Está en la página 1de 7

EXPORTACIÓN DE CAPITALES: RASGO TÍPICO DEL IMPERIALISMO

En medio de este convulso nuevo milenio, en el cual el Imperialismo recobra fuerzas y se muestra cada vez
más rapaz y agresivo en su antagónica decisión de dominio mundial, se nos hace imprescindible el estudio de
las particularidades de esta fase del desarrollo del modo de producción capitalista.
Al analizar la exportación de capitales como lo típico del Imperialismo, V.I Lenin destaca: "Lo que
caracterizaba al viejo capitalismo, en el cual dominaba por completo la libre competencia, era la exportación
de mercancías. Lo que caracteriza al capitalismo moderno, en el que impera el monopolio, es la exportación
de capitales."
Este fenómeno contemporáneo, que deviene rasgo típico del Imperialismo, resulta de gran importancia en el
actual contexto mundial, tanto para los países desarrollados como para los subdesarrollados, pues es causa
fundamental de la aparición del Sistema Capitalista de Economía Mundial.

Los rasgos del imperialismo,


Desde tiempos remotos es posible observar relaciones de agresión y dominación entre pueblos y Estados, así
como procesos de conquista, a través de los cuales llegaron a constituirse en la Antigüedad grandes imperios
como el otomano, chino, austro-húngaro, mongol, romano, entre otros. De allí proviene la idea de imperialismo
para caracterizar diversas formas de extensión del poder a escala internacional.
Es común utilizar el término para referir modalidades de expansión política, económica, territorial o cultural,
que históricamente se han combinado de distinta manera.
Para Lenin, el imperialismo constituye, pues, una consecuencia de la dinámica del sistema capitalista. Lenin
plantea que el imperialismo: "es el capitalismo en la fase de desarrollo en que ha tomado cuerpo la
dominación de los monopolios y del capital financiero, ha adquirido señalada importancia la exportación de
capitales, ha empezado el reparto del mundo por los trusts internacionales y ha terminado el reparto de toda
tierra entre los países capitalistas más importantes".
En el libro "El Imperialismo, fase superior del capitalismo", escrito en 1917, Lenin presenta el fenómeno como
última fase del desarrollo capitalista, la cual se distingue por sus rasgos característicos, que son:
1) "Concentración de la producción y el capital llega hasta un grado tan elevado de desarrollo, que crea los
monopolios, los cuales desempeñan un papel decisivo en la vida económica (…) La concentración, al llegar a
un grado determinado de su desarrollo, puede afirmarse que conduce por sí misma de lleno, al monopolio, ya
que a unas cuantas decenas de empresas gigantescas les resulta fácil ponerse de acuerdo entre sí y, por otra
parte, la competencia que se hace cada vez más difícil, o sea, la tendencia al monopolio, nacen precisamente
de las grandes proporciones de las empresas. Esta transformación de la competencia en monopolio
constituye uno de los fenómenos más importantes –por no decir más importante- de la economía del
capitalismo de los últimos tiempos".
A finales del siglo XIX, en 1860 aproximadamente, surgieron estas grandes empresas capitalistas llamadas
monopolios, que imponen en cierta medida los precios en el mercado y obtienen por esta vía la llamada
ganancia monopolista. Estos monopolios condicionaron el tránsito del capitalismo premonopolista o de libre
competencia, al capitalismo monopolista, capitalismo contemporáneo o imperialismo.
En los monopolios lo básico, lo que constituye el punto de partida, es el dominio que determinados grupos de
grandes capitalistas ejercen en la esfera de la producción, lo que impulsa y desarrolla el control de estos
sobre la circulación y demás esferas de la vida económica, social y política. Surgen y se desarrollan no como
algo específico, si no como necesidad interna del sistema y extiende sus tentáculos hacia la industria, el
comercio, la agricultura, los bancos, el transporte, etc.

Es el antecedente del Capital Financiero y la Oligarquía Financiera.


