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TEXTOS DE ANÁLISIS

TEMA 1: Filosofía de la religión. Invitación a una tarea actual. – José Gómez Caffarena

a) Filosofía de la religión

Insustituibles pero insuficientes las ciencias humanas y la fenomenología. El proyecto científico


explica función antropológica, el proyecto fenomenológico comprende algo de lo que es en sí
la religión. Hueco: explicación más allá de lo funcional. Verdad de lo comprendido.

Una respuesta a esto último la da la conciencia religiosa. El fiel religioso encuentra sentido
(éste o aquél). El fiel religioso no será juez ecuánime.

Problemática típicamente filosófica: realidad y función de lo religioso, condiciones en que sería


verdadero; relación que guarde con lo verdadero. No es fácil precisar cómo hay que realizar tal
tarea. Pero al menos una tipificación: el punto clave es el criterio.

Criterio inmediato y externo: el lingüístico. Inglés: filosofía analítica / Alemán: herencia de la


Aufklärung / Francés: hermenéutica.
Criterio menos extrínseco: mayor o menor sustantividad que, en cada proyecto concreto,
tengan la religión y la filosofía  polos ideales.

b) Ensayo tipológico

1. Religión: más sustantiva. Filosofía: conocimiento de los datos historiográficos + recoge


aportación de las ciencias de la religión y de la fenomenología.

2. Filosofía: más sustantiva. “Filosofía primera” + interpretación de todo, incluida la religión.

Subdivisiones:

· En el tipo 1, puede filosofarse destacando la fenomenología o bien las ciencias de la religión.


· En el tipo 2, las mismas subdivisiones que la filosofía en general  W. Dilthey: “visiones del
mundo” que son naturalismo, idealismo de la libertad e idealismo objetivo / verdad en
empirismo, racionalismo o personalismo / Hume, Hegel, Kant.

c) Proyectos hermenéuticos

Henry Duméry: comprensión religioso sustantividad + reflexión filosófica idealismo de la


libertad. Método: cinco posibilidades  explicación (religión desde la filosofía), confrontación
(subordinación a la teología), anticipación (condiciones de religión válida), comprensión
(fenomenología). Duméry prefiere el último complementándolo con una toma de postura
crítica: la discriminación (análisis reflexivo y crítico). Encontrar fundamentado todo el ámbito
vivido en la espontaneidad de la subjetividad. Cuarto nivel de reducción: subjetividad
trascendental como habitada por el Absoluto, con quien busca relacionarse la conciencia
religiosa; la filosofía de la religión convalidad esa intencionalidad, para exigirle después una
depuración de las mediaciones simbólicas en que la expresa.

M. Eliade: filosofía hermenéutica. Cruce de géneros en la hermenéutica. Interfecundación de


historia, teología y filosofía de la religión.
Paul Ricoeur: su entera filosofía es fenomenología hermenéutica. Mundo cultural se da
mediante trabajo de la interpretación. Posibilidad de otra hermenéutica de recolección del
sentido, que culmina en “pensar a partir del símbolo” cauteloso.

d) Desde la explicación

Tipo 1, clima de ciencias de la religión.

Alfredo Fierro: “Sobre la religión”. Prepondera el momento explicativo. Teoría. Explica, porque
relciona con lo general. Lo religioso en el sistema feneral de la sociedad y la cultura. El
conocimiento sólo es real si lo religioso es apresado también en su propia entidad. Lo religioso
es sustantivo.

e) Desde el empirismo: filosofía analítica de la religión.

Tipo 2. Orientación empirista. Filosofía analítica, ámbito anglófono.

Subdivisión:

· Tradición Philosophical Theology (tema de la teología natural – Dios, su existencia y


atributos), problema de la significatividad y posible verdad de las proposiciones que lo
expresan. Desafío de Flew, dos líneas de respuesta: eludir conclusión atea o agnóstica o
devolver a las proposiciones una cognitividad o un estatuto no cognitivo para ellas.

