Está en la página 1de 5

Entrevista con el vampiro

Obra de teatro con marionetas

(Adaptación de la novela Entrevista con el Vampiro de Anne


Rice)

Autores: José Carrizo – Martín Gundín

Personajes:

Louis de Point Du Lac (vampiro)


Lestat de Lioncourt (vampiro)
David (periodista)
Claudia (niña vampiro)

Único acto

Escenario oscuro. Se encienden las luces y se ve un cielo


nocturno. Una lámpara en el fondo. Sale LOUIS de Point du Lac,
una marioneta de vampiro, de pelo oscuro y capa roja. Sale
también DAVID, el periodista. Ambos se encuentran en el foro.
LOUIS: —(A DAVID) Espero que tengas suficiente espacio en la
tarjeta SD para guardar una buena historia. No quiero repetirla
dos veces.
DAVID: — Lo escucho atentamente, señor.
(Sale DAVID del escenario)
(LOUIS Se acerca al frente del escenario y se dirige al público)
LOUIS: —Todo comenzó en 1971, tenía 25 años y estaba a cargo
de mi familia y de nuestras tierras en Nueva Orleans. Mi hermano
pequeño murió y estaba tan triste que me la pasaba de bar en bar,
emborrachándome, desesperado y solo por la pérdida. Me
encontraba tan triste y desolado que era natural, en mi situación,
atraer algunos espíritus malignos: una noche deambulaba dando
tumbos por el pueblo y un ser extraño y hermoso apareció frente a
mí.
(Aparece de repente LESTAT, un títere de vampiro con cabello
rubio y capa)
LESTAT (para sí mismo):—Mmm…¿qué tenemos por aquí? (A
LOUIS) ¿Qué hace un cuellito…ejem, perdón, qué hace un
señorito tan solo por estas calles?
LOUIS:— Sólo peno por la pérdida de mi hermano, querido
amigo. Estoy un poco más borracho de lo que pensé. Creo que
debo irme a casa.
LESTAT:— ¿A tu casa? ¿Seguro no tendrás problema en que te
acompañe, verdad?
LOUIS:— Claro que no, pero primero límpiate la boca: desde acá
puedo ver la mancha de kétchup. No me gusta que me echen el
aliento.
(LESTAT se acerca a LOUIS para ayudarlo. Al verlo tan cerca se
le echa encima y lo por el escenario hasta que lo alcanza y le
muerde el cuello. Se quedan de esa forma por unos segundos.
LESTAT sale por debajo.)
LOUIS (al público, en tono triste):—A partir de ese momento me
convertí en vampiro. Como Lestat vivía en la calle, le ofrecí una
habitación aquí, en mi castillo, y empezamos a convivir. Yo no
quería beber sangre de humanos, entonces comía ratas, palomas y
otros animales. Eso siguió por muchos años, hasta que una noche,
paseando por un hospital oscuro, me encontré una pequeña niña
abandonada.
(Sale el títere de CLAUDIA, una pequeña niña vampiro de
cabello rojizo. El títere de CLAUDIA aparece desmayada en el
frente del escenario, LOUIS se acerca y comienza a morderle el
cuello. Sale el títere de LESTAT)
LESTAT:— ¡Así te quería agarrar! ¡Maldito! ¡Mentiroso!
(LOUIS suelta a CLAUDIA. CLAUDIA comienza a sacudirse.)
LESTAT:— ¡Convertiste en vampiro a una niña pequeña! Sabía
que no ibas a poder resistirte a la carne humana por mucho
tiempo.
LOUIS:— ¡¿Qué?! ¡No he sido yo! Esta niña ha comido muchos
dulces. ¡Esta convulsionando por la azúcar!
LESTAT:— ¡No mientas, rata infeliz! ¿Piensas que no sé cómo se
ven las marcas de la mordedura? ¿Piensas que no sé cómo se
sacuden las víctimas?
LOUIS:— ¡Te brindo mi casa y mi hospitalidad y lo único que
haces es sospechar de mí! ¡No tienes vergüenza, bufón malcriado!
LESTAT:— ¡La has convertido en un vampiro! ¡Reconoce que
ahora que has probado sangre humana, ya ninguna otra sangre
será lo mismo para vos.

(CLAUDIA se detiene, escucha y despierta)


CLAUDIA:— ¡¿Ahora soy un vampiro?! ¿Yo? ¿Una niña
pequeña? Noooo (empieza a llorar y a berrear)
LOUIS:— Oh, no te enojes. Tiene sus cosas buenas.
(LOUIS le pega a LESTAT en la cabeza para que hable y apoye
lo que dice)
LESTAT:— ¡Ouch! ¡Eh, sí! Podes volar por las noches,
esconderte y desaparecer cuando te miras al espejo. Espero que no
te guste el ajo, porque si te gustaba ahora ya no vas a poder
comerlo.
CLAUDIA (todavía compungida):— No me gusta el ajo. Me
gusta el chocolate y la sandía ¿Qué tengo que hacer siendo
vampiro? ¿Voy a poder tener amigos?
LOUIS:—Claro que sí. Es más, voy a invitarte a vivir en casa
junto a nosotros. Tenemos juegos de mesa y playsation.
LESTAT:— Ven conmigo, niña. Te invito a pasar a la mansión.

(LESTAT y CLAUDIA se retiran al foro y bailan, mientras


LOUIS se para frente al público y sigue relatando su historia.)

LOUIS:—Así vivimos entonces por mucho tiempo, Lestat


mordiendo gente y Claudia jugando y corriendo por la casa.
Éramos una familia de vampiros. Hasta que un día Claudia se
cansó de ser una niña vampiro y decidió matar a Lestat.
(De fondo, CLAUDIA golpea a LESTAT en la cabeza, éste cae y
sale de escena.)
LOUIS:—Asustados huimos a Francia, buscando a otros de
nuestra clase. Allí, encontramos a otro grupo de vampiros que
vivían aquí, en este teatro, en el Teatro de los Vampiros. Muchos
de ellos tenían cientos de años de edad. (Al fondo salen siluetas
de murciélagos, representando a los otros vampiros.) Allí vivimos
por mucho tiempo, hasta que un día…
(Sale LESTAT, enfurecido)
LESTAT:— ¡Claudia, voy a matarte!
(LESTAT persigue a CLAUDIA por el escenario, la atrapa y
desaparecen de escena ambos.)
LOUIS:— Así es: Lestat no había muerto. Al parecer el golpe de
Claudia no había sido suficiente para matarlo. Luego de eso me
alejé de Claudia, Lestat y del Teatro de los Vampiros. Es difícil
ser vampiro y compartir tiempo con otros vampiros más. Pasé
muchos años solo, encerrado en mi cabaña, hasta que pronto, un
día, llegó la pandemia. La gente no salía, todos usaban barbijos y
se alejaban unos de otros, por lo que me resultaba imposible
acercarme a alguien para beber su sangre. Es así como decidí
viajar incontable cantidad de leguas en busca de un lugar propicio
para mi condición. Llegué entonces a la Argentina, donde con
ayuda de algunos nuevos amigos me puse un parripollo en la
costanera a la noche, de una a cinco de la mañana. Por suerte,
luego de mucho buscar, he encontrado mi lugar: ahora voy a las
marchas anticuarentena y siempre encuentro un cuello dispuesto
para el almuerzo.

Fin.

También podría gustarte