Está en la página 1de 3

SUBDIRECCION DE REHABILITACION SOCIAL

DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL

 
 
 
 
 
 
 
 

Página 1 de 3
SUBDIRECCION DE REHABILITACION SOCIAL
DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL

Ahora analicemos cada cuadrante detalladamente:


Cuadrante 1: A PLENA LUZ.
¿Qué muestras de ti a los demás? Sería como nuestra área pública, aquello que sabemos
de nosotros mismos que también es conocido por los demás. Una persona que se abre en
este cuadrante, vive sin miedo a que los demás la conozcan. Para empezar a crear tu
propia ventana puedes describirte a ti mismo con unas palabras.
 Cuadrante 2: LA ZONA CIEGA
   ¿Qué podrías preguntar a los que te conocen sobre lo que ven en ti? Es la parte que los
otros perciben pero nosotros no, es decir, lo que no sé sobre mí pero que los demás
conocen; aquello que comunicamos sin saberlo. Para ello, sería necesario un intercambio
de información personal.
La zona ciega puede disminuir si nos abrimos a los demás y sus opiniones harán aumentar
el conocimiento en uno mismo. Puedes pedirle a tu círculo más cercano que te describan
con unas palabras para así conocerte a ti mismo mejor.
 Cuadrante 3: LA CARA OCULTA
¿Qué aspectos tuyos te gustaría relevar a los demás? Es el espacio personal privado, lo
que sé sobre mí que escondo a los demás porque no queremos compartirlo. Son nuestras

Página 2 de 3
SUBDIRECCION DE REHABILITACION SOCIAL
DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL

ideas, sentimientos, secretos o miedos y son ocultados porque pensamos que no nos van
a aceptar o a comprender.
Si desarrollamos la autoestima, se puede abrir más este cuadrante porque se aumenta la
confianza en uno mismo y en los demás. Por contra, si ocultas cosas a tu familia o amigos
podría crearte problemas futuros impidiendo que otras ventanas se  puedan abrir.
Cuadrante 4: EL DESCONOCIDO
¿Qué dicen tus sueños? Es la parte más desconocida y misteriosa del subconsciente, que
ni uno mismo ni los demás pueden ver. Un área donde se encuentran capacidades y
habilidades ocultas o una ventana desde donde podemos explorar cosas nuevas.
Si te animas a hacer este ejercicio, seguramente descubrirás habilidades y puntos fuertes
que no sabías que tenías.
Y para terminar, veamos un ejemplo de la Ventana de Johari:

Página 3 de 3

También podría gustarte