· Debates, juego de lenguaje de la religión. Convicción religiosa. Javier Sábada: posición


coherente del “segundo Wittgenstein”  actitud religiosa en estatuto no cognitivo sino
expresivo: pregunta que no tiene respuesta, que sólo representa los límites del mundo.

f) Idealismo objetivo

Escritos de lengua alemana. Wilhelm Dupré: cercanía e implicación con la filosofía primera,
convergencia de religión y realidad de la verdad. Preocupación por lo universal. Noción
“religión” se sintetizan las exigencias de las ciencias humanas y la fenomenología. Filosofía
heredera de la religión, sin desbancarla.

g) Idealismo de la libertad

Relevancia de la subjetividad. Centralidad de la conciencia personal y su libertad. Karl Jaspers:


la filosofía se descubre a sí misma religiosa, nacida como reflexión de una subjetividad
irreductible. Inspiración idealismo de la libertad, se percibe más generalmente dondequiera
que se dé un primado a la problemática del sentido de la existencia.
TEMA 2: Desde la perplejidad. Interludio: a vueltas con la razón. – J. Muguerza

Kant: pregunta por el hombre presupone la existencia de una substancia humana inmutable.
Pero esa substancia sólo puede ser su propia historia.

Si alguna razón hay todavía para invocar a la razón, lo que está claro es que esta última no será
ya la razón pura sino una razón histórica a su vez.

Variabilidad afecta ciencias naturales y ciencias humanas y sociales, unas como otras han de
enfocarse con perspectiva histórica. Racionalidad: capacidad de innovación, nuevos métodos a
problemas desconocidos. Disposición para cambiar nuestros procedimientos. Variación podría
ser tanto cultural como histórica. “Proliferación de alternativas” de Paul Feyerabend. Fuera de
la ciencia quizás quepa encontrar más racionalidad.

Camino triunfal: desde el mito a la razón  no ocurre así. Filosofía, raíces en el mito.

La epistemología contemporánea ha fracasado en distinguir con nitidez entre lo que es ciencia


y lo que no.

Para Kolakowski, la filosofía es ideología, cuando no metafísica y punto.

Positivismo ha convertido a la razón científico-técnica en una mitología. La mentalidad


imperante nos arrastra a absolutizar aquella forma de razón. Actitud contraria a un auténtico
racionalismo. Un racionalismo radicalmente consecuente no admitiría otra absolutización que
la absolutización de la crítica de todo absoluto, incluido el de esta o aquella forma de razón.

Vilar: la razón carece hoy de garantías + problema de los garantes. En este mundo no hay
garantes. Muerte de Dios: obra de la burguesía + problema de encontrar un sustituto de la
trascendencia pasó a un primer plano. Sólo un racionalismo en minúscula podría ayudar a
zafarnos del problema de los garantes, tras haber despachado al Hombre no menos que a Dios
o a la Razón.
TEMA 3: Tratado de historia de las religiones. – Mircea Eliade

Rasgo común en todas las definiciones: sagrado y profano. Fenómenos religiosos complejos,
evolución histórica.

Estudio comparativo, morfología cambiante de lo sagrado, devenir histórico.

“Hechos sagrados”: material documental inmenso y heteróclito. Cada documento es una doble
revelación: modalidad de lo sagrado (hierofanía) y situación del hombre respecto de lo
sagrado.

1) Estructura y morfología de lo sagrado

Lo sagrado se manifiesta siempre dentro de una situación histórica determinada. Hay


hierofanías que tienen destino local y otras que tienen o adquieren valencias universales.

2) Dificultades metodológicas

Heterogeneidad de los documentos religiosos conservados + conservados por azar, proceden


de ámbitos muy distintos.

3) El tabú y la ambivalencia de lo sagrado

Ambivalencia de lo sagrado: orden psicológico (atrae o repele) y orden axiológico (sagrado y


maculado).

Lo que está “maculado” se distingue ontológicamente de lo profano. Objetos o seres


prohibidos a la experiencia profana, igual que las cratofanías y las hierofanías.

Tabú: condición objetos, acciones o personas “aisladas o prohibidas”; peligro de su contacto.


Se convierte en tabú lo que tenga una fuerza de naturaleza más o menos incierta.

“Fady” en Madagascar: cratofanías de lo insólito y de lo nuevo; tabús no duran mucho tiempo,


sólo hasta que se conoce, manipula e integra en el cosmos autóctono (y entonces pierden su
capacidad de destruir el equilibrio de las fuerzas).

Enfermedades y muertes entran en categorías de lo insólito y terrible.

