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do de certeza de la real existencia del injusto

PRUEBA reprochado, ya que aun cuando la modalidad


Abuso sexual. Testimonio de la menor víctima. de contacto del encartado consu hija en ciertas
Apreciación de la prueba, informe psicológico. situaciones pueda calificarse de p oco feliz,
esto es, no ocultarse al orinar o dejarse ver la
desnudez, no alcanza para vencer el principio
de inocencia que le asiste.
Hechos: L a a b u e la y la m a d r e d e u n a n iñ a
ele c in c o a ñ o s d e n u n c ia r o n q u e e l p a d r e d e l a 2
Es im procedente con den ar al im putado en
m e n o r a b u s a b a se x u a lm en te d e é s ta m e d ia n te
orden al delito de abuso sexu al agravad o
t o c a m ie n t o s in v erecu n d o s. E l p r o g e n ito r f u e
p or el vínculo con sustento en las m anifes­
i m p u t a d o en o r d e n a l d e lito d e a b u s o s e x u a l
ta cio n e s v ertid as p or la supuesta v íctim a
a g r a v a d o p o r e l v ín cu lo . E l T r ib u n a l e n lo
m en or de edad, p or la abuela y m ad re de
C rim in a l c o n d e n ó a l e n c a r t a d o a l a p e n a d e
ésta y por el profesional de la psicología al
se is a ñ o s d e p risió n . In te rp u e sto e l recu rso d e
que con su ltaron, pues son insuficientes para
c a s a c ió n c o n tr a e l d e c is o r io , e l T rib u n a l d e
ven cer la presunción de in ocencia frente a
C a s a c ió n P e n a l d e B u en o s A ires lo a d m itió .
las d eclaracion es realizadas p or las m aes­
1. — El imputado en orden al delito de abuso sexual tras del niño, los com pañeros de trabajo del
agravado por el vínculo debe ser absuelto, si de en cartad o y el psicólogo que efectuó a éste el
la prueba adunada a la causa no surge un esta­ psicodiagnóstico.

neralmente recurren a los especialistas en psi­


La intervención de los cología para valorar el testimonio de los niños,
profesionales que a los fines de llevar a cabo la
peritos psicólogos tarea encomendada utilizan diversas técnicas
en los supuestos de (vgr. test proyectivos gráficos, lúdicos, verbales y
muñecos anatómicos) e indicadores que pueden
abuso sexual infantil ser físicos, psicológicos o conductuales pero en
su gran mayoría no son concluyentes, ni tampoco
P O R IN É S LU CER O específicos.

Concretamente en el fallo que nos ocupa, la Sala


Sumario: I. Introducción. — II. Distin­ III del Tribunal de Casación Penal de la ciudad de
ción entre la entrevista clínico asisten- La Plata, Provincia de Buenos Aires, se pronunció
cial y la forense. — III. Importancia de sobre dos aspectos que son esenciales a la hora
una entrevista correctamente admi­ de dilucidar un supuesto hecho de abuso sexual
nistrada. — IV. El valor de las pericias infantil.
psicológicas. — V. Conclusiones.
Por un lado, los Magistrados señalaron que a la
; I. Introducción hora de valorar el testimonio de los menores víc­
timas de esta clase de ilícitos, debe diferenciarse
En relación al testimonio proporcionado por los la tarea desarrollada por los psicólogos que cum­
menores de edad se duda, como no se hace con plen un rol terapéutico, de aquellos expertos que
otros testigos, sobre su concreta capacidad para cumplen una función forense; como así también
ser declarantes y por ello es que prácticamente de qué manera puede ser sugestionado el menor
en todos los casos se los somete a pericias, funda­ si es incorrectamente abordado por aquellos
mentalmente psicológicas, para evaluar no sólo su profesionales.
capacidad sino también para establecer el grado
de veracidad de sus dichos. En segundo lugar, también se expidieron sobre
el valor que debe asignarse al dictamen de los peri­
Por tales razones, los órganos judiciales para tos psicólogos en aquéllos procesos, en particúlax
motivar adecuadamente siis conclusiones, ge­ cuando la víctima es menor de edad.
TCasaclón Penal, Buenos Aires, sala III, 2 0 1 1 /0 5 /3 1 .
- F., D. J. s /re c u rs o de casación.
C O N T E X T O D O C T R IN A R IO
D E L FALLO

JL
■m¡
V

CO N T E XT O N O R M A T IV O
D E L FALLO COMO OJEDA, María Angélica "Menor víctima. Abuso
sexual del progenitor con acceso carnal. Testigos"
LLC 2009 (marzo), 133; LELLO SÁNCHEZ, Sergio E.
Ley 8904 (Provincia de Buenos Aires) (Adía, XXX- "Una saludable aplicación del in dubio pro reo", La
Vll-D, 4130) V Ley Online.
.......... .. ....... .. ................ ... ..— ..
La Plata, mayo 31 de 2011.

A n teced en tes

J U R IS P R U D E N C IA V IN C U L A D A Io) En lo que interesa destacar el Tribunal en lo


¥
Criminal N° 4 del Departamento Judicial de Lomas de
Tribunal de Casación Penal de Buenos Aires, Zamora condenó a D. J. F. a la pena de seis años de pri­
sala III, "R „ R", 15/03/2011, La Ley Online, A R / sión, accesorias legales y costas por considerarlo autor
JUR/13637/2011; Tribunal de Casación Penal de Bue­ del delito de abuso sexual agravado por el vínculo.
nos Aires, sala II, "G., Julio César", 14/09/2010, LA LEY
06/10/2010, 8, AR/JUR/49396/2010. 2o) La defensa técnica original del encausado inter­
puso recurso de casación planteando la violación a los?;

II. Distinción entre la entrevista clínico asis- justicia, se debe lograr que en las entrevistas y pe\
tencial y la forense ricias psiquiátrico-psicológicas los entrevistadores,
asuman una postura objetiva, imparcial, neutrCC; >
Sobre este, asp ecto, coin cid im os c o n el Tribunal sin prejuicios, tanto externa como internamente.^
a c tu a n te e n q u e d ebe c la ra m e n te d iferen ciarse No deben partir del paradigma de creerle al niño
la e n tre v is ta clín ico asiste n cia l d e la fo ren se o apriorísticamente. El profesional ideal no le cree ni
p ericial, e n virtud de que se p ersigu en objetivos descree, sólo lo evalúa dejando que se exprese con
cla ra m e n te diferentes (1 ). libertad; y sin formularle preguntas capciosas, su­
gestivas o inductivas. Este tema es de fundamental
Al resp ecto , es clara la postura d e los m agistrados
importancia porque muchos profesionales, pro­
al señ alar: "...Los profesionales de la salud mental
cedieron y proceden con la creencia a priori de la
que asumen un rol terapéutico, no son neutrales ocurrencia delA.S.1, incurriendo en él denominado
ni imparciales, porgue para realizar terapias a los "sesgo del entrevistador",realizando sobreinterpre-
niños, obligadamente deben creer en el abuso, des­ taciones -siempre en dirección sexual-, de los dichos
conociendo los más elementales principios legales. y juegos de los menores
El psicólogo no debe tratar terapéuticamente al
niño por los efectos de una presunta victimiza- Cabe destacar, que en el ámbito clínico asisten­
ción sexual, sino existen evidencias. En general el cial siempre existe la presunción de sinceridad del
terapeuta está predispuesto a confirmar lo que la examinado en virtud de que la realidad examinada
madre o el niño le han dicho. Así, la naturaleza es eminentemente "subjetiva" en tanto que en el,
de la terapia, no deja de impactar negativamente ámbito forense debe tenerse en cuenta que se
sobre la credibilidad del testimonio infantil y del trata de una entrevista de tinte investigaüvo, ra­
terapista. Para la concreción del derecho y él valor zón por la cual debe actuarse de manera neutral,
contemplando otras hipótesis como posibles. Del
Popolo (2) asevera que en la entrevista forense
(1) Conf. Berlinerblau, Virginia en “Evaluación psiquiá­
trica forense de niños y niñas ante denuncias de abuso
sexual” comp. en “Abuso sexual y malos tratos contra niños, (2) Del Popolo, Juan H. en “Psicología Judicial” Ed. Jurí­
niñas y adolescentes, ed. Espacio, Bs. As. 2005, p. 51. dicas, Cuyo, 1996, p. 233. v
Jfs. 210 y 3 7 3 del CPP; aplicación falsa y errónea de los Así, el Tribunal se encuentra en condiciones de
ts. 360,364,365, y 367 d e l C P P ; violación del art. 18 de dictar sentencia definitiva.
SCN y 10 y 57 de la Constitución Provincial; errónea y
|]sa aplicación de los arts. 4 0 ,4 1 y 41 bis del CP. Ia ¿Es procedente el recurso de casación interpues­
to? 2a ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?
I 30) Con la radicación del recurso en la Sala, notificá­
i s las partes, el Fiscal Adjunto desiste de la celebra- Ia cuestión. — El doctor C a rra l dijo:
f e de la audiencia, presentando m em orial a través
||l cual postuló el rechazo del recurso deducido por I. In icialm ente -de acuerdo a los lincam ientos
¡¡rimar ajustada a derecho la sentencia atacada. postulados por la defensa del legitimado pasivamen­
te- corresponde tratar el agravio referido a la invocada
llu e g o , la defensa presenta mem orial mejorando el absurda valoración por parte del "a quo" de la prueba
llu rso interpuesto por su colega en la función, criti- reunida durante el debate oral.
|ndo la sentencia por errónea y arbitraria valoración
W la prueba (arts. 373 y 210 CPP), p or incorporación Se le ha endilgado al prevenido el haber abusado
¡aprueba de cargo en violación de las expresa normas sexualmente de su hija V. F. M., mediante tocamientos
itablecidas por los arts. 247 y 211 del digesto formal inverecundos, lo que la niña describiera com o juegos
|l relación a la inclusión en el debate de la video fil- consistentes en tocar y besar su vagina, hacerle pis
¡Mción de la Cámara Gesell producida en otro fuero en la boca y pasarle su miembro por su cara y zonas
Jn la notificación ni participación alguna del imputado púdicas.
|por último destaca el virtual estado de indefensión
ndo por su pupilo, no remediado por el Tribunal El “a quo" sustenta la m aterialidad ilícita con la
le origen y que afectara el derecho fundamental de denuncia efectuada por la madre, los informes reali­
Téfensa eficiente (art. 18 de la C.N.). zados por el Tribunal de Menores N° 4 de su mismo

