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SEMANA 30
ACTIVIDAD: PRACTICAMOS LA ORACIÒN EL AYUNO Y LA
LIMOSNA PARA DAR FRUTO EN NUESTRA VIDA CRISTIANA
Estimado estudiante, gracias por tu atención y ser parte de Aprendo en casa de Educación
Religiosa.
Iniciamos nuestra actividad con la siguiente oración:
Señor, enséñame tus caminos de amor, perdón y caridad para poder
reconocer tu rostro en el hermano necesitado, anunciar tu reino y
cumplir tu voluntad. Amén

Con esta actividad, queremos que reflexiones sobre la importancia de los frutos de la
oración, ayuno y limosna para ponerlos en práctica como expresión auténtica de una vida
cristiana.

Identifica la situación:
Lee la letra del canto “Dame un nuevo corazón” y cuestiónate:

Dame un nuevo corazón, Señor,

un corazón para adorarte, un
corazón para servirte, dame un
nuevo corazón, Señor “limpio,
como el cristal, dulce como la
miel un corazón que sea como el
tuyo Señor.”

 ¿Cómo podrías renovar tu corazón para que tu vida sea expresión de un

verdadero seguimiento a Jesús?

Infórmate y reflexiona con la cita bíblica de San Juan 15,5.

Yo soy la vid y ustedes los sarmientos. El que

permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto,
pero sin mí no pueden hacer nada.

Jesús te invita a estar unido a ÉL, a redescubrir la

necesidad de la oración en tu vida, que abras la puerta de
tu corazón a su amor, ya que Él te escucha y ayuda a “salir
de ti mismo” para que puedas ser solidario con los demás
y les transmitas consuelo, luz y esperanza.
 FRUTOS DE PRACTICAR LA ORACIÒN EL
AYUNO Y LA LIMOSNA

ORAR AYUNAR LIMOSNA

 Reconocemos que Dios
existe y que nos escucha.
 Nos acercamos a Dios.
 Nos da paz en momentos
difíciles.
 Podemos interceder por
otras personas.
 Es alimento espiritual.
 Ayuda a vencer defectos y
pecados personales.
 Nos permite reflexionar sobre
nuestras debilidades.
 Nos ayuda a ser más
humildes, menos orgullosos y
menos egoístas.
 Permite ver con claridad
nuestros errores y
debilidades.
 Nos permite salir de
nosotros mismos.
 Aprendemos a ser más
generosos.
 Nos hace crecer en
solidaridad.
 Dispone nuestra ayuda al
prójimo con mayor
entrega y compromiso.

Ahora tienes un mayor reto:
Teniendo en cuenta que la oración, el ayuno y la limosna son
prácticas que nos ayudan en nuestro crecimiento espiritual,
mejora nuestra convivencia con los demás y nos une más a
Dios, desarrolla las siguientes actividades:
 De los frutos mencionados ¿Cuál experimentas
en tu vida o te gustaría tener?
 Escribe: ¿De qué manera las actividades
trabajadas en la semana 27,28 y 29, respecto a la
oración el ayuno y la limosna te han ayudado en
tu vida cristiana?
 Escribe un texto sobre la importancia de la
oración, el ayuno y la limosna en la vida de un
cristiano
 Guarda tu evidencia en tu portafolio.
Finalizamos rezando:
Haz, Señor, que siempre cantemos y
caminemos; que nunca nos dejemos
vencer por la pereza o por el desánimo,
sino que con gozo y esperanza
emprendamos cada día nuestro
camino, siguiendo tus huellas, en el
camino verdadero, sin detenernos, sin
volvernos nunca hacia atrás, te lo
pedimos a ti que eres el Camino que
conduce a la Verdad y la Vida, y que
vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
RECUERDA: La oración, el ayuno
y la limosna tienen como fruto la
comunión con Dios, con los
demás y contigo mismo.