Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Fundación ICEPH
MANUAL
PSICOLOGÍA DEL
DESARROLLO
ADOLESCENTE EN
MATERIAS DE
RESPONSABILIDAD
PENAL
1
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
INDICE
TEMA PAGINA
INTRODUCCION 4
CONCEPTO DE PSICOLOGIA DEL DESARROLLO 4
Diferencia entre crecimiento, maduración y desarrollo 6
Etapas del desarrollo humano
Desarrollo sexual 7
Etapas del desarrollo evolutivo según distintos modelos teóricos. 9
PSICOLOGIA DEL ADOLESCENTE 20
Desarrollo psicológico
Metas
Conflictos de dependencia infantil 20
Superación de duelos
Desarrollo cognitivo 21
Desarrollo afectivo 23
Desarrollo de la personalidad 24
Desarrollo cerebral y asunción de riesgos durante la adolescencia 26
Tendencia grupal 41
Distinción de lo normal de lo patológico 42
Factores de riesgo psicopatológico infantojuvenil
ADOLESCENCIA. ROL DE LA FAMILIA 45
Estilos educativos de los padres y adolescencia 46
Algunas dimensiones importantes de las relaciones entre padres y 50
adolescentes
Factores de riesgo y protección asociados a la familia y conductas 58
problemáticas y delictivas adolescentes
CULTURA JUVENIL 62
EMPATIA DEL ADOLESCENTE 68
Empatía y conducta prosocial 70
Empatía y conducta agresiva 71
Género y conducta agresiva 72
Género y empatía/ conducta antisocial 73
2
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
INTRODUCCIÓN
Estos cambios que se dan en las personas a lo largo de la vida pueden ser
explicados a través de factores que se encuentran enfrentados: continuidad vs.
discontinuidad, herencia vs. ambiente, y normatividad vs. ideografía (conceptos
que se ampliarán más adelante). También el contexto en el que se desarrolla el
sujeto permite comprender mejor su evolución. Es necesario, por tanto, destacar la
importancia del contexto histórico, sociocultural o étnico, por citar algunos de los
más determinantes. Finalmente, hace falta resaltar que el desarrollo debe ser
entendido como un proceso continuo, global y dotado de una gran flexibilidad.
3
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
4
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Estos tres ámbitos son fundamentales para el entendimiento del ser humano en
cada una de sus etapas evolutivas. Por ejemplo, la compresión de los intereses y
necesidades de un niño implica una adecuada comprensión de su desarrollo motor
(biofísico), su curiosidad (cognitivo) y su temperamento (socioafectivo), así como
otros aspectos derivados del desarrollo de los tres ámbitos descritos. De manera
similar, entender a los adolescentes requiere estudiar los cambios físicos que
convierten el cuerpo de un niño o una niña en el de un adulto: el desarrollo
intelectual y los cambios físicos que impulsan al interés por el otro sexo, así como
los modelos de amistad y relación emocional que conducen a las relaciones
íntimas de la adultez.
con la edad del individuo, estando mucho más cerca de lo normativo que de lo
idiosincrásico.
El estudio del desarrollo humano se presenta como una ciencia y, por lo tanto,
sigue reglas objetivas de la evidencia científica. Como sus temas apuntan a la vida
y al crecimiento humano, también se incluyen las implicaciones y aplicaciones
personales. Este interjuego entre lo objetivo y subjetivo, lo individual y universal, lo
joven y viejo, el pasado, presente y futuro convierte a la ciencia del desarrollo en
un estudio dinámico, interactivo y hasta transformador.
Las siete etapas o periodos de la vida del ser humano ordenadas son las
siguientes:
6
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Etapa prenatal.
Etapa de La Infancia
Etapa de La Niñez.
Etapa de La Adolescencia
Etapa de Juventud.
Etapa de la Adultez
Etapa de La Ancianidad
No podríamos destacar una etapa más que las demás, todas son muy importantes
en el desarrollo de la persona ya que cada una de ellas aporta algo al desarrollo
humano. Por lo determinantes que son, los cambios que suponen y el efecto que
pueden tener en etapas posteriores podríamos destacar tanto la infancia como la
adolescencia como fases destacadas, aunque hay que volver a repetir que todas
las fases son muy importantes.
Desarrollo sexual
Primera infancia
Los niños comienzan a explorar sus cuerpos, incluyendo sus genitales.
El toque de la piel es el método primario disponible que tienen los infantes
para aprender acerca de sus cuerpos, los cuerpos de los otros, y su
sexualidad.
La respuesta de otras personas a esa exploración del cuerpo es una de las
formas más tempranas de aprendizaje social.
Niñez
La mitad de todos los adultos informan haber participado en juego sexual de
niños. Los niños expresan interés por los sentimientos sexualmente
excitantes por el toque de sus genitales, de la misma forma que expresan
interés en la luz de la luna, o una flor floreciendo.
Los niños expresan interés general por los cuerpos de los otros y pueden
tocar. Las reacciones del adulto pueden enseñar a sentir vergüenza o que
la privacidad es importante para ciertas conductas.
La masturbación ocurre naturalmente en chicos y chicas, y comienza en la
infancia. A la edad de dos o tres años, la mayoría de los niños han
7
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Pre-adolescencia
Un fuerte interés en la observación (a través de fotografías, películas,
videos, etc.) de los cuerpos de otras personas.
Pocos niños llegan a ser sexualmente activos en la pre-adolescencia.
Cuando lo son, usualmente son iniciados por adultos.
La actividad o el juego sexual durante esta edad usualmente representa el
uso de sexo para metas y propósitos no sexuales.
Adolescencia
La adolescencia en si misma está generalmente marcada por el
reconocimiento de la sociedad de la capacidad sexual. La forma en que
otras personas reaccionan hacia las características sexuales físicas del
adolescente (vello corporal, formación de pecho, profundización de la voz,
comienzo de la menstruación) tiene una profunda afectación tanto sobre el
sentimiento de auto-estima de la persona joven como sobre el desarrollo de
sus habilidades sociales.
El adolescente desarrolla una consciencia creciente de ser una persona
sexual, y del lugar y valor del sexo en la vida de uno, incluyendo opciones
tales como el celibato.
El adolescente puede trabajar hacia una resolución significativa de la
confusión y el conflicto acerca de la orientación sexual.
Es durante este tiempo que los individuos son capaces de unir juntos los
aspectos físicos, afectivos y sociales del sexo y la sexualidad.
La mayoría de los adolescentes practican algunos tipos de conductas
sexuales interactivas con otros, como acariciarse, besarse con la boca
abierta, y coito simulado, y otros realizan la penetración.
8
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Nos centraremos en las aportaciones de Freud. Según este autor, cada persona
hereda una serie de conflictos infantiles junto con formas de enfrentarnos a ellas.
Si estas son buenas experiencias somos personas capaces de superar conflictos,
determinadas situaciones. Si, por el contrario, son experiencias traumáticas no
sabremos afrontar determinadas situaciones, tendremos un yo débil. Por otro lado,
Freud introduce tres conceptos hipotéticos:
- Ello: es el inconsciente. Cuando nace el niño es el puro ello, el puro instinto. El
ello seguía por el principio del placer. El principio del placer determina que el
instinto sea saciado y al momento.
- Yo: es la parte racional y se va generando a partir de la interacción con la
realidad. El yo por tanto tiene la misión de ir domesticando el ello. El yo se rige por
el principio de la realidad, es decir, hay que satisfacer el ello, pero de una manera
apropiada y realista. (yo fuerte / yo débil)
Etapa fálica. Desde los 3‐4 años a los 6. El centro del placer se establece
en el falo. Los varones experimentan orgullo por tenerlo y las mujeres lo
envidian. Aparece el superyo.
b. de los 6 a los 12 años:
Etapa de Latencia. Los impulsos sexuales se adormecen.
9
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
10
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Estas teorías del aprendizaje van a elaborar las leyes de la conducta. Estas leyes
de las conductas pueden ser aplicadas a cualquier persona independientemente
de la edad o posición.