Hay tabús permanentes. El mecanismo es siempre el mismo: cosas, personas o regiones que
participan de un régimen ontológico distinto y en consecuencia su contacto produce una
ruptura de nivel ontológico que podría ser fatal.

Tendencia contradictoria del hombre respecto a lo sagrado: por un lado intenta incrementar
su propia realidad con un contacto con hierofanías y cratofonías; por otro teme perder
definitivamente esa realidad. Aun deseando superarla, no puede abandonarla del todo.

Las cratofonías de lo insólito se separan del círculo de las experiencias normales. Separación
que a veces tiene efectos positivos, pues las valoriza (ej: fealdad y deformidad).
4) El “mana”

Concepto melanesio de mana: fuerza misteriosa y activa de ciertos individuos, almas de los
muertos y todos los espíritus. Objetos y hombres tienen mana recibido de seres superiores,
porque participan místicamente de lo sagrado.

Todo lo que “es” por excelencia posee mana, todo lo que es eficaz, dinámico, creador,
perfecto.

El mana no aparece en todas las religiones, y aun en aquellas en que aparece no es ni la única
ni la más antigua forma religiosa.

No puede afirmarse la “impersonalidad” del mana, porque esta noción carece de sentido en el
horizonte mental arcaico.
TEMA 4: Lo santo. Lo racional e irracional en la idea de Dios. – R. Otto

Idea teísta de Dios: divinidad concebida por predicados que corresponden a elementos
personales y racionales que el hombre posee en sí mismo. Predicados absolutos: perfectos y
sumos. Conceptos claros y distintos, esencia de la divinidad como racional. Fe como convicción
en conceptos claros, opuesta al mero sentimiento.

Superioridad del cristianismo, conceptos de claridad, transparencia y plenitud. Predicados


racionales sólo valen y son para y en un algo irracional. Contraposición entre racionalismo y
religión profunda.

Diferencia entre el racionalismo y su contrario: que en la idea de Dios, el elemento racional


predomina sobre el irracional, o lo excluya por completo, o al revés. Ortodoxia: madre del
racionalismo; racionalizó la idea de Dios por modo harto unilateral. Tendencia a la
racionalización.

Si en alguna esfera de la vida humana existe algo que le sea específico y peculiar es en la
religiosa. El alboroto místico nada tiene que ver con la razón. La religión no se reduce a
enunciados racionales.

Lo santo es una categoría explicativa y valorativa que como tal se presenta y nace
exclusivamente en la esfera religiosa. Elemento específico que se sustrae a la razón: inefable.
“Santo” contiene un excedente de significación. La lengua incorpora lo moral a lo santo
actualmente. Santo “menos” cualquier otro componente racional. Vive en todas las religiones,
es su médula. Nombre que capte y fije la peculiaridad de ese sentido de lo santo, un
neologismo: lo numinoso. Categoría peculiar, explicativa y valorativa. Nuestra incógnita sólo
puede suscitarse, sugerirse.

“Misterioso” y “tremendo” son dos aspectos y dos sentimientos del numen:

a) El misterio por sí solo puede ser designado con la palabra “mirum”: asombrarse,
sorprenderse. Analogía: “stupor”, asombro intenso. Misterio, en su acepción general,
significa solamente lo extraño. Pero el misterio religioso es lo heterogéneo en
absoluto, lo extraño y chocante, intenso asombro. No es de las almas o espíritus de
donde brota la religión, de ahí sólo nace la racionalización de la religión. El sentimiento
de lo absolutamente heterogéneo se adherirá a ciertos objetos, ya de suyo
enigmáticos. Sentimiento numinoso, que se une a otro de índole natural. No hay
tránsito gradual del estupor natural al estupor demoníaco. El objeto realmente
misterioso es inaprensible e incomprensible. No pertenece al círculo de nuestra
realidad, sino a otro distinto, que provoca en nuestro ánimo un interés irrefrenable. Lo
sobrenatural y lo supracósmico son definiciones de una realidad absolutamente
heterogénea. “Nada” y “vacío” no son, en realidad, más que ideogramas numinosos
para significar “absolutamente heterogéneo”.
b) En la evolución histórica de la religión el misterio sufre una transformación que no es
sino la exaltación. Tres grados: sorpresa, paradoja y antinomia.
- Lo mirum, inaprensible e incomprensible, escapa a nuestros conceptos porque
trasciende de todas las categorías de nuestro pensamiento.
- No sólo las rebasa, sino que, en ocasiones, parece ponerse en contraposición a
ellas y derogarlas y desbaratarlas. Entonces se convierte en paradójico.
- La forma extrema de esto es la antinomia. No solamente hay afirmaciones
contrarias a la razón, sino que enuncian respecto a su objeto predicados opuestos:
antagonismo inconciliable e irresoluble.

