE rnterna. co¡s dera qle los ienó- .¡xlerna [:s. Por el],,. elPrin_
l
Los unil¡ca. dándoles crpio rrriis qeneral. err ta rl,,
l
idenlrdad. balo la ¡dea .lue unilrca los lenon¡enos (i' I I rr.l:;
l de Yo. mundo. Yo v tarnt)ién los rlel N,ltrrr,l ,

I It I lt:;
Existe un uso corfacto y Lltil de estas ¡deas cuartdr-r se las trala col¡x)
r.l lf
principios reguladoes que orientan a la razÓn en su búsqueda de pnn
'II cip¡os generales. Eit este serltido. la ¡ azón l.to collstitt riría una la': ¡l-
l/lOS
tad de conocimiento, pero facil¡tarE lus e^llos err esle ler¡eno. siem'
pre que se limitara a entender las ¡deas tlascelrderttales como ob¡e
I r¡roti
tivos ¡deales que es impos¡ble alcanzar. Sirl embargo. exisie un uso
lraudulento que no contribuye al avance del col]oclnliento, -§ino (ltr'l
Alror
aboca a contradicciones. Este uso resulta de considerar el Yo. el Mun- irt
do y Dios como realidades objetivas. es decir. considerdr que es[as
{AIr r
ideas tienen un referente o correlato en la real¡dad. Considerar el
rlt
Alma, el Mundo y Ctios como realidades conduce a la razón a inten-
l.qta
tar conocer estas ideas: entolrces es cuando traspasa los limites de
iferenc¡a lo que es posible conocer, y es víctima de ilusiones y de elrgaños.
eñ las
tica de la razón
Ordena lo que has aprend¡do
tica Kant -{.
4. Después de analizar las tres facultades cogn¡tivas que Kant. ¡nvestiga en la
i,
Cil¡ca de ta razón puru; estás en condic¡ones de complelar la s¡guiente tabla:
Elerneñtos a D¡sc¡plina
Facultades
pr¡ori relacionada
Estét¡ca
I Sensibilida,-i
lrascendental
Ara¡rtica
Categoiias
sí la tie- trascendental
nen las o la lísica. Dialéclica lvlolnfisica
trasceridenlal

264

k
I l, rt 11

2.5" La posibilidad de la metafísica


r(,* \h llernos visto que la teoría episten]ológica de l(ant le obliga a ne-
¡b-
iu[¡' rft| Veamos por qué:
.-P (frtt¡dryylXnto
La (Alma, Mun-
la t¡rttÚt¡I*¡.bffiflffi
do y Dios) s- [uYnano no
;. rü¡IEIC{| Es dec¡r, *!o tmll a oolffiüprE*ic
rt-cpú§t*ffiar*inESfr{¡ón, slxlue las conc¡be Puede conott(
¿l§z
Ji-
c.mo rüf{h que d-- .r+Iúf¡cdadañclo que lo eUa)ulorJE)o
ocurre. Cuando la metafís¡ca sigue este proceder, cuando emplea así

:li
estas ideas y trata de conocerlas,
Preciiamente estas conlradicciones y engaños
ú#iffifat'y tx'tfd*9c*x!é¡
alsfiIÉüf) ü*¡
lo ftnoyneh¡¿.r
po¡ialcp 5*dn fmü}l* tE ffidorit*s. ) R€lo h tlo
I 4r¡¡ÉEH$m(Filftstiir, que
Kant ve en esta práctica la

s *ri'Eis.ffi úhffffid dl §F
do baúsrÉrn€noo y €ooad.r
I mFásfrs ilqíainel rÉm.crimibl para
el ser humano, constituye el lÍnite de aqlDllo que puede ffiHlLa
llú
-rr. hle¿IñlltFgtpefar é§té llmiD. Precisamente eslo es lo que la
o condena. De todas maneras, para Kant, a*s'lalffifhfoa it§tt
#ebs pe»¡ür¡¡daCnedc€omitrbto' Ecaeá{naim-
rfñtfrMúñrúser,turano: ar¡añzef ?iáda i*lñ¿ÍJÜs'cada v&
|qtclE.r
to La lazó[ la facullad humana nras cfalle

¡-
Lanc.nd¡sc.ffi ¡¡r,rirri ni llegará nunca a serlo. Cuestiones cida. sób nos oraeot¡ v nos qrua cuaodo
I
I

conlo bffipssorf l, la irffitehad.# éÚma o'tdgÑtlrctárÜe es usdcla ¿oecuacl¿mef¡le Coll,L,ldr 0rd


iicamenle represenla Goya, la razon, sl qp
U¡)sfs¡ás pod&h s€r d€r{iodra&. La razón pura o teórica, como utiliza mal, puede distoasooar y sear iltF
illenle de conoc¡miento, no puede resolverlas. Por este s¡on€6 monsruosas.
r 11)livo, desde el áml)ilo del conocimiento, solamente se
l,Lrerle justificar con coherencia una posición agnóstica.
,\lr.)ra tlien. el ser hurnano r.lo se limita a conocer, sino que
r llll)ién vive y acttia. Tal vez estas ideas trascendentales
l^hna, Mundo, Dios) hallarán su lugar natural en el ámbi-
to de la razón práctlca. Tal vez lo que resulta ¡mposible para
ti! razon teórica será factible para la razón práclica.

¿Estás de acuerdo?
(,
5. Según Kanl, la .eal¡dad en sí, el r- permanece L-'
. Cuest¡ones como la l¡bertad, la in-
tl¡ortal¡dacl del alma o la existenc¡a de Dios rest¡ltan ñ
I;r De lodos modos. Kant de¡a un II-, y
re.¡noce qrle. segrrramente, {Illts¡-- E

'-
¿,Estés de acuerdo con que estas ideas son incognosciblé.s,
ris (lecir, inacces¡bles para el ser humano?
S¡es a§, ¿tamb¡én estarías de acuerdo cofl el hecho de qu€, §
-. ar¡rque no sean demosJrables, ocupan un lugar central en
la ex¡slencia hrxraña? ¿Oiró tipo (le papel desarrollarian en
ella?
ü

265
:
11

3. Et uso Práctico de la raz6nt 3.1.


la ética Llr- \.
qrÍ{;r
Kant ya h¿r conlestado a la l)re!,Lrrrla: "¿Que
K;rr .lt
puedo saber? Sin elnbalgo, el hombre lro larr
anlnrl
sólc¡ vive (le conoclll rielltos Clertanlelll') {ll
l(, rt .1 I
hombre lmce un uso teÓl¡co de la razÓn' pelo
tamb¡én hace un uso práctico de ella' flo so ()r
lan]ente es un sel qLle conoce, sir.lo qlle adc (tug{ r

nrás es un ser que actúa y que se vale de str SCl, ri


razón paÉ guiar y or¡etrtal su acción- Asi la ra- |ltc)x)¡l
zón pula se convierte en razón práctica ouall
do se ocupa de guiar la propia voluntatl' Por Ét¡.r¡,
eso ha de lesponcler a las dos Pregurltas que
quedan: "¿Qué he de hacer?" y "¿Qué puedo Kar\',
esperar si hago lo que debo?" La resptresta ta (. , r)l
se puede encontrar en la Crítica de la razón
éli(;tn
.1 ptáctica y en la fundamentación de la n]F-tall: Son
sica de las costumbres.
- )(
Le maldic¡ón Peterna, de Gterze
(lec
.r¡ll

3.1.ffi ¡.{",
)¡qu
y se
Muy a menudo se valora la aportación epistemológ¡ca de Kant
I olv¡da, en cambio, la no menos revoluc¡onaria qlI¡ñ¡HA' e()ll
posterior' I
No sólo asentó las bases de la filosofía del conocilniento
sino que tamb¡én dio un giro completo a los plantean¡¡entos de la
palabras del
filosofia moral. Y esto último, si tenemos en cuenta las ll ltlli
propio autor, todavía tiene más valor: 'Yo soy un estudioso y siento
pa-
ioda la sed de conocimiento que puede sentir un hombre' En un
enton-
sado creía que esto constituía todo el valor de la hurnanidad:
ces menospreciaba al pueblo en tanto que gente ignorante
Bous- ..ll!¡
¡
seau me desengañó. Esta superior¡dad engañosa se ha desvaneci'
para que
do; he aprendido que la c¡encia en sí es inÚtil si no sirve ta, I

se valore la humanidad'' #
: ¡"s,$e$ -@'¿-tn*# lac
- -,--'A§-= 3, l o#. Y ello, ciertamente, ya no es responsabilidad de la
I -.-Jn
t)ricLrr'{.iiloiÁ;i razón teórica. sino de la razón práctica.
^- ;!y,.'s)
t,
I
lllef
Et, según nos confiesa Kant' ffimT
§.

-\le
:'r -"ñ!,s>: -ft#m Una de las anécdotas que se explican sobre
Kant puecle servir para imaginarncs la intluencia
que luvo el ilÚstra- l¡c i!-l

do fráncés en este cambio cle rumbo en la reflexión kant¡ana


§t
protagonista de una il¡# dice Esla§ (
que en les. P¿t
sd¡,apary), llegó tarde a sus clases sólo elt dos c¡casiones' una sal¡vál
por el estall¡do de ia Revolución Francesa y la otra cuando l¿ lleg:'-
ll
-r.riii::>) ron las obras ds Rousseau, cuya leclura le elltusiasmó tanto
que per-
Sus rntt
mln ¡
dió la noción del tientPo. piedacl

266
#ffi=' :

,rLr 11
3,2. t-a ética tradicional
Después de reconocer que, por encima de las cuestiones leóricas, lo
ué que realmente nos inquieta y nos interesa son las de orden práctico,
Kant intentará responder a la pregunta .¿Oué h€ de hac¿r?". Kant,
el a¡rles o'e ofrecer su propia respuesta, hará L'n anál¡s¡s exhaustivo de
lo que i]asta entonces se habia propuesto en la reflexión ética.
;o
Cuanclo anal¡za las ét¡cas anteriores, Kant llega a la conclusión de
que, a pesar de la enorme var¡edad de normat¡\,as ét¡cas, todas pre-
SI'
sentan un denominador común: se trata de éticas materiales. Vea-
.a\-
mos en qué cons¡slen.
in
'ol
U(
Co
r-
Kanl consldera materiales aquellas r- que acaban s¡endo una l¡s-
la de n-s. Según elfilósofo prusiano, muchas de las
5n áicas tradic¡onales lo son y, por ello, adolecen de d6 IE¡I I

- 5i, ya que t¡enen contenido. Nos dicen qué l

debemos hacer o evitar: "Has dé decir la verdad-, .Has de obe-


1

decer a tus progenitores., .No has de matar.... Su ,¡


li¡5¡ts y en ella comprobamos qué c-És son
pff¡o que nos hemos propuesto. i

ry¡|¡n
Son éticas que -
(la felic¡dad, la salud...)

-as üIhen eltlino


y que que hay que seguir para alcanzarlo.
et-_1,
Sc,,, por lo tanto, ya que promueven deter-
Í¡r
minadas acciones en de la @iñgratif¡cac¡ón que
se sigue de su cumpl¡miento. Por ello, se componen de normas o Esta imagen típica de la lluslración n1r¡es-
preceptos que señalan la actuación correcta y que Kant deno- tra la r€zón div¡n¡zada rind¡endo culto a la
t-^t -
lib€rtad y la hudd-. Por eso puede con
tri\- m¡na imperativos, a los que considera de tipo hipotético. . - side¡arse adecuada para simbo|zar la etr
.
ca racional, con caaácter umv€rsal y au-
,i
l-os -t-s ordenan o prohíben üna acción en tónomc, propia de un ser libre, como el
Ít¡nción del objetivo que nos hemos fijado. Así, una norma como ser humano.

lr, lf¡-.
"rrgbesunryrIi€r.Setra-
sólo nos obliga si hemos aceptado que

por
ta, .Si quieres
lo tanto, de un ¡mperat¡vo condicional: con-
lrl servar la salud, no bebas en exceso". lih--
lffio.
rylgEl' Porque arÚa-E se halla *
l-l
%LasE- ,tl
t
rtffin Lrna serie FrrGr(la
de fe-
lir:idad, la salud, la perfección...) áf-F;IÉf-bs
I
I
t,

dos características
t stas hacenffi
rl
-tPara Kant, una ética auténticamente humana ha de ser t hr-
't'-"^-'
-(,/fEr-r ry ün
't
!
(basada en la üt¡, y la c-r
a). Estas dos pro-
.-iF
-fiD ,,,,,,,.,-f
,i

J
267 I
¡
11
3.3, I-a mayoría de edad del hombre
Kant rechaza las éticas rlla[eí¡ales (empiricas y heteróllon]as) l¡rt(lij''
) r rlr
considera rlue ¡)o son propias cle un ser lnayor de edad ccllrr ' "l
t ser hulnano. Cotno ya villlos en la u¡id¿¡tl antel i.)t la llustraciÓ I r"'
sotlre todo, utta relvrtttitc¿crÓn de la libertad y de l.remanciPación ¡\..
) respecto a cualquier sujeción o def)enderlcia. Karlt rlolllflarle oll¡ il( I

idea, cree qUe ha llegado la hola en la qtte el llotttirtc st: llaqa cirr <ii!
go de su vida y decida por si rltstrro. [sta enralrcil)ac¡Órr exigo rrrr;r
ética autóno¡na, en la que sea el propio lrolllbre quien delerl¡¡irrc {(
I ¡
la ley moral. y ello es inconlpatiLlle corr trrra ólica tnatt:ri;tl; pot ost'
l(;
? Kant defiende la necesidad de una éllcn /orrlral. -{.,
!.,4

'lt i
a't i
.,(- átr*rrn¡ r va
Kant cons¡dera éticas formales aquellas que ffiao'
es decir, que rrre{de§,{¡.Álútm€.dÉtl¡ear' sino que sólo tttts ha
\ iÉl dñlro.{o¡mslmffl¡raáffi, Son, por lo lanto, éticas de la
forma:-nos orñ..haz
esto o haz aquello", sino que d-a el'
Ésbozo del Juramenlo del iuego cle la pelola,
de Davrd.
ñla l-¡ en que hemos de actuar. -)

Sll
Los imperat¡vos de esta ética no son hi-
¿Cómo actuarías? potéticos, §no que son categóricos: obli-
6. Después de forotular el imperativo categórico en el principio de uni- gan y exigen cumplimiento s¡n condicio'
versalidad. Kant lo ejempl¡I¡có de la siguiente manera: nes n¡ excepciones. Kant foflnula el'h
Un ind¡viduo se ve obl¡gado por la neces¡dad a ped¡r que le presten l-_o del siguietrle nrxlo:
dinero. Él sabe muy bien qúe no podrá devolverlo pero tambié¡ ve .Actúa sólo según aquella máxitlta por
que no le deiarán nada si no promete l¡rmemente que lo devolverá
la cual puedas al m¡smo tiempo quercr
en un liempo determinado. La máxima de su acc¡ón se expresaia
asi: "Cuando crea que neces¡to dinero, pediré un préstamo y nre que se convierta en ley universal.. i;o-
comprometeré a devolverlo, aunque sepa que no lo haré nunca". nocido también con el nombre df
¿Es justo?... ¿Oué pasaría s¡ m¡ máxima se conv¡rliera en
una ley
l-,<Drosdicef
universal? Aquí veo de ¡nmediato que nunca podrá valer como
ley uñive6al.
ItI-(bebero no en ex<:eso),

Kal¡i,l-, Funcbmentación de la ñeta[¡§ca de las coslumbres.


salizable) que ha de tener cualqu¡er lná-
Evalúa la sigu¡ente aplicación del principio de universalidad de xlnla para llegar a ser realmente una nor-
!
- Kant. Un profesor se encuentra ante un alumno que ha obteni- rna moral. En el fondo, es una esl,.ic¡e
;

do un ¡nsuficiente, pero se lrata de un alumno qúe ha mostrado de refornrulación de la ar¡t¡gua ley de oro:
I
trabajar mucho en clase. El profesor se pregunta: "¿lle de apro-
barle?". y quiere soluc¡onar su conll¡cto aplicando el principio de
S
I

un¡versal¡dad. P¡ensa: .A todo aquel alumno que obtenga ¡nsufr - Recoge una alltigua
c¡ente pero muestre que ha trabajado en clase hay que apro- consideración del hecho moral: creer que
barlo". Sin embargo, a cont¡nuación se pregunta: "¿Es iusto?", ffii
I
l .¿no es el deber de cualquier alumno traba¡ar?'. Y n¡ant¡ene el
insuficiente.
6
r'--r§.
i

lnve ta otro caso. Aplica de modo sim¡lar sl ¡mperativo categÓri-


lr
I - co de Kant y precisa cómo se deb€r¡a actuar.
:

Kant fOrmUló elimperativo Categórico de


I
'- otra manera que todavía encaia melor
I consupreocupac¡Ón: "%
i
Ñ. Esto signilica que hemos dec

.
I tllDs.
264

{T
l

11
Actuar de modo que tratemos a los demás como fines y no como
JlÚr¡¡.ü-,,
¡nstrumentos sign¡fica rea. Por ejem-
Todo ser humano goza de dignidad
,rque plo, si elogio a los demás porque deseo obtener un favor de ellos, no
como Persona. Por esta razón,S
obro de una manera moral, sino ¡nteresada y egoístamente. corrÉ*ahle¡(lo,rá mofü
lriÍ.'6 d lú pr€*lFr!ñ.r"¡¡mi
c;l- re&Eiáagflgca
Para Kanl, a*lÚFb esdec¡r, *tr€Gácbre

c§,.
Ges decir, por Íespeto y amor al Esto signif¡ca algo más cornrf-úiñffiñtrffi? no,
-r.
que actua!' externamente en conformidad con el deber; es impres- egffi,ffi*lElo.
C}F cindible que haya un convenc¡miento y un respeto interno hacia é1. 7. Completa la tabla siguienle con
t.,. otros ejemplos de los dos tipos
!llte Con un ejemplo entenderemos me.¡or esta distinción kantiana entre de comportamieoto: aquel que
c .--ffiFrmobjÉ,t&lefdprepddlbe (tHd g{¡- valora a los demás como l¡nes y
É-úru'r- t-ñryf r*üe{¡rseÉ).Supon- aquelque únicamente los valora
como medios.
gamos dos tenderos que se comportan de una manera honrada y le-
Valora a los -
gal, sin alterar los pesos y cobrando aquello que corresponde al . HéOUCe a tOS
seres numa- seres humá_
valor de los productos. Uno lo hace porque sabe que, si no, a la nos como ños a medios
ido, ¡tnes
larga perdería la cl¡entela (¡rian a comprar a otra tienda); el otro lo
i'i( hace simplemente porque cons¡dera que ése es su deber. A pesar
. Reconocer . Hacer la pe-
ela los méritos lola al pro-
de que externamente los dos se porten de un mismo modo, sólo de los de- fesor para
en el caso del segundo tendero podemos hablar de comportam¡en- más. que nos a- I
to auténticamenle moral. SÉEa{,ffi pruebe. I

Iri- eceL§e'' I

rir I

::ic 8. Una vez que nos hemos acoslumbrado a su terminología, la teoría ética de Kant no es tan complicada como parece.
A partir de un texto del famoso libro E mundo de Sor,b, de Gaardet ¡ntenlaremos trabalar el vocabular¡o ético de Kant.

,.!r) -- Coloca cada uno de los s¡guientes términos en el lugar del texto que le corresponda: ffi, razéñpráatica, pe-
cepliva, f¡n, nledio, ca+egórico, ffi¡ver€dl.
i
.-Kant parlia ya del punto de v¡sta do que la diferenc¡a enlre el b¡en verqaderameflte real. En e§o estaba de
y él mal es algo
¡cuerdo con los racional¡stas, qu¡enes habian señalado que es ¡nherente a la €zón del hombte el saber distinguir entre el
i¡r bien y el mal. Todos los seres humanos sabemos lo que está b¡en y lo que está mal, y lo sabemos no sólo porqug lo hemos
aprendido, sino pcrque es ¡nherente a nueslra mente. Según Kant, lodos los seres humanos tenemos una .t?1.111...., es ae'
Ir ta: P( ¿C{r;
cir una capac¡cad de razonar que en cada momento nos d¡rá lo que es bu'eno yloque es malo moralmente.
iol .-¿Entonces es algo ¡nnato?

-Lit capacided de distingü¡r ent.e el b¡en y el mal es tan innata como las demás cual¡dades de la razón. De la misma ma-
ela que todos los s€res humanos l¡enen las m¡smas formas de razón, por ejemplo el que perc¡bamos todo como algo de-
lerminado causalmente, todos tenemos también acceso a la m¡sma ley moral un¡versal. Esta ley moral tiene la m¡sma val¡-
Cez absoluta que las ¡eyes fís¡cas de la naturaleza- Tan fundamental es para nuestra v¡da moral que todo lenga una causa
conro para nueslra vida rac¡onalque 7 r 5 = 12.
t¡ r
qué dice esa ley moral?
-¿Y
que es anterior a cualquier expedencia, es '.'L.D i, e. ¿eci , no eslá relacionada con determ¡nadas situaciones de elec_
-Dado
c¡ón moral. Es vál¡da para todas las personas en lodas las sociedades y en cualqu¡er época. No le d¡ce, por tanto, que no
rielres hacer esto o aquello si te encuentras en esta o aquella situación. Te d¡ce cómo debes actuar en todas las s¡luac¡ones.
l -¿Pero d9 qué nos sirJe tener denko una "le), moral" s¡ no nos d¡ce nada sobre cómo debemos actuar en situac¡ones cle-
tsrn'iñádas? n v..rrlr....
-lGnt formutó ta tey tnoral como un imperativol.l..li(i, con lo cuat quiso dec¡r que la ley morales "categórica", es decir, váli- t
rl¿ en lodas las s¡trlaciooes. Además es un -¡mperaliío., es dec¡r, es r. . . o, en otras palabras. completarneñte.ineludible.
-Vate... Y( ri\\é t ¡rg'a' .'7|'¡>';¡,¡ )
l(,
--.No obstante, Kant formula este .imperat¡vo calegórico" de varias maneras. En pimer lugar dice qúá "s¡empre dnles ?c-
luarde modo que alm¡smo tiempo deseés que la regla según la cualactúas pueda conven¡Ge er una ley l/nirq\
)Cl
.)'
dec¡r que cuando yo hago algo tengo que asegurañne de que desearÍa que lodos los demás h¡cieran lo m¡smo s¡
-Oi¡iere
se encontrasen en la m¡sma situación. ¿Es eso?
I ,,Exactamente. Sólo asi actúas de acúerdo con ta ley moral que tienes dentro. Kañt lamb¡én fofiñuló el ¡mperat¡vo categó-
rioo dic¡endo que "siempre debes tratar a las personas como s¡ fueran un .. u .... en sí y ño sólo un .. ... ..... . para otra cosa.
r,h tlyd, o

269
11 5e éCf mir( S,n ?R,rq 6¿5,
4 B¿K ( vla
c{ro> ¡2¿ 7r¡remi{vrlrrl
3.4. Postulados de larazón
Sólo cuando lo que nos mueve es la voluntad de cutllpli con tntos
tro deber, podemos decir qr¡e somos morales. Ahora l-¡icn, l.¿1.:lar rl,,
moralidad p¡'esupone aceptar que sotnos seres cotr capac;dad pata
decidir nuestra actuación. Si no pudiéran ros escoltet entre hacel clii(,
o aquello. entre actuar de lllanera altruista y llacerlo, ell can]bl(,.
egoistanrente. ¿qué sentido tendria hablar de |toral¡dad?

La libertad hunrana, opuesta al detelrinisrrro ptedontina¡tte cntre lori


fenórrenos naturales. resLiltalla. segun Kant. un atributo inalcanzable
para la razón teórica. Si recuerdas. cor-rcluinros el apartado anteriot r(,
conociendo que la razón teórica se vuelve impotente ante detellrl

t nadas cuqstiones que traspasan los limites de la experiencia. Ade rar


de la litlertad huntana. todo lo que nos obliga a hablar de ideas tras-
cendentales como de realidades últimas ehoca con las posib¡¡rdades
¡ntelectuales humanas. Por este n.totivo. Kant recot endaba, col]]o trirl
ca posición coherente ante tales ideas, la posición agnóstica.

Sin embargo. aunque no puedan ser obleto de detnostració¡t cientílr


Plantac¡ón del*bolde h /rbe¿ad, de Le Suerrr _ ca, la real¡dad y la existencia del Alma, del Mundo y de Dios se con-
i ry¡IrÉúrllrE*(cuyo vieden en ¡mpqscindibbs para que ¡rodamos hablar de noral. Esk¡ ,:
reconoc¡nrienlo clvrl lantos esluer2os ha va a Kant a considerar que jas ideas t[ascendentales r]e la razón ic,.,
costado), aunque leóricameñte sea una
ilus¡ón, tuh.Lr|rt¡}{tB*o rica han de entenderse como postulados de la razón práct¡ca. Los
c*.¡alr r*rif,)¡a. - postulados son ¡deas de las que no tenemos ni podemos llegar a tena
ninguna certeza, pero de Ias que hemos de presuponer la existerxria.
En defin¡tiva, los postulados de la razón practica resultan ¡nde¡¡¡ostr¡-
bles científicamente, pero necesarios moralmente. Veámoslo:

Primer poslulado:
la l¡bertad humana inmortalidad del
A pesar aie que los fenómenos natu- Aunque no podamos lraijlar (lel Alrtra. aceptar su ñi como el Ahna, es una reali-
rales estén deierminados por las le- ¡nmortalidad se hace impresc¡ndible para que ten- dad de la cualátpodernos lener
,es de la naluraleza. y aunqLre el ser ga sentrdo la ex¡g€ncia de moral¡dad. flesulta ev¡ ¡inguila exper*ncEJ/. ¡ror lo larl
hL¡I]lano for,re parte de ella. hay que dentequeel comporlanliel]to correclo pocas ve to. rringún crrrocin*fiú. Sin err
presuporÉr ¡a ¡¡bertad humana. Ésla ces se reco¡nfjcnsa: hacer lo que delremos suele bargo.
implica la capacidad de escaparse I)rotegernos de las injusticias y pesadumbres pr.r rrecesa la cor ¡ro úlhria garantía del
del determrnismo que las leyes tísi- pias de la exisler¡c¡a humana. l]n¡camente st su- seiitiCu de la exlsleocia humana
'i
cas inrponén a la naluraleza y poder ponemos la mmortalidad de ¡r¡lesl¡¿ altna, la su Sólo D¡os. en quien la virlud y ¡
decid¡r la propta accón. Y. por mu l]us íelicijá.i se k entiflcan. p rcdc a,r¡r
cho que eslo saa ndenrostrable, es a 1¡r que los que sc han heclro d
necesarto preuponedo § queremo§ nos de felic¡dad la alcancen.
-rl

hablar de comportamiento moral.

Todo esto puede cor)siderarse una resplresta a la tercera pregL¡nta


kantiana: ¿Qué puedo esperar s¡ hago lo que debo? Según l(ant. si
actuamos de manera desinteresada y sin esperar nada a cambio. po
demos aspírar it la felicidad. Ahora b¡en. esta ast)irac¡ón nrucltas ve.
ces r.ro se ve jUstamente reconlpensada. A meltudo obsefvat¡os que.
en esta vida, la virlud no siempre va acompañada de fel¡ciciad, y que
los que, por su comportam¡ento, seiian fi]erecedores de ella pade-
cen graves iniusticias. Solamente la inmortal¡dad del alma y la exis-
tencia de Dios pueden garantizar que v¡rtud y felicidad se llega-
rán a identificar algún día.

270
t-fl Ii
I rl,, 11

ue9- Superación del dualismo: el sent¡miento


rrtú La C¡frica cteljuicia\ 1790), la tercera y ta úttima de las mundo de la libertad de acción. Ante un paisaje bello
aar crit¡cas que Kant escrib¡ó, aunque no ha recib¡do el ¡n- o majestuoso, ante un rayar el alba espectacular o una
ES\l terés y el reconocimiento dispensados a las otras dos, frág¡l flor que el v¡ento acaic¡a, el hombre se siente
ir i, lilosóficamente tiene mucha importancia en el conjun- parte de la naturaleza, pero también se siente libre y
lo de su obra, ya que es el ensayo donde Kant trata de feliz. El sentimionto que la b€lleza cons¡gue despertar
armonizar las pretens¡ones de las dos Crlicas ants- en nosotros es un sent¡m¡onto dssinteresedo, in-
f¡ores. compat¡ble con el deseo egoísta de dominación:
tblo En la ü¡tica de la razóo pu¡a, de 1781, Kant elog¡a la tanto sobre la naturaleza como sobre el resto de los
.rt- capacidad c¡entífica del hombre, fiioaíando las con- hombre§. Por eso, este sentimiento
f 1i
diciones y los limites del conocimiento. En la CÉ
ticá & la razon p,áctca, de 1788. etogia su
r']Ñ uso práctico y, gracias a la influencia de
as Rousseau, comienza a valorar esta
d¡mensióñ racional, ya que digni,
/n fca al hombre mucho más que
la razén teór¡ca o.el conoci-
mientq. Con todo, las dos
liv críticas ¡nstauran un pro-
¡n
te-
frJndo dualismo en el
hombre: por un lado, a§
E rt
mEa¡Fr t r.6oc¡-

rifb(d c¡elo estrella-
r:)s ¿ do sobre mí) con su de-
term¡nismo fisico y, por
iii. otrr, *ttt*d. h
:xa*}*5d(la
ley moral dentro de mí).
Con la tercera crítica, la
CdiüWfrt l¿iD, Kant pre- t
tende superar este dualismo
y resl,ab¡ecer la unidad to-
tal del hombre.
Eslos dos mundos de los cuales el
hombre es ciudadano,ffi+
L 7
ter hfS.efa{l*r.6yiM q
la lirrertad, el mundo del conoctm¡ento y el
nuÍ¡do del deber, quedan un¡licados mediante el sen-
lnrielrto- Kant, Lrra vez más bajo la influencia de Rous Sali.k de la Luna sobre d nat, ate Fri€drich.
seau y anlrcipá¡]dose como él al Romantiosmo, re- ffiel r¡*!f,ql con lamEúñb¡-
Irarr:a Iii fr¡nción lrnificadora del sentimiento. S§6.
[n el sanl¡miento de belleza y en el sent¡miento de lo La Oiáéi*., con su ltra¡Ilf y con su op-
sufrl¡me se produce una armonia entre los dos mun, timismo, nos muestra, en defin¡tiva, a un Kant que par-
dos, el mundo del conocimiento de la naturaleza y et t¡c¡pa del emergente i¡.(*:¡ocrÉ.
lbtty d nomúric¡tnq$
Kant es un pensador que no sólo cronológ¡camente se encuentra a med¡o cam¡no entre la llustración y el
Romanticismo, sino que lambién f¡losóf¡camente puede considerarsd una culm¡nac¡ón de la primerá ten-
dencia qüe presagia o anüncia la segunda. La influencia kantiana en el movim¡ento romántico recae, sobre
todo, en la re¡v¡nd¡cación y valorac¡ón del sentimiento. Como ya comprobaremos en la próxima un¡dad,
una de las re¡v¡nd¡cáciones que deline el Romanticismo consiste en la supremacía del sent¡mi€nlo por en-
cima do Ia estricta y, a veces, ¡nsuf¡clente racionalidad teór¡ca.

¡ 271
1
I

Comentario de tex
Cuando me entero de que una cabeza muy poco co- Contexto ¡nmed¡ato det texto
mún pretende haber demostrado que no hay ¡¡bertad
de la voluntad humana, que no hay esperanza de una BíisicanEnle podeinos te$llrr el conlel¡ido r kl lr:x
v¡da lutura, que no ex¡ste D¡os, siento cur¡osidad por to d¡ckxdc que lo que Kanl Uelende es justificat (
lr¡o,
leer su l¡bro, ya que espero que su talento haga pro- scbre determinados conten¡dos (l¡bertac¡ l.lur¡un¿t. ill
gresar mis conoc¡mientos. Sé perfectamente, antes mortal¡dad del Alma y exislencla de Dios), rro
¡rrrr E
de empezar, que no demuestra nada de todo aque_ de af¡nnarse nada con segur¡dad, porque son coI
llo, no porque crea que yo posea pruebas ¡ncontes-
lenidos de los (lue no lenemos exl)et¡encra y (lt¡fl. rgl
lables sobre eslas ¡mportantes propos¡ciones, s¡no
porque la crít¡ca trascendental, que me ha revelado
por lo tanlo, están ntás allá de los linites de uojr ^3,.,
todo lo que la razón pura almacena, me ha conven- tro conocim¡ento. Esta conclusión se sustent.: ur jt
c¡do de que, del m¡smo modo que ésta es del lodo loda una teoría ep¡stemológica_ Relaciona el lexk)
,1d
¡nsufic¡ente para efecluar afirmac¡ones sobre ello, to- con estos olros aspeclos de la filosofía kant¡ala: ,tj
davía lo es más en cuanto a la poses¡ón de conoc¡_ . El proceso de conoc¡tr¡ento y el papel qt¡e ric ¿;t:
m¡entos que le perm¡tan efectuar negac¡ones sobre
tales asuntos. En efecto, ¿de dónde quiere el presunto
sempeña la experienc¡a en éste.
1{
l¡brepensador extraer el conocim¡ento de que, por . Los lim¡tes del conocim¡ento: la realidad f¿,nornái 'lt
ejemplo, no existe un ser supremo? Esta proposic¡ón ca frente a la real¡dad noumén¡ca.

.ir
se halla fuera del campo de la experiencia posibte y,
en consecuencia, también de los límiles de todo co_ . El uso fraudulento que la razón hace cle las icleas
¡
I{
,
nocimiento humano.

Kant,1., Crit¡ca de_ ta Gzón pura. .


trascendenla¡es.

La impos¡b¡l¡dad de una melafisica científ¡ca.


J .a
I Anál¡s¡s del conten¡do . Alma, D¡os y Mundo conlo postu¡ados de la r¿ {Ja
zón práctica. 'lt
Antes de adentramos en el te¡to y trabaiar en ptro_ lor
- fundidad los d¡versos aspectos que pueden co_ M¡rando más al!á del texto :t
{ ii,tt
nrcntarse, es importanle aclarar su vocabulario. Tanto la temática concreta que es aborclada en esle
Te proponernos que expliques brevemente y con- texto como la teoría efristmrológ¡ca general Lie füri ¡;l1r
forme a la manera en que se emplean en el tex- surgen de lo que podríamos denon.)irEr síntes¡s (hl
to los siguientes términos: rac¡onalismo y el emp¡r¡sÍ¡o. iul

Crít¡ca trascendental razón pura, conoc¡m¡ento, . por qué podíantos cons¡derar el critic¡snlo
F-j(plic.r
ser gt Nqnq expenenc¡a. ¡lor
kantiano una síntesis o superación de estas d()s
rl-l
Responde a las preguntas que t¡enes a continua- tendencias filosóf¡cas anteriores.
- ción: ctls
. ¿Cuál era la posición de Descarles a propóslo (h
. ¿Oué actitud mantiene Kant frente a qu¡enes cuesl¡ones como la ¡nmortal¡dacl clel Alma o h ex¡s_ p¡o,
preteÍrden tener conocimiento sobre el Alma o tencia de D¡os? ¿y la de l-lune?
¿Cómo pueden re_
sobr€ Dios? laciomrse con la que nlantiene Kant en este lexto? L
1u€
. Según Kant, ¿es posible dentostrar la existen_ Opinión personat I ¿|;

c¡a de D¡os? ¿Y Ia no existencia?


¿Cuál es el ,r,l€t
mot¡vo? Lá condusón miís súidente que @ernos exlraer de
este lexto es que, para Kant, cuesllones tan funda-
. ¿Cons¡deras que la posición que mant¡ene ante &d,
mentales como la l¡bertad humana, la superv¡ven- IS
Ia pos¡bilidad de adquir¡r conocim¡entos sobre
cia aním¡ca o ¡a real¡dad div¡na t)o se pueden de, fnot'
la libertad humana, la inmortalidad del Alrna o la nlostrar pero lampoco se pueden Íechazar. 'a
existenc¡a de D¡os es de carácter dogmático, posl
escépt¡co o agnóstico? ¿por qué?
. ¿Estás de acuerdo con esta conclus¡ón? ¿Con:..
deras que no se puede decir nada a propósito de ^!e
o ¿Oué significa que una cuest¡ón
como la exis-
tencia de Dios se encuentra fuera de los lim¡tes
ella con suficienle validez? ¿Hay otras cueslioncs Rrl
que, desde tu punto cie v¡sta. tamb¡én estén más IC
del conocimiento humano? ¿Hay otras cues_ al¡á de la posib¡lidad de conoc¡miento?
cios
tiones que tamb¡én se hallen más allá cle aquá? ¿Cuál es la
enlonces Ia posición que hay que mantener anle
¿Cuáles?
en e:
ellas?

I
E

Recqerda lo que has vis t



. relación de Kant con la llustración y
¿C,.rál es la . Argumenta por-qué, según Kant, las
;l tex- con su plasmación histórica en la Revolución matemáti_
cas y Ia físicá soii cien'cias y la metafisica, en cam:
. .. Francesa?
bio, riunca podrá sefó..
)a, in- I
Señala cuál es el motir,ó que lleva a Kant a dis_
. ¿iuál.es, según Kant, el límite de nuestro cono-
(ion- tinguir'entre razón teórica y razón práctica. cimiento?
. Responde e la siguiente pregunta: qué su
¿por
:!
Justifica por qué la filosofÍa kantiana se corisi- Tr¡osotta es conocida como ldealismo trascen-
IUeS-
dera una síntesis de racionalismo y empirismo. dental?
É_)x1r]
. . tsxptrca que t¡po de juicios Kant considera . ComÉara y d¡ferencia lás éticas mater¡ales y lás
que
éticas formales.
. ' son científ¡cos y qué requistos cumplen.
Ct,'
. ¿Por qué la teoría ét¡ca de Kant es una ét¡ca del
.. Define cuál es la función que tiénen las diversas deber?
facultades cogn jtivas (sensibilidad, entendimien_ . ¿Qué son y qué papel desempeñan los postula-
to y razón) en el proceso de conoc¡miento. dos de la razón práctica?

\ a ot II
La filosofía de Kant no es tan sólo un punto de lle- actitud que predom¡na es regresar a la dicotomía an- I
gada donde convergen ¡as grandes ¡deas cientif¡cas
ter¡or. Los matemáticos consideran sus juicios ana- ¡
y filosóficas anter¡ores, s¡no que además es un pun-
líticos: y los fís¡cos cons¡deran que loj suyos son I
to de partida o, como mínimo, un gran punto de re-
sintét¡cos a posterior¡. S¡n embargo, la d¡stinción kan-
ferencia. La histor¡a de la f¡losofá del siglo XIX es,
t¡ana entre c¡encia y metafísica es asum¡da por una
en gran parte, la h¡storia de la aceptación y Ia difu-
buena parte de los pensadores contempoiáneos,
s¡ón, del combate y el rechazo, cte la evolirción de
las ideas de Kant.
aunque esto no ha supuesto acabar derin¡t¡vamen_
le con la metafís¡ca. A pesar de la crÍtica kantiana
r liJl7
llemos comprobado que Kant entendía la filosofía a la metafís¡ca, ésta ha pers¡sl¡do.
segÍm kes grandes pregunlas:
¿qué p uedo saber./,
¿qué..debo hacer? y ¿qué puedo esperar si hago ¿Qué repercusiones han tenido las respuestas kan_
t¡anas a las preguntas
aquello que debo hacer? fres preguntas que se ie_ "¿qué debo hacer?" y.¿qué
r¡ercr) a una sola: ¿qrc es el hombre? puedo esperar?"]|/a hemos visto que el hombre, ma_
¿Oué reper_ yor de edad, habe imponerse una actuación sólo
cr¡s ones ha len¡do su respuesta a la pregunla so-
hre lo que puedo saber? por amor al deber, sin ¡nterés egoista alguno de por
¿eué queda, por e¡em_
l¡lo, (le su apriorismo? Kant marcó el camino hacia med¡o. La admiración ante la ley moral lleva a Kant
el reconocim¡ento rigurcso de estructuras innalas a los postulados de la razón práct¡ca: a la defensa
que nos permiten abr¡rnos al mundo y entenderlo. de la l¡bertad, a esperar un más allá y a creer en la
Diversos neurofisiólogos, espec¡almen¡e Konrad Lo_ ex¡stencia de Dios. Estos postulados de la razón
renz (1903-1989), en el marco de ta teoría evolutiva práct¡ca serán el punto de partida del Romant¡cis_
.,el conocim¡enlo y part¡endo de la f¡losofía kantia_ mo del s¡glo XIX y de su expres¡ón en el idealismo
na, hablan dé unas estructuras a pr¡ori biológicas. filosófico de Hegel. Los pensadores alemanes em_
Todos los seres vivos están dolados de determina- prenderán su reflex¡ón f¡losóf¡ca desde el
(ias estrucluras innalas. Ningún "yo ético.
kant¡ano que es capaz de intuir o de posiular
ser vivo es, en el una
nrr)rnenlo de su nacim¡enlo, un real¡dad absoluta o nouménica.
"recipiente vacío",
r¡¡¡a l¿lbr¡la €sa, sino que viene equ¡pado con
"dls- "¿Qué es e¡ hombre?- En esta pregunla se condensa
¡xtsiciones" específicas que posibilitan su aprendi-
.,.r,e individual- toda la filosofía de Kant: su respuesla, pnmordial-
mente de orden ético, continúa siendo un reto, un
Por lo que respecta a la teoría según la cual la exis_ ¡dea¡, una utopía para nuestra soc¡edad, El hombre,
Ienr:iu (¡e la c¡encia depende de la pos¡b¡l¡dad de ju¡- dice, no es un medio, es un fin por sí mismo. Será
cros srntettcos a priori. los epistemólogos o f¡lósofos Marx quien denunciará más vivamente la conside_
rie lír ciencia acluales t¡enden a rechaiar la creencia
ración del hombre como una p¡eza del s¡stema pro_
trr eslos iuic¡os sintéticos a pr¡ori. Actualmente, la duct¡vo y no como un fin lleno de d¡gnidad.

TI
h El ldealismo romántico
l

v Esquema
1. De la Revolución a la Restauración
1 .1 . H lmperio napoleonico
1 .2. La Restauraciótl alemana

2. El Romant¡cismo a
2.1 . Rasgos caracterist¡cos
2.2. Veñiente lilosófica: el ldealisnto
.e.
;
3. Hegel
3.1.Vidayobra lnvit
r,, 3.2. Supaación y dialécüca (--or¡. i¡r
3.3. ldealismo absoluto I
: ll$:§:
3.4. E/ s,sferna po f isni
cree1lt
. preserrte
a
expln c
ile0¿r uen
f-
surg-1.)
plidt-r -,r ¡
tJo lrt{or
ya e. Jj:
neci(A rj
va r¡. l r

@ty*,*":"?: conexión interna que existe entre la realidad política y el desanollo de las
ideas en este momento h¡stórico.
. Adquirir una vis¡ón panorám¡ca del Romanticismo.
. Diferenciar la perspectiva ilustrada de la perspectiva romántica.
. Advert¡r la importancia de la aportac¡ón de Hegel a la h¡storia del pensamiento'
. Entender en qué cons¡ste la presentac¡ón de una filosofia en fornra de sistema cerrado.
. Acercarse a la mente hege!¡ana constatando la Pluralidad de conexiones ex¡stenles entre
realidades aparentemente aisladas.,'
. Explorar el sign¡ficado de conceptos que aparecen en la un¡dad, como superación, dialéctica.'.
?.

274
I t--l
-t
:

.l
';

-;l

-El Temeqio" conducido al alesguace, de lwnet

Invitación a la unidad-
Corrprender lo que es, ésta es Ia labor de la f¡losofía;
porqr¡e lo que es, es la razón. En cuanto al individuo,
oada uno es hijo de su t¡empo, y la filosofía es el t¡em-
po rnismo aprehendido en su concepto. Es ¡nsensato
creer que alguna f¡losofía se pLrede anticipar al mundo lntroducción
Dreserrte. Cuando dice una palabra sobre la teoría que Hegel es el filósofo que más prop¡amente
explica cómo ha de ser el mundo, la filosofía siempre representa la vert¡ente filosófica del Ro-
llega demas¡ado tarde: como pensar sobre el mundo, manticismo: el ¡dealismo. En el primer apar-
sr¡rue en el tiempo, después de que la realidad ha cum- tado vamos a-mostrar el contexto h¡stórico
frr(io su proceso de formación y se halla realizada. Cuan- en el que se fue configurando el pensa-
,lo l¡r filosofía p¡nta al claroscuro un aspecto de la v¡da, miento de Hegel, desde la Bevolución Fran-
ya ertvejecido y en la penumbra, no puede seÍ rejuve- cesa a la Restaurac¡ón de ¡a monarquÍa. A
lcciilo, sino tan sólo reconocido; la lechuza de ¡,4iner- continuación, obtendremos una v¡sión pa-
!ii irlrc¡a su vuelo al caer el crepúsculo. norámica del movim¡ento románt¡co y re-
conoceremos su expresión filosóf¡ca en el
Hegel, F¡losolia del Derecho, Prólogo.
¡deal¡smo, espec¡almente en los pensado-
res Fichte, Shelling y Hegel. En el último
apartado vamos a adentrarnos en el aná-
lisis de los grandes conceptos y las líneas
maestras del pensamiento hegeliano; fi-
nalmente, veremos su concreción dinámi-
ca en el gran s/ste¡na creado por Hegel.

275
I
12

1 I De la Revolución I I rl)li
a la Restaurac¡ón
tót.¡ic
En este apartado vamos a estudiar el contexto h¡stór¡co ell el que se
[-, ¡ 1f
desarrollaron el Romant¡c¡smo y la filosofía idealista alenrana, por r,ipl
lo que vamos a recordar los acontec¡m¡enlos que se ¡n¡ciaron con rope¿
la Revolución Francesa. Seguidamente, comentaremos la Restaura
ción monárquica y sus efectos en el ámbito cultural europeo.

t4 I 1 El Imperio napoleón¡co
pioleó
la(
só ile

Los hechos revolucionar¡os se d¡fund¡eron y provocaron s¡mpatias


por toda Europa; la Declaración de los Derechos fue inmediala-
mente traducida a varios ¡diomas y despertó numerosas adhesio es
¡.¿
Entus¡astas de la libertad provenientes de muchos países visitaban
Cuan
Franc¡a con el propósito de aprender del esfuerzo revolucionario; nru-
chos pueblos tenían razones para tomar ejemplo de los franceses y roll]i i:
romper sus cadenas. Sin embargo, todos estos canrb¡os tarnbién ge-
C i()
neraban reacc¡ones aristocrát¡cas tolalnrente adversas, ya quc el rel)re.
contagio de las nuevas ideas alarmaba a las monarquías europeas. t\ tZí
AsÍ por ejenrplo, España establec¡ó controles n)ililares a lo largo de ig-{ki
los Pir¡neos para imped¡r el contacto con las ideas revoIt¡c¡onarias. It. -,¿¡.
A rnediados de 1793, como consecuencia de las luchas entre dife- t{{\l)
Napoleón emperador, de lngres.
rentes tendenc¡as clentro de la propia Revolución, comenzó la épo- tll' rliL
ca del Terror, en Ia que la Revolución no tan sólo clevcró a algunos
de sus irnpulsores, como Lavo¡sier o Co¡rdorcet, sino tamb¡én su pro' In(rdiJ
pia obra: se suspendieron la Constitución de 1 791 y ios derecl'os i¡r- tr^'i ¡
Consecuencias
de la dominación napoloónica dividuales, m¡entras el Comité de Salvación cieaba un tribunal revo- L;:-{te
. Fac¡litó la dilusión de las ideas lucionar io sumarÍsinlo.
b¡,.ar l
ropublicanas y liberales, muchas n'Ai)s
El Directorio (1795-1 799), que redujo la inte^/ención popular, prot:lamó
de las cuales se basaban en las
otra Constitución y, en 1799, Napoleón, co¡l el apoyo de los militares, Pr¡¡ rc¡f
teorías de los ilustrados-
protagonizó un golpe de Estado con el que disolv¡ó el Direclor¡o y c.rns- p-^rói
. Con la aplicac¡ón del C&igo CL
t¡tuyó un gob¡erno provisional. Con Napoleón se acaba la época de nes; al
v¡l napoleónico en los países
ocupados se garant¡zaba a Ios la Revoluc¡ón y se inic¡a una lase de transición, el Consulado ('1799- p1y
.1804), Napok
nuevos sÚbd¡tos de¡ emperador cuyo primer cónsul fue él mismo. Para dar un a¡i-e democrático
la igualdad ante la ley, la libertad a esta dictadura militar, se redactó una nueva Constitución, de la que el 'tc
ind¡vidual, Ia propiedad priva- po§r'
desaparecía la Declarac¡ón de los Derechos del Ciudadano.
da, el matrimonio c¡v¡l y el divor-
ta.. . rc
cio, etc. En 1804, la negación de la Revolución llegó a su punto culminante
. Pqlqln
En los puebloi'gemáni6ús, que con la coronación de Napoleón. Paradójicamente, la Repúb¡¡ca que qL- se
conservaban estructuras feuda- abolió la monarquía y gu¡llolinó al rey fue ptoclamada imperio y, en
6d¡go supuso profundas
les, el
é1, Napoleón pasó a ser emperador de los franceses. D,1rrt
transfom?c¡ones soc¡ales.
se reali
. En la mayoría de los territor¡os
ocupados, especialmente en los
Las monarquias europeas organizaron seis coaliciones contra la Fran-
cia republicana y napoleónica. Las cinco primeras al¡anzas tuv¡eron
hlr,
se,cTl
germánicos, se produjo un de-
como resultado las victorias de Napoleón, que Ie llevaron a hacerse en,-na
sarrollo del sent¡miento nacio-
nalista.
con el control de la mayor parte de Europa; en 1810 ya regía un lfi' hah.1 r,
perio que incluía Prus¡a, Austria, España, ltalia... gin,¡cnt

276
12
l¿.i ccnstanlrs v¡(,rorias r¡¿¡poleó¡t¡cas fueron posillles grac¡as a la
inr¡iantacrórr üÉl serv¡aio ntilitar übligátorio, las movilizaciones en
rn::s¡, lii ¿lqil¡rlad dt: movin¡ienro rle su ei,:rc¡lo y la hab¡lidad estra-
l¿ilica de ¡litpdccn.
i (|; s\ s(¡
tn vigoiosa y (lef¡nit¡/a rehelión de Eüropa con-
l{} 13 se inició unit
ir¡ür,)¡ l'' qlan lrnperio nafrole(it¡¡co. Los eiér(r¡tos de las nlonarqúíars eu-
el
rol)eas, Írl¡ados por sr,)xla vez, empozarot't á obtencr victol¡as con-
.thí,,., l.¡ llírooleón .y', en marTD (h? ll] 14, entraron tr¡Unfantes cn Paris. Na-
Ir.;lcorr abrJicó y se res!írlre'iió la monarquía: Luis XVlll ((le la d¡nastía
i).;rbór]i.a) ft¡r.: non¡lrr.rrLr r.ey rle Francii-.. En 18'15, l.lapoleón rogre-
só de su confinant¡enlo y conttlnzó una nueva campaña militar, pero
.:rr Waterloó, (:erca (le l-]rrrsel¿ls, fue derrotado de manera def¡nitiva.
rr§.rias I

ar r;,l-r
:,.,.F,lle:¡.
1,2. ta Restaumción alemana ll

l
ri lt I
(lr¡i'rt.lr) err I789 se prrrrirrjÜ la Reyolución Francesa, filósofo ale-
'jl
..
rtl
Inlln lleqel (1770-1t]31) tertÍa 19 años, la misma erlad que el poeta h I

r. r,
,i
,1,
r¡)]lánti(;o Hól(lerlin y e¡ Uran comfios¡lor Beethoven. Para Heoel,
ii,,r¡r() I).rrA otros nrLrclxts ióvenes irlernarres, la Revohtc¡ón Francesa
,i I
!
I
I
r,rpri,senllba el l.,t-)ro (le s s asf)¡taciones, el triunfo cle la l¡bertad, la
r,r¡li?ar'ún dÉ) ¡a (lerrtrlr;t¿t<;i¿t. L()s t(leales revoluc¡onar¡os cle l¡bertad, y' i
y frirlrrrrirlld erirn vistos como un resultado de la razón ihls-
r,Jl|;lhrli]d '3-
lritrlil. v Je (:rr-ri¿t {lric con]p(n1arÍan el surg¡inriento de un mundo jus-
l,) Ahora lli()n. la realir-lad alerr¡ariil era la anlilesis de la Revolución: Servicio mililar ohlirratorio
r¡r' rnrntk¡ l(nlrvi¡ con ilrilnt(:lItr¿rs de li¡ro ferrrlal, trolíl¡cantc,nte (ii-
1. Uno de los factotes (lltc üyltrl¿Ir
',r,liilo y cor¡ rura religiilt ¿11 seiv¡.io de¡ Estaclo. No ex¡stía una clase a er'¡lender las conlitltl.t! vi(:l()
rr r,r h.r ¡xrlíticlmerrle e( h t, .i¡(la y capaz de el rt--altezar una lucha con-
rias nafDleónicas y ld t.ll)i( l.r frn
lr.r ,ri at¡solutis¡Ro; lir lrtrlrk:za gobentaba sir't oposición. oraciór (le su imfieri(, e5 (;lesta
blec¡nr¡ento del servicio tn¡ltlat
l.rAlnrl¡ltia <lt; fi¡rr-.s rltl sri¡kl XVlll continuaha const¡tuyendo
el de- ohligatorio. Cuan(lo, er l¿rl:], el
irl¡tird() l)acro lrtperiú l l(}l nlnc,(rernlánico, un intperio €liv¡d¡do en nu- rey de Prus¡a declaró Lr gt¡crra a
rx(,sir- E:ta.lr)s oon n cntl)erít(lor clegido por diversos prínc¡pes. A NaDoleón, decretó el strrvicr) ¡lli
ir¡¡¡u:i,l r,5 tl.d:;tqk; \lX, cor¡rr r:rursecuenc¡a de la if*étwrcion na- lilar olrligator¡o para k,:, l)rusia
'; r¡os.
pc¡laól{ca,.,r: ll¡¡rti ¡-r citlto un¡t reordenación de los EstJdog alema-
r:':r:':l:;í, ct¡ I tl{)tj, .l¡ec¡sé¡s f)r¡ticif¡es alcln¿rntls se separaton del ¡m- -- lmaoÍrate que t¡enes lii olúr
tr¡n¡(lad de defen(ler (, re{ilra
,. r! r(¡ y (:()r r..t¡lr l\,tjrorr lil Gonlechrrac*llrde{ R¡n, baio iá prolección rle
lar ante el Parlar¡eÍt,) la .,lrr
il.!¡,i,kr(,r! i¡i!r¡i¡-'ot]ltill.¡r¡¡i)lll (le Ptu3ia ( l7i-i7 'l tirl0), al ot)o etse a galoriÉdad (lel servx i¡r, || nhlar-
. ,l.r r,"¡¡rl,lrirr:iólr, l)r,v,¡:,-r llt cuarta guerra (lú (x)al¡ción (:ottlt'a i,la- ¡.Cuales serian los tcs ¡t$r¡
,^,1," rr I ir irllinz¿r lr l. ..i¡r¡ rr¡l¿¡da en Jet¡a, la que l.leoel eS- r rrenlos ¡nás i[rp(¡llalll¿s (ttle
't¡r:(la(l efl
l ':. ¡ rrr,liit:l;utdo rntJ ¡c s'ts: olxaaj más emhletnátims, y el ejército na- elgrlnir¡as en ht (f:,,xr s(,'.,
'
irJ,r¡¡ir:or¡r;u[>rr!Jerlíft lir ( .]or feilerac¡ón del ll¡n fuela bíise sot)re la ¡

lr¡ i,i: f()I¡ltó f,or)l(,riÍ;n)xrlie cl L-sl;t(1., nac¡(lnall aleDtárt.


,,,r riL r)jit¡;,,.,,1,;rlr¡t¡rr ¡lrr:t¡toleórttCo,r, i()liI()trtl()fioatlefnattCS
. ., ritir.'- lü )¡ I l.:l(r II r;is lioci¡lir-,:, ¡,inl]o l.t l¡fxrmción de l(rs Catnpes¡n(rs y
,r,úlnüsi(nt(l(,lit:jaIttuu¿lsculxrac¡ones.Asi tisrnt¡, la Adrtinislracio
..,,,rlirJt¡rr,lxllnril rr)o(iik) frin ntés, se nro<lernizaron k.¡s inslilutos de
, ¡..,)n¡ ln.{it tr t|.r !trl, :;.: h ¡ tr i.) l¿ r r¡¡ riversidad de Berlin y, atrnc¡Ue l.la¡)oleOn
r,rlrrrrtr lt¡r ¡t¡ el l¡i¡tle¡r¡,lr: lrol)as alemr¡nlts cn irct¡vo, se creamn rc
rr¡,,r'1 ,..rL,r,¡rt.r';i:,1.r.,, r¡r:rl¡r¡rli¡tidae jnlensa ¡treJtaración.

*tlÁ*"*,"r-****
!!

f
rl.
I

E-.
4
L
.\-- ,t,
lás tropas napoleónicas, que duratlle
nrucho tiempo habian parecido ilver]ci' En l8'15. después de la derrota de Napoteólr t'tt W¿rtcrlor,. l.r'. tr,'
lf.s.l¡nalnÉnle fúeron detrctadas.rr W¡ narquías aliadas vencedoras ¡ttr;cerlir..«rlt, qtI r'l C¡¡rg¡eso de Vit-'l¡,t
a una nueva reparticiÓn y a utra restaurac¡ón de los valoro.:,¡ris
tocrát¡cos. El Congreso l)act(i Lrtt tlllev() olrlctt¿l¡lietrto tlo AL't¡r rt'r¡r
no se restauró el vieio il¡ll)erio lreltllíilli(;t,.'lil)o quc::r- {:tor ' l,r I i'r.
i federac¡ón Alenrana (lBl5-'18§0). rutt,rl crlrietivo do I||;l tI'IIrt): I 'i!
dependenc¡a de bs Estados aletnattt':i y litttilar ia litot;¡ ¡.l,rl ¡:t¡ r'i:'r,r'

nacional¡srrro.

Ei Congroso. que tuvo lugar ur l¡ (,()tlttAti,.ivollt(;ri)¡litli;lVilrr.t , I l

protagoirizado I)or el prínc¡pc austríaco Mettq llit:ll. el grarl e¡lc¡l¡i


go de las ideas ilustradas, rlo se iilxitó a Irrr¿t tr',rr( l'-'il.-,cir''ir l!,iil!
de Er:r<rpa y un¿i restallraci(i,, ¿" ¡-,,¡1(r¡¡;¡ir¡ttiii flallcrsil. l.irr,'i rii!
también ittt¡rttso L¡n resta[)le(:irl riet]t() (lrt los v.'lr]ras a ilialior"' ,,l!
Revolución Fr.ancesay a la l)rLrl)¡¡ l i I r . i I I Íie creÓ i! Saü¡ta Ali¡n'
I I ¡ f rr ; i (

za, ¡llst¡tuc¡ór] que sc srrr;argíIla rio r¡r:l;tt |lr¡t cl retorllr) il k)s anti-
guos valores eUlol)eos y lnol¡álqlticos y l ,or stl tl l¡t ll{'r rilr ¡11-'r-li "r
el orden sGc¡al. ccor(¡¡lir:o y l)olil(r)

Muchas de las reformas sociales y pol¡thas que la octr¡ratrititt ftal


cesa había introducido en Prusia o en otlos Eslados corr l;r ;rlllii,,
ción del Código Civil rtapoleónico íueiutl círlrt elí¡(|lrs. E¡r c¿irl¡l i,, "
restauraron k)s valores que la i:ievoluc¡ón y.jl ir:t¡.retio hah¡.'t r .,¡" '
lado (el poder atrsoluto de ¡os llror]arcas, k)s l.)riv¡legios drr lir rr',i,i.'
za, el poder {le la lgles¡a...). Asi. en vez CeI la vr ,h¡trlari i, dr: l.t :',,1r"
ranía del pueblo, volvía a ser vál¡da la soberarÍa peísLnal )/, ltnrl,la
la igualdad ante la ley, reitabatr de nuevo la jerarquía y loii I n ¡vilegios.

En Berlin. centro cultural de la [)ru:¡i¡r al)solutista, s{] it¡slal(i (¡r -de


1818 el influyente filósofo alemán |-leg€|, las aulori(l¿r( krs f)olilit.¡. r
acadé[]¡cas se llal)íat1 serttido alt¿iíd¿i:' l)oI su f¡l(rsr,Íi¿t y trlt:l;'rtr,'
ron su preserlc¡a.

Ahora b¡en. a pesar de la ¡tnE)s¡ci(in (ie la I ll,'sln¡ ll ac¡(i¡], la'¡ r¡rrrdl'rr


revolucionarias ya estaban senrbladas en Ltllopa y, avall/a(l(, ('l :l
glo, fr ictftcaron en forma de revoluciones soc¡ales y politicits. l){n
otro lado, las ¡deas revoluc¡onarias y ref)tlblicanas eran las (lt¡{-'ir¡r
peraban en la roverr rePública tlortear¡ ¡e¡ ir )alra. Fstadoi Ulr¡d(xl.,l,rrl
de se defendian la Constitución y los deredros del holrrl)lo.

2¡A
á
lli Í '42

2. El Romanticismo
Elmovimiento romántico, centrado ¡nicialmente en Alemania, inclu-
ye expresiones artísticas y filosóf¡cas no siempre homogéneas Va-
mos a comenzar el apartado exponiendo las características funda-
mentales del Bomanticismo y, a continuación, analizaremos la ex-
presión filosófica caracleríst¡ca de la época romántica: el idealismo'

2.1. Rasgos característ¡cos


t \,

y
ElBomantic¡smo es un movimiento artísl¡co y filosófico complejo
de dificil definición que, a part¡r de un primer núcleo en Alemania,
se
. 13,1 nto- extendió por Europa a fines del siglo XVlll y perduró hasta mediados
lc'\rcna, del XlX. Con é1, Europa comparte una actitud común ante la
vida'
res aris- Esta actitud se manifiesta en diversos lenguaies: la expresan la obra
,ld¡árria: p(Étlca y literaria de Schiller y Hólderl¡n, la obra musical de Beet-
: !^ 1on- hov6n, la pintura de Friedrich..., y también la expresan, de una
ma-
¡n- nera conceptual, los filósofos Fitche, Schell¡ng y Hegel' Enunciare-
""Ho
l! ( r]le mos algunos de los rasgos característicos del Romantic¡smo:
I
. Act¡tud psicológica de inquietud, de ag¡tac¡ón, un sent¡m¡ento *r:
:tr!t y fue tle aflicción o de angustia. Acaso la palabra que más se aiuste a
'
€ 'mi- ests vivencia es desazón, un desasos¡ego impaciente hacia algo
rpYirica iirdefiniclo, una aspiración ¡rrealizable porque no se sabe exacla-
.i oue mente qué se desea. Los P¿os de Europa. de C. de Haes.
r, r,:: a l¿
Para los romáñlicos, la fuer¿a de la natu_
-. Sed rle infinito. Su desazón consiste sobre todo en un deseo inea-
i¿i an- €leza es Ia fus-¿a m¡sma de la d¡vin¡dad.
lizahle de alcanzar la realidad infin¡ta' La obra de arte es con- Esta lendencia a ident¡ficar la naluraleza
:.:¡ ¿¡l rti- que la
sirlerada una manifeslación del infin¡to en lo fin¡to y se cree con la d¡vin¡dad vincula el Romantic¡s-
mo con la trad¡ciix! paf¡ldsta' para la cual
filosof¡a ha de exponer cómo lo finito se vincula con el infinito-' las tuerzas fis¡cas son manifestac¡ones de
una ún¡ca fuetza d¡vina que rige lodo el
..t,1!. l
- Anlrelo de libertad. La realidad más constituyenle de cada ser cosmos. Según los romántacos y el f¡ló-
es la libertad. Aún asi, s¡guiendo la trad¡ción luterana, es un solo idealista Hegel, elTodo queda re-
fleiado, de algún modo, en el hombre: la
anhelo de libertad de pensamiento antes que de acción; es una filosofia idealista será una f¡losolia de la
libertad icleatisla que se opone a la un¡versalidad y al cosmopol¡- Totalidad.
rismo de los ¡lustrados. De hecho, los románlicos, anclados en su
, t fi )l il(l
pasado. estimulan la h¡storia de su propio pueblo, especialmente
del pasado med¡eval.
il, ,lo il
- Frenle a la visión mecan¡cista ¡lustrada, la naluraleza es consi-
' ,, ¡., deracla vida; el reloi ya no es la metáfora que expiésa la natura-
leza, sino que ésta será identificada con un árbol lleno de v¡da-
Dentro de esta m¡srna linea, la naltlraleza es ¡ncluso d¡v¡n¡zada:
irsi, los poetas a menudo hablan de la 'sagrada naturaleza''

',.rr Una actitttd más bien ¡rracionalista. Se afirman el sentimiento, la


I t¡ll.l:l
fe. la intuición o el añe como vías super¡ores de acceso al cono-
, l.: irr)r cx¡¡ento. Ahora b¡en, hay que malizar y entender correctamenle
cste irracionalismo; en realidad es una nueva racional¡dad: la ra-
zón romántica es ttna Razón o un Espír¡tu creaclor liberado
de todo límite o condicionamiento.
i

279
I 12 ]?r; J«N;P," &' .o* , Lt' nnoro<-
.
il

2.2.
1

Ve¡iente filosófica: el ldealismo I_r r,,{rr


!ir ;r ¡,,1r
Según los filósofos del Rornanl¡clsnto, el gt'an valor rlue h¿ly quc (l,r-
fender ya no es el r¡gor lógico. A partir de esc mon)ünlo, el gran va si¡!r;t , lr:r
lor es la creaüvidad humana, la libertad inspiradora, el cutnplimien-
to de un destino divino. Y es esta libertad inspiradora. el espíritrr hrr reali:l¡,
mano, lo que estructura, deline y da sentido al murxlo. fi<rtr1;r
rjc sr r \i
De Kant al Romanticismo mut .r;
Para los filósofos románticos, la razón ¡lustrada se había l'lostra. unil 2\!i
at I do incapaz e impotente ante cuest¡ones de enonle importanc¡a para I l\i¡ rI'
el ser humano: no había pod¡do ir más allá del dato empírico, de lor,

r ¿ ma que muchas preguntas habian quedado sin respuesta. Frer¡1l: ;r


esta llmitac¡ón, el movimiento romántico tendió a dar respuestas a
aquellas preguntas que según Kant sobrepasaban las condiciorrcs
de conocimiento de la razón humana. Se devaluaron el soporte ent
I
\1r or i.;ir;

r;ua|2¡qrr

pírico y la lógica y, en cambio, se privilegiaron la libertad, et espi.


Schalli
r¡tu y la ansparación creadora.
En c j¡¡s
Hay que tener presente que los románticos reaccionaron contra la
suÉér¡oridad de la razón entend¡da como la facultad de la mente que
ietivt i-.

Ca nir'E eú.eunñatcte r¡¡eda, de Frkjr¡ch i Ya llr,{l;


analiza y ordena lim¡tándose a los datos empíricos. En cambio, de- I
ljna r.. ¡r(¡
Para rnuchos románticos. el se¡. humano lendieron la razón que aspira a la realidad nouménica, al Al¡soluto.
es rlUipll imprime valor. e incluso real¡dad. L leza,,a'I
a¡ mundo que le rodea. El ¡deal¡smo, vertienle f¡losófica del Romanticismo, asume la dislin- sokrtu e:
I
c¡ón kant¡ana entre entend¡miento y razórr, pero ident¡ficando la ra-
zón con el espíritu creador y libre que estruclura, interpreta y da sen-
Sclx :(i
¿llustrac¡ón ma dAilo
o Roma|ltic¡smo?
tido. En el ideal¡smo, el sujeto de l(ant se transfont]a en un sujeio cx.
tremadamente poderoso, hasla el punto de considerar (¡ue las cosas Preli( -l r

2. Ahora ya sabes que el Romanli por sí mismas no tienen sent¡do, sino que es el hombre qu¡en
slónz§ ;

cisnro reaccionó contra la razón entre üsú


se lo atribuye.
ilurtrada (la razón puramente trvo, -1o
a¡ rlílica), pen, no conlra la ra- Cuando Kant a[irmó que el hcnrbre se tenia que colltportar siguien- cur,lilnr I
zó r ¡nluitiva y creadora que da
s€, rt¡do a las c )sas. fen¡endo en
do imperativos categóricos, ya lo enaltccía dotán(lole Ce Erandes úo eso 1rl
cu rnta este d tto. lee las frases
deres: el hombre pasaba a ser un legislador universal. Recordenros sofíil¡a <

si( u¡e[tes e ¡n Iica si t¡enden a la que Kant defendió una ét¡ca autónoma y fornral, una ét¡ca ptopia del
vi! ¡ón ilustrad , o bien a la v¡sión hombre mayor de edad que p¡etrsa y decide por sí rnismo; cada horn-
ro t¡ántica: bre, leg¡slando racionalntente paía sí, tegisla un¡versalntente. La
La libertad !s una exigencia o
I

- expresión tilosólica del Romant¡cismo tiene sus raíces en el Kant (lue,

l
postulado lue se desprende
del tlecho r roral; no tenenros
a partir del hecho moral (la ley moral dentro de n¡0, postula la ex¡s- t
tencia de la libertad, la inmortalidad del ahna y la existencia de Dios.
I
conoc¡mier to de ella.
I

El r¡gor lóg ;o es impresc¡¡rd¡-


- ble para e rtender el mundo
Fichte
qt¡e t¡os ro lea. Fichte (1 762-1814) publicó en 1792, anónimatnetlte. su prinrer en.
El lDmbre I uede acceder a la sayo filosófico y, en un principio, la Alemania culta creyó que el au-
- más absol ta realidad. la di-
.

lor del escrito era Kant. Una vez aclarada la conlusión, F¡chte oblu.
vinidad. vo un gran reconoc¡miento y le fue ofroc¡da una cátedra en la unr.
La verdad es una creac¡ón
- subjet¡va y libre; los hechos,
versidad de Jena. Paulat¡namente se fue desl¡gando de! kantismo.
creó su propia concepción ¡deal¡sta y desanolló teorías políticas na-
en símism s, no son ninguna
autoridad.
c¡onalistas. Cuando en 1810 se fundó la Universidad de BerlÍn, élfue
uno de sus profesores.
ro",p€sl¡¡l (¡

2BO
t lrrl, I 12
EIF¡chte teór¡co del idealismo romániico dio primacÍa a la razón prác_
lica por enc¡ma de larazón pura. Una conoc¡da frase del propio Fich- Nacional¡smo románt¡co
dlr le nos ayuda a comprender la perspect¡va idealista: -El tipo de filo_ El Fichte pensador polítim es el qtle
sofia que se realiza depende del t¡po de hombre que se es,. Un hom- apela al pueblo alemán en defen-
ren- bre de mentalidad servil y de carácter apocado producirá una fi,osofia
sa de la patria vürcidá y a punto de
desaparecek Aguinenta que la his-
realista, ajustada y suieta a las cosas; para é1, las cosas ya están
con- tor¡a universal ha pasado por d¡-
flqrrradas. Un hombré de mentalidad libre y noble parte de sí m¡smo, versa's fases, y cree que ha llega-
de su Yo, un Yo o Esphitu que da valor, finalidad y razón de do el moménto del pueblo alemán.
ser al
mundo; este hombre crea una filosofía idealista, su yo es fuente de Para-Fichte; la nabión alámana es
un.l orig¡nalidad creadora. la má3'-aAtiñtica encárnación det
tfa-
Yo o Esplrihi y, por tanto, ya no ha
'a' El Yo de Fichte está s¡tuado frente a un No-yo (la Naturaleza o mun- de s{¡uii siándo bbieto de ta h¡s-
'{)r- toiia; 'sino sd.ieto y protagon¡sta de
I
do), que se puede definir en la medida en que no forma parte del
Yo originario, sino que t¡ene el valor que ésle le atribuye, es una pro- ella; cree que todos lós pueblos
sa germ¡hicos s€ hari de mnstituir en
rJucción suya. Esta filosofía que pone en el Sujeto o yo el in¡c¡o
de un Estado ún¡co.
cualqu¡er realidad es conocida como idealismo subjetivo.
nt-
Schelling
[:f el sistema filosófico de Schelling (1715-1854). el ideal¡smo sub-

Jetrvo se transforma en ideal¡smo ob¡etivo; la naturaleza, el mundo,
llr
¡a no es una proCucción del Yo absoluto, sino que uno y olro forman
e-
LrI:i t¡nirlad. Bechaza la separación entre el yo y el No-yo o Natura_
le:;r, rranifestando qLre todo es despl¡egue del Absoluto, y
este Ab_
n s(r1(¡ro es la r¡n¡dad or¡g¡naria del yo (o Espíritu) y
la Naturaleza.
a
S(l€llno conto genu¡no rcn]ántico, pone el niyel estético por enct_
'l
nr¡ de iodo; para é1, sólo desde la intu¡clón estét¡ca
se puede com_
orÉn(ler el Allsoluto. El arte es la más vercla.Jera y profunda expre-
s¡ón il.j a(lriello eÍt que consiste el Absoluto (es decir, la
rt un¡dad
',nlrc,:spír¡tu y Naluraleza). El artista, en el subl¡me momento crea_
Irlo, s,Dlo err parte es e! eutént¡co creador de su obra, ya que
se en- I
,,., irl'.¡ ¡rnpulsado por r¡n soplo divino superior a su voluntad. por
Schell¡n9
r..,r,,rl inte o:i la gran via de acceso a la realidad
absotutá, y la filo_
:; )r,lrir lra rle ser. [ut-]dantentalmer.tte, filosofía dBl arte.

l
La creac¡ón artíst¡ca

3. Ya hemos visto que, pafa los ro-


mánticos, el artista no es el ún¡-
co autq de §u obra; cfeen que en
el proceso crBativo interybÉ una
inspiración proc€dente del Ab-
soluto, que supera y t@sciende
al artista.

- ¿Crees que el artista es el ún¡-


co autor de su obra. o bien
aceptas que hay una parte de
al¡enlo creador que trasciende
.,.1: al prop¡o artista y le inspira la
obra? Juslif¡ca la respuesla.
',.i ,t l, Ú

241
12
3.?
3. Hegel ll|r¡r,l
En este apartado, después de ofrecer tttlas ¡littceladls sobre l¿¡ vxli'
de Hegel y la influencia que dejÓ en etla la é¡:oca err qtle viv¡ó, va'rr(ui ,tillt, i

a presentar los grandes conceptos y las lineas maestras de su l)er!


' samiento: veremos lo que entiende por dialéctica conro tnétodo y ¡r'',¡lr:
como estructura de la realidad. Seguidarnente, vamos a analiTar el
núcleo de su f¡losofía, el idealismo absoluto, y también el Gantilx) del did¡,:
Espíritu hacia este Absoluto. El último punto del apallado collriisle llrr,j¡
en un despliegue del idealismo absoluto.
[)r:r k ,.

3.1. Vida y obra |.,,, ¡ra,


Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1 770-1831) nac¡Ó en Stuttgad,
r)r nl gr;
seno de una familia luterana de clase media. Después de gradttat' tt¡
se en el Gymnasium de su ciudad, ingresó en la Univcrsidad tle lir-
{.
Hegel. I ¿,. lr I

binga, donde se h¡zo amigo del poeta Hólderlin (1 770- la43) y de


Schelling; todos ellos, ilus¡onados por la Revoluc¡ón Frallcesa, con' ll¡¡¡ I ¡i'
memoraron tan esperanzador acontecimiento plantando un árbol' al-
rededqr.del cual se pusieron a bailar: el árbol de la libertad' tlr,la.
!
En Tubinga, Hegel se sintió atraído por ei mundo gr¡ego clásico v' (l s'
al mismo tiempo, leyó muchas obras lilosóficas de autores más Ie' ca l)r rll
c¡entes, cotuo Locke, Hume, lGnt, Spinoza... Una vez [il¡al¡zados sus lr i
a
estud¡os universitalios de teología y f¡losofia, llegel eielció como
pre' n{x.}al
ceptor privaCo (1 793-1 800). ti, r'.
crllc
La herencia paterna le pe[mit¡ó trasladarse a Jena, el gran centro ttrl
tural del mundo gennán¡co. y dedicarse por completo a los esludios' EI ¡rrr
Hegel y el E§tádo Prusiano Sus lecturas y conocimielltos acabaron siendo anrplísinlos y n() tar' e 't(
dó en revelarse colno ull DenMdor de u¡a Eran origi¡]al¡d¿ld, con
lo léct¡c
li
Una vez restaurado el reino de
Prusia dentro de la Conlederación que se inició un erlfrentamiento con su am¡go Schell¡ng' s. i.
Alemana. Hegel fue llamado Por el zón sr
En 1805, Hegel fue nombrado prolesor extraordinario y comenzó
a
min¡stro de lnstrucc¡ón Pública redacciti' ü- ii
enseñar f¡losofía y a escr¡bir su sislema. En 1806, acabó la
para ejercer como Profesor en la lr§rr
de su obra funda menlal: Fenomenotogía del Espiritt', que des':
lbe
Universidad de Berlín, act¡vidad
que inic¡Ó en 1818. El gob¡erno las etapas evolutivas por las que pasa la conciencia humana' Asr ¡:r
prus¡ano veía en la fi¡osolía de He- ti^ t

gel un claro soporte de su Polít¡ca


En 1808, obtuvo el cargo de director dei Gytnnasiurtt o ¡nstituto de
co¡ re:
Enseñartza Secundaria de Nurenrberg, cargo qut: eierc¡ó hasta
1816'
reaccionaria Y conservadora. He- nt(
gel, protegido Por las ñáximas au- cuando pasó a ser profesor de f¡losofía en la Univcrsidad de llei-
la Lóg¡ca y la En' l recor
I toridades del Estado Prusiano, delberg. Durante este tiempo escr¡bió Ciencia cle
enalteció y fundamentó el PapelY cictopedia de las ciencias f¡losóf¡cas.
la primacía de este Eslado: ahora
En Berlín, en 1821 , publicó Píncipios de Fitosofía del Derccho'
oÚa
bien. su sistemá filosóf¡co Permi-
políticas'
tía interpretaciones muy diferen- en la que expuso sistemát¡camente sus prirrcipales ¡deas
tes a las oficiales, incluso inler- También publ¡có otras versiones, ¡nuy ampl¡adas, de la anterior En- I
pretac¡ones revolucionarias. Marx,
ciclopedia cle las c¡enc¡as filosóf¡cas'
nacido en 1818, d¡o lavueltaalsis-
y publ¡-
tema hegeliano Y elaboró una ver- Después de su muerte, en 1831 , sus discípulos recog¡eron I

sión que fue condenada Por las caron los apuntes de las lecciones clel maestro en la univers¡dad
de ry'(:
autor¡dades Políticas Y académi- deslacan las Lecciones sobre {ilosÜlia de
cas de Berlín.
Berlín. Entre eslos textos
la h¡stor¡a universal.

292

T
12

3.2. Superación y dialéctica SUP€ración


Una de fas aportaciones hegel¡a-
Hegel pretendía supelar el dual¡smo aparentemente irreconciliable nas con más re¡iercus¡ones histó-
'e\r/¡da que presenta la obra de Kant: dualismo entre entendimiento y razón, '
ricas, poi iio dec¡r la que más, ha
), v¡mos entre fenómeno y n óumeno, entre el determinismo físico y la l¡bertad . sido ia cónstatación del d¡namls-
s\-,'en' de la conciencia. Kant afirmaba que no podemos hablar rigurosa- . mo univerial, do la lucha Y la ne-
' gaóión.
E§t6 d¡namismo consiste
ielAdo y orente del mundo como totalidad porque hacerlo genera antinomias
en la constanle superac¡ón de las
r3\, u' e¡ o ronlradicciones; eu cambio, l-legel asum¡ó e ¡ntegró
las Gontra-
d¡ferentes real¡dades existentes.
rriEo del dicc¡ones dentro de su s¡stema. Hegel iñtuye la superac¡ón en el
cdÉiste teórico de la superac¡ón constante de todo' Cada ámbito de las ideas, en la natura-
Hegel fue el gran
leza m¡sma y an el ámbito de la
vez que afirmamos .esto está superado", mostramos, quizá sin sa-
histeria.
berlc, que aceptamos gran parte de la teoría hegel¡ana. Cuando He-
gel habla desuperación, da por supuesto que todo forma parte de 4. Concreta a cuálde los trcs ám- ,

tun proceso de cambio, que en el universo ex¡s1e un dinamismo


b¡tos (ideas, naturaleza, histo- I

ria) pertenece cada uno de los i


2r\, r¡ el general y que una determlnada realidad estaba bien en su momen- s¡guientes casos o e¡emplos de i

1r¡¡[uar- to, pero ahora ya no. súperación: I

:l \, fu-
Las ideas se superan sin cesar, y en la propia naturaleza no existen
. Ar¡stóteles criticó dete.mina-
.r3\ de dos aspectos del Pensamien-
entidades estáticas, s¡no un carnb¡o cont¡nuo, lucha y muerte' La mis- to de su rnaestro (Platón), aun-
sál.¿;on-
ma historia es otra muestra de la superación; ya hemos visto que la
que conseryó su huella o in_
irt-i. al-
Revolución Francesa el propio Hegel había venerado- fue ne-
fluio.
i
-que . Del capullo sale la flor, Y de la '
gada. Tanto las cosas como las ¡deas ex¡sten hasta el momenlo en flor, el fruto.
I

que son negacias; de hecho, tienden a ser negadas (por ejemplo, el . ¡Cuántas veces se ha visto qúe
r n¡; re- capullo tiende a convertirse en otra realidad: la flor). Asi' toda ¡dea
(y se formaba uñ imperio, que ,

ge- crecia y que, finalmente, se de-


i 'ilo hecho) contiene en si misma su propia negación o crítica,
s¡nlegraba!
nera su contradrcción; estos elementos opuestos --la afirmación de
jr:iL\:)!{_) ,

una realidad y su negación posterior- finalmente se reconciliarán'


,tt ,ut- con lo que se producirá la negación de la negación.
,llrrl¡o,',. E proceso de superac¡ón, consistente en opos¡ción y lucha de D¡aléctica de la Planta
elementos contrarios que f¡nalmente se reconcilian, se llama dia-
En el Prólogo de la Fenomenolo-
r r;ritr lo Écrica. La dialéctica es ley del mundo, porque todas las real¡dad€s ' siádet Espiritu, Hegel ejemplifica
se despliegan d¡alécticamente, y es ley de la Razón,
porque la Ra-
los tres momentos dialéct¡cos en
¡. -\.al it ¿ón se despliega con lógica dialéctica. Los procesos de desarrollo este proceso global de una Plan-
rV de la realidad y los procesos de desarrollo de la Razón son una ta: capullo-flor-fruto. El capullo
iór¡
tiende a dejar de ser lo que es,
i. r-^ :l )i. misma cosa; ser y pensar se ident¡f¡can.
tendencia que tamb¡én exPeri-
Asi l)ues, son tres momentos los que ¡ntegran el proceso dialéc- menta la flor. La Planta no es nin-
y que
ii'.l.,tir tico, rnonrentos clue se han llamado tes¡s, ar¡títes¡s y síntesis' guno de estos tres momentos
corresponden respectivamente a: momento de la afirmación, mo- concretos, s¡no su total¡dad diná-
l;¡.tj16,
m¡ca. A su vez, de la danta Ya ma-
¡¡l+ !r¡i- ¡rento rje la negac¡ón y momento de la negac¡ón de laiegación o
reconciliación. (arul¡n''rt-. v t'-. ^ (:'-'- dura suryiÉn nuevas sem¡llas de
,.' l-* i'r- futuras plantas; el proceso dialéc-
) ti@ no se acaba nunca, Y no es un
Los tres momentos de la diaiéa¡ca proceso lineal hac¡a adelante, s¡no
una curva que acaba volviendo ha-
Alirmación (tes¡sl: Es l¡ Dotr Nesac¡ón (antitesis): Negac¡ón de la n€gación cia el origen. Así, el momento de
" 'ii!;ir!. , lon n (xal, yr seJ rrrls rder ri lodr posició¡ compor o reconciliac¡ón (sinres¡s):
la negadón Cs la negación Pasa a
l, d' r¡rr ircontecir¡rlerrlo Srrr la ona ,le0ativldad rn_ I a reconcliacóo de los ele_
r(to. loda posicrólr con terna, la necesrdad.le menlos en una unidad su- ser una nugva Posición inicial o
"üLl¡
r'f,r¿. en su intericr. un oDÉs_ reconocer la negación peflor. El r'ecor¡ocim¡ento del al¡rmación, lo que suPone el inic¡o
4onteccf cmú superación de una nugva trfada dialéctica con
,,i,r,¡, n) l,onsar en el se( en lo .trte de la afirmación anteflor,
ya que la realidad es del scr y ol no'ser
:ir.]'tle ,:1; ros lleva a pensirr lonrbierl sus corresPondientes contradic-
, ¡ril(lr¡ello qt¡e r¡o ¿s- er! ol Illr conllicto y conlradic-
ciones y superac¡ones.

283
12
3.3. ldealismo absoluto -
Hegel prelende superar el ¡dealismo subietivo de Fir;lrte y el ¡dea{s- r,iA,l,.l
mo obietivo de Schelling; no rehúsa ios elemenlcs que apa¡ecen en h,,.J¡,
uno y otro, sino que se propone alcanzar el ¡dealismo absoluto err r¡re
suieto y objeto queden ¡ntegradcs hasta formar una tercera realidad. tltrilf!l

Nada escapa al proceso tr¡ád¡co hegeliaro: las irleas se dcs¡;lro


gan, toda la riaturaleza se transforma y li¡ llistrlt¡¿l tatr)ttiéll cs lr',rlr ilir¡t¡¡i
nlonio de uir canb¡o conslante. Sin enrharUo, ¿csie l)tocc:i(, in(:c
\\ sante y un¡versal t¡ene un orderl, un senlido? ¿Existc algtr.rn;r fut:r:;'
racional que lo guíe? La respuesta de Hegel es af¡n¡tativa: en el r:o
razón de todo proceso late una Razón o ldea que guía las ¡deas t '¡{,
los acontecimientos hacia unos objetivos siernpre su¡reriores.

En el sistema hegeliano, hay una Razón que lo rige todo y que se en-
cuenlra en el or¡gen (y en el final. como ya verenlos) de este todo. El
dinamismo universal sigue un modelo, un pro)./ecto rac¡onal, una ldea
Todo lo racional, proclama Hege¡, pasa a ser real. La ldea. el Lo
: gos, se convierte en mater¡a y naturaleza y, consecLrenternente, toúr L

I lo que es real está impregnado de rac¡onalidad; ¿quián no ve raclo


nalidad.en la perfecta estructura cr¡slalina de cualquier fragtnento rJe L,. lJ'
)
mineral de cuarzo? Ésta es una concepc¡ón clarameute ideal¡sta. en
que la ldea tiene primacía al t¡empo que se automan¡[iesta y se atF rJc- . ¡o
todesplíega en la naturaleza y en el mundo.
El idealismo de Hegel es un idealismo absoluto. ¿fror qué absoltr
! lc,.- ¡¡'

to? Porque nada queda excluiCo de esle desarrollo di;¡lóctico er¡ el


I que la ldea iiene primacía. Absoluto indica un¡ón del sujeto y d:l ot). t:r¡l¡r
ieto, de lo lin¡lo y de lo inf¡nito; ¡ndica la unión de todos los ele.
mentos opuestos o contrarios que se halian en la realic;ad l-os r..:.
Roces celcáreas en Rigan, de Friedrk L
res humanos podemos hablar del Absoluto porque está dentro de l.ri uú1
nosolros y somos expresión de é1. Para Hogel. la Filosofía es la cien. tlc n lr
Para Hegel. el conjunto de la rea Jad es
el anodesE*,gue de la Fazór¡ o ld a Esle cia del Absoluto. lloli ll,-l
despliegue llega a su cuk¡¡nació cuao-
do la ldea s€ cont€rnpla a sí misl ra. Una de las frases más ccnocidas de Hegel y que (:c.t)densa todo su
verl;rii
pensam¡ento es la s¡guienle:
"Tod«¡ lo que es rac¡onal es real, y
i

todo lo que es real es rac¡onal,,. Ya hemos visto qué significa.tcCo Err ,.- L
lo racional pasa a ser real": qu¡ere dec¡r que al Lrr¡ncip¡o ex¡stía la llj:a
y que todo lo real es el curnplimiento de ella. ¿Y qué qu¡ere decir SCr r ¡, ¡ll
.todo lo real es racional.? Que todo Io real está iitrpreonado de ra-
zón; el proceso histórico no es absurdo ni contingente, sino que res- el Lspír
ponde a un orden necesario, está guiado por la Razón. pk ^,J,
La Razón en Hegel
Ahora b¡en, la mente del indiv¡duo ha de seguir un cam¡no de su. La ,,les
5. Anota todas las referenc¡a ala
Flazón o ldea que aparec nen
peración constante ltasta verse en cond¡ciones de comprender la klc. cr
esta pág¡na. A continuació , ex- Razón absoluta, en condiciones de reconstruir el s¡stema o visión dciAl¿r
traé de estas a¡rolac¡onr i los ¡ntegral de lo(lo lo ex¡stenie. ¿Qu¡én de nosotros no ha sufrido cris¡s n¡e¡r../¿J
rasgos caracteristicos de I Ra- que le han llecho r¡)adurar y creccr? Estas el@as en confl¡cto y en entl
zón o ldea. Finalmente, a 'artir superac¡ón que sigue el yo o conciencia componetr el camino que el La natu
de los rasgos que has recc t¡do,
intenta delinir la noción he el¡a-
Espftitu, ianto en mi yo parlk;ular como en el géne;o humano, hate. tos r(1

na de Bazón o ldea. nido que reconer para identilicarse como Espíritu, con el fin de su- ac(;!{r(
perar la f¡n¡tud e intu¡r ¡a infin¡tud. pet ri¿

284
ll

---.
¡
12
3.4. Eisistema
úir, El idealismo absoluto de Hegel puede ser visto como el despliegue
ren Concepto de D¡oB en Hegel
l¡iádico (es decir, despliegue en tres fases) del contenido de la ldea. I
luv El gran sistema heg eliano o Enciclopedia de las ciencias fllosóficas es
La Razón o ldea-es una real¡dad
dlv¡na, es el Dlos hogellano, Aho-
d. una expos¡ción de este despliegue tr¡ád¡co, el desarrollo de la div¡na
ra bien, esta d¡v¡nidad no es está-
i0laiidad, la ldea absoluta, pasando por sus tres momentos: Lóg¡ca, liqa, sino que se despliega d¡ná-
¡!e-
!,latlrraleza y, finalmente, Espír¡tu en autoconcienc¡a.
st\. micamente pasando por diversos
momentos. El d¡namismo de toda
Lóg¡ca Fi,osof¡a dé la Naturateza F¡losolía del Esptuitu la real¡dad es obra da Dios, es un
rz\, despl¡egue de la Razóñ d¡v¡na.
Mome to de la alir- L4omento de la neqac¡ón, Momenlo de la negación de la
s !¡' mación de la ldea,
de la Razón. Es el
de la aliénac¡ón de
ldea. En esie momento
la negación, de la reconc¡liación.
La ldea retorna o renace des-
rilomento de la ldea de ¡a negación de la ldea, pués de haber pasado por su
)n- frura, del
pensa- ésta sale de sí m¡sma y se exleior¡zación o al¡enación. Es I

E r,tiento puro; es el man¡riesta en el espacio la Reconciliación enlre pe¡sa-


luriamento de toda y en el taempo como Na- mi€nto y naturaleza, es el mo-
la. er(¡stencia natural y luraleza. La Razón per- menlo en que el Espir¡tr.¡ se
espirihá1. manece oculta en ésta hace conscienle de sí mismo l

rlc y de todo elproceso. i

Todo lo que ha sucedido y suce-


[sta !]!obal y primera tríada contiene tríadas y sLrbtríadas ¡nternas, que de no tan sólo prov¡ene de Dios
:lo y no tan sólo no sucede sin D¡os,
se nos mLrestran, a su vez, en un rilmo dialéct¡co de desanollo del todo,
sino que es esencialmente la obra
- Cesde las leyes lóg¡cas hasta el princ¡pio de inerc¡a, tanto el estudio
de Dios mismo.
rlel sonido y del calor como las estructuras cristal¡nas de los minerales
Hegel, ¿ecciones sobre l¡losol¡a de la
y los mecanismos de las plantas, desde los animales y el hombre has- h¡stoda un¡versal.
lr¡ l¿ prop¡eclad y la familia, tanto el Estado como el arte y la f¡losofía...
.,:J
l-n el pensam¡ento hegel¡ano, todo aparece ¡nternamente vinculado
yen mutua relación, formando un sistema en el que cada aconteci-
nriento t¡ene su razón de ser y del qrle nada queda marginado.
,-
le ta Lógica, pr¡mer momento del sistema hegel¡ano, es la cienc¡a
de la ldea cerrada en sí m¡sma. Allí aparece la categoría de ser, que
nos lleva necesariamenle a la de no-ser, contradicción que se re-
suelve o se supera con la categoría del devenir (lo que es se con-
rdiirá en no-ser algún día; y lo que no es algún día llegará a ser).
6. Hegel mueslra, dialéct¡camente,
{) | 'r lil lóoica, el pensamiento exhibe su códlgo, la estructura racio- la conexión ¡ntema ds todas las
¿1
ri¡lrle lodo lo que acontecerá. Ahora b¡en, ¿cómo puede acceder el ciencias do su tiempo. Sin em-
it :rx hrmano al conocimiento de este plano racional? Solamente al fi- bargo, hoy en dia este esfuerzo
r,rl rle r:¡l largo recorriclo, pasando por divefsas etapas históricas, de vinculac¡ón no suele llevarse
a cabo; por e¡emplo, a menudo
vl Espiritu se halla en condiciones de contemplarse a símismo, des-
se impone la divis¡ón entre cien-
¡rlegaclo en ¡as ¡deas. c¡as y letras, y dentro de cada
I .¡filosolía de la Naturaleza es la c¡encia de la exteriorización de la una de eslas ramas, todavia sé
aislan otras ramas de conoci-
I ldea en la naturaleza. La naturaleza es la negación de la idea, es
m¡ento.
decir la ¡dea fuera de si misma; ahora bien, la naturaleza continúa te-
Trata de ¡mitar el espír¡tu uni
iri1,rlrlo lil huella de su origen, razón por la que se encuentra un orden - f¡cador y dado a establecer re-
,r, dla (por ejemplo, en las estructuras cristalinas de los minerales). lac¡ones de Hegel: del con-
l.r rrrlrrraleza sigue un proceso d¡aléctico de los d¡ferentes momen- iunto de materias que estud¡as
en estos momenlos, selec-
liis (Ire la componen, clesde los movim¡entos de los planetas, las re-
c¡ona lÍes y traza conexiones
,,,, rr¡res quÍmicas, Ia v¡cla vegetativa de las plantas... liasta Ia ¡m- o relaciones entre ellas.
¡, tr ror,;t virla attintal.
12
Filosofía del Espirítu
La filosofía del Espíritu es Ia parte rnás desanollada dol si:ltenta. I:n
este momento d¡aléct¡co, la ldea y su negac¡ón, la Naturaleza, se te-
concilian en el Espíritu. Así, la ldea, exteriorizarja en forrna tlc rr¡rtt¡
raleza y mundo, renace en un sujeto que se manifiesla en litrerlarll
pensamiento. El Espíritu, mediante Ia libertad creadora del llqltlrr::
(Espíritu subjetivo), se hace obieto en las inst¡tuciones hurll¡rras l, !

en su historia (Esúitu ottjetivo) y. f¡naln rerrte, toma conciencia (le sl


I
mismo y de todo el proceso r.¡ue ha segu¡do (Espi.itu absolulo).
El Espír¡tu subjetivo es el ¡nd¡v¡duo revelado conto libertad y sub, I

jet¡vidad, como pensarn¡ento y conciencia cle sí lr¡smo. fro(ft iantos


entender que en el objeto natural super¡or a todos los rlern¿is. en el I

animal más pefleccionado. teuace Ia ldea en fonna de libeilarl y ¡nll


El Espftitu ob¡etiyo samiento: el ser humano. 'j
la historia
Y
El Espíritu obi€tivo alcanza su
meñto más elevado en el Estado,
mo-
Los lres momentos del Esp¡r¡tu subjet¡vo
i^.
i.r
realidad que se va exprcsando en
el tiernpo, en la historia. Hegel crea
Antropololfa: Estud¡a al
hombre como cuerpo y
alma. suielo a los senti-
F€$omgnología: Presenta
las fases evolulivas que va
s¡guier¡do la conciencia hás-
Ps¡cología: Conlellrtl¡
alhontbe como Es¡rrr
lu rlrre toma concir-, (,rir
I¡"
l: 'r'
:
una f¡losolla de la historia en la que
todos los acont€dmientc sor¡d¡s---
rnientos. a la raza. al cli-
ma.
't
a
que lleqa a conter¡t,¡arse
simi$¡ta.
de su lberi¡.1 i
t, ^',,
tos desde la persp€ctiva dd EspÉ
ritu que se despliega én eltiempo. El Espíritu objetivo es la encamación histórica rJe la libertatl en las r
¡ .ll
La historia universal es manifes-
tac¡ón del proceso det Espíritu,
¡nstituciones que crea. Es el paso del ,,yo,, (la l¡l)ettaci y la sulljcr;vidacj t^
,'
. todo lo que ocune forma parte de
un plan racional. El verdadero pro-
tagonista de la h¡storia es el Espí-
rilu, y el fin que pers¡gue es la con-
del Espíritu subjetivo al "nosotros., que ccnstituye la pers¡_.ecliva co,
lect¡va. Y el Espíritu otrjetivo tantbién ¡ntegra liíacjas y subtrÍadas;.

Los tres momentos del Espír¡tu objet¡vo


I^
I

quista de la conciencia de l¡ber-


tád. Hegel concreta efl tres etapas Leqalidad: Es el derecho
como ofden puramente
Moralidad: El coñpor-
tamisrlo ya no vienc rle-
€t¡cidad: fs la reco[(.rli¿ r.€
el avance o progreso de la histo- ci¡r de ley e iDtención, (nú
r¡a en la conquista de la concien- exterior. un contrato en, term¡nado por ntotivos sirles¡s enke lo qu:.)s €x t;:
cia de libertad: la historia de ofien-
lre subjetividades o per- exleiores (por eienlplo. [élrrc y lo que .-s ifelrr). l l ^óo
te, la h¡storia de Occ¡dente y la h¡s- sonaladades iurídicas que el ir'rtA,és). sino @rdde- Espir itu se idenlil¡ca (xrr t.9
busca e¡ berlel¡c¡o o inte,
I
toria de los pueblos germánicos. ber nroral y la intencio- las costumbres e institu ^.H
t
rés al mismo tiempo que
En este desarrollo de¡ Espíritu a lo
largo de toda ¡a historia de la hu- curnp¡e la ley.
nal¡dad. ciones d9 la com r (l,1rl.
Ir
I man¡dad, los ¡ndividuos no son
I más que p¡ezas al servicio de la La et¡cidad, o letcer monte¡tto del Espi itu objetivo, latnbián t¡ene su
total¡dad. Aleiandro Magno, Ju¡io ...r
i propio r¡tmo triádrco: la familia, la socieclad y el Estado. r
Cesar, el propio Napoleór¡, con sus
pas¡ofles y con $rs particulares ¡n- El EsHo es lo más racional y rnás real. El Estado e.s un fin en sí ¡¡t¡s-
I
tereses, no son más que el resu¡- mo y está por encima de los intereses cje los individuos. La liberlad
tado de las estrategias del Espí- lan sólo es concebible en el marco estatal: clel tnis¡.no modo que todo
ritu. Siguiendo sus instintos y pa-
buen rnús¡co está ¡igacJo a rc(tlas y pautas, el ciudailano iibrc está
l siones se conv¡erten, sin saberlo.
deterr¡inado por los objetivos y las leyes racionales propios del Es-
J
I en instrumentos de¡ plan un¡ver-
sal. su actuac¡ón estaba determ¡- tado. Sin embargo, por enc¡ma del Estado todavía hay una realidaC
¡ nada por la astucia de la Razón. superior, el Espíritu absoluto.
Una vez más, todo lo real es ra-
El Espíritu absoluto es el mon¡ento cle la teal¡zación f¡nal (lel Espiilu;
cional, y todo lo racionai, tarda o
i teriprano, pasa a ser real. alcanza su plenitud en el ponsam¡ento de s¡ nrisnro. Es s.rperacior
del momento subjetivú (autoconc¡encia) y del momento obiet¡vo (rea-
lizaciones élico-sociales, incluiclo el Estado) en un mor¡tento absolulo.