2) "La fusión del capital bancario con el industrial y la creación, en el terreno de este capital financiero, la
oligarquía financiera. (…) Paralelamente se desarrolla, por decirlo así, la unión personal de los bancos con las
más grandes empresas industriales y comerciales, la fusión de los unos y de las otras mediante la posesión
de las acciones, mediante la entrada de los directores de los bancos en los consejos de supervisión (o
administración) de las empresas industriales y comerciales, y viceversa".
"El capital monetario y los bancos, como veremos, hacen todavía más aplastante este predominio de un
puñado de grandes empresas, y decimos aplastante en el sentido literal de la palabra, es decir, de millones de
"patronos" pequeños, medios e incluso una parte de los grandes sometidos a unos cuantos centenares de
financieros millonarios".
Tanto el capital financiero como la oligarquía financiera son el resultado del rasgo esencial, oculto, interno, del
imperialismo.
Es el antecedente de la Exportación de Capitales.
3) "La exportación de capitales, a diferencia de la exportación de mercancías, adquiere una importancia
particularmente grande (…) Lo que caracterizaba al viejo capitalismo, en el cual dominaba por completo la
libre competencia, era la exportación de mercancías. Lo que caracteriza el capitalismo moderno, en el que
impera el monopolio, es la exportación de capitales."
"En el umbral del siglo XX asistimos a la formación de monopolios de otro género: primero, uniones
monopolistas de capitalistas en todos los países de capitalismo desarrollado; segundo, situación monopolista
de unos cuantos países ricos, en los cuales la acumulación de capital ha alcanzado proporciones gigantescas.
Se produce un enorme ’excedente de capital‘ en los países avanzados.
Naturalmente, si el capitalismo hubiera podido desarrollar la agricultura, que hoy se haya en todas partes
atrasadísima en comparación con la industria; si hubiera podido elevar el nivel de vida de las masas de la
población, el cual sigue siendo, a pesar del vertiginoso progreso de la técnica, de subalimentación y miseria,
no habría motivo para hablar de un excedente de capital" (…) la posibilidad de la exportación de capitales está
determinado por el hecho de que una serie de países atrasados ha sido incorporada a la circulación del
capitalismo mundial; se han construido las principales líneas ferroviarias o se ha iniciado su construcción; se
han asegurado las condiciones elementales de desarrollo de la industria, etc.
La necesidad de exportación de capitales obedece al hecho de que en algunos países el capitalismo está ya
‘demasiado maduro’, y al capital le falta (dados el insuficiente desarrollo de la agricultura y la miseria de las
masas) campo para su inversión ‘lucrativa’.
La exportación de capitales es la emigración, el movimiento del capital sobrante o excedente de los
monopolios desde zonas de baja cuota de ganancias en lo interno de un país a zonas de alta cuota de
ganancias a lo externo del país.
La exportación de capitales internacionaliza las relaciones de explotación que lo acompaña. Es la fuente
principal de enriquecimiento de unos países a costa de otros. Surge como resultado del desarrollo desigual
del capitalismo a escala mundial, el cual ha dado lugar a la formación de un grupo de naciones atrasadas con
más baja composición orgánica del capital y, por lo tanto, con más alta cuota de ganancia. Esto es importante
para entender el surgimiento y desarrollo del Capitalismo Monopolista de Estado y el Sistema Capitalista de
Economía Mundial.
Este es el rasgo en el que el imperialismo rompe fronteras. Deviene partera del sistema capitalista, al
transmitir las relaciones de producción capitalista a todos las naciones del mundo.
Constituye el antecedente del Reparto Económico del Mundo.
4) "Se forman asociaciones internacionales monopolistas de capitalistas, las cuales se reparten el mundo (…)
Las asociaciones monopolistas de los capitalistas –cártels, consorcios, trust, sindicatos- se reparten entre sí,
en primer lugar, el mercado interior, apoderándose de un modo más completo de la producción del país. Pero
en el capitalismo, el mercado interior está inevitablemente enlazado con el exterior. Hace ya mucho que el
capitalismo ha creado un mercado mundial. Y a medida que ha ido aumentando la exportación de capitales y
se han ido ampliando en todas las formas las relaciones con el extranjero y con las colonias y las ‘esferas de
influencia’ de las más grandes asociaciones monopolistas, la marcha ‘natural’ de las cosas ha llevado al
acuerdo universal entre las mismas, a la constitución de cárteles internacionales".
(…) Pero el reparto del mundo entre dos trusts fuertes no excluye, naturalmente, un nuevo reparto si se
modifica la relación de fuerzas a consecuencia de la desigualdad del desarrollo, de las guerras, de las
quiebras, etc."
Antecede al Reparto Territorial del Mundo.
5) "Ha terminado el reparto territorial del mundo entre las potencias capitalistas más importantes (…) El rasgo
característico del período que nos ocupa es el reparto definitivo del planeta, definitivo no en el sentido de que
sea imposible repartirlo de nuevo –al contrario, nuevos repartos son posibles e inevitables-, sino en el de que
la política colonial de los países capitalistas ha terminado ya la conquista de todas las tierras no ocupadas que
había en nuestro planeta. Por primera vez el mundo se encuentra ya repartido, de modo que en lo que
adelante puede efectuarse son únicamente nuevos repartos; es decir, el paso de territorios de un ‘propietario’
a otro, y no el de un territorio sin propietario a un ‘dueño’.
"La particularidad fundamental del capitalismo moderno consiste en la dominación de las asociaciones
monopolistas de los grandes patronos. Dichos monopolios adquieren la máxima solidez cuando se reúnen en
sus manos todas las fuentes de materias primas, y ya hemos visto con que ardor los grupos internacionales
de capitalistas se esfuerzan por quitar al adversario toda posibilidad de competencia, por ejemplo, las tierras
que contienen mineral de hierro, yacimientos de petróleo, etc.".
El reparto territorial del mundo es el rasgo externo; lo que se muestra es la guerra de rapiña y de
recolonización en sí.