siste una demanda que emana de la ciencia datos obtenidos- a o a l o s sujetos que se presen­
ídica, y tiene como finalidad específica la de tarán a l examen. El deber de comunicar al juez
ecolectar información veraz sobre el hecho. En lo obtenido en relación a la tarea encomendada
ibio, desde el punto de vista clínico, la necesi- proviene del mismo marco normativo del derecho
|ad de indagación proviene ya sea de diferentes y no está el perito en condiciones de alterar este
actores de la misma ciencia psicológica, o bien se m andato de la ley..."
¡¡¡igina en otros motivos, como los ocupacionales,
ácacionales, o en la necesidad de prescribir un Licitra (5) también destaca que el perito fo­
atamiento, entre otros. rense desarrolla una labor investigativa, por lo
cual su posicionamiento frente a la temática que
Repárese también que en la entrevista clínica lo convoca, debe ser imparcial, neutro, objetivo
¡procura obtener un diagnóstico y un trata­ a los fines de colaborar con la Instrucción en el
miento, rigiendo la de los datos obtenidos; en descubrimiento de la verdad real. En la aten­
Unto que la entrevista forense persigue como ción terapéutica, resalta la autora, se parte de
único objetivo obtener información no contami­ la creencia prácticamente absoluta del motivo
nada del evento, no rigiendo el secreto profesio­ que la convoca. Si la consulta fuera por un pre­
nal con relación al entrevistado (3). Al respecto, sunto abuso sexual, asevera la experta: “el pro­
le señala (4) que atento a la obligación que pesa fesional no avezado o sin sujiciente experiencia
pobre el perito de comunicar al órgano judicial en la temática, puede de manera imprudente,
|ue le encargó la pericia todas las circunstan­ no intencionada, fijar en la psiquis de un niño,
cias relevantes en relación a la labor confiada situaciones d e abu sividad sexual quizás no
¡‘ •parece absolutamente necesario hacerle conocer reales o inventadas por un adulto, lo que luego
fste hecho -es decir la no confidencialidad de los se convierte en abusividad emocional, no solo
producido por fam iliares del Menor sino por el
(3) Conf. Berlinerblau, Virginia en obra citada ante­ Profesional tratante..."
riormente.
: (4) Del Popolo, Juan en “Psicología Judicial" ed. Jurídicas
Cuyo, 1996, p-182. (5) Disponsible en www.jussanjuan.gov.ar

D o n n l 1/ C r l m i n n S n a í a • 255
departamento judicial, las manifestaciones de la niña existencia real del ilícito penal, y la culpabilidad
ante la licenciada P., y las declaraciones de V. M., E. R. acusado entendida ésta com o sinónimo de interven^
y de la licenciada M. L. R. ción o participación én el hecho. .

Con estos mismos elementos tiene por probada la P o r el otro, exige para su en ervación que hava
autoría y responsabilidad penal de D. J. E , destacando
p ru eba que sea: 1) “real" es decir, co n existencia
que las pericias efectuadas por la perito psicóloga P.objetiva y constancia procesal docum entada en ¿i
com o las entrevistas realizadas por la licenciada R.,juicio; 2 ) “válida” p or ser con form e a las normas
validan los dichos de la niña. En cuanto al testimonioque la regulan, excluyéndose la p racticad a sin lat
de la m adre y abuela denunciantes, a juicio de la pri­
g a ran tías p ro cesales e s e n c ia le s; 3 ) “lícitas”, p0s
m era voz de la instancia resultan válidos y categóricos,
lo que d eb en re c h a z a rs e las p ru eb as obtenidas
no evidenciando parcialidad, mendacidad, ni ningún con vulneración de derechos fundam entales; y 4)
tipo de valoración en relación al hecho que les contara
“suficiente", en el sentido de que, no solo se hayan
la presunta víctima. Considera a sus relatos lineales utilizado m edios de prueba, sino que adem ás de su
y sin fisuras, con realce y valor práctico que reflejan
em pleo se obtenga un “resultado” probatorio que sea'
lo vivido por la niña, resultando concordante con los b astante para fundar razonablem ente la acusación’
elementos colectados. y la condena, és decir: no basta con que exista un
principio de actividad probatoria sino que se nece­
II. Ahora bien, conforme lo he sostenido en Causa sita un verdadero contenido inculpatorio en el que
N° 9020 (Reg. de Presidencia N° 32.774) caratulada p ueda apoyarse el órgano juzgador para formar su1
“Durán, H éctor s / Recurso de Casación” la presun­ convicción condenatoria.
ción de inocencia proclamada en el art. 18 de nuestra
Constitución Nacional se caracteriza porque, por un Previo a la consolidación en nuestro país de la gafe
lado, com prende dos extremos fácticos, que son la rantía del doble conforme (arts. 14.5 P.I.D.C.P. y 8.2.h.

III. Importancia de una entrevista correcta­ las entrevistas inadecuadas han sido uno de los fac­
mente administrada tores que han incidido en denuncias erróneas. .
Diversos especialistas en el tema son contestes en Autores españoles (7), expertos en el campo
afirmar (6) que para obtener una información con­ de la psicología, resaltan que durante los últimos
fiable, objetivayválida deben seguirse ciertas pautas años los investigadores han venido estudiando
a la hora de receptar el testimonio al menor, ya que la capacidad de los niños para informar coi}
exactitud sobre sucesos ocurridos en el pasado y
(6) Ver Pinchanski Fachler, Silvia, Viquez Hidalgo, Euge­ una de las cuestiones más controvertidas de estas
nia M. y Zeledón Grande, Carmen M. Memorias Impuestas. investigaciones ha sido la de la sugestibilidad de
Med. leg. Costa Rica, disponible en la página www.scielo. los menores o el grado en que la codificación)
sa.cr; Sala, Viviana Psiquiatra, Medica Legista, Sanitarista almacenamiento, recuperación e información del
Jefe de psicopatologia en el Hospital de Ontologíá María Cu­ niño se pueden ver influidos por diversos factores
rie y Gustavo Falcón, Medico Psiquiatra, Legista y Psiquiatra
del Hospital Fernández, Publicado en Internet, página: sociales y psicológicos. 1,
psquiatria.com, bajo el título "Aportes de las Neurocien-
cias y la Psicología experimental a las ciencias Forenses: En este sentido, podemos afirmar que es unáni­
Aspectos psiquiátrico-forense de la entrevista en niños me la opinión de aquellos autores que coinciden
presuntamente abusados sexualmente: consecuencia de la en sostener que el niño es plenamente capaz de
inmadurez cognitiva, sugestionabiüdad e implantación de atestiguar correctamente siempre que no seaiot;
falsos recuerdos”y citado por la Cámara Primera del Crimen ducido por persona alguna y en particular por un
de la Pcia. de Cba. en sentencia n° 45, 02/12/04 en autos
"Risso Patrón, María Soledad p.s.a. Abuso Sexual agravado
entrevistador incompetente.
continuado reiterado" publicado en Actualidad Jurídica n°
35; Gimeno Jubero, Miguel Angel "El testimonio de niños"
Ahora bien, al mismo tiempo se advierte sobre
en “La prueba en el proceso penal" Manuales de Formación la existencia de diversas técnicas de sugestión
Continuada 12, Consejo General del Poder Judicial, Madrid que con frecuencia se utilizan en las entrevistas
2000 p. 143 y Fillia, Leonardo César y otros “Abuso Sexual
infantil: la credibilidad del menor y la dificultad probatoria
en el marco del debido proceso penal, publicado en www. (7) Garrido, Eugenio; Masip, Jaume y Herrero, María
Ie3q3enal.com. ar Carmen “Psicología jurídica" ed. Pearson, Madrid, 2006.
J.A.D.H.), la doctrina transnacional ven^a sosteniendo Dicha premisa interpretativa subyace de la doctrina
:¡ue "... el juicio sobre la motivación es una unidad con alemana con la llamada teoría de la Leistungsf&higkeit
Ajuicio de legalidad [y] el control sobre la consisten­ .. que sería el agotamiento de la capacidad de revisión.
cia del razonamiento probatorio es una unidad con Leistung es el resultado de un esfuerzo y Fahigkeit
¡a garantía de legalidad...” Por lo tanto, el examen de es capacidad -la expresión se ha traducido también
!„ la motivación permite la fundamentación y el con­ com o capacidad de rendimiento-, con lo cual se quiere
sol de las decisiones tanto en derecho, por violación significar en esa doctrina que el tribunal de casación
ley o defectos de interpretación o subsunción, como debe agotar el esfuerzo por revisar todo lo que pueda
|n hecho,por defecto o insuficiencia de pruebas o bien revisar, o sea, por agotar la revisión de lo revisable...”
por inadecuada explicación del nexo entre conviccióny (Ibídem, Considerando 23).
prueba..." (Ferrajoli, Luigi; Derecho y Razón,traducción
de Perfecto Andrés Ibáftez, Madrid, Ed. Trotta, 1995, En consecuencia, el papel asignado a los tribu­
pág- 623). nales superiores -en especial a aquellos encargados
í; de asegurar el doble conforme- también se vincula
:? Sobre estos extremos ya no caben dudas, en par- al control de la valoración realizada para llegar a las
acular a partir del dictado del p receden te “Casal, conclusiones fácticas que son la base de la condena,
Matías Eugenio y otro”, donde se "... habilita a una teniendo en cuenta que la apreciación déla prueba de
revisión amplia de la sentencia, todo lo extensa que sea cargo disponible no se aparte de las reglas de la lógica,
posible al máximo esfuerzo de revisión de los jueces de de las máxim as de experiencia y de los conocimientos
casación, conforme a las posibilidades y constancias de científicos, y que no es, por lo tanto, irracional, incon­
cada caso y sin magnificar las cuestiones reservadas a sistente o manifiestamente errónea.
la inmediación, sólo inevitables por imperio de la ora-
lidad conforme a la naturaleza de las cosas..." (C.S.J.N. Desde este prisma de análisis, encuentro que el iter
Palios 328:3399, Considerando 34). lógico seguido por el "a quo" incurre en serias falencias

realizadas a los niños que supuestamente han sido autora que en las entrevistas es importante cap­
víctimas de delitos, y en especial en los casos de tar el lenguaje del niño y adaptarse a él, según
abusos sexuales. Estos ataques contra los métodos su nivel de maduración y desarrollo cognitivo a
utilizados por el entrevistador parten de la premisa los fines de facilitar la comunicación. Asimismo,
gue los niños si bien son plenamente capaces para la citada especialista, asevera (9) que el profe­
declarar son también muy sugestionables y, consi­ sional actuante debe buscar una narración lo
guientemente, un blanco fácil para manipular. mas completa posible, en primer lugar, a través
de preguntas generales para establecer un buen
Estudios recientes revelan que las técnicas de "rapport”(10). Luego pasar al relato del hecho
sugestión más frecuentes que utilizan algunos efectuando interrogaciones abiertas y sólo en un
entrevistadores consisten en la formulación in­ momento posterior hacer uso de preguntas más
mediata de preguntas específicas, el refuerzo sutil focalizadas, subrayando que el entrevistador debe
de las respuestas confirmatorias de su hipótesis y abstenerse de formular cuestiones que incluyan
el empleo inadecuado de determinadas técnicas datos que no fueron mencionados por el niño.
accesorias a la entrevista (vgr. incorrecta imple- Prosigue la autora refiriendo, que si se sigue esta
mentación de los muñecos anatómicos).