286
I lt,t, I 12
Los tres momentos del Espíritu absoluto
1. En F¡losoria¡ Es la reconcil¡ac¡ón def¡n¡t¡va y per-
: Arle: E, Absoluto se Rel¡g¡ón¡ El Espirilu abso¡uto pasa de la repre-
sentación estét¡ca exterior a la ¡nterioridad del su- fecta, en la que el Esp¡rilu absolt,to se pie¡sa a si
; oranifissta en forma
latL '- ' s¿ns¡ble e inmed¡ata. ieto y, de esle modo, entra en la cor¡ciencia reli- m¡smo, con lo qL¡e alcan2a la autoconc¡€ncia- La
tn el arte se revela 6l giosa. lnicialmente aparece la f€l¡g¡ón natural, las filosofia es la forma suprema que toma la Razón,
-rrl-. I eq*itu coectivo ¿e tos rs¡{¡¡on€§ primit¡vas, como es el caso del h¡nduis- difer€nta en cada época, pero en conlinuo pro-
mo; en un segundo momento, la rEligión de la in' greso medianto e, prop¡a $¡p€ración No es un
)a§f I poetf(E- En un pdmer
' mofi'.nto, el añe (xien- d¡virual¡dad, en la que Dios es co¡cepto en forma ,
coniunto de opinioñes, s¡no la h¡storia d€ las es-
ür tal o a¡tiguo, con su de persona o pelsonas, como ocure con el mo- lrategias de la Ra2ón para ll€gar a su cima; las da-
barbara belieza; rles- noleisrno iu(lio o el pohleisrno oricao y rcmano; fi_ ferentes f¡¡osolias no son errores pasados, s¡no
pués, el aale clási:o, en nalmente, tiene lugar la rel¡gión absoluta, el eris- expres¡ones coñceptuales de los d¡stintos mo_
el que reina la crmonia; ttanismo, sintesis de lodas las (lemás lehg;ones, ¡nentos hislóicos: la antigüedad griega, su ne-
rln¡a{j qación con el crastianismo medieval y la sintesis
por a o ro-
úll¡mc el an la que la Tri¡idad muesira, Cialéciic¿mente, el
flúotico, aon la poE§ia Flerño del Padre, el lleino del Hi¡o y ei Re¡no del final con la modernidad germánica.
pe^ como suf-'rema exrrle- Espiritu.

Y¿ lremos visto que, para llegel, cualqu¡er elemento queda integra-


)f do en un todo, nc' existe nada a¡slado; cada ciencia forma parte de
un innrenso y dinámicc sistema. El mapa conceptual que te pre-
:enlamos a continuación recoge parte de este gran esfuerzo de in-
tegración, y se cenlra espec¡almente en el tercer momento del de-
sarrorlo triádico de la ldea: la filosofía del EspÍrittl, el momento en que
I
autocontemplándose y autocompren-
el Esp¡iitu vuelve a sí mismo, t

.liérflose, después de haberse desplegado en diversas ciencias. I


I

'l
I

i
I

t\.Él
LóOi - Antropologia
\"\ñ
I lb) Fenomenología
:1 I

-! Espíritu subjetivo
! i
ii ii'
9 Psicología
! Filosofia de la l{aturaleza

,,i
5
o
Io Legalidad .!$ ¡
r) S o
Filosofía del Espíritu Espk¡tu ob¡et¡vo Moralidad (1\\\0f
I
r ri"*.
Etic¡dad
rl §r i
D r 1J'
ifl ra
¡rO
Eq Arte
¡i- )i \fr
ii¿ ha:richo q!¡e llegel llcga.r
a- rrrlmiñar toda la l¡losof¡a anter¡ol Espirilu absoh¡to Hel¡g¡ón
)
i¡ ilr r: (rnlslruyendo ,1or¡ ella una ¡n_
rnensa caledral. Reflexiona so- Filosofía
lre csta cpinión y.r¡qtÉ sentido
¡,reDs qr¡¿ puc(le lerret:

287
i---

Comentar¡o de texto_
Que aquello que es sustancial valga ahora en el obrar lrrdim las ideas ¡rrcit¿rle:t y ltr r jotarr ¡ ri;r. Mr r,,r,
HI
real de los hombres y en su ánimo, que ex¡sla y se - ¡)i
lra la relac¡ón e)¡stente e¡rlte ellas.
conserve a sí mismo, éste es el objetivo del Estado.
Es el ¡nterés absoluto de la razón que este todo ético . El autor nos descr¡be su coltcepr_:iót (lel ljslíl
ex¡sta; y aquí rad¡ca el derecho y el mérito de tos hé-
roes que han fundado Estados, por muy prim¡tivos
do. Esta descripc¡ón siguc un ¡:lnx;cso oslrrr,
turado en diversas panes. ldentific;l oa,.lír urir
^r
'.¿
que hayan sido. En la histor¡a universal tan sólo se de estas par(es y resúmelas breve tenle.
puede hablar de pueblos que forman un Estado. por- ^1.,
que hay que saber que un Estado es la realizac¡ón de
. Señala los conceptos clave r¡re a¡larecerr cl eE
la libertad, es decir, del f¡n úttimo absoluto, que él mis- cada una de las pades que llas resum¡do.
L
mo es el mot¡vo de su ex¡slencia; además. hay que Busca un titulo para ellexlo. ¿Esoogerías algLlro
saber que todo el valor que tiene el hombre, toda la - de Iós siguientes? ^ti
realidad esp¡ritual, él sólo lo tiene a través del Esta-
. El Estado 'a
do. Porque su realidad esp¡ritual cons¡ste en el hecho
de que a él (como sap¡ente) su esenc¡a (aquello que . f¡nal¡dad de la histor¡a ul¡vas¿1\ ^!e
eEr
es racional) le sea objetiva, que tenga una ex¡sten-
. Real¡zación del Espl'ilu et¡ ot Esl¿td(,
c¡a obiet¡va. ¡nmediata para él; sólo así él es con-
ciencia, sólo así está en la eticidad, en la vida legal
Conterto ¡nmed¡ato del terto

y ét¡ca del Eslado. Porque lo verdadero es la unidad
de la volur¡tad general y subjetiva; y lo que es gene- Relac¡ona el texto con la filosofía clel autor. Aprx
ral se halla en el Estado, en las ¡eyes, en dispos¡cio-
- ta ¡d,)as cle Hegel que ayuden a aclaiar y e ri
t fr
nes generales y rac¡onales. El Estado es la ¡dea div¡- quecer el sentido del texto.
na, tal como ésta ex¡ste en Ia tierra. Asiél es, abso_ tlr
lutamenle, el objeto más determinado en la h¡stor¡a
. Puedes relac¡onar el texto con los conceptos :i"t
mund¡al, donde la libertad obtiene su objetividad y de supeEc¡ón y de d¡aléctica, y la:nb¡én cor) et e,1 IAI
vive en el d¡sfrute de esla objetiv¡dad. porque la ley desarrol¡o del Espír¡tu según figrrra en el s¡sre
es la obiet¡vidad del espír¡tu y es la voluntad en su ver- ma hegel¡ano. ést¿: ¿

dad; y sólo es libre la voluntad que obedece la ley,


lnd¡ca cuáles eran las cuestiones de la élxxra y
porque se obedece a sí misma y está consigo m¡sma - las diversas corrientes de perlsarniento. Mencio
la izt¡r,
y es l¡bre. En la medida en que el Estado, la patria,
realiza una unión común de la existencia, en la medi- na tamb¡én las ¡nfluencias que haya podido reci- L; ¿r
rl da en que la voluntad subjet¡va del hombre se some- bir el autor.
te a las leyes, desaparece la oposición entre l¡bertad . Te suger¡mos que vincules el pet.tsarniento de
;ñ::
y necesidad. Necesario es lo que es racional corno consci
llegel con los acontecirnientos histór icn-¡xfíli
suslancial, y l¡bres es lo que nosotros somos, en tan
cos quo se Drodujeron dutante su éfioca (por La ..qr
to que lo reconocemos como ley y lo seguimos como
la sustanc¡a de nuestra propia esenc¡a; enlonces. la ejenlplo, la Restaurac¡ón alemana). Tamb¡én ctl-\j(
volunlad obiet¡va y la subjetiva eslán reconciliadas y puecles comparar su teor,a con las caractens, tal . tr
forman un todo ún¡co inalterable. ticas más s¡gnificat¡vas del Bornant¡cismo. rrgiQ lr
lr¡ :l
Hegel, Lecc¡ones de f¡losofia de la histo¡¡a ltnlroducción). iiirando más allá del texto lleoarl:
lndica cómo se ha lratado en otros rnomenl.Js
¿uAl
- E izr¡rtie¡'r
el terna del texto. pala
. Puedes relac¡otEr la concepc¡ón hegeliana (,el cha ¡ro
Análisis del conten¡do Estado con la noc¡ón de Eslado que deíondie. It.tfla
ron olros pensadores (por ejefl¡plo, platón. t¡t.tir.:rJi
Enumera y aclara los conceptos máS relevantes
- del texto.
Hobbes, Rousseau...). Hri.c
. de¡¡¡o-
¿Qué signilicado da el autor a los conceptos s¡_ Opinión personal qu ]s
guientes: Estado, razón, hstoria, tibe¡-tad, ne. lndica lus pretere[c¡as y arguntérrtalas de ma unas ler
cesidad, ley, et¡c¡dad, libertad espir¡tual? - nera razonada rig,aci
. S¡ consideras que olros conceptos que apa- ¡ Vuelvo a seguil cl raz,onatniento mente,
Liel lexlo y cl¡si
recen en el texto (por demplo, objet¡vo, sub¡e_ eslás (le acuerdo coD él; jusl¡f¡ca la respuesla.
mi^\a
. acO.¡(e(
fryo, esencia sus¡anc/e) tambjén tienen un pa- . Si crees que, en algún tnorne to del texlo. .) d
pel relevante, enunÉralos y justiíica tu etección.
autot ha comet¡do un e¡ror. indicalo.
Becuerda lo que has v ¡ S to
eL -j.
':1.: .

: . Flasume el proceso histórico que va desde la Re- . Define con tus propias palabras los conceptos he-
'".. volución Francesa habta la formación del lmperio gelianos de supbia ción y d¡aléctica.
*r\a
. napoleó'rico.
lc- " . ¿Qué signiflca el conceito de idealismo absoluto
: . ¿Cuáles eran los'valores defendidos por ra Res- en el pensamiento de Hegel? .
'',.-
:.
táuración alemana?
o ¿Cuál es el primer despl¡eque tr¡ádico de la ldea?
l. . Enunera tos rasoos caracterÍsticos del RonEnl;cismo.
. Enumera los tres moméntos del EspÍritu subjetivo.
.: .-Describe el proceso que lléVa del pensariiiento kan-
. Enumeia los ties momentos det Fspiiitu objetivo.
,,oV 'tiano hasta el ldealismo románlico.
...1.-l
:'r ¿Por qué el idealismo dé F'chte es llamado "sub- . Deflne el concepto de Estado en Hegel.
. ,elNo" / . Describe brevemente iada uno de los tres momen-
,li.Explica en qué consiste el idealisrno de Schelling. tos del despliegue triádico del Espír¡tu absoluto.
..

I'
I a a lt
Las repercusionés del pensamiento hegeliano, El ideal¡smo de Hegel tuvo opos¡tores en su propio
posit¡ras y negat¡vas, fueron enormes en todos los t¡empo, si bien eclipsados por la protecc¡ón que el
ánlb¡tos culturales. Cuando Hegel murió en Berlin pensam¡ento hegel¡ano recibia por parte de las au-
en 1831, sus discípulos intentaron perpetuar la obra toridades pol¡ticas. Un devastador crítico de He-
de su maestro y aclarar los aspectos confusos Ce gel fue Schopenhauer, que veía en la obra hegel¡a-
ésta; ahora bien, en este ¡ntento clarificador, emer- na una traición al rigor y al respeto por la ciencia.
gieron rlos ¡nterpretaciones opuestas: !a derecha y Para Schcpenhauer, el éxito de Hegel representaba I

la izqu¡erda hegelianas. el in¡cio de la edad de la deshonestidad, en la qL¡e


un charlatán que dominaba el lenguaie había llega- I
La derecha hegel¡ana, la interpretac¡ón más con- do al punto más alto en la ¡nvenc¡ón de mist¡f¡ca-
servadora y la ún¡ca aceptada por el gobierno de c¡ones y falsedades. I

Prusia, veía en la situación política del momento una


consolidación def initiva del Absoluto. La filosofía hegeliana óontribuyó a provocar una se-
paración entre cienc¡a y ,ilosofía. Hegel habló a
La izquierda hegeliana, a la que pertenec¡eron mu- menudo de c¡enc¡a y, concretamenle, en la Filosofía
,.rros ióverres alemanes revolucionar¡os, no acep- de la Natuialeza descr¡be un amplio desaÍollo de las
lalra trascendencia alguna en el proceso de desa- ciencias, pero lo c¡erto es que su d¡scurso está muy I
lollo hislórico y, c¡ertamenle, no veía en el momen- aleiado del est¡lo científico de Gal¡leo o de Newton,
i.) histór¡co que se vivia n¡ngún t¡po de punto de quienes desarrollaron una ciencia que respondia a la
llcoar-la, sino una realidad que tenía que ser nega- aplicac¡ón de un estricto método exper¡menlal y de
rla. La Universidad de Berlín no rardó en rechazar la un matemal¡smo; la ciencia de Hegel, en camb¡o, es
r:quierda hegeliana. A raiz de ello, muchos de sus una construcc¡ón a priori de la naturaleza en la que
partidarios pasaron de la rellexión filosófica a la lu- se infieren racionalmenle enunc¡ados c¡entíf¡cos me-
cha política; el célebre pensador y d¡r¡gente revo- nospreciando la ¡nvestigación científ¡ca. Así, los c¡en-
Ircionario Marx fue un d¡scípulo entus¡asta de la iz- tíficos coetáneos de Hegel se apartaron de las ideas
.\-;I (lrxerda hegel¡ana. hegelianas, del m¡smo modo que los hegel¡anos des-
preciaban la ¡nvestigación científ¡ca. Afortunadamenle, I
lle0el es la fuente del denom¡nado h¡storicismo mo-
después de malentendidos y confl¡ctos, se intentó
derno. El historicismo es la doctrina que defiende
(Ire los acontec¡mientos históricos ocurren según superar esta escis¡ón entre c¡enc¡a y f¡losofía.
ril|as leyes universales y necesarias, como las que Algunas veces se ha llegado a relacionar la teoría
rrgen el mundo fís¡co, quím¡co y b¡ológ¡co- Cierta- hegeliana de los momentos evolut¡vos de la con-
rrente, la d¡aléct¡ca se mostró como una herra- c¡enc¡a con el evolucionismo biológ¡co de Darwin;
mienla rruy útil para ¡nterpretar y relac¡onar los ambas teorías t¡enen en común el rechazo de las
acontecimiento h¡stóricos. concepciones fijistas.

-:
!
Bloque lV t@t,,osofía cont E&
1800 1850 t900

. 1815 La Santa Alianza derrota a Napoleón. . Mctor¡a, re¡na de lnglaterra (,l837-1901). lntperio colonial
Congreso de Viena con Metternich: se in¡cia la . Victor Manuel ll, rey de ltalia (186i)
Restauración del Ant¡guo Rég¡men . 186¿t I lnternac¡or¡al Comunista
. Confederación Alemaña ('1815-1866) . Abolic¡ón de la esclavilud en !:stados Lrn¡dos (I 86ll
. 1820 Pr¡meras revoluc¡ones . Nobel inventa la dinam¡ta (1867)
l¡berales en Europa
. Guillermo I de Prus¡a (1861-1888) será
g . 830 Revolución de Julio en Francia
'f
ká¡ser de Alemañ¡a desde 1871.
É. 2.' oleada de revoluc¡ones l¡berales .Guena franco-prus¡ana (l870-1871).
o
F
o . 1848 Revolución en Franc¡a Denota de Napoleón lll y proclamaciÓ! del
I y d¡versos países europeos. ¡l Re¡ch alernán por Bisrnalck
3.' oleada revolucionana. . 1871 lnsunección de la Corr¡¡unede Pal¡s
. El or¡gen de las espcc,es (1859),

il de Darwin (1809-1882)
. Concilio Vat¡cano I (1869-1870)
. 1884-l BB5 Conferenc¡a de Berlin
. 1830 Pr¡mer trayecto de donde se decide el reparto colonia¡
lerrocairil (Livérpool-Manchester) . Enc¡clica Rerum novarum, del papa Leórr xlll (1891)

. Adam Sm¡th (1723-1790) . Herbert Spencer (1820-1903) . Em¡le Zols (1840-1S02), escritor
<
'F . David Ricardo ('1772-1823) .
nalural¡sta
He¡nrich Heine (i797-1856)
. John Stuaa U¡ll(1806-1873) .Withelm Dithey (1833-lg1.t)
j B
=!
I
. F¡chte (1762-'1814)
. schell¡ns (1775-181) Ludwig Feuerbach ($04-18721 ' Friedr¡ch Nietzsche ll844-1900)
t¡¡
'
I
E . HeSel (1770-1831) . Sóren K¡erkeSaard (i 813- l B55)
I <.
I I . Arthur Schooenhauer 11788-1860)
I 5 . Arjguste Comte (1798-r857)
t- ,t8251 Miiafl Bakun¡n (1814-'1876)
3 . Henri de saint-s¡mon (1760- '
(' . Kari Marx (1818-1883)
. Charles Fourier ( 1 772-1837)
. HoM owen (1771-1458) Frieddch Ensels (1820-1895)
' . ,848 Marx y Ehgels, Manilieslo c<rnunisla

Unidad 13 El Positivismo, el Utilitarismo y el Marxismo lJ,

^lL
ql
Unidad 14 El Vitalismo
te

Unidad 15 E¡ Psicoanálisis y el Existencialismo It:


, ¿l:

Unidad 16 La preocupación analítica por el lenguaie ^DC

Unidad 17 LaFilosofía de la ciencia su


)o

flnidad 1B Panorama de la filosofía actual CO


,'e
.{es
290
üfit
w tw 1950
2M
.Guillemo lt, káiser de A¡emania . . '1
1929 Crac en 950- 953 Guena de Corea
1

{1 888- 191 8). Potílica expansion¡sta


Wall Street . 1955 Conferencia de Bandung.
. 1914 lnicio de la primera Guerra lm_
Mund¡a¡ pulso a la descolon¡zación_
d( 1865) .1918 Armisticio
. I 91 I Tratado de Versa,tes
.1922 El fascismo tr¡unfa en
lta-
q . '1957
.
.
Comunidad Económ¡ca Europea
1962 Conc¡lio Vaticano I
1964-1973 lntervenc¡ón de Estados Un¡dos
en Vietnam
lia con Mussol¡ni . 1968^Revuelta eslud¡a¡t¡l de mayo
.1917 Bevolución rusa de 1968 y primavera de praga
dly .1922 Formacrón . '1931 España proclama ta I Bepública . f 979 ln¡cio del fundamentat¡smo
islámico
. 1936-1939 cuerra civit española en lrán
'ar§/
de la URSS . '1989 Caída
.1933 Hi er, canciller del l¡l del muro de Berl¡n. lnic¡o de Ia
Reich .1942-1945 Holocausto: extermin¡o descomposición del bloque comuñista
. re33 rnicio de ra porírica antijudia en ros campos .
.
;:,:;:5:.*fi";::ios 1991 Guena det Gotfo. F¡n de la URSS.
1938 A¡eman¡a anexiona Auslda . 1 94S, mayo: Capitulac¡ón de A¡emanja. .'1992 Abotición del apartheid
en Sudafflca
a su rerrilor¡o Agosto: Bombas atóm¡*" x¡,."fr]rn" * , .'1992 lnic¡o de ta guera c¡vit yugostav¡a.
en
rl '1939 lnic¡o de Ia Segunda Nagasak¡- Capilulac¡óñ deJapón
Gueía . 2001 Atentado contra
Mundial: Aleman¡a ¡nvade polonia- . 1948 Dec¡arac¡ón Universal las Torres Gemelas
1l1l\úJ1) y el Pentágono en EE.UU.
Francia e lnglatena le declaran la guerra de los Derechos Hum anos
. 2003 Guerra en lraq
. Ednrund Husserl
11859-1939) . Erich Fromm (l9OO-.t980)
. Ka¡l Popper (1902-1994)
. S¡gmund Freud (l g56l-.t .
939) José Lu¡s Arañgur€n (1903-1996)
. Una,11.uno (1864-1 936) . Jean-Paul Sartre 190S-t9BO
. Heidegger (1888-1976)
. Lenin (f 870-19?4)
. Bertrand RusseÍ 11872,1970) . Herbert Marcuse (1918_1999)

..losé Ortega y casset . S¡mone de Beauvoir (1908-19g6)


0SB3-19S5)
. Lr¡dwig wiügenstein (t . Claude Lévi-Strauss (1909)
889-1951)

'Enrñanuerf\ro¡niefils05-1eso).ca1:us]:1,-J_uñg(lsru-,ru,,.n¡",il[lllj::".1JJ"t"t;t*'
. Lukács (1885-.t971)
' JÚgen Habemas (1919)
. Arbeft camus (1913_1960)
. Jaspers (1883-f969) ' Noam Chomskv ('1928)

;1\'r¡ Después de este recorrido, suc¡nto.pero


significativo, por ra historia der pensamiento, hay
cuest¡ón que se presenta como posible y una
ne-cesaria: ta'critica a la tradición filosófica y
que, a estas arturas, se convierte misma. es
en indispensabre ra toma de conciencia de que
vlsión y crítica de ros supuestos, pranteam¡entos, ra constante re-
te a la filosofía. Esta toma de concienc¡a v .ú"iir""
respuestas es una acatud inheren_
pecha y
se nara etect¡va er contacto ru po"üá'¿" ái **
crítica manten¡da por argunos ae tos pensaooÁ """
,a.
temporánea. Así, podremos desenmascarar
l'rs dislorsiones que se dan en todos
"""y
ros prejuicios, ras ideorogías, ras man¡puraciones "r¡i"*it¡;;r;;i;;;;
ros ámbitos, ávro-Já" por ra refrexión de
pensables como: Nietzsche, Marx, autores indis_
Freud, Unu,nrnojO.t"gá y Gasset, Heidegger,
wittgenstein, Popper o Foucaurt. por otra parte, Horkhe¡mer,
esie esi"ambién er momento de abordar una
rie las cuestiones centrares der pensarriento
contemporáneo: er diárogo y ra comunicación
s(¡jetos entend¡dos como ra forma rnás ópt¡ma enlre
en ra'resoruJón o" p,-áuár". i"ári"*
cos. En definitiva, en este úrt¡mo broque
se r,ac" e*pti"itá ,ná ¡ntenc¡ón que ha servido
iora"¡_
con(lr¡ctor de todo er proyecto: aportar propuestas como hiro
e ideas representativas der pasado (pero que
sean interesantes para el presente) y proporcionar
los (conceptuales, procedimenta_
les y act¡tudinares) que permitan sitúarse
conscientu y "le¡1ento" ante éste.
"riio"."nte
291
,"

I
I
I

El Positivismo, el Utilitarismo
y el Marxismo ü

Esquema
'1-§" '1. Las revoluc¡ones del siglo XIX
'.-t 1 .l . La Revolución htduslrial
1.2. Las revoluciones l¡beral.)s

2. Evolucionismo y Positivismo
2.1 . EfeNescencia científ¡ca
c
2.2. Darwh: el Evclucionigno
2.3. Comte: el Positívismo
lnvlfe
3. El Liberalismo util¡tarista de Stuart Mill
¿,1-r r r¡V<:c

3.1 . El enfoque utilitarisla l)rilnet^ rx¡


es tler\¿ l)
3.2. Jeremy Bentham ei tr¡l)¡¡;x-l(
3.3. John Sluarl Mill te feli.\r,1ir)
gia fisi,;a y
4. Manismo: la revolución social
sr fuelÍr di
4.1 . Vida y obra de Marx c¡r lo
eila rJt'r lo
4.2. Las Íuenles delMaxist¡to lotzcr lt-
4.3. El matenalisnlro (l{)un}l,Jl
tislac. lir!
4.4. La denuncia social extrat,\;te
4.5. E commismo pronlo e0;
qLrier \l:,
irabaj() cxt
I esurrVbi
lén ll ro, íJ
Objetivos del lri/.trj
. Comprenber las implicac¡ones culturales, sociales, polÍt¡cas... dé transformacionss econó- rro le Derl€
m¡cas corio la Hevolución lndustrial. nece i

. Asim¡lar las nocione§ clave tanto del Evolucionismo como'del Marx¡smo y reconocer las co-
nexiones entre ambos.
. Percib¡r el peso que en el siglo XIX tienen tanto la cienc¡a como la m¡sma perspect¡va c¡entí-
f¡ca o positivismo
. Obtener una v¡sión panorámica del variado y rico conjunto de propuestas de reforrrla sociá
lormuladas durante el s¡glo XlX.
. Darse cuenta de las implicaciones filosóficas y humanas que pueden tener teoiías c¡entíf¡cas
como el Evolucionismo.
. Reflexionar y cuest¡onarse la conf¡anza en el progreso mqdiante la práct¡ca del debate.
I

. Concienciarse de la función crílica que Éuede ejercer la [ilosofía.

292

t
,il
f
'!3 qsi &
rl
t
¡
I

i.. '

La lercea ctase, de Oaum¡et.


lnvitación a la unidad
rr:-ill
¿En qué consiste, entonces, la enajenac¡ón del trabajo?
f'rrmcramenlc en qrre el trabajo es exferno altrabajaáor,
-- I

es.(lecir. no p¿rtenece a su ser; en que en


su tr3bajo,
ellr:rbajador no se aÍirma, sino que se niega; no se
sien_
le f¿¡iz. s¡no desgraciado, no desarrolla una

¡
Uia física y.espir¡tual, s¡no que mortif¡ca .,
rr:r.su
libre ener_

espiitu- por eso el trabajador sóto"u"rpo


y ur.ri-
se siente en d
x
s¡ luera del trabajo. y en el lrabajo fuera
I .)ll. io suyo clrando
de sí. Está
no ttabaja y cuando trabaja no lntroducción
r.::¡ ¡t] lr) suyo. Su lrabaio no es, asi, voluntario, En esta un¡dad, analizamos el s¡glo XIX y
sino
íorliJdo, traba¡o fotzado. por eso oo es la sat¡sfacción comenzamos el estudio de lo que se con_
rie.una neces¡dad, sino solamente un srdera pensamiento coniemporáneo, tln t¡po
merllo para sa_
l¡slacer las neces¡dades fuera del trabajo. de reflex¡ón que tanto social como cultu_
Su tarácter
(,x¡año se evidencia ctaramente en el he¿ho de que tán ralmente se encuentra más cercano a nues-
l)rorrto como no ex¡ste una coacc¡ón física o dé cual- lra_s.prop¡as necesidades e ¡nquietudes que
rlui¿r olro.t¡po se huye del trabajo la f¡losofía anterior. Después de ver en el
como de la peste. El
lrabe;o externo, el trabajo en que el hombre
seLnajena, pnmer apartado cómo la induslrial¡zac¡ón
es un trabaro de autosacrificio, de ascet¡smo.
En úítimo
y las revoluciones l¡berales transformaron
lérmino, para el trabaiador se muestra la exterior¡dad el panorama económico, polít¡co y social
del,lrat ajo en que éste no es suyo, slno de otro,
en luá oe pflncipios del siglo, analizaremos las co_
no le pertenece: en que cuando está en el no rr¡entes que maler¡alizan la aspiración que
se perte_
rrece a sí ntismo, s¡no a otro dom¡na buena parte del pensam¡ento con_
temporáneo: ampliar el dom¡n¡o c¡entif¡co
Marx, K _, econóñ¡co_f¡losólicos. a todos los ámbitos del saber; nos refer¡_
^4anuscr¡tos
¡ierrtÍ- mos, claro está, al evoluc¡onismo, el pos¡_
tivismo, el util¡tarismo y el marx¡smo.
sor:i¿rl

rtífr,'as
l
:

I lr¡ 13

I I Las revoluciones del


¡
i,
siglo XIX
E
Tanto en el panorarira económico como err el social, ef,ñltrc
J= Untreio.EnelámbitoeConóln¡Coseptodujoutta
.'rí rJ-
AU transformación prolunda en la organizaciórr de la producción: l¡i
(ffi}'. Ésta tuvo importanles y variados efectos en ámb¡tos
i diferentes al económico. I-lesunliéndolos, pod[iamos dec¡r que com-
{ portó la consolidac¡ón de todo un nuevo sistenra social: CcS rn

i Itrr.tn este sentido, alteró los gru¡ros y las relaciones sociales: en a.t

concreto, sustiiuyó Ia anterior estructura estarnental l)or ot¡a er) la lrl


GflsA aña fue la cuna de la Flt ollróh
lnahtt l p.'o sL e'rencror, po'ol,o que heredaron el protago¡r¡smo social dos nuevas clases: la l{f l1
p.riso< . t n¡ ro" Bplgrc¡. l''s o.ise'J
Balos. Franc a. Prus a...) fue rrredrata
#il*tÉ A pesar de que ambas luvieron un ¡:eso
fundamental en los cambios económicos, ninguna (le las rlos di¡-
ta
frutó del suficiente reconocim¡ento político. Este heclro, unido ¿., los
intentos de las monarquías europeas por restablecer los antiguos \€.
lores absolutistas, provocó una convulsión en Europa con las .{)¡r
heb-r5) -n¡ .o

^{ri
La co
(l rll
c\rr
1 .1 . La Revolución lndustrial
di.$1,
,l Los h¡storiadores entienden por Bevolución lndustrial la tra¡rsfor- di. ,'rtt
ll mación económica que supuso el ¡-ratFll¡fffikñ#e- cri¡t¡
I rñffifreEÉfeittü . Esta transformación en el s¡ste¡na de
:
T
el r,oe
I
producc¡ón comenzó a desarrollarse a part¡r de las postr¡merías del
siglo XVlll en Gran Bretaña, aunque se expandió rápidamente a otros cia¡nlr
puntos de Europa. Así, de una economía basada en la agric[ltura
y en la manufacturación doméstica, se pasó a la producción rnecá. al.¡r-lu¡
n¡ca en grandes fábr¡cas, donde se concentraban los trabajadores
lr La con(,ntraoon en fábr'aG y la
introducr ón de maquinaria fueron dos y los Inedios de producción (maqu¡naria, herram¡cntas, nraterias pt
de los li:tores delerminanles en las mas). Esto comportó un ¿Eúo.*Jr*m.lmi¡iñüdllÑiñ-
tra¡¡slcrr ¡aciones e€onómicas que se
conocer como Revoluc¡ón lndustrial.
Arletg¡¡aÉ!¡aED
*tffia,
Si la inriustrialización se irrició en fue
it¡ porque allá se dieron las r¡5r que los his-
iil toriadores han señalado como necesarias para ello:
l:, un reFliho sufic¡entemente abiedo y 11*
I
elun er¡#rde{*f¡#*r!rtr que dotó de la maro
I de obra necesar¡a a las fái¡ricas, innovacio¡res t:¡c-
n¡cas (explotación y aplicaciórr de nuevas fuentes de
il
energia, intrcduoción de nraquinar¡a especializada,
il rruevos ¡neCios de lransporte...) y cx¡stencia de un
I

6 lE¡rrú5ryr oaÉa para invertir en la construc-


i¡ (D
ción de fábricas y en la adquisición de máqu¡ias.
i;.
d Veanros de qué manera estos factores contr¡buy8-
I o ron a que la transfornración industrial fuera pos Jle.
I

I
I
294
i
1 r¡ ,t, 13
* lIIEl basado en una política no ¡ntervencionista del Es-
tado, favoreció la industrialización porque no entorpec¡ó
las ini-
cialivas particulares de la burguesía.

oUfue - fruto directo del descenso de la


Cujo una
mortalidad, dotó de laEÉ necesaria para que pudie_
(i¡\rr ran funcionar las fábricas. Este incremento,
¡n- áio frg..
ámbitos -Eüfüñn,
un excedente de mano de obra que contribuyó"a"aa", "
a su abaratamiánto.
¡trévom- ¡trtlb
- producción. fueron decisivas en el aumento de la
I caDita- El diseño de maquinar¡a especial¡zada y su
apl¡ca-
ia}¡¡; en ción en la industr¡a, así como el aprovechamiento
de n;evas'tuen_
tra ^n la tes energét¡cas, posibilitaronf¿t*n¡¡úsnre.f¡err¡G:aO
ui-fesía
I ñE¡e6brrb. La estac¡óñ cle Saint-Laza¡e, <le Monet
UT ESO
ioVois- -ftñresultabamuy r-*i.. porque mon_
di los I
tar una fábrica y adquirir maquinaria requerían
unatia, lnv"áon.
Por ello, para poner en marcha el proceso,
luos va-
1
pá¡""0" ,n
l\rro' "" también es cier_
pital inicial que no lodos poseían. Sin embargo, "r_
to_ que esta inversión se veía,
a corto plazo, recuperada y multi-
pl¡cada.

La convergencia
<lttstrial y la
de todos estos factores propició la Revolución
'a1ld¡l¡¡-{.t=,t''r¡i-*.
ln_
É"t" a"ano si"nJo ,r_
r.-a--ry
La máqu¡na de vapor (perfecc¡ona-
chomás que rin modelo de producción ecánómica,
a" da por Watt en 1784) const¡tuye el
,.,i'tió
en un nuevo l¡ñrÍt¡lega* ""to "", "on-
Económicamente, fo_ ¡nvento emblemáiico de la Flevolu_
I

(¡riamcs caraclerizarlo
constatando el carácÉr privado du 1"" rn-J." ción lnduskial. Diseriada para E_ I
,¡rY,u,,
'l ' o-
rie producción (maquinaria, fábricas...) y
la r.láq;rrhtÉ¡¡,* @frnrd¡gt.
cañuFüaü!É![üttalas. por otra parre, .n uop""to-pJiti"o, revolucionó el mundo de la maqui_
'l,lil í1,, ellilrh) "f
fue su gran ¡deologÍa, que se plasmaba'"n
nar¡a y el transporte y, con el,o, con_
tribuyó a potenciar la ¡ndustrializa-
I

ve¡rcionismo estatal y en la máxima dejar "i;;;;;.-


hacer ¡laissez faire)il. So- ción y el capital¡smo.
i
(rialmenle, destacó por una
radical r5¡l--€!ü áo"i"- l. lnd¡ca, como mínimo, un ¡nvenro
les, sobretodo enlre empresarios y proletariado."ntr" "1""",
Estas del s¡glo XX que haya s¡do ta¡ re_
diferenc¡as
irbonaron el terreno para la aparición ,lel volucionar¡o como lo fue la má_
movimiento o¡r"á p"ru V
las revoluciones sociales de finales de qu¡na de vapor en el sigto XlX.
siglo.
.t : ,\ -

Las condiclones do v ra del proletsfladó,


I La clase obrera, la hija pobre de la Revolución
lndustrial,
t soportó durante el primer cap¡talismo unas condrciones
raoorates y de v¡da realmente aterradoras.
Como con_
; secuenciade la industrialización y la mecanizacióil
de
raproducción, el capital se iba ¡ncrementando, pero se
; concentraba en unas pocás manos, las de los
rY- empre-
i sarios. Todos los demás, en cambio, turiun qr"
.Itrr:,
¡ una oxplot&¡ón hhumanr En las fábricas y
en las mi_
nas lrabaiaban ¡ncluso los n¡ños. Los obreós pasaban
a¡lí ¡a mayor parte del día
úomadas laborales a váes su_
] periores a las.catorca horas d¡ari's),
sin medidas hi¡¡
giénicars-o do s€gur¡dad
ó
ningún tipo, por un salarb
mlsemble que apenas daba para v¡v¡r y g¡n ninguna
,L i,/{, c-le
se de ayuda o subs¡d¡o por enfermedad
o vei;.1

C 295

r
I l¡ r¡ i 13
! El A¡rt¡Suo Régim€ñ
1.2. Las revoluc¡ones liberales
)íl¡,,r,.
Ancien Régime era la expres¡ón
que utilizaron los revoluc¡onarios
Con e¡Cqm,dc Y¡¡l en ltrÍ se rú.[ÑñrrfÑllÜl*Ü6])'
h! , aproximadamente, como estaban atlExffKíióitfñn- r:ir:t t r¡ rt, '
franceses para referirse al sistema
que oretendían derrocar. Se trata- (-t*b€@islelrupdgírpas. La ffil§t¡, que es co¡llo
geográfica que po l; r tt ¡ion li
ba de un s¡ststra que Política- se conoce esta época h¡stórica, fue más factible
menle se basaba en el ábsoluüs- lítica y soc¡almente. LCdo.Ús üa tr¡li¡o Rég¡rE sóao GotEip¡ml
mo d podor reC Y, soc¡almente,
co&¡ta**G§t
en una organ¡zac¡ón Y ieratqúza-
c¡ón estamental muy rigida. Entre
nfutf -,.)- t¡ ¡(r tl.
los estamentos (a los que se Per- -.aa después de (l *
tenecía por nac¡miento) hatia gran- vencer las resis- I r-ril(-r
des diferencias y desigualdades en tencias que ofre-
cuanto a cargas Y Privilegios cían las nuevas r:i(,t!,1
ideas liberales.

Rcvo

Asiquedaron las fronleras politicas en


Europa después de que las potencias
{f ¿
y rri lr
i rl'
(Francia. Gran Bretaña, Austria Rus¡a.
Prusia y Suecia) se repartieran el ten'itor¡o lAl('l
en elCongreso de V¡ena (1815). - ri.'ib(h h cdrdrl,ó
iregi,:
un acuerdo de ayuda y colaborac¡ón elltre nÜlÜ-
:-..¡lc
*átúca,
La
ffi5ñ qttíE*i-as (Francia, Prusia, Rusia y Austria), lue la encargada
Se trata de una cagaPl*hlf,a*
de velar por la restitución, la protección y la c-lh'bCÚ'sñ
firepffA que hunde sus raices en
t4gn¡IFi el pdr *edub e ind¡scut¡ble dffiila legi- - ErYo
(- r)f
la teor¡a politica del empir¡sta Loc-
ke y el ¡lustrado Montesquieu Sim- timái¡¿n O¡vina Oe éste, la&.fftil¡¡rnd¡ b'lrdm ' Sin embargo' t)li{
pre-
pl¡ficando un poco, podemos af¡rmar esta alianza encontró numerosos obstáculos a la hora de hacer S,..,'l(l
que tiene dos caras: el{¡m valecer el sistema tradicional. El l¡beralismo y las reforÍlas polít¡cas
db (de trad¡c¡o¡ inglesa) Y el
y sociales que se llevaron a cabo durante la Revoluclón Francesa cl
y
rr;.;i'r
tlñr*ÉFlffao (de trad¡ción
lrancesa). imperio napoleónico eran d¡fíc¡les de borrar de la nlellrotia de la bur-
PorlmlÜíñenten- guesía.
I demos aquella ¡deolog¡a que úQ La FHúínfffi había demostrado que era posible una for-
frffi¡ÚY!rltf} ma de gob¡erno l¡beral, con una @-
r*dirfrrÉrxi¡¡arq¡*¡4 +Jas ffif. Las cc;t aaPghelú)ts, por su parte, habí;tn divul
iritnir*#.ri.*.PúaEq¡q gado y d-ffi'siiley.dsrn¡es' Ello supuso que los
Por.5r5f, b entende-
mos la ideología que ex¡ge má31 áonservadbres, partidarios de las viejas y d¡scriminator¡as tradicio- ñ
h...ffl?§.fif'*ftht nes, tuv¡eran muchos problemas al intentar acallar un l¡xtffi
que Hffdb-#s por todo el continente' .
Eapor lo que se opone a cualquier
litEo, apoyado y promovido por la burguesía' fue el *
--.¡r4iFd¡gfr-
tipo de autoritarismo Polit¡co.
El
rffide toda una serie üIEl que minaron el panorama C
2. Just¡fica la relación entre libe-
ral¡smo económ¡co Y caPitalis-
mo, y entre liberalismo Pol¡t¡co
político europeo. Fueron levantamientos ¡nspirados en las grandes
ievoluciones dei siglo XVlll, y que estuvieron encabezados y dirtgi-
!
E
t
a
Y
pari¡ci- E
democracia. dos por la clase burguesa. Ésta exigía más l¡bertad y más t
¿Cons¡deras, además, que pación política. e-frfl-rilf-frffim{impr §
- capital¡smo Y democrac¡a
van siempre inevitablemente
a-
yla ¡
§
a
unidos? ¿Por qué?
trrñf§s. Para conseguirlo, no dudaron en recurir a las m §

296

I
13
A l)esar de ser d¡r¡g¡das por la burguesÍa, las l-I¡Es-del siglo
XIX fueron raclicalizámlose y @ I-IÚI
La revoluc¡ón de 1848 5e exterxlió
ar l,' ) !nEl prolelariado también tenía sus asp¡raciones, y éstas no
inmediatamente por el resto (le El¡-
;

tr',¡V.rrr siempre coinci(lían con las rle la burguesía. En las revoluc¡ones que
ropa. En la Conle.leraciólr Alct ¡¡alÉ
el ) to vamos a comentar a continuación, obseflr'aremos un progresivo ale- y en Prusia tuvo una especial re I
i ll r(i fx)' jamiento entre las clos clases (btlrgtlesía y proletariádo) que comen- percusión. Ante una monarqtlia t¡l
¡

51,- 'ffjl l zaron luchando iuntas. traconservadora y re?ccionalia qtÉ


' i :. . rl se esforzaba por matteñei el ab-
--5I Eslalló en fhh, pero se extend¡ó ráp¡da- solut¡smo, la burguesia reblarhál)a
merlte por olros países etlropeos: Fub la revuelta de carácler más mayor legalidad y litrertad civil. En-
IXl{ó6 de todo el siglo XlX, pues básicamente constituyó una
reacc¡ón m la restitttción del absolutismo'en la figurá del ul-
tre sus reivindicaciones destacaba
la elaboración de una Constilt¡ciólr. l
!
I r acor¡seniador ñlHl En el Estado francés, el estallido revolu- 3. Expl¡ca qué es una Conslilución.

(j¡onario tuvo conro (;onsecuenc¡a la abdicación del monarca y su - ¿Pár qué crees rl!¡e es tan i
¡mpoftanle para (nr pais?
s¡¡E-ilFEüÜÉÚliá I (l¿ttlEiE ,)trn rey conslituc¡onal que
encarnaba nteior los ttttevos i.leales liberales de la burguesía. I
t
- §II:fiEff. También se orig¡nó en ftil6ia y tuvo como
d¿ton¿rntc i¿r ffilh que condenaba a losfu#
tm, y ocasional)a
aconlor.larla trurguesía-
prüfi
Fue
¡Érdidas económicas ¡ncluso enlre la
una revolución más radical, ya que el
no se lirnitÓ a secundar las reivindicac¡ones de la bur-
m
r¡resía, sino que cornenzó a nfl HllÉFH!*§:ih
@. Esta revolución fue la respon-
salre de la @la Procla-;
r RilAÉrEy
|ración de lá eli-lhdeffi 7
Éláludunarevuelta
@
(l-. Apr(,vecllanrkl ei vacío que se había producido en el go-
bierno f rancés'&r¡rrtsa de la'capitulaa¡ón dePárís ante los pru-
siAnori, se rr¡:;tar¡ró el t Sólo duró t
[anlln¿ el movÍnlenio lerninista
r-Fy, arrrcl(re lue (iuramente repr¡lnido, s FiUl
rl.¡¡.9e ¿J]

-ffith. ;lis -'1.'..t"¡ d ,,, ,1.r,.r,'l r, I.


ftñ;Et[Gtffi lulraglsmu l , ll,,-r rr,,, 1 .. lrn¡leré:
¡xllguesas.l '" r(, .r,, ,1'.
".lr¡lsrllt,
derechos d¿ {Ilrc ( Isi trl.1l,. r r 1,,5
ltr D rl¡L5
cle sü (':lase. Enlfe otras cosas, reivill
dicaroñ d dereaj¡o al vol() y a la e.h lc¿t.i(;r L

y la igualdad de salari)

ii Con la consolidació[ de la ¡ndr¡slria-


lizac¡ón y el caprialisn¡o. la s¡tr¡ación del
pl-r,lelar iado ¡l)a enlpeorando. M¡e¡llras la
alla H:ÍE*Cia, {-ü los
rec§ian unain.üEBlú¡l¡Io por
su lralrajo y sr¡ esft¡e¡¿(). A la laroa, eslo
Dovocó tffia¡IüÉlllH¡r

.*, ,l
13

2. Evotucionismo y Positivismo &. 2


[\, r¡l

tft
:
El siglo XIX constituyó otra de las épocas de gran etnpuje cientifi'
co: aparecieron nuevas ciencias, tuvo lugar un gran número de des
I dicir.¡r'
l tl cubrimientos, se estimularon las invest¡gaciones técn¡cas... Dentro
L¡ de este contexto, surgieron dos teorías que tanto se pueden ¡nclu¡r
ll,¡r l;r"
en el ámb¡to científ¡co como en el filosófico. l{os refer¡nros alñ
Ia¡C) y alÉrñ¡¡lgl¡9. La primera, a pesar de ser una
,,.: . .,.'. teoría b¡ológica sobre el origen de las especies, mod¡í¡có la concel)' "lX¡ri
ción que el ser humano lenía de sí misrno; la segunda, el pos¡tivisrno.
ad;¡¡, ir
aCemás de s¡gn¡f¡car la inaugurac¡ón de la sociología, se conv¡rlió
tamb¡én en una teoría i¡losóf¡ca sobre el ser hunrano, la h¡storia y la
cienc¡a.
ar, . rl)i

Lri¡¡;
2.1. Efervescencia científica ti, tl
rl

t k>Jqir.l
I

_ Uno de los
factores que contribuyeron al dinamismo de la ciencia del l)i., -y r

siglo XIX fue la emergencia de pn¡¡¡a¡ffsaEFtf¡Ütf¡


(:Hn. Estas exigieron recursos y maquinaria progrcsiva- l1a.,rit I

mente más especializados y sofisticados. Esto dio un consideraf.'e

A!ttt(.ffi$
¡mpulsoalaffir inevi- t)os drf
!¡*{rhIE ak
tablemente un¡das Eboesde enlonces, y cada vez ct. -?

1800 Pila elá trica (A. Yolta) .


de una manera más estrecha, cIF irán de la nrano. Asi eslós í
't 825 Locom( :ora de vapor
por ejemplo, en esta época, estimulados por la necesidad de nue- aai
(G. SteE renson) . vas fuentes energét¡cas, se ¡nvest¡gó y se descubrieron pr¡nc¡p¡os fi- eslxnr
1839 Cámara fotográñca s¡cos relacionados con la electr¡cidad y aparecieron inventos conrc L)i. .ai
(Daguer e) la-ll-¡Ita (1800). I)ery r
1843 Telégraf( (Mors€) yir, -ri
' Además, durante el s¡glo XlX, la ciencia se expandió considerable'
1865 Leyes de la horsncia le,-irs
genética (Me¡del}
mente y abarcó ámbitos hasta entonces olvidados. Los éxitos y avan-
ces producidos en c¡encias como las rnatemáticas y 13 física ¡tnpul Ct¡1'tt
1867 )¡namita (Nobel)
1869 lrdenacióñ de los
saron otras disciplinas que trataron de consegu¡r log'ros similares. e! lc
:lementos quim¡cos Esto explica la apar¡ción de rE*Lr, como la sE$há los.irgr
(D. Menddei.iv y J. L Msye.) o lafi¡lÉ Estas disc¡pl¡nas nacían con la pretens¡ón de pro'
fa
1879 Descubrimiento de los porc¡onar conoc¡m¡entos tan rigurosos y liables sobre el scr huma-
microb¡os e ¡nve¡ción de no y la sociedad como los que la fÍsica proporcionaba sobre la na-
las vacunas (PastBur)
turaleza. -_E¡ P
189Í Motor D¡essl (Dis¡pl) _;n1
1895 Rayqs x (RónIiT) De todos modos, en esta época lambién se produjo un proceso de
18Sll Descubrimiento del radio
(#)que dttaen gran med¡da al d'.r-¡ryar I'i ra
(matrimonio Curie) EIaa*Il. Tanto las ramas del saber como los científ¡cos
que se ocupaban de ellas se fueron limitando a ámb:tos más redu-
4. Documáltate sobre la Iecha y el
cidos, hecho que perrlit¡ó fiÜlmás en cada parcela del sa- --\Is
autor de los sigu¡entes ¡nventos:
ber. Un siglo antes, los sab¡os todavía eran hornbres doctos en to- !t:(
. El pr¡mer rnotor de explosión o
de gasol¡na. das las mater¡as (lísica, química, geonretria, óptica, biclo3ia...). E3-
. El telélono. tas eminenc¡as cada vez serán rnás escasas: los grandes cientÍficos §'rci
. El c¡nematógrafo. se concent¡ar'án y se especializarán eir una de eslas parcelas, de ia
que, en consecuencia, llegarán a ser grandes especial¡stas.
t;
§f¡t);

298

I I
1

13
slo 2,2. Darwin: el Evolucionismo l

. entif¡- En el siglo Xvlll la obra de biólogos como Cart von Linné (11\7-1llg,
o\ú" o.r- o George Cuvier 769-1 832) todavia confirmaba la
(1 cryhb
- )entro {h-|¡I¡ del acontecer natural. Según el-), ta lf¡¡
:en incluir y las
es deci( seres inalterables que permanecen para siempre tal
:g:ldar- -L,
como fueron diseñados desde principio. El fijismo a menudo iba
?-^er una r_rn
emparejado al c-ro, por lo que se explicaba el origen de
'\r^TceP-
s' /ismo, las especies apelando a un cr¡i..ts¡lte responsable de su ri
'il
adaptabilidad. Los parec¡dos y proxim¡dades entre especies (como la ,l
[¡rvirtió
;. íayla que pueda haber entre un caballo y un asno, o enlre un tigre y un león) l

lampoco se expl¡caban recuíiendo a un origen común, a un m¡smo ii


antepasado, ya que, según el (ü¡ffii* las e!ll-t> !
fus. I

La ¡¡hdetlay la affir¡h, c¡encias que aparecie- j


ron a fines del siglo XVlll (paradójicamente grac¡as a los estudios
'lr
rje b¡ólogos como Cuv¡er), proporcionaron datos que desacred¡ta- I
.', :tit rle¡ ban y restaban credibil¡dad al fi.¡¡smo. El.Ihe losfs sumi-
nistró ¡nformación sobre especies que ya no existÍan y de las que no
"-siva- habÍa noticia. Las exhaust¡vas clas¡ficaciones que darían paso a la Cha¡les Dar-
r.-;tltle anatomía comparada reflejaban proximidades y parecidos entre gru-
*es uno
i,revi de los prln-
pos diferentes que ponían en entredicho su pretendida independen-
c¡pales
.r. Así
cia.l-.(1744-1829)fueel primero en i E¡tIIke científicos
6*Ihb Según Lamarck, lffis da la his-
toria de la
;.,s o. Ahora bien,
human¡-
,..V,{)tlo
fí este r-¡¡.d6ñ-.i¡a, según el cual, por e.¡emplo, elalaF
dad.Su*
gamiento del cuello de las jirafas se debía a los esfuerzos de la es-
ria ovolutiva
pec¡e por acceder a zonas de alimento más ricas, no se podia
apo- d6l origen de
yar en pruebas científicas. Esto comportó que, por el mómdñto, las las espocies no
. rl¡le-
leorias que lo sostenían tuvieran escasa repercusión. sólo const¡tuyó un
avance en el ámbito de
,
1rt rl. mffn (1809-1882) fue qu¡en def¡nitivamenre a-D la biología, sino que transformó la
r\-1reS. d¡¡lll:É. La teoría evolut¡va que defendía se concretaba en concepción que el hombre tenÍa
'19ía los sigu¡entes puntos: de sí mlsmo. S¡n embargo, aun-
Ypro que Oarwin ha pasado a ¡a h¡sto-
.lta
- y%sino que sufren cambios riacomoelF-¡¡XI¡ll¡,
tit nir lransformaciones. ñl s¡ queremos ser rigurosos, he-
mos dg reconocer qub la teoría
5ffi
- esPecie o evolución que exper¡menta una evolucionista fu€ propuésta at mis-
.,rle es g-¡-.ffit!!mo. mo tienipó por dos dientfficos;
Charles Darwin y Alfred Wallace
t)!21 et - grrramente,
t
--r- f--s: prov¡enen. se- (1823-1913). La gran cal¡dad per-
de una especie ya extingu¡da que es su a#la sonal de ambos naturalistas ev¡tó
¡a:rltr. controvers¡as sobrs qu¡én fue el
':a. ------úr- prímero Bn'e:stablscer los puntos
,rrllo. -D clave ds fa teorfa dé la evolución.
La cordial¡dád fue tal que incluso
- l-i_l es un mecan¡smo que favorece las modifi- en '1858 fue publicado un artfcu-
'r{ir:r'¡r; caciones más adaptativas. Y es que los ind¡viduos que sufren lo da Wallace sobre la evolución
las rn--- tienen más ptñde coniuntamente con un resumen de

ffi. las ¡deas darwlnistas.

299

I
lr 13
i
La teoría evolutiva fue aplicada a la expl¡cación del Gl: -{
(li'
ll
l-. Para Darwin, el hombre no constituia un ser especial y
ti
ferente a los demás- Como el resto de los seres vivos, habia suftitlo
un proceso de transformación (-) que lo había hecho llr¡s
apto para la supervivenc¡a. La proximidad con otros seres v¡vos se
debía a que, c¡ertamente, constituía una Él-I¡tl)
l f soble toclo con los III con los que compartía ;, ¡t.]
un rn¡smo antepasado ya extirrgui<Jo. Esla teoría resultó irlaceptablc
para muchos de sus contemporáneos, que la c<lnsideraron un insultr)
clro
contra la especie humana.

I
§tÉdffi¿adr*¡lIrD
I lfr'É'*ñ.
Según el evolucion¡smo de Darwin, el
I .áUl*r, sino una É5}¡e}tXú*ih. Por
I it)
I esle mot¡vo. af¡rmar que mantiene un parentesco bioló-
gico con otras especies como el gorila o el ch¡mpancé es
I
¡

éonrpielarrrenie coherÉ¡lte. ,q -Pesa; de eilü, ij! da¡Jvlnis-


!
general ')
t mo convulsionó el mundo intelectual y la opin¡ón t'l
:) i
que se creía que el ser
I de la época. En una época en la ,i
humanó ocupaba un lugar priv¡legiado, completamente.
aoartado del rasto de las espécies, con lasque sólo man' '' ;(i
I áía urn relacix de dominación, el darwinisíio tenía que
I resultar intolerable' De hecho, se ha visto en el darwi-
t-ltPP0nl\ H¡I
nismo el segundo ataque cütra el narcisismo humano'
¡ ü p¡r"o árg" *ntra las exageraáas pretens¡ones que hu-
I quien defendió
l máas v¡no dela mano d€ Copán¡co'
la f¡ena y el ser htJmano no constituían el centro de¡
uni-
I
, ' verso, sifo un punto más en el espac¡o' EÉ \
,t
ffimrñ ÜlÉñdd.qr*|re
M#
r*B

2.3.ffi
técni-
En un contexto de industrialización en el que las ¡nnovac¡ones
cas llegaban a insospechadas cotas de eficacia, la situación social'
a
no era tan prometedora. Como hemos comentado' en el
"n ""rib¡o.
siglo XIX se produ¡eron cambios económicos profundos
que trasto-
tr
ca=ron la estructura y las relaciones sociales provocando una s¡tuac¡ón
y de-
no demasiado alentadora. Las des¡gualdades' las injusticias los
sequ¡librios fueron hab¡tuales durante el primer capitalismo' ¿-¡
CIn, test¡monio d¡recto de este triste panorama, se propuso como L..-l
o¡lñI. Ahora b¡en, para transformar la soc¡edad
y acercarla a un estadio posit¡vo, en el que la humanidad disfrutar¡a
á" p", y era necesario, en pr¡mer lugar, conocerla y t( rer It,,:
""tuOitiOad, su seno
claro cuál era su estructura, qué relaciones se producían en
AGift (1798- 1857) 6s conside'
y qué mecanismos internos la movian. Por este molivo, aunque el pro' ¡)t'
r¿do el ittt de last¡l!¡l elfunda-
yecto de Comte es primordialmente práctico, se fundalrenta en una
dor del Ü¡|¡o. corr¡enle t¡losólica y
xx'
que lendrá un inleñso eco en el siglo sólida base teór¡ca, en una concepc¡ón de la sociedad la h¡storia
el *ld¡*¡oto'
sobe todo en que ét m¡smo denominó ¡frh*.
tffiiq¡

300

t*{"e-.---- -

t
F
ll-T
I rr,t 13
r ElFffiiliUÜCmrrancó de la -
fiñíffidtrñFo, delarCEh t',
f ffiftrd*lrp¡súD y de lac{ftC
a la.matditk¡44*üt¡Ér.¡Étrü. Se concretó
3 enunHúdqpffi'@ I
tn-¡ia¡¡ll¡¡s, que en su vuelo metafí- §-\
1
sico únicamente conseguían abFlÉÉfiüD- I
añl¡¡ En opos¡c¡ón a esto, el frffi
) reivind¡caba una lffis4c¿§+ \
cffiffitr*;, de los que podemos
Iener experiencia y que pueden ser explicados Eü
med¡ante leyes. Y es que, según Comte, sólo
una filosolÍa con esta orientación podía con-
tr¡buir al proofe€o,trññ. 'ti=
E lr '-
El@ l.r
dFlrÉÚ, en la creenc¡a de que la tiatai
a.{-{¡.q{r}{ruürrtGi&y ¡ffit La priñc¡pal motivación de Comle no era
i¡5l*, que llevará al hombre a un estadio en que sus necesida- leórica, s¡ño práctica, y consrslia e¡r r¡na lI
l refoma de la soc¡edád. Es fanrosa la
des se solucionarán racionalmente y donde imperará un orden mo- rnáxrma qr.¡e resLrñle sLr cona:efxrron I
ral¡rsto y pacífico. Para Comte, la culminac¡ón de este proceso se sociologica: "El amor como frrincipio, el I
ordeo como base, el progreso corno f¡n-.
dará cuando la c¡enc¡a ¡mpregne todos los ámbitos humanos. Esto §

seproduciráen unaffi!¡- I
-.¡*ñc ¿(T¡!FF!EU?
Los ilustrados y, como hemos vis-
¡

Estadio teológ¡co Estadio metafislco Estadio positivo ro,C-l-I:rE¡


En esle est¿d o En esla elapa la hL¡nrañidad ha
se h¿ t)ro- fl$yen lacapacidad t
t*
,:luc (,o un p¿so ¡a.ra dad(, !r¡ t,¿so del,¡rl,-'o er' su rrlo-
la abs- humana para mejorar en el lrans- I
tfaccrca\ y los honnfus ya n.) lucron y v ve y se relaciona con su curso del tiempo. La época qL¡e a
ü
e¡Prcan los acofl tecmefllos entorno con madure? Los hom-
.lpelando a l\rerzns .Ivrnas. bres se erphcan los aconlecF
nosotros nos ha locado viv¡res rtrás l
desconf¡ada y crilica. La coni.lrni
srno a pdncrpios y ieyes ge. m erlr): natrri es y socrales rne
nación, la pobreza, las gr€r¡s .. ll¿rn
I
r€rales y abstraclas Se p re c anie leyes qúe han extraiclo de ,

dE dec r qu" l¿ humanidad la observación yla experimeñla-


provocado que la humant(jad se I
cuestione su capacidad para av¡rr
I
vrve una epoca cle ¡uventud cón, es .,ec¡r ciefltificamente- I
zar racionalmenle.
5. Dividios en dos grupos y del)a
I
I :re progreso no es exciuslvo de ia irstof ia, s'j Li.1 idrl riliér Éñ el tid s¡ os parece que la histoía (ie
árnbito del saber. Cada una de las ciencias ha evolucionado des- la human¡dad es una h¡storia
, re ün estadio primilivo a otro de carácter positivo y definitivo. Ade- de progreso.
r ,rs. lodo i.l sistenra del sailer (conrpuesto pc)r seis ciencias o riiS- favor. Podéis desañollar
-Asiguiente
el
, rl,r,r.is) se encLrcntra estructurado y ierarqttizado sega¡rr ei grado argumento: la hu-
manidad ha evolucionado en-
t,.(,)rr)llleli(jad, especializacrón y ajifrcultaC. En un orden de rnenos
contrando cada vez maneras
r .r'. l¡s cirir)crir:; se or(lenari¡¡r ¡si: mati.rlriil cas. ilstronorllía, fi:-l- rftás ¡acboales, paci,icas y eli-
,1(lrLirrlcii. l)iol()(lia y socrologria Las matematicas seriarl lil ci-'rll .l cigntes de viv¡r. Nueslra q)o-
, r,. r:- , I lr.,.r r:r
i',a¡ro 1¡mbiér ) l:r r¡)ás general
(es collro tln nléto(io o irls- ca es una prueba de to(b ello.
i rr rrr.-,nto
r

(lul que todas las (lenras disciprinas se sirven). La socio- En conlra. Eeta evolución 7
i logía, t,rr r:í.rIhic. sería la nrás reciente iel croqio Conrle t-'s consr
- mejora es sr¡perficial, basada
I :,r¡ iilr ) >r r Ir ,ndaclr.-r1 pero r¿sL¡ la a r-nás esPecia¡izada y coilple¡a, en vak es cuestixEbles (con-
t sumismo, comod¡dades,..). y,
r,uÉs Ir¿la ae los f'on]bres y las relaciones que éstos establecen en
{ además, no la v¡ve ni una ter-
l ':l
se o de l..i socierlatl A:lünrás, sri impoftancia sobrepasa la de cera p¿rte de la Población
) r.; rlernás ciencias. ya que es la que pefmttirá la refonna social que mundial.
f , , rl(i ;lfeconizaha.
I
t
,
i 3c1

T
I

I
13
I

I
3. El Liberalismo utilitarista \)
v¡tl t,:¡
Durante la primera mitad del s¡glo XIX nace
en lnglatena una conienle
de p€nsamiento que defiende un
y que se cono- 4,.
ce con el nombre oe
¡¡ro.-Eoñ[arte con po"¡t¡r¡",no,iu
Dd promover la reforma de la soc¡edad por "¡
nreOio Oe ftante_
amientos c¡entif¡cos. Aunque Jeremy Bentham (1
748- l g32) es con_
s¡derado el fundador del Ut¡l¡tarismo moderno ¡nglés, quienás
lo anr-
plían_y desanoflan son su am¡go y L¿
d isciputo ,lanes Miil záligol,
y, sobre todo, Joñn Stuañ Mi (1806_1873),-l tl
hijo det anür¡or, et cual
I

nos ofrece su sistemat¡zación teór¡ca más completa

3.1.- I
i

Desde una rlknás fi¡ue especulativa, los utilitar¡slas [;l


entienden que para renovar con éxito la vida social I
se ha de tener en
cuenta lo gue nos dice ¡a
ilña. po, ello, toman en i (ll¡(
sideración et tiúttBonómico dedh
,
"on- I¡
así como las revisiones de TtIh
¡ zie-r zso¡,
(l zOo_ t ü¿Iv Oe oa- §:
. vi- (1772-1&z3l,las dos grandes artoi¡d"d"=
en ááonor¡a
polÍtica de la época, y cuyas teorías discutirá Far
l(E (1g18_18g3).
I os camb¡os que se produieron
en lnglaterra a l€iz de la Revolu- se(
ción lndustr¡al preocuparon a los util¡taristas, quienes
veían que los
fu.
meiorar las condiciones
Animaios po,
"r-O"l"o
ou K'
il de vida de la población, expresan que los
L{

Esta raFldebe dirigir la actuación de los legisladores y es


extensible a cualquier acción humana. Este será
I
I d;--!h l

fr: et cr¡terio que deb" r"gi. n,[Já"ondrcr,


h:i da <a' l. ,'tili.l-¡ . vr L- - ,
^ - r:.r
vt,lnr sd i¡;.,
^^.J^^:-
llas acciones que favorszsan ¡--T---.
-
r uc reatEaf pretelenternenle ague.
.
ti .
I ' t .,-
ii
lF¡rs. Este princ¡p¡o se
"on*r-.JiEI-
la cual es consid*aOa en Gñ'¡no.
fi
hedonislas, esto es, como obtención de placer. el
t1t -.-,
f¡Épues,unt-. ¡¡
I!' q.Je
l'r:
son términos que los ulilitaristas tienden a em-
plear como ceb
De esta manera, el placer es presentado
como lo bueno, lo deseable, mientras que el dolor será
su antagóni_
l co. Por tanto, las meiores acciones serán aquellas qra
-- -'s.
yor d¡fereñcia entre placer y dolor. La afirmación
quۖl|ift
de "rpongr,r-r"_ a¡;lir
ffies algo que los ut¡litarislas consideran que no .aqri"*
¡rr-
tif¡cación teórica, sino que lo loman como un-Il¡Ét_ so:1;
Llw¡a. vefñt furo"¡r¡irñ-
tareÉ
,- Étoc¡dad. úe v!: Turr,ér
r-t-.¡JJf i etc-

302
\, 1 ,, 13
I
I
3.2. Jeremy Bentham (r7l$-1832)
Es el fundador del ut¡-
Para mejorar el sistema iuríd¡co inglés, en el cual encontraba muchos
Desta-
defectos, y otorgarle una mayor racionalidad, Jeremy Bentham se en el
-.Ple pfanteó como objet¡vo elaborar una serie de princ¡pios que permitie-
ran def¡n¡r una leg¡slación c¡entÍfica. Le animaba un e{a|;Érr?a*

ffi: debía hmlctFrhrch yry.obiotiv¡, a


la vez que estaba ori*(b completamente a su añtiYfáelDa. incluso a pro-
lrn-
La naturalea ha s¡tuado a la humanidad bajo el gobierno de dos dueños
soberanos: el dolor y el placeÉ Sólo ellos nos indican lo que debemos ha-
:Ual cer y delerm¡nan lo que haremos. De acuerdo con eslo, señala que el prin-
cipio de utilidad reconoce esta sujeción y la asume para el establecimiento
de este s¡stema, cuyo objeto es erig¡r la construcc¡ón de la lel¡cidad por i
I
msdio de la razón y la by3 t
Jercmy Bentham, /ntroducc¡ón a los pdnc¡p¡os de Ia rnonl y la leg¡slación. que ¡
de un I

7- La ciencia moral debe asumir que el únicotndel obrar humano es ,1 f


I
f¡¡8, entendida como la consecución de placer, de manera I
I
,r rtr¡e los dlnÉ*leffiS&*gr9c¡b*úL{ri¡iBde4dffidé2, dc.)
3.
l)a no son sino n&liassee!
Ccanzar d¡¡b¡[in.y
su bondad radica pre- 1

cisamente en la contr¡bución que puedan hacer a este efecto. 4.


I
probab¡l¡dad
Ia Para aplicar el Principio de la lú E!ffifrk escogeremos, en
:

i
cada caso, la acción que proporcione mayor placer. El iuicio moral
se convierte así en un ctElñññb, que asigna a cada acto la
I

]S cantidad de placer que tiende a proporcionar a la comun¡dad- Bent- I


7.
l^ ham llamará q.<trÉta las consecuencias (placeres y dolores) que
,S_ se derivan de las acciones humanas. Éstas pueden proceder de cua-
tro fuentes:

Sanciórl Concepto E¡emplo -

Prodúcida por causas nalúrales. ¡.gotamiento al trat ajar

,lmpúesta por el leqislá.lor Trdbaps loeados

Proveniente deltrato con los demás [,4ala consideración social del presiciiar¡o

lnpuesta por tln Ser Supremo Arep€nt¡mienlo sincero.

Para establecer la cantidad de placer o dolor que se der¡va de una


acción, Bentham entiende que es necesario atender a siete factores
que determ¡nan su valor y en función de los cuales podemos definir
su grado de ut¡lidad. La el¡É(Dna lt!ñ
(r.l---!yel úIIII-E
le-3úlas-cas.
[n el re y especialmente en su
alf¡II en los 5f!e, los jueces deberán
terler en cuenta, no obstante, la re
n!pues'- - 'l - ! Eo-
ll¡ruestra constitución fís¡ca, nuesira educación,- nuestms hábitos,
irlc. nos i

303
,"ir&4.* f
13
Defensa del Estado minimo
Sr)gl¡n los deótogos de la Bevolu,
ción FrarEesa, a todo hombre, por

Para Bentham, dado que
t--; en cierta manera u ít
, la con el Principio de
Utilidad ex¡ge que el legislador comprenda que nu debe ¡mpotrcr san rll r 1,.1,
ciones políticas sobre aquellos aspectos de la vida que no lo requieran li, r.
l!* tachará de lict¡cios tales
necesa amento. px¡¡(:r
derechos naturales, pues col¡ -
rFtr¡r-r Debe evitarse que los ciudadanos sientan un excesivo control sobte t;t
fllErfparaetrl ¡-.xr,
sus r.¡iclas, pues esto les provocaría ¡nfe¡¡c¡dad. Asi, el legrslador lra
isólo cabe hablar de d-¡t
cffior de abstenerse de estabiecer leyes sobre cuestiones coDro, por ejerrr, r reslr ¡

§. Detodosmodos, D plo, la nroralrdad sexual. Cabe señalar clue para Ben rarn esto delle
t--b apllcarse igualmente a la hora de fijar cuál es la conducta moral so pr¡e:{
ffilA
rú-I¡-r- ciahnente adnritida, pues ella es tantb¡én fuente de sanciones que ol)r.
l

pueden suponer opresión innecesaia sobre los inclivicJuos.


n-¡lltos.
6, ¿Te parece que es ind¡fereole el Por el mismo motjvo, siempre que la utilida.l no recomiende lo con- l)r). ,
tipo de leg¡t¡macíón que se da trario, el Estado no l¡a de ¡ntervenir en cuestiones econónt¡cas: Str:
a un derecho cualqu¡era, o por
debe l¡m¡tarse a garant¡zar ¡a seguridad de la prop¡edad y la libertad trar(j¡.1 ,
el contrario, enliendes que si es
irnportante establecer de dónde de mercado. Bentham entiende, pues, que todo gobierno es malo pü (lrx-
emana ese derecho? naturaleza (aunque un mal necesario), por lo que debe reducirse a su (llla^I!
mínima expresión y limitarse al ámbito en que sí sea de utilidad. ña¡,.--
i
est,^,i..
La experiencia había enseñado a Bentham que a menudo el gaf,ir_
lit nlsú*cbusca la m**m {6a¡q¡dd.do.S€absmlr@ryffim¡ Mill4eí
. nsl6Íh. A causa de esto, propuso ques¡ se puede otorgar cdrhn- por
iii #qF*poer l#iio
rl sino que es c**aú
establecer una dr ie¡l
iI
pcür#ü rl. los gobcnrtes, fuaabñffi yjffiɧ{Err* era_ u,-
I ttr {HeffifEiqrcs +EBsoffigñ''.§ lardir.d. ber\l
También defenderá Benlham que la fdrñ{*?Et*lRQqfoi{en_
cidt,.¡:
il
t**s la ürrraEifl, pues sóto en e a Í*-.**d*$; No
rl
ddde.hÉ{Eb6ra# w¡*ü de k rneyrñ. John Stuart Milt tam- m jet¡¡íl
b¡én defenderá las tesis democráticas. Admiten ambos una &F cior, .,-
I

!I
.*t*iffih cfrps
para poblaciones grandes, ya que los corú{r
ll s.álets€§an, de manera natural, qdbr+E#tt}t*irÉl cier,-.,-¡
il
iñtñrsffil. Debe haber, pues, un súryrüniñr8*, en el que pucA..'
il
quedarán irG*E§ rúr{orÉl Una,¡¡!;
, qUC^
,l il,
ii' Sigtrn¡,'
I ili *llri;;;-ióó6, rá q., .
I Fue amigo personal de Bentham y e¡ principal seguidor de su filosofía. De.digó su vida a difunoir y tiOeraret
m-o--:
rl
I
liii
lii;
vimiento ut¡litarista. l. . - ., -. ,:l
lla por s
Dotó al mismo de un €-ÉItllltli amparándose en las ¡deas asociacionistas de Hume: nuestra ments-l
,l
i.: del
I il
,
enlaza ospontáneambnte aquellos contenidos que se presentan habitualmente próximos o cont¡gro""n
üárl ^:
visic;r(
OC C S¡ escacio. ds lc crral cxi ráArá .lárr:pc tl{ill.¿--E:a "i
rl, r¡ot,
I
.i . fyesrra iaea ae-¡¡*r=** asoc¡ada a ra der p¡acer de ras personas que queremos, de manera que en eii
,
I
,] I?;-F-m
ttjn punto de vista puramente IIIÉ:
ffi(E
bu§cando el bien de stras personas estamos. buscanclo tamb¡án el.l
Par zric
utilil-' ¡s
I
i¡' Ul¡i,^i
I
ililIm --."--_*-::":r yera ai I

i quirl:

-------
304
-1

I
i, 13
ií,ra
3.3.-n
li re John.stuart Mi[ supone er punto árgido de ra
firosofa utiritarista. A
r san- éldebemos la formulación más madura y completa
¿e ¿¡ctra iiloso-
J,N fia, v.ez que es el autor en quien encontramo"
: 1?
erplicita los pr¡nc¡pios en los que se apoyan.
O" rn"no" i,a"

;ür- e La exigente educac¡ón a la que fue


sometido por parte de su padre
3,.a lsdotó de un carácter marcadamente ¡ntelectual,
,jF,n-
introvertido v ho_
nesto. De él aprendió las bases del
utílitarismo. Srurn ff¡f, Jr"r_
laen s! Autobiografá que cuando contaba
con qr,""" "o" j""_
; "r*,
I SO- pués de haber teído a Bentham
(a qu¡en deo¡c¿ uná oe
obras) y de haber comenzado a ed¡ta
p-;;;;""
, l^ W""t.¡n"t", AJiuí, *-i.- i;
puso como
mlel tratar de meiorar lu .""¡"¿"¿ J" f¡Irn-
;Dr- I po. Se sentía llamado a d¡¡Ik en un rrffii ", John Stuart Mi[ (1806-1823) nació
en
Loodres. Recb¡ó ta inffueocia de tas
ideas
utililaristas a lravés de su padre, James
.i:i'o Mill. Stuart Mill fue un periodrsta y
escritár
prolif¡co, y llegó a ser miembro
duranle
¿ guños años de la Cámara
tsu de los
uomunes. De sus obras podemos r,es- I

lacar Sisleña de ta lógica (1g43), Sob.e


ta r¡bénad 11859), Et uf,,ira¡6no (1863).
La servtclumbre cle las muleres l.lg6gi
,\á Mill veia que lo que dotaba de sent¡do Autobiog@tia 11Bt3).
a su existe nc¡a era la lucha
a por conseguir tales ideales, pero una vez co nsegu¡dos,
;t¡- dría dar sent¡do a su vida y ¿qué po_ .
a la de las demás personas? La cuestión
eta una sociedad donde las leyes aseguren
la*
iil
hertad y a d de todos los hombres .

cidad?
§ garant¡zar su ,eli-
oY
No ollstante, años más larde ra5áffi Su acerca_
rnrerrto a ta poesia lírica y la música lo arrancarán
(;ro¡lalismo
de s; r;;"rd";..
y despertarán su lado más
)s corrlianza en la posibilidad de uña
O"roi;;;;;" ,"
uro"¡on"t,'fog_
eiedad iusta perm¡t¡ría crear
vida pfenr. ff d" ,iá l*
las cond¡c¡on"" prr" qr.i. to. nárOL"
¡,udierarr ser feiices, pero serian et clktlit El prooio úaf .lehe sel, oa¡a
v a a""rái. o"
i
ttrta f¡¡¡n ftliacia la belleza y los sent¡m¡entos humanos
et individuo, un f¡ini*;im_
lo plemente porque la ex¡stencia de
que permitiría elevar al hombre
y dota¿o Oe una _iñ] esta nobleza ideal de carácter, o
!;iUuiendo con esta ¡dea, en un acercamienlo aprox¡mado a la I
Sobre la l¡bertad, Stuart M¡ll rectama_ misma, en cualqu¡er grado, ü-
ra c¡rre hemos de considerar trffif , ñic+Sr¡-k d;
G¡,a.ffiFrüfra
rln l)ersonal, l;ln .Jrrcja, trrE;§¡tanlo en el senr¡do
lr,l l)cnsam jenlo aje ¡,4r ll oG;l§aÉ comparativamente modesto del
de manera im portanle en su re- placer y la liberación det dolor,
. r\ió't (ie la estrechez y rig¡dez del
utilitarismo de filósofos añte- como en el sent¡do más elevadc
Otes.
de convertir la vida no en lo que
l)or ello, rnuchas de las críticas es ahora casi un¡varsalmente. noe_
que se han hecho habitualmente al
ul¡l¡tarisnto (
ril e ¡nsignifi cante,.-¡it¡e
e frrylercflr¡Jb
rlm**&.hre
¡rí irl bien de la comun¡dad) no son apl¡cables
a la teoria de M¡ll, *s.
r ¡(ltlliliría nLlnca d,cha lectura del nombrado princip¡o.
, I I rirr
John Stua.t M¡ll, SslE r¡a de b qlrica

t
i
305
t!
13
i

El pr¡nc¡p¡o de
tüap I LAS

Stuart Mill entenderá que, si queremos presentar el ul¡litar¡smo cor o l';rr,rr1'


no contradicción f eslalrli,:e
Para Stuart M¡ll el princip¡o de no una auténtica cienciá moral, en primer lugar deberemos invesligar I
contrad¡cción no es una ler'a Prio- de qué modo operan las ciencias, cuáles son sus * i
.ir rs l)lan
r¡ con la que trabaje nuestra men- ÜD. D¡cha investigación la lleva a cabo en su Sislen)a de la I

te, s¡no una generalización que lógica. t rlc tJt,1


establecemos a Part¡r del hecho
fffin' pues estud¡a las Í Mill nr ^\.'
singular de que no Podemos si- La fifles para Mill la
regla o rrr
multáneamente creer una cosa Y maneras de cómo es posible alcanzar conocim¡ento. Por eso' es la
a la vez creer la contrcria. No Pue- posee r des c(
ry ftffffiia. S¡n embargo, la lógica sÓlo carácler
I ctlále:;^r¡r r
do creer a la vez que trlI-o

¡ffi-a
instrumental, ella no proporc¡ona conocimiento. El
puede ¡-H'Elfdlá.
sólo
glas o
géneralizac¡ón de d¡cha
(lit(I':'i ^
(h n
¡mposibil¡dad para cada aconteci-
Su tÉ**E#.Sefenderá
que
m¡ento que podamos cons¡derar
se r.l r' I

es lo que nos lleva Por inducc¡ón


no ex¡sten ideas innalas o principios a priori, ni siquiera propiamen'
te intuiciones ¡ntelectuales, s¡no que todo aquello que es tenido
por Aunqu^'
a formular dicho PrinciP¡o. pl¡miento
tal t¡ene su origen realmenle en la experiencia y en general¡zacio' t
a,
t ¡lrede
nes a parlir de ella.
el asunrr-t¡
lncluso los axiomas, definiciones y proposiciones de III;* se dis¡^
G-obtienen' según M¡ll, por íÑ: afirmar una 0r0-
piedad de la circunferencia significa que la observamos o demos-
Exister - -
tramos para una circunferencia concrela y reconocemos que se cum' caso tr/?i,{ir
cienc¡a de la Naturaleza ple de manera análoga para todos los obietos semeiantes' condu.
Humana y C¡encia Social den se^x
Aunque clásicamente se distingue entre dos tipos de inferenc¡as
que
El cultivo de las Ciencias Mora-
más l.
permiten demostrar las proposiciones, deducción e inducciÓn, Mill
la genteler
les debe comenzar, aPunta M¡ll' part¡culares a pali'
por una Ciencia de la Naturaleza afirmará que en realidad 'toda inferencia es de
Humana, quo ¡nvest¡gue las leyes culares-. Aunque la deducción consiste en pasar de proposiciones lguairnrA'
según las cuales las circunstan- generales a particulares, para Mill ffi nlelo, ¿
cias delerm¡nan los Pensam¡en- aüllrtls¡ldl:.,i.i| a partir de los casos part¡culares observados' no tode\l,
tos, senlimientos Y actos de las
seados ,.-,.
Toda ciencia se basa, pues' en la inducción, entend¡da como
gene'
personas, y, por tanto, su carác-
ter. Esla c¡encia constará de dos ralización de la experienc¡a. Esto significa que no hay verdades que uno1.
disc¡pl¡nas: necesarias absolutamente, sino sólo h¡potét¡camente (pues al gene' El criterirr ni
. Psicología: estudia los fenóme- ralizar sienrpre corremos el riesgo de equivocarnos)' Ni siquiera nues' la valor, -
nos mentales ProPorcionando tros principios lógicos más básicos, como el pr¡ncipio de no contra'
iair irjyÉs segúr r ids uuáiis ¡o§ es-
dicción, son necesarios, pues se construyen con la experiencia' que otr(, ,..
tados de concisnc¡a se derivan
unos de otros. La ¡nducción se apoya en el hecho de que en la naturaleza contem'
nas ql.rc,\'
. Etología: estud¡a la formac¡ón plamos numerosas regularidades, que expresamos a través de l¿' derr nra; --,.
del carácter individual. Es la que clados t.
yes. Aparentemente existe un Principio de Uniformidad en la natura'
estará más ligada con la ciencia
ieza, según el cual cabe esperar que ésta siempre actuará como lo En cuanto a
debe, n 1
de la educación.
ha venido haciendo hasta ahora' Mill apela a que el Cosmos
'1, parece
Relacionada con ellas estará la obedecer a la ley de causalidad, que expl¡caria dicha un¡formidad' can la In.ixit
Ciencia Social o Sociologfa. Esta
lad del 1.
estudia la formación dsl carácter No obstante, M¡ll reconoce que nuestra confianza en dicha ley se
colect¡,/o, Cóincde con Cornte en el poderr{,
clebe igualmente a la exPeriencia, por lo que no cabe una iust¡lica'
pensar que la f'nal¡dad da la so- de una r,,- r,
ción úñima de la misma inducc¡ón. Es por ello que el conocim¡enlo
ciclogía es la de encontrar las le- ludique {
yes que deterr'¡¡nan el Progreso humano no puede pasar de ser hipotético Aun así, y siguiendoa
buscar sr,7r
social. Franc¡s Bacon, Mill ofrecerá unas pautas estrictas que peimitan
co podr,'1'
aplicar la inducción con el máximo de garantias posible' de ma'
la lelicidaij ,
nera que podamos eludir las conclusiones escépticas'

3ütj
13
,a 'o como
k
Para poder determinar qué es
,s trtvestigar I lo correcto moralmente, Mill
establecer un criterio único y trata de
;\, -.p¡sto- I mas de
det que d;;"¡bb;i;;;; ;"';.r-
"""" est" crit"rio,
conducta que deban promoverlos.
stgrma de la sus planteamientos util¡taristas,
sigJlnoo
será precisamente ef Ciincipio
de Ut¡tidad o de la Máxima Felic¡dad.
, '!dia las Mill.no defiende un util¡tarismo
del acto, sino un utilitarismo de la
r eso, es la regla o de la norma. Examina qué
: aráctet des con ta búsqueda de ta
normas d. ;.rd;;; ;;;;.r-
niento sólo cuáles no:
máx¡ma fericioao para er
dect la verdad, ser sol¡dar¡os,
iayJr;;r"; y
t- glas o normas de conducta, puesto que "t"., "up*Jrán
O;;;;
,"_
nad¡e qr"rri, ,iri,
!r-9rá que dades donde ta norma de conducta
hab¡trul "n "1""i"_
,i"rÉ.l"fir"-
,r!Éiamen- se el mentir, no ayudarse
nunca unos a otros. "ntr" "r"
I do por d A[que determinadas normas se revelen
lra como adecuadas y su cum-
zac¡o- deba ser et que guíe nuestra
limlel: conducta, Mit;á;ir;;r"
puede haber casos en ros que sea preferibre, por
-. razones utiritarias,
el-asum¡r una excepción. Así, podemos ment¡r
n"{emáti- a algu¡en si vemos que
'llra pro- se d¡spone a hacer atgún mat. Como
d¡ce en s,s tárrl" d. a-iiiil.' j
c '?mos-
eYe cum- Exjsten muchas acc¡ones Oefensa de la mujer
[.-.] por las cuales se sacr¡fica la fel¡c¡dad en
caso particutar, produciéndose un Denuncia Mill que hay casos
más dolo,
conduclas de las que puede afimarl
qr"-;;;;;:é;;ffiTi;:,,:l en
los que se produce una v¡olac¡óñ
nc,-ls que den ser justificadal-",'"r*" ."",L"j^"sto-últ¡mo con verdad sólo pue- de la t¡borta4 aunque el agenre
*-t, Mill mas rer¡c¡¿aoen J m-uffi; #ü,iJ:: ['"";."L,lill,,ilj;ii,,l?Ílli3 crea que son asuntos que sólo
le
genle, en casos determ¡nados, tncumben a él: cuando ent¡ende
s - Dart¡-
¡a
desest¡me la felicida.l
que se le han conced¡do poderes
rV;iones sobre otros. EI caso más imoor-
.^.re su lgualmenle, en la búsqueda
de la mayor felicidad para el mayor . tante es elde las relaciones fámi_
mero, a diferencia de Bentham, nú-
,et vaoos. el ut¡titar¡smo o" ¡¡¡rirnuiirlrj'qr" l¡ares: el padro de familia no debe
no todos los placeres son del ten€r un poder ilimitado sobre la
,!.)enO- mismo l¡po, ¡órrñ""* o*
"",,^.^*"one^ ,i:::l;]1"
:,eados por las personas medianamé*" ", mujer y los hüos. para evitarlo.
ilustradas, sino hav
rr.¡ades (r.e unos son qué naonocar a la muier

i\rJene- "r"ri,",ir"."",:T;:';.1::das
flcr¡ter¡o para decid¡r cuándo
m¡s¡¡ro¡ dcftchoa qr¡e al horrl_
,.- 1t¡es- un placer es superior a otro procede brs-
la vatorac¡ón que de
' lrnlra- hagan los lamados expen
L]J.r:" n.
l.¡s pe,sur ¡as que han probado ", "r""oá',á
,1r€ otro, éste será
dec,d;;;;;;';;;r"
dos placeres loda la h¡storia de las mejoras so_
c¡ales ha consislido en u¡a serie
de mayor cuatidad. v es un necnl-q;;" de
(
}1¡! tf) l- nns qLIe nan probado distintos
tioos rlp atr¡o,--
;;"-
;.,;- i:'
transic¡ones med¡ante ¡as cuales
-^^.._
,",,,y",;,J;;;;;;;""ffi;Jff;i"rStrilii"iill?#1,*J::- una costumbre o ¡nstituc¡ón tras
otra, de ser una supuesta neces¡_
,HUra- c¡ados a las facultades que nos def¡n"n dad primaria d€ la existelrc¡a social
{Y, )o lo
--?ce F ra porÍt¡ca y er paper der Estado,
"olno ".r.J;r-;;; ha llegado a alcanza, el rango de
,cuantoa
(l¿he, MrI considera que éste una ¡njust¡c¡a o firanía geneE¡men_
mediante sanciones externas, ¡mponer te repudiada. Asi ha ocurddo con
,¡\úa¿.
r:¡rn la máxima feliciclad.
norrr" q,," áu-oi"._ la distinción €nlre esclavos y hom-
No obstante, defenderá unt
lad del ind¡v¡duo. Mill enl¡enrle qr,re
toOo ¡" t¡¡..- bres l¡br€s, nóbtes y siervos,
fa-
.la rltnica f¡nrf ¡.f"J porlr'"r',u1 lricios y pl6b€yos. y lo misnro oc¡¡_
:.l:{, iA, Ellxxler p,ede, co, i
l)leno cierecho, ser ejerc¡do
rlc.rna conrL¡n¡dad c¡vit¡zada ..,". il rr,enri- rirá, y en parlg gstá ya ocurrie,¡(io, I

-!1)a contra su votuntad, á"¡ia oiá p", con las aristocfacias de color, rata I

,¡xfiqlle a los clenlás". Con esto I "" y sexo.


¡
'-
H¡,¡n tu..",.,p,of iooáJ,";;'";;,:::,Tj;T#,"r:1T"':i,## John Stuañ t¡i , 6/ ul,t/,ia,sr¡o.
)a co_¡ndrá impeCir la felic¡clad I
de los demás V, al ¡,á.orfo, urre,lára ¡
t,r lelicidad general.
;

307
13
I
4. Marxismo: la revolución social
gran motivación filosófir:¡ ri¡
Como pasaba con Comte y Stuart Mill, la
tvt"n lrro ,n caracter práctico: tffi limar las tl
Este noble obiet'vo se hxxl¡
sFby fiffi'
,""ntááu. ai"t"ma filosófico riguroso que se conoce como l¡¡E#
a. El marxismo es un proyecto f¡losófico
que' por la incidencia qtte
I
ha tenido, supera lo estrictamente filosÓfico' Sus
repercusionesq
perduran en rlueslt;r
otaditpaffis todavía hoy en día
cultura y sociedad'

Kaf Marx (1818-,l883) ha s¡do elñlósofo


4.1.rIE
del sioto XIX de mayor repercusión en región de Prus¡a' Acil'
divers;s ámbrtos como el social' el Karl Marx nació en 1818 en Tréveris, Renania'
económico y el polít¡co. Semeiante bados los estudios en elCfa¡ de su ciudad natal' ingresó en
influencia parece lL,slifrcalse si lenemos escaso estudio y el comportamiento ines'
en cuenla las pretensiones del propio
la UffiEl Üll
aulor Dtcho con sus propias palabras: pon"u¡1" htieron que su padre lo trasladara a la más estr¡cta
..ff2!l! r!{rG. l_ i/r*ñn. Allá estaban en plena efervescencia las fl
üry¡r4#rrr'GÚ-á
{.f-Eh#a *.ProntoS¡mpat¡zóconloscríticosyradicalesjóve.
qu¡enes recibió una influencia qm
ffi¿¡¡ü*, de
posterior'
Í

sería decis¡va en su pensamiento

En 1841 se ffiÓ, pero su aspiración a ejercer como profesor en la


gobierno prusiano impe'
un¡versi¿aO se vio frustrada. El reaccionario
intelectuales que se re'
I dia el acceso a la docencia a todos aquellos
. polít¡ca conservadora Como alternativa' intentó ganar'
I
I "i",ítn ", el dilTlcolaboró en la (It;ttra'
i" ri¿r.n S¡n em'
I
II Amigos ""
baroo, en 1843, -l gobiemo prusiano ordenó clausurar
el d¡ario' Aqwl

t-r'
y colabo-
radores
mrsmoanoruvo qu"CE- I
r\l de demócratas y s0'
La relaclón En ParÍs se relacionó con grupos clandestinos
de pensadores como Saint'
de amistad Y c¡al¡stas. Durante esta época, leyó obras I
ir
colaboracifl de áin,on y Forr¡"r, que reiv¡nd¡caban la necesidad
de r"É
il l,tarx y Engels se a l.ls anarquistas Protldhon v Bakunin' de
qtrie'
I ,lE. Rd"".=",
I
lnició en 1344 Y se "onació

prolongó toda la v¡da. De hecho,.la
nes, por discrepancias ¡deológ¡cas, se iria aleiando'
I
:
-
leoria qije conoc€mos @,11o InarxEF
Expulsado de Paris a causa de las presiones
del gobierno.prusta'
mo es una obra coniunla de ambos' donde intensificó su actividad política lne'
Friedrich Engels (1820-1895), que ,",* ¡m,
I ilr
i.áo po, ,n" ..ociación obrera, redactó' juntamente con Engels' d
l. también habia formado Parte de los qó tráráha ¡p r In lexto sencillo v bás'
i jóvenes hegel¡anos fevolucionarios,
'iextil de
furo.,qr
era hüo de un rico industial ;;;ññ;6ñ'"'-helideariocomunistalundamental' (
Manchester, lo que le permit¡ó cono-
a viaiar por Etr'
cer de primsra maño las infrahuma- Los avatares de la Revolución de 1848 le obligaron
vivir¡a hasla
nas condiciof€s de vida del pfol6ta' Iopr, hr",, or", err 1849, se instalÓ en Londres' donde t
riádo en las fábdcas. Poderxos d€c¡r de granx'
a, ,o"r',... Los primeros años de v¡da londinense fueron
queluoqrtiÉ#En- década de lcs sesenla §r (
inboduio a Marx en d an+
casez econónrica, penuria y hambre' En la
úquie¡ y
esposa' pudo o+
lisis de !a estiJctura cápital¡ste situac¡ón meioró gracil!,a una herensia de su
oi.oo" u .u itrn á0t", i*u amigo Eílgels completó los dos É
ull¡mos lib|os. ;a que Marx murió en 1883'

.1ú3
t li it 13
4.2" Las fuentes del Marxismo De'€chaf lzguig,rÍi htsgliatl
El grueso de lós discfpulos de He-
:l (sr El marxismo es una corr¡ente compleja que no es lícito limitar a la gel se escindió al poco tiempo en
de- obra de Marx. Tanto es así que, además de ser, como ya hemos dds grupos: laldsrocha,y,la lz-
dl, comentado, una obra realizada conjuntamente con Engels, en su con- quiida h€elianásÉMientras que
la dei*ha se mantenía más fiel al
'xie lección se aprovecharon muchas de las tendencias de !a época. Vea-
ideallsmo h€gellaao, la izqirlerda
qJY mos algunas de ellas.
se mostraba crltice: Los jóvenes
sf
stta ltwll§.se§{ hegelianos de ¡zquierdas trasto-
caron, sobre todo, el idealismo del
Marx no llegó nunca a ser alumno de Hegel, pero, cuando ingresó en maestio. Le dieron una orientación
más mater¡alista y atea, al tiempo i
la Universidad de Berlín, sus doctrinas todavía estaban muy v¡vas.
que cuestionaban su apología del I
De hecho, una de las tendencias que era heredera de éstas, la,b
Estado. Con todo, estos últimos
*ldo¡egffir, predom¡naba entre los jóvenes estudiantes. En- mantuvieron el método dialécti-
I

fe ellos, sobresal¡ó Ludw¡g Feuerbach 0 804-1872), uno de sus se- co del maestro. i

gx¡dores más críticos, que se convertiría en el puente entre Hegel y


I

lJarx. Efect¡vamente, son dos los aspectos de su pensamiento que


,3n pueden considerarse precedentes del marxismo: el gpüffiÉ.tHi*
l¡que clio a la filosofía del maestro y la introducción del ffiEü¡
i
i;r i- ür¡ñüúi en el ámbito religioso.
Feuerbach se opuso al ideal¡smo hegeliano. Argumentó que los * ¡
Ilcmás profundos de la realidad c¡ee hallan ocultos en una idaD
lrrY que se.r*ta, fr en las G§r$htfá|üGy od¡cl€hque nos
rodean y que, progresivamente, son menospreciadas y anuladas por -a
iir la especulación idealista. Para Feuerbach es necesario Ñli*a la L ¡'1
dM a la ñ&fia ya que ésta es la única que puede propor- I

ctonsr un aÉma#*h**a
,eP Por olra parte, sus profundas inquietudes relig¡osas le llevaron a anali- :

glrsl*@€¡ét lr
I
:i¡'
r.lci
zar la rel¡g¡ón y la figura de Dios. Para Feuerbach,
ññrn El hombre se niega a sí mismo sus propias excelencias (amor,
. -.-
i
sabir[rría. bondad...) y las atribuye a un ser supe!'ior pero ilusorio. EÉ6 ,zi - -J. I

;(l
*hI€6}@ffilfeSinem- Tejedor en el tekt, deva¡ Gogh. l
l)argo, al ser proyectados, el hombre queda desposeído de ellos y pier-

.j. rl,j lo ill i-, es prop¡o de su naturaleza. Por eso, la invención de D¡os, a
rurritgen clel hombre, dffiel@fiiso. Lgd¡Él&
7. Saint-S¡mon creia que el desa-
te-
nollo técn¡co (comenzaba a des-
El socialismo titópico tacar justo por entonces) Y la
I

\? A rrrediados del siglo XlX, y en oposición a las ¡deas conservadoras aplicación de la maqu¡naria en la ,

producc¡ón industr¡al constitui-


de la Restauración , apareció una serie de pensadores sensibiliza-
rían los med¡os de liberación del
dos ante la situación económica y social de injusticia y opresión de Ia
hombre. Según Saint Simon, las
rst i:lase obrera. Estos pensadores reivindicaron y defendieron la nece- máquinas le librarian de las ta
srrlad rle llevar a cabo reformas socialea que saldasen semejantes reas más pesadas e ind¡gnas y,
;rgravios. lnciuso llegaron a poner en práctica (en cooperativas y co- en consecuencia, propiciarían st¡
nrrinas) propuestas concretas de mejora en la producción y la distri- b¡enestar.
F bLrr;ión de las riquezas. Algunos de eslos socialistas fueron el conde - ¿C,ons¡de6s que se han cum
(le Saint-Simon (1760- 1 825), Charles Fourier (1 772-1837 ,\ o Robert plido las profecías de Saint
SU Simon? ¿Las máquinas han
uwen (1771-'1858). A pesar de su voluntad práctica y de la loable liberado a la condición hu-
Irtención de transformación social, fueron considerados Lrtópicos por mana o, Por el contrario, lo-
a)s
r¡5 contenrpcráneos. La ¡ngenuidad y la fatta de validez científ]éa davia Ia han esclavizado rnás?
de sus proyectos les valieron la crítica de los marxistas, entre otro§

300
j

13
ffitküt 4Á.
El anarquismo es oira de las corrientes filosól¡cas y sociales
que ler
v¡ndican una transformación rad¡cal de la sr.¡ciedad' El nombre que
ca, sllx
recibe s¡gnifica, etimológicamente,'.-lññri!¡d" Para los I

ga'A t
anarquisüs, la única manera de lrl# es
ióvenc:
toda forma de FlcI, pues éste es s¡empre ¡¡¡Itrllffi
-X dirl¡r
Los principales ideólogos anarquistas, Miiaíl Bakun¡n (1814- 1876)
y
urr frro(
Piene-Joseph Proudhon (1809-1865), estaban convencidos de
que el
en r€
de qu¡en los detente, generan
F.a.¡iafxhdo, independ¡entemente o¡r9qie
Esto motivó que propugnaran laffi
"t*t
frcomo único medio para conseguir que el ser humano fue-
:
listo nr
ra auténticamente libre, bueno y solidario.
i
santerl
Aunque et obietivo del anarqu¡smo y el del marx¡smo co¡ncid¡eran Sc 'r,.
A linales del siglo XIX el anarquis-
(transformar y reformar la soc¡edad)' los medios oportunos para lle'
,

: rjo
mo contaba etr la Península lbér¡ca ¡,1¡r-rt
varlo a cabo propuestos por unos y otros divergían enormemenle
En
con nurnerosos seguidores Y acti- la r .¡i
vistas. La represión estalal contra la I lnternacional (congreso donde los pr¡nc¡pales representanles del i
este nrovimiento, espec¡alnlenle proletariado buscaban una línea de acción común), el enlrenlalll¡en' ftl^",
to entre Bakunin y Marx evidenció el aleiamiento que, poco después'
después de las bombas en el Liceo IrrVr.l l¿,

de Barcelona, Prop¡ció que e¡ mo- produciría la pr¡mera esc¡sión dentro del mov¡m¡ento obrero' r jr ) c
vimiento anarquista rebrotara con sirxl;
mayor virulencia. En 1911 fue fun-
dada Ia CNf, que Propugnaba la ac-
q*ffi@ÉoH l cx..¡i,
rliffl6l
ción directa y la huelga general, Y
en 1927 se const¡tuyó una asocia-
Como has v¡sto anteriormente, durante el s¡glo XVlll, coinc¡diendo ter,v.r l
ción todavía más radical, la FAl, que con la Revolución lndustrial y el auge del capitalismo, apareció en tut^r¡
tenia como obietivo tomar el Poder lnglaterra una serie de pensadores que se propus¡eron lqffid de t,ro(
y destruir el Estado. Hasta Ia gue- liffiñffb tÑtlrlailo. Aclam smith (1723-1790],v i<Jr^\:tr
rra civil, el único lugar del mundo David Ricardo (1772-1823) lueron los más desiacados represenlan'
donde el anarquismo era el movi- lq¡ül
tes de esta línea de pensamiento. Según eslos autores' las
miento obrero mayoritario, Por en-
I cima del socialismo Y el comunis- c#rü*€F§ Edrrr¡*.*§s*¡k.!Frü3rB*to:S los ho
mo. era España. y#, Por eso, políticas como la ley de la oferta y la demanda'
y las consecuencias que se desprenden de su aplicación' comc la les. l-:
8. Documéntate sobre eslas orga- fr^§a
n¡zaciones: tendenc¡a Polít¡ca, inseguridad y la precariedad que comporta entre los obreros, se con
c,.. dc
representantes más destacados' s¡deraban, además de inevitables, r{lHrffiFib. Como
dr{flrl
proyectos que delendian...
veremos, lñfmÚt'#*,ste anál¡sis de! capitalismo y ¡¡r
.t

l'cT

co{o
M.-xe
liqle, ¡

II tó..¿o
trr.{cc
It
I
Porqu(
¡ 3i-n
I nes m;
Los teóricos del liberalismo económrco
legilimaban y iustilicaban el capitalismo teñli,
t
v. con é1, las diferencias sociales y tsnsio
económ¡cas enlre burguesia y prole_ ¡ I¡ If( á(
tariado.

ji

310 I
-.\

l
13 I
I

4.3" Ellnatcrlalismo lEt


3r
t. rll, , r ¡r r' : r,.r
i.l.ri r; r
' , r n I l,;qel l:r irjeir rle t ¡rre l:r rea idadlo (.rs eslilti-
r rrr I r, rr I i,

lll' i'.,.r illr: , ,'. r;rnc, dinámica y canrb¡ante, llcna (le conlr¿x licr-;¡ones qr¡e la oDl¡- t
,l¡ll a lfanstoll))¿ sÉ) y súDerarlas. Alrt;lir ltil]rr. l¡ ir]flut]n.iit ale l¿)s
.'i,'lle:i lr{'(liillirlrl,, rlc i:r¡trtt--r.lir C()rt-ti)r)rlo illle |lo (-.ntúll(liera este
rrrr¡ni:,|1rr¡ t:olr,,r frr¡lo,lt,l ,lrr:lflltegua) rlt: llt r;r',rtr--ielrr;ia, sino c;oltrr¡
¡);r 1- l;;.. I
. ) Drodrroto de las fuer¿as y lirs ¡€laGiones mater¡ales clue se dan
rrl lir r¿allr(iitd. ¡,l.1ir :;,r ilI l\', i].,r l,) 1atltl{) (lL,l Uri t ntaeslt(t lli)alel,
'lll -. ú. ii rr 1.,r ,
ri¡ ,l| ,:rl{ i( , l i si l rr lel rlt.I l r¡, lÍ i C()nvi)t(]i( lo m¡tlr jr laliStllo. li

i .. ¡ll¿ite!tírit::l:¡,,i,,L,|lriL .?iali;tr,r:'it , llr,l ( l,jt,'naler r¡ttenOSOnl,t:; Gntpode persc as cor¡ie¡.ro , Elalas. (lc V¿rl
!, ¡x)l¡lgrar¡ l. r.: ,
¡r,,, r I,,t, r,rIlIIt Lrr¡;r ir,:]l ii, i( I ai( ir l( frtlil, S¡nO (lt trt, I)r!j.:t Gollh.
.'r1,, rric i.i i.r i(i-:lhl¡¡(l rrraterial la t¡rre prodrrce SLI propia tdeologn. Engels resur ia el (lelerr¡¡ir snx) e(to
'¡ n r I¡:r r (.1;r rn ,r,,,., y l,r:i lt,¡ ti,¡()i ¡ur ci.r-)ttor t-lic¿ti. el parlicl ¡lar nómico de st ¡m¡go con ertas [)al¡l)ras:
Sistema .MaÍx descu ¡¡ó el sit4>le ¡rec.lro (hdst.t
,i,'¡lrOCltr;rrrlrr ,1.; u¡r,r r;o¡¡rr¡rrIrI.,rI, a(Flell() qtle rjot¡(ltci(Jtta la Ctlllura, erforces esc ¡tL!i(k) ha¡o r¿^:¡l,iü¡c¡tt¡!
' r('lqifnr l¿rS (x).Ju!Il)rr\ y l,l rnotal cle esia mtst)la comunidad- ¡deológicos) le qr/e /r,s I¡-

,,lr ..¡r.rl,.l ri .,, rt() ti.) .r ,.sllfttu, err:,riiir--l;.¡fiOllr¡. loq0econs-


',r¡v,rl;irrirltr!.t(l V (lrltellllnit lil lrisloril Str]o(ll1rt:l(Illliscorldicir_¡rrc:,
trt( I:r.ls, .lx;tí!la¡:; 11 Ix;UI|l')r¡1¡c¡s li¡.: rJrl,. lr;rrr:,it] lil f,)ll]la (le l),It-
.,t , r ) i r , \. . , r , , . tirl r,.,el)lo l).t¡.i ¡.,l. ... lll¡e:1. o eS rt;trl¿i
r , : t :

.lr .rl,)liltr., (¡ ,|rl 1t,t,lir:trr()nalirr,i)nliinltcttr: (:()t1(l¡(:ia) (i:i(leVlrlil


''r"rrl :,i¡,)r '.L ril'lt, a. /ilri, ir lriliill y llr I Ur(,f).i [tr,USlí¿il) :,lls
i ,J.ln (r,l!lllrlrt,..] ,, I t(:rrltrii:l:j Ililt,,rC l{ls. \'c:; (lüe l¡ inffaestruC-
l¡¡ sasl(xr¡t er¡¡lró lico de trna con]ttniclad (
'.ll ,(lrr, , t,,lll tl, t,. I1,. .i.!ul)erestruClt¡fir L

' ,r1,.,. rr)..lj ltr,.. r,rr t.,r0r.riLt,.t.