LA PARTERA DEL SISTEMA CAPITALISTA


En el caso del Imperio británico del siglo XIX, un ensayo precursor de John A. Hobson, de 1902, identifica
como rasgo fundamental del fenómeno las inversiones de capital en el exterior.
Lenin retomó la noción explicativa de Hobson sobre la exportación de capitales excedentes, en sus tesis sobre
los rasgos imperialistas.
El nuevo colonialismo que impulsa tiende a asegurar un espacio económico para hacer inversiones que
produzcan mayores tasas de ganancia que en la metrópoli, así como para apropiarse de materias primas y
controlar el comercio. La penetración económica requiere como condición o conduce a la dominación política.
De esta obra de Lenin se derivó una periodización que ubica la "era del imperialismo" a partir de 1870, cuando
se manifiesta plenamente la exportación de capitales.
Como categoría económica la exportación de capitales caracteriza el proceso de inversión en el extranjero de
un excedente relativo de capital que busca condiciones idóneas para su valorización.
El desarrollo de la acumulación capitalista engendra sucesivos volúmenes de capital que no pueden ser
invertidos dentro de las fronteras nacionales, pues estas no garantizan niveles apropiados de valorización, por
lo que surge entonces la necesidad objetiva de su exportación.
Con el tránsito al dominio de los monopolios el excedente de capitales adquiere un carácter crónico, pues las
altas garantías monopolistas permiten crecientes niveles de acumulación del capital y por tanto la necesidad
de su valorización los obliga a seguir exportando.
Al mismo tiempo, cuando dicho capital retorna a sus manos incrementado por concepto de ganancias
repatriadas se convierte en punto de incremento de los niveles de acumulación capitalista, ya de por si
considerablemente elevados.
La obtención de ganancias máximas sobre el capital exportado a países atrasados en su desarrollo
económico, está indisolublemente vinculada al dominio económico y político de la oligarquía financiera en los
países coloniales y dependientes, a la detención del incremento de la industria nacional en los países poco
desarrollados, al mantenimiento de bajos precios monopolistas para las mercancías que dichos países venden
y a la explotación, en ellos, de mano de obra barata.
La exportación de capitales acentúa la contradicción del imperialismo, dado que al intensificar la explotación
de los países poco desarrollados, provoca inevitablemente en ellos, al mismo tiempo; un crecimiento de la
producción industrial, la formación del proletariado industrial y de la burguesía nacional.
Inversión Extranjera Directa. Orientación geográfica del capital exportado y orientación ramal del
capital exportado
La inversión extranjera directa (IED) se define como una inversión que implica una relación a largo plazo y
refleja un interés permanente y un control por parte de una entidad residente en un país (el inversor extranjero
directo o empresa matriz) de una empresa residente en un país distinto del país del inversor extranjero directo
(empresa IED, o empresa filial o filial extranjera).
La inversión extranjera directa implica un grado importante de influencia por parte del inversor en la gestión de
la empresa residente en el otro país.
Esta inversión se refiere tanto a la transacción inicial entre ambas entidades como a todas las transacciones
subsiguientes entre estas entidades y sus filiales extranjeras, tanto si están constituidas en sociedades de
capital como si no.
La inversión extranjera directa tiene tres componentes: capital social, beneficios reinvertidos y préstamos
entre empresas. Las corrientes de IED se registran en cifras netas (créditos de cuentas de capital menos
deudas entre inversores directos y sus filiales extranjeras) en un año determinado.
Antes de la Segunda Guerra Mundial la corriente fundamental de las IED se dirigía a los países coloniales y
dependientes. Después de ella este proceso ocurre de forma contraria, son los países capitalistas
desarrollados los que más rápidamente ven aumentar el volumen de las inversiones externas en su economía.
En 1971 el valor de las IED en América Latina, Asia, y África ascendían a 40 mil millones de dólares (30%),
mientras en los países capitalistas desarrollados, ascendían a 95 mil millones de dólares lo que representaba
el 70% del total.
Los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) mundiales presentan un crecimiento espectacular durante la
década de los 90 del pasado siglo XX, con tasas anuales acumulativas del orden del 35%-45%. Los países en
desarrollo, por su parte, han venido captando alrededor de un 30% del total de estos flujos, mientras, en su
seno, los denominados países emergentes, países más dinámicos de Latinoamérica y el Sudeste Asiático,
acumulan alrededor del 90% de dichas entradas.
En los últimos 20 años se han dado cambios en la participación por regiones en los flujos mundiales de
inversión extranjera directa, la muestra el más reciente informe de la Conferencia de las Naciones Unidas
sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) por sus siglas en inglés, sobre la Afluencia de la inversión
extranjera directa por grupos de países.
Uno de los cambios más notables que se ha dado en el conjunto de relaciones económicas internacionales es
que la economía estadounidense ha pasado de acreedora a deudora, convirtiéndose en el principal país
importador de capital, lo que se puede apreciar en las Tabla#2 y Tabla#3 que muestran la Afluencia de la
inversión extranjera por países y las 10 primeras economías receptoras de IED respectivamente.
Otro de los aspectos relevantes se muestra en la Tabla#3 que muestra la profunda desigualdad en los flujos
de inversión extranjera directa hacia los países subdesarrollados, al mostrar que la inmensa mayoría de estos
es absorbido por países como China, Brasil, Hong Kong, México y otros de un desarrollo medio y alto.
Con el crecimiento del papel de los países capitalistas altamente industrializados como área de conquista por
los monopolios extranjeros y lugar hacia donde se dirige el volumen fundamental del capital exportado, se ha
producido en estos países variaciones en la estructura ramal de la inversión extranjera, haciendo que estas se
encaminen hacia el sector de los servicios.
A diferencia de las actividades extractivas e industriales sencillas, proclives a generar economías de enclave,
los servicios, caracterizados por las telecomunicaciones, la producción y distribución de energía (petróleo,
electricidad y gas), servicios financieros de todo tipo (seguros, cuentas corrientes, depósitos a plazo),
carreteras y puertos, etc., tienen una fuerte incidencia en la vida de los ciudadanos, que son consumidores
finales de los servicios prestados por las empresas transnacionales instaladas en la región.

