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Clase Virtual 10 (primera parte)

TEORÍAS CIENTÍFICAS
Clases y niveles de enunciados. Estructura. Validación
LA BASE EMPÍRICA.
Objetos empíricos. Objetos teóricos.

Gregorio Klimovsky

Hemos visto entonces que proponer hipótesis para resolver problemas, y


contrastarlas con los datos que surgen de la realidad (darles APOYO
EMPÍRICO), es la tarea central de los científicos.
Pero las hipótesis deben tener APOYO TEÓRICO. Es decir, deben ser
compatibles con las teorías científicas aceptadas por la comunidad científica.
Si una hipótesis resulta manifiestamente incompatible con esas teorías,
difícilmente se van a disponer recursos para que se la investigue y se
experimente sobre ella. Muy probablemente, se la va a rechazar de plano.
Esto es comprensible: ¿ustedes acordarían con que se dedicaran muchos
recursos económicos para investigar hipótesis como “Los espíritus de las
personas muertas sobreviven y es posible comunicarse con ellos”? Si esa
hipótesis fuera verdadera, o al menos probablemente verdadera, entonces
habría que renunciar a todo el conocimiento teórico (y práctico) adquirido en
los últimos siglos sobre lo que significan la vida y la muerte.
Diré que esta saludable decisión tiene sus inconvenientes: a veces, aparece
una hipótesis novedosa y revolucionaria para la cual existen muchas pruebas
(o que abre caminos de investigación potencialmente valiosos) pero cuya
aceptación nos obliga a reformular teorías previamente aceptadas. Entonces
se genera una tensión. ¿Qué hacer? ¿Renunciamos a la hipótesis para
mantener en pie las teorías aceptadas? ¿O aceptamos la novedosa hipótesis
y empezamos a socavar todo el patrimonio teórico acumulado? Es un gran
problema que acá no vamos a resolver. Sólo lo menciono. Lo que nos
importa, por el momento, es tener en claro que las hipótesis no están
“sueltas” en la ciencia sino que integran teorías.
Las TEORÍAS CIENTÍFICAS, entonces, podemos decir que son sistemas o
estructuras de hipótesis. Y vamos a detenernos ahora en esos “sistemas de
hipótesis” para echarles un vistazo desde más cerca.
Allá por el año 1970, el profesor Gregorio Klimovsky escribió un artículo
titulado “Estructura y validez de las teorías científicas”. Muchos años
después, en 1994, el tema abordado en ese artículo fue retomado en su libro
“Las Desventuras del conocimiento científico”. Klimovsky fue un destacado
estudioso y difusor del pensamiento científico en Argentina. Nació en 1922
y falleció en 2009. Aunque su título de grado fue el de agrimensor, enseñó
matemáticas y epistemología o filosofía de la ciencia, y también tuvo
protagonismo político. Sus escritos sobre las teorías científicas ayudan a
presentar ordenadamente el tema.
Veamos qué dice.
Si alguien elabora una teoría, será una teoría sobre alguna región de la
realidad. Uno puede tener una teoría sobre las luchas políticas y sociales que
atraviesan la historia humana, o sobre la cría de perros de raza, o sobre la
formación de los planetas en el universo, etc. Cada una de esas teorías tendrá
una base empírica diferente: en un caso serán, por ejemplo, episodios como
la revolución rusa de 1917 o la disputa de pueblo palestino contra Israel en
Medio Oriente, o la Guerra de Malvinas que libró nuestro país contra Gran
Bretaña en 1982. En el segundo caso serían los perros, etc y en el tercer caso
serían los planetas, las estrellas, etc. Bien, Klimovsky dice que si vamos a
hablar de las teorías científicas, debemos echar un vistazo a la BASE
EMPÍRICA de las teorías, es decir, a la realidad de la cual las teorías dicen
algo. Este sería el primer aspecto al tener en cuenta.
Un segundo aspecto a tener en cuenta es el que se refiere a los enunciados
que conforman una teoría. Al fin y al cabo, una teoría es un entramado
discursivo en el cual existen distintas clases de proposiciones. A este aspecto
lo llama FAZ LINGÜÍSTICA de la teoría. Aborda todo lo relacionado a la
clase de enunciados o proposiciones presentes en una teoría.
Como ya sabemos, las proposiciones no están aisladas unas de otras en un
discurso. No lo están obviamente, en una teoría científica. Esa relación entre
las proposiciones de una teoría es lo que hay que abordar en el tercer aspecto
a investigar: el de la ESTRUCTURA de una teoría.
Y, por último, un cuarto aspecto a considerar. Todos decimos habitualmente
que hay teorías “verdaderas” y teorías “falsas”. Ya exploramos las
dificultades que se presentan acá a la hora de determinar el valor de verdad
de las proposiciones y de un conjunto de proposiciones entrelazadas
lógicamente –como lo son las teorías-. Bien, ¿Cuál es el criterio que
empleamos para aceptar o rechazar teorías? A esto se refiere este cuarto
aspecto, que llamamos el de la VALIDACIÓN de las teorías (el criterio que
les confiere validez)
Tenemos entonces cuatro aspectos analíticamente distinguidos.