¡,,:- ln l,tFs sñn e¡rhlirñá.¡ññac ñr-§.la


ITD c" (EIE
,¡¡ r¡ t, l,l
l]¡rmceso empír¡camente regislrable y suieto a cond¡ciones mater¡a-
Ir)r;. I n rroral, la rel¡giót|, lit tnetafisica y cllalquier olra ¡deolog¡a y las
l.rr¡ras (le co|cienc¡a q e a ellas coresponden pierden, así, la aparien-
(iia de su prop¡a srstant¡vidad. No t¡enen su prop¡a histor¡a n¡ su propio
,ll,.sarrollo, shto qt¡e lcrs hombres que desarrollan su producc¡ón material
'/ rnr rnlercilmbi{) filaterial camb¡an también, al caml)¡ar esta real¡dad,
9- Segúr r la expliuación (lue henros
s|l dado de irrtraestruclura y .le su-
l»rrsarrr¡elto y kjs f)r(xhrclos de st! pensamienlo.IIIII¡¡| perestf(¡ctura, señal¿¡ (lL¡é ex-
rl .
pres¡ones del te¡lo se reíieren
Mar¡, l(. y Engéls, l-_. ta ideología ate|/r'.a,,a. a tlno o a otro rx]rr:el¡to.

,r ,.r,,1,. ,,1 ,,-.,. ,rl,3trtir. ,1,,,,t,r frt¡,lr i]lrt():l rii(tif rll]e


r
'',,. r ,rl.'r .rrr,;1.1,¡ Ir,rlrilt.rrr,r y.lrlrl¡,,rlr.l irn() I:j he{lc \.Di_lt.
r.Ir,), ,,,1, ., i . , . , , r 1 . . ll.r,r,r¡,.r..r¡, ¡iil,.l devetiirh¡S-" , , t l ¡ , 1

:ott¡:{) rr, Lr r l)t()(;(:S(, rl¡alléCt¡cir rt!t,' lt,-1,,- ir)l¡) lt,,t,,r lir.-; r,rrI'

r, r(,!.ij,.r¡..,r:lrt(,, .,,111 rlr.,!l)ixj(JLtgtlúl r-:1ri|illl. Slnola()po-


r r,¡|| \, i;r.,l.lx,¡ r r, rr | , !r, (lllcfc!lle:, slsltr¡tAS rl,'lrtOrlU(;ciórl rle bie
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H Dicho de otra rnanera, podríatno:; ;tlirnl;l (!ue cl til¡t¡¡¡


Materialismo h¡stór¡co err dr-.ferrcler r-¡rrc la i,r i, rrt,,,,,r,,.¡
y rnater¡al¡smo d¡aléctico
ühcor)siste
,t.,t.'l
Cuarldo al hablar del malxisnro se
II|Fico collcrelo (I,,r i;¿ru:,;t rl¡'I'r', iII]
llace referencia al mater¡alismo,
genera prolrio ol)U.rriir). su ncrl;¡.¡i)r
SU i,.
hay que dist¡ngu¡r entre ñEL- -Ift
rer)lan'ricl rto enlrc úrx) y olt ! ) :illr{ l(' llt ¡i t :i!¡¡Il¡II¡
liD li¡fiic, y material¡snro 6 -E,
f

LlEM¡enhas que ellrhtéb es I r.;!¡t r,:,. r'¡r t¡:;rI,l;r¡1. !;r rr,,¡:r..ir,:: ], i;:,;, .r: .'
rrrr concepto formulado explic¡ta y.p()riolilr)lo,to:; llault¿laf¡lt¡r;!,i,,r¡,1':r¡i;,.1 '-,¡l)r:,it:; t;r,, ¡ i tl.- ,. i
nrenle por lb el segundo se la sitrtcs¡s. al ser nrslatlt-ílrl r:{rr];., ii ,:tr,. \rl¡. h,. ii.iinx':¡r' i,,r.. . :.
debe a E!¡&t quien creía reco-
ceso: tesis. ar)tílCSiS y, rrrf]v¡trrr)rio. :iinlilriit-i. ,:
ger una concepc¡ón implíc¡ta en el
rrarx¡smo. Con el ftf€Í), se alu- Esta corEelrciórl (le la histona. cl |IIII¡I¡¡II¡I:r¡ 1 rD,7i ;i
de al método cientifico que em- en ur mélodo(leanl¡s¡sde lir rft
pleaMarxEürui§t.a -,.
(- Segúrr l<-rs r¡.raÍ¡i ;tir1, lr;¡ (le sLrrv¡r l;rrrkr par,, r1.", ,rl,r,
Cal¡S+.#aát. Método que re-
las leyes y los niecanisnlofi (lrx) [ij;rrr cl desarrolk r lrilrlrlt it:r¡ r:r ¡ r ro ¡ ,, r,,
conocelaso'.t.l{i'iilG'ldl
c#{¡ra*ü*tb¡úftaa prever el futurc soc¡al. Aplir;a(k) a la hislol¡¿r r¡¡;tn rcci0ntc \/ li 4lt.,lt,r
t&. Con el concepto de mate- el capitali$rlo corno tes¡s, el nrater¡alislro ll¡sl(ilir:o dcsculrrr'¡ llrll,"
r¡alismo ü3lltr,
en camb¡o, se son las eGue se (letletanall§ r-lIh
--THtfüO
produce una ldVl¡ *Estas relaci<¡nes de fl¡¡-I¡)¡ ñi,r:; rtr ¡ r t, ",,,,¡'
dái{¡.¡fÉüdWa!EffiflFe los medios de prcducc¡iin FF) y lu:; que sol¿ltr ríri rlr' I x ,t;4c.
tdlEECffrt¡a.#, su propia fuerza cle trabaio
iñ?úr5¡mbrsF lrovoc¿'lll srr I r ' ¡ ¡ ¡ r; r y'.ll
'r
r i I ¡
|

peración. Los lns, conro cl se (lesln()lo(rida, all|no-¡t


flll). De esta o¡xr:;ici<irr sirr,r,
tlna r]ueva siluación económica y srx;ial. rf'I ln|lffl-l
-)
La lucha (lc clases
1o. Spqun l,larx. la relacirrt que se establece enlte los
-.I!',íilk¡t
r_jifetclttr|S
l
qrulr)s s(r:¡ales sierr¡trc acaba etr rma
EI;. Esla To(la la l slrnia ¡Je la s«:¡{xJn4 hun|ana. h rsin ol r li¡
trcl¡a, cal¡sa(la fx)r las conhadicciones inhercnles n c¡da u¡lo
una hislor¡a (le lils hKrl¡as de deses
(le los s¡steltas de ptoducc¡ón, es, en lodas las épocls, (ln
L¡br¿,s y esdavu§, pilric¡os y plebeyos. ¡ra«,¡rcs y <¡,!l
e¡lre¡ rtan¡¡enlo s¡rr¡itar enrre liiil¡lIos. + vos de la glebá. Dráes¡os !, ofciales: en rxla pril¡b'r
tIlI Da igual que eslas dos griurdes clasr'rs
o}nesores y opri ¡lirlr..:!r. lrenle a ,tente siellllne, (.fñ..
tor¡ren la fornla del allrc y el esc¡avo. del señot y el s¡eívo, o
ñ¡4ori Dn lln h¡.l r¡ ;r,¡rrl.' r rrmfri(ie, rola,l¡r rnt..i \j ., ,. '
del lrurgués y olol)rero: la rclaciót e-s eserr;iaknr'¡¡le fa r¡t¡$-
y ,rlra fr¡[ca v al,icr lr, utl lnr¡ ¡r¡chr ¡ |tx. ,,I l!,:p,,J
rna, Esla lucln erte clases lr¡sae ser, ade¡rrás,ell. '
lr lfilr]ll.r ,
cada etapa a la l,¿xlsfornación revoltr;ionari¡ i!., ¡,'.;
el réf¡imeñ soci¡l o ¡l exler¡ninio (,c ar¡rlras chso'. ,¡^¡¡
¿.(:rees (Íre esla (;(xrcepciott h¡slórica to(lav¡a es vál¡(!a?
Prrr eien{)lo, ¿cóll¡r) crees que ir¡lerprelaria llarx la rcla-
(;irjn ([re se (la er¡ la aclualida(l entre cl t)raviletti^rt, ¡li i,lir/. l(. \, I rar,,l". T. , I r.,1trrt,!;i) 1,.,t"
Drcr MUn(k) y r-.¡ .lesposctlo'l.rcet iúun(lo'¡

.r t)
13
4.4. La denuncia social El concepto de alienación fue uti-
lizado por primera vez por Hegel,
Elmarxismo no es sólo una teoría de la h¡stor¡a y de la sociedad, es, quien lo empleó para referirse a la
t tanlbién, una voluntad de transformación soc¡al. para que esta sea extrañac¡ón y el al€iamierto de l¡
J posible, es necesario denunciar las injusticias y las incoherencias del comisngia respeclo de si misma,
6 sistema. Así lo hizo Marx, quien consideró que el miserable estado causados por su desdoblam¡ento
insosten¡ble y doloroso. Más tar-
T de gran parte de Ia humanidad se debía a las relac¡ones de produc-
I
de, Feuerbach volvió a usar este
ción propias del capital¡smo, en él que el hombre no se realiza, sino
concepto para refer¡rse a la ds-
É que se alien*.
I humanizaclór que, según ét, pa-
dece el hombre a causa de la re-

¡alismo mar-
i

ffiffimrq*t ligión. El hombre se deshuman¡za


cuando extrapola todo aquello que
trabajo, d¡ce Marx, es natural y esencial en el hombre. Como for- le hace d¡gno afibuyéndolo a un
e\/ilmento EI

ma de transformación de la naturaleza y medio para garantizar la ser suprahumano, Dios. Marrt, en


. A::r'. un sis-
e\.rcias in- subs¡stencia, el ' i
I se convierte en una neces¡dad, pero tam-
cambio, con'sideró que la d¡ena-
dón sa producía, básicamente, en
sis\ Del en- bién en una Lirti3f t¡lü¡l
ya que posibilita la realiza- ol ¡áúnb¡to cbl trabaio, donde unos
rirl+a y sc- c¡ón personal. Sin embargo, *§¡aflrDildbb el trabajo hombres eran explotados por
-?oación
la no d¡gnif¡ca, sino todo lo contrar¡o, deemlhry. y es que, en otros.
,nV.Áargo, el s¡stema económico liberal, el trabajo se convierte en un instru-

l,f el nro- mento de explotac¡ón.

El lérmino alienac¡ón es una expresión que procede del vocablo la-


lirlo a/ienus (otro) y que, con Marx, adquiere un seniido peyorativo
nsj,ines de de estar extrañado o fuera de sí mismo. En el fondo, estar alienado
a \7-;cubrir s¡gnif¡ca no ident¡f¡carse ni reconocerse a sí m¡smo, n¡ con aquello
, i.,-.1() p¡ta que nos define; y es sinónimo, por lo tanto, de düHdttkf6t. Se
yV pro,luce al¡enación cuando el trabajador no se s¡ente reconocido ni
! rarxlo
r!r- ,:r¡áles valorado, ni s¡enle que aquello que realiza sea realmente suyo. Así
pues, se rla en ltn doble n¡vel: @
- rrl}Éf!üErimeñqú
'
:1. I 'a¡Srrts¡ | náspecto al prcCucto, fie pro.luce
Exrsle ún paralelisrÍio eñtre la denUn-
,'7S aüenacón ()uAnato el trabaiaór no
cia (j¿ l\,l:rrx cn E/ capital y la qr¡e rea-
,tsl:1¡ se recot¡oce en. ítq,.rello que creai
1izo, er 1S35, Ch3fles Chaplin en nel¡r-
¡ron¡ue no le rrerterjerje- l_! objetr) de p!)s marlernos.l as palabras de Marx
:.u Lr¿bJ jo si, corrviedg er'r Ílerc¿ln- y iirs nágenes de ChaDlin expresan,
(:rA y. con l.i ir,lr lsaciion, ar;aba gien- cn lcng!ajes diferenles, elnlismo nla-
,i,r,laptldl, ¡:, iir:(_ir se Iiilr']sfo!rDa leslar y desencanlo qrre siente el hont
bre cüaldo es redlrcldo a sirnple ser
i rrr il:,tllllltc,ll¡) r]tas ile exf)lOia-
-mutilado por una repet¡c¡ón perpetul
.r,,,r f'.¡r,l.lrrlr , r tet tle. elObfefo ta- de la m¡smá óÉrac¡ón tr¡vi{.
Inica el me{l¡o de su opresión.
En la arlesanía y la manufactura, el lrabaiador emplea una he.ram¡enta;
- Respecto al acto de trabaiar, et
en la fábr¡ca. la nráqr¡¡¡a ltlil¡za at obrero. En el frimer caso, los mov¡nrien-
lro!1rl)rc llIlll)ten se siente alienit- tos de los instrumenlos de trabaio prov¡enen de él; en el segundo, ha de
',!l!),.i
,lo, ¡onltrc es rrn aoto que se le im-
f seguir el moümiento de las máqu¡nas. En la manuractúE, los {rabaiadores
lr,ne y quc liene lLloar en L¡r)AS ccn- son uoa parle de un mecan¡smo v¡vo: en la fábr¡ca, hay un mecan¡s¡no iner-
rlic¡ones infrahtlmanas. Y es c¡ue el te, indepe.rdiente clel obreo, quie¡ se convierte en un s¡mple a[Énd¡ce vivo.

Irabajador no tiene posib¡l¡dad cle MaIr, K_, Et cadtd.


desarrollar sr rs capacidades inte-
lectuales y espirituales, porque ll. Compara la concepción de las máqu¡nas y su relación con ellrabaio
humáng en las fábricas que sostienen Marx y Chapl¡n respecto a la
I-,¡sa a ser t¡r'la p¡eza más del com- que defendia Saint-Simon. Expresa tamb¡én tr¡ optnión pers(xtal.
plejo engranaie productivo.

313
:
I
{
13
Esta alienación econólrica se concret¿¡ en la Fm,ñÉ¡lo
Elsalario se delermina por la luclta que, según Marx, está en la base dllllElln de la ctas¿ tr¡
antagónica entre cap¡tal¡sta y obre- baiadora (de los que sólo poseen la fuerza de su trabajo) por parte
ro. Triunfa necesariamente el capi- de los burgueses (propietarics de los med¡os de proclucción).
lal¡sta. El cap¡talista puede sosle- r!§ql
nerse más liempo sin elobaero que La acumulación de capital sólo es posible s¡ unos pocos acaparan los
éste s¡n aqué¡. Las agrupaciones de medios de producción y se aprovechan de ello. Esta acumulación (j0 :¡A{n
capitalistas son hab¡tuales y efecti-
que disfrutan los propietarios proviene del itcremenlo que se da en. lir,,l;¡
I vas: las coal¡ciones de obreros es- r

lán proh¡bidas y |e§ slJporlerl daños. tre el cap¡tal ¡nvert¡do en la producción y el capilal obten¡do en la ven.
Adenrás, el teÍateniente y el capi- ta de la mercancia. Dicho de otra manera, se produce un
talista pueden añadir a sus rentas .E¡¡|ID, una dilerencia que únicamenre flnt§#l -eel ,i¡\u
los benefic¡os industriales: en cam-
b¡o, elobrero no complemmta con
'!!ññYaqueMiñno
renlas de la tierra ni con interes¿'s se le retribuye
Sñt l-:b, en tanto que et prec¡o at que so
vende una s¡lla, por ejemplo, no conesponde a lo que se paga al obe
sra\cr
,
del capital aquello que gana con su
trabajo en la industr¡a. Por eso es ro por hacerla. El propietario justiflca esta desproporción alegando r¡n
tan grande h comp€tencia entre los
en el valor del producto no sólo se ha de contar el valor del trabajo det b;, r ri
obreros. Por lo tanto. só¡o para el
obrero es necesar¡a, es€nc¡al y per-
obrero, sino que además hay que sumarle el valor cle los medios do
producc¡ón (maquinaria, instalac;ones...). Como éstos pertenecen ¿l r-'1;l¡ t'
¡udic¡al lá separ acbn de c4)ital, pro-
piedad teñilorial y t.abajo. propietario, es justo que sea él quien se beneficie de ellos. Sirr enr. (i I

Marr. K., bargo, Marx denuncia esta práctica conro una ¿Il-hütñr Ct()t) (l
Manu scilos econotnico - Ii¡osóhc os_
rn-*rry.É-'.ñC
La h-f,rírf -tfirf,f.dft¡6- t¿1¡r
12. Es cierto que en tiempos de q@Tm-tÉr'Lhr
Marx los obreros no disponían histor
de recursos para et¡frentarse.
a los abusos de los capitalistas.
Lá plusvalía es ¡nherente al capitalisrno, donde
§)se corrviede en t!1;
Este l]echo comportaba que se
y queda supedilado a las leye§ cle la ofer ta ¡, la rjenlan. dc loi
vieran obl¡gados a lrabajar en da, Effifri¡tm{úirfrünDl ertdemabobn
Et rtc
condiciones ¡nfrahumanas a
calnbio de sueldos m¡serables.
termina que el traba.jo del obrero se valore muy por detraj<.r'cJe su va
lor real. Esto se traduce en unos iüt¡llt!ühs que lindan con el
:xl
l-1, ._rit
Menciona algunos de los me- nivel de subsistencia, o sea, el nhiú€s¡srfle par¡ que el ttrbñ s(x{)n
dios de que d¡sponen, hoy en
d¡a, los trabaiadores para re- i*¡.;erxrgb$,olffirüEÜlEfñ. lt,. , ¡:
si§irse a pos¡bles ¡negu¡ar¡da- (t"¡\l I
des laborales. 4h*r'I'nthr ",'De'A)Ir¡n"?'cd;r ( l(,, (;t li

Para Marx, tanto !a al¡enac¡órt socialcorno ia retig¡.Jsa io


v S-orr-[<..¡nt ra-.
,dárFrxFiE-tab-.
,})ffiQfli§ &f
En el ¡ff , la est;icta y discri¡ninatoria r5¡Hri6§§* 1.,.
Pn¿os d? u)n según se posean o no los nledios de producción, ccmporta el rc
0g F0t0 . conocimiento () no de l)rlviiectios soci¿llos Estc 9s cair:il
de qr-re ios deslavorecidos ecor]ór,l,tarlente. adctnás de so
portar penurias ecoltórnicas. se veall i]rivados del reconoc¡.
¡r)iento de su dignidad como personas y como ciudadanos. i

E¡r el iirnbito religloso, Iv4arx corrsrdera que las religioites su- t:


ponen un rTredic para tnantener oÉ¡rirnidíl a la clase más des-
lavorecida. La croencía en un futtflo ceiestial. donrje lcxbl
los l)ornbres serán iguales ante Dios, pr opicia (l¡ ¡e sc restg-

I
ner¡ a las desigualdades e injustic¡as fea¡es. La l)rotncsa de
un rnás allá ntejor atenúa las ansias de transfornlación so,
cial y hace aceptables situaciones intolerables. Marx llegó a
\. decir: .La relig¡ón es el opio del ptreblo., ya que adorm@e
6,l /a c¿sá de D,bs, de G. Melchers. sus reivindicaciones.
-t
3r4 ¡:
¡re
G-

13
,'4y;smo
'cl4se tra- 4.5. Eicomunismo
[ás cris¡s comerciales, además de
p§.a-rarte
in)^ Et materiatismo h¡stór¡co oe rfit dü&a Hf¡llet*f¡ destruir una gran parte de los pro_
ductos elaborados, aniqu¡lan una
p"kn §l,rn nuevo oroen social i^eclnó;";;; ;ffi¡5fl"- parte cons¡dorable d6 las ,uerzas
ia!\
tos
de
tffiEffih. A pesar de que durante et sffiñ-tos product¡vas existentes. En estas
acontecimientos históricos hayan moslrado al comunismo y crisis se desata una epidemia so-
se da al capi-
en- taiis¡6 dos sistemas opuestos, Marx consideró el áomunis_ cial que a cualqu¡era de las épocas
:r (y.,en-
Irrs qn el
nrom.
"oro anteriores hub¡era parec¡do absur_
da e ¡nconceb¡ble: la ep¡dem¡a de
;elem- Según lüarx, el cap¡talismo era insostenible, porque
las crisis, cau_
la superproducción. La sociedad
sadas por la saturación del mercado, serían se ve retrotraída repent¡namente
l glre no cada vez mayores. Su a un estado de barbarie momentá_
rt .p! se superación era, pues, inevitable y seguirÍa el proceso que
explica- neo; diíase que una plaga de ham_
al ^bre- mos a continuac¡ón. La
!¡fie
producción cCtIá
será inexora_ bre o una gran guera an¡quiladora
nJYque blemente srnérada p6r una fase trans¡toria. de la han dejado esquilmada y s¡n re-
negación, en la que ha-
b? del lra un (lor¡inio o dictadura del proletariado Entonces
el Estado ya cursos para subs¡stir; la ¡ndustria,
,oitl de no será un Estado burgués, sino un Estado pr el comercio están a punto de pe-
oletar¡o. Sin embargo,
recer.
re, -'¡ al esta organización soc¡al¡sta será sólo una etapa
transitoria de prepara-
:,:n et¡- ción para la llegada del comunismo. El comunismo, Marx, K. y Engets, E,
fase final, nega-
El man¡tiesto comun¡sta.
,rL-,a. ción de la negación o sintes¡s, supond rá la desaparic¡ón
del Estado v
lc. s¡no l.r r¡lliIra y Cefir¡tti,",a etap¿t de la h¡storia.

rl.\,,.]s Para M.trx, el comunismo traerá el final de la


historia, porqr 16 2¡ abolir la prop¡edad privada
,.rlYen ,icsaparecerán las d¡v¡siones de clase.
Cuan_
l.:r ¡- .]
.lo l(rs nt{-dios de producción no pbrtenezcan
. ;¡ oe- fl ii los bl]roueses ni al proletariado, síno que
I
:.':-,- r- :eln una propie,Jad de la hL¡manjdad, ya no ha_
aor r el l,rii n¡ng(tn rasgo diferenc¡al entre clases, que
se c(n'ifr l(lirán y djlLrirán. Esta desapar¡cón
,¡ aca-
I
bará con la lucha social que ha sido el motor
(ie la historia. En consecri'encia,
, lñtrüütlto
la histor¡a se Ál hablar de comu-
,lelench' y la humaniclad disfrutará, al fin. de nismo debe quedar
|]iu, igualdacfy libertad. claro que una cosa
r:¡ (le-
es la teoría f¡losót¡co-
polít¡ca de Marx y Engels, y otra
las reinterpretac¡ones y reformu_
t3 Conlplela esta labla en la que se conlrapooen
los dos grandes mode- lac¡ones que han realizado otros
r, i ()- los sociopoliticos predom¡nantes en el s¡glo XX:
el modetJcomunista (he_ pensadores como Lenin (1870_
ilt redero del marx¡smo) y el modelo capitalista. '1924).
I Pero, sobre todo, nos ha de
r,: S( ¡ quedar claro que el comunismo de
Modelocomun¡sta Modelocapital¡sta Marx no se puede identificar con
I r|.:)..
: fipode sociedad iSooedad sn las particulares cóncreciones his-
qE tW que instaurat
ctases, iguar¡tarta y lg¡[g Cl tóricas que se produjeron duran-
lsotidar,a.
¡H te el siglo XX. El desarrollo de re_
1,,:- para
Medios . Supresón de la propedaC prva e gímenes comunistas como el ruso,
consegutlo 'da de los med,os de producc¡on Y el chino o el cubano no desacre-
'iy dita n¡justifica las teorÍas soc¡ales
lntervención en los asuntos eco- y polít¡cas dé Marx, ya que n¡ngu_
i ftiU¿tit¿,:i
',/rcdtü1) '
',V Figurc del Eslado i ñómicos y soc¡ales: éducación,
; medic¡na.._ públ¡cas.
no de ellos ha sido fiel a sus tes¡s.
Por eiemplo, no háñ ftlridldo a la
supr€dón dal Estado, sino que to
Concepción Ser sccial supeditado at interés
gencral-
l*drpbr han reforzado.

315
Comentario de text o I
El material¡smo moderno ve en la historia el proceso fendía y las nuevas leorías de las c¡c,)c¡as natulakxj.
de desarrollo de la human¡dad, cuyas leyes d¡nám¡- es decir, el darwin¡smo o evolucionismo.
cas es m¡sión suya descubrir. Contrariamente a la idea qué
de la naturaleza que ¡mperaba en los franceses del si - .Expl¡ca en consiste el materia¡¡snrc marxisl;r.
glo Xvlll, al igual que en Hegel. y en el que la nalu- Distingue entre materialismo hiitórico y lrrale
raleza se concebia como un lodo permanente e ¡n- r¡alismo dialéclico.
var¡able, que se movía dentro de ciclos cortos, con . Cornenta cómo concibe el devenir llislóri(¡l el
cuerpos celestes elernos, tal y como se los reple- maler¡al¡smo. ¿Cónlo cotrs¡dera que ¿lv¿llt.':a lir
sentaba Newton, y con especies ¡nvar¡ables de seres
h¡sloria?
orgárricos, como enseñaba Unné, el material¡smo mo-
derno resurne y compendia los nuevos progresos de Explica en qué cons¡ste el darwiDisrllo o evolr
las ciencias naturales, seqún los cuales la naturale-
- cionismo.
za t¡ene tamb¡én su historia en eltiempo, asícomo las . Especifica cuál con§dera que es el origen de l¡ri
espec¡es orgán¡cas. que habitan el mundo, aparecen
y desaparecen, y los ciclos, en el grado en el que son
especies vivas, cuáles son los rrrccanismos se
adm¡s¡bles, rev¡sten dimensiones más grand¡osas. gún los cuales evolucionan y (lué lugar ocupa
Tanto en uno como en otro caso, el mater¡alismo mo- ría en este panorama el ser humano.
derno es sustanc¡almente dialéct¡co ), no neces¡ta ya ¿Cuáles la relacón que establece Marx onlte es
de una lilosofía superior a las demás ciencias. - i:
tas dos corrientes?
Marx, K.. Del sociar,srno ulópico al social¡smo c¡enliÍico.
Mirando más allá del texto l,'i
Anál¡s¡s del contenido
En otras unidades (en esta n]¡snta latnbién), hcttxtr; nio-,'
Para comprender y ahondar en las ¡deas funda-
- nrentales del texto, responde a las §gu¡entes pre-
visto otras concepciones del proceso histórico. Se
gún Marx, la h¡stor¡a es un desarrollo que avanT¡ ponier
guntas:
dialécticamente ¡mpulsado por el enfrenlam¡enlo dr)
. ¿,Cónro se concibe la h¡storia desde el mate- clases, pero que conducirá en últinlo término al cres I
rial¡smo moderno?
comun¡smo, o la soc¡edad sin clases ni desigLtttl
o ¿Cuál es la función que se atribuye a este ma- Curr l[)
dades. tFal,
terialismo? i
Cor]rpara Ia concepción histór¡ca n]arx¡sla con 1r... , c,
. ¿Cuál es la idea de la naturaleza que predonli- - la de otros pensadores. Te proponenlos los si c\lc
naba en el siglo )0 ll? clc
guientes: los oplimistas ilustrados, Hegel y su dia
. ¿Ouién fue NeMon? ¿Por qué razón se le re-
cuerda?
léctrca, Comte y su positivisrno... "l{,
5!
r ¿Quién era Unné? ¿Qué concepción del origen Op¡n¡ón personal
nr¡sn-.

de las espec¡es defendía? lte


Según Marx, el proceso dialéct¡co que caracteriza l¡ que. i
. ¿Cuál es la nueva visión de la naturaleza que
ll¡storia de la humanidad se detendrá o quedará de'
sost¡enen las c¡encias naturales del siglo XIX?
. finitivamente superado cuando se disuelvan las ten l,^eb
¿Oué sign¡f¡ca que el mater¡alismo moderno es tr. - ir
s¡ones y las contradicc¡ones internas que se han da(h
dialect¡co?
en todos los sistemas económ¡cos y sociales lnsla
- Señala cuál de los títulos propuestos te parece
la actual¡dad. 5?;
adecuado y cuál inadecuado. Si ninguno le aca- lecoo
ba de convencer, puedes realizar tu propuesta Para Marx, esto se producirá con la inslauraciÓr del
personal. comunismo. Desgraciadamente, la materializac¡ón divagr
. Mateial¡smo y darwinismo del comun¡smo en algunos países no ha ten¡dc, las
. Materialismo dialéctíco consecuenc¡as pretendidas por Marx. ¿Crees que si\et
esto es consecuencia de que en los paises cotnrr'
. Concepcbn histórica del mater¡al¡smo
n¡stas no se han respetado realmento las tesis de v roill
Gonterto lnmed¡ato del teIto Marx, o por el cor]trario, to parece que en realidarj ( rl
las tesis marxislas son erróneas y que el ccmunis' de lor
En este texto, además de presentar y proponer una
nu€va concepción del devenir histórico, Marx esla- nro no es la sol¡c¡ón para los probllemas dc la l]i.l l,n-,c
blece una conex¡ón entre el mal€rialismo qlm él de- nranidacl? Bazona tu rgspuesla.
""a

.
rt( . es ¡

ta!ta.
y r-.te-
lv
L)r. el
'íln.ua la

EVJ,U-

r rl r.ts
(r§sé-

Ji'

I t0 ta
A pesar de que se tardó en aceptar el darwinis- lnmediatamente después de la muerte de Marx,
mo, ya que tuvo que vencer numerosas ret¡cencias el
"T marxismo sufrió un proceso de esc¡sión que <lio lu_
de doclos y profanos, el evolucionismo
se fue ¡m_ garados interpretac¡ones opueslas. por un lado,
poniendo en el ámbito de las c¡encias naturales Ios
como revrston¡stas evoluc¡onaron hac¡a inlerpretaciones
ra explicac¡ón más plausjb¡e
del origen de las espe_ menos mater¡alistas. para ellos, ya no será eviden_
c¡es. La teoría de Darwin, según la Cual
las espeiies te, como se desprendía de las leyes dialéct¡cas, que
¡' se transforman, lenta pero imparablemente,
Jt ha sido el capital¡smo avanzaría inexorablemente hacia'su
completada por una gran cantidad de estud¡os pos_
superación. Constataron que el capitalismo moi_
leriores..
-En
han contribuido
espec¡al, la paleontología y la genática traba una ¡nsospechada capacidad de superación ilti
a hacer del evolucionismo u-na c¡en_ de sus propias crisis. por ello, los revisionistas de_
,5i: cia de innumerables éxilos. Grac¡as a estas
aporta_ lenderán la vía democrática, en lugar de la dictá_
ciones c¡entÍf¡cas, el ser humano ha avanzaio
en dura del prgletar¡ado, como el cam¡no de acceso
el conoc¡miento de los mecan¡smos naturales, pero
at soc¡alismo. Esta pr¡mera interpretac¡ón recibe
sobre todo ha avanzado en el conocimiento el
áe si nombre de socialdemocracia y es la que dom¡na
nrisrno, y ha tomado conc¡enc¡a de que
es una es_ en ta turopa occ¡dental.
pecie emparentada y relacionada con
!as demás y
que, por lo tanto, no puede desentenderse Conlra los revis¡on¡stas, se impondrá la interpre_
del futul
ro de la naturaleza. tacton ortodoxa del pensamiento marxista. Lá or_
lodox¡a no querrá renunciar a ninguna de las tesis
t a obra de Comte fue fundamental
en dos aspec_ de Marx y reafirmará la caída del capitalismo y
la fun_
l9:, i.ngrg.y.ró una de tas discipt¡nas protagonistas c¡ón histórica de la dictadura del prolelariado.
Ll rlel siglo XX, ta soc¡ologia. y dro un giro po-"itiri.tu No re_
nuncraran, por lo tanto, a la acción revolucionaria
r la lilosofía. SuS reiv¡ndicac¡ones positiv¡stas serian v¡olenta- para acceder al soc¡al¡smo. Será
,l
recogidas por las corrienles neoempjristas del s¡_ -¡ncluso
prec¡samente en.Rus¡a, que no tenÍa
XX, como el Círculo cle Viena, que rechazaron las
un capltatiimo
'Jlo avanzado pero sí un proletariado concentrado y re_
(Jrva(ractones metafisicas y propusieron una filoso_
lra ctlnlrada en el r,ato
y?lr:i9l:19, 9^ol9e se produjo en 1or 7, suiaáa pár
concrelo y contraStable. Len¡n (1870-'1924), la primera gran revoiución
io_
s¡n embargo, de las corrientes f¡losófjcas crattsta. Oon todo, a pesar de las diferencias, lanlo
que he_ el marx¡smo occidental como el marxismo de
rnos visto, el marx¡smo, a pesar de las la Eu_
escisiones ropa oriental buscarán combatir con mayor o menor
y reinterpretaciones a que ha s¡do
I
somet¡do. es la acierto la alienación y la miseria humanas. Sin n¡n_
, ¡rre h.l marcado más profltndamente
la evoluc¡ón gún t¡po.de dudas, el marx¡smo, en cualquiera
ri{) l)s acontec¡mierttos polílicos, soc¡ales y cultr¡ra_ rle
Ius I)osteriores.
sus manifestaciones, permanecerá prof unáamer tte
lrgado a la historia del siglo XX.

317
?'
% C
a.
ii
El Vitalismo
#
C
ft
" "i".
i
v Esquema
1. Marco histórico
1

1
.1 .
Y cultural
La Europa en la que viv¡ó l\¡elzsde
.2. Actitud cte de¡tuncia y sospecha
*
Q.
3i
1 .3. Nuevas corrientes {ilosÓficas o
2. Schopenhauer: influencia en
Nietzsche
a
ñ
2.1 . La voluntad de vivir
2.2. Pesimismo Y renuncia

L'l
3. Nietzsche: la af¡rmación vital
cri
3.1 . lJna vida atormentada
3.2. Apolo y Dionisio r;ti

3.3. Cuatro grandes lemas d0


3.4. Transmutación de los valores ,-t¡a
,.(lc
4. Raciovitalismo e historicismo E

ler
4.1 . Ortega y Gasset
4.2. Diltlrcy CO
nir
ss
rl


..(c
@" bjetivosConstalar las caracterísl¡cas culturales qu e definen el s¡glo
nario de una gran pluralidad de corienles'
XlX, época que ha sido el esce-
,lLl

-(l(Ja

. Explorar las ideas más relevanles del pensamiento de Schopenhauer
. Adentrarse en el estud¡o de la filcsofÍa vitalista de Nietzsche' tct
. Conocer las corrientes de pensamiento raciovitalista e h¡stor¡c¡sta' 1S
lar
. Reflexionar con lalante crítico sobre textos f¡losóf¡cos'
compieiidad
^Ju
. Eierc¡tarse en la expresión escrita de la propia opin¡ón sobre ternas de una cierta r:c
;.

3r8
I
t j
1

c,.lilnrrar
r\, L,'ri,ró fJ¡elzsclte §
:,
\, .i).;l);\ l).)
t,

:; ¡f r:.,iii.r.-

,-re¡riia en

la danza, cl¿ Matisse

lnvitación a la unidad
Conozco la suerte que me espera. M¡ nombre algún día
¡r-i¡Árr

,.V,
vilal estará ligado al recuerdo de algo g¡gantesco, de una
crisis como nunca la ha habido en la' T¡eÍa, de la más
proíunda col¡s¡ón de conciencia, de una decisión to-
-
n)ada, rnedianle un conjuro, contra todo aquello que
hasta el rnomento se lrabia creÍdo, exig¡do o sant¡fica-
ro. Yo no soy un hombre, yo soy dinamita... La verdad
habla en mÍ. Pero m¡ verrlad es terrible: ya que hasta
al\oe a la ment¡ra se la ha llamado yerdad... M¡ dest¡-
lntroducc!ón
no íletermina que yo haya de ser el pimer hombie - Vamos a comerzar la un¡dad mostrando el
ir>ri: i:;rnr, c./é:
marco h¡stórico y cultural del pensamiento
cente. qüe vo esté en contradicción con la ment¡ra mi-
lenaria.-. Yo soy el primero que ha descubierfo la ver-
de N¡eEsche, remarcando la actitud de ios-
pecha tan propia de su s¡glo. A continua-
-en oler- la mentira
riad, he s¡do el primero en sentir
com,r rnentira... Mi genio está en mi nariz... Yo contra-
ción exploraremos los rasgos fundamenta-
(ligo como nunca nad¡e ha contradicho y, a pesar de les de la filosofÍa de Schopenhauer, tanto
por su valor ¡ntrínseco como por las mu-
eslo, sóy !a antítes¡s del espír¡lu que dice no. Yo soy un
legre mensa¡ero como ninguno lo ha habiCr, conoz- chas repercusiones que tendrá. En el ter-
r(, ta¡eas lan elevadas que hasta ahora no ex¡stía el con- cer apartado, conoceremos diferentes as-
pectos de la vida y del pensamiento de
cepto para üomprenderlas; sólo a part¡r de mí ex¡sten
i:V;!r i,' 1! ,i51;a- N¡etzsche; analizaremos con espec¡al aten-
llueyas esperanzas- Sin ernbargo, yo soy, necesar¡a-
ntente, 6l hombre Ce la faiel¡clad. Puas, c,.¡anílo le ver-
ción los cualro grandes temas que f¡guran
¡iad cnlat¡le !t¡cl,a con la mci¡tira rnilenaria, padecerc- en su obra. Acabaremos la unidad esbo-
rrtos coninocionesr, lenrtilores de liefra conio nunca se
zando el v¡taf¡smo poslerior y el histor¡cis-
hal)ian soñadc. Fl concefilo d¿ po!Ítica sc halla ahora
mo, movimientos filosóf¡cos entrelazados
y que comparten el reconocim¡ento n;etzs-
lolalrner-rte f,umiCo en l:r:.i rl(¡efr3 enlre espír¡tus, lcdas
lirs !0mas ce dotn¡r]ación de la v:eia soc¡edac¡ han sal- cheano de la vida.
la(lo por los .?¡res, todas se apoyan en la ment¡ra; habrá
o¡np¡ejiriarl grrerras como nunca las ha habido sobre la faz dei la
lierr¿1.

¡lie"Usche, F-. E.ce homo


llr,,,i, i 14

§ I Marco histórico y cu¡tural Le


In¡ciamos la unidad presentando el conlexto h¡stórico y cullural (ie i,rr.r,r:,.
pensamiento de l.Jietzscl¡e. En prirner lugar, llevarernos a cabo una la ril
reseña de los diferentes países por los que transcurr¡Ó su vida. Se- t.sf ,,¡¡,
guidamente, veremos dos de las característ¡cas intelectuales pt,;¡rial ¡t;r ,i . r

I del sigto XIX: la act¡tud de sospecha y la emergencia de i<.¡s valorcs ilhr¡4i:


t ligados a la vida.

I í::-ifj(1.,i,
1.1.
;

La Europa en la que vivió Nietzsche lú:: , ',


§ u¡'f
cr
l. La Europa de la segunda mitad del s¡glo XIX es la Europa de los na' taqr)Ar
cionalismos. Unos nac¡onalismos que son, etr gtan parte, obra de l¿ r ia¡t:'
Nietzsche v¡vió la unilicación de la nac¡ón burguesÍa industr¡al que ¡ntentaba proteger los mercados naciona'
alernana y su expansióñ ¡nrperialista. les antes de lanzarse a la mayor empresa de los mercados colonia-
f tt L.rri rrrr
les. Las nac¡ones que rec¡enlemente habían sido constituidas como
tales (Alemania e ltalia) también partic¡paron en la expans¡ón colonial. 0i()1ii ;

oe i1,).¡.lri,
Alemania e ltalia, junto con Suiza, fueron los países en los que Nielzs- l¡Lle l, r.
che pasó la mayor parte de su v¡da.
j.L]t r,

-- Át.*"h¡", Nietzsche fue uno de los adversar¡os de la Alemania cet r. L;¡


unificada con el liderato de Prus¡a: ¡ncluso rechazÓ la nac¡onali- doe ,tt
dad alemana y adoptó la suiza. El movim¡ento nac¡onal¡sta geI' riin ll;¡q;:r
mánico culnrinó en 1871 , gracias al impulso un¡f¡cador de Bis' apt¡r,. itl
marck, e¡l la proclamaciórr de la nación alemalta. Esta nueva Ale' vator,Ar_ll
mania, convertida er¡ potcnc¡a militar, Cesencadenal'á nr.Jevos críti<-,, ¡¡r
desequil¡br¡os en Europa.

- Ital¡a: En este país, la sern¡lla ¡rac¡onal¡sta y revolttc¡ollaria se al¡rio f .3r


paso durante la etapa lristór'ica llamada R,sorgimenlo. El cc'n'
Faral,;¡¡lr
El nac¡onal¡smo servador conde de Cavou( aliado con Garibaldi, trajo de la casa
de Saboya a Víctor lvlanuel li, clue fue proclamadc primer rey de
apar, ,lr
En el s¡glo X¡X, muchos países eu-
ropeos desaíollaron un fueñe sen- italia- En 1870 Roma luc ocupada por ios nac¡onalistas y pasó a ui:o r\t:¡
t¡m¡ento nacionalista. A partir del ser capital del reino de ltalia. El hijo de Víctor l!4anuel, Hunlber' ¿¡l¡bi.,.¡r
movimiento románt¡co, que valo- .
to l(1878-1900), consoiidó el nuevo reino favorecietldo al mismo ics , i,¡lii
raba las tradiciones y leyendas po- tiempo urr acercamiento a la .Aietnan¡a recienten¡ente unil¡cada. r¡o i){ l! . ¡r.
pulares y exaltaba la lormación de
Italia fue siempre uno de los lugares prefe¡ados por I'lietzsche. seria A:r
l' s re¡nos de la Edad Media. el es-
píritu nacionalista comenzó a ger- Sigui.\cr.
Suiza: Suiza fue uno de los lugares de residencia y de trabaio pre
mjnar. Las diversas revoluciones - feridos por N¡etzsche. Era ult Estado cuya Consl¡lución, tedacla'
añisl, -:i t
que sacudieron el siglo XIX (como que (.¡-ec
por ejemplo !a Revoluc¡ón lndus- da en 1848 (año en el que casi toda Europa vivió I evolusio;t'.,'sl.
ü€so, r 3i;
tr¡al) no d¡sminuyeron el. senti- establecía unas competencias confederales y otras pala los car,
m¡ento nacionalista, sino que en tones. En e¡ siglo XVl, los cantones alpinos, confederados desde
ASí. r..^¡tl
muchos casos ayudaron a hacer- .
' <ie l;, r
el siglo Xlll, ya habían consol¡dado un reconoc¡miento tltutuo C.' ",.,.ó
I lo real¡dad. La un¡ficación de Ale- ,
neutral¡dad. Cuando Napoleón ¡nvadió el territor¡o. lransformó h
livida^.;
I mania en una nac¡ón, y su deseo .

de expandirse hasta formar un :


Confederación en la República Helvética, al t¡ernpo r.¡ue imponía El má{'ri
gran imper¡o germán¡co, forma un gob¡erno unitario y central¡zado, pero corr el Congreso de \fe' psni¡¿ -.),
parte de este amplio movim¡enlo. na se restatuyó la Cortf eiJeraciótr y fue garantizada su neutralidád lalisn t2{i(l
A lo largo del siglo XlX, el eco revohrcionario francés abrió el cá- prño! ., i.
I mino hac¡a un ordenam¡ento político más l¡beíal y delnocrático. rr¡en t fF¡{ fi

320
i lr¡i, i 14.

ll- f .2. Actitud de denunc¡a y sospecha ¿Oué sospechas? ,

l. El siglo XIX es un siglo crít¡co, un '


XIX es la época en
ritrvl del En !a unidad anterior hemos constalaclc que el siglo s¡glo de denuncia Y sospecha' :
pro<luce ul inicio de lo que puerle ila'ilarse la era de t: c!:nc::
tah-! una hqre Muchos ámbitos de la vida son
v¡¿Ff Se-
"e
i.t, aeno*inaciOn viene iustificada por la gralrCiosa creación científi- qDl aparienc¡a tras la que se es-
,.,1"1 ,no*""to, por ei sug¡rniento del
positivisnlo y por el intento de conde una realidaC nega¡va o m-
s fr lpias
Marx de hacer de su pensam¡ento una obra cientifica'
Sin embargo' este ¡usta. ¿Qué sosPechas tú del
, tl.,ru. rnenos su única caracte- mundo que te ha tocado viv¡r?
aspeclo intclectual del s¡glo no es n¡ mucho Quizá hay muchas Paulas' cos-
un se§undc
,lri.o; pr*¡"o,r"nte la dánuncia de Marx y Engels def¡ne tumbres, leyes... que no aceptas
pr"pio XIX: Ia actitud de sospecha y de denuncia'
arp*iá cfur y denuncias.
"iglo
r:n (t y Elrgels son los pro- Redacta un ensayo, bien me-
Los soc¡al¡stas utópicos, los anarqu¡stas, t'Iarx - d¡tado, que lleve Por lítulo "Yo
económlco y social; ya co-
,

i,, \r, i rla ' tagon¡stas de una sospecha de carácler denuncio.. El ensayo tendrá
i ,'.' .1e le ¡ nc'cenros su denunc¡a: el esplendoroso sistema
capital¡sta subsiste que estar correctamente es_
, ,ilY,.na- graclas at sutrimiento, la al¡enación y la explotación
del proletariado' hucturado e ¡ncluir, de una ma-
¡ -''':n ia - nera u otra, los siguienie§ as-
que ¡nspiran la reli-
Err cuanto a Feuerbach, sospecha de los móviles pectos:
.
"Y'.,.',c
-.nin!. gios¡rlad. Y, tal corno veremos en la prÓxima un¡dad' Freud sospecha
.
, ya que aquello
Presenlación de la s¡tuac¡óñ
ie Ias mas nonles ideas y de los buenos sentimientos' que denuncias.
r l'i.-1'q- qr¡-. los or¡0ina son oscuras e irracionales
fuer¿as inconscientes' . Búsqueda d-' las causas que
como pare- producen esta s¡tuación.
¿Que cs sospccllar? Es ¡ntuir que las cosas no son tal .
a buscar elfon- Molivos Por los que se man-
len. La sospecha lleva a trascender las apar¡encias' tiene así la s¡tllación Y no se
y Nietzsche se- ii
l,: .: r,l,l;i do escondiio y soterraclo de las cosas' ['Iarx' Freud corige.
i.-\-, t. rr rárr tl¡tmados /cs /f/ósofos de la sospecha'
La sospecha de Nietzsche . Propuesta de tlna soluc¡ón'
occ¡dental; denuncia que los
, ' i;!J' áf)Lrnt?. rl corazón de la misma cultura
de Nietzsche es una ii
'.¡¿t,r.:s cie esta cultura ya no s¡rven La filosofía
que defiende'
o cr¡tica radical de nuestra cuttura y de los valores

1.3. Nuevas corrientes filosóficas


i)¡l en el siglo XIX
Piralelamente a la actitud de sospecha y denunóia'
i tsil el he-
ni,.,"l¡.ton alrrunas teorías filosóficas que tenían en común
hegeliano sino también al
li'o .¡n opon"i.r" no tan sólo al sistema
recibieron
il arrbienle positivista dom¡nante Estas teorías filosóficas
t:.; no:¡Llrls de vitalismo e historicismo' SegÚn defienden' la
vida
'I rl it,lr ' elementos racionales (éste
,rc tlirerle exÍ;licarse considerando sólo los
positivislas)'
,.ri., ol ¿u H.gel) o los cientÍf¡cos (como hacen los
"r.o
SrgrrienCo la línea románt¡ca, vitalistas e historicistas afirman que el
a¿ista astá OotaOo de una capacidad
para entender la realidad de la
.i .i.r
qrÉ carece el cientifico. Esto pasa porque la vida es
historia' es pro-
matemát¡camente'
ccso, cambio, irracionalidad, no puede medirse
especulativa como
isi, i}-te.la negada la primacía tanto cle la razón I
y las d¡ferentes ac-
do ta'razón ciántifica para expl¡car la naturaleza I

t¡\,idades humanas. I

bien Scho-
Ll nrás impoñante f¡lósofo v¡tal¡sta ha sido Nietzsche' si
. - i./!i p,rnhauer fue precursor de estas ideas- Después
de Nietzsche' el vi-
ialismc continuÓ en diversos pensadores, como sería el caso del es-
más relevante dentro de la co-
Ir¡rlol Ortega y Gasset. El pensador
rr* ntr¡ historicista fue el alemán Dilthe¡'

321

---.1'
I lr rr I 14

2. Schopenhauer: influencia 2
en Nietzsche l¡¡¡l\r..¡ti:l

En este apartado vamos a esludiar aigunas de las atrevidas afinltaci(i


Pi()¡rt tt:l
.-§' \i nes de Schopenhauer, tanto su ¡ntu¡ción de la voluntad de vivir --!ue
§.. ,.! inlluyó en N¡eDsclÉ- como su teoría del pes¡mismo y la renuncia.

! +\ 2.1. La voluntad de vivir


el !¡.,¡ ¡ ri
UJ,
la r ¡¡
rl
t¡(!r I
,

l-,1 fr !irr-¡ l
Ya sabernos que el idealisnro alenrán a[¡nnaba que toda la realidad
cons¡ste en el despliegue de la Razón Absoluta. Schopenhauer rerlti"-a fllctri¿til(.
Arlhur Schopenhauer (1788-1860) es
esta teoría ideal¡sta, cons¡derándola una charlataneria sin fundantetr ellir '::t
cons¡derado un pensador ¡rracionalista
y un pr@ursor del v¡lal¡smo. Por otro lado. to. Él deÍ¡ende que la herram¡enta inlelectuai más elevada es la ¡nlui- IrontLl,u !
fue el primer occidental que, además dé ción, y no el entendim¡ento o la razón. La intuición es un saber d¡recto,
incorporar a su obra ideas or¡entales, slr] I ¿tr

inlroduio en Occdenle el pensamEnlo de una caplac¡ón profunda del corazón de !a realidad. A Schoper¡haucr. ticid¿J¡,iQ, ,
tl
i Buda. esta intu¡ción le muestra que la realidad más elemental de sí m¡smo.
la reaiidad lundamenlal de todo hombre, es la volunlad de vivir. ,\i tll) r.l I

La voluntád de viv¡r es el Absoluto que está presente en toda la (1¡ l¡[).Jr;


real¡dad: en los seres humanos, en los animales. en los vegetales e
flel(, \/
incluso en el mundo inorgánico, en la piedra que se res¡ste a la ero. c, ft--r:,j|¡(l i

sión o en el rayo de luz que qu¡ere perdurar. Todo está al servicro pOÍil. . ¡lit I

de esta voluntad, ¡ncluida la razón humana. La voluntad es utra re¿


l¡dad qüe está fuera del espacio y del tiempo: cuando se concreta en El arttr,;
el espac¡o y en el t¡empo, se divide convirt¡éndose en una innume- desccs ',,

rable cantidad de cosas que se devoran muluamente para vivir y para COrl:. lr.--

sobrevivir, como pasa con los lobos que devoran a los gatos o los irtrli.rp§nl
gatos que devoran a los ratones. La v¡da cons¡sle en esta lucha gS i ¡r :iit
constante que se repite desde hace milenios. rJecir,{r¡:

lt
AsÍ, Schopenirauer constata que la voluntad de vivir impone muerle. Apo¡¡ignr
dolor y guerra eterna. Tal co¡rro muestra el título de su libro, El nun. 2. be ai
do como voluntad y como representac¡ón, la voluntad es Ia realid¿,d r.ÉÉ!;
en sí nrisma, y las luchas que velnos por todas partes son I¿i repre.
Schopenhauer considera que el mundo senlac¡ón de esta voluntad, transfonnada en realidades concrelas.
es la representac¡ón de una ¡nmensa,
t rll I,l¡5(¡J
fur¡osa y c¡ega voluntad.

c¡5- ..(r'r
vct¡\.r: i.
V
l¡ riut
i y

!t riejl fr,t.;
-I
, d¿ t .,¡ cjr

I , aho;a.p:r
! uoi" -7c
,r{, , r¡ l{asia e:¡l
Dic

,I
llr¡ 14
a\, 2.2, Pesímismo y renuncia
, Voluntad y Fazón
La voluntad de vivir no es una realidad ¡ndiv¡dual, sino un princip¡o f-a teoriá ¿a Scnopenhauer que ha
universal, un impulso ilimitado to!'turado y en conflicto, una realidad tenido mayor trascendencia h¡s-
nunca salisfecha. La lucha entre sí de todos los seres concretos se tór¡ca'no ha sldo su pesimismo,
rf¡ñ-rrcio- s¡no la doctr¡na de primacía d6 la
vir --c¡ue oroduce porque en este mundo la voluntad aparece d¡vidida en mu-
r voluntad, que afirma que la vo-
chas voluntades particulares. Comu en todo ser concreto, también en
rU¡lrll. l' luntad és buperior al conoc¡mien-
elhombrc la voluntad está presente, oero el hombre es el ser que se . to; el hombre lleva a cabo múlti-
da cuenta de que esta voluntad nunca podrá ser satisfecha, ya que ples rellei¡oneb inteligentes con el
!a muerle siempre acaba por destruir las aspiraciones humanas. fin de gu¡ar su üda (reflexiones que
producen la ápar¡encia de liber-
La felirjidad humana es impos¡ble, poroue el deseo ¡nsatisfecho cau- ta{, péro inatmente, a ta hora de
r., ^'idad la acción, las decisiones racion:-
sa dclo¡ y el cleseo salisfecho o placer no es más que un cese mo-
r r!-.rraza les queden derotadas ante el ¡m-
rnentáneo del matestar; si uno disfruta cuando come, se debe a que
¡ll -ten- pulso incohstiente de la voluntad.
antes ha sufr¡do hambre. Aunque vive in,nerso en esta realidad, el
:',r ¡r tl tt! - Schopenhduer considera que la
..omtxe pesigue constanlernente fines absLrrdos y vacíos, se esfuetz a
- 'r' r;to, sin pnrar por alcanzar ol,jet¡vos que, o bien son inalcanzables (la fe-
luerza c¡ega de la volunlad se im-
pone del mismo modo que se
¿itl)iI ret,
ircidaC), o bren acabarán por ser ¡mpone la gravedad física.
dcstruidos (los bienes materiales).
mo,
Ante el pesinrismo, Schopenhauer rechaza
-casi sorprendente-
rnente- una sal¡da ccmo el suicidio. En camb¡o, propone caminos
toYa l¡ de l¡beración del dolor. Uno de estos carninos puede ser el arte,
FCro la vía de l¡beración más elevada de todas es la del ascelísmo
o renunc¡a raclical de la voluntad de t/ivir, ei camino que, según Scho-
.,, ,: i,; penharre¡ toman hindu¡stas y budistas.
r-rs r'lit-
fl as.ietismo es la negac!ón de las vanas ilusiones de la v¡da y de los
ceseos y satisfacciones corporales; con el menosprec¡o de la vida se
consigue la r/¡ctoria sobre la volirntad fragmenlada en las exislencias
iftl[irJuales. A causa de todo lo que comporta, la vida es un crimen,
i:!--:hir es nuestro pecado or¡g¡nal que sólo ei:piamos con la renqncia (es
decir, t:on el nirvatn que pred¡caba Bucla), el sufr¡miento y la muerte.

;r r! tC¡'te. Apariencia de l¡bertad ;

2. Lee atentamente el siguiente lragmento de Schopenhauer. lndica cuáles son las ¡deas defendidas en el texto y di s¡ I

r.¿tli:ri estás de acuerdo con ellas o b¡en las rechazas. Juslifica tu respuesta.
I

r lV,,,rt¡' i

'Iet'r'. lmag¡némonos a un hombre en la calle que se d¡ce a si m¡s.no: jomada d€ trabajo; puedo dar
"Soo las se¡s de la tarde; he acabado mi I

:
ú pas€o; pJedo ü al club: puedo sub¡r a la tore para ver la presta de sol: puedo ir al teatro, o üsitar a este o a aquel otro am&o: pue
do ir campo a través y no volver. Puedo hacer todo esto, en plena l¡berlad; s¡n embargo, no hago nada de esto, s¡no que me voy a
casa con mi muier, porque eso és lo que qu¡ero". Es como § el ag¡ja düera: "Puedo formr olas hrn€nsas (lya lo caeo!, el fmr err ra-
vecUo); puedo desl¡zarr¡á con rapidez (por el lecho del lonente)t o prredo prec¡pitarñi€ lle¡a de esB¡ma (en la cascada); sahar librs por
il I el aire (41 r.rta ñg$el B¡€do herv¡r y desaparec€r (a los c¡€n grados ceñtígrados); s¡n eñbargo, a la postrg, prefiero qu€darm€ ta¡qu¡.
la y ckrc en estB riachu€lo'. De la misrna manera que el agua puéde tEcer estas cosas solamenle cuando coocuneri las ca6as de-
leminañtes d9 cada uña de 6llas, asi, el hornbre de antes m puede realizar náda de lo que s€ ha propuesto si no coocl¡¡ren ,as co-
ü ¡respordienles cáusas. Le es impos¡t le l,evar a cabo cuálqu¡er accbn mientras no se le p@senten las causas; sin ernbargo, tendrá
r3 qLre iEcerlo cuando se enc!¡enue en las circunslancias correspo{dientes, como l8 ocune al agua. Í...1 De aquitarü¡é¡ que, Uatándose
rle una decisión dificil, nueslra resoltlció¡ cont¡núe s¡gndo un mislerio, como s¡ fu€ra la de otra persona, hasta qu€ haya §do lofi¡ad4

q a
ahora pe¡sa6'¡os que r,os deckl¡remos por este !¿dc, o por el oko, sÉgrn tal o cual mot¡vo presente d cooocimbfo a la vdoniad coo
L¡na mayor proximidad, y ¡a,ll el inleoto de fcealá, que es cuando este
"pueCo hacei lo que qu¡e.o" poduce la apariencia de ¡¡bertad.
I lá3ta el mo{xenlo en que la n¡oiivación más fuerle hace val€r fiialrn€f¡te su poder sobrs la voluntad, la elecc¡ón es crn fiecueñc¡a com-

I Iietrn lente dlerente de ta +¡e €sperábamos [-..]Un horntre p(cde I'acer o no aq!€llo qile quiere, pero no puede querer su querer.
ü
S.hopcnhaner, A., Sobre ra l¡¡Enád de h vohJnt¿d hunana.

'i
323
,' 14
lr
l:r',
3. Nietzsche: la afirmación vital
i
r I' , l.

lrrr;r ¡.,
r

En este apartado conocerentos algunos aspeclos ilnpoilantes dc líl


vida de Nietzsche. A continuación lleqaremos en nuestro análisis ;t ltr l. rr ¡11

más destacado de su pensam¡ento: la afirmación de la vida por enci


ma de todo. También veremos la dif¡cultad que se presenta a l¿t llora lr r1)t r., { ,

de estudiar la lilosofía dc l,¡ielzsche: el hecho de que sti petrs nien- t., rl


to no constituya una doctrina acabada, sino un conjunlo de teorías t¡ie tlrLl:'rr.
su autor rev¡só a rnenudo y que ha sugcrid3 diversas ¡nterprctacrior,es a;.
be ,!i
ei.n
3.f . Una vida atormentada L--lrri
,

Fr¡edricl.¡ N¡etzsche nació en 1844, en la ciudad de Rücke¡r, Ale¡¡a


n¡a. Su padre era pastor proiestar¡te, collro sus dos ¿rbuelos; asi, des.
I t: ,¡,i,
{.) r.
Friedrich Nietzsche ('1844-1900) de su ¡nfancia fue educado cn un arnb¡ente religiosu. En 1848 rracró )

su hermana Elisabeth, de gran inrportanc¡a en su v¡cia corro anriga litr)¡.(,,


y confidente; su. padre murió cuando él tenía cinco años. NietzsclÉ l)rr .,r)t

completó sus esludios lecib¡endo una sólida formación lrunanislica


{,¡¿li,,-1.-
En 1864, ingresó en la Univers¡.Jad de Bonn para estudiar teologia rlir aiol
' y filosofía; su madre ¡risisiia para que continuara la tradición fanri. len¿rr¡o
liar de ser pastor protestante, pero él se opuso a ello y se trasladó
a la Un¡versidad de Le¡pz¡g, donde se especializó en t¡lología griega A ¡;.rrlir
En esta época descubr¡ó la obra de Schopenhaue¡ pensador quc Ie
¡mpresionó y entusiasmó: de él asumió la ¡dea de la voluntad de v¡- ¡ra r,s /r
como realidad fundamental que se manifiesla tanto en el hombre
vir
como en todos los demás seres. Ahora bien, Nielzsche desvinculó E¡r I i)8
la voluntad de v¡vir del ideal de renuncia que proponía Schopenhauer: llt, i¡(
Nietzsche dijo sí a la vida. hrrrttbrr:
l',1t r:,
A sus veint¡cuatro años, la carrera académica de N¡etzsche tlo podia
l.lrr.i;§<;
ser más brillante. En 1869, la Universidad de Basilea, en Suiza. lo juo. _

nombró catedrático de filología clás¡ca; sus clases sotire filologra


griega y sobrc Honrero eran seguidas con auténtica expectación por SL¡1irr
un gran número de alumnos. En este mismo año, su ant¡germanis. Un DfOl
mo lo llevó a abandonar la c¡ud.rdanía alemarra y nacionalizarse su¡. rit. . i,
zo. Sin embargo, por otro lado, pidió perrniso a la universitlacl para qt,ij,¡i| ¡

participar en la guerra franco-prusiana de 1870, cosa que se le per- ,Jl¡,,,rr¡1


m¡tió en cal¡dad de enlermero voluntario. da l,\t-t
En 1872 publicó un pr¡mer libro revolucionario, El or¡gen de latra- A lt¡'s
gedia. El libro, que muestra la influencia de Schopenlraue( defien. el l. .;i.l
Creed¡ne, en electo, el secreto
para coger los rnayores lrutos y el de qúe en la tragedia clás¡ca griega está presente la afl rnac¡óil de la e¡r:}\ii
nlayor placer de la existenc¡a sig- v¡da en toda su crudcza; Nietzsche tanrbién nos dice que est¿ afir. dtl(,;..J (:
n¡f¡ca: ¡viv¡r pel:grosamente! ¡Cons- mac¡ón fue rechazada por cl intt)lectual Sócrates. En 1873 publicó ,a1iF\:L
truid vuestras ciudades cerca del Cons¡deraciones inle,rip¿sliyas, donde poienr¡za conira las supuJs-
Vesubio! ¡Enviad vuestros barcos
tas grandes proezas del s¡Elo, conro por ejerrrplo el espíritu posi. 3ui^r¡L
a mares inexplorados! iviv¡d en
vista, la fe ciega en ei progresc' científico, los valoies do la Alema.
guefra con vuestros semejantes y máí il.'
.)on vosotros m¡smos! n¡a nac¡onal¡sta... E[ estas píirreras obras ya se exp¡esa en su es-
t¡lo aforíst¡co, const¡tu:do por frases breves que rcvclarr grándes Fi¡r;r;¡:i
Nielzsqhe, F., La gaya cie¡¡c,a.
intuiciones y pensamientos explosivos. l¡t¿!^ I:

324
lllr 14
Hacia 1876, a los 32 años, Nietzsche inició una crítica despiadada
vrtal de todo lo que se suele cons¡derar virtud: en todo aquello que la cul- . La ¡rlfluencia de Wagner
,

tura proclama v¡rtuoso, él descubría hipocresía y corrupc¡ón. i Nietzsché rebónoció dos influen- ' I
c¡as de gran importancia en su
En 1879, se jubiló '/oluntariamente de la Universidad de Basilea a Éensamiei'rto; el filósofo Scho-
causa de sus graves problernas de salud. A partir de enlonces co- penhauer y el compos¡tor Wagner.
' Nietzsche veía en el drama musi-
rnenzó, con escasos med¡os económicos, una Vida de viajes cons-
r cal de Wagner la expresión artís-
tantes por la Europa mediterránea y la alpina, buscando un clima que
. t¡ca de su propio pensamiento;
nrejorase su deticada saluC. En Roma, en 1882, N¡etzsche conoció
Wagner, uniéhdo poesía y mús¡ca,
a Lcu Andreas Salomé, una mujer de origen r'.tso dB inteligenc¡a y expresaba la fuerza desatada y Ia
¡ belleza extraord¡nar¡as, amiga de Freud, Rilke y otros inteleciuales ' voluntad de vida del héroe. S¡n
europeos. Dos veces N¡etzsche se declaró y por dos veces ella lo re- ' embargo; Wagner fue un perso-
chazó, aullque le admiraba mucho como pensador. naje contradictor¡o, que pasó de
anarqúista convencido a ser pro-
donde se anuncia la muerte de
En 1882 se pLrblicó La gaya clencra, : tegido del rey Lu¡s I¡ de Bav¡era,
. de compos¡tor de óperas en las
Dios, y, entre 1883 1885, Nietzsche escribió una obra de ¡mpor-
y
que se enaltecía al héroe v¡tal a
iancia capital: As/habló Zaratustra. Loscuatic grandes lernas del !i- crear óperas donde se exaltaba al
bío son: e¡ anuncio cle la muerie de D¡os, Ia aparición del super- crisliano arrepentido de sus pe-
hombre, la vo!untad de poder y la intr¡ición del elerno retorno. Los cados, de.una visión absoluta-
grandes enemigos del superhombrc, del hcrmbre nilevo, son los pre- mente negat¡\,a a una v¡sión que
lr l,:lia dicadores de la ig'.ralCad, tanto el emergente socialismo como el mi- encontraba en la raza germán¡ca
, Ia¡rli- la semilla para renovar a la huma-
l,x'rírrio cristi3:rismo qu(: loa y protege a Ios débiles.
n¡dad. Así, el final de Ia am¡stad
entre Nielzsche y Wagner fue :ne-
A part¡r de los 38 años, Nietzsche inició una etapa en que formuló
vitable: la ruptura se produjo cuan-
criienadamcnt-o su pensarniento. La primera obra de esta última eta- do el compositor creó su ópera
ga es lt/!ás allá dei bien y del mal, una nueva crítica a la filosofía, la Parsilal, en la que emergen los va-
rnora! y Ia rel¡gión, qLre no l]an entenCiclo el valor primcrd¡al cle la vida. lores considerados tÍp¡camente
[n 1887, escrab¡ó ia genealogía Ce la moral, donde acllsa a la reli-' cristianos, como el de la renuncia.
En ese momento N¡etzsche acu-
r¡ión ludía ie haber in¡pueslo una ntoral de esclavos, la moral de los só a Wagne¿de haberse converti-
hr:ml¡res inferic¡res, opuesta a la moral aristocrática de los señores. do en un "alemán»; creía que, don-
Ahora b¡en éste es uno de los muclros elementos paradójicos en de predominaban los valores de la
-y
f'iietzsche-, en otras ocasiones apareció como defensor del pueblo nueva Alemania nac¡onalista, se
H',,, ,,,
jrtrlío. corrompía la cultura.
I

,Q,ir,,Lril
.',r. .l888;
i,lt Dr,i Su últ¡mo año de vida intelectual lúcida fue después, cayó en
J\r':rnr:i- un progresivo hundimiento. Escril¡ió E/ ocaso de /os ,'dolos, donde
' '7!i;i: rlt Ii declara que todo lo que hasta ahcra se ha llamado verdad no es más
ii,lrj p¡r il que un ídolo que hay que derrocar. Del mismo afro son El anticr¡sto,
, r;l-1t.¡r,r otra crít¡ca a la moral crist¡ana, y la provocativa autobiografía titula-
! da Ecce hotno.

A fines de 1BBB, virvi(r un nromento de entusiasmo y euforia que fue


,)l (:a:irell- el prelud¡o del colapsc, que sufrió en enero de 1889. En la frontera
ríic (!e !a entre la lircidez y la locura, Nietzsche, en Turín, se abrazó llorando al
,':iír af ir '
' crrello de un caballo de l¡ro que no podía con su carga a pesar de los
;'l§,rlrlir;r; latigazos del carretero. Se dice que le p¡cl¡ó perdón por el insulio de
l:i jl,,llle::' Descartes. ¿.Cómo había insultaclo Descartes al caballo? Había in-
r rilTrnsiti. sultado a Ia vida al reducir a los animales a r€s exlensa, a puras
i.t-¡irirllii- rnáquinas; no supo comprender q'.te la v¡da es la realidad suprema.
.l!lr,¡ cs.
i :' i:t,.k-:) Finalnrente, N¡etzs.he-cayó en la locttra. Su madre, y desPués su her-
nrana Elisat-.elh, le cuidaron hasta que murió en l9C0-

325
14

La traged¡a griega 3.2. Apoto y Dionisio L}


3. Cuando N¡etzsche alaba la tra-
gedia griega se ref¡ere a la tra_ La prirnera obra de Nietzsche, El origen de la í:lr,
traged¡a, contiene el
gedia anterior al siglo de Sócra_ núcleo o embr¡ón de su filosofía: el reconocimienó
de la vida co¡r¡o ¡x,r
tes, especialmente a la obra dra- valor fundamental y la convicc¡ón dc que la
cuthlra occ¡,¡cntal na ,"- vi¡!r
mática de Esquilo, en la que los
chazado la v¡da o ie ha ten¡Co ii¡€do. ¡¡,
cantos del coro e¡uncian ¡a un¡_
dad inseparabte de ta v¡da y la En esia pr¡n)era lorntulación de su pensarn¡ento. La I i t,,t r
muerte. cantan que la v¡da es el lrlietzsche afirrrra
comienzo de la muerte y que la
que la tragedia c¡ásaca gr¡ega nos rnueslra
los dcs pr¡;tcipios que ¡,r,i.'
muerte es condic¡ón de nueva corrponen la realidad: el espíritu dionisíaco (del rk:i§:r,
dios Dionisio). r¡rre
v¡da. conüene los.t alcres de.la vida, y el esp¡ritu te rl.. ,; rs
apolineo (¿el Cts'nprr_
lnfórlnate sobre Esquilo y sus ror. que conttrnc los valores de la razón. ter..l'á:r
- lragedias en una enc¡c¡ope- ¿lqt¡(;,,!l r
d¡a. A continuación consulta Espíritu d¡onisiaco Espíritu apol¡neo dr)s ¡- t.
en un d¡cc¡or.tario el sign¡fica_
viesar, ¡.i
do más completo de ta pala_ : E la lraged¡a grlega, el dr.,s OrornsrJ re-
bra t aged,á. ¿Crees qt e coin- i presenla lics v¿tores de ta vida. I_.,iorirsic, es
Cñ lá hagedrá grqta et daos Atpto rq3re, l serrlf;r
s"¿yrla 106 yaiores cle l¿ razón. Apo¡o
cide con Io que se expresaba es la i che. 1r)r i,
¡ ¡á divinidad det ürlo, de h fecurdijad, Je div'n¡dad de ta tuz, de ta popo¡ción v la l
en la obra de Esquilo? , Ia s,¿lud: es Ia magen de la fuer¿¿ ¡n..tn. rusta rn€dba. @ eqrt'bío y tá serend;d: las ¡:ñ.,
Nieizsche afirma que la tra_
I lrva y pásional, de ta corflenle v¡tat efer- encoñtra.nos su e$intú en la ob.a belb,
I

- gedia acerca al corazón de la


: vescer e. El horntf,e dErtisiD v¡vc en de- eaunbiada y perteata. Et horntre apo¡rneo
I
Pa¡,]¡t rl
i na armonia colt la natufaleza. quere (brff¡r y a,nmasca,a, la reaftdüd_ v,
vida; ¿crees que las tragd¡as ia<:iL)tr.'¡i
que en d prEdomaña h r¿¿a,,t.
que narran nuestros per¡ódi- r:i:r i l;u
cos nos ayudan a compfen- nifica r:st;
der el corazón de la v¡da, nos . N¡etzsche cons¡dera que la Grecia pres@rática
no ha olv¡dado a ílin, valorlsr
acercan a ella? Justif¡ca tu guno de los dos dioses: en el equil¡brio griego
apolÍneo podernos en- se busca
respuesta.
contrar la pasión dionisíaca. Así, el arte de la ,\
tragedia clásica gne-
ga manif¡esta lo más profundo de la
existencia h-umana: muestra y
mantiene la oposición inconciliable entre los ¿No1,r:
dos órOenes Oe vato_
res: los de la v¡da y los de la razón, entre rnerc¡dir
ei espÍ1.¡tu Oionisiaco y cf tamñ¡.
espírilu apolitreo. El arte trágico es una valiente y
sublir¡e acepta- que 5., Ir.
ción de la vida, un sí a ta vida, a pesar del sotrr¡al l.
dolor que ésta compoda.
iTú sí que v¡ves b¡en! vcu¡...,:i
Según Nietzsche, con la irrupción de Sóclates y platón D¡os',,. .;
4. Nietzsclre se rebela contra todas comenzaron
la decadencia y el enor; los elementos ,"norales
e ¡nlelectuales se
Pe, ¡n-:á
f,quellas concepc¡ones que im- €Spol,j,l (l
impus¡eron y se ¡n¡ció el predominio hisfórico
plican una renuncia o miedo a la O" foOo oqr"f lo ,fru c¡a Clj€
'.rda. ¿Hoy en día se mantiene es lógico y racional, es dec¡( de lcs valcres
apolíneos por er,cirla caelr.--.i a
viva esta concepción? Investi- de los valores dionisíacos. Sócr.1tes preí¡rió la davía^¡;,
muerte a ia luctta.
galo. paci! .ic
Nietzsche se convirt¡ó en el gran defensor ¡;ocira.a!-
Dirígele educadamente a tres de la aci¡tud diünisíaca de
- personas cuyo ámb¡to de tra_ aceptación de la vida, de la v¡cia tal como es, con
el dolor y la nuef-
te que_ comporta. Fue el gran crítico de la bién ,r,s ,J
bajo y edad sean diferentes, actitud ¿" l'"nrn"i", f,
vida, de huida ante la vida; cons¡cleraba que
¿Cór;1:;
con alguna de estas excla_ esta act¡tud fr= ¡";"n. nia c. ,.1 ¡
maciones: "¡Tu s, que vives da por Sócrates y asunt¡da por cl pensamiento cimJ e:,t¡
b¡en!,,, .¡T¡enes una vida ma,
crist¡ano. tnos f ,¡

ravillosa!", .iEles tnuy felizl,,... En la realidad hay dolo:. y destrucción; ahora ilos flr5ul
bierr, el cam¡no supe- toCo 1ic
Presta tnucha alenc¡ón a su rior para enfrentarse a esta realidad no es la renuncia
I
respuesta. ¿lntefpretan lu ex-
ni el ascet¡s- iior a -.:i't;
mo, siño ei artei ur] arte que al¡rme la v¡da en r{is
I
c¡an¡ac¡ón como un ¡rlsulto o su plenitutl. ya he- más
como un elog¡o? Si la anter-
mos visto que este arte se habia manifeslaclo
en la traged¡a gr¡ega: maq s€
pues bien, el drarna rus¡cal de ,rVagner époce. Est
pretan como un ¡nsulto, pue_ ocupa. según ñ¡"r."it u. e los hr-^\r-i
lugar que la tragedia clás¡ca ocupaba
des suponer que Nietzsche ,rrJo grl.go páo- vaclo ¡ ,a¡
I
Ies criticaria duranlente. "i
"n Oioni"iaio.-Wa[ne,
crático: expt.esa el sí a la v¡da cjel espíritu la ),, 5l*r,
et
prototipo de artista trágico. "s

326
I
t
IEIE.-.É

llr¡i,i 14
3.3. Cuatro grandes temas
En este punto desarrollaremos los temas fundamentales p:.egonados
t
por Nietzsclte: la muerte de D¡os, la aparic¡ón del superhombre, la
.roluntad de poder y la teoría del eterno relorno.
,rlF
La r,¡uerte cle Dios
ir t rt:.
(ív La exp:.esión Dios ha muerto significa mucho más que la af¡rmación
q li,)
de algún tipo de ateísmo; es la gran metáfora que expresa la muer-
!.L;!, te de las verclades absolutas y de las ideas inmutables, la muer-
t;
le de los ¡deales que guiaban !a vida humana. Dios représentaba todo
L
aquello que es suprasensible: el mundo de las ¡deas de Platón, to-
dos los ¡dealismos, todas las grandes creenc¡as o verdades que atra-
viesan el curso completo de la historia de Occ¡dente, todo Io que da
senlido a la vida apoyándose en un más allá. Y ailora, nos d¡ce tlietzs-
che, todo eso está muerto: los ¡deales ya no impulsan las \,¡das de
Itrs pcrsonas, el mundL-\ suprasens¡ble ha petd¡do toda la fuerza. A./rnas e, ¡/, c/austro, de Sleue^{aldt
N¡etzsche nos anuncia la muerte de D¡os,
Para |Jietzsche, con !a muerte de D¡os se desmorona nuestra civili- la muerlé de la cr¡stiandad, la muerte de
todos los vieios ideales.
t,,,! rac¡ón, ya que todos los valores de ésla se fundamentan en la creen-
cia de que el sent¡do del mundo está fuera clel mundo. Dios perso-
rrifrca rrsla creencia. Ahora vivimos el fin de nuestra civ!llzación, los
valore: suDremos ya no tienen val¡dez. el sent¡do del mUndo ya no
se bu:;c¿r fuera del mundc.

i, l._ El hombre loco


a.No habéjs cido hal)lar de aquel hombre lo{:o ql¡e a frlena luz del med¡oCía encendía una linterna, corría por el
mercado y gritaba sjr'¡ cesar: .¡Eusco a D¡os! iBusco a D¡os!"? Como muchos de los que allí se reunÍan eran jus-
' a-l- tamente de aquellos que no creían en D¡cs, suscitó u!:a gran carcajada.
"¿Es que se ha perdido?", decia uno. ";Es
i,,Y que:ie ha extraviado como un n¡ño pequeño?.. decía otro. ,,¿o es que se ha escond¡do? ¿Tiene miedo de no-
sotros? (',Se ha marchado en un barco? ¿Ha emigrado?", asígritabañ y réía¡ en medio de uña gran confusión de
voces. El hcmbre loco se colocó justo en medio de todo§ ellos y los atravesó con su mirada: .¿A dónde ha ido
r,il Dios?", gritó. "¡Yo os lo d¡ré! iNosotros le hemos matado, \,osotros y yo!
¡Torios nosotros somós sus asesinos!
Pero, ¿cómo ¡o hemos hecho? ¿Cómo hemos podido beber e! mar hasta llegar a su lecho?
'i'- ¿Quién nos dio la
esponja que nos perrnite borlar todo el horizonte? ¿Qué h¡cimos cuanCo despegamos esta tierá de su sol?
¿Ha-
üia dónde se muei,e ahora? ¿Hac¡a dóncie nos movemos nosotros?
¿l.lo nos aJejamos de todos los soles?lNo
caemos constantemente? ¿¡.lo caen.ios hac¡a atrás, hacia un iado, hacia delante, en todas las direcciones?
¿To-
davía hay r.rn arr¡ba y un abajo? ¿No vamos errantes como a través de una nada infin¡ta?
¿No nos sacude el es-
pacio vacío con su aliento? ¿No ha comenzado a hacer más frío?
¿¡Jo se acerca cada vLz más la noche, una
noche cada vez más intensa? ¿No es preciso encender l¡nternas al mediodía?
'ta ¿Todavia no oímos nada del ru-
rnor de los sepultureros que entierran a D¡os?
¿No nos llega nada lodavía del olor¡e la putrefacción divina? ¡Tam-
bién los d¡oses se puclren! ¡Dios ha muerto! iD¡os reposa muerto! ¡Y somos nosotros quienes le hemos matado!
¿Cómo nos consolaremos nosotros, los ases¡nos entre todos los asesinos? Aquello que hasta ahora el mundo te-
ilia como más sagrado y más poderoso se ha desangrado bajo nuestros cuchil¡os.
¿Quiér¡ puede qu¡tarnos de en-
cima :-sta sangre? i,Con qué agua podremos purificarnos? ¿Qué expiaciones, qué ceremonias ságradas teÍldre-
mos que inventar? ¿No es demas¡ado grande para nosolros la magnitud de este acto?
¿No hemo; de convert¡r-
ros nosotros rnislnos en dioses, sólo para parecer dignos de aquello? ¡t!unca ha hab¡áo un aclo tan grande, y
lodo aquel ql¡e continúe nac¡endo Cespués de nosotros pertenecerá, en virtucl de este acto, a una histo-ria supe-
rior a ct¡alquier h¡storia que ha existido hasta ahora!.. Aquí calló el hombre loco y se quedó m¡rando una vez
rrlás a sr¡s oyenles: tamb!én e¡los callaron y le miraron extrañados. FirralÍtente lanzó ál suelo su linterna, de tal
for-
lna que se hizo pedazos y se apagó. -He venido demasiado pronto., dijo entonces, no estoy en mi
i: v "todavía
epoca. Este gran acontec¡miento todavía está en curso y avanza lentamente, todavía no ha llegado a los oídos de
I
ios hombres. El rayo y el trueno necesitan t¡empo, los aclos neces¡tan t¡empo, incluso despuéé de que se han lle-
vado ? cabo, p3ra ser v¡stos y oídos. Este acto está todavía más lejos de los hombres que la estreila más remo-
l2 y, sin errbargo, son ellos quienes lo han realizado..
N¡etzsche, h. La gáyá crenc,a.

v
lhl 14
t n ii:;: i
Aparición del superhombre
El último hombre
N¡etzsche nos anunc¡a que f)ii.¡s lta ¡nuerto: l¡o es que lló ex¡st¡era. si:;,ir ! . ,

¡Ay! Se acerca el t¡empo en que el


hombre ya no dará a luz a n¡ngu- es que lla s¡do ases¡nado. Esle asesinato illaugura un t¡empo nue lr',,1'
,,,, i r¡¡\,
na estrella. ¡Ay! Se acerca el tiem- vo: ya no hay ¡deales, normas, pr¡nc¡p¡os ni valores erigidos poíen "
po del hombre más desprec¡able, cima de rrcsotrcs. ¿Pero qUé podemos hacer ante la muerte de D¡os?
el tiempo de aquel que ya no se
ii i ¡:¡
Sólo se puede elegir ent¡e dos posiciones: o bien la del últitno hotlt
puede desprec¡ar a sí mismo.
bre, la del hcnrbre que v¡./e el f¡n de la civilización, o biell la del su-
el
¡M¡rad! Yo os muestro al últ¡mo perhornbre, la del nuevo dios telret¡al que dice sí a la v¡da. A
hombre.
"¿Qué es amor? ¿Qué es crea- Nietzsche ve en su prop¡o t¡eltpo el re¡no de¡ úlümo hombre, el horrt
ción? ¿Oué es nostalgia? ¿Qué es bre que v¡ve el tr¡ste final de una civilización en la que habían donri- . Ei re,-
estrella?", así pregunta el Últ¡mo nado valores que ahora ya están muertos. Es el reino en que ha caí-
hombre y gu¡ña el o¡o. do la máscara que disimulaba ment¡ras m¡lenar¡as; es el reino del 1 .,.r :
Entonces la tierra se ha vuelto pe- hombre que se ve precip¡tado al nih¡lismo.
queña y sobre ella da brincos el
último hombre, aquel que todo lo El nih¡lismo o negación absoluta es el estado del hombre carel)te de i . rr,;,
empequeñece. Su linaje es ¡nex- objetivos por los que valga la pena luchar, carente de fuerza para
lerminable, como lo es el del p¡o- Ei r iit r

trascenderse; es el estado del hombre translormado en vegeta¡. Es


jo; el último hombre es aquel que
el hombre de la vida moderna que sólo busca la comodidad y el pla- r;i.;r;il
v¡ve más tiempo.
cer cotidianos, sin plantearse metas ideales. Es nihil¡sta la civiliza-
"llemos ilventado la felicidad., di-
cen los últimos hombres y guiñan ción-occidental cuando se ha quedado sin Yalores, cuando descu
el ojo. bre que los valores que tenía son falsos. La 4u
Nielzsch.r. F.. As/ hábló Zaratustra. Ahora bien, esta negac¡ón absoluta de los ant¡guos valores ab,re la po' A la l¡¡{ ¿r
' sibil¡dad de afirmar valores totalmente nuevos; el hombre nuevo, e¡ s¡-
tigLro-. r--l
pert¡orntre, corstituira d pdo opuesto al úttirno hombe. g st+€rtlotrtie l¡¡¡¡l¿{{.,
N¡h¡lismo éste vocablo deriva del es el ser capaz de estar a la altura de un acto ia1 inm€risc, como el ase- cia vruti.
términ( lat¡no n h/ (nada) y sig- sinato de Dios; el superho¡nbre es el nuevo dbs, un d¡os terenal.
n¡f¡ca r.egac¡ón absoluta.
nue'..\ t(
El superhombre dará un nuevo sent¡do a la realidad' creará nuevos siv¿l cs lil
valores, los valores de la vida, que no se ,undamentarán en un más y es^rc
allá, s¡no en este mundo; de este modo, el superhombre creará ei rietttes qr
sentido cle la tierra, será él mismo el sentido de la lierra. Esta crea- Al)ori. r)if
ción de nuevos valores constituirá el gran riesgo del suPerhombre. fuertlr':
ya que no cuenta con ningÚn soporte [uera de sí mismo. fuer"r-r sc
pre'
¿Cómo será el superhombre? Nielzsche no lo caracteliza ccn Por -r4 e

cisión; sin embargo, nos d¡ce que será rln espír¡tu ,ibre que no ce' pir¡tor no
y
derá ante nada, pero que partic¡pará de ia ¡nocencia espontanei' lo a( v:
dad propias del niño. l, Yo\:t:
poder rsa
El superhombre sig'J;-1aa
Yo os pfed¡co at superhombre. El hombre es algo (lue ha de ser supcrado. i,Qué ter,éis que hacer pa;a supcfarlc? Sualciad.
Hasla ahora lodos bs seres han creado alguna cosa que les superabs: ¿y vosotros queréis ser el rellujo de esta tas bne:
gran marea y retroceder hasta ¡a bestia en vez de superar al hombre? §nar torl¿
precisamrflte esto lla de ser d florn' rc1¿i
l ¿eué es el s¡mio para el hombre? Una carcajada o una veígüenz¡ dolorosa. Y de
bre para el superhombÍe: una carcajada o una vergÜen:a dolo¡osa. [...]
I

I
Niet¿r¡rt¡r
l ¡Mirad, yo os predico al superhombre!
I El superhombre es el sentido de la tierra. Que vuestra volunlad diga: ¡sea el sup€rl¡ombre el sent¡do de la tÉra! enüuc¡1tr.
I
y que no creáis a aquellos que hablan de CeSa-11
iyo os conjuro, hermanos míos, a que permanezcáis fielgs a ¡a tierra a
esperanzas sobrenaturales! son gente que envenena, tanto si lo saben como s¡ no.. tnoctacia
I
NreEsct€, F, Ae: h¡b&i Zaralusra mOS 13
SEil
V
14
t¡Asi lnbló ZaratLrsrra, Nietzsche desl.ribe las tres lransforrnac¡ones
\, metamorfos¡s Cel hombre que va cam¡no del superhombre. La géne-
o Vie¡os y nuevos
ei r tie!.a, sis dol superhombre pasa por tres fomas: el momento en que el hom- superhombres I

,,i!U,,ru- tre toma la forma de! carnello, el momento en que toma forma de león 5. Nietzsche proclama: .Eslán I I

eti- y, finalmenle, el momento én que el hombre se transforma en niño. muertos todos los d¡oses, aho-
rt¡Ei os? ra queremos que v¡va el super-
irr,arm- -.El camello: Es el animal cuyas iorobas soportan pesadas cargas; hombre.. La muerte de D¡os es
representa al hombre capaz de soportar el peso de la ley moral, ,a condición ¡ndispensable para
-, Uel su- la v¡da del superhombre, Dios es
el peso de la trascendenc¡a. Simboliza al espír¡tu que se inclina
v ante lo sublime de la ley moral; su máxima es el deber kantiano.
el gran peligro d€ los hombres
superiores, porque la gente vl¡¡-
. ,¡l I ront, S¡n embargo, el camello se transformará en león. gar d¡ce: «no hay ningún hombre
ilitlr)nti- superior, lodos Somos iguales,
:. i . cai- - El león: Es el animal que se deshace de cargas opresoras y an-
el hombre es hombre, ante D¡os
',rk.lel tinaturales; lucha contra su último d¡os: la moral y ¡os valores.
todos somos ¡guales..
Es el hombre que crea su l¡bertad diciendo .no-, que se libera de i,
En la más antigúa Grecia, los
sus yugos, que después de la lucha dice
"yo qu¡ero..... Sin em-
- aristócratas se consideraban
1i

hargo, el león se transformará en niño. hombres excelenles que se I


l:
autodist¡nguían de la plebe.
El n¡ño: Representa la voluntad creadora y espontánea, la liber-
- ¿Cuáles eran los valores o
lad verdadera, no la libertad que consiste ún¡camente en reac- cual¡dades que caracteriza-
cronar contra alguna cosa. El n¡ño representa la existenc¡a como ban a eslos hombres supe-
aventura y juego; es el natural y sincero decir sí a la vida. riofes o superhombres? (Para
responde( repasa la pr¡mera
unidad del libro.)
La voluntad de poder
La ¡magen del superhombre
A la hora de crear nuevos valores q,-re sustituyan y superen a los an- - ha penetrado en nueslra c(ll-
!irluos, el superhombre sólo cueuta con la voluntad de podei.. La vo- tura, y lo lra hecho en d¡fe-
iuntad de poder s¡gnif¡ca voluntad de dominio, de luerza, de poten- rentes vers¡ones, como pof
cia vit¿il. La vida es unaenergía ¡nquieta que constanternente crea eiemplo la cinematográlica cle
:lr '
la pelicula S¿rpe¡,rtan. Desde
,llrevas [ormas (le vida y ctestruye ol!.as; y la vida.'nás luerte y aore-
tu punto de vista, ¿cuáles de-
s¡v¿ (js lír que ¡nipcne su ley. Es preciso crear r¡uevas formas Ce vida
berían ser las cual¡dades o
y estr) comporta la destrucciót'r de las formas ya agotadas y deca- excelencias de todo tld¡viduo
rl,:rrlcs r¡tttl se rcsisten a motir. que aspirase a ser ¡¡n gran
hombre o una gran mUier? l
Ahcra !:ien, la voluntad de poder nc es exactamente la ley del más
i'erte'es cl poder de los creadores, un podet que sin ningún es- I

ftrezo se adueña de la situación por su propia grandeza. pensemos, !

pr.r ejemplo, en el poder en el campo Cc la creación artística; un qran I

pintor no fuerza a nad¡s a fijarse en é1, pero eso no imp¡de que la gen-
le acabe conociéndole y admirándole. I
Y he aquí el m¡sterio que me ha
La volunlad de poder se opone a la voluntad de igualdad. Cuanto más confiado la vida m¡sma: .Mira
Y yo soy aquello que se ha
poderosa y creadora sea una vida, más impondrá la jerarquía y la de- -d¡jo-,
de superar siempre a sí mismo.
srgualdacl; cuanto más débil e ¡mpotente, más tralará de imponer la
raflo',, igr¡aldad. Los predicadores de la igualdad son aquellos que, como cier- Sólo donde hay vida, también hay
'i(!, las beslezuelas, están llenos de veneno, de un veneno que qu¡ere ase-
voluntad; pero no voluntad de
v¡da, ¡sino le lo enseño
sinar toda vida noble y superior. La voluntad de igualdad es el intento yo- -esto
voluntad de poder!
:1.
!t de reducir todo lo que es orig¡nal y excepcional a ordinario y mediocre.
Muchas son las cosas que el ser
Nietzsche lucha contra la ident¡f¡cac¡ón de igualdad con iusticia; él viviente valora como más eleva-
v
t,llI d! encuentra esta identificación en los ideales de la Revolución Fran- das que la v¡da m¡sma; pero en el
valorar mismo habla volun-
cesa, en las propueslas soc¡al¡stas y comun¡stas, en todas las de- -¡la
tad de poder!.
rrrocracias, y en e! prop¡o cristian¡smo, que afirma que todos so-
Nietzsche. F.. As/t¡abló Zaahstra-
ros ¡guales ante D¡os.

