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La Semejanza geométrica en una turbomáquina hidráulica (TMH) exige que toda la parte de
la maquina ocupada por el flujo se realice a escala en el modelo: Cámara espiral, pre-
distribuidor, distribuidor, rotor etc., es decir, no solo entre los, pasajes fluidos sino también
entre los escurrimientos respectivos dentro de dichos pasajes.
La Semejanza cinemática en una TMH se reduce a que en todos los puntos, y en particular en
la entrada y salida del rodete los triángulos de velocidad sean semejantes. Las velocidades
fluidas deberán tener la misma dirección en puntos homólogos, lo que significa que no solo las
velocidades totales deberán totales deberán cambiar proporcionalmente sino también sus
componentes.
Recordar que:
Como se deduce de lo expuesto hasta aquí, en general en los ensayos de TMH la ley de
conservación del Re es la más importante. Sin embargo consideremos el siguiente ejemplo:
Supongamos que queremos ensayar un prototipo con las siguientes caracteristicas:
Se debe cumplir que: R EP R EM , luego.
Para bombas y turbinas, en las que el caudal Q es una característica funcional importante, esta
ecuación toma la forma:
Esta condición se satisface, por ejemplo, si la velocidad y el gasto de una bomba o turbina
cambian proporcionalmente.
Podemos ahora deducir las relaciones dinámicas, bajo el supuesto ya establecido de considerar
solamente las fuerzas de inercia. Como todas las velocidades cambian proporcionalmente a la
velocidad C, podemos establecer las relaciones entre esas fuerzas y esta velocidad. Partiremos
para ello de la ecuación de la cantidad de movimiento:
Como, para condiciones similares de escurrimiento, DC es proporcional a Cn, resulta que todas
las fuerzas de inercia en un fluido son proporcionales al cuadrado de las velocidades fluidas.
Esto es cierto también para las presiones, como resulta de dividir la ecuación anterior por el
área S.
ecuación n°3.
Hemos introducido aquí el coeficiente 2 para expresar que C 2/2g es una altura correspondiente
a la energía cinética de una corriente líquida de velocidad C.
Si aplicamos la ecuación (3) a la altura o salto total H de funcionamiento de la máquina,
obtendremos las siguientes relaciones:
Puesto que las relaciones de similitud arriba obtenidas se basan en una serie de supuestos
simplificativos, parece conveniente verificar experimentalmente la validez de estas relaciones.
La comprobación más exacta que se podrá obtener, será la que resulte del ensayo de una misma
máquina hidrodinámica a diferentes velocidades de rotación. En tal caso, la similitud
geométrica de la máquina, incluso la rugosidad superficial y los juegos del rotor, se mantiene
estrictamente y solo queda en cuestión la similitud del escurrimiento. La figura 3, reproducida
del libro de Wislicenus (2), está trazada adimensionalmente, llevando en abscisas los valores de
Ca/U= j, coeficiente de caudal, donde Ca es la componente axial de la velocidad de la corriente
en una bomba de flujo axial y en ordenadas, la relación 2gH/U2 = y, coeficiente de energía.
Todos los puntos, para diferentes valores de la velocidad de rotación, caen sensiblemente sobre
una misma curva, lo que demuestra la semejanza rigurosa del escurrimiento a diferentes
velocidades, como lo suponía la teoría.
Todas las TMH geométricamente semejantes constituyen una serie y dentro de ella cada TMH
se
caracteriza por su tamaño, convencionalmente por un diámetro característico, el cual (figura 4):
En las turbinas Pelton el diámetro de la circunferencia con centro en el centro de la rueda y
tangente al eje del chorro.
no es adimensional, por lo que su valor numérico depende del sistema de unidades que se
utilice, lo que crea inconvenientes inútiles de transformación. Su deducción se hace en forma
análoga a la del número específico adimensional, pero partiendo de la energía por unidad de
peso (H) en lugar de la energía por unidad de masa gH y tomando la velocidad angular en
vueltas por minuto, con lo que la expresión (9) no es tampoco homogénea.
Sin embargo, su uso está muy extendido aunque existe actualmente una fuerte tendencia al uso
universal del Sistema Internacional
La forma como se ha deducido, muestra que un valor fijo del número específico describe todas
las condiciones de funcionamiento (n,Q y H) que pueden ser satisfechas por condiciones
similares de escurrimiento en máquinas hídrodinánicas geométricamente semejantes.
Este significado físico de la ecuación (2.4.11) es, al mismo tiempo, la definición más útil del
número específico.
