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PSICOLOGÍA FORENSE. CONCEPTOS BÁSICOS.

La psicología forense, también llamada psicología legal, es una rama de la


Psicología jurídica que se ocupa de auxiliar al proceso de administración de Justicia en
el ámbito tribuna licio. Es una división de la psicología aplicada relativa a la recolección,
análisis y presentación de evidencia psicológica para propósitos judiciales. Por tanto,
incluye una comprensión de la lógica sustantiva y procesal del Derecho.

La disciplina de la psicología forense fue propuesta por profesionales en


medicina, psicología, derecho y psiquiatría, ya que como son ciencias humanas y del
comportamiento, se unen para implementar de forma práctica una mejor colaboración y
cubrir la necesidad de intervención de los psicólogos en los diferentes procedimientos
judiciales.

El desarrollo según Marín M., Espacia A... (2009) fue creciendo en 4 etapas:

 En los años 1930 la psicología forense fue orientada solamente hacia el área de
testificación.
 De 1930 - 1950 se vio motivada por la diversificación y sufrió un cambio
definiendo como “psicologismo jurídico” para fundamentar un formalismo legal
 1950 - 1970, comienza a surgir la necesidad de tener psicólogos calificados y
expertos para establecer responsabilidades sobre las cuestiones criminales.
 A partir de los setenta se incrementa un gran impulso de demandas
convirtiéndose el nombre a psicología Forense y a partir de 1981 la American
Psychology Association creó la división 41 (psicología jurídica) en la que se
implementó como rama la psicología forense.
La psicología forense es una disciplina que mezcla elementos tanto de la psicología
tradicional como del sistema de justicia. Entre sus competencias se incluyen algunas
como la comprensión de los principios legales fundamentales, además del
conocimiento de las leyes legales para que sus practicantes puedan interactuar de
forma adecuada con todos los integrantes del sistema de justicia.

Los comienzos de la psicología forense se dieron en 1879, cuando Wilhelm Wundt,


uno de los primeros psicólogos de la historia, fundó su primer laboratorio en Alemania.
Ya en este punto se empezó a estudiar la relación entre el comportamiento humano y
la criminalidad. Desde entonces, el campo de la psicología forense no ha dejado de
crecer.
Por ejemplo, Cattell (uno de los investigadores más importantes en el campo de las
diferencias individuales) llevó a cabo una serie de investigaciones sobre la psicología
del testimonio. En ellas descubrió que los testigos a menudo cometían una gran
cantidad de errores, incluso cuando decían estar seguros de lo que habían visto.

Durante esta misma época, Alfred Binet (otro de los psicólogos más importantes del
siglo XIX) replicó las investigaciones de Cattell y estudió los resultados de otros
famosos experimentos psicólogicos y la manera en que estos se relacionaban con la
justicia y el comportamiento criminal.

Durante los siguientes años se siguieron realizando algunas investigaciones de este


tipo de forma individual, pero no fue hasta bastante más tarde cuando la psicología
forense empezó a establecerse como una disciplina independiente.

Durante los últimos años del siglo XIX, los psicólogos actuaban como expertos en
algunos juicios especiales en toda Europa. Por ejemplo, en 1896 se tiene constancia de
que un psicólogo llamado Albert von Schrenck – Notzing dio su testimonio en un caso
de asesinato, hablando sobre los efectos de la sugestionabilidad sobre los relatos de
los testigos.

En las décadas siguientes, además, comenzaron a aparecer los primeros intentos


teóricos de relacionar la actividad forense con la ciencia del comportamiento humano.
Por ejemplo, en 1908 un psicólogo llamado Hugo Munsterberg publicó un libro con el
título En los zapatos del testigo, en el que defendía la importancia de utilizar la
psicología en el ámbito legal.

Fueron muchos los psicólogos que defendieron esta postura a lo largo de los
siguientes años; y algunas innovaciones, como el descubrimiento de que la presión
arterial aumenta cuando se está mintiendo (lo que permitió la invención del moderno
polígrafo) hicieron avanzar en gran medida la causa de la psicología forense.

