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Resposabilidad penal malvinas

En el presente caso, se produjo un incendio en la galería «Nicolini»


perteneciente al Centro Comercial «Las Malvinas», que comercializaba
productos inflamables en el primer piso y los almacenaba entre los pisos
segundo y cuarto, instalándose contenedores a partir de este último, debido
a que una empresa Inversiones JPEG S.A.C (en adelante, JPEG) era
propietaria de los aires y los habría enajenado distintas personas.

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Efectivamente, la empresa JPEG habría vendido parte o todo del quinto piso
tanto a José Martín Fabián Fabián y a su esposa Rocío Paola Despaz
Paucar, quienes habrían promovido la instalación de los contenedores en el
quinto piso; y, estas personas luego arrendaron el bien a Jonny Coico
Sirlope y a su esposa Vilma Zeña Santa María, quienes habrían contratado
o, tenido conocimiento, que dos jóvenes fueron contratados y que eran
encerrados para desempeñar tareas al interior de los contenedores durante
la jornada laboral. Estas dos últimas personas fallecieron al ser alcanzados
por las llamas.

A propósito de esto, me planteo nuevamente otras interrogantes: ¿debe el


derecho penal intervenir en el presente caso?, ¿quiénes podrían ser
responsables de la muerte de ambos jóvenes?

¿El derecho penal debe intervenir?

El derecho penal sí debe intervenir, pues debe estar al frente de hechos que
socavan la identidad de la sociedad, pues la vida de una persona resulta
fundamental para la configuración de la identidad de cualquier sociedad.
Por otro lado, debe analizarse siguiendo los argumentos antes
desarrollados- la identificación de los intervinientes en el hecho. En este
caso: la Municipalidad Metropolitana de Lima, el Gerente General y/o
apoderado de la galería «Nicolini», el Gerente General y/o apoderado de la
empresa JPEG, el propietario del contenedor y el arrendatario (empleador)
del mismo. Seguidamente, debe identificarse cuáles son los deberes que
tiene cada uno de los intervinientes en el hecho.

Si la Municipalidad autorizó la licencia de funcionamiento, luego Defensa


Civil realizó observaciones a las condiciones de seguridad de la galería
(base y/o aires) y  la Municipalidad no lo tomó en cuenta y no dispuso las
medidas correspondientes, todo aquel funcionario sobre el cual recaía la
obligación de disponer tal medida deberá responder por el delito
de homicidio simple (art. 106 Código Penal), sin interesar si este jamás fue
quien lanzó el fosforo y/o conoció a la víctimas y haya deseado su muerte.

Si tanto el Gerente General y/o apoderado de la galería «Nicolini» como de


la empresa JPEG fueron debidamente notificados por parte de la
Municipalidad de las infracciones a las medidas de seguridad que venía
incurriendo su representada, omitiendo realizar las subsanaciones que
corresponden, deberán responder también por el delito de homicidio
simple (art. 106 Código Penal), sin importar si ambos no estuvieron
presentes aquel día o, menos aún, si no habrían visitado alguna vez el local.

Si el propietario del contenedor y el arrendatario (empleador) del mismo


fueron debidamente notificados por parte de la empresa JPEG de la de las
infracciones a las medidas de seguridad que venía esta última incurriendo,
omitiendo detener el contrato de arrendamiento o continuar permitiendo que
su personal siga laborando dentro del contenedor respectivamente; hasta
que la empresa subsane las recomendaciones, ambos responderán por el
por el delito de homicidio simple (art. 106 Código Penal), sin tomar en
cuenta si el otro desconocía con qué finalidad arrendaba su local y el otro no
se dedicaba al expendio o almacenamiento de productos inflamables.

Ahora bien, si ambas personas no fueron debidamente notificadas, el


propietario del contenedor no debería responder penalmente; sin embargo,
el arrendador y quien presuntamente habría dejado encerrado a ambos
jóvenes, debería responder a título de homicidio culposo (art. 111 Código
Penal).

Siendo ello así, el derecho penal sí debe resolver este hecho a fin
de reafirmar la identidad de la sociedad, como es la defensa de la vida de
cualquier ser humano a partir de criterios que tienen como fuente las
características de la sociedad de hoy, y no hacerlos descansar en
estructuras ajenas a su alrededor y estrictamente empíricas.

Finalmente, esperamos que las autoridades tomen en cuenta lo ocurrido,


tanto aquellas que dirigen sus acciones hacia la prevención como otras a la
sanción, evitando nuevamente que volvamos a replantearnos la pregunta
que inicialmente formulamos al iniciar estas breves líneas.

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