1. Base Empírica (de la teoría)


2. Faz Lingüística (de la teoría)
3. Estructura (de la teoría)
4. Validación (de la teoría)

La base empírica es un aspecto “extradiscursivo”, porque no se refiere al


“mundo del lenguaje” sino al “mudo de la realidad extralingüística”. Se
refiere a “las cosas”, o a los fenómenos que hay en la realidad y sobre los
cuales la teoría echa una mirada para decir algo sobre ellos. La faz
lingüística y la estructura abordan el aspecto estrictamente lingüístico o
discursivo de las teorías. Y el último aspecto es, por así decir,
“metateórico”, pues focaliza en los métodos o los criterios empleados
para aceptar o rechazar teorías.
Ahora me interesan particularmente la base empírica y la faz lingüística.
Detengámonos en ellos, siguiendo lo que dice Klimovsky.

Base Empírica de una Teorías Científica

Sintéticamente dicho, en la base empírica están los objetos o entidades


que estudia una teoría. Un etólogo, por ejemplo, construye una teoría
sobre el comportamiento de cierta especie animal y trata de explicar la
función que cumple la agresión en la conducta animal. Un astrofísico
puede construir una teoría sobre el origen del sistema solar. Freud, por
ejemplo, construyó la teoría psicoanalítica para explicar la conducta
humana y el papel que desempeña en ella el inconsciente. ¿Cuál sería la
base empírica de cada una de estas teorías? Los gansos, por ejemplo, que
estudió el etólogo Konrad Lorenz; los planetas , el sol, la luna, etc para el
astrofísico; el paciente x para Freud.
Está claro, ¿verdad? Si yo quiero construir una teoría sobre la vida de los
árboles en Buenos Aires, escribiré un libro al respecto. En ese libro habrá
conceptos, proposiciones, razonamientos, etc que hablen sobre los
árboles. Los árboles serían los objetos empíricos de mi teoría. Una vez
más: ¿por qué objetos empíricos? Porque “empírico” significa que es un
objeto susceptible de ser conocido a través de los sentidos, de la
observación. Yo puedo describir un árbol, o un planeta, o un ganso y
quien escuche mi descripción podrá determinar si es o no correcta a través
de su propia observación. Podríamos decir: para saber que el árbol mide
tanto, pesa tanto, tiene tal forma, etc no es necesario conocer ninguna
teoría sobre los árboles. Alcanza con observar. Del mismo modo, para
saber si el paciente del psicoanalista es joven o viejo, hombre o mujer, si
viste con ropa oscura o clara, si se pone a llorar en medio de la sesión,
etc, no es necesario leer a Freud. Alcanza con mirar y escuchar.
Bien, Klimovsky dice que los objetos o entidades que pueden conocerse
de este modo son los OBJETOS EMPÍRICOS. Son los que pueden
conocerse a través de la observación, sin necesidad de mediaciones
teóricas. El árbol, el ganso, el paciente, la luna, son ejemplos de objetos
empíricos, es decir, de objetos directamente observables.
Pero pensemos ahora en el psicoanalista. Tiene a su paciente echado en
el diván. El paciente se pone a llorar. ¿Cómo sabe el psicoanalista que su
paciente llora? ¡Porque ve las lágrimas fluir de sus ojos! Nosotros, que no
somos psicoanalistas y no conocemos la teoría de Freud, también
podemos verlo. Porque las lágrimas son entidades directamente
observables. Son objetos o entidades empíricas. Sin embargo, el
psicoanalista verá en esas lágrimas algo más de lo que vemos nosotros.
El psicoanalista nos dirá: “las lágrimas aparecieron en ese momento
porque irrumpió un viejo conflicto inconsciente que el paciente arrastra
de lejos”. Es decir, nos dice que además de las lágrimas, se hizo presente
también el inconsciente. ¿Existe el inconsciente? ¡Por supuesto que
existe!, nos dirá el psicoanalista. El psicoanálisis, agregará, es “un saber