Sin embargo, no fue hasta 1923 cuando por primera vez se sentó precedencia en el
uso de testigos expertos en juicios, con el caso de Frye contra los Estados Unidos. A
partir de este momento, el desarrollo de la psicología forense se aceleró en gran
medida.

Crecimiento de la psicología forense

Sin embargo, a pesar de todos estos avances la psicología forense no se estableció


como una disciplina diferenciada hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Antes
del estallido de este conflicto, los expertos en el comportamiento humano ya podían
ejercer de testigos especializados en juicios; pero solo podían hacerlo en aquellos en
los que se pensaba que no se metían en el terreno de los médicos, que eran
considerados fuentes más fiables.

Por suerte, poco a poco el reconocimiento de la psicología forense fue creciendo


poco a poco hasta llegar a nuestros días. En 2001, esta disciplina fue reconocida como
una especialización oficial por la APA (American Psychological Association),
convirtiéndose así en una de las ramas más jóvenes de la psicología.

Hoy en día, son muchas las universidades que ofrecen cursos especializados en
esta disciplina, a menudo mezclando la psicología con la criminología. Además, cada
vez son más los especialistas que eligen formarse en esta especialidad una vez que
han terminado sus estudios básicos.

Así, la psicología forense se está volviendo cada vez más popular, y los expertos
en ella son muy solicitados en todo tipo de procesos legales y jurídicos.

En Barcelona Emilio Mira y López publican el "Manual de Psicología Jurídica"


con el que cual podía ofrece un objetivo de informar y proporcionar conocimientos que
a la psicología les parecería más efectiva en su tarea. En 1962 en EE.UU. se
considerará error judicial rechazar la peritación de un psicólogo respecto de su área de
especialización, La Asociación Psiquiátrica Americana elevó su protesta en forma y su
oposición a la no admisión del psicólogo como perito.

En los setenta se introdujeron tópicos a la psicología forense como: testificación,


jurados, conducta legal y magistrados, retractación y sentencia juvenil, justicia,
negociación, sistemas judiciales legales, negociación, sistemas judiciales justicia civil .

Varela, M. (2014) plantea que la psicología forense, pericial o psicología aplicada


a los Tribunales, es una rama de la Psicología Jurídica que desarrolla sus
conocimientos y aplicaciones con la finalidad de apoyar, con sus resultados, el trabajo
jurídico en la Sala donde haya que impartir Justicia. Tiene como objetivo auxiliar al juez
en la toma de decisiones.

Un aspecto importante de la Psicología Forense es la capacidad de testificar ante un


juzgado en condición de perito experto, reformulando hallazgos psicológicos en el
lenguaje legal de los juzgados para proveer información al personal legal de una forma
que pueda ser entendida y aprovechada. En cada país, los psicólogos forenses deben
entender la psicología, reglas y estándares sistema jurídico nacional para que sean
considerados como testigos creíbles. Es fundamental el entendimiento del modelo
acusatorio bajo el cual funciona el sistema. También existen reglas sobre la
presentación oral de la pericia, e incluso, la falta de una comprensión firme de los
procedimientos judiciales resultará en la pérdida de credibilidad del psicólogo forense
en el juzgado y su eventual recusación para excluirlo del proceso. Un psicólogo forense
puede ser entrenado en psicología clínica, social, organizacional o cualquier otra rama
de la psicología, sin embargo la adecuada comprensión teórica y experiencia práctica
en evaluación psicológica a través de instrumentos psicométricos y proyectivos así
como de la psicopatología son fundamentales para la práctica pericial.

En la Psicología Jurídica y Forense se ha hecho énfasis en el conocimiento


generado y aplicado que se base en la evidencia científica. Especialistas en otras áreas
de la psicología como: clínica, o neuropsicología, educativa, etc. pueden actuar como
peritos o expertos, será el psicólogo forense, por su formación específica, el
especialista en la realización de las valoraciones psicológicas en el ámbito legal.

