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TEORÍA TORCIDA
Apuntes
Puntos de partida
La sexualidad impone como primera operación la investidura del cuerpo con un sexo
ineludible (no se puede no pertenecer a ninguno) e incompatible (no se puede pertenecer a
ambos) DIFERENCIA SEXUAL (13)
PRIMERA PARTE
LAS FORMAS ESPONTÁNEAS DEL PREJUICIO
Homosexualidad
Construcción Construcción
sobredeterminada ideterminada
- cosificada
Da ugar a a alguna Multitud de
- alienada
reacción: reacciones diversas
- heterónoma
Emplazamiento intento por buscarle una “sede” segura al propio deseo, exiliado
ante la violencia de la exclusión que impone el régimen de la sexualidad. (92)
A partir del siglo XIX y de manera progresiva, se establece una asimilación ente “la
homosexualidad” y el dolor; una confusión del origen del sufrimiento con la esencia de
quien sufre. De este modo, al atribuir el dolor a “la homosexualidad” como elemento
intrínseco de ésta, el régimen de la sexualidad logra que los mecanismos por los que esa
atribución se recrea constantemente pasen desapercibidos. (143)
Pero la fatalidad, en su caso [del homosexual], supone que muere de modo prematuro, que
muere en medio de un sufrimiento extremo, que muere solo (aunque su muerte siempre
alcance un alto grado de difusión), asumiendo con la serenidad de quien “acepta” su destino
(con la serenidad de la costumbre) esa humillación final de la degradación del propio
cuerpo, hasta la extinción de la vida. (145)
En todo caso, vampiros y maricas tras tantas idas y venidas, hemos terminado
formando parte de la gran mitología blanca heterosexual, que occidente ha venido
forjando sobre todo aquello que quiere desconocer y mantener alejado de la luz:
somos espectros. Así, el reino de la luz, definido como heterosexual, resulta tan
peligroso para el vampiro como para el gay, y quien antes era una marica estupenda,
ahora la vemos herida de muerte, fulminada por el luminoso rayo purificador de la
luz heterosexual. Vidarte, Paco (1995), De maricas y vampiros. Sobre la visibilidad en
los medios de comunicación y los pactos con las instituciones, De un plumazo, 4, p.5
ETICA MARICA.
Este tipo de violencia gratuita empieza a ser visible en la misma medida en que las
propias realidades lésbicas y gays se hacen visibles. Así, las agresiones a gays y
lesbianas como fenómeno socialmente relevante es un fenómeno nuevo, que surge del
desarrollo de movimientos reivindicativos, de prácticas cotidianas de libertad y de
articulación de discursos de autodefensa, autoestima e integridad. El mero hecho de
establecer una violencia como específica, sistemática y consentida cuando no
promocionada, es ya un acto de trascendencia política. (194)
SEGUNDA PARTE
La tanatocracia es una ideología de desprecio del cuerpo, que predica que el placer
debe pagarse al elevado precio de la muerte. Pero es, sobre todo, una ideología de
desprecio de la vida, que afirma que la muerte es un nuevo nacimiento, un re-
conocimiento, el lugar de advenimiento del sentido. (Mangeot, 1995:66) La condena
moral de placer tiene siempre a la muerte en el horizonte, bien sea para promover la
idea de la felicidad celestial eterna para los virtuosos, bien sea para mantener la
amenaza de un castigo eterno para los pecadores. (229)
Las formas de connivencia y los puntos de encuentro entre la moral y la ciencia son casi
más frecuentes y decididamente más significativos que los conflictos. La interacción de
ambos discursos impulsa su desarrollo, su precisión, su diversificación. (273)
Todo lo que se aparte del modelo social de pareja heterosexual casada y reproductora
(o que parezca radicalmente ajeno a dicho modelo); es decir, todo lo que se aparte de
la sexualidad económicamente útil y políticamente conservadora (Foucault, 1978),
puede caer en el ámbito de la perversión. (274)
Como señala Edelman (1994), los signos de la perversión eran leídos como metonimia,
mientras que la inversión se reconoce a partir de una lectura metafórica, En el primer
caso, son los actos revelados por el cuerpo los que descubren al pervertido. En el
segundo caso, los rasgos de la inversión, sin que señalen (y esto es lo trascendente)
ninguna práctica, revelan, no obstante, una esencia. Localización de la inversión
como signo antecedente de una posterior “homosexualidad”. (297)
“Lesbiana” o “gay” son términos que, no sólo ignoran las connotaciones médico-
psiquiátricas del término universalmente aceptado (“homosexual”) sino que, además,
niegan toda asociación de realidad que designa con situaciones determinadas por
instancias terceras como problemáticas, patológicas, dramáticas o desdichadas. (368)
SOBRE LO QUEER