11
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Otra aportación importante dentro de las teorías del aprendizaje es la Teoría del
Aprendizaje Social. Según esta teoría, hay otra estrategia en el aprendizaje social
que es el modelado: podemos aprender sin emitir una conducta. Podemos
observar lo que hacen otros y ver que consecuencias tiene. En el modelado una
persona aprende observando las consecuencias que tiene una conducta. El
modelado no es pasivo, tiene una importante carga volitiva (voluntaria). El
modelado es especialmente útil en situaciones donde nos sentimos inseguros o no
tenemos experiencias. En estos casos, imitamos la conducta que exhibe un
modelo al que nosotros admiramos o con el que nos identificamos.
El autor más destacado de estas teorías es Bandura. Según él, el aprendizaje por
observación se lleva a cabo mediante cuatro procesos:
Lo importante de esta teoría para nosotros es que existen “modelos” de los cuales
los niños aprenden.
12
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Teorías cognitivas.
Las teorías cognitivas se centran en el estudio de la estructura y desarrollo de los
procesos del pensamiento, especialmente cómo afecta esto a la comprensión de
la persona sobre su entorno. De todas las teorías cognitivas nos vamos a centrar
en primer lugar en la obra de Piaget.
Piaget suponía que los niños a cada edad tienen capacidad para resolver
determinadas cuestiones y problemas. Comenzó estudiando los errores de los
niños. Piaget se dio cuenta de que los niños con las mismas edades cometían los
mismos errores y él por lo tanto establece una secuencia evolutiva en el proceso
cognitivo.
Pero antes de pasar al estudio de las etapas, veamos algunos conceptos que
utiliza. Para Piaget todos tenemos una profunda necesidad de equilibrio. El
equilibrio es un estado de armonía mental. Esta armonía mental se logra cuando
los esquemas concuerdan con las experiencias reales de las personas. Los
esquemas son las formas de pensar e interactuar con las ideas y objetos del
entorno. Puede ocurrir que los esquemas no encajen con las experiencias y
entonces aparecen los desequilibrios, las crisis, la confusión. Si superamos la
confusión lo que hacemos es que modificamos esquemas viejos por esquemas
nuevos.
13
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
objetos y el mundo (ve que es lo que puede hacer con las cosas) Aprende a
lo que se llama la permanencia del objeto.
Otras teorías cognitivas muy actuales son las teorías del procesamiento de la
información. Su objetivo es estudiar cómo funciona la mente humana y ellos
- Memoria a largo plazo o base del conocimiento: retenemos los datos más
tiempo que el momento presente. Tiene una capacidad limitada. Todo el
conocimiento que se acumula a lo largo de la vida forma parte de la M.L.P.
14
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Teorías socioculturales.
Según estas teorías, todos los niños van a adquirir las habilidades y los
conocimientos propios de su medio cultural. Su crecimiento está mediatizado por
la cultura en la que nace y vive. Además, nos empapamos de creencias, valores.
La teoría sociocultural lo que intenta explicar es que tanto nuestro conocimiento
como nuestras habilidades se van a explicar en base al apoyo, a la orientación
que facilite el contexto cultural.
Uno de los principales representantes de estas teorías es Vygotsky. Según él, los
niños al interactuar con las personas adultas de su entorno están aprendiendo
constantemente y a la vez, este aprendizaje se hace de manera informal, implícita.
Los adultos van a aportar a los niños habilidades prácticas, sociales y habilidades
de tipo intelectual o cognitivo. Le aportan instrucciones y apoyo rigiéndose siempre
por los valores de la cultura a la que pertenezcan.
15
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
a. Líneas de desarrollo:
Línea natural, caracterizada por los principios de tipo de biológico o
madurativos, funciones psicológicas inferiores o elementales (sensaciones)
Línea cultural, caracterizada por dos principios:
Mediación instrumental: las personas interactuamos a través de
una serie de instrumentos o herramientas culturales (lenguaje,
ordenadores, libros...)
Descontextualización: supone generalizar nuestros conocimientos
a otros contextos. Está asociada a las funciones psicológicas
superiores.
Estas dos líneas son complementarias y necesarias para explicar nuestro
desarrollo, ya que es un proceso unitario y global.
16
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Veamos ahora las etapas del desarrollo (estadios) que considera este autor:
Impulsividad motriz (0‐2 meses): el niño responde de manera refleja a los
estímulos interoceptivos y exteroceptivos. Es una etapa en la que pasa de
momentos de quietud a momentos de nerviosismo según tenga las
necesidades satisfechas o no. Predomina la función de construcción del
objeto.
17
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
18
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Desarrollo psicológico
La adolescencia es una etapa fundamental en el desarrollo psicológico de una
persona, pues es el periodo en el que se forja su personalidad, se consolida su
conciencia del yo (adquirida en la primera infancia), se afianza su identidad sexual
y se conforma su sistema de valores. Es una época de búsqueda, de oposición, de
rebelión, de extremismo a veces; la edad de los ideales, de verlo todo claro para,
al instante siguiente, verse inmerso en la confusión mental más absoluta; de
transgredir normas y de ir en contra de todo y de todos; de revolución personal
para, poco a poco, ir reconstruyendo el propio yo fragmentado. Desde el punto de
vista fenomenológico, la psique del adolescente se halla en un proceso de
consolidación en el que ha de producirse la integración psíquica del cuerpo
sexuado púber y la progresiva emancipación de las figuras parentales:
o Metas
Las metas que conseguir durante la adolescencia son: adaptarse a los cambios
corporales, afrontar el desarrollo sexual y los impulsos psicosexuales, establecer y
confirmar el sentido de identidad, sintetizar la personalidad, independizarse y
emanciparse de la familia, y adquirir un sistema de valores respetuoso con los
derechos propios y ajenos. Para alcanzar estas metas, según Arminda Aberastury,
el adolescente tiene que afrontar cuatro duelos o pérdidas:
19
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
20
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Desarrollo cognitivo
En el desarrollo cognitivo cabe distinguir distintas dimensiones: la inteligencia, la
capacidad crítica, la imaginación, el aspecto afectivo y la personalidad.
Inteligencia
El adolescente desarrolla la capacidad de razonar en abstracto. En la
adolescencia se realiza el paso gradual a un pensamiento más objetivo y racional.
El adolescente va adquiriendo una mayor habilidad para generalizar, una mayor
capacidad para usar abstracciones; la posibilidad de aprender el concepto de
tiempo y el interés por problemas que no tienen una implicación personal
inmediata. Empieza a pensar abstrayéndose de las circunstancias presentes y a
elaborar teorías sobre todas las cosas. Es capaz de razonar de un modo hipotético
y deductivo (es decir, a partir de hipótesis gratuitas) y, procediendo únicamente
por la fuerza del propio raciocinio, llegar a conclusiones. Los progresos del
razonamiento están vinculados al descubrimiento de las ideas generales, que
tiene lugar hacia los 14 años, al hallazgo de las trabazones lógicas que unen estas
ideas entre sí, así como a la posibilidad de pasar de la simple verificación a la
demostración teórica. Razonar es para el adolescente una necesidad vital, y si no
puede satisfacerla hablando con adultos, la sacia dedicándose a múltiples
actividades, que abandona a menudo en cuanto ha ejercitado su razón. Razona
sobre todo lo habido y por haber, de forma gratuita, como si fuera un deporte.
Antes de emplear la razón en su finalidad propia, comenzará por saborear la
alegría de afirmarse como persona capaz de razonar. Es el despertar del
pensamiento personal. Se trata de adquirir un dominio en la actividad intelectual y
al mismo tiempo de afirmar la propia personalidad; de ahí la tozudez con que el
adolescente defiende sus proposiciones, aunque a veces incluso él mismo es
consciente de la falacia de su argumentación.
