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Escuela de Psicología.
Psicobiología.
CONDUCTA MOTIVADA.
Si bien, probablemente en otras asignaturas han trabajado temas como la motivación, ahora veremos la
perspectiva fisiológica y el componente orgánico de ella. Del mismo modo, verán que existen algunas
diferencias entre la motivación que actúa como motivación primaria y a secundaria.
La motivación hace que un individuo actúe y se comporte de una manera determinada, por tanto es la
combinación de procesos intelectuales, fisiológicos y psicológicos que permite que actuemos en una
situación dada con una determinada energía y en qué dirección debemos encausar esa energía, por lo
tanto, podemos decir que influye sobre la conducta de todos nosotros (creo que esto les debe sonar algo
conocido y bastante lógico, ¿cierto?). Así entonces, se debe considerar que la motivación implica una
cantidad considerable de factores neuronales y fisiológicos que inician, mantienen y dirigen la conducta,
por lo tanto, esto permitirá la variación de conductas de un individuo a otro y a lo largo del tiempo (Como
verán, toda conducta tiene un componente fisiológico, orgánico de por medio y por lo tanto siempre va a
haber algo del SNC participando…).
Por otra parte, los estados instintivos se refieren a procesos homeostáticos relacionados con el
hambre, la sed y la termorregulación. Se caracterizan por la generación de una tensión y malestar debida
a una necesidad fisiológica y que se alivian con su satisfacción.
En la literatura se considera como homólogos a los estados instintivos y la motivación primaria, la cual
corresponde a la satisfacción de necesidades elementales y que tienen directa relación con la
supervivencia.
Esta motivación primaria dirige la conducta hacia un objetivo específico o lo alejan de él, organizan las
conductas individuales en una secuencia coherente, es decir orientado a una finalidad y finalmente,
aumentan el estado general de alerta, entregando así energía para la acción.
Conductas reguladoras
Son aquellas conductas que están controladas por mecanismos homeostáticos para conservar algunos
aspectos del funcionamiento corporal dentro de márgenes fijos y estrechos.
Las conductas no reguladoras por otra parte, no están controladas por mecanismos homeostáticos;
implican diferencias estructurales, especialmente el control ejercido por los lóbulos frontales.
Las principales estructuras que participan en estos procesos son el hipotálamo y la hipófisis (pituitaria), el
sistema límbico y los lóbulos frontales (así es que deben correlacionarlo con estructuras que ya hemos
visto con anterioridad).
Hipotálamo.
Estas aferencias permiten que el hipotálamo pueda influir en los centros segmentarios simpáticos y
parasimpáticos como el núcleo accesorio del oculomotor, núcleos salivatorios superior e inferior, núcleo
dorsal del vago, núcleos simpáticos del asta lateral, núcleos parasimpáticos de la región intermedia lateral
de la médula sacra.
Tracto hipotálamo-hipofisiario.
Este tracto permite que la vasopresina y la oxitocina (recuerde el capítulo anterior “sistema endocrino”)
que son sintetizadas por neuronas de los núcleos supraóptico y paraventricular respectivamente, sean
liberadas en los terminales axónicos que conectan con la neurohipófisis.
Sistema porta-hipofisiario.
Se encuentra formado por capilares que forman una red que desciende al lóbulo anterior de la hipófisis.
Este sistema lleva factores de liberación hormonal que son sintetizados en el hipotálamo y cuya acción en
el lóbulo posterior de la hipófisis inducirá la producción y liberación de hormonas como la
adenocorticotrofina, folículo estimulante, luteinizante, tirotrófica y hormona de crecimiento entre otras
(para mayor detalle, recuerden el capítulo anterior “sistema endocrino”).
1. Vía nerviosa: diversos centros del hipotálamo ajustan y coordinan la actividad de los centros
vasomotores del tronco encefálico y de la médula espinal para poder regular la frecuencia
cardiaca, la presión arterial, respiración, actividades digestivas, etc.
2. Vía endocrina: es capaz de generar sus propias hormonas por el núcleo paraventricular y
supraóptico, las cuales se almacenarán en la hipófisis.
Otras investigaciones han demostrado que el tamaño de los depósitos adiposos corporales también
influyen en el control de la ingesta. Los adipocitos producen leptina que inhibe la sensación de hambre a
nivel hipotalámico.
Las lesiones bilaterales en el núcleo ventromedial y de las regiones adyacentes producen hiperfagia,
provocando obesidad severa. Las lesiones bilaterales del hipotálamo lateral producen afagia, lo cual
termina con la muerte. Por tanto, la estimulación del hipotálamo lateral induce la alimentación y la
estimulación del área medial la suprime.
Las lesiones en el hipotálamo lateral producen en ocasiones daño en las fibras del nervio trigémino el cual
inerva la cara y la boca. La pérdida de sensibilidad que resulta de esta lesión puede contribuir a la afagia.
Las alteraciones hormonales, por otra parte, también afectan sobre la ingesta de alimentos. Hormonas
como los esteroides sexuales, el glucagón, la insulina y la hormona de crecimiento son algunas de las que
intervienen sobre los niveles de ingesta. Las lesiones en el hipotálamo medial tienen como consecuencia
un marcado incremento en la liberación de insulina cuando el animal como, lo cual podría contribuir a
explicar la hiperfagia y también promueve la conversión de los nutrientes en grasa.
Las lesiones en el hipotálamo lateral dañan las fibras dopaminérgicas de la vía nigroestrial. Si se seccionan
las fibras dopaminérgicas en el exterior del hipotálamo, los animales manifiestan afagia y una disminución
en la capacidad de activación.
