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Aje Shalunga

TRATADO DE AJE SHALUNGA | EWIN KÓLÁDÉ

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Ajé Shaluga es la ostra perlífera, es un Orisha funfun esposo de

Olokum. Este Orisha representa la riqueza en su estado más
esplendorozo. Nace en Iroso Umbo y habla en los Odduns Oddi
Iroso 7-4, Iroso Oddi 4-7, Obbara Meyi 6-6 y Oshe Meyi 5-5.

Vive en los lugares desolados del mar, en pequeños islotes rodeados

de muchos arrecifes y también en el fondo del mar. Se dice que
surgió del cuerpo de Yemayá y al relacionar el agua de mar como su
morada, participa del simbolismo de la fertilidad y la abundancia.

Se le considera caprichoso, voluble e inconstante. Él escoge al azar

a quien bendecir y bonificar con grandes cantidades de dinero. Aje
Shalunga exige completa confianza en sus poderes. Su emblema es
un gran cauri. Aje Shalunga es el mecenas de los tintes y de los
colores en general.

Origen:
En África cuando en ocasiones importantes, grandes cantidades de
dinero han sido gastadas, es usual oir el grito ¡Ajé Oh!, lo que
implica que tales gastos fueron gracias a la bendición del Orisha.
Tales ocasiones dan una demostración concreta de su generosidad.
Encontrar una concha perlera es considerado de buena suerte y se
le debe colocar un vaso de aguardiente y se le fuma un tabaco. Esta
concha con la perla en sí, se asocia a la oreja debido a su forma, y
sabemos que la oreja es el órgano de la percepción auditiva, un
instrumento de entendimiento espiritual. Simbólicamente la perla se
transforma en la palabra.
En Tierras yorubas también podemos ver la masculinidad de Aje
Shalunga y allá lo toman como el Dios absoluto de la riqueza. Su
nombre puede significar: el ganador que hace que se repita, o el
hechicero que hace volver. Un proverbio dice: Aje Shalunga pasa a
menudo con la primera caravana cuando viene al mercado, y carga el
último con beneficios, y otro: El que mientras camina encuentra un

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cauri, es favorecido por Aje Shalunga. El gran cauri, emblemático

de Aje Shalunga, no tiene valor como medio de intercambio, siendo
los pequeños cauris blancos los únicos utilizados para este
propósito. En algunas tradiciones nigerianas, se puede encontrar
como un Orisha femenino, lo que nos indica que puede tratarse de
diferentes visiones regionales como existe con otros Orishas.
En algunas ciudades donde la adoración de este Orisha es más
grande, todas las jovencitas lo reciben como parte de los Ritos de
Pasaje para las mujeres jóvenes en tierras yorubas. Aje Shalunga
es la divinidad primaria de estos rituales, ya que simboliza la
riqueza, la prosperidad, pero además la fertilidad de la mujer.
En la religion afrobrasileña del candomblé, la consideran una Orisha
femenina de las riquezas, la salud, las pasiones y la prosperidad. En
el camino de la prosperidad está ligada a Oshumare y en el camino
de la salud a Omolu. De hecho en Brasil se considera un camino de
Yemayá y una de las nueve hijas de Olokum.

Marco histórico:
Ajé Shalunga nada tiene que ver con Oshún como muchos piensan,
esta deidad está más relacionada a Yemayá y Olokum, aunque sea
familia de Obbatalá. Su culto en Cuba se perdió casi por completo
en el siglo XIX, y en la actualidad se ha ido recuperando gracias a la
entrada de muchos Orishas del Candomble de Brasil.
Aje Shalunga en nuestra tradición afrocubana es tratado como
masculino. Según la prestigiosa antropóloga Doña Natalia Bolívar
Aróstegui, es un Orisha relacionado con la salud, la suerte y la
riqueza. Se dice que comerciantes y otras personas que buscan
activamente el dinero, lo adoran como su patrón y colocan en
recipientes conchas y dinero para agasajarlo.

Atributos de Aje Shalunga:

- Su receptáculo es un tazón o fuente sin tapa, aunque también
puede ser un potiche o sopera.

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- Su sopera se rodea de todo tipo de caracoles y conchas posibles.

Lleva:
- 8 conchas perlíferas.
- 1 caracol llamado abundancia.
- 8 piedras blancas.
- 1 mano de caracoles.
- 8 caracoles cobos.
- 8 caracoles igbos.
- 8 caracoles tirabuzón.
- 8 caracoles nacarados.
- 8 caracoles ñao-ñao grandes.
- 18 monedas de diferentes tipos y países.
- piedras semipreciosas.

Accesorios:
- Su collar se confecciona con cuentas blancas y se intercalan a
cada tramo una amarilla, una roja y una verde. Se le agragan
monedas y caracoles.

Animales:
- 2 gallos.
- 4 palomas.
- 1 guineo.
Todos blancos.

Ceremonia de entrega:
Se hace Ozain como si fuera para Obbatalá. Cuando se lavan los
caracoles se unen las monedas estos y al tirarlos se hacen con los
caracoles en la mano derecha y las monedas en la izquierda,
contando las caras de estas y así se saca un Oddun. Para comer se
pinta un Ozun de 8 vueltas blancas que se cubre con una hoja de
malanga, encima se pone a la deidad a la luz de dos velas y se le da

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obi omi tuto preguntándole a los presentes que buscan y estos

responden: Ajeo. Se tiene una palangana de agus bendita con
perfume y en ella se sumergen las 4 palomas para que reboleteen y
sarpiquen esa agua. Mientras se hace esto se canta: ewe okuma,
okuma lagua, ewe okuma. Luego se sacrifican los animales.

Pataki:
2-1 (El poder de Aje Shalunga)
Deambulando por la tierra africana, Ajé Shalunga, hombre que
todos escuchaban pues por su boca hablaba la sabiduría de la
antigua civilización egipcia, con sus misterios, sus grandes
conocimientos de los movimientos astrales y de la naturaleza; se
encontró con un pueblo que vivía en la abundancia y que no repartía
sus bienes con los pueblos aledaños que morían de hambre. Todos lo
saludaron Ajé oh, Ajé oh, sabiendo que, con su visita traería más
desenvolvimiento para ellos. Pero Ajé, quien no podía entender como
ellos no ayudaban a los demás, consumiendose por una avaricia

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despiadada no respondió el saludo, pero apreció la hospitalidad. Por

supuesto como todos sabian que él representaba la riqueza, lo
colmaban de atenciones, pero el sabio entre los sabios reflexionaba
para que los demás tomaran conciencia de lo que más importante
era en ese momento, la ayuda de unos a los otros. Decidió hablarles
y se hizo una tribuna de madera de palma y hojas secas. Congregó a
todo el pueblo y le habló de las virtudes que había que tener con el
prójimo. Pero sucedió que nadie lo escuchaba. Olofin sirviéndose de
Shangó y Oyá mandó tormentas de rayos y truenos, cayendo
piedras del cielo durante meses. El pueblo desesperado pidió ayuda
a sus pueblos vecinos quienes compartieron con ellos su pobreza.
Aje Shalunga rugió con su voz: La carrera no la gana el más rápido.
Así los hombres comprendieron la necesidad de ayudarse unos a
otros. Cuando las aguas comenzaron a secarse, descubrieron que
habían quedado esparcidas por toda la tierra miles de conchas,
recordándole a todos la importancia de las enseñanzas de Aje
Shalunga.

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