Edad de la crítica
El adolescente juzga y discute; no siempre lo manifiesta externamente, porque el
temor puede impedírselo, pero al menos en su fuero interno opondrá objeciones a
lo que se le inculca desde el exterior. Lo critica todo. Es una oportunidad más de
tomar conciencia de sí mismo, midiéndose con cuanto lo rodea. Descubre que la
verdad no depende de la intensidad afirmativa de los adultos, sino de la
correspondencia con criterios intrínsecos. El criterio de certidumbre, que hasta
21
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Imaginación
Edad de la fantasía
La imaginación del adolescente está tremendamente exaltada. La principal causa
es su fina sensibilidad, siempre ávida de nuevas experiencias sensibles. Como el
mundo real no ofrece bastante campo ni proporciona suficiente materia a las
desmedidas apetencias de sentir que existen en él, el adolescente se refugia en
un mundo fantasmagórico, donde se mueve a sus anchas y que le proporciona
situaciones a su gusto, para poder sentir novedades o repetir experiencias ya
vividas. Este ejercicio de la imaginación desempeña una función constructiva y
creadora, ya que permite al adolescente pensar en el futuro, formarse una visión
panorámica de su existencia, dando sentido y motivación a acciones que, en el
presente inmediato, no parecen tenerlo. A veces, la imaginación puede ser
también un peligroso mecanismo de evasión de la realidad. Para defender el
concepto que tiene de sí mismo, el adolescente puede recurrir a procedimientos
como la evasión en el sueño y en la fantasía, para tener ocupada la mente e
impedir la reflexión sobre verdades que le resultan penosas.
22
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Desarrollo afectivo
Emotividad y sensibilidad
La adolescencia es un periodo de riqueza emotiva y de intensa sensibilidad. La
gama de emociones del adolescente se amplía, se diferencia, se enriquece de
matices, se hace más interior y, gradualmente, más consciente. La sensibilidad
avanza en intensidad, amplitud y profundidad. Mil cosas ante las que ayer
permanecía indiferente harán patente hoy su afectividad. En este proceso influyen,
entre otros, factores fisiológicos (cambios hormonales) e intelectuales (el
pensamiento racional hace posible la aparición de nuevos sentimientos). La esfera
sentimental es, por tanto, más rica y multiforme que en la preadolescencia, pero
también es menos equilibrada y más reprimida. La dependencia en la escuela y en
el hogar obliga al adolescente a rechazar hacia su interior las emociones que lo
dominan. De ahí la viveza de sus reacciones emocionales: ante el menor
reproche, a menudo se mostrará rebelde o colérico; por el contrario, una
manifestación de simpatía, recibir un cumplido, hará que se sienta radiante,
entusiasmado y gozoso. Así, es natural que el adolescente sea muy sensible a los
juicios que se formulan sobre él. En cada uno de estos juicios halla un motivo de
aliento o de inquietud. Propenso a los extremos, valora en exceso todo lo que
proviene de los adultos. Por eso éstos deben sopesar bien sus palabras, cuyas
repercusiones reales en el ánimo del adolescente ignoran a menudo en la vida
ordinaria. Esta ignorancia de los adultos se ve facilitada porque el adolescente, al
mismo tiempo que muestra atención a los juicios que se formulan sobre él,
manifiesta expresiones de independencia y de oposición que llevan a creer en una
perfecta indiferencia. Desconocer esta ambivalencia puede causar malentendidos
o, lo que es peor, hacer que los adultos se muestren también indiferentes, cuando
en realidad el adolescente necesita más que nunca ser animado y estimulado.
El factor social
Para comprender la vida emotiva del adolescente también es preciso tener en
cuenta el papel que ha de asumir en la sociedad y las nuevas adaptaciones que
23
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Desarrollo de la personalidad
Afirmación de sí mismo
La adolescencia es clave para la afirmación de uno mismo, para el descubrimiento
reflexivo del yo y del mundo (el no yo); es la época más clara de oposición al
ambiente. El adolescente tiene ante sí tres problemas vitales fundamentales: el
trabajo, la vida social y el amor. Y, por encima de ellos, el problema de sí mismo.
Las respuestas del adulto ya no lo satisfacen; es preciso llegar a una respuesta
personal, a una toma de conciencia reflexiva y personal ante la vida. La
personalidad se afirmará de forma negativa o positiva: en el primer caso,
oponiéndose a otros, sobre todo padres y maestros, o mostrándose susceptible
cuando siente que no se respeta su dignidad o no es “tomado en serio” o
comprendido; en el segundo caso, manifestando su singularidad cuando menos de
forma superficial en la indumentaria y el cuidado del cuerpo, en el gesto y en el
andar, en el modo de hablar, en las costumbres y la conducta.
Desarrollo de la identidad
Los cambios físicos, intelectuales y sociales suscitan en el adolescente una crisis
de identidad (“¿quién soy yo realmente?”). Para resolverla, tiene que desarrollar
tres vertientes de su nueva identidad:
a. la sexual, que no debe confundirse con la masculinidad o feminidad,
adquirida mucho antes y que exige a la vez una buena concepción de su rol
sexual y una cierta comprensión de su propia sexualidad;
b. la vocacional, y
24
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
25
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Hasta hace bien poco se pensaba que los cambios arriba descritos tenían lugar
durante la primera década de la vida, de forma que la arquitectura cerebral estaba
definida al llegar la pubertad. Sin embargo, hoy día en numerosos trabajos
científicos se indica que, si bien esto es cierto para muchas zonas cerebrales,
otras continúan desarrollándose durante la adolescencia. Los primeros estudios
llevados a cabo con cerebros postmorten indicaron que la corteza prefrontal
experimentaba cambios importantes tras la pubertad, ya que existían importantes
diferencias en esta zona entre los cerebros de niños, adolescentes y personas
adultas (Huttenlocher, 1979). Más recientemente, la utilización de técnicas de
resonancia magnética ha apoyado los resultados de los estudios postmortem,
indicando un desarrollo o maduración tardía de algunas zonas cerebrales,
fundamentalmente de la corteza prefrontal, que no culmina hasta la adultez
temprana. Estos estudios encuentran que en la zona prefrontal la sustancia gris
aumenta hasta los 11 años en las chicas y los 12 en los chicos para disminuir
después, lo que sin duda está reflejando el establecimiento de nuevas sinapsis en
esa zona en la etapa inmediatamente anterior a la pubertad y su posterior recorte,
en una secuencia que va desde la corteza occipital hasta la frontal y que afecta
principalmente a conexiones de tipo excitatorio. Junto a este proceso de poda, el
aumento lineal de la sustancia blanca a lo largo de la adolescencia indica la
mielinización progresiva de las conexiones neuronales, tanto en la corteza frontal
como en las vías que la unen a otras zonas cerebrales. Todos estos cambios en el
córtex prefrontal conllevan una activación menos difusa y más eficiente en esta
zona durante la realización de tareas cognitivas. Por lo tanto, las zonas cerebrales
más modernas desde el punto de vista filogenético, como la corteza prefrontal, son
también las últimas en completar su desarrollo ontogenético, que no concluye
hasta la tercera década de la vida. En cambio, aquellas que soportan funciones
más básicas, como las motoras o sensoriales, maduran en los primeros años de la
infancia.
28
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Junto a la maduración del lóbulo prefrontal hay que resaltar otro fenómeno al que
se ha prestado menos atención pero que reviste también una gran importancia, se
trata de la progresiva mejora en la conexión entre este lóbulo, concretamente la
corteza orbito-frontal, y algunas estructuras límbicas como la amígdala, el
hipocampo y el núcleo caudado. Aunque la arquitectura neuronal de estas
estructuras límbicas está bastante avanzada en la infancia temprana, no puede
decirse lo mismo de su conexión con el área prefrontal, que irá madurando a lo
largo de la segunda etapa de la vida, y supondrá un importante avance en el
control cognitivo e inhibición de las emociones y la conducta. Esto va a implicar
que muchas de las repuestas emocionales automáticas, dependientes de estas
regiones, pasarán a estar más controladas por la corteza prefrontal, lo que
contribuirá a una disminución de la impulsividad propia de la adolescencia
temprana. Además, es importante señalar que en la medida en que se vaya
produciendo esta integración entre diferentes estructuras cerebrales, las
respuestas del adolescente ante distintas situaciones o estímulos estarán basadas
en el trabajo conjunto de diversas áreas. Si a principios de la adolescencia la
autorregulación conductual dependía de forma exclusiva de un inmaduro córtex
prefrontal, a finales de esta etapa, y en la adultez, la responsabilidad del control
estará repartida entre varias áreas cerebrales, lo que la hace más eficaz.
en que una respuesta visceral inmediata de evitación o huida sería más eficaz, se
demoran prolongadamente en razonamientos prolijos que impiden una rápida
actuación. Al menos eso puede deducirse de los tiempos de reacción más
prolongados y de la mayor activación prefrontal que exhiben los adolescentes, en
comparación con los más cortos de los adultos, ante dilemas que presentan
situaciones de mucho peligro, como nadar entre tiburones.
