0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
17 vistas1 página
Una mujer de 34 años sufrió una lesión cerebral traumática grave luego de un episodio de violencia doméstica que resultó en una fractura en la corteza prefrontal. Como secuela presenta paraplejia espástica y dificultades en funciones ejecutivas como la planificación, memoria de trabajo y atención. Puede sostener conversaciones básicas pero de forma lenta y muestra conducta apática.
Una mujer de 34 años sufrió una lesión cerebral traumática grave luego de un episodio de violencia doméstica que resultó en una fractura en la corteza prefrontal. Como secuela presenta paraplejia espástica y dificultades en funciones ejecutivas como la planificación, memoria de trabajo y atención. Puede sostener conversaciones básicas pero de forma lenta y muestra conducta apática.
Una mujer de 34 años sufrió una lesión cerebral traumática grave luego de un episodio de violencia doméstica que resultó en una fractura en la corteza prefrontal. Como secuela presenta paraplejia espástica y dificultades en funciones ejecutivas como la planificación, memoria de trabajo y atención. Puede sostener conversaciones básicas pero de forma lenta y muestra conducta apática.
Paciente de 34 años sexo femenino, bachillerato incompleto, preferencia manual diestra,
previo a la lesión trabajaba en servicios de acompañantes. En el 2016 sufre un episodio de violencia doméstica a manos de su ex pareja, lo que resulta en un TEC grave por herida contusa, fractura en la corteza prefrontal, permanece internada en la clínica durante tres días en los cuales cursa con múltiples complicaciones, como secuelas presenta cuadriplejia que evoluciona a paraplejia espástica. La paciente puede sostener una conversación básica pero lenta, muestra una conducta apática, se le dificulta la formación de conceptos, no presenta alteraciones en el reconocimiento de emociones básicas, tiene dificultades en la planificación y memoria de trabajo y además presenta dificultad para focalizar su atención.