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La Tumba de Anfípolis – por Miguel Huguet Ferreras

TUMBA DE ANFÍPOLIS

Para situar la denominada Tumba de Anfípolis, geográficamente, después de ubicarla dentro


de una zona determinada, el Norte de Grecia, conviene referenciarla a la antigua ciudad de
Anfípolis de la cual toma el nombre, situándola a unos dos kilómetros al noroeste de dicha
ciudad. Las actuales ruinas de la ciudad de Anfípolis están situadas en la desembocadura del
río Strymon, en el este de Macedonia (norte de Grecia) y al suroeste del Pangaeon, una
montaña de 1956 metros de altura, que en el antiguo pasado proporcionó madera, oro y plata
a esta ciudad. El cauce del río Strymon bordea Anfípolis por todos sus lados, excepto por el
este. Al sur de ella se encuentra el Golfo de Strymonikos lo que le permitía comunicarse con
las otras ciudades griegas del Mar Egeo a través de Eion, su puerto (Figura 1).

Fig 1. Mapa de Anfípolis y zona circundante1

Aunque la fecha de fundación de Anfípolis se sitúa en el 437 a.C 1, a través de las


excavaciones, se sabe que en su zona circundante existe una evidencia de intensa presencia
humana ya desde el Neolítico (VI milenio a.C.). En este sentido cobra importancia, junto con la
ciudad de Anfípolis, el yacimiento prehistórico situado en la denominada colina 133 (fig. 1),
también a 2 km al noreste de Anfípolis, y que es colindante con la colina de Casta, lugar en el
que ha sido hallada la tumba. Las excavaciones han puesto al descubierto en la colina 133 un
asentamiento Neolítico y, probablemente, después de un paréntesis durante la Edad de Bronce,
un asentamiento al inicio de la Edad de Hierro (como se cita en Lazaridis 1965; Vanterpool
1965), que se asocia a un cementerio de túmulos en la mencionada vecina colina Casta (como
se cita en Lazaridis 1977a, 1978). Los hallazgos de los túmulos funerarios están fechados
entre el X y el siglo VII a.C. (como se cita en Koukouli-Chryssanthaki 1993), como señala el
artículo “Radiocarbon dating of the Amphipolis bridge in Northern Greece, maintained and
functioned for 2500 years” de la Universidad de Arizona (EE.UU.)2.

1
www.museumsofmacedonia.gr/Archaeological_and_Byzantine/Arx_Amphipolis.html
2
www.ims.demokritos.gr/archae/Publications_pdf/Amphipolis_Radiocarbon.pdf

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La Tumba de Anfípolis – por Miguel Huguet Ferreras

Este establecimiento de inicios de la Edad del Hierro en la colina 133 fue sucedido,
probablemente, por una población mixta formada por la tribu tracia de los Edones y por los
griegos. Según la evidencia arqueológica, este asentamiento parece haber sido destruido y
abandonado a mediados del siglo V a.C.

Eion (Fig. 1), el que sería futuro puerto de Anfípolis fue utilizado por los persas como base
de operaciones para sus guerras contra Grecia (como se cita en Heródoto VII.25:107, 113).
Tras la derrota de los persas, los atenienses encontraron la oportunidad de ocupar Eion en el
476 a.C., convirtiéndolo en un puerto comercial y base militar (como se cita en Heródoto
VII.107; Tucídides IV.102).

Posteriormente, en el 437 a.C., durante el reinado de Pericles, los atenienses fundan


Anfípolis (como se cita en Tucídides IV.102.1), la que será una colonia ateniense de gran
riqueza y tamaño considerable. Trece años más tarde, en el 424 a.C., durante la guerra del
Peloponeso, el general espartano Brasidas conquista Anfípolis. Dos años más tarde, los
atenienses intentaron reconquistar la ciudad. Después de la batalla de Anfípolis (422 a.C.), la
ciudad, siendo independiente, entra en una nueva etapa de prosperidad.

Será en el 358/7 a.C. cuando Anfípolis es ocupada por Filipo II e incorporada al reino
macedónico3. La época helenística fue una etapa próspera para Anfípolis, como se refleja en
importantes edificios públicos y privados recuperados durante las excavaciones arqueológicas
(como se cita en Lazaridis 1997).

En esta etapa de Anfípolis se sitúa la construcción denominada “Tumba de Anfípolis” que


está datada hacia el último cuarto del s. IV a.C (324 a.C.). No obstante, es importante realizar
un breve apunte sobre su historia posterior que, en cierta manera, la relegó al olvido que no
fue total al ser recogida su historia, como se ha visto anteriormente, por las evidencias
epigráficas, literarias y los hallazgos arqueológicos.

Después de la conquista de Macedonia por los romanos en el año 168 d.C. la ciudad de
Anfípolis siguió siendo un importante centro comercial (422 d.C.) convirtiéndose, también, en
un importante centro de peregrinación religiosa cristiana hasta que la plaga que azotó al
imperio bizantino en 541-543 d.C (como se cita en Mpakirtzis 2000) provocó el colapso de la
ciudad, a fines del s. VI d.C.

El decremento importante de la población se vio agravado, probablemente, por las


invasiones eslavas posteriores. Aún así, Anfípolis sobrevivió durante los siglos VIII-IX d.C. Pero
en los siglos X-XI parece que ha dejado de existir, dando paso a una nueva ciudad que fue
fundada bajo el nombre de Chrysoupolis, en la boca de la Strymon, no lejos del sitio de la
antigua Eion (Fig. 1) que, a su vez, y desde el siglo XVIII, da paso a un nuevo pueblo llamado
Neochorionis que se ubica en los bordes norte de Anfípolis antigua, y que fue habitado hasta
principios del siglo XX (como se cita en Leake 1835:191; Papangelos 1990; Zikos 1998).