Más allá de ese control de la función ejecutiva, algunos estudios recientes han
encontrado evidencia sobre la implicación de la corteza prefrontal en otras
capacidades relacionadas con la cognición social, tales como la autoconciencia, la
empatía, la adopción de perspectivas o la teoría de la mente. Así, estas funciones
también van a experimentar un claro avance durante la adolescencia, lo que va a
favorecer en chicos y chicas un comportamiento interpersonal cada vez más
avanzado.
de riesgo (Reyna y Farley, 2006). Esta aparente paradoja puede estar relacionada
con el enfoque metodológico que se suele emplear para el estudio de la toma de
decisiones en situaciones de riesgo, que tiene poca semejanza con lo que ocurre
en la vida real y, por ello, una escasa validez ecológica. Como ha señalado
Steinberg (2004), los psicólogos estudiamos las conductas de riesgo en
situaciones de laboratorio en las que se presentan a los adolescentes algunos
dilemas o situaciones hipotéticas, y se les pregunta sobre el riesgo que conllevan
y por cuál sería su comportamiento más probable en estos escenarios. Es
evidente que en el mundo real las situaciones no son hipotéticas, y es más fácil,
por ejemplo, parar para colocarse un preservativo en una situación ficticia que en
la real. Además, hay que destacar que estas situaciones de laboratorio están
diseñadas para minimizar la influencia de las emociones en la toma de decisión, y,
en todo caso, la emoción dominante sería la ansiedad, por su similitud con una
situación de examen. En cambio, en la vida real es más probable que el
adolescente se encuentre en una situación de mayor activación emocional o
euforia. Si la euforia puede impulsar al adolescente a asumir riesgos mayores, no
puede decirse lo mismo de la ansiedad que tiende a provocar el efecto contrario.
Finalmente, si en el laboratorio los sujetos son estudiados de forma individual, en
la vida real las conductas de riesgo, como el consumo de drogas o las actividades
delictivas, suelen darse en compañía de los iguales. Como ha demostrado un
estudio reciente que utilizó una tarea en la que los participantes simulaban
conducir un coche (Gardner y Steinberg, 2005), los adolescentes suelen asumir
más riesgos cuando están acompañados que cuando están solos. Sin embargo,
en personas adultas no se observó esa influencia instigadora de los iguales. En
los apartados siguientes, trataremos de arrojar alguna luz sobre las causas de
estos comportamientos, haciendo referencia al papel que desempeñan otros
circuitos cerebrales. Concretamente a los encargados del procesamiento de las
recompensas y de la información socio-emocional en la toma de decisiones del
adolescente.
33
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
En cualquier caso, y a pesar de las diferencias, el modelo del exceso coincide con
el del déficit en predecir un aumento de las conductas de asunción de riesgos a
partir de la pubertad, aunque en este caso sería la sobreexcitación del circuito
mesolímbico dopaminérgico la que llevaría al adolescente a la búsqueda de la
novedad y el riesgo, ya que las recompensas, especialmente las inmediatas,
ejercerían una gran atracción sobre el adolescente. Por otra parte, el sistema
evitativo se muestra menos sensible, como puede deducirse de la menor
activación de la amígdala en adolescentes ante las consecuencias negativas de su
conducta, lo que influirá en una menor valoración de los probables riesgos que
pueden derivarse de una conducta. También la corteza orbito frontal desempeña
un papel importante en el establecimiento de asociaciones entre la conducta y sus
consecuencias, por lo que su inmadurez durante la adolescencia contribuiría a
explicar esa menor estimación de los riesgos y la preferencia de los adolescentes
por alternativas arriesgadas pero muy recompensantes sobre otras más
conservadoras (Galván et al., 2006).
inician los cambios puberales (Bellis, Downing, & Ashton, 2006) conllevaría un
mayor desequilibrio entre los dos circuitos cerebrales y, como consecuencia, una
mayor incidencia de los comportamientos de riesgo durante la adolescencia. En
efecto, la mayoría de estudios han encontrado una relación significativa entre la
precocidad puberal y la mayor implicación en comportamientos de riesgo (Mendle,
Turkheimer, & Emery, 2007), aunque es evidente que en esta asociación influyen
otros factores ajenos a los neurológicos.
Implicaciones prácticas
Todo lo expuesto hasta aquí resalta la relevancia de los factores relativos al
desarrollo neurológico de cara a comprender el comportamiento adolescente,
especialmente su implicación en las conductas de asunción de riesgos y de
búsqueda de sensaciones. La evidencia empírica sobre la maduración cerebral
indica que los primeros años de la adolescencia, especialmente cuando la
pubertad ocurre de forma precoz, son una etapa de mucha vulnerabilidad en que
la inmadurez de los mecanismos autorregulatorios requiere de los padres una
atenta vigilancia y supervisión que debe combinarse con la concesión de una
mayor autonomía. Por otra parte, esta etapa supone también un periodo de
reorganización sináptica en el que las influencias ambientales y las experiencias
vividas pueden tener unos efectos muy persistentes, ya que la eliminación de unas
conexiones neuronales y el fortalecimiento de otras obedecen la ley de “o lo usas
o lo pierdes”. El proceso de desarrollo neurológico no es independiente del
contexto, y todas las actividades que chicos y chicas lleven a cabo durante estos
años, tanto educativas como de ocio, contribuirán al modelado de su arquitectura
cerebral. La adolescencia puede considerarse como un auténtico periodo sensible
para el desarrollo de competencias, lo que no quiere decir que no se mantenga
una importante plasticidad cerebral durante los años posteriores. El consumo de
sustancias, frecuente durante los años de la adolescencia, tiene unos efectos
permanentes en la estructura cerebral, generando un deterioro que no se produce
cuando el consumo tiene lugar en la etapa adulta. Ello justifica sobradamente que
un objetivo de la intervención sobre adolescentes sea retrasar el inicio del
consumo de sustancias hasta una edad en la que el desarrollo cerebral esté más
avanzado y, por lo tanto, se muestre menos sensible a los efectos nocivos de las
drogas.
también habría que destacar el papel del afecto parental durante la infancia y la
adolescencia. Los primeros datos en apoyo de esta influencia provienen de la
experimentación animal, que ha revelado la relación entre el contacto físico
estrecho entre madre y cría y la producción de oxitocina y dopamina. Si tenemos
en cuenta que la dopamina juega un importante papel en el desarrollo prefrontal,
se ha propuesto que el fortalecimiento de los inputs de dopamina al prefrontal
sería el mecanismo mediante el que los estilos parentales afectuosos, y otras
experiencias emocionales placenteras con padres y cuidadores, contribuirían al
desarrollo de las capacidades cognitivas y de un comportamiento adecuado. Son
numerosos los trabajos científicos, en los que se confirma la relación existente
entre la negligencia parental y la falta de afecto en la infancia, y una mayor
incidencia en etapas posteriores de problemas relacionados con el escaso
autocontrol. Es bastante probable que la deprivación afectiva impida un desarrollo
adecuado de la corteza prefrontal, lo que favorecería los comportamientos
antisociales o las adicciones. También existe evidencia acerca de los efectos
negativos duraderos del estrés sobre regiones cerebrales integradas en el circuito
mesolímbico, como la amígdala, el hipocampo o el córtex prefrontal medial, lo que
contribuiría a su hiperexcitabilidad.