Mirum definido por atributos contrarios. La mística es una teología del mirum.

El contenido cualitativo de lo numinoso – que se presenta bajo la forma de misterio – está


construido de una parte por lo “tremendum”, que detiene y distancia con su majestad. Pero de
otra parte, es claramente algo que al mismo tiempo atrae, capta embarga, fascina.

Contraste armónico. Hecho más singular y notable de la historia de la religión. Al efecto del
numen que conturba y trastorna los sentidos, se añade el efecto dionisíaco que capta los
sentidos, arrebata: lo fascinante del numen.

Las representaciones y conceptos racionales que sirven para esquematizarlo son el amor, la
misericordia, la compasión, la piedad. La emoción religiosa de la beatitud no queda
completamente expresada y agotada por ellos. “Gracia”, “clemencia”, pero al mismo tiempo
algo más que eso.

Este “algo más” tiene sus formas previas en los primeros estadios de la historia de la religión.
El proceso prosigue, y la posesión del numen o el ser poseído por él se convierte en un fin que
se busca por sí mismo. En este momento es cuando empieza la verdadera vida religiosa. Paz
por encima de toda razón.
TEMA 5: Las fomas elementales de la vida religiosa. – Émile Durkheim

Autor: iniciador de la escuela francesa, tendencia positivista + empirista, convicciones


evolucionistas (busca info sobre las estructuras elementales de la sociedad humana), oposición
sagrado/profano, sociología, fracaso catolicismo oficial (busca formular una nueva religión y
moral laicas).

La religión es un todo formado de partes, un complejo de mitos, dogmas, ritos y ceremonias.


Los fenómenos religiosos se ordenan de forma natural en dos categorías fundamentales: las
creencias y los ritos. Las primeras son estados de opinión y consisten en representaciones; los
segundos son determinados modos de acción. Entre estas dos clases de hechos hay toda la
diferencia que separa el pensar del movimiento.

Creencias religiosas: suponen una clasificación de las cosas, reales o irreales, profano y
sagrado. La división del mundo en dos dominios. Círculo de los objetos sagrados: su extensión
es infinitamente variable, según las religiones. Cosas sagradas: superiores en dignidad y poder
a las cosas profanas.

El hombre depende de sus dioses, pero esta dependencia es recíproca. Los dioses tienen
necesidad del hombre.

Definir lo sagrado frente a lo profano basándonos en su heterogeneidad, que es absoluta. Dos


categorías radicalmente opuestas entre sí. Dos mundos entre los que no hay nada en común.
Pasar de uno de los mundos al otro: verdadera metamorfosis.

La heterogeneidad degenera a menudo y se convierte en un verdadero antagonismo. Mundos


rivales entre sí. Se exhorta al hombre a que se aparte totalmente de lo profano para llevar una
vida exclusivamente religiosa. De ahí el monaquismo, el ascetismo místico o el suicidio
religioso.

Los dos géneros no pueden aproximarse conservando, al mismo tiempo, su propia naturaleza.
Primer criterio respecto las creencias religiosas. Las cosas sagradas son aquellas protegidas y
aisladas por las prohibiciones; las cosas profanas, aquellas a las que se aplican las prohibiciones
y que deben permanecer a distancia de las primeras. Las creencias religiosas son
representaciones que expresan la naturaleza de las cosas sagradas y las relaciones que
mantienen. Los ritos son reglas de conducta; cómo debe comportarse el hombre con las cosas
sagradas.

Cuando cierto número de cosas sagradas mantienen entre sí relaciones de coordinación y


subordinación, formando un sistema con cierta unidad, pero que no entra, a su vez, en ningún
otro sistema del mismo género, el conjunto de creencias y sus correspondientes ritos
constituye una religión.

Una religión, por lo general, es un sistema de cultos dotados de cierta autonomía.