Al respecto Berlinerblau (8), señala que los


(9) En Sentencia dictada por el Tribunal en lo Criminal
menores -al igual que los adultos- pueden ser n° 1 de la ciudad de Mar del Plata, autos “Meló Pacheco,
confundidos por el uso de preguntas sugestivas Femando I. s/ abuso sexual gravemente ultrajante en forma
o tendenciosas; razón por la cual una entrevista continuada, etc” de fecha 27/03/06.
técnicamente mal conducida constituye la causa (10) Se trata de empezar a conocerse mejor para que
principal de falsas denuncias. Manifiesta esta el niño se relaje y confíe en el entrevistador. Por ejemplo
comenzar a preguntarle por algún evento gratificante
para él (por ej. una fiesta de cumpleaños) o bien se puede
(8) Berlinerblau, Virginia "Abuso Sexual Infantil" com­ hablar sobre sus gustos, mascotas, etc. Esto sirve además
pilado por Lamberti-Sánchez- Viar en “Violencia Familiar para evaluar informalmente su nivel cognitivo y lingüístico,
y Abuso Sexual" 2° ed. Universidad, Buenos Aires, 2003), lo cual es de utilidad para ajustarse a dicho nivel durante
p. 203. la entrevista.
que lo han llevado a descartar la integral valoración El abuso sexual es un hecho fáctíco, objeto de la
p rob atoria introducida legítim am ente al proceso, cía jurídica, que determinará con sus propios métójjfl
denotando así insuficiencias en el camino discursivo si se cometió -o no- el delito. ^
escogido, concretam ente en lo que hace a la existencia
de la materialidad infraccionaria. En cambio, las dimensiones de verdad con las qvfl!
trabajan psiquiatras y psicólogos son netamente su|*
No se trata aquí de sustituir a los jueces del tribunal jetivas y m uchas veces inciertas. Así, las realidad^
de grado en su apreciada "inmediación" sino única­ psíquicas de las personas pueden ser deformadasM
m ente de controlar la razonabilidad de la motivación contaminadas, por los profesionales de la salud mental!
que une la actividad probatoria y el relato fáctíco que cuando usan modalidades de entrevistas conductiva^
de ella resulta. inducüvasy/o sugestivas com o las padecidas por los nf
ños involucrados en situaciones com o las de estudié
Sobre esta base, juzgo inconsecuente la deducción
a la que han arribado los votantes que conformaron la Puede suceder que este tipo de errores de métodf
mayoría en la sentencia recurrida, en la inteligencia de provoquen recuerdos falsos en la memoria de los njí
que existen errores manifiestos y fundamentales en la ños. Las pseudomemorias co-construidas no permiten
interpretación del plexo probatorio reunido durante la saber lo realmente sucedido, resultando muy difícil^
audiencia de debate, habiendo sostenido la materiali­ imposible restaurar la mem oria original. Una vez que el
dad ilícita y la autoría en la persona de F. con sustento niño es inducido a aceptar el haber sido víctima de uo
en la interpretación que de las manifestaciones de la falso abuso, llega a un convencimiento tal, que luego
niña V., efectuara su abuela, su madre y la profesional es muy difícil de contrarrestar.
por ellas consultada, sin vislumbrarse el motivo que
diera lugar al rechazo del resto de la prueba introducida La tendencia de creerle al niño y aceptar los infop-
en el debate. m es de abuso sexual com o reales es muy grande, sin

“lex artis” se puede llegar a discriminar lo que el ya que en las posteriores pueden interactuar divér-
niño sufrió, de aquellos hechos que vio o escuchó sos factores que hagan variar el relato inicial.
pero, aún así -afirma- “muchas veces nos queda­
mos con dudas" Y estas dudas se originan en la En relación a las causas por las cuales el menor
posible existencia de lo que denomina "elabora­ sería mas sugestionable que una persona adult|,
ciones post-traumáticas" las que podrían llegar se ha afirmado que el niño, en general, quiéfé
a explicar que los relatos iniciales se amplíen agradar, complacer a los adultos; razón por la erial
incluyendo otros hechos vivenciados (u oídos, está dispuesto a corroborar "cualquier cosa" que
vistos) pero no efectivamente sufridos. Asevera piense que el entrevistador desea oír (12).
que a los efectos de detectar estas “elaboraciones
post-traumáticas" es habitual que los relatos no En lo que respecta a los supuestos de delitójj
contengan precisiones, incluyan vaguedades y no contra la integridad sexual en particular, Padilla
describan interacciones personales con la misma (13) afirma que el entrevistador no debe tener
profundidad y el mismo detalle que se hace con la un especial empeño en "descubrir o develar" lós
narración de lo realmente vivenciado. abusos sexuales: debe ser lo más neutral posible
y abierto a que los hechos invocados quizás no
La citada profesional (11) también estima como sucedieron. Este es uno de los motivos, afirma el
posible que el niño interprete que complace al autor, que hacen casi imprescindible que las ei^
adulto si dice algo más, motivo por el cual reco­ trevistas sean grabadas, preferentemente en video
mienda no gratificar sutilmente al menor cuando tape, y que sean llevadas a cabo con la presenci^
éste contesta, agregando que la declaración inicial simultánea de otro profesional, ya sea en el mismo
es la de mayor validez, en orden a su credibilidad,
(12) Cantón Duarte, José en “El peritaje psicológico en el
ámbito de menores” comp. en “Psicología Forense: manual
de técnicas y aplicaciones" por Sierra Juan C„ Jiménez Eva
(11) Ver también en Berlinerblau Virginia y Taylor
M. y Buela Casal Gualberto, ed. Biblioteca Nueva, MadJW>
Estela “Abuso Sexual: Evaluación psiquiátrica forense en
2006. p. 273.
Denuncias de niños" Cuadernos de Medicina Forense.
Año 2, n° 2, p. 33. (13) Obra y autor ya citado.
Épportar si los relatos son increíbles, si las denuncias al niño por los efectos de una presunta victimización
le hicieron para causar daño, obtener ventajas máte­ sexual, sino existen evidencias.
osles y procesales, o son producto de semanas, meses
o años de terapia. En general el terapeuta está predispuesto a confirmar
lo que la madre o el niño le han dicho. Así, la naturaleza
Si en estas circunstancias la realidad es afectada, el de la terapia, no deja de impactar negativamente sobre
listenia no protege, realmente daña al niño inocente la credibilidad del testimonio infantil y del terapista.
su familia.
P ara la concreción del derecho y el valor justicia,
í En este punto, debem os diferenciar la télesis de se debe lograr que en las entrevistas y pericias psi-
¡¡y cien cia jurídica y la de los profesionales de la quiátrico-psicológicas los entrevistadores, asum an
lalud m ental, especialm ente de los psicólogos que u na postura objetiva, im parcial, neutra, sin prejui­
pim plen el rol terapéutico, y a diferencia de los que cios, tanto externa com o internam ente. No deben
¡cumplen la m ism a función en calidad de peritos partir del paradigm a de creerle al niño apriorísti-
oficiales. cam ente. El profesional ideal no le cree ni descree,
|: solo lo evalúa dejando que se exprese con libertad;
¿ El sistema legal debe basarse en el principio de ino- y sin formularle preguntas capciosas, sugestivas o
¡cencia, pero más que una presunción debe plasmarse inductivas. Este tem a es de fundam ental im portan­
p n verdadero estado de inocencia. Los profesionales cia porque m u chos profesionales, procedieron y
de la salud m ental que asum en un rol terapéutico, proceden con la creen cia a priori de la ocurrencia
no son neutrales ni imparciales, porque para realizar del A.S.I., incurriendo en el denominado “sesgo del
terapias a los niños, obligadamente deben creer en el en trevistad o r” realizan d o sob rein terp retaciones
[abuso, desconociendo los m ás elementales principios -siem pre en dirección sexual-, de los dichosy juegos
legales. El psicólogo no debe tratar terapéuticamente de los m enores.

recinto o en Cámara Gessell. Con acierto -destaca de todas las ramas del saber a los que les tocó
Padilla- Peter Dale ha descripto que junto a lo intervenir en el curso de este dilatado proceso
que denomina como “familias peligrosas” existen podrían también preguntarse si aquellos casos
lo que bautiza como "profesionales peligrosos" que afectan directamente a niños de corta edad
Son aquellos que por diversos motivos se hallan no merecen extremar los cuidados al máximo
comprometidos emocionalmente en descubrir de lo que les permite su ciencia, su prudencia y
implacablemente abusadores a cualquier costa. su conciencia para evitar -de todas formas po­
sibles- provocarles afectaciones muchas veces
Garridoy Masip (14), afirman que en investiga­ irreparables. Y, por último, el Estado que, en temas
ciones llevadas a cabo se ha demostrado que los tan cruciales como lo son para una sociedad los
niños que son correctamente interrogados hacen que se relacionan con la protección integral a la
declaraciones precisas. De hecho -sostienen- los niñez, podría tomar conciencia que tanto daño
menores desde edades muy tempranas (a partir provoca cuando se “ausenta”como cuando se hace
de los tres años) son testigos válidos, siempre y presente a través de recursos materiales y huma­
cuando se los entreviste en forma adecuada. nos manifiestamente inadecuados, insuficientes
o inidóneos en aquellos órganos -pertenecientes
Por último, en relación a la importancia de la tanto al Poder Ejecutivo como a este Poder Ju­
labor que deben llevar a cabo los especialistas dicial- legalmente dispuestos para intervenir en
que intervienen en los testimonios y pericias que la contención y protección efectiva de los niños
se llevan a cabo con niños, jurisprudencialmen­ ante la sospecha de cualquier tipo de maltrato,
te se ha reflexionado (15): “...Los profesionales así como en la investigación y constatación de
esos hechos. Si esa autocrítica no se produce, es
(14) Garrido Martín, Eugenio y Masip Palleja, Jaume posible que la angustia lo invada todo y debamos
en “Evaluación del Abuso Sexual Infantil” I Congreso de acostumbrarnos a escuchar, como en este juicio,
Psicología Jurídica en Red (2004).
(15) Tribunal en lo Criminal n° 1 de la ciudad de Mar del
Plata, 27/03/2006, en las actuaciones registradas con el n° sexual gravemente ultrajante en forma continuada, abuso
2.104 caratuladas “Meló Pacheco, Femando Isidoro s/ abuso deshonesto y corrupción doblemente agravada”
que lo han llevado a descartar la integral valoración El abuso sexual es un hedió fáctico, objeto delacieüíft
p rob atoria in trod u cid a legítim am ente al proceso, cia jurídica, que determinará con sus propios métodos'
denotando así insuficiencias en el camino discursivo si se com etió -o ¿ o - el delito.
escogido, concretam ente en lo que hace a la existencia
de la materialidad infraccionaria. En cambio, las dimensiones de verdad con las qu¿
trabajan psiquiatras y psicólogos son netam ente sub'í
No se trata aquí de sustituir a los jueces del tribunal jetivas y m uchas veces inciertas. Así, las realidades
de grado en su apreciada “inmediación” sino única­ psíquicas de las personas pueden ser deformadas ’q
mente de controlar la razonabilidad de la motivación contaminadas, por los profesionales déla salud mental^
que une la actividad probatoria y el relato fáctico que cuando usan modalidades de entrevistas conductivas
de ella resulta. inductivas y/o sugestivas como las padecidas pot los nú
ños involucrados en situaciones com o las de estudio,
Sobre esta base, juzgo inconsecuente la deducción
a la que han arribado los votantes que conformaron la Puede suceder que este tipo de errores de método
mayoría en la sentencia recurrida, en la inteligencia de provoquen recuerdos falsos en la memoria de los ni­
que existen errores manifiestos y fundamentales en la ños. Las pseudomemorias co-construidas no permiten
interpretación del plexo probatorio reunido durante la saber lo realmente sucedido, resultando muy difícil ó
audiencia de debate, habiendo sostenido la materiali­ imposible restaurar la memoria original. Una vez que el
dad ilícita y la autoría en la persona de F. con sustento niño es inducido a aceptar el haber sido víctima de un
en la interpretación que de las manifestaciones de la falso abuso, llega a un convencimiento tal; que luego
niña V., efectuara su abuela, su madre y la profesional es muy difícii de contrarrestar.
por ellas consultada, sin vislumbrarse el motivo que
diera lugar ál rechazo del resto de la prueba introducida La tendencia de creerle al niño y aceptar los inftu-
en el debate. m es de abuso sexual com o reales es muy grande, sin :

