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Jaime Sabal
Marzo 2004
1) Antecedentes
2) Marco Conceptual
Los comentarios sobre el marco conceptual son divididos en dos secciones, dedicadas a
los modelos a ser empleados.
1
En países emergentes como el Perú, el empleo del modelo CAPM es razonable dado que,
por una parte, muchos estudios empíricos respaldan su utilidad, y por otra parte, el
CAPM es el modelo más utilizado y mejor conocido por los analistas para la estimación
de la tasa costo del patrimonio. Esta última ventaja facilita enormemente el intercambio
de ideas.
En el caso específico de la tasa de descuento aplicable al patrimonio kE , la fórmula del
CAPM a ser utilizada por OSIPTEL es:
kE = rf +β [ E(rm ) – rf ] (1)
Donde:
D E
WACC = .(1 − Tc ).k D + .k E (2)
V V
Donde:
2
• Todos los flujos de caja son perpetuidades
No obstante, la situación no es la misma con el cálculo del valor del patrimonio de TdP,
donde es muy posible que haya una diferencia significativa entre el valor contable y el
valor de mercado. Ello se debe a que las convenciones contables se fundamentan en
valores históricos y no suelen tener en cuenta adecuadamente el valor del dinero en el
tiempo y el riesgo. Al respecto, existen dos posibles enfoques para estimar el valor
patrimonial:
3) Metodología
En esta sección se discute sobre la estimación de los parámetros, a saber: la tasa libre de
riesgo, el premio por riesgo de mercado, y beta. Igualmente se comenta sobre los plazos
recomendables para la estimación, mientras que el tema del riesgo país se trata en la
sección 4.
3
Es cierto que al utilizar un lapso reducido las estimaciones podrían ser menos estables.
No obstante, si la intención es reestimar los cálculos y actualizar las tarifas cada tres
años, los ajustes trianuales se reflejarán en los factores de productividad futuros y a la
larga, en promedio, se obtendrían resultados razonables.
Por otra parte, de producirse cambios importantes en algunos de los parámetros entre
sucesivos períodos de tres años, el costo patrimonial resultante podría variar
significativamente de período a período. Como se verá mas adelante esto podría ocurrir
con el premio de mercado. Es por ello que en lo que respecta a este parámetro es
necesario hacer una excepción y utilizar un período de referencia más extenso como se
discutirá en la sección 3.3.
Las tasa anual rf se puede obtener como un promedio de la información diaria o semanal
de la tasa rf , la cual Bloomberg proporciona anualizada.
En todo caso el efecto de rf sobre el costo del patrimonio depende en definitiva del valor
de la beta, por lo que la precisión a que haya lugar en la estimación de la tasa libre de
riesgo será menos importante en la medida en que la beta se acerque más a la unidad. En
el extremo, si beta fuese la unidad, el valor de rf sería irrelevante.
En este sentido, se puede estimar el rendimiento de la cartera de mercado con base en los
rendimientos diarios anualizados del período 2001-2003. No obstante, cabe considerar
que una estimación exclusiv amente durante este lapso no es realmente representativa,
dado que seguramente se obtendría un premio muy pequeño (o incluso negativo) como
resultado de la fuerte caída de la bolsa en ese período. Esto se reflejaría en un costo de
capital posiblemente muy bajo.
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Por otra parte, estudios recientes muestran que el premio por riesgo de mercado no se ha
mantenido estable sino que ha venido descendiendo lenta y gradualmente desde niveles
del orden del 10% durante los años 1920s hasta cerca de cero recientemente.
Se puede recurrir a las estimaciones más recientes del premio de mercado a futuro de
bancos de inversión reputados (Ej. Merrill Lynch, CS First Boston), o alternativamente
hacer uso de trabajos académicos como el recientemente realizado por Dimson, Marsh &
Staunton (2003) 1 .
