- LOS COMUNISTAS ESTAMOS EN LA CONVICION HISTORICA QUE, LA
REVOLUCION PROLETARIA DE CARÁCTER MUNDIAL PONDRA FIN A LA EPOCA DEL IMPERIALISMO. El imperialismo por sus características esenciales se desarrolla y se pone en la picota de decadencia socio-histórico, la supuesta permanencia de los nuevos monopolios del estado mundial los carcome la saturada decadencia, descomposición social y barbarie, en la que subyace la bancarrota del neoliberalismo; las contradicciones que derivan en las recurrentes crisis económicas de los monopolio de producción y circulación, monopolio del capital financiero, el monopolio del dólar estadounidense y la propiedad intelectual, el nuevo monopolio de la alianza oligárquica internacional; que nos impone un único camino a las confrontaciones de clase, en la salida vertebral de la revolución social entre el capital y el trabajo. Al ubicar las formas de explotación, guerras de baja intensidad o asimétricas que profundizan el despojo brutal que maximizan las ganancias, también profundizan las contradicciones inter-burguesas entre oligarquías nacionales y monopolios que, dan lugar a una competencia desigual por el control de los mercados, “…centralizando todo el capital y todos los ingresos, transformando miles y miles de empresas económicas dispersas en una única economía nacional, capitalista, y luego en una economía capitalista mundial”. (Lenin). Al sentar las bases de la era del imperialismo, trajo consigo la ley del desarrollo económico y político desigual, en aras de expandirse en el extranjero y redistribuirse el territorio del mundo; el capitalismo llevó a cabo un cambio estratégico hacia políticas neoliberales y evolucionó después de la pos-guerra fría hacia su fase neoimperialista. En el contexto de la globalización económica y la financiarización, las nuevas estructuras monopólicas, las corporaciones multinacionales muestra que, en la nueva fase imperialista construida alrededor de la globalización del capital, la concentración de la producción y el capital están integrados en la red de producción y comercio internacional. Los gigantes capitalistas privados que se apoderan de más riqueza social, el capital monopolista profundiza su control y explotación del trabajo. Esto conduce a la acumulación de capital a escala mundial, agravando el exceso de capacidad global y la polarización entre ricos y pobres. La socialización e internacionalización de la producción y la circulación han experimentado un gran salto durante la era de la globalización económica capitalista; la globalización financiera y la liberalización ciertamente han establecido un sistema financiero global unificado y abierto. El capital financiero ha obtenido volúmenes crecientes de ganancias monopólicas a través de la inversión extranjera, nuevas empresas comerciales y fusiones y adquisiciones transfronterizas; el capital se dirige a esquemas especulativos, aumentando el volumen de activos ficticios en la economía virtual. El problema del colapso del capitalismo imperializado y su Estado central, en las nuevas condiciones de mundialización neoliberal, imposibilitan que los capitalismos nacionales dependientes, de la periferia o neocoloniales, escamoteen las crisis, el capitalismo parecía proclamar el “fin de la historia” o “el choque de civilizaciones”, cuando la situación se ha tornado insostenible para los más pobres. Las hambrunas, las pandemias, el tráfico internacional de trabajo esclavo de los niños y de las mujeres, el juego vergonzosamente de la democracia en países neocoloniales, el narco- imperialismo y otras lacras del sistema ha exacerbado las contradicciones durante décadas en nuestro país. Son nuevas pruebas de la necesidad acrecentada de desvalorización de la fuerza de trabajo que constituye la expresión máxima de la destrucción de fuerzas productivas. La idea de un mercado perfecto, mecánico y totalmente liberado de controles estatales o de intervenciones externas. Los intelectuales orgánicos del sistema, travestis de la política y monaguillos de izquierda, hoy pregoneros de la política neoliberal; pone en la discusión de nuevo cuño sobre la teoría del imperialismo debe darse sobre el plano de los cambios que se han operado en ese objeto, aparentemente abstracto y elusivo, que es la realidad económica, social y política del presente. Los