“lex artis” se puede llegar a discriminar lo que el y a q u e en las p osteriores p u ed en in téractu ar diver­
ñiño sufrió, dé aquellos hechos que vio o escuchó so s facto res q u e h a g a n v ariar el relato inicial
pero, aún así -afirma- “muchas veces nos queda­
mos con dudas” Y estas dudas se originan en la En relación a las causas por las cuáles el menor
posible existencia de lo que denomina “elabora­ sería mas sugestionable que una persona adulta,
ciones post-traumáticas” las que podrían llegar se ha afirmado que el niño, en general, quiere
a explicar que los relatos iniciales se amplíen agrada^ complacer a los adultos; razón por la cual
incluyendo otros hechos vivenciados (u oídos, está dispuesto a corroborar "cualquier cosa” que
vistos) pero no efectivamente sufridos. Asevera piense que el entrevistador desea oír (12).
que a los efectos de detectar estas "elaboraciones
post-traumáticas" es habitual que los relatos no En lo q u e re s p e c ta a los su p u estos d e delitos
c o n tra la in tegrid ad sexu al en particu lar, Padilla
contengan precisiones, incluyan vaguedades y no
(1 3 ) afirm a q u e el en trev istad o r n o d e b e ten er
describan interacciones personales con la misma
u n esp ecial e m p e ñ o e n "d escu brir o d ev elar” los
profundidad y el mismo detalle que se hace con la
narración de lo realmente vivenciado. ab u so s sexu ales: d eb e s e r lo m ás n eu tral posible
y ab ierto a q u e los h e ch o s in vocad os quizás no
La citada profesional (11) también estima como su ced iero n . Este es u n o de los m otivos, afirm a el
posible que el niño interprete que complace al autor, q u e h a c e n ca si im p rescin d ible q u e las en ­
adulto si dice algo más, motivo por el cual reco­ trevistas se a n g rab ad as, p referentem ente e n video
mienda no gratificar sutilmente al menor cuando tap e, y q u e se a n llevad as a cab o c o n lá presencia
éste contesta, agregando que la declaración inicial sim u ltán ea de o tro profesional, ya sea en el m ism o
es la de mayor validez, en orden a su credibilidad,
(12) Cantón Duarte, José en "El peritaje psicológico en el
ámbito de menores" comp. en "Psicología Forense: manual
(11) Ver también en Berlinerblau Virginia y Taylor de técnicas y aplicaciones” por Sierra Juan G., Jiménez Eva
M. y Buela Casal Gualberto, ed.¡Biblioteca Nueva, Madrid,
Estela “Abuso Sexual: Evaluación psiquiátrica forense en
Denuncias de niños'’ Cuadernos de Medicina Forense. 2006. p. 273. . «t
Año 2, n» 2 ,0 .3 3 . (13) Obra y autor ya citado. -•
importar si lo$¿¿latos son increíbles, si las denuncias al niño por los efectos de una presunta victimización
ge hicieron paraí>causar daño,, obtener ventajas m ate­ sexual, sino existen evidencias.
riales y procesales, o s o n producto de semanas, meses
o años de terapia. En general el terapeuta está predispuesto a confirmar
lo que la madre o el niño le han dicho. Así, la naturaleza
. Si en estas circunstancias la realidad es afectada, el de la terapia, no deja de impactar negativamente sobre
sistema no protege, realmente daña al niño inocente la credibilidad del testimonio infantil y del terapista.
y a su familia.
Para la con creción del derecho y el valor justicia,
En este punto, debem os diferenciar la télesis de se debe lograr que en las entrevistas y pericias psi-
Ja cien cia ju ríd ica y la de los profesionales de la quiátrico-psicológicas los entrevistadores, asum an
salud m ental, especialm ente de los psicólogos que una postura objetiva, imparcial, neutra, sin prejui­
cum plen el rol terapéutico, y a diferencia de los que cios, tanto externa com o internam ente. No deben
cum plen la m ism a función en calid ad de peritos partir del paradigm a de creerle al niño apriorísti-
oficiales. cam ente. El profesional ideal no le cree ni descree,
solo lo evalúa dejando que se exprese con libertad;
El sistema legal debe basarse en el principio de ino­ y sin form ularle preguntas capciosas, sugestivas o
cencia, pero m ás que una presunción debe plasmarse inductivas. Este tem a es de fundam ental im portan­
un verdadero estado de inocencia. Los profesionales c ia porque m u chos profesionales, p roced ieron y
de la salud m ental que asum en un rol terapéutico, proceden con la creen cia a priori de la ocurrencia
no son neutrales ni imparciales, porque para realizar del A.S.I., incurriendo en el denominado "sesgo del
terapias a los niños, obligadamente deben creer en el en trevistad o r" realizan d o so b rein terp retacio n es
abuso, desconociendo los más elementales principios -siempre en dirección sexual-, de los dichos y juegos
legales. El psicólogo n o debe tratar terapéuticamente de los m enores.

recinto p en Cámara Gessell. Con acierto -destaca de todas las ramas del saber a los que les tocó
Padilla- Peter Dale ha descripto que junto a lo intervenir en el curso de este dilatado proceso
que denomina como "familias peligrosas” existen podrían también preguntarse si aquellos casos
lo que bautiza como “profesionales peligrosos" que afectan directamente a niños de corta edad
Son aquellos que por diversos motivos se hallan no merecen extremar los cuidados al máximo
comprometidos emocionalmente en descubrir de lo que les permite su ciencia,-su prudencia y
implacablemente abusadores a cualquier costa. su conciencia para evitar -de todas formas po­
sibles- provocarles afectaciones muchas veces
Garrido y Masip (14), afirman que en investiga­ irreparables. Y, por último, el Estado que, en temas
ciones llevádas a cabo se ha demostrado que los tan cruciales como lo son para una sociedad los
niños qiie son correctamente interrogados hacen que se relacionan con la protección integral a la
declaraciones precisas. De hecho -sostienen- los niñez, podría tomar conciencia que tanto daño
menores desde edades muy tempranas (a partir provoca cuando se "ausenta” como cuando se hace
de los tres años) son testigos válidos, siempre y presente a través de recursos materiales y huma­
cuando se los entreviste en forma adecuada. nos manifiestamente inadecuados, insuficientes
o inidóneos en aquellos órganos -pertenecientes
Por último, en relación a la importancia de la tanto al Poder Ejecutivo como a este Poder Ju­
labor que deben llevar a cabo los especialistas dicial- legalmente dispuestos para intervenir en
que intervienen en los testimonios y pericias que la contención y protección efectiva de los niños
se llevan a cabo con niños, jurisprudencialmen­ ante la sospecha de cualquier tipo de maltrato,
te se ha reflexionado (15): “...Los profesionales así como en la investigación y constatación de
esos hechos. Si esa autocrítica no se produce, es
(14) Garrido Martín, Eugenio y Masip Paileja, Jaume posible que la angustia lo invada todo y debamos
en "Evaluación del Abuso Sexual Infantil" I Congreso de acostumbrarnos a escuchar, como en este juicio,
Psicología Jurídica en Red (2004).
(15) Tribunal enlo Criminal n° 1 de la ciudad de Mar del
plata, 27/03/2006, en las actuaciones registradas con el n° sexual gravemente ultrajante en forma continuada, abuso
2.104 caratuladas "Meto Pacheco, Femando Isidoro s / abuso deshon esto y corrupción doblemente agravada"
Creerle: á priori al niño, implica validar sistemáti­ Por otro lado, la bibliografía m ás reciente, sostiene
cam ente la comisión del abuso y conculcar el debido que hasta el m om ento ino sé pudieron identificar cien- ¡
proceso legal. tíficamente, reacciones "típicas" de los niños abusados,
que permitan diferenciarlos confiablemente, de los ntí
Cuando se somete a los niños a técnicas peligrosas victimizados.
o sugestivas sin fundamento en evidencias empíricas
indudables qüe corroboren la ocurrencia del A.S.l. P o r su p a rte , o rg a n iz a cio n e s in te rn a cio n a le s
-cóm o el caso en estudio-, sus efectos iatrogénicos com o la A sociación A m ericana de Psicólogos y ia
dificultan distinguir a los niños victimizados, de los Asociación A m ericana de Psicólogos Forenses, entre
no abúsados. otras, alertan a los jueces sobre el “mal uso de los:
síndrom es de abuso" o listas de "signos y síntomas
Los estudios sobre m em orias falsas generadas en de abuso”.
las terapias de menores, dem ostraron que es posible
alterarlos recuerdos, siendo éste otro de los problemas D ice Freud que no im porta com o ocurrieron los
de las cuestionadas terapias sicológicas. hechos en realidad, sino com o los vemos hoy. Pero la
finalidad de la justicia es saber com o ocurrieron los;
Hasta el presente, de evaluaciones psicológicas no hechos en realidad, al m om ento del presunto injus­
pueden determinarse, si la presunta víctima fue abusa­ to, ilícito, delito u omisión de hacer; y fio a través dé-
da o no. Por ello se introdujo -e n la práctica- el uso del testigos post facto como los profesionales de la salud
término “validación” que se traduce -a mi entender- mental. También debemos recordar que el principio
en crear la falsa expectativa de que los psicólogos son de in ocen cia no debe com purgarse a través de la
capáces de estáblecer si un niño fue abusado sexual- potencialidad verbal: al imputado no debe juzgárselo
mente; pero no debemos dejar de tener en cuenta que -y m ucho menos condenárselo- por lo que potencial-
la psicología no es una ciencia exacta sino humana. mente podría llegar a hacer (El abuso sexual infantil