329
a
14
^
3.+.
El eterno retorno
Todo se va, todo vuelve; eterna- I cel
mente gira la rueda del ser. Todo En la obra Asi háb¡ó Zrrattrstra' N¡elzsche nos habla de su inluiciÓt
qu¡ere dec¡r que los
muere, todo vuelve a florece( eter- eterno retorno. ¿Qué s!¡trifca esta ir'tu¡cion? Pues ,1r.,,.
namente cone el año del ser. c¡clos temporales, que ccm¡enzan y acaban constantemente' se repi
Todo se romPe, todo se vuelve a ten de manera inlinita; cada persona, condenada a desaparecer del
juntar de nuevo: eternamente la mundo, volverá a él en el póximo c¡clo, y volverá a'rivir la rrisrlla vlda'
I misma casa del ser se conslruYe en los mismos lugales, en la ln¡sma época. y con los t¡lislnos acon
ella misma. Todo se despide, todo
tecim¡entos: y este retorno o repet¡c¡ón de cada ser humano' de ca(h lrrr,r _
: se vuelve a saludar: eternamente
rl r
permanece f¡el a sí mismo el ani- hecho e incluso de cada cosa se pro«Jucirá etemamenle'
tl llo del ser.
t' N¡etzsche afirma que la ¡ntu¡ción del eterno retorno le llena de con' ll¡r¡1, i
En cada ¡nstante com¡enza el ser; suelo y alegría. ¿Por qué el eterno retorno alegra y consuela
a N¡etzs'
en torno de cada -aguó gira la es-
che? Porque en el mundo donde todo pasa, donde todo se trans-
t,

fera.atlá.. El medio está en todas st: rtjr,r,t:


forma, donde loda nueva fotma de v¡da acaba por ser destruida'
la
partes. Curva es la senda de la
y de'
cior¡AIr
realidad condenada a morir en un c¡clo acabará retornando' lo
eternidad.
Nietzsche, F., Asihabló Zaralustra. saparecido será vida una vez más.
y
N¡etzsche nos dice que volverá de nuevo a esla liena, una vez olra lEsl A
vez, a vivir la nlisma v¡da y. así, en cada una de estas v¡das
idént!- 1",
cas, volverá a enseñar el eterno retorno de las cosas'

Ei etérho retorno, es dec¡r' ¡a inf¡nita repeüc¡ón de todo aquello


existente, ha sido ¡nterpretado de maneras d¡ferentes' Se vincula
pensadores grie-
con la v¡sión cíclica del üempo propia de algunos
gos y que fue arrinconada por la visión lineal del tiempo ---con un
in¡'
talr-
;io i un final- dei iudaísmo '/ del cristianisrno' Sin embargo' SeJu¡r
"4, I.l
bién puede reconocerse en él la ir¡lluencia de la ¡dea cristiana
de la (luÉi ll)
resuriección, del retorno a la v¡da de aquello que ya lra ex¡stido' de tr¡[r r
judic-. y r

El mundo, eternamente' se ve domit¡ado por la voluntad de acep- el re¡l'nl


tarse y de repetirse, una voluntad que es una eterna necesidad' CfCil( ¡t,¡
que es né'
Así, el amor al dest¡no de Nietzsche cor'siste en an¡ar lo el C;A (
del dest¡no ellig'
cesar¡o; es la aceptación. por parte de la voluntarJ'
mát¡co cicl rnundo. f)irra{ie
cr¡St¡.J ti:
i los l¡¡{n
un n:ulrji
¡ore+r
tian en :
t,
r
^
I
Enu¡¡a(
Exigencia moral ! plet'tl t
i
. d€l eterno fetorno dera lah
I
Si consideramos quq volveremos I rarun!
a vivir nuestra vida infinitas veces,
'
7 te -eri tc
y cada vez será idéntica, entonces
I
hay que inteñtar que esta vida me' ¡
Eo¡J"
I rezca ser viv¡da: cada uno de
nuestros actos, ¡ncluso el más c,o-
t¡d¡ano, tendrá que ser d¡gno de ¡. ft l..; , ' I €cha ab.
que
Holg^(e
)n

I
una repet¡c¡ón ¡nf¡nita.
i.É I
t
no ¡-
l¿ 6ieqci
--:o

330
14
3.4. Transmutación de los valores
¿Me gusta o no me gusta?

Ya sabemos que Nietzsche proclama la !mportancia de los valores No me gusta Nietzsche porque le I

atra6 demas¡ado la contemplac¡ón


d¡onrsíacos, y que considera falsos los valores aceptados por la
del dolo( porque conv¡erte el en-
sociedad. Pues b¡en, todos los escritos de Nietzsche posteriores a vanecimiento eñ un deber, Porque
Asi\abtó Zantustra están marcados por !e ¡dea de transmutación de los homb,res que él admira son con_
todos Ios valores, por la:'recesidad de deslruir ciefinitivanlente los qu¡stadores, cuya gloria consiste
eo su parlicular capac¡dad dema-
vreios ideales y crear otos nuevos: la vida será el fundamento úl-
lar a hombres. S¡n ernbargo, creo
timo de todos los valores. que el argumento úh¡mo, definitivo,
contra su filosofía -gual que con-
En sus obras ilzlás allá del bien y del maly La genealogía de la moral, lra toda ética desagradablo pero in-
Nietzsche analiza el origen de los valores. Para é1, la categoría de lernamente coherente- no rad¡ca
tcda moral depende de cómo reconozca el valor de la vida, de cómo en la apelación a los hechos, sino
se ajuste a la volunlad de poder. Afirma haber descubierto la distin- en la apelac¡ón a las emociones.
Nietzsche desprec¡a el amor uni-
ción entre dos morales: la rnoral del señor y la moral del esclavo.
versal: para mi, el arñor un¡versal
es la fueza motora de todo aque-
Moral del señor Moral del esclavo llo que deseo en el mundo. Sus se-
guidores han conseguido ¡mpo-
, Es la morat noble, elevada. qLre ¡uzga Es la moralde la mediocridad, una moÉlfor-
i a partir dé la coctrapos¡ción bt¡eno/ nerse, pero podemos suponer qúe
ldd¿ de instrnlo de venganza conlra la vida
I rrdo. En clla, es h(eno todo loqueele superior; glorifica todo aquello que hace lle- su predominio se aproxima ráp¡da-
! !¿ ¿l individuo, Iodo lo que se b¿sa en vadera la üda a los déb¡les. Es lambiár la mo menle al final.
la afirmac¡ó y aceptación de b v¡da; ral de la democracia; pretende igualar a lo-
¡.t,lo Russell. B-,
i ln¡eño es iouala noble, poderoso, be- das las personas. En esla moral, bueno es H¡stoia de la filosofia. 1g1l. l
llr, leftz. t)l)v¡anrellte, malo es lo con- igual a pobre, menesteroso, ¡mpolenle. en_ I

Iermo. feo,
6. A ti, ¿Nietzsche te gusla o no te
gusta? Escribe, como h¡zo Rus- I

Según N¡etzsche, la primera morat que hubo fue la moral del s'eñor, sell, un texto en el que expreses I
I
qire alaba la luerza y la independenc¡a y que se halla en el origen tu simpatía o ant¡patia hacia las
ideas de este pensador tan pro-
de toda cultura. Ahora bien, una rebelión Ce los esclavos, obra de los
vocador y donde expliques los
judios y del crisl¡an¡smo, produjo la inversión de los valores morales: motivos que te han llevado a dar
el r€rsentimiento acumulado por los antigrtos oprimidos pasó a ser una determinada respuesta.
,ra.
creador y generó unos valores que alaban a los débiles, como es
l_
et crso dc la docil¡dad. la compasión, la httmildad...

P¡ra Nietzsche, los iudíos in,./irt¡eron los valores arislocráticos y ei


cr¡sl¡anismo asumió la in,rersión: sin ernbargo, en e! Renacimiento,
krs misrros Papas volvían a pri.rilegiar ios valcres aristocrát¡cos. Fue
trn rnorrje alemán, Luterc, quien llegó a Rorna y, rechazandc los va-
lores renacent¡stas, arrancó todos los rebrotes de vida que apare- Los valores del superhombre
cian en el cr¡st¡an¡srno. 7. Nietzsche no llega a def¡n¡r cuá-
les serían ¡os nuevos valores:
En r¡r'¡a deslls últimas obras, El ocaso de los ídolos, Nietzsche com- prec¡samenle, ésta seria la tarea
p¡cta el derribo de todo tipo de ídolos, de todo aquello que cons¡- del hombre nuevo, crear valores.
I
A menudo se ha ¡nterpretado
¡, rJera falsedades que todo el mundo toma por verdades. Yaen el Za'
que estos valores se centrarían
ü ÉtÚslra había hecho caer el Ídolo del Estado, aquel que siempre m¡en- en la luerza y el poder; ahora
B' le -en todas las lenguas del L,ien y clel ma!-. Aquí denoca tamb¡én el bien, recuerda que, para Nietzs-
¡! idolo (,e la moral cristiana, porqtje nc se basa en los vaiores de la v¡da; che, el hombre nuevo efa como
echa abaio el ídolo de la razón, que en el ámbito de la f¡losofía es lo el niño inocente que ¡uega.
E
dalos de nusstros sent¡dos; derrumba el Aniésgate a dar tu interpreta-
t qrre condrrr:e a lalsificar los
irido de la nLte,/a Aleman¡a un¡ficada, qua no se da cuenta del cam¡-
- ción personal. ¿Cr¡álcs grees
que serían los valores del n(¡e_
¡ |lo poco elevaclo y decadeite que ha emprendido; derriba el ídolo de vo mundo de Nietzsche?
t l¡ 1)rencia: hace üasr el idclo de las causas socialistas y obreras...

331

J
14

4. Raciovitalismo e historicismo A.r


ii,ri
En este último apartado estudiárerlros a dos petlsacores quc' itt'
flu¡dos por Nietzsche. cenlraron su trlirada en la vida y en el desa
4,,
¡:lrr
rrollo de la v¡da: la hlstoria. En pr¡mer lugar analizarenros el vitalisnto 1,,
con elementos racionalistas de Ortega y Gasset, y seguidantelrlo.
nos detendrenros en el h¡stor¡c¡snlo del alemán D¡lthey.

4.1. Ortega y Gasset Pr-., s

Es, sin duda, uno de los filósofos esfrañoles rlrás ¡lllportarrles y co-
nocidos del siglo XX. En su juventud le tocÓ vivir los acontecimietl' varr, l: i,

tos que marcaron a la Generac¡Ón del 98, una época espec¡almenle f)( -i ': I

!_q crítica para España, sumida en una profunda decadencia. Esta si


tuac¡ón condicaonó profundamente su vida su pensam¡ellto. lir-,¡¡-.
.j

,l
l
I ;-.:¡
''
En su juventud viajó a Alemania a estudiar la filosofía que;rlii sc
efaboraba: neokantismo, fenomenolog¡a, Heidegger.. para introdu-
cirla en España y rev¡talizar asi la cultura española, equiparándola a
rcA1l.
'i¡lrr.(l
crAll
de l¿r r

la de las demás naciones europ€as. A


t', ,.
\ Eaté própós¡to se debe a que Ortega estaba convenc¡do de que lodas
()lAiir
I las nac¡ones europeas tienen un fundamento común' Por eso, hav
aO.¡lrl;
que plantearse la unidad de Europa conio única posibil¡dacj de sal'
pr.ti )

José Ortega y Gasset nac¡ó en Madnd ef| varla de la Érd¡da de su autenl¡cidad o identidad conu pueblo ante
dou !i.
'1883. donde se docloró en Filosofía y el auge de lá cultura de masas. Esta un¡dad se alcanzaría conjugan'
llegó a ser catedrátrco de Metafrsrca. ltr4::
do la cultura germánica, en la que preponderan la racionalidad y la jr:t(,. y
Abandonó su cáledra como polesla pol
la politica de Primo de Bivera y tuvo que universalidad de la cultura, con la latina, centrada en los aspecl)s
IJA r;
exiliarse al ernpezar la guefia c¡ü|, auñque sens¡bles de la v¡da, cc;np€nsa,'ldo cada una los defeclos de la otra.
nunca abandonó su act¡v¡dad intelectual ví.rdaa
\' pedagógica. dando conferencias y
cur§o6 ef¡ numerosd ciudades de Eurom El raciovitalismo Ce O¡tega i-¡,-ii..
y América. Regresó a Madnd en 1945.
donde murió al cabo de 10 años. Esta un¡ón entre las culturas germánica y latina e9 una realiza(:lón ijal rr r
I
práctica del objetivo cenbal de la filosofia de Ortega: consegu¡r una
síntes¡s equilibrada entre cultura y espontane¡dad, entre razón y
Obras destacadas vida, de ahí que su posic¡ón filosólica se conozca con el nombre
Meditaciones del Qürote (1914), de rac¡ovitalismo, el sisten¡a de la razón Y¡tal. Esta doctr¡na re¡'
España ¡nve¡lebada 119211, La rc- vindica la experienc¡a v¡tat e histór¡ca del ind¡v¡cluo frente a la abs'
bel¡ón de tas masas (1930), Me- tracción e impersonalidad de la cultura, sin qu¡tar en ningún ¡nomenlo
ditaciones de /a fécnica (1939), el esencial valor que tiene la cultura en la vida humana.
ldeas y creencias (1940), Histora
como sistema (1941). lgualñente El m¡smo problema se presenta en el ámb¡to f¡losófico entre la li
cabe citar E/ especfador, obra que losofía dogmática (racionalista o idealista) y la f¡lcsofia escéptica o
consta de ocho volúmenes, de los relativ¡sta, entre lo rac¡onal y lo ¡rrac¡onal.
cuales el primelo apareció en 1 91 6
y el úllimo en 1934. Os la§ obras La f¡losofía dogmática cons¡dera que existe una verdad o real'
I que se pub[fcaron póstúmafnen- ,
- dad fija y permanente que sólo se puede alcanzar por medio d€
to, destacaá E/ hom oie.y ta gen-
la razón, ya sea porque capta la estructura obiet¡va de las cosas
,e (1957), Qué es filosofb.( 1958), ;
ldea del leatro ('1958) o Unas /ec-- .
(real¡smo) o porque la Cola de eslructura (idealismo), olvidando
cionas de meta,t'sr'ca (1966). con ello todos aquellos factores c¡rcunstanciales de la v¡da, que
I escapan a la razón: vivencias, sent¡mientos conclefos, emoc,'ores
individuales, elc.

332

sa
.fl )

14
l-a filosofía escéptica o relativ¡sta sólo t¡ene en cúenta los as-
Sx!O -
pectos ¡rracionales de la v¡da como aquello que la hace real y au-
a téntica. Cuando hablamos de vida, nos refer¡mos a la v¡da de al-
gún ¡ndividuo concreto; con ello, pierde la universalidad y la ob-
el 4esa-
jetividad propia de la razón, puesto que estos aspectos sólo son
,¡ílú,irno
nmante, accesibles por rjedio de !as facultades subietivas de cada uno,
conduc¡endo a posturas escépt¡cas (uo hay una vercja(l absoluta)
y relat¡vistas {cada uno 1¡ene su propia verdad).

Perspectivismo
Para resolver este confticto f¡losóf¡co, Orteqa se pÍegunta qué es la
erdad, es decir, qué es la realidad, qtté son las cosas. La real¡dad
no es ni (rnicamente objetiva ni lotalmente sttbjetiva. sino un3 sínte-
sis entre objetividad y s¡5¡"i¡r¡6ud: la perspectiva que un sujeto Aro ñtn<lo ll, deEscher-

r¡ene de las cosas que le rodean. Cada individuc contempla la


realidad desde su propio punto de vista, pues es una criatt¡ra fin¡ta,
siluada en un lugar y momentú concretos. Ese punto de v¡sta es úni-
co, no puede ser compart¡do por nad¡e más, pero es un aspecto I
:ie ia realidad: es la realidad para ese su¡eto.

Esto no significa que la realidad sea subjetiva, es decir, creada por


elsujeto. Más b¡en al conlrario, la estructura mental del suieto se 1

¡dapta a la estructura del objeto y contempla una de sus muchas


i
perspect¡vas posibles, de manera que !a realidad es la suma de to- I

dos ¡os puntos de vista pos¡bles. AsÍ, la verdad es una revelación, j

rrn desvelarse algo que está oculto, que sólo puede hacerse a un su- I
darl y la
jeto, y por tanto desde una perspectiva determ¡nada: únicamente
ri\,tos
_,,i.li,tt. trios puecle contemplar la real¡dad desde todas las perspectivas, la
,,¡rr.lad absoluta, pues no está somet¡do a ninguna l¡m¡tación.

La d¡sciplina en la que el ser humano se interroga por lá realidad


radical, es decir, por todo lo que hay en el un¡verso (y por tanto sin
li : r,. r,r ,
I

dirr nad;r por supuesto, es decir, de raíz), con el fin de comprender- I

J..Vi:ta la y no sólo descr¡birla, es la fiiosofía,


r ir;'-!¡r': y
ir,!A)re Ahora b¡en, si la rinica realidad auténtica para el ser htlmano es la per-
lIu!iei- cibida por cada individuo como conjunción entre sujeto y olljeto, el
tilvrrs- punto de part¡da de la filosofÍa debe ser esa síntesis, la mera coe-
| ,: - r'.1t,) xistencia de concienc¡a (yo) y mundo externo (circunstancia): la vida
humana, pues sólo en ella se pueden da!'todas las demás cosas.

'.i4.¡ Cada ind¡v¡duo es un punto de v¡sta sobte el ultiverso. En rigol los que ella ve no lo puede ver otra. Cada indiTi-
duo puetlto, época- es un órgano insustituible pam !a conqu¡sta de la verdad. He aqui cómo ésta,
-persona,
que por sí misma es ajena a las variaciones históricas, ádqu¡ere una dimens¡ón vitar. S¡n el desanollo, el camb¡o
!, perpetuc y la inagotable aventura que constitu:'/en la vida, el universo, la omnímoda verdad, quedaría ¡gnorado.

vIlr; 'ri¡-Ic
r Elerror ¡n,,,eterado consistía en suponer que le realidad tenía por sí mlsma, e independ¡entemente del punto de
r. \U;ttS visla que sobre ella se tomara, una f¡sonomía prop¡a. Pensando así, claro está, toda vis¡ón de ella desde un pun-
l; to de visia determ¡nado no coiÍcidiria con ese su aspecto absoluto y, por tanto, sería falsa. Pero es el caso que
. i: ¡r t,-lo
la rcalidad, como un paisaje, t¡ene infinitas perspectivas, todas ellas igualmente verídicas y autént¡cas. La sola
,lvi,;¡ perspectiva falsa es que pretende ser la única-
Odega y Gasset, J., E/ tema de nuestro t¡empo.

,Jü
14
Ahora bien, la vicla no es algo estático. srno un proceso: la vicla es
Ll¡ ^
r.;¡ t:.t

La vida que nos es dada tiene sus quehacer. Por eso, no puede comprenderse med¡anle la razórl iógi Y(). ¡i;i,
minutos contados y, además, nos tClai:¡,-.r:r
co-matemática que construye teorías abstractas y elerrra-s. ui¡lizada
es dada vacía. Queramos o no te' la: l;
por Ia cienc¡a. Sólo con una razón histórica, Y¡tal, que llarre en kr-
nemos que llenarla por nuestra
cuenta; esto es, tenemos que ocu-
gar de describir, como la utilizada por el arte, se puede captar la irr El.yF|ti,
parla de este o del otro modo. Por dividual¡dad y, con ello, una perspectiva auténtica de la realidad. Vl{rl'y.¡i)11:
ello la sustanc¡a de cada vida re-
Y pueslo que toda concePtual¡zación es abstracta e ;deal. para que
culr{:,r
s¡de en sus ocupac¡ones. Al ani- la reiir,;ir
el anális¡s filosófico no pierda el aspecto concreto y real de la vida
¡

mal no sólo le es dada la vida, sino


tamb¡én el repertorio invariable de Ortega ut¡liza el método fenomenológico, que trata de descubflr el
yr,' rlni
su conducta. S¡n intervenc¡ón U( a;(¡¡ 'ii
ser profundo de las cosas a partir de como se nos muestran en los
suya, los instintos le dan Ya re- rlo ,Ahr
fenómenos concretos.
suelto lo que va a hacer Y evitar. sa er¡¡ eilt
Por eso no puede dec¡rse del ani- Concluye que el ser profu¡rdo de las cosas consisle en el siste-
mal que se ocupa en eslo o en lo
ma de relac¡ones que cada una de ¡as cosas establece con el ^ j
lde¿ár
otro. Su v¡da no ha estado nunca
vácía, ¡ndeterminada. Pero el hom-
resto del muñdo, estructurárrdolo y haciéndolo comprensible, y que
dota a la cosa de un sentido sÓlo captable desde las relaciones con- Las er¡ir r

bre es un animal que perdió el sis-


te,ia de sus ¡nst¡ntos o, lo que es cretas que cada cosa ind¡vidua¡ establece de hecho con las denlás cor,1,,
¡gual, que conserva de ellos sólo ttatlicii.r
residuos y muñones incapaces de nl¡ ,A L;
El yo y la circunstancia
imponerle un plan de comPorta- deba¡r,
m¡ento. Al encontrarse ex¡stiendo El-sgrrJrunrano es la ún¡ca criatura capaz de ser consciente de la lealt- re¿¡l¡. .,r' ..
se encuenlra ante un pavoroso va- r;ias¡u:
dad y cle preguntarse por ella radicalmente. Por eso, los componentes
cío. No sabe qué hacer; t¡ene é¡
m¡smo que irrventalse sus queha-
esenciales de la realidad son los de la vida humana: yo, circunstan vida,ru!(
ceres u ocupaciones. si contase cia y azar Veamos cuál es el añál¡sis rac¡ovital¡sta de los dos prime-
La rlii
con un t¡empo ¡nfinito ante sí, no ros, pues el tercero es un factor inacional, y por tanto ¡ninteligible.
circL¡ns:i
importaría mayormente: Podria ir
hac¡endo cuanlo se le ocurr¡ese, El yo rro es ni el cuerpo ni el alma: éstos sólo solr los instrumentos vtcl¿, .ct
ensayando, una lras otra, todas más próximos de los que se servirá el yo en su acción. Es algo esen- .urr,¡1.,
las ocupaciones itnaginables. Pero c¡aln¡ente ternporal: vive en el Presente apoyár'¡dose en el pasado die ,.. ss
está!- la vida es breve Y ur- y dirig¡énCose hacia un futttro, entre el nac¡m¡e:lto y la muerte (acon' pari§¿r(
-¡ahí
gente; cons¡ste sobre lodo en Pr¡-
tec¡m¡entos qúe no forman parle de su vida). cia, .'.; ,-l
sa, y no hay más remedio que es-
coger un programa de ex¡stencia, Por eso, el yo no es algo hecho, s¡no algo que se hace, y que se
Y P(-h,
con exclusión de los reslantes; re-
hace a sí mismo. De ahÍ que !c esencia del yo sea aquello que quie' Por
X,,
nunc¡ar a sef una cosa para poder (;tfc
re llegar a ser, el proyeclo que se representa en su fantasía como aqre i5'
ser otra; en suma, Prefer¡r unas
ocupac¡ones a las demás. llo que le gustaría ser en el futuro, en v¡stas al cual d¡r¡girá su vida:su i,Je: €
vocación. Esto signilica que el ser humano es radicalmente l¡bre: P'jr: -. ;
Ortega y Gasset, J., Ptólogo a Ve¡nte
años de caza maYor
Puede escoger áquello que quiere set pero no puede deiar de es' Si¡rlL.
- cogerlo, pues la naturaleza no le ha dotado r.le un p:-ograma rns- rales lx.'
tintivo en el que cons¡sta e, ser un ser humano.
por J¡
Yo soy yo y m¡ c¡rcunstancia, si no por$¡Qr.
la salvo a eila, no me salvo yo [...]i Constantemente debe tomar dec¡s¡ones por sí mismo, le guste 0
- rnie, ¡s
mi vida consiste en que Yo me en-
no, y guiado únicamente por su razólr, en función de las cuales se
crel'\ i.
cuentro forzado a ex¡st¡r en una
¡rá real¡zando o no su proyecto de v¡da.
c¡rcunstanc¡a determ¡nada. No hay Asi, l rcv
vida en abstracto. Vivir es haber
No puede delar de actuar porque no es autosul¡ciente, s¡no que es *'
caído pris¡onero de un contorno - indigente, neces¡tado, finito, condición esenc¡al de todo ser viYo
L.= ut
¡nexorable. Se v¡ve aqüí y ahora. l¡-<irj
La vida es, en este sentido, abso-
Por eso rl¡ce Ortega que la Yida es un drama: consiste er¡ tratar de
luta actualidad.
realizar un proyecto que no tienes más remedio que plante¿rte y rea' -Deu¡
u .ca
Ortega Gasset, J.,
I
Y
lizarlo en unas condiciones que tÚ no has eleEido' como la época o trr{1i,
I tled¡tac¡ones d el Qu iiole.
el lugar en que has nac¡do, que folman parte de lu circunstancia.

334
llr¡ 14
, victa es La circunstanc¡a (el mundo externo) es todo aquello que rodea al
cosas con las que el yo establece su sistema de 8. Expl¡ca la sentenc¡a de Ortega
7a ód- yo, todas aquellas
El hombre no tiene naturaleza,
irtii¡zada relaciones: desde las más inmediatas, como ei alma y el cuerpo, a
lo que tiene es h¡stoda a la luz I
las más genéricas, como su paÍs o la humanidad.
de lo explicado en la unidad.
)lar la ¡¡r- Elyo intenta realizar su vocación en su circunstanc¡a concreta, s¡r- 9- Establece un parale,ismo enire
:iit i.
viéndose de los obietos que ésta le presenta y superanclo los obstá-
creencias/¡deas y contar con/
reparar en. ¿,Qué sucederá en i

l¿. oue cr¡los que le opone, conformándose en este proceso el yo real. Por eso,
los momentos de cr¡s¡s de una
r la vida, la relación primaria que el yo establece con el mundo es de utilidad: el cultura, en que sus creenc¡as t;

rü\r-:r el yocuenta con l¿s cosas del mundo pa!'a real¡zarse. Slo cuando sur- se ponen eñ dúda? ¿Oué papel
t'

xt e!"1 los ge alguna dif¡cultad, el yo cambia de actittld ante el mundo y, tratan- tiene la razón en Ia vida?
do de solucionar los prcblenras, rqpara en las cosas del mundo: pien- 10. Ortega resume todo esto en la
sa en ellas y se pregunta por su ser para resolver el problema. famosa sentencia yo soy yo y
r:l ile- mi circunstanc¡a, y s¡ no la sal
,' Crln el vo a ella no me salvo yo.
ldeas y creencias i:
¿Es la circunstancia la s¡tuac¡ón
!(-::rtlrn- l-as soluc¡ones que las diferentes generac;ones dan a los problemas eñ que se encuenlra un ser hu- I

mano en el mundo? ¿O es el
(
V t:lS. con los qrre se encuentran en su relación con el mundo constituyen la
coniunto de objetos que se en-
lrad¡c¡ón o cultura. Ésta ofrece a las nuevas generaciones un s¡ste- cuentra a su alrededor? Expli-
ma de creencr?s o interpretac¡ón del mundo sobre la que cada yo ca el significado del térm¡no cri
dehe crear su propio sistema de rueas o reflox¡ones que le permitan cunslanc¡á en Ortega.
.l-v3lr- realizar su proyecto vital. Ahora bien, si el yo se queda en las creen- Anal¡za el signif¡cado de las
rlnentes - dos apar¡ciones del pro-
cias o usos cie su sociedad, deiándose llevar por ellos, no llevará una
v¡da auténl¡ca y por tanto conlempla!'á una realidad inauténtica. nombre yo, aclarando el i

;;.rinte- sent¡do de la primera parle


La real¡dad es, en úllimo término, la coexistencia de un yo con una de la sentencia- I
'],' I

circunslancia, una realidad sólo será aulént¡ca s¡ está s¡endo vi- ¿O(É añade la segunda par-
:i:v;(;s iida por algún yo como parte de su proyecto vital: una realidad
- le de la lrase a la primera? I

.) Cir'rtt- separada de toda perspect¡va es una realidad ¡nautént¡ca, pues na-


Itv'iJo Jie la está sintiendo como tal real¡dad, es decir, no está siendo real
prra nadie. Pero si el yo que la realiza no vive conforme a su esen-
v c¡a. es dec¡r, a su proyecto v¡tal, está viv¡endo una v¡da inauté¡tica,
V por tanto su perspectiva de la realidad también será inauténtica. I
1\7 rrj
:;i , -r lir_j Por eso, cada ser humano debe afirmarse a sí mismo frente a su
I
| ' ltr i'- Jircunstancia, llevando una v¡da autént¡ca, de acuerdo con sus
, i.irl 5l: irteas, en lugar .le dejar que aquélla le imponga sus creencias im- I

!!¡c: personales y, por tanto, inauténticas.

Srn embargo, la voluntad humana es incapaz de crear principios mo-


rales permanentes porque nunca se conforma con lo que ya t¡ene, y
por eso el ¡ndividuc debe basarse en los ideales éücos que le pro-
Dorciona su cultura, que a su vez deben tener en cuenla los senti-
mientos ¡nd¡v¡duales, pues al fin y al cabo son los individuos con-
cretos los qr¡e viven y clet¡en realizalse.

Asi, tray que huir de los dos extrsmos:

De un rac¡onal¡smo ét¡co socrático, que sacrifica los valores de


la v¡(la a los de la cultura apelando únicamente ai deber-

De una excesiva espontaneidad. que sólo tiene en cuenta la Oon Juan, el persoña¡e creado por Zonilla
y protagon¡sta de la ob(a Don Juan
rnnrediatez de la victa y la obtenr)ión de !a felicidad, como la acti-
Ienor¡o, es, para Orlega, el protolipo de
lr r(l cle Don Juan. uña exces¡va espontane¡dad-

335
A
I ¡r tr
14
Frente al racionalismo ético socrático y la excesiva espcntaneidad. frr,ri
t:
Ortega defiende una actitud ¡tltermed¡a para conseguir Ia felicidao i;t:ir¡A:
indiv¡dual. que cons¡ste prec¡samente en la real¡zac¡ón del proyec- ¿ór¡ i

to ideal del tro, ten¡endo 9n cuenta los criter¡os morales proporc¡o- iottt;a.r
nados por la razón ante lo real de la c¡rcunslanc¡a. tnt., rll
guslar (r
Los imperal¡vos morales resultan se( pues, clos: ( ll)1,
"' r¡
El de objetividad, predicado por el racional¡srno ét¡co i)1r0,^ ir
- I
(li,r;l{ l,', I

El v¡tal o de lealtad coir nosotros mismos.


-
Para mi ia mora, no es lo que el el homl.ire debe sa-t, pero por ¡o v¡sto pue
de prescir¡dir de ser, §no que es simplenrente el ser ¡nexorable de cad¡ 4 . tí. ,
hombre, de cada pueb¡o. Por eso, desde §empre y una vez más en mis
conferenc¡as ú¡t¡mas de Buenos A.res, cuando anunc¡aba yo un pos¡b¡e
curso de Ética --{ue ya tlo sé b¡en s¡ haré- proclamaba como ¡mpera-
,Li.
tivo lundamenlal de la mia [...i llega a ser el que eres.
J. frega y Gás§el

El héroe y el hombre-masa
El h,é[oe es aquel que, asurn¡endo su radical libertad, trata de vivir
I ico i,r;
una v¡da plena creando sus reglas de acción en función de la ciI'
cunstanc¡a en la que se encuentra, adaptando los ideales éticos de .t"i
su soc¡edad a las situaciones de la vida cotidiana. _
:
A la figura del héroe se opone la del ñombre-masa u hombre nre'
1. I ^
11. ¿Se pueden cons¡derar estas dio, que no es una clase social o natural, §no una aclitud ante la vi&
actitudes corno dos tender¡c¡as que puede ser l¡bremente adoptada por todo el mundo.
dentro de cada vida indiv¡dual?
La aclitud del ñombre-rnasa es deiarse lleyar por su c¡rcunstancB.
renunciando a su punto de v¡sta part¡cular y verídico de la reai¡dád
para adoptar uno común, que por no ser de nadie es falso.
t-
El héroe se caracteriza por exig¡rse a sí mismo cc)n el Fin de rcá'
- l¡zar su proyectc vital.

El hombre-masa ya está saüsfecho con lo que es, negándos€


- por el¡o a cualqu¡er esfuer¿o (actuar, meditar, conocer...) ar¡te $r
c¡rcunstanc¡a, acomoclándose a ella y echándole la culpa dc to'
dos sus problemas. t,

Para poder real¡zar su yo, el ser humano debe implicarse y com-


prometerse con su circunstancia, aceptando las creenc¡as que es- d,, '.., .

tán de acuerdo con su proyecto y tratando de camb¡ar lodas aque ¡r\i'


llas que se oponen a él- . r.: l

El propio Ortega y Gasset da eiefnplo de ello con su act¡tud geñeral.


I y más espec¡a¡mente con sus actuaciones políticas. Éstas, en colÉ
rencia con su f¡losofía, siemprc lueron de carácler soc¡oliberal, on n l.l : r., .,
defensa del individuo frente a la soc¡edad sin quitar valor a esta Úl' , , ): -
t¡rna. Por este mot¡vo, d¿fend¡ó los derechos de las m¡norías discr* l!,
panles coÍr la nrayoría, como la nt¡noría que representan los héroes
I

lrente a las masas. .-.,-

I 336

', .O-,;
;i;;J
' lrr, 1,,, 1 14
v
e:r¡orrtaneid^d, Finalrnente, para que se comPlele
el cual ha eleg¡do en-
(jrUa feiic¡clad ia armonia entre razón 1'vida, la ra- [...] Este orograma vital es el yo de cada hombre,
irjoiversas posinitidades de ser que en cada instante se abren ante é1 "
ón del proyec- zón tamb¡én debe ocuparse de los
Sobre estas pos¡bilidades de ser importa dec¡r lo siguiente: 1) Que tam-
¡r.vproporoio- lemas más asociados a esta últi-
poco me son regaladas, sino que tengo que lnventármelás, §ea original-
ma, como los sentimientos Y los
menle, sea por recepción de los demás hombres incluidos en m¡ vida ln-
guslus estéticos, Para crear Prin- vento proyectos de tlacer y de ser en vista de las circunstanc¡as Eslo
cipios estéticos universales que es lo ún¡co que encuentro y que me es dado: la circunstancia'
,,t;!f puedan traducirse en ohras de arte Ortega y Gasset' J., H/storia como s¡stema-
duraderas.
!
>oliávisro pue-
o- 'e de cada
¿""2\11ás en mis
4,2. Ditthey
r y.. ¡rn pos¡ble
¡Efo impera- La palabra fiistoricismo se aplica. en un s3ntido ampl¡o, a todos
aquellos pensam¡entos que, al ¡gual que el de Hegel o el de Ma!'x,
ú!.!a y Gasset
aceptan que la historia es co,¡o Lrn organlsrno que se desarrolla
segirn deterrninaclas le)'es y persigtliendo unas determinadas f¡nali-
v dades. Er1 un sent¡do restringido, y éste es el sentido que le otorga-
rcn el alemán Wilhelm Dilthey (1e33-1911)y olros pensadores, es un
rt rnovimienlo que busca estúd¡ar al ser humano en su marco histó-
I l! rit {le v¡vit
rico-social, es decir, s? quiere cnterlcer a cada homl)re )'a cada mu-
.L(i.: la cir- jel que y lucha, compren<iien<io y profundizandc en todos los
).i¡.-.; {--ticos de '.,ive
aspectos de la experiencia hurnana.

El h¡sloricisnro, como el vitalismo al que está v¡nculado, mostró es-


-; I '¡bre r rr.:-
,,,lYnie ta ,,d, caso lnterés por las ciencias naturales y por el positiv¡smo cientÍfico;
en camb¡o, estudia lo que denomina 'ciencias del espiritu', como
U For ejemplo, la hislor¡a. la política. la socioloqía,
el arte...
, rr* tr t:¡llltr:i;t,
l!7r ¡r:;rlirl¡¡j Dilthey se llama a sí mismo .r'tósofo de /a !'r'da'), pero su concepto de
l,lr' vidanoestantoel biológico o natural comoel histórico o cultural Su
v
. .,,r:,1,.r,.;,. Úbjetivo es dar a las ciencias del espíritu un fundamento sólido, pero
que Tanto vitalistas como historicistas afirman
ilifert-.nte del que tienen las cienc¡as de la naturaleza. Considera
v ios acontecirnientos ¡ndiv¡duales y los fenórnenos históricos no pue-
la imporlañc¡a de la sociedad en eldesa_
rrollo del ser humano-
- .l _,l.lalo,;;:
.:- den estudiarse con los mismos métodos y procedi-
. I ii,tiitr,sli rnientos que se util¡zan a la hora de investigar los he-
irl.:1,, chcs fisicos o naturales.

Dilthey reconoce que todo pensam¡ento está l¡gado


,Ft, u ,,.,,, - 3 una historia y a una vida. El hombre va cambian-
do su visión del mundo según las épocas y según las
,- i'irr" experiencias que vive; comf,render la experiencia vi-
q
,rida es la labor de la filosofía. ,6
t, o
!il:,rr . r,.1¡(irirl. para los histoicistas, el ser huma¡to no es una rea-
ci
i,,Y,r¡r.rrlte lidaci f¡¡a descle s¡ernpre, sino aquello que se va for- .a
r :¡ r{,1,¡al. a,n mando en el devenir histórico; vemos cómo la rea-
r,,3 ,,.;la tl- lidad humana va camb¡ando a través de las diferen- t
'' , , ilisr:it,,. les etallas histÓricas. Este anális¡s nos permite ver
',,? r,.r,,",., que cacla una de estas ¿tapas o épocas tiene st! ver- .3

rliid y sus rralores.

337
¡

lr
Comentario de text o Ftr
Nada de lo que se ha hecho en la tierra contra "los hdba las deos pnncifE¡es y su iera¡quia. Mues
,l nobles., "los poderosos", .los señores.. .los poten-
- tra h rdacim que se entabb er¡te elhs.
tados. vale la pena tralarlo en comparación con aqué- . E a-lq rc desoibe m proceso de iT,€rsih de
llo que han hecho contra el¡os losludós. Los judíos, vakrcs. lndca h eslnrhra de €sta exp¡cdt
aquel pueblo sacerdotal que en relación con sus ene- y resú¡e tra/ernente cada ma de Sljs pates.
m¡gos y subyugadores sólo supo darse por sátisfe-
cho, con una inversión rad¡cal de sus valores, es de-
. S€nala bs conceploG da\e qÉ liJral sr cada
ll una dü las partes que tras resulnido.
c]f, car un aclo de venganza del tipo más esp¡t ¡lual.
Ésla es la única cosa que resullaba adecuada a un Por un titulo al texto. ¿Big¡rias aEuno de los §'
pueblo sacerdolal, al pueblo que tenía la obsesion - gui€ntes?
nrás reacc¡onaria de vengarse sacerdotallle¡¡te llan , rlC
. lnvers :Y¡ & ralores
sido tos ¡udios aquellos que corl ul¡,1 c<)llscuuer'¡cia
aterradora y con ¡os colmillos del odio más abismal . El biJn t' ei mal . Cor-
(el od¡o de la irnpotenc¡a) se han atrevido a estable- . La ¡ebdór? oe ro,s escbvos
cer y mantener la ¡nvers¡ón de la equ¡valelrcia aris
tocrática de los valores (bueno = noble = podetost-' = Contexto ¡nrned¡ato del t€xto
bello = lel¡z = quer¡do por D¡os), a saber: .Los bue-
nos sólo son los desgraciados. Los buenos sólo son Belaciona el texto c¡n h prcblemática del autor'
los pobres, los débi¡es, los humildes. Los p¡adosos
- Aporta ideas de Nietzsche que ayuden a aclarar
y los bendecidos por Dios tamb¡én son sólo los que
padecen, ios desposeidos, los enfermos, los feos.
Únicamenle ellos obtendrán la felicidad eterna. Por
y a erriqt €cer el sent¡do d€l texlo.
. fuedes asociar el texto con el terrE de la tral§- nq
mutebn de vak'res. Er un marco más an@,
el conlrario, vosotros que sois nob¡es y podero$s se- ' tan'b*h tr Edes vilq¡arb cotl hs teqías dd sll
ré¡s por siempre los perversos, Ios crÚeles,-los cod¡-
pedprnbre y de h vduntad de poder.
c¡osos. los insac¡ables. los ateos. Vosotros serds lam-
b¡én eternamente los desdichados, los mald¡tos, los lnd¡ca cuáles eran las cuestiones de la éE)ca y
condenados...". Ya se sabe qu,én ha heredado este
- las diferentes corrientes de pensamiento. Nlen-
sistema de invers¡ón de valores iudio.,- A propÓsito cima tarntien hs inl¡Jencias que tEya po(kjc re-
de la ¡niciativa monstruosa y funesta fuera de toda c¡bir el autor.
medida que lomaron los iudíos con esta declaración . Te sr.¡ger¡nos qLterdacires d pensarni:nto de
de guerra que es la más fundamental de lodas, re-
N¡elzsche con h actitud de denúicia y sospe
cuerdo una Irase a la que llegué en olra ocas¡ón (en
Más a á del bien y del maD referente al hecho de que ct'a proÉia de sr s¡glo, actitud que se riaifiesla
con los ¡udios comienza la rebel¡ón de ios esc/avos de manera diferente a través de diversos peri-
en lo que respecta a /a morat, aquella rebel¡ón que tie- sadores (po eiempb, Marx, Feuerbaclr. Sctn-
ne detrás una historia de dos m¡l años y que actual- pentnr¡er...). -
mente hemos perdido de vista por la simple razón de
que tr¡unfó... M¡ranJo nrás allá del texto
Nietzsche, F. La genealogía de la moral

Anál¡sis del contenido


Enumera y clarifica los conceptos más relevantes
- del lexto.
. ¿Qué significado da el aLfor a los conceptos si-
Ah
guientes: senof eschvo, bueno, wve$o, va- Op¡nión p¿ rsJnal ch
/or? Puede ser que Nietzsche esié variando y ol)
dando un senlido nuevo a dguoo de estos con-
ceptos; s¡ te parece que es así, prec¡sa tanto el
sentido anl¡guo como el sentido nietzscheano
. delconc€pto que haya s¡do lergiverssclc
I
. S¡ cons¡deras que otros cfJncefltos qtre af'a-
recen en el texto (por eiempio, sacerdctal...)
I
también desempeñan un papel relevante en el' Nigl¿sr
enuméralos y justifica tu elecciórr.
qi-1. ir(
I
I
Becuerda lo que has vis tn
. Explica brevemente en qué consiste la actitud de . Define la voluntad de poder de N¡etzsche.
denuncia y sospecha propia del siglo XlX.
'. ¿En qué consiste el eterno retorno?
. ¿Cuaies son las nuevas corrientes filosólicas, li-
gadas sobre todo al tema de la vida, que apare- . Compara la moral del señor con la moral del es'
ceh en el siglo XIX? clavo.
,,v ' j Define con tus propias palabras la voluntad de vi-
. Enumera los d¡versós ídolos derribados por
iri:, r k) JOs Sl - vir la de que habló Schopenhauer.
-.'Dáscribe el esptritu dionisíaco y el espíritu apolí- Nietzsche.
v r.' heo analizados por N¡etzs.he. . ¿Cuál es el signiiicado del concepto perspectlva
. ¿Oué sigri¡f ica la ex¡iresión,"muerte de Dios"? en el pensam¡ento de Ortega y Gasset?
. Compara el últirno hombre con el superhornbre.
. Enumera las tres etapas necesar¡as para el ad- .. Menciona los rasgos más característicos del mo-
vcnimiento del superhombre. vimiento h¡stor¡cista al que pertenece Dilthey.

I
x, ffi
-as repercus¡onés del pensarn¡ento de Schopen- idolo establecido, ¡ncluida su prop¡a obra. Así, para
hauer son Ce larga duración. La teoría de la vo- Jaspers, Nietzsche pasa a ser el pensador que im-
luntad de vivir tiene Lrn gren peso en la obra de pulsa a superarse y a buscar nuevos caminos.
N¡ctzsche, y la noción de una volunta(i ciega e in-
La f¡!osofia de la v¡da de Nietzsche eslará presen-
consciente aparece en Ia base del pensan:iento
de Freud, creador del t)s¡coanál¡sis. Las ideas de
te y est¡mulará una de las corr¡entes filosóficas más
Schopenhauer infiuven tarnb¡én en la f¡lcsofía relevanles del s¡glo XX, el existencialismo. La f ¡lo-
sofía ex¡stencial¡sta, que da primacía a la realidad
v de W¡ttgenste¡n. Durante su juvgnr.ur! este f¡lósofo
rec¡bió un fuerte impacto de Sohopenhaue[ impac-
v¡tal concreta, a la existencia viva por enc¡ma de la
to que se muestra en la valoración positiva del esencia peñsada, replanteará temas nietzscheanos,
:v j ix:
sr¡frimiento: sólo aquel que li-'ne corltacto con el entre ellos el de la muerte de Dios o el de la exis-
Ir¡
'.-n
Ltl. i. lit tencia allsurda, como forma de vida del hombre que
sufrim¡ento y ia mueñe ), se enfrenta a ellos tlu€de
!7 ^rll i
acceder a Ia comprensión de lo más ¡mportante y lucha por una existenc¡a autént¡ca y emanc¡pa-
, l, :;ll.) dora.-
aLrtónticc de la vida.

Sclrcperlhauer tambión ha influ¡do en la novela con- Los afor¡smos de N¡etzsche contra los movim¡entos
temporánea. Su eco puede raconocerse en la obra igualatorios y social¡stas de su tiempo serán con-
v literaria de Tolsto¡, de f.afka y de Thomas I'lann. lestados con dureza por pensadores marx¡stas como
Lukács, que eñ El asalto a la razón ve en el super-
En cürnlo al pensam¡ento de Nielzsche, estará v¡vo hombre y en las metáforas de Nietzsche un últ¡mo
durante todo el siglo XX, para bien o para mal. Ya y v¡olento intento por recuperar un imperialismo y
I hemos v¡sto cómo repercutía y tenía cont¡nu¡dad en unas monarquías de signo contrario al human¡smo
el vitalismo de la primera mitad del siglo XX. soc¡alista.
v Ahora b¡en, las rnetáforas del pensamiento de I'l¡etzs- Cien años después del anuncio de la muerte de D¡os,
che a menudo fueron ut¡l¡zadas y manipuladas con la pregunta sobre Dios y la importancia de lo que
oportun¡smo polít¡co, a favor de un régimen total¡- significa en la vida de los humanos siguen vivas y
tario, el nazismo, que pos¡blemente habría hecho abiertas. Después de los años de la guerra fria en
callar al filósofo como hizo callar a tantos otros pen- que el mundo era bipolar, el planeta muestra una len-
sadores. Después de la Segunda Guerra Mund¡al, dencia a ser multipolar y mullicultural, s¡endo la re
fueron muchos los f¡lósofos que inic¡aron el proce- l¡gión uno de los elementos ¡dentificadores de cada
vl' so de rescatar a Nietzsche de su vinct¡lación con una de las culturas. lncluso parece que la religión se
el nazismo; uno de ellos fue el existencialista ale- convierta en la característica que sirve para def¡nir
Vr, mán Jaspers. Para éste, sólo se puede ser f¡el a y reconocer una cultura en un mundo donde se acen-
N¡etzsche enfrentándose a él cont¡nuamente. por- túa un choque de civ¡lizaciones: islam, iudaísmo, hin-
J qr¡e l.lietzsche an¡mó siempre a superar a cttalquier duismo, crist¡anismo...

ty

I' 330

ffi*_
& I

;
Psicoanálisis
,
y Existencialismo

v Esquema
1. El mundo en gu€rra
1 .1. La Gran Gusra
1.2. El @rído entrque,ras
de
1.3. La Squnda Grcna Mundial

2 Et psicoanilisiq una visión de las C


profundidades
2.1 . Freud, pa.dre
IF
det psicoanálisis
:
2.2. E descubrimiento del inconsciente
2.3. Taría pstcoamlítica de la r¡,ente
Invit,
:
I 2.4. Crít¡ca de la cutturu
¡ '
3. La respr¡esta edstenc¡alista
3.1. Los pr&€d/erltes
3.2. El corazón del Ex¡stencial¡sn1o
.
3.3. Heidegger: el hombre,
I ser-para la-muqle
I
3.,i. Sattre: conddtados a ta l¡l*rta(t

@'"pi:"::ffi: de ia primera mirad aet slgro >cx. que empañaron de


pesimisnlo la mi :#:"ri":"J1ff]r'enros

' Déscubrir los conceDtos bás¡cos que. inregran el psicoanár¡sis


-
vos que le convierten en un filósof¿ de ta óspechá. - - - '- -
de Freud y árenoer tos mori

'XilT,'i.lX'"T"r1Ífl;ffi3:,51?i""3,ire er i,,"onscien:e, en tanto que enriquecen


erconocF ,
I

¡ Entehder las tesis básicas der Exisrencialismo,


y ras de argunos de sus .epresenranres más
I
emblemáticos.,-,
':
. Aceptar el carácter libre y responsable de
I la ex¡stencia humana. ,.
I'

t
340
\

reE

v D

'{rÁ^
Pefio clufinienclo a la so¡¡tbra rlel núi de Dali

" '!t )
v lnvitación a la unidad
El hombre, en el transcurso de los siglos modernos,
lra
-
vislo casligados su orgullo y su amor propio por tres
,lraves heridas procedentes de la investigación científ¡-
ca. La prinrera. de orden cosmológ¡co, fue causada por
Oopérn¡co cuando afirmó que la Tierra era de menores
C¡,nensiones que el Sol y que se movía circularmente al-
rÉrl¿dor de ésle: la Tierra ya no era el centro del univer-
$. [.¡ segunda, de orden b¡ológ¡co, fue provocada por
l)arwrn y Wallace, que el¡minaron el abismo entre los an¡-
lntroducción
El pensam¡ento f¡losófico del siglo XX está
rn:ries y el homb,re: constataron la cont¡nuidad entfe las
marcado por los v¡olentos acontec¡m¡enlos
::rpe(;ies ¡nfer¡ores y el propio ser humano; éste deja- '- ^qüé cáracter¡zan la historia
tra de considerarse un ser en el mundo y pasaba a va-
de la pr¡mera
brars r, conro uñ ser del mundo. La herida más profun-
mitad del siglo. Las guerras y los totalita-
I

{la r:j de orrlcn psicológico y la causó el mismo psico-


r¡smos no sólo afectaron a Freud y a los
íxlál;sis al reconocer que el hombre ni tan siqu¡era es existencial¡slas, s¡no tambjén a pensado- I

res que estud¡aremos en las siguientes un¡-


¡rno y señor (le su propia casa: dentro de él hay fuer-
dades, como Wittgenste¡n, Popper o los
v .,.rs impulsivas que gobiernan su volunlad y él las des-
miembros de la Escuela de Frankfurt. En
i

rior.roce, sólo t¡¿ne ¡nformac¡ón escasa y fragmentar¡a i


esta unidad, después de un conciso repa-
v--- rillJre lo que ocurre fLrera de su consciencia en la vida
psír¡r rica.
so de los trág¡cos acontec¡m¡entos h¡stó-
ln de r¡cos de la pr¡mera mitad de s¡91o, nos
v Freucl, S., rlt¡oducaion al ps¡coaná!¡s¡s. (Adaptacióni cenlraremos en dos de las corrientes filo-
sóf¡cas protagonistas del período: e/psi.
v coanál¡s¡s y el existencialismo.
''()!ri '
v

lv"

!t :
E
15

L El mundo en guerra 'Í^f


lr La primera mitad del s¡glo XX estuvo marcada por Latr
las guer¡¿s. Éslas
fueron de una.magn¡tud ¡n¡mag¡nable poco anles. io rlt¡
: TodÁ lc¡s ánlt¡ik¡s
y sectores de la población se vieron envueltos dAl
en ellas como nunca l0
habían estado. A cont¡nuac¡ón trataremos
de anal¡zar las peculiarirl¡
I des de estas dos grandes guerras que convulsionaron
cl ntundo. ll - , r

l¿ r r'r:
¡
I l.l . La Gran Guerra
|.
ei{r;
- .tl

La necesidad de nlaterias primas y de nuevos ¡l( ,1! r


dar salida al exceso de producción ¡nrputsó
tnercados e los que
l,
a tas pcte;;" ¡'r¡¡ir.
listas a expandirse hacia nuevos territor¡os_ ";;lr.
:

Esia esc&da irperi*ta oca;¡oú


nil_
:;§rl !: siones entre las potenc¡as que cqnpe.
tían por ocupar la mayor cant¡daC de
lenitorios. Y es que la poses¡ón cotor¡¡¡¡
rercrlh d¡rectarr¡ente en h dq,.Eza, citre§.
t¡g¡o y el predom¡n¡o internac¡onal
lt a de
r¡¡etrópol¡. Los conft¡ctos causados po¡
!a

Ol" B-r-' choque de intereses imper¡alast:1s. juntu


o

con vieias tens¡ones nac¡oital¡stas en Eu


ropa, todc dlo bÉn aderezado por la
¡xo
pagianda belacista y la política i,{.
i
(l "-,-\ c1e
rnento, hicieron inevitable el confticto
re¡rnra.
'ri'Ii tÉ
t
ü
l¡co. ¡¡
L, l. ¡i,:'
it La Gran Grena (1914-l9lB) estailó r¿)r¿
a
de un confl¡clo local: el ases¡nato delar-
rl I

chiduque Francisco Fernardo, herede-


Esta era la imagen gue ofrecia
el
Coll; ¡
mapamundiallá por ,l914. Como puede ro del ¡mperio austrohú¡tgaro, a rnanos
de un estud¡ante serbio. En et fondo, fue ta,'-les I
aprec¡arse, Gran Bretaña y Francia se
rÉpartian ¡a nrayoria de los territorios. qJop€as neces¡taban para
la excusa qu;il;;;";.r, siC^:r.
liberar las orem¡s,.ades que llaOá ido g"=
tando. Poco después de qr:e Austria_Hungría ¡llutrl,j ¡
i
Alianza, iunto con Alemania e ltal¡a)
frn¡".uro Ju i" f,,pf,
la Tripte Entente (formada por Francia,
dectaraia ta guerra i,.. *. c¡er ,l(l c
Rusia y Gán Bre,"_rl "_iL.*r. 1'r
I

día con las armas. La guera fue larg" y...;t. lo


el orlerlas
de trincheras"qrnl¿.'"rü,*
dos.blogues la convirtió en una guena
no.de los dos bandos conseguia imponerse-
en la que nirE¡.¡- cst ¡c
ta intewenc¡on- Oe Es- votuqij
tados Un¡dos, hacia et finat del confl¡cto, fue
dec¡sir" y f[á-o"l"qr.
librar las fuerzas a lavor de la Entente. rra - ,'il
quqi€n
Aunque tuvo lugar en terr¡torio europeo, tos -, ¡():
¡ntned¡atamenle se la bau-
tizó como la Gran Guerra, ya que trastocó si lr.§¡ :
I la marcha cotJ¡"na ¿¿
ntedio mundo, movil¡zó ut.:a enorme masa por.(,(1,
humana (tanto en el lrerr
te como en la retaguardiai. reconvirlió
la economia p*" *uJr. ca[-!r
cer las necesidades bél¡cas e, inctuso, "ri
uf ,n" y fr'*ñrrl J'L litarisrn
r¡TrlarT con fines propagandisiicos, qr" p.et"nOán 1:
I poblaciór cúii desencantada y cansada,
a;;;;; es!
cuando no henOa f,nuüa.
da, que fuo la gran perju,Jicada. ¡

342
T

t, 15
1.2. El período de entreguerras
rsherras. Éstas La victor¡a de la Triple Entente y sus al¡ados se selló con un conjun-
rCLlos árnbilo§ lc de tratados; el más conocido fLte el tratado de Versalles, firma-
s @tf¡o nunca lo do en el mes de junio de 1919. Como consecuenc¡a de estos acuer-
'[xcutiarida- dos, el poderoso ¡mperio austrohúngaro se des¡ntegró en un gran nú-
'n el mundo- mero de pequeños Estados. Alemania fue declarada la culpable de
cont¡enda y, además de sufr¡r ¡mportantes amputaciones en los te-
la
nitorios Íronterizos, fue humillada y obligada a pagar fuertes tr¡butos
en concepto de reparación por los desastres de la guerra. El ¡mpe-
.r.-., rio turco, aliado de Alemania y Austria, fue duramente sancionado y
1.,,,,,,o
perdió una buena parte de sus terr¡torios. Así pues, el tratado de Ver-
r:tüias capita-
salles dividía el mundo en vencedores y vencidos y sometía a los paí-
ses derrolados a unas humillaciones y unos agrav¡os que, lejos cle
ar a, 't:jiot-la).{en- sa¡dar las tens¡ones que habían hecho eslallar la Primera Guerra Mun-
:'ri!?,e colnpc- dial, fomentaron nuevos resentimientos.
.!-'-,¡i¡íia(! Ce
v
,{:i.i,.tolortfál
'' , .,,1 ores- La Soc¡edad de Naciones
Tanto en el fiñal de la Primera como de la Segunda Guerra Mund¡al, tuvo un papel fundamental la intervenc¡ón de Es-
I t.;r lt,,l¿rl tir:. l¿
lados l.Jnidos. El pres¡d€nte norleamer¡canc Wilson habia aprobado la ¡ncurs¡ón de sus ejérc¡tos en la conflagración de
. l.,r- nrr: ¡i
la Gran Guerra. Era il¡sto, oor lo ta!-¡to, que participara también en los tratados de paz. En el marco de la politica paci-
il.ri,.tr,:t lrt!rto íista qtle apoyaba, se ¡ncluía la creac¡ón de una liga de naciones destinada a arbitrar futuros conflictos ¡nternacionales.
_ f .: Seria Ia Sociedad Ce Naciones (19'19).
.,. :i...- La Sociedad de Nac¡ones estaba formada por ¿5 Estados 132 de los Estados l¡rmantes del lratado de Versalles y 13 Es-
lados neutrales) y establecia su sede en G¡riebra. La rntención con que nacía era garantizar ta paz ¡nternacional y tratar
dc soluc¡onar por \,ía diplomática los posibles conflicios que surg¡eran. A pesar de tan loables objetivos, lo cierto es que,
en la práct¡ca, sirvió más para proteger los intereses de las grandes potenc¡as que para otra cosa.
1. lnfórrnate sobre la Sociedad de Naciones y argumenta en qué medida hub¡era podido const¡tuir un lreno at estallido
de la Segunda Guerra ¡,¡undial.
' r,,,ri,, i, ,l iri.
i Como mín¡mo en los paÍses vencedores. sobre todo en Es-
r.!.,:)_lat!tfrs I lrdos Unidos (donde los desastres de Ia guerra no habían
t sido tan ¡mportantes cotno en Europa), los años ¡nmediata-
| ,"i (ii)Urr., : rnente posleriores a la guerra (los lelices años veintel fueron
vl,, lr l,r,; : un t¡empo de prosperidad, de desenfreno y de un incons-
l -- r,, r l:ios ciente optimismo. No obstante. la ¡rosguena fue sólo un cor-
]
! lo interstic¡o de frágil paz, un breve período entre las dos
llle ¡lrs j glerras, salpicado de acontec¡mientos que resquebraiaron
I rir,: rllrtlrtl ' este ingenuo optimisrno. Durante dicho período estalló la re- \ b
,r ,1,.1
Y j, "'.', i volución social¡sta soviél¡ca, seguida de una terrible gue- ,9
,,, ¡,

v
j..1j{

a-i. t l):lt,
,ti!7rr¡a rte
l(li I
¡
I
,
na civil que modificaría el sislema soc¡al y político del país y
que tendría enormes repercusiones inlernacionaies. En es-
tos años, se produjo también el crac económico del 29, que,
si bien se inició en Estados Unidos, se expandió rápidamente
m \
E

por todo el rnundo, poniendo en entred¡cho las virtudes del E


v
,,i .:,
'it.i!.l
capitalismo. Pero, sobre todo, se vivió la aparición del tota-
) re(r - litarismo, una ideología que tendría mucho que ver con el
it ! ll)a estallido de la Segunda Guerra Munclial.
p
p
r¡ llilir
fl[¡io y la lrivolidad de los alegles años veinte const¡tuye@n un fuOaz oasis
r{rlr,r los lerribles acorrtecimientos de la primera m¡tad del s¡glo )(X.
v
v 343
15
Los totalitarismos
6i!,
Después de la Gran Guena, comenzaron a circular por Europa tcleo-
t
G L logías polít¡cas de cariz autoritar¡o que, actualmente. se conocen coc
el nombre de fasc,smo o totalitarismo. Estas tendencias cristal¡za-
ron, sobre todo, en ltalia con Mussolini. en Alemania con Hi er y en
la Unión Soviética con Stal¡n.

Se consicierá una de las causas fundar¡rentales de la al)arb¡ún ,JÉ¡


fascismo el descrédito que sufíieron en este período las demo-
.t. ,4 cracias liberales. Var¡os fa.tcrcs conlribuyeron a este Ceb¡litatniento.
\--! ''-jl:; Entre otros, la profunda cr¡sis econótn¡ca sobreventda clespués del
';r,..f ir."l
l
"-;i¿iñ
tel' t. I frt
Los portadores cle ]a c¡rltula. d€ J. Danrlowatz
crac del 29, que potenció un cl¡ma de descontento y rechazo hac¡a
el liberal¡smo, espec¡almenle entre la clase media. Al nl¡stno tietnpo.
el miedo de los cons€rvadotes a que la revoluc;ón soviátic.r se c¡-
1."\
Ll lAi
tendiera incitó a creer en la neces¡dad de una política más autotita
l( rllr l. ' l!¡
ria que sirviera de freno.

Las ideologías total¡tarias Sostienen como punto clave la subordi trut-.c i0; i
nac¡ón de los ¡ndiv¡duos a los interes€s eslatales. para llevarlo a cabo. : Srl ,r'
el Estado se convierte en un todo que invade cualquier ámbito, pu. Btr¡l¡¡i.r.
- blico o. privado, y que exlaende por todas partes su conlrol: medios En est,; r;r
de comun¡cación, sistema educativo, religión, cultura..- En este con-
l¡co. '-\irr
texto, las libertades y los derechos lundamentales de l<¡s individr.¡os
2. Repasa lo que hemos dicho sq,
. quedan suped¡tados al b¡en común, que a menudo se identifica con
de itr:r¡r iu
I
bre los totalitarismos. Señala sus
los intereses de una clase pr¡v¡legiada o elite. El ciucladano comun
; virtr,rl r.
rasgos caracterisl¡cos y comÉ- sei:; n riilL,i
por (,A l
ralos con los de la democracia se halla desamparado, pues en el ámbito polit¡co se suprime el par-
I
en la que vives. lamento y se silenc¡a cualquier t¡po de oposic¡ón al régimen. La vida
política se reduce a un único part¡do, encabezado por un lider ca_ Adcr'^,. i

r¡smático que se convierte en el gran .salvador de la nación" (Hi- not¡


tler, Mussolini...). En los Estados totalitar¡os, además, la violencia y urr:, lir
la represión (gulags, canrpos de concentración) son med¡os hab! t un l¡do. e
!
tuales para crear un cl¡ma de teyror que ahogue cualquier disidencia.
Jos: ¡¡qr .

La Aleman¡a nazi llarnl i:i


Al f¡nal de la guerra, la vencida A¡emania se const¡tuyó y cani.ji¡Dl
¡\demáis Cel exnaustrvo contro¡ estatal, reclarnaba ¡a r}.
en la República de We¡mar. peroesta república no con- v¡s¡ón dc lai condiciones de paz y defendía su derechi
] ,,.1:
[e'f,,-.r¡
sigu¡ó @nTencer n¡ a los sectoré conservadores ni a ¡os a la conq.i.sta d¿ espacio vilai. Esto conducrría á,rec.- l¡brirJ^{
de izqu¡erdas. §¡n embargo, su pr¡nc¡pal amenaza fue tamente a la S.3gunda Guena Mundial. " ,' '. do rJi¡¡,llc
el Partido Cbrero Nac¡onalsoc¡al¡sta Alemán liderado por -
Adolf Hitler. . -' .'- '- : El rac¡smc fue otrode los rasgos det nazis,ro. óün-ff
i:
I sólid,^rru
con las leyes dc Nuremb€rg, que €st^ablec;an que ta pcj fraca,*u rl
Este partido, opuesto tanto al capital¡smo burgués ccmo
blación quedaba div¡dida en c¡udadanos y súbditosii
al comunismo bolchev¡que, se caracterizó por un nacio-
estos úlrimos no e,an cor¡siCeraoos gen iinicos;, ¡od
nalismo que reiv¡ndicaba ta revisión det hu;it,an:.J traia-
io iantc, quedaban erclu:dos de todo derecho condi-j
do de Versalles. Gracias a e¡lo, consiguió agiutiirar éntre
lucional. Entre los que íLeron cons¡deraOos ¡nfehóñ3 J.
sus simpatizantes a una multitud de gente descontenta
que era cada vez más numerosa a óausa de la crisis ecc- a.los.anos, los jucios lueron objeto Oe un-oOio,,ééi
. cial. No súlLr ir,: Ic: rüt¡rú el dereehc ciudadano,ji.r,:.
nómica. '.
quc irdcnris fueron s¡stemát¡camentc perseóL¡Cqi¡
El Part¡do Nacionalsocial¡sta ganó hs elecc¡ones de 1933, Hasta el puntü de que. avanzada la qucna. se llevó ál
y Hitler fue nombrado canciller de Alemania. poco des- la prácl¡ca la sotución ínat de ta cuestión
puás, disolvió el Parlamento (Reichstag), elim¡nandc toda lldia, eLJe'
nr¡srr,o que utritza;on los nazis para re:erirse a la anj.i
opos¡ción, e instauró el lll Reich. quil¿ción lol¿l de los judios.

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¿a guena, de O. O¡x

1.3. t-a Segunda Guerra Mundial La ONU


Escarmentados por los desastro-
E! 1 de septiembre de 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial. Eu- sos acontecim¡entos politicos que
ropa, que no había sab¡do resolver las tensiones que ya provoca- asolaron Europa y el resto del mun-
ron la Gran Guerra, volvía a emprender una nueva oleada de des- do durante la primera mitad del si
glo )«, cincuenta Estados firma-
trucc¡ón y muerte. Aleman¡a, ltalia y Japón (las potencias del Eje)
ron, en 1945, el documento fun-
seenfrentaron, hasta su derrL-'la en et verano de 1945, a Francia, Gran
dacional de la Organ¡zación de las
Srelaña, la Un¡ón Sov¡ética, Estados Unidos y el resto de los aliados. Naciones Un¡das (ONU). Se trata-
ba de garantizar el orden mundial,
En esta guerra l.)ubo más muertes que en cualquier otro confl¡cto bé-
la convivencia internacional Y el
lico. El cnfrerrtam¡ento ocasionó 55 millones de muertos y 35 millones r€speto a h dignidad nac¡onal y hu-
rle heridos o mutilados. La población civil, rnás oue nunca, se con- mana. Este obietivo constaba en
viriió en un objetivo mil¡tar. Tatnbién hemos de tener en cuenta los el primer artítulo: "salvación de la
.: ll,r, seis millones de judíos mueÉos en 3l holocausto, y los no judÍos que,
)t ¡ paz mund¡al, defensa de los dere-
,' .:l Frr¡'.
por otros nrotivos, fueron asesinados en campos de exterminio nazis- chos.del hombre, igualdad para
ri{1t ; i,,i¡l.i todos los pueblos, aumento del ni-
Arlemás, Europa perdió definilivamente su hegemonía política y eco- vel de vida en todo el mundo..
r-lller r:t r

' ,. !(,i.Jil- (llI nónr¡ca en favor de Estaclos Un¡dos. Asimismo, Alemania, Europá y
r !,lenci¿r y una gran parte del planeta quedaron divididos en dos bloques: por
,.rdio. j lt rlrr un lado, el bloque del Oeste, integrado por Europa y
rLtilcrrclir Alemania occidentales y liderado por Estadds Uni-
dos: por el otro, el bloque del Este, formado por las
llamadas democra cias poptilaresy Alemania oriental
y capitaneado por la Un¡ón Soviét¡ca. Serán los pro-
rrL,:rlare- tagonistas y responsables de la guerra fría y del equi-
su C?techo
ul libr¡o del terror nuclear. Como símbolo de este mun-
airec-
do d¡v¡dido, en la ciudad de Ber!ín, se levantaba un
sólido muro, el muro de la vergÚenza; testimonio del
-r. ¡",nenZO
:i -q-ue la po- fracaso de la convivencia humana.
Y.
v)ditos,
;rcó.1y, por
,;.h 'onsti- Una bfizna de esperanza
sl ¡lllbrioies 3. Hemos sido afortunados, pues no hace demasiados
o?-espe- años pudimos sertestigos de hechos h¡stóricos tras-
idL), s¡no cendentales, como la caída del muro de Berlin.
¡ ¡ ¡¡tridoS. Aunque pueda parecer anecdólico, simbolizó lodo
, :-,evóa - un oafibio. ¿Cuál'l
u(!ia, eufe-
.ra Formad grupos, proponed y conrentad otros he-
:1 ani. - chos históricos que consiCeré¡s que hañ tenido
ú,ra lrascendencia s¡milat

345
1
15 :
i

I 2. El psicoanálisis, una v¡s¡ón 2"\


de las profundidades lr{.,t\'l
l¡rlr;r. ',i
La obra de Sigmund Freud constituye una de las aportac¡ones con- t,r f¡.{r,
temporáneas más relevantes para la comprensiór1 de la uaturalez¡ ,,¡rrir,..i
humana. Or¡g¡nar¡amente se trató de un métodJ para curar lrastor' rJ,.,r1.,
nos mentales, pero a la larga acal)ó s¡endo una teoria general so' n,ifrl(,S',
bre la vida psíqu¡ca, la sociedad y la cultura. ,l¡,JA r

latir rrr¡r'
. a\.
rlO:: .l:
2.1. Freud, padre del psicoanálisis
Ir,¡rl¡,
Sigmund Freud nació en 1850 en Freiberg, urra pequeña ciudad,lc
llic¡i,r) I
Sigmund Freud (t85G1939) lue el padre Moravia, integr3da, entonces, en el imperio austrohúngaro. Su fantt'
(lurlArl
y el lundador de una de las teorias con lia se trasladó a Viena cuando él contaba con pocos años de edad.
mayor ¡nfluenc¡a en la vida cultúral y tIl¿ltlrti )-l
Estudió en el Gymnas¡um de esta ciudad y en la Facultad de Medi'
artistica del siglo )«, e{ psicoanálisis. riosA,,¡r
c¡na. Fue un joven inqu¡eto, con muchos y variados
riarr lt-.s t
intereses ¡ntelectuales: as¡stió a cursos de lilosofía.
r10l
_-.
i !;7
leyó a los clásicos grecolatinos y a genios literarios
[:tr t¡(:
corno Shakespeare, Cervantes o Goethe. Tanto de los
ant¡guos como de los modernos aCm¡ró la capacidad [:'il(':1r
para conocer las auténticas molivaciones dol c0nl' ¡xrliA':.
F portam¡ento humano. eXl ),r¡ rr':
.1885, :i():.- - l-
i:\ Acabados los estud¡os de medicita, hacia acep'
t{lÍr;4.:.
.llr t
.t
tó una beca para ir a estudiar a Paris,
que
Allí conoc¡ó al ..§
st:t. (
neuró,logo Charcot Los métodos usaba para tra'
jicl¡¡5:tt
I tar la hister¡a (una enlermedad nerviosa t¡p¡ca de ¡a
esle
J
I
I
I época) le mostraron cómo los síntomas h¡stér¡cos po'
dían ser desplazados por sugest¡ón hipnót¡ca, es de-
lt:

c¡( s¡n la ¡nte^,enc¡ón consciente del pac¡ente Elhe'


Ur,á sesiór. de Charcot.
cho de que en las sesiones hipnót¡cas se manilestaran los motivos
traumáticos que el pac¡ente desconocia contribuyó d¡rectamenle al i;{!:.
A pesar de las rel¡cencias soc¡a- descubrim¡ento del inconsciente.
les y culturales a aceptar la con-
. cepción psicoanalít¡ca de¡ sethu- En 1886, de vuelta a V¡ena, la amislad con el ps¡qu¡atra vienés Jo'
. mano, Freud lwo en poco t¡empo seph Breuer (1842-1925) se conv¡rtió en una lructílera colaboracÉn
. un gran número de segu¡dores. Además de ayudarle económicamet¡te, su experienc¡a en el trata'
Entre éstos, destacaron psiqu¡a- miento de la h¡steria seria decisiva en la canera de Freud. Con él es-
tras como C. G. Jung, O. Rank o
cribió el primer libro de la b¡bl¡ografÍa psicoanalít¡ca, Estudios sobre
A. Ad¡er. En 1910 se fundó la Aso-
c¡ación lnternacional Ps¡coanaliti-
la histeria (1895). En esta obra, ya se pueden entrever los rasgos g€'
,ri
' ca, presidida por Jung. S¡n em- nerales de lo que sería su terap¡a en el iratan¡ento de las disfuncc I
' o repir
bargo, en segu¡da comenzaron a nes nerviosas- Esta terap¡a, llamada psr¿oan¿ir§s, acalú s¡encjo, ade
. producirse tensiónes y fJacturas más de un método curat¡vo. toda una doctrina sobre el ser humano.
internas. Como ha pasqdo con. que iría perfilando y divulgando en las obras de los años siguientes.
. otras corr¡e?tes (por elemplo, el
marxismo), el psicoanál¡sis ha su- ' En 1933, poco después de la llegada de Hitler a la canc¡lleria ale-
frido numerosas reformulac¡ones mana, sus obras fueron quemadas. Su origen iudío le contplicó las
que han alterado su sénl¡do, pero ,
cosas, por lo que se vio obligado a hu¡r a Londres, donde moriria el
que tamb¡én han abierto ¡nleré-
23 de septiemtlre de 1939. A su muertc, el ps¡coanál¡s¡s, a pesar de
sant€s vías de ratlexión.'
las ret¡cenc¡as y las cr¡t¡cas de que fue ob¡eto por la puritana y con'
servadora sociedad v¡€nosa, estaba extend¡do por todo ol mundo
l
!, i6
15

i¡'-t 2.2. El descubrimiento del inconsciente ¡Los tres de la sospecha!


F.eud, que compartía la concépción determ¡n¡sta de su época, es- Aunque recogen una actitud ca-
convencido de que nada sucedía sin una causa. Esto, que resul- racterística de la época, Nietzs-
,L
ror¡es con-
taba
che, Marx y Freud son considera-
ta fácilmente aceplable respecto a los sucesos físicos, Freud lo ex-
tt,raleza dos los tres f¡lósofos de la sospe-
leodió al comportamiento humano, al considerar que éste era producto cha. A pesar de las d¡ferencias,
r3r_lrastor- de causas que el sujeto no conlrola. Gracias al trabajo con enfermos comparten una actitud similar de
eLal so- nerviosos, Freud se dio cuenta de que los pacientes ¡gnoraban las ver- duda y denuncia hac¡a el verda-
daderas causas de sus traumas. A partir de este descubr¡m¡ento, cons- dero y autént¡co sentido de la cul-
tató que la mayoría de los compo!'tamientos (tanto normales como tura, la soc¡edad, la ¿iencia, la
religión... En concreto, Freud se
desv¡ados) eran producidos por motivaciones ¡nconscientes.
v Tradicionalmente, se había entendido que el hombre t¡ene un conoci-
propuso descubrir bajo las más
nobles ideas y los actos más va-
,ji.-t]c de liosos, las fue¡zas ¡nconscientes y,
).Vfami- miento privilegiado de sí mismo; ahora, con Freud, había que admit¡r
a menudo, no tan elogiables que
que, de la gran variedad de fenómenos rnentales, una bueoa parte per-
; í' ?dad las causaban. Freud mostró que
ctsr,"le¡r- manece ocdta para su protagonisla. En ésta se inclu),en los conten¡- no somos tan amos y señores de
,¡]ados dos lalentes que fác¡lmente pueden ser traíCos a !a consciencia. Se- nuestra v¡da psíquica como cree-
rían los conten¡dos preconscientes. Pero también se ¡ncluyen los fe- mos. Por mucho que nos pese, el
:: [ilosofía,
nómenos más profundos, que difícilmente la consciencia podrá rescatar. ser humano no es autónomo v li-
I¡rarios bre, no actúá movido por deciiio-
rri¡: de los En este caso, hablaríamos de conten¡dos inconscientes.
nes racionales, sino que se halla
rü!dad Estos conlen¡dos ¡nconscienles son exDeriencias desagradables y determ¡nado por una real¡dad so-
. ií:l-com- pel¡grosas que han sido repr¡m¡das. Desde las profundidades, las bre la que no ejerce ningún con-
v axperiencias expulsadas nos cont¡núran afectando. En algunos ca-
trol: el inconsc¡ente.
-.:.rs, cuando son demasiado fuertes y la represión especialmente ¡n-

tensa. lie pueden producir enfermedades nerviosas como la neuro-


forma de liberar al enfernto de su dolencia es, paradó-
srs. La r¡nica
,r,', jir;amente, qüe el ps¡coanalista consiga devolver a la conscienc¡a
, 1,, ilt
estos trau!'nas.
.:.-.,1.
i,.Vl lt, j
Suponed que en esta sala, y entre el tuyen así en un; "resistencia" subsi-
r,,§7i,.,:i público atento y silencioso que me es- gu¡ente a la represión llevada a cabo.
cucha, se enconlrase un indiv¡dúo que Si denornináis /o consciente a esta sala
s€ coñdujese pertLrbadoramente y que ylo ¡nconscienle a lo que delrás de sLrs
, ,!.. ¡,\
.cr, sus risas, exclamac¡ones y movi- puertas queda, tendréis una imagen
ñlenlos distrajese m¡ atención, hasta bastante precisa del proceso de re-
el punto de verme obligado a mani- presión. Sin embaigo, st poned que
feslar que me era imposible conlinuar con la expulsión del perturbadot y la
es-
la conferencia. Al oirme, se ponen en guardia situada a las puertas de la sala d
p¡e varios esfjectadores y, después de no terminara el incidente, pues múy
una breve lucha, arroian del salón al bien podria suceder que el expulsado, =
o
i, ir, pedrirbador, el cual queda expt¡lsado l,eno de ¡ra, siguiera Cándonos que ha- ó
o reprimido, y así puedo yo reanLrdar cer No se encuenlra ya entre nosotros e
mi discurso. N1as, para que la pertur- 1.,.1,
pero la represión ha s¡do vana has-
bación no se rep¡ia en caso de que el la cierto punto, pues el perturbador -§
expulsado intente volver a enlrar, vá- arma, desde fuera, un intolerable ba- ü
rios de los señores que hán ejeculado rullo, y sus gritos y puñetazos contra
!,r.=ltl El psicoanalista es como uñ arqueólogo
mis deseos permanecen montando la puerta estorban rni conferenc¡a más que excava y explora en las profundidades
rttcú llls que en su anterior conducta.
OrErd¡a ¡unlo a la puerta. y se consli- del psiquismo humano. Lo hace anali-
r;t*r,;l zando aquellos restos minúsculos del
t:t; _ rk: 4. En esta conlerer,c¡a. Freud ¡lustra su concepción del inconsciente y la ¡nconsc¡ente que afloran a la consciencia
ref)resión. Justifica por qué resulta lamb¡én una expl¡cación del origen dé manera disfrazada en los sueños. los
',!7,n de las enfernealacles nerviosas. ch¡sles, los actos fallidos o las asocia-
ciones de ideas.

347
Itri,l 15

i
¿Qué te mueve a acluar? 2.3. Teoría psicoanalítica de la mente ^
La e:;u
Podemos actuar de manera espon_
lánea o bien reflexivamente. En una de fas preocupaciones fundamentares ctr'-. , '.
de ra teoría ps¡coanaritica
aquellas circunslancias que pare_ tiene que ver con la reflexión sobre la moüyación
cen más lriviales tomamos dec¡sio_ humrnr, J"a,, ¿lV(l¡ l(i r ¡i¡r
con la búsqueda de los faclores que determ¡_ ".
nes sin pensárnoslo demasiado.
Otras veces, en cantbio, valoramos
nan la conducta. Como ya hernos conren_
y sofresamos nuestros motivos, in- tado, Freud acabó de una vez por todas lalir ;¡ ., r

tenciones, deseos y las conse- con la errónea conv¡cción de que el ser


cuencias de todo ello. humano se contporta de manera exclu_ dad l¡u¡¡l
5. Reflexior¡a un poco sobre las de- sivamente rac¡unal, o sea, mov¡do por et ell,^',
cisiones que tomas en un día: creenc¡as y deseos gue se propone de
ropa que te podrás, dónde ¡rás Et -
a corner, qué harás al salir de ch_
manera consc¡enle y reflexiva. A par_ ,

se, qué estudiarás más adelan_


tír de Freud, quedó establec¡do que
te... Trata de prec¡sar qué ,acto_ nuestros pensamientos, reacciones y - (
res te impulsan a dec¡dirte po¡. dec¡siones están deterrninados por im_
una opción. pulsos, con frecuencia escondidos
e
P¡ensa deten¡dameote y ¡nalcanzables para el prop¡o sujeto. v -L;
- lrata
de establecer si tu experien- \
cia pe{sonal prueba que Fret¡d
tenía algo de razón. Ten en
cuenta, por ejemplo, los mo-
mentos en que actúas sin sa_
ber b¡en por qué, o las oca-
Freud llamó pulsrones a eslos ¡mpulsos
inconsc¡entes queson el motor del psi-
quismo. En fas primeras obras, hablaba
tintos, pero como esle término ya tenia
de ins-
{#
unas connotaciones biotógr.
t

.cas muy determinadas, prefirió


siones eft que no pr €d-s con- recurrir a una expresión ,r"rr,
fuera más neutra, como la de pulsión. Or.
lrolar tus impulsos y después
te arrep¡entes de tus actos.
Las pursiones son energías que se originan
o nacen er ros estralos
más profundos de nuestro psiqu¡sno. Áoem¿s
requiercn una saüsfacc¡on inrned¡ata,
,¡e serinc;;;;,*.
v" qr", *"o oo
ian al sujeto en un estado de insatisfacción y "n "oniáli.
desaz;^;; ;il"*
Desde la teoría ps¡coanalít¡ca, el
Los moümientos art¡sücos de vanguard¡a, "ornportu.l.nto
como el antento del suieto por cumplir
nr;r";;;*
como et surrealismo o el dada¡smo eslas m¡steriosas *-f"r*Á-.l L*
actos más cot¡d¡anos (hacer deporte, cultivar
recogieron las lesis det psicoanáristsl
re¡v¡nd¡caron el or¡gen ¡nconscienle maneras encubiertas, incluso por el nl¡smo
una am¡s,;O pu-"ú *
del agenle, O"
ve.dadero arle. En obras como ésla.
recrearon el ámbito onírico, donde los Al pr¡ncip¡o, Freud creía que la pulsión que """¡"¡"".
contenidos inconsc¡eñles son más determina más Fjodero-
samente al hombre es, en un sent¡do ampl¡o,
man¡fieslos ra sexual¡¿J.ila a,
la forma.más prinraria de comporta,n,ento
es a oJsfuJa-;;;.r. ccr
Con el tiempo, Freud modificó cier
g::3bri"d9d"o.o,,no""r.Jnu",'i[!1lii,li!31',Xffi'"if"1l] los b<
gun su naturaleza, en dos t¡pos: procqd¡r
Eros o puls¡ones de v¡da. Determinan del .,;o
- tos que tienden a unir lo que está
aquelios comportamien-
una,rÍJr.
disperso, a armoniá, ,
¡ bar aquello que es diferente. portenecan
a cste $; i;; ;;-
"""o- _ Elger
pulsos y ro .c{
:
y de anror, qre llevan a Io" t
'I _sexuales
compañía, el reconocimiento y la comprensión
r.áno. , Lrá n
¿. lo" ¿u,n,*. mas^oc
Thanalos o putsiones de muerte. Determ¡nan dao .e ¡
- mientos que, contrariamente a los anteriores,
los comporta- yasJ0 (
,¡"nO* , á,.or*, finit, . d.
y separar aqueilo que está unicjo. pertenecen
i
impulsos de agresividacl y destrucc¡ón que
a este tipo toolt ¡ntefj.liz
E/ sue¿io. de Dati
bres contra sí mismos y contra los dernáS.
enfrenta; áJ;;;- conrC¡e
"
en U l¡l
348

ET
rcft
---E

15
La estructura de la mente Yo: lnstanc¡a a cargo de la autoconseivac¡ón
. Parte consciente (pr¡ncip¡o de realidad)
v Hemos visto que, para Freud, la vida mental es rica y compleia. Por ,, . Parle preconsciente
.;u 'ítica
voeclt
cs,
eso. el padre del psicoanálisis tuvo que dar muchos rodeos hasta
averiguar cómo se producen los fenómenos psíquicos y el proceso Superyó: '
(conten¡dos Iatentes)
. Parte ¡ñconscieñle

v de evolLrción persona! que v¡ve el individuo. Después de d¡versas ten-


tativas y explicaciones, parece que la concepción con la que se sin-
lnslanc¡a
tnconsclen- \
(mecañ¡smos
de delensa)
te represora
tió más sat¡sfecho es aquélla en la que cons¡dera que la personal¡-
J,+
dad humana está integrada por tres agentes ¡nterrelac¡onados:
el ello, el yo y el superyó. ---l.
El elto. Es la pade rnás prirnit¡va de la mente humana. Está confor- \
-
mada por toda la fuerza pulsional ¡nconsciente; por este motivo, se
considera que es la instanc¡a que mueve al suieto a buscar la in-
MENTE 1

mediata e ¡ncondic¡onal satisfacción de stls necesidades. Es un me-


HUMANA I

can¡smo mental ¡nconsciente e irrac¡onal, que desconoce todo


r/alor y tocla norma, y que sÓlo se rige por el principio de placeq es
,', dec¡( por la búsqueda continua del placer y el rechazo completo El¡o: lnslancia inconsciente qLle
L del dolor. Cuanclo nacemos, nuestra vida psíquica se reduce alello. coñtiene las fuer¿as PUlsionales
(principio de placer)
O.¡,¡ttC El yo. Este agente de la personaliclac stirge a partir clel ello. La
,'-fr,,r:,at! -
l,rn( ¡rincia a br ¡scar constSnte-
rnenle el pl¿¡cer evolilcioníl pro- Los mecanismos de defensa
rllicicnrlo r rn¿ inslancia
'iapaz sorr medios para dar una sal¡da aceptable a puls¡ones inaceplables so-
.io r.ciona,iizar la búsq!9da de ciJlmente. Son irnprescind¡bles para conservar la salud mental, ya que,
placer. cie forma que ésla no sino, elser humano se encontra'íá bloqueado entre dos exigencias opues-
ir^1,)s rcabe perjuclicánclcnos. St¡ fun- las. Algunos de estos mecanismos son:
r.l',, c:;, Lión c1l la :'r rloconserva,lioi del . nacional¡zac¡ón: es una rnanera eiemplo, dar un puñetazo al vo-
r;r' 'l¡,. indivicjrro, y !a lleva a cabo ule- de autoengañarse hallando una lante del coche porque otro con-
,,,1!7no. (lianle el pr¡nc¡p¡o de real¡dad' iustifica:ióñ o excusa rye liPP de
' ductor nos ha cenado en una cur-
toda culpay desazin alindiüduo va'
[]:lte pern]ite al individlro adap-
v mun- l?ji5T3|{;i:#ffili",l1l ;g3:::';;iT:ffi,:Hl]::
':. irr:r rí,rse a ras oxilencias der :
',v' (1.. cxterior tnorm,rs socrAles). ;nt"r"sa aqiJéíta persona que le
ü" *"¡liiá" i"*ápiáUll, u"
,tllc t( ostrr:nbr¡n e sef opues- ha dado calabazas. práct¡cas que culturalmente reci-
,,!7, lls a las demandas Pdlsionales . Desplazamienlo: desviar nues- . ben un gran reconocimiento. Por
.l¿i lo. fri el yo tambien en tras reaccionés y sentimientos ha- e,iemplo, compensación de los im-
itarirlrarI]os procesos incons- cia otro objeto o persona, porque 'pulsos libid¡nosos en la creación
(jientes (le vital imPortarrcra: son está meior vislo soc¡almente Por y la expresión artísticas'

los mecsnismos de defensa,


tlrocedinrientos ¡nconscientes del yo para armonizar los impulsos
riel ello y las exiqencias exteriores, que permiten sat¡sfacer y dar 6. Freud consideraba muchas prac-
¡- una saliCla SoCialmenie aceptable a deSeOS inCOnVenienles. ticas culturales como formas en-
!, cubiertas de satisfacer deseos
. rr.lir
El superyó. Es la últ¡rna inslancia .le la personalidad en aparecer' inconscientes.
v.,r Ia
I
y to hace a part¡r del yo, en un proceso de ¡nteriorizac¡ón de las nor-
- Flealiza una breve redacción
mas soc¡ales y culturales. El m¡edo al cast¡go, iunto con la necesi- filosófica en la que analice§,
v dad de afecto y reconoc¡m¡ento, obliga al niño a aceplar y hacer su- en clave psicoanalitica, una
práct¡ca cultural común en
yas. en contra cle st¡s íntimos deseos, las normas paternas y, en de-
v finitiva, las normas sociales que éste encarna. Estas normas,
iüteriorizadas y as¡miladas hast3 hace:-se inconscientes, forman la
nuestra sociedad. Por eiem-
plo, el lanatismo futbolístico
v consciencia moral. En defin¡t¡/a, el superyó acaba conv¡rt¡éndose
como forma de liberar ten-
dencias agresivas.
rxr tln mecanismo represor que vigila y limita al yo consciente.
v
v 349

v
15
I

El comple¡o de Edipo 2.4. Crítica de la cultura L .n


La tragedia que v¡v¡ó Edipo, tal La expl¡cación psiconalat¡ca de la naturaleza y el f unc¡onar)liento de
t como la expone Sófocles en su la mente humana tuvo una gran repercusión filosófica. Ahora b¡e¡r.
I
obra Ed¡po rey, I
el conflicto por
en sent¡do estr¡cto esia explicación pertenece más al ámbrto psr a,
el que pasamos todos los huma-
nos duranle €i proceso de mádu- cológico que al lilosófico. Lo que sí goza de un carácter clarame¡rte tt
I ración personal. Cuando Ed¡po, l¡losófico es la aplicación de iodas estas teor¡as en la ¡nterpretr- ¡t

hüo de Layo, nac¡ó, un oráculo va- ción sociocultural. 1r,{r.


licinó que estaba condenado a lr. Sl
matar a su padre y casarse con su Según Freud, los ¡ndiv¡duos y la soc¡edad han evoluc¡onado de
madre. Esta pred¡cción acabó manera s¡m¡lar. Hemos visto, hace un momento. cuál era la evolu-
cumpl¡éndose, a pesar de que el .,I rr ft
c¡ón mental del ¡ndividuo. Al nace( el trebé se ve empujado por sus
bebé fue abandonado para ev¡- impulsos, no hay nada que frene o limite sus pulsiones. Vive tlntrc.
I
I tarlo. Según Freu4 este relato prG.
gado al piacer, sin reslricciórr de tipo alguno. Sin embargo, la nece- licrrta
clama, de manera s¡mból¡ca, el
complejo que todo ser humano ha sidad de sobreviv¡r lrae consigo la aparición de una instancia rac¡0 e l1r
de superar durante su ¡nfancia: el nalizadora que oponga al pr¡ncipio de placer un principio de realidad. sg{o
odio hacia el progenitor del mis- capaz de reprim¡r aquellas tendencias que resultan pel¡grosas par¡
(- ¡,
mo sexo y el deseo hacia el de la autoconservación. A la larga, los individuos asimilan e interiun. ta¡{..
sexo opuesto. superada esta eta-
zan las normas paternas, de manera que se crea una nueva inslan. Sr- pttr
pa natural, el n¡ño se identmca con
su progenitor, tomándolo como cia represora, el superyó, dest¡nado a v¡gilar y controlar el vc.
modelo e ¡nterior¡zando sua pre:' sl, r l)
ceptos.
G'sociedad pasa por un proceso parecido. En un primer ntotner)lo,
los hombres viven en estado de naturaleza, entregados a sus impu¡. [.l.r,e ,
sos más prinnrios. Ninguna norma o ley les coarta o l¡mita. Ah¡:ra [ien.
dado que estos ¡mpulsos son idénticos en cada indivicluo, se pmlu
tir¡lsi,-
ce un conflicto permanente difícilmente cornpatible con la supervi. r,lArl,
vencia. A la larga, el ún¡co que puede disfrutar de los placeres que
todos anhelan es el iefe de la tribu, que, para conseguirlo, mant¡erÉ
COI
a¡,IiL\
esclavizado al resto. La fuerza pulsional lleva a los hombres a reve. Ast pr.

larse y a matar a este jefe poderoso. Una vez suprimida la autoridad


el sentimiento de culpabilidad y la consc¡enc¡a de que, sin control rr¡ ü. (ll.ltit i

mitación, la supervivenc¡a es poco probab¡e, mueslran la convellim. i .i


c¡a de normas. Así es cómo nacen la sociedad y la cultura. Es decr.
t se establece un s¡stema de convivencia reglanlentado por normas qu? c li¿
limitan la libertad, pero que, a la vez, garant¡zan ta segur¡dad. eljqer
L iSI
Veamos este paralel¡srno que se produce, según Freud, entre la for.
mación de la personal¡dad ¡nd¡v¡dual y el proceso d3 constfuc¡óú
v4t
social.

Estado ¡n¡c¡al Confl¡cto con la autor¡dad Superadón d,ol conñ¡cto Flque


.MdeberB
I
. Complejo de Edipo. Ol¡o at
I
.
I
Estado final
. lnd;yiciuo ¡raduo.i
I c. ,ie
o
J . lmpera el princF progenitor del nismo scxo
Superac¡óri del comph& cb Ed-
po. ldeniificac¡ón con el proge-
ii{c:
:9 cm consr*:rfia ro.¡
() porque consl¡tuye un fival n¡lor del mismo s€xo e interi(xi- ra,ycapazd€sl&;
G
E
t fro c,e dacer que compiie por ganarse la zacion de sus noñtas. Apririn lizar sus impubc!
sAan
. Dorn¡na d dlo atenc¡on # otIo gogenitor.
o primarios.
del superyó.
1
Cc' ¡O
.) .ModeM é-aa
! . Bebefon cooFa h ¿r,1t lad. . Senümic¡¡to de culpat ¡ijád por . So!.iedaC ssgura
o ,. io ¡rei
o o . krpe-ad giTiñ I E odo y la ávija i]C:á d jele la n¡uerts dcl iefe. Aceptac¡ón pac¡f¡ca. Se sacr¡ñ.
(.) o é h üa por serd úico q.E de las ñor¡¡as y restt¡cc¡ones,
I
o. o .
de d.acer t

Puede saüf,arrer sJs dese6. y respeto llac¡a Aparicón


can cuotas de l¡b€r-
tad para g6nad¿s Et man.]
Dom¡na d cG incitan a sl, as€siráo. de la civilizac¡ón."l¡as. seguridad- VC¡
pa'a I

350

-:¡
'*:-.!
Y l

v
b El malestar en la cultura
¡rrgto de .No nos sentimos cómodos en nuestra c¡vilización del presente'" Es-
tas palab!'as de Freud expresan el desencanto
que le producía el he-
,hora bien,
que
rrrll) psi- chode que ia cultura fuera incapaz de contribu¡r a la felic¡dad
no ha
'raramenle todo ser humano busca. La cultura, inc¡uyendo ahí la lécnica'
un
rtLpreta- incrementado el bienestar de !a human¡dad' Ha D!'oporc¡onado
gran número de objetos. pero no la ha hecho feliz ¿En qué consis-
halla en su li-
v
onaclo de
L este malesta, y cuál es su origen? La respuesta se
hro El malestar en la cLrltura, publicado en 1930'
rr¡vcllr- valor cultural" o, como diríamos nosotros' la
lu !.;i¡l' SUS "La felicidad no es un
proporcionar fe-
,ji,.3-.¡¡1r"- sociedacl y la cultura no se l)roponen como obietivo
licidad a ius miernbros. Y es que es inherente a la
cultura sust¡tuir
r. ii nece- real¡dad' Esta sustitLlción
el princ¡p¡o de placer por el princ¡pio de
:aVírcio- pr¡mar¡os'
genera malesiar, pues se reprimen los impulsos más
., rr.rlidar'j, es-
óorno ya hemos comentado, s¡ tcdos diéramos rienda suelta a
,- Y,¡rria d¡fícilmente
tas necesidades, se produciría un estado de inestab¡lidad
t,*.tlí)f ¡- a reprimir tanto la
,,¡l'!1.:tar,, soportaOle. Por eso la sociedad se ve obligada
El puente de h¡eno, deMax Beckmann
agresividad de sus miembros como a canalizar' convenientemente'
srrs pulsiones sexuales Activida-
des culturales como el deporte, el Técn¡ca y fel¡cidad
baile o la creación artistica son me- I
a cubr¡r. S¡ no exist¡era el fenocarril,
can¡smos sublimadores rle estas Porque podríamos ob¡etar: ¿acaso no
constituye uñ logro pos¡tivo de placer, que permite superar las distancias, el I
,;!rorltr- pulsiones, o sea, formas social- n¡ño nunca tendr¡a que abandonar la
un innegable aumento de la sensación L

mente aceptables de desv¡ar o poblacióñ naial Y, Por lo lanto, tam-


I
v
.,re:; (ltlt: compensar los impulsos primarios'
de felic¡dad, el hecho de poder escu-
char lantas veces como desee la voz poco tendriamos la necesidad de es-
I

rr-iiene del h¡jo que vive a centenarcs de ki- cuchar su voz Por teléfono. Y s¡ no
Así pues, resulta inherente a la cul- ex¡stiera la navegación transoceánica,
lómetros de m¡ lugar de res¡dencia? ¿O
lura sustitu¡r la satisfacción inme- que m¡ amigo me comunique, inme- el am¡go tampoco habr¡a emprend¡-
rt¡iri;lrl d¡atamente después de haber desem- do el viaie marilimo y yo no necesita
diata por una satisfacción retardada
rii¡, 1 , ri li barcado, que Fra sobél¡evátfo bien el ría eltelegrama para apac¡guar m¡ste_
,llrrii-'l v encub¡erta. Ahora b¡en' cuando mores. ¿De qué me siNe Ia reduc'ión
largo y penoso v¡aie? ¿Acaso no tiene
esto se exagera Y una determinada importanc¡a que la medicina haya con- de la mortalidad ¡nfantil si, precisa-
:

l -: !r :, r,
c¡v¡l¡zación se vuelve represiva en
I
segúido reducir tanto la mortalidad ¡n- m€nte por culPa de ello, nos hemos de
r'V,¡ue fantily et riesgo de ¡ntecc¡ón de las par- reprim¡r a Ia hora de engendrar crialu-
exceso y no aporta suficientes me-
I
turientas y que se lleg'Je a prolongar la ras, do modo que, a fin de cueñlas, no
canismos sustitutorios, se erirarece
media de la lcngev¡dad humana en un criamos más n¡ños que en la éPocas
r:' l.r lcr - y entra en crisis. Entonces, sLls número cons¡derable de años? Y to- anteriores al dom¡n¡o de la h¡giene,
:ii.t,Ción miembros no se sienten satisfechos, davia podríamos añadir una larga lista pero sí que nuestra vida sexual eñ el
se vuelven críticos y subversivos' de esios beneficios que hemos de matr¡mon¡o se halla sometida a dilici-
agradecer a la lan menospreciada era les cond¡c¡ones y probablemente ac-
Frerrd vivió en ttna Viena efenres- del progreso técnico y cieñtÍf¡co; sin túa en contra de ta benéf¡ca selección
firr¡ ernbargo, ya oimos la voz de la cíti-
v
¡:r' iri ' (,,
cente en iniciativas culturales y ar-
lísticas, pero mrly represiva y Ptlri-
ca pesim¡sta qt¡e nos recuerda que la
natural? Y f¡nalmenté, ¿para qué esta
larga vida, si acaba re§ultando lan pé-
mayoría de estas satisfacciones sería nosa, carente de alegrías y tan lleoa de
,iclr1"¡ tana. De todos modos, a Pesar de como aquella bar¿ta» que
"d¡stÉcción sufr¡m¡entos que sólo podemos dar la
ic carr: su análisis pesimista, fue un parti- recomendaba cierta anécdola Y que bienvenida a la muerle como una l¡-
lrtv'ars consistia en sacar en las frias noches
dario convenc¡do de la neces¡dad berac¡ón?
de invierno la p¡erna desnuda de de-
de la cultura Y la sociedad. Tal vez F@)cl, S-, El matsstar e!1la culnÍa'
baio de la manla Y, después, volveda
' r:V¡! )' to necesarlo era hallar el modo de
.:::tc",l¡.
c¿Jncil¡ar los naturales ¡mpLrlsos hu- que confirmen la idea del texto' pero también ca-
i irvar ' ' Busca otros ejemplos
7.
r',rl^a e,i manos con las exigencias Y,los con- qr" p"t" rebatir Ia idea de que la técnica ún¡camente salisfa-
vencionalismos soc¡ales. Este era'
"o" "i*.n
ce necesidades creadas por ella misma'
¡ara Frettd, el qran reto del futuro-

351
15

3. La respuesta existencialista
H'¡ss
lir l'rr:i
El ex¡stencial¡smo es un mov¡nl¡ento f¡losófico que nació en el nrarco It ¡ ,r'
de una Europa desgarrada por la vivenc¡a, repet¡da, de la guerra. [rr f le¡,qri r

este marco, el hombre se contempla y se ve contingente. frágil. frrrr- ¡ir, F

a
to, afectado por situaciones absurCas, pero, a pesar de to(lo, lih{,. los¡{i(
al:)..1'
3.1. Los precedentes
la e:;c¡
El mov¡miento existencialista puede cons¡derarse Una confluencia
de factores díferentes. El contexto h¡stór¡co, marcaclo por una Eu-
ropa destrozada, tiñó de pesimismo la reflexión filosófica. l_a des. \
confianza hacia las filosofías abstractas prcpició el surgirnienlr¡ de
planteamaentos que se acercan a lo concrelo, como la obra de Nielzs.
Sóren Kierkegaard (1813-1855) tuvo úna
v¡da atorrientada y d¡ficil que no se debe che, que ya hen)os v¡sto, o la del danés Kierke€taard. a la que aten.
desl¡gar de su pensarn¡ato filGófico. para deremos seguidamente. Tarnb¡ái fue decis¡vo el desarrollo de ull nÉ-
é1, la ex¡stenc¡a auténtica se da en la
v¡veñcia de ¡a atsurdidad y en la angustia
todo adecuado a las nuevas inquietudes.
que provoca la n¡h¡lidad humana ante la
incerl¡dumbre de la existenc¡a de Dios. Kierkegaard, la existencia individual uir¡:i
- Só€n Kierkegaard meditó sobre una sene de lemas que, posterior, l i t, r,
mente, fueron fuente de re[lexión para los pensadcres existencia-
l¡slas. De entrada, se al¡ó, l¡losóf¡ca y v¡talmente, en contra de tú(jo ¡,i lr,,.llr
lo que fuera especulación y abstracción y, por lo tanlo, olvidar¿ la
existenc¡a real del ind¡viduo concreto. S¡n enrbargo, constató que nc l¡rrr it
8. Después de ¡eer el texto. indica
todas las persorias v¡ven uira existencia aulé¡ttica; t UCllos se lrar
la ¡dea que comparten Ulamu-
cionan a sí misl os buscando la co,nodidad y la feliciclad, huyerr.:..r
l).
no y K¡erkegaard. prrfqr r
de cualquier preocupac:ón. únicamenle aquellos que se enlrentan a l(,c :.i,,
la angust¡a y el sin-sentidc de la prop¡a vida viven valetosa;nenhi
Hotno sum: nih¡l hu¡nani a me al¡e- ! lir;r,lr1i.
num puto, diio el córnico lat¡no. Y tienen una existencia auténtica. Sobre esta exper¡encia vale la pena ne!,.11;'
yo dina rnásbteni. nultum hoilinem med¡tar, y sobre esto tendría que tratai la f¡losofía. golar
ane al¡eflJm p)toi gy un homt¡re. :

a ningún otro hombre est¡mo ex- cúr ll]5i


traño. Porque el adjeti\to hu¡nanus
Unamuno, el sentimiento trágico de la vida
me es lan sospechoso como su Miguel de Unamuno (1864-1936) fue un gran
suslanlivo abslracto humal¡i¿as, la El ¡¡!,{..
admirador de Kierkegaard. Incluso apren-
humanidad. Ni ¡o humano ni la hu- a no,..¿n
man¡dad, n¡ el ádjetivo simpte, ñ¡ et
d¡ó danés para poder leerlo. S¡n embar-
go, las co¡ncidencias y semejanzas en- res¡¡{a
sustantivado, sino el sustantivo
concreto: el hombre. hombre de
E¡ tre uno y olro pensador no restan ori- esc',ajj
carne y hueso, el que nace, srfrc y g¡nalidad ni mérito al l¡lósofo español. de:rrll
muere todo muefe-, el guirrios
-sobre
que come y bebe y juega y du€rme
Aspectos como su reivindicación dei
hombre real, de carre y hueso, como ¡ se -la
y p¡er¡sa y qu¡ere, d hombe que se .t
ve y a qu¡en se oye, el herma¡o, el ob¡eto de refertin fbsófica, o corm cac¡]ol.
verdadero herñano. la concepc¡ón trágica de la ex¡stencia
Hels
[.,] Y este hornbrB concreto, de cár- humana, no demuestran que Kierkega-
do il¿or
ne y hueso, es el suieto y el supre- dl) iI1
ard fuera su maestro, sino, corno el p¡o-
rio objeto a la vez de toda fitoso-
pio Unamuno afirmó, su .hermano intelec- L.,
fía, quiéranlo o no c¡ertos sed¡cen- - xi
tes f¡lósolos. tual.. Al ígual que Kierkegaad, cons¡deró que du.
la angustia üt¿d nace dei anl,.elo dc todo ser humano
Una.lruno. M.. |}fr perdrrrar des-
*l sentimi,,to @ico.b ta e*A. pués de la muerte, de su neces¡dad y ims¡a de inmortalidad, consta} :l:.
temente cuestionada por la incerlidumbre anle la existencia de Dirx.