TEMA 7: Ensayos sobre sociología de la religión – M. Weber

Peculiaridad específica del racionalismo occidental moderno. Problema: determinar la


influencia de ciertos contenidos de fe religiosa en la formación de una mentalidad económica,
de un ethos económico, fijándose en el ejemplo de las conexiones entre la moderna ética
económica y la ética racional de protestantismo ascético. Tipos de racionalización, cualidades
hereditarias.

TEMA 9: David Hume, o la reflexión escéptica sobre el mundo religioso. – G. López Sastre

1. Falta de credibilidad de las narraciones de milagros

La más sagrada religión se funda en la fe, no en la razón. Pentateuco: producción de un mero


escritor e historiador humano. Libro de un pueblo bárbaro e ignorante, no corroborado por
testimonio concurrente alguno, lleno de prodigios y milagros.

2. Imposibilidad de decidir entre el monoteísmo y el politeísmo

Ejemplo del barco. Ensayos infructuosos, lento pero continuo progreso en el arte de hacer
mundos. ¿Por qué no pueden colaborar varias divinidades para organizar y construir un
mundo?

3. La generación y la vegetación como posibles fuentes del orden del universo

Partes del universo: semejanza mayor con animales y vegetales (que no con una máquina).
Causa: generación o vegetación.

4. Una hipótesis materialista

Fuerza original, actividad, materia; sin perder su movimiento ni su fuerza activa, conserva una
apariencia uniforma. Universo como resultado de las revoluciones eternas de una materia sin
guía ninguna.

5. El problema del mal

¿Tiene Dios voluntad de prevenir el mal, pero no poder para ello? Entonces es impotente.
¿Tiene poder para ello pero no lo desea? Entonces es malévolo. ¿Tiene poder para ello y lo
desea? ¿De dónde proviene entonces el mal?

6. Crítica al argumento a priori

Todo lo que concebimos como existente podemos también concebirlo como no existente. Las
palabras “existencia necesaria” no tienen un significado consistente.

7. Flujo entre el politeísmo y el monoteísmo

Causas desconocidas que gobiernan todos los fenómenos naturales y distribuyen el placer y el
dolor  activa imaginación del hombre: origen de la religión. Semidioses o seres intermedios.

8. El terror como principio fundamental de la religión


Cuando uno está triste y abatido lo único que se puede hacer es dar vueltas a los terrores del
mundo invisible y sumergirse en una aflicción aún más profunda. Terror: principio fundamental
de la religión. No hay ningún estado del espíritu tan dichoso como el de la calma y la
ecuanimidad. Pero es imposible mantener este estado cuando uno piensa que se encuentra en
una oscuridad e incertidumbre tan profundas, entre una eternidad de felicidad y una eternidad
de miseria.
TEMA 10: La filosofía de la religión de I. Kant. – José Gómez Caffarena

1. Refutación del argumento ontológico

La necesidad absoluta de los juicios no es una necesidad absoluta de las cosas.

Si en un juicio idéntico elimino el predicado y conservo el sujeto, surge una contradicción, y


por ello digo que el primero corresponde al segundo de modo necesario. Pero si elimino a un
tiempo sujeto y predicado no se produce contradicción ninguna, ya que no queda nada
susceptible de contradicción. Es contradictorio poner un triángulo y suprimir sus tres ángulos.
Pero no lo es el suprimir el triángulo y los tres ángulos a la vez.

“Dios es”: no añado nada nuevo al concepto de Dios. Lo real no contiene más que lo posible.

2. Primado de la razón pura práctica [en su conexión con la especulativa]

Principios originarios a priori, con los cuales estuviese unidos inseparablemente ciertas
proposiciones teóricas que, sin embargo, se sustraen a toda posible penetración de la razón
especulativa.

Si la razón pura puede ser por sí práctica y lo es realmente, como la conciencia de la ley moral
lo manifiesta, entonces es siempre sólo una y la misma razón la que, sea en el aspecto teórico
o en el práctico, juzga según principios a priori y entonces resulta claro que, aunque su
facultad no alcance en el primero a fijar afirmándolas ciertas proposiciones, sin embargo,
como tampoco las contradice, tiene que admitir precisamente estas tesis tan pronto como
ellas pertenezcan inseparablemente al interés práctico de la razón pura, si bien como algo
extraño que no ha crecido en su suelo, sin embargo, como suficientemente justificado,
tratando de compararlas y enlazarlas con todo lo que como razón especulativa tiene en su
poder.