38
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Tendencia grupal
En la búsqueda de la identidad, el adolescente recurre como comportamiento
defensivo a la uniformidad (tendencia grupal), que le brinda seguridad y estima
personal. Tiene lugar un proceso de sobre identificación masiva, en que todos se
identifican con cada uno, y que explica, por lo menos en parte, el proceso grupal
en el que participa el adolescente. A veces el proceso es tan intenso que la
separación del grupo parece casi imposible y el individuo pertenece más al grupo
de coetáneos que al grupo familiar. El fenómeno grupal adquiere una relevancia
crucial, ya que se transfiere al grupo gran parte de la dependencia que
anteriormente se mantenía con la estructura familiar, y en especial con los padres.
El grupo constituye así la transición necesaria en el mundo externo para lograr la
individuación adulta. Después de pasar por la experiencia grupal, el individuo
podrá empezar a separarse y asumir su identidad adulta. En ocasiones se produce
“una identificación negativa”, basada en el reconocimiento del adolescente con
figuras negativas pero reales; es preferible ser alguien perverso, indeseable, a no
ser nada. Esto constituye una de las bases del problema de las pandillas de
delincuentes.
41
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
mismo, el adolescente podrá disipar las inquietudes que nacen del brote
desordenado de sus fuerzas interiores y ya no temerá sus bruscos cambios de
humor y sus inestabilidades. Quien se conoce empieza ya a dominarse. El
adolescente encuentra también seguridad en la comprensión y la confianza que le
demuestran. Le gusta que sean sinceros y leales con él, que contesten a sus
preguntas, que le reciban bien y que le atiendan. Desea que se tomen en cuenta
sus palabras, sus problemas, sus actividades. Precisa que se le anime y se le
felicite. De esta manera, sabiéndose comprendido, atendido, apoyado por sus
adultos de referencia, puede trabajar con mayor seguridad en el pleno desarrollo
de su personalidad. Como decía Mauricio Knobel: “Solamente si el mundo adulto
lo comprende adecuadamente y facilita su tarea evolutiva, el adolescente podrá
desempeñarse correcta y satisfactoriamente, gozar de su identidad, de todas sus
situaciones, aun de las que aparentemente tienen raíces patológicas, para
elaborar una personalidad más sana y feliz. De lo contrario, siempre se
proyectarán en el adolescente las ansiedades del adulto y se producirá ese
colapso o crisis de enfrentamiento generacional, que dificulta el proceso evolutivo
y no permite el goce real de la personalidad”. La presencia de adultos que
sintonicen con esa necesidad de lealtad y de sinceridad, con la necesidad de
libertad y acción, representa en sí misma una seguridad para los adolescentes. Si
se sienten encuadrados (pero no avasallados), aconsejados cuando lo piden (pero
no arbitrariamente dirigidos), los adolescentes se muestran deseosos de
aprovechar la experiencia de los adultos. Reconocen la necesidad que tienen de
guías seguros y desinteresados, que les quieran de verdad y que sepan dejarles
tomar la iniciativa y hacerse responsables.
44
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
45
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
sido negado a su clase social y rechazar, al mismo tiempo, los valores de las
clases medias a los que el delincuente responsabilizará de su marginación.
Estilo autoritario:
No utiliza el afecto y el apoyo. Se basa en el control firme, la imposición de normas
y el uso de castigos.
Los padres que utilizan este estilo pueden favorecer valores deterministas y de
conformidad, e inhibir valores de autodirección y estimulación. Al adolescente sólo
se le exige sumisión ante la norma impuesta, de forma que no hay un proceso de
integración de la misma como propia y sus efectos son poco duraderos
Estilo democrático:
Tiene como principios básicos el respeto, la exigencia adecuada, el castigo
razonable, el control firme, la negociación y explicación de normas, y el refuerzo
de los comportamientos deseados más que el castigo de los no deseados.
Estilo permisivo:
Se caracteriza por la falta de control y de límites, la tolerancia y la renuncia a influir
en los hijos. Los padres permisivos fomentan valores de autodirección como la
autonomía y la independencia e inhiben valores prosociales como la solidaridad o
la justicia.
46
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Estilo negligente: Ni tiene control sobre sus hijos, ni se preocupa por ellos.
Se desentiende de su responsabilidad educativa y desconoce lo que hacen
los hijos.
Conviene señalar que muchos padres no utilizan un solo estilo educativo, sino una
combinación de ellos en función de las circunstancias y el momento.
Los adolescentes educados por padres democráticos son los que reciben una
influencia más positiva de la familia: desarrollan mejores habilidades sociales, son
más autónomos y responsables, puntúan mejor en autoestima, tienen una mejor
planificación del futuro, trabajan por recompensas a largo plazo, adquieren una
moral autónoma, tienen límites y reglas, pero también apoyos, y mayor
probabilidad de evitar comportamientos de riesgo como tomar drogas o
actividades sexuales precoces.
47
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Algunos autores han visto la necesidad de distinguir entre ser padre y ser madre a
la hora de explicar las relaciones de los padres con el adolescente: las madres
parecen desempeñar un rol diferente y más íntimo que los padres tanto con los
hijos como con las hijas durante la adolescencia, basado en el apoyo, el interés y
el compromiso en la tarea de educar a sus hijos e hijas (Coleman, 2003).
Las relaciones que mantienen los adolescentes con los padres dependen de
muchas variables, entre ellas, ser padre o madre, pero también de la forma en que
el adolescente percibe a su padre y a su madre. Hay seis prototipos distintos de
percepción de la figura paterna y cinco de figura materna (Elzo, 2000):
49
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
sexuales, el uso del tiempo libre, el consumo de alcohol y drogas y los pequeños
hurtos que realizan con frecuencia.
o El afecto
Sin duda se trata de la dimensión más relevante a la hora de definir las relaciones
entre padres y adolescentes. Generalmente, esta etiqueta se utiliza para hacer
referencia a aspectos como la cercanía emocional, el apoyo, la armonía o la
cohesión, y aparece asociada al control o monitorización en la definición que
Baumrind (1968) realizó del estilo parental democrático. Aunque puede
considerarse una dimensión diferente, la comunicación muestra una fuerte
asociación con el afecto, por lo que la incluiremos en este apartado. Si merece la
pena destacar un aspecto relativo al afecto y la comunicación, es la enorme
continuidad de su presencia que se observa en las relaciones parentofiliales
durante la infancia y la adolescencia, ya que aquellos niños y niñas que sostienen
intercambios cálidos y afectuosos con sus padres son quienes mantienen una
relación más estrecha cuando llega la adolescencia (Flouri y Buchanan, 2002). Sin
embargo, esa continuidad coexiste con cambios significativos en las interacciones,
tanto en las expresiones positivas y negativas de afecto como en la percepción
que unos y otros tienen de su relación (Collins y Russell, 1991). Existen
abundantes datos que indican una disminución durante la adolescencia de la
cercanía emocional, de las expresiones de afecto (Collins y Repinski, 1994), y de
la cantidad de tiempo que padres e hijos pasan juntos (Larson, Richards, Moneta,
Holmbeck y Duckett, 1996). La comunicación también suele experimentar un ligero
deterioro en torno a la pubertad, ya que en esta etapa chicos y chicas hablan
menos espontáneamente de sus asuntos, las interrupciones son más frecuentes y
la comunicación se hace más difícil. No obstante, este deterioro suele ser
pasajero, y en la mayoría de familias la comunicación, al igual que el afecto
positivo, suele recuperarse a lo largo de la adolescencia. Aunque existen ligeras
diferencias de género en los niveles globales de afecto y comunicación, ya que las
chicas se sitúan por encima de los chicos a todas las edades, la disminución
50
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
o Los conflictos
Han recibido mucha atención por parte de los investigadores, probablemente
porque el aumento de la conflictividad familiar es uno de los rasgos más
característicos de la representación social existente sobre la adolescencia (Casco
y Oliva, 2005). Muchos estudios analizan los cambios que se producen en los
conflictos entre padres e hijos a lo largo de la adolescencia, y podemos decir que
los datos al respecto son concluyentes. Así, el meta-análisis realizado sobre 53
investigaciones por Laursen, Coy y Collins (1998) encontró una disminución lineal
en la frecuencia de conflictos desde el inicio hasta el final de la adolescencia en
chicos y chicas. En cambio, la intensidad emocional con la que eran vividos
51
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Si damos por hecho que las disputas entre padres y adolescentes de escasa o
moderada intensidad y centradas en asuntos cotidianos van a formar parte de la
vida familiar, es importante preguntarnos por la repercusión que pueden tener
sobre las relaciones parento-filiales y sobre el desarrollo y ajuste del adolescente.