352
I
i
n
\r
v I
I lr tr 15
Husserl, el método fenomenológico
:ii;ta Si K¡erkegaard proporcionó a los existenc¡alistas las princ¡pales ¡n-
tu¡ciones teóricas que or¡entaron la d¡recc¡ón y el sentido de su re-
flexión, Husserl Ies proporcionó un complejo y fructífero aparato teó-
ri3o. El alemán Edmund Husserl (1859-1938) elaboró un método fi-
losófico que mostraba el camino ¡rara saltar de la vivencia ¡ndividual
a su formul¿¡ción filosófica.

La fenomenología es, sobre todo, un método para llegar a captar


la esenc¡a de los fenómenos, pero taínbián una fcrrna de ver y en-
;oP'luenc¡a
tender la real¡dad. Aquí nos centraremos en la fenomenología como
',ril¡f,na Et:,
r.nétodo, porque es lo que más ampl¡arnente adoptaron los filóso-
,-:a- ' fl dos-
fos de la existencia; en especiai, l\4artin Heidegger, que fue un discí-
lirlr' lrri(/ (i+ pulo avanzado de Husser!.
;r Jierzs
El mélodo fenomenológ¡co de Husserl
-l
:i,lLI,r:tlen. Él método fenomenológico, como ind¡ca su nombre, erige en primera repercutió en una gran cantidad de
instancia cenlrarse en los fenómenos, o sea, en aquello que se nos pensadores del s¡glo XX, ¡ncluso en
presenta, qlre nos viene dado. Eslrictanrente, los fenótnenos, según muchos que no son ox¡stencial¡stas. De
alguna mañera, se convirtió en el ins-
Hus;serl, son los contenidcs que cada uno halla en la prop¡a cons- lruménto para explorar aquellas v¡venc¡as
ciencia. Respecto a ellos, es preciso mantener una actitud de epokhé. humanas (el amot el sent¡miento de
libertad, la angustia...) que los métodos
El término epoklré ya fue ut¡l¡zado por los escépticos para referirse a de las cienc¡as empiricas no pueden
anal¡zar ni calibrar.
la abstenc¡ón deljuicio. Recordémoslo. Epord,é signif¡caba no afirmar
-': ninegar nada, ya que es imposible conocer algo con certeza. Ésta era,
I

para los escépt¡cos, la act¡tud más honesta que podía mantener el sa-
I
t¡io. Husserl adoptó el término y lo empleó para referirse a la sus- Al hablar de los escépticos ya nos
referimos a la noc¡ón de epokhé.
pensión del .iuicio anle los fenómenos de la consc¡enc¡a. Para i
-, ,; j. poder captar su esenc¡a, es imprescindible aplazar toda valoración, 9, A pesar de que el senl¡do es-
céptico y el fenomenológico
toda discusión sobre su naturaleza y su relación con la realidad- En de-
sean similares, se desprenden
-rr,,,ltrr \_
tiniliva, la actitud apropiada es poner la real¡dad entre paréntes¡s: ni consecuenc¡as muy dife.entes
negarla ni rechazarla; s¡mplemente, dejar a un lado la preoc-gpac¡ón de uno y otro. Expl¡ca a cuáles
sobre s¡ los fenómenos de la consciencia tienen o no algún t¡po de se llega en cada caso.
correspondencia con la realidad. Ésta es la manera de acercarnos a .

ellos (a los fenómenos): s¡n preiuicios n¡ ¡deas preconceb¡das. I

cabo en la reducción fe-


El proceso de anális¡s, además, se lleva a
nomenológica. Se ha de liberar el fenómeno de todo aquello que le
resulta superfluo, hasta quedarnos únicamente con !o
esencial, con lo autént¡co. Metafóricamente podríamos
decir que esta reducción es parec¡da al proceso que se.
guimos al comernos una alcachofa. Hay que deshacer-
T sede las hoias externas, hasta llegar al corazón de la al-
cachofa, aquello que es comestible y podemos d¡ger¡r.
Har¡rs de hacer lc mismo con los fencnencs: sólo cuan-
do lleguemos a su eslado puro, pollremos captarlos y
Éntenderlos.

l.os ex¡stenc¡al¡stas adoptan como suyo este méto-


dc y lo aplican análisis de la oropia ex¡stencia. ¿Oué
"-l
hry en el corazrirr tle ¡a existencia? llay que ir reducienclo
esta vivencia, arrancando hojas, hasla intuir el núcieo. -D,
Por este carrrino ;rán Heidegge¡ Sartre y otros filósofos. ?

353
lr 15

En el seno del ex¡stencialismo hay


3.2. El corazón del Existencialismo
una gran d¡vers¡dad de tendencias: El ex¡stencialismo es una corriente f¡losóf¡ca tnuy tteterogétx':t r¡trc
I

I existencialismo cristiano, ex¡sten-


ha seguido líneas de evolución diferentes y que lla tenido d¡vets(,s
I
c¡alismo marx¡sla, ex¡stencialismo
ateo... Además, cada filósofo se representantes. Aquilrataremos de ir descubr¡endo aquellos ¿lsf)ec
caractefiza por su prop¡o talante y tos que comparten o tienen en común todos estos filósofos y r¡tte.
1.-
{ por haber desanollado de mane- por lo tanto, se pueden cons¡derar el núcleo de este movit¡rieltlo.
I ra personal esta coriente. Dado
que no podeÍrios estudiarlos a to-
dos, te los presenlamos breve-
Prioridad de la existencia sobre !a esencia .arrl

I mente. S¡n duda, los más conoc¡- Cuando constru¡rnos o labricarnG cosas (una mesa, ull jetse¡, rlc latu
dos y populares son Martin Hei- eiii
o una cabaña sobre un árbol). antes d¡señamos aqttello que qur:te ,l¡ l
degger (1889-1976) y Jean-Paul
Sartre (1905-1980), pero tamb¡én mos hacer, rellex¡onan ros sobre la función que le datelttos y solrtt-'l;i:
hay que destacar al alemán Karl características que ha de tener ei obieto. Después, ierriendD et' 1 ¡^¡ r
Jaspers (1883- 1969), a menudo ta todo esto, construimos io que nos hemos propueslo. En esios t-:¡trit, ,
opuesto tanto a tas ¡deas como a podenros decir que el concepio o la idea de lo que serán (una mllsr. rrt,
¡as act¡tudes de He¡degger. El gru-
po de los ex¡stenc¡al¡stas france- ierse),...) es ar¡terior (precede) a la ex¡stencia reai del objeto. Etr téttni'
ses es el más numeroso: Gabriel
nos filosóficos, podríamc-r dec¡r que la esencia precede a la cxistencr¡
Marcel (1877-1973), Simone de
Beauvo¡r (1908-1986), ñlaurice ¿Pasa lo m¡smo con los seres hur¡anos? ¿Cualr¡r.riet persorra es la
Mefleau-Ponty (1 908-1 96 1 ) y¡F-. realizaciórr concretü dc una esencia que le precede y le deleínir)i¡'¡
bert Camus (1913-1960), quien, Según los existencial¡stas, no. En ¡os seres humanos, el proces,-¡ s?
mag¡stralmente, supo transmitir en da completamente a la inve¡sa. El ser huÍnano, en principio, es, exrs
sus novelas la angustia y la ab- te y, después, ya veremos qué es. No ex¡ste un modelo de l¡ombro
surdidad de la existencia. I
anier¡or a los hombres concretos y del que searnos s¡mples e¡eni'
iTL ¡
plares. Cuando un ser humano llega al mundo, todavía no es na(l¡.
sólo alguna cosa que existe. La existencia es su única eseñc¡a; qui a,
I-(l
dirección seguirá, qué sent¡do y orienlación dará a esta existencra
A;:r
(dedicación a la act¡vidad médica, a la lucha política, v¡da dis¡pada.v
delictiva...) es cosa de cada uno. Para eslos pensadores, ia exis-
tenc¡a humana es pura pos¡b¡ladad, un proyecto ab¡erto que cada
uno habrá de ir construyendo. Cada persona tiene la obligac¡ón \
la responsab¡l¡dad cie etegir su propio modeio de l¡ornbre.

¿Qué s¡9n¡lica aqui que la ex¡stenc¡a precede a la esenc¡a? Sign¡l¡ca


que el hombre eorpieza por existi( se encuerrlra, surge en el mundo, y l
que después se def¡ne. El hombre, tal como lo conc¡be e¡ exislenc¡alis- !t,
ta, si no es dgf¡nible, es porque empieza por no ser nada. Só¡o s€rá des-
pués, y será tal como se haya hecho. Así, pues, no hay naturaleza hu-
mana, porque no hay Dbs para concetirla.
Sartre. J. P-. E, e¡is¿er¡c€risrrro es un huñat¿s¡¡',..
!j.
-

Así pues, son ex¡slencialistas lodos aquellos filósofos que re¡vindi'


can la pr¡or¡dad de la ex¡stenc¡a humana. Ahora b¡en, ¿qué se en'
tiende por ex¡st¡r? Ex¡s.!ir, en modo alguno, es sinónirto de ser lás
piedras son pero no existen. Y es que la'piedra, la horm¡ga o eiig-
sey no tienen n¡nguna pos¡b¡lidad de construirs6 en un proyeclo.
de deteminarse su prop¡a esencia. Únicanrcnte aqrrellos saes. co¡m
el ser humano, que se definen y construyen a sí mismo-s t¡en€, exis'
tencia. La eÍslencia, pues, no es rm esta(io, s¡no un acto, que coo'
nye.b F* sot,e ptaro az.r¿ de Barn€rsck. siste en el paso de una posibilidad a ulra realirJad.

354
15
¡o Valor del sujeto s¡ngular
rogénea que La esencia, que precede a las cosas naturales o fabricadas, hace que
t.
ridlr.liversos éstas sean s¡mples ejemplares de una clase o espec¡e. Para los exis-
rellos aspec- lencial¡stas, esto no es apl¡cable a los seres humanos. Un ser huma-
::..hi y que, no no es un indiv¡duo más dentro de un posible grupo o especie, s¡no
i)!./r.,riento. que es ¡r€pet¡ble y único. Ante una cosa desconoc¡da preguntamos:
Y "¿qué es esto?., y la respuesta es una especie (un estetoscopio, una
frula lropical); ante un ser humano desconoc¡do preguntamos: .¿quién
v es éste?., y la respuesta no puede consistir en contestar que se trata
--i'sPV Cle lana de un ser humano; lo que nos ¡nteresa saber es aquello específico, co-
r i!E, cluere' nocer !a s¡ngularidad de aquel sujeto concreto.
|"'',il¡?las
El existenc¡al¡smo ha sido una filosofía de lo concreto que ha in- La reproducción prohibida, de Magr¡tte
Iilllf r i;rJsn-
tentado captar y recoger la experienc¡a personal y exclus¡va de
c- .:; casos
cada individuo. Para los pensadores de tal tendencia filosófica, esta
¡, i llL-S¡. Un Max Scheler (1874- 1928)
',i experiencia acostumbra a ser una vivencia angust¡osa, ya que nace
i ¡r:nrmi-
del descubrimiento del carácter absurdo de la existencia humana.
r,r,.,sle¡cia

La exislencia es elección
Las cosas y los animales s¡mplemenle son. Y son de acuerdo a su
esencia, según su naturaleza: el melocotonero da melocotones, la
mcsa es y s¡rve como mesa. El ser humano no tiene una esencia, una
naturaleza. Po:'esta razón, es él mismo quien ha de defin¡rse y cons-
,r r r ':t tl:¡iia.
iruirse. Como ya hemos dicho, la ex¡stencia humana es posibilidad,
y esto es sinónimo de libertad, l¡bertad para iiegar a se!'cualqu¡er
'l.Va!:l: ail rC
. i ,; ,::
!.]ii:iá cosa, para escoger nuestra v¡da. Dicho de otra manera, la exis-
. ,V¡,irda ! tencia nos obl¡ga a escooer, a decidir qué queremcs ser-
...- t:r exis. Esta libedarl cle qus goza el ser humano l¡ene dos caras. Es c¡erto que
. ,!r,: r;il la
f)c{lcnr(rs ser lo que queramos, pero aquello que escoiamos será res- _ Nac¡do en Mun¡ct y profesor en di-
itl,--.1,-ir-)r ¡ ./
ponsai)¡l¡dad exclusivarnenle nuestra. Ya no valen excusas, n¡ just¡fi- versas univers¡dades alemanas, §js
v cac¡ones... Pese a los cond¡cionamierltos, nos hemos hecho como aporlaciones principales son la ét¡-
hemos querido. En esta elección, no obstante, el hombre se enfrenta a ca ax¡ológ¡ca o de los valores y la
'.
Y rrn lenible inconven¡ente: está solo, no pr¡ede recurri!'a nomtas, ni a pre.
antropología filosóf¡ca, disc¡pl¡na
).lrtilica de la que se le considera fundador.
\lxlo, y
: c€ptos... Esta falta de orientac¡ón y de razones propic¡a que la vida
r5le cialis- humana parezca absurda y carente de sentido, y eso produce angustia.
), i des-
:fl+li.a hu-
Max Scheler propone una ¡erarquía de las modalidades de valores y unos criterios de organizac¡ón que determ¡-
rt nan la posición de un valor determ¡nado en la jerarquía:
Jeramula de las modalidades de valores Criterios de organización
v 1. Beligiosos (sagrado-profano) . La durab¡lidad del valor. Se pref¡eren los bienes durables a los
r r:ivirlrli
efímeros o cambiantes'
ilr:jt: ?li 2. Espir¡tuales:
La mayor o menor d¡vis¡b¡lidad que posee' Los valores su-
' pr¡ores,
1..-;er lttl; 2.1. Lógicos (verdadero-falso)
como la just¡cia, la l¡bertad, la belleza..., son ampl¡os
¡J i't ¡,:t 2.2. Jurídicos (iusto-iniusto) e indiv¡s¡bles; los ¡nfer¡ores, como el d¡nero o el éxito, se pue-
2.g. Estéticos (b;lloJeo) den diluir y sat¡sfacer en vaios ¡ntereses concretos.
#, r.r¡,,, . Lá fundamentac¡ón qr¡€ s€ l€ da. Muchos valoles personales se
3. Mtales (noble-vulgar)
.- .. , ',11:;
. fundamentan en ¡deales supremos que pov¡enen de la religión.
al 4. Sensibles (agradable-desagradable)
La satisfacc¡ón que da su cumpl¡m¡enlo.
a
J 355
15
i
:
3.3. Heidegger: el hombre, t¡
ser-para-la-muerte
I lvlart¡n HeiCegger, nacido er, 1889 illessl(iic.ll, en la Selva NegÍa ale-
mana, estuvo profesionalruente ligado a la Universidad de Fribtttl¡o.
Allírec¡bió una sólida [onnac¡ór) ¡ntelcctual, b¿jo la d¡rección y arrrir..
I tad de Edmund l-iusserl- l,lo fue mo\i¡iz¿¡do lrasta m.Jd¡ada Ia a-irarr
Guerra, lo que le perm¡tio acabar sus estudios. En 1927 ¡.Irblir;ü l:1
sery e, lÉmpo (.,Sein und Zeit.), que, it pesar de estar inacabrda. sl:
cons¡dera su obra más impodante. E¡ ario siguientc fut' no¡¡rl¡ratkr
profesor ord¡nario de la Unrversidatj de Friburgo, jusio cuanrjo sc ¡r
R
bilaba el fundador de la fenomenologia.
En 1933, tres meses después de que Hitler luera elegido canciller di'l
Reich, el rector de la Univers¡Cad de Fr¡burgo fue ob¡igado a d¡tnilir y
Martin Heidegger. S¡ b¡eñ él nunca se
Heidegger lo sustituyó. Despuls de ser rector durante ,¡n año, dirn,ul,
consideró un pensador ex¡stencialisla. la lr{'.,
trad¡c¡ón filosóf¡ca ha convenido en del cargo y se mantuvo apartado de la üda ¡ntelectual y acadéntica.
lituarlo déntro de dicha corrieflle. (.), rl!ll
Desde el punto de vista político, esta elapa de su vida acabó sicnCrr
muy polémica. Y e€ que, a pesar del poco tiempo que Heidegger es-
tuvo alfrente de la universidad, su comportam¡ento fue. como nlini¡lxr. A
!L .(:
aiñbiguo respecto al nazismo y nunca se retractó n¡ se justificó por no
el¡¡rt
haberse enfrentado a las directrices lascistas y rac¡stas de los nazis.
l'(] rl'lr
Lengua¡e, pensam¡ento y ser Acabada la Segunda Guena Múndial, cuancio Fr¡burgo luc ocupado
ErQrl
El ser t¡ene su casa (vive) en d len- por el eiército aliado, fue acusado cle nazi y se le prohib¡ó ejercer
?frzat
guaje, porque es aquí donde ob- su canera docente, pero en I951 fue levantada la prohibición y se tr
Ua:,;
t¡ene el sentido. Sólo cuando pen- rehabílitó como proÍesor. la Íazón fue la gran influenc¡a y el reco-
rir¡ cie
, samos en él y rellex¡onamos se noc¡miento que su pensam¡ento lenía entre los filósofos europeos.
nos muestra su ser. Pensar el ser Sl ,S
He¡degger murió en 1976 en su b,oa¡idad natal.
es acercarnos a é1, captarlo, en- r:l9q r

tenderlo. Ahora bien, esle pensa-


mienlo es posj5¡d med¡ante y gra- La pregunta por e¡ ser likr
' cias al lenguaje; pero no grac¡as
al lengua.ie cientÍf¡co o técnico, A pesar de su estilo oscuro 7 la complejidad de sus planteanl¡enlos.
t: hcr
s¡no mediante el lenguaje pcÉtico. Heidegger ha sido uno c.le los p--nsadores ex¡stenc¡aliÍitas tllás irllú.
Por eso los poetas se conv¡erten yentes- Posiblarnente, el aspecto de su filosofia que nlás ha rel)c,r.
en los guard¡anes y protectores del cutido en sus cor'tiernporáneos es el ar¡ális¡s del ser que ¡levó a cabo
br{.
ser. A la luz de estas razones, se (;l- .i
en la oilra E/ sory el t,e'n!)o.
entiende que Heidegger optara, !{-J1
cada vez más, por un lenguaje En su filosofia no parle de la exist¿ncia personal, como era ha- tj'-r lrt
poél¡co, a¡eiado de la s¡stematici. .
bitual en los inielectuales exisier tc¡a¡istas, sino de /a prrrgunfa po,
dad y tecnic¡dad del tratado filo-
sól¡co clásico, Así lo gxpresó el e, se4 que él considera aún más fundamental. Por e¡lo Hc¡degger rllairr;
mismo autor: : se desmarcó re¡:etidas veces del cal¡ficativo cle exisfencra¿Sla $ bieo
es lnbllual vincuiarlo a óst'.), tanto por los lenlas (i'Jc ir;itó ccrn¡o Ioí
la manera de atjordarlos.
La palabra
-e¡ habla- es la casa .

del ser En su rnorada habita el


Lá pregunta por el sei, pregunta lnetafís¡ca por e;.(cc¡encia. cstá di-
hombre. t-os pensanles y poetas l
son los vig¡lantes de esta tnorada. .i recia¡lner¡te coneülada coti ot a prcgunla que pos¡bletlente s(!.r t¿
misma: ¿P<tr qué se da ert general el enle y no más biett ia nada?
Xei¿egger. M., ii
Cata soye a nma n,s¡to. ll Es decir, ¿por qué cx¡ste algo en vez de noda? Con dicha pre.
gunta comen¿aba su obra de ig35 int¡oducción a la melüfh¡ca. tb
está Heic.iegger preguntando ¡.rcr la causa del se/i de que las co. rs
ex¡slan, en un sentido ar¡stotélico, sino por el s€[tido del ser.

356
q

15
La cuestión del ser, sin er¡bargc, nir puede abordarse directamente,
iratandc al ser como s¡ ésie fuera un objeto más, si¡]o que, para cap-
tar el sentido del ser, nos vemos obligados a er(am¡nar los entes,
rJ§ra ale- pues es en ellos donde se man¡r¡esta el ser.
:, !- "turoo.
U.: Alcanzar la verdad del ser consiste lara He¡degger eh des -ocultar o
on y alnrs-
des-velar el ser que hab¡ta en los entes, reclrperendo así el sentido
i:' Gran
U que tenía el concepto de verdad (aletheia) en e! mundo griego, y
puhlicri F:/
del tlue se habría olvidado la tradición metafís¡ca occ¡dentál al
:;L]a. se interpretar la verdad como mera adecuación entre nuestras repre-
¡

-rofi]brado
sef rtaciones rnentales y nuestras percepciones-
r:r9se jr-r'
Acusa He¡degger a la f¡losofía de caer en el olvido del ser, pues la
v, verdad ya no se ocupa de é1, sino que adqu¡ere un carácter sub./et:
,t)LIleI del
vo, al apoyarse todo en las apar¡enc¡as. La trad¡c¡ón metafísica
1v rit'r v
habría caído en el error de abso/utzar los entes, deiando de adver- La conquista cbt l¡lósoto. Melal's,bá, de Giorgio
cl;ft riliÓ
'rr. tir el ser que se oculta tras éstos. de Chir¡co.
ri\-. i,:a.
La pregunta metafis¡ca por el ser coos-
Ouien eslá llamado a la búsqueda de la '/erdad or¡ginaria, es decit liluirá la preocupación fundámental de la
ta -rr)n(l'-l al desocultamiento del ser, es el hombre, qtle es un ente gue se en- fitosofía heideggeriana, como se refleia en
slrs obras Sery tiempo 11927\, Kant y el
cLanlñ en medio c¡e entes, en la medida en que es consciente de problerna de la rnetalis¡ca ll929l o
,lt¡110.
su propia existencia. De hecho, señala Heidegger que el hombre es lnt@dt¡cción a la melar3,ca ('1935)-
YtÍ úO
el único sei tlue poclemos decir que ex¡ste, pues exist¡r requiere el
reconoc¡miE\)to de la propia condición come ente.
, .,¡qi,_
En def¡nit¡va, para entender el sentido del se4 el fiiósofo habrá de em-
pezírr pi)r nual¡zar la propia existencia humana. \', ¿cómo lo hará?
Utilizañüó el n:ilotJo fenomenológico. tleiCe(lget como buen alum-
no C¿ tlusse¡! irá :'echa:3ndo y despreciando todo aquello que re-
srrlta sr rperf!ciai .rn l¿: exislúncia hLlmana, hasta llLrar al auténtico nú:
cleo de! as,-rrto.

El ser-ahí {Dasein) Ente y er¡stencia


El hombre vive entre :os entes y los t¡tiliza para sobrev¡vir. Aparece El hombre es un ente que se en-
r,: ril¡ en el mrndo colilo un set arro¡ado a! rn¡smo, y en segu¡da, al co- cuentra en med¡o de entes, de tal
li, r i(,f\iil manera qué siempre le fue Paten-
brar concir:ncia de su prcpia cond¡ción, Dasa a s¡tuarse como ser
r!-rl te el ente que él no es el ente
cuy¡. reali,:¡a(.l se estat)lece en su relación con e! resto de entes.
"t Y
que él mismo es. Uamamos a esla
lle¡deggrir sc referirá a esto diciendo qrre nilcstra collciencia nace forma de ser del hombre: ex¡sten-
, !7¡ l,¡
, del hecho cle que nos reconocemos como ser-en-el-mundo, como c¡a. La ex¡stencia no es Posible
u! t)or ser-ahí (Da-se¡n). No habla del mundo o del ahí en un plano geo- s¡no sobre la base de la com-
.
tl, gráf¡co, sino ónt¡co: hombre y mundD conforman una presencia (An- prensión del ser.
rlle!3(-1f
, yyesen) común, no se pueden afirmar por separado. El hombre, al conducirse con re-
v lrlnl
i|t¡ ) )r lac¡ón al ente qr¡e no es él mismo,
l)or el hecl¡o.le hab¡tar entre los entes, la primera relac¡ón que es-
r' J),
encuenlra al ente como lo que le
Y tablece el homhre con ellos es la de instrumentalizarlos. Y toda la sostiene, a lo que está destinado
r' r.r lll realiclarJ aparece, por tanto, ante este ser-af,/ como un lodo articu- y cuyo dueño, a Pesar de toda su
trY.¿r l,l lado: cada cosa aparece como algo de lo que me puedo servir, se
cultura y técn¡ca, no Podrá ser
nunca en el fondo. Dest¡nado al
It ',1a) const¡tuye como úlil (Zeuge), y las cosas establecen entre sí un en-
.v tramado cle relac¡ones (el cintu!'ón s¡rve para sostener los pantalo-
ente que no es é1, no es dueño, en
el fondo, del ente que él mismo es.
nes, los cuales sirven...). Los entes enlran a formar parte de una s¡g- Heidegger M.,
nificat¡\,iclarl relacional. Aquí se oroduce una primera apertura por Kant y el problema de la rnetalisica.
¡rarte del Dasei: hacia el ser de los entes: su maneiabilidad.

J
357
ll 15
Sin embargo, este ser-ar¡, que es el hoinbre descubte iantbién q '
ElAo
existen otros entes capaces de convenir los ob¡etos en útiles Des itn{,
cubre que no está solo, s¡no ql¡e hay otros Dásein- \' éstos fornlall :t.

I parte de nuestra c¡rcunslanc¡a con tanla radicalidad como el nlisnlo


mundo- Ef ser-ah,'se convierte en un s€r-ahí-con (l,l¡tdase¡n). C'otl {,ili, r'
I
ello lo que qu¡ere decir Heidegger es que la existenc¡a humana es
{ necesariantente ex¡slenc¡a compart¡da: también nosotros formamori
I
un enlramado de relaciones a través del cual se establece ntlestra
entidad. l,

Autenticidad de la existencia
En la apertura del Dasein hac¡a el mundo y los hombres, éste en todtr
momento se encuentra anle la posibilidad de ser de un modo o de
L ,tr
otro. Es en la éx¡stencia m¡sma donde el hombre va establecielrdo
''\"''
su ser: la v¡da humana es un cont¡nuo proyectarse hac¡a e¡ futuro.
El hombre, consciente de sí, vive ant¡cipándose a lo que será. Su ser ierer¡r
consiste en un pre-ocuparse, a través del cual divisa su pura terl- l
poralidad. ir¡lar:

Eriésta élección constante que es la v¡da humana. el hombre ¡luede qui(}¡.


d¡mitir de sí m¡smo. Ocurre esto cuando el hombre eiecuta la posi' I
b¡lidad de adquirir un yo impersonal, que es aquel que obedece a un cxi!l€
mero adaptarse a la vitla pref:jacla por el entorno social. Supone ésta
una ex¡stencia inauténüca, en Ia medida en que el
sujeto queda engullido por lo soc¡al, hasta el punlo r;,3,,
de que lo desperconaliza y lo convierle ell objeto le¡¡iri
(lt - !r¿
La existencia autént¡ca, |x)r el contrario. reivind¡c.l
o2a]cr
la prop¡a ind¡v¡dual¡dad, la prop¡a manera de ser. No
liu,p;lrl
obstante, aPunta HeiCegger que la autenticidad de
d,..r l-
la existerrcia sólo es pos¡ble si dicha reivirrdicación
asume con plena conciencia que el seÍ liumaño es t,{r¡(
un ser-para-la-muerte, de modo que ei ployectar- (l.-s
se hac¡a el futuro, que car acter¡za la condic¡ót) del r¡uala
hombre, ha de ver necesariamente truncacia su co^ - lu,. ir€
d pleta real¡zación. carrÍl¡
L. luna-reloi que aparece al fordo marca algo i ¡
eltiempo de la üda humana, una üda que
puede sumerg¡rse eñ la inautent¡c¡dad. P 'rr

perdiendo loda capacidad de af¡rmación . Ex¡stencia ¡oautént¡ca es la existencia banal de quienes no acepian i s¡lr¡i¡(¡
personal. Cuando esto ocurre, el hombre que son un ser-para-ia-muerte / huyen de esta certeza n'iediantc ladil'l
adopla una forma inrperson¿|, como los
tracción y €l €ntrel.eni!'¡'riento. Todos aquellos que. entr€ándcs3 a l¿s'
tr. .tr
bolos o los man¡quíes. prars¡E
conversaciones lutiles, a la cienc¡a. al arte.... tratan de olvidarla verdad:
autént¡ca porque ésta ies produce angusüa y dolor no ti¿nen una sxi5. r tL,., e
tencia verdaderan'rente I rumana. to-sia
.: l< t
. Ex¡stencia auténtica es la que viven quienes padecen la ]lSVstio:o{
experienc¡a de la nada, la de aquellos que se dan cuenta de¡ hecho cg a ftl
qüe el hombre es un se¡-para-la-muerte y se enfrentan valerosamentif Per,
a ello. Es una existenc¡a clolorosa, pero hero¡ca, fruto de la compren:f
sión consecuente de ¡a radica¡ nihilidad de ¡a ex¡stencia; es d ecir,lacs,J
I
teza de que lo básico es la nada y la excepción o llama temporal, els€f.J

358

E
a I
15
El hombre como ser-para-la-muerte
E! reconoc¡mienlo de que nuestra vida es una vida que cam¡na ha-
cia un dejar-de-ser causa angustia. En su obra Pensarn,entos ya de-
cía e! racional¡sla francés Pascal: "No hab¡endo pod¡do los hombres
crrrar la muerte, la m¡ser¡a, la ignoranc¡a, han imaginado, para vol-
verse d¡chosos, no pensar en ello".

comprensible que muchos hombres tra- t/,


Por ello, dirá He¡degger, es
ten de d,siraerse de nuestra cond¡c¡ón mortal, v¡viendo sin enfren-
tarse ante tamaño acontecimiento. Reducen la muerte a un acon-
tec¡miento-futuro, pero pierden de vista su carácter de acontec¡-
miento-esenc¡al.
it¡, !cdo
r t¡t1 de
En cuanto «poder ser" no puede el ser-ahí rebasar !a pos¡bilidad de la ü
i-.c' -ndo
muerte. La muerte es la posibilidad de la absoiuta ¡mpos¡bilidad del ser- Según He¡degger, la angustia ante la
fEñrro. ahí. Asi se desemboza Ia muerte como la pos¡bilidad más pecul¡ar, irre- n¡hil¡dad de la propia existencia es lo que
r.' ' 9et ferente e irrebasable. En cuanto tal, es una señalada ¡nminenc¡a. Í...1 da sent¡do a las cosas.
!!7
,:a leu)- La angustia ante la muerte es angustia «ante" el "poder ser- más pecu-
liar. irreferente e ¡rrebasable. [...] No hay que conlund¡r con el temor de
de¡ar de v¡v¡r la arlgust¡a ante la muerte. Éste no es un sentimiento cual-
1,.
quiera y accidental de "debil¡dad. del ind¡viduo, sino, en cuanto funda-
mental encontrarse del ser-ahí, el "estado de abierto'de que el ser-ahÍ
ex¡ste como yecto ..ser relalivamente a su f¡n'.
Heidegger, [4., SerY tien¡Po.

Sólo cuanclo el hombre asume su propia cond¡ción mortal como acon-


l¿crmiento-esencial, la vida humana adquiere toda su gravedad, por-
rn,e gana la posib¡l¡dad de ser pensada como totalidad. La existen-

)
ci (lel hombrc, al reconocerse ccmo un proyecto hacia la muerte y an-
lxriparse a ella al asum¡r su posibilidad, se encuentra en condiciones de
(lolarla cle sent¡do, uniÍicando presente, pasado y.fLrturo en un tod-o.

I¿angustia que acotnpaña la cert¡dumbre de la muerte no t¡ene por i

qué suponer una existencia marcada por el miedo. Bien es cierto


(¡re 11angustia nos permite situarnos en el borde del abismo, nos si-
tira f!'ente a la nada a la que estamos abocados, y revela nuestra I

conrtición accidental (rni ex¡stencia no constituye algo necesario, I

¿:lgo que ¡nevitablemente deba darse).

Pero el hombre situado ante la Nada, el hombre que admite la po-


srl¡iiidad de su absoluta ¡mpos¡b¡l¡dad de ser, en definitiva, el hom-
bre que se sitúa en ese espacio fronterizo que separa la cumbre del
nrecipic¡o, no t¡ene por qué desesperanzarse: sólo desde d¡cha
al-
hrra es pos¡ble adquirir una vista pr¡v¡legiada sobre la propia exis-
lelc¡a y sobre el ser que lras ésta se oculta.
l.r- lsa
';lf da La anguslia es el encontrarse-fundamental que nos col¿Ea frente a la nada.
r-.ntg pro-
--y en ello se encuenlra la más
Pero el ser del ente sólo es inteligible
::
. !rr;- ftmda r¡nitud de la trascendencia- si el ser-ahí, en el fondo de su esen-
I libet- cia, se asorna a la nada.
l. !.igi Heidegge( M., i(aDt y el probleña de la metafis¡ca.

359
ldd¡-<

,,

La reflexión sobre la técnica I't, '


lil;l
Una primera rellexión sobre el papel de la técnica la poCerrros err
contrar ya en autores clás¡cos como Platón o Aristóteles. Sin enr
1,, i'.-\,
I ¡llr' ,rl
bárgo, con el advenimiento de la cienc¡a moderna y la Revolución hr
I
dustrial, désde el siglo XIX cada vez más serán los lilósofos aue
se preocupen por el desarrollo de la tecnología. Una de las obras ¡t
p¡oneras en esle sentido será F,losofía de la té,cn¡ca del alcrnán Ernsl fi d:-.r:r
Kapp (1808-1896). tlo l.¡i¡tr
A ill¡,, rr'
En 1939 una obr¿r reseñable es ia Medrtación de la técnica de Orte-
ga y Gasset, donde se presenta una v¡sión de ésta que después
lA vrr r,r i
compart¡rá en nruchos de sus puntos el mismo Heidegger:
elk,Alr
Tratan el tema desde la óptica fenomenológica, y d¡stinguen ella ll¡ (t
- la era de la técnica de la era tecnológica (s¡ bien Ortega divide
la primera ei¡ dos: técnica del azar y técnica de los artesanos).
los cons¿ructores de Fernard Léger. ljel-r,
Para Heidegger. la reflex¡ón sobre la
Consideran que la técn¡ca y la tecnología no son nrera ciencra ella. !:l ¡l
téc¡¡ca es fundamental en el camino de - aplicada, sino que poseen enüdad propia y que guardan una es-
la verdad, pues a través de ella proce-
demos a avanzar en el desocultam¡ento trecha relación con la manera de situarse el hombre en el mundo. deslat:¡,
del ser.
nav
: Coinciden en ver que un desarrollo ¡ncontrolado de la tecnolo-
!'el¿lr:i?
gía podría suponer un pe¡¡gro para la humanidad.
Er nst Kapp r ¡t)(/ ¿t

El alemán Er nst Kapp fue uno de El particular punto de vista de Heidegger se malriíiesta en su oL¡ra: cr¡ ¡)¡\er
los primero ; en dedicarse a una La pregunta por la fécnica (1954), donde relac¡ona la iemática de ofi (,, )|
med¡tación :n profundidad sobre la técnica con lü cuestión ontológica del ser. La lécn¡ca y la tec' A
la técn¡ca. C e orientación.hegel¡a- noiogia ofrecen un género de verdad o desocultainienlo del ser. Nos
,..na, rechaz;¡rá el idealismo abs-
aprox¡man a la realidad del ser, pero tanibién 3 la../ez nos io oculia¡r.
1
tracto en f¿vor de una lectura de , il,
lá h¡stoda como ra§ultado de los Dicho ocultam¡ento es nrayor en la era tocnológica que en la pre.
¡nlentos humanos de vencer las A
tecnológica. Antes de nuestra etapa lecnocientíf¡co, los invcnlo: !iÍ¡rir.i I
dificultades a ¡as que le sonete la
r

naturaleza. El hombre t¡ene que re. humanos (n¡olino de viento) se hallabarr aú;¡ muy próximos a la na- nó ír-,,
solver problemas con el espacio turaleza y su diseño armon¡zaba con cl pa¡saje. Las l,-:cnicas n,-r at:. l¡r'' l,lt (ir
(por ejemplo, lugar para viyir, des- tuaban agres¡vanrente sobre el mundo, s¡no que sinl,o¡ri¿aban con iil. ¡rtC,At
. plazamiento, etc.) y con el üem-
I, r:, ar rül
po (§stemas de comun¡cación, ra-
pidez en los traslados, etc.). En Fi-
La era tecnológica
losofía de ta técnica, de'1977, El ¡rr rt:..
En la era tecnológica lcs ir¡ven¡os se ubican en lur¡ciór. de las rig'
Kapp entiende los instrumentos
cesidades urbanas y rara vez an.¡ronizan con el entorno. Seiiala lici. ['r:c,: <i'';
como dist¡ntas proyeccionos de
lc-§ órganos. La idea no era nue- degger: descubir, translormaL acumular, repartir y cambiar son nio- gu¿f 111
v4 pero Kapp la s¡sternaüza y de- dos característ¡cos de la tecnología moderna. Se produce una rup- ddr¿lnie
sarolla: un gancho es como un tura o un d¡stanc¡am¡ento con la real¡dad ¡n.:¡edaata, pues los desñ'
dedo doblado, un plato el hueco intereses industriales rna¡rdan sobre los requer¡r¡¡entos estéticos o de la rru¡
de la mano.,, La red de fenocarril fele,A.,
ambientales.
sería una exteriorización de nues-
lras venas y arterias. Ei telqTrafo Además, la tecno¡ogia moderna fabrica en serie, pues produce co-
doe§r
lo sería del sistema norv¡oso: e: sas cuyo ser posee la fornra de oólelo dc con3urrD d¡sponible. Elob- En la de
lenguaje una exlensión del pen- jelo de consumo carece del carácter de cosa ú¡ica. La industria
samienlo; y la naturaleza del Es- esla^,r
tado una extens¡ón de.la natura- genera obietos cuyo valor sólo puede ser el valor dc uso que le pue- a las ien
leza humana ¡nd¡v¡dual. da dar el ser huma¡:o. Hay una despersonal¡¿ac¡ón d€l objeto que c4.., r_

no se daba en la elapa a:'tesanai, donde ¡os objelos llevaban else' dernostt


llo de autclr. to dr, ;l

360

EITE?
I

,15
¡11 reclama l-leidegger una vuelta al pasado, pues el regreso a la
€ra pretecnclógica no le parece n¡ deseable n¡ posible: "La tecno-
C:i -'
...- logía no será derribada y seguramente tampoco será destru¡da'. Así
l
e!es, el Dlanteamiento con respecto a la era de la tecnología debe-
ra ser; no el rje er.rfrentarse a ella, s¡no el de encontrar las condicio-
nc,s q,-re hagan posible s¡tuarla en el marco aprop¡ado.
- f.l_.r¡f'
r l;rsl E¡desencuentro que se produce entre el mundo humano y el mun-
(ro lecnológico, en la medida en que el segundo parece abocarnos
a una realidad adif¡c¡al, ha de ser superado. Para l-'le¡dege( hemos
: Orte-
de ser capaces de trascender la artific¡osidad a la que nos conduce

:
la visión tecnológica de la realidad, cuestionando stt propio ser. Por
i ello se hace imper¡osa la pregunta por la técnica: la ¡ntenogación por
¡IgUe;'r ella ha de permitirnos penetrar en el desvelam¡ento del ser. El pre-
grntar es la clevoc¡ón clel pensar, afirma Heidegger.
rü§ l.
Debemos, pues, asumir la condición tecnológ¡ca y v¡vir conforme a
10. He¡degger llama la atenc¡ón so-
|,jl .. :1 ella. Elpeligro re:iide en apl¡car este punto de vista. que tiende a ha- bre el hecho de que en la era
cer det objeto algo impersonal, sustituible, reemp!azable, pues sólo pretecnológ¡ca las construc-
ir:'|¿li dcstaca por su valor de uso, a todos los demás seres. olv¡dando que ciones humanas tendian a ar-
ira!'otros nrodos de revelación y que no todos los seres pueden re- mon¡zar con el medio, algo que

modc: el ser humano, D¡os... He¡degger interpreta no ocurre en la nuestaa. Razo-


'.,elarsc cle este
na críticamente sobre este as-
urxrs versos rle llólderlin para proponer la soluc¡ón: la salvación está peclo y elabora Por escrito tu
ei I lotenc¡ar otras formas de contemplar el mundo, como el arte, que prop¡a opinión.
;,.W. (r,. cs otío modo de la producción.
r:r .,.

v 3.4. Sartre: condenados a la libertad


,,.ll7os Sarlre nació en París en 1905. AcabaCo el serv¡cio m¡l¡tar, se esire-
¡ nri corno profesor de filosofía de enseñanza mediá. En 1938 mos-
,,t,ílC
il
tr'i su gr¿¡n talento literar¡o en la novela La náusea, una primera ex-
p¡esión del tr¡ste mcmento h¡stór¡co que le tocó vivir. Durante su ado-
le:.encia, la Gran Guena le descubrió que en su tiempo los ind¡viduos
po conlaban, que la guerra se imponía por encima de las personas.
Li lreríodo de enlreguerras no le hizo cambiar de opinión.
H I

| ':

,.fll,r Pcco después de la publicación de su novela, comenzó a buscar el len- I


,v grla¡e filosófico adecuado para expresar sus ideas. En 1943, todavía J

I rr r,) cr¡rante la Scgttjlda Guerra Mundiat, publicó su en$yo f¡losófico más


(lestilcadr,, El serylar:,áda. Dos años más t3rde, en 1945, añodel f¡n I

{le l¿r gr¡erra !./ cle las dos tlombas atómicas, pronunció la famosa con- i
v f,]rencia titulada E/ ex,stercla/lsmo es un humanismo, que acabó sien-
rler e¡ escrilo filosóf¡co más popular y más leído del existenc¡al¡smo-

l-, ( ,1, .
En la clécada de los años cincuenta, se aproximó al tf¡arxismo. Con a
Sarlre, por todas sus novelas y obras ¡:
I lil esra coriente nrantuvo i:na cDmpleja relación de amor-od¡o, debido
v lea|Úalés (El muro, Las moscas, Lá puta L
i
r I)t ¡L. ¿i las tendencias total¡tarias que ¡ba adqu¡r¡endo en la Un¡ón Soviét¡- resqÉfuo§a" A puetla cefiada, Los caninos
de la l¡be¡tad, Las ñanos suc,as, E/ d,bblo ¡.
ca. Jean-Paul Sartre murió en París en 1980; sil popularidad quedó
y el b@n Dios...) y W todos sus ensayos,
demostrada en la manifestación general de duelo por el fallecimien- recibió, eñ '196.1. el premlo Nobel de
t() del filósofo. Literatura. Sin embargo, lo rechazó.

361
I

I
I Irrr, l 15
I
II Las expresiones memorables
li Estoy anojado en el mundo, no en
el sentido de que permanezca Sartre supo hallar expres¡ones inolvidables para las ideas ex¡slen-
abandonado y pas¡vo en un uni- cial¡stas. .El hombre es una pasión inÚtih,, 'estamos condenados a
verso host¡|, como la tabla que flG' la libertad. o .el ¡nfierno son los otrcs- son una muestra de ello.
ta sobre el agua, sino, al contra-
rio, en el sentido de que me en- es una pasión inúü|.. Esta afirnlación conecla coll ¡a
- "El hombre
cuentro de pronto solo, sin ayuda, concepción sartriana de la consc¡encia. La consciencia es un re-
compromet¡do en un mundo del ¡C
c¡nio interior l¡eno de imágenes de las r.ealidades exleriores (de los
que soy enteramente responsable,
compañeros, del colcr del mar...). S¡empre es 'consc¡encia de", un
s¡n pode( por mucho que haga,
arrancarme n¡ Por un instante de darse cuenta de alguna cosa. Filosóficatnente dirÍamos que aque- {''
esa responsabilidad, pues soy res- llo que caracteriza a la consc¡encia es la ¡ntoncionalidad, el ten-
ponsable hasta de m¡ ProPio de- der o referirse a alguna cosa difetenle de si misma. Si alrancalnos
seo de rehuir las responsab¡lida- de la consc¡encia estas imágen€s o contenilos, no nos queda nada.
des. Hacerme pas¡vo en el mun-
Sadre lc expresa de esta manera: lnientras que las cosas del nlun
do, negarme a acluar sobre las
cosas sobre los Otros, es lam- do son ser-en-sr, la consciencia es s er-para-si. Es decir, en sí mis-
Y
b¡én elegirme. ma la conscienc¡a no es nada, es un Yacío que necesita de las de-

Satl¡e, J. P., El ser Y h nada.


más cosas para llenarse. Sin embargo. la consc¡encia desea ser ti,i
como el resto de las cosas, quiere estar llena, ser-en-sí. Este dc- .;
seo ¡mposible convierte a la consc¡enc¡a y al homb'rc en una pa'
- sión ¡nútil, en una trágica envid¡a de la divinidad. ,.1

libertad". En el ser humano la exis-


- "Estamos condenados a la ui,
tencia precede a la esenc¡a, lo que implica que no llay una nattl"
raleza humana que nos determine. Todo hombre es l¡bre para es-
coger su modelo de hombre. Es libre para dec¡d¡r qué quiere se(
pero, paradój¡camente, no es libre para elegir no ser libre. La ii'
i, ':
bertad, la elección es una obligac¡ón a la que está condenado y
a la que no puede renurtciat: lncluso en la abstención, ya hay elec'
ción, ya se ha optado por un est¡lo de vida. Pero todavia lráy algo
más terrible que desazotra y angust¡a a los honlbres, y cs que
no encuentran dónde lundamentar niiust¡ficar sus decisiones. No
tienen dónde afenarse.

El segundo sexo
S¡mone de Beau- En E/ segundo sexo (1949), su novela más conocida;l
vo¡r ('1908-1986), reivindrca ia íalacia intelecfi-¡al que ha jusüficádo y cof};
compañera l¡lo- denado a la mu¡er a ser el otro, el compt*Í"t ;.j
sóf¡ca'y sent¡- Si, como afirma el ex¡stencialismo, no hay üna natura'.i
mental de Jean- leza humana preexistente que determine la forma dof,
Paul Sartre, ha .
ser humano, enlonces tampoco hay una naturaleza ftq
sido una de ias menina innata que justifiqu€ la s¡tuación in¡usta &.|aq¡
novelistas y filó- rru¡ees er' la sodsid dd rprnelto. La tradcixtd crtaf}¡
sotas.ex¡stenc¡a- cia de que existe-una femir'idad caracterizada po^r-EI
l¡stas más cono- sensibilidad, la dependenc¡a; la falta oe amt¡ióóh)ifl
cidas del s¡glo. instinto protscto(.. es falsa S¡ hombrss y muier§ soq!

'
Destacan sus no- d¡ferentes cs por una razón cuttural. La €ducac¡(,rt y §l
converrcionalignos soc¡ales han cond€nado a lgin'Jrl
I

velas y sus ensayos en qus deriende y re¡vi¡d¡ca el va-


I lor, la d¡ gn¡dad y laJgualdad de la mujer. Es una de las al cstrac¡snÉ intelectual, laboral, ecoñómico y culürf,
figuras ¡ntelectuales y l¡terarias más soblesal¡entes de Una vez se es consc¡ente de que tanto la rnuier c9r¡l
¡a Francia del siglo )C(, y tambih una reprEsentante em- el hombre tienen I¡bertad para escoger su Oodqo dg
l
blemát¡ca y coherente del movimiento lem¡n¡sla con- vida, es hora dc que la mujcr r€iv¡ndiquo'su lugar oif
I
el mundo y luche por dejar de ser el segundo s€xo.'fl
I tsmporánoo.
,:d
¡
362
ET

tt t 15
Segúrr Sartre, no hay normas ni valores absolutos' Cada ser hu-
,nno qru r" como hornbre, que realiza su proyeclo de
"onotruye
-:(;le!r- vida, crea sus propios valores. El hombre, además de ser un va-
por la
lír!,S a cío, una nada que ansía ser-en-sí, está rodeado también
rjlll Dada. No hay en su hor¡zonte norma ni precepto
que sus
alqunos Conde poder suietarse. Esto hace
ir ¿7-{r lá y vivan como
dec¡siones carezcan de sentido se
actos gratlitos que le producen una dolorosa
an- (
,, 1tríros
^ gustia, pues, a pesar de todo, él será el único res- ;r{¿
rl
v l rrt
ponsabte de lo que realice Esta falta de normas
liJ
i9 aqlle- está permitido' que todo
l,
iarece implicar que todo
iyjn- vale; sin embargo, ello no impidió el
compromt-
rcal¡os las injustic¡as y
vital y político de Sartre contra ¡
r
so
1a¡.da.
desigualdades.
E! trlun-
r:¡rlis- son los otros"' Cada uno de noso-
- *El inf¡erno
es un su¡eto, una persona irepetible
que tcma
: l¡'- Ce' tros
subietivi-
,:r&lser inicialivas. Pero ¿qué pasa con nuestra
los demás' /
sr^ (te' cad cuando nos encontramos con
En la mira-
,rrl7pa- c uando cruramos nuestras miradas? ni
de unos EI hecho de que no ex¡stan valores
da se manifiesta el intento de dominación normas oue iuslil¡quen nueslras dec¡sio_
al otro a o bieto. Por
respecto a los otros, el intento de reducir nes no siqnifica. para Sartre, que todo
!
o en un autohús do s sujetos comportamiento sea igual de valido
su
eie!'nplo, cuando en un ascensor sll apoyo a los
ésta se mant ¡ene has- comoromiso potitico,
mantiencn la n]irada, comienza la tensiÓn; movimie¡tos estr.¡diantiles que rcclamaban
el otro se alza como ga-
la que urlo d e los dos la baia. Entonces, su-
más libertad e igualdad social son una
nador, ha imPuesto su sub¡ etiviclacj. lnicialmente los dos eran muestra de que, m reatidad no todo está
,,_.,ti- transformado en permitido.
jetos, pero el que lra baja do la rnirada se ha
rebajado su dignidad Por eso
objeto, ha Perdido su libertad ha
y
cerrada dice: 'El infierno son
rrno rle los Personajes de A ,cu erta
los otros".
:
,,,!.j, i

Pequeñas conqu¡stas de l¡b€rtad


libertad humana Esta puede vi-
FI pensamienlo de Sartre gira en torno a la
que' estando prisionero
,ira" r"r aa, insgnllicantes decis¡ones se dice heroico
l.i"J#ffi;;
"n aremán' sartre rearizaba cada día su
;;;'";;t;áción
r-r.-la, mlnutos antes para limp¡arse los zapatos'
r )/ c4r.l- acto de l¡bertad: se levantaba unos
1946 y lue-
't 1. Lee el s¡gu¡ente lragmento de
un articulo escrito por Sartre en
' " lleve por título "M¡s pequeñas con-
r'r7)iuIa- gá .".r¡É" un pequeño ensayo que
,r it quistas de libertad''
orYe.
r C- l:ia. mismos querian okecernos nueslros
f¡rñca fuimos tan libres como llaio la
opresores. A causa de todo ello'
éra_
llL-!-1- ocupac¡ón alemana. l{abíamos per- nazl so
mos libres. Ya que U veneno
n !:r1' la rrido todos nuestros derechos, espe_
¡nfiltraba en nue§lro p€nsamiento'
cada
cialmente el de habla[ diariameote
áa-
pensamiento iusto era uña conquis-
.
.r.:s sc n mos insultados a la cara Y ten¡amos
ia; ya que una Poticia todopoderosa
¿,; ?s que callar; éramos deportados en
riú¡cr imoonia el silenc¡o cada palat'ra aca-
n masa, como trabajadores, como lLl-
:t'_'al. dios, como prisioñeros polít¡cos; en
to_ b; siendo tan val¡osa como una de-
)r Lltfno parles. en las paredes, en los dia_ clarac¡ón de pr¡ncipios; ya que está-
das gesto te-
(jal^ Ce el re_ bamos esposados, el menor
rros, en la pantalla. hallábamos
nía et Peso de un compromiso'
pugnanle roslro que de nosotros
ilYO.

363
r-.
Comentario de text o !.v

Dosto¡evski escr¡be: -S¡ D¡os no ex¡st¡era, todo es- . B la¡núe [...]esld conddktdo a cÍtda itutíttt'
taria perm¡tido-. Éste es el punto de partida del ex¡s- te a ¡nvsltar al l]€,nbre.
tencial¡smo. En efecto, lodo está p€rmit¡do si D¡os no Una ve: qi.E hay6 deñrúro bs ternr¡nos clav€ cltl
existe y en consecuenc¡a el hombre está abandona- - lexto y hayas exp¡i:ado abur¡as de las afirnacio
do, porque no encuentra n¡ en sí n¡ fuera de si una po- nes contenidas en é1, s¡ntetiza las ideas princ¡
s¡b¡lidad de aferrarse. No encuentra ante todo excu- pales en ur, resunen b,,eve y chfo. I
sas. Si en efecto la ex¡stenc¡a precede a ia esenc¡a.
no se podrá iamás explicar por referencia a una na- Coñterto ¡nmcdiato dcl terto
turaleza humana dada y fija; d¡cho de otro modo, no
hay determinismo. el hombre es l¡bre. el hombre es ¡i- Este fragrne.nto perlenece a uno de los lextos ers
bertad. S¡, por olra parte, Dios no existe, no encon- tencial¡stas m'ás conoc¡dos, la co,rlerencia E/ exrs-
tramos frente a nosotros valores u órdenes que legi- te,l€idis,ino 6ú fr,manivlb. En el hallalrrcs las kJe-
:imen nuestra conducta. Asi, no tenemos n¡ detrás ni as clave de este movimiento: pr¡oridad de la ex¡s. cú
delante de nosotros, en el domin¡o ¡um¡noso de los tencia, rechazo de la creencia en una naluraleza
!¿lores, just¡f¡caciones o excusas. Estamos solos, s¡n
hurnana, reMndbacion de h libertad, ¡neludible res
excusas. Es lo que expresaré d¡c¡endo que el hombre
ponsabil¡dad del hombre...
está condenado a ser l¡bre. Condenado, porque no
Argurnenta § crees que h temática y É:l lorrc ex¡s,
se ha creado a sí mismo, y s¡n embargo, por otro lado, - lencialistas tbrm alguna relación mn los trágicc
libre, porque una vez arrojado al mundo es respon-
sable de todo lo que hace. El existencialista no cree
en el poder de la pas¡ón. No pensará nunca que una
bella pas¡ón es un tonenle devastador que conduce
-
acontecimbrtos de las primeras déc¿das del §-
Sb )C(.
Lá frase que 3r¡cabeza d texlo: "Si Dios no ex¡s-
m:^l
fatalmente al hombre a c¡ertos aclos y qu€ por con- t¡era, todo estarh fiermitilo", parece señalar quo
secuencia es una excusa: p¡ensa que el hombre es no hay n¡arEra de iuzgar o \rabrar bs acciorEs hU-
responsable de su pas¡ón. El existenc¡alista tampoco
manas. que todas son váidas (o invál¡das) cte b
pensará que el hombre puede encontrar socorro en
m¡s¡Ta n¡anera. Por lo que conoces de la vida dc
un signo dado sobre la tierra que lo oriente; porque
p¡ensa que e¡ hombre desc¡fra el signo conto prefie- Sartre, ¿consi(bras que se comporiaba conr¡ s
re. Piensa. pues. que el hombre. sin ningún apoyo ni esto fuera as¡, ccrno § todo estwi*¿ pcmi¡¡h?
socorro, está condenado a cada instante a inventar Bdaci¡rn las ileas cle Sarlre mn las ctio gan
al hombre.
- ex¡stencial¡sta, Heidegger.
u{r1

Sartre, J. P, E/ e.ristenc¡alisño es un huñan¡snto. Mirando n¡ás alla del tüxtú

: Análisis det contenido


Este fragmento que acabas de leer es un tgxto etn-
blemát¡co del ex¡slencidismo. En á ha¡larlos casi tc,-
dos los corrceptos sobre los que g¡ra la reflexión de
estos f¡lósofos y, tarnbién, algunas cte las af¡rmacio-
nes más acertadas y representativas del nueuo plan-
leamiento.
Define los sigu¡entes conceptos:
-
Existencialismo, ex¡stenc¡a, esencia, naturaleza
humana, detqm¡n¡ smo, libeftad.
Expl¡ca, respetando el sentido que t¡enen en e¡ Opin¡ón personel .t ^
- texto y a h luz de lo que hemos üsto a1 la un¡dad, El §coaÉlisb consile"a a! hontre detem ÍnaCo por
las sigu¡entes frases: fuerzas ¡nc(,ns,iienles que no cont.oLt. El ex¡sleo-
. g Dios no ex¡st¡era, tdo estaria @mitidc'. c¡al¡smo a¡¡rma que cl hombre gcza de una ccm-
. La existencia ü&de a la esetEia. pleta y angustbsa liberlad para crnstruirse. Ten en-
do todo esto on cuürta, ¿crE€s que la posir¡ón do
. Estamos so/os, s¿? excusas.
Freud y h de Sartre (c, en general, h del psicoaftá.
I . El hombre está condúado a sd libre. l¡sis y la oel ex¡st€rEialismo) resrrtan incompatiues?

I
L
I -l'f

I Recuerda lo que h AS VIS to


.lndica cuál es la actitud qüe óompart'én Nietzs provooa malestar en él horñ
h MaayF reud y qu e Ios convierte en los tres bre según psicoanalÍt¡ca?
lósofoó d'e I á éospecha.
. Explica breveinente en qué cons¡ste el mét
Señela por qué la téoría psicoanalíticá se cons¡-
sra dete:'minista
.. Comenta ¡a.idea princhal del existencia¡ismo:
.. Explica qué es, según Freud, el inconsciente y.de ¿la
-.qué mtclo actúa en la vida psíquica. existenc¡a precede a la esencia?
: .lndica cuáles son los tres agenies de la persona- . ¿Quásignifica que el hombre es un ser-para-la-
I '.' lidad. cómo se relacionan y qué función tienen. muerte?
. o ¿Qué son los mecanismos de defensa y cómo
. ¿Por qué la libertad es una condena
actúan? según
', Sartre?
'o §omentá cuál es el pardlelismg que ex¡ste entre '

. la fcrmación de la personalidad y la constitución . Exp,ica la relación entre libertad y responsabili-


.. d3.la socielad, según Freud. .. dad en el marco del ex¡stencialismo.

\/ I
a a It
El psicoanálisis de Freud fue una respuesta a un Carl G. Jung, siguieron nuevas reinterpretaciones.
v lUr ccnjunto de cuesliones que la psicología oficial de
f¡nes clel siglo XIX no sabia resolver. Hoy en dia, nu-
En el ámbito filosóf¡co, el pensam¡ento freudiano ha
ab¡erto vías de reflexión d¡versas y var¡adas. De ellas,
merosos conceptos de esta corriente, como los de destacamos aquí el freudomarxismo de Herbert Mar-
!f impulsc sexual, inconsc¡ente, represión o mecan,s- cuse (1898-1980) y Erich Fromm (1900-1980), que
i¡to de defensa, han pasad oa trató de conc¡l¡ar las asp¡raciones de ambas co-
x formar parte de la visión y
comprensión populares
rrientes con el f¡n de posibilitar un hombre plena-
mente emancipado. Así, reconocerán el r¡esgo tan-
qrre et hombre tiene de si .l
':
to de a¡¡enac¡ón soc¡al y económica como Cel olv¡-
rnismo. hrcluso cl arle, la do de la d¡mensión sexual e ¡nconsciente-
literatura y el c¡ne se
h¡n sentido estimula- En cuanto al ex¡stenc¡alismo, tenemos que señalar
Cos ar,te la posibilidad que, acabada la Segunda Guerra Mund¡al, el presti-
de hacer hablar al in- gio y.la influencia de Heidegger, espec¡almente en
consc¡ente. Como el Francia, no se detuvo, s¡no que creció de un modo
psicoanális¡s, el arte extraordinario. lndependientemente del trasfondo
surrealista buscó la li- heideggeriano presente en la obra de Sartre, exis-
U
1,,
bre expíesión de las es
truGturas más profundas 7 tencialistas y no existencialistas aceptarán su auto-
ridad intelectual. De Heidegger parte la hermenéu-
de la mente. El a:.te, según tica o arte de la ¡nterpretación med¡ante el lenguaje,
defendía André Breton en su §..' pero tamb¡én pensadores de or¡gen marxisla como
Man¡f¡esto surreal¡sta de 1924, ha los de la Escuela de Frankfurt se sent¡rán estimula-
,I de surgir del ¡nconsciente. En las obras de Salvador dos por el d¡scurso heidegger¡ano. Más allá, la lista
Dalí c de René Magritte, por eiemplo, se disuelven de pensadores ¡nsp¡rados y seduc¡dos por las ide-
las fronlcras entre süeno y realidad; esto que las as de Heidegger es exlensa: Emmanuel Lév¡nas
hace parecer irracionales e ilóqicas les da una luer. (1906-1995), Jacques Derrida (nacido en 1930), Jean-
zit rnuV sueer¡dora. Franqois Lyotard (1924) o c¡anni Van¡mo (1936).

En el áml)ito estr¡clamente psicológico, el conjun- Dejando a un lado la singularidad de He¡degger, el


to de la cl-.ra de Freud no ha const¡lu¡do una leoría mov¡miento existenc¡alista ha aportado un conoc¡-
Írerf¡larta y cerrada, sino que ha evolucionado, se ha miento más profundo de la existencia humana, de
hecho y rehecho, como ya ejemplificó su fundador su complej¡dad y su riqueza, pero también de la an-
drlrante su elaboración. A las pr¡meras escis¡ones gust¡a y el sent¡m¡ento de absurd¡dad que, a veces,
! (lel movim¡ento prolagon¡zadas por Alfred Adler y la acompañan.

365
lr

I
1,

,1 L a preocupac¡on analítica
p or el lenguaie

Esquema
E/ 1. Marco cultural
1.1 . Constante interés por el lenguaie
T
g& I
I .2. La Viena de Wittgenslein

2. El primer Wittgenstein
a
*
2.1 . Reflexiones en el frente
2.2. E atomismo lÓgico
I
2.3. E/ Tractatus logico-philosophicus
l4'
3. Russell
t
3.1 . Aportaciones lógicas
3. 2. Aportaci c nes efrbosocia/es f)l(l
'I
1., 4. El Círculo de Viena lrfi.
11
4.1. La visión científica del ntutdct
4.2. Proposic¡oncs anaiiticas y Dtopost ,'1.)i,

ciones emph icas lt;lt-.


4.3. Principios de veri{icactott
lflii5
5. El ú¡tímo W¡ttgenstein
t
5. 7. Du'spués del Tractatus t",r
5.2. Las lnvestígaciones filosóficas

s
ú Objetivos
. y
Reconocer la importanc¡a que tiene concienciarse de las nosibil¡d ades los lím¡tes
gua¡e.
del len-

. Advertir el rigor ¡ntelectual presenle tanto en el .pr¡mer Wittgenstein" como en el "último"'


. Conocer algunos aspectos de la variada creación intelectual de Russell'
por los
Explorar las exigencias lingüísticas defend¡das tanto por w¡ttgenstein Russell como
. y
neopositivistas.
.Mejorareneldominiodelusodelpropiolenguajeconstatandoyanalizandoelembrujoo
seducción que el lenguaje puede producir'

366
I
(
- r-r
i

I 7
[,.' r
1

G.
L

¡t! Bllrs,nlor
^-.r/re.

lnvitación a la unidad
\ tnenrrdo ak)rien otlserva que en realidari la filosolia
,!,) ,)ro(l,c.l¿r, que todavia nos preocupan los mismos
l¡r,l¡ier¡ri-s qr:e preocuparon a los griegos. Los que di-
-- T H
'.rrr cr;lo rlo comprenden la razÓn por la que ha de ser
.rr. [:sla r¡¡zón es que nuestro lenguaie ha persistido É
'.¡r:rl ,r sinrismo y mls desvía siempre hacia las mismas
f ,r L\ I flrtíts M¡entras ex¡sla un verbo ser
que parezca fun-
(:i(nrar como corr¡er y lreber: m¡entras existan adiet¡- lntroducción
'rr¡s crrmo iddnllco, vercladero, falso, pos,b/e; m¡entras En el siglo XX se ha manifestado una con
lrirl)k-'r'1os (le [hri() temtx'raly de ¡Jna expansión del es-
cienciac¡ón como nunca la ha habido del
¡rircio, etc.. l():; h.r¡lhres tropezarán siempre corr las mis- poder del lenguaie en lodos los ámb¡tos hrF
r!r s; rlificr¡llí|(kis: )/ r]|irarán bo(luiabierlos riosas que nin-
mános. La doble reflex¡ón de Witlgenstein
(¡nfl aCl:rri(iit)n J);rr¿{;P que l)tle(la disipar.
sobre el lenguaie ha determ¡naclo la f¡loso-
l'i,r oiro lit.lo, esto sat¡sface rna necesidad de trascen- fía contemporánea. Comenzaremos Ia un¡-
,lrr¡rirr, Vtr rltre 3l creer que ven el .límite del entendi- dad tratando de averiguar de dónde parte
Ilrr{r¡rt(, l¡l¡iiloo., c''een natufalmente que pueden vef la preocupac¡ón por el lenguaje y el mar-
r¡ r¡i:; rrll;i tk-. éi. co en que se desanollaron los estudios so-
bre el tema que han resultado más rele-
Witlgenstein, L., rlforismos vantes durante el siglo )«. En el segundo
apartado, estudiaremos las teorías clel "pr¡-
mer W¡ttgenste¡n". A cont¡nuac¡ón, anal¡-
zaremos algunas aportac¡ones de Russell
a la lóg¡ca malemát¡ca y al campo ético.
Después, s¡guiendo los aconlecimientos
h¡stóricos, conoceremos al0unas de las
aportac¡ones del pos¡tivismo lógico. El apar-
tado f¡nal está ded¡cado al .úll¡mo Witt-
genste¡n".

I
16

j.¡ l. Marco cultural


Comenzamos la unidad presentando el contexlo cultural del pen-
samiento de W¡ttgenste¡n, porque el marco histórico ya lo hemos vis-
-\, to en la un¡dad anterior. Remarcaremos el interés por el lenguaje que
,§ ts aparece en la filosofía de diversas épocas y, seguidamente, mostta_
A lll ¡¡l
remos el ambiente cultural vienés, que const¡tuyó el marco intelec-
a (i al
I
tual de Wittgenstein. '
dao r-'
'I ,|2 )
I
o
lt
1.1. Constante interés por el lenguaje
Y
tiyrit'
A lo largo de la historia del pensam¡ento, el lengu4e ha despertado el ü1.-./¡r
¿

(0
I ¡nterés de nurnerosos filósofos. Los sofist¿¡s comenzarcn a darse cuen-
ta de las múltiples pos¡bil¡dades lingüíst¡cas y del or¡gen convencio_
nal de las palabras; Aristóteles vio en el lenguaie la gran peculiari_
,il;,',
.l¡

ll(
El ¡ncremento en el siglo XX de
preocupación por el ¡enguaje lamb¡én
ta dad humana; y, tal como vimos al tratar la Edad Media, el problema
de los un¡versales giraba alrededor de cuest¡ones sobre el lenguaje.
rt
queda de man¡fieslo en las obras de árte, iO:(
en las que comienzan a aparecer signos Ahora bien, las reflexiones más rigurosas seguramenle se produ_ ¡rc I

lingüist¡cos.
cen en el siglo )«. Estas reflex¡ones han pasado por diversos cami_ rtr)11

nos, de modo que la conciencia lingüistica o el reconocim¡ento del _ si,


léngúá¡e como co,¡dic¡ón de posibilidad del pensarniento ha avan_
I /§ir ri
zado por diversas vías:
' ¡,, I

Vía etimológica ymetafísice de Heidegger: Se consklera que ha,


- blar de alguna cosa es recrearla, conl¡gurarla; por esta ra¿ón, el
i i.l
t
enguaje es .la casa del ser., lo que significa que el lenguaie es il A'
ruestra casa, que vivimos y pensamos en nuestro tenguaje. .,,i1
Í '-A ;r¡
/ía más l¡gada a la lirrgüística: Esta linea estma que el a
- Pensa- I
riento sólo tiene lugat.en el lengua;e- Con d¡versas variac¡ones,
'iaussure y Clrornsky avanzarán por esle t Ai"
S¡n amb¡valenc¡as
catrr¡rio Ce invest¡gación.
l. V ¡ de la lóg¡ca: Se busca un lenguaje estricto, capaz de expre_
E ir'
Conr.atamos que en elsig¡o XX,
- .,.te(
más ¡ue en cualquier otra épo- s r s¡n ambivalencias el saber hunlano. En estd via podemos in- iI
ca, :e ha manifestado una con- c Jir a los áutores que estudiaremos en la presente unidad: ,/V¡lt_ -- -trs
cienr:¡acióo de las amb¡gúeda- g rnste¡n, Russell y los pensadores del Círculo de Viena. ,I ¡¡ts
des I amb¡vale'rc¡as que com-
..¡lu
port, nuestro lenguaje. I
- frescubre arI b¡válencia o arfF
bigüedad en ,:ada una de las
1..t. La Viena de Wittgenstein ¡'lF f
ra¡'!
'
siguieñtes e¡pres¡ones y, una En I 167, el m¡smo año en que Johann Strauss (1825_1g99) com_ AI;
vez delectada, con¡ge la ex- poní r el más conocido de sus valses vieneses (El Danubio uO.
azul),la
pres¡ón para ,tvitar este doble vieja Viena, cap¡tal del lmper¡o auslrohúngaro, perdía sus amb¡cio-
sent¡do: nes de liderar la pol¡tica del mundo germánico; el eiérc¡to prusiano
^9,
pte:
. Mi pequeñ.J. señora, ya de Bismarck acababa de derrotar al ejército del emperador Fran-
hace fres nrases gue ca-
m¡rE.
c¡sco José. Viena perdió la hegemonía política, pero no el prest¡g¡o - -ie
.
¡ntelectual; hasta muy avanzado el siglo )ü continuó s¡endo un cen- ^es
-¡Papá,
ayer me promelis-
tro de enorme actividad cientÍfica, intelectual y artística. La
trn
le que mañetl€ jugaiamos! ioven so-
lviañana, hio, mañana. ciedad culta de la V¡ena de la época conrenzó a proclamar el de- Es.a V
. D¡cen que lan robado el rrumbam¡enlo de un v¡ejo mundo que, lleno de hipocresía, se es- ralic
banco. forzaba en mantener una ¡deolooía y unas costumbres rigidas, aquélli
cerradas y anacrón¡cas que cada vez tenian menos sent¡do.

t
368
I
a.IEI,--mr
fl, lfr, i16
gran imperio' aun-
La ideologÍa oficial vienesa mantenía la ficción de un
que éste;e estuviera desmembrando. Por otro lado, las coslumbres
en sociedad adolecían de un gran puritanismo; como denunc¡ó
Freud'
ios rígidos principios morales que se defendían en
público eran muy
Ciferentes de los pr¡ncipios que se seguían en la vida
pr¡vada'

A tinales del sigto XIX y cornienzos del XX, el nuevo espíritu cultural
reaccionó contra la h¡poc!'esía del viejo irnperio exigiendo autentici-
dad e integr¡.lad; las formas que tanto tiernpo se habían mantenidÓ
ya no valían. Veamos cómo, en diversas esferas de actividad crea-
y
tiva, pensadcres y artislas rompieícn con la tradic¡ón recibida re-
i)
chazaron todo lo que aparecía como degradac¡ón moral:
,rt¡\fo el
tE a!t- Periodisrno: El per¡od¡sta y escritor Karl Kraus fue el impulsor más
- destacado de esta nueva exigencia de moralidad; con un riguroso
r1lellCIO-
:C. lri- tenguaje periodístico crit¡caba el ellgañoso y corrupto lenguaie de
ilblema !os políticos del momento. Estas aspiraciones de integr¡dad ¡nflu-
yeron en el joven Wittgenstein; cuando se preguntaba: "¿Qué ten-
go que hacer para mejorar el mundo?", hallaba la respuesta en los
libros de Kraus: "Simplemente, mejórate a ti m¡smo"'

Ps¡coanálisis: Sigmund Freud denunciaba la hipocresía de la so-


,i -
.l 1 ciedad vienesa y creaba una nueva concepción del ser humano y
de la sociedad.
il

- Arquitectura: Adolf Loos declarÓ la guerra a todas las formas


de ornamentac¡ón en arquitectura y decorac¡ón; sus innovadoras
' construcciones fueron austeras y funcionales.

Pintura: En 1897, Gustav Klimt se separó de la llamada Acade-


- nria de Viena y, bajo el lema 'a cada t¡empo su añe, a cada añe
It'¡C-r
su libertad., inauguró un nuevo estilo pictórico: los murales que
le encargó la Univers¡dad de V¡ena escandalizaron tanto por la
elección de sus contenidos como por la téinica empleada'
E/ ¿¡eso, de Klimt.

Música: V¡ena atraio y acogió a grandes músicos, como Johan-


- nes Brahrrs, Gustav Mahler y otros. S¡n embargo, la verdadera re-
I
l

votución en este campo fue protagonizacla por la música atonal


cle Schónberq. Éste se alejó de los gustos musicales predomi- I

nantes en Viena, que veían en la música una expresión sent¡men-


tal; para é1, el composilor es prior¡tariamente un lógico del'son¡-
do, considera que en música no hay forma sin lógica y que no hay
rrl -:, lógica sin unidad. Su música dodecafónica. mús¡ca atonal' re-
'
.'reserltaba 'Jna ntleva respilesta ai afán de autenticiCad'
,l:, - C¡enc¡a: También en este camPo se seguía un proceso de gran-
. .ri :tr ,
clcs ¡nnovaciones; el fÍsico Lud\,\'ig Boltz!'nann y el fís¡co y fÍlósofo
Ernst \4ach etan sils principales repíesentantes' '

Esta Viena, todavÍa capital Je un imperio, const¡tuyó el marco


qultu-
rat de Ludv/ig Whtgensle¡n 0 889- 1 951). Y esta Viena fue también
y
aquélla en la que nac¡ó en 1902 Kar: Popper' filósofo de la ciencia La obra de Klimt rePresentó un gran
caml)io en el ámbilo artístico.
crilico de las sociedades rlerradas.

369
r, 16

2. E! primer Wittgenstein
La filosofía de W¡ttgenstein está muy vinculada a su v¡da. De
he
cho, defendió dos visiones filosóficas diferentes que han permitido
hablar de un pr¡mer Wittgenste¡n y un último W¡ttgenste¡n.
En este
apartado exploraremos la primera parte de su v¡da y su obra, la
del Wittgenstein que compartió y desarrolló el atomismo lóg¡co de
Russell y escribió el Tractatus log¡co-ph¡losophicus.

i
2.1. Reflexiones en el frente
I Ludwig Wittgenstein, hiio menor de una de las lamilias más ricas
de la V¡ena ¡mper¡al, nació el 26 de abril de 1gg9. Sus raíces fatni-
liares eran judÍas, pero tanto él como sus hermanos fueron baut¡za,
I LudwigWittgenstein(1889-1951). dos en la fe catól¡ca y educados como miembros de la alta bu€ue- (lt i¿tr r,
I
sía austriaca. Su padre era uno de los ¡ndustriales más poderosos
del ¡mperio austrohúngaro, que en lggg se retiró de los negocios y f¡t,iil,lt
transfirió todas sus inversiones a valores extranjeros, especialrren-
te norteamericanos; su fortuna no hizo más que incremenlarse. f iriur;r
.Por otro lado, la mansión de los W¡ügenstein lt. ). :.

en Viena era un pala-


cio cultural; el padre siempre fue un generoso mecenas de ¡as arles lr¡¡,rl
que favoreció las nuevas visiones artisticas.

Principia Mathematica Ludwig fue nratriculado en ia Á'ea/sct uie de Linz, una escuela téc,
n¡ca en la que destacaba la í9tmac:ón en matemátrcas y física. Fue-
Este es el lílulo de la obra que es-
cribieron conjuntamente Bertrand ron ar'ics de estudios en los que se sint¡ó fjrofundarrlente desgr¿cta_ :§:
, Russell y Alfred Whitehead, en la do. El suicidio siempre fue una tentacióir en su virla; tres de sus he, tefirx
q,Je intentarcn demosb-¿r que todo manos se suic¡claron, y también se habia suicidado el pensador O[o O'-,,J3
el corpus lóg¡co y la matemát¡ca Weininge¡ uno de los autores más valorados por Wittgenste¡n. torryr.
p.ira pueden deducirse a partir de
Una vez acabados los estudios en Linz. y nrovido por el sentido del ca íie I
unas premisas lóg¡cas básicas. La
validez de estas premisas básicas deber hacia su padre, W¡ttgenstein aceptó rnatr¡cularse en la Escuela tlA¡¡
tenía que ser evidente e incuestio- Técnica Súper¡or de Berlín para estudiar ¡ngeniería; después de dos puede
nable. Para real¡zar este intento de cursos se volcó en el estudió de la aeronáutica, pero no tardó en dar- qr'lgt
demostración, se utilizó el s¡stema
se cuenta de que lo que prefería de estos estudios eran los plantea, Pryr
simból¡co ideado por páo, crea-
dor de un sistema de signos ---los m¡entos matemáticos. En 1909, cuando tenía ve¡nte años, conoctó anlcs (
: signos de la lógica-.que nos per- el traba.¡o del matemát¡co y lilósofo Bertrand Russell. (y{ttr
miten fomular cualquier proposi-
La lectura de la obra de Russell fue un h¡to decisivo en la vlda de largos
c¡ón lóg¡ca o matemática sn tener
que emplear el lenguaje común, Wittgenstein; le ale¡i de la aeronáutica y le decid¡ó a ded¡carse a ta a ''lr;
. que contiene ¡mprec¡siones, ex- filosofía. En I g.l I ya había visitado en Jena al filósofo y matemát¡co donar l

presiones ambiguas... . ., Gottlob Frege y tamb¡én había ¡naciado su amistad con Russeli, que to1í¿
Wittgenstein asumióla búsqueda acababa de redactar, .¡untamente con Wh¡tehead, su g ¡an obra pnn- .A co
oue
de unas proposic¡ones lóg¡cas de c¡pia Mathematica. q(. ra
validez irrefutable y también acep- coRo t
El estímulo de Bussell fue determinante para W¡ttgenstein- Agotado
tó la simbológía que DermitÍa ex-
I

presar propos¡c¡ones sin recunir al por el esfuer¿o que le había supuesto la redacción de los princip{ Por «ii'.
I
lenguaie ordinario (por ejemplo, la Mathematica, Bussell indicó a Wittgenste¡n que quedaba balo su res- m\a
s¡mbdogia l€¡ca de la propcxíqión : ponsab¡lidad dar el .s¡gu¡ente gran pa$ en filosofía.. Este
reto re en una
.s¡ quiefo, lo haré, es p+4. presentó un grado mayor de ex¡genc¡a para W¡ttgenste¡n, que,
en (al iár
1 contacto con Frege, Russell y Moore, buscaba propos¡c¡ones cqa tor. en
val¡dez resultara incuestionable. r¡o.clr
I
I 370

m
'n
|, r 116
15 de septiembre de 1914

Ca -De he- Anteayer escenas terribles, casi


todos estaban borrachos. AYer
' dtr¡n¡tl¿c volvimos al Goplana, que ha sido
in,rn es:e llevado al Dunaiec. No trabaié ni
;u!r¡ra, !a ayer ni anteayer. Lo ¡ntento inút¡l-
: lr' ',ro de mente, mi cabeza no entendía
nada de todo aquello. ¡Los rusos
nos pisan los talones! Estamos ¡n-
creíblemenle cerca del enemigo.
Estoy muy animado y he vuelto a
trabajar. Ahora cuando meior tra-
- bajo es pelando patatas. S¡empre
lnis ricas
me presento voluntario para esla
icülarni-
f tarea. Para mí sign¡lica práctica-
t.r ,litiza-
mente la misma cosa que Para
-allrrg' t6- Cuando estalló la Gran Guerra, Wittgenste¡n se alistó en el eiército
Spinoza pul¡r lentes. Con el alfé-
)o."rosos austr¡aco como voluntario, ya que creía que la experienc¡a del en- rez me he comportado más fría-
v.
¡-ógoCl()s y tenlarniento con la muerte perfecciona y enaltece al hombre. En 1915, menle que anles. ¡Coraje, de to-
er 'r rlgrr- en las tr¡ncheras, en med¡o de! peligro y del dolor. concibió la teoría das lormas! ¡Mientras el gen¡o pro-

litIse. figurativa del lenguaje, por la que se considera que representación y tector no me abandone...! ¡Dios
realidad comparten una misma estructura. Al mismo tiempo, llegó a está conmigo! Ahora se me Pre-
-r ivpala- la conclusión de que las verdades éticas y rellg¡osas no pueden ser
sentaría la oportunidad de ser un
r las añes hombre muy firme, porque me ha-
expresadas en un lenguaje que se dirige al mundo, sino que ún¡ca- llo cam a cara ante la muerte. ¡Que
rnente pueden manifestarse med¡ante los actos tle la propia vida. el espíritu me ilumine!

A punto de f¡nalizar ese año, ya disponía de una primera versión .16


de noviembre de 1914
del Tractatus tog¡co-phitosophicus. Sin embargo, no tuvo acabada la
redacción l¡nal hasta 1918. En el Prólogo asegura que el l¡bro trata El inüemo comienza a dejarse sen-
Ayer rec¡bí una amable Poslal
de los problemas filosóficos y muestra que la manera de plantear es-
t¡r.
de Ficker. Aparte de esto, algunos
ios problemas depende de la buena o mala comprensión de la lógi- d¡cen que la tripulación del barco
ca de nuestro lenguaje. Según Wittgenste¡n, el sentido del libro pue- se ¡rá de aquí, ya que durante el ¡n-
o rlr:l
de formularse del s¡guiente modo: "Lo que se puede llegara decir, . v¡erno no pueden util¡zarse los bar-
:rlela
priede decirse claramente; y, sobre lo que nb se puede hablar, hay cos. ¿Y qué será de mí entonces?
r do:¡ Oimos los fuertes cañonazos que
que guardar silencio".
c'lar' nos d¡sparan desde las fortifica-
ltea- Poco antes de acabar la guerra se incorporó al frente ital¡ano- Días c¡ones. No he trabajado mucho.
antes de f¡rmarse el arm¡st¡cio, med¡o millón de soldados austriacos Hacia el anochecer a la c¡udad-
oci(i
Una vez más n¡nguna clar¡dad de
(y Wittgenstein entre ellos) fueron hechos pris¡oneros; a ello siguieron
visión. i¡¡Aunque es tan ev¡dente
.',Y;r rit, largos meses de reclusión en un campo en Montecassino. De vuelta que me encuentro ante la soluc¡ón
a Viena, sorprend¡ó a famil¡ares y amigos al tomar la decisión de aban- de las cuest¡ones más Profundas,
;ilr ,:¡ lir
v
It, ll:, rli 'r ) donar la filosofía y convertirse en maestro de enseñanza primaria' Y que cas¡ me esloy dando de nar¡-
toda\,ía fue más sotprendente su renuncia a la herencia familiar, ya ces contra ella!!! ¡Y en este preci-
riile so momento mi espíritu está sen-
,l¡rc consideraba que no era deccnte valerse del privileg¡o de una ri-
cillamente ciego para poder verla!
queza heredada. Creía que sólo deshaciéndose de la fortuna -!al y Tengo la sensac¡ón de encontrar-
como h¡zo ccn rap¡dez- podría llega:'a ser él mismo- me a la puerta de la SOLUCIÓN,
..li :irrh)
pero no logro tener suficiente cla-
ü',,,., Por d¡ve¡:cs f-,roblernas, el L"acfatl,s no fue ptll-l!¡cadc hasta dos años
ridad de visión para poder abr¡r
nras lar.le de su redacción final, y no en lcrma de libro, s¡no incluido esta puerta. Es un estado curiosí-
.V, r., cn una revista. Hasta 1922 no se hizo una ed¡ción autónoma bil¡ngüe s¡mo que nunca hafría sentido con
lalernán e inglés) y, aclemás, con una lntroducc¡ón de Russell. El edi- la ¡ntens¡dad de ahora.
tol en vistas del riésgo económico del ensayo, cons¡derÓ necesa- Wittgenstein, L., Dia,bs secretos.
rio incluirla. dado el prest¡gio de Russell.

371
2.2, Elatomismo lógico 2" q
En su primera época, W¡ttgenstein aceptÓ y desarrolló la concepc¡Ón L l 7r. ¡r l.il
de Russell llamada alomismo ldgico- Por su parte, Russell la había fluitl,l¡',-
creado ba¡o el impulso de George E- Moore (1873-1958). Moore s¡m- c¡t¡ra, ci a
patizaba con las tesis empiristas y acostumbraba a analizar las pro- tid<¡1tr
posiciones ¡dealistas intentando demostrar no tan sólo su lalta de
sent¡do, s¡no también que a menudo ¡ban contra el sentido común' rI:i\::
Así, puede dec¡rse que Moore acercó a Russell al análisis del len- ello,
¡'.r
guaje como forma de resoluc¡ón de los problemas filosóficos. As¡. iír lai
Por otro lado, los intentos de Gottlob Frege (1848-1925) de reducir la
nionn,r
te, (itlr: /
matemática a lógica condujeron a Russell a continuar tales invest¡ga-
p",t...,
ciones y acabar convirtiálclose en uno de los fundadores de la lógica
matemática actual. Wittgenstein aceptó las tesis de su maestro Russell
."1",{:
Composición en amaillo, to¡o y azul. Óe
aPlrr...io
y, posteriormente, fue Russell quien resultÓ inlluido por Wittgensteirl'

El atom¡smo lóg¡co pretende llegar hasta Russell consideró que los ele- Teo' ,;l
los dement6 rlis simptes que componen mentos más primarios que ccns- de $Je mi doctrina se lh-
[á razú¡
la reaüdad.
tituyen el mundo son unos ele- me atomismo lÓg¡co es que los >eg. 'l
átornos a los que trato de llegal reprg¡pi
mentos separados, unos átomos
corm último res¡duo en el aná¡sis,
proL . jir-
que hay que denominar /ógicos son átomos bg¡cos, no lis¡cos' Al-
porque se llega a ellos med¡ante gunos de ellos serán lo que llemo ducl¡(iilr
el anális¡s lóg¡co y no a Part¡r del . part¡culares. ---cosas como, lrcr cot] rr,il¡ I

examen físico. ejemplo, pequeñas manchas de Si.lr-\( i


colo( o sonidos. cosas hu¡dizas Y gua!|i, k
Realizando este anál¡s¡s lógico, se morner¡táneas-, o'.ros serán Pf} (iso-tl.
nos maniliesta que el mundo está d¡cados o relac¡ones Y erit¡dades
por el esl¡lo. Lo ¡mporlanle es que tie,ú-$'É)
compuesto por hechos o aconle-
el átorno en cuest¡ón deba ser el iina-L,rtl '
cimientos aislados, separados, es átomo del aná¡isis lóg¡co, no del
1. El mundo es todo lo que decir, atómicos, Es cisto que tam-
genis !,
análisis fisico.
acaece. eSPt:ji,,
bien hay cosas, ¡:ero lo que ocune,
1.1. El mundo es la totalidad de lo que constituye el mul ldo. son los La ñlosr,l¡a &l
Russell. 8.,
alomis/,P lógico.
reatrt
los hechos, no de ls cosas hechos que pasan con las coses. cttl¡ rr¡i¡

1 .1 1 . El mundo está detem¡nado


por los hechos y Por ser és- En el lenguaje, a cada hecho atómico le corresponde una propost- -L - rnr

c¡ón atómica. Por ejemplo: es ateniense' es una propo-


'Sócrates
tos todos los hechos. -.Qcr
1.12. Porque la lotal¡dad de los sición atómica que expresa el hecho de que Sócrates es un ciuda'
dano de Atenas. Cualquier proposic¡ón puede ser verdadera o fal
l¡\ e:
hechos determina lo que
lJ:¿tÍ
acaece y también lo que no sa; es verdadera s¡ se corresponde con el hecho que expresa, que
acaece. [...1 describe. Así, es el hecho atómico lo que convierte en verdadera o a
1.2.1. Cualquier cosa Puede acas falsa una determinada proposición atómica.
cer o no, y todo el resto de
cosas seguir igual. También hay proposiciones complejas o moleculares, conlpuest'as
por diversas propos¡ciones atómicas. Por ejemplo, 'Scrates es ate
2. Lo que acaece, el hecho, es
niense y es marido de Jantipa' es una proposición compleja o mo'
la ex¡stencia de estados de
cosas. [...1
lecular, y su verdad o falsedad depende del valor de verdad de sus
proposic¡ones atómicas.
2.04. La total¡dad de los estados
de cosas existentes es el Los hechos que componen la realidad, pues, pueden ser expresa'
mundo.
dos en proposiciongs, y estas proposiciones pueden formulars€ m
Witlgenstein, L.'
tan sólo en lengua¡e natural, sino ¡gualmente en el claro sistema sim'
Trsctal u 3 logi co' P hi Ios Ph¡ cu s -
ból¡co del lenguaje lóg¡co.

372
16

v 2.3" El Tractatus logico-philosophicus ' Las proposic¡ones


tll: la concepción fundamentales del Traclat us
El Tractatus logico-philosophicus, un libro de pocas páginas, ha ¡n-
Rldett ta habia fluido profundamente en e! pensam¡ento contemporáneo. En esta '1. El mundo es todo lo que acaece.
l5BI Moore sim- obra, el autor se pregunta qué es lo que se puede dec¡r con sen- 2.Lo que acaece, el hecho, es la
irñrzar l¿¡s pro- t¡do y qué no, y afirma que muchos problemas filosóf¡cos tienen su existencia de estados de cosas.
só.1,, su falta de crigen en malentend¡dos causados por problemas del lenguaje na- 3. La imagen lógica de los hechos
r;¡hk lo común. tural, que a veces puede resultar ambivalente y poco prec¡so y, por . es el pensamiento.
,in/ r.i¡s def ien- ello. crea confusiones. 4:El p'ensam¡ento es la proposi-
¡¡,§f¡cos. . ción llena de sentido.
Así, la labor específica de los filósofos no es la de expresar sus op¡-
5.La propos¡c¡ón es una función
'llr: reducir la niones sobre el mundo, que ya lo hace el físico; ni hablar de la men-
vqr¡tativa de las propos¡ciones
. irfes i¡vg51¡g¿-
r
te, que ya lo hacen los psicólogos; ni de Dios, ya que eso corres- elementales.
,t§í¡ la tt,gica ponde a los creyentes; la labor de los filósofos es la de ayudar a
(La ploposic¡ón elemental es una
',,.r "lro Rt¡sst_.ll aclarar las propias proposiciones y las de los demás, med¡ante la func¡ón veritat¡va de sf m¡sma.)
Ylir.3enstein. aplicac¡ón del análisis lóg¡co que Russell había in¡ciado.
6.La forma general de la func¡ón
ver¡tat¡va es fp,(, NÉ)1.
dc;lJin;r se lla- Teoría de la representación 7. Sobre lo que no puede hablar-
c.\l qu€ lcc
Según el Iraclat¿rs, las proposiciones son ¡mágenes de la realidad, se, hay que guardár silencio.
:atr) 1? lleEer
representan la realidad. Se co¡)sidera que lo que posibilita que una En el l¡bro, eslas siete proposic¡o-
) ,'\,i xnalisis,
proposición lenga sent¡do es su capacidad de representar y repro- nás, marca(ás por números ente-
n'J fi:iaos. Al-
ro-s, 3e van'desplegando en co-
rl:. ¡ell¡n:O cluc¡r situaciones. Y esto sólo puede ser pcirque las proposiciones
meñtarios y subcomentarios mar- i
.as ¡_'c.rto, p.-,. comparÍgn una eslructura común con la realidad. Wittgenstein con- cados por números sencundarios:
r_ i)¡i:'¡5 aic sidera que la estructura de la real¡dad se identifica con la del len- 1.1., 1.2., etc.
¡, !?;,icizas
.J. ran ftrr.
), guaje forrnal, que la realirlad y el lenguaje t¡enen la m¡sma forma
i ,ffrtrdacles (isornorfismo), figura o estructL¡ra lóg¡ca.
'ita¡re es (it¡e De acuerdo con esta teoría, puede afirmarse que el lenguaie es una
'r (!.a sef el
'.Jr_tú, r!() (le¡ imagen o cr radro de la realidaci y qtte la estructura o forma de la ima-
gen es ¡déntica a la del hecho pintado. Así, como si se tratara de un
espejo, el lengua¡e tiene la ¡mporlante propiedad dé repiésentar la
,¡ !:-',,'ll. 3 .
realidad. Ssta teoría isomórf¡ca o figurativa de la representación vin-
;ula mundo y lenguaje e integra tres conceptos fundamentales:
El mundo, compuesto por heclros.
'l,Ji'
-
El lengua¡e, compuesto por proposiciones.
- Relación lengua¡e - realidad
- La estructura lógica, común a los hechos y al lenguaie, y que 2-1. Nos hacemos ¡mágenes de
,,i. permite establecer la correspondenc¡a entre ambos. los hechos. [-..]
2.12. La imagen es un modelo de
la realidad. [...]
Mun Lenguaje 2.15. Que los elementos de una
¡magen estén relac¡onados
entre ellos de una manera
Proposiciones deteminada representa que
Hechos
de los hech os) las cosas están relac¡ona-
das así entre ellas. f...1

v Estructura
4.1. l-á propos¡ción es una ¡ma-
gen de la real¡dad.
lógica común
.i Wittgenstein, L..
Trac ta t u s Io g ¡ co - ph ¡I o so p h ¡ c u s.

373
I lrr¡' I 16
Se af¡rma, pues, una correspondencia o ¡sornol¡stno entre los ele-
mentos de la proposic¡ón y la s¡tuación descrita. y en este marco, p(.)
(r¡,,i ¡iI
demos decir que las proposic¡ones son como flechas que apunlan
,l¡,Arri
a los hechos. Las flechas l¡3nen senldo u orientación cuando habla,
Llr¡ I |l I
de los hechos reales o posibles; y, en esle caso, pueden hacer diana.
ofreciéndonos una proposición verdadera, o lallar, ofrec¡éndonos una
<-ir proposición falsa. En camb¡o, si las proposiciones no apuntan
a he_
¡rrr rnr i,

chos, son propos¡ciones s¡n orientación. es decir, s¡n sentido.


a?
Atendiendo a la capacidad que tengan para expresar o no llil.
un sent¡_
do, Wittgenste¡n distingue tres tipos de propos¡ciones: l)r'ji'
ri¡r:
Proposic¡ones Propos¡ciones Propos¡ciones sin
llenas de sent¡do vacías de sentido senl¡do o ¡nsensalas l,l.i,
Croquis de un cruce de vías, de Lqer.
Las proposiciones insensalas son como Desaribeñ §fuacires po- No describen. no dicen 1& se ,efierea¡ a hechDs posr-
flechls disparadas stn dirección. sin sen- s¡bles: se refieren clara- nada del n¡rdo: se tirhi- bl€6. s¡rto a valore6. es€ncEs,
lido; sólo son pseudoproposiciones. menle al mundo y, por lo tan a mañ¡leslar ¡a €§- ideS¡es... Inleftan relerirse a
lanlo. tienen orientac¡o.l tructur¿ neces€r¡a clel rrddad€§ CLc tasfG 106 Í-
lr (senlido). mundo y d lellguaie. r¡il€s dd rrr'do y dd ¡€r|g-ta¡e.
r;:l l, ¡ro:
i Por ejernplo. ¡as proposj- Por ei€mdo. las taulolo- g€tnpb. las al¡rmac¡ones
Por
ciones empiricas de las gias ¡ógitás. las contra- r¡atañ§cas. estel¡r¡s. éticás...
ciencias, ten efi I
I dicciones.
lllt: ::n

I
2 lnd¡ca a cuá dé los tres tipos de proposiciorEs ---]lenas de
sent¡do. va-
cías de senlido o s¡n sentiro- perlenecen las s€is s¡gu¡entes: (.l l('r ¡( lr ¡

. ¿os yertebrados soa an¡males


oiwros. ;llr, '','
. t ¡t ul i. ,r',
Una cosa rro c,.r€df- ser, al m¡sÍto
lbmp, etta y no elta misma. :,-
l.) ,. l.
. ¿os hombres deóefl a€,segut d b¡en cqún.
. r)nl2{rl;i
¡odos los rnetal§ se dibtan.
(;L¡,r.,,r):
. El todo os rnayot q)e b pade.
. Tdo lo que es buerro lit¡irlrs
es bon¡to.