Es posible pensar una ampliación de la razón pura con intención práctica, sin que ello suponga
ampliar su conocimiento como especulativa. A priori una intención, un fin como objeto de la
voluntad representado, como prácticamente necesario por un imperativo categórico: tal es
aquí el supremo bien. Éste no es posible sin presuponer tres conceptos teóricos: libertad,
inmortalidad y Dios. El conocimiento teórico de la razón pura recibe en cualquier caso un
incremento: aquellos conceptos por sí sólo pensables son ahora declarados tales que les
corresponden realmente objetos.

Esa ampliación de la razón teórica no es ninguna ampliación de la especulación, como si


cupiera desde ahora hacer un uso positivo de los mismos desde un punto de vista teórico. No
resulta posible ningún juicio sintético a priori por medio de esta aceptación de la realidad.

3. Teísmo moral (génesis): los motivos de la razón pura práctica

Amor práctico: núcleo de todas las leyes. El precepto que hace de esto una regla tampoco
puede mandar el tener de hecho esa disposición interna, sino sólo el tender hacia ella. Lo que
aquella ley de todas las leyes presenta es la disposición moral en su plena perfección, como un
ideal de santidad no alcanzable por criatura alguna, pero prototipo al que debemos tratar de
aproximarnos y asemejarnos.
4. Teísmo moral: la prueba moral de la existencia de Dios

La ley moral, como condición formal de la razón en el uso de nuestra libertad, nos obliga por sí
sola; pero nos determina también, y a priori, un fin final: tal es el supremo bien posible en el
mundo por la libertad.

La condición subjetiva, bajo la cual el hombre puede ponerse un fin final bajo las leyes dichas
es la felicidad. El supremo bien posible en el mundo es, en su aspecto físico, felicidad; bajo la
condición objetiva de la concordancia del hombre con la ley de la moralidad.

No concuerda el concepto de la necesidad práctica de un tal fin mediante la aplicación de


nuestras fuerzas con el concepto teórico de la posibilidad física de realización del mismo, si no
enlazamos con nuestra libertad ninguna otra causalidad (de un medio) que la de la Naturaleza.
Así, tenemos que admitir una causa moral del mundo (un Creador) para proponernos un fin
final según leyes morales; y tan necesario como es admitir ese fin, tanto lo es admitir lo dicho,
es decir, la existencia de Dios.

5. Religión dentro de los límites de la mera razón

La revelación puede comprender en sí también la religión racional pura. Aquélla como una
esfera más amplia de la fe, que encierra en sí a la última como a una esfera más estrecha:
círculos concéntricos. Ente Razón y Escritura hay compatibilidad y armonía; quien sigue la una
(bajo la guía de los conceptos morales) no dejará de coincidir con la otra.

Lo que Kant está mostrando es la dificultad de que coincida el fin final al


que obliga la ley moral (supremo bien) y el supremo bien posible en el
mundo físico (la felicidad). Es la escisión entre moralidad y felicidad. De ahí
la prueba moral de la existencia de Dios: si el ser humano es capaz de
actuar conforme al deber en pro de un supremo bien, incluso en contra de
su propia felicidad, debe existir una causa moral del mundo.
TEMA 11: Religión en la filosofía de Hegel – Ramón Valls

1. Objeto común de la filosofía y la religión

Ambas tienen a la verdad por objeto, en el sentido de que Dios es la verdad y él solo lo es.
Ambas tratan también de la religión de lo finito, de la naturaleza y del espíritu humano, de su
relación mutua y de su relación con Dios en cuanto verdad suya. Familiaridad: la conciencia se
hace representaciones de los objetos antes de hacerse conceptos de ellos.

Exigencia de mostrar la necesidad de su contenido. Familiaridad insuficiente.

2. La idea absoluta es el objeto común a la filosofía y religión

Sólo la idea absoluta es “ser”, vida imperecedera, verdad que se sabe a sí misma y es toda la
verdad.

3. El pensamiento es la raíz y el lugar de la religión

El animal, a pesar de tener sentimientos, tiene tan poca religión como derecho y moralidad.