que hay niños cuyos pañales ahora no se cambian convicción sobre la base de la prueba producida
en los jardines de infantes, juegos suprimidos y durante el juicio, y no sobre lo que determinado;
maestras jardineras que afirmen con tristeza que perito concluya. Es el tribunal el llam ado a ana­
ya rio besan a los chicos de su sala...’! lizar la credibilidad o falta de ella de las personas
-sean testigos o peritos- que declaren en estrados,
IV. El valor de las pericias psicológicas función que no le es posible renunciar o delegar,
sin perjuicio del carácter de referencia que pudiere
En el fallo objeto del presente análisis, se recha­ otorgársele a las conclusiones del peritaje, los di­
zó el dictamen pericial psicológico, al sostenerlos chos de los peritos, en cuanto se refieren a un relato
Magistrados que "...eljuez es perito de peritos y en proporcionado a ellos por la presunta ofendida de,
definitiva, en la mayoría de los códigos modernos un supuesto hecho ilícito, para s e r considerados
el dictamen pericial es valorado conforme a los com o un antecedente probatorio de peso en el
principios de la sana crítica y la libre convicción juicio, deben ser corroborados, o cotejados con
y que no está obligado a aceptar la opinión de distintos medios de prueba, producidos todos ello?,
los peritos simplemente porque éstos la enuncien. en la audiencia, que conlleven directamente a los
La evaluación pericial psicológica és un acto que sentenciadores a la certeza requerida para conde­
implica indagar en busca de la verdad, articula­ nar... La valoración del perito estará enfocada a
da en los requerimientos procesales, procurando analizar la estructura y contenido del relato, no
com patibilizar la verdad psicológica -que no a intentar establecer la real ocurrencia del hacho
necesariamente se corresponde con la verdad de o detectar la contradicción entre lo relatado y t o .
la realidad- con la verdad jurídica -que tiene más realidad de lo sucedido. El perito no puede decla­
de lo comprobable que de lo cierto-... La pericia rar sobre si el testigo dice la verdad, .esta esfunción,
no indica si los hechos han sucedido efectivamente exclusiva del juez.
en la realidad, sino que evalúa, si el relato apor­
tado por la víctima cumple, o no, con criterios A h o ra b ie n , d e b e re c o r d a r s e q u e m e d ia n te .,
preestablecidos de credibilidad-JUdictamen no es la p ericia se p ro cu ra o b te p e r u n d icta m e n fun­
vinculante para el tribunal, éste debe form ar su d a d o e n especialpSiCQno c im ie n to s cien tíficos,
y la m ala praxis psiquíátrico-psicológica. Humberto He sostenido en 12.697 "Amado Sergio s/Recurso e
Alvaro de Gregorio Bustam ante). Casación" que el juez es perito de peritos y en definiti­
va, en la mayoría de los códigos modernos el dictamen
En autos, se ha ponderado prindpalmente como veraz pericial es valorado conforme a los prindpios de la sana
las manifestaciones d éla niña V, y las declaraciones de crítica y la libre co n v icció n y q u e n o está obligado a
su abuela, su madreyla profesional por ellas consultada, aceptar la opinión de los peritos simplemente porque
en detrimento del descargo efectuado por F. y el resulta­ éstos la enunden.
do de las pericias psicológicas ordenadas en el proceso.
Pero a mi entender, esas declaraciones, no cuentan con La evaluación pericial psicológica es un acto que
entidad suficiente frente a otros -com o lo declarado por implica indagar en busca de la verdad, articulada en
las maestras, los compañeros de trabajo del padre y la los requerimientos procesales, procurando compati-
profesional que le efectuara el psicodiagnóstíco- para bilizar la verdad psicológica -que no necesariamente
lograr el plexo probatorio contundentemente necesario se corresponde con la verdad de la realidad- con la
á fin de vencer el prindpio en trato. verdad jurídica - que tiene m ás de lo comprobable que
de lo cierto-.
Entiendo en este m arco -com o lo mencionara Luigi
Ferrajoli en Derecho y Razón,traducción de Perfecto M aurido Duce (2Q06, pp.3)','en su texto La Prueba
Andrés Ibáñez, Madrid, Ed. Trotta, 1995, pág. 623- que Pericial y su admisibilidad a Juicio Oral en el Nuevo
el examen de "... la m otivadón permite la fundamen- Proceso Penal, h ace un interesante análisis de la fun­
tación y el control de las decisiones tanto en derecho, ción dé la prueba y del rol que le corresponde ju g ar a
por violación de ley o defectos de interpretación o los peritos en el sistema de justicia criminal, pero al
subsunción, como en hecho,por defecto o insuficiencia momento de referirse a la evaluadón de la credibilidad
de pruebas o bien por inadecuada explicación del nexo de un relato lo hace dentro de la advertencia del “riesgo
entre convicción y prueba..." de utilizar el conocimiento experto como forma de sus-

técnicos o artísticos, necesarios o útiles para el código ritual- validar sus dichos con un abordaje
descubrimiento o valoración de un elemento de experto. Las pericias psicológicas, en este sentido,
prueba. Incluso -y a los fines de garantizar el pleno ofician casi a modo de intérpretes del relato del
contradictorio que rige en el proceso penal- su niño y cuando se agregan al proceso no es posible
realización no puede evitarse aún en el caso que separarlas de aquél, por su capacidad explicativa
el órgano judicial que deba ordenarla disponga de de los defectos u omisiones que puedan encon­
iesé conocimiento especial (16). trarse en la narración del menor. Sobre el parti­
cular, recordaré brevemente que el juez -y las par­
Téngase presente que destacada jurisprudencia, tes- acuden al perito para proveer a determinada
en relación a la presente temática, ha sostenido constatación fáctica de una base técnica que anté
(17): "...La psicología, por su parte, también ofre­ las partes se presente objetivay controlable, carece
ce un inestimable aporte para la valoración del de todo sentido prescindir luego de su dictamen
relato infantil, en tanto explica los mecanismos sin exponer las razones de tal solución, como así
é interacciones inherentes a la psique del niño también contraponer a la opinión profesional el
que subyacen a esta peculiaridad arriba referida parecer meramente individual del magistrado -o
y constatada por la experiencia común. Es preci­ de la parte- en un área ajena a sus incumbencias
samente por dicho motivo queresulta aconsejable específicas (T.S.J., Sala Penal, "Cortés" S. n° 8,
-aunque no imprescindible, atento al principio de 1/07/1958; "Castro” S. n° 31,28/04/2006; "Risso
libertad probatoria receptado en el artículo 192 del Patrón" S. n° 49,9/06/2006; "Battistón" S. n° 193,
21/12/2006; cfr., C.SJ.N., "González c. Trenes de
Buenos Aires S.A.”; "Medina c. Siam Di Telia, S.A."
(16) Conf. Cafferata Ñores; José I. -Tarditti, Aída en "Có­ 05/12/1978). Por ello, cuando existe una pericia
digo Procesal Penal de la Pcia. de Córdoba Comentado”
Tomo I, ed. Mediterránea, año 2003, p. 563.
psicológica que se expide sobre la fiabilidad del
relato, la lectura de este último debe ir necesaria­
(17) Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Penal,
S° 213,15/08/08, en los autos “Fernández, Adolfo Juvenal
mente acompañada -cual sombra ^1 cuerpo- de
p.s.a. abuso sexual con acceso carnal agravado por el vín­ la explicación experta, en tantp aquel extremo se
culo -Recüísc|dBCasación-" (Expte. "F” 6/06). encuentra dentro del ámbito de conocimientos
tituir el trabajo que nuestros sistemas Institucionales supuesto hechq Ilícito, pa^Ei ser considerados com j
le asignan exclusivamente a los jueces..., situaciones un antecedente probatorio de peso en el juicio, debelf
de este tipo se producen, por ejemplo,... cuando los ser corroborados, o cotejados coh distintos medios!
razonamientos de los juzgadores acerca de la veracidad de prueba, producidos todos ellos en la audiencia'!
de los testigos son sustituidos por opiniones expertas que conlleven directam ente a los sentenciadores a láh
sobre la misma" (Evaluación Pericial Psicológica de certeza requerida para condenar.
Credibilidad de Testimonio Documento de Trabajo
Interinstitucional 2008 del Fiscal Nacional del Minis­ El objetivo de la evaluación pericial psicológica
terio Público Santiago de Chile). de la credibilidad del relato se encuentra orientad!
a establecer el grado en que cierto relato específico
La pericia no indica si los hechos han sucedido respecto de los hechos investigados, cumple -en ma¿
efectivamente en la realidad, sino que evalúa si el relato yor o m enor grado- con criterios preestablecidos que
aportado por la víctim a cumple, .o no, con criterios serían característicos de narraciones que dan cuenta
preestablecidos de credibilidad. El dictamen no es vin­ de forma fidedigna respecto de cómo sucedieron los
culante para el tribunal, éste debe formar su convicción eventos, apuntando a la probabilidad de que los hechos
sobre la base de la prueba producida durante el juicio, hayan sucedido de la forma en que han sido relatados,
y no sobre lo que determinado perito concluya. Es el en virtud de las características observadas y valoradas
tribunal el llamado a analizar la credibilidad o falta de en el testimonio. .7 '
ella de las personas -sean testigos o peritos- que decla­
ren en estrados, función que no le es posible renunciar La valoración del perito estará enfocadá a analizar
o delegar, sin perjuicio del carácter de referencia que la estructura y con tenid o del relato, n o a intentar
pudiere otorgársele a las conclusiones del peritaje, los establecer la real o cu rren cia del hecho o detectar
dichos de los peritos, en cuanto se refieren a un relato la contradicción entre lo relatado y la realidad de lo
proporcionado a ellos por la presunta ofendida de un sucedido.