Es en este contexto histórico en el que hay que interpretar la construcción de esta tumba en
la denominada colina de Casta (Fig. 1), a dos kilómetros al noroeste de las ruinas de Anfípolis
y a unas sesenta millas (cerca de 100 kilómetros) al norte de Salónica 4.

En el año 1956 el arqueólogo Dimitris Lazaridis comenzó la excavación en esa zona.


Después de descubrir cientos de tumbas en la antigua ciudad, centró su atención en un
enorme montículo, denominado colina de Casta 5, donde él consideraba que se ubicaba una
gran tumba o monumento funerario de enorme importancia; no obstante su trabajo y las
circunstancias políticas le marcaron otro camino. No será hasta agosto del año 2012 en el que
la arqueóloga Katerina Peristeri y su equipo reanuden esta labor y descubran la entrada a la
tumba de Anfípolis, que ya Lazaridis había sospechado se hallaba allí desde un principio.
3
www.gtp.gr/TDirectoryDetails.asp?id=14565
4
greece.greekreporter.com/2014/08/22/amphipolis-the-eldorado-of-ancient-greece/
5
www.archaeology.org/issues/161-1501/features/2785-greece-amphipolis-tomb-unearthed

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La Tumba de Anfípolis – por Miguel Huguet Ferreras

Figura 2. Figuración de ubicacióon del León de Anfípolis, muro e imágen aérea de colina de Casta (greece.greekreporter.com)

La tumba se encuentra bajo esta colina integrada en un conjunto (Fig. 2), del que hasta
ahora ha sido descubierta la propia tumba, un muro dispuesto en un círculo perfecto, de 158,4
metros de diámetro, que bordea el túmulo cuyo perímetro es de 427 metros, y su altura de
tres metros, estando compuesto por paredes de piedra caliza revestidas por 2500 metros
cúbicos de mármol blanco traídos de Thassos6, una isla griega que se encuentra al sureste de
Anfípolis, según señaló el arquitecto de la excavación, Michalis Lefantzis.

Figura 3. León de Anfípolis (Oscar Brooner, 1941)

El tercer elemento que configura esta tumba es el ya conocido y famoso “León de Anfípolis”
(Fig. 3) restaurado en el siglo XX y situado, actualmente, sobre la cima de este túmulo. Pero si
las interpretaciones sobre la tumba son controvertidas, en base a las evidencias arqueológicas,
no lo son menos las existentes sobre el monumento del León, reconstruido en 1937, cuya
altura, por sí sólo, sin su base es de cuatro metros.
6
greece.greekreporter.com/2014/08/22/amphipolis-the-eldorado-of-ancient-greece/

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La Tumba de Anfípolis – por Miguel Huguet Ferreras

Así, Evangelos Kambouroglou, estrecho colaborador de la arqueólogo jefe de la Tumba de


Anfípolis, Katerina Peristeri, y Director de Paleoantropología y Espeleología Ephorate
(Departamento de Investigación Arqueológica), en el XXVIII Congreso Anual Arqueológico
sobre Arqueología de Macedonia y Tracia, celebrado en la Universidad de Tesalónica el 07 de
Marzo de 20157, ha señalado que según la evidencia actual, el León que data del siglo IV a.C.,
podría no haber sido situado, originariamente, coronando la colina de Casta pues este túmulo
es natural, no artificial. Se compone de cuarcita, arcilla y piedra arenisca, que le dan una
durabilidad limitada y le hacen incapaz de soportar durante siglos un peso de más de 500
toneladas8. Este hecho y el que el León con su base -o podium- pese más de 1.500 toneladas,
le hacen concluir que, probablemente, la posición original del León no sea la colina de Casta, lo
que ya habían supuesto los arqueólogos del sitio, corroborado por los especialistas asistentes
al congreso y que viene a aclarar la discusión sobre su configuración original entre diferentes
autores.

A ello, ahora, se debe añadir que el León y la tumba son de fechas diferentes, aunque
próximas entre sí.

Otro dato a descubrir es el concretar a quien estaba dedicado este monumento del león
sedente, que unido a la incertidumbre de quienes son los enterrados en la tumba, teniendo en
cuenta la ya señalada separación de fechas entre la tumba y el cenotafio, produce todavía mas
controversia, pues los enterrados en la tumba podrían ser, en algunos casos, entierros
posteriores al principal. El león en los monumentos de época helenística simboliza la fuerza y la
resistencia física, y suele asociarse a tumbas o cenotafios de jefes de ejército caídos en
combate. Además, suele tener un significado apotropaico -protector- que le asocia con la
muerte (Zarzalejos M., Guiral C. y San Nicolás, M.P, 2010, 84-85) . El león sedente contó con
un sencillo podium de fábrica, decorado con austeras líneas de orden dórico, rematado por una
simple pirámide de escalones que se sustentan sobre el pedestal del León, formando un diseño
adecuado para tales contornos, “en los que la majestuosa figura del león, vigilando el paisaje
desde su elevada posición no sólo simboliza el coraje y las hazañas del hombre de cuyo
nombre y memoria honra, sino también en un sentido refleja la grandeza de la ciudad misma
que había facilitado tanto a los ilustres lideres de la famosa expedición de Alejandro” (Oscar
Broneer, 1941, 60). Este autor interpretó que este monumento se había construido en honor
de Laomedonte de Anfípolis, si bien, otros autores, como (Sanders, N.J., 2007) consideran que
se trató de la tumba de Nearco, almirante de Alejandro Magno.

