XXX Domingo del Tiempo Ordinario (Ciclo A) - 25 de octubre de 2020

Monición de Entrada:

Queridos hermanos: En este último domingo del mes de octubre, mes de las misiones, la
liturgia nos presenta el amor como el principal mandamiento en que “se fundan toda la
ley y los profetas”. La llamada a la compasión y a la misión, la invitación a salir de
nosotros mismos por amor a Dios y al prójimo, se presenta en estos tiempos de
pandemia como una oportunidad para compartir, servir e interceder. En esta Eucaristía
pongamos en las manos de Dios nuestros temores y egoísmos y él nos conducirá al
reencuentro y nos renovará con el don de su bondad y de su gracia.

Monición a las Lecturas:

Primera Lectura: (Éxodo 22, 20-26)    

La lectura del Éxodo que escucharemos es una llamada al pueblo de Dios, a imitar su
compasión y su misericordia.

Salmo Responsorial: (del Salmo 17)

Segunda Lectura: (I Tesalonicenses 1, 5c.-10)

En la carta de San Pablo que escucharemos, somos exhortados a difundir la Palabra de

Dios con alegría y con la esperanza en su venida.

Evangelio: (Mateo 22, 34-40)

La pregunta del evangelio de hoy es válida para todos los tiempos. El amor a Dios y al
prójimo es lo esencial. Puestos de pie aclamemos el evangelio.

Oración de los Fieles:

R/. Señor, enséñanos a amar.

 Por la Iglesia; para que su labor misionera y caritativa sea signo de la presencia
y el amor de Dios en el mundo. Oremos.
 Por los gobernantes; para que busquen siempre el fin de la pobreza, las
divisiones, la falta de libertad, las desigualdades y las injusticias. Oremos.
 Por la humanidad que sufre a causa de las epidemias, las guerras, la violencia y
el terrorismo; para se abra al corazón de Jesús, que quiere el amor y la paz entre
todos. Oremos.
 Por los que sufren en los hospitales, en las cárceles, en los hogares de ancianos y
en todo lugar; para que en el amor de los cristianos descubran la misericordia de
Dios. Oremos.
 Por los misioneros; para que a través de su testimonio de fe y el anuncio del
Evangelio, se manifieste el amor de Dios que transforma corazones, mentes y
sociedades. Oremos.
  Por todos nosotros; para que, fortalecidos en el amor y la esperanza, trabajemos
para lograr un mundo mejor. Oremos.

Comunión:

La comunión es fuente del amor de Jesús hacia nosotros y del amor que nosotros le
ofrecemos a Él y a los hermanos. Roguemos todos al Señor que nos ayude siempre a ser
instrumentos de paz, de esperanza y de alegría.

Envío:   

Hermanos: El Señor nos llama a dar testimonio del evangelio del amor que se abre a la
vida y a la solidaridad humana. Volvamos a nuestros hogares para hacer realidad el
mensaje que hoy hemos recibido.