especiales de los que carece el Juzgador (o que, sólo están al alcance de especialistas o profesio^
disponiéndo de ellos, no pueden motivar su de­ nales versados en ellos. Él Juez o Tribunal que
cisión por no ser controlables a las partes) y que quisiera resolverlas de un modo no científico
por ende no pueden motivar su decisión. Lo dicho, -alude a modo de ejemplo a cuestiones que re­
usualmente afirmado en relación a sentencias que quieren un conocimiento especial, tales como
descreen de la declaración del menor víctima que la trayectoria de una bala o el nivel de alcohol
ha recibido validación externa, resulta también de en sangre-, ignorando el parecer de los peritos
aplicación a los supuestos en los que frente a una en la materia, infringirla clara y gravemente las
sentencia que lia dado crédito al relato del niño reglas de la lógica, exponiéndose, además, a
con apoyo en prueba pericial, quien impugna lo que su decisión sea anulada por otro Tribunal)
hace fracturando este binomio, como ocurre en el a través del correspondiente recurso, aparte de
presente caso. La defensa propone una observa­ las responsabilidades penales o disciplinarias
ción atenta de las imprecisiones y contradicciones en las que pueda incurrir..." Interesante es lo
lógicas de la narración ofrecida por la víctima, sin que aporta este mismo autor, con relación a
hacer pie en el dictamen pericial que no encuentra las llamadas "ciencias que no son exactas" (19)>
tendencia a la mentira, mitomanía, fabulación o como es el caso de la psicología, al destacar:
confabulación del pensamiento. "También en relación con problemas médicos
psiquiátricos, físicos, químicos o biológicos, hay
En el mismo sentido, Muñoz Conde (18), afir­ resultados periciales contradictorios o por los
ma que: "en el moderno proceso penal resalta menos discutibles, siendo realmente difícil para
el papel cada vez más relevante de los peritos el juez o tribunal sentenciador decidir cuál se
en la realización de pruebas cuya práctica exige ajusta más a la verdad. Evidentemente, cuanto
déterminados conocimientos científicos que más inexacta es la ciencia sobre la que versa la
pericia, tanto más dudas asaltarán al jtiez que
tiene que valorarla...”
(18) Muñoz Conde, Francisco “Búsqueda de la verdad
en el proceso penal” ed. Hammurabi, Buenos Aires, año
2000, p. 72. • (19) La bastardilla, nos pertenece.
■ El perito no puede declarar sobre si el testigo dice la Así, en los autos 11.966 de registro de esta Sala, al
verdad, esta es función exclusiva del juez. referirse el doctor B. a la circunstancia en la que el
tribunal acude a otra causa que no forma parte de la
En casos de abuso sexual contra menores un perito prueba a fin de aludir a los antecedentes profesionales
puede declarar sobre sí el niño presenta las caracte­ de una psicóloga particular en cuyas conclusiones asila
rísticas del síndrome de abuso sexual e inclusive dar convicción, quitando del plexo probatorio los trabajos
su opinión sobre si ese niño ha sido victima de abuso periciales provenientes del fuero de excepción, sos­
pero no hasta el punto de declarar si el niño dice la tiene que “...u n dictam en pericial psicológico sobre
verdad o no, o en su caso, manifestar como sucedieron una declaración no constituye un docum ento que
los hechos. evidencie, por su propio poder acreditativo directo, la
veracidad de una declaración testifical, aunque puede
El perito, se considera un testigo no presencial que constituir un valioso elemento complementario de la
testifica por su conocim iento en un área o m ateria valoración”
técnica, que declara ante un tribunal detentando la
característica p articu lar de poseer conocim ientos “Por eso el juicio del psicólogo jamás podrá sustituir
técnicos en una ciencia, arte u oficio determinado, los al del tribunal, aunque sí podrá ayudar a conformar­
cuales les permiten emitir opiniones sobre materias de lo."
relevancia para la resolución de un juicio.
"... la responsabilidad del análisis crítico de la fiabi­
Debe arm on izarse este con ocim ien to d esde el lidad o credibilidad de las testificales acusatorias que
lugar de tal co n el resto de los testim onios; m ás aún, pueden determinar la condena o absolución de una
com o en el p resente, si nos encontram os frente a persona, compete constitucionalmente al tribunal de
alguno de ellos que sostienen los dichos del presunto audiencia con los asesoramientos o apoyos que estime
inocente. procedentes.”

Ahora bien, en relación al tema que nos ocupa, No podemos asegurar que el equipo interdiscípli-
esto es la validación del testimonio de niños, debe nario que diagnostica Abuso Sexual Infantil esté
destacarse que es la Ciencia de la Psicología la que siempre acertado. Muchos casos son ambiguos y
se ha encargado de analizar -y con mayor ahínco un diagnóstico concluyente no siempre es posible,
en los últimos tiempos en los que han prólifera- particularmente en niños muy pequeños o con
do las denuncias de abuso sexual de niños- los dificultades emocionales o limitaciones de len­
factores que deben tenerse en cuenta a la hora guaje. Sin embargo, un equipo interdisciplinario
de valorar la existencia de un supuesto caso de capacitado es siempre la mejor aproximación
abuso sexual infantil. Al respecto, Berlinerblau posible al diagnóstico de abuso sexual”(21). En
(20) destaca: “ La relevancia legal del examen similar sentido Intebi, señala: "todos los relatos
psíquico y de la valoración científica del testimo­ deberían ser analizados por especialistas entre­
nio del menor presuntamente víctima de abüso nados en la detección del abuso sexual, antes de
sexual en el ámbito médico legal implica hacer ser simplemente desestimados en nombre de un
más o menos probable la veracidad de un niño supuesto sentido común”(22).
como testigo. Esta opinión se basa en el examen
psíquico del niño por parte de especialistas en La importancia de recurrir a expertos en el tema,
psiquiatríay/o psicología infantil, y en ese sentido por la dificultad que trae aparejado la correcta
no es diferente de cualquier otra evidencia que valoración del testimonio infantil, tambiénha sido
requiere interpretación experta antes de ser de expuesto en un fallo dictado en la ciudad de Mar
utilidad. A pesar de los problemas asociados con del Plata, en el que los sentenciantes sostuvieron:
las revelaciones de los niños, los expertos en el
campo del maltrato infantil son contestes en que
la historia obtenida del niño es la evidencia más (21) Berlinerblau, Virginia en “Abuso Sexual Infantil"
importante (y la única en la mayoría de los casos). comp. porLamberti, Sánchey Viar en "Violencia familiar y
abuso sexual” ed. Universidad, segunda edición ampliada,
2003, p. 189.
(202J!8lqUlatrainfantQ-juvenil y médica legista del Cuer- (22) Intebi, Irene " Abuso Sexual Infantil en las mejores
po Medico Forense de la Justicia Nacional. familias’’ ed. Granica, Madrid, 1998, p. 258.
....^ '
"Más, los dictámenes periciales sobre credibilidad de Como prólogo a este pünto dgl análisis, es dable re^J
uno o más expresan la opinión de quienes los emiten, opi­ cordar que la sensatez que debe guiar el razonamiento J
nión que no puede, ciertamente, por sí misma desvirtuar discursivo de los jueces no pasa exclusivamente por,^
la presunción de inocencia cuando el tribunal del juicio, aquella reconocida com o "lógica formal” vale decir
que es quien tiene la responsabilidad constitucional de la que estudia las inferencias válidas en virtud única-'
juzgar, no ha obtenido una convicción condenatoria au­ mente de sus formas; sino que también juegan -casi
sente de toda duda razonable (STS del 14/2/2002).” necesariam ente- los principios de los “razonamientos
dialécticos” dado que la exigencia de fundamentación
Cuando nos enfrentamos a la necesidad de escla­ em anada del art. 171 de nuestra Constitución Provin­
recer ilícitos perpetrados en desmedro de la libertad cial, no persigue tanto la formulación de perfectas
sexual, el testimonio de la víctima se presenta como deducciones com o sí lo hace respecto a la obligación de
m edular para probar el injusto, dado el ámbito íntimo explicar las razones para persuadir y convencer que la
en cuyo interior los mismos suelen consum arse; lo solución que se propone resulta razonable y justa.
cierto es que, en el sub lite, se trata de de una niña de
cinco años de edad. Anticipo este silogismo a los efectos de reafirmar la .
libre valoración probatoria, cuyos principios rectoras,
Primeramente, debo tener en cuenta com o lo ex­ se originan a partir de la propia literalidadi del art. 210
presara co n anterioridad, que desde la perspectiva del digesto adjetivo com o pauta reglamentaria de los
del control casacional de la presunción de inocencia postulados constitucionales.
(art. 18 de la Constitución Nacional), a este Tribunal
le corresponde revisar la estructura de la lógica pro­ Ingresando ya en el fondo del asuntó, importa
batoria de la sentencia recurrida, de forma tal que se destacar, que es am pliam ente recon ocid o por los
garantíce la racionalidad entre los hechos indiciarlos profesionales del área específica en el trato del A.S.I. el
y la deducción a la que se arriba. protocolo a seguir en los casos en que las víctimas son

“...También resulta cierta la crítica del abogado en del Testimonio" que se ha encargado de inves­
relación ala ausencia de protocolos y criterios de tigar aquellos factores que se relacionan con
validación objetivos de las declaraciones de niños la exactitud y credibilidad de las declaraciones
que se presentan como víctimas de abuso sexual... de los testigos. En esta disciplina es unánime
pues han sido los psicólogos forenses quienes en la opinión de los especialistas que afirman que
el mundo han desarrollado los diversos métodos debe diferenciarse claramente la exactitud del
de validación a los qué hace alusión. La cuestión testimonio, (considerando que uno de los fac­
acerca de los criterios de validación es hoy bas­ tores que debe tenerse en cuenta para evaluarla
tante cuestionada por la literatura, y preocupa no es la edad del testigo) la cual dependería de la
sólo a Mar del Plata sino en el mundo, y vaya si hay correspondencia entre las afirmaciones dé una
motivo para ello: lá imputación de abuso sexual persona y lo que realmente sucedió o aconteció;
es altamente estigmatizante y de consecuencias de la sinceridad del relato la cual concierne a un
jurídicas gravísimas...”(23). estado interno, generado por la c r e e n c i a honesta
del testigo en cuanto a que está diciendo la ver^
Es que justamente, ha sido la Ciencia de la dad. La primera estaría en los hechos, en tanto
Psicología la que se ha ocupado de investigar la que la segunda estaría en la persona (24). Por
capacidad que tienen los niños para informar con tal motivo, se sostiene que el testigo aún que­
exactitud sobre sucesos ocurridos en el pasado riendo ser honesto puede cometer errores (por
y la que ha desarrollado distintas técnicas a los efectos de la información post-suceso o del tipo
efectos de obtener una información exacta y de interrogatorio, entre otras causas) razón por
fiable. Incluso se ha desarrollado una especiali­
dad dentro de aquélla, denominada “Psicología
(24) Al respecto, el psiquiatra Julio R. Zazzali afirma;
"Cualquier hombre puede honradamente estar en un error.
Un alienado delirante puede ser totalmente sincero al ex­
(23) Tribunal en lo Criminal n° 3 dé la Ciudad de Mar plicamos que es descendiente de habitantes de la galaxia
de Plata en la causa n° 2369- Ana Pandolfi s/ Abuso Sexual de Andrómeda. Pero sus dichos no serán objetivamente
Agravado y Corrupción de MenoresJSeútencia de fecha verdad” en "La Pericia psiquiátrica1; ed; LaRocca, Bs. As.
17/06/04 2006, p. 129.
f: .
niños péqüeñós; que iio han desarrollado su capacidad profesionales de la validación ya lo han condenado
de lecto-escritúray se encuentran en distintas etapas sin sentencia.
de su desarrollo psico-sexual.
t El doctor Eduardo Padilla en “Acerca de la memoria
Los parámetros con. que ha de medirse la veracidad y las co-construcciones" -Conferencia pronunciada en
de sus dichos, son limitados a un cúmulo de situaciones la Academia Nacional de Ciendasde Buenos Aires, acto
ique los rodea, que coadyudan a formar la plena convic- organizado por el Centro Interdiscíplinario de Inves­
ción que deríve en la certeza de la existencia del abuso tigación Forense el 9 de mayo de 2006-, plantea una
y en su caso a la individualización del agresor. guía para una ponderación diagnóstica y subrayando
la enorm e dificultad -y a veces, la imposibilidad para
Al respecto el Dr. Eduardo José Cárdenas, (Revista los expertos- de distinguir una co-construcción de una
La Ley el 15 sep. 2000) menciona la "versión canónica” historia verdadera.
de que n o creerle es revictimizarlo. Los jueces, dictan
ide inmediato (aún antes de la validación o después de En el caso de autos, com o primer circunstancia no
la pseudo validación de la denuncia) medidas caute­ se ha acreditado clínicam ente lesión física alguna,
lares impidiendo al padre abusador, o al padrastro, el surgiendo del informe m édico (fs. 18/19) del Tribunal
contacto con el hijo o la hija. Muchas veces después se de Menores N° 4, quepresenta himen intacto, aparato
descubre que este alejamiento es injusto y que era lo genitourinario con desarrollo acorde á la edad, ubicada
que en realidad la m adre denunciante quería lograr. en tiempo y espacio.
Pero y a es tarde. Meses o años de incom unicación se
trasform an en alejamientos o abandonos de por vida Por su parte, en el expediente del Fuero de mención,
con m u cha facilidad. La parentectom ía está lograda. incorporado al debate, la Psicóloga P. refiere que la
Al padre no se le recibe ni escucha nunca. Ni antes, madre no está, que la niña concurre a entrevista con
ni después de la validación. Ante su sorpresa, los la abuela, que consultó con una psicóloga porque la