Figura 4: Descubrimientos de la tumba de Anfípolis (Greek Culture Ministry)

7
greece.greekreporter.com/2015/03/07/amphipolis-lion-not-part-of-casta-hill-researcher-tells-congress/
8
archaiologia.gr/blog/2015/03/09/νέα-άποψη-για-τη-θέση-του-λέοντα-της-αμφ/

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La Tumba de Anfípolis – por Miguel Huguet Ferreras

La tercera pata de esta construcción es la propia tumba en sí, que a fecha de hoy todavía
sigue siendo intervenida y de cuyos descubrimientos y hallazgos se va conociendo según los
estudios y análisis que se van sucediendo, sin que pueda aventurarse cuando podrán ser
totalmente analizados y discutidos por la comunidad científica.

Hasta este momento, después de retirar los bloques de piedra que la bloqueaban,
dispuestos como un muro, los arqueólogos han descubierto al sur-suroeste de la colina una
gran entrada, de 4,5 metros de anchura por tres de altura a la que se accede por una
escalinata de bajada que se halla custodiada por dos esfinges de mármol (Fig.4, sup. Izq.).
Tienen la cabeza y las alas quebradas, lo que podría haberse producido por accidente, lo que
no sucede con la mutilación deliberada de los senos de ambas esfinges. Bajo la base de las
esfinges figura un dintel de mármol con frescos que imitan a un arquitrabe jónico, habiéndose
usado colores rojos, azules y negros (Fig. 4, inf. izq.). Descansa sobre dos capiteles jónicos,
pintados con los mismos colores, que coronan las pilastras del marco de la puerta. Desde esta
se accede, al menos, a cuatro cámaras en las que existen boquetes en las paredes
diafragmáticas, posiblemente, causadas por la eliminación de piedras o por la imposibilidad de
colocar las piedras, lo que según los arqueólogos parece ser parte del proceso de sellado de la
tumba. A ello se debe añadir que estas cámaras han tenido que ser vaciadas de la arena que
las llenaba, extraída, probablemente, del lecho del río Strymon.

La primera cámara mide seis metros de profundidad por 4,5 de ancho y 5 metros de altura,
una sección del suelo está pavimentado con trozos irregulares de mármol blanco sobre fondo
rojo09, se encuentra en excelentes condiciones, situándose detrás de la pared con las dos
esfinges. También se encontraron los restos de un fresco con restos de coloración azul en la
primera pared diafragmática, detrás de las esfinges. En la zona de acceso a la segunda cámara
(Fig.4, sup. dcha.), de idénticas proporciones a la primera, se hallan un par de cariátides que
también han sido reconstruidas. Su suelo está cubierto con un mosaico, cuyo tema es el rapto
de Perséfone, la hija de Zeus y Deméter, por parte de Hades.

Los arqueólogos, miembros del equipo de excavación, opinan que las esfinges y las
cariátides fueron creadas por diferentes artesanos, al presentar las esfinges 10 una mayor
elaboración y un detalle más fino que las cariátides, de lo que resulta que la expresión facial de
la esfinge es más impresionante. También se cree que las cariátides fueron esculpidas de un
sólo bloque de mármol y las esfinges, trabajadas sobre diferentes piezas de mármol de la
mejor calidad.

En la tercera cámara, cuyo acceso se realizaba a través de una doble puerta de mármol, se
ha encontrado, una vez extraída la arena de relleno, que el suelo de piedra caliza había sido
removido, parece que por acción del hombre, lo que plantea la incógnita al equipo de
arqueólogos del porqué en esta cámara parece haber sido buscado algo y, sin embargo, en la
segunda cámara, el mosaico del suelo ha sido respetado.

También ha sido descubierta una cuarta cámara, a la que se accede desde la tercera, y en la
que en el momento de su descubrimiento, los arqueólogos se encontraron que estaba
obstruida con un muro de tierra.

Es posible que estos descubrimientos no finalicen aquí, pues por medio de la cartografía
geofísica eléctrica realizada por el equipo del profesor Grigoris Tsokas, se ha construido un
modelo digital de la colina de Casta, perteneciente a la época anterior a la construcción de la
tumba, el cual, comparado con el modelo de la situación en la que se encuentra en estos
momentos y la que tenía antes de las actuales excavaciones, ha dado como resultado que la
mayoría de la colina es de formación natural. Agregar que las imágenes, así obtenidas, señalan
estructuras estáticas que pudieran ser construcciones artificiales en la zona oeste de la colina,
lo que precisa ser corroborado mediante excavación arqueológica.

0
9 greece.greekreporter.com/2014/09/01/amphipolis-new-photos-released/
1
0 greece.greekreporter.com/2014/10/23/position-of-sphinxs-head-generates-serious-questions/

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La Tumba de Anfípolis – por Miguel Huguet Ferreras

En cuanto a descubrimientos mencionar también que en el interior de la tumba han sido


halladas monedas11 del siglo II a.C., la época de los últimos reyes macedonios, en las que
figura la efigie de Alejandro Magno y numerosas piezas de cerámica sin catalogar.

Volviendo a la cámara funeraria para su estudio se debe destacar que durante la época
romana fue saqueada y posteriormente sellada (al inicio de las excavaciones se consideró que
estaba intacta12 por el sellado de la misma con grandes bloques de piedra) sin que existan
indicios de saqueo en época cristiana, y que además ha sufrido varios terremotos 13, del que se
destaca el acontecido en el año 597 d.C., que se considera fue tan violento que cambió la
dirección del cauce del río Strymon.

