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Los servicios de urgencias deben estar prepa- rados para recibir pacientes con
cuadros clínicos confirmados o con sospecha de intoxi- cación, eventos
traumáticos, intoxicaciones por drogas de abuso y eventos delictivos o suicidas
asociados con sustancias tóxicas. Lo anterior obli- ga a que el personal médico, de
enfermería y, en general, el equipo de trabajo de estos servicios, estén
adecuadamente capacitados y entrenados para su manejo.
Es importante recalcar que aun si no aparenta es- tar agudamente enfermo, todo
paciente intoxica- do debe ser tratado como si tuviera una intoxica- ción que pudiera
comprometer su vida. Muchos de estos pacientes tienen intenciones suicidas, a
su vez cada caso puede estar relacionado con hechos traumáticos y/o delictivos y
generar impli- caciones de carácter médico legal. Esto obliga a la elaboración de
una cuidadosa historia clínica, al es- tricto cumplimiento de cadena de custodia de
las evidencias y muestras biológicas y al uso adecuado del laboratorio de
toxicología.
Es la ciencia que estudia los efectos nocivos pro- ducidos por los agentes físicos y
químicos sobre los seres vivos y el medio ambiente. Estudia los mecanismos de
producción de tales efectos, los medios para contrarrestarlos, los procedimientos
para detectar, identificar, cuantificar dichos agen- tes y valorar su grado de toxicidad.
De acuerdo con estos parámetros se pueden con- siderar los siguientes cuadros:
A. Vía aérea
B. Respiración
C. Circulación
D. Alteración del estado mental
2.1.2 Respiración:
2.1.3 Circulación:
Recordemos que existen tóxicos que comprome- ten la vida del paciente y en cuyo
caso se requiere la administración adecuada del soporte o antído- to específico.
Algunos de los más comunes son:
Para realizar este proceso se requiere la elabora- ción de una adecuada historia
clínica, un examen físico detallado y la solicitud de exámenes de la- boratorio
teniendo ya una primera sospecha clíni- ca o impresión diagnóstica que permita
orientar la solicitud tanto de exámenes paraclínicos como de análisis toxicológico.
(Ver Capítulo 2 aparte 2.2: Enfoque Diagnóstico del paciente Intoxicado).
2.1.7 Descontaminación:
1. Descontaminación de Superficies
Piel
Ojos
Inhalación
Emesis
Lavado Gástrico
Carbón activado
Catárticos
Irrigación intestinal preferiblemente con po- lietilenglicol (Nulytely)
Remoción quirúrgica
Forzar Diuresis
Alcalinización urinaria
Hemodiálisis
Hemoperfusión
Hemofiltración
2.1.9 Disposición:
Hay que recordar que muchos casos de intoxica- ciones son con intención suicida
y por lo tanto estos pacientes requieren siempre valoración por psiquiatría para
determinar el riesgo suicida.
2.2.1 Anamnesis:
Es importante tener en cuenta que el informante pueda ser el mismo agresor del
paciente, ante lo cual hay que darle beneficio de la duda a la información y otorgarle
mayor valor a los datos que se puedan confirmar con los hallazgos clínicos.
2.2.6 Palpar:
A. Piel:
Se debe retirar la ropa que esté contamina- da con el tóxico para evitar que
se continúe absorbiendo a través de la piel. Posterior- mente, se realiza un
baño corporal exhaus- tivo con agua y jabón (preferiblemente con pH neutro),
teniendo énfasis, especialmente, en las zonas más afectadas y en los
pliegues cutáneos. Gran cantidad de sustancias tóxi- cas pueden
absorberse por la piel; primordial- mente, las sustancias liposolubles. Durante
la realización del lavado se debe tener cuidado de no exponerse al tóxico,
utilizando guantes y gafas de protección.
Es necesario recordar que la creencia de “neu- tralizar” una sustancia ácida con
una alcalina o viceversa, es errada ya que esto genera una reac- ción exotérmica
que puede producir lesiones en la superficie expuesta.
C. Inhalación:
A. Emesis:
Paciente con alteración del estado de con- ciencia, por el riesgo elevado
de producir broncoaspiración.
Ingesta de cáusticos o corrosivos, por el ries- go de incremento de lesiones
de la mucosa esofágica.
Ingesta de hidrocarburos, por el riesgo de broncoaspiración y
favorecimiento de neu- monitis química.
Pacientes “mulas”.
Solo en pacientes que han ingerido fósforo blan- co “Totes” o “Martinicas” está
indicada la provoca- ción de emesis lo más rápido posible con el eme- tizante
permanganato de potasio, por los efectos tóxicos severos de esta sustancia.
B. Lavado Gástrico:
Se utiliza como elemento para limitar la absorción del tóxico y debe ser
utilizado en cualquier ingesta tóxica, siempre y cuando esa sustancia tenga
afini- dad y sea adsorbida por el carbón activado.
Se debe administrar en dosis de 1 gr/kg vía oral o por la sonda orogástrica después
de realizar el último lavado gástrico con solución salina normal en solución al 25%
(4 cc de agua por cada gramo de carbón activado). Se puede dar otra dosis adi-
cional en caso de ingesta masiva del tóxico. En algunos es útil la administración
repetida (cada 6 – 8 horas) dada la circulación enterohepática o liberación lenta de
algunos compuestos como sa- licilatos, carbamazepina, antidepresivos tricíclicos,
digitálicos, fenitoina y teofilina, entre otros. No usar en intoxicación por sustancias
pobremente adsorbidas. Ver tabla 10.