la cual la declaración de tal testigo puede tener tiempos y que los estudios alcanzados en las ramas
iin alto grado de credibilidad pero poseer escasa de la psicología y la victimología son los que han
exactitud (25). propiciado las recientes reformas a los diferentes
códigos procesales de varias provincias de nuestra
La importancia y necesidad de recurrir a los Nación (27), sobre el modo de interrogar a las
conocimientos brindados por la psicología, a los víctimas de abuso sexual.
efectos de una correcta mentación del testimonio
infantil -e incluso para la valoración de ciertos V. Conclusiones
testimonios de adultos-, también han sido ex­
puestas por Cafferata Noresy Hairabedián quienes A modo de conclusión, estimamos que a los
sostienen:"... parece imprescindible recurrir al fines de obtener una información lo más exacta y
auxilio de la ciencia de los psicólogos forenses objetiva posible, estimamos que es imprescindi­
para la mejor valoración de ciertos testimonios ble que intervengan profesionales psicólogos con
(v.gr., de los niños) y conveniente para cualquier sólida form ación forense a los fines de garantizar
caso... (26). la objetividad e imparcialidad.de su actuación.
Asimismo deberán tener conocimientos específicos
Incluso, piénsese lá importancia que ha cobrado sobre los distintos niveles cognitivos y lingüísticos
el tema del abuso sexual infantil en estos últimos de los menores, y estar debidamente capacitados

(25) Arce Ramón y Fariña Francisca -citando a Alonso (27) El Código de Procedimiento Penal de la Nación en
Quecuty- en “Psicología del testimonio y evaluación cog- sus artículos 250 bis y 250 ter, modificación que tuvo como
nitiva de la veracidad de testimonios y declaraciones" en fundamento el “interés superior del niño" consagrado en
"Psicología Forense: manual de técnicas y aplicaciones'' la Convención de los Derechos del Niño, con jerarquía
comp* por Sierra Juan C., Jiménez Eva M. y Buela Casal constitucional en virtud del a rt 75 inc. 22 de nuestra Ley
GuaUjertfy ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 2006. p. 563. Fundamental. Cabe destacar que similar modificación
(26) Cgffercita Ñores, José I. y Hairabedián, Maximiliano legislativa se hizo extensiva en otras provincias del país,
“La Proceso penal" Ed. Lexis Nexis, 6a edición, tales: como Córdoba (art; 221 bis), Buenos Alies (art. 102) y
Río Negro (arts. 234 bis y ter).
n en a le relató situaciones de “juegos" con su papá, año 2004 por la psicóloga M. B. P., quien concluye qUe
consigna que la abuela le dijo que la nena dijo que el lo evaluado lo sitúa a F. com o u n sujeto ajustado a los
papá le introducía el dedo en lá vagina. Dice la abuela parámetros de normalidad, con. capacidad de adapta-
"que la m adre dice que querría que las visitas co n el ción, buena automatización de los procesos lógicos del
padre se suspendan" pensar, con indicadores de plasticidad y flexibilidad i
buena adaptación a situaciones nuevas, sin necesidad
De la entrevista con la n ena m enciona en el informe, de apoyo para su seguridad; individuo seguro, que no
que vive con su mami a quien le dice V., que su papá no registra indicadores patológicos.
vive con ellas porque "nos separam os" al preguntarle
por qué, la niña expresa “porque no nos sentimos bien Evaluado por los peritos oficiales médico psiquiatra
juntos" -entre comillado por la profesional-, ubicándo­ A. P. F. y perito psicóloga S. N. V. concluyen a fs. 68/70
se a la par de su madre en los relatos. No acepta con­ que el entrevistado no padece al momento del exa­
signas, con mecanismos defensivos, y ante situaciones m en de alteraciones morbosas ni de insuficiencia de
displacenteras dice que “le duela la panza" sus facultades mentales; presenta una personalidad
neuróticamente estructurada con un adecuada capa­
Infiere que existen situaciones que la afectan em o­ cidad y ajuste psicológicos, entidad que no comporta
cionalm ente, relacionadas c o n su entorno familiar, alineación mental. Por último m encionan que délos
no siendo posible validar la denuncia por un lado y exámenes efectuados surge conveniente la realización
haciendo notar la falta de acompañamiento materno, de peritaje psiquiátrico y psicológico de la progenitora
por el otro. de la niña víctima de autos, quien es evaluada por ja
perito psicóloga S. V., (ver informe de fe. 78, mencio­
Por su parte, al enterarse de la denuncia que la m a­ nado com o am biental en el acta de debate) como
dre de la niña le efectuara, y luego de concurrir a una un a persona fácilmente influenciable y vulnerable
entrevista con la psicóloga elegida por ella, F. concurre que puede tender a conductas de tipo manipulativás,
voluntariamente al Colegio de Psicólogos Distrito XIII por la influencia de los otros en los que ella confía. Es
(Lomas de Zamora), donde es derivado a la Consultoría portadora de una estructura de personalidad de tipo
de Psicodiagnóstíco, siendo entrevistado en el período neurótica con rasgos histriónicos e infantiles, utilizan­
comprendido entre el 20 de febrero y el 16 de marzo del do frecuentemente la represión y somatización como

p ara em plear los distintos m étodos y técnicas forma específica de investigar aquellos factores
aplicables. que se relacionan con la exactitud y credibilidad
de las declaraciones de los testigos. Asimismo, en
Debe resaltarse que el perito forense debe de­ lo que se refiere específicamente al testimonio de
sarrollar una tarea neutral e imparcial en virtud niños, ha sido la Ciencia de la Psicología la que
de que en el proceso penal no es posible partir se ha ocupado de investigar la capacidad que
de una creencia absoluta de lo supuestamente tienen los menores para informar con exactitud
sucedido, tal como proceden los psicólogos sobre sucesos ocurridos en el pasado, y la que
clínicos en su atención terapéutica quienes pro­ ha desarrollado distintos métodos a los efectos
curan obtener una información de naturaleza de obtener la mayor cantidad de información
subjetiva. posible de una manera exacta y fiable. En este
sentido, también se han desarrollado distintas
técnicas -como ser lasproyectivas- que se consi­
Consideramos que la exactitud de la decla­ deran de gran utilidad en virtud de que los niños
ración de un menor depende en gran parte de son susceptibles de poseer ciertas limitaciones
la capacidad que tenga el entrevistador para no (como ser de lenguaje) a la hora de relatar sobre
hacer uso de preguntas sugestivas, adelantando
el hecho que se investiga.
la información que espera recibir y que el niño
no ha proporcionado por sí mismo (sesgo del Sin embargo, también debe resaltarse que tales
entrevistador). técnicas son muy cuestionadas por algunos auto­
res que señalan como posible la ausencia de ob­
Al respecto, debe subrayarse que es la Psico­ jetividad en la interpretación del especialista que
logía del Testimpnio, especialidad dentro de las las administra (vgr. uso de dibuj os y juegos) y por
ciencias psicológicas, la que se há encargado en lo tanto, la falta de estandarización en su empleo.
mecanismos defensivos, a partir de los cuales intenta sobrenombre Campanita. De la nena se hacia cargo
rechazar pensam ientos o recuerdos displacenteros la abuela quien a mediados de año le dijo a la maestra
siendo la pulsión de los m ism os descargada en lo que los padres se separaban, dejando entrever qué el
corporal, en claro beneficio de carácter secundario padre la habría m anoseado o algo así y que esto se lo
derivados de dichos síntomas. había contado la nena a ella (a la abuela), cuando esta
circunstancia le es reiterada por la madre, a la docente
En la reconstrucción de esta historia se ha obviado el le llamó la atención porque V. no había registrado
capítulo referente a la conducta de la niña en el ámbito cambio alguno en su comportamiento, seguía alegre
escolar, donde sus m aestras de sala de tres (M. C. S.) com o siempre, luego de esto revisó sus dibujos siendo
y cuatro años (M. F. G.) -período en el que se habría que no se advertía cambio alguno, si bien fantaseaba
producido el abuso y la separación de los padres-, son lo que es com ún a esa edad, tenía buena producciones
contestes en referir que, en el año 2002 era una nena de dibujos, llenos de moños, corazones, flores, nenas
líder de grupo, muy alegre, una "campanita” muy ex­ con colitas, nada que a la dicente en su rol de maestra
trovertida, tenía m ucha chispa, fantasiosay ocurrente, le llamara la atención. Veía a la madre de V inmadu­
por ejemplo al hacer un relato decía que se subía arriba ra, parecían hermanas más que madre-hija, con un
de un león, era el alm a de la sala, comportamiento importante posicionamiento de la abuela respecto al
parejo durante todo el año, no había nada que llamara cuidado y educación de lá niña.
la atención. Era muy sociable, pero llegaba tarde y la
llevaba la abuela que tenía un rol fuerte en lo relativo a A este escenario debemos sumar que quien induce
la nena, era la que se ocupaba de todo, la madre parecía a efectuar la denuncia es la abuela materna, eligiendo
una chica inmadura, ya que se hacía cargo la abuela de una profesional especialista en abusos, encargándose de
cuestiones que correspondían a la madre. Al ingresar averiguar puntualmente cuáles son los síntomas del niño
al jardín ya controlaba esfínteres, era madura para su abusado. Profesional cuya declaración en el debate es
edad, siempre impecable en su persona. elegido como pilar de la inculpación por el “a quo"

Si el niño en cuestión no presenta rasgos de perso­


En el año 2003, su tem p eram en to siem pre fue nalidad fabuladora, lo que dice no es mentira, ergo,
igual, alegre, era líder positivo; le habían puésto de es cierto.