Una de las primeras consecuencias será el aumento de malestar emocional y
estrés experimentado, que suele ser mayor en los progenitores, especialmente en
las madres (Noller, 1994). Los investigadores hemos prestado más atención a las
consecuencias que esta conflictividad tiene para el ajuste adolescente que a sus
52
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
efectos sobre la salud mental de los padres, que puede verse afectada
negativamente cuando las desavenencias son recurrentes, pues los padres suelen
describir esta etapa como la más difícil en el ejercicio de su rol parental (Steinberg,
2001). No obstante, los conflictos de intensidad moderada no suelen mermar en
exceso la calidad del clima familiar. Más bien parece que este tipo de discusiones
sobre asuntos cotidianos, a pesar del malestar inmediato que crean, tienen un
efecto positivo a medio plazo sobre las relaciones y sobre el propio adolescente,
ya que favorecerán una reestructuración del sistema familiar y una renegociación
de roles y expectativas. De esta manera se alcanzará un nuevo equilibrio que
tendrá en cuenta las nuevas necesidades del adolescente, y que facilitará su
individuación y la construcción de su identidad personal (Granic et al. 2003;
Musitu, Buelga, Lila y Cava, 2001; Smetana, 2005). Además, las situaciones
conflictivas pueden ser un contexto muy adecuado para el aprendizaje de
estrategias de negociación y resolución de problemas, y para el desarrollo de la
habilidad de adopción de perspectivas (Smetana, 2005). No es extraño que
algunos estudios longitudinales encuentren que los adolescentes que sostuvieron
discusiones moderadas con sus padres muestren un mejor ajuste años después
que quienes no discutieron (Adams y Laursen, 2001). Aunque tampoco faltan los
estudios que encuentran una relación positiva entre las disputas frecuentes y de
elevada intensidad y los problemas psicosociales del adolescente (ver Laursen y
Collins, 1994). Probablemente, las discrepancias entre estudios sean debidas a su
carácter transversal o longitudinal, y al papel moderador que juegan tanto la
intensidad emocional de los conflictos como la calidad de las relaciones entre
padres e hijos, que suelen inclinar la balanza en un sentido u otro. Como apuntan
Allen y Land (1999), la díada padre/madre–adolescente que muestran un apego
seguro tratan de resolver sus conflictos de forma directa y negociada, mientras
que cuando se trata de díadas inseguras, la carga emocional que acompaña la
discusión es mucho mayor, lo que frecuentemente lleva a la huida o retirada del
adolescente, dejando el conflicto sin resolver.
o El control
Representa la segunda dimensión de la clasificación de Baumrind, y se refiere a
estrategias socializadoras por parte de los padres, incluyendo el establecimiento
de normas y límites, la aplicación de sanciones, la exigencia de responsabilidades
y la monitorización o conocimiento por parte de los padres de las actividades que
realizan sus hijos. La mayoría de los estudios encuentran una disminución en los
niveles de control que padres y madres ejercen sobre sus hijos a medida que
53
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Si en el caso del afecto existía una abundante cantidad de datos que apoyaban su
importancia para el ajuste adolescente, en el caso del control las cosas parecen
estar menos claras, y no podemos afirmar que exista una relación lineal entre
control y ajuste. Diana Baumrind (1991), en respuesta a las críticas recibidas por
parte de Lewis (1981) sobre la escasa relevancia del control, ya había señalado la
existencia de una relación curvilínea entre ambas variables, de tal forma que tan
perjudicial sería la carencia como el exceso de control, que podía generar
conductas rebeldes y agresivas. Aunque la literatura sobre estilos parentales
apoya la importancia del control para la prevención de los problemas
comportamentales en niños y adolescentes (Steinberg y Silk, 2002), no faltan
autores que cuestionan esta importancia. Así, Kerr y Stattin han señalado que la
relación encontrada en muchos estudios entre control y ajuste adolescente se
basa en una idea que suele asumirse con escasa evidencia: la de que si los
padres tienen información sobre lo que hacen sus hijos en su tiempo libre es como
consecuencia de la monitorización o vigilancia que realizan, o de los límites que
establecen a su comportamiento (Kerr y Stattin, 2000; Stattin y Kerr, 2000). La
mayoría de investigadores establece una equiparación entre control y
conocimiento y, por lo tanto, utiliza preguntas acerca del conocimiento que los
padres tienen de las actividades de sus hijos como forma de evaluar el control,
para a continuación analizar su relación con algunos indicadores conductuales.
Sin embargo, las investigaciones realizadas por estos autores indican que los
padres obtienen la mayor parte de este conocimiento a través de la revelación
espontánea por parte de sus hijos, y no como consecuencia de sus preguntas o
esfuerzos deliberados. Además, ni las estrategias activas de los progenitores para
controlar el comportamiento del adolescente, ni sus esfuerzos activos para obtener
información guardan relación con su ajuste, incluso aparecen asociados a algunos
indicadores negativos. Sólo la revelación, es decir, lo que los hijos cuentan
espontáneamente a sus padres, muestra una relación negativa con los problemas
de conducta. Por lo tanto, la asociación entre control y ajuste adolescente que
encuentran muchos estudios sería una falsa asociación, ya que lo evaluado no
sería el control sino la información que tienen los padres, que probablemente
procede de la revelación. Para complicar aún más las cosas, tendríamos que
54
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
También se muestran muy críticos con la importancia del control Musitu y García
(2005), quienes en un estudio llevado a cabo en España encontraron que los
adolescentes cuyos padres presentaban un estilo permisivo se mostraron más
ajustados que aquéllos con padres democráticos o autoritarios, lo que es
interpretado por estos autores como un efecto moderador de la cultura española.
