LOS REGÍMENES NO DEMOCRÁTICOS

Pasquino, G.

En el mundo existen diferentes regímenes políticos que inciden sobre la vida de las personas y la
garantía (o no) del respeto de sus derechos. A pesar de que los regímenes democráticos se han
venido dando de una forma más acelerada existen aún muchas dificultades, en especial en Asia y
África.

Lo gobiernos autoritarios y totalitarios hacen parte de los regímenes no democráticos, y a pesar de

presentar diferencias comparten dos características:

1. Eliminación (parcial o total) del pluralismo políticos

2. Distribución del poder político, que nunca es por elecciones transparentes (si es que las
hay)

En cuanto a los regímenes autoritarios se dice que son ampliamente definidos como sistemas que
limitan el pluralismo, en donde no hay mayor competencia política, la estructura es inmóvil y
jerárquica, el poder está ejercido por un grupo de pocas personas según su simpatía con el
régimen y liderada por una persona en específico con ciertas cualidades carismáticas, también se
vale de tres elementos centrales que son la patria, la familia y Dios o la religión, y no tiene una
ideología rígida, entre otras características. Un ejemplo de régimen autoritario es el gobierno de
Chávez, o la España de Franco.

Mientras que, en los regímenes totalitarios, la gran diferencia es que no hay pluralismo político en
absoluto, también hay una centralización excesiva del poder político, existe una ideología rígida,
hay mayor compromiso y movilización social (a favor), la presencia del terror, un partido único,
una policía secreta, monopolio estatal de los medios de comunicación, (no implica necesariamente
el control total de la economía/medios de producción). Un ejemplo de régimen totalitario es la
URSS o Corea del Norte.

Pero también existen otros regímenes NO democráticos más allá del autoritarismo y el
totalitarismo y son dos: el régimen postotalitario, que tiene tres etapas diferenciales: inicial,
congelado y maduro; y el régimen sultanista (caudillista, derivado del término “sultán”). A
continuación sus principales características:
Por otra parte, en cuanto al origen de los regímenes autoritarios, se menciona que tiene su razón
de ser en la apertura democrática, en donde los grupos que detentaban al poder lograban frenar
el ascenso de una democratización en favor de los que no detentaban el poder. En palabras de
Pasquino se dice que “los regímenes autoritarios resultan producto de una victoria de los grupos
que se oponen a la democratización de los grupos que la desean”, pero también resultan por una
democratización que se generó muy rápido y encontró mayores resistencias, y en consecuencia,
niveles altos de represión en cabeza de las fuerzas militares, quienes se volvieron un grupo
dominante en la política durante éstos regímenes, lo que se denominó como “pretorianismo” , y
que se puede dar en 3 diversos grados: masivo, radical y oligárquico. Siendo el masivo el que
desemboca en un régimen militar con mayor violencia y duración. Por último, se ve cómo los
regímenes que usan mayor violencia (totalitarios) son los más inestables y menos duradores,
mientras los autoritarios pueden controlar más los procesos internos que desembocan en la
transformación.