sobre el inconsciente (o sobre el deseo inconsciente, dirá un lacaniano)”.
Sin embargo, nosotros, que sí podemos ver las lágrimas del paciente, no
podemos ver su inconsciente. ¿Por qué? Porque no sabemos nada de la
teoría psicoanalítica. Y el inconsciente es un objeto o una entidad cuya
existencia está postulada por la teoría psicoanalítica. El inconsciente,
entonces, no es un objeto empírico sino que es un OBJETO TEÓRICO.
Los objetos teóricos no pueden ser “observados” sin conocer la teoría que
los “construye”. Lo mismo pasa con la lucha de clases para la teoría
marxista. Lucha de clases no es un empresario agarrándose a las
trompadas con un obrero. Es algo más complejo. Para un marxista, los
trabajadores enfrentándose a la policía porque reclaman aumentos de
salarios son la manifestación empírica de la lucha de clases, del mismo
modo que para el psicoanalista el llanto fue la manifestación empírica del
conflicto inconsciente. Si uno desconoce todo sobre la teoría marxista,
podrá saber cuántos trabajadores enfrentaron a la policía, cuánto duró el
enfrentamiento, qué armas usó la policía para reprimir, etc Pero a la lucha
de clases en sí misma no la verá. Tal vez, si los obreros parisinos son
todos jóvenes, o si son inmigrantes árabes, uno podrá creer que es una
lucha de jóvenes contra viejos, o de inmigrantes contra pobladores
nativos, o de morenos contra rubios.
Un ejemplo más que no es del todo preciso ni correcto, pero que
didácticamente puede ser útil. Supongamos que el médico nos mandó a
sacarnos una radiografía de pulmón porque estamos con mucha tos. En el
laboratorio nos dan la radiografía para que se la llevemos al médico.
Estamos ansiosos y la miramos. ¿Qué vemos? Una mancha grisácea con
partes más oscuras y partes más claras. Vemos, por ejemplo, una macha
más oscura a un lado del pulmón derecho. El médico mira y nos dice:
“cáncer de pulmón”. ¿Cómo lo sabe? “Lo estoy observando en la
radiografía”, nos dirá. Lo que para nosotros es una mancha, para él es
cáncer de pulmón. El ve lo que nosotros no vemos porque él dispone del
conocimiento teórico que a nosotros nos falta.
¿Entienden la diferencia entre los objetos empíricos, que son
directamente observables, y los objetos teóricos, que no se pueden
observar sino a través de una mirada o comprensión teórica? Un perro,
una silla, un lunar, una hormiga, etc son objetos empíricos. El
inconsciente, la lucha de clases, el miedo, son objetos teóricos. ¿Por qué
el miedo es un objeto teórico? Porque yo puedo ver a una persona
temblando y tartamudeando, o puedo verla salir corriendo si hay una
explosión cercana. Al miedo en sí mismo, no lo veo. Dije que un lunar es
un objeto empírico. Cualquiera puede observar un lunar. Pero a veces el
inocente lunar que vemos es en realidad un peligrosísimo melanoma.
Nosotros no nos damos cuenta. Pero el dermatólogo, que dispone de
conocimientos teóricos sobre el cáncer de piel, sí lo ve.
Hay mucho más para decir sobre esto y ustedes lo encontrarán en la
lectura del texto de Klimovsky. Pero lo más importante es entender la
diferencia de naturaleza entre objetos teóricos y objetos empíricos. La
diferencia es, reitero, DE NATURALEZA. No es, por ejemplo, de
tamaño. Una pulga es muy chiquita y para verla debemos usar lentes. Pero
es un objeto empírico. Al inconsciente no lo vemos no porque sea
chiquito o porque esté demasiado lejos. Si se le hace una autopsia a un
cadáver, encontraremos el corazón, los riñones, el cerebro, etc. Pero no
encontraremos al inconsciente. Porque la naturaleza del inconsciente, su
naturaleza ontológica, digamos, es diferente. Un virus es más pequeño
