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“Análisis de la evolución de la política criminal en Iberoamérica”

Shaquira del Carmen Alberca Rebaza 1

I. Introducción

La criminalidad es un fenómeno que se ve afectada por todas las sociedades; sin


embargo, los países que están formados en Iberoamérica presentan las tasas más
altas de criminalidad, lo que ocasiona que este problema sea de interés
académico para que de tal manera se pueda determinar las consecuencia y
causas del por qué las políticas criminales implementadas no tienen resultados
positivos, ya que por el contrario los estudios demuestran el incremento de la
violencia.

Como sabemos la finalidad del derecho penal es a prevención de delitos y faltas


como medio para proteger a la sociedad y es través de las políticas criminales que
se ofrece herramientas para cumplir con la finalidad antes señalada.

En ese sentido, no es un secreto que la política criminal en el Perú ha venido


presentando cambios negativos, lo cual se ve reflejado en las estadísticas, en el
pensar de los ciudadanos y en la inseguridad del vivir cotidiano; y es que la
criminalidad amenaza brutalmente a la sociedad peruana, lo que ha traído como
consecuencia el incremento de la delincuencia y de la criminalidad organiza y ello
como consecuencia de la evolución de los diferentes fenómenos sociales,
económicos y políticos determinantes del tipo de Estado que gobierne. Es por ello
que está presente la necesidad de buscar soluciones fiables para que la evolución
sea positiva; es decir, que las políticas criminales implementadas por los
legisladores deben ser dinámicas y teniendo como visión la realidad nacional, más
aún cuando somos conscientes que en nuestro país no ha existido una política
criminal adecuada.

1
Alumna de la maestría en Ciencias Penales de la USMP.
II. Desarrollo

El origen de la política criminal según la dogmática penal fue a finales del siglo
XVII y comienzos del siglo XIX en Alemania; si bien no se ha logrado precisar cuál
es la comienzo doctrinario autorizado para definirla, el primer punto fue utilizado
por el maestro Cesar de Baccaria, en los años 1738 y 1774 quien diagnostico esta
problemática social en su obra de los delitos y penas condicha obra se propuso
encontrar la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. (Moreira, 2013)

Asimismo, el termino de política terminal según (Lopez, 1985) es lo siguiente:

“Fue elaborada por penalistas y correccionalistas, los primeros


sumergidos casi exclusivamente en el delito como ente jurídico y los
segundos en la rehabilitación del delincuente sin ocuparse
detenidamente de la correlación existente entre criminalidad y
desarrollo, que dicha correlación era fenoménicamente inherente a
toda la sociedad y que sólo modificando amplia y profundamente la
estructura de ésta podía reducirse la criminalidad a una extensión
soportable.”

Para (Díez, 2018), la política criminal es un saber práctico cuyo objetivo es diseñar
y poner en práctica una estrategia sistemática y eficaz de lucha contra el delito
mediante la intervención estatal. No es, por consiguiente, un saber teórico, por
más que se sirve, de hecho, precisa de determinados conocimientos empíricos
para desarrollar su pretensión. Por lo tanto, elabora sus propuestas de lucha
contra la delincuencia a partir de un conocimiento etiológico del delito, de las
causas que lo originan.

Para definir la política criminal nos podemos al conjunto de estrategias diseñadas


por el poder estatal y el grupo sistemático de aquellos fundamentales principios
para poder sostener la lucha contra la criminalidad por medio de la pena y de sus
instituciones afines en materia de prevención para erradicar la lucha contra la
criminalidad.
Es de tener en cuenta que las ciencias penales juegan un rol importante en la
política criminal, siendo su tercer objetivo el de nuestro interés debido a que se
circunscribe en una tarea política que gravita en pilotar y orientar al legislador en el
planteamiento de las políticas criminales que se implementarán mediante
principios que aseguren que las penas impuestas darán un mejor resultado y
salvaguardando los derechos fundamentales de la persona.

La política criminal se configura como un saber aplicado y dirigido al legislador; es


decir, al poder político, que le indica los contenidos prescriptivos necesarios para
tener eficacia en la reducción de la delincuencia mediante la aplicación de penas y
medidas de seguridad sobre delincuentes aislados; los efectos indirectos de esas
penas y medidas sobre el conjunto de la sociedad o sobre colectivos singulares de
ella, no son despreciables, pero quedan en un segundo plano.

Por ello, es que una excelente política criminal ofrece a través de programas las
causas del delito; así como la forma y modo de contrarrestarlas; por lo cual el
legislador debe proporcionar un saber científico-aplicado bajo cuya guía y
asesoramiento se ha de evaluar críticamente el derecho penal vigente, se ha de
reformar, y se ha de valorar su desempeño en el futuro. Asimismo, para sacar
adelante esta estrategia de lucha contra el delito es preciso que el legislador
reconfigure el derecho penal de modo que esté en condiciones de proteger los
bienes jurídicos mediante un uso eficaz de los efectos de la pena y la medida de

Por su parte (Roxin, 2007) considera que la elaboración de la política criminal no


debe basare en “pareceres subjetivos y arbitrarios, irrelevantes legislativamente,
sino deben desarrollar los mandatos de la Constitución concretándolos, es decir,
especialmente el principio de Estado de Derecho y Estado Social, la validez
absoluta de la dignidad humana, la importancia de los derechos fundamentales y
los resultados de la discusión internacional de reforma. Ésta es una genuina tarea
científica y que solamente puede ser llevada a cabo competentemente por
científicos”.

Por lo expuesto, considero que el aumento de los índices de criminalidad tanto en


el Perú como en Iberoamérica es debido a la ineficacia de las políticas criminales
implementadas por el Estado, dando surgimientos a nuevos problemas sociales y
si bien los órganos estatales han puesto énfasis en la reducción de la criminalidad
estos se han vistos acentuados con la corrupción.

III. Conclusiones
- La finalidad de la política criminal es la prevención y la erradicación de la
criminalidad.
- Las autoridades de todos los niveles deben asumir la responsabilidad de
combatir la violencias y criminalidad, analizando los principales problemas
de su comunidad.
- El Perú necesita de manera urgente la elaboración de la elaboración de una
política criminal del estado que sea producto de un debate con todos los
actores representativos de la sociedad.

Referencias
Díez, J. (2018). El papel epistémico de la política criminal en las ciencias penales:
la contribucion de v. Liszt. Revista Electronica de Ciencia Penal y
Criminologia, 1-31. Obtenido de http://criminet.ugr.es/recpc/20/recpc20-
12.pdf

Lopez, M. (1985). Compendio de criminología y política criminal. España.

Moreira, D. (2013). Evolución de la Política Criminal. Ensayo para optar el Título


de Abogado. Universidad Nacional de Loja, Loja, Ecuador. Obtenido de
https://dspace.unl.edu.ec/jspui/bitstream/123456789/16904/1/Darwin
%20Daniel%20Moreira%20Celi.pdf

Roxin, C. (2007). Teoria del delito en la discusion actual (Primera ed.). (M.
Vásquez, Trad.) Lima.

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