América Latina y las Inversión Extranjera Directa (IED)


La CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) acaba de publicar un informe sobre la
inversión extranjera directa en la zona en 2004.
Algunos de los datos más destacados del informe son:
 La inversión extranjera creció un 44 %, llegando a los 56.000 millones de dólares.
 Es la primera vez desde 1999 en que se produce un aumento de la inversión.
 Los países en los que se ha registrado un mayor aumento de la inversión extranjera son Brasil y Chile.
 Tras varios años de descenso, aumenta la inversión en Argentina, aunque se mantiene en una cifra
muy reducida (1.800 millones, frente a una media de 11.561 millones anuales en el período (1996-
2000).
 Estados Unidos es el principal país inversor, dada la reducción registrada en las inversiones europeas.
 En el cuadro adjunto se pueden ver las cifras de inversión extranjera para los diez primeros destinos
en Latinoamérica y Caribe. Los dos primeros puestos están ocupados, de forma destacada, por Brasil
y México, seguidos de Chile y Colombia.

Inversión extranjera directa en 2004


(Cifras en millones de dólares)
PAIS IDE
Brasil 18.165
México 16.601
Chile 7.602
Colombia 2.352
Trinidad y Tobago 1.826
Argentina 1.800
Perú 1.392
Ecuador 1.200
Venezuela 1.144
Jamaica 605