que una pulga. ¿Es un objeto empírico o un objeto teórico? Para algunos
virólogos, un virus es un ser vivo, y para otros no. Es un debate sobre su
naturaleza. No está clara la naturaleza teórica de ese pequeñísimo objeto
empírico que se puede observar con ciertas mediaciones instrumentales.
Todos podemos ver en las calles de Buenos Aires gente pobre durmiendo
a la intemperie. Desde cierta perspectiva ideológica o teórica, estamos
observando gente vaga, desidiosa. Desde otra perspectiva ideológica o
teórica, estamos viendo a las víctimas de la sociedad capitalista que
produce y reproduce riqueza en un polo y pobreza y más pobreza en el
otro. ¿Qué fue la Guerra de Malvinas para la ciencia social? ¿Una gesta
patriótica de los argentinos que intentamos recuperar nuestro territorio
usurpado en 1833 por una potencia imperial? ¿O una locura de un general
borracho? En tanto hecho empírico, la Guerra de Malvinas puede ser
descripta por todos: duró tantos días, hubo tantos muertos, etc. Pero, ¿cuál
fue su significado político-social? Para desentrañarlo, necesitamos del
auxilio de ciertas teorías científicas de la ciencia social?
Quiero cerrar por ahora diciendo dos cosas muy importantes:
1. Hay distintas opiniones entre los estudiosos sobre qué es un objeto
teórico y qué es un objeto empírico. Para algunos, ni siquiera cabe la
distinción, porque todos los objetos son en algún punto teóricos.
Pensemos en un pizarrón. Parece un objeto empírico, ¿verdad?
Podemos describir su tamaño, su color, etc con sólo mirarlo. Sin
embargo, si alguien que jamás fue a una escuela entrara a un aula y
nos viera escribir en el pizarrón, se preguntaría por qué estamos
escribiendo en la pared. Cuando vemos un pizarrón, le añadimos a lo
que captamos con los ojos, sin reparar en ello, toda nuestra experiencia
y nuestro aprendizaje previo. Sin estos últimos, ¿seríamos capaces de
“ver” un pizarrón y no un objeto rectangular, de madera y de color
negro?
2. Sin embargo, la distinción entre objetos teóricos y objetos empíricos
es muy importante porque nos proporciona una base para contrastar
las teorías y las hipótesis. Si mi hipótesis es que todos los adolescentes
son agresivos, ¿cómo puedo aceptar o rechazar esta hipótesis si no
existen objetos empíricos, observables por todos los que los quieran
observar, independientes de la hipótesis misma y del marco teórico en
que ella se inscribe, que hagan posible la contrastación? Si los objetos
de la realidad fueran construidos por la hipótesis o por la teoría,
siempre terminaríamos encontrando justamente aquello que vamos a
buscar. Necesitamos, entonces, una instancia independiente de la
teoría o de la hipótesis que nos permita contrastarla y a partir de ello
aceptarla o rechazarla. Es lo que confiere objetividad al conocimiento.
Klimovsky dice que un objeto para formar parte de la base empírica
debe cumplir con el REQUISITO DE OBJETIVIDAD: debe poder ser
observado por cualquier observador, en circunstancias determinadas.
De lo contrario, la comunidad científica no lo aceptará como “dato”
que sirva para aceptar o rechazar hipótesis. Está claro: si yo afirmo
haber visto un plato volador del que bajó un hombrecito verde que dijo
haber venido de Marte, y el único que puede registrar ese hecho soy
yo, la ciencia no lo acepta. Es una experiencia subjetiva y no un dato
objetivo. Las concepciones filosóficas posmodernas, que están de
moda desde hace un tiempo, confunden criterios objetivos de
validación con sensaciones subjetivas. Por ejemplo: el sexo de una
persona se establecería, para estas corrientes, a partir de la
“autopercepción” de cada quien, y no a partir de criterios objetivos.
Más adelante volveremos sobre este apasionante asunto.

