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Análisis del doctor Gastón Fernández – Covid 19

Regulación sobre caso fortuito y fuerza mayor como eventos de causa no


imputable:

El caso fortuito o fuerza mayor para ser inimputable debe ser un evento extraordinario,
imprevisible e irresistible, por lo tanto, una situación totalmente ajena al sujeto
determinado constituiría una situación de inimputabilidad.

El origen del Covid 19 requiere de un análisis más profundo para determinar si en realidad
viene a ser o no una situación de causa no imputable. Desde el punto de vista del doctor
Gastón Fernández, esta pandemia no seria un aspecto que pueda calificarse como no
imputable puesto que tiene un componente humano, ya que el caso fortuito puro consiste
en aquella situación o hecho de la naturaleza, y la propagación del Covid 19 se realiza a
través del hombre por el aparente consumo y venta de murciélagos (no comprobados).
Entonces la causa no imputable en el caso en concreto seria estrictamente el estado de
emergencia y la inmovilización obligatoria decretada por el gobierno que constituye un
acto calificable como fuerza mayor, y esta es la situación que va ha desencadenar el
efecto que determinadas actividades no se puedan realizar, ya que está prohibido.
Entonces es ésta, situación que produce una imposibilidad temporal mientras dure la
inmovilización.

Excesiva onerosidad de la prestación:

Uno de los requisitos para que se configure la excesiva onerosidad de la prestación es


que sea un evento estrictamente extraordinario que se subsume a la imprevisibilidad, no
el caso fortuito, ya que el caso fortuito tendría que ser irresistible y si fuera éste el caso ya
no seria posible de ser ejecutada la prestación, es así entonces que la excesiva
onerosidad en análisis, requiere que la prestación pueda ser posible de ser ejecutada.

Los contratos de arrendamiento:

Habría que preguntares en principio si esta situación del estado de emergencia y el


aislamiento social obligatorio a afectado el uso del inmueble. Entonces se tiene que tener
en cuenta que la situación del aislamiento social ha permitido mantener a las personas en
sus casas, en consecuencia, no se habría afectado en nada el uso del bien puesto que el
uso esta siendo realizado, y si éste esta siendo realizado la contraprestación tendría que
pagarse normalmente. En consecuencia, en los arrendamientos de bienes para casa
habitación no se ve una situación de caso fortuito porque no hay imposibilidad de la
prestación que el bien esta todavía a disposición del arrendatario y por lo tanto hay esa
obligación de pagar la contraprestación. Cosa distinta sucede en los contratos de
arrendamiento de un bien para local comercial, puesto que las actividades comerciales se
habrían reducido por las disposiciones del Estado, si bien existe uso del bien, sin
embargo, parcialmente no habría explotación del bien puesto que no se le está dando el
destino para lo cual ha sido arrendado, en consecuencia, así como refiere el doctor
Gastón, se tendría que pactar con el arrendador la reducción de la contraprestación
puesto que no habría habido uso comercial o explotación del bien o en su defecto la teoría
del riesgo lo tendría que asumir el arrendador.

Resoluciones de los contratos a consecuencia del Covid 19:

Los casos sobre los contratos según el doctor Gastón, si bien existe una norma que exige
su complimiento, estos en principio se deberían renegociar entre las partes, esto es, los
montos de pago, formas de pago, plazos de pago, etc. Sin embargo, existe términos de
riesgo que han sido asumidos libremente por los contratantes al momento de la
celebración del contrato que deberían cumplirse y no podrían postergarse, alterarse o ser
modificados mediante una ley.

Resoluciones del los jueces o árbitros:

Como arbitro o juez no se puede cambiar la asignación de riesgo pactado par las partes,
claro que sí se podría incentivar a las partes para que de alguna manera puedan llegar a
un acuerdo o arreglo de forma estricta, sin embargo, al no lograr ese arreglo el juez
deberá fallar de acuerdo a las normas. En consecuencia, una de las soluciones que
plantea el doctor Gastón con respecto a este tema es la tercera función de la buena fe
limitativa del ejercicio de derechos, no la buena fe como creadora de deberes, sino la
buena fe limitativa de derechos, es decir, que, si bien en realidad el acreedor tiene el
derecho puesto que la norma lo dice, pero que constituiría un ejercicio abusivo del
derecho dada la circunstancia actual por la que se viene atravesando.

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