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FARMACOLOGIA EN ENFERMERIA
CONSIDERACIONES GENERALES
- El personal de enfermería debe presenciar la toma
- Se tendrá presente la influencia de los alimentos en la absorción
del medicamento.
- Se seguirá estrictamente el horario de administración.
- Los medicamentos gastro-erosivos se administrarán en las horas
de las comidas y nunca inmediatamente antes de acostarse.
CONSIDERACIONES GENERALES
- Para evitar reflujos y aspiración broncopulmonar, se incorporará
al paciente 30 grados al administrar el medicamento.
- Antes y después de la administración del fármaco, introducir 50
ml. de agua para eliminar posibles residuos alimenticios y
asegurar que no quedan restos de medicamento en la sonda.
- En pacientes con nutrición enteral, no añadir el medicamento a
la fórmula para evitar interacciones.
- No administrar varios medicamentos juntos por la sonda.
Administrarlos uno a uno lavando la sonda con 5-10 ml. de agua
entre uno y otro.
- Diluir en 50 ml. de agua aproximadamente, los medicamentos
irritantes para la mucosa digestiva.
SUEROTERAPIA INTRAVENOSO
Tres son los tipos de líquidos que están disponibles actualmente para su uso
clínico:
A. Soluciones cristaloides
Las soluciones cristaloides son aquellas soluciones que contienen agua,
electrolíticos y/o azucares en diferentes en diferentes proporciones y
osmolaridades y pueden difundir a través de la membrana capilar. Este tipo
de soluciones pueden ser isotónicas, hipotónicas e hipertónicas respecto al
plasma.
SOLUCIONES ISOTÓNICAS
SOLUCIONES HIPOTÓNICAS
Son las que tienen una osmolaridad inferior a la de los líquidos corporales y,
por tanto, ejercen menos presión osmótica que el LEC. La administración
excesiva de líquidos hipotónicos puede llevar a una depleción 1 del LIV,
hipotensión, edema celular y daño celular, por lo que debe ser controlada su
administración. Las soluciones hipotónicas utilizadas son la solución
salina normal o de cloruro sódico (ClNa) al 0,3% y 0,45%, dextrosa al 5%
Son las que tienen una osmolaridad superior a la de los líquidos corporales y
por tanto, ejercen mayor presión osmótica que el LEC. La alta osmolaridad
de estas soluciones cambia los líquidos desde el LIC al LEC. Estas
soluciones son útiles para tratamiento de problemas de intoxicación de agua
(expansión hipotónica), que se produce cuando hay demasiada agua en las
células.
La administración rápida de soluciones hipertónicas puede causar una
sobrecarga circulatoria y deshidratación. Las soluciones hipertónicas
IV utilizadas son la solución salina o de cloruro sódico (ClNa) al 3% y
7,5%, soluciones de dextrosa al 10%, 20% y 40%, combinaciones de
glucosa y salino (suero glucosalino).
B) Soluciones coloidales
Las soluciones coloidales contienen partículas en suspensión de alto peso
molecular que no atraviesan las membranas capilares, de forma que son
capaces de aumentar la presión osmótica plasmática y retener agua en el
espacio intravascular. Así pues, las soluciones coloidales incrementan la presión
oncótica 2 y la efectividad del movimiento de fluidos desde el compartimento
intersticial al compartimento intravascular. Es lo que se conoce como agente
expansor plasmático.
2La presión oncótica o coloidosmótica es una fuerza ejercida por la albumina y diferentes proteínas en el
plasma sanguíneo que contribuye al movimiento de fluidos a nivel de las membranas capilares
Producen efectos hemodinámicos más rápidos y sostenidos que las soluciones
cristaloides, precisándose menos volumen que las soluciones cristaloides,
aunque su coste es mayor.
Entre los coloides naturales está el plasma (solución de proteínas humanas) y la
albúmina (una sola proteína).
Entre los coloides artificiales están los dextranos de diferente peso molecular
(Macrodex y Rheomacrodex) y la gelatina de polisacáridos (Hemocé). Estos se
preparan en diluciones apropiadas en sueros salinos y glucosados para obtener
mayor efecto de expansión de volumen.
• Albúmina
La albúmina se produce en el hígado y es responsable del 70-80% de la presión
oncótica del plasma. La albúmina se distribuye entre los compartimentos
intravascular (40%) e intersticial (60%). La concentración sérica normal en suero
es de 3,5 a 5,0 g/dl y está relacionado con el estado nutricional del sujeto. Si
disminuyese la concentración de albúmina en el espacio intravascular, la
albúmina del intersticio pasaría al espacio vascular a través de los canales
linfáticos o bien por reflujo transcapilar.
El 90% de la albúmina administrada permanece en el plasma unas dos horas
tras la administración, para posteriormente equilibrarse entre los espacios intra
y extravascular durante un período de tiempo entre 7 y 10 días.
La albúmina humana disponible comercialmente se encuentra al 5% y 25% en
soluciones de suero salino.
Condiciones clínicas que pueden asociarse con disminución de la producción de
albúmina en sangre incluyen malnutrición, cirrosis, cirugía, trauma,
hipotiroidismo, y estados inflamatorios sistémicos como la sepsis.