4. La elevación a Dios y las pruebas de su existencia

Elevación: contemplación que piensa el mundo, no la meramente sensible o animal. Pruebas


de la existencia de Dios: descripciones y análisis del camino del espíritu hacia sí. La elevación
del pensamiento sobre lo sensible es el pensar mismo.

Pensar el mundo empírico significa cambiar su forma empírica y transformarla en un universal:


actividad negativa. La riqueza interna de lo percibido, se extrae alejando y negando la cáscara.
Las pruebas no ponen de relieve el momento de negación, pues diciendo que el mundo es
contingente queda igualmente dicho que es meramente caedizo, fenoménico, nulo en sí
mismo. Siendo esta elevación tránsito y mediación, es ella igualmente superación del tránsito y
de la mediación, pues aquello mediante lo cual Dios podría parecer mediado, el mundo, se
declara más bien como nulo; solamente la nulidad del ser del mundo es el nexo de la
elevación, de modo que aquello que se presenta como mediador desaparece y, de este modo,
con esta mediación, se supera incluso la mediación.

5. El nuevo argumento ético

La materia verdaderamente concreta es el espíritu, cuya determinación absoluta es la razón


activa, el concepto que se determina y realiza a sí mismo; es la libertad. Que la elevación del
espíritu subjetivo a Dios, se degrade luego, a un mero deber ser, es la equivocación de
restablecer inmediatamente lo finito opuesto [a lo infinito] como válido y verdadero.

Lo finito que de aquí se parte es la autoconciencia ética real; la negación, por medio de la cual
la autoconciencia eleva su espíritu a la verdad, es la purificación de su saber respecto de la
opinión subjetiva, purificación que se ha cumplido de manera efectivamente real en el mundo
ético, y ella es la liberación de su voluntad respecto del egoísmo del deseo. La verdadera
religión y verdadera religiosidad procede únicamente de la eticidad y ella es la eticidad
pensante, es decir, la eticidad que se hace consciente de la universalidad libre de su esencia
concreta. Sólo a partir de ella y desde ella deviene sabida la idea de Dios como espíritu libre;
fuera del espíritu ético se buscará en vano verdadera religión y religiosidad…

6. Definiciones metafísicas de Dios; la forma proposicional es impropia

Definir a Dios metafísicamente significa expresar su naturaleza con pensamientos en cuanto


tales, pero la Lógica comprende todos los pensamientos tal como son aún en forma de
pensamientos. Las segundas determinaciones, por el contrario, en cuanto son una esfera en su
diferencia, son las definiciones de lo finito. Ahora bien, si se usara la forma de la definición
sucedería que esta forma incluiría un sustrato de la representación, que como sujeto de la
proposición quedaría colgado del aire, ya que incluso lo absoluto, que es como debe
expresarse Dios en el sentido y en la forma del pensamiento, sigue siendo bajo la relación con
su predicado (que es su expresión determinada y efectiva en pensamientos) un pensamiento
meramente mentado (o indicado), o sea, un sustrato de suyo indeterminado. Y porque el
pensamiento sólo se contiene en el predicado, resulta por ello que la forma proposicional es
algo tan enteramente superfluo como lo es el sujeto mismo.

7. Dios es el espíritu

Lo absoluto es el Espíritu: he ahí la definición más elevada de lo absoluto.

La palabra misma y la representación de espíritu fueron halladas muy tempranamente y el


contenido de la religión cristiana consiste en dar a conocer a Dios como espíritu. Captar esto
en su propio elemento (el concepto) a saber, captar esto que ahí estaba dado a la
representación y que en sí es la esencia, es la tarea de la filosofía; tarea que no se ha cumplido
verdadera e inmanentemente mientras el concepto y la libertad no son su objeto y su alma.

8. Religión y Estado

Es el conocimiento filosófico el que sabe que Iglesia y Estado no se oponen por el contenido de
la verdad y la racionalidad, pero se diferencian en cambio por la forma… Pero el Estado
mantiene el derecho y la forma de la racionalidad autoconsciente y objetiva, el derecho de
hacerla valer y de afirmarla frente a afirmaciones que nacen de la figura subjetiva de la verdad,
cualquiera sea la seguridad y la autoridad con que se rodean.