problemas fundamentales de la economía y de la política del imperialismo reformaría el orden después de la Segunda Guerra Mundial basado en la soberanía y en un sistema multilateral, con la hipocresía de aborrecer la opresión colonial. Pero, el marxismo-leninismo de todos modos, lo aceptaba como un estadio posible en el camino del progreso hacia el capitalismo mundial y, eventualmente, hacia el socialismo mundial ; entendió que podía brotar de ella una revolución popular capaz de orientarse en un sentido socialista. Nuestro Partido Comunista de México marxista-leninista, seguirá guiando al pueblo, la clase obrera, los campesinos semiexclavos y los sectores proletarizados de la sociedad, en la guerra más salvaje que haya visto la humanidad, en una lucha de vida o muerte, en estos momentos en que el mundo entero se ha levantado en pie diversos fantasmas del comunismo mundial, para abatir la bestia feroz, el imperialismo en su fase actual; asimismo, el fascismo, que ensangrienta e intenta subyugar más y más con la sobre explotación y extracción inhumana de ganancias; la ironía marxiana de que “él no era un marxista” se convirtió en verdad, el ropaje no ayuda a la gran marcha de la locomotora de la historia que arrastra a militantes comunistas en la misión de la revolución social popular por el Socialismo y el Comunismo. El aspecto clave que se deriva del desarrollo de la lucha contra el fascismo es la de la recuperación por los marxista-leninistas y el movimiento antifascista de una articulación dialéctica entre democracia y transformación de la sociedad, Carlos Marx, el crítico más agudo de la totalidad capitalista, el descubridor de la ley última por la que se mueve la sociedad actual y pensador de la negación radical del capitalismo; …. mudaron en un santiamén su filiación marxista por una profesión de fe ultraliberal. Muchos de ellos encontraron empleo en el mercado de conciencias, otros se asumieron postmarxistas, no pocos devinieron sicofantes, mientras que otros siguen buscando su identidad perdida en la nueva izquierda variopinta del siglo XXI.
La incapacidad epistémica para la comprensión crítica del fundamento
universal del capitalismo condujo (y conduce) al eclecticismo, pragmatismo como praxis filosófica y escepticismo filosófico, al reformismo, al oportunismo político y a la asunción del capitalismo imperialista y su fase neoimperialista. Como forma natural de existencia humana, como fruto de las nuevas contradicciones de clase, internas y externas.
Las quimeras imperialistas de bienestar humano, desarrollo, democracia,
paz y libertad se evidenciaron como vulgar metafísica y sus “verdades” que devinieron en falacias pragmáticas de la tierra prometida del capital, instalando en el capitalismo, la dominación del frío cálculo de las ganancias, el individualismo, la exclusión social, la violencia, el narcotráfico, la prostitución, el desempleo, la falta de pan, la vivienda, la educación y la salud.
La irracionalidad y el despotismo universal del capital se recrean en los
salvajes patrones de acumulación transnacional y en las tendencias fascistoides de los gobiernos burgueses y de sus complejos militares- industriales, en la pobreza extrema, la miseria, las guerras de recolonización y exclusión social de la clase obrera de la tierra; cuando se exacerban las contradicciones sistémicas del capital transnacional y sus pugnas interimperialistas. Las guerras y todas las formas de violencia inherentes al actual orden burgués producen y reproducen la dominación neocolonial del capital imperialista y de forma aterradora tiende al exterminio de la humanidad. Se puede afirmar que es la hegemonía militar y el fraude de Estados Unidos lo que proporciona la causa fundamental de la inestabilidad generalizada, guerras locales constantes, aumento de amenazas de guerra y crisis de refugiados en todo el mundo.
Las contradicciones antagónicas multilaterales, como capital-trabajo, valor
de uso-valor de cambio, producción social-apropiación en su compleja diversidad revolucionaria, pero en esencia serán universales, proletarias y comunistas;
sino la consecuencia necesaria de la socialización de la producción operada
por el capitalismo. Convirtieron el socialismo en la ciencia que permite suprimir el obstáculo del capitalismo y continuar el progreso social.