E. Remoción quirúrgica:
F. Otros:
En el caso de sustancias tóxicas eliminables por vía renal que tengan pH ácido
como ASA, metanol y barbitúricos, se deberá alcalinizar la orina con bi- carbonato
de sodio facilitando que haya un mayor porcentaje de fracción ionizada, la cual se
elimina más fácilmente. Cuando se presenten tóxicos con pH alcalino como la
escopolamina se facilitará la eli- minación acidificado la orina con vitamina C.
2.4.3 Hemodiálisis:
Poliintoxicaciones severas
Tóxico sin antídoto
Niveles sanguíneos muy altos de tóxico
Insuficiencia renal
2.4.4 Hemoperfusión:
3.2.1 Acetaminofén:
3.2.2 Hierro:
El gran reto con esta intoxicación en la mujer em- barazada es el riesgo de alta
teratogenicidad de la desferoxamina (su antídoto), de la cual se han reportado
malformaciones esqueléticas y defec- tos de osificación en animales. La gravedad
de esta intoxicación es mayor en la madre que en el feto pues, a pesar de que la
barrera placentaria es permeable al hierro, evita que este pase en can- tidad
excesiva. Dada la letalidad de esta intoxica- ción para la madre, con reportes que
hablan de muerte materna con fetos completamente sanos. Existen indicaciones
claras, si la intoxicación es en el tercer trimestre de gestación, la desferoxamina
puede ser suministrada.
En el caso de esta intoxicación es el feto quien corre mayores riesgos que la madre.
En estado estable el feto tiene niveles 58% más altos de carboxihemoglobina que
la madre, pues hay una disminución de aporte de oxígeno materno a la placenta
por la intoxicación misma, además de la alta afinidad del monóxido de carbono por
la hemoglobina, la cual es más concentrada en el feto y, por último, el hecho de
3.2.4 Organofosforados:
Dada la variabilidad de los organofosforados con el pH, el hecho que el feto sea
acidótico hace más fuerte la fosforilación de estos compuestos, haciendo más firme
su porción esteárica evitando su degradación y tendiendo a acumularse en él. Por
esta razón en caso de intoxicación con fos- forados orgánicos el feto es de especial
atención y seguimiento, el tratamiento es igual al de otras mujeres no embarazadas.
3.3.1 Alcohol:
3.3.2 Cocaína:
3.3.3 Opioides:
3.3.4 Mercurio:
Son situaciones en las cuales los niños o ado- lescentes entran en contacto con
sustancias potencialmente letales y que demandan una acción rápida por parte de
la familia o del cuerpo médico y paramédico para evitar o disminuir los efectos. Con
relación a los medicamentos se presentan tanto reacciones de idiosincrasia como
sobredosis.
Por lo expuesto y algunos factores más, hay mu- chas sustancias que son
potencialmente letales para los niños aun en bajas dosis.
Los niños que hayan ingerido cualquiera de los anteriores medicamentos deben
ser hospitaliza- dos durante 24 horas, mínimo así estén asintomá- ticos. (Ver tabla
11).
4.1 Diagnóstico
4.1.1 Anamnesis:
Acetaminofén
Hierro
Paraquat
Raticidas:
Anticoagulantes
Fluoracetato de Sodio
Talio
4.1.5 ECG:
4.1.7 Dosificación:
Idealmente selectiva de acuerdo con los hallaz- gos clínicos. En nuestro medio se
puede detec- tar: alcohol metílico y etílico, salicilatos, opioides / heroína,
canabinoides, anticonvulsivantes como fenobarbital, carbamazepina, ácido
valproico, me- tales pesados y colinesterasas entre otros.
Manitol 20%: dosis: 1gr/k (5cc/k), por sonda o por vía oral. En pediatría tiene
la ventaja de ser dulce. Si el niño se retira la sonda, caso que es frecuente,
se puede administrar por vía oral con facilidad.
Sulfato de Magnesio: “Sal de Epsom” al 25% bien pesada o “Leche de
Magnesia Phillips” al 8.5%. Dosis: niños: 250 mg/kg, adultos: 10 a 15
gramos en un vaso de agua.
Pueden ser de diverso tipo; estas son algunas de ellas: encefalopatía hipóxica-
isquémica, trastornos de aprendizaje, infecciones, fibrosis pulmonar, anemia, neuro
y nefropatías, estenosis esofági- cas, flebitis, necrosis y amputaciones.
4.1.11 Prevención:
Debe hacerse el mayor énfasis posible porque puede evitar la muerte, las lesiones
y sus secuelas y además es económicamente menos costosa. Debe desarrollarse
en distintos ambientes socia- les la cultura de la prevención. Estas son las reco-
mendaciones:
Mantener las sustancias peligrosas “fuera del alcance de los menores” y bajo llave.
Desechar en su totalidad los sobrantes de sustancias peligrosas.
No deben guardar juntos venenos, cáusticos, elementos de aseo, juguetes,
alimentos y drogas.