Estas son las causas -que no explican el misterio- que se achacan para explicar la ubicación
de determinadas partes de las esculturas en ella contenidas, fuera de su lugar lógico, como
son las alas y la cabeza de la esfinge (la perteneciente a la de la derecha del dintel encima de
la entrada a la tumba) encontradas a doce metros 10 de donde se sitúan las esfinges o partes de
una puerta de mármol que han sido desplazadas y descubiertas también en la tercera cámara
o el hallazgo, en la cuarta cámara, de una puerta de mármol que pertenece a la tercera
cámara, de dimensiones 2m x 0.90m x 0.15m y mil quinientos kilos de peso 14. En esta cuarta
cámara, la remoción de la tierra de relleno ha permitido hallar una segunda puerta y dejar al
descubierto un depósito de pizarra natural excavado en el suelo. La bóveda tiene una
superficie de 4 x 2.10 metros y su suelo está sellado con piedra caliza.

Para finalizar la configuración estructural y constructiva, no se puede dejar de reseñar que,


a medida que la tumba ha sido vaciada de arena durante la excavación, se ha tenido que ir
apuntalando con mecanismos de apoyo, para afianzar su estructura y proteger su integridad,
debido a la presión que sobre ella ejerce la tierra circundante 15. Así se han tenido que añadir
vigas de soporte en las paredes y en las cúpulas de las cámaras segunda y tercera. Hay que
recordar que esta tumba ha sido sometida, al menos, a un terremoto histórico y al vencimiento
paulatino del suelo, paredes y techo, al poseer esta cavidad subterránea artificial una
consistencia menor. Esta subsidencia explica, probablemente, el que una vez restauradas las
esfinges, difícilmente, podrán ser ubicadas en su lugar de origen pues el arco de piedra que se
sitúa sobre ellas, que debería ser de forma circular, no deja espacio suficiente para su
reubicación, una vez añadida la cabeza y las alas. Actualmente, su radio vertical es de,
aproximadamente, un 10% más corto que el radio horizontal, lo que es lo mismo, presenta
una forma achatada por la sobrecarga del suelo y el debilitamiento ocasionado por un
terremoto de enorme intensidad16.

Tal como se adelantaba más arriba, la decoración pintada se ha ido descubriendo a medida
que los trabajos de excavación y mantenimiento han ido progresando. Así, a la señalada
presencia de pintura en la primera cámara, se deben añadir las localizadas en la tercera y más
sofisticada de las cámaras del monumento funerario. Situadas sobre los arquitrabes de siete
secciones de mármol colocadas sobre los montantes de las paredes y debajo de las vigas de
mármol del techo

En uno de los segmentos de arquitrabes puede verse una figura de animal, probablemente
un toro, y a ambos lados del mismo dos formas en movimiento, una mujer y un hombre.
Además se aprecian una urna y unas criaturas aladas a cada lado, la criatura alada de la
derecha se dirige a una caldera de trípode. Se pueden observar restos de rojo, azul y ocre en
muchas áreas de la representación, como la ropa y cabeza de la figura femenina, ropa del
hombre, la criatura alada y la caldera.
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1 greece.greekreporter.com/2014/12/01/alexander-the-great-coins-found-in-amphipolis-tomb/
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2 greece.greekreporter.com/2014/08/22/new-photos-reveal-colors-in-ancient-amphipolis-tomb/
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3 greece.greekreporter.com/2015/03/07/amphipolis-lion-not-part-of-casta-hill-researcher-tells-congress/
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4 greece.greekreporter.com/2014/10/31/eight-square-meter-vault-and-marble-door-found-in-amphipolis-tomb/
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5 greece.greekreporter.com/2014/09/01/amphipolis-new-photos-released/
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6 greece.greekreporter.com/2015/03/01/an-identity-crisis-for-the-amphipolis-tomb/

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La Tumba de Anfípolis – por Miguel Huguet Ferreras

La parte superior del arquitrabe también está decorada en estilo Jónico17.

En la decoración de esta cámara también aparecen unas rosetas dobles de ocho petalos 18
que han dado lugar a la aparición de conjeturas en cuanto a los “ocupantes” de la cámara
funeraria, pues pueden llegar a ser considerados símbolos reales, por la gran similitud con las
que aparecen en las anchas bandas del “larnax” (sarcófago) de oro de la tumba real de Filipo
II, en Vegina. A ello se debe unir la especulación en torno a la significación de las cariátides y
las esfinges, además de la pintura descrita en el párrafo anterior, en el supuesto de que alguno
de los enterrados en ella pudieran estar relacionados con Alejandro Magno, lo que será
desarrollado con algo más de amplitud en líneas posteriores.

Figura 5: Mosaico en el suelo de la segunda cámara dela tumba de Anfípolis (Greek Culture Ministry)

Pero sin duda, en cuanto al aspecto decorativo, lo que más ha destacado de esta tumba es
la aparición de un mosaico (Fig. 5), bastante bien conservado, en el suelo de la segunda
cámara, la escena representada es de perfecta ejecución y riqueza de colores y se ha asociado
al rapto de Perséfone por Hades, el señor de los muertos o del inframundo. Andrew Chugg,
autor de “La búsqueda de la tumba de Alejandro Magno” y de varios trabajos académicos
sobre la tumba de Alejandro hipotetiza en la búsqueda de la lógica de las pruebas aportadas
por el mosaico, que existe una fuerte presunción de que la figura de Perséfone podría ser un
retrato del difunto individual, ocupante de la tumba.