En todo caso, es necesario hacer uso de una única tasa libre de riesgo para el cómputo de
k E a través del CAPM. Es por ello que una vez definido el premio de mercado se debe
sumar a éste la tasa libre de riesgo implícita en su cálculo para obtener el rendimiento
esperado de la cartera de mercado. Luego se estima el premio de mercado aplicable a
nuestro caso restando la tasa libre de riesgo seleccionada del rendimiento esperado de la
cartera de mercado.
3.4) Beta
Para la estimación de la beta desapalancada, es razonable considerar que debido a su
poca liquidez durante los años 2001 a 2003 resulta mejor no utilizar los ADRs de TdP.
Este argumento es aun más fuerte si en el futuro no se contará con esta referencia, en
virtud del conocimiento público sobre el deslistado previsto por TdP para estos títulos.
Por lo tanto, el análisis que nos ocupa en esta oportunidad será más consistente con los
que se realicen en el futuro si en lugar de los ADRs se utiliza como referencia la beta de
otras empresas o del sector.
En este sentido, beta debe ser estimada con base en los rendimientos semanales históricos
de empresas del sector que coticen en la bolsa de Nueva York para el período de interés
(2001-2003).
1
Dimson E., Marsh P., Staunton M. 2003, “Global Evidence on the Equity Risk Premium”, Journal Of Applied
Corporate Finance, Otoño.
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resultados robustos, y el riesgo de incluir compañías con características operativas
demasiado disímiles a TdP.
Dados los cambios a que está sujeto el sector de telecomunicaciones se considera que un
período de tres años es adecuado para la estimación de la beta desapalancada. Por una
parte, ese lapso debe garantizar una confiabilidad estadística aceptable y, por el otro,
remontarse más atrás puede contaminar los resultados con rendimientos poco
representativos de la realidad actual del negocio.
4) Riesgo País
La práctica metodológica entre algunos analistas de sumar una prima por riesgo país,
calculada como la diferencia entre la rentabilidad de los bonos soberanos de un país y los
bonos del tesoro de los EE.UU, a la tasa de descuento no es completamente adecuada
por los siguientes motivos:
Al sumar la prima por riesgo país a la tasa de libre de riesgo, y por tanto a la tasa de
descuento, se está suponiendo que el riesgo país es sistémico o no diversificable. No
obstante, el riesgo país, al menos en el caso de los países menos desarrollados como
Perú, no suele tener una correlación muy importante con el rendimiento del resto de la
economía mundial por lo que es posible diversificarlo, al menos en cierta medida.
Como norma general, de ser totalmente sistémico, sería correcto sumar la prima por
riesgo país a la tasa de descuento. De ser parcialmente sistémico, una porción debería ser
incluida en la tasa de descuento y la otra no. En caso de ser totalmente no sistémico, es
incorrecto incluir la prima por riesgo país en la tasa de descuento. En el caso del costo
del patrimonio para TdP, el riesgo país estimado debe ser considerado como
parcialmente sistémico.
No todas las inversiones en un país estarían necesariamente sujetas al mismo premio por
riesgo. Si la reputación de un país en el ámbito de cierto tipo de actividades es mejor que
para el resto de la economía, se debería reducir la prima por riesgo correspondiente.
Igualmente, pudiesen haber actividades para las que el riesgo país fuese más elevado.
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Por otra parte, también es factible reducir el riesgo país para ciertas inversiones a través
de la estructura de contratación, como por ejemplo, asociándose con el gobierno en
desarrollos mineros en aquellos casos en que estos recursos están bajo control estatal. Es
de esperarse que esta clase de asociación reduzca la eventualidad de interferencias
gubernamentales desfavorables al negocio puesto que las mismas perjudicarían, no
solamente al inversionista particular, sino al propio gobierno.
Por último, en sectores regulados como el que es objeto de este informe, surge un tipo
especial de riesgo país: el riesgo regulatorio. Este tipo de riesgo está mas relacionado con
consideraciones técnicas y políticas del sector, por lo que se esperaría que este riesgo sea
eminentemente diversificable y que, por ende, no afecte significativamente a la tasa de
descuento sino sobre todo a los flujos de caja proyectados.