Fu-ir
Lo que se dice y lo que se muestra 5¡r{¡r,
En el fracta¿us, W¡ttgenstein limita las posibit¡da<les ne:J -¡J
del lenguaje para
expresar con pleno senl¡do c¡ertas real¡dades, real¡dades que
¿Qué te mueslra? pue_
den ser exper¡mentadas, v¡virjas, sent¡das..., pero no drbhas. rar ¡,)g¡
3. Las propos¡ciones con sentido No nre-
mueslran
ga lo que hay más ajlá Cel nlunclo v del conespondienle qtliil,
mayor o menot lenguaje des-
-en
n¡ed¡da- algo más de lo que cript¡vo que lenemos para ltablar al respeclo; de hecho, i¡¡sr'¡¡ ¡.sal
d¡_ aifirma que
cen. lnd¡ca cosas que te mues_ este ámbito inexpresable existe y es el más importante. tra*s.
Sin embar-
tran las propos¡ciones siguientes: go, cons¡dera que las realidades fundamentales, ticabie r
las más radicales.
. En ciedos pa¡ses un elevado son aquéllas sobre las cuales no se puede, con fundamento, Uni 3r
porcentaie de ta poblac¡ón ¡n- decr;r
nada. Ahola bien, esto no sign¡fica que no las podamos rrrosarar
lant¡l real¡za trabdos de adulto. a ¿L.r\rr'
los demás y que éstos no las puedan entender-
. Los norleamericanos de raza prol)osi
blanca tienen nayor poder ad- Para el primer Wittgenstein, decir algo equivale
a descrbi L:nos irccho€:
esll¡:r
qudt¡vo que los no¡leameica- por eso las propos¡c¡ones de las cienc¡as nalurales tro ler'1;r
nos de nza flegra. tienen un senlrd()
muy claro. En cambio, las proposic¡ones de la ¡ógica están vacías Lli r ¡('.
. En tal país, hañ reservado el de
qr/(4:¡i
sent¡do, porque no d¡cén trada concreto sobre el mundo;
25Eo de los caryos potiticos no descnben
para las mujeres. la realidad. A pesar de ello, estas prcposicbnes nos
ofrecen las nonnas
l)¿tt (1,
necesarias para que la realidad pueda ser descrita conectamente. le L,¡{il:
ted,rJ..

374
la; I

Las proposiciones de muchas ra!'nss de Ia filosofía


(metafísica, estética, ética ..) ni son empíricas (llenas
lf\""rtan de sentido), ni lógicas (vacías de sentido); son, se-
gún el Wittgenste¡n de! Iractatus, inlentos de decir
lo que no se puede dec4 intentos de trascender el
- .: mundo, de erpresar lo ¡nexpresable' Y es qtre, si
consideramos que los límites del lenguaje se co-
rresponrlen cou los límites del mundo, comprende-
mos que las propos¡ciones filosóf¡cas ¡ntentan tras-
pasar estos !ímites. La filosofía trata cuesliones fun-
damentales, tal vez las más importantes y vitales'
Ahora bien, a menudo el error es que pretende ha- i
t:
I pre-
biar de ellas tal como lo hace la ciencia, es decir,
"1;v" tende hablar descr¡ptivamente de unos temas
que t.

van más allá del ámbito en que puede actuar co-


rrectamente la descr¡pc¡ón. Así, ante lo más rad¡-
I
I
c
I
y !
cal, no se puede decrr nada; sólo queda el silenc¡o
consis- o
io que se muestra. Estas consideraciones
ien en lc que Y'littgenstein des¡gna como la parte
míst¡ca del Tractatus-
que fija
La ética, pues, está más allá de la esfera de la racionalidad La ética Y la lógica
que no se defiende con
el lenguaje: el ámbito ético es una realidad
ética En nuestras Proposiciones fácti-
,rg,.,ri"nio", sino dando ejemplos de conducta' La reflexión
cas mostramos una forma lógica:
páviene de la necesidad humana de decir algo sobre'el sentido de en la maneá que vivimos Y en la
ta vida, y por eso hay que respetarla: ahora bien,
nunca puede ser I
que hablamos de los hechos mos-
los
entendiáa como una ciencia. Por este motivo' UJittgenstein valora lramos una act¡tud valorativa de
ét¡cos y re-
cuentos y poemas que muestran claramente los valores orden ético.
ligiosos de los Prolagonistas.

Función de la filosofía
Fn conclusión, la filosofía no debe ofrecer f¡guras
o representac¡o-
natural; la filosofÍa no
nes de la realidad, eso ya lo realiza la cienc¡a 6.54. Mis proposic¡ones son ¡lu-
rjrlr;rrt nos proporciona verdades. ¿Cuál es, entonces, su finalidad?
Acla- minadoras cuando aquel
a
rar lóg¡camente los pensamientos' El lractatus ha de mostrar' que me entiende las reco-
tl¡i ¡rtt,' que sus proposlclones son noce, al f¡nal, como ¡nsen-
quien pretende decir alEo metafís¡co,
rirtrt-s de satas, una vez que é1, gra-
,..n"rfrr. Sin embargo, para Wittgenste¡n, el intento f¡losófico cri- cias a ellas a
r:r,''lLre traspasar los lím¡tes del lenguaje merece respelo; únicamente
es -sub¡éndose
ellas-, ha acabado enca-
.,,!!i¡,, ricaLle que los resultados de este intento sean oresenlados como ramándose Por encima de
ir1,le.. rrna ciencia. éstas. (Por así decirlo, ha de
., i7c¡' tirar la escalera después de
y filosóficas del Tractatus son también haber ascend¡do Por ella.)
¿Las proposic¡ones lÓgicas
> [ropo.i"ion"" vacías de sentido y sin sentido?
Sí' El conten¡do de Ha de superar estas Propo-
pensamientos y ordenar nues- sic¡ones, entonces verá el
esta obra sirve para aclarar nuestros
ya no será necesario mundo correctamente.
tro lenguaie; cuando esto se haya conseguido,
un cartel Sobre lo que no se Puede
un Iracta¿us. Sus ordenadas proposiciones serían como 7.
o como una frase escrita en la hablar, hay que guardar si-
que dijera "prohibido fijar carteles",
ya no se pin- lencio.
paruO que Oi¡era .no escribáis en las paredes'' Cuando
Wittgenste¡n, L-,
escribáis en las pa-
te en las paredes, no habrá que exclamar: 'No TÍactatus I o g¡ c o' ph i I o so P h ¡ cu s.

redes..
I
375
llrri,Ll116

3. Russell
lii l; t ¡r;1,;

ult tr ¡r. r,
exietctr
Bertrand Russell creó ia teoria dei atom¡smo lóg¡co, que el p¡nler Witt,
)
genstein aceptó y desanolló; como ya hemos visto esle aspecto de ;r si rnisr¡ t¡r
I su p€nsamiento, ahora anal¡zaremos otras aportac¡ones de su obra,
otras iAre
II rllas (l)rtr c
algunas pertenecientes también al orden lógico y otras al ét¡co.
altot,,A¡,
t, (licilt)ki1 1;
:
3.1. Aportaciones lógicas ¡ralat,r1s
liete tl¡1er
Gottlob Frege (1848-1925) había ¡levado a cabo una reducción de ta
aritmética a la lógica, fundamentando las matemáticas en tal ctisci- lfusscil (I',1
plina fllosóf¡ca y construyendo así una lógica matemát¡ca o /ogic¡s- liqrr¡ l:1ti,
mo en que las leyes matemáticas del número quedaban ínt¡ntatnen- clusiri¡ r rle
te v¡nculadas y subordinadas a las leyes lóg¡cas del pensamiento. lefarq lc
E En este sistema log¡cista, la c,lase era concebida como la exlensron
irfcricr¡¡¡:r
qun(ft t rjrj
Bertrand Russell (1872-1 970). de una prop¡edad cualqu¡era, es dec¡r, como el conjunto de unas en-
de las ¡r1,¡;
tidades o miembros que comparten uno o más rasgos comunes. Asi (ltollcs .
ii 'l
ex¡ste, por e¡emplo, la clase de todos los gatos, de la que son m¡em-
I bros todos los gatos del mundo, o la clase de los s¡barilas, con to- tn clei.¡v
dos loi hiémbros correspondientes. (lirecl.rrrLr
.^ .e::
l).JSlC¡
Med¡ante el anál¡sis lógico, Russell descubrió las paradojas que
urra r:i{ar
originaba la lógica formal de Frege. Después de examinar su teoria,
llegó a la conclusión de que no era vál¡da, ya que generaba una pa-
radoja, la célebre paradoja de las clases. Ahora b¡en, si el s¡stema A
de Frege daba lugar a paradojas, la lundamentación lógica de la rna- 3.2,
temática no era válida y cualqu¡er intenlo logic¡sta quedaba des-
El lengua¡e y la matemát¡ca truido. lmpúlsado por el propósito de alcanzar la reducción de la ma.
^
Olra íi,..'rtÍ
sus rrá ¿r
Todos los pensam¡entos b¡en ela- temática a la lóg¡ca, Russeil analizó detalladamente cuál había sido ntostt ils¿t i
borados exigen palabras. Puedo el error de Frege y se propuso superarlo.
saber, en un cierto sent¡do, que
siórr <lAlLr
lengo c¡nco dedos sin conocer la De entrada, Russell nos d¡ce que constatamos clases que son miem, sos qu(! ar
palabra cinco, pero no puedo sa- bros de sí m¡smas y clases que no son m¡embros de si m¡smas. por rrer prAn
ber que la población de Londres de ¡nrpuls(
e.¡emplo, todos los gatos del mundo se pueden incluir en una clase,
es de unos ocho m¡llones s¡ no coercir\ ¡
que es la clase de todos los gatos. Cualqu¡er gato es miembro de
hubiera adqu¡rido el lenguaje de la
aritmérrca: no puedo lener n¡ngún esta clase, pero la clase de todos los gatos es una clase, un con- Pac¡fiAc(
pensam¡ento que se corresponda cepto abslracto, y no un gato; por lo tanto, la clase de todos los cluso luo c
exaclarrrente con lo se afirma en gatos no es miembro de si misma.
ró injr'tlr
la frase .el cociente entre la lon-
g¡tud de la c¡rcunferenc¡a y el En cambio, la clase de todos los conceptos abstractos sí que es m¡ern- fuera s¡em'
diámetro es aproximadamente bro de sí misrna, ya que es un conceplo abstracto. Tenemos, pues, dos porejp
3,141592". Una vez desanollado, clases: la clas€ de las clases que son m¡embros de sí m¡s¡Tt¿¡s, colro es si se dese
el lengua.¡e adquiere una cierta au-
el caso de los conceplos abstractos, y la clase de las clases que no so;l
tonomía; podemos saber, espe- Dtxantc la
c¡almente en matemática, que una
m¡embros de sí mismas, como ocune cJn la clase de todos lc gatos.
tradñm
trase af¡rma algo verdadero, aun- Consideremos ahora la clase de las clases que no son m¡et]¡bros de de cabcz:
que aquello que postule sea de-
mas¡ado complejo para ser en-
sí mismas y preguntémonos: ¿es esta clase miemko de sí misí.na o tribu4 ir
tend¡do ni s¡quiera por las me,o- no? Tanto si respondemos af¡rmat¡vamente como s¡ lo negamos, nos ría de Vie
res inteligencias. encontramos con una paradoja. S¡ lo es, l la de tener la pt opiedad que tlenO I¡1,

Russell. 8.. E/ /engua./'e.


la define: no ser miembro de sí misma. Si no lo es, posee su paf icu- I,afe cxr I

lar propiedad definitoria y, por lo tanlo, es miembro de si misma. ten(:r. .o

376
¡
E

16
Si la paradoja de las clases nos parece difícil, podemos considerar
otra más comprens¡ble y de similares !'esultados. Constatamos la Jerarquía de proposiciones
ex¡stencia de palabras pred¡cables, aquéllas que se pueden atribu¡r 4. La teoría de los tipos de lengua-
,1,,i¡¡al l¿Vitt- je es una propuesta similar a la
a sí mismas (por ejemplo, el término corfo es una palabra corta), y
rsÑcto de de los metalenguajes, teorÍa que
otras impredicables, las que no se pueden atr¡buir o aplicar a sí mis-
l-. .., obra, no es de Russell, s¡no del lógico
mas (por ejemplo , largo no es una palabra larga). Preguntémonos TaBki. tás propos¡c¡ones del pri-
éiiH.
ahora'.la palabra ¡mpred¡cable, ¿es ella misma predicable o impre- mer nivel se ref¡eren a los he-
d¡cable? S¡ respondemos que es predicable, hay que concluir que la chos: las del segundo n¡vel o
palabra es impredicable. Si contestamos que es impred¡cable, se ¡n- metalenguaje hablan de las del
primer nivel; las deltercero o me-
liere que es predicable, ya que le hemos atribuido la misma palabra.
tametalenguare al¡enden al nivel
rción de la
anter¡or, y asi suces¡vamenle.
r \disc¡- Russell decidió hallar una solución para esta paradoia que ponía en pe-
ligro la fundamentación lógica de la matemát¡ca. Así, llegó a la con- lnd¡ca tos n¡veles de lenguaie en
o !.9¡cts-
los sigu¡entes casos:
rtil}¡nren- clusión de que las parado¡as lóg¡cas se evitan s¡ se mantiene una
. Mó es un pronombre posesivo.
rni.nlo. ierarquía de los tipos lógicos o diverscs niveles de lenguaje. El nivel
¡nfer¡or o primer tipo es el de las que implican a ind¡viduos. Las del se-
. El abedul es un árbol.
-rx lensión gundo nivel son las que se aplican al primer tipo, es decir, que hablan . Abedul es un vocablo caste-
, rYs en- de las prooosiciones del primer tipo. Las del tercero se ocupan de fun-
llano.
it¡nea. Así . "Abedul es un vocablo caste-
c¡cnes del segundo tipo, y así sucesivamente, de manera indefinida.
o¡-.lienl- llano" es verdad.
.,. ; r¡l lO- En def¡nitiva, es imprescindible distinguir entre las proposic¡ones que . La oración .Abedul es un vo-
directamente se refieren a los hechos y las que atañen a otras pro- cablo castellano. cont¡ene cin-
posiciones. A,sí, es muy d¡ferente, por ejemplo, decir "Barcelona es co palabras.
una ciudad,, que afirmar .Barcelona es polisílaba".
. La oración "la orac¡ón "abedul
es un vocablo castellano" con-
tiene c¡rco palabras. es verdad.

3.2. Aportaciones eticosociales


Otra faceta del pensam¡ento de Russell es el pac¡fismoi fue uno de
sus más act¡vos defensores. Le sorprendía que los seres humanos
mostrasen una espec¡e de placer en la lucha. Asi, llegó a la conclu-
sión de que las guerras no son obra únicamente de tiranos perver-
rjos qtle arrastran tras si a las masas, sino que también hay que te-
:lr:¡. i)r,r rrer presente que muchos ind¡viduos en nuestra cultura están llenos
de ¡mpulsos destructivos; según Russell, sólo una educac¡ón no La educación
coercitiva podría ¡nh¡bir estcs ¡mpulsos. Flussell consideraba que la educa-
,).l7,,,,r ción convencional tendia a recor-
Pacifista comprometido, Russell fue procesado d¡versas veces e in-
r,'-'. rs tar los ¡mpulsos creativos y a ale-
Ir
c[rso fue condenado a pris¡ón. Ahora bien, aunque siempre cons¡de- jar las mentes de la ¡nvestigación
ró injustificable la Primera Guerra ¡/'lundial, no creía que toda guena crítica y l¡bre. A pesar de que le pa-
,lHien-r fuera siempre injustificable; en el caso de la Segunda Guena Mundial, recía imprescindible un cierto gra-
por ejemplo, entendió que la denota de los naz¡s era ¡mprescindible do de disciplina, creía que la coer-
,r t./(. r los
si se cieseaba que la vida humana cont¡nuara s¡endo soportable. ción no justificada genera un
,!i1,, t,rs
resentimiento y un odio que fer-
_ r :jr)n
t-r
Duranle la década de 1960, después de haberse man¡festado en con- mentan en el ¡nter¡or de la perso-
U
'.;ll"'. na. Por lo que respecta a la móra-
tra del armamento nuclear, se convirt¡ó en un aiJtént¡co quebradero
lidail s'dxuaf consideraba que la
de cabeza para el gob¡erno de Estados Unidos. Había fundado un
educacióir {iadlcional carecía de
tr¡bunal ¡nternacional que condenaba el mantenimiento de la gue- sinSeridad y habla inMucido mu- .

!'ra cle Vietnam; encabezó manifestaciones contra esta larga con- chas prohibiciones y miedos.que
tienda rn¡lilar cualldo ya tenía ochenta y nueve años. lnsistió siem- h::ían resultado muy perjudic¡ales.
pre en e! hecho cle que, para ev¡tar la guena, es ¡nd¡spensable la exis-
tercia de un solo gobierno en ¿l planeta-

377

tX*J-*'*'
f lrri'f ,, 16

4. Et Círculo de Viena i'^ '

En esta unidad estamos v¡endo un ampl¡o mov¡m¡ento filosófico de ,^


análisis del lenguaje, el mov¡miento analít¡co. Además (le Wittgens- ¡
tein y Russell, también forma parte de él un grupo de pensadores i
a
La ¡,,.,i,,
que delendían el positivismo lógico, una de las derivaciones del mo-
Ci)rra¡
vim¡ento analítico. Antes de aCentrarnos en la obra del último Witt- I
I tiltt.¡¡ tlel
genstein, nos es prec¡so conocer la aportación analitica del Círculi¡
critrl.:,
de V¡ena, ya que ¡os conlactos que W¡ttgenstein mantuvo con los in- I ,ni!ír r tri
tegrantes de este colect¡vo de pensadores incidieron en la lormación tlialArl
de la segunda mitad de su obra. Comenzaremos el apartado pre- I
I t)toslÍitr
sentando a los protagon¡stas del pos¡tivismo lógico o neopositivis- a"rrl
I ,
mo y, a conlinuación, anal¡zaremos algunas de sus tesis básicas. I
El a(i:
I f)er-i¡r ¡r:¡r
4.1. La visión científica de! mundo losñ'.
sig¡t rtfrr:;t,
)espués de la Primera Guerra Mundiai se produjo en diversos pun-
-,¡'-,,
tos de Europa un movimiento filosóf¡co que rechazaba la separación
entre ciencia y f¡losofía y que se distanciaba de todas las filosofías El ar¡i-1
melafísicas, ya fueran de tendenc¡a idealista, ya de tendencia exis- sadc¡,us
tencial¡sta, como la de He¡clegger. Este movimiento, llamado pos,t - tria,.Qs!
vismo lógico, neopositiv¡smo y también empir3 mo lógico, nació en dos. rjo¡
Reacción diversas cap¡tales europeas, como BerlÍn, Praga, Varsovia, Viena..., tra¡Ñrit
contra la ¡rrac¡onal¡dad donde grupos de f¡lósofos y cienlíf¡cos iniciaban la construcción de su rique
Los neopos¡tivistas o pos¡tiv¡stas
esta filosofía c¡entífica. De todos ellos, el grupo de Viena fue el más ¡:o, A:,,-
lógicos buscaban unos cr¡terios destacado y reconocido; era llamado el Circulo de Viena- I
' estr¡ctamente c¡entít¡cos y verif¡-
cables que perm¡tieran al ser hu-
El CÍrculo estaba formado por un grupo de filósofos y cientif¡cos que,
dir¡gidos por el físico y filósofo Moritz Schl¡ck (1882-1936), realiza-
I 4 2.
mano comportafse siempre de un
modo rac¡onal. Pues b¡en, esta ban lecturas y debates per¡ód¡cos sobre temas v¡ncutados a la f¡lo-
búsqueda se debe ---en c¡erta me. sofía y a la c¡encia. Miembros relevantes del Circulo fueron el físico El ;rili,
d¡da- al horror que les ¡nsp¡ró la Carnap (1891-1970), el sociólogo y econom¡sta Neurath (1882-r94S). ciórrt:ntr
violenc¡a de la Primera Guerra
Mund¡al; después de la conf¡a-
el malemático Hahn (1890-1935), etc. A partir de i924, et grupo ya siglltr
gración, muchos de estos pensa-
estaba const¡tu¡do formalmente y contaba con un plan de debatcs.
dores se convencieron del.hecho Simulláneamente, en Bedín, y baio la dúeccbn de Reichenbach (1891.
II
;:',3:l
de que las ¡deologías exaltadas, 1953), ex¡stÍa la Soc¡edad 3erlinesa y en Varsovia se constiiu¡a oko str i'¡\d:
s¡n fundame_ntos lógicos ni crite- grupo, cuyo núcleo era el lóg¡co Tarski (1902-1983). Ya avanzado esle t ;iOSl! r--'¡ I
rios científ¡cos, acababan condu- mov¡miento, el británico Ayer (1918-1989) se convirtió en un gran pro-
ciendo al hombre y a la sociedad pagador y sistematizador de las tesas neopos¡tiv¡stas. Los pos¡tiv¡s-
1 ¿CiAs
al caos y.a la destrucc¡ón. Desde rTÉl;€. l.
tas lóg¡cos comparten los siguientes rasgos intelectuales:
la perspectiva neoposiüvista, la ra- trar¡ .:r:
zón idealista habla tavorec¡do los El empirismo: Conectan con el empirismo de Hume mediante profjAic
excesos. Por este [iot¡vo, consi- . - fÍsico Mach (1838-1916): para éste, la f¡tosofía ha de depurar
el
tas
deraban que habÍa llegado el mo- . i
1 rnento de dar paso a h razón cien-
visiones metafísicas y conseguir la visión del mundo propia de las
tífica emp¡r¡sta. Así, puede decir- . ciencias naturales. I

. se que, con su búsqueda lóg¡ca y


El pos¡tiv¡smo: Tienelt sus raíces en el positivismo de Comte;
científica, el Círculo de Viena se - así, otorgan prioridad absoluta al conoc¡m¡ento c¡entílico. Las
l flor
Ia (:slru.u,
oponía a la irrac¡onalidad que ha- ¡

bía man¡festado la guena. nuevas teorías cientif¡cas, especialmente la fisica relativista ce ¡ I

Einstein y la mec'án¡ca cuánt¡ca de Planck, inspiran el nuevo cien- I'u,,tii..


. tific¡smo. lvo''

378 I
I
16 i

i
I
- El análisis lógico: Asumen las expectativas puestas en la lógica
formal de Frege y en el análisis lógico desanollado por Russell.
)fico de Por ello, el Tractatus logico-phrTosophicus de Wittgenste¡n pasó a
rl§-ns- ser su obra de referencia.
adñres
l-a primera exposición formal de las doctrinas del Círculo de Viena
ielmo- corresponde a su manifiesto de 1929, titulado La concepción cien-
c r^'itt-
tifica del mundo, firmado por Carnap, Neurath y Hahn. En este es-
Cñúuto
crito se afima que más allá de la experienc¡a no hay camino que per-
rk ¡n-
rnita obtener conocimientos; es preciso partir de los datos inme-
naüión
diatos de la exper¡enc¡a y, med¡ante el método del análisis lóg¡co,
1'\re- mostrar que los conceptos teóricos que usan las ciencias provie-
¡itivis- nen de estas experiencias inmediatas,

El análisis lóg¡co de las propos¡ciones más complejas y menos ex-


perimentales lleva a enunciados más simples o atóm¡cos, que son
los que expresan los datos inmed¡atos de la experiencia. Sólo t¡enen
significado las proposic¡ones que se pueden comprobar recurriendo
; 87.,n
a datos empi!'¡cos.

El acceso al poder de Hitler en 1933 comportó el exilio para los pen- El triunfo del nazlsmo s¡gn¡ficó la dis-
persión del Círculo de Meña y elasesinato
sadores neopos¡t¡vistas. En 1938, cuando Alemania se anexlonó Aus-
de su fúndador, Moritz Schlick.
tria, cas¡ todos los perseguidos del Círculo huyeron a Estados Un¡-
dos, donde fueron muy b¡en acog¡dos. Los exiliados neoposit¡v¡stas
transmitieron a las un¡vers¡dades norteamericanas su ¡nquietud y
su r¡queza intelectuales, pero, al mismo t¡empo, fueron influidos
por la cultura amer¡cana-

4.2. Proposiciones analíticas


/;l
y proposiciones empíricas
l El tros¡t¡v¡smú lógico retoma la preocupac¡ón de Kant por'la distin--
c¡ón entre proposicioues analíticas y sintét¡cas. A. J. Ayer propuso el Reducc¡ón a la observac¡ón l

sigu¡ente criterio para distinguir unas de otras: cuando la val¡dez de 5. Sigu¡endo las nomas del Círcu- i

runa proposición viene determinada por las def¡nic¡ones de los sím- lo de Mena, intentaremos aclarar :

bolos que contiene, esta proposición es analítica; en el caso de que una propos¡cón cualquiera a tra-
su val¡dez se compruebe por los hechos de la experiencia, la pro- vés de los datos observaciona-
prsición es sintét¡ca o empírica. les, es decir, empír¡cos. Supon-
gamos que tratamos de sabe.
¡,Cuáles son las proposiciones analít¡cas? las de la lógica y la mate- qué qu¡ere decir alguien cuan-
rnát¡ca. No nos informan sobfe nada del mundo; simplemente, nos mues- do exclama: "¡Tengo calor!". A
partir de la observación de datos
tran la estructura formal mediante la cual pensamos y hablamos. Las
¡nmediatos, podemos aclararlo:
l,,v propos¡c¡ones analíticas se d¡viden en: tautologías y contrad¡cc¡ones.
. Tiene las meiillas rojas.

rY Propos¡c¡ones analít¡cas . Está sudando.


Tautologías Contrad¡cciones
. Se quita el ¡ersey. i

Proposrcrones necesariamente verdaderas; no Proposicionei necesa'.i".1Árá taliai, . Bebe aqua fresca.


ri¡rj ns inloman de nada nuevo, pero nos muestan cuya falsedad se puede conocer me-
r
Proporciona datos observa-
i.y la estruclrrá necesaia del rmmdo. Podemos co-
|
dránle el análisis lógico. Por e|emplo: "El I - c¡onales que aclaren estas
rx)cer la ver.lad de ellas a Frtir del análisis tó- trián0irlo no tien6lre6 ángulos", "Ellodo !
r r !,. proposiciones: "Se ha decla-
!l¡co, sin recunir a la experiencia- Por eiemplo: nc es mayor que la pañe-... i
-t,rt lr¡ánqr¡lo t¡ene lres ángt¡ios-. -Eltodo e6 ma- rado un ¡ncend¡o., -Llueve",
y,, r¡lle l¡ fiarte"..- .Tengo sueño....

379
(l¡ ¡ir I 16
Las propos¡ciones empír¡cas son las que nos proporcionan ¡nfor-
maciones nuevas sobre el mundo y se basan en la experiencia, err
nuestros datos sens¡bles; por eiemplo: .Hoy llueve,,. Las proposi,
5:
ciones de este t¡po pueden ser verdaCeras o fa¡sas; veremos ntásade_ 1,,,1 ,

¡tifir :¡ir,
(lr)trA,
lante el criter¡o empleado para distinguir s¡ son una cosa
o bien la olra.
:

En cuanto a las proposic¡ones metafisicas, ya que no lits i1¿¡.


se puede conl-
< probar la verdad o la falsedad de éstas ni
@r med¡o del anál¡s¡s lógt- ,:. ,i -¡
{il:
co ni de los datos sensibles, Carnap considera que sou únicatnentc tt¡.,\h
pseudoproposic¡ones absurdas.
¿por qué absurdas? porque preten_ br¡rr¡ .,r¡:
den mostrar conocimientos sobre algo que se encuentra tnás
allá de co.t_(l
la experiencia. Por e.iemplo: las nociones ¡netafisicas
E como «causa,,
§ .ser-. «sustanc¡a.... no tienen sentido, porque
no pueden comprobarse
empír¡camente. De acuerdc con esto,
¿cómo tenemos que conside_
5
El enunciado "la dama reDresentada en el rar los ju¡cios de valor de la ética o de la estética?
cuadro lleva una sombr¡lla- es verificable ¿Tamb¡én son ab- t-r¡rl,,1r;
surdos o no s¡gnif¡cativos como en el caso de los de la metafisica?
si lo relacionamos con la imagen. por La s.-'ir:r,¡aa
med¡o de la observac¡ón empirica, op¡nión predominante del Circulo era que los ju¡cios de valor
podemos comprobar si es verdadero o presiones emoüvas; por ello, no son ni verdaderos
son ex- tliar¡t ,.r
falso.
n¡ falsos. lierar¡{nr
lanlL',rxJ.
4.3. Principios de verificación don¡h
lidad (1u.,-
c

Acabamos de ver que las proposiciones tienen sign¡f¡cado rruevAli


cuando se
puede determinar s¡ son verdaderas o falsas, cfata ox{l
o sea, cuando pueden
ser verificadas; ésté es el cr¡terio de s¡gn¡f¡cac¡ón neopositivisia.
Apli_ ,nuná,r
cado a las proposiciones empíricas, este criterio de todo, ir rcl
signif¡cación t¡e_
ne algunos problemas, ya que la comprobación merJilur
de estas proposicio-
nes cons¡ste en ser contrastadas con la realidad ral y'{vir
sensible, y ello no
s¡empre es técnicamente posible (piensa. por ejemplo,
en'las pro_ De nuevr;
posiciones de la astronomia). Los neoposit¡vistas
intentaron dos prin- rnás á\¡¡¡
c¡pios de verificación diferentes, con @idos como fuerte y
débil. una c¿rsn I
Principio de verificación fuérte: En esta versión del principio, tactorlr;r
- propos¡ción es s¡gn¡ficativa ún¡camente si hay
una
obervaciones sens¡- Schtick. Ai
bles y públicas que puedan probar la verdad o la falsedad
de lo que dicó,1er
Propos¡c¡ones r ilrilicables se dice en la proposición. Este princ¡p¡o es tan estricto que que nAat
cayó al
6. Siguiendo los cril(lr¡os neoposi- desuso, porque deia s¡n s¡gnificado las propias teyes científiÁ.
livistas del Circulo le Viena, ana- Err Los c()¡rta
efecto: s¡ sólo podemos it comprobando caso por caso
liza las sigu¡enles propos¡ciones
cho empírico, nunca podrer¡os enunciar una ley uniYersal.
cada he- FranLnl
e ind¡ca cuál de as tres opc¡o- De he- te su exl)i
cho, es cierto que las teor¡as c:entÍf¡cas han ido variando
nes fuerte, verif¡_
-ver¡f¡cac¡ói a medr posir:^n
cabilidad débil o ninguna de las da que nuevas observaciones de hechos empiricos mostraban que
el ¡fnDulso
dos- corresponde a cada una: las leyes supuestamenle universales no siempre resullaban
.
válidas. rnaler -li,
Este fngmento .le h¡eÍo se d¡-
Princip¡o de verilicab¡tidad déb¡l: En esta vers¡ón, hay que tensióAd€
lata s¡ se calient?. - blar de ver¡f¡cabilidad, porque ya no se busca una comproba-
ha_
. Tado lo quees ac¡onales real Quizá por
ción estricta, sino más bien la ¡osibilidad de verificar,
(Hegel). es decrr 1929 aer'
. Todos los metales se d¡tatan debe aver¡guarse s¡ las p¡opos¡c¡ones son verificables. gu¡ros -qfÍ
De este
modo, se cons¡dera que u a proposición es ver¡f¡cabte si ha[a.
cuando se caliiqten caplil ':.
. D¡os ha muedc (Nietzsche). mos un conjunto c¡e experienc¡as ¡mporlantes que nos
den a en- Para é1. l¡
. Napoleón lue tender su valor de verdad. Este principio quedaba formulado
<ierrotado en la on sentJ, . r¡
balalla de Wate 1oo. térm¡nos do probab¡l¡dad, con lo que se revelaba tan déb¡l que
los c¡onex u
neopositiv¡stas también acabaron rechazándolo.
güístic... (

380
i
I
,16 1

v.
)r'lilrt tntor-
:r¡(rria, en
!s proposi-
5. EI último Wittgenstein
l

En este apartado explorareÍos los ep¡sodios más s¡g-


s rvs ade- nificalivos de la segunda mitad de la vida de Witt-
lien la otra. genste¡n y, seguidamente, conoceremos algunas de
las innovaciones presentadas en sus /nvesl,gaciones
'!rdlre com-
rá' f¡losóf¡cas. Esta obra caracteriza lo que se llama últi-
Y's lóoi-
,ICamente mo W¡ttgenste¡n; este pensador recons¡deró y reela-
lu.\rreten- boró sus teorías filosóf¡cas reconociendo los errores
allá de contenidos en el Tractatus.
'iás
aJ tVlUSa»,
rnpfoharse
l §,/rsicle-
5.1. Después del Tractatus
,¡r soir ab- Ludwig Wittgenstein ejerció como maestro rural de en-
;fi¡va? La señanza primaria desde el año 1922 hasta 1926. Me-
:lf fv)fl gX- C¡ante su mag¡sterio pretendía que sus alumnos se s¡n-
,s!z tieran amos de la lengua que tendrían que utilizar du-
rante toda la vida; en la medida que el lenguaie que se
dom¡na es más ampl¡o y r¡co, más extensa es la rea-
v
Ltalftíi( )
lidad que se comprende. Para la gente del pueblo, e!
nuevo maeslro era un personaje extraño. un aristó-
3.
. !;e El atract¡vo de W¡ttgenste¡n a menudo se
O l¡L-{ Ierl crata excéntrico que recibía correspondencia de muchos sitios del ha basado lanto en su obra como en
'sií!. Ai)li mundo, a quien v¡sitaban personajes Ce lodas partes y que sabía de su personalidad. Abandonó la filosof¡a
'lrlrtlit,- todo, incluso reparar la máquina de la fábr¡ca de tej¡dos que tenía a cuando creyó que habia resuelto los
problemas f¡losóf¡cos y volvió a ella
, i: r, '..rcit) med¡o pueblo parado. En 1926, Wittgenste¡n abandonó la escuela ru- cuando reconoció oué su soluc¡ón anle-
.,
Y., r,,¡ ral yvolvióaViena. r¡or era insufic¡ent;"- Mantuvo una grañ
preocupación por los temas t¡losól¡cos
'l.r'-,)irl.
Dc nuevo en la cap¡tal, trabaió durante un t¡empo como jard¡nero y, hasta su muerte.
,U
lr ', lrlill más adelante, como arquitecto, d¡señando, al est¡lc funcional de Loos,
Lina casa para su herrnana. En eslos años tuvo sus pr¡meros con-
lr)tr'iitrit taclos reqirlares con algunos miem¡ros del Círculo de Vienaicomo
-;-U-,¡:;i Schlick. Ahora bien, en las pocas rer¡n¡ones a las que asistió, se de-
,ir' ,,t1, rlir:ó a leer poemas de Tagore: era su modo de decir que aquello 107. En la med¡da que considera-
qüe no lrabía dicho en el ractatus era justamenle lo más importante. mos el lengua¡e real con mayor
.-!,,.,, exactitud, el confl¡cto entre él y
!' l¡r
v
';tr l. r !rt:
Los contactos con el Círculo, los debates con su apreciado amigo nuestra exigonc¡a se hace más
fuerte. (La pureza cr¡stal¡na de la
Frank Ramsey y la observac¡ón del lenguaje real de los niños duran-
'Y" te su exper¡encia de maestro le llevaron a considerar que una pro- lóg¡ca no me venía dada como un
;r rnecli- pos¡cjón no siempre es una representación de la realidad. Parece que resultado, sino que era una ex¡-
gencia.) EI confl¡cto acaba siendo
, ).V]Ue el impulso f¡nal en esta evoluc¡ón se debió a una conferencia que el insosten¡ble; la exigenc¡a amena-
i;ilidas. matemático Brouwer dio en V¡ena en 1928, en la que rechazó la pre- za ahora con llegar a ser algo va-
U
r.:
tensión de una fundamentac¡ón lóg¡ca de la matemát¡ca. cío. ido a parar al hielo
¡r lr, r -Hemos
resbaladizo donde falta la fricción;
'j !'¡l Qrr¡zá por todas estas razones, Wittgenstein volv¡ó a Cambridge en de esle modo, las cond¡c¡ones son,
r i ir {t¡r, 1929 y replanteó su filosofía; progresivamente fue reconoc¡endo al- en c¡erto sentido, ideales, pero, jus-
lj¿y,lt' gulros «glaves efrores- en el Tnctatus: ano.,a parecía más interesanle tamente por ello, tampoco pode-
r i r, ¡ll¡r captar el .f,ujo de v¡da. presente en las manifestaciones lingüíst¡cas. mos avanzar. Queremos avanzar;
entonces neces¡lamos la fr¡ cc ión.
Para é1, la principal función del lenguale dejaba de ser la de repre-
¡Volvamos a teneno áspero!
sentar el rrundo: Wittgenstein pasó a afirmar una pluralidad de fun-
'irV,,., ciones y usos del lenguaje, constituyendo cada uno un .juego lin- Wittgensle¡n, L.,
I nvest igac¡ones f¡l osóficas.
qilístico,, con sus propias reglas.

381
?
16

Me es ind¡ferente ser entend¡do o


Cuando Alemairia se anexionó Ausir¡a. los !ryittgenstein, austriacos
de raÍces judías, pasaron a ser alemanes ¡udios a qu¡cnes se aplicó
5^'
apreciado por el típico científico I
la prohib¡c¡ón de eiercer act¡v¡dades pitblicas. Más adelanle, cuan
occ¡denlal, porque lo cierto es que I
él no entiende el espír¡tu en que do la fam¡lia Wittgerrste¡n se escapó de Austt.ia l¡acia la neutral Sut II

escribo. Nuestra civilizac¡ón se ca- za, fue capturada por los naz¡s. En el úllino montento, la farnilia cor)-
i
racteriza por la palabra progreso. siguió salvarse sobornando a los nazis con su fortuna: las autorida
El progreso es su forma, el hecho des linnaron un certificado que daba le de que los Wttgenstein teniatl
de progresar no es una de sus sangre judía pero no eran iudios, y los dejaron huir.
cualidades. Es tipicamente cons-
tructiva. Conslru¡r una estructura
Pl¡^:l
Una vez in¡c¡ada ia Segunda Gilena Mund¡al. lv¡ttgenstain palticipi
cada vez más complicada es su t
como enfermero voluntario eri un hospital inglés; consideraba ¡nso
act¡v¡dad. Y tamb¡én la clar¡dad
portable enseñar íiiosofía rnientras el mundo eslaba en guerra. Pos.
está, cierlamente, sólo al serv¡- !
cio de este fin y no es un fin en sí teriormente formó parte de un equipo que estud¡ó los efectos de las
m¡sma. Para mi, en cambio, la cla- conmociones traumát¡cas en los heridos de guerra. En esl.a época tlazat., I

ridad, la transparencia, es un fin llegó a la conclusión de que, por adversas que fuemn las c¡rcuns- I ln.
en sí m¡sma. tanc¡as, era me¡or enfrentarse a ellas que relruirlas. I la r;o¡r'r;
No me interesa construar un edi- It¡r ¡ -.r
'
fic¡o, s¡no tene( ante mí, transpa- Acabada la guerra, se reincorporó a la cátedra de l¡losofía en Cam
ctasr(s
rentes, los c¡mientos de los ed¡f¡- bridge, pero quedó profundamente afectado por lo que llamaba ,4e-
cios posibles.
tiilr, ,1,.
nebrosidad de esta época.. La guena había provocado escenas de
<ie\¡r
W¡ttgenste¡n, L, sal_vaj¡smo y de ¡nhumanidad a un nivel antes inimaginable. Witt-
visi,-.,r ri
Observaciores d/ye¡sas. genste¡n consideró que había sido la adoración del falso ídolo de la
fíl¿¿^lr;
cienc¡a lo que había propiciado todas aquellas atrocidades, hasta lle- f¡et roe ,.¡
gar a la apocalíptica bomba atómica. Llegó a suponer que la era de
la ciencia y la tecnología es el princ¡pio del lin de la huntan¡dadl El s.Jnil
que la ¡dea del gran progreso es una ¡lus¡ón; que nunca llegaremos nartal('
El embru¡o del lengua¡e a alcanzar la verdad, y que el ser humano, pers¡guiendo únicamen- es q.rL¡.
Una de las expr6¡on6 más cono- te el conocimienlo cient¡fico y s¡n preocuparse de cuest¡ones éti- es^r:i
c¡das de las /nyes¿igacrb,es lrrosó- cas o rel¡g¡osas, ha caÍdo en una lrampa. co¡r rn ¡.,
,¡cas es la s¡guiente:
En definitiva, Wittgenste¡n se lamenta de la creciente sustituc¡ón del
"La filosofía es una lu(.la contra el [),llir | íir
ernbruio de nuestro entend¡miento espíritu por la máquina, del cada vez mayor olv¡do de todo lo que es
real¡zado a través de ¡os medios de sublime. Se podría decir que aspiraba a una nueva vis¡ón del mundo,
nuestro lenguaje."
a una cultura en la que se trataran la música, la po€sía, el arte y la re'
Hay palabras que embruian o en-
ligión con el mismo respeto y seriedad con que se trata la c¡enc¡a.
cántan nu€strc entsrdimis oyque
obstaculizan la m¡rada acertada de
En 1947 renunció a su cátedra en Cambridge y se marchó a lrlan- I
las cosas¡ ss el caso de la palaha
' da, donde redactó la segurrda parte de las lnyest¡gac¡ones filosótí-
A¿Wre§o. Pa.a Wrttgerdeh, esta pa-
labra embruia, seduce;.lie¡e unas cas. Escribió sobre el ansia de generalizac¡ón por parte de los filó- I
connotaciories pos¡tiv᧠e ilusorias
- que d¡ficuftan advert¡. la vcrdadefa sofos y su aclitud despectiva hacia los casos particulares. Consi..i¿-
rÉal¡dad d6l prpgr6o. raba que las generalidades crean conlusión; en cambio. i¡s
part¡cularidades y d¡ferencias enriquecen.
7. Descubr€ la capac¡dad emb.uia-
En 1949, se le diagnosticó un cáncer; la not¡cia no le afecló excesr-
do.a de las palabras entre com¡-
lhs d€ hs sil¡rientes alinnacirr€s: vamente, ya que pensó que Ie quedaba suficiente tiempo paia fina-
. a Evo- es bE- lizar su obra. En 1951 mur¡ó en Can:bridge, en casa de str amigo Be
Todo b q¡Jees
no. van, a quien d¡r¡g¡ó sus úil.irnas paiabras: .¡Digales que m¡ v¡ds ha
. La -c¡encia. soluc¡onará todos sido maravillosa!,,- Wittgenstdn fue enterrado según el rilo de la re-
nuestros problemas. ligión católica en Cambridge; sus amigos creyeron epropiado r€li-
. Con este coche v¡viré la .liber- zar una ceremonia religiosa. En 1953 fueron publicadas póstuma-
tad-. mente las /nvestigaciones l¡losélicas. Recogían la nueva concepcrón
filosófica que antes había ido elaborando.

382

E
-
Llrl,, 116
:.!ür. auslriacos
. rr!: ,cfr se
aplicó
5.2. Las Investrgaciones filosóficas
alYánte, cuan- Según d¡versos ¡ntérpretes, las lnvest¡gac¡ones fllosó/¡cas del últ¡-
¡r r- nsutral Sui- mo W¡ttgenstein no representan una negac¡ón total del Tactatus, s¡no
una nueva v¡sión de las mismas cuest¡ones que aparecían en la pri-
').tttamil¡a con-
1A '',:S autorirla- mera obra. Ahora veremos cuáles son las propuestas f¡losóficas del
I t<!!ñsrein ten;a¡ último Wittgenstein.

l! Pluralidad de usos del letrguaje


=
fr:;r "in oarticioú
inso- En las lnvestigacioneq Wittgenstein compara el lenguaje y sus palabras e
1,,§leratra
.:n-'l rerra- POs- con una caja de herramientas en la que hay un mart¡llo, unas tenazas, E
etÉctos oe ras una sierra, un destorn¡llador...; así, de la m¡sma manera que unas te- .p
I
r¡:sta énoca nazas pueden emplearse para anancar un clavo o apretar una rosca,
i
l3n las crfcuns- una misma palabra también puede tener diversos usos o funciones en §
la comunicación. Manten¡endo la comparac¡ón, al ¡gual que no hay una
o
función cornún para todas las henarnienlas, tampoco la hay para to-
-'t. í_- tt', Para el últ¡mo W¡ttgenslein, ol lenguaie
das las palabras. Por lo tanto, decir que la función de las palabras es tiene múlliples posib¡lidades de uso
(dialogar, dar órdenes, traduc¡r..).
describir el mundo sería atender solamenle a uno de los usos posibles
t:j -;r:¡n¿is cj.:
de las palabras en la comunicación. Así, W¡ttgenstein supera su primera
:r' ll'.l: I rc i',/ill
visión del lenguaje y afirma que los !óg¡cos, incluido el autor del lrac-
i'i'\- i:,1, ) .1. la
lafus, han simplif¡cado en exceso el concepto de lenguaie. Ahora de-
.,trii;.;, hasta lle.
fiende una plural¡dad de propósitos en el uso Ce !a lengua.
.. lrt rrra rt.,
l:i -r
il t,rtalitlarl; El significado de una palabra o de una expresión sólo puede determi-
, tr, 0altcrr)oli narse teniendo en cuenta el uso que se hace de ella en cada caso; y
:ri,.:lnic;:l-tcrl es que, a menudo, para poder conc'cer el significado de un térm¡no nos
,
'il,1lr,'r r¡:s l]li es preciso ver su uso real en el lenguaje. Hay que tener presente que
con el lenguaje real¡zamos muchas cosas además de represenlar la rea-
v
, , !ir,'! ¡(:i,t¡r
l¡dad, y esta pluralidad de usos const¡luye -tada uno de ellos- una
¡l,jl parte de un /uego de lenEtaje gue liene sus raíces en una foma de v¡da.
1(V i(r (it¡(i,tl,
,': ,,l.rl llllrdo.
Juegos de lenguale
,li i,:; lir r.,
:r r' ; l,:tlr;i¡ 23- Pero, ¿cuántos lipos de pro- Una palabra es, pues, como una
v pos¡ciones hay? ¿Tal vez aserción,
pieza de ajedrez. Y para entender
.,,,,,.1,, ) , i'l^r r
orequnta y orden?
-Hay
innume-
qué es una p¡eza de ajedrez es ne-
*... rables l¡pos; ¡nnumerat¡les tiPos
,, lri,srri; cesario entender el .¡uego en su
diferenles de ut¡l¡zac¡ón de todo lo
,,, .ru !¡r:; tlk ¡ que llamamos "signos", .Pala- coniunto, las reglas y las funciones
:rV.ir¡rr.,ir[, bras-, .propos¡ciones". Y esta de cada una de las p¡ezas. lgual-
; tl-rl,r l¿¡:, mullipl¡c¡dad no es algo fijo, dado mente podemos decir que el s¡g-
Y de una vez para s¡empre, sino que
nif¡cado de una palabra es el Iugar Pos¡b¡l¡dades del lenguaie
surgen nuevos tipos de lenguaje,
r.l,, , ,:x. ji,:i¡ nuevos iuegos de lengua¡e que ocupa en un juego de len- 8. Hay mú¡t¡ples juegos de lengua-

¡;. como podemos decir-, y otros


-tal guaje, es deci( en un conjunto de je posibles. Aqu¡te presentamos
,. ir ¡ r lit¡;r
cuatro ejemplos de ellos: aña-
,rilr,r,¡r ll:: envejecen .v son olvidados. [...] actividades definidas por unas ne- de olros cr¡atro.
r; \. ../r(lir ¡ ¡ La expres¡ón .ruego de lenguaje" glas determinadas, las reglas que
. Dar órdenes.
,V,lr.:lrrrt, ha de subrayar aquí que hablar el gobiernan los diversos usos de las
. lnformarde un acontecim¡enlo.
lenguaje es una parte de una ac-
' --r,lo lr.tl¡ tividad o de una forma de vida.
palabras en nuestro lenquaje. El
. Real¡zar conieturas sobre algún
l.lr. ( Í)5ll¡r r t.i signif¡cado de una palabra viene
suceso.
Wjltgenstein, L.. determ¡nado y está conslituido por
I nvest ¡gac¡o nes l¡ losóf ¡ cas. . lnventar un chiste y contarlo.
su uso en el lenguaje cotidiano.

383
1', 16
Seguir una regla es una práctica, una costumbte, un uso: impl¡ca ulil
[rt¡
Lo que se ha de aceptaf, lo que es soc¡edad y, en defin¡tiva, una forma de vrda. Las reglas son pÚbli ','V rl I ,

dado, son decirse- for- cas y debe ser posible, para todo el mundo, aprenderlas. Por esta
-podría
mas de vida-
razón, tamb¡én habría de ser posible ccnstatar si se ha seguido o rx)
¿Tiene sent¡do dec¡r que los hom- una regla, si se ha comet¡do algún error o no. Con)prerlder un len- i
bres concuerdan, en general, en gua¡e, pues, s¡gnifica dominar una técnica. es decir, s¡gnif ica dollli
cuanto a sus ju¡c¡os sobre Golo-
res? ¿Corno seria, si no luera as¡?
nar un conjunlo complejo de técn¡cas, ya que el lenguaje es una pÉc-
entonces, a las Palabras üca compleja, compuesta de d¡vervls prácticas. los d¡versos iue
-Pero,
rojo y azul de eslas Personas, gos de lenguaie.
¿con qué derecho Podriamos lla-
marlas nuesfras para los Ahora Wittgenste¡n ya no se preocupa de ia esenc¡a del lenguaie,
"palab,ras
y no se preocupa de ello porque constata que no hay nada en co- llr
cslores.?
¿Cómo aprenderían ellos a em-
mún en la plural¡dad de juegos del lenguaje; en corrclusión, en él t¡;
prrJi
plear aquellas palabras? Y el jue- no hay una esencia; únicamente hay relaciones, y son estas rela-
g[) de lenguaie que ellos aprenden. ciones las que permiten denominar el con¡untc de todas las prác' uer
I
¿es todavía aquello que nosotros ticas como /enguale. El lenguaje es como un juego y, colno todos 4r:
llamamos el uso de.nornbres Para los ¡uegos, los iuegos de lenguaje comparten un c¡erto "aire de
los colores"? Obv¡amente, aqui
fam¡lia-, es decir, un c¡erto parecido. La precisión exigicia en el Irac-
hay d¡ferencias de grado.
falus era una ¡lusión; la vaguedad del lenguaie ha dG ser acepta- l-r f¡i
W¡ttgenstein. L..
I nvest¡ gaciones filosól¡cás. da en toda su realidad. El lenguaje tiene mÚlt¡ples lunciones, y las ñ,r
-palabras
tienen s¡gnificado en las situac¡ones o los contexlos so- lioll,.
I ciales concretos. 1 :lr

Los problemas f¡¡osóf¡cos


El reconocimiento de pluralidad de usos y lunciones del lenguírie co¡r
duce a dejar de hablar del .límite- del lenguaje y a haSlar (le los -l¡.
mites. del lengua¡e- Ahora ya no se puede decir 'esto llo t¡eire se¡i
tido., sino tan sólo -esto no tiene sentido en este iuego lingi.¡istico
Las proposiciones metaf is¡cas concreto.. Expresiones antes ambiguas se aclaran reconociendo su
contexlo soc¡al concreto.
Según Wittgenstein, err las pro-
pos¡ciones metafísicas hay una
¿6mo ve las propo§ciones filosólicas el ÚltimJ Wttger§lein? ¿C(,ts-
cierta confusión sobre el uso del t¡tuyen propo§ciones insensatas, tal conrc había asegurado en el
lenguaje.
Tractatus? Pues bien, el V'/¡ttgenste¡n de las lnvestigaciones afirna
que el mayor enor filosófico a la hora de analizar el lenguaje ha cort-
Ya sabes que la palabra causa es
sist¡do cn m¡rar la forma de las palabras y no el uso que se lrace de
un térm¡no importante en filosof¡a. :
Ahora bien, su uso cotidiano es di-
esta forma. De hecho, hay que d¡stingu¡í enlre una gramáüca su-
ferenle de su uso metafis¡co, Si ' de perf¡c¡al (que analiza la función sintáct¡ca) y una gralnál¡ca prolun'
c¡mos.la causa de tu dolor es ' el da (que analiza la func¡ón pragmática). La gramát;ca superf¡c¡al ve
golpe que te has dado", eslamos dos general¡zaciones empír¡cas en las propos¡c¡ones 'todas las ro-
usando de manera habitualeltér- ,.1
sas t¡enen espinas. y .to'ios los l¡stones tlenen bng¡tud-, pero, mi€rl-
mino cáusa; s¡ decirños -tray una l:
causa pr¡mera que lo ha creado tras que es posible ¡maginar rosas sin espinas, no po(lenlos imagi'
tgdo", eluso que hacefilos de él es 1
nar l¡stones sin long¡tud. La primera es una proposición exPer¡men-
.:
metafisico, y el lenguaje "se va de tal; la segunda es conceptual. El sentido no se halla en la gramál¡ü3
,I y¿6¿s¡e¡ss", €61á d€splazado de su r '
,¡ (uso)hab¡tual. superficial. s¡no en la gramática prolunda. f.
s¡t¡o
l

wittgef¡srein, L-. lnvesl¡gacio.rds -: A menudo surgen confus¡ones y probbmas lilosólicos cuando nl


i
lt1flsófr:as. se tiene debidamente en cuenta cuál es, en cada molnento, el uso
real del lenguaje; en las proposiciones en que s€ ha producido esta
confusión, el lenguaie empleado -se va de vacaciones', está fuera
del ámbito o juego de lenguaie que le conesponde.

384
_n
t
I ,,
',,f 16
Función descriptiva y terapéutica de ta filosofía
':
Wittgenstein consideraba que su aportación filosóf¡ca consistía en rl lil ,''
I ,t,
un auxil¡o para los que estaban perplejos. Tanto en el Tactafus como I rl
1 r'll
. !c ¡-.
en las /nyestigaclones bien de maneras diferentes_ se opone a
-si
11.

t,
'1,,'- los intentos metafísicos de expresar ciertas cosas fundamentales
de
fcr'.na empirica. Una proposición metafísica viene a ser una simula_
,ll
lt) ir
ción del uso del lenguaje. Ahora bien, Wittgenstein critica la metafí- ¡'
srca porque se preset'tta en forma empírica, pero no porque le pa_ I

rezca que se ocupa de problemas tr¡viales. /l


I

\
rr l n co- 11 1. Los problemas que surgen de una mala interpretación de
,l en él nuestras
^f:, formas de lenguaje tienen el carácler de la profundidad. Son
inquietuOes
profundas; arraigan tan profundamente en nosotros
como las fórmas de j:/l
nuestro lenguaie, y su s¡gnif¡cación es tan grande como la importanc¡a
de nuestro lenguaje.
¿pár qué nos pare"" profrnJo
un chiste gramatical?-preguntémonos:
(y esto es, de hecho, la profundijad filosófica.)
i'¡l l., I
I
Wittgenstein, L., lnvest¡gaciones !¡tosóf¡cas. t'i I I

filosofía t¡ene una func¡ón descr¡pt¡va, la de ayudar a entender ri,i


La t. tl!
los diversos usos del lenguaje. Sin embargo, ia iilosofía
tamb¡én El hombre perplejo se encuentra atrapado
tiene una función terapéutica, la de remed¡ar la perplejidad y en una mala comprensión del lenguaie.
la an_
gust¡a causadas por el uso incorrecto del lenguaje La labor de aclarac¡ón conceptual de ¡a
en las pioposi- frlosofia ha de moslrarle la saltda de la
ciones metafísicas. De hecho, ol pensamiento metafíslco
desvía el trampa, es dec¡r. ha de dis¡par su angustia.
uso normal del lenguaje. Una vez d¡agnosticado el problema,
¿cómo
se consegLrirá el remedio? pues bien, cuando los filósofos
emplean
una palabra -_sabef objeto, yo, causa..._ y procuran alcanzar
la La filosofía no puede en n¡ngún
esencia de la Dosa, hay que preguntarse siempre:
¿hay alguna oca_ modo tocar el uso factual del len-
sión en qLte esta palabra se use realnente así en ei rcÁguá¡e guaje: no puede hacer olra cosa
en que
t¡ene la patr¡a, es deci4 en su uso cot¡diano? que describirlo. Tampoco p'rede
fundarlo. De¡a las cosas tal como
Con esta simple pregunta, el f¡lósofo devuelve las palabras_con están.
uti-
lización metafÍsica a su uso cotidiano. Así, la labor de la
filosofía no Wittgenstein, L.,
:: rf t¡po empírico, s¡no conceptual_ Ha de resolver los problemas I nv esti g ac ¡o n e s Í¡ to só li c as.
filosóficos mediante la comprensión de los juegos de lenguaje.

¿Ruptura o evoluc¡ón?
t:i. .
Las son entendidas pof argunos ¡ntérpretes como una ruptura
con er rracfafus,. pafa otros, en cam-
bio, 'lnvest'gac'bnes
ccnst¡tuyen una evorución de fas-resis presentaáas en ra p¡."i"
i., i.ri lrr vo que te ayudará a tener una opinión propia sobre el
tema.
.
.
..
Jfu"a. nqrf tienes un esquema comparati_

Tre ct atus lq ico - p h i lo6,oph¡ c us I nve stig acio n es lil osóf¡c as


v-ll l.ás froDcicnnes tienen sent'do po.qr,e describcn la raal;dád_ las proposic¡ones irenen sen¡do porque luncjonan
en ¡uegos de
,enguaje.

¡ltin¡.¡) lengua¡€ vát¡do es el Duramente foÍr¿t.


Hay muchos ¡uegos de tenguaje, todos igualmenlé
válidos.
Dehe verificárse h propos¡ción por análiss lógico (§ es ana_ El s¡gnif¡cado de la propos¡ción debe aclararse anat¡zando
¡¡tica) o contrastándola co¡ la real¡dad (s¡ ee empírica)_ el con_
texto eñ qrre es usada, respond¡endo en cada caso la pregunta:
a
"¿Oué se qu¡ere decir?-.
t. , ,j.,i Las proFosiciones d€ la metafisica no tjensn ningún se ¡do. En las propcs¡ciones metafísicas. a menudo se hace
un uso espe_
cial de las paiabras (el tengua¡e .se va de vacaciones-).

385
Comentar¡o de text o tl.)
6.5. Si una respuesta no se puede expresar, la prc- recen en d texto (pol'efrTnplo, duda, ,hsen§a
gunla que le corresponde tampoco se puede to...) larnbén desernpeñan en él un papel rele
expresaf. vante, erunÉalos y iustiñca tu eleccion.
El en,gma no ex¡ste. lnd¡ca las ideas prirrcipales y su jerarquia. Mues A
S¡ unapregunta se pired€ llegar a formular' tarn-
- lra la rdac¡on que exble enlre dlas.
bién puede ser contestada. . El autor nos nuestra sus tesis el) una eslr(t(;-
6.51. El escepticismo no es irrefutable, s¡no obvia- lura de EÉ,rralos ¡erarqxz¿dos. Expl¡ca con lus
I
menle ¡nsensato, cuando pretende dudar allá proúas pahbras. parralo por párrafo, las id&§
t
donde no se Puede Preguntar. . que expresa el autor.
Porque la duda sólo puede existir donde ex¡s- . Señala los conceptos clave que aparecen en
te una lxegunt¿ una pregunta' úni:amente don- ca@ uno de bs Énafos que has explicado.
de existe una respuesta, y ésta, solo donde algo alguno de és
un titulo al texto. ¿Escogerias
puede *r dicho. - Pon
tc?
6.52. Tenemos la sensac¡ón de que. incluso cuan- . Lo elgúts- y tJ irlP;xg€sable
do lodas ,as posibtes preguntas cientílicas se
han contestado. todav¡a no se han abordado . Los limit§ de la ñlosofu
en abso¡uto nuestros problemas vitales- . Lo,s kn¡tes del le,lguate
S¡n duda, ontonces no queda, justamfite, n¡n-
.f"
guna otra pregunta; y prec¡samenle esto es la Contelo lnmed¡ato del terto Cr
respuesta.
- Relaciona d texto con h ñklsolia dd autor' Apor 4,,
6.521.Se nota la solución del problemade la vida en ta ¡deas de este que ayuden a aclalar y enriquc'
el desvanec¡m¡ento de este problema. cer el ser¡tido del tedo.
(¿No debe ser éste el mot¡vo por el que hom- . Puedes relacbnar el texto con las teonas oe wit
bres a los que se les aclaró el sentido de la v¡da' sarrolhdas por el .prirner Wittgensteir¡" : el alo' A,
tras largas dudas, no pud¡eron decir después m¡smo lógico. h teoria de la repesentaciÓn, la a; t.
en qué cons¡stia este sent¡do?) clifer€ncia enue b q.E se clce y lc q.rc se rnues' ¡.t
tra, h funciln de h fi¡cofh'..
,: it
6.522. Lo inexpresable, de todos modos' existe' Se
mueslra, es lo mistico. á,,,;¡
lnd¡ca cuáles eran las cueshones ce la época y
6.53. El método corecto de la filosol¡a seria prop¡a- - las cfversas conÉntes ñlosoficas.
''ll,
mente el de no dec¡r ún¡camente aquello que
A'rl
. A phciftrs dd sdo )0( h¡r¡tfdon lnrchas lq
se puede decir, o sea, propos¡ciones de la cien- rías ¡nnovadoras, corYlo por eiemplo el psico-
c¡a natural por lo tanto, que no t¡ene lt ,I:i¡
-algo, añál¡§s. ¿Crees que la teoria de Wittgensteirr
nada que ver con la filosofia-, y después.
tarrtuén es innc\rddora? Juslifr:a lu respuesta' A
i lr.'-
cuando algu¡en qu¡siera decir algo metafisico.
demostrarle siempre que en sus ploposic¡ones L¡I:
no había dado ningún sent¡do a c¡ertos s¡gnos'
arardo más allá de¡ t Ito
-a1t,
Este método seria insat¡sfactorio para el otto lnd¡ca cómo se ha tratado en otros momentos .ic¡
---flo tendría la sensación de que le estábamos - el terna clel texto. isr
enseñando I¡losolía-, pero éste sería el úni- . p¿tl
Rjedes cúr¡]arar h teoria dd lenguare de Wlt-
co método estrictamenle coreclo. .tc
genstein con b cuestiqr nominal¡sta med¡eval
Wttgenstein, L.' fractalus logico-ph¡losophicus- (repasa h unidad 6 del l lro). t)a
^(e
.!C(
O¡inió¡r pe¡¡onal nl t¡
Análisis del conten¡do
Atrévete a ¡ndltar. de una rnanera razonada y ar' ,ei
Enumera y aclara los corrceptos más relevantes - gurnenlacla, tus Prefererlcias. [i;¡
- del texto. .
..1e
Vuetve a segu¡r d razor¡amier¡to dd texto y se'
o ¿Oué significado da el autor a los s¡guientes ñah s¡ estás de act er(b cori él: iustifica tu re§- 4r .

conceplos: pregunta, resg)esta, cierúil¡co. mis' puesta. § c()f§ijeras q'¡e. en algún punto dd
¿,co? ¿Y qué sent¡do da a las expresiones "pro- texto, el autor fia cornettlo m eÍor. ñdicdo y {a(
blemas v¡tales", "sent¡do de la üda"? expl¡ca por q[É te parece equivocado en e§€
. Si consideras que olros conceptos que apa- PUnto. ró

1
F

! Recuerda lo que has v is to I

. Enumera las tres r,ías por las que ha avanzado el . ¿Cuál es la a de Russell hac¡a la guerra? .
-ctitld
interés por el lenguaje. ¡ Señala los rasdos intelectuales característicos
n Menciona algunos de Ios personajes relevantes
(pensadores, artistas...) de la V¡ena de Wittgens-
. Dbfine'con tus propias palabras: p roposíc¡ón ana-
tein.
lítica y proposic¡ón empírica.
e ¿En qué circunslancias (histór¡cas, psicológ¡cas...)
- escribió Wittgenslein el Tactatus? . ¿Cuál es el principio de verificac¡ón fuerte? ¿Y el
I
I
I

. biplica brevemente la teoría del atomismo lógico. principio de verif icab¡lidad débil?

, ¿Cuá! es la relación qué hay entre lenguaje y rea- . Explica con tus Érop¡as palabras la pluralidad de
lidad en la teoría de la representación? usos del lenguaje. i

. Enumera los tres tipos de p!'oposic¡ones posibles ' ¿Cuál es la función de la f¡losofía para el "Últi-
de que hablá el Tractatus. mo Wittgenstein"?

Movimiento anaritrco es una et¡queta que com- cias, la Escuela de Cambridge y la Escuela de Ox-
prende f¡losofías que tienen un ciertc "aire de fa- ford.
milia" y que giran alrededor de la doble creación de
Wittgenstein. No se trata cle una escuela, sino de La Escuela de Cambridge, l¡derada por W¡sdom il
(1904-1974), asume la función terapéut¡ca del ¡en-
rrn ccnjunto de terldenc¡as que comparten un esti-
qua¡e. Compara el anál¡s¡s del lenguaje al ps¡coa-
lo cte pensamiento. Después de Frege, Iueron est¡-
rruladores de este mov¡miento Russell :" Moore. nálisis: esta terap¡a pretende sanar la enfermedad
Fslos anal¡stas ¡nfluyeron en el Tractatus logico-ph¡- del neurót¡co pon¡endo de manif¡esto sus mot¡va-
losophicus, la obra más típica del rrtovimiento ana- c¡ones ¡nconsc¡entes; los analistas del lenguaie ¡n-
lítico. El pos¡t¡v¡smo lógico o neoposit¡v¡smo, a pe- tentan resolver las perplei¡dades filosóf¡cas explici-
sar de las diferencias que lo distinguen de los plan- tando elsent¡do de las palabras en cada uno de sus
teamientos de Vú¡ttgenstein, adoptó buena parte del USOS.
Tiactatus. Los m¡embros del Círculo de V¡ena, con
Ryle (i9oo-1976), Auslin (191 I -1960) y Strawson
srr análisis del lÉnguaje cientifico, lanrbién perte-
v ne<;en al rnovimiento analítico.
(1919) son los seguidores de W¡ttgenstein que cons-
tituyen la Escuela de Orford. Tratan de continuar la
v t-os trabajos de Frege y Bussell est¡mulalon inves- obra del maestro analizando cualqu¡er t¡po de Ien-
t¡gaciones sobre los fundamentos de la matemá- guaje: el ienguaje de la ética, el de la psicología, el
tica y de la ¡óg¡ca. Hilbert (1862-'1943) reoujo toda religioso, el científico, el metafis¡co...
la matetnálica a un sistema nipotét¡co-deductivo a
partir de un cierto número de axiomas y fundó lo que Ryle ha destacado en el análisis del lengua¡e psi-
se ha denom¡nado metamatemát¡ca, que se ocu-
cológico af¡rmando que Ia vieia dicotomía cartesia-
pa no de las entidades matemáticas concretas, s¡no na entre lo mental y lo fís¡co se basaba en.confu-
v ile l¿t e,valuac¡ón de los grandes s¡stemas matemá- s¡ones categoriales», causadas por el hecho de que
licos. Gódel ('1906-1978) cont¡nuó esta línea y la cul- no se entendía bien lo que se pretendía dec¡r con
rninó ccn el célebre teoíema que lleva su nombre, uno y olro concepto: una vez asumido que «lo men-
seg[rn al cual es impositrle para la matemática pro- tal" se reduce a la manera de acluar frente a unas
tr¡r 13 n¿,trrraleza no contradictor¡a de un s¡stema for- circunstancias determinadas, desaparece la dico-
tnal axiomático. lomía.

lri .tlltintc Wittqenslein" propició una visión del len- Austin nos dice que las palabras son usadas para
qlra¡e en que se analizan sus usos en un determi- produc¡r unos determinados efectos; empleamos
rrírdo conlexlo. Esta perspect¡va, muy aleiada de los el lenguaje para describir, pero también para con-
eslrictos análisis de los positiv¡stas lóg¡cos, gene- vencer, para persuad¡r... De hecho, d¡st¡ngue tres li-
ró lo que más propiamente se ha denom¡nado f¡lo- pos de actos en el lenguaie: el acto locutivo, el acto
i liir rlül lenguaje, que ha der¡vado en dos lenden- ¡locut¡vo y el acto perlocut¡vo.

387
E

f'
tF1

17 Filosofía de la crencra

Esquema I
\) I
1. Ciencia y sociedad -'.1
1.1. La Wunda mitad del siglo XX
1 .2. Replanleamiet fto cientifico

2. Popper, "et error fecundo'


2.1. Vrda y obra
2.2. La demarcación c¡d1tífica

I
2.3. El método cientílico !r
2.4. E problema de la verctad
2.5. La socidad abierta

3. La epistemología después de Po¡rper


3.1 . Kuhn, las ra/oluciones cientiÍicas
3.2. Lakatos, el falsacionismo
melodobg¡co
3.3. Feyerabend, el anarquismo
epistemológrco

I
I

@" biet tvos


Obtener u na visión panorámica de las innovac¡ones cientificas desarrolladas cjurante el si
glo XX, qu e revolucionaron nuestra visión de¡ mundo y la concepción de la prop¡a ciencia
I

. Valorar el esfueÍzo y el gran avance que supone, dentro de un contexto muhd¡al de política
de bloques, la proclamac¡ón y la apr-obac¡ón de la Declaración Universa¡ de los Derechos Ht!'
manos,
. Conciehc¡ars€ de las dos caras implíc¡tas en cualquier cambio científico revolucionario.
o Valolar la importancia de Ia epistemología como disciplina capaz de desvelar actitudes inge-
nuas ante la c"iencia.
. Comprender la contribuc¡ón de Popper en el ámb¡to de la filosofía de la cienc¡a y dejar cons-
tancia de las aportaciones posteriores. i
. Conc¡enciarse de lahecesidad de sociedades ab¡ertas para el libre desarrollo de sus inte-
grantes. '
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3BB

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I
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I
¡ $', M¡ Eg,;rro, de Ch. Demulh.

lnvitación a la unidad
El progreso de la cienc¡a requiere una gran dos¡s de au-
-
dacia, imaginaciÓn y creat¡vidad a la hora de formular
hipótesis, y un implacable rigor a la hora de criticarlas y
contrastarlas, El miedo a equ¡vocarnos' a cometer erro-
)l- :: res, puede coartar nuestra ¡mag¡nación y conducirnos
a la tim¡dez teÓrica, pref¡riendo segu¡r el cam¡no seguro
Ce algún mélodo establec¡do. Pero n¡ngún método ga-
rantizi el acierto. Nadie garantiza el acierto. Las buenas lntroducción
ideas pueclen sttrgir por cualquier via: por tradiciÓn' por Esta unidad que iniciamos está básica-
obseóación, por intuiciÓn ¡ntelectual, por un presenti- mente dedicada a cuestiones epistemoló-
rnienlo, por cUalqu¡er mélodo o falta de método' qicas. Como ya debes saber, la epistemo-
loqia es la d¡sciplina encargada de analizar
A Paul Dirac (nac¡do el mismo año que Popper, 1902) se
v aclarar aspectos relac¡onados con el co-
le ocurrió su famosa ecuac¡ón (base de la teoría cuán-
nocimiento y, de modo particular, con la
lrca de cartpos) en mitad de una discusión, sin seguir
ciencia. En esta rama de la lilosofía reciben
nrétodc algunc (rri, por descontado. el mélodo induct¡- una atenc¡Ón y un tratamiento especiales
vo), No toáo e! mundo tiene la suerte (o la genial¡dad)
temas como: ¿Qué Podemos conocer?
de Dirac, pero nadie habría de tener m¡edo a equ¡vo- para
carse. Únicamente corr¡endo el r¡esgo de equivocarnos ¿Cómo conocemos? ¿Existe un lím¡te
áquello que podemos llegar a conocer?
tendremos la oportunidad de acertar. Lo único impor-
tar,te es que las hipótes¡s después sean sometidas a fal-
¿Qué es la ciencia? ¿Oué la distingue de
otras formas de saber?... Todas estas cues-
sacion inrDtacable, a conlrastación'/igorosa'
t¡ones gozarán de un protagon¡smo central
ri:v durantá el siglo )C{, momento en que las in-
iir¡ on,"," o,o,,"roT!itÉ'l!'^' vestigaciones físicas lrastocaron la visión
! trad¡cional del mundo y la real¡dad. En este
contexto, la contr¡buc¡Ón de Karl Popper
y de otros epistemólogos resultará impres-
,;P cindible para determinar el lugar y la fun-
v c¡ón que conesponden a la cienc¡a en nues-
tra sociedad.

r'rl+
v
I
*E

17 #IL'
I¡ Ciencia y sociedad 'ra'
En este pr¡mer apariado, tratarenros de ofrecer una rápida visiórt O
de los acontecim¡entos históricos que enmarcan lo que podríamos
denom¡nar revolución científica del s¡glo XX. El replanteam¡ento cien- a
tifico, característico de esta época, propició que muchos filósofos
reconsideraran su concepc¡ón de la c¡encra y de su desarrollo.

I 1 La segunda mitad del siglo XX


Después de la devastadora S€gunda Guena Mund¡al, se ¡n¡ció un lar
go y tenso período de paz. La inlluenc¡a y los intereses enfrentados
uL--
de las dos grandes potencias ganadoras supusieron que el mundo
quedara dividido en dos grandes bloques. Este tenso periodo de paz I
¡ncierta se conoce como la guerra lría.
Mano co, eslera. de Escher
La expresión guerra fna es invenc¡ón del per¡odista Walter Lippnrann.
que así t¡tuló uno de sus libros. Con este titu¡o pretendía caiacter!-
zafla s¡tuac¡ón de desconlianza y tens¡ón que afectaba a gtan pa,-
te de la humanidad. A pesar del aparente estado de paz. las rela-
c¡ones internac¡onales eran conflictivas y frágiles, arnenazadas ¡rc,r
un peligro constante de desequ¡librio y ruptura.
La Segunda Guerra Munci¡al hab¡a unido en un lllis¡tro bando a L-s-
tados Unidos y ia Unión Sov¡ét¡ca. Una vez acabado el conflicto. ta
inexistencia de un enemigo común evidenció las enormes diferen.
c¡as entre estos dos paÍses. Estados Unidos se había convert¡(lo
La guerra de V¡etnam, que ha sido un
tema prolífico en Hollywood. es un ejem- en el abanderado del capatalismo, y la Unión Sov¡ética, después Crl
plo evidente de guera satélite, en lá que. la Revolución, era la nación líder del comunismo. La desconfianza
más o rnenos abidari€nte, se eífrer{aron
Estados Unidos y la Unión Sov¡ética
y e¡ m¡edo que generaban estas diferencias los conv¡rt¡cron er) unit
durante lá guera fria. amenaza mutua. S¡ a esto unimos la enorme ¡nf¡uencia exlrauac¡c-
nal que fueron adqu¡r¡endo durante la posguerra, llegamos al nrolr- 3(
vo de ia fragmentación del mundo en dos grandes milades. El blo-
que occidental, por un lado, se caracterizaba políticamente ¡ror urr
sistema democrático representat¡vo y, económicamente, pcr un : is-
tema liberal. El bloque oriental, en cambio, se caracter¡zaba por p
un sistema económico y político comunista.
I
It¡
Esta bipolarización estaba marcada paradór¡camente por la ausen-
l' cia de guerra declarada entre las dos potenc¡as. La tensión exis-
t lo
tente entre Eslados Unidos y la Un¡ón Soviética a menudo estalló en
\ .. paises ale¡ados, donde los dos gigantes comp€tían por no perder su
el
influencia. son de esta época guerras como las de v¡etnam, cofea
i i-. ,

\\ o Afgan¡Stán. Durante la guena fria, la canera armament¡sta fue con- ^,J,


I

\>l siderablem€nts super¡or a la de otras épocas, ¡ncluso a la que pre-


cedió a la Primera Guera Mund¡al. La invenc¡ón y construcc¡ón de
armamento más sofisticado y devastador mantuvo a los dos bloques
en un equ¡librio de terror, en el que sólo la disuas¡ón nuclear fre-
p

d
nó el estall¡do del conflicto. d

390

I
I

17

La división horizontal
Además d6 la fragmentaclón en dos bloquás, sa evi-
i, ;ón denció otra d¡v¡sión mundial, esta vez horizontal: entre
líitf os I el rico Norte y el Sur empobrecido. oespués de la Se
gunda Guera Mundial, se aceleró el proceso de des- ,
i' rn- colonización. De mangra gradual, los lmperios se fue-
)solo:'; ron desintegrando y las nacionalidades, recuperando
su independenc¡a D€sgraciadamente, en pocos casos
ias metrópolis se habían preocupado úr potenciar es-
I tructuras económ¡cas, polÍticas y sociales que capaci-
á ,
taran a las colon¡as pára aftontrr h hueva ¡ndependencia
La ¡nfraestructura insufic¡ente y una deuda extema (ha-
L cia los países ricos) exorbitante convirt¡eron la emanci-
'

{-cj pación en una condena al suMesanollo y la pobreza.


,:lvrr- \(
1:;-,', i:la
r rtldr)
t i;, , ,-,,.
La Declaración Un¡versal de los Derechos Humanos
La responsab¡l¡dad que lienen los
Escarmentados por la Segunda Guerra Mund¡al y sigu¡endo la ¡n¡- países imperial¡stas en la situac¡ón
c¡at¡va de la Sociedad de Naciones, se creó la ONU u Organ¡zac¡ón económ¡ca y soc¡al de las anliguas
colon¡as comporta que muchos de
(ie las Naciones Unidas. Este organismo internacional era fruto de la
ellos §gan políticas de ayuda al Ter-
guerra, pero se auto¡mponía la misión de preservar la paz. cer Mundo.

Uno de los h¡tos fundamentales de este organismo fue la redacc¡ón


l. Seguro que has oido hablar del
mov¡m¡ento de delensa del 0,7.
y aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Hu-
lndica qué def¡ende y si con-
manos, es decir, un decálogo que recoge, reconoce y proclama los - sideras que sus reivindicac¡o-
derechos que todo ser humano posee. En plena guerra fría, esta em- nes son ¡ustas y legit¡mas. Ar-
presa frre lenta y difícil- En el seno de la Asamblea chocaron dos con- gumenla tu respuesta.
i,'
cepciones del ser humano: la liberal y la soc¡alista.

Después de un año de preparación y de inacabables debates, el 10 de


diciembre de '1948, de un total de 56 Estados presen-
les, 48 votaron a lavor de lo que hoy es Ia Declara- ;; ,. .i '
o¡ón universal de los Derechos Humanos y I Estados 3Hff ñffiil":::fl",:l:""::""ff; i' ) - ' e: .: ',,
se abstu\,¡eron. Fruto del entendimiento, quedaban re-
!is;á"iál;ir;i;;; il, . :;
"ó;;"d;;;: ' i-, ';;l l. ' .sJ
il,lrr- conlcidos lanto los derechos civiles y políticos como doqueel fespeto a Ia dignidad in- '.. v.. :,, . --y i ;,
ros soc¡ares. Los derechos polítaos, áomo el derecho i:T:ijiÍ,fif"'r:",J:I"T:"t¿lXr ' . . 'í ."
a la libre expres¡ón o el derecho al voto, habían s¡do les e inatienabtás de cada uno dé ettos ,J"-
,-:_t_;-,
promov¡dos principalmente por el bloque democrát¡- consl¡tuye el fundamento de la libertad, de
la juslrcia y de la paz del mundo "
seguidamente' se
co. Los derechos soc¡ales, como el derechoaunsata-
rio d¡sno o er derecho a surrsidioJ [-r;i;;;. ffi; :::f,$il:'"t""Jtr[t#liEt::i¿"":Y,:"TlH]
sido apoyados por el bloque socialista. El Preámbulo y ,?icos y soc,á/es.
los tre¡nta arlÍculos que forman la Declaración fueron Derechos civiles: protegen al indiv¡duo de los atlusos
y arb¡trariedades del Estado Por ejemplo' el derechoa
un gran éxito de la humanidad, en el que se mostÍaba .

,i ei esluerzo (!e consenso q,te realizaron las dos gran- Der€chos potíticos: aseguran ta part¡cipación det ¡n-
des potenc¡as, Estados Unidos y la Un;ón Sov¡ética. dividuo en las decisiones de gobierno. Por ejemplo. el
derecho al sufrag¡o universal y secrelo.
A los 50 años de su proclamac:ón, 185 Estados del Derechos soc¡ales: garant¡zan unas condiciones de vida
planeta habían reconoc¡do y ratificado la Declaración. digna para todos. Por eiemplo, el derecho al trabaio.
¡\ pesar de ello, se continúan comel¡endo atrocida- 2. Haz memoria y proporc¡ona al menos otros dos eiem-
plos para cada uno de los tipos de derechos de que
(tcs que ../iolan lcs derechos más básicos, como el acabamos de hablar.
(lereclro a la vida o a la l¡bertad.

391
| !rri, I 17
f:
lt' 1.2. Replanteamiento científico
I. 7i A continuación realizaremos un breve recorrido por los descubri-
mientos científicos del s¡qlo )« que revolucionaron el ámb¡to de la fí- l:, ¡ r,'

fi', sica y obligaron a los filósofos a replantearse la tradic¡onal concep-


,lr1 r
ción de la realidad y la propia ciencia. |

..A,,
De todas las ramas del saber, la física ha ocupado históricamente un I,r, ril
lugar parad¡gmáüco. Desde Newton, ha sido valorada como un mo-
delo de activ¡dad científ¡ca que las demás disciplinas se esfuerzan en S
im¡tar. Y es que, a pesar del extraordinario desarrollo producido en
i'
otras áreas de conoc¡miento, como la biología o la química, la preci-
sión y el poder de predicc¡ón de la física e¡an todavía in¡gJalables'
ti
\',
L
¡ A f¡nes del siglo XlX, se respiraba, incluso entre lcs físicos, una in-
genua y exagerada confianza en los éx¡tos de la c¡enc¡a' Tanto
era así que la creencia de que quedaban pocos secrelos del uni- i
Albert E¡ñstein (1879-1955)és uno de los verso y de su funcionamiento estaba extendida y asumida Sin eln-
c¡enlificos más importanles de lodos los
tiempos y, sin duda. uno de los más bargo, el nuevo rumbo de los descubrimientos echó por tierra este
conoc¡dos. Su teoria de la relatividad opt¡mismo. De hecho, la conc¡encia del vasto ámbito astrorlÓlrlrco
revolucionó la coñcepc¡ón trad¡c¡onal del y atópigo condujo a que los hombres se d¡eran cuenta de que srr co-
espacio y el liempo. y lambiál contribuyó ¡,.
a establecer que materia y energ¡a forman noc¡miento de la realidad era l¡mitado e insignificante en conlfrara-
un continuo ind¡sociable. Este pr¡nc¡pio ción con lo que todavía les quedaba por descubrir.
quedó trágicámeñte coofirmado al estallat Eillst
las bombas atómicas de 1945. Max Planck (1858-1947) y Albert Einstein (1879-1955) fueron los ge- c, ,:;
n¡ales p¡oneros de este replanteamiento. Sus ¡nvestigaciones revo- l\u'
lucionaron la fís¡ca mostrando que lo ¡nlinitamente pequeño (las par- tr. . ¡;i
tículas subatóm¡cas) y lo inf¡nitamente grande (elementos macrocós- s2li'ir
m¡cos) se comportaban siguiendo unas leyes que no cuadraban con
los pr¡nc¡pios de la fís¡ca clásica. Esta crisis ev¡denció que se nece'
s¡taba una nueva fís¡ca capaz de explicar estos extraños fenónle-
rnr
nos. Los c¡entíficos de todo el mundo s€ pusieron manos a la obra.
:

L-.ru'

AI
'
Los logros en el ámb¡to astronómico han sido trj.¡Jrr
Algunos descubrimientos espectaculares: teorías sobre el origen del uni- .
I
lgol:
de la tís¡ca
Teor¡a de los cuantos de
Max Planck
;:l:".''"'ffi"1"::t'J:' iilf.'.""?: Xl:' y' !¡.-¡rJ
F¡,
f¡srórr
fuente de vida (el Sol), explicac¡ones de
191f: Estructura del átomo, según la naturaleza de los aguieros negros, con- les (l
Rutherford
1913: Teoría general de la relativi-
¡eturas sobre la evolución y el porvenir
del un¡verso- Nuevos procedim¡entos y
I I -, s
dad, de Albert Einstein
aparatos, tecnológicamente muy so-
(,.{o
1925: Mecánica cuánt¡ca Por Hei- f¡sticados, como el telescop¡o Hubble, Opos
senberg, Bohr y Jordan I ¡1¡ri
1929: Mecánica ondulatoria, Por
la fabr¡cación de satélites o los viajes
espaciales, han propiciado inesperados
I ''',1;i* ci..j P¿
De Broglie
hallazgos. Sin embargo, a pesar de ia ..J
1932 Descubr¡m¡ento del Positrón espectacular¡dad de estas exploracio- C¡JIT.
y del neutrón por Anderson,
nes, los descubnnriefltos en el ámbito su-
Chadw¡ck y Lawrence .*.
batómico han resultado más profrrndos, -'
1938: F¡sión nuclear: Fermi, Hahn porque han trastocado la concepción de la
y Starssman
mater¡a y la etrergía, y, en definitiva. han su-
puesto una nueva y revo!ucionaria cosmovisión

392
il 17
A principios del siglo XX, resultaba indiscutible que
el átomo no era atómico, es dec¡r, ya se sabía que no
,\
; t
rt, I
::ubri- era el componente último e ind¡v¡sible de la materia. .j
a^.1
Ernest Rutherford propuso una primera imagen de su il
ncep- estructura: existencia de un núcleo atóm¡co' con car-
ga positiva, !'odeado de electrones de carga negat¡- I
'i[ va. Poco a poco, los sofisticados aparatos experi-
n
mentales (como el acelerador de partículas) íac¡lita-
i-l mo-
rcn el descubrimiento de más y más partículas i
tí:Vn
,io en subatómicas, El rápido y continuo incremento de
partículas elementales, antes desconocidas, dejó la Grupo de cientíl¡cos eminenles en una
lísica en un estado de confusión y desorden que sólo la teoría de coñferencia de 1932. Entre ellos se en-
cuentra Ernesl Rulhel'ford (en el centro,
los quarks (1901) de Gell-Mann pudo ordensr mínirnamente' con p¡pa), primer teórico de la estructura
alómica, y lambién. de pie. delrás de é1.
En 1900, se d¡o a conocer una teorÍa que abrrÍa un campo nuevo de L¡se Meitnery Otto Hahn, los pr¡meros en
investigación y rellexión. Max Planck publicó su teoríe de los cuan- conseguk la f¡sión nuclear.
tos. Según este eminente físico, no sólo la maleria es discont¡nua
(formada por partículas ind¡v¡duales o átomos), sino que también la
, :r l.:
energía (hasta entonces considerada una onda continua) tiene una
estnrctura parecida, pues se compone de paquetes de energía, cor-
p[rsculos o cuantos. Einste¡n, el otro gran pionero de esta revolución
¡;*1 c¡entífica, identificó tos cLlantos de la luz y los denominó fotones'
v Einstein, con su teoría de la !'elatividad, contradiio las intu¡ciones Pñnc¡p¡o de indeterm¡nac¡ón I
r:i ¡ i¡-'
que sobre el espacio y el tiempo se tenían. Éstos ya no disfrutaban Werner Heisenberg (1 901 -1 976),
de un valor absoluto como sostenía la fís¡ca clásica, sino que se mos- uno de ios científicos más or¡g¡-
:l I )ilf nales y polémicos del s¡glo XX,
traban relativos al sistema y, sobre todo, a su velocidad' Y es que,
t¡-, constató que cualquier Proced¡-
seqún Einste¡n, el tiempo se ralentiza a med¡da que se incrementa la ' miento de medida mod¡fica Y al-
velocidad, m¡entras que la masa aumenta cuando ésta hace lo pro- tera aquello que m¡de, aunque sea
.e!é-
p¡o. De esto se desprenden consecuencias sorprendentes, como la mínimamente. Sin embargo, Por
,-:r- -
curvalura del espacio o las alteraciones temporales. muy ínf¡mos que sean estos cam-
,t¡,Y bios, a nivel atóm¡co resultan sig-
La teoría de la relat¡vidad, además de traslocar riuestra coniépción nif¡cativos. Heisenberg demostró
tradicional del espacio y el tiempo, modificó nuestra vis¡ón de la rea- que es impos¡ble determinar el lu-
gar y el momento exactos de un
lidad, al equ¡parar materia y energía en Ia famosa fórmulaE = mc2'
electrón, ya que cualquier técnica
Esta fórmula se convertirÍa en la base para las investigaciones sobre
de observación, incluso un simple
fisión y fusión nucleares que impulsarían la fabricación de las bom- rayo de luz, alteraría su situac¡ón,
bas atómicas y de hidrógeno, así como la obtención de nuevas fuen-
a - tes de energía.
Esto le llevó a defender que en un
n¡vel subatómico sólo se PUede
establecer probabilísticamente la
Por su parte, la mecánica cuánt¡ca (parte de la física que se ocupa posición de los electrones. Esta
de los cuantos) acabaría definitivamente, a n¡vel subatómico, con la teoría há dado pie a interpretac¡o-
opos¡ción entre materia y energía. Y es que iambién la materia posee nes ¡ndeterministas, que af¡rman
que no'exÉten leyes que Pred¡gan
prop¡edades antes reservadas a la energía. Los electrones, además
el comportarir¡ento fís¡co de ma-
de partículas. pueden ser interpretados como ondas (cualidad, has- nera exacta.
ta entonces, específica de la energía). En esta línea de investiga-
ción. un nuevo científico, el revolucionario He¡senberg, sostendría que
3. Explica qué es eldelermin¡s-
es imposible determinar la situación exacta de un electrón, pues in- mo y por qué la fis¡ca clás¡ca
cll;so Ia luz necesaria para "verlo', al eslar forrnada fjor partículas (fo- lo es-
tonesi, chócaria con los electrories, desviándolos de su trayectoria'
Alqúnas ¡nterpretaciones de este principio de indeterminación lo
convierten en una prueba contra el deteÍm¡nismo físico trad¡c¡onal-

l
393
17

2. Popper, uet error fecundo, A.


l'i('t
l

En este apartado conoceremos las aportaciones de Popper, (lue se +l:


sint¡ó profundamente conmoc¡onado por el g¡ro que estaban dart- !)Ie,
do las investigaciones cienlíficas y por la cr¡s¡s y el descalabro del li,
sistema neMoniano, hasta entonces ¡ncuestionable, se inleresó por
la naturaleza de la ciencia y por su proceso evolut¡vo.
i,
li il, I

2.1. v¡aa y obra i 1,1

Karl Raimund Poppe¡ uno de los filósofos de la ciencia más inrpor-


tantes del sigto XX, nació en 1902, en Viena, la cap;tal del imperio
austrohúngaro y la misnta c¡udad donde hacía unos años habian na'
c¡do W¡ttgenstein y d¡ferenies nriembros del Cí;culo de Viena. Su pa-
Kal Ra¡mund Popper (1902-1994) dre ejercía el oficio de abogado y era una persona muy culta y libe- A..'o
ral. Su madre provenía de una familia de músicos y era una experla .,t_,

p¡an¡sta. Su casa era un hogar lleno de libros y de música. 4,,,


De su Viena imperial le impactaba el espectáculo de la exlrema po- ¿lr ii{
brezA A Los 12 años, bajo la influencia de un anrigo, empezó a leer ^'
sobre el socialismo. A los 15 años ingresó en la asociación socia- ,!..:
lista de las escuelas secundarias. Sin embargo, fue adoptando pau ,r ra

lat¡namente una act¡tud criüca hacia el marxismo. La promesa co-


munista de instaurar un mundo mejor se basaba en la creencia en u¡l :;l]S
conocimiento ¡nfalible de las leyes del desarrollo histórico. A la la;
ga, consideró esta prelensión carente de rigor cientílico y cargada
de una increíble arrogancia intelectual.

Durante varios años seguí §endo socialista, incluso desAÉs de mi reci¡azo


del marx¡smo; y, si pud¡era haber una cosa como el soc¡alisrno comb¡na-
do con la l¡bertad ¡nd¡v¡dual, seguirÍa s¡endo socialista. Porque no pu€de
haber nada me¡or que viv¡r una vida l¡bre, modesta y simple en una so-
ciedad ¡gualitaria. Me costó c¡erto tiempo reconocer qu€ esto no es más
que un bello sueno; que la l¡bertad es más importante que h iluabad; que
el intento de realizar la igualdad pone en pel¡gro la l¡bertad, y que, sise
p¡erde la l¡bertad, n¡ ran solo hab(á igualdad entre los no libres-
Popper. K., &isgueda s¡n tem¡¡!,c.. Una ¿iqaÍia intele.tual.

Años después, en 1945, escribirÍa una obra, La sociedad abieda y


;.
sus enem,gos, donde anemetía contra el marxismo. Para Popper, las
§ teorías de Marx nos abren los ojos y promueven una actitud huma-
nitar¡a de sol¡daridad hacia ¡os explotados, pero caen en el totalita- .
-i
rismo, en el momento en que cons¡deran sus propuestas incontes-
tables. Como d¡ce en estc texto, subordinar toda consideración so-
E cial y política al princ¡p¡o de igJaldad supone, enlre otras cosas, tener
El desmoronam¡ento del imper¡o austro- que renunc¡ar a otros deíechos individuales, en especial al de l;ber-
húñgaro después de Ia Primera Guerra
Mundial sumió a su capital. V¡ena, en lá tad. Esto era, para un Cefe;rsor de la !¡bedad como Poppe( inacep-
confus¡ón y ia m¡seria. Esta situación. que tab¡e. Según este filósofo, el marxismo acabó hac¡endo de ia lucha
lue v¡vida por Popper durante su ado-
lescencia, le ¡mpacló profundan¡ente y
por los desprolegidos uní¡ ideologia dognrál¡ca, bas3c¡a en ia f¿ en ,l
esl¡muló su ref¡ex¡ón sociopolilica. un paraíso terrenai, ¡namovible y definitivo: el ccrnunisnro. ir,

394
E
l, rt 17
v Después de sus eslud¡os regulares de física clásica, comenzó a ex-
t))' plorar la obra de Einste¡n. Este estudio supuso la ¡nfluencia acaso
ef, que se más dom¡nante en su pensamiento. En mayo de 1919, una de las
rl^,/ dan- pred¡cc¡ones de E¡nste¡n se conf¡rmaba. Si la luz se compone de par-
llabro del tículas o fotones, como sostenía este científico, había de verse afec-
:er\á por tada por la atracc¡ón grav¡tatoria que ejercerían sobre ella otros cuer-
pos con masa. Así se observó en el desv¡am¡ento de los rayos lu-
minosos procedentes de las estrellas, en el eclipse solar de 1919.

Popper asist¡ó a una conferencia que Einste¡n dio en Viena una vez
confirmadas las predicc¡ones. De aquel acto salió turbado y fasci-
:ls\r)por- nado: turbado porque Einstein cuestionaba la mecánica de Newton,
rl ¡mperio sistema que la educación recib¡da transmitÍa como indudable; fasci-
¡lVrna-, nado porque la físjca relativ¡sta de Einstein implicaba predicciones
a. Su pa- observacionales muy arriesgadas que, s¡ no se cumplían, hacían Popper destacó, en su autobiograf¡a, la
Itítt,libe- insostenible la teoría. Algunas de estas arriesgadas pred¡cc¡ones aca- importancia que tuvo en la odentación y
I eJf )erl¿l evoluc¡ón de su pensam¡ento la act¡tud
ballan de ser contrastadas.
v G[acias a hechos como éste, Popper comenzó a e¡]trever cuál era la
nada dogmática de un cientilico de la
categoría de Einste¡n. Éste, en vez de
delender vehemenlemente la verdad de
auténtica act¡tud científica, actitud que no sostenían n¡ Marx, ni sus leorías, las sometia a rigurosas
pnrebas, como la del eclip6e solar de 1 91 I
Freud ni muchos científicos de la época. Un buen cientÍfico tenÍa que que superó con éxito-
aleiarse del dogmatismo y concienciarse de la pos¡b¡l¡dad de error
¡nherente a tcda teoría. D¡cho con otras pa¡abras, el talante científi-
co comporta que el propio ¡nvestigador ponga en duda y cuestione
r ltl sus teorías, somet¡éndolas a r¡gurosas pruebas antes de aceptarlas
como provisionalmente válidas.

Cespués de estas vivencias, Popper siguió su carrera intelectual es-


tudiando música, física, matemáticas y ps¡cología, pero siempre in-
teresado por cuest¡ones de filosofía de la c¡enc¡a y por cues-
ctrrazo tiones sociopolíticas. Se relacionó con m¡embros del nac¡ente
Ckculo de V¡ena, pero nunca formó parte de esta asociación..En 1930
!)l(.Ce
obluvo una plaza de profesor de enseñanza secundaria y en 1934
rs más publicó lo que se cons¡dera su obra emblemática, La /óg¡ca de la in-
r,vrre ,/est¡gac¡ón. Lo que caracter¡za a la investigación c¡entíf¡ca, defen-
j" st sc dió, es la contrastación de las h¡pótesis med¡ante la falsac¡ón, y no
v la posibilidad de verificación como sostenÍan los neoposit¡v¡stas.
Se esbozan [en el libro] algunas de
Cuando los nazis se anexionaron Austria. Popper estaba refugiado en las d¡ficultades a las que se ha te-
nido que enfrentar nuestra civ¡li
Nueva Zelanda, donde trabajaba como profesor universitario. En 1945'
zación, de la que puede decirse,
año de la f¡nalización de la Segunda Guerra Mundial, publ¡có su obra para caracterizarla, que apunta ha-
,!7 tas
de sociopolítica más elaborada, La soc¡edad ab¡erta y sus enemigos.
¡
cia el sent¡m¡ento de humanidad
l)-- ¡ ra
El libro presenta a Platón, Hegel y Marx como profetas de soc¡edades y razonabilidad, hacia la ¡gualdad
,llfit"- y la l¡berlad: c¡v¡lización que, por
cerradas, en las que la falta de l¡bertad es el mecanismo para evitar
, "- ):,
,Y criticas que amenacen la perv¡venc¡a del statu quo. Esta crítica fue
decirlo de alguna manera, todavía
r r; i :;() se halla en su niñez y continúa cre-
su forma de tuchar contra los total¡tar¡smos, en especial contra el ciendo a pesar de haber s¡do tra¡-
tolalitar¡smo nazi, responsable del exterm¡nio masivo de judíos. c¡onada tantas veces Por tantos
r iilr¡,.t
réctores intelecluales de la huma-
rY':l! A part¡r de 1946 estableció su res¡denc¡a en Londres, donde enseñó n¡dad.
i'l lrr lóg¡ca y metodología científica en la London School of Economics.
Poppet K., Introducc¡ón a
Ilasta su mueñe, en 1994, a la edad rl-'92 años, fue un incansable La sociedad ab¡et7a y sus enemlgos.
y ¡:rolíf ico p€,nsador.