En este mosaico, Hades, el señor de los muertos o del inframundo, aparece representado
por un hombre con barba y con una corona de laurel. Cuenta el mito que Perséfone, la hija de
Zeus y Deméter (diosa cuidadora de mujeres y niños), que cuando se encontraba recogiendo
flores es raptada por Hades, que aparece sorpresivamente con su carro y se la lleva para que

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7 www.newsbomb.gr/en/story/504987/amphipolis-who-is-buried-in-the-grave
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8 greece.greekreporter.com/2014/09/01/amphipolis-new-photos-released/

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La Tumba de Anfípolis – por Miguel Huguet Ferreras

sea su reina en el inframundo. Perséfone, con pelo rojizo y ondulado aparece en el mosaico
luciendo una túnica blanca. Hades la coge por la cintura con determinación, mientras que con
la otra mano guía los corceles blancos. Hermes conduce las almas de los difuntos, por lo que
es interpretable que se representa un secuestro hacia el inframundo, esto significa una
metáfora de la muerte. Se representa al ocupante de la tumba llevado por Hermes hacia la
muerte, en este caso, una mujer, Olimpia 19, si se sigue la teoría presentada por Andrew Chugg
que se expondrá más adelante.
Con el fin de no repetir lo mismo y debido a la posible relación que pudiese tener la
interpretación de los restos óseos hallados con las pinturas, mosaico y figuras contenida en la
tumba, según las teorías y conjeturas de distintos investigadores 20, es preciso señalar
previamente cuáles son esos restos óseos localizados por el equipo de arqueólogos, las
conclusiones obtenidas sobre ellos y los estudios que todavía están pendientes de realizar
sobre los mismos.
Se han localizado en la cuarta cámara alrededor de 550 huesos y fragmentos de hueso de
los que 157 han sido asignados, con seguridad, hasta ahora, a alguno de los diferentes cinco
individuos que continúan sin ser identificados y de los que no existe tampoco certeza sobre su
identidad. De ellos se sabe:

1. Una mujer de, aproximadamente, 54 años según el Ministerio Griego de Cultura 21


(anteriormente se le asignaban por lo menos 60 años) y 1,57 m de altura, cuyos
huesos, incluyendo el cráneo y un hueso de la mandíbula con un solo diente, fueron los
principales restos encontrados en la tumba. Las fracturas en el área pélvica reforzaron
la suposición de que podrían pertenecer a Olimpia, madre de Alejandro Magno, que fue
apedreada hasta morir a esa edad en Pydna 22, por orden del general Casandro en el
316 a.C., dato que ya fue refutado por este mismo Ministerio el 20 de Diciembre de
201423.
2. Un hombre 1,68 m de altura, mediados los treinta años, que se supone fue asesinado
con un cuchillo o espada, habida cuenta de los golpes hallados en su torso.
3. Un hombre 1,62-1,63 m de altura, mediados los cuarenta años de edad, que presenta
una fractura curada en el radio de su antebrazo derecho, justo por encima de la
muñeca.
4. Un niño recién nacido de sexo indeterminado.
5. Un quinto individuo de edad indeterminada y sexo, representado por sólo 9 fragmentos
óseos cremados y siendo el único entierro incinerado entre los cinco individuos
catalogados24.
Estos restos óseos no han sido hallados en posición primaria y algunos de los fragmentos
óseos entremezclados han sido asignados a animales, incluyendo los huesos de al menos un
caballo, lo que añade más dificultad al intento de llegar a conocer quienes fueron sus
ocupantes.
Sobre ellos se están realizando, principalmente, estudios en las universidades de
Aristóteles y Demócrito, sistemática y científicamente basados en el contexto histórico, social

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9 greece.greekreporter.com/2015/03/01/an-identity-crisis-for-the-amphipolis-tomb/

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0 greece.greekreporter.com/2015/01/20/new-theories-on-buried-in-amphipolis-tomb/

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1greece.greekreporter.com/2015/01/07/as-of-january-20-the-announcement-on-the-macroscopic-analysis-of-
amphipolis-skeleton/
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2 greece.greekreporter.com/2015/01/20/new-theories-on-buried-in-amphipolis-tomb/

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3greece.greekreporter.com/2015/01/07/as-of-january-20-the-announcement-on-the-macroscopic-analysis-of-
amphipolis-skeleton/
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4 greece.greekreporter.com/2015/03/01/an-identity-crisis-for-the-amphipolis-tomb/

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La Tumba de Anfípolis – por Miguel Huguet Ferreras

y antropológico de la población de Anfípolis 25. Entre esta gama de análisis científicos


destacar:

1. Accelerator Mass Spectrometry (AMS) – esto implica principalmente por radiocarbono


(es decir, carbono-14) que data los huesos
2. Estudios radiográficos – utilizados para encontrar daños ocultos dentro de los huesos a
través de los Rayos X
3. Estudios histológicos (estudios microscópicos de la estructura celular de los huesos).
4. Análisis de ADN que podría revelar relaciones familiares entre los muertos. La cavidad
de la raíz en el único diente de la mujer de 5 años será una buena fuente potencial de
material genético para el análisis de ADN, aunque esos datos podrían ser obtenibles de
cualquiera de los huesos.
5. Estudios sobre la proporción de isótopos de carbono y nitrógeno – indica la dieta de los
individuos – diferentes fuentes de proteína (carne, pescado, lácteo, granos...)
6. Medición del ratio de estroncio medido por los isótopos – así, la proporción de
estroncio-86 a estroncio-87 varía con la geología local, las rocas más antiguas tienen
proporcionalmente más estroncio-87. El estroncio tiende a ser absorbido, vía alimenticia
por los huesos y los dientes de los habitantes – curiosamente el esmalte de los dientes
se forma en la niñez, así que la relación de estroncio en el esmalte de los dientes
registra la geología de la localidad en la que creció la persona, mientras que las
proporciones de estroncio de hueso reflejará la geología del lugar donde el individuo
pasó los últimos siete a diez años de su vida.