Si se hubiese elegido para la deducción del número específico característica funcionales
diferentes de w, Q y gH, se habría llegado naturalmente a expresiones diferentes sin cambiar
fundamentalmente su significado físico. Usando por ejemplo la potencia en el eje, P, en lugar
del caudal, práctica aún común entre los fabricantes de turbinas, se tiene que partir de las
ecuación (8) y de ley de semejanza de la potencia , de donde, eliminando el diámetro entre ellas
se llega a:
En este caso se puede definir al número específico en función de la potencia como el numero de
revoluciones a que debería girar una TMH para suministrar al eje (TH) o al fluido (B) una
potencia de 1 kW, en un salto de 1 m en optimo rendimiento.
La anarquía que ha existido hasta ahora en el uso de las diferentes unidades para la expresión
del número específico, puede evidenciarse por las siguientes consideraciones: en los países que
utilizan el sistema métrico, el caudal se ha expresado en metros cúbicos por segundo, el salto en
metros y la potencia en CV o en kilowatt. En Inglaterra y en los Estados Unidos, se ha utilizado
y aún se utiliza para turbinas el número específico en función de la potencia con ésta expresada
en HP, el salto en pies y el caudal en pies cúbicos por segundo; para bombas se usa el número
específico en función del caudal, con el salto en pies y el gasto en pies cúbicos por segundo o
en galones por minuto (!). En todos los casos enumerados, la velocidad angular aparece en
vueltas por minuto.
La dependencia del rendimiento que caracteriza al número específico en función de la potencia,
hace aconsejable el uso sistemático de la expresión en función del caudal preferentemente en su
forma adimensional.
Potencia útil de 1 KW impulsando a una altura efectiva de 1 m, según la Ec. (10) en este caso
ns = n
5) Las TMH se clasifican en lentas, normales y rápidas, según sea ns, elevado, medio o bajo, no
según la velocidad real de giro. Por tanto, si comparamos, por ejemplo, varias TH de diferentes
tipos (TP., TF, etc ... ), la Ec (12) nos dice que:
a) si todas las TH tienen igual potencia e igual salto, la TH más rápida (la de mayor ns) girará
más aprisa;
b) si todas las T giran a igual velocidad., a igualdad de salto la T más rápida (la de mayor ns)
absorberá mayor caudal;
e) si todas las T giran a igual velocidad y absorben el mismo caudal, la T más rápida (la de
mayor ns), estará instalada en un salto menor.
6) Todas las TMH geométricamente semejantes tienen el mismo ns, luego asignando a cada
serie de máquinas de idéntica geometría, pero de diferente tamaño un número, el ns las TMH
quedan clasificadas según este número que es el número específico de revoluciones. La forma
del rodete va cambiando poco a poco a medida que aumenta el ns como muestra la Fig. 6
relativamente estrechos hasta las ruedas de diámetro más pequeño y pasajes fluidos más anchos
para números específicos mayores. El extremo en este sentido está representado por el rotor
axial,
que posee las secciones de escurrimiento más grandes posibles para un dado diámetro exterior.
Los varios rotores de bomba que se muestran en la figura 7, están dimensionados de tal manera
que elevarían el mismo gasto a la misma altura si la velocidad de rotación se cambiara
proporcionalmente al número específico. La característica más importante de esta comparación
es la gran reducción de tamaño resultante de un aumento de la velocidad de rotación o del
número específico para condiciones de funcionamiento que, por lo demás, son las mismas.
Como esta reducción de tamaño conduce a una correspondiente reducción de costos, resulta
claro que, por razones económicas, debería siempre elegirse el mayor número especifico
posible. Esto introduce el problema de los valores límites del número específico para
condiciones dadas de funcionamiento.
Hasta cierto punto, el número específico está determinado por las características hidráulicas del
rotor, que son diferentes para diferentes números específicos. La elección de la velocidad de
rotación está influida también por las características mecánicas de la forma resultante de rotor y
por las características de la máquina acoplada al rotor (motor o generador en los casos
corrientes).
Sin embargo, para máquinas hidrodinámicas que trabajan con líquidos, la limitación más
importante resulta, por mucho, del problema de la cavitación, que se estudiará más adelante en
su relación con las turbomáquinas.
En la tabla 2 se muestran una serie de turbinas con sus dimensiones y características principales
en cada una de ellas.
Bibliografía
[1] Rodríguez C., “Máquinas Hidráulicas”, tomo I, CEILP, (La Plata, 1986).
[2] Wislicenus, G. F.: "Fluid Mechanics of Turbomachinery" (Dover, N. York, 1967).
[3] Vivier L., “Turbines Hydrauliques et leurrégulation, Ed. Albin Michel, (París, 1966).
[4] Raabe J., “Hydro Power”, VDI-Verlag GmbH, (Dusseldorf,1985).
[5] Mattaix C., “Turbomáquinas Hidráulicas”, Ed. ICAI, (Madrid, 1975).
[6] “Aprovechamiento de la fuerza motriz del agua con máquinas hidráulicas”, Höller H. et al.,
Boletín s/20.12.30.60-ZD84-20, (Sulzer Escher Wyss, Zurich, 1984)