Es decir, el control tendría efectos positivos para el desarrollo adolescente en las
culturas anglosajonas, pero no en otras, como la española. No obstante, hay que
decir que el control considerado por estos autores fue claramente coercitivo, por lo
que no es sorprendente que incluso acompañado de afecto resultara
contraproducente para el ajuste adolescente. En la posición contraria podemos
situar las recientes críticas de Fletcher, Steinberg y Williams (2004) a los
planteamientos de Kerr y Stattin. Estos autores, a partir del re-análisis de los datos
procedentes de un antiguo estudio longitudinal, llegaron a la conclusión de que el
control influía significativamente sobre el conocimiento parental y sobre la
reducción de las conductas antisociales
o El fomento de la autonomía
Cuando Baumrind llevó a cabo su estudio pionero, sólo tuvo en cuenta las
dimensiones de afecto y control para caracterizar el estilo parental. Sin embargo,
Lewis (1981) ya había señalado que en el estudio de Baumrind los ítems que
realmente diferenciaban a los padres de los niños más ajustados, es decir, los
democráticos, de los otros tipos de padres tenían poco que ver con el control y
podrían considerarse referidos al fomento de la autonomía (“respetar las
decisiones del niño” o “estimular él toma y daca verbal”). La promoción o fomento
de la autonomía se refiere a las prácticas parentales que van encaminadas a que
niños o adolescentes desarrollen una mayor capacidad para pensar, formar
opiniones propias y tomar decisiones por sí mismos, sobre todo mediante las
preguntas, los intercambios de puntos de vista y la tolerancia ante las ideas y
elecciones discrepantes, y pueden considerarse fundamentales para el desarrollo
de la competencia del adolescente. Este tipo de prácticas son más frecuentes a
medida que transcurre la adolescencia, aunque los padres suelen mostrase más
tolerantes y promueven antes la autonomía del adolescente en asuntos
personales, tales como los libros o revistas que leen, la forma de vestir, o el
momento de hacer sus tareas escolares, que cuando se trata de
responsabilidades relativas a las tareas domésticas, o, sobre todo, cuando se trata
de comportamientos que pueden tener consecuencias negativas para la salud
(Smetana, Campione-Barr y Daddis, 2004). Por otra parte, también se han descrito
diferencias culturales, de manera que en culturas individualistas los padres
56
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Con respecto a las consecuencias que se derivan para el adolescente de este tipo
de prácticas, los datos disponibles son muy claros, indicando que los padres que
promueven la autonomía tienen hijos más individualizados y con mejor ajuste y
competencia social (Allen, Hauser, Eickholt, Bell y O’Connor, 1994; Hodges,
Finnegan y Perry, 1999). Además, los intercambios verbales frecuentes entre
estos padres y sus hijos servirán para estimular su desarrollo cognitivo y su
habilidad para la adopción de perspectivas (Krevans y Gibbs, 1996) e influirán
positivamente sobre su rendimiento académico (Kurdek y Fine, 1994). Sin
embargo, aquellos padres que no aceptan la individualidad de sus hijos y suelen
reaccionar de forma negativa ante sus muestras de pensamiento independiente,
limitando y constriñendo su desarrollo personal, van a tener hijos con más
síntomas de ansiedad y depresión y más dificultades relacionales y en el logro de
la identidad personal (Rueter y Conger, 1998). Aunque algunos estudios han
encontrado menos beneficios de las prácticas de estimulación de la autonomía
cuando se trata de adolescentes afro-americanos, que parecen requerir un control
más estricto de cara a la prevención de problemas comportamentales (Smetana,
Campione-Barr y Daddis, 2004), hay que volver a mencionar las recientes críticas
de Sorkhabi (2005) a este relativismo cultural.
control psicológico, aunque exista una correlación negativa entre ambas variables
(Barber, Bean y Erickson, 2002; Silk, et al., 2003). En cualquier caso, la asociación
entre el control psicológico y los problemas emocionales y comportamentales está
bien documentada, y los hijos de los padres que emplean estas estrategias
experimentan dificultades para el desarrollo de su autonomía e identidad, y
muestran altos niveles de ansiedad y de síntomas depresivos. También es más
frecuente el desarrollo de problemas de conducta, probablemente como una vía
de escape y una forma de rebelarse contra los padres. Si bien ya hemos
comentado que el fomento de la autonomía y el control conductual siguen
trayectorias opuestas a lo largo de la adolescencia, pues mientras que el primero
aumenta el segundo disminuye, el control psicológico mantiene, en cambio, una
trayectoria muy estable (Parra y Oliva, 2006), probablemente porque se trata de
una práctica utilizada por algunos padres con independencia de la edad y del nivel
de madurez del adolescente.
59
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
En una muestra española se confirma que las variables familiares que pronostican
de forma significativa el consumo de drogas durante la adolescencia son la
existencia de conflictos familiares, una pobre comunicación familiar, el consumo
familiar y un estilo educativo parental permisivo (Villar, Luengo, Gómez y Romero,
2003). Curiosamente, se ha visto también que la existencia en el seno de la familia
de normas explícitas con respecto al uso de drogas distintas al alcohol o al tabaco
son predictores de un mayor riesgo de consumo de alcohol y tabaco, ya que el
adolescente puede interpretar que este tipo de drogas (alcohol y tabaco) son
menos peligrosas al no ser expresamente rechazadas por sus padres.
Por último, señalar que los efectos del divorcio sobre los hijos adolescentes no
están nada claros. Se han encontrado efectos negativos como el aumento del
riesgo de trastornos emocionales y de conductas problemáticas, pero también que
el divorcio no es necesariamente una experiencia negativa para los adolescentes,
si le ayuda a la liberación de un conflicto constantes y le aporta mayor autonomía
y responsabilidad en la familia. De hecho, la mayoría de los adolescentes
muestran un buen ajuste psicológico después de los dos primeros años de la
separación de los padres. Aunque el divorcio siempre es una experiencia
estresante, las reacciones adversas son temporales, especialmente entre los
adolescentes que previamente estaban bien adaptados y son capaces de
mantener el contacto con ambos padres sin tener que forcejear con lealtades
divididas. La falta de resultados consistentes hace pensar que son necesarios más
estudios longitudinales sobre esta cuestión, y que los perfiles evolutivos de los
adolescentes después del divorcio de los padres pueden ser muy diferentes en
función de múltiples variables relacionadas con el adolescente, con los padres y
con el propio proceso de separación (Kimmel y Weiner, 1998; Coleman y Hendry,
2003; González y Triana, 1998). El que los padres divorciados vuelvan a casarse y
reconstruyan la familia tampoco tiene necesariamente un efecto negativo sobre el
adolescente. Puede ocurrir incluso que los adolescentes de familias reconstruidas
puedan encontrarse mejor que los hijos de padres divorciados cuando el que tiene
la custodia no se vuelve a casar.
61
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
CULTURA JUVENIL.
El campo de las prácticas sociales, que reflejan la cultura de los individuos, ha sido
encapsulado por autores como Adorno y Horkheimer (2004), como “industria
cultural”, donde existen rasgos de semejanza de un colectivo de sujetos. Hoy en
día esta industria, dicen los autores, se representa monopólicamente y abierta, sin
ocultar sus fines, la que hoy en día se globaliza y guía al unísono a todo el mundo.
Manipula la idea de cultura, y la reflexión que ésta podría generar en los
individuos. El irrumpimiento de nuevas formas de arte, en el cine, luego en la
televisión y hoy en Internet, trata de mostrar una sola cultura y de difundir
ideologías determinadas. La cultura ha pasado a ser un fetiche, una mercancía y/o
en un estilo de vida, que los medios intentan plasmar a la ambición de los sujetos.
En ese sentido la cultura mirada desde una perspectiva global, se puede reflejar
bajo una metáfora donde la apertura masiva de las prácticas culturales, en
63
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
especial a través de internet, se asemeja a una “bodega virtual”, tal como una
bodega de vinos. En una bodega abastecida de diferentes vinos podemos
encontrarnos una variedad de éstos. Hay vinos tintos, blancos o rosé. Hay
producción de vino en casi todos los continentes (porque hasta ahora no se ha
producido en el continente antártico), se diferencian por las regiones de
producción e incluso cada valle vinícola tiene sus propias características. En
nuestro viejo planeta existen diversos tipos de vino, así como existen diversos
tipos de cultura.
Pero al entrar a esta bodega escogeremos lo que conocemos, el vino que hemos
probado o tenemos referencia; el que no conozco o que no me interesa no me
llamará la atención, o no me arriesgaré a probarlo. El vino que yo he elegido lo
cataré a mi manera, y le encontraré sus propios olores y sabores. En ese sentido,
cada cual busca lo de su interés, el producto o información con el que se identifica.
Eso pasa con la “Bodega Virtual”; en la globalización cada cual busca los temas
que son de su interés, y se identifica con ellos, creando sus propias prácticas
sociales, su propia cultura, que se construye por elementos que son adquiridos y
buscados dentro de la “bodega virtual”
64
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Los términos utilizados para hacer referencia a la “cultura juvenil”, han sido
diversos, podemos así observar los términos de “subcultura”, “contracultura”,
“nueva cultura”, los cuales parecen estar repitiendo el juego “clasificatorio” de un
fenómeno (Feixa, 1995). De esta manera Carles Feixa explica que “la reacción
juvenil es entendida como contracultura, bien podría decirse que se trata de un
rechazo a las instituciones de la modernidad -pero no se sitúa en una acción -
contra la cultura-, sino contra aquellos saberes-instituciones que enmascaran el
poder”. Por otro lado, agrega Feixas, si aceptamos designar a las prácticas
sociales de los jóvenes como subculturas, “implícitamente aceptamos también una
concepción -desarrollista- o de -minoría de edad- “. Como bien señala Feixas,
habrá que designarles simplemente, “culturas juveniles” (1995).