Por lo tanto, nadie puede decir con certeza quienes eran los cinco muertos de la tumba, por
lo que las hipótesis se suceden. Además, no es cierto que los cinco cuerpos fueron enterrados
juntos, ya que existe una posibilidad de que los saqueadores o vándalos arrojaron los
esqueletos juntos. A ello se debe añadir que los antiguos macedonios no enterraban a sus
muertos juntos26 .

El conjunto de estos datos han llevado a arqueólogos e historiadores a crear nuevos


escenarios, con posibles lazos familiares entre algunos de los cinco muertos. Sin embargo, los
historiadores especulan que el cuerpo de, aproximadamente, 60 años de edad es probable que
pertenezca a Olimpia, madre de Alejandro Magno; los cuerpos masculinos de los dos adultos
son, posiblemente, hijos del rey Casandro (305-297 a.C.), uno de ellos asesinado, una vez se
realice el estudio del ADN esta hipótesis podrá ser refutada o tenida en cuenta sin olvidar que
las fuentes históricas son incompletas, desconociéndose incluso la edad de estos hermanos. El
cuerpo incinerado y el bebé siguen siendo un misterio.

Tal como se comentaba unas líneas más arriba, una de las hipótesis más razonadas sobre
quienes son los ocupantes de la tumba es la presentada por Andrew Chugg 27, autor de “La
búsqueda de la tumba de Alejandro Magno” y de varios trabajos académicos sobre la tumba de
Alejandro.

Según este autor, mientras no se ponga en duda razonable la datación actual de la tumba
en el último cuarto de siglo IV a.C., dos hipótesis merecen consideración en este momento:

1. Los restos inhumados de la anciana y los dos hombres de mediana edad pertenecen a
los ocupantes originales de la tumba de Anfípolis, que fueron enterrados en el último
cuarto del siglo IV a.C.
2. Los restos incinerados son de los ocupantes originales de la tumba, mientras que los
restos inhumados representan una reutilización posterior (quizás romana) de una
tumba helenística de época más temprana.
2
5 greece.greekreporter.com/2015/01/07/as-of-january-20-the-announcement-on-the-macroscopic-analysis-of-
amphipolis-skeleton/#sthash.Gx6W1zoP.ZrCjphGG.dpuf
2
6 greece.greekreporter.com/2015/01/20/new-theories-on-buried-in-amphipolis-tomb/
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7 greece.greekreporter.com/2015/03/01/an-identity-crisis-for-the-amphipolis-tomb/

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La Tumba de Anfípolis – por Miguel Huguet Ferreras

Sostiene que, en el caso de la primera hipótesis, existen serios indicios y evidencias de que
la anciana era la principal ocupante de la tumba. Son los mencionados a continuación:

1. Los huesos de la mujer son los principales, han sido encontrados menos dispersos,
cerca y dentro de la tumba de la cista original, en un rango de profundidad de entre 7,8
m y 8,9 m por debajo del techo de la cámara, siendo el esqueleto más completo. Ello
sugiere que era el ocupante original de la cista: los demás individuos serían entierros
satélite, situados encima de ella.
2. Las estatuas de esfinges femeninas a la entrada de la tumba de Anfípolis son repetición
de las esculturas de esfinges incorporadas en los tronos de las dos últimas reinas de
Macedonia de finales del siglo IV a.C., incluyendo el trono de Eurydice, la abuela de
Alejandro.
3. Las cariátides parecen ser sacerdotisas de Dioniso, también denominadas esculturas
femeninas que flanquean la entrada a la segunda cámara podrían ser específicamente
“klodones”, sacerdotisas de Dioniso con quienes trató Olimpia, puesto que las cestas
que llevan sobre sus cabezas son sagradas para Dioniso 28. Las actividades de culto
conectadas con Dioniso se asocian particularmente con reinas de Macedonia en el
último siglo IV a.C. (especialmente Olympias). A este dato, algunos historiadores
oponen que las cariátides suelen ser mujeres de edad, mientras que las de la tumba de
Anfípolis son mujeres jóvenes.
4. La figura de Perséfone en el mosaico parecen representar el inquilino principal de la
tumba llevado hacia el inframundo, en cuyo caso ella debía ser una importante reina de
Macedonia.
5. Dos reinas macedonias pueden haber sido asesinadas en Anfípolis a finales siglo IV
a.C.; Olimpia en 316 a.C. y Roxana en 310 a.C.

Figura 6: Un hombre (izquierda) y una mujer (derecha) vistiendo cinturones rojos, bailando al lado de un
toro sacrificado en una pintura descubierta en la tumbe de Anfípolis (Greek Culture Ministry)

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8 www.nationalgeographic.com.es/articulo/historia/actualidad/9545/continuan_las_excavaciones_anfipolis.html

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La Tumba de Anfípolis – por Miguel Huguet Ferreras

Siguiendo con la lógica expositivo-deductiva de Andrew Chugg 29 se plantea el considerar la


situación vivida por la reina Olimpia y la probable edad que podría tener el momento de su
muerte en el 316 a.C. Cabe señalar la inexistencia de información directa o definida en relación
con el año de nacimiento de Olimpia, por lo que se deben tomar como referencias otras fechas
significativas en su vida. Hay tres hechos de los cuales se conserva conocimiento :

1. El compromiso con Filipo de Macedonia, en el momento en que se iniciaban en los


Misterios de los grandes dioses en la isla egea de Samotracia
2. El matrimonio con Filipo.
3. El nacimiento de su hijo Alejandro. El único para el que existe una fecha