El precio de los bonos emitidos por los gobiernos en los mercados financieros
internacionales depende fundamentalmente de las expectativas de los inversionistas sobre
la eventualidad de incumplimiento en los pagos por parte de dichos gobiernos. Al
incorporar la prima por riesgo país en la tasa de descuento para una inversión particular
se está suponiendo que el riesgo de incumplimiento del gobierno en cuestión es la
medida correcta del riesgo país propio de dicha inversión. Esto seguramente no es cierto
en la mayoría de los casos.
Por otra parte, hay estudios empíricos donde se muestra que efectivamente los
inversionistas descuentan las acciones de países emergentes teniendo en cuenta sus
riesgos particulares aunque éstos sean en parte diversificables. Entre estos estudios cabe
destacar el de Estrada (2000) 2 , en el que se nota una relación entre rendimientos y
desviaciones negativas de los rendimientos.
Contrariamente, resultados mas recientes (McKinsey 2003) 3 parecen indicar que las
empresas multinacionales no obtienen en el largo plazo rendimientos significativamente
superiores de sus inversiones en países emergentes vis-a-vis las realizadas en países
industrializados.
En definitiva, no queda claro si los inversionistas incorporan o no una prima por riesgo
país por la vía de la tasa de descuento a la hora de valorar las inversiones en países
emergentes.
2
Estrada J. 2000, “The Cost of Equity in Emerging Markets: A Downside Risk Approach”, IESE Papel de Trabajo,
Noviembre.
3
Mc Kinsey Quarterly Special Edition. 2003.
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En suma la decisión en cuanto a si se debe o no incorporar una prima por riesgo país en
la tasa de descuento debe considerarse a la luz de los siguientes hechos:
• La prima por riesgo país es la práctica tradicional y también la que se utiliza más
frecuentemente
• Algunos estudios empíricos parecen indicar que los retornos históricos en países
emergentes están relacionados con la prima por riesgo país. Esto significaría que
ceteris-paribus los inversionistas estarían demandando un retorno adicional en
países emergentes.
• La incorporación de una prima por riesgo país es inconsistente con los supuestos
del CAPM. Cualquier cómputo con base en el CAPM obliga a que los riesgos
asociados con el país sean incorporados en su totalidad en las proyecciones de
caja y sólo su componente sistémico afecte la tasa de descuento.
1. Es incuestionable que sumar una prima por riesgo país a la tasa de descuento es
inconsistente con el CAPM , un modelo que está fundamentado en que sólo al
riesgo no diversificable de be exigírsele un retorno. De modo que si se desea
utilizar el CAPM no se debe sumar una prima por riesgo país. Y si se quiere
considerar una prima por riesgo país no se debe utilizar el CAPM.
[
k E = rf + β * E ( rm ) − r f ] (3)
donde:
8
λRPAÍS
β * = βT +
[
E (rm ) − rf ] (4)
Este modelo busca ajustar el impacto de la prima por riesgo país para tener en cuenta su
componente diversificable. El beta en esta oportunidad tiene que ser ajustado, porque no
corresponde a los ADRs de TdP sino a un promedio de empresas de telecomunicaciones
de EEUU.
2. A partir de esta beta se obtiene lambda como porcentaje del riesgo sistémico
mediante la siguiente expresión:
Beta estimado
al cuadrado
2
σ
λ = βˆ 2 . M (5)
σi
Desviación estándar del
rendimiento del índice de
Desviación estándar del la bolsa de NY
rendimiento del índice de
la bolsa de Lima
R i =α i + β i R M + ~
ei (6)
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donde:
Ri = Rendimiento del índice de la bolsa de Lima
RM = Rendimiento del índice de la bolsa de NY
Reordenando:
β σ σe σ σ σe
2 2 2 2
1 = i M + i = iM2 M + i (8)
σi σi σMσi σi
σe
2
1= r + i
2
σi
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Jaime Sabal
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