La Faz Lingüística de la teoría .

Quedamos en que la base empírica es la realidad sobre la que trabajan las


teorías. En ese sentido, la base empírica no es estrictamente la teoría sino
aquello de lo que la teoría habla. Es la realidad. Y en la realidad hay objetos
empíricos y objetos teóricos. Por ejemplo, en la realidad está el inconsciente
y el llanto del paciente del psicoanalista. Si quiero estudiar la teoría
psicoanalítica para mejor entender esos fenómenos de la realidad, ¿qué debo
hacer? Lo que hago es comprarme las Obras Completas de Freud, es decir,
todos los libros que Freud escribió. Y en esos libros encontraré enunciados,
proposiciones, hipótesis, razonamientos, etc. Estoy ahí en la faz lingüística
de la teoría. La teoría es lenguaje.
Quiero acá volver a subrayar algo que ya he dicho clases pasadas: una cosa
son las cosas y otra cosa son las palabras. Una cosa es el inconsciente y otra
cosa es la palabra “inconsciente”. La base empírica hace referencia al
“mundo de las cosas”. La faz lingüística hace referencia al “mundo del
lenguaje”. No confundan estas dos dimensiones, por favor. Entender la
diferencia entre ellas es fundamental para entender todo lo que estamos
viendo y lo que veremos. Lamentablemente, vivimos en una época en que
ambas dimensiones se confunden con mucha frecuencia.
¿Qué encontramos en la faz lingüística. Distintas clases de enunciados, que
hacen todos referencia a la base empírica. Klimovsky dice que podemos
pensar en distintos niveles de enunciados: algunos, por así decir, están más
cerca de la base empírica. Otros, están más alejados. Veremos esto.
Hay enunciados de NIVEL UNO: son las AFIRMACIONES EMPÍRICAS
BÁSICAS. Se trata de enunciados generalmente singulares referidos a
objetos empíricos. Por ejemplo: “este pizarrón es negro”. En un libro de
Freud podríamos encontrar: “la señorita Anna se quedó callada cuando le
pregunté qué soñó”. En un libro de astrofísica: “la temperatura media del
planeta x es de 20º”. La verdad o falsedad de esta clase de afirmaciones
puede establecerse, en principio, a través de la observación, porque se
refieren a objetos directamente observables. Son, por esa razón,
ENUNCIADOS OBSERVACIONALES. ¿Y cuál es la importancia de estos
enunciados de nivel uno? Su importancia radica en que ellos constituyen los
DATOS que utilizaremos para aceptar o rechazar hipótesis y teorías. Por
ejemplo: “este pizarrón es negro” puede ser el enunciado verdadero que le
da apoyo a la hipótesis “todos los pizarrones son negros”.
Otra clase de enunciados, que metafóricamente decimos están un poco más
alejados de la base empírica”, son los enunciados de NIVEL DOS:
GENERALIZACIONES EMPIRICAS. Como su nombre lo indica, son
enunciados que se refieren a los objetos empíricos o directamente
observables. Son, por tanto, enunciados observacionales. Pero no son datos
sino hipótesis. Son enunciados generales, referidos a un conjunto