Por tales motivos, deberían ser implementados Sin perjuicio de lo expuesto, consideramos
por personas altamente adiestradas en cada uno que es imprescindible que existan algunos
de los métodos que se utilizan. Sostenemos que en lineamientos básicos o guías de actuación, (tam­
todos los casos los especialistas intervinientes de­ bién llamados protocolos de actuación) diferen­
berán motivar adecuadamente sus conclusiones ciando los procesos evolutivos de los niños (vgr.
para lo cual deberán indicar los métodos o técnicas preescolares, niños en edad escolar y adoles­
que han utilizado en el caso concreto (vgr. Técnicas centes) en virtud de que no es posible proceder
que se basan en el relato verbal, indicadores, test de igual manera con todos los menores. Estos
proyectivos) y el valor científico que se le asigna a protocolos de actuación no sólo permitirán que
las herramientas que cada método proporciona. la declaración se adapte a los distintos niveles
Asimismo en el supuéstb que utilizara una técnica cognitivos y lingüísticos alcanzados por los ni­
que admite más de un empleo, como es el caso de ños, sino que también permitirán controlar el
los muñecos anatómicos o uso de dibujos, deberá ingreso de este elemento de prueba. Piénsese
precisar la manera que, en el caso concreto, la ha que procediendo de esta manera se permitirá
implementado. apreciar si la entrevista ha sido sesgada y por
lo tanto la declaración no exacta, contrariando
Por tal razón, también consideramos que en uno de los fines del proceso penal, esto es, el
algunos casos de difícil resolución podrían in­ descubrimiento de la verdad real. De otro cos­
tervenir otros especialistas a los efectos de que tado, téngase presente que la introducción de
se ejqpidan sobre la tarea realizada por aquéllos un dato no proporcionado por el niño puede
profesionales que actuaron frente a un hecho con­ tener el efecto perjudicial de instalarle la idea de
creto, yen todo caso deberá permitirse un amplio que un “supuesto hecho” finalmente aconteció,
control* de las partes, facultándolos a proponer generándole un trauma al menor del que antes
peritos- controladores. ^¡i no padecía. ♦
Siendo que este dogma se ve hoy apuntalado cuando Sabem os que, cu án to m en or es la edad de una
se invoca que los dichos registrados lo han sido en la persona, m ás fácil es que sea inducido a tom ar tom o
“Cámara de Gesell" entiendo en general, -sin ingresar sucedido algo que no sucedió y que incorpore elsuceso
en este punto al agravio incluido al respecto por la en su mem oria con toda convicción, en especial si el
defensa, que tendrá respuesta al finalizar el voto- que relato le es repetido varias veces y si proviene de alguien,
este mecanismo no es útil si no se efectúa con ciertos con un gran ascendiente sobre él; como pueden serlogi
recaudos, com o el garantizar que los observadores de padres, maestros o algún piscoterapeuta.
uno u otro lado del espejo puedan estar preparados y
no sesgados com o para que sus conclusiones no sean Es n ecesario p o n d erar tod os los elem en tos en
erróneas com o si no se hubiera recurrido al artefacto. juego incluyendo cuánta influencia puede tener Un
La utilización de la Cám ara Gesell no garantiza la vera­ adulto muchas veces convencido de que los hechos
cidad de los relatos que a través de ella se efectúen. sucedieron conjugándose a veces los padres y ciertos
profesionales muy sesgados por motivos diversos con
El autor mencionado plantea que el sofisma que más lo cual las co-construcdones se multiplican y se hacen
rápidamente salta a la vista es el de sostener que todo m ás convincentes. ;,y
aquello que no proviene de la boca de un mentiroso
o de un émulo de Esopo, es verdadero. Dice, algo asi Como la mayor parte de los relatos infantiles de abu­
com o sostener que dado que Ptolomeo no era ni un so físico, sexual, emocional o la combinación de ellos
“fabulador” ni un mentiroso, la Tierra es en efecto el son verdaderos, en los casos dudosos o sin evidencias
centro del Universo. Menciona que deberemos incli­ físicas, el profesional de la salud puede encontrarse
nam os con respeto hacia el misterio final del cerebro frente a la imposibilidad de distinguir un relato falso
humano, el sistem a m ás com plejo que existe en el de uno verdadero, debiendo asum ir la realidad de
Universo conocido. Y com o el único instrumento para decir que en algunos casos no se puede aseverar di­
su estudio es otro cerebro, esto es algo no m ás extenso cha circunstancia, ya que suele ser muchísimo y muy
que el objeto en estudio, no lo podremos jamás abarcar grave lo que está en juego: el principio constitucional
en su totalidad. de inocencia.

En definitiva, el dilema de si una persona miente A lo largo del proceso que culm ina en el debate,
o “fabula" o si lo que dice en efecto sucedió tal com o vemos com o el simple relato de una situación coti­
lo tiene registrado en su m em oria debe abandonarse diana (un padre limpiando la cola a su hija) o una
por inútil pues la m em oria hum ana es constructiva y demostración de cariño (besos) calificada de excesiva
creativa. La m em oria variará también con el tiempo por quien no está acostum brado a recibirlas, se va
y los baches serán rellenados, muchas veces por in­ transformando en un tocamiento inverecundo, hasta
fluencia de otros. llegar a ser la práctica de maniobras masturbatorias
y de sexo oral.
Ya sabemos qué difícil es reconstruir un hecho a
partir de los relatos de los testigos que lo presenciaron: No se soslaya que esta modalidad de contacto entré
las versiones pueden llegar a ser de lo m ás diversas, apadre-hija en situaciones que pueden llegar a califi­
veces sorprendentemente contradictorias. carse de poco felices (n o ocultarse al orinar o dejarse
ver en desnudez), puedan haber dado lugar a una
Y esto no sucederá com o consecuencia de que algu­ construcción en los adultos y una co-construcción en
nos mienten o "fabulan" sino básicamente como resul­ la niña, que los llevara sin mala intención a iniciar este
tado de las características de nuestras memorias. proceso, pero de ninguna manera, -luego de haberse
debatido la prueba propuesta por ambas partes-, alcan­
En el cam po psiquiátrico-psicológico-forense, en zan a vencer el principio de inocencia sustentado por la
especial con todo lo relacionado con imputaciones defensa, contribuyendo los tópicos reseñados a formar
de abusos sexuales, se trata de imponer que los niños un estado de duda insuperable (a r t Io del ritual).
no mienten, que puede ser que a veces lo hagan pero
nunca sobre tem as traumáticos com o por ejemplo és­ Con sustento en las consideraciones expuestas,
tos de abuso sexual. Lo cierto es que los niños menores entiendo que no se verifica en la especie un estado de
de siete años carecen de la capacidad de mentir para certeza propio de un arbitrio condenatorio respecto
perjudicar a un tercero: sí lo harán, con creciente co­ de la real existencia del injusto cuya consumación se
modidad ycap ad d ad d e convencimiento, para librarse le ha reprochado a D. J. E , y -en consecuencia- esta
de un castigo o para ser cómplices de alguien mayor en insuficiencia probatoria transige un estado de incer-
algún juego o código secreto o de sorpresa. tidumbre invencible que, reparando en la m anda del
art. Io del C.P.P., debe resolverse en favor del aicusado
El nudo del asunto .no está en si un niño miente o (arts. 14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles
no en temas de gravedad sino en si lo que dice corres­ y Políticos, 8.2.h. de la Convención Americana sobre
ponde a la realidad.o si es falso. Derechos Humanos, 18 y 75 inc. 22 de la Constitución
t'. ,
^Nacional, Í68 y 171 de la Constitución de la Provincia Derechos Humanos, 18 y 75 inc. 22 de la Constitución
de Buenos Aires, 1°, 209, 210,2 1 1 ,2 3 3 , 3 7 1 ,3 7 3 , 451, Nacional, 168 y 171 de la Constitución de la Provincia
1454,459,460,463 del Código Procesal Penal). de Buenos Aires, 1°, 209, 210, 211, 233, 371, 373, 451,
454, 4 5 9,460, 463 del Código Procesal Penal y 28, del
f De resultas de este voto, se tom a abstracto el trata- Decreto-ley 8904/77). Así lo voto.
Imiento del resto de los agravios.
El doctor V iolini dijo:
r Por lo que a esta p rim era cuestión, voto p or la
afirmativa.
Voto en igual sentido que el doctor C arral, por sus
fundamentos.
El doctor V iolini dijo:

Adhiero, por sus fundamentos, al voto de mi dis­ Por lo que se dio por finalizado el Acuerdo, dictando
tin gu ido colega preopinante y a esta cuestión m e el Tribunal la siguiente Sentencia: I.- Hacer lugar, sin
pronuncio por la afirmativa. costas, al recurso de casación interpuesto. II.- Casar
la sentencia recurrida y absolver a D. J. E respecto al
2a cuestión. — El doctor C arral dijo: delito de Abuso Sexual agravado por el vínculo por el
que fuera condenado. III.- Regular los honorarios de
Que de conformidad al resultado que arroja el trata­ los doctores G. S. y M* J. M., por la labor cumplida en
miento de la cuestión precedente corresponde hacer esta instancia con un 20% de la suma fijada en la Ins­
lugar, sin costas, al recurso de casación interpuesto, tancia. Rigen los artículos 14.5 del Pacto Internacional
casando la sentencia recurrida y absolviendo a D. J. de Derechos Civílesy Políticos, 8.2.h. de la Convención
F. respecto al delito de Abuso Sexual agravado por Americana sobre Derechos Humanos, 18y 75 inc. 22 de
el vínculo, con retribución para la labor profesional la Constitución Nacional, 168 y 171 de la Constitución
cumplida en esta Sede por los doctores G. S. y M. J. M. de la Provincia de Buenos Aires, Io, 2 0 9 ,2 1 0 ,2 1 1 ,2 3 3 ,
con un 20% de la sum a fijada en la instancia (artículos 371, 373, 451, 454, 459, 460, 463 del Código Procesal
14.5 del Pacto Internacional de D erechos Civiles y Penal; 28, parte final, delDecreto Ley8904/77. — Víctor
Políticos, 8.2.h. de la Convención Americana sobre H o ra cio Violini. — D a n ie l Carral.

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