395
,

17

Yo llamo problerna de la deñarca-


2.2. La demarcación científica
..ii,.
¡I
cón al de hallar un criteÍio qu6 nos La elervescencia y el dinamismo que se produieron en el ánbito
permita d¡stinguír, por un lado, en-
de
I
lrr
la física a principios del siglo XX luvieron sus repercusiones
tre las c¡encias empir¡cas y, por en el te veri!
rreno filosófico. Como vimos en la un¡dad anterior, durante los pti. I
otro, la matemática o la lóg¡ca y los
s¡slemas "metaf isicos.. meros años del siglo surg¡ó en Europa un movimiento filosófic<.¡ co_
nocido como neopositivismo o positiv¡smo lógico. Esta corriente,
Hume conocia esle problema y to
¡ntenló resolver. Con Kant se coñ- que agrupaba a filósofos como Carnap, Neurath, Ayer y
varios más.
v¡rtió en una cuest¡ón ce¡tral de la se caracterizó, sobre todo, por el cientificismo, es dec¡l por ¡a ad_
teoria del conocim¡eñto. Si. si- miración y el optimismo con que rec¡b¡eron los nuevos éx¡¡os y Ces_
gu¡endo a lGnt, lhrnamo§ .proble-
cubrimientos científicos.
ma de Hume. alde la iridrrcción, at I ^
de la demarcac¡ón podriamos lla- La convicción de que ninguna otra disciplina era capaz de propor
marlo .probler¡a de Kant".
cionar un conocimienlo tan fiable y seguro como ¡a f ís¡ca llevó I
a
popper. K. estos f¡lósofos a cons¡derar que la ciencia era el máximo exponen_ I
La t'\i@ <k b it¡tÉ6tig'É*tl. ti
te de la rac¡onal¡dad humana. por este motivo, defendieron que
la
4. Haz memor¡a y.esponde a las ciencia no era una rama más del saber, s¡no su exclusivo protátlpo.
s¡gu¡entes cuest¡ones:
Entre estos filósofos, pasó a ser fundamental hallar un criter¡o que
per-
- ¿Qué decía Hume sobre la in- m¡tiera dist¡ngu¡r con precisión qué enunc¡ados eran científ¡cos
ducción? y cuá_ ¡.
les no. A un criterio como éste se le llama criterio
¿Cualera elcriterio de demar-
de demarcáción,
- cación en Kant? Es dec¡r, se-
púes-ha de.marcar la frontera de la ciencia,
separando elámbito cren_
gún d, ¿qué cor¡diioñes t¡ene lifico de lo que es pseudoc¡enc¡a. Entre los posliv¡stas, se
consideró lA¡
que cumplir una d¡scip¡¡na para que el criterio de demarcac¡ón tenía que ser la r¡ica
ver¡ficac¡ón. El carác_
ser considerada c¡entifica? ter verificable, es decir, la posibilidad de mostrar la verdad
de lo pro- tlr,
puesto, ya sea por recurso a la lógica (en el caso rt lat
de las proposiciones r

analiticas), ya sea por recurso a la experienc¡a (en A


c. ,re
el caso de las s¡nté_
ticas), es la forma como se demuestra que un enunciado
es cientÍfico. A
Según estos pensadores, los enunciados no verificables Er f¿
en la expe-
riencia, como los de la metafisica, además de no pose.r
carácte, LA,
cientÍfico, carecen de s¡gnificado, son pserdoenunciados. por
Poppe, coñpartió con el Círculo de Mena eso. g/rrli
la conv¡cción de que ta pos¡bilidad de aparte de los enunciados lógicos, sólo los empíricos,
según los tli¡r.lC
contrastac¡ón coñ la experiencia es el neopositivistas, son s¡gnif¡cativos, porque sólo éstos inforrnan
criterio para d¡sl¡nguir los eñunctados realidad y pueden ser comprobados y demosirados partir
de la r§.
c¡ertif¡.)os de aque¡los que no lo son. a de la ex- la cic
periencia. El verif¡cac¡on¡smo se convierte
en critedo de demarca- (A!,
ción (permite atribuir carácter científ¡co a la física, pero
no a la me_ L¡n¡.i(
lafís¡ca), pero también en criterio de signif¡các¡ón,
ya que establece el requ¡sito que debe
( cumpl¡r ,le e
un enunciado para tener sign¡ficado: refer¡rse
a la experiencia y ser contrastable en ella.
b.1
"gll
Mucha6 activilades h('nal¿s reclaman para eía§ Con
d
estaüJs & c.¡erEia, qm s esta etil.Eta bastra paa
gárantizu una certeza e hlal¡b¡lilad totd. AdiluerrE tili,r
el criferb do d€r¡arcacbr¡ de los neopG¡tivbt6 pa-a
ve.3¡, por eieffiplo, tos ho.óscopos d€ bs diario6
científicos.
sor¡ noP
e
Ci
:9
.9 :lt 5. Consulta en un diado o una revista tu ho.óscopo.
que las pred¡cciones que se ofrecen soñ liables?¿Crees
Fiate bien eo ellas,
v¡sta
xt
I
i
I
I r I
¿No será que aquello que aseguran es tan geñeral y ámOigrro que
quier acontecim¡ento los cumpliria?
cÁ- pA
in-,r;

396

re
il t't ,t17
Popper, que mantuvo contactos con el Círculo de Vlena, compart¡ó con
Los enunc¡ados singulares
ellos la creencia de que es la contrastación con ia exper¡enc¡a lo que
rm!-'o de demuestra qué enunciados son c¡entíficos. Sin embargo' rechazó el , La qríticá i verif¡cacionismo de bó .l

. enunciados s¡ngulares es posible'


t t* verificac¡on¡smo como cr¡ter¡o de demarcación y de significación. Lo
mente uno de los puntos más an- ,
e"lrer ori-
l-: hizo flrmemente, oponiéndose a la formulaciÓn fuerte y a la débil. , t¡¡ntuit¡vos del pensamiento pop-
ódt:a co- . per¡ano, pero tamb¡én uno de los .
Verif icacion¡smo f uerte Ver¡f¡cacionismo débil
)ocnle, . más ¡rinovadores. Para este autor, ,
nos mas, Un enunciado es c¡entífco y lie' Un enunclado c;enlífico universal queda verifi_ ; ni siquiera en el caso de los enun-,

6? pue- cado cuando la experiencia demueslra que es 'rciados singulares ("esta cuchara
\. ad-
üi
ne senldo 9 la expedencia
de demoslrar su verdad. Se iallamenle probable. Cuando loda una serie de i es aá rñeiat"¡ la experienc¡a pue-
:)S y des- f!ñ consrdera que la ciencia pro- lenunciados singulares similales han sido verili_ . de garant¡zarnos su verdad. Efec-
nó vlene de la observacion empíd- ' cados. elenuncado generalque los recoge que- l¡vamente, estos enunc¡ados con-
ca. da demostrado. t¡enen conceptos o nociones,
I lf 't)Ol-
.L,, comd «metal», que Son univefsa-
C IIEVO A les y; por lo tanto, van más allá de
Los enunciados cientÍficos son Este verif icac¡on¡smo se apoya en dos errores.
universales (por ejemplo, "todos En primer lugar, los enunciados singulares tam- la simble observac¡ón y la expe-
rrrr¡rre la los metales transmiten el calor,, , poco son verificattles, pues contienen concep_ I riencia: Para Popper, los enuncia-
o- y no pueden verificarse. Debe- tos universales f melal", "calor', que van más dos singularés presuponen ya una
I(, ir)O
ríamos comprobar uno por uno allá de la experienc¡a, En segundo lugar, el paso
teorÍa. En éste caso, una cierta
§ lodos los casos posrbles; larea de los enunciados singulares a los generales
alr" D{!r
que resulla. evidentemenle, se fundamenla en la inducclón qL¡e, como ya de_ idea de qué es el metal, qué ras-
:\ O
rr.ealizable. imoslróHume,eslógicamenleinconsislenle. gos ló caracierizan y qué obietos
-,ir soir apropiados para éi.
!'(i-;L;!),

Para Poppe¡ el verificacionismo, además de carecer de base ló-


gica, fracasa estrepitosamente como criterio de demarcación,
ya que no consigue d¡stinguir Ia ciencia de otras disc¡plinas. Y es que
ni tan sólo los enunciaclos de la física pueden ser verificados en la
experiencia.
Para Popper, el marxismo y el PSF

'..1. El falsacionismo coanál¡sis no eran, a pesar de las


pretens¡ones de sus fundadores,
La crÍt¡ca de Popper al verificacianismo fue acornpañada de una ori- teofías cientificas. Esto ocuÍia pre-
ginal procuesta. Los enunc¡ados c¡entíficos, no pueden,§9r verifi- cisamente porque sus enunciados
carlos, pero sí puecten ser falsados, es decir, crit¡cados y rechaza- no podian ser falsados. Según PoP-
per, no hay posib¡lidad de contras-
d3s. Y esto es precisatxente lo que caracteriza a los enunciados de
tar en la experiencia los enunciados
la ciencia. Por paradójico que parezca,la posibilidad de que un enun-
de estas teorías. Por eiemplo, ¿có-
ciado entre en contradicción con los datos de la experiencia es lo mo podríamos comprobar s¡ el
ú¡rico qr¡e garantiza su carácter cientÍfico. Enter.ldámoslo bien: Pop- enunc¡ado psicoanalitico "las pul-
per no clice que la c¡enc¡a se componga de enunciados falsos, sino siones inconscientes son el autén-
de enunciados que podrían llegar a serlo- De hecho, es responsa- tico motor de la conducta humana"
es falso?
bilidad de los científicos intentar, de manera ins¡stente, someter
F,V sus teorias a rigurosas pruebas que comprometan su verdad.
6. lndica si los s¡gu¡entes enunc¡a-
,\. dos son falsables. En caso de
Con el falsacionismo, Popper se aleió de los neopos¡t¡vistas en otro que lo sean, señala qué circuns-
tancias empíricas los harían fal-
aspecto. Un enunciado que no sea falsable no es, ciertamente, c¡en-

#
SOS.
tífico, pero etlo no implica que carezca de sign¡ficadc. Los enuncia-
. Los m¡ércoles siempre llueve.
clos de la metafísica no pueden ser falsados, porque la experiencia
. Todas las sustancias se dilatan
no pLrecle contradec¡rlos. Pero sí t¡enen sentido. Todavía más: mu-
cuando se calientan-
chos problemas filosóficos y metafísicos que, según los neopositi- . Hemos de ser sinceros.
vistas, serían absurdos o sin sentido han sugerido ámbitos de refle-
. Las cond¡ciones económicas
xiórr que, a Ia larga, han dando tugar a teorías científicas. Por ejem-
determ¡nan la cultura de una
plo, el atomismo presocrático o el culto al Sol platón¡co, fuenle de sociedad-
inspiración para el copernicanismo-

397
17

Fundamentación lógica 2.3. El método científico


del falsacionismo
La inducción, que según los neopos¡tiv¡stas constituye la base de l¿r I
Al contrar¡o que el verif¡cacion¡s- j't.'l
'
mo induct¡vo, el falsacionismo se c¡encia, cons¡ste en ext!,aer una conclusión general a partir de una
apoya en un modelo de argumen- serie de datos concretos. Después de constatar que en lodos los ca- I ,,.'l.r
tac¡ón deduct¡vo llamado modus sos observados los hechos se han producido de una determinada
tol/ens. Según d¡cho modelo, Ia
A
manera, pasamos a considerar que así ocunirá siempre. popper, en I
negación de la conclus¡ón de un
condiciona¡ exige la negación del tre otros, no está dispuesto a admitir esla general¡zación. Como ya I
antecedente. Formu¡ado en len- demostró Hume, el ¡nductivismo no t¡ene consistencia lógica, ya
guaje lógico sería: que del hecho de que las prem¡sas (o sea, todos los casos concre-
I A
' tos observados) sean verdaderas no se desprende necesariamente t
((p -+ q) ¡ -q) --» -p I
que la conclusión (enunciado un¡versal) lo sea.
Veamos, con un ejemplo, cómo la I ^
falsación se adapta a este esque- I
ma. De la ley universal "todos los
Elinductivismo cientítico se basa en una concepción errónea del ¡q
funcionamienlo de la ciencia, que atribuye a la observac¡ón el or¡- i
metales se calientan con elcalor" I
(p) se sigue el enunciado part¡cu- gen y el lundamenlo de las leorías cientificas sobre el mundo. Esta
lar "esta cuchara se calentará. (ql concepción del proceder científ¡co es ingenua y está equivocada.
Es decir, (p -) q). S¡ sometemos g Y es que no existen observaciones neulras, S¡entpre que observa-
I
I l^
a contrastación y observamos que
la cuchara de metal no se calien-
mos o anal¡zamos alguna cosa, lo hacemos impulsados por c¡ertos ! i

¡nterese,s o expectat¡vas. Al parecer de Popper, la teoría determi-


ta (-'q), debeiemos, poÍ modus to-- I¡
//ens, rechazar que sea cierto que
na la obseñación y no al revés. Sólo cuando intuimos c¡erta ex- i{,,,
plicación de cómo se producen los hechos. observamos Ia realidad I
todos los metales se calientan. Así
pues, la teoría quedará falsada para confirmarla. Ltr,'
(- p).
I I I n,
I4,,,
Metáfora de¡ reflector I
Para los ¡nduct¡vistas, la mente sería como un cubo, un recip¡ente vacÍo
que se llena con los datos de la experiencia, oe los que nos servimos parg I Lt
I

construir la ciencia. Según esta teoía, la observación neutra y pasiva pone


L
en marcha e¡ proceso científico. Sería la rea¡idad la que se impondría y
determinaria la rnvestigación. t i
i^
Para Popper, en cambio; la mente es más bien como un reflector que i¡u-
t
mina la realidad y le da sentido. en vez de as,Jtnirla pas¡vamente. Según
esta concepciór, es el su,eto, es decir, el ser humano, q¡ien se apioxima
I I

l^
y mira a la realidád de una deierminada manera. confomandc, por lo tan- i* Ir:
to, Ia exper¡encia que tiene de ella. 1A,.,
I .^
I II
La ciencia avanza deduct¡va¡nente y no de manera induct¡va. pro- I
gresa, según Popper, med¡ante el método hipotético-deduct¡vo. l^
Ante un problema o una incógnita. el científico se esfuerza en dar co¡
una explicación factible. Muchas veces a tientas, elabora hipótesrs
I
f t
expl¡cativas que ofrezcan una respuesta a su investigac¡ón. De las
hipótesis que ha avenlurado, se extraen consecuencias o predic- t
ciones que puedan ser contrastadas en la experiencia. Estas h¡pó.
tes¡s deberán someterse a duras pruebas para comprobar si se sos- td
tienen o no. Es el mornento de ia falsac¡ón. En el caso de que tas

H PF: hipótesis sean efectivamente negadas por la experiencia, es preci-


so rechazarlas y volver a empezar, propon¡endo otra hipótesis que
'1):
seguirá el mismo proceso. Si esta nueva h¡pótes¡s supera la falsa-
{:
Lás lres ver)lanas, de J. Boswell. t. lf
La obseflación sin ninguna interEetación ción, será provisionalmente aceptada como válida, siempre qi;e nue-
ca.ece de sentido. va información no demuestre lo contrario.

398
| ,l i,,117

Método hipotél¡co-deductivo
Vamos a mostrar los pasos del método h¡potét¡co-deductivo propuesto por Popper. Lo llevaremos a cabo ilustrando las
Cifereñtes etapas que s¡guió la resolucióñ de un cas,.J real presentado por el filósofo Hempel. Hablamos del célebre pro-
blema al que lgnaz Semmelweiss se enfrentó: elalto indice de mortal¡dad por f¡ebre puerperalen la Pr¡mera Div¡sión
de la Matern¡dad del Hosp¡tal General de Viena.

ldentificac¡ón de un problema

En la Pr¡mera División de la Maternidad del Hospital General de Vlena se detectó


un alto porcenlaje de muerte por fiebre puerperal entre las parturientas. Los datos
eran escalofriantes: en '1844, habían muerlo en la Primera D¡vis¡ón e|8,2 Vo delas
parturientas, m¡entras que en la Sequnda D¡visión sólo habia fallecido un2,3 o/o:
en '1846, la proporción eG de 11 ,4 yo en la Primera Divis¡ón y de 2,8 en la Se-
gunda. Semmelweiss, angustiado, trató de averiguar la causa de estas muerles.

o n de h¡pótes¡s
E

H¡pótesisr Hipótesis2

Después de ser falsada la h¡pótesis1, Semmelwe¡ss se


Una posible explicación a las exlGñas muertes era que,
dio cuenta de que las muieres de la Pr¡mera D¡vis¡ón eran
por la Pr¡mera D¡visión. pasaba el sacerdote de camino
asist¡das porestudiantes de med¡cina que real¡zaban di-
a la sala Ce los moribundos. lba acompañado de un mo_
secciones en la sala de al¡lopsias. Et hecho de que las
naguillo que hacía sonar la campana. Esto, pensó Sem-
de la Seguñda Divis¡ón fueran atend¡das por eslud¡an-
melweiss, podia provocar entre las parturienlas un te_
tes de enfermeria que no practicaban d¡secciones le lle-
mor y un deb¡litarñiento psicológico que causaban su
vó a suponer que la muerte era producida por el enve-
múerle,
nenamienlo sanguínéo por malefl¿ cadavéflca.

Deducción de predicciones

Predicc¡ón"

Si el sacerdote camb¡aba de recon¡do y no pasaba por Si la causa de la muerte era el envenenamiento de la san-
la Pr¡nEra División de la Matern¡dad, las parturientás r¡o gre por maleria cadavefca, Iomando como precaucion
recibirián aquella inf¡uencia psicológica tañ ñefasta y no que los asistéñtes al parto se lavaran las manos con una
moririan eñ ün porcentaie tan elevadc. solúcióñ decalclorurada, elindice de monalidad baiaría.

.,:!lro.
j:L r:
con la experienc¡a
, ,:. ',1 ,

prov¡s¡onal

Después de apl¡car, en las dos d¡vis¡o¡es, la d¡spos¡c¡ón


A pesar .,e qug el sacérdote camb¡ó de recorrido y no de desinfectarse las manos antes del reconocim¡ento
hacia sonar la campana. e, íñdice de mortalidad no des-
médico, el índ¡ce de mortalidad fúe, en 1848, del 1,27 %
cend¡o. Por lo tanlo, la hipótesis ps¡cológica quedaba en Ia Primera División y del '1,33 96 en la Segunda Divi
falsada y rechazada. Habia que comeñzar de nuevo.
sión. La hipótes¡s quedaba, de momenlo, coñoborada.

y señala cada una de las etapas que s¡guió la! y como acaba-
7- lnfórmate sobre algún otro descubrim¡ento científico
mos de hacerlo aqui. Te proponemos un caso: el descubr¡miento del planeta Neptuno.

399
i
17
2.4. El problema de la verdad
§
ó La aplicac¡ón del método h¡potét¡co-deduclivo etl la resoluciórr de
(, problemas acaba o bien en la falsación de la hipótes¡s o bien etr su
conoboración. Ahora bien, esta coroboración no es definitiva, sino
provisional. Todas las leyes y lodas las teorías científicas son. por
esta razón, tentat¡vas conjeturales. Aunque, en algÚn momento, ten-
gamos la sensación de que, por fin, hemos dado con la vcrdad (la
I teoría newtoniana de la gravedad, por eiemplo, puede parecernos
0
incuestionable), el t¡empo y los nuevos datos pueden moslrar que
s estábamos equivocados.
¿
Popper sostiene una concepción de la ¿La imposibilidad de verificar una teoría significa que no existe la ver-
?-5
verdad como correspondenc¡a con los dad objet¡va? ¿Esto comporta que todo es relativo, incluso la cien-
hechos de la experienc¡a. S¡n embargo,
cia? Popper contestaría rotundamente que no. Existe una verdad
LA,i,
el problema es que nunca
@rernos llegar cot ¡t¡il
a comprobarla- Asi que, a pesar de su ob¡et¡va que se da en la concordancia con los hechos. Sin embar-
existencia. la verdad acaba sieñdo go, como eso resulta incomprobable. la verdad acaba siendo inal- rlinl
inalcanzable.
canzable. Nunca podremos llegar a eslar seguros de que nuestras Elt¡rr
teorías se corresponden efectivamente con la realidad. Popper nos tl,r,r¡r
avisa: la certeza no existe, nunca podremos estar seguros de que c{trl
hemosatrapado la verdad. No obstante, la certeza es un estado sub- c;l I it:
Selección natural
jetivo que no puede contradecir la existencia objetiva de la verdad. trAn
y selecc¡ón c¡entÍf¡ca
Lá selecc¡ón natural que propicia !lr ilt l;l
la evoluc¡ón biológica de las es- E! progreso c¡entÍfico rriri
pecies y que hace perdurar Y re- (11
'¡llll
Aunque la verdad sea inalcanzable, es objetivo de la ciencia tralar de
producirse a los ¡ndividuos me¡or c il.
dotados y más adaptados üene su aproximarse a aquélla, meCiante la falsac¡ón. Aunque ésta pueda pa-
ir¡¡¡r lr
paralelo en el ámb¡to c¡entífico. En recernos una contrar¡edad, acaba resultando una ventaia. Cuando
(I,. .:i
el tereno científ¡co ocurre un pro- nuevos dalos nos muestlan que aquello que aceptábamos como
ceso s¡milar: aquellas teorías que c¡erto es falso, avanzamos un paso hacia la verdad. La nueva leo- LAr t
son mejores, porque todavía no
han podido ser talsadas, se con-
ría propuesta evita los prob¡emas y los errores que provocaron la cai- tí\e
da de la otra: ésta es súperada y mejorada. Seguramente contierle i .. -:.!
servan por encima de las demás.
más datos sobre la real¡dad y la expl¡ca meior. Esto nos lleva a ha- lE{l't,
blar de progreso c¡enlíf¡co: existe un continuo y gradual acerca-
I m¡ento a la verdad. Y es que las teorías nunca atraparán del ioCo éit:..
I la veldad, pero cada vez serán más verosímiles.
;;-ii¡i
8. No siempre resu¡ta fácil ¡nterpretar las expres¡ones y af¡rma-
,I
c¡ones de un aulor Siguiendo el modelo que te ofrecemos a 'v{rl
La bas€ ernfÉta de h ciencia otietiva nc tiene, por
continuación, explica algunas de las f.ases del lexto.
con*luieote, nada de -ábcolno.. La c¡€ncia no des-
Al¡rmac¡ón lnterpretac¡ón cansa en wia sól¡da roca La estnEhra aJda2 de s§
teorias se levanta, coÍio § d¡iá"Ítos, erlcin¡a de u.1 t^-
i l-á clsrc¡a no lb1e una base fiÍñe y solira en pa¡lano. Es cqno ur¡ €diñcb cqtslruiro sobre dlc-
porque no puede esta-
"La c¡encia no descansa ¡a que susteñtarse, ies. t6 fibles son l¡¡ncad6 d6de ariba e.| d pañ-
eo uña rcca sólida.. blecer ninguna verdad absoluta sottre h que --Al
lano, p€ro no €n una b6€ .dáda. o r¡atural, y si ño
I alzarsé.
h¡ncar¡os los r¡lot€s rnás paoturdameritc rlo es poa-
1lc
.§J3 Élrirchras só al¿an qu6 }layúc dcan.. b 9.¡6ao trra. SlrlgarrE L po-
sobre un panlano-- rdn6 a¡¡ando nc salisf&o lá ftrñe2e d6 fac paor€3, '-§c
que es sufrci€nte para soportr h eslnrctr¡¡"¿, al ñB_ gv
"Simplemente pararnos r¡06 por d rñomeoto.
I cr-¡ardo ñc saüsf@ la fi-
rnéza d6 h6 ftlotes [,..1, al Pcrff,'. K, Lt lé{i, e b irnúúgÉirl
I
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rfieno6 por el fiom€nto.-
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llll,f,,, I í7
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,a,-.sino o Poppel fue un gran delásor de lá llbertad
individual. Esto quedó patente en su
Oí!rOr 'r] .e¡vindicación de las sociedades abiertas'
1úJen- que, trente a las cerradas (cuyo máximo
a
.d.L1¡a exponente en el siglo xX corespondió a
los totalitar¡smos), fomentan y prolegen
cer40s los derechos ¡ndividuales.
ra§tre )

2.5. La sociedad abierta


por sus
t:!, i,{: Como rlijimos al ¡niciar este apartado, Popper es conocido
pensa-
contribuciones en el lerreno epistemológ¡co' Aún así, fue un
dor interesado en otros ámbitos' especialmente el sociopolitico'
y política' como
El conocimiento, como búsqueda de la verdad, la
pro-
búsqueda Ce la iust¡cia, comparten, según Poppe¡ un mismo
cedimiento en la resolución de prcblemas: el ensayo-error' La
críti-
ca racional, que se aplica a la cienc¡a, se ha de aplicar igualmen-
pre-
te en el ámb¡lo de ta política. El planteam¡ento más út¡l es
guntarnos cómo detectar y ev¡tar el error' Del mismo modo que
nin-
ninguna teoría científica puede garant¡zarnos la verdad absoluta'
gúri sistema político puede garantizarnos un Estado perfecto' No
y las
ábsrante, hay sociedades más preparadas para subsanar evitar
posib¡lidad
iniust¡cias. En aquellas sociedades en las que existe la
de crÍt¡ca y oposición, las injustic¡as son menos probables'

Este tipo de s¡stemas son llamados por Popper sociedades


ab¡er-
pr¡me-
tas, en oposición a lo que denom¡na soc¡edades cenadas Las
l

y, además de to-
ras se basan en el ejelcicio crítico de la razón humana
Son sociedades abier-
lerantes, estimulan la libeñad cle sus ind¡viduos'
a
tas a los cambios, en las que se aprende de los errores' Opuestas ¿El meior de los mundos?
éslas, existen sociedades cerradas, arraigadas en valores ind¡scuti- En una conferencia de 1991 repro-
btes, que rechazan el cambio y se estancan en una organización ie- ducida en la recopilac¡ón de ar-
ránluica. En ellas, la libertad no es un valor' sino una amenaza' tículos La responsabil¡dad de viv¡t'
Popper def¡ende que nueslro mun-
a las so-
Veamos, más a fondo, qué caracteristicas atr¡buye Popper do es el meior de los que se han co- ll
I
I'¡ ciedades abiertas: nocido a lo largo de la historia. Tex-
iv i tualmente dice: "A Pesar de todo lo
de
Mediante la crítica, se produce un continuo perfeccionamiento i malo que tiene, nuestro mundo es
- las instituc¡ones democráticas. I el meior de los mundos h¡stórica-
t,rl,: I mente conocidos; no sólo nos va
A pesar rle ser un sistema basado en la mayoría, se respetan
los j meior económicamente sino que
- derechos e intereses de las minorías' I tamb¡én somos meiores desde el
punto de vista moral."
que
,la5 -- Se l¡mita el Poder del Estado y se instauran mecanismos 9. Ha llegado el momento de tu re-
eviten los abusos de la autor¡dad. flexión. Muestra lu grado de con-
lormidad o d¡sconformidad con
Es Uiia sociedad ¡mperfecta yfrágil' La conc¡enc¡a de este hecho estas palabras; hazlo de una r¡a-
- ev¡ta que se estanque y se vuelva dogmática y cerrada' La
pre- nera razonada Y lundamentada-
lensión dc pedección es el peor peligro para una sociedad abierta'

401
r--¡

lll¡l 17

El norteamericano Thomas Samuel


Kuhn (1922-1996), in¡c¡atmente fi-
3. La epistemología después
I
,l

s¡co, se interesó por la h¡storia de de Popper


la c¡enc¡a. Obtuvo renombre en e¡
campo de la epistemología part¡r Popper ha sido punto de referencia obligado en las reflexiones y dis_
de '1962, al publ¡car La estrucru- cus¡ones epistemológicas del s¡glo )«. A part¡r de las observacioles
ra de las revoluc¡ones científrcas. que realizó, otros pensadores han hecho sus propuestas y,
Esta obra ¡nic¡aría una nueva eta-
si bier)
todos han heredado muchos aspectos de su contribución, , ,""u" ¡
I
pa al cuestionar puntos cenlrales
lo han cuestionado. En este apartado nos cenlraretnos I
de la epistemología popperiana. en el plar;_
team¡ento del norteamericano Thomas Kuhn, el núngaro lmre I
üka_
tos y el austriaco Paul Feyerabend. !
I
I
3.1. Kuhn, las revoluciones c¡entíf¡cas I
I
I li

Thomas Kuhn comparte con popper algunas concepciones -


episle I lrrjit,
mológ¡cas, pero se aparta de él en un punto fundamental.
Segun
Kuhn, Popper habla de cómo habria de ser la ciencia y de
cómo de,
beria procederse desde el punto de vista cientifico. En cantbio,
¡o
/ Ae(
más interesante para Kuhn es constata!. cómo se desarrolla I
efecl¡-
vamen-te la c¡encia. por eso podemos afirmar que popper
es nor-
I
i
-A
mativo, mientras que Kuhn es descript¡vo. La intención de este i
último es proponer una ieoria de la ciencia que refleje realmente
cómo
¡
I
'r^t,
ha evolucionado ésta.
I
51 {,1:
Pa¡a Kuhn, el falsac¡on¡smo popperiano tiene un grave
defecto: no I
co¡nc¡de con lo que pasa verdaderamente. S¡ lo que popper
al¡r-
ma fuera cierto, cuando una teoría fuera falsada tendria que
á aba,,- ,.{,
donada y sustituida por otra meior. Analizando la h¡stor¡a
de la cien_ I
cia, es fácil comprobar que esto no es así. Cas¡todas las I
teorías cien. t
tíficas han sido falsadas en alguno de sus aspectos, prácticamente I Era,r,
desde su nacimiento, y esto no ha provocado su rechazo. ¡ ner¡lc
norleamericano lo avala con casos históricos. La teoría
El filósoto ,,-
r

lur li
heliocénk¡_ I ,

It d,.i
ca de Copánico, por eiemplo, implicaba que las dimens¡o_ lri
nes de la imagen del planeta Venus habían de variar a lo lar- I -
f ait .'tl
A lc go del año en función de su proximidad a la T¡era.
La no ob- It mr{(l¿
servación de esta pred¡cción no provocó el rechazo
de la Siíl rln i
teoría, sino de la observación misn¡a. En el proceso histú¡- I
-o o co de la cienc¡a, defiende Kuhn, las teorías se han manlen¡- I il(
f c,(}A\fr(
do a pesar de las observaciones que las falsaban.
co: .) i!
rL La h¡storia de la c¡enc¡a demuestra que no siempre las fal- Crr].1, S
saciones han s¡do motivo suf¡c¡ente para rechazar una teo-
I Cu:,.,C.
ó ría. Con todo, la historia también demuestra que
c¡ertamente ¡ ge'\. I

unas teorías son sustituidas por otras.


¿Cuál es la razón que
I
provoca semeiantes dinamismo y transformación? Ha4rlrr
! Si no
es la falsac¡ón, ¿cuál es, en opinión de Kuhn, el motor que
ési , d.

hace avanzar la ciencaa? t col¡i§a


a
I la c-, i ia
ú. En este punto, la teorÍa de Kuhn se revela or¡g¡nal- Su cie^si,
con-
(r tribuc¡ón a la ep¡stemología res¡de en la noción de pará- deri,i q
q
a
o d,gma y en la visión cjel desanollo científico a base de rup.
turas radicales que denominó reyolucjones.
tII cs 1.:r
SAUEE
I
402 I
I
s
EffiG
.?
I ,17
I

Las revoluciones Parad¡gmáticas Los Paradigmas c¡entíf¡cos


I

El concepto de parad¡gma es el más


innovador de todos los intro- El sisteiña neMoniano seria, se-
actividad científica se gún Kuhh, un modelo de Parad¡g-
lrá¡oo. por. xrnn. Según é1, en cada época la
un pa- nia cientfflco.' De hecho, s€fla el
cs y dis- rr*¡o^ de Jn modelo o patrón' Este modelo seríay modelo aceptado hasta b¡en en-
"-oioáá mundo determillada acep-
ii'V;leS ,aáigma y supondria una concepción del trado el siglo XX, cuando el rum-
marco y
del momento' y acabaría siendo el
iuOi por'fot .iuntificos bó de las nüevas investigaciones
/, $i bien (teola de los cuantos d€ Planck,
:rEces contextodesusinvestigaciones.lncluyeteorías,leyesymetodologfa
y aparatos de experimenta- ieoría de la relatividad de Einstein)
cl '.lan- áá inu""t¡g""¡¿n, pero también técnicas lo hizo entrar en cr¡sis'
problemas
g"nerales sobre el mundo' un coniunto.de
,'.r\ái a- "á", "r""i"¡"" aprop¡ada' etc'
io"á" sobre cuál sería una solución
"i"niiri"o. "
diversos parad¡gmas que se
E¡ la h¡stor¡a de la c¡encia se observan
por otro se lleva a cabo
ur"o¿"n. l-a sttstitución de un paradigma
- ..oián," una revolución científica' Es' efect¡vamente'
un camb¡o
esquema:
tlrusco o íad:ca! que sigue el siguiente
Revolución Ciencia normal
Ciencia normal Crisis
Ptec¡enc¡a
rr,' \,,
Dado el estado de cris¡s, Las teorias alternat¡vas,
Sistema leóiico or_
Nuevos datos, nuevos entes aisladas, son de
r-odas aquellas teo- surgen teorias alteoativas
. ta. _
rias desligadas (teo-
ganizado que ofre-
problemas o necesida-
que enlran en competen_ finitivamente acePtadas
des diferentes com¡en- y Se estruclulan en un
ce una cosmovl- cia con la ciencia trad¡cio_
rías de los miles¡os, zan a cueslionar la vali slslema que liene cohe-
siónyexplicaYda nal. Estas leorias' de mo-
alorirismo PresocráÉ dez y Ia utilidad del mo-
razón de los acon- mento aisladas, ofrecen rencia Y capacidad Para
co..) que, s¡n lener deto c¡enlítico tradicio- convertiGe en un nuevo
tecimientos natura_ una nueva visión de la rea-
suficienle cohercncia nal. En este senl¡do, du- marco de referencia,
pala constiluirse en les. Por eiemplo' el lidad. En este caso. el he-
rante el Benacimiento, co$o.gqurrió conel sis-
I sistema, tratan de ha_
sistema aristotél¡- l¡ocenlr¡smo de CoPér
entre otras cobas, hubo lema newtoniano.
cornPrensrble la có-plóleri1áióo. hico.
icer ,
una revalo zación de la
senc¡llez Y la simdic¡dad.

l""]:* _
unmo-
En def¡nit¡va, el paradigma
predor'n¡nante en una'époc3 flegq
porla con-
."nü qu" """ en árisis' A estaépo¿a' cqracter¡zada la su§tIuclon
"n
tl.,riOn V fu de d¡versas orientaciones' sigue
',lrl "onulr"ncia ef tiempo' el nuevo pa-
,i"; nntlg,t parad¡gma por otro nuevo Con
rle ciencia norrnat aceptado por la co-
l
)"á,glnJ,r".", *iel modelo
mr¡nidad científica-
esta revolu-
gin e[ll]argo, si no es la falsaciórr' ¿qué factor provoca
los
que llevan a
.a,l ., o" paradigma? Para Ktlhn' los motivos
"1rn0,áabandonar el paradigma que hasta enton""t
cientificos a l"-t-1"-*íu ;l
de lo que podamos
co*o *arco d. ruferencia son menos racionales
y' ocasiones' tan poco científi-
creer. Son motivos tan d¡versos en
alguna necesidad social ur-
comc la simplicidaci, Ia conexión con La teoría de la c¡enc¡a de Kuhn ha
problema '-
"o=
á]*á, i" de resolver algún determinado tipo de sido cril¡cada por relativ¡sta De su
"ro"",i.o descrioc¡ón de la historia de la
Hay otro aspecto importante en la
leoía epistemolÓg¡ca de Kuhn' Para
esto es' ¡n- cienciá se desPrende que ningún
¿.ie-oos parao¡qmas diferentes son inconmensr¡rables' que permita paradignia ei meior que otro, sino
un lenguaje común
comparables, ya que no comparten sólo d¡ferente. En este sentldo, es
se desprende que' a pesar de que la ilegít¡mo cons¡derar, por eiemplo'
á-"olp"ru"ion. De este hecho
V se transforma'
no progresa' No se p-uede consi- que la lísica newtoniana suPera
"¡un.¡, "urt,iu
,:lerar qLre un pafadigma sea mejor
que otro cualqui:11'-:lm,eleTente a la cosmovis¡ón arislotélica'
a olras necesidades !i.O:""-
es diferente: y !oes porque responde
lla supuesto a Kuhn ser criücado por relativ¡sta'
-.r,f" ¡r,rnto ie
"rt"
403
17

lmre Lakatos (1922-1974), húnga- ' 3.2. tafatos, el falsac¡on¡smo metodológico .)


ro de nacimiento, fue expulsado
de su país por razones polít¡cas. lmre Lakatos, olro de los epistemólogos destacados del siglo XX, fue
lnstalado en lnglate*á, entró en un f¡el d¡sc¡pulo de Popper. Adoptó su concepc¡ón de la ciencia y su
contacto con Popper, de quie¡ fue I r,yr:ra\.
teoría del falsacion¡smo. No obstante, consciente de las criticas y las l,lll)l;1.,,,,1
un genial discíputo ¡nteresado in '
me.¡orar las teorías del maestro, I , objeciones de que había s¡do objeto por parte de Kuhn. lo modif¡có t;¡rlet,¡\, ¡
para salvarlo de sus puntos dób¡les. por esta razón, no
es erróneo I./tro,t,,1,
considerar su filosofia de la ciencta como una síntesis de las teo_
( lr -¡¡l r,
rías de Popper y Kuhn.
Caci sr¡::il,
Básicamente podemos decir que Lakatos acepta el falsac¡onisrno lilir ;¡ lr
del maestro, aungue se aparta de su rac¡onalismo, pero sin caer en ql(r r.t"
el relativismo de Kuhn. propuso un falsacionismo más elaborado tlc l;r . :¡r,
y sof¡sticado que evilara las posibles objeciones. Según y c[i: ;r1:r
Lakatos.
una teoría nunca es refutada por una observación n¡ por un expefl- (k) l;¡,, d€
menlo (por crucial que éste sea); únicamente puede ser abandona_
da a causa de una leoría r¡val más completa. (l(i l¿i.. ,-.,.,
llrl¡r^
Ahora bien, lmre Lakaios rechaza hablar de leorías aisladas
como
hacían Popper y el neopositivismo. prefiere refer¡rse a conjuntos I Íilt r t, rrir,,,
'
dc
teorÍas ínt¡mamente relacionadas, que llamó programas de invest,- cedii, ,1'
gación. Este concepto es una herenc¡a clara de las teorías no s;o{Il¡
de Kuhn.
una especie de evolución de sus paradigmas c¡entificos. Vean¡os cl()llc., -i,-rr

cómo los entiende y de qué se componen: tlrila.{r]r


lotla:; lr¡s r

Programas de ¡nvest¡gacién lLrv;r r¡1rl


Núcleo firme protector Di:lrr¡ t;c:r
Cinturón Heuríslica -t
Ele por corw€ocitr y E o- Con;unto de hiñte§ls Es todo et conjunlo lo.l() lBOl,
de tec- i
üslonalrnente.inEíut¡b¡e. Es h teo- que
=pládo , Foteg€r¡ d tuE¡eo ñcás defeís¡vas u ofens¡vas que vi. -ís(
ía runoamenlat efl torno a la que de pos¡bles relulacao_ paa sol,Eir¡ar pos¡U¿s prc.
se organiza todo dsistema. tr¡es b|emas.
cepciq{)s
teorí¿rs.rir¡
En la aslronomia.de Rolo¡neo, el i Ér Pldome. b6 eli). . En Robir|eo, figuras qeo Pare,'A\ i)
lrY]Tl-T I l l.f:yI}Ito
I
ci- ctos y tas der€úenres. méb¡c6cdldñde;;i
:

y"o. bs u€s i En Newton, ta óptica ras apaa;n:as. en |{euror. j de l-D!,-)ral


:: allYf
leI,CS Oel ma}vlménto- g€Cnetrká, tas n"gfO y f-r,d,r-r,to j falta r!re!
. i .
maternátiE y k{¡cás. I y 1.3 la(irti¡n

Los programas de ¡nvestigación nc son falsables: n¡nguna


d¡f¡cullad
empÍr¡ca es suf¡c¡ente para acabar con ellos; solamente mueren De^e.(
cuan- tado oe u
do sus defensores pierden la confianza en ellos. Otro aspecto que
¡o Los¡tt'ti
acerca a Kuhn es la conv¡cc¡ón de que los programas de invest¡ga, nat ¡uras.
ción rivales no pueden ser comparados en un sent¡do estricto. Ofreceo.-r
Aho_ sad 'ita
ra bien, aunque Lakatos se aproxima a la ¡nconmensurabilidad
de_ todo espg
fendida por Kuhn, se aleia de su relativ¡smo. para Lakatos,
los cn-
terios psicológicos, soc¡ológ¡cos o ¡nacionales son insuf¡cientes para s¡llc porq
cong¡$r I
explicar la elección y la sustitución de programas de investigación. ge,)! , y
En este punio, vuelve a acercarse al maestro: la c¡enc¡a pág-* equilitri.l
mediante la competenc¡a entre programas. Un programa
ei me_ chas de i
jor si tiene un grado super¡or de coherencia,
§ da lugar a prediccio_
nes más sat¡sfactorias y éstas no son refutadas.

404
I

rr, i r,,r 17
:lEgico 3.3. Feyerabend, el anarqu¡smo
ep¡stemológico
UloXX, fue
ieÉa y su Feyerabend es el epistemólogo más or¡ginal y polémico. Su con-
itie^s y las cepción de la ciencia, aunque se inserta en el campo abierto por sus
l,¡ooit¡.¿
-, colegas, es la más radical y atrevlda.
:s .óneo lrno de los puntos principales en los que Feyerabend se aleia de los
e las teo- demás ep¡stemólogos es Ia negativa a ver en ia ciencia una act¡vi-
dad sustanciatmente diferente a otras actividades humanas. La mi-
tificac¡ón y deificación de que ha sido objeto la cienc¡a durante el s¡-
:1C1..'tiSmC
glo XX se debe a un ingenuo optimismo. Para Feyerabend, et mito
iiclaer cn
de la ciencia se sustenta en Ia creencia de que ésta tiene más éxito
,ll'-¡rado
y eficacia que otras actividades. Esta mitificación es consecuencia
, lXatos.
ir¡ ineri- de la fe desmesurada en el nrétodo científico. A menudo, tanto los
,5rr:Ir:lrr,'a hombres de la calle como los científicos confían en que el método
de las ciencias empír'icas es capaz de garantizar una ¡nfal¡bilidad y
un progreso de los que ninguna otra act¡'1idad disfruta.
,,^-, Paul Feyerabend (1924'1994) es consi-
,,lrrl
Sin embargo, según Feyerabend, esto es falso. No existe regla ni pro- de@do l'enfañt tefiible de la ep¡stemologÍa
rirñ',-: rii: científica. Desde muy proñto comenzó a
' 'esti- cedim¡ento, por plausible o f¡rmemente fundamentado que esté, que I
le desarrollar sús ideas enfrenlándose al
no sea infringido por los ¡nvestigadores. Todavía más, estas ¡nfrac- racionalismo y defendiendo un plural¡smo
. rl,-. l.:. rrrn
ciones son útiles y necesarias. Y es que la rigidez en el método l¡- metodológ¡co y teór¡co.
mita y reduce las posibles vias de investigación.
Todas las metodologías, ¡ncluso las más obvias, tienen sus límites. Esto
lleva a Feyerabend a defender un radical pluralismo metodológ¡co.
Dicho con sus palabras: en la investigación científica, "todo vale o sir-
,1tci
ve", si de ello se sique algún progreso. Frente a la sacralizac¡ón del mé-
,,;.,." todo h¡potético-deduct¡vo, Feyerabend sostiene que el científico t¡ene ;
que valerse de lo que tiene más a mano: "sugerenc¡as heurísticas, con-
i
cepciones del mundo, d¡sparates metafís¡cos, restos y fragmentos de 1

teorías abandonadas", es decir, de todo lo que; por sor-preñténte que


! parezca, pueda tener una utilidad. En este sentido, la ep¡stemología
de Feyerabend ha sido considerada anarquista, ya que reivindica la
I t 1!,l.nr.
falta de reglas y normas inamovibles en la investigación, y la validez
y la legitimidad de cualquier procedimiento-

rf,rlrari lO. Lee atentamente las preguntas que te


De acuerdo con este cuento de hadas, el éx¡to de la ciencia es el resul-
terr r-Ll¿It -
tado de una sutil pero cu¡dadosa comb¡nación de creatividad y control. proponemos y contéstalas de manera ra-
,1t?tue lo Los cientÍf¡cos t¡enen ideas. Y tienen métodos espec¡ales para perfeccio- zonada:
nar ideas. Las teorías de la cienc¡a han superado la prueba del método. ¿A qué crees que se refiere Feyerabend
rriv sliq:r -
Ofrccen una expl¡cac¡ón dél mundo mejor que las ideas que no han pa_ con la expresión "cuento de hadas"?
,r:i7.,\trr, sado esta ptueba [...]. Pero el cuento de hadas és falso. No hay Lrn mé-
¿Ex¡ste un máodo especifico de la cien-
,lir | ,1,: todo especial que garantice el éxilo o lo haga probable. Los c¡enlíf¡cos no - cia que garantice sus éxitos? I
resLrelven problemas porque tengan una'Jar¡ta mágica
,'-r, l¡):j r-jt i. -metodología-' ¿Consideras que la ciencia goza de
I

sino porque han estudiado el problema durante mucho tiempo, porque - i


l!tY J)ilra conocen bien la situac¡ón, porque no están demas¡ado faltos de ¡nteli- más éx¡to que otras actividades hu-
gencia, y porque los excesos de uña escuela cienlífica son cas, siempre manas? ¿Por qué?
: ,l ii1:rc i,-i rr .
equilibrados por los excesos de otra escuela. (Adémas, los científlcos sólo ¿,Estás de acuerdo en que dentro de
í)qreS¿r ratamenle resuelveñ sus problemas, cometen muchos ellores, y mu-
- nuestra sociedad se ha produc¡do una
chas Ce sus sohlc¡ones son absolutamente inÚtiles-) mil¡ficación exagerada de la cienc¡a?
rti!,.,:r, Feyerabend, P, Et n¡lo de 12 cieoc¡a v Y pape! en Ia socieclad. Razona tu respuesta.

405
!--=-

Comentario de text o ¡1,


El avance de ¡a c¡encia no es deb¡do al hecho de que tema prmcipal del texto. S¡n ernbargo, adentás ([-)
se acumulen cada vez más exper¡encias percept¡vas
¡nfonnativo, ha de ser breve y lo bastante alrac
a med¡da que transcurre el t¡empo. Ni tampoco es de_
tivo como para llamar la alención y servir dL. te
bido al hecho de que cada vez hagamos mejor uso
de nuestros sentidos. No es posible dest¡lar ciencia clamo para la leclura. Teniendo en cuenta todo ,t
a partir de experiencias sensoriales no ¡nterpretadas, eslo, escoge el tilulo que te parezca r|lás ade-
por muy industriosamente que las recojamos y clas¡- cuado para el lexlo. Si no le conve ce rringu tt
fiquemos. E¡ único medio que lenemos para ¡nter- de los que proporiernos. invéntate u¡l(). |.

pretar la naturaleza son las ¡deas audaces, las antici- . El avance ci€,lüf[:o
pac¡ones injust¡ficadas y el pensamiento esp€culali_
vo: son nuestto único organon, el único instrumento . Una c¡enc¡a de nesgo
para comprenderla. Y nos es necesario aventurarlos, . El juego de ta cenca
si queremos consegu¡r el premio. Aquél de entre no- a;
sotros que no está dispueslo a exponer sus ideas al Conterto ¡nmedaato d;l texto
riesgo de la refutación no participa en e¡jueEo de la
cienc¡a.
Este peque-no fragmento que alrc:.a anal¡zamos per- AI
tenece a la obra más emblemática y conoc¡(la clel t
Popper, K.. La lóg¡ca de l¿ jnvest¡gación. efistemo¡ogo l«
Popper. por esla razón, podernos
relacionar ca§ todo lo que en é nos d¡ce con ¡a teo,
Anál¡s¡s del contenido ía general de h c¡errcra de este misnD autor. r
Para entender correctamente el texto, es prec¡- Belaciona las ideas principales del lexto coÍt los
- so que antes de nada se comprenda el seniido -. siguientes ñ
que t¡enen los principales concept-os qüé apáie-
puntos de la teoría poppcriana: I l.,el
. Crítica al inductiüsrno ¡ngenuo que cons¡dera la
cen. Despues de leer varias veces este pequeño
observación neutra y pasiva corno el origen y 5i:
fragmento, def¡ne de manera personal ¡as si,
gu¡entes expresiones:
fundamento de la ciencia. 4,,
. . Fldacr3n defendda por Popper entre teoría cien- ¡ los
Exper¡encias sensoiales
. Pensam¡s)lo especulat¡vo
líf ca y obseryacion¡smo. Ad
¡ Falsacionismo: re¡ünd¡cacón de popi
. Retutación la falsación y
h refutacirl como criterb de dernarcacion cien- la e¡t
. Juego de la c¡encia
tífica en opcsicirh al verific€cixtismo neopo§- ta (l
Resolver las cuestiones que proponemos a con- tMsla. l,'dS
- t¡nuación puede ayudar a introduc¡rte en el texto r¡{l(l
. Concepcón Sen€ral de la dencia y (b h \€r@
y a trabajar con más profundidad el contenido te-
de Popper. La a¡
mático de éste.
. ¿El incremento y refinam¡ento de nuestras pe¡.- Mirando rnás alfá del texto cten(
cepciones del mundo es uno de los factores de. ,\t(
c¡sivos para el avance de la ciencia? l¡\.)¡ ¡.
. lá+)í
¿La ciencia se origina y se fundamenta en la re_
a-Pe
cog¡da y la clasif¡cac¡ón de nuestras exper¡en_
cias perceptivas? r ll
. ¿Cuál es, según poppe¡ e¡ único ¡nstrumento Ienta
que poseemos para acceder a la realidad que 1 irlr
nos rodea y conocerla? y ixiJ
. ¿Cuá¡ es el papel que desempenan en el desa-
I rai:
Opinión personal I lo r:ie
nollo científico el riesgo y la aventura?
I r^g!
. ¿Es importante que las teoías científicas se ex_
Aderrxí6 de ctar tu oprnbfl sobre h func¡trrr y d papd l€rcri
ponqan a refutac¡ones? que coflsid€ras que debe lener la cirrch en nueslra ti.e !
. sociedad, convendria que cornentaras la ¡rnportan- liu;ar
¿En qué sentido puede hablarse de la c¡encia
cia y la neceéidad de aniesgarnos no sdo en cien. p.qct
como un juego?
cia, sino tamb¡én en cualquiera de las act¡rdades s..ii:
Conn ya sabes, un título es un buen resumen del que emprerrdemos.
-
Recuerda lo que has vis to l

. Explica por qué las investigaciones cientificas de- . Comenta la concepción popperiana de la verdad I
sarrolladas a principiós del siglo )(x, como la teo- y el progreso iiehtífico.
ría de los cuantos o la de lá relatividad, han sido
. Compara y diferencia las sociedades ab¡ertas y
consideradas revolucionarias.
las sociedades cerradas..

' señala cuál es, s&ún Popper, la act¡tud que ten- ..Explica qué entieñde Thomas Kuh n por parad¡g-
drÍan que mantener'los verdaderos científicos. 'ma y por revolución éientífica.
i ¿Qué es un criterio de demarcación y cuál es el ' iPor qué se considera relativista la teoría de Ia
ciencia de Kuhn?
que propone Popper? .
. Argumentá por qué el falsacionismo de Lakatos
o lnterpreta por qué Popper se opuso al verifica-
puede interpretarso como una síntesis de las teo-
c¡onismo de los neopositiviétas.
rías de Popper y Kuhn.
. Explíca lós diferentes pásos del método hipoté- ' .'comenta el anarquismo epistemológico de Fe-
tico-deductivo propuesto por Popper. yerabend.

I t a t¡
Laefenescencia científica observada a pr¡ncipios se aleie y cuestione alguno de los aspectos de la
: del siglo XX se ha incrementado durante todo el s¡- teoría popperiana, puede considerarse fie¡ al talan-
glo. La neces¡daC de conoc¡mientos especial¡zac,os te crítico de Popper.
y de un sistema matemático completo ha provoca-
do un alejamiento del hombre de la calle respecto A lo largo del s¡glo XX, la ep¡stemología ha sido
a los nuevos descubrimientos. Esto ha acabado por una de las ramas más fructíferas dentro de la filo-
producir una fragmentación entre la cosmov¡s¡ón sofla; han aparecido numerosas perspectivas y
i
popular ,. ia ¡magen del mundo d¡fundida por las orientaciones. Una contr¡buc¡ón s¡gn¡f¡cativa ha
c¡enc¡as. En este contexto, s¡do la del francés Gaslon
la ep¡stemología y la f¡loso- Bachelard (1884-1962),
f¡a de la c¡encia resultan qu¡en defend¡ó la existen-
más impresc¡ndibles que c¡a de un ind¡soluble víncu-
i
nunca.

La aportación de Popper al
I lo entre filosofía y ciencia.
Sens¡bilizado por las revo- l

j- luciones científicas de prin- i


ámb¡to de la f¡losofÍa de la
c¡pios de siglo, cons¡deró
cienc¡a fert¡l¡zó el terreno y que el anális¡s crítico de la
abr¡ó nuevas vías de refle- j
cienc¡a era la primera tarea
xión. Era inevitable: otros li-
lósofos adoptaron muchos
que debía emprender la fi
.r losofía.
aspectos de su análisis,
pero también lo cuest¡ona- -'}
La filosofÍa de la ciencia
ron. En este sentido, han ¡n- I

v tentado superar sus puntos


más rec¡ente se ha centra-
do también en otras cues-
I

r ¡ l,.l débiles, cor!'egir sus errores tiones relac¡onadas con la


I
l
! y proporc¡onar una explicación más exacta y au- estrecha ¡nterrelac¡ón entre ciencia, lecnología
téntica de la investigación científica. Sea como sea, y soc¡edad. Pensadores como Mar¡o Bunge (.1919) i
I
lo c¡erto es que Popper vería con buenos oios las se han ocupado de aspectos como la neulral¡dad de l
rev¡siones y modif¡cac¡ones de ep¡stemólogos pos- la ciencia, sus impl¡caciones ét¡cas y polít¡cas, la le-
teriores, incluso las crít¡cas. Y es que el espíritu crí- git¡m¡dad de sus objet¡vos y procedim¡entos, sus ¡n- i

tico y ant¡dogmát¡co característico de popper le tereses, las interferencias entre c¡encia y sociedad...
llevaría a desconf¡ar de todo aquello que se auto- La respuesta a todas estas cuestiones continúa s¡en-
proclamara "popper¡ano". Por este rnotivo, el pen- do uno de los estímulos fundamentales de la refle-
sam¡ento de Kuhn, Lakatos y Feyerabend, aunque xión f¡losóf¡ca actual.

407
I
l

t - , t
a Panorama
o de la filos otía actual 'C

v Esquema
l. Panorama general
1

1
.1 . Modernidad y psmodernidad
.2. Globalzación y mult¡cutturalidad
!
?
C'
1 .3. El paDel de la tecnologia

2. La Escuela de Frankfurt
2.1 . Rahes maa¡stas
2.2. Teorías básicas
2.3. Habqmas: h segunda generac¡ón
.t 3. La hermenéutica
3.1 . La tradtción hermenéutba
3.2. Hans-Garg Gadamer
l¡ l!
4. El estructural¡smo
4.1. La noción de estructura
4.2. Lévi-Strauss
4.3. Foucault

5. La mujer en la f¡¡osofía
5.1 . Hannah Arendt
I
aY 5.2. María Zambrano
I
6. La función de la filqsofía I
¡
6.1 . La frbsofb amo búsquda de
co¡túimiento
6.2. La filosofía como Nñcupac¡ón ét¡ca
6.3. La frbsofía como act¡v¡dad crít¡ca

@" bjetivos 6.4. La frhsofia como ayuda psu:at


Entrar en'el debate de si tendemos a una c¡vilización universal
un mundo mult¡cultural, §abiendo argumentarlo.
ó bien se va construyendo
. Conocer lo que s€ h'a llamado pensamiento único.
I
' constatar las diferentes versiones- --dominadoras o emanc¡padoras- que
pensamiento, por eientplo el marx¡smo, puede asumir. un derenninado

' Descubrir la teoría crítica de ra sociedad que la Escuera de Frankfurt


ha evado a cabc a ro
largo de todo el s¡glo »(.
' Entender ras ¡deás fundamentares de ra hermenéut¡ca y der estructurar¡smo y profund¡zar
en
algunas de sus aportaciones más relevantes.
' comprender el enriquecimiento que comporta ejercitarse en la act¡vidad firosófica.

t
408

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Museo Guggenheim

lnvitación a la unidad
¿Se puede realmente d¡st¡ngu¡r enlre los med¡os dé co-
municación de masas como instrumentos de ¡nforma-
c¡ón y divers¡ón, y como med¡os de manipulación y adoc-
-
lrinamiento? ¿Entre el coche como molest¡a y corno con-
veniencia? ¿Entre los horrores y las comodidades de la
arquitectura funcional?
De nuevo nos hallamos anle uno de los aspectos más
pgrturbadores de la civilización ¡ndustrial avanzada: e! lntroducción
carácter raciolral de su irracionalidad. Su product¡vidad En e¡ primer apartado de esta un¡dad, ve-
y ef¡c¡encia, su capacidad de incrementar y difundir co' remos algunas de las características del
v modidades, de convertir lo que es superfluo en nece- pensamiento de la segunda mitad del siglo
s¡dad y la destrucc¡ón en construcc:ón, el grado en que )«. Luego estudiaremos la obra de un gru-
esta civ¡l¡zac¡ón transforma el mundo-ob¡eto en exten- po de pensadores de raíces marxistas, co-
sión de la rnente y el cuerpo del l']ombre llevan a cues- nocido con el nombre de Escuela de Frank-
yrrr r
tionar incluso la propia noción cle al!enación. La gente furt. Después, anal¡zaremos un nuevo mo-
se reconoce en sus mercancías; encuentra su alma en vimiento filosóf¡co, el estruclural¡smo, en
el coche. en su equ¡po de alta f¡del¡dad, en su casa, en sus facetas antropológica, soc¡ológica, h¡s-
''l7tl su juego de cocina. El mecanismo que une el ¡ndiv¡- toricista... Sequidamente, veremos la pre-
duo a su soc¡edad ha camb¡ado, y el control soc¡al se senc¡a de la mujer en la histor¡a de la filo-
'r-r,t'fdo lla incrustado en las nuevas necesidades que ha pro- sofía y destacaremos algunas de sus re-
duc¡do. presenlantes más signifcativas. En el úhimo
Marcuse, H., E/ hombre unidímensional. apartado, expondremos las d¡versas ta-
reas que son asum¡das por la filosofía en la
r''¡l co actual¡dad.

ro1- lo

lizt erI
fl
-
,r, i 18
1. Panorama general
En este apartado desplegaretnos una visión panorállica del pelrsa-
m¡ento durante la segunda mitad del s¡glo )«. Estud¡aremos el de-
bale entre modernidad y posmodemidad; cont¡nuaremos con el aná- li
l¡s¡s de dos conceptos que parecen opuestos
-la globa¡¡zación
la mull¡culturalidad- y, finalrnente, veremos el papel
y
de la lecnolo-
gía en el mundo actual.

1.1. Modernidad y posmodernidad


La modernidad es el proyecto que encabezaron los filósofos rr¡r.r-
dernos y que tuvo su culm¡nac¡ón en los ideales de la llustrac¡ón. La
Para los pensadores posmodernos, la
modernidad encarnaba los ¡deales de igualdad, de l¡bertad, de fra_
realidad de los campos de concenlración ternidad, de afirmación del indiv¡duo, de democracia, de progreso
del s¡glo XX prueba que tos valores sin lin. El hombre modemo, lleno de optimisno, creía que estos idea-
modernos de progreso, iust¡cia y rac¡o-
nalidad han fracasado. les eran universalmente realizables.

F En cambio, la crítica radical de Nietzsche a la cultura occ¡dental ini-


ció,un camino en direcc¡ón opuesta a la modern¡dad, un camino que
llegará h?sta la posmodernidad. En el siglo XX, muchos pensado-
res, como Vattimo (1936), Lyotard (1924) y L¡povetsky (.1944), af¡r-
man que las conquistas de la modern¡dad han ¡mplicado un precio
excesivamente alto y que la modernizac¡ón y el progreso han com-
lo que es real es rac¡onal,
portado efectos no deseados, lanto contra el propio hombre como c
-Todo
todo lo que es racional es real: contra el medio ambiente; el proyecto moderno lrae cons¡go deblF
"Auschw¡tz. refuta la doclr¡na es- dades, insuficiencias y enc;res.
peculativa. Al menos este cr¡men,
.i
que es real, no es racional. Desde la década de los años ochenta se ha hablado a menudo d.)
-Todo
lo que es proletario es comun¡sta, posmodernidad o de actitud posmoderna, una actitud que nace
todo lo que es cornun¡sta es pro- del reconoc¡miento de los aspecios negativos de la rrodern¡dad v dc
letario. "Berlín 1953, Budapest una aceptac¡ón de la impcsibilidad de salvar lo:j ideales occ¡cjent¡,
.1956.
Checoslovaquia 1968, Po-
lonia 1980" refutan la doctrina ma-
les modernos. Esta vis¡ón negaliva de la histor¡a y tJoi progresr,
está en la base de la actitrrd posmoderna. ya no se puede ltai,tar
f{-
ter¡alista h¡stór¡ca: los trabaiado-
res se alzan contra el Parlido. de historia como proceso unitario; la h¡storia es la relresentación rrj-
lo que es democrál¡co es
teresada del pasado, y ha s¡do constru¡da por los grupos y clases
-Todo
por el pueblo y para el puebto, y a sociales dominantes. Y si no se puede hablaÍ de un cursc unitano I
la inversa: .Mayo del 68" refuta la de la histor¡a, tampoco se puede hablar de progreso.
doctrina del l¡beral¡smo parla-
mentario. El comportam¡ento so- El ideal occ¡dental de humanidad se l¡a ido mostrando como uno nyás
cial cotidiano hace que fracase la entre muchos olros ¡deales; no es necesariamente el peot pero tant-
¡nst¡tución representat¡va. poco puede pretender ser el mejor y erigirse en la esencia de todo
lo que es juego de olerta-Todo
y de- ser humano. Así, la palabra posmodernidad no representa una filo-
manda es prop¡cio para el enri- G!1a
sofía o un proyecto alternativo, sino que es más b¡en una act¡tud, una
quecimiento personal, y a la in-
vsrsa: las "cr,s¡s d6 1991 y 1929,
sensibilidad que asumo la deb¡l¡dad de la razón anle las grandes ElAsn
refutan la doctrina del liberalismo cuestiones que se plantea el ser humano. La act¡tud posmoderna del olx
I
económico, y la "cris¡s de 1974- acepta la existencia de una plural¡dad de pensam¡entos y la inca- noler
1979. refuta el arreglo poskeyne- pac¡dad de todos a la hora de fomentar ideales y valores. que lral
s¡ano de esta doctr¡na.
Los posmodernos creen que la sociedad occ¡dental ha entrado en ur¡a As¡, el t
Lyolard, J. F., Laposmodenidad
exPl¡cada a los niños. etapa radicalmente diferente a las anteriores, una etapa de pluratida- geraai
des en la que es imposible obtener una visión unitaria de las cosas rai y de

410

!E
1B
Dssde la perspectiva pos!'noderna, los múltiples conlextos vitales y
culturales de nuestro mundo han desprovisto de todo sentido los cri-
nicYdel pensa- ter¡os universales de verdad, de justicia, de preferencia racional de
l¡l mos el de- una opción frente a otra, de valorac¡ón ética. Las grandes respues-
¡os con el aná- tas a las ¡nquietudes humanas (por ejemplo, el idealismo hegel¡ano
o e! s¡stema comunista) han resultado invalidadas y refutadas en los
o!l rlización y
últimos cincuenta años.
I (ie la tecnolo-
\, Los posmodernos acusan a los modernos de querer ¡mponer los va-
lores, ideales y perspectivas occidentales a otras culturas y civil¡za-
Iat ciones. Los pensadores que aceptan los ideales modernos acusan
a los posmodernos de ser neoconservadores, de ser indiferentes ante
; th*sofos mo- las injusticias que sufren los pueblos del Tercer Mundo y de me-
: l!u- tración. La
¿Moderno o posmoderno?
nosorec¡ar unas mínimas exigencias ét¡cas universales.
rlr§¿c1. ¿e rra- 1. Una de las controversias más vi-
Si comparamos esquemát¡camente modernidad y posmodernidad, vas durante el l¡n del segundo
::,, r Drooreso m¡len¡o es la referente a la pos-
lLe L'slos rdea- éstos podrían ser los rasgos que definen una y otra tendencia.
modemidad. Por un lado, se nos
presenta el proyecto moderno,
Modern¡dad Posmodern¡dad
con sus aspiraciones universa-
Ja/-i.lcntal ini- les; por otro, hay una act¡tud
.rrrVtrtrirto c¡rre Siguiendo la l¡nea trazada por la filosofia Cree que no se puede hablar de una razón
posmoderna, con plural¡dad de
de Kant. acepta el gran poder de la razón un¡versal capaz de decir la última palabra,
:lrr-'ír0rtsado. humana. fiene fe y oplimismo en las po- s¡no ún¡camente de rac¡onalidades parcia_ contextos y rac¡onalidades. Mo-
ty\!,ue,t¡, arir- §bilidades det pensamiento. les, Hay que resignarse ante un pensa- dern¡dad y posmodern¡dad son
ili:' miento débil. dos puntos de referencia en d¡- I
un Oteci()
¡5()
v. At) COl|i recciones opuestas que, en ma- :

Considera que cada cullura tiene sus plo-


yor o menor medida, inlluyen en
Cree que los idea¡es de la llustración son
ir,;)rrg ¡¡¡¡,,, universalizables. p¡os ideales, que no son universalizables. nuestras vidas.
'{rrriigo dehili
Reflex¡ona sobre cada uno de
-
v Considera que ex¡ste un pensamiento ca-
Daz de comparat y evaluar culturas dife-
No cree que exisla un c te oqueseasufF
ciente para perm¡t¡rnos valorar culturas.
los hechos o actitudes si-
gu¡entes e indica cuáles t¡en-
:,,"'.-r¡i {lO ([i renles. den a caracter¡zar el proyec- I

.,,1t1r,,,. ,,,,,,,, to de la modernidad y cuáles I

Li¡ r,i.¡,1.r rl,. a representar una actitud Pos-


v
,:S ¿ ¡ ir:talanlit moderna.
I

il.\T trrfrresO 1.2. Globalización y multiculturalidad . Considerar una aclitud ¡rra-


cional el hecho de danzar
I

l ,trer lr: it¡l-rl¡r ]

Después de la Segunda Gue'ra Mundial, se instauró la política de alrededor de un luego para '
,:y.r,-'iól irr
bloques: el bloque occ¡dental, enGabezado por Estados Un¡dos, y el conseguir que llueva.
rl-.\t-i y clts€--.: i
Sloqúe comunista, liderado por la Unión Sov¡ética. La caída del muro . Esfozarse en llevar a cabo
r,!r, rrliiali¡r
de Berrín en 1989 y la desmembración de la Unión Soviélica en 199.1 una planif ¡cación racional,
significaron el naufragio del bloque comun¡sta e iniciaron una nue- mantener la esperanza de
r
v,),¡ll(,IliitS
)rr va conf¡guración política del planeta. Ello ha dado pie a dos con-
un futuro meior.
.,\/:r{) . Justilicar la situac¡ón de la
iarit ceptos d¡ferentes: et de globalización y el de multiculturalidad.
.' ¡, t,, |[]
muier en algunos paises '
lo(l() musulmanes argumenlando
-,r9r,r,:r lilr, Globalización que se lrata de otra visión
i.:, i'ri t, I llr tll de las cosas.
El désmoronamiento de Ia Unión Soviética ha incrementado el poder
: i,tr c, rlrrlt; . Cr¡s¡s de los grandes siste-
dei bloque occidental, lo que ha llevado a habla¡ por párte de algu-
¡,. ,, r rrr rL Iet I t:r mas que tenian fe en el Pro-
.,\7i.¡ rr¡,;,¡ nos pensadores, de una glollal¡zación del pensam¡ento occidental, greso y en la liberación de
que habría acabo siendo el «Pensamiento único- del planeta. ta humanidad.

v
r!(l(i(,:i i i! t.i Así, sl término 9/o balización se acostumbra a emplear para ¡ndicar la
. Creer que la democracia re-
presentativa es la única for-
!,\,rlt;llr!,r generalización de los valores occ¡dentales, de la democrac¡a libe- ma válida de gob¡erno.
:1..'t.t.l ral y de la economía capitalista por todo el mundo.

4t1
Y
Para muchos anal¡stas, el comun¡srno era un muro de «l r-
tenc¡ón del capitalismo, una especie de amenaza cor¡s-
tante que obl¡gaba a los Estados capitalistas a buscar el
bienestar social de los c¡udadanos hasla crear el Estado ll ¡r: ,

del b¡enestar. Actualmenle, el capitalismo occidental dis


fruta de una situación de monopolio y, como todo mono rI'.i.,
3S pol¡c, corre el peiigro de tender al dom¡nio descontrolado. r1.
El .pensamiento ún¡co. cap¡talista es una ideologii¡ neo
liberal que implanta la razón económ¡ca del benef¡c¡o i,,,r
-) por enc¡ma de las razones polít¡cas y ét¡cas. Enaltece
'-{
las excelencias del mercado y del capital, que es haciil ,i,,'í
Conectado ¿ /a f,erra, de t. L. Sanford
donde subordina todos los demás ámbitos de la vir.la. Al
gunos filósofos vinculan el pensam¡ento único
con la actitucl pos-
moderna: el pensamiento débil es incapaz de fundamentar razo[es
c valores capaces de enfrentarse a las razones del mercado capl_
Fundamentos
de la gtobalización talista. ,+,
(, (,t l lj
Hay tres argumentos qué acos- El pensam¡ento único se def¡ne por las características s¡guientes:
tumbran a emplearse para funda-
Primacía del poder económico: Se etribuye a la econo¡nia la r'i rrlr'
mentar la global¡zación de la cul-
-
tura occidental: - tg¡¡a de decisones y se considera que los inlereses del con¡un-
La caída del comun¡smo so- to de ias fuerzas económ¡cas son los intereses globales.
- v¡ét¡co y el cons¡guiente forta- t¡ca está ligada al poder de los med¡os de comun¡cac¡ón y
La pot¡ t.lrl
éstos.
lec¡m¡ento de la supuesta úni- a su vez, con frecuencia se subordinan al poder econán¡co.
ca alternativa: la democracia Ii- Las
corDoraoicnes Supranacionales y ¡aS ¡nst¡tuciones i¡nancieras so¡
beral del mundo occ¡dental.
muy poderosas y adoptan como ideal unos procedim¡entos
- El ¡ncremento a n¡vel mund¡al mocrát¡cos forntales, désprovistos de su significado real,
de- -§r.:,'l
de las relac¡ones comerciales, con ctu_
de los medios de comun¡cación
dadanos que no se enlrometan en las cuest¡ones públicas y que
y de la red electrónica abrien- ¡gnoren las directtices que configuran sds vidas. ,{hora i
b¡cn. sr s
do cam¡np a una cultura plane-
' taria común.
devuelve el poder económico a su sitio subordinado al servicto
Je
.

I
1
los ciudadanos, existe la posib¡lidad de liegar a ur,a soc¡eclad
li. i
El avance y ta difusión de tas ¡n- bre y democrática
- novaciones tecnológ¡cas occi- i ,,
i
, dentales por todo el planeta. - lndiferenc¡a ecológica: Ei pensamiento ún¡co, arraigado
en la lra- I
I
dición occidental en que el hombÍe se d¡ferencta d; modo , - Cl,
ta¡an_
te de la naturaleza, concibe el cosmos como una m¡na que
delle
ser explotada y vaciada. Ésta es una actatud de gran ¡ndiferencra co
hacia las consecuencias ecológ¡cas de la acc¡ón del hombre:
Teoría de la ¡ust¡c¡a de Rawls la
economía capitalisla más dura no evalúa n¡ reduce los costes or.
El filósofo norteamericano John am_
bientales de la interacción del hombre con el entorno.
Rawls, en su célebre obra Teoría Contra ta
búsqueda del benef¡cio a cualquier prec¡o, ha ¡do emergiendo
de la just¡c¡a,llega a la sigu¡ente - ^iu
conclus¡ón: el requ¡s¡to ¡ndispen_ en todo el mundo el nuevo valor del .desarrollo sostenibie".
un no
sable para una soc¡edad que as- desarrollo que min¡m¡ce los costes y las alterac¡ones del
s¡sterna
p¡ra a ser justa es la afirmación de ecológico.
la l¡bertad y de la equidad. En- tar
tiende la equ¡dad como igualdad Desigualdad económ¡ca: El pensam¡ento único capital¡sta t¡en-
d6 oportun¡dades y como ten-
- de a incrementar las d¡ferenc¡as económicas, incluso dentro -- An
do Ia
denc¡a a mejorar las expectativas m¡sma civil¡zac¡ón occidental. El sistema económ¡co
de los c¡udadanos menos favo- es indiferenle
hacia los costes sociales de su acción: los ricos se hacen t r-ie¡
recidos. mas
ricos y los pobres, más pobres. La cuestión de la just¡cia
social -- Afr
puede lngu¡etar al poder político, pero no las
corDoraciones in-
ternacionales privadas.

412
rlrrr,Ir, I 18
L¡\7:rrro de con- Multiculturalidad
amenaza cons- Choque de c¡vilizac¡ones
js!¡/a buscar el Conviene señalar que, para muchos pensadores, el domin¡o de la cuF La soc¡edad humana es "univer-
r crear el Estado lura occidental es tan sólo aparente y, en todo caso, no llega a ser efec- sa! porque es humana, part¡cular
) ¿tcidental dis- t¡vo en los aspectos más profundamente v¡tales. Así, con el avance porque es sociedad,,- De la común
de los medios de comun¡cación y la emigración, las diversas culturas condic¡ón humana se deriva una
,rn^ lodo mono-
moralidad mínima, "tenue", y "las
r dlEcontrctado. han contactado mucho más que en otras épocas, de modo que el pla-
disposic¡ones universales. se ha-
-r i"'-r)logia neo- neta ha pasado a ser más plural y podemos hablar de la multicultura- llan en todas las culturas. En lugar
;r §!l berreficio lidad mund¡al. Algunos de los analistas que defienden la existencia no de promover las caracteñsticas su-
iiiJ. Enaltece de una cultura g,obal, sino de una inmensa multicultural¡dad, afirman puestamente un¡versales de una ,
rJ, qlle eS hacia que Occ¡dente continúa yendo a la cabeza en ¡nvestigac¡ón y progre- c¡vil¡zación, los requ¡sitos de la
convivenc¡a cultural ex¡gen ¡nves-
rs-t i.t viria- Al- so cientÍf¡co, flero ha perdido un gran porcentaje del territorio que do-
tigar lo que es común a la mayo-
l:r::l:tittr.J pos, minaba políticamente antes de la Segunda Guerra Mund¡al.
rÍa de las civilizac¡ones. En un
í:viI'ral{)ncs Pcr otro lado, se prcduce un gran resurgim¡ento de culturas no oc-
mundo de múlt¡ples c¡v¡l¡zaciones,
rleraado capi- la vía construct¡va es renunciar al
cidentales o indigenización. En pleno siglo XX, los pueblos no occ¡- universal¡smo, aceptar la diversi-
dentales anhelaban el bienestar, la tecnología y la cohesión política dad y buscar atributos comunes.
de las soc¡edades occidentales, cuyos valores e inst¡tuc¡ones eran Huntington, S.,
el modelo m¡entras diseñaban su crecimiento. En las dos décadas El choqúe de c¡v¡lizac¡ones.
il '- ; lt,r-i .'¡ finales del s¡glo XX se invirt¡ó la s¡tuació!t: los pueblos no occidenta-
.;Clrl.:l ¡--.): jr ir )
I
les vuelven a sus orígenes, ya no pueden esperar que Occ¡dente
.rl-".r, i ¡ i,oti les olorgue poder y riqueza.
,:;i7Í,',\ ,-.stcs.
cc .n rlrji ). Las Veamos cómo se han desarrollado algunas culluras no occidentales:
lillíitt/)eras s()fl
El resurgim¡ento islámico: Es una de las manifestaciones más
,r'\7'' rlto-q ak.,- - ev¡dentes del nuevo mundo multicultural. Un gran número de pa¡ ¡_!
1) reAl, con (ril I /1 II
ses que en las décadas de la guerra fría asumÍan el marxismo- l(
trt\¡;Cas )r (lLla
lenin¡smo o que formaban parte de los países no al¡neados en nin-
l't
rc,fi! llii¡n,:li se 1t-
guno de los dos bloques actualmente encuentran ¡dentidad, I t-
{, tr,._.t1./i1t() ( lf : l'i-
estab¡lidad, legitimidad y esperanza en el ¡slam- La cantidad de lta sl
;:' !l.i(1lir(l ll H I¡I
población mund¡al que pertenece a esta civ¡lización aumenta cons- ¡ I¡
! rt
lantemente. ¡
r,y.... ur1 li I lt¡t I
Culturas asiáticas: Se han ido af¡rmando y han ¡do adqu¡riendo ¡
[j rl()r l() t¿tj¿Il- -
:i!¡,r¡rre debe una conf¡anza en sí mismas asociada a su crecimiento económ¡-
,ir Lrrlifcrencia co. Asia acoge civilizaciones con profundas diferenc¡as entre ellas;
t(-.Ull.lfx a i.r sin embargo, en todas el individual¡smo propio de los ideales
iii i)sles occ¡dentales desaparece en favor de la unión y la s¡mbiosis de
AlTl
' Mujeres afr¡caÍtas en culinas cl¡fercntes, de
iJiTcol]lra lil la comunidad.
Yem¡.
r 'cr
' t..: oicn(l(, Rus¡a: El fin de Ia Unión Soviética ha abierto el camino al retor-
,li.r,ll)l¡t |l,I - no y la reafirmac¡ón de la civ¡lizac¡ón ortodoxa, que tiene las mis-
':: _ r ., t:,lr nli! mas raíces cristianas que la civilización occidental, pero que cuen-
¿Global o mull¡cultural?
ta con unas características que la identifican como or¡ental.
2 ¿Consideras que el mundo tien-
r ,Ff!.:1. ¡ !rcr l de a la global¡zación y el "pen-
Amér¡ca Latina: Es considerada por algunos invest¡gadores com-
, i i:'rilri, (je l¡r - ponente de la c¡v¡lización occ¡dental, pero otros tienden a consi- samiento ún¡co., o que más bien
,;V,l¡fa,:rrtr, se d¡rige hac¡a la multiculturali-
derarla un brote diferenciado de ésta-
,, : -,,t,1 t)ti¡:; dad? ¿,Crees que pueden coe-
xist¡r ambas tendencias? Da ra-
África: Quizá no se puede hablar con prop¡edad de una c¡vilización
- alricana glollal, pero se manif¡esta una afirmac¡ón de las peculiari-
zones que justifiquen tus res-
puestas.
dades de todo el continente afr¡cano frenle a la herencia colonial.

413
¡

1.3. El papel de la tecnología L.


¡ñ-
Antes de analizar el imporlante papel de la tecnología en el nlulrclo
actual, es preciso aclarar qué entendemos por ciencia, por técnic.r
I trtlrr¡,
y por tecnología.
La c¡enc¡a trata de explicar, con la mayor prorundidad posible, cómo
es y cómo func¡ona la naturaleza; puede dec¡rse que busca mo-
delos interpretativos de la realidad. La c¡encia es conocimiento leó-
rico, la técnica es conocimiento aplicado. La técnica busca la utili- T1
t dad, su finalidad es lograr la máxima rentabilidad, especialmente
a n¡vei económico; la técnica transforma y somete a la naturaleza,
l)er rsít,
es un s¡slema de acciones intenc¡onalmente orientado a translorrlar
objetos concretos de forma ef¡caz para consegu¡¡- un resultad,J úti¡ I r.t lit i

I El desarrollo cient¡fico y tecnológico ha


permitido al ser humano alcanzar h¡tos
¿Y la tecnologia? Et¡mológicamer¡te, la palabra fecrrorogia s¡gnifi
como el viaje a la Luna.
ca'saber sobre la técnica'. Sin embargo, es muclto rnás que eso.
es el conjunto de todos los medios técn¡cos ),, actualmente, el ier.
in'.,r.iii
mino tecnologia va ganando terreno y absorb:endo tanio lo que nrárj
propiamente corresponde a la técnica como lo que es
"saber sobK: !¡ri ltií:'
la técnica". Nuestras sociedades occ¡dentales t¡enden a orEanizar- (ii ill
se siguiendo las directr¡ces del aparato c¡entífico-tecnológ¡co.
Cir\ri:
Da tu op¡nión (ilr
Nuestra civ¡lización cientÍfico-tecnológica se caracter¡za por la gran ,.n
3. Describe brevemente las rela-
ampliac¡ón de nuestras capacidades mediante la máqu¡na, como 1'e.liar
ciones que te parece que man-
tienen actualmente ¡a c¡encia, la s¡ ésta fuera una .prótesis. o prolongación de nuestros cuerpos. El lll¿r-. l).:
¡ndustria y el homb're. lnd¡ca tam- reloj, ei móvil, la moto, el lavavajillas, el bolígrafo, el ordenador, ln,
bién cómo crees que deberian ternet... son ¡nnovac¡ones tecnológicas que han incremenlado en un¿
ser estas relaciones. lecj¿¡ak
medida inmensa nuestras pos¡b¡l¡dades.
si:,--irr
Con todo, una innovación lecnológica no es tan sólo un sitnple ins- Der{le
trumenlo añadido a nuestra disposición, sino que comporta r¡na trans,
formación de nuestra sociedad, de nuestras vidas e ¡ncluso de nues- deA;r
tra manera de ser (intenta imaginar tu vida y tu conducta hab¡tuales contQr
en el caso de que no d¡spus¡eras dei teléfono, ia lelevisión. la neve-
ra, med¡os rápídos de transporte...)- Los pensadores no ltan lardado tica, sir
en darse cuenta de que cualquier innovación tecnológ¡ca tiene dos
caras y de que la cara negativa tiende a ser d¡s¡mulada. Hace ya t¡em- ItAa, xy
po que se ha comenzado a cuestionar la ¡dea de que loda ¡nnova- mi-..s:
ción técnica es positiva. una ar i

delur
sos, d(
Las dos caras de la tecnología zay
El conjunto c¡entífito-tecnológico es una real¡dad con dos caras. Por ejempto: ¡a actividad humana ha periudi-
' cado la capa de ozcino, pero ósto lo sabemos gracias
al conjunto científco{ecno¡ógico; el conoc¡m¡enio ólen-
. tífico es lo que nos hace consc¡entes de los problemas del medio amb¡ente. Por otro lado, rnuchos habitantes bio, co
del planeta podemos alimentarnos gracias al desanol¡o tecnológ¡co en ámb¡tos como la agr¡cultura o la gaña- l¡s1. I
dería, poro hay lertilizantes, pesticidas y otros productos que han trafdo cons¡go nuevas onlermedades. sión, d
4. Reflexiona sobr€ la ambivalencia lecno¡ógica:
Presenta una innovación tecnológica relevante,'no olvides conc,el¿tr srrs dos caras: los aspeclos posrl¡!,-.s; k)s defienc
- negativos. d¿1o
Bazona de qué modo se podrían reducir los efectos de la mo-¡en
- cara €gal¡va
pr' rll

414
1t
irr ,r,t,,i1B

;gt!7elt el mundo
2. La Escuela de Frankfurt
En este apartado veremos las aportac¡ones de la Escuela de Frankfurt.
ncr por lécnica En primer lugar, trataremos sus raíces históricas y f¡losóf¡cas; después,
L
estudiaremos algunas de las teorías más relevantes que se crearon en
a(lr)sil)le, cómo su primer período, y, finalmente, analizaremos la segunda época.
:
'lt,e bUSCa mO-
rr¡Eimiento teó-
;r; L.rsca la utili- 2.1" Raíces marx¡stas
!. r!![ecialnrente Se conoce con el nombre de Escuela de Frankfurt a un grupo de
o' naturaleza. pensadores alemanes asociados al lnstituto para la lnvestigac¡ón
(1.)v.
a fran3lorlTtat Social de la Univers¡dad de Frankfurt. El lnstituto, fundado en 1923,
ir:-rL rrlirrio [ri ii. tenía como ob¡etivo la reflexión crítica sobre el funcionamiento de
)n.'ragrc sictnifi- la soc¡edad industrial.
r,,!l?ls qtre eso, En 1931 , Max Horkheimer (1895- 1973) emprendió un programa de
(!ar" rt1nle, e¡ tÁt
invest¡gación denominado teorre crítica de la soc¡eda4 una teoría
,,,ltll lc , ¡,,e .-.,as
crÍt¡ca que no se l¡mitaba a investigaciones especializadas, sino que
e-. .abe! sobre
tendÍa a explorar, desde una perspectiva global, las relaciones que
l:'n a OrganlZa!'-
enlazan pluralidad de ámbitos: economía, historia, ps¡cología, so-
::r'.-l3icrl. ciología... Esta vinculación de ámbitos tenía sus raíces en la concep-
':r i:,r ¡rr rr la r¡rari ción emancipadora de la razón de Kanl y en el afán totalizador de He-
Los trankfurt¡anos
tr¿lllrirra, , ,rnx, gel; también integraba la teoría freudiana. Sin embargo, la influencia
más poderosa en la Escuela de Frankfurt fue el pensam¡ento de Marx. Aquí te presentamos a algunos
l'o'-r,erf)(r3 El
m¡embós de la Escuela de Frank-
i che¡rar lor ln
En la época en que se fundó el lnstituto, la mayor parte de los inte- furt o "trankfurt¡anos. que han lle.
iri r,l¡) ri,t lt)¿i vado a cabo aportac¡ones rele-
lectuales progres¡stas creia en la ¡dea marxista de la superación del
vantes para la Iilosofía. También te
sistema cap¡tal¡sta y el adven¡miento de la sociedad comun¡sta. ind¡camos algunas de sus obras
r r,l-;¡r ltlu lns Desde el ¡nic¡o de la Revolución Comunista, los pensadores marx¡s- más conocidas.
v).t.r Una lrans tas europeos veían en la Unión Soviética la concreción de las ideas Max Horkhe¡mer (1S95-1973) y
¡..i!?Ír rlc nr¡r:s- de Marx. Lenin, que aplicó y adaptó en Rusia las teorÍas marx¡stas, Theodor Adorno (1901-1969) re-
lrJ lrahitr¡alles conf¡guró una part¡cular v¡s¡ón que fue conocida como marx¡smo-le- dacta¡on conjuntamente lo que fue
!
r'j.:¡r)n. tít ncve n¡nismo y que se convirt¡ó en la ideología of¡c¡al de la Unión Sovié- una de las obras más emblemá-
, -- ,!r l;tr(l¿rl() tica, siendo Stalin uno de sus seguidores. t¡cas y polémicas de la Escuela: la
D¡aléct¡ca de la llustración. Hork-
-
llr;íl l¡t,rlLr rk )s
heimer, as¡mismo, es autor de Ieo.
. ia)o ya tienr Marx y Engels creían en la revolución espontánea de las masas opri-
ría crítica y de Crít¡ca de la razón
,r ta)ilil it)n( )\,/íl
m¡das; Lenin, en cambio, consideró ¡mprescindible la influenc¡a de
instrumental. Adorno, por su par-
una ar¡stocrac¡a intelectual, el partido, que lnspire y guíe la acción
v del pueblo. El proletariado se muestra, en la mayor parte de los ca-
te, escrib¡ó O,a/éctrba negativa y
Teoia estét¡ca, er'fie muchas otftls
sos, desorganizado e ignorante; en cambio, el partido está organ¡- obras. También son franKurt¡anos
zado y es el guard¡án de la pureza de la doctr¡na revolucionaria. importantes el filósofo Herbert
Marcuso (1898-1980), autor del
la ¡rPerjudi- Marx creía ¡nevitable el hund¡m¡ento del cap¡talismo: Len¡n, en cam- célebre Eros y civ¡lización y de El
¡ñiento ci6n-
b¡o, considera que éste perdurará entrando en otra fase, el ¡mperia- hombre un¡d¡monsional; el soció-
js v)itantes
logo y ps¡coanal¡sta Erich.Fromm
,ra o la gana lismo. El partido, constituido por selectos revoluc¡onarios de profe-
(1900-1980),' que escribió El m¡e-
li s¡ón, debe forzar la revoluc¡ón, es dec¡r, el paso del Estado demo-
do a la l¡berlad y El atte de amar;
crático no es más que una d¡ctadura de la burguesía y que y el filósofo Walter Ben¡amln
-que
defiende sus intereses, como el de la propiedad- a una dictadura (1892-1940), autor de Discursos
\ del proletariado, cuyos intereses defenderá el part¡do. Este marxis- interrump¡dos.
mo-len¡nismo de tipo tctal¡tario fue claramente infiel al humanismo
presente en el pensam¡ento de Marx.

415
, 18
Los frankfurtianos no perd¡eron la esperanza en el advenirn¡ento de lla<o
la soc¡edad comun¡sta, p€ro adoptaron una actitud crít¡ca hacia la
versión marx¡sta que había tr¡unfado en la Unión Soviética: conside- t,,
raban que el lenin¡smo no co¡ncidia con el carnino emancipador del rl.
ser humano trazado por Marx. Creían que el comunismo soviético
¿ era un capital¡smo de Estado en que el individuo era una pieza des-
humanizada dentro de un sislema; la Unión Soviética ya no corrsti-
tuía el orden social colectivista soñado y había que buscar nuevas
vías que respetaran el human¡smo marx¡sta.
-t¿
t l,
I ¡
,¡ { 2.2. Teorías básicas
,..(,{j La esperanza frankfurtiana de una sociedad marxista que respeta-
1,,<.iv

I ra al ¡ndiy¡duo se v¡o sacudida con e¡ crecimiento y la expansión del


I
t
? L*;- nacionalsocialismo. La Escuela de Frankfurt se preguntaba qué ra-
zones podÍan perm¡t¡r que la burguesía alemana aceptara el nazis-
Max Horkheimer (f895-1973) fue quien
emprendió el proyecto de investigac¡ón mo, ideología que no consideraba valioso al sujeto libre, creador y I i,ill I

¡nterdisciphnaria f económrca. socioló9rcá, rac¡onal.


l¡losófica, histórica...) de la Escuela de
Frankfurt. Cuando Hitler ocupó el poder, ¡a Escuela, protagonista de una in- l,t,:¡,
tensaactivjdad crítica y con numerosos miembros judíos, se vio obli- l¿ rt
gada a huir. En un primer momento a Ginebra, después a París y, fi- , h, .'rr
nalmente, a Nueva York. De esie modo, frankfurlianos como lvlarcu-
,;i rr
se, Fromm, Horkheimer, Adorno... se encontraron en una nación que lt :

era la vanguardia de la sociedad capitalista.

El largo exilio en Estados Unidos d¡o a los frankfurt¡anos la oportuni- d tr


dad de analizar críticamente el funcionam¡ento de la sociedad indus- iirr rlrli
trial y tecnológ¡ca avanzada del momento. [á autonomía del indiv¡- Ir. 'l I
duo que había en la raíz del l¡beral¡smo y de la economía capitalista lrlt{.r;_
se había transformado en algo he- t1,., e
terónomo: el hombre ya no era un
fin en sí mismo, s¡no un medio, un
t lil,¡r¡:'i

Sgqur
instrumento, un ser manipulado ,'§
por un s¡stema de dominio. :¿4 r. tl
ina(ru
,lrr
Los frankfurtianos estud¡aron la n..,ris
configuración de los mecanismos 6rJ;r,
industriales y tecnológicos, con-
¡
f¡guración que se halla tanto cn la
soc¡edad cap¡tal¡sta como en la
comunisla. Uegaron a la conclu-
s¡ón de que el malestar sclc¡al pro. á,
venía de la cr¡sis de la razón ilus-
¡
trada y del poder adquirido por la ¿
i
r
raz ón ¡r)slíumental.
l¿l ¡
t
En la sociedad de entregueras de los aáos vernte y treinla, los mierntÍos de la Escu€la
ta
! un si
de Franklurt constalan un prolundo ma¡estar Consideran que el nacionalsocial¡sr¡o !
¡
sólo empeorará la situación; en cuanto al comunismo. entienden que su re¡li¿ación a \ estal
en la Un¡ón Sov¡ét¡ca ha s¡do equivocada, porque se ha basado en la rigida vers¡ón
lenin¡sta de¡ marx¡smo. I J- n t¡ ^.i.

416

I
v 1B
advenimiento de
Razón ilustrad a y razón instrumental
I \r.ca hacia la
..,iét¡ca; conside-
Los m¡embros de la Escuela de Frankfurt nos recuerdan que la razón
rnLcipadD!. de¡ ilustrada asp¡raba a emancipar al hombre de su minoría de edad y
j]¡ o so_iéti-^ pretenclía ¡nstaurar un orden sociopolítico en el que fuera pos¡ble de-
r lil pieza rJes- sarrollar los ¡deales de libertad, ¡gualdad y fratern¡dad. Según los
'.r I
'q no consli_ I frankfurtianos, estas asp¡rac¡ones han fracasado. Y este fracaso, ¿por
i¡fücar n,.revas I qué se ha produc¡do? Horkheimer nos da la siguiente respuesta: pre-
¡
c¡samente en la civilización occ¡dental, que tanto valora la razón, la
racionalidad humana ha olvidado la originar¡a unión del hombre con
la naturaleza y se ha alejado de ésta para dom¡narla.

La civil¡zación occ¡dental ha util¡zado siempre el concepto de ra-


;t .-L-, resrrela-
zón, ha pregonado su rac¡onal¡dad, pero en muchos momentos h¡s-
r cxnansión del
tóricos, en vez de ser una racionalidad crítica y objetiva que permi-
.rrtrma qué ra-
t¡era establecer ideales y finalidades para los seres humanos, ha s¡do
ilt¡rF É¡l naz e- una racionalidad subjetiva que ha tratado de dom¡nar y someter la
5r!7creadcr y
naluraleza. El intenlo del hombre de dominar la naturaleza para so-
brevivir y para satisfacer sus neces¡dades v¡tales sólo ha s¡do posi-
ble imponiéndose leyes a sí mismo y a los otros; así, el dominio de
la naturaleza por medio de la razón instrumental se ha converti-
do en domin¡o sobre nosotros m¡smos.

¿En qué consiste exactamente la .razón instrumental.? Horkhei-


mer nos d¡ce que es una restr¡ngida dimensión de la racionalidad hu-
mana, es la razón que, conv¡rt¡endo al hombre en amo y dominador
de la naturaleza, le llena de innumerables medios mater¡ales, pero,
simultáneamente, le deshuman¡za y le dom¡na. E! imper¡alismo de la
razón instrumental, del pensam¡ento calculador y pragmát¡co, ha de-
b¡litado el pensamiento meditat¡vo y reflex¡vo, aquel que nos con- Los usos de la razón
duce a instaurar identidad personal, arraigo en la natqr.4qza y sen- 5. En los inicios del pensam¡ento
tido social. gr¡ego, la filosofía fue un paso
del m¡to al logos, es decir, un an-
Según los frankfurtianos, la razón ilustrada, que nos podría ayudar y helo de racionalidad. La palabra
que teníamos la posibilidad de salva¡ se ha transformado en razón logos significa 'razón, palabra,
discurso .acional'. Los humanos
instrumental y ha generado, tantc en el capitalismo como en el co-
hemos realizado usos muy di-
mr¡nisnro, una soc¡edad contraria a la que pretendía real¡zar: la so- versos de la facultad racional
ciedad industrial¡zada con un .pensamiento administrado". que nos es propia. Recuerda, por
ejemplo, la d¡st¡nción kant¡ana
entre uso teór¡co y uso práctico
La razón crillca de la razón, una m¡sma razón
que d¡fiere en función del ámbi-
Los frankfurtiaños se preguntán: ¿qúé solución podemos enconlrai para
!a s¡tuación de dom¡nlo de la razón ¡nstrumental? Necesitamos una teo- to al que se apl¡ca.
ria crft¡ca do esta rac¡onal¡dad instrumental, una razón critica que ofrez- Expl¡ca qrÉ s¡gnif¡ca cada uno
ca el fundamento para una organ¡zación social no represiva. Es prec¡so
- de los siguientes usos de la
un nuevo humanismo en elque Ia persona, razonando críticamente, dis! razón e ¡nd¡ca qué pensador
pe las apariencias de l¡bedad y rechace la al¡enación dominante. Es fun- o pensadores lo han analiza-
ción de !a l¡losofía denunciar los.óxcesos de la razón ¡nstrumental (y de . do a fondo.
su consecuencia, et podei tecíológico), ya que conviérten al hombr€ en . Razóñ ¡lustrada
un ser menor áe idad, al que se Ie d¡ce qué ha de pensar. La razón ¡ns- . Rázón d¡aléctica
trumental no puede cont¡nuar imponiendo un esl¡lo de vida determinado,
estableciendo cuál es el fin de la vida o dictañdo qué es bueno y qué es
. Razón instrumental
malo; éstas son tunciones Ce la razón crÍt¡ca. . Razón vital

417
lirrr,l 18

S¡empre se puede reconocer de


La industria cultural de la razón instrumcntal 24.
¡nmediato, en una película, cómo Horkheimer y Adorno critican radicalmente la sociedad contemporá
acabará, quién será recompensa-
nea. Consideran que es una sociedad tecnológica, en la que la efi- I ltt, r i',
do, cast¡gado u olv¡dado; y. por
descontado, en la mús¡ca ligera el ciente razón ¡nstrumental ha puesto en luncionam¡ento un !nstrumento
oído ya preparado puede ad¡vinar, de dom¡nación muy poderoso: la industria culturar, que ¡mpone sus
desde ¡os primeros compases del
modelos a¡ienantes a través de los medios de comun¡cación.
tema, su continuación y sentirse
feliz cuando así efect¡vamenle su- La industria cullural está formada, esenc¡almente, ¡ror los medios de lt,¡ l. ,

cede. [...]
comunicación de masas, como el c¡ne, la rad¡o, la televisión, las re-
Los consumidores son los obre-
ros y trabajadores, campes¡nos y
vistas, la múS¡ca, la publicidad y todas las demás aclividades de ocio. Pl¡{lr
Pequeños burgueses. La produc- Con estos med¡os, los amos del mundo, es deci( los magnales que
ción capilalista les encadena en
,lrr
controlan los sectores de la ¡ndustria del petróleo, de la electricidad.
cuerpo y alma de tal modo que se de la química, etc., ¡mponen un monopolio cultural que margrna
somelen sin resislencia a todo lo
que se les ofrece. [.--] cualqu¡er creación que emanc¡pe al individuo y estimule la creativ¡-
E¡ pato Donald en los dibujos ani- dad no controlada por ellos. l. r-¡¡'
mados, como los desgraciados en
Los productos de la industria cultural de la soc¡edad tecnológica es-
la real¡dad, recifre golpes para que
los espectadores aprendan a ha- tán diseñados de tal manera que el espectador no dispone de lier'rl-
bituarse a los suyos. [...] po para pensar; el guión, ejerciendo de director ¡ntelectual, ya le ofle-
En la sociedad competitiva la pu- ce la solución a cualquier cuest¡ón planteada: es un pensam¡ento ad-
blicidad cumplía la lunción soc¡al m¡n¡strado. La industria cultural impone valores, instaura modelos de
de or¡entar al comprador en el cul)
conducta, crea necesidades y establece un lengua¡e determinado.
mercado, facilitaba la elección y
Y todos estos valores, conductas, necesidades y lenguajes son uni.
- ,5(
ayudaba al productor más háb¡¡,
pero todavía desconoc¡do, a que formes, acríticos, iguales para todos. Para esta industria cultural, el
llegara SU producto a los ¡nlere- ¡nd¡viduo es justamente un objeto sustituible, carente de valor.
sados... La publ¡cidad es actual-
mente un principio negat¡vo, un La industria cultural reduce incluso la creat¡v¡dad que, en un pr¡nci- :\. .
d¡spos¡tivo de bloqueo: todo Io
que no lleva su sello es económi- p¡o, sería posible en los momenlos de ocio. La diversión ya no cons- Aai
camenle sospechoso. tituye el momento de la libertad y de los propios intereses, s¡no que ,_.t.