9. La filosofía de la religión enlaza la historia de las religiones con la historia general


TEMA 12: La autorrealización o liberación humana como crítica de la religión en Feuerbach –
Manuel Cabada Castro

1. Objetividad de lo infinito en el primer Feuerbach

Está presente en el deseo aquello mismo que está ausente y, por lo tanto, en el deseo de
conocer lo infinito está contenido el infinito mismo. El deseo expresa lo que ya está presente
en el espíritu, aunque de manera oculta y subconsciente.

Si la razón fuese realmente finita, no podríamos traspasar dichos límites, ni si quiera


tendríamos noción de ellos.

2. Religión como proyección

El corazón objetiviza y substantiviza en forma de libertad absoluta y divina, de omnipotencia,


su deseo y su ansia de liberarse de todos los límites y contornos propios. Se desquita de
aquello de lo que está privado en el mundo.

3. Reducción antropológica de la religión

Contraposición de lo divino y lo humano: contraposición entre la esencia humana y el


individuo. La relación con su esencia se realiza como si fuese una esencia distinta. La esencia
divina no es sino la esencia del hombre separada de los límites del hombre individual, y
objetivada.

4. El amor, superior a la divinidad

Si no sacrificamos Dios al amor, sacrificamos el amor a Dios.

5. Religión como antropología

La conciencia de Dios no es sino la conciencia de la especie, que el hombre puede y debe


elevarse sobre los límites de su individualidad, pero no sobre las leyes y estructuras esenciales
de su especie.

6. El Dios contrincante

Dios es y tiene precisamente aquello que el hombre no es ni tiene. Cuanto menos es Dios tanto
más es el hombre; cuanto menos es el hombre tanto más es Dios. Afirmar a Dios significa
negar al hombre.

7. Religión y sociedad

La necesidad y existencia de Dios se apoyan, por tanto, únicamente en la falta de justicia, amor
y sabiduría humanos.

8. Dios y naturaleza
9. Contra la negación del hombre

No se trata ahora ya del ser o no ser de Dios, sino del ser o no ser del hombre. No se trata de si
somos cristianos o paganos, teístas o ateos, sino de que seamos o nos hagamos hombres sanos
en cuerpo y alma, libres, activos y vigorosos. La cuestión sobre el ser o no ser de Dios es en mi
caso únicamente la cuestión sobre el ser o no ser del hombre.

10. Cristianismo y ateísmo

Lo que nominal o teoréticamente son cristianos y creyentes en Dios, son paganos de hecho y
en la práctica; y los nominal y teoréticamente paganos son cristianos prácticos y verdaderos.

11. Promoción de la vida terrenal

Yo niego únicamente para afirmar; yo niego únicamente la esencia aparente y fantástica de la


teología y la religión, para afirmar la esencia real del hombre.

La supresión de una vida mejor en el cielo incluye en sí la exigencia de mejorar la vida en la


tierra.

La consecuencia necesaria de los males e injusticias existentes en la vida humana es


únicamente la voluntad, el esfuerzo por enmendarlos, pero no la fe en un más allá que se
queda mano sobre mano y deja subsistir los males.

12. Religión e inconsciente

El secreto de la religión es el secreto de la unión o relación de la conciencia con lo


inconsciente, de la voluntad con lo involuntario en un mismo ser. El hombre quiere y, sin
embargo, tiene voluntad sin su voluntad. Él es consciente y, sin embargo, llegó a tener
conciencia inconscientemente. El hombre vive y, sin embargo, no tiene en su poder ni el inicio
ni el término de su vida; siente la angustia de las necesidades, y las satisface, sin embargo, sin
saber si hace esto movido por sí mismo o por otro ser extraño.

Esencia inconsciente. “¿Qué soy yo? ¿De dónde vengo? O ¿para qué estoy aquí?”, no es sino el
mismo sentimiento religioso, el sentimiento de que no soy nada si un no-yo, que es distinto de
mí mismo y que está, sin embargo, estrechamente unido conmigo, que es esencia distinta de
mí y al mismo tiempo esencia propia mía. La conjunción o la unidad del yo y del no-yo es
fundamento de la religión.

El hombre es hombre precisamente porque su no-yo (y no únicamente la naturaleza exterior)


es objeto de su conciencia, de su admiración, de su sentimiento de dependencia, de su
religión.

13. La religión y los deseos

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