potencialmente infinito de objetos. No son enunciados singulares, referidos
a un objeto (ni tampoco enunciados generales referidos a un conjunto finito
y mensurable de objetos, pues en este caso también serían datos)
Las generalizaciones empíricas pueden tener la forma de:
1. enunciados universales. Por ejemplo: “todos los pizarrones son
negros”
2. enunciados existenciales. Por ejemplo: “hay pizarrones negros”
3. enunciados estadísticos. Por ejemplo: “el 50% de los pizarrones son
negros”
Habíamos dicho que la característica de los enunciados de nivel uno es que,
en principio, permiten determinar su verdad o falsedad a partir de la
observación. Y que por eso eran de nivel uno; estaban “pegados” a la base
empírica. Ahora, en los enunciados de nivel dos, la forma del enunciado
cobra importancia. Esto ya lo habíamos visto en la parte de lógica. Fíjense:
“todos los pizarrones son negros” permite concluir que es un enunciado falso
si encuentro al menos un pizarrón de otro color. Pero por muchos pizarrones
que observe, siendo todos ellos negros, no puedo determinar la verdad del
enunciado. Con la hipótesis existencial pasa al revés: con un solo pizarrón
negro que encuentre, establezco la verdad del enunciado. Si no encuentro
ninguno negro, eso no prueba que no haya pizarrones negros. Tal vez yo no
los haya encontrado todavía.
Sigamos.
Habíamos dicho que en la base empírica hay objetos empíricos y teóricos.
Los enunciados de nivel uno y dos se refieren a los objetos empíricos. Los
enunciados de NIVEL TRES se refieren a los objetos teóricos. Por eso se
llaman ENUNCIADOS TEÓRICOS: son los enunciados que contienen
términos teóricos. Un término teórico es el que designa un objeto teórico.
Por ejemplo, el término “inconsciente” en Freud, o el término “anomia” en
Durkheim, son términos teóricos que designan a los objetos teóricos
inconsciente y anomia, respectivamente.
Hay enunciados que contienen exclusivamente términos teóricos.
Klimovsky ejemplifica: “Los actos fallidos son manifestaciones del
inconsciente” Como “actos fallidos” e “inconsciente” son términos teóricos,
el enunciado es un ENUNCIADO TEÓRICO PURO. Cuando un enunciado
contiene términos teóricos y términos observacionales (recordar: el término
que se refiere a un objeto observable es un término observacional), entonces
decimos que es un ENUNCIADO TEÓRICO MIXTO. También se lo llama
ENUNCIADO PUENTE, puesto que construye un lazo entre lo empírico y
lo teórico.
Podemos concluir, entonces, que en una buena teoría encontraremos todas
estas clases de enunciados para hacer referencia a la base empírica, donde
están los objetos empíricos y los teóricos.
Esquematizaré así:

Nivel 3 Puros - Mixtos


FAZ LINGÜÍSTICA Nivel 2 Universales /
Existenciales /
Estadísticos
Nivel 1 Afirmaciones
básicas
(Datos)
BASE EMPÍRICA Objetos Empíricos – Objetos
Teóricos

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