De acuerdo a Zarzuri las relaciones sobre juventud y cultura han estado centradas
en tres enfoques, centrales al momento de articular estos conceptos. El primer
enfoque está asociado a la Escuela de Chicago, que se va a interesar en las
transformaciones que está sufriendo la ciudad producto de la modernización
industrial. Un segundo enfoque surge asociado con el rock, el cual se convertirá
en el centro de una nueva «cultura juvenil» asociada a la música, la cual será
asumida por las industrias culturales. Y por último un tercer enfoque relacionado
con el concepto de contracultura juvenil, destacándose la oposición de las culturas
juveniles a la racionalidad propia de las sociedades modernas.
Hay que tomar en cuenta que, aunque mencionamos que es a mediados del siglo
pasado que empieza a tomar fuerza el conceptuar y realizar estudios culturales
sobre jóvenes, no es nueva la temática, desde la reflexión de diversos ámbitos y
épocas, encontrándonos de esta manera las reflexiones aristotélicas, sobre los
cambios que se producían en la juventud y en su práctica social. Esta práctica
social, relacionada permanentemente con la “ruptura que se ha producido entre
las generaciones adultas y las generaciones jóvenes” (Mead, 1970).
grupos de referencia, que los jóvenes irán “optando” las prácticas que para ellos
sean representativas, de esta forma reflejarán estilos y actitudes, por ellos
elegidos y con los cuales se sienten identificados.
En este sentido, las manifestaciones de las prácticas sociales de los jóvenes, por
lo general no son una sola forma de expresar esa “cultura juvenil”, sino que es un
híbrido cultural, que utilizan los jóvenes en búsqueda de su propia identidad.
Podemos reafirmar que ante la complejidad que enfrentan los jóvenes con esta
suerte de modernización de las industrias culturales, se da un “creciente tráfico
entre culturas que origina la globalización, lo que indica que la desaparición del
vínculo entre cultura y lugar viene acompañada por un entrelazamiento de estas
prácticas culturales desarraigadas, que producen nuevas y complejas formas
híbridas de cultura” (Tomlinson,2001)
En lo híbrido los símbolos adquieren nuevos significados; Canclinni alude a los
fenómenos de la cultura que han sido absorbidos indistintamente para la
formación de una nueva cultura. Por lo que podemos atrevernos a afirmar dentro
de esta mirada, que es a partir del “conjunto de procesos en que estructuras o
prácticas sociales discretas, que existían en forma separada, se combinan para
66
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Como podemos recapitular la “cultura juvenil”, son las prácticas sociales, resultado
de la hibridez cultural de su inserción en la modernidad y los medios
proporcionados por la globalización, reflejadas dentro de sus espacios propios y
dentro de una etapa generacional determinada. Pero ante esta síntesis aún queda
rondando un último cuestionamiento: ¿es que en las demás etapas
generacionales no existe cultura?
67
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
En relación a la empatía, para algunos autores (Deutsch & Madle, 1975; Regan &
Totten, 1975) es fundamentalmente un proceso cognitivo que consistiría en la
habilidad cognitiva para reconocer e interpretar los sentimientos, pensamientos y
puntos de vista de los demás. En cambio, para Richaud de Minzi (2008), la
empatía es fundamentalmente un proceso afectivo, que debe ser definido como la
respuesta afectiva vicaria de los sentimientos de otra persona. Es decir que, por
un lado, la empatía puede definirse cognitivamente en relación a la toma de
perspectiva o la comprensión de los otros, sin experimentar realmente los
sentimientos de esa persona. Y, por otra parte, la empatía se ha definido también
como una reacción emocional o simpatía en respuesta a los sentimientos o
experiencias de otros.
68
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
69
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Algunos autores (Inglés, Hidalgo, Méndez & Inderbitzen, 2003; Tur, Mestre & Del
Barrio, 2004; Mestre, Samper, Nacher, Tur & Cortés, 2005), determinan que los
adolescentes prosociales tienden a presentar empatía hacia los demás y una
mayor autorregulación cognitiva y emocional, por lo que se les describe como
personas sociables, tranquilas, no impulsivas, despreocupadas y racionales.
Asimismo, Garrido, Herrero y Masip (2004) refieren que la empatía evitará la
agresión y favorecerá la conducta social.
Algunos estudios como los de (Eisenberg, 2000; Mestre el al., 2002; Mestre,
Samper y Frias, 2004; Richaud de Minzi, 2008), consideran a la empatía como el
principal motivador y predictor de la conducta prosocial en la niñez y adolescencia.
Factores tales como, la cultura tradicional (Carlo, Roesch, Knight & Koller, 2001),
el estilo de crianza no-punitivo y afectuoso (Eisenberg, Valiente & Champion,
2004), y los agentes de socialización (López de Dicastillo, Iriarte & González,
2007), como el tener una relación de apego seguro en la infancia (Kochanska,
1991), predicen el desarrollo positivo de la conducta prosocial y empatía en la
adolescencia.
70
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Las investigaciones de (Eisenberg, Fabes, Guthrie & Reiser, 2000; Mestre et al.,
2002;), señalan que los adolescentes con poca preocupación empática, baja toma
de perspectiva e inestables emocionalmente presentan alta conducta agresiva.
Desde esta perspectiva, Bandura (2003) introduce los afectos en la cadena de
variables que conducen a la conducta agresiva. Al no saber controlar los afectos
negativos o expresar los positivos se verá afectada el área social. Es decir, que,
dominados los afectos, la autoeficacia de empatía evitará la conducta agresiva y
favorecerá la conducta social.
Garaigordobil (2005), encontró resultados que sugieren que los adolescentes que
tienen más conductas antisociales y conductas agresivas, presentan bajo
autocontrol, prosocialidad y capacidad empática, pocas conductas de
consideración hacia otros, alta impulsividad y dificultades escolares.
71
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Un estudio realizado por Mestre, Samper, Nacher, Tur y Cortés (2007), revela que
tanto la empatía como el autocontrol de la ira, son las variables que mejor predicen
y favorecen el comportamiento prosocial inhibiendo la conducta agresiva en los
adolescentes.
Asimismo, Archer (2004) reportó que la agresividad física y verbal, es más común
en hombres que en mujeres. Considerando que la conducta agresiva se percibe
mejor en el grupo de iguales durante la adolescencia que durante la edad madura.
Por otro lado, una investigación de agresividad en la infancia (Mestre et al., 2005),
muestra diferencias significativas entre ambos géneros, señalando que los niños
puntúan más alto en agresividad e inestabilidad emocional que las niñas.
72
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
Se han encontrado estudios (Carlo, Raffaelli, Laible & Meyer, 1999; Singh-
Manoux, 2000), que constatan diferencias de género, evidenciando que las
mujeres presentan mayor disposición empática y prosociabilidad que los hombres.
Así también, Frydman (1995), citado por Guijo-Blanco, (2002) concluye que las
mujeres son más prosociales que los hombres y que esta diferencia aumenta
considerablemente con la edad.
Otras investigaciones (Mestre et al., 2002; Tur et al., 2004) coinciden en indicar
que las mujeres presentan niveles significativamente más altos de conducta
prosocial y empatía que los varones. Además, tanto los estudios realizados en
otros países y culturas con muestras de adolescentes (Eisenberg & Fabes, 1998;
Eisenberg, Fabes & Spinrad, 2006), como diversos estudios transculturales (Calvo,
González & Martorell, 2001; Inglés, et al., 2008; Inglés et al., 2003), han
confirmado estos hallazgos.
73
Alcanzando tus metas se cumplirán tus sueños
Fundación ICEPH
El estudio realizado por Retuerto (2004), concluye que tanto varones y mujeres
adolescentes tienen una capacidad cognitiva similar para comprender la situación
del otro/a y ponerse en su lugar, sin embargo, la mujer reacciona más
afectivamente presentando más conductas empáticas que los hombres.
74