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La decisión de Anne es una historia que nos ofrece el enredo en el tema del
proceso de la enfermedad terminal de una niña. Una invitación al debate ético
sobre los medios y fines de la ingeniería genética y la medicina experimental
dentro de un clima creciente de sufrimiento, sacrificio, lucha y resignación.
Personalmente me di cuenta del gran amor que existe en una familia desde el
de los padres por sus hijos y viceversa como el que existe entre hermanos y
me enseñó que a veces es mejor dejar partir a un ser querido y no aferrarse a
él; ya que podemos llegar a un punto en el que nos ceguemos tanto por el
amor que le tenemos, que no nos damos cuenta del sufrimiento que esa
persona tiene, en el caso de que esta padezca de alguna enfermedad y que el
morir, sería un gran alivio. También que en esta vida no está permitido perder
la esperanza y que nada nos impide ser felices es decisión de uno querer serlo
o no.
Muchos sabemos que la muerte es una etapa normal de la vida; al igual que las
enfermedades, no tiene contemplaciones con nadie. Es necesario que todo ser
vivo muera, para que otro viva; supongamos que nadie muera, no habría
necesidad de que nazcan otros y la tierra estaría llena de gente vieja, cansada y
posiblemente enferma, personas que nunca tendrían el eterno descanso.
Probablemente la vida no tendría sentido y no habría razón porque vivir, no
habría porque levantarse y ninguna aspiración, el planeta estaría lleno de
zombis cansados de vivir y deseando algún día morir.
Sabemos y entendemos que los padres son capaces de todo por sus hijos y a
veces este amor los ciega y no pueden ver la realidad. El morir es necesario, la
enfermedad no impide que uno tenga una vida normal aun sabiendo que
pronto se morirá. Más enfermo está el que no lucha que el que en verdad lo
está. La familia es lo primero pero a veces es mejor no aferrarse demasiado a
la misma; ya que por ser de la misma familia no significa que cada uno de sus
integrantes no tenga su propia vida.
Nuestra película se basa sobre una niña llamada Anne de once años que busca
los servicios de un abogado para denunciar a sus padres porque considera que
están abusando de ella ya que quieren que Anne done un riñón a su hermana
Kate, enferma de leucemia.
Esta película la decisión de Anne nos muestra la manera en cómo afecta a una
familia que uno de sus miembros, una niña en este caso, sufra de un cáncer
terminal. Conforme la película avanza, se ve como la joven enferma asume su
realidad y también como se armonizan las relaciones entre los miembros de la
familia.
Esta historia nos deja muchas preguntas ¿seriamos capaces de sacrificar todo
por darle vida a un ser querido? ¿Qué tan lejos se debe llegar en la lucha
médica para preservar la vida?
En cuanto a hablar del desarrollo Moral de esta película; vemos que esto se
encuentra, según Sócrates el fundador de la ética, en la etapa autónoma; cuya
etapa está centrada básicamente en la creencia de que el autoconocimiento
como principio de la felicidad, pero si lo pensamos bien será posible que las
reglas puedan ser violadas o modificadas para atender las necesidades
humanas, teniendo en cuenta la intencionalidad, pero no las consecuencias.
Esta película nos pone a reflexionar acerca de las decisiones que muchas veces
debemos tomar en nuestra vida, ya sea por acuerdo, voluntaria o
involuntariamente. Dirige a ponernos en el lugar de cada uno de los
integrantes de la familia y así poder entender de cada punto de vista como era
la situación que enfrentaban, permitiéndonos pensar en las circunstancias de
cuando reaccionamos instintivamente para salvar a algún ser querido o incluso
a nosotros mismos. Fuerzas que muchas veces no se entiende desde donde
provienen, sin embargo con el fin de mantener protegidos a nuestros más
cercanos, arremeten contra cualquier peligro.
Las relaciones que se presentan entre los personajes, pone de manifiesto los
valores y principios que en nuestro día a día practicamos o deberíamos
intentar hacerlo; como la empatía, el respeto, la tolerancia, el amor, la lealtad
y la honestidad. Se nos concientiza también acerca de principios bioéticos, la
autonomía, la beneficencia, y la no maleficencia que provocan una reflexión
acerca de la propia vida, de las relaciones que formamos, de nuestros actuar y
de lo que queremos de nosotros mismos en un futuro próximo, como aporte a
esta sociedad.
Según Aristóteles nos dice “el bien de cada cosa consiste en alcanzar la
plenitud de su esencia” pero muchos sabemos que en este caso la muerte es
una etapa normal de la vida; al igual que las enfermedades, no tienen
contemplaciones con nadie. Es necesario que todo ser vivo muera, para que
otro viva; supongamos que nadie muera, no habría necesidad de que nazcan
otros y la tierra estaría llena de gente vieja, cansada y posiblemente enferma,
personas que nunca tendrían el eterno descanso. Probablemente la vida no
tendría sentido y no habría razón porque vivir, no habría porque levantarse y
ninguna aspiración.