Generalmente, las preguntas que se proponen a los psicólogos forenses en el


tribunal no son relativas a cuestiones psicológicas, sino más bien legales; y la
respuesta debe ser en un lenguaje que el tribunal comprenda. Algunos aspectos que
comúnmente son objeto de interrogación del sistema judicial a los psicólogos forenses
son la competencia del acusado para someterse a juicio y ejercer su legítimo derecho a
la defensa, o que se dictamine el estado mental del procesado al momento de cometer
el crimen por el que es acusado, de forma de conocer la comprensión de la
criminalidad del acto punible y la capacidad del imputado para dirigir sus acciones al
momento de la comisión del delito, lo que tiene una incidencia directa sobre
la responsabilidad penal que se le pueda imputar.

También es función de los psicólogos forenses proveer recomendaciones con


respecto a las condiciones de ejecución de la sentencia y al tratamiento que debe
seguir el acusado, así como cualquier otra información que el juez requiera, como la
referida a factores atenuantes, agravantes o eximentes, la valoración de la probabilidad
de reincidencia y la evaluación de la credibilidad de los testigos. La Psicología Forense
implica también capacitar y asesorar a policías, criminalistas u otro personal oficial de
las fuerzas públicas de seguridad para proveer información psicológica relevante para
el perfilamiento criminal de presuntos actores de hechos punibles.

Rol del Psicólogo Forense en auxilio del Poder Judicial.

¿En qué consiste su buena práctica?


La buena práctica consiste en la elaboración e implementación del Protocolo de
Intervención en Psicología Forense como una  pauta de trabajo a seguir.

¿Cómo nace o con qué objetivo?


El Protocolo de Intervención en Psicología Forense nace con el fin de contar con una
guía dedicada a la atención de niños/as y adolescentes en situación
de vulnerabilidad de sus derechos, siendo una tarea compleja, que requiere de la
práctica profesional ética y responsable por parte del profesional psicólogo, por lo que
debe ser plenamente consciente del alcance de su intervención y las delimitaciones del
abordaje. Dada su complejidad, hace necesaria la existencia de un protocolo de
actuación que avale la labor del profesional y promueva la coordinación de la misma,
facilitando de esta manera la toma de decisiones requeridas.

A partir de ello se plantean los siguientes objetivos:


Objetivo General
 Definir el quehacer profesional de los psicólogos forenses insertos en el Sistema
de Justicia para el trabajo como Auxiliares de la Justicia en los Juzgados de Niñez y
Adolescencia.
Objetivos Específicos
 Describir el trabajo interdisciplinario del Psicólogo Forense.
 Facilitar y homogenizar la evaluación de los Profesionales Psicólogos.
 Desarrollar las garantías en el proceso de obtención de la información, de
manera a que la misma sea exacta, verificable y fiable.
 Utilizar métodos como: la entrevista, la aplicación de tets y
cuestionarios psicológicos, que sean contrastables, comprensibles y útiles.
¿Cómo funciona la buena práctica (dentro de algún  proceso de trabajo, como
mecanismo de rendición de cuentas, de acceso a la información, de control y
transparencia, etc)?
Entre las funciones del Psicólogo Forense se encuentran:
 Realizar Evaluaciones Psicológicas solicitadas  por  el  Juzgado de la Niñez y
Adolescencia, a fin de emitir un diagnóstico correspondiente al estado Psíquico del
niño/a o adolescente.
 Elaborar los Informes Psicológicos, a  fin  de  que  los  mismos sean remitidos a
los Juzgados, por las vías correspondientes.
 Participar en  las Constituciones de  los  domicilios, según  lo solicite el Juzgado.
 Entrevistar al niño/a o adolescente en Cámara Gessell,  en casos solicitados por
el Juzgado.
 Participar de las Audiencias Judiciales acompañando al niño/a e informar la
impresión diagnostica sobre el mismo.
 Participar en las reuniones de Psicólogos(as) y  Trabajadores(as) Sociales de
los Equipos Interdisciplinarios.
 Defender el Informe Psicológico realizado al niño/a o adolescente, a pedido
del Juzgado en los Juicios Orales.
 Acompañar al niño/a en los regímenes de relacionamiento. Asistir a las
actividades de  formación científica y académica (capacitaciones, seminarios,
conferencias, intercambios, post- grados, etc.)  orientadas por la Corte Suprema de
Justicia.
 Del mismo modo se exponen las funciones del  Asistente del Psicólogo Forense,
la aplicación y corrección de test y cuestionarios psicológicos (acompañamientos).

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