Perspectivas de las inversiones en el mundo de hoy


- Últimas tendencias:
a) Gran descenso de las inversiones extranjeras directas en el área de la Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económicos (OCDE)…
Los flujos de inversiones extranjeras directas hacia y desde los países de la OCDE registraron entre 2000 y
2001 su caída más fuerte. El total de flujos en el área de la OCDE disminuyó de 1,27 billones de USD a 566
mil millones, equivalente a un descenso de aproximadamente 56 por ciento (Tabla #5).
A pesar de no disponer de datos empresariales de países no pertenecientes a la OCDE, los primeros indicios
sugieren que su porcentaje en las inversiones extranjeras directas globales aumentaron ligeramente en 2001,
debido a una caída menos fuerte de los flujos entrantes. Según estimaciones actuales, los flujos que salieron
en 2001 de los países de la OCDE alcanzaron 593 mil
millones de USD; de ellos 27 mil millones de USD fueron exportaciones netas, frente a los 12 mil millones del
2000.
b)… afectó a cada país de forma diferente…
El fuerte descenso de actividad afectó a cada país de una manera diferente. Las caídas más importantes de
flujos de entrada se registraron en Alemania y en Bélgica-Luxemburgo (en ambos casos, aproximadamente 80
por ciento). Esta cifra refleja una serie de transacciones históricamente notables realizadas en 2000 con
motivo del cambio de propiedad de importantes corporaciones transfronterizas.
Los países que más venían realizando inversiones directas – Estados Unidos y el Reino Unido – vieron
reducidos sus flujos de entrada hasta llegar a la misma línea que las medias de la OCDE. Los flujos hacia
Japón aumentaron comparándolos con el bajo nivel de 1999, pero en 2001 volvieron a descender un poco.
Entre las grandes economías de la OCDE, Francia e Italia resistieron la tendencia y atrajeron más flujos de
entrada en 2001.
c)… e hicieron que Estados Unidos redujese su papel de importador neto de inversiones extranjeras directas.
Aunque los flujos de salida de inversiones extranjeras directas mostraron (como era de esperarse) la misma
tendencia general que los de entrada, cabe mencionar algunas diferencias entre países.
Especialmente parece haberse debilitado en 2001 la tendencia anterior de que la consolidación de
corporaciones transnacionales afectase tanto a los flujos de entrada como a los de salida de cada país.
Aunque los flujos procedentes de Estados Unidos fueron menores que en 2000, se mantuvieron relativamente
bien y constituyeron el 21 por ciento de las inversiones salientes de los países de la OCDE en 2001. Los flujos
procedentes de Alemania tampoco cayeron demasiado en 2001, por lo que el país volvió a su papel de antes
de 2000 de exportador neto.
Por otra parte, países como el Reino Unido y Suecia vieron reducidos sus flujos salientes de inversiones
extranjeras directas en casi un 85 por ciento.
d) Datos de fusiones y adquisiciones para la primera mitad de 2002…
Una indicación de los flujos de inversiones extranjeras directas en la primera mitad de 2002 se puede deducir
de los datos de fusiones y adquisiciones en este mismo periodo. Las fusiones y adquisiciones son un
indicador especialmente importante de estos flujos en los países miembros de la OCDE, en el sentido de que
