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Tarea N° 3: “Normas que defienden el régimen penitenciario peruano”

La ejecución de la pena de prisión es un tema de vital importancia ya que es la

aplicación o puesta en práctica de la sanción impuesta por el Tribunal en una sentencia, es

decir, es un procedimiento por medio del cual se materializa y se lleva a cabo lo dispuesto en

sentencia.

Teniendo claro eso, es necesario apuntar que esa aplicación o materialización de la

pena privativa de libertad en ocasiones se ve alterada por los llamados “beneficios

penitenciarios”, creados estratégicamente por el legislador, los cuales pueden variar la pena

impuesta del Juzgador en sentencia al establecer una más beneficiosa con la intención

primordial de buscar la rehabilitación de los condenados y una atenuación del periodo de

reclusión.

Los beneficios penitenciarios, son “aquellas medidas que permiten la reducción de la

duración de la condena impuesta en sentencia firme o la del tiempo efectivo del

internamiento”[1], en ese sentido, se puede afirmar que los beneficios penitenciarios son

aquellos privilegios, estímulos o incentivos que se otorgan a un recluso, teniendo el efecto de

acortar o disminuir la pena de prisión impuesta por el Tribunal en sentencia, con la condición de

que el privado de libertad ajuste su comportamiento de acuerdo a las reglas de convivencia

social, y cumpla los requisitos que establece la normativa para poder ser un candidato apto

para la concesión de dichos premios.

Atreves de los beneficios penitenciarios, se acorta la duración material o efectiva del

condenado en la prisión, o sea, que el Juzgador impone una cantidad de pena, pero si se

concede algún beneficio carcelario, la duración de la pena impuesta de privación de libertad va

a variar y reducirse.
Nuestra legislación de ejecución penal en su artículo 42º señala 5 beneficios

penitenciarios: Permiso de salida, redención de la pena por el trabajo y la educación, semi-

libertad, liberación condicional, visita íntima y otros que se encuentran regulados en el artículo

59º del mismo Código de Ejecución Penal y son consideradas como recompensas: autorización

para trabajar en horas extraordinarias, desempeñar labores auxiliares de la Administración

Penitenciaria, que no impliquen funciones autoritativas, concesión extraordinaria de

comunicaciones y visitas y otras que determine el Reglamento.

El Código de Ejecución Penal en los artículos 48, 50, 53 y 55, establece los requisitos y

presupuestos para conceder los beneficios penitenciarios de semi libertad y liberación

condicional, los cuales consisten en a) Que ha cumplido para la mayoría de delitos, una

tercera parte de la pena (para semilibertad) y la mitad de la pena (Liberación condicional) y,

siempre que no tenga proceso pendiente con mandato de detención; b) Así mismo, establece

que ambos beneficios penitenciarios serán concedidos: en los casos que la naturaleza del

delito cometido, la personalidad del agente y su conducta dentro del Establecimiento

Penitenciario, permitan suponer que no cometerá nuevo delito. Debiendo el Juez y en su caso

el Fiscal, pronunciarse del expediente organizado por el Consejo Técnico Penitenciario con los

documentos y certificados establecidos en los Art. 49 y 54 del Código de Ejecución Penal [2].

En realidad el trabajo y la educación se encuentran legislados en el código de ejecución

penal como parte del tratamiento penitenciario, en el título III, Capitulo II y III, dentro del cual se

le define y se establece los presupuestos para su goce, y también se encuentra regulado en

título II, capítulo IV, en lo que corresponde a beneficios penitenciarios, sección II: Redención de

la Pena por trabajo y educación, de la misma forma se encuentra regulado en el Reglamento

del Código de Ejecución en la parte pertinente. Es así que según los artículos 44 y 45 del

Código de Ejecución Penal se tiene que el interno redime un día de pena por dos días de
trabajo o de educación, pero hay que tener en cuenta que éstos no son acumulables cuando se

realiza en forma simultánea.

En el texto del artículo 46 del mismo código mencionado, nos señala que existen casos

especiales de redención y dentro de éstos menciona a los delitos tipificados en los artículos

129, 173, 173 A, 200, segunda parte, 325 a 332 y 346 del Código Penal, en los cuales el

interno redime la pena mediante el trabajo o la educación a razón de un día de pena por cinco

días de labor efectiva o de estudio, según sea el caso; y según el artículo 47 del mismo cuerpo

legal, señala que para los delitos tipificados en los artículos 296, 297, 301, 302 y 319 a 323 del

Código Penal, el beneficio de la redención de la pena por el trabajo o la educación no es

aplicable a los agentes sentenciados por estos delitos.

Otro beneficio penitenciario es la visita íntima al que pueden acceder las personas

privadas de libertad procesadas o sentenciadas, que tengan la condición de casados o

convivientes. La administración penitenciaria calificará la situación de convivencia de los

internos que, no siendo casados, tienen relaciones afectivas permanentes [4].

La visita íntima la concede el director del establecimiento penitenciario al interno que

cumpla los siguientes requisitos: 1 Solicitud al director del establecimiento penitenciario

indicando los datos de identidad de su pareja; 2 Copia simple de la partida del matrimonio civil

o religioso o cualquier otro documento que acredite la relación de convivencia;3 Informe médico

que certifique que el interno no adolece de enfermedades de transmisión sexual; y, 4

Certificado médico de fecha reciente expedido por el área de salud en el que se indique que él

o la cónyuge o conviviente no adolece de enfermedades de transmisión sexual[5].

En ese sentido, el director remitirá la solicitud del interno al Órgano Técnico de

Tratamiento para su evaluación y verificación en un plazo no mayor de diez días. Con su

opinión, el director resolverá lo solicitado en un plazo no mayor de tres días hábiles. Si la


solicitud fuera declarada improcedente el interno podrá interponer recurso de apelación que

será resuelto por el Consejo Técnico Penitenciario en un plazo no Reglamento del Código de

Ejecución Penal 53 mayor de cinco días hábiles [6].

BIBLIOGRAFIA

[1]https://www.ucipfg.com/Repositorio/EPDP/Curso003/bloques%20academicos/UNIDA

D-03/3.3.pdf

[2] Código de ejecución penal de 1991

[3] Código de Ejecución Penal de 1991 artículo 65º

[4] Código de Ejecución Penal de 1991, artículo 197°

[5] Código de Ejecución Penal de 199, artículo 198°

[6] Código de Ejecución Penal de 1991, articulo 199°

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%20hacinamiento%20penitenciario%20(1).pdf

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