Las señales a largo plazo regulan el peso corporal global, así el peso se mantiene relativamente constante
mediante mecanismos de retroalimentación autorreguladores, los cuales ajustan la tasa metabólica
cuando el mecanismo se desvía de su punto de ajuste característico.
Trastornos alimentarios.
1. Obesidad:
Se define como sobrepeso y obesidad a la acumulación de grasa anormal o excesiva que puede deteriorar
la salud. Es producto de un balance calórico positivo, ya sea por medio de un elevado aporte energético o
bien, por una reducción en el gasto de energía.
En 1994 se descubrió un gen (OB) en el tejido adiposo de la rata genéticamente obesa (OB/OB) que
codifica la leptina. La administración de leptina reduce la ingesta alimentaria, incrementa el gasto
energético y se asocia a una significativa reducción del peso corporal. En el caso de la obesidad humana
se ha planteado la posibilidad de que sea un problema de resistencia a la leptina la cual da señales de
saciedad a largo plazo al cerebro y aumenta la termogénesis. La mayoría de las personas obesas tienen
altos niveles de leptina lo que es congruente con el aumento de la masa grasa y con una probable
resistencia a la acción de la leptina
2. Anorexia.
Lo primero que se debe considerar es la diferencia entre anorexia como síntoma, que corresponde a la
inapetencia o falta de apetito y la anorexia nerviosa propiamente tal, la cual se caracteriza por la pérdida
autoinducida de peso pudiendo incluso poner en riesgo grave la salud de la (el) paciente.
El método para conseguir la pérdida de peso es una fuerte reducción alimentaria, ejercicio físico y
conductas de purga como vómitos, laxantes y diuréticos.
A. Rechazo a mantener el peso normal o por encima del valor mínimo normal considerando edad y
talla o fracaso para conseguir el aumento de peso normal durante el período de crecimiento.
B. Miedo intenso a ganar peso o convertirse en obeso incluso estando bajo el peso normal.
C. Alteración de la percepción del peso, o la silueta corporal, exagerando su importancia en la
autoevaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal.
D. En mujeres postpuberales hay amenorrea.
Es necesario considerar además que la anorexia nerviosa tiene una base sociocultural. Dentro de los
factores socioculturales podemos encontrar: Cultura de la delgadez.
- La delgadez convertida en mito significa belleza, juventud, estar en forma.
- Enorme coacción a través de los medios de comunicación de masas, dirigida especialmente a
adolescentes.
- El mensaje que se transmite es que sólo siendo delgadas y delgados seremos más atractivos y
tendremos éxito.
Entre el 90-95% son mujeres, aunque el porcentaje de hombres va en aumento con los años. La edad de
inicio varía, en términos generales entre los 8 y los 30 años con un peack a los 13-14 y 17-18 años. La
pérdida de peso es de un 15-25% de peso bajo la norma para la talla y la edad.
3. Bulimia:
Se caracteriza por la pérdida de control sobre la conducta alimentaria de la que se derivan los episodios
de ingesta voraz, consumo de gran cantidad de comida en un corto período de tiempo, a, los que siguen
conductas compensatorias para evitar el aumento de peso.
Cuando el medio interno es hipertónico respecto al líquido intracelular. Se produce una deshidratación de
las células, desencadenándose la necesidad de ingerir líquidos. Esto se debe a la presencia de
osmorreceptores ubicado en el hipotálamo y detectan la falta de líquido en el organismo y liberan
hormona antidiurética (ADH).
Así entonces, el hipotálamo regula el equilibrio de agua mediante una acción fisiológica directa. No es
efectivo beber en exceso ni beber muy poco.
Ps. Karin Möller S. 5
Universidad Santo Tomás
Escuela de Psicología.
Psicobiología.
El beber está controlado por dos variables fisiológicas principales que corresponden a la osmolaridad de
los tejidos y el volumen vascular. También puede ser controlado por la sequedad de la lengua y por
una temperatura corporal anormalmente alta, que puede ser detectada por neuronas termosensibles que
se encuentran en el hipotálamo anterior.
Un volumen sanguíneo bajo lleva a un aumento de la liberación de renina por parte del riñón (consideren
que el riñón libera esta hormona para controlar la reabsorción de líquido), la cual induce el beber, la
vasoconstricción, un aumento en la liberación de aldosterona y el incremento de la liberación de
vasopresina (¿recuerdan eso? Y si no lo recuerdan…. Revísenlo!!!!!).
Hipotermia e hipertermia.
A medida que la temperatura corporal baja se enlentece la respiración y la frecuencia cardiaca y se pierde
la conciencia.
Orientación sexual.
Investigaciones han demostrado que las diferencias en la orientación sexual tienen una base genética, sin
embargo, no podemos desmerecer el papel de la experiencia.
Existen diferencias estructurales y funcionales entre machos y hembras. Las diferencias morfológicas,
fisiológicas, bioquímicas y del comportamiento de machos y hembras se denominan en conjunto
dismorfismo sexual, el que se refiere principalmente a diferencias en cuanto al tamaño del núcleo o
circuito cerebral.
Entre los núcleos dismórficos más estudiados se encuentran el área preóptica, el núcleo ventromedial, el
núcleo supraquiasmático, la amígdala y la estría terminalis.
El núcleo ventromedial regula la conducta sexual de las hembras. En los machos la densidad sináptica
en este núcleo es mayor que en las hembras y el número de sinapsis en las hembras varía a lo largo del
ciclo de los estrógenos, además de la regulación que implica la presencia del acto sexual.
La amígdala en su porción anterior aumenta la receptividad en ratas hembras, mientras que la porción
posterior del núcleo lateral reduce la receptividad. Se cree que contribuye a la motivación o excitación
sexual.