Entre estos tres eventos sólo tenemos una fecha explícita para el último, al afirmar Plutarco
que Alejandro el Grande nació el 20 de julio del 356 a.C. del calendario juliano, lo que da un
límite inferior extremo acerca de la edad de Olimpia en el momento de su muerte. Es muy
improbable que tuviese menos de trece años en el momento del nacimiento de Alejandro, por
lo que no podría ser menor de cincuenta y tres años cuando ella falleció, con toda probabilidad
era significativamente mayor. En base a esta primera fecha se puede deducir que el
matrimonio con Filipo no ha tenido lugar más tarde del 357 a.C., y es muy posible que el
matrimonio tuviese lugar años antes, y entraría como hipótesis aventurada que Olimpia tuviese
dificultades para la concepción o que embarazos anteriores al de Alejandro se malograsen. No
se tienen indicios de que Alejandro tuviese hermanos mayores.

Aunque no existe ninguna fecha constatada para el compromiso de Samotracia, William


Greenwalt (Como se cita en "Philip II and Olympias on Samothrace: A Clue to Macedonian
Politics During the 360s” en “Macedonian Legacis”, ed. Timothy Howe y Jeanne Reames, pp79-
106, 2008) sugiere que el compromiso tuvo lugar en el período aproximado 364-361 a.C. al
argumentar que Filipo, por su acceso al trono entre el 360 - 357 a.C. no tuvo ocasión de asistir
a los misterios de los grandes dioses, y añade que fue rehén en Tebas hasta el 365 a.C.

Plutarco escribe que Filipo y Olimpia se enamoraron en Samotracia, lo que implica que al
menos en el momento de su compromiso era todavía adolescente.

Por todo ello, Andrew Chugg plantea la sugerencia, en el supuesto caso de que la tumba
pertenezca a Olimpia, de que una de las pinturas aparecidas en la tumba, en la que figuran un
hombre y una mujer separados por un toro sacrificado (fig.6) representa a Filipo y Olimpia en
los misterios de Samotracia, lo que daría un significado a la pintura y apoyaría el que en el 364
a.C Olimpia estuviese en su adolescencia final, lo que sugeriría que Olimpia podría ser una
candidata para ocupar esta tumba, además no se tiene conocimiento de otra reina que pudiese
haber muerto en la edad de los sesenta en esa misma época. A esta teoría se opone una
objeción, pues existe la creencia de que la reina murió en Pydna, en la costa del mar Egeo,
cerca de la frontera sur de Macedonia, a unos 160 km de Anfípolis.

Si se diese como cierto el que la mujer enterrada es Olimpia, se podría especular sobre la
posible identidad de los otros conjuntos de restos hallados en la tumba. Hipotetiza Andrew
Chugg30 que una vez muerta Olimpia, por orden del general Casandro, no fue cremada, sino
enterrada por Casandro en una tumba de cista y que, posteriormente, permitió a los miembros
sobrevivientes de la familia real erigir la tumba en la colina de Casta en una tentativa de
establecer una reconciliación con la familia real, algo a lo que se vio obligado por el resto de
generales del Imperio que insistieron en que Alejandro IV, en última instancia, debía heredar
el trono. Como entierros satélite del primero, los dos hombres adultos podrían ser familiares o
defensores de Olimpia que murieron con ella.

Hay un registro histórico de que el comandante más antiguo de Olimpia, Aristonous, fue
asesinado en Anfípolis al mismo tiempo que la reina, y su edad, al morir, era potencialmente
compatible con el mayor de los dos varones (es decir, mediados los cuarenta años).
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9 greece.greekreporter.com/2015/03/01/an-identity-crisis-for-the-amphipolis-tomb/
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0 greece.greekreporter.com/2015/03/01/an-identity-crisis-for-the-amphipolis-tomb/

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La Tumba de Anfípolis – por Miguel Huguet Ferreras

Otro de los comandantes de Olimpia, Monimus (Fig. 7), también está registrado que se
había rendido a Casandro, en Pella, poco antes de que Aristonous, en Anfípolis. Podría ser el
segundo hombre, aunque no existen datos sobre su edad y es un supuesto que fuera ordenado
su asesinato por Casandro.

Los nueve fragmentos óseos cremados son de un adulto, de edad y sexo indeterminado,
que recibió un entierro de alto estatus, lo que se deduce por haber sido cremado. Bien podrían
ser los restos de un partidario de Olimpia que recibió un funeral apropiado, bien, y tal vez sea
lo más probable, que represente una adición posterior a la tumba, de los restos de algún
pariente eminente de Olimpia, muerto honrosamente durante el período de la construcción del
monumento de la colina de Casta (c.315-310 a.C.). Sus restos habrían sido introducidos en
una urna o larnax, por encima de la tumba de Olimpia, y esparcidos en el momento de la
profanación de la tumba.

Figura 7: Huesos identificados del esqueleto del hombre más joven (Greek Culture Ministry)
Surge la pregunta por lo tanto de si existió un pariente prominente de Olimpia que hubiese
fallecido en el período 315-310 a.C. y cuya tumba sea desconocida. Una posibilidad interesante
es que sean las cenizas del sobrino de Olimpia, Aeacides, antiguo rey de Épiro y
estrechamente relacionado con la reina.