casi todas las inversiones directas transnacionales efectuadas en estos países (al menos por su valor) son
cambios de propiedad de empresas existentes.
En lo que se refiere a las inversiones procedentes de empresas de los países de la OCDE en países fuera de
la organización, hay cada vez más que desde hace diez años participan en privatizaciones, adaptándose de
forma creciente las inversiones extranjeras directas a los flujos de fusiones y adquisiciones.
e)… indica que continúa la caída, si bien a un ritmo más lento.
Los flujos de entrada por fusiones y adquisiciones en los países de la OCDE entre enero y junio de 2002
alcanzaron casi los 200 mil millones de USD, después de los 636 mil millones de USD de 2001. Si se toman
como representativos los primeros meses de 2002, esto indica que los flujos de entrada por fusiones y
adquisiciones (y, por extensión, de las inversiones extranjeras directas) en todo el año llegarán a alcanzar
entre 450 a 500 mil millones de USD, lo que equivale a una caída de un 25 por ciento.
Los flujos de salida en los cinco primeros meses del año sumaron 185 mil millones de USD, lo que en un año
indicaría una caída media aproximada de 20 por ciento. Si estas cifras se ven confirmadas, los flujos de
entrada y salida de la OCDE en 2002 quedarían reducidos a su nivel más bajo desde 1997.
f) La disminución de flujos de entrada hacia Estados Unidos es especialmente pronunciada
De un importante cambio en la composición del país que tuvo lugar en la primera mitad de 2002 se podrían
desprender algunas observaciones interesantes. Lo más notable es que el porcentaje de EE.UU. en los flujos
totales de entrada de la OCDE disminuyó del 30 por ciento en 2001 a tan sólo el 17 por ciento en los primeros
meses de 2002.
De hecho, si se toma la primera mitad de 2002 como representativa para todo el año, más de la mitad de la
disminución total de flujos entre 2001 y 2002 se deben a la caída de fusiones y adquisiciones en la economía
de Estados Unidos.
Por otra parte parece haber aumentado la relativa importancia de las economías de la Europa continental con
Francia y Alemania como receptoras de más del 20 por ciento de todos los flujos de entrada de fusiones y
adquisiciones en la primera mitad de 2002, desde el 14 por ciento en todo 2001. Toda una serie de países
pequeños de la OCDE vieron así mismo incrementados sus flujos globales por fusiones y adquisiciones.
Conclusiones
La comprensión de los fenómenos y características típicas del Imperialismo, la fase del sistema capitalista a la
cual nos enfrentamos día a día, y con la cual estamos obligados a convivir por su preponderancia en todos los
sectores del actual orden mundial, nos permite adaptarnos a un contexto global netamente capitalizado y
dirimir en igualdad de condiciones las reformas de tipo económico, financiero y político que se nos tratan de
imponer a los países subdesarrollados.
Además el conocimiento de las leyes que rigen la dinámica economía mundial, en la medida de nuestras
modestas posibilidades, permiten amortiguar los posibles efectos de la penetración imperialista en nuestras
frágiles economías. De la medida en que logremos combatir con éxito las secuelas del injusto sistema
económico mundial depende nuestra supervivencia como Estados independientes, la Historia tendrá la última
palabra.

También podría gustarte