Horkheimer, M. y Adorno, T-. v¡ene fijada tanto en su conlenido como en sus horarios: el .tiemf.o Al:
üalécl¡ca de la lluslrac¡ón. l¡bre" es un tiempo prograrnado por .otros., por los que monopoli-
li '
zan la industr¡a cultural. Af¡rmar la propia l¡bertad y cullivar la crea-
tividad es un sistema de oposición al monopolio cultural alienante. ¡\L¡¡ irl r

l,rt,,:
La telev¡s¡ón . yccto
r Adomo anal¡za muy especilicarnente la teievi§ón y el s¡slerna de cultura co- ,
,1
mercializada que ¡a rodea. Para Adorno, ta tdeüsón trába ssrdo d paradE--
l_¡. t.,
ma de todo lo que implica la industria cuttura¡: es d s¡st€rna rnás eflciente a h :i po¡tP
hora de ¡mponer valocs, ¡nstaurar modelos de corrducta'clear neces¡dades.,. de ,:r ¡
A pesar de que Adorno se propone corno fin prácüco .rneFrar la lderris¡ón,,
recuerda que h ¡deologh de h televislr no r&ica tanto efr tc progl¿mas corF .
crelos que emite corno á €l §stema global de sumisiSn qu€ cornportalnd€-
7J pendientemente de los contenidos condetos; h profra stu&ktfl da los m¡&r- ,.1
bros de.una lam¡lia o de un grupo de a¡nigos sentados ante el reverenciado .
apaEto telovi§vo üene d gran riesgo da ser urn .sitr.ranbn que i1btiza". :
-
6. lndica s¡ estás de acuerdo (o no) con h teoria de Adorno, s€uiendo es-
tos pasos:
( - Conc¡eta quá s¡f¡ñil¡ca .6f€ct6 irbt¡zant6..
1
Evafra § esto6 efectos sé prpdrcen cuar¡do la tel€vb¡ón: 4 .¡c inf,ooe
- vabes: b) ir6ta¡.a moddc (b conducl4 c, r¡G crea nec€*r#.
Valora s¡ €stc electos se dan en la act¡tr¡d de sumisixl profri:iada por
- la televis¡ón-

4't8
1B

:alv 2.3. Jurgen Habermas: la segunda


generación
I
Una vez acabada la Segunda Guerra I'i'lundial, Horkheimer y Adorno I
regresaron a Frankfurt y, en 1950, el lnstituto para la lnvestigación
Socia/ reemprendió su act¡v¡dad. Como resultado de todo ello, se for-

e
rnó una segunda generac¡ón de pensadores de la Escuela de Frank-
fud, eñlre los cuales el más brillante es Habermas.

Planteamientos generales
La f¡losofía original de Habermas comienza a part¡r de la década de
los sesenla y, siguiendo el curso de sus obras, podemos dec¡r que
se desarrolla en tres etapas:

1. Profundización y puesta al día de los trabaios de los pensado-


res de la Escuera de Frankturt de la primera generación. En el alemán Jurgen Habermas, nacido
en 1919, confluyen diversas influencias.
. Revisión de la influencia de los mass media y el mundo de la cuF Fue d¡scípulo y colaborador de Adorno en
lura en la formac¡ón de la opinión pública. el lnstituto para la lnvest¡qación Social y
es el m¡embro más representat¡vo de la
2. Planteamiento de su teoría más representativa: Teoría de la ac- segunda generac¡ón de la Escuela de
Frankfurt, pero, a su vez, se aproxima a
c¡ón comunicat¡va. la filosofía analít¡ca dél lenguaje y entra en
debate con el rac¡onal¡smo critico de
. Sobre la base de dicha teoría, Habermas formulará lo que se co- Popper y con la filosofia hermenéutica o
noce como hemen éutica critica,la cual confrontará con la her- interpretativa. Fue galardonado con el
premio Príncipe de Asturias de C¡encias
menéutica de Gadamer que veremos en el siguiente apartado.
Sociáles 2003.
3. Defensa de una ética del d¡scurso, entrando de lleno en el de-
bate entre modern¡dad y postmodernidad (al que nos hemos
referido en el primer punto de la unidad).
. Habermas apuesta por los valores de la modernidad y se mues-
tra crítico con los filósofos posmodernos.

;l rlill !.' Aunque su filosofía se clespliega siguiendó una ev;lu¿lóir éñ tos con-
tenidos y en las temát¡cas que aborda, no deja de obedecer a un pro- Obras destacadas
yecto común.
El estud¡ante y la polítba (1961),
É cultura cc- H¡storia y crít¡ca de la op¡n¡ón pú'
Lo que persigue Habermas en su elaborac¡ón filosóf¡ca desde una
fa raradio-
bl¡ca ('19621, La tnnsformación de
é¡crente a la perspectiva crítica es mostrar cómo aún es posible una valoración
la esÍera p(tblica f.1962]-, Teoría y
dc-o;rdades, . . de la razón que permita perfilar unos parámetros de ob¡etiv¡dad tan-
prux¡s (1963\, Log¡ca de las cien-
¿'uvisión", to en el plano teórico como en el plano práctico o moral. clas socla/es (1 964 , Conocimien-
Éramas con-
nf ,vr. Inde- to e,nrorés ('1968), Peiiles políti-
,ie los nriei,'i- La discus¡ón filosófica del marxismo, en tanto que se entienda a sí m¡s- co-filosóÍicos (1971],, El origen de
.e¡,- -nciado las soc,edades de clase precap¡'
ma como marxisla, es s¡empre algo más que una d¡scus¡ón "puramenle'
.j;ú--¡". talistas: Contribución a la cons-
filosóf¡ca. Esta af¡rmación sigue s¡endo vál¡da, dentro de c¡ertos lím¡tes,
incluso allídonde el marxismo es rechazado como lal en su autocom- lrucción de una teone de b evolu-
prens¡ón, allí prec¡samente donde se transforma en una cuestión aca- c^ón sociocultural 119761, La críti-
démica. Aun el .mero" historiador ha de ver en el marx¡smo algo más que
'ca n¡h¡lista del conoc¡m¡ento en
una teoría, más ¡ncluso que las pos¡b¡l¡dades vividas de una filosofía ex¡s- Niezsche ('1977), Taoia de la ac-
tencialmente abrazada. Con tanta mayor razón el crítico f¡losófico se c¡ón comunlcat¡va (1981) y E/ drs-
enfrenta a la tarea de critica( junto con la teoría, tamb¡én la forma prác- curso filosóftco de la modém¡dad
(1984).
tica de la misma y su función en la praxis.
Habermas, J., Teoría y prax¡s.

419
a .{z

llri 1B
Crítica hacia los frankfurtianos de la pr¡mera
generac¡ón Ci,i tt

Siguiendo a los anler¡ores frankfurtianos, Haberntas


t.
entiende que Ia f{rAr',
razón que domina nuestra época es la razón instrumental,
la cual
se caracteriza por enfocar la visión de todas las
cosas sólo desde la
óptica de la eficacia o efic¡enc¡a. y, a la hora de criticar
el reduc_
cion¡stno que la racional;dad instrumenlal impone sobre
el valor de
las cosas también coincide con la primera generac¡ón.
lrlcrlrr',
lgualmente Habermas señala con ellos que, a la hora
de la verdad, E¡r .,r, ,

la razón inslrumental únicamente es capaz de decirnos


cuáles son deaier
los med¡os presuntamenle óptimos para alcanzar
una cjeterminada
f¡nalidad, pero no nos orienta cómo alcanzar unas metas
o conse_
l,i,!,!
guir unos fines que den sent¡do a nuestra vida
Habermas estudia la inf¡uencia de los social y que esta, ;) i .r¡.¡r
medios de comunicac¡ón en la sociedad. blezcan las condic¡ones de un marco éüco adecuado.
'i,.
En su examen crítico de los planteamientos franklurtianos,
Haberntas
detecta el sigu¡ente problema. Si cons¡deran que en las sociedad..s i,.
capilalistas el poder manipula constantemente ta op¡nión públicr ir;l¡¡::;
a
través de los medios.de comun¡cación de masas y la industria
cul-
tlrai, eñtónceb, podemos concluir que cualquier crit¡ca al sist_-nta que __Atc
pueda desarrollarse y cobrar publicidad en el
seno de dichas soclc- L:.¡n1
dades necesariamenle qu€dará absorbida por el mismo
sistema.
^0n'
En tal s¡tuación, razona Habermas, cualquier expresión
cdüca ha-
cia el orden establec¡do sólo tendría cabida en las montes particu_
--1e
He analizado la conexión h¡stóri- lares y en pequeños círculos de dis¡dentes, p€ro
se quedaría sin po_
ca entre el desarrollo capita¡ista sib¡lidad de ser operat¡va para promover procesos de transforrna-
y el surgim¡ento y caida de la op¡-
c¡ón de la sociedacj. Asi, no cabe esperanza algl:na
nión públ¡ca tiberat. {...1
de que pueda
cambiar realmenle nada sustancial err el orden social. ¡rrt€r
Se muestra ta ¡ncompat¡bilidad de - A:i
los imperativos del sistema eco_ Para revisartoda esta cuestión, Habermas se plantea llevar a cabo r, t.ls
nóm¡co cap¡talista con las exi- una invesügac¡ón s¡stemát¡ca acerca de cómo s€ gesta la
opinión ..1oC
genc¡as de un proceso democra-
pública, cómo se propagan las ¡deas en las soc¡edádes .ti(-
t¡zado de formac¡ón de la volun- de consu_
tad. [...] mo, y qué acciones pueden llevaise a cabo paia lransformar ;!{ir.
Ia
sociedad en una u otra d¡recc¡ó .
La red de comun¡cac¡ón de los dustr
medios electrón¡cos de comun¡- En su análisis, llega a la cons¡derac¡ón, en contra de los
cación de masas, tejida de una lrankfurt¡a_
nos anteriores, de que el mundo de la cultura, aunque
lorma cada vez más espesa, eslá en buena
hoy en día o{gan¡zada de tal modo medida sirve para tratar de legit¡mar el poder establecido,
contiene
que, a pesar de que lécnicamen- ¡gualmente, casi de forma inev¡table, un espacio para
la innovación
te representa un potencial de l¡_ y la crít¡ca al mismo s¡stema. Haberm
beración, sirve más para contro-
lar la lealtad de una poblacion des- Por tanto, no todo es negativo en el ámb¡to cultural:
de fvc
su capac¡dad trabaros
politizada, que para someter los para dar entrada a nuevas lormas de pensam¡ento
va mái allá de fur'.4¡t
controles estatales y sociales, por lo que pueden controlar quienes oslentan el poder. No
su parte, a una formación d¡scur- obstante. ad- I nlueven
m¡te Habermas que et poder tiende a d¡f¡cultar el nacim¡ento y
siva y descentralizada de la vo- el de- I dor,^¡;,
luntad, canalizada de una forma
sarrollo de aquellas ideas que traten de d¡scut¡r el orden
esüblec,_ rac¡ón dr
rica en consecuenc¡as y sin ba- do, de modo que, si queremos que la c¡udadan¡a pueda
mantener su dua,lrie
¡Teras- capac¡dad crÍüca y emanc¡padora, hemos de estar
atentos. La po, I trata
Habermas, J., Teone y prar¡s.
s¡b¡lidad de una ciencia crítica lleva a Habermas a examinar
los á¡s_
tI'

tintos ¡ntereses que promueven la búsqueda de conocimiento. I honr,-,.: c


I de dnpir
I

420 I
I
i

lrr¡r,i,r, 118

-il ra Conocimiento e interés La real¡dad para una comunidad


parlante es la real¡dad cuya expe-
Para superar el concepto de racional¡dad, a diferenc¡a de los frank-
r¡enc¡a es aclarada y ordenada en
furtianos, que proponían rechazarlo y buscarle una alternativa, Ha-
un lenguaie común.
r'!enlal.: bermas propone extenderlo, de modo que la racionalidad ¡nstru-
Habermas, J.,
mental no sea s¡no un aspecto de esa otra noción más ampl¡a de ra-
Conociñ¡ento e interés.
:f' reriLrr' cionalidad. Acepta Habermas que todo Gonocimiento responde a un
interés, y de lo que se trata no es de denunciar o criticar el quehacer
tácnico-científ ico, s¡no de orientarlo hac¡a un ¡nterés triple.

En su obra Conocimiento e interés, Habermas distingue tres t¡pos


de ciencias, en func¡ón del ¡nterés que las orienta:

1 . Ciencias empti'lco -analíticas.

2. Ciencias hrstónbo-hermenéuticas.

3. Ciencias cflt cas-

Eslas tres formas de conocim¡ento las relaciona con tres t¡pos de


intereses que pueden orientar la racionalidad y act¡vidad humana:

lriter& técnlco: Orienta la relac¡ón del hombre hacia la naturaleza, bus-


- cando la manipulaclón de ésta. En el ámbito del conocimiento, ha dado
como resultado las cienc¡as do la naturaleza y la técn¡ca, que pem¡ten
al ser humano transfomár las condiciones materiales.de la vida.
I_ ii,j:1 inierLs prácttco: Orienta la retación entre los hombrss, buscando la
l,-.
- comun¡caclóri y el entondim¡ento. En el ámb¡to del conoc¡m¡bnto, tie-
i:. sin l)(). n6 como rEsuhado las ci€ncias histori'aósoc¡aloi o c¡encias dél espl-
- r[u, que pgnhiten al ser humqno transformai las normas moralos y po-'
!ílicas que regulan sus relaciones'
lnter63 emanc¡pador: Es 8l proceso h¡stórico y global de liberación pro-
- qres¡vo del hombre. Los ¡ntereses téCn¡co y práct¡co todavla e¡an for-
,evar a (:ill)() ias nó conscientes del ¡nt6rés emancipadpr,.que .estaba+oLdebeig de
¡¿\r.fri)rr)¡r ¡r ellos y que finalmente se ha üonstituido án ias c¡encias crft¡cas o teoía
crítica de la §ociedad. Está téoría crÍtica manliene una actitud de refls'
I

:rt (i.,.()i:§l! 'xión, do valoración y de planteamionto de attemat¡vas anto situaciones


ri r\r! I l1ítr li)
cons¡deradas ¡ndeseablss. La crft¡ca de Horkheimer y Adorno a la in-
dustria cultural responde a este interés emancipador dé la razón.

,
v
¡r; u ll lurlia
¡ijV I)ue!¡il Pero esta constelación de dogmat¡smo, razón y decisión se ha transfor-
Lt, r;r¡tltiel lt, mado profundamente desde el siglo Xvlll, y lo ha hecho en la misma me-
dida en que las ciencias positivas se han convertido en fuerzas produc-
r l,Y¡v¿tcir-.ir
Habermas sitúa el psicoanál¡s¡s tivas del desanollo soc¡at. Pues la d¡mensión en que, en otro t¡empo' la
teoría se orieniaba a la prax¡s se ha visto eslrangulada con la progresiva
de Freud y de sus discípuios, Y los penelración de la ciencia en nuestra civilizac¡ón. Las leyes de la autorre-
,,itl:.;r-[ li lr I lrabaios de la Escuela de Frank' producc¡ón exigen de una sociedad industrialmente avanzada que se
¡iV lll.l 1l(l furt como conoc¡mientos que se mantenga, s¡ pretende sobreviv¡r, en la escala de un dom¡n¡o técn¡co
, ili,r rlr: ,l{l mueven por el interés emanc¡pa- sobre la naturaleza constantemente ampliado y de una adminislración de
dor. El psicoanálisis busca la libe- los hombres y sus relac¡ones mutuas cada vez más refinada en el plano
,,,.,.rl,irr(] de la organ¡zación social. En este sislema, la c¡enc¡a, la técnica, la ¡n-
rac¡ón de la mente humana indivi-
duslr¡a y la adm¡n¡strac¡ón se fus¡onan en un proceso circular. En él la re-
dual, mienlras que la teoría crít¡ca lación entre teoría y prax¡s no conserva otra validez que la utilización ins-
lr" |t, trata de lograr la emanc¡pación del trumental de técn¡cas garantizadas por la ciencia empírica.
hombre con respecto a las formas Habermas, J.. Íeoia Y Praxis.
de dominación colectivas.

421
'l

I L ri, l,r 1B

La reflexión sobre las condiciones '


Teoría de la acc¡ón comunicativa
Cri
que hacen Éosible la comunica- Aunque Habermas se sitúa en la órbita de Marx al proponer
c¡ón humana en sus diversas ma- una cien, llillA,,.
cia crít¡ca de lo soc¡al con finalidad laberadora, rechaza
n¡feslac¡ones sirve a Habermas el reduc_ tl r(¡drtt r rr
para profundizar en el concepto cion¡smo de éste que tiende a examinar todas las relaciones
huma- ata. r
de racionalidad. nas únicamente desde la ópt¡ca del traba.io y las relaciones
de pro,
ducción. Considera Habermas que el estudio de la comunicación
las relaciones interpersonales nos puede ofrecer una perspect¡va
cn
l¡il¡r
a l
l. r,

()l[i¡r
rl

Nl)
más amplia para una adecuada comprens¡ón de la v¡Oá rlr¡r'1,,
soc¡al.
!or; rlr,L
Una de las obras más destacadas de Habermas es Teoría
de la ac- ¡lr:l¡A,,
ción comun¡cat¡va, publicada en 1991. En dicha obra, evoluciona
so-
bre algunas de las tes¡s defend¡das en escritos anteriores,
a raíz del
{rr:¡.:
giro l¡ngüístico con que dota a su f¡losofía a partir lit:,r. ¡t( I ;.
de las discusiones
que mantuvo con Gadamer y la filosofia anal¡tica
sobre el lenguaje_ Lrs {¡;r
i rott ¡l,i r:
Considera Habermas gue, en sus obras anteriores. cometía
de partir en sus reflex¡ones de una imagen del hombre
el error ¡lori^r,,
o «.lel yo contc
su.¡eto particular que trata de inlerpreiar la real¡dad, Sitr,qrl,
sin advlrlir que
nuestra mente se ejerc¡ta en la acción comun¡catiya, y que PScr ¡ ¡: ,.
ésta
sigmpre_tmptica una situación daalóg¡ca e intersubjeüvá. uel r¡1,:.
lltlr'rlr:i,;.
Apartándose de una crítica de la razón pura, al estilo kant¡ano,
pre_ ca, n¡r
lerirá una razón impura.- lo que le ¡nteresa es examina:. cómo zrt¡ rltt;lI
es po-
sible la comunicación efectiva entre personas, es dec¡r, pragmá-
la
[)ara,;,r,
a
tica del lenguaje,
lérr¡l¡¡r
El yo intersubjetivo se const¡tuye ccmo su.¡eto lingüístico, Prillr;llli(,
conside-
rando que la dimens¡ón l¡ngüistica debe siluarse Ln los s:i,c'l¡
actos con_
cretos y cotidianos de la comunicac¡ón interpersonáI. y hatra'¡ s¡-.
en dichos ac. I
tos comunicativos ent¡ende Haber.,iras que no cabe disfingu¡r
entrc piritlr:.
actos en los que expresamos meramenle hechos o descri¡-iciones. I
actos en los que manifestamos iuic¡os de valo¡ pues en
y Nictrl,'
loda cornu- a ut¡;t vi'.
nicación humana hay un ideal de elicacia comunicaüva que
la situación al teneno de la éüca en las relaciones
eieva rlici,Jl
hurna¡¡as. I ¡S(rS SU ,

La búsqueda del entend¡rniento recíproco es un imperat¡vo


de la
razón humana que se despliega en múltiples facetas de nueslra
vida Se!¡rlf :
y va más ailá de la razón ¡¡:eratnente insirumental.
En lugar de una U¡l nerrC(
racionalidad instrumental, podemG aspirar a una razón
comunica- cionrTli
t¡va, que parta de la et¡cidad que se desprende de la adquisición
curso fa,.
Karl Otto Apel (1922) es, junto a de una situac¡ón ideal de habla.
PoS l(¡
Habermas, uno de los f¡¡ósofos se anülJ
Esta s¡tuación ideal de habla o de diálogo consiste
contemporáneos que más se ha en la argu-
préocupado por desarrollar una mentación libre, es deci( en la actitud recíproca de llegrl: <
atención al ¡n-
ética sobre la base de las tefocutor y la poslbilidad de que todo el mundo part¡cipe en tualizac¡
el o¡á_
cond¡ci?nes ideales de la acción logo. Unicamente en estas cond¡ciones se puede ltegar tabl.1r
a establecer
comunicativa. Su obra más impor- un verdadero consenso racional.
lante es lransforrnac¡ón de ta No f\ta
l¡losolia, publicada en dos votú- Así, la racionalidad se fundarnenta en la d¡mensión conlun¡cat¡va parlcn d(
menes en 1973. . mana; de hecho, para Habermas, la racionalklad
hu-
inter.)b¡
comunacaüva es ta
única capaz de generar un consenso mediante d¡scursos las Dostu
argumen- o. oln
lativos entre part¡cipantes no c¡acc¡onados, o sea, el labr"
"on]*n*. acueryt
422
I

1B
-l
i
Crítica a los Posmodernos El último presuPuesto ¡mplíc¡to,
con el quo so in¡cia la crftica abs-
)r una c€n- Habermas ¡nterviene también en el debate entre modernidad y pos-
tracta del conocimiento, le hace
a
L educ- modernidad. Desde su defensa de una rac¡onal¡dad comunicat¡va' perder también, con ello, valid6z:
posi-
nes huma- atacará las ideas posmodernas que sólo contemplan ya la nos reler¡mos a la separación en-
re.t e pfG. bilidad de fundamentar la filosofÍa sobre una razón débil' tre razón teórica y razón práct¡ca.
¡icación en Habermas. J.,
:r!-'ctlva ¡lo obstante, aunque Habermas ejerza su crítica contra los pensa- Conochniento e ¡ntetés.
:oc¡al. dores posmodernos, tamb¡én examina crÍticamente a los defenso-
res de la modernidad ilustrada, con la intención de superar las
.1 de la ac- deficiencias de sus presentac¡ones en favor de la razón'
En su rev¡sión de los planteamientos de la modernidad, Habermas
señala a Hegel como el filósofo que llevó a su máxima expres¡ón
!os valores de la modernidad, entendida ésta como liberación
del
ilombre frente a los d¡ctados provenientes de la rel¡gión oficial y del
poder v¡gente, apelando al uso de la razón'

Sin enlbargo, considera que en ltrgar de fundar toda una filosofía


pseudoneligiosa de corte idealista, lo deseable hub¡era sido que He-
gel hubiera tratado de recuperar los valores p!'opios del cr¡stian¡smo'
rntegrándolos dentro de una ética un¡versalista de orientación
lai-
ca, ámparándose en la posibilidad de una razón que busca enra¡-
zar dichos valores en la propia v¡da.

Para Habermas. el análisis de la acc¡ón comun¡cativa planteada en


térm¡nos ideales es suf¡ciente para establecer princ¡pios ét¡cos'
principios que se inspirarían en aquello que regularía la ¡nteracción ¿Es la soluc¡ón?
podría
social y que se podrían convertil en normas morales Hegel Para Habermas, la rac¡onalidad
haber seguido este camino, en lugar de apelar a una dialéctica.es- ' comun¡cativa es la más capacita-
piritualista. da para suPerar las cuatro gran-
des vergüenzas polil¡comorales de
Nietzsche intentó salir del lugar al que había llegado Hegel apelando nueslro liemPo:
a una visión artÍstica de la real¡dad y a una crítica a lá métfísica tra- 'l) El hambre y la miser¡a del Ter-
dicional. Habermas considera que los posmodernos contemporá- cer Mundo.
neos se inspiran en actitudes nihil¡stas nietzscheanas, tomando de
sus
2) k tortura fís¡ca y la violac¡ón de
textos aquellas partes que mejor s¡ntonizan con sus posiciones' la dignidad humana.

Según Habermas, en el fondo de las posiciones posmodernas hay 3) El paro y la desigualdad de la


un distribución de la riqueza en las
un neoconservadurismo. Al no aceptar que se pueda establecer
naciones industrializadas.
concepto de racionalidad con pretensiÓn de un¡versalidad, su dis-
Ia 4) El peligro de autodestrucc¡ón
curso favorece el ¡nmovilismo. Para Habermas, si no aceptamos por el armamento atómico.
pos¡bilidad de compartir todos un marco común de racionalidad'
permita
se anula todo discurso crítico y toda opción de pensar que
iLnr(Jr¡ la contex- 7. ¿Crees que el libre consenso
llegar a consensos de algún tipo La exagerac¡ón en
es el método con el que se
;in, ;tl ltr tual¡zación de toda afirmación, de modo que nunca se puedan es- podrán soluc¡onar todos es-
,,,.!1 , rrr tablecer tesis universalistas, paraliza la misma noc¡ón de verdad' los graves problemas? Justi-
que ñca la respuesta. Si conside-
No obstante, piensa Habermas que, si superamos las filosofías ras que se necesitan olras
parten del sujeto inclividual y nos posic¡onamos en el terreno de la cond¡c¡ones Para establecer
intersubjetiviclad, es posible salvar la razón ilustrada y no caer en 1
I
la iustic¡a y la Paz, indícalas
Ias posluras irracionalistas de los posmodernos' Habermas defien-
ale esa nlreva fornra de racionaliclaci que surge del
parad¡gma del
y
JCUerdo c{ 'Iiun¡c2!¡vo entre sL!¡etos capaces de hablar obrar'

423
lI rt, I 1B

3. La hermenéutica 3,q.
La hermenéut¡ca constituye hoy una de las líneas de invest¡gac¡ón fi-
losófica más relevanles. Hasta la segunda mitad del siglo XIX su rncr¡óu
labor consistió f undamentalmente en destacar ¡a necesidad de sa- kl l,
ber ¡nterpretar los mitos, las obras l¡terarias, las represeutaciones ensriña
artíst¡cas, los relatos históricos, textos religiosios, etc. l¡r,1¡i
e¡rlAirl
$in embargo, la hermenéutica contemporánea va nrucho tnás ieios.
Pl(..:;lr
De la mano de Dilthey, Heidegger y, sobre todo, Gadamer, ha pa-
I sado de ser una disc¡pl¡na restr¡ngida al ámbito de lo simbólico y
fir iltt
tertual, para convertirse en teoría total acerca de la vida hunlana, (iílr l¿lrt
la realidad que nos envuelve e incluso la noción misma de verdad ,,r,l,J
Todas ellas serán vistas tarnbién como puras ¡nterpretaciones. Sil¡qlr
Hermes. el mensajero de los d¡oses. Al tl¡a..,)¡!
principro, la hermefléul¡ca hacia referenc¡a
lut(la
a la exper¡encia de transmitir mensa¡es.
En Grecia aparec¡ó bajo la lorma del arle
3.1. La tradición hermenéutica
r

do ,,r l(
de los poetas y los oráculos. portavo- ob\r,
ces de los dioses.
Hermenéut¡ca deriva del verbo gnego herrrÉ-néuein, que sign¡fica ex-
presar, intetpretar Pero más que a interpretacaón, hacía relerenc¡a a la
La¡rr
teoría o el arte de la interpretación. Durante el Benac¡m¡ento se ler,., ,iir
caiacieñzó por convertirse en el ámbito de investigación ¡nterpretati-
t¡l¡q;r
va de los textos sagrados. En el siglo Xvlll, estudiará ya toda clase de
tt lr(deS
textos: literarios, jurídicos, h¡stóricos, etc. Friedr¡ch Dan¡el Schleier- p¡i.¡
macher (1 768-1834) destacará en la época romántica, al comenzat Notac
a establecer los márgenes en los que se mueve d¡cha discipl¡na. A
['e,., t:
Otro de los autores cuya contribuc¡ón fue decis¡va para el desarrollo
a p{t¡r
de la ciencia hermenéutica fue W¡lhelm D¡lthey (1833-191 1), quien la rualir
recordemos fue el máximo representante del hislonc,smo. Compar- rltrl
si
tiendo la óptica vital¡sta de Nietzsche, Di¡they apuntaba que nuestra gulla rr
aproximación a las cienc¡as del espíritu (h¡storia, sociología, arte, etc.)
taAn
se veía mediatizada ¡nev¡tablemente tanto por el lenguaie que em-
pleamos como por nuestra propia cond¡c¡ón histórica. Lris¡(
lorrqua
Al d¡stinguir Dilthey entre ciencias de la naturaleza y ciencias del espi-
r¡tu, afirma que mientras lo propio de las primeras es la explicac¡ón
i¡r{c:
es,;¡r.Jr
causa/, en las c¡encias del espíritu el proced¡miento es el de la con)-
Y
t.r
prensión. La razón de esta diferenc¡a res¡de en que, en estas Últimas,
encontramos una l¡m¡tac¡ón epistemológica: dado que en las cien- Pc pt'
cias del espíritu, sujeto y objeto se autoimpl¡can --es e/ hoÍnbre quien der rnL
estud¡a al propio hombre-, n¡ la obieüvidad, n¡ la neutral¡dad ni ia re-s
exactitud asumibles en las ciencias naturales son asumibles aqui. guaje,

La sigu¡ente referenc¡a es Mart¡n Heidegger (18E9-1976), una de las


P,1tr
lclrou.:
No sólo el mundo es mundo por- f¡guras más representativas del peñsamiento ex¡stencial¡sta. En Ser
que se expresa en el lenguaie, el y tiempo Heidegger llevará la problemát¡ca de la ¡nterpretación llo c:i
lenguaje a su vez, posee existen- desde la dimens¡ón epislemológica en la que la había de¡ado Dilthey, Iuá¡j
c¡a sólo porque en éste se repre- hasta una d¡mensión onto¡ógica: no afecta sólo al conocer, sirlo nx)dc
senta el mundo.
tambión al ser. A fin de cuentas, la h€rmenáutica ¡nvest¡ga e¡ lengua;e, le1¡u
Gadamer, H. G.,
Vordad y método.
y según Fieidegger, como vimos, e/ /engual'e ¿s la casa del ser. Se ,i9§,
consolida así el giro l¡ngüíst¡co de la íilosolía conlenrporánea. cr....üt

424

.-
e
, , -.',trr
t.

ll ,l i,, l 18
3.2. Hans-Georg Gadamer El al€mán Hans-Georg Gadamer
(1900-2002), discípulo de Edmund
Gadamer mantendrá la distinción entre saber científico y saber her- Hussel y Man¡n He¡degger, sentó
i!tlo XIX menéutico, apunlando que mientras el pr¡mero tiene carácter me- las bases de la hermenéutica
.l
tódico. el segundo es extrametódico, pues no es susceptible de ser contemporánea,. a partir de la
publ¡cac¡ón de su obrc Verdad y
enseñado de forma completa de principio a fin. Este hecho, que Dilt-
r,érodo (1960). Destacan también:
hey veÍa como una l¡mitación de las ciencias del espíritu, Gadamer Harmenéut¡ca f¡losóf¡ca (1967]l,
) t! i lejos. entenderá que, en realidad, obedece a la mayor r¡queza de la com- Diálogo y d¡aléctica (1980), ¿a
rrer, ha pa-
prensión ¡nterpretativa en comparación con la expl¡cación cientí- razón d, la era de la c¡encia (19821,
fica, pues en la comprensión se vuelve siempre sobre lo andado. Relevanc¡a de la belleza y otros
ir¡,-rlico y ensayos (1986).
la humanJ, Gadamer reflex¡ona sobre cómo funciona la interpretación en el te-
,-l*Erd2td rreno de la experienc¡a estética y la comprensión de la obra de arte.
iol.1 i-'s
Sitúa la contemplac¡ón en el marco de la construcc¡ón y la transfor-
rnacón: el que disfruta la obra dé arte no lo hace pasivamente, sino
que partic¡pa en su construcc¡ón (una narración sólo habla cuan-
do la leemos), y al hacerlo se ve a su vez transformado por dicha I

obra, como si fuera un juego donde ambos se interpelan mutuamente.


i r l¿r
La experienDia estética servirá a Gadamer de referenc¡a para con-
templar la exper¡encia en generai. Si nos refer¡mos ya no sólo a las
obras de arte, s¡no a la experiencia en relación con los objetos na-
1..-
turales, obtenemos una extens¡ón de la teoría estética: el hombre
pasa a ser v¡sto como el mediador que hace hablar a la real¡dad.
No la crea ni la constituye, pero se convierte en su portavoz.

Pero, el hombre vive ¡nmerso en la h¡storia: yo veo el mundo s¡empre


a partir de mis intereses, educación, etc. de modo que m¡ v¡s¡ón de
la realidad está repleta de preju¡cios. Gadamer lo ve positivamente:
I t: )i 1'
si no tuv¡éramos prejuicios de ninguna clase, no podríamos valorar nin-
gL¡na real¡dad ni penetrar en su sentido, de modo que lo.malo no es
tanto no tener prejuicios, como el no ser consc¡ente de ellos.

La visión h¡stórica de Gadamer se completa con su teoría acerca del


,:; oL,l r:Slti
lenguaje. Siguiendo a Heidegger, opina que todo g¡ra en torno al len-
guaie'. el ser que puede ser comprendido es lenguaje. El lengua¡e
,, i¡lil.:,t:i¡,t t
es, además, imposible de trascender: no podemos salirnos de
'.i,: '' t tttu á1,
y toda crítica que le hagamos, habremos de hacerla usándolo.
,isVt,¡u,,-,
I I cien- Por otro lado, los seres humanos comenzamos a tener experienc¡a
del mundo en la medida en que adquirimos lenguaje. Si podemos
rli;- ! ¡ri la represenlarnos la realidad es justamente porque poseemos len-
,les aqtri. gua¡e, el cual cobra su expres¡vidad en su referirse al mundo. Si dis-
pongo de un mundo es por mi cond¡ción de ser lingüístico, pero el
¡!i.. , hr 1.,\
lenguaje no es creación mía, sino que soy yo quien hablfa en é1.

lllct:rcior¡ hlo es para mi un mero ¡nstrumento del que pueda disponer a vo-
!¡111,... luntad. No gobernamos la lengua que utilizamos, sino que en cierto
modo es ella la que nos gobierna a nosotros. El intento de agotar el El prolela, de Galgallo-
:l i!,t|i¡Jt. languaje, de obtener una completa comprensión de éste se con- Como profeta del giro hermenérd¡co de la
filosolia contemporánea, Gadamerafifma
vierte, pues, en labor ¡nf¡nita, ¡nabarcable, en un autént¡co /ogos so- que el especlador participa en la cons-
crático, como corresponde a la comprensión hermenéutica. trucc¡ón de la obra de arte.

425
r
t

Descubriendo estructuras
8. Elavance en elconocimiento ha
4. El estructuralismo lí¡,
En esle apartado analizaremos las nociones de estructura y estru(;-
s¡do asociado a¡ descubrim¡en-
to o ¡nstauración de estructuras tural¡smo, y veremos algunas de las teorias de dos em¡nentes pen-
en las realidades estudiadas. El sadores de esta teRdenc¡a filosóf¡ca: Lévi-Strauss y Foucault.
primer paso se rduce a la des-
cr¡pc¡ón de comportamienlos,
m¡enlras que el segundo con-
s¡ste en averiguar las leyes es-
4.1.
I
La noción de estructura
tructurales que r¡gen estos mo- Es d¡fíc¡l enconlrar un ámb¡to de conocimiento o de activ¡dad hu-
v¡m¡entos. La b¡ologia avanzó mana en el que no se emplee a menudo la pa¡abra esfruclu,a. Es uti-
mucho cuando descubrió la es- lizada en el ámb¡to lilosófico, en las ciencias naturales, en l¿ls c¡en- , rt 'l
^1l,,
tructura de¡ ADN; la lingú¡st¡ca,
cias formales... Pero ¿en qué consisie exactanrente una estructura'/
cuando investigó las estructuras
Es un s¡stema de relaciones y de transformacio¡res que dota de ^,
;,
delhabla...
sentido y de función a los elementos que la ¡ntegran.
A l, l

Menciona alguna de las es-


- tructuras presentes en los si- ¡,
En el juego de aiedrez, cada p¡eza ocupa un lugar, mantiene unas re-
gu¡entes ámb¡tos de conoci-
mierito o de actividad hurnana:
laciones y se mueve sigu¡endo unas reglas estrictas; si algu¡en des-
. conoce las reglas, el juego le resultará incomprensible- Una estruc-
Economia
tura es un conjunto de leyes que, en un ámbito determinado, esta-
. Analomia humaña
blece las relaciones entre los elementos de este ámbito.
. Música rirl(ri
A part¡r de 1950, una act¡tud estrucluralista comenzó a surg¡r en el i
I
ámbito de la f¡losofía. Un grupo de pensadores se formuló la siguiente urri;
El método pregunta: ¿podría ser que el su¡eto, el yo, fuera lo que es como re- I
t
1"
sullado de unas estructuras profundas e ¡nconscientes que deter-
,^ i!
Los pensadores estructuralistas (:(]
I
i han ¡nvestigado divetsos ámbitos minan todas sus actitudes y activ¡dades? De esta forma, los es-
In:i
del saber empleando la metodo- tructuralistas cuest¡onan el concepto de .suieto humano» o .yo" I
logía de la lingüística estructural Ara
de Ferd¡nand de Saussure. Este como ser libre, responsable y creativo. I
I soci
'l aulor consideró que la lengua es De hecho, no existe propiamente una doclr¡na estructuralisla: más s
un sistema en que cada elemento I
bien se trata de un coniunto de propuestas y respuestas a¡sladas que I irsll.
adqu¡ere valor en func¡ón de sus
posibilidades operac¡onales. tienen como faclor común cuest¡onar la autonomÍa de la -subjetivi- i
dad- que en Descartes y en Kant hacía del hombre un legislador uni- Arr::
versal. En el estructuralismo, el sujeto queda determ¡nado por un
sislema o estructura que lo configura.

4.2. Lévi-strauss
Claude Lév¡-Strauss (.1908) afirma la existenc¡a de estrucluras y nor- I
I
mas que son independ¡entes y autónomas resp€cto a la voluntad hu-
mana. La mente impone leyes o formas estructurales a unos conte- in
nidos, y estas formas o eslructuras son lundamentalmente las mis- I ..1tu
mas para cada uno de los ind¡v¡duos, ant¡guos y rftxjernos, pr¡rnil;vos I JS
I
y civilizados- Veremos cómo llega a qslablecer esta teoria a parti dei I
oU¡!

estudio de las costumbres, las creencias, los sistemas de paren-


dos
tesco... de los pueblos cons¡derados pr¡mil¡vos.
lini¡
Lév¡-Strauss por¡e de tnan¡f¡esto relaciones y eslructuras constalrtes
afrt¡
baio la diversidad y ia compleiidad de los s¡stemas de parentesco. ¿on
Claude Lév¡-Strauss. f¡lósofo dedicado
espec¡almonle a la otnologla y a la Los térm¡nos de parentesco padre, madre...- son ele-
que
-hermano,
.l anlropologla. mentos adqu¡eren s¡gn¡l¡cado cuando se ¡ntegran en s¡stemas.
I
i
426
i

E
v
1B
\,
Para Lévi-Strauss, hay una razón escond¡da que guía y estructu-
ra el caos de los fenómenos humanos; ccnsidera las reglas del ma- D¡versidad cultural
rra v estruc- trimonio y los sistemas de parentesco como una especie de Ienguaje, La Ant¡güedad confundía todo lo
nár.As pen- un conjunto de operaciones destinadas a asegurar un determinado que no participaba de la cultura
¡ca, dt. tjpo de comun¡cación entre los individuos y los grupos. Ve que los gr¡ega (más tarde grecorromana)
\, primitivos construyen sus relaciones de parentesco evitando que bajo el mismo nombre de bár¿,a-
ro; después, la c¡v¡l¡zación occi-
cada clan familiar se cierre en sí mismo. Las normas de parentesco
dental ha util¡zado el térm¡no sa/-
ob¡igan a los clanes a inst¡tuir relaciones matr¡moniales por las que yalé en el mismo sent¡do. Esta ac-
rti\- ad hu- cada famil¡a ¡ntercambia a sus mujeres con otras fam¡l¡as. Esta cons- titud de pensamiento, en cuyo
'lura- Es uli- tatación le lleva a explicar la ley más universal de todas las leyes: la nombre son rechazados los "sal-
prohibición del incesto. vajes. (o todos los que uno dec¡-
üri¡rs cien- de considerar como tales) fuera de
eslrllCtUra? El tabú o prohib¡ción del incesto representa el paso de la naturaleza la humanidad, es justamente la ac-
Ll¿\rota de a la cultura; aparece en el momento del advenimiento de la cultura. Es titud más característ¡ca y dist¡nti-
va de los propios salvajes.
una síntesis privilegiada de lo que caÍacleriza a la naturaleza y la cul-
tura: es una regla (por lo tanto, es cultural) y es un¡versal (por lo tan- Lévi-Strauss, C., Faza e hislora.
ile -u¡ras re-
lg5.rr ries- to, tamb¡én pertenece al ámbito de la naturateza). Este tabú no tan sólo
I
I

Jna estruc-
prohíbe casarse con la madre, la hermana o la h¡ja, sino que induce a En este texto, Lévi-Strauss I

raa\... esta- dar a otros la hermana o Ia h¡ja; es una regla de donación. La prohibi- nos múestra la tendencia a l
cal¡ficar ¡os clanes o pueblos '
ción del incesto únjcamente resutta comprensible en un contexto de
extraños como "salvajes", lo
intercambio y reciprocidad, de alianza; la prohibición es la regla de la que supone adoptar una
,UrOir en (rl reciprocidad presente en cualquier cultura. Esta regla de reciprocidad, perspecl¡va claramente etno- ,
l;¡:ri¡i¡,'nl¿ un¡versal como el lenguaje, testimonia una estructura natural incons_ centr¡sta. Ni tan sólo las nor- i
; C,llllO l(: ciente, la misma que en nuestras sociedades modernas nos condu- mas de parentesco han con-
'-lttv,-lt-.ter ce al hecho social de los regalos, con la correspondiente reciprocidad. segu¡do que el clan deje de
tr¡ ii ,.; e.' cerrarse sobre si mismo (una j

En su s¡stema antropológico, Lévi-strauss da p"imacía a la vez que ya se ha efectuado el


estruc-
tura por encima de los ¡nd¡viduos; considera que tanto la vida matr¡monio entre clanes dife- i

rentes, los hijos de estas un¡o-


social de los hombres como su producción mental están regula-
nes quedan adheridos a un
¡li:-l;t r¡ tás das por un reducido número de reglas formales que el estructura- único clan, ya sea el palerno,
l.!¡:i:,tlr¡. lismo Ceja al descub¡erto. Estas estructuras que r;gen-Ja activ¡dad ya sea el materno).
..ii,,,,rai¡vi hunrana son universales, se hallan en lodos los pueblos. Lévi-strauss Múestra ejemplos actua¡es
-i:lrJi. { ¡n¡ muestra que los personajes qUe se consideran predest¡nados a I¡-
- que reflejen esta act¡tud
tl, -.¡r, ,,, , (leiar Llna comunidad constitu),en tipos humanos que se encuentran etnocentrista.
rep.rlidos en diversas tribus; todos respcnden a una misma estruc-
tura. También allrma que primitivos y civi!izados comparten los mis-
mos esqllemas mentales: el pensam¡ento primit¡\,/o es tan !ógico como
el del hombre c¡v¡lizado, y esto se puede comprobar en las catalo-
gac¡ones de los fenómenos naturales que efectúan los pr¡mit¡vos.
:¡rk! lIr
,;ri. r¡Itle,
En el estudio de las relaciones de parentesco el sociólogo se encuentra en una
r; f!7 ir ri:; situación formalmente similar a la del lingüista fonólogo: del mismo modo que
' ;i :_ I
' t i ,.r r I . ; los fonemas, los términos de parentesco son elementos con significado; ad_
r,.¡'\ii , !r,t qu¡eren este signif¡cado únicamente si cumplen la cond¡ción de integrarse en s¡s-
temas; los sistemas de parentesco, como los s¡stemas fonológicos, son elabora_
dos por el intelecto humano durante la fase de pensamiento inconsciente; finalmente,
la aparición en regiones del mundo lejanas entre sÍ y en soc¡edades profundamente dis_
lintas de formas de parentesco, de regulaciones matrimon¡ales, de actitudes ¡gualmente pres-
crilas entre determ¡nados tipos de parienles, etc. ¡nduce a creer que en ambos casos los fenómenos observables
son resultado de la actividad de leyes generales pero ocultas.

Lévi-Strauss, C., Las estructu@s elementales del parentesco.

427
llrl 1B
4.3. Foucault
Michel Foucault (1926-1984) apl¡có el estructuralismo al ámb¡to del t'
sabe( mostrando que no todo es concebible en cualquier época, sino
que sólo puede ser pensado lo que unas estructuras latentes posi I

bilitan que se piense. Cualquier saber humano, cualquier existencia


humana es como una malla cuyos hilos están trazados por eslruc-
turas escondidas; los elemenlos de estas estructuras deterrnina
I'
lo que el ser humano p¡ensa y real¡za.
I
Siguiendo la nretodo¡ogía estructural¡sta, Foucault llevó a cabo in
a ¡¡

\,
{i t-
vest¡gac¡ones h¡stóricas sobre el tratamiento de la locura, sobre el a (,
nacimiento de las ¡nst¡tuciones penales (como las prisiories), sobre
El f¡lósofo, psicólogo e historiador Miche¡ el afán del poder por controlar la sexualidad... Esta invest¡gación c¡í
Foucault (1926-1984) ha s¡do uno de los tica tenía como fin la conquista de nuevos ámbiios de libertad; Fou-
¡ntelecluales frañceses más crit¡cos y más
comprornet¡dos. Apoyo la célebre revuelta
caull quería que el ser humano dejara de estar sujeto.
de Mayo del 68, informó sobre la vida
en las pnsiones y organzó acciones contra A(r;
¡as condenás a muerle
Las estructuras epistém¡cas o epistemes
Pot episteme, Foucault entiende todas las relaciones que han exrs-
¡.
tiáo én úná determ¡nada época entre los d¡versos campos de¡ saber.
La muerte del hombre La historia de la cultura está gobernada por sucesivas estructuras
A¡:i
El hombre es un invento; la arqueo- gi
de saber o con¡untos de esquemas de pensam¡ento que, de ma-
logía del pensam¡ento nos muestra
fácilmente la fecha rec¡enle de ello. nera oculta y latente, determinan y al tiempo posibiliian la activr-
Y tal vez, su f¡n próx¡mo. S¡ estas dad científica, artísl¡ca y filosófica. con io que marcan los diferen-
d¡spos¡ciones (las dispos¡ciones tes conocimientos de cada fase cullural.
fundamentales del saber o eplbte-
mes) llegasen a desaparecer tal Las estructuras ep¡stémicas han imperado y se han itnpuesto en los
como han aparecido, s¡ por algún discursos y búsquedas, l¡bres en apar¡encia, de los seres humanos
(:1

acontecimiento --la posibilidad del


cual sólo podemos, como mucho, de cada etapa histórica. Por ejernplo, en una determinada época,
present¡r, pero, de momento, s¡n el evolucionismo sirvió conro modelo a lcs esp€cial¡stas de L1s d¡s-
conocer de é¡ n¡ la forma ni la pro- tintas cienc¡as humanas. La arqireología del saber es la ciencia r¡L,e 1.

mesa- basculasen
-tal comoclá-
lo
h¡zo la base del pensamiento estudia los d¡scursos o saberes de las diversas époc.as excavando
s¡co a f¡nes del siglo XVlll-, en- y descutJriendo las estructuras epistémicas o eprSlemes-
tonces casi se puede apostar que
el hombre se d¡fum¡naría, como un La arqueologia del saber niuestra una suces¡ón d¡scontinua de eprs-
rostro de arena en la línea de mar. temes, la consolidación dc unas y el eclipse de otras en una histo-
Foucault. M. ria s¡n n¡ngún sentido. Una de ias epistemes creadas h¡stóricamen-
¿as pa.rabras y /as cosas te, a finales clel siglo XVlll y a ccmienzos del XlX, es la del concepto
de hombre como ser autónomo y racional; esta noc¡ón ¡mpulsó la
t't-
lO. Según Foucault, láep¡steme j formación de las c¡encias humanas, las c¡enc¡as que t¡enen como
que ha hecfo dd hornb.e ur¡a objeto de estudio al ser humano. Estas ciencias han hecho creer que d
meta ¡mportante del saber p,
puede acabar desaparec¡en-
el hombre es el tema principal del saber humano, pero, para Fou-
do, como lantas otras eprs- cault, la arqueologÍa del saber muestra que sólo rec¡entemente el
temes anleriores, y con ella hombre ha sido obieto de estudio y que puede deiar de serlo en cual-
se desvanecería el concepto quier nueva fase. t(.
de ser humano como ser va- i
l¡oso, autónomo, digno de i Foucault af¡rma que en la actualidad t¡enen más importancia las gran-
que sea estudiado por diver- k¡
sas cienc¡as... lnd¡cas¡estás
l
des estructuras que los indiv¡duos concrelos: la estructura econó-
l (,.i
de acuerdo o no con esta i m¡ca, en que el ¡nd¡v¡duo es un consumidor sust¡tu¡ble; la estruclu-
teoría y justifica tu respuesta. I ra política, en que el ¡nd¡viduo es uno de tanlos votantes; la estruc-
dr
tura social, en que el indiv¡duo es poca cosa más que un número...

424
I
I

18
El poder, una red cle relaciones
A los que roban se les encarcela;
El poder es un térm¡no clave en ¡a obra de. Foucault. No analiza el a los que v¡olan se les encarcela;
.
poder en su forma jurídica o ¡nstituc¡onal, corno una ent¡dad que a los que matan, tamb¡én. ¿De
ordena, regula y prohíbe, sino que lo ent¡ende como una red de re_ dónde viene esta exlraña práct¡ca
laciones en que el hombre se halla inmerso, bien como sujeto (ejer_ y el cur¡oso proyecto de reclu¡r
para correg¡r que comportan los
ciendo el poder) o bien como objeto (padeciéndolo).
códigos penales de la época mo-
Este análisis se centra sobre todo en dos facetas: el e¡erc¡c¡o del derna? ¿Una vieja herencia de las
poder en una pluralidad de situaciones de la .sociedad disciplina- mazmorras de la Edad Media?
Más bien es una tecnología nue-
r¡a. y e¡ ejercic¡o del poder en la configur'ación de Ia sexual¡dadthu-
va: el desarrollo, entre los siglos
mana. Mediante estas investigaóiones, Foucaúit iiafa de descubr¡r XVI y XlX, de un verdadero con-
la procedencia de las inst¡tuc¡ones penitenc¡arias y el origen del junto de proced¡m¡entos para d¡-
orden sexual impuesto en !a histor¡a de Occidente. vidir en zonas, controlar, evaluar,
encaminar a los ¡ndividuos y ha-
El anális¡s parte de las condiciones históricas que a pr¡ncipios del cerlos "dócites y út¡les". Vigilan-
s¡glo XIX posib¡l¡taron, en Occidente, la aparición de la penalidad cia, ejercicios, maniobras, calif¡-
correctora en la ¡nst¡tución de la pris¡ón. En vez del castigo absoluto caciones, rangos y puestos, exá-
(la pena de muerte), se ¡mponía al oreso una conección; no se busca menes, registros, una manera de
someter los cuerpos, de dom¡nar
tanto el hecho de ejercer el poder sobre su cuerpo como sobre su alma.
las multipl¡cidades humanas y de
E! ob¡etivo ya no es elim¡nar al del¡ncuente, s¡no reformar su compor-
r-r eXtS. man¡pular sus fuerzas se ha de-
:i saberI
tamiento, reeducar su personalidad; en las cárceles se apl¡can técn¡- sarrollado a lo largo de los siglos

-sin éxito- remodelar la personá. Se-


cas disciplinarias ¡ntentando clás¡cod; en los hosp¡tales, en el
- ri: gún Fcucault, estas té;nicas d¡sciplináias,se háñ idoexténdiendo pro- ejérc¡tp,. Its€scuelás, los cotdg¡os
lrr;t
gresivaméÁte más allá de la prisión y han acabado siendo formas de o los iallére's: la disciptina. Et iiqto
XIX ínventót ain duda, las l¡berta-
ejercer el fjodei en las más d¡versas instituciones soc¡ales, desde el des; sin embarqo, les dio un sub-
taller o la fábr¡ca hasta el hospital, pasando por las escuelas. sueló irofundo y sót¡do: la soc¡e-
dad disc¡pl¡naria de lá cual segui-
Foucault también buscó el or¡gen y ¡a evolución de los d¡versos d¡s-
mos depend¡endo.
cursos sobre la sexual¡dad: el discurso psicoanalítico, psiquiáirico, pe-
dagógico... Todos distinguen claramente un campo cle comportamiento
Foucault, M., Wgitar y casí;gar

, i, , ir:r -la "vida sexual sana,- de otro campo considerad,g -anormal y pa-
tológ¡co. Esre tipo de discuiso Éa óondu'ciijo a !á ['"ilJCróiOn je ras
corrductas sexuales que se consideraban fuera de la .,normalidad" y
al re¿hazo de conductas sexuales no estrictamente reproductivas. Sin
ernbárgo, los conceplos de v¡da sexual sana y anormalidad, como los
I ,i
ir'i'i de cordura y locura, son construcc¡ones generadas por unas deter- Foucault cons¡dera que las activjdades
r , lit.,!\, nrinadas condiciones.y circunstanc¡as; cuando camb¡an. estas cir- humanas se coñliguran siguiendo unas
:rvirt|i:tr c,Jnstanc¡as, también varian aquellas construcciones. . , .
estrügturas detdrminadas.
r r,trr c¡rir,
rry,i:,o lit Con Ia f¡losofía analitica del póclea Foui:ault rirüestra los mecanismos
mediánte lói que un súietó es formado, l¡egando a convertirse en in-
dividuo normalizado. Es un prcceso en el que oF,eran los diversos
!,:¡ r
ltl{:
,.u-i i,llr poderes a part¡r del uso dó los variados iieiánismois disciplinarios.
;ttsr,t¡. r.l Contra este proceso de dominac¡ón, Foucault apuesta por ktécnicas
del yo. bue perm.¡tan al ser humaho pérfilarse a sÍ mismo como suje-
t,r, reiniéás'{ue id dotivierten eó dd Iibeñad» y que debe-
"iirácticas
rian tacilitar ia deconstrucción de la individualidad rccibida med¡ante
lds mecanismo§ d¡sciplinariós del podár. S¡ Foucault ¡mpulsa un pro-
ceso de destrucción de una sobjet¡vidad construida artificialmente, es
con el l¡n cle que pueda conformar uno mismo su propia subletiv¡-
dad; la filosofía ha de llevar a cabo esta labor de liberac¡ón. Dueñdad .re paestos de l/'¿bá]o. d€ I Mast€n.

429
\

lit¡i 18 i

5. La mujer er¡ la filosofía


A lo largo de la histor¡a s¡enrpre ha habido nrujeres filósofas, pen-
sadoras y escr¡toras, pero encontramos pocas e la historia de la
f¡losofía. Esto es deb¡do a que hasta el siglo XX lto se ¡;erntitió ir las i,

muieres acceder a la cultura de forma nrasiva. Ahora bien, si lenc-


mos en cuenta los obstáculos y las prohioiciones que la so(;;eda(l
antigua y medieval ponía a las mujeres para acceoeÍ a la riultura y a
la creacióÁ intelectuál; el número de pensadoras resulta relat¡vamente
elevado y su.esfuerzo encom¡able.
il ,tll
En la Ant¡güedad, muieres filósolas y matemáticas estud¡aroIr
- y colaboraron con Pitágoras, también encontramos a ¡nujeres
en el movimiento crhico. Por otra parte, Platón cornenta la sa[]¡'
duría de una mujer llamada Diotima, y Safo lue una pensadora
y poet¡sa de éxito. Pero el testimon¡o de pensadora antigua nTás
¡,,
impresionante es, sin duda, el de Hipatia (370-415), filósofa neo-
platón¡ca y gran matemática, profesora en la célebre Escue/a
( lll¡ i,
de Ale¡andría, que fue ases¡nada a causa de las ¡deas que de-
fendía.
',
A':'
En la Edad Media, los monasterios y los conventos [ueron irn-
- portantes
. centros de conservación y transm¡sión cultural. Así, la
,iJ
mayoría de mujeres pensadoras de esta época las encontran]os
en el ámbito relig¡oso; es el caso de Hil@arda von Bingen (.1098-
.1
179), célebre por sus estudios y reflexiones teológicas y cientí-
-,,
ficas. l,r
- Desde el siglo XVll al XlX, muchas ñruieres de la ar¡stocracia,
que tenían un acceso más fácil a la cultura, dieron a conocer las
a
obras de filósofos y científ¡cos como Le¡bn¡2. Newton y Voltaire. *'
El traba,o de difusión y traducc¡ón llevado a cabo por mujeres se
completó, en algunos casos, con una importante producción c¡en-
tifica y lilosofica propia, es el caso de Gabríelle de Ghatelet (t 706-
1749), Soph¡e Germa¡n (1 776-183'l )... Esta trad¡c¡ón tuvo su cul-
m¡nación en Ada Byron, condesa de Lovelace (1815-1852), pen-
sadora y matemática, precursora del lenguaje irrformático.

En el siglo XX, las mujeres obtuvieron el derecho al voto y el rc-


- conocim¡ento de la ¡gualdad de sexos en la mayoría de los paises
occidentales y, así, fueron accediendo, cada vez más, a los es-
tudios un¡versitarios. Por esle mot¡vo, el número de f¡¡ósolas con-
temporáneas es muy superior a la de tiempos pasados. En.on-
tramos perisadoras especialnlente interes¿ntes en r¡¡etafisica,
como. por eiemplo, Edith Ste¡n ( l891- 1942) o Simone Weil (19@- .-
1975)i en los derecl¡os de la rnujer. como Simone de Beauvc¡¡r
(1908-1986): en politica y soc¡oiogía, como Hannah Arer¡dt (19J6-
t,
1975) o iúaáa Zambrano (1 904-'1 99 1). . .

Veremos ahora la contr¡buc¡ón a la filosofía conternpo:'ánea de estas I l¡l

Mu¡ar 9on gelo, de PieÍe Bor,..añ- dos últ¡mas mu.¡eres.

430
-l
li
1B

5.1. Hannah Arendt (1906-1975)


,/a -
Pensadora alemana de origen judio y activa defensora del judaÍsmo,
s. , '
se refugió en Estados Un¡dos para huir de la persecución nazi. Quizá
fue esa exper¡encia lo que la ¡ncl¡nó a la reflexión polÍtica, escribien-
.:s
'ó do importantes obras en las que expone, de manera no sistemática,
interesantes ideas que han ¡nfluido en muy variadas escuelas.
,ri :

Siguiendo a sus maestros Jaspers y, sobre todo, He¡degger, consi-


I i '-- dera que la filosofÍa política trad¡c¡onal, más que ayudar a descubrir
el mundo de la experiencia polít¡ca, lo oculta al ¡nterponer cons-
trucciones teóricas que deforman los fenómenos. Como alternativa,
rrit- n Arendt ofrece una aproximación fenomenológica a la experienc¡a po-
lít¡ca para descubrir sus estructuras fundamentales, que habrían
:rllil)l ,le explicar la situación polÍt¡ca de su época y señalar las medidas
,.I
que debemos tomar para mejorarla. \
ll r ¡lit s
Por eso, en su obra La cond¡ción humana lleva a cabo un análisis Hannah Arendt (1906-1975).

ii I -'':, fenomenológ¡co de la vida activa, es decir, de! conjunto de activi-


dades que realiza el ser humano en su hacer (en conlraste con las
clel pensar, que conslituyen la vida contemplativa), divid¡éndola en
tres ámbitos fundamentales que se corresponden con ./as condi-
c¡ones básicas bajo las que se ha dado al hombre la v¡da en la tiena-:

Tipo de act¡vidad Condición humana coñespond¡ente Caractéríslicas

Lírbor:
Vda (Aninal laboransl . Necesaria para manlener la v¡da.
i.a labor garantiza la supérviv€nciá del indi : . Deslinada al consumo: de frutos efímeros, y por tanto c¡cl¡ca
actividades orgánrcas
viduo y de la especie en la naturale2á. Por , . Antipolitica: totalmente subietiva.
(metabo!¡smo)
e-¡emplo, elcampesino. .
. Fertilidad ¡ndefin¡da.

Mundanidad lHomo faber): . Medio para produc¡r un f¡n. que a su vez es instrumento y por tan-

Traba¡o:
co- to ob¡eto de camb¡o (origen d€ la riqueza y la propiedad).
El lrabaio conskr¡ye el mundo artil¡cial
mirn necesario para realizar el mundo hu . Destanada al uso: productos duradercs, reversible y pred¡ctible.
aclrvd¡des cle
mano- Por eiemplo, el arlesano. I a Apomica: producción y uso indiv¡duales, mercado de cambio y pro-
producción
ductos (mundo) colect¡vo.
. Mul¡pricación indef'nida de un modelo únrco.

,Yt Plútalidad (Zoon pol¡tikon): -. Fin en si misma.


Acc¡ón fy discursol
La acción cont¡gura el mundo humano: la . Deslinada al recuerdo y la admiración: consecuencias ¡ndefinidas,

:¡sunlos soc¡ales
sociedad, la hisloria, el poder,.. Por qem- iré-versible e impred¡ctible.
plo, el pol¡t¡co. . Polilica: totatmente social.
I . Unica, s¡ngular

De los tres ámbitos, el específicamente humano es el de la acción,


porque es el que corresponde a la l¡bertad. En la labor, compartida
con los animales, rro hay más que satisfacción de necesidades na-
turales (por eso es ev¡tada en la medida de lo posible recurriendo a
¡r esclavitud o a la técn;ca). El trabajo modeliza la naturaleza de acuer-
do con los f¡nes humanos, por lo que ¡nvolucra cierto grado de l¡-
bertad, pero no es una libertad total po:'que los f¡nes que d¡r¡gen la
producc¡ón son externos a ella. Sólo en la acción se real¡zan ac-
i¡vidades por sí mismas, completamer'rte nuevas e inesperadas, co-
mienzo de una secuencia de otras acciones, en las que se muestra
la F,ersonaiidad del agente y, por tanto, lo human¡zan.

431
f

l- l i, l 1B
Examen de los totalitarismos ql)
Según Hannah Arendt, las deñciencias de los s¡stemas democrát¡-
cos modernos han produc¡do un desencanto que ha llevado al pri-
mer plano a la labor: sociedades consumistas que buscan la sa- c¡(-r¡ rk
tisfacción de las necesidades más ¡nmediatas s¡n preocupatse por
¡it. .'t,
crear un mundo duradero en el que reg¡strar las acciones dignas de i.r{t.
recuerdo.
l.rirr¡^.r.
Este abandono de la acc¡ón ha permit¡do que, conto consecuencta
de la inseguridad derivada del hund¡m¡ento de los modelos de orga-
n¡zac¡ón social tradic¡onales, apareciesen unos regimenes políticos ,t,1,.
completamente nuevos: los total¡tarismos. En Los orígenes del lo'
tal¡taismo, Arendt los caracteriza como regímenes basados en una :l;ltl
ideología que subordina absolutamente el ¡ndividuo al dest¡no de la rr'§'
colectiv¡dad. También dedicará su obra Eichmann en Jerusarén al es- F:lr.¡¡:
tud¡o crítico de las causas que lavorecieron las atrocidades que se lr€-Ilr'
llevaron a cabo en el rqJimen nazi. f1,,,,,,
Hanna Arendt as¡stió como periodista a¡
¡uic¡o a E¡chmann que tuvo lugar en
Jerusalén, por su colaborac¡ón con la
Este destino obedece a ciertas ¡eyes inalterables de evoluc¡ón, las ;1
causa na2r. De dicha expenenc¡a surgirá cuales son reconocidas por los lideres, que por ello son capaces cir\írl
en l967 la obra E¡¿ámann en Jenrsalén- de condueir al.pueblo de acuerdo con aquéllas para acelerar el ine- l,l
vitable desenlace de la historia, f¡n que leg¡t¡ma el uso de la vio- lr)i¡rr
lenc¡a y el terror para consegu¡rlo. Así, imponen un control total Lo rlivr
sobre el individuo, ¡nd¡cándole incluso cómo debe pensar, ofrec¡én- t,,].,,:
dole a cambio de esa renuncia a la libertad individual (y con ello a no\5,
la responsab¡lidad) una seguridad colectiva absoluta. Il l;, - . Lil

Tratando de explicartómo podía una persona part¡cipar en las atro- r]rrEs.


c¡dades que llegan a cometerse en los regímenes totalitarios, Arendt lue!,o ¿¡

llegó a la conclusión de que se debe a que se suspendía la capa- (cr{ar


c¡dad de pensar y, consiguientemente, de juzgar, sobre la acción. l)le¡ro (l
Esto mostraba la neces¡dad de tener siempre en cuenta esas facul- --
tn . 'ti
tades, de las que se ocupa en su últ¡nta obra. La tida del espiritu. ei c¡r{!,¡
la que debía estudiar la vida contet:lplat¡va. rlu,. J,:
dtü1,Je
Reivindicación de la actividad pol¡t¡ca la t,,tót
La acc¡ón, ún¡ca act¡v¡dad que se En contra de las pos¡ciones de carácler marxista e h¡storic¡sta que La cj
da entre los hombres s¡n la me- tratan de establecer. desde una presunta soc¡o¡ogía cientíl¡ca, las
d¡ació¡l de cosas o materia, co-
es+{¡r
rresponde a la condición huma-
líneas que expl¡can el decurso de la histor¡a y determinan su deve- ía .Íx
na de la plural¡dad, al hecho de n¡r, Arendt apunta que el porvenir está abierto. Y el compromiso de lalll
que los hombres, no el Hombre, los hombres en su condición política es v¡tal para el futuro desarro- tes.,¡el
v¡van en la T¡erra y habiten en el llo de las soc¡edades. Pea)e
mundo. Mientras que todos los
gL¡rili e
aspectos de la condición humana Además, el progreso moral del hombre exige su partacipac¡Ón poli'
están de algún modo relacionados tica: una soc¡edad que tuviera un dictador sabio y generoso, por de 1ll
con la política, esta plural¡dad es más que pudiera gobernar de manera eficaz, no sería deseable para a(jo y
esp€cíf¡camente la cond¡c¡ón
-no Arendt, pues al alejat a los c¡udadanos de la acl¡vidad política se ota;¡
s6lo la condit¡o s¡ne gua non, sino
d¡f¡culta, como diría Kant, su mayoria de edad. Sólo si los hornbres Pecios
la cond¡t¡o per quam- de loda
v¡da polít¡ca. y mu¡eres participan err la esfera de lo público, pueden seni¡rse ci;la,
auténticamente dueños de su destino h¡stórico, dejándose así de sotr¡e e
Arendt, H., La condlc¡ón humana.
perc¡bir el poder polít¡co como una fuerza coerc¡t¡va. qult
'

432
ll, ,, 1.,, 118

5.2. María Zambrano


cr -cráti-
\r.
/100 at p¡.1- Maria Zambrano se interesó por la filosofía Para suPerar la situa-
;c¡rla sa- clón de crlsls que perclbh tanto a nivel perconal, dabldo al temprano L
rparse por desarraigo de su Andalucía natal, como a nivel español y mundial, i
<fas con las cruentas guerras de la primera mitad del s¡glo XX' Esto su-
cle
ponia el fracaso de la cultura occidental, cuyas deficiencias ya ha- T líf
v bían s¡do puestas de manif¡esto por f¡lósofos como Nietzsche'
r!e(;UenCla
.s Zambrano acusaba de este fracaso a la filosofÍa moderna, centra-
\rorga- da exclus¡vamente en la razón; y así explicaba los ¡ntentos que se
I
:l políticos
1e¿el to- hacían de considerar una nueva razón que tuviese en cuenta la v¡da,
:>--- '
h:rs en una como el raciovitalismo de Ortega. La propuesta de María Zambra-
li:l!/ (le l¿t no para salir de la crisis es la razón poética, capaz de expresar en
María Zamb,rano nac¡ó en Máaga en 1 904
palabras Io más íntimo de la persona, /os,nferos del alma, pues la
-'/rirr 3l eS- y estud¡ó f¡losorla én Madr¡d, donde fue
!.:fVue se persona es uno de los núcleos de su filosofía. d¡sciputa de Orlega y Gassel Sucom-
prom¡so con la causa republicana le obligó
El otro y fundamental núcleo es la deidad, pues la filosofía de Zam- a exilia¡se al acabar la guerra c¡v¡l e hizo

JC Íl brano se caracteriza sobre todo por una profunda religios¡dad, cer- que su obra fuese olv¡dada durante la
d¡ctadura frañquista. Con la reinsta¡lracón
cana al misticismo en su última época. Lo sagrado es el fundamen- de la democracia se recuperó su obra y
:rill iil illÉj- lo último de la realidad, y se manifiesta a los seres humanos como se la an¡mó a volver a España, doñde
'!991.
residió hasla su muerle en
:i¡.tr..io- lo divino.
rlÍr:! lotill Lo div¡no ha ido evoluc¡onando a lo largo de la h¡storia de Occiden-
,J-cir:,n
te pasando por una serie de etapas dirigidas a mostrar al ser huma-
t:c, r-ll, r it no lo sagrado de manera completa: de una divinidad dominadora e
inaccesible (prehistoria) se pasó a una representable en imágenes (Ho-
't¡r'ilrrt mero), después a una representable en palabras o ideas (f¡losofía),
j:, j\r.i ¡r Il luego a una d¡vinidad que habita entre nosotros hac¡éndose hombre
i r,Val¡a- (cristianismo) y f¡nalmente a una que nos aparece tanlo como el ser
li1 ,¡.ríri(i! t. pleno (tradición med¡eval) o la nada (ateísmo moderno)'
':.V-rcrtl
En el ser de todas las criaturas se
Cadá pueblo de rango en la historia no es otra cosa que la realización o
v encuentra latente la palabra d¡vina,
que determ¡na su esenc¡a dotán- el intento, a veces fracasado, de una manera de ser hombre, de un pro-
yecto de existenc¡a humana, es decir, un aspecto de algo tan universal
tt dola de un sign¡f¡cado captable por iomo es el hombre. A ello es a lo que se ha llamado una cultura Y b¡en,
la razón y expresable en Palabras. muchas deflniciones se han dado de lo que es una cultura, pero a m¡ modo
de ver, una cultura es la realizac¡ón, o inclusive el fracaso, de una mane-
ItlLr La mejor manera de acceder a la
ra de ser hombre. Pues el hombre puede existi( estar en el mundo y en
li ts esencia de lo humano Y lo divino se- la vida de muchas maneras, no de una sola, que iustamente por ello es
ría la poesía, que al exPresar en Pa- hombre y no astro ni Piedra.
ode labÍas los sentimientos proceden- Cada uno de estos ¡ntentos de ser hombre, llamados comúnmente cul-
tes del ser más íntimo crea nuevas turas, t¡ene su hora de esplendor, su centro de irrad¡aciÓn y su muerte o
pe!'spectivas desde las que confi- decadenc¡a. Pero lo más extraord¡nario es que t¡ene también su resu-
gurar el mundo. Por ello, la filosofía rrección y su renac¡m¡ento que no siempre se veril¡ca del mismo modo'
Y es que si todo pasa en la historia humana, todo tamb¡én queda, en c¡er-
de Zarnbrano nqes un s¡stema ce-
lo modo.
rraCo y completo, sino más bien una
La historia como acontecer del espíritu, de un ser espiritual llamado hom-
obra creativa en la que expresa as-
bre, no es la simple permanencia n¡ el simple tráns¡to, sino el dramático
pectos ínt¡rnos de nuestra concien- juego de la v¡da y de la muerle: aurora, madurez, muerte y, por último, re-
c¡a, llamando la atención al lector surrección o renacim¡ento.
sobre ellos y deiándole l¡bertad para Zarnbrano. M., Cuadeños de ta Lln¡vers¡dad de, A¡re (La Habana), n " 7' 1949'
que él mismo los examine.

433
1B

I 6. La función de la filosofía 6 j3.


En este último apartado, veremos qué lunciones ha tenido tie-
!l
ne-
-y
la filosofía a lo largo de la historia, qué papel ha ocupado
ocupa- dentro de la vida humana. La f¡losofía siempre ha sido una
-y
(D l,i
a búsqueda de conocimiento, una pregunta del ser hurnano sotl¡e si
m¡smo, una constante preocupac¡ón ética: además. desarrolla ul|a
B func¡ón crítica y tamb¡én puede ser entendida ccmo una ayL:d.r.
p

s
6.1. La fitosofía como búsqueda
de conocimiento ,t j¡\.,
6
r1't l,
E Desde sus orígenes, la actividad filosólica ha sido anhelo y afán
de conocimiento, amor al conoc¡miento; ha intentado conse!¡uir
e respuestas razonadas a las grandes cuestiones que preocupatlan y
()
El tipo de cuestiones que se pla¡tea hace
preocupan a la hur¡an¡dad. Y cuando una respuesla se ha impues- 6 I
que la filosofia sea muy val¡osa. to de manera dogmát¡ca, ha tra¡c¡onado el espíritu crítico e ¡nvest¡-
gador característico de la filosofía.

A me.ng.d-g la_ r.azón humana ha intentado explicar la tolalidad de lo


existente construyendb sistemas globales y ofreciendc visiones muy
determ¡nadas del mundo y del ser humano. Actualmente, recono- !J t,, , '
c[endo más que nunca la complejidad de la vida y del rnundo qr;e
debe ser inlerpretado, la ¡nvestigación filosóf¡ca ha limitado más s.rs
objetivos y ha af¡nado más sus propuestas.
i
En cada momento, el verdadero filósofo ha s¡do el que ha incidido
en los problemas más vivos e ¡ntensos para sus contemporáneos. I

Las respuestas proporc¡onadas a estos prcblemas con frecuencia


no nos convencen, pero los problemas planteados si nos son rnuy
Para resumir nuestro anál¡sis so-
cercanos, y la formulación que los f¡lósofos les han dado nos capa-
bre el valor de la l¡losofia: la filo-
sofía debe ser eslud¡ada, no por
cita para hallar respuestas propias.
las respuestas concretas a los pro-
blemas que plantea, ya que, por
lo común, ninguna respuesta pre- 6.2. La filosofía como preocupac¡ón ética I

cisa puede ser conocida como i


I
Los filósofos de todos los tiempos han atendido la dimensión ét¡ca de¡
verdadera, s¡no más bien por el
valor de los problemas mismos:
porque eslos problemas amplían
homb{e propon¡endo ijeales y modelos de vida: se ha buscado la ma-
nera de vivir b¡en y de conviv¡r en este universo que nos acoge.
l.

t'
nuestra concepc¡ón de ¡o que es
pos¡ble, enriquecen nuestra ¡ma- A partir de Kant proclamó la mayoria de edad de la humanr-
I
I
C
-que
g¡nac¡ón inlelectual y d¡sm¡nuyen
la seguridad dogmát¡ca que c¡ena
dad-, la asp¡rac¡ón a una ética raciona¡ con unos conten¡dos uni-
versalmente aceptables es uno de los objelivos prioritarios de i¡ :
a
el espíritu a la ¡nvest¡gac¡ón; pero, actividad filosófica. Sin embargo. en un mundo con d¡versas c¡vili-
sobre todo, porque, por la gran- zac¡ones, ¿qué es lo que puede fundamentar una ótica un¡versal'1
deza del universo que la filosolía
conlempla, el espíritu se hace, a Las repercusiones globales de determinadas tecnologias (por ejenr-
su vez, grande, y l¡ega a ser capaz plo, la nuclear) han llevado a sugerir la convenienc¡a de fundamen:3r
de la unión con el un¡verso, que en el pacto o el consenso una ética mínima, es de{ir, unos valores que
constituye su bien supremo.
Bussell, 8., Los probleñas
de la f¡losolia.
puedan ser aceptados a escala mundial. Hab€rmas es uno de los f¡-
lósofos actuales que más se ha centrado en la neces¡dad del d¡álo-
?
.T
go y del consenso como proced¡rniento para obleñer pautas él¡cás.
T

434
t
ó
1E
6.3. t-a filosofía como activicJaci ci-ítica pensar por uno.m¡iT?"
h«h sus origenes griegos, y espec¡ahrente a partir {je K¡nt, la Ír-
^ "x
r.n un ¡:rundc en cJ q'ue muchü se
tmfia se ha ¡do constituyendo cotno activiclad critica. Los g:.:.irrrje s efigeñ en expertos tutore3 de los
maeslros üe la sospecha y la denuncia Nietzqche y Freutl_ cjemás. en que la opinión públ¡ca
lun relozado esta dinrensión -Marx,
crílica. En el siglo XX, los filósofos han puede ilegar a tener una lunción
adoctr¡nadora y en que la pubticF
cril¡cado el aparato techológico revelan¿jo lós deseqü¡litrios y el de-
dad a menudo pretende comprar
saraigo que genera en rélación con la naturaleza y los otros hom-
voluntades ñed¡ante un seduclor
hes, han criticado el poder y sus excesivos alanes controiadores y engañoso lenguaje, es preciso
,. ta¡nbién, han criticado los propios errores y carenc¡as. que cada persona se construF un
pensamiento ), una personal¡dad
l¡ aulocítica de la razón no solatnente permite aceptar el relat¡vismo capaces de fomar las gop¡as opF
d€ nruchas ¡deas, siuo que también cumple la furrción de estimular- niones y de defender con rigor ¡ri-
&s a buscar nuevas maneras de fun<lamentar y salvar valores conrc telectual valores l¡brémente acep-
b rcfad personal, la ¡gualdad entre las personas. la solidaridad... tados (por ejemplo, ta soliCaridad,
la just¡c¡a...).

- 6.4. La filosofía como ayuda personal


V,r I [ralgunos firurnerrlos hislóricos, la filosofía ha siclct sobre toclo u]a
.i. cusr¡ueda de cor rr.¡cil]tier:to: aclualnrente. haciendo nlás efectiva ¡a
l:i
!r { Jrnración de hant (le que no se apreñde f¡losofía, sino que se apten-
..' i ft¡ filosofar. nus es vrtal aprelrrJer a filosofar. y frlosofar significa ar_
a

gumentar con r¡gor, aclarar conceptos y advertir relaciones. tener


t€0ldo crílico, scr capaz de hallar alternativas, saber dialogar cle-
lndiendo tazo¡les.

Isirorno en un contexto físicamente agresivo es bueno estar dota-


Ode técnicas de defensa personal, et'¡ un contexto ideológicanten-
I E aEres¡voes conveniente estar bien equipado. Las técn¡ca:l de fi-
no tierren (lue pertenecer t]ecesariamente a una rninoría: de
Ibsolar
ltf(no, sería nruy útil que fueran conoc¡das por tocios los cir¡dada-
rÚ§. porr¡ue lodos ellos están sometidos a presiones ideoiógicas. Es
f
geciso saber exarninar las implicac¡ones de un hechc,, de
I una ofr¡-
n..., y también hay que saber elaborar alternativas a las situar;ic¡
t¿s y los prollletnas con los que nos encontramos

S¡ cada uño desarrollara su a l¡elo .Je


saber, su preocupación ética y su acli-
vidad crílica y se esforzará ei i¿r¿onar y
.J¡alogar.)on clar¡dad y rigor, e|tl¡e lodos
podrianros construir un nrurdo nrás juslo
.i§ y soli(lario.
Comentario de texto r ;.' i'
pen- n lit( ¡lO itl le\lr-r,',':jt n1)' r.ii,ii;rrr. ¡i
POi i
. il(,¡ ¡i I
¡l
Pie')so que el lema central de la filosofía y del
I
-
sido' ír!tar?
sarr¡ento crílico desde el s¡glo XVlll sienlf're ha
y continúa siendo, espero, la sigu¡ente cuest¡ón: ¿Oué . nnció¡1(lel Dert:-?ttti :t tlti ottlt tl rt
es esta razón que usamos? ¿Cuáles son sus elec- ttt¡¡!tittli,:¡ti i.¡ t1t'la ¡;¡.,¡tt¡
peiigros? "
tos históricos? ¿Cuáles son sus lim¡tes y sus
seres hunlanos racio-
.J !;;a!:i'l r;c b tt]:()¡ |
¿Cónlo podemos exisl¡r' como
a ut¡lizar una ra-
nales, atlocados afortunadanlenle Contexto inmediato del texto
cionalidad que, desgrac¡adamenle. está alravL':iada
- Rel.t(li(,1ú (,lexto r-rrnI Íilo::i)fíl
l¿r 5rr 'itrl(rl '\;} r
por peligros il¡trínsecos? Se ha Ce estar lo nrás cerca 'l{!
tlcas do estg ail (
lr,l :lvi k-r l l ¡(ll:lrir¡ v Í'r¡r¡' lr r"
posit le-¿e esta cuestión, ya que es fundanrenta¡ ai
y' i¿r ;

mismo tiempo, extremadamente dificil tesolvena' Ade- cer el 9'Jnil'Jo lloi t"xtL'.
nras. es muy pcligroso dec¡r que la Razón cs el ene- . iír su(lrlriillls qtlfl li)l:taii-it)?S s¡ larl'r Lnr¡ l'l l'
migc' que háy oue eliminar, lan peligtoso corno clecir i..r, iir ,-le l¡rs eslrll-lLltiri elrisi¿-'rI ti' ¡!i i rlrlil !rliri
que cualquier interrogación cril¡ca respecto a está ra- .o triio. tall rt,léi I tnreLkls ',i lr-:i ti¿ll'¡
t¡ r¿1s ar;
(:i.¡

cionatidarJ comporta el riesgo a caer en Ia ¡traciona- ei anali3is ltiSt(lic(j llÉ.,'(:()'i:l¡iCr ii¿li:' l(¡¡ilti!:¡í lir
lidad. No debe olvidarse --no estoy d¡ciendo esto
paÉ il¡i rt:':¿i
leoilr Jel i-v')cjer. Y i;.iltiilirll (:l.r¡ I ; t
':¡¡':
la ambiva-
criticar ¡a rac¡onalidad, sino para nlostral (lElscril(xl c¡l esia t(lor¡a.
lencia de las cosas- que el racismo se formuló sobre lll ¡ ; r-lr: r:1" ;r
-- llr(lica ()tiálcs criül lau tllx)lltione:i
la base de la emergente racionalidad del daMinismo
so€ial. y llegó a ser uno de los más duraderos
Je,osos ingledientes del nazismo Éste
-era'
y po-
obvia
las iiv.lrsas ccrl ielrlcs
( r L)
l¿rnrl.l¡órl r ltle influ3¡rcia:,
I ra:rlsJl ll¡()1t( )''rll
!
:i l¡t r

,ir ¡ xxlir lrr tccil¡ir |i ;rt ¡l' 'i


fi
que . ¡ rll lll r:'r -'l
rnerrte. una irracionalidad, pero una irracional¡dád l'Lrer les situ:n' el l)ells¡ri¡ litl tlo dr: fr.¡t
t-
era a la vez, a fh'l de cuentas, una c¡erta forma
de ra- r arco estru.jtLiralista. lalllbiérl ¡rttr.;r !rr;''itrr:'
t

c¡onalidad. lark) con ql alÉtbatrl elltle tl to'J¿'t lli' llrt I y I'r:rr


Si el pensam¡ento crítico tiene una función' es
preci- ntoal€r,tida(i; ¿cotr cttál (lc esl¡; rl!" !''ll(jilri lrlr

san¡et)le aceptar esta espec¡e de espiral' esla espe- cii¡s lo rcl¿lci(nlaria:ii ¿,P()t !-l\vi ¡
de ptrerta giatoria de la rac¡onal¡dad que nos Ie-
cie
rrite a su necesidad, a su ilrd¡spensabilidad y' al mis- Mirando más allá del texto t'.'
rno tiempo, a sus pel¡gros intrínsecos' rir")!|t'!'iri
- lrxlica,jrl'rll,-, sÉr ll¡ lrilitl(Ir) r,'ir ')lr():i
Foucault' M, Espacic" cottoci¡¡lienlo y podet' al ler¡t;t (l{rl texio.
t le sl-llJ() lllros qllc i j(,: ll)tlic:: rrlSrlrllh l, ) I ll ri ' I

riel)!o, riuÓn' (lllrl (rll'i()) ir-¡r¡t;rtlll t r'rI Ir'r"


Análisis del contenido ::l

'- Ent¡mera y aclara los conceptos más relevantes


.iir' i rtlscarl::is.
{lel texto.
. a los s¡guientes Opinión personal
¿(lUé signilicado da el autor
ionceptos: ra,-ón, ¡ren sambnto ctítca' i rac¡o- -- Alrévele a ilrdical (lelitr¿l rila¡l'ri'l'jt'/irlr:¡ii:l v:r¡
nalidad? LPuede ser que Foucault esté mos- gil etrtada. ltls Flrelorencias
trando la amb¡valencia de alguno de estos ü]rl- o Vuelví: a Soguir el lilz.llli.illrieili(, rJOl ie;'i'- y' I r'
ceptos, señalando tanto su laceta positiva cofllc rTrenta sr alstás Lle:lotrel(io
(i('ll lrl: lur:'irt l' ltt
la negativa? Si es asi, plecisa los dos aspectos resPUesla.
li'
del concepto ambivalente' . El aulrjr ¡]'Js h¿li)l'l r Ia li)¡ l){'!iglo¡ iiltllr ls'l¡-i ' i '
. Sicotrsicleras que otros támirros que aparece¡t l¡ ra¿Ú¡t v tlos olrtr' 'r: ttlt c:el:lLtli' L'¡'su;ilt "
'-ii:( n )a'-:1 :'
en el texto (por ejemplo, lí¡n¡le, peli(lro' ne()e' lo-a i)d¡gros que tc l lairr)c(r ilue as:'jn
''
efiu' 3l ?iarra,icio Ce !;1Ia;:olI Si rlorl:ii'kx ¿i'i ill!'
lir
s,rJad...) tamb¡én t¡enP-n un papel relevatlie rt.
riéralos y iuslifica ltr elecciÚrr' zcir rr(l ti.-iile al:orlliltlo IllilSirti ;lr:tii;to' Li;'1" '
por i¡uÓ i¡enes est¿l ctr)ttliorl' (i,
lnci¡ca ias ideas principales y su ierarqui¿¡ Mues'
- ha la relacióll ex¡stente entre ellas' . -c,icríJos ílr'-). 'lJl ülgtin p'J¡l!'r
(lll i')/l;) Liairl:'r l!
I:¿r r,i.¡;1,;iirli: ailji¡rl error (¡lirc'-l'r r'rrr r¡¡¡etto¡ Ili '
. Elautul reflexiona sobre el (;ol'icepl) dri rÉ\zúr rrxliciilo -r'Cr,
y ;-órir,l. , Lle r;r.:,'ln¿ltl riollio.. )
hrd¡ca ia estructura de esla reflexiÓn explrca
palabras la ¡dea clavo de cacl¡ ca ltot citrá culrsidetas rlttc lle lla ')oi:: 'oc''()()
con tus propias
efi esle l)Llnto li
una de sus Partes.
Recuerda lo que has vlsL
. Enumera los rasgos básicos de la modernidad . Menciona los tres tipos de intereses analizados
de la posmodernidad.
')/ por Habermas.'
. Descr¡be brevemente las características cJel pen- . ¿En qué consiste la situación ideal de habla?
sar¡iento único. ,
. Def¡ne la noc¡ón de estructura.
. Explica con tus propias palabras el concepto de . Según Lévi-Strauss, ¿cuál es la utilidad del tabú
globalización y el dé rnult¡culturalidad.
del incesto?
. ¿Cuáles son las dos oaras de la tecnología? . Describe brevemente el concepto «poder» en 1

. Precisa en qué consiste el n¡arxismo-leninismo. Foucault.


. Compara el concepto de fazón ilustrada con el . Besume los rasgos más característicos del men-
de razón instrumental. saje de Hannah Arendt 1,, de María Zambráno.
,
. ¿Qué éntienden llorkhe¡mer y Adorno oor .¡n- . Enumera las diversas funciones que lleva a cabo
dusl;'ia cultural.? la filosofía en el mundo actual.

I a a lt
Las últ¡nras.iualro unidades nos han llevaclo a re- prraba a una mejor comprensión e ¡ntetpretación
flexion¡r sohre cuesl¡ones planleadas por pensa- de textos, pero a fines de siglo ha acabado cons-
.JJres f!e! siglo XX. l-lcn-ros explora.fo, eri menor o t¡tuyéndose en una tendenc¡a f¡losóf¡ca. Hans-
¡rayor rnÉ-did¿t, las s¡grriontes ccrr¡entes o teritáticas Georg Gadamer (1900) y Paul Bicoeur i1903) han
libsóf¡cas: el psicoartálisis Ce Freud. el v¡tal¡smo hechc de la hermenéutica una de las f¡losolías rie re-
i:rraigadtr en Niet?scllc, el e).istcna!alisn-.o, el amplio ferenc¡a de la actual¡dad.
r,rovin!erto analitico (espec¡almente las aportacio-
r,cs de Witteensiein), la f¡losof¡a de l¿ cienc¡a de Pop- De act¡erdo con Gadamer, todo enunciado, todo tex-
l)er, ia E:icrpia de Frankftrrt, las tenclerlctas eslfttc- to es incomprensible si sólo consideramos el con-
Itrraiista:;. tenido: la comprsns¡ón de un texto éxige descltbr¡r
en é! rnotivac¡ones e inlereses, descubrir a qué pre-
!lr clrania a ¡r,s alrto[gs pDsrnoCe.rr]os, qt'i, parien gunta responde, porque la pregunla ya da utla olien-
(ld i:r cleb¡ii(ia(i c el lracaso ile lal razón ilustrada,
tación o determina la respuesta. La hermenéutica es
llily (iue s¿ñalar a Jean-Frargo¡s Lyotard (1924),
el arte de la ¡nterpfetac¡ón de texlos, textos que con-
v G¡anni Vatt¡mo (1936), Jean Baudrillarcl ('1929) y
tienen un sentido oculto y .herntét¡co-; actualmen-
Gilles Lipovetsky ilS44). Este' riltirno, en el libro EJ
le, este método también es usarlo para interpretar
crepúscrtl,t del deber, de 1992, muestra la actitud
el mundo contemporáneo.
- Dosmodern¿r ante el concepto de dehe( un concepto
orre ,,e crrrlucado. En la filcsofÍa de l(ant, el deber
v r;[r r nr¡:rón de inmensa imporlancia; ahora, cons-
rn¿r
Cualqu¡er exper¡encia es experiencia hermenéUtica,
es dec¡r, un esfr.rerzo de diálogo con la realidad a par-
tirti-r I ¡povetsky, el concepto.deber. se ha reduc¡- tir de un hor¡zonte interpretativo sub¡et¡vo; por esta
( l(, I !irsla n'liniaturizarse.
razón, a la hora cle entender un texlo o una real¡dad,
Aden]ás dc estos planteamientos, el siglo )« ha ofre- ha de haber lo que Gadamer llama "fusión de hori-
cido olras resprrestas filosóficas: se ha desarrolla- zontes", esto es, el acercamiento y la ¡ntegración de
(l(, elpersonalismo de Emmanuel Moun¡er (1905- diversos hor¡zonles.
tl 1950), u!rír filosdia (lue se cenlr¿t et¡ la espec¡f¡cidad
La fus¡ón de hor¡zontes, equ¡valente al hecho de en-
rlcl ser hunrano sin olv¡dar su (limensión soc¡al, y
lender plenamente, se realiza en el .nted¡o. rlel len-
irl persoi)al¡sfl)o le Jacques Maritain (1882-1973.l,
gr¡aje, el medio aue determ¡na toclo lo que prEde ser
(lue pr¡ellí, ser c3lifica(lo de neotomista por su ac-
entendido. En este conlexto, la cienc¡a no dehe ser
lui.rli?ar;ir,n rle algur]os ,lspectos del pensam¡ento de
la vo: de una autoridad intang¡hle y anónima, s¡no
sanlo lonliis.
qr¡e se ha de integrar en la e\per¡enc¡a completa del
Lliis all.i de esla pl¡.tral¡dad cle líneas de pensaftriento, mundo, en el proceso de fusión de hor¡zontes inter-
l¿,r1,¡én lr¿ty rlue referirse a una ¡lUe.;a tendencia: la pretativos (éticos, estét¡cos, politicos..-), con el f¡n
lrermenéut¡ca. lrr¡c¡aknente, la filosc¡f ia herntenéu- de posib¡litar una experiencia rlel mundo más co-
li()¡ era un nrótodo di; las cienc¡as ltumatas qrre as- ffecla-

437

hl" ¡ ur rrr¡¡r . .., . -,.r*


¡

qÉ índice de autores a
a
ET C¡cerón: 96 Fsyeraberd. Fau¡: 405 1
Alberl¡, Leon Ball¡sta: t58 Cleanles de Aso: m Frchle: 28Os, 284
Alberto de Sajonia: t 47 Coolp¡egne, Roscelino de: l3{.t Filón de Aleiandria: 't
t(r
1
Abelardo, Pedro: 130 Cornte. Auguste: Lr00s, 378 Foucault, Miie¡: 428ss
Adorno, Theodo.: 4t5s, 419 Cor'dorcet, marqués de: 244 fuurú, Charles:30J
Aguslín, san: l13ss, 125, 240
Anaxágoras: I Bs
CofÉrnico, N'tqJlás: l68ss, 259. 3Ol Frege, C,ollhb: 370. 3ig 1e
Cusá, t'licclás dc: 156 Freud. Sigmurd: 341, 346ss, 365, 369
Anaxímenes: 1 4s 421

Anselmo, san: 131.194


Anlístenes: 79, 84s
l¡l GI
Apel, Karl Otto: 422 Oarwin. Charles: 2ggss
Arendt. Hannah:431s Democrfo: 18s. 86s Gadamer, Hans-Georg ¡11!t. 4:'.4s

Aristarco de Samos; 94ss Descartes. René: lBss, l87ss, lgis, m2- Gal¡lei, Galileo: l75ss. t8g

Ar¡stipo de C¡rene: 84s 2U,224,232 Gorghs de Leontini: 2ls. 90

Ar¡stóteles: ss,83,91s, 124, 130, t3Íi.


O¡áeroi óent: z¿z
158, 360. s68 Di[h€t1 Wilhelm: 337. 424s
Arquímedes: 9,1. 99 D¡og¿nes de Shlope: 79. Bs EI
Averroes: 77. 133ss Duns Escolo, Juan: 140 ¡labemas, Júrgen: 4 lgss
Ayer, Alfred: 378s, 396 D'Alembel. Jean: 2,12s Flai¡n, llans: 378s

Hegd:282ss, C)oss, 33/, Sts. ¿23

EI EI Hsdegger, Martt!: 35:b, 358ss. S5. 36s


378.421s
Bacon, Boger: 140 Einstein, Albert: 392s, 395 ¡lelYel¡us: 245

Bacol, Francis: 163s, lToss EmtÉjocl€s: 18s Herádilo de Éfeso: l6ss. 34

Bakunin, M¡¡ail:310 E¡Ueh. Fried¡ch: 308ss, 32 | H¡ral¡a: «f


Beau.roir, Simone de: 354, 362, 430 Ep¡c¡eto: 88, 9G tlobbes. T}loÍ¡as: 212§s. 2¡t7

Bentham. J€remy: g)3s, 307 Epburo de thnr)s: 86ss, 98 ¡bkheimer. Mar. ¡ltsss
Berkehy, George: 21 8, 220 Erasmo de Rotlerdam: 164ss Hüne, Davir:2lgss, 232. 258. A6t. 3;8.
3S8
BoÉf;io:127 Eralóslenes:95, 99
Hrcsed. Ednun : 353. 356
Buenavenlura, san: 140 Es.rlo Erbena, Juan- t28. 13l
Brahe, Tycho: 174 Espeusipo:57
Bruno. G¡ordano: 173

Buridán. Juan: 147


Eubúl¡des de l,l¡leto: 8,1

Euclifus de Uegara: 84, 90


m
Byron, Ada: 430 El'clides de
Jaspers, Kart a't
93
^lejandría: iuilg, CarI ar.:;-:46. 365
Eudoro de Cnido: 56

trl
Camus, Alber[ 3!t ]:I f,R

t
l.ant, lm lan,rel: 252ss. 280..293, 301.
Carnap, Budolf: 3/Bss, 396 Feuerbach. Ludwig: 309
379, 4l t, 426

438
I

Kapp, Ernst: 360 Nietzsclie, Friedrich: 320ss, 332s, 347,


352, 41q 423s
FI
Kepler, Johannes: 174
Sartre, Jean-Paul: 354, 361ss
K¡erkegaard, S{iren: 352
Scheler, Max: 355
K'rhn. Íhomas: r02ss
EI Schelling:281, 284

.l(;!t
ft
l-akatos, lnr.e.404
Occam, Gu¡llermo ds: t43ss

Oresme, N¡colás dei 147


Sctl¡ck, Mor¡lz: 378s
Schopenhauer, Arlhur: 322ss

Séneca:88, 96s
Orígenes de Aleiandría: 113 Sexlo Empírico:91, 96
Lamarck, Chevalter de: 299
:-eibniz, Gollf,rcd 20lss, 235, ?45, 261 Orlega y Gasset, José: 332ss Smilh, Adam:238, 302. 310
!-en;¡:315, .115 Owen, Robert 309 Sócrales:23ss, 31, 47, 84s, 88. 91, 326
Le1[ipo de Mileto: l8s
Spinoza, Baruch de: 186, t 98ss,
Lev,-Str:¡uss, Clarde: 4:16s

rJ
I ¡¡rré,

l
ü¡rl von:233,299
I rl,ovel5ky. Gilles: .l !t)

lrll, llamón: f .i1


Parménrdes de Élea: 'l6ss, 61

Pasca!, Blaise: 197, 240, 359


n
Tales de M¡reto: t4i
I ocl:e. Jr)lrn: 2 1 ,1s.,. 2 1$. 225 . 23?s, 2'.4 3
245 Peliarca: 153 Timón: g(l
l.rrirccio 87. 94,
Pi,:o de¡la Múardola: 158 Tomás, s¿nlo: 77, 121, 136ss, l48s
I uter, Marlr¡r 16f,s
I'¡flón 90
l-volírí!: 365, 410. J37
PiláOoras: 15

Pla!ón:29ss,56ss, 66s,7C. 75, 77, B.l


m
ffiI 110. 117, 130, 158, 163, 16S, 195,326: Unamuno, i,,l¡grrcl de: 352

[{ar¡(,iavch,, N¡r:olás:'!60s3
Plelón. Georoios Gemislhos: 158
ilarce¡, Giibri€i:354
lvlar(xse, Herberl: 363, 415s
Plotino 1i0, 114. 117
f'omponazz¡, P¡elro: 158
M
Maü. Karl: 3otlss. 321, 337, 347, 394s, Valla, Lore'rzo: 15k
Popper, Karl 394ss
Vatt¡mo, G¡ann¡: 365, 410
Mellrie, J¡rl¡e¡¡ de l-a:244 Protágoras: 21s
Vol¡aie:242
['!iti,.l¿rnes 302, 304 Proudhon, Piene-Joseph: 0
31
M¡ll,.J(iln) Skrart: 305ss
PIolomeo, Claud¡o:95
Montrign Michelde: 159
M[
Moolrjsqu¡eu: 242s, 296
¡,l ,ole. George 370, 372
EI Witloenslein, Ludw¡g: 368ss, 378

n
Mue, Thomas: l53s
Rawls, John:412

ilI
Reiche¡bach, Hans: 378s

Ricardo. Dav¡c: 302,31 0 Zamt rano, Maria 433


fleuralh, Ollo: 37Bss, 396 Bousseau: 246ss, 266, 271 Zenon de Cilio: 88s

Ne\rlfl r, hiiraa: ?3i:is, 2-15 Russell, Berlrand: 370, 376ss, 379 Zenón de Elea: l7

439
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