Relacionado con este enterramiento de alto estatus se podría considerar la aparición de los
huesos de caballo encontrados entre los restos como algo lógico, pues la práctica de caballos
echados a las piras funerarias de nobles y reyes es bastante homérica, aunque los huesos de
animal de Anfípolis no fueron cremados, podrían haber sido objeto de sacrificios a los
enterrados. Ejemplos de esta práctica pueden encontrarse, por ejemplo, en la Ilíada 23.117ff.
Los arreos de caballo también estaban entre los residuos de la pira funeraria de Filipo II, que
luego se depositaron sobre la bóveda de su tumba. Éstos condujeron al arqueólogo y profesor
dde la Universidad Aristóteles de Tesalónica, Manolis Andronikos, a la conclusión de que los
caballos habían sido incinerados en la pira funeraria de Filipo II.

Por último queda por revisar el último cuerpo, el del niño recién nacido. Siguiendo la
hipótesis de Andrew Chugg, y en el supuesto de que la mujer enterrada fuera Olimpia, cabría
suponer que el niño podría tener alguna relación con ella. En este caso existe un registro de
mortalidad infantil de un pariente cercano, en la Sección 70 del Epítome de Metz (Alemania).
Se trataría de un hijo de Alejandro Magno y Roxana muerto durante un viaje por el Indo y
tendría pocos meses. Ahora bien, si el monumento de la colina de Casta se construyó cuando
Roxana estaba viviendo en Anfípolis entre el 436 – 310 a.C. Surge la pregunta de si
conservaba el cuerpo de su hijo y si este podría haber sido enterrado en esta tumba. Por
supuesto, los restos de un niño podrían haber llegado a la tumba por otros caminos. Esta
hipótesis podrá verse refutada o afianzada una vez se obtengan los resultados de los análisis

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La Tumba de Anfípolis – por Miguel Huguet Ferreras

de ADN de los diferentes cuerpos encontrados en la tumba, pues, en ese posible supuesto,
nieto y abuela compartirían genes y en ese caso se estaría también ante la huella de ADN de
Alejandro Magno.

Dado el desconocimiento y la incertidumbre de quienes pudieran ser los enterrados en esta


tumba, los nombre de posibles ocupantes de la misma no han dejado de aparecer sí, por
ejemplo, otros posibles enterrados en ella serían la propia Roxana, esposa de Alejandro;
Hefestión, compañero de infancia y hombre de confianza de Alejandro Magno (según Theodore
Mavrogiannis, profesor de la Universidad de Chipre 31 o Nearco, navarca de Alejandro (según
Michael Tiberius, Profesor de Arqueología Clásica en la Universidad Aristóteles de Tesalónica, o
el autor, ya citado anteriormente Saunders, N.J,)

ARTÍCULOS Y WEBGRAFÍA:

http://amphipolis.gr/es/on-the-hfaistion-at-kasta-hill-hypothesis/ (20150326)

http://greece.greekreporter.com/2014/08/22/amphipolis-the-eldorado-of-ancient-greece/ (20170317)

http://greece.greekreporter.com/2014/08/22/new-photos-reveal-colors-in-ancient-amphipolis-tomb/ (20150322)

http://greece.greekreporter.com/2014/09/01/amphipolis-new-photos-released/ (20150322)

http://greece.greekreporter.com/2014/10/23/position-of-sphinxs-head-generates-serious-questions/ (20150322)

http://greece.greekreporter.com/2014/10/31/eight-square-meter-vault-and-marble-door-found-in-amphipolis-tomb/ (20150322)

http://greece.greekreporter.com/2014/12/01/alexander-the-great-coins-found-in-amphipolis-tomb/ (20150322)

http://greece.greekreporter.com/2015/01/07/as-of-january-20-the-announcement-on-the-macroscopic-analysis-of-amphipolis-
skeleton/#sthash.Gx6W1zoP.dpuf (20150322)

http://greece.greekreporter.com/2015/01/20/new-theories-on-buried-in-amphipolis-tomb/ (20150308)

http://greece.greekreporter.com/2015/03/01/an-identity-crisis-for-the-amphipolis-tomb/ (20150308)

http://greece.greekreporter.com/2015/03/07/amphipolis-lion-not-part-of-casta-hill-researcher-tells-congress/#sthash.IiR0Yxuz.dpuf
(20150317)

http://www.archaiologia.gr/blog/2015/03/09/νέα-άποψη-για-τη-θέση-του-λέοντα-της-αμφ/ (20150322)

http://www.gtp.gr/TDirectoryDetails.asp?id=14565 (20151703)

MANIATIS, Y; MALAMIDOU, D; KOUKOULI-CHRYSSANTHAKI, H; FACORELLIS; Y. Radiocarbon, vol 52, nr 1, 2010, p 41–45


http://www.ims.demokritos.gr/archae/Publications_pdf/Amphipolis_Radiocarbon.pdf (20150311)

http://www.nationalgeographic.com.es/articulo/historia/actualidad/9545/continuan_las_excavaciones_anfipolis.html (20150316)

http://www.newsbomb.gr/en/story/504987/amphipolis-who-is-buried-in-the-grave (20150322)

BIBLIOGRAFÍA
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http://babel.hathitrust.org/cgi/pt?id=wu.89095909818;view=1up;seq=1

SAUNDERS, N.J. (2007) Alejandro Magno: el destino final de un héroe. Edit Zenith

ZARZALEJOS M., GUIRAL C. Y SAN NICOLÁS, M.P. (2010) Adenda. Historia de la Cultura Material del Mundo Clásico. Edit. UNED . Madrid

MATERIAL AUDIOVISUAL

RAPTIS, G. Amphipolis Tomb Documentary 1956-2014 https://www.youtube.com/watch?v=wGyfu2rZ5uo (20150307)

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1 amphipolis.gr/es/on-the-hfaistion-at-kasta-hill-hypothesis/

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