Entre los posibles beneficios que puede aportar la albúmina, está su capacidad
para hacer disminuir los edemas, mejorando la presión oncótica vascular. En la
actualidad, la única indicación que privilegia esta sustancia frente a los coloides
artificiales, es la hipovolemia en la mujer embarazada, por la posible reacción
anafiláctica fetal a los coloides artificiales
Fracciones proteicas de plasma humano
Las fracciones proteicas del plasma, al igual que la albúmina, se obtiene por
fraccionamientos seriados del plasma humano. La fracción proteica debe
contener al menos 83% de albúmina y no más de un 1% de g-globulina, el
resto estará formado por a y b-globulinas. Esta soución de fracciones
proteicas está disponible como solución al 5% en suero.
Esta solución de fracciones proteicas tiene propiedades similares a la
albúmina. La principal ventaja es la gran cantidad de proteínas aportadas. Sin
embargo es más antigénica que la albúmina, ya que algunos preparados
pueden ejercer una acción hipotensora capaz de agravar la condición por la
cual se administran estas proteínas plasmáticas.
2 DATOS DE LABORATORIO
- Concentración plasmática de glucosa, urea, creatinina, sodio, potasio, cloro
- Gasometría arterial
- Relación N ureico / creatinina
- Osmolaridad plasmática
Los datos de más valor son los iones séricos y la osmolaridad.
Factores de conversión
Otra manera de obtener el cálculo de las dosis es a través de los factores de
conversión, en los que se parte del valor desconocido (D comp) y las
relaciones de proporcionalidad que conocemos se presentan en forma de
fracciones, siempre teniendo en cuenta que, para las mismas unidades, una
tiene que ir en el numerador y otra en el denominado de forma que se puedan
tachar, es decir:
½ comp. * 1000mg = 500 mg
1 comp
Fórmula básica
Otra fórmula usada en el cálculo de dosis fraccionadas es la siguiente:
D x V = cantidad que se ha de administrar
T
D: dosis deseada.
T: dosis obtenida, es decir, la dosis de la etiqueta del contenedor (botella, vial,
ampolla).
V: vehículo, es decir, la forma farmacéutica y la cantidad en que viene un fármaco
(comprimido, cápsula, etc.).
Cada uno usará el sistema que le resulte más sencillo, puesto que debemos
obtener el mismo valor de las tres formas. Sin embargo, deben tenerse muy en
cuenta las unidades de medida, es decir, no mezclar gramos con miligramos,
etc.
CÁLCULO DE PORCENTAJES
El porcentaje para una forma líquida (suero, jarabe, etc.) indica los gramos de
soluto (fármaco) por cada 100 ml de disolución y se expresa con el signo %.
Cuando, en medicina, se pauta un porcentaje, y a no ser que se especifique lo
contrario, se entiende que estamos hablando de una relación peso/volumen
como se explicaba anteriormente.
Lo entenderemos mejor con un ejemplo:
el suero fisiológico es cloruro sódico al 0,9%; este porcentaje indica que existen
0,9 g de cloruro sódico por cada 100 ml de solución.
Otro ejemplo:
si tenemos un jarabe a una concentración del 2%, esto indica que existen 2 g del
principio activo por cada 100 ml de solución.
En cambio, para una forma sólida (pomada, cremas, ungüentos, etc.), el
porcentaje indica los gramos de fármaco por cada 100 g de peso. Es decir, existe
una relación peso/peso.
Para el cálculo de una dosis que se ha de administrar teniendo en cuenta un
porcentaje, usaremos la regla de tres, los factores de conversión o la fórmula
básica.
Dosis diaria (mg) = dosis del fármaco (mg/kg) x peso corporal (kg)
x frecuencia (n.° veces/día)
AUTOEVALUACIÓN
1. En una profilaxis quirúrgica se prescribe: cefazolina IV, 1 g, dosis única , 30’
antes de intervención quirúrgica.
¿Qué dosis y cuándo debe administrarse?
a. 1 g en ayunas y repetir igual cantidad 30 min antes de la intervención
quirúrgica.
b. 1 g de urgencia y repetir igual cantidad 30 min antes de la intervención
quirúrgica.
c. Una dosis única de 1 g intravenosa, 30 min antes de la intervención
quirúrgica.
d. La a y la b son ciertas.
e. Ninguna de las anteriores.
20)
A un paciente al que se realiza una paracentesis evacuadora se le
prescribe lo siguiente: albúmina 6 g por cada litro de líquido ascítico
obtenido. Se obtienen 51 de líquido ascítico.
¿Cuántos mililitros de albúmina deberán administrarse si disponemos de
frascos de albúmina al 20%?
a. 5 ml.
b. 6 ml
c. 20 ml.
d. 100 ml
e. 150 ml.
21) Para administrar 25.000 UI de heparina sódica, ¿cuántos mililitros de
heparina al
5% necesitamos? Cada mililitro contiene 50 mg (5.000 UI) de heparina
sódica.
a. 1 ml
b. 2 ml.
c. 